Ministerio de Evangeli

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Traduccion de algunas partes del libro "Soul winer"

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Iglesia Cristiana Agua VivaMinisterio de evangelismo

El siguiente material fue tomado de una serie de lecciones preparadas por Charles Spurgeon, para ensear a sus estudiantes en el colegio un cursos sobre ganar almas, una vez que completo la serie, decidi publicarlas, para que sirvieran como una ayuda para cualquier cristiano que disida convertirse en un ganador de almas.

Esperamos que a travs de este material, Dios pueda darte un enfoque correcto sobre el evangelismo o como Spurgeon los llama ganar almas. No fijes tu atencin en tratar de aprenderte de memoria las lecciones, ms bien, busca fortalecer tu relacin con Cristo, para que las enseanzas cobren un sentido adecuado.

Ganadores de almasThe soul winner Charles Haddon Spurgeon

Introduccin: Qu es ser un ganador de almas?

Es ms sencillo si primero explicamos lo que no es. No consideramos ganar almas, el robar miembros de otras iglesias. Debemos buscar acrecentar el reino de Dios y no un clan, llevar a los hombre a Cristo y no a nuestro propio cristianismo.

En otro punto, ganar almas no se trata de inscribir apuradamente, nuevos miembros en nuestra iglesia, solo para mostrar un incremento al final del ao. Esto puede ser realizado fcilmente, y hay algunos hermanos que hacen un gran teatro para lograrlo. Por todos los medios, debemos traer verdaderos conversos a la iglesia, para ensearles a vivir como Cristo ha mandado, verdaderos discpulos y no solo profesantes. De otra manera el resultado es deplorable y causamos, ms mal que bien.

Qu es realmente ganar un alma para Dios? Cul es el proceso por el que un alma es llevada a Dios y a la salvacin? Supongo que una de sus principales caractersticas es que el hombre es instruido para que sepa discernir la verdad de Dios. La enseanza de el evangelio es el comienzo de toda verdadera obra sobre las mentes de los hombres. "Por tanto, vayan y hagan discpulos de todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo, ensendoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estar con ustedes siempre, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:19-20). La enseanza inicia el trabajo, y tambin lo termina.

Instruccin.

El evangelio, segn Isaas, es, " Presten atencin y vengan a m, escchenme y vivirn (Isaas 55:3). Entonces, depende de nosotros dar a los hombres algo digno de su audiencia; algo que pueda de hecho, instruirlos. Somos enviados a evangelizar o predicar el evangelio a toda criatura; y eso no se logra a menos que les enseamos las grandes verdades de la revelacin.

El evangelio es una buena noticia, hay informacin en el mismo, hay instruccin en el sobre asuntos que los hombres necesitan saber, y las declaraciones que estn hechas para bendecir a aquellos que las escuchan. No es un conjuro mgico o un amuleto, cuya fuerza consiste en un coleccin de sonidos; es una revelacin de hechos y verdades que requieren saber y entender. El evangelio es un sistema razonable, y hace un llamamiento a la comprensin de los hombres; es una cuestin de pensamiento y consideracin, y hace un llamamiento a la conciencia y los poderes reflectantes.

Por lo tanto, si no enseamos a los hombres algo que puedan entender, podramos gritar, "Crean! crean! crean!" pero, qu deben creer?. Cada exhortacin requiere una instruccin correspondiente, o no significar nada. "Salvense!" Pero de qu? Se requiere ensear la doctrina de el castigo por el pecado. Usted debe predicar a Cristo, y sus heridas; s, y la clara doctrina de la expiacin por el sacrificio. "Arrepientanse!" Pero de qu debo arrepentirme? Aqu hay que contestar preguntas tales como: Qu es el pecado? Qu es la maldad? Cules son las consecuencias del pecado? "Convertos!" Pero, En qu me debo convertir? Con qu poder seremos convertidos?.

Para que los hombres conozcan la verdad que salva, la instruccin debe ser muy amplia. "el alma sin ciencia no es buena" (Prov. 19:2), y a nosotros, como instrumentos del Seor, nos corresponde hacer que los hombres sepan la verdad para que crean, y sientan su poder. No tratamos de salvar a los hombres en la oscuridad, sino en el poder de el Espritu Santo hemos de procurar que se conviertan de las tinieblas a la luz.

Pasin.

En segundo lugar, para ganar un alma, es necesario, no slo instruir a nuestro oyente, y hacer que conozca la verdad, sino debe sentirla. Una enseanza que es solamente conocimiento, que siempre apela a la comprensin, y que deja las emociones intactas, sin duda ser una enseanza fallida.

"Las piernas del cojo no son iguales" (Prov. 26:7) , dice Salomn; y las piernas desiguales de algunos ministerios los paralizan. Hemos visto que cojean sobre una pata doctrinal larga, pero una pierna emocional muy corta. Es una cosa horrible que un hombre sea tan doctrinal que pueda hablar framente de la perdicin de los impos, que no siente angustia en el corazn al pensar en la ruina de millones de hombres. Esto es horrible! No me gusta escuchar las verdades del Seor, siendo proclamadas por hombres cuyos rostros duros, tonos fuertes, y espritus insensibles, provocan una especie de desierto doctrinal. Toda bondad humana ha sido drenada de sus cuerpos. Tal predicador, al no tener sentimientos, realiza declaraciones sin vida.

Un pecador tiene un corazn y una cabeza; un pecador tiene emociones, as como pensamientos; y debemos apelar a ambos. Un pecador nunca se convertir hasta que sus emociones se agiten. A menos que l sienta dolor por el pecado, y a menos que tenga alegra al recibir la palabra, no se pueden tener muchas expectativas de l. La verdad debe empapar en el alma, y teirla con su propio color. La palabra debe ser como un fuerte viento que sopla con fuerza en el corazn. La religin sin emocin es religin sin vida.

Pero, an as, hay que recordar cmo se producen estas emociones. No juegue con la mente de sus oyentes, ni tampoco produzca sentimientos y emocionantes que no son espirituales. Si nuestros escuchas van a llorar por sus pecados y a los pies de Cristo, dejen que sus lagrimas fluyan como ros; pero si el motivo de su llanto son cosas naturales y no espirituales, no les hace ningn bien.

No tiene nada de bueno, abrir las heridas de una madre que ha perdido un hijo o de una viuda. Un verdadero cirujano solo hace incisiones para lograr curar a un enfermo y un ministro sabio solo produce emociones dolorosas en la mente de los hombres, con el objetivo de bendecir sus almas. T y yo debemos dirigir los corazones de los hombres hasta que se quiebren; y luego debemos seguir predicando a Cristo crucificado hasta que sus corazones se unan a l, y cuando lo logremos, es necesario proclamarles el evangelio hasta que toda su naturaleza se someta a Cristo.

Poder de Dios.

He insistido en la instruccin y la pasin necesarias para ganar almas; pero esto no lo es todo, de hecho, son solo medios para lograr un fin; una obra mucho mayor debe hacerse antes que el hombre sea salvo. Un milagro de la gracia divina debe ser forjado en el alma, que trasciende por mucho cualquier cosa que pueda lograr el poder del hombre. Lo que dijo Jess es verdad: "que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (Juan 3:3).

El Espritu Santo tiene que trabajar en la regeneracin en el corazn del hombre, o nunca poseern la felicidad eterna. Deben ser llevados a una nueva vida, transformados en nuevas criaturas para Cristo Jess. La misma energa que lleva a cabo la resurreccin y la creacin debe poner todo su poder sobre ellos, y nada menos que esto puede cumplir con el propsito. Desde arriba deben nacer de nuevo.

La regeneracin, o nuevo nacimiento, trabaja un cambio en toda la naturaleza del hombre, y, hasta donde podemos juzgar, su esencia radica en la implantacin y creacin de una nueva naturaleza en el hombre. El Espritu Santo crea en nosotros una nueva, celestial e inmortal naturaleza, que se conoce en las Escrituras como "el espritu", para distinguirlo del alma. Nuestra teora de la regeneracin es que la cada del hombre consiste slo en cuerpo y alma, y que cuando se regenera se crea en l una nueva y ms alta naturaleza: "el espritu"; que es una chispa de el fuego eterno de la vida y el amor de Dios; esto cae en el corazn, y permanece all, y hace su receptor a sea participe de la naturaleza divina".

Sin este espritu, ningn hombre puede ver o entrar en el reino de Dios. Por lo tanto, debe ser nuestro ms intenso deseo de que el Espritu Santo visite a nuestros oyentes, y los haga nuevas criaturas, que l descienda sobre estos huesos secos y les de vida eterna a los muertos en el pecado (Ezequiel 37:1-14). Hasta que esto suceda, se puede decir, que no han recibido la verdad pues "el que no tiene el Espritu no acepta lo que procede del Espritu de Dios, pues para l es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente.

Esto puede parecer a primera vista que el ser humano queda fuera del campo; pero en las escrituras no encontramos nada para justificar tal inferencia, ms bien descubrimos lo contrario. Hay dos pasajes en las epstolas de Pablo que, cuando los junto siempre me sorprenden. Pablo se compara a s mismo con un padre y una madre en la cuestin del nuevo nacimiento: l dice No les escribo esto para avergonzarlos sino para amonestarlos, como a hijos mos amados. De hecho, aunque tuvieran ustedes miles de tutores en Cristo, padres s que no tienen muchos, porque mediante el evangelio yo fui el padre que los engendr en Cristo Jess (Gal 4:19, 1 Co 4:15). Esto es demasiado, mucho ms all de lo que la ortodoxia moderna permitira, y sin embargo, fue dictado, por el Espritu de Dios. Tal poder misterioso infunde Dios en el hombre y l ordena que seamos llamados "colaboradores de Dios" (1 Co 3:9) ; y esto es a la vez la fuente de nuestra responsabilidad y el fundamento de nuestra esperanza.

No existe un ministro que pueda salvar un alma; ni tampoco todos nosotros juntos, ni todos los santos en la tierra o en el cielo. Todo lo que podamos hacer por nuestra parte es el colmo de lo absurdo a menos que consideremos ser usados por el Espritu Santo, y ser llenos con su poder. Un ganador de almas no puede hacer nada sin Dios. l debe estar bajo el poder del Invisible, o ser un hazmerrer del diablo, que mira con burla y menosprecio absoluto a todos los que piensan someter a la naturaleza humana con meras palabras y argumentos. La dependencia de Dios es nuestra fortaleza y nuestra alegra: en esa dependencia salgamos, y tratemos de ganar almas para l.

Leccin 1. Instrucciones necesarias para ganar almas.

Vengan, sganme les dijo Jess, y los har pescadores de hombres.Mateo 4:19 (NVI)

Cristo nos llama por su gracia, debemos no slo recordar lo que somos, sino tambin deberamos pensar en lo que l puede hacer de nosotros. El texto dice: "Sganme, y los har. No es: "Sganme, por lo que ya son." Ni tampoco es: "Sganme, porque ustedes solos van a poder ser"; Jess dijo: "Sganme, por que Yo los har ". Debemos arrepentirnos de lo que hemos sido, y tambin regocijarnos en lo que podemos ser.

Alguien pudo decir: "Cmo puede ser esto? No se puede hacer fundadores de iglesias de pescadores de Galilea". Pero esto fue lo que Cristo hizo; y cuando en la presencia de Dios, reconocemos que somos indignos e incompetentes, podemos sentirnos alentados a seguir a Jess por lo que l puede hacer con nosotros. Los que no ven nada deseable en si mismos, pueden venir y seguir a Cristo, en favor de lo que l puede hacer por ellos No oyes Su dulce voz llamndolo, y diciendo: "Sgueme, y te har pescador de hombres?.

A cada persona a quien me dirijo, le puedo decir lo siguiente: - Si t mismo has sido salvado, esa solo es la mitad de la obra, falta que seas empleado para llevar a otros a Cristo. No ha alcanzado la plenitud de la vida en Cristo, si no ha comenzado a decirle a los demsde la gracia de Dios; y confo en que usted no descansar hasta que haya sido el medio de llevar a muchos, a ese bendito Salvador, que es su confianza y su esperanza. Su palabra es: "Sgueme, para que solo seas salvo; sino, "Sgueme, y te har pescador de hombres. Seguir a Cristo tiene ese propsito y objeto; y usted debe temer que no lo est siguiendo por completo, a menos que l este haciendo uso de ustedes para ser pescadores de hombres.

El hecho es que cada uno de nosotros debe convertirse en un pescador de hombres. Si Cristo nos ha llamado, debemos llamar otros. Pidmosle que nos d la gracia de ir a pescar, y que al echar las redes podamos atrapar una gran cantidad de peces. Ntese, que cuando nosotros mismo somos capturados en la red, no somos lo que llegaremos a ser, ni lo que deseamos ser; el convertir los pescados en pescadores, a los receptores del evangelio en impartidores del mismo, es un milagro que la gracia de Dios hace.

Cul es la manera de convertirse en un evangelizador eficiente?, alguno dira, "ir a un instituto, pero Cristo dice: "Sgueme, y yo te hare un pescador de hombres. "Cmo es que alguien pudiera aprender a ser pescador? "Asistiendo a una clase de entrenamiento diceuno y tiene toda la razn; pero hay una mejor respuesta, - Sigue Jess, y l le hara pescador de hombres. La gran escuela prctica de obreros cristianos tiene a Cristo en su cabeza y l est en su cabeza, no slo como un tutor, sino como un Lder: no slo para estudiarlo y aprender de l, sino para seguirlo en accin. La direccin es muy distinta a lo que cualquiera pensara, y creo que es exclusiva, por lo que ningn hombre puede llegar a ser un pescador por otro proceso. Este proceso puede parecer muy simple; pero seguramente es muy eficiente. El Seor Jesucristo, que saba todo sobre la pesca para los hombres, fue el propio dictador de la norma, "Sgueme, si quieres ser pescador de hombres. Si quieres ser til, sigue mis pasos.

Entiendo que para esto, debemos tomar algunas consideraciones: En primer lugar, apartaos para Cristo. Estos hombres dejaron sus actividades, dejaron a sus compaeros; de hecho dejaron el mundo, y en nombre de su Maestro, su nico negocio que se convirti en ser pescadores de hombres. No estamos llamados a salir de nuestro trabajo, o apartarnos de nuestra familias. Eso seria huir de la pesca en vez de trabajar en ella. Nosotros estamos llamados ms claramente a salir de entre los impos, y estar apartados, y no tocar lo inmundo. No podemos ser pescadores de hombres si se mantienen se mantienen en el agua junto con ellos. Un pez no ser pescador. El pecador no convertir al pecador. El hombre impo no convertir al hombre impo; y, lo que es ms, el cristiano mundano no convertir al mundo. Si son del mundo, sin duda el mundo les amar; pero no podrn salvar al mundo. Si est en oscuridad, y pertenece a el reino de las tinieblas, no podr quitar la oscuridad. Si usted marcha con los ejrcitos del maligno, no podr derrotarlos.Una de las razones, por las que la Iglesia de Dios en este momento tiene tan poca influencia sobre el mundo es porque el mundo tiene mucha influencia sobre la Iglesia. Hoy en da, escuchamos inconformistas alegando que puedan vivir como los mundanos, y mi triste responder a ellos, cuando piden esta libertad, es: "Hazlo si te atreves, no te har mucho mal, porque t ya eres malo. Tus ansias muestran cmo tu corazn esta podrido. Para los que tiene hambre de basura, las diversiones mundanas son alimentos aptos para ellos. Si fueran hijos de Dios, que detestan la sola idea de las alegras malvadas del mundo, su pregunta no sera: Hasta dnde podemos ser como el mundo? Sino sera, qu tanto podemos alejarnos del mundo?.

En segundo lugar nuestro texto menciona: Habiten con Cristo, y entonces sern pescadores de hombres. Estos discpulos que Cristo llam fueron y vivieron con l. Todos los das estaban asociados con l. Ellos pudieron orle ensear pblicamente el evangelio eterno, y, adems, recibir explicaciones en privado de su Palabra. Fueron sirvientes, tambin amigos y familiares de l. Ellos vieron sus milagros y escucharon sus oraciones; y, mejor an, se convierten en uno con l en su labor. Se sentaron a la mesa con l, e incluso sus pies fueron lavados por l. Estaban con l en sus aflicciones y persecuciones. Ellos fueron testigos de sus agonas secretas, vean las muchas lgrimas, que marcaron la compasin de su alma, y por lo tanto, despus de vivir esto, se llenaron de su espritu, y as aprendieron a ser pescadores de hombres.

A los pies de Jess, debemos aprender el arte y el misterio de la ganancia de almas: vivir con Cristo es el mejor entrenamiento para ser usados. Es una gran bendicin para cualquier hombre se asocia con un ministro cristiano cuyo corazn est en llamas. Incomparable fue el adiestramiento de los doce. No es de extraar que se convirtieron en lo que eran, con ese maestro celestial, que los lleno con su propio Espritu. Su presencia fsica ya no esta entre nosotros; pero su poder espiritual es tal vez, mucho ms conocido para nosotros, que para los apstoles.

Hay algunos de nosotros que estn ms cerca de l. Sabemos ms acerca de l, que de nuestros amigos terrenales. Hemos apoyado la cabeza sobre su pecho, y disfrutado de la comunin con l, como lo podramos hacer con cualquiera denuestro propios parientes y amigos. Este es el mtodo ms seguro para aprender a hacer el bien. Vive con Jess, sigue a Jess, y l os har pescadores de hombres. Vea cmo l hace el trabajo, y as aprenders a hacerlo t mismo. Un cristiano debeobligarse a ser aprendiz de Jess, para aprender el oficio de un Salvador. Nunca podremos salvar a un hombre, ofrecindole una redencin, porque no tenemos redencin en nosotros mismos; pero podemos aprender cmo salvar a los hombres advirtindoles a huir de la ira venidera, y mostrndoles un gran remedio. Vea cmo salva Jess, y usted aprender cmo se hace la obra: no se puede aprender de otra forma. Vive en comunin con Cristo, y habr en ti un aire, como de alguien, que en su corazn y mente, fue hecho apto para ganar almas.

En tercer lugar, se encuentra el "Sgueme", el cual significa: "Obedece a m, y entonces sabrs qu hacer para salvar a los hombres". No debemos hablar sobre nuestra comunin con Cristo, o de estar apartados del mundo, a menos que obedezcamos en todo a nuestro Maestro y Seor. Un hombre cristiano, ansioso de ser til para el Seor, debe ser muy obediente en cada punto a su Maestro.

No tengo ninguna duda de que Dios, por su misericordia, bendice nuestras iglesias, incluso cuando estn muy defectuosas. Y aun cuando hay error en lo que se enseanza, l todava puede utilizar ese ministerio, porque l muy amable; pero una gran parte de la bendicin es retenida, si la enseanza es consciente o claramente defectuosa. Pero cuando hay errores acerca de las ordenanzas cristianas y de otras cosas, sobre todo errores de corazn y de espritu, pueden llegar males que nunca buscamos.

El fracaso en la obediencia puede conducir al fracaso en el xito. Si queremos ver a nuestros hijos ser salvos, o la escuela dominical bendecida, o la congregacin convertida, debemos tener cuidado de ser vasos limpios para el Seor. Cualquier cosa que hagamos que contriste el Espritu de Dios, en alguna manera, nos quita poder para hacer el bien. El Seor es muy misericordioso y compasivo; pero sin embargo, l es un Dios celoso. A veces es severamente celoso hacia su pueblo, que vive en incumplimiento de su palabra, o en actos que no son limpios delante de sus ojos. Pero l los humillara y disciplinara, hasta que puedan decir: "Seor, voy a tomar tu camino. Voy a hacer lo que T me mandes a hacer.

Dijo el Seor a sus discpulos: "Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura, el que crea y sea bautizado ser salvo"; y l les prometi que las seales acompaaran a los que creyeran, y esta promesa sigue vigente. Pero debemos volver a la prctica apostlica y a la enseanza apostlica; tenemos que dejar a un lado los mandamientos de los hombres y los creencias de nuestro propia mente, para hacer lo que Cristo nos dice, como Cristo dice, y porque Cristo lo dice.

En cuarto lugar, estos discpulos siguieron a Cristo para poder escucharlo, estudiar sus palabras, para luego ir y ensear lo que l les haba enseado. Su Seor les dijo: " Lo que les digo en la oscuridad, dganlo ustedes a plena luz; lo que se les susurra al odo, proclmenlo desde las azoteas". Y entonces, si ellos eran reporteros fieles del mensaje de Cristo, l los hara "pescadores de hombres. Pero usted sabe, que existe un mtodo muy jactancioso, hoy en da: "No voy a predicar este viejo evangelio, esta empolvada doctrina puritana. Me sentar en mi estudio, a inventar una nueva teora; entonces voy a salir con mi flamante nuevo pensamiento. Muchos no estn siguiendo a Cristo, sino a ellos mismos. Note usted, que en la proporcin que la teologa moderna es anunciada, el vicio de esta generacin aumenta. En gran medida, lo atribuyo al evangelio diluido que se predicada por sus maestros. Ensean a la gente que el pecado es una niera. Estos traidores a Dios y a Su Cristo han enseado a la gente que no hay infierno que temer. Un poco de infierno, tal vez, puede ser; pero no un justo castigo por el pecado. El precioso sacrificio expiatorio de Cristo ha sido ridiculizado y tergiversado por ellos, y todava estos predicadores toman la posicin y el nombre de los ministros de Cristo. Jess dice: "Sgueme, y os har pescadores de hombres"; pero si vas a tu manera, y con tu propia red, no conseguirs nada, y el Seor no te dar su ayuda. La direccin del Seor es que el es nuestro lder y ejemplo a seguir. Es: "Sgueme, sgueme. Predica Mi evangelio. Predica lo que Yo predique. Ensear lo que Yo ense, y no te salgas de eso. Que tu ambicin imitarlo, y no ser original, copiar a Cristo incluso en las jotas y tildes. Haz esto, si no lo hace, usted pescar en vano.

En otro tema, debo decirle que el Seor, es el que hace algo de nosotros. Cuando sus queridos siervos le estn siguiendo, l les dice: "Yo te har", pero nunca olvides que es l quien nos hace lo seguirlo. Todo esto proviene de su Espritu!. He hablado de ser atrapados por l, y habitar en l, y de obedecerle y de imitarlo; pero ninguna de estas cosas somos capaces de hacer, si el no trabaja en nosotros. "El que permanece en m, como yo en l, dar mucho fruto; separados de m no pueden ustedes hacer nada," es un texto que no debemos olvidar.

Mantngase cerca de su Seor, y l har que cada paso que de, sea una bendicin para usted. Los vientos de la providencia llevaran tus pasos a flotar dnde se puedan pescar hombres. Y los ojos del Seor, estarn sobre ti y te ayudaran a ser un ganador de almas. A menudo ser sorprendi al encontrar cmo Dios, ha estado trabajando en una casa, la cual vas a visitar: antes de que usted llegue all, la mano de Dios habr estado trabajando en ese lugar. Cuando usted desee hablar con algn individuo en particular, la providencia de Dios se ha ocupado de que el individuo este listo para recibir la palabra que usted podra decir, pero que nadie ms que usted podra decir. Sigue a Cristo, y el har que cada experiencia por la que ests pasando, te haga pescador de hombres.

Adems de eso, si usted lo va a seguir, l te dar consejos en tu corazn. Hay muchos consejos y advertencias del Espritu Santo, que los cristianos no se los perciben, cuando se encuentran en una condicin insensible; pero cuando el corazn est bien con Dios, y viven en comunin con Dios, sentiran una sensibilidad de lo sagrado, por lo que no necesitara que el Seor le grite, bastara con un leve susurro. Es ms, l no necesitar ni siquiera susurrar, l nos guiar con mirada.

Oh, cuntos cristianos hay que son como mulas, que deben contenerse con cabestro y con freno, y recibir un latigazo de vez en cuando. Pero el Cristiano que sigue a su Seor, ser guiado tiernamente. Yo no digo que la Espritu de Dios le dir, "Acrcate y jntate a esa persona ", o que escuchar una palabra en su odo; sino que lo escuchara claramente en su alma. Tan pronto como usted vea un individuo, le cruzara un pensamiento en su mente, "Vaya y hable con esa persona." Cada vez que usted tenga una oportunidad, sentir el llamado. Si usted est listo, la puerta se abrir ante usted, y oir la voz que le dira: "Este es el camino, andad por l". Si usted tiene la gracia para caminar por la senda angosta, nunca dejara de recibir seales, que va por el camino correcto.

Tambin, yo creo que el Seor quiso decir con este texto, que l dara a sus seguidores el Espritu Santo. Ellos lo siguieron, y luego, cuando lo vieron ascender al lugar santo, se les pidi que se quedaran en Jerusaln por un tiempo, y el Espritu vendran sobre ellos, y los embestira con un poder misterioso. Esta palabra fue dicha a Pedro y Andrs; y usted sabe como se cumpli a plenitud en Pedro, pues capturo una gran cantidad de peces, la primera vez que echo la red en el poder del Espritu Santo. Hermanos, si ahora Dios nos llenara de el Espritu Santo, seriamos suficientes para evangelizar a Londres. Suficientes para ser el medio de la salvacin del mundo. Dios no salva por muchos, sino por pocos.

Ustedes, los hombres y mujeres que escuchan, usted estn en la orilla de un gran mar, pululando con las almas de los hombres. Usted vive en medio de millones; y si va a seguir a Jess, y ser fieles a l, y hacer lo que l les pida, l os har pescadores de hombres. No digas: "Quin salvar a esta ciudad?" El ms dbil ser lo suficientemente fuerte. As como Geden y Sansn, no temas, ni desmayes. Deja que tus responsabilidades te lleven ms cerca de tu Maestro. Permite que el horror del pecado, te haga a ver su rostro, que hace mucho tiempo llor sobre Jerusaln, y ahora llora por Culiacn.

Por la fortaleza y valenta, que da Dios, y por la madurez que da Espritu Santo, aprender esta leccin de su propia boca del Seor: "Venid en pos de m, y yo os hare pescadores de hombres". T no ests en forma para ello, sino que el te pondr en forma. Usted no lo puede hacer por si mismo, sino que el lo har por usted. Usted no sabe cmo tender las redes y en el mar, pero l os ensear, solo deben seguirlo.

Un ltimo punto, sobre el cual deben meditar en privado: tenemos aqu un ejemplo a seguir, que puede instruirnos y aprenderemos mucho, si seguimos los puntos que les dare a continuacin:

1. Un pescador es una persona que confa y depende de Dios. l no puede ver los peces. Uno que pesca en el mar debe ir y soltar la red, sin saber que obtendr. La pesca es un acto de fe. Muchas veces he visto, en el mediterrneo, que los hombres van con sus barcos, y cubren hectreas de mar con extensas redes; y sin embargo, cuando regresan, no han tenido un buen resultado. Sin embargo, van de nuevo, y hechan las redes varias veces al da, con suerte esperando que algo saldr de ello. Nadie es tan dependiente de Dios como el ministro de Dios. Es una obra de fe, no puede decir que un alma ser trada a Dios por l. Yo no puede juzgar si mi palabra ser adecuado a las personas que estn aqu, pero yo creo que Dios me guiar, cuando eche las redes. Yoespero que l obre salvacin en las almas, y dependo de l para que lo haga.

Me encanta esto, de ser completamente dependiente, y si me ofrecieran una cierta cantidad de poder, con el cual pudiera salvar pecadores, con mi predicacin, le rogara al Seor que no me deje tenerlo, porque es mucho ms agradable, ser totalmente dependiente de l en todo momento. Es bueno ser un tonto cuando Cristo te hace sabio. Es una bendicin ser dbil si Cristo te hace ms fuerte. Sal a pescar, t que eres pescador de hombres, y siente que tu insuficiencia. Los que no tienen fuerza, que sean los que trabajen en esta obra. El poder de tu Maestro se ver, cuando tu propia fuerza se ha ido. Un pescador es una persona dependiente, para obtener xito, tiene que mirar hacia arriba cada vez que lanza su la red hacia abajo; pero an as es una persona que confa, y por lo tanto l echa con gozo la red.

2. Un pescador, es un hombre diligente y perseverante.Los pescadores se levantan al amanecer, y en su da libre, ellos salen a pescar y continan pescando hasta altas horas de la tarde. Mientras sus manos tengan fuerza para trabajar, estos hombres van a seguir pescando. Que el Seor Jess nos haga hombres trabajadores,Perseverantes y pescadores incansables de los hombres. Siembra tu semilla en la maana, y no te des reposo por la tarde, pues nunca sabes cul siembra saldr mejor, si sta o aqulla, o si ambas sern igual de buenas (Eclesiastes 11:6).

3. El pescador es inteligente y siempre esta alerta.Se ve muy fcil, me atrevo a decir, ser un pescador, pero vers que no es ningn juego de nios, si decides ser parte del oficio. Es todo un arte, lanzar la red y luego recogerla, pues el pescador es muy diligente, para evitar que los peces salten fuera de la red. Y t y yo a menudo tendremos que estar vigilando las esquinas de la red del Evangelio no sea que los pecadores que estn casi capturados se escapen. Ellos son muy astutos, estos peces, y utilizan esta astucia para tratar de evitar la salvacin. Tendremos que estar siempre en nuestro negocio, y ejercer todo nuestro ingenio.

4. El pescador es una persona muy laboriosa. No es en absoluto una llamada fcil. l no se sienta en un silln y espera que los peces le caigan encima. l tiene que salir en climas speros. Si quien vigila al viento, no siembra; quien contempla las nubes, no cosecha (Eclesiastes 11:4) estoy seguro de que el que mira a la nubes nunca podr pescar. Si no hacemos ningn trabajo para Cristo, excepto cuando nos presionan, no vamos a lograr mucho. Si sentimos que no vamos a orar porqueno podemos orar, nunca vamos a orar; y si decimos: "no voy a predicar hoy, porque no siento que pueda hacerlo", nunca vamos a predicar ninguna palabra, que valga la pena la, ser escuchada. Debemos estar siempre dispuestos, poniendo todo nuestro empeo, por el amor a Cristo.

5. El pescador es un hombre atrevido.Tienta al mar agitado. Un poco de sal en su rostro no le hace dao; l ha sido baado con el agua del mar una y mil veces, esto no le afecta. Cuando se convirti en un pescador de clase alta, nunca esper, fuera fcil. As que al verdadero ministro de Cristo, que pesca almas, no le importar correr un poco de riesgo. l tendr la obligacin decir a muchos, palabras que no son muy populares; pero l debe hacer y decir lo que es mejor, para el bien de las almas.

6. Ahora, en el ltimo lugar, el hombre a quien Cristo hace un pescador de hombres esexitoso. "Pero", dice uno, "Siempre he odo decir que los ministros de Cristo deben mantenerse fieles, pero no pueden estar seguros de tener xito". S, he odo esta palabra, de alguna manera s que es verdad, pero mis dudas respecto. Bueno, si cualquier persona dijera: "Yo soy un pescador, pero nunca he pescado nada ", le preguntara cmo es que puede llamarse un pescador. El que nunca a salvado un pecador despus de aos de trabajo no es un ministro de Cristo. Si el resultado de la obra de su vida es nula, entonces cometi un error.

Toma el fuego de Dios en tu mano, y arrojalo en la paja, y esta se prendera en llamas. Puedes estar seguro de ello. Ve y esparce la buena semilla; puede que no todas caigan en lugares fructferos, pero algunos lo harn. Puedes estar seguro de ello. Brilla con la luz de Cristo, y algn ojo ser iluminado. Hazlo y tendrs xito. Pero recuerda: mantente cerca de Jess, y hazlo como el lo hizo, en su espritu, y l har de ti pescador de hombres.

Leccin 2. Requisitos que un hombre necesita para ganar almas

2. 1. Requisitos que Dios pide en un hombre

Dios, en su gran obra de ganar almas, le encanta usar los mejores instrumentos. En un principio, Dios utiliz utilizo su palabra como instrumento, "l dijo, y fue hecho" y en la actualidad, el instrumento es todava su poderosa palabra. l habla a travs de sus siervos, y por lo tanto estos deben ser afinadas trompetas aptas para que l pueda hablar a travs de ellas; aptas para llevar su Palabra a los odos y los corazones de los hombres. Juzgue usted mismo, hermano mo, si Dios lo usar; pngase en su lugar, y piense qu clase de hombres seran los que usted elegira, si estuviera en la posicin de Dios.

En primer lugar, estoy seguro de que dira, que un hombre que ha de ser un ganador de almas debe tener santidad.

Muy pocos predicadores piensan en esto, si lo hicieran, entenderan que Dios nunca va usar instrumentos sucios, que puedan contaminar su obra. Si enseamos una cosa con nuestros labios y otra con nuestras vidas, aquellos que nos escuchan dirn: "Mdico, crate a ti mismo." T dices: arrepientanse, y dnde est tu propio arrepentimiento?. T dices: sirvan a Dios y sean obedientes a su palabra, le sirves tu? tu eres obediente?. Que extraa escuela donde los maestros nunca aprenden sus propias lecciones.

Un ministro profano sera la burla del mundo, y una deshonra a Dios. "Sed limpios, los que llevis los vasos del Seor" (Isaias 52:11). l hablar a travs de un ignorante si l es un hombre santo. Por supuesto, no quiero decir que Dios elige a los necios para ser sus ministros; pero un hombre que es realmente convertido y santo, a pesar de que tenga pocas capacidades, ser un mejor instrumento en las manos de Dios, que el hombre talentoso, que no es obediente, ni limpio y puro ante los ojos del Seor Dios Todopoderoso.

Queridos hermanos, les ruego que le den importancia a su propia santidad personal. Viva para Dios. Si no lo hace, el Seor no estar usted; l dir de usted como dijo de los falsos profetas de la antigedad, "Yo no los he enviado ni les he dado ninguna orden. Son del todo intiles para este pueblo afirma el Seor (Jer 23:32). Puede que sea agraciado al hablar, pero si no tiene santidad, no habr almas salvadas. Es muy probable que no concluya que falta de santidad es la razn de su fracaso; probablemente culpe a la gente, o al lugar en el que vive, excepto a usted mismo; pero falta de santidad es la raz de todo el mal.

Esta santidad se muestra por la comunin con Dios. Si un hombre habla con sus propias palabras, tendr tanto poder como el mismo se conceda; pero si l entrega el mensaje de su Maestro, despus de haberlo escuchado de los labios de su Maestro, eso ser otra cosa; y si puede ver el rostro de su Maestro y llenarse de su Espritu cuando l le de el mensaje, si es capaz de reproducir la expresin en la cara de su Maestro, y el tono de la voz de su amo, ser una cosa muy distinta.

Si un hombre quiere ser usado como un ganador de almas, debe tener vida espiritual.

Hermanos, nuestro trabajo, es comunicar vida a los dems. Y la vida debe ser comunicada por un instrumento vivo, as el hombre que la comunique debe tener una gran cantidad de esa vida en si mismo. Recuerden las palabras de Cristo: " De aquel que cree en m, como dice la Escritura, brotarn ros de agua viva (Juan 7:38) es decir, el Espritu Santo, cuando mora dentro de un hijo de Dios, se convierte dentro de l en una fuente o un ro de agua viva, para que otros puedan venir y tomar de esas aguas.

No creo, que quiera ser un ministro muerto, pues Dios no utiliza muertos para realizar milagros que dan vida; Dios utiliza solo hombres que estn completamente vivos y hay algunos; que no estn completamente vivos. Tienen una boca viva, pero no un corazn vivo; otros tienen un corazn vivo, pero no un cerebro vivo; otros tienen un ojo vivo, que puede ver y juzgar los dems muy claramente, y pueden dar una buena opinin de lo que ven, pero sus corazones no estn vivos, no hay amor en ellos.

Debe ser humilde se corazn.

Es un espectculo horrible ver un ministro arrogante, y existen dos clases: hay, en primer lugar, el tipo que est lleno de vanidad, solo habla de s mismo, e invita a otras personas a hablar de eso tambin. El otro tipo de orgullo es demasiado grande para ese tipo de cosas, esta tan satisfecho con s mismo, que no le importa lo que otros piensan de l. Es difcil decir cul de los dos es el peor. Hermano, debe deshacerse de los dos tipos de orgullo, si es que tiene algo de ellos2, los dos son abominacin ante los ojos del Seor.

Nunca olviden que ustedes son discpulos de aquel que dijo: "Aprended de m, que soy manso y humilde de Corazn (Mateo 11:29). Ciertamente el Seor muestra predileccin por los humildes: Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes (1 Pedro 5:5).

La humildad no es tener una mala opinin de s mismo. Si un hombre tiene una baja estima de s mismo; es muy posible que tenga razn en su estimacin. Conozco algunas personas, que pensaron tan poco de sus propias capacidades que nunca se atrevieron a tratar de hacer algn bien; ellos dijeron ser inseguros. Algunos son tan maravillosamente humildes que siempre han querido escoger tareas sencillas para s mismos; son tan humildes para hacer cualquier cosa que los saque de su zona de confort y les de una responsabilidad: lo llamaron humildad, pero yo pienso, que es ms bien "amor pecaminoso por lo fcil".

La verdadera humildad lo llevar a pensar correctamente acerca de si mismo. En la cuestin de ganar almas, la humildad te hace sentir que no eres nada, ni nadie, y que, si Dios le da xito en el trabajo, ser conducido a atribuirle toda la gloria, pues ninguno de los crditos le pertenecen. Y si fracasa, la humildad lo llevar a culpar a su propia necedad y debilidad, no a la soberana de Dios.

El Siguiente requisito es uno vital, tener una fe viva.

El Seor Jesucristo, no pudo hacer muchos milagros en su propia tierra a causa de la incredulidad de las personas; y es igual con nosotros, si no cree, no ser usado por Dios. "se har con ustedes conforme a su fe" (Mateo 9:29), es una de las leyes inalterables de su reino. Les aseguro que si tienen fe tan pequea como un grano de mostaza, podrn decirle a esta montaa: Trasldate de aqu para all, y se trasladar. Para ustedes nada ser imposible. (Mateo 17:20). Pero si duda, entonces ni si quiera podr agitar un rbol, menos mover una montaa.

Debe tener fe, acerca de tu llamado al ministerio; debe creer sin duda de que fue realmente elegido por Dios para ser ministro de el evangelio de Cristo. Si cree firmemente que Dios te ha llamado a predicar el evangelio, hablara con valenta y confianza; y sentirs que es su responsabilidad y su trabajo hacerlo. Pero si tiene la idea de que, posiblemente, no es su llamado, no va lograr nada; ser solo un pobre, cojo, dbil y tmido predicador, cuyo mensaje no le importar a nadie. Ser mejor que no empiece hasta estar seguro de que Dios lo ha llamado.

Un hombre me escribi una vez preguntndome si deba predicar o no. Le respond a este hombre: "Amigo, si el Seor ha abierto su boca, el diablo no la podr cerrar; pero si el diablo la ha abierto, que el Seor la cierre". Tiempo despus, me encontr con el hombre, y l me agradeci por mi carta, pues, le anim mucho a seguir predicando. Le dije: "cmo fue eso?" l respondi: "t dijiste: si el Seor ha abierto tu boca, el diablo no podr cerrarla" le dije: " S, lo hice; pero tambin dije lo contrario. Y el respondi: "esa parte no era para m." Si sientes un llamado genuino, estars listo para comenzar.

El mandamiento dice: "Abre tu boca, y yo la llenar" (Salmos 81:10); y aqu estamos, con los labios cerrados, a la espera de la bendicin. Abre la boca, hermano, con altas expectativa, una conviccin firme, y de acuerdo a su fe as ser para usted.

Este es el punto esencial, hay que creer en Dios y en su evangelio; algunas otras cosas se pueden omitir, pero esta cuestin de la fe no debe ser nunca omitida. Es cierto que la misericordia de Dios no depende de nosotros; pero, siendo sensatos, lo ms probable es que el instrumento que Dios va usar para hacer su obra, es el hombre que confa en que ser usado, y que sale a las calles en la fuerza de esa conviccin. Cuando el xito viene, l no se sorprende, porque lo estaba buscando. l sembr semilla viva, y espera una cosecha de ella.

Cree que el mensaje que entregas, es palabra de Dios.

Cree en verdad en su palabra, o de lo contrario nunca convencers a nadie. Si comienzas a hablar diciendo: "Creo que tal vez, esta es una verdad, y solo les voy hacer algunas sugerencias". Si esta es su dbil forma de predicar muy pronto estar produciendo escpticos. Prefiero escucharle decir: "Tal vez soy joven, pero lo que tengo que decir proviene de Dios, y la Palabra de Dios dice tales cosas y hay que creer lo que Dios dice, o estarn perdidos". Entonces cuando te escuchen dirn: "ese joven ciertamente cree en Dios"; y muy probablemente algunos de ellos sern llevados a creer, tambin. Dios usa la fe de sus ministros para engendrar fe en otras personas. Puede confiar en que las almas no se salvan por un ministro que titubea; y la predicacin de sus inseguridades y dudas nunca podrn ganar un alma para Cristo.

Debe tener una gran fe en la palabra de Dios, si es que va a ser un ganador de almas; hay que creer en el poder de ese mensaje para salvar a la gente. Uno de nuestros primeros alumnos, vino a m, y dijo: "tengo algunos meses predicando, y creo que nadie se ha convertido. Y yo le respond: " y tu qu esperas qu el Seor te va a bendecir y salvar almas cada vez que abras la boca?". "No, seor", me respondi. "Bueno, entonces es por eso que no has ganado almas, si creyeras, el Seor te habra bendecido" le dije.

Algunos, con mucha incredulidad piensan que, por algn extrao y misterioso mtodo, Dios podra ganar la cuarta parte de un alma. Cmo pueden esperar que Dios los bendiga, si no creen que el Seor tiene poder para salvar ni siquiera un alma?. Cuando hablo el evangelio me gusta ir con este pensamiento: "Esta es la Palabra de Dios que yo voy a entregar en su nombre; y no puede volver a l vaca; he pedido su bendicin y su propsito ser cumplido, mi mensaje es de vida o muerte para aquellos que lo escuchan".

Su principal caracterstica debe ser pasin por las almas.

Hay algunos ministros que se caracterizan por ser perezosos, predican algunas veces, pero no tienen una agona vehemente por las almas, no existe un: "Ay! ay!" en sus labios, ni en sus corazones y, no viven consagrados a Dios. El Seor Jess Cristo llor sobre Jerusaln, y usted tendr que llorar por los pecadores para que puedan ser salvos a travs de usted. Queridos hermanos, pongan todo su esfuerzo en el trabajo, o bien renuncien.

Otro requisito que es esencial es una gran sencillez de corazn.

No s si pueda explicar bien lo que quiero decir con esto, pero voy a tratar de aclararlo mediante una comparacin con lo opuesto. Ha escuchado de algunos hombres que son demasiado sabios para ser solo creyentes; ellos saben mucho de tal manera que no pueden ser simples y sencillos. Todo en ellos debe ser incomparable. Ahora bien, Dios no bendice estos, estos aristcratas espirituales.

Por la sencillez de corazn, quiero decir, que un hombre entra en el ministerio para la gloria de Dios y la conquista de las almas, y nada ms. Hay algunos hombres que desean ganar almas y glorificar a Dios si ayuda a sus propios intereses. Ellos estaran encantados, en extender el reino de Cristo, si el reino exaltara sus asombrosos poderes. Ellos deben or a la gente decir: "Qu esplndido hombre es!" Por supuesto, ellos dan la gloria a Dios despus de recibir la suya.

Dios tendr toda la gloria, o ninguna en absoluto. Si un hombre se pone al servicio de s mismo, para obtener el honor para s mismo, en lugar de tratar de servir a Dios y honrarle solo a l, Jehov no utilizar ese hombre. El hombre que ha de ser usado por Dios debe creer que slo lo va a hacer para la gloria de Dios, y sin ningn otro motivo.

Por ltimo, tiene que haber una entrega total de s mismo a Dios.

A partir de este momento al pensar, no deben ser sus propios pensamientos, sino los de Dios; y al hablar, no debe ser nada de su propia invencin, sino la Palabra de Dios; y adems, al dar a conocer esa verdad, no debe ser a su manera, sino a la manera de Dios.

Es probable que cuando usted hable, quiera adornar su discurso, pero si usted piensa segn la mente de Seor, lo llevara a hacer declaraciones simples o alguna frase trillada, entonces tiene que dejar de lado las grandes palabras y la poesa, ya que puede ser que el Seor bendecir con esa simple declaracin del evangelio a un pobre pecador en busca del Salvador.

Si se entrega por completo y sin reservas a la mente y la voluntad de Dios, en ocasiones ser movido a utilizar una expresin extraa u ofrecer una oracin poco convencional, que en su momento puede parecer rara; pero alguien vendr a decirle que nunca entendi la verdad hasta que lo puso de una manera tan inusual. Es ms probable que sienta esta influencia si est preparado por el estudio y la oracin, e insto a que siempre haga la debida preparacin, e incluso a escribir en su totalidad lo que crea que ser necesario decir; pero no para decirlo de memoria, si no con la guia del Espritu Santo.

Estoy seguro de que esta auto-entrega es uno de los requisitos esenciales para un ganador de almas. Para salvar a ese hombre en la esquina, hay un mensaje que se le debe decir; ay de ustedes si no estn listos para decirlo!, ay de ustedes si tienen miedo de decirlo!, ay de usted si se avergenzan de decirlo!, ay de ustedes si no se atreven a decirlo para que no digan que son demasiado fanticos, demasiado fervorosos, demasiado apasionados!

2.2. Requisitos que el hombre pide en un hombre

Casi podra hablar de los mismos puntos que enumer antes, como requisitos que Dios busca, porque yo creo que esas cualidades que ms se adaptan a los deseos de Dios, es probable que tambin, sean aprobadas por el alma del hombre.

En primer lugar, permtanme decir que un desconocedor, es improbable que sea un ganador de almas.

Un hombre que slo sabe que es un pecador, y que Cristo es un Salvador, puede ser muy til para otros en su misma condicin, y es su deber hacer lo mejor que puede con el poco conocimiento que posee; pero, en general, no debe esperar ser usado grandemente en el servicio a Dios. Si l hubiera disfrutado de una conocimiento ms amplio y profundo de las cosas de Dios, l podra haber utilizado sus conocimientos para el bien de los dems; pero siendo en gran medida ignorante de las cosas de Dios, no veo cmo puede ensear a otras personas.

En verdad, tiene que haber algo de luz en esa vela que ha de alumbrar la oscuridad de los hombres, y debe haber alguna informacin en ese hombre que ha de ser un maestro de sus compaeros. El hombre que es casi por completo un desconocedor, quedara desacreditado, y por lo tanto, hermanos, espero que podamos ser bien instruidos en la verdad de Dios, para que puedan ser capaces de ensear a otros.

Debemos ser sinceros al momento de hablar.

Debe quedar bien claro a sus oyentes que usted cree en las verdades que predica; de lo contrario, nunca los har creyentes. A menos que estn convencidos, sin duda, que usted cree las verdades que dice, no habr eficacia y ninguna fuerza en su predicacin. Si alguien sospecha que no esta plenamente convencido de lo que habla, su trabajo no ser efectivo. Si slo tiene una apreciacin muy dbil del evangelio que ofrece, es imposible que los que oyen su proclamacin sean influenciados por usted.

Yo les suplico, hermanos, que hablen con el corazn, o mejor no hablen en absoluto. Puede que las verdades que pronuncia son preciosas, pero no sirven de nada, si habla sin pasin, sin inters y con apata. No deje que se convierta en una simple rutina, o estar actuando un guion; un hombre enviado por Dios habla desde el interior de su alma.

Si siente que debe permanecer en silencio, qudese callado; pero si en verdad tiene que hablar en el nombre de Dios, sea sincero al respecto. Si Dios no lo ha llamado a la obra, sera mejor que se quede en casa o que hiciera cualquier cosa en lugar de pretender ser ministro del evangelio. Creo que la condenacin ms grande que un hombre puede recibir es predicar el evangelio slo como un actor, que convierte la adoracin a Dios en una especie de representacin teatral. Una escenificacin de tal tipo es ms digna del diablo que de Dios. La verdad divina es demasiado preciosa para ser objeto de una burla tal.

Debe tener un apasionamiento evidente.

El mandamiento para el hombre que es un verdadero siervo Dios es: "Ama al Seor tu Dios con todo tu corazn, con todo tu ser y con toda tu mente (Mateo 22:37). Si un hombre es un ganador de almas, debe demostrar intensidad en su pasin y sinceridad en su corazn. Puede predicar las advertencias ms solemnes, y las amenazas ms terribles, en una manera tan indiferente o aptica que nadie estar conmovido por ellas; y es posible que pronuncie las exhortaciones ms emotivas en con tan poco entusiasmo que nadie sentir conviccin. Creo, hermanos, que el ganar almas es un asunto de mucha seriedad. He visto y odo algunos que eran predicadores muy sencillos, pero que trajeron muchas almas al Salvador, por la pasin con la que entregaron su mensaje.

As que, hermanos, no es la solemnidad con que pronuncia las palabras; es la fuerza con la que usted las entrega, lo que produce resultados. Escuche de un barco que le dispararon balas de can, y que no le hicieron ningn dao, hasta que el general al mando dio la orden de encender las balas hasta el rojo vivo, entonces, el barco se hundi en tres minutos. Eso es lo usted debe hacer con la palabra, encenderla al rojo vivo; no importa si los hombres dicen que es demasiado apasionado, o incluso demasiado fantico, disparales al rojo vivo, no hay nada mejor para el propsito que usted tiene en mente.

Cuanta pasin merece nuestra labor! Tenemos que hablar de un Salvador glorioso, de una vida eterna, y un infierno ardiente. Debemos sentir angustia al recordar que en nuestro trabajo tratamos con almas que son inmortales, con pecados que tienen consecuencias perpetuas, con el perdn que es infinito, y con terrores y alegras que van a durar para toda la eternidad. Un hombre que no siente pasin con un tema como este, En verdad tiene corazn?. Si lo abrieran, probablemente encontraran una piedra, o algo duro incapaz de sentir emocin. Confo en que, cuando Dios nos dio un corazn de carne, l nos dio un corazn que puede sentir compasin por otras personas.

Demostrar un evidente amor por sus oyentes.

Usted debe tener un verdadero deseo por el bien de las personas, si es que quiere influir en ellos. Por que, incluso los perros y los gatos les gusta estar con la gente que los ama, y los seres humanos son muy similares, en este sentido. Es muy triste cuando el fracaso de un ministerio es causado por la falta de corazn. Usted debe tener un gran corazn, ser como un puerto donde las personas puedan anclar, y sentir que estn bajo el abrigo de una gran roca. Los hombre que tienen xito en este ministerio, y que ganan almas para Cristo, son los que tienen grandes corazones. Ellos son los que llevan muchos peregrinos a la Ciudad Celestial.

He visto a algunos hombres muy serios, que parecan muy santos y sin pecado, pero no haba humanidad o compasin en ellos. Me gusta ver rastros de humanidad en los hombres, y la gente en general, se llevan mejor con un hombre que tiene algo de la naturaleza humana en l. La naturaleza humana, en algunos aspectos, es una cosa horrible; pero cuando el Seor Jesucristo tom, y se uni a Su propia naturaleza divina, l hizo una gran cosa de ella, y la naturaleza humana es una cosa noble cuando se une al Seor Jess Cristo.

Existen tambin, esos hombres que se mantienen aislados del mundo, como los ermitaos, y viven una supuesta vida santificada. Este tipo de hombres es improbable que tengan influencia en los perdidos, o que puedan hacer bien a sus semejantes. Tiene que amar a la gente, y mezclarse con ellos, si es que vas a estar al servicio de ellos.

Hay algunos ministros que realmente son mucho mejores y capaces que otros, sin embargo, no logran tantas cosas buenas, como los que son ms humanos, como los que se sientan a platicar con la gente, y dan lo mejor s mismos para que los dems se sientan cmodos con ellos. Ustedes saben, hermanos, que es posible pretender ser muy santo, para que la gente sienta que usted, es un ser celestial, y preparado para predicar a los ngeles, los querubines y los serafines, a los hijos cados de Adn.

Sean solo hombres entre los hombres, mantenindose libres de todos sus defectos y vicios, pero mezclndose con ellos en perfecto amor y simpata, que ellos sientan que usted hara cualquier cosa en su poder para llevarlos a Cristo, para que puedas decir con el apstol Pablo: Aunque soy libre respecto a todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a tantos como sea posible. Cuando estoy con los judos, vivo como judo, para ayudarlos a creer en Cristo. (1 Co 9:19-20)

No debe ser egosta.

El egosmo es cuando una persona tiene un inmoderado y excesivo amor a s mismo, que le hace atender desmedidamente su propio inters, sin preocuparse del de los dems. Un hombre que sea conocido como un egosta no puede llevar a almas a Cristo. El egosmo parece estar arraigado en algunas personas; ellos piensan que la gente debera inclinarse ante ellos y adorarlos, creen que no hay nadie ms importante, y atienden solo a su propio beneficio. Pero, te dir algo; cuanto menos pienses en ti mismo, mayor valor te dar la gente; y cuanto ms pienses en ti mismo, menor ser el aprecio de la gente por ti. Si alguno de ustedes tiene algn rastro de egosmo, deben orar para deshacerse de l de una vez, o nunca sern instrumentos aptos para la conquista de las almas.

Compromiso y seriedad en su comportamiento

Algunos hombre son muy fros y serios en su forma de ser, y no por ello son santos; pero la mayora de nosotros, sin embargo, somos mucho ms proclives al juego y la risa; y vamos a necesitar toda nuestra alegra, si queremos consolar y levantar a aquellos que estn cados; pero nunca traeremos muchas almas a Cristo, si estamos llenos de esa informalidad y negligencia que caracteriza a algunos hombres. La gente dir de ustedes: Para esos jvenes todo es bromas y burlas, hablan una cosa, pero demuestran otra en sus reuniones".

Conoc la historia de un hombre que al escuchar el evangelio quedo impresionado y quiso acercarse al ministro para entregar su corazn a Cristo, pero en ese momento el ministro comenz a bromear y burlarse de las cosas santas, y el hombre se disgusto tanto con la religin que nunca quiso entregarse. No quisiera que nada parecido le suceda a usted; por lo tanto, mirad, que no den ninguna ocasin para ello. Debe haber una prevaleciente seriedad en toda nuestra vida, de lo contrario no podemos esperar para dirigir a otros hombres a Cristo.

Tampoco sirve de nada hablar de "la vida cristiana" al llevar la palabra, y luego vivir la vida pagana el resto de la semana. Un ministro cristiano no solo debe tener mucho cuidado de no cometer malas acciones, sino tambin de no hacer caer a los dbiles del rebao. Todo me est permitido, pero no todo es para mi bien (1 Co 6:12).

Nosotros no hacemos lo que a nuestro juicio y conciencia es pecado, pero tambin debemos estar dispuesto a abstenernos de cosas que no son malas en s mismas, pero que podran ser un motivo de tropiezo para otros. Cuando la gente vea que no slo predicamos acerca de la santidad, sino que somos nosotros mismos somos hombres santos, ellos sern atrados hacia las cosas sagradas.

Debe hablar con denuedo.

Algunos jvenes que llevan la palabra, se ven a s mismos tan novatos y sin experiencia que no pueden hablar con mucha claridad el evangelio y piden disculpan con el pueblo por tratar de predicarles, pues aun si el Seor tiene algn mensaje para ellos, no estn seguros de lo que van decir y sienten temor de que la gente no los escuche. Esa forma de hablar no puede salvar ni siquiera a un ratn, y mucho menos un alma inmortal.

Me gusta que un hombre hable con un cierto grado de seguridad, pero no tengo ningn problema con verlo hablar con valenta y denuedo. Si el Seor lo ha enviado a predicar el evangelio, por qu debera temer? Los embajadores no temen cuando van a un tribunal extranjero; ellos saben que su monarca les ha enviado, y entregan su mensaje con toda la autoridad del rey y el pas en su espalda.

Su inexperiencia no es un asunto que debera importarle, usted es slo una trompeta y sin importar si es nueva o vieja, si Dios sopla a travs de usted, har un ruido estruendoso, y algo ms que solo ruido; si no lo hace, no emitir sonido alguno.

Por ltimo, debe haber amor y ternura en nuestros corazones

Cuando usted lleve el evangelio, debe hablar con veracidad, pero ser muy tierno al respecto; y si hay algo desagradable que decir, debe tener cuidado de plantearlo en la forma ms amable posible. Algunos de nuestros hermanos tenan un mensaje para entregar, y cuando fueron a l lo pusieron tan torpemente que se sinti gravemente ofendido. Cuando habl con l sobre el mismo asunto, dijo: Yo no me hubiera ofendido con usted, pues tiene una manera de decir las cosas desagradable, de forma que uno no puede ser ofendido, por mucho que le disguste el mensaje".

Hay una manera de hacer las cosas, donde la persona exhortada se sentir agradecido. Uno puede golpear un hombre de una forma tan amable, que le va gustar; mientras que otro puede hacer un favor de una manera tan ofensiva que, el favor no ser recibido. Ahora, si tengo que decirle a alguien ciertas verdades desagradables, que son necesarias para que su alma sea salvada, debo decir la verdad sin cambiar nada; pero voy a tratar entregar mi mensaje de modo que no ofenda. Tenga cuidado siempre de hablar la verdad en amor, especialmente cuando usted est reprendiendo el pecado.

Leccin 3. Cmo ganar almas para Cristo?

Qu es ganar un alma? Espero que crea en la antigua manera de salvar almas. Parece ser que todo de cabeza hoy en da, y que los linderos antiguos, han sido movidos. Los ministros tratan de obtener bondad, de la maldad que hay en los hombres; pero de la naturaleza humana solo podrn obtener pecado y desobediencia.

Todos tenemos la misin de ir a ganar almas, con la esperanza que en el nombre de Dios todas las cosas, sern hechas nuevas. La vieja criatura est muerta y corrupta, y debe ser enterrada; y cuanto antes mejor. Jess ha venido para que las cosas viejas pasen, y sean hechas nuevas.

Nuestro trabajo, es un proceso, en el que nos esforzamos por bendecir a los hombres al tratar de hacerlos rectos; que Dios bendiga este trabajo. Pero debemos pensar, que hemos fracasado, si solo producimos hombres con mucha moral. Nuestra visin, debe ser ms grande que la rectitud; porque creemos que los hombres deben nacer de nuevo.

Es bueno que incluso un cadver este limpio, y por lo tanto, el no regenerado debe tener buena moral. Sera una gran bendicin si fueran limpiados de todos los vicios que hacen esta ciudad heder delante de Dios. Pero eso no es el objetivo de nuestro trabajo; nuestro enfoque debe estar en que los muertos por el pecado resuciten, que el Espritu les de vida, y que Cristo reine, donde ahora reina el prncipe de la potestad del aire.

Usted predica, con este propsito: que los hombres puedan dejar sus pecados, y se vuelvan a Cristo para perdn, que por su bendito Espritu pueden ser renovados, y se convierten en amantes de todo lo santo, ya que ahora se deleitan en el pecado. Nuestra finalidad es poner el mundo al revs; o, en otras palabras, que, donde ahora el pecado abunda, sobreabunde la gracia. Estamos apuntando a un milagro; es bueno a hacerse esta idea desde el comienzo.

Algunos hermanos piensan que deberamos bajar nuestras expectativas a la capacidad del oyente; pero esto es un error. De acuerdo con estos hermanos, no deberamos exhortar a un hombre para que se arrepienta y crea, a menos que en verdad lo veas capaz de arrepentirse y creer. Aunque yo s que sin la gracia de Dios ellos no pueden hacerlo, yo no soy enviado a trabajar de acuerdo a mi razonamiento; yo solo debo los rdenes de mi Seor y Maestro, y darles el mandamiento a los hombres: arrepintanse de sus pecados y crean en el evangelio (Marcos 1:15)

En nuestras manos esta el mtodo milagroso que nos ha conferido el Espritu de Dios, quien invita a sus ministros, a realizar maravillas en el nombre de Jess. Nos ha enviado a decir a los ojos ciegos: "Vean", a los sordos: "oigan", a los corazones muertos: "resuciten", e incluso a Lzaro pudrindose en la tumba:, - "Lzaro, sal fuera!". Se atrevera a hacer esto?.

Vamos a ser sabios y entendamos que somos totalmente impotentes para realizar esto, a menos que nuestro Maestro nos envi, y este con nosotros. Pero si l que nos ha enviado est con nosotros, todas las cosas son posibles para el que cree.

Si se va levantar para probar que tan bueno y competente eres, entonces mejor sintese rpidamente; pero si quiere probar lo que su Seor todopoderoso y Maestro puede hacer a travs de usted, entonces infinitas posibilidades tiene delante de usted. No en lo que Dios puede lograr, si utiliza su corazn y voz.

Eso es lo que todos necesitamos; que Dios haga el trabajo. Sera un instrumento en las manos de Dios, por supuesto, poniendo todas sus fuerzas y facultades que el Seor le ha dado; pero sin depender de sus fuerzas, y esperando en reposo, confiando en ese misterioso, sagrado y divino poder, que obra en nosotros, y por nosotros, y con nosotros, en los corazones y las mentes de los hombres.

Un milagro debe ser forjado por el cual nuestros oyentes se convertirn en el producto de ese gran poder que es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerci en Cristo cuando lo resucit de entre los muertos y lo sent a su derecha en las regiones celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque (Efesios 1:19-22). Si es un milagro, Dios tiene que realizarlo, eso est claro; no se logra por razonamiento, persuasin o amenaza, slo viene del Seor.

Ya que conquistar almas depende de esto, podemos esperar ser dotado con el Espritu de Dios, para salir en su poder? Yo respondo, que una gran parte depende de la condicin del hombre mismo. Un hombre consagrado se carga completamente de la energa divina, y todos a su alrededor lo notan. Ellos no saben que es, ni de dnde viene, pero saben que hay algo en ese hombre fuera de lo comn. Pero si se aleja del Seor, se le vera dbil y sin brillo, sin ningn poder para el servicio a Dios.

Queridos hermanos, tengan cuidado de su propia condicin ante Dios. A menos que camine sea cerca de Dios, a menos que usted habite al abrigo del trono de Dios, a menos que usted vea la luz, que slo los que estn en comunin con el Eterno logran admirar; usted saldr a trabajar sin obtener ningn resultado.

El recipiente, esta hecho de barro; sin embargo, tiene su lugar delante de Dios, pero no se llenara con la gloria del divino, a menos que sea un recipiente limpio y apto para el uso del Maestro. Les voy a ensear algunas reas donde el hombre tiene que trabajar, para ganar almas:

Ganamos almas a Cristo, actuando como testigos.

Lo nico que tienes que hacer es dar testimonio de la verdad. Si razona con su propia mente: cmo voy a responder inteligentemente a este hombre, con el fin de obtener una victoria sobre l?", sers un necio. Una respuesta astuta es a menudo adecuada; pero una respuesta llena de la sabidura de Dios es mejor.

Trate de decirse a si mismo: "No me importa si ese hombre me hace quedar como un tonto, porque yo s que me considero un tonto a mi mismo, por amor a Cristo, y no me preocupa mi reputacin. Cuando anuncie el testimonio de Dios, no lo haga con gran elocuencia y sabidura, propngase ms bien, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de ste crucificado (1 Co 2:1-2), y con la ayuda de Dios lo har con valenta. Si lo interrumpen para hacerle preguntas sobre otras cosas, voy a dgales que, no viene a dar testimonio sobre otros asuntos, sino de una sola cosa y de ninguna otra.

Debe tener seguridad en su salvacin.

Hermanos, quien de testimonio, debe ser l mismo salvo, y l debe estar seguro de ello. No s si usted duda de su propia salvacin. Tal vez le recomendara predicar incluso cuando ese sea el caso; ya que, si usted no es salvo, al menos desea que otros lo sean. Al mismo tiempo, es una gran cosa para poder declarar desde su propia experiencia que el Seor ha roto las puertas de bronce, y destrozado los cerrojos de hierro en la prisin.

Un buen testigo deber estar seguro de todo lo que va a decir. Hermano, diga lo que sabe, y no se inquiete cuando lo cuestionen sobre su fe sintate, qudese tranquilo y sereno al hablar de aquello que tiene conocimiento personal. Si no esta seguro, vaya a casa y conozca el evangelio de principio a fin, hasta que sus emociones le permitan estar confiado con su doctrina, y pueda ponerse de pie y ser audaz y valiente en su hablar. Entonces dele a las personas la sensacin de que usted va a decirles algo, que vale la pena escuchar, de lo que usted est muy seguro, que para usted es su propia vida. Hay corazones dispuestos al aire libre, que slo quieren escuchar creencias honestas, que puedan aceptar, para llevados a creer en el Seor Jesucristo.

No solo debemos atestiguar, tambin se trata de persuadir.

Asimismo, creo, aunque ciertas personas lo rechazan, creo que el temor es algo que debe ser producido en las mentes de los hombres, y que debera funcionar estar en la mente del propio predicador. Cuando un hombre llega a temer por los dems, y su corazn grita: "Ellos perecern, perecern, se consumirn en el infierno, sern desterrados para siempre de la presencia del Seor ", y cuando esta angustia oprime su alma, y lo impulsa a salir, y predicar con lgrimas, oh, entonces conociendo el da temible del Seor, ese hombre persuadir a los pecadores.

Temer al Seor es el conducto que nos ensea a persuadir, pero no a hablar con rudeza. Algunos utilizan el temor al Seor para aterrorizar; pero nosotros lo utilizamos para convencer, dicindoles: "Varones hemos venido a decirles, que el mundo est en llamas, deben huir para salvar sus vidas, y escapar al monte, no sea que el que fuego los alcance. Debemos dar esta advertencia con la plena seguridad de que es verdad, o no se nos tomara en serio. El da grande y temible, el da de juicio del Seor, debe estar presente en nuestro espritu, para dar fuerza y veracidad a nuestro mensaje de misericordia, o se perder el verdadero poder de la persuasin. Hermanos, debemos decir a los hombres que hay una necesidad urgente de un Salvador, y demostrarles que nosotros mismos podemos ver su necesidad y que estamos angustiados por ellos, o de lo contrario no se volvern a Dios.

Cuando en las miles de almas inmortales a las que les hablo y de la cuales ser responsable de su sangre si no les hablo la verdad, me siento angustiado y atemorizado, con ganas de renunciar, pero entonces recuerdo, que el miedo no es lo nico. Hablo con la esperanza y la creencia de que Dios tiene la intencin de bendecir estas personas a travs de la Palabra que l me permitir ofrecer. Yo creo que todos son enviados a mi por Dios con un propsito, y que yo he sido enviado para cumplir ese propsito.

Siempre estoy con la expectativa de quin se convertir?, nunca me cruza por la mente que la Palabra del Seor fallar. No, eso no puede ser. Estoy seguro de que los hombres se estn convirtiendo, y que en todo momento Dios es glorificado por el testimonio de su verdad. Es un gran alivio tener la esperanza, de que la Palabra de Dios no puede volver a l vaca. As es tambin la palabra que sale de mi boca: No volver a m vaca, sino que har lo que yo deseo y cumplir con mis propsitos. (Isaas 55:11)

Los que predican al aire libre, y todos los cristianos tenemos que ser ejemplo.

Una de las formas ms exitosas de cazar patos silvestres es el uso del ave seuelo. El pato seuelo entra en la red, y los dems lo siguen. En la Iglesia cristiana tenemos que utilizar ms, el arte sagrado del seuelo; es decir, nuestro ejemplo de: seguir a Cristo, de vivir piadosamente en medio de una generacin perversa, nuestro ejemplo de alegra y arrepentimiento, de sumisin a la voluntad divina en el tiempo de angustia, nuestro ejemplo de amabilidad, ser el medio de conducir a otros a entrar en el camino de la vida.

No puede, ponerse en la calle, y decirle al que pasa su ejemplo; pero no hay predicador callejero que no sea conocido por su publico. Alguien, entre la multitud puede saber la vida privada del comunicante. Una vez escuch de un predicador callejero a quien le gritaron: "deberas predicar as en tu propia casa", sucedi, por desgracia, que el hermano haba peleado contra uno de sus vecinos un poco antes. Si la vida de cualquier hombre en el hogar es indigna, l no debera salir a predicar.

Ellos nos conocen, hermanos; ellos saben mucho ms acerca de nosotros de lo que imaginamos, y lo que no saben lo inventan. Por ello comprtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al mximo cada momento oportuno. Que su conversacin sea siempre amena y de buen gusto. As sabrn cmo responder a cada uno( Col 4:5-6). Nuestro caminar y hablar debe ser el arma ms poderosa de nuestro ministerio. Esto es lo que se llama ser consistente.

Para ganar almas, tenemos que hacerlo con fervor y trabajando duro.

Y, en primer lugar, debemos trabajar con dedicacin en nuestra predicacin. No se logra mucho con la buena msica y el espectculo ya que Dios en su sabio designio, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicacin, a los que creen (1 Co 1:21). As que nunca la descuide, a donde vaya tiene que predicar. Crea en la predicacin del amor de Cristo, crea en la predicacin del sacrificio expiatorio, crea en la predicacin del nuevo nacimiento.

El viejo martillo del evangelio seguir rompiendo los corazones de piedra en pedazos; el antiguo fuego de Pentecosts todava quemar a la multitud. No busque nuevas formas, siga comunicando con su boca el evangelio, y si todos predicamos con la uncin del Espritu Santo, los resultados nos asombrarn. Por que no existen limites para al poder de la lengua! Observa la capacidad de una lengua mala, qu gran dao que puede causar; y Dios no pondr menos poder en una lengua buena , si tan slo la utilizaremos correctamente.

Mira el poder del fuego, una sola chispa podra encender una ciudad en llamas; y si el Espritu de Dios est con nosotros, no podr calcular cunto o que tanto puede lograr. No se pueden medir las potencialidades de una llama, y no hay limites a las posibilidades de la verdad divina, hablada con el entusiasmo que es nacido del Espritu de Dios.

No pierdan la esperanza, mantnganse firmes en la fe, a pesar de que las calles estn llenas de inmoralidad, a pesar de las cantinas en cada esquina, a pesar de la maldad de los hombres y la ignorancia de los pobres. Vamos persistan, sigan adelante; insistan y no se detengan; en nombre de Dios avancen, porque si la predicacin del evangelio no logra salvar a los hombres, nada lo har. La salvacin por medio de el sacrificio de Jess es la ultima palabra de Dios, confa y alegrate en que no puede fallar.

Un verdadero predicador al aire libre, sabe que necesita conversaciones en privado.

Un gran nmero de personas se han convertido en este tabernculo, por las charlas personal de algunos hermanos aqu. Queremos espritus amorosos que vayan tras los casos individuales y que personalmente exhorten y animen. Todos los que salen al aire libre deben buscar hablar a multitudes, pero estar listos para atender a cada uno personalmente, y debe andar con otros que tengan el mismo arte.

Al hablar en privado con las personas, sentir el peso y la carga por las almas; y creo que esto es lo que necesitan muchos para comprender a los hombres y anunciarles mejor el evangelio. Es necesario que usted aprenda a cargar con un pecador en su corazn, que sienta el peso de su caso, y grabe su nombre su alma, para que as lo entienda y pueda revelarle el evangelio de una forma que se siembre una semilla para vida eterna.

Leccin 4. Obstculos en el camino de ganar almas

El primer y difcil obstculo es la indiferencia y la insensibilidad de los pecadores.

No todos los hombres son indiferentes; de hecho, hay algunas personas que parecen tener una especie de gusto por lo religioso, que influye en ellos para bien, pero hay ciudades, donde prevalece la indiferencia. No es la infidelidad; las personas simplemente no se preocupan lo suficiente acerca de la religin, como para oponerse a ella. Ellos no estn preocupados en cuanto a lo que habla, o donde lo hace, porque no tienen ningn inters en el asunto. Ellos no tienen idea de Dios; ni les importa nada acerca de l, o su servicio, slo utilizan su nombre para decir blasfemias.

Ahora, cada vez que se tope con la indiferencia, en el lugar donde va a predicar, tu nica esperanza de superarla, ser estar doblemente apasionado. Mantenga su pasin por Dios toda la vida, que sea incluso fervorosa, ardiente, vehemente, como un fuego que todo lo consume. De alguna manera trate de encender a la gente; y si todo su esfuerzo parece ser en vano, an avive el fuego y hgalo arder; y si no tiene ningn efecto sobre su oyentes, vaya a otro lugar, donde el Seor lo dirija.

Esta indiferencia, insensibilidad o letargo que posee la mente de algunos hombres, es muy probable que afecte nuestra predicacin; pero debemos esforzarnos y luchar contra ella, y tratar de despertar tanto a nosotros como a nuestros oyentes. Me gustara mucho ms tener rivalidad y enfrentamiento, una intensa oposicin del evangelio, que tener hombres indiferentes y desinteresados. Usted no puede hacer mucho con un hombre si l no habla acerca de la religin, o no viene a escuchar lo que tiene que decir con respecto a las cosas de Dios.. Otro gran obstculo para el ganar almas es el escepticismo.

Usted sabe que est escrito del Seor Jess, cuando en su propio pas que, no hizo all muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos. Este mal existe en todos los corazones no regenerados, pero en algunos hombres se manifiesta en una forma ms pronunciada. Ellos piensan en la religin, pero no dudan de la verdad de Dios. Su opinin es de ms peso, ms digna de creer, que las declaraciones inspiradas de Dios. No aceptarn las revelaciones de las Escrituras.

Estas personas son muy difciles de convencer; pero no luche contra ellos con sus propias armas. Yo no creo que los infieles sean ganados por discutir con ellos, de ser as, muy rara vez sucede. El argumento que convence a los hombres de la verdadera religin, es la santidad y la sinceridad de los que profesan ser seguidores de Cristo. Como regla general, los escpticos ponen barricadas en sus mentes contra los asaltos de la razn y si discute con ellos, a menudo estaremos haciendo ms dao que bien. Creo que va derrotar a la duda y el escepticismo con su fe y no con la razn; su conviccin de la verdad, y su actuar, va a hacer ms bien que cualquier argumento, por muy fuerte que sea.

Esto me lleva a mencionar otro obstculo para ganar almas, que es el la auto justificacin.

Muchos hombres se imaginan que son lo suficientemente buenos; pero en realidad no ha sido probada la base sobre la que se estn construyendo, para ver que si es slida y firme. Si no son cristianos, por lo menos se puede decir que son bastante mejores que algunos que son cristianos, o que se llaman a s mismos con ese nombre; y si hay algo de malo en ellos, en cualquier momento lo pueden cambiar. No sienten temor de Dios; o si lo hacen, no viven con el temor constante que van a camino a la muerte; y a menos que se arrepientan y crean en el Seor Jesucristo, sern destruidos ante la presencia del Seor.

No han cometido ningn pecado grave, tienen buenos valores. Pero no hay espacio para Cristo en un corazn lleno; y cuando un hombre est vestido de pies a cabeza con su propia justicia, no tiene necesidad de la justicia de Cristo; y si el evangelio no los convence de su necesidad, entonces Moiss debe venir con la ley, y mostrarle que su verdadero estado.

Esa es la verdadera dificultad, en muchos casos; que el hombre no viene a Cristo porque no es consciente de que est perdido, que no pide ser levantado porque no sabe que l es una criatura cada, l no siente necesidad de la divina misericordia y perdn, y por lo tanto no lo busca.

Contra estas personas debemos a insistir da y la noche. Debemos proclamales claramente a los que el pecadores que estn condenados, y que sufrirn eternamente si no confa en Cristo. Debemos predicarles como para hacerlos temblar; y si no quiere venir al Salvador, al menos se darn cuenta de su condicin. Me temo que a veces hablamos cosas demasiado ligeras, muy suaves y agradables, y no planteamos ante los hombres su verdad y el peligro que corren. Si nos rehusamos a ensear esta verdad de Dios, parte, de la responsabilidad de su ruina, caer sobre nosotros.

Sin duda, un gran obstculo para ganar almas es el amor al pecado.

"El pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte" (Genesis 4:7) Hay muchos hombres que nunca se salvaron debido a algn deseo secreto, puede fornicacin por ejemplo. Hay otros que su pecado es beber en exceso. Las personas que beben, son a menudo muy fcilmente influenciados por el evangelio; su forma de beber ha hecho que se vuelvan sensibles; pero mientras un hombre se aferre a "la copa de los demonios", no podr venir a Cristo. Usted slo tienen que seguir predicando la verdad, y Dios nos ayudar a dar en el blanco.

Leccin 5. El costo de ser un ganador de almas

Quiero decirles una palabra a ustedes que estn tratando de llevar almas a Jess. Siempre oren para ser tiles: Sabe lo que esto implica? Seguro que lo quieres hacer?. Entonces preprense, para ver y sufrir muchas cosas que nunca has vivido, experiencias que lo sorprendern, pero que son necesarias para que el Seor lo utilice en la salvacin de otros.

Una persona comn puede descansar en su cama toda la noche, pero un cirujano ser llama a todas horas.

Entonces, para adquirir poder, que le permita ganar almas, usted tendr que atravesar el fuego y el agua, la duda y la desesperacin, el tormento mental y la angustia. No ser lo mismo con todos, ni siquiera con dos de ustedes, pero de acuerdo con el trabajo que se le asigne, ser su preparacin. Tienes que entrar en el fuego si vas sacar a otros fuera del incendio, y usted tiene que sumergirse en el agua si vas a rescatar a otros de la inundacin. No puedes escapar de las llamas sin sentir el calor y las quemaduras del fuego, ni rescatar hombre en el bote salvavidas sin ser mojado por las olas.

Si Jos mantuvo a sus hermanos con vida, es por que l mismo bajo a Egipto; si Moiss condujo al pueblo a travs del desierto, fue por que primero pas cuarenta aos en el mismo lugar con su rebao. Payson dijo: "Si alguno pide xito en su ministerio, no sabe lo que pide; y debera se considerar si puede beber de la copa amarga de Cristo y ser bautizados con su bautismo".

Cuando iniciamos en el ministerio somos demasiado buenos para ser corregidos, o demasiado tiles para ser aptos. Pero debemos aprender, antes de iniciar. Un lpiz no sirve de nada hasta que es cortado y afilado; un cedro fino no produce madera hasta que es talado; y el metal no toma forma hasta que es fundido. Hermanos, el cuchillo de la disciplina es duro, pero da buenos frutos; tal vez no te alegraras de ser cortado por l, pero la fe te enseara a valorarlo. No ests dispuesto a pagar el precio? Si prefieres ahorrarte las molestias, es mejor que te quedes en casa, porque nadie ganar un alma si no esta dispuesto a sufrirlo todo.

La inseguridad y el temor al llevar la palabra, no son algo bueno y sin embargo, el miedo puede ayudar a despertar el alma, y ponerla en una posicin correcta para el trabajo; por lo menos, puede conducir el corazn a la oracin, que es una parte esencial de la preparacin.

As, un buen hombre describe uno de sus primeros intentos de visitar a inconversos, para hablar con ellos sobre su condicin espiritual: "Yo estaba pensando, en el camino a la residencia de la persona, cmo iba a iniciar el tema, y todo lo que le dira. Y todo el tiempo estuve temblando y angustiado. Al llegar a la puerta, mi valenta se esfumo, y quise retroceder, pero al reflexionar entr en la casa. Las frases que pronunci y la oracin fueron muy accidentadas; pero estoy muy agradecido, de que mis miedos y cobarda no prevalecieron. El hielo se rompi. Ese proceso de dar el primer paso, debe ser atravesado, y su resultado es altamente beneficioso.

Pobres almas, que desean encontrar al Salvador, Jess ha muerto por ustedes; No vamos a ofrecer un sacrificio expiatorio por tus pecados, no hay necesidad; pero an as nos encantara hacer algunos sacrificios por amor a tu alma. No escuchaste lo que hemos dicho?, nosotros haramos cualquier cosa, nos convertiramos en cualquier cosa, daramos cualquier cosa, y sufriramos cualquier cosa, con tal que usted crea en Cristo.

Leccin 6. La recompensa de un ganador de almas.

Si rompes las cadenas de injusticia y desatas las correas del yugo, pones en libertad a los oprimidos y rompes toda atadura. Si compartes tu pan con el hambriento y das refugio a los pobres sin techo, vistes al desnudo y no dejas de lado a tus semejantes. Si as procedes, tu luz despuntar como la aurora, y al instante llegar tu sanidad; tu justicia te abrir el camino, y la gloria del Seor te seguir. Llamars, y el Seor responder; pedirs ayuda, y l dir: Aqu estoy!

Si desechas el yugo de opresin, el dedo acusador y la lengua maliciosa, si te dedicas a ayudar a los hambrientos y a saciar la necesidad del desvalido, entonces brillar tu luz en las tinieblas, y como el medioda ser tu noche. El Seor te guiar siempre, te saciar en tierras resecas, y fortalecer tus huesos. Sers como jardn bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan. Tu pueblo reconstruir las ruinas antiguas y levantar los cimientos de antao; sers llamado reparador de muros derruidos, restaurador de calles transitables. (Isaas 58)

Es muy agradable recordar que hay una recompensa al traer a los hombres a la misericordia, ante la mencin de la palabra recompensa, algunos levantaran sus odos, y dirn que es legalismo. Sin embargo, la recompensa se habla de que no es material, sino espiritual; y se disfruta, no con orgullo, sino con un humilde agradecimiento.

Otros dirn: "No es este un motivo egosta?" En este asunto, todo depende de lo que la recompensa es; y si nuestro pago es la alegra de hacer el bien, el placer de haber glorificado a Dios, y la dicha de agradar al Seor Jess; entonces el esfuerzo por salvar a nuestros semejantes de descender a la muerte, es un regalo del Seor; y si no tuvimos xito en esta tarea, el Seor dir, como lo hizo de David, cuando trato de construir el templo, pero no lo logro: "Me agrada que te hayas interesado".

Incluso si las almas que buscamos, persisten en la incredulidad, y si todos no desprecian y rechazan y ridiculizan, an as, ser una obra divina cuando hagan el intento. Si no hay lluvia en las nubes, al menos, cubri el feroz calor del sol; no todo est perdido, aunque la obra no sea lograda. Qu pasara si slo nos unimos al Salvador en sus lgrimas, y clamamos: "Cuntas veces quise reunir a tus hijos, como rene la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste! (Mateo 23:37) Es sublime el solo poder acompaar a Jess, y llorar con l.

Pero, gracias a Dios, nuestros esfuerzos no son en vano en el Seor. Creo que la mayora de ustedes, que realmente han tratado, en el poder del Espritu Santo, enseando la escritura y orando fervientemente, para traer a otros a Jess, han tenido xito. Puede que existan unos pocos que no han tenido xito; si es as, yo recomendara que examinen constantemente tus motivaciones, espritu, trabajo, y el tiempo de oracin, y luego comiencen de nuevo. Tal vez puedan llegar a trabajar mayor sabidura, con ms fe, con ms humildad, y ms en el poder del Espritu Santo.

Deben actuar como agricultores que, despus de una mala cosecha, siembran de nuevo en la esperanza. No deberan desanimarse, sino despertar. Debemos estar ansiosos de encontrar la razn de nuestro fracaso, si la hay, y debemos estar dispuestos a aprender detodos nuestros compaeros de trabajo; pero con firmeza debemos tomar la resolucin que pase lo que pase no dejaremos de mover obstculos que impiden la salvacin de los que nos rodean. Creo que la mayora de los que estn comprometidos con la oracin han tenido xito ms all de nuestra expectativas. Dios nos ha bendecido, no ms all de nuestros deseos, pero sin embargo ms all de nuestra esperanzas.

A menudo he sido sorprendido por la misericordia de Dios por m. Algunas palabras que he dicho en una conversacin ordinaria, simples frases casuales, han sido flechas disparadas de parte de Dios, que han atravesado el corazn del hombre, y los puesto a los pies de Jess. A menudo he levantado mis manos en asombro, y digo: "Cmo puede Dios bendecir un instrumento tan dbil?". Este es el sentimiento de la mayora que han practicado la bendita pesca de hombres.

En parte, esta recompensa se encuentra en la propia obra. Los hombres van de casera por el mero amor al deporte; sin duda, cazar las almas de los hombres, causa un placer, infinitamente superior. Para algunos de nosotros, sera una miseria insoportable ver a los hombres caer en el infierno, y no estar haciendo ningn esfuerzo por su salvacin. Sera un gran dolor para nosotros, si nos prohibieran trabajar en estas actividades sagradas, que tienen como objetivo salvar a los hombres de las llamas. Debemos estar en profunda solidaridad con nuestro prjimo, y sentir que, en cierta medida, su pecado es nuestro pecado, su dolor, es nuestro dolor.

Ganar almas es un servicio, que aporta un gran beneficio para el individuo que se consagra a ello. El hombre que ha puesto sus ojos sobre un alma, or por ella, que le dedico tiempo, que le hablo con mucho empeo, y se han esforzado por dejar una impresin, de esta forma se ha estado edificando a s mismo por el esfuerzo. Habiendo sido decepcionado, l ha llorado a Dios con ms fervor, ha intentado de nuevo, ha buscado que la promesa se cumpla en un condenado, ha llegado al punto de probar su fe, y este hombre, en cada paso que ha dado, se ha beneficiado a s mismo.

Cuando ha enseado la historia de la cruz al pecador arrepentido, y ha escuchado que este le dice: - "Yo creo, que Jess muri por m"; entonces este hombre ha adquirido una gran recompensa en el proceso. Pues le ha recordado su propio estado de perdicin; le ha mostrado las luchas que el Espritu tena cuando lo trajo a el mismo al arrepentimiento; le ha recordado que precioso fue el momento cuando por primera vez mir a Jess; y eso lo ha fortalecido en su firme confianza en que Cristo salvar a los hombres. Cuando vemos a Jess a salvar otros, y vemos esa maravillosa transformacin, nuestra propia fe se confirma en gran medida.

Los escpticos poco que ver con los conversos, los que trabajan por las conversiones creen en que las conversiones van a pasar; quienes esperan contemplar la regeneracin, logran ver un milagro forjado, y estn seguros de que fue "el dedo de Dios". Es la ms bendito ejercicio para un alma, es el mayor ennoblecimiento para un corazn, tratar de traer a otros a los pies del nuestro redentor.

Otra recompensa se encuentra en la gratitud y el afecto de aquellos que llevamos a Cristo. Esto es una bendicin, el poder alegrarte en la alegra de otra persona, en la felicidad de un alma que ha sido llevada a Jess. Pero la mayor recompensa est en agradar a Dios, Esto es una maravilla. Oh alma ma, esto es un honor demasiado grande para ti. Una alegra demasiado profunda para describirla con palabras. Escuchen, queridos amigos, y respndanme: Cunto daras por tener contento el corazn de tu Seor? Recuerden los sufrimientos que l paso, y los dolores que lo atravesaron, para que l nos librara del pecado y sus consecuencias. Solo por esto no crees que es tiempo de buscar alegrarlo? Cuando usted trae otros a sus pies, le da una gran alegra. Recuerden el texto que dice: Les digo que as mismo se alegra Dios con sus ngeles por un pecador que se arrepiente (Lucas 15:10) Qu significa esto? Significa que los ngeles tienen alegra? Generalmente lo leemos as, pero la intencin del versculo es describir, la alegra en el corazn de Dios,alrededor de cuyo trono estn los ngeles. Esto no significa que Dios sienta una mayor alegra, pues su propio gozo en si mismo es infinito, pero nos dice que la dicha infinita de Dios es ms eminentemente mostrada, mas no aumentada. Podemos ser los instrumentosde esto?.

A continuacin, vayan, queridos amigos, y busquen traer a sus hijos y sus vecinos, a sus amigos y su familiares, a los pies del Salvador, pues nada producir tanta alegra en Dios, como ver que se conviertan a l y obtengan vida eterna. Por amor a Jess, les ruego, ser pescadores de hombres.

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