Milpa Alta en La Revolución por Francisco Pineda

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Ensayo sobre el zapatismo en milpa Alta

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Milpa Alta en la RevolucinTi quin tlahpaloa nonques netehuiloanime tlen mo cuepan ican, nin yolo-paquiliztica-tequi, ihuan qui ixnamiqui in nexicoaliztle, ipan non huei netehuile tlen aic hueliti tlami ni an aic tlamiz.

El general en jefe del Ejrcito Libertador, Emiliano Zapata.

Rebelin de los pueblosEn Milpa Alta, el movimiento revolucionario comenz temprano. Desde los primeros das del mes de febrero de 1911, los pueblos de la zona se levantaron, en protesta contra los impuestos arbitrarios que implant el gobierno. El prefecto de Xochimilco, logr tranquilizar a los habitantes de su municipalidad, pero en Milpa Alta fue distinto. All, hubo enfrentamientos violentos con las fuerzas del gobierno y se dijo hubo cierta convergencia con los obreros de la fbrica de Miraflores que estaban en huelga. Los obreros textiles de Chalco, en efecto, tenan una experiencia de ms de diez aos de organizacin y de lucha. As que los habitantes de distintos pueblos de la zona, indignados, manifestaron que los huelguistas se haban armado y haban anunciado que marcharan hacia Milpa Alta y Xochimilco. La posibilidad de esa presencia obrera levant los nimos durante una asamblea, celebrada en la plaza de Milpa Alta. Ah, la poblacin expres abiertamente sus sentimientos contra el gobierno porfirista y, en seguida, intervino la polica para dispersar a la multitud. Se produjeron enfrentamientos durante das y, poco despus, apareci un grupo insurgente en la regin. Simultneamente, otros contingentes rebeldes fueron reportados en Tizapn y Contreras, al sur de la capital de la repblica. El secretario de Gobierno del Distrito Federal, licenciado Ignacio Burgoa, declar al Imparcial el principal diario de la dictadura que no deba existir alarma en la poblacin, pues slo eran pequeas gavillas de bandoleros. Sin embargo, por algn motivo, tuvo que aadir inmediatamente que la ciudad de Mxico contaba con una guarnicin que pasa de siete mil hombres; pues solamente batallones de infantera hay seis, incluyendo zapadores; tres regimientos completos de artillera (el 2, 3 y 5); una fraccin de ametralladoras y tres cuerpos de caballera, contando los rurales, adems de otras corporaciones militares y de la polica montada y de a pie. Esto es ms que suficiente para repeler cualquier intentona, concluy el funcionario porfirista.

En la ciudad, mientras tanto, se supo que los rebeldes haban tomado Oztotepec la noche del 20 de febrero. All, adems, los alzados en armas capturaron al comisario Serapio Cruz Taboada y al teniente de artillera Alfonso Miranda, segn inform el seor Fernando Reynoso, secretario del Juzgado de Paz de Atocpan. Pero, al mismo tiempo, hubo otra versin periodstica. El ministerio de Guerra manifest que tena al teniente Miranda como desertor del ejrcito. Esto ltimo parece ser ms probable pues, en marzo de 1911, Alfonso Miranda operaba en el Estado de Mxico, dentro de las filas maderistas. Adems, por una pequea nota de El Imparcial se sabe que Joaqun Miranda (padre) fue hecho prisionero por el gobierno despus del reciente escndalo de Milpa Alta y, al ser puesto en libertad, se le impuso una multa de 100 pesos.

Ricardo Flores Magn, agudo observador de la situacin poltica, escribi inmediatamente dos artculos para destacar la importancia de los levantamientos populares de la zona de Milpa Alta y sur del Distrito Federal. Al hacer el recuento de los acontecimientos nacionales, en una nota de plana completa, el dirigente del Partido Liberal Mexicano seal que el fuego insurreccional se propagaba ya en las goteras de la ciudad de Mxico. En las meras narices de Porfirio Daz estalla la revolucin, titul a ocho columnas el peridico Regeneracin. La revolucin ha tomado tal incremento que las columnas revolucionarias operan sin ser molestadas en las orillas de la ciudad de Mxico, en el Distrito Federal, donde tiene su asiento el trono caduco que est para caer. En Milpa Alta, Contreras y Tizapn, las fuerzas insurgentes traen desveladas y azoradas a las pusilnimes autoridades que ven acercarse el fin de su funesto dominio, escribi el 4 de marzo de ese ao. A la semana siguiente, el sbado 11 de marzo, Ricardo Flores Magn insisti sobre el tema y difundi la noticia de la ocupacin rebelde de Oztotepec: Porfirio Daz llora lgrimas de sangre convencido de su impotencia para dominar la rebelin.

Ese sbado 11 de marzo de 1911, por la noche, tambin estallaba la rebelin en la plaza de Villa de Ayala, Morelos. Los insurgentes encabezados por Emiliano Zapata, Rafael Merino y Prculo Capistrn desarmaron a las fuerzas del gobierno y cortaron los hilos telefnicos y telegrficos, public Tiempo de Mxico. Luego, Zapata exhort al pueblo y sintetiz los propsitos de la lucha con las palabras Tierra y Libertad. Los rebeldes, aadi el peridico, decidieron sublevarse a las once de la noche, la hora en que se conmemora el Grito de Independencia. Aquel sbado, Otilio Montao grit la consigna de la otra revolucin que recin empezaba: Abajo haciendas! Viva pueblos! Con esto, se manifest el antagonismo en que se inscriba la revolucin del sur, un conflicto que haba estado vigente desde el inicio de la era colonial.

El Grito de Ayala y de tantos otros pueblos de la repblica condensaba la memoria histrica de cuatro siglos, proclamaba con firmeza la determinacin de echar abajo el rgimen agrario colonial de las haciendas. No fue una queja ni una peticin, fue la proclama de guerra del sur. Los campesinos tomaron las armas para desafiar una larga historia de humillacin, despojo y explotacin. En una sola accin, su voz y su mano empuada retaron tambin a la dictadura porfirista.

Al despuntar la primavera de 1911, los pueblos del sur irrumpieron en el escenario de la revolucin mexicana. Pero tambin y es preciso tenerlo en cuenta irrumpieron las fuerzas armadas de Estados Unidos. El 8 de marzo de ese ao, The New York Times inform extensamente que el gobierno de Washington desplegaba 20 mil soldados sobre la frontera de Mxico, en California y Texas; adems, movilizaba dos divisiones de cruceros pertenecientes a las flotas del Ocano Pacfico y el Atlntico, sobre ambas costas de Mxico. Las comunicaciones internas del jefe del servicio de inteligencia militar muestran que el problema era ms grave de lo que pareca pblicamente. En efecto, el 16 de marzo de 1911, el general brigadier W. W. Wotherspoon inform al jefe del Estado Mayor del ejrcito norteamericano que prcticamente estaba terminada la actualizacin del Plan de Guerra General contra Mxico. Usted sabe que los planes de guerra estn basados inicialmente en la suposicin de que la guerra ser conducida por los Estados Unidos prcticamente en contra de un pueblo unido... Todos los datos estn aqu y estamos trabajando sobre esas modificaciones (al plan de guerra general), para estar listos en caso de que sea hecho un requerimiento sbito, escribi al Mayor General Leonard Wood.

Segn puede observarse en aquellos documentos de guerra contra Mxico, los intereses territoriales de Estados Unidos en nuestro pas pueden agruparse en cuatro categoras:

a) Zonas estratgicas por su ubicacin geopoltica: Baja California y el Istmo de Tehuantepec.

b) Zonas mineras y metalrgicas: Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo Len, San Luis Potos, Aguascalientes y Guanajuato, principalmente.

c) Zonas petroleras: Tamaulipas y el norte de Veracruz.

d) Zonas en donde se realizaran las principales acciones militares de la invasin: las lneas operativas sobre la ciudad de Mxico, desde Veracruz (por Jalapa y Orizaba, simultneamente) y desde Acapulco; las lneas Tampico-San Luis Potos, Nogales-Guaymas, Ciudad Jurez-Chihuahua, Piedras Negras-Monclova, Nuevo Laredo-Monterrey, Monterrey-Torren, Coatzacoalcos-Salina Cruz, as como los dems puertos del Pacfico y el Golfo de Mxico (bloqueo naval).

El peridico Regeneracin denunci rpidamente la maniobra militar, con un gran encabezado en la primera plana: Atila a las puertas de Roma. Los vampiros de las finanzas, las boas constrictoras de Wall Street abren las fauces y quieren tragarse a Mxico. En esa coyuntura, el Partido Liberal Mexicano llam a los libertarios de todo el mundo a solidarizarse con la revolucin mexicana, nuestro problema es el vuestro. Ricardo Flores Magn rubric su candente exposicin con esta frase: Tierra y Libertad o muerte!

Los levantamientos revolucionarios de los pueblos del sur de la repblica, en Milpa Alta o Villa de Ayala; en Contreras y Tizapn; en Morelos, Puebla, Guerrero, Oaxaca, Estado de Mxico o Tlaxcala, no eran hechos aislados. Estaban inscritos dentro de un contexto militar de alcance nacional e internacional. La Revolucin Mexicana, que recin comenzaba, ser una de las zonas ms agitadas dentro de la turbulencia mundial de aquella dcada. Y el alto mando del ejrcito norteamericano trataba de visualizar la magnitud del problema: la guerra ser conducida por los Estados Unidos prcticamente en contra de un pueblo unido. As, a finales de ese mes, los servicios de inteligencia militar norteamericanos con base en informes consulares, de prensa y otros haban estimado que el ejrcito federal porfirista tena 15,405 soldados desplegados en diferentes campos de batalla, mientras que los rebeldes mexicanos sumaban 13,070. Aunque esas estimaciones slo consideraban Baja California, Sonora, Sinaloa, el territorio de Tepic, Jalisco, Durango, Chihuahua, Coahuila, Nuevo Len, Zacatecas y Guerrero.Lo relevante para Milpa Alta, en ese plan de guerra, era su cercana con la capital de la repblica donde reside el poder central y se concentraban fuertes intereses econmicos de Estados Unidos. Segn el mismo legajo de documentos militares, en la ciudad de Mxico radicaban cerca de 10 mil norteamericanos y existan capitales de Estados Unidos en tres bancos, ocho compaas aseguradoras, 50 grandes industrias, 26 grandes casas comerciales, compaas mineras y otros negocios, incluyndose dentistas, mdicos y abogados. Las exportaciones anuales desde la ciudad de Mxico hacia los Estados Unidos, en ese momento, sumaban ms de 6 millones de dlares (aproximadamente 1,800 millones de pesos, a precios de junio de 2010).

El 1 de abril de 1911, bajo esas condiciones internas la insurreccin popular y tambin la derrota de Francisco Madero, en Casas Grandes, Chihuahua; as como las condiciones externas, amenaza militar norteamericana; Porfirio Daz anunci dos medidas en su informe presidencial: una poltica agraria con venta de lotes de terrenos y una iniciativa de ley para implantar el principio de no reeleccin. Quiso apuntalar al gobierno ante el riesgo de su derrumbe, pero ya era demasiado tarde. En su ltimo informe presidencial una especie de testamento poltico Porfirio Daz tambin plante hacer una campaa contra la cultura originaria de los pueblos, en nombre del progreso eurocntrico: Considerando que el perfeccionamiento y la difusin de la lengua nacional (el idioma de Castilla) entre los indgenas son una necesidad que reclama el progreso del pas, se han establecido en las municipalidades de Xochimilco y Milpa Alta, Distrito Federal, clases postescolares dedicadas a aquel objeto y a las que concurren gran nmero de alumnos indgenas que ya han concluido su educacin primaria, dijo.

En aquel tiempo, la dictadura porfirista clasificaba todo para imponer nuevas jerarquas en todo. La escuela primaria, por ejemplo, tena sus propias jerarquas: escuelas primarias superiores y escuelas primarias elementales. En Milpa Alta haba dos del primer orden, las escuelas Concepcin Arenal y Carlos A. Carrillo. En general, las aulas iban en pares no porque fueran dos escuelas, sino porque tambin se clasificaba el sexo de los nios. Las dems escuelas primarias fueron tan elementales que no alcanzaron a tener nombre, slo se les puso nmero: 230 y 231, Milpa Alta; 232 y 233, Tecmitl; 234 y 235, Cuautenco; 236 y 237, Oztotepec; 238 y 239, Atocpan; 240 y 241, Miacatln; 242 y 24, Tlacotenco; 290 (mixta), Tepenhuac; 317 (mixta), Xicomulco; 318 (mixta), Tlacoyucan; 319 (mixta), Tepecoxpa y la escuela nocturna suplementaria nmero 19, en Milpa Alta. Pero los datos oficiales de la oligarqua el autodenominado grupo de los cientficos debieran considerarse con mucha reserva. En casi todas las municipalidades del Distrito Federal, haba ms alumnos de 6 a 14 aos de edad que el total de la poblacin censal correspondiente. De modo que, el ao que empezaba la revolucin, Tlalpan y Tacubaya tuvieron una matrcula escolar de 132%, Iztapalapa 128%, Mixcoac 112%, Xochimilco 111% y as por el estilo. Slo Milpa Alta tena menos del 100% de nios inscritos en instruccin obligatoria (84%). Y all, en Milpa Alta, uno de los rasgos ms notables era precisamente el de su fuerza cultural, derivada de la resistencia histrica y la notable reproduccin de los cdigos del idioma mexicano, durante los cuatro siglos que ya duraba la colonialidad del poder. En aquel tiempo, la Villa de Milpa Alta tena ms habitantes (5,588) que la Villa de San Angel (4,169) y concentraba una tercera parte de toda la poblacin de la municipalidad de Milpa Alta (16,268 habitantes).

Los acontecimientos se precipitaron, no pudieron ser contenidos. Al da siguiente del informe de Porfirio Daz, la prensa inform que los rebeldes ocuparon nuevamente Oztotepec y se enfrentaron con guardias rurales enviados desde la cabecera municipal. En seguida, el da 4 de abril, la guarnicin de Polica Montada que haba en Villa de Milpa Alta fue intimada a rendir la plaza, por medio de una misiva suscrita por Adrin Mrquez. Hubo movimientos de fuerzas revolucionarias en el rumbo del Cerro de la Estrella, Huipulco y el Ajusco; ocuparon la hacienda de La Laja y cortaron la comunicacin telegrfica de Milpa Alta con la prefectrura de Xochimilco. El 21 de abril, por la tarde, unos 80 hombres armados ocuparon Tlacotenco sin resistencia; tomaron prisioneros al comisario de polica y al Juez de Paz, destruyeron archivos y, en seguida, marcharon al monte. Para esas fechas, la prensa de la capital estimaba que entre Milpa Alta y Fierro de Toro, Morelos, operaban tres columnas guerrilleras con un total de 400 hombres. La bandera roja gana terreno, exclam el peridico Regeneracin. En los alrededores de la ciudad de Mxico sigue avanzando la revolucin; los pequeos poblados, las rancheras, los parajes, todos se vacan de hombres que acuden a engrosar el fuerte grupo de revolucionarios de los montes de Ajusco y de la Estrella. Cerca de Milpa Alta se han visto en los ltimos das de la semana pasada gruesas partidas de rebeldes, una de las cuales asalt y tom la hacienda de La Laja, situada en el distrito de Chalco. Es muy probable que los rebeldes se decidan a atacar la plaza de Milpa Alta, escribi el magonista Antonio de P. Araujo. Mientras tanto, las fuerzas de Emiliano Zapata tomaron por asalto los centros industriales de Atlixco y Metepec, con ello amagaban a la capital del estado de Puebla, y luego pusieron sitio a la ciudad de Cuautla, Morelos. La dictadura entr en la etapa terminal de su crisis y negoci una transicin con Madero, en Ciudad Jurez, Chihuahua. Entonces, Enrique Flores Magn actualiz los datos acerca del sur del Distrito Federal. Por Oztotepec y Tlalnepantla se han visto pasar gruesas guerrillas de insurgentes que no tienen muy tranquilo al dictador y sus compinches, escribi. Como 300 insurgentes, en Milpa Alta, divididos en tres columnas bien armados y montados pasaron por esa poblacin trabando combate con los rurales, sin que los despachos recibidos den cuenta del resultado. Se sabe que despus llegaron los rebeldes a Zoquiac y Tulmeac, donde recogieron provisiones y elementos de las principales casas de comercio, encaminndose despus hacia Fierro de Toro, sobre la va de Cuernavaca; pero antes pasaron por Tlacotenco y cargaron con las autoridades de all, de quienes no se ha sabido ms. Los insurgentes, en grupos numerosos, se estn reconcentrando en los alrededores de la ciudad de Mxico, sembrando el pnico en los habitantes. Los despachos recibidos en Los Angeles, el 4 del actual (mes de mayo), dicen que se teme sea asaltada la ciudad de un momento a otro. La revolucin avanza, concluy el hermano menor de Ricardo Flores Magn.El 25 de mayo de 1911, el general Porfirio Daz renunci a la presidencia de la repblica y de inmediato huy del pas, escoltado por Victoriano Huerta hasta Veracruz. En su carta al Congreso, manifest que dimita porque ese pueblo que me proclam su caudillo ese pueblo, seores diputados, se ha insurreccionado en bandas milenarias armadas, manifestando que mi presencia en el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo, es causa de su insurreccin. Por su parte, los habitantes de la Villa de Milpa Alta se reunieron inmediatamente en la plaza para festejar el triunfo. Pero tropas del 10 y 14 Cuerpos Rurales atacaron a la multitud, resultando dos personas heridas de gravedad y varios nios golpeados. El argumento de ese grupo paramilitar, a cargo de la Secretara de Gobernacin, fue que ellos no permitan vivas a Madero, pues no reconocan otro gobierno que el de Porfirio Daz.

Ruptura de AyoxuxtlaLos acuerdos entre el maderismo y la dictadura, firmados en Ciudad Jurez, establecieron tres cosas: cese de hostilidades, desarme de los revolucionarios y reparacin de las lneas telegrficas y ferrocarrileras. Bajo ese pacto, Madero orden a los rebeldes de todo el pas entregar las armas. Los revolucionarios de Milpa Alta, inmediatamente despus del licenciamiento, fueron a comer a la tienda de don Leopoldo Romero y all fueron atacados por los Rurales, resultando heridos de gravedad el teniente rebelde Vicente Meza y su sargento Jos Ramrez. En ese tiempo, los gendarmes atacaron en repetidas ocasiones a los pobladores de Milpa Alta; hacia el mes de agosto, causaron dos muertos y varios heridos entre los miembros del club poltico La Voz del Pueblo.

Paralelamente, se preparaban las elecciones y las municipalidades de Milpa Alta, Tlalpan, Coyoacn y San Angel quedaron constituidas en el 11 distrito electoral del Distrito Federal. Xochimilco qued separado en otro fragmento de la estructura institucional, formando parte del 12 distrito, junto con Iztapalapa. Con anterioridad, Milpa Alta, Oztotepec y Atocpan haban sido municipalidades pertenecientes al partido, distrito o prefectura de Xochimilco.

En esas acciones militares y territoriales se aprecia la intencin de normalizar la situacin estratgica del poder: por un lado, los pueblos desarmados y fragmentados; por otro lado, el monopolio de la violencia restaurado en manos del Estado y la unidad de accin del poder rehabilitada, por medio de la reparacin de los ferrocarriles y los telgrafos. Durante el porfirismo, a pesar de su cercana con la capital de la repblica, Milpa Alta no tuvo la experiencia de modernizacin tecnolgica a gran escala que tuvieron otras poblaciones, municipalidades y distritos de la regin. Especialmente, qued al margen de la red de ferrocarriles y tranvas; tan solo en la proximidad de puntos como Topilejo, Xochimilco, Xico y Chalco. Adems, en aquella poca, exista una lnea de transporte por el canal de La Viga, desde el Lago de Xochimilco hasta las orillas de la ciudad de Mxico, que fue muy importante para el abastecimiento de mercados como el de Jamaica. Debido a esto, en aquellos das, los vecinos del lugar comisionaron al seor Jos Morn para gestionar, ante la Compaa de Trenes Elctricos, la construccin de un ramal de Xochimilco hasta la Villa de Milpa Alta. No hubo caso, los planes de inversin tuvieron otras prioridades y la propia situacin de guerra impuso otras direcciones a los gastos estratgicos. Por ejemplo, hacia Sonora durante el huertismo y hacia las rutas de mar, en el carrancismo. La municipalidad de Milpa Alta era una posicin de montaa, ubicada al sur del Distrito Federal, en una sierra de bosques y volcanes: el Teuhtli, San Bartolo, Ocusacayo, Tetzcacatl, Acopiaxco, Chichinauhtzin, Cuauhtzin y Tlloc (en orden ascendente desde 2,710 hasta 3,690 metros sobre el nivel del mar). Y, desde esta perspectiva, el territorio de Milpa Alta formaba parte de una red de caminos antiguos de gran importancia para las operaciones del Ejrcito Libertador. Por la lnea de Topilejo, la Cima, Fierro de Toro, Tres Maras, Coajomulco y Huitzilac ligaba con Cuernavaca; por la lnea de Tlalnepantla y Tlayacapan con la regin de Oacalco, Tepoztln, Yautepec y Cocoyoc; o por Juchitepec, Amecameca, Ozumba y Tepetlixpa con una zona muy amplia al pie del Popocatpetl: Ecatzingo, Tetela del volcn, Zacualpan de Amilpas, Tochimilco, Ocuituco, Yecapixtla y Cuautla, entre muchas otras posibilidades de rutas en la red. En conjunto, las condiciones de comunicacin y transporte, en ese territorio, eran ms favorables para las fuerzas guerrilleras zapatistas que para las fuerzas del Estado, pues estas se movilizaban por tren, principalmente. All, el efecto de superioridad tecnolgica disminua considerablemente, mientras que el conocimiento del terreno era crucial para el buen desempeo de una accin o un movimiento.El gobierno provisional de 1911 no consigui su objetivo de normalizar las relaciones de poder y se agudizaron los conflictos de las fuerzas armadas del Estado y los rebeldes surianos. En ese contexto, se produjo la masacre de tropas zapatistas en la plaza de toros de la ciudad de Puebla. Los revolucionarios haban improvisado all un campamento, pues asistieron a Puebla para dar una bienvenida triunfal a Francisco Madero. El rea del redondel se haba convertido en un verdadero mercado, que daba el aspecto de una feria... Nios, mujeres y ancianos, por centenares, se encontraban unos durmiendo y otros entonando canciones populares, escribi un testigo presencial, el doctor Guillermo Gaona Salazar. Por la noche, el 12 de julio, el ejrcito masacr a los zapatistas. El fuego de fusilera que, desde los prados del cuartel de San Javier, vomitaban las ametralladoras que colocaron en lugares estratgicos y los caonazos que a 150 metros escasos disparaban sobre la plaza de toros, hicieron pronto una gran mortandad. Teniendo en cuenta la tendencia de esos acontecimientos, es posible considerar que el ataque de los Cuerpos Rurales contra la poblacin civil de Milpa Alta, cuando se haba reunido en la plaza para festejar la cada de Porfirio Daz, no fue un hecho aislado o local. Fue el inicio de un gran enfrentamiento y la ruptura de la revolucin del sur y el maderismo.En Puebla, inmediatamente, Francisco Madero tom partido con el bando del ejrcito federal. En primer lugar, culp a las tropas zapatistas de haber provocado el ataque federal en la plaza de toros; segn el apstol, los zapatistas eran culpables de sus propios muertos y les orden que desalojaran la plaza de Puebla. En seguida, Madero visit el Cuartel del Carmen, donde se alojaban los federales. All pronunci una arenga cuyos principales conceptos fueron: que felicitaba al batalln por su lealtad y disciplina, encarecindole que obrara siempre as, pues era necesario fortalecer al gobierno. Que el coronel Aureliano Blanquet haba estado a la altura de su deber y que ese mismo da, por telgrafo, pedira al seor presidente de la Repblica su ascenso al grado inmediato. Ya como general, Aureliano Blanquet encabez el Batalln de la Muerte, incendi pueblos zapatistas y, tambin, ser el oficial del ejrcito que haga prisionero al presidente Madero, en Palacio Nacional, durante el golpe de Estado de Victoriano Huerta. Es usted un traidor!, le grit Madero en esa ocasin. Es usted mi prisionero!, le grito Blanquet, en el patio central de la sede del poder.

Despus de la masacre de la plaza de toros, cuando Madero supo que Emiliano Zapata se preparaba para atacar a Blanquet, le orden al jefe suriano que no hiciera ningn movimiento y le puso vigilancia especial. Segn documento del ministro Francisco Vzquez Gmez, en ese momento se dispusieron las fuerzas del gobierno para atacar a Zapata si ste, desobedeciendo a Madero, marchaba sobre Puebla. Vzquez Gmez escribi el siguiente telegrama al ministro de Gobernacin: Urge saber si Zapata no se ha movido para esta capital (Puebla), vigilando sus movimientos y dndome aviso; listos federales de confianza por si se ofrece movilizarlos repentinamente; urge orden de que entreguen al general (federal) Agustn del Pozo $ 20,000 hoy mismo; situacin seria. La situacin, en realidad, era ms que seria. Se estaba produciendo la gran bifurcacin de la revolucin mexicana, es decir, la ruptura del zapatismo y el maderismo. El 10 de agosto de 1911, las tropas de Victoriano Huerta invadieron el estado de Morelos, llevando en su Estado Mayor al agregado militar de la embajada de Estados Unidos. Cinco das despus, Aureliano Blanquet arrib a Cuernavaca con dos batallones del ejrcito, dos escuadrones de caballera, una seccin de artillera de montaa y otra seccin de ambulancia. Por esos das, la prensa de la capital comenz a llamar a Emiliano Zapata como Atila del Sur y se invocaba, con esto, la guerra de exterminio del imperio romano contra los pueblos insumisos. Los rebeldes del sur se replegaron a la Montaa de Guerrero, rehicieron sus fuerzas y, en poco tiempo, lanzaron una contraofensiva militar que lleg a amenazar la propia capital de la repblica. El 25 de octubre la prensa inform que los zapatistas tomaron Milpa Alta y que prendieron fuego a la prefectura. Pero esta vez, a diferencia de la ocupacin en la lucha contra Porfirio Daz, se trataba de una campaa militar extensa. Previamente, amagaron las fbricas de Atlixco y San Rafael, tomaron Tenango, Temamantla y Cocotetln, incendiaron varios puentes del ferrocarril interocenico e hicieron huir a las fuerzas del gobierno. Emiliano Zapata est a las puertas de la capital, tom Milpa Alta, los Rurales en fuga, crece la alarma, Topilejo en poder de las hordas que gritan Muera Madero, Viva Zapata, public El Imparcial en toda la primera plana. Por su parte, el diario El Pas estim que las fuerzas revolucionarias sumaban 3 mil hombres, las hordas capitaneadas por Emiliano Zapata saquearon e incendiaron Milpa Alta, Nativitas, San Gregorio Atlapulco y Santa Ana Tlacotenco. Todos estaban escandalizados por la hazaa militar, haban credo que Huerta estaba a punto de exterminar a los insurgentes y, sorpresivamente, estos amagaban la capital. Annibal ad portas!, exclam el diario El Tiempo, recordaba la historia de Roma para lanzar en seguida una pregunta a quema ropa: Por qu no se ha exterminado al zapatismo? La voluntad de matar era pblica y fue el tema central de la propaganda antizapatista. No se preguntaban por qu los pueblos del sur se haban rebelado, slo miraban con pavor la fuerza de la rebelin y reclamaban el exterminio. Las hordas de Zapata manifest ese peridico estn ah, a la vista del que suba a una azotea alta y provisto de un anteojo dirija sus miradas al sur. Rechazadas de Morelos, se internaron en Puebla y de ah, mediante una serie de habilsimos movimientos estratgicos, que hacen honor al que los orden, burlaron la vigilancia de las columnas enviadas en su busca y regresaron a Morelos, donde cometieron depredaciones sin cuento; entraron al valle por el Estado de Mxico, cortaron el ferrocarril Interocenico e, inopinadamente, invadieron el Distrito Federal, saquearon Milpa Alta y otros pueblos, amenazaron Xochimilco y acaso Tlalpan.

Una cosa era evidente, la fuerza del zapatismo no radicaba en el poder del dinero sino en el apoyo de los pueblos del sur. Desde entonces, fue patente el apoyo de los pueblos de Milpa Alta al Ejrcito Libertador y su general en jefe, Emiliano Zapata. Por eso, al mismo tiempo, la prensa de la capital intensific su campaa para denigrar al zapatismo. Pero en esa labor, contra su voluntad, los peridicos hacan ver la fuerza que haba cobrado la rebelin. The Mexican Herald, por ejemplo, seal que los zapatistas haban tomado 40 pueblos, durante esa operacin en el sur del Distrito Federal. Por su parte, el general Jos Gonzlez Salas, secretario de Guerra, inform en la Cmara de Diputados: Parece que al entrar a Milpa Alta las huestes zapatistas fueron engrosadas por los indios de toda esa regin, pues aquellos sumaban en un principio 500 hombres y ahora cuentan con muchos mayores elementos El zapatismo se ha extendido hasta el estado de Oaxaca.

Al mismo tiempo que la rebelin se propagaba, sin embargo, comenz a dibujarse la tragedia que de la guerra de exterminio emprendida contra los pueblos del sur, mayoritariamente indgenas, y el Ejrcito Libertador. En aquella ocasin, el general Gonzlez Salas dijo que buena prueba de que la gente de Milpa Alta se haba sumado a los zapatistas era que todos los muertos registrados en la refriega con las tropas resultaron ser vecinos de Milpa Alta y sus cercanas. Luego se supo que el general Federico Morales lugarteniente de Ambrosio Figueroa, el jefe maderista de Guerrero tuvo participacin directa en los ataques contra la poblacin civil. El asesino Federico Morales aprehendi a muchos inocentes que haban huido a los cerros para escaparse de los desmanes de los pintos que allanaron todas las casas, dizque con el pretexto de buscar zapatistas o recoger las armas, y fusil a tres comerciantes de Milpa Alta y Huitzilac, public el Diario del Hogar. Nunca se lamentar lo bastante el nombramiento de Ambrosio Figueroa, como gobernador de Morelos, aadi.

Cuando Francisco Madero, finalmente, asumi la presidencia de la repblica a principios de noviembre de ese ao, la primera medida de su gobierno fue emprender campaa militar contra los rebeldes surianos y la primera accin de esa campaa fue tratar de asesinar a Emiliano Zapata, en Villa de Ayala. En aquella ocasin, el 13 de noviembre de 1911, mientras Zapata y Otilio Montao trataban de llegar a un acuerdo de paz con un negociador del gobierno, se form el cerco sobre Villa de Ayala. El general Arnoldo Casso Lpez avanz desde Cuautla; parte del 11 regimiento se coloc en la hacienda de Coahuixtla; una fraccin del 34 batalln con artillera cubri desde ese punto hasta la barranca del Cuatro; otra parte del mismo grupo, con tropas del 9 regimiento y falanges rurales de Gobernacin cubrieron el lado oriente y sur, colocando sus fuerzas en Tenextepango y Chinameca. Complet el dispositivo, con apoyo del 9 regimiento, el figueroista Federico Morales, quien esper emboscado a que Zapata saliera por el rumbo de Moyotepec. El combate inici a las tres de la tarde y continu hasta el anochecer, cuando Zapata pudo escapar de la trampa.

En seguida, el general en jefe convoc a los mandos del Ejrcito Libertador a una reunin en Ayoxuxtla, Puebla. A finales de noviembre de 1911, ocho generales y 26 coroneles del Ejrcito Libertador promulgan el Plan de Ayala y declaran la guerra al gobierno de Madero. Con esa ruptura termin un ciclo revolucionario y acab de nacer el zapatismo. Sus principales rasgos estaban trazados. El Ejrcito Libertador ya era una fuerza popular organizada en forma autnoma, con una capacidad militar considerable, unidad y fuerza moral, independencia poltica, un liderazgo radical y su propia bandera de lucha, el Plan de Ayala.

Declaramos al susodicho Francisco I. Madero, inepto para realizar las promesas de la Revolucin de que fue autor, por haber traicionado los principios con los cuales burl la voluntad del pueblo y pudo escalar el poder; incapaz para gobernar por no tener ningn respeto a la ley y a la justicia de los pueblos, y traidor a la patria por estar a sangre y fuego humillando a los mexicanos que desean libertades, a fin de complacer a los cientficos, hacendados y caciques que nos esclavizan y desde hoy comenzamos a continuar la revolucin principiada por l, hasta conseguir el derrocamiento de los poderes dictatoriales que existen.

Plan de Ayala.

Guerra de ExterminioLa guerra se volvi extremadamente cruenta, desde que el gobierno maderista decidi suspender las garantas constitucionales en territorio zapatista y emprendi el incendio de poblados. El primer caso fue reportado por Leopoldo Zea, en los siguientes trminos. Al iniciarse la refriega, los zapatistas se atrincheraron en los cerros y en los tecorrales, fuera del pueblo de Ahuacatitln, al norte de Cuernavaca. Desde sus posiciones resistieron el ataque de artillera. El tiroteo haba terminado, cuando repentinamente se levant una densa nube de humo y luego inmensas llamas. Las fuerzas del gobierno haban prendido fuego a las casas. Las mujeres, nios y ancianos de la poblacin salieron de sus hogares lanzando gritos de sufrimiento e ira. En ese momento, los combatientes zapatistas abandonaron sus trincheras y avanzaron hacia su pueblo. En sus rostros se pintaba la rabia, la desesperacin y la venganza... El incendio volva a los rebeldes ciegos y desesperados. Mostrronse valientes como nunca bajo nutrida fusilera, sembrando el camino de cadveres, cuando descendan para llegar al pueblo buscando sus hogares que desaparecan.

Durante el primer semestre de 1912, hubo varios enfrentamientos de zapatistas y fuerzas del gobierno en Milpa Alta. En Xicomulco, la gendarmera montada recogi una bandera tricolor con un guila al centro, una caja conteniendo bombas de dinamita, 23 carabinas viejas, tres Mauser, una mula hateada, varias monturas y dos ayates a las tropas de Joaqun Miranda (hijo). A raz de esos choques, el gobierno apuntal sus posiciones all y en Xochimilco. Adems, se plante la idea de fortificar y artillar el Cerro de la Estrella, ante la posibilidad de que las hordas del Atila trataran de venir a trastornar la tranquilidad de la ciudad, public el peridico oficial del maderismo Nueva Era. Emiliano Zapata tena presente el problema que significaba el crecimiento y la emergencia de nuevos jefes militares. Haba que lograr que el levantamiento se extendiera y observar el desempeo prctico que mostraran esos jefes, antes de otorgarles un reconocimiento dentro del Ejrcito Libertador. En esta cuestin, propia de las fases de ascenso revolucionario, Zapata se orient con una poltica cautelosa.

Acerca del asunto del seor Joaqun Miranda, dganle a este seor que l puede trabajar en el rumbo que pretende y que una vez que veamos sus trabajos ya se ver si entramos en arreglos. [En otra nota del mismo da] Confirmo mi carta anterior y por la presente les participo que acabo de leer un peridico de fecha 15 y veo que Joaqun Miranda ya est trabajando en los contornos del Distrito Federal, as es que ser bueno ver su comportamiento para entrar en combinacin con l.

El general Emiliano Zapata.

Poco despus el gobierno realiz varias aprehensiones de civiles, bajo la acusacin de apoyar a los zapatistas con informacin acerca de los movimientos de las fuerzas federales y con provisiones. El mismo diario anunci que fueron detenidos en Zoquiac, municipalidad de Milpa Alta: Cleta Jimnez, Mara Gil, Julia Flores, Amalia Flores y Pascuala Bentez; as como Francisco Vilches, Diego Garca, Dolores Tllez, Antonio Garca y Cipriano Avila. Se les recogieron 3 escopetas, tres cuernos con plvora, una bolsa con municiones y otros objetos. Fueron remitidos a la crcel general y puestos a disposicin del juez segundo de distrito. El rgano maderista proclam lo siguiente: Las aprehensiones de los ms humildes simpatizadores del zapatismo no son sino los preliminares para eliminar de nuestro orden social a verdaderos criminales intelectuales o poderosos por su dinero. La sanidad de la patria lo requiere as. Tal era el primer argumento racista de la guerra que hizo ese gobierno contra la gente humilde: la eliminacin de los rebeldes fue tomada como una tarea biolgica, es decir como un asunto de sanidad. En las pginas del peridico maderista, Rafael Martnez (a) Rip-Rip fue uno de los principales promotores de la guerra de exterminio contra los zapatistas y los pueblos del sur. Bajo el mismo principio racista exterminio social como si fuese un asunto biolgico Rip-Rip escribi en esos das: Para quienes de un imposible hacen la causa de su rebelin y la llevan hasta asolar toda una zona, usando de horrendos actos slo propios de canbales, y declaran que no transigirn con la razn, no hay otro procedimiento que el exterminio, como no hay para la salvacin de un enfermo, cuando una parte de su organismo est gangrenada, otro remedio que la separacin de la carne putrefacta en defensa de la vida que reclama la parte sana. Todas las personas sensatas que conocen las hazaas del zapatismo, tienen a ste como sinnimo de salvajismo, reprobndolo y detestndolo, por ms que Zapata haya querido aparecer como apstol del socialismo agrario... En breve plazo ser posible hacer una campaa tremenda al zapatismo, hasta aniquilarlo sin piedad.

Haba una especie de pudor democrtico o cobarda en esos propagandistas de la contrainsurgencia. No les era dado decir como Porfirio Daz, simplemente, Mtalos en caliente! Tenan primero que despojar a los zapatistas de su condicin humana, convirtindolos en gangrena. Hecha la metamorfosis imaginaria, podan aniquilar sin piedad y separar la carne putrefacta sin perder algo muy importante para la hegemona moderna: la figura de humanista. El publicista de esas nuevas costumbres, nuevos ideales y nueva raza lema del diario Nueva Era fue candidato a diputado y, durante su campaa, revel que haba estudiado piedad en el Seminario Conciliar dirigido por el obispo Joaqun Arcadio Pagaza.

Y cuando los heran quin los atenda, traan mdicos? Traan mdicos, los generales, s.

Recuerda usted el nombre del mdico? Pues noms uno traa un mdico de Milpa Alta. Ya no me acuerdo el nombre. Otro mdico era de aqu de la fbrica de San Rafael, del que noms me acuerdo su apellido. Se apellidaba Daz, su esposa se llamaba Pacecita.

Iban con las tropas ellos, los doctores? S, con las tropas, atendiendo a los heridos y todo. Dentro del ejrcito traamos bandas de msica.Dgame una cosa, traan sacerdote? No, sacerdote no. Eso s, traamos en nuestro sombrero de petate, siempre, nuestra estampita de la Virgen de Guadalupe. Fue la que, ora s, la que nos salvaba en donde quiera Luego, ya traamos ropa de los mismos soldados que mataba uno. Porque no es vergenza decirlo, matamos. Porque, luego, nos pregunt uno, que si no haba llevado la cuenta cuntos haba matado. Hombre! si no soy reportero de la prensa. Pues, va uno defendindose, cmo va uno a llevar la cuenta de cuntos mata uno?Teniente coronel de caballera Simn Romn Alcal, Ejrcito Libertador.

A la semana siguiente de las detenciones en Zoquiac, una gruesa partida de 400 zapatistas tom Oztotepec. La guarnicin de polica montada abandon la plaza y se refugi en la cabecera municipal. El gobernador del Distrito Federal, Federico Gonzlez Garza, envi tropas de refuerzo de la gendarmera montada, el 1er. Batalln de Seguridad Pblica y ametralladoras; asimismo, orden que la guarnicin de Xochimilco apoyara las acciones contra los zapatistas. En Oztotepec, Milpa Alta y Xochimilco hubo gran alarma, segn otro diario capitalino, y tambin se inform de la detencin de ocho campesinos, a los que se consider como sospechosos de apoyar a los rebeldes, porque llevaban 40 borregos. Las intervenciones de la gendarmera y la prensa eran convergentes. Ayer en la noche grande alarma se dej sentir en toda la ciudad de Mxico, porque de boca en boca corra la especie de que las hordas del Atila del Sur estaban a las puertas de la capital de la Repblica, public Nueva Era.

A mediados de julio se inform que Joaqun Miranda haba sido aprehendido en Juchitepec. Inmediatamente despus, segn fuentes de prensa, varios jefes zapatistas advirtieron al juez Nagore que deba de apegarse a la justicia y la ley, en el juicio de Miranda. Habran suscrito esa misiva: Francisco Mendoza, Jess Morales, Felipe Neri, Bartolo Jurez, Rosalino Zapata, Higinio Tapia y Joaqun Padilla, entre otros jefes zapatistas. Pero, poco despus, tambin se publicaron declaraciones de Joaqun Miranda en el sentido de que ya se haba retirado de la rebelin; que haba ido a Oztotepec para atender sus intereses y fue hecho prisionero no en Juchitepec sino en Otlayuca, Morelos, en el lmite con Milpa Alta, donde mataron a su asistente quien trat de huir. En ese rumbo, al norte de Tepoztln, operaba su hermano Alfonso Miranda.Los peridicos intensificaron la campaa antizapatista y comenzaron a publicar versiones fantasiosas, como si fueran noticias. Se dijo que las calles denunciaban a los zapatistas y que por eso se orden el arresto del seor Alejandro Ros, en Milpa Alta. Segn el ingenio policial que imperaba en la mesa de redaccin de cuentos del citado diario un gendarme, curioso por dems, se entretena en observar cmo eran arrastrados por el viento insignificantes papelillos, en las calles de Milpa Alta. Fij su mirada en uno, por su limpieza y por llevar escritos algunos caracteres. Lo que deca ese papelillo es que el seor Alejandro Ros era un zapatista recalcitrante y que viajaba frecuentemente a Morelos para recibir rdenes o para brindar informacin a los rebeldes. La firma del autor haba desaparecido en el enigmtico y pulcro papelillo aclar el peridico Nueva Era pero las fuerzas del nuevo orden no titubearon. Alejandro Ros fue encarcelado. Ese da, el mismo diario public otra nota, igualmente sobrenatural y sin firma. Segn el rgano oficial del maderismo fundado por Gustavo A. Madero y dirigido sucesivamente por Serapio Rendn, Juan Snchez Azcona y Querido Moheno en la misma zona, al sur del Distrito Federal, apareci un Cristo antizapatista y los indgenas de la regin esperan pronto un milagro. El racismo de la Nueva Era, esta vez, estar orientado en contra de la mujer indgena. El peridico de los nuevos ideales ahora hizo una composicin ms compleja, con empleo de recursos de los relatos de apariciones. Dijo as: Cerca del pintoresco espejo lacustre de Xochimilco, en los rsticos lugares de las vecindades de San Lucas, existe el pueblecillo de Xochimanca En una barranca, desde tiempo inmemorial, presta refugio un soberbio peasco a los viandantes que, rendidos de cansancio, van a tomar un reposo en su banco de piedra por algunos minutos. Nadie hubiera imaginado que sobre aquella piedra grabara un da la mano del misterio, acaso de un ngel pintor, la sagrada imagen del Cristo crucificado... Sucedi que una maana algunos muchachos, almas cndidas y como corderillos sin mancha, quedronse pasmados al ver en la piedra a Cristo en la cruz. Corrironse mucho de lo visto y dando voces furonse a sus padres a contarles lo inaudito de la aparicin. Y el hecho est all comprobado por la vista de todos, segn las relaciones de los devotos. Cristo, coronado de espinas y vctima de la crucifixin, llena de asombro a los fieles de la iglesia parroquial citada. La extraa historia ha llegado a las chinampas. Las indias semicivilizadas de los canales se santiguan fervorosamente: Cristo nos proteja! Por fin vamos a tener resguardo contra la gentuza de Zapata. Al final, todo era falso; hoy se dice choro pero entonces era venado, otros usaban canard para no tener que decir patraa. Los nios inmaculados y cndidos, corderillos angelicales que difundieron la noticia tambin pintaron la imagen, explic el peridico. Pero la idea de fondo, en el relato antizapatista, se refrendaba: el Cristo viene a salvar a Xochimilco. La eficacia retrica del relato es notable, por ejemplo, al emplear la redundancia para constituir la centralidad del salvador: Cristo crucificado, Cristo en la cruz, Cristo y la crucifixin. De esa premisa, con extraordinaria aceptabilidad durante dos milenios, el argumento toma fuerza y la transfiere a la conclusin: por fin vamos a tener resguardo contra la gentuza de Zapata. La operacin retrica consista en utilizar el fervor religioso y modificarlo con propsitos antizapatistas. Slo que puesto que una narracin cargada de smbolos ofrece diversas posibilidades de interpretacin ese relato significaba tambin confesar la impotencia del gobierno. Ante la fuerza creciente de la revolucin del sur slo quedaba, en el relato implcito, invocar la participacin de poderes superiores, no terrenales, en el bando del gobierno. Tal conducta poltica era coherente con la aficin de invocar a los espritus, que tuvo Madero. Asimismo, lo que ms enardeci a la burguesa y al embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, fue la impotencia que mostraba ese gobierno para acabar con la situacin revolucionaria. Por lo mismo, tambin fue coherente que poco despus, durante el golpe militar que derroc y asesin a Madero, el general Victoriano Huerta se presentara como salvador del Estado. Hubo varios tipos de elaboraciones semitico discursivas para denigrar al zapatismo: caricatura, corridos, teatro, rumores, calaveras, noticias, etctera. En Nueva Era aparecieron narraciones que, por su nivel de sofisticacin, en la actualidad bien podran ser consideradas dentro del tipo de campaas propagandsticas conocidas como operaciones psicolgicas de contrainsurgencia. Es decir, la utilizacin de recursos discursivos acerca del peligro biolgico, demonaco y criminal para constituir el objeto que ser sometido a genocidio: la poblacin civil del sur de Mxico y el Ejrcito Libertador. Nada nos importa que la prensa mercenaria nos llame bandidos y nos colme de oprobios; igual pas con Madero cuando se le crey revolucionario pero, apenas se puso al lado de los poderosos y al servicio de sus intereses, han dejado de llamarle bandido para elogiarlo. Fuimos prudentes hasta lo increble en Chinameca, el da 1 de septiembre ltimo, se me tendi torpe celada por los colorados de Federico Morales con ste a la cabeza de acuerdo con el administrador y, por ltimo, en la Villa (de Ayala) mientras estbamos en conferencia de paz con Robles Domnguez enviado por Madero

A esto se le llama revolucin triunfante? Yo, como no soy poltico, no entiendo de esos triunfos a medias, de esos triunfos en que los derrotados son los que ganan.. Yo estoy resuelto a luchar contra todo y contra todos, sin ms baluarte que la confianza, el cario y el apoyo de mi pueblo. As hgalo saber a todos. Y a don Gustavo (Madero) dgale, en contestacin a lo que de m opin, que a Emiliano Zapata no se le compra con oro. A los compaeros que estn presos, vctimas de la ingratitud de Madero, dgales que no tengan cuidado, que todava aqu hay hombres que tienen vergenza y que no pierdo la esperanza de ir a ponerlos en libertad.General Emiliano Zapata.

Ofensiva zapatistaDesde el comienzo, las operaciones zapatistas se orientaron a atacar la capital del pas. En 1912, a nueve meses de que fuera proclamado en Plan de Ayala se realiz el primer intento. El plan consisti en combinar la intervencin de fuerzas que operaran desde el interior de la ciudad con las que atacaran desde afuera. Con anticipacin, una parte de las tropas revolucionarias deba infiltrarse discretamente en la ciudad de Mxico; estableciendo bases, principalmente, en las colonias Santa Julia y La Bolsa. Desde all, el da preciso, los rebeldes tenan que movilizarse al zcalo, mezclados con la multitud, y a las once de la noche iniciar el ataque sorpresivamente, abriendo fuego sobre el Palacio Nacional. La idea era que, en cuanto el presidente Madero saliera al balcn, se iniciara el ataque en la plaza, en tanto que otros 1,000 hombres al mando del general Antonio de la Serna ingresaran a la capital por el norte; 1,000 efectivos ms al mando del general Alfonso Miranda atacaran por el sur. Adicionalmente, deban participar las fuerzas provenientes de Guanajuato a cargo de Simn Beltrn y desde Morelos se movilizaran las tropas al mando de Genovevo de la O, Francisco Pacheco, Amador Salazar; probablemente, tambin las fuerzas de Francisco Mendoza, Jos Trinidad Ruiz y Jess El Tuerto Morales se desplazaran por el rumbo de Chalco. Era el momento de jalar de la red, para producir una movilizacin desde diversos puntos, en direccin concntrica, sobre la capital de la repblica. Y all tenan una importancia especial las posiciones de montaa de los pueblos de Milpa Alta, como base de apoyo para la incursin de las tropas al mando de Alfonso Miranda. El plan zapatista se puso en marcha y, durante el mes de agosto, tropas rebeldes lograron infiltrarse en la ciudad. Sin embargo, las fuerzas infiltrantes de la rebelin fueron infiltradas por la polica, en el control de la compra venta de armas y municiones. En este punto se produjo el vuelco de la relacin entre las fuerzas; el secreto que inicialmente estaba del lado zapatista pas al lado de la polica. As, mientras la guerrilla operaba en la zona de Texcoco y Chapingo para obtener recursos econmicos para apoyar el plan, la polica trabajaba sobre informacin. Por esto, el aparato policiaco militar pudo definir el espacio-tiempo del enfrentamiento, que ya no sera en el zcalo de la capital, a las once de la noche del 15 de septiembre, sino que fue dos semanas antes en el poblado de San Jernimo, al norte de la ciudad. All, las fuerzas del gobierno asaltaron una casa y capturaron a los jefes zapatistas encargados del apertrechamiento, los torturaron en la metrpoli, los fusilaron en Chalco y el plan fue desbaratado.

En septiembre de ese ao, luego de los fusilamientos de Chalco, el Ejrcito Libertador orden a sus fuerzas emprender una fuerte campaa de sabotaje a los ferrocarriles, tambin decret suspender garantas y asign misiones a las tropas guerrilleras que surgieron en Oztotepec, Milpa Alta. El texto y las acciones rebeldes, en la ltima etapa del gobierno de Madero, manifiestan el nivel que haba alcanzado el enfrentamiento armado. Circular 250

Los trenes de pasajeros sern detenidos lleven o no escolta, pues en el primer caso ser tenazmente atacado el tren hasta ser aniquilada la tropa del gobierno; los pasajeros desocuparn los vagones, evitando molestar a los pasajeros los que quedarn en absoluta libertad; ser decomisado el cargamento de mercancas u otros valores que conduzca el tren pues segn la ley de suspensin de garantas, este cargamento se considera como botn de guerra, el cual cargamento en todos los casos ser repartido por partes iguales entre los soldados; siendo despus destruido e incendiado todo el tren... procurando amonestar a todos los empleados del tren, de ser penados conforme a la ley de suspensin de garantas, si continan prestando sus servicios en los referidos trenes. Los trenes de carga y los militares sern igualmente destruidos e incendiados... y siempre que est usted en aptitud de hacerlo, procure destruir e incendiar puentes y estaciones de ferrocarril, asimismo destruir telgrafos y telfonos.

Ya he comunicado a los jefes Francisco Pacheco, Alfonso y Joaqun Miranda, que de la misma manera ataquen a los trenes que trafican por los ferrocarriles de Tenango del Valle, Central y Nacional que salen de la ciudad de Mxico al norte de la Repblica.

El general en jefe Emiliano Zapata.

En esos das, Regeneracin inform de choques armados con la gendarmera montada, realizados por los rebeldes zapatistas entre Milpa Alta y Tecmitl. Ms adelante, en la primera quincena de enero de 1913, Milpa Alta volvi a ser noticia de primera plana en los diarios, debido a que el Ejrcito Libertador emprendi fuertes acciones en la zona. La toma de Milpa Alta inici una ola de pnico y rpidos movimientos de las fuerzas del gobierno. Pero la accin rebelde que caus mayor revuelo en aquellos das fue la toma de Ayotzingo, a 10 kilmetros de Milpa Alta y a cuatro de Chalco. Esta ltima plaza, estaba considerada como llave de la capital, por el sur, porque posibilitaba la cada en serie de Xochimilco, Tlhuac y Tulyehualco. El asalto sobre Ayotzingo se consider como una seria amenaza, tambin, por la fuerza que mostraron los atacantes zapatistas y el amplio despliegue que se report desde Juchitepec, Tenango, Tetelco, Tlayacapan y Totolapan.

A las cinco de la maana del jueves 9 de enero de 1913, tres columnas rebeldes iniciaron el ataque. No contaron con el factor sorpresa ya que haban sido avistados la noche anterior y los federales se hallaban parapetados en el templo y el palacio municipal. Desde que los zapatistas ocuparon las primeras casas del pueblo, echaron mano al morral de dinamita. A las nueve de la maana tomaron la plaza y dispusieron la defensa en una lnea de tres kilmetros. La fuerza abrumadora de los rebeldes se calcul en mil combatientes. Un contingente de 200 voluntarios que iba de Xico, para apoyar a los federales, cay en una emboscada y fue aniquilado. Cundi el pnico en Xochimilco, los tranvas fueron insuficientes para trasladar a la gente que hua.

Para recuperar Ayotzingo, se movilizaron tambin los destacamentos de la regin de Chalco, del Moral, Tenango, Atlazalpan y Juchitepec. La lucha dur ms de diez horas y de la capital salieron fuerzas del 1er. regimiento de caballera, el 24 batalln y una seccin de artillera en un tren militar especial; adems de cien efectivos de la gendarmera montada. Pero llegaron cuando los zapatistas se haban retirado ya. En total, concurrieron 800 efectivos del gobierno, entre federales, rurales, gendarmes y voluntarios (grupos paramilitares).

Poco despus, se produjo el golpe de Estado militar que derroc a Madero. Este movimiento contrarrevolucionario tuvo el apoyo del gobierno de Estados Unidos, con intervencin directa del embajador Henry Lane Wilson y barcos de guerra que amenazaron al puerto de Veracruz. El golpe, tambin, tuvo el apoyo de los diputados que, siendo mayoritariamente maderistas, votaron a favor de legalizar la accin ilegal de Victoriano Huerta y lo ungieron como presidente de la repblica. Para los zapatistas dada la lnea ascendente de las fuerzas revolucionarias el golpe de Estado huertista usurp el triunfo a la revolucin.Nosotros queramos la libertad, como nos haba dicho cuando vino el jefe Miliano, porque vino el jefe Miliano a vernos una vez aqu a San Bartolo (Xicomulco).

Y usted lleg a hablar con l? S, ya era yo capitn.

De qu trat usted con l? Ah!, a nosotros nos pregunt, que si por voluntad nos dimos de alta o por la fuerza. Nosotros respondimos que por voluntad, para ayudarle a usted. Dice, bueno, pues yo vengo peleando esto.

Qu era lo que les dijo que vena peleando? Las tierras y libertad, y sacar todo cuanto gringo que haba, era su intencin de l, sacar todo cuanto gringo que haba...

Y cmo era Zapata personalmente, usted cmo lo vio? Pues joven todava, a lo menos tena como 36 aos, joven todava.

Enrgico? No, no... mmh, si casi bueno.

Cmo vesta? Pues por lo regular nunca visti de buen traje, ms que una blusa de dril y un chalequito as, zapatos charros y pantaln charro, un sombrero grande, eso es lo nico.

Montaba a caballo? No pues s, a caballo.

Qu tal montaba? No pues era el mejor.

Capitn Severiano Castillo, Acalpixca, Ejrcito Libertador.

Cdigos de la ResistenciaLa primera ofensiva de la dictadura huertista, en contra de la revolucin del sur, fue ejecutada por agentes que recorrieron las zonas zapatistas con ofrecimientos de dinero y privilegios para los jefes rebeldes que depusieran las armas. Asimismo, de todos los rumbos llegaron informes de tales maniobras al Cuartel General de Zapata. El general Francisco Mendoza, uno de los jefes del Ejrcito Libertador en Puebla, inform a la jefatura que el agente del ministerio de Gobernacin Jacobo Ramos Martnez haba enviado un mensaje: en pocos momentos pueden las cosas quedar arregladas en trminos verdaderamente convenientes para todos... tengo cosas muy importantes y benficas para usted. Y, al mismo tiempo, una comisin de informacin zapatista que viaj a la ciudad de Mxico report que el propsito del gobierno, adems, era asesinar a Zapata.Sorprendieron determinadas conversaciones muy privadas que sostenan altos personajes que pertenecen al gobierno del general Huerta, que decan: Se va a mandar una comisin a Morelos para que conferencie con Zapata, a fin de solucionar el asunto de la paz en el sur. La comisin lleva instrucciones de concederle lo que pida y har lo que est de su parte para convencerlo de que debe rendirse, y una vez que se le someta al orden por hbiles medios polticos, concedindole lo que pida, de manera que tome confianza tal, que se nos presente la oportunidad de asesinarlo, pues si esto se consigue la paz ser duradera por todos conceptos.

Benjamn Maturano, Ejrcito Libertador.

Los insurrectos tomaron medidas; en primer lugar, aprehendieron a los comisionados y los sometieron a consejo de guerra. Se sabe que Simn Beltrn e Ismael Morales, Pascual Orozco (padre) y Emilio Mazari fueron fusilados; que algunos acusados lograron escapar y otros fueron puestos en libertad. Pero, tambin, hubo defecciones en las filas rebeldes. La ms notable fue la rendicin del general Pascual Orozco (hijo), en Chihuahua, quien fue reconocido en el Plan de Ayala como lder nacional del movimiento contra el gobierno de Madero.Por otro lado, en el sur, la defeccin ms publicitada fue la de Joaqun Miranda (padre) y sus hijos. A las dos semanas del golpe de Estado, la prensa anunci que Joaqun Miranda y su hijo Alfonso estaban en camino hacia la capital del pas, junto con Gustavo Fuentes, quien explic, tranquilamente: pero no para rendirse, sino para ponerse a las rdenes del gobierno. Es decir, no slo anunciaban su propia sumisin sino que tambin que buscaran el sometimiento de otros jefes surianos. Joaqun Miranda (padre) asegur que la mayor parte de los jefes rebeldes han mostrado deseos de someterse. El corresponsal, por su parte, aadi entusiasmado: hubo una manifestacin monstruo por la paz frente al hotel donde se hizo el arreglo de sumisin, en Tenango del Valle, Estado de Mxico. Y el gestor de esta defeccin fue Joaqun Miranda (hijo) quien, como se recordar, fue teniente de artillera del ejrcito federal. A los dos das, el secretario de Gobernacin de la dictadura viaj a Toluca para felicitarlos y les prometi que procurara satisfacer sus justas pretensiones, sin explicar en qu consistan. Los rendidos vitorearon al gobierno, observ el reportero. Al da siguiente, El Imparcial public en primera plana y con fotografa el triunfo logrado por la dictadura, bajo el ttulo: Miranda y sus hijos son desde ayer auxiliares fervientes de la paz.

Un ao despus, Joaqun Miranda (padre) y su hijo, el teniente de artillera, viajaron a Morelos para exponer las ofertas de la dictadura al general Genovevo de la O. ste los arrest y los remiti al Cuartel General del Sur, donde se form un Consejo de Guerra que los conden a muerte. Fueron fusilados en Tlaltizapn, el 8 de mayo de 1914.

El jefe de la revolucin, Emiliano Zapata y el general Otilio E. Montao, en representacin de la revolucin del sur y centro de la repblica, resolvieron, para conocimiento del pueblo mexicano, compaeros de armas de toda la repblica y para conocimiento del gobierno ilegtimo del general Victoriano Huerta, manifestar lo siguiente:

Que son y sern fieles a la bandera que han jurado, que no estn dispuestos a desligarse del evangelio de redencin cristalizado en el Plan de Ayala;

Que son incapaces de hacer traicin a la causa del pueblo que han defendido, para hacer causa comn con la tirana y los traidores a nuestras instituciones;

Que si algunos malos mexicanos han violado los principios juramentados, sugestionados por vanas promesas y los treinta dineros de Pretorio, nosotros no queremos paz de esclavos ni paz de sepulcro que nos brindan incondicionales y cientficos; nosotros queremos la paz basada en la libertad, en la reforma poltica y agraria prometida por nuestro credo poltico;

Somos incapaces de traficar con la sangre de nuestros hermanos y no queremos que las osamentas de las vctimas nos sirvan de peldaos para ocupar puestos pblicos, prebendas o canonjas;

Sobre nuestra conciencia de libertarios est el cumplimiento de las promesas por las cuales nuestros compaeros arrostraron los sacrificios y la muerte.

Generales Emiliano Zapata y Otilio Montao, Ejrcito Libertador.

Desde que proclamaron el Plan de Ayala, los insurgentes del Ejrcito Libertador expresaron pblicamente cules eran los principales cdigos de conducta en la revolucin del sur: vencer o morir, vencer y cumplir. Esto significaba cumplir o morir, jams traficar con la sangre de los cados en la lucha. No hemos tomado en nuestras manos la bandera revolucionaria para tener la triste solucin de acaparar puestos pblicos ni de medrar a costa de tantas vctimas y mrtires, explic el general en jefe Emiliano Zapata. Nuestro objeto, me he cansado de repetirlo, est marcado con resplandores de luz meridiana en el Plan de Ayala. Por su parte, Jos Alarcn Casales capitn 1 zapatista, originario de Tlaquiltenango, expres: era una causa sagrada, la causa justa del pueblo era que haba que darle a Mxico lo que a Mxico le haban arrebatado. Igualmente, don Macedonio Garca Ocampo originario de Juchitepec record que, en Ayoxuxtla, cuando se promulg el Plan de Ayala, los zapatistas hicieron una ceremonia para jurar en forma solemne defender la causa justa.Ah entonaron los pobres el Himno Nacional. Y luego, el general Zapata se puso en el pabelln (junto a la bandera) y un civil de traje, no recuerdo su nombre, tena as el lienzo y todos nosotros tenamos que pasar a jurar hasta vencer o morir. S, como yo que era joven, dije yo:

Juro por mi honor y el honor de mis padres defender la causa hasta vencer o morir!

Y los que eran casados decan:

Juro por mi honor y el amor de mis hijos defender la causa hasta vencer o morir!

Teniente de caballera Macedonio Garca Ocampo, Ejrcito Libertador.

Expansin zapatistaEn el bando contrario tambin hubo cdigos compartidos y conductas reiteradas. Los gobiernos de Madero y Huerta primero trataron de sobornar a Zapata; luego, ante el fracaso, buscaron eliminarlo. En ambos casos, el primer movimiento iba dirigido a la cabeza de la revolucin del sur. Fallaron en eso y, en seguida, ejecutaron un segundo movimiento dirigido, esta vez, al cuerpo. A pesar de las diferencias notables en otros aspectos, militarmente, ambos gobiernos atacaron a los pueblos, raz y razn de la revolucin del sur. El 9 de mayo de 1913, el jefe de operaciones, general Juvencio Robles, anunci que desde ese da comenzaba la verdadera guerra. El objetivo fue el completo exterminio de las hordas zapatistas y su principal medio no la separacin moral de la direccin rebelde y su base, sino la separacin fsica; no el recurso poltico de la sumisin, sino el procedimiento militar de reconcentrar a la poblacin e incendiar los pueblos.

Pronto, la dictadura embisti contra los pueblos del sur del Distrito Federal. El 19 de junio de ese ao, El Imparcial inform que Oztotepec haba sido incendiado y convertido en escombros. El pueblo de San Pablo Oztotepec explic el diario oficialista era un pueblo en donde dominaba la simpata hacia el zapatismo, simpata que en todas las oportunidades haba quedado de manifiesto. Aadi que, cuando las fuerzas del gobierno sometan al pueblo, los vecinos externaban la animadversin que tenan por la gente del orden. El ejrcito huertista, al mando de un mayor de apellido Noriega, ejecut la accin. Por su lado, con grandes titulares y cinismo, El Imparcial puli la operacin militar: atribuy a los zapatistas el incendio y la destruccin del pueblo zapatista. El secretario de Guerra de la dictadura, Aureliano Blanquet, envi otra columna del ejrcito con seccin de artillera de campo y batera de ametralladoras para tomar Atlapulco.

Las acciones militares contra la poblacin civil, no se ocultaban sino que se publicitaron pues el objetivo de la dictadura fue aterrorizar a la gente. Un ejemplo de eso puede observarse en la noticia del fusilamiento del seor N. Cruz (sic), en la Villa de Milpa Alta. Fue capturado con una carabina Winchester y dos cananas, public El Pas, por lo que justificadamente se le acus de ser zapatista, a pesar de las negativas de ste. El seor Cruz fue sometido a un Consejo de Guerra Verbal y fue condenado a muerte por orden de las autoridades militares de esa localidad. Se le fusil de inmediato en la plaza pblica, a la vista de los vecinos, para que sirva de escarmiento, aadi el peridico. El seor Cruz fue sepultado en el panten de Milpa Alta, sin que las autoridades permitieran que se velara, como lo intentaban hacer los familiares del fusilado. El encabezado de esa nota periodstica sealaba que, en Milpa Alta, se han venido llevando a cabo pblicamente varios fusilamientos de bandoleros, con lo que se ha logrado restablecer la tranquilidad en las cercanas. Pero la poltica de terror, implementada por la dictadura huertista, en realidad no tranquilizaba a nadie; mucho menos a los pueblos que la padecieron, los que se sumaron decididamente a la causa revolucionaria.Los movimientos zapatistas inquietaban al gobierno, pues los rebeldes tomaron Tlacotenco, avanzaban sobre Topilejo, Totoltepec y Contreras. Gruesas columnas de zapatistas public El Pas vienen ejerciendo el importante papel de avanzadas, en las goteras de Xochimilco, Tlalpan, Contreras y an de Coyoacn. En julio, fuerzas paramilitares del gobierno asaltaron Tlacotenco e hicieron 70 prisioneros entre la poblacin civil. El coronel irregular Fidencio Daz Lpez argument que sus tropas practicaron un minucioso cateo en Tlacotenco habiendo logrado descubrir que todas las casas de dicho pueblo se encuentran minadas, es decir, que todas poseen pasadizos subterrneos donde se esconden los zapatistas a la aproximacin de las fuerzas federales. La Secretara de Guerra, a cargo del jefe del Batalln de la Muerte, orden inmediatamente que fueran destruidas todas las casas que tuvieran subterrneos y que se obrara con severidad con todos aquellos individuos que se encontraran en esos sitios. Ms tarde, una columna de 600 federales a las rdenes del coronel Juan Manuel Torrea se dirigi a la municipalidad de Milpa Alta con objeto de impedir el avance de los zapatistas del Estado de Morelos al Distrito Federal. A mediados de agosto, en la comandancia militar de la capital de la repblica, a cargo del general Javier de Moure, se estim que en el Distrito Federal operaban ms de seis mil zapatistas.

En ese tiempo, las acciones insurgentes alrededor de la capital de la repblica tambin comprendieron la zona norte. El Pas public informes alarmantes recibidos de Pachuca, Calpulalpan, Teotihuacan, Texcoco y Otumba, indicando que las columnas del Ejrcito Libertador en nmero exorbitante asaltaban y saqueaban haciendas de mucha importancia. Se dijo, tambin, que las fuerzas del general zapatista Felipe Neri operaban al norte de la Villa de Guadalupe. En efecto, segn consta en los archivos zapatistas, por esas fechas, Neri pas por el Distrito Federal para ir a operar en el Estado de Hidalgo.Qu era lo que estaba sucediendo? Segn la prensa afecta a la dictadura, las fuerzas del gobierno habran acorralado a los revolucionarios en Morelos y, a raz de esto, los zapatistas rompieron el cerco y emigraron al Valle de Mxico. Es decir, esa versin oficial aseguraba que los rebeldes huan hacia adelante, escapaban hacia un territorio con mayor fuerza enemiga. Los crculos oficiales no podan reconocer lo que en verdad estaba aconteciendo: la revolucin del sur logr irradiarse y otros rebeldes se levantaron en armas, en otros territorios. El ataque militar del gobierno contra la poblacin civil hizo que la masa rebelde creciera y el territorio insurrecto se expandi. Puesto que cada territorio tiene sus correspondientes habitantes, el zapatismo hacindose semejante a los nuevos territorios, al tiempo que sigui siendo l, se volvi otro. Cada nuevo paso, en su expansin, increment el valor informacional del proceso rebelde; por consiguiente, creci el repertorio de sus posibilidades y se volvi ms complejo.

Segn documentos internos del Ejrcito Libertador, lo que estaba sucediendo en el Valle de Mxico y sus alrededores era la puesta en marcha del segundo plan para atacar la capital de la repblica. As se observa en la siguiente carta, fechada en el inicio de la campaa militar zapatista que estaba en curso.

Campamento revolucionario en Morelos, mayo 14 de 1913.

Seor general Genovevo de la O. Su Campamento.

Muy estimado general y amigo:

He dispuesto que el seor general ingeniero Angel Barrios pase a esos campamentos a tomar posesin del puesto de inspector de las fuerzas insurgentes que militan en el Estado de Mxico, con objeto de que la campaa prospere ms con los proyectos que tiene en estudio este seor para invadir el Distrito Federal y amagar constantemente a la capital de la repblica.

El general Emiliano Zapata.

As, el Ejrcito Libertador estaba a la ofensiva y amagaba la sede del poder central. Nuestra revolucin no es local, dijeron los zapatistas. De acuerdo con lo que estableci el Plan de Ayala, para el triunfo revolucionario era preciso derrocar al gobierno, expropiar a los poderosos y adems, segn plante Emiliano Zapata, en abril de 1913, tambin: que se establezca un Gobierno Provisional de la Repblica por medio de una Convencin donde est representado por delegados el elemento revolucionario de cada estado y de toda la repblica. La Convencin Revolucionaria fue una iniciativa zapatista, lanzada al inicio de la lucha contra el huertismo. En ella se manifiesta, una vez ms, el principio social y federativo proclamado por el Ejrcito Libertador en Ayoxuxtla. El general en jefe Emiliano Zapata asent, en un acta de aquel ao: La revolucin representa un poder emanado del pueblo y como tal debe tratrsele.

En 1914, el Ejrcito Libertador ejecut una gran campaa militar contra el gobierno de Victoriano Huerta. En marzo, los zapatistas tomaron el control del Estado de Guerrero y, al mes siguiente, controlaron Morelos; en seguida, las tropas surianas marcharn hacia la capital del pas. Cuando los zapatistas tomaron Chilpancingo, los villistas tomaron Torren; as, dio inicio un movimiento convergente de las fuerzas de la revolucin del sur y del norte sobre la capital. Tal era la situacin del pas, cuando irrumpi la fuerza militar de Estados Unidos. El 21 de abril de 1914, una flota norteamericana compuesta por veintinueve barcos de guerra, diez buques de transporte militar, dos de aprovisionamiento y tres barcos hospital, atac y ocup el puerto de Veracruz. Al da siguiente, Washington orden el desplazamiento de otros veinticuatro buques, dos divisiones de torpederos y dems embarcaciones de apoyo hacia las costas mexicanas del Pacfico y del Golfo. En las semanas siguientes se mantuvo el amago militar de Estados Unidos sobre los puertos de Mazatln, Sinaloa; San Blas, en el Territorio de Tepic; San Gernimo y Salina Cruz, Oaxaca; Tampico, Tamaulipas, y Tuxpan, Veracruz. Previamente, bajo una orden girada el 17 de abril de ese ao, el gobierno yanqui haba dispuesto la movilizacin de 75 buques, 695 caones y 65,850 hombres hacia el puerto de Tampico.

Este fue un despliegue militar enorme, incluso para la fuerza naval de los Estados Unidos. Para imponer a Huerta en el Palacio Nacional, Estados Unidos slo moviliz tres naves de guerra. En la debacle del rgimen huertista, un ao y dos meses despus, Washington llev a cabo una de las mayores operaciones de fuerza naval antes de la Primera Guerra Mundial.Movimiento concntrico sobre la capitalMientras se ejecutaban las campaas zapatistas de Guerrero y Morelos, tambin se realizaron acciones rebeldes al sur del Distrito Federal. El 16 de febrero, un contingente de 400 a 500 zapatistas tom Tlacotenco y hubo enfrentamiento en el cerro pelado, cerca de Topilejo. El general brigadier Ramn Corona, gobernador del Distrito Federal, anunci su salida urgente hacia Milpa Alta; pero en realidad slo lleg hasta Tulyehualco. Desde all, orden el fusilamiento de Florentino Lpez, un campesino detenido cuando los zapatistas ya se haban retirado. El acto fue llevado a cabo a las seis de la tarde de ayer (17 de febrero) en la plaza pblica de Milpa Alta, con objeto de que sirva de ejemplar escarmiento a todos aquellos individuos que se han afiliado o sienten simpatas por el zapatismo, public El Pas. Al mes siguiente, los zapatistas atacaron e incendiaron la hacienda de Tetelco, se dijo, en represalia porque sta mand poner un destacamento en Tecmitl. Nuevamente, el gobernador del Distrito Federal acudi al rumbo pero, esta vez, su automvil fue baleado cerca de Tecmitl. Muy poco despus, Corona fue sustituido por Eduardo Iturbide, ltimo gobernador huertista del Distrito Federal, descendiente de Agustn de Iturbide, el primer emperador fusilado por la repblica. Se reforz la guarnicin de Milpa Alta y, en seguida, el brigadier Iturbide proclam que la tranquilidad reinaba en el Distrito Federal. Para hacer ver la verosimilitud de tal afirmacin, mediante un acto propagandstico, Iturbide viaj al Ajusco. Sin embargo, el tiro publicitario sali por la culata. Ah, tambin, el nuevo gobernador fue baleado por los zapatistas.

Lo visible, por todos lados, era la debacle de la dictadura huertista. En esa coyuntura, el jefe de las tropas invasoras en Veracruz, general Frederick Funston, plante a Washington la necesidad de avanzar sobre la capital de la Repblica Mexicana para impedir que los zapatistas tomaran el control. He sido informado de que extranjeros y habitantes de la ciudad de Mxico se unirn en la peticin de que las tropas norteamericanas ocupen la ciudad para impedir la carnicera y el pillaje de Zapata... Si se rehsa el consentimiento (de parte del gobierno de Huerta), iremos a pesar de todo y suprimiremos cualquier fuerza opositora... Los zapatistas se encuentran muy activos en los suburbios. El principal temor es que la chusma tome el control.

Pero los acontecimientos tomaron otro curso. El 23 de junio de 1914, las fuerzas de la Divisin del Norte tomaron Zacatecas. Por su parte, el 24 de junio, el Ejrcito Libertador lanz un manifiesto a los habitantes de la ciudad de Mxico, anunciando el ataque a la capital del pas para el da 15 de julio. La revolucin se dispone a alcanzar su ltima victoria y, una vez ocupada la capital, entrar de lleno al cumplimiento de sus promesas. Los zapatistas proclamaban una vez ms su firme decisin de vencer y cumplir. La situacin general pareca favorable para la revolucin.Inmediatamente, se emprendieron los preparativos para la movilizacin de ms de 20 mil rebeldes surianos hacia la ciudad de Mxico. En Yautepec, Emiliano Zapata dio instrucciones a todos los jefes, oficiales y soldados insurgentes para que, con motivo del ataque de que tiene que ser objeto la capital de la repblica, sujetaran sus actos al reglamento militar zapatista. Se les llam especialmente a marchar unidos, dar garantas y no cometer actos de saqueo, capturar a los enemigos de la revolucin y remitirlos al Cuartel General para que se les sometiera a juicio.

El antiguo rgimen ha quedado vencido en los campos de batalla, en los campos de la idea, ante la moral, ante la civilizacin, ante la conciencia universal, que protesta indignada contra ese aluvin de crmenes, contra esa escandalosa ostentacin de todas las desvergenzas y todas las podredumbres.

La revolucin ha triunfado de hecho y por derecho. Si la capital de la repblica no ha cado en su poder, si la metrpoli permanece an en las garras del huertismo, es por el terror que all reina. La leva, el espionaje y el asesinato han paralizado de miedo a los habitantes de la ciudad de los palacios.

La revolucin de fuera, la revolucin campesina est ya en sus umbrales, toca a sus puertas y pronto har estremecer sus edificios y sus pavimentos con el resonar de los corceles y el grito de guerra de los libertadores.

Ejrcito Libertador, Yautepec, 24 de junio de 1914.

En la capital, ese da, se supo que fuertes contingentes zapatistas haban tomado las plazas de Milpa Alta y Xochimilco, por breve tiempo, la noche del 20-21 de junio. Simultneamente, los rebeldes ocuparon Tlalnepantla, Oztotepec y Atocpan. Asimismo, en la lnea de Topilejo, Tlalnepantla, Cuauhtenco y Oztotepec, 1,500 insurgentes enfrentaron a los refuerzos huertistas (2,000 rurales) del general Carlos Rincn Gallardo y el coronel Lauro Guzmn, quien result herido. A raz de estos hechos, se construyeron fortificaciones pasajeras en la entrada de algunos pueblos como Topilejo, Milpa Alta y Oztotepec. Se hace notar dijeron los publicistas de la dictadura que la columna al mando del general Iturbide, gobernador del Distrito (Federal), opera en combinacin con las del general Rincn Gallardo, y estn encargadas de batir a los bandidos por la retaguardia. En realidad, esa posicin no estaba detrs de la lnea zapatista sino en la retaguardia del ejrcito federal, al otro lado del volcn Teuhtli, en Atlapulco.

El mando militar del general Eduardo Iturbide era otra operacin publicitaria de la dictadura, pues fue un hacendado de Michoacn que recibi el nombramiento de brigadier pocas semanas antes slo para ocupar el puesto de gobernador del Distrito Federal. En aqul tiempo, todos los funcionarios pblicos recibieron grados militares. En cuatro meses, el ejrcito aument 54 generales, 193 jefes, 1,073 oficiales, 21,416 soldados, 2,091 caballos y 1,929 acmilas. Sin contar los caballos y las mulas, los miembros del ejrcito federal sumaban 91,785 efectivos. La oligarqua, al jugar esa carta con Victoriano Huerta, perdi. Esa fuerza, dotada de nuevos reclutas, armamento y recursos econmicos, fue lo que la revolucin derrot el ao de 1914. Y, con ello, aniquil al ejrcito oligrquico construido durante la poca porfirista.

Y usted conoci a algunas mujeres en la revolucin? La que jue coronela es de San Pablo Oztotepec, que se llamaba Esperanza; parece que se llamaba Esperanza Gonzlez.

Y qu tal era doa Esperanza Gonzlez luchando? Pues, era arrebatada, era arrebatada... una muchachona gorda y tena su sombrero tejano y con sus polainas y con su pantaln de caballera que tena Con un caballo prieto y su pistola.

Y fue la nica que usted conoci, mujer...? Otra mujer de San Salvador (Cuauhtenco), pero nunca me acuerdo cmo se llamaba.

Y usted la conoci a doa Esperanza Gonzlez, habl con ella? Cmo no!, nos encontramos all en Yautepec, en la hacienda de Atlihuayn, donde tambin jue a pedir elemento de guerra y all estuvimos chanceando, all en la hacienda.

Teniente de caballera Juan Arellano Aguilar, Ejrcito Libertador.

En marcha al Distrito Federal estando ya en Tlalnepantla Cuautenco, al sur de Milpa Alta Zapata confirm la orden de movilizacin general hacia la ciudad de Mxico, a marcha forzada, al saber que Victoriano Huerta haba renunciado el 15 de julio. Seal Zapata, en comunicacin interna dirigida a los ciudadanos jefes, oficiales y soldados insurgentes: Es bueno repetir que no transigiremos con ningn gobierno si ste no entrega los supremos poderes nacionales a la revolucin, sin taxativa de ninguna especie. El domingo siguiente, la jefatura zapatista ya estaba en el extremo sur del Valle de Mxico. El pueblo de Oztotepec recibi amablemente a los rebeldes y ese da, 19 de julio de 1914, el Ejrcito Libertador promulg el Acta de Ratificacin del Plan de Ayala. Se consider necesario decir a la nacin, a todos los mexicanos, cules eran los principios y los propsitos de sus hermanos levantados en armas. Esta proclama constituye uno de los principales documentos de la revolucin del sur y se inscribi en Oztotepec, territorio de montaa, al momento del triunfo sobre la dictadura militar de Victoriano Huerta.La revolucin debe proclamar altamente que sus propsitos son en favor, no de un pequeo grupo de polticos ansiosos de poder, sino en beneficio de la gran masa de los oprimidos, y que por lo tanto, se opone y se opondr siempre a la infame pretensin de reducirlo todo a un simple cambio en el personal de los gobernantes, del que ninguna ventaja slida, ninguna mejora positiva, ningn aumento de bienestar ha resultado ni resultar nunca a la inmensa multitud de los que sufren. Acta de Ratificacin del Plan de Ayala, Ejrcito Libertador.

Firmaron esta proclama 28 generales zapatistas; entre los cuales, 11 fueron originarios de Morelos, nueve de Guerrero, cuatro de Puebla, dos del Estado de Mxico, uno de Sinaloa y otro del Estado de Veracruz. Adems, suscribieron el manifiesto siete coroneles; tres de ellos originarios de Morelos y los dems fueron del Distrito Federal, Estado de Mxico, Hidalgo y Zacatecas. Sin anotacin de grado militar firmaron dos zapatistas de Puebla y uno de San Luis Potos. Segn los reportes de prensa, acerca de los enfrentamientos armados de esa semana, el dispositivo zapatista se extenda en arco desde Juchitepec hasta Contreras. La Divisin del general Eduardo Ocaranza, con tropas de infantera, artillera y caballera, busc romper la lnea zapatista por el centro. Para lograr este objetivo ocup Milpa Alta, el domingo que se promulgaba en Oztotepec el Acta de Ratificacin del Plan de Ayala. Las fuerzas zapatistas de Juan M. Banderas el de Sinaloa lo atacaron sin interrupcin durante dos das, causndole 300 bajas a los federales, declar Ocaranza. Fue expulsado de Milpa Alta bajo fuego muy nutrido y, en medio del combate, se produjo un formidable incendio, con proporciones de una verdadera catstrofe, aadi. Esa retirada de Milpa Alta, el lunes por la noche, debi ser extraordinariamente difcil, pues la Divisin Ocaranza slo pudo salir del cerco, por Atlapulco, gracias al apoyo que le dio un contingente de mil gendarmes metropolitanos. Pero no pudo marchar directamente de all hacia Xochimilco (a 5 kilmetros de distancia), sino que tuvo que hacer un rodeo de ms de 40 kilmetros, bajo fuerte lluvia, entre los lagos de Xochimilco y Chalco, por el camino de Tlhuac hacia Iztapalapa, luego por Taxquea, el camino de Tlalpan y Huipulco hasta volver a la plaza de Xochimilco. Las lneas telefnicas estaban cortadas en las dos cabeceras municipales mejor comunicadas en el sur del Distrito Federal Tlalpan y Xochimilco, igual que la va del tren elctrico entre Xochimilco y Tulyehualco. El comercio estaba paralizado y haba gente que hua. La situacin era alarmante, report la prensa capitalina. Las calzadas que conducen a la Venecia Mexicana (Xochimilco) y al pintoresco Tlalpan se ven invadidas de coches de mudanzas y carros rabones que vienen repletos de bienes domsticos. Las familias, principalmente de la ltima poblacin citada, han abandonado sus hogares.

Nos incorporamos a la lucha con el general Emiliano Zapata por solidaridad a la lucha por la tierra. Andrs Campos, vecino del pueblo, honrado y muy trabajador, constantemente se reuna con simpatizantes del Partido Liberal Mexicano [magonista], que tena su sede en la casa de la familia Guerrero o se trasladaban a Santiago Tulyehualco.

Valentina Ros, barrio de Santa Martha, Milpa Alta, Ejrcito Libertador.

Los zapatistas mientras que expulsaban a los federales de Milpa Alta exigieron la rendicin de la plaza de Xochimilco. Para las 4 de la tarde, me desocupa esa plaza, habra dicho aquel lunes, en llamada telefnica, el general Amador Salazar. En seguida, ante la negativa, se desencaden el asedio sobre Xochimilco; los insurgentes tomaron de Atocpan, Atlapulco, Xalpa, Tepalcatlalpan, Xochimanca y Xochitepec. En Tlalpan, tomaron Totoltepec y chocaron con tropas del gobierno en el panten de la cabecera municipal. Mientras que, el martes, otras fuerzas rebeldes tomaron La Magdalena, la hacienda de Eslava y el pueblo de Totolapan, en Contreras y asediaron Tizapn. Exigieron la entrega de 15 mil piezas de manta, mil sarapes y 10 mil pesos a las fbricas Santa Teresa, La Magdalena y La Hormiga.Ese mircoles, los rebeldes hicieron una ceremonia en Milpa Alta con motivo de la eleccin del Ayuntamiento Provisional. El propio Emiliano Zapata junto con Angel Barrios y Juan Banderas comunic el dato por escrito a la prensa capitalina. Pero El Pas no dio mayor informacin que la antes dicha.

Relevo carrancista

La intentona de romper la lnea de ataque zapatista en el centro, por Milpa Alta, fue un grave fracaso de la Divisin Ocaranza. En consecuencia, las fuerzas armadas del gobierno que intervinieron en las operaciones de esa zona ejrcito, marina, cuerpos rurales, agrupamiento de juchitecos y gendarmera metropolitana cambiaron de estrategia y pasaron a la defensiva. Para ese martes, ya se haban concentrado 4,000 efectivos para reforzar Xochimilco quedando convertido el pueblo en pintoresco campamento militar, segn El Imparcial y se levantaron barricadas en varios poblados. Poco despus, se enviaron a Xochimilco tres columnas desde San Angel, Tlalpan y Cuajimalpa. Simultneamente, el gobierno capitalino a cargo de Iturbide activ las bandas paramilitares de la metrpoli, organizadas desde la poca del gobierno de Madero. Por la presente, se convoca a los voluntarios de la Banca y el Comercio a reunirse en el cuartel de la Ciudadela a las dos de la tarde de hoy (22 de julio), con objeto de organizarse y desempear el servicio de polica en la ciudad, en vista de que los gendarmes han tenido que prestar su contingente en Xochimilco.

En la madrugada del jueves, 23 de julio, arribaron a la capital cinco trenes militares procedentes de Lagos, Jalisco, con refuerzo de 5,000 soldados al mando del general Carlos Garca Hidalgo, comandante militar y ex gobernador de Aguascalientes. Al mismo tiempo, lleg un tren militar especial con las municiones de la columna del general Luis Medina Barrn, ex gobernador de Zacatecas. Ese desplazamiento de fuerzas, desde el Norte, fue semejante al que hiciera Porfirio Daz en los ltimos das de su gobierno, ante la amenaza zapatista. Adems, ahora, el general huertista Pedro Ojeda, quien previamente fue defensor de Guaymas, Sonora, estaba sitiado por los zapatistas en Cuernavaca. Pero tambin, el desplazamiento de tropas federales desde el norte, para contener a los rebeldes surianos, fue posible gracias a que la Divisin del Norte villista se retir a Torren, luego de su victoria en Zacatecas. Militarmente, ese gesto de reconciliacin villista hacia Carranza documentado con el Pacto de Torren posibilit una mayor concentracin de tropas federales contra el Ejrcito Libertador.El peridico norteamericano The Mexican Herald advirti que era un error creer que la principal fuerza zapatista estuviera localizada en el cerco sobre Cuernavaca. Arguy que en Juchitepec, Estado de Mxico, habra gran cantidad de insurgentes y que diariamente llegaban all tropas frescas. En otros pueblos aadi el diario como Oztotepec, Tecoxpa, Tepetlapa, Cuauhtenco, Xicomulco, Tulmeac y Ajusco habra otros 8 mil zapatistas. Adems, public que el campamento de Emiliano Zapata se encontraba en Tulmeac, Milpa Alta, una posicin elevada de la montaa, al sur de Oztotepec. El 28 de julio, una semana antes de la publicacin de estos detallados informes, el agente carrancista Gerardo Murillo (a) Doctor Atl estuvo en el campamento de Zapata, donde firm un acta de adhesin al Plan de Ayala, y calcul que los rebeldes surianos constituan una fuerza de 20 mil efectivos en esa zona. Al siguiente da de esa visita, Murillo inform a Venustiano Carranza: Yo he visto personalmente a los 20,000 del Distrito Federal. He hablado con muchos de ellos y con la mayor parte de sus jefes. Todos obedecen como un solo hombre a Zapata.

A mediados de agosto de 1914, bajo el supuesto de que los zapatistas se extendan desde la caada de Contreras hasta Iztapalapa, el general Eduardo Ocaranza organiz la defensa por medio de tres sectores. El primero comprenda Xochimilco, Milpa Alta y Topilejo y estaba a cargo directo del propio jefe de la lnea de operaciones, general Ocaranza. El segundo sector, Tlalpan y San Angel hasta San Jernimo, al mando del general Martn Gutirrez. Finalmente, el tercer sector de la defensa gubernamental iba desde San Angel hasta Cuajimalpa y qued bajo el mando del general Manuel Garca Lugo.

En seguida, esa lnea de defensa contra los zapatistas organizada por el ejrcito federal fue entregada al ejrcito carrancista. Segn el Tratado de Teoloyucan (13 de agosto de 1914) arreglado por Eduardo Iturbide y lvaro Obregn: Las tropas federales que guarnecen las poblaciones de San Angel, Tlalpan, Xochimilco y dems, frente a los zapatistas, sern desarmadas en los lugares que ocupan, tan luego como las fuerzas constitucionalistas las releven. As, el general carrancista Lucio Blanco, al mando de 10 mil soldados, relev en sus posiciones al general huertista Eduardo Ocaranza.En esa coyuntura, el general Emiliano Zapata emiti otro documento fundamental de la revolucin del sur, el manifiesto de Milpa Alta fechado en agosto de 1914.

Se equivocan lastimosamente los que creen que el establecimiento de un gobierno militar, es decir, desptico, ser lo que asegure la pacificacin del pas. Esta slo podr obtenerse si se realiza la doble operacin de reducir a la impotencia a los elementos del antiguo rgimen y de crear intereses nuevos, vinculados estrechamente con la revolucin...

La primera labor, la de poner al grupo reaccionario en la imposibilidad de seguir siendo un peligro, se consigue por dos medios diversos: por el castigo ejemplar de los cabecillas, de los grandes culpables, de los directores intelectuales y de los elementos activos de la faccin conservadora y por el ataque dirigido contra los recursos pecuniarios de que aquellos disponen para producir intrigas y provocar [contra] revoluciones; es decir, por la confiscacin de las propiedades de aquellos hacendados y de aquellos polticos que se hayan puesto al frente de la resistencia organizada contra el movimiento popular...

La segunda labor () se llevar a feliz trmino si se restituyen a los particulares y a las comunidades indgenas los inmuebles terrenos de que han sido despojados por los latifundistas y si este gran acto de justicia se completa, en obsequio a los que nada poseen ni han posedo, con el reparto proporcional de las tierras decomisadas a los cmplices de la dictadura o expropiados a los propietarios perezosos

Manifiesto de Milpa Alta, Ejrcito Libertador.

La sumisin o la guerra

Venustiano Carranza se propuso terminar la revolucin y restaurar el orden. As lo hizo saber al gobierno de Estados Unidos. En principio, ni siquiera tuvo intencin de establecer un gobierno provisional sino un gobierno militar que se mantendr por el tiempo que sea necesario, hasta restablecer