Miller, Alice - No Existe

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No existe "la buena zurra"Por qu las zurras, las bofetadas e incluso los golpes aparentemente anodinos, al igual que las palmadas sobre las manos de un beb son peligrosas? 1- Slo le ensean la violencia. 2- Destruyen la certeza sin falta de ser amado, como un beb necesita. 3- Crean angustia: la angustia de la siguiente ruptura. 4- Llevan consigo la mentira: pretenden ser educativas, pero en realidad sirven a los padres para descargar su clera, y si pegan es porque a ellos les pegaron siendo nios. 5- Incitan a la clera y al deseo de venganza que permanece reprimido y que saldr ms tarde. 6- Programan al nio a la aceptacin de argumentos ilgicos (te hago dao por tu bien) y los inscriben en su cuerpo. 7- Destruyen la sensibilidad y la compasin hacia los otros y hacia uno mismo, limitando as sus capacidades de conocimiento.Qu aprende el beb de las zurras y otros golpes? 1- Que el nio no merece respeto. 2- Que se puede aprender el bien por medio del castigo (lo que es falso, en realidad el castigo ensea al nio solamente a querer castigar a su turno). 3- Que no hay que sentir el dolor, que hay que ignorarlo, lo cual es peligroso para nuestro sistema inmunitario. 4- Que la violencia forma parte del amor (leccin que incita a la perversin). 5- Que negar las emociones es saludable (sin tener en cuenta que ser el cuerpo el que pagar por este error, a menudo mucho ms tarde). 6- Que uno no tiene derecho.. a defenderse hasta que sea adulto. Es el cuerpo el que guarda la memoria de todas las marcas nocivas de las supuestas "buenas zurras".Cmo podemos liberarnos de la clera reprimida?Durante la infancia y la adolescencia: 1-Burlndonos de los ms dbiles. 2-Pegando a los compaeros 3-Humillando a las chicas 4-Agrediendo a los profesores. 5-Viviendo las emociones prohibidas delante de la T.V. o los video-juegos, identificndose con los hroes violentos (los nios a quien nunca se les peg, se interesan menos por las pelculas crueles y no producirn escenas atroces, una vez adultos).A la edad adulta: 1-Perpetuando uno mismo la zurra como medio educativo eficaz, sin darnos cuenta de que en realidad estamos vengndonos de nuestro propio sufrimiento sobre la siguiente generacin. 2-Negndonos (o siendo incapaces) a comprender la relacin entre la antigua violencia sufrida y la que se repite activamente en la actualidad; entreteniendo as la ignorancia de la sociedad. 3-Alistndonos en actividades que exigen violencia. 4-Dejndonos influir fcilmente por los discursos de hombres polticos que designan a vctimas propiciatorias en quien pueden depositar la violencia acumulada y de la que se pueden deshacer por fin sin ser castigados: razas "impuras", etnias "que limpiar minoras sociales despreciadas. 5-Como obedecimos a la violencia siendo nios, estamos dispuestos a obedecer a toda clase de autoridad que nos recuerde la de nuestros padres, como los alemanes obedecieron a Hitler, los rusos a Stalin y los serbios a Milosevic.Inversamente, si tomamos conciencia de nuestros sentimientos reprimidos e intentamos comprender cmo se transmite la violencia de padres a hijos, cesaremos de pegar a los nios de cualquier edad. Es posible ( muchas personas lo han logrado ), una vez que hayamos comprendido que la nica razn de dar golpes "educativos" se esconde en la historia reprimida de nuestros padres.Alice Miller 2008traducido por Rosa Barrio www.alice-miller.com