MIEDO ESCÉNICO Y DOMINIO GRUPAL
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MIEDO ESCÉNICODOMINIO GRUPAL
ENSAYO
Autor(es):
Espinoza Leidy
Espinoza Luis
Díaz Ana Luisa
Mancilla Daniela
Montilla Arsenio
Mérida, Agosto de 2012
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
EXTENSIÓN MÉRIDA
MIEDO ESCÉNICODOMINIO GRUPAL
ENSAYO
Autor(es):
Espinoza Leidy V.-16934572
Espinoza Luis V.-20433539
Díaz Ana Luisa V.-15921741
Mancilla Daniela V.-19145048
Montilla Arsenio V.-18207147
Mérida, Agosto de 2012
MIEDO ESCÉNICODOMINIO GRUPAL
ENSAYO
Hablar en público puede ser un reto. Pero básicamente, es una habilidad
importante pues permite potenciar el autoestima e influir sobre otras
personas. Sin embargo, el miedo a equivocarse y a ser rechazados mejor
conocido como miedo escénico, es un obstáculo a vencer para poder triunfar
como un orador de calidad.
A continuación, se ofrece una breve revisión teórica de cómo puede
abordarse esta temática desde varios puntos de vista. Se presenta diversos
aspectos, que han sido considerados los más relevantes y que hasta ahora
son los comunes tipificadores del asunto. Adicionalmente, se expone las
nociones básicas del dominio grupal así como las reglas elementales para
lograr el mismo.
En principio, se comienza a caracterizar el miedo escénico y a qué
factores y elementos se encuentra asociado. En este contexto, varios autores
han hecho aportes y se han concentrado en definirlo de la siguiente manera:
Según (Wikipedia, 2012) dice que es un “estado inhibitorio que reduce
la efectividad comunicacional e impide el despliegue de las
capacidades expresivas potenciales de los afectados.”
Otros opinan que “es una forma de timidez que surge en presencia de
grupos, o como consecuencia de pensamientos limitadores acerca de
nuestra actuación frente a grupos” (Emagister, 2012).
En otras palabras, es una respuesta defensiva del organismo,
prácticamente es un proceso de ansiedad que sienten las personas cuando
deben ponerse en pie para hablar ante un auditorio. Igualmente, se puede
considerar que es una reacción innata como todo miedo ante un peligro
futuro.
También, ha sido de interés la puntualización en los síntomas que hacen
manifiesto el problema. Por ello, Renny Yagosesky (citado por Wikipedia,
2012) expone una teoría, cuyo nombre es alusivo al mismo autor, donde se
categoriza las distintas manifestaciones que presentan los individuos ante un
público. Esta sintomatología, puede ser de origen fisiológico, cognitivo y
conductual:
1. Nivel fisiológico : alteración del ritmo cardíaco, sudoración, urgencia
urinaria, malestar estomacal, dolor de cabeza, dilatación de las
pupilas, rubor facial, escalofríos, náuseas e inquietud generalizada.
2. Nivel cognitivo : congestión mental, expectativa de fracaso,
hiperatención autocentrada, exageración perceptiva de las fallas,
confusión mental, fallas de concentración, autoexigencia, temores al
fracaso, al rechazo y al ridículo.
3. Nivel conductual : evitación de acción, escape de la situación,
atropellamiento verbal, tartamudeo, bajo volumen de voz, uso de
drogas calmantes o estimulantes y silencios frecuentes o largos.
Como se puede observar, el miedo escénico se puede presentar de
diferentes formas. Asimismo, sus detonantes se han buscado en diversos
escenarios, que van desde traumas de vidas pasadas, configuración cerebral
innata, patrones astrológicos, traumas de la infancia y la adolescencia,
aprendizaje por modelaje, exceso de perfeccionismo, sobreestimación de la
opinión de los demás, entre otros. Cualquiera que sea la circunstancia lo
cierto es que éstas imponen límites a la operatividad, satisfacción, autonomía
y determinación, y además, condicionan a padecer estados de tensión,
parálisis o confusión.
Así, se ha ido produciendo mucha información al detalle que caracteriza el
fenómeno. Esta teoría de Yagosesky, parece tener la pretensión de
encontrar las relaciones fundamentales entre la aparición de la ansiedad
escénica y características estructurales del ser humano, es decir, llegar a la
comprensión del fenómeno por la vía de la aprehensión de ciertas variables
que puedan predecirse a posteriori.
Por otro lado, esta ansiedad no se construye sola. A partir de
investigaciones como la precedente, se han propuesto varios elementos
desencadenantes que tienden a exacerbar el miedo escénico:
La novedad : enfrentarse a lo que no se conoce.
La sorpresa : afrontar algo que no se espera enfrentar.
La intensidad : el grado de importancia que el reto tenga para el sujeto.
El desconocimiento : el nivel de ignorancia sobre la temática.
La inexperiencia : la falta de práctica y de vivencias en este aspecto.
Todo esto se puede agrupar, según la experiencia de los expertos en el
entrenamiento de personas de todo tipo y especialmente de artistas, políticos
y empresarios. Así, se puede indicar que hay cuando menos tres categorías
principales:
1) Elementos Cognitivos
Intervienen antes de comenzar la exposición. Son el desencadenante del
proceso, se crean en la propia mente para introducir la espiral del miedo. Son
pensamientos como: quedaré en ridículo, estaré nervioso, habrá
especialistas, me criticarán…, una valoración negativa del propio ser.
2) Elementos Somáticos
Se asocian a los nervios propios del momento, la explosión generada por
la mala concepción previa de la situación. Se dan fenómenos físicos que
alteran el ritmo cardíaco, provocan temblores, sudoración, sonrojamiento,
vacío de estómago o sequedad bucal.
3) Elementos Conductuales
Se deben al propio miedo y afectan al comportamiento. Influyen en la
mirada, la postura o los movimientos, provocando tartamudeo, incoherencia,
bloqueos, entre otros.
Es normal estar un poco nervioso y adecuado tener un cierto grado de
tensión. El miedo pone en alerta a la persona, pero pasa a ser perjudicial si
es demasiado o no desaparece en el trascurso de la comunicación, si no se
controla.
De igual forma, existen factores que influyen en el individuo. A
continuación, se presenta lo que sustenta este planteamiento:
Autoestima
Es el sentimiento valorativo del ser, de la manera de ser, del conjunto de
rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran la personalidad.
Esta se aprende, cambia y se puede mejorar. Es a partir de los cinco o seis
años cuando se empieza a formar un concepto: de cómo nos ven nuestros
mayores (padres, maestros), compañeros, amigos,… complementando con
las experiencias que se van adquiriendo.
Según como se encuentre la autoestima, ésta es responsable de muchos
fracasos y éxitos, ya que si la misma es adecuada, vinculada a un concepto
positivo de sí mismo, potenciará la capacidad de las personas para
desarrollar sus habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal,
mientras que una autoestima baja enfocará a la persona hacia la derrota y el
fracaso.
Todos los seres humanos, tienen en el interior sentimientos no resueltos,
aunque no siempre son conscientes de estos. Aquellos que son ocultos y
dolorosos suelen convertirse en enojo, y con el tiempo el enojo se vuelve un
arma contra sí mismos, dando así lugar a la depresión. Estos sentimientos
pueden asumir muchas formas: odio, ataques de ansiedad, repentinos
cambios de humor, culpas, reacciones exageradas, hipersensibilidad,
encontrar el lado negativo en situaciones positivas o sentirse impotentes y
autodestructivos.
Cuando una persona no logra ser auténtica se le originan los mayores
sufrimientos, tales como: enfermedades psicológicas, la depresión, las
neurosis y ciertos rasgos que pueden no llegar a ser patológicos pero crean
una serie de insatisfacciones y situaciones de malestar, por ejemplo: timidez,
vergüenza, temores, trastornos psicosomáticos.
La autoestima es importante, porque es la manera de percibirse y
valorarse como así también moldea la vida. Una persona que no tiene
confianza en sí misma, ni en sus propias posibilidades, puede que sea asó
por experiencias vividas o mensajes de confirmación o desconfirmación, que
son trasmitidos por personas importantes en la vida de ésta, que la alientan o
la denigran.
Otra de las causas por las cuales las personas llegan a desvalorizarse, es
por la comparación con los demás, destacando de éstos las virtudes en las
que son superiores, por ejemplo: que alguien se sienta que no llega a los
rendimientos que otros alcanzan; creer que su existencia no tiene una
finalidad, un sentido; sus seres significativos lo descalifica. Prácticamente, no
llegan a comprender que todas las personas son diferentes, únicas e
irrepetibles, por lo que se consideran menos que los demás.
Por eso, la persona va creciendo y formando su personalidad dentro del
ambiente familiar, que es el principal factor que influye en la formación de la
misma, ya que le incorpora a ésta los valores, reglas y costumbres que a
veces suelen ser contraproducentes. Algunos de los aspectos ya
mencionados son incorporados, a la familia, por medio del modelo que la
sociedad presenta, y éste es asimilado por todos los grupos sociales. Pero,
la personalidad de cada uno, no sólo se forma a través de la familia, sino
también, con lo que ésta cree que los demás piensan de ella y con lo que
piensa de sí misma, al salir de este ambiente y relacionarse con personas de
otro grupo diferente.
La Sociedad
Esta cumple una función muy importante para la persona, ya que a partir
de la cultura de esta, la familia adopta diferentes pautas o formas de vida que
son transmitidos a sus miembros y determinan o ayudan a formar la
personalidad de cada uno, teniéndola como modelo social.
Las personas que tienen poca confianza de su capacidad dentro de la
sociedad, tienden a buscar roles sometidos y evitan las situaciones que
requieren asumir responsabilidades.
En la sociedad, el nivel de autoestima de una persona está en cierta
medida, ligado a lo que hace para ganarse la vida. Por ejemplo: un hombre
puede alcanzar una posición social elevada y tener, no obstante una baja
autoestima. A su vez, puede tener conciencia de la importancia que tiene,
pero aun así considerarse a sí mismo un ser humano despreciable, indigno
de respeto y del afecto de los demás.
Los criterios mediante los cuales, las personas, se evalúan a sí mismas
son culturales. Algunos de estos criterios son: si eres gordo, flaco, lindo, feo,
blanco, negro, rubio, morocho, o si tienes la capacidad para luchar,
honestidad, capacidad para soportar el dolor, la astucia para ganar dinero,
los modales, la habilidad para manipular a los demás,...
Toda persona se ve a sí misma, desde el punto de vista de los grupos en
que participa y todo aquello que piensen influirá positiva o negativamente en
la personalidad o forma de pensar.
La Familia
La autoestima, además es aprender a quererse y respetarse, es algo que
se construye o reconstruye por dentro. Esto depende, también, del ambiente
familiar en el que se encuentre y los estímulos que este brinda.
En la violencia familiar las víctimas y los victimarios poseen muy baja
autoestima, ya que por un lado, la víctima es alguien al que maltratan sin que
ésta pueda poner límites y no se da cuenta de que está siendo abusada. Por
otro lado, los victimarios compensan lo inferior que se sienten, maltratando y
abusando, en este caso a un familiar.
Muchas de las heridas emocionales que tiene una persona, producidas en
su niñez puede causar trastornos psicológicos emocionales y físicos (cáncer,
úlceras, hipertensión, trastornos cardíacos y alimentarios, problemas en la
piel, depresiones, entre otras.), produciendo dificultades en la vida de las
mismas (conflictos serios en el trabajo, disminución de la energía y de la
capacidad creativa, relaciones matrimoniales desastrosas, no poder hacer o
conservar amigos, poco entendimiento con las hijas e hijos).
Existen padres, madres, docentes o cuidadores que humillan, desprecian,
no prestan atención, se burlan o se ríen del niño(a) cuando pide ayuda,
siente dolor, tiene un pequeño accidente, necesita que lo defiendan,
expresan miedo, piden compañía, se aferra buscando protección, tiene
vergüenza,... Estas actitudes se completan con otras totalmente opuestas,
demostrándole al niño que es querido y bonito, creándole una gran
confusión. Pero estas muestras de cariño son aparentes, adjudicándole un
rotulo a su identidad, que trae como consecuencia un peso negativo en
formación y en el desarrollo de sus capacidades.
En el momento en que la persona afectada es adulta, transmitirá la
humillación o el maltrato a personas más pequeñas o vulnerables. Es una
cadena hereditaria de abuso y poder, ya que el desprecio y la vergüenza
vivida en la infancia son la fuente de los problemas que afectan en la vida
adulta y los causantes de la baja autoestima.
La Escuela
Es fundamental que los padres y docentes en quienes los padres confían,
sean capaces de transmitir valores claros. Es muy importante que se les
enseñe a los niños, el significado de esos valores. Los maestros deben
conocer el ambiente y aceptarlo si quieren ayudar a los niños a que vean
estos dentro del mismo. En todos los ambientes el niño tiene las mismas
necesidades básicas de amor y seguridad, el derecho de ser una persona de
valor y tener la oportunidad de triunfar.
Los educadores deben estar conscientes de los distintos ritmos de
desarrollo de cada niño, para que el mismo se sienta cómodo con el propio y
capacidad de desarrollo.
También, se puede decir que los educadores pueden favorecer u
obstaculizar el proceso por el cual cada persona puede encontrarse a sí
misma. Su comprensión o la ausencia, puede favorecer o no la personalidad
que se desarrolla y está en vías de manifestarse. Es por esto que el profesor,
tiene mucha responsabilidad en este tema tan importante o en esta cuestión
del tiempo necesario para que uno se encuentre a sí mismo.
Del mismo modo, es necesario saber que la mente de cada niño está
llena de imágenes. Estas son de tres dimensiones. En primer lugar, se
relaciona con la imagen que tiene de sí mismo. Puede imaginarse a sí mismo
como una persona que puede llegar a triunfar. Por el contrario, el niño puede
tener la impresión de ser una persona de poco valor, con escasa capacidad y
pocas posibilidades de lograr éxitos en algún área de su actividad.
El segundo grupo de imágenes, se vincula con la opinión que el niño tiene
de sí mismo en relación con otras personas. Puede considerar que sus
valores, sus actitudes, su hogar, sus padres, el color de su piel o su religión,
son la causa de que se lo mire con temor, desconfianza y disgusto, o que se
lo trate con interés. La imagen que cada niño tiene de sí mismo, se forma a
través del reflejo de las opiniones de los demás.
El tercer juego de imágenes se vincula con la impresión de sí mismo, tal
como desearía que fuera. Si la distancia entre estas dos imágenes, como se
ve realmente y la imagen idealizada, no es grande, de modo que a media
que crece y madura pueda alcanzar la asimilación de estas dos, se puede
decir que se acepta a sí mismo como persona.
Por todo lo mencionado, es muy importante que la escuela del niño ayude
al mismo a descubrir y aprender a ser las personas que siempre quisieron
ser, respetándole sus tiempos, sus conflictos y sus confusiones.
De igual forma, cabe destacar que existen técnicas para superar el miedo
escénico desde un enfoque cognitivo - conductual, que combina un trabajo
de cambio de creencias con aprendizaje de conductas efectivas. Esta forma
de terapia es resultado de los aportes de investigadores y terapeutas como:
Skinner, Lazarus, Ellis, Beck, Young y otros, que probaron
experimentalmente como se aprende a través de las perturbaciones y cómo
se modifica ese aprendizaje.
Algunos de los métodos combinados para superar el miedo escénico son:
Afirmaciones verbales : permiten que las personas repitan frases
positivas en las que se hablan a sí mismas y se presentan una imagen
auditiva de éxito ya logrado. La repetición programa la mente en forma
gradual, con ideas nuevas más optimistas.
Visualizaciones guiadas : estas motorizadas con el uso del hemisferio
derecho del cerebro, producen un alto impacto emocional y tienen
probada reputación de efectivas en la modificación de la conducta. El
impacto de lo visual, supera con mucho el impacto de lo meramente
lingüístico.
Restructuración cognitiva : es una técnica basada en la detección,
confrontación y sustitución de las creencias limitantes que impiden el
buen funcionamiento del sujeto que piensa negativamente. Usa el
método de la racionalidad y la verificación basada en evidencias.
Ensayo de conductas : es una técnica mediante la cual una persona se
entrena, para adquirir una conducta deseable que no posee y por lo
tanto no expresa en cierta situación, y que se aprende imaginando
que el sujeto se encuentra en dicha realidad.
Desensibilización sistemática : es un método que se utiliza para
contrarrestar gradualmente ciertos comportamientos asociados a la
respuesta de ansiedad. Se induce en la persona un estado fisiológico
de la relajación muscular y, luego se expone a estímulo débil que
dispara ansiedad en la persona. Después, se van presentado
estímulos más intensos que son afrontados con la respuesta
relajación.
Relajación muscular : esencialmente corporal para genera bienestar y
reducir los niveles de ansiedad.
Exposición forzada : es una forma mediante el cual la persona que
experimenta ansiedad, la aborda de manera frontal en un esfuerzo
resuelto y no de manera gradual.
Refuerzos positivos : consiste en otorgar a la persona agentes que
considere gratificadores, luego de que ésta ha realizado una conducta
deseable
En cuanto a la disposición de la persona, es necesario que ésta esté
decidida a abordar el problema, con fuerza y determinación, sin
contradicciones que bloqueen el proceso de superación emocional.
Por otra parte, para dominar un grupo, es necesario que el docente
domine el tema, las estrategias y técnicas que le permitan desarrollar la
clase, su gesticulaciones, su adecuado uso verbal, su timbre de voz, su
mirada ante la audiencia, su apariencia personal, y todos estos aspectos le
permitirán al pedagogo tener un amplio dominio de la clase y por ende del
grupo.
Asimismo, se entiende por grupo una pluralidad de individuos que se
relacionan entre sí, con un cierto grado de interdependencia, que dirigen su
esfuerzo a la consecución de un objetivo común, con la convicción de que
juntos pueden alcanzar este alcance, mejor que en forma individual.
Es a su vez una unidad parcial inserta en el seno de una colectividad más
amplia, y una entidad dinámica que, sin embargo, tiende a estructurarse y a
organizarse en busca de una estabilidad relativa. La interacción es la esencia
del grupo. No habría grupo sin interacción, sino simplemente un cúmulo de
personas sin más, sin sentido, ni dirección, ni propósito. No estaría
contemplada como grupo una aglomeración casual o accidental, como sería
el caso de un cierto número de personas que coinciden en el metro.
Los colectivos de mujeres, de personas mayores o de universitarios, por
ejemplo, son categorías o unidades teóricas que tampoco entrarían en la
consideración de grupo.
Ahora bien, se puede distinguir varios aspectos que caracterizan al grupo:
a) Interacción : los miembros interactúan con cierta frecuencia, de forma
personal y a partir de ciertas pautas establecidas. La conducta y
acciones de cualquiera de sus miembros, sirve de estímulo al
comportamiento de otros.
b) Interdependencia : los individuos dependen unos de otros para poder
alcanzar los objetivos grupales. No solamente interactúan, sino que
también comparten normas o desempeñan funciones que se
complementan.
c) Finalidad : sus integrantes realizan actividades colectivas que
contribuyen al logro de objetivos comunes.
d) Percepción : el grupo es directamente observable; los participantes
perciben la existencia del grupo, tienen un sentimiento de pertenencia
al mismo, y se comportan como grupo de cara al exterior. Su entidad
es reconocida como tal por sus propios miembros y por los demás.
Existe una conciencia y un sentimiento de grupo que se configura a
través del desarrollo del nosotros frente al ellos.
e) Motivación : el grupo permite satisfacer necesidades individuales, tanto
explícitas como implícitas. Las primeras suelen encajar directamente
con las tareas y el objetivo concreto del grupo. Las implícitas pueden
resultar menos evidentes; amistad o liderazgo, por ejemplo pero
movilizan al individuo a participar en las actividades grupales.
f) Organización : el grupo tiene una determinada estructura que se
traduce en la distribución de papeles, configurando un sistema de
roles entrelazados que representan un cierto nivel o estatus, así como
una serie de normas de funcionamiento compartidas.
g) Actitud : se comparte determinadas actitudes y valores que forman
parte de la propia cultura.
h) Estabilidad : la interacción entre los miembros no es algo puntual, sino
que se produce con una relativa duración en el tiempo. La estabilidad
vendrá marcada por el tipo de grupo.
De la misma manera, se puede contemplar algunas reglas de oro para
mantener el dominio de grupo:
1) Dejar atrás el viejo método.
La idea de un profesor, sentado en su silla o parado hablando toda la
clase es bastante antiguo y es exactamente el tipo de clase que se tiene que
evitar.
2) Evitar responder todas las preguntas.
Deja que algunas respuestas queden en el aire y que ellos
mismos descubran las respuestas, el profesor se puede ofrecer a
responder a las inquietudes si es que nadie llega a una respuesta después
de un tiempo.
3) Organizar el plan académico.
Es completamente necesario que los contenidos de la materia estén bien
ordenados. Esto permitirá tener una idea de los contenidos que se van a
abordar en el curso y evitará divagaciones.
4) Controlar la clase a través de diferentes métodos.
Existen varios métodos para controlar la clase sin que el alumnado se dé
cuenta: organizar grupos de trabajo y solicitar que un estudiante tome el
mando del grupo. Este estudiante te ayudará a organizar el grupo de trabajo
y a llevar la actividad a plenitud.
Hay que procurar crear un ambiente en el cual los estudiantes no se
distraigan con cosas del exterior. Además, explicar claramente el objetivo
de la clase y consultar al final de la misma si este objetivo fue
alcanzado resulta bastante útil.
5) Hacer que la clase sea dinámica.
Lo que sirvió un día en la clase, puede que no funcione al día siguiente.
Los estudiantes se aburren cuando hacen lo mismo. Hay que tratar de
cambiar el método y hacer las mismas cosas pero de diferente forma.
6) Sonreír.
Sin importar lo que haya pasado en casa o algún problema, hay que
sonreír. Esto llevará a que los estudiantes entiendan, y el profesor disfruta
enseñando. Así, será mucho más sencillo para tener una actitud más
relajada con respecto al tema del día.
Para finalizar, es importante la valoración de sí mismo, ya que es la fuente
de la salud mental y en consecuencia, permitirá expresarse con facilidad ante
un público determinado, sin limitaciones o restricciones. Del mismo modo,
mientras exista una autoestima alto, se elevará la capacidad de inventiva
para mantener el orden y dominio grupal, ya sea en la escuela o institución
donde se labore.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Emagister. (2012). [Página Web en Línea]. El Temor y Miedo Escénico.
Disponible: http://www.emagister.com/temor-miedo-escenico-cursos-
2765706.htm#programa [Consulta: 2012, Agosto 21]
2. Universidad Pedagógica Experimental Libertador. (2006). Manual de
Trabajos de Grado de Especialización y Maestría y Tesis Doctorales.
Caracas: FEDUPEL.
3. Wikipedia, La enciclopedia libre. (2012). [Página Web en Línea].
Miedo Escénico. Disponible: http://es.wikipedia.org/wiki/
Miedo_esc%C3%A9nico [Consulta: 2012, Agosto 20]