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Para citar este trabajo se recomienda el siguiente formato: QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael: "Los estudios sobre la transición en Andalucía", en Actas del III Congreso de Historia de Andalucía. Andalucía Contemporánea (III). Córdoba, Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, 2003, tomo 13, pp. 67-82. Disponible desde Internet en: <http://www.historiadeltiempopresente.com/Aportaciones/Textos/AT23.pdf> III Congreso de Historia de Andalucía Córdoba. Abril de 2001 “Los estudios sobre la Transición en Andalucía” Dr. Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz Profesor Titular de Historia Contemporánea Universidad de Almería Las reuniones científicas de historiadores sirven, entre otros objetivos, para conocer el estado en el que se encuentran las investigaciones relacionadas con las etapas o cuestiones a las que están dedicadas. Habitualmente se trata de congresos especializados en problemas concretos, o en períodos de la historia de un país o una región, con un limitado número de ponencias y comunicaciones. Más difícil es la organización de encuentros que tengan como objetivo la reflexión historiográfica de la trayectoria de una comunidad en todas las etapas de su evolución, desde los orígenes prehistóricos hasta la actualidad. La dificultad viene determinada, fundamentalmente, por los esfuerzos de organización que implica, así como por las evidentes necesidades de financiación que un evento de tal magnitud requiere. Estamos seguro de que la mayoría de profesionales de la disciplina consideran oportuno poder plantear propuestas de investigación, intercambiar reflexiones sobre problemas historiográficos, en definitiva, dar cuenta a la sociedad del trabajo que se está realizando. Por ello, y en este sentido, hay que destacar y aplaudir la labor iniciada hace ya muchos años por el profesor Cuenca Toribio, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Córdoba, y responsable de la brillante organización de la tercera edición de los congresos de Historia de Andalucía, celebrada en abril de 2001 1 . Confiamos plenamente 1 La Universidad de Córdoba, en colaboración con las universidades de Sevilla, Granada, Málaga y Cádiz, también organizó los dos primeros congresos de Historia de Andalucía, celebrados en 1976 y 1981. Como se puede leer en los textos publicados para anunciar la tercera edición, “un importante acervo investigador sobre el pasado andaluz que, 10.804 páginas y 23 volúmenes, conforma el legado historiográfico más relevante sobre una región española en el último cuarto del siglo XX”.

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Dr. Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz Profesor Titular de Historia Contemporánea Universidad de Almería o cuestiones a las que están dedicadas. Habitualmente se trata de congresos congresos de Historia de Andalucía, celebrada en abril de 2001 1 . Confiamos plenamente Córdoba, Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, 2003, tomo 13, pp. 67-82. Disponible desde Internet en:

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Para citar este trabajo se recomienda el siguiente formato:

QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael: "Los estudios sobre la transición en Andalucía", en Actas del III Congreso de Historia de Andalucía. Andalucía Contemporánea (III). Córdoba, Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, 2003, tomo 13, pp. 67-82. Disponible desde Internet en: <http://www.historiadeltiempopresente.com/Aportaciones/Textos/AT23.pdf>

III Congreso de Historia de Andalucía Córdoba. Abril de 2001

“Los estudios sobre la Transición en Andalucía”

Dr. Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz Profesor Titular de Historia Contemporánea

Universidad de Almería

Las reuniones científicas de historiadores sirven, entre otros objetivos, para

conocer el estado en el que se encuentran las investigaciones relacionadas con las etapas

o cuestiones a las que están dedicadas. Habitualmente se trata de congresos

especializados en problemas concretos, o en períodos de la historia de un país o una

región, con un limitado número de ponencias y comunicaciones. Más difícil es la

organización de encuentros que tengan como objetivo la reflexión historiográfica de la

trayectoria de una comunidad en todas las etapas de su evolución, desde los orígenes

prehistóricos hasta la actualidad. La dificultad viene determinada, fundamentalmente,

por los esfuerzos de organización que implica, así como por las evidentes necesidades

de financiación que un evento de tal magnitud requiere. Estamos seguro de que la

mayoría de profesionales de la disciplina consideran oportuno poder plantear propuestas

de investigación, intercambiar reflexiones sobre problemas historiográficos, en

definitiva, dar cuenta a la sociedad del trabajo que se está realizando. Por ello, y en este

sentido, hay que destacar y aplaudir la labor iniciada hace ya muchos años por el

profesor Cuenca Toribio, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de

Córdoba, y responsable de la brillante organización de la tercera edición de los

congresos de Historia de Andalucía, celebrada en abril de 20011. Confiamos plenamente

1 La Universidad de Córdoba, en colaboración con las universidades de Sevilla, Granada, Málaga y Cádiz, también organizó los dos primeros congresos de Historia de Andalucía, celebrados en 1976 y 1981. Como se puede leer en los textos publicados para anunciar la tercera edición, “un importante acervo investigador sobre el pasado andaluz que, 10.804 páginas y 23 volúmenes, conforma el legado historiográfico más relevante sobre una región española en el último cuarto del siglo XX”.

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en la continuidad de estas iniciativas y estamos convencidos de que no pasarán muchos

años para celebrar un cuarto encuentro en el que seguir reflexionando sobre la historia

de la región.

El objetivo de esta ponencia es contribuir al conocimiento de un período

histórico, tan decisivo para la sociedad actual, como fue el que protagonizó el tránsito

del régimen dictatorial franquista a la democracia parlamentaria vigente2. Y para ello,

en el marco del congreso que celebramos, vamos a acercarnos al estado en el que se

encuentran las investigaciones en Andalucía. Queremos saber lo que los historiadores y

otros científicos sociales han trabajado en los últimos años, pero también vamos a

presentar los proyectos iniciados y algunas propuestas para el futuro.

Hace muy pocos años, Manuel Ruiz, un activo investigador de la historia

andaluza contemporánea, presentó una comunicación en la que apuntaba algunos rasgos

que definían la labor de los investigadores de la transición a la democracia en

Andalucía3. Hoy nos llama la atención algunas afirmaciones que se plasmaban en un

intento apretado de combinar análisis de fuentes, estado de la cuestión, propuesta

metodológica y, en general, opinión del autor sobre el objeto de estudio. Así, el citado

comunicante iniciaba su texto afirmando que la investigación sobre la “historia política

de Andalucía” se encontraba “aún anclada en la Segunda República” y que los que se

aventuraban al estudio de la transición en Andalucía eran “especies protegidas”. Fueran

certeras o no aquellas afirmaciones en el momento en que fueron escritas, el panorama

actual es completamente distinto y la transición a la democracia forma parte de los

objetivos investigadores en las universidades andaluzas, como tendremos ocasión de

comprobar más adelante. Pero antes de repasar el estado de la cuestión y los proyectos 2 Javier Tusell ha considerado a la transición “como aquella parte del pasado colectivo de los españoles que resulta más definitoria de los principios en los que se fundamenta la convivencia democrática, en parecida medida que lo fue para la mayor parte de los europeos la resistencia contra el fascismo durante el período 1939-1945”, en TUSELL, Javier: “Por una historia revisionista de la Transición”, en Claves de razón práctica, nº 115, septiembre de 2001, p. 11. Otra consecuencia positiva del proceso que analizamos ha sido subrayada por Walther Bernecker al escribir que “la transición a la democracia ha hecho posible el reencuentro de España con Europa”, en BERNECKER, Walther L.: “La transición en el marco histórico español”, en UGARTE, Javier: La transición en el País Vasco y España. Historia y Memoria. Bilbao, Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco, 1998, p. 15 3 RUIZ ROMERO, Manuel: “La transición en Andalucía. Fuentes, estado de la cuestión e hipótesis cronológica” en BAENA DUQUE, Eloísa y FERNÁNDEZ ROCA, Francisco Javier: Tercer encuentro de investigadores sobre el franquismo y la transición. Sevilla, Muñoz Moya editor, 1998, pp. 468-475. Del mismo autor: “Apuntes para una caracterización de la Transición en Andalucía”, en Revista de Historia Contemporánea, nº 8, Sevilla, 1997-98, pp. 273-289. Hay que destacar el gran esfuerzo de sistematización realizado en Repertorio bibliográfico de la transición política andaluza. Jaén, Cámara de Comercio e Industria, 2000.

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iniciados, vamos a reflexionar sobre la conveniencia o no de que los historiadores nos

ocupemos de investigar sobre la transición a la democracia.

Los historiadores y la transición

Los investigadores de las etapas recientes de la historia —en el caso español, los

que se ocupan de los años treinta, el franquismo o la transición a la democracia— han

tenido que soportar muchas críticas vertidas desde otros sectores de la historiografía.

Ciertamente, esos comentarios resultan más furibundos si el objeto investigado es el

proceso de transición del franquismo al régimen democrático actual4. Parece ser, en este

sentido, que la guerra civil ha entrado ya en sus limitadas concepciones historiográficas.

Las objeciones que plantean para cuestionar la investigación de lo que podemos

denominar la historia del tiempo presente son de distinta naturaleza, aunque las más

recurrentes giran en torno a tres argumentos: falta de objetividad por la proximidad

cronológica entre el historiador y el objeto de estudio, dificultades para el acceso a

distintas fuentes documentales que no están a disposición del investigador, y,

finalmente, imposibilidad de poder presentar una “historia definitiva”. Y, como muy

bien ha afirmado el profesor Gómez Oliver, “mientras, esa historia del presente se

estaba haciendo por economistas, sociólogos, antropólogos o politólogos que, en la

práctica, se convertían en los nuevos oráculos de las ciencias sociales y en los únicos

dotados de los instrumentos teóricos y metodológicos capaces de interpretar las

cambiantes relaciones sociales y de hacer ‘desinteresadas’ prospectivas de lo que debía

ser el futuro”5.

Aunque no podemos extendernos en este punto, sí hay que dejar constancia de la

debilidad de los fundamentos en los que se basan semejantes objeciones. A los que

enarbolan la bandera de la objetividad —en este caso, de su ausencia para analizar 4 Ese sector de la disciplina que no acepta —o lo hace a regañadientes— los estudios de historia reciente suele intentar descalificar a sus autores al denominarles “periodistas”. A esos compañeros de profesión debemos recomendarles lecturas de interesantes reflexiones historiográficas, como las recogidas en el libro de DÍAZ BARRADO, Mario P. (coord..): Historia del Tiempo Presente. Teoría y Metodología. Salamanca, Universidad de Extremadura, 1998, especialmente las firmadas por los profesores Rodríguez de las Heras, Aróstegui Sánchez, Pérez Ledesma y el propio Díaz Barrado. También son útiles los planteamientos que se recogen en ARÓSTEGUI, Julio: “El presente total o la experiencia como Historia”, en Año mil, año dos mil. Dos milenios en la Historia de España. Madrid, Sociedad Estatal España Nuevo Milenio, 2001, pp. 129-153. 5 GÓMEZ OLIVER, Miguel: “De la Transición Política a la instauración del régimen autonómico” en GONZÁLEZ DE MOLINA, Manuel y GÓMEZ OLIVER, Miguel: Historia contemporánea de Andalucía (nuevos contenidos para su estudio). Granada, Junta de Andalucía, 2000, p. 441.

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etapas recientes—, habría que recordarles que se trata de un concepto imposible de

aplicar de forma absoluta a la historiografía. Dicho de forma más clara: todo historiador

es un sujeto, con su propia formación académica, ideológica, religiosa o moral, un

entorno social y familiar propio...., por lo que toda su producción estará afectada por

esas circunstancias que han configurado su pensamiento, es decir, por esa subjetividad.

Y esto es algo que afecta a todos los historiadores, sea cual sea el período en el que

centren su atención. Frente a esta búsqueda inútil de objetividad en el investigador, lo

que hay que exigir al historiador es profesionalidad y honestidad intelectual. Algunos

autores, incluso, ya han valorado positivamente la proximidad cronológica entre el

investigador y los hechos que estudia6.

Las dificultades para acceder a algunas de las fuentes son indudables. Hay

documentos que todavía el Estado no ha puesto al servicio de la investigación por

razones de confidencialidad o, simplemente, de problemas organizativos (los archivos

siguen siendo una asignatura pendiente de las distintas administraciones en España)7.

Pero en etapas como el franquismo y, sobre todo, la transición, los historiadores

contamos con tal cantidad y variedad de documentación que podemos paliar las

consecuencias de las que no están a nuestro alcance. No creemos incurrir en ninguna

insolencia si decimos que ya les gustaría a los investigadores del siglo XVI contar con

las fuentes documentales que disponemos los que nos dedicamos al tiempo presente,

incluidas las limitaciones. No hay que olvidar que podemos utilizar un documento

difícil de igualar: el testimonio de quienes protagonizaron —o simplemente vivieron—

el proceso histórico estudiado. Se nos dirá que los testimonios orales no son fiables por

su parcialidad y, de nuevo, por su subjetividad. La respuesta puede venir precedida de

una pregunta: ¿son imparciales las páginas de un periódico, un informe ministerial, el

edicto de un alcalde o las memorias de un político? Evidentemente que no, pero no por

ello cuestionamos su utilidad para la investigación. Los testimonios orales, como el

resto de las fuentes, deben ser bien utilizados, con todas las precauciones y, sobre todo,

con las oportunas comprobaciones. Pero nadie puede dudar que constituyen un

6 GARCÍA DE CORTÁZAR, Fernando: “¿Se puede hablar de ‘tiempo presente? hoy?”, en DÍAZ BARRADO, Mario P. (coord..): op cit., pp. 121-129. 7 En reiteradas ocasiones, los especialistas del franquismo o la transición se han quejado de las dificultades para acceder a determinada documentación. El caso más lamentable, por la importancia de su contenido, es sin duda el archivo del general Franco, que está en manos privadas.

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elemento indispensable para el conocimiento de los períodos más recientes de la

historia8.

Por último, no queremos dejar de responder a la tercera de las objeciones

planteadas para estudiar el tiempo presente desde la disciplina historiográfica. Pensamos

que ninguna investigación histórica, sea del período que sea, puede considerarse

definitiva. En este sentido, conviene recordar que la Historia es dinámica y está en

permanente construcción; siempre pueden aparecer fuentes no descubiertas, métodos

nuevos o distintas interpretaciones. ¿Alguien puede afirmar con rigor que hoy se

entiende la revolución francesa igual que hace un siglo? ¿y los fenicios? Y, si ninguna

historia puede ser considerada como definitiva, no debe importarnos que la que hoy

presentemos de la transición sea provisional. En cambio, por ejemplo, habremos podido

utilizar fuentes que dentro de unos años ya no existirán, o podremos dejar para

siguientes generaciones el diálogo fluido y fructífero entre historiadores y protagonistas

o testigos del período. En cualquier caso, pensamos como Javier Tusell cuando afirma

que “en el momento actual la batalla de si la historia del tiempo presente es posible está

ya ganada desde hace bastante tiempo”9.

Los estudios realizados en el ámbito de otras ciencias sociales

Como ha ocurrido en el resto de España, en Andalucía el trabajo de los

historiadores sobre la transición a la democracia ha estado precedido de aportaciones

llevadas a cabo en otras áreas científicas. Estamos pensando en profesionales de la

sociología, el derecho político, la economía, la geografía o las ciencias de la

información, que, aunque han tratado muy diversos aspectos del período, han centrado

su atención de forma prioritaria en el análisis de las elecciones y en el proceso

autonómico.

Sobre las distintas convocatorias electorales celebradas a lo largo del proceso de

transición y la evolución del voto en Andalucía, podemos encontrar interesantes trabajos

firmados por los profesores Bonachela Mesas, Bosque Sendra, Brabo Castells, Cazorla 8 Además de las obras más clásicas y conocidas relacionadas con el uso de las fuentes orales (Thompson, Fraser, Folguera,....), hay que recomendar los trabajos llevados a cabo por la Asociación Internacional de Historia Oral, con la profesora Mercedes Vilanova al frente, y las jornadas de Historia y fuentes orales que se celebran periódicamente en Ávila. 9 TUSELL, Javier: “La historia del tiempo presente: algunas reflexiones sobre el caso español”, en NAVAJAS ZUBELDÍA, Carlos (ed.): Actas del II Simposio de Historia Actual. Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 2000, p. 18.

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Pérez, Checa Godoy, Laraña Rodríguez-Cabello, Márquez Cruz, Montabes Pereira,

Ollero Butler, Ortiz Corulla, Porras Nadales, Sánchez López y Trías Vejarano, entre

otros10.

El proceso autonómico ha concentrado el interés de muchos especialistas por las

peculiaridades que lo definieron. Las discrepancias entre las principales fuerzas

políticas del momento (UCD y PSOE), así como los resultados del referéndum de 1980,

crearon una situación de bloqueo en el acceso de los andaluces a la autonomía que fue

difícil resolver. Pero, junto al conflicto jurídico planteado, se ha estudiado también el

sentimiento nacionalista en Andalucía, los efectos del desarrollo autonómico y las

instituciones que ha generado. En estas cuestiones resultan imprescindibles las

aportaciones de Bonachela Mesas, Caballero Bonald, Cano Bueso, Castillo Vera,

Cazorla Pérez, Clavero Arévalo, Checa Godoy, Delgado, Gutiérrez Fernández, Lorca

Navarrete, Mellado Prado, Morilla Critz, Muñoz Machado, Pérez de Guzmán, Porras

10 BONACHELA MESAS, Manuel: “Las elecciones de 23 de mayo de 1982 en Andalucía en el proceso de formación de la Comunidad Autónoma andaluza”, en Estudis Electorals, nº 7, 1984, pp. 93-129; BOSQUE SENDRA, Joaquín: De la reforma a la autonomía: tres años de elecciones en la provincia de Granada (1976-1980). Un análisis geográfico. Granada, Universidad de Granada, 1983; BRABO CASTELLS, Pilar y ORTIZ CORULLA, Carmen: Atlas electoral de España. Comunidad Autónoma de Andalucía. Madrid, 1986, y “Una interpretación política de las elecciones andaluzas”, en Leviatán, nº 9, 1982, pp. 63-74; CAZORLA PÉREZ, José, BONACHELA MESAS, Manuel y MONTABES PEREIRA, Juan: “Algunos rasgos significativos de la evolución electoral en la Comunidad Autónoma de Andalucía (1977-1982)”, en Estudios Regionales, nº14, 1984, pp. 17-60; CAZORLA PÉREZ, José, BONACHELA MESAS, Manuel y LÓPEZ, Juan: “Participación electoral y población en Andalucía. 1976-1980”, en Papers, nº 16, 1981, pp. 127-148; CHECA GODOY, Antonio: Las elecciones de 1977 en Andalucía. Granada, 1978; “El referéndum andaluz del 28 de febrero de 1980. Un análisis de sus resultados”, en Estudios Regionales, nº 5, 1980, pp. 251-295, y “El nacionalismo en las urnas: evolución del electorado del PA, 1977-1991”, en Actas del V Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 1993, pp. 267-282; LARAÑA RODRÍGUEZ-CABELLO, Enrique: “Interpretación de los resultados electorales y predicciones políticas. Las elecciones locales de Andalucía y Galicia (1982-1985)”, en Revista de Estudios Políticos, Nueva época, nº 50, 1986, pp. 285-309; MÁRQUEZ CRUZ, Guillermo: Almería en la transición (1976-1980). Almería, autor, 1981; OLLERO BUTLER, Fernando: “Elecciones parciales al Senado en Almería y Sevilla”, en Revista de Derecho Político, nº 9, 1981, pp. 211-217, y “Las elecciones al Parlamento andaluz”, en Revista de Derecho Político, nº 15, otoño 1982, pp. 189-204. PORRAS NADALES, Antonio: “El referéndum de iniciativa autonómica del 28 de febrero en Andalucía”, en Revista de Estudios Políticos, nº 15, 1980, pp. 175-198, Geografía electoral de Andalucía, Madrid, CIS, 1985, y “Geopolíticas y pluralismo en el comportamiento electoral andaluz”, en Revista de Estudios Andaluces, nº 7, 1986, pp. 101-115; SÁNCHEZ LÓPEZ, José: “Las elecciones de 1 de marzo de 1979: un éxito regionalista”, en Estudios Regionales, nº 3, 1979, pp. 77-118; y TRÍAS VEJARANO, Juan: “Los resultados de las elecciones legislativas del 15 de junio de 1977 en la provincia de Córdoba. Un estudio por comarcas y municipios”, en Revista de Estudios Sociales, nº 21-22, 1978, pp. 157-208.

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Nadales, Rodríguez del Barrio, Ruipérez Alamillo, Ruiz Lagos, Ruiz Rico, Ruiz

Robledo, de los Santos López, Sevilla Guzmán, Terrón Montero y Vallés Ferrer11.

11 BONACHELA MESAS, Manuel: El proceso autonómico andaluz: una aplicación peculiar del artº 151 de la Constitución. Málaga, Instituto de Desarrollo Regional, 1979; “El sentimiento nacionalista entre las elites andaluzas”, en Revista Internacional de Sociología, nº 44, 1982, pp. 549-576; y “El proceso autonómico andaluz: una aplicación del art. 151”, en CAZORLA, José (prol.): Los procesos de formación de las Comunidades Autónomas. Aspectos jurídicos y perspectivas políticas. Granada, Parlamentos vasco, catalán, gallego y andaluz, 1984, vol. I, pp. 313-348; CABALLERO BONALD, Rafael.: “Estatuto de Autonomía para Andalucía: Tribunal Superior de Justicia”, en Revista del Poder Judicial, nº 2, 1982, pp. 91-95; CANO BUESO, Juan: “A propósito del reglamento del Parlamento de Andalucía: una reflexión sobre su naturaleza jurídica”, en CAZORLA, José (prol.): Los procesos de formación de las Comunidades Autónomas. Aspectos jurídicos y perspectivas políticas. Granada, Parlamentos vasco, catalán, gallego y andaluz, 1984, vol. II, pp. 859-872; y “Crónica general sobre la actividad parlamentaria en Andalucía durante la Primer Legislatura (1982-1986)”, en Revista de las Cortes Generales, nº 12, 1987, pp. 293-306; CASTILLO VERA, Pilar del: “Referéndum en Andalucía de aplicación del artículo 151 de la Constitución”, en Revista de Derecho Político, nº 6, 1980, pp. 175-179; CAZORLA PÉREZ, José y BONACHELA MESAS, Manuel: “El proceso de constitución de la Comunidad Autónoma Andaluza”, en Actas del III Congreso de la Asociación Española de Ciencias Políticas. Zaragoza, 1983; CAZORLA PÉREZ, José: “Los Andaluces y la Autonomía” en Actas del II Congreso sobre el Andalucismo Histórico, Sevilla, Fundación Blas Infante, 1987, pp. 317-339; CLAVERO ARÉVALO, Manuel: Forjar Andalucía. Sevilla, Ediciones Andaluzas, 1980, "Las nuevas autonomías: el caso andaluz", en Cuenta y Razón, nº 30, 1987, pp. 31-36, y "El papel de Andalucía en el modelo cuasi-federal surgido de la Constitución de 1978", en Actas del VII Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 1996; CHECA GODOY, Antonio: “La encrucijada política andaluza”, en Zona Abierta, nº 26, 1980, pp. 6-20, y “Una perspectiva del proceso autonómico andaluz”, en Leviatán, nº 9, 1982, pp. 75-84; DELGADO, J. M.: “Regionalismo y nacionalismo en Andalucía, hoy”, en Nación Andaluza, nº 1, 1983, pp. 23-40; LORCA NAVARRETE, José Francisco: El proceso autonómico andaluz. Entre el sentimiento y la razón de un pueblo (1977-1992). Madrid, Pirámide, 1992; MELLADO PRADO, Pilar: “El referéndum sobre el Estatuto de Autonomía andaluz”, en Revista de Derecho Político, nº 13, 1982, pp. 33-47; MORILLA CRITZ, José: “Condiciones de existencia y respuesta nacionalista: el caso andaluz”, en Primeras Jornadas de Estudios Socioeconómicos de las Comunidades Autónomas. Sevilla, Universidad, 1981, pp. 29-57; MUÑOZ MACHADO, Santiago (dir.): Comentarios al Estatuto de Autonomía de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Madrid, Instituto de Estudios de la Administración Local, 1987; ORTEGA ÁLVAREZ, Luis: “La inconstitucionalidad de la reforma de la Ley Orgánica del Referéndum”, en Revista Administración Pública, nº 97, 1982, pp. 113-122.; PÉREZ DE GUZMÁN, Torcuato: Informe sobre la conciencia autonómica en Andalucía. Sevilla, Consejería de Interior de la Junta de Andalucía, 1979. PORRAS NADALES, Antonio: “La autonomía andaluza, un fenómeno dialéctico”, en Revista de Fomento Social, nº 143, 1979, pp. 175-184; PORRAS NADALES, Antonio y RUIZ-RICO, Juan José (dir.): El Estatuto de Andalucía. Estudio sistemático. Barcelona, Ariel, 1990; RODRÍGUEZ Javier y SEVILLA, Eduardo: “Nacionalismo y corporativismo: aproximación al caso andaluz”, en Revista Internacional de Sociología, nº 45, 1983, pp. 31-50; RODRÍGUEZ DEL BARRIO, Javier y otros: “El movimiento nacionalista andaluz durante el proceso autonómico”, en VV.AA.: Nacionalismo y regionalismo en España. Córdoba, Diputación Provincial, 1985, pp. 129-133; RUIPÉREZ ALAMILLO, Javier: “La reforma de la Ley Orgánica sobre las Distintas Modalidades de Referéndum como solución al conflicto andaluz”, en RUIPÉREZ ALAMILLO, Javier: Formación y determinación de las CC.AA. en el ordenamiento constitucional español. Madrid, Tecnos, 1988, pp. 207-213; RUIZ LAGOS, Manuel: La conciencia autonómica de los andaluces. Jerez, Sexta, 1982; RUIZ ROBLEDO, Agustín: “Tras el 28 de febrero: una interpretación jurídica del desbloqueo de la autonomía andaluza” en Actas del V Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 1993, pp. 245-256, y “El proceso de construcción de la Comunidad Autónoma de Andalucía”, en CANO BUESO, Juan (coord.): Curso de Derecho Público de Andalucía. Valencia, Tirant lo blanch, 1997, pp. 17-32; SANTOS LÓPEZ, José María de los: Sociología de la transición andaluza, Málaga, Ágora, 1990; SEVILLA GUZMÁN, Eduardo: “Estructura social e identidad andaluza” en HERNÁNDEZ, Francesc y MERCADÉ, Francesc (comp.): Estructuras sociales y cuestión nacional en España. Barcelona, Ariel, 1986, pp. 261-300, “Nacionalismo andaluz y proceso autonómico: de la exaltación a la agonía”, en

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Finalmente, también hay que destacar aquí interesantes estudios sobre la

economía (Delgado Cabeza, Jordá Borrell, Plaza Prieto y Torres López)12, los grupos

sociales (Bonachela, Márquez Cruz, Morales Ruiz y Bernal)13 o los partidos políticos

implantados en Andalucía (Barzelay, Checa Godoy, Jerez Mir y Márquez Cruz)14

El trabajo de los historiadores

Aunque incorporados más tardíamente, los historiadores vinculados a las

universidades andaluzas también hemos empezado a ocuparnos de la transición a la

democracia. Y en este apartado, para organizar la producción historiográfica sobre el

proceso en Andalucía, hay que distinguir los intentos de explicación global en el

conjunto de la región, los estudios provinciales o locales y los análisis monográficos

sobre determinados problemas. Una aportación pionera fue sin duda la planteada por el

profesor Cuenca Toribio en 1984, como resultado de la edición de varios trabajos sobre

Nación Andaluza, nº 6-7, 1982, pp. 123-139, SEVILLA, Eduardo y otros: “Aproximación a la cuestión nacional en Andalucía, hoy”, en Nación Andaluza, nº 1, 1983, pp. 95-120, SEVILLA, Eduardo y RODRÍGUEZ DEL BARRIO, Javier: “El desarrollo de la autonomía andaluza”, en IV Congreso Nacional de la Asociación Española de Ciencia Política, 31 de mayo-2 de junio, Universidad de Alicante, 1984; TALLER DE ESTUDIOS ANDALUCES: “Cuestión agraria y nacionalismo andaluz durante la transición política”, en Nación Andaluza, nº 2-3, 1984, pp. 63-69; TERRÓN MONTERO, Javier: “El subsistema de gobierno de la Junta de Andalucía”, en Estudios Regionales, nº 8, 1981, pp. 85-112; VALLÉS FERRER, José y GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ, Arturo: “Las transferencias de competencias del Estado a la Junta de Andalucía”, en Estudios Regionales, nº extraordinario, 1980, vol. II, pp. 241-257. 12 DELGADO CABEZA, Manuel: “Las tres últimas décadas de la economía andaluza”, en MARTÍN RODRÍGUEZ, Manuel (ed.): Estructura económica de Andalucía. Madrid, Espasa Calpe, 1993, pp. 73-111; JORDÁ BORRELL, Rosa María: “Población y economía andaluza: tendencias y perspectivas: 1950-1986”, en Estudios Regionales, nº 25, 1989, pp. 89-107; PLAZA PRIETO, Juan: Cambios estructurales en la economía andaluza (1940-1980). Sevilla, Instituto de Desarrollo Regional, 1984; y TORRES LÓPEZ, Juan: “Andalucía 1975-1995: una larga onda de depresión económica” en Estudios Regionales, nº 44, 1996, pp. 321-339. 13 BONACHELA MESAS, Manuel: Las elites andaluzas. Madrid, Mezquita, 1983; MÁRQUEZ CRUZ, Guillermo: “La continuidad de las elites políticas locales del franquismo en los ayuntamientos democráticos: la transición local en Andalucía (1973-1979)”, en Actas II Congreso de Historia de Andalucía. Córdoba, 1996, vol. I, pp. 631-649; MORALES RUIZ, R. y BERNAL, Antonio Miguel: “Del Marco de Jerez al Congreso de Sevilla. Aproximación a la Historia de las CCOO de Andalucía (1962-1978)”, en RUIZ, David (dir.): Historia de las Comisiones Obreras (1958-1988). Madrid, Siglo XXI, 1993, pp. 215-258. 14 BARZELAY, Michael: “El socialismo andaluz: la ideología política y la política económica de una comunidad autónoma española”, en Estudios Regionales, nº 17, 1987, pp. 103-120; CHECA GODOY: “El nacionalismo en las urnas: evolución del electorado del PA, 1977-1991”, op. cit.; JEREZ MIR, Miguel: “Una experiencia de partido regional: el caso del Partido Socialista de Andalucía. Partido Andaluz”, en Revista Española de Investigaciones Sociológicas, nº 30, 1985, pp. 201-244; y MÁRQUEZ CRUZ, Guillermo: Movilidad política y lealtad partidista en Andalucía. Madrid, CIS, 1992.

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aspectos políticos y culturales del período15. Hubo que esperar varios años para que se

publicaran nuevas visiones globales de la etapa en el conjunto de la región. Nos

referimos a los capítulos redactados por los profesores Lacomba Avellán (Universidad

de Málaga), Lemus López (Huelva) y Gómez Oliver (Granada), e incluidos en obras de

conjunto sobre la Historia de Andalucía16. Podemos valorar muy positivamente todas

estas aportaciones, sobre todo por lo que tienen de esfuerzo de síntesis para conocer las

principales características del período en la región. Sin embargo, es necesario señalar

que las lagunas en las investigaciones de base en muchos aspectos impiden a sus autores

ofrecer un resultado más completo. En este sentido, hay que insistir en la necesidad de

incrementar los estudios sobre los distintos problemas y en todas las provincias para

poder ofrecer una historia de la región más completa en un futuro que no sea muy

lejano. Como afirmaba Encarnación Lemus en una de las obras citadas, esas páginas

“no pueden ser más que una presentación del período”17.

Y creemos que un buen camino para avanzar en el conocimiento de la historia

andaluza puede partir de la realización de estudios provinciales, ya sean de conjunto o

sobre determinados aspectos. Es posible que algunos de estos trabajos tengan como

mayor virtud la recogida y sistematización de datos —y unas ciertas carencias en el

análisis de los procesos descritos—, pero en la fase actual son muy necesarios. Ya

disponemos de algunos resultados, procedentes en buena medida de tesis doctorales

desarrolladas en las universidades andaluzas. Estamos pensando, por ejemplo, en los

trabajos realizados por Carmen García Ruiz (Málaga), Antonio Castillo Rama (Cádiz) y

Teresa María Ortega López (Granada)18.

Pero, además de las tesis defendidas, se han publicado ya muchos trabajos de

investigación sobre la transición utilizando el ámbito provincial. Así, encontramos

capítulos de divulgación en Huelva, Almería y Sevilla, realizados por profesores de las 15 CUENCA TORIBIO, José Manuel: La Andalucía de la Transición (1975-1984) Política y Cultura. Madrid, Mezquita, 1984. 16 LACOMBA AVELLÁN, Juan Antonio (coord.): Historia de Andalucía, Málaga, Ágora, 1996; LEMUS LÓPEZ, Encarnación: “La transición del consenso” en ÁLVAREZ REY, Leandro y LEMUS LÓPEZ, Encarnación: Historia de Andalucía contemporánea. Huelva, Servicio de Publicaciones, 1998, pp. 497-564; y GÓMEZ OLIVER, Miguel: “De la Transición Política....”, op. cit., pp. 439-504. 17 LEMUS LÓPEZ, Encarnación: “La transición del consenso”, op. cit., p. 501. 18 CASTILLO RAMA, Antonio: La transición en Cádiz (1975-1982). Aspectos políticos y electorales. Cádiz, Quorum Libros editores, 1999; GARCÍA RUIZ, Carmen Rosa: Franquismo y transición en Málaga. Málaga, Servicio de Publicaciones de la Universidad, 1999; y ORTEGA LÓPEZ, Teresa María: Trabajadores y jornaleros contra patronos y verticalistas, conflictividad laboral y reivindicación democrática en una provincia periférica. Granada, Servicio de Publicaciones de la Universidad, 2001.

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universidades ubicadas en esas circunscripciones19, o aportaciones sobre las provincias

de Córdoba, Granada, Almería, Cádiz y Málaga presentadas en reuniones científicas20.

Si nos detenemos en los aspectos de la transición que más han preocupado a los

historiadores hasta el momento, hay que mencionar los avances realizados en el

conocimiento de las organizaciones sociales —la patronal y, sobre todo, los

sindicatos—, la conflictividad laboral y estudiantil, los partidos políticos y los procesos

electorales. En cambio, poco se ha avanzado en el estudio de las organizaciones de

mujeres que funcionaron durante el período en Andalucía21 o sobre el movimiento

vecinal.

Respecto a los empresarios, debemos destacar el análisis que el profesor Diego

Caro Cancela (Universidad de Cádiz) plantea sobre el papel desempeñado por la

patronal andaluza en las primeras elecciones autonómicas, celebradas en mayo de 1982,

así como los estudios que está llevando a cabo la profesora Ángeles González

19 LEMUS LÓPEZ, Encarnación: “Protagonistas de la Transición”, en La Voz de Huelva, octubre 1997-enero 1998; y “Huelva desde el posfranquismo a la transición”, en Huelva Información, octubre 1998-febrero 1999; QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael: “La política de la Transición a la Democracia”, en VV.AA.: Memorias del Tiempo. Historia de Almería, vol. II, pp. 387-404. Madrid, Mediterráneo-Agedime, 1998; GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles y LEMUS LÓPEZ, Encarnación: “Transición y Democracia”, en ÁLVAREZ REY, Leandro (coord.): Sevilla, siglo XX, Sevilla, Diario de Sevilla, noviembre 2000-enero 2001. 20 ACOSTA RAMÍREZ, Francisco y BARRAGÁN MORIANA, Antonio: “La transición política en Córdoba: una aproximación”, en LEMUS LÓPEZ, Encarnación y QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael (coords.): La Transición en Andalucía. Huelva, universidades de Huelva y Almería, 2002, pp. 339-373; GIL BRACERO, Rafael: “Una aproximación retrospectiva: el final del franquismo en Granada”, en ibid, pp. 375-420; SÁNCHEZ PICÓN, Andrés: “La transición económica. Algunos comentarios sobre el milagro almeriense”, en ibíd. pp. 275-294; PIÑEIRO BLANCA, Joaquín: “La imagen del ejército durante la transición en las elites políticas gaditanas”, en ibíd. pp. 295-315; y GARCÍA RUIZ, Carmen R.: “La transición política en Málaga desde una perspectiva histórica”, en ibid., pp. 477-495. Permanece aún inédito el trabajo realizado por ACOSTA RAMÍREZ, Francisco: Estructuración, cambio y orientaciones políticas en la provincia de Córdoba durante la transición a la democracia (1974-1982). Otros trabajos más concretos en LARA FERNÁNDEZ, Rosa: “1976: aceleración de la transición en Málaga”, en Actas del IV Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 1990, pp. 471-478 y RUIZ SÁNCHEZ, José Leonardo: “La transición política en Berja (Almería). Apuntes y recuerdos para la historia”, en FARUA, Revista del Centro Virgitano de Estudios Históricos, nº 2/1999, pp. 175-209 . 21 VALVERDE MÁRQUEZ, María José: “Organizaciones de mujeres en Málaga durante la transición a la democracia”, en Actas del IX Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 2001, pp. 531-543. Sobre las mujeres andaluzas, vid BARRIO, Emilia: Espacios públicos en clave de sexo/género: la transición democrática (empresariado, educación y política) (Andalucía 1970-1981). Granada, Edit. Comares, 1999. Esta obra, resultado de una tesis dirigida por el profesor Gómez Oliver en la Universidad de Granada, analiza el acceso de las mujeres a los puestos de responsabilidad en los campos de la docencia, la empresa y la política.

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(Universidad de Sevilla) sobre las organizaciones empresariales en la comunidad

autónoma22.

Los sindicatos implantados en Andalucía están mereciendo también la atención

de los investigadores. Algunos años después de que los profesores Morales y Bernal

incluyeran su estudio sobre las Comisiones Obreras de la región en el libro editado

sobre esta central en el conjunto del Estado23, Diego Caro nos ha permitido tener un

mayor conocimiento del mundo sindical andaluz con su trabajo sobre la Unión General

de Trabajadores, publicado coincidiendo con el vigésimo aniversario de la constitución

de UGT de Andalucía24. En esta misma línea, hay que destacar las aportaciones de

Alberto Carrillo (Universidad de Huelva) sobre la situación de las organizaciones

sindicales en la etapa final del franquismo; Encarnación Lemus, acerca de la función

desempeñada por los sindicatos en el proceso de transición a la democracia, y Salvador

Cruz y Francisco Acosta (Universidad de Jaén), que se ocupan de las primeras

elecciones sindicales y la evolución del movimiento obrero en la provincia jiennense

durante los años iniciales del proceso25. Finalmente, y para una visión de conjunto sobre

el movimiento obrero en Andalucía durante la transición, hay que remitir al profesor

Gómez Oliver26.

22 CARO CANCELA, Diego: “El gusano y la manzana. La patronal andaluza en las primeras elecciones autonómicas de 1982”, en BAENA DUQUE, Eloísa y FERNÁNDEZ ROCA, Francisco Javier: Tercer encuentro de investigadores sobre el franquismo y la transición. Sevilla, Muñoz Moya editor, 1998, pp. 142-149. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles: “Empresarios y asociacionismo empresarial andaluz durante la Transición: de la Organización Sindical a la Confederación de Empresarios de Andalucía”, en LEMUS LÓPEZ, Encarnación y QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael (coords.): op. cit., pp. 225-261. Sobre el mundo empresarial, vid. también la comunicación presentada por GARCÍA RUIZ, Carmen Rosa: “Empresarios agrícolas desde el corporativismo a la libre organización: la asociación profesional de agricultores y ganaderos de la provincia de Málaga”, en BAENA DUQUE, Eloísa y FERNÁNDEZ ROCA, Francisco Javier: op. cit. pp. 11-20. 23 MORALES RUIZ, Rafael y BERNAL, Antonio Miguel: “Del Marco de Jerez al Congreso de Sevilla. Aproximación a la Historia de las CCOO de Andalucía (1962-1978)”, en RUIZ, David (dir.): Historia de las Comisiones Obreras (1958-1988). Madrid, Siglo XXI, 1993, pp. 215-258. 24 CARO CANCELA, Diego: Unión General de Trabajadores-Andalucía. 20 años de sindicalismo. Sevilla, Publicaciones Unión, 2000. De este mismo autor: “Crisis del Franquismo, Transición y ruptura sindical”, en ÁLVAREZ REY, Leandro y LEMUS LÓPEZ, Encarnación (coords..): Sindicatos y Trabajadores en Sevilla. Sevilla, Universidad y Fundación El Monte, 2000, pp. 341-359. 25 CARRILLO LINARES, Alberto: “De lo lícito a lo legal: los sindicatos en el Tardofranquismo”, en ÁLVAREZ REY, Leandro y LEMUS LÓPEZ, Encarnación (coords..): Sindicatos y..., op. cit., pp. 387-419; LEMUS LÓPEZ, Encarnación: “Sindicatos y Transición: juego político, pacto social, autonomía y elecciones”, en ibid, pp. 421-450; y CRUZ ARTACHO, Salvador y MARTÍNEZ LÓPEZ, David: “La Transición en Jaén. Las primeras elecciones sindicales (1978)”, en LEMUS LÓPEZ, Encarnación y QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael (coords.): op. cit., pp. 439-475. 26 GÓMEZ OLIVER, Miguel: “El movimiento obrero andaluz en la transición”, en Actas de las primeras jornadas sobre el movimiento obrero y los movimientos sociales en Andalucía (en prensa).

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Pese a la imagen idílica que suele acompañar a la transición democrática,

sabemos que no estuvo exenta de problemas sociales y políticos importantes. Algunos

de esos conflictos han sido ya estudiados, aunque éste es un apartado que requiere

todavía mucha dedicación por parte de los historiadores en Andalucía. La conflictividad

laboral y los movimientos estudiantiles han sido los aspectos más examinados hasta el

momento, destacando los trabajos de Rafael Morales, Encarnación Barranquero y

Antonio Castillo sobre problemas laborales en las provincias de Córdoba, Málaga y

Cádiz, respectivamente27, mientras que Miguel Gómez ha reflexionado sobre los

jornaleros andaluces28. Por otra parte, hay que consultar las aportaciones de Rosa Lara,

José Luis Zorrilla y María José Valverde para conocer algo más del movimiento

universitario malagueño en el tardofranquismo y la transición29.

Aunque politólogos y sociólogos han dedicado buena parte de su labor al estudio

de las elecciones y partidos, los historiadores también tienen mucho que decir. Ya

hemos citado algunas investigaciones provinciales que incluyen el análisis de los

comicios celebrados durante el período y de las fuerzas políticas que los protagonizaron.

Pero, de forma específica, contamos con las aportaciones de Diego Caro para las

primeras elecciones autonómicas, celebradas en mayo de 1982, así como de los estudios

provinciales realizados por Fernando Arcas y Ruiz Sinoga (Málaga), Francisco Cobo

27 MORALES RUIZ, Rafael: Transición política y conflicto social. La huelga de la construcción en Córdoba en 1976. Córdoba, Ayuntamiento de Córdoba, 1999; BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación: Intelhorce: la fortaleza obrera entregada. Málaga, Servicio de Publicaciones de la Universidad, 1998; y “La lucha de Intelhorce durante la transición democrática”, en SOTO CARMONA, Álvaro y otros: Historia de la transición y consolidación democrática en España (1975-1986). Volumen II. Perspectiva internacional. Análisis comparado. Política exterior. Economía, sindicatos y sociedad. Madrid, UNED-UAM, 1995, pp. 423-433; y CASTILLO RAMA, Antonio: “La problemática del sector naval de la Bahía de Cádiz durante la transición política”, en BAENA DUQUE, Eloísa y FERNÁNDEZ ROCA, Francisco Javier: op. cit., pp. 95-102. Otro conflicto producido en la provincia malagueña ha sido analizado por CERÓN TORREBLANCA, Cristian Matías: “Movimiento obrero en Andalucía. Málaga en 1976: huelga de Citesa”, en Actas del IX Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 2001, pp. 451-465. Sobre aspectos laborales, vid. también el artículo de ORTEGA LÓPEZ, Teresa María: “La negociación colectiva en la provincia de Granada (1958-1977)”, en Revista de Historia Contemporánea, nº 8, Sevilla, 1997-98, pp. 215-252. 28 GÓMEZ OLIVER, Miguel: “Jornaleros andaluces, ¿una clase en extinción? Un análisis de la conflictividad campesina en los años ochenta”, en SEVILLA GUZMÁN, Eduardo y GONZÁLEZ DE MOLINA, Manuel (eds.): Ecología, campesinado e historia. Madrid, Ediciones de la Piqueta, 1993, pp. 375-407. 29 LARA FERNÁNDEZ, Rosa y ZORRILLA, José Luis: “Los inicios de la Universidad y el movimiento estudiantil en Málaga (1968-1977)”, en Actas del V Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 1993, pp. 421-429. VALVERDE MÁRQUEZ, María José: “Las movilizaciones en la Universidad de Málaga durante los inicios de la Transición (1974-77)” en Actas del VIII Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 1999, pp. 483-497.

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(Jaén) y otros investigadores que se han ocupado de las distintas convocatorias en

diversos lugares de Andalucía30.

Hemos dejado para el final la preocupación de los historiadores por el problema

autonómico y el nacionalismo andaluz. El ya citado Juan Antonio Lacomba fue

precursor de los estudios sobre la transición andaluza en aquellos didácticos Cuadernos

de Trabajo31. Este autor y Manuel González de Molina, aunque desde distintas

perspectivas, han reflexionado sobre el nacionalismo andaluz, tanto en sus orígenes

como en su situación en la etapa de la transición democrática32. Finalmente, y con gran

30 CARO CANCELA, Diego: Las primeras elecciones autonómicas de Andalucía (1982), Cádiz, Universidad, 1992. ARCAS CUBERO, Fernando y RUIZ SINOGA, José Damián: “Elecciones en Málaga durante la transición democrática (1977-1982): un análisis social” en Actas II Congreso de Historia de Andalucía. Córdoba, 1996, vol. I, pp. 651-665; y COBO ROMERO, Francisco: “De la lucha antifranquista a la consolidación de la democracia (la transición democrática en la provincia de Jaén y las contiendas electorales del período 1977-1986)”, en Boletín del Instituto de Estudios Jiennenses, nº 162, tomo II, pp. 1203-1227. Además, podemos citar análisis de elecciones en los trabajos de ORTEGA LÓPEZ, Teresa María y COBO ROMERO, Francisco: “La transición democrática en las provincias de Granada y Jaén y la evolución del voto rural”, en Actas del IX Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 2001, pp. 467-504-390. LOMAS TRUJILLO, María del Carmen y otros: “El referéndum de la ley para la reforma política a través del diario Sur. Málaga, 15-XII-1976”, en Actas del IV Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 1990, pp. 459-469; MORENO RIVILLA, A.: “Las elecciones democráticas en Linares a lo largo de una década (1977-1987)”, en Actas del IV Congreso de profesores-investigadores. Córdoba, Asociación Hespérides, 1988, pp. 271-279; VALVERDE MÁRQUEZ, María José: “Crónica de las elecciones autonómicas de 1982: el mayo andaluz”, en Actas del VII Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 1997; y "El comportamiento electoral en octubre de 1982. El caso de Málaga", en UGARTE, J. (ed.): La transición en el País Vasco y España. Historia y memoria. Vitoria, Universidad del País Vasco, 1998, pp. 271-273; y BUTRÓN PRIDA, Gonzalo y CORDERO OLIVERO: Inmaculada: “El aprendizaje de la democracia en Andalucía: un proyecto de investigación en Huelva”, en LEMUS LÓPEZ, Encarnación y QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael (coords.): op. cit., pp. 421-437. Los profesores Butrón y Cordero, en este último trabajo, incluyen un análisis de las elecciones municipales de 1979 en la provincia de Huelva. El Partido Comunista ha sido estudiado en Málaga por VALVERDE MÁRQUEZ, María José: “El PCE en Málaga: entre la Historia y el hundimiento”, en TUSELL, Javier y otros: Historia de la transición y consolidación democrática en España (1975-1986). Volumen I. Transición y consolidación política. Estructura territorial del Estado. Madrid, UNED-UAM, 1995, pp. 299-307. 31 LACOMBA AVELLÁN, Juan Antonio: “La transición democrática y el acceso a la autonomía (1975-1984)”, en Cuadernos de Trabajo de Historia de Andalucía, cuaderno V. Sevilla, Junta de Andalucía, 1982. Del mismo autor: “La transición autonómica andaluza en el contexto de la transición democrática española”, en VV.AA.: Transición y autonomía de Andalucía. Jaén, Cámara de Comercio, 1999, pp. 31-52. 32 LACOMBA AVELLÁN, Juan Antonio: ; “Regionalismo-nacionalismo andaluz: pasado y presente”, en VV.AA.: Nacionalismo y Regionalismo en España. Córdoba, Excma. Diputación, 1985, pp. 217-219 y “El nacionalismo andaluz y los nacionalismos españoles”, en Actas del VI Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 1995; GONZÁLEZ DE MOLINA, Manuel y SEVILLA GUZMÁN, Eduardo: “En los orígenes del nacionalismo andaluz: reflexiones en torno al proceso fallido de socialización del andalucismo histórico”, en Revista Española de Investigaciones Sociológicas, nº 40, 1987, pp. 73-95; y GONZÁLEZ DE MOLINA, Manuel: “El Andalucismo Político, 1915-1998 ¿Un nacionalismo imposible?” en FORCADELL, Carlos (ed.): Nacionalismo e historia. Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1998. También hay que citar el trabajo de ARCAS CUBERO,

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profusión de publicaciones durante los últimos años, Manuel Hijano y Manuel Ruiz han

contribuido a que conozcamos mejor el proceso por el que Andalucía accedió a un

régimen autonómico33.

Actuaciones en el presente y propuestas de futuro

Una vez realizado este urgente repaso de la producción historiográfica sobre la

transición a la democracia en Andalucía, podemos afirmar que estamos ante una

situación prometedora, pero bastante incompleta. Como ha escrito el profesor Cuenca

para el conjunto de España, “bien que, como importará insistir, la transición forme parte

ya del territorio del historiador, aún son muchas sus vertientes inexploradas o

ignotas”34. Para intentar mejorar los resultados, un grupo de investigadores vinculados a

las universidades de la comunidad autónoma inició hace pocos años un proyecto de

trabajo en común35. Los primeros contactos se celebraron en las localidades de Chiclana

y Antequera, planteando como objetivo principal el fomento de la investigación sobre la

etapa histórica en las distintos centros universitarios, así como establecer una

coordinación en las actuaciones que se llevaran a cabo.

Fernando: “La idea de Andalucía en los partidos políticos durante la transición democrática”, en LEMUS LÓPEZ, Encarnación y QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael (coords.): op. cit., pp. 263-273. 33 HIJANO DEL RÍO, Manuel y RUIZ ROMERO, Manuel: Bibliografía sobre la autonomía andaluza. Sevilla, Área de Cultura del Ayuntamiento, 1996; “Justificaciones históricas en la génesis del Estatuto de Autonomía para Andalucía (1982)”, en TUSELL, Javier y otros: Historia de la transición y consolidación democrática en España (1975-1986). Volumen I. Transición y consolidación política. Estructura territorial del Estado. Madrid, UNED-UAM, 1995, pp. 555-564; El Pacto Autonómico de Antequera (4 Diciembre de 1978). Un documento para la Historia de Andalucía. Antequera, Instituto Andaluz de Administración Pública, 1997; “El Pacto Autonómico de Antequera. Un ejemplo político de la transición”, en Revista Andaluza de Administración Pública, nº 31, julio-septiembre, 1997, pp. 307 319; y "La autonomía andaluza en la transición: ¿problema de Estado?", en UGARTE, Javier (ed.) La transición en el País Vasco y España. Historia y memoria. Vitoria, Universidad del País Vasco, 1998, pp. 269-270. RUIZ ROMERO, Manuel: “Un pulso al regionalismo tardofranquista. Diputaciones y preautonomía andaluza (1976-1978)”, en Actas del II Simposio de Historia Actual. Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 2000, pp. 385-402; y “Gestión política y Junta de Andalucía en el primer gobierno preautonómico”, en VV.AA.: Transición y autonomía de Andalucía. Jaén, Cámara de Comercio e Industria, 1999, pp. 85-108. También están relacionadas con el proceso autonómico las comunicaciones presentadas por GARCÍA RUIZ, Carmen Rosa: “4 de diciembre, día de Andalucía. “Los sucesos de Málaga””, en Actas del VIII Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 1999, pp. 439-456; y “Planteamientos políticos e ideológicos en las propuestas descentralizadoras o autonómicas de los albores de la transición: ausencia de proyecto para Andalucía” en Actas del IX Congreso sobre el Andalucismo Histórico. Sevilla, Fundación Blas Infante, 2001, pp. 379-390. 34 CUENCA TORIBIO, José Manuel: “La Transición española, modelo universal”, en Estudios de historia política contemporánea. Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 1999, p. 141. 35 Junto a los profesores de las universidades andaluzas, investigadores en historia del tiempo presente de la Universidad de Extremadura han participado en las actividades y encuentros organizados.

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En concreto, se acordó incluir cursos relacionados con la transición en los

programas de Doctorado de las universidades andaluzas e incentivar a los alumnos de

tercer ciclo para que realizaran trabajos de investigación y tesis doctorales sobre el

proceso histórico iniciado tras la muerte del general Franco. También se animó a los

reunidos a presentar proyectos en las distintas convocatorias que se hicieran públicas, y

a constituir grupos de investigación incluidos en el PAI de la Consejería de Educación

de la Junta de Andalucía36. Además, se consideró necesario participar en los encuentros

de historiadores que se realizaran en la geografía nacional, aportando el fruto de

nuestros trabajos, y, lo que era más importante, organizar reuniones científicas que

contribuyeran a la difusión de los avances realizados por los distintos investigadores

que trabajamos en la región. Así, en enero de 2000, se celebró en Almería un congreso

titulado Historia de la Transición en España. El Sur como ámbito de investigación y

estudio, organizado por el grupo de investigación de la universidad almeriense y

dirigido por el autor de esta ponencia37. Las jornadas sirvieron para conjugar

planteamientos epistemológicos, reflexiones de carácter general sobre el final del

franquismo y la transición, y una serie de investigaciones provinciales que ya hemos

citado en el apartado anterior38.

Al margen de las aportaciones planteadas para el conocimiento del ámbito

andaluz, fueron muy interesantes las consideraciones expuestas por el profesor Tusell39

sobre determinados aspectos de la transición a la democracia, destacando el trabajo que

36 Sabemos que en la actualidad hay varios grupos en el Plan Andaluz de Investigación que tienen como uno de sus objetivos prioritarios estudiar la transición a la democracia. Nos referimos a los grupos denominados Historia del Tiempo Presente (código Hum-608), dirigido por Antonio Nadal Sánchez en la universidad de Málaga; El Aprendizaje de la Democracia en Andalucía (Hum-420), bajo la responsabilidad de Encarnación Lemus López en Huelva; Estudios 'Bahía de Cádiz' (Grupo de Historia Actual) (Hum-315), coordinado por Julio Pérez Serrano en Cádiz; Las claves de nuestro tiempo (Hum-534), dirigido por Enrique Aguilar Gavilán en Córdoba; y Estudios del Tiempo Presente (Hum-816), creado por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz en Almería. 37 Una acertada crónica del congreso fue recogida por RODRÍGUEZ LÓPEZ, Sofía: “La Transición española: una reflexión desde el sur”, en Revista de Humanidades y Ciencias Sociales, nº 17, 1999-2000, pp. 297-316. 38 La mayor parte de las contribuciones presentadas en este congreso han quedado recogidas en la obra colectiva de LEMUS LÓPEZ, Encarnación y QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael (coords.): La Transición en Andalucía. Huelva, universidades de Huelva y Almería, 2002. 39 Tusell ha sido uno de los primeros historiadores que se ha preocupado en investigar la transición española a la democracia. Así, ha publicado obras de síntesis como La transición española a la democracia. Madrid, Historia 16, 1991; e Historia de España en el siglo XX. IV. La transición democrática y el gobierno socialista, Madrid, Taurus Bolsillo, 1999. Como coeditor ha participado en la publicación de Historia de la transición y consolidación democrática en España, 1975-1986, op. cit.; e Historia de la transición (1975-1986). Madrid, Alianza, 1996.

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queda por hacer, o el estudio de Álvaro Soto sobre la evolución de la sociedad española

en el período40. Mario Díaz Barrado se ocupó de las fotografías como fuentes necesarias

para el análisis historiográfico, y las posibilidades que los nuevos soportes ofrecen al

historiador, mientras que Juan Sánchez reflexionó sobre la transición y la historia del

tiempo presente41. Asimismo, cuestiones como la utilización de la paz por el régimen

franquista, o el papel desempeñado por las organizaciones de izquierdas en Europa

occidental, fueron debatidas en el encuentro celebrado en tierras almerienses42.

Además del congreso de Almería, en las universidades andaluzas se han

organizado otras jornadas sobre la transición a la democracia. Nos referimos a los

encuentros coordinados por los profesores Julio Pérez Serrano43, Fernando Arcas

Cubero44, Francisco Cobo Romero45 y Alberto Ramos Santana46 en Cádiz, Málaga,

Granada y de nuevo Cádiz, respectivamente y por orden cronológico de celebración.

Junto a estas actividades, se están llevando a cabo varios proyectos de investigación

financiados por instituciones públicas y privadas que van a permitir seguir avanzando

en el conocimiento del período en los próximos años.

Pero ha llegado el momento de hacer propuestas de actuación para el futuro. En

primer lugar, y en líneas generales, consideramos que hay que incrementar la

coordinación entre los distintos investigadores que estamos trabajando en Andalucía47.

Es cierto que es positivo que se fomenten los estudios provinciales para poder

profundizar más y conocer mejor los problemas que se analizan, pero, en la medida de

lo posible, tenemos que procurar trabajar con un modelo similar. Y, para ello, es

imprescindible seleccionar líneas de trabajo prioritarias que puedan servir de guión para

40 TUSELL, Javier: “La transición española a la democracia: cuestiones debatidas”, en LEMUS LÓPEZ, Encarnación y QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael (coords.): op. cit., pp. 31-49; y SOTO CARMONA, Álvaro: “La transición en España: ¿continuidad o ruptura social?”, en ibíd., pp. 115-176. 41 DÍAZ BARRADO, Mario P.: “Fotografía y memoria. Discurso visual del franquismo y la transición”, en ibíd. pp. 51-81; y SÁNCHEZ GONZÁLEZ, Juan: “La transición española desde los fundamentos de la Historia del Tiempo Presente”, en ibíd. pp. 83-100. 42 CAZORLA SÁNCHEZ, Antonio: “La paz: necesidad y usos de un mito político (1939-1978)”, en ibid, pp. 101-114; y ORTUÑO ANAYA, Pilar: “Partidos socialistas europeos y sindicatos y la transición española: de la dictadura a la democracia (1959-1977)”, en ibid, pp. 177-197. 43 La transición política de España en el contexto de la Unión Europea, Cádiz, abril de 1998; y Transiciones y procesos de globalización, Cádiz, enero de 2001 44 Historia y Memoria de la Transición (1973-1982), Málaga, abril de 2000. 45 I Jornadas sobre Franquismo y Transición, Granada, mayo de 2000. 46 Congreso La Transición en Andalucía (1975-1982), Cádiz, abril de 2001. 47 Para alcanzar una mayor grado de coordinación sería muy conveniente que la administración regional andaluza se implicara fomentando proyectos de investigación sobre la transición en la comunidad autónoma con la participación de todas las universidades.

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los proyectos que se desarrollan en las distintas universidades andaluzas. Aunque el

punto de partida es distinto en cada provincia, podemos señalar las siguientes

propuestas de investigación:

1) Reconstruir las organizaciones sociales que protagonizaron el proceso de

transición a la democracia. Nos referimos fundamentalmente a los partidos

políticos, sindicatos, grupos de empresarios, asociaciones de vecinos.... Hay que

investigar todas las organizaciones creadas, atendiendo a su constitución,

características de los afiliados, implantación en los distintos ámbitos

territoriales, identidad de los grupos dirigentes, respaldo popular obtenido, etc....

En esta línea, por citar el ejemplo que mejor conocemos, en el área de Historia

Contemporánea de la Universidad de Almería se ha iniciado un proyecto que

tiene como principal objetivo profundizar en el análisis de dichas

organizaciones. En una primera fase, se está fomentando la recuperación de las

fuentes necesarias y la realización de trabajos por parte de nuevos

investigadores48. En relación con las fuentes, hay que significar que los archivos

están en condiciones deplorables o, simplemente, han desaparecido. Además,

por razones biológicas, es obvio que no debemos demorar mucho la recogida de

testimonios de las personas que desempeñaron un papel relevante en la etapa

histórica49.

48 Así, por ejemplo, Mónica Fernández Amador está realizando un trabajo de investigación sobre la agrupación local del PSOE en la capital almeriense para el segundo curso del programa de doctorado. Mónica Fernández es becaria de investigación en el área de Historia Contemporánea de la Universidad de Almería y tiene presentado un proyecto de tesis doctoral sobre la evolución del poder municipal en la provincia, desde el tardofranquismo hasta la consolidación democrática. En esta misma línea, Fernando Díaz Haro se está ocupando de investigar las fuerzas sociales y políticas surgidas a la izquierda del PCE para culminar su programa de doctorado, mientras que su tesis analizará al propio Partido Comunista. Finalmente, el autor de estas líneas está trabajando en la UCD almeriense, y pronto se van a iniciar trabajos sobre los partidos de la derecha. 49 Para intentar paliar esta situación, hemos impulsado la firma de acuerdos de cooperación entre la Universidad de Almería y las organizaciones políticas y sociales de la provincia, que tienen como principal objetivo la recuperación de fuentes. Un primer convenio ha sido firmado con el Partido Socialista Obrero Español, con el fin de salvar el deteriorado archivo de la Agrupación Provincial y localizar toda la información posible relacionada con esa formación política. Para ello, son fundamentales las entrevistas orales con las personas que tuvieron alguna responsabilidad en el partido o las instituciones en esa etapa. También es importante la recuperación de imágenes, fotografías, carteles, folletos, insignias... Confiamos en poder lograr que se firmen nuevos acuerdos con otras organizaciones en un futuro próximo, y estamos convencidos de que éste puede ser un ejemplo a seguir por otras universidades.

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2) Estudiar exhaustivamente las instituciones locales, provinciales y regionales.

Hay que conocer cuáles fueron los principales problemas que se plantearon en

ayuntamientos y diputaciones durante la transición, y los acuerdos que

adoptaron sus responsables para intentar resolverlos. Es muy importante saber el

papel desempeñado por los gobernadores civiles en el proceso político, sobre

todo si tenemos en cuenta el gran número de competencias que todavía tenían

asignadas. Y no hay que olvidar las nuevas instituciones surgidas en el camino

para alcanzar la autonomía, antes y después del estatuto de 1981, especialmente

la Junta de Andalucía y el Parlamento regional.

3) Analizar la evolución económica desde los años 60. Para ello contamos ya con

interesantes estudios realizados para el conjunto del Estado y, en buena medida,

para la región. Se trataría ahora de estudiar el papel desempeñado por los

distintos sectores sociales en los cambios experimentados en la economía en

cada una de las provincias. Y, además, hacerlo de forma que podamos realizar

análisis comparativos, tanto entre sí como respecto a otros territorios del Estado,

y podamos establecer relaciones entre la dinámica política y los sectores

económicos.

4) Conocer la percepción del sentimiento autonómico. La transición iniciada en

España a la muerte del general Franco se caracterizó por permitir el paso de un

régimen dictatorial a otro democrático, pero ese proceso estuvo acompañado de

otro de no menor importancia: la transformación de un sistema político

centralista a otro de tipo autonómico. Si es cierto que ese proceso, incluidos los

obstáculos que hubo que salvar, ha sido relativamente bien estudiado en

Andalucía, no ha ocurrido lo mismo con el grado de aceptación de la autonomía

en todas las provincias. Y ese análisis hay que realizarlo tanto respecto a los

años que estudiamos, como desde la perspectiva actual, dos décadas después de

culminado el proceso autonómico

5) Investigar la actuación de instituciones como la Iglesia y el Ejército. Es cierto

que ya se conoce, en líneas generales, el papel desempeñado por ambas en el

proceso de transición. Lo que planteamos es un estudio minucioso del

comportamiento de los representantes de ambas instituciones en las distintas

provincias. Ese ajuste de lente, presente en todas nuestras propuestas, permite

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profundizar más y, con ello, confirmar o refutar explicaciones más generales y

no siempre basadas en la investigación empírica.

6) Profundizar en el papel desempeñado por la mujer. Ya decíamos que no

contábamos con muchos estudios que prestaran atención a las mujeres, a pesar

de coincidir —y no por casualidad— con la puesta en marcha de movimientos

reivindicativos y con un proceso jurídico de logro de derechos. Y creemos

necesario acercarnos a la situación de las mujeres andaluzas analizando tanto el

ámbito urbano como rural.

Además de las propuestas planteadas, consideramos oportuno acompañar estas

actuaciones con dos proyectos irrenunciables para el historiador del tiempo presente:

a) Recuperar la imagen de la historia. Nos referimos a la localización, copia y

archivo de fotografías, películas, vídeos....que nos muestren a personas,

acontecimientos y lugares con relevancia en los problemas históricos que

analizamos. Los nuevos soportes derivados del mundo de la informática facilitan

la labor y permiten lograr un resultado impensable hace muy pocos años.

b) Registrar las voces y los sonidos. Se trata, por una parte, de buscar discursos,

mítines, manifestaciones, entrevistas, canciones... que se grabaran en la época; y,

por otra, llevar a cabo un ambicioso plan de entrevistas a protagonistas y

testigos.

Estamos convencidos de que la mayor parte de estas propuestas —junto a otras—,

se llevarán a la práctica y, en muy pocos años, dispondremos de una destacada

producción historiográfica sobre la transición. No hay que olvidar que la investigación,

el análisis y la reflexión son las herramientas adecuadas para evitar que se extiendan y

consoliden tópicos y manipulaciones; en definitiva, para conocer y comprender mejor la

Historia.