Microeconomia Samuelson

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Microeconomía COMPORTAMIENTO, INSTITUCIONES Y EVOLUCIÓN Samuel Bowles

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  • Microeconoma

    COMPORTAMIENTO, INSTITUCIONES Y EVOLUCIN

    Samuel Bowles

  • Para Libby y Herb

  • Contenido

    Prefacio a la edicin en espaol

    Prefacio a la edicin en ingls

    Prlogo: La economa y la riqueza de las naciones y de la gente

    PARTE I: Coordinacin y conflicto: Interacciones sociales genricas CAPTULO UNO Interacciones sociales y diseo institucional CAPTULO DOS Orden espontneo: Auto-organizacin de la vida econmica CAPTULO TRES Preferencias y comportamiento CAPTULO CUATRO Fallas de coordinacin y respuestas institucionales CAPTULO CINCO Dividiendo las ganancias de la cooperacin: negociacin y bsqueda de rentas PARTE II: Competencia y cooperacin: Las instituciones del capitalismo CAPTULO SEIS Capitalismo utpico: coordinacin descentralizada CAPTULO SIETE Intercambio: contratos, normas y poder CAPTULO OCHO Empleo, desempleo y salarios CAPTULO NUEVE Mercados de crdito, restricciones a la riqueza e ineficacia de la asignacin CAPTULO DIEZ

  • Las instituciones de una economa capitalista PARTE III: Cambio: La co-evolucin de las instituciones y las preferencias CAPTULO ONCE Evolucin institucional e individual CAPTULO DOCE Azar, accin colectiva e innovacin institucional CAPTULO TRECE La coevolucin de las instituciones y las preferencias

    PARTE IV: Conclusin

    CAPTULO CATORCE Governanza econmica: mercados, estados y comunidades

    Obras citadas

  • Prefacio a la Edicin en Espaol1

    La ciencia econmica naci en un pequeo rincn de Europa, pero ha venido

    madurando globalmente.

    Desde Adam Smith y David Hume a mediados del siglo XVIII, hasta John Stuart

    Mill y Karl Marx a mediados del siglo XIX, los gigantes de la economa clsica vivieron

    en el Reino Unido. No es sorprendente entonces que sus escritos expresaran un punto

    de vista Britnico. El apoyo de Adam Smith a una economa descentralizada de mercado

    su mano invisible fue estimulado por el dinamismo de su ciudad natal Edimburgo y

    por el limitado rol del estado en el proceso de crecimiento britnico. Para Marx y Engels,

    los trabajadores pobres que vivan en las atestadas bodegas de Manchester eran sus

    puntos de referencia, tanto como lo haban sido para Smith las chimeneas industriales de

    un Edimburgo pujante.

    La razn de que Europa Occidental, y especialmente el Reino Unido, fuera el lugar

    de nacimiento de la ciencia econmica es que el capitalismo tambin floreci all. nico

    entre los sistemas econmicos, el capitalismo unific la variedad de actividades

    involucradas en generar los medios de vida en un espacio de vida social particular y

    claramente autnomo, un espacio sujeto adems a regularidades equivalentes a leyes. Los

    sistemas econmicos anteriores, en palabras de Karl Polany, 1957, estaban incrustados en

    los ordenes polticos y culturales de los cuales hacan parte. La religin, costumbres,

    poltica y la reproduccin de la vida diaria estaban entrelazadas con lo que ahora

    reconocemos como actividades econmicas: la asignacin y distribucin de recursos. Sin

    embargo, en la economa capitalista el da de trabajo y el espacio laboral emergieron como

    esferas temporales que se diferenciaban de la familia, la religin, la poltica y las

    costumbres. Se deca que una psicologa en particular resumida por los economistas

    clsicos como el hombre econmico calculador, interesado en s mismo, y amoral,

    gobernaba nuestro comportamiento en este espacio econmico.

    1 Microeconoma: Comportamiento, Instituciones, y Evolucin (edicin virtual, 2010)

  • El capitalismo no solo liber a la economa de las estructuras sociales y

    restricciones morales que la rodeaban, tambin imparti en ella regularidades que

    podran eventualmente ser descritas como leyes cientficas con su respectiva aplicacin

    universal. De especial importancia entre estas estaban las as llamadas leyes de oferta y

    demanda, una de cuyas consecuencias fue la ley del precio nico. Esta ley maestra de la

    tradicin clsica y neoclsica sostiene que en un equilibrio competitivo un determinado

    bien no ser transado a precios diferentes y que no existirn excesos de demanda o de

    oferta. Simplificaciones tales como la del hombre econmico y la ley del nico precio

    facilitaron la eventual aplicacin del razonamiento matemtico en la economa,

    enriqueciendo de manera extraordinaria su claridad y coherencia.

    La pregunta general de los economistas clsicos se ocupaba de la interaccin

    dinmica entre las instituciones y el crecimiento, esta pregunta ha sido de nuevo

    adoptada por la teora contempornea del crecimiento endgeno. Cmo, se

    preguntaban ellos, podra una economa estar organizada para promover el bienestar

    material de sus miembros manteniendo al mismo tiempo su autonoma? Las respuestas

    que dieron eran dispares, tal como sugieren las posiciones opuestas entre Ricardo y

    Maltus sobre el papel de los impuestos y las rentas de la tierra en el proceso de

    acumulacin, y ms aun el famoso enfrentamiento entre las prescripciones del laissez-faire

    de Smith y el materialismo histrico de Marx. Lo que las respuestas tenan en comn era

    el rol preeminente de la experiencia econmica de la Gran Bretaa como punto de

    referencia emprico.

    Sin embargo el Reino Unido, la primera gran economa capitalista, era nico. Si la

    economa hubiese nacido en San Petersburgo, Tokio o Buenos Aires en lugar de

    Londres, Manchester y Edimburgo, sus temas centrales habran sido diferentes. Se habra

    dado mayor nfasis a la comprensin del estancamiento tanto como del crecimiento, al

    papel coordinador de las grandes instituciones financieras y los estados intervencionistas,

    al proceso de actualizacin tecnolgica y el papel de las firmas gigantes, y a los retornos

    crecientes en el proceso de desarrollo econmico (Gerschenkron, 1962). La ciencia

    resultante se habra parecido ms a la economa de Joseph Schumpeter (siendo austriaco)

    que a la de Adam Smith.

  • En las pginas que siguen presento una microeconoma moderna, descendiente

    lejana de la economa de Adam Smith. Ella refleja las contribuciones de un conjunto

    diverso de economistas, entre ellos los galardonados con el premio Nobel, Kenneth

    Arrow, George Akerlof, Ronald Coase, Friedrich Hayek, Daniel Kahneman, John Nash,

    Douglass North, Elinor Ostrom, Thomas Schelling, Amartya Sen, Herbert Simon,

    Vernon Smith, Joseph Stiglitz y Oliver Williamson. Los avances recientes de stos y

    otros acadmicos han revolcado incluso los principios ms bsicos de la tradicin clsica

    y la subsecuente neoclsica. Entre las vctimas (como se ver) est la ley de un precio

    nico (Captulos 7-9), desplazada por teoras ms adecuadas de contratos y de

    competencia de mercados. El campo nuevo de la economa experimental y la teora

    comportamental de juegos (behavioral game theory) han, de la misma manera, cuestionado

    los supuestos psicolgicos del hombre econmico (Captulo 3), proponiendo en su lugar

    un fundamento de comportamiento de la economa empricamente ms plausible. El

    reconocimiento de la informacin asimtrica como la norma y no como la excepcin ha

    transformado nuestro entendimiento tanto de las interacciones econmicas centralizadas

    como descentralizadas. Otros desarrollos han revivido la atencin que los economistas

    clsicos le dieron a las interacciones sociales fuera del mercado, las instituciones

    econmicas y su evolucin en el largo plazo (Captulos 1, 2, 4-6, 10-14).

    Inevitablemente el material presentado aqu lleva la huella de sus orgenes en

    Europa occidental y en Norte Amrica. Me anticipo a afirmar que en las dcadas que

    vienen, este corpus cientfico ser enriquecido y de pronto alterado fundamentalmente

    por las visiones de otros, derivadas de las experiencias de las economas en el mundo

    entero. Entre los temas que ciertamente atraern la atencin estn el juego complejo de

    interaccin entre las instituciones polticas y econmicas, el proceso divergente que

    produce no solo afluencia sino tambin pobreza tanto al interior de las naciones como

    entre ellas, la naturaleza realmente global de la actividad econmica, la familia como

    institucin econmica, el creciente papel econmico de la informacin y los bienes y

    servicios que son difciles de poseer (siendo este libro virtual un buen ejemplo), y el

    impacto de la actividad econmica en el ambiente natural. Los economistas de habla

    hispana seguramente sern protagonistas en el desarrollo de la ciencia en estas reas.

  • Es con esta esperanza y expectativa que les doy a ustedes la bienvenida a estas

    pginas, e invito sus crticas, extensiones y enmiendas al trabajo que he realizado.

    Quisiera dar gracias a Juan Camilo Crdenas de la Universidad de Los Andes por

    hacer esto posible, a Nicols de Roux por el apoyo en la coordinacin del proyecto, y a

    las siguientes personas por la traduccin y revisin tcnica de este trabajo: Andrs

    lvarez, David Echeverry, Ernesto Crdenas, Gabriel Burdin, Jimena Hurtado, Jorge

    Gallego, Juan Camilo Crdenas, Marcelo Caffera, Mara Jos Roa, Maria Alejandra Velez,

    Mieke Meurs, Nadia Dziewczpolski, Nicols de Roux, Rebeca Echavarri, Sandra Polana,

    y Yelka Garca.

    Santa Fe, New Mexico Septiembre, 2010

    http://www.santafe.edu/~bowles Citas: Gerschenkron, Alexander (1962), Economic backwardness in historical perspective, a book of essays, Cambridge, Massachusetts: Belknap Press of Harvard University Press. Polanyi, K. 1957 (original 1944). The Great Transformation: The Political and Economic Origins of Our Time. Beacon Press by arrangement with Rinehart & Company Inc., Boston.

  • Prefacio a la Edicin en Ingls

    Microeconoma surge como fruto de haber impartido dos cursos de doctorado en la

    Universidad de Massachusetts durante la ltima dcada, uno enfocado en los avances de

    la teora microeconmica, el otro centrado en la economa de las instituciones, el

    comportamiento y su evolucin. El marco de anlisis de los problemas del mundo real

    en ambos cursos son los modelos econmicos y estn basados en la resolucin de

    ejercicios matemticos. El libro se dirige no slo a un pblico que se interesa por el

    razonamiento contemporneo en las ciencias sociales aplicado a los problemas

    relacionados con las instituciones econmicas y el comportamiento, tambin se dirige a

    quienes desean aprender las destrezas bsicas de modelizacin necesarias para participar,

    como usuario o productor, en aportaciones adicionales en este campo.

    Est concebido para ser usado en cursos de postgrado en microeconoma, as

    como en cursos sobre economa institucional y evolutiva, en cursos formales de

    modelizacin en sociologa, antropologa y ciencias polticas. No obstante, tambin

    puede ser de gran ayuda en cursos de pregrado que deseen profundizar en los temas

    mencionados. Un pblico ms amplio puede considerar este manual como una

    introduccin til al paradigma emergente de la ciencia social evolutiva. No requiere un

    estudio profundo de la economa. Las tcnicas matemticas se limitan al conocimiento

    que se adquiere en un curso de clculo durante dos semestres consecutivos.

    Los orgenes de este libro se remontan a una poca en la que impart, durante

    varios aos, un curso de doctorado en la Universidad de Harvard. A pesar que el

    contenido del curso reflejaba el entonces incuestionable modelo neoclsico, ya entonces

    surgan semillas de duda en los prolongados debates con mis compaeros de asignatura,

    Wassily Leontief, Tiber Scitovsky y David Kendrick, as como en las reflexiones sobre

    las reacciones -con frecuencia confusas- de nuestros estudiantes con respecto al material.

    La diferencia entre este libro y aquel que surgi en los debates originados en aquellos

    cursos (Bowles, Kendrick y Dixon 1980) puede ser vista como la distancia recorrida por

    la teora econmica en las dcadas intermedias.

  • Los dos libros comparten el nfasis en la importancia de adquirir destrezas bsicas

    de modelizacin mediante la resolucin de ejercicios con problemas que sean a un

    tiempo manejables matemticamente y desafiantes intelectualmente. Con el objetivo de

    contribuir al desarrollo de dichas destrezas, este manual incluye un amplio apndice con

    problemas matemticos y ejemplos de la teora con aplicaciones a problemas importantes

    del mundo real. En el contenido del texto escribo en cursiva aquellos trminos usados

    frecuentemente cuando estos se presentan (y se definen) por primera vez en el texto

    (pueden encontrarse las definiciones consultando el ndice). Para reducir el nmero de

    notas de pie de pgina he incluido al final del libro sugerencias de lecturas sobre temas

    relacionados. Los epgrafes que abren cada captulo nos recuerdan que los problemas

    abordados en esas pginas han rondado al mundo por algn tiempo, probablemente no

    se resolvern pronto en su totalidad y van ms all de la economa. (Si sospecha que

    sostengo conversaciones imaginarias con los autores de los epgrafes, no estar muy

    equivocado, aunque no me gustara invitarlos a todos a cenar la misma noche!)

    Recurro a las nuevas aportaciones en economa evolutiva, teora de juegos, teora

    de las instituciones econmicas, de la economa experimental y del comportamiento, as

    como a otras contribuciones en la microeconoma. A pesar de que las herramientas de

    anlisis proceden de la economa (algunas tomadas de la biologa), el manual no es

    disciplinar, el inters del libro se expande hacia temas como la cultura, el poder, las

    relaciones sociales asimtricas, las redes sociales y las normas. Tambin hago referencia a

    estudios empricos, iniciando cada captulo con un enigma que una teora adecuada debe

    poder abordar. Hago esto porque la teora econmica se beneficia del desafo de ilustrar

    problemas del mundo real y para fundamentar los supuestos de los modelos en lo que se

    conoce sobre comportamientos humanos e instituciones reales.

    Mientras el ejercicio del poder en la economa cumpla una funcin importante en

    los modelos que he desarrollado, la necesidad de limitar la extensin del libro impide

    prestarle ms atencin a los gobiernos y a otros procesos centralizados de asignacin y

    toma de decisiones polticas.

    Muchas de las ideas aqu presentadas fueron elaboradas junto a Herbert Gintis (en

    especial aquellas de los captulos 8, 9, 10 y 14). Su texto sobre teora de juegos (Gintis

    2000) constituye un complemento valioso para este libro. Contribuciones importantes a

  • estas pginas tambin provienen de mis estudiantes en la Universidad de Massachusetts,

    cuyas sugerencias y crticas han causado innumerables mejoras en el texto. Algunos de

    los materiales de los captulos 11, 12 y 13 envuelven la colaboracin de Jung-Kyoo Choi,

    Astrid Hopfensitz y Yong-Jin Park. Tambin me he beneficiado de los comentarios de

    los doctorandos a quienes he enseado en la Universidad de Siena. As mismo, muchas

    de las mejoras son debidas a mis asistentes en enseanza a travs de los aos en

    especial Katie Baird, Jung-Kyoo Choi, Minsik Choi, Alper Duman, Christina Fong,

    James Heintz, Mehrene Larudee, Edward McPhail, Yong-Jin Park, Dori Posel y Eric

    Verhoogen.

    Los comentarios de Kaushik Basu, Greg Dow, Karla Hoff, Suresh Naidu, Ugo

    Pagano, Peter Skott y Michael Wallerstein al manuscrito han mejorado

    extraordinariamente este libro. Estoy especialmente agradecido con Jung-Kyoo Choi y

    Elisabeth Wood quienes leyeron mltiples versiones del manuscrito, corrigieron errores

    y sugirieron mejoras importantes. Tambin me he recibido contribuciones de Robert

    Boyd, Steven Burks, Jeffrey Carpenter, Henry Farber, Ernst Fehr, Duncan Foley, Gerald

    Friedman, Herbert Gintis, Carol Heim, Jack Hirshleifer, James Jaspers, Arjun Jayadev,

    Donald Katzner, Richard Lewontin, Mehrene Larudee, Paul Malherbe, John Miller, Karl

    Ove Moene, Melissa Osborne, Peter Richerson, Ariel Rubinstein, Cosma Shalizi, D. Eric

    Smith, Eric Alden Smith, Kenneth Sokoloff, Jorgen Weibull, Peyton Young y Junfu

    Zhang.

    Tambin quisiera agradecer a la Fundacin MacArthur por su apoyo en la

    financiacin, as como a la Universidad de Siena (y en especial a Certosa di Pontignano),

    al Instituto Santa Fe y a la Universidad de Massachusetts por propiciar ambientes ideales

    de investigacin. Estoy en deuda con todos mis muy competentes asistentes Bridget

    Longridge (especialmente) con Bae Smith, Margaret Alexander y Tomothy Taylor de la

    Biblioteca de la Institucin Santa Fe y con Lolly Brown, Marcus Daniels, Kevin Dennan,

    Brent Jones, Seth McMillan y Carolyn Resnicke del Instituto Santa Fe. Finalmente quiero

    agradecer a Peter Dougherty, Tim Sullivan y Brigitte Pelner de Princeton University

    Press por ayudar a la realizacin de esta obra.

    Materiales adicionales relacionados con este libro se pueden hallar en

    http://www.santafe.edu/~bowles/.

  • Dedico este libro a mi querido amigo Herbert Gintis y a mi amada esposa

    Elisabeth Wood. Colaborarle a Herb durante tres dcadas ha enriquecido mi

    razonamiento sobre cada aspecto de la microeconoma. l es un coautor virtual. El

    constante entusiasmo de Libby por el proyecto y sus crticas bien definidas sobre el

    contenido se reflejan en cada pgina.

    Santa Fe, Nuevo Mxico

    Agosto de 2003.

  • Prlogo

    LA ECONOMA Y LA RIQUEZA DE LAS NACIONES Y DE LA GENTE

    [La economa es el estudio del] comportamiento

    humano como relacin entre fines dados y medios

    escasos.

    Lionel Robbins, An Essay on the Nature

    and Significance of Economics (Ensayo sobre la naturaleza e

    importancia de la economa) (1935)

    Una transaccin econmica es un problema poltico

    resuelto. ...La economa ha ganado el ttulo de Reina de

    las Ciencias Sociales por elegir como su dominio

    problemas polticos resueltos.

    Abba Lerner, The Economics and Politics of Consumer

    Sovereignty (La economa y la poltica de la soberana

    del consumidor) (1972)

    El primer epgrafe proviene de Robbins (1935:16), el segundo de Lerner (1972: 259).

  • 2 | M i c r o e c o n o m a

    Para sus fundadores, el tema de la economa poltica era la riqueza de las naciones y de la

    gente.

    En el siglo XIV, Ibn Battuta, uno de los gegrafos y exploradores lderes de su

    edad, recorri ampliamente Asia, frica, el Medio Oriente, Rusia y Espaa. En 1347

    visit la tierra que ahora llamamos Bangladesh. Este es un pas... en el que abunda el

    arroz, escribi. Describi sus viajes a lo largo de las vas fluviales, pasando entre

    pueblos y huertos, como si pasramos por un bazar. 1 Seis siglos ms tarde un tercio de

    la poblacin de Bangladesh se hallaba desnutrida y el pas entre los ms pobres del

    mundo.

    Para la poca de la visita de Ibn Battuta a Bangladesh, Europa se tambaleaba bajo

    el impacto de la peste bubnica, la cual cobr la vida de un cuarto de la poblacin o ms

    en muchas ciudades. Los trabajadores manuales en Londres, probablemente entre los

    ms acomodados del continente, consuman menos de 2000 caloras al da.2 La escasez

    de trabajo que vino despus de la peste elev en cierto modo los salarios reales durante

    la mitad del siglo siguiente, pero durante los siguientes cuatro siglos, los salarios reales de

    los trabajadores no aumentaron en ninguna ciudad europea de las cuales existan

    registros. En la gran mayora, los salarios cayeron sustancialmente, por ejemplo, en el

    norte de Italia disminuy a la mitad de su nivel anterior. No obstante, durante los

    ltimos dos siglos, los salarios reales crecieron drsticamente, primero en Inglaterra

    donde aumentaron diez veces su valor y un poco ms tarde, pero por montos mayores, en

    otras ciudades europeas.

    Qu explica estos dramticos reveses de fortuna? La respuesta ms plausible, muy

    brevemente, es la siguiente. El surgimiento y difusin de un conjunto de instituciones

    novedosas llamado capitalismo trajo consigo una gran expansin en la productividad del

    trabajo humano. Esto conllev salarios mayores cuando el poder de negociacin de los

    trabajadores aumentaba, eventualmente, por la expansin de los derechos polticos de los

    1 Su narracin se publica en Ibn Battuta (1929:267, 271). Una segunda fuente (Yule 1886:457) lo menciona diciendo: No he visto ninguna regin de la Tierra donde las provisiones sean tan abundantes, pero esta puede ser una traduccin equvoca debido a Yule o a la fuente francesa con la que contaba. 2 Esta descripcin sigue el razonamiento de Allen (2001). La siguiente serie de salarios puede hallarse en http://www.econ.ox.ac.uk/members/robert.allen/wagesprices.htm.

  • P r l o g o | 3

    trabajadores y por el debilitamiento de otros grupos como los nuevos miembros de la

    produccin agrcola y domstica y otras partes de la economa, que no se organizaron de

    acuerdo con estas nuevas instituciones. Esto sucedi en Europa y no en Bangladesh.

    Lo que s sucedi en Bangladesh, como en gran parte del Imperio Mughal y lo que

    se convirti en India Britnica, fue un creciente atrincheramiento del poder y de los

    derechos de propiedad de terratenientes poderosos. Su influencia ya era sustancial antes

    de la llegada de los britnicos, pero durante la presidencia de Bengal fue ampliamente

    fortalecida por el Asentamiento Permanente de 1793. Este acto de reguladores coloniales

    confiri, de hecho, poderes gubernamentales a los terratenientes otorgndoles el derecho

    de recaudar impuestos (y guardar una fraccin sustancial de stos para s mismos). El

    hecho que la poltica britnica sobre tributacin y tenencia de la tierra no fuera uniforme

    durante el Raj ofrece un experimento natural para probar la importancia de estas

    instituciones para los patrones subsiguientes de atraso o falta de desarrollo. Banerjee e

    Iyer (2002) compararon el desempeo econmico posterior a la independencia y los

    indicadores sociales de los distritos de la India moderna, en la cual a los terratenientes se

    les haba dado poder mediante los sistemas coloniales de tributacin y tenencia de tierras

    con otros distritos, en los cuales se haba pasado por alto a los terratenientes en favor de

    la comunidad del pueblo o de la tributacin directa del cultivador individual.

    Descubrieron que los distritos controlados por los terratenientes haban reducido

    significativamente las tasas de crecimiento de productividad agrcola que se

    desprendieron de tasas de inversin ms bajas y menor uso de insumos modernos. Los

    distritos controlados por los terratenientes tambin se haban rezagado

    significativamente en mejoras educativas y de la salud.3 Estos hallazgos sugieren una

    persistencia notable de los efectos de una innovacin institucional que sucedi un siglo

    antes o ms.

    3 Los detalles de la relacin causal entre el control terrateniente y los resultados subsiguientes siguen siendo explorados. Debido a que las prcticas coloniales cambiaron con el paso del tiempo como respuesta a sucesos exgenos (como la insurreccin de los soldados indios en 1857) y sobre el espacio como respuesta a las idiosincrasias de administradores locales, Banerjee e Iyer pudieron identificar fuentes independientes de variacin en las polticas de tenencia de tierras y tributacin que no se deban a condiciones preexistentes.

  • 4 | M i c r o e c o n o m a

    Los efectos de las instituciones sobre el desempeo econmico se observan en un

    giro dramtico en la tenencia de la tierra en el estado hind de Bengala Occidental.4

    Despus de su eleccin en 1977, el gobierno del Frente de Izquierda del estado implant

    una reforma bajo la cual a los aparceros que se registraron con el Ministerio de Hacienda

    se les garantiz tenencia permanente y heredable en las parcelas que cultivaran siempre y

    cuando pagaran al terrateniente un cuarto de la cosecha. Antes de la reforma, la parte de

    la cosecha del terrateniente haba sido la mitad y los terratenientes haban usado de

    modo rutinario el desalojo para aumentar su poder de negociacin con los aparceros. El

    aumento en la parte de la cosecha de los cultivadores elev significativamente los

    incentivos para trabajar la tierra productivamente. La seguridad de la tenencia tena dos

    posibles efectos compensadores: mejoraba el incentivo de los cultivadores para invertir

    en la tierra, mientras que restringa la capacidad del terrateniente para solicitar elevados

    niveles de produccin mediante amenazas de desalojo. Un efecto indirecto adicional

    tambin pudo estar en funcionamiento. El aumento de la seguridad econmica de los

    aparceros gener su participacin ms activa en las polticas locales; en parte como

    resultado, los consejos locales los panchayats se convirtieron en defensores ms

    efectivos de los intereses de los menos favorecidos en la adquisicin de insumos

    agrcolas, crditos y escolaridad.

    Los efectos de la reforma se han estimado a partir de una comparacin de la

    productividad agrcola entre Bengala Occidental y su vecino Bangladesh (una regin

    similar en la cual no se implementaron tales reformas) y mediante la explotacin del

    hecho que la implementacin de la reforma (medida por la fraccin de aparceros que se

    registraron por sus beneficios) vari considerablemente dentro de Bengala Occidental.

    Las estimaciones resultantes no son precisas y sigue siendo difcil determinar cules

    mecanismos causales estaban en funcionamiento, pero los efectos de la reforma parecen

    haber sido considerables: las cosechas de arroz por hectrea sobre terreno cultivado

    aumentaron aproximadamente 50%. Habiendo dejado rezagados a gran parte de los

    estados hindes antes de la reforma, el crecimiento de la productividad agrcola en

    Bengala Occidental ha sido de los ms rpidos desde la reforma.

    4 Esta narracin se basa en Banerjee, Gertler, y Ghatak (2002) y Bardhan (1984).

  • P r l o g o | 5

    La obra de Sokoloff y Engerman (2000) sugiere la constante importancia de las

    instituciones en relacin con un anlogo revs de fortuna del Nuevo Mundo. Estiman

    que en el ao 1700 el ingreso per cpita de Mxico era aproximadamente el de las

    colonias britnicas que se iban a convertir en Estados Unidos, mientras que Cuba y

    Barbados tenan de nuevo al menos la mitad de riqueza. A finales del siglo XVIII Cuba

    tena ingresos per cpita ligeramente mayores a los de Estados Unidos y Hait,

    probablemente era la sociedad ms rica del mundo. No obstante, a inicios del siglo XXI

    el ingreso per cpita de Mxico era inferior a un tercio del de Estados Unidos y el de

    Hait era an menor. En una serie de documentos, Sokoloff y Engerman suministran la

    siguiente explicacin.5 En partes del Nuevo Mundo en las que se poda cultivar azcar y

    otros plantos (Cuba y Hait) o en los cuales los minerales y el trabajo indgena era

    abundante (Mxico), las elites econmicas contaban con mano de obra en garanta o

    esclavos y consolidaban su poder y privilegios materiales por medio de instituciones

    altamente exclusivas. Estas instituciones restringan el acceso de los menos favorecidos a

    la escolaridad, tierras pblicas, proteccin de patentes, oportunidades empresariales y

    participacin poltica. En consecuencia, durante los siglos siguientes, incluso despus de

    la desaparicin de la esclavitud y de otras formas de trabajo forzoso, las oportunidades

    de ahorro, innovacin e inversin fueron monopolizadas por los ms prsperos. l

    alfabetismo permaneci bajo y la tenencia de tierras estaba altamente concentrada. Como

    la fuente de riqueza cambi de la extraccin de recursos naturales a manufactura y

    servicios, estas economas altamente desiguales se estancaron mientras que las economas

    mucho ms inclusivas de Estados Unidos y Canad crecieron rpidamente. El modo en

    que sus instituciones menos exclusivas contribuyeron al xito de estas economas

    estadounidenses sigue siendo obscuro, pero una hiptesis plausible es que el acceso ms

    amplio a la tierra, las oportunidades empresariales y el capital humano estimularon el

    crecimiento.

    La fuente de divergencia institucional entre las colonias del Nuevo Mundo parece

    ser su dotacin inicial de factores, ms que las distintas culturas o polticas coloniales de

    los estados europeos que los conquistaron. Belice britnica y Guyana siguieron el

    camino de Honduras Espaolas y Colombia; Barbados y Jamaica siguieron el camino de

    Cuba y Hait. Los puritanos que se asentaron en la isla de Providencia cerca de la costa

    5 Vase tambin Engerman, Sokoloff y Mariscal (2002) y Acemoglu, Johnson y Robinson (2002).

  • 6 | M i c r o e c o n o m a

    de Nicaragua abandonaron sus ideales polticos y se convirtieron en propietarios de

    esclavos. Los esclavos en la isla superaron en nmero a los puritanos cuando fue

    invadida por los espaoles en 1641. Segn su historiador lder, El asentamiento

    puritano...con su economa impulsada por la actividad de los corsarios y la esclavitud se

    parecan ms a cualquier otra colonia de la India Occidental (Kupperman 1993, pg. 2).

    Al momento de esta desaparicin, la isla de Providencia estaba atrayendo trabajadores

    migratorios de la ms famosa colonia Puritana al norte; dos barcos cargados de

    peregrinos desventurados llegaron de Massachusetts justo despus de que asumi el

    gobierno espaol.

    Un ejemplo final es el colapso precipitado del rgimen del Partido Comunista en la

    Unin Sovitica y sus aliados del Este de Europa alrededor del ao 1990, y la transicin

    de los nuevos estados a economas basadas en el mercado. La figura P.1, que presenta

    los niveles del producto interno bruto (PIB) per cpita respecto al ao 1990 para catorce

    de estas naciones, revela drsticas diferencias en sus trayectorias. Despus de una dcada

    de transicin, el ingreso per cpita de Polonia se detuvo en 40% por encima del nivel

    inicial, mientras el de Rusia disminuy un tercio y el de Moldavia haba cado a menos de

    40% del nivel inicial. Durante el mismo periodo el ingreso per cpita de China aument

    un poco ms del doble (no se muestra). Entre estas catorce economas slo Polonia se

    desempe por arriba del promedio de las economas de la OECD (Organizacin para la

    cooperacin y el desarrollo econmico).

    Mientras que el xito de las reformas graduales de China ha sido objeto de amplio

    estudio, las diferencias entre los pases que asumieron una rpida transicin son

    entendidas de modo deficiente. Una explicacin posible es que, empezando con

    instituciones muy similares, pequeas diferencias en el contenido u oportunidad de los

    paquetes de reforma o eventos de azar terminaron en grandes diferencias acumulativas

    en cuanto a desempeo, porque algunos pases (por ejemplo, Hungra y Polonia)

    pudieron capturar los efectos sinergsticos de complementariedades institucionales

    mientras que otros no (Hoff y Stiglitz 2002). Otras explicaciones enfatizan las diferencias

    institucionales sustanciales entre los pases o sus diferentes niveles de confianza u otras

    normas sociales. Lo que no es controversial es que las divergencias en el desempeo de

    esta magnitud, que emergieron en menos de una dcada, sugieren tanto la importancia de

  • P r l o g o | 7

    instituciones econmicas como la influencia dominante de los efectos de la

    retroalimentacin positiva, mediante la cual el xito y el fracaso son acumulativos.

    FIGURA P.1 Divergencia del PIB real per-cpita de las economas ex comunistas (respecto al ao 1990). Fuente: Banco Mundial (Base de datos del Anlisis de manejo de Informacin estadstica).

    Pro

    por

    cin

    Ao

  • 8 | M i c r o e c o n o m a

    He seleccionado deliberadamente casos que dramatizan la funcin central de las

    instituciones. Otras comparaciones sugeriran conclusiones diferentes, o al menos

    conclusiones menos claras. Por ejemplo, durante el periodo comprendido entre los aos

    1950 y 1990, los pases con regmenes democrticos y autoritarios parecen haber diferido

    sorpresivamente muy poco en su desempeo econmico global (controlando por otras

    influencias) apareciendo diferencias mayores slo en su registro demogrfico, con

    reduccin del crecimiento de la poblacin en las democracias (Przeworski, Alvarez,

    Cheibub y Limongi 2000). No obstante los ejemplos anteriores la divergencia entre los

    estndares de vida en Europa y muchas partes del mundo, el trastorno en las fortunas del

    Nuevo Mundo y las consecuencias heterogneas de la liberalizacin econmica en las

    naciones que alguna vez fueron comunistas son de enorme importancia en si mismos

    y, como lo indican ejemplos posteriores, son difcilmente atpicos.

    Qu puede decir la economa moderna sobre la riqueza y la pobreza de las

    naciones y de la gente? No menos importante, qu puede hacer?

    CONTRARIO a su reputacin conservadora, la economa siempre ha tenido que ver

    con la forma de cambiar el modo en que funciona el mundo. Los primeros economistas,

    los mercantilistas y los fisicratas, fueron asesores de los reguladores absolutos de

    principios de la Europa moderna. Los gerentes macroeconomistas de hoy, los asesores

    en desarrollo econmico y los arquitectos de la transicin del comunismo a las

    sociedades basadas en el mercado, siguen esta tradicin del compromiso del mundo real.

    Los economistas nunca han sido ajenos a la creacin de polticas ni al desarrollo de la

    constitucin. La esperanza de que la economa pueda ayudar a aliviar la pobreza y a

    garantizar las condiciones en las que pueda florecer la gente libre es ya su llamado ms

    inspirador y su mayor desafo.

    Como muchos, recurr a la economa con esta esperanza. Cuando era un nio de

    escuela en la India y maestro de secundaria en Nigeria, antes de inclinarme hacia la

    economa, naturalmente llegu a la disciplina esperando que abordara el perdurable

    problema de la pobreza y la desigualdad global. A la edad de once aos me haba dado

    cuenta de lo corriente que era entre mis compaeros de clase en la Escuela Pblica de

    Delhi, en deportes, en el trabajo escolar, en casi todo. Desde entonces me ha

  • P r l o g o | 9

    obsesionado una pregunta: cmo es que los hindes son mucho ms pobres que los

    estadounidenses siendo -como personas- tan semejantes en nuestras capacidades?

    Tambin ingres a la escuela de pregrado esperando que la economa me explicara por

    ejemplo por qu los trabajadores en Estados Unidos producen lo mismo en un mes que

    los hindes en un ao?, y por qu la poblacin hind es pobre en la misma medida (Hall

    y Jones 1999). Ahora sabemos que las explicaciones econmicas convencionales fallan:

    por algn motivo razonable, las diferencias en la proporcin capital-trabajo y en el nivel

    de escolaridad de las fuerzas laborales en Estados Unidos e India explican mucho menos

    de la mitad de la diferencia en productividad. Parece probable que gran parte de la

    brecha proviene de causas ms difciles de medir y, hasta hace poco, menos estudiadas

    por los economistas: diferencias en experiencia histrica, instituciones y comportamiento

    convencional. Estos temas son objeto de anlisis en este libro.

    Principios de Alfred Marshall (1842-1924) fue el primer gran texto de la economa

    neoclsica. Inicia con las siguientes lneas

    Ahora que por fin nos ponemos serios para averiguar si es necesario que algunos deban denominarse clases bajas: es decir si existe la necesidad que un gran nmero de personas condenadas desde su nacimiento al trabajo duro para poder ofrecer a otros los requisitos de una vida refinada y educada, mientras ellos mismos estn limitados por su pobreza y trabajo arduo para tener alguna participacin o parte en esa vida... La respuesta depende en gran medida de los hechos e inferencias, las cuales estn dentro de la jurisdiccin de la economa; y es esto precisamente lo que ofrece a los estudios en economa su principal y mayor inters. (Marshall 1930:3-4)

    Marshall escribi esto en 1890. Sospecho que estara disgustado con el progreso

    realizado por la economa en estos distinguidos propsitos en el siglo siguiente.

    EL PARADIGMA NEOCLSICO que Marshall ayud a descubrir no era apropiado

    para la tarea que estableci. Sus supuestos definidores impidieron el anlisis de muchos

    aspectos claves del progreso y estancamiento econmico, entre ellos el ejercicio del

    poder, la influencia de la experiencia y las condiciones econmicas en las preferencias y

    creencias de la gente, dinmicas en desequilibrio y el proceso de persistencia y cambio

    institucional.

    Recurriendo a las contribuciones de muchos economistas y otros este libro

    presenta una teora sobre cmo interactan los comportamientos individuales y las

  • 10 | M i c r o e c o n o m a

    instituciones econmicas para producir resultados agregados, y cmo individuos e

    instituciones cambian a travs del tiempo. Se basa en supuestos que son muy distintos

    de aquellos que definen el paradigma neoclsico. En adelante usar el trmino paradigma

    Walrasiano (por Leon Walras [1834-1910]), otro de los fundadores de la economa

    neoclsica) en vez del trmino abierto neoclsico. Por Walrasiano quiero decir el

    enfoque de la economa que asume que los individuos eligen acciones con base en la

    evaluacin previsiva de sus consecuencias basados en preferencias egostas y

    determinadas exgenamente, donde las interacciones sociales toman exclusivamente la

    forma de intercambios contractuales y la que los rendimientos crecientes a escala

    pueden ignorarse en la mayora de las aplicaciones. Con algo de refinamiento estos

    supuestos explican los xitos analticos distintivos y la orientacin normativa del enfoque

    Walrasiano. El trmino paradigma se refiere al tema central enseado a los estudiantes.

    El mtodo que se desarrolla aqu conserva muchos de los dogmas del paradigma

    Walrasiano y de la escuela clsica que sustituy. Entre ellos se encuentra una tripleta

    familiar de ideas: que cuando los individuos actan tratan de lograr algo; que la accin

    intencional est limitada por los efectos de la competencia; y que los resultados

    agregados de un gran nmero de personas que interactan de esta manera no son

    deliberados. Estos dogmas han suministrado los fundamentos para el desarrollo de la

    economa desde su inicio y explican muchas de sus perspicacias. Sin embargo, se

    sustituyen otros aspectos del paradigma Walrasiano.

    El enfoque Walrasiano representa al comportamiento econmico como la solucin

    a un problema de optimizacin restringida que enfrenta una persona bien informada en

    un ambiente virtualmente libre de instituciones. La definicin clebre de Robbins sobre

    el tema (en el epgrafe) refleja esta ecuacin de la economa con optimizacin restringida.

    El paso del tiempo se representa simplemente mediante una tasa de descuento; la gente

    no aprende ni adquiere nuevas preferencias con el tiempo; las instituciones no

    evolucionan. Las acciones de otros estn representadas por nada ms complicado que un

    vector dado de precios que vaca los mercados, mientras la proximidad es capturada por

    un costo de transporte. Los derechos de propiedad y otras instituciones econmicas

    estn representados simplemente por una restriccin de presupuesto. Un actor

    econmico en este modelo es ms o menos un Robinson Crusoe, con precios que

  • P r l o g o | 11

    remplazan la naturaleza. Los economistas de Crusoe habitan un mundo donde los

    productos escasean, pero en el que existen las instituciones necesarias para coordinar sus

    actividades de una manera ptima estn a disposicin sin ningn costo. Por tanto, el

    suministro de instituciones ptimas puede ignorarse por la misma razn por la que

    Adam Smith sola explicar por qu los economistas no necesitan teorizar sobre el valor

    del agua: son productos gratuitos.

    Esta descripcin del paradigma Walrasiano es por supuesto una caricatura

    reconocible de la economa dictada en los programas lder de doctorado en una poca

    tan reciente como la dcada de 1980. Desde entonces una combinacin de nuevas

    herramientas analticas en especial la teora de juegos y la economa de la informacin

    y las crecientes ineficiencias empricas del modelo Walrasiano se han combinado para

    alterar el modo en que se ensea y se practica la economa. Los agentes econmicos ya

    no interactan simplemente con la naturaleza o algn otro ambiente paramtrico, sino

    entre s y de modo estratgico. Sus interacciones ya no se describen en su totalidad

    mediante los precios de los productos que intercambian porque algunos aspectos de sus

    transacciones no se expresan en contratos que se puedan hacer cumplir.

    No obstante, aunque algunos de los supuestos Walrasianos estndares han cado

    en la prctica, los dogmas comunes del antiguo paradigma se hacen evidentes en muchos

    de los mtodos nuevos. Robert Solow los expres como equilibrio, codicia,

    racionalidad, lo que significa que cuando los economistas explican algo, por ejemplo

    el desempleo, quieren decir que se puede representar como un resultado temporal nico

    en un modelo de interacciones entre individuos egostas con capacidades y

    predisposiciones cognitivas avanzadas. Otros modos de explicar el desempleo pueden

    ser entretenidos, pero esta es la opcin predeterminada. La preocupacin de Solow sobre

    lo adecuado de la trinidad de dogmas centrales es sustentada cada vez ms por avances

    empricos y conceptuales.

    El mtodo que presento se basa en los dogmas o doctrinas ms modestos, pero

    quizs ms duraderos, los dogmas clsicos de accin intencional, competencia y

    consecuencias no deliberadas. Del mismo modo en que el paradigma Walrasiano supone

    una clase particular de interaccin social como el caso estndar caricaturizado arriba

  • 12 | M i c r o e c o n o m a

    como Robinson Crusoe el mtodo est diseado para dilucidar una situacin genrica

    con base en las tres caractersticas observadas empricamente de las estructuras sociales

    de interaccin, comportamientos individuales y tecnologas que se presentan a

    continuacin. Aqu simplemente planteo los hechos sobresalientes de estas interacciones

    genricas y sealo algunas implicaciones importantes. Asumo la tarea de modelizacin de

    estas interacciones (y suministro alguna evidencia emprica relevante) en los captulos

    siguientes.

    Interacciones sociales no contractuales. Cuando los individuos interactan, es la

    excepcin y no la norma, todo lo que pasa entre ellos se rige mediante un contrato que

    se hace cumplir de inmediato. Por el contrario, las interacciones sociales no contractuales

    son ubicuas en vecindarios, empresas, familias, provisiones ambientales, proyectos

    polticos y mercados. A pesar que estas interacciones sociales no-contractuales ocurren

    en escenarios que no son del mercado, tambin son importantes para determinar los

    resultados econmicos en mercados altamente competitivos. Por tanto, en las pginas

    venideras trato el mercado de comestibles con contratos completos un tema central de

    los libros de texto de introduccin a la economa como un caso especial. El caso

    genrico est ilustrado por mercados laborales y mercados de crdito, donde la promesa

    de trabajar arduamente o pagar el prstamo no se puede hacer cumplir, o los problemas

    sobre derechos ambientales locales donde la explotacin de recursos individuales impone

    excedentes no contrctiles en los dems. Una caracterstica de los mercados con

    contratos incompletos es que uno o ambos participantes en una transaccin simple de

    pareja tpicamente recibe rentas, es decir, pagos superiores a su prxima mejor

    alternativa. En los mercados laborales y de crdito, algunos trabajadores y prestamistas

    no pueden transar las cantidades que prefieren a los trminos de intercambio dados. Es

    decir, tienen restricciones de cantidad y los mercados resultantes no saldan en equilibrio,

    presentando exceso de oferta (por ejemplo de trabajo) o exceso de demanda (para

    crditos).

    Si muchos aspectos de las interacciones econmicas no estn regidos

    exclusivamente por los contratos, cmo se rigen? La respuesta es que los aspectos no

    contractuales de las interacciones se rigen mediante una combinacin de normas y poder.

    Un contrato laboral no especifica ningn nivel de esfuerzo en particular, pero la tica

  • P r l o g o | 13

    laboral del empleado o el miedo porque se termine el trabajo o la presin de pares

    proveniente de sus compaeros de trabajo pueden lograr lo que el cumplimiento

    contractual no.

    La idea de que el poder se ejerce en transacciones competitivas del mercado

    impactar comnmente a algunos lectores; pero para otros parecer una contradiccin

    en los trminos. Para los economistas neoclsicos (como Abba Lerner, en el epgrafe),

    Una transaccin es un problema poltico resuelto se resuelve mediante el

    mecanismo de contratos completos, de modo que todo lo que sea de inters para todas

    las partes de una transaccin puede hacerse cumplir a travs de las cortes. Teniendo

    todos los trminos de una transaccin especificados contractualmente, nada se deja por

    hacer en el ejercicio del poder. Por la misma razn, las normas son redundantes: si el

    contrato del empleado fuera a especificar una cantidad de trabajo determinada para un

    monto dado de pago y si el esfuerzo laboral fuera verificable de inmediato, entonces al

    empleador le interesara poco la tica laboral de los empleados. Por tanto, apaciguar el

    supuesto de contratacin completa no slo explica por qu muchos mercados no se

    vacan, tambin revela un papel econmico importante para el poder y las normas,

    aproximando la teora al modo como los observadores y participantes ven los

    intercambios del mundo real.

    Comportamientos adaptativos y otros. Experimentos de comportamiento recientes

    realizados por economistas (que confirman y amplan trabajos realizados anteriormente

    por otros cientficos sociales) as como la observacin en escenarios naturales sugiere

    una reconsideracin tanto de los dogmas de racionalidad y codicia en la trinidad de

    Solow. Los individuos persiguen intencionalmente sus objetivos, pero lo hacen con

    mayor frecuencia recurriendo a un repertorio limitado de respuestas de comportamiento

    adquiridas por experiencias pasadas ms que comprometindose en los procesos de

    optimizacin de avanzada que son exigentes cognitivamente, asumidos por igual

    mediante el enfoque Walrasiano y por gran parte de la teora clsica de juegos. En

    muchas situaciones, emociones como la pena, el disgusto o la envidia se combinan para

    producir una respuesta de comportamiento. Adems, a pesar que el egosmo es un

    motivo poderoso, otros motivos como la preocupacin acerca de los dems tambin son

    importantes. En los experimentos y en la vida real, la gente con frecuencia est dispuesta

  • 14 | M i c r o e c o n o m a

    a reducir su propio bienestar material no slo para mejorar el de los dems sino tambin

    para culpar a otros que les han hecho dao a ellos o a otros, o han violado una norma

    tica. Estas denominadas preferencias sociales ayudan a explicar por qu las personas con

    frecuencia cooperan hacia fines comunes aun cuando la desercin o el abandono traeran

    recompensas materiales mayores, por qu los esquemas basados en intereses propios a

    veces contraatacan y por qu las empresas no venden trabajos.

    As, los modelos cuyos personajes del drama son simplemente individuos idnticos

    que se ajustan a los axiomas de intereses propios del Homo economicus con frecuencia no

    son esclarecedores. Para muchos interrogantes los modelos adecuados deben tener en

    cuenta el hecho confirmado en experimentos y en escenarios naturales, que las personas

    son tanto heterogneas por ejemplo, algunos son ms egostas y otros con mentalidad ms

    cvica como verstiles acciones que se adaptan a situaciones en vez de reflejar una

    predisposicin nica de comportamiento para todo propsito. Como resultado de la

    heterogeneidad y versatilidad de comportamiento las pequeas diferencias en las

    instituciones pueden convertirse en grandes diferencias en los resultados, algunas

    situaciones inducen a individuos egostas a actuar de modo cooperativo y otras inducen a

    comportamientos egostas por parte de quienes estaban predispuestos a cooperar.

    Los economistas han considerado comnmente comportamientos que violan los

    cnones rigurosos de la racionalidad formal como idiosincrsicos, inestables o

    irracionales, es decir, que no presentan las regularidades que permitiran el anlisis

    cientfico. Pero el hecho que los sujetos experimentales presenten de manera consistente

    tales irracionalidades como intransitividad, aversin a la prdida, inconsistencia en el

    descuento temporal y la sobrevaloracin de eventos de baja probabilidad, sugiere que

    estos comportamientos no son slo comunes sino susceptibles de anlisis.

    La gente adquiere sus respuestas de comportamiento en parte copiando los

    comportamientos de aquellos a quienes, en situaciones similares, perciben como exitosos

    por algn estndar o porque actan para maximizar los beneficios propios dadas las

    creencias sobre cmo actuarn los dems. Pero otras influencias tambin estn en

    accin, incluidas el conformismo y otros tipos de aprendizajes que dependen de la

    frecuencia y no guardan relacin con las compensaciones asociadas a los

  • P r l o g o | 15

    comportamientos. En consecuencia, las predicciones del comportamiento con base en la

    maximizacin progresista de las compensaciones pueden ser engaosas. Adems, es

    probable que las respuestas de comportamiento adquiridas por individuos en un

    ambiente sean diferentes a las que los mismos individuos hubieran adquirido si

    estuvieran funcionando en un ambiente totalmente distinto. En este sentido, no slo las

    creencias individuales (sobre las consecuencias de sus acciones) sino tambin las

    preferencias individuales (sus evaluaciones de los resultados) son endgenas. Los fines

    dados invocados por Robbins son una simplificacin til en muchas tareas analticas

    pero una restriccin arbitraria y engaosa en otros.

    Retornos crecientes generalizados. Las interacciones econmicas y sociales con

    frecuencia conducen a patrones de lo que Gunnar Myrdal (1956) denomin Causacin

    acumulativa, o lo que se conoce ahora como retroalimentaciones positivas. Las

    retroalimentaciones positivas incluyen economas de escala en produccin, pero el trmino se

    refiere ms ampliamente a toda situacin en la cual la retribucin de realizar una accin

    aumenta con el nmero de personas que toman la misma medida. Ilustraciones ms

    generales incluyen, por ejemplo, la retribucin de aprender un idioma particular, la cual

    depende del nmero de personas que la hablan o la compensacin de comprometerse en

    una accin colectiva, que depende del nmero de participantes. Para diferenciar esta

    amplia clase de casos de retroalimentacin positiva del subconjunto basado en retornos

    crecientes a escala en produccin usar la expresin retornos crecientes generalizados en vez de

    retornos crecientes a escala. Las sinergias institucionales pueden generar retornos

    crecientes generalizados. Por ejemplo, el ttulo de propiedad privada, mercados

    competitivos y el estado de derecho con frecuencia implementan soluciones altamente

    eficientes a los problemas de asignacin, pero slo si los tres componentes se encuentran

    presentes y casi todos los miembros de la sociedad se adhieren a estos principios. Los

    retornos crecientes generalizados debido a estas complementariedades institucionales

    parecen ser una fuente de divergencia en el crecimiento de trayectorias del Nuevo

    mundo y de las economas ex-comunistas antes mencionadas. Los retornos crecientes

    generalizados pueden ayudar a explicar el incremento en la desigualdad de los pueblos del

    mundo durante el siglo y medio pasado, a pesar del alcance de Japn, China y otras

    naciones del Este de Asia.6

    6 Vase Bourguignon y Morrison (2002) y las obras all citadas.

  • 16 | M i c r o e c o n o m a

    Estas retroalimentaciones positivas crean ambientes econmicos en los que

    eventos de pequea oportunidad tienen consecuencias duraderas en marcos temporales

    muy prolongados y en los cuales las condiciones iniciales pueden tener los denominados

    efectos de encierro (lock-in). Las trampas de pobreza que enfrentan los pueblos y

    naciones as como los Crculos virtuosos de afluencia disfrutados por otros, presentan

    los efectos de estas influencias. En presencia de los retornos crecientes generalizados,

    tpicamente existe ms de un resultado estacionario con la propiedad de que pequeas

    desviaciones del resultado son auto-correctivas. Estos mltiples equilibrios estables

    pueden ser desplazados por lo que aparece en nuestros modelos como impactos

    exgenos, mutaciones o juego idiosincrsico, pero que en el mundo real toman forma de

    guerras, cambios climticos, huelgas u otros eventos no incluidos en el modelo bajo

    anlisis.

    Un resultado puede ser la aparicin de periodos de cambio poco frecuentes pero

    dramticos, en las instituciones, comportamientos, tecnologas y similares a medida que

    la poblacin se desplaza del vecindario de un equilibrio a otro, por lo general seguido de

    periodos prolongados de estabilidad. Los bilogos usan el trmino equilibrios puntuados

    para referirse a este patrn de alternancia entre estancamiento y cambio rpido (Eldredge

    y Gould 1972). El colapso del comunismo es un ejemplo. Otro es la prctica de loto

    dorado en las mujeres jvenes de China. Esta prctica dolorosa y discapacitante ha

    perdurado durante un milenio, resistiendo los intentos por terminarla durante siglos; sin

    embargo, desapareci en el transcurso de slo una dcada y media en la primera parte del

    siglo pasado (Mackie 1996). La existencia de equilibrios mltiples tambin puede explicar

    por qu poblaciones aparentemente semejantes pueden llegar a tener normas, gustos y

    costumbres tan diferentes que con frecuencia terminan en el patrn ampliamente

    observado de homogeneidad local y heterogeneidad global, como por ejemplo, cocinas

    nacionales y gustos alimentarios distintivos.

    No existe razn y hay poca evidencia que sugiera que las instituciones y

    comportamientos que resultan de procesos en los que los retornos crecientes

    generalizados estn en funcionamiento sean ptimos en algn sentido. Por ejemplo,

    despus de la cada del comunismo en la Unin Sovitica y Europa Oriental, muchos

    economistas pronosticaron con seguridad que una vez se aboliera la propiedad estatal,

  • P r l o g o | 17

    una configuracin viable de instituciones capitalistas surgira espontneamente. Pero en

    Rusia y muchas de las otras economas de transicin, una dcada de cleptocracia

    implement una concentracin masiva de riqueza bajo instituciones que suministraban

    pocos incentivos para mejorar la productividad o la inversin. Estos resultados

    econmicos decepcionantes del final del rgimen comunista en estos pases subrayan la

    falacia del punto de vista convencional de que las buenas instituciones son libres en un

    mundo de escasez material.

    En las pginas siguientes, las instituciones, igual que los bienes, se toman como

    escasas. Los tres supuestos bsicos esbozados anteriormente la naturaleza no

    contractual de las interacciones sociales, comportamientos adaptativos y otros

    comportamientos relacionados y los retornos crecientes generalizados definen el caso

    genrico, mi opcin predeterminada. Los tres estn relacionados. Debilitar el supuesto

    de contratos completos sin modificar los supuestos de comportamiento de la economa

    Walrasiana es insostenible dada la importancia de preferencias no-egostas que, como lo

    veremos, son estimuladas de manera considerable cuando se tienen en cuenta contratos

    incompletos. De igual modo, el proceso mediante el cual evolucionan las preferencias

    presenta fuertes retornos crecientes generalizados. La razn es que las normas

    generalmente toman forma de convenciones, las cuales son acatadas en la medida en que

    muchos otros tambin lo hagan. Luego mitigar o relajar los supuestos de

    comportamiento convencionales genera dudas sobre los retornos no crecientes.

    Finalmente, si los retornos crecientes generalizados son comunes, muchos resultados

    diferentes pueden estar en equilibrio. De stos, los estados con ms probabilidad de ser

    observados dependern crticamente de las instituciones que gobiernan las dinmicas

    pertinentes, incluso cosas como el ejercicio del poder, la accin colectiva y otras formas

    de interaccin social no contractual. Lo que se denomina seleccin de equilibrio funciona

    casi por completo a travs de procesos ausentes en el modelo Walrasiano.

    A pesar de que gran parte de lo que sigue es el resultado de investigacin reciente,

    virtualmente todos los modelos e ideas presentadas all fueron anticipadas por los

    escritores hace ms de medio siglo, y en ocasiones hace mucho ms tiempo. La

    importancia de los agentes adaptativos (con capacidades y predisposiciones cognitivas

    realistas) cuyos comportamientos se basaban en informacin local fue esencial para el

  • 18 | M i c r o e c o n o m a

    trabajo de Friedrich Hayek (1945) y Herbert Simon (1955). El trabajo pionero de Simon

    sobre la naturaleza incompleta del contrato laboral (Simon 1951) y la funcin de la

    autoridad en el funcionamiento de las empresas formaliza el trabajo anterior de Ronald

    Coase (1937) y mucho antes que Coase, Marx (1967). Los conceptos bsicos de la teora

    de juegos, negociacin y otras interacciones sociales que no son de mercados se

    introdujeron en los primeros escritos de John Nash (1950a), John Von Neumann y

    Oskar Morgenstern (1944), Thomas Shcelling (1960) y Duncan Luce y Howard Raiffa

    (1957). Nash incluso sugiri ideas bsicas de la teora evolutiva de juegos en su

    disertacin doctoral (Nash 1950b). La famosa solucin de Nash al problema de la

    negociacin la propuso mucho antes F. Zeuthen (1930), en una obra presentada

    brillantemente por Joseph Schumpeter. Las preferencias endgenas fueron esenciales

    para el trabajo de James Duesenberry (1949) y Harvey Leibenstein (1950), ambos

    recurrieron al trabajo mucho ms anterior de Thorsten Veblen (1934 [1899]) y

    desarrollaron temas que inicialmente haba planteado Smith (1937) y Marx. La famosa

    paradoja de Maurice Allais (1953) seal problemas con la hiptesis de utilidad esperada

    que slo hasta hace poco atrajo la atencin de modo serio. La forma en que las

    retroalimentaciones positivas apoyan mltiples equilibrios fue la idea clave en las

    conferencias de Gunnar Myrdal en 1955 en el Cairo (antes mencionado). La aplicacin

    del razonamiento biolgico sobre la economa, ahora importante en la teora evolutiva de

    juegos, se introdujo hace medio siglo por parte de Armen Alchian (1950) y Gary Becker

    (1962).

    El hecho que gran parte de las ideas claves presentadas en las pginas que siguen

    fueran anticipadas durante la dcada de 1950 o antes, pero ignoradas en dcadas

    posteriores plantea un interrogante intrigante. Por qu el paradigma Walrasiano se

    convirti virtualmente en sinnimo de la economa en el tercer trimestre del siglo XX

    slo para ser desplazado a finales del siglo por un conjunto de ideas cuya gran mayora

    haba sido articulada por acadmicos bien posicionados justo antes del surgimiento de la

    importancia del paradigma Walrasiano? Herbert Gintis y yo (Bowles y Gintis 2000)

    hemos intentado responder al interrogante, pero abordarlo aqu sera una distraccin.

    Debilitar los supuestos cannicos Walrasianos para tener en cuenta las

    interacciones sociales no contractuales, comportamientos adaptativos no-egostas y

  • P r l o g o | 19

    retornos crecientes generalizados requerir de un mtodo ms fundamentado

    empricamente y menos deductivo que el mtodo usual Walrasiano. Al hacer poca

    referencia a puntos especficos en el tiempo, lugar o incluso hechos empricos, el

    paradigma Walrasiano dedujo unas cuantas pero fuertes predicciones respecto a los

    resultados que probablemente se observaran en la economa. La expansin del dominio

    de la economa para incluir a la familia, la organizacin de la produccin y la actividad

    poltica como la disposicin voluntaria de bienes pblicos, el lobbying (cabildeo) y la

    votacin produjeron perspectivas valiosas inalcanzables usando los mtodos

    convencionales de la sociologa y la ciencia poltica. Pero la investigacin en estas reas,

    as como el retorno a los temas de mayor inters de los economistas clsicos tales como

    el desarrollo y distribucin econmicos a largo plazo, ha planteado dudas sobre la

    generalidad de los supuestos estndar. Para responder al malestar que ahora sienten los

    economistas, La Revista de Perspectivas Econmicas de la Asociacin Estadounidense de

    Economa dedica una columna habitual a las anomalas, las cuales se definen de la

    siguiente manera:

    La economa puede diferenciarse de otras ciencias sociales por la creencia en que gran parte (todo?) del comportamiento puede explicarse asumiendo que los agentes racionales con preferencias estables y bien definidas interactan en los mercados (finalmente) claros. Un resultado emprico se califica como una anomala si es difcil de racionalizar o si son necesarios supuestos inverosmiles para explicarlo dentro del paradigma (Thaler 2001).

    Los lectores respondieron vidamente a la invitacin para agregar sus ejemplos favoritos.

    En vez de deducir a partir de algunos axiomas institucionales y de

    comportamiento no controversiales, la economa se ha dirigido cada vez ms (sin darse

    cuenta para la gran mayora) hacia un enfoque que combina los avances matemticos del

    siglo pasado con tres de los mtodos de los economistas clsicos. Desde Adam Smith

    hasta John Stuart Mill y Karl Marx (a excepcin de David Ricardo), los economistas

    clsicos fueron no disciplinarios (las disciplinas no se haban inventado), interesados en los

    detalles empricos de los problemas sociales de sus das y modestos en el grado de generalidad al

    cual aspiraban sus teoras.

    Primero, el estudio de la economa debe recurrir a las perspectivas de todas las

    ciencias del comportamiento, incluidas la economa y la biologa. Los supuestos

  • 20 | M i c r o e c o n o m a

    Walrasianos ofrecieron un razonamiento para una divisin rgida del trabajo entre las

    disciplinas. Sus supuestos definidores permitieron a los economistas Walrasianos negar

    un inters en otros comportamientos, normas, el ejercicio del poder, o la historia como

    otro inters de la disciplina y en todo caso no pertinente a los trabajos de la economa

    (Walrasiana). A pesar que el trfico entre los lmites disciplinarios en la segunda mitad del

    siglo pasado ha consistido primordialmente en la exportacin de mtodos econmicos

    hacia otras ciencias del comportamiento, existe mucho por importar si se quiere entender

    la funcin del poder, las normas, las emociones y los comportamientos adaptativos en la

    economa. Los fenmenos econmicos como el funcionamiento de la competencia, los

    incentivos y los contratos no pueden entenderse sin las retrospectivas de otras ciencias

    del comportamiento.

    Segundo, la mitigacin de los supuestos Walrasianos nos confronta con la

    vergenza de las riquezas. Ante la ausencia de algunas restricciones empricas o

    refinamientos tericos, el precio de la generalidad ser de vacuidad. Esta fue la

    conclusin de Hugo Sonnenschein (1973b:405) respecto a la teora Walrasiana de la

    demanda en el mercado: La moraleja...simplemente es esta: si pones muy poco, obtienes

    muy poco. Pero lo mismo se aplica a cualquier paradigma post-Walrasiano. Pocas

    predicciones empricas ocurrirn si los individuos pueden ser o no egostas, dependiendo

    de la persona y de la situacin, si algunas interacciones se rigen por contratos, otras por

    apretones de mano y otras por la fuerza bruta y si existen mltiples equilibrios estables.

    La necesidad de fundamentacin emprica de los supuestos ahora es ms clara que

    en el anlisis del comportamiento individual, donde el proceso de enriquecimiento de los

    supuestos convencionales sobre el conocimiento y las preferencias pueden descender

    fcilmente a una explicacin ad hoc a menos que sean controlados mediante referencia a

    hechos sobre lo que hace la gente real. No es suficiente saber que el egosmo no es el

    nico motivo; necesitamos saber qu otros motivos son importantes y bajo qu

    condiciones. Estas restricciones probablemente vienen de una de las fuentes que

    debilitaron el paradigma Walrasiano, es decir, los grandes avances en la ciencia social

    emprica que se origin de nuevas tcnicas en econometra, el mejoramiento en las

    capacidades de computacin y de disponibilidad de datos, tcnicas experimentales y

    progreso continuo en la historia cuantitativa.

  • P r l o g o | 21

    La teora tambin puede ofrecer restricciones tiles en el conjunto de supuestos y

    resultados viables. Por ejemplo, la modelizacin de la evolucin gentica y cultural puede

    ayudar a restringir el rango de supuestos de comportamiento viables diferenciando entre

    aquellas emociones, capacidades cognitivas y otras influencias en los comportamientos

    cuyo surgimiento y difusin pueden explicarse convincentemente durante los periodos

    pertinentes de la historia humana y aquellos que no. De modo semejante, mientras que

    los retornos crecientes generalizados pueden apoyar un gran nmero de equilibrios,

    algunos de stos son en extremo inalcanzables bajo cualquier proceso dinmico

    verosmil. En contraste, otros equilibrios pueden ser accesibles y robustos. En este caso,

    la especificacin de un proceso dinmico explcito por ejemplo, un relato sobre cmo

    los individuos adaptan sus comportamientos a la luz de sus experiencias recientes y de

    las experiencias de quienes ellos observan puede permitir la eliminacin de lo que

    puede llamarse equilibrios evolutivamente irrelevantes. Hacer explcita la dinmica que rige un

    sistema nos da una explicacin de su comportamiento en desequilibrio; por tanto, no

    slo ayuda en el proceso de la seleccin de equilibrio sino en el estudio de la respuesta a

    los impactos y otros problemas para los cuales el mtodo esttico comparativo estndar

    no es apropiado.

    Tercero, la bsqueda de teoras an ms generales continuar comprometiendo a

    los estudiantes de economa y an hay mucho qu aprender estudiando temas como los

    mercados en general. Pero para el futuro se prev que las perspectivas vendrn de

    modelos que tienen en cuenta aspectos institucionales especficos y otros aspectos de

    tipo particular de la interaccin econmica. Para los economistas clsicos fue obvio que

    los mercados laborales difieren de forma fundamental de los mercados de crdito, los

    cuales a su vez difieren de los mercados de divisas o de camisas y as sucesivamente. Los

    modelos pueden ser ms especficos respecto al tiempo y al lugar, como un modo de

    captar la importancia de las instituciones que varan en el tiempo o de las diferentes

    culturas. Si las novedades emocionantes de la era Walrasiana fueran teoremas altamente

    abstractos de sorprendente generalidad, la emocin en los aos venideros podra venir a

    partir de respuestas convincentes a tales interrogantes a medida que surjan a travs de los

    misterios empricos respecto de la riqueza de las naciones y de la gente, con lo cual inici.

  • 22 | M i c r o e c o n o m a

    Sera beneficioso para los economistas concentrarse ms en responder tales

    interrogantes y menos en demostrar el uso de nuestras herramientas cada vez ms

    sofisticadas. Pero parece que un mtodo dirigido ms hacia los problemas y menos hacia

    las herramientas necesitar herramientas an ms desarrolladas. Las exigencias

    matemticas del marco terico que propongo sern mayores, no menores, que las del

    paradigma Walrasiano. La razn es que los modelos que representan intercambios

    sociales no contractuales entre los individuos que son heterogneos y verstiles en sus

    comportamientos y quienes interactan en presencia de retornos crecientes generalizados

    no permiten las simplificaciones estndar, como el comportamiento en la toma de

    precios y los juegos de produccin convexa que hicieron maleables los modelos

    Walrasianos. Como se ha reconocido durante mucho tiempo en fsica y biologa, muchos

    problemas importantes no producen soluciones simples de forma cerrada, ni tampoco

    soluciones que sean del todo susceptibles a simple interpretacin. En estos casos,

    algunos de los cuales encontrar en los captulos 11 al 13, las simulaciones por

    computador de las interacciones sociales pertinentes comprobarn ser perspicaces como

    complemento (y no sustituto) de mtodos analticos ms tradicionales. Las simulaciones

    han sido ampliamente usadas en el desarrollo de ideas a las cuales recurre este libro. Las

    simulaciones no producen teoremas ni proposiciones que sean generalmente verdaderas;

    ms bien, al igual que los experimentos, producen una riqueza de datos que pueden

    apuntar a conclusiones no ambiguas pero con frecuencia no lo hacen.

    AUNQUE MOTIVADOS por un inters en el impacto de las instituciones

    econmicas en el bienestar humano, he adoptado un mtodo de ingeniera evolutivo y

    no social. Como la idea de genes egostas que buscan maximizar su reproduccin o un

    subastador que preside un proceso de intercambio general en equilibrio, la ingeniera

    social omnisciente y omnipotente que busca maximizar el bienestar social es una ficcin

    cuya utilidad depende de tener en mente su carcter ficticio. Los resultados sociales

    incluso aquellos que involucra a los estados y a otras entidades poderosas son el

    resultado combinado de medidas tomadas por un gran nmero de personas que actan

    de modo independiente. Tales dispositivos, como los subastadores ficticios, ingenieros

    sociales o genes antropomrficos, no sustituyen un entendimiento de cmo se

    comportan los individuos reales y los modos en que instituciones diferentes generan

    dinmicas a nivel de la poblacin que se suman a estos comportamientos para producir

  • P r l o g o | 23

    resultados sociales. El carcter evolutivo del anlisis se har evidente en la forma en que

    se moldeen los comportamientos individuales, las clases de dinmicas estudiadas a nivel

    de poblacin, los modos en que los comportamientos e instituciones co-evolucionen y la

    ausencia de algn gran programa para el mejoramiento humano. El mtodo evolutivo es

    modesto sobre qu intervenciones puede lograr, pero no restringe al economista a

    bsquedas meramente contemplativas. En el captulo de conclusin, abordo preguntas

    acerca de un buen gobierno y de poltica.

    La primera parte del libro presenta una diversidad de modelos aplicados a lo que

    he denominado la interaccin social genrica, es decir, interacciones sociales no

    contractuales entre agentes adaptativos en presencia de retornos crecientes

    generalizados. Empiezo con dos captulos sobre las instituciones y la evolucin de las

    estructuras de las interacciones sociales antes de retornar a las preferencias y creencias.

    El orden no convencional de estos temas la gran mayora de textos de microeconoma

    empiezan con las preferencias refleja la importancia de las instituciones ya que

    influencian las normas, gustos y entendimiento que los individuos llevan a las situaciones

    en las que actan. Luego investigo las ineficiencias de las asignaciones que ocurren en

    interacciones no contractuales y el problema de dividir los beneficios de la cooperacin

    que surge cuando estas ineficacias pueden superarse. La parte intermedia del libro tiene

    que ver con las instituciones del capitalismo y en especial con los mercados, instituciones

    y empresas crediticias. Presto especial atencin a la forma en que la naturaleza

    incompleta de la mayora de los contratos hace surgir una estructura poltica bien

    definida de la economa y una funcin importante de las preferencias sociales. La ltima

    parte tiene que ver con el proceso de cambio cultural e institucional. En ella hago nfasis

    en el papel del cambio tcnico, la accin colectiva y el conflicto entre grupos como

    partes constituyentes del proceso mediante el cual co-evolucionan las normas que rigen

    las interacciones sociales y los comportamientos individuales. Aqu abordo la evolucin

    de instituciones familiares como la propiedad privada y las normas de la divisin, as

    como el confuso xito evolutivo de otros comportamientos individuales. El captulo de

    conclusin compara tres estructuras que rigen las interacciones econmicas, los

    mercados, estados y comunidades, y exploro modos en que podran servir como

    mtodos complementarios para enfrentar problemas de asignacin y distribucin. En

    1848, John Stuart Mill (1965) public Principios de la Economa Poltica, el primer gran

  • 24 | M i c r o e c o n o m a

    texto en microeconoma. Fue el ingrediente bsico de instruccin en el mundo de habla

    inglesa hasta que fue desplazado por los Principios de Marshall medio siglo ms tarde. A

    los lectores de Mill les puede haber tranquilizado leer, Felizmente, no hay nada en las

    leyes de Valor que le quede por aclarar a todo escritor actual o futuro; la teora del tema

    est completa (pg. 420). Cuando estudi economa en la dcada de 1960 durante el

    auge del paradigma Walrasiano rein una complacencia semejante. Este libro no

    transmite tranquilidad. Nuestra comprensin de la microeconoma est

    fundamentalmente en constante cambio. Poco hay establecido. Nada est completo.

  • Microeconoma

  • PARTE I:

    Coordinacin y conflicto: Interacciones sociales genricas

  • Captulo Uno

    INTERACCIONES SOCIALES Y DISEO INSTITUCIONAL

    Dos vecinos pueden acordar drenar una pradera que poseen en comn

    porque es fcil para ellos conocer la mente del otro y cada uno debe

    percibir que las consecuencias inmediatas de incumplimiento por su

    parte es el abandono de todo el proyecto. Pero es difcil e incluso

    imposible que mil personas estn de acuerdo en dicha accin. Es difcil

    para ellos concertar un diseo tan complicado y ms difcil an

    ejecutarlo, mientras cada uno busque un pretexto para liberarse del

    problema y del gasto y depositar toda la carga en otros.

    David Hume, Un Tratado de la Naturaleza Humana, Volumen II (1739)

    As es como los hombres pueden adquirir de modo imperceptible

    alguna idea cruda de los compromisos mutuos y las ventajas de ser

    engaados al cumplirlas... Si fuera un simple asunto de atrapar a un

    ciervo todos seran conscientes de que debe mantenerse en su puesto

    fielmente para poder lograr su propsito. Pero si una liebre pasara al

    alcance de alguno de ellos, sin duda la perseguira sin pensarlo dos

    veces, y as, habiendo obtenido su presa le importara muy poco hacer

    que sus compaeros pierdan la suya.

    Jean-Jacques Rousseau, Discurso sobre el origen y Fundamentos de la

    Desigualdad entre los Hombres (1755)

    El primer epgrafe es de Hume (1964:304) y el segundo de Rousseau (1987:62).

  • 2 | M i c r o e c o n o m a

    OBTENER LAS NORMAS CORRECTAS

    Como el tren nocturno que me dej en un campo vaco a cierta distancia del casero,

    gran parte del proceso de desarrollo econmico ha pasado por alto las aproximadamente

    doscientas familias que componen el pueblo de Palanpur. Se han quedado pobres,

    incluso bajo los estndares de los habitantes de la India: menos de un tercio de los

    adultos son educados y la gran mayora ha soportado la prdida de un nio por

    desnutricin o por enfermedades que han sido olvidadas durante mucho tiempo en otras

    partes del mundo. Pero para el reloj ocasional, la bicicleta o la bomba de irrigacin,

    Palanpur parece ser el eterno e intacto rincn apartado por la industria del software de

    alta tecnologa de la India y en auge en las regiones agrcolas.

    En mi bsqueda de un por qu, me acerqu a un aparcero y a sus tres hijas que

    desyerbaban una pequea parcela.1 La conversacin deriv en el hecho de que los

    agricultores de Palanpur sembraron sus cultivos de invierno varias semanas despus de la

    fecha en la cual se hubieran maximizado sus cosechas. Los granjeros no dudan que

    plantar antes les habra proporcionado una mayor cosecha, pero nadie, explic el

    granjero, est dispuesto a ser el primero en sembrar, ya que las aves se comeran

    rpidamente las semillas en una parcela solitaria. Pregunt si un gran grupo de

    agricultores, quizs parientes, han acordado alguna vez sembrar antes, plantar todos el

    mismo da para minimizar las prdidas. Si supiramos hacerlo, dijo, mirndome por

    encima de su azadn, no seramos pobres.

    Sembrar el da correcto, igual que drenar con xito la pradera del ejemplo de

    Hume o prevenir el enredo de la cacera de ciervos de Rousseau es una solucin a un

    problema llamado dilema social o problema de coordinacin. Thomas Hobbes y los otros

    fundadores de la filosofa poltica europea, as como los grandes economistas clsicos

    desde Adam Smith hasta John Stuart Mill, trataron de identificar las instituciones que

    mediante la resolucin de problemas como estos favoreceran el bienestar humano. Para

    ellos una pregunta principal fue: cmo pueden estructurarse las interacciones sociales de

    manera que las personas tengan libertad para elegir sus propias acciones mientras evitan

    resultados que nadie hubiese escogido? A esto lo llamo el acertijo constitucional clsico. 1Lanjouw y Stern (1998) ofrecen un relato detallado de la economa y de la estructura social de Palanpur.

  • I n t e r a c c i o n e s S o c i a l e s y D i s e o I n s t i t u c i o n a l | 3

    Ahora diramos: estaban interesados en conseguir las normas correctas. Una nueva

    exposicin contempornea del acertijo definira los resultados como los equilibrios de

    un juego especificados mediante la estructura de interacciones sociales junto con un

    relato sobre cmo, dado este ambiente institucional, los individuos podran llegar a

    actuar de tal modo que podra ocurrir un resultado particular (quizs uno de muchos

    equilibrios estables) y persistir durante periodos prolongados. Evitar resultados que

    nadie ha escogido sera refinado en la medida en que la persecucin de un resultado

    Pareto-eficiente, es decir uno para el que al menos una persona no preferira ningn otro

    resultado factible y sera menos preferido por cualquier otra.

    Har extenso uso de la nocin de la eficiencia de Pareto, por ello he de incluir un

    comentario sobre sus deficiencias. Como base de eleccin entre asignaciones, el estndar

    de Pareto es al mismo tiempo demasiado dbil y demasiado fuerte. Es demasiado fuerte

    porque cualquier aplicacin prctica involucra a un gran nmero de personas, as que no

    es difcil encontrar un caso en el que un cambio en la poltica o en las instituciones

    imponga costos en algunos participantes, incluso a largo plazo. Siendo este el caso, el

    estndar de Pareto tiene un fuerte sesgo hacia el status quo. Es demasiado dbil porque

    extrae de otros desidertum de una asignacin. El ms importante de stos es el

    principio que la distribucin de los beneficios ocasionados por una asignacin debe ser

    justa.

    As, la idea de que las buenas normas apoyan el equilibrio Pareto-eficiente a penas

    agota los deseos constitucionales, pero sujeto a estas dos advertencias, ciertamente est

    entre ellos. Desafortunadamente, la eficiencia de Pareto como desidertum no es de gran

    ayuda en la eleccin de polticas. Puede haber muchas razones para preferir un resultado

    Pareto-ineficiente a uno Pareto-eficiente; todo lo que se evita es una preferencia por un

    resultado particular cuando algn otro resultado factible es Pareto-superior a dicho

    resultado. Pocas opciones prcticas se presentan de esta forma: la mayora de las

    opciones polticas no pueden ser ordenadas de modo estricto utilizando el principio de

    Pareto.

  • 4 | M i c r o e c o n o m a

    El acertijo constitucional tiene amplia importancia contempornea, incluida la

    proteccin ambiental en una escala global, la determinacin del esfuerzo de trabajo entre

    los miembros de un equipo de produccin, la produccin y distribucin de informacin

    y la formacin de los vecindarios en los cuales vive la gente. El hecho que desde el

    surgimiento del capitalismo, el efecto agregado de millones de individuos -cada uno

    actuando de modo independiente en la persecucin de sus propios objetivos- haya sido

    causado una mejora a largo plazo en las condiciones de vida materiales de gran parte de

    quienes participan, sugiere que pueden hallarse buenas soluciones de manera tolerable

    para problemas mucho ms desafiantes que la fecha de sembrar de los agricultores de

    Palanpur, la pradera de Hume y la cacera de ciervos de Rousseau. Lo que pasa con ese

    gran nmero de extraos que no se interesan o se interesan poco por el bienestar de los

    dems y que rutinariamente actan de formas mutuamente beneficiosas es uno de los

    grandes enigmas de la sociedad humana que tratar de dilucidar. Pero tambin existe una

    evidencia obvia de fallas para resolver los problemas de coordinacin actuales: por

    ejemplo, el uso excesivo sistemtico de algunos recursos (ambiente natural) y la

    infrautilizacin de otros (capacidades humanas productivas) y la permanente pobreza de

    la gente de Palanpur y pueblos como este en todo el mundo.

    El motivo por el cual las actividades no coordinadas de individuos que persiguen

    sus propios fines con frecuencia produce resultados que todos trataran de evitar, es que

    las acciones de cada persona afectan el bienestar de los dems y estos efectos por lo

    general no estn incluidos en cualquier proceso de optimizacin o regla de oro que

    culmine con decisiones tomadas por los actores egostas. Estos efectos inexplicados en

    los dems a veces son llamados externalidades o efectos indirectos. Los economistas trataron

    en el pasado estos efectos externos como excepcionales, siendo el ejemplo estndar del

    apicultor cuyas abejas transportan el polen entre los manzanos de los agricultores

    vecinos. Pero como lo sugieren los ejemplos anteriores, son ubicuos en una economa

    moderna.

    El acertijo constitucional clsico puede plantearse de la siguiente manera: cules

    son las reglas de interaccin entre las personas que hacen compatible que cada cual

    consiga sus propios fines, y al mismo tiempo tenga en cuenta de modo adecuado los

    efectos de sus acciones sobre los dems? La primera clusula (persecucin de sus

  • I n t e r a c c i o n e s S o c i a l e s y D i s e o I n s t i t u c i o n a l | 5

    propios fines) simplemente reconoce una descentralizacin sustancial de la solucin de

    los problemas de coordinacin y hace inviable que alguien intente obviar las intenciones

    individuales. El desafo clave est en la segunda clusula: cuando las acciones de una

    persona afecten de manera inevitable el bienestar de otras, cmo podran estos efectos

    ser suficientemente sobresalientes para influenciar el comportamiento del actor de modo

    apropiado?

    Si los otros son nuestros parientes, vecinos o amigos, nuestro inters por su

    bienestar o nuestro deseo por evitar sanciones sociales podra inducirnos a tener en

    cuenta los efectos de nuestras acciones en ellos. Un reflejo de este hecho, respuesta

    importante al acertijo constitucional uno que antecede a los economistas clsicos es

    que ese inters por el bienestar de otros debera extenderse a todos aquellos con quienes

    uno interacta, interiorizando as los efectos de nuestras acciones en los dems. No

    obstante, con el creciente alcance de los mercados durante la ltima mitad del mileno, los

    individuos han llegado a interactuar no slo con una docena sino con cientos e

    indirectamente con millones de extraos. Y as, con la maduracin del capitalismo y el

    crecimiento de la influencia del razonamiento econmico, la carga del buen gobierno ha

    pasado de tener como tarea la de cultivar la virtud cvica al desafo de disear

    instituciones que trabajen tolerablemente bien ante su ausencia.

    La teora de implementacin moderna, la teora del diseo de mecanismos, y la teora del

    contrato ptimo comprenden esta tradicin, investigando qu modelos de contratos, de

    derechos sobre la propiedad u otras normas sociales podran lograr algn objetivo social

    agregado deseado cuando dicho objetivo no forma parte de los objetivos de ninguno de

    los participantes. Un ejemplo importante es el Teorema Fundamental de la Economa

    del Bienestar, el cual identifica las condiciones bajo las cuales los derechos de propiedad

    bien definidos y los mercados competitivos nos llevan a equilibrios Pareto eficientes. Por

    tanto, el teorema ofrece una formalizacin del argumento de Adam Smith que afirma

    que da