MI DINERO: Tu Revista de Finanzas Personales Nro. 32 (Febrero 2014)

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www.revistamidinero.com

EDITORIAL

Minidocs Tu Editorial® www.minidocs.es

- Alicante - Madrid - Buenos Aires -

Directora Editorial

Verónica Deambrogio

[email protected]

El editor de la revista no necesariamente comparte las opiniones expresadas por co-laboradores y/o autores.

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(Minidocs®). Reservados todos los derechos. ISSN 2174-176X

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¡Hola!

Aquí estamos con un nuevo número de la revista.

Aunque dicen que febrero es el mes de los enamorados, nosotros hicimos caso omiso a Cupido y te hemos traído un número lleno de planificaciones y consejos, para que continúes el 2014 con toda la energía de un año que promete.

En este número, María Inés nos trae un excelente artículo sobre cómo introducir a los niños en las empresas familiares, Cristina nos ayuda a descubrir en quién podemos confiar a la hora de invertir, María Laura y Danila nos siguen motivando a emprender y yo trato de explicarte, de manera clara y sencilla, cómo hacer un plan financiero.

También me gustaría aprovechar este espacio para felicitar a Cristina por la publicación de su educativo y excelente libro “Cuentos para aprender economía”, porque el que dijo que las finanzas eran aburridas, ¡seguro que no lo conocía! En la sec-ción de novedades puedes enterarte de qué trata este libro tan original y creativo y en dónde puedes conseguir un ejemplar.

Espero que te guste este número y te dejo, que tienes mu-cho por leer.

Hasta el próximo mes.



!

ÍNDICEColaboradores

VERONICA DEAMBROGIO (Argentina, 1975)

Empresaria, Consultora en Finanzas Personales, Directora de Addkeen Consulting, Minidocs Tu Edi-torial y del programa educativo Educación Financiera para Todos para España y Europa.

MARÍA INÉS SARMIENTO (Colombia)

Psicóloga, docente universitaria, formadora de for-

niños, reputada autora y conferencista internacio-nal.

CRISTINA CARRILLO (España,1966)

Economista, abogada y divulgadora del sentido co-

para Latinoamérica.

MARÍA LAURA LECUONA Y DANILA TERRAGNO

Licenciadas en Administración (UBA), directoras de la productora Paragraph y especialistas en temas de

Editorial 1

Colaboradores 2

Índice 2

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Busco información para invertir,

Cómo introducir a los niños en las empresas familiares 7

Publicidad

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Cómo ahorrar con un smartphone en la mano 12

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Novedades 16

NOS PATROCINA:

Contacto 18

¿En qué momento de la vida lanzarse a emprender?

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Opinión

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Opinión

Si has leído el número anterior de esta re-vista, seguramente recordarás que habla-

algunos consejos para que pudieras determinar las tuyas. Por eso hoy quiero hablarte de cómo

puedas tener un mapa claro que guíe tus de-cisiones este año.

-sonal?

Si fueras un patrón de yate y tuvieras que llegar a un puerto, seguramente no podrías ha-cerlo sin tus cartas de navegación o un GPS. Del mismo modo, si quieres lograr tus metas

que te lleve hacia ellas. A eso lo llamamos “plan

la toma de decisiones para alcanzar con éxito tus objetivos.

muchas probabilidades de conseguirlas. Si no, este es el momento ideal para comenzar a ha-

-ramente hablando, para mejorar tu calidad de vida y la de los tuyos.

A continuación vamos a ver cómo puedes hacer que esos deseos se conviertan en reali-dad.

1) Organiza tus metas según el plazo en que quieras conseguirlas

lo primero que debes hacer es dividir las metas

tres rangos de tiempo: corto plazo (de aquí a un año), mediano plazo (de uno a cinco años) y largo plazo (de cinco años en adelante).

plazo puede ser “ahorrar para comprar una la-vadora nueva o para las vacaciones de verano”, una de mediano plazo puede ser “ahorrar di-nero para cambiar de coche o mudarnos a una casa más grande” y una de largo plazo puede ser “aumentar nuestro patrimonio en un 50% o destinar dinero para el plan de jubilación”.

Aunque el rango de tiempo es un estimado en términos generales, sólo tú puedes deter-minar cuál es el tiempo adecuado (y realista) que necesitas para lograr las metas que te has planteado.

Ten en cuenta también que es igual de “malo” pretender conseguir metas casi impo-sibles en un corto período de tiempo (porque

,)osacarf le etna etodnávitomsed saíranimretcomo pretender conseguir metas fácilmente alcanzables en un largo periodo de tiempo, ya que eso dispersaría tu deseo y te llevaría a procrastinar (palabra cada vez más usada que

allicnes anu ne recah sedeup ol otse odoThoja de Excel, aunque si eres de la vieja escuela

Verónica Deambrogio@verodeambrogio

facebook.com/verodeambrogio

E-mail: [email protected]

Cómo hacer un plan

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Opinión


2) Ordena tus metas según su importancia

Es bien conocido que “lo que nos toca el corazón, nos inspira motivación”. Por eso, aho-ra que ya tienes tus metas organizadas según el rango de tiempo asignado a cada una, te invito a que las ordenes según su relevancia.

Para que no pierdas motivación y a la vez

-portantes para tu bienestar o el de tu familia y resultar coherentes entre sí.

-cieros es ahorrar dinero para comprar el último modelo de un smartphone y quieres colocarlo en el primer lugar de la lista, considera que ,

que no sea importante para el bienestar de tu familia.

También es posible que perjudique alguna otra meta más relevante a mediano plazo, que no podrás conseguir por no contar ya con ese dinero.

Todo este análisis es muy importante, por-

inicial (¡solemos ser muy entusiastas al comen-zar a escribir nuestras metas!), y así podrás concentrar tus esfuerzos y recursos en lo que realmente vale la pena para ti y los tuyos.

3) Calcula el coste de cada meta

conocer cuánto nos costará cada meta. Así podrás valorar el esfuerzo que debes llevar a cabo para alcanzarlas. Por ejemplo, si una meta

un año de vacaciones en un crucero, calcula que una de las formas de lograrlo es ahorrando 100$ por mes.

Ahora que ya tienes claro lo que deseas y cuánto necesitas para conseguirlo, estás listo/a

Sin embargo, recuerda que estás armando un plan a largo plazo, por lo que debe ser dinámico

-dades y deseos variarán a lo largo del tiempo.

-cursos presentes; es decir, cuánto ganas por mes y de dónde proviene tu dinero.

Haz un presupuesto a un año en el

gastos mensuales, para que tengas claro el destino de tu dinero.

A tu presupuesto agrégale las colum-

cuánto dinero deberías destinar men-sualmente para poder cumplir con ellas.

Si descubres que no te sobra dinero

dónde puedes recortar gastos. Piensa que ese ahorro podrás destinarlo al logro de tus objetivos.

Si a pesar de haber cumplido con el

busca fuentes de ingresos adiciona-les. Y recuerda que siempre debes in-cluir “un fondo para invertir”, dentro

de tus objetivos, porque es lo que te ayudará a evitar que tu dinero pierda valor y siga creciendo a lo largo del tiempo, permitiéndote cumplir tus

plazo.

esfuerzo y determinación, pero recuerda que siempre “es mejor renunciar a algunas horas de sueño que renunciar a tus sueños”.

Hasta el próximo número.


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Opinión


En el número anterior señalábamos los tres pasos clave para elegir un produc-to de inversión… del mismo modo que

procedemos cuando deseamos comprar un automóvil.

El primero es reunir información. Parece obvio, ¿verdad? Sin embargo, en la práctica minimizamos la importancia de este paso, y nos limitamos a “elegir” lo primero que nos ofrecen o nos recomienda alguien en quien

conceptos más importantes para todo inver-Antes de averiguar cuál es el

producto de inversión más adecuado, necesi-

ayude a encontrarlo.

¿Cómo saber hasta qué punto podemos -

mación? Hay dos criterios imprescindibles para decidir si la orientación proviene de una

¿Existe de interés? Dicho de otra manera: los responsables de esa fuente de información, ¿ganan algo si me guían en una dirección y no en otra?

La persona que me aconseja, ¿está bien

ventajas e inconvenientes de todas las alter-nativas disponibles o, por el contrario, tiene un conocimiento limitado?

-res el uso de estos criterios para valorar las principales fuentes de información, vamos a analizar qué nos ofrece cada una y cuáles son

-

escala del 1 al 10.

1) Páginas para inversores de los or-

En cada país hay uno o más organismos que tienen a su cargo la regulación de los mer-cados y la supervisión de las entidades que participan. De forma más o menos explícita, todos incorporan en sus estatutos el manda-to de garantizar la protección de los peque-ños inversores. En muchos casos, eso incluye

Internet, con recursos educativos que expli-can las características de los principales pro-ductos de inversión y el procedimiento para operar en los mercados. En España, la Comi-sión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tiene una Sección del Inversor (http://www.cnmv.es/portal/Inversor/Indice.aspx). Si resi-des en otro país, localiza aquí las páginas co-rrespondientes: http://www.cnmv.es/portal/utilidades/enlaces3.aspx?lang=es

Ventajas: 1) La principal es la neutra-lidad. Se trata de organismos públicos que no tienen ningún interés en “vender” uno u otro producto. 2) Con frecuencia incluyen herramientas, calculadoras y simuladores que ayudan a comprender el efecto práctico de tomar una u otra decisión. 3) MUY IMPOR-TANTE: Incluyen advertencias sobre entidades

-tos. Las páginas de los reguladores son de consulta obligada, siempre que nos lleguen propuestas de inversión de personas o enti-dades que no conocemos o que alguien nos ha recomendado.

Inconvenientes: 1) Las explicaciones que ofrecen suelen ser muy teóricas y abstractas, lo que no facilita el uso práctico de la infor-mación para la toma de decisiones. Es la cara negativa de la neutralidad, especialmente para inversores con muy poca experiencia: los supervisores no pueden recomendar ni

-nal. 2) Aunque realizan grandes esfuerzos por evitar la jerga y los tecnicismos, no siempre

-

para la mayoría de los usuarios.

baja por el de la utilidad).

Busco información para invertir, ¿en

Invertir: el arte de hacer crecer tu dinero

Cristina Carrillo Rivero@addkeen

@addkeen_engcristinacarrillo.addkeen

http://ar.linkedin.com/in/cristinacarrillo http://www.addkeen.net

E-mail: [email protected]

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Opinión


2) Publicaciones y redes especia-lizadas (impresas o por Internet). En esta categoría incluimos las revistas o periódi-cos en papel, blogs y portales divulgativos, impulsados tanto por medios de comuni-cación como por entidades privadas, o sencillamente por personas que desean compartir sus conocimientos y experien-cias.

Ventajas: 1) Hoy día existe una gran variedad de fuentes de este tipo, por lo que es posible encontrar recursos para in-versores de todos los niveles: con poca o ninguna experiencia, de nivel intermedio o avanzado. 2) Van más allá de lo mera-mente descriptivo y genérico: ofrecen análisis y recomendaciones que tienen en cuenta las cambiantes circunstancias de los mercados y del entorno económi-co. Este punto es muy relevante, porque las inversiones que hoy pueden ser con-venientes para nosotros tal vez dejen de serlo si cambian las condiciones que nos rodean.

Inconvenientes: 1) Se trata de un colectivo muy heterogéneo, por lo que es necesario valorar individualmente su grado de neutralidad. En muchos casos dependen de la publicidad privada para sostenerse. ¿Y quién paga la publicidad, en medios dirigidos a inversores? Efecti-vamente: las entidades financieras que desean vender sus productos. Se trata de una práctica legítima, pero que debe llevarte a valorar con cautela la informa-ción... ¡sólo por si acaso resultara que las recomendaciones favorecen de alguna

manera a las entidades patrocinadoras! 2) Muchas de estas fuentes acreditan un perfecto conocimiento de los temas que tratan, pero otras fallan por el lado de la preparación. Cuando ofrecen recomenda-ciones genéricas no hay demasiado pe-ligro (salvo el de quedarse con una idea errónea), pero cuando se trata de consejos directos en favor de alguna opción con-creta de inversión… ¡mantente alerta!

Confiabilidad y utilidad: 5/10 (Sólo podemos asignar un promedio: algunas fuentes merecerán un 8 y otras un 2).

En el próximo artículo analizaremos a fondo las dos últimas grandes fuentes de información que, por cierto, son las que utilizamos con mayor frecuencia: las re-comendaciones de familiares y conocidos y… los bancos. No esperéis críticas fero-ces; igual que las que hemos visto hasta ahora, tienen ventajas e inconvenientes. El truco, como siempre, está en mantener un sano escepticismo.

Recuerda que puedes enviarnos tus preguntas al consultorio Misión Posible: Invertir con fundamento a la dirección [email protected].

¡Hasta el próximo número!

Cristina Carrillo Rivero

Busco información para invertir, ¿en quién puedo confiar? (I)

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Opinión


Muchas veces, después de años de traba-jo y esfuerzo juntamos un capital que invertimos en un negocio o en una

pequeña empresa. Esta funciona, nos permite trabajar, vivir y dar algunos empleos. Pasan los años y nos preguntamos qué va a pasar con ese negocio cuando no podamos seguir dedicán-dole el mismo tiempo y energía. Y pensamos con ilusión que serán nuestros hijos quienes lo manejarán y lograrán mantener y aumentar el patrimonio familiar que con tanto esfuerzo he-mos conseguido.

En ese momento nos preguntamos: ¿Están nuestros hijos preparados para manejar el dinero que produce nuestra pequeña empresa? ¿Están preparados para manejar la empresa sin llegar a “quebrar”? ¿Cómo saber si han desarro-llado las habilidades emprendedoras y

eras que les permitirán manejar tanto el negocio como el dinero que pro-duce? Y consideramos esencial brindarles una educación era que les permita sacar adelante nuestra empresa.

Conozco algunos ejemplos de hijos que, después de hacer sus estudios uni-versitarios, llegaron a trabajar a la em-presa y cambiaron el manejo que el padre le daba a la misma. Fueron cambios ra-dicales que no se ajustaron a las carac-terísticas de la empresa y la llevaron a quebrar.

Por eso, al lado de la educación -nanciera es importante brindar una edu-cación emprendedora y una educación

soñin sol euq arenam lat ed ,lairaserpmeaprendan desde pequeños el negocio fa-miliar y a ganar el dinero de manera ade-

cuada, a utilizarlo con sabiduría, a tomar decisiones ras responsables y a valorar, respetar y administrar los recur-sos propios y ajenos con integridad. Así contribuirán a crear riqueza y prosperi-dad, generando bienestar e incrementan-do su calidad de vida y la de quienes los rodean.

¿Qué estrategias podemos utilizar para darles a nuestros hijos una educa-ción que les permita asumir nuestra em-presa en el futuro y hacerla crecer?

Veamos algunas estrategias:

1. Nuestro EJEMPLO es muy impor-tante. Los niños aprenden más de lo que nos ven hacer que de lo que les decimos. Así que es importante que ellos observen cómo manejamos nuestra empresa. Esto implica obrar nosotros con honestidad en todas nuestras transacciones n -cieras, llegar a acuerdos justos con los cuales todos nos b (provee -dores, trabajadores y clientes), compar-tir nuestros ingresos con la familia y con personas o instituciones que lo necesi-ten, ayudar a otros a progresar y respon-der por dinero, aunque sean centavos.

Si debemos a un cliente 50 centavos (de pesos, dólares o euros), es importante que ellos se den cuenta de que nosotros los pagamos; si decimos a un cliente o a un proveedor que vamos a hacer algo, cumplir y llevarlo a cabo. Que nuestros hijos observen que utilizamos material de buena calidad, tratamos con respeto a proveedores y clientes, obramos correc-tamente, cumplimos nuestros compromi-

sos y generamos credibilidad.

2. Invitarlos a ACTUAR. Es importante permitir que los hijos desarrollen tareas sencillas en la empresa. Si es una empre-sa productora de bienes, invitarlos a que observen y realicen los distintos trabajos que implica la producción que llevamos a cabo. Si se utiliza maquinaria, mostrarles cómo funciona cada máquina y permitir-les que gradualmente aprendan a mane-jarlas hasta que lo hagan de manera ágil y correcta.

Explicarles siempre el por qué y el para qué de cada puesto de trabajo y cómo contribuye cada empleado a la mi-sión de la empresa.

Cómo introducir a los niños en las empresas familiares

María Inés Sarmiento

¿Sabías qué?

María Inés Sarmiento Díaz es también autora de la colección completa digital de educación

“Cómo enseñar a los ni -ños sobre el dinero” que encontrarás en www.minidocs.es

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Si ofrecemos servicios, podemos in-vitarlos a ver cómo atendemos a algu-nos clientes, cómo ofrecemos la venta de nuestros servicios, etc., y pedirles ideas de cómo lo harían ellos.

3. Podemos enseñarles ACTITUDES Y VALORES propios del emprendimiento, tales como iniciativa, creatividad, inno-vación, entusiasmo, perseverancia, etc., los cuales van a servirles cuando se ha-gan cargo de nuestro negocio y/o cuan-do ellos creen su propia empresa. Como estrategias de enseñanza, además de dar ejemplo, podemos NARRAR CUENTOS que tengan moralejas relacionadas con los valores que deseamos transmitir.

Un ejemplo lo vemos a continuación:

OBSTÁCULOS EN EL CAMINO1

Hace mucho, mucho tiempo, un rey que buscaba a una persona emprende-dora colocó una gran roca obstacu-lizando un camino. Luego se escondió y miró para ver si alguien la quitaba.

Algunos caminantes simplemen-te la rodearon y siguieron su camino, mientras otros culparon a la autoridad por no mantener los caminos despeja-dos, pero ninguno de ellos hizo nada para retirar la piedra del camino.

Al al del día, un campesino pasó por allí, exhausto, con un fardo de leña sobre sus hombros; vio la piedra, se detuvo y se aproximó a ella. Puso su carga en el piso y trató de mover la

1 Tomado y adaptado de: http://www. galeon.com/perezbobasso

roca a un lado del camino. Como era muy pesada, no pudo. Sin embargo, pensó que era importante despejar el camino, pues si pasaban por allí otras personas cansadas les podría facilitar el paso. Así que, después de empujar y empujar con gran esfuerzo, logró reti-rar la piedra del camino.

Mientras recogía su fardo de leña, vio una pequeña bolsita en el suelo, justamente donde antes había estado la roca. La bolsita contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey diciendo que el premio era para la persona que removiera la roca como recompensa por tomar la iniciativa y despejar el camino.

Además, lo invitaba a presentar-

se al día siguiente en el palacio, pues necesitaba una persona emprendedora que quisiera trabajar para él.

El campesino r y se dijo a sí mismo: Cada obstáculo que hay en el camino, puede estar disfrazando una oportunidad, tanto para ayudar a los demás como para ayudarnos a noso-tros mismos.

Para brindar educación emprendedo-ra y ra, es importante relacionar la narración con los valores que se quie-ren transmitir. En este ejemplo, puedes preguntarles a los niños qué lecciones (valores) les enseña esta narración. Des-pués de escucharlos, complementa rela-cionando el cuento con cuatro caracte-rísticas propias de un emprendedor:

A) Tomar la iniciativa sin culpar a otros de la situación y sin esperar a que otras personas resuelvan el problema. El campesino no gastó tiempo criticando a las autoridades y no esperó a que alguien le pidiera retirar la piedra, sino que él tomó la decisión de hacerlo para ayudar a otras personas.

B) Perseverar ante las es . Aunque al principio no tuvo éxito, el campesino, en lugar de marcharse, con-tinuó esforzándose para mover la piedra hasta lograrlo.

C) Apreciar las oportunidades donde otros solo ven obstáculos.El campesino aprendió que detrás de cada obstáculo puede haber una oportunidad; y

D) Responder con nuestras acciones a necesidades observadas y buscar hacer el bien o crear valor para la humanidad. La intención de retirar la piedra fue ayu-dar a otras personas cansadas que pasa-ran por allí, evitándoles la molestia de dar un rodeo.

Otros valores y actitudes que puedes resaltar son el altruismo y la solidaridad. Recuerda cómo en la narración las de-más personas se mostraron indiferentes frente a la roca o reaccionaron culpando a los demás. Sólo el campesino se mostró observador y decidió hacer algo efectivo: quitar la roca. El campesino del cuento vive valores como el altruismo y la soli-daridad, al pensar en los demás y no sólo en él mismo.

Señala a los niños que sus acciones siempre tienen consecuencias, aunque


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Opinión


no las vean inmediatamente. Sea que las personas obren de manera recta o de ma-nera incorrecta, tarde o temprano recibi-rán lo que siembran. En esta narración, la primera consecuencia fue inmediata: el campesino encontró la bolsa con mo-nedas debajo de la roca y la carta para presentarse en el palacio del rey.

Invita al niño a llevar a la práctica los valores y actitudes enseñados a tra-vés de la narración. Por ejemplo, pide al niño que observe, en su familia y en su colegio, necesidades que tengan las per-sonas. Cuando los niños te acompañen a la empresa familiar, pídeles que observen algunas necesidades que a ti se te hayan pasado por alto. Invítalos a que te den ideas acerca de cómo ser solidarios allí y cómo responder a las necesidades ob-servadas, y también a que vean oportu-nidades en tu empresa. De pronto, de sus visitas a la empresa pueden surgir ideas emprendedoras de negocios que ellos puedan desarrollar más adelante.

Conocer la HISTORIA de la empresa es una manera de acercarlos a la mis-ma: Cómo surgió? Cómo se te ocurrió hacerla? ¿Qué obstáculos has encontra-do y cómo los has superado? ¿Qué has

?núa rednerpa sedeup éuQ¿ ?odidnerpaEscucha todas sus preguntas y respónde-las con un lenguaje sencillo.

Ir a la empresa debe ser algo VOLUN-TARIO. Si algún día tu hijo o hija no quie-re hacerlo o prefiere hacer otra cosa, no lo obligues. Es importante que disfruten su estadía en la empresa y la actividad que lleven a cabo allí.

Pregúntales a tus hijos cómo podrían mejorar la empresa para hacerla más agradable o más productiva. Si dan al-guna idea viable oriéntalos para que la lleven a cabo.

Cuando los niños sean más grandes y quieran ganar dinero, invítalos a que lo hagan en tu empresa. Ponte de acuerdo con los tiempos y el trabajo que van a realizar y págales lo acordado. Exígeles la misma calidad y cumplimiento que le exiges a cualquier empleado y no les des un trato preferencial por ser tus hijos.

En la medida en que tus niños se fa-miliaricen con la empresa, asistan a la misma, desarrollen trabajos desde los más sencillos y se preparen en caso de que quieran desarrollar tareas especiali-zadas, en esa medida se irán preparando para asumir la empresa cuando tú ya no quieras o no puedas estar.

A pesar de que tus hijos aprendan de la empresa desde pequeños, puede que deseen estudiar profesiones y hacer co-sas diferentes. Es importante respetar estas decisiones. Si ninguno de los hijos desea seguir los pasos de sus padres, hay que aceptar esta decisión y pensar en otras alternativas. De todas maneras, si desde pequeños conocen la empresa es-tarán preparados por si se presenta algu-na emergencia que requiera algún día de su colaboración.

Saludos cordiales.

María Inés Sarmiento



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o consíguela en www.minidocs.es

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Opinión

En notas anteriores hemos analizado algu-nas de las razones que llevan a las perso-nas a iniciar emprendimientos: búsqueda

de independencia, deseo de mejores ingresos, ambición personal, necesidad, entre otras.

Pero cuándo es el momento ideal para pe-gar el gran salto, es otro tema. Mientras que algunos toman la decisión y se lanzan apenas terminada la escuela o la universidad, otros

-ta sentirse mejor preparados para la aventura emprendedora.

Sucede que ponerse en marcha, y pasar de -

cia y vencer el miedo a lo desconocido. Aun-que uno esté insatisfecho con su vida o trabajo actuales, al menos conoce y entiende de qué se trata. Un negocio propio, en cambio, es mar desconocido por navegar.

Claro que la contracara del miedo son las ganas, el impulso y el entusiasmo de cons-truir algo nuevo. Así, muchos emprendedores encontraron en diversas etapas de su vida su momento individual para lanzarse al negocio propio y tener éxito, sin importar la edad.

Desde jóvenes con ideas revolucionarias, como los creadores de Facebook o Twitter, has-ta adultos mayores que luego del retiro formal ven la oportunidad de poner en marcha el pro-yecto de sus sueños.

¿Qué pistas pueden indicarte que ha llega-do tu momento de emprender? Algunas situa-ciones típicas que han impulsado a los empren-dedores a encontrar su punto justo para tomar la decisión y embarcarse en el arranque de un negocio propio son:

Transiciones personales. Los momentos de cambio individuales o familiares suelen acompañarse con replanteos: “¿qué quiero?”, “¿hacia dónde va mi vida?”, “¿de qué forma quiero vivirla?”. Así, hitos como un despido, una enfermedad, un año sabático, un divorcio, una licencia por maternidad, una mudanza de

son disparadores para empezar un camino la-boral independiente. “Si tengo que arrancar de nuevo, ¿por qué no hacerlo con algo propio?”

Necesidad de ingresos. Hay situaciones en que se hace imprescindible generar un in-greso y surge el espíritu para “rebuscárselas” y sobrevivir. Muchos negocios arrancan en estos momentos, incluso como complemento del empleo en relación de dependencia, y luego despegan hasta convertirse en mucho más que un simple rebusque.

Cuando la oportunidad golpea la puerta. Tal vez no te lo esperabas, pero allí frente a ti aparece una de esas oportunidades que no puedes dejar pasar. Una empresa que quiere desembarcar en tu ciudad, un amigo que busca socios, una propiedad especial que se desocu-pa, una herencia repentina… Se trata de “ven-tanas de oportunidad” que tal vez se cierren si esperas demasiado.

Inspiración. Una idea original, un regalo, una experiencia única, un viaje, un artículo en un diario o revista pueden servir como punta-pié inicial para poner en marcha el emprende-dor latente que estaba allí esperando una señal.

¡En algún momento hay que empezar! Para algunos no es necesario esperar ninguna situa-ción particular; se trata de juntar valor (e ideas, dinero, apoyo y otros recursos) y decidirse a pegar el gran salto.

¡Hasta pronto!

María Laura Lecuona y Danila Terragno

¿En qué momento de la vida lanzarse a emprender?

Emprendiendo

María Laura LecuonaDanila Terragno

http://elgransalto.blogspot.comwww.paragraph.com.ar

¿Sabías qué?

María Laura Lecuona y Danila Terragno son licenciadas en Ad-ministración (UBA), directoras de la productora Paragraph y es-

-ciones “Tu negocio propio”, “Tu dinero” y “Tu trabajo” que en su conjunto han vendido más de 500.000 ejemplares.

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Finanzas con amigos

La actual crisis económica nos obliga a todos

se convierte, a veces, en misión imposible. Sin embargo, no nos damos cuenta que pode-mos ahorrar con actos muy sencillos y con ob-jetos que tenemos en nuestra mano día a día.

Los smatphones son un imprescindible en la vida de muchos. Pero ¿sabes que pueden ser-vir para algo más que realizar llamadas? Son la herramienta perfecta para el ahorro. Y de una forma sencilla e incluso divertida. ¿Cómo?

Existen multitud de actos cotidianos que si los hiciéramos con nuestro teléfono móvil nos permitirían ahorra.

Pedir un taxi. Se puede realizar de la forma tradicional o adaptarnos a las nuevas posibili-dades que nos ofrece el mercado. Si nos decan-tamos por las opciones más modernas, no sólo nos ahorraremos la llamada, sino que además el taxímetro no comenzará a contar hasta que nos recoja el coche en el lugar indicado. Existen multitud de aplicaciones que te permiten pedir un taxi en cualquier ciudad del mundo.

Google Maps. Nos ahorra tiempo y gasoli-na. No sólo porque te guiará en la ciudad y evi-tarás perderte sino que además el nuevo siste-ma de Google Maps traza la ruta para evitar la

un acierto. Además, si te interesa ahorrar en la gasolina puedes descargarte aplicaciones que te dicen dónde tienes una gasolinera cercana y cuál es la más barata.

Comunicación instantánea. La llamada tí-pica de “llego en 5 minutos” pasó a la historia. Ahora tienes diferentes métodos para ahorrarte las llamadas innecesarias, como el Whatsapp o

el correo electrónico, ya que muchísima gente -

mite, además, dejar de lado el fax (y con ello pagar por utilizar el servicio). El mundo online va en cabeza en esta batalla.

Lleva un cálculo de tus gastos. Calcula lo que ingresas y lo que gastas, así sabrás invertir y repartir tu dinero. Y hacer esto es mucho más fácil y organizado si lo haces con tu teléfono móvil. Existen multitud de aplicaciones que lle-van el cálculo diario, como la de Contabilidad

mes te permitirá conocer tus posibilidades mensuales.

Compara precios y compra online. El Smartphone te permite comparar precios estés donde estés. Puedes hacerlo de forma manual mediante un buscador o con app que, esca-neando el código de barras, te dicen donde puedes encontrar ese producto más barato.

Además, la compra online suele tener muchos más descuentos que la física y, encima, ahorras tiempo.

Controla el consumo de tu teléfono móvil. Controlar el gasto de los megas y las llamadas hará que no pagues más en tu factura de telé-fono. Weplan es especialista en esto y la mejor aplicación para hacer una comparativa de to-das las tarifas del mercado y decirte cuál es la más óptima según tu consumo.

Saludos cordiales.

Pablo Reaño

Hoy: Pablo Reaño

Cómo ahorrar con un Smartphone en la mano

Sobre Pablo Reaño y Weplan

Pablo Reaño fundó Weplan junto con 2 compañeros suyos de un MBA para ayudar a los clientes de telefonía a salir de su situación actual de indefensión. Actualmente CEO de We-plan, Pablo es licenciado en ADE por CUNEF y Executive MBA por el IE Business School (1º de su promoción). Previamente ha trabajado en FTI consulting, 3 años en el área de Finan-ciación Estructurada de Banesto y 4 años en el área de Capi-tal Riesgo de la misma entidad. Inició su carrera profesional como auditor en PricewaterhouseCoopers durante 3 años.

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En su maravilloso relato El traje nuevo del emperador, Hans Christian Andersen muestra las estupideces que podemos llegar a cometer los humanos para mantener la auto-imagen y el sentido de la propia importancia. Empeña-do en aparentar que veía la tela del traje que aseguraban haberle confeccionado dos hábiles estafadores, el emperador del cuento acaba

tela es tan mágica que sólo pueden verla las personas honestas e inteligentes”, habían ex-plicado los presuntos tejedores.

Así que el rey, sus consejeros y todos los ciudadanos continuaron elogiando aquellos costosos ropajes… hasta que un niño dejó oír la voz de la inocencia y exclamó: “¡Pero si el emperador no lleva nada!”. Nuestro juglar apro-vecha esta historia para explicarnos los aconte-cimientos económicos que se han producido en los últimos años.

Érase una vez un país tan, tan, tan lejano, que incluso estaba en otra galaxia. Es impor-tante recordar que estaba lejísimos, para que nadie piense que lo que aquí se relata puede llegar a suceder alguna vez en nuestro planeta. ¡Jamás! ¡Tal cosa sería una imposibilidad com-pletamente imposible!

Pues bien, en aquel remoto lugar había un gobernador a quien le encantaba mandar. Ade-más, lo hacía estupendamente… o eso pensaba él. Como los consejeros y chambelanes que le

-vilegiada posición, no tenían ningún pudor en aplaudir todas sus ocurrencias, por muy absur-das que fueran.

Como es lógico, el ego del gobernador es-taba tan sobrealimentado que adquirió entidad

propia, hasta el punto de que tuvieron que construirle unos aposentos para él solito.

Un día llegaron al país unos individuos elegantemente vestidos, que pidieron una audiencia con el “superdotado gobernador de este ilustre país”. Parecían tan seguros de sí mismos y hablaban con tanto aplomo que nadie se atrevió a cuestionar sus propósitos, y fueron conducidos de inmediato ante el pode-roso líder.

“Admirado prócer”, comenzaron con gran pompa,”somos unos sabios expertos en multi-plicar la riqueza de los países, mediante com-plejos procedimientos alquímicos cuya com-prensión sólo está al alcance de unos cuantos elegidos. Poned en nuestras manos todos los recursos de que disponéis y, en unos meses, las riquezas obtenidas serán tan incalculables que todos vuestros súbditos comerán con cubiertos de oro y brillantes y pasarán las vacaciones en esplendorosas villas junto al mar.

Para que podáis comprobar en todo mo-mento el progreso de nuestro trabajo, construi-remos en la Plaza Mayor una enorme alcancía transparente en la que se irán acumulando el dinero, el oro y las piedras preciosas”.

“¡Cielos!”, exclamó el gobernador. “¿Puede ser cierto lo que decís? ¡Por supuesto, contad con nuestra cooperación! Decidme, ¿qué pode-mos hacer para que estéis cómodos mientras ejecutáis vuestro magno proyecto?”.

“¡Oh, poca cosa! Después de todo, somos eruditos y tenemos gustos sencillos. Bastará con que nos proveáis de una mansión apartada con algunos espacios de ocio y recreo (¡la al-

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ciplina estresante y agotadora!). Por supuesto, no pagaremos tributo alguno mientras viva-mos aquí, ya que los servicios que os vamos a prestar son imposibles de valorar… La mansión deberá contar también con una caja fuerte en la que depositaréis todos los recursos del país, pues son la materia prima de nuestra labor multiplicadora.

Por supuesto, sois libres de visitarnos en cualquier momento y con gusto os daremos todo tipo de explicaciones sobre el progreso de la tarea, aunque tenemos que hacer una ad-vertencia: ¡No todo el mundo puede compren-der los pormenores de lo que hacemos! Sólo las mentes más capaces y los espíritus más inquebrantablemente honrados podrán visua-lizar las riquezas que irán amontonándose en la alcancía”.

Deslumbrado, el gobernador aceptó sin va-cilar todas las exigencias de los sabios. Por su-puesto, sus súbditos no necesitaban cubiertos de oro (todo el mundo sabe que la gente hu-milde se arregla con cualquier cosa), pero a su ego y a él le vendrían muy bien unos cuantos palacios más y muchos bienes de importación que proclamaran su elevado rango.

Al día siguiente, frente a la fachada prin-cipal del palacio del gobernador comenzó a construirse una gigantesca alcancía transpa-rente. En un primer momento hubo algunas discusiones sobre la forma ideal: ¿El tradicio-nal cerdito? ¿Un simple cubo, para que pudie-ra contener una mayor cantidad de riquezas? Como los consejeros no se ponían de acuerdo, acabó por imponerse (como siempre) el voto de calidad del gobernador: “¡Tendrá la misma for-ma que mi palacio!”. Y así se hizo. En pocos días, en la antaño amplia explanada se levantó una

La alcancía nueva del gobernador

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El juglar financiero

inmensa estructura de cristal que replicaba el osten-toso palacio del gobernador. La plaza quedó comple-tamente inservible para el uso público, pero nadie osó protestar. Al fin y al cabo, ¡todos se iban a beneficiar de las asombrosas riquezas que iban a crear lo sabios!

Pasaron algunas semanas y la alcancía de cristal seguía tan imponente como el primer día… y exacta-mente igual de vacía. Un poco preocupado, el gober-nador llamó a su hombre de confianza y le pidió que preguntara a los sabios cuándo empezarían a apare-cer las riquezas. El consejero se presentó en la man-sión y los encontró tomando el sol junto a la preciosa piscina que se había construido para su solaz.

“¡Bienvenido, querido amigo! ¡Qué fortuna que nos hayas encontrado en uno de nuestros escasos momentos de esparcimiento! ¿Qué podemos hacer por ti?”.

“Bien…”, vaciló el hombre, “el gobernador siente un gran interés por el progreso de vuestro trabajo”.

“Ah, bendita impaciencia”, rieron los sabios. “¿Acaso cree nuestro ilustre anfitrión que la alquimia funciona según un estricto cronograma de activida-des? Bueno, bromas aparte, entendemos perfecta-mente su inquietud. De hecho, tenemos preparada la documentación en la que explicamos las fases inicia-les del proceso. Puedes consultarla tú mismo; como hombre de confianza del Excelentísimo y Honorable Gobernador, sin duda posees la mente brillante y des-pierta que se requiere para entenderlo”.

Dicho y hecho, le pusieron en las manos un to-mazo de quinientas páginas, plagado de fórmulas matemáticas, gráficos llenos de flechitas y palabras y abreviaturas incomprensibles. Mientras pasaba lenta-mente algunas hojas, el pobre consejero sentía sobre sí la mirada fija de los sabios. “¡Debo de ser un imbé-cil!”, concluyó, desesperado. “’No comprendo absolu-

tamente nada! ¿Estará en mi idioma? ¡Esto no tiene orden ni concierto, ni pies ni cabeza!”.

En ese momento, uno de los sabios intervino: “Te hemos entregado un extracto simplificado del docu-mento original, pues comprendemos que los gober-nantes sois personas ocupadas y vuestro tiempo es muy valioso”.

Al oír esto, el hombre estuvo a punto de echar-se a llorar, pero recobró con rapidez la compostura (después de todo, era un político) y asintió muy serio: “Es de agradecer vuestro esfuerzo divulgativo, aunque no hubiera sido necesario. Con un simple vistazo he captado lo esencial del sistema y debo felicitaros por vuestra genialidad”.

“En tal caso”, apuntó otro sabio, “también habrás visto los montones de oro y plata que ya han apare-cido en la alcancía”.

En esta ocasión, el consejero tuvo que recurrir a toda su experiencia en las mesas de póquer para no revelar su sobresalto. “¡Ah! ¡Oh! Sí… sí, por supues-to... Notable, sí, muy notable que hayáis empezado a conseguir resultados con tanta rapidez. Os agradezco mucho vuestra diligencia: ahora mismo voy a infor-mar de todo al gobernador”.

Y salió disparado de allí, intentando convencerse a sí mismo de que los ruidos sofocados que oía a sus espaldas no eran las risas de los sabios.

Por supuesto, en cuanto llegó a palacio entregó al gobernador la información “divulgativa”, y le animó a asomarse al balcón para contemplar por sí mismo las riquezas que habían comenzado a amontonarse en la alcancía. El gobernador, que siguió la misma línea de pensamiento que su leal consejero, se mostró en-tusiasmado ante los primeros resultados visibles del proyecto. Todos los habitantes de palacio fueron invi-

tados a leer el documento y contemplar la alcancía de cristal. La conclusión fue unánime: ¡Qué gran sagaci-dad la del gobernador, al confiar el futuro económico del país a tan excepcionales personajes! Enardecido por los elogios, el gobernador otorgó a los sabios el rango de “Caballeros Banqueros del País” y, acto se-guido, ordenó una recaudación extraordinaria de im-puestos entre la población: cuantos más recursos se destinaran al misterioso procedimiento multiplicador, más espectaculares serían las ganancias obtenidas.

La situación se prolongó durante varios me-ses más. Diferentes consejeros fueron enviados a la mansión de los sabios, y todos recibieron el mismo tratamiento. Después de cada visita, el gobernador celebraba con grandes aspavientos la buena marcha de los trabajos y señalaba a los demás el imparable aumento de las riquezas que se acumulaban en la al-cancía. “¡Ya ha superado el primer piso!”. “¿Os habéis fijado? ¡Está a punto de alcanzar la altura del balcón principal!”. “¡Increíble! ¡Ya casi ha llegado al piso su-perior!”.

Huelga decir que todos los consejeros y chambe-lanes aplaudían con idéntico fervor. Incluso los ciu-dadanos, que habían sido informados de la mágica cualidad de la alcancía, deseaban demostrar su inte-ligencia y honradez y se mostraban maravillados por la inaudita prosperidad que tenían al alcance de la mano. Como cada habitante del lugar pensaba que era el único que no veía nada, todos se comportaban como si las riquezas existieran de verdad, y se inició un curioso fenómeno de compras a crédito: el consu-mo se disparó sin que nadie se planteara la posibilidad de que en el futuro no hubiese riquezas suficientes para pagarlo. Al fin y al cabo, ¡el país entero estaba viendo aumentar el contenido de la alcancía!

Finalmente, un buen día los “Caballeros Banque-ros del País” se presentaron de nuevo ante el goberna-dor. “¡Hemos concluido nuestra tarea! Otros países de

la galaxia reclaman nuestras habilidades y nos vemos obligados a partir, pero como podéis apreciar hemos cumplido lo que os prometimos. ¡La alcancía está tan repleta que apenas cabe un lingote más! Tenemos que felicitaros por el gran número de súbditos cabales e inteligentes que habitan este bello país: hemos nota-do que la gran mayoría, por no decir todos, son capa-ces de contemplar las riquezas que hemos generado”.

Y los sabios abandonaron el lugar con suma dig-nidad, mientras los consejeros encargados del pre-supuesto nacional se preguntaban, agobiados, cómo iban a distribuir unos recursos que ni siquiera podían ver. El gobernador, que por supuesto tenía que pare-cer más honrado y listo que nadie, decretó dos días de fiesta y organizó una gran celebración colectiva para que todos pudieran presenciar “la apertura de la alcancía”, tras la que se iniciaría una etapa de bienes-

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Opinión


tar y prosperidad como no se había conocido jamás.

Llegado el gran día, muchos ciudadanos madru-garon para asegurarse un lugar en los escasos espa-cios libres de la Plaza Mayor. Apiñados cual viajeros del metro de Tokio en hora punta, pegaban las narices contra el cristal de la alcancía y exclamaban: “¡Fíjate en ese brillante! ¿Aquellas piedras son rubíes? ¡Jamás imaginé que el oro pudiera brillar tanto!”. Y así suce-

-puso a cruzar con gran solemnidad la pasarela que se había construido entre el balcón principal del palacio y la alcancía de cristal. Un paso detrás de él, su pri-mer consejero acarreaba un pequeño cofre, en el que se depositarían simbólicamente los primeros tesoros extraídos. El gobernador abrió una de las ventanas del palacio-alcancía, introdujo las dos manos y, aparen-tando gran satisfacción, depositó el “contenido” en el interior del cofre, entre vítores y aplausos.

En ese momento, unos despistados turistas pro-cedentes de otro planeta, que se habían visto atrapa-dos entre la multitud y que nada sabían de magia ni

los lugareños que les rodeaban: “¿Qué se celebra hoy aquí? ¿Se está recreando algún hecho victorioso del

Todos los que alcanzaron a oír sus palabras quedaron paralizados, al sentir en la palabra “vacío” el eco de sus propios pensamientos: “¿Es que no veis lo que hay dentro?”. “No hay nada, está claro”, respondieron sor-prendidos los turistas. El comentario se difundió con rapidez por la plaza: “Dicen que la alcancía de cristal está vacía”, se susurraban unos a otros.

Todos volvieron a sus casas cabizbajos… y bas-tante preocupados. Durante los años siguientes, la pobreza y la mediocridad se adueñaron del país. En sus discursos anuales, el gobernador repetía: “¡Si-guiendo las indicaciones que nos dejaron los sabios, estamos esperando a que se recuperen los mercados

interplanetarios de oro y piedras preciosas para poder

entonces, esperamos que nuestros queridos súbditos

situación transitoria, la cual mejorará con la próxima subida de impuestos…”.

ÚLTIMAS NOTICIAS: Ahora ya sabemos dónde fueron a parar todos los banqueros que tuvieron que dejar sus puestos, después de arruinar unas cuantas economías en nuestra humilde y maltratada Tierra. Qué suerte que aquí no hay gobernadores y conseje-ros como los del relato… ¿verdad?

El Juglar Financiero

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