Muchos se empeñan en decir que la boda de Fran Rivera y Lourdes Montes ha sido la fiesta del año (y eso que apenas han ido caras cono-cidas). Pero lo cierto es que donde habrá muchísimas más personali-dades –para disfrute de los segui-dores de este tipo de acontecimien-tos– es en el enlace religioso de la hija del presidente de Porcelanosa, María Colonques, con su novio, un farmaceútico con el que sale desde hace ya casi tres años, y junto al que quiere formar su propia familia.

Discreta, educada y guapísima, María es una mujer adorable que no duda en acompañar a sus padres en los actos que tienen con Porcelano-sa y de ahí el protagonismo que ha ido adquiriendo últimamente gra-cias sobre todo a las cualidades ya citadas y a una ejemplar manera de comportarse. Como es normal, sus padres, Manuel y Delfina Colon-ques, quieren celebrar su enlace por todo lo alto y de ahí que ya esté todo organizado para este evento que será en octubre y en Castellón.

Primero se celebrará la ceremo-nia religiosa y después todos los in-vitados se desplazarán hasta el lu-gar del convite, donde habrá ban-quete y fiesta. Como todo lo que hacen, llevan meses con los prepa-rativos y es que quieren hacer de ese día una fecha inolvidable. Para acompañar a los novios, además de sus familias y amigos, acudirán mu-chos fieles a la firma que han estre-chado lazos hasta convertirse en amigos como es el caso de Isabel Preysler, quien irá con sus hijos Ta-mara Falcó, Ana Boyer y Julio José Iglesias. También irán los duques de Alba, seguramente con algún hijo de Cayetana, además de Genoveva Casanova.

La otra gran boda del año

EN SU PUNTO

BEATRIZ CORTÁZAR

BORJA BERGARECHE CORRESPONSAL EN LONDRES

Hasta la semana pasada no se podían publicar fotos ni identificar su ubicación. La prensa británica tenía prohi-bido hasta decir su nú-

mero de habitaciones. Y los curiosos se enfrentaban a un severo interrogato-rio policial. Pero el anuncio de que el Príncipe Guillermo ha decidido dar por concluida su formación militar ha devuelto al mercado de alquiler la ca-sita rural en la que la pareja vivía des-de hacía tres años en la isla galesa de Anglesey. Y, con ello, se ha levantado el velo de secretismo que protegía la pri-vacidad de la pareja en el espectacular paraje natural en el que el Duque ha completado su formación como piloto de rescate de la Fuerza Aérea.

El cottage tiene cuatro habitaciones distribuidas en dos pisos, acceso direc-to a una playa privada y vistas sobre el parque natural de Snowdonia, una de las joyas del paisaje británico. Desde que fuera destinado aquí en 2010, la pa-reja ha disfrutado de la que será pro-bablemente la etapa más «normal» de su vida juntos. Paseaban a su perro Lupo por la playa, y recorrían los cami-nos en la Ducatti roja y blanca del Du-

que. La presencia de una Middleton en el supermercado Waitrose local era una celebración de la rutina más que un acontecimiento local. En los pubs de la zona, él bebía unas pintas de cerveza y ella, vino blanco o agua con gas.

Pagaban un alquiler de 750 libras al mes, unos 900 euros, un precio de mer-cado que, por su propia lógica, se incre-

mentará ahora que sus reales huéspe-des la dejan vacante para trasladarse, con Lupo y su hijo el Príncipe Jorge, al Palacio de Kensington en Londres. La casa forma parte de una propiedad ru-ral del aristócrata Sir George Meyrick, uno de los propietarios más ricos de Gales, quien invitaba a menudo a los Duques a almorzar los domingos en Bo-dorgan Hall, la espectacular casona que comparte con su mujer, nieta del Du-que de Buccleuch.

Un refugio de vacaciones La Casa Real, aunque ha levantado la prohibición de informar sobre el cotta-ge de los Duques, ha solicitado a la pren-sa local que evite publicar fotos. La pa-reja parece haberse quedado prenda-da del lugar, y podrían regresar en vacaciones. Liberado de sus obligacio-nes militares, el Príncipe Guillermo ini-cia ahora con su familia un año «de tran-sición» en Londres.

Los Duques ocupan por ahora el lla-mado Nottingham Cottage dentro del Palacio de Kensington, antes de mudar-se en las próximas semanas al Aparta-mento 1A, antiguo hogar de la Prince-sa Margarita. Las obras para acondi-cionarlo a sus nuevos residentes –eliminación de amianto, renovación del techo, del sistema de calefacción y de las cañerías– ha costado 1,2 millones de euros al contribuyente. Los planes de los Duques fueron aprobados por la Reina, aunque tuvieron que mover al-gunos papeles para recuperarlo puesto que, tras la muerte de la Princesa Mar-garita, esa parte del Palacio estaba sien-do utilizada para exposiciones.

El cottage de los Duques de Cambridge vuelve al mercadoLa pareja pagaba unos 900 euros al mes por esta casita rural en la isla galesa de Anglesey

ANDREW PRICE/ VIEW FINDER PICTURES Los Duques de Cambridge vivieron en esta casa galesa durante casi cuatro años

Regreso a Londres.

En las próximas semanas, Catalina y Guillermo se mudarán a un aparta-mento en el Palacio de Kensington

Lo mejor de la primera jornada de la Semana de la Moda de Milán

ABC María y Manuel Colonques

ANA LUISA ISLAS BARCELONA

La crisis económica provocó una san-gría de restaurantes mexicanos en la ciudad de Barcelona. Cerró la mítica Coronela, de Consolat de Mar, así como su bar, después de presentar concur-so de acreedores en octubre. Así tam-bién bajó la persiana La Trajinera, que estaba en la Gran Vía, y Los Azulejos, de la calle Avinyó. Cualquiera diría que la gastronomía de aquel país no tiene más cabida en esta ciudad. Y sin em-bargo, es todo lo contrario. La presen-cia mexicana se siente más que nun-ca: jornadas gastronómicas, cócteles y la próxima apertura de dos restau-rantes que prometen.

Adiós al «gintónic» En el Hotel W se jactan de ser vanguar-distas, de estar al tanto de lo último de lo último. Por eso, se acercaron a Cultura Mezcal, una organización me-xicana que intenta educar sobre el con-sumo de esta bebida, que ya está dan-do de qué hablar en todo el mundo. En México las mezcalerías aparecen como setas por aquí y por allá. Los mexica-nos cuando salen de su país se llevan las preciadas botellas en sus maletas y comparten el elixir con sus amigos. Los turistas que visitan aquel país, lo prueban y se enamoran. Las cartas de cócteles de los mejores bares lo inclu-yen. En Barcelona, por ejemplo, lo hay en el Bar Mut, en el 41 grados, en el Pez Vela, entre otros.

A raíz del acercamiento, el hotel or-ganizó junto con el Consulado de Mé-xico unas jornadas gastronómicas (con maridaje de mezcal, claro) que termi-naron, durante los tres días en su res-taurante Salt. «Hay mucha curiosidad de conocer en qué se diferencía esta bebida del tequila», explican desde el hotel. «Nosotros estamos siempre bus-cando las últimas tendencias y la co-cina mexicana y el mezcal sin lugar a dudas lo son», agregan.

Sin embargo, por desgracia, la co-cina que se ha podido probar en Salt, con raíces mexicanas, pero toques van-guardistas, no se encuentra de forma corriente en la ciudad. En Madrid tie-nen el PuntoMX, que está causando furor. En Barcelona, los restaurantes mexicanos se enfocan más a los pla-tos típicos básicos –enchiladas, tacos y quesadillas–, o en el tan socorrido Tex Mex, que tanto daño ha hecho des-virtuando la verdadera cocina de aquel país. No han sido precisamente los na-chos los que se han ganado el recono-cimiento de patrimonio inmaterial de

la humanidad por la UNESCO, sino el resto de platos exquisitos y las técni-cas milenarias para prepararlos.

Pero no todas son malas noticias,

las jornadas han sido una especie de «probadita» de lo que está por venir. Tal parece que la cocina mexicana ten-drá un nuevo bastión en el Born para finales de este año. Grupo Sagardi pre-para un restaurante gastronómico con cocina de aquel país, de la mano del chef menorquín Joan Bagur, que lleva más de 10 años viviendo en México. «Las ideas con un alto valor gastronó-mico, con una buena relación calidad precio y con criterios nuevos, todavía tienen lugar», explica Iñaki López de Viñaspre, presidente del grupo, con respecto a incursionar en una gastro-nomía que, por los cierres, pareciera que no tiene sitio en Barcelona.

La apuesta del grupo por esta coci-na nace por el amor que tienen sus fun-dadores por aquel país, su cultura y cocina.

Albert Adrià se apunta Es también ese amor el que ha impul-sado a Albert Adrià a querer abrir un restaurante de cocina mexicana. La falta de local ha retrasado su apertu-ra, que preparaban para este año.

Sin embargo, la carta ya la han di-señado junto con el chef de aquel país Paco Méndez, quien lleva más de un año trabajando en ella. Ambos locales permitirán a los barceloneses probar platos que solamente se encuentran en los mercados o en los pueblos me-xicanos. Adiós a las chimichangas y a las fajitas. Bienvenidos sean los pa-padzules y las jericallas. Pero sobre todo, bienvenido sea el mezcal.

La reconquista mexicana de Barcelona llega por el estómagoParece que ahora sí: el mezcal, las tortillas de maíz y la buena cocina llegan para quedarse

Próximas aperturas Para fin de año habrá dos restaurantes mexicanos nuevos en la ciudad

L. L.

Botellas del típico Mezcal

ANA UREÑA

Primera jornada de la semana de la moda de Milán en la cual destacan dos desfiles de primavera-verano 2014 muy dispares. El primero, el de los geniales hermanos gemelos Dean y Dan Caten detrás de la fir-ma italiana preferida de los futbo-listas: Dsquared2. ¿La lección de es-tilo? El estampado animal nunca morirá. Si queremos ser más preci-sos, las estilistas italianas lo deno-minan «animalier». Pero ¡ojo! Para desmarcarse de sus rivales estilís-ticos Dolce&Gabbana y Roberto Ca-valli, los Dsquared2, no apuestan por las manchas del leopardo, si no por las rayas del tigre.

¿Lo mejor de sus propuestas es-tilo safari africano? Las grandes pamelas de paja, con forma de campana, que presentan en color natural, en fucsia y en marrón os-curo. La silueta se puede definir como pin up, palabra que usan las periodistas de moda para hablar de la ropa que acentúa las curvas femeninas, especialmente pecho, caderas y glúteo. Para ello hacen buen uso de «culottes» (braguitas XXL), micro shorts, cropped tops (partes de arriba estilo sujetador), escotes palabra de honor con efec-to push up, y triquinis.

Mientras tanto, la directora crea-tiva de Gucci, Frida Giannini ,ex-plora otro tipo de jungla: la del as-falto. Propone su visión particular del chic urbano y explica: «He to-mado los imprescindibles de la in-dumentaria deportiva como pun-to de partida y le he dado un giro femenino a la ropa técnica, elabo-rándola con los códigos de Gucci. Una elegancia intrincada, avivada por una ornamentación refinada que se inspira en las ilustraciones de Erté».

¿El resultado? Camisetas de re-jilla deluxe, pantalones de seda ne-gros, que emulan el clásico chán-dal de raya deportiva, delicadas partes de arriba estilo camiseta, detalles de sudaderas beisboleras (con manga bicolor) llevados a tops de noche y muchos ribetes elásti-cos.

¿El complemento? Sandalias multi-tiras de tacón alto para el to-que sensual-fetichista. Y para re-matar, reemplaza el típico albor-noz de luchador de boxeo por un kimono que existe en versión tú-nica, vestido y poncho.

Del safari de Dsquared2 a la jungla urbana de Gucci

MODA DE MILÁN

LUIS LAU La cocinera Lula Martín del Campo, en el restaurante Salt

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