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MEXICO, D. F., LUNES 7 DE OCTUBRE DE 1974 DIARIO DE LOS DEBATES DE LA CAMARA DE SENADORES DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS ·Teda (Qllunica(Í~n OIitil.lh lA ruf"l~ ajena • I~ Smrliria dtl Seftld. , IIItISaU, en esle paiódiu,ltprodúc(;t Itllullmenl~· AÑO 11 Periodo Ordinario NUM. 13 SESION SOLEMNE CONMEMORATIVA CELEBRADA EL 7 DE OCTUBRE DE 1974 SUMARIO PES!GNACION DE COMISIONES Pág. LISTA DE ASISTENCIA SECRETARIA DE LA DErENSA NACIONAL Pág. 2 LECTURA DEL HISTORICO I1ISCURSO DEL PATRICIO Pág. 2 DISCURSO DEL C. DIPUTADO DEMETRIO RUlZ MALERVA Pág. " DISCURSO DEL C. SENADOR SALVADOR GAI\HZ FERNANDEZ Pág. 3 DISCURSO DEL C. SENADOR ENRIQUE GONZAI.EZ PEDRERO CONDECORACION AL C. RAFAEL DE LA COLl:\lA Pág. 10 Pág. 15 DISCURSO DEL C. RAFAEL nr L\ COLINA AGRADECIMIENTO Pág. 15 Pág. 19 Pág. 20 MINUTO DE SILENUO e ITA Pág. 20 PRESIDENCIA DE LA C. SENADORA GUADALUPE LOPEZ BRETON Apertura La C. Presidenta: Ciudadanos senadores: De acuerdo con el espíritu del decreto que creó la Medalla de Honor "Belisario Domínguez" del Senado de la República, publicado en el Diario Oficial de la Federación del 28 de enero de 1953, y con apoyo al artículo 27 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso Gene- XLIX Legislatura Tomo 11 ral de los Estados Unidos Mexicanos, la sesión del día' de hoy adquie rc el rango de Ex t raor- d inaria y Solemne. DESIGNACION DE COMISIONES Esta Presidencia, en uso de sus facultades, se permite designar las siguientes comisiones de ciudadanos senadores y se les ruega cum- plir con el encargo que se les confiere: A los ciudadanos senadores Miguel Angel Barberena Vega, Rubén Figueroa Figueroa, Alfredo Toxqui Fcrnándcz de Lara y Osear Flores Tapia, para pasar a las oficinas de la Gran Comisión de este recinto e invit ar a trasladarse a este salón al ciudadano licenciado Mario Moya Palencia, Secretario de Gobernación y representante del ciudadano licenciado Luis Eeheverría Alvarez, Presidente Constitucional de los Estados Uni- dos Mexicanos; al ciudadano licenciado Euque- rio Guerrero, Presidente de la honorable Su- prema Corte de Justicia de la' Nación y a los ciudadanos diputados que asisten en represen- tación de la H. Calegisladora. A los ciudadanos senadores Martín Luis Guzmán, Juan Sabines Gutiérrez, Ramiro Yáñez Córdova, para recibir e invitar a pasar a este salón a los ciudadanos María Hernández Zarco y licenciado Ignacio Ramos Praslow, mexicanos que por servicios singulares prestados a la patria han recibido, en ot ros años, la Medalla "Belisario Dom'ínguez" que anualmente otorga el Senado de la Repú- blica. A los ciudadanos senadores Celestino Pé- rez Pérez. Gabriel Leyva Velázquez y Benito Bernal Miranda, para recibir y pasar a este sa- . Ión a nuestros invitados especiales, los señores Diputados Constituyentes; ya los ciudadanos senadores José Rivera Pércz Campos, Enrique González Pedrero y Aurora Ruvalcaba Gutié rrez, para recibir e introducir al salón al Em- bajador Rafael de la Colina Riquelme. (Las Comisiones cumplen. Aplausos al entrar al sa- lón.) LISTA DE ASISTENCIA -Se va a proceder a pasar lista de asisten- cia a los ciudadanos senadores. Les rogamos a todos los presentes ponerse de pie. (Todos de pie.) 1974 AÑO DE LA REPUBUCA FEDERAL y DEL SENADO

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MEXICO, D. F., LUNES 7 DE OCTUBRE DE 1974

DIARIO DE LOS DEBATESDE LA CAMARA DE SENADORES

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS·Teda (Qllunica(Í~n OIitil.lh lA ruf"l~ ajena • I~ Smrliria dtl Seftld. , IIItISaU, en esle paiódiu,ltprodúc(;t Itllullmenl~·

AÑO 11 Periodo Ordinario NUM. 13

SESION SOLEMNE CONMEMORATIVACELEBRADA EL 7 DE OCTUBRE

DE 1974

SUMARIO

PES!GNACION DE COMISIONES Pág.

LISTA DE ASISTENCIA

SECRETARIA DE LADErENSA NACIONAL Pág. 2

LECTURA DEL HISTORICOI1ISCURSO DEL PATRICIO Pág. 2

DISCURSO DEL C. DIPUTADODEMETRIO RUlZ MALERVA Pág. "

DISCURSO DEL C. SENADORSALVADOR GAI\HZ FERNANDEZ Pág. 3

DISCURSO DEL C. SENADORENRIQUE GONZAI.EZ PEDRERO

CONDECORACION AL C.RAFAEL DE LA COLl:\lA

Pág. 10

Pág. 15

DISCURSO DEL C.RAFAEL nr L\ COLINA

AGRADECIMIENTO

Pág. 15

Pág. 19

Pág. 20MINUTO DE SILENUO

e ITA Pág. 20

PRESIDENCIA DE LA C. SENADORAGUADALUPE LOPEZ BRETON

Apertura

La C. Presidenta: Ciudadanos senadores: Deacuerdo con el espíritu del decreto que creóla Medalla de Honor "Belisario Domínguez" delSenado de la República, publicado en el DiarioOficial de la Federación del 28 de enero de1953, y con apoyo al artículo 27 del Reglamentopara el Gobierno Interior del Congreso Gene-

XLIX Legislatura Tomo 11

ral de los Estados Unidos Mexicanos, la sesióndel día' de hoy adquie rc el rango de Ex t raor-d inaria y Solemne.

DESIGNACION DE COMISIONES

Esta Presidencia, en uso de sus facultades,se permite designar las siguientes comisionesde ciudadanos senadores y se les ruega cum-plir con el encargo que se les confiere: A losciudadanos senadores Miguel Angel BarberenaVega, Rubén Figueroa Figueroa, Alfredo ToxquiFcrnándcz de Lara y Osear Flores Tapia, parapasar a las oficinas de la Gran Comisión deeste recinto e invit ar a trasladarse a este salónal ciudadano licenciado Mario Moya Palencia,Secretario de Gobernación y representante delciudadano licenciado Luis Eeheverría Alvarez,Presidente Constitucional de los Estados Uni-dos Mexicanos; al ciudadano licenciado Euque-rio Guerrero, Presidente de la honorable Su-prema Corte de Justicia de la' Nación y a losciudadanos diputados que asisten en represen-tación de la H. Calegisladora. A los ciudadanossenadores Martín Luis Guzmán, Juan SabinesGutiérrez, Ramiro Yáñez Córdova, para recibire invitar a pasar a este salón a los ciudadanosMaría Hernández Zarco y licenciado IgnacioRamos Praslow, mexicanos que por serviciossingulares prestados a la patria han recibido,en ot ros años, la Medalla "Belisario Dom'ínguez"que anualmente otorga el Senado de la Repú-blica. A los ciudadanos senadores Celestino Pé-rez Pérez. Gabriel Leyva Velázquez y BenitoBernal Miranda, para recibir y pasar a este sa-

. Ión a nuestros invitados especiales, los señoresDiputados Constituyentes; y a los ciudadanossenadores José Rivera Pércz Campos, EnriqueGonzález Pedrero y Aurora Ruvalcaba Gutiérrez, para recibir e introducir al salón al Em-bajador Rafael de la Colina Riquelme. (LasComisiones cumplen. Aplausos al entrar al sa-lón.)

LISTA DE ASISTENCIA

-Se va a proceder a pasar lista de asisten-cia a los ciudadanos senadores. Les rogamos atodos los presentes ponerse de pie. (Todos depie.)

1974 AÑO DE LA REPUBUCA FEDERAL y DEL SENADO

2 DIARlU DE LOS DEBATESSENADO

-iSenador de la República Belisario Domínguczl

T O D O S: .Murió por la patria en deícn-sa de la libertad!

La C. Presidenta: Ruego a los presentes to-mar asiento y al ciudadano Secretario cont i-nuar pasando lista.

El C. Secretario Carlos Pérez Cámara: (Continúa pasando lista.)

Aguilar Hcrnándcz Francisco, Aguilar Irun-garay José L, Alcalá Ferrera Ramón, AlvarezCisncros Ramón, Aubancl Vallejo Gustavo, Bar-bcrcna Vega Miguel Angel, Bcllizz ia CastañedaPascual, Bcrnal Miranda Benito, Castillo Her-nándcz José. Castillo Varcla Carlos Manuel, Corana del Rosal Germán, Del Río Cruz José Bru-no, Fcrnándcz Aguirre Braulio, Figucroa Figuc-roa Rubén. Flores Curid Rogclio. Flores TapiaOsear, fuentes Díaz Vicente, Gámiz FcrnándczSalvador, García Paniagua Javier, García San-t acruz J. Jesús, Gonzálcz Parra Emilio M., Gen-zálcz Pedrero Enrique, Guerrero Ortiz Arturo,Guzmán Martín Luis. Jiménez del Prado Sal-vador, Juárez Carro Vicente, Leyva VelázquezGabriel, López Bretón Guadalupe, Lozano Ra-mírez Raúl. Luna Kan Francisco. Macicl Sal-cedo Ignacio Medina Medina Calixto, MoraPlancarle No;berto, Olivares Santana Enrique,Perdomo García Elpidio, Pérez Cámara Carlos,Pérez Pérez Celestino, Pizano Sauceda Roberto,Rivera Pérez Campos José Romero Flores Joséc., Ruiz Soto Agustín, Ruvalcaba Gutiérrez Au-rora Sabines Gut iérrez Juan, Salazar MartínezFlor~ncio, Salinas Leal Bonifacio, Sánchez Ma·dariaga Alfonso. Serrano del Castillo Nicanor.Suárcz Torres Gilberto. Terrazas Zozaya Samuel, Toxqui Fcrnández de Lara Alfredo, Va-lIejo Martínez Félix, Yáñez Córdova Ramiro.

-Hay una asistencia de cincuenta y dosciudadanos senadores. Hay quórum.

La C. Presidenta: Se abre la sesión solemne.Se ruega a la Secretaría dar lectura al acta dela sesión pública anterior.

El C. Secretarto Pérez Cámara: Acta de lasesión pública ordinaria celebrada el jueves 3de octubre de 1974. (Leyó.)

-Está a discusión. No habiendo quien hagauso de la palabra, en votación económica sepregunta si se aprueba. (La Asamblea asiente.)

-Aprobada.

SECRET ARIA DE LA

DEFENSA NACIONAL

"Año de la República Federal y del Senado".

Lomas de Sotelo, D. F., a 3 de octubre de 1974

C. Profesor,Enrique Olivares Santana.Presidente H. Cámara de Senadores.Xicoténcatl número 9.Ciudad.

En relación ton su atento oficio de fecha

NUM. 13 7 OCT. 1974

30 de septiembre próximo pasado, hago de suconocimiento que ya se giraron las inst ruccioncs correspondientes a fin de que una Bandade Guerra, una Escolta con Bandera, una Sec-ción de Cadetes \' cinco cadetes sin armas delHeroico Colegio ·Militar. participen en la cere-monia de en t rcga ele la Medalla de Honor, asícori:o en los demás actos que realizará esaH. Cámara el día 7 del actual en ese recinto,e(JI' motivo de conmemorarse el sacrificio delscn ado r Bc lisa rio Domínguez.

Aprovecho la oportunidad para reiterarlelas seguridades de mi atenta y distinguida con-sidcración.

Suf rauio Efectivo. No Reelección, El General de Dil'. OEM. Secretario, HermenegildoCuenca Díaz, (121834.)

Tr'áll1ill': Oc' enterado con agradecimiento.

LECTURA DEL HISTORICODISCURSO DEL PATRICIO

La C. Presidenta: El señor scnador RogolioFlores Curic! se servirá dar lectura al históricodocumento del lcaistador márt ir, doctor Bcli-sario Domínguez. -

El C. Secretario Rogelio Flores Curiel: Tex-to del histórico discurso del mártir doctor ySenador Bcf isario Dornínguez: "e. Presiden-te del Senado: Por tratarse de un asuntourgentisímo para la salud de la patria, me veoobligado a prescindir de las fórmulas acostum-bradas y suplicar a usted se sirva dar principioa e ta sesión tomando conocimiento de estepliego y dándolo a conocer en seguida a los se-ñores senadores. Insisto, señor Presidente, enque este asunto debe ser conocido por el Sena-do en este mismo momento, porque dentro elepocas horas lo conocerá el público y urge queel Senado lo conozca antes que nadie.

"SEÑORES SENADORES: Todos vosotroshabéis leído con profundo interés el informepresentado pOI' D. Victoriano Huerta ante elCongreso de la Unión el 16 del presente.

.. 1ndudablcmcntc, sellares senadores, lo mis-mo que a mí. os ha llenado de indignación elcúmulo de falsedades que encierra e e docu-mento. ¿A quién se pretende engañar, señores?¿Al Congreso de la Unión) No, señores, todossus miembros son hombres ilustrados que sec.cupan de política. que están al corriente delos sucesos del país y que no pueden ser enga-ñados sobre el particular. Se pretende engañara la Nación Mexicana, a esta noble Patria queconfiando en V. honradez y en vuest ro valor,ha puesto en vuestras manos sus más caros.ntereses.

"¿Qué debe hacer en este caso 'la Repre-sentación Nacional?

"Corresponder a la confianza con que la Pa-tria la ha honrado, decirle la verdad y no de-jarla caer en el abismo que abre a sus pies.

SENADO DIARIO DE LOS DEBATES 7 OCT. 1974NUM. 13 3

La verdad es ésta: "Durante el gobierno.lc don Victoriano Huerta, no solamente no se.ia hecho nada en bien de la pacificación delpaís, sino que la situación actual de la Repú-blica es infinitamente peor que antes: la rcvo-lución se ha extendido en casi todos los Esta-dos: muchas Naciones, antes buenas amigas deMéxico, rchúsanse a reconocer su gobierno, porile aa I; nuest ra moneda encuéntrase desprecia-da-en el extranjero; nuestro crédito en agonía;la Prensa entera de la República amordazada" cobardemente vendida al gobierno y ocultan-do sistemáticamente la verdad; nuestros carn-pos abandonados; muchos pueblos arrasados ypor último, el hambre y la miseria en todas susformas amenazan extenderse rápidamente entoda la superficie de nuestra infortunada Patria.

"¿A qué se debe tan triste situación?

"Primero y antes que todo, a que el pueblomexicano no puede resignarse a tener porPresidente de la República a D. Vic tor ianoHuerta, al soldado que se amparó del poderpor medio de J;:¡ traición y cuvo primer actoa l subir a la Presidencia fue asesinar cobar-demente al Presidente y Vicepresidente legal-111 en te ungidos por el voto popular, habiendosido el primero de éstos quien colmó de ascen-sos, honores y distinciones a D. VictorianoHuerta. Y habiendo sido él igualmente a quienD. Victoriano Huerta juró públicamente lealtadv fidelidad inquebrantable.

"Y segundo, se debe esta triste situación alos medios que D. Víctoriano Huerta se hapropuesto emplear para conseguir la pacifica-c ión. Esos medios ya sabéis cuáles han sido:única mente muerte y exterminio para todoslos hombres, familias y pueblos que no sim-paticen con su gobierno.

'La paz se hará, cueste lo que cueste, hadicho D. Victoriano Huerta. ¿ Habéis prof undi-zado . señores senadores, lo que significan esaspalabras en el criterio egoísta y feroz de D.Victoriano Huerta) Esas palabras significanque D. Victoriano Huerta está dispuesto a de-rramar toda la sangre mexicana, a cubrir decadáveres todo el Territorio Nacional, a con-vertir en una inmensa ruina toda la extensiónde nuestra patria, con tal que él no abandonela Presidencia ni derrame una sola gota de supropia sangre,

"En su loco afán por conservar la Presiden-cia, D. Victoriano Huerta está cometiendo otrainfamia: está provocando con 01 pueblo de losEstados Unidos de América un conflicto inter-nacional en el que, si llegara a resolverse porlas armas irían estoicamente a dar y a enconot rar la muerte todos los mexicanos sobrevivien-tes a las matanzas de D. Victoriano Huerta;todos, menos D. Victoriano Huerta ni D. Au-reliano Blanquet, porque esos desgraciados es-tán manchados con el estigma de la traición, yel pueblo y el ejército los repudiar ían llegadoel caso.

"Esa es en resumen la triste realidad. Paralos espíritus débiles parece que nuestra ruina

es inevitable, porque D. Victoriano Huert a seha adueñado tanto del poder, que para asegu-rar el triunfo de su candidatura a la Presiden-cia de la República en la parodia de eleccionesanunciadas pal-a el 26 de octubre próximo, noha vacilado en violar la soberanía de la mayorparte de los Estados quitando a los Goberna-dores constitucionales o imponiendo Goberna-dores rrulit arcs que se encargarán de burlar alos pueblos por medio de farsas ridículas ycriminales.

"Sin embargo, señores. un supremo esfuerzopuede salvarlo todo. Cumpla con su deber laRepresentación Nacional y la Patria está sal-vada y volverá a florecer más grande y másunida y más hermosa que nunca.

"La Representación Nacional debe deponerde la Presidencia de la República a D. Victo-riano Huerta, POI- ser él con t ra quien protcs-tan con mucha razón, todos nuestros hermanosalzados en armas y de consiguiente por ser élquien menos puede llevar a efecto la pacifica-ción, supremo anhelo de todos los mexicanos.

"Me di réis. señores, que la tentativa es pe-ligrosa, porque D. Vic t ori a no Huerta es un sol-dado sanguinario y feroz que asesina sin vaci-lac ión ni escrúpulo a todo aquel que le sirve deobstáculo: iNo importa, señores: La Patria osexige que cumpláis con vuestro deber aun conel peligro v aun con la seguridad de perder laexistencia. Si en vuestra ansiedad de volver aver reinar la paz en la República os habéisequivocado, habéis creído las palabras falacesde un hombre que os ofreció pacificar a la Na-ción en dos meses, y le habéis nombrado Pre-sidente de la República, hoy que véis claramen-te que este hombre es un impostor inepto ymalvado. que lleva a la Patria con toda velo-cidad hacia la mina ¿dejaréis por temor a lamuerte que continúe en el poder)

"Penetrad en vosotros mismos, señal-es, yresolved esta pregunta: ¿qué se diría ele la tri-pulación de un gran navío que en la más vio-lenta tempestad y en un mar proceloso nom-brara piloto a un carnicero que sin. ningúnconocimiento náutico navegara por primera vezv no tuviera más recomendación que la dehaber traicionado y asesinado al Capitán delbarco)

"Vuestro deber es imprescindible. señores," la Patria espera de vosotros que sabréis cum-plirle.

"Cumpliendo ese primer deber, será fácila la Representación Nacional cumplir los otrosque de él se derivan, solicitándose en seguidade todos los jefes revolucionados que cese to-da hostilidad y nombren sus delegados paraque de común acuerdo elijan al Presidente quedeba convocar a elecciones presidenciales ycuidar que éstas se efectúen con toda legalidad.

"El mundo está pendiente de vosotros, se-ñores miembros del Congreso Nacional mexi-cano, y la Patria espera que la honréis ante elmundo evitándole la vergüenza de tener porprimer Mandatario a un traidor y asesino.-Dr.'

4 SENADO DIARIO DE LOS DEBATES

B. Dorníngucz.c-Senador por el Estado de Chia-pas."

"Nota: Urge que el pueblo mexicano conoz-ca este discurso para que apoye la Represen-tación Nacional; y no pudiendo disponer deninguna imprenta, recomiendo a todo el quelo lea que saque cinco o más copias, insertan-do también esta nota y las distribuva a susamigos '1 conocidos de la capital y de los Estados. .Ojalá hubiera un impresor honrado y sinmiedo". (Aplausos.)

La C. Presidenta: La honorable Cámara deDiputados, a invitación de esta de Senadores,designó orador oficial para esta ceremonia alciudadano diputado por el Estado de Vcracruz.Dcmct rio Ruiz Ma lcrva, a quien se le concedeel uso de la palabra y se le ruega pasar a latribuna.

DISCURSO DEL C. DIPUTADO

DEMETRIO RUIZ MALERVA

El C. diputado Ruiz Malerva: Ciudadana xc-nadora Presidenta de la honorable Cámara deSenadores; ciudadano licenciado Mario MoyaPalencia, Secretario de Gobernación y represen-tante del Presidente de la República Mexicana;señor licenciado Euquerio Guerrero, Presiden-te de la H. Suprema Corte de Justicia de laNación; señores lcgis ladorcs: señoras v señores:La cabal dimensió;; del hombre se aprecia me-jor cuando se le ubica en la época que le tocóvivir y se analizan los aspectos más sobresa-lientes de su conducta. Todo comportamientose da en una sociedad determinada y respondea estímulos concretos de la realidad presente.Asumir una posición ante la vida, para con·vertirla en actitud crítica, significa elevarse porencima de mezquindades v trascender en .1::1historia. Nunca han sido suficientes los instru-mentos de opresión para liquidar la concicnc iacrítica del hombre. Ni mazmorras ni bayone-tas; ni tiranías ni amenazas; ni presiones po-líticas o chantajes económicos, han sido máspoderosos que la razón del hombre. BclisarioDomíngucz es un claro ejemplo de la fuerzaque se apoya en la conciencia crítica, de la con-vicción en el poder del pensamiento v de laconfianza absoluta en la eficacia de' las pa-labras.

¿En qué contexto destaca la figura de Beli-sario Dornínguez?

Le toca vivi r en la etapa de graneles t ranosiciones: los estertores del viejo régimen porfirista; .la euforia de los primeros triunfos revclucionarios; la amargura sembrada por la bru-tal ofensiva contrarrevolucionaria y la rci ns-tauración del dominio oligárquico. Claro quela dictadura se prolongará todavía por a lg.u:tiempo; pero la acción revolucionaria irrurn-pirá nuevamente, hasta llegar a la consolidacióndel poder. En este paréntesis de terrorismo yde amenazas, de asesinatos y de traiciones,de persecuciones y de encarcelamientos, decomplicidad vergonzante y de claudicacionescotidianas, actúa y destaca Belisario Dornín-guez.

NUM. 13 7 OCT 1974

Sabe el senador que las libertades se hancancelado, que las vias rcvoluc ion aria s se en-cuentran obstruidas, que las mazmorras estánrepletas de disidentes y que la opinión públicapermanece sojuzgada. Pero su convicción esmás Iucrtc v comprende que no es posible se.parar al hombre en dos Iucct as: la del eventualicprcscnr am c popular v la del permanente horn.br.: crítico. Entiende que la cong rucncia obligaa la dulin ic iuri, pues más ,11I~1de su tránsitopul' el Seriado, se impone su condición de hom-bre libre, com p rumct ido con su t icrnpo y consu verdad. Por eso, t orna una dccixion que lohabrá de IIc\',,,' ,1 la mucrt c, IXTU al mismo tiem-po lo clcv.uá ,ti s i t io de los privilcgiados ennucst ru hixtoria.

Bclisuiio Dom ínuucz es, indudablementeuno de los mas ,!Ule~llicus ejemplos ele intel!ri:dad humana v de co rrcspondcnciu cni rc las I)a.labras v lus hL'ChCJs. ['1 su vida IlO hav con-tradicciones: s icmp rc se aeh ic rtv una puntualcorrespondencia. Nu hay dub lcccs ni Irunsac-cienes: siempre emerge el hombre libcra l. dis-puesto al holoc.ius ro ,1 camhio de qUL' su con-ciencia críl ic'l pudicru mani l'cxt a rx«.

Pero no ba st a cun cvoc.ulo L'II el marco es-trecho de una conmemoración cívica. Su valortrasciende la epoca en que vivió v se proyectaen el presente como una enL'rl!iL'a exhortaciónpara que los hombres ele hov -husquemos unamayor congruencia entre lo que decimos y loque nacemos. Es así como lo dcb 'mas ubicar:como genuino representante de la concienciacrítica, como elevado t cs t imonio de la diunidaddel pensamiento, como Icrvicnu- dden~or dela Iuc: za ele la razón en coru ra de la estulticiav la barbarie. Este es el héroe c ivil que de'bcrnos rnaru cncr siempre vigente.

Nos toca vi vi r una sociedad distinta a la queconocieron nUL'SIrus héroes. Sólo los insensatoso los perversos pueden desestimar el régimende libertades ele que disfrutamos. En un pa-norama mundial sombrío, saturado ele miedo ydesesperación, los mexicanos marucncrnos elorden constu ucional v preservamos. sobre toodo, el derecho de] pueblo a vivir mejor. Sinembargo, son Iicmpos difíciles, confusos y des-concertantes. En defensa de sospechosos prin-cipios libertarios se aniquila el cspíritu de lospueblos ~' se instauran feroces rcg írncncs fas-cis Ias. Las <.'1iles dorn inan tes ref ina n sus rné-iodos para evitar que el pueblo obtenga lasreivindicaciones ,1 que tiene derecho. Ante lasolidaridad cada vez más fuerte V conscientede los pueblos del Tercer Mundo, las potenciasencolerizan v se preparan para Iort a lcccr susmétodos de cx plot arión. En hora buena quela medalla Bclisario Dornínnucz sea otoraadahov a un insigne funcionari~ mexicano que haejecutado la política de México en el cx t crio r.Por nuestra parte, al felicitado, deseamos quela voz de Méx ico siga siendo la de un país libre,nacionalista, revolucionario v solidario con lascausas revolucionarias de todos los pueblos.

En México. los recientes acontecimientos re-lacionados con la economía nos obligan a lareflexión. Es justamente en el presente cuan-do debemos tomar como ejemplo la actitudcrit ica de Belisario Dorníngucv, para que po-

SENADO DIARIO DE LOS DEBATES

clamas entender lo que está pasando en nues-tro país. El plantcarniento fundamental no con-siste en determinar si e¡ Estado tiene o nocapacidad legal para orientar la economía deacuerdo con las demandas populares. Esta esuna cuestión claramente resuelta por 'los cons-tituyentes del 17, que confiaron al Estado la su-prerna responsabilidad de evitar que los pode.rosos se impongan sobre los débiles. El puntocardinal estriba en determinar si el Estado,con el apoyo consciente del pueblo, es capaz decufrcntarsc a los poderosos grupos oligárqui-cos para cumplir con sus programas de jus-ticia social. Se trata de poner a prueba ladecisión del régimen. Y justamente, en estosdías, ha quedado dilucidada la cuestión: el p re-sidentc Echeverría, apoyado en el pueblo, haasumido una actitud de vanguardia, que locoloca al f ren te de las corrientes revolucio-narias.

Pero ante la actitud del regirncn, plenamen-te fundada en la Constitución, las minorías~lf cctaclas insisten en la absurda discusión acer-el de la 'libe r t ad. POI' miopía histórica, cuandono por evidente perversidad, soslayan que enMéxico triunfó, desde el siglo pasado, un libera lisrno esencialmente ético político, muy elist ant c del liberalismo inelivielualiista que Sil-vi,')ele ins t rumen ro para la entronización del sis-tema capitalista. Por las libertades ele la con-ciencia, se luchó largamente en México. Poresas libertades, ciertamente, murió BelisarioDom íngucz. Pero los seudofilósofos moder~10sal servicio de los explotadores, pretenden Im-poner su muy particular estilo de libertad, pa-ra mantener en la esclavitud económica a mi-llones de mexicanos. Para honrar a los milesde compatriotas que murieron defendiendo lasauténticas libertades, no permitamos que tr iun-fe el liberalismo bastardo de la oligarquía reac-cionaria.

Belisario Domínguez nos enseña cuál es elva'lor real de la conciencia crítica, cuando esproducto de una profunda reflexión acerca dela rcalidad en que se vive. Pero para aleanzaresta capacidad crítica, es indispensable que losinstrumentos de la razón se manejen con rigorintelectual y con absoluta honestidad. Nadiepuede negar que en el presente se dan las con-diciones idóneas para que se reflexione seria-mente y se asuma una actitud crítica.

Sin ernbarzo abundan actitudes que no al-canzan el nivel de críticas, porque se reducen asimples pretextos para justificar la pereza men-tal o cubrir aviesas intenciones, La verdaderaconciencia ctít ica tiene que elevarse por enci-ma del rumor clandestino. Debe ir más alláde la sobe rbi a intelectual que rechaza las ra-zones ajenas: tiene que romper con los absur-dos esquemas maniqueístas, que ascienden lasociedad en buenos y malos, sin ninguna otrainstancia; debe demoler las amañadas actitudesde los oportunistas, que inventan utopías paraseducir al pueblo; tiene que liquidar a los en-fermizos mesiánicos que traen bajo el brazoun catálogo ele remedios mágicos para curartodos los males sociales; debe penetrar en 13oscuridad donde se pertrechan los ve rgonzan-tes, para obligarlos a luchar a la luz del día,tiene que calar hondo en el pueblo, para elevar

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su capacidad combativa. Una conciencia críti-ca que trascienda la academia o la tertulia;que no se reduzca a la simple pose tremendis-ta; que sea capaz de darnos a todos los mexicanos la proporción exacta de nuestros p roblernas: una conciencia crítica, en fin, que nospermita homenajear, sin sentir el menor rubor,a los héroes como Bclisario Domínguez.

La alternativa es muy clara: o elevamos laconciencia crítica del pueblo, como el más efi-caz instrumento de lucha, o rodaremos hastael nivel que desean los pigmeos del pensa-miento. O mantenemos con firmeza el ordenconstitucional, o sucumbimos ante los arte-sanos de la barbarie fascista. Ante la contu-macia de los poderosos, debemos oponer la so-lidaridad combativa del pueblo. No ceder, notransigir, no optar por el silencio. Avanzar condecisión, con un renovado espíritu crítico, co-mo lo postula el presidente Echeverría. De loque hagamos o dejemos ele hacer, dependeel rumbo de la historia prcseru e y futura. Des-de el pasado, Bcl isario Dorn inguez nos convo-ca a la lucha. Es un gran compromiso, señores,que debemos cumplir. (Ap lausos.)

DISCURSO DEL C. SENADORSAL VADOR GAMIZ FERNANDEZ

La C. Presidenta: Se concede el uso de lapalabra al C. senado!' Salvador Gárniz Fernán-dez. representante del Estado de Durango, afin de que dé cumplimiento él la encomiendaque le hizo la Asamblea y se refiera al ilustredesaparecido doctor Bclisario Domínguez, en-careciéndole pasar a la tribuna.

El C. Gámiz Fernández: Señora Presidenta;señor licenciado Mario Moya Palencia, Secre-tario de Gobernación y representante del señorPresiden te de México, licenciado Luis Echcvc-rr ía: señor licenciado Euquerio Guerrero, Pre-sidente de la H. Suprema Corte de Justicia; se-ñor diputado y licenciado Carlos Sansores Pé-rez: Presidente de la 'Gran Comisión de la H.Cámara de Diputados; señoras y señores sena-dores; señoras y señores: La única y mászrande fuente de la bonhomía de la historia, es~ será, el hombre. Sin él, el devenir del tiem-po y de la sociedad, se transforma en subje-tivo.

Por eso, los hombres tenemos que ocupar·nos 'del hombre y de éste, encontrar tanto enlo colectivo como en lo individual, las manifes-taciones mejores, más creadoras y hermosas,que el individuo aislado o en conjunto, exponeen ese esplendoroso esfuerzo de vivir y con-fundirse en la colectividad humana.

Es orgullo de todos, recordar y ponderarlos caracteres individuales de aquellos queconsideramos los mejores exponentes genera-cionales. Pero si estuviesen en este recinto pa-ra oí r nuestras memorias, convendrían en unhecho verdadero: al hablar de la vida enterade un individuo, iniciamos el ingreso al comen-tario de la historia porque la historia es elregistro de la lucha del hombre para alcanzaruna sociedad justa y condiciones de vida capa-ces de permitir la armónica acción para cons-truir un mundo nuevo.

6 SENADO DIARIO DE LOS DEBATES

Cada hombre, fruto de su comunidad, bus-ca afanosamente su ascenso, y en su afán desubir para penetrar en lo distante, ello parecesignificar la mejor- ley del universo, del mundoentero, y de la vida.

Se busca en ese impulso hacia arriba, unagran victoria sobre sus limitaciones y sus pe-nas, y, sin embargo, si en esa altura se alcan-za una paz sin contradicciones o contrastes, nose podría ser feliz porque en esa paz perennee inmutable, no habria de conocer y menosdisfrutar la armonía del universo, que no obs-tante su sentido, se organiza frente a una con-cordancia de hechos contrapuestos y en mediode constantes conflictos que finalmente, se re-suelven, y orrginan nuevos fenómenos máscomplejos pero que han de constituir mejoresescenarios de la vida.

Ascender sin retrocesos, puede llevarnos ala perfección concebida en la armonía del cucr-po y del espíritu, del hombre y de la natura-leza para entroncar Ja acción en una gran in-teracción que genera hechos de más elevadacalidad. Por eso la senda más grandiosa paraelevar al individuo, es el de superarse constan-temente, el adquirir conocimiento de ese forode hechos y fenómenos y abrir camino paraque el pensamiento que nace en la actividadhumana misma, siga permitiendo la transfor-mación del mundo hacia la satisfacción de losmejores anhelos y aspiraciones de la comuni-dad.

Todos los días nacen hombres y mujeres,quienes bajo la dirección y vigilancia de suscreadores, van creciendo en el incesante mun-do que .los rodea.

y a través del tiempo, se incorpora tenue-mente, y casi sin percibirlo, a un mundo quele abre posibilidad para su transformación.

La noble aspiración de ascender y caminarhacia adelante no puede, sin embargo, obli-garnos a la aceptación de tablas de valores quedividan a la vida en secciones yuxtapuestas endonde quisiera imperar el concepto de que elhombre es uno biológicamente y es otro comosimple sujeto de amor trascendente, o bien,corno un espíritu puro ante la historia, porquetal concepción aplicada a la sociedad, nos su-jeta a divinidades extraterrestres que segúnalgunos dominan [a voluntad.

Hemos de aceptar que la esencia del horn-bre proviene del exterior y su conciencia larehace sin salirse de la realidad. Los valores noson preferentes uno sobre otro y tampoco seexcluyen.

El pensamiento es una fuerza que ordenay manda y es reclamado por el ser biológico;es el pensamiento el que capta el mundo exte-rior, formula tesis sobre la verdad, ordena laconducta y expresa maravillosamente la armo-da de la vida.

El hombre íntegro no renuncia jamás a susdemandas biológicas y espirituales y ademáslas acepta perfectamente vinculadas aunque seve precisado a subordinarlas a la finalidad su-

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prcrna: alcanzar la plenitud de su vida la cualpuede mejorarse siempre y hace posible lafelicidad de todos, lo que al fin y al cabo noes sino la síntesis del disfrute de todos losbienes sociales y mat-eriales para las personasque lorman el género humano,

Aquellos que se ausentan de la realidad yescalan alturas invisibles, podrán divisar alpaisaje pero jamás sentirán el drama y la co-media entre los hombres, Podrán estar placentu-amente escondidos en el infinito y solariegamente cubrir el tiempo hasta la muerte, peronunca vivirán la excelsitud humana que a pe-sar de sus artistas y a veces momentos quehieren, es la fragua de la materia y el espíritudel hombre y de su pensamiento.

Esos son los que se marginan y se fugandel escenario histórico y humano y olvidanque el espíritu, es la cumbre más alta mientrasmás profundamente nace en el hombre, por-que si logra alcanzar inconmcsurablcrncn te unnivel superior, tendrá la alt ura que crea su penosarniento, sus ideales, el que forja su razóny organiza y cultiva los gustos y sus sueños,llevándolo por su propio horizonte interior,

En esa altura y dimensión, es donde hannacido los mejores hombres. Nacen en la pro-fundidad de la cuna del pueblo y cursan elmayor tránsito de su vida en el corazón delpueble.

Ha de requerirse nobleza, bondad y unaestructura moral, capaces de responder a loslegados posi tivos de los hombres de ayer.

Así nacen las familias gloriosas entroncadasa su colectividad. De su medio y de su ayer,surgen los modelos, por el bien o por el maly en ellos, jamás impera el uniforrnisrno, sinola discrepancia que modela malo bien el pcn-sarnicnto de sus integrantes.

Integrantes de una familia que no discrc-pan positivamente, que se someten a mandatosirrcst rictos, que alejan el cambio de ideas y eleconceptos, que al no dia:logar propician el te-mor y la es t rechcz de cri terio, con el fi n demantener su autoridad transitoria, no contribu-ye al afloro del pensamiento y no admite queen la discrepancia el hijo pueda aprender adiscernir, a comparar, a -interesarse POI- das co-sas y fenómenos que le rodean. Un Estadoasí hace que se acreciente la monotonía deltiempo, alejada de la belleza del movimientohogareño y coloca al hijo en busca ele luz vconocimiento fuera del área. .

Cuando la altura material o intelectual mue-ven a quienes están obligados a conducir, en-señar y formar valores en sus herederos, eltiempo se pierde y la comunidad se entristece.Es entonces cuando la marea de la acción na-tural de los nuevos hombres, rompe el círculopara abrir la puerta a la vida y penetrar re-sueltamente al proceso humano donde está lagran fuente que dinamiza y acelera la socie-dad.

México ha sufrido ese proceso en su inte-gración. Vivimos primero a la luz de nuestras

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hermosas y florecientes culturas donde nues-tros indígenas forjan losrasgos físicos e inte-lectuales y adquieren la reciedumbre de su heroísrno y surcan la historia heredando costurn-bres que todavía se dibujan en el pasado,llamancio a los hombres de hoy, para mantenerlas glorias que forjaron.

La Colonia, por más que tiñó de sangre ytemor a los nuestros, no pudo borrar ese gran-dioso pasado indígena, pero sí logró imprimiríorrnas y conducta, que en el tránsito del tiem-po modelaron al mexicano de hoy.

Pero aún así, hemos venido construyendonuestra propia nacionalidad y este anhelo seenmarca originalmente en la pasional defensade lo propio, de lo amado y lo bello, de lafamilia que integramos.

Es ahí donde han surgido las voces de re-beldía ante la injusticia y la agresión; es eltaller humilde pero más modelado donde alcompás de silenciosas voces, corrrió la con-signa por la independencia del país; por eso,del hogar maternal, emigran multiplicadamen-le los soldados que arrasan la colonia y con-quistan la villa, la escuela y la ciudad, paraintegrar :Ios nuevos muros que cimentan lanaciente república.

Es ahora el mexicano republicano, asedia-do por el vilipendio del exterior, el que hacela defensa de lo que logró construir.

y así, la pasión indígena, la bondad mest i-za y el arrebato del nuevo mexicano, se con-vierte de nuevo en bando de guerra contra losinvasores.

Otra vez la agresión acomete a nuestro pue-blo y ahora los hombres y mujeres de la f:1'milia republicana saltan a la palestra y levan-tan sus brazos para derrotar al extranjero.

Este es el templete emocionai de la historia,podríamos decir, el tránsito de nuestra vida.

Cuando el mexicano se empeña en organi-Lar su vida, debe, antes que nada, pensar quelo que hoy construye, mañana será el mejorlegado para sus hijos.

No bastará nunca amasar fortunas econó-micas y materiales, como garantía de una ple-na herencia.

Es necesario y aún mucho más, es indispen-sable, que la actitud del individuo se funde enhechos y emociones que rompan la obseu.nd~dque produce la riqueza amasada con la miseriade otros y que, por el contrario, tracen unasenda luminosa por la que transiten los hom-bres del mañana.

El hombre revolucionario sabe y entiendeclaramente, que la más preciada herencia quese puede dejar a los propios es la inteligenciav el pensamiento que se liga en la c~nvl\:en-cia humana y en ella, el servicio de sohdandadque cada uno preste a sus semejantes. Serviral pueblo, obliga a la rectitud, la honestidad ya sostener la verdad y, quien funda su mora1

en esos preceptos, adquiere verdadera auto-ridad

Así se han forjado nuestros héroes y por ellolos veneramos, los respetamos con pasión dehumanos y de ellos, tenemos que seguir el ejern-plo de sus acciones que forjaron victoria.

Cuando los hijos resuelven imitar la t rayec-torra de sus padres, ellos escogen las mejoressendas y afanosamente se incorporan para su-perar sus glorias. Y en ese afán nace el caminoque les llevará a la historia. Los jóvenes sabenhuy, qué es el bien y la justicia, el mal y lainjusticia, v entienden que el poder y autori-dad de un Estado, de una causa o de una ideología, se encuentra aquilatado por la acepta-ción del pueblo y no por ordenamientos ale-jados de la verdad y de la voluntad dernocrá-rica, que hacen perder la esencia del poder.

y en la humildad de los hombres, debeenvolverse la decisión y el valor de imitar lomejor de toda causa,

El niño nace y desconoce su destino. Peroel hombre y la mujer construyen con su em-peño y su sacrificio, la senda que lo llevaráél. su fin.

y en esa dirección, queda en juego la juste-

Iza de su formación.

Así nacen y crecen los mejores que supe-ran a [os inadaptados que se hunden en elcs t racisrno de la vida.

Por eso hablamos de aquellos que sí marcharon por la senda bien trazada.

Es orgullo de México, hablar de sus héroesporque llegaron a su sitio, precisamente porhaber sentido el peso de la historia y dieronsu vida antes que ver mancillada la herenciade sus padres.

Somos así, un país de familias republicanasuniformes en propósitos sociales pero discre-pan tes con base en las leyes de üa dialécticay, en la discrepancia, sabemos alcanzar el or-gullo de bien nacidos. Por eso veneramos a lossacrificados de ayer.

Comitán, Chiapas, ha sido tierra de hOI?-bres indómitos. Sus viejos pobladores prefie-ren morir en las entrañas de la tierra bañadospor el agua cristalina del Grijalva, antes queverse vencidos.

Su muerte, su tradición de valerosos nóma-das en el Popal Vuh, creó la estrebla de lahistoria y de ella, recogen la luz los hombresque heredaron sus costumbres.

Una familia creadora y valiente, que enga-lana a Comitán, recibe los rayos luminosos desu pasado y en ellos, su jefe, brioso e incon-forme, arremete contra los conservadores quequerían cubrir de sombras el cielo claro de ¡lahermosa Chiapas.

Don Cleofas Domínguez, orgulloso de sus

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recorría desesperado por salvar a mujeres yhombres.

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luchas, sabe bien que constituyen la mejor he-rencia para sus hijos. En ellas transmuta suinquietud revolucionaria y la estampa en elcorazón de su hijo Belisario Domínguez Pa-lencia.

Todos sus hijos, pero en especial Belisario,buscan explicarse los fenómenos de la vida que'los rodea, Su juventud permite extender pau·latinamente, el porqué los lacandones t ransi-tan y pululan de un lado a otro por la selvay se arrullan con el cauce del Usumacinta tra·tando de saciar su hambre con la belleza delpaisaje.

De contradicciones vivas y que constituyenel cuadro de su pueblo, nace la ambición dela cultura y con ella emprende sus mejores,aunque aciagos transitares hasta lograr su pro-fesión cabal.

De ese cuadro que ensombrece la existenciade los humildes que son los más, forja su ma-yor bondad y busca la mejor cultura que leconduzca a regresar a su pueblo para impulsara sus semejantes en la lucha por mejor des-tino.

Así es como Belisario Domínguez ingresa aese campo blanco y rojo de la medicina dondesu mejor rector es el sentimiento y el dolorhumano y cuyo ejercicio sólo puede ilograrsesi es es capaz de entender al que, en la anogustia, se deshoja ante la muerte,

Ahí fue donde Bclisario Domínguez, bebe lomás profundo de la existencia humana. Conla medicina palpa y siente el corazón del hom-bre al que muchos médicos le pedimos quemurmure para siempre y conserve la vida sa-na de un enfermo, Ahí se siente en lo másprofundo, el burbujear de los pulmones quereclaman el hálito mayor para no expirar ja-más.

Pero la medicina de ayer y la de hoy, hanentendido que al enfermo, antes de curarle,debemos evitar que se enferme. Porque todossabemos que la garra de un padecimiento apri-siona no sólo al cuerpo y al espíritu, sino quese prolonga a la sociedad restando vigor y sa-via que un hombre aporta.

Por eso, Belisario Domínguez, que sintió elcalor de los humildes y la angustia de sus vi-das, supo entender que era menester elevar ~lrango de medicina social el ejercicio de unabella profesión.

y ya entonces, Belisario Domínguez sabíaque un enfermo iniciaba su tránsito escabroso,empezando por el hambre y la. miseria, la ca-rencia y la inmundicia, desde donde fatalmentese engendra la afección y el peligro de muertepara el humilde

Supo además que la bondad del profesio-nal no podía terminar en un esfuerzo vano pa-ra salvar üa vida, sino que era preciso com-batir las causas que deterioran la existencia.

Planteó por ello, la urgencia de mejorar lascondiciones de vida de todos los pueblos que

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Creó de hecho, el mejor sentido de una se-guridad social que no culmina en la atencióncandorosa del profesional, sino que reclama unaverdadera magistratura intelectual que mejo-re a la sociedad, acabe ilos privilegios y des-igualdades.

, Por eso, muy a su pesar, se vio obligado aincorporarse al ejercicio real de la política, con-cebida como la mejor ciencia, que impulsa laelevación social del hombre y su pueblo co-rrespondió a la gallardía profesional, y a suamor profundo a la vida, entregando el votoa .la planilla senatorial chiapaneca de la queformaba parte.

y así, casi predestinado, al fallecer el se·nador propietario de la fórmula por Chiapas,Belisario Dominguez llega a este H. Senadoenvuelto en la gran modestia humana, encen-dido en la virtud de su rebeldía y dispuesto aincorporarse en la lucha contra la traición yla muerte.

Su vigor intelectual lo heredó de su padrey de ila Escuela. Su posición de servicio, la re-coge del sufrimiento del pueblo a quien amócon la ternura de su profesión.

y aquí en este Senado, prudente pero cnér-gico, eleva su voz rechazando dictámenes quefavorecían a castas y a individuos que mancha-ban la historia de la patria.

Su decisión permanente y vigorosa contratoda actitud cortesana hacia la dictadura, lolleva lentamente a la mira del fusil.

y esa vez que exigía la aplicación de lanorma reglamentaria, la vigencia de 'la digni-dad del Senado, la condenación a la casta, re-suena en su pensamiento que alguna vez, defi-nitivamente, estampó en la blancura de susnotas, condenando al tirano inmoral que reali-zó el crimen y su autoridad la llevó hacia latraición y su presencia ilegal en el poder haciala vergüenza más odiada que manchó ila his-toria.

El Chacal, había despojado al pueblo ma-tando a su líder: Francisco I. Madero. La bonodad de Madero la enriqueció también con elejercicio de la medicina. Su muerte fue la 1Ia¡ma que incendió a la dictadura y con la me-tralla y la hombría de los guerrilleros de IlaDivisión del Norte, quedó sepultada para siem-pre.

Belisario Domínguez, murió un día comoéste. Su figura engalana el pecho de los mejo-res hombres, porque su ejemplo no es unahazaña romántica, sino el cumplimiento de undeber.

Atacar a un tirano es fácil cuando se sabehacia dónde se camina y se está dispuesto aresistir la venganza,

Ese tipo de hombres, escasea en el mundo.Don Belisario fue tesonero, permanente en su

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denuncia, audaz en sus palabras y valiente ensu último documento, porque cambió las ideaspor las balas y en estado inerme fue despojadode su lengua para asegurarse de que no volve-ria a pronunciar palabra.

La dictadura pensó que había terminadocon el vocero de la libertad y de la justiciaPero los chacales, cegados de poder y avaricia.y manchadas por el crimen, no llegaron jamása vislumbrar que el hombre valeroso y recio,aun muerto, sigue hablando, porque los pasosde Bclisario Domínguez y su voz tronante toodavía ensordece y arredra a quienes busquenel rumbo del renacimiento de la dictadura yla traición. (Aplausos.) .

En esa esencia se encuentra lo excelso dela his toria, hecha por hombres y un girón -reella ha de pender hoy del pecho de un distin-guido mexicano.

Señoras y señores:

La forja de nuestra Revolución, ha nacidoen el temple de sus héroes. Su acción, sus ideaso sacrificios, no pueden formar parte de nucs-tro pasado, sólo como simples enunciados o citación de fechas.

Nuestras generaciones sienten y aprecian lasbases en las que descansa el México de hoy ysi alguna lección nos deja Belisario Domínguezes no sólo las semblanzas de su honrosa y bienejercida profesión médica,sino que, más queuna página escrita que se puede borrar con eltiempo, nos ha legado un trazado de hombríay valor al servicio de la patria.

Su lección y su legado, crea en estas gene-raciones un estado de alerta y una fuerzade combate que estando presta, habrá de ~c¡-vil' para sostener los muros que él levantó,para impedir la dictadura, para que aquellosque creen que la Revolución ha muerto o quese ha envejecido, la sangre y üa palabra delsenador Belisario Domínguez, han escrito otravez aquella profunda e inmortal frase del ilusotre Don Benito Juárez, que aún nos estremecey vigoriza: "El triunfo de la reacción es rno-ralmente imposible".

Hoy, México entero se sacrifica extendiendosu mano a los jóvenes y haciendo esfuerzospara cambiar la fisonomía de nuestro futuro,abriendo el sitio que deben ocupar.

El pueblo sabe, por más que pretendan con-fundirlo, que nuestros jóvenes entran y emi-gran de las aulas escolares, recogiendo no sólocultura y conocimientos, sino forjando ilusio-nes y esperanzas que los motivan para recha-zar los lugares que otros, adversarios del pro-greso, pretenden que ocupen en actitudes quelos llevan al apartado más triste de la vida.

Por eso, ninguna Universidad ni escuelastécnicas o de cualquier índole, que se nutrencon los hijos del pueblo y de sus recursos, nopueden. ser entidades marginadas y encerra-das en. 'la pobreza intelectual.

Ninguna filosofía por más hermosa que pue-

da ser, es capaz por sí sola, de alcanzar la formación del pensamiento si no admite la liber-tad de creer, de construir, de estudiar, de for-mar, de trabajar y sobre todo, la libertad deque cada generación forje su destino.

Por eso, las escuelas de hoy no pueden serclaustros obscuros y alejados del pueblo, niformadoras del desorden intelectual que des-truya nuestra nacionalidad.

El México ele hoy, no puede navegar perdidoen el tiempo y en el espacio. El pueblo estámaduro para entender a plenitud, lo que sig-nificaría el derrumbe de instituciones que sehan forjado con sus propias manos.

La familia republicana que basamenta nues-tra sociedad, ha sido y será cuna de hombresnuevos y capaces; en cada una de ellas, hayu n a tradición y un constructor del Méxicoactual.

En cada hogar está presente la memoria in-olvidable del primer rebelde de América, Cuauh-témoc; del primer estudiante de las incipientesescuelas técnicas de Vasco de Quiroga, muer-(o por pretender iniciar la lucha contra laColonia, me refiero a Chichimécatl; está laimagen del cura elocuente, constructor de Uni-versidad, creador de la cultura y padre de laIndependencia, Don Miguel Hidalgo.

Presiden nuestra base social, Juárez y sushonestos colaboradores; los héroes de las pri-meras luchas contra la dictadura porfirista,los hermanos Flores Magón,

Está con nosotros Francisco 1. Madero, losbravos guerrilleros de la Revolución; üos cons-t ituyent es y aún fresca e inalterable la figuradel gran cristalizador de ideales que nos con-mueve al sentir hoy los frutos de su obra, deLázaro Cárdenas.

Está aquí la voz viva de Belisario Domín-guez que invade la sala con su nobleza, suheroísmo y su bravura.

y los hombres de hoy, recogiendo el calorde esa fuente de llegados, constituirnos un hazpoderoso y lleno de vigor, pleno de lucidez,cuya misión es recoger la historia y construirotra nueva porque al fin y al cabo, reconoce-rnos que la República y sus hombres de ayer,han trazado la brecha en la cual se abruma elpueblo, marcha serena y quien no quiera ir asu lado, pasará al claustro silencioso dondeserá condenado por el tiempo.

y corno ayer, nuevos capitanes nos coman-dan. La luz de Juárez se proyecta en el espaciode México; con la Reforma nacen en la fami-lia mexicana, Ios mejores hijos.

En el presente, hay vigor, pasión e intelectoen el capitán de la nave; hay fuerza moral,decisión y virtudes; hay rumbo político y hayuna mano que se extiende portando la Cons-titución como suma de los grandes anhelos.Hay Presidente de México que dirige un Esta-do revolucionario que se asienta en la libertad,en la independencia nacional y en la derno-

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cracia. Hay un gran reformador social queforma un binomio familiar capaz de llevarnosa la meta: el Presidente Luis Echeverría.

Pero ante el México revolucionario, se levan-tan sombras que buscan el poder para cambiarde rumbo. Hay individuos que no entienden laurgencia de marchar al lado del pueblo y sue-ñan con fortunas masivas que se sustenten enel hambre y la miseria y no sobran quienes secreen los únicos proveedores de una verdadajena a nuestro movimiento, con la cual tratande detener ,la marcha de la historia.

Hoy, en la condena de un acto criminal quesegó la vida de un valiente, nos reunimos parareafirmar nuestro repudio al crimen y a ladictadura. El Senado de México seguirá siendola trinchera donde se acaban quienes sueñancon volver al pasado negativo.

La figura de México en el mundo, se dibujaorgullosa con su bandera. El hombre que laondea con amor histórico, representa lo queBelisario Domínguez anheló siempre: la liber-tad, da verdad y la lealtad, como símolo deuna patria forjada con la pasión de todos losmexicanos. (Aplausos.)

La C. Presidenta: La Mesa Directiva de estaCámara ha encomendado al ciudadano senadorEn_rique González Pedrero hacer la apología delscnor Embajador Rafael de la Colina Riquel-me, mexicano a quien la Comisión de Postu-laciones propuso, y esta Cámara aprobó, otor-garle este año la Medalla "Belisario Domín-g~ez". Por tanto, señor senador Enrique Gon-zalez Pedrero, se :le invita a pasar a la tribuna.

DISCURSO DEL C. SENADOR

~NRIQUE GONZALEZ PEDRERO

El C. González Pedrero: Ciudadano repre-sentante personal del Presidente de la Repú-blica, don Mario Moya Palencia, Secretario deGobernación; ciudadano Presidente de la Su-prema Corte de Justicia de la Nación licen-ciado Euquerio Guerrero; ciudadana P;esiden.ta del H. Senado de la República; ciudadanoPresidente de la Gran Comisión de la H. Cá-mara de Diputados; ciudadanos Diputados Cons-tituyentes; ciudadanos a quienes se ha distin-guido con la Medalla "Belisario Domínguez",distinguidos invitados de honor; ciudadanossenadores; señoras y señores: La Medalla "Be-lisario Domínguez" se ha otorgado este año adon Rafael de la Colina, antiguo miembro delServicio Exterior de la República. Esta preseaha sido instituida, según se dice en la intro-ducción del decreto que la creó, para "estimulara nuestros compatriotas, hombres y mujeres,que se hayan distinguido por su conciencia ysu virtud en grado eminente, por los serviciosprestados a México o a la Humanidad".

Quiere la costumbre que en esta sesión so-lemne se pronuncien discursos en donde sehaga la apología, tanto de Don Belisario Do-mínguez como de quien recibe la medalla quelleva su nombre. Ahora bien, pOI lo que serefiere a Don Rafael de la Colina basta con

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repasar su currículum vitae para formular conadmiración, mentalmente, su elogio: sólo unhombre patriota como él hubiera podido forjaresa vida. Por otra parte, permítanme ustedesafirmar, si nos atenemos a la definición quede apología da el diccionario de la LenguaEspañola como un discurso de palabra o porescrito, en defensa o alabanza de personas ocosas, que prefiero hacer tia apología de laprofesión a la que ha dedicado su vida el se-ñor Embajador De la Colina y no la de supersona, por algo que voy a tratar de aclararde inmediato. Si yo intentara la apología de supersona parecería un acto cortesano y, en po-lítica, tan importante es parecer como ser, tanimportante es la forma como el contenido. Mepropongo hacer, entonces, el elogio de la "co-sa" política. Así, y no tan indirectamente comopodría pensarse, haré el elogio de alguien que,como el señor Embajador De [a Colina, ha de"dicado la vida al servicio de la política exteriordel Estado mexicano.

En nuestra época han proliferado los tér-minos para designar una materia de suyo an-tigua como es la política internacional. Ahoraestán en boga los apelativos académicos, asép-ticos, por así decirlo, como es el de RelacionesInternacionales. Creo que lo mismo ha ocu-rrido con otras disciplinas, como la Economía,que antes era Economía Política y ahora esciencia económica "químicamente pura". Natu-ralmente, tanto en el caso de las RelacionesInternacionales como en el caso de la cienciaeconómica no hay tal pureza. Porque, como esbien sabido, la Ciencia Social no es pura niobjetiva a la manera de la ciencia natural, pOI'una razón muy simple: el hombre es, en elcaso de las Ciencias Sociales, el sujeto y elobjeto de interés, y 01 hombre no es química-mente puro. ¿Qué es lo que hay detrás de esacientifización que al mismo tiempo supone unadespolitización de algunas de las ciencias anta-ño políticas) La pregunta es pertinente porquelo que ha pasado con las ciencias humanas havenido ocurriendo también en la vida socialcontemporánea. Esto es, la despolilización dela teoría ha sido acompañada de la correspon-diente asepsia de la práctica: la rccnocratización que es, asimismo, una cientifización, havenido desplazando a la política y, en consc-cuencia, al despolitizar ha creado un vacío quepermite sustituir a la política. ¿Cuál es el obje-tivo de este negar y superar a la política, su-pliéndola con ciencia, con técnica aparente?Algo muy simple: impedir que los pueblos ersvías de desarrollo y sus dirigentes tengan unavisión global, totalizadora, amplia de los fenó-menos sociales en que están inmersos, para queimiten, para que copien en sus decisiones aquienes están elaborando tanto la técnica co-mo las decisiones a nivel mundial. La técnicaes utilizada así, por las grandes potencias, nocomo lo que es, un simple recetario de sabercómo hacer las cosas, sino como un sustitutode la política que no surge de los datos realesy objetivos del país concreto al que debe ser-vir v ser útil, sino como política ajena enrnas-carada y santificada ahora por su cientificidad,por su tecnicidad. La tecnocracia es, pues, unsistema que "resulta del reemplazo de los poli-ticos por técnicos expertos. Como forma de go-

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bierno es una utopía, favorecida en EstadosUnidos durante el periodo de la depresión eco-nómica. Supone que la felicidad humana puedeincrementarse a través de mejorar la eficien-cia del gobierno y cómo esta eficiencia puederesultar del incremento del papel de los técni-cos en las decisiones, del reemplazo de Jospolíticos no tecnicos o administradores y, da-do que el criterio técnico debe ser el únicoa considerar en las decisiones, la despolitiza-ción del grueso de las controversias". (Dictio-nary of Political Analysis.)

Se sientan así las bases de una nueva colo-nización que han emprendido las grandes po-tencias en función de sus designios de domi-nio. Pero el fenómeno, como hemos dicho, noes sólo internacional: En Ila vida política inter-na un tecnócrata es también un despolitizadory, como tal, un neocolonizador representantede las capas dominantes de la sociedad aunque,aparentemente, vista la casaca de progresista,de cultivador de la modernidad, de hombreque presume de estar al día. ¿Progreso y mo-dernidad para qué y para quién J Eso es algoque un tecnócrata jamás se pregunta, porque enla respuesta verdadera está su perdición; pro-greso, modernidad y estar al día, son para untecnócrata, un puro inmediatismo, un presen-tismo coyuntural imitativo que es una manera,más o menos encubierta, de mantener el statuqua. "Progreso" tecnocrático es, en verdad, es-tancamiento. Es tratar de detener la rueda dela historia, sólo que no a la manera tradicional.conservadora o reaccionaria, sino de una ma-nera tradicional, conservadora o reaccionaria,sino de una manera sutil ahora que el pensa-miento progresista y revolucionario está a laorden del dí~. "La formulación de la políticagubernamental no es fácil, requiere de sentidode responsabilidad e iniciativa, tanto como asu-mir riesgos. -y estas son características po-líLicas-.~Existen otras muchas dificultades: nopuede obtenerse información completa: la evi-dencia rara vez conduce a conclusiones; 'Iosdistintos intereses presionan en favor de laadopción de distintas alternativas; los resulta-dos se desconocen; la retroalimentación es es·porádica; el proceso rara vez se entiende, etc.Por lo tanto, la formulación de la política seha transformado en el complicado mundo denuestra época: se ha ampliado el campo de surepercusión, se ha incrementado el número departicipantes, los problemas han cambiado entamaño y diversidad y presentan contenidosinusitados y, sobre todo, üos problemas tienencada vez más un carácter multidimensional."

Por esas razones yo creo, señores, en la po-lítica, nacional e internacional, porque no creoen la tecnocracia. Porque creo que México ne-cesita avanzar por la senda de la reforma revo-lucionaria o de la revolución reformista, segúntiempo y circunstancias, implantando la justi-cia social, la democracia económico-política y

·Ia libertad que busca el país- desde el comienzode su proceso independentista.

La política internacional .cornienza dondetermina la política interna y si, como decía austedes al principio de esta intervención, quie-ro hacer el elogio apasionado de la política noes sólo por-vocación o por oficio sino por con-ciencia histórica. Voy a tratar de explicarme.

Yo creo, señores senadores, que México exis-te por la política y por los políticos que estepueblo ha engendrado y entre éstos coloco lomismo a los que han servido en la políticainterna como a aquellos que han conducido oimplementado la política inrr.rnacional. ¿Porqué razón) Imagínense ustedes el trabajo queles costó a los pueblos circunvecinos a Roma,en la época del imperio, no digamos vivir, sinosobrevivir. Aquellos pueblos tuvieron que echarmano entonces de todos los recursos geográfi-cos, económicos, militares, de todo género deque disponían para poder afirmarse frente alpoderío que todo lo inundaba, que todo lo ava-sallaba, que imperaba por doquier. Evidente-mente, todos recordamos a los emperadores ro-manos y muy pocos a los dirigentes de lospueblos vecinos de Roma y, sin embargo, sigrande fue César también lo fue Vercingetorixy no dudaría en afirmar que gracias a él, enalguna medida, existe Francia.

Los políticos con fuerte raigambre nacionalson fundadores, son creadores. Gracias a ellosexistimos y, cuando pienso en México, piensotambién en América Latina. Este tipo de políti-cos tienen, para mí, categoría de héroes laicos,civiles, dándole a esta palabra todo el sentidode sobriedad que según Max Weber debe teneren nuestros menesteres. Pienso en lo que eranpara Don Alfonso Reyes: "vates y pastores d«gentes, apóstoles y educadores a un tiempo,desbravadores de la selva y padres del alfa-beta. Gracias a ellos -dice Don Alfonso- nonos han reconquistado el desierto ni la maleza.No los distingue la fuerza de singularidad sinoen cuanto son excelsos. No se recluyen y en-simisman en las irritables fascinaciones de loindividual v lo exclusivo. Antes se fundan enlo general "y se confunden con los anhelos detodos."

Esquemáticamente .podríamos hablar de tr-;5tipos de políticos, que van desde la escala masbaja a la más alta en el diapasón de la vidasocial. El del escalón superior abarcaría, natu-ralmente al e1el escalón o escalones inferiores.En prim~r lugar, e·l político artesanal, es d~-cir aquel que tiene oficio, praxis, y una teorraincipiente, más bien elemental. Este hombrede acción primario, por ser más activo que dereflexión es indispensable -pienso- para lamicropolítica. Después estaría el político conoficio y vocación, con teoría y praxis, con sen-tido de üa orzanización, con idea de la síco'ogía, o mejor, "'de la naturaleza humana, (a finde cuentas, la materia prima de la política esel hombre): aquel que sabe elegir al hombreadecuado para el puesto adecuado, tiene per-cepción histórica y, por la adecuada y pruden-te utilización de esos elementos ha podido tran-sitar dé la micro a la macropolítica, de la polí-tica local a 'la 'de ámbito mayor. Por último,estaría el hombre de Estado, es decir, aquelque tiene el sentido del Estado ("No sé nadade tejidos de lana o de seda, decía orgullosa-mente Maquiavelo a sus conciudadanos, sólo séalzo acerca del Estado"). Aquel que piensa, vi-ve, sueña, actúa y toma decisiones en funciónele la pervivencia, del engrandecimiento del Estado. Naturalmente, esta clasificación -comocualquier otra- es arbitraria y soy el primeroen reconocerlo. Sé que admite mil matices más,

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pero sirve para ponderar -y este es mi inte-rés- hasta dónde es útil. -¿Acaso el de ma-yor urilidadv-> un cuadro político, no digamosun estadista. Y añado: tan útil como un médi·ca, un ingeniero, un físico o un matemático,haciendo la salvedad de que, sin su existencia,en países como el nuestro se pone en peligrosencillamente la existencia de todos.

Hemos dicho que por la política existimos.En pocas palabras, si no hubiésemos emplea-do todos los recursos de que es capaz 01 hom-bre: el talento, la habilidad, la experiencia, elderecho, la suulcza. la discreción, la osadía, laaudacia, junto con la vergüenza, la dignidad,el decoro, el coraje, la alteza de miras, el valoren fin, señores.vlo que ha formado siempre elarsenal de donde toma sus armas el animalpolítico no veo, honestamente, cómo habría-mos podido subsistir como México, esto es, co-mo ser nacional, y junto con nosotros, la Amé-rica Latina.

Don Antonio de la Peña y Reyes, en su estu-dio introductorio al Archivo Histórico y Diplo-mático Mexicano, titulado La Diplomacia Me-xicana, dice, haciendo un apretado balance:"Un país que, en la primera centuria de sulibertad política, ha tenido, por errores propios,según algunos, por ambiciones extrañas, segúnotros; por su situación geográfica o por lasriquezas tan ponderadas de su suelo; por lasconvulsiones intestinas que 110 han estremeci-do o por la desgracia secular de los pueblosdébiles, siempre llamados a sufrir las vejacio-nes de los fuertes, que repeler intentos de re-conquista, que afrontar graves problemas di-plomáticos, que sostener recias luchas diplo-máticas en épocas en que mayores eran suagotamiento económico y sus divisiones políti-cas, que sufrir pérdidas de territorio por se-gregación o por reveses de la guerra, que re-chazar intervenciones extranjeras, poderosa-mente auxiliadas, que vivir, en una palabra,casi sin interrupción, defendiendo sus derechos,su decoro y su soberáiiia, unas veces con Ilapluma del estadista, otras con la espada delsoldado."

Hemos tenido que sortear todos los venda-vales que la fatalidad -que no ha sido poca-ha querido enviarnos, sin el auxilio de nadie,y aunque salimos de ellos empapados hastalos huesos y, quizá, con el barco maltrecho,hemos podido continuar la navegación, repararla nave -cuyos nobles materiales han sido ex-puestos a las más terribles pruebas- y, conla vista en alto, avizorar el porvenir sin que-jas ni. amarguras, con un optimismo realistay sereno, producto de nuestra dolorosa expe-riencia. Lo que no es poco. (Aplausos.)

La Revolución Francesa, ese extraordinarioterremoto social tan rico en enseñaza histórica.tan pleno de sabiduría en cuanto a todo lo quetiene que ver con los alcances y los límites dela naturaleza humana, nos ha aportado un he-cho que, no por aparentemente anecdótico,deja de ser significativo. Se cuenta que, des-pués de transcurrida la dramática y peligrosaetapa del terror, habiéndole preguntado alguienal Abate Sieyes (aquel formidable creador deconsignas revolucionarias que definió al Ter-

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cer Estado como el sector que como ahora elTercer Mundo no era nada, quería ser algo }'podía serlo todo), qué había hecho cuando laRevolución comenzó a devorar a sus hijos, ~,ic-yes, cáustico v sintét ico como siempre, respon-dió sabiamente: He sobrevivido.

Pues bien, si a cualquier mexicano conscien-te se Ic preguntase cómo podría caracterizarla historia etel país, la respuesta tendría queser muy serncjunrc a la de Sieyes. La inter-pretación Lit' nucst ra historia podría hacersecomo un hClO¡C\ sobrevivencia.

Sobrcvivcncia que ha sido posible graciasa una política que ha hincado sus raíces en loprofundo de la esencia nacional. No se trata,entonces, de una mera política en abstracto,una política a secas, lo que la emparentaríacon la técnica impersonal y fría, sino de unapolítica que, apasionada y lúcidamente (la pa-sión gélida que requiere el político) toma sus-tento de los datos que aporta la historia con-creta de este país, de la pulpa y de la savia, dela sustancia de México. No postulo al afirmaresto, la nacionalidad de las ideas. Las ideas-todos lo sabemos- son universales. Es lamanera de realizarlas, el método de su aplica-ción el que, de acuerdo con las peculiaridadesde cada pueblo, difiere.

En verdad, sellares, nuestro nacionalismo espositivo y gracias a él existimos como Estado,Hay quienes piensan que con la RevoluciónMexicana surge nuestro nacionalismo. No haytal. Lo que ocurre es que la Revolución reafir-mó, subrayó, hizo evidente algo que venía deatrás. De otra manera no podríamos explicarnuestro proceso histórico: ni la Revolución deIndependencia ni la Revolución de la Reforma.Sólo esa voluntad de ser nos explica y justi-fica ante nosotros mismos y ante los demás.En el infeliz momento en que abdicáramos denuestra voluntad y conciencia nacionales, esta-ríamos a un paso de nuestra quiebra, de nues-tra perdición. Por dio, con sobriedad, con sen-tido de la medida, la educación, la comunica-ción de masas. la cultura, la moral pública, to-do debe contribuir en México a consolidar yasegurar permanentemente la existencia de lanación. Frente a ese valor supremo, frente a esapolítica esencial de México no puede haber di-visión ni fisuras; mucho menos fracturas. Elciudadano Presidente Echeverría lo formuló elprimero de septiembre con estas palabras:

"Si en México o fuera de México hay inte-reses que tratan de dividir a ilos mexicanos, desembrar la discordia recordemos que en 1848perdimos la mitad del territorio que nos le-garon nuestros padres indígenas y españoles,después de una injusta guerra con los EstadosUnidos de América, y en lo que fue factor fun-damental la división del país. No olvidemosque cuando unos malos mexicanos engañadoso traidores, después de la derrota que Juárez ysus hombres les infligieron en la guerra deReforma fueron a Europa a buscar príncipe ex-tranjero y lo trajeron para ser derrotado porJuárez, nuevamente encontramos el movimien-to conservador de México y la intervención ex-tranjera. Ello f u e posible, transitoriamente,por la división del país. Si' estos. grupos que

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tratan de provocar la división quieren provo-car algún día la intervención en cualquier for-ma de cualesquiera de las potencias que sepanque tenemos plena conciencia histórica de loque en México ha ocurrido; que forman partede nuestra educación, de nuestra formacióncultural, de nuestra tabla de valores morales,políticos y cívicos, esas dos grandes enseñan-zas históricas a que me he referido, y que poreso la Revolución Mexicana profundamente na-cionalista en lo político y en lo económico,trata en esencia de que en la unidad se resuel-van los grandes problemas de ahora o del fu-turo, como en el pasado ha ocurrido -decÍJLuis Echeverría-, dentro de la unidad de losmexicanos."

Con fundamento en tales razones resultarámuy simple hacer un recuento de los princi-pios que sustentan la política internacional dé:México.

México jamas ha tenido ambiciones tcrr ito-riales. a expensas de otros paises. ¡Cómo ibaa tenerlas si parte de su historia ha sido su-lrir las l Jamás ha realizado una guerra de agresión, y mantendrá siempre un respeto abso-luto del derecho internacional porque de otromodo, señores, se traicionaría a sí mismo. Suejército está destinado a mantener el ordeninterno y a asegurar la estabilidad de las ins-tituciones. Datos todos que revelan una políti-ca fundamentalmente destinada a Iornentar Losolidaridad y cooperación entre nosotros y en-tre los pueblos del mundo.

Tres son las constantes primordiales querigen nuestra política exterior: en primer tér-mino, la soberanía e independencia de ilos Es-tados; en segundo lugar, la cooperación y lasolidaridad entre todos ellos; y, por último, elmantenimiento de la paz y la seguridad inter-nacionales. El primero de los principios 1:·:.>.2como consecuencia la postura básica de la nointervención y de su contrapartida, la autode-terminación. La no intervención significa par-aMéxico que cada Estado tiene el derecho eledesenvolverse libre y espontáneamente en ~.lJ

vida social, culural, política, económica; la au-todeterminación es uno de los atributos in-e-parables de la soberanía de la nación. Méxicodefiende la rígida aplicación del principio de nointervención -consecuencia de la autodeter-minación de los pueblos- y se opone a cual-quier clase de ingerencia que pueda intentarllevarse a cabo en los asuntos de no importaqué país, con no importa qué pretexto.

¿Para qué mexicano medianamente infor-mado puede representar un secreto la tesis se-gún la cual la autodeterminación y la no inter-vención constituyen üa clave de bóveda de laarquitectura política mexicana? ¿Qué ciudada-no no sabe que si los conceptos de autodeter-minación y de no intervención no existieran enel derecho internacional público, México habríatenido que inventarlos' ¿No es, acaso, nuestraexistencia histórica, nuestra' concepción anti-imperial, que vista desde el ángulo positivo esuna voluntad de ser nacional, un producto le-gítimo de la experiencia que nos ha llevado aelevar la autodeterminación y la no interven-ción como las premisas claves de nuestra ma-

riera de concebir 'la convivencia internacional?¿Verdad que es indubitable que son la historia,la geografía, la política, las que nos han hechoser como somos y crear las armas y escudosque son, a la vez, la autodeterminación y lano intervención?

México es, POI- experiencia, un país que nodebe comprometerse con ninguno de los blo-ques. Su actitud a este respecto lo ha llevadoa tomar conciencia, progresivamente, de unarca lidad que domina a las dos terceras partesde la humanidad, la necesidad de unirse a losesfuerzos de los países en vías de desarrollo,de los países productores de materias primas,con hambre y sed de justicia, comenzando eltránsito hacia esa realidad, aun por desgraciapoco organizada, en América Latina. Es indis-pensable fortalecer la independencia nacionalpugnando por realizar, a la vez, los ideales deSimón Bolívar. No sólo por conciencia histó-rica, sino por realismo llano. Así como hemosdicho que el reverso de la no intervención esla autodeterminación, así sostenemos tambiénque el complemento de nuestro nacionalismoes la política de solidaridad con América La-tina. Por razones geográficas, por razones his-tóricas, por razones culturales, por razones eco-nómicas, por razón política, en una palabra, porrazón de Estado tenemos que actualizar a Bo-l ívar.

En 111 a tcria ele seguridad colectiva, Méxicointerpreta restrictivamente las facultades delas organizaciones regionales, reservando pa-ra la ONU la facultad de decidir acciones colec-tivas, puesto que en la ONU se da el verdaderojuego de pesos y contrapesos de las diversaspotencias y alianzas. ¿Habrá acaso =-preguntoyo- necesidad de ampliar esta intervención ha-blando del origen y desarrollo de la OEA o delo que la simple lógica manda: es la totalidad,evidentemente, la que explica la parte y no a lainversa?

El pacifismo es una constante de la políticaexterior de México. Debe entenderse este paci-fismo como el establecimiento de una organi-zación internacional para crear un sistema deseguridad colectiva capaz de hacer respetar elderecho y evitar la injusticia; organización delos métodos de arreglo pacífico de controver-sias para impedir el surgimiento de conflictosinternacionales; y, la realización del desarmeuniversal. Dentro de esta amplia tendencia pa-cifista de nuestra política exterior habría quecolocar la tesis del Presidente Echeverría en elsentido de aprobar una Carta de Deberes yDerechos Económicos de los Estados que, paradecirlo escuetamente, garantice la realizaciónde relaciones económicas justas entre Estadosde diferentes niveles de desarrollo. Este inten-to lúcido del Presidente Echeverría es un es-fuerzo por tratar de llevar racionaüidad al mun-do de la economía internacional que pocas ve-ces se ha caracterizado por la cordura. Lasgrandes potencias que hasta la fecha han es-crito la historia se niegan a aceptar pautas ra-zonables en el intercambio de los productos dela tierra, extraídos a base de trabajo humano,por los productos elaborados industrialmente,cada vez más a base de máquinas. Mientras elTercer Mundo penetra en la tierra ~agricul-

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tura, minería, etc. y se empobrece económicay humanamente con esa actividad de topo=-, lassociedades industriales surcan el espacio extra-terrestre, gastando enormes fortunas y mos-trándonos que si difieren en cuanto a sus con-cepciones ideológicas, se asemejan en materiaindustrial, científica y tecnológica, por no de-cir armamentista.

Por ello todo el esfuerzo que hagamos pa-ra tratar de implantar ese instrumento de ra-cionalidad y de cordura económica que es laCarta propuesta por el ciudadano PresidenteEcheverría es un esfuerzo en beneficio de lahumanidad, en beneficio de la paz del mundo.

Respecto al desarme, México piensa que de-be ser universal y completo basado en la muotua confianza de todos. El primer paso es, porsupuesto, la confianza, y el segundo la des-nuclearización paulatina de todos los Estados:de ahí la importancia, que deberá incrementar-se paulatinamente, de nuestro Tratado de Tla-telolco.

Con la revisión sintética que he intentadode los principios sustanciales de nuestra polí-tica exterior he querido ejemplificar, lisa yllanamente, que la política exterior, como po-lítica, tiene una base histórica, una experiencianacional indudable, y que sus servidores, comoel embajador Don Rafael de la Colina, son pa-triotas que propician el bien de üa Repúblicay merecen el reconocimiento público de losmexicanos.

No voy a hacer la descripción detallada deuna trayectoria vital tan rica como amplia.Permítanme ustedes simplemente señalar algu-nos datos que fundan lo que acabo de decir.

Tocó al Embajador De la Colina represen-tar a México ante la Organización de EstadosAmericanos, en momentos dramáticos para lahistoria de nuestro país y de América Latina,cuando en aquel organismo se debatía, esen-cialmente, el derecho de cada país a darse elrégimen de gobierno que él mismo decidiera.

Cuando, mediante un intervención santifica-da por la Organización de Estados Americanos,se quería impedir el restablecimiento del go-bierno constitucional en la República Dornini-cana, México, por boca del Embajador De laColina, enunció los criterios correctos que de-ben regir la interpretación de las Cartas deSan Francisco y de Bogotá, lo mismo que elTratado de Río. Así se aclaraba el hipotéticoy falso conflicto de competencias entre el or-ganismo universal y el regional, conflicto quenuestro Embajador rechazó por considerar, yprobarlo mediante un dictamen que, aunqueofrecido a título personal coincidía plenamen-te con los lineamientos de la política exteriormexicana, que las disposiciones de los docu-mentas constitutivos de la organización uni-versal y de las regionales americanas proclama-ban de modo indisputable, la supremacía dela primera sobre la segunda, en todo lo relativoal mantenimiento de la paz y la seguridad in-ternacionales.

En aquellos meses aciagos, de presiones tre-

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mendas sobre nuestro gobierno, para obligarloa modificar su actitud de independencia y unir-se a la complacencia y la claudicación, los hom-bres del servicio exterior mexicano supieron es-tar a la altura de las circunstancias y, en apli-cación de las directivas políticas que daba elgobierno, defendieron encarnizadamente, conle profunda y con acierto indudable, nuestroderecho a una política exterior propia, que tu-viera en cuenta, por encima de todo, los inte-reses de México v la salvaguardia de los prin-cipios del derecho internacional. (Aplausos.)

Idealista y realista, recurriendo a los prin-cipios para conseguir resultados positivos; uti-lizando la fuerza del derecho, que se quiereimponer sobre el derecho de la fuerza, en todasu actuación a lo largo de una prolongada vidadiplomática, Don Rafael de la Colina es unexponente ejemplar de las virtudes de nuestrahistoria política exterior. Leyéndolo se puedeapreciar el instinto que hace a los buenos di-plomáticos, y si en el mencionado dictamen per-sonal acerca de 'las relaciones entre la organi-zación universal y regional se coloca en unaposición aparentemente juridicista, par a enrealidad defender los intereses concretos denuestro país, que no coincidían con los de losdemás que nos acusaban de idealistas, en otroanálisis que hace de las Naciones Unidas y laidea de justicia, él, que había participado comomiembro de la delegación de México en la Con-ferencia de San Francisco, asistiendo al alum-bramiento del más grande intento de la huma-nidad para organizarse racionañmente, exponelas fallas de esa organización y, sin dejarsearrastrar a una fácil posición derrotista, explicacon claridad la razón de esas fallas, y saca, há-bil y convincentemente, el balance positivo quetodo hombre sensato debe extraer.

Diplomático experimentado, sabe de los ~e-cretas de la negociación y del sutil juego queprocura el enfrentamiento de los adversarios;pero también conoce 'los peligros eventuales dela confrontación bélica entre poderosos y llamaa un delicado balance entre las grandes potencias y la necesidad de evitar el conflicto abier-to que podría llevar a la destrucción del génerohumano.

Intento logrado de conseguir la armoniza-ción de una visión ideal del mundo con el mun-do reat del que no podemos escapar; lucha en-tre el deseo de imponer las propias concep-ciones de lo justo, y la conciencia de los Iími-tes de nuestro poder; sentido del compromiso,para salvar todo lo que las circunstancias per-miten salvar; esa sería una descripción ade-cuada del político, del diplomático a quien hoypremia el Senado, y que podría aplicarse tam-bién a toda nuestra política exterior y a loshombres que [la han servido.

Valgan, señores senadores, las razones an-teriores para expresar, cómo es difícil y com-pleja la tarea que hemos escogido, cómo esdifícil y ardua -por desigual- pero de ahísu importancia, la política exterior. Y que m;hombre no sólo no se haya desengañado a lolargo de su larga vida sino, por el contrario),

Ihaya utilizado su oficio y su vocación, su expe-riencia y su conocimiento, su sentido y su sen-

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sibilidad nacional para la defensa del Estado,merece y por eso se le otorga, la Medalla Be-lisario Domínguez a Don Rafael de la Colina, ~merece la alabanza de México y de los mexi-canos. (Aplausos.) Con esta presea, el Senadode la República rinde su homenaje a los hum-bres que desde la trinchera de la política exte-rior, desde el yunque de la política interior,los destacados y los modestos, los artesanos ylos estadistas, han ayudado a la creación, '1la subsistencia, a la existencia de este sistema-tico milagro que se llama México. Para quenuestra historia continúe fluyendo necesitarnosmuchos cuadros como el Embajadr De la Colina, en todas las actividades de nuestra cxistencia cotidiana.

Ahora más que nunca, es válida una excla-macion que no es retórica porque nos ayudaa construirnos todos los días: ¡Que viva Mé-xico! (Aplausos nutridos y prolongados.)

CONDECORACION AL C.

RAFAEL DE LA COLINA

El C. Secretario Fdores Curiel: Se ruega alos presentes ponerse de pie para el acto deimposición de la condecoración "Medalla deHonor Belisario Dorníngucz" del Senado de laRepública, al señor Embajador Rafael de laColina Riquelme.

La C. Presidenta: Señor Embajador Rafaelde la Colina Riquelme: Con fundamento en lodispuesto por 'los artículos 30. y 40_ del decretoque instituyó la "Medalla Belisario Dornínguez"medalla de honor del Senado de la República,publicado en el Diario Oficial de la Federacióndel 28 de enero de 1953, así como los artículos60., 70., 80. Y 90. de su Reglamento, esta ho-norable Asamblea, en sesión de fecha 26 delpasado mes de septiembre, aprobó por unani-midad otorgar a usted .]a citada presea.

Tengo el alto honor de imponérsela por suseminentes servicios prestados a la patria. Asi-mismo, le entrego, con todo respeto, el diplomacorrespondiente. (Aplausos al imponerle la me-dalla y entregarle el diploma.)

-Atendiendo a su petición, señor Embaja-dor De la Colina, esta Presidencia concede austed el uso de la pailab ra y le invita a pasara la tribuna.

DISCURSO DEL C.RAFAEL DE LA COLINA

El C. Rafael de la Colina Riquelrne: SeñoraPresidenta de la H. Cámara de Senadores; ciu-dadano Secretario de Gobernación. dignísimorepresentante del ciudadano Presidente de laRepública; ciudadano Presidente de la H. Su-prema Corte de Justicia de la Nación; ciuda-dano Presidente de la Gran Comisión de la H.Cámara de Diputados; ciudadano Presidente dela Gran Comisión de la H. Cámara de Sena-dores; honorable Asamblea; excelentísimos se-ñores Embajadores y miembros del H. Cuerpo

I Diplomático; señores beneficiarios y señoritabeneficiaria de la Medalla de Honor "BelisarioDomínguez"; distinguidos invitados; señoras,señores: "Quiero que escuches atentamente unaext raordinaria lección de valor CÍvico y acen-drado patriotismo, a fin de que te sirva de guíay consejo cuando tengas que enfrentarte a graoves problemas de conciencia".

Con éstas o parecidas palabras, mi padre,el Profesor Manuel de la Colina, en una tardeserena de octubre del año nefasto de 1913, mellamó para oír el célebre discurso que abriólas puertas de la muerte, y con ella, las de lagloria inmarcesible, al insigne senador de Chia-pas.

Hasta Tulancingo, mi ciudad natal, habíallegado, en copias hechas a máquina, la sobriaarenga del senador Domínguez, Su severa ad-monición, exenta de galas retóricas, breve ypunzante como una flecha, dejó en mi ánimohuella imperecedera.

Pero nunca soñé que un día, en el ocasode mi existencia, en el augusto recinto dondese congregan los ilustres representantes de lasentidades federativas, se colocaría en mi pe-cho esta imponderable presea, símbolo de lasrecias virtudes del varón ejemplar que, empla-zado por el destino, supo encadenar el miedoy responder altivo a la trágica cita.

iMi más hondo y conmovido agradecimien-to a todos y cada uno de los señores senadoresde la República! [Mi especial reconocimiento alsellar senador González Pedrero por sus gene-rosas palabras y -agregaría yo- por su ex-t raordinario análisis de la política exterior me-xicana, y a los distinguidos miembros de laComisión de Pourulación, especialmente mi en-trañable amigo de siempre el señor senadordon Marttn Luis Guzmán. ¡Mi gratitud sin lí-mites a quien propuso mi nombre, nuestro dig-no Canciller el Dr. Emilio O. Rabasa, fiel intér-prete y colaborador infatigable del señor Pre-sidente, licenciado Luis Echeverría Alvarez, cu-yo ejemplo inigualable nos señala sin cesar elderrotero del patriotismo y el decoro y nosestimula a bregar sin descanso por el bien dela patria!

¡Mas son tantos y con méritos tan indiscu-tibles para recibir esta medalla, los compa-triotas que dedican día a día sus mejores es-fuerzos a labrar la felicidad de nuestro pueblo!Creo por ello que esta Honorable Cámara, quecon acierto inigualado ha sabido escoger a muyilustres mexicanos, ha querido ahora premiara quienes, en el destierro voluntario del Ser-vicio Exterior, donde se ha dicho que corrennuestras primeras líneas de defensa, laborancon perseverancia para engrandecer a Méxicoy servir a los mexicanos. Conservaré celosa-mente esta presea como su depositario, modes-tísimo, persuadido de que pertenece en verdada la falange de compañeros que, ora en lasl-amas consular o diplomática, ora en los forosinternacionales, defienden a nuestros cornpa-triotas, velan por los intereses nacionales opropugnan los altos postulados de que Méxicoes campeón animoso.

16 DIARIO DE LOS DEBATESSENADOEl luctuoso aniversario que conmemoramos

cobra esta vez mayor relieve, por cuanto coin-cide con el sesquicentenario de la incorporaciónformal de Chiapas, cuna del prócer, al territo-rio nacional. Asimismo, en el año que corre,consagrado a esta egregia Cámara, con su efi-casisirna intervención, na culminado triunfal-mente el proceso de federalización de la patria.

Séame permitido ahora expresar algunospensamientos en torno a la política exteriorde la Revolución, cuyo pendón, en la hora pre-sente, enarbola con magnífica gallardía el se-ñor Presidente Echeverría.

Lo primero que se observa al examinar estapolítica, en cuya ejecución he participado dealgún modo por más de medio siglo, es susingular coherencia y reciedumbre, pese a lasmuy variadas circunstancias y coyunturas his-tóricas en que se ha desarrollado.

Fueron los primeros años del ciclo revo-lucionario, de lucha incesante para mantenerincólume nuestra soberanía, expulsar del suelopatrio a quienes lo habían hollado y reclama!altivamente nuestros derechos conculcados:años cargados de asechanzas y preñados deamenazas. En mi juventud, a lo largo de nues-tra frontera septentrional, viví horas amargas,a veces de profundo desconsuelo. Lustros mástarde, en la ciudad de Nueva York, eje de lasfinanzas internacionales, vi de cerca el espec-tro de la intervención, de resultas de la cxpro-piación de la industria petrolera. Esta t rascen-dental medida, la primera en su género en elmundo llamado occidental, obra cumbre delpreclaro estadista michoacano, General LázaroCárdenas, marca una vertiente histórica e im-prime un sello inconfundible a nuestra políticaexterior. El primer folleto en lengua inglesa pa-ra explicar y defender lo que se tachaba enesos días de confiscación inicua, fue publica-do por el Consulado General de México en Nue-va York.

A partir de la 11 Guerra Mundial, el carác-ter conflictivo de nuestras relaciones con lasgrandes potencias capitalistas, se modera ytransforma gradualmente. Se rectifican en elextranjero las torcidas interpretaciones de lasdiversas fases de nuestro movimiento revolu-cionario; se justiprecian nuestros denodados es-fuerzos para forjar una nación más libre, máspróspera, más equilibrada, más justa. Se ad-miran y se imitan en el extranjero nuestrasmúltiples manifestaciones artísticas y cultura-les. Se escucha con atención y respeto la limpiavoz de México.

En la formación de las grandes organizacio-nes internacionales -las Naciones Unidas ysus organismos especializados así como la Or-ganización de los Estados Americanos- nues-tra Cancillería intervino con actividad y brillan-tez.

Mas aún habían quedado en nuestra memo-ria justificados recelos en lo que toca a lasorganizaciones internacionales, heredados sinduda del tratamiento que habíamos recibido en

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la primera década de la Sociedad de las Nacio-nes y en la V Conferencia Interamericana, ala que México no-fue invitado. Ello explica enparte nuestra cautela respecto del Consejo deSeguridad, al que hemos pertenecido sólo unaño.

La Organización de las Naciones Unidas, do-minada por las grandes potencias occidentales,particularmerite por nuestro gigantesco vecino,pero paralizada su acción en el Consejo de Se-guridad por el veto, también nos despertabadudas e inquietudes.

Temerosos del veto, concentramos nuestrosesfuerzos en la Organización regional, en cuyaconstitución, llevada a cabo en Bogotá en 1948México desempeñó un papel preponderante, Unaño antes se había firmado el Tratado Intcr-nacional de Asistencia Recíproca (TlAR) elcual. no obstante nuestro infatigable y hastaporfiado empeño para evitar que se convirtie-ra en un instrumento de política hegemónica,adolece de ambigüedades, lagunas y aun mis-mo de disposiciones difícilmente aceptables. Enla práctica tales fallas se han convertido ent rcno intolerable para aquellos miembros queno se acomodan al molde mayoritario originaly hasta en amenaza velada contra la indepen-dencia de los países más débiles del continen-te, sobre todo si, por su ideología, constituyenun peligro real o supuesto para la estabilidadde otros Gobiernos.

El desmoronamiento del colonialismo y elinicio del quebrantamiento de su pujante su-cesor, el imperialismo económico; la apariciónen la familia de las naciones de numerosos pe·queños Estados, la transformación de las rela-ciones de subordinación y aun de vasallaje, envínculos de respeto recíproco, como correspon-de a la igualdad jurídica de los Estados; elsurgimienteo de lo que se ha llamado, acasopor falta de una mejor denominación, el Ter-cer Mundo, y ahora, el enfrentamiento crccicn-te entre éste y los Estados de mayores recur-sos económicos y militares, nos han llevado in-defectiblemente 'a volver a examinar nuestra po-lítica exterior, a la luz de los nuevos factoresy situaciones.

Por eso el señor Presidente Echeverría, convisión insuperable del momento histórico quevivimos y con la convicción -fehaciente -segúnsus propias palabras- de que la realidad na-cional se halla vinculada, cada vez más estre-chamente, can la exterior, está desplegandouna intensa actividad diplomática para ampliar,mejorar y otorgar un sentido concreto a nues-tras relaciones con todas las naciones del orbe.

Al optar nuestro Primer Mandatario por unapolítica internacional comprometida con nues-tro empeño histórico de edificar un país total-mente independiente, rechaza toda sombra decoloniaje y recuerda que el aislamiento repre-senta para México la resignación a un destinoconstruido por la inercia.

Se ha repetido que existe una "relación es-

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pecial" entre México y su prepotente vecinoallende el Bravo. Si por ello se entiende la re-lación, no especial, diría yo, sino específica, en-gendrada por la vecindad geográfica, por nues-tros conflictos históricos así como por nues-tros amistosos entendimientos, relativamenterecien tes; por las cons tan tes y crecientes c~-municaciones de todo orden entre los dos par-ses' por la residencia temporal o permanentede 'millares de personas, nacionales de un paísen el territorio del otro, y por cien hechos más,derivados de la propincuidad, no puede negar-se que nuestras relaciones con los Estados Uni-dos, por su naturaleza y contenido, son dife-rentes de las que nos ligan con países distantesdel nuestro. De igual modo puede afirmarseque nuestras relaciones con Guatemala y enmenor grado, con Cuba, son también especiales.

Pero si con esta frase se pretende implicaruna idea de dependencia o subordinación, ha-brá que rechazarla vigorosamente. El nuevocolonialismo, como el antiguo, cifra su fuerzano tanto en el poderío de quienes lo ejerceny son sus beneficiarios, sino en la aceptaciónsumisa de sus víctimas.

Deseo aprovechar la singular ocasión quees me brinda para dar a conocer su mar iamen-te el esfuerzo que nuestra Cancillería realiza,por- conducto de la Delegación que me honroen presidir, en la Comisión Especial de la Oroganización de los Estados Americanos, para im-primir a ésta una nueva dirección y reformarprofundamente sus procedimientos y estructu-ras, can objeto de que responda a las apre-miantes realidades contemporáneas.

Tres propósitos fundamentales peresguimos:a) Reformar la parte dogmática de la Cartapara suprimir o modificar las disposicionesque en su aplicación, han resultado atentatorias de la soberanía de sus miembros y estor-bada gravemente la autodeterminación de lospueblos; b) Modificar las estructuras y proce-dimientos a fin de agilizar éstos y hacer máseficaz y fácil la cooperación económica, social,educativa, científica, tecnológica y cultural en-tre las naciones americanas; y, c) Impedir queel TIAR continúe siendo instrumento de polí-tica hegemónica, para lo cual habrá que ceñir-lo en lo posible al refrenamiento de la agre-sión.

En lo que atañe al primer objetivo, hemospropugnado el reconocimiento del pluralismoideológico como principio activo de respeto re-cíproco entre todos los Estados Americanos yde cooperación efectiva y fecunda entre regí-menes políticos y económicos ideológicamentediversos. En los largos y a la veces enconadosdebates ocurridos en Lima y en Washington,propugnamos la supresión del artículo 3, d ) dela Carta vigente que dice: "La solidaridad delos Estados Americanos y los. altos fines quecon ella se persiguen, requieren la organizaciónpolítica de los mismos sobre la base del ejer-cicio efectivo de la democracia representati-va". Fue este artículo el que se invocó entreotros, para justificar la expulsión de un Estado

socialista -Cuba- en 1962; pero que no se haaducido en contra de otros regímenes que cier-tamente no ejercen de modo efectivo la de-mocracia representativa. La redacción prelimi-nar que se ha convenido, sujeta todavía a rati-ficación en las sesiones plenarias finales, esparcialmente la que sigue:

"Todo Estado tiene derecho a elegir y a or-ganizarse en la forma que más le convengay tiene el deber de no intervenir en los asun-los de otro. Con sujeción a lo arriba dispuesto,los Estados Americanos cooperarán ampliamen-te entre sí, con independencia de la naturalezade sus sistemas políticos, económicos y socia-les."

Asimismo, hemos acordado en la ComisiónEspecial incluir el principio de no intervencióncolectiva, al tenor siguiente:

"Las facultades no expresamente concedidasa la Organización se entienden reservadas a losEstados Miembros. Consecuentemente, ningu-na disposición de esa Carta autorizará a la Or-ganización de los Estados Americanos a inter-venir en los asuntos que son de la jurisdic-ción interna de los Estados."

Se ha dicho y teóricamente es cierto- queeste principio se halla implícito en las estipu-laciones de la Carta de Bogotá, por cuanto fi-gura en el Artículo 2 (7':) de la Carta de lasNaciones Unidas. Sin embargo, la dolorosa ex-periencia de la intervención en 1965 de la Re-pública Dominicana, demuestra que ha sidofactible cohonestar esta especie de vituperablesinjerencias en los asuntos interiores de un Es-tado americano, bajo el pretexto de que losautoriza el artículo 22 de la propia Carta re-gional, conforme al cual, las medidas que deacuerdo con los tratados vigentes, se adoptenpara el mantenimiento de [a paz y la seguri-dad, no constituyen violación de los principiosenunciados en los artículos 18 y 20, que con-denan de modo absoluto la intervención de unEstado o grupo de Estados en los asuntos in-ternos o externos de otros.

Pero es en el Tratado de Río en el que he-mos multiplicado nuestro afán de renovación.

En Lima, al presentar nuestras enmiendasen julio de 1973, manifestamos que algunas delas decisiones adoptadas por el Organo de Con-sulta, no sólo habían resultado ineficaces, sinoque habían quebrantado ila solidaridad esen-cial de nuestros países y empañado la imagende la Organización en la América Latina. Unade esas resoluciones, añadí -la aprobada co-mo Resolución 1 en la IX Reunión de Consultade 1964- se había convertido después de 9años, en freno intolerable de la soberanía deaquellos Estados Miembros que se resisten aseguir acatando una decisión obsoleta y estéril.

Hace menos de un mes, pero más de unaño después de la anterior afirmación, dos ter-cios de los Estados partes en el Tratado deRío expresaron en el Consejo Permanente ha-llarse dispuestos a reconsiderar en la Reuniónde Consulta convocada para el próximo no-viembre en Quito, la resolución sancionadora

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de Cuba. Todo hace suponer que en menos de40 días habrá quedado sin efecto la desaguisadadecisión, cuya obligatoriedad México, con bienfundadas razones, jamás reconoció. (Aplausos.)

Nos hallamos empeñados actualmente en latarea de convencer a la mayoría de los Esta-dos Miembros de la urgencia de restringir elámbito de la dilatada zona de seguridad; dereducir y precisar los actos que pueden darpie al Organo de Consulta para dictar medi-das represivas, y de limitar los derechos y obli-gaciones del Tratado solamente a las Partes yno, como se ha pretendido, extenderlos a todoslos países del continente americano, havan ra-t ií'icado o no el Tratado. .

Se ha aprobado en principio en la ComisiónEspecial, una enmienda mexicana de trascen-dencia, en el sentido de que las estipulacionesen el TIAR derivadas del Artículo 52 de la Cartade las Naciones Unidas, no pueden estableceruna primacía de competencia en favor de laOrganización regional, sino sólo una prelaciónen el tiempo para el conocimiento de la contro-versia o situación, quedando a salvo siempre elderecho que consagra el Artículo 35 de la Cal"ta de San Francisco, de llevar aquél+as al conocimiento del Consejo de Seguridad o de laAsamblea General de las Naciones Unidas. Cree,que estamos en vía de hacer triunfar la tesiscontenida en la enmienda al Artículo 17, en forma tal que cuando las decisiones de carácterobligatorio que se hayan dictado, dejen de sersustentadas por la mayoría de 2/3 que hubo pa-ra adoptarlas, se conviertan en meras recomen-daciones y éstas, a su vez, desaparezcan tanpronto como no se cuente con una mayoríasimple para mantenerlas. -

No creo que seamos tan afortunados en loque atañe a una enmienda de mayor fuste, osea la del Artículo 8. Para la aplicación obli-gatoria de cualquiera de las medidas comprendidas en este artículo, salvo el easo de legít irnadefensa, proponemos que sea neeesaria la pre-via autorizaeión del consejo de seguridad enlos términos del Artículo 53 de la Carta delas Naciones Unidas.

Como esta enmienda se halla estrechamenteligada con un punto eminentemente cont rovertido o sea la naturaleza de las medidas de ca-rácter obligatorio que menciona el artículo 8del texto vigente del TIAR, no me detendré anarrar el largo debate en que todavía estarnosempeñados, sobre la diferencia en su natura-leza y efectos, entre las medidas preventivasy las coercitivas, únicas que menciona la Cartade las Naciones Unidas. Subrayaré aquí tansólo -y a eso se refirió el senador GonzálezPedrero- las diferencias fundamentales entrelas facultades atribuidas por su paeto consti-tutivo a la Organización de las Naciones Uni-das v las necesariamente más restringidas deque 'goza la Organización Regional. En tantoQue aquélla puede y aun debe en ciertos casos,desenvolver sus virtualidades latentes o poten-eiales ante circunstancias imprevistas o de talmodo graves que pongan en peligro la paz deuna región o del mundo, a la segunda le estávedado emplear la fuerza sin la autorizacióndel Consejo de Seguridad. Tal es nuestra tesis,

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que aunque cuenta con el apoyo doctrinal deeminentes tratadistas. no ha sido abrazada aúnen toda su extensión, ni por la Organizaciónde Estados Americanos, ni por el Consejo deSeguridad.

Al disiparse la guerra fría y acrecentarse eler.Ireruamienro entre las naciones del TercerMundo y las grandes potencias, no es aventurado imaginar que los conflictos o situacionesfuturas de que deba conocer el Orzano de Con-sulta, serán de índole esencialmente económi-ca, más que ideológica, por lo que el criteriopredominante hasta la fecha en esta materiano dudo que será modificado con el correrdel tiempo.

Las consideraciones precedentes me llevana mencionar otro aspecto de los estudios querealiza la Comisión Especial. Uno de sus gru-pos de trabajo acaba de dar cima a un proyecto de convenio que regule la seguridad eco-nómica colectiva, sobre la base de propuestasperuanas y ecuatorianas con adiciones yen·micndas mexicanas, cuyo principal propósito escrear un mecanismo correctivo de las medidascoercitivas de carácter económico que un Esta-do o grupo de Estados aplique o estimule paraforzar la voluntad soberana ele otro Estado yobtener de éste ventajas ele cualquier natu-raleza.

Debo confesar que alimento el temor de queapenas una mayoría de los Estados Miembros-entre los que no se cuenta el más poderosoele ellos- se hallarán dispuestos a aprobar es-ta iniciativa cuando se vote en el pleno de laComisión Especial. Pero así como en el Dere-cho del Mar la tesonera acción latinoamericanarompió el dique de las 3 millas náuticas, creeque en este campo podremos ser igualmentepioneros. -

Sería este convenio el complemento obliga-do de orden procesal las normas de cooperación económica interamericana para el des-arrollo integral de que trata otro capítulode las recomendaciones que estudia la Cornisión Especial.

Ahora bien, ese convenio y estas normascorresponderán estrechamente en el ámbito re-gional, al ideario de nuest ro preclaro Presidente, quien en su histórico discurso del 17de abril de 1972 en Santiago, lanzó al mundolas bases de la futura Carta de los Deberes )'Derechos Económicos de los Estados. .

Dichos instrumentos habrán de articularsecon el pacto que se concierte para dar vida alorganismo latinoamericano de consulta y coope-ración económica que esbozó el señor Prcsi-dente en Lima y otras capitanes latinoamerica-nas, y el que, como rectamente advirtió, de-berá ser regido por nuestros países, a fin deque las funciones v ámbitos de operación queestablezca, respondan efectivamente a los in-tereses esenciales de nuestra gran patria ca·mún,

Es improbable que las reformas del Siste-ma Interamericano que hemos propuesto enla Comisión Especial sean aprobadas en su to-

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talidad. Tampoco puedo asegurar hasta quépunto, las que se acepten, corrijan los defec-tos de que adolece la Oganización. Todo depen-derá del número de votos que se emitan en fa-vor o en contra de las enmiendas presentadas.Lo que sí puedo afirmar es que nuestra Canci-llería y la Delegación que tengo a honra presi-dir, seguiremos dedicando empeñosamente nues-tras mayores esfuerzos para lograrlo.

Cuando se conozcan el año entrante los re-sultados de nuestra tarea y se determine sisatisfacen o no nuestras aspiraciones, correspondera al señor Presidente ordenar los pasossubsecuentes, y a ustedes, en último término,ilustres legisladores, aprobar o desechar lostratados que se llegare a suscribir.

En cuanto a los caminos coincidentes quese vislumbl-an deberían a mi parecer conducirprimero, a un sistema institucionalizado de am-plísima cooperación latinoamericana; a una re-novada Organización de los Estados America-nos, abierta a todas las tendencias e ideologías,libre de presiones hegemónicas, transformadaen roro de libre discusión y en mecanismo decolaboración dinámica par a la ejecución deprogramas que beneficien realmente a nuestrospueblos, y finalmente, a reuniones periódicasde, consulta, tales como la de Tlatelolco, exen-tas de formul ismos, ágiles en sus procedimien-tos v enderezados a resolver los problemas fun-damentales de América, sobre la base de con-sensos, a las que puedan asisti r los cancilleresamericanos, sin excepción alguna. Todo ellovinculado entre sí en la medida de lo factibley deseable y enlazado asimismo con las Nacio-nes Unidas y sus organismos especializados, yaque a la postre son los mismos Estados Miem-bros los que dan dirección y apoyo financieroa las varias instituciones internacionales.

Por cuanto concierne a las funciones y res-ponsabilidades de quienes integramos el Ser-vicio Exterior Mexicano, alimento la convic-ción de que en toda hora, nuestro deber inde-clinable es servir leal, constante, apasionada-mente a México, sin que nuestras naturalespredilecciones o personales intereses nos apar-ten nunca de tan sagrada obligación. Esta es-pecie de imperativo categórico, de claridad me-ridiana en las relaciones bilaterales, como quese oscurece en ocasiones en el trabajo cotidia-no de los organismos internacionales, donde seconfunden y hasta se contraponen los interesesdel cuerpo colegiado con los del país que serepresenta. Para mí, no hay opción posible.México ante todo. Y no por estrecha patriote-ría, sino como base inconmovible sobre la cualhabremos de seguir edificando nuestra políticaexterior, bajo el signo luminoso del célebreapotegma del inmortal Patricio.

Señores senadores: Permítaseme expresaruna vez más mi profundo, imborrable recono-cimiento por el honor tan señalado que deboa su benevolencia. Permítaseme también invo-car de nuevo el nombre de. Belisario Dornín-guez, varón sin tacha, unido para siempre porsu limpia ejecutoria y cívico denuedo con losmanes de nuestros próceres. Hago desde estaaltísima tribuna votos fervientes por la pros-peridad y grandeza de México, por una paz per-

durable fundada en la justicia social y en laescruplosa observancia del principio de no in-tervención; por una recia y leal solidaridad in.teramericana que no sea mera interdependen-era.

iQue los servidores de México más allá delas fronteras se sientan estimulados sin cesarpor el ejemplo del mártir, cuya herencia ines-timable no podrá enaltecernos si no merece-mos recibirla! (Aplausos.)

AGRADECIMIENTO

La C. Presidenta: A nombre de los integran.tes de este alto cuerpo legislativo agradezcocumplidamente al titular del Poder Ejecutivo,ciudadano licenciado Luis Echeverría Alvarez,la relevante representación conferida al ciuda-dano Mario Moya Palencia, Secretario de Go-bernación, a quien hacemos presente nuestroreconocimiento por el honor de su presenciaen esta Cámara, rogándole expresar al Jefedel Estado Mexicano nuestro saludo resperuo-so y nuestra reiterada solidaridad por su en tre-ga sin límite al servicio de México.

-Agradecemos igualmente al señor licencia-do Euquerio Guerrero, Ministro Presidente dela H. Suprema Corte de Justicia de la Naciónsu asistencia a este acto, en el que se conjugael espíritu de concordia y solidaridad que ca-racteriza las relaciones republicanas de los Po-deres de la Unión.

-A los ciudadanos diputados Carlos Sanso-loes Pércz, Presidente de la Gran Comisión dela Colegisladora; Alejandro Sobarzo, Vicepresi-dente de la misma; Rodolfo Echeverría Ruiz yDemetrio Ruiz Malerva y a los demás diputadoscuya presencia reitera el espíritu fraterno quenos une en todos los actos de nuestra activi-dad legislativa.

-También expresamos nuestro singular re-conocimiento a los Diputados Constituyentes,autores, en una época aciaga en la vida delpaís, de la Constitución Política de los EstadosUnidos Mexicanos que nos rige; asimismo nues-tro agradecimiento al ciudadano doctor ManuelVelasco Suárcz, Gobernador Constitucional delEstado de Chiapas, por su asistencia; así comoa otros distinguidos representantes del Estadode Chiapas; al señor profesor Edgar RobledoSantiago, director general del ISSSTE.

-Nuestra especial gratitud al señor [icen-ciado Rafael de la Colina hijo y demás miem-bros de la familia De la Colina.

-Agradecemos la presencia del señor Sub-secretario de Relaciones Exteriores, encargadodel Despacho, licenciado José S. Gallástegui,por su grata presencia; al honorable CuerpoDiplomático acreditado ante nuestro país; ala representación de la Secretaría de la Defen-sa Nacional, integrada por los señores Gral. deDivisión DEM Ignacio Maciel Gutiérrez, Inspec-tor General del Ejército y Fuerza Aérea Mexi-cana; Gral. de Brigada DEM Hernán del ValleEscamilla, Sub-Inspector General del Ejército;

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Gral. de Brigada DEM Graciliano Alpuche Pin-zón, Director General de Artillería.

-Agradecemos la presencia de los represen-tantes del Comité de la Universidad NacionalAutónoma de México, del Instituto PolitécnicoNacional y de la Universidad Autónoma Metro-poli tana. A los representantes de nuest ro Partido el Partido Revolucionario Institucional; alos 'representantes de la Confederación Na-cional Campesina, de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares y del Congre-so del Trabajo.

-Iaualmente a todos y cada uno de los distinguidos repres'entantes de la prensa, la radioy i; televisión y a las comisiones designadaspor organizaciones sociales, cívicas y culturales

-Nuestro rcconocirnicnt o especial por el ho-nor de su presencia a los ciudadanos MaríaHc rnáhdez Zarco e Ignacio Ramos Praslow, quecon antelación a este acto han recibido la dis-tinción de la "Medalla Belisario Dornínguez"(Aplausos.)

-La Cámara de senadores, por mi conducro. agradece cumplidamente su asistencia.

MINUTO DE SILENCIO

-ScTlOres senadores; honorables invitadosde hallar a esta Sesión Solemne: De- los ilus-tres mexicanos que han recibido esta relevantepresea, han fallecido los ciudadanos: RosauraZapata, Erasrno Castellanos, Esteban Baca Cal-derón, Gerardo Murillo "Dr. At l", Roque Estra-da, Antonio Díaz Soto y Gama, Heriberto Jara,Isidro Fabela, José [nocente Lugo, Aurelio Man-rique Jr., Adrián Aguirrc Benavides, PlácidoCruz Ríos, Ramón F. Iturbc, Francisco L. Ur-quizo, Miguel Angel Cevallos, María CámaraVales Vda. de Pino Suárez, Rosendo SalazarSalazar y Jaime Torres Bodet. Agradecemos elhonor de la presencia de sus familiares.

-A los concurrentes a este acto les ruegoponerse de pie y les invito a que guardemosreverentes un minuto de silencio en memo nade ellos. Será el Icconocimiento nuestro y dela patria agradecida.

(Todos de pie. Cumplen.)

-Muchas gracias.

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-Esta presidencia ruega a las mismas co-misiones designadas, sean tan amables de se-guir acompañando a nuestros distinguidos visi-tantes en los actos subsiguientes: develacióndel Muro de Honor con los nombres de todoslos beneficiados con la Medalla "Belisario Do-mínguez" colocado en el Salón de Pasos Per d i-dos, como lo aprobó esta H. Cámara en susesión del 10 de septiembre último, acto quellevará a cabo el Representante del Titular delPoder Ejecutivo y en en las guardias de honorante el monumento al legislador sacrificado,don Belisario Domínguez, que se harán en elsiguiente orden: la primera, por los represen-tantes de los Poderes de la Unión; la segunda,por el Presidente de la Gran Comisión de estaH. Cámara, acompañado por los miembros dela Comisión de Postulaciones CondecoraciónBelisario Dorníngucz, y por los beneficiados detan distinguida presea; la tercera, por el Se-nado de la República en pleno y algunos otrosque figuran en programa por separado; lacuarta, por los ciudadanos diputados represen-tantes de la H. Colegisladora.

-Esta presidencia invita, igualmente, a to-cios los presentes pasar al patio central denuestro edificio, a fin de tributar nuestro re-conocimento al héroe que con su vida defen-diera la verdad, la libertad democrática de losmexicanos.

CITA

-Se levanta la Sesión Solemne Conmemora-tiva y se cita a sesión pública para el martespróxi-mo, 8 del actual, a las once horas.

(Se levantó la sesión a las 13:55 horns.)

Dire,torioDIARIO DE LOS DEBATES

De la Cámara de Senadores del Con¡reiode los Estados Unidos Mexicanos

Director: Lic. Francisco Lópef Al"4"~

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