MEMORIAS - concitver.com · RENDIMIENTO Y CALIDAD DE LA COSECHA DEL TORONJO (CITRUS PARADISI MACF.)...

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MEMORIAS

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   Comité Organizador

Enio Soto Mercedes Pérez –Macias Sergio A. Curtí Olga Mas Horacio Mederos Felix Abad Irving Fernández Dominga Zamora Dairé Cantor María A. Gutiérrez Carlos Mendoza

Comité Técnico

María del Carmen Pérez L. Gene Albrigo Sergio A. Curti Enrique Arias

Comité Honorario Ministerio de Agricultura y Tierras Sede Central Caracas INIA INSAI FUNDACITE Carabobo FAO Créditos editoriales

Sergio A. Curtí Olga Mas Horacio Mederos Enio Soto

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ÍNDICE

- VULNERABILIDAD DEL SECTOR CITRÍCOLA EN URUGUAY FRENTE AL

ESCENARIO DEL CAMBIO CLIMÁTICO. Álvaro Otero (Uruguay)………………. 4

- EFECTO DEL MESOCLIMA DE CULTIVO EN LA FORMACIÓN DEL RENDIMIENTO Y CALIDAD DE LA COSECHA DEL TORONJO (CITRUS

PARADISI MACF.) EN LAS CONDICIONES DE CUBA. ANÁLISIS PARA LA ADAPTACIÓN DE LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO". Mayda

Betancourt Grandal (Cuba) …………………………………………………………….. 16

- ESTUDIOS DE BIOCLIMATOLOGÍA EN LA CITRICULTURA VENEZOLANA.

Mercedes Pérez-Macías (Venezuela)…………………………………………………. 34

- ECOFISIOLOGÍA DE LOS CÍTRICOS EN LOS TRÓPICOS Freddy Leal (Venezuela .………………………………………………………………. 49

- PRONÓSTICOS DE MADUREZ Y CALIDAD EN CÍTRICOS COMO HERRAMIENTAS PARA EL ORDENAMIENTO DE LA COSECHA.

Miguel Aranguren González (Cuba) …………………………………………………… 67

- SIMM: SISTEMA INTEGRADO DE MONITOREO Y MANEJO DE LA FERTILIDAD DEL SUELO, UNA VISION INTEGRADA DEL DESARROLLO DEL SISTEMA RADICAL DE LOS CITRICOS EN LOS AMBIENTES TROPICALES Y SUBTROPICALES. Camilo Medina (Brasil) ………………………………………… 93

- FACTOR CLIMATICO EN EL MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS EN CITRICOS. Pedro Morales (Venezuela) ……………………………………………………………. 106

- EL PROYECTO FRUTIC: UN SISTEMA INTERACTIVO DE INFORMACIÓN ACTUALIZADA DEL CLIMA Y LA FENOLOGÍA DE LOS CÍTRICOS PARA MANEJAR CON MAYOR EFICIENCIA SUS PLAGAS. Ricardo H. Mika

(Argentina)………………………………………………………………………………. 124

- DESARROLLO DE MODELOS BASADOS EN INFORMACION CLIMATOLOGICA PARA LA PREDICCION Y MANEJO DE FENOLOGIA DE CITRICOS DULCES. Juan Valiente (Mexico) ……………………………………………………………….. 145

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VULNERABILIDAD DEL SECTOR CITRÍCOLA EN URUGUAY FRENTE AL ESCENARIO DE CAMBIO CLIMÁTICO

Álvaro Otero1

RESUMEN. Las evidencias mostradas por la comunidad científica han llevado a que el proceso de cambio climático global en curso sea aceptado por los gobiernos, debido a sus importantes efectos ambientales y sociales. Si bien el cambio pronosticado es de ámbito global, tendrá diferente intensidad en las distintas regiones, creando escenarios productivos alternativos a los actuales, con distintas limitantes y seguramente cambiando las fronteras agrícolas y productivas. En la región pampeana del Río Uruguay y sur del Brasil, existen evidencias suficientes como para afirmar que durante el período 1930 y 2000 ocurrieron incrementos significativos de la temperatura media del aire y la precipitación pluvial, especialmente en los trimestres de primavera y verano. En la región citrícola del litoral noreste del Río Uruguay, se puede comprobar un aumento de la temperatura mínima del aire en los meses de invierno, pero no se evidencian cambios en la temperatura máxima para el mismo período. Para un escenario futuro (medio), los modelos climáticos estiman un aumento de la precipitación de un 2-3% de la media acumulada anual para el 2020, e incrementos de la temperatura media anual de 1.0 a 1.3°C. La reducción del período de heladas en unión con el aumento de las temperaturas mínimas en invierno, podría tener consecuencias importantes, especialmente en mandarinas, respecto a los patrones de acumulación de frío en relación con la floración, en cuanto a la calidad e intensidad de la misma. Al mismo tiempo, se puede prever una mayor incidencia de plagas, por el incremento de ciclos biológicos en la acumulación de temperatura. Por otro lado, es de esperar cambios en la frontera ecológica de Diaphorina citri, cuya expansión en Uruguay es actualmente limitada por las bajas temperaturas del invierno. Para la citricultura uruguaya en secano (47% de la superficie total) aún hay ciertas incertidumbres, por un lado, el aumento de la precipitación pluvial en primavera y verano podría ser beneficioso, pero el aumento del escurrimiento sería muy perjudicial, sin tener en cuenta el aumento real de la ETo debido al incremento de la temperatura. La alta pluviometría en primavera podría traer mayor incidencia de enfermedades ocasionadas por hongos y, sin lugar a dudas, problemas en el cuajado de variedades como Satsuma. Períodos cortos de estrés térmico serían perjudiciales para mantener los frutitos de variedades como naranjas Navel. Por último, algunos datos de Uruguay asocian la cantidad de semillas que ocurren en frutos de variedades partenocárpicas como la Satsuma, al aumento de la temperatura del aire durante la floración, con consecuencias inmediatas en el mercadeo. El efecto del cambio climático a largo plazo en la citricultura, podría llevar a una adecuación varietal en función de los nuevos escenarios y fronteras agrícolas, y necesariamente a mejorar la eficiencia en el uso del agua para riego. Palabras clave: citricultura, Región Pampeana.

1 Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria. INIA-Salto Grande. Casilla de Correo 68033. Salto. URUGUAY. [email protected]

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INTRODUCCIÓN Las evidencias mostradas por la comunidad científica han llevado a que el proceso en curso de cambio climático global sea aceptado por los gobiernos, debido a sus importantes efectos ambientales y sociales (IPCC 2001, 2007). Si bien el cambio pronosticado es de ámbito global, tendrá diferente intensidad en las distintas regiones, creando escenarios productivos alternativos a los actuales, con distintas limitantes y seguramente cambiando las fronteras agrícolas y productivas.

Para el IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), “el término ‘cambio climático’ denota un cambio en el estado del clima identificable (por ejemplo, mediante análisis estadísticos) a raíz de un cambio en el valor medio y/o en la variabilidad de sus propiedades, y que persiste durante un período prolongado, generalmente cifrado en decenios o en períodos más largos. Denota todo cambio del clima a lo largo del tiempo, tanto si es debido a la variabilidad natural como si es consecuencia de la actividad humana.” (IPCC, 2007). En el tercer informe del IPCC (IPCC, 2001) y en su último informe (IPCC, 2007) se incluye una recopilación de casos en los cuales hay suficiente evidencia científica de la causa antropogénica del Cambio Climático. Teniendo en cuenta las observaciones realizadas en diferentes continentes y océanos, se puede evidenciar que “muchos sistemas naturales están siendo afectados por los cambios climáticos regionales y, particularmente, por el aumento de la temperatura”, y enfatizando aún más el grado de certeza de la anterior afirmación, el informe del IPCC (2001,2007) sostiene que ahora existe “un grado de confianza más alto respecto de las pautas de calentamiento y de otros aspectos de escala regional, como los cambios en las pautas de viento, en la precipitación, y en ciertos aspectos de los valores extremos y de los hielos marinos”. A nivel global se han constatado que algunos fenómenos climáticos extremos que tienen una alta incidencia en la delimitación de zonas agrícolas, han cambiado de frecuencia y/o de intensidad en los últimos cincuenta años, por ejemplo: • Los días fríos, las noches frías y la presencia de escarcha son ahora menos

frecuentes en la mayoría de las áreas terrestres, mientras que los días y noches cálidos serían ahora más frecuentes. {IPCC, 2007; GTI 3.8}

• Las olas de calor son ahora más frecuentes en la mayoría de las áreas terrestres. {IPCC, 2007; GTI 3.8}

• La frecuencia de las precipitaciones intensas (o la proporción de precipitaciones intensas respecto de la precipitación total) habrían aumentado en la mayoría de las áreas. {IPCC, 2007; GTI 3.8, 3.9}.

Por otro lado, y teniendo en cuenta algunos de los cambios climáticos evidenciados a nivel global, como el calentamiento sobre tierra firme en la mayoría de las latitudes septentrionales altas; la contracción de la superficie de las cubiertas de nieve y el desplazamiento de los hielos marinos, se podrían pronosticar diferentes eventos a niveles regionales, manifestados en: • Aumentos en la frecuencia de los valores extremos cálidos, de las olas de

calor y de las precipitaciones intensas.

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• Aumentos en la intensidad de los ciclones tropicales; posible disminución el número de ciclones tropicales en términos mundiales.

• Desplazamiento hacia los polos de las trayectorias de las tempestades extratropicales, con los consiguientes cambios de las pautas de viento, precipitación y temperatura.

• Aumentos en las precipitaciones en latitudes altas, y probablemente disminución en la mayoría de las regiones terrestres subtropicales, como continuación de las tendencias recientemente observadas. La escorrentía fluvial anual y la disponibilidad de agua aumentarán en latitudes altas (y en ciertas áreas lluviosas tropicales) y disminuirán en algunas regiones secas en latitudes medias y en los trópicos.

Concretamente para la región de América Latina, el informe (IPCC 2001,2007) prevé que: • Hacia la mitad del siglo, habría aumentos de temperatura y, por

consiguiente, una disminución del agua en los suelos. {GTII 13.4} • Podrían producirse pérdidas importantes de biodiversidad. {GTII 13.4} • La productividad de ciertos cultivos importantes disminuiría, así como la

productividad pecuaria. {GTII 13.4 }. Los cambios en las pautas de precipitación y la desaparición de los glaciares afectarían seriamente la disponibilidad de agua para el consumo humano, para la agricultura y para la generación de energía. {GTII 13.4}. Con este escenario, los dos principales factores climáticos que delimitan aéreas agrícolas: el régimen térmico y el régimen pluviométrico están cambiando en forma acelerada, pero este cambio puede estar a favor o en contra del cultivo que se esté considerando y en la región que se cultive. En un análisis global, si tomamos en cuenta el escurrimiento previsto, como una forma de evaluar el régimen pluviométrico (Figura 1), podemos apreciar que éste tiene efectos altamente regionales. Existen regiones de producción citrícola actual (Mediterráneo, México, Caribe, Sudáfrica) donde la falta de agua será, sin lugar a dudas, un componente importante en las limitantes productivas del cultivo. Por otro lado, hay regiones como la Pampeana o sudeste asiático donde parecería que el exceso de agua a lo largo del año podría ser la limitante.

Figura 1. Cambios relativos de la escorrentía anual en gran escala (disponibilidad de agua, en valores porcentuales) para el período 2090-2099, respecto del período 1980-1999. (IPCC, 2007).

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El cambio en el régimen térmico abarca regiones de mayor amplitud territorial, ya sea por la evaluación de los cambios actuales observados o por el desarrollo de modelos de escenarios climáticos futuros. Cambio Climático en la Región Pampeana de América Latina La subregión pampeana está comprendida por el centro de Argentina, el sur del Brasil y Uruguay, y constituye una de las mayores regiones productoras de alimentos del mundo por su producción agrícola y pecuaria. Giménez y colaboradores (2008) evaluaron el cambio de algunas variables meteorológicas en esta región, comprendida entre la latitud 27 Sur y 39 Sur, y entre la longitud 51 Oeste y 64 Oeste. A tal efecto utilizaron el registro de 49 estaciones (26 de Argentina, 14 de Uruguay y 9 de Brasil) del período comprendido entre enero de 1931 a diciembre de 2000. Como conclusiones relevantes los autores destacan que los cambios en el régimen pluviométrico y en la temperatura del aire se hacen más evidentes en los trimestres de primavera y verano. En este período del año las precipitaciones aumentaron en prácticamente toda la región, la temperatura máxima media descendió, mientras que la temperatura mínima media aumentó. Por otro lado, la distribución de estos cambios en toda la subregión no fueron espacialmente uniformes. Si tomamos en cuenta la ubicación territorial de la citricultura uruguaya, se han constatado incrementos significativos en la temperatura mínima media del trimestre diciembre-enero-febrero, manteniéndose sin cambios en los otros trimestres. Sin embargo, la temperatura máxima media no evidenció cambios significativos en la región del litoral norte de Uruguay, mientras que sí se evidenció una disminución de la temperatura máxima promedio para la región sur. El régimen pluviométrico no tuvo cambios importantes a excepción del centro sur de Uruguay, donde existe un área citrícola mayormente especializada en limón y mandarinas (Giménez et al., 2008). Teniendo en cuenta los escenarios socioeconómicos A2 (alto) y B2 (medio) descriptos por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, 2007), y dentro de los horizontes temporales 2020 y 2050, el análisis de los resultados obtenidos por los modelos climáticos no se apartan mucho de las estimaciones globales realizadas por el IPCC (2007): • Un incremento de la precipitación en un promedio del 2.5%, con valores

máximos de hasta un 4%, (horizonte 2020) y de hasta un 7% en el horizonte temporal 2050.

• La temperatura media anual del aire se incrementaría entre una 0.3�C y 0.5�C, en los escenarios A2 y B2, para la década 2020 y entre 1.0�C y 1.8�C para la década 2050.

El fenómeno de “El Niño” En el caso de la región de Uruguay, en el corto y mediano plazo, la variabilidad climática esta también explicada por fenómenos oceánicos, más o menos periódicos, que impactan en los padrones atmosféricos y

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climáticos, como ser el fenómeno del El Niño (ENSO). Esta anomalía de la temperatura del agua del océano pacífico ecuatorial, muchas veces incide en el clima de cada región, limitando o alterando el normal desarrollo de la producción vegetal. En Uruguay este efecto ha sido documentado especialmente para el cultivo de arroz (Roel, et al. 2005). En el caso de la región citrícola del litoral noreste del Uruguay, el efecto se evidencia principalmente a través de desvíos en la pluviometría en función del Índice Oceánico del Niño (NOAA). Esta tendencia es más marcada en los meses de setiembre hasta diciembre (Figura 2). No se comprobaron variaciones en el régimen térmico o para la región citrícola del sur del país.

Figura 2. Relación entre el Índice Oceánico de “El Niño” (NOAA) y el desvío de la precipitación respecto al promedio, para los meses de setiembre, octubre, noviembre y diciembre, en la región del litoral noreste del Río Uruguay; período 1970-2008. Distribución de la citricultura uruguaya

Desde la década de los 70’s, la citricultura uruguaya está orientada principalmente a la exportación de fruta cítrica, y como subproducto de esta se exportan aceites esenciales y jugos concentrados. El principal cliente de Uruguay es la Comunidad Europea que representa entre un 70 y 80% de las exportaciones totales (DIEA, 2007). La citricultura abarca unas 16000 ha efectivas, entre naranjas blancas, mandarinas, híbridos y limón. Los predios de producción están localizados principalmente en dos subregiones: litoral noreste del Rio Uruguay y centro sur del país (Figura 3). Ambas subregiones tienen características diferentes en cuanto a las condiciones climáticas y edafológicas. El litoral noreste del Río Uruguay se caracteriza por tener la mayor superficie de cítricos del Uruguay, predominan las naranjas blancas y las mandarinas, especialmente Satsumas y Clementinas, e híbridos tipo mandarinas: Nova, Ortanique, etc. El centro sur de país tiene mayor proporción de Limón.

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Indice Oceánico de

 'EL NIÑO'

Precipitación   (mm)

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Figura 3. Distribución territorial de plantaciones citrícolas en Uruguay. Predios de producción en rojo. 2009. Climáticamente la subregión del litoral norte tiene temperaturas promedio del aire superior en 2-3�C respecto al Sur, especialmente en la temperatura promedio máxima (Cuadro 1). La precipitación y la ETo promedio mensual son superiores en el litoral norte, respecto al sur. Las heladas son más intensas en la zona norte del país, debido a la influencia del efecto atemperador del Río de la Plata en la zona Sur. Por otro lado, los suelos predominantes en el área norte del país son de tipo franco-arenoso en el horizonte A, mientras que en el área centro sur predominan texturas de suelo franco-arcilloso y franco. La temperatura el aire y el mayor calentamiento de los suelos franco-arenosos le han otorgado a la producción del norte un adelanto en la madurez de la fruta de tres o cuatro semanas respecto al sur, para las mismas variedades. Una característica importante del área sur es la mayor frecuencia y velocidad del viento, que limita la expansión de variedades sensibles al rameado, como son las naranjas Navel.

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Cuadro 1. Normales climáticas para dos áreas citrícolas de Uruguay: noreste del Río Uruguay (Salto, 57° 42' 48.9" O 31° 23' 12.2" S) y sur (56° 42' 17.4" O 34° 35' 27.4" S). Período 1970-2009.

Posibles efectos del cambio climático Régimen térmico Para la producción de cítricos de Uruguay, que está orientada principalmente a la exportación de fruta fresca; todos aquellos factores que estén relacionados con la calidad externa e interna de la fruta son muy importantes. En este sentido, la reducción de la amplitud térmica durante los meses de invierno, podría tener consecuencias importantes demorando el desarrollo de la coloración de la piel de los frutos. Adicionalmente, el aumento de la temperatura durante el período de receso invernal, podría repercutir negativamente en la floración. En las condiciones agroecológicas de Uruguay, es característico de las variedades cultivadas, que luego del receso invernal la floración sea concentrada y su desarrollo esté directamente relacionado al aumento de la temperatura al final del invierno y comienzo de la primavera; en contraposición con inviernos de períodos alternados de frio y calor, en los cuales el período de floración suele ser más largo y con dos o tres picos de apertura de flores. Por otro lado, si la temperatura máxima media en primavera tiende a ser más alta, podría aumentar la frecuencia de caída de frutitos durante la caída fisiológica de noviembre-diciembre, especialmente en condiciones de cultivo en secano (43% de la superficie total plantado). Este efecto es especialmente observado con frecuencia en años con períodos de altas temperaturas máximas, en naranja Navel, en Ortanique y en Ellendale. En variedades de Satsumas la tendencia es la contraria, a mayor temperatura durante los meses de octubre, noviembre y diciembre la retención de frutos durante este período aumenta (Figura 4).

Velocidad del Viento

Salto Sur Salto Sur Salto Sur Salto Sur Salto Sur Salto Sur

Enero 31.6 28.9 18.9 17.0 66.0 70.0 130 86 254.9 245.3 172.4 208Febrero 29.9 27.8 18.0 16.8 71.0 74.0 110 94 187.5 179.3 160.3 193Marzo 28.3 26.0 16.4 15.4 74.0 76.0 108 86 166.7 156.8 146.4 178Abril 24.2 22.3 13.0 12.3 78.0 79.0 108 86 105.1 98.1 141.1 167Mayo 20.8 18.8 10.1 9.0 81.0 81.0 95 74 76.2 68.4 144.3 162Junio 17.6 15.3 7.5 6.4 81.0 82.0 57 66 59.8 49.0 157.0 176Julio 17.5 14.6 7.0 5.8 80.0 82.0 49 72 64.5 54.3 175.3 191Agosto 19.6 16.4 8.0 6.6 76.0 79.0 45 72 91.8 74.8 185.4 193Setiembre 21.5 18.2 9.3 8.0 73.0 76.0 91 83 122.2 104.8 199.9 214Octubre 24.5 21.1 12.3 10.7 72.0 75.0 105 96 168.6 148.8 191.7 210Noviembre 27.1 23.8 14.6 12.8 69.0 72.0 132 91 204.2 180.5 182.8 210Diciembre 30.3 27.1 17.2 15.3 65.0 69.0 93 71 247.5 234.5 171.7 203

Temperatura del Aire Humedad Precipitación Evapotranspiración(Km/24 hs)máxima (⁰C) mínima (⁰C) Relativa (%) (mm) (mm)

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Figura 4. Efecto de la temperatura del aire, expresada como sumatoria de horas con temperatura superior a 12.8°C, en la retención de frutos pequeños durante el período desde caída de pétalos (octubre HS) hasta June drop (principios de diciembre HS), para dos variedades: Satsuma Owari y Washington Navel. 1995-2000.

Algunos registros locales han mostrado la posibilidad de que temperaturas altas durante la floración e inmediatamente luego de ésta se puedan relacionar con la mayor producción de semillas en frutos de Satsuma (Figura 5), variedad caracterizada y valorada no solo por su precocidad sino también por la ausencia de semillas. En las condiciones productivas del litoral norte uruguayo, la cantidad de frutos con semillas y de semillas por fruto está siendo cada vez más frecuente.

También es de destacar la posibilidad, que el aumento de la temperatura media mínima en invierno, y la reducción del período con heladas, estén en relación a las fronteras de dispersión de algunas plagas. Según los registros obtenidos de la red de muestreo, la dispersión y densidad de las poblaciones de Diaphorina citri es distinta entre el litoral noreste del Uruguay y la subregión del sur del país. Mientras que la primera subregión tiene poblaciones aisladas y de baja densidad, con muy poca movilidad entre los cuadros de producción; en el sur del país casi no existen poblaciones de Diaphorina citri (Buenahora J., comunicación personal, 2009). La densidad de las poblaciones de Diaphorina citri es muy inferior a la densidad observada en áreas citrícolas de zonas más cálidas. Posiblemente la temperatura fría del invierno en nuestras latitudes sea una causa de mantener la población en magnitudes pequeñas.

y = -0.1271x + 85.261R² = 0.9115

y = 0.136x - 68.781R² = 0.9599

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Suma de Horas Temperatura > 12.8 ⁰C

W. NavelSatsuma Owari

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Temperatura Media Promedio (⁰C) del mes de Octubre

Experimento 1

Experimento 2

Figura 5. Efecto de la temperatura media promedio del mes de octubre (HS) en la cantidad de semillas por fruto. Muestra de 20 frutos/árbol. 9 árboles por año, para Satsuma Owari. 1988-1996. Fecha de plena flor: 1a semana de octubre.

Régimen pluviométrico Según las previsiones globales realizadas, habría un incremento de las precipitaciones dentro de toda la región de Uruguay, pero este incremento sería diferente en las dos subregiones; mientras que en el área el litoral noreste de Uruguay la pluviometría presentaría aumentos leves, en el área del centro sur de Uruguay, el aumento de precipitaciones sería muy importante. Si tenemos en cuenta que el 42% de la citricultura de Uruguay está en condiciones de secano, este proceso podría ser favorable. El escurrimiento del agua sería quizás el principal problema, lo que podría ocasionar no solo problemas de pérdida de suelo, sino también el aumento de condiciones locales de anegamiento. Situaciones que actualmente se evidencian, cuando se constata una mala sistematización del cultivo, o como consecuencia de la baja infiltración natural de varios suelos, o por el tipo de portainjerto utilizado. En el caso de cultivares como Satsuma algunos registros sugieren que la intensidad de la precipitación durante la floración está directamente relacionada con la caída de estructuras reproductivas luego de la floración (Figura 6).

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Figura 6. Efecto de la precipitación en la retención de frutos pequeños durante el período desde caída de pétalos (octubre HS) hasta 50 días luego de plena flor, para Satsuma Owari. 1995-2000. Por otro lado, el aumento general de la precipitación, no es favorable para la calidad de la fruta en condiciones productivas de Uruguay. En años muy lluviosos el bufado de los frutos es mayor, así como la calidad de la piel de los frutos disminuye, limitando enormemente la postcosecha y almacenado de los mismos. El efecto del aumento de la temperatura en el aumento de la demanda atmosférica es factible, y sus consecuencias con la producción citrícola estarán en relación directa con la precipitación efectiva. En la región del litoral norte de Uruguay, el rendimiento relativo de Satsumas y Navel se ve reducido a medida que la relación ETa/precipitación efectiva aumenta (Goñi et al., 2009, Figura 7).

Figura 7. Reducción del rendimiento relativo (riego todo el año) en función de la relación entre la Eta y la precipitación efectiva. Satsuma Owari. 2001-2009.

y = -0.1123x + 34.575R² = 0.962

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Suma de Horas Temperatura > 12.8 ⁰C

y = 77.20 x‐0.238R² = 0.89

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Relación ETa / Precipitacion Efectiva

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CONCLUSIONES Existen evidencias suficientes para sostener que el cambio climático en curso es un problema presente, no futuro, y que es aceptado por la mayoría de los estados, que a su vez están adecuando sus estructuras organizativas, operacionales y de investigación para mitigar el efecto negativo de este cambio. El efecto del cambio climático va a ser diferente no solo respecto a la región del planeta considerada, sino también de acuerdo con el tipo de actividad que se realice. En este sentido, las actividades agrícolas y agropecuarias van a ser de las más afectadas, directa o indirectamente en competencia con las otras actividades humanas. En la región Pampeana de Sudamérica se prevén desvíos importantes con el aumento de la temperatura media anual y la precipitación, pero la distribución de estos efectos no es uniforme dentro de esta región. Cambios en el régimen pluviométrico y térmico podrían tener efectos negativos en la citricultura uruguaya respecto a la calidad de la fruta, al manejo del recurso hídrico y al manejo de plagas y enfermedades. El recurso hídrico no parecería ser un factor limitante, como sí lo podría ser para zonas de alta tradición citrícola mundial. El efecto del largo plazo en la citricultura podría llevar a una adecuación varietal en función de los nuevos escenarios y fronteras agrícolas. LITERATURA CITADA DIEA. Dirección de Estadísticas Agropecuarias. 2007. Anuario Estadístico Agropecuario. Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca. Uruguay. pp189. Giménez, A., J.P. Castaño, L. Olivera y W. Baethgen. 2008. Cambio Climático en Uruguay y la Región. http://www.inia.org.uy/online/site/publicacion-ver.php?id=1698 Goñi, C. y A. Otero. 2009. Reduciendo Incertidumbres: el riego en la productividad de los cítricos. INIA Uruguay. Serie Actividades Difusión N° 576. IPCC. 2001. Intergovernmental Panel on Climate Change. The Third Assessment Report. http://en.wikipedia.org/wiki/IPCC_Third_Assessment_Report IPCC. 2007. Intergovernmental Panel on Climate Change. The Fourth Assessment Report. http://www.ipcc.ch/publications_and_data/publications_ipcc_fourth_assessment_report_synthesis_report.htm

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NOAA. 2009. Climate Prediction Center. http://www.cpc.noaa.gov/products/analysis_monitoring/ensostuff/ensoyears.shtml Otero, A., R. Ogata, K. Ishikawa y T. Kihara. 2000. Predicción del rendimiento a través de la evaluación de la floración en citrus. In: Resultado de Investigación. Protección de Árboles Frutales. INIA-JICA. pp 43-48. Roel, A. y W. Baethgen. 2005. Asociación entre las fases de “El Niño” y la producción arrocera del Uruguay. INIA. Serie Técnica N� 148.

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MESOCLIMA, RENDIMIENTO Y CALIDAD DEL TORONJO (CITRUS PARADISI MACF.) EN CUBA. ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO

Mayda Betancourt Grandal1, María Eugenia García Álvarez1,

Vivian Sistachs Vega2, Miriam Núñez Vázquez3,, Cira M. Sánchez García1, Caridad Noriega Carrera1, Hugo Oliva Díaz1 y Nelvin Reyes Rivas1

RESUMEN. En los cítricos, el clima es el factor abiótico fundamental que modifica los procesos biológicos más importantes para el desarrollo de las plantas. Este estudio se realizó con el objetivo de conocer la influencia del mesoclima sobre el comportamiento de las variables de desarrollo del fruto que participan en la formación del rendimiento (masa fresca, diámetro ecuatorial y forma del fruto (diámetro ecuatorial / diámetro longitudinal) y las que determinan el inicio y la calidad de la cosecha (sólidos solubles totales, acidez titulable, índice de madurez y porcentaje de jugo). Las evaluaciones se desarrollaron en una plantación de toronjo (Citrus paradisi Macf.) durante cinco años, en dos etapas de desarrollo de los frutos. La primera etapa se consideró de los 121-180 días, y la segunda, de los 181-300 días, después de la plena floración. En la primera etapa se analizaron todas las variables, mientras que para la segunda sólo se evaluaron las de la calidad interna. Las variables de ambas etapas se relacionaron con nueve parámetros meteorológicos: amplitud de la temperatura extrema, temperatura máxima, mínima y media, precipitación pluvial, humedad relativa, evapotranspiración de referencia, insolación y la velocidad del viento. Se consideraron tres periodos de acumulación de datos para estas nueve variables (10, 30 y 90 días), antes del muestreo de frutos. De los resultados del análisis de componentes principales se concluye que el efecto del mesoclima sobre el crecimiento y madurez del fruto se ejerce desde etapas tempranas de su desarrollo, fundamentalmente a través de las variables meteorológicas: temperatura máxima y media, evapotranspiración de referencia, insolación, velocidad del viento y humedad relativa. Finalmente, se empleó el mismo modelo de predicción obtenido para la masa fresca y el porcentaje de jugo, utilizando los valores de las variables meteorológicas pronosticadas en el escenario climático más crítico (A2) para la zona occidental de Cuba en el 2011. Palabras clave: cítricos, cambio climático, pronósticos de producción y madurez.

1 Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical. Av. 7ma. 3005 entre 30 y 32, Miramar, Playa, La Habana, Cuba.

2 Facultad de Matemática, Universidad de La Habana, Cuba. 3 Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, San José, La Habana, Cuba. [email protected]

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INTRODUCCIÓN Se denomina cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Existen pruebas irrefutables sobre los efectos acumulativos producidos por el uso y abuso desmedido de los recursos naturales por las acciones del hombre (Alvarado et al., 2002), el desarrollo de las sociedades y violaciones de políticas de conservación, las que han desencadenado una modificación apreciable y significativa del comportamiento característico del clima mundial. Debido al calentamiento global se están derritiendo grandes masas de hielo, se incrementa el nivel medio del mar, ocurren con mayor frecuencia huracanes y ciclones de gran intensidad y aumentan la temperatura mínima, la sequía y las inundaciones (IPCC, 2007). Las islas son especialmente vulnerables al cambio climático. La condición de archipiélago de Cuba la convierte en uno de los países más vulnerables. El comportamiento observado en el clima durante las últimas cuatro décadas es consistente y sugiere la existencia de una variación importante a partir de los años 70: incrementos de la temperatura media anual del aire (0,5°C), de la frecuencia de incidencia de eventos climáticos extremos, como las lluvias intensas y las tormentas locales severas (IPCC,2007), así como un marcado efecto de la desertificación y la degradación de los suelos que afectan a 1,58 millones de hectáreas, o sea, 14% del total del país (Vázquez et al., 2007; Rodríguez, 2009). Para escenarios futuros, las magnitudes de la temperatura media anual del aire pudieran incrementarse entre 1,6°C y 2,5°C para el año 2100. El comportamiento de las precipitaciones totales anuales no indica una tendencia definida, debido a que unos modelos pronostican una reducción y otros un aumento, si esto último se produjera, se estima que la elevación de la temperatura sea tan notable, que aún con incrementos de las precipitaciones, podría ocurrir una intensificación y expansión de los procesos de aridez y sequía. Para el nivel del mar se indican incrementos de 8 a 44 cm para el 2050 y de 20 a 95 cm para el 2100 (IPCC, 2007). Se prevé que los bosques, entre los que se incluyen los frutales, sufran profundas modificaciones para adaptarse, no sólo a los cambios medioambientales, sino también a los propósitos para los que fueron plantados, de acuerdo con el destino comercial de la producción (Bernier y Schoene, 2009). Por consiguiente, la explotación de las áreas cultivables de frutales ante el escenario climático futuro resulta un reto para los expertos de esos cultivos. De ahí que el seguimiento a los ecosistemas terrestres a través de la fenología constituya un método muy importante y valioso para conocer los cambios acontecidos en el desarrollo de los árboles y los frutos (Menzel et al., 2006) En los cítricos el periodo de desarrollo del fruto comprende tres fases: la Fase I de división celular, la Fase II de crecimiento lineal o exponencial y la Fase III de maduración (Bain, 1958). La duración de estas fases depende de la

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variedad, el patrón, las técnicas de cultivo y las características edáficas y climáticas (Agustí, 2000; El-Otmani et al., 2000; Albrigo, 2003). El efecto del clima local debido a las influencias meteorológicas, denominado “Mesoclima” (Mata y Quevedo, 2005), se manifiesta bajo condiciones de clima subtropical y mediterráneo en cambios en la velocidad de crecimiento del fruto y en un mayor periodo requerido para completar las dos primeras fases del desarrollo del mismo, mientras que en el trópico el fruto mantiene ininterrumpidamente el crecimiento durante el periodo de desarrollo, con lo cual se reduce el tiempo requerido para alcanzar la madurez (Spiegel-Roy y Goldschmidt, 1996; Agustí et al., 2003). La determinación de la masa fresca del fruto y el contenido de jugo en la madurez son fundamentales en el rendimiento y la calidad de las cosechas. Determinar el efecto del mesoclima de cultivo sobre el comportamiento de las variables de desarrollo del fruto que participan en la formación del rendimiento y las que determinan el inicio y la calidad de la cosecha, integrar los resultados en modelos de estimación y evaluar los modelos en un escenario climático futuro para el análisis de los impactos relacionados con la adaptación, constituyen los objetivos del presente trabajo. MATERIALES Y MÉTODOS Localización del experimento y material vegetal El estudio se realizó durante cinco años (2002-2006) en una plantación de toronjo (Citrus paradisi Macf.) cv. ‘Marsh Seedless’ de 15 años de edad, injertado sobre naranjo agrio (Citrus aurantium Lin.), con un marco de plantación de 5m X 10m, sobre un suelo de tipo Ferrítico (Cuba, 1999) en la provincia de La Habana, Cuba. El clima de Cuba es tropical, estacionalmente húmedo, con influencia marítima y rasgos de semicontinentalidad (Lecha et al., 1994; Lima et al., 1988). Presenta una estación lluviosa en el verano, adecuada para cultivar cítricos desde el punto de vista agrobioclimático (Le Houèrou et al., 1993). La investigación se desarrolló en un campo de 2,5 ha y 488 árboles. Se seleccionaron para el muestreo 14 árboles en la doble diagonal cruzada del centro del campo, los que conformaron dos grupos de siete árboles en cada diagonal para alternarlos en la selección de la toma de frutos por muestreo. La edad cero del fruto se tomó a partir del momento de ocurrencia del estadio fenológico del desarrollo 65 de la escala BBCH (Agustí et al., 1995) para lo cual se realizaron observaciones visuales del estadio reproductivo con una periodicidad semanal desde la primera década de febrero hasta la primera de abril. Evaluaciones realizadas durante el periodo de desarrollo del fruto Los muestreos de frutos se iniciaron a partir de los 121 días de edad, después de la plena floración (estadio fenológico del desarrollo 65, escala BBCH),

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comprendida entre la tercera década de junio y la primera de julio (Fase II, estadio fenológico 79, escala BBCH), momento en que los frutos han alcanzado el 90% de su tamaño final, referido al diámetro ecuatorial y se encuentran en la etapa de acumulación de jugo (Betancourt, 2005). Los muestreos se extendieron hasta aproximadamente los 300 días de edad del fruto (Fase III, estadio fenológico 83 y 85 escala BBCH). Este periodo se dividió en dos etapas, la primera de los 121-180 días (comprende el final de la fase de alargamiento celular y el inicio de la fase de maduración, la acumulación de jugo) y la segunda, de 181-300 días (los frutos se encuentran en pleno estado de recolección). Se tomaron 5 frutos árbol-1 cada 10 días, para un total de 35 frutos por muestreo, y se realizaron 18 muestreos anuales. Por cada fruto se determinaron las variables que participan en la formación del rendimiento: masa fresca (g) con una balanza de ± 0,1 g de precisión; diámetro ecuatorial (Φ, mm) con un pie de rey de ± 0,05 mm de precisión; la forma del fruto, determinada por la relación diámetro altura-1 (Φ/h, mm); y las que determinan la calidad para el inicio de la recolección: los sólidos solubles totales en ˚Brix, la acidez titulable en %, el índice de madurez expresado por la relación sólidos solubles totales acidez titulable-1 y el porcentaje de jugo (peso del jugo masa del fruto-1 x 100). En la primera etapa se analizaron todas las variables, mientras que para la segunda sólo se evaluaron las variables de la calidad interna, y en las dos etapas todas las variables se relacionaron con nueve variables meteorológicas: temperaturas del aire: máxima (Tx, ºC), mínima (Tn, ºC) y media (Tm, ºC), la amplitud de las temperaturas extremas (Amp. temp., ºC), las precipitaciones acumuladas (Prec, mm), la humedad relativa media del aire (HR, %), la evapotranspiración de referencia (Eto, mm) determinada por el método descrito por Allen et al. (1998), la insolación (Ins, horas-luz) y la velocidad media del viento (Vt, m seg-1) que fueron registradas para una, tres y nueve décadas antes de cada muestreo de frutos. Las relaciones de dependencia entre las variables del fruto y las meteorológicas fueron analizadas a través de la técnica de Análisis Multivariado de Componentes Principales. Los modelos de estimado sólo se definieron para la masa fresca y el contenido de jugo de la primera etapa de desarrollo del fruto (121-180 días) para lo que se empleó la Regresión con Componentes Principales (Montgomery y Peck, 2002). Para el estudio de adaptación del cultivo a un mesoclima previsto a partir del escenario climático más crítico (A2) pronosticado por el Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC, 2007) para el 2011 en la zona occidental de Cuba, se realizó un Análisis de Componentes Principales para conocer las variables meteorológicas de mayor contribución a la caracterización de los dos mesoclimas, el de investigación y el pronosticado, y para este último, se analizaron nuevamente las variables del desarrollo del fruto a través de una Regresión con Componentes Principales. Estos modelos sólo se diseñaron para tres décadas antes del muestreo de frutos para la etapa de 121-180 días.

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En todos los casos para la ejecución del análisis estadístico se empleó el programa para microcomputadoras STATISTICA Versión 6. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Influencia de las condiciones meteorológicas sobre el crecimiento de los frutos de toronjo ‘Marsh Seedless’ Los resultados de la aplicación del análisis de Componentes Principales se muestran en el Cuadro I. Para esta etapa se observó que las variables meteorológicas que más contribuyeron a la varianza acumulada fueron: las temperaturas máxima y media, la evapotranspiración de referencia, la humedad relativa, la velocidad del viento y las precipitaciones. Cuadro I. Relación entre las características de crecimiento del fruto del toronjo ‘Marsh Seedless’ y nueve variables meteorológicas correspondientes a una, tres y nueve décadas anteriores al periodo de 121-180 días de desarrollo del fruto. Valores correspondientes a coeficientes de regresión. (n=30 muestreos de frutos de cinco años de estudio y cada valor es la media de 35 frutos).

Una década Tres décadas Nueve décadas Periodos meteorológicos evaluados CP1 CP2 CP1 CP2 CP1 CP2

Valor propio 6,14 2,07 6,79 3,05 6,28 4,10 Varianza total explicada (%) 47,28 15,92 52,26 23,49 48,37 31,59

Varianza acumulada (%) 47,28 63,20 52,26 75,75 48,37 79,96 Masa fresca (g) -0,77 0,51 -0,69 -0,61 0,90 0,13 Diámetro (mm) -0,71 0,55 -0,69 -0,56 0,92 0,10

Forma del fruto (mm) -0,61 0,04 -0,70 0,17 0,47 -0,20 Jugo (%) -0,81 0,09 -0,77 -0,09 0,66 0,01

Amp. temp. (ºC) 0,49 -0,56 0,64 0,33 -0,74 0,41 Tx (ºC) 0,89 0,04 0,91 -0,29 0,20 0,97 Tn (ºC) 0,45 0,77 0,44 -0,77 0,65 0,72 Tm (ºC) 0,81 0,50 0,78 -0,57 0,43 0,89

Prec (mm) -0,43 0,03 -0,48 -0,66 0,80 -0,36 HR (%) -0,77 0,22 -0,73 -0,56 0,93 -0,08

Eto (mm) 0,75 0,25 0,90 0,09 -0,75 0,61 Ins (horas-luz) 0,60 0,45 0,76 -0,33 -0,72 0,60

Vt (m.seg-1) 0,64 0,05 0,77 -0,59 0,45 0,87 Amp. temp.: amplitud de temperaturas extremas; Tx: temperatura máxima; Tn: temperatura mínima; Tm: temperatura media; Prec: precipitación, HR: humedad relativa del aire; eto: Evapotranspiración de referencia; Ins: insolación; Vt: velocidad media del viento; CP1: Primera Componente; CP2: Segunda Componente. Para una década se escogieron sólo dos componentes principales que explican el 63,20% de la varianza acumulada. La primera componente (CP1) caracteriza la relación de una masa fresca del fruto baja, con un diámetro pequeño y poco

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porcentaje de jugo, cuando existieron condiciones de altas temperaturas mínima y media, baja humedad relativa y elevada evapotranspiración de referencia. La segunda componente (CP2) está representada por la elevada temperatura máxima. Para tres décadas antes del muestreo las dos primeras componentes principales acumulan un porcentaje elevado de la varianza 75,75%. La primera componente (CP1) explica la relación entre la baja masa, el diámetro pequeño, poca definición de la forma del fruto y bajo porcentaje de jugo con altas temperaturas máxima y media, baja humedad relativa y alta velocidad del viento, insolación y evapotranspiración de referencia. La segunda componente (CP2) está explicada por la baja temperatura mínima. Solamente en esta fecha se encontró una relación inversa con la forma del fruto (Cuadro I). Los resultados para nueve décadas antes del muestreo muestran una varianza acumulada de 79,95% para las relaciones de dependencia entre los indicadores del fruto evaluados y las variables meteorológicas. Se observó que los frutos presentaron una masa fresca y diámetro grandes, con poca variación en la amplitud de las temperaturas extremas, la ocurrencia de abundantes precipitaciones, alta humedad relativa y menores valores de insolación y evapotranspiración de referencia. La segunda componente principal se caracteriza por la presencia de una elevada velocidad del viento y altas temperaturas (datos no presentados). Los periodos de una y tres décadas antes del muestreo comprenden desde mediados de la Fase II de crecimiento lineal del fruto hasta el inicio de la Fase III de maduración (110-170 y de 90-150 días después de la floración). Durante estas fases el comportamiento de las variables meteorológicas antes señaladas influyen, sobre todo, en los procesos de síntesis de azúcares y de degradación de los ácidos libres del jugo, a través del Ciclo de Krebs (Bain, 1958; Sinclair, 1984). El periodo de nueve décadas, sin embargo, comprende las Fases I y II del desarrollo del fruto, periodo de división y alargamiento celular, son más exigentes y susceptibles a las variaciones hídricas y térmicas. La acumulación de carbohidratos, sustancias pécticas, hemicelulosas y la energía para las reacciones de síntesis de compuestos orgánicos (azúcares y ácidos del jugo) de la Fase II determina el desarrollo y el tamaño final del fruto referido al diámetro ecuatorial (Bower, 2000; Mehouachi et al., 2000; Sánchez-Díaz y Aguirreolea, 2000). Modelo de predicción de la masa fresca del fruto en la cosecha En el Cuadro II se muestran los tres modelos de predicción diseñados mediante la Regresión con Componentes Principales para la estimación de la masa fresca del fruto. Para cada uno de los periodos analizados antes del muestreo, se obtuvo un modelo que expresa los criterios de bondad de ajuste requeridos para ser considerado fiable.

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Cuadro II. Modelos de estimado de la masa fresca del fruto del toronjo (Citrus paradisi Macf.) cv. ‘Marsh Seedless’ para una, tres y nueve décadas antes del periodo 121-180 días de desarrollo del fruto.

Periodos meteorológicos evaluados

Modelos matemáticos R2 P ES

Una década M = 135,91 + 10,95 D – 901,43 F + 3,92 J – 8,12 CP1 + 4,42 CP2 0,92 ** ± 23,1

Tres décadas M = 5,42 + 9,04 D – 608,10 F + 4,10 J – 5,97 CP1 – 10,85 CP2 0,92 ** ± 20,5

Nueve décadas M = 133,47 + 12,37 D – 1052,94 F + 4,6 J – 3,9 CP1 - 4,43 CP2 0,91 ** ± 24,3

M: masa fresca; D: diámetro ecuatorial; F: forma; J: porcentaje de jugo; CP1: Primera Componente del clima; CP2: Segunda Componente del clima; R2: Coeficiente de determinación ajustado; ** P ≤ 0,01; ES: Error estándar. Como no resulta viable proponer la ejecución de los tres modelos, lo que implicaría tomar muestras y estimar en tres momentos diferentes, con el consiguiente gasto de recursos materiales y humanos, se considera que el modelo obtenido para tres décadas antes del periodo 121-180 días de desarrollo del fruto resulta el mejor para ser utilizado en la estimación de la masa fresca de los frutos del toronjo, debido a: 1) la relación de dependencia de los indicadores de crecimiento con las variables meteorológicas, y 2) el mejor resultado en la bondad de ajuste del modelo para la etapa de 121-180 días después de la plena floración. Por otra parte, desde el punto de vista práctico, resulta útil, ya que los 121 días de edad del fruto coinciden con la fecha establecida para realizar los pronósticos de producción en las empresas citrícolas, los que se ejecutan en el mes de junio. Influencia de las condiciones meteorológicas sobre la madurez de los frutos de toronjo ‘Marsh Seedless’. Etapa del fruto de 121-180 días después de plena floración El porcentaje de varianza acumulada por las componentes (CP1 y CP2) explica que para tres y nueve décadas antes de la fecha de los muestreos se acumula un porcentaje por encima del 70% y para una década éste resulta superior al 60% (Cuadro III). Para el periodo de una década, la primera componente (CP1) se caracteriza por la presencia de una elevada acidez con bajo índice de madurez y porcentaje de jugo, cuando le antecedieron condiciones climáticas de altas temperaturas (máxima y media), insolación y velocidad del viento unidas a cantidades elevadas de evapotranspiración de referencia acumulada así como de baja humedad relativa. La segunda componente (CP2) se explica por un elevado contenido de sólidos solubles totales (ºBrix) (Cuadro III).

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Cuadro III. Relación entre los indicadores de la calidad interna de los frutos de toronjo ‘Marsh Seedless’ y algunas variables meteorológicas ocurridas una, tres y nueve décadas antes de la fecha de los muestreos de frutos. Etapa de desarrollo del fruto de 121-180 días después de la floración (valores medios de 30 muestreos de frutos).

Una década Tres décadas Nueve décadas Períodos meteorológicos evaluados CP1 CP2 CP1 CP2 CP1 CP2

Valor propio 5,88 2,47 6,68 2,91 5,64 4,28 Varianza total explicada

(%) 45,25 19,01 51,43 22,41 43,41 32,97

Varianza acumulada (%) 45,25 64,26 51,43 73,84 43,41 76,38 ºBrix 0,14 0,82 0,40 0,77 -0,30 -0,44

Acidez (%) 0,79 0,18 0,75 0,09 -0,70 0,15 IM -0,69 0,54 -0,45 0,57 0,47 -0,54

Jugo (%) -0,83 0,16 -0,75 0,20 0,69 -0,31

Amp. temp. (ºC) 0,45 0,46 0,63 0,54 -0,79 -0,13

Tx (ºC) 0,90 0,01 0,94 -0,11 -0,15 -0,96

Tn (ºC) 0,57 -0,55 0,53 -0,75 0,29 -0,90 Tm (ºC) 0,88 -0,29 0,85 -0,46 0,05 -0,96

Prec (mm) -0,44 -0,32 -0,44 -0,48 0,85 0,22

HR (%) -0,69 -0,53 -0,69 -0,60 0,88 -0,15 Eto (mm) 0,76 0,32 0,89 0,30 -0,88 -0,36

Ins (horas-luz) 0,69 0,20 0,82 0,04 -0,89 -0,27

Vt (m.seg-1) 0,66 -0,45 0,82 -0,42 0,10 -0,97 ºBrix: sólidos solubles totales; IM: índice de madurez; Amp. temp: amplitud de temperaturas extrema; Tx: temperatura máxima; Tn: temperatura mínima; Tm: temperatura media; Prec: precipitación; HR: humedad relativa del aire; Eto: evapotranspiración de referencia; Ins: insolación; Vt: velocidad media del viento; CP1: Primera Componente; CP2: Segunda Componente. Para tres décadas antes de la fecha de los muestreos de frutos, la primera componente (CP1) muestra una relación de elevado contenido de acidez unida a un bajo porcentaje de jugo en presencia de altas temperaturas (máxima y media), evapotranspiración de referencia, insolación y velocidad del viento y baja humedad relativa, mientras que la segunda componente (CP2) se caracteriza por el alto contenido de sólidos solubles totales (ºBrix) del fruto y temperaturas mínimas bajas. Estos resultados se explican por el hecho de que una y tres décadas antes del muestreo se enmarcan desde mediados de la Fase II y el inicio de la Fase III de desarrollo del fruto (111-170 y de 91-150 días después de la floración) y durante estas fases, el comportamiento de las variables meteorológicas influyen fundamentalmente sobre los procesos de síntesis de azúcares y el catabolismo de los ácidos orgánicos a través del proceso de respiración (Agustí, 2003).

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Para el periodo de nueve décadas, la primera componente (CP1) se expresa por una baja acidez de los frutos con elevado contenido de jugo cuando ocurren bajas amplitudes de temperaturas, evapotranspiración de referencia e insolación, y alta acumulación de precipitación y humedad relativa. La segunda componente (CP2) se caracteriza por una situación climática de bajas temperaturas máxima, mínima y media, así como baja velocidad del viento (Cuadro III). Estos resultados muestran una situación climática diferente con respecto a los periodos de una y tres décadas antes de la fecha de los muestreos de frutos (Cuadro III). El periodo de nueve décadas antes del muestreo se ubica entre 31 y 90 días después de la plena floración (estadio fenológico 65) y comprende las Fases I y II de desarrollo del fruto, periodo de alta demanda de agua por la planta debido a la división y alargamiento celular, siendo esta última fase más exigente y susceptible a las condiciones de humedad del suelo para la formación y acumulación de biomasa. La acidez de los frutos del toronjo ‘Marsh Seedless’ se afectó por el régimen pluviométrico y se redujo cuando se presentaron valores altos de precipitación acumulada, tres meses antes (90 días) de la cosecha (Cuadro III). En las condiciones en que se desarrolló el estudio esta reducción de la acidez ocurrió con mayor antelación a lo informado por Agustí (2003) cuando analizó la influencia del clima sobre la madurez de los frutos cítricos. Los resultados sobre el contenido de acidez en los frutos relacionados con los volúmenes de precipitación acumulada, pueden explicarse por el incremento del transporte de fotoasimilados producidos en las hojas hacia las vesículas de jugo, lo cual ocurre en los frutos bajo condiciones moderadas de estrés hídrico (Yakushiji et al., 1998). Modelo de predicción del contenido de jugo para la etapa de desarrollo de 121-180 días de edad del fruto En el Cuadro IV se muestran los tres modelos de predicción obtenidos mediante la Regresión con Componentes Principales para la estimación del porcentaje de jugo del fruto. Para cada uno de los periodos climáticos analizados antes del muestreo de frutos, se obtuvo un modelo que expresa los criterios de bondad de ajuste entre las relaciones de las variables del fruto y las componentes principales del clima. De acuerdo con los resultados, el modelo obtenido para tres décadas antes del periodo 121-180 días de desarrollo del fruto resulta el mejor para ser utilizado en la estimación del porcentaje de jugo de la toronja, debido a que:1) el periodo climático que antecede a los muestreos de fruto va a estar comprendido entre mediados de la fase de crecimiento lineal y el inicio de la Fase III de desarrollo del fruto, en la que las condiciones meteorológicas ejercen una fuerte influencia sobre la síntesis de azúcares y el catabolismo de los ácidos del jugo, 2) la relación de dependencia de los indicadores de la calidad interna con las variables meteorológicas expresa la mayor varianza acumulada, y 3) el modelo

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para la etapa de121-180 días después de la plena floración muestra la mejor bondad de ajuste. Cuadro IV. Modelos de pronóstico de madurez del fruto del toronjo, cv. ‘Marsh Seedless’, para una, tres y nueve décadas antes del periodo de 121-180 días de desarrollo del fruto.

Periodos meteorológicos evaluados

Modelos matemáticos

R2

P

ES

Una década J= –3,44 – 5,43 ºBrix + 12,88 A + 11,58 IM – 1,67 CP1 – 0,71 CP2

0,90 ** ± 2,3

Tres décadas J= -7,27 – 4,69 ºBrix + 11,07 A + 11,62 IM –1,6 CP1 + 0,13 CP2

0,89 ** ± 2,4

Nueve décadas J = –7,47 – 5,11 ºBrix + 11,02 A + 12,37 IM – 0,90 CP1 – 0,34

CP2

0,86 ** ± 2,7

J: porcentaje de jugo; ºBrix: sólidos solubles totales; A: acidez; IM: índice de madurez; CP1: Primera Componente del clima; CP2: Segunda Componente del clima; R2: Coeficiente de determinación ajustado; ** P≤ 0,01; ES: Error estándar. Influencia de las condiciones meteorológicas sobre la madurez de los frutos de toronjo ‘Marsh Seedless’. Etapa del fruto de 181-300 días después de plena floración La varianza explicada por el Análisis de Componentes Principales evidenció que las dos primeras componentes explican entre 60 y 68% las relaciones de dependencia de los indicadores de madurez del fruto con las variables meteorológicas (Cuadro V). Para los periodos de una, tres y nueve décadas antes de la fecha de los muestreos de frutos se encontró que el menor grado de madurez de los frutos (alto contenido de acidez, bajo índice de madurez y porcentaje de jugo) estuvo relacionado de forma general con condiciones meteorológicas de elevadas temperaturas máxima y media, altos acumulados de evapotranspiración de referencia y de velocidad del viento, baja precipitación acumulada, humedad relativa e insolación (Cuadro V). En esta etapa, una y tres décadas antes del muestreo de los frutos, se enmarca el inicio de la fase de madurez (de 171-190 y de 151-270 días después de la plena floración, respectivamente). Durante esta etapa del desarrollo los frutos requieren de la presencia de una humedad adecuada en el suelo, que sea capaz de permitir la acumulación de jugo y la disminución de la acidez. Estos resultados demuestran el efecto combinado de la acción de las variables meteorológicas sobre la madurez del fruto.

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Cuadro V. Relación entre los indicadores de la calidad interna de los frutos de toronjo ‘Marsh Seedless’ y algunas variables meteorológicas ocurridas una, tres y nueve décadas antes de la fecha de los muestreos de frutos. Etapa de desarrollo del fruto de 181-300 días después de plena floración (valores medios de 60 muestreos de frutos).

Una década Tres décadas Nueve décadas Periodos meteorológicos evaluados CP1 CP2 CP1 CP2 CP1 CP2

Valor propio 5,89 2,40 5,71 2,39 6,20 2,70 Varianza total explicada (%) 45,36 18,48 43,92 18,41 47,69 20,78

Varianza acumulada (%) 45,36 63,84 43,92 62,33 47,69 68,47 ºBrix -0,20 0,25 -0,18 -0,52 -0,02 0,76

Acidez (%) 0,63 0,30 0,63 -0,63 0,77 -0,56 IM -0,82 -0,16 -0,83 0,30 -0,86 0,11

Jugo (%) -0,64 -0,30 -0,61 0,35 -0,67 0,10

Amp. temp. (ºC) 0,18 0,23 0,25 -0,02 0,63 -0,12

Tx (ºC) 0,95 -0,10 0,97 0,12 0,93 0,29

Tn (ºC) 0,87 -0,18 0,27 0,46 0,01 0,42

Tm (ºC) 0,96 -0,15 0,96 0,11 0,91 0,36

Prec (mm) 0,34 -0,68 -0,65 0,62 0,10 -0,93

HR (%) 0,22 -0,85 0,18 -0,75 -0,51 -0,63

Eto (mm) 0,78 0,50 0,92 -0,17 0,97 0,08 Ins (horas-luz) 0,10 0,79 0,12 -0,55 0,43 -0,29

Vt (m.seg-1) 0,95 -0,15 0,96 0,12 0,90 0,38

ºBrix: sólidos solubles totales; IM: índice de madurez; Amp. temp.: amplitud de temperaturas extremas; Tx: temperatura máxima; HR: humedad relativa del aire; Eto: evapotranspiración de referencia; Ins: insolación; Vt: velocidad media del viento; CP1: Primera Componente; CP2: Segunda Componente. Las temperaturas y la velocidad del viento aportaron la mayor contribución a la varianza de las dos componentes principales (CP1 y CP2), seguidas por la evapotranspiración de referencia, la humedad relativa y las precipitaciones. Este comportamiento está en correspondencia con los procesos de síntesis que ocurren durante la Fase III de desarrollo del fruto, los cuales requieren de grandes cantidades de energía suministrada por la respiración y de metabolitos como hemicelulosas y sustancias pécticas como resultado de la fotosíntesis. Las nueve décadas antes del muestreo de los frutos se enmarcan desde mediados de la Fase II de desarrollo del fruto (crecimiento rápido) hasta plena madurez (91-210 días después de plena floración). La inclusión de la amplitud de las temperaturas extremas en la varianza acumulada indica que ésta influye sobre la acumulación neta de biomasa para el crecimiento del fruto. Así, cantidades de fotoasimilados producidos durante el día por la fotosíntesis no

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son consumidos en su totalidad durante el proceso respiratorio en la noche, debido a la ocurrencia de temperaturas más bajas. El comportamiento de los indicadores de la calidad interna del fruto analizados (con la excepción de los sólidos solubles totales) en la etapa de 121-180 días de edad, con relación a las variables meteorológicas evaluadas, es semejante al observado durante la fase de maduración del fruto (181-300 días), lo que sugiere que las variables meteorológicas influyen sobre el proceso de maduración desde edades muy tempranas del fruto. Los resultados de este trabajo evidenciaron que el mayor contenido de sólidos solubles totales se obtuvo en presencia de una baja acumulación de las precipitaciones, y cuando éstas se incrementaron, disminuyeron los sólidos solubles totales por un efecto de dilución. Este comportamiento coincide con los resultados de otros investigadores para condiciones de clima subtropical y mediterráneo (Cohen et al., 2000; Zapata et al., 2001). Como resultado importante, para las condiciones de cultivo evaluadas, se obtuvo que la velocidad del viento está relacionada con un menor grado de madurez de los frutos (Cuadro V). Esta variable meteorológica ejerce un estrés sobre los árboles, el cual se manifiesta en una elevada transpiración, la que unida a las altas temperaturas, hace que se produzca un déficit hídrico en la planta y como consecuencia, una disminución del potencial hídrico o de los contenidos de agua a nivel de célula. Esto provoca determinados efectos sobre los procesos fisiológicos del árbol, entre los cuales se encuentra el incremento de las reacciones degradativas con relación a las de síntesis: se produce una disminución en la síntesis de los azúcares y ácidos del jugo de los frutos (Bower, 2000; Sánchez-Díaz y Aguirreolea, 2000; Syvertsen, 2003). El análisis de los indicadores de la madurez del fruto en la etapa de 181-300 días después de la plena floración demostró que las variables meteorológicas que más contribuyeron a la varianza explicada por componente principal en orden descendente, fueron: las temperaturas máxima y media, la velocidad del viento, la evapotranspiración de referencia y la humedad relativa. Estudio de adaptación del cultivo a un mesoclima previsto Los resultados del Análisis de Componentes Principales (ACP) realizado con los datos meteorológicos de los mesoclimas de investigación (2002-2006) y el pronosticado para el 2011, ambos para los meses comprendidos de mayo a agosto, los que se corresponden con la etapa de desarrollo del fruto de 121-180 días después de la floración, se muestran en el Cuadro VI.

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Cuadro VI. Resultados del Análisis de Componentes Principales de los mesoclimas evaluados para el periodo de 121-180 días de desarrollo del fruto (mayo-agosto).

Mesoclimas evaluados Investigación Escenario A2 pronosticado Extracción de la varianza CP1 CP2 CP1 CP2 CP3

Valor propio 5,36 2,28 2,63 2,20 1,41 Varianza total explicada (%) 59,59 25,41 29,26 24,47 15,62

Varianza acumulada (%) 59,59 85,00 29,26 53,73 69,35 Variables meteorológicas

Amp. temp. (ºC) 0,62 0,57 0,15 -0,36 -0,83Tx (ºC) 0,96 0,11 0,39 0,86 -0,22Tn (ºC) 0,52 -0,80 0,49 0,82 -0,16Tm (ºC) 0,88 -0.47 -0,15 0,03 0,65

Prec (mm) -0,45 -0,53 0,73 -0,36 0,30HR (%) -0,66 -0,69 0,88 -0,07 0,16

Eto (mm) 0,92 0,33 -0,70 0,28 0,10Ins (horas-luz) 0,89 -0,01 -0,56 0,49 -0,06

Vt (m.seg-1) 0,86 -0,49 0,24 0,44 0,29Amp. temp.: amplitud de temperaturas extremas; Tx: temperatura máxima; Tn: temperatura mínima; Tm: temperatura media; Prec: precipitación; HR: humedad relativa del aire; Eto: evapotranspiración de referencia; Ins: insolación; Vt: velocidad media del viento; CP1: Primera Componente; CP2: Segunda Componente; CP3: Tercera Componente. Para el periodo de investigación analizado, de acuerdo con el porcentaje de varianza explicada por cada componente, puede observarse que las dos primeras componentes principales explican el 85 % de la variabilidad total. La primera componente (CP1) tiene una varianza explicada de 59,59% y las variables meteorológicas que más contribuyeron son en orden descendente la temperatura media máxima, la evapotranspiración de referencia, la insolación, la temperatura media, la velocidad del viento y la amplitud de las temperaturas extremas, todas con signo positivo en su contribución, lo que evidencia los altos valores para cada variable. En la segunda componente (CP2), que explica el 25,41% de la variabilidad total, las variables de mayor contribución fueron los menores valores de la temperatura media mínima y la humedad relativa. Esta situación climática evidencia que el periodo del mesoclima evaluado durante la investigación en la zona de la provincia de La Habana se caracteriza por presentar temperaturas máximas elevadas y mínimas bajas, las que promedian una temperatura media anual relativamente alta con una amplitud de las temperaturas día/noche alta. Por otra parte, al ser elevadas la evapotranspiración de referencia, la insolación y la velocidad del viento unidas a una baja humedad relativa con acumulados de precipitaciones ocurridos durante el periodo lluvioso (mayo-agosto) que no forman parte de la varianza explicada por las componentes principales, sugiere que esta es una localidad relativamente seca y cálida, tanto para la atmósfera

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como para el suelo. En este sentido, los promedios de temperatura máxima fueron de 32,310C y los de la temperatura mínima de 22,70C, con acumulados de precipitaciones que no rebasaron los 178 mm para cada uno de los meses evaluados (mayo-agosto) y una evapotranspiración mensual de 152,5 mm. Los resultados indican que las condiciones climáticas para el establecimiento y desarrollo de los cítricos son adecuadas siempre que se garantice el suministro de la demanda hídrica del cultivo a través del riego durante el periodo de desarrollo del fruto, debido a que es durante estos meses cuando se define el 90% del tamaño final del fruto para la cosecha y se inicia la etapa de acumulación de jugo. Para el cultivar estudiado el porcentaje de jugo constituye el factor limitante para el inicio de la recolección bajo condiciones de cultivo tropical. Se conoce que las temperaturas comprendidas entre 250C y 300C se consideran óptimas para la actividad fotosintética y las superiores a 350C la reducen. En las condiciones del estudio las temperaturas no alcanzaron el valor crítico, pero si sobrepasaron el umbral térmico óptimo, debido a que los años comprendidos del 2002-2006 que son los utilizados para el estudio se encuentran entre los 12 años más calientes reportados por el IPCC (2007) para el mundo. Estos se relacionan en orden descendente: 1998, 2005, 2003, 2002, 2004, 2006, 2001, 1997, 1995, 1999, 1990, 2000. Para el escenario climático pronosticado para el 2011 se observa (Cuadro VI) una situación meteorológica diferente, la que se explica a través de tres componentes principales que acumulan una varianza total de 69,35%. La primera componente (CP1) muestra una varianza explicada de 29,26% y las variables meteorológicas que más contribuyeron en orden descendente fueron: altos valores de humedad relativa y precipitaciones seguidas de una menor evapotranspiración de referencia. En la segunda componente (CP2), que explica el 24, 47% de la variabilidad total, las variables de mayor contribución fueron las temperaturas medias máximas y mínimas. La tercera componente (CP3) contribuye a la varianza acumulada con un 15,62%, caracterizada por bajos valores de amplitud de las temperaturas e insolación, seguida de una temperatura media elevada. Los resultados de este análisis permiten interpretar las condiciones climáticas pronosticadas como inestables y con tendencia al cambio, debido a que se necesitaron tres componentes principales para describir la situación pronosticada, y entre las tres no rebasan el 70% del total de la varianza acumulada, mientras que este valor fue superado para las condiciones de la investigación en un 85%. Resulta importante destacar que para el escenario pronosticado las temperaturas mínimas se manifiestan con valores positivos, los que confirman la tendencia observada de una paulatina elevación de esta variable en el transcurso del tiempo, con la consiguiente reducción de la amplitud de las temperaturas extremas día/noche. Bajo estas condiciones de elevadas temperaturas: máxima de, 33,40C y mínima de 23,60C, el cultivo tendrá que adaptarse a condiciones aun más cálidas y cercanas a la temperatura umbral

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para la actividad fotosintética (350C) influyendo directamente sobre los procesos de crecimiento (Agustí, 2003). En el Cuadro VII se muestran los modelos matemáticos diseñados para estimar masa fresca y porcentaje de jugo para los dos mesoclimas evaluados. Los modelos para el escenario pronosticado para ambas variables poseen índices de calidad inferiores en comparación con los obtenidos para la etapa de investigación, menor valor del coeficiente de determinación y mayor error estándar. No obstante, se considera que contar con estudios bioclimáticos que permitan con antelación prever los impactos relacionados con la variabilidad climática futura y su efecto sobre los cultivos representa una valiosa herramienta para buscar alternativas a través del diseño de tecnologías que contribuyan a lograr la sostenibilidad del cultivo bajo condiciones de estrés climático. Cuadro VII. Modelos de pronóstico de madurez del fruto del toronjo, cv. ‘Marsh Seedless’, para el periodo de 121-180 días de desarrollo del fruto.

Mesoclimas evaluados

Modelos matemáticos R2

P ES

Formación del rendimento Investigación M = 5, 42 + 9,04 D – 608, 10 F + 4, 10 J

– 5,97CP1 – 10,85 CP2 0,92

** ± 20,5

Escenario A2 pronosticado

M=18,84 + 99,01 D – 711,08 F + 4,40 J – 0,78 CP1 – 3,52 CP2 – 2,09 CP3

0,89 ** ±23,6

Calidad e inicio de la recolección Investigación J= –7,27 – 4,69 ºBrix + 11,07 A + 11,62

IM – 1,6 CP1 + 0,13 CP2 0,89 ** ± 2,45

Escenario A2 pronosticado

J = 5,28 – 3,9 ºBrix + 4,49 A + 10,11 IM – 0,61CP1 + 1,08 CP2 – 0,07 CP3

0,87 ** ± 2,61

M: masa fresca; D: diámetro ecuatorial; F: forma; J: porcentaje de jugo; ºBrix: sólidos solubles totales; A: acidez; IM: índice de madurez; CP1: Primera Componente del clima; CP2: Segunda Componente del clima; CP3: Tercera Componente del clima; R2: Coeficiente de determinación ajustado; ** P≤0,01; ES: Error estándar. CONCLUSIONES • Los frutos son de menor diámetro ecuatorial y masa fresca cuando les

anteceden a la etapa de 121 a 180 días del periodo de desarrollo, periodos meteorológicos caracterizados por elevadas temperaturas máxima y mínima.

• El momento en que se alcanza la madurez de los frutos está condicionado a

las temperaturas máxima y media, la evapotranspiración de referencia, la insolación, la velocidad del viento y la humedad relativa para periodos cercanos a la fase de maduración durante la etapa de desarrollo de 121 a 180 días.

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• Cuando ocurren temperaturas elevadas nueve décadas antes de la etapa de desarrollo, de 181 a 300 días después de plena floración, unidas a la alta velocidad del viento y a la baja humedad relativa, con alto acumulado de evapotranspiración, se retarda la maduración de los frutos del toronjo ‘Marsh Seedless’.

• El mesoclima que corresponde al escenario climático pronosticado muestra

mayor variabilidad con respecto al mesoclima de la investigación. • Las condiciones climáticas actuales y las previstas en el escenario futuro

para el establecimiento y desarrollo de los cítricos, son adecuadas siempre que se garantice el suministro de la demanda hídrica del cultivo a través del riego durante el periodo de desarrollo del fruto.

• Las condiciones climáticas previstas en el escenario futuro requieren del

diseño de tecnologías integrales que permitan la sostenibilidad del cultivo. • Se definen los primeros modelos para estimar indicadores del fruto del

toronjo para el escenario A2 en el 2011 para la región occidental del país.      BIBLIOGRAFÍA Agustí, M., S. Zaragoza, H. Bleiholder, L. Buhr, H. Hack, R. Klose y R. Stauss. 1995: Escala BBCH para la descripción de los estadios fenológicos del desarrollo de los agrios (Gén. Citrus). Levante Agrícola, No.3:189-199. Agustí, M. 2000. Regulation of citrus cropping and improvement of fruit quality using exogenous plant growth regulators. In: Proc. Int. Soc. Citriculture1:351-356. Agustí, M. 2003. Citricultura. Ediciones Mundi-Prensa, Madrid, España, 456 pp. Agustí, M., A. Martínez-Fuentes, C. Mesejo, M. Juan y V. Almela. 2003. Cuajado y desarrollo de los frutos cítricos. Sèrie Divulgació Tècnica. GENERALITAT VALENCIANA. Consellería D′ Agricutura, Peixca I Alimentacio. 80 pp. Albrigo, L. G. 2003. Regulation of flowering, fruit set and quality of citrus. En: Memorias del Encuentro interamericano de Cítricos. INIFAP-RIAC (Red Interamericana de Cítricos), México, p. 165. Allen, R. G., L. S. Pereira, D. Raes and M. Smith. 1998. Crop evapotranspiration. Guidelines for computing crop water requirements. FAO Irrigation and Drainage paper 56. Rome, Italy. 300 pp. Alvarado, M., R. Foroughbakhch, E. Jurado y A. Rocha. 2002. El cambio climático y la fenología de las plantas. CIENCIA UANL, Vol. V, No. 4, oct.-dic.:493-500.

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Menzel, A., T. H. Sparks, N. Estrella, E. Koch, A. Aasa, R. Ahas, K. Alm-Kübler, P. Bissolli, O. Braslavská, A. Briede, F. M. Chmielewski, Z. Crepinsek, Y. Curnel, Å. Dahl, C. Defila, A. Donnelly, Y. Filella, K. Jatczak, F. Måge, A. Mestre, O. Nordli, J. Peñuelas, P. Pirinen, V. Remišová, H. Scheifinger, M. Striz, A. Susnik, J. H. Van Vliet, F. Wielgolaski, S. Zach and A. Zust. 2006. European phenological response to climate change matches the warming pattern. Global Change Biology, Vol. 12, Issue 10, 1969 pp. Montgomery, D. C. and E. A. Peck. 2002. Introduction to linear regression analysis. 3rd edition, John Wiley & Sons, NY, EEUU.150 pp. Rodríguez, C. 2009. Cuba alerta temprano sobre el cambio climático. http://www. tierramerica.net/index.html Sánchez-Díaz, M. y J. Aguirreolea.2000. El agua en la planta. En: Fundamentos de Fisiología Vegetal, J. Azcon-Bieto y M. Talón. (Eds.), McGraw Hill, Barcelona, España, p. 17-30. Sinclair, W. B.1984. The Biochemistry and Physiology of the lemon and other citrus fruits. Univ. Calif. Press, Berkeley, California, EEUU, 946 pp. Spiegel-Roy, P. and E. E. Goldschmidt. 1996. Biology of Citrus. Printed in Great Britain, University Press, Cambridge. 230 pp. Syvertsen, J. 2003. Effects of high temperatures and low relative humidity on the physiology and productivity of citrus. En: Memorias del Encuentro Interamericano de Cítricos. INIFAP-RIAC (Red Interamericana de Cítricos), México, p.151-163. Vázquez, R., R. Fernández, O. Solano, B. Lapinel y F. Rodríguez. 2007. Mapa de aridez de Cuba. Zonas Áridas, 11(1):101-109. Yakushiji, H, K. Morinaga and H. Nonami. 1998. Sugar accumulation and partitioning in Satsuma mandarin tree tissues and fruit in response to drought stress. J. Amer. Soc. Hort. Science, 123:719-726. Zapata, A. J., M. F. Fernández y J. S. Rojo. 2001. Evolución del crecimiento del fruto y aspectos sobre la caída fisiológica bajo diferentes aspectos de riego deficitario var. ‘Newhall’ en Almería. Levante Agrícola, 40 (356):201-206.

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ESTUDIOS DE BIOCLIMATOLOGÍA EN LA CITRICULTURA VENEZOLANA

Mercedes Pérez-Macías1, Enio Soto1, Luís Avilán1, María León2, M. Angélica Gutiérrez1, Margot Rodríguez1 y José Ruiz1

RESUMEN. Las especies citrícolas se han adaptado, a lo largo de la evolución, a zonas climáticas diferentes a su origen; no obstante, su fenología, morfología y fisiología siguen reflejando el clima que prevalece en su lugar de origen. A pesar de la necesidad de implementar estudios bioclimáticos en el mundo, en Venezuela y en este caso de los cítricos, estos estudios no se conocen como tal y la bibliografía existente sobre el tema es escasa y poco generalizada. Se presentan estudios bioclimáticos de diversas zonas citrícolas de Venezuela las cuales abarcan desde 78 hasta 900 metros sobre del nivel del mar. En la zona de cítricos cercana al nivel del mar se encuentra Yumare. La producción de naranja de esta zona es demandada por especiales características en la calidad de la fruta como son muy baja acidez e índice de madurez, diferentes a otras zonas tradicionales citrícolas, como la zona alta de Carabobo y las montañas del sur de Yaracuy. En las zonas tradicionales de producción de naranja, abril es el mes con mayor intensidad de floración, seguido de un segundo flujo en septiembre; en Yumare se adelanta un poco y puede llegar hasta junio, como es el caso cuando está injertada sobre el patrón 'Cleopatra'. El número de los flujos florales en las mencionadas zonas tradicionales entre 600 y 900 metros sobre del nivel del mar, fue afectado también por el manejo de la plantación. Autores refieren a la naranja criolla ‘Caripe‘ como un ejemplo clásico de adaptación de una variedad a condiciones climáticas específicas. Estos estudios servirán de base para el establecimiento de modelos de predicción, que serán una herramienta para mitigar los efectos que el cambio climático pudiera tener en la producción de cítricos de Venezuela.

Palabras clave: clima, altitud, fenología, calidad de fruta. LA FENOLOGÍA La ciencia que mejor interpreta el comportamiento de los cultivos agrícolas en su área de dispersión geográfica es la Bioclimatología Agrícola, que mediante la observación fenológica y fenométrica califica la forma en que el cultivo se integra al ambiente ecológico, del cual el hombre no puede controlar su componente atmosférico. De acuerdo con esto, actualmente se ha incrementado la necesidad de implementar estudios bioclimáticos, en este caso de los cítricos. Sin embargo, en Venezuela estos estudios no se conocen como tal y la bibliografía existente sobre el tema es escasa y poco generalizada; no obstante, el concepto de fenología se utiliza con familiaridad en el medio agrícola y de investigación, proporcionar una medida útil de la respuesta biológica de la especie a nivel de

1 INIA-CENIAP, , Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Recinto universitario, vía El Limón, Edif. 07, Laboratorio de Microclima, Maracay, Venezuela. [email protected] 2 INIA-Yaracuy, San Felipe, Estado Yaracuy

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las variaciones climáticas en determinados sitios. Además, pueden revelar los posibles efectos de futuros cambios climáticos. LA FENOLOGÍA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO Es un hecho que el cambio climático está afectando la temperatura y la precipitación, tanto en su magnitud como en su variabilidad (IPCC, 2001) (Figura 1). En Venezuela ya se están comenzando a notar los impactos del cambio climático sobre el sector agrícola, pero debe también considerarse lo inverso, a saber, la influencia de las actividades agrícolas sobre el cambio climático, vía la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), como los óxidos de nitrógeno (NO2) que provienen en gran medida de los fertilizantes nitrogenados. El sector agrícola representó el 17,2 % del total de las emisiones nacionales de GEI en 1999, ocupando el segundo lugar después del sector de generación de energía (MARN, 2005).

Figura 1. Relaciones generales del cambio climático con el sector agrícola. Fuente: Córcega (2006). Cuando se habla de cambio climático se le asocia a variaciones en la temperatura y la lluvia; sin embargo, “clima” involucra el comportamiento de varios elementos, cada uno de los cuales ejerce efectos particulares en diferentes aspectos de la producción, como se muestra en el Cuadro 1. Para el caso de producción de cítricos, además de la precipitación y la temperatura ambiental, se deben considerar la radiación global, la humedad y la evapotranspiración.

Inundaciones y Inundaciones y TormentasTormentas

Lluvias TorrencialesLluvias Torrenciales

Olas de CalorOlas de Calor

Incendios ForestalesIncendios Forestales

SequSequííasas

Even

tos

Even

tos

Extr

em

os

Extr

em

os

TemperaturaTemperatura PrecipitaciPrecipitacióónn

Cambios en los Cambios en los patrones espacio patrones espacio --

temporales de:temporales de:

Cambios en los Cambios en los patrones espacio patrones espacio --

temporales de:temporales de:

Implicaciones Ambientales y

Agrícolas

Implicaciones Ambientales y

Agrícolas

Cambios paulatinos en:

• Disponibilidad de agua

• Capacidad productivavegetal y animal

• Salud humana

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Cuadro 1. Influencia de los elementos climáticos en diferentes procesos físicos y actividades, y su influencia en el sector agrícola.

CARACTERÍSTICAS DEL CLIMA DE VENEZUELA En el Cuadro 2 se presenta un resumen de las principales características climáticas de las regiones agroecológicas de producción de cítricos. Los valores más bajos de precipitación ocurren en el norte del país, mientras los más altos en las zonas sur y oeste (Sánchez, 1966). Gran parte del norte del país, donde se concentra una gran proporción de la agricultura y la producción animal, se encuentra bajo climas subhúmedos secos y semiáridos, los que automáticamente hacen más vulnerables a las actividades agrícolas en estas zonas. La cantidad de precipitación presenta valores muy variables en el tiempo y en el espacio. La lluvia promedio anual va desde < 300 mm a > 5.000 mm, y los valores promedio mensuales van de 0 mm a > 700 mm (Figura 2). Estacionalidad de la lluvia: hay regiones con marcada estacionalidad como los Llanos, y otras con lluvias no estacionales (sin época seca), con valores en los meses menos lluviosos de 90 a 100 mm, como el sur de Bolívar y Amazonas.

Elemento climático

Procesos físicos / Actividades

Influencia en el sector agrícola

Radiación global • Fotosíntesis • Generación de energía

• Rendimiento Potencial de cultivos • Solar térmica; fotovoltaica

Fotoperiodo • Desarrollo vegetal • Control de época de floración

Temperatura • Acumulación de grados-día • Desarrollo de Plagas

• Crecimiento vegetal y animal • Reducción de rendimientos

Amplitud Térmica Diaria

• Acumulación de azúcares

• Calidad vegetal

Humedad • Desarrollo de plagas • Reducción de rendimientos Evaporación • Disponibilidad de agua • Demanda de agua, láminas de

riego Precipitación

• Lámina (mm) • Disponibilidad de agua • Demanda de agua, láminas de riego

• Distribución diaria • Días seguidos secos/lluviosos • Oportunidad de labores;

veranitos • Distribución anual • Estacionalidad • Calendarios agrícolas

• Intensidad • Infiltración • Erosión

• Almacenamiento de agua en suelo • Pérdida de suelo

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En cuanto a la distribución diaria de la lluvia es muy irregular; el número de días lluviosos es generalmente bajo incluso en época lluviosa. La Intensidad de la lluvia es elevada, dado su origen predominantemente convectivo (Figura 2).

Figura 2. Precipitación promedio anual. Periodo 1968-1982.

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Cuadro 2. Principales características climáticas de las regiones agroecológicas de producción de cítricos.

Región Precipitación Temperatura y humedad

Tipos climáticos por Thornthwaite

Cordillera de La Costa

Precipitaciones muy variables, de < 900 a > 20.000 mm/año. Temporada seca marcada. Meses más lluviosos variables: junio, julio o agosto. Una proporción relativamente alta de los años (20% a 40%) la lluvia se comporta bimodal-mente. (Ver Figuras 3 y 4).

La temperatura media anual varía con la altura de 12ºC a 27ºC, con máximas medias de 16ºC a 33ºC y mínimas medias de 8ºC a 22ºC. La humedad relativa media varía entre 65% y 75%.

Del muy húmedo al semiárido

Cuenca del Lago

de Maracaibo

Precipitación muy variable: al sur del Lago > 2.800 mm/año; aún de enero a marzo llueve > 90 mm/mes, y al norte, en las laderas de la Sierra de Perijá, > de 1.500 mm/año. La precipitación disminuye hasta el clima semiárido de Maracaibo (< 600 mm/año), y el clima árido de la Península de Perijá (< 200 mm/año). Temporada seca marcada. En las zonas intermedias, la precipitación es bimodal, con un primer pico entre abril y mayo, y un segundo pico (el más importante en muchas zonas) entre septiembre y octubre.

Temperatura media anual entre 27,5ºC en zona baja y 24ºC en el piedemonte de Perijá y los Andes. Las máximas medias varían de 32ºC a 22ºC y las mínimas medias de 22ºC a 12ºC. La humedad relativa media es muy alta en la orilla del Lago y el piedemonte (85% a 90%), siendo en la zona costera de 75% a 89%.

Del muy húmedo al árido

Sistema Coriano

Precipitación media anual de 500 a 600 mm/año, bimodal, con máximo principal de septiembre a diciembre.

Temperatura media anual de 27ºC a 24ºC. Humedad relativa media de un 75%.

Subhúmedo seco; semiárido; árido

Andes

Precipitaciones muy variables, de unos 900 mm/año en los Valles de Monay (Trujillo) y en Ureña (Táchira), hasta lluvias no estacionales de unos 3.800 mm/año en la cuenca del río Uribante, en Táchira. En los páramos la precipitación es < 600 mm/año.

Temperaturas medias desde 24ºC en la parte baja del piedemonte hasta menos de 0ºC en la Sierra Nevada de Mérida. Máximas medias de 30ºC a 5ºC y mínimas medias de 20ºC a –4ºC.

Del muy húmedo al árido

39

En cuanto a la temperatura, los valores son altos; la temperatura mínima es > 22 ºC en casi todo el país, excepto en las zonas altas, a más de 800 msnm, y la temperatura máxima es > 27 ºC en gran parte del país. La variación estacional es mínima, < 2,5 ºC. Amplitud Térmica Diaria: relativamente baja, aunque es mayor en zonas continentales (> 11 º C) y menor (< 7 º C) en la costa y el sur del país. En el Lago de Valencia alcanza 17 ºC. ZONAS PRODUCTORAS DE CÍTRICOS DE VENEZUELA La mayoría de las zonas donde se producen cítricos se encuentran en el centro-norte, conformada por los estados Carabobo, Yaracuy, zona andina por el estado Trujillo y zona oriental, en el estado Monagas (Figura 3).

Figura 3. Distribución de las principales zonas productoras de cítricos en Venezuela. RESULTADOS DE DIFERENTES ZONAS DE PRODUCCIÓN Las especies citrícolas se han adaptado, a lo largo de la evolución, a zonas climáticas diferentes a su origen; no obstante, su fenología, morfología y fisiología siguen reflejando el clima que prevalece en su lugar de origen (Cuevas et al., 1997). En Venezuela, Avilán y Rengifo (1988) refieren a la naranja 'Caripe' como un ejemplo clásico de adaptación de una variedad a condiciones climáticas específicas. La naranja 'Criolla de Caripe', con una tradición centenaria, ha

40

resistido a los ataques de enfermedades como el virus de la tristeza y el declinio, pudiendo ser utilizada no solo como copa, sino también como patrón (Salcedo, 1990). La citricultura venezolana está sustentada por la explotación de pocos cultivares, básicamente 'Valencia' y 'California' ('Washington Navel') motivo por el cual la diversificación con materiales de comprobada adaptación juega un rol importante para asegurar la sustentabilidad del renglón (Avilán y Rengifo, 1988). Yumare: al norte del estado Yaracuy, a 10 º 40´ 29´´ N, 68º 35´ W a 78 msnm, los cítricos, y en especial la naranja (Citrus sinensis (L.) Osbeck), ocupan alrededor de 12.500 ha, con un rendimiento aproximado de 15.000 kg*ha-1, la mayoría sin riego, en áreas planas. La producción de naranja de esta zona es demandada por especiales características en la calidad de la fruta como son muy baja acidez e índices de madurez diferentes a otras zonas tradicionales citrícolas como la zona alta de Carabobo y las montañas del sur de Yaracuy (Aular et al., 2007). En el periodo estudiado se registró una temperatura máxima anual de 34,9°C., mínima anual de 20,4 °C y temperatura promedio anual de 26,5°C, valores no tradicionalmente recomendados como óptimos para cítricos. La precipitación fue variable en los tres años estudiados, presentando un promedio anual de 1.343 mm, la cual está en el límite de los requerimientos para la naranja. Los meses más lluviosos fueron diciembre, enero, mayo y octubre que no corresponden con los meses más lluviosos de las zonas tradicionales de naranja en Venezuela. Los meses de menor precipitación son junio, julio y septiembre, presentando valores promedios superiores a los 50 mm. Según los balances hídricos (no mostrados) es posible que se requiera riego suplementario durante los meses de julio a septiembre. En la Figura 4 se señala la información climática y la fenología de la naranja 'Valencia' sobre tres patrones: citrumelo 'Swingle' (C. paradisi Macf. x P. trifoliata Raf.), 'Cleopatra' (Citrus reshni Hort. ex. Tan.) y C. amblycarpa, durante el periodo de estudio. En el crecimiento vegetativo o brotación se evidenció una primera fase en el mes de marzo en las plantas de Citrumelo y Amblycarpa, seguido de una segunda fase en el mes de mayo en los tres cultivares, y finalmente en el mes de noviembre para Amblycarpa y 'Cleopatra'. En cuanto a la floración, se evidenciaron diferentes épocas según el cultivar: en el mes de marzo en Citrumelo y 'Amblycarpa' en los que continuó hasta mayo, mes en el cual aparece para 'Cleopatra'. Para el mes de noviembre se presenta en los tres patrones. Cabe destacar que la mandarina 'Cleopatra' y el citrumelo 'Swingle' presentaron dos flujos de floración, mientras que en Amblycarpa se observaron tres flujos de baja intensidad. Finalmente, la mayor intensidad de floración fue la de mandarina 'Cleopatra' con 51%. Esta fase es considerada la

41

más importante dentro del ciclo fenológico de los cítricos, ya que determina la calidad y cantidad del fruto (Pérez et al., 2004). En las zonas tradicionales de producción de naranja, abril es el mes con mayor intensidad de floración seguido de un segundo flujo en septiembre; en Yumare se adelanta un poco y puede llegar hasta junio como es el caso cuando está injertada sobre el patrón 'Cleopatra'. Si la cosecha sale más temprano, según Aular et al. (2007) las variables climáticas como precipitación y temperatura están influyendo en la duración del ciclo de maduración de la fruta. Figura 4. Información climática y fenología floral de la naranja 'Valencia' sobre tres patrones. Yumare, estado Yaracuy.

Promedio de Temperaturas 2005-2007 Estación Yumare Edo. Yaracuy

0

10

20

30

40

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC

(°C)

0

50

100

150

200

250

(mm

)

Precipitación Temp Máx Media (ºC)

Temp Min Media (ºC) Temp Media (ºC)

Comportamiento Fenológico Yumare, Edo. Yaracuy

0

10

20

30

40

50

60

70

80FLORACIÓN MANDARINA FLORACIÓN AMBLICARPA FLORACIÓN CITRUMELO

2005 2006 2007

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

10022-M

ar

05-May

22-Jun

03-Ago

22-Sep

16-Nov

27-Dic

15-Feb

28-Mar

18-May

28-Jun

16-Ago

27-Sep

10-Nov

20-Dic

14-Feb

28-Mar

14-May

27-Jun

(%) I

nten

sida

d

BROTACIÓN CITRUMELO BROTACIÓN AMBLICARPA BROTACIÓN MANDARINA"

2005 2006 2007

42

El Saman: al sur del estado Yaracuy, a 10 º 06´ 02´´ N, 68º 36´ 32 W a 887 msnm, zona representativa de área agroecológica de montaña, vegetación arbórea (cítricos de aprox. 2,5 m de altura), junto con otras áreas productoras forma parte de las 12.500 ha sembradas de cítricos del estado (Figura 5). Las mediciones fenológicas se realizan en el cultivar 'Valencia' sobre 'Cleopatra'.

Figura 5. Información climática y fenología floral de la naranja 'Valencia'. El Saman, estado Yaracuy. Santa Cruz Miranda: estado Carabobo, 10° 06’ 19 N, 68° 36’ 48 W, a 636 msnm. Los cítricos ocupan una superficie cercana a las 29.178 ha con un rendimiento de 16.438 kg*ha-1 (CEPAL 2004) y este es un tradicional e importante centro de producción a nivel nacional (Figura 6). El cultivar utilizado fue 'Criollo Montero' que es una selección de 'Valencia', los patrones fueron 'Cleopatra' y citrumelo 'Swingle'.

Comportamiento Fenológico Nirgua, Edo. Yaracuy

0

10

20

30

40

50Floración Valencia/Cleopatra

2005 2006 2007

0

10

20

30

40

50

14-Abr

5-May

15-Jun

20-Jul

13-Sep

26-Oct

7-Dic

12-Ene

2-Feb

23-Feb

23-Mar

11-Abr

3-May

30-May

21-Jun

13-Jul

2-Ago

21-Sep

11-Oct

2-Nov

23-Nov

14-Dic

11-Ene

31-Ene

23-Feb

13-Mar

3-Abr

26-Abr

30-May

(%) I

nten

sida

d Brotación Valencia/Cleopatra

2005 2006 2007

Promedio de Temperaturas 2005-2007 Estación Nirgua Edo. Yaracuy

05

101520253035

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC

(°C)

0

50

100

150

200(m

m)

Precipitación Temp Máx Media (ºC)

Temp Min Media (ºC) Temp Media (ºC)

43

Promedio de Temperaturas 2005-2007 Estación Miranda Edo. Carabobo

05

101520253035

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC

(°C)

0

50

100

150

200

250

(mm

)

Precipitación Temp Máx Media (ºC)

Temp Min Media (ºC) Temp Media (ºC)

2001 Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov DicP1P2

2002P1P2

2003P1P2

Patrones N° de Picos /año 2001 P1 CleopatraP2 Swingle

N° de Picos /año 2002

N° de Picos /año 2003

Swingle

Max Intensidad

Max Intensidad

Max IntensidadCleopatra

37

CleopatraSwingle

2 412

4 242 27

1 341 22

CleopatraSwingle

2001 Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov DicP1P2

2002 Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov DicP1P2

2003 Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov DicP1P2

Patrones N° de Picos /año 2001 P1 Cleopatra V4/P1P2 Swingle V4/P2

N° de Picos /año 2002V4/P1V4/P2

N° de Picos /año 2003V4/P1V4/P2

Max Intensidad4 193 12

Max Intensidad2 252 14

Max Intensidad20

3 164

44

Figura 6. Información climática y fenología de la naranja 'Valencia', Miranda, estado Carabobo. Para 'Cleopatra', los máximos valores de brotación estuvieron en noviembre y abril, mientras que para 'Swingle', en febrero, aunque hubo presencia de la fase durante el año para ambos patrones. La floración ocurre con mayor intensidad en enero, ubicándose una floración con menor intensidad entre abril y junio. Las condiciones climáticas son: época seca, con amplitud térmica alta. El patrón con mayor efecto de inducción sobre la fase de floración es el 'Swingle' (Cuadro 3). Cuadro 3. Relación de índices climáticas para los patrones 'Cleopatra' y 'Swingle' en Miranda, estado Carabobo.

Banco de Germoplasma del Centro Nacional de Investigaciones Agrícolas (CENIAP-INIA): localizado en la región centro-norte de Venezuela, Maracay, Edo. Aragua (10°LN 67°LO), situada a 450 msnm. Los cultivares estudiados fueron: los naranjos 'Criollo-Montero' que es una selección de 'Valencia' realizada en la Finca Montero de los Valles Altos de Carabobo; y 'Caracara', una mutación de 'Washington Navel', caracterizada por presentar un endocarpo y madera de color rojo ambos, sobre el patrón Carrizo (Poncirus trifoliata Raf. x C. sinensis L. Osbeck); y la lima 'Persa' o 'Tahiti' sobre el patrón Volkameriana (Citrus volkameriana Ten. & Pasq.). La precipitación (Pp), evaporación, temperatura del aire, radiación global (RG), fotoperiodo e insolación, se obtuvieron de la Estación Meteorológica del CENIAP, ubicada a 300 m del huerto. Desarrollo vegetativo Las condiciones ambientales, de trascendental importancia en el desarrollo vegetativo, operan a través de su influencia sobre el balance hormonal y sobre la movilización de reservas. En la zona central del país, durante el ciclo de vegetación se han observado diferentes periodos que se caracterizan unos, por una elevada actividad vegetativa, y otros, por un descenso de ésta. En una fecha dada se pueden observar brotes en diferentes fases de crecimiento. Igualmente se puede observar que el número de picos, la fecha en que ocurren y la intensidad varían notablemente de un año a otro. En general, una brotación aparece entre noviembre y enero precedida por un reposo de al menos dos

Año

I. Flor G.D.

A.T

°T max

°T min

Pp acum.

% IF 'Cleopatra'

% IF 'Swingle'

2001 196 12 30 18 732 36 44

2002 134 13 30 17 719 18 18

2003 118 11 30 19 1387 26 28

45

meses (Pérez et al., 2004) (Figura 7). La máxima intensidad de brotación se ha observado al final de la época seca en el caso de las naranjas 'Criollo-Montero' y 'Caracara', días con fotoperiodo largo y pocas horas de brillo, mientras que para la lima 'Tahití' se presenta en plena época de lluvia con fotoperiodos cortos y horas de brillo mayores (Cuadro 4) (Pérez et al., 2004). Posteriormente aparece un periodo de actividad vegetativa bajo con duración variable (Frómeta et al., 1978). Cuadro 4. Agrupación de los cultivares según la brotación de mayor intensidad anual, en relación con algunas variables climáticas. Promedio de tres años.

Cultivar

T máx (°C)

T mín (°C) Fotoperiodo HR

(%) Horas brillo

Amplitud térmica (°C)

Antes de lluvias (marzo)

'Criollo-Montero' 'Caracara'

32 15,2 Días

alargándose>12,4 horas

69

5,8

12,4

Periodo de lluvias (julio-octubre)

Lima 'Tahití'

30

19,4

Días acortándose>11,4 horas

71 7,2 16,5

Floración Las condiciones ambientales no solo determinan la época de brotación sino que son también responsables, en gran medida, de la intensidad y distribución de las flores. A través de la fenología de la floración y del cuajado del fruto es más fácil apreciar y reconocer una serie de características que indican el origen y requerimiento del cultivo, ya que son fases críticas para la supervivencia de la especie y, además, los estadios más sensibles a condiciones extremas (Agutí et al., 1997, Cuevas et al., 1997). En el caso de los cítricos, los brotes reproductivos predominan en la brotación de noviembre-enero, por lo que la floración se da en esta época del año para los cultivares 'Criollo-Montero' y 'Caracara' con variaciones en la intensidad de un año a otro, mientras que para lima 'Tahití' esta se presenta entre julio y finales de octubre (Figura 7) (Pérez et al., 2004). En el caso de las naranjas tempranas, la máxima intensidad de floración se aprecia entre febrero y marzo, a finales del periodo seco, considerados meses de transición con respecto al elemento climático de la precipitación. Igualmente presenta pequeños periodos de floración entre octubre y diciembre que alcanzan entre 10 y 15% de intensidad (Figura 7), correspondientes al final del periodo de lluvia, observándose láminas de agua caída variables entre un año y otro (Proyecto ID-MON 2006). Como se ha podido observar, en los años analizados se mantiene una cierta regularidad del comportamiento de la secuencia de las fases entre un año a otro, y al mismo tiempo, existen diferencias entre los años en cuanto a la fechas de inicio de la brotación y floración y la duración de los periodos de

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cada fase. Tal vez esas diferencias se deben al efecto que los elementos climáticos y el manejo agronómico tienen de un año a otro.

Figura 7. Fecha de ocurrencia de las fases de brotación y floración de 'Criollo-Montero', 'Caracara' y lima 'Tahiti'. Información climática del Banco de Germoplasma del CENIAP-INIA, Maracay, estado Aragua. Sin duda, toda estos resultados podrán alimentar, en un futuro inmediato, los complejos modelos del cambio climático, que consideran el componente vegetal en condiciones naturales, estimando de forma más precisa el impacto que tiene y tendrá, el aumento de la temperatura, la variación de la intensidad y distribución de las lluvias, mayormente en latitudes altas, con consecuencias secundarias en los trópicos.

Comportamiento Fenológico CENIAP-Maracay Edo. Aragua

01020304050607080

Floración Criollo-Montero Floración Lima Floración Caracara

1999 2000 2001

0102030405060708090

100

23-Jul

25-Ago

20-Sep

11-Oct

2-Nov

29-Nov

19-Ene

16-Feb

29-Mar

27-Abr

25-May

30-Jun

28-Jul

31-Ago

19-Oct

5-Dic

28-Feb

29-Mar

26-Abr

23-May

23-Jun

27-Jul

24-Ago

21-Sep

19-Oct

30-Nov

27-Dic

(%) I

nten

sida

d

Brotación Criollo-Montero Brotación Lima Brotación Caracara1999 2000 2001

Promedio de Temperaturas 2005-2007 Estación CENIAP- Maracay Edo. Aragua

510152025303540

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC

(°C)

0

50

100

150

200

250

300

(mm

)

Precipitación Temp Máx Media (ºC)Temp Min Media (ºC) Temp Media (ºC)

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AGRADECIMIENTOS Dr. Ricardo Bello (Finca Montero) Ing. Gustavo González (Finca Santa Cruz) Sr. Eutimio Hernández (Finca El Saman) Finca Aguacatal y La Esperanza, Municipio Manuel Monje LITERATURA CITADA Agustí, M., S. Zaragoza, H. Bleiholder, L. Buhr, H. Hack, R. Klose and R. Staub. 1997. Adaptation de l’echelle BBCH a la description des phenologiques des agrumes du genre Citrus. Fruits, 52:287-295. Avilán, L. y C. Rengifo. 1988. Los cítricos. Editorial América. 484 p. Aular, J. y J. Rodríguez. 2007. Calidad de la naranja proveniente de Yumare, Venezuela y su evolución en el periodo de zafra. Bioagro, Vol.19, No.3, p.169-174. ISSN 1316-3361. Benacchio, S. 1982. Algunas exigencias agroecológicas en 58 especies de cultivos con potencial de producción en el trópico americano. Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias, p. 117- 171. Cuevas, J., J. Gavilán y N. Lorente. 1997. Fenología del níspero japonés (cv. ‘Algerie’) en la Costa de Almería. Actas de Horticultura, 15:490-495. Frómeta, E., M. Álvarez y E. Howell. 1978. Fenología en cítricos I. Naranja 'Valencia' Citrus sinensis. Agrotecnia de Cuba, 10 (1):7-19. Proyecto ID-MON-005. INIA-CENIAP. Informe semestral “Generación y validación de tecnología precosecha en los sistemas de producción frutícola”. Pérez M., E. Soto y L. Avilán. 2004. Descripción de la fenología en tres cultivares de cítricos en la zona central de Venezuela. Rev. Fac. Agron. (LUZ). 21 supl 1:102-108. Pérez M., E. Soto, L. Avilán, M. Rodríguez y J. Ruiz. 2004. Descripción de la fenología en tres cultivares de cítricos en la zona central de Venezuela. Revista de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia. Vol. 21 Nº 1:102-108. Pérez, M. y E. Soto. 2004. Análisis del régimen de precipitación en Montalbán, Estado Carabobo, Venezuela. Agronomía Tropical, Vol. 54 N°4:359-370. Pérez, M., E. Soto, L. Avilán y F. Salcedo. 2005. Caracterización in situ ecofisiológica y morfológica de la naranja criolla de Caripe, Edo. Monagas. SABER Memoria del XVI Congreso Venezolano de Botánica. Maturín Enero-Junio Vol.17.

48

Pérez, M. y E. Soto. Boletín Agrometeorológico Miranda, Estado Carabobo, 1er Semestre y 2do Semestre año 2004. INIA, CENIAP. Vol 2 N°1, Vol 2 N°2, Depósito Legal CD22320021292005. Pérez, M. y E. Soto. Boletín Agrometeorológico Nirgua, Estado Yaracuy, 1er Semestre y 2do Semestre año 2004. INIA, CENIAP. Vol 2 N°1, Vol 2 N°2, Depósito Legal CD22320021292005. Pérez, M. y E. Soto. 2006. Boletín Agrometeorológico Miranda, Estado Carabobo, 1er Semestre y 2do Semestre año 2005. INIA, CENIAP. Vol 2 N°1, Vol 2 N°2, Depósito Legal CD2232002129. Pérez, M. y E. Soto. 2006. Boletín Agrometeorológico Nirgua, Estado Yaracuy, 1er Semestre y 2do Semestre año 2005. INIA, CENIAP. Vol 2 N°1, Vol 2 N°2, Depósito Legal CD2232002129. Pérez, M. y E. Soto. 2007. Boletín Agrometeorológico Miranda, Estado Carabobo, 1er Semestre y 2do Semestre año 2006. INIA, CENIAP. Vol 2 N°1, Vol 2 N°2, Depósito Legal CD2232002129. Pérez, M. y E. Soto. 2007. Boletín Agrometeorológico Nirgua, Estado Yaracuy, 1er Semestre y 2do Semestre año 2006. INIA, CENIAP. Vol 2 N°1 Vol 2 N°2 Depósito Legal CD2232002129. Pérez M. y M. Puche. 2000. Nuevas herramientas de predicción agroclimáticas aplicadas a la producción de frutales. En: VII Congreso Nacional de Frutales (S. Cristóbal, Venezuela). pp. 29-34. Salcedo, F. 1990. Logros de la Estación Experimental de Monagas: Introducción y selección de cultivares de cítricos. FONAIAP Divulga. No. 33. Enero-marzo.

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ECOFISIOLOGÍA DE LOS CÍTRICOS EN LOS TRÓPICOS

Freddy Leal1

RESUMEN. Se definen las áreas tropicales y se analizan las características climáticas y su influencia sobre la naranja ’Valencia’ en Venezuela en comparación con su comportamiento en el subtrópico. Se presenta la duración de periodos típicos dentro del ciclo de vida de la planta (crecimiento, plena producción, producción y senescencia) en los trópicos. Se analiza el efecto tropical tomando como base las unidades de calor, el efecto en el incremento de la tasa de crecimiento, tiempo menor para alcanzar el grosor óptimo de injertación, tamaño de copa menor y presencia de una amplitud térmica favorable para el crecimiento. Se presentan, además, casos tropicales exitosos que alcanzan rendimientos de 70 t/ha, muy por encima de la media tropical. Los trabajos de investigación en estos temas en áreas tropicales confirman que los problemas de la producción vegetal en clima tropical son muy diferentes a los de los climas templados, y deben ser resueltos con técnicas apropiadas que satisfagan las necesidades en clima cálido. Es indispensable establecer normas legales de cosecha en Venezuela. Palabras clave: crecimiento vegetativo, unidades calor, clima. INTRODUCCIÓN Las regiones tropicales han sido definidas geográficamente como las áreas del mundo comprendidas entre los 23,5° de latitud norte y sur; sin embargo, se cree que es una definición poco precisa, debido a la existencia de una diversidad grande de climas presentes en ella; por ello, sería mejor considerarlas como aquellas áreas que poseen poca variación entre las temperaturas diurnas y nocturnas, de escasa variación en la longitud del día y libres de heladas, y donde la lluvia alcanza un máximo en el verano y el período seco ocurre en los meses de temperaturas más bajas (Walter, 1973). ORIGEN DE LOS CÍTRICOS Todas las especies del género Citrus se originaron probablemente en el sureste asiático, especialmente en las vertientes de la cordillera Himalaya, en el noreste de India, Myanmar y suroeste de China; aunque ellas muestran relaciones filogenéticas con taxa cuyas distribuciones se extienden hasta las indias orientales, Australia, China central, Japón y aun África. Mucho antes de que la historia lo señale, formas primitivas de naranjas, pomelos (shaddocks) y algunas mandarinas cruzaron la cordillera del Himalaya hacia el noreste, y allí se desarrollaron centros de origen secundarios, en especial en el sureste de China e Indochina. La lima, el limón y la cidra permanecieron al sur de la cordillera, al igual que algunos “tipos” de mandarinas, los cuales, con el tiempo, el hombre dispersara en toda la India y la región malaya; pareciera que sólo la naranja trifoliada (Poncirus spp.) y los kumquats (Fortunella spp.) se originaron en China. 1 Facultad de Agronomía. Universidad Central de Venezuela. Maracay. [email protected]

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La naranjas dulces (Citrus sinensis (L.) Osbeck) se originaron en un área entre el sureste de China hasta Indonesia, los shaddocks (Citrus maxima (J. Burman.) Merrill) se originaron en Tailandia, pero se distribuyeron en Malasia y el archipiélago de Indonesia hasta alcanzar las islas Fiji. Las mandarinas (Citrus reticulata Blanco) se originaron probablemente en Indochina y el sur de China, y fueron llevadas posteriormente hacia el este de la India; estas alcanzarían Europa mucho más tarde que los otros cítricos de importancia comercial (Tanaka, 1954; Scora, 1988; Scora y Nicolson, 1988; Gmitter y Hu, 1990; Davies y Albrigo, 1994; Roose et al., 1995; Soost and Roose, 1996; Spiegel-Roy y Goldschmidt, 1996; Calabrese, 2004). En las áreas mencionadas, el hombre primitivo seleccionó y diseminó los cultivares comestibles y los más atractivos, contribuyendo a que algunas de estas frutas se reprodujeran asexualmente por semilla (Stebbins, 1969). El origen tropical-húmedo de los cítricos de importancia comercial está reforzado por la naturaleza mesofítica de estas plantas, porque poseen un sistema radical poco profundo y moderadamente extendido, el cual no está adaptado para soportar sequías prolongadas. Asimismo, poseen hojas anchas y planas, y sus brotes nuevos son suculentos y carecen de estructuras xerofíticas especializadas que pudieran limitar las transpiraciones excesivas y soportar las temperaturas extremas (Reuther, 1973). Aún más, las yemas de las plantas cítricas, con la excepción del género Poncirus, no están protegidas por escamas o tejidos similares contra las temperaturas bajas, lo que conjuntamente con la ausencia de letargo inducido regularmente por temperaturas bajas y la susceptibilidad de los tejidos a heladas afianzan más la hipótesis de su origen tropical. SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y FACTORES CLIMÁTICOS Venezuela posee una superficie de 912 050 km2 (91 205 000 ha), está situada totalmente en la zona ecuatorial de los trópicos americanos del hemisferio norte (0° 38’ 53’’ y 12° 11’ 46’’ LN) y, como consecuencia, las temperaturas son bastante uniformes y moderadas todo el año, lo cual es típico de estas regiones, tal vez con la excepción de las zonas montañosas con más de 2 000 m de altitud. La temperatura promedio es de 27°C con pocas fluctuaciones, la variación diurna (10-15°C) es mayor que la variación anual. Esta escasa variabilidad en la temperatura es acompañada por la uniformidad en la longitud del día. Por ejemplo, en Valencia, Estado Carabobo (10° 11’ LN), la diferencia entre el día más largo (12h 42’) y el día más corto (11h 32’) es de sólo 1h 10’. Bajo estas condiciones de temperatura, longitud del día y de radiación alta, las plantas de cítricas crecen todo el año, siendo el agua, el déficit de oxigeno en el suelo y los competidores bióticos, los factores limitativos principales. En áreas tropicales, la lluvia está distribuida irregularmente, resultando en dos períodos bien definidos: seco o mal llamado “verano”, y lluvioso o mal llamado “invierno”, pero la duración de ellos es muy variable en la medida que se alejan del Ecuador, aún cuando son influidos por la orografía. Al suministrar agua, las tasas de crecimiento son muy grandes, de manera que en el caso de los cítricos sus injertos están listos para el trasplante en menos de un año, y el intervalo entre siembra y cosecha es menor que en áreas subtropicales (Leal y Avilán, 1997).

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LOS CÍTRICOS EN VENEZUELA No existen especies de cítricos originados en el “nuevo mundo”, tal vez con la excepción del grapefruit o toronja (Citrus paradisi Macf.); por ello, sus introducciones y distribuciones ocurrieron después de 1492. Exploradores y conquistadores continuarían estas introducciones de semillas de cítricos, diseminándolas por todo el continente, que al desarrollarse, en algunos casos, formaron “bosques silvestres” los cuales imitan sustancialmente las condiciones del bosque tropical húmedo donde ellas evolucionaron (Reuther, 1973). Los naranjos dulces y agrios, las cidras y los limoneros se distribuyeron por todas las regiones de lo que posteriormente sería Venezuela (Bache, 1826; Benzoni, 1565; Cisneros, 1765; Gilij, 1782; Oviedo y Baños, 1723), contribuyendo así a mejorar la dieta de sus habitantes y, como se señaló, todas estas introducciones fueron hechas por semillas, pero es de destacar que las introducciones de mandarinos, grapefruits o toronjas y otros parientes de los cítricos ocurrieron en fechas posteriores. Pareciera que las primeras plantas de cítricas injertadas con cultivares comerciales fueron unas 300 plantas procedentes del estado de California (EE.UU.) que se sembraron en 1922 en el “Haras San Jacinto”, Maracay, Edo. Aragua, las que incluían naranjas de los cultivares: ‘Washington Navel’, ‘Valencia’, ‘Pineapple’, mandarina ‘Dancy’ y grapefruits. Para 1926 se establece el huerto de la ‘Trinidad’, en el Limón, Edo. Aragua, en este caso las yemas para las plantas originales fueron traídas de Trinidad (W.I.). En Valencia, estado Carabobo, se establecen las huertas de la Escuela Agrícola Salesiana en 1927, con plantas introducidas desde el Vivero de Glean St. Mary en California, EE.UU., y en 1929, las de “Camoruco” y el “Viñedo”, con material proveniente de los EE.UU., (Malaguti y Stoner, 1954). Para la década de 1930’s, y probablemente desde Puerto Rico, de California en los EE.UU., de Trinidad o con material previamente introducido (legalmente o de manera clandestina) obtuvo el país material de cítricas que permitió el establecimiento de las colecciones de la Estación Experimental de Cotiza (Caracas); de La Estación Experimental de la Escuela Superior de Agricultura y Zootecnia, en Caracas; del Sagrado Corazón de Jesús en los Dos Caminos; la colección de la Escuela Práctica de Agricultura de “La Providencia”, y la colección del “Ingenio Guatire” (Morrison, 1936; Aimé, 1937; Greaves, 1939; Malaguti y Stoner, 1954; Monteverde et al., 2000). Con estos materiales ya presentes en el país, y tal vez con introducciones nuevas, el Ministerio de Agricultura y Cría comenzó un programa de establecimiento de colecciones de frutales en sus estaciones experimentales, que incluían a los cítricos, esto permitió la distribución de plantas injertadas así como la diseminación de las prácticas culturales relacionadas con su cultivo.

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PRODUCCIÓN EN VENEZUELA De acuerdo con los datos estadísticos del Ministerio de Agricultura y Cría, la superficie sembrada con naranjos para el año de 2007 fue de 29 103 ha, con una producción de 412 256 t, para un rendimiento promedio para ese año de 15.9 t/ha (1,59 kg/m2), lo que es bastante bajo en comparación con otras regiones productoras. Cuadro 1. Superficie (ha) de naranja dulce (Citrus sinensis (L.) Osbeck) cosechada en Venezuela. 6

Rubro

1992

1993

1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Naranj

a

38 991

36 970

40 664

38 648

35 577

35 523

29 671

29 348

31 084

33 017

Rubro 2002 2003 2004 2005 2006 2007

Naranja

31 121

29 540

29 819

30 612

27 451

29 103

Cuadro 2. Producción (t) de naranja dulce (Citrus sinensis (L.) Osbeck) en Venezuela.

Rubro 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000

2001

Naranja

410 718 499 804 593 497 542 936 513 709 475 023 462 579 496 768 456 495

LOS CÍTRICOS EN ÁREAS TROPICALES La temperatura y el crecimiento En general, los cítricos dejan de crecer cuando la temperatura diurna está entre l12-13°C, pero el crecimiento de los tallos alcanza un máximo entre 25-31°C, y luego comienzan a decrecer entre 32-33°C (Reuther, 1973). Por otro lado, las raíces alcanzan su máximo crecimiento entre 25-26°C, sin embargo, por debajo de 12°C y a temperaturas superiores a 37-38°C dejan de crecer (Reuther, 1973). En las áreas citrícolas de Venezuela las temperaturas no son factores limitativos del crecimiento (Cuadro 3), pero son determinantes en la precocidad del árbol y en la reducción de su juvenilidad, aún cuando necesariamente no lo sean para producir frutas de calidades buenas (Avilán y Leal, 2000; Benachio, et al. (1985).

Rubro 2002 2003 2004 2005 2006 2007 Naranja 341

645 333 272 374 419 374 417 377 881 412 256

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Cuadro 3. Temperaturas medias, mínimas y máximas de las estaciones Chirgua y Valencia. 

E F M A M J J A S O N D X anual

CHIRGUA

(605 msnm)

Temperatura °C

22.8 23.0 24.3 24.3 23.8 23.4 23.1 23.4 23.3 23.6 23.8 23.2 23.6

Temperatura mínima °C

16.1 15.9 17.6 17.6 18.1 18.5 17.8 17.9 17.7 17.7 17.7 16.9 17.4

Temperatura máxima °C

29.4 30.2 31.2 31.1 29.6 28.4 28.5 29.0 29.5 29.5 29.8 29.6 29.5

VALENCIA

(480 msnm)

Temperatura °C

24.7 25.0 25.6 26.5 26.7 25.9 25.5 25.2 25.6 25.4 25.5 25.0 25.6

Temperatura mínima °C

17.4 17.5 18.7 20.4 21.1 20.6 19.9 19.3 19.5 19.2 19.0 18.1 19.3

Temperatura máxima °C

32.0 32.4 32.3 32.8 32.1 31.1 31.1 31.1 31.8 31.8 32.1 32.0 31.8

Fuente: M.A.C. Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Sección de Ecología. Servicio de Meteorología Agrícola.

 

Se ha señalado que las plantas de cítricos que crecen en regiones tropicales y subtropicales están expuestas a regímenes diferentes de energía radiante, temperaturas y distribución de la intensidad de luz. Las diferencias en la intensidad y períodos de luz en estas regiones tienen un efecto importante sobre la tasa diaria de fotosíntesis, y en consecuencia, en el crecimiento de la planta, así como las diferencias entre las temperaturas y los regímenes de lluvia que establecen diferencias en su comportamiento fenológico (Avilán y Leal, 2000; Volpe, 1992).

Tomando como base el total de unidades de calor (UC) aprovechables para el crecimiento de los cítricos, se estableció (Bain, 1949; Mendel, 1969; Reuther, 1980) que:

a. El incremento de la tasa de crecimiento en el trópico es mucho más elevado (mayor crecimiento vegetativo, mayor producción de madera) y,

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como consecuencia, las ramas se extienden más que en las regiones subtropicales donde las plantas tienen un desarrollo más compacto.

b. Bajo condiciones subtropicales (2 500-3 500 UC), las plantas alcanzan el grosor óptimo para su injertación en un período de 12-15 meses, pero en las regiones ecuatoriales (5 700 UC) se logra a los 9 meses.

c. En el trópico las plantas alcanzan a los 4- 5 años tamaños semejantes a los observados en California (EE.UU.) en árboles de unos 10 años, es decir, en plantas que duplican su edad.

d. En las regiones ecuatoriales y a elevaciones de 1 000 msnm o menos, las variaciones de las temperaturas diurnas y nocturnas varían dentro de una amplitud muy favorable para un crecimiento grande durante los doce meses del año, mientras que en Riverside (California, EE.UU.) las temperaturas diarias favorables para un crecimiento rápido solo ocurren durante unos 5-6 meses.

Los estudios de Avilán (1986), desde el punto de vista comparativo entre el crecimiento vegetativo o follaje de la copa y la producción de frutos, permitieron el establecimiento de “fases” o “períodos típicos” bien diferenciados, el llamado “ciclo de vida productivo de la planta” para el naranjo dulce (Citrus sinensis (L.) Osbeck):

1. Período de crecimiento: situado entre los 2 y 6 años de edad de la planta. Se caracteriza por un aumento sostenido del follaje o área foliar, la aparición de los primeros frutos, y luego el aumento paulatino de la producción de los mismos. La “eficiencia productiva” o número de frutos por cada m2 de follaje de la copa es bajo inicialmente y se va incrementando con la edad de la planta y su desarrollo.

2. Período de plena producción: se inicia a partir de los 7 años de la planta y se caracteriza porque los árboles alcanzan su máxima “eficiencia productiva” a los 8-10 años. Durante este período se establece una relación estrecha entre el incremento del follaje y el número de frutos producidos.

3. Período de producción: en este período la planta tiende a mantener los niveles de producción alcanzados durante el período anterior, o a incrementarlos levemente; no obstante, la “eficiencia productiva” de la planta disminuye debido a que no existe una relación directa entre los incrementos en el tamaño del follaje y la producción de frutos. Este período se inicia alrededor de los 12-14 años de edad de la planta, y puede prolongarse hasta los 18 años, de acuerdo con las prácticas agronómicas dadas a la plantación.

4. Período de senescencia: señala el comienzo de la etapa final de la vida económicamente útil de la planta y se caracteriza por un escaso crecimiento y una acentuada reducción de los rendimientos; en consecuencia, la “eficiencia productiva” es baja. Se inicia alrededor de los 20 años o más, dependiendo del estado fitosanitario de las plantas y del cuidado dispensado a ellas durante los períodos anteriores. 

 

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Estas fases o períodos difieren notablemente de lo que ocurre en áreas subtropicales. Mientras que en áreas tropicales a los 26-28 años la planta ya está en su senectud, en condiciones subtropicales, en Florida (Savage, 1956) lo está alrededor de los 50-60 años, pero, por otro lado, sus producciones son más precoces y sus niveles máximos de producción se alcanzan a más corto plazo. Por las razones señaladas, existe una respuesta diferente de las plantas cítricas en las condiciones agroclimáticas del trópico en comparación con el subtrópico.

El hecho que las plantas en el trópico sean más precoces y que alcancen sus niveles máximos de producción en plazo corto, ha sido considerado como una ventaja comparativa con respecto al subtrópico (Avilán y Leal, 2000), pero indica que los principios básicos de producción vegetal, aunque iguales en todas partes del mundo para ser comercialmente rentables, hay que ajustarlos o adecuarlos (adecuar el “paquete tecnológico”) en función de su comportamiento o respuestas al medio ambiente.

Figura 1. Rendimientos de naranja dulce en kg/planta de acuerdo con la edad.

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La mayoría de las veces, el “paquete tecnológico” empleado en los trópicos ha sido diseñado y generado en y para condiciones subtropicales y, como consecuencia, no ha brindado los resultados esperados; por ello, algunos autores han afirmado que los rendimientos de los cítricos en las regiones tropicales es bastante más bajo, a veces casi la mitad, que en el subtrópico, como resultado de que el clima es un factor limitativo, afirmaciones que no se corresponden con la realidad (Samson, 1991; Reuther, 1973).

Productores que han aplicado paquetes tecnológicos apropiados, que incluyen el uso de patrones que inducen una baja tasa de crecimiento, densidades de población alta, fertilización, riego y control de los competidores bióticos adecuadamente, obtienen rendimientos muy satisfactorios (Cuadro 4).

Cuadro 4. Patrones, marco de plantación, distanciamiento y rendimientos de naranja ‘Valencia’ (Avilán y Ruiz, 1999).

Patrón Marco de plantación

Distancia

(m)

Número

plantas/ha

Edad

(años)

Rendimiento

t/ha kg/pl

‘Citrumelo

Swingle‘

Tresbolillo 3x2 1283 4

5

6

7

30

40

57

61

23,3

31,7

44,0

47,5

‘Cleopatra‘ Rectangular 7x4 357 9 16 44,8

Floración

En general los cítricos no son sensibles al fotoperiodo, de manera que pueden florecer en cualquier momento, si las condiciones están dadas; normalmente la formación de flores es promovida por las temperaturas bajas o la sequía, seguida de períodos climáticos favorables para el crecimiento (Volpe, 1992; Bautista et al., 1991; Bain, 1949). La paralización del crecimiento vegetativo durante las temperaturas bajas o la sequía, permite la acumulación de reservas que luego la planta utilizará en el desarrollo de estructuras reproductivas durante la floración.

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En el subtrópico, la inducción floral de las especies y cultivares de cítricos ocurre un mes antes de que la diferenciación floral sea discernible mediante medios histológicos, y en el caso del hemisferio norte, la inducción floral comúnmente alcanza un máximo a fines de diciembre o principios de enero, de manera que en ese período se tienen unas 6-12 semanas de temperaturas lo suficientemente bajas para inducir el letargo a las plantas, y cuando llega la primavera y la temperatura asciende, viene la floración, la cual ocurre de una vez en toda la planta y en todas las plantas de la huerta (Davies y Albrigo, 1994; Davenport, 1990; Lord y Eckard,1987).

En áreas tropicales, y en especial en las ecuatoriales, la carencia de una periodicidad hídrica y de variabilidad térmica permite que los cítricos florezcan todo el año, excepto cuando los períodos de sequía son muy acentuados (Reuther y Ríos-Castaño, 1969; Torres y Ríos-Castaño, 1968), pero generalmente tienden a producir 3 ó 4 floraciones “medianas” y 3 ó 4 floraciones “pequeñas”.

Temperatura ambiental vs. Cuajado de los frutos El “cuajado” de los frutos cítricos ocurre dentro de un amplio rango de temperaturas, por lo que es muy difícil precisar sus efectos, a no ser en los extremos de ese rango; aún así, se sabe que las naranjas dulces y las mandarinas son las especies donde el “cuajado” ocurre a una mayor amplitud de temperatura.

En regiones subtropicales, cuando llega la primavera, los árboles de cítricos florecen, produciendo un número grande de flores, conjuntamente con una profusión grande de brotes nuevos, mas de ese número grande de flores un porcentaje muy bajo “cuaja” y termina por formar frutos (Volpe, 1992). También en áreas tropicales, de las flores producidas en cada una de las 3-4 floraciones que ocurren, un porcentaje muy bajo llega a cuajar. La diferencia reside en que en áreas subtropicales la maduración de los frutos, y por ende la cosecha, es única y uniforme; en cambio, en áreas tropicales, como producto de las múltiples floraciones, existen frutos en estados diferentes de desarrollo sobre la misma planta, lo que obliga a varias cosechas diferenciales.

En ambas áreas el número final de frutos cosechados es similar, pero va a depender no sólo del número inicial de flores, de la caída o raleo natural de flores y frutos pequeños que ocurren en los 4 meses siguientes a la antesis,

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sino también de las prácticas agronómicas (riego, fertilización, control de competidores biótico, etc.) que se realicen.

Crecimiento del fruto y maduración

La maduración lenta, en los estados finales del desarrollo del fruto del naranjo, es completamente diferente de la maduración en otras frutas, donde ocurre en muy pocos días (Erickson, 1968). La lenta acumulación de azúcares y la reducción imperceptible de la acidez alteran la maduración de las naranjas día a día Esto determina que las naranjas de un árbol no estén maduras al mismo tiempo., lo que se acentúa en áreas tropicales como consecuencia de las varias floraciones. La tasa de crecimiento del fruto en cada región citrícola es principalmente una función de la temperatura y de la humedad del suelo (Davies y Albrigo, 1994) y, en general, en áreas tropicales los cultivares de naranja dulce maduran y son comestibles muchos días antes de que alcancen su completa madurez, y su tasa de maduración es de alrededor de 6-7 meses después de la antesis, mucho antes que en regiones subtropicales como Florida o California, donde ocurre en 8-13 meses. Del mismo modo, en climas subtropicales la diferencia en la maduración entre los cultivares “tempraneros” vs. tardíos es de 2-3 meses; en cambio, en regiones tropicales se reduce a 2-3 semanas (Reuther, 1973). Asimismo, las naranjas en el trópico alcanzan el período de senectud más rápido y en consecuencia no son comestibles muy pronto.

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Figura 2. Calidad del fruto. Influencia de la altitud sobre la calidad

En áreas tropicales, el volumen de los frutos, el contenido de jugo y los sólidos solubles se acumulan a tasas muy altas y rápidas, mientras que la acidez declina rápidamente. Estos cambios conducen a una madurez muy temprana, lo que tiene efectos adversos sobre la calidad, ya que no existe suficiente tiempo para una acumulación de sólidos solubles a niveles altos y buenos, y la acidez se reduce rápidamente, de tal manera que los frutos se vuelven insípidos debido a las altas tasas de respiración a temperaturas altas (Albrigo, 1992).

Se ha señalado (Reuther, 1973, 1977, 1980; Albrigo, 1992) que los frutos en el trópico húmedo tienden a ser más grandes, con cáscara delgada y lisa y con un porcentaje de jugo más alto, en comparación con regiones áridas o semiáridas del subtrópico. Similarmente, tienden a tener sólidos solubles totales más bajos que los frutos provenientes de climas subtropicales, lo que pareciera cierto para las regiones tropicales bajas con altitudes menores de 400 msnm. Sin embargo, existe una marcada influencia de la altitud, y en consecuencia del clima, sobre las calidades de las naranjas en el trópico (Leal y Salamancas, 1977; Torres y Ríos- Castaño, 1968).

Meses después de la antesis

Volumen

(Cm3)

60

El cuadro 5 muestra la influencia de la altitud a la cual se encontraban las huertas sobre la calidad de la naranja ‘Valencia’. Se observa que los pesos se redujeron a medida que aumentó la altitud, en otras palabras, los frutos eran más pequeños. El porcentaje de jugo, los sólidos solubles y la acidez aumentaron a medida que aumentó la altitud.

_______________________________________________________________

Cuadro 5. Influencia de la altitud sobre el promedio de peso, porcentaje de jugo, sólidos totales, acidez y relación sólidos totales/acidez en naranja ’Valencia’.

_______________________________________________________________

Altitud (msnm) Peso( g) Jugo (%) Sólidos Totales Acidez SST/Acidez

_______________________________________________________________

0-200 272,64 54,95 10,34 0,76 13,60

201-400 218,75 58,21 11,80 0,83 14,20

401-600 220,52 58,25 12,17 0,85 14,30

601-800 202,02 57,54 11,72 1,04 11,20

_______________________________________________________________

Como existía una aparente influencia de la altitud sobre los componentes que determinan la calidad, los valores se sometieron a un análisis de correlación total (Cuadro 6).

En el mencionado Cuadro 6 se observa que:

a. Existe una correlación altamente significativa, pero negativa, entre el peso y los sólidos solubles.

b. Existe una correlación altamente significativa, pero negativa, entre el peso y la altitud.

c. Existe una correlación altamente significativa y positiva entre el porcentaje de jugo y la acidez

d. Existe una correlación altamente significativa, pero negativa, entre el porcentaje de jugo y la relación sólidos solubles/acidez.

e. Existe una correlación altamente significativa y positiva entre los sólidos solubles y la relación sólidos solubles/acidez.

f. Existe una correlación altamente significativa y positiva entre los sólidos solubles y la altitud.

g. Existe una correlación altamente significativa y positiva entre la acidez los sólidos solubles y la y la relación sólidos solubles/acidez.

h. Existe una correlación altamente significativa y positiva entre la acidez y la altitud.

i. Existe una correlación altamente significativa, pero negativa, entre la relación sólidos solubles/acidez y la altitud.

j. Para las otras combinaciones de variables no hubo significancia.

61

Cuadro 6. Coeficiente de correlación total entre las variables: peso (1), porcentaje de jugo (2), sólidos solubles (3), acidez (4), relación sólidos solubles/acidez (5) y altitud (6) en naranja ’Valencia’. _______________________________________________________________

Coeficiente de

Variables correlación total Significancia

_______________________________________________________________

1 2 -0,132 1 3 -0,518 * * 1 4 -0,170

1 5 -0,023 1 6 -0,379 * *

2 3 -0,095 2 4 -0,426 * *

2 5 -0,388 * *

2 6 0,098

3 4 -0,018 3 5 0,405 * *

3 6 0,376 * *

4 5 -0,906 * *

4 6 0,496 * *

5 6 -0,397 * *

_______________________________________________________________

Al analizar el peso de las naranjas se observa que los mismos están dentro de los límites para este cultivar (González-Sicilia, 1960) y que la altitud a la cual se encontraban las huertas tuvo una influencia muy marcada sobre el peso de los frutos, pues a medida que aumentó la altitud, hubo una reducción significativa de su peso, ya que cuando las temperaturas son más frescas hay una disminución en el espesor de la corteza. Por el contrario, en áreas bajas los frutos tienen mayor peso y tamaño, confirmando así aseveraciones previas (Reuther, 1973, 1977, 1980; Albrigo, 1992).

62

En cuanto al porcentaje de jugo, la influencia de la altitud no fue tan marcada; sin embargo, los sólidos solubles y la acidez aumentaron al aumentar la altitud. La relación sólidos solubles/acidez fue muy variable debido a las variaciones de la acidez.

Estos resultados permitieron las conclusiones siguientes: la naranja ‘Valencia’ debe cosecharse en perfecto estado de sazón (cáscara amarillenta), pues en esa condición es cuando posee los valores más altos en cuanto a sólidos solubles, acidez y la relación solubles/acidez.

Es indispensable establecer normas legales de cosecha en Venezuela, y se cree que las propuestas con anterioridad son bastante prácticas (Leal, 1974): contenido de sólidos solubles no menor de 11,0; contenido de acidez no menor de 0,75; mínima relación sólidos solubles totales/acidez de 9:1; las nuevas plantaciones de naranja dulce, en especial del cultivar ‘Valencia, para que desarrollen una calidad aceptable, deberán situarse a altitudes no menores de 400 msnm.

Color del fruto

El efecto más notable de las temperaturas tropicales sobre la calidad del fruto lo constituye el color de la cáscara (flavedo), pues la carencia de temperaturas bajas está asociada a una ruptura muy lenta de la clorofila y de la síntesis de carotenos (Reuther, 1977), de manera que los frutos maduran con la cáscara verde pálido o de ligero color amarillo, dependiendo de la altitud a la que se encuentran las huertas.

CONCLUSIONES

Los trabajos de investigación en estos temas en áreas tropicales confirman la necesidad de que “los problemas de la producción vegetal en clima tropical son muy diferentes a los de los climas templados, y deben ser resueltos con técnicas apropiadas, que satisfagan las necesidades en clima cálido” (Primavesi, 1982); en otras palabras, desarrollar paquetes tecnológicos para estas áreas, que contemplen entre otras cosas: el uso de patrones o portainjertos y/o combinaciones copa/patrón que induzcan poco vigor o tasas bajas de crecimiento; la aplicación regular de la poda o químicos reguladores de crecimiento e inductores florales para controlar al tamaño de los árboles; densidades de plantación altas; planes de fertilización ajustados a las necesidades de la planta, en especial los nitrogenados; y, en general, mantener la población con una eficiencia productiva alta (Avilán y Leal, 2000).

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Por otro lado, al manejar eficientemente las floraciones, se podría extender la época de cosecha y así satisfacer por tiempo más largo el mercado de naranjas frescas.

BIBLIOGRAFÍA

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PRONÓSTICOS DE MADUREZ Y CALIDAD EN CÍTRICOS COMO HERRAMIENTAS PARA EL ORDENAMIENTO DE LA COSECHA

Miguel Aranguren González1, María Elena García Caballero2, Jenny Rodríguez Expósito1, José de Zayas Díaz2, María del

Carmen Pérez Hernández3 e Inés Reynaldo Escobar3

RESUMEN. La cosecha en los cítricos es un proceso tecnológico de gran importancia estratégica que se establece por criterios económicos, pero que depende del grado de madurez de los frutos y de la calidad del producto final logrado en función de las condiciones ambientales y las prácticas culturales. La organización y planificación oportuna de la cosecha influye de forma crítica en el resultado económico a partir de su impacto en la calidad de la materia prima destinada tanto a la comercialización de frutos frescos como a la producción de jugos en la industria. La Empresa Citrícola “Victoria de Girón” ubicada en Jagüey Grande es la mayor productora y exportadora de productos cítricos de Cuba, y se identificó la necesidad de establecer un método de ordenamiento de la cosecha eficiente para estas condiciones agroclimáticas. A partir de los resultados de investigación de los procesos fisiológicos relacionados con la floración, crecimiento, maduración y la calidad de los frutos, de las principales especies cítricas de importancia económica, se definió que el contenido de jugo en pomelos (Citrus paradisi Macf.) y el índice de madurez en naranjo [Citrus sinensis (L.) Osbeck] son las variables de calidad que definen el inicio de la cosecha; que la temperatura mínima del aire y las precipitaciones pluviales son las variables climáticas que más influyen en las épocas de floración y de cosecha. Se identificaron los indicadores fisiológicos básicos y se desarrollaron métodos para pronosticar las fechas de cosecha desde el momento de la floración o durante la etapa de maduración, así como para determinar la proporción de frutos que se han de cosechar por categorías de calidad y de calibres para la comercialización de frutos frescos. Con la integración de los métodos de pronóstico se diseñó e implementó un sistema de ordenamiento de la cosecha automatizado (CITRIORD) que permite definir las fechas de cosecha y precisar los volúmenes de frutos que se han de comercializar. El método de ordenamiento de la cosecha se integró a un Sistema de Gestión de la Calidad como un proceso estratégico. Con su aplicación se incrementa en un 28 % el volumen de frutos frescos de pomelos comercializados en los períodos en que la fruta alcanza los mayores precios, y se mejora la eficiencia industrial durante la producción de jugos concentrados de naranjo y de pomelos con un impacto económico significativo.

Palabras clave: naranjo ‘Valencia’, pomelos ‘Marsh’ y ‘Ruby Red’, calidad de frutos frescos, procesamiento.

1 Unidad Científico Tecnológica de Base, Jagüey Grande (IIFT). Calle 24 No. 1702 entre 17 y 17A, Torriente, Jagüey Grande, Prov. Matanzas, Cuba. [email protected]

2 Empresa Citrícola “Victoria de Girón”, Torriente, Provincia Matanzas, Cuba. 3 Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, San José de las Lajas, Provincia La

Habana, Cuba.

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INTRODUCCIÓN Durante la producción y comercialización de frutos cítricos, la cosecha se identifica como un proceso tecnológico de gran importancia estratégica que representa más del 25 % de todos los costos de producción y que emplea más del 50 % de la mano de obra necesaria para las diferentes labores de cultivo (Ferrer, 2000). En la práctica, se ha demostrado que la forma en que se organiza la cosecha influye de forma crítica en el resultado final de la comercialización y es el punto más vulnerable del proceso productivo (Castro-López, 2004). La recolección, aunque se establece en primer lugar por criterios económicos, depende del grado de madurez y la calidad del producto final logrado en función de las condiciones ambientales de cada localidad y las prácticas culturales durante el desarrollo de los frutos. Por lo tanto, el diseño de programas de cosecha y comercialización eficientes contribuye al manejo de la calidad y al incremento de la rentabilidad de las exportaciones (David et al., 2000; Bouffin et al., 2000). El desarrollo de métodos de pronóstico de los procesos fisiológicos complejos que determinan la producción y la calidad de las cosechas se ha convertido en la actualidad en una herramienta de gran valor práctico. Como ejemplo de estos resultados, se han logrado pronosticar las fechas e intensidad de la floración (Valiente y Albrigo, 2000; Albrigo et al., 2004), el número final de frutos por planta y los niveles de producción (Bustan, 2000; Glauco de Souza et al., 2008), el tamaño del fruto en la cosecha (Koch et al., 1997; Franco y Gravina, 2000; Khurshid y Bevington. 2004; Severino et al., 2004), el grado de maduración para el inicio de la cosecha (Goldschmidt, 2000; Otero et al., 2005) y la incidencia de alteraciones fisiológicas (Rivero et al., 1977; Barry et. al., 2003). Los primeros intentos por estimar la maduración datan de varios siglos atrás en la antigua China, donde se establecieron los calendarios fenológicos en diferentes cultivos. En especies de frutales como: manzano (Mallus domestica B.), peral (Phyrus communis L.), mango (Mangifera indica L.), kiwi (Actinidia chinensis L.), papayo (Carica papaya L.), piña (Ananas comosus L.), guayabo (Psidium guajava L.), aguacatero (Persea americana M.), vid (Vitis vinifera sp.) y cítricos (Citrus sp.), se han podido pronosticar con gran precisión las fechas de inicio y terminación de las distintas etapas fenológicas (Lee et al., 1983; Reid, 1992; Beaudry et al., 1993; Flores, 1996; Koji, 2004; Pérez de Azkue, 2004). Esto ha contribuido a que los productores puedan manejar los cultivos y asegurar la organización racional de las labores de cosecha y procesamiento de frutos (Ortega-Farías et al., 2002). Las referencias de pronósticos de maduración y calidad comercial en cítricos destacan los trabajos en los que se utilizan elementos climáticos como: radiación, temperaturas y las lluvias totales ocurridas durante el desarrollo de los frutos, además del empleo de los días desde la floración hasta que se alcanza la madurez comercial, como factores para predecir las fechas de maduración y comparar zonas de cultivo (Lómas et al., 1971; Chandler y

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Nichol, 1978 a y b; Bellock y Wardowski, 1987; Adams, 1992; Bustan et al., 1996; Volpe et al. 2002). La eficiencia de los pronósticos de la maduración para los cítricos a partir de la evaluación cuantitativa y cualitativa de las fenómenos fisiológicos de crecimiento y maduración, y su aplicación práctica en diferentes regiones citrícolas, se ha insertado a los sistemas de agricultura de precisión, como contribución a la identificación de los indicadores de la calidad para la cosecha y la toma de decisiones en términos comerciales (Whitney et al., 2000; Goldschmidt, 2000; Anónimo, 2003; FAO, 2004). En las condiciones de Cuba, se ha trabajado desde hace más de 20 años en el desarrollo y la implementación de métodos de pronóstico de la maduración del fruto para el ordenamiento de la cosecha. Como antecedentes, se destacan los resultados de investigación de Rivero et al. (1977) en limero ‘Persa’ (Citrus latifolia Tan.) y el sistema de programación de la cosecha del naranjo ‘Valencia’ (Citrus sinensis (L.) Osbeck) obtenido por Del Valle y Losada (1979). En 1982 especialistas de la Dirección Nacional de Cítricos del MINAG propusieron una metodología para el pronóstico de la producción y la madurez, que fue aprobada como norma en 1990 (NRAG 717: 1991). En fechas recientes se incorporan otros resultados, como el sistema para mejorar la eficiencia industrial basado en el pago por la calidad de la materia prima (Castro-López et al., 2000) y los modelos de Betancourt (2005) para estimar la producción y ordenar la cosecha del pomelo ‘Marsh’ en la Isla de la Juventud, Cuba. El diseño de métodos de ordenamiento de la cosecha que permitan definir de forma eficiente en cada plantación no solo las fechas, sino también los volúmenes que se han de cosechar por categorías de calidad y de calibre comercial, es de vital importancia para garantizar su permanencia en el mercado de frutos frescos y para la toma de decisiones oportunas relacionadas con la cosecha para la industria, cuando se manejan grandes extensiones y volúmenes de frutos tanto frescos como procesados. La Empresa Citrícola “Victoria de Girón” en Jagüey Grande es la mayor productora y exportadora de frutos cítricos de Cuba. Sus plantaciones están distribuidas en una extensión superior a 22 000 ha y su producción representa el 56 % del total nacional, con un volumen de exportación equivalente al 80 % de todos los frutos frescos y el 61 % de los jugos comercializados. En este contexto, se plantea como objetivo de trabajo el desarrollo e implementación de un método de ordenamiento de la cosecha basado en el pronóstico integral de la madurez y de otras especificaciones de calidad, para un manejo estratégico de la cosecha que contribuya a la ubicación oportuna de los frutos en el mercado internacional y a mejorar la eficiencia del proceso industrial en estas condiciones. MATERIALES Y MÉTODOS Ubicación de la investigación y material vegetal El trabajo se desarrolló entre 1981 y 2006 en la Empresa Citrícola “Victoria de Girón”, municipio Jagüey Grande, provincia de Matanzas, Cuba, que se localiza entre los 22°41’55,73 - 22°30’46,77 de latitud norte y los 80°42’53,61 -

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81°51’23,44 de longitud oeste, a una altitud entre los 3 y 25 msnm. La clasificación edafoclimática de Lima et al. (1988) la ubica en el grupo II a, con un suelo Ferralítico Rojo Típico, de rocosidad y profundidad entre media y alta, catalogados como Ferralsol Rhodic en correlación con el “World Reference Base” (Hernández et al., 2004).

Como material vegetal se utilizaron árboles de naranjo (Citrus sinensis (L.) Osbeck) cv. 'Valencia' y de pomelo (Citrus paradisi Macf.) cvs. 'Ruby Red' y 'Marsh', entre 11 y 23 años de edad, injertados sobre naranjo 'Agrio' (Citrus aurantium L.) y plantados a distancia de 4 x 8 m los naranjos y 5 x 10 m los pomelos. El manejo agronómico se realizó según los Instructivos Técnicos (MINAG, 1981, 1986, 1990) y el Esquema Tecnológico de la Empresa desde el año 2000.

Desarrollo de métodos para el pronóstico de la madurez Bases para los pronósticos de la madurez

Evaluación de las fechas de floración masiva. En 20 árboles seleccionados al azar en un campo de cada uno de los diferentes cultivares de cítricos, se realizaron conteos semanales del número de flores abiertas en los cuatro puntos cardinales de la copa, en un área de 0,25 m2, para determinar el estadio principal de plena floración (Estadio 65), con el 50 % de las flores abiertas, según Agustí et al. (1995).

Las fechas de floración masiva se expresaron en días desde el primero de enero, y se estimaron la media, el error estándar y el coeficiente de variación a partir de la información obtenida durante seis años en naranjo ’Valencia’ (1981-84, 1992 y 1993), y nueve años en los pomelos ‘Marsh’ y ‘Ruby Red’ (1981-85, 1992, 1993, 2001 y 2003). Estas fechas se toman como referencia para definir la edad de los frutos.

La influencia de los factores meteorológicos en las fechas de floración se estableció por análisis de regresión múltiple paso a paso, al establecer su relación con cinco factores meteorológicos: promedio de temperaturas media, máxima y mínima (°C), amplitud de temperatura (°C) y precipitaciones (mm) acumuladas, ocurridos entre noviembre y marzo durante ocho años. Se estimaron el coeficiente de determinación, el error estándar y el nivel de significación. Indicadores de calidad del fruto que limitan la cosecha. Se determinaron a partir de los análisis de crecimiento y calidad, realizados a 20 frutos (cinco frutos por punto cardinal) procedentes de los árboles muestreados. Se midió el diámetro ecuatorial (mm) y cuando fue posible la extracción de jugo, cada 15 días, se determinaron: contenido de jugo (%), sólidos solubles (°Brix), acidez titulable (%) e índice de madurez (SST/acidez), según las normas de análisis (NC 77-11:1981; NC-ISO IDT 2173:2001; NC-ISO IDT 750:2001). Los datos de las variables de crecimiento y calidad del fruto obtenidas durante su desarrollo, se ajustaron a funciones polinómicas en función de su edad,

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basando su mejor ajuste en el coeficiente de determinación. Se consideró como variable limitante para el inicio de la cosecha la que requiere mayor número de días desde la floración para alcanzar el valor mínimo fijado en las normas de cosecha de frutos frescos y la industria (NC-77-97: 1993; NC 223: 2002; Castro-López et al., 2004). Pronóstico de la madurez comercial desde la floración. Se obtuvieron modelos de regresión lineal entre las fechas de floración en días desde el primero de enero y los días desde la fecha de floración al momento en que se logra el valor del índice de calidad limitante de la cosecha, según el cultivar. Se estimaron el coeficiente de determinación, el error estándar de la media y el nivel de significación (p ≤ 0,05 %). Para validar los modelos de pronóstico de la madurez se determinaron las fechas de floración masiva en tres lotes de naranjo ‘Valencia’, tres de pomelo ‘Ruby Red’ y uno de pomelo ‘Marsh’ durante dos campañas. Se determinó la fecha de floración masiva en 240 plantas distribuidas en seis campos y en la fecha de cosecha indicada para la cosecha, se determinó la madurez de los frutos de esos campos, en 25 muestras de 10 frutos por campo. Se determinaron las diferencias en días entre las fechas estimadas para que se alcance la calidad esperada y la fecha en que fue observado el índice de calidad especificado para la cosecha.

Pronóstico de la madurez comercial durante la fase de maduración. Se obtuvieron modelos de regresión lineal entre el valor alcanzado por el indicador de calidad limitante del inicio de la cosecha, durante la fase lineal de la maduración (hasta febrero en naranjo y octubre en pomelos), y los días transcurridos desde una fecha base en que se inician realizan los muestreos del grado de madurez de los frutos (a partir del primero de octubre en naranjo y del primero de junio en los pomelos).

La pendiente obtenida para cada modelo de regresión lineal, en el intervalo de tiempo especificado según el cultivar, se utilizó como factor de predicción de cada indicador de calidad a partir del momento de muestreo hasta lograr la calidad esperada. Para la validación de la predicción de la fecha de cosecha durante la maduración, con el empleo de los factores de predicción obtenidos, se realizaron muestreos de calidad en dos lotes de naranjo ‘Valencia’ (primera decena de octubre y primera decena de noviembre), dos lotes de pomelo ‘Ruby Red’ (segunda decena de junio, segunda decena de julio y segunda decena de agosto) y en un lote de pomelo ‘Marsh’ (segunda decena de julio y segunda decena de agosto). En la cosecha se determinaron las diferencias entre los días estimados según los pronósticos y los días necesarios para obtener la calidad esperada. Desarrollo de métodos para predecir el aprovechamiento de la producción

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Pronóstico del aprovechamiento por categorías de calidad. Durante las campañas 1999/2000, 2000/2001 y 2001/2002 en 500 frutos tomados de la materia prima y del rezago durante el beneficio, se determinaron las causas que afectaban la calidad comercial y el aprovechamiento de los frutos. Las evaluaciones se realizaron según las normas NRAG-725 (1984) y NRAG-795 (1986). Se muestrearon los frutos de siete lotes de naranjo ‘Valencia’ (entre noviembre y marzo), cinco de pomelo ‘Marsh’ y nueve de pomelo ‘Ruby Red’ (entre agosto y diciembre). El período de cosecha se dividió en dos etapas: Etapa I (naranjo entre noviembre-diciembre y pomelos de agosto-septiembre) y Etapa II (naranjo entre enero-marzo y pomelos de octubre-diciembre) y para cada defecto o daño se estableció la media y el error estándar. El método de pronóstico de la distribución de los frutos por categorías de calidad externa se obtuvo a partir de establecer las diferencias entre los valores de aprovechamiento estimado en los muestreos para cada lote, expresados en porcentaje del total de frutos, y el aprovechamiento alcanzado durante el beneficio. Las diferencias se utilizaron como factor de corrección del pronóstico de la calidad observado en el muestreo. Para la validación se muestrearon 100 frutos por campo con cuatro repeticiones (6 400 frutos por lote) en tres lotes comerciales de cada cultivar a partir de la observación visual de la calidad externa de los frutos, los que se distribuyeron en las categorías de calidad y se estimaron los porcentajes de aprovechamiento. En la cosecha se determinaron las tasas de aprovechamiento reales después del beneficio por lote y se estimó la diferencia con respecto al aprovechamiento pronosticado según el cultivar y la etapa de la cosecha. Pronóstico del aprovechamiento por categorías de calibre. Para la predicción del tamaño de los frutos se obtuvieron modelos de regresión lineal entre los días transcurridos desde una fecha de referencia o muestreo base (en naranjo ‘Valencia’, la tercera decena de octubre, y para los pomelos, la tercera decena de julio) y el diámetro ecuatorial alcanzado por los frutos en los muestreos realizados durante la fase lineal de la maduración (hasta febrero en naranjo y octubre en pomelos). La pendiente de cada modelo se utilizó como factor de incremento del diámetro de los frutos desde la fecha de referencia. Para la validación se midió el diámetro ecuatorial de los 100 frutos muestreados y se distribuyeron en las categorías de calibres establecidas para la exportación, según las normas (NC 77-97:1993; NC 223:2002). Los días necesarios para que los frutos ubicados en un calibre pasaran al próximo, se calcularon con la tasa de crecimiento promedio diario del diámetro ecuatorial, considerando como intervalo de tiempo los días transcurridos desde la fecha de muestreo en que se realizó la distribución de los frutos por calibres, y la fecha estimada en que sería factible la cosecha de cada banda según la madurez. Para la validación de los factores de predicción del tamaño de los frutos y la estimación de la composición en calibres comerciales durante la cosecha, se

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muestrearon tres lotes (cuatro bandas de seis campos por lote). Los datos del porcentaje de frutos obtenidos por cada calibre en los pronósticos se cotejaron con los estimados para cada lote después del beneficio, y se estimó la media y el error estándar en cada rango de calibre. El procesamiento estadístico de los datos y el ajuste a modelos de regresión se realizó en todos los casos con el programa StatGraphics Plus Versión 5,1. Implementación de los pronósticos para el ordenamiento de la cosecha Evaluación comercial del sistema de ordenamiento de la cosecha. Para la aplicación comercial de los pronósticos de la madurez y otras especificaciones de calidad en un sistema integral de ordenamiento de la cosecha, se realizaron muestreos en los seis campos de las diferentes plantaciones de la empresa de 6,02 ha cada uno. Se muestrearon 32 árboles distribuidos en una doble diagonal por campo para una muestra de 100 frutos. Los datos se expresan por banda y representan un área total de 36,16 ha. Para el cálculo del ordenamiento de la cosecha basado en los modelos de pronóstico de la madurez comercial y la distribución de los frutos por categorías de calidad externa y de calibres, se diseñó un software (CITRIORD) que utiliza como bases de cálculo: los incrementos diarios del índice de madurez, el contenido de jugo y el diámetro ecuatorial, así como el factor de corrección de la calidad según el cultivar. El software fue programado en lenguaje Pascal por especialistas en informática de la Empresa de Jagüey Grande, a partir de los resultados de investigación. Se diseñaron opciones para la entrada de los datos de los muestreos, la introducción de los factores de predicción, el cálculo del ordenamiento y la presentación de los resultados de las fechas de cosecha y los volúmenes en toneladas (según los estimados de producción) que se cosecharán por categoría de calidad y de calibre. Las metodologías desarrolladas para el ordenamiento de la cosecha, se integraron como procedimientos específicos de un proceso al Sistema de Gestión de la Calidad implementado en la Empresa, según las indicaciones de la NC ISO 9001:2001. Evaluación del impacto económico del ordenamiento de la cosecha. El impacto económico del ordenamiento de la cosecha aplicado de forma práctica durante varias campañas, se evaluó a partir de la comparación de los resultados de la comercialización de frutos frescos de pomelo ‘Ruby Red’ en el mercado europeo, antes y después de aplicado el método. Se consideraron las campañas 1995-1997 como las anteriores al empleo de este método y de 1998-2004 a partir de su aplicación comercial.

Se determinó el porcentaje de frutos con calidad exportable del total comercializado entre septiembre y mayo durante todas las campañas, y se asumió como “ventana de ventas” el período de septiembre a octubre, en que es menor la competencia y son mayores los precios. La relación costo-

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beneficio se obtuvo a partir de los datos del total de frutos exportados, el precio y el costo por caja promedio de las campañas.

El impacto económico del método de ordenamiento de la cosecha aplicado durante la cosecha con destino a la industria, se estimó teniendo en cuenta las toneladas promedio de frutos de naranjo y de pomelos procesados antes (1995-1998) y después (1999-2006) de aplicar el método. Se estimó el índice tecnológico teórico promedio general en cada campaña, como indicador de la eficiencia industrial. El análisis costo-beneficio se realizó a partir de los datos del volumen de frutos procesados por campaña, el precio y el costo por tonelada de jugo concentrado de naranja o de pomelo promedio de las campañas entre 1995 y 2004.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Desarrollo de métodos para el pronóstico de la madurez Bases para los pronósticos de la madurez

Evaluación de las fechas de floración masiva. La floración masiva en las plantaciones de naranjo ‘Valencia’, pomelo ‘Ruby Red’ y pomelo ‘Marsh’ en las condiciones de la Empresa Citrícola ubicada en Jagüey Grande, Cuba (Cuadro 1), se presenta entre la segunda decena de febrero y la tercera de marzo, con una desviación que oscila entre 12-14 días. Cuadro 1. Períodos de mayor frecuencia de ocurrencia de la floración masiva de los cultivares de cítricos en las condiciones de Jagüey Grande.

Cultivares Días a floración masiva media y

Fechas de ocurrencia de la floración masiva y E.S. CV

(%)Naranjo ‘Valencia’ 58 ± 13 días 2da decena febrero-2da decena marzo 5,2 21,6

Pomelo ‘Ruby Red’ 63 ± 12 días 3ra decena febrero-2da decena marzo 4,5 18,9

Pomelo ‘Marsh’ 66 ± 14 días 3ra decena febrero-3ra decena marzo 4,5 20,5y Días para floración masiva media desde el 1ro de enero ± desviación estándar de la media. Para naranjo ‘Valencia’ y pomelo ‘Ruby Red’ (N=6 años), en pomelo ‘Marsh’ (N=9 años).

El período de floración masiva del naranjo ‘Valencia’ en Jagüey Grande (45-71 días desde el primero de enero) se corresponde con el informado por Sánchez y Fernández (1981) en las condiciones de Contramaestre (44 - 66 días) Cuba, y por Valiente y Albrigo (2000) para La Florida en los Estados Unidos (54 - 88 días). En los cultivares de pomelo la floración masiva ocurre entre los 52-80 días, período similar al informado por Betancourt (2005) para el pomelo ‘Marsh’ (64-80 días) en la Isla de la Juventud, Cuba. El conocimiento de la fecha en que ocurre la floración masiva es de vital importancia para establecer la edad de

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los frutos durante su desarrollo y definir los días que se necesitan para la madurez comercial. Al establecer la relación entre los días necesarios para la ocurrencia de la floración masiva y cinco variables meteorológicas durante los períodos de inducción y floración, para las condiciones de Jagüey Grande (Cuadro 2), el modelo de regresión múltiple explica un 80,2 % de la variabilidad en las fechas de floración masiva, como resultado de la influencia de las temperaturas mínimas medias y de las precipitaciones entre noviembre y marzo.

Cuadro 2. Relación del comportamiento de los factores meteorológicos entre noviembre y febrero con la fecha de floración masiva de los cítricos en Jagüey Grande.

Modelo de regresión múltiple R2 E.S. est. Sig.P Dfm = 5,341 * Tmin (nov-mar) -0,119 * Pac (nov-mar)

80,2 7,3 0,01

Dfm = días para la floración masiva, Tmin =Temperaturas mínimas medias (°C) Pac = Precipitaciones acumuladas (mm). N=8 años

El análisis realizado evidenció que las fechas de floración masiva se adelantan o retrasan en dependencia de la influencia combinada de la temperatura mínima media y las precipitaciones acumuladas, durante el período en que ocurren los procesos de inducción, diferenciación y apertura de la flor. Indicadores de calidad del fruto que limitan la cosecha. En la Figura 1 se muestran las curvas de crecimiento en función de la edad del fruto, obtenidas para las variables de calidad que limitan la cosecha en naranjo ‘Valencia’. El contenido de sólidos solubles mínimo de 8,0 °Brix para la cosecha de frutos frescos se obtiene temprano durante el desarrollo de los frutos, mientras que para la industria los valores de 10-12 °Brix establecidos como óptimos se logran entre los 280 y 330 días (primera decena de diciembre-segunda de enero). La acidez de 1,2 % considerada por Ortúzar et al. (2000) como indicador de maduración comercial, se mantiene en niveles elevados a los 260 días de edad (segunda decena de noviembre) por lo que constituye una limitante de la calidad. El índice de madurez mínimo de 8,0 establecido para la cosecha de frutos frescos, se alcanza a los 250 días de edad, mientras que la madurez entre 14-16 indicada como óptima para la industria, se logra entre los 330 y 360 días (segunda decena de enero-segunda de febrero), por lo que también limita el inicio de la cosecha.

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Figura 1. Evolución de las variables de calidad de los frutos de naranjo ‘Valencia’ durante su desarrollo que pueden limitar el inicio de la cosecha en Jagüey Grande.

El diámetro ecuatorial de 61 mm considerado mínimo para la cosecha de frutos frescos y el contenido mínimo de jugo de 35 % se alcanzan temprano durante el desarrollo de los frutos en este cultivar, y el 50 % de jugo establecido para la industria se logra a partir de los 260 días de edad del fruto (segunda decena de noviembre), por lo que no son limitantes del inicio de la cosecha para frutos frescos y la industria. En los pomelos ‘Marsh’ y ‘Ruby Red’ (Figura 2) el comportamiento de las variables de calidad se ajustó a polinomios de segundo y tercer orden con respecto a la edad del fruto. El contenido de jugo de 35 % se alcanza a los 155 y 175 días de edad de los frutos (primera decena de agosto y tercera decena de agosto), mientras que para la industria el 40 % de jugo en los dos cultivares de pomelo se puede alcanzar a partir de los 190-210 días de edad de los frutos (segunda y tercera decena de septiembre). Los sólidos solubles alcanzan el valor de 7,0 °Brix (mínimo para la cosecha de frutos frescos) antes de iniciados los muestreos, mientras que los 10 °Brix exigidos para la producción de jugos se logran y después de 180 días en ‘Ruby Red’ (primera decena de septiembre) y de 200 días en ‘Marsh’ (segunda decena de septiembre). La acidez disminuye durante el desarrollo de los frutos, y el 1,2 % máximo permitido por el mercado japonés, se estima que en pomelo ‘Marsh’ y ‘Ruby Red’ se mantiene hasta los 210 y 230 días de edad (primera y segunda decena de octubre) respectivamente. El índice de madurez se incrementa durante el desarrollo de los frutos y el índice mínimo de madurez de 5,5 establecido para la cosecha se logra alrededor de los 140 días (tercera decena de julio) en ‘Marsh’ y de los 150 días (primera decena de agosto) en ‘Ruby Red’.

330 días

250 días

260 días

280 días

330 días

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Figura 2. Evolución de las variables de calidad de los frutos de pomelo ‘Marsh’ y ‘Ruby

Red’ durante su desarrollo que pueden limitar el inicio de la cosecha en J. Grande.

El análisis de los resultados indica que el contenido de jugo en los cultivares de pomelo es la variable de calidad que más limita la cosecha como frutos frescos y, por lo tanto, es la de mayor valor para pronosticar las fechas de cosecha. Pronóstico de la madurez comercial desde la floración. En el Cuadro 3 se aprecia que los modelos de regresión lineal obtenidos entre las fechas de floración masiva y los días necesarios para la madurez comercial, explican entre 65,2 y 87,5 % de la variabilidad encontrada en las fechas de cosecha estimadas a partir de la floración con un error de la estimación de 5-8 días.

Cuadro 3. Modelos para la predicción de las fechas de madurez comercial desde la fecha de floración masiva por cultivares en Jagüey Grande.

Cultivar Ecuación de regresión R2 E.S. est. Sig. P Naranjo ‘Valencia’ (N=8) ydfim8 = 308,49 – 0,83*dfmZ 87,5 4,9 0,05

Pomelo ‘Ruby Red’ (N=7) xdfcj35 = 230,96 – 1,02*dfm 75,2 8,1 0,05

Pomelo ‘Marsh’ (N=10) dfcj35 = 205,04 – 0,50*dfm 65,2 5,3 0,01 Z dfm (días para floración masiva desde el 1ro de enero como fecha de referencia). y dfim8 (Días de floración a IM=8); xdfcj35 (Días de floración a contenido de jugo=35 %).

La predicción de las fechas de inicio de la cosecha en naranjo ‘Valencia’ con los modelos obtenidos, muestra que para alcanzar un índice de madurez de 8,0 se necesitan 270 ± 6 días (segunda decena de noviembre), mientras que en pomelo ‘Ruby Red’ el 35 % de jugo se logra a los 180 ± 6 días (segunda decena de agosto).

210 230 días

180 200 días 155 175 días

190 210 días

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En el pomelo ‘Marsh’ se alcanza a los 150 ± 3 días desde la floración (tercera decena de agosto), tiempo que es análogo al informado por Betancourt (2005) para que este cultivar en 148 ± 8 días alcance el contenido de jugo mínimo requerido para la cosecha, en las condiciones de la Isla de la Juventud, Cuba. La validación de los modelos de predicción de la madurez para definir las fechas de cosecha desde la floración en naranjo y pomelos (Cuadro 4), muestra una desviación de uno a seis días entre las fechas pronosticadas y las fechas en que se alcanzó la calidad requerida.

Cuadro 4. Pronósticos de las fechas de inicio de la cosecha para frutos frescos en plantaciones de naranjo ‘Valencia’, pomelos ‘Ruby Red’ y ‘Marsh’ desde la floración.

Fecha de cosecha Cultivar Lote Fecha de

floración

Días estimados

desde floraciónz

Estimada Observada Diferencia (días)

J-10 27/02/1992 260 13/11/1992 16/11/1992 3 T-17 05/03/1992 255 15/11/1992 21/11/1992 6 T-24 07/03/1992 253 15/11/1992 16/11/1992 1 J-10 18/02/1993 268 13/11/1993 15/11/1993 2 T-17 25/02/1993 262 14/11/1993 18/11/1993 4

Naranjo ‘Valencia’

T-24 27/02/1993 260 14/11/1993 19/11/1993 5 T-16 27/02/1992 176 21/08/1992 24/08/1992 3 J-10 27/02/1992 176 21/08/1992 22/08/1992 1 T-26 05/03/1992 173 25/08/1992 29/08/1992 4 T-16 17/02/1993 180 16/08/1993 15/08/1993 -1 J-10 18/02/1993 181 18/08/1993 14/08/1993 -4

Pomelo ‘Ruby Red’

T-26 17/02/1993 180 16/08/1993 14/08/1993 -2 T-15 12/03/1992 159 18/08/1992 13/08/1992 -5 Pomelo

‘Marsh’ T-15 12/02/1993 182 18/08/1993 17/08/1993 -1 Z Días estimados por regresión, entre floración y cosecha para un índice de madurez de 8,0 en frutos de naranja y 35 % de jugo en pomelos. Identificación lotes: J (Jagüey), T (Torriente).

Los resultados indican la factibilidad de los modelos obtenidos para la predicción de la madurez comercial, y permiten a los productores orientarse en relación con las posibilidades de un adelanto o retraso de la madurez en la campaña, lo que resulta de gran importancia para la planificación y desarrollo de la estrategia comercial. Pronóstico de la madurez comercial durante la fase de maduración. En el Cuadro 5 se muestran las ecuaciones de regresión lineal obtenidas, donde la pendiente representa la velocidad de cambio diario de las variables de calidad limitantes de la cosecha, que tienen valor práctico como factores de predicción de la madurez comercial.

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Cuadro 5. Modelos para el pronóstico de las fechas de madurez comercial a partir de muestreos en la etapa de maduración de los frutos en los tres cultivares.

Cultivar Ecuación de regresión

entre días de fecha referencia a cosecha

R2 E.S. est. Sig. P

Naranjo ‘Valencia’ zImc = 6,61 + 0,07*dfbmy 97,2 0,35 0,01 Pomelo ‘Ruby Red’ Cjc = 28,22 + 0,22*dfbm 83,3 2,23 0,01

Pomelo ‘Marsh’ Cjc = 27,43 + 0,21*dfbm 81,8 2,61 0,01 z Imc (Índice de madurez en la cosecha). y Cjc (Contenido de jugo en la cosecha) x Dfbm (Días desde fecha de referencia al momento del muestreo). Período válido del modelo: desde el 1ro de octubre hasta enero en naranjo y desde 1ro julio hasta octubre en pomelos.

Para el pronóstico del índice de madurez en naranjo ‘Valencia’ se asume un factor de incremento diario de 0,07 unidades.día-1 entre octubre y enero, mientras que para pomelo ‘Ruby Red’ el factor de incremento para el pronóstico del contenido de jugo es 0,22 %.día-1 y para pomelo ‘Marsh’ es 0,21 %.día-1, ambos entre julio y octubre. Betancourt (2005) en la Isla de la Juventud, Cuba, informa un incremento diario del contenido de jugo para pomelo ‘Marsh’ similar al obtenido en Jagüey Grande. En el Cuadro 6 se muestran los resultados de la validación de los pronósticos para definir las fechas de cosecha durante la maduración. En naranjo ‘Valencia’ las diferencias entre las fechas estimadas para la cosecha y las fechas observadas en que se logró ese valor, fue de 2-6 días cuando los muestreos para el pronóstico se realizaron en la primera decena de octubre, y de dos días cuando fueron en la primera decena de noviembre.

Cuadro 6. Pronósticos de las fechas de inicio de la recolección en plantaciones de naranjo ‘Valencia’, pomelos ‘Ruby Red’ y ‘Marsh’ a corto plazo durante la maduración.

Fecha de cosecha Cultivar Lote Fecha de muestreo

Días a cosechaz

Estimaday Observadax Diferencia (días)

09/10/99 28 06/12/99 30/11/99 +6 A-19 06/11/00 22 27/11/00 26/11/00 +1 10/10/99 59 08/12/99 06/12/99 -2

Naranjo ‘Valencia’ A-20 12/11/00 17 28/11/00 28/11/00 0

15/06/99 66 20/08/99 20/08/99 0 24/07/00 47 08/09/00 08/09/00 0 T-22 04/08/01 25 29/08/01 25/08/01 +4 15/06/99 71 25/08/99 23/08/99 +2 20/07/00 27 15/08/00 17/08/00 -2

Pomelo ‘Ruby Red’ B-24

15/08/01 5 20/08/01 23/08/01 -3 17/07/01 46 31/08/01 30/08/01 +1 Pomelo

‘Marsh’ B-36 17/08/02 12 29/08/02 30/08/02 -1 Z Días para lograr la madurez requerida para la cosecha a partir de la fecha de muestreo. y Fecha media estimada para un índice de madurez de 8,0 en naranjo y 35 % jugo en pomelo. x Fecha media observada en la cosecha con la madurez requerida según el cultivar.

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Los pronósticos de las fechas de cosecha en los lotes de pomelo durante la maduración mostraron una desviación máxima de cuatro días con respecto a las fechas en que se registró la calidad esperada. La validación de los pronósticos puso de manifiesto su confiabilidad y utilidad para el ordenamiento de la cosecha.

Desarrollo de métodos para predecir el aprovechamiento de la producción Pronóstico del aprovechamiento por categorías de calidad. El aprovechamiento de los frutos según la calidad externa disminuye durante la cosecha y en naranjo ‘Valencia’ se alcanzan tasas entre 16 y 28 % para la primera calidad entre noviembre y enero, que son inferiores al 10 % con el avance de la cosecha. Para el pomelo ‘Ruby Red’ los niveles de aprovechamiento entre agosto y septiembre son superiores a 40-50 % para la primera calidad (Cal I) y alcanza un 10 % en diciembre; mientras que en pomelo ‘Marsh’ disminuyen de 26 % en agosto hasta 4 % en diciembre. La distribución de frutos rechazados durante el beneficio indicaron que las manchas provocadas por el viento (rameado) constituyen el defecto de mayor contribución a las pérdidas de la calidad entre 20 y 30 %, similares a los informados por Agustí (1998) en España y por Reitz y Embleton (1986) para Australia, Sudáfrica, California y La Florida. El pequeño tamaño de los frutos, tanto en ‘Valencia’ como en los pomelos, es la segunda causa de pérdidas, además de la deficiente desverdización en pomelos. Entre los factores bióticos se destacan, en naranjo ‘Valencia’, los daños causados por plagas como los ácaros, trips y picudos durante la segunda etapa de la cosecha (enero-marzo). Los daños por hongos, como la melanosis y la fumagina, se encontraron en mayor porcentaje sobre frutos de pomelo ‘Marsh’, aunque las pérdidas por melanosis fueron importantes también en naranjo ‘Valencia’. Las diferencias en la calidad externa de los frutos entre el momento de muestreo y la fecha de cosecha se pueden utilizar como factor de corrección para el ajuste del aprovechamiento estimado en el muestreo por categorías de calidad. En la Figura 3 se muestran las diferencias entre el aprovechamiento estimado en la fecha de muestreo y el observado durante el beneficio, para dos etapas de la cosecha. Para naranjo ‘Valencia’ los resultados indican que las tasas de aprovechamiento alcanzadas entre diciembre y enero se reducen en un 10 ± 1 % con relación al aprovechamiento estimado al analizar la calidad externa durante el muestreo en noviembre, y hasta 17 ± 2 % entre febrero y marzo, por el aumento de los daños sobre la corteza de los frutos con el avance de la temporada de cosecha. Las diferencias de los valores promedio de las tasas de aprovechamiento obtenidas durante la cosecha entre agosto y septiembre para los cultivares de pomelo ‘Ruby Red’ y ‘Marsh’ son de 8 ± 2 % y 9 ± 1 % respectivamente, mientras que entre octubre y noviembre esas diferencias son de 19 ± 1 % en ambos cultivares.

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Naranjo ‘Valencia’ Pomelo ‘Ruby Red’ Pomelo ‘Marsh’

Figura 3. Diferencias entre el aprovechamiento observado en el muestreo de ordenamiento y el real obtenido después del beneficio durante dos etapas de la cosecha. En el Cuadro 7 se aprecia que el aprovechamiento pronosticado en el momento del muestreo después de corregido, se corresponde con el aprovechamiento real después del beneficio.

Cuadro 7. Pronóstico de las tasas de aprovechamiento previo a la cosecha en plantaciones de naranjo ‘Valencia’, pomelos ‘Ruby Red’ y ‘Marsh’.

Aprovechamiento (%) Cultivar Lote En

muestreo Z Corregido Observadoy

Corregido -Observado

T-12 46 36 31 5 A-19 42 32 28 4 Naranjo

‘Valencia’ J-14 38 28 30 -2 B-23 36 26 26 0 J-23 30 20 21 -1 Pomelo

‘Ruby Red’ A-28 29 19 25 -6 J-10 38 28 24 4 B-17 34 24 26 -2 Pomelo

‘Marsh’ B-31 32 22 27 -5 Z Aprovechamiento estimado a partir de un muestreo realizado en naranjo durante la 1ra decena de noviembre y en pomelos durante la 2da decena de julio-1ra de agosto. y Aprovechamiento observado en el beneficio de naranjo en diciembre y entre agosto-septiembre en pomelos.

La desviación máxima entre el aprovechamiento pronosticado y el aprovechamiento real obtenido es 6 %, que se puede considerar de aceptable para la estimación del aprovechamiento de los frutos antes de la cosecha. Estos pronósticos de la calidad externa de los frutos y la madurez contribuyen a definir fechas de cosecha y los volúmenes que se han de cosechar para la comercialización, además de su distribución por calibres.

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Pronóstico del aprovechamiento por categorías de calibre. En el Cuadro 8 se muestran los modelos de regresión lineal obtenidos, donde la pendiente es un indicador de la tasa de crecimiento promedio diario del diámetro ecuatorial, a partir de octubre en lotes de naranjo, y de junio en los de pomelo.

Cuadro 8. Modelos para el pronóstico del diámetro ecuatorial durante la maduración para los tres cultivares en Jagüey Grande.

Cultivar Ecuación de regresión entre días de fecha referencia a

cosecha

Rango edades R2 ES est Sig. P

Naranjo ‘Valencia’ zDiam = 39,37 + 0,11*dfmy 265-370 62,6 2,86 0,01 Pomelo ‘Ruby Red’ Diam = 55,96 + 0,15*dfm 170-250 80,8 1,40 0,01 Pomelo ‘Marsh’ Diam = 38,08 + 0,29*dfm 170-250 62,2 6,52 0,05 z Diam (Diámetro ecuatorial). y Dfm (Días desde el muestreo para el rango días especificado por cultivar); naranjo (3ra decena octubre-3ra febrero), pomelos (3ra decena julio-2da noviembre).

Los factores indican que los frutos de naranjo ‘Valencia’ crecen a un ritmo de 0,11 mm.día-1 entre la tercera decena de octubre y la tercera de febrero, mientras que los de pomelo ‘Ruby Red’ y ‘Marsh’ a razón de 0,15 mm.día-1 y 0,29 mm.día-1 entre la tercera decena de julio y la segunda decena de noviembre respectivamente. La aplicación de los factores de crecimiento de los frutos como método para el pronóstico de la distribución por calibres en plantaciones comerciales (Figura 4) muestra que en los tres cultivares la distribución de los frutos por calibres lograda después del beneficio se corresponde con la pronosticada antes de la cosecha.

Naranjo ‘Valencia’ Pomelo ‘Ruby Red’ Pomelo ‘Marsh’

Figura 4. Distribución de los frutos por categorías de calibre en el pronóstico y observado en la cosecha. Líneas verticales indican el doble del error estándar de la media.

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En las estimaciones realizadas para lotes de naranjo ‘Valencia’ y pomelo ‘Ruby Red’, la distribución de frutos estimada por cada categoría de calibre resulta ligeramente variable en un bajo porcentaje con respecto a los valores obtenidos después del beneficio, y esto se atribuye al ajuste en los rangos de calibre con fines comerciales. Implementación de los pronósticos para el ordenamiento de la cosecha Evaluación comercial del sistema de ordenamiento de la cosecha. Para el ordenamiento de la cosecha de los diferentes plantaciones en una empresa de dimensiones tan grandes como la de Jagüey Grande, donde se maneja un gran volumen de frutos para la comercialización en fresco y para su procesamiento en la industria, se diseñó un software, que se denominó CITRIORD, para el procesamiento de los datos básicos de campo, en función de los indicadores de calidad interna de los frutos que limitan la cosecha en cada cultivar y la distribución de los estimados de producción según la proporción de frutos por categorías de calidad y de calibres estimados para la comercialización en fresco. En la Figura 5 se muestran las opciones del software para la introducción de los datos básicos de cada campo obtenidos en los muestreos como: índices de calidad interna, cantidad de frutos de la muestra por cada categoría de calidad externa y de calibres, así como los estimados de producción por cada banda.

Datos de campo Parámetros de cálculo

Figura 5. Opciones del programa CITRORD para el manejo de los datos de campo y de los parámetros de cálculo establecidos para el ordenamiento de la cosecha.

El programa estima los días necesarios para la cosecha de cada plantación, desde la fecha de muestreo, a partir de calcular la diferencia entre el índice de calidad requerido en las normas de calidad y el valor del índice registrado en el momento del muestreo, lo divide entre el factor de incremento obtenido para cada variable, y el resultado en días lo suma a la fecha de muestreo para obtener la fecha de cosecha.

Estimado (t): 675

Corrección aprov. (%) 10

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La estimación de las toneladas de frutos que se cosecharán por calidades y calibres se realiza a partir de la distribución de los estimados de producción, teniendo en cuenta el porcentaje de frutos estimado en cada categoría de calidad y calibre estimado en los muestreos, y la diferencia con respecto al factor de corrección del aprovechamiento para la fecha estimada para la cosecha. En la Figura 6 se muestran las tablas de salida donde se brinda al usuario el ordenamiento de las plantaciones por fechas de cosecha según su madurez y el volumen de producción estimado por calidad y calibres.

Distribución de la producción por calidades Distribución de la producción por calibres

Figura 6. Distribución de los estimados de producción por lotes de acuerdo con la calidad externa y calibres comerciales de los frutos con el ordenamiento de la cosecha.

A partir del análisis integral de los resultados, los productores pueden tomar decisiones referentes a la definición de los momentos de cosecha y los volúmenes que se han de cosechar por categorías de calidad y de calibre comercial, lo que resulta de gran valor estratégico para la planificación de los recursos materiales y humanos necesarios para la cosecha y la comercialización. El software procesa la información básica obtenida en los muestreos por campo (seis campos por cada banda en el lote) y realiza el cálculo del ordenamiento a nivel de banda. La adecuación del método de ordenamiento de la cosecha como un proceso estratégico del Sistema de Gestión de la Calidad implementado, ha generado dos Procedimientos Específicos que forman parte del Manual de Calidad de la Organización, y se ha certificado desde el año 2005 (Quality Standard BS ISO 9001:2000 No 167960) como parte del sistema. El método ha permitido incrementar la eficacia de la gestión comercial de la Empresa, por su contribución a la planificación y desarrollo de los planes de cosecha, ventas y comercialización. Durante la aplicación de este método de ordenamiento de la cosecha desde 1989 a la fecha, se ha almacenado una amplia base de datos de madurez y calidad de los frutos a nivel de los diferentes lotes de la Empresa, que se ha utilizado para evaluar el impacto de los cambios en los factores del clima, en

85

las practicas de manejo del cultivo y la incidencia de plagas sobre la producción y la calidad. Evaluación del impacto económico del ordenamiento de la cosecha. La distribución de los frutos de pomelo ‘Ruby Red’ por meses, antes y después de aplicar el método de ordenamiento de la cosecha (Figura 7), muestra que en el período antes de aplicar el método solo 30 % de la producción total de la campaña se ubicaba en el período de mayores precios (septiembre-octubre), y con la aplicación del método, el volumen de producción con posibilidades de comercialización se incrementa a 58 % durante esa etapa. El análisis anterior indica que con la aplicación del método de ordenamiento de la cosecha propuesto se logran detectar en las áreas de la empresa las plantaciones con maduración adelantada, mejor calidad externa de los frutos y adecuada distribución de calibres, brindando la posibilidad de iniciar una cosecha temprana en agosto, para llegar al mercado en un etapa de menor la competencia durante la comercialización.

Antes del pronóstico Después del pronóstico

Figura 7. Colocación de los frutos de pomelo ‘Ruby Red’ en el mercado europeo por meses antes y después de aplicar la nueva variante de ordenamiento de la cosecha.

El impacto económico de la aplicación del método se estimó en 107 568 USD de ganancia promedio anual, teniendo en cuenta que los volúmenes de frutos que se comercializan en la etapa de mayores precios se incrementaron en 28 %, a partir de la aplicación del método propuesto. La aplicación del ordenamiento de la cosecha para la industria (Figura 8), contribuye a mejorar la calidad de la materia prima y esto repercute de forma positiva en una mejor eficiencia industrial durante el procesamiento de los frutos, con resultados económicamente importantes.

30 % 58 %70 % 42 %

86

Figura 8. Tendencias del rendimiento tecnológico industrial potencial promedio estimado por campañas para frutos de naranjo y pomelos procesados en Jagüey Grande.

El impacto económico del método de ordenamiento aplicado para la cosecha de naranjas destinadas al procesamiento en la industria está dado por la disminución en 1,2 t ff / t JCCN, con una ganancia de 2 927 039 USD. En los pomelo se puede lograr una reducción de 2,8 t ff / t JCCP e incrementar la ganancia en 192 827 USD, con la mejora del índice tecnológico de eficiencia industrial.

CONCLUSIONES • Los estudios bioclimáticos permiten definir que la floración masiva del

naranjo ‘Valencia’, pomelo ‘Marsh’ y pomelo ‘Ruby Red’ en Jagüey Grande, Cuba, ocurre entre febrero y marzo con adelantos o retrasos, que dependen de la temperatura mínima y de las precipitaciones en el período de inducción y floración.

• La modelación de los procesos fisiológicos relacionados con la calidad de la fruta permitió especificar que el índice de madurez de 8,0 en naranjo y el contenido de jugo de 35 % en los pomelos, así como la acidez de 1,2 % en los tres cultivares, son los indicadores de calidad que determinan el inicio de la cosecha, por lo que tiene mayor valor para predecir la madurez comercial.

• Se obtuvieron modelos de pronóstico de la madurez desde la floración y durante la maduración, que sobre bases fisiológicas permiten la estimación temprana de las fechas de cosecha en los tres cultivares de interés según destino comercial.

• Las diferencias entre las fechas de cosecha pronosticadas y las fechas en que se alcanza la calidad comercial requerida, que fueron registradas durante la validación de los modelos, no superan los seis días, lo que

Naranjo Pomelos

87

indica la validez de los pronósticos de la madurez y su utilidad para el ordenamiento de la cosecha.

• Los métodos para el pronóstico de la proporción de frutos que se han de

cosechar por categorías de calidad y de calibres comerciales, basados en las diferencias de calidad en el tiempo y el incremento diario del diámetro de los frutos, permiten definir los volúmenes de frutos con posibilidades de comercialización.

• La aplicación integrada de los métodos de pronóstico de la madurez y otras especificaciones de calidad ha sido decisiva para el ordenamiento de la cosecha. Su integración como un proceso estratégico al Sistema de Gestión de la Calidad son una herramienta de gran valor práctico que permite la llegada de frutos frescos al mercado cuando los precios son más altos y contribuye a mejorar la eficiencia industrial con un considerable impacto económico.

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SIMM- SISTEMA INTEGRADO DE MONITORAMENTO E MANEJO DA FERTILIDADE DO SOLO, UMA VISÃO INTEGRADA DO

DESENVOLVIMENTO DO SISTEMA RADICULAR DOS CITROS EM AMBIENTES TROPICAIS E SUBTROPICAIS

Camilo Lázaro Medina1

RESUMO. No ambiente muitas vezes degradado das terras agricultáveis nos trópicos, boa parte da citricultura ocupa solos ácidos com reduzido conteúdo de matéria orgânica e pouca fertilidade. Neste ambiente o plantio de citros encontra limitações para o desenvolvimento satisfatório cada vez mais exigido citricultura atual, dada a elevação dos custos dos insumos e mão de obra ao longo dos anos em vários países, seja por escassez ou valorização das matérias primas e pela evolução da qualidade de vida dos trabalhadores no campo. A construção ou recuperação da fertilidade dos solos deve ser planejada de acordo com as características locais para evitar desperdícios ou o uso excessivo de insumos que podem prejudicar o meio ambiente ou a lucratividade. Desta forma, o citricultor precisa conhecer os fatores limitantes ao desenvolvimento, sejam eles físicos químicos ou biológicos para introduzir as modificações necessárias. Após a escolha de um porta-enxerto que mais se adapta às condições locais, é fundamental a obtenção de um ambiente edáfico que facilite o desenvolvimento do sistema radicular e permita que a planta explore com alta eficiência a água e os nutrientes, tanto em sistemas produtivos sem irrigação até nos sistemas de irrigação localizada. Em manejos para privilegiar o desenvolvimento e produtividade precoce é necessário observar não apenas o solo, mas a saúde e vigor da parte aérea, responsável pela captação e conversão da energia solar em energia química, ou seja, carboidratos, destinados para o crescimento e manutenção da planta como um todo. O Sistema Integrado de Manejo e Monitoramento da Fertilidade (SIMM), através de análises e monitoramentos próprios, permite que o produtor amplie a visão do sistema produtivo, integre fatores da planta e do solo para manejar de forma mais adequada para promover maior produtividade e sustentabilidade Este trabalho tem como objetivo ilustrar características do sistema radicular dos citros e do ambiente favorável ao seu desenvolvimento, para que o citricultor possa ter parâmetros adequados nas interpretações de seus solos. Também apresenta os princípios do método SIMM que permite orientar ações de manejo de forma particular cada ambiente físico, de acordo com as limitações locais.

Palavras chaves: fertilidade do solo, citros, raízes, porta-enxertos, uso de fertilizantes. 1 CONPLANT, Consultoria, Treinamento, Pesquisa e Desenvolvimento Agrícola,

Ltda. GCONCI, Grupo de Consultores em Citros, Rua Francisco Andreo Aledo 22, Campinas, SP, Brasil, CEP 13084-200, [email protected]

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CARACTERÍSTICAS DAS RAÍZES DOS CITROS Embora os citros sejam plantas sempre verdes que armazenam carboidratos nas folhas, o sistema radicular dos citros tem papel fundamental nas relações de desenvolvimento vegetativo e produtivo, por alocar e disponibilizar carboidratos durante os diversos ciclos produtivos da planta. Como a maioria das plantas, a mais alta concentração de reservas de carboidratos é usualmente encontrada nas raízes, principalmente na forma de amido (Kriedemann e Barrs, 1981). As raízes também produzem substâncias orgânicas complexas, como citocininas, giberelinas, ácido abscísico, etileno e aminoácidos, envolvidos em muitos aspectos do desenvolvimento vegetal. Parece consensual que um sistema radicular bem desenvolvido seja fundamental ao sucesso de um pomar, na medida em que as raízes atuam como: (i) estruturas de sustentação mecânica da planta na matriz física do solo; (ii) componentes essenciais à absorção de água e de nutrientes minerais e orgânicos do solo; (iii) produtoras de que modificam seu próprio desenvolvimento e o da copa; e (iv) órgãos de armazenamento de minerais, carboidratos e aminoácidos, disponíveis em momentos fenológicos críticos (Medina et al. 2005). Sob condições naturais, é muito difícil o estudo do sistema radicular, especialmente nas plantas perenes arbóreas. No caso dos citros, muito tem sido feito (Kriedemann e Barrs, 1981; Davies e Albrigo, 1994; Rezende et al., 2002; Spiegel-Roy e Goldschmidt, 1996), embora persistam muitas dúvidas quanto a estrutura, a distribuição, a bioquímica e a atividade fisiológica das raízes. O seu conhecimento, associado aos fatores edafoclimáticos, constitui condição fundamental para o manejo adequado do pomar, permitindo a otimização de várias práticas culturais. É natural que o sistema radicular se modifique de acordo com a espécie, o cultivar e a combinação enxerto/porta-enxerto. Além do mais, idade da planta, carga de frutos, densidade de plantio, clima, pragas, doenças, podas, métodos de cultivo, tipo e fertilidade do solo e quantidade e localização da umidade podem alterar o plano geral do desenvolvimento das raízes, como tem sido observado noutras plantas perenes lenhosas (Rena e Guimarães, 2000). O normal seria que a planta de citros formasse raiz pivotante característica e profunda. Mas, nos pomares comerciais, é pouco provável que isto ocorra, principalmente devido ao manuseio das mudas no viveiro e as operações definitivas de plantio no campo (Kriedemann e Barrs, 1981; Spiegel-Roy e Goldschmidt, 1996). Assim, após certo crescimento, a raiz pivotante é substituída por raízes pioneiras de grande porte, que se ramificam muitas vezes, aleatoriamente, para formar a rede radicular (Kriedemann e Barrs, 1981). Dessas pioneiras originam-se as raízes laterais, algumas delas com o hábito de crescimento mais vertical, permitindo, assim, a exploração de regiões mais profundas do solo. Entretanto, as raízes fibrosas, ou alimentadoras, de comprimento variável de 20 cm ou mais, que se formam em pequenos tufos nas extremidades das pivotantes, nas plantas jovens, e das pioneiras, nas plantas adultas, têm o

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diâmetro de cerca de 1,0 mm, que se reduz a menos de 0,5 mm com o tempo de ramificação. Forma-se, assim, uma manta superficial de raízes fibrosas, consideradas as mais importantes na absorção de água e minerais próximos da superfície do solo (Kriedemann e Barrs, 1981). Por outro lado, as raízes fibrosas que se originam, de forma análoga, nas laterais profundas encarregam-se da absorção dos minerais que se lixiviam no solo e de água durante períodos de seca. Tanto as extremidades jovens, de coloração clara, como as regiões mais maduras, escuras e parcialmente suberizadas, das raízes fibrosas são importantes na absorção de água e minerais (Kriedemann e Barrs, 1981). As raízes alimentadoras recém-formadas são, obviamente, as mais eficientes, mas a grande fração das parcialmente suberizadas compensa as menores taxas de absorção, especialmente durante o inverno dos climas mais frios (Kriedemann e Barrs, 1981). Depreende-se do exposto, que a presença da manta de raízes alimentadoras requer cuidados extremos com os cultivos, principalmente debaixo da copa, os quais devem ser os mais superficiais e os menos freqüentes possíveis, sob pena de se reduzir produtividade e longevidade dos pomares. Cortes no sistema radicular podem regenerar-se, ou não dependendo da época em que são feitos. Gonzales de Cecília (1960) relatou que nos cultivos da Califórnia, havia regeneração dos cortes no sistema radicular em fins de março ou outubro e não em outras épocas devido a grande exigência em carboidratos para o desenvolvimento dos frutos e novos brotos vegetativos. As raízes secundárias se desenvolvem horizontalmente ou quase horizontalmente, a uma profundidade variável com a natureza do terreno e com o regime de cultivo. Moreira e Montenegro (1983), citados por Moreira (1988), estudaram o sistema radicular das laranjeiras ‘Baianinha’ e ‘Pêra Rio’, verificaram que 46,95% das todas radicelas encontram-se distribuídas nos primeiros 15 cm de profundidade, 45,96% estão até 30 cm e 73,12 % até 60 cm. Lateralmente as raízes desenvolvem-se até 4,20 metros de distância a partir do tronco com pequena redução entre 3,5 e 4,2 m. Segundo Salibe (1969) as raízes podem chegar de 8 a 10 metros à partir do tronco. Um aspecto que gerou polêmica, mas que agora parece solucionado, é a presença e a formação dos pelos radiculares (Kriedemann e Barrs, 1981). Os resultados indicam que os pelos radiculares primários se desenvolvem da epiderme e que os pelos secundários formam-se em grupos circulares de células hipodérmicas. Os pelos secundários são mais curtos e grossos e, provavelmente, funcionam muito ativamente na absorção de água e minerais até que suas paredes celulares se tornem suberizados, de forma semelhante aos primários. Os principais fatores que influenciam o desenvolvimento dos pelos radiculares são o cultivar, a disponibilidade hídrica, o arejamento e temperatura do solo e o pH relativamente mais baixo (Kriedemann e Barrs, 1981). Alguns pesquisadores mencionam que os citros são, aparentemente, ineficientes na absorção de água devido à pequena abundância de pelos radiculares. Tudo indica mesmo que os citros possuem uma razão parte–aérea/raízes bastante desfavorável, que agrava o abastecimento de água à planta pela baixa condutividade hidráulica e somente estudos mais acurados poderão esclarecer este aspecto fundamental, especialmente nas regiões sujeitas a deficiências hídricas (Kriedemann e Barrs, 1981).

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A relação enxerto/porta-enxerto desempenha papel de destaque para a forma final do sistema radicular. Vários estudos têm demonstrado que o limão-rugoso apresenta sistema radicular mais profundo e com maior abundância de raízes alimentadoras que a lima-ácida, a tangerina Cleópatra e o Poncirus trifoliata. A profundidade do sistema radicular está correlacionada com a altura da planta (Kriedemann e Barrs, 1981) e, provavelmente, com o diâmetro do caule, como foi demonstrado em outras espécies lenhosas arbóreas (Rena e Guimarães, 2000). O grande desenvolvimento lateral e vertical das raízes do limão-rugoso pode ser a principal causa da maior resistência à seca desta espécie (Castle, 1987). Ford (1954) observou que a concentração e a quantidade total de raízes alimentadoras eram consideravelmente maiores, independentemente da profundidade, em enxertos de pomelo do que de laranja, sobre porta-enxerto de limão-rugoso ou de laranja ácida, um resultado já esperado, já que os pés-francos de pomelo são maiores que os de laranjeira de igual idade. Assim, fica claro que a parte aérea também desempenha função de destaque no desenvolvimento do sistema radicular, mesmo através da união enxerto/porta-enxerto, como tem sido demonstrado em outras espécies. A idade e o espaçamento de plantio também afetam a estrutura, a densidade e os crescimentos radial e vertical das raízes. Com o envelhecimento, o sistema radicular fica mais extenso, podendo alcançar de 4,0 a 5,5 m de profundidade entre os 20 e 30 anos (Ford, 1954). Kaufmann et al. (1972) observaram que a circunferência e o diâmetro do sistema radicular são maiores, mas com menos sobreposição de raízes, nos plantios mais espaçados, resultando em menor competição por água e minerais. Resta saber, no entanto, se o sistema radicular é mais profundo nos plantios mais adensados, como ocorre em outras lenhosas arbóreas (Rena e Guimarães, 2000), com conseqüências benéficas à utilização de água e minerais em profundidade. Ambiente físico e químico e desenvolvimento do sistema radicular dos citros A profundidade do sistema radicular em citros tem sido relacionada com as características dos solos. Observa-se em laranjeiras enxertadas sobre limoeiro ‘Cravo’ que em solos álicos há menor profundidade de raízes que em solos eutróficos. Produções satisfatórias de citros são encontradas em solos ácidos ou básicos. Contudo as plantas se adaptem melhor em solos levemente ácidos, com pH em torno de 6,5 em todo o perfil (Rodriguez, 1992). Nos solos arenosos da Flórida é recomendado que o pH seja mantido entre 5,5 e 7,0. A reação do solo pode influenciar direta ou indiretamente o crescimento dos citros. Efeitos indiretos incluem a toxidez do íon hidrogênio e sua ação sobre enzimas e respiração. Os efeitos indiretos, mais importantes, incluem a ação sobre textura e permeabilidade do solo, solubilidade de certos nutrientes e atividade microbiológica. No campo é difícil separar os diretos dos indiretos, mas em cultivos de solução nutritiva, Rasmussen & Smith (1959), concluíram que a pH 4

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o ion hidrogênio foi diretamente tóxico as raízes de plântulas diminuindo seu crescimento. O alumínio é reconhecido como principal fator da acidez dos solos que afeta negativamente a produtividade das culturas. O alumínio trocável ocorre de forma generalizada em solos ácidos. Sua ação se faz sentir nas raízes das plantas, que se alongam mais lentamente. Mais tarde, engrossam e não se ramificam normalmente; as pontas das raízes desintegram e adquirem cor marrom (Van Raij, 2008). O papel do cálcio no desenvolvimento radicular em solos está bem estabelecido (Marshner, 1993). Em valores de pH abaixo de 5, muitas vezes a inibição ao alongamento radicular deve-se a formas manométricas de alumínio. Por outro lado, o cálcio protege as raízes do estresse causado pelo pH baixo. Para cada cultura, as exigências em cálcio para o crescimento radicular não são fixas, mas dependem do pH e da concentração dos cátions, inclusive o alumínio. De qualquer forma, manter os teores de cálcio acima de 7 mmolc dm-3 e teores de alumínio abaixo de 20% da CTC são indicadores importantes (Van 2008). Elevados níveis de Al trocável e baixos níveis de Ca e Mg tornam-se mais importantes para as plantas de citros quando ocorrem em camadas mais profundas, onde sua correção, através da incorporação de corretivos da acidez do solo, se torna mais difícil e onerosa, contudo, as práticas de calagem e gessagem são práticas fundamentais para a melhoria dos solos ácidos. Para micronutrientes, muitos são importantes para o estabelecimento do sistema radicular, contudo, observa-se o boro como elemento importante nos processos de crescimento celular. As tabelas 1 e 2 dão a interpretação dos padrões de fertilidade para a interpretação de resultados de análise do solo para os citros, fundamentais para correções do manejo (Quaggio et al. 2005). Solos com condutividade elétrica de até 0,70 m.mhos.cm-1, não apresentam problemas. Os nível de sódio no solo entre 3 a 9% é considerado normal, de 10 a15 alto e maior que 15% excessivo (Legaz et al, 1995). As espécies de porta-enxertos de citros diferem largamente na capacidade de tolerância ao estresse salino, que é usualmente definida pela sua capacidade de excluir íons cloro da copa. Por outro lado, a inibição na fotossíntese pelo aumento de salinidade encontrada por Lloyd et al. (1987) foi maior nas folhas de laranjeiras ‘Valência’ enxertadas em ‘Cleópatra’ que sobre Trifoliata, justificada pela sua maior capacidade de exclusão de íons de sódio.

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Tabela 1. Interpretação da análise do solo para os citros (Quaggio et al. 2005). P- resina K Mg Saturação por

basesClasse dos

teores mg dm-3 mmolc dm-3 % Muito baixo <6 <0,8 - <26

Baixo 6-12 0,8-1,5 <4 26-50 Médio 13-30 1,6-3,0 <4 26-50 Alto >30 >3,0 >8 >70

Tabela 2. Interpretação de resultados de análise do solo em micronutrientes para os citros (Quaggio et al. 2005).

B Cu Mn Zn Classe dos teores mg dm-3

Baixo <0,6 <2,0 <3,0 <2,0 Médio 0,6-1,0 2,0-5,0 3,0-6,0 2,0-5,0 Alto >1,0 >5,0 >6,0 >5,0

A arquitetura radicular e sua capacidade de exploração das camadas mais profundas e úmidas do solo, juntamente com uma maior razão entre a raiz e parte aérea, podem ser um mecanismo importante de escape aos déficits hídricos. Dependendo do porta-enxerto utilizado, as raízes podem se desenvolver até 6 metros de profundidade, embora a maior quantidade de raízes se encontre próxima à superfície do solo (Nordelo & Torre, 1991; Spiegel-Roy & Goldschimidt, 1996; Salibe, 1969). A maior tolerância à seca de plantas cítricas enxertadas sobre limoeiro rugoso (C. jambhiri Lush.) foi associada à maior profundidade de suas raízes (Spurling, 1951; Ford ,1954). Vários estudos de relações hídricas, de regulação da transpiração e da assimilação de CO2 pela condutância estomática têm sido feitos para a compreensão dos mecanismos de adaptação à deficiência hídrica (Medina & Machado, 1998). Esses estudos despertam muito interesse, pois diferentes combinações de porta-enxertos e copas nos citros apresentam respostas diversas nessas relações e eficiências no uso da água (Castle et al., 1989, Medina & Machado, 1998). Muitas vezes, o controle da perda de água pela regulação da abertura estomática está em função de hormônios produzidos no sistema radicular. O balanço entre a produção de ácido abscísico (ABA) e citocininas no sistema radicular, desempenha importante papel nas relações entre a raiz e parte aérea em citros, sendo possíveis mensageiros de deficiência hídrica da raiz para a copa (Gomes et al., 2003). As raízes dos porta-enxertos podem manter o estado de hidratação das plantas como conseqüência de sua arquitetura, da maior relação raíz-parte aérea, da condutividade hidráulica ou pela produção de hormônios indutores de alterações metabólicas que garantam a absorção de água em solos mais secos (Hale & Orcutt, 1988).

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Durante estresse hídrico severo, a anatomia da raiz pode mudar substancialmente, induzindo barreiras no apoplasto através de lignificação e suberização da parede celular e conseqüentemente, diminuindo a condutividade hidráulica. Esta é uma estratégia útil para sobrevivência sob condições extremas, evitando perda de água e de íons para o solo e permitindo recuperação mais rápida da planta. Em citros a interação entre copa e porta-enxerto para tolerância à inundação tem sido uma estratégia importante para a citricultura em solos mais úmidos. No Brasil recomenda-se a utilização dos porta-enxertos Trifoliata e seus híbridos como o citrumelo ‘Swingle’ (Trifoliata & Pomelo) (POMPEU JR., 1991). Na Flórida observa-se maior tolerância do porta-enxerto limoeiro rugoso em relação à laranjeira azeda. O crescimento radicular ocorre ininterruptamente desde que temperatura, umidade e arejamento do solo sejam adequados, mas sua taxa varia muito (Spiegel-Roy e Goldschmidt, 1996), porque os fatores do ambiente também variam consideravelmente durante o ano. Assim, o crescimento das raízes, de forma semelhante ao crescimento da parte aérea, ocorre em surtos, que com freqüência, mas nem sempre, alternam-se com os surtos dos ramos (Bevington e Castle, 1985). Por exemplo, o crescimento radicular é extremamente sensível ao déficit hídrico do solo (Spiegel-Roy e Goldschmidt, 1996), paralisando-se assim que o potencial mátrico atinge – 0,05 MPa e novas raízes formam-se somente após o re-umedecimento (Bevington e Castle, 1985). Girton (1927), citado por Kriedemann e Barrs (1981), mostrou que a temperatura mínima para o desenvolvimento da raiz de mudas de citros é de 12°C, a ótima de 26°C e a máxima de 37°C. Novos experimentos mais precisos, em solução nutritiva, mostram pequena variação em torno dos dados obtidos por Girton, como a temperatura mínima de 7°C para o crescimento mensurável. Nos climas mais frios, o crescimento das raízes tem início na primavera, quando a temperatura supera os 13°C, o que acontece primeiramente nos solos mais arenosos, que se aquecem mais rapidamente (Spiegel-Roy e Goldschmidt, 1996). Até 19°C, a taxa de crescimento radicular é pequena, acelerando-se daí até 30°C, tanto para as raízes pioneiras como para as fibrosas (Spiegel-Roy e Goldschmidt, 1996). Temperaturas acima de 36°C, definitivamente, inibem o crescimento radicular (Castle, 1980). Assim, nas regiões tropicais, temperaturas elevadas podem prejudicar a manta superficial de raízes alimentadoras, principalmente nos solos escuros e/ou arenosos. Nas principais regiões brasileiras produtoras de citros, onde dificilmente a temperatura do solo cai abaixo de 17°C à profundidade de 20 cm ou mais e onde se pratica a irrigação, as raízes seguem crescendo a taxas consideráveis durante o inverno, ao contrário da parte aérea. Nessas condições, a fertirrigação de inverno, especialmente com nitrogênio e potássio, pode ter grande impacto na brotação e floração da primavera, como foi demonstrado noutras plantas perenes (Antunes et al., 2001; DaMatta et al., 1999).

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Mas os surtos do crescimento radicular não dependem somente dos fatores do ambiente. A carga de frutos também desempenha papel preponderante no desenvolvimento das raízes, com fortes conseqüências para a vida produtiva da planta, pelos sucessivos esgotamentos de carboidratos ao longo dos anos de grandes produções (Smith, 1976; Goldschmidt, 1999). Fenômeno semelhante tem sido demonstrado para outras plantas frutíferas que apresentam bienalidade de produção (Rena e Guimarães, 2000). Plantas cítricas que albergam uma carga excessiva de frutos podem sofrer seca-de-ponteiros, a qual é precedida, inevitavelmente, por morte de raízes absorventes ou mesmo de ordem superior, porque esses órgãos são os drenos mais fracos. Plantas com seca-de-ponteiros possuem baixa reserva de amido em quaisquer de suas partes, principalmente após a fase do grande crescimento dos frutos (Smith, 1976; Carvalho et al., 1993). A morte de raízes e a seca-de-ramos são processos complexos e interdependentes. Com a deficiência de carboidratos, o crescimento e a produção de hormônios e de certos metabólitos ficam muito reduzidos no sistema radicular, prejudicando a fisiologia da planta como um todo (Spiegel-Roy e Goldschmidt, 1996; Rena e Guimarães, 2000). Ao longo dos ciclos de depauperamento/recuperação da parte aérea, o sistema radicular refaz-se cada vez menos, fazendo com que a planta seja de nutrição sempre mais superficial e menos resistente à seca. SIMM – Sistema Integrado de Manejo e Monitoramento da Fertilidade do Solo Com o aumento dos custos de produção, associados à valorização do câmbio monetário, é fundamental que o produtor busque a maior produtividade e eficiência no uso dos insumos para viabilizar sua produção e manter-se competitivo no mercado. No mundo atual, com ambiente já bastante degradado, também é fundamental que o produtor busque a preservação ou recuperação dos recursos naturais, evitando-se desperdícios e poluição do ambiente. Assim, é fundamental que o agricultor faça uso racional e seguro de defensivos e fertilizantes. Com objetivos semelhantes, destaca-se o manejo integrado ou ecológico de pragas (MIP ou MEP), que compôs diferentes práticas agrícolas visando maior eficácia no controle de insetos, com redução de poluentes agressivos ao meio ambiente. Esses programas contribuíram, contribuem e evoluem constantemente para aumentar a lucratividade e preservação ambiental e serviram de contrapartida para o uso mais eficiente de controle biológico e de pesticidas com maior seletividade e segurança. Entretanto, quando se analisa a utilização dos nutrientes minerais, mesmo com a grande evolução nas ciências dos solos e fertilizantes, verifica-se que as práticas de recomendações para adubação e calagem ainda não estão integradas com outros diagnósticos ou observações. Raramente há o monitoramento ou interpretação adequada dos resultados do manejo da fertilidade ao longo do tempo. Nesse sentido, é necessário viabilizar um sistema prático e aplicável na agricultura moderna que integre diversos dados de campo para que o agricultor melhore a eficiência do uso dos adubos, obtenha economia e sustentabilidade na produção. Dessa forma o SIMM, Sistema Integrado de Manejo e

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Monitoramento da Fertilidade do Solo, a semelhança do MIP ou MEP, integra diferentes informações, traz objetivos econômicos e preservacionistas evitando desperdícios e aumentando o lucro (Medina et al, 2007). O SIMM foi apresentado pela primeira vez no Centro APTA Citros ‘Sylvio Moreira’ no dia 12/06/2007 durante a 29a Semana da Citricultura e foi uma criação da CONPLANT Consultoria Treinamento e Desenvolvimento Agrícola. A proposta busca melhorar a eficiência no uso da água e fertilizantes para atingir maior produtividade e viabilidade econômica e, principalmente cuidar mais adequadamente do solo, recurso natural que sustenta a produtividade agrícola. Para as recomendações das adubações, a maioria dos programas existentes utiliza os resultados de análises químicas de amostras superficiais do solo (0 a 20cm) e de folhas. Essas práticas são fundamentais e devem ser rotineiras no SIMM. Contudo, as tabelas utilizadas para cálculos das necessidades de adubos normalmente não prevêem as respostas promovidas pelo ambiente local (clima, textura do solo, etc) e raramente integram informações referentes aos estados fisiológicos da plantação. Assim, essas recomendações, mesmo que úteis e importantes, orientam a aplicação de fertilizantes pela média dos resultados experimentais, o que nem sempre é o que interessa ao agricultor que utiliza tecnologia moderna e procura aumento de produtividade. Muitas vezes são necessários ajustes locais de acordo com a textura do solo, regime hídrico e outras características importantes do local. Quando se almeja a sustentabilidade e eficiência no processo produtivo ao nível do ambiente local, o SIMM integra informações para orientar de forma correta qual o caminho que o agricultor deve seguir de acordo com os solos de sua propriedade. Para melhorar a eficiência dos programas nutricionais, o SIMM amplia a visão plana dos campos, obtida pelas análises superficiais do solo (0-20 cm), tornando-a tridimensional. A visão tridimensional é necessária, pois o sistema radicular das plantas pode absorver água e nutrientes minerais além das camadas superficiais do solo. Esses processos de absorção são dinâmicos, ocorrem em diferentes profundidades e podem atingir camadas com características distintas de fertilidade. Em situações de seca ou veranicos, se as raízes forem profundas, a planta pode absorver água de camadas subsuperficiais mais úmidas e não ter prejuízos no seu crescimento. Contudo, quando a planta é capaz de absorver água dessas camadas e nesses locais o solo apresentar carência de determinados nutrientes, podem ocorrer perdas significativas na produção, mesmo que na superfície do solo existam concentrações adequadas desses nutrientes. A amplitude em profundidade das raízes é acompanhada de sua dimensão lateral que compõe um volume de solo, semelhante a um paralelepípedo de dimensões proporcionais a um monólito. Assim o denominamos para facilitar a compreensão da visão tridimensional. Esse “monólito” apresenta volume variável ao longo do desenvolvimento das culturas e detêm os recursos hídricos e minerais para a sustentação da produtividade. Essa visão pode conduzir respostas locais importantes, conferir uma visão ampla e tridimensional das relações solo-planta, das reservas nutricionais existentes no local e dar soluções

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interessantes ao manejo, buscando utilizações amplas e racionais da água e dos nutrientes ao longo dos anos. Quanto à eficiência na utilização dos fertilizantes, como o nitrogênio, fósforo ou potássio, há muita influência da dimensão e distribuição das raízes no “monólito”, haja vista a ocorrência de lixiviação de alguns para as para camadas mais profundas do solo. Quando as raízes são profundas e bem distribuídas, o processo é minimizado, pois haverá menor área de escape ou mais raízes para absorver os nutrientes. Assim, como a probabilidade de absorção é aumentada, a eficiência é melhorada e a economia estabelecida. Caso a planta não possua a habilidade de produzir raízes profundas, seja por características genéticas, de juventude, o SIMM propõe práticas de utilização de plantas companheiras ou adubos verdes, no intuito de promover a incorporação de nitrogênio e a reciclagem de nutrientes de camadas profundas, permitindo o maior aproveitamento de todo o volume de solo disponível. Esse aproveitamento pode ser concomitante nas plantas perenes como nas fruteiras, café ou seringueira, como pode ser em rotações de culturas anuais. A reciclagem de nutrientes é um fator de economia e eficácia nos sistemas produtivos atuais que precisa ser popularizado na agricultura convencional e não apenas na alternativa, no plantio direto ou nos sistemas agro-florestais. O uso de plantas companheiras serve a todos e tem ações amplas no manejo, pois envolve a produção de matéria orgânica total, coberturas verdes ou palhas, importantes para o manejo da fertilidade, de plantas daninhas, umidade do solo, equilíbrio biológico, etc. É importante considerar que muitos nutrientes, quando não são lixiviados ou adsorvidos, podem servir às plantações ao longo de muitos anos. Mesmo com a volatilização do nitrogênio incorporado, um determinado adubo verde ou planta companheira contribui para o sistema produtivo durante muito tempo após a incorporação e reciclagem na fitomassa local. Assim, é possível que a construção e manutenção da fertilidade ocorra ao longo das atividades agrícolas da propriedade, de maneira racional e sustentável, ou seja, sem que o investimento cause impacto nos retornos financeiros e inviabilize sua prática. É necessário lembrar que mesmo sobre cultivos anuais, a construção da fertilidade pode ser almejada ao longo do tempo, pensando concomitantemente no aumento da produtividade futura da terra. O SIMM traz o conceito importante de que o sistema radicular tem sua profundidade efetiva de exploração do solo alterada constantemente. Conhecer essa dinâmica e como alterá-la são chaves para aumentarmos a eficiência na utilização dos fertilizantes e da água. Mesmo em sistemas fertirrigados, a zona de molhamento deve possuir ambiente que privilegie o desenvolvimento do sistema radicular e promova maior eficiência no aproveitamento dos fertilizantes e da água. O desenvolvimento e crescimento do sistema radicular é dependente da presença de cálcio, boro, ausência de alumínio tóxico e outros aspectos químicos e, ou físicos, observados anteriormente. Através de trincheiras pode-se observar a profundidade efetiva do sistema radicular, importante para o manejo da água e nutrição, bem como analisar a camada de solo nos aspectos

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químicos, físicos ou biológicos em que as raízes se desenvolvem e, conseqüentemente, a existência de algum fator que possa impedir sua proliferação ou crescimento em profundidade. Além disso, no SIMM dá-se a devida importância à copa para o crescimento do sistema radicular, pois toda a energia para o seu desenvolvimento é provida pela parte aérea, que através das folhas capta a energia solar e transforma em açúcares pela fotossíntese e os conduz pelos vasos liberianos até as raízes. No SIMM, para entender o vigor das raízes, devemos observar além do solo o vigor da parte aérea. Assim, observar o enfolhamento, medilo ou classificá-lo auxilia nas tomadas de decisão quanto ao manejo a ser empregado. Dessa forma, a prática do SIMM orienta para a construção de sistemas radiculares profundos e amplos, cujas eficiências na utilização de água e nutrientes, são maiores e promovem maior tolerância à seca, produtividade, sustentabilidade e lucro. Práticas agrícolas, o clima e o desenvolvimento do vegetal, invariavelmente provocam alterações da fertilidade do solo ao longo do tempo, sejam de ordem química, física ou biológica. Para o produtor se orientar no caminho certo do manejo que está aplicando, ou seja, para saber se o que ele está fazendo é bom para a terra e para a cultura, o SIMM propõe a adoção periódica de análises padronizadas e a construção de histórico que permita a visualização dos resultados de suas práticas, bem como da construção da fertilidade de sua terra, prevendo problemas e enxergando soluções. Além das análises tradicionais conduzidas normalmente pelo agricultor, de solo superficial (0-20 cm) e de folhas para macro e micronutrientes, com locais e critérios padronizados para a cultura (mesmo solo, variedade, idade de plantio, locais pré-determinados de acordo com a idade), há necessidades de análises químicas não tradicionais de rotina como S e Al principalmente em profundidade. É essencial também conhecer o teor de argila dos horizontes encontrados em profundidade. Essa análise é feita apenas uma vez nos diferentes tipos de solos da fazenda. O conhecimento de impedimentos físicos, químicos e biológicos exige o exame do perfil radicular em trincheiras sendo a abertura de trincheiras feita de forma esporádica em locais representativos da cultura na propriedade. A análise da cultura (checklist) é também essencial na caracterização do talhão. Pode ser obtida através do preenchimento de fichas de campo, de preferência no momento da retirada de amostras de folhas para análise química e compreende todas as informações necessárias para compor o quadro visual, ambiental e produtivo do talhão. Um elenco assim formidável de informações associadas a cada talhão possibilitando um monitoramento espacial e temporal de cada situação só pode ser possível se houver disponibilidade de organização de todos os dados. Para facilitar a organização e o manuseio de tantos dados de forma coerente, sem perda de informações valiosas pela dificuldade operacional, o SIMM requer o

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uso de um software que permite a formação de banco de dados próprios, devidamente protegidos, que é ferramenta essencial para o sucesso do SIMM. LITERATURA CITADA Albrigo, L.G. 1977. Rootstocks effect Valencia orange fruit qualiyty and water balance. Proc. Int. Soc. Citric 1:62-65. Antunes, R. C. B.; Rena, A. B.; Mantovani, E. C. 2001. Fertirrigação na cultura do cafeeiro Arábica. Viçosa: Associação dos Engenheiros Agrícolas de Minas Gerais, 39 p. (Associação dos Engenheiros Agrícolas de Minas Gerais. Boletim Técnico, 05). Carvalho, C. H. S.; Rena, A. B.; Pereira, A. A.; Cordeiro, A. T. 1993. Relação entre a produção, teores de N, P, K. Ca, Mg, amido e seca de ramos do Catimor (Coffea arabica L.). Pesquisa Agropecuária Brasileira, v.28, p.665-673. Castle, W. S. 1987. Citrus rootstocks. In: Rom, R.C.; Carlson, R.F. (Ed.) Rootstocks for fruit crops. New York: John Wiley & Sons, p.361-399. Da Matta, F. M.; Amaral, J. A. T.; Rena, A. B. 1999. Growth periodicity in trees of Coffea arabica L. in relation to nitrogen supply and nitrate reductase activity. Field Crops Research, 60: 223-229. Davies, F. S.; Albrigo, L. G. 1994. Citrus. Wallingford, UK: CAB International, 254 p. Ford, H. W. 1954. The influence of rootstock and tree age on root distribution of citrus. Proceedings of the American Society for Horticultural Science, v.63, p.137-142. Goldschmidt, E. E. 1999. Carbohydrate supply as a critical factor for citrus fruit development and productivity. HortScience, v. 34, p.1020- 1024. Gomes, M M A, Lagôa, A M M A, Machado, E. C., Medina, C L. 2003. Abscisic acid and indole-3-acetic acid contents in orange tree infected by Xylella fastidiosa and submitted to cycles of water stress. Plant Growth Regulation. Holanda, v. 39, n.3, p.263 270. Gonzáles-Siciilia, E. 1960. El cultivo de los agrios. Instituto Nacional de Invegaciones Agronômicas. Edit. Bello Madri. Hale, M.G. & Orcutt, D. M., 1987. The physiology of plants under stress. John Willey, New York, pp.26-43. Kaufmann, M. R.; Boxwell, S. B.; Lewis, L. N. 1972.Effect of tree spacing on root distribution of 9- year old ‘Washington’ navel oranges. Journal of the American Society for Horticultural Science, v. 97, p.204-206. Kriedemann, P. E. & Barrs, H.D. 1981.Citrus orchards. In: KOZLOWSKI, T.T., Water deficits and plant growth. VI. Woody plant communities. p. 325-418.

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EXPERIENCIAS EN MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS DE CÍTRICOS Y USO DE LA INFORMACIÓN CLIMÁTICA

Pedro Morales1, Mario Cermeli1, Enio Soto2 y Mercedes Pérez2

RESUMEN. Las investigaciones que ha realizado el INIA en los últimos años, sobre las plagas de los cítricos, se han enfocado principalmente al minador de la hoja de los cítricos (Phyllocnistis citrella Stainton, Lepidóptera: Gracillaridae); ácaro plano (Brevipalpus spp. Acari: Tenuipalpidae); psílido asiático de los cítricos (Diaphorina citri Kuwayama Hemiptera: Psíllydae); moscas de la fruta del género Anastrepha y a la mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata, Diptera: Tephritidae). Se ha tenido énfasis en estudios biológicos y de distribución (en el caso de plagas recién introducidas); evaluaciones de controladores biológicos; el uso combinado de la información climática, la fluctuación poblacional del organismo y su interacción en los cultivos para la aplicación de pronósticos de prevención con base a las condiciones ambientales y en estudio de especies que ocasionen daños económicos de relevancia en los cultivos. Las poblaciones del ácaro plano, del psílido asiático y del minador de la hoja se incrementan durante el período de sequía, el cual se asocia con una baja humedad relativa en el ambiente y a con la presencia de brotes tiernos. No se ha detectado en el país la enfermedad Huang Long Bing que trasmite el psílido asiático, la cual es de importancia cuarentenaria. El manejo de la leprosis se realiza controlando las poblaciones de su ácaro-vector durante las épocas de sequía, sobre todo cuando existe fuerte presencia de síntomas en frutos que afecten su comercialización. Las moscas de las frutas no están influenciadas por las condiciones climáticas, sino por los períodos de fructificación y por manejos fitosanitarios inadecuados. El manejo de plagas en el cultivo de los cítricos debe tomar en consideración los factores climáticos, la fenología del cultivo, los enemigos naturales y los polinizadores. Se debe realizar un uso racional de productos químicos, en caso de que sea necesario usarlos, para mantener el equilibrio ecológico de los diferentes agroecosistemas. Palabras clave: Brevipalpus, Diaphorina, Anastrepha, Ceratitis capitata, Phyllocnistis citrella, estudios biológicos. 1 INIA-CENIAP. Museo de Insectos de Interés Agrícola. Edificio 2. Maracay, Estado

Aragua, Venezuela. Telf. 0243 - 2402772 [email protected]

2 INIA-CENIAP. Edificio 8. Maracay, Estado Aragua, Venezuela. Telf. 0243 – 2402963. [email protected]; [email protected]

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INTRODUCCIÓN En Venezuela, las primeras experiencias en el Manejo Integrado de Plagas en cítricas se remontan a 1937, con la creación de la Escuela Superior de Agricultura en El Valle, Distrito Federal, y la Colección y Archivo de Insectos de Interés Agrícola del CENIAP, fundada en marzo de 1938 por el entomólogo Dr. Charles H Ballou, quien en 1941 logró la introducción y seguimiento de la vaquita australiana, Rodolia cardinalis Mulsant para el control biológico de la escama algodonosa de los cítricos en El Valle, D.F. Fue el primer gran éxito del uso del control biológico en el país (Morales et al., 1998). Hasta 1980 los problemas fitosanitarios eran relativamente menores. El uso de naranja agria o cajera (Citrus aurantium L.) como patrón aseguraba plantas tolerantes a las principales enfermedades virales y fúngicas, como la gomosis (Phytophthora parasitica Dastur) que era un problema grave en suelos pesados con riego por gravedad. La tristeza, a pesar de haberse reportado en 1960 por los síntomas causados en limón Meyer (Citrus aurantifolia Swing), no causó mayores problemas no obstante conocerse su transmisión por injerto. A partir de 1960 el manejo de plagas ha sido dinámico, por la introducción de varias plagas exóticas y algunos cambios en el patrón de consumo de la población. Se establecieron las épocas de mayor incidencia de daños causados por las plagas. Se demostró que las escamas no eran problemas, salvo en las zonas con mucho polvo y uso indiscriminado de plaguicidas. En 1976 llega al país el áfido negro de los cítricos Toxoptera citricida (Kirkaldy). El daño mecánico no era de importancia, salvo en plantas jóvenes; el mayor daño lo causó transmitiendo la “tristeza de los cítricos” la cual acabó con las plantaciones sobre patrón naranjo agrio, unas 45 mil hectáreas en Venezuela, causando la muerte de más de 6.000.000 de árboles injertados sobre naranjo agrio, por lo que se hizo necesario replantar sobre patrones tolerantes. Este insecto es el vector más eficiente del virus. Vive casi exclusivamente en rutáceas, entre ellas el género Citrus. La extracción de savia puede causar deformaciones en los cogollos. Entre sus plantas hospederas destacan Citrus aurantifolia (Christm.), Swingle, Citrus aurantium L., Citrus grandis (L.) Osbeck, Citrus limon (L.) Burm., Citrus paradisi Macf., Citrus reticulata Blanco, Murraya paniculada (L.) Jack., Severinia buxifolia (Poir.) Tenore y Swinglea glutinosa (Blanco) Merr. El 1995 se introdujo accidentalmente el minador de la hoja de los cítricos Phyllocnistis citrella en el oriente del país (Rodríguez y Cermeli, 1997). El seguimiento y control de este insecto contó con la colaboración de la Ing. Gladys Rodríguez del CIAE Monagas, donde se colectaron las primeras muestras del insecto. Luego del impacto inicial, se observó la presencia de enemigos naturales nativos y con la introducción de un parasitoide específico Ageniaspis citricola, el daño se ha reducido a los viveros (Morales et al., 2000; Salazar, 2006: Linares et al., 2001), En abril de 1999 se detectó en Venezuela el psílido asiático de los cítricos Diaphorina citri (Kuwayama) en limón criollo (Citrus aurantifolia) en el Estado Falcón (Cermeli et al., 2000). Su daño directo no es de mayor importancia pero es el vector de la enfermedad “Greening” o “Huang Long Bing”, aún no presente en Venezuela (Salazar

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et al., 2007). Es posible que su población no se haya desarrollado en el país por la presencia del parasitoide Tamarixia radiata (Cermeli et al., 2007) En el caso de las moscas de la fruta, las cítricas han sido catalogadas como hospederas de los géneros Anastrepha y de la mosca del Mediterráneo Ceratitis capitata Wiedemann (Diptera: Tephritidae) en Venezuela. A principios de los años 80, a raíz de la presencia de la tristeza de los cítricos (CTV), prácticamente todos los patrones en los huertos cítricos y viveros fueron sustituidos por plantas tolerantes al CTV. Desde entonces hemos tenido pocos registros de moscas de la fruta atacando el cultivo de naranja y los registros obtenidos han sido de plantas provenientes de semilla (Morales et al., 2003). Los estudios sobre la influencia del clima en la incidencia del ácaro plano y la leprosis de los cítricos en naranja, se han basado en la premisa de que el clima es factor primordial para que el ácaro prospere en un determinado lugar, y que es posible que existan lapsos atípicos en esos lugares que favorezcan, además, la aparición del ácaro y la enfermedad en épocas no tradicionales. En cítricas, en el INIA los trabajos en el área de artrópodos en los últimos años se han enfocado hacia el estudio del minador de la hoja de los cítricos (Phyllocnistis citrella Stainton, Lepidoptera: Gracillaridae); el ácaro plano de los cítricos (Brevipalpus spp. Acari: Tenuipalpidae); el psílido asiático de los cítricos (Diaphorina citri Kuwayama Hemiptera: Psíllydae); las moscas de la fruta del género Anastrepha y la mosca del Mediterráneo Ceratitis capitata (Diptera: Tephritidae). Las investigaciones llevadas a cabo han tenido énfasis en los estudios biológicos y de distribución (en el caso de plagas recién introducidas); evaluaciones de controladores biológicos nativos e introducidos; el uso combinado de la información climática, la fluctuación poblacional del organismo y su interacción en los cultivos para la aplicación de pronósticos de prevención sobre las condiciones ambientales; y el estudio de especies que ocasionen daños económicos de relevancia en los cultivos de cítricas. MATERIALES Y MÉTODOS 1. Ácaro plano de los cítricos Brevipalpus spp. (Acari: Tenuipalpidae) Evaluación de combinaciones copa patrón – tolerantes a la leprosis de los cítricos. El ensayo se realizó durante los períodos agosto de 2001 a noviembre de 2002 y agosto de 2003 a septiembre de 2004, en la Frutícola Parmalat, ubicada en el Municipio Miranda, Estado Carabobo, 636 msnm, 10° 06’ 19’ LN 68° 36’ 48’ LO. Se evaluaron las combinaciones copa – patrón siendo las copas HAIB0503; PA6F1422, PAIB0708, CM6E3602, PBIB0606 y 'Salustiana' sobre los patrones 'Cleopatra' y 'Swingle', para la evaluación del comportamiento de estas combinaciones en relación con la precocidad de cosecha. El ensayo estuvo compuesto por 12 tratamientos (combinaciones copa – patrón) distribuidas en 4 bloques al azar, para un total de 48 parcelas. Cada parcela estaba constituida por tres plantas. Mensualmente se colectaron 3 hojas por planta para un

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total de 12 hojas por parcela. Las hojas se colocaron en bolsas de papel previamente identificadas y se trasladaron al laboratorio. Por parcela se pasaron las hojas en una máquina cepilladora de ácaros, los cuales se colectaron en placas de vidrio para su contaje a través de lupa estereoscópica. A su vez, estas hojas se utilizaron para la medición de síntomas visibles de la enfermedad por medio de una escala cualitativa del 1 (sin síntomas) al 5 (hoja completamente deteriorada con los síntomas de la enfermedad). Se realizó un análisis estadístico de Kruskal Wallis para datos no paramétricos y la prueba de medias de Mínima diferencia significativa al 95% de confiabilidad. Evaluación de síntomas asociados a la leprosis de los cítricos, en naranja 'Valencia' durante el período 1998 – 2002. Con la finalidad de determinar épocas de mayor incidencia de la enfermedad y de las poblaciones del ácaro, para el establecimiento de medidas de manejo y control, Smitdh et al. (2003) evaluaronn la fluctuación de los síntomas asociados a la leprosis de los cítricos y su agente causal. El estudio se realizó en la Frutícola Santa Cruz, Municipio Miranda, Estado Carabobo, desde junio 1998 hasta noviembre 2002. Quincenalmente se seleccionaron 20 árboles al azar, en cada uno se tomaron aleatoriamente 10 hojas desarrolladas, las cuales se colocaron en bolsas de papel previamente identificadas y se trasladaron al laboratorio. El contaje de ácaros se realizó utilizando máquina cepilladora. En cada hoja se evaluaron los síntomas de la enfermedad, con una escala cualitativa del 1 (hojas sin síntomas) al 5 (hojas totalmente manchadas). Influencia del clima en la incidencia del ácaro plano en naranja 'Valencia' en el Municipio Miranda, Estado Carabobo. Pérez de A. et al. (2003) registraron la información climática donde se estimó el período de lluvia de mayo hasta noviembre, con una lámina media total de 742 mm en el período, siendo el año 2002 el más lluvioso; no se observaron períodos mayores de 5 días consecutivos sin lluvias, definiéndose el período seco de diciembre a abril. La temperatura máxima media de 33 °C ocurrió en marzo y la mínima media de 19 °C, en enero. Los valores de humedad relativa estuvieron entre 65% en marzo y 85% entre mayo-julio, siendo este elemento un componente importante en el incremento poblacional del ácaro. 2. Psílido asiático de los cítricos Diaphorina citri Kuwayama (Hemiptera: psylliadae) Dispersión en Venezuela. Se realizaron reconocimientos a nivel nacional en plantaciones de cítricas y en casas particulares con plantas de cítricas y azahar de la india sp. (Cermeli et al., 2007). Las localidades y hospederos encontrados para 1999 y las fallas en el establecimiento de las medidas cuarentenarias fueron discutidas por Cermeli et al. (2000). Análisis molecular. Con el fin de evaluar la presencia de las bacterias en Venezuela se ha utilizado la técnica de PCR en 8 muestras de ADN aisladas de Diaphorina citri colectadas en Venezuela. Se siguió la metodología de extracción con fenol/cloroformo de Harris y col., sin el uso de fenol de la solución extractora. (Salazar et al., 2007).

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3. Minador de la hoja de los cítricos Phyllocnistis citrella Stainton (Lepidoptera: Gracillaridae) Ciclo Biológico. Sánchez et al. (2002) utilizaron plantas podadas y defoliadas con una separación de una semana entre uno y otro grupo. Las plantas en brotación fueron trasladadas a invernadero bajo condiciones controladas, con 12 horas de luz diarias. Se estudió la fase de huevo en brotes nuevos de las plantas de naranja. Para las mediciones de la fase larval, de la fase pupal y de la longevidad del adulto, se seleccionaron de uno a dos huevos recién eclosionados por hoja y se dejaba una larva por hoja para la medición del tiempo de duración de la fase larval y de cada uno de sus instares. Las observaciones se realizaron tres veces al día. Los adultos emergidos eran pasados a otras unidades de confinamiento y se observaron diariamente los envases para notar el último día de vida del insecto. Fluctuación Poblacional. Este trabajo se inició en el fundo La Milagrosa, en Bejuma, Estado Carabobo, desde octubre de 1996 a 1997. A partir del mes de enero de 1998, las evaluaciones se realizaron en la Frutícola Parmalat, Municipio Miranda del mismo estado. La metodología consistió en la selección aleatoria de 20 árboles, tomando en cada uno un brote tierno. Este se guardó individualmente en bolsas de papel. Las muestras se trasladaron al laboratorio para los contajes del número de hojas por brote y número de minas, larvas y pupas normales y parasitadas del minador. Este trabajo se realizó aproximadamente cada 15 días (Morales et al., 2000). Control Biológico. Salazar (2006), con el objetivo de determinar la incidencia y fluctuación poblacional de P. citrella y sus parasitoides así como realizar la identificación de los mismos, efectuó muestreos cada 15 días durante un año en tres fincas citrícolas del Estado Yaracuy, dos del Estado Carabobo y en el Huerto de Cítricas del CENIAP-INIA, Estado Aragua. Se colectaron 10 brotes tiernos por árbol, tomados al azar en 10 árboles, para un total de 100 brotes/muestra/finca. El análisis de los datos se efectuó por medio de análisis de varianza no paramétrico de Kruskal-Wallis. 4. Moscas de la fruta (Diptera: Tephritidae) Presencia de los géneros Anastrepha y Ceratitis en tres huertos de naranja en los Estados Carabobo y Yaracuy. Desde marzo de 2000 hasta octubre de 2002, se llevó el registro de fluctuación poblacional en las fincas: Frutícola Santa Cruz (Estado Carabobo), Las Catas y Los Álamos (Edo. Yaracuy). Para la captura de adultos, quincenalmente se revisaban ocho trampas JD EutGo por finca, cuatro de las cuales eran cebadas con el atrayente alimenticio Nulure® y cuatro con el atrayente Pedgo®. Se colectaron 500 frutos durante los períodos de cosecha de los años 2000 y 2002, para la detección de larvas. Los datos obtenidos se procesaron por análisis no paramétrico de Kruskal y Wallis y la Prueba de Mínima Diferencia Significativa (P = 0.05). Se encontraron diferencias significativas entre los totales de adultos colectados de A. serpentina entre los atrayentes PedGo (192) y Nulure (39) y entre las fincas Santa Cruz (212) y Los Álamos (6) y Las Catas (13). No hubo diferencias significativas entre fincas y entre atrayentes para los adultos colectados de A. obliqua

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(MacQuart) A. striata Schiner y A. fraterculus Wiedemann siendo sus poblaciones relativamente escasas durante el ensayo. No se colectaron larvas de los géneros Anastrepha y Ceratitis en los frutos ni adultos de C. capitata en las trampas. Estos resultados señalan que estos insectos no son de importancia económica en el cultivo de naranja, ya que la presencia de adultos no indica que se reproduzcan en los frutos y ocasionen daño económico (Morales et al., 2003). Registro de Hospederos de Ceratitis capitata y Anastrepha spp. Morales et al. (2004) realizaron la revisión de la literatura publicada relacionada con la taxonomía e importancia económica del género Anastrepha y de Ceratitis capitata en Venezuela, la cual tuvo como soporte los ejemplares depositados en el Museo de Insectos de Interés Agrícola (INIA–CENIAP) donde se registran los hospederos de dichas especies colectados en el país. RESULTADOS 1. Ácaro plano de los citricos Brevipalpus spp. (Acari: Tenuipalpidae) Durante los meses de febrero-marzo de 2002 y marzo-abril de 2004 se observaron las mayores poblaciones de ácaros en la parcela, coincidiendo con el período de sequía en la zona. En el período 2001-2002 la combinación 'Salustiana' sobre 'Cleopatra' presentó las mayores poblaciones del ácaro, diferente estadísticamente de la combinación CM6 sobre 'Swingle' que presentó las menores poblaciones. La combinación PA6 sobre 'Swingle' presentó el mayor número de hojas con síntomas de la enfermedad, diferenciándose estadísticamente de las combinaciones CM6 y PAI sobre 'Swingle' y HAI sobre 'Cleopatra'. Estos resultados indican que existe interacción entre los patrones utilizados para siembra y las copas respectivas y pueden ser utilizados en un futuro para la evaluación de resistencia a insectos y ácaros.

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Figura 1. Fluctuación poblacional del ácaro plano de los cítricos Brevipalpus spp. (Acari: Tenuipalpidae) y presencia de síntomas de la enfermedad en 12 combinaciones copa – patrón en los períodos 2001–2002 y 2003–2004 en el Municipio Miranda, Estado Carabobo. Smitdh et al. (2003), en la evaluación de síntomas asociados a la leprosis de los cítricos en naranja 'Valencia' durante el período 1998–2002, observaron la tendencia de las poblaciones de ácaros a incrementarse en época seca (meses marzo – abril) con tendencia a disminuir en temporada de lluvias (meses julio – agosto) mientras que los porcentajes de hojas con síntomas se han venido incrementando desde 1999 (1998: 17,5%; 1999: 9,93%; 2000: 27,13%; 2001: 40,32%; y 2002: 39,04%). Estos estudios permitirán el establecimiento de épocas de control del insecto (temporada seca) y determinar su efecto en la disminución de los síntomas a mediano plazo.

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Figura 2. Fluctuación poblacional del ácaro plano de los cítricos Brevipalpus spp. (Acari: Tenuipalpidae) y presencia de síntomas de la enfermedad leprosis de los cítricos en la Frutícola Parmalat, Municipio Miranda, Estado Carabobo, período julio 1998 - noviembre 2002. Pérez de A. et al. (2003) registraron que durante el período seco se observó la mayor incidencia de las poblaciones con termoperíodos altos de 12.2 marzo y la menor humedad relativa, con niveles de infestación de entre 22.65 y 23.3 ácaros por hoja (años 1999 y 2000, respectivamente) y 47.55 en abril 2001. En las figuras 3 y 4 se observa que no hubo relación entre las temperaturas máximas y mínimas con las poblaciones del ácaro plano y la presencia de hojas con síntomas en la localidad en estudio.

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Figura 3. Fluctuación poblacional del ácaro plano de los cítricos Brevipalpus spp. y temperaturas máximas y mínimas registradas durante el período 1999–2002 en el Municipio Miranda, Estado Carabobo. Figura 4. Presencia de hojas con síntomas de la leprosis de los cítricos y temperaturas máximas y mínimas registradas durante el período 1999– 002 en el Municipio Miranda, Estado Carabobo.

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Figura 5. Fluctuación poblacional del ácaro plano de los cítricos Brevipalpus spp. y precipitaciones acumuladas durante el período 1999–2002 en el Municipio Miranda, Estado Carabobo. Figura 6. Presencia de hojas con síntomas de la leprosis de los cítricos y precipitaciones acumuladas durante el período 1999–2002 en el Municipio Miranda, Estado Carabobo.

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En la Figura 5 se observa la relación inversamente proporcional entre las precipitaciones acumuladas en el período en estudio y las poblaciones del ácaro y en la Figura 6 puede apreciarse cómo se incrementa la presencia de síntomas de la enfermedad a medida que aumentan las precipitaciones (Pérez de A. et al., 2003). El tiempo determina que una relación hospedante-vector-patógeno se transforme o no en enfermedad. Esta supone una interacción complicada entre 2 clases de entidades vivientes, a veces se implica un tercero, ej: vector. Todas ellas son sensibles al clima. En general, las poblaciones del ácaro plano de los cítricos están relacionadas con los períodos de sequía, y la presencia de hojas con síntomas de la enfermedad, con los períodos de lluvia, meses después de pasar la brotación y las poblaciones del ácaro. Esta información es de utilidad para el establecimiento de medidas de control químico en caso de sintomatología muy marcada en frutos que pueda afectar la comercialización de los mismos para mercado fresco. 2. Psílido asiático de los cítricos Diaphorina citri Kuwayama (Hemiptera: psylliadae) Dispersión en Venezuela. La dispersión del psílido asiático de los cítricos después de su introducción en Venezuela ha sido muy rápida. Los datos de ingreso de la Colección de Insectos de Interés Agrícola del CENIAP señalan que las ninfas y adultos de este insecto fueron colectados en plantas de naranja, azahar de la india, limón criollo, lima persa, mandarina, durante los años 2000 al 2006 en las localidades de Barcelona y Pto. La Cruz, en el Estado Anzoátegui; Maracay, Villa de Cura, El Limón y La Victoria, del Estado Aragua; Municipio Miranda y Opio Montalbán del Estado Carabobo; en Caracas, Dtto. Federal; Sabaneta, Vela de Coro y la Cruz de Taratara Estado Falcón; El Sombrero, Estado Guárico; Tarabana y Barquisimeto, Estado Lara; La Playa, Municipio Rivas Dávila y la ciudad de Mérida, Estado Mérida; en Boca de Uchire, Estado Miranda; en la Est. Exp. U.D.O “La Guanota”, Maturín y Sabana de Piedra, Estado Monagas; en La Soledad de Mariguitar, Estado Sucre; en La Tendida, Estado Táchira; en el Municipio Nirgua, Estado Yaracuy y en Maracaibo, Estado Zulia. En octubre de 2006 se observaron adultos de Hymenoptera alimentándose y ovopositando sobre ninfas del psilido asiático en azahar de la india (Murraya paniculata (L.) Jack.), los cuales fueron trasladados al Laboratorio de Entomología del CENIAP en Maracay. Los adultos fueron enviados al Dr. Ru Nguyen de la Division of Plant Industry, Florida Deparment of Agriculture and Consumer Services, en Gainesville, donde fueron gentilmente identificados como Tamarixia (= Tetrasticus) radiata (Waterston) (Hymenoptera, Eulophidae). Este insecto está relacionado con la época de sequía, que es cuando sus poblaciones aumentan. En época de lluvias sus poblaciones disminuyen hasta casi pasar imperceptibles, lo que dificulta la colecta de ejemplares en campo y el levantamiento de crías en laboratorio para estudios biológicos. Análisis molecular. No se observó amplificación con las PCR ni de las bandas específicas con los RAPD, entonces podemos concluir que las bacterias no están presentes en las muestras evaluadas. Hasta el presente no se han observado en

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Venezuela síntomas de la enfermedad Huang Long Bing en los cítricos y los intentos de diagnóstico han dado resultados negativos (Salazar et al., 2007) 3. Minador de la hoja de los cítricos Phyllocnistis citrella Stainton (Lepidoptera: Gracillaridae) Descripción y comportamiento de las fases de desarrollo del insecto. El tiempo para completar el ciclo a una temperatura promedio de 27,67 ºC y 61% de humedad relativa fue de 14,25 ± 1,29 días (rango 13-15,5 días). El promedio de desarrollo en días para cada fase fue de 2,35 ± 0,32 para incubación de huevos, 4,25 ± 0,23 para desarrollo larval, 1,03 ± 0,13 para la prepupa y 6,58 ± 0,61 para la pupa. Se determinaron tres instares larvales con duración de 1,11 ± 0,15; 1,12 ± 0,10 y 2,02 ± 0,14 días respectivamente. El tiempo de vida de los adultos fluctuó entre un mínimo de cuatro hasta un máximo de 21 días (Sánchez et al., 2002) Fluctuación poblacional del insecto. Morales et al. (2000) observaron una alta incidencia del insecto en los meses de octubre y noviembre de 1996 (> 80% de las hojas presentaron minas), los picos poblacionales observados en septiembre y noviembre de 1997 y los períodos cíclicos del insecto cada 30 a 40 días aproximadamente. Este comportamiento se observó de forma similar en el municipio Miranda, con un pico poblacional a finales de marzo y principios de abril de 1998. Asimismo, se observan las curvas poblacionales con máximos cada 60 días aproximadamente, en los brotes tiernos colectados. La baja proporción de larvas en ambas fincas puede deberse a que en los momentos de la toma de muestras ya los brotes habían pasado, debido a la rapidez del ciclo, ya que las larvas se detectan en el momento de emergencia de los brotes. La fluctuación poblacional del minador de la hoja, en relación con las precipitaciones ocurridas durante los meses de marzo a diciembre de 1997 señala que durante los períodos de máximas precipitaciones (junio-julio) ocurre una disminución en los niveles poblacionales del insecto. El efecto de incremento poblacional se observa a los dos meses aproximadamente del pico del período de lluvias (noviembre), como consecuencia del incremento de brotes ocurridos en el cultivo, que son la parte de la planta donde el insecto oviposita y desarrolla las larvas. Este trabajo se continuó hasta el año 2001 (Cermeli et al., 2001) donde se observó la disminución gradual de los porcentajes de hojas con minas en virtud de la presencia de los controladores biológicos señalados (Figura 7).

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. Figura 7. Porcentaje de hojas con minas del minador de la hoja de los cítricos Phyllocnistis citrella Stainton en los Municipios Bejuma y Miranda del Estado Carabobo, Venezuela, durante el período 1996 - 2001 Salazar (2006) determinó la fluctuación poblacional del minador de la hoja de los cítricos en las seis localidades evaluadas y estableció las épocas de mayor y menor incidencia de dicho insecto plaga. La finca La Olivereña I (Yaracuy) fue la que presentó los valores más altos para las variables: número de minas, larvas totales y pupas totales del minador de la hoja de los cítricos por hoja, mientras que la finca Las Catas (Yaracuy) fue la que presentó los valores más bajos para las variables antes mencionadas, por ende, la menor población de la plaga. En la Figura 8 se aprecian los valores de promedio de minas por hoja en las localidades evaluadas. Se encontraron nueve especies de parasitoides nativos de larvas y pupas del minador de la hoja de los cítricos, todas del orden Hymenoptera, ocho de ellas de la familia Eulophidae: Cirrospilus floridensis, Galeopsomyia fausta, Cirrospilus sp. C, Horismenus sp. n 1, Horismenus sp. n 2, Chrysocharis sp., Neochrysocharis sp. y Closterocerus sp., también se encontró una especie de la familia Elasmidae: Elasmus sp. Salazar (2006), en su trabajo realizado en los años 1999 y 2000, detectó la especie de Encyrtidae introducida, Ageniaspis citricola la cual fue introducida del Perú por Linares et al. (2001) en el INIA Yaracuy, quienes importaron 700 especímenes de esta especie, los cuales fueron reproducidos en laboratorio y liberados en 1998 en el municipio Nirgua.

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Figura 8. Promedio de minas por hojas del minador de la hoja de los cítricos (Phyllocnistis citrella) colectadas en seis localidades de los Estados Yaracuy, Carabobo y Aragua durante 1999-2000. 4. Moscas dela fruta (Diptera: Tephritidae) En la actualidad se conocen para Venezuela 55 especies del género Anastrepha (Diptera: Tephritidae) que proceden de diferentes lugares de la geografía nacional donde los investigadores del tema han tenido acceso para capturar los adultos utilizando trampas, o colectar frutos hospedantes de las fases inmaduras (Morales y González, 2007). Aunque la mosca del Mediterráneo es plaga económica en muchos cultivos agrícolas a nivel mundial, Morales et al. (2004) señalan que en Venezuela no se ha registrado como tal, con excepción del cultivo de durazno en áreas localizadas de los Estados Aragua y Miranda, y su importancia radica en las restricciones cuarentenarias hacia las exportaciones frutícolas. Como señalan Thomas et al. (2001), las preferencias de hospederos varían de acuerdo con las regiones, y un hospedero altamente preferido en una parte del mundo puede ser un pobre hospedero en otra. Entre los registros de C. capitata presentes en el Museo de Insectos del INIA CENIAP, destacan los correspondientes a pomelo (Citrus paradisi Macf.), mandarina (Citrus reticulata Blanco) y naranja agria (Citrus aurantium L.) (Rutaceae) (Morales et al., 2004). Bateman (1972) ha indicado que el clima, particularmente la temperatura en climas templados y la precipitación en ambientes tropicales, determina la abundancia de adultos de moscas de las frutas. Fehn (1982) encontró una correlación negativa entre la precipitación y el número de moscas de Anastrepha spp. capturadas en cultivos de durazno en Brasil, pero ninguna correlación entre el número de moscas capturadas y la temperatura, viento, o humedad. Rodríguez et al. (1999) detectaron variables

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0,6

0,8

1

1,2

Los Alamos Las Catas La Olivereña Parmalat Montero CENIAP

minas/hoja

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climáticas de efecto – causa, como la temperatura máxima y la humedad relativa a las 08:00 relacionadas con la población de A. striata. En contraposición, Malo et al. (1987), Hennessey (1994) y Celedonio et al. (1995), no encontraron ningún efecto de los factores climáticos sobre las poblaciones de moscas de Anastrepha spp. Celedonio et al. (1995) y Aluja et al. (1996) señalaron que el componente más importante del ambiente que afecta las poblaciones de moscas de las frutas en los trópicos es la disponibilidad de frutos hospederos apropiados (fenología de fructificación). Por su parte, Fehn (1982) y Hennessey (1994) concluyeron que las capturas en trampas de moscas de Anastrepha son el resultado de la interacción de condiciones climáticas y disponibilidad de frutos hospederos. Por otro lado, Boscán y Godoy (1986) en Venezuela señalaron que la temperatura, la humedad relativa y la precipitación no influyeron sobre la población de Anastrepha en los huertos donde realizaron los respectivos estudios. En Venezuela, los productores de frutales no tienen la rutina generalizada del monitoreo permanente de especies de Anastrepha o de la mosca del Mediterráneo, y solo se realiza esta actividad cuando existe algún protocolo que requiera garantizar la comercialización de frutos con países que así lo exigen, o brotes ocasionales de estos insectos en plantaciones comerciales. En el Estado Táchira se controló eficientemente la presencia de C. capitata en mandarinas con el uso de trampas artesanales y prácticas de manejo integrado de cultivo, logrando bajar la intensidad de daño de un 85% de cestas con frutos dañados a un 10% (Martínez et al. 2005). CONCLUSIONES Las poblaciones del ácaro plano y del psílido asiático de los cítricos se incrementan en el período de sequía, relacionadas con bajas humedades relativas en el ambiente y con la presencia de brotes tiernos donde se desarrollan esas poblaciones relacionadas con los períodos de sequía. En el caso del psílido asiático no se ha detectado en el país la enfermedad que trasmite, Huang Long Bing, de importancia cuarentenaria. La presencia de hojas con síntomas de la leprosis de los cítricos está relacionada con los períodos de lluvia, meses después de pasar la brotación de las plantas. El control de los síntomas de esta enfermedad se puede realizar por medio del establecimiento de medidas de control químico en épocas de sequía, en caso de existir fuerte presencia de síntomas en frutos que afecten su comercialización. Las poblaciones de las moscas de las frutas no están influenciadas por las condiciones climáticas en las regiones donde se han presentado, sino por los períodos de fructificación de los cultivos y los manejos fitosanitarios inadecuados. El minador de la hoja de los cítricos presenta incrementos poblacionales a los dos meses aproximadamente del pico del período de lluvias (noviembre), como consecuencia del incremento de brotes ocurridos en el cultivo, que son la parte de la planta donde el insecto oviposita y desarrolla las larvas.

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El manejo de plagas en el cultivo de cítricas debe tomar en consideración que se trata de un cultivo perenne, y que las plagas están influenciadas por los factores climáticos y por la fenología de estos cultivos (períodos de desarrollo vegetativo, floración y fructificación) en los cuales ocurren diferentes equilibrios entre las plagas, sus enemigos naturales (depredadores y parasitoides) y los polinizadores, lo cual hace necesario e imprescindible el manejo adecuado de estas variables, así como la inspección permanente para evitar o prevenir brotes de plagas. Se debe realizar un uso racional o minimizar el uso de productos químicos solo en caso de ser necesario, en virtud de dichos equilibrios, además de los problemas con los residuos de insecticidas que pueden presentarse en el procesamiento industrial de los frutos y los brotes ocasionales de otras plagas.

REFERENCIAS Aluja M., Celedonio H., Liedo P., Cabrera M., Castillo F., Guillén J. y E .Ríos. 1996. Seasonal populations fluctuations and ecological implication for management of Anastrepha fruit flies (Diptera: Tephritidae) in commercial mango orchards in southern Mexico. J. Econ. Entomol. 89(3):654-667. Aular, J. 2008. Producción de cítricas en Venezuela. Toda Fruta. Data Edição: 08/07/09. http://www.todafruta.com.br/todafruta/mostra_conteudo.asp?conteudo=19531 Bateman, M. 1972. The ecology of fruit flies. Ann. Rev. Entomol. 17:493-518. Linares B., Hernández J., Morillo J. y L. Hernández. 2001. Introducción de Ageniaspis citricola Logvinovskaya (Hymenoptera: Encyrtidae) para el control del "minador de la hoja de los cítricos" Phyllocnistis citrella Stainton (Lepidóptera: Gracillariidae: Phyllocnistinae) en el estado Yaracuy, Venezuela. Entomotrópica, 16 (2):143-145. Boscán N. y F. Godoy. 1986. Influencia de los factores meteorológicos sobre la fluctuación poblacional de Anastrepha obliqua Mcquart (Diptera: Tephritidae) en mango. Agron. Trop. 361-3):55-65. Celedonio H., Aluja M. and P. Liedo. 1995. Adult population fluctuations of Anastrepha species (Diptera: Tephritidae) in tropical orchard habitats of Chiapas, Mexico. Environ. Entomol. 24(4): 861-869. Cermeli M., Morales P., Rangel E., Godoy F., Centeno F., Romero R., Ruiz J. y B. Salas. 2001. Estudio del minador de la hoja de los cítricos Phyllocnistis citrella Stainton: Fluctuación poblacional, implementación de controles químico y biológico. Proyecto 02-280-04003. En: Res. Jornadas Técnicas 2001 del CENIAP. Cermeli, M. 1990. Áfidos de importancia agrícola en Venezuela. Plagas Agrícolas de Venezuela. Sociedad Venezolana de Entomología. 29 p.

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EL PROYECTO FruTIC: UN SISTEMA INTERACTIVO DE INFORMACIÓN ACTUALIZADA DEL CLIMA Y LA FENOLOGÍA DE LOS CÍTRICOS PARA

MANEJAR CON MAYOR EFICIENCIA SUS PLAGAS

Sergio Milera1, Sergio Garrán2, Ricardo Mika2, Silvina Franco3, Adriana Stablum3, Silvia Ibarrola3 y Santiago Marnetto3

RESUMEN. Haciendo uso de las nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), se ha implementado una infraestructura tecnológica que permite capturar, procesar y divulgar en tiempo operativo información ambiental y fenológica del cultivo cítrico, y también, de sus principales plagas y enfermedades. Las entidades participantes aportan tanto recursos económicos como humanos al proyecto. La captura de los datos ambientales se realiza en forma automatizada y semiautomatizada a través de una red combinada de estaciones agrometeorológicas automáticas y convencionales distribuida en las distintas zonas que conforman la región citrícola del río Uruguay. La captura de los datos fenológicos se realiza a través de monitoreos semanales realizados por personal capacitado. El registro de esta información se hace utilizando teléfonos inteligentes con una aplicación autónoma J2ME que permite realizar la transferencia mediante telefonía celular o formularios Web en Internet. La divulgación de la información se realiza a través de la página de Internet del Proyecto (http://www.frutic.org.ar) cuya base de datos está alojada en un centro de cómputos acorde a las necesidades del servicio. Así los usuarios e interesados disponen de información actualizada de los componentes de los “triángulos” (ambiente, hospedante y patógeno) de las principales enfermedades y plagas para encarar un control integrado de las mismas. El sistema también ofrece información actualizada de otras variables agronómicas, legales y económicas de impacto en la gestión del negocio citrícola, contribuyendo así a mejorar la competitividad de las pymes citrícolas. Facilitando el acceso a la información, la solución dispone de mecanismos de generación de alertas y notificaciones sobre momentos oportunos para la realización de prácticas culturales, condiciones particulares en la meteorología (como probabilidad de heladas), y umbrales de presencia de plagas que en base a los datos registrados, se generan y envían mediante el uso de correo electrónico o mensajes de texto en celular (SMS). Palabras claves: TIC, cítricos, Agrometeorología, competitividad, Argentina.

1 Proyecto FruTIC, Asociación de Citricultores de Concordia (ACC), Pellegrini 407,

E3200AME, Concordia, Entre Ríos, R. Argentina, [email protected] 2 Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Concordia del Instituto Nacional de

Tecnología Agropecuaria (INTA), Casilla de correo 34, (3200), Concordia, E. Ríos, R. Argentina, [email protected]. [email protected]

3 Asociación Cultural para el Desarrollo Integral (ACDI), La Rioja 2350, PA, S3000BXD, Santa Fe, R. Argentina, [email protected]

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INTRODUCCIÓN La región citrícola del Río Uruguay, con un total de 55.893 ha plantadas con cítricos, es la de mayor extensión de la República Argentina (Vera et al., 2009, Larocca, 1996). Está dedicada principalmente a la producción de mandarinas y naranjas destinadas al mercado fresco; siendo la exportación un objetivo principal en las empresas que buscan mayor rentabilidad (Vera et al., 2009, Larocca, 1996). Las exigencias de calidad de procesos de estos mercados son cada vez mayores. Ello plantea la necesidad de una mejora en las condiciones de producción y comercialización, de modo de poder adaptarse a las cambiantes exigencias que tales mercados imponen. Entre los factores limitantes para la exportación que presenta la región, se mencionan algunas enfermedades y plagas consideradas cuarentenarias para algunos de los principales mercados de exportación. Tal es el caso de la cancrosis, la mancha negra y la sarna de los cítricos entre las enfermedades, y de la mosca de los frutos, Ceratitis capitata, entre las plagas. El control integrado de las principales plagas y enfermedades es una demanda creciente de la fruticultura moderna (Duncan, 1999, Kennedy, 2000, Rogers, 2000, Russo, 2000) Para poder llevarlo a cabo se requiere disponer en tiempo operativo de información cuantificada sobre los componentes del triángulo de la enfermedad. Un sistema de información y comunicaciones que brinde información actualizada sobre la evolución de las condiciones ambientales (clima, suelo y comunidad biótica), de la fenología del cultivo y de sus plagas y enfermedades sería una herramienta básica para poder concretar un manejo integrado del mismo (Rosenberger, 2003). SITUACIÓN INICIAL Datos ambientales Previo a la implementación del FruTIC4, la región contaba con una información meteorológica muy reducida, limitada a solo tres estaciones convencionales; dos de ellas ubicadas en la región Sur, distantes solo 14 km entre sí, pertenecientes a la Estación Experimental Agropecuaria Concordia (EEA) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y al Servicio Meteorológico Nacional (SMN), ambas ubicadas en las proximidades de la ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos. Una tercera estación, perteneciente al SMN está ubicada en Monte Caseros, provincia de Corrientes, localidad ubicada en el extremo Norte de la región. El resto de la región citrícola, incluido el departamento de Federación (Entre Ríos), donde actualmente se encuentra concentrado el 74% de las explotaciones citrícolas y el 66% del área plantada con este cultivo (FeCiER, 2004), carecía por completo de información agrometeorológica alguna. El área carente de información ambiental también incluye la zona de influencia del lago de la represa de Salto Grande, espejo artificial de 78.000 ha y que ejerce un reconocido impacto microclimático sobre las

4 FruTIC es el nombre abreviado de la Cooperación Técnica No Reembolsable

ATN/ME 10481-AR “Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Gestión Ambiental a PyMES Argentinas Productoras de Frutas”. Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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tierras adyacentes, especialmente en cuanto a la atenuación de las heladas; sin embargo, no se dispone aún de información documentada que avale estas características (INTA, 1993). Además, por razones tanto burocráticas como de obsolescencia tecnológica, esta reducida información ambiental no estaba disponible para el usuario en el tiempo y la forma requeridos. Ello imposibilitaba poder ajustar el ritmo de los manejos culturales a las exigencias que demanda el negocio citrícola actual. En los últimos años se han instalado en la región algunas estaciones meteorológicas automáticas en establecimientos dedicados al cultivo de arándanos, de reciente expansión en la región. Sin embargo, las mismas presentan serias dificultades para ser incorporadas a una red agroclimática unificada por presentar diferentes modelos, tipos de instalaciones, períodos de funcionamiento, protocolos de transferencia, etc. Datos fenológicos Si bien el INTA lleva desde hace más de 50 años registros fenológicos de las principales combinaciones cítricas comerciales, solo en años recientes se ha implementado una metodología más detallada y precisa para su registro (Garrán et al., 1993). Además, estas observaciones han estado circunscriptas a sitios de observación limitados al extremo Sur de esta vasta región, muy próximos a la EEA (Garrán et al., 2005). Tampoco se disponía de procedimientos ágiles para su procesamiento y divulgación. Los condicionamientos de infraestructura y comunicaciones mencionados determinaron que la información agroclimática, además de ser escasa, no pudiese estar disponible en tiempo y forma como para poder ser aprovechada diariamente para una mejor gestión de la empresa citrícola. En los últimos años, la tecnología de la información y comunicaciones (TIC) muestra avances sorprendentes y continuos. Ello hace que, incluso procedimientos y medios considerados hoy de última generación, en cuestión de meses queden relegados por nuevas tecnologías. Actualmente las infraestructuras disponibles tanto para el uso de Internet como de telefonía celular ofrecen cobertura sobre buena parte de la región citrícola del Río Uruguay. Por consiguiente la posibilidad tanto de transferir información como de tener acceso a la misma sin límites de distancia y tiempo a través de Internet, como de comunicarse por las distintas variantes disponibles de telefonía celular, es hoy una realidad concreta. Ello justifica la realización de un esfuerzo para montar un sistema de información y comunicaciones en el aspecto ambiental y fenológico del cultivo que aproveche la infraestructura tecnológica actualmente disponible. El objetivo principal del Proyecto FruTIC es la implementación de una red de generación, captación, transferencia, procesamiento y difusión de información tanto ambiental (clima, suelo y comunidad biótica) como fenológica del cultivo cítrico y de sus principales plagas y enfermedades. La disponibilidad en tiempo operativo de ese tipo de información es una condición necesaria para implementar el manejo integrado del cultivo cítrico en la región. Además, el sistema de información y comunicaciones implementado deberá contar con una infraestructura de “hardware” y “software” lo

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suficientemente poderosa como para poder cubrir las necesidades en caso de que todos los establecimientos citrícolas de la región se incorporen al Proyecto. ANTECEDENTES Si bien algunas regiones frutícolas del país (Lamelas et al, 2005) y del mundo (CEAMET, 2009), cuentan ya con la existencia de redes agrometeorológicas y con disponibilidad en tiempo operativo de su información, algunas incluso brindando información adicional de apoyo para la realización de algunas prácticas culturales como el riego y el control de algunas enfermedades (FAWN, 2009), las redes de observaciones fenológicas son menos frecuentes (Albrigo et al., 2002; INTA, 2009). No se encontraron antecedentes de la existencia de una red que integre estas variables y las fenológicas de las principales plagas y enfermedades de un cultivo en un solo sistema integrado, excepto las experiencias preliminares a este proyecto realizadas dentro del marco del CIOMTA5. MATERIALES Y MÉTODOS Localización y descripción del área El área que abarca el proyecto es la región citrícola del Río Uruguay. La misma comprende 55.893 hectáreas plantadas con cítricos que se ubican en el margen derecho del Río Uruguay, abarcando una franja con orientación Sur - Norte de unos 200 km de largo por 20 a 30 km de ancho, ubicada en partes de los departamentos de Concordia, Federación y Colón en el NE de la provincia de Entre Ríos y del departamento Monte Caseros, en el SE de la provincia de Corrientes (Figura 1).

Figura 1. Mapa esquemático de la región citrícola del Río Uruguay.

5 El Centro de Investigación, Observación y Monitoreo Territorial y Ambiental (CIOMTA) fue generado a partir de la Ejecución del Proyecto “Cambios Climáticos y Sumideros de Carbono” (2003-2005) financiado por la Unión Europea. Información sobre el contenido y la finalidad de este Proyecto, pueden encontrarse en el sitio Web www.ciomta.org.ar.

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Instituciones participantes del proyecto Participan del mismo la Asociación de Citricultores de Concordia (ACC), la Estación Experimental Concordia y la Agencia de Extensión Rural Monte Caseros, ambas pertenecientes al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Asociación Cultural para el Desarrollo Integral (ACDI). El INTA brinda el asesoramiento técnico en los temas agronómicos, ACDI lo hace en temas relacionados con los sistemas de información y comunicaciones y la ACC plantea las necesidades y demandas del sector. El financiamiento del Proyecto es realizado a través de los fondos aportados por el Proyecto ICT-4-BUS6 del BID FOMIN, por las contrapartes mencionadas y por la CAFESG (Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande). OBTENCIÓN DE DATOS DE “CAMPO”. METODOLOGÍA IMPLEMENTADA Datos meteorológicos y herramientas de programación utilizadas para la captación, transferencia, procesamiento y divulgación de los mismos Para poder contar en tiempo operativo con la información proporcionada por las dos estaciones convencionales del SMN, se estableció un convenio y acuerdo de partes y además se elaboró un paquete informático que permitió acceder a la base de datos del SMN y transferir sus datos diarios automáticamente a la base de datos del FruTIC. La información generada por la estación convencional del INTA Concordia es transferida diariamente vía Internet a través de planillas elaboradas especialmente. Para lograr una mejor cobertura agrometeorológica de la región, se instalaron dos estaciones ADCON Telemetry modelo A753 addWAVE GSM/GPRS en ubicaciones intermedias y áreas rurales del corredor citrícola del Río Uruguay; una ubicada en Colonia La Argentina, Departamento de Federación, provincia de Entre Ríos (zona centro) y otra en Colonia San Francisco, Departamento de Monte Caseros, provincia de Corrientes (zona norte). Las mismas fueron incorporadas a la red disponible y registran automáticamente temperatura, humedad relativa del aire y precipitación a 1,50 m, dirección y velocidad del viento a 2,0 m, radiación global, presión atmosférica, duración del mojado foliar a 5 cm y temperatura y humedad de suelo a 10 cm de profundidad. Los sensores pertenecen a marcas homologadas por la Organización Meteorológica Mundial. Estas estaciones se caracterizan por su versatilidad, durabilidad y bajo consumo de energía, operando mediante paneles solares, mientras que la transmisión de sus datos se realiza vía mensajería celular. Una vez realizada la medición por cada sensor, el dato es enviado a un servidor central del cual son recuperados por un subsistema realizado en JAVA que los valida, homogeneiza y calcula otros datos para obtener un repositorio de información

6 ICT4BUS es una iniciativa patrocinada por el Fondo Multilateral de Inversiones

(FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo para mejorar la competitividad, productividad y eficiencia de las PyMEs en América Latina y el Caribe mediante la utilización de TIC.

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meteorológica. En este subsistema se homogenizan datos de múltiples fuentes (con distinta frecuencia de disponibilidad y formato) con el objeto de disponer de un repositorio de información meteorológica homogéneo, validado y con series completas que permitan generar información útil para distintas actividades. Los procesos de captura de datos, validación y rellenamiento se gestionan en JAVA mediante un sistema de gestión de tareas QUARTZ. Completando esta solución, se utilizan las siguientes tecnologías y productos: JDBC (como mecanismo de acceso a la base de datos), Log4j (para el “logueo” de la aplicación), librerías “Apache Commons” (para la gestión de transferencias sobre distintos protocolos y para el procesamiento de los archivos de texto planos). Además, se utilizan ECLIPSE como entorno de desarrollo y MAVEN para la gestión del proyecto. A partir de los datos almacenados (monitoreos fenológicos, de plagas, de frutos, prácticas culturales y la disponibilidad de datos meteorológicos), el Sistema Central de FruTIC genera información para los distintos tipos de usuarios, clasificando la misma en información pública (información de referencia para una zona) e información privada (información específica de determinados lotes, evoluciones de series de datos e información de grupos de lotes). El acceso a esta información se realiza a través de puestos de consulta, que emplean una infraestructura de canales seguros sobre Internet (HTTPS). A su vez el sistema posee un subsistema de generación de alertas y notificaciones que en base a los datos registrados generará y posteriormente enviará, mediante el uso de correo electrónico o mensajes de texto en celular (SMS), notificaciones sobre momentos oportunos para aplicaciones o actividades en el lote, condiciones climáticas particulares (por ejemplo: probabilidad de heladas), presencias de plagas mayores a umbrales definidos. Las mismas permiten ajustar la toma de decisión en las actividades, aplicaciones y acciones sobre los lotes de producción mediante la disponibilidad de información adecuada en el momento oportuno. En la figura 2 se muestra en forma resumida un diagrama de funcionamiento de FruTIC.

Figura 2. Diagrama esquemático del funcionamiento de FruTIC.

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Balance hídrico y necesidades de riego en cítricos Se elaboran balances hidrológicos mensuales y diarios y necesidades hídricas del cultivo cítrico con datos procedentes de las estaciones del SMN de Concordia y Monte Caseros. Los mismos son ajustados a los dos tipos de suelos más comunes presentes en las quintas cítricas, arenosos y mestizos. La metodología para el cálculo es la descripta por Pascale et al. (2006). Para la determinación de las necesidades hídricas, se tienen en cuenta solo los días sin excesos hídricos. La determinación de las horas teóricas de riego se obtiene de introducir las especificaciones correspondientes a las distancias de plantación, el número de goteros por planta y el caudal de los mismos. El programa de cálculo estima también la Kc del cultivo en función de la época del año según normativas FAO y la evapotranspiración potencial (FAO, 1998). Pronósticos agrometeorológicos Se ha implementado un servicio de pronósticos y alertas meteorológicos a 72 h personalizados para las zonas sur, centro y norte de la región. El mismo es proporcionado diariamente por un pronosticador privado, quien ajusta zonalmente los mismos de acuerdo a la información provista por la red meteorológica del proyecto.

Datos fenológicos Se realiza un seguimiento fenológico semanal de las brotaciones, floración y crecimiento en diámetro de frutos sobre cuatro variedades comerciales y en unidades de muestreo ubicadas en las zonas sur, centro y norte de la región citrícola del Río Uruguay. Las variedades monitoreadas son de importancia comercial y de amplia difusión en la región. Ellas son las naranjas Valencia late y Salustiana y las mandarinas Nova y Satsuma Okitsu, todas injertadas sobre pie trifolio (Poncirus trifoliata), el portainjerto más difundido en la región (Anderson, 1996). Las unidades de muestreo corresponden a las denominadas unidades productivas (UP), lotes comerciales que no deberán exceder de un área mayor a 4 ha (SENASA, 2008). Como criterio para seleccionar estas unidades se tuvieron en cuenta la combinación comercial, que las plantas estén en edad productiva, que correspondan a lotes comerciales con objetivo de producción de fruta de calidad exportable y que estén ubicados en las zonas sur, centro y norte de esta región citrícola. Además, se tuvieron en cuenta dos opciones en cuanto al tipo de suelo, arenoso y mestizo, los frecuentes en la región. También se consideraron dos opciones de condición hídrica de los lotes, sin riego y con riego. Debe considerarse que si bien la mayor parte de las plantaciones cítricas de la región son de secano, la tendencia actual en las empresas líderes es hacia la irrigación de los lotes para obtener seguridad de rendimientos y las calidades (tamaños) requeridas por los mercados de exportación. Cada lote o unidad de muestreo (UP), con la ayuda fotográfica del programa libre Google Earth y complementado con visitas “in situ”, fue subdividido en 10 sublotes de similar tamaño y en cada uno de ellos se seleccionó al azar una planta para ser monitoreada semanalmente. En cada zona se seleccionaron al menos 3 unidades de muestreo por combinación comercial monitoreada. Los primeros monitoreos comenzaron en agosto de 2005 en lotes de naranja Valencia y mandarina Nova y a partir del verano y otoño

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de 2009 se incorporaron lotes de las dos restantes variedades. Las observaciones se realizan con frecuencias semanales. En cada planta marcada, para seleccionar las ramitas o brotes terminales, se subdividió la copa en cuatro sectores según los puntos cardinales (Sur, Este, Norte y Oeste) y en tres alturas (inferior, menor de 0.50 m; media, entre 0.50, y 1,50 m; y superior, mayor de 1,50 m). En cada uno de los doce sectores en que queda subdividida la copa del árbol, se seleccionó al azar una ramita terminal y se la identificó con cinta de colores, ubicando la cinta sobre la ramita principal y a unos 30-50 cm. a partir de su ápice. Se considera que estas ramitas terminales representan una unidad de crecimiento y producción del árbol. Las observaciones fenológicas se realizan sobre estas ramitas seleccionadas. Las mismas se recorren visualmente, verificando los distintos estadios fenológicos que se pueden observar a lo largo de ellas, tanto vegetativos (brotaciones) como reproductivos (floraciones y fructificaciones) y clasificándolos según las escalas y metodología implementadas previamente (cuadro 1, Garrán et al., 2005).

Cuadro 1. Escalas utilizadas en las observaciones fenológicas de brotación y floración.

Brotación Floración

B1 Ruptura de yema y crecimiento inicial. F0 Flores / frutos ausentes

B2 Alargamiento de los entrenudos (estiramiento del brote). F1.0 Botones florales verdes.

B3

Fin del alargamiento del brote y comienzo del alargamiento y expansión de los limbos foliares.

F1.1 Botones florales blanquecino-verdosos.

B34 . Pleno proceso de expansión de la lámina o limbo foliar. F2 Botones florales blancos.

B4

Brotes y hojas alcanzando tamaño y superficie foliar final y en pleno proceso de engrosamiento.

F3 Flores abriéndose.

B5 . Brotes con tamaño final pero aún sazonando. F4 Flores abiertas.

B6

Brotes que ya han pasado a ser ramitas plenamente funcionales, con coloración y textura finales, típicas

F5 Caída de pétalos.

B7

Ramitas con predominio de hojas con algún grado de senescencia o disfuncionalidad por causas bióticas o abióticas.

F6 Pétalos caídos.

B8 Predominio de brotes o ramitas muertas F7 Frutos cuajados.

F7t Frutos “temporones”

F8 Flores / frutos muertos.

132

En la observación fenológica de las brotaciones se pueden presentar dos situaciones: a) Ausencia de brotes nuevos (estadios B1 a B5). En este caso, se considera como estadio predominante al modal, B6 o B7, según sus abundancias relativas. b) Presencia de brotes nuevos (al menos un brote de los estadios B1 a B5). En este caso se elige como estadio predominante al modal o más abundante dentro de la escala B1 – B5. En la observación fenológica de la floración también se pueden presentar dos situaciones: a) Ausencia de flores o frutos. En este caso el estadio predominante corresponde al F0 (flores o frutos ausentes). b) Al menos un botón floral/flor/ fruto presentes. En esta situación, se considera como estadio reproductivo predominante de cada ramita al modal, o sea al más abundante (estadios F1.0 a F7). Para cada ramita observada quedan entonces definidos dos estadios predominantes, uno para la brotación y otro para la floración/fructificación. De cada copa inspeccionada, se obtienen 12 valores de brotación y 12 de floración. Siendo 10 el número de plantas inspeccionadas de cada lote, el total de ramitas inspeccionadas por lote es de 120. Una vez obtenidos los datos, se calculan las distribuciones de frecuencias correspondientes a los distintos estadios modales registrados, expresándose estos resultados como porcentajes. Considerando cada ramita muestreada como una unidad de vegetación y producción de la copa, los porcentajes obtenidos representan una estimación del porcentaje de las copas con coberturas correspondientes a los distintos estadios. Crecimiento de frutos Una vez completado el cuaje definitivo, se localizan al azar y se identifican con cintas de colores cuatro frutos en cada una de las 10 plantas monitoreadas, seleccionando los mismos uno en cada punto cardinal de la copa. La medición con calibre del diámetro ecuatorial de estos frutos se realiza semanalmente. Análisis de calidad de jugo A partir del comienzo del cambio de coloración de los frutos, se realiza el análisis de su calidad interna. Con tal fin se recolectan 10 frutos por unidad de muestreo, un fruto de cada planta monitoreada, el que se extrae del sector medio de las copas. Utilizando la metodología descripta en la Reglamentación Argentina de Frutas Cítricas Frescas (IASCAV, 1993), se realizan determinaciones de porcentaje de jugo, sólidos solubles, acidez y ratio. Minador de los cítricos (Phyllocnistis citrella Staint.) Phyllocnistis citrella es un microlepidóptero originario del sudeste asiático, que en Argentina se encuentra presente en todas las regiones citrícolas. Esta plaga exótica irrumpió en la citricultura argentina a mediados de la década pasada (Vaccaro et al., 2007). Si bien afecta brotes jóvenes, el principal daño que causa este insecto es indirecto, ya que las heridas que provocan sus infestaciones en brotes nuevos (estadios B1, B2, B3 y B34) actúan multiplicando los sitios susceptibles (puertas de entrada) para las infecciones de cancrosis. Ello ha exigido la necesidad de incorporar métodos biológicos (insectos parásitos) y químicos para su control dentro de la estrategia del manejo integrado de la cancrosis (Canteros, 2000, Gottwald et al.,

133

2002, Valsangiácomo et al., 1991). El monitoreo de esta plaga se realiza semanalmente sobre las mismas ramas utilizadas para el registro fenológico del cultivo. Estas se revisan en búsqueda de la presencia de larvas vivas de minador. Queda así registrado semanalmente en cada unidad de muestreo (UP) la frecuencia relativa de ramitas inspeccionadas con presencia de larvas vivas de minador. En caso de detectarse larvas parasitadas, éstas quedan registradas dentro de las observaciones correspondientes a insectos benéficos. Psílido asiático (Diaphorina citri Kuwayama) La presencia de Diaphorina citri está registrada en la región desde 1984 (Vaccaro, 1994; Vaccaro et al., 2007). La misma puede ocasionar daños directos en brotes; sin embargo, solo en contadas oportunidades sus infestaciones alcanzan niveles de daño como para justificar un control específico de las mismas. Con la reciente irrupción en el continente americano del HLB, una seria enfermedad de origen bacteriano y de la cual su transmisor natural es Diaphorina citri, la importancia estratégica de este insecto ha pasado a ser principal. A partir de entonces, el monitoreo de sus poblaciones y de sus niveles de infección con la bacteria del HLB se ha tornado una de las principales herramientas en la prevención y detección temprana de esta enfermedad. Al igual que para minador de los cítricos, el monitoreo de esta plaga se realiza semanalmente sobre las mismas ramas utilizadas para el registro fenológico. Estas se revisan en búsqueda de la presencia de ninfas o/y adultos. Queda así registrado semanalmente en cada unidad de muestreo (UP) la frecuencia relativa de ramitas inspeccionadas con presencia de este psílido. En caso de encontrarse presencia de los mismos se procede a su recolección y envío al laboratorio de Biotecnología de la EEA INTA Concordia para la determinación de la presencia o ausencia del agente causal del HLB. Moscas de los frutos (Ceratitis capitata Wied. y Anastrepha fraterculus Wied. ) Ceratitis capitata, la mosca del Mediterráneo, es considerada la principal plaga en la región citrícola del Río Uruguay (Vaccaro et al., 1996, 2007). Los daños directos que ella causa, especialmente hacia principios y fines de la temporada de cosecha, pueden alcanzar valores significativos (Vaccaro et al., 1996). Además, limita el acceso a importantes mercados, como los de China y Japón. El monitoreo de esta plaga se lleva a cabo a través de la inspección semanal de una trampa Jackson instalada en cada una de las unidades de muestreo fenológico del cultivo y se utiliza la feromona Trimedlure (TMD), como cebo atrayente sexual, para la captura de sus machos. Anastrepha fraterculus, una especie menos frecuente, es monitoreada mediante el empleo de trampas McPhail, instaladas también en cada uno de los establecimientos que cuentan con unidades de muestreo fenológico. Las capturas obtenidas de la mosca del Mediterráneo así como las de A. fraterculus son utilizadas para la elaboración de sus curvas poblacionales. Alternaria La mancha marrón o alternariosis es una enfermedad que afecta a algunas mandarinas de importancia comercial, tales como mandarinas Nova y Murcott, y su

134

incidencia y severidad va tomando importancia en la región (Garrán, 2009). Hasta el presente, su control está restringido básicamente al uso de métodos químicos, requiriéndose numerosas aplicaciones. En la Universidad de Florida, EEUU se ha desarrollado el método denominado ALTER RATER que establece un criterio de puntaje en función de las condiciones ambientales predisponentes y el grado de susceptibilidad de la variedad (Timmer et al., 2009). En la página del Proyecto se ha implementado el sistema ALTER RATER para las zonas sur, centro y norte de la región. Monitoreo de otras plagas, enfermedades e insectos benéficos Complementariamente al registro de los datos fenológicos del cultivo cítrico y de sus principales plagas recién descrito, también se lleva un registro semanal acerca de la presencia o ausencia de otras plagas, enfermedades e insectos benéficos. En la figura 3 se presenta la planilla empleada para la toma de los datos de campo y su ingreso a Internet. El criterio de manejo de los lotes monitoreados queda librado a las decisiones empresariales de sus propietarios. Al momento de decidir la selección de los lotes monitoreados, se priorizó que los mismos sean manejados con un claro objetivo de producción de fruta de calidad exportación.

135

PLANILLAS DE DATOS SEMANALES Fecha relevamiento: ___/___/______ Hora: __________ VARIEDAD: ________________________ QUINTA/LOTE: _________________________________ FENOLÓGÍA, MINADOR Y

DIAPHORINA Pl. 1 Pl. 2 Pl. 3 Pl. 4 Pl. 5 Pl. 6 Pl. 7 Pl. 8 Pl. 9 Pl. 10 Estado (MB-B-R-M)

B Alta F

B Media F B Baja F

S U R

Mind y Diap B Alta F B Media F B Baja F

E S T E

Mind y Diap B Alta F B Media F B Baja F

N O R T E Mind y DIAP

B Alta F B Media F B Baja F

O E S T E Mind y Diap

7. OTRAS ENFERMEDADES, PLAGAS O INSECTOS BENÉFICOS OBSERVADOS

ENFERMEDAD Nº de la Planta

ENFERMEDAD Nº de la Planta ENFERMEDAD Nº de la Planta

Sarna o verrugosis Mancha grasienta Alternaria Melanosis, chorreado o lagrimeo Mancha negra Cancrosis Gomosis axilar o del tronco Podredumbre castaña Botrytis Gomosis de ramas y ramitas Cabito seco o pedúnculo seco Lepra Psorosis

PLAGA Nº de la Planta

PLAGA Nº de la Planta PLAGA Nº de la Planta

Acaro blanco Cochinilla blanda Langosta verde Acaro de la lepra Cochinilla cerosa Liebres Acaro de las yemas Cochinilla coma Minador Acaro de texas Cochinilla coma chica Mosca americana Acaro del tostado Cochinilla delta Mosca blanca Anchico Cochinilla gris o parlatoria Mosca del mediterráneo Arañuela parda Cochinilla negra circular Perro de los naranjos Arañuela roja Cochinilla roja australiana Pulgón negro Bicho canasto Chicharritas Pulgón verde Bicho moro o gorgojo Chinche Taladro Cochinilla acanalada Diaphorina Tríps Cochinilla algodonosa Hormiga de la paja Tuco - tuco Cochinilla blanca del tronco Hormiga negra Vaquita verde

INSECTO BENÉFICO Nº de la Planta

INSECTO BENÉFICO Nº de la Planta INSECTO BENÉFICO Nº de la Planta

Vaquita Ageniaspis Crisopa

Moscas: Trampa Jackson Ceratitis Nº machos - ___________ Cambio atrayente SI NO Trampa McPhail Ceratitis Nº machos ___nº hembras _____ Trampa McPhail Anastrepha: - num. machos _____ Cambio atrayente semanal num. hembras _____ Observaciones: ______________________________ _________________________________________________________________________________________________________________________________

Diámetro de frutos Planta p1 p2 p3 p4 p5 p6 p7 p8 p9 p10 D (S) D (E) D (N) D (O) Color _________________________________________________________________________________________________________________________________ ___________________________________________

Figura 3: Planilla semanal de observaciones fenológicas.

136

TRANSFERENCIA DE LOS DATOS FENOLÓGICOS DE CAMPO

La transferencia de los registros fenológicos del cultivo y de sus plagas y enfermedades se realiza bajo dos métodos opcionales: ingreso de datos en Internet o transferencia de datos por equipos portátiles. Para la segunda opción se utilizan teléfonos inteligentes (Smartphone) con Windows Mobile. Estos equipos poseen capacidades de transferencia sobre Internet utilizando la red celular (GPRS/EDGE/3G) y ejecución de aplicaciones desarrolladas en JAVA (MIDlet 2.0 / CLDC 1.1), la cual permite realizar el registro de los monitoreos y las prácticas culturales en forma autónoma (sin necesidad de conexión a Internet) almacenando los datos localmente, evitando así cualquier pérdida en los mismos. Completando esta solución, se utilizan las siguientes tecnologías y productos: Kuix (generación de interfaces gráficas), McObject (base de datos orientada a objetos), JZlib (librería para compresión), kXML (para la gestión de documentos XML), Bouncy-Castle (encriptación de datos). Se utiliza Eclipse-ME integrado al Sun Wireless Toolkit como entorno de desarrollo y MAVEN para la gestión del proyecto. La aplicación esta diseñada para ser autónoma pero con un proceso de sincronización de datos. Para poder hacer uso de la aplicación, el usuario se debe autenticar y así se realizará el proceso de autorización. En este proceso, en caso de disponerse de conexión con el servidor, se determina si el colector requiere actualizar alguno de los parámetros utilizados o la versión de software de la aplicación. Una vez registrada la información y ante la disponibilidad de conexión a Internet, los datos son transferidos utilizando un protocolo basado en XML sobre el protocolo HTTPS, que proporciona autenticación del servidor y privacidad de la información entre los extremos de la comunicación, mientras que el protocolo basado en XML embebe la lógica de intercambio específico de la solución. En esta transferencia se envían todos los datos registrados por el usuario, recibiendo confirmación de los mismos.

ALMACENAMIENTO DE LOS DATOS DE “CAMPO” EN UN SISTEMA CENTRAL. PROCESAMIENTO Y TRANSFERENCIA DE LOS MISMOS AL USUARIO FINAL

Para el diseño del Sistema Central de FruTIC, se ha optado por un modelo en tres capas, en cuya implementación se emplea Oracle Database para la gestión de los datos, mientras que para la lógica del negocio y la capa de presentación se hace uso de Oracle Application Server. Completando la solución, se utilizan las siguientes tecnologías y productos: J2EE como modelo de aplicaciones multicapas distribuidas, XML como lenguaje para el intercambio de datos, Spring MVC para la capa de presentación Web, Enterprise JavaBeans de sesión para la capa de lógica de negocios y Spring Framework como “framework” para la inyección de dependencias, JPA (Java Persistence API) y Spring para la capa de acceso a datos. HTTPS como protocolo de transferencia para la aplicación, Spring Security (Acegi) para la gestión de la autenticación y autorización.

El equipamiento de soporte del Sistema Central está conformado por servidores de marca HP Proliant ML370, con amplias capacidades de procesamiento y gestión de datos, operando bajo sistema operativo Red Hat Linux Enterprise Edition. Estos equipos poseen redundancia en los componentes principales a los fines de garantizar la continuidad del servicio. Asimismo se incluyen dispositivos de seguridad y comunicaciones, los cuales entre algunas de las principales funciones tienen como

137

objeto controlar y garantizar el acceso a las diferentes aplicaciones de la solución garantizando la seguridad perimetral y seguridad interna/externa. Todo el equipamiento se encuentra alojado en un Centro de Cómputos con las medidas adecuadas para su operación 24x7, con alimentación de energía ininterrumpida y enlace a Internet de prestaciones empresariales. La infraestructura tecnológica se complementa con procedimientos que permiten un adecuado resguardo de la información como así también un esquema para poder afrontar situaciones de contingencia. El lugar donde se encuentra alojado el equipamiento es el CERIDE (Centro Regional de Investigación y Desarrollo) de la ciudad de Santa Fe, Argentina, dependiente del CONICET.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN La divulgación de la información se realiza a través de la página de Internet del Proyecto (http://www.frutic.org.ar), de correos electrónicos y de mensajería celular. Se dispone de información tanto en tiempo operativo como histórica de las principales variables ambientales directas (temperatura y humedad del aire, precipitaciones, radiación global, velocidad y dirección del viento, presión atmosférica, temperatura del suelo y mojado foliar) e indirectas (evapotranspiración, intensidad y duración de las heladas (figura 11), punto y horas de rocío, grados día, horas y unidades de frío, etc.) de sitios ubicados en las zonas sur, centro y norte de la región considerada. El proyecto brinda también pronósticos y alertas meteorológicos personalizados para las zonas sur, centro y norte de la región. Se llevan balances hidrológicos climáticos mensuales y diarios para los dos principales tipos de suelos de la región, así como también un programa interactivo que indica las necesidades diarias de riego para el cultivo cítrico. Se brinda información fenológica, tanto actual como histórica, sobre el estado de las brotaciones, floración, crecimiento y estado de maduración de frutos de cuatro variedades de importancia comercial (figuras 4, 5, 6, 10 y 12). Se brinda también información sobre las curvas poblacionales de dos especies de moscas de los frutos (Ceratitis capitata y Anastrepha fraterculus) (figura 7), de los niveles de infestación de brotes con el minador de los cítricos (Phyllocnistis citrella) (figura 8) y con la chicharrita Diaphorina citri (figura 8). Se dispone también de un sistema de alarmas para el control químico de Alternaria en mandarinas (figura 13) y de información sobre presencia o ausencia de cancrosis en las plantas inspeccionadas (figura 9).

138

Diámetro ecuatorial de naranja Valencia late en Concordia en lotes con y sin riego para la campaña 2008 - 2009

01020304050607080

02-0

7-08

16-0

7-08

30-0

7-08

13-0

8-08

27-0

8-08

10-0

9-08

24-0

9-08

08-1

0-08

22-1

0-08

05-1

1-08

19-1

1-08

03-1

2-08

17-1

2-08

31-1

2-08

14-0

1-09

28-0

1-09

11-0

2-09

25-0

2-09

11-0

3-09

25-0

3-09

08-0

4-09

22-0

4-09

06-0

5-09

20-0

5-09

03-0

6-09

17-0

6-09

01-0

7-09

DIA

MET

RO

EC

UA

TOR

IAL

mm

Villa Adela (sin riego)Yuquerí (con riego)La Criolla (con riego)

Figura 4. Curvas de evolución del calibre en lotes de naranja valencia late regados y no regado. Temporada 2008-2009.

Dinámica fenológica de brotación de naranja Valencia late en Concordia en lotes sin riego para la campaña 2007 - 2008

0102030405060708090

100

04-0

7-07

18-0

7-07

01-0

8-07

15-0

8-07

29-0

8-07

12-0

9-07

26-0

9-07

10-1

0-07

24-1

0-07

07-1

1-07

21-1

1-07

05-1

2-07

19-1

2-07

02-0

1-08

16-0

1-08

30-0

1-08

13-0

2-08

27-0

2-08

12-0

3-08

26-0

3-08

09-0

4-08

23-0

4-08

07-0

5-08

21-0

5-08

04-0

6-08

18-0

6-08

02-0

7-08

% B

RO

TAC

ION B1 + B2

B3 + B34 + B4B5B6B7

Figura 6. Evolución fenológica de la brotación de la naranja Valencia late en la zona de Concordia en lotes sin riego para la temporada 2006-07.

Dinámica fenológica de la floración de naranja Valencia late en Concordia en lotes sin riego para la campaña 2007 - 2008

0102030405060708090

100

04-0

7-07

18-0

7-07

01-0

8-07

15-0

8-07

29-0

8-07

12-0

9-07

26-0

9-07

10-1

0-07

24-1

0-07

07-1

1-07

21-1

1-07

05-1

2-07

19-1

2-07

02-0

1-08

16-0

1-08

30-0

1-08

13-0

2-08

27-0

2-08

12-0

3-08

26-0

3-08

09-0

4-08

23-0

4-08

07-0

5-08

21-0

5-08

04-0

6-08

18-0

6-08

02-0

7-08

% F

LOR

AC

ION

F1.0 +F1.1 + F2F3 + F4F5 + F6F7

Figura 5. Evolución fenológica de la floración de la naranja Valencia late en la zona de Concordia en lotes sin riego para la temporada 2006-07

Curvas poblacionales de Moscas de la fruta en la zona de Concordia para la campaña 2008 - 2009

05

101520253035404550

02-0

7-08

16-0

7-08

30-0

7-08

13-0

8-08

27-0

8-08

10-0

9-08

24-0

9-08

08-1

0-08

22-1

0-08

05-1

1-08

19-1

1-08

03-1

2-08

17-1

2-08

31-1

2-08

14-0

1-09

28-0

1-09

11-0

2-09

25-0

2-09

11-0

3-09

25-0

3-09

08-0

4-09

22-0

4-09

06-0

5-09

20-0

5-09

03-0

6-09

17-0

6-09

01-0

7-09

MTD

(mos

ca /

tram

pa /

día)

Ceratitis capitataAnastrepha fraterculus

Figura 7. Evolución en MTD de poblaciones de moscas de la fruta en la zona de Concordia para la temporada 2008-09.

Curvas poblacionales de Chicharrita (Diaphorina citri) y minador de los cítricos (Phyllocnistis citrella) en la zona de

Monte Caseros, Corrientes, para la campaña 2008 - 2009

0102030405060708090

100

02-0

7-08

02-0

8-08

02-0

9-08

02-1

0-08

02-1

1-08

02-1

2-08

02-0

1-09

02-0

2-09

02-0

3-09

02-0

4-09

02-0

5-09

02-0

6-09

% D

E PR

ESEN

CIA

ChicharritaMinador

Figura 8. Evolución de las poblaciones de Diaphorina citri y Phyllocnistis citrella para la zona de Monte Caseros en la temporada 2008-2009.

Numero de plantas con presencia de cancrosis por semana de evaluación en el período noviembre 2006 a marzo 2008 en un lote de naranja Valencia late de la zona de Concordia,

Entre Ríos

0123456789

10

08/11/2

006

08/12/2

006

08/01/200

7

08/02

/2007

08/03/2

007

08/04

/2007

08/05

/2007

08/06/2

007

08/07/2

007

08/08/2

007

08/09

/2007

08/10

/2007

08/11

/2007

08/12

/2007

08/01/2

008

08/02

/2008

08/03/200

8

Núm

ero

de p

lant

as

Figura 9. Evolución de presencia y ausencia de Cancrosis en un lote de naranja Valencia late de la zona de Concordia en el período noviembre 2006 a marzo 2008.

139

Porcentajes de inicio de brotación en ramas de un lote de naranja Valencia late para las temporadas 2006 y 2007

en la zona de Concordia, E. Ríos

0102030405060708090

100

mayo 1

ra

mayo 3

ra

mayo 5

ta

junio

2da

junio

4ta

julio

2da

julio

4ta

agos

to 2d

a

aosto

4ta

setie

mbre 1r

a

sdeti

embre

3ra

octub

re 1ra

octub

re 3ra

octub

re 5ta

novie

mbre 2d

a

novie

mbre 4t

a

% d

e br

otac

ión

% BROT 2006% BROT 2007

Suma térmica de tempraturas superiores a 12,5 ºC para los datos del SMN de la zona de Concordia durante los periodos mayo - noviembre de las temporadas 2006 y

2007

0100200300400500600700800900

1000

mayo 1

ra

mayo 3ra

mayo 5

ta

junio 2da

junio 4ta

julio

2da

julio

4ta

agos

to 2da

aosto

4ta

setie

mbre 1ra

sdetie

mbre 3ra

octubre 1r

a

octubre

3ra

octubre 5t

a

novie

mbre 2d

a

novie

mbre 4ta

º C a

cum

ulad

os

SUMA TERMICA 2006

SUMA TERMICA 2007

Porcentaje de ramitas en caída de pétalos para las temporadas 2006 y 2007 de un lote de naranja Valencia

late en la zona de Concordia, Entre Ríos

0102030405060708090

100

mayo 1

ra

mayo 3r

a

mayo 5

ta

junio 2da

junio 4t

a

julio 2d

a

julio 4ta

agos

to 2d

a

aosto

4ta

setie

mbre 1ra

sdetie

mbre 3ra

octub

re 1ra

octub

re 3ra

octub

re 5ta

novie

mbre 2d

a

novie

mbre 4ta

% c

aída

de

péta

los % CAIDA DE PÉTALOS 2006

% CAIDA DE PETALOS 2007

Figura 10. Evolución de la brotación y de la caída de pétalos para dos temporadas (2006 y 2007) de un lote de naranja Valencia late en la zona de Concordia comparados con la acumulación térmica en grados día mayores de 12,5ºC para las dos temporadas.

EVOLUCIÓN HORARIA DE TEMPERATURAS PARA LOS DÍAS EN QUE SE REGISTRARON HELADAS

Temperaturas registradas en casilla en la EEA INTA Concordia, Argentina, para el mes de agosto de 2009

-5-4-3-2-10123456789

101112

21h 22h 23h 24h 01h 02h 03h 04h 05h 06h 07h 08h 09h 10h 11h

TEM

PER

ATU

RA

(ºC

)

Figura 11. Evolución horaria de las heladas meteorológicas registradas durante agosto de 2009 en la EEA INTA Concordia.

Momento fenológico de caída de pétalos (F5 + F6) para un lote de Valencia late sobre trifolio temporadas 05-06, 06-07, 07-08 y 08-09

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

julio

agosto

setiembre

octubre

noviembre

diciembre

enero

febrero

marzo

abrilmay

ojunio

% d

e ra

mita

s co

n flo

res

2005-20062006-20072007-20082008-2009

Figura 12. Porcentaje de caída de pétalos de un lote de naranja Valencia, zona Concordia, en las 4 últimas temporadas.

Ensayo control químico Alternaria en mandarina Nova. Campaña 2008/09

1,6

26,0

76,667,8 64,4

54,9

64,1

7,4

39,0

91,484,6 84,0

70,779,7

TESTIGO 2 ALTERRATER

4 5 6 7

% Frutos libres % Frutos libres + categoría Superior

Figura 13: Utilización del método ALTER RATER en un ensayo de control químico de Alternaria en mandarina Nova. Campaña 2008-2009.

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El sistema también ha sido empleado para documentar diagnósticos e informes de daños provocados por sequía (Garín et al., 2007; Rivadeneira et al., 2007; Mika et al, 2009,), heladas (Garrán et al., 2007), plagas (Garrán et al, 2008), para prever condiciones predisponentes de ataques de Alternaria (Fig. 13), aconsejar adelantamientos de cosecha por riesgos de heladas y otras medidas que se toman en función de la disponibilidad de esta información. Con los datos recopilados en las bases de datos del proyecto, se pueden realizar estudios especiales sobre el comportamiento fenológico de los cítricos o de sus plagas y enfermedades en función de las distintas variables climáticas y edáficas disponibles. También brinda información básica para la elaboración de modelos predictivos tanto de la fenología del cultivo o de sus plagas, como de enfermedades o de acontecimientos climáticos. No se tiene conocimiento de que estén disponibles en otras regiones frutícolas, sistemas similares que integren en tiempo real u operativo, los datos de la manera como se lo ha encarado en este proyecto. Es un sistema novedoso donde las variables, tanto climáticas, de fenología de los cítricos, de sus plagas y enfermedades, de producción, manejo del cultivo y de la información actualizada confluyen en un solo entorno (http://www.frutic.org.ar) donde el productor, organismos oficiales, asesor técnico o investigador, pueden disponer de los datos para realizar las recomendaciones y análisis pertinentes en tiempo y forma. Todo sistema es eficiente no solo si se maneja con información de calidad, sino también si ésta está disponible en el momento que se la necesita e integrado con la mayoría de los factores que afectan al cultivo, resumidos en el triángulo de la enfermedad (patógeno, hospedante y ambiente), todos afectados en mayor o menor medida por la acción del hombre. CONCLUSIONES Haciendo uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones actualmente disponibles, se ha implementado una infraestructura tecnológica (sistema TIC) que permite capturar, procesar y divulgar en tiempo operativo información ambiental y fenológica del cultivo cítrico, y también de sus principales plagas y enfermedades. Las entidades participantes aportan tanto recursos económicos como humanos al proyecto. La transferencia y procesamiento de la información capturada se lleva a cabo a través de servicios automatizados de telefonía celular y de Internet. La divulgación de la información se realiza a través de la página de Internet del Proyecto (http://www.frutic.org.ar), Esto ha generado un poderoso sistema de información y comunicaciones capaz de satisfacer las exigencias actuales de información y con potencial para adaptarse rápidamente a nuevos cambios y demandas. El sistema creado ofrece, además, información actualizada de otras variables agronómicas, legales y económicas de impacto en la gestión del negocio citrícola, lo que permite mejorar la competitividad de las pymes de la región.

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FUENTES DE FINANCIACIÓN BID FOMIN (Proyecto ICT-4-BUS), INTA, ACC, ACDI, CAFESG. (Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande) LITERATURA CITADA Albrigo, L.G., J.I. Valiente and H.W. Beck. 2002. Flowering Expert System Development for a Phenology based Citrus Decision Support System. VI International Symposium on Computer Modelling in Fruit Research and Orchard Management. Acta Hort. (ISHS) 584:247-254. Allen, R. G., L. S. Pereira, D. Raes y M. Smith. 1998. ETc – Single Crop coefficient (Kc). p. 13 – 39. In: Crop evapotranspiration - Guidelines for Computing Crop Water Requirements - FAO Irrigation and Drainage Paper 56. FAO - Food and Agriculture Organization of the United Nations, Rome. [cited 2009 Oct 5]. Anderson, C. 1996. Capítulo 6. Portainjertos. p. 57-62. In: Manual para productores de naranja y mandarina de la región del Río Uruguay. INTA Fabiani, A., Mika, R., Larocca, L. y Anderson, C. (eds.). 238 p. Canteros, B. I. 2000. Manejo de la Cancrosis de los cítricos en lotes de sanidad controlada. Hoja de Divulgación N° 14. Recomendaciones para la provincia de Corrientes. 2000-2001. 9 p. [cited 2009 Oct 5]. http://www.inta.gov.ar/bellavista/info/documentos/citricos/hd14.htm CEAMET. 2009. Red Meteorológica de la Comunidad Valenciana. Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (Fundación CEAM). [cited 2009 Oct 5]. http://www.ceam.es/ceamet/ Duncan, L.W. 1999. Chapter 1: The Basis of Citrus Health Management. p. 13. In: Citrus Helath Management.Timmer, L.W. and L.W. Duncan (eds.). Plant Health Management Series. APS Press.197 p. FAWN. 2009. Florida Automated Weather Network, University of Florida. [cited 2009 Oct 5]. http://www.fawn.ifas.ufl.edu/) FeCiER. 2004. Censo Citrícola de Entre Ríos, Federación del Citrus de Entre Ríos (FeCiER). [cited 2009 Oct 5] http://servicios/frutic.org.ar/foro/foro/textos/censo_entrerios.pdf) Garín, O. R., S. Garrán y M. F. Rivadeneira. 2007. Informe agroclimático y fenológico 2006. EEA Concordia INTA. 20 p. [cited 2009 Oct 5] servicios.frutic.org.ar/sac/.../informeagroclimayfeno2006.pdf

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DESARROLLO DE MODELOS BASADOS EN INFORMACIÓN CLIMATOLÓGICA PARA LA PREDICCIÓN Y MANEJO DE FENOLOGÍA DE

CÍTRICOS DULCES

Valiente, J. I.(1) y Albrigo, L. G.(2) La respuesta fenológica de los cítricos está regida por una serie de factores que interactúan entre sí. En Florida, EUA, la respuesta floral (tanto del proceso de inducción como del de diferenciación floral) de las variedades de naranjo ‘Valencia’ y ‘Hamlin’ cambia en función de variables como las temperaturas que ocurren durante el invierno, la presencia de fruta en la rama, edad de la rama y posición del meristemo en relación a la punta de la rama. Las yemas de ramas de los cultivares ‘Hamlin’ y ‘Valencia’, que habían crecido durante el verano anterior al periodo de floración, desarrollaron más flores que las yemas generadas con anterioridad, en una proporción de 2.52 y 3.59 a 1, respectivamente. De igual manera, los meristemos de yemas en posiciones más apicales produjeron más flores que aquellas localizadas más alejadas de la punta y se determinó que estas posiciones requieren más horas con bajas temperaturas para el desarrollo de flores. Bajo condiciones de Florida, una mayor acumulación de horas en el rango de temperaturas de 11 a 15°C, incrementó la intensidad floral por el efecto combinado de la inducción tanto sobre el número de yemas con crecimiento como sobre el número de flores por yema floral. Algunos análisis estadísticos indicaron que altas temperaturas redujeron la respuesta floral de ambas variedades, pero la respuesta no fue consistente. El proceso de floración en cítricos es de alta importancia económica ya que constituye la base de la producción citrícola. La floración es un proceso poco entendido y con un muy bajo nivel de manejo en el cual confluyen procesos fenológicos diferenciados como son:

1. Proceso de inducción floral 2. Iniciación del crecimiento de botones florales 3. Desarrollo de los órganos florales 4. Floración (apertura floral).

En zonas de clima subtropical como Florida y el norte de México el proceso de inducción floral se realiza por efecto de las bajas temperaturas (<20C) que ocurren durante el invierno. Se desarrolló un modelo que da seguimiento al proceso de floración (desde inducción floral hasta apertura de flores) durante el invierno basado en datos meteorológicos en tiempo real. El modelo da

(1) Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Agrobiotecnología y Agronegocios, Monterrey, N.L., México [email protected]

(2) Citrus Research & Education Center, IFAS, University of Florida, Lake Alfred, FL 33850, USA [email protected]

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seguimiento a la inducción floral mediante el registro de las horas inductivas. Adicionalmente se realizaron experimentos en campo utilizando árboles maduros expuestos a condiciones de bajas temperaturas para determinar los parámetros de monitoreo del estatus de inducción floral. En estos estudios en campo, las ramas fueron expuestas a condiciones de inducción floral hasta que se les interrumpió la inducción. La respuesta fenológica floral fue registrada y se comparó con las condiciones inductivas usando procedimientos de regresión múltiple escalonada (SAS, NC State Versión 7). De esta manera se determinó tanto el efecto de la presencia de fruta en la rama así como el efecto de la fruta en ambas variedades así como en la respuesta inductiva en función de la posición del meristemo en el tallo.

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La transición de inducción a diferenciación se determinó tomando como base observaciones de campo para el análisis de 40 años de datos de observaciones de floración de cítricos en florida, junto con sus datos climatológicos. Durante el invierno las yemas de los cítricos que están en un estado ecodormante, que pueden desarrollarse si existen condiciones favorables de crecimiento que liberen las condiciones de estrés generadas por bajas temperaturas. Por lo anterior, las yemas florales pueden desarrollarse cuando existen condiciones de crecimiento adecuadas. Para propósitos del modelo se consideró que la iniciación de la diferenciación ocurrió cuando las condiciones para el crecimiento ocurrieron (temperaturas arriba de 25°C y suficiente humedad en el suelo). Se desarrollaron una serie de reglas basadas en observación de campo y el examen de registros climatológicos históricos para determinar las condiciones de crecimiento necesarias para el crecimiento de los meristemos. El modelo de predicción de ocurrencia de la apertura floral se basó en información histórica y en observaciones de campo. En el primer caso, los datos de floración se compararon con información meteorológica regenerada para el periodo entre 1959 y 2000. La duración y ocurrencia del periodo de floración se generaron de literatura publicada, reportes de extensión y observaciones de campo. La información meteorológica fue estratificada en

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número de horas en diferentes incrementos y utilizada como variables independientes para hacer análisis de regresión múltiple escalonada. El modelo de predicción final desarrollado fue:

D = 6,4036 + 0,13267 DD1 + 0,27848 DD2 – 0,35277 DD3 R2= 0,9439

donde:

D: Días a Floración DD1: Grados-días menores de 12,8 DD2: Grados días entre 12,8 y 20,8 DD3: Grados días mayores a 20,8

Los modelos de inducción y diferenciación floral fueron desarrollados en el sistema DISC que actualmente se encuentra disponible en el Internet. Este sistema da seguimiento al proceso de inducción floral, determina si se cuenta con suficientes condiciones inductivas para producir flores y da recomendaciones a los productores sobre qué hacer en cada etapa del proceso y predice la fecha de ocurrencia de la floración.

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