INDICACIONES:

Después de todos estos años de trabajo en Unkido, hemos comprendido varias cosas que pretendemos reflejar en este libro:

La primera es que tenemos tanta información sobre temas de espiritualidad, tantos caminos para elegir, tantas opciones para practicar, que con frecuencia nos olvidamos de PRACTICARLAS. Cualquiera de las antiguas enseñanzas que nos ofrecen las corrientes filosófico-místicas, y en las que la verdad sobre el ser y el hombre está presente, nos serviría para llevar una vida totalmente diferente. Sin embargo, nos afanamos por recopilar todo tipo de información, leemos decenas de libros, pasamos de una técnica a otra con la esperanza de encontrar un camino que nos haga sentir tranquilos; pero eso no sucede nunca.

Desde nuestra experiencia en Unkido hemos comprendido que ninguna “teoría” funciona si no se lleva a la práctica. De nada sirve conocer el camino, si no se anda él. Todos conocemos, de una forma u otra, de manera intuitiva, lo que nuestro interior nos indica. Sin embargo, estamos tan acostumbrados a movernos por “normas” para aparecer de una determinada manera ante los demás, que olvidamos las verdaderas intenciones que nos mueven.

Hemos creado este libro para que sirva de práctica en la vida diaria, de aquellas personas que quieran acercarse al conocimiento interior y VIVIRLO.

La segunda es que la meditación no es algo inerte. La meditación, como la entendemos en Unkido, es algo muy vivo, es el movimiento de la mente en observación, es la vida misma en contemplación, es la atención constante y presente de aquello que nos rodea. Las meditaciones que incluimos en este libro son una semilla que trata de enfocar a la mente a realizarse ciertas preguntas profundas que no estamos habituados a hacernos. Este tipo de ejercicio mental, este planteamiento vital, es una parada previa a comenzar a caminar.

La tercera es la alegría y el agradecimiento que sentimos por el trabajo que realizamos, y la felicidad que nos produce compartirlo.

Queremos aquí dar las gracias a todas las personas que han pasado por Unkido, y a aquellas que lo harán en un futuro, por habernos aportado este camino de aprendizaje, uno cualquiera, que es el que nos ha hecho encontrar una profunda serenidad y un sentido en este aparente mundo de caos.

MEDITACIONES UNKIDO

Meditación en movimiento

Cuando uno piensa en la meditación, generalmente se imagina un momento de cierta relajación en la que se busca la paz interior y la paz mental; sin embargo, la verdadera esencia de la meditación es acción.

La meditación es el encuentro con lo que uno es en realidad, es el encuentro con la esencia de su ser. Nos enseñan desde pequeños a comportarnos, nos dan lecciones sobre lo que está bien y lo que está mal, y de esta forma dependemos completamente de lo que hemos aprendido, dependemos de lo que nuestra familia ha sido y es, dependemos de su ideología, de la ideología del colegio... etc. Pero ¿qué éramos antes de todo este aprendizaje? ¿Cuál es nuestra vasija antes de que fuera llenada por toda ese agua? ¿Existe una forma de actuar desde ese lugar primario, desde esa esencia de lo que somos?

A veces la vida nos pone situaciones conflictivas, y en ellas vemos que, actuando como estamos acostumbrados a hacerlo, no tenemos más que sufrimiento, y nos vemos sumergidos en una especie de círculo de dolor. Es en esos momentos en los que, si uno escucha a su ser esencial, encontrará otra forma de actuar.

La meditación es el movimiento que nos lleva a actuar como somos, de forma natural y libre.

¿Cómo son las acciones que vienen de este lugar? Son actos en los que nos sentimos libres interiormente, aunque nuestros pensamientos nos sigan diciendo, debido al condicionamiento recibido, que “eso no está bien”,

“deberías hacer otra cosa”... etc... algo en nuestro interior destila paz y claridad con estos actos.

La meditación no es un mero sentarse y relajarse, sino que, si la meditación es verdadera, uno se transforma, cambia su forma de actuar, porque encuentra ese ser que uno ha sido siempre.

La SerenidadVamos tan rápido que no nos damos cuenta.

Está ahí, siempre. Pareciera que es eterna.

Si te detienes y respiras, y te olvidas de pensar, y te centras en sentir, y te redescubres simplemente viviendo, respirando la

existencia... la sientes.

Si estás muy cansado, o confundido, o te cuesta tomar una decisión sencilla... si te enfadas por cualquier cosa, o si te quejas de todo porque los otros no te comprenden...

detente, respira... allí está... es la Serenidad...

Cuando la sientas, te darás cuenta de que no tiene nombre, porque las palabras no son capaces de describirla. Las

palabras se quedan pequeñas, y entonces, incluso los poetas y los oradores comprenden que sus versos y sus discursos no son

nada comparados con ella.

Si crees que no tienes tiempo, o que no es importante, o que tienes demasiadas cosas en tu cabeza...

detente, respira... cuando sientas la Serenidad comprenderás que todo lo demás... es humo.