Meditaciones Cuaresmales

33
MEDITACIONES PARA LA CUARESMA Preparado por Humberto E. Corrales Julio 2015

Transcript of Meditaciones Cuaresmales

MEDITACIONES PARA LA

CUARESMAPreparado por

Humberto E. CorralesJulio 2015

¿Qué es la Cuaresma?• Es un tiempo de preparación a la Pascua. Tiempo de reflexión, de

penitencia, de arrepentirnos de nuestros pecados que nos han alejado de Dios, de convertirnos para ser mejores y recuperar el ritmo y estilo de vida de verdaderos creyentes e hijos de Dios.

• El color litúrgico es el morado que significa luto y penitencia. Dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. .

• La Iglesia nos invita a vivirla escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. La Cuaresma es tiempo de perdón y de reconciliación, de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos.

• En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús, y a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.

Primera meditaciónLa Pasión del Señor

“Pero Dios dejó constancia del amor que nos tiene: Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores”. (Romanos 5, 8)

Lee y contempla la Pasión de Jesús en respetuoso silencio. No olvides que el Señor padeció y murió por ti. La Cuaresma es un buen tiempo para que leas diariamente la Biblia, que tal vez la tienes como adorno en la sala o como un libro más de tu biblioteca. Recuerda: Dios quiere hablarte, quiere darte Vida y Vida en abundancia.

Segunda meditaciónReconciliémonos con Dios

“Nos presentamos, pues, como embajadores de Cristo, como si Dios mismo les exhortara por nuestra boca. En nombre de Cristo les rogamos: ¡déjense reconciliar con Dios!” (2 Corintios 5, 20)

Los pecados nos causan la muerte espiritual y nos apartan de Dios. ¿Hace cuánto tiempo te confesaste por última vez? Siempre que estamos muy enfermos buscamos al médico. Si estás enfermo del alma busca al Señor en el sacramento de la Reconciliación. La Cuaresma es un tiempo especial de Gracia, aprovéchala.

Tercera meditaciónPractica la caridad

“Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa.Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver”. (Mateo 25, 35-36)

Un cristiano que no practica la caridad es como un árbol que no da frutos. Ayuda de manera especial en esta Cuaresma a aquellos que sabes que están pasando necesidad. Siempre habrá quien esté más necesitado que uno mismo, y siempre podemos ayudarles en alguna forma. Inténtalo y veras que sí se puede.

Cuarta meditaciónAprende a ser humilde como de Cristo

“Sean humildes y amables, sean comprensivos y sopórtense unos a otros con amor”. (Efesios 4, 2)

Aprende a vivir en humildad, no te sientas superior a nadie. En la Cuaresma se nos recuerda que somos polvo y en polvo nos convertiremos. Sin Dios, sin su amor, no somos nada, por qué entonces te vas a sentir más grandes que los demás. Jesús nos enseñó por eso a ser humildes.

Quinta meditaciónDa la cara por Cristo

“Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias”. (2 Corintios 12, 10)

En esta cuaresma no tengas miedo ni vergüenza de proclamar tu fe. Sabes que muchas veces no va a ser fácil en un mundo que cada vez más le da las espaldas a Dios… pero mira a la cruz y, en la cruz, encontrarás a uno para quien, por enfrentarse al mundo, no todo le fue de color de rosa en la vida.

Sexta meditaciónPractica la oración diaria

“Estén siempre alegres, oren sin cesar y den gracias a Dios en toda ocasión; esta es, por voluntad de Dios, su vocación de cristianos”. (1 Tesalonicenses 5, 16-18)

Practica la lectura orante de la Sagrada Escritura. Ora siempre y en todo lugar. Habla diariamente con Dios como con el Padre bueno que es y que ama a todos sus hijos. Háblale de ti, de tus alegrías y tristezas, y de como te sientes. Y hazlo con tus propias palabras, no solo repitiendo y repitiendo oraciones ya escritas. No lo dudes, Él te espera cada día.

Séptima meditaciónHonra y venera la Cruz de Cristo

“En cuanto a mí, no quiero sentirme orgulloso más que de la cruz de Cristo Jesús, nuestro Señor. Por él el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo”. (Gálatas 6, 14)

En la Cruz Cristo murió por ti. Es sin duda meritorio que la veas y la respetes como algo sagrado. Pero más importante aun es que la tengas en un lugar de honor en tu casa, donde todos puedan verla y venerarla. En ese pesado madero que Cristo cargó por la Vía Dolorosa, se llevó a cabo la salvación de la humanidad. Nunca lo olvides.

Octava meditaciónAcompaña al Señor

“A partir de entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y dejaron de seguirle. Jesús preguntó a los Doce: ¿Quieren marcharse también ustedes?”. (Juan 6, 66-67)

Esta cuaresma hazte el propósito de estar más cerca del Señor. Participa en todas las prácticas de piedad. Todos los viernes, ayuna y abstente de lo que más te apetece. Asiste piadosamente al viacrucis parroquial y no dejes de manera especial de visitar a Cristo en el Santísimo Sacramento cuantas veces puedas, a veces el Señor está muy solo y ansiando verte.

Novena meditaciónEucaristía diaria

“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida. El que vienen a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed”. (Juan 6, 35)

No hay mejor tiempo para asistir diariamente a la Santa Misa que la Cuaresma. El Señor te espera en la Mesa de la Palabra y en la Mesa de la Eucaristía. Recuerda, la Cuaresma es un tiempo especial de Gracia, no la eches en saco roto por tu pereza.

Décima meditaciónExamen de conciencia diario

“…ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus vicios y se revistieron del hombre nuevo que no cesa de renovarse a la imagen de su Creador hasta alcanzar el perfecto conocimiento”. (Colosenses 3, 9-10)

Cuando el día llegue a su fin haz un revisión de todo lo que viviste: en el trabajo, en el camino de regreso a la casa, y ya de vuelta en tu hogar. Haz memoria de lo conversado con los amigos, tus familiares y gente con la que te encontraste. Pide perdón a Dios por aquello en que fallaste y reconcíliate con quienes fuere necesario. Trata de renovarte cada día en el Señor.

CUARESMA

Debe ser como un retiro penitencial de cuarenta días, durante los cuales, imitando a Cristo en su retiro al desierto, nos preparamos para la celebración de las solemnidades pascuales, purificando nuestro corazón con una práctica perfecta de la vida cristiana.