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Criterios e Convencións en Arqueoloxía da Paisaxe

Medidas Urgentes de Conservaciónen Intervenciones ArqueológicasYolanda Porto Tenreiro

Laboratorio de Arqueoloxía e Formas Culturais , IIT, Universidade de Santiago de Compostela

Primera Edición, Diciembre de 2000

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CAPACriterios e Convencións en Arqueoloxía da Paisaxe

comité editorial

Felipe Criado Boado, LAFC, IIT, USC (director)

Xesús Amado Reino, LAFC, IIT, USC (secretario de TAPA)César Parcero Oubiña, LAFC, IIT, USC (secretario de CAPA)

César A. González Pérez, LAFC, IIT, USCSergio Martínez Bogo, LAFC, IIT, USCMaría Pilar Prieto Martínez, LAFC, IIT, USCSofía Quiroga Limia, LAFC, IIT, USCAnxo Rodríguez Paz, LAFC, IIT, USC

comité asesorManuel Díaz Vázquez, Profesional libreRamón Fábregas Valcarce, Dpto. de Historia I, Fac. de Xeografía e Historia, USCAlmudena Hernando Gonzalo, Universidad ComplutenseFidel Méndez Fernández, S. T. de Patrimonio Histórico, Diputación de A CoruñaMª del Mar López Cordeiro, LAFC, IIT, USCEugenio Rodríguez Puentes, D. X. do Patrimonio Cultural, Xunta de GaliciaManuel Santos Estévez, LAFC, IIT, USCJuan Vicent García, Centro de Estudios Históricos, CSIC

dirección de contacto

Secretaría de TAPALaboratorio de Arqueoloxía e Formas CulturaisGrupo de Investigación en Arqueoloxía da PaisaxeInstituto de Investigacións TecnolóxicasUniversidade de Santiago de Compostela

Apdo. de Correos 99415700 Santiago de CompostelaGalicia, España

Tel. 981 590555Fax 981 598201

E-mail [email protected] http://www-gtarpa.usc.es/TAPA

ejemplares

Cualquier persona interesada en recibir ejemplares de esta seriepuede ponerse en contacto con la Secretaría de TAPAmediante el teléfono o e-mail que figuran arriba.

Edita: Laboratorio de Arqueoloxía e Formas Culturais, IIT, USCDepósito Legal: C-2384-2000ISBN del Volumen: 84-699-3845-2

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TABLA DE CONTENIDO

Introducción......................................................................................................................... 5Arqueología y Conservación ....................................................................................... 6Proceso de la Conservación Arqueológica................................................................. 7

Intervenciones in situ............................................................................................... 7Tratamiento en el Laboratorio................................................................................ 8Tratamientos de conservación preventiva ........................................................... 8

Intervenciones in situ ........................................................................................................ 10Fase de Estudio ............................................................................................................ 10

Impacto de la excavación...................................................................................... 10Contexto arqueológico .......................................................................................... 10Ecosistema suelo y su influencia sobre los materiales...................................... 12

Fase de Intervención ................................................................................................... 15Criterios básicos de intervención......................................................................... 15

Recuperación de objetos arqueológicos ......................................................................... 17Materiales inorgánicos................................................................................................ 17

Metales .................................................................................................................... 17Piedra....................................................................................................................... 20Cerámica ................................................................................................................. 21Vidrio....................................................................................................................... 22

Materiales orgánicos ................................................................................................... 23Madera .................................................................................................................... 24Hueso, marfil .......................................................................................................... 24

Conservación de estructuras ........................................................................................... 26Agentes de deterioro................................................................................................... 26

Agentes externos.................................................................................................... 26Agentes internos. ................................................................................................... 27

Estructuras de piedra.................................................................................................. 27Estructuras de adobe................................................................................................... 28Enlucidos y pintura mural ......................................................................................... 29Mosaicos y pavimentos............................................................................................... 31

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FICHA TÉCNICA

realización de los trabajos

Laboratorio de Arqueoloxía e Formas Cultu-rais,Departamento de Historia 1,Universidade de Santiago de Compostela

redacción del texto

Yolanda Porto Tenreiro

delineación

Anxo Rodríguez Paz

responsable de edición

Sergio Martínez Bogo

financiación

Laboratorio de Arqueoloxía e Formas Culturais, IIT,USC.

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CAPA 13

Medidas Urgentes de Conservación en Interven-ciones ArqueológicasYolanda Porto Tenreiro

Laboratorio de Arqueoloxía e Formas CulturaisUniversidade de Santiago de Compostela

Primera Edición

RESUMEN

Breve aproximación a la conservación comocomplemento fundamental de la arqueología decampo. Se plantean una serie de nociones básicasque es necesario tener en cuenta antes de proce-der a la recuperación de materiales arqueológicosen la excavación, para garantizar una adecuadaextracción y gestión de los hallazgos.

ABSTRACT

A brief approach to conservation as an essentialpart of field archaeology is made. A number ofbasic notions are proposed that should be consid-ered before the recovery of archaeological mate-rial from excavations; the aim is to guarantee onadequate retrieval and management of archaeo-logical finds.

PALABRAS CLAVE

Conservación arqueológica. Intervención in situ.Conservación preventiva. Deterioro. Estabiliza-ción. Preservación. Corrosión. Consolidación.Protección.

KEYWORDS

Archaeological conservation. In situ archaeologi-cal conservation. Preventive conservation. Decay.Stabilization. Preservation. Corrosion. Consoli-dation. Protection.

INTRODUCCIÓN

Este trabajo se ha elaborado a partir delmaterial didáctico preparado para el Tallertitulado Recuperación de materiales arqueológi-cos en excavación, que tuvo lugar en el marcode la Semana de Formación, organizado porel Grupo de Investigación en Arqueologíadel paisaje del 19 al 23 de abril de 1999.

Se trata de mostrar una serie de cuestio-nes básicas para la recuperación, tratamientoy gestión de materiales arqueológicos en elcampo. No pretende ser una guía exhaustivade recuperación y conservación de materia-les ni suplir la necesidad de contar con per-sonal especializado para desarrollar estastareas. Se trata simplemente de plantear al-gunas nociones básicas que puedan servirpara que los destinatarios, arqueólogos ensu mayor parte, vinculados con la recupera-ción de material arqueológico pero no espe-cíficamente preparados para cuestiones deconservación y mantenimiento del mismo,puedan disponer de algunas nociones eideas básicas y genéricas acerca de estos te-mas.

Como introducción al tema que nos ocu-pa trataremos brevemente la relación entrela arqueología y la conservación así como ellugar que ocupan las intervenciones in situdentro del proceso de la conservación ar-queológica.

En el primer capítulo se tratará la meto-dología de trabajo en el campo, los aspectosa tener en cuenta y que determinarán el es-tado de conservación de los materiales y eltratamiento que les vayamos a aplicar.

A continuación haremos referencia a lascondiciones en que suelen aparecer las pie-zas, principales efectos de deterioro según eltipo de material, y unas nociones básicas pa-ra la adecuada recuperación de los objetosarqueológicos.

En el último capítulo se tratan breve-mente las intervenciones de urgencia máshabituales en estructuras arqueológicas

El texto, pues, no aborda sino asuntosgenerales e introductorios. La idea es podercompletar los contenidos en el futuro pro-fundizando en cuestiones que ahora sólo se-rán esbozadas y planteadas. Este texto seconcibe, entonces, como una primera apro-ximación a un tema muy complejo.

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Arqueología y Conservación

Se podría decir que si la finalidad de la ar-queología es traducir la cultura material através de la interpretación, la finalidad de laconservación es asegurar la permanencia deesa cultura material y permitir de esta formaque sea leída y que el documento históricopermanezca y pueda ser interpretado a tra-vés del tiempo.

Así pues, la conservación arqueológicacolabora con la arqueología en la recupera-ción de información y aporta datos sobre lanaturaleza de los materiales. En el sentidoactual de la expresión conservación debereferirse a la durabilidad, integridad y acce-sibilidad del patrimonio cultural. Antes quela práctica de una serie de técnicas aplicadasa los materiales, la conservación es en pri-mer lugar un estudio crítico del objeto y suscaracterísticas (Berducou, 1996).

Figura 1. Castro de Coaña, Asturias.

La conservación de bienes culturales re-quiere una investigación multidisciplinar.Todas las intervenciones deben ir precedi-das de un estudio lo más completo posibledel objeto: la naturaleza de los componentes,la información, mensajes o valores quetransmite, el contexto en que ha aparecido,una aproximación a su estado de conserva-ción, las causas posibles de alteración y elpronóstico de su evolución futura (Cronyn,1990).

Por tanto, un aspecto de especial impor-tancia es la necesaria colaboración que debeexistir entre arqueólogos, conservadores ydemás profesionales implicados en la ges-tión de los hallazgos. Debe ser responsabili-dad de todos garantizar una adecuada ges-

tión, desde una correcta extracción y emba-laje durante la excavación, hasta un trata-miento de conservación adecuado a las dis-tintas necesidades y sobre todo un adecuadoalmacenamiento, teniendo en cuenta que lamayor parte de los materiales arqueológicosrecuperados en las excavaciones pasan di-rectamente a formar parte de los depósitosde los museos y es realmente excepcional eltratamiento individualizado de conserva-ción y restauración que se da a determina-das piezas.

Figura 2. La estabilización de los hallazgosen la excavación es fundamental para ga-rantizar su conservación.

El concepto de conservación arqueológi-

ca ha evolucionado de forma paralela al depatrimonio arqueológico y al de arqueolo-gía. Si la arqueología tradicional se ocupababásicamente de los objetos o de elementosterritoriales y espaciales tratados como pie-zas de museo, se seguía el mismo criterio ala hora de decidir qué conservar, por estemotivo hasta fechas muy recientes lo únicoconsiderado digno de conservación eran losobjetos museables y aquellos elementos ar-quitectónicos que por su entidad física eranconsiderados monumentos. Pero si la ar-queología actual se ocupa de dar a conocerla vida social de las comunidades pasadas,espacios domésticos, espacios funerarios,elementos defensivos, urbanismo, con lacultura material asociada a los mismos, esoes lo que deberemos conservar y transmitir(Hornos, 1994).

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Sin embargo si los conceptos han evolu-cionado más o menos parejos, las técnicasarqueológicas y las de conservación no hanevolucionado al mismo paso; ambas han deconsiderarse en conjunto si el deber es recu-perar el máximo de información y si los ha-llazgos deben ser preservados y accesibles ageneraciones futuras.

Proceso de la ConservaciónArqueológica

El principal problema de la conservaciónconsiste fundamentalmente en decidir loque debe o no conservarse y en mantener elequilibrio entre las necesidades y recursosdisponibles. En cualquier caso el total de re-cursos que deben asignarse para la conser-vación no pueden predecirse hasta que sehayan decidido las medidas para el mante-nimiento futuro del lugar excavado y de loshallazgos.

El momento de la excavación puede re-sultar fácilmente desastroso para los restosarqueológicos, parte del trabajo de conser-vación realizado después de la excavaciónsería innecesario si se tomaran medidas ade-cuadas de conservación preventiva en el si-tio mismo.

Las acciones de conservación puedencomenzar antes del inicio de la excavación,en el momento en que se realiza la planifica-ción. Para ello necesitamos que los recursosobtenidos para un proyecto de excavaciónsean suficientes también para cubrir las ne-cesidades de conservación preventiva(Stanley Price, 1987).

Durante la excavación el objetivo delrestaurador debe ser minimizar el impactoambiental que sufren los restos cuando sonextraídos, durante su estudio y también du-rante su embalaje y transporte para el casode objetos muebles. Este tipo de medidasson lo que llamamos intervenciones in situ.

La excavación puede provocar un con-flicto de prioridades a menos que tanto elrestaurador como el arqueólogo reconozcanlos intereses de cada uno. Sacar demasiadopronto un objeto, para una estabilizaciónpreliminar, puede significar que el contextono se comprenda en su totalidad; exponerdurante demasiado tiempo un objeto a con-diciones negativas puede afectar grave-mente a su estado de conservación. Por otraparte el arqueólogo puede verse presionado

para continuar la excavación antes de lo quepermiten los intereses del restaurador parasacar un objeto de forma segura. Lograr so-luciones de compromiso que satisfagan am-bos objetivos es la base de la conservaciónarqueológica (Berducou, 1990).

En la conservación después de la excava-ción es de especial importancia una buenacomunicación entre arqueólogos, conserva-dores, restauradores y demás profesionalesimplicados en la gestión de los hallazgos.Debe existir una unidad de criterio y unapolítica que garantice:

• Las medidas de protección, conserva-ción y mantenimiento de los restosconservados in situ.

• El adecuado tratamiento en el labo-ratorio del resto de los objetos.

Figura 3. Es frecuente que algunos materiales recuperados enla excavación necesiten algún tratamiento estabilizador paraproceder a su levantamiento.

Por último la conservación preventiva,mediante el control de las condiciones am-bientales (humedad, temperatura, contami-nación) va a garantizar la eficacia de lostratamientos de conservación aplicados aestructuras arqueológicas conservadas in si-tu, de los objetos seleccionados para exhibiren las vitrinas o los depositados en el alma-cén del museo.

Intervenciones in situOriginalmente el término in situ era utiliza-do por los geólogos para describir rocas en-contradas en su contexto original o natural,pero el término ha llegado a significar tam-bién a aquello que se encuentra en la posi-ción precisa y exacta en que se descubrió y

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por tanto se referiría a las estructuras que seencuentran en una excavación y se decideconservar en su contexto (Hodges, 1987).

También se utiliza el término in situ paralas medidas de conservación tomadas en elsitio a la hora de recuperar los materialesencontrados en una excavación, es decir, lostratamientos de “primeros auxilios” aplica-dos a los materiales para proceder a su le-vantamiento y transporte.

Figura 4. Casa atribuída a Cantaber, Conimbriga, Portugal.

Tratamiento en el LaboratorioLa metodología de trabajo in situ se com-plementa con la desarrollada en el laborato-rio. Es en este momento cuando podremosproporcionar a los materiales que no se con-servarán in situ el tratamiento definitivo pa-ra su futura preservación.

Figura 5. Documentación fotográfica del estado de conservaciónde las piezas.

En el laboratorio se hace un estudio másprofundo de la naturaleza de los materiales,estado de conservación, sus causas de alte-ración y a partir de este estudio se proponeel tratamiento más adecuado. Las necesida-des de estudio de las piezas, su importanciay el grado de alteración que presenten (esta-bilidad), serán los factores determinantesque darán prioridad a unos objetos sobreotros.

El primer paso una vez que el objeto lle-ga al laboratorio es elaborar una ficha técni-ca donde quedará constancia de toda la do-cumentación que poseamos y de los trata-mientos ya realizados. Una vez finalizado eltratamiento se realiza un informe con toda lainformación contenida en la ficha queacompañará al objeto al lugar donde vaya aser depositado definitivamente.

Conservación y restauración, en térmi-nos de tratamiento están íntimamente rela-cionados. El primero gira alrededor de la in-vestigación, el estudio y la preservación alargo plazo de los materiales que componenel objeto, y el segundo se refiere a su revalo-rización. En la práctica, los dos procedi-mientos no se pueden separar fácilmente(Berducou, 1996).

Figura 6. Generalmente los materiales queson sometidos a estos tratamientos son losseleccionados para exhibición.

Tratamientos de conservaciónpreventivaSe denomina conservación preventiva a lasintervenciones destinadas a garantizar laconservación de los objetos a largo plazo, lasoperaciones que sin incidir directamente so-bre el objeto, controlan y/o modifican lascondiciones macroambientales de luz, hu-medad relativa, temperatura, contamina-

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ción, etc., propias de los ámbitos museísticoso depósitos, todo ello con el fin de evitar oralentizar la degradación de los objetos quese encuentran almacenados o expuestos(García Fernánde, 1999).

Este criterio de conservación, orientadofundamentalmente a colecciones en conjuntomás que a piezas individuales, parece el másaceptado en la actualidad, ya que al evitar oreducir al mínimo los tratamientos puntua-les y el riesgo que ello conlleva para la inte-gridad del objeto, se postula como de graneficacia a largo plazo.

Figura 7. Cubierta de la casa de los repuxos,Conimbriga, Portugal.

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INTERVENCIONES IN SITU

En las intervenciones in situ, lo mismo queen las realizadas en el laboratorio, hay unafase previa de estudio en la que se valora elimpacto que la excavación supone para laconservación de las piezas arqueológicas ylas estructuras exhumadas. Es en esta fasede estudio cuando se recoge informaciónsobre el contexto arqueológico, informaciónque va a ser fundamental para el restaura-dor a la hora de realizar la diagnosis del es-tado de conservación e intentar comprenderlos procesos de deterioro que han tenido lu-gar en la pieza.

Después de conocer el contexto del queprocede la pieza o la estructura y las condi-ciones ambientales en que ha permanecidoenterrada, podremos determinar cual es suestado de conservación y en función de estoaplicar el tratamiento más adecuado.

Fase de Estudio

Para poder evaluar claramente las causasque provocaron las alteraciones y así poderelegir el tratamiento más adecuado, es fun-damental el conocimiento preciso de lacomposición material del objeto y del condi-ciones ambientales en el que se encuentra,con referencias exactas de los parámetrosdel suelo (porosidad, pH, contenido en salessolubles, etc.), aire (luz, temperatura, hume-dad relativa, contaminación), agua (conteni-do en sales, pH, contaminación biológica,etc.). Toda esta información junto con el co-nocimiento de los productos de alteraciónconstituyen la plataforma básica para reali-zar cualquier intervención de conservaciónsin poner en peligro la integridad del objeto(Fernández Ibáñez, 1990).

La metodología de trabajo en la fase deestudio debe ser muy rigurosa. Se debe va-lorar la composición química del material yla estructura de los objetos, así como sucomportamiento frente al medio. Esta in-formación unida a los análisis extraídos delentorno, de los materiales y de sus produc-tos de alteración, determinarán la eleccióndel tratamiento a seguir, y los criterios de

actuación.

Impacto de la excavaciónSi los materiales o sustitutos han sobrevivi-do al enterramiento, normalmente se debe al

equilibrio que han logrado con el medio.Cuando son excavados, de repente esteequilibrio es profundamente alterado al en-trar el artefacto en contacto con la atmósfera.

El deterioro puede comenzar unos se-gundos después pero también puede no servisible hasta transcurrido un año o más. Sien un corto espacio de tiempo no se le pro-porciona un nuevo equilibrio la destruccióncontinuará. La conservación debe buscareste segundo equilibrio tan pronto como seaposible. La excavación no sólo puede rom-per las condiciones de preservación descri-tas, también puede reactivar algunos agen-tes de deterioro. Por ello las actuaciones deconservación han de comenzar en este mo-mento (Gaël de Guichen, 1984).

Figura 8. En la mayoría de los materiales ex-cavados se produce inevitablemente un de-terioro a menos que se tomen medidas pre-ventivas

Contexto arqueológicoUno de los propósitos de la conservación

arqueológica debe ser minimizar la pérdidade la información que se produce cuando enel proceso de excavación se separan los ob-jetos de su contexto original.

El conservador, como el arqueólogo, ne-cesita información sobre el contexto, y el ar-queólogo necesita además los datos que elrestaurador pueda darle sobre la interaccióndel material con su ambiente post-excavación y posibilidades de obtener nue-vos datos a través de la analítica (StanleyPrice, 1984). Por ello la metodología de tra-bajo in situ se complementará con la desa-rrollada en el laboratorio.

El contexto arqueológico que rodea elobjeto condiciona ciertos aspectos. Su apa-riencia, su función, su significado no seráncomprensibles a menos que sea reinsertado

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en el lugar en que fue descubierto. Esto sig-nifica que puede ser fácilmente falsificado.Uno puede reintegrar deliberadamente unacerámica incompleta, reconstruir o restaurarun objeto que se ha roto o deformado inten-cionadamente, confundiendo esto con unaalteración. Los objetos arqueológicos a me-nudo no hablan por sí mismos. Así pues, elcontexto arqueológico más inmediato nosproporciona la información necesaria parasu comprensión.

Figura 9. El contexto arqueológico y el con-trol ambiental son quizá la esencia misma deun procedimiento seguro de excavación.

Hay también un contexto arqueológicogeneral, el que conocemos antes de estudiarel objeto. El reconocimiento de algunos ras-gos proviene en parte de hipótesis preexis-tentes. Buscamos una característica dada enun objeto particularmente alterado (una téc-nica de fabricación, una posible decoración,partes perdidas...) porque su presencia esatestiguada por otros elementos similares. Elestudio de un grupo de fragmentos de ce-rámica mezclados es infinitamente más rá-pido si conocemos las formas que suelenaparecer en ese contexto. El examen de losobjetos es guiado por el conocimiento de pa-ralelos.

Figura 10. La pérdida de información sólopuede compensarse con la mayor docu-mentación posible.

Finalmente, está la variable relevancia delos objetos de acuerdo con su contexto parti-cular, y aquí por primera vez intervienenfactores que son extrínsecos a el y de los quedependerá el tratamiento que vayamos aaplicar. Si tenemos dos objetos, uno encon-trado en su contexto en abundancia, el otroúnico, e inesperado en el contexto en que fuedescubierto, ambos no recibirán la mismaatención.

Figura 11. El contexto arqueológico generalsitúa a los objetos en un conjunto de refe-rencias.

Podemos desmantelar una estructura pa-ra continuar la excavación de un nivel infe-rior y no necesariamente por requerimientosde conservación. Un objeto puede ser res-taurado, mientras otros similares no lo son,porque el interés en él puede variar los re-sultados de la investigación. En este sentido,el contexto relativiza la importancia de losobjetos arqueológicos (Berducou, 1996).

Figura 12. Castro de Viladonga, Lugo.

En este punto hay que resaltar que laconservación de una estructura o un objetoen el sitio en que aparece es la más reco-mendable, pero esto supondría poder ga-

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rantizar una protección real, integrada en unprograma de conservación permanente, nolimitada únicamente a las acciones inme-diatas a la excavación. Cualquier medidaambigua o intermedia que pudiera poner enpeligro la conservación de los hallazgos alargo plazo debería ser rechazada.

Ecosistema suelo y su influenciasobre los materialesAunque hay restos arqueológicos bajo elagua o al aire libre, nos centraremos aquí enel ecosistema más frecuente, el suelo.

A la hora de excavar, es muy importanteconocer las características del suelo, de estemodo podremos conocer las condicionesmediambientales que determinarán las cau-sas de alteración del objeto.

Figura 13. El tipo de suelo en el que hanpermanecido enterrados los materiales de-termina su proceso de alteración.

Condiciones ambientales

La reacción de un objeto con el medio de-pende preferentemente de las condicionesambientales en que ha estado enterrado. Lapreservación del material puede deberse a laausencia de los agentes de deterioro o a laadición de agentes que lo preservan. Porejemplo, el hierro se conserva en suelos conausencia de agua y presencia de fosfatos y lamadera en ambientes donde hay ausencia deoxígeno y presencia de sales de cobre. Aun-que las condiciones bajo tierra son extrema-damente variables, hay algunos agentes dedeterioro presentes en prácticamente todoslos ambientes, por ejemplo la temperatura,la humedad y la acidez y algo menos los or-ganismos (Cronyn, 1990).

Los suelos tienen una serie de propieda-des físico-químicas y biológicas, para anali-zarlas será necesario recurrir a la ayuda deun especialista. Sería conveniente conocerlas

antes de iniciar la intervención arqueológica,y así tener un mayor conocimiento de lascausas de degradación de los materiales conque nos vamos a encontrar (Ferreras y Fi-dalgo, 1991):

Figura 14. Cada suelo tiene sus característi-cas propias, marcadas por la distribución ycontenido de materia orgánica e inorgánicabajo la acción de un clima determinado.

Propiedades físicas

• Textura, los componentes mineralesdel suelo se presentan en partículasde distintos tamaños cuyos porcenta-jes determinan la composición gra-nulométrica o textura del suelo. Segúnel tamaño de estos componentes delsuelo, tenemos: arcillas, limos y are-nas. La textura del suelo va a influiren el grado de penetración de los ga-ses atmosféricos.

Sistema de la Sociedad Internacional dela Ciencia del Suelo

Arenas gruesas: entre 2 mm y 0,2 mm

Arenas finas: entre 0,2 mm y 0,02 mm

Limos: entre 0,02 mm y 0,002 mm

Arcillas: menos de 0,002 mm

• Estructura, el material puede sersuelto o compacto, homogéneo o he-terogéneo. La estructura modifica laspropiedades que la textura confiere alsuelo como la permeabilidad, drenaje,etc. Define zonas de drenaje, determi-na la penetración de las raíces de lasplantas y el lavado de los suelos. Laestructura determina también la dis-tribución en el espacio de la materiaorgánica y de los espacios vacíos o

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poros. Según la forma de los agrega-dos la estructura de un suelo puedeser:

• Granular simple, tipo arenoso• Maciza o masiva, con elementos finos, li-

mo y limo-arcilloso• Granular compacta, sin poros, o grumosa,

con poros internos.• Cúbica• Prismática• Columnar• Laminar

• Permeabilidad, tiene relación con eltamaño y la estructura y se refiere a lafacilidad para introducirse el agua através del suelo.

• Grado de humedad, se refiere a la ca-pacidad de retención de agua que va-ría de unos suelos a otros. La capaci-dad de retención de agua de un sueloes inversamente proporcional a la di-mensión media de las partículas quelo componen, por tanto depende de latextura.

Propiedades químicas

• Composición, hay tres fases:• Líquida: se basa principalmente en el

agua de lluvia, pero nunca es pura, suelellevar ácido carbónico en disolución(CO3H2), resultante de la combinación delanhídrido carbónico atmosférico con elagua

CO2 + H2O CO3H2

• Gaseosa: en el suelo el ácido carbónico secombina con los gases del humus paraformar ácidos orgánicos e inorgánicos: di-óxido de carbono, nitrógeno, oxígeno ehidrógeno.

• Sólida: los suelos contienen diferentes cla-ses de compuestos sólidos: el sílice es elmás abundante. Si la roca madre es deorigen ígneo son suelos ácidos y si es cali-za son suelos básicos. Cuanto más sílicetenga la roca más ácido va a ser el suelo.

• Elementos: Si (silicio), como hemosdicho es el elemento sólido másabundante pero también están pre-sentes el Ca (calcio), Al (aluminio),Mg (magnesio), Fe (hierro), K (pota-sio), formulados de distinta manera,óxidos metálicos.

• La materia orgánica: es otro elementoque caracteriza a un suelo; su mayor o

menor presencia depende del clima,de la actividad biológica...

• Sales solubles: todos los suelos con-tienen sales solubles, su concentraciónestá condicionada por el lavado, lacomposición química y la situacióngeográfica.

• pH y potencial oxidación-reducción:en un mismo suelo en un espaciocorto el pH puede variar, pero gene-ralmente los suelos ácidos son ricos enSi y pobres en bases. El pH dependede la concentración de iones H+, (hi-drógeno) en una solución. A mayorcantidad de iones H+ más ácido seráel suelo, por eso los suelos muy dre-nados suelen ser ácidos. Los suelosmuy orgánicos serán también ácidos,ya que la materia orgánica en des-composición puede provocar la apari-ción de microorganismos y bacteriasque producen ácidos orgánicos y ba-jan el pH. El potencial de oxidación-reducción depende de la presencia deO2 que provoca que suelos muy oxi-genados sean muy corrosivos.

Propiedades biológicas

La actividad microbiológica de un suelo sepuede medir teniendo en cuenta distintosparámetros que determinan su existencia.

• La presencia o ausencia de oxigeno.

• La acidez o alcalinidad del suelo, encondiciones ácidas no se desarrollanlas bacterias.

El proceso de descomposición de la ma-teria orgánica constituye el llamado “ciclode la materia orgánica”, en el que la activi-dad biológica desempeña un papel muy im-portante (Duchaufour, 1987).

Los restos vegetales constituyen la fuenteesencial de la materia orgánica presente enel suelo que realizan un doble trabajo: de-gradación y síntesis. El trabajo de degrada-ción consiste en la descomposición de lascélulas animales y vegetales, y al mismotiempo, liberación de una serie de elementosminerales solubles y gaseosos antes citados,como son el anhídrido carbónico, fosfatos,nitratos, etc. Es en el “proceso de minerali-zación” donde desempeñan un papel fun-damental las bacterias.

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Ambiente subterráneo Ambiente post-excavación Efectos de deterioro en materiales arqueológicos

HR (humedad relativa)

estable

HR variable Nivel alto de HR. Favorece el ataque de microorga-nismos especialmente en materiales orgánicos.

Nivel alto-medio de HR. Favorece la corrosión delos metales, particularmente el Fe (hierro) y aleacio-nes de Cu (cobre).

Nivel medio-bajo. En materiales encharcados causadaños irreversibles en su estructura física.

Nivel bajo. Puede causar daños en los materialesorgánicos por una desecación excesiva.

Tª (Temperatura)

muy estable

Tª más alta y fluctuante El incremento de la Tª acelera todas las alteracionesquímicas y favorece la aparición de microorganis-mos. El efecto principal afecta al contenido de hu-medad del aire.

Entrada limitada de aire Aire que contiene oxígeno(además de CO2, SO2 y otrosgases ácidos)

Incrementa todas las formas de deterioro: incluyen-do las biológicas y químicas.

Ausencia de luz Presencia de luz Favorece la acción de microorganismos, flora e in-sectos en los materiales orgánicos. Puede activar losprocesos de oxidación.

Contenido en sales Sales+HR Las sales solubles penetran en materiales porosos ysi descienden la HR cristalizan, ocasionando fractu-ras, llegando incluso a destruir el objeto. Las salesinsolubles pueden formar costras sobre el objeto.

Presencia de organismos Presencia de organis-mos+Temperatura+luz

Se acelera su actividad. Pueden provocar ataquesácidos sobre los objetos.

Figura 15. Efectos de deterioro que produce el cambio de ambiente en los materiales arqueológicos (Leigh,1978).

La “humificación” se realiza a la par quela mineralización; es un proceso por el cuallas sustancias orgánicas procedentes de lamineralización se combinan entre sí y origi-nan estructuras de carácter orgánico y decolor oscuro o pardo: los compuestos húmi-cos. Esta materia orgánica humificada es laque confiere el color oscuro a los horizontessuperiores del suelo. Es el trabajo de síntesisllevado a cabo por los microorganismos:elaborando sustancias químicas complejas apartir de los minerales que han liberado enel proceso de degradación.

Alteración

Decimos que un objeto ha padecido una al-teración cuando tiene una degradación físi-co-química debida a su contacto con ecosis-temas distintos.

Todo el material arqueológico sufre dis-tintas alteraciones hasta que es hallado,

tanto si está enterrado como si está al aire.Esta degradación debe ser entendida comouna adaptación del objeto al medio que lorodea con una recuperación del equilibrioante el cambio de circunstancias ambienta-les. Esta degradación se traduce en una seriede cambios: deformaciones, cambios de co-lor, de textura, transformación del objeto enun material secundario, rotura, deforma-ción.

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Fase de Intervención

La conservación in situ es quizá la etapa másimportante dentro del proceso de la Conser-vación Arqueológica. Consiste en mantenerla preservación con un especial énfasis endescubrir la naturaleza de los materiales.

Figura 16. Pruebas de limpieza.

Criterios básicos de intervenciónAntes de afrontar cualquier intervención deconservación en el Patrimonio histórico-artístico es preciso establecer una serie deprincipios, criterios éticos de actuación a losque en algunos casos habrá que condicionarlos tratamientos (Amitrano, 1986). Los crite-rios básicos citados a continuación han sidoaceptados tradicionalmente a la hora deafrontar cualquier acción restauradora:

• Estabilización. Todas las acciones en-caminadas a detener la degradacióndel objeto. La ruptura del equilibrioestablecido entre la pieza y su entornonos obliga a crear un nuevo entornoen el que el objeto vuelve a ser prota-gonista. La conservación o consecu-ción de ese equilibrio debe ser un pro-ceso lento y paulatino, intentando portodos los medios una readaptación delos objetos, esta readaptación debe serigual en efectividad que la que poseíaanteriormente en su equilibrio natu-ral.

• Conservación preventiva. Consiste enel mantenimiento de las condicionesambientales para la correcta conser-vación de los hallazgos. Es el tipo deconservación que puede considerarsemás elemental ya que se contribuye a

poner a salvo los hallazgos sin inter-venir directamente sobre ellos.

• Mínima intervención. Es un criteriofundamental en Conservación-Restauración. Se basa en el valor delos hallazgos como documento. Elobjeto mismo, con su corrosión y susagentes de deterioro, tal y como seencuentra, rodeado por su matriz detierra, es el “material” y podría sernecesario mantenerlo intacto. La in-tervención terminaría en el momentoen que aparece una duda.

• Compatibilidad. Los productos em-pleados para garantizar la conserva-ción de un objeto en ningún caso po-drá modificar la naturaleza de losmateriales.

• Reversibilidad. Cualquier materialañadido debe tener una cualidad: quepueda quitarse en un momento dado.Hay materiales, especialmente re-cientes, cuyo envejecimiento descono-cemos y pueden ser funestos con eltiempo, deben ser reversibles si en elfuturo hay que retirarlos por ser in-compatibles con los materiales pro-pios de la pieza. Además, puedendescubrirse materiales de restauraciónmás adecuados que puedan sustituiren una próxima intervención a losanteriores.

• Legibilidad. Siempre deberá distin-guirse lo original de lo restaurado oañadido; de lo contrario podríamosconfundir en la lectura lo auténtico delo falso.

• Intervenciones climáticas o ambien-tales. Siempre son preferibles las me-didas de intervención indirecta sobrelos hallazgos, pero esto no siempre esposible. Las cubiertas que protegenun área excavada contra la acción delos agentes atmosféricos puede serefectivas si se presta atención al desa-güe y a la posibilidad de erosión de-bida a las corrientes de viento y llu-via. Estas medidas son costosas y porlo general se emprenden como partede un programa de conservaciónpermanente.

• Ambiciosa documentación. La pérdi-da de contexto producida por la re-moción de objetos inmuebles y mue-bles representa una pérdida de infor-

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16 CAPA 13

mación que sólo puede compensarsecon la mayor documentación posible.Esto también acarreará problemas a lahora de la exhibición de los hallazgos,lo cual requiere generalmente algúntipo de recreación del contexto.

• Actualmente existe una corriente crí-tica que empieza cuestionarse el valorque en ocasiones se ha dado a estoscriterios como principios inmutables,su validez como principios perma-nentes y universales, y por tanto nocondicionada por las circunstacias es-pecíficas de cada actuación (GonzálezMoreno, 1999). En este sentido es ne-cesario precisar que la individualidaddel objeto y su problemática específicadebe condicionar la aplicación de es-tos criterios, pero esto no implica queno deban tomarse como una guia teó-rica sobre la que fundamentar la in-tervención.

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Medidas Urgentes de Conservación en Intervenciones Arqueológicas 17

RECUPERACIÓN DEOBJETOSARQUEOLÓGICOS

Es necesario precisar que no existen fórmu-las ideales en la recuperación de materialesarqueológicos, cada hallazgo requiere un ti-po de solución distinta de conservación. Noobstante hay una serie de cuestiones gene-rales relacionadas con las condiciones deaparición de los distintos materiales, quehay que tener en cuenta a la hora de recupe-rarlos del yacimiento (Fernández Ibáñez1990). Aunque resulte obvio, haremos hin-capié en que todos los métodos y procedi-mientos descritos a continuación han de serproyectados y realizados por un especialista.

Durante el proceso de excavación la pri-mera medida de conservación, para mate-riales que muestran evidentes signos de de-terioro será mantener los niveles de hume-dad, cubriendo los objetos con la tierra quelos rodea, mientras no son extraídos. Solo endeterminados casos (cerámica muy delicadao algunos metales) es más recomendable elsecado in situ.

Habrá que evitar en lo posible los dañosprovocados por el incorrecto levantamientode los objetos de sus depósitos, para ello se-rá preciso utilizar materiales que sirvan desoporte y que luego se puedan eliminar confacilidad. En la mayor parte de los casos nose necesitan técnicas especiales de extracción(Cronyn, 1978).

Una vez extraídos los objetos deben serdebidamente embalados y se deben mante-ner unas condiciones ambientales controla-das. Una inadecuada manipulación o em-balaje a menudo son responsables de la ma-yor parte de los daños producidos en losobjetos que frecuentemente son más frágilesde lo que parecen. También es considerableel daño provocado por no controlar las con-diciones ambientales; por ejemplo una su-perficie decorada de una madera encharcadapuede deteriorarse en solo diez minutos ouna moneda de una aleación de cobre puedecomenzar a desintegrarse en veinticuatrohoras si no se guarda debidamente.

A continuación veremos los problemasmás comunes a la hora de extraer un objetoarqueológico según el tipo de material.

Materiales inorgánicos

Los materiales inorgánicos proceden delmundo mineral, generalmente no son foto-sensibles, no arden y no se desarrollan mi-croorganismos a su costa(Laborde, 1986).

En su reacción con el agua hay dos gru-pos:

1. Materiales higroscópicos: cerámica ypiedra, que absorben el agua y lassales que contiene.

2. Materiales no higroscópicos: metales

y vidrio, aunque esto no quiere decirque sean inalterables ante el agua, lesafectan las sales y acaban siendo ata-cados por el agua.

MetalesSalvo el oro, los metales son materiales encontinua transformación (corrosión) (Mou-rey, 1984) que a su vez puede ser:

• Corrosión seca, que se produce sinpresencia de agua, basta con una HRelevada para que se produzca. Soloafecta a la superficie del objeto.

• Corrosión electroquímica, que seproduce en presencia de agua, se dauna transformación profunda a ex-pensas del propio material.

En suelos ácidos, como el gallego, gene-ralmente el ataque provocado por oxígenoes lento pero continuo y progresivo. Losprocesos corrosivos se aceleran en caso deque exista además descomposición de mate-ria orgánica.

Al extraer un objeto metálico debemosevitar realizar ningún tipo de limpieza in si-tu. Una limpieza poco prudente puede nosólo destruir detalles decorativos del objetoen las capas de corrosión, sino también lasevidencias orgánicas y ambientales preser-vadas por esta.

Figura 17. Los objetos metálicos aparecenen el suelo gallego gravemente alteradospor los procesos corrosivos.

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18 CAPA 13

Los esfuerzos deben centrarse en realizaruna extracción segura ya que a menudo elestado de conservación dificulta su levan-tamiento.

Los materiales recomendados para em-balaje de objetos metálicos son papel de sedalibre de ácido para recubrir las piezas y laespuma de polietileno como amortiguador.Las bolsas y cajas que coinciden con el ta-maño del objeto inhiben su movimiento du-rante el transporte, resultando así más segu-ro.

Hierro

En los objetos de hierro que han permaneci-do en contacto con la tierra o la atmósferahúmeda se forman los primeros productosde corrosión (orin). Cuando existen salesque pueden actuar de electrolitos, el procesose acelera.

Si el objeto de hierro presenta humedaden superficie significa que la corrosión estátodavía activa y por ellos es de vital impor-tancia que los objetos de hierro sean deseca-dos tan pronto como sea posible. General-mente el grado de alteración que presentande los objetos de hierro encontrados en unaexcavación precisa de un tratamiento ur-gente de conservación en el laboratorio.

Figura 18. A menudo los productos de co-rrosión del hierro, aunque parezcan firmes,pueden ser extremadamente porosos y frá-giles.

Los productos de corrosión son menosdensos que el metal, por el peso de la piezase puede determinar si el objeto está total-mente corroído o conserva todavía parte delnúcleo metálico.

Figura 19. Todos los objetos de hierro quehan estado en contacto con la tierra o unaatmósfera húmeda forman una primera capade corrosión que se denomina orín.

Durante los procesos de corrosión losmateriales orgánicos que están en contactocon el hierro pueden dejar su impronta enlos productos de corrosión.

Los procedimientos de levantamientoson los siguientes y se utilizan tanto para laextracción de objetos de hierro, bronce, ce-rámica como para fragmentos de mosaico ypintura mural.

• Engasados, aplicación de tiras de gasasobre el objeto aplicando despuésuna solución de un producto fijativo(a determinar por el restaurador) demodo que cuando este producto seseca le hemos dado a la pieza un re-fuerzo temporal que nos permitiráextaerla y manipularla hasta llevarlaal taller de restauración sin peligro deque se rompa.

• Camas rígidas, se utiliza para extraerobjetos muy frágiles y consiste en ex-cavar alrededor del objeto hasta ais-larlo, a continuación se hace una cajaque rodee ese bloque y después deproteger la pieza , se aplica espumade poliuretano y se corta el bloquepor la base con alguna plancha rígida.

El embalaje más adecuado es en una cajasellada con gel de sílice y debe almacenarseen un lugar lo más seco posible hasta que sele aplique un tratamiento de conservaciónque detenga la corrosión.

Aleaciones de Cobre

Las corrosiones de cobre son más establesque las del hierro, una vez excavado puedenestabilizarse manteniendo una HR de 35%.

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Figura 20. Broche de cinturón, yacimientode As Pereiras, Amoeiro, Ourense.

Sobre la superficie original del objeto seforman capas de corrosión uniformes y esta-bles que se llaman pátinas: de color rojizo(cuprita), negro intenso (tenorita) o verdeoscuro (malaquita, azurita). Pero la corro-sión puede presentarse también en depósi-tos puntuales pulverulentos (paratacamita),de corrosión activa, de los cuales los másfrecuentes son de color verde claro provoca-dos por los cloruros de cobre.

Figura 21. La presencia de manchas pun-tuales de color verde claro en un objeto debronce indican que existe corrosión activa.

Son frecuentes las piezas arqueológicasde aleación de cobre y plata o de cobre yoro. También es frecuente que las aleacionesde cobre tengan un baño de estaño, oro o

plata. Hay que tener especial cautela al ma-nipular estos objetos ya que su superficiesuele ser muy delicada y es frecuente queestos tengan restos de esmaltes. Normal-mente estos restos son deleznables y pulve-rulentos y se pueden confundir con los pro-ductos de corrosión del cobre.

Figura 22. Los objetos de cobre muy finossuelen aparecer totalmente corroídos.

Los objetos de cobre pueden tener adhe-ridos a su superficie restos de madera, huesoo tejidos. Estos restos son muy frágiles ypueden ser destruidos fácilmente por lalimpieza en el campo.

Si el objeto necesita de un soporte antesde extraerlo, debe ser previamente engasa-do. Una manipulación innecesaria puedecausar gran daño al objeto ya que la corro-sión y la tierra pueden ocultar fisuras ygrietas en estos objetos.

Es fundamental proteger físicamente losobjetos y almacenarlos en un ambiente seco.

Plata y Oro

La plata puede ser difícil de reconocer alextraerla de tierra y se la puede confundirfácilmente con el bronce. Aunque normal-mente la plata se utiliza como metal puro,frecuentemente aparece aleada con cobre.También puede tener esmaltados y dorados.

El producto de corrosión más habitualson los sulfuros de plata, de color negro,forman una capa continua en la superficiedel objeto. La corrosión de la plata es lenta ypor tanto es fácil de controlar el deteriorotras la excavación. Los objetos aleados concobre presentan también los productos decorrosión propios de este metal.

Los objetos de plata a menudo conservangran proporción del núcleo metálico peroson especialmente frágiles y quebradizas lasmonedas u objetos de pequeño tamaño. Eneste caso deben manipularse con sumo cui-dado embalando los objetos en cajas deplástico bien acolchadas procurando no ejer-cer excesiva presión sobre el objeto.

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Figura 23. Detalle de media limpieza de unremate de fíbula de plata y foto final deltratamiento de conservación.

El oro no se oxida, ni se corroe ni se di-suelve en condiciones normales, pero si sehace una limpieza mecánica, hay que tenercuidado porque se raya con facilidad. El orofrecuentemente se alea con plata o cobre ypuede tener los productos de corrosión deestos metales.

Plomo, Estaño y Zinc

Los objetos metálicos que tienen en su com-posición alguno de estos elementos mues-tran productos de corrosión similares. Laapariencia de esos productos de corrosión esuna superficie pulverulenta de color gris.

La superficie de los objetos se cubre conuna fina capa de productos de corrosión quese corresponde con la superficie original delobjeto. Es frecuente que las piezas aparezcandeformadas ya que son metales blandos.

Se conservan bien en papel libre de áci-dos, cajas de polietileno y poliester. La natu-raleza maleable del plomo hace que un em-balaje no adecuado pueda provocar defor-maciones. El peltre (80% Sn y 20% Pb) alte-rado es particularmente frágil. El ácido quecontienen las cajas de papel o cartón afectamucho a las piezas de plomo y el estaño, asíque para el embalaje de estas piezas deberánutilizarse materiales químicamente inertes.

PiedraEn el caso de la piedra, para determinar suestado de conservación será fundamental elestudio petrográfico, que nos dará tanto eltipo de piedra y sus propiedades como elgrado de meteorización que sufre.

Antes del enterramiento hay una serie defactores que agreden a la piedra, además delos derivados del uso (desgaste, rotura). Engeneral, estos factores pueden ser de tres ti-pos:

• Físicos: temperatura, hidratación,hielo, sales solubles.

• Químicos: hidrólisis, disolución, oxi-dación.

• Biológicos: plantas, algas, líquenes.

Durante el enterramiento, la alteracióndepende considerablemente del tipo desuelo y de la roca, pero puede producirse:

• Ataque ácido en suelos de pH bajoque provoca disolución e hidrólisis enla piedra.

• Manchas de todo tipo, provocadas alestar la piedra en contacto con meta-les o microorganismos.

• Depósitos o concreciones insolubles.

La mayoría de los objetos de piedra en-contrados en excavación están en buenascondiciones de conservación y no requierende un manejo especial. De todos modos si enel momento de la excavación no se tienen lasprecauciones necesarias, pueden producirsefuertes alteraciones:

• Pulverulencia y capas blanquecinasen superficie por cristalización salina.

• Aparición de láminas o escamas pordeshidratación.

• Ataques biológicos en condicioneshúmedas.

Hay que tener especiales precauciones ala hora de lavar las piedras ya que puedentener adherido algún tipo de resto (orgáni-cos, pigmentos), o conservar trazas de pin-tura, en ese caso la pieza se reservaría hastaque esos restos fueran analizados y debida-mente tratados.

Si la superficie de piedra está pintaday/o es extremadamente friable y hay salespresentes, es mejor mantenerla húmedahasta llevarla al laboratorio de conservación.Para su traslado se embalará en una bolsabien sellada para conservar la humedad.

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Figura 24. Canto de granito alterado por laacción del fuego.

En ningún caso los objetos de piedra de-ben secarse al sol ni en un lugar cerrado concalor, y HR fluctuante.

A la hora de embalar los objetos líticoshay que proteger especialmente los de pe-queño tamaño (pequeñas lascas, láminas,puntas de flecha), con filos muy finos quepuedan romperse al rozarse o chocar unoscon otros. Por este mismo motivo hay queprocurar embalar separadamente los líticosde tamaños y pesos muy distintos, sin quecon ello se pierda la referencia al punto ar-queológico del que proceden.

Las piedras de gran tamaño (morteros,molinos, etc.) presentan un importante pro-blema de almacenamiento debido a su pesoy dimensiones. Es recomendable utilizarembalajes rígidos que soporten el peso delas piezas.

CerámicaLa mayor parte de las pastas no experimen-tan cambios importantes durante el ente-rramiento, ya que podemos considerar a lacerámica como un material bastante estable(Fernández Ibáñez, 1998). Solo las muy po-rosas o, las cocidas a bajas temperaturaspueden encontrarse más alteradas especial-mente por el efecto que las sales provocanen las pastas durante la evaporación de lahumedad.

Este tipo de daños pueden ser especial-mente graves en caso de cerámicas engoba-das o con algún otro tipo de cubierta super-ficial. Por este motivo al extraerlas es reco-mendable mantenerlas húmedas.

Figura 25. Fragmentos de cerámica campa-niforme en el momento de su aparición.

La extracción de los fragmentos cerámi-cos en la excavación no plantea general-mente grandes problemas. Es recomendablea la hora de recoger los fragmentos no lim-piar la tierra que está en contacto directo conla superficie, ya que les sirve de protección yresultará más fácil y seguro eliminar estosdepósitos en el laboratorio.

Figura 26. Fragmentos de cerámica campa-niforme después de su limpieza y adhesiónen el laboratorio.

Las piezas que aparecen enteras se pue-den extraer en bloque, pero para ello habráque valorar previamente la idoneidad deesta actuación. La tierra contenida en estaspiezas no debe ser excavada en un principio,es preferible realizar este trabajo en el labo-ratorio. Para las extracciones en bloque esnecesario que el estado de conservación dela pieza sea bueno. La utilidad de este mé-todo es evidente a la hora de evitar fracturasy disgregaciones.

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Figura 27. Extracción en bloque de un reci-piente cerámico.

El material actualmente más utilizadopara realizar este tipo de extracciones es laespuma de poliuretano expandido.

El procedimiento es el siguiente:1. Excavar alrededor de la pieza hasta

delimitarla totalmente.2. Limpieza, consolidación y, en su caso

engasado de la superficie. En ocasio-nes será necesario consolidar tambiénla tierra circundante

3. Aislamiento de la superficie de la pie-za con un plástico o papel de alumi-nio.

4. Delimitación del área sobre la que seva a verter el poliuretano medianteplanchas de cartón o de madera, hastala altura deseada.

5. Preparación de pequeñas cantidadesde la mezcla que se a vertiendo sobreel área a levantar

6. Levantamiento del conjunto.

Figura 28. Engasado de una pieza cerámicapara proceder a su extracción.

Otro sistema de extracción es el engasa-

do. El engasado se aplica sólo sobre unaparte de la pieza, para evitar que quede en-

cerrada en un compartimento estanco e im-permeable, aunque esto también dependeráde las características del objeto y de su esta-do de conservación.

Nunca se deben secar los fragmentos decerámicas al sol, la pérdida de humedad hade ser paulatina ya que la cristalizaciónbrusca de sales contenidas en la cerámicapuede provocar la aparición de grietas ensuperficie.

En cuanto a la limpieza ha de hacersepreferiblemente en el laboratorio utilizandoagua desionizada y un cepillo suave si esnecesario. Con las cerámicas cocidas a bajatemperatura tendremos que realizar pruebasde resistencia al agua o incluso limpiarlas enseco. También hay que tener especial cuida-do con aquellos fragmentos que tienen ad-herido algún tipo de resto orgánico, restosde pintura, etc en cuyo caso el análisis deestos restos puede aportar datos relevantespara la investigación.

Figura 29. Bolsas herméticas de polietileno.

Para embalar y almacenar los fragmentoses recomendable utilizar bolsas de polietile-no de flexico de un tamaño adecuado a sucontenido. No es aconsejable acumular mu-chos fragmentos en una sola bolsa ya quepueden romperse con más facilidad. Paraevitar la condensación en el interior de labolsa es aconsejable hacer pequeñas perfora-ciones.

VidrioEl vidrio contiene burbujas de aire y cuandose rompe presenta fractura concoidea comoalgunas gemas lo que en ocasiones hace quese pueda llegar a confundir.

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Medidas Urgentes de Conservación en Intervenciones Arqueológicas 23

Puede presentar distintos estados de de-terioro dependiendo de su composición y delas condiciones ambientales.

En los vidrios antiguos, la composiciónmás frecuente contiene:

• Sílice (75%) como elemento vitrifi-cante.

• Cal (5%) como estabilizante, aunqueen exceso favorece la desvitrificación.

• Sosa (20%) como fundente, aunque enexceso hace el vidrio sensible al agua.

La alteración que presentan los objetosde vidrio depende de la composición, la téc-nica de realización y las condiciones de ente-rramiento y puede ser de dos tipos:

• Alteración mecánica, debido a su fra-gilidad este tipo de alteración es muyfrecuente en objetos arqueológicos.

• Alteración química, desvitrificación,este tipo de alteración se reconoce porla aparición de irisaciones o laminillasparalelas que se desprenden. Si entreesas laminillas se acumula polvo (hi-groscópico) podrá producirse un fe-nómeno de exhudación. Otro factorde alteración del vidrio son los gases,que pueden producir un ataque ácidoque combinado con los álkalis den lu-gar a la formación de sales.

Figura 30. Las condiciones en que aparecenlos objetos de vidrio varía considerable-mente dependiendo de su composición, an-tigüedad, lugar de elaboración y condicionesde enterramiento.

El aspecto de un vidrio alterado puedeser:

• Nublado, el vidrio pierde transparen-cia, es la primera fase de alteración,aparece empañado, deslustrado. Este

aspecto no debe confundirse con elproceso de fabricación o uso.

• Irisado, síntoma de una alteracióngrave, es el resultado de la desvitrifi-cación. Es un proceso irreversible.

• Exhudado, se produce en vidrios muyalcalinos. Se observan gotitas de lí-quido en superficie.

• Agrietado, en vidrios alcalinos. Si seseca, la deshidratación propaga lasmicrofisuras que vuelven el vidriototalmente opaco y puede llegar a ladestrucción total.

• Manchado, si en las zonas más poro-sas del vidrio se introducen óxidos dehierro o sulfatos de plomo, adquiereun color negruzco. Algunos vidriosmedievales tienen este aspecto opacoy negro

Los objetos de vidrio no se deben de la-var en el yacimiento. Debido a su fragilidades probable que haya que sacarlos con sumatriz de tierra, para ello se aplicará unproducto consolidante sobre la tierra perono sobre el vidrio.

Figura 31. Vidrio con irisaciones consecuen-cia de una avanzado deterioro.

Si presenta signos de deterioro debenembalarse húmedos en recipientes mante-niendo una humedad relativa muy alta.

Materiales orgánicos

Los materiales de naturaleza orgánica sonlos mas sensibles frente al medio, habrá quepreservarlos fundamentalmente de los cam-bios bruscos de humedad relativa y tempe-

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24 CAPA 13

ratura para prevenir la formación de grietaso incluso su total desintegración.

MaderaEl proceso de alteración de la madera estarásiempre relacionado con las condicionesambientales en las que haya permanecidoenterrada, la duración de esta situación y losdiferentes agentes de deterioro a los que haestado sometida. Como consecuencia de es-tos factores, la madera habrá sufrido un pro-ceso de alteración químico, físico, biológicoo estructural.

Los objetos arqueológicos de madera ra-ramente sobreviven a no ser en ambientesencharcados o bajo el agua donde la ausen-cia de oxígeno inhibe el ataque microbioló-gico, que supone una importante factor dealteración. Cuando el porcentaje de hume-dad y temperatura crean un ambiente favo-rable, los hongos se desarrollan a expensasde la madera convirtiéndola en un materialesponjoso, provocando un aumento de lapermeabilidad y un debilitamiento estructu-ral.

Su estructura física condiciona que no seconserve en suelos aireados, ácidos o fuer-temente alcalinos, ya que estas condicionesprovocan la ruptura de la celulosa. Cuandouna madera pierde la mayor parte de la ce-lulosa, ofrece un aspecto opaco, sin brillo.

Cuando nos encontramos madera ente-rrada o sumergida, ésta mantiene su apa-riencia pero la celulosa ha desaparecido y hasido sustituida por agua, que en contactocon el aire se evapora. Por tanto hay queactuar con rapidez puesto que al perder elagua pierde rápidamente su peso y su vo-lumen.

Para su manipulación no se deben utili-zar herramientas afiladas que podrían dañarlas fibras superficiales.

Debe mantenerse húmeda en todo mo-mento y utilizar un soporte adecuado parasu levantamiento.

Hueso, marfilDurante su enterramiento las sustancias delsuelo causan un rápido deterioro en este ti-po de materiales. Los procesos de alteraciónpropios del hueso y del marfil estarán aso-ciados a su composición química y a suspropiedades físicas, así como a las condicio-nes ambientales en que hayan permanecido.

El grado de preservación es mayor en suelosalcalinos y calizos que en suelos ácidos per-meables al agua.

Estos materiales están formados por doscomponentes básicos:

• Orgánico: oseina en el hueso, dentinaen el marfil Se descompone con lahumedad.

• Inorgánico: fosfato cálcico junto a car-bonato y fluoruro cálcio. Experimen-tan una degradación química en con-tacto con los ácidos.

En el hueso la oseína es frágil, la estruc-tura es más esponjosa, el marfil tiene mayorconsistencia.

Tanto el hueso como el marfil pueden su-frir procesos de fosilización, que consistefundamentalmente en una serie de trans-formaciones químicas que reemplazan loscompuestos orgánicos por otros minerales.Esta transformación se verá condicionadapor la composición de la materia orgánica y.las características del sedimento.

El proceso de fosilización más frecuentees el de carbonatación. El carbonato cálcico,en forma de calcita, es el mineral de mayordifusión y movilidad en las rocas sedimen-tarias, y en consecuencia, el agente fosili-zante más frecuente. La mayoría de los res-tos esqueléticos están formados total o par-cialmente por carbonato cálcico (CO3Ca) loque facilita en gran medida esta forma defosilización.

Figura 31. El tipo de suelo que rodea a losrestos óseos influye de forma importante ensu estado de conservación.

El grano de la roca, el grado de compac-tación de los sedimentos y los procesos dealcalinización tienen gran importancia en laconservación de restos fosilizados.

El deterioro de los materiales óseos vienedado por el tipo de suelo: un medio excesi-

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vamente húmedo provocará la desintegra-ción de la materia orgánica y un medio áci-do atacará al mineral óseo hasta eliminarlo yel hueso perderá su rigidez, volviéndose fle-xible y elástico.

También el color de estos materiales seve alterado con frecuencia, ya que debido asu porosidad se mancha fácilmente. Ademásde las manchas marrones y negras conse-cuencia de la acción de los microorganismostambién pueden estar teñidos por productosde corrosión del hierro o el cobre.

La medida de estabilización más urgentees controlar los niveles de humedad relativaa que están expuestos estos materiales. Si elaire tiene exceso de sequedad se puedenformar grietas, si hay demasiada humedadpueden ser atacados por colonias de micro-organismos, por ello resulta delicado el de-senterramiento. Cuando toman contacto conel aire pierden a gran velocidad vapor deagua, de ahí la necesidad de hidratarlosporque sino se produce una contracción quegenera una tensión en la estructura interna yse puede romper.

La luz es otro agente de deterioro. El soldecolora y ataca también a posibles motivosdecorativos pintados. Además determinadasradiaciones de menor longitud de onda, soncapaces de romper estructuras molecularesque generan exfoliaciones en la estructuralaminar externa.

Los movimientos y presiones del terrenollegan a ejercer sobre estos materiales unafuerza superior a la que pueden resistir,provocando deformaciones y fracturas. Lasplantas y raíces pueden provocar tambiéngrietas y fisuras en los restos óseos, espe-cialmente en los de gran tamaño, al crecer yexpandirse.

Otro tipo de alteraciones derivan de lasmanipulaciones que sufra la pieza así comode deficiencias en su transporte, interven-ciones irreversibles, etc.

Los objetos simples, donde la sección estáintacta pueden lavarse normalmente y luegosecarse, pero el lavado debe evitarse en casode objetos frágiles, en este caso deben serenviados al laboratorio en su matriz de tie-rra.

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26 CAPA 13

CONSERVACIÓN DEESTRUCTURAS

Un requisito esencial a la hora de acometercualquier intervención destinada a garanti-zar la conservación de una estructura ar-queológica es, una vez más fundamentar laintervención en la información obtenida enla fase de estudio. En el caso de las estructu-ras serán fundamentales para el plantea-miento de la intervención los datos obteni-dos en el análisis histórico-constructivo y enla diagnosis del estado de conservación.

A través del análisis histórico - construc-tivo podremos determinar el proceso deconstrucción de la estructura y probable-mente también los procesos posteriores detransformación, deterioro o destrucción(González Moreno, 1999).

Con la diagnosis del estado de conserva-ción obtendremos información precisa sobreel estado actual de la estructura, las causasde alteración, los procesos de deterioro queafectan a su estabilidad y en consecuenciapodremos proponer las soluciones más per-tinentes para garantizar su conservación.

Una vez definidos los criterios de la ac-tuación se iniciaría la intervención. Hay quetener en cuenta a la hora de emprendercualquier intervención restauradora en unaestructura arqueológica que su inestabilidadprovoca que las soluciones técnicas sean di-ficultosas y exijan un mantenimiento cons-tante.

Agentes de deterioro

A la hora de identificar los agentes de dete-rioro debemos tener en cuenta que estos noactúan de forma independiente, es decir,que para que uno de ellos pueda desarrollarsu agresividad, deberá contar con la presen-cia de otro que le haya creado las condicio-nes favorables (Amitrano).

Los agentes de deterioro que afectan a lasestructuras arqueológicas tanto a los ele-mentos como a los materiales que las com-ponen, se derivan de los agentes naturales yson de dos tipos: externos e internos(Ferrer,1995):

Agentes externosAgua

Es el principal agente de deterioro no sólopor la acción su acción erosiva cuando actúaen forma de lluvia, sino también porque fa-vorece la mayoría de las reacciones químicasformando compuestos que pueden dañar odestruir la estructura. El primer paso ha deser detectar la fuente o fuentes de humedad.

Una vez evaluados el grado de estabili-dad y aislamiento podremos establecer elestado de deterioro en que se encuentra laestructura. Con los datos recogidos se puedeemitir un diagnóstico sobre el tipo de hu-medad al que hemos de enfrentarnos. Esimportante conocer la distribución y con-centración del agua absorbida, para deter-minar el tipo de humedad que afecta a laestructura.

Las humedades pueden producirse porcapilaridad, por condensación o por infiltra-ción.

• La humedad por capilaridad es unahumedad ascendente que invade losmuros antiguos a través de los con-ductos capilares de sus materiales yestá favorecida por las propiedades fí-sicas del muro, su porosidad y su em-plazamiento. Frecuentemente estashumedades son provocadas por lascorrientes freáticas. Cuando un muroporoso está cimentado por debajo delnivel freático, el agua subterránea as-ciende por los capilares transportandosales que provocan efluorescencias ycostras en la superficie. Las sales pro-ceden de terrenos ricos en materiasorgánicas, restos industriales y vege-tales.

• La humedad por condensación, unade las características de la condensa-ción es que el agua se desliza por lasuperficie produciendo un chorreoque ocasiona, en las estructuras deadobe, canales de erosión a la alturadel suelo.

• La humedad por infiltración se pro-duce a través de roturas y por tantolos daños están provocados por la ac-ción directa del agua. Los muros deargamasa, de acabado poco poroso,resisten bien a los agentes atmosféri-cos. Por el contrario, el mortero de lasjuntas de los muros de piedra resulta

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Medidas Urgentes de Conservación en Intervenciones Arqueológicas 27

ser un buen vehículo para que la hu-medad penetre en el interior.

Sales

Un muro constantemente húmedo puedepresentar una superficie cubierta de sales odepósitos.

Los depósitos de sales en la superficiepueden ser ocasionados por:

• la migración de sales solubles conte-nidas en la humedad interior del mu-ro hacia la superficie

• el chorreo de agua a lo largo del muro

• la condensación de la humedad

Las efluorescencias y deterioros difierensegún sean provocados por sales hidrosolu-bles o insolubles. Por tanto, su eliminacióndebe abordarse de forma diferente.

Agentes biológicos

Los excrementos de animales son fuentede materia orgánica y sales solubles. Estasúltimas constituyen los nutrientes indispen-sables para el desarrollo de microlitoflora ylitoflora (bacterias, hongos, etc.).

El ataque de hongos y bacterias produce,directa o indirectamente alteraciones biofísi-cas y bioquímicas.

A esto hay que añadir el efecto provoca-do por las raíces de plantas y arbustos,fuente de humedad y causa de deterioro fí-sico, ya que se arraigan en los intersticios delas piedras y otros elementos del muro ypueden causar fracturas o manchas (Ferrer,1995).

Agentes internos.Entre los agentes internos que inciden en laconservación de las estructuras, debemosconsiderar los propios elementos que lacomponen. La piedra, el adobe o el ladrillo,pueden contener sales hidrosolubles queafecten química y mineralógicamente al mu-ro.

El tamaño del poro afecta a la estabilidadde la piedra. Cuanto mayores sean los poros,más fácilmente se evaporará el agua y la re-tención será menor. Por el contrario, en laspiedras de poros más pequeños, la evapora-ción es menor. Estos son los más afectadospor el ciclo térmico del hielo y deshielo. Esun proceso que provoca fisuras en el muro.

Cuando los poros están intercomunica-dos, la humedad circula libremente entre

ellos. Una arenisca de gran porosidad por laque circule el agua, se alterará más fácil-mente que otra mas compacta. A veces ocu-rre que las sales se precipitan formandocristales en el interior de los poros.

Es muy importante conocer la situaciónde los niveles freáticos próximos a la es-tructura, es decir a qué profundidad discu-rre el agua. En caso de proximidad de unacorriente subterránea, el muro absorbe lahumedad por capilaridad y puede mante-nerse constantemente empapado. En estecaso la zona húmeda del muro se ennegrece(Ferrer, 1995).

Estructuras de piedra

Una de las intervenciones más frecuentesa la hora de afrontar un proyecto de conser-vación sobre un yacimiento ya excavado esla roza de la vegetación. Es fundamental quela roza se guíe por una serie de criterios pre-viamente establecidos para evitar que laeliminación de la vegetación pueda afectarnegativamente a las estructuras. Los princi-pales requisitos que debe cumplir esta rozason los siguientes:

• Evitar ante todo el arranque de la ve-getación, ya que las plantas puedenestar en contacto con los muros y portanto el arranque se consideraría ex-tremadamente agresivo. Por tanto lavegetación debe ser cortada.

• Evitar en lo posible las remociones detierra y las presiones sobre el terreno

• Sustituir los tratamientos mecánicospor los químicos (aplicación controla-da de pastas tóxicas sobre los toconespara eliminar las raíces).

Estas especificaciones técnicas han deconcretarse en cada caso en función del es-tado de la estructura que se va a intervenir,cuanto mayor sea el nivel de detalle a la ho-ra de describir cómo ha de realizarse la rozamayores garantías tendremos de que la in-tervención no afectará al estado de conser-vación de las estructuras.

En caso de estructuras enterradas que sedescubren durante la excavación, tras unaprimera fase de limpieza, donde se incluyedesde la eliminación de la tierra que ocultala estructura y una limpieza controlada de lavegetación, la consolidación es la acción deconservación más habitual a realizar en unaestructura excavada. La consolidación con-

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28 CAPA 13

siste fundamentalmente en añadir un mate-rial nuevo a la estructura alterada para me-jorar su coherencia y propiedades mecáni-cas.

Las consolidaciones in situ, tanto de es-tructuras como de objetos arqueológicos,sólo deben realizarse cuando sea indispen-sable y no de forma indiscriminada. Se ha deestudiar la solución más adecuada para cadacaso en función de los estudios previos rea-lizados y del estado de conservación de laestructura.

Figura 32. Estructuras consolidadas del Cas-tro de Coaña, Asturias.

Como materiales consolidantes se utili-zan actualmente morteros y/o argamasas(arena, conglomerante, agua, aditivos) paraelegir el más adecuado es necesario:

1. Identificar y caracterizar morterosoriginales y adiciones posteriores,controlando la eficacia respectiva.

2. Definir el uso para el que queremos elmortero (rejunte, enlucidos, inyección,protección superior, reconstrucción).

3. Definir las propiedades requeridaspara cada tipo de intervención.

4. Hacerse con el material necesario pararealizar las argamasas (agua, aglome-rante, árido, aditivos).

5. Preparar pruebas de argamasas.6. Test de aplicación sobre las estructu-

ras.

En cuanto a los usos que se da a estosmorteros en la conservación arqueológica, lomás frecuentes es que se utilicen para el re-junte de muros, enlucidos de protección opara inyecciones puntuales.

En las intervenciones estructurales losmateriales nuevos han de tener similar gra-do de solidez, coeficiente de dilatación, po-rosidad, colores y durabilidad. General-

mente se recurre a técnicas y materiales deconstrucción tradicionales (Flores, 1997).

La experiencia ha demostrado que los es-fuerzos de estabilización y restauración deestructuras arqueológicas nunca pueden sermedidas permanentes ya que el deterioro esun proceso dinámico sin fin. Por tanto sedebe aceptar que el mantenimiento es una

parte esencial de la preservación.

Otra acción de conservación sobre unaestructura es el relleno de la zona excavada(Carrera, 1993). Los restos arqueológicos so-breviven durante más tiempo en el ambienteconstante proporcionado por la tierra, arenay agua circundantes que al ser sometidos ala exposición atmosférica. Si se decide optarpor esta solución hay que considerar los si-guientes factores:

• Tipo de suelo: permeabilidad , pH,contenido en humedad, contenido enmateria orgánica.

• Fragilidad y estabilidad de la estruc-tura y artefactos a cubrir.

• Distribución de superficies horizon-tales y verticales

• Clima del sitio.

• Sistemas de drenaje.

• Materiales: como elemento separadorse utilizan geotextiles permeables ycomo materiales de relleno, tierra,arena o arcilla expandida.

Estructuras de adobe

Su conservación al aire libre resulta proble-mática, al carecer de aglomerante están ex-puestos a todo tipo de alteración.

La alteración más importante será la oca-sionada por las sales solubles que entran encontacto con las estructuras a través delagua subterránea. Al ser excavadas la hu-medad se evapora y las sales cristalizanprovocando que las superficies se agrieten.El daño es especialmente severo en la partebaja de los muros donde la humedad es ma-yor, y esta alteración les da una apariencia“socavada”, que se acentúa con la acción delviento (French, 1986).

La erosión provocada por la lluvia estambién importante en este tipo de estructu-ras.

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Medidas Urgentes de Conservación en Intervenciones Arqueológicas 29

Los sistemas de protección recomenda-dos para estas estructuras una vez excava-das son los siguientes:

• Control del agua subterránea, canali-zándola hacia zonas alejadas de lasestructuras y drenaje del agua super-ficial.

• Cubiertas de protección del área ex-cavada contra la acción de los agentesatmosféricos. Pueden ser efectivas sise presta atención al desagüe y a laposibilidad de erosión debida a lascorrientes de viento y lluvia.

• Rejuntes y refuerzo estructural. Esfundamental cubrir las partes supe-riores de los muros para prevenir lapenetración de humedad que conducea la formación de grietas y fisuras.

Enlucidos y pintura mural

Para determinar el estado de conservaciónde una pintura mural encontrada en una ex-cavación hay que prestar especial atención alas condiciones en que esa pintura ha per-manecido enterrada, tipo y composición delsuelo, régimen climático, circulación y com-posición del agua, tipo de edificio en queaparece y situación en él, período de uso ycondiciones de abandono, etc.

Otro aspecto a tener en cuenta y que de-terminará también el estado de conservaciónde la pintura es la técnica de fabricación:

• Tipo de soporte: muro de piedra, la-drillo, etc.

• Tipo y espesor de las capas preparato-rias: aglomerante, árido.

• Tipo de aglutinante de la capa pictóri-ca.

• Tipo y composición de los pigmentos.

Los principales agentes de deterioro queafectan a la pintura mural son los mismosque afectan a las estructuras de piedra oadobe, pero en este caso, teniendo en cuentasus características estructurales, podemosclasificarlos de la siguiente manera (Ferrer,1995):

• Alteraciones internas, las que se de-rivan de deficiencias de los materialesempleados o de la técnica de realiza-ción.

• Alteraciones externas, las producidaspor agentes de deterioro ajenos a lapropia pintura.

• Alteraciones pre-excavación, las quese producen durante el tiempo de ex-posición original de la pintura o trassu fase de abandono bajo tierra. Estoprovoca fundamentalmente lavados ydisgregaciones, efectos de la acción delas bacterias, del fuego.

• Alteraciones post-excavación, las ac-tivadas como consecuencia de la mo-dificación climática generada por laexcavación, que generalmente provo-can desecación, condensación, altera-ción cromática por el efecto de la luz,presencia de sales, alteración biológi-ca, polución.

• Alteración de la preparación, son lasalteraciones producidas tanto en lasargamasas de preparación como en elmuro de soporte. Suelen derivar enuna deficiente coherencia de las ar-gamasas o en una débil adhesión de lapintura al soporte.

• Alteración de la capa pictórica, en lacapa más exterior se hacen evidentestodas las alteraciones que puede sufriruna pintura: suciedad y manchas detodo tipo, lavado de pigmentos, trans-formación química de los pigmentos,alteraciones biológicas, efecto de lassales, etc.

Existen distintas técnicas de análisis pa-ra determinar los componentes y los agentesde deterioro de una pintura mural. Entre lossistemas no destructivos destacar:

• Fotografía con luz natural, infrarroja,ultravioleta o monocromática de so-dio que hace visible la forma gráfica ylos retoques posteriores.

• Macrofotografía que nos ayuda a conocerel estado de la superficie de la pintura.

• Fotomicrografía nos permite estudiar losestratos pictóricos a través de una mues-tra.

• Fotogrametría que determina los mo-vimientos del soporte, sus volúmenes,etc.

• Holografía registra las variaciones delsoporte a lo largo del tiempo.

• Rayos UV que ponen de manifiestolos retoques tanto del enlucido comode la película pictórica.

• Rayos IR los materiales se pueden vera través de una telecámara en un mo-

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30 CAPA 13

nitor, nos permite diferenciar lospigmentos.

El análisis en el laboratorio de las distin-tas muestras de los estratos pictóricos y en-lucidos, análisis destructivos, nos revelarálas etapas de ejecución de la obra y permitirála identificación de las técnicas empleadas yen algunos casos la exacta composición delmortero.

Una vez evaluados el grado de estabili-dad y aislamiento de la pintura habrá queestablecer el estado de deterioro en que seencuentra el soporte. Con todos los datosrecogidos se puede emitir un diagnóstico. Esimportante conocer la distribución y con-centración del agua absorbida, para deter-minar el tipo de humedad que afecta al mu-ro. Las distintas clases de humedad requeri-rán distintos tratamientos.

Después de la excavación habrá quemantener el nivel de humedad, comproban-do previamente que los pigmentos no seansolubles en agua, ya que una desecaciónbrusca puede causar importantes grietas enla superficie y en la argamasa.

Cuando la pintura mural se va a conser-var in situ será necesario instalar algún sis-tema que permita aislar el soporte de las co-

rrientes freáticas del subsuelo.

El problema de la humedad por conden-

sación no es tan grave como el de la hume-dad por capilaridad. Se ha de suprimir lahumedad del soporte mural cuidando deconservar los distintos estratos. Esto se pue-de conseguir mediante la instalación de unsistema de calefacción, la construcción de unmuro paralelo o recurriendo a morteros desecado.

Las grietas originadas en la superficiepintada hacen que la argamasa quede ex-puesta a la abrasión y el agua. Las fisurasdeben ser eliminadas ya que el agua de lalluvia puede afectar gravemente al soporte.

Las decisiones de limpieza dependen delestado de conservación. Hay que dedicarespecial atención a los depósitos de tierraadheridos a la superficie de la pintura por-que puede haber parte de los pigmentos. Encaso de que la pintura vaya a conservarse insitu es recomendable realizar la limpieza enhúmedo y protegidos del sol. En caso de quevaya a ser trasladada es preferible realizar lalimpieza en el laboratorio.

En cuanto a la eliminación de las sales

depositadas sobre la superficie del soporte,puede darse el caso de que cubran por com-pleto la superficie del soporte, a modo depelícula o velo. En este caso su tratamientoimplica un estudio previo para determinar sison hidrosolubles.

El levantamiento de una pintura murales una decisión delicada que normalmentese toma ante la imposibilidad de conservarla pintura en ese emplazamiento. Antes deproceder al levantamiento será necesariorealizar una serie de pruebas que asegurenla idoneidad del método y los materialeselegidos para realizar la extracción. Los sis-temas más utilizados actualmente son:

• Stacco a masello (arranque en blo-que), consiste en arrancar todas lascapas de mortero e incluso en ciertoscasos todo o parte del soporte. Estesistema está especialmente recomen-dado para pinturas directamente rea-lizadas sobre el soporte (roca, piedratallada, ladrillo) en pinturas situadasen sitios húmedos y en superficies conmuchos relieves. La superficie pintadase protege con capas de gasa y telasde distintos grosores que se adhierena la superficie mediante fijativos. Unavez seco se procede a la separaciónutilizando soportes de madera o me-tal para sostener todo el conjunto.

• Stracco (arranque medio), es un tipode extracción que levanta las capas deenlucido y algunas veces del enfosca-do. Los espacios levantados no pue-den ser muy extensos. Se procede co-mo en el método anterior.

• Strappo (arranque superficial), estemétodo consiste en extraer solamentela capa pictórica, por lo que la pinturapierde todo volumen y se vuelve pla-na. Es un sistema muy peligroso parala pintura.

Los grandes trozos de derrumbes conpinturas pueden ser muy pesados y será ne-cesario construir unas cajas adecuadas parasu transporte.

Una vez realizada la conservación y res-tauración del soporte debemos mantener unseguimiento de su evolución para evitar quese reproduzcan los anteriores daños y queaparezcan otros nuevos (Ferrer, 1995).

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Medidas Urgentes de Conservación en Intervenciones Arqueológicas 31

Mosaicos y pavimentos

El mosaico es un elemento especialmentedelicado y alterable, especialmente el pavi-mental. Los enlosados de cerámica se con-servan muy mal, suelen aparecer rotos enmuchas piezas y requieren una limpiezamuy delicada.

La conservación en un lugar lo más pró-ximo posible al de su hallazgo es desde lue-go deseable aunque no siempre posible. Laconservación in situ es costosa y plantea unbuen número de problemas. Por ello es unadecisión importante en la que hay tener encuenta que la protección de un pavimentono siempre es compatible con su disfrutepor parte del público y viceversa (López deAzcona, 1992).

Figura 33. Las zonas de corte de los mosai-cos son especialmente frágiles.

Las alteraciones más habituales en lospavimentos son la degradación del mortero,la pérdida de cohesión entre éste y las tese-las, los hundimientos, elevaciones, fracturasy deformaciones, la formación de fisuras, lafalta de materiales y aparición de lagunas, laerosión de los bordes, la calcinación de lasteselas, la existencia de sales y la apariciónde una variada flora de organismos (Mou-tinho, 1987).

Las irregularidades y roturas que a me-nudo aparecen en la superficie del mosaicopueden deberse a errores de construcciónpero es más probable que la causa sea el pe-so de la tierra y los escombros.

El agua causa daños físicos y erosión quese incrementa con la acción del hielo. Lasraíces, madrigueras de animales, microor-ganismos y la actividad humana puededestrozar el mosaico descomponiéndolo enpequeños trozos, pero las aguas freáticas son

los principales causantes del deterioro de losmosaicos actuando física y químicamente.

Las teselas requieren una limpieza cui-dadosa y es la zona que se debe protegerdesde el primer momento. Es frecuente quelas teselas cerámicas, debido fundamental-mente a su baja temperatura de cocción, su-fran fuertes alteraciones, transformándoseen complejos arcillosos. También son fre-cuentes los procesos de disolución de las te-selas carbonáticas cuando hay fluctuacionesmeteorológicas. Pero el principal deterioroes de índole física, mucho más acentuadocuando el mosaico se descubre y queda a laintemperie (Moutinho, 1987).

En general, los procesos de alteraciónque sufren los materiales pétreos puedenproducirse por destrucción mecánica, de ti-po químico, debidos normalmente a sustan-cias agresivas presentes en la atmósfera, yde tipo biológico. En este último caso la co-rrosión biológica se debe a la influencia ejer-cida por los vegetales y microorganismos.Las teselas suelen estar constituidas por ro-cas sedimentarias, metamórficas, volcánicas,materiales vítreos o cerámicos. Estas, juntoal mortero que las traba, pueden considerar-se como un sustrato muy adecuado para lacolonización por líquenes.

Hay una serie de factores que condicio-nan el arranque de un mosaico:

• Humedad del terreno y clima extre-mo, que pueden activar el desarrollovegetal y microbiológico provocandola disolución y disgregación muylenta del carbonato cálcico existenteen los morteros. Los cambios bruscosde temperatura producen movimien-tos de sales, contracciones y dilatacio-nes del terreno y otras alteraciones.

• Construcción del mosaico. El sistemade elaboración de un mosaico actúacomo determinante intrínseco para suconservación in situ.

• Materiales de construcción. Las con-diciones ambientales afectan más aunos materiales empleados en la ela-boración del mosaico que a otros.

Antes de proceder al arranque se realiza-rá un informe sobre el estado de conserva-ción del mosaico y las condiciones ambien-tales que lo rodean.

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32 CAPA 13

Dependiendo de la humedad, la tempe-ratura y la materia constituyente de los mo-saicos se utilizarán unos productos u otrospara los primeros auxilios en la excavación ypara el arranque (Nardi, 1997). Estos pro-ductos deben tener el mayor grado de rever-sibilidad posible, pues muchos de ellos se-rán eliminados a corto plazo.

Antes de proceder la arranque de un mo-saico hay una serie de pasos previos, necesa-rios para garantizar la integridad de la es-tructura. El primer paso es el relleno de la-gunas, el material empleado para ello puedeser argamasa u otro tipo de materiales deuso provisional como la espuma de poliu-retano. A continuación se adhiere sobre lasuperficie del mosaico una tela que suele serde algodón, utilizando para ello un adhesivoreversible.

El procedimiento más empleado para elarranque es la división del mosaico en gran-des superficies, generalmente aprovechandozonas de lagunas o líneas de teselas, que sevan levantando independientemente.

El siguiente paso es la limpieza del so-porte y el traslado del mosaico a un nuevosoporte rígido. Se repone la argamasa dondefuera necesario y por último se elimina latela que protegía las teselas antes de prose-guir con tratamiento de conservación, queconsistirá básicamente en la desalación yreintegración de la estructura (Ríos, 1992).

Generalmente para la consolidación demorteros se utilizan materiales tradicional-mente usados en la época antigua, como lacal y la arena.

La política actual es de conservar el mo-saico in situ mediante un sistema de protec-ción temporal o mediante la instalación deuna cubierta de protección.

Los rellenos temporales se realizan des-pués de haber reforzado las zonas más vul-nerables del mosaico. Se cubre el mosaicocon un geotextil, que además de ser per-meable no es susceptible al biodeteroro, y acontinuación una capa de arena. Este tipo desoluciones tienen un carácter provisional(Rodríguez, 1993).

Para suprimir las aguas freáticas, y sobretodo las capilares, que mantienen la hume-dad en el mosaico, es necesario, hacer uncuidadoso estudio para determinar la pro-cedencia de dichas aguas. Si el nivel freáticoes muy alto será necesario rebajarlo, me-

diante canales de drenaje subterráneos o in-cluso con pantallas protectoras que desvíenlas aguas de escorrentía.

En cuanto a los sistemas de cubriciónpermanentes, el principal problema queplantean es que pueden propiciar la creaciónde un microclima, debido a variaciones en lacirculación del aire, aumento de la tempe-ratura, etc., que pueda afectar a la conserva-ción de los restos arqueológicos. Antes deoptar por esta solución hay que considerarque deberán respetar al máximo los restosarqueológicos conservados y ser eficaces encuanto a su función. Estas premisas sonesenciales, la mayor o menor belleza de lacubierta y su adecuación al entorno será enmuchos casos, un elemento de valoraciónsubjetiva de la obra realizada.

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Sease, C. 1997. Planear la conservación, an-tes, durante y después de una excava-ción. Boletín del GCI, vol.12, nº1: 19-21.Los Angeles: GCI.

Singley, K. 1981. Caring for artifacts after ex-cavation. Some advice for archaeolo-gist. Historical Archaeology, 1: pp. 36-48.

Spriggs, J. A. 1986. Madera, con énfasis en lapreservación de estructuras in situ. EnConservación Arqueológica In Situ. Actasde la Reunión INAH, (México 6-13 abril1986), 112-119. México: INAH.

Stanley Price, N. 1984. La conservación en ex-cavaciones arqueológicas, con especial refe-rencia al área del mediterráneo. Madrid:Ministerio de Cultura.

Stanley Price, N. 1985. Medidas preventivasdurante la excavación y protección desitios: Reseña de la Conferencia IC-CROM/Universidad de Gante. En Con-servación Arqueológica In Situ. Actas dela Reunión INAH, (México 6-13 abril1986), 13-23. México: INAH.

Stanley Price, N. 1990. Conservation and in-formation in the display of prehistoric sites.The politics of the past. Peter Gatheredeand David Lowenthal (eds.). London.

Stanley Price, N. 1996. Historical and Philoso-phical Issues in the Conservation of Cultu-ral Heritage. Los Angeles: Getty Conser-vation Institute.

U.S. Army Corps of Engineers. 1988. The Ar-chaeological Sites Pprotection and Preser-vation Notebook (Experimental ResearchProgram). Vicksburg: U.S. Army Engi-neer Waterways Experiment Station.

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VV. AA. 1995. La Chaux et les Mortiers: natu-res, propriétés, traitements. Paris: ICO-MOS.

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Vth Conference of the International Committeefor the Conservation of Mosaics. (Faro eConinbriga, 1993).

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Títulos Publicados

CAPA 1: Documentación de un Entorno Castreño: Trabajos Arqueología en el Área de Cameixa.

CAPA 2: Landscape. Archaeology, Heritage.

CAPA 3: El Registro Digital del Registro Arqueológico.

CAPA 4: La Arqueología en la Gasificación de Galicia 2: Evaluación de Impacto Arqueológico de la Red Vigo-Porriño.

CAPA 5: Arqueología y Parques Eólicos en Galicia. Proyecto Marco de Evaluación de Impacto.

CAPA 6: La Arqueología en la Gasificación de Galicia 4: Corrección de Impacto en la Red de Lugo.

CAPA 7: La Arqueología en la Gasificación de Galicia 5: Corrección de Impacto del Ramal Pontevedra-Ourense.

CAPA 8: Manual de Estilo y Composición de Textos.

CAPA 9: La Arqueología en la Gasificación de Galicia 7: Hacia una Arqueología Agraria de la Cultura Castreña.

CAPA 10: Tecnologías de la Información y Patrimonio Cultural 1: El Paradigma Orientado a Objetos.

CAPA 11: Tecnologías de la Información y Patrimonio Cultural 2: Una Metodología Integral Orientada aObjetos para Desarrollo de Software.

CAPA 12: Gestión Patrimonial y Desarrollo Social.

CAPA 13: Medidas Urgentes de Conservación en Intervenciones Arqueológicas.

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38 CAPA 13

Normas de Publicación

Temática CapaEsta serie publica trabajos sobre criterios, convenciones, y técnicas de trabajo en Arqueología. Las aportaciones que seirán ofreciendo en los diferentes cuadernos de la serie tienen por objeto construir una tecnología para la evaluación ygestión del Patrimonio Arqueológico. Con ello se pretende contribuir al desarrollo, discusión y establecimiento de unestándar de práctica arqueológica.

Admisión de Originales• Se admitirán para su publicación los trabajos que sean presentados y aprobados por el Comité Editorial siempre

que se ajusten a la temática anterior y a las normas que aquí se establecen.

• Los originales serán revisados por un grupo de evaluadores que informarán sobre la pertinencia de su publica-ción y recomendarán cuantas modificaciones crean convenientes para incluir el trabajo dentro de las series. Entodo caso la correspondencia con los autores se realizará desde el Comité Editorial.

• Los trabajos serán remitidos a la secretaría de Capa y Tapa, y tendrán como fechas límites para su entrega el 30de Abril y 30 de Octubre de cada año.

• A los autores se les enviará una prueba del documento para que sea revisado antes de su publicación, con la re-comendación de que realice las correcciones sugeridas. Una vez sean publicados se le remitirán dos ejemplares,independientemente del número de autores firmantes.

• Los autores podrán solicitar ejemplares adicionales previo pago de los mismos.

Normas de Formato• Los trabajos se podrán realizar en cualquier idioma, pero siempre tendrán que llevar un resumen/abstract (max.

150 palabras) y palabras clave/keywords en inglés (max. 20 palabras). En el caso de que el trabajo estuviese eninglés, estos irán en un segundo idioma.

• Tendrán una extensión mínima de 25.000 palabras y una máxima de 40.000, ó 50 páginas a una columna con ta-maño de letra 10, interlineado sencillo, incluyendo el espacio para las figuras.

• Irán precedidos de una hoja donde se indiquen: título, nombre del autor, dirección, teléfono, correo electrónico (silo tiene), y fecha de envío del trabajo.

• Se enviarán en soporte digital, aparte de dos copias en papel.

• Se deben de enviar preferentemente en Microsoft Word y si no fuese posible en un programa compatible.

• Dado el carácter de ambas series, se recomienda emplear una parte gráfica lo más amplia posible. Se recuerda quetoda la publicación será en B/N, por lo que las figuras deberán ser elaboradas en función de ello.

• Los títulos se tendrán que diferenciar fácilmente del texto y entre ellos, pudiendo ir numerados.

• Los diferentes apartados: anexos, apéndices, etc..., deberán ir precedidos de un salto de página.

• Los cuadros, mapas, gráficos, ... se presentarán preferentemente en soporte digital y, además y en cualquier caso,copia impresa en papel de calidad y numeradas al dorso.

• Se señalará a lápiz en el margen del texto el lugar sugerido para su ubicación de cada una de las figuras.

• Los pies de figura se colocarán en una hoja aparte indicando claramente a que figura pertenece.

• Las notas deberán de ir al pie, y su numeración debe ser continua.

• La bibliografía se colocará al final del documento, ordenándola alfabéticamente y adaptándose a los siguientesejemplos:

Arias Vilas, F.; Cavada Nieto, M. 1979: Galicia bajorromana. Gallaecia, 3-4: 91-108. Santiago de Compostela.

Harris, E.C. 1991: Principios de Estratigrafía Arqueológica. Barcelona: Crítica (Ed. original inglesa de 1979).

Renfrew, C. 1986. Introduction: peer polity interaction and socio-political change. En Renfrew, C.; Cherry, J. F.(ed.). Peer polity interaction and sociopolitical change: 1-18. Cambridge: Cambridge University Press.

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