Me Cediste Todas Tus Partes.

7/17/2019 Me Cediste Todas Tus Partes.

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Me cediste todas tus partes.

Guillermo Amador.

Entra José, acompañado de Mariana con flores en la mano.

José.- Estás en tu casa.

Mariana.- Muchas gracias.

José.- No es gran cosa, pero esta es la humilde morada del honesto admirador detu mirada.

Estrella.- Es muy bonito, como tus palabras.

José.- No hay palabras bellas sin musa que las inspire, siéntate por favor.

Estrella.- Jajaja, ay José eres tan lindo.

José- ¿Te parece bien si destapamos una botella de vino para honrar tu visita?

Estrella.- Ay, como crees, no, no te preocupes.

José.- Mira, justo tengo esta para una ocasión especial.

Estrella.- No en serio no te preocupes,

José.- ¿No te gusta el vino?

Estrella.- No, es que se ve que debe ser cara y cómo crees.

José.- No existen precios para la belleza, ni para un momento contigo.

Estrella.- La verdad nunca he tomado vino.

José.- Me encantaría que lo probaras conmigo.

Estrella.- Bueno, pero solo una copita.

José.- Me agrada esa actitud. No sabes lo feliz que me hace que hayas ido hoy aver mi obra de teatro.

Mariana.- Gracias a ti por invitarme, estuvo padrísima, de verdad que buen actoreres, además eras tú sólo, como un monólogo.

José.- Es un monólogo, sí.



Mariana.- Me gustó muchísimo el personaje, cómo hablaba de su madre y de cómoel quisiera ser madre también. ¿Tú lo escribiste verdad?

José.- Si, todo lo que digo en el escenario lo escribo yo, siempre. Toma (le da lacopa con vino).

Mariana.- Gracias. Qué bonito, y que admirable.

José.- Salud hermosa.

Mariana.- Salud artista.

José.- Ah, es sólo poesía y teatro, el arte es bello, pero no tanto como la vida. Loverdaderamente bello es tu presencia aquí y en todos lados donde estés.

Mariana.- ¿Cómo le haces para tener esas palabras?

José.- No son mías. Vienen a mí cuando tengo inspiración. Pero no son mías. Lapoesía es de todo el mundo.

Mariana.- ¿Y cuándo viene a ti la inspiración?

José.- Cuando algo bello surge en mi interior. Cuando abro la ventana y el sol mepega de frente, cuando logro recordar los sentimientos de cuando era niño, cuandoconozco a una persona tan intrigante y bella como tú.

Mariana.- Ay José, se me hace que eso le dices a todas. Si has de escribir mucho,has de necesitar mucha inspiración, o muchas inspiraciones ¿no?

José.- Jajaja, qué dices, para nada Mariana. Soy un hombre solitario, un loboestepario diría un escritor que considero mi maestro.

Mariana.- ¿De veras eres solitario?

José.- De veras. No me relaciono mucho con el mundo, aunque parezca lo contrariosoy un hombre tímido.

Mariana.- No, no pareces un hombre tímido.

José.- Lo que pasa es que me quito la pena porque tú me gustas.

Mariana.- No te creo. De seguro soy para ti un pasatiempo. Si yo ni siquiera sé detus cosas, tengo un trabajo aburrido, simple, y tú eres un hombre muy culto ycreativo, ¿por qué te voy a gustar?

José.- Esas son cosas superficiales. Todo eso no importa. Lo que importa enrealidad es la mirada. Yo he visto tu mirada, desde la primera vez que te vi



trabajando en la farmacia. Tu mirada es profunda pero ligera, es como la mirada deuna niña sabia y risueña.

Mariana.- ¿Tú crees?

José.- Si, y tu sonrisa, es limpia. Es una sonrisa honesta. Yo no soporto a la genteque tiene una sonrisa falsa o corrupta, a la gente que ríe de la desgracia de losdemás. No, tú ríes con los demás, tu sonrisa es belleza dentro del caos.

(Mariana lo besa lenta pero impulsivamente)

Mariana.- Eres encantador José. Me siento como en las nubes cuando dices esascosas.

José.- No te preocupes. Ha de ser el vino.

Mariana.- Jajaja, que tonto.

(Se besan otra vez)

José.- Eres hermosa Mariana.

Mariana.- ¿Me leerías uno de tus poemas?

José.- Sería un placer. (Se levanta) No escapes ¿ah? Te tengo secuestrada.

Mariana.- Jaja, está bien, pero no me hagas mucho daño.

(José entra a su dormitorio. Mariana se tapa la nariz y hace un gesto de asco, miraalrededor. Luego José sale con un libro)

Mariana.- ¿Es de una película? (Señalando el poster en una de las paredes)

José.- Si, es Hanibbal Lecter.

Mariana.- ¿Es de terror?

José.- Trata de un hombre muy inteligente, que sabe apreciar la muerte.

Mariana.- ¿Y qué hace?

José.- Se come a las personas.

Mariana.- ¿En serio?

José.- Si, pero no te espantes, es una metáfora. Todos tenemos instintos caníbales,como cuando amas tanto a otra persona, que quieres poseerla completamente.



Mariana.- Pero, ser posesivo no es bueno ¿no?

José.- No, pero tampoco es malo, porque somos animales incompletos,necesitamos poseer otra persona y dejarnos poseer también. Como cuando dos

personas hacen el amor con tanta intensidad, que parecen dos seres que se comenel uno al otro. ¿Nunca has sentido eso?

Mariana.- Si… puede ser.

José.- Para amar, para vivir, hay que poseer y dejarse poseer.

Mariana.- Mhm… me gustaría ver esa película.

José.- Tal vez podamos verla después ¿El poema?

Mariana.- Si, perdón, léeme uno por favor.

José.- (Leyendo con declamación pretenciosa)

Déjame nacer de tu vientre nuevamente, Déjame beber tu néctar y tu miel, Engéndrame de entre tu sexo y el mío.

Es la ausencia de tu cuerpo que me falta junto a mí.El deseo de atraparte entre mi almohada y sus sueños. Es tu mirada que se clava en mí como lanza de cazador.*

Mariana.- ( Aplaudiendo) Wow, que hermoso, gracias.

José.- Gracias a ti por escucharlo. ¿Quieres más vino?

Mariana.- Si, por favor, está muy rico.

José.- Me agrada que te guste.

Mariana.- ¿Y todo ese libro lo escribiste tú?

José.- Así es. Es el primero de tres que tengo publicados.

Mariana.- (Leyendo, mientras José se sienta a su lado y besa sus hombros con

delicadeza) “Me hiciste hombre, Señor, y tuviste la gentileza de hacerme Hombre-Poeta, me diste el Don de tu amor y con él, el poder de amar. Me has dado lagracia de tu inspiración y con ella me regalas los versos que brotan de mis dedos.¿Qué más puedo pedir si en ti todo lo encuentro?” * (Pausa) ¿Pero por qué diceLuis Calva?



José.- Es mi nombre anterior.

Mariana.- ¿Cómo?

José.- Salud (beben). Me llamo Jose Luis Calva Cepeda. Mi nombre de poeta antesera Luis Calva. Ahora soy José Cepeda.

Mariana.- ¿Y, por qué lo cambiaste?

José.- Porque yo necesitaba renacer. Y para eso es necesario morir antes. LuisCalva era una persona mala y debía morir.

Mariana.- ¿En serio era malo?

José.- ( Acercándose, acariciando sus piernas de forma invasiva pero cuidadosa )

Todos tenemos una parte mala, y todos necesitamos morir para renacer.

Mariana.- (Disimula su nerviosismo) Oh, yo no sé de esas cosas.

José.- Tú no necesitas saber nada Mariana, tú solo necesitas ser.

Mariana.- Ya está oscureciendo.

José.- Sí. Me gusta la noche. ¿a ti no? (Se levanta y comienza a encender velasrepartidas en la sala). El sonido de la noche se parece al silencio. Pero no es. La

noche tiene su propio sonido; el murmullo de las gentes que pasan en la calle,borrachas, perdidas, enamoradas, el sonido de un coche solitario. En la noche todoslos sonidos tienen un cuerpo propio, ¿lo has notado?

Mariana.- Si, un poco. Pero también es peligrosa en esta ciudad. Por eso elegí elturno de la mañana.

José.- La mañana es buena, porque el sol ilumina todo y permite ver las cosascomo son. Pero la noche es especial permite ver las cosas como pueden ser.

Mariana.- ¿Y cómo pueden ser las cosas?

José.- Diferentes, como tú las quieras ver, o como necesites verlas.

Mariana.- (Mirando el techo ) ¿No tienes focos?

José.- Con las velas me es suficiente. Me gusta la atmósfera romántica.

Mariana.- No sé, se ve muy oscuro.



Jose.- Mariana. ¿Has pensado en ser madre?

Mariana.- ¿Qué?

José.- Todas las mujeres son madres.

Mariana.- Tal vez, en el futuro, ahora no.(José se levanta y va hacia la recámara nuevamente, Mariana está nerviosa, se

tapa nuevamente la nariz, se levanta y se asoma por la ventana. José vuelve con

una caja)

José.- Quisiera invitarte a hacer teatro.

Mariana.- ¿Cómo?

José la abraza por detrás.

José.- Quiero que me acompañes a un momento donde veremos las cosas desde

otra perspectiva.

Mariana.- Ya es un poco tarde José, está muy oscuro.

José le pone un antifaz que saca de la caja

José.- ¿Qué pasa? No tengas miedo, sólo estamos jugando, como cuando éramos

niños.

Mariana.- No es que tenga miedo pero, (Se toca el antifaz en su rostro) No sé, es

raro, nunca había hecho esto, ¿para qué nos ponemos esto?

José.- Porque la vida es un juego de máscaras. (Se coloca él mismo un antifaz ) Y

podemos jugar a ser otros.

Mariana.- Yo no quiero ser otra. (Se lo quiere quitar)

José.- No te lo quites, es sólo un juego.

Mariana.- ¿Qué hora es?

José.- Bebe tu vino preciosa.

Mariana.- José… huele un poco raro no crees.

José.- ¿Qué?

Mariana.- No, nada.

José.- Dime.

Mariana.- Ay no sé, que de repente huele como a perro muerto, ha de ser la calle.

José.- No es nada, siéntate.



Mariana.- José ya me tengo que ir.

José.- (La toma por los hombros con firmeza) No te lo quites, siéntate por favor.

Voy a dedicarte un poema muy especial antes que te vayas.

(La sienta en el sofá y con un rápido movimiento le rodea la boca con cinta gaffer.

Ella trata de levantarse pero él la somete y le ata de la misma forma las manos yluego los tobillos)

José.- (Como declamando mientras la vuelve a sentar en el sofá) Todas las mujeres

son una misma mujer. La mujer es madre tierra. La tierra da vida y da muerte. Todas

las mujeres son una misma mujer.

(Aspira cocaína, después comienza a acariciarla mientras le habla)

Todos necesitamos morir Mariana. No tengas miedo a la muerte porque no es el

final, sino el inicio de una nueva vida. El jefe máximo me ha escogido a mí para

hacer algunas transformaciones. Debes sentirte contenta, la vida que llevabas

necesitaba cambiar, aunque tú no lo supieras. No tengas miedo, esto es una obra

de Dios.

(Se coloca tras ella y de la caja saca una soga con la que le rodea el cuello, ella al

notarlo se retuerce, José la aprieta fuertemente en un movimiento)

José.- Recibe con gratitud el regalo de la muerte. No soy Luis Calva ni José Cepeda,

soy un hijo de Dios al servicio de la transformación.

(Una vez que Mariana deja de moverse, José la suelta y rompe sus ataduras

mientras le declama)

José:-

Me cediste todas tus partes,

tu aliento, tus uñas y tus ansias

Me vestiste de ti y fui tu ave

Canté tu canto que nunca calla.*

(La besa en la boca, en la frente, en las manos y después le quita el vestido)

José.- Eres mi madre, mi hermana, mi hija. Soy tu hermano, tu hijo y tu padre. Dios

te bendice y te agradece por dejar este cuerpo que ya no le pertenece a tu alma,

sino a su hijo elegido, el que lleva por nombre el mismo de su padre en la tierra;José.

Se levanta y enciende un reproductor donde suena una versión en español de

“Aleluya” de Leonard Cohen. Extiende un plástico sobre el piso, sobre él coloca el

cuerpo, se dirige a la cocineta de su pequeño apartamento. Enciende la estufa y

coloca una sartén con aceite, regresa con un cuchillo largo y un plato, comienza a

cortar el antebrazo de Mariana mientras canta.



Oscuro.

*Poema escrito por José Cepeda, “El poeta caníbal”.

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