MÓDULO 4 Habilidades de Negociación Introducción · Habilidades de Negociación Introducción La...

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MÓDULO 4 Habilidades de Negociación Introducción

La diferencia fundamental entre un periodista proactivo y un periodista reactivo radica en la capacidad para relacionarse con las fuentes de información para obtener los datos que le darán esa nota de primicia, pero también en su habilidad para promoverla entre sus editores y llevarla así a la primera plana del diario. Su destreza para saber "negociar" en estos casos, será una prueba de fuego cotidiana. De esta manera, el proceso de establecer agendas de discusión entre la opinión pública no es oportunidad única de la fuente (quien tratará de describir la realidad de las cosas de acuerdo a sus intereses y conveniencia) ni tampoco privilegio único del propietario del diario. El periodista proactivo, como elemento principal en la línea de fuego de la información, sabrá cómo relacionarse afuera con las fuentes y dentro de la Sala de Redacción para promover ideas y material informativo que sea relevante para sus lectores. El periodista efectivo es como el piloto de puerto, que conduce la nave negociando su paso entre obstáculos visibles e invisibles. No puede quedarse pasivo ni correr desaforadamente. Valen la experiencia y la astucia para alcanzar el objetivo: una información original, bien empaquetada y confiable.

La palabra clave de la profesión es negociación. Hay que negociar la información afuera, con las fuentes; y dentro del medio, negociar para lograr el mejor producto, elaborado con el apoyo concertado de todos los actores de la redacción.

Negociar la buena información, densa, interesante y fundada, es la mitad de la historia: sigue para el periodista la negociación en la redacción: cómo "venderla" al editor, cómo jerarquizarla, ilustrarla, complementarla con los recursos tipográficos, de diseño, fotográficos, gráficos.

Ese planteamiento proactivo del trabajo del periodista, reclama en el profesional, altas dotes de habilidades para las relaciones humanas, competencias plurales y, con especial énfasis, un sentido ético extraordinario. Abundan los desafíos en esa búsqueda proactiva de la noticia: las tentaciones, las complicidades frente a fuentes seductoras, interesadas en imponer su visión unilateral e interesada de la verdad. En la redacción, los riesgos son disipar la importancia de la información, dejarla languidecer gris y monótona, por no saber negociar con quienes pueden volverla atractiva, llamativa, o sea muy visible. Un enfoque así de dinámico del proceso de la información, dignifica y da realce a la tarea del periodista. No será solo el transportador pasivo de informaciones preelaboradas por la fuente, sino el gestor inteligente de información valiosa, que aumenta su valor porque la enriquece con el contexto y logra presentarla de la forma más atractiva para el público. El presente módulo será guiado a través de la forma de negociar para realizar su labor y obtener los resultados esperados. De esta manera, se describen primero las estrategias de negociación con la fuente informativa: cómo solicitar la información, cómo granjear la voluntad de informar y cómo establecer una relación amistosa que haga fluir la buena comunicación. Eso sí, desplazándose como si se caminara sobre cascarones: sin transigir la objetividad, sin comprometer el criterio, sin perder de vista al beneficiario del proceso noticioso, el lector.


Mapa conceptual

Objetivo general

Con este módulo, el participante desarrollará habilidades efectivas para negociar con las fuentes informativas en un plano de independencia, imparcialidad y responsabilidad. El periodista será capaz de solucionar casos comunes que se presentan al lidiar con periodistas, tales como presiones para orientar los ángulos de las noticias o para omitir datos relevantes para la comunidad.

Temario

Tema 1. La negociación con sus fuentes de información

Tema 2. La negociación en las salas de redacción


Tema 1 La negociación con las fuentes de información

El concepto de negociación

El término negociación seguramente provoca nerviosismo en el medio periodístico por diversas razones, al igual como ha generado inquietud en nuestro personaje. Generalmente se le asocia con:

"Un recurso poco ético en una profesión que demanda plena integridad e independencia por parte del reportero, editor o dueño de un periódico"

Y también se le ubica como: "Un elemento en que se obtiene algún tipo de "ganancia" en condiciones a veces no claras". En la relación con las fuentes de información, todavía hay diarios que promueven en sus manuales y códigos de ética, evitar contacto muy cercano con las fuentes informativas, incluso rechazar invitaciones a cafés, almuerzos o viajes. Cada empresa informativa busca regular el comportamiento de su personal bajo políticas que responden a valores, intereses e incluso creencias ideológicas y religiosas, por lo que ello es respetable.

Sin embargo, existe una realidad clara:

"La información se tiene que obtener de algún lado, muchas veces de figuras públicas y privadas que cuentan con datos que reúnen criterios como relevancia, trascendencia y oportunidad noticiosa"

Efectivamente esas fuentes también tienen intereses, pero estará en la capacidad e inteligencia del reportero detectar posibles imposiciones de agendas informativas o promoción de campañas de imagen personal o de grupo, muchas veces potenciadas a través de conferencias de prensa, eventos especiales y los tradicionales "comunicados de prensa". Por ello el reportero proactivo generalmente deberá hacer una labor más allá de transcribir el discurso oficial tal cual y de "reciclar" los comunicados de prensa apropiándose de su autoría con sendas firmas al inicio de la nota.

Reportear implica mucho más que simplemente recoger versiones de las fuentes. También exige el esfuerzo de aportar contexto y antecedentes, corroborar comentarios, generar nueva información y -sobre todo- enfocar la nota con


un ángulo noticioso interesante. Y aquí, efectivamente, entra esa capacidad de negociación, de "estira y afloja", para obtener de las fuentes informativas un valor adicional a la información que él ya tiene o que puede obtener de otro lado.

En esta labor, el periodista cuenta con una serie de indicadores que le ayudarán a valorar el contenido noticioso de una información. Los indicadores noticiosos más conocidos son:

Consecuencia Es el impacto o efectos posteriores que puede tener una noticia en la comunidad en que vive el lector o en su vida privada, familiar o profesional.

Magnitud Se refiere a la intensidad y fuerza de la noticia o evento. Las circunstancias que rodean a este tipo de acontecimientos indican que es de interés público.

Proximidad Indica la distancia en que aconteció la noticia, cuya cercanía o lejanía determinan si le impacta al lector.

Prominencia Tiene que ver con el grado de credibilidad, status, posición, reputación, etc. de la persona. La noticia, muchas veces, es el personaje, más que algún tema o problema.

Oportunidad Implica qué tan fresca o reciente es la noticia. Hay que actuar con inmediatez y actualidad, evitando publicar notas viejas, a menos que no hayan trascendido aún.

Lo insólito Incluye aquellas noticias curiosas, diferentes, únicas y originales. Se caracterizan por ser "raras" en cuanto a su ocurrencia, más que usuales o comunes.

La existencia de uno o más valores noticiosos en la información le garantizará al reportero que dicha información a cubrir es de interés para sus lectores.

Mediante estos valores se justifica el valor de "noticia", más allá de un simple dato o información.

La fuente de cada día

¿Cómo y dónde puedo localizar una fuente de información adecuada? En la práctica del periodismo existen diversos métodos para recopilar información. El proceso de redacción de la noticia inicia con:

• La gestación de la idea a investigar. • La naturaleza del suceso a cubrir. • El tema del evento de prensa agendado.

En la actualidad muchos editores se quejan de que sus reporteros regresan a la Sala de Redacción con poco material de interés e incompleto. De ahí que muchas de las notas terminan "infladas", es decir, con redundancia en información o declaraciones sin valor de interés. La clave está en utilizar diversas estrategias para reportear con sus fuentes con el objetivo de hacer buenas preguntas, recabar datos y antecedentes, y verificar la información en lo posible.

Lo ideal es que el lector siempre se entere de la fuente de la información publicada. Sólo si conoce la fuente de la información que recibe podrá el ciudadano juzgar su validez. En la práctica, sin embargo, la atribución a fuentes no siempre es sencilla.


Características de las fuentes

¿Cómo puedo distinguir si una fuente de información es apropiada o no?

De aquí forzosamente se desprende otra pregunta:

¿Cómo definir una fuente de información?

Se podría decir que una fuente de información es la persona o un grupo de personas que el periodista observa y/o entrevista y que le proporcionan informaciones que reúnen uno o varios de los valores periodísticos ya mencionados (consecuencia, prominencia, oportunidad, etc.).

También se considera fuente de información a los documentos o depósitos de la información que pueden ser consultados, tales como archivos, libros, reportes empresariales o ejecutivos, etc. Este tipo de fuente de información es conocida como "documental".

Al hablar de fuentes, hay que distinguir entre informador y fuente informativa.

El informador es el que mantiene una relación ocasional con el periodista. Se limita a suministrarle unos datos concretos en un momento determinado. La principal diferencia es que el contacto con el informador es unilateral.

Por el contrario, una fuente informativa mantiene una relación habitual con el periodista y entre ambos se mantiene un proceso informativo bidireccional.

Dado que el número de fuentes con las que el investigador puede mantener contacto es limitado, tendrá que seleccionar aquellas que en pasadas ocasiones le han suministrado informaciones fiables. De esta manera va confeccionando lo que se conoce como: "Directorio" de fuentes o "red" de fuentes de primer nivel Con los cambios políticos y de Gobierno que se dan en el sector público, por ejemplo, el periodista va modificando su lista constantemente.

Las fuentes también establecen sus propios objetivos, sus propias listas, por lo que no se acercan por igual a todos los medios y se cuidan de mostrar sus preferencias. De ahí que el medio de información en el que se trabaja, el investigador sea decisivo a la hora de acceder a las fuentes informativas. El acceso a fuentes es esencial para tener información de primicia. El reportero deberá mantener abiertos los canales de información y, ocasionalmente, recurrir a cierto tipo de estrategias para persuadir a la fuente a aportar información. Los elementos más importantes a observar son:

1. Honestidad Evitar recompensas y recursos poco éticos como armas de negociación.

2. Profesionalismo Proyectar la idea de que se busca cumplir una tarea informativa para servir a la comunidad.

3. Concertación Permitir el "estira y afloja''. Procurar acordar algo en que ambas partes salgan beneficiadas (situación ganar-ganar).

4. Comunicación abierta Mantener canales disponibles para intercambiar información sin presiones mutuas.

5. Respeto Reconocer la independencia e integridad de la otra parte.


La Sociedad de Periodistas Profesionales (SPJ, 2008) recomienda comprobar la exactitud de la información de todas las fuentes y cuidarse del error. La distorsión deliberada es inadmisible.

Asimismo dice que se debe buscar activamente a los protagonistas de la noticia para darles la oportunidad de responder a alegaciones de conducta impropia.

Estas son algunas de las recomendaciones de la Sociedad de Periodistas Profesionales:

Identificar sus fuentes siempre que sea factible. El público tiene derecho a toda la información posible sobre la confiabilidad de las fuentes.

Cuestionar siempre los motivos de sus fuentes antes de prometer anonimato. Aclarar las condiciones de cualquier promesa hecha a cambio de información. Cumplir sus promesas.

Evitar los métodos encubiertos u otras formas subrepticias de buscar información, excepto cuando los métodos abiertos tradicionales no produzcan información vital para el público. El uso de dichos métodos debe explicarse en el artículo.

Los periodistas con ética tratan a las fuentes, a los protagonistas de la noticia y a los colegas como seres humanos merecedores de respeto.

Anonimato y persuasión

¿Cuándo y cómo debo mantener un anonimato? El reportero muchas veces escribe:

• "Fuentes que pidieron permanecer en el anonimato'' • "La fuente, que pidió no ser identificada, dijo que...'' • "Según analistas consultados por este diario...''

Los reporteros no deben acceder a la ligera a conversar en segundo plano, porque a veces los informantes tratan de usar esto como una oportunidad para lanzar ataques personales o políticos, sabiendo que su identidad no podrá ser rastreada. Además, cuando se cita a un informante sin divulgar su nombre, a la audiencia le es más difícil evaluar la credibilidad de la información.

Es importante preguntarse: ¿hasta qué punto se justifica el anonimato? ¿Acaso no pierde valor y sustento la información cuando se cita a una fuente no identificada?

• La integridad física de la fuente está de por medio. • El puesto laboral de la fuente está en riesgo. • El informante está en una posición que le permite saber la verdad. • El periodista está dispuesto a explicar (en su historia) por qué no es posible mencionar el nombre de su

informante. Existe una utilidad futura: La fuente tiene acceso a toda una variedad de información que vale la pena mantenerla anónima (Técnica de Deep Throat o Garganta Profunda-Watergate).

Al usar esas fuentes, aceptamos la obligación no sólo de convencer al lector de su fiabilidad, sino también de transmitir lo que hemos averiguado sobre el motivo por el cual nos dieron la información.

Sin embargo, en ciertas ocasiones el reportero tiene que obtener la información en segundo plano porque es la única forma en que el informante accede a hablar. Resta peso a la información. El lector desconoce la prominencia de la fuente.

Resta credibilidad a la información. Surgen dudas sobre la veracidad de la información y el lector llega a sospechar que el reportero la inventó.

Obliga a traspasar toda la credibilidad al reportero. El lector tiene que confiar totalmente al periodista la información, en lugar de que éste comparta la responsabilidad con la fuente.

Se convierte en un recurso fácil y cómodo para el reportero para lograr que la fuente diga algo.

El anonimato finalmente llega a considerarse como un último recurso, cuando otras opciones para obtener la información han sido agotadas y se impone el derecho del lector a estar informado o el tema guarda determinado interés para él.


En cualquier caso es imperante considerar:

• Los antecedentes de la fuente. • Sus intenciones. • Las evidencias que tiene. • Y si va a proporcionar información o un simple punto de vista sobre algún asunto en particular.

En ciertas ocasiones la fuente pedirá al reportero manejar la información "off-the-record" o "fuera de grabadora". El "off-the-record" es una fórmula mediante la cual la fuente avisa al reportero que le dará a conocer cierta información sin que tenga el derecho de publicarla ni mencionar su nombre.

En este sentido, este punto siempre es negociable. Es importante lo siguiente:

Averiguar si lo que realmente le importa a la fuente es permanecer simplemente en el anonimato y no tanto que se publique la información.

El término "fuera de grabadora" es muchas veces mal interpretado por la fuente y el reportero.

De ser así, tenemos que persuadirlo a que la fuente permita publicar la información insistiendo en que se le dará total garantía de anonimato, negociando la identificación de acuerdo al riesgo.

Algunos reporteros son muy hábiles para lograr que la información extraoficial se vuelva oficial. Por ejemplo:

1. El periodista termina la entrevista extraoficial. 2. Puede leer algún fragmento textual de lo recopilado y preguntar: "¿Por qué no puede usted decir esto

oficialmente?". 3. Cuando el informante accede a hacerlo, el entrevistado lanza una luz verde, de "siga". 4. Por lo que el periodista debe aprovecharla y leer otras citas o datos para que también sean aprobados y utilizados.

Al oír en voz alta sus propias citas, el entrevistado puede llegar a confiar en que serían reproducidas con fidelidad. Así las cosas, muchas veces existe una especie de temor en las fuentes por la forma en que se dará a conocer la información, si será sacada de contexto o tergiversada. Pero el periodista debe aprender a detectar este miedo y darle confianza al informante de que el mejor camino es "oficializar" la fuente para lograr credibilidad.

Si la información es extraoficial ("fuera de grabadora"), el reportero y su informante deben decidir de antemano, por mutuo acuerdo, cuál es la información que podrá ser publicada. Una entrevista "en segundo plano" (on background) o "sin atribución" implica de ordinario que la información puede ser incluida en las noticias y que las palabras del informante podrán ser citadas textualmente, pero su nombre no será divulgado. Sin embargo, se dará su identificación en forma general; por ejemplo, "un funcionario del ministerio de exterior" o "un ingeniero que trabaja en una compañía", siempre que el informante y el periodista estén de acuerdo en la descripción que se va a emplear.

The New York Times estipula: "El uso de informantes no identificados se reservará para las situaciones en las que el periódico no pueda publicar en otras condiciones una información que considera fiable y valiosa como noticia. Al usar esas fuentes, aceptamos la obligación no sólo de convencer al lector de su fiabilidad, sino también de transmitir lo que hemos averiguado sobre el motivo por el cual nos dieron la información".

Una vez convencida la fuente para hablar o declarar, se debe proceder a negociar cómo se va a atribuir el anonimato, como por ejemplo:

a. Fuentes dijeron que... (Muy vaga)

b. Una fuente gubernamental dijo que.... (vaga)

c. Un funcionario de la Procuraduría del Estado informó que.... (poco clara)


d. Un funcionario de la Secretaría de Inteligencia de la Procuraduría del Estado dijo que... (más clara).

Ante la imposibilidad de identificar a la fuente en ciertos casos, la opción "d" sería la más ideal. Por ello, se recomienda convencerlo a emplear el anonimato más claro y aquél que no lo comprometa (en este caso "d"). Y en el probable caso de que no le satisfaga, comenzar a negociar hacia la vaguedad.

En la mayor parte de las noticias, atribuir una declaración a una fuente no ofrece problema alguno.

El Gobernador dice esto o el congresista dice lo otro; y el empresario, el entrenador deportivo o el testigo de un crimen dice lo de más allá…

Sin embargo, revelar la fuente se dificulta cuando el reportero busca información que se ofrece sólo con la condición de que no se haga pública su procedencia.

El reportero no puede permitir que lo manipulen: en ocasiones la fuente quiere que se publique una información falsa por sus propios motivos.

Este suele ser el caso de las siguientes noticias:

• Sobre conductas deshonestas. • Cuando alguien que no está de acuerdo con una decisión encubierta quiere que se haga pública.

Algunos periódicos nunca usan información cuya fuente no se publica, a menos que provenga de por lo menos dos fuentes confiables.

El reportero -y no la fuente- debe negociar la calidad del anonimato. Los principios que sustentan esto son:

1. Recuerde que a mayor identificación de la fuente, mayor credibilidad tendrá la información entre los lectores. 2. Las circunstancias dirán al reportero el nivel de anonimato que merece la fuente, de acuerdo a los riesgos

involucrados ya mencionados. 3. En el aspecto ético, la mayoría de las escuelas de Periodismo recomiendan enterar a la fuente que se está

dialogando con un periodista para evitar retracciones o malos entendidos. 4. En el caso de manejo del anonimato o condiciones de "fuera de grabadora" es importante definir las reglas

previamente a la búsqueda y obtención de la noticia.

¿Y qué hacer si la fuente sabe que está tratando con un periodista y decide en cierta etapa de la entrevista arrepentirse de lo dicho? ¿Qué tal si pide al periodista "no publicar lo que te acabo de decir"? Realmente no existe una regla fija para este tipo de situaciones que indique cómo conducirse. En teoría el periodista está en su derecho de publicar lo revelado y atribuirlo a las condiciones de "fuente" que se pactaron en su caso. Es decir, no existirían opciones de negociación. Sin embargo, muchas veces dependerá de circunstancias tales como la calidad de la fuente, la utilidad futura que pueda tener y otras variables que podrían llevar al reportero a detener por un tiempo o indefinidamente la publicación de lo revelado por la fuente. O en su caso negociar con ella la opción de conseguir la confirmación de lo revelado con otra fuente, protegiendo así a la original. Un reportero sagaz (con un editor aún más sagaz) sabrá cómo resolver dilemas de esta naturaleza.

Los periodistas muchas veces pueden argumentar que no les importan los motivos de quienes les dan información o si piden anonimato, con tal de que consigan "la primicia" o "la exclusiva". Sin embargo, los editores llegan a insistir frecuentemente que se logra mayor credibilidad cuando la atribución a la fuente no es tan vaga (una fuente dijo que…) o se puede verificar con una segunda fuente.

Es importante inculcar entre los reporteros el valor de resistirse a los intentos de representantes de la autoridad o políticos para ocultarse detrás de diversas formas de confidencialidad. Ello para que los periodistas no encuentren "cómoda" la figura del anonimato o del registro fuera de grabadora solamente para conseguir la nota.

Esto solo como último recurso y siempre habrá otras alternativas adicionales para verificar la noticia.

Es importante revisar el punto de vista de Jack Fuller (1996), en su libro "Los Valores Periodísticos".


Jack Fuller dice que la corroboración mediante otras fuentes. Es de mucha utilidad. "La práctica del Washington Post de utilizar dos fuentes durante la investigación de Watergate reflejó esa tendencia", dice Fuller.

Ya que sus periodistas trabajaban casi exclusivamente con fuentes anónimas en el caso Watergate que culminó con la renuncia del entonces presidente Richard Nixon, los directores del Post pidieron a los reporteros que confirmaran y reconfirmaran la información a través de más de una fuente cuando ninguna hablaba en capacidad oficial.

"No sé de qué manera esa práctica protegería en contra del engaño por un grupo de personas decididas, actuando en común acuerdo, aunque en la extraordinaria investigación del Post sobre el caso Watergate generalmente funcionó", escribe Fuller.

Se puede decir que a pesar de que la verificación por otro lado es útil, cuando todas las fuentes son anónimas, el nivel de incertidumbre en muchos casos sigue siendo excesivamente alto. El cruce de informaciones siempre será útil.

Verificación de la información

Es factible trabajar a las fuentes para que nos digan lo que esperamos de ellas? En la actualidad, cualquiera puede diseñar un sitio Web que parezca profesional o enviar un correo electrónico que parezca auténtico aunque en realidad sea un montaje. El hecho de que algo esté en Internet no significa que sea verdad. Los periodistas tienen que verificar la fuente de toda su información para saber si es lo bastante creíble para usarla en una historia de noticias.

A veces los informantes se contradicen entre sí. Para aclarar las discrepancias, es posible que los reporteros tengan que:

• Ver hacia dónde apunta el peso de la evidencia. • Buscar fuentes originales, como documentos, para determinar cuál de las versiones es verdadera. • Acudir a fuentes secundarias que son muy útiles como instrumento para confirmar la información

obtenida de fuentes primarias.

No importa qué fuentes use el periodista para investigar los antecedentes de una historia, es vital que considere la validez o credibilidad de cada fuente.

Una parte importante del trabajo del periodista consiste en decidir qué fuentes debe usar. He aquí algunas preguntas útiles para determinar si hemos elegido la fuente apropiada o la mejor para relatar los hechos.

1. ¿Cómo obtuvo este informante el conocimiento de los hechos? ¿La persona en cuestión está en condiciones de saber esas cosas, ya sea por motivos personales o profesionales?

2. ¿Cómo puedo corroborar esta información por medio de otras fuentes o en documentos? 3. ¿Qué tan representativo es el punto de vista de mi informante? ¿Es sólo una persona la que se queja a

grandes voces del casero porque tiene rencillas personales con él? ¿O es la suya la voz más elocuente que habla en nombre de todo un grupo de inquilinos que tienen problemas graves y legítimos?

4. ¿Ha sido fiable y creíble ese informante en el pasado? 5. ¿Utilizó esta fuente sólo porque es la que tengo más a la mano o lo hago porque sé que de ella obtendré

información útil? 6. ¿Qué motivos tiene este informante para dar información? ¿Lo que intenta este empleado es mejorar su

imagen o hacer que su jefe se vea mal? ¿Qué lo indujo a hablar conmigo, por principio de cuentas?

Una vez que encuentre un informante útil para una historia, es conveniente que se mantenga en contacto con él o ella por largo tiempo. Habrá que cultivarla y negociar con ella ("trabajarla", dicen algunos), así como concertar con ella eventualmente sin caer en dependencias o compromisos, por supuesto. El reto del periodista es obtener la mayor información posible sobre la forma de contactar a cada informante, no sólo la dirección y el teléfono de la oficina, sino su teléfono celular y el de su casa, y su dirección de correo electrónico.

El buen reportero "trabaja" a sus informantes con regularidad y los contacta para preguntar si está pasando algo interesante. Por ejemplo, para que a sus informantes les sea más fácil comunicarse con usted, entregue su tarjeta de visita a todas las personas que conozca en relación con una noticia.

Cualquiera que tenga acceso a información, incluso las secretarias y los empleados, puede ser una fuente de información útil para un periodista. Ellos pueden proporcionar copias de documentos y a menudo saben quién es la persona más enterada sobre un tema determinado. Un reportero que los trata con respeto podrá comprobar que su solicitud de entrevistarse con el supervisor de esa secretaria o empleado es aceptada con más atención.


Persuasión

¿Cómo puedo persuadir a alguien a que me de la información que necesito sin presionar? Es posible que la fuente intente evadir las preguntas del reportero por determinadas circunstancias. No faltará el día en que la fuente se excuse con la vieja frase de "disculpe, hoy no he visto los periódicos".

¿Qué hacer en esta situación?

1. Procure tener una foto-copia a la mano de lo publicado para enseñárselo, deje que tome tiempo para leerlo y pida su opinión.

2. Si aún así se niega a comentar, entonces diga que usted tendrá que escribir la nota señalando que la fuente vio la publicación pero que se negó en ese momento a comentar.

3. Muchas veces la fuente ya leyó la información (sobre todo si le afecta), por lo que su evasión es simple negación de lo ocurrido o deseo de minimizar lo publicado.

4. Sea ser más que insistente para lograr la nota. 5. En otros casos deberá indicarle a la fuente que si no aporta la información requerida el reportero tendrá que

conseguirla de otra fuente que tal vez no garantice veracidad y que cerrarse a aportar datos podría afectarle indirectamente.

El momento y las circunstancias, sin embargo, orientarán al reportero a aplicar su mejor estrategia para hacer hablar a la fuente. Si el reportero practica la iniciativa, el buen manejo del diálogo y el arma efectiva de la persuasión las posibilidades de "obtener la nota" serán siempre mayores.

Un caso típico que también vivirá el reportero con su fuente es el de la "pregunta bumerang".

Ello generalmente ocurre cuando el reportero lanza una pregunta incómoda a la fuente y ésta responde con la misma pregunta u otra pregunta para sacar de equilibrio al reportero.

A este respecto existe un ejemplo.

Reportero: "Señor Presidente, ¿por qué no ha visitado el lugar en donde ocurrió la explosión de la mina en la que murieron 22 mineros? Presidente: "Yo le hago la misma pregunta, ¿por qué usted no está cubriendo esa información ahora? ¿No es su deber como periodista? El reportero de tipo "reactivo" (inseguro) seguramente dudará en responder, primero porque estará sorprendido por la contestación a manera de "regaño" o de llamada atención de una figura de alto nivel. Y es posible que cause la risa de sus colegas y el desvío de preguntas hacia aquéllas menos incómodas para la fuente. Sin embargo, el reportero "proactivo" (seguro de sí mismo) será más inteligente e inmediatamente responderá: "Señor presidente, vuelvo a repetir mi pregunta por si no quedó clara, ¿por que no ha visitado el lugar en que ocurrió la explosión de la mina en que murieron 22 mineros? Es decir, en los procesos de negociación con las fuentes informativas el periodista tiene que ser persistente y mantener total concentración y enfoque en su trabajo. Las fuentes buscarán frecuentemente esquivar los cuestionamientos que revelen una intención de revelar asuntos que no desean que lleguen a la corriente de opinión pública o que prueben torpezas o desatinos de su parte.

[Revise las instrucciones para realizar la actividad “Manejo de fuentes en el periodismo” en la página web del diplomado]


Amiguismo y relaciones

La relación de los periodistas con sus fuentes de información está fincada así en un vínculo cotidiano, en donde el periodista busca generar primicias y obtener exclusivas que entregará todos los días a sus lectores, vía material impreso o digital (Internet). Así al obtener sus fuentes debe de considerar los siguientes principios:

Principio 1 Los objetivos de respeto a las fuentes y el mantenimiento de las mismas se van construyendo día a día en una relación, pura y exclusivamente personal, además de profesional. Principio 2 En el terreno político se darán más los casos de llegar a una relación más peligrosa o íntima con la fuente, pero cada periodista deberá de ser capaz de identificar estos momentos especiales. Principio 3 Habrá casos, por ejemplo, en que las fuentes buscarán "cobrarse" algunas primicias o exclusivas que dieron al periodista, porque estarán buscando un lugar en la agenda pública en tiempos de elecciones o durante cambios en gabinetes de gobierno. Principio 4 Prácticamente le dirá al periodista "Me debes una", y algunos periodistas, como parte de la negociación, optarán por ceder. Esto, sin embargo, sigue siendo visto como algo no muy profesional en diversas escuelas de periodismo y medios de información. Principio 5 Las relaciones con las fuentes se van formando en cierta forma mediante una "química" profesional entre aquéllas y el periodista. Principio 6 Las relaciones también se forman con base en el trato que va recibiendo la fuente del reportero, en el tiempo que tienen de conocerse y en los beneficios mutuos que van recibiendo uno y otro. Principio 7 Algunos profesionales recomiendan al periodista que debe aprender a decir "no" o "basta"

Lograr una buena relación personal con la fuente, sin tomar ciertos recaudos, implica comenzar a transitar terrenos donde los límites ya no son tan claros. Es decir, hay ciertos peligros que pueden aparecer si no se logra, en su momento, tomar la suficiente distancia El periodista llega a simpatizar tanto con la fuente que deja de cuestionarla o criticarla.

En México y gran parte de los países latinoamericanos se da un fenómeno muy interesante: llega a ser tan fuerte la cercanía o "simbiosis" entre periodistas y fuentes (sobre todo políticas) que los primeros llegan a adoptar expresiones verbales y no verbales de los segundos, vestir como ellos y adoptar sus características de imagen.

La cercanía es a veces tan peligrosa que llegan a pasar como "auténticos" voceros de funcionarios y políticos, desempeñando una función más efectiva que los voceros oficiales de las dependencias.

Como en una ocasión dijera el investigador de la comunicación Walter Lippmann: "Entre ambos debe existir cierta distancia "no una pared o una valla, pero sí un espacio de aire".

Sin embargo, el nexo directo con ministros, ayudantes y asesores, es decir, con aquellos protagonistas influyentes en la agenda pública, les permitirá empaparse de importantes decisiones ejecutivas o legislativas. Lo anterior se ilustra con el ejemplo que da Fonseca por igual. Fonseca apunta en especial al cultivo con fuentes del sector policiaco o judicial, sobre todo en estos tiempos en que la inseguridad y la violencia son temas recurrentes en nuestras sociedades. "La relación directa con jefes policiales puede conducir a los reporteros a conocer referencias sobre sondados casos bajo investigación de corrupción pública u otras actividades criminales", escribe.

[Revise las instrucciones para realizar la actividad 1 “La relación entre periodistas y funcionarios” en la página web del diplomado]


Ya aclarado lo anterior, ahora la duda se plantea así: ¿Existe algún consejo específico que deba seguir al relacionarme con alguna fuente?

Las fuentes de información son un elemento importante para aclarar, abundar o enriquecer una noticia. El periodista deberá ser muy cauteloso al momento de relacionarse con las fuentes.

1. No creerle todo a la fuente. Cuestiónela, desafíela. Las fuentes oficiales y privadas son sólo un punto de referencia en el entorno noticioso; no haga propaganda de ellas.

2. Al relacionarse con las fuentes, distinga entre opinión y hecho. 3. En el entorno noticioso, los hechos se deberán imponer frente a las opiniones o comentarios de las fuentes. Las

evidencias documentales o tangibles tendrán siempre mayor peso que los puntos de vista de las fuentes. 4. Si la persona afectada o señalada en una denuncia o acusación no es localizada pese a la intensa búsqueda del

reportero o ésta se niega a declarar, se dejará constancia en la información. Es importante aclararle al lector que se hizo lo imposible por lograr su opinión o localizar a la otra parte involucrada (Ejemplo: El ministro de Educación no fue localizado para conocer su punto de vista...).

5. Verifique la información con varias fuentes. El cruce de informaciones es imprescindible antes de dar los hechos por ciertos. Procure evitar expresiones como "al parecer" o condicionales como "habría" o "podría".

6. Salvo casos extremos, y en consulta previa con sus editores, no enseñe la redacción de sus textos a las fuentes previamente a su publicación. La fuente querrá eventualmente "censurar", corregir o aclarar algunas opiniones ya manifestadas, así que hay que estar preparado para ello. Si la fuente lo exige como condición para obtener una opinión o versión de los hechos, someta la situación a la balanza… ¿el resultado final será de beneficio para el diario y nuestros lectores?

7. Evite depender económicamente de su fuente porque su información podría quedar condicionada. Guarde una distancia profesional adecuada con sus fuentes y procure una relación que se base en principios de honradez, profesionalismo y respeto correspondiente.

Una reflexión lleva a otra, por lo que lo anterior nos lleva a otra pregunta, que es: ¿Hasta qué punto debo relacionarme con las personas que pueden ser mis fuentes de información y qué precauciones debo tomar? La simbiosis y negociaciones entre periodistas y fuentes pueden llegar incluso a niveles de amistad e incluso intimidad. Un ejemplo de esto es lo que menciona Jack Fuller (1996).

Hay casos que a menudo se presentan en este sentido: En algún momento los reporteros y editores han tenido un amigo (fuente) que comienza a decirles algo que puede ser noticia, pero que sería una traición si se llegara a publicar esa confidencia, dice Fuller: "Yo conozco a periodistas", escribe, "que dicen que para evitar este tipo de conflicto simplemente se niegan a tener cercanía con las fuentes de noticias". Pero muy pocos logran evitarlo. La gran mayoría de los periodistas terminan estableciendo relaciones estrechas con las personas que hacen la noticia. ¿Entonces es recomendable no "hacer amigos" entre las fuentes? Fuller recomienda al periodista estar alerta cuando pueda haber un conflicto de intereses o comprometerse de más. Deberá saber intervenir a tiempo para poner un alto o fijar condiciones de confidencialidad. "Por ejemplo, si el director de un periódico está cenando con un amigo (fuente) en un entorno familiar y el amigo le dice que se ha sentido nervioso porque la compañía en la cual es ejecutivo está en dificultades financieras, el director podría explicar en ese momento que supone que su amigo no pretende que esto se publique porque lo pondría en una situación incómoda saber más de ese asunto porque sería algo que el periódico publicaría si lo supiera en otras circunstancias". Esto deja entrever que difícilmente el periodista logrará evitar amistades entre algunas fuentes, pero siempre deberá estar atento a que lo hagan cómplice de conocimiento (de manera deliberada o no) de asuntos en donde su "amigo" pudiera presionarlo.

Hablando de relaciones entre el periodista y la fuente, la pregunta ahora es: ¿Hasta qué punto debo relacionarme con las personas que pueden ser mis fuentes de información y qué precauciones debo tomar? El periodista mantiene una relación bidireccional con las fuentes. Los profesionales de la información necesitan contenidos; y las fuentes buscan que esos contenidos salgan reflejados en los medios. Las fuentes van a tratar en todo momento de cumplir esos objetivos y por ello van a poner en marcha diferentes mecanismos que las lleven a conseguirlos. Uno de ellos es el pesebrismo.


Esta palabra se creó para significar, por extensión, una manera de ejercer la profesión que se basa sobre todo en un seguimiento servil de determinadas fuentes informativas de las que se obtiene algo más que una información socialmente útil.

Se trata de un intercambio de información de dudoso interés a cambio de agasajar a los asistentes. Algunos ejemplos de ello son:

• Un "almuerzo-rueda de prensa" • Un "pesebre" puede ser una convención empresarial en la que se regala a los representantes de los medios de

comunicación un objeto de valor. • La inauguración de una discoteca con barra libre.

Hay autores que aseguran que este problema se acentúa en el caso de los medios audiovisuales. Un ejemplo de ello sería las ocasiones en las que los conductores de programas de televisión son solicitados para colaborar en todo tipo de actividades por parte de empresas e instituciones que esperan así sacar partido de la proyección pública que esos profesionales han obtenido tras aparecer en las pantallas. La aceptación de comidas o de regalos y la participación de los conductores en actividades ajenas a la labor informativa, pueden parecer, según cómo, temas bastante diferentes. Tienen sin embargo, algo en común: la posible colisión de intereses, con el consiguiente peligro de deterioro de la información.

Actualmente algunos medios de comunicación han ido tomando medidas para evitar que la generosidad de las fuentes influya de alguna forma en los contenidos informativos. En algunos códigos se prohíbe que los periodistas acepten los viajes pagados o incluso que se dejen pagar las comidas. Pero este tipo de normas, en la práctica, es de difícil cumplimiento.

[Revise las instrucciones para realizar la actividad 2 “Las fuentes de información y amiguismo” en la página web del diplomado]

La publicación de notas considerando al lector

¿Es factible negociar la posible detención de una nota periodística? Habrá algunas ocasiones en que los periodistas decidan aceptar las solicitudes de parte de alguna autoridad gubernamental o judicial para detener la publicación de cierta información.

Éste es uno de los momentos clave de negociación periodística, ya que se podría interpretar como una censura a los medios de comunicación.

Los casos más comunes en que se darán este tipo de peticiones (generalmente acordados en alto nivel) son los casos de secuestro, detención de criminales peligrosos o riesgos contra la seguridad nacional.

En aquéllos países en guerra también se les pide a los medios no publicar datos de estrategia militar, como el número de bajas o planes de movimiento de tropas porque dicha información podría dar ventaja al enemigo. Durante las dos guerras en el Medio Oriente de los noventas y principios de este siglo se dieron casos de esta naturaleza para no afectar a las tropas norteamericanas en batalla.

Incluso, en condiciones extraordinarias, los periódicos independientes tendrán que negociar de alguna de estas formas:

No publicar informaciones como las anteriores En este caso sabrán negociar cierta información con sus fuentes que sí pueda ser difundida, porque muchas veces la autoridad querrá que se omitan también datos o noticias que no merecen ser editados.

Retrasar su difusión En este caso deberán quedar claras las reglas del criterio de "embargo informativo", un método común en el que los medios se comprometen a detener la información por cierto tiempo hasta que la sensibilidad de la misma ya no esté comprometida (como el asalto a una guarida de narcotraficantes o una operación de invasión a un país).


Los reporteros que aceptan información bajo embargo están obligados a respetarla, a menos que la noticia se dé a conocer al público antes de la fecha especificada. En todo caso, el derecho de informar a los lectores será siempre un buen elemento -y argumento- a utilizar en circunstancias como éstas.

Ya habiendo conseguido que la nota se publique, entonces un periodista debe preguntarse:

¿Qué hago para no perder de vista que lo que busco siempre es la satisfacción del lector?

Edgar Fonseca (2001) en "Los Mejores Reporteros" considera que el periodista debe capitalizar en sus relaciones con las fuentes informativas para ayudarle a lector a entender mejor su realidad local y global, así como para lograr claridad en decisiones que se toman a nivel gobierno.

"Las conferencias de prensa de las instituciones o fuentes oficiales de entidades de servicio representan un constante reto. Los reporteros deben acudir a ellas conscientes de que con sus interrogantes tratarán de responder a las expectativas del ciudadano más que a las de las instituciones o funcionaros" Edgar Fonseca (2001)

Fonseca comenta que el reportero debe preguntarse:

• ¿Por qué un Gobierno adopta determinada medida? • ¿Cuánto afectará a los usuarios, a los consumidores? • ¿Qué beneficios obtendrá de ello?

"De las respuestas de algunas de estas preguntas dependerá el enlace del ciudadano a los temas por la importancia e interés que le revistan", escribe Fonseca. Esto lleva a que el problema, sin embargo, sea que muchos periodistas le sacan la vuelta a esta tarea de "transcribir" las complejidades del anuncio, proyecto o discurso oficial. Simplemente "exportan" de su grabadora al papel los datos (o en el peor de los casos hacen un "copy-paste" del boletín electrónico). Y lo que es más. Muchas veces los jefes o editores dejan pasar este tipo de informaciones altamente politizadas u oficiales haciendo poca o nula edición del trabajo. Queda así el trabajo periodístico limitado a una simple labor de captura.

La imagen del reportero

¿Qué imagen es la más apropiada para relacionarme con mis informadores?

El reportero se puede convertir en figura pública igual que sus fuentes. Principalmente los que desarrollan su profesión para la televisión o radio. Para los que trabajan para medios impresos sólo su nombre es publicado, pero pocas veces recordado por los lectores. Así que la imagen que desarrolle un reportero frente a la fuente será eterna, siempre acompañara esa imagen a donde vaya el reportero o la fuente. Por ello es importante que el periodista confeccione de manera inteligente qué imagen desea tener o proyectar en el entorno social.

El consultor Eduardo Rojas (2009), quien asesora Uno-A-Uno a periodistas en México, menciona a continuación algunas consideraciones importantes de parte del reportero en relación al manejo de su imagen personal para una negociación más efectiva con sus fuentes.

Caso 1. ¿Si mi trabajo es bueno no importa como sea en mi vida privada? Grave error. Su imagen cuenta mucho ante la fuente. Lo peor que le puede pasar a un reportero es que duden de él. Recuerde el dicho en que anda con lobos aprende aullar. Un reportero podría decir que él es sólo un "bebedor de evento social"... Pero ¿qué credibilidad tendrá cuando cuestione a un gobierno municipal por los pocos resultados de sus campañas contra el alcoholismo? Aunque es un tema espinoso, también la vida sexual de los reporteros no debe ser pública, por más don juanes y chicas


liberales que existan. En ciertos países latinoamericanos, es fácil para una fuente decir palabras "amorosas" a las reporteras. Como "reinita, mi cielo, mi cariño…" Las mujeres periodistas deben marcar una línea inquebrantable. Si esa línea es superada no se puede volver atrás.

Caso 2. ¿La fuente me invitó a almorzar? La realidad es que la fuente no invita a almorzar a ningún reportero, realmente invita a almorzar al medio de comunicación. Esa es la realidad. Ser reportero es una clase social privilegiada que recibe invitaciones a comer. Pero deje de trabajar en el periodismo y las invitaciones se acaban. La invitación al restaurante es una compra disfrazada de publicidad. El reportero acude a comer y se limita en cuanto a cuestionar por sentirse agradecido. Así, la fuente logra que su información sea publicada, muchas veces sólo para interés de la propia fuente y no del lector. Virtualmente "compran" al reportero. Muchos reporteros dicen que con una comida no les compran la conciencia. Es cierto, no les compran la conciencia, pero sí su imagen. Las fuentes han sabido organizarse para lograr sus objetivos. Cuando es un tema "light" como la inauguración de una calle o la presentación de la Reina del Carnaval siempre utilizan un restaurante para convocar a los medios de comunicación y darles la noticia del evento. Ahí el reportero come bien. Pero cuando el tema es otro, por ejemplo, el descubrimiento de firmas falsas en la aprobación de la licitación de una obra pública, la fuente convoca a una conferencia de prensa pero en sus oficinas. Ahí el reportero ni come. ¿Por qué? Porque en el primer caso la fuente quiere que se de a conocer su información y en el segundo caso mientras menos se conozca mejor. Cuando es un tema "light" llegan muchos reporteros, algunos que no son de la fuente, mientras que en el segundo caso sólo cubren la información los verdaderos reporteros de la fuente. Es preferible que lo reconozcan como un profesional y no como una carga que hay que pagarle el almuerzo. Caso 3. ¿La fuente me envío un regalo? Cada fin de año llegan los regalos enviados por las fuentes informativas. Desde canasta navideñas hasta autos deportivos para los directivos importantes. ¿Pero qué gana la fuente con enviar regalos? O peor… ¿qué gana el reportero en recibirlos? ¿El regalo que envío el alcalde lo pagó de su sueldo o se lo cargó al erario? Lo correcto es devolverlo, pero se puede llegar a más. Hay que tener una imagen de que es un profesional y se ejerce la profesión por valores que mejoren la calidad de vida de sus lectores. En una reunión de reporteros, un reportero presumió en una ocasión que su canasta navideña que le envió el alcalde tenía una botella de whiskey importada, pero los demás reporteros le contestaron que por qué nomás una ya que la canasta que recibieron ellos tenía dos y algunos hasta tres botellas. El reportero se dio cuenta que el alcalde lo valoró menos que a los otros reporteros. En pocas palabras, lo consentía con menos regalos. Pero la imagen estaba dañada. En la jerga periodística se decía que a ese reportero "lo contentaban con menos". Esa era su imagen… A partir de ese incidente, se dio cuenta que el alcalde lo tuteaba y a otros reporteros los trataba con respeto e inclusive les decía "licenciado". A los reporteros serios sólo les enviaba tarjetas navideñas. Algo que es imposible evitar, pero no les enviaba regalos porque sabía que no los iban a aceptar por su profesionalismo. Caso 4. ¿La fuente me ofreció dinero? Es un tema muy frecuente, pero hay que tratarlo en forma sencilla y rápida. Un reportero perdió su trabajo por recibir el equivalente a 5 dólares. Eso lo ofreció la fuente por no publicar algo. Los directivos del periódico se enteraron y lo despidieron. El reportero se dio cuenta que por 5 dólares perdió sus ingresos con los que sostenía a su familia. Claro que perdió más, pues nadie le ofreció trabajo. ¿Todos tenemos un precio? Sí así lo cree y va a aceptar "la plata" asegúrese que le den lo suficiente para comprar una casa en Miami, con auto de lujo, sirvienta, acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York. Pero prepárese para tapizar su dañada imagen con dólares… Usted decide cuánto vale su dignidad. Caso 5. ¿La fuente me invitó a una fiesta? Dice un dicho que a los verdaderos amigos sólo se les conocen en las cantinas y en la cárcel. Si la fuente lo invitó a su


fiesta por ser realmente su amigo, pues adelante, pero si lo invitó por trabajar en un medio realmente no lo esta invitando por ser su amigo. Todos tenemos amigos ocasionales, amigos porque trabajamos en la misma empresa o porque estudiamos juntos. Haga una reflexión: Desde que se graduó de la universidad, ¿se reúne con sus condiscípulos? ¿Los ve con frecuencia?

La situación que se ejemplifica aquí es muy común:

Cuando un reportero dejó de trabajar en el periodismo se dio cuenta que la fuente ya no lo recibía ni le contestaba las llamadas. Siempre se disculpó porque tenía mucho trabajo. La fuente lo atendía porque representaba un medio de comunicación y no por cultivar una amistad.

Si la fuente realmente fuera su amigo sabría los siguientes datos del reportero:

1. Conocería en qué universidad estudió. 2. Sabría si su padre o madre aún vive. 3. Conocería su estado civil. 4. Igual el nombre de sus hijos.

Un amigo conoce las respuestas de mínimo tres de las cuatro preguntas. Que vea frecuentemente a una persona no quiere decir que sea su amigo.

La imagen del reportero

El periodista se pregunta si debe ir vestido de manera que se identifique conforme al diario que representa o no. Para esto se pregunta: ¿Debo ir vestido de alguna manera? Algunas empresas periodísticas obligan a sus reporteros a respetar un código de vestimenta, como por ejemplo camisas tipo polo con el logotipo del medio de comunicación impreso. En ese caso no hay mucho que discutir. La controversia es cuando no hay un código de vestimenta ni uniformes que respetar. La vestimenta de un reportero dice mucho de sí.

Algunos factores a considerar son los siguientes:

Clima Considere las temperaturas y condiciones atmosféricas y adecue su vestimenta

Tipo de fuente Analice qué fuente tiene que cubrir y vístase de acuerdo a la ocasión. Siempre tenga en su guardarropa algo extra para cada momento.

Imagen personal Si lo considera necesario, en cualquier librería de su ciudad encontrará información sobre imagen personal. Hay más de 100 escritores que orientan sobre cómo hay que vestir de acuerdo a la moda, al color de piel, tipo de cara, color de cabello.

Formalidad y discreción Lo mejor es ser formal y discreto. Inclusive en sus accesorios, entre ellos su grabadora y su teléfono móvil.

Siempre será más importante que sea recordado por la noticia que reveló y no porque se viste como modelo de revista de corazón.

El consultor Eduardo Rojas (2009) concluye: La imagen del reportero se gana cada día con profesionalismo. Cada reportero decidirá cómo quiere ser tratado por la fuente. El respeto a la fuente provocará que la fuente también respete al reportero.


Entrevistas y conversaciones

Llegó el momento de interactuar con la fuente, y el periodista se pregunta: ¿Cómo debo comportarme al entrevistar o conversar con alguna de mis fuentes? La interacción más común entre periodistas y fuentes ocurre a través del recurso conocido como "entrevista periodística".

La entrevista es todo un género del oficio y cuenta con diferentes variantes, como la entrevista noticiosa, la de semblanza o personaje, la de "banqueta" o "pasillo" (generalmente más "express").

Hay ciertos puntos básicos que un reportero debe considerar en una entrevista:

Presentación y tiempo En cualquiera de las modalidades, el reportero siempre debe asistir a las entrevistas, bien presentado y a tiempo.

Identificación e intenciones Debe identificarse a sí mismo y al medio para el que trabaja y dejarle saber a los entrevistados de qué se trata el artículo que pretende escribir y cuándo, aproximadamente, será publicado.

Acuerdos con el entrevistado Asimismo, debe quedar implícito que todo lo que se diga en la entrevista es para atribución, a menos que se acuerde lo contrario. Esto significa que, al acceder a la entrevista el entrevistado está de acuerdo con que se le cite, con nombre propio, en el artículo y que se hace responsable por sus propias palabras.

Negociación Lo que se podrá negociar, sin embargo, es que a cierta altura de la entrevista la fuente pida omitir parte de la información que divulgará, pero lo tendrá que hacer antes y no después de lo dicho.

Conversación La conversación de una entrevista, como toda otra forma de intercambio está ritualizada, lo que significa que se somete a determinadas reglas. Existe un participante con más poder (el periodista) al que se le permitirá tener algunas licencias y libertades en relación con las personas que tratan con él.

En una entrevista formal (a diferencia de una simple conversación), el periodista goza de mayor capacidad de negociación. Es por esto valioso considerar las siguientes recomendaciones.

• Motivar al personaje a que hable más que a contestar preguntas: si el entrevistado elabora mucho sus respuestas se pierde la calidez, el atractivo, la espontaneidad del encuentro y se reducen las posibilidades de que surjan confesiones sinceras.

• Para quebrar este clima monolítico son importantes el clima de confianza y el rapport que se establezca con la fuente. Hay que ver la estrategia más adecuada para cada entrevistado de acuerdo a sus características. El rol del entrevistador no es hablar mucho, sino pensar bien sus preguntas.

• Dar una imagen confiable: despertar la predisposición del entrevistado a hablar y no forzarlo a hacerlo. Recordar que sólo hablará cuando tenga ganas de hacerlo.

• No interrumpir: salvo en los casos en que el entrevistado sea verborreíco y se aleje de los objetivos de la entrevista, para lo cuál se debe interrumpir con bastante maestría, manteniendo siempre la atención en lo que el entrevistado dice y no pendientes de la siguiente pregunta, puesto que ésta puede surgir justamente de lo que diga el entrevistado.

Otras recomendaciones básicas para realizar entrevistas:

1. Hay que recordar que la entrevista es la más pública de las conversaciones privadas. 2. La entrevista funciona con las reglas del diálogo privado (proximidad, intercambio, exposición

discursiva con interrupciones, un tono marcado por la espontaneidad, presencia de lo personal y atmósfera de intimidad) pero está construida para el ámbito de lo público.

3. La fuente sabe que se expone a la opinión de la gente. 4. Por otra parte, no es un diálogo libre con dos sujetos. Es una conversación "radial", o sea centrada en

uno de los interlocutores, y en la que uno tiene el derecho de preguntar y el otro de ser escuchado.


5. Es una relación inminentemente de negociación, de estira y afloja de palabras y discursos.

Es indispensable comprender qué clase de vínculo es éste para examinar los problemas prácticos del trabajo, nuestras atribuciones y también la clase de responsabilidad ética que se asume. La relación entre el periodista y su personaje no es entre pares; es asimétrica. La fuente está en el centro de la escena y el periodista a un costado, facilitando su contacto con los lectores.

Por otro lado, la voz de la fuente es naturalmente más importante que la del periodista. No importa lo mismo para los lectores saber lo que piensa el personaje, que las ideas que pueda esbozar el periodista durante el diálogo.

En todo caso, las ideas del periodista deben ser inteligentes como disparadoras del entrevistado y como herramientas para poner a prueba su discurso.

Por otro lado, la subjetividad se justifica en tanto pueda aportarle al lector una mejor aproximación, un acercamiento sin interferencias al sujeto y sus ideas.

Habilidad y capacidad al preguntar

Ahora llegó el momento de interactuar con la fuente, y el periodista se pregunta: ¿Qué y cómo debo preguntar u obtener mi información? La entrevista es la técnica más importante de reportería. Estrictamente hablando, es:

"La forma como los reporteros consiguen información a través de preguntas formuladas según la asignación que estén manejando"

Cuando se está investigando un artículo estrictamente noticioso de un evento que acaba de ocurrir, como hechos de orden público, por ejemplo, el reportero piensa y formula las preguntas en el acto. De todas maneras, casi siempre se sabe algo de lo que se trata el asunto antes de formular las preguntas.

Es función del reportero saber lo más que pueda sobre el tema antes de formular preguntas y casi nunca se llega una escena sin tener algunos elementos mínimos de conocimiento.

Algunos puntos importantes al formular preguntas en una entrevista se representan a continuación:

Confiabilidad de la información Entre más cercana haya estado la fuente a los hechos, más confiable y precisa es la información. Así que parte de la técnica de la entrevista consiste en localizar las fuentes estratégicas, aquellas que poseen más información sobre los hechos en cuestión.

Búsqueda de la información Además de los protagonistas de los hechos, quienes generalmente están en posición de aportar más información son las autoridades puesto que su función es, además de mantener el orden, investigar.

Conocimiento de los hechos En el caso de un evento noticioso, la prioridad del reportero es conocer los hechos y sus coordenadas, qué paso, quienes fueron los protagonistas, cuando ocurrieron los hechos, donde, como y porqué. Entre más información factual se consiga de las fuentes humanas, más estructurado quedará el artículo.

Fundamento de la historia Se puede pensar en la información factual como el andamio sobre el que se construye una historia. De nada sirve la buena prosa, descripciones audaces, acción, drama y los demás elementos que conforman el artículo si no hay nombres propios, tiempo y lugar, cantidades (número de víctimas, cuantía de daños, personas arrestadas, etc.) de donde colgarlos.


Datos del entrevistado En cuanto a los nombres, es muy importante saber el nombre completo del entrevistado junto con información que ayude a enmarcarlo ante los lectores, como descripción física (presencia, estatura, contextura, color de cabello, de piel, etc.). La edad es un elemento importante, por lo menos aproximada, así como la afiliación, actividad laboral, etc.

En la entrevista concertada de antemano siempre hay un juego sicológico, que se presta a una condición de "estira y afloja". Se trata, en el sentido estricto del término, de establecer una relación con el entrevistado que debe estar basada en:

• El respeto. • El conocimiento del tema. • El profesionalismo del reportero.

Se debe, en cualquier circunstancia, ser cordial y amable y no caer en provocaciones, lo que suele ocurrir con más frecuencia de lo que se piensa. Es de fundamental importancia que el reportero no olvide que es él quien formula las preguntas. También debe estar muy concentrado, escuchar atentamente a lo que se le dice, sin distraerse en pensamientos no relacionados con la situación. Hay cuatro factores estratégicos que el reportero debe cuidar:

Las preguntas Una pregunta no puede ser vacilante, confusa o ambigua o demasiado larga. El reportero debe estar seguro, hablar claro e ir al grano y hacerlo en un tono interrogativo. Lo peor que le puede pasar es perder el control de la entrevista (y por ende su capacidad de negociación), lo que puede ocurrir de varias maneras. Una de ellas es precisamente cuando la entrevista no se ha preparado y el entrevistado sabe de la debilidad del reportero en ese sentido por el tipo de preguntas que formula. Hacer preguntas demasiado obvias sobre cosas que se pueden haber averiguado de antemano en una entrevista (cuántos años tiene, donde vive, cuánto hace que trabaja ahí, está casado, etc.) es desgastador y le resta fuerza, aunque a veces sea inevitable hacerlo. Otra forma de perder el control de la entrevista es dejar que el entrevistado hable sin interrupción y que no responda a las preguntas que se le hicieron, que las evada o que empiece a hablar de otra cosa. No hay que olvidar que en el curso de una entrevista, las respuestas generan más preguntas. Otra forma de arruinar una entrevista es interrumpir innecesariamente al entrevistado, interrumpirlo en medio de una frase o confrontarlo de una manera que cause fricciones y se pierda la cordialidad.

Las declaraciones En ocasiones, ocurre que el reportero se encuentra con declaraciones inesperadas, impactantes o explosivas. En esos casos, el reportero debe sacar el mayor provecho de la situación presionando para que las declaraciones sean lo más explícitas posibles. Hay ocasiones en las que el reportero dispone de información que el entrevistado no tiene y que lo compromete. En esos casos el reportero debe ser claro y contundente puesto que se está confrontando a la fuente.

El registro de las respuestas Casi sobra decir que el trabajo de la entrevista se puede perder si no existe un registro adecuado de las respuestas. Por eso hay que tener especial cuidado al tomar notas y al manejar los instrumentos de registro como las grabadoras y las cámaras. La máxima expresión que puede adoptar la entrevista es el perfil, una pieza biográfica sobre una persona. El perfil como tal puede estar contado en forma narrativa, y hay perfiles en los que no necesariamente se entrevista al personaje, como en el caso de los obituarios póstumos. Pero su contenido está hecho de información proveída por el personaje, y eso se ha hecho o se debe hacer en entrevistas. El perfil es una pieza investigativa en profundidad que eventualmente puede desembocar en uno de los grandes géneros documentales, la biografía.

El manejo de situaciones Habrá ocasiones en que la conversación se torne difícil. El periodista debe trabajar duro para atenuar esas tensiones, disminuir la comprensible paranoia de sus entrevistados y convertirse para ellos en una persona confiable. El buen reportero sabe manejar sutilmente la situación cuidando no someter al entrevistado y alterar su comportamiento, y se previene de las manipulaciones del sujeto. Es inevitable que el entrevistado despliegue un juego de seducción tratando de disminuir la inquietud o directamente la sensación de peligro que le plantea el periodista, y conseguir que éste se lleve la mejor impresión.


Por eso también es inevitable que desee transmitir una imagen de coherencia en todos sus actos e ideas y que, en consecuencia, se tenga que explorar muchas veces en sus contradicciones, en sus dudas, en las fisuras de su discurso para sacar al verdadero sujeto a la superficie.

De la misma forma, cabe preguntarse: ¿Tendré la capacidad para preguntar lo correcto?

El ejercicio de preguntar por parte de un periodista conlleva generalmente a un proceso de discusión o de conversación con las fuentes. Se dará en este tipo de situaciones un escenario natural de negociación de respuestas.

1. Pensar cuál es el propósito que pretende con su pregunta. ¿Qué respuesta busco? Por ello deberá intentar "condicionar" su pregunta para obtener la información que más se acerque a su objetivo original. ¿El reportero busca que la fuente revele algo nuevo? ¿Quiere que confirme un dato?

2. Preguntar lo más claro, concreto, breve y completo posible. De esta manera no se le da tiempo a la fuente para pensar cómo "evadir" la pregunta

3. Será importante evitar dos preguntas al mismo tiempo.

Ejemplo: Reportero: "Señor ministro, yo quisiera hacerle dos preguntas. La primera tiene que ver con las irregularidades en el presupuesto para este año en materia educativa en donde aparecen unas partidas especiales que serán destinadas a asesorías complementarias que realizaría personal externo. Y mi segunda pregunta tiene que ver con una invitación aparente que le hizo el Gobernador para representarlo en una reunión internacional de técnicas públicas de aprendizaje vía satélite. ¿Qué tiene que comentar al respecto? Ministro: En relación a la segunda pregunta le puedo confirmar que efectivamente del 12 al 14 de mayo viajaremos una comitiva a Austin, Texas para participar en un primer encuentro hemisférico de educación a distancia... Disculpe, ¿cuál fue su primera pregunta?"

En este caso, el entrevistado puede recibir mucha información que no logrará procesar, por lo que podría confundirse y/o su respuesta podría ser poco clara, genérica o evasiva. Por ello es recomendable hacer solo una pregunta y, si queda tiempo, formular más posteriormente (buscando obtener calidad de respuestas -noticias- más que cantidad de información).

4. Evitar las preguntas cerradas (de respuesta sí/no). Las respuestas generadas por este tipo de cuestionamiento no aportan información sustancial.

Ejemplo: Mal Ejemplo: ¿Tiene futuro la educación a distancia, señor ministro? (el funcionario podría responder, "claro que tiene futuro"… y pasar a otra pregunta).

5. Es mejor procurar las preguntas abiertas (preguntar "cómo, explique, detalle..."). Pidamos a los entrevistados que "nos den tres ejemplos" o nos ilustren cómo sucedió algo. Ejemplo

Ejemplo: Buen Ejemplo: Señor ministro, ¿podría anticiparnos tres casos exitosos que tendrá este proyecto de educación a distancia? (el funcionario se ve obligado a dar una respuesta más específica y abundante que se traducirá en "mejor nota" para el periodista).

6. Dar detalles a la fuente al formular la pregunta para que conozca antecedentes del tema. Esto le ayudará a poder dar una opinión de un tema que a lo mejor no conoce en detalle o le permitirá recordarlo para aportar así algo más sustantivo.

Para un reportero es de suma importancia saber cómo hacer una buena pregunta periodística. Características de una buena pregunta periodística:

1. Es clara 2. Provoca información 3. Responde a una demanda colectiva o expresa las dudas de la gente si se trata de un personaje público. 4. Es abierta (que no se responda sólo con un SI o No) 5. Permite profundizar 6. Arroja explicaciones 7. Da lugar a oposiciones 8. Busca lo nuevo 9. Convoca al personaje a usar imágenes y fantasías, 10. Arroja anécdotas


Un buen periodista debe saber preguntar, pero más aun repreguntar. Cuando la respuesta es incompleta, o el tema en cuestión puede profundizarse, el entrevistador no debe dejar de repreguntar. Si bien ciertas preguntas surgen de la misma entrevista, a medida que se desenvuelve aparecen "más noticias".

La reflexión ahora es: ¿Podré utilizar algo más que una entrevista?

La entrevista es sólo una de las herramientas más comunes en el proceso de investigación. Limitarse solamente a ello para elaborar la noticia sería un esfuerzo mínimo. Para completar la tarea se sugiere también realizar una o varias de las siguientes técnicas:

Verificación y Documentación Es la técnica mediante la cual el reportero intentará corroborar datos, comentarios, cifras, etc. La verificación representa un acto de localizar e investigar documentos, tener acceso a archivos o conseguir pruebas contundentes que eliminen cualquier asomo de falsedad, engaño o falsificación.

Observación Es el proceso que seguirá el reportero para obtener información "con sus propios ojos". En cierto tipo de coberturas, sobre todo aquéllas de tipo investigativo, el reportero podrá describir o detallar lo que vio como testigo directo o indirecto de los acontecimientos. Deberá, sin embargo, mantener su información alejada de cualquier tono editorial o comentario personal.

Experimentación También utilizado en casos esencialmente de investigación, esta técnica implica jugar con variables que ayuden a llegar a conclusiones. El recurrir a pruebas de laboratorio, vivir experiencias especiales o recrear los procesos de investigación ayudará al reportero a probar el impacto de una información.

Tema 2 La negociación en las salas de redacción

Reflexiones iniciales 1. ¿Será mejor un comportamiento tradicional en la sala de redacción o uno dinámico y proactivo? 2. ¿Qué tipo de reportero me gustaría ser? 3. ¿Qué hace un reportero proactivo? 4. ¿Ser un reportero proactivo con iniciativa? 5. ¿Cómo puedo ser creativo como reportero? 6. ¿Qué necesito considerar para dar un adelanto de mis notas? 7. ¿Qué actitud deben tener las personas que trabajan conmigo? 8. ¿Cómo puede el editor ayudarme? 9. ¿Puedo trabajar solo o necesito de alguien más? 10. ¿Cómo debo manejar una fotografía? 11. ¿Qué clase de negociaciones deben hacerse entre los editores y los diseñadores? 12. ¿Cómo debo negociar el diseño? 13. ¿En mi función como reportero cómo puedo enriquecer el concepto gráfico de mi nota?

Procesos y momentos de negociación

Los procesos de negociación de los periódicos modernos ocurren en torno a contactos de coordinación que se realizan al inicio de la jornada laboral para establecer una agenda del día y priorizar los eventos, pero también en las distintas relaciones sociales y de poder que acontecen durante todo el día de trabajo por llamadas telefónicas, correo electrónico o relaciones uno-a-uno.

De esta manera hay momentos de negociación entre editores, reporteros, diseñadores, fotógrafos, etc. en diversas ocasiones: reuniones informales, juntas cortas y largas, conversaciones en los pasillos, discusiones personales en cada área, llamadas por teléfono, boletines, sobremesas o conversaciones después del trabajo, etc.

La comunicación oral o verbal es generalmente la opción a la que más se recurre. Para negociar, "el jefe" generalmente opta por esta forma de comunicación. Y no es de extrañar por la velocidad cotidiana con que se maneja un periódico, en donde el tiempo apremia por los tiempos de edición y horas de cierre.


¿Y qué es lo que se "negocia" principalmente entre editores y el resto del personal de Redacción?

1. La prioridad para cubrir ciertos temas o eventos 2. La promoción de ciertas noticias sobre otras para destacarlas de manera más impactante 3. Titulares (encabezados) o ciertos enfoques de la noticia 4. Toma de fotografías y manejo de pies de fotos o "leyendas" 5. Uso de ciertos géneros gráficos para apoyar mejor la nota escrita. 6. El diseño o diagramado de la página

En este proceso establecer bien los argumentos y esgrimirlos adecuadamente a fin de persuadir al jefe o compañero de trabajo es todo un arte de la organización periodística moderna. Siempre habrá individuos que saben negociar más y mejor que otros, dependiendo mucho de su temperamento y carácter.

Para saber más…

Es muy posible que los mejores "negociadores" sean los reporteros veteranos o especialistas debido a su experiencia en el campo. En algunos diarios, incluso, el reportero veterano llega a manejar y negociar astutamente con un grupo de reporteros, formando un pequeño "clan" en donde éstos se benefician de la experiencia del primero y el veterano a su vez se asegura así un cierto control sobre la información que los novatos manejan. Ocurre así una especie de "simbiosis" entre periodistas viejos y jóvenes. Al cubrir un evento, por ejemplo, el veterano se hace acompañar de uno o dos de los reporteros jóvenes para asegurarse una mejor cobertura noticiosa. Al mismo tiempo, el evento permite al joven fincar nuevos contactos que podía hacer en esas reuniones. Así, a partir de una amistad personal, el crecimiento profesional de ambos quedó garantizado.

La capacidad de negociación también está sorprendiendo entre los jóvenes. Ahora es muy común encontrar a reporteros novatos presionando y negociando con capacidad con sus editores para que no descartar sus ideas. Los jóvenes de hoy muestran más extroversión y seguridad en sí mismos, mucho de lo anterior se debe a las condiciones de libertad y mejorías en educación que se viven en América Latina.

En cualquier proceso de negociación, el valor más estimado y apreciado será: Que los editores prefieran un trato más horizontal con reporteros y fotógrafos.

La horizontalidad exige de parte de los editores un gran respeto por el trabajo de los reporteros, así como mucha confianza en lo que hacen.

El reto mayúsculo es lograr tener periodistas con disposición y madurez profesional para realizar los procesos de negociación en la Sala de Redacción de manera más eficaz.

El reportero proactivo

Para iniciar con este proceso de aprendizaje de cómo negociar efectivamente en las salas de redacción, es necesario preguntarse: ¿Será mejor un comportamiento tradicional en la sala de redacción o uno dinámico y proactivo?

Editores y periodistas de la "vieja guardia" de los periódicos en América Latina cuestionan de manera frecuente cómo la tecnología ha contribuido en cierta medida a generar reporteros con menor iniciativa para investigar y redactores que se limitan a entregar notas "frías" o simplistas en información. No sorprende ver así a periodistas entrar veloces a la Sala de Redacción, redactar sus notas, evitar contacto con los editores y escabullirse. O incluso reporteros que se han convertido virtualmente en "proveedores" de notas que envían desde los cibercafés y con quienes se mantiene contacto sólo por teléfono celular, si es que lo tienen encendido. Cada periódico finalmente dictará las políticas laborales adecuadas para regular el trabajo de sus periodistas y evitar este tipo de situaciones. Definitivamente aquellos diarios que tengan un departamento de Recursos Humanos podrán definir con mejores resultados las responsabilidades y tareas que le corresponde a cada empleado.


Pero, ¿cómo lidiar con los periodistas que sólo son "reactivos" de la Sala de Redacción? ¿Cómo ayudarlos a generar mayor iniciativa y que aprendan a promover o negociar sus notas?

Stephen R. Covey (1998), en su libro "Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva", comenta que en los procesos de negociación las personas proactivas buscarán lograr una relación de "ganar-ganar".

Este hábito de efectividad ejemplifica el beneficio mutuo y ayuda poderosamente a encontrar el equilibrio en las relaciones humanas con un sentido de bien común y equidad. Este es el hábito que posibilita el logro de satisfacciones compartidas entre todas aquellas personas que participan en un proceso de negociación, dice Covey. Este hábito comprende el estudio de seis paradigmas de interacción humana:

ganar / ganar gano / pierdes pierdo / ganas

pierdo / pierdes gano ganar / ganar o no hay trato

Cada uno de estos paradigmas es un modelo de relaciones humanas que conlleva determinados objetivos y logros; sin embargo, el primer modelo de los nombrados en una realidad interdependiente es el único viable. Este primer modelo representa beneficios mutuamente satisfactorios, además de que supone aprendizaje recíproco e influencia mutua. La historia de los conflictos en todos los ámbitos psicológicos y sociales refleja la ausencia de esta comprensión, primero, y la práctica desafortunada de las negociaciones, después. Los procesos de negociación colectiva llevados en forma periódica entre representaciones empresariales y sindicales reflejan, en la mayoría de las realidades empresariales latinoamericanas, un modelo basado en el paradigma gano / pierdes, el mismo que a la postre se convierte en un paradigma pierdo / pierdes. Haga clic en el botón para conocer algunos ejemplos sobre el hábito del beneficio mutuo:

Algunos ejemplos sobre el hábito del beneficio mutuo

1. Piense que si trata al otro como a usted mismo le gustaría ser tratado, estaría sembrando la semilla del ganar / ganar.

2. Acepte el hecho de que tanto usted como los demás pueden y deben resultar beneficiados en una negociación.

3. Negocie actuando con integridad, madurez y mentalidad de abundancia. 4. Decida aquello que favorezca el bien común y la equidad. 5. Actúe pensando en que todos deben beneficiarse. 6. Cultive una filosofía de vida ganar / ganar en la vida familiar, laboral y social. 7. Estimule la inteligencia del equipo de trabajo aportando una filosofía y conducta sustentada en ganar /

ganar.

Por otro lado, Covey exhorta a la persona a "comprender primero" y después ser comprendido. Este hábito de efectividad describe la comunicación efectiva y conviene aplicarlo a los efectos de desarrollar los beneficios de la inteligencia emocional y obtener un clima social de respeto y convivencia armoniosa. Este es el hábito que sustenta la necesidad de comprender con empatía al otro para después ser comprendido y poder edificar relaciones interpersonales más constructivas. Destaca muy especialmente en este hábito la importancia de la escucha empática en el proceso de la comunicación humana. Si bien todos los hábitos de la efectividad se encuentran muy relacionados con la inteligencia emocional, este hábito lo está en un grado mayor por sus propias connotaciones emocionales.

Se ha comprobado a través de diversos estudios que la escucha activa resulta para el supervisor una aptitud crítica para obtener el éxito en su negociación. Esta escucha es con la intención sincera de comprender profunda y realmente a la otra persona.


Algunos ejemplos sobre el hábito de la comunicación empática y la futura capacidad de negociación

1. Aprenda mentalmente a ponerse en los zapatos del otro para empezar a comprenderlo. 2. Pregúntese si la calidad de su comunicación con las personas aporta el respeto necesario y posibilita una

convivencia armoniosa. 3. Reconozca que para comprender al otro deberá aprender a escucharlo con la mente abierta. 4. Entienda al otro para comunicarse, primero, y encontrar juntos una solución efectiva, después. 5. Compórtese con la necesaria firmeza y seguridad frente a los demás para ser escuchado. 6. Realice depósitos constantes y positivos en la cuenta bancaria emocional de los demás. 7. Aprenda a establecer una comunicación empática escuchando y dejándose escuchar.

Los tipos de reporteros

Sin duda hay mucho que ir reflexionando para ser un buen negociador, por lo que la pregunta ahora es:

¿Qué tipo de reportero me gustaría ser?

Melitón García (marzo 2009, entrevista personal), Director del periódico Expreso en México, y Eduardo Rojas (marzo 2009, entrevista personal), consultor de diarios, califican a los reporteros en los siguientes grupos:

El Planeador. Aquél que siempre trae en mente buenos proyectos de notas o reportajes, pero nunca llega a ejecutarlos. Dice que siempre está buscando a

sus fuentes… pero que nunca encuentra. Planea y planea, pero no aterriza.

El aventurero. Aquél que narra todo lo difícil que fue conseguir la información pero en sí la información no es de mucho interés. No es noticia cómo se consiguió la información sino la información en sí

es lo importante.

El Peleonero. Aquél que cuando cubre un evento en el que hay dos bandos siempre termina peleado con uno de ellos por querer tomar partido.

El amigo del dueño. Aquél que trae una nota diciendo que al dueño del diario le interesaría mucho publicar porque contiene información de algún amigo del propietario. Inclusive a veces se autocensura

diciendo que no cubrió la información porque se puede molestar el dueño del diario.

El Rollero. Aquél que se complica con sus notas, le da mucha vuelta a la redacción de las mismas y termina perdiéndose en el enfoque o ángulo.

La Tumba. Aquel reportero silencioso, pero no porque así trabaje sino porque no comunica lo que trae de información. A veces hay que interrogarlo como a un delincuente para saber qué

información cubrió.

El narrador oral. Aquél que narra verbalmente la noticia en lugar de escribirla. Vende la nota hablando pero cuando el editor la lee descubre que escribió

menos de lo anunciado.

El "Nomás Una". Aquél que nomás vende una nota de la cuota a la que está obligado. Es típica la frase que dice: pues traigo una buena y las demás son notitas… ¡Pero a veces la notita es la buena!


El usurpador. Aquél que de mala fe dice: "Cubrí esta nota porque el reportero que debió hacerlo no fue".

El "Sí Jefe". Aquél que no cuestiona al editor o jefe de información, a todo contesta afirmativamente, tiene poca iniciativa. Algunos editores con inseguridad profesional buscan

procrear este tipo de reporteros para "sentirse jefes" y gratificar sus deseos de encontrar servilismo.

Todas estas clasificaciones encajarían en la categoría que se conoce como "reporteros reactivos".

Eduardo Rojas (2009) comenta que este tipo de periodistas simplemente "reaccionan" ante la presión de una orden hasta que alguien se las dicta, quizá cubren bien la información, pero no promueven una agenda a reportear.

La frase que caracteriza al reportero reactivo es: ¿Qué tengo que cubrir hoy?

Los reporteros reactivos son útiles, dice Rojas, para cubrir las conferencias de prensa que en cierta manera se tiene que cubrir, ya sea por el compromiso del medio por cubrir, por ejemplo, al alcalde. En algunas salas de redacción latinoamericanas deambulan estos tipos de reporteros. No son ni malas personas ni malos profesionales, pero hay que darles órdenes para trabajar. Desgraciadamente esa orden a veces no viene de adentro del diario sino de la agenda política que dirigen los departamentos de comunicación social de las oficinas gubernamentales. Hay reporteros que sólo se dedican a informar de las actividades del alcalde. Es tanta su obediencia que los jefes de prensa del alcalde le envían la agenda a su teléfono móvil en lugar del jefe de información del periódico.

La frase que caracteriza al reportero reactivo es: ¿Qué tengo que cubrir hoy?

El perfil proactivo

Tengo claro que no quiero ser un reportero reactivo, pero entonces:

¿Qué hace un reportero proactivo?

Por su parte, Melitón García (marzo 2009, entrevista personal), del periódico mexicano Expreso, dice que el reportero proactivo es:

Aquél que no espera a que las cosas sucedan: va por ellas, las busca, las provoca, las investiga. No espera sólo la declaración. Este reportero es negociador por naturaleza.

Un reportero proactivo es el ideal para los editores, dice por su parte Rojas. A su vez él lo describe con las siguientes características:

• Es el reportero que provoca la nota. • Sabe qué necesidades tiene el diario para el que trabaja. • Sabe qué contenidos pueden publicar y cuáles no. • Como existen diarios que van dirigidos a diferentes segmentos de la sociedad y hay que conocerlos bien,

entonces trata de conocer bien cuál es su mercado meta.

Por ejemplo, si es un diario con amplia cobertura en temas urbanos, entonces el periodista busca temas que sean útiles para los lectores. Hay diarios deportivos con un amplia difusión de un deporte en especial-casi todos de futbol-por ello el reportero debe buscar específicamente esos temas.

El reportero proactivo además de entender el tema a publicar conoce bien cómo se publica.


No es lo mismo publicar a color que a blanco y negro, ni en páginas de portada o en contra portada. Así que el reportero debe saber cuáles son los elementos gráficos que dispone su empresa para difundir su información.

La frase que caracteriza al reportero proactivo es: "Tengo una información lista para publicar".

La iniciativa

La iniciativa periodística no nace sola: los redactores jefes y todos los responsables de departamento y de cada área informativa tienen que hacerla su cometido. Todos tienen que comprender y hacer suya la premisa de que una porción significativa de los recursos del periódico - en personal y espacio - deben dedicarse a estudios e investigaciones de forma periódica.

Lo que el reportero descubre por iniciativa propia debería ser el alma de todo diario. Iniciativa es el término de uso general para:

Designar la habilidad para desentrañar noticias que no se harían visibles sin el empeño del periodista.

Ese periodismo de estudio e investigación es el que debería regir en las salas de Redacción. Si se practica con regularidad y se ejecuta bien, se logrará que el trabajo repercuta con impacto en nuestras comunidades. Pero para que esto sea posible, la iniciativa tiene que ser cultivada en nuestras salas de prensa; no puede ser algo que hagamos a intervalos ocasionales, sino parte de nuestra rutina diaria.

¿Qué puede ayudar a regularizar la práctica de la iniciativa? Dedique unos pocos minutos de la reunión de planificación de noticias de cada día a hablar exclusivamente de las posibilidades de los estudios e investigaciones: proyectos a largo plazo, artículos dominicales que pudieran terminarse para la semana siguiente, o incluso trabajos con resultados más inmediatos que puedan escribirse en un día o menos en el caso de los diarios. (En la mayoría de los periódicos no se abordan ni con mucho, suficientes noticias producto de la iniciativa) ¿Cómo trabajarla y negociarla con los periodistas?

Asigne a un miembro de la Sala de Redacción o a un editor para que se encargue de las iniciativas locales y hágala una rutina rotativa. Entre otras cosas, este periodista sería el responsable de garantizar que aparezca una noticia producto de estudios o investigaciones cada día o dos veces a la semana, o al intervalo que mejor convenga al periódico de que se trate.

Una vez asumida la tarea y establecida la rutina, el mayor problema que quizás se encuentre es mantener un alto nivel de control de calidad sobre los grandes proyectos. Lamentablemente, no hay garantía ciento por ciento segura de que esto se logre, pero estas son algunas reglas que quizás puedan ayudar:

1. La idea tiene que ser buena. Las buenas ideas pueden venir tanto de reporteros como de editores, pero sea selectivo: no todo proyecto es buena idea. Recuerde que una gran serie de reportajes o historias no puede salir de una idea mediocre.

2. Planifique hasta la saciedad. Trate de comenzar cada año con un plan tentativo de cuántos grandes proyectos de iniciativas se harán por departamento, y una lista de proyectos que podrían acometerse durante el año. Pida ideas al personal y reúnase con la redacción para acometer este plan, el cual estará sujeto a cambios todo el año a medida que surjan nuevas ideas y cambien las condiciones. Pero la planificación intensiva fija un rumbo y ayuda a no salirse de ese carril.

3. No trate de ahorrar. Esta tarea es seria y el editor debe estar dispuesto a dedicarle una parte de los reporteros que cubren las noticias del día, salvo en situaciones de emergencia. Puede que haya que asignar a un reportero de reserva a cubrir una o varias fuentes. Siempre debe programar tiempo suficiente para redactar y editar.

4. Sepa cuándo bajan los resultados. Podemos reportar sobre cualquier proyecto una eternidad. Siempre hay un documento más que revisar, una entrevista más que realizar. Pero en algún momento el tiempo de más ya no se justifica en función del resultado que pueda obtenerse. 5. Tenga siempre algo en preparación. Trate de tener tres proyectos en distintas etapas de elaboración en todo momento. No espere a que un proyecto esté terminado y publicado para comenzar a pensar en el siguiente. Esto puede limitar mucho sus posibilidades.


6. Aborde los proyectos periodísticos con una actitud positiva. No hay proyecto imposible de lograr. Con el suficiente tiempo podemos lograr casi todo. La pregunta que se impone es: ¿valdrá la pena el tiempo invertido en el producto que queremos obtener? Si la respuesta es afirmativa, ponga manos a la obra. 7. Controle el tamaño. Esta es la regla más importante. El camino más cierto al fracaso en un proyecto periodístico es permitir que se salga de cauce. Ud. tiene que ser capaz de verle el fin al proyecto desde el principio, qué forma tendrá y cómo se llega hasta ese punto. En ocasiones puede que sea necesario invertir algún tiempo de trabajo periodístico para llegar a esta etapa, pero si es imposible tener una idea clara en fecha relativamente temprana, dispóngase a reconocer las pérdidas y abandonar el proyecto.

Aprendiendo a negociar

¿Cómo puedo negociar de forma creativa como reportero?

La tarea de informar es un arduo proceso que incluye la recopilación de datos y la verificación cuidadosa de los mismos para determinar su exactitud. A veces los periodistas son testigos de la historia, pero lo más común es que se enteren de los detalles por boca de otras personas que tuvieron experiencia directa con los hechos o son expertos en el tema. Esa información se ve reforzada o corroborada por fuentes adicionales y se coteja con evidencias documentales contenidas en registros públicos, informes o archivos. El jefe de información o editor de un diario debe motivar a los periodistas a pensar y actuar. Debe aprender a negociar con ellos ángulos, enfoques de arranque, géneros y toda una variedad de aspectos de la redacción que ayuden a informar mejor a los lectores. La información que un periodista recopila debe responder las preguntas que se resumen en la siguiente lista: quién, qué, dónde, cuándo, por qué y cómo.

Según la complejidad de la historia, el reportero puede plantear esas preguntas en diferentes formas.

¿Quién?

• ¿Quién está involucrado en esta historia? • ¿Quién fue afectado por ella? • ¿Quién es la persona idónea para relatar la historia? • ¿Quién ha sido omitido en la historia? ¿Quién tiene información adicional al respecto? • ¿Quiénes están en conflicto en esta historia? ¿Tienen estas personas algo en común? • ¿Con quién más se podría hablar sobre esos hechos?

¿Qué?

• ¿Qué sucedió? • ¿Cuál es el propósito de esta historia? ¿Qué intento decir en realidad? • ¿Qué necesita saber el lector, espectador o escucha para entender esta historia? • ¿Qué me sorprendió de ella? ¿Cuál es el hecho concreto más importante que he descubierto? • ¿Cuál es la historia en este caso? ¿Qué pasa después? • ¿Qué puede hacer la gente a ese respecto?

¿Dónde?

• ¿Dónde sucedió esto? • ¿A qué otro lugar puedo ir para conocer la historia completa? • ¿Cuál será el siguiente paso de esta historia? ¿Cómo terminará?

¿Cuándo?

• ¿Cuándo sucedió esto? • ¿Cuándo tuvieron lugar los momentos decisivos de esta historia? • ¿Cuándo debo informar sobre esta historia?


¿Por qué?

• ¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Es un caso aislado o forma parte de una tendencia? • ¿Por qué se comporta la gente como lo ha hecho? ¿Cuáles son sus motivos? • ¿Por qué es importante esta historia? ¿Por qué debe la gente mirarla, leerla o escucharla? • ¿Por qué tengo la certeza de que capté bien esta historia?

¿Cómo?

• ¿Cómo ocurrió esto? • ¿Cómo cambiará la situación a causa de lo sucedido? • ¿Qué utilidad tendrá esta historia para el lector, escucha o espectador? ¿Y para la comunidad? • ¿Cómo conseguí esta información? ¿Está clara la atribución? • ¿Cómo le podría describir esta historia una persona a un amigo?

El trabajo con el reportero

¿Qué actitud deben tener las personas que trabajan comigo? Los reporteros de los diarios y revistas dirán que la exigencia de ser "proactivos" debería también aplicarse a sus editores. Y están en lo cierto. Los editores y jefes de los periódicos modernos deben mostrar algo más que autoridad en sus puestos, como lo es: Conocimientos y habilidades para coordinar equipos de trabajo, liderar juntas y tener visión para la planificación de sus áreas.

Por mucho tiempo se pensó que los editores fungían como simples receptores de información y que tenían que trabajar tal cual con el material que entregara el reportero. Ello simplemente condujo a tener diarios de "sopa de letras", con noticias e informaciones de bajo impacto y nula relevancia para los lectores.

Ahora, con el diseño moderno, los errores se asoman más en las páginas, por lo que se tienen que elaborar mejores ediciones. Y en tiempos de competencia masiva (radio, televisión, Internet, revistas especializadas) los periódicos tienen que competir no sólo por atraer la atención de los lectores, sino también para ocupar su valioso tiempo en la lectura de nuestras noticias.

Por ello el editor tiene que negociar con mayor esfuerzo con sus periodistas para trabajar en un "primer nivel de lectura" (títulos, subtítulos, sumarios, entradas, caja de datos) de mayor calidad porque esa área será generalmente hasta donde llegue la mayoría de los lectores solamente.

La clave estará en trabajar buenos "enfoques" de las noticias.

¿Cómo motivar al reportero para lograrlo?

1. Pídale que camino al diario vaya pensando ya en un ángulo o ángulos que podría darle a su nota. 2. Sugiérale redactar una o dos entradas (una normal y una más ilustrativa o anecdótica). Y que escoja la que mejor

funciona para su tema. 3. Recomiéndele redactar la entrada lo más sencillo posible, como si fuera a ser leída por un familiar o amistad.


En tiempos en que los periódicos cuentan con tantos elementos de "primer nivel de lectura" resulta muchas veces titánica la labor de hacer buenas entradas o "leads". Incluso, algunos opinan que el efecto de los "leads" se ha diluido debido a la competencia cada vez más agresiva con otros elementos vecinos en el formato, como las cajas de datos, las frases y los pies de foto.

De esta manera, los editores tienen que hacer ver a sus reporteros que las entradas cumplen ahora una función: Generar interés o curiosidad para adentrarse en una historia o trama.

Y a través de una estructura hilada de situaciones, contexto, citas y documentación el lector encontrará satisfacción y gratificación al tiempo invertido.

Escribiendo entradas creativas

¿Cómo puede el editor ayudarme?

El editor debe a través de un proceso de "asesoría uno-a-uno" (coaching) ayudarle al reportero a ver las debilidades o (en su caso) potencialidades que tiene una entrada. Junto con él hay que negociar los siguientes puntos:

• Establecer qué es lo que le interesa o afecta al lector • Aclarar qué tanto peso tiene la idea en comparación al resto • Entender si la información que trae es realmente noticia o simple repetición de una anterior.

En el caso hipotético de un anuncio gubernamental para ayudar a la educación de una comunidad con clases en inglés el reportero reactivo escribiría: "El Gobierno del Estado (o Provincia) destinará cinco millones de pesos a un ambicioso programa educativo que consistirá en clases de Inglés para los sectores marginados de la región sur". El editor deberá ayudarlo a visualizar más la noticia en todo esto, preguntándole: ¿Qué nivel educativo tienen los que viven en esa región? ¿Primaria, secundaria? ¿Hay analfabetismo? ¿Encuentras alguna ironía en este anuncio? De esta manera, el reportero encontrará el valor noticioso de "lo insólito" en esta historia y podría mejor enfocar su entrada de la siguiente manera: "La mayoría de los habitantes de la región sur del estado no saben leer ni escribir en español, pero recibirán clases de Inglés patrocinadas por el Gobierno".

Esto funciona bien con el género de nota de color o crónica. Ejemplo siguiendo con la misma historia: "Roberto Sánchez, carpintero y vecino del sector Jardines, apenas conoce el abecedario, pero el lunes comenzará a tomar clases de Inglés".


Hacerlo muchas veces ayuda a entender el ángulo de la noticia.

• ¿Es la fuente la noticia (Quién)? • ¿Es el contenido o las consecuencias la noticia (Qué o qué pasó)? • ¿Es el tiempo la noticia (Cuándo)? • ¿Las causas son la noticia (Por qué)? • ¿Son los medios la noticia (Cómo)? • ¿Es el lugar la noticia (Dónde)? • Para redactar una entrada existen algunos ejemplos:

¿Quién? La fuente Ana Guevara está considerada entre los diez atletas mexicanos más premiados del mundo, reveló este lunes la revista norteamericana Sports Weekly.

¿Qué? El contenido Doce bares y cantinas de la ciudad fueron clausurados ayer por no contar con sus permisos en regla que exige la nueva Ley de Alcoholes.

¿Dónde? El lugar En América Latina el tema de inseguridad y narcotráfico no es abordado con seriedad por los gobiernos, reveló ayer un informe de Amnistía Internacional.

¿Cuándo? El tiempo Hoy vence el plazo para realizar el pago de impuestos por tenencia de automóviles, advirtió Juan Gómez, tesorero del Estado.

¿Por qué? Las causas Debido a la huelga de maestros, las autoridades anunciaron la suspensión temporal de clases en todas las primarias y secundarias de Tijuana a partir del martes.

¿Cómo? Los medios Uniformados como policías bancarios y portando metralletas, cinco individuos asaltaron ayer la sucursal de Banamex en la Colonia Juárez logrando un botín de 250 mil pesos, informó el gerente del banco.

Los buenos editores lograrán compartir con sus lectores la visión de hacer diarios y revistas que relaten más historias con emotividad y aporten datos investigativos con buen estilo para competir así con otros medios informativos con formatos más restringidos para lograr esto. Incluso deberán insistir entre sus reporteros que los lectores demandan cada vez más orientación y guía para descifrar las complejidades de los anuncios y proyectos de tipo oficial sobre todo.

Edgar Fonseca (2001) en "Los Mejores Reporteros" sugiere en este sentido ayudar a los lectores a responder cinco preguntas fundamentales:

1. ¿A quién pueden dirigirse los ciudadanos para obtener o aprender algo? 2. ¿Qué deducen de lo ocurrido? 3. ¿Cómo pueden los ciudadanos obtener "utilidad práctica" de las informaciones? 4. ¿Dónde pueden obtener los datos, consejos y ayudas precisas? 5. ¿Cuándo es oportuno que hagan algo frente a lo acontecido?

Los esfuerzos de comunicación y negociación que emprendan los editores ayudarán finalmente a que el reportero desarrolle más su creatividad, iniciativa y sentido periodístico. Habrá generalmente conflictos, pero esto es parte natural de un diario, de una publicación que vive en el fuego cruzado de la información. Lo importante, como dice el motivador Stephen Covey (1998), es que de todo esto resulte al final una situación de "ganar-ganar".

La negociación del "budget" o "adelanto"

¿Qué necesito considerar para dar un adelanto de mis notas?


El "budget" o "adelanto" es básicamente un resumen informativo que servirá de referencia al jefe o editor para clasificar y jerarquizar su agenda de edición, además de que será material útil para discutir en las reuniones de planificación vespertinas.

La mayoría de los diarios latinoamericanos exige a sus periodistas generar un "budget" o "adelanto" previo a la entrega de sus notas o reportajes.

Un "adelanto" varía en su extensión, pero un "adelanto" eficiente debe contener los siguientes elementos estratégicos:

• Nombre del reportero, fecha, sección. • Breve resumen de la noticia y algún otro ángulo importante • Una justificación de por qué la nota es importante (aportar algún contexto o explicación para que él y el jefe

entiendan mejor la noticia) • Aviso si va a incluir algún elemento gráfico (foto, caja de datos, etc.) • Seguimiento que le dará a esta información mañana.

La negociación del "budget" o "adelanto"

Al negociar el "adelanto" con el periodista se recomienda:

1. Hay que hacerle ver que es un recurso para "aclararle" mejor la madeja de información que trae ese día. Al tener que resumir sus notas el periodista descubre lo más relevante o trascendente de la información.

2. Convencerlo de que el "adelanto" servirá como elemento para que el jefe o editor tome una mejor decisión en la edición. De lo contrario se podría subvaluar la importancia que tiene la nota.

3. Ayudarle a visualizar que el "adelanto" es un recurso útil de organización de su agenda informativa, sobre todo para entender qué secuela le puede dar todavía a la noticia.

[Revise las instrucciones para realizar la actividad 3“Creación de adelantos o budgets” en la página web del diplomado]

La negociación con fotógrafos

¿Puedo trabajar solo o necesito de alguien más?

La toma de fotografías para el diario o la revista está recayendo cada vez más en manos de los reporteros. Con la llegada de las cámaras digitales la operación se ha vuelto más sencilla, además de que su precio cada vez más económico hace posible que cualquiera pueda traer una cámara (en algunos diarios de Ecuador y México los choferes o "pilotos" de muchas empresas de diarios ya traen cámaras por si se llegan a "topar" con alguna noticia). No obstante, el rol del fotógrafo de tiempo total sigue siendo fundamental en los periódicos. Sólo un periodista gráfico de esta condición podrá dedicar el cien por ciento de su tiempo a trabajar las fotografías, ya que el "reportero con cámara" generalmente tiene que prestar oídos, ojos y manos para captar la información textual. Es importante recordar que el fotógrafo es todo un periodista visual: su función no se limita solamente a "tomar fotos", sino "tomar noticias". El editor y el reportero deben trabajar en mancuerna con él, en equipo, y aprender a negociar.

En el terreno de la cobertura de la noticia o del evento del día, la relación reportero-fotógrafo es un ejemplo de "matrimonio forzado" en muchos casos. En otros casos, es un buen ejemplo de "compañerismo". Lamentablemente siguen existiendo reproches mutuos a la hora de trabajar en el lugar de la noticia. Entonces… ¿Cómo trabajar mejor con el fotógrafo?

• Todo comienza con el respeto mutuo. • Entienda que la tarea de cada uno es complementaria del otro. La noticia al final se presenta como un todo

(texto y foto). • Pídale al fotógrafo una oportunidad para sugerir ángulos a tomar. Atienda a sus sugerencias, pero presente

usted también sus ideas.

En la Sala de Redacción los editores deberían tratar con el mismo respeto y tiempo a los fotógrafos. La fotografía define mucho el estilo visual de un periódico, por lo que es importante discutir y negociar con él previamente, antes de salir a la


calle, cuestiones técnicas y de género fotográfico para alcanzar mejores resultados a la hora de editar las páginas por la tarde.

Cuando un reportero sugiere al fotógrafo captar cierto ángulo visual del evento, es común que el fotógrafo de las "tres B" (Bodas, Bautizos y Banquetes) le conteste: "No te metas con mi trabajo y yo no me meto con el tuyo". Fotógrafos con esta actitud y mentalidad no deben estar en el diario.

No sólo se trata de planificar mejores contenidos, sino también de contar con opciones de arquitectura visual para diversificar la presentación de las páginas. En aspectos técnicos de toma, se pueden considerar algunas sugerencias:

1 Pida al fotógrafo que recorra el escenario, que observe y no se quede estático.

2 Pida cuatro tipos de toma:

a. Escenario: Representar el lugar, comunicar dimensiones. b. De cuerpo: Reflejar acciones, identificar protagonistas o personajes (opción:

medio cuerpo). c. De Rostro: Captar gestos, emociones, señas faciales. d. Detalle: Apuntar a lo poco perceptible, pero noticioso. Buscar lo diferente, el

elemento sorpresa.

3 Pida diversos ángulos: elevado, inferior, perspectiva, etc.

4

Pida que recoja datos que den mayor precisión o significado a las fotografías.

a. Nombres de protagonistas - Identificarlos de izquierda a derecha - Escribir bien -y completos- los nombres de pila y apellidos - En lo posible, indicar el puesto que desempeñan o título que tienen

b. Acción o momento que refleja la foto - Describir lo que sucede o aparece en la foto - Temporalidad de la noticia: ¿Es de día o noche? ¿A mitad de juego?

c. Indicar detalles necesarios para que la foto sea comprendida.

5 Pida que busque dimensión: que construya perspectivas, visualmente, y que evite las fotos planas.

6 En lo posible, pídale que actúe con discreción. Ello revela profesionalismo y tacto en momentos difíciles (Ejemplo: funerales).

7 Y que no le piense dos veces a hacer una toma... ¡puede ser la del Premio Pulitzer!

Los pies o "leyendas" de foto

¿Cómo debo manejar una fotografía?

La información en la fotografía es pieza clave para comprender en detalle el contexto noticioso. Por ello, prácticamente todas las fotografías deberían llevar pies o "leyendas", a excepción de algunas de corte artístico.

La siguiente pregunta en la Sala de Redacción a la hora de redactar los pies es común: ¿Quién debe redactarlos? ¿El editor, el reportero o el fotógrafo?


En teoría, la fotografía moderna no sólo está compuesta de contenido visual, sino también de información textual que enriquezca su comprensión o apreciación. Por ello, lo ideal es que cada fotógrafo aporte este tipo de contenido a las fotos que previamente seleccionará su Jefe de Fotografía, editor o el reportero.

Ésta es precisamente una prueba de negociación efectiva entre editores y fotógrafos. El editor líder y efectivo logrará persuadir a través de una buena negociación que la fotografía debe de ser entregada lo más completa posible… y con calidad.

¿Cuáles serán los argumentos más convincentes en esta negociación?

1. Redactar pies "nos ayudará" a valorar mejor la noticia visual que trae el fotógrafo. 2. Ciertamente hay fotos que dicen más que mil palabras, pero unas cuantas palabras escritas ayudarán a aclarar,

precisar o definir mejor la imagen noticiosa. 3. A la hora de editar y diseñar, se les facilitará mejor a los editores dimensionar y presentar las fotos en las páginas.

El estilo para redactar el pie o leyenda varía según los diarios. Generalmente aquellas publicaciones que han tenido un rediseño gráfico han recibido ciertas indicaciones en cuanto a estilos de tipografía y redacción para definirlo. Sin embargo, todos los pies deben considerar los siguientes criterios:

• Si reflejan acción, deberán estar escritos en tiempo presente. • Deben ser muy específicos, para no dejar dudas. • No deben ser redundantes de lo que dice la nota. • Deben llevar crédito del fotógrafo o agencia correspondiente.

El pie de grabado cumple tres funciones esenciales:

1. Identificar a los protagonistas Cuando es uno sólo, basta su apellido o nombre de pila / alias (si es muy conocido). Cuando son de dos a cinco protagonistas, se identifican de izquierda a derecha. Más de cinco se hace una referencia de grupo. Ejemplo 1: Madonna Ejemplo 2: Alfonso Gómez (izq. a der.), Juan Pérez, Ricardo González, Alejandro Herrera y Patricio Espinosa.

2. Detallar lo que ocurre en la escena y en tiempo presente Detallar lo que ocurre en la escena y en tiempo presente. En ocasiones, es obvio lo que sucede, por lo que hay que ser muy específico para aportar información adicional al lector. Así las cosas, vemos acción en la fotografía, pero el pie redactado muchas veces no refleja esa acción. Mal ejemplo: La policía se enfrentó ayer a manifestantes en el centro de la ciudad y al lugar acudieron diversos refuerzos. Mejor ejemplo: Un policía empuja a Silverio Reyes, líder de los comerciantes del Mercado Central, durante una protesta contra la Ley de Reubicación.

3. Para indicar un detalle que a simple vista pasa desapercibido Ejemplo: Arriba, a la derecha, aparece López apuntando con su pistola al candidato. La información textual que logre redactar el fotógrafo será además muy útil para impulsar el género de "foto-noticia" en los periódicos, es decir, presentar paquetes visuales que incluyan además de la foto una mini-historia o mini-noticia. En días en que abunda información textual pero poca imagen una "foto-noticia" puede ser el elemento clave para que editores negocien con el departamento de Diseño cuál será el elemento gráfico predominante en la página.

Negociación y colaboración entre editores y diseñadores

Para que la nota sea exitosa, debe haber algunas negociaciones que se generen alrededor de ella seguramente, entonces: ¿Qué clase de negociaciones deben hacerse entre los editores y los diseñadores? La función del editor de periódicos se transforma al trote con la cambiante tecnología. La brecha de comunicación y de trabajo entre los editores de redacción y los editores gráficos o diseñadores tiende a reducirse y cada uno empieza a dominar más las habilidades del otro.


En el pasado se respetaban las castas. Ni uno ni otro "invadía" el territorio del colega y las funciones estaban bien definidas para responder al sistema de producción editorial (lineal) del momento. Es más: el concepto de "editor" en América Latina no existía en el organigrama de medio nivel. Prácticamente este término surgió con la llegada de las Macintosh y las PC de escritorio que permitieron a los jefes de sección y a los formadores de talleres a realizar la paginación en pantalla. Hoy existen todo tipo de editores: de sección, de fotografía, de mesa (copy), de páginas (editores gráficos), de Arte, etc. La función común de todos ellos:

• Visualizar los contenidos noticiosos del día. • Aportar los elementos gráficos necesarios. • Diseñar las páginas.

Con el software y el hardware correcto -y los conocimientos, por supuesto- un editor de un pequeño diario puede hacer incluso todo el proceso de edición. En los diarios medianos y en los grandes, el trabajo se divide todavía entre diferentes editores. Sin embargo, ahora más que una producción lineal se sigue una producción "integral o circular", en donde cada editor domina una área, pero participa en todo el proceso en general, el cual se denomina ahora como Proceso de Edición Gráfica. Esto implica que los diferentes editores se tienen que ver ahora más la cara, interactuar uno-a-uno, negociar los elementos a incluir y producir excelentes páginas. El grado de relaciones humanas e interacción es ahora mucho mayor y más frecuente.

La pregunta es entonces obligada: ¿cómo promover que los editores de Redacción y los editores gráficos se entiendan mejor, aprendan a negociar y trabajen más en equipo?

En primer lugar, cada editor debe conocer en general todo el proceso editorial de un periódico, desde cómo se producen las noticias hasta cómo se imprimen (en algunos diarios incluso el proceso de inducción del nuevo empleado lo obliga a pasar también por el departamento de Circulación). Pero en especial, cada uno debe entender muy bien las funciones del editor con quien más se relaciona y, sobre todo, hablar "su lenguaje" Los editores gráficos, por ejemplo, deben reconocer los criterios que se utilizan para valorar una noticia y jerarquizarla, así como dominar términos como "entrada", "ángulo noticioso", "crónica", etc. En tanto, los editores de Redacción deben comprender los elementos que integran la arquitectura visual de una página, desde la cultura tipográfica hasta el contrapeso de elementos utilizados para lograr balance, legibilidad y dirección. El conocimiento del trabajo del otro les permitirá tener mejores argumentos para discutir y decidir.

En segundo lugar, es importante fomentar las reuniones de planificación entre editores, sobre todo las reuniones uno-a-uno. Todavía hay editores de Redacción que discriminan a sus contrapartes del Área Gráfica simplemente por no pertenecer al "clan periodístico", por lo que la comunicación entre ellos se realiza a través de "recaditos" o mensajes electrónicos. Ambos tienen que preguntarse a la hora de negociar:

1. ¿Cuál es la mejor manera de visualizar esta noticia? 2. ¿Es mejor usar una fotografía, una infografía y/o un titular especial? 3. ¿Existe algún elemento textual o de imagen que valga la pena destacar más por el valor informativo especial

que tiene?

Y en tercer lugar, ayuda mucho tener las herramientas de trabajo adecuadas para seguir un proceso de edición gráfica efectiva. Aunque parezca increíble, el contar con la tecnología precisa permite incrementar la comunicación entre editores porque cada uno observa en pantalla lo que hizo -o está haciendo- el otro editor. Se logra así un trabajo de equipo "en línea", integrado y en tiempo real.

Es importante reconocer que la tecnología no va a resolver los problemas de entendimiento por completo. La Dirección General del diario y los departamentos de Recursos Humanos tienen que identificar bien las funciones y los


procesos, así como saber transmitir claramente el concepto de "edición gráfica" a todos los involucrados. Esto, aunado a una capacitación en técnicas de edición, planeación y comunicación efectiva, mejorará el clima de trabajo y se manifestará en resultados tangibles. Cada editor debe ser experto en su área, no cabe duda. Pero para producir un periódico rico en contenido y atractivo en lo visual se requiere de editores proactivos y que estén bien sintonizados en todo el proceso de edición gráfica. Es importante considerar una serie de principios para el trabajo en equipo. Haga clic en el botón para conocerlos:

Para saber más…

Principios para Trabajar en Equipo: Editores de Redacción y Gráficos

1. Cada quien es experto en su área. Reconozcamos esa experiencia 2. Cada quien puede conocer más de la experiencia ajena para lograr una mejor comunicación. 3. No imponga; mejor proponga. 4. Las opiniones y sugerencias no tienen por qué ser tajantes o definitivas. Presente diversas alternativas. 5. Aprenda a negociar y concertar. Mientras sus argumentos estén bien fundamentados podrá influir mejor. Conozca

el área de experiencia de la otra parte para "operar a su nivel". 6. Invierta los papeles. Trate de ponerse en el lugar de otro y procure una solución de ganar-ganar. 7. Piense en el lector y en el periódico antes de satisfacer egos o caprichos propios. 8. Reconozca el trabajo del otro experto, pero dígaselo y véalo como una inversión. 9. Ayude a la otra persona a crecer. Seguramente encontrará reciprocidad. 10. Aprenda y no se lamente simplemente de los errores. Piense cada día en aspirar a la excelencia.

Negociación y colaboración entre editores y diseñadores

Para que la nota sea exitosa, debe haber algunas negociaciones que se generen alrededor de ella seguramente, entonces:

¿Cómo debo negociar el diseño?

Eduardo Danilo Ruiz (marzo 2009, entrevista personal), consultor de la firma de diseño Danilo Black y diseñador, comenta que los editores gráficos en los diarios modernos esperan que la elaboración y entrega de la información por parte de los reporteros y editores sea considerada bajo tres criterios para poder explotarla gráficamente de manera más efectiva.

Definir la trama Es importante que definan "la trama" (en inglés plot) del tema noticioso, de tal manera que a través de una identificación de la narrativa noticiosa se puedan entender los elementos para representarlos en géneros gráficos apropiados a la historia. Utilizar varios componentes Es fundamental que los periodistas procuren elaborar y trabajar un "inventario" variado de componentes mediáticos y de contenido (es decir, nota, fotografía, vídeo, audio, datos, referencias visuales, etc.) que le permitan al editor gráfico construir un mosaico visual que funcione de manera efectiva en una página impresa como en la Web (y en sincronía).

Elaborar un mapa Que trabajen un mapa o "storyboard" del desenlace de las noticias para que los editores gráficos puedan contar la historia de manera más efectiva y/o entretenida (cuándo sucedió qué, en qué lugar, bajo qué circunstancias) y así expresarlo, por ejemplo, en un buen layout, carrousel digital o con una infografía con puntos clave de la noticia.

Contar con reporteros proactivos en la Sala de Redacción es crucial para representar las noticias con mayor impacto visual, afirma por su parte Antonio Ramírez (enero 2009, entrevista personal), director de Arte del periódico Prensa Libre de Guatemala.

Ramírez define como reportero proactivo a aquél que:

Al reportero reactivo, en cambio:

• Da ideas y propone proyectos que se pueden presentar gráficamente, como infografías, fotoarte

• Le cuesta imaginar gráficamente las páginas. • Piensa sólo en texto, sin imágenes.


o fotorreportajes. • Provee los datos adecuados. • Tiene un pensamiento gráfico, es decir, la

capacidad de informar visualmente y comprender que el texto es complementario.

• Los datos que proporciona el periodista son precisos.

• Se adapta a las necesidades del diseñador. • Aprende a trabajar en equipo y en base a un

boceto.

• No estructura ni jerarquiza porque su pensamiento es lineal.

• Siempre pelea porque el espacio para el texto es poco y las fotos grandes.

• Constantemente pide que se achiquen las fotos. • No tiene la capacidad para segmentar y

desmenuzar la información, por lo que usualmente proporciona datos pobres.

• Le es difícil trabajar en base a un boceto.

Un periodista ideal es aquél que piensa gráficamente, se emociona con las buenas propuestas gráficas, tanto las que él hace como las que le proponen los diseñadores. Generalmente invierte mucho de su tiempo en investigar esos temas y proporciona buenos datos.

Si el mejor camino a seguir es una infografía, entonces, esos argumentos pueden ayudar a vender el gráfico. Por ejemplo: es mejor hacer una infografía para explicar qué es y como funciona el Museo del Niño por el valor didáctico de lo visual y sería más fácil de comprender por niños y adultos, si se puede hacer como un juego de mesa, mucho mejor. A continuación de describen tres consejos para trabajar mejor en equipo y negociar:

1. Aprenda a identificar oportunidades gráficas: procesos, paso a paso, descripciones que serían difícil de hacer con texto, escenarios y ubicaciones. Cosas que no son relatos ni historias.

2. Fomente la retroalimentación con diseñadores e infografistas, póngase de acuerdo con ellos sobre temas que podrían funcionar gráficamente o que les gustaría desarrollar. La comunicación también ayuda a mantener buenas relaciones de trabajo que, a veces, se vuelven difíciles por la presión del tiempo.

3. Edúquese visualmente consultando revistas y libros especializados en diseño, el libro del SND y Malofiej son fuente de ideas para temas gráficos. Las revistas en general son un gran apoyo visual porque tienen (en muchos casos, no en todos) un diseño más dinámico que el de los periódicos, de hecho, mucho del cambio en el diseño editorial en los diarios proviene de conceptos tomados de las revistas.

El valor de la infografía en la comunidad no es reconocido en la actualidad o, mejor dicho, no ha sido explotada totalmente. La infografía es una herramienta muy poderosa de educación, descripción, prevención, desarrollo, denuncia, etc. El editor o reportero puede enfocar sus gráficos hacia una serie de valores informativos en especial. Educación: Paseos virtuales a museos y galerías, hechos de la historia: la historia de...(segunda guerra mundial, la revolución, holocausto, etc.), ecología, conservacionismo y aprovechamiento de recursos. Prevención: Cómo tener una vida más saludable, como evitar el calentamiento global, el sida, etc. Descripción: El cómo funciona algo, qué es tal enfermedad o proceso, el cómo se hizo, cómo se construyó, o cómo va a quedar (un nuevo puente), cuánto va a costar, cuánto material se va a utilizar. Poner las cifras a nivel del lector, ejemplo: cabrían en cinco estadios tipo "Maracaná", el cemento que se va a utilizar en el arco, etc. Desarrollo: El hágalo usted mismo, cómo hacer el trámite, cómo vencer la crisis, le enseñamos cómo reparar su auto, cómo cambiarle el aceite, las llantas, cómo puede abrir una negocio o desarrollar artesanías y manualidades, etc.


Denuncia: Mapas de deforestación, invasión de áreas protegidas, malversación de fondos al construir obras, falta de mantenimiento o accidentes por esa causa, etc.

El concepto gráfico

¿En mi función como reportero cómo puedo enriquecer el concepto gráfico de mi nota?

Cada diario tiene su propio concepto gráfico. Los reporteros deben aprender a alimentar el concepto gráfico, eso ayudará a que su trabajo luzca más y facilitará el trabajo en la mesa de edición. Muchos consideran que el diseño es trabajo sólo de diseñadores, pero no es así. La evolución del reportero ha obligado a que conozca e interprete correctamente el diseño gráfico de su diario. Una de las herramientas que pueden utilizar los reporteros son los sidebars (mini-notas), recuadros, cápsulas o caja de datos o como lo quiera llamar. Son elementos gráficos que ayudan a una mejor navegación de las páginas de un diario o revista. Son acompañantes de noticias o barras a lado. Cada recuadro lleva un título y una introducción, pero algunos son tan breves que no requiere introducción.

Finalizando la nota

Ahora los reporteros tienen que desmenuzar su trabajo con el cuerpo de la nota y el recuadro. Todas las notas generan por lo menos un recuadro, pero se puede generar más. Cada vez que se concluya una nota al final del texto se debe pedir al reportero que escriba algún recuadro. Aunque proporcione el recuadro no quiere decir que se vaya a utilizar, puede ser que por cuestión de espacio no se utilice. En el adelanto o "budget" debe indicar su entrega.

Complemento a la nota El diario publica una información, por ejemplo, de cómo lograr un permiso para construir una vivienda. La nota cumplirá con los requisitos de qué, quién, cómo, cuándo, dónde y por qué. Pero junto al texto se publica la descripción sencilla y breve de cómo lograr ese permiso de construcción. Ejemplo:

Biografía Es un recuadro para describir en forma breve la biografía de un personaje. Muy utilizada cuando se presenta un nuevo funcionario o un deportista es contratado por el equipo local. Pero también se puede describir la biografía de una ciudad, animal, cosa o ser inanimado. Ejemplo:


Entrecomillado Es un recuadro para destacar una frase de un entrevistado. Es el recuadro más utilizado. Ejemplo:

Numeralia De una información que contengan números, se puede resaltar las cifras en un recuadro. Ejemplo:

Líneas de tiempo Es un recurso gráfico para dividir el tiempo en una línea, ya sea horizontal o vertical. La división puede ser en minutos, horas, días, semanas, meses, años o siglos. Se destacan los momentos más importantes de un evento, pero también de una persona, ciudad, país, animal o cosa. Ejemplo:


¿Cómo realizo mi nota paso por paso?

Finalmente, el cierre de edición de un diario es un momento en donde ocurren demasiados problemas e imprevistos, por lo que la capacidad de negociación de los periodistas es puesta a prueba. En el mejor de los casos el editor ya lidió con el reportero para perfilar el mejor ángulo de su nota y con el fotógrafo para decidir la mejor gráfica y su información respectiva. O en el peor de los casos el editor "le sacó la vuelta" a ello y tomó estas decisiones por si mismo, dejando un ejemplo de que la irresponsabilidad e incumplimiento de obligaciones son permitidos en su área de trabajo. Pero la mayoría de los editores tienen que continuar a otra etapa de "negociación", de "estira y afloja", con los formadores o diseñadores de páginas. En diarios que han optado por procesos de producción llamados "orientados a diseño", el diseño ya está condicionado a ciertas plantillas definidas por consultores gráficos externos o el director de Arte.

Sabías que…

En este tipo de situaciones, el editor simplemente se ajusta a condiciones de diseño ya predefinidas e incluso tiene la oportunidad de escoger una de las decenas de plantillas que existen para su sección. Generalmente no hay mucho que negociar o discutir con el formador o diseñador, ya que los estilos y criterios están preestablecidos.

Sin embargo, habrá páginas especiales (como portadas) que muchas veces demandarán un diseño original. O diarios que no cuentan con esas plantillas ya definidas porque su proceso de producción está más "orientado a contenido".

Aquí el editor tendrá más voz para participar en el diagramado de las páginas, tratando de justificar jerarquías de notas, tamaños de titulares y ubicación general de contenidos. En ocasiones él querrá darle preferencia al texto, mientras que el diseñador lo invitará a destacar más una fotografía.

Los desacuerdos generalmente ocurrirán entre el personal que no tiene mucho de conocerse entre sí. Poco a poco irán aprendiendo ambos (editor y diseñador) a ceder y negociar. Y la mejor manera de persuadir en este proceso será presentando buenos argumentos para darle prioridad a la parte editorial o la parte visual, según se presente el caso. Es decir, habrá días en que la noticia se venderá mejor por sus fotografías y su arte, mientras que en otros días se impondrá el peso de su contenido.

Tanto editores como diseñadores tienen que reconocer que existen una serie de criterios de arquitectura visual a respetar.

1. Jerarquía informativa (definida por los valores noticiosos de consecuencia, impacto, oportunidad, etc.) 2. Balance (establecido por el sano peso y contrapeso de los elementos para evitar congestionamiento en

determinada parte de la página)

Cultura tipográfica (no salirse de ciertas familias tipográficas ya establecidas porque se perdería la originalidad y personalidad del diario).


Armonía visual y de contenido (evitar contrastes excesivos en manejo de color, tamaño de tipografías o de temas en la misma página).

Sabías que…

El cuarto punto es de vital importancia para que el lector encuentre páginas "bien entonadas" y no creaciones folclóricas o pletóricas de material visual y textual. Por ejemplo, se recomienda evitar el exceso de colores o de temas demasiado opuestos que pudieran causar confusión entre los lectores. Este será un argumento que los editores y reporteros escucharán frecuentemente de parte de los diseñadores.

Para terminar, podemos concluir que la noticia generalmente dictará el formato periodístico a seguir, pero también los criterios de política gráfica del diario ayudarán para exponer dicha noticia con impacto y mejores elementos para ser leída.

[Revise las instrucciones para realizar la Actividad 4. oro de discusión sobre negociación y trabajo. en la página web del diplomado]

[Revise las instrucciones para realizar la Actividad 5. Justificación de datos. en la página web del diplomado]

Conclusión

En este módulo se precisó la importancia no sólo de la comunicación efectiva en la Sala de Redacción y la necesidad de fomentar relaciones constructivas con las fuentes de información. También se enfatizó en la realidad de sostener procesos de negociación tanto dentro del diario como allá fuera, en la "jungla" urbana o regional para obtener la noticia que sorprenda, informe y forme a los lectores. En todo este camino el periodista debe entender que su función no sólo se limita a desarrollar un olfato periodístico y generar condiciones de "suerte" para localizar la noticia. Gran parte de su formación estará dirigida a relacionarse de una manera más profesional con colegas, superiores y personas externas al diario que pueda capitalizar finalmente con resultados medidos en "primicias" informativas o en "notas exclusivas". Con esto, el periodista estará realmente aportando un "valor" a la empresa periodística y, consecuentemente, a la sociedad civil. En su vida diaria, el periodista negociará también como ciudadano, como padre de familia y como ser humano en general. La negociación es parte vital de las relaciones humanas, como lo es la misma comunicación.

Lo que no debe olvidar el periodista es que las negociaciones que emprenda deben estar fincadas en bases de respeto, profesionalismo y ética. Y sobre todo, deben realizarse pensando en defender el derecho de los lectores a estar informados, a su legítimo interés de conocer la noticia, y no como una oportunidad para mercadear intereses ajenos o emprender agendas individuales y empresariales que persigan objetivos que atenten contra la comunidad a la que sirven.

Pero es importante reconocer que la tecnología no va a resolver los problemas de entendimiento por completo. La Dirección General del diario y los departamentos de Recursos Humanos tienen que identificar bien las funciones y los procesos, así como saber transmitir claramente el concepto de "edición gráfica" a todos los involucrados. Esto, aunado a una capacitación en técnicas de edición, planeación y comunicación efectiva, mejorará el clima de trabajo y se manifestará en resultados tangibles. Cada editor debe ser experto en su área, no cabe duda. Pero para producir un periódico rico en contenido y atractivo en lo visual se requiere de editores proactivos y que estén bien sintonizados en todo el proceso de edición gráfica.

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