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HACIA UNA SOLIDARIDAD COMO ESTRUCTURA- Matthias Vallet-- I E n la programación de la "Cátedra Europa", esta conferencia tie- ne el título "Ética empresarial". De hecho, voy a hablar en dirección de una ética de economía y ética empresarial, pero antes quiero ex- tenderme, quizás un poco aburridamente, sobre una noción que puede ser clave de una ética tal: la de la solidaridad. Hacia el final de esta charla voy a darles unos ejemplos de actuación solidaria dentro de llnas empresas alemanas, y estos ejemplos van a servir para aclarar el alcance, a veces un poco subterráneo, de la solidaridad como base y como reto. Y no quiero empezar esta charla sin mencionar que hace dos años hablé por primera vez en Colombia sobre la solidaridad en el Foro Empresarial de la Universidad del Rosario en Bogotá, un co- loquio bajo el título "Los retos de la solidaridad". Hablar sobre una noción puede resultar muy aburrido, sobre todo si se habla de su estructura interna, o si se trata de algo como una fenomenología, una descripción suya. Además, como toda noción del ámbito de la praxis, la de la solidaridad también tiene solamente su vida en su realización como acto social, en un cierto modo de convivencia. De esta convivencia depende también el contenido ac- hlal de esta noción. Como hablo entonces de algo, es decir, de una • Conferencia presentada en el Forum Phílosophie und Wirtschaft. Philosophisches Senúnar Johannes Gutenberg-i.irnversitát Mainz y en la Universidad del Norte en el marco de Cátedra Europa 2003 . •• Universidad de Mainz.

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HACIA UNA SOLIDARIDAD COMO ESTRUCTURA-

Matthias Vallet--

I

E n la programación de la "Cátedra Europa", esta conferencia tie-ne el título "Ética empresarial". De hecho, voy a hablar en direcciónde una ética de economía y ética empresarial, pero antes quiero ex-tenderme, quizás un poco aburridamente, sobre una noción que puedeser clave de una ética tal: la de la solidaridad. Hacia el final de estacharla voy a darles unos ejemplos de actuación solidaria dentro dellnas empresas alemanas, y estos ejemplos van a servir para aclarar elalcance, a veces un poco subterráneo, de la solidaridad como base ycomo reto. Y no quiero empezar esta charla sin mencionar que hacedos años hablé por primera vez en Colombia sobre la solidaridad enel Foro Empresarial de la Universidad del Rosario en Bogotá, un co-loquio bajo el título "Los retos de la solidaridad".

Hablar sobre una noción puede resultar muy aburrido, sobre todosi se habla de su estructura interna, o si se trata de algo como unafenomenología, una descripción suya. Además, como toda nocióndel ámbito de la praxis, la de la solidaridad también tiene solamentesu vida en su realización como acto social, en un cierto modo deconvivencia. De esta convivencia depende también el contenido ac-hlal de esta noción. Como hablo entonces de algo, es decir, de una

• Conferencia presentada en el Forum Phílosophie und Wirtschaft. PhilosophischesSenúnar Johannes Gutenberg-i.irnversitát Mainz y en la Universidad del Norte en elmarco de Cátedra Europa 2003 .

•• Universidad de Mainz.

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realidad con la que tenemos que ver cotidianamente (espero que seaasí), puede parecer un poco paradójico que hable de una manera tanseca sobre una noción basa] de un fenómeno social, pero espero queesto'ayude a comprender su índole: el alejarse de las implicacionesdel mundo ach.tal evita también reacciones instintivas.

Hablar sobre una noción y actos que tienen el mismo nombre,solidaridad, no es algo tan obvio. Sentir, pensar y actuar a menudo nocorren en la misma dirección, sobre todo si se trata de algo que tieneanhelo de ser ético o aun moral y que tiene, al mismo tiempo, unimpacto social, político y económico. Además, pensar y actuar son co-sas muy distintas según la región del mundo donde se efectúan, y nun-ca puede uno estar seguro de evitar tales preformaciones. Viniendo yode una parte del mundo cuyos problemas se minimizan proporcional-mente a la distancia que uno tenga de éste, hablar acá en Colombiasobre solidaridad como noción teórica y principio de acciones puedeparecer bastante académico, sobre todo ante una audiencia que espe-ra algo más que delirios universitarios.

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Al hablar sobre una noción es necesario empezar con unas bre-ves indicaciones sobre su historia: Solidaridad viene de '(solidus",del mundo jurídico romano, lo cual significa la obligación de respon-sabilidad civil mutua, sea de un grupo hacia sus miembros, sea de losmiembros hacia el grupOl. Durante el siglo XIX, empezando con laRevolución Francesa de '789 y definitivamente con la revolución de1848, esta noción tenía una acepción social y/o política (partiendo dey alejándose de la "fraternidad" de la revolución'). Fue utilizada para

I Kari H. Mete, Solidaritát und Ceschichte, in: Solidaritát. Begriff und Problem. Hg. v.Kurl Bayertz, Frankfiirt/M,: Snhrkamp. 1998, 172-194,hicr 172.También Andreas Wildt,So]idaritát - Begriffsgeschichte und Defíntion hcute, in: Bayertz. Solidaritát. 202-216,

por esto 203. También: Kurt Baycrtz, Begriff und Problem dcr Solidaritát, in: BayeTtz,Solidaritát, 11-53. hicr 1I. Véase también A. Wildt, Soliclaritát, in: J. Riltcr (cd.).I-1islorisches Worterbuch clee Philosophie. t. ?? Col. loo4-10l5. por esto 10°45.

2Metf,172ff.

[80] EIDOS N°] (2003) PÁcs 78-92

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sustituir a la benevolencia / beneficencia y a la caridad. En la segun-da mitad del siglo XIX esa noción fue especialmente adoptada por lasasociaciones de obreros, al principio en Francia, luego en Alemania yel resto del mundo. Se convirtió entonces en una contraseña centraldel movimiento sindicalista y socialista internacional. En Alemania,para darles una idea del alcance de los desarrollos históricos, desdelos años setenta del siglo xx la solidaridad, como noción clave de unapolítica social, fue adoptada incluso por los partidos políticos conser-vadores y liberales.

Además, la noción de solidaridad fue importante desde los últi-mos años del siglo XIX en la doctrina social de la Iglesia católica. Enbulas papales como Sollicitudo rei socialis, Quadragesimo anno,Laborem exereens, Centesimus annus, la Iglesia católica adoptó su po-sición ante los problemas sociales del mundo moderno, entre el capi-talismo y el socialismo. El sindicato y movimiento Solidarinose ("So-lidaridad") en Polonia fue un buen ejemplo de la combinación deestas dos maneras de pensar y realizar la solidaridad.

En lo que sigue, quiero dejar de lado estas implicaciones históri-cas; ya el uso casi universal de esta noción como base de una moral(fuera la que fuera) puede mostrades que vale la pena mirada unpoco más atentamente; en las páginas siguientes trataré la solidaridadcomo un fenómeno del ámbito de convivencia que tiene rasgos-enmi opinión- muy interesantes, muy aptos para la solución de proble-mas sociales.

III

La solidaridad tiene un lado racional y otro emocional, un ladoincluyente y otro excluyente, y hablar sobre esta noción, como deuna noción de vida práctica, tiene un lado descriptivo (aun científi-co) y uno prescriptivo, normativo', cuando se habla de la solidaridadya no como de un hecho, sino como de un instrumento o inclusocomo de un reto.

3 Wildt, 207·

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El fundamento de la solidaridad como fenómeno social pareceser el carácter social y la falta de autarquía individual del ser humano:la falta de autosuficiencia casi condena al hombre a vivir en sociedad;está condenado a ser dependiente de la colaboración de otros. Estainterdependencia tiende a materializarse en sociedades, y la solidari-dad como fenómeno puede ser una de las fuerzas cohesivas impor-tantes para cada tipo de sociedad: dentro de un grupo existente oformándose con cierto propósito hay lazos, hay una especie de comu-nidad que le hace a uno susceptible de ayudar a otro en ciertos mo-mentos. Lo interesante parece ser que uno no ayuda al otro porque lesuplica, sino porque hace parte del mismo grupo con igual interés.En unas concepciones, el grupo puede extenderse hasta la humani-dad entera' (attac; Al; movimientos ecológicos). (Pero si se define elgrupo como la humanidad entera, uno se encuentra en una situaciónen que exceden los problemas de evaluación de rangos, deprimordialidad; la noción se vuelve vacía). Sea por sentimiento o con-ciencia de unión, pertenecer al mismo grupo, diferenciándose de otro,parece fundamental para la solidaridad. El otro fuera del grupo esaquél al que no se ayuda; eso se puede describir como el carácterexcluyente, incluso conflictivo, que puede tener la solidaridad: Por-que el otro aun puede ser aquél contra quien un grupo es solidario, sise trata de una solidaridad con acciones dirigidas hacia y contra afue-ra. Otra forma de solidaridad es la que se dirige hacia el grupo -o quese da en un grupo, como en casos de autoayuda o de seguros sociales;pero ésta también puede excluir a otros.

Con esto la solidaridad difiere de la justicia, que es imparcial,abstracta, universal, no personal5, y difiere también del amor, que es

4 En el caso de Leroux, p.ej.: Wildt, 2°5. En estos casos, puede verse la humanidad comonoción prcscriptiva, la humanidad como atacada en su índole como base o aun comotérmino de cada desarrollo ulterior, atacada en su futuro, por algunos contra los quehay que ser solidario: una solidaridad con su propio futuro, pero no individual o social,sino como especie.

5 Markus Daniel Ziircher: Solidaritát, Anerkcnllung t1nd Gemeinschaft. 2mPhánomenologie, Theoric und Kritik der Solidaritát. Ttibingen, Basel: Francke 1998,por esto p. 175.

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incondicional y en su forma pura no quiere recompensa, no tieneinterés práctico.

La solidaridad difiere entonces de la caridad, principio de acciónvertical desde arriba hacia abajo, y del amor al prójimo, principio deacción unilateral. Se trata de una relación simétrica que sustituyerelaciones asimétricas. La constatación de hacer parte de algo comouna gran familia (impropiamente dicho), de tener los mismos intere-ses en una cierta perspectiva conduce al deber de ayudarse mutua-mente para realizar estos intereses. Eso incluye que la solidaridadtambién tiene que ver con un derecho (no en el sentido jurídico) quealguien obtiene o recibe por entrar en el grupo respectivo.

IV

La solidaridad quizás puede definirse desde su lado emocionalcomo el sentimiento que uno tiene para ayudar a otro. O sea, desdesu lado racional, como un deber o un interés propio y racional deayudar, pero de ayudar no porque es otro, sino porque es del grupo ymerece ayuda: es decir que él mismo, aunque queriéndolo, no puedeayudarse a sí mismo, por lo menos no él sólo'. Esta ayuda proviene de laconvicción de que este otro tiene que conservar cierto nivel, p. ej. devida, porque la integridad del grupo lo requiere. De esta manera, ayudaal otro como casi-mismo puede ser indirectamente ayuda a sí mismo, osea, por lo menos un crédito de ayuda por un futuro incierto. Se trata deuna situación de interdependencia que en momentos de desequilibrionecesita acciones para el restablecimiento. De esta manera, se Barnaso-lidaria una acción horizontal7 que trata de mantener un mismo nivelpara los involucrados, que es base para cada acto de solidaridad futuro.La solidaridad es entonces algo necesariamente recíproco, y puede vol-verse un cálculo, aun de cierta complejidad. Así, en grupos con máshomogeneidad de intereses y necesidades, y también de posibilidadesdeacción, la solidaridad dentro del grupo es más estable.

6 Wildt, 212.

7 Metz,173·

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Hablando de la solidaridad como de una emoción o de un senti-miento generalmente se puede suponer que]a intensidad de] sentimientode solidaridad es más fuerte en situaciones más exclusivas, más particu-lares, más relativas, más individuales (y momentáneas). Se ven las olea-das de limosnas, donativos, que se colectan en los países desarrolladoscuando los medios de comunicación informan sobre catástrofes ocu-rridas en países subdesarrollados. Con ellos casi no se tiene nada encomún. Si uno prefiere una pOShU3cínica, podría decir que eso esexpresión de mala conciencia o a"unexpresión y afirmación de senti-miento de superioridad; sin embargo ]a gente ayuda. Evidentementees una ayuda paliativa, que no resl;e]ve los problemas mismos. Puedeparecer entonces quizás que la intensidad subjetiva de un mal decidesobre el tamaño de] grupo al cual uno se siente pertenecer y al que unose muestra en esta ocasión como solidario.

Dicho sea de paso, como se deduce sin problemas de lo anterior,]0 que se entiende norrnativamente por solidaridad, es decir, ]0 que sesupone y se espera como actos de solidaridad, ya no es ]0 mismo: den-tro de una familia o dentro de un pueblo, actos de solidaridad son dife-rentes que dentro de una empresa o un estado.

v

La solidaridad se da con personas; con personas que necesitanayuda; con personas con las que uno se siente en el mismo nivel, enel mismo margen, en un mismo grupo, con los mismos intereses.Intereses comunes calcu]ab]es que deben ser defendidos contra pe]i-gros comunes (sean personas o evoluciones). Para solidarizar hay tam-bién que tener un tal sentimiento de pertenencia, de interdependen-cia, y también de empatía. Las acciones de solidaridad necesitan estaconciencia, y con ella pueden inducir nuevas acciones y conducir aredes de solidaridad, a estructuras de solidaridad.

La redes de solidaridad pueden tener finalidades muy diversas opermanentes, los desequi]ibrios que se presenten pueden ser cortos,de larga duración o pennanentes, como en casos de ciertos riesgos comodesempleo, enfermedad, muerte; redes ya sea construidas desde abajo,

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como los asociaciones de obreros en la Europa del siglo XIX, ya seadesde arriba, como los seguros sociales. La solidaridad puede entoncesen la práctica política-social ser algo del Estado, como en Alemania otambién en Francia, y ser un sistema de seguros sociales donde todospagan para minimizar los riesgos de cada uno en simaciones anorma-les; o algo casi sin el Estado, como en algunos estados anglosajones, oen vez del Estado, cuando éste no funciona, o aun contra el Estado,como en las dictaduras -depende de la situación histórica.

Hay que distinguir entonces entre (1) grupos o, mejor, redes oca-sionales de solidaridad, (2) grupos o redes fijos, en los cuales uno seencuentra a largo plazo pero voluntariamente, y (3) aquellos a loscuales uno pertenece sin haberlo elegido, como la familia, el pueblo,la nación. Expresado en círculos concéntricos, los internos no se eli-gen, los externos se eligen en función del interés emocional o racio-nal actual que uno tiene. Probablemente, en la cotidianidad moralcoexisten orientaciones particulares y universales8 (dicho descrip-tivamente), que provienen de diversos estratos antropológicos, socia-les e históricos. Ourkheim9, por ejemplo, lo describe como un pasajede una solidaridad mecánica a una orgánica en estados modernos yeconomías de mercado.

Si el acento se coloca no en el valor de una solidaridad casi espon-tánea, sino en una perdurable, el carácter emotivo de la solidaridadse pone en duda, porque las emociones siempre pueden cambiar.Una solución es la del cristianismo, que funda este sentimiento en

.una fe y sus convicciones derivadas. Después de la toma de concien-cia acerca del problema social, la doctrina social de la Iglesia católicaconsecuentemente incorporó esta noción.

Pero era en el milieu secularizado que se había desarrollado elconcepto de una solidaridad (después de la Revolución Francesa),y desde el principio se trataba de construir una solidaridad organiza-da y racionalizada, institucionalizada, estructural, una norma basadaen descripciones casi científicas de solidaridad.

8 Bayertz, in Bayertz, 21.

9 Según Bayertz en Bayertz 27f.

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El hombre es a veces tan sabio que desconfía de sus emociones.Así sistemas no-emocionales quizás son más solidarios en sus efectosque las acciones basadas en mera emoción, provocadas por evocacio-nes morales a sentimientos l/privados".

La solidaridad asegurada es la que se fija en estructuras. Para ase-gurada frente al cambio --<:leemociones, de condiciones de vida, delmundo- hay que estabilizarla; la perspectiva duradera le da entoncesun rasgo ut6pico, aunque muy seco: un instrumento desemociona-lizado de utopía social, un cálculo hacia el futuro.

Permítanme que les hable un poco de mi propio país:En el caso de Alemania, se habla de la solidaridad como del fun-

damento de su sistema social, y se habla hasta de la So/idaritáts-gemeinscha{t (comunidad de solidaridad), y en el caso de la pensión,del Generationenvertrag (contrato de lasgeneraciones). Con este ejem-plo podemos decir que al nivel del estado o de comunidades raciona-les de forma similar, la solidaridad está siempre institucionalizada paragarantizar su estabilidad, para hacer durar algo que normalmentedepende de emociones dentro de una familia, por ejemplo.

Pero, en estas diferentes situaciones, también las preguntas quese hacen al hablar sobre la solidaridad son otras: en Alemania se pre-guntan los sabios si los sistemas de solidaridad, es decir, los segurossociales, aún están funcionando o no; si los sistemas de solidaridad noprovocan su abuso y si el acceso a ayudas debe ser restringido, y si delotro lado los que necesitan solidaridad no la obtienen como debe serde parte del sistema. Con un sistema tan automatizado como éste,tan burocratizado y materializado, en un ambiente de bienestar rela-tivo, las cuestiones son éstas. Su problema parece ser el éxito quetiene, y la solidaridad anónima se puede convertir en una desolidari-zación de la sociedad.

En Alemania se habla a menudo de tal desolidarización, por lapoca .fuerza emocional e integrante del sistema social, que es anóni-mo, indirecto, funcional. Por esto, no estoy seguro si los sistemas so-ciales europeos en sentido estricto son o no casos de solidaridad, si setoma la cosa en serio: son universales en sus estados, no son volunta-rios, tienen (sobre todo en Alemania) un carácter extremadamente

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no-emocional. Son instituciones de ayuda recíproca no momentáneay sin que uno conozca al otro; quizás por eso se les puede llamarredes sociales, porque en una red se pesca todo lo que hay. Parecentambién servir de ejemplo para acciones de solidaridad que sobrepa-san sus márgenes, pero achían en su sentido.

Resumiendo esta digresión: la solidaridad en e! capitalismorhenano ha pasado de ser una noción de lucha de clases a una nociónde valor en sí. La solidaridad de clase se ha convertido en una solidari-dad de! conjunto económico, quizás inspirado por la solidaridad delsistema de seguros sociales. Sobre esta solidaridad dentro del conjuntoeconómico les daré más adelante unos ejemplos.

Entonces, de este lado quizás hay que distinguir, diferenciar, en-tre solidaridad fundada en estructuras y solidaridad expresada en ac-ciones. La primera puede haber tenido como origen un sentimientode solidaridad, pero ha evolucionado hacia algo que garantiza estasolidaridad aun en momentos en los que no hay nadie que tenga estesentimiento, también por casos en los que de un sentimiento de soli-daridad se desarrolla la conciencia de que hay que reparar una injus-ticia. Esto necesita estructuras para su preservación. A estas estructu-ras les falta e! sentimiento, pero garantizan la ayuda. Por otra parte,tenemos actos ónicos de solidaridad, como les mencioné antes; peroéstos a veces usan unas estructuras hechas para esperar tales acciones,como la Cruz Roja o Misereor o Adveniat, que son estructuras, perotambién e! receptáculo de acciones ónicas, como después de terre-motos en países lejanos.

VI

¡¡Solidaridad es una conciencia de crisis", un saber de crisislO• Esun saber, es decir, necesita cierta "ilustración", una ilustración sobreinterdependencias, especialmente en momentos de crisis. Crisis quees grave, de manera que uno acepta desventajas propias. Crisis que esa la vez sentida y sabida. Crisis que necesita una solución de carácter

10 Metz, 179.

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innovador y a la vez duradero. Por eso, la solidaridad puede tenerjunto con su carácter crítico un rasgo utópico" , como ya he dicho.De esta manera, la solidaridad se vuelve un instrumento, y ademásalgo que para sobrevivir necesita ser realizado continuamente, y asíse vuelve un reto. Realizado a partir de y por los que tienen el proble-ma; que tenían sus estructuras horizontales y que con su funciona-miento pueden desembocar en estructuras que combinan solidari-dad horizontal con una nueva solidaridad vertical, y además en ambasdirecciones. A partir de un sentimiento de interdependencia se pue-den desarrollar también actos de solidaridad -no de condescenden-cia- verticales desde arriba, por así decirlo.

Para ilustrar estas palabras, y para terminar esta charla, les daréunos ejemplos de actos complejos de solidaridad, casos de soluciónde crisis y casos de prevención de crisis, basados en sentimientos desolidaridad como en estructuras ya existentes. De hecho, se trata decasos de ética empresarial aplicada. La ética empresarial puede serleída como un lugar de realización de tales estructuras autónomas desolidaridad, aun en casos en los que no hay sistemas sociales preexis-tentes que produzcan desde sí mismos solidaridad. Si se entiende unaempresa como un conjunto de intereses y no sólo una máquina dehacer dinero, y como un núcleo social y no como un enclave de leypropia, también queda claro que lo que pasa en las empresas es deimportancia para la sociedad de la que hacen parte.

Los que siguen son ejemplos de Alemania, porque soy alemán;no quiero decir, de ninguna manera, que estos ejemplos son casosejemplares (de modo que sean para copiar); son maneras de actuarcon sus ventajas y desventajas.

Volkswagen es una sociedad anónima, que cuenta, hay que decir-lo, entre sus accionarios al Land de Niedersachsen. Además, debeceñirse a la legislación alemana concerniente a las sociedades anóni-mas, lo que da a los sindicatos posibilidades de codirección, por asídecirlo. Así, el Consejo de Obreros juega un cierto papel, y hay tam-bién representantes de éste en el Consejo de Administración. Junto

11Zífrchcr 10: Solidaridad tiene "utopischcn Gehait und kritisches Potential".

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con la dirección de la empresa, los consejos de obreros fundaron unconsejo europeo y aun un consejo mundial para todas las empresasque pertenecen a la multinacional Volkswagen. Por consiguiente, lossindicatos en Alemania tienen una postura pragmátic31 que respeta elinterés de la empresa y tiene en cuenta las consecuencias de su ac-tuar para la economía nacional. Es decir que una estructura horizon-tal-sindicato- con su comportamiento responsable hace posible laintegración de la relación vertical directorio de la empresa-obreros.

Pero vuelvo a un ejemplo concreto: sobre la base de la legislacióny del sistema social alemanes y las reglas internas, vw encontró unasolución casi revolucionaria para un problema agudo de hace unos10 años; la solución fue característica de Alemania porque fue discu-tida por los interactores sociales utilizando estructuras existentes deldiscurso y vías existentes de solución. Esta solución no consistía enmedidas situacionales que respondían a un problema situacional, sinoque el problema fue comprendido por ambas partes como estructuraly fue solucionado introduciendo medidas estructurales de flexibili-dad considerable, aumentada, en desarrollo de esta medida, 3 añosmás tarde.

En '993, la industria del automóvil mostraba decrecimiento, detal manera que de los 100.000 empleados de vw que habían sobrevi-vido a las oleadas de despedidas anteriores, aún sobraban 30.000. Unareducción de costo del personal era inevitable para el futuro de laempresa. Se presentaba el dilema entre el riesgo existencial de laempresa, de una parte, y los posiblemente 30.000 desempleados, deotra parte. En discusiones arduas entre la dirección y los sindicatos seencontró la siguiente solución: el tiempo semanal de trabajo fue re-ducido a 4 días, es decir, 28,8 horas, y los sindicatos consintieron tam-bién una reducción proporcional del salario mensual, que fue com-pensada parcialmente por una repartición de primas, como la deNavidad, en los doce meses del año. Con esto, la dirección se com-prometió a no despedir empleados por razones económicas. Este con-cepto fue perfeccionado 3 años después, cuando la dirección de vw ylos sindicatos llegaron a un acuerdo de poner en marcha un sistemade flexibilización del tiempo de trabajo. Sobre esto sólo se ha dicho

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que funciona con descuentos (o sea, cuentas) de tiempo de trabajo,con base en un sueldo no alterable hasta un cierto nivel de trabajosuplementario. El tiempo "ahorrado" puede "realizarse" en tiempolibre que se paga durante un año por este mismo año, sea para unareducción de años de vida de trabajo.

Estos cambios eran posibles sobre el fundamento de la legisla-ción de trabajo de Alemania, por ejemplo, sobre la jubilación prema-tura. Pero sin querer preservar plazas de trabajo, y así existencias desus empleados (naturalmente también para preservar el futuro de laempresa, que está pendiente de reclutar empleados bien formados), ysi los sindicatos no se hubieran mostrado de acuerdo en preservar elbienestar de la empresa (naturalmente también para el futuro de susintegrantes), eso no hubiera sido posible.

Esta solución aseguró plazas de trabajo, por un lado, y una flexi-bilidad estratégica, por otra, que permitió, y aún permite, reaccionara los cambios coyunturales de la industria mundial del automóvil. Loque nació fue, según expresión de uno de los directores de VW, unaempresa respirante. Así, desde una situación de alto riesgo se inventóuna nueva estructura para responder a ésta y a los que podían seguir,teniendo en cuenta el bienestar de ambas partes.

Otro ejemplo de solidaridad empresarial institucionalizada, o sea,con estructuras de solidaridad con empleados en Alemania, esBoehringer Ingelheim. Esta es una multinacional farmacéutica quetiene empresas en todas partes del mundo, incluyendo a Colombia.

En la sección alemana de Boehringer Ingelheim, según el repor-te personal y social de '999, los costos personales y sociales por sus7.000 empleados se elevaban a 812 millones de DM, de los cuales 500

millones eran sueldos, '55 millones costos sociales impuestos por laley o por los contratos de tarifas y 157millones costos sociales volunta-rios de la empresa. Con estos últimos Boehringer Ingelheim no sólono se empobreció, sino que SllS cifras económicas subieron y estánsubiendo.

Les doy unos ejemplos acerca de lo que hace Boehringer Ingel-heim: desde '910 cada empleado tiene derecho a vacaciones anuales.Hoy en día, la empresa tiene su propia caja de salud y de pensiónsuplementaria, paga un suplemento por costos de transporte. Tiene

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también un centro de consejería social, y esto resulta interesante parael desarrollo de nuestro tema. Permítanme hablar un poco más sobreesto: la razón por la cual existe esta consejería es que ella puede ayu-dar a mejorar el clima dentro de la empresa: el bienestar físico y psí-quico contribuye a mejorar la motivación, y la alta motivación con-duce a mejores beneficios para la empresa. A este respecto, BoehringerIngelheim deja muy claro que para que los trabajadores tengan altorendimiento deben tener una alta motivación, pero muestra tambiénun compromiso real que se evidencia en la aplicación de medidaseficaces. Esta consejería ofrece múltiples posibilidades de asistencia,que en '999 446 de los 7.000 empleados utilizaban en 1.536charlas.Se ofrecen ayudas prácticas, por ejemplo, para los principiantes onuevos empleados de la empresa; se ofrecen ayudas psicológicas, aempleados como a directores, que tiene que ver con problemas dedirección de grupos o de personas; ayuda en problemas familiares desalud o de muerte en la familia; ayuda en problemas financieros, psi-cológicos y económicos, como los concernientes a la jubilación, asícomo problemas de adicción. Con esta institución Boehringer Ingel-heim hace un esfuerzo estructural de integración y, por lo tanto, desolidaridad dentro de la empresa.

Esta medida como otras -menciono sólo posibilidades de edu-cación continua por un convenio con la Universidad de CienciasAplicadas de Mainz, integración de los consejos para cuestiones desalud y de seguridad en una mesa redonda anual, un EuropeanForum como consejo anual de directores y de representantes sindi-cales de los sitios europeos de Boehringer Ingelheim- muestra dequé manera la empresa trata de fomentar un sentimiento de integra-ción y de solidaridad, que contribuye a su mejor desarrollo. Signo deesto es también el así llamado PersNet, sitio en el Intranet deBoehringer Ingelheim con toda la información que puede interesar asus empleados: algo que hace visible y hace funcionar mejor estasestructuras.

Esta cultura empresarial se muestra también en medidas coyun-turales, o situacionales, si me permiten este neologismo. Hace unosaños, en las dos sedes de Boehringer Ingelheim en Alemania, en elpropio Ingelheim y en Biberach, se efectuó un cambio de campos de

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trabajo que afectaba a 200 empleados en las dos filiales. En lugar dedespedir a los empleados que ya no eran necesarios y buscar nuevosen los sitios respectivos (a 400 km de distancia), se desarrolló un pro-grama que ayudaba a los que querían cambiar de sitio, pero tambiéna los que querían quedarse para que encontraran otro trabajo en lamisma empresa, a los que quisieran pensionarse prematuramente y alos que ya no querían trabajar para Boehringer lngelheim (esto concontratos de disolución, o aun ayudando a buscar otro trabajo). Su-pongo que Boehringer actuó así, de un lado, por un sentimiento deresponsabilidad social, del otro lado también por el beneficio de laempresa, que no puede prescindir a la ligera de empleados bien for-mados.

Estos son ejemplos de solidaridad "vertical" que se basan en re-des de solidaridad extremadamente estructuradas; esta cultura de so-lidaridad, que, a decir verdad, está reduciéndose paso a paso, ha crea-do una atmósfera que facilita soluciones de crisisque tratan de respetarlos intereses de ambas partes para un mayor bienestar común.

No tengo la más mínima idea si parte de lo que acabo de contar-les es aplicable en Colombia; por lo menos espero haberles dado unejemplo de actuaciones posibles en otras partes del mundo.

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JUAN CARLOS RIvERO CINTRA

Serie «Las historias de la historia» (xilografía), 2000.