Materiales para una teoría preliminar sobre la sociedad de redes

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e MATERIALES PARA UNA TEORÍA PRELINIINAR SOBRE LA SOCIEDAD DE REDES1 MANUEL CASTELLS () RESUMEN. Este artículo tiene como objeto proponer algunos elementos que funda- menten una teoría en torno a la sociedad de redes. La sociedad de redes es Ta es- tructura característica de la era de la información, según ha sido provisionalmente identificada por la investigación empírica y transcultural. Está presente en la ma- yoría de las sociedades de todo el mundo, en numerosas manifestaciones institu- cionales y culturales, del mismo modo que la sociedad industrial caracterizó la estructura social tanto del capitalismo como del estatismo durante la mayor parte del siglo xx. Las estructuras sociales se organizan en torno a las relaciones de producción/con- sumo, poder y experiencia, cuyas configu- raciones espacio-temporales contituyen las culturas. Son promulgadas, reproducidas y finalmente transformadas por los actores sociales, enraizados en la estructura social y sin embargo comprometiéndose libre- mente con prácticas sociales conflictivas, que llevan a resultados impredecibles. Un rasgo fundamental de la estructura social de la era de la información es su confianza en las redes como característica principal de la morfología social. Aunque las redes constituyen formas antiguas de organiza- ción social, su poder se ve reforzado ahora gracias a la nueva tecnología de la infor- mación y de las comunicaciones, de forma que se vuelven capaces de enfrentarse al mismo tiempo a la descentralización flexi- ble y al proceso de toma de decisiones en- focádo. El artículo examina la interacción específica que se produce entre la morfolo- gía de la red y las relaciones de produc- ción/consumo, poder, experiencia y cultura en el surgir histórico de -la estructura social emergente al comienzo del nuevo milenio. INTRODUCCIÓN La sociedad de redes es una forma especí- fica de estructura social provisionalmente identificada por la investigación empírica como característica de la era de la informa- ción. Denomino estructura social, a aque- llos ajustes de tipo organizativo de los seres humanos que se producen en las relacio- nes de producción/consumo, experiencia (1) Este articulo se ha publicado en la revista British Yournal of Sociology, 51, 1 (2000) con el título: -Ma- terials for an exploratory theory of the network Societr. (*) Universidad de Berkeley (California). Revista de Educación, núm. extraordinario (2001), pp. 41-58 41 Fecha de entrada: 02-07-2001 Fecha de aceptación: 01-10-2001

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Manuel Castells - Materiales para una teoría preliminar sobre la sociedad de redes.

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eMATERIALES PARA UNA TEORÍA PRELINIINAR

SOBRE LA SOCIEDAD DE REDES1

MANUEL CASTELLS ()

RESUMEN. Este artículo tiene como objeto proponer algunos elementos que funda-menten una teoría en torno a la sociedad de redes. La sociedad de redes es Ta es-tructura característica de la era de la información, según ha sido provisionalmenteidentificada por la investigación empírica y transcultural. Está presente en la ma-yoría de las sociedades de todo el mundo, en numerosas manifestaciones institu-cionales y culturales, del mismo modo que la sociedad industrial caracterizó laestructura social tanto del capitalismo como del estatismo durante la mayor partedel siglo xx.

Las estructuras sociales se organizan entorno a las relaciones de producción/con-sumo, poder y experiencia, cuyas configu-raciones espacio-temporales contituyen lasculturas. Son promulgadas, reproducidas yfinalmente transformadas por los actoressociales, enraizados en la estructura socialy sin embargo comprometiéndose libre-mente con prácticas sociales conflictivas,que llevan a resultados impredecibles. Unrasgo fundamental de la estructura socialde la era de la información es su confianzaen las redes como característica principalde la morfología social. Aunque las redesconstituyen formas antiguas de organiza-ción social, su poder se ve reforzado ahoragracias a la nueva tecnología de la infor-mación y de las comunicaciones, de formaque se vuelven capaces de enfrentarse al

mismo tiempo a la descentralización flexi-ble y al proceso de toma de decisiones en-focádo. El artículo examina la interacciónespecífica que se produce entre la morfolo-gía de la red y las relaciones de produc-ción/consumo, poder, experiencia y culturaen el surgir histórico de -la estructura socialemergente al comienzo del nuevo milenio.

INTRODUCCIÓN

La sociedad de redes es una forma especí-fica de estructura social provisionalmenteidentificada por la investigación empíricacomo característica de la era de la informa-ción. Denomino estructura social, a aque-llos ajustes de tipo organizativo de los sereshumanos que se producen en las relacio-nes de producción/consumo, experiencia

(1) Este articulo se ha publicado en la revista British Yournal of Sociology, 51, 1 (2000) con el título: -Ma-terials for an exploratory theory of the network Societr.

(*) Universidad de Berkeley (California).

Revista de Educación, núm. extraordinario (2001), pp. 41-58

41Fecha de entrada: 02-07-2001 Fecha de aceptación: 01-10-2001

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y poder, expresados en términos de inte-racción significativa en el marco de la cul-tura. Por era de la información, me refieroa un período histórico en el que las socie-dades humanas llevan a cabo sus activida-des dentro de un paradigma tecnológicoconstituido en torno a la ingeniería genéti-ca y a las tecnologías de la información ylas comunicaciones basadas en la microe-lectrónica. Sustituye/subsume al paradig-ma tecnológico de la era industrial,organizado fundamentalmente en torno ala producción y distribución de la energía.

En el presente artículo, pretendo aclararlas implicaciones teóricas que pueden indu-cirse de mi observación de las estructuras so-ciales contemporáneas así como del cambiosocial, y que propuse en la trilogía La era dela información: Economía, sociedad y cultu-ra (ver la versión revisada y actualizada edi-ción nuevo milenio de esta obra: Castellss2000a). Puesto que en mi opinión la teoría essimplemente una herramienta de investiga-ción y no el producto final de ésta, el propó-sito de este ejercicio es el de ayudar a laconstrucción de un marco analítico que sirvapara informar y organizar mejor la investiga-ción subsiguiente. Sin embargo, dada la difi-cultad de la labor y el carácter necesariamentecolectivo de este esfuerzo, lo que aquí se pre-senta debería tomarse, literalmente, como ma-terial para ser utilizado en la construcción deuna teoría sociológica capaz de comprenderformas de organización y conflictos socialesemergentes. Dicha teoría se encuentra aúnen su fase preliminar y como toda teoría re-levante debería permanecer en proceso deelaboración abierta a la rectificación por me-dio de la investigación empírica.

Debido a mi intento de destilar la teoríade la observación, no discutiré aquí las mu-chas e importantes contribuciones teóricasexistentes en sociología y en disciplinas afinesy que podrían afianzar las categorías y análisispropuestos en este artículo. Presentaré un ar-gumento tan esquemático y simplificadocomo sea posible, de forma que pueda ser deutilidad para la investigación colectiva de los

sociólogos sin perder tiempo ni espacio enrecordar al lector las contribuciones teóri-cas ya establecidas. La breve bibliografía in-dica las obras que me han ayudado a teorizaren mi investigación. De igual modo, las afir-maciones sobre las tendencias sociales actua-les no pueden ser apoyadas empíricamenteen este artículo: se refieren a datos y fuentespresentadas en la versión actualizada de mitrilogía (Castellss 2000a).

Persiguiendo una mayor claridad, pre-sentaré en primer lugar el marco concep-tual del que me sirvo para el análisis de laestructura social. Después continuaré conla enumeración de las principales transfor-maciones que están teniendo lugar en lasestructuras sociales de todo el mundo en laera de la información. Debido a que unade las tendencias común a muchas de lastransformaciones se refiere a la preferenciapor las redes de información como formaorganizativa de las actividades dominantes,daré una definición de las redes de infor-mación y profundizaré en las implicacio-nes de las redes en la morfología social.Finalmente, explicaré cómo las redes de in-formación afectan de forma específica a lasestructuras sociales (de acuerdo con el con-cepto dado en este artículo) para inducir eltipo de transformaciones que estamos obser-vando. Dentro de los límites de la elabora-ción provisional, este ejercicio intenta abrir elcamino a una codificación teórica significati-va de los procesos actuales de transforma-ción social, procurando así un significadoteórico al tipo ideal de sociedad de redes. Es-pero que el lector sea lo suficientemente be-névolo como para utilizar lo que encuentreútil en este esfuerzo y deseche el resto. Asi-mismo espero que todos acabemos poradoptar la idea de teoría desechable.

CONCEPTUALIZACIÓN DE ESTRUCTURASOCIAL

Las sociedades humanas están hechas dela interacción conflictiva entre seres huma-nos organizados dentro y en torno a una

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estructura social dada. Esta estructura so-cial está formada por la interacción entre lasrelaciones de producción/consumo; las rela-ciones de experiencia y las relaciones de po-der. El significado es constantementeproducido y reproducido a través de la inte-racción simbólica de actores enmarcados poresta estructura social y que están al mismotiempo actuando para cambiarla o para repro-ducirla. Denomino significado, a la identifica-ción simbólica de un actor del propósito desu acción. La consolidación del significadocompartido por medio de la cristalización deprácticas en configuraciones espacio-tempo-rales crea las culturas, o sea, sistemas de va-lores y creencias que informan códigos decomportamiento. No existe dominanciasistémica en esta matriz de las relaciones.Existen todos los estratos de estructura so-cial y causalidad social, plegados entre sí,distinguibles sólo en términos analíticos.Por tanto, el significado no se produce enel ámbito cultural: es el ámbito cultural elque se produce por la consolidación delsignificado. El significado resulta de la in-teracción simbólica de mentes que estánecológica y socialmente constreñidas y almismo tiempo son biológica y cultural-mente capaces de innovar. El significado esproducido, reproducido y discutido en todoslos estratos de la estructura social, tanto en laproducción como en el consumo y en la ex-periencia como en el poder. Aquello que sig-nifica algo para alguien es definido por lainterminable reconstrucción de los seres hu-manos, de las fuentes y los propósitos de susacciones, siempre restringidas, pero nuncapreescritas. Así, la producción puede orien-tarse hacia la glorificación cíe Dios (y el cas-tigo de los infieles) de la misma forma que lacreencia religiosa puede torcerse al serviciode la acumulación de capital. Lo que ocurrerealmente, cuándo y dónde (normalmentepor una combinación al azar de aconteci-mientos sociales dentro de una estructurasocial preexistente e históricamente deter-minada) conforma sociedades específicas,tales como la «sociedad de redes».

La producción es la acción de la hu-manidad sobre la materia (naturaleza) paraapropiársela y transformarla en su benefi-cio con el fin de obtener un producto, con-sumir (de forma desigual) parte del mismoy acumular el superávit para su inversiónde acuerdo con las metas decididas por lasociedad. El consumo es la apropiacióndel producto por parte de los humanospara su beneficio personal. De una formaanalítica, es un componente del procesode producción visto desde la otra cara.

La experiencia es la acción de los hu-manos sobre sí mismos, determinada porla interacción de sus identidades biológi-cas y culturales y en relación con sus en-tornos sociales y naturales. Está construidaen torno a la búsqueda interminable de lasatisfacción de las necesidades y los de-seos humanos.

El poder es la acción de los humanossobre otros humanos para imponer su vo-luntad sobre otros por medio del uso, po-tencial o real, de la violencia simbólica ofísica. Las instituciones de la sociedad es-tán construidas para hacer cumplir las rela-ciones de poder existentes en cada períodohistórico, incluyendo los controles, límitesy contratos sociales alcanzados en las lu-

chas por el poder.La producción, más concretamente,

está organizada en relaciones de clase (orelaciones de producción) que definen elproceso por el cual los humanos, depen-diendo de la posición que ocupan en elproceso de la producción, deciden la orga-nización de la producción, el reparto y losusos del producto junto con su consumo einversión, así como la apropiación diferen-cial del producto (consumo). El principioestructural bajo el cual se produce la apro-piación y el control del superávit caracteri-za el modo de producción, como porejemplo, el capitalista o el estatista. El con-cepto de modo de producción perteneceexclusivamente a las relaciones de produc-ción. Bajo esta perspectiva, la noción de es-tado capitalista, por ejemplo, queda vacía

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de significado teórico, si bien puede carac-terizar de forma útil una observación empí-rica cuando un estado en particular estáadaptado principalmente para la conserva-ción y promoción de las relaciones de pro-ducción sociales capitalistas.

La experiencia se estructura en torno afas relaciones sexuales/de género, que his-tóricamente están organizadas alrededorde la familia y se han caracterizado hastaahora por el dominio de los hombres so-bre las mujeres y los niños. Las relacionesfamiliares y la sexualidad constituyen loscimientos de los sistemas de personalidad,entendiendo por personalidad, la indivi-dualización de las relaciones sociales enmentes específicas, en interacción con losrasgos biológicos del cerebro.

El poder se fundamenta en la habili-dad para ejercer la violencia. Histórica-mente, el monopolio de la violencia física,personificado en el Estado, ha constituidola mayor expresión de las relaciones de po-der. Fuera de la esfera directa del Estado, elejercicio del poder dentro de las organizacio-nes de la producción o en aparatos de expe-riencia (tales como la familia) confiabaprincipalmente en la habilidad de estosaparatos para apelar al estado (o a otrosparaestados, como por ejemplo la Iglesia),para hacer cumplir de forma violenta lasreglas dominantes a los sujetos inquietos.Sin embargo, la violencia simbólica haconstituido siempre una dimensión funda-mental del poder y con el tiempo aumentasu importancia, al progresar las sociedadesen el establecimiento de límites institucio-nales al ejercicio de la violencia de formaarbitraria. Por violencia simbólica me refie-ro a la capacidad de un código simbólicodado para borrar un código distinto de lamente del sujeto sobre el cual se está ejer-ciendo el poder.

La comunicación simbólica entre hu-manos y la relación entre humanos y natu-raleza, a través de la producción/consumo,experiencia y poder, cristaliza por encimade la historia en ciertos territorios, gene-

rando así culturas que continúan viviendode forma independiente. Los sujetos pue-den adoptar/adaptarse a las culturas constru-yendo sus identidades, o pueden construir supropia identidad individual por medio de la •interacción de las distintas culturas disponi-bles y su propia capacidad simbólica decombinación, influidos por su experienciaparticular.

Existe otro estrato mezclado con laproducción/consumo, experiencia, podery cultura: la tecnología. Por tecnología merefiero al «uso del conocimiento científicopara especificar formas de hacer cosas demanera reproducible». La tecnología estárepresentada en las relaciones técnicas quese encuentran socialmente condicionadas,por lo que por sí misma, no constituye unadimensión independiente y no humana.En principio, al utilizarse la aplicación delconocimiento para la obtención de un pro-ducto de cierto tipo, podría relacionarseprincipalmente con el proceso de produc-ción, dentro del cual cabría distinguir enton-ces entre relaciones sociales de producción yrelaciones técnicas de producción tal y comopropone el modelo marxista y como yo mis-mo he propuesto en mi trabajo anterior.Ahora encuentro esta postura cuestiona-ble, debido al hecho de que la tecnologíaes un elemento tan decisivo en el ámbitodel poder ( la tecnología militar, por ejem-plo) como en el de la producción. De igualmodo, la tecnología tiene un papel esen-cial al poner marco a las relaciones de ex-periencia: por ejemplo, la tecnología deasistencia a la reproducción humana ponemarco a la sexualidad y a las relaciones fa-miliares. Por lo tanto, debemos integrar latecnología en su propio campo como un es-trato específico de la estructura social, si-guiendo una antigua tradición de la ecologíahumana. Me gustaría utilizar en la concep-tualización de la tecnología como estrato dela estructura social el concepto tourainianode «modo de desarrollo», (también coinci-dente con el marco analítico de Bell), quedefiniré en mis propios términos como:

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»los ajustes tecnológicos a través de los cua-les los humanos actúan sobre la materia (na-turaleza), sobre sí mismos y sobre otroshumanos». Por ajustes tecnológicos, me re-fiero al conjunto de herramientas, reglas yprocedimientos a través de los cuales se apli-ca el conocimiento científico a una tarea de-terminada de forma reproducible. Los modosde desarrollo vienen definidos por su para-digma tecnológico central y su principio deactuación. Siguiendo y adaptando al área dela sociología la definición del paradigma tec-noeconómico de Christopher Freeman,identificaré como paradigma tecnológico unconglomerado de innovaciones técnicas, or-ganizativas y gestoras interrelacionadas, cuyasventajas residen en forma de productividad yeficiencia superiores en la consecución de unameta asignada como resultado de la siner-gia de sus componentes (1982). Cada para-digma está constituido alrededor de unconjunto fundamental de tecnologías espe-cíficas de ese paradigma y cuya confluen-cia en un conjunto sinergico establece elparadigma. Por tanto, energía en el casodel paradigma industrial, tecnologías de lainformación y las comunicaciones (inclu-yendo la ingeniería genética) en el del pa-radigma de la información.

La tecnología como herramienta mate-rial y el significado como construcciónsimbólica, a través de las relaciones de pro-ducción/consumo, experiencia y poder, con-forman los ingredientes fundamentales de laacción humana, acción, que produce y mo-difica principalmente la estructura social.

LA SOCIEDAD DE REDES: VISIÓN GENERAL

Durante las últimas dos décadas del sigloveinte y a nivel mundial, ha tenido lugarun conjunto de transformaciones socialesrelacionadas entre sí. Si bien las culturas,instituciones y trayectorias históricas intro-ducen un amplio margen de diversidad enlas manifestaciones reales de cada una deestas transformaciones, puede demostrarseque en conjunto, la gran mayoría de las so-

ciedades se ha visto afectada de forma fun-damental por estas transformaciones. Todasjuntas constituyen un nuevo tipo de estructu-ra social que yo denomino sociedad de re-des por razones que espero acabenresultando obvias. Resumiré a continua-ción las principales características de di-chas transformaciones en un ordensecuencial que en absoluto implica tipo al-guno de jerarquía causal.

Hemos entrado en un nuevo paradig-ma tecnológico centrado en la ingenieríagenética y en las tecnologías de la informa-ción y las comunicaciones basadas en lamicroelectrónica. En este sentido, lo carac-terístico de la sociedad de redes no es elpapel crítico del conocimiento y la infor-mación puesto que el conocimiento y lainformación eran ya importantes en todaslas sociedades. Por tanto, debemos aban-donar la idea de ‘sociedad de la informa-ción», que yo mismo he utilizado a veces,por no ser específica y conducir a confu-sión. Lo que constituye una novedad ennuestra era es el conjunto de nuevas tecno-logías. Yo sostengo que representan uncambio más acusado en la historia de latecnología, que las tecnologías asociadas ala Revolución Industrial o que aquellasque tienen que ver con la anterior revolu-ción de la información (la imprenta). Esmás, sólo nos hallamos en el umbral deesta revolución tecnológica, puesto que In-ternet se está convirtiendo en una herra-mienta universal de comunicación interactivaal estar produciéndose un cambio desde lastecnologías que se centran en la utilizacióndel ordenador a aquellas otras difundidas através cle las redes, gracias a los avances clela nanotecnología (y por tanto, en la capa-cidad difusora de los recursos de informa-ción) e incluso algo mas importante, alhaber desatado la revolución biológica, ha-ciendo posible por primera vez el diseño yla manipulación de organismos vivos, in-cluidos los órganos humanos. Un elemen-to también característico de este paradigmatecnológico es el uso de la tecnología de la

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información basada en el conocimientopara aumentar y acelerar la producción deconocimiento e información dentro de unvirtuoso círculo que se autoexpande. Dadoque el tratamiento de la información estáen la fuente de la vida y de la acción so-cial, cada ámbito de nuestro sistema ecoso-cial se ve transformado.

Vivimos en una nueva economía ca-racterizada por tres rasgos fundamentales.El primero es de carácter inforrnacional , osea, la capacidad de generar conocimientoy de tratar/gestionar información determi-na la productividad y competitividad detodo tipo de unidades económicas, ya seanempresas, regiones o países. Aunque el nue-vo sistema tecnológico tardó dos décadas enrecoger los dividendos de su productividadobservamos ahora un crecimiento substancialde la productividad en las economías y secto-res económicos más avanzados, a pesar dela dificultad que conlleva la cuantificaciónde la productividad informacional en tér-minos de categorías de la era industrial.

El segundo rasgo lo constituye el he-cho de que esta economía es de carácterglobal en el estricto sentido de que el nú-cleo de sus actividades estratégicas tiene lacapacidad de trabajar como unidad a esca-la mundial en tiempo real o en un tiempoelegido. Por núcleo de actividades, me re-fiero a los mercados financieros, la cienciay la tecnología, el comercio internacionalde bienes y servicios, los servicios avanzadosde empresa, las compañías de producción anivel internacional y sus redes auxiliares, losmedios de comunicación y el trabajo alta-mente especializado. La mayoría de los tra-bajos no son en efecto globales, pero todaslas economías se encuentran bajo la influen-cia de los movimientos de su núcleo globali-zado. La globalización es muy selectiva.Continúa por unificar todo aquello que, deacuerdo con los intereses predominantes,tiene valor en cualquier punto del planetay por descartar todo aquello (personas,empresas, territorios, recursos) que no tienevalor o que se ha devaluado, en una cam-

biante geometría de construcción creativay una creación de valor destructiva.

El tercer rasgo se refiere al carácter dered de esta nueva economía. En el corazónde la capacidad de conexión de la econo-mía global y en la flexibilidad de la pro-ducción internacional aparece una nuevaforma de organización económica: la em-presa en red. No se trata de una red de em-presas. Se trata de una red hecha bien apartir de empresas o segmentos de empre-sas y/o a partir de la segmentación internade las empresas. Las grandes compañías sedescentralizan de forma interna por mediode redes. Las pequeñas y medianas empre-sas están conectadas a través de redes. To-das estas redes se conectan entre sí paradesarrollar proyectos empresariales especí-ficos y cambian su conexión a otras redestan pronto como el proyecto finaliza. Lasgrandes compañías trabajan con una estrate-gia que consiste en cambiar alianzas y socie-dades especiales para un proyecto, proceso,tiempo, y espacio dados. Además, estas coo-peraciones se basan cada vez más en el he-cho de compartir información. Éstas sonredes de información que en el límite co-nectan a proveedores y clientes a través deuna empresa que actúa básicamente de in-termediaria entre la oferta y la demanda yque recoge una tasa por su habilidad parael tratamiento de la información.

La unidad de este proceso de produc-ción no es la empresa, sino el proyectoempresarial. La empresa sigue siendo launidad legal de acumulación de capitalpero ya que el valor de la empresa depen-de principalmente de su cotización en laBolsa, la unidad de acumulación de capitalmisma (la empresa) se convierte en unnodo de una red global de flujos financie-ros. Dentro de esta economía, el estratodominante es el mercado financiero glo-bal, en el que acaban negociándose todaslas ganancias procedentes de todas las ac-tividades y de todos los países. Este merca-do financiero global funciona sólo en partede acuerdo con las reglas del mercado. Los

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movimientos de información que se origi-nan en distintos puntos le dan forma y lomueven y los sistemas de telecomunicacio-nes lo procesan y transmiten casi instantá-neamente, debido a la ausencia deregulación institucional referente a los flu-jos de capital global.

Esta nueva economía (informacional,global y de red) es ciertamente capitalista.De hecho, por primera vez en la historia, elplaneta entero es capitalista en la práctica(exceptuando a Corea del Norte, pero no aCuba o a Myanmar y desde luego tampoco aChina). Pero ésta es una nueva versión delcapitalismo en la que las reglas concernien-tes a la inversión, acumulación y recompen-sa han cambiado de forma substancial (verGiddens y Hutton, 2000). Además, puestoque nada indica que el capitalismo seaeterno, resulta vital concentrarse en las ca-racterísticas de la nueva economía porquepuede sobrevivir al modo de producciónen el que nació una vez que el capitalismosea retado de forma decisiva y/o se suma enuna crisis estructural producto de sus contra-dicciones internas (después de todo, el esta-tismo murió debido a sus propios fallos).

El trabajo y el empleo han sido trans-formados de manera substancial dentrode/por la nueva economía. Pero en contrade la creencia general, no se ha producidoun desempleo masivo a consecuencia dela tecnología de la información. Los resul-tados empíricos son concluyentes a esterespecto (Carnoy, 2000). Aún así, Europasufre un serio problema de desempleo queno está relacionado con la tecnología y enlos países en vías de desarrollo se da unimportante problema de subempleo causa-do por el atraso económico e institucionalincluyendo la difusión insuficiente y el usoineficiente de las tecnologías de la infor-mación. Se está produciendo una transfor-mación decisiva en el trabajo y el empleo.Causada por la globalización y la empresaen red y ayudada por las tecnologías de lainformación y las comunicaciones, la trans-formación más importante operada en el

modelo de empleo concierne al desarrollode la flexibilidad en el trabajo, como formadominante de los ajustes laborales. El tra-bajo a tiempo parcial, el trabajo temporal,el autoempleo, el trabajo con contrato, losajustes laborales de carácter informal o se-miinformal y la implacable movilidad ocu-pacional son los nuevos rasgos clave delnuevo mercado laboral. La feminizacióndel trabajo remunerado conduce al surgi-miento de »la mujer flexible» que estáreemplazando de forma gradual al «hom-bre de organización», como precursora delnuevo tipo de trabajador. La transformaciónmás importante es la individualización deltrabajo, invirtiendo el proceso de socializa-ción de la producción característico de la eraindustrial y aún enraizado en nuestro sistemaactual de relaciones industriales.

El proceso del trabajo está interconec-tacto entre empresas, regiones y países enuna división del trabajo en escala espacialen la que las redes locales son más impor-tantes que las jerarquías de los lugares. Lostrabajadores se dividen fundamentalmenteen dos categorías: trabajadores autoprogra-mables y trabajadores genéricos. Los pri-meros están dotados de la habilidad dereciclarse a sí mismos y adaptarse a nuevastareas, nuevos procesos y nuevas fuentesde información, como la tecnología o lademanda y los gerentes aceleran su capaci-dad para el cambio. El trabajador genérico,al contrario, es intercambiable y desechabley coexiste en los mismos circuitos con má-quinas y mano de obra no cualificada proce-dente de todas las partes del mundo. Másallá de la esfera del trabajador «empleable»,legiones de personas descartadas y deva-luadas forman el planeta creciente de losirrelevantes, con el cual se establecen co-nexiones perversas desde empresas capita-listas no oficiales a través del boom de lacriminal economía global. Debido a queesta división se establece en términos decapacidades informacionales, junto con laindividualización del sistema de recom-pensa y a la falta de una política pública

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específica destinada a corregir las tenden-dencias estructurales, hemos sido testigosdurante los últimos 20 arios de la dramáticaoleada de desigualdad, polarización y ex-clusión social en todo el mundo en generaly en la mayoría de los países, en concretoentre las sociedades avanzadas, en EstadosUnidos y en el Reino Unido (ver (JNDP—Pro-

grama de Desarrollo de las Naciones Uni-das—, 1999; Hutton, 1996; Castellss, 2000b).

En el ámbito cultural vernos el surgi-miento de un modelo similar de redes, deflexibilidad y comunicación simbólica efíme-ra dentro de una cultura organizada princi-palmente en torno a un sistema integrado decomunicaciones electrónicas, incluyendoobviamente, Internet. Las expresiones cultu-rales de todo tipo están siendo encerradas omoldeadas de forma cada vez más frecuentepor este hipertexto electrónico. Pero el nuevosistema de comunicación no se caracterizapor lanzar mensajes unilaterales e indiferen-ciados a través de un número limitado decanales, lo cual constituía el mundo de losmedios de comunicación. Y no es una al-dea global. Las comunicaciones son extraor-dinariamente diversas y envían mensajesdestinados a segmentos específicos de la au-diencia en respuesta a los diferentes deseosde esos segmentos. Cada vez son más globa-les, saltando de uno a otro, de la TV de reda la TV por cable o por satélite, la radio, elvídeo, los aparatos portátiles e Internet.Todo el conjunto viene junto en el sistemamultimedia cuyo soporte es el ordenadorque opera por medio de una caja digitalque abre cientos de canales de comunica-ción interactiva llegando desde lo global ylo local. Aunque hay una concentración oli-gopolística de grupos multimedia, tambiénhay una segmentación del mercado y un au-mento de la audiencia interactiva enviandola uniformidad de la audiencia masiva. Debi-do a la globalización y la flexibilidad de estesistema de intercambio simbólico, la mayoríade las expresiones culturales están encerra-das en él, induciendo así a la formación de loque yo llamo «virtualidad real». Nuestro en-

torno simbólico se encuentra estructuradoen general por este flexible hipertexto glo-bal en el que mucha gente navega todoslos días. La virtualidad de este texto es dehecho una dimensión fundamental de larealidad que nos proporciona los símbolosy los iconos desde los cuales pensamos ypor tanto, existimos.

Este creciente encierro de la comuni-cación en el espacio de un hipertexto elec-trónico flexible e interactivo, no sóloconcierne a la cultura, sino que tambiéntiene un efecto importante en la política.En casi todos los países, los medios de co-municación se han convertido en el esce-nario de la política. La gente recibe lainformación, hasta extremos clesorbitantes,en base a la cual se forma una opinión po-lítica y estructuran su comportamiento através de los medios de comunicación ymás concretamente, de la televisión y la ra-dio. La política de los medios de comuni-cación necesita comunicar mensajes muysimples. El mensaje más sencillo es el de laimagen. La más sencilla de las imágenesindividualizadas es la de una persona. Lacompetición política gira cada vez más entorno a la personalización de la política.Las armas políticas más eficaces son losmensajes negativos. El mensaje negativomás eficaz es la difamación de la persona-lidad del oponente y/o de las organizacio-nes que le prestan apoyo. El marketingpolítico es un medio esencial para ganar lacompetición política, incluyendo, en la erade la información, la presencia de los me-dios de comunicación, la publicidad en es-tos medios, la banca telefónica, el mailing,el hacer y deshacer de la imagen. De estaforma, la política se convierte en un nego-cio muy caro que va mucho más allá de losmedios de financiación política tradiciona-les, en una época en la que la gente se re-siste a dar más dinero de sus impuestos alos políticos. Por eso, los partidos y suslíderes utilizan el acceso al poder comoinstrumento para la obtención che recursosdestinados a su negocio. La corrupción

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política se ha convertido en un rasgo sisté-mico de la política de la era de la informa-ción. Puesto que la difamación necesitaalimentarse con datos de vez en cuando, lacorrupción política sistémica proporcionauna gran oportunidad ya que se crea todoun mercado de intermediarios que filtran ycontrarrestan información dañina. La polí-tica del escándalo ocupa un lugar centralde la competición política en estrecha rela-ción con los medios de comunicación ycon la cooperación de jueces y fiscales, lasnuevas estrellas de nuestros culebrones polí-ticos. La política se ha convertido en una ca-rrera de caballos y en una tragicomediaalimentada por la avaricia, las maniobras en-tre bambalinas, las traiciones y a menudo, laviolencia y el sexo, género cada vez menosdistinguible de los guiones de TV.

Corno todas las transformaciones his-tóricas, el nacimiento de una estructura so-cial nueva está ligado a una redefiniciónde los cimientos materiales de nuestravida, «del tiempo y del espacio», como Gid-dens (1984), Adam, Lash y Urry (1994),Thrift (1990) y Harvey (1990), entre otros,han afirmado. Propongo una hipótesis se-gún la cual existen dos nacientes formassociales de espacio y tiempo que caracteri-zan la sociedad de redes, aunque coexis-ten con las formas anteriores de espacio ytiempo. Éstas son: el tiempo sin tiempo yel espacio de flujos. Contrastando con elritmo del tiempo biológico característicode la mayor parte de la existencia humanay con el tiempo del reloj característico dela era industrial, el tiempo sin tiempo se de-fine por el uso de las nuevas tecnologías dela información y las comunicaciones en unesfuerzo implacable por aniquilar el tiempo.Por una parte, el tiempo está comprimido(como las transacciones financieras globalesque se efectúan en una fracción de segundoo en el intento de luchar en «guerras instantá-neas») y por otra, el tiempo está «des-secuen-ciado», incluyendo un pasado, presente yfuturo que pasan en una secuencia al azar(como en el hipertexto electrónico o en el

difuminarse de los patrones del ciclo vitaltanto en el trabajo como en la paternidad).

El espacio de los flujos se refiere a laposibilidad tecnológica y organizativa deordenar la simultaneidad de las prácticassociales sin contigüidad geográfica. Lasfunciones más dominantes en nuestra so-ciedad (mercados financieros, redes detransacciones de producción, sistemas demedios de comunicación) están organiza-das en torno a un espacio de flujos. Y portanto, para llevar a cabo un número cre-ciente de prácticas sociales alternativas(como los movimientos sociales) así comoredes de interacción personal. Sin embar-go, el espacio de flujos sí incluye una di-mensión territorial, dado que requiere deuna infraestructura tecnológica que operadesde ciertos sitios y dado que conectafunciones y personas situadas en lugaresespecíficos. Aunque el significado y la fun-ción del espacio de flujos depende de losflujos procesados en las redes, está en cla-ro contraste con el espacio de los lugaresen los que significado, función y localidadestán estrechamente interrelacionados.

La institución poseedora del podermás importante de la historia de la huma-nidad, el Estado, también está sufriendo unproceso de transformación drástico. Poruna parte, su soberanía ha sido cuestiona-da por los flujos de opulencia global, de co-municaciones y de información. Por otraparte, su legitimidad está siendo socavadapor la política de los escándalos y por su de-pendencia de la política de los medios. Eldebilitamiento de su poder y de su credibili-dad lleva a la gente a construir sus propiossistemas de defensa y de representación al-rededor de sus identidades, deslegitimandoasí aún más al Estado. Sin embargo, el Esta-do no desaparece, sino que se adapta y setransforma. Por una parte, construye socie-dades entre estados-nación y comparte la so-beranía para conservar la influencia. LaUnión Europea es el caso más obvio, peroalrededor del mundo se está produciendoun cambio de poder en favor de instituciones

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multinacionales y transnacionales, talescomo OTAN, FMI/Banco Mundial, agenciasde las Naciones Unidas, OrganizaciónMundial del Comercio, asociaciones co-merciales regionales y otras similares. Porotra parte, para recuperar legitimidad lamayoría de los estados se han comprome-tido en un proceso de devolución del po-der, descentralizando las responsabilidadesy los recursos hacia nacionalidades, regio-nes, y gobiernos locales, haciendo a menudoextensiva esta descentralización a organiza-ciones no gubernamentales. El área interna-cional también está siendo testigo de laproliferación de organizaciones no guber-namentales influyentes y dotadas de recur-sos que interaccionan con los gobiernos ycon las instituciones políticas multinacio-nales. Por tanto, el nuevo Estado no es, engeneral, un estado-nación. El Estado en laera de la información es un estado de red,un estado hecho a partir de una complejared de poder compartido y toma de deci-siones negociada entre instituciones inter-nacionales, multinacionales, nacionales,regionales, locales y no gubernamentales.

Existen dos tendencias comunes en es-tos procesos de transformación que juntasapuntan a un nuevo paisaje histórico. Enprimer lugar, ninguna de ellas podría ha-berse producido sin las nuevas tecnologíasde la información y de las comunicaciones.Así que aunque la tecnología no es la cau-sa de la transformación, sí es, en efecto, unmedio indispensable. Y de hecho, es loque constituye la novedad histórica de estatransformación multidimensional. En se-gundo lugar, todos los procesos están re-presentados por formas organizativas queestán construidas sobre redes o para sermás precisos, sobre redes de información.Por tanto, para analizar la emergente es-tructura social en términos teóricamentesignificativos, tenemos que definir las re-des de información y tratar el papel estra-tégico que desempeñan al fomentar y darforma a los procesos de transformación so-cial actuales.

ESTRUCTURA SOCIAL Y MORFOLOGÍASOCIAL: DE LAS REDES A LAS REDES

DE INFORMACIÓN

Una red es un conjunto de nodos interco-nectados. Un nodo es el punto en el que lacurva se corta a sí misma. Las redes sonuna forma muy antigua de organizaciónsocial. Lo que ocurre es que han aceptadouna nueva vida dentro de la era de la infor-mación al convertirse en redes de informa-ción poderosas gracias a la tecnología dela información. En efecto, las redes han te-nido tradicionalmente una gran ventaja yun gran inconveniente en contraste conotras configuraciones de morfología social,como las jerarquías centralizadas. Por unaparte, son las formas de organización másflexibles y adaptables, capaces de desarro-llarse al mismo tiempo que lo hace su en-torno así como la evolución de los nodosque componen la red. Por otra parte, en-cuentran una gran dificultad en la coordi-nación de funciones, en enfocar losrecursos hacia la consecución de metas es-pecíficas y en manejar la complejidad deuna tarea dada más allá de cierto tamañode la red. Por ello, aunque eran la formanatural de expresión social, eran explota-das normalmente como herramientas ins-trumentales. Durante la mayor parte de lahistoria de la humanidad y al contrario que.en la evolución biológica, las redes hansido explotadas por organizaciones capa-

-ces de dominar los recursos destinados aconseguir metas definidas centralmente yconseguidas a través de la implementaciónde tareas en un orden racionalizado de cade-nas verticales de manejo y control. Pero porprimera vez, la introducción de las tecnolo-gías de la información y las comunicacionesha permitido a las redes mantener la flexibi-lidad y la facilidad de adaptación afianzandoasí su naturaleza evolutiva. Mientras, al mis-mo tiempo, estas tecnologías permiten lacoordinación y el manejo de la complejidad,a modo de sistema interactivo que presentaefectos de retroalimentación y patrones de

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comunicación desde cualquier punto aotro dentro de las redes. Sigue una combi-nación de flexibilidad e implementaciónde tareas sin precedentes, que proporcio-nan una morfología social superior paratoda acción humana.

Las redes descentralizan la actuación ycomparten el proceso de toma de decisio-nes. Por definición, una red no tiene cen-tro. Funciona en base a una lógica binaria:inclusión/exclusión. Todo aquello queexiste en una red es necesario para la exis-tencia de dicha red. Lo que no está en unared, no existe desde la perspectiva de esared y por tanto debe ser o bien ignorado(si no resulta relevante para la tarea de lared) o bien eliminado (si compite en térmi-nos de metas o actuaciones). Si un nodode una red deja de llevar a cabo una fun-ción útil es eliminado progresivamente dela red y ésta se reajusta, como ocurre conlas células en los procesos biológicos. Al-gunos nodos tienen más importancia queotros pero todos se necesitan los unos alos otros mientras pertenezcan a la red.Ninguna dominación nodal es sistémica.Los nodos aumentan su importancia pormedio de la absorción mayor de informa-ción y el aumento de la eficacia en el trata-miento de la misma. Si fallan en su actuación,otros nodos toman el control de sus tareas.Por ello, la importancia y el peso relativo delos nodos no se deriva de sus característicasespecíficas, sino de su habilidad para ser dig-no de confianza de la red a la hora de com-partir información. En este sentido, losnodos principales no actúan como centros,sino como interruptores, que siguen en sufunción una lógica de red en vez de unalógica de control con respecto a la totali-dad de la estructura.

Las redes son neutrales o en otras pa-labras, están libres de valor corno formassociales. Igual besan que matan: no esnada personal. Procesan las metas para lasque están programadas. Todas las metasque están en contradicción con las metasprogramadas son eliminadas por los com-

ponentes de la red. En este sentido, unared es un autómata. Pero, ¿Quién progra-ma la red? ¿Quién decide las reglas a seguirpor el autómata? Los actores sociales, natu-ralmente. Así que existe una lucha socialque persigue la asignación de metas a lasredes. Pero una vez que la red ha sido pro-gramada impone su lógica sobre todos susmiembros (los actores). Los actores ten-drán que seguir su estrategia dentro de lasreglas de la red. Para la asignación de dis-tintas metas al programa de la red (en con-traste con el perfeccionamiento delprograma dentro del mismo conjunto demetas), los actores tienen que retar a la reddesde fuera y de hecho, destruirla por mediode la construcción de una red alternativa entorno a valores alternativos. O también pormedio del establecimiento de una estructuradefensiva externa a la red (una comuna) queno permita conexiones fuera de su propioconjunto de valores. Las redes pueden co-municarse si tienen metas compatibles, peropara ello necesitan de actores que poseancódigos de acceso compatibles para esta-blecer los enlaces. Son los interruptores oposeedores del poder en nuestra sociedad(al igual que en las conexiones entre losmedios de comunicación y la política, losmercados financieros y la tecnología, laciencia y el ejército y el tráfico de drogas yla economía global a través del blanqueode dinero).

La velocidad y la forma de las transfor-maciones sociales, acomodándose segúnuna nueva forma de organización social,vienen de la amplia introducción cle las re-des de información como forma organiza-tiva predominante. ¿Por qué ahora? Larespuesta descansa en la disponibilidad si-multánea de las nuevas tecnologías de lainformación flexibles y de un conjunto cleacontecimientos históricos que ocurrierona la vez por casualidad alrededor de losarios sesenta y setenta. Estos acontecimien-tos incluyen la reestructuración del capita-lismo haciendo énfasis en la liberalizacióny desregularización; el fracaso del estatismo

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en su intento de reestructuración, incapazde adaptarse al informacionalismo; la in-fluencia de la ideología libertaria surgidade movimientos sociales contraculturales alo largo de los años sesenta y el desarrollode un nuevo sistema de medios de comu-nicación que encierra expresiones cultura-les por medio de un hipertexto interactivode carácter global/local. La interacción detodos estos procesos favoreció la adopciónde las redes de información como formade organización más efectiva. Una vez in-troducidas y dotadas de poder por la tec-nología de la información, las redes deinformación fueron eliminando gradual-mente a través de la competencia a otrasformas de organización basadas en una lógi-ca social distinta. En este sentido, tienden aasegurar la primacía de la morfología socialsobre la acción social. Aclararé el significa-do de esta frase yendo al mismo centro delargumento, que es éste: por el examen delgrado de especificación de la introducciónde las redes de información en una estruc-tura social se deduce el conjunto de trans-formaciones observables tal y como se hanpresentado en el apartado anterior. O, enotras palabras, cómo y por qué las redesde información conforman la espina dorsalde la sociedad de redes.

EL PAPEL DE LAS REDES DE INFORMACIÓNEN LA CONFIGURACIÓN DE LASRELACIONES DE PRODUCCIÓN,CONSUMO, PODER, EXPERIENCIAY CULTURA

Las redes de información, tal y como hansido definidas anteriormente, contribuyenen gran medida a la transformación de laestructura social en la era de la informa-ción. Para estar seguros, esta transforma-ción multidimensional cuenta con otrasfuentes que interaccionan con el efecto es-pecífico de las redes de información, comoya se ha dicho. Sin embargo, en este análi-sis me centraré en la especificación de lainteracción entre esta nueva morfología so-

cial y la evolución de la estructura social.Seré tan breve como me sea posible con elfin de evitar la repetición de argumentos yobservaciones ya presentadas en este texto.

Una estructura social resulta transfor-mada cuando se dan de forma simultáneay sistemica transformaciones en las relacio-nes de producción/consumo, poder y expe-riencia, que conducen principalmente a latransformación de la cultura. Las redes de in-formación juegan un papel fundamental enel conjunto de transformaciones que he ana-lizado en mi trabajo y que resumo a conti-nuación: así es el cómo y el por qué.

RELACIONES DE PRODUCCIÓN

Aunque supongo que las redes de infor-mación darán forma en breve a otros modosde producción, por ahora sólo podemosevaluar su efecto en el modelo de produc-ción capitalista. Las redes invierten los dostérminos de la relación (capital, trabajo) y surelación. Transforman el capital mediante laorganización de su circulación por las re-des globales convirtiéndolo en el ámbitodominante del capital; aquel cuyo valor,procedente de cualquier origen, aumentao (desciende) y está principalmente reali-zado. Los mercados financieros globalesson redes de información. Constituyen un«capitalista” colectivo, independiente decualquier capitalista en particular (aunqueno ajenas a él) y activadas por reglas queson sólo reglas mercantiles en parte. Eneste sentido, el capital en la era de la infor-mación se ha convertido en un autómatahecho por el hombre, que a través de me-diaciones impone su determinación estruc-tural en las relaciones de producción. Másconcretamente, los mercados financierosglobales y las redes de gestión constituyenuna red automatizada, gobernada por lainteracción de sus múltiples nodos, impul-sada por la combinación entre la lógicamercantil, las turbulencias informativas ylas estrategias y apuestas de los actores(ver Castellss 2000b).

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La relación entre capital y trabajo (todotipo de capital y todo tipo de trabajo) se or-ganiza en torno a la forma de producciónde la empresa en red. Esta empresa en redse encuentra también globalizada en sunúcleo mediante las redes de telecomuni-caciones y transportes. Así, el proceso estáintegrado de forma global, pero el trabajotiende a la fragmentación local. Se producela integración de la producción al mismotiempo que la especificación de la contri-bución del trabajo al proceso de pro-ducción. El valor dentro del proceso deproducción depende fundamentalmente dela posición que ocupa cada trabajo especí-fico o cada empresa en particular dentrode la cadena de valor. La regla consiste enla individualización de la relación entre elcapital y el trabajo. En un creciente núme-ro de casos, el autoempleo o el pago enacciones de Bolsa conduce a que los traba-jadores se conviertan en poseedores de supropio capital; sin embargo, cualquier ca-pital individual está sujeto a los movimien-tos del autómata global. Como el trabajoviene a ser definido por una red de pro-ducción e individualizado en su relacióncon el capital, la división crítica dentro deltrabajo aparece entre el trabajo en red y eltrabajo de red interrumpido, que viene aser el no trabajo. Dentro del trabajo en redes la capacidad de contribuir a la cadenade producción de valor lo que determinala posición individual ventajosa. Por tanto,la capacidad informacional del trabajo, alasegurarse la posibilidad de ponerse enuna posición estratégica en la red, conducea una segunda división importante que seproduce entre el trabajo autoprogramabley el trabajo genérico. En lo que respecta altrabajo autoprogramable, éste ve sus inte-reses mejor atendidos por el realce de supapel en su actuación destinada a conse-guir las metas de la red, estableciendo asíla competencia entre el trabajo y la coope-ración que se da entre el capital (la empre-sa en red) como regla estructural del juego.La teoría del juego y la de la elección racio-

nal parecen, en efecto, herramientas inte-lectuales adecuadas para entender el com-portamiento socioeconómico en laeconomía de red. En cuanto al trabajo ge-nérico, su estrategia consiste en la supervi-vencia: lo más importante es no serdegradado hasta quedar en el campo del tra-bajo descartado o devaluado ni por la auto-matización ni por la globalización ni porambas al mismo tiempo.

En el análisis anterior, la inclusión delas relaciones de producción en la red lle-va a que las relaciones de clase se difumi-nen. Este hecho no excluye la explotación,la diferenciación o la resistencia social. Noobstante, las clases sociales basadas en laproducción, tal y como se constituyeron yfueron potenciadas por la era industrial de-jan de existir en la sociedad de redes.

RELACIONES DE CONSUMO

Las relaciones de consumo (o la apropiacióndiferencial culturalmente significativa delproducto), vienen determinadas por la inte-racción de las relaciones de producción y lacultura. Quién hace qué dentro de un siste-ma de producción de valor dado, determinaquién obtiene qué. Lo que es valorado comoapropiación se encuentra enmarcado por lacultura. La inclusión en una red de las rela-ciones de producción y la consecuente indi-vidualización del trabajo conduce por unaparte, a un aumento de la diferenciación ycon ello, a la desigualdad en el consumo.También conduce a la polarización y la ex-clusión social siguiendo la oposición entretrabajo autoprogramable y genérico y en-tre trabajo y trabajo devaluado. La habili-dad de las redes para conectar el trabajovalorado con los territorios y para descar-tar el trabajo prescindible de los territorios,potenciando así sus actuaciones mediante lareconfiguración, lleva al crecimiento y aldeclive acumulativo respectivamente. Elsistema tipo «el ganador se queda con todo»equivale en el campo del consumo a la

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expresión de la creación de valor por/den-tro de las redes.

Por otra parte, la fragmentación de lacultura y la individualización de las posicio-nes en las relaciones de producción llevanasociado el aumento de la diversificación delos patrones de consumo. El consumo demasas fue predicado junto a la producciónestándar, las relaciones de producción es-tables y la cultura de masas organizada entorno a emisores predecibles y conjuntosde valores identificables. En un mundo deredes, los individuos autoprogramables es-tán continuamente redefiniendo sus estilosde vida y sus patrones de consumo, mien-tras que el trabajo genérico sólo se preocu-pa por la lucha por la supervivencia.

Como la cultura está siendo fragmen-tada de igual modo y constantemente re-combinada en las redes de un hipertextocaleidoscópico, los patrones de consumosiguen la geometría variable de la apropia-ción simbólica. De este modo, las relacio-nes de producción definen los niveles deconsumo en la interacción de las relacio-nes de producción y entorno cultural,mientras que la cultura induce los patronesde consumo y los estilos de vida.

RELACIONES DE PODER

El impacto más directo de las redes de in-formación sobre la estructura social recaesobre las relaciones de poder. Histórica-mente, el poder residía en organizacionese instituciones que seguían un orden de je-rarquía de centros. Las redes disuelven loscentros, desorganizan las jerarquías y ha-cen materialmente imposible el ejerciciodel poder jerárquico sin procesar instruc-ciones en la red, de acuerdo con las reglasmorfológicas de ésta. Así, las redes de in-formación contemporáneas de capital, pro-ducción, comercio, ciencia, comunicación,derechos humanos, y delito evitan el esta-do-nación, que en general, ha dejado deser la entidad soberana, como ya he discu-tido anteriormente. También está teniendo

lugar un proceso similar, aunque de distintamanera, en otras organizaciones jerárquicasque solían regentar el poder (»aparatos de po-der» según la antigua terminología marxista),como iglesias, escuelas, hospitales y burocra-cias de todo tipo. A modo de ilustración: lasiglesias ven cuestionado el privilegio comoemisores de creencias por la ubicuidad a lahora de enviar y recibir mensajes del hiper-texto interactivo. A pesar del florecimientode las religiones, las iglesias tienen que en-trar en el nuevo mundo de los medios a finde promover su doctrina. Al hacerlo, so-breviven, incluso prosperan, pero tambiénestán constantemente abiertas a los retos a suautoridad. En cierto sentido, se secularizanmediante la coexistencia con lo profanodentro del hipertexto, excepto cuando/si seanclan en el fundan-ientalismo al rechazar in-clinarse ante la red, dando origen así a comu-nas culturales autocontenidas.

El Estado reacciona ante su exclusiónpor parte de las redes de información trans-formándose en una red de estado. Al haceresto, sus antiguos centros se desvanecencomo tal y se convierten en nodos que com-parten el poder y forman redes institucionales.Por ello, en la guerra contra Yugoslavia, enlugar de la hegemonía militar estadouniden-se, la toma de decisiones fue compartida avarios niveles por los gobiernos de los paí-ses miembros de la OTAN, incluyendo lasfrecuentes videoconferencias entre los lí-deres de los principales países en los quese tomaron las decisiones clave. Este ejem-plo va más allá de los anteriores ejemplosde alianzas militares tradicionales en elsentido de que introdujo acciones de gue-rra conjuntas en tiempo real. La OTAN re-sultó afianzada por los estados que laforman cuando éstos, incluyendo a losEEUU, entraron en el mundo de la sobera-nía compartida. Pero los estados individua-les se vieron debilitados en su toma dedecisiones autónoma. La red se convirtióen la unidad.

Por tanto, si bien existen aún las rela-ciones de poder en la sociedad, la tendencia

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a evitar los centros por medio de los flujosde información que circulan por las redescrea una nueva jerarquía fundamental: elpoder de los flujos adquiere primacía so-bre los flujos de poder.

RELACIONES DE EXPERIENCIA

Si las relaciones de poder son las afectadasmás directamente por la dominante lógicade la red, el papel de las redes en la trans-formación de las relaciones de experienciaes más sutil. No forzaré la lógica del análi-sis. No creo en absoluto que debamos verredes donde no las hay por motivos de co-herencia, aunque sí creo que podría resul-tar curioso profundizar un poco en lasconexiones entre las redes y la transforma-ción de las relaciones de experiencia.

Esta transformación, hablando en tér-minos empíricos, gira en torno a la crisisdel patriarcado y sus trascendentales con-secuencias en la familia, la sexualidad y lapersonalidad. La fuente fundamental deesta crisis es la revolución cultural de lamujer y la resistencia del hombre al inter-cambio de sus privilegios ancestrales.Otras fuentes son la feminización del mer-cado laboral (socavando el dominio delhombre en la familia y en la sociedad engeneral), la revolución en las técnicas dereproducción, la centralización de la cultu-ra, la individualización de los patrones devida y el debilitamiento de la autoridad delestado para hacer cumplir el patriarcado.¿Qué tienen que ver las redes en todo esto?

Existe una conexión directa entre la in-clusión del trabajo en redes y la individuali-zación del trabajo y la masiva incorporaciónde la mujer al trabajo remunerado, bajo con-diciones de discriminación estructural. Así,las nuevas relaciones sociales de produc-ción se traducen en una buena relaciónentre da mujer flexible» (forzada a la flexi-bilidad para hacer frente a sus múltiplespapeles) y la empresa en red. Las redes deinformación y la comunicación global sontambién vitales en la difusión de estilos de

vida alternativos, modelos de roles y loque es más importante, de información crí-tica, por ejemplo, acerca del control de lareproducción biológica. Entonces, existeuna conexión adicional significativa. La de-sintegración de la familia patriarcal no dejaa la gente ni a los niños abandonados. To-dos reconfiguran las formas de compartirla vida familiar a través de la red. Esto sehace patente en el caso particular de ma-dres e hijos que han confiado en una for-ma de sociabilidad y solidaridad probadadurante milenios de vida «sumergida». Perotambién los hombres, y los hombres y lasmujeres después de seguir sus caminos,confían en las redes (a veces en torno a hi-jos de distintos matrimonios) tanto para so-brevivir, como para reinventar formas devida en común. Esta tendencia traslada lasbases de las relaciones interpersonales desdesu núcleo a las redes: las redes de individuosy sus hijos, que a propósito, son individuostambién. Lo que queda de las familias setransforma en sociedades que constituyennodos de redes. La sexualidad es “desem-parejada» de la familia y transformada en elconsumo/imágenes estimuladas por el hi-pertexto electrónico. El cuerpo, de acuer-do con lo propuesto por GicIdens hacealgún tiempo, se convierte en la expresiónde la identidad (1991). Es individualizado yconsumido en redes de sexo. A nivel depersonalidad, el concepto de socializaciónse personaliza, individualiza y se construyea partir de modelos compuestos. La habili-dad autónoma para reprogramar la propiapersonalidad se convierte en un rasgo cru-cial para el equilibrio psicológico, reem-plazando el refuerzo de la personalidadexistente, imbuida de valores establecidos.En esta «sociedad de riesgo» (Beck, 1992),el control de la ansiedad es la capacidadpersonal más útil. Surgen dos modos de in-teracción interpersonal contradictorios: poruna parte, las comunas autodependientes,ancladas en sus conjuntos de creencias in-cuestionables y por otra, las redes de indi-viduos en constante cambio.

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Éstas son redes sociales, no redes deinformación. Así que en cierto modo, for-man una parte fundamental de nuestra so-ciedad, pero no necesariamente son unrasgo de la sociedad de redes, a menosque el significado del concepto se extiendamás allá de lo que yo he propuesto: estruc-tura social basada en redes de informa-ción. Sin embargo, como en el caso de latecnología de las comunicaciones, la tec-nología biológica, transgreden las redes ylas redes de individuos se desarrollan para-lelamente como elementos clave de lapráctica social, están en interacción e influ-yendo unas en otras. Así, Internet se estáconvirtiendo en un instrumento de controlde nuevas formas de vida, incluyendo laconfiguración de comunidades on-line deapoyo y aprendizaje colectivo.

Sin embargo, veo una conexión mu-cho más fuerte entre las redes y las relacionesde experiencia a través de las transfon-nacio-nes culturales provocadas por las redes decomunicaciones, ya que la experiencia seconvierte en práctica gracias a su enraiza-miento en los códigos culturales.

LAS REDES Y LA TRANSFORMACIÓN CULTURAL

A lo largo de la historia, la cultura ha sidoproducida por la interacción simbólica enun espacio/tiempo dado. Con la aniquila-ción del tiempo y la conversión del espa-cio en flujos en los que todos los símboloscoexisten sin referencia alguna con la ex-periencia, la cultura se convierte en la cul-tura de la virtualidad real. Adquiere formade red interactiva en el hipertexto electró-nico, mezclando todo y vaciando de signi-ficado cualquier mensaje especifico fuerade este contexto, excepto aquel que tengaun valor fundamental y no comunicableexterno al hipertexto. De esta forma, lacultura se unifica en el hipertexto pero seinterpreta de forma individual (en líneacon la «audiencia interactiva» de la escuelade pensamiento de la teoría de los me-dios). La cultura es construida por el actor,

autoproducida y autoconsumida. Por esto,como existen pocos códigos comunes seproduce un mal entendimiento de formasistémica. Esta cacofonía inducida de ma-nera estructural es la tan celebrada posmo-dernidad. Sin embargo, sí hay un lenguajecomún, el lenguaje del hipertexto. Las ex-presiones culturales que se han dejadofuera del hipertexto son puras experienciasindividuales. El hipertexto constituye la víade comunicación y por tanto, es el suminis-trador de los códigos culturales compartidos.Pero estos códigos son de tipo formal, vacíosde significado específico. El único significadoque comparten es el de ser noclos, o serialesdentro de la red de flujos de comunicación.Su poder comunicativo viene dado por la ca-pacidad de ser interpretados y reajustadosdentro de una vocalidad múltiple de signi-ficados, dependiendo del receptor y del in-teractor. Cualquier significado asignado sevuelve instantáneamente obsoleto, repto-cesado por una miríada de perspectivasdistintas y de códigos alternativos. La frag-mentación de la cultura y la circularidadrepetitiva del hipertexto conducen a la in-dividualización del significado cultural enlas redes de comunicación. La producciónde red, la diferenciación del consumo, ladescentralización del poder y la individuali-zación de la experiencia, son reflejadas, am-plificadas y codificadas por la fragmentacióndel significado en el espejo roto del textoelectrónico, en el cual, el único significadocompartido es el de compartir la red.

CONCLUSIÓN: CAMBIO SOCIAL EN LASOCIEDAD DE REDES

Las estructuras sociales son conjuntos deregularidades de carácter organizativo pro-ducidas históricamente por actores socialesy constantemente retadas y transformadasen última instancia por la acción social deforma deliberada. La sociedad de redes noconstituye ninguna excepción a esta leysociológica, si bien las características deestructuras sociales específicas imponen

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restricciones sobre las características de losprocesos que las transforman. Por tanto, larepetitividad y flexibilidad de las redes deinformación, junto con su capacidad intrín-seca de evitar, ignorar o eliminar instruc-ciones ajenas a las metas para las cualesestán programadas, convierten el cambiosocial de la sociedad de redes en una tareamuy engañosa. Esto se debe a que, apa-rentemente, nada debe cambiar; cualquierentrada puede ser en teoría incorporada ala red, como expresión libre en el sistemaglobal de los medios de comunicación. Sinembargo, el precio de la incorporación esaceptación implícita de la meta programa-da de la red, su lenguaje auxiliar y sus pro-cedimientos de actuación. Por ello, segúnmi hipótesis, hay pocas posibilidades decambio social dentro de una red dada, ode una red de redes. El cambio social debeser entendido como una transformacióndel programa de la red con el fin de asig-narle una nueva meta de acuerdo con unconjunto de valores y creencias distinto. Estocontrasta con la reprogramación de la redpor medio de la incorporación de instruccio-nes compatibles con la meta general.

Debido a la capacidad de la red debuscar nuevas vías de actuación mediantela eliminación de cualquier nodo incompa-tible, creo que el cambio social, en estascircunstancias, ocurre principalmente a tra-vés de dos mecanismos externos ambos ala red dominante. El primero es la nega-ción de la lógica de red mediante la afir-mación de valores que no pueden serprocesados por ninguna red, sólo obedeci-dos y llevados a cabo. Esto es lo que deno-mino comunas culturales, que no tienenpor qué estar ligadas necesariamente alfundamentalismo, pero que se centransiempre en torno al significado contenidoen las mismas. El segundo son las redes al-ternativas, o redes construidas en base aproyectos alternativos que compiten, dered a red, en la construcción de puentes decomunicación con otras redes de la socie-dad, en contra de los códigos de las redes

dominantes en ese momento. Las comunasreligiosas, nacionales, territoriales y étnicasconstituyen ejemplos del primer tipo dereto. El ecologismo, el feminismo, los mo-vimientos en pro de los derechos huma-nos, son ejemplos de redes alternativas.Todos se sirven de Internet y del hipertex-to electrónico de los medios de comunica-ción al igual que las redes dominantes. Noes esto lo que las convierte en redes o co-munas. La división crítica recae en la capa-cidad de sus códigos de comunicarse o nomás allá de su autodefinición específica. Eldilema fundamental de la sociedad de re-des es que el poder ya no reside en las ins-tituciones políticas. El poder real es el de losflujos instrumentales y los códigos culturalesintegrados en las redes. Por lo tanto, el asaltoa estas sedes de poder inmateriales desde fue-ra de su lógica requiere, o bien el anclaje envalores externos o el planteamiento de códi-gos de comunicación alternativos que se ex-tiendan a través del entramado cle redesalternativas. El hecho de que el cambio so-cial se produzca de una u otra forma deter-minará la diferencia entre el comunalismofragmentado y el nuevo transcurrir histórico.

(Traducción: Carmen Gálvez)

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