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Material Manipulativo y de Síntesis de Lenguaje Capítulo IV: Introducción a la lectura Documento revisado 2003

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Material Manipulativo y de Síntesis de Lenguaje Capítulo IV: Introducción a la lectura

Documento revisado 2003

Capítulo IV : Introducción a la lectura

A. Historia del papel que habla B. Lectura de palabras

1. Lectura de nombres: objetos que el niño puede traer, objetos grandes del ambiente, nombres de los niños.

2. Lectura de verbos: serie 1 – verbos en infinitivo, serie 2 – verbos en imperativo

3. Nomenclatura: simples, clasificadas.

4. Estudio de palabras: sufijos: serie I, sufijos: serie II, prefijos: serie III, palabras compuestas: serie IV, familias de palabras.

5. Libros de lectura: tres series preparadas

6. Juegos “para hablar bien”: la casa de los animales, las voces de los animales, grupos de animales, nombres y acciones, animal y su acción, planta y su producto.

C. Lectura de frases lectura de órdenes, lectura de libros preparados, lecturas interpretadas, nomenclatura clasificada, lectura de libros, lectura de secuencias.

A. Historia del papel que habla La lectura la vamos a introducir al niño con un cuento. Hace muchos años llegaron a México, personas que venían de España y se establecieron en diferentes sitios; a estos lugares les llamaron misiones. Ahí enseñaban a las personas originarias del lugar, indígenas, a sembrar algunas plantas que ellos conocían, también a cuidar a algunos animales que trajeron. En una ocasión, el señor que estaba en una misión donde había un huerto muy grande y muchos árboles frutales, cortó 10 de las mejores peras para mandarlas a un amigo. Para llevar a cabo esto, llamó a un niño del pueblo y le pidió que llevara estas peras, que colocó en una canasta junto con un sobre. Para poder llegar a la otra misión, tenía que caminar varias horas, pues estaba muy lejos. Cuando el niño iba mitad de camino, sintió mucha sed y cansancio, se sentó a la sombra de un árbol y se le antojó tomar una pera. Vio primero a su alrededor para comprobar que nadie lo veía y habiendo terminado la pera, siguió su camino. Por fin llegó a la otra misión, saludó al señor y le entregó la canasta. Éste tomó el papel que contenía el sobre y después de leer, contó las peras y le dijo – “Tú tomaste una pera.”- El niño se quedó asombrado porque él estaba seguro de que nadie lo había visto, pero ese papel tuvo algo que ver. Regresó muy pensativo y pasado algunos días lo volvieron a llamar para pedirle nuevamente el favor; la canasta tenía ahora 20 peras y un sobre de nuevo. Tomó su camino y a la mitad decidió descansar y le volvió la tentación. Ahora son más peras, pensó, no se va a notar. Volteó a todos lados para asegurarse que nadie lo veía y acordándose del sobre, lo tomó y lo fue a esconder. Regresó, tomó la pera, y una vez que hubo terminado, muy contento recogió el sobre de donde lo había escondido y siguió su camino. Al llegar, entregó la canasta, el señor leyó el papel, contó las peras y le dijo – “También ahora has tomado una pera.” – El niño abrió los ojos asombrado y pensó: hombre blanco tiene un gran secreto, un papel que habla sin hablar. Desde ese día, se interesó tanto, que aprendió a leer y escribir como muchas otras personas de su aldea.

B. Lectura de palabras Para la lectura a nivel palabra hay los siguientes ejercicios: 1. Lectura de nombres Material: una serie de tarjetas (10 – 20) con los nombres de objetos que el niño pueda transportar a la mesa o tapete. Los nombres van escrito sobre cartón negro. Presentación:

- llamamos al grupo de niños con los que vamos a trabajar, al tapete. Les distribuimos las tarjetas; - cada niño lee la suya y va por el objeto que le tocó: hoja, canasta, vaso, portalápiz; - cada niño lee su tarjeta en voz alta; - se recogen las tarjetas, se revuelven y se vuelven a repartir; - el nombre del objeto que les tocó es el que tienen que guardar. Los nombres se cambiarán después por tarjetas clasificadas, objetos de matemáticas, geometría, etc.

Variaciones:

- serie de tarjetas con el nombre de objetos que el niño no puede transportar: pizarrón, ventana, caballete, etc;

- serie de tarjetas con los nombres de los pequeños ambientes: casa, granja, etc; - serie de tarjetas con los nombres de los niños del salón.

2. Lectura de verbos Material:

- serie 1: verbos en infinitivo, escritos sobre cartón rojo: cantar, saltar, reír, etc. Se cambiarán constantemente;

- serie 2: verbos en imperativo, para actuarse: salta, sal, entra, etc. 3. Lectura de nomenclatura Nomenclatura simple:

- estaciones del año: tarjeta con ilustraciones, tarjeta con el nombre (nivel palabra), tarjeta con la definición (nivel frase);

- oficios: vendedor, agricultor, bombero, masera, secretaria, chofer, pintor, lechero, etc; - singulares y plurales; - lugares públicos, etc.

Nomenclatura clasificada: nunca se partirá de la nomenclatura, de partirá del objeto de la naturaleza. Partes de la planta, partes de la hoja, partes de la flor, etc. (nomenclaturas de biología y geometría en general). 4. Estudio de palabras Lectura y escritura. Estos ejercicios ayudan mucho al enriquecimiento de vocabulario. Material:

- cartelón para composición,

- dos alfabetos de diferente color, - tapete, - la tabla con la que se va a trabajar.

Presentación:

- el niño va escribiendo sobre el cartelón cada palabra, asegurándonos que comprende su significado. Si hay alguna palabra desconocida, no la escribe;

- la primera palabra se escribe toda con letra del mismo color; - en las siguientes, la guía hace notar hasta dónde son iguales con la primera; - las letras que son diferentes, irán en otro color. Indica que estas letras son, en este caso, los sufijos; - al revés con los prefijos.

casa casita casucha casilla casona carne carnicero carnicería

tener retener detener sostener

Tablas de sufijos Serie I

bueno - buenote, buenazo, buenandanza casa - casita, casón, casucha, casilla, caserón, casucha hormiga - hormiguita, hormiguero muchacho - muchachote, muchachillo, muchachada letra - letrita, letrilla, letrón, letrero carta - cartita, cartaza, cartapacio cesta - cestita, cesto, cestero, cestada, cestería, cestón plato - platito, platillo, platazo, platote campana - campanilla, campanada, campanero, campanario joven - jovencito, jovenzuelo, jovenado flor - florcita, florón, florero, florista mesa - mesita, masilla, meseta, mesón silla - sillita, sillón, sillería peña - peñascal, peñasco, peñascazo mano - manita, manaza, manotón, manoseo viejo - viejecito, viejísimo, viejarrón, viejezuelo planta - plantita, plantel, plantío fuego - fueguecillo, fueguito, fuegazo fiesta - fiestecita, fiestecilla juego - jueguecillo, jueguito, juegazo pie - piecito, piecezuelo sencillo - sencillez, sencillito, sencillote piedra - piedrecilla, piedrezuela, piedrecita simple - simpleza, simplicidad, simplísimo, simplón ciego - cieguecito, cieguezuelo, cieguísimo

Serie II

carne - carnicero sombrero - sombrerero silla - sillero posada - posadero horno - hornero vidrio - vidriero arma - armero semilla - semillero zapato - zapatero flor - florero caldera - calderero lámpara - lamparero fruta - frutero grano - granero hormiga - hormiguero estiércol - estercolero libro - librería pan - panadería cera - cerería zapato - zapatería confitero - confitería peluquero - peluquería panadero - panadería alfarero - alfarería droguero - droguería gorra - gorrista

arte - artista máquina - maquinista equilibrio - equilibrista telégrafo - telegrafista electricidad - electricista paja - pajar paloma - palomar olivo - olivar tela - telar grato - gratitud encina - encinar inquieto - inquietud beato - beatitud farmacia - farmacéutico magno - magnitud -

Tabla de prefijos escribir - suscribir, transcribir, describir, inscribir, circunscribir, prescribir nudo - anudar, desanudar, reanudar cubrir - descubrir, encubrir, recubrir enganchar - desenganchar, reenganchar ligar - desligar, enligar, coligar, religar botón - abotonar, desabotonar poner - disponer, trasponer, deponer, imponer, reponer, sobreponer, posponer, anteponer, proponer,

yuxtaponer, interponer tener - retener, detener, sostener, abstener, contener hacer - deshacer, rehacer formar - transformar, reformar, informar, deformar, conformar, preformar

Tablas de palabras compuestas

agridulce pelirrojo matamoscas pasatiempo carricuba bocamanga madreperla paracaídas tiralíneas mediodía pasamano tapabocas guardagujas verdinegro sacacorchos salvoconducto rompecabezas posavasos portamonedas mondadientes terrateniente portaplumas ferrocarril barbilindo quitasol guardavía rabilargo carricoche rompenueces cabizbajo rompeolas perniquebrado anteojos

Familias de palabras

grande - engrandecer, engrandecimiento, grandemente, grandiosidad, agrandar, grandeza, grandioso soldar - soldadura, soldador escribir - escrito, escritura, escritor, describir, inscribir, transcribir soldado - soldadesca, soldada bien - bienestar, bienhechor, bienhablado, bienvenido, bienvisto felicidad - felicitación, feliz, felizmente, felicitar

baño - bañera, bañista, bañar llamar - llamada, llamador, llamamiento, llamativo polvo - empolvar, espolvorear, polvoriento, polvorear canto - cantar, cantor, cantinela, canturreo, cántico, cantatriz jugar - jugador, jugada, jugarreta sol - asolear, resol, insolación, girasol, mirasol, solsticio pescado - pesca, pescada, pescador, pescadería, pescadilla dolor - doloroso, dolido, doler, condolerse, condolencia, dolorosamente alegre - alegría, alegremente, alegrar, alegrete, alegrador, alegrón pagar - paga, pago, pagaré, pagadero, pagador rojo - rojez, enrojecer, sonrojar, enrojecimiento, infrarrojo, pelirrojo, rojizo huno - humero, humareda, ahumado, ahumar, humoso ojo - anteojo, ojera, reojo, anteojero, ojear, ojeada, ojeo, ojeroso león - leoncillo, leonera, aleonado papel - papelera, empapelar, empapelador, traspapelar, papelería, papeleo, pisapapel llorar - lloro, lloriquear, lloroso, llorón vino - vinatero, vinoso, vinolento, vinosidad, vinote correr - corredor, recorrer, corriente, corrida, corrimiento, corretear obra - obrero, obrería, obrar, obrante, obraje, obrado, obrador fácil - facilidad, fácilmente, facilitación frío - friolento, friolero, frión

bueno buenote buenazo 5. Lectura de libros preparados Primera serie: una sola ilustración y una sola palabra

Segunda serie: varios objetos y sus nombres correspondientes en minúscula. Se recomienda tener algunos libritos con letra cursiva y otros con letra imprenta.

manzana

sol lápiz

silla

Tercera serie: una ilustración y varios nombres que se refieren a ella. Se pueden poner varias hojas. 6. Juegos para hablar bien Más adelante se incluirán los ejercicios para hablar bien, para enriquecimiento de vocabulario:

- La casa de los animales. gallina gallinero

- Las voces de los animales. perro ladra

- Nombres colectivos cerdo piara coral banco

- Nombres de objetos y verbo para aparear problema resolver

- Nombre del animal y su acción la serpiente repta

- Animal y su cría conejo gazapo

- Planta y su producto manzano manzana

- Todos los ejercicios anteriores constan de billetes para aparear y de la tarjeta de control

correspondiente. - La tarjeta de control estará escrita en rojo y negro, en el caso de las voces de los animales, acciones y

verbos - Se puede poner alguna ilustración en la tarjeta se control para hacerla más llamativa.

La casa de los animales

oso - guarida paloma - palomar caballo - caballeriza borrego - corral gallina - gallinero pájaro - nido vaca - establo abeja - colmena cerdo - porqueriza - chiquero conejo - conejera - gazapera perro - perrera

Materiales: - tarjetas blancas escritas en negro, - tarjetón de control.

Presentación:

- se utilizan las tarjetitas con los nombres, - puede trabajarse con dos niños, - se pone primero el animal (artículo y nombre), - luego el niño busca el papel que corresponda, - comprueba con el tarjetón, - escribe en el cuaderno.

Las voces de los animales

gato - maúlla borrego - bala caballo - relincha golondrina - trina pavo - gorgojea pollo - pía vaca - muge lobo - aúlla burro - rebuzna perro - ladra león - ruge buey - muge rana - croa gallina - cacarea

Las voces de los animales del bosque

ciervo - bala búho - ulula jabalí - arrúa ruiseñor - trina liebre - gime pinzón - gorjea cigarra - canta faisán - chirría lechuza - ulula urraca - chirría chocha - cloquea cuervo - grazna mirlo - silba zorro - ladra conejo - chilla

Materiales:

- carteles en blanco Presentación:

- coloca la tarjeta blanca a un lado y aparece la voz correspondiente, - comprueba con el tarjetón, - escribe en el cuaderno

Nota: 1ª presentación aves 2ª presentación mamíferos

Nombres colectivos

abecedario - letras jauría - perros cardumen - peces rebaño - ovejas alameda - álamos parvada - pájaros piara - cerdos enjambre - abejas caballada - caballos pedregal - piedras recua - burros manada - lobos arboleda - árboles discoteca - discos pinar - pinos pinacoteca - pinturas enoteca - vinos

Nombres de objetos y verbos para aparear

pintar - un cuarto cantar - una canción mantener - una promesa describir - un paisaje leer - un libro esculpir - una estatua comunicar - una noticia tocar - un instrumento construir - una casa resolver - un problema escribir - una carta

Los animales y sus crías

rana - renacuajo gallina - pollo águila - aguilucho paloma - pichón lobo - lobato ballena - ballenato vaca - ternero cerdo - lechón caballo - potrillo toro - becerro ciervo - cervatillo víbora - viborezno conejo - gazapo gato - gatito hombre - guagua

C. Lectura de frases 1. Lectura de órdenes Se preparan en tarjetas y las presentamos en grupo. 1ª serie: órdenes con un solo verbo

- Levanta las manos. - Observa la pecera. - Huele el jabón.

2ª serie: órdenes con dos verbos

- Abre la puerta y sal al pasillo. - Toma el peine y arregla tu cabello. - Siéntate en el piso y cruza los brazos.

3ª serie: órdenes con tres verbos

- Levántate, toma tu silla y cambia de lugar. - Escribe una palabra en el pizarrón, bórrala y regresa a tu lugar.

Presentación:

- se reparten las órdenes, - cada uno actúa la suya, - los demás interpretan lo que vieron,

Nota: se puede trabajar individualmente o por parejas. 2. Lectura de libros preparados

- Una ilustración y una frase referente a ella - Libros con tres figuras y con una oración relativa a cada una de ellas - Libros con pequeñas descripciones de flores, frutas, etc. - Pequeñas descripciones de herramientas de un artesano - Libros con textos con oraciones interrogativas y admirativas, destacando los signos con color rojo y las

mismas oraciones. Un buen ejemplo sería un trozo del libro El Principito - Introducción de las comillas, con un diálogo - Libros de temas variados - Libros de fábulas para que los niños las interpreten

3. Lecturas interpretadas Hay una diferencia entre las órdenes y las lecturas interpretadas; las órdenes están escritas en imperativo y las lecturas, en 3ª persona. Ejemplo: el niño echó a correr. En las órdenes, el niño obedecía lo que una persona le ordenaba por media de la lectura, mientras que aquí, al interpretar lo escrito, el niño se convierte en actor, pues acompañará las acciones con gestos y a veces también con palabras. Estas lecturas estimulan el sentido artístico en la educación. Las lecturas interpretadas están en 7 series, cada serie en diferente color. 1ª serie: una sola posición simple:

- “Cayó de rodillas a sus pies” 2ª serie: dos posiciones coordinadas, es decir, dos acciones consecutivas

- “Abrió la puerta y entró” 3ª serie: más proposiciones coordinadas

- “Abrió la puerta, se acomodó un poco el cabello y entró” 4ª serie: dos proposiciones coordinadas de las cuales una tiene otra subordinada

- “Cuando llegó, cogió la manivela y empujó la puerta” 5ª serie: Más proposiciones coordinadas y subordinadas

- “Cogió el pañuelo, lo vio y dijo: es mío” 6ª serie: la acción se vuelve dramática y muchas veces el niño debe pronunciar frases 7ª serie: diálogos que para interpretarlos se necesitan dos o más niños 8ª serie: lectura de poesías. Escritas siempre con el nombre del autor.

1ª serie de lecturas interpretadas

Echó una mirada a su alrededor. Lo miró de reojo. El niño echó a correr. Cayó de rodillas a sus pies. Él se paseaba lentamente de arriba abajo. Permanencia con la cabeza baja. Dijo que sí con la cabeza. Cruzó sus brazos sobre el pecho. Se dirigió rápidamente hacia la salida. Se puso a recorrer de un lado a otro la habilitación. Le acariciaba la cabeza con mano temblorosa. Le hizo seña de permanecer detrás. Le habló al oído. Le puso una mano sobre la espalda. Llamó a la puerta. La niña frunció las cejas. Al acabar, dio un salto a pie puntillas. (F. Caballero) Hacía cortesías hacia todos lados. (F. Caballero) El niño siguió escribiendo con el pie en el suelo... el nombre de su padre, Rodrigo. (F. Caballero) Él metió las manos en el bolsillo del pantalón. (F. Caballero) Golpeaba la pared con los puños cerrados como si siquiera hundirla. (F. Caballero) Estuvo quedo con la cabeza inclinada sobre el pecho, a guisa de hombre pensativo. (Cervantes) A cuya vista Sancho comenzó a temblar como un azogado. (Cervantes) Doña Teresa se echó también a llorar. (Cervantes) Angustias soltó la carcajada. (Alarcón) La joven se llevó un dedo a los labios. (Alarcón) Erguida y quieta como una estatua permanecía la joven. (Alarcón) Se puso en pie de un salto........ (P. Coloma) D. Rufino se dio una sonora palmada en lo alto de su pelada cabeza....... (P. Coloma) El doctor movió la cabeza tristemente......... (Blanco Ibáñez) D. Recaredo se puso un dedo en la punta de la nariz. (P. Coloma) Y la niña ahuecaba sus dos manitas indicando un volumen esferoidal del tamaño de un meló grande. (P. Coloma)

2ª serie de lecturas interpretadas Abrió la puerta y entró. Salió de la habitación y cerró la puerta con llave. Se colocó frente a la puerta y la empujó con fuerza. Lanzó un grito de alegría y aceleró el paso. Se cubrió el rostro con las manos y prorrumpió en amargo llanto. Lanzó una carcajada y se puso a batir palmas. Se quitó la gorra para saludar y se inclinó profundamente. Sacudió la cabeza y sonrió. Abrió la ventana y miró el jardín. Se dirigió hacia la mesita y golpeó una campana.

Se había extendido sobre unos blandos cojines lanzando un suspiro de satisfacción... y así permaneció con la mirada fija y la boca entreabierta. Cerró los ojos y se durmió tranquilamente. Hincó en tierra ambas rodillas y se inclinó luego hasta tocar con la frente el suelo... (J. Valera) La condesa se mordió los labios y se agitó en su butaca. (P.Coloma) La pobre viuda lanzó un grito desgarrador y cayó de rodillas, casi privada de sentido. (Alarcón) Y dicho esto, suspiró profundamente, como muy fatigado de haber hablado tanto y comenzó a roncar de un modo sordo como si agonizase. (Alarcón) D. Jorge le miró con ojos estúpidos y sonrió dulcemente. (Alarcón)

3ª serie de lecturas interpretadas Abrió la puerta, se arregló el cabello y entró. Ve hacia la ventana, abre un poco y haz señales con la cabeza. El médico se inclinó sobre el enfermo, le tomó el pulso y le tocó la frente. Abrió desmesuradamente la boca y los ojos, y miró. Se sacó la llave del bolsillo, abrió la puerta y entró. Se retiró, cerró la ventana y se puso a pasear por la habitación con un paso de viajero impaciente. Un grito de alegría se escapó de su garganta, corrió hacia su madre y cayó de rodillas a sus pies. Colocó el codo izquierdo sobre la rodilla, apoyó la frente en la palma de la mano y con la derecha se acarició la barba. Se apoyó contra el asiento, se cubrió los ojos con una mano y lloró. Se acercó a la mesa, vio el retrato y lo cogió con alegría. Tenía sueño, apoyó los brazos sobre la mesa y se durmió. Sacó el pañuelo del bolsillo, lo desplegó y se secó los ojos llenos de lágrimas. Limpiose el mozo los soñolientos ojos y miró despacio al que le tenía el saco. (Cervantes) Acabose de lavar los hermosos pies y luego con un paño, que sacó debajo de la montera, se los limpió. (Cervantes) El capitán cruzó los brazos, clavó la vista en el techo de la alcoba y se puso a silbar... (Alarcón) El chiquillo abría tanto los ojos, arrugaba las cejas, cerraba los puños y se ponía como una grana, a fuerza de cincharse en actitud belicosa. (E. Caballero) Se dejó caer en una silla; puso ambos puños cerrados en su cara, en sus rodillas ambos codos, y así permaneció más de media hora. Estiró las piernas sobre el banco en que se sentaba; apoyó el tronco contra la pared, cruzó los brazos sobre el pecho; y quiso facilitarle sus conquistas al sueño... (Pereda) Pepita se levantó de su asiento; fue hacia la puerta; la abrió; miró para ver si alguien escuchaba y la volvió a cerrar. Se puso a leer, y en acabando, se sentó en una silla y se puso la mano en la mejilla con muestras de hombre muy pensativo. (Cervantes)

4ª serie de lecturas interpretadas Mientras dibujaba iba mirando detenidamente a los compañeros. Se cubrió los ojos con las manos para recogerse mejor en el silencio. Él les sonrió amorosamente, aunque hubiese deseado amonestar para otra vez a aquellos niños traviesos.

Cerró los ojos para sentir mejor la suavidad de aquel terciopelo. Siguió a aquella niña con dulce mirada, hasta que desapareció. Cuando hubo dado vuelta al pomo de la puerta, la empujó. Jorge se secó los ojos disimulando las lágrimas. Andaba lentamente, cabizbajo como quien está agobiado con el peso de una gran aflicción. Se detuvo como quien se dispone a escuchar, apoyando en el suelo, delante de sí, la contera de su bastón. “¿Qué ha sucedido?”, preguntó la madre angustiada. El abuelo, sonriendo, acarició con su mano la cabeza del nieto. Federico le salió al encuentro con una expresión de serena alegría, como quien espera a una persona deseada. Estábase el barbero aún de rodillas teniendo gran cuenta él a disimular la risa. (Cervantes) Y ella poniéndose la mano sobre el corazón, cayó desmayada en los brazos de su madre. Y volviendo el clérigo la espalda, se dirigió a la puerta cojeando. (P. Coloma) Uno de los de pie, puesto un dedo en la boca en señal de callarse, hacía de freno a Rocinante. (Cervantes) A los pocos pasos volvió atrás dándose un golpe en la frente. (F. Caballero) Tornó a sus paseos, limpiándose los ojos con el revés de la mano. (F. Caballero) Levantose en esto Don Quijote, puesta la mano izquierda en la boca, porque no se le acabasen de salir los dientes. (Cervantes)

5ª serie de lecturas interpretadas La niña se levantó y manteniendo con sus dos manos el pañuelo sobre sus ojos, anduvo lentamente, dando un rodeo hacia la ventana. Apoyando el cuerpo contra el respaldo de la butaca, tenía la cabeza algo inclinada sobre el pecho y los brazos cruzados, como si tuviese frío. “¡Él!”, dice el cardenal con el semblante animado, cerrando el libro y levantándose del asiento: “que entre, que entre enseguida”. Juntó las manos, las acercó a su cara y oró. Después de haberse acercado a la puerta y de haber echado una mirada a la habitación, se adelantó con paso firme. Con la intención a bromear, se metió el sombrero hasta los ojos y se abalanzó de repente sobre un niño. Federico le tomó la mano, se la estrechó y dijo: “Haga Ud. El favor de venir a comer con nosotros. Le espero”. El cardenal salió diciendo: “Caiga sobre esta mesa la bendición del Señor”. “¡Pobre mamá!”, exclamó Lucía echándole los brazos al cuello y escondiendo la cara en su seno. Blanquita se puso colorada como una amapola; bajó la cabeza confundida, miró luego a su tía, después otra vez a la alfombra, y cubriéndose el rostro con el pañuelo, se echó a llorar. (P. Coloma) El alférez dio una fuerte patada en el suelo exclamó con imperio: “¡Pues es preciso!” (P. Coloma) Sofocada la condesa, exclamó, tapándose los oídos: “¡quieren Uds. callarse y no aturdirme!” (P. Coloma)

“¿Qué sucede?”- repitió D. Recaredo con voz pavorosa, sacando lentamente del bolsillo una carta abierta. (P. Coloma) Bebió dos tazas de café, quedando con los codos en la mesa y la mandíbula apoyada en las manos, mirando con ojos soñolientos a los huéspedes, que poco a poco ocupaban el comedor. (Blasco Ibáñez)

D. Jorge se retorció el bigote, sentose en el filo de una butaca, mirando a un lado y otro con aire y desasosiego de un reo de capilla.

E. “¿Y qué?” – interrumpió el capitán frunciendo muchísimo el entrecejo. (Alarcón) “Mire Ud., señora. Mire que hermosa va;” – exclamó la gallega batiendo palmas. (Alarcón) Oyó Cardenio el nombre de Lucinda, y no hizo otra cosa que encoger los hombros, morderse los labios, enarcar las cejas, y dejar de allí a poco caer por sus ojos dos fuentes de lágrimas. (Cervantes) ...porque por lo que hacía de abrir los ojos, estar fijo mirando el suelo sin mover pestaña gran rato, y otras veces cerrarlos y apretando los labios y enarcando las cejas, fácilmente conocimos que algún accidente de locura le había sobrevenido. Padre Apolinar le acercó a sus narices; sorbió con ansias aquellos vapores suculentos y olorosos; y apartando enseguida el puchero lejos de sí, como quien huye de una mala tentación, dijo a su criada: “¡Bueno, bueno, bueno de veras es el guisado de éste!” (Pereda) ...y llamó con los nudillos de la mano diciendo: “Ave María” (J. Valera) Después limpió la pluma de ave en la pechera de la sotana y probó el temple de sus puntos sobre la uña de la mano izquierda; hizo una pantalla con los libros de canto para defender sus ojos de los rayos directos de la luz... (Pereda) El chiquillo hacía un gracioso mohín, cerrando a medias los labios y bajando la cabeza. (F. Caballero)

6ª serie de lecturas interpretadas Lucía permanecía acurrucada, inmóvil en aquel rincón, con las rodillas levantadas, con las manos apoyadas sobre las rodillas y con la cara escondida entre las manos. Y un niño disfrazados con un gabán de hombre aparece ante la puerta, haciendo el saludo militar con la mano derecha y frotándose con la otra la nariz, la cual conservaba todavía alguna señal de un constipado. Sentado en la butaca, con las manos en los bolsillos y una pierna cruzada sobre la otra, miraba, moviendo el pie, los árboles del jardín vecino. “¡Oh!” – exclamó echándose sobre una silla, con las piernas cruzadas y las manos sobre la nuca – “por fin se han ido estos fastidiosos”. “¡Chis!” hizo el niño, frunciendo el entrecejo y manteniendo la mano derecha extendida hacia un compañero. Se sentó a su mesa, cruzó los brazos y apoyó sobre ellos la frente. Pero lo volvió pronto a levantar, y con rabia sacudió en alto sus puños cerrados. “¿Quiere Ud. que yo me vea obligado a preguntar por todas partes lo que ha sucedido a mi amo?” – dijo Perpetua colocándose delante de él con las manos apoyadas en la cintura, los codos dirigidos hacia delante, mirándole fijamente como si quisiera leer el secreto en sus ojos. Él andaba hacia adelante y hacia atrás... de cuando en cuando se detenía, se ponía a escuchar y miraba por las rendijas de la puerta. Frente a la puerta de la escuela, en la otra parte de la calle, estaba con un brazo apoyado contra la pared y con la frente reclinada en el brazo, un pequeño deshollinador con la cara tiznada, llevando su saco y su instrumento, y lloraba amargamente sollozando desconsolado. Visto lo cual por Sancho, inclinó la cabeza sobre el pecho y poniéndose el índice de la mano derecha sobre las cejas y las narices estuvo como pensativo un pequeño espacio, y luego alzó la cabeza y mandó que le llamasen al viejo del báculo que ya había ido. (Cervantes) ...puso la bota en las manos de Sancho, el cual, empinándola puesta en la boca, estuvo mirando las estrellas un cuarto de hora y en acabando de beber dejó caer la cabeza a un lado un gran suspiro. (Cervantes) Enseguida miró el reloj, suspiró de nuevo y dijo muy quedamente como reservándose de sí propio: -“Las once y cuarto y todavía no la he visto... ” (Alarcón) El capitán abrió súbitamente los ojos; paseó una hosca mirada por la habitación, fijola sucesivamente en Angustias y en su madre, con cierta especie de terror pueril, y balbuceó desapaciblemente: -“¿Dónde diablos estoy?”. (Alarcón) Se fue a él, abierto los brazos y diciendo a voces; para bien sea hallado el espejo de la caballería, él mi buen compatriota D. Quijote de la Mancha, la flor y nata de la gentileza, el amparo de los menesterosos, la quintaesencia de los caballeros andantes; y diciendo esto, tenía abrazado por la rodilla de la pierna izquierda a D. Quijote. (Cervantes)

Manuel retrocedió un paso, y dijo con frialdad, “Señora... bastante hemos hablado” Y girando sobre los talones se alejó lentamente... (Alarcón) Cleto bamboleó la cabeza, se levantó perezosamente de la silla dio algunas vueltas al gorro entre sus manos y murmuró sordamente palabras incomprensibles. De pronto enderezose iracundo y dijo...”No sé yo lo que haré...” (Pereda) Cleto se abalanzó a la tibia medalla y la cubrió de besos, y se santiguó y volvió a besarla; la arrimó a su corazón, y, por último, la colgó de su cuello; y entre tanto, soltando gruesos lagrimones de sus ojos, decía acelerado y convulso; “Bendita sea la bondad de Dios, que tiene tanta compasión de mí...” (Pereda)

7ª serie de lecturas interpretadas “Siéntese de una vez y acabemos.” Este “acabemos” lo dijo el inspector con un tono de voz tan decidido, que Verdiano no se atrevió a replicar. Se quitó la papalina y se fue a sentar malhumorado en una silla aparte. “¿No te encuentras bien, Juan?” – “No me encuentro bien”. Y diciendo esto se limpiaba el sudor y se levantaba repentinamente para respirar, con la boca abierta. - “¿Cuánto cuesta esto?” preguntó el hombre. - “Nada” - “¿Nada?” - “Nada” - “¿Cómo nada?” - “Nada” - “Bueno, entonces lo acepto...” Y sacó fuera del portamonedas una peseta: “Toma niño, le dijo dásela a tu madre”. Ojalá no hubiese dicho tal cosa. El hombre, al oírlo, se apretó las sienes con las manos, sacudió la cabeza y después doblándola sobre el pecho, se levantó lentamente murmurando, “No tienen madre”. - “¿Quién llama?” - “Abre”. Al oír aquella voz la vieja dio tres saltos y enseguida se oyó correr el pasador y la puerta se abrió. El desconocido, desde el umbral paseó una mirada a su alrededor y a la luz de la lámpara que ardía sobre la mesa, vio a Lucía acurrucada en el rincón más apartado. Dos hombres se hallaban frente a frente, uno de ellos estaba a horcajadas sobre el muro bajo con una pierna colgando hacia fuera y la otra apoyada sobre el suelo de la calle. Su compañero permanecía en pie apoyado contra la pared con los brazos apoyados sobre el pecho. - “Ahora – dijo Antonio – haces el favor de trazar unas rayas sobre el papel blanco...” - “Bien. Bien” interrumpió su compañero murmurando; abrió un cajoncito de la mesa, sacó de él un papel, pluma y tinta y se puso a escribir, repitiendo a viva voz las palabras que iba poco a poco trazando su pluma. “Ahora, señor cura, dijo Antonio, me dará el collar de la Tecla” “Con mucho gusto”, repuso el cura y dirigiéndose a un armario se sacó una llave del bolsillo, y mirando a su

alrededor como para mantener alejados a los espectadores, entreabrió la puerta cubriendo la abertura con su cuerpo, medio dentro la cabeza para mirar y un brazo para coger el collar. Lo tomó y cerrando el armario, lo entregó a Antonio, diciendo: “Todo está bien”. El señor cura volvía despacito a su casa por una de aquellas callejuelas. Leía tranquilamente su breviario y a veces entre salmo y salmo lo cerraba, manteniendo dentro como señal el dedo índice de su mano derecha y poniendo ésta dentro de la otra detrás de la espalda, proseguía su camino mirando al suelo y empujando con el pie hacia la pared las piedrecillas que hallaba en su camino. “¡Eh, joven!” – ¿podrías indicarme dónde se halla la calle de Monza?”. -“Andando hacia allí” y volvía la cabeza para indicarle con el dedo. En esto, el otro compañero cogiéndola por la cintura, la levantó del suelo. Lucía, aterrada, volvió la cabeza, y lanzó una especie de rugido. - “A propósito, ¿cómo estás de apetito?” - “He comido hace poco durante el viaje” - “¿Y de dinero cómo estamos?” Renzo extendió una mano, la acercó a su boca e hizo correr sobre ella un ligero soplo. - “No importa, dijo Bartolo, yo tengo, no pienses más en ello, que pronto si Dios quiere, cambiarán las cosas y me la devolverás, quedándote tu todavía con una buena parte”. - “Tengo algo en casa, me la haré mandar”. - “Está bien; entretanto cuenta conmigo. Dios me ha dado una fortuna para que haga el bien; y si no favorezco a los parientes y amigos, ¿a quién favoreceré?” - “Tú eres mi providencia” exclamó Lorenzo, estrechando afectuosamente la mano de su primo. - “Sabe Dios cuánto tiempo hace que no habéis comido” - “No me acuerdo, hace seguramente algún tiempo” - “Pobrecito, necesitáis reponeros”. - “Sí” afirmó con voz apagada. - En casa, gracias a Dios, encontraremos de todo. Tened valor”. Volviendo al cuarto de su hija, examinó las cerraduras de todos los cofres. Ninguna estaba abierta. Con rabia golpeó las arcas y los cajones de la cómoda, gruñendo: - todo lo que guarda esta condenada.- Enseguida registró toda su ropa que en distintos puntos de la estancia había. Su mano activa y resbaladiza entraba en todos los bolsillos, deshacía todos los pliegues, sacudía las faldas, desdoblaba lo que estaba doblado y hacía envoltorios de los que estaba extendido. “Nada, nada”. Regresando a su sillón sacó del seno un envoltorio para guardar su nueva conquista. Antes de hacerlo contó repetidas veces, con la gozosa atención del avaro, su tesoro. “Catorce- dijo – catorce y ningún ochavo”. Después hizo cuentas con los dedos, mirando al techo. Sintiéndolos pasos de su hija guardo precipitadamente lo que contaba y tomó el libro. Disimulaba como escolar travieso. “¡Virgen María! ¿quién ha estado aquí?” exclamó Soledad. Si hubiera gatos en la casa diría: “Los gatos”, pero no los hay. Miró desde la puerta a su padre con la severidad cariñosa que se emplea ante los niños enredadores. “Yo fui, Soledad”, dijo D. Gil, mirándola también con un poquito de turbación. “¡Oh! – exclamó, echándose sobre una silla con las piernas cruzadas y las manos detrás de la nuca – por donde se han ido esos fastidiosos”.

8ª serie de lecturas interpretadas

Tengo yo un pajarillo cantando entre las flores de mi ventana; y su canto alegre a todo pasajero dedica siempre; tiene mi pajarillo siempre armonías para alegrar el alma del que camina.

(Trueba)

Junto al agua se ponía y las ondas aguardaba y en verlas llegar huía, pero a veces no podía y el blanco pie se mojaba.

(Cil Lolo)

Descienden por mi frente del sudor del trabajo los raudales. Y bañen mi pupila distraída, que esos son los cristales a través de los cuales debemos todos contemplar la vida.

(Gabriel y Galván)

Duerme, niño del alma, no tengo miedo, por más que el viento silbe y aúllen los perros; duerme, que al niño mientras duerme le guardan así cantó una noche mi dulce madre, procurando dormirse con sus cantares y fui quedando poco a poco dormido con aquel canto.

(Trueba)

Del monte en la ladera por mi mano plantado tengo un huerto, que con la primavera, de bella flor cubierto, ya muestra en esperanza el fruto cierto. Y como codiciosa de ver y acrecentar su hermosura desde la cumbre airosa una fontana pura hasta llegar corriendo se apresura. Y luego asosegada, el paso entre los árboles torciendo el suelo de pasada de verdura vistiendo, y con diversas flores va esparciendo.

(Fray Luis de León) 4. Nomenclatura clasificada Todos los libros de las nomenclaturas clasificadas con sus definiciones. 5. Lectura de libros Se procurará tener una gran colección de enciclopedias infantiles y libros de temas muy variados. Edad: seis a siete años y medio. Propósito directo:

- usar con propiedad el lenguaje y enriquecerlo., - ayudar al niño en su forma de expresión.

Propósito indirecto:

- preparación al estudio de las diferentes partes de la oración. Nota: estimular la lectura en voz alta, sin forzarlos. 6. Lectura de secuencia Material:

- diferentes ilustraciones de escenas.

Presentación:

- el niño acomoda las ilustraciones en secuencia, - lee los textos y los acomoda en el lugar correcto.

Nota: el niño, también puede colocar las escenas aún cuando no estén en secuencia, acomodar los textos correspondientes, y al final, acomodar en secuencia, Al reverso de cada ilustración y de cada texto, se puede colocar un control, por número de letras, ilustración y texto con el mismo número o letra. Cuando el niño se siente presionado, si el trabajo es impuesto, probablemente hará trampa, para poder satisfacer al adulto. Si el interés del niño mantiene viva su propia motivación interna, usará el material adecuadamente.

Material manipulativo de Lenguaje Educación Personalizada Colegio San Luis Beltrán

Revisado en octubre de 2003