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    MISOGINIA MASCULINA: EXPRESIÓNY ETIOLOGÍA DE LA MISOGINA EN LAINTERSUBJETIVIDAD HETEROSEXUAL1

    Darío Ibarra Casals *

    La misoginia es una construcción social que encarnan losvarones en el marco de una sociedad patriarcal, una culturacon lógicas heterosexuales, y comienza a instalarse en lasubjetividad masculina al final de la fase edípica de los niños,en el vínculo con su madre y padre (o referentes adultos).Desde el psicoanálisis con enfoque de Estudios de Género

    planteo los orígenes de la misoginia en la subjetividadmasculina, en el marco del patriarcado, conceptualizandola misma como el recurso interno que utilizan los hombrespara ejercer poder, control y dominio sobre las mujeres,con el consenso de la sociedad, la cultura y las religionestradicionales, desplegándose en un contexto donde impera lalógica heterosexual. La transmisión generacional del “valor”que tienen las mujeres como ser “humano”, continúandisminuyendo, alienando y reprimiendo las subjetividadesfemeninas, en detrimento de ellas, de los varones y de laintersubjetividad de género entre los sexos.

    Palabras claves: Misoginia. Género. Violencia. (Inter)subjetividades. Masculinidad.

    1 INTRODUCCIÓN

    En la historia de la humanidad se ha invisibilizado alas mujeres de manera masiva, como “producto de unfenómeno cultural, donde se ha negado y anulado, aquello

    que la cultura patriarcal no incluye como atributo de lasmujeres o de lo femenino, a pesar de que ellas lo posean yque los hechos negados ocurran” (LAGARDE Y DE LOS RÍOS,2012, p. 22).

    La palabra misoginia2  proviene del griego μισογυνία(odio a las mujeres) y se encarna en las personas que odian,desprecian y/o devalúan a las mujeres, lo que en ocasionesincluye todo lo vinculado a lo femenino. En estos emposposmodernos, la aversión a las mujeres no se maniestamayoritariamente con un formato explícito sino que sehan conformados actudes, conductas y pensamientos“polícamente correctos” y aceptados (hasta halagados yfomentados) socialmente, los que encubren maneras sules

    * Licenciado en Psicología (UDELAR – Uruguay)Doctorando en Psicología (UCES –Argenna)[email protected]

    1 Este arculo es parte de mi tesisde Doctorado en Psicología de la

    UCES – Argenna. Cohorte 2011- 2013

    2 La misandria es el opuesto a lamisoginia, vale decir la aversiónhacia los varones.

    RESUMEN

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    de despreciar, denigrar y fechizar (“el Otro como objeto”)a las mujeres.

    “La misoginia es un recurso consensual de poder,que hace a las mujeres ser oprimidas antes de actuar o

    manifestarse, aún antes de exisr, sólo por su condicióngenérica” (LAGARDE Y DE LOS RÍOS, 2012, p. 23), por eso esuna de las formas en que se expresa el sexismo.La Misoginia:

    se produce cuando se cree que la inferioridadde las mujeres en comparación con loshombres y por sí misma es natural, cuandode antemano se sosene que las mujeresson impotentes por incapacidad propia y, demanera central, cuando se hosliza, se agrede

    y se somete a las mujeres haciendo uso dela legimidad patriarcal. (LAGARDE Y DE LOSRÍOS, 2012, p. 24 ).

    Tanto hombres como mujeres pueden ser misóginos,aunque en este ensayo analizaré la inserción de la misoginiaen la subjevidad masculina y la intersubjevidad entre loshombres y las mujeres.

    La naturalización de la violencia masculina hacia lasmujeres y los impactos que ésta ha tenido sobre ellas y la

    comunidad, han problemazado débilmente y sostenidofuertemente la misoginia.

    Lagarde y de los Ríos (2012) también plantea que laMisoginia es políca, porque es solamente la mujer la que esdiscriminada como inferior y denigrada por ser mujer, no asíel varón, que por ser hombre es sobreevaluado socialmente.

    La misoginia ene un recorrido histórico con bases en elsexismo imperante (machismo) en nuestra cultura patriarcalautoritaria, con fuertes inuencias mediterráneas, en

    Sudamérica especícamente, con tres pilares que sosenendicho patriarcado: el heterocentrismo, el coitocentrismo yel falogocentrismo.

    Los cimientos culturales donde se sosene el machismoenen dos verentes subjevas, en lo que respecta a lafeminidad y la masculinidad: la misoginia y la homofobia.En este sendo las mujeres se enen que enfrentar a lamisoginia y los varones a la homofobia, como constuvasde sus idendades de género, en tanto constructos sociales.

    La homofobia constuye los pilares de la masculinidad

    hegemónica, porque para ser hombre en la culturaactual: “no hay que ser homosexual” (BADINTER, 2007).Los varones en su infancia y adolescencia transitan por

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    etapas homofóbicas, para senr que están construyendosu idendad de género en tanto viriles y “machos”. Comouna forma de diferenciarse y separarse de lo “femenino-homosexual”, se genera un rechazo a la homosexualidad.

    Pero éste es un conicto masculino, porque las mujeresno vivencian la homofobia de una manera tan intensacomo los varones, si bien pueden no ser o ser homofobas,lo experimentan como otra forma más de discriminar lodiverso y no como un conicto en su idendad de género.

    2 LÓGICA “OO”, LÓGICA HETEROSEXUAL

    Algunas de las manifestaciones misóginas en lainfancia implican insultos que instauran caracteríscassupuestamente interiores en las personas, siendo los niñoscatalogados como: “niñita”, “mujercita”, “marica”, “llorón” y“maricón”. Aparece aquí la misoginia asociada directamentecon la homofobia, siendo dos formatos discriminatorios queen ocasiones se potencian.

    Podemos decir entonces que la homofobia es unaexpresión misógina, siendo que existe la representaciónsocial de que: homosexual = mujer, por lo tanto, loshomosexuales son “despreciables” porque “se quierenparecer” a ese “otro ser despreciable: la mujer”. Entonces,la misoginia como una forma de discriminación hacia lamujer, genera un conicto social que afecta a las mujerespero también a los varones, porque para ser hombre ennuestra cultura tampoco “hay que ser mujer” (BADINTER,2007). En este sendo, la cultura reproduce la lógica “oo”, “sino se es mujer (oo) se es hombre”, “si no hay que ser mujerpara ser hombre, ser mujer no es nada bueno o ser mujer

    es ser inferior”, “sólo se puede ser hombre de una manera(heterosexual), sino (oo) se es homosexual, por lo tanto, nose es hombre”.

    Entonces, podemos decir que la feminidad se vivenciaen nuestra sociedad como lo inferior, como una idendadque hay que superar. En una publicación anterior explicabael planteo de la Dra. Ana María Fernández (1993 apudIBARRA CASALS, 2010) en cuanto a la valorización de louno (lo masculino) en detrimento de lo otro (lo femenino).

    En esta dirección, Fernández propone el concepto de la“Episteme de lo Mismo”, en tanto lo mismo será el eje demedida y lo otro será el doble o la sombra. “Lo uno” esla gura y “lo otro” el fondo, por lo que se deduce que lo

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    mismo nunca podrá pensarse como lo otro y viceversa, porlo tanto lo mismo será lo único, lo superior, lo inalcanzabley lo privilegiado, vale decir, lo masculino. La “Episteme delo Mismo” dice Fernández (1993 apud IBARRA CASALS,

    2010) requiere generar estatutos diferentes para cadasexo, desde tres lógicas diferentes: “lógica atribuva(Hombre =hombre), lógica binaria (uno verdadero y otrofalso: no es A y B, sino A y no A) y lógica jerárquica (entanto transforma a uno de los dos términos en inferior osuplemento)” (IBARRA, 2010, p. 34).

    En la línea de lo que plantea Fernández (1993 apudIBARRA CASALS, 2010) también podemos pensar que la lógicaheterosexual, producto del patriarcado, implica la creencia

    extendida en el colecvo imaginario, que las personas enenque tener pareja, así como los deseos románcos y erócosdeben estar dirigidos exclusivamente a una sola persona ydel otro sexo (porque sólo se concibe la existencia de dossexos). El emparejamiento y la monogamia son mandatosdel patriarcado y están dirigidos más fuertemente hacia lasmujeres, porque los hombres enen mayores libertades(privilegios) respecto a estos paradigmas, aunque enenque “hacer de cuenta que” sí los encarnan.

    Adrienne Rich (2001, p. 41 apud WITTIG, 2006, p. 12)plantea el concepto de la “heterosexualidad obligada”,como “algo que ha tenido que ser impuesto, gesonado,organizado, propagado y mantenido a la fuerza”, por loque se propone pensar “la heterosexualidad, como unainstución políca3 dentro del sistema patriarcal” (Ibid., p.12). A la vez que estar dentro de las categorías de hombre-mujer, blanco-negro, naturaleza-cultura, heterosexual-homosexual, rural-urbano, pobre-rico, implica tener a ladisposición cuancable del pensamiento heterosexual, lo

    que conlleva a pensarse en un marco lógico que genera lapertenencia o la no pertenencia a una categoría u otra.

    3 LA IDEALIZACIÓN DE LAS MUJERES: MÁSCARA DELA MISOGINIA

    Dime lo que piensas de las mujeres, expresatu posición frente a tu propia feminidad, y tediré quién eres.

    Chrisen David (1999, p. 82)

    Muchos hombres idealizan a las mujeres, a la gura dela madre y a lo femenino en general, con comentarios tales

    3 La heterosexualidad como“instución políca” fue propuestopor el movimiento de lesbianasseparastas en Estados Unidos en losaños 70 (BRUNCH, 1979, p. 76 apudWITTIG, 2006, p. 11).

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    como: “las mujeres son lo más grande que hay”, “la mujer esun bicho hermoso”, “las madres se merecen el cielo”, “amoa las mujeres, son lo máximo”, “las mujeres son diosas”, etc.

    Chrisen David (1999, p. 64) plantea que la idealización

    de la mujer, “desempeña el papel de una formación reacvafrente a la decepción ocasionada por la aprehensióndel sexo femenino, en tanto que castrado”. Desde unaperspecva psicoanalíca, los varones se decepcionan alcorroborar que las mujeres (su mamá incluida) no enenpene y eso les genera aversión. Es así que muchos varonesa través de un mecanismo de defensa llamado formaciónreacva4, construyen la idealización de lo femenino, comouna manera de preservarlo como algo valioso y no quedar

    desamparados por la desilusión ocasionada.Éste psicoanalista inglés, sosene que las convicciones

    inferiorizantes o idealizadas de los hombres hacia las mujeres,enen un carácter neuróco, y se sumará al planteo de otrascolegas académicas en cuanto al senmiento, pensamientoy actud frente a la sexualidad femenina.

    4 INFERIORIDAD FEMENINA, “DEFORMIDAD GENITALDE LAS MUJERES”

    Respecto a la sexualidad de las mujeres, los varonesenen tres maneras disntas de relacionarse con la gurafemenina, y cada uno de estos formatos da cuenta dediversos grados de misoginia:

    a) una fracción de hombres enen un senmiento deextrañeza frente a los genitales5  femeninos, respectoa como las mujeres obenen el orgasmo6, el porqué

    de la menstruación, al coito vaginal durante la misma,el coito vaginal durante el embarazo, la “desoración”como la pérdida de la “impureza”, al parto, al puerperioy a la menopausia. La información sobre todos estosprocesos naturales de las mujeres están a la orden deldía en este momento socio-histórico, pero algunoshombres enden a negar estos datos, como una formade re-negar la diferencia y evitar tomar contacto conel cuerpo femenino. El cuerpo de las mujeres connúa

    siendo el “connente negro” para muchos hombres (yalgunas mujeres también). De esta fuerte categorizacióny metáfora freudiana, subyace la idea de ininteligibilidad,abyección y lo que colecvamente se considera

    4 “La formación reacva es laactud de sendo opuesto aun deseo reprimido y que se haconstuido como reacción contraéste” (LAPLANCHE; PONTALIS, 1996,p. 166).

    5 Muchos hombres,independientemente de la cultura yla clase a la que pertenezcan, enen

    un desconocimiento total sobrela conformación de los genitalesfemeninos, no saben que es el clítorisy donde está ubicado y desconocenla uretra femenina y creen que lasmujeres orinan por la vagina.

    6 Los hombres enen una tendenciaa creer que las mujeres necesitanla penetración vaginal, con un granpene para lograr un orgasmo ytodavía el colecvo social imaginariomaneja el error freudiano de

    creer que el orgasmo es vaginaly no clitorídeo. La omnipotenciamasculina generó el preconcepto deque una mujer depende del peneerecto de un hombre para alcanzarel orgasmo.

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    como diferente e inferior: la etnia afrodescendiente.El “connente negro” es “inexplorado” por muchoshombres, a parr del miedo, del terror que implicaencontrarse con lo diferente, con “lo castrado” y

    reencontrarse con lo materno;b) un segundo sector de hombres siente que el cuerpode las mujeres es incompleto y deforme porque le faltaalgo: el pene. Es este otro indicador de misoginia porparte de algunos varones homosexuales y la causa de lasdisfunciones sexuales de otros varones heterosexuales,en tanto desarrollan disfunción erécl, eyaculaciónprecoz y/o eyaculación retardada. Estos úlmos enenproblemas para “eyacular dentro de una mujer” (vagina),

    o “penetrar una mujer” por el miedo inconsciente de sercastrados; inclusive la eyaculación precoz puede tenereste origen intrapsíquico, eyacular rápidamente pormiedo a estar mucho empo “adentro de una mujer” y:que los castre, que los devore, que los posea, que losdomine, etc. Aquí aparece claramente la fantasía de la“vagina dentada” y “devoradora”, un concepto planteadopor Melanie Klein en 1932; ec) un tercer grupo de hombres, enaltece y glorica laposibilidad de gestar, de mamar, la “perfección” delcuerpo femenino vs. el cuerpo masculino, etc. Estamodalidad, como planteaba anteriormente, es unaformación reacva de la desvalorización y el miedohacia las mujeres. También podemos pensarla comoun comportamiento y pensamiento contrafóbico (delo ininteligible), lo que implica elevar y darle un valorexacerbado a lo que no se conoce y por lo tanto se teme.

    La úlma fracción de hombres intenta establecer una

    relación equitava, simétrica y horizontal con las mujeresen general y/o con su pareja heterosexual, lo que implicala posibilidad de explorar lo femenino, inclusive el cuerpo ysus sexualidades.

    Luce Irigaray (2007) va a plantear que “la hembra eshembra en función de cierta falta de cualidades” y paraello reere a algunas atribuciones respecto a la funciónsexual. Si profundizamos en la ironía de esta psicoanalista,se puede decir que la mujer no es un ser humano completo,

    y reriéndose a la anatomía y a la moral dice “el pudor tuvocomo nalidad primiva, disimular la defectuosidad de losórganos genitales” (IRIGARAY, 2007, p. 129). El cuerpo de lamujer sólo representa algún valor a condición de “esconder

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    su sexo”, y el pudor, la reserva y la vergüenza en relacióna su sexo, será la consecuencia de ello. Y la psicoanalistaconnúa ironizando, con el siguiente planteo: la mujer “paravenderse, tendrá que velar lo mejor posible ese des-precio

    sexual que le corresponde” (Ibid., p. 135).Este aspecto de la anatomía femenina se observa

    claramente en diversas situaciones de la vida codiana enla posmodernidad. A pesar del conocimiento respecto alcuerpo de la mujer y la educación sexual en las instucioneseducavas, podemos observar algunos acontecimientosque connúan siendo naturalizados en nuestra cultura. Porejemplo, en los vestuarios femeninos, las mujeres se bañanen duchas individuales y el ritual de cambiarse de ropa

    todavía implica (para algunas) esconder sus genitales anteotras mujeres, a diferencia de los vestuarios masculinos queson compardos y los hombres exhiben sus genitales frentea sus congéneres sin resguardo de algún po. Esto da cuentade lo que reproduce el colecvo social imaginario, respectoa lo que Irigaray (2007, p. 126) planta como el estereopode la “defectuosidad genital” de la mujer en contraposicióncon la “perfección y completud” masculina, por el hecho detener pene.

    Otro ejemplo interesante surge a parr de mi praxisen talleres de educación sexual con adolescentes, dondeexpongo información sobre anatomía y respuesta sexualhumana, y al mostrar imágenes reales de genitalesfemeninos, las mujeres explicitan estos tabúes de antañodiciendo: “qué asco profesor, saque eso”, a diferencia delas imágenes reales de los genitales masculinos, que porlo general las mujeres no realizan comentario alguno. Estoconlleva a la sensación masculina y femenina de que lamujer es un ser incompleto y deforme, porque sus genitales

    son “defectuosos, feos y atrócos7”, lo que refuerza lasuperioridad de los hombres sobre las mujeres desde lainfancia y de una manera absolutamente naturalizada.

    5 COMPLEJO DE EDIPO MASCULINO Y VIOLENCIA

    El vínculo primario madre – hijo como uno de lospilares que sosene la construcción de la misoginia en

    nuestra cultura, nos conduce necesariamente al análisisdel funcionamiento psíquico infanl de los varones en susperíodos edípicos, respecto a las (des)idencaciones yseparación con el objeto de amor de la infancia. Esto no

    7 Algunos/as docentes de biología

    connúan educando a susestudiantes respecto a los genitalesfemeninos, atribuyendo al clítoriscaracteríscas fálicas: “el clítoris esun pene atroado” y “el clítoris es unpene pequeño”.

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    culpabiliza a los formatos vinculares maternos sino queresponsabiliza a los varones que no se comprometen en surol paterno, ociando de referentes masculinos presentesy saludables para que los varoncitos puedan hacer el viraje

    idencatorio y pasar de “mirarse en mamá para mirarseen papá”. El tránsito por el complejo de Edipo de losvarones genera una interesante explicación respecto a lassubjevaciones masculinas, para explicar al ejercicio de laviolencia y la diferencia casuísca con las mujeres.

    Por otra parte y de manera aparentemente contraria a losplanteos que vengo sosteniendo, David (1999) considera quesi superamos la creencia del complejo de Edipo masculinoelaborado de manera inadecuada, persiste un “modelo

    relacional arcaico oral fuertemente ambivalente”, donde lapulsión agresiva no se disocia totalmente, quedando comorestos para la concepción distorsionada de las mujeres y lasexualidad, lo que conlleva a la misoginia. Creo que esteaspecto que plantea David (1999) también puede ser unindicador eológico de la misoginia. No considero que laspersonas seamos un colecvo homogéneo sino que cadauno va a generar jaciones libidinales en diferentes faseserógenas, lo que no descarta que una jación oral en unhombre y una jación fálica en otro hombre, puedan generaren un futuro la misoginia masculina en ambos, aunque conmaces y procesamiento vincular de maneras diferentes,por los recursos yoicos que enen cada uno.

    Siguiendo en la línea freudiana, el varoncito resuelve elcomplejo de Edipo con la angusa de castración, resultadodel miedo a perder su pene, como casgo que impone elpadre por los deseos incestuosos dirigidos hacia la madre(FREUD, 2000b). El niño renunciaría entonces a sus deseosincestuosos, con el n de conservar su pene. Freud plantea

    en la Diferencia Sexual Anatómica (1925), que la ignoranciapor parte del niño y la niña de la existencia de la vagina y elclítoris, conduce al varón a creer que las mujeres no enenpene porque fueron castradas, como casgo.

    Depende de cómo se maneje la información en niños yniñas, respecto a la ausencia de pene en la mujer - madre,puede tener consecuencias psicológicas negavas, quegeneren senmientos de inferioridad en las niñas, así comoen sus hermanitos se generan senmientos de inferioridad

    del otro sexo y de las mujeres en general.A parr del sepultamiento del complejo de Edipomasculino (FREUD, 2000b), se instaura el superyó, sobreel soporte de la angusa de castración, proyectando sobre

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    las mujeres un monto de “debilidad constucional”. En esteprocesamiento, el niño se separa de su madre en tantoobjeto de amor, lo que en muchos varones puede originarel desprecio y la sensación de dominio sobre las mujeres

    en general. Si esta separación no se lleva a cabo de unamanera saludable, las mujeres podrán representar a lamadre prohibida y perdida, conviréndose en deseadas ytemidas a la vez, desarrollando mecanismos y rituales dedominio, como una manera de encubrir los senmientos depérdida. El senmiento y la necesidad imperiosa de poseera las mujeres, en tanto inferiores y castradas, genera en eladolescente y el adulto, la sensación de que nunca se perdióese lazo materno originario.

    Otro aspecto importante es la separación del niño consu madre, necesaria para el desarrollo saludable de lamasculinidad, implica que la madre es la encargada de loscuidados iniciales de los hijos, por lo que el padre enemenor injerencia afecva sobre sus hijos en los primerosaños del infante. El niño ene que hacer un movimientoextra a diferencia de la niña, siendo que ésta no ene quedes-idencarse de su madre por ser ambas mujeres (sólo seene que separar). El varoncito en cambio ene doble tarea,se ene que des-idencar y separar de su madre (son dosguras diferentes), lo que en cierta medida puede llevar acierto monto de rechazo a lo femenino, con el objevo devolverse más autónomos. Aunque la excesiva separación dela madre puede generar un senmiento de impotencia queconduzca a la idealización de “lo materno”.

    Emilce Dio Bleichmar (1998) en su tesis de doctoradohabla del “homosexual8 misógino” y “los varoneshipermasculinos (hetero y homosexuales)”, los que enenterror a encarnar cualquier caracterísca femenina, a

    causa del miedo a la regresión infanl y a la castración.Estos hombres no enen de acvidad sexual con mujeres oenen disfunciones sexuales en los encuentros con mujeres,porque les horroriza la feminidad.

    6 LAS MUJERES NO ENVIDIAN EL PENE, ENVIDIAN LOSPRIVILEGIOS MASCULINOS

    Karen Horney (1991) trabajó de forma bien interesantealgo que Freud no pudo abordar ni interpretar de esa manera,quizás por ser hombre y porque los “lentes del género” noexisan en su época. Habría dos aspectos que hoy en día el

    8 Esto no explica la orientación deldeseo homosexual de los varones,sino que plantea una posible causade aversión a los genitales femeninospor parte de algunos varoneshomosexuales.

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    psicoanálisis y género plantean de manera relevante para laconstrucción de conocimientos contemporáneos:

    a) la envidia del pene en la niña no se origina en el

    deseo de tener un pene como papá, sino en envidiar laposición del varón en tanto el lugar de la masculinidadhegemónica como presgio social y sus concomitantesprivilegios frente a las mujeres,b) la capacidad de las mujeres de gestar un embarazoen sus propios cuerpos, conlleva a la envidia del úteropor parte de los varones. Este aspecto reproducvo quepuede, envidiado por los varones en la infancia, eneque ser procesado, resignando una capacidad anátomo-

    siológica que no se posee. La no elaboración de dichoduelo puede quedar como un resto que contribuya alsenmiento de hoslidad hacia las mujeres. Horney(1991) va a decir que la armación (esma de sí mismos)de los hombres, en ocasiones, construirá sus pilares enla inferioridad de la mujer, con el n de mantenerlosocupados para evitar la aceptación de su propiainferioridad.

    Si pensamos en el caso Juanito (3 años y medio) quetrabaja Freud en 1909 (FREUD, 2000a) podemos observarque su análisis no considera la teorización de un aspectoque puede leerse hoy en día desde el psicoanálisis conenfoque de Estudios de Género y que Karen Horney (1991)pudo contemplar.

    El surgimiento de la fobia de este niño, está vinculado avarios aspectos respecto al vínculo con su padre y madre,entre los que se incluyen el nacimiento de una hermanamenor, lo que tradicionalmente se ha analizado como el

    conicto edípico de Juanito y la rivalidad con su padre y lacompetencia por su madre. Por otra parte aparece el deseode que su hermana desaparezca, claramente deducible porla fantasía de que su mamá deja ahogar a su hermana enla bañera. Pero desde una perspecva horneyana, podemostambién pensar en la posibilidad de que Juanito hayaexperimentado un deseo-envidia de maternidad, en tantoposibilidad de embarazarse, parir y amamantar, como lohizo su mamá.

    En tres ensayos sobra la teoría sexual infanl, Freud(2000d, p. 190) plantea la primacía erógena de la zona anal yla idencación con la madre. Esta es una gura preedípica,admirada, envidiada e idealizada por los niños de ambos

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    sexos, lo que implica el surgimiento del deseo infanlmasculino de ser madres: los niños se conciben comiendoalgo y dan a luz por el ano, a modo de defecación. Aquí sepone de maniesto ciertas privaciones respecto a los deseos

    femeninos de los varones, deseos ligados a la pasividadfrente al padre y deseos ligados a la idencación con lamadre preedípica.

    Entonces, si Juanito deseaba ocupar el lugar delpadre, tenía miedo a la castración y deseaba la muertede su hermanita, podemos pensar en el deseo infanl deembarazo, en el sendo de tener un pene como el de papápara embarazar a mamá (o sea a él mismo, por idencaciónproyecva con su mamá), también el miedo-deseo de su

    castración, para tener genitales como los de mamá y poder“quedar embarazado de papá” y parir, así como ocuparel lugar de su madre para tener el poder de ahogar a suhermana en la bañera.

    Si bien el complejo de Edipo (FREUD, 2000b) se sepultaa los 6 años aproximadamente (al salir de la fase edípica eingresar en la latencia) durante la adolescencia se terminade resolver este conicto, cuando el adolescente transerela carga afecva de los padres hacia otras personas, por logeneral otros/as adolescentes.

    Freud plantea que se puede elegir el objeto de amor dedos maneras: anaclíca/de apoyo (1905) o narcisista (1914),planteando9 que la primera se tramita más en varones y lasegunda más en las mujeres, diciendo que éstas “son másnarcisistas y envidiosas”, un planteamiento que hoy en día elpsicoanálisis con Enfoque de Estudios de Género “echa porerra”. Hoy en día, he observado en mi clínica psicoanalícay de otros/as colegas, más varones narcisistas y envidiososque mujeres con éstas caracteríscas, aunque esto no

    implica que sean homosexuales.Freud (2000d) plantea que según el po narcisista, se elige

    el objeto de amor sobre el modelo de la relación del sujetosobre sí mismo, se puede amar “a lo que uno mismo es, a loque uno mismo fue, a lo que uno querría ser, y a la personaque fue una parte del sí-mismo propio” (Ibid., p. 87).

    Según el po anaclíco (FREUD, 1905), el sujeto elije suobjeto de amor sobre el modelo de las guras parentales,con fundamento originario en las pulsiones sexuales,

    las que se apoyan en las pulsiones de autoconservación(LAPLANCHE; PONTALIS, 1996): se ama “a la mujer nutricia yal hombre protector”.

    9 Recordemos que Freud basómuchas de sus teorías sobre suautoanálisis y sobre pacientesneurócas, contextualizado en unlógica sexista en detrimento de lamujer, se puede aducir que estadiferenciación entre la elección deobjeto masculina y femenina ene un

    fundamento machista. Es evidentehoy en día que existen mujeres yvarones con ambos formatos deelección de objeto, lo que implicaque ya no podemos hacer esadiferenciación de género.

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    7 MISOGINIA Y RELIGIÓN

    Por úlmo, podemos decir que las religiones tradicionalescomo estructurantes de las subjevidades de género,

    también fomentan la misoginia masculina de una maneracasi idénca desde hace siglos.

    La religión católica y sus escritos bíblicos, han generadointersubjevidades misóginas. Los personajes de Lilith,“impura”, condenada por su sexualidad y por renunciar aser madre; Eva sumisa y pecadora a la vez, expulsada delparaíso por “tentar” y “seducir” a un hombre (Adam);María Magdalena “puta” vs. la Virgen María “santa ypura”, muestran históricamente la construcción de las

    “otras” mujeres, las “perversas”, casgadas por esa causa,subyaciendo un modelo de mujer que ene que controlarsus tendencias sexuales porque contamina a los hombres,apartándose de las buenas costumbres, y lo que una “mujerdebería ser” para que “una comunidad sea saludable”: sermadres y puras.

    Los jerarcas del Vacano, reproducen el sexismo,creyendo que las mujeres (contaminadoras e inferiores)puedan llevar a cabo cargos de poder dentro del clero,para elaborar estrategias inteligentes que benecien a lacomunidad crisana.

    Esta manera de subjevar los géneros por parte de lasreligiones tradicionales como el catolicismo (y el judaísmocon mandatos similares) inuyen fuertemente en laintersubjevidad, generando misoginia, a parr de estosmodelos devaluados de mujer.

    8 CONCLUSIONES

    La misoginia es una construcción social que encarnanlos varones en el marco de una sociedad patriarcal, en unacultura con lógicas heterosexuales, comenzando a instalarseen la subjevidad masculina al nal de la fase edípica delos niños (6 años), en el vínculo con su madre y padre (oreferentes adultos).

    Los mandatos sociales que se instauran en lasinstuciones y organizaciones, a través de la educación

    formal (escuela y secundaria) e informal (publicidad, familia,barrio, clubes, religiones, etc.) generan un terreno propiciopara la construcción de la misoginia, como un pilar quesosene la intersubjevidad heterosexual.

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    Diversos formatos de relacionamiento entre varones ymujeres, se despliegan como claros indicadores misóginos,en tanto desprecio directo hacia las mujeres y devaluaciónindirecta y sul de las mujeres como ser: idealización de las

    mujeres, fechización del cuerpo de las mujeres y violenciasimbólica hacia las mujeres.

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    MISOGINIA MASCULINA: EXPRESSÃOE ETIOLOGIA DA MISOGINIA NAINTERSUBJETIVIDADE HETEROSSEXUAL

    Misoginia é uma construção social que os homensincorporam a partir de uma sociedade patriarcal. A misoginiaa partir da cultura patriarcal e de sua lógica heterossexualcomeça a se estabelecer na subjetividade masculina nofinal da fase edípica de crianças em contato com sua mãee seu pai (ou adultos relacionados). A partir da psicanálisee dos estudos de gênero, discuto as origens da misoginiana subjetividade masculina, no contexto do patriarcado,

    conceituando a mesma como um recurso interno usado porhomens para exercer poder, controle e dominação sobre asmulheres, em consenso da sociedade, a cultura e as religiõestradicionais, desdobrando-se em um contexto onde reina alógica heterossexual. A transmissão geracional do “valor”que as mulheres tem como ser “humano”, continuam adiminuir, alinear e reprimir as subjetividades femininas, emdetrimento delas, dos homens e da intersubjetividade degênero entre os sexos.

    Palavras-chave:  Misoginia. Gênero. Violência. (Inter)subjetividade. Masculinidade.

    RESUMO

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    MALE MISOGYNY: MYSOGYN´S ETIOLOGYAND EXPRESION IN HETEROSEXUALINTERSUBJETIVITY

    Misogyny is a social construction that men embodiedin the framework of a patriarchal society, a culture withheterosexual logics and begins to install into the masculinesubjectivity at the end of the oedipal phase of children,on the link with his mother and father (or related adults).From psychoanalysis with a focus of gender studies, raisesthe origin of misogyny in male subjectivity in the context ofpatriarchy conceptualizing the same as the internal resourceused by men to exercise power, control and dominance overwomen, with the consensus of society, culture, traditionalreligions, unfolding in a context where heterosexual logicreigns. Generational transmission of “value” that womenhave as “human” beings, continue to decline, alienating andrepressing female subjectivities, to the detriment of them,men and gender inter-subjectivities between the sexes.

    Keywords: Misogyny. Gender. Violence. (Inter)subjectivities.Masculinity.

    ABSTRACT

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