Martínez Tomás, don Antonlc la olra...

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Martínez Tomás, don Antonlc la olra Vanguardia -Yo naci en 1899, en La Unión, provincia de Murcia y 1118 eduqué en Cartagena.' Fui el mayor de cinco hermanos. Mi padre era .farmacéutico. Murió cuando yo tenia nueve años. Vivimos en- tonces de las pequeñas rentas que .nos quedaban y de las casas que mi madre fue vendiendo hasta que a 'tos trece o catorce años entré a .tnibajar en una oficina pública. A Barcelona vine el año 21 - . Primero ingresé en redacción de «ABC».en Bar- celona y en et 24 entré en «La Vanguardia. . -¿En Murcia ha bla tr abajado d!' periodista? · . - S!, ya había escrito ·en «La· Verdad •, en «El Liberal» y en·. t< EI P..orvenir ll de Cartagena y sobre todo escribl versos: Edité un libro de versos a los 9 años'. Me dieron ·varias flores naturales, una vez. en ElcMe. otra en mi pueblo .. , pero déspués el periodismo me absorbió y dejé de escribir poesía. Pero le sirve a uno .Para dominar la lengua. En el 34. La Vanguardia• lo envía a M adrid · para 'que monte allí una de legación. Y le preg unto si es cierto que fue republicano-azañista, en aque- lla época. ' iNo. no , no. La verdad es que yo era indepen- diente y que más bien tendía hacia eJ grupo monárquico. La mayor parte de mis amigos er an monárquicos. No quiero apuntarme ahora el tanto de decir que' era republicano o azañista. Algunos de mis amigos lo eran también de Azaña y yo le conocía personalmente, , pero políticamente no era amigo suyo. -Pero ··La Vanguardi<P , en aquelios momen- tos. tampoco era monárquica .. . -No. «La Vanguardia• aceptó el cambio de r égimen como aceptaba 'todo lo que fuese une postura gubernamentaL · · El lector de a pie relacionará el nombre ele y Cf)l la crítica de cine y teatro. Pero M. T. es algo más. E:$ · un·a·de los pocos periodist as vientes• de. la guerra de Es pa ña porque con tiempo sUficiente, su po prever tos mientes y se pasó al otro lado. Acabad9 la contienda, hizo de correspo nsal en el y, fue, finalmente, presidente de la Asociación de la Prensa. Presi de nte discutido por neraciones más jóvenes,- cl aro. Hoy, gente de la edad y de la responsabilidad histórica oe Martínez T omás queclu muy pocos en activo. Pero él continuó acu diendo a los estrenos, xioo·xano, con su best6R a veces con su mujer y escribie(ldo unas críticas que nunca han dej ado indiferentes a lectores' como ya se verá en la en trevista o como ustedes mismos ya saben, Martínez Tomás es un excelente narrador y desde el punto de vi sta del entreYi st un personaje así es un mirlo blanco. En honor á ía verdad teng o que decir que ésta es de las entrevistas que menos esfu. erzo me ha requerido. Yo le iba pla.nteando preguntas y contestaba conciso y claro, en perfecto orden cronológico y sin pegltl'me el ro l lo ni irse los cerros de Ubeda, Tiene muy buena memoria dort Antonio Martfne;: Tomás que queda ya con ustedes: -Sien1pre . - Sí, siempre ha tenido un postura tle apoyo al poder constituido. ' LA RETAGUARDIA NACIONAL -¿Y po r qué se pasó usted, en el 36, a la zona nacional? · · ·- Al estallar la guerra, cogí el primer tren que salió de Madrid y me ' vine a Barcelona a ver qué pasaba. Al llegar·me dijeron: cUsted forma parte del comité en representación de !os compañeros de Madrid y encárguesa, otra véz, de la jefatura'd!l . redacciónll. Estuve en el comité durante un me11. Pero la verdad es·que aquello era catastrófico. no había modo de ponerse de acuerdo . en nada y estábamos siempre llenos de milicianos que entra- b an y salí an. Y allí no se sabía quién m. zona republicana yo la vi en estado 81fei'Yel110111i ga seoso y sin posibilidad de que aqueao ra. Me di cuenta que no podia cujar. demasiada gente y tés y organismos no se entendfan. Y que lo mejor era marcharme. Y pasó a Francia. Primero estuw"' después en S¡¡n Juan de Luz. · - En aquellos momentos, en Burgos. el prensa era un gran periodista llamadoJuan . Este me escribió diciéndome si querla ir a 8 y como en Francia era muy bUIICIIKHIII fui. Pero no me quedé allf eino que me San Sebasti án y al poc;o tiempo conaeguf · nieran mi· mujer y mi hijo que ae habfan· en ·Barcelona. En San Sebasti'n viYf de para periódicos; el cABCJ de S « La Voz de España» de San Sebaatlán y tam ·fundamos el único periódico QUE! había en la z nacional y que se .llamaba «Domingo». -¿Y sobre qué ' - De todo, de la guerra 'y de .cosas qua no de le guerra. literarias_ ... -Pero precisamente por sus artículos e AB C• de Sevilla ha sido acusado de anri-cat - No, no . En el «ABCt publiqu6 uno, no cuerdo cómo se titula6a, que·lo impugnaron al nos e incluso en un libro seJII¡ice que en· aquel t íc ulo yo me pronunciaba contra un neocatala mo ... No recuerdo exactamente lo que que. claro. hace cuarenta años o más. en fin. debía objetar, sí. Y realmente apareci eron mue catala' nes raros que se habían distinguido po azañ ismo y por .su adhesión a la situación.rep cana y luego me los vi all í. Puede que en a momento escribi era ese artículo pero los de t ra t aba n cuestiones de actualidad o de espec ci ón fi losófica y literaria. EL SA.LVADOR. DE «LA VANGUARDIA»· -Dicea que a 111 Íl1telvención cl.i DIARIO DE BARCELO NA- Domingo, 48 de ín árzo de 1976

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Martínez Tomás, don Antonlc la olra Vanguardia

-Yo naci en 1899, en La Unión, provincia de Murcia y 1118 eduqué en Cartagena.' Fui el mayor de cinco hermanos. Mi padre era .farmacéutico. Murió cuando yo tenia nueve años. Vivimos en­tonces de las pequeñas rentas que .nos quedaban y de las casas que mi madre fue vendiendo hasta que a 'tos trece o catorce años entré a .tnibajar en una oficina pública. A Barcelona vine el año 21-. Primero ingresé en lá redacción de «ABC».en Bar­celona y en et 24 entré en «La Vanguardia. .

-¿En Murcia habla trabajado d!' periodista? · . - S!, ya había escrito ·en «La· Verdad•, en «El

Liberal» y en·. t< EI P..orvenir ll de Cartagena y sobre todo escribl versos: Edité un libro de versos a los ~ 9 años'. Me dieron ·varias flores naturales, una vez. en ElcMe. otra en mi pueblo .. , pero déspués el periodismo me absorbió y dejé de escribir poesía. Pero le sirve a uno .Para dominar la lengua.

En el 3 4. •La Vanguardia• lo envía a Madrid · para 'que monte allí una delegación. Y le pregunto si es cierto que fue republicano-azañista, en aque­lla época.

' iNo. no, no. La verdad es que yo era indepen­diente y que más bien tendía hacia eJ grupo monárquico. La mayor parte de mis amigos eran monárquicos. No quiero apuntarme ahora el tanto de decir que' era republicano o azañista. Algunos de mis amigos lo eran también de Azaña y yo le conocía personalmente, sí, pero políticamente no era amigo suyo.

-Pero ··La Vanguardi<P, en aquelios momen­tos. tampoco era monárquica ...

-No. «La Vanguardia• aceptó el cambio de régimen como aceptaba 'todo lo que fuese une postura gubernamentaL ·

· El lector de a pie relacionará el nombre ele Martin~z T~~ COfl•la'V~t"dde. y Cf)l

la crítica de cine y teatro . Pero M. T. es algo más. E:$· un·a·de los pocos periodistas ~pet'YI

vientes• de. la guerra de España porque con tiempo sUficiente, supo prever tos aco~ mientes y se pasó al otro lado. Acabad9 la contienda, hizo de corresponsal en el extranje~ y, fue, finalmente, presidente de la Asociación de la Prensa. Presidente discutido por las ~ neraciones más jóvenes,- claro.

Hoy, gente de la edad y de la responsabilidad histórica oe Martínez Tomás queclu muy pocos en activo. Pero él continuó acudiendo a los estrenos, xioo·xano, con su best6R a veces con su mujer y escribie(ldo unas críticas que nunca han dejado indiferentes a lectores' como ya se verá en la entrevista o como ustedes mismos ya saben,

Martínez Tomás es un excelente narrador y desde el punto de vista del entreYist un personaje así es un mirlo blanco. En honor á ía verdad tengo que decir que ésta es de las entrevistas que menos esfu.erzo me ha requerido. Yo le iba pla.nteando preguntas y contestaba conciso y claro, en perfecto orden cronológico y sin pegltl'me el rollo ni irse los cerros de Ubeda, Tiene muy buena memoria dort Antonio Martfne;: Tomás que queda ya con ustedes:

-Sien1pre. - Sí, siempre ha tenido un postura tle apoyo al

poder constitu ido. '

LA RETAGUARDIA NACIONAL

-¿Y por qué se pasó usted, en el 3 6, a la zona nacional? · ·

·- Al estallar la guerra, cogí el primer tren que salió de Madrid y me ' vine a Barcelona a ver qué pasaba. Al llegar ·me dijeron: cUsted forma parte del comité en representac ión de !os compañeros de Madrid y encárguesa, otra véz, de la jefatura 'd!l . redacciónll. Estuve en el comité durante un me11. Pero la verdad es ·que aquello era catastrófico. no había modo de ponerse de acuerdo .en nada y estábamos siempre llenos de milicianos que entra -

ban y salían. Y allí no se sabía quién m. zona republicana yo la vi en estado 81fei'Yel110111i gaseoso y sin posibilidad de que aqueao

• ra. ¿e~ ? Me di cuenta que no podia cujar. demasiada gente ~n~ndando y dwll~ t és y organismos ~ no se entendfan. Y que lo mejor era marcharme.

Y pasó a Francia. Primero estuw"' después en S¡¡n Juan de Luz. ·

- En aquellos momentos, en Burgos. el prensa era un gran periodista llamadoJuan

. Este me escribió diciéndome si querla ir a 8 y como en Francia era muy d~i!lil bUIICIIKHIII fui . Pero no me quedé allf eino que me San Sebastián y al poc;o tiempo conaeguf

· nieran mi· mujer y mi hijo que ae habfan· en ·Barcelona. En San Sebasti'n viYf de para diver~os periódicos; el cABCJ de S «La Voz de España» de San Sebaatlán y tam ·fundamos el único periódico QUE! había en la z nacional y que se .llamaba «Domingo».

-¿Y sobre qué es~ríbia? ' - De todo, de la guerra 'y de .cosas qua no

de le guerra. literarias_ ... -Pero precisamente por sus artículos e

•ABC• de Sevilla ha sido acusado de anri-cat - No, no. En el «ABCt publiqu6 uno, no

cuerdo cómo se titula6a, que ·lo impugnaron al nos e incluso en un libro seJII¡ice que en· aquel t ículo yo me pronunciaba contra un neocatala mo ... No recuerdo exactamente lo que escribí ~ que. claro. hace cuarenta años o más. en fin. debía objetar, sí. Y realmente aparecieron mue catala'nes raros que se habían distinguido po azañ ismo y por .su adhesión a la situación.rep cana y luego me los vi allí. Puede que en a momento escribiera ese artículo pero los de t ra taban cuestiones de actualidad o de espec ción fi losófica y literaria .

EL SA.LVADOR. DE «LA VANGUARDIA»·

-Dicea que gr~ a 111 Íl1telvención cl.i

DIARIO DE BARCELONA- Domingo, 48 de ínárzo de 1976

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tJUardia ,, Íltl pasó a mano::; de la Cadena dcl Movi· miento.

-Aclaremos esto. Cuando yo trevaba ya un l!iío en San. Saba~ti~n. me escribió Pedro G6mez Aparicio desde Salamanca donde se había esta: J;llacido el cuartel generar. y me propuso trabajar wt (a sección de prensa y propaganda. «¿Yquá la· bor haría yo?». «Bueno, pues usted escribiría unos reportajes sobr-e la retaguardia para demostrar que la zona nacional trabaja y sigue con sus activi· dadas dtiun modo normal>l. Y. en efacto.-me die· ron un fotógrafo, un chófer y un coche .y recorrí la :zona nacionál. Cuando hicimos esto, todavía no se flabía constituido el Gobierno. Aún existía ra junta de defensa pero ya en el 38 se formó el Gobierno y el servicio de prensa y propaganda se trasladó a Burgos. Entonces' me encargaron·da ser el enlace entre todos los ministerios. Es decir, de ente.rarme de todas las noticias y confeccionar una especie de boletín. En aquelfos momentos no había agen­cias y mi labor fue como un anticipo de la «Efe». Y

· estando en este servicio, me enteré qua un grupo pretendía que «La Vanguardia» no saliera o qua la cadena del Movimiento se apoderara a e alfa. Bue­nO. entonces todavía no existía tal cadena, sólo al•

g&UIOS peri6dicos. Y yó bici varios informas ycon• a¡guf que las cosas se situaran en su punto ex aa­m. Nollabia ningún motivo para despoiar ata fa· rnilia God6 de esta sociedad qua era patñmoniaY. cl.a Vanguardia• habfa h~ho una fabor da apoyo al pad8r constituido que era ro normal y Serrano suaer debi6 hacerse cargo da esto porque des· pJ6s no tom6 ninguna medida.

-¿CUál ha sido su relaci6n con Godó a ro fargo efe esos cincuenta aftQs? .. · -a tiene la mf.ima"edad qua yo,.¿eh?, somos

de ra misma quinta y esto facilitó qua fu!semos amigos. Es decir, qua entra don carros y yo. aparte de la relaci6n de propietario a subalterno, ha habi· do siempre ana relaci6n cordiaf. muy e~usiva, muy Ciincera y muy fraru:a. Tanto por $U parta como por

. la mía. · · -¿V con Garmsoga? . -con GalinSC)ga estuve eA desacuerdo siem· pre. Yo quería sosteneJ" fa rrneas da ~librio qua

uLa Vanguardia». en mi calidad d.a redactor jefe, habfa mantenido siempre. 'Apoyo al poder consti­tllido pero moderada~nte y sin llegar a servi­dumbres incondicionales. ¿eh? Lo qua creó una gran diferencia entre nosotr~s es que él era un fu- ·

. rioso german6lila. v~. desde el ......, atomentta., me sentí atraído par fa causa atiadi y tuve fe 811

· que terminarla por vencer lo qua a mi juicio era razonabre y justo y que la barbarie nazi no 1rian.fa­ría. Al fmaf, esto creó una tensióa taa iserte qua en el año 43 yo ya· no pude aguantar más y me ofteci para marcharme al axtnmiero de correspcm-' S~ -

SU primer destino fue Usboa. ~és. Boma y PaiÍS hasta tm total de diez af'los. Eñ 1957, y des· pués de esporádicos viajes por el Meá10 Oriente y Africa. se instala de nuevo y definitivaa1eAle en Barce!ona y se hé!ce cargo de ras 5eCCiones de­Cine y teatro de cta Vangaarcna..

M. T.-. EL CRITICO

-Se le acusa de ser excesivamente puritano ea sus críticas.

-Pues precisamente he recibido hoy tiQll Cilftil en la que me acusan del o contraño y ma·~alan unos párrafos de la crítica que hice del Magic Cir· cus. Dicen que tengo mucha. manga anche. Y haca pocos días, otro lector me escribi6 una carr.r, de la que incluso mandó copia al director, en taque de-

cía que sería famentabla que mi alma se pe¡:dieJa Yo be prOCUC'ado sie,npra ponerme al nivel del tiempo en que v~. Pue~e que las p~imaras lican.: cías qua se tomar.on en esta terreno. me ararma· ran ua f)oco,¿eh?. pero, la verdad es que he sido siempre muy liberal en esre aspecto. Por-ejemplo; tengo cartas da escritores da izquierdas que me agradeceR las críticas que les ha hecho. Es muv difía1. con un público tan ampifo como el de «La Vanguardia». contentar a todos..

-¿Para quá público escribe? -Yo tengo en cuenta que el da «la Y~nguar- ·

dialt es muy amplio y desde luego tiene una ligera tendencia a fa burguesía media. ¿eh? De modo que procuro no ñtitarles, ya no digo complacerles..

-¿Cuál ha sido et mejor momento de •la Van-!Jfal'dialt? .

-Es difíetl porqua buen momento-buen mo:­mento- Hubo un momento ascensional que fue. precisamente durante Ja República porque «la Vanguardia» supo guardar un punto de equilibrio y que hizo qua no tuviera enemiQQli..!'- pesar da c¡ue hacía una política.gubémamental moderada, la gente compcendfa que ésta era una postura co­necta y fas izquierdas y las derecha:i compraban al

~ DIARIO DE BARCELONA - Domingo, 28 do marzo de 1976

periód'~.Y d.a Vanguardia• seextandl6ya~ rió 1( prestigio qae fe hizo llegv C8li a ._. 200.000 ejamplaes da tirada en los que se ha,.. aido sosteniendo. clá Vanguardia• tuvo ealrilpal­so inicial con don Ramon God6 y don Carlos Go­dó. segundo conde de God6, ha tenido la -... pianr.r. la moderaci6A y la flexibilidad sulici.­PíJRI qua su peri6dico siga sisado él pañ6dica .. ra ciudad. el portavoz da dM ciudad.

SUS ~OS DE PRESIDENTE

Manfnez Tomfls ftle daraRta años P"8Sidannacle fa Asociacióa da fa Prensa de Barcelocta.

-.¿Qué reproches se haría usted a su ~ gestión?

-(Se queda t1n momento pensativol.la verdad es que tendría que pensármelo mucho. Al fiMIIa gente creía que yo tenía, allí. ao si, coma UD,fed.. do. Yo no quería aumentar el número de emplea­dos para c¡ue no tuviésemos demasiadOs gast¡oe y tal ~ tuve UA sentido rigurosaraeata econ6mi­co ... Pero en lo que se refiera a ~ayudas familia­res y estas cosas. creo que hic.tt todo lo posibá.. Estableciqae ra Asociación orgaaizara aa~ te anuar. a Añtad de precio de lo qtl8 costaba.., que asistieraR las esposas, por primera ver. en fall mismas condicioneS que los periodistas. Durant8 mi período se crearon las aYudas a ros jubilados. a las viudas .••. Tal vez era demasiad11 estricto. 811' cuanto aJ personal de «La Hoja» que no era-111ur numerosO porque yo m.e oponfa a qua aunatntar&. En mi época se estableéió el dar diez: mil pesebJS en vacaciones y tres mil al trimestre.- · ·

'-Si.pero también se dice que da su époCa­arranca escY -medicñJa. de ricos- que disfr~ la asociación y qua es quizás una efe ras causas dal· · descalabro- económico actual. '

· -No. nó, yo esto ya me lo encontré hecho. Yo. no admitía médicos así como así y me to miraba mucho. Cuando entraba un nuevo socio, en Segui-· da p.roponía dos .o tres médicos nuevos qua erllll amigos suyos. y a mi me daifa mucho pero tenia que oponerme. Actualmenta hay tantos médicos como asociados.

-Dicen también que era usted muy patamalis­ta y que procuraba la c~mcordia eo las asambleas per'! que eludfa siel"!lpra. discutir de cuestiones profe¡;ionales. -

:.;-Nunca, jamás. En fa junta qua yo pcesi<l jamás sale negó la palabra a nadie ni se esquiveS ningún problema profesionar •. Y· aún más, an mi . .r époc~ sa consiguieron cosas importantes en esta sentido y en las que yo. tuve parta muy decisiva. Una de eHas es el Estatuto del Periodista que fua

· iniciativa de don Pedro Gómez Aparicio al qua ofrecí mi apoyo desde el ptimer momento. Puede decirse que- Gómez Aparicio y yo fuimos los im--pulsores del Estatuto. .

-¿Está usted de acuerdo con la marcha det jueves? (la entrevista la rea1icé antes de la r:nani-­fesiación ·da pet"iodistas del día 18).

-si van s61~ pe~iodistas me parec!ll bien perm si se mezclan gentes ajenas a la profesi6n, ya ~ m.a parece bien.

-¿Usted irá? -No porqua estofde!icado de salud como us-

ted va. ... . . MARJA FAVA. (Fotoa: VlCTOR) -