Había una vez un pueblo del antiguo Egipto, llamado Alejandría en el que vivían dos niños llamados Abasi y Zaid de 10 y 9 años.

A pesar de que Alejandría era un pueblo muy grande, las casas eran muy pequeñas. Los niños vivían en la calle más ancha del pueblo. Allí la gente hacía cualquier cosa para sacar dinero: había quien tocaba la flauta y hacía salir a las cobras de las cestas, otros jugaban con fuego. Los niños jugaban al Sanet (parecido al actual ajedrez) y otros al juego de la serpiente mientras que las niñas cantaban en corros y bailaban.

Pero no todo el mundo era feliz. La familia de Abasi y Zaid tenía una casa muy pequeña y por desgracia los padres, que eran muy pobres, decidieron con mucho dolor echar de casa a sus hijos. Los niños desesperados, se fueron a casa de un amigo que vivía en el pueblo de al lado llamado Buto. Les tocó trabajar de muchas cosas diferentes: agricultores , mineros, granjeros... Al final encontraron trabajo en la construcción de pirámides y así estuvieron algún tiempo hasta que anunciaron que iban a coronar a Tutankamón como faraón. Aprovechando que su trabajo de carpinteros construyendo una pirámide les permitía conocer perfectamente cómo eran las pirámides por dentro pensaron ir a robar la corona que ya sabían más o menos

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dónde se encontraría. Empezaron hacer un plan para poder robar la corona.

Estuvieron muchos días pensando cómo preparar el plan para ir a robar la corona pero no sabían cómo hacerlo. Pensaron ir al lugar donde iban a coronar a Tutankamón y allí empezaron a coger datos acerca de la corona: La corona llamada “Pshent” estaba formada por dos coronas que mostraban el poder del rey en todo Egipto. La corona blanca representaba el poder sobre el alto Egipto y la corona roja el Bajo Egipto, al norte. Supieron que el cayado y el flagelo que el faraón utilizaba como símbolo de poder tenía muchísimo valor y los guardaban junto a la corona. El flagelo era un cetro de oro con líneas de color turquesa y parecía un palo con cuerdas de oro colgando de un extremo. El cayado era un palo de oro con forma de signo de interrogación. Sabiendo todo eso y el lugar

donde estaría la corona, empezaron a preparar su plan para apoderarse de estas piezas tan valiosas.Esperaron a que oscureciera para que fuera más fácil conseguir tener la corona entre sus manos y a la noche entraron para robarla.

Sufriendo mucho y después de pasar por lugares custodiados por los guardianes pudieron robarla y salieron de ahí con mucho cuidado intentando no hacer ruido y sin correr para que no se les cayera nada, y por suerte consiguieron salir sin problemas. Abasi y Zaid se alejaron del pueblo sin dejar ningún rastro. Estuvieron excavando y excavando y cuando tuvieron un agujero muy grande, enterraron la corona.

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Al día siguiente volvieron a Buto y su dueño les preguntó donde habían ido. Le contestaron que habían ido al campamento de al lado a pasar algunos días, pero como no tenían comida pensaron en volver.

Tres días después llegó el día de la coronación. Fue un día bonito hasta que llegó la hora de coronar a Tutankamón, pues no encontraron la corona, el Flagelo ni el Cayado. Tutankamón estaba muy enfadado y detuvo a todos los soldados que estaban cuidando las tres joyas. Les ahorcaron y les cortaron la cabeza con una espada. Luego Tutankamón mandó a muchas tropas a buscar a los que habían robado la corona. Les hizo recorrer todo Egipto, fueron a Heliopolis, Sais, Buto,

Bolbinite, Busiris, Bubastis y Tamiat. Cuando Abasi y Zaid se enteraron de que Tutankamón mandó a cientos de soldados a buscar la corona, se pusieron muy nerviosos.Pasaron días y días pero los soldados no encontraron ningún rastro. Tutankamón obligó a todo el mundo a rezar a Osiris para que encontrasen la corona. Tutankamón les dijo a los soldados que miraran si todo el mundo estaba rezando, y al que no lo estuviera que le diesen con un látigo. Los soldados se marcharon y estuvieron vigilando por todos los pueblos. Un día algunos soldados vieron a un abuelo y le preguntaron si vio algo. El abuelo les dijo que una noche vio a dos personas que llevaban algo muy pesado. Los soldados lo llevaron a donde Tutankamón para que hablara. El abuelo empezó a hablar y dijo que las personas llevaban un faldellín de color azul y blanco y unas sandalias de color rojizo. Al final el abuelo dijo que se dirigían hacia Sais o Busiris. Los soldados se dirigieron hacia los pueblos que les dijo el abuelo. Miraron por todos los sitios pero como no los encontraron, decidieron hablar con los del pueblo. Estos no habían visto nada y tampoco habían notado nada raro. Los soldados pensando que no les decía la verdad se dirigieron hacia donde estaba el abuelo y lo torturaron... El abuelo seguía diciendo lo mismo y los soldados, pensando que lo que les decía podría ser verdad, se dirigieron a los pueblos de al lado:Buto, Bolbinite, Abaris y a Bubastis.

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Pasaron días y días y los muchachos estaban muy preocupados pues un día los soldados llegaron hasta su casa. Les hicieron muchas preguntas:-¿Habéis visto la corona ?-¿Sois vosotros los que habéis robado la corona?Insistieron una y otra vez. Ellos les dijeron que no, que no sabían nada de la corona. Los soldados les recordaron que si mentían iban a acabar peor; Les cortarían la lengua, manos, nariz y también los decapitarían. Debido al miedo a ser torturados, los niños al final admitieron que habían sido ellos los que robaron la corona. Los soldados metieron a los muchachos en un carro y los llevaron frente a Tutankamón. El faraón les dijo que si decían dónde tenían escondido todo lo que habían robado, los decapitarían. Les dejó un día para pensar.

Al día siguiente les preguntó Tutankamón:- ¿Dónde está guardada la corona?-Los muchachos rápidamente respondieron que la corona estaba en Heracleopólis e inmediatamente se marcharon con ellos a ese lugar para recuperarla. Una vez recuperada mataron a los dos

muchachos Un mes después llegó el día de la coronación de Tutankamón que se celebró en la gran capital llamada Menfis. El día de la coronación las calles estaban llenas de gente, niños, jóvenes, ancianos, nadie quería perderse ese acontecimiento. La coronación fue una fiesta que nadie lo olvidó y Tutankamon reinó durante unos pocos años. Desde ese día, en recuerdo a los dos muchachos, todo los egipcios han llamado a la corona blanca Abasi y a la corona roja Zaid.

fin

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Pasaron días y días y los muchachos estaban muy preocupados pues un día los soldados llegaron hasta su casa. Les hicieron muchas preguntas:-¿Habéis visto la corona ?-¿Sois vosotros los que habéis robado la corona?Insistieron una y otra vez. Ellos les dijeron que no, que no sabían nada de la corona. Los soldados les recordaron que si mentían iban a acabar peor; Les cortarían la lengua, manos, nariz y también los decapitarían. Debido al miedo a ser torturados, los niños al final admitieron que habían sido ellos los que robaron la corona. Los soldados metieron a los muchachos en un carro y los llevaron frente a Tutankamón. El faraón les dijo que si decían dónde tenían escondido todo lo que habían robado, los decapitarían. Les dejó un día para pensar.

Al día siguiente les preguntó Tutankamón:- ¿Dónde está guardada la corona?-Los muchachos rápidamente respondieron que la corona estaba en Heracleopólis e inmediatamente se marcharon con ellos a ese lugar para recuperarla. Una vez recuperada mataron a los dos

muchachos Un mes después llegó el día de la coronación de Tutankamón que se celebró en la gran capital llamada Menfis. El día de la coronación las calles estaban llenas de gente, niños, jóvenes, ancianos, nadie quería perderse ese acontecimiento. La coronación fue una fiesta que nadie lo olvidó y Tutankamon reinó durante unos pocos años. Desde ese día, en recuerdo a los dos muchachos, todo los egipcios han llamado a la corona blanca Abasi y a la corona roja Zaid.

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