MARIO RUFER Alegorías invertidas y suturadas al tiempo - nación, museos y la memoria tutelada
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y poliacutetica experiencia poeacuteticas y construcciones de nacion Heacuteclor
Schmucler [el al] coordinado por Maria del Carmen de la Peza - la ed -
Buenos Aires Prometeo Libros 2009 288 P 2lxlS cm
ISBN 978-987 -s 74-349-6
1 Historia Poliacutetica L Schmucler Heacutector n de la Peza Mar iacutea del Carmen coord
CDD 3209
Cuidado de la edicioacuten Cecilia Pernasetti
copyUAM copy De esta edicioacuten Prometeo Libros 2009 Pringles 521 (ClI83AE1) Buenos Aires Argentina Tel (54-11 ) 4862-6794 Fax (54-11) 4864-3297 wwwprometeoeditorialcom
Hecho el depoacutesito que marcala Ley 11723 Prohibida su reproduccioacuten total o parcial Derechos reservados
Iacutendice
Introduccioacuten 9
Parte 1 Memoria y accioacuten 27
Memoria subversioacuten y poliacutetica Heacutector Schmucler 29 Acciones de memoria y memoria colectiva Reflexiones sobre memoria y accioacuten poliacutetica Cecilia Pemasetti 41
Parte 2 Memoria poeacutetica y testimonio 65
Memorias y testigos una discusioacuten actual Alejandra Oberti 67 Memoria criacutetica y poeacuteticas parricidas Ana Amado 87
Parte 3 Memoria y nacioacuten 121
Retro-ilusiones en tiempos inestables comisionando la memoria para la (re) inscripcioacuten de la nacioacuten post apartheid Moacutenica Cejas 123 Alegoriacuteas invertidas y suturas al tiempo nacioacuten museos y la memoria tutelada Mario Rufer 173 Narraciones de la nacioacuten exploracioacuten desde las artes visuales contemporaacuteneas en Aacutefrica Yissel Arce Padroacuten 213
Debate Memoria y poliacutetica narracioacuten accioacuten representacioacuten 257
7
Alegoriacuteas invertidas y suturas al tiempo nacioacuten museos y la memoria tuteladaacute
Mario Rufer1
Tejioacute en el manto una huella Vigiloacute el relaacutempagD lo retuvo y se fue
En el preciso trazo ordenoacute minuciosamente lo que debiacutea olvidar
Habiacutea enhebrado roda su tiempo Alejo Prada
El Museo del Apartheid es un viaje no simplemente un destino [ y puede constituirse en la leccioacuten maacutes impor-
tante que usted aprenda en la vida Apartheid Museum - Folleto de Entrada
Introduccioacuten
Memoria puacutebliOJ y pasados violentos Algunas consideradones Este trabajo puede entenderse como una lectura en clave etnograacutefica
de un museo sudafricano el Museo del Apartheid cuya visita reiterada suscitoacute una pregunta de la cual se desprenden todas las demaacutes iexclqueacute implicaciones tiene reordenar el tiempo y la experiencia de la violencia narrarla puacuteblicamente dis -ponerla exhibirla A partir de aquiacute se deslizan otras iquestcoacutemo encarar el anaacutelisis de un museo del horror iquestQueacute tipo de experiencia (cataacutertica mnemoacutenica de interpelacioacuten social) deberiacutea
1 Agradezco a Moacutenica Cejas y a Mariacutea Ineacutes Carciacutea Canallas agudos comentarios que hicieron a una primera versioacuten de este texto
bull Departamento de Educacioacuten y Comunicacioacuten UAM-X
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Alegoriacuteas invertidas y suturas al tiempo nacioacuten museos y la lsquomemoria tuteladarsquo
Mario Rufer 1
ldquoTejioacute en el manto una huella Vigiloacute el relaacutempago lo retuvo y se fue
En el preciso trazo ordenoacute minuciosamente lo que debiacutea olvidarhellip
Habiacutea enhebrado todo su tiempordquo Alejo Prada
ldquoEl Museo del Apartheid es un viaje no simplemente un
destino [hellip] Y puede constituirse en la leccioacuten maacutes importante que usted aprenda en la vidahelliprdquo
Apartheid Museum - Folleto de Entrada
Introduccioacuten Memoria puacuteblica y pasados violentos Algunas consideraciones
Este trabajo puede entenderse como una lectura en clave etnograacutefica de un museo
sudafricano el Museo del Apartheid cuya visita reiterada suscitoacute una pregunta de la
cual se desprenden todas las demaacutes iquestQueacute implicaciones tiene reordenar el tiempo y la
experiencia de la violencia narrarla puacuteblicamente dis-ponerla exhibirla A partir de
aquiacute se deslizan otras iquestCoacutemo encarar el anaacutelisis de un museo del horror iquestQueacute tipo de
experiencia (cataacutertica mnemoacutenica de interpelacioacuten social) deberiacutea imprimirse iquestQueacute
procesos ndashy queacute sujetosmdash autorizan las narrativas e invisten de legitimidad al discurso
exhibido iquestQueacute ocasioacuten en los teacuterminos de De Certeau es la que esboza la coyuntura
para que este material se instituya en las coordenadas espaciotiempo de lo memorable2
iquestDeberiacutean las proyecciones eacutetico-poliacuteticas de una verdad pasada y una verdad presente
volverse tangenciales para lograr explicar las formas horrorosas que adquiere la
violencia en la larga duracioacuten En espacios sociohistoacutericos donde la labor social de
duelo debe realizarse al mismo tiempo que la reestructuracioacuten del estado y de todos los
fundamentos de la experiencia social un ldquomuseordquo del pasado reciente deberiacutea advertir 1 Agradezco a Moacutenica Cejas y a Mariacutea Ineacutes Garciacutea Canal los agudos comentarios que hicieron a una primera versioacuten de este texto Este trabajo forma parte de los resultados parciales del proyecto Democracia comunicacioacuten y sujetos de la poliacutetica en Ameacuterica Latina contemporaacutenea financiado por CONACYT con el apoyo de instituciones participantes UAM-X UNC UBA y Ude G Clave del proyecto 42 715 2 De Certeau Michel La invencioacuten de lo cotidiano 1 Artes de Hacer Universidad Iberoamericana Meacutexico 2007 [1990] pp 92-95
2
ante todo la premisa claacutesica de Giorgio Agamben ldquoAuchswitz nunca ha dejado de
sucederrdquo3 No pretendo dirimir aquiacute una especie de estatuto de veracidad para las
producciones puacuteblicas de la memoria ni abordar especiacuteficamente la capacidad
referencial de esas ldquoproducciones de historiardquo 4 Los pasados puacuteblicos son producciones
que al representar evocar o designar trazos de historia imprimen en momentos
diferentes lecturas encontradas paroacutedicas a veces contradictorias otras tantas sobre
coacutemo se experimenta la violencia pasada en el presente coacutemo se domestica en la
narrativa coacutemo se extirpa de la identidad o se la relocaliza en ella coacutemo se la inserta en
nuestra propia modernidad o se la exilia Justamente porque en contextos post-
coloniales y neoliberales es la memoria puacuteblica ejercida (si cabe este apelativo) la que
revela a la historia en toda su violencia semioacutetica como la maacutes conspicua muestra de la
inestabilidad de los siacutembolos de la imposibilidad inherente a su voluntad totalizante y a
las formas sucesivas en que se ha recolonizado el ldquoarchivordquo
Por todas estas razones es relevante un anaacutelisis que pretenda ldquotratar a la
evidencia del pasado como una forma de campo etnograacuteficordquo Cuando se discute sobre
la representacioacuten de la memoria ejercida en el espacio puacuteblico importan las formas en
que los mundos del pasado son producidos encastrados narrados evocados y figurados
en un presente que tambieacuten es experimentado en medio de relaciones de poder y
diferencia5 En palabras de Leslie Witz
3 Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 p 105 4 Cf Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 pp XVI y ss Cohen establece a lo largo del libro un diaacutelogo tenso entre historia memoria y antropologiacutea Uno de sus aportes importantes es que la idea de ldquoproduccioacuten de historiardquo estaacute tambieacuten presente en todo lo que los actos relatos y discursos silencian reprimen u ocultan y esas supresiones son analizadas etnograacuteficamente como formas constitutivas de la memoria histoacuterica 5 Son muchos los textos que han sido inspiradores para poder dar forma a estos argumentos sobre trabajar las representaciones de los mundos del pasado y las disputas de la memoria puacuteblica con sensibilidad etnograacutefica Entre ellos dos han sido de gran aporte por la cercaniacutea de sus objetos y fuentes trabajados Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 especialmente pp 1-11 Cohen David W The combing of history op cit Tambieacuten Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Veacutease tambieacuten en una enumeracioacuten seguramente incompleta Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001
3
ldquohellip[si] soacutelo se examinan artefactos performances y sus formas representativas hacia el mundo del pasado se pasan por alto muchos de los procesos que median en la creacioacuten y definicioacuten de los significados culturales [Es importante] registrar coacutemo se posicionan significados diferentes y contradictorios [hellipe] investigar las formas praacutecticas y contextos sociales que intervienen en la lsquoproduccioacuten de historiarsquo Estas disposiciones sean orales escritas o visuales [sonhellip] modalidades y sociologiacuteas diferentes en la produccioacuten de conocimientorsquo Fotografiacuteas festivales espectaacuteculos turiacutesticos instalaciones visuales performances dramaacuteticas representaciones de tradiciones orales y exhibiciones de museos lsquoestaacuten informados por su loacutegica propia y generando sus imaacutegenes y recepciones particularesrsquo rdquo6
Registrar los procesos de debate lucha de significacioacuten y sentidos conflictivos
ante las representaciones puacuteblicas del pasado ayuda por un lado a comprender coacutemo
es que existen ldquomuacuteltiples locacionesrdquo de la memoria que entran en conflicto Por otra
parte intenta recuperar la ambiguumledad existente en medio de la conformacioacuten de lo que
Leslie Witz llama la ldquoesfera puacuteblica histoacutericardquo7 y que para miacute seriacutea maacutes acertado
denominar la ldquoesfera puacuteblica de los usos del pasadordquo coacutemo mientras el estado puede
erigirse en la ldquocuraduriacutea de la nacioacutenrdquo en teacuterminos de la representacioacuten simboacutelica de su
pasado en el momento poliacutetico presente8 esto es discutido experimentado y contestado
de maneras diversas Y coacutemo a su vez esa ldquocontestacioacutenrdquo estaacute anclada en procesos
sociohistoacutericos de dominacioacuten y diferencia exclusioacuten histoacuterica y reafirmacioacuten de la
identidad9
Evidentemente el problema de la ldquoverdadrdquo representada adquiere densidad
histoacuterica pensando en procesos (como el apartheid o las dictaduras latinoamericanas)
que conllevaron la creacioacuten de Comisiones de la Verdad ad hoc Aunque las
6 Witz Leslie Apartheidrsquos Festival op cit p 7 El encomillado al interior de la cita es original del texto Los eacutenfasis en cursivas son miacuteos 7 Ibid p 10 8 Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 pp 132 y ss
9 Cf Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Witz Leslie Apartheidrsquos Festival op cit pp 13 y ss Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 pp 175-192
4
representaciones puacuteblicas del pasado refieren siempre una pretensioacuten de verosimilitud
justamente las discusiones encarnizadas sobre ldquola verdadrdquo de lo acontecido y en muchos
casos la ldquoimposibilidadrdquo o ldquoalienacioacutenrdquo de la prueba muestran la complejidad de los
trazos de la memoria
En toda proyeccioacuten puacuteblica de la memoria (un museo un monumento) hay una
poliacutetica de la definicioacuten y de la clasificacioacuten y una poeacutetica de la inclusioacuten y de la
invisibilidad dentro de sus escenarios de los ldquomundos del pasadordquo10 Aquiacute es donde la
memoria como experiencia social y como accioacuten se debate en el espacio puacuteblico con un
elemento claro de articulacioacuten porque una vez maacutes lo que estaacute en juego no es soacutelo la
veracidad del evento como tal Lo que estaacute en disputa es la estabilidad del referente de
la historia nacional de la identidad comunitaria de la significacioacuten cotidiana de la
ciudadaniacutea de los signos que nos recuerdan aquello ldquoa lo que estamos atadosrdquo A su
vez no estariacuteamos ante fragmentos incomprensibles de una realidad postmoderna
ldquohiacutebridardquo (como si este teacutermino disipara las manifestaciones maacutes espectaculares de la
dominacioacuten y el sometimiento) en la cual sea imposible aspirar a una eacutetica de la
comprensioacuten sociohistoacuterica o a una identificacioacuten de relaciones profundamente
opresoras (aunque contingentes y cambiantes) de poder Maacutes bien estamos ante
procesos de significacioacuten altamente complejos que debemos leer en clave ldquodetallesrdquo que
revelan mucho sobre los mecanismos del poder la exclusioacuten y las poliacuteticas de la
identidad Para ello es imperioso dejar a un lado por momentos las divisiones
legisladoras instituidas por el conocimiento histoacuterico y la ciencia social
Asiacute lo que se manifiesta como discurso sobre el pasado (trazo tropos) revela
mucho de dos ldquomovimientos inseparables el lugar de la diferencia dentro de las
relaciones procesos y estrategias de poder y la presencia del poder en las acciones
(enactments) praacutecticas y configuraciones de la diferenciardquo11 Alliacute las texturas de la
memoria y la violencia se densifican hasta mostrar un cuadro sin soluciones faacutecilmente
aprehensibles sin conclusiones cerradas o estables O tal vez una que en la
inteligibilidad del evento como deciacutea Foucault nunca hay un plano sino un poliedro en
medio de cuyos aacutengulos se manifiestan las relaciones de poder maacutes contingentes Su
significado es re-apropiado su temporalidad acechada y trataacutendose de un evento
10 La expresioacuten corresponde a Witz Leslie Apartheidrsquos Festivalhellip op cit p 17 11 Dube Saurabh Stitches on time Colonial textures and postcolonial tangles op cit p 23
5
violento su inscripcioacuten en el presente es un factor de dependencia doble con la
temporalidad busca tanto garantizar desde sus muacuteltiples manifestaciones espectrales la
inscripcioacuten de una verdad en el pasado como problematizar poliacuteticamente las garantiacuteas
del presente
1 El Museo del Apartheid los fundamentos de su creacioacuten y su gestioacuten
Sudaacutefdrica post-1994 la revisioacuten del pasado reciente se alza como bandera necesaria
ante la ldquonueva nacioacuten democraacuteticardquo y la proliferacioacuten de los testimonios en la esfera
puacuteblica es sorprendente Desde iniciativas comunitarias (el conocido museo comunitario
del Distrito Seis en Ciudad del Cabo o los Programas como SOMOHO [Soweto
Mountain of Hope] en Johannesburgo) hasta estrategias de poliacuteticas puacuteblicas (El Museo
de Robben Island y el Museo de Slave Lodge en Ciudad del Cabo el Museum Africa o
el Origins Center en Johannesburgo el Freedom Park en Pretoria) son las maacutes
prominentes para citar soacutelo algunas A su vez la creacioacuten del Consejo Nacional de
Patrimonio (NHC por su sigla en ingleacutes) que tuvo su acta definitiva de fundacioacuten en
1999 terminoacute por dar forma y regular una poliacutetica de fomento a la preservacioacuten y
cuidado del patrimonio (ldquotangiblerdquo e ldquointangiblerdquo siguiendo la divisioacuten hecha por la
UNESCO) en Sudaacutefrica lo cual coadyuvoacute al surgimiento y la visibilidad de iniciativas
locales y circunstanciales de recuperacioacuten de memorias regionales creacioacuten de museos
comunitarios preservacioacuten de aacutereas (arquitectoacutenicas o naturales) en peligro etc
Sin embargo es liacutecito aclarar que el Museo del Apartheid no nace de estas
iniciativas especiacuteficas Y esto no es punto menor si empezamos por ubicar la
topografiacutea El Apartheid Museum inaugurado al puacuteblico en noviembre de 2001 se
encuentra emplazado en un espacio de seis mil metros cuadrados un sitio de siete
hectaacutereas en una de las aacutereas suburbanas de Johannesburgo que recrea el haacutebitat natural
de una zona boscosa de altura El Museo cubre una zona amplia que se situacutea en la ruta
comuacuten que hacen hoy los trabajadores ndashen su mayoriacutea negrosmdash desde Johannesburgo al
conjunto de townships de Soweto y estaacute cerca de otros townships poblados como
Eldorado Park y Lenasia Pero el punto maacutes importante es que el Museo queda
emplazado dentro de un aacuterea cerrada el Gold Reef City Casino Paradoacutejicamente el
6
origen del Museo es una prerrogativa que se desprende de la Lotteries Act 57 de 1997
la cual preveacute que para la instalacioacuten de casinos y espacios privados para juegos de azar
se destine una parte de los dividendos generados a un cometido de ldquoresponsabilidad
socialrdquo y tambieacuten a la ayuda para el desarrollo econoacutemico ldquoen el estado donde el casino
se encuentra emplazadordquo12
Dos de los principales inversores del Gold Reef Casino los hermanos
empresarios Solly y Abie Krok habiacutean ya estado involucrados como los fervientes
impulsores de un proyecto trunco el Monumento a Mandela que se erigiriacutea a las
afueras de Pretoria en la colina que se emplaza al frente del Monumento al
Voortrekker Las primeras discusiones sobre el destino de la ldquolicenciardquo que el complejo
de divertimento debiacutea concesionar comenzaron en 1995 En ese momento algunos de
los asesores del complejo estudiaban la posibilidad de crear un museo que explicara la
forma como se extraiacutea oro de la regioacuten desde el descubrimiento de las minas en 1886
Fue Solly Krok el visionario que desde el comienzo consideroacute maacutes apropiado y
ldquorentablerdquo construir un complejo de tipo histoacuterico que se llamariacutea en primera instancia
Freedom Park (Parque de la Liberacioacuten) con calidad de sitio de proyeccioacuten mundial
para el turismo cosmopolita y con una narracioacuten especiacutefica del apartheid en sus
diferentes etapas Como el Freedom Park era ya en ese entonces un proyecto del
gobierno en marcha para crearse en Pretoria (inaugurado en 2005) la idea se modificoacute
un poco hasta dar forma al proyecto final del Museo del Apartheid Sin embargo
aunque tratoacute de disociaacuterselo de sus oriacutegenes ldquofinancierosrdquo el proyecto estuvo
involucrado en una poleacutemica eacutetico-poliacutetica desde sus comienzos no soacutelo habiacutea grupos
que pediacutean que se esclareciera y se difundiera puacuteblicamente el origen del dinero
invertido o incluso que el museo se construyera fuera del predio de casinos sino que se
recordoacute tambieacuten una de las razones por las cuales el Monumento a Mandela habiacutea sido
abortado no sin escaacutendalo puacuteblico En los antildeos aacutelgidos del apartheid (particularmente en
la deacutecada de 1970) los hermanos Krok habiacutean amasado parte de su fortuna fabricando y
promocionando cosmeacuteticos blanqueadores de piel13
12 Cf Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito p 5 13 Cf Ibid pp 7-8 Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 p 33 Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Los hermanos
7
Lo cierto es que los hermanos Krok convocaron a una serie de personas
especializadas en diferentes aacutereas para dar marcha al proyecto Philip Bonner
reconocido historiador que estuvo afiliado al History Workshop de la Universidad de
Witswatersrand desde finales de la deacutecada de 198014 estuvo a cargo del equipo
histoacuterico Sydney Abromovich fue el coordinador del equipo arquitectoacutenico
praacutecticamente designado por Krok junto con el israeliacute Claude Grundman que teniacutea
experiencia internacional en trabajar entre otros con el Holocaust Memorial Museum
en Washington15 Por su parte el realizador y curador Angus Gibson fue una pieza clave
para la instalacioacuten de los equipos de audio y video puntos que pueden considerarse
nodales en la propuesta innovadora del Museo
Desde las palabras de Bonner el sesgo del proyecto quedaba claro ldquohellipel punto
de partida fue comprender que habiacutea gente mixturada y mezclada que se reunioacute y soacutelo a
partir de alliacute surgioacute la necesidad de separarlos El lugar donde esto sucedioacute con mayor
claridad fue Johannesburgo de hecho fue en Johannesburgo donde comenzoacute el
procesordquo16 El punto es que desde ese momento las aacutereas rurales asiacute como los aspectos
de lo que se ha dado en llamar el ldquopetty apartheidrdquo (la represioacuten violacioacuten de derechos
Krok fueron gerentes de los Twins Pharmaceutical Holdings fabricantes y distribuidores de la crema blanqueadora de piel ldquoSuper Roserdquo que existioacute en el mercado sudafricano desde la deacutecada de 1970 un icono de la cultura del consumo masivo Luego aparecioacute la versioacuten masculina bajo el slogan ldquomaacutes raacutepida maacutes efectivardquo llamada ldquoHe Manrdquo aludiendo a la conocida caricatura de animacioacuten cuyo personaje reuacutene ademaacutes todos los atributos de un modelo hegemoacutenico de masculinidad blanca heterosexual occidental El consumo de estos productos fue atacado durante antildeos por la Unioacuten de Consumidores Negros (Black Consumer Union) dado sus comprobados efectos nocivos para la piel ndashademaacutes de considerarse una cuestioacuten poliacuteticamente denigrante Cf Ribane Nakedi ldquoLighter is fairerrdquo Mail amp Guardian on line 2 May 2006 Cabe sentildealar que tambieacuten la creacioacuten de un museo en el la ex prisioacuten conocida como Number Four produjo similares reacciones por la intervencioacuten de fondos de fundaciones privadas como Ford Kellogs y Mott Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 p 171 14 El History Workshop de esta Universidad fue un colectivo intelectual que surgioacute a mediados de la deacutecada de 1980 y siguioacute las directrices de su homoacutenimo en Inglaterra con una vertiente teoacuterica que abrevoacute en la nueva izquierda inglesa innovando sin embargo de acuerdo a los imperativos que marcaba el contexto local Fue un grupo pionero que dio origen a investigaciones importantes en historia social sobre los costos sociales del apartheid su geacutenesis socioloacutegica las condiciones de vida y de trabajo de los obreros negros los cruces entre raza clase y geacutenero entre tantos otros toacutepicos 15 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London 1993 ademaacutes Grudman trabajoacute en el proceso de creacioacuten del Freedom Park en Pretoria 16 Cit en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10
8
sobreexplotacioacuten y discriminacioacuten en las praacutecticas cotidianas capilares del cuerpo
social) quedaron sin un lugar en la exhibicioacuten que se proyectaba17
2 La historia en la forma alegoriacutea invertida
El Museo del Apartheid no es soacutelo una construccioacuten pedagoacutegica de escalas
impresionantes para ldquonarrarrdquo el reacutegimen que oprimioacute a la mayoriacutea del pueblo
sudafricano en la segunda mitad del siglo XX Es tambieacuten una alegoriacutea invertida Maacutes
allaacute de que consideremos a la alegoriacutea como un instrumento cognoscitivo en este caso
la inversioacuten reside en que no son los hechos de la historia los que estaacuten representados
alegoacutericamente (de hecho el museo es estrictamente denotativo en su poeacutetica) sino que
la historia misma en la representacioacuten especiacutefica de su temporalidad es la que se
ldquoalegorizardquo en el museo Esto no es simplemente una nimiedad intelectiva es una
herramienta semioacutetica necesaria para desmantelar el proyecto conceptual del Museo
Esa fue la forma elegida por los comunicadores de la memoria histoacuterica para transmitir
la experiencia totalizante de un periacuteodo y de un reacutegimen en la representacioacuten de un
ritual de pasaje que apela por otra parte a la ldquoexperiencia directardquo La disposicioacuten
ritualizada no es de menor importancia porque gran parte del proceso de
ldquoreconciliacioacutenrdquo en Sudaacutefrica puso en el centro de la escena social la eficacia de
formatos ritualizados de negociacioacuten en los cuales se apelaba a diferentes lenguajes
identitarios y a distintas figuras ldquotaacutecticasrdquo para re-fundar la nacioacuten (que en teacuterminos
reales y ante la vigencia de la violencia social significaba re-fundar el pacto social la
posibilidad de ldquoconvivirrdquo en un estado-nacional moderno) el modo de funcionamiento
de la Comisioacuten de la Verdad y la Reconciliacioacuten (muy diferente a las latinoamericanas
por ejemplo) es una excelente muestra de ello18
17 Hay algunos paralelismos que se pueden establecer entre la configuracioacuten narrativa del Museo del Apartheid y la de la TRC (ldquoTruth and Reconciliation Commissionrdquo) maacutes allaacute de su diferencia constitutiva Pero una de las criacuteticas maacutes severas a la TRC en cuanto al sesgo de su contenido es justamente no haber considerado y llevado a las audiencias puacuteblicas las represiones cotidianas el apartheid capilarizado en el cuerpo social Cf entre otros Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 pp 161-178 18 Veacutease el artiacuteculo de Moacutenica Cejas en este volumen
9
Es cierto que ya se discute sobre este museo y su propuesta de ldquono
interaccioacutenrdquo19 su formato pedagoacutegico altamente efectivo pero conductista que impide
cualquier reformulacioacuten de los muacuteltiples textos (el escrito que a diferencia de otros
museos contemporaacuteneos aquiacute es vasto y prolongado y el visual que en todo momento
impone un ejercicio claro de la muestra denotativa) Esto en gran parte es acertado
porque la uacutenica interaccioacuten posible estaacute dada en la intempestiva (casi violenta) que el
lenguaje arquitectoacutenico establece toda la experiencia de recorrer el museo no es soacutelo
una forma de adquisicioacuten informativa sino tambieacuten una estrategia pretendida de
empoderamiento por la adquisicioacuten ldquoexperiencialrdquo de la ldquovivenciardquo ex post facto del
apartheid A partir de recursos simboacutelicos que analizareacute luego ndashcuya eficacia no puedo
evaluar aquiacutemdash la intencioacuten poeacutetica estaacute enmarcada en la vivencia subjetiva del tiempo
del evento (el apartheid)
La propia estructura del Museo entona con el tipo de narrativa que proyecta
Disentildeado como una estructura monumental rectiliacutenea y de arquitectura despojada y
minimalista la primera vista que se tiene es la de un muro de ladrillo cocido con la
inscripcioacuten del Museo con la vista de los siete pilares monoliacuteticos en concreto macizo
que se alzan imponentes y que seguacuten el audio nos devela al final del recorrido
expresan los ldquofundamentos ideoloacutegicosrdquo de la nueva Constitucioacuten de Sudaacutefrica20 En
cada uno de ellos se lee en ingleacutes21 ldquoEquidadrdquo ldquoDemocraciardquo ldquoReconciliacioacutenrdquo
ldquoDiversidadrdquo ldquoResponsabilidadrdquo ldquoRespetordquo ldquoLibertadrdquo Estos ldquofundamentosrdquo que se
leen como tal dada la proyeccioacuten que tienen en tamantildeo son un manifiesto de dos
elementos la estrecha ligazoacuten del Museo con el nuevo estado y la ldquoinversioacuten
escrituriacutesticardquo ndashen palabras de De Certeau22mdashde la operacioacuten histoacuterica stricto sensu la
museografiacutea comienza en el presente y la primera narrativa a comprender son los
19 Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming Togetherhellip op cit Apendix p 15-17 20 La ldquonuevardquo Constitucioacuten de la Repuacuteblica de Sudaacutefrica post-apartheid una de las maacutes progresistas en el mundo en teacuterminos de garantiacuteas y derechos civiles fundamentalmente fue aprobada por la Corte Constitucional de ese paiacutes el 4 de diciembre de 1996 con vigencia efectiva desde el 4 de febrero de 1997 Su antecedente inmediato fue la Constitucioacuten Interina de 1993 El documento de la Constitucioacuten se puede consultar en la World Wide Web en Constitution of the Republic of South Africa 1996 httpwwwinfogovzadocumentsconstitutionindexhtm 21 Hago la aclaracioacuten porque a pesar de que Sudaacutefrica cuenta con once lenguas oficiales el Museo utiliza soacutelo el ingleacutes en la reproduccioacuten de la mayoriacutea de sus textos 22 Cf De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975]
10
ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
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Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
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recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
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entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
29
museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
Alegoriacuteas invertidas y suturas al tiempo nacioacuten museos y la memoria tuteladaacute
Mario Rufer1
Tejioacute en el manto una huella Vigiloacute el relaacutempagD lo retuvo y se fue
En el preciso trazo ordenoacute minuciosamente lo que debiacutea olvidar
Habiacutea enhebrado roda su tiempo Alejo Prada
El Museo del Apartheid es un viaje no simplemente un destino [ y puede constituirse en la leccioacuten maacutes impor-
tante que usted aprenda en la vida Apartheid Museum - Folleto de Entrada
Introduccioacuten
Memoria puacutebliOJ y pasados violentos Algunas consideradones Este trabajo puede entenderse como una lectura en clave etnograacutefica
de un museo sudafricano el Museo del Apartheid cuya visita reiterada suscitoacute una pregunta de la cual se desprenden todas las demaacutes iexclqueacute implicaciones tiene reordenar el tiempo y la experiencia de la violencia narrarla puacuteblicamente dis -ponerla exhibirla A partir de aquiacute se deslizan otras iquestcoacutemo encarar el anaacutelisis de un museo del horror iquestQueacute tipo de experiencia (cataacutertica mnemoacutenica de interpelacioacuten social) deberiacutea
1 Agradezco a Moacutenica Cejas y a Mariacutea Ineacutes Carciacutea Canallas agudos comentarios que hicieron a una primera versioacuten de este texto
bull Departamento de Educacioacuten y Comunicacioacuten UAM-X
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Alegoriacuteas invertidas y suturas al tiempo nacioacuten museos y la lsquomemoria tuteladarsquo
Mario Rufer 1
ldquoTejioacute en el manto una huella Vigiloacute el relaacutempago lo retuvo y se fue
En el preciso trazo ordenoacute minuciosamente lo que debiacutea olvidarhellip
Habiacutea enhebrado todo su tiempordquo Alejo Prada
ldquoEl Museo del Apartheid es un viaje no simplemente un
destino [hellip] Y puede constituirse en la leccioacuten maacutes importante que usted aprenda en la vidahelliprdquo
Apartheid Museum - Folleto de Entrada
Introduccioacuten Memoria puacuteblica y pasados violentos Algunas consideraciones
Este trabajo puede entenderse como una lectura en clave etnograacutefica de un museo
sudafricano el Museo del Apartheid cuya visita reiterada suscitoacute una pregunta de la
cual se desprenden todas las demaacutes iquestQueacute implicaciones tiene reordenar el tiempo y la
experiencia de la violencia narrarla puacuteblicamente dis-ponerla exhibirla A partir de
aquiacute se deslizan otras iquestCoacutemo encarar el anaacutelisis de un museo del horror iquestQueacute tipo de
experiencia (cataacutertica mnemoacutenica de interpelacioacuten social) deberiacutea imprimirse iquestQueacute
procesos ndashy queacute sujetosmdash autorizan las narrativas e invisten de legitimidad al discurso
exhibido iquestQueacute ocasioacuten en los teacuterminos de De Certeau es la que esboza la coyuntura
para que este material se instituya en las coordenadas espaciotiempo de lo memorable2
iquestDeberiacutean las proyecciones eacutetico-poliacuteticas de una verdad pasada y una verdad presente
volverse tangenciales para lograr explicar las formas horrorosas que adquiere la
violencia en la larga duracioacuten En espacios sociohistoacutericos donde la labor social de
duelo debe realizarse al mismo tiempo que la reestructuracioacuten del estado y de todos los
fundamentos de la experiencia social un ldquomuseordquo del pasado reciente deberiacutea advertir 1 Agradezco a Moacutenica Cejas y a Mariacutea Ineacutes Garciacutea Canal los agudos comentarios que hicieron a una primera versioacuten de este texto Este trabajo forma parte de los resultados parciales del proyecto Democracia comunicacioacuten y sujetos de la poliacutetica en Ameacuterica Latina contemporaacutenea financiado por CONACYT con el apoyo de instituciones participantes UAM-X UNC UBA y Ude G Clave del proyecto 42 715 2 De Certeau Michel La invencioacuten de lo cotidiano 1 Artes de Hacer Universidad Iberoamericana Meacutexico 2007 [1990] pp 92-95
2
ante todo la premisa claacutesica de Giorgio Agamben ldquoAuchswitz nunca ha dejado de
sucederrdquo3 No pretendo dirimir aquiacute una especie de estatuto de veracidad para las
producciones puacuteblicas de la memoria ni abordar especiacuteficamente la capacidad
referencial de esas ldquoproducciones de historiardquo 4 Los pasados puacuteblicos son producciones
que al representar evocar o designar trazos de historia imprimen en momentos
diferentes lecturas encontradas paroacutedicas a veces contradictorias otras tantas sobre
coacutemo se experimenta la violencia pasada en el presente coacutemo se domestica en la
narrativa coacutemo se extirpa de la identidad o se la relocaliza en ella coacutemo se la inserta en
nuestra propia modernidad o se la exilia Justamente porque en contextos post-
coloniales y neoliberales es la memoria puacuteblica ejercida (si cabe este apelativo) la que
revela a la historia en toda su violencia semioacutetica como la maacutes conspicua muestra de la
inestabilidad de los siacutembolos de la imposibilidad inherente a su voluntad totalizante y a
las formas sucesivas en que se ha recolonizado el ldquoarchivordquo
Por todas estas razones es relevante un anaacutelisis que pretenda ldquotratar a la
evidencia del pasado como una forma de campo etnograacuteficordquo Cuando se discute sobre
la representacioacuten de la memoria ejercida en el espacio puacuteblico importan las formas en
que los mundos del pasado son producidos encastrados narrados evocados y figurados
en un presente que tambieacuten es experimentado en medio de relaciones de poder y
diferencia5 En palabras de Leslie Witz
3 Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 p 105 4 Cf Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 pp XVI y ss Cohen establece a lo largo del libro un diaacutelogo tenso entre historia memoria y antropologiacutea Uno de sus aportes importantes es que la idea de ldquoproduccioacuten de historiardquo estaacute tambieacuten presente en todo lo que los actos relatos y discursos silencian reprimen u ocultan y esas supresiones son analizadas etnograacuteficamente como formas constitutivas de la memoria histoacuterica 5 Son muchos los textos que han sido inspiradores para poder dar forma a estos argumentos sobre trabajar las representaciones de los mundos del pasado y las disputas de la memoria puacuteblica con sensibilidad etnograacutefica Entre ellos dos han sido de gran aporte por la cercaniacutea de sus objetos y fuentes trabajados Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 especialmente pp 1-11 Cohen David W The combing of history op cit Tambieacuten Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Veacutease tambieacuten en una enumeracioacuten seguramente incompleta Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001
3
ldquohellip[si] soacutelo se examinan artefactos performances y sus formas representativas hacia el mundo del pasado se pasan por alto muchos de los procesos que median en la creacioacuten y definicioacuten de los significados culturales [Es importante] registrar coacutemo se posicionan significados diferentes y contradictorios [hellipe] investigar las formas praacutecticas y contextos sociales que intervienen en la lsquoproduccioacuten de historiarsquo Estas disposiciones sean orales escritas o visuales [sonhellip] modalidades y sociologiacuteas diferentes en la produccioacuten de conocimientorsquo Fotografiacuteas festivales espectaacuteculos turiacutesticos instalaciones visuales performances dramaacuteticas representaciones de tradiciones orales y exhibiciones de museos lsquoestaacuten informados por su loacutegica propia y generando sus imaacutegenes y recepciones particularesrsquo rdquo6
Registrar los procesos de debate lucha de significacioacuten y sentidos conflictivos
ante las representaciones puacuteblicas del pasado ayuda por un lado a comprender coacutemo
es que existen ldquomuacuteltiples locacionesrdquo de la memoria que entran en conflicto Por otra
parte intenta recuperar la ambiguumledad existente en medio de la conformacioacuten de lo que
Leslie Witz llama la ldquoesfera puacuteblica histoacutericardquo7 y que para miacute seriacutea maacutes acertado
denominar la ldquoesfera puacuteblica de los usos del pasadordquo coacutemo mientras el estado puede
erigirse en la ldquocuraduriacutea de la nacioacutenrdquo en teacuterminos de la representacioacuten simboacutelica de su
pasado en el momento poliacutetico presente8 esto es discutido experimentado y contestado
de maneras diversas Y coacutemo a su vez esa ldquocontestacioacutenrdquo estaacute anclada en procesos
sociohistoacutericos de dominacioacuten y diferencia exclusioacuten histoacuterica y reafirmacioacuten de la
identidad9
Evidentemente el problema de la ldquoverdadrdquo representada adquiere densidad
histoacuterica pensando en procesos (como el apartheid o las dictaduras latinoamericanas)
que conllevaron la creacioacuten de Comisiones de la Verdad ad hoc Aunque las
6 Witz Leslie Apartheidrsquos Festival op cit p 7 El encomillado al interior de la cita es original del texto Los eacutenfasis en cursivas son miacuteos 7 Ibid p 10 8 Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 pp 132 y ss
9 Cf Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Witz Leslie Apartheidrsquos Festival op cit pp 13 y ss Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 pp 175-192
4
representaciones puacuteblicas del pasado refieren siempre una pretensioacuten de verosimilitud
justamente las discusiones encarnizadas sobre ldquola verdadrdquo de lo acontecido y en muchos
casos la ldquoimposibilidadrdquo o ldquoalienacioacutenrdquo de la prueba muestran la complejidad de los
trazos de la memoria
En toda proyeccioacuten puacuteblica de la memoria (un museo un monumento) hay una
poliacutetica de la definicioacuten y de la clasificacioacuten y una poeacutetica de la inclusioacuten y de la
invisibilidad dentro de sus escenarios de los ldquomundos del pasadordquo10 Aquiacute es donde la
memoria como experiencia social y como accioacuten se debate en el espacio puacuteblico con un
elemento claro de articulacioacuten porque una vez maacutes lo que estaacute en juego no es soacutelo la
veracidad del evento como tal Lo que estaacute en disputa es la estabilidad del referente de
la historia nacional de la identidad comunitaria de la significacioacuten cotidiana de la
ciudadaniacutea de los signos que nos recuerdan aquello ldquoa lo que estamos atadosrdquo A su
vez no estariacuteamos ante fragmentos incomprensibles de una realidad postmoderna
ldquohiacutebridardquo (como si este teacutermino disipara las manifestaciones maacutes espectaculares de la
dominacioacuten y el sometimiento) en la cual sea imposible aspirar a una eacutetica de la
comprensioacuten sociohistoacuterica o a una identificacioacuten de relaciones profundamente
opresoras (aunque contingentes y cambiantes) de poder Maacutes bien estamos ante
procesos de significacioacuten altamente complejos que debemos leer en clave ldquodetallesrdquo que
revelan mucho sobre los mecanismos del poder la exclusioacuten y las poliacuteticas de la
identidad Para ello es imperioso dejar a un lado por momentos las divisiones
legisladoras instituidas por el conocimiento histoacuterico y la ciencia social
Asiacute lo que se manifiesta como discurso sobre el pasado (trazo tropos) revela
mucho de dos ldquomovimientos inseparables el lugar de la diferencia dentro de las
relaciones procesos y estrategias de poder y la presencia del poder en las acciones
(enactments) praacutecticas y configuraciones de la diferenciardquo11 Alliacute las texturas de la
memoria y la violencia se densifican hasta mostrar un cuadro sin soluciones faacutecilmente
aprehensibles sin conclusiones cerradas o estables O tal vez una que en la
inteligibilidad del evento como deciacutea Foucault nunca hay un plano sino un poliedro en
medio de cuyos aacutengulos se manifiestan las relaciones de poder maacutes contingentes Su
significado es re-apropiado su temporalidad acechada y trataacutendose de un evento
10 La expresioacuten corresponde a Witz Leslie Apartheidrsquos Festivalhellip op cit p 17 11 Dube Saurabh Stitches on time Colonial textures and postcolonial tangles op cit p 23
5
violento su inscripcioacuten en el presente es un factor de dependencia doble con la
temporalidad busca tanto garantizar desde sus muacuteltiples manifestaciones espectrales la
inscripcioacuten de una verdad en el pasado como problematizar poliacuteticamente las garantiacuteas
del presente
1 El Museo del Apartheid los fundamentos de su creacioacuten y su gestioacuten
Sudaacutefdrica post-1994 la revisioacuten del pasado reciente se alza como bandera necesaria
ante la ldquonueva nacioacuten democraacuteticardquo y la proliferacioacuten de los testimonios en la esfera
puacuteblica es sorprendente Desde iniciativas comunitarias (el conocido museo comunitario
del Distrito Seis en Ciudad del Cabo o los Programas como SOMOHO [Soweto
Mountain of Hope] en Johannesburgo) hasta estrategias de poliacuteticas puacuteblicas (El Museo
de Robben Island y el Museo de Slave Lodge en Ciudad del Cabo el Museum Africa o
el Origins Center en Johannesburgo el Freedom Park en Pretoria) son las maacutes
prominentes para citar soacutelo algunas A su vez la creacioacuten del Consejo Nacional de
Patrimonio (NHC por su sigla en ingleacutes) que tuvo su acta definitiva de fundacioacuten en
1999 terminoacute por dar forma y regular una poliacutetica de fomento a la preservacioacuten y
cuidado del patrimonio (ldquotangiblerdquo e ldquointangiblerdquo siguiendo la divisioacuten hecha por la
UNESCO) en Sudaacutefrica lo cual coadyuvoacute al surgimiento y la visibilidad de iniciativas
locales y circunstanciales de recuperacioacuten de memorias regionales creacioacuten de museos
comunitarios preservacioacuten de aacutereas (arquitectoacutenicas o naturales) en peligro etc
Sin embargo es liacutecito aclarar que el Museo del Apartheid no nace de estas
iniciativas especiacuteficas Y esto no es punto menor si empezamos por ubicar la
topografiacutea El Apartheid Museum inaugurado al puacuteblico en noviembre de 2001 se
encuentra emplazado en un espacio de seis mil metros cuadrados un sitio de siete
hectaacutereas en una de las aacutereas suburbanas de Johannesburgo que recrea el haacutebitat natural
de una zona boscosa de altura El Museo cubre una zona amplia que se situacutea en la ruta
comuacuten que hacen hoy los trabajadores ndashen su mayoriacutea negrosmdash desde Johannesburgo al
conjunto de townships de Soweto y estaacute cerca de otros townships poblados como
Eldorado Park y Lenasia Pero el punto maacutes importante es que el Museo queda
emplazado dentro de un aacuterea cerrada el Gold Reef City Casino Paradoacutejicamente el
6
origen del Museo es una prerrogativa que se desprende de la Lotteries Act 57 de 1997
la cual preveacute que para la instalacioacuten de casinos y espacios privados para juegos de azar
se destine una parte de los dividendos generados a un cometido de ldquoresponsabilidad
socialrdquo y tambieacuten a la ayuda para el desarrollo econoacutemico ldquoen el estado donde el casino
se encuentra emplazadordquo12
Dos de los principales inversores del Gold Reef Casino los hermanos
empresarios Solly y Abie Krok habiacutean ya estado involucrados como los fervientes
impulsores de un proyecto trunco el Monumento a Mandela que se erigiriacutea a las
afueras de Pretoria en la colina que se emplaza al frente del Monumento al
Voortrekker Las primeras discusiones sobre el destino de la ldquolicenciardquo que el complejo
de divertimento debiacutea concesionar comenzaron en 1995 En ese momento algunos de
los asesores del complejo estudiaban la posibilidad de crear un museo que explicara la
forma como se extraiacutea oro de la regioacuten desde el descubrimiento de las minas en 1886
Fue Solly Krok el visionario que desde el comienzo consideroacute maacutes apropiado y
ldquorentablerdquo construir un complejo de tipo histoacuterico que se llamariacutea en primera instancia
Freedom Park (Parque de la Liberacioacuten) con calidad de sitio de proyeccioacuten mundial
para el turismo cosmopolita y con una narracioacuten especiacutefica del apartheid en sus
diferentes etapas Como el Freedom Park era ya en ese entonces un proyecto del
gobierno en marcha para crearse en Pretoria (inaugurado en 2005) la idea se modificoacute
un poco hasta dar forma al proyecto final del Museo del Apartheid Sin embargo
aunque tratoacute de disociaacuterselo de sus oriacutegenes ldquofinancierosrdquo el proyecto estuvo
involucrado en una poleacutemica eacutetico-poliacutetica desde sus comienzos no soacutelo habiacutea grupos
que pediacutean que se esclareciera y se difundiera puacuteblicamente el origen del dinero
invertido o incluso que el museo se construyera fuera del predio de casinos sino que se
recordoacute tambieacuten una de las razones por las cuales el Monumento a Mandela habiacutea sido
abortado no sin escaacutendalo puacuteblico En los antildeos aacutelgidos del apartheid (particularmente en
la deacutecada de 1970) los hermanos Krok habiacutean amasado parte de su fortuna fabricando y
promocionando cosmeacuteticos blanqueadores de piel13
12 Cf Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito p 5 13 Cf Ibid pp 7-8 Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 p 33 Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Los hermanos
7
Lo cierto es que los hermanos Krok convocaron a una serie de personas
especializadas en diferentes aacutereas para dar marcha al proyecto Philip Bonner
reconocido historiador que estuvo afiliado al History Workshop de la Universidad de
Witswatersrand desde finales de la deacutecada de 198014 estuvo a cargo del equipo
histoacuterico Sydney Abromovich fue el coordinador del equipo arquitectoacutenico
praacutecticamente designado por Krok junto con el israeliacute Claude Grundman que teniacutea
experiencia internacional en trabajar entre otros con el Holocaust Memorial Museum
en Washington15 Por su parte el realizador y curador Angus Gibson fue una pieza clave
para la instalacioacuten de los equipos de audio y video puntos que pueden considerarse
nodales en la propuesta innovadora del Museo
Desde las palabras de Bonner el sesgo del proyecto quedaba claro ldquohellipel punto
de partida fue comprender que habiacutea gente mixturada y mezclada que se reunioacute y soacutelo a
partir de alliacute surgioacute la necesidad de separarlos El lugar donde esto sucedioacute con mayor
claridad fue Johannesburgo de hecho fue en Johannesburgo donde comenzoacute el
procesordquo16 El punto es que desde ese momento las aacutereas rurales asiacute como los aspectos
de lo que se ha dado en llamar el ldquopetty apartheidrdquo (la represioacuten violacioacuten de derechos
Krok fueron gerentes de los Twins Pharmaceutical Holdings fabricantes y distribuidores de la crema blanqueadora de piel ldquoSuper Roserdquo que existioacute en el mercado sudafricano desde la deacutecada de 1970 un icono de la cultura del consumo masivo Luego aparecioacute la versioacuten masculina bajo el slogan ldquomaacutes raacutepida maacutes efectivardquo llamada ldquoHe Manrdquo aludiendo a la conocida caricatura de animacioacuten cuyo personaje reuacutene ademaacutes todos los atributos de un modelo hegemoacutenico de masculinidad blanca heterosexual occidental El consumo de estos productos fue atacado durante antildeos por la Unioacuten de Consumidores Negros (Black Consumer Union) dado sus comprobados efectos nocivos para la piel ndashademaacutes de considerarse una cuestioacuten poliacuteticamente denigrante Cf Ribane Nakedi ldquoLighter is fairerrdquo Mail amp Guardian on line 2 May 2006 Cabe sentildealar que tambieacuten la creacioacuten de un museo en el la ex prisioacuten conocida como Number Four produjo similares reacciones por la intervencioacuten de fondos de fundaciones privadas como Ford Kellogs y Mott Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 p 171 14 El History Workshop de esta Universidad fue un colectivo intelectual que surgioacute a mediados de la deacutecada de 1980 y siguioacute las directrices de su homoacutenimo en Inglaterra con una vertiente teoacuterica que abrevoacute en la nueva izquierda inglesa innovando sin embargo de acuerdo a los imperativos que marcaba el contexto local Fue un grupo pionero que dio origen a investigaciones importantes en historia social sobre los costos sociales del apartheid su geacutenesis socioloacutegica las condiciones de vida y de trabajo de los obreros negros los cruces entre raza clase y geacutenero entre tantos otros toacutepicos 15 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London 1993 ademaacutes Grudman trabajoacute en el proceso de creacioacuten del Freedom Park en Pretoria 16 Cit en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10
8
sobreexplotacioacuten y discriminacioacuten en las praacutecticas cotidianas capilares del cuerpo
social) quedaron sin un lugar en la exhibicioacuten que se proyectaba17
2 La historia en la forma alegoriacutea invertida
El Museo del Apartheid no es soacutelo una construccioacuten pedagoacutegica de escalas
impresionantes para ldquonarrarrdquo el reacutegimen que oprimioacute a la mayoriacutea del pueblo
sudafricano en la segunda mitad del siglo XX Es tambieacuten una alegoriacutea invertida Maacutes
allaacute de que consideremos a la alegoriacutea como un instrumento cognoscitivo en este caso
la inversioacuten reside en que no son los hechos de la historia los que estaacuten representados
alegoacutericamente (de hecho el museo es estrictamente denotativo en su poeacutetica) sino que
la historia misma en la representacioacuten especiacutefica de su temporalidad es la que se
ldquoalegorizardquo en el museo Esto no es simplemente una nimiedad intelectiva es una
herramienta semioacutetica necesaria para desmantelar el proyecto conceptual del Museo
Esa fue la forma elegida por los comunicadores de la memoria histoacuterica para transmitir
la experiencia totalizante de un periacuteodo y de un reacutegimen en la representacioacuten de un
ritual de pasaje que apela por otra parte a la ldquoexperiencia directardquo La disposicioacuten
ritualizada no es de menor importancia porque gran parte del proceso de
ldquoreconciliacioacutenrdquo en Sudaacutefrica puso en el centro de la escena social la eficacia de
formatos ritualizados de negociacioacuten en los cuales se apelaba a diferentes lenguajes
identitarios y a distintas figuras ldquotaacutecticasrdquo para re-fundar la nacioacuten (que en teacuterminos
reales y ante la vigencia de la violencia social significaba re-fundar el pacto social la
posibilidad de ldquoconvivirrdquo en un estado-nacional moderno) el modo de funcionamiento
de la Comisioacuten de la Verdad y la Reconciliacioacuten (muy diferente a las latinoamericanas
por ejemplo) es una excelente muestra de ello18
17 Hay algunos paralelismos que se pueden establecer entre la configuracioacuten narrativa del Museo del Apartheid y la de la TRC (ldquoTruth and Reconciliation Commissionrdquo) maacutes allaacute de su diferencia constitutiva Pero una de las criacuteticas maacutes severas a la TRC en cuanto al sesgo de su contenido es justamente no haber considerado y llevado a las audiencias puacuteblicas las represiones cotidianas el apartheid capilarizado en el cuerpo social Cf entre otros Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 pp 161-178 18 Veacutease el artiacuteculo de Moacutenica Cejas en este volumen
9
Es cierto que ya se discute sobre este museo y su propuesta de ldquono
interaccioacutenrdquo19 su formato pedagoacutegico altamente efectivo pero conductista que impide
cualquier reformulacioacuten de los muacuteltiples textos (el escrito que a diferencia de otros
museos contemporaacuteneos aquiacute es vasto y prolongado y el visual que en todo momento
impone un ejercicio claro de la muestra denotativa) Esto en gran parte es acertado
porque la uacutenica interaccioacuten posible estaacute dada en la intempestiva (casi violenta) que el
lenguaje arquitectoacutenico establece toda la experiencia de recorrer el museo no es soacutelo
una forma de adquisicioacuten informativa sino tambieacuten una estrategia pretendida de
empoderamiento por la adquisicioacuten ldquoexperiencialrdquo de la ldquovivenciardquo ex post facto del
apartheid A partir de recursos simboacutelicos que analizareacute luego ndashcuya eficacia no puedo
evaluar aquiacutemdash la intencioacuten poeacutetica estaacute enmarcada en la vivencia subjetiva del tiempo
del evento (el apartheid)
La propia estructura del Museo entona con el tipo de narrativa que proyecta
Disentildeado como una estructura monumental rectiliacutenea y de arquitectura despojada y
minimalista la primera vista que se tiene es la de un muro de ladrillo cocido con la
inscripcioacuten del Museo con la vista de los siete pilares monoliacuteticos en concreto macizo
que se alzan imponentes y que seguacuten el audio nos devela al final del recorrido
expresan los ldquofundamentos ideoloacutegicosrdquo de la nueva Constitucioacuten de Sudaacutefrica20 En
cada uno de ellos se lee en ingleacutes21 ldquoEquidadrdquo ldquoDemocraciardquo ldquoReconciliacioacutenrdquo
ldquoDiversidadrdquo ldquoResponsabilidadrdquo ldquoRespetordquo ldquoLibertadrdquo Estos ldquofundamentosrdquo que se
leen como tal dada la proyeccioacuten que tienen en tamantildeo son un manifiesto de dos
elementos la estrecha ligazoacuten del Museo con el nuevo estado y la ldquoinversioacuten
escrituriacutesticardquo ndashen palabras de De Certeau22mdashde la operacioacuten histoacuterica stricto sensu la
museografiacutea comienza en el presente y la primera narrativa a comprender son los
19 Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming Togetherhellip op cit Apendix p 15-17 20 La ldquonuevardquo Constitucioacuten de la Repuacuteblica de Sudaacutefrica post-apartheid una de las maacutes progresistas en el mundo en teacuterminos de garantiacuteas y derechos civiles fundamentalmente fue aprobada por la Corte Constitucional de ese paiacutes el 4 de diciembre de 1996 con vigencia efectiva desde el 4 de febrero de 1997 Su antecedente inmediato fue la Constitucioacuten Interina de 1993 El documento de la Constitucioacuten se puede consultar en la World Wide Web en Constitution of the Republic of South Africa 1996 httpwwwinfogovzadocumentsconstitutionindexhtm 21 Hago la aclaracioacuten porque a pesar de que Sudaacutefrica cuenta con once lenguas oficiales el Museo utiliza soacutelo el ingleacutes en la reproduccioacuten de la mayoriacutea de sus textos 22 Cf De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975]
10
ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
11
Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
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recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
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entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
1
Alegoriacuteas invertidas y suturas al tiempo nacioacuten museos y la lsquomemoria tuteladarsquo
Mario Rufer 1
ldquoTejioacute en el manto una huella Vigiloacute el relaacutempago lo retuvo y se fue
En el preciso trazo ordenoacute minuciosamente lo que debiacutea olvidarhellip
Habiacutea enhebrado todo su tiempordquo Alejo Prada
ldquoEl Museo del Apartheid es un viaje no simplemente un
destino [hellip] Y puede constituirse en la leccioacuten maacutes importante que usted aprenda en la vidahelliprdquo
Apartheid Museum - Folleto de Entrada
Introduccioacuten Memoria puacuteblica y pasados violentos Algunas consideraciones
Este trabajo puede entenderse como una lectura en clave etnograacutefica de un museo
sudafricano el Museo del Apartheid cuya visita reiterada suscitoacute una pregunta de la
cual se desprenden todas las demaacutes iquestQueacute implicaciones tiene reordenar el tiempo y la
experiencia de la violencia narrarla puacuteblicamente dis-ponerla exhibirla A partir de
aquiacute se deslizan otras iquestCoacutemo encarar el anaacutelisis de un museo del horror iquestQueacute tipo de
experiencia (cataacutertica mnemoacutenica de interpelacioacuten social) deberiacutea imprimirse iquestQueacute
procesos ndashy queacute sujetosmdash autorizan las narrativas e invisten de legitimidad al discurso
exhibido iquestQueacute ocasioacuten en los teacuterminos de De Certeau es la que esboza la coyuntura
para que este material se instituya en las coordenadas espaciotiempo de lo memorable2
iquestDeberiacutean las proyecciones eacutetico-poliacuteticas de una verdad pasada y una verdad presente
volverse tangenciales para lograr explicar las formas horrorosas que adquiere la
violencia en la larga duracioacuten En espacios sociohistoacutericos donde la labor social de
duelo debe realizarse al mismo tiempo que la reestructuracioacuten del estado y de todos los
fundamentos de la experiencia social un ldquomuseordquo del pasado reciente deberiacutea advertir 1 Agradezco a Moacutenica Cejas y a Mariacutea Ineacutes Garciacutea Canal los agudos comentarios que hicieron a una primera versioacuten de este texto Este trabajo forma parte de los resultados parciales del proyecto Democracia comunicacioacuten y sujetos de la poliacutetica en Ameacuterica Latina contemporaacutenea financiado por CONACYT con el apoyo de instituciones participantes UAM-X UNC UBA y Ude G Clave del proyecto 42 715 2 De Certeau Michel La invencioacuten de lo cotidiano 1 Artes de Hacer Universidad Iberoamericana Meacutexico 2007 [1990] pp 92-95
2
ante todo la premisa claacutesica de Giorgio Agamben ldquoAuchswitz nunca ha dejado de
sucederrdquo3 No pretendo dirimir aquiacute una especie de estatuto de veracidad para las
producciones puacuteblicas de la memoria ni abordar especiacuteficamente la capacidad
referencial de esas ldquoproducciones de historiardquo 4 Los pasados puacuteblicos son producciones
que al representar evocar o designar trazos de historia imprimen en momentos
diferentes lecturas encontradas paroacutedicas a veces contradictorias otras tantas sobre
coacutemo se experimenta la violencia pasada en el presente coacutemo se domestica en la
narrativa coacutemo se extirpa de la identidad o se la relocaliza en ella coacutemo se la inserta en
nuestra propia modernidad o se la exilia Justamente porque en contextos post-
coloniales y neoliberales es la memoria puacuteblica ejercida (si cabe este apelativo) la que
revela a la historia en toda su violencia semioacutetica como la maacutes conspicua muestra de la
inestabilidad de los siacutembolos de la imposibilidad inherente a su voluntad totalizante y a
las formas sucesivas en que se ha recolonizado el ldquoarchivordquo
Por todas estas razones es relevante un anaacutelisis que pretenda ldquotratar a la
evidencia del pasado como una forma de campo etnograacuteficordquo Cuando se discute sobre
la representacioacuten de la memoria ejercida en el espacio puacuteblico importan las formas en
que los mundos del pasado son producidos encastrados narrados evocados y figurados
en un presente que tambieacuten es experimentado en medio de relaciones de poder y
diferencia5 En palabras de Leslie Witz
3 Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 p 105 4 Cf Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 pp XVI y ss Cohen establece a lo largo del libro un diaacutelogo tenso entre historia memoria y antropologiacutea Uno de sus aportes importantes es que la idea de ldquoproduccioacuten de historiardquo estaacute tambieacuten presente en todo lo que los actos relatos y discursos silencian reprimen u ocultan y esas supresiones son analizadas etnograacuteficamente como formas constitutivas de la memoria histoacuterica 5 Son muchos los textos que han sido inspiradores para poder dar forma a estos argumentos sobre trabajar las representaciones de los mundos del pasado y las disputas de la memoria puacuteblica con sensibilidad etnograacutefica Entre ellos dos han sido de gran aporte por la cercaniacutea de sus objetos y fuentes trabajados Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 especialmente pp 1-11 Cohen David W The combing of history op cit Tambieacuten Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Veacutease tambieacuten en una enumeracioacuten seguramente incompleta Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001
3
ldquohellip[si] soacutelo se examinan artefactos performances y sus formas representativas hacia el mundo del pasado se pasan por alto muchos de los procesos que median en la creacioacuten y definicioacuten de los significados culturales [Es importante] registrar coacutemo se posicionan significados diferentes y contradictorios [hellipe] investigar las formas praacutecticas y contextos sociales que intervienen en la lsquoproduccioacuten de historiarsquo Estas disposiciones sean orales escritas o visuales [sonhellip] modalidades y sociologiacuteas diferentes en la produccioacuten de conocimientorsquo Fotografiacuteas festivales espectaacuteculos turiacutesticos instalaciones visuales performances dramaacuteticas representaciones de tradiciones orales y exhibiciones de museos lsquoestaacuten informados por su loacutegica propia y generando sus imaacutegenes y recepciones particularesrsquo rdquo6
Registrar los procesos de debate lucha de significacioacuten y sentidos conflictivos
ante las representaciones puacuteblicas del pasado ayuda por un lado a comprender coacutemo
es que existen ldquomuacuteltiples locacionesrdquo de la memoria que entran en conflicto Por otra
parte intenta recuperar la ambiguumledad existente en medio de la conformacioacuten de lo que
Leslie Witz llama la ldquoesfera puacuteblica histoacutericardquo7 y que para miacute seriacutea maacutes acertado
denominar la ldquoesfera puacuteblica de los usos del pasadordquo coacutemo mientras el estado puede
erigirse en la ldquocuraduriacutea de la nacioacutenrdquo en teacuterminos de la representacioacuten simboacutelica de su
pasado en el momento poliacutetico presente8 esto es discutido experimentado y contestado
de maneras diversas Y coacutemo a su vez esa ldquocontestacioacutenrdquo estaacute anclada en procesos
sociohistoacutericos de dominacioacuten y diferencia exclusioacuten histoacuterica y reafirmacioacuten de la
identidad9
Evidentemente el problema de la ldquoverdadrdquo representada adquiere densidad
histoacuterica pensando en procesos (como el apartheid o las dictaduras latinoamericanas)
que conllevaron la creacioacuten de Comisiones de la Verdad ad hoc Aunque las
6 Witz Leslie Apartheidrsquos Festival op cit p 7 El encomillado al interior de la cita es original del texto Los eacutenfasis en cursivas son miacuteos 7 Ibid p 10 8 Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 pp 132 y ss
9 Cf Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Witz Leslie Apartheidrsquos Festival op cit pp 13 y ss Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 pp 175-192
4
representaciones puacuteblicas del pasado refieren siempre una pretensioacuten de verosimilitud
justamente las discusiones encarnizadas sobre ldquola verdadrdquo de lo acontecido y en muchos
casos la ldquoimposibilidadrdquo o ldquoalienacioacutenrdquo de la prueba muestran la complejidad de los
trazos de la memoria
En toda proyeccioacuten puacuteblica de la memoria (un museo un monumento) hay una
poliacutetica de la definicioacuten y de la clasificacioacuten y una poeacutetica de la inclusioacuten y de la
invisibilidad dentro de sus escenarios de los ldquomundos del pasadordquo10 Aquiacute es donde la
memoria como experiencia social y como accioacuten se debate en el espacio puacuteblico con un
elemento claro de articulacioacuten porque una vez maacutes lo que estaacute en juego no es soacutelo la
veracidad del evento como tal Lo que estaacute en disputa es la estabilidad del referente de
la historia nacional de la identidad comunitaria de la significacioacuten cotidiana de la
ciudadaniacutea de los signos que nos recuerdan aquello ldquoa lo que estamos atadosrdquo A su
vez no estariacuteamos ante fragmentos incomprensibles de una realidad postmoderna
ldquohiacutebridardquo (como si este teacutermino disipara las manifestaciones maacutes espectaculares de la
dominacioacuten y el sometimiento) en la cual sea imposible aspirar a una eacutetica de la
comprensioacuten sociohistoacuterica o a una identificacioacuten de relaciones profundamente
opresoras (aunque contingentes y cambiantes) de poder Maacutes bien estamos ante
procesos de significacioacuten altamente complejos que debemos leer en clave ldquodetallesrdquo que
revelan mucho sobre los mecanismos del poder la exclusioacuten y las poliacuteticas de la
identidad Para ello es imperioso dejar a un lado por momentos las divisiones
legisladoras instituidas por el conocimiento histoacuterico y la ciencia social
Asiacute lo que se manifiesta como discurso sobre el pasado (trazo tropos) revela
mucho de dos ldquomovimientos inseparables el lugar de la diferencia dentro de las
relaciones procesos y estrategias de poder y la presencia del poder en las acciones
(enactments) praacutecticas y configuraciones de la diferenciardquo11 Alliacute las texturas de la
memoria y la violencia se densifican hasta mostrar un cuadro sin soluciones faacutecilmente
aprehensibles sin conclusiones cerradas o estables O tal vez una que en la
inteligibilidad del evento como deciacutea Foucault nunca hay un plano sino un poliedro en
medio de cuyos aacutengulos se manifiestan las relaciones de poder maacutes contingentes Su
significado es re-apropiado su temporalidad acechada y trataacutendose de un evento
10 La expresioacuten corresponde a Witz Leslie Apartheidrsquos Festivalhellip op cit p 17 11 Dube Saurabh Stitches on time Colonial textures and postcolonial tangles op cit p 23
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violento su inscripcioacuten en el presente es un factor de dependencia doble con la
temporalidad busca tanto garantizar desde sus muacuteltiples manifestaciones espectrales la
inscripcioacuten de una verdad en el pasado como problematizar poliacuteticamente las garantiacuteas
del presente
1 El Museo del Apartheid los fundamentos de su creacioacuten y su gestioacuten
Sudaacutefdrica post-1994 la revisioacuten del pasado reciente se alza como bandera necesaria
ante la ldquonueva nacioacuten democraacuteticardquo y la proliferacioacuten de los testimonios en la esfera
puacuteblica es sorprendente Desde iniciativas comunitarias (el conocido museo comunitario
del Distrito Seis en Ciudad del Cabo o los Programas como SOMOHO [Soweto
Mountain of Hope] en Johannesburgo) hasta estrategias de poliacuteticas puacuteblicas (El Museo
de Robben Island y el Museo de Slave Lodge en Ciudad del Cabo el Museum Africa o
el Origins Center en Johannesburgo el Freedom Park en Pretoria) son las maacutes
prominentes para citar soacutelo algunas A su vez la creacioacuten del Consejo Nacional de
Patrimonio (NHC por su sigla en ingleacutes) que tuvo su acta definitiva de fundacioacuten en
1999 terminoacute por dar forma y regular una poliacutetica de fomento a la preservacioacuten y
cuidado del patrimonio (ldquotangiblerdquo e ldquointangiblerdquo siguiendo la divisioacuten hecha por la
UNESCO) en Sudaacutefrica lo cual coadyuvoacute al surgimiento y la visibilidad de iniciativas
locales y circunstanciales de recuperacioacuten de memorias regionales creacioacuten de museos
comunitarios preservacioacuten de aacutereas (arquitectoacutenicas o naturales) en peligro etc
Sin embargo es liacutecito aclarar que el Museo del Apartheid no nace de estas
iniciativas especiacuteficas Y esto no es punto menor si empezamos por ubicar la
topografiacutea El Apartheid Museum inaugurado al puacuteblico en noviembre de 2001 se
encuentra emplazado en un espacio de seis mil metros cuadrados un sitio de siete
hectaacutereas en una de las aacutereas suburbanas de Johannesburgo que recrea el haacutebitat natural
de una zona boscosa de altura El Museo cubre una zona amplia que se situacutea en la ruta
comuacuten que hacen hoy los trabajadores ndashen su mayoriacutea negrosmdash desde Johannesburgo al
conjunto de townships de Soweto y estaacute cerca de otros townships poblados como
Eldorado Park y Lenasia Pero el punto maacutes importante es que el Museo queda
emplazado dentro de un aacuterea cerrada el Gold Reef City Casino Paradoacutejicamente el
6
origen del Museo es una prerrogativa que se desprende de la Lotteries Act 57 de 1997
la cual preveacute que para la instalacioacuten de casinos y espacios privados para juegos de azar
se destine una parte de los dividendos generados a un cometido de ldquoresponsabilidad
socialrdquo y tambieacuten a la ayuda para el desarrollo econoacutemico ldquoen el estado donde el casino
se encuentra emplazadordquo12
Dos de los principales inversores del Gold Reef Casino los hermanos
empresarios Solly y Abie Krok habiacutean ya estado involucrados como los fervientes
impulsores de un proyecto trunco el Monumento a Mandela que se erigiriacutea a las
afueras de Pretoria en la colina que se emplaza al frente del Monumento al
Voortrekker Las primeras discusiones sobre el destino de la ldquolicenciardquo que el complejo
de divertimento debiacutea concesionar comenzaron en 1995 En ese momento algunos de
los asesores del complejo estudiaban la posibilidad de crear un museo que explicara la
forma como se extraiacutea oro de la regioacuten desde el descubrimiento de las minas en 1886
Fue Solly Krok el visionario que desde el comienzo consideroacute maacutes apropiado y
ldquorentablerdquo construir un complejo de tipo histoacuterico que se llamariacutea en primera instancia
Freedom Park (Parque de la Liberacioacuten) con calidad de sitio de proyeccioacuten mundial
para el turismo cosmopolita y con una narracioacuten especiacutefica del apartheid en sus
diferentes etapas Como el Freedom Park era ya en ese entonces un proyecto del
gobierno en marcha para crearse en Pretoria (inaugurado en 2005) la idea se modificoacute
un poco hasta dar forma al proyecto final del Museo del Apartheid Sin embargo
aunque tratoacute de disociaacuterselo de sus oriacutegenes ldquofinancierosrdquo el proyecto estuvo
involucrado en una poleacutemica eacutetico-poliacutetica desde sus comienzos no soacutelo habiacutea grupos
que pediacutean que se esclareciera y se difundiera puacuteblicamente el origen del dinero
invertido o incluso que el museo se construyera fuera del predio de casinos sino que se
recordoacute tambieacuten una de las razones por las cuales el Monumento a Mandela habiacutea sido
abortado no sin escaacutendalo puacuteblico En los antildeos aacutelgidos del apartheid (particularmente en
la deacutecada de 1970) los hermanos Krok habiacutean amasado parte de su fortuna fabricando y
promocionando cosmeacuteticos blanqueadores de piel13
12 Cf Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito p 5 13 Cf Ibid pp 7-8 Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 p 33 Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Los hermanos
7
Lo cierto es que los hermanos Krok convocaron a una serie de personas
especializadas en diferentes aacutereas para dar marcha al proyecto Philip Bonner
reconocido historiador que estuvo afiliado al History Workshop de la Universidad de
Witswatersrand desde finales de la deacutecada de 198014 estuvo a cargo del equipo
histoacuterico Sydney Abromovich fue el coordinador del equipo arquitectoacutenico
praacutecticamente designado por Krok junto con el israeliacute Claude Grundman que teniacutea
experiencia internacional en trabajar entre otros con el Holocaust Memorial Museum
en Washington15 Por su parte el realizador y curador Angus Gibson fue una pieza clave
para la instalacioacuten de los equipos de audio y video puntos que pueden considerarse
nodales en la propuesta innovadora del Museo
Desde las palabras de Bonner el sesgo del proyecto quedaba claro ldquohellipel punto
de partida fue comprender que habiacutea gente mixturada y mezclada que se reunioacute y soacutelo a
partir de alliacute surgioacute la necesidad de separarlos El lugar donde esto sucedioacute con mayor
claridad fue Johannesburgo de hecho fue en Johannesburgo donde comenzoacute el
procesordquo16 El punto es que desde ese momento las aacutereas rurales asiacute como los aspectos
de lo que se ha dado en llamar el ldquopetty apartheidrdquo (la represioacuten violacioacuten de derechos
Krok fueron gerentes de los Twins Pharmaceutical Holdings fabricantes y distribuidores de la crema blanqueadora de piel ldquoSuper Roserdquo que existioacute en el mercado sudafricano desde la deacutecada de 1970 un icono de la cultura del consumo masivo Luego aparecioacute la versioacuten masculina bajo el slogan ldquomaacutes raacutepida maacutes efectivardquo llamada ldquoHe Manrdquo aludiendo a la conocida caricatura de animacioacuten cuyo personaje reuacutene ademaacutes todos los atributos de un modelo hegemoacutenico de masculinidad blanca heterosexual occidental El consumo de estos productos fue atacado durante antildeos por la Unioacuten de Consumidores Negros (Black Consumer Union) dado sus comprobados efectos nocivos para la piel ndashademaacutes de considerarse una cuestioacuten poliacuteticamente denigrante Cf Ribane Nakedi ldquoLighter is fairerrdquo Mail amp Guardian on line 2 May 2006 Cabe sentildealar que tambieacuten la creacioacuten de un museo en el la ex prisioacuten conocida como Number Four produjo similares reacciones por la intervencioacuten de fondos de fundaciones privadas como Ford Kellogs y Mott Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 p 171 14 El History Workshop de esta Universidad fue un colectivo intelectual que surgioacute a mediados de la deacutecada de 1980 y siguioacute las directrices de su homoacutenimo en Inglaterra con una vertiente teoacuterica que abrevoacute en la nueva izquierda inglesa innovando sin embargo de acuerdo a los imperativos que marcaba el contexto local Fue un grupo pionero que dio origen a investigaciones importantes en historia social sobre los costos sociales del apartheid su geacutenesis socioloacutegica las condiciones de vida y de trabajo de los obreros negros los cruces entre raza clase y geacutenero entre tantos otros toacutepicos 15 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London 1993 ademaacutes Grudman trabajoacute en el proceso de creacioacuten del Freedom Park en Pretoria 16 Cit en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10
8
sobreexplotacioacuten y discriminacioacuten en las praacutecticas cotidianas capilares del cuerpo
social) quedaron sin un lugar en la exhibicioacuten que se proyectaba17
2 La historia en la forma alegoriacutea invertida
El Museo del Apartheid no es soacutelo una construccioacuten pedagoacutegica de escalas
impresionantes para ldquonarrarrdquo el reacutegimen que oprimioacute a la mayoriacutea del pueblo
sudafricano en la segunda mitad del siglo XX Es tambieacuten una alegoriacutea invertida Maacutes
allaacute de que consideremos a la alegoriacutea como un instrumento cognoscitivo en este caso
la inversioacuten reside en que no son los hechos de la historia los que estaacuten representados
alegoacutericamente (de hecho el museo es estrictamente denotativo en su poeacutetica) sino que
la historia misma en la representacioacuten especiacutefica de su temporalidad es la que se
ldquoalegorizardquo en el museo Esto no es simplemente una nimiedad intelectiva es una
herramienta semioacutetica necesaria para desmantelar el proyecto conceptual del Museo
Esa fue la forma elegida por los comunicadores de la memoria histoacuterica para transmitir
la experiencia totalizante de un periacuteodo y de un reacutegimen en la representacioacuten de un
ritual de pasaje que apela por otra parte a la ldquoexperiencia directardquo La disposicioacuten
ritualizada no es de menor importancia porque gran parte del proceso de
ldquoreconciliacioacutenrdquo en Sudaacutefrica puso en el centro de la escena social la eficacia de
formatos ritualizados de negociacioacuten en los cuales se apelaba a diferentes lenguajes
identitarios y a distintas figuras ldquotaacutecticasrdquo para re-fundar la nacioacuten (que en teacuterminos
reales y ante la vigencia de la violencia social significaba re-fundar el pacto social la
posibilidad de ldquoconvivirrdquo en un estado-nacional moderno) el modo de funcionamiento
de la Comisioacuten de la Verdad y la Reconciliacioacuten (muy diferente a las latinoamericanas
por ejemplo) es una excelente muestra de ello18
17 Hay algunos paralelismos que se pueden establecer entre la configuracioacuten narrativa del Museo del Apartheid y la de la TRC (ldquoTruth and Reconciliation Commissionrdquo) maacutes allaacute de su diferencia constitutiva Pero una de las criacuteticas maacutes severas a la TRC en cuanto al sesgo de su contenido es justamente no haber considerado y llevado a las audiencias puacuteblicas las represiones cotidianas el apartheid capilarizado en el cuerpo social Cf entre otros Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 pp 161-178 18 Veacutease el artiacuteculo de Moacutenica Cejas en este volumen
9
Es cierto que ya se discute sobre este museo y su propuesta de ldquono
interaccioacutenrdquo19 su formato pedagoacutegico altamente efectivo pero conductista que impide
cualquier reformulacioacuten de los muacuteltiples textos (el escrito que a diferencia de otros
museos contemporaacuteneos aquiacute es vasto y prolongado y el visual que en todo momento
impone un ejercicio claro de la muestra denotativa) Esto en gran parte es acertado
porque la uacutenica interaccioacuten posible estaacute dada en la intempestiva (casi violenta) que el
lenguaje arquitectoacutenico establece toda la experiencia de recorrer el museo no es soacutelo
una forma de adquisicioacuten informativa sino tambieacuten una estrategia pretendida de
empoderamiento por la adquisicioacuten ldquoexperiencialrdquo de la ldquovivenciardquo ex post facto del
apartheid A partir de recursos simboacutelicos que analizareacute luego ndashcuya eficacia no puedo
evaluar aquiacutemdash la intencioacuten poeacutetica estaacute enmarcada en la vivencia subjetiva del tiempo
del evento (el apartheid)
La propia estructura del Museo entona con el tipo de narrativa que proyecta
Disentildeado como una estructura monumental rectiliacutenea y de arquitectura despojada y
minimalista la primera vista que se tiene es la de un muro de ladrillo cocido con la
inscripcioacuten del Museo con la vista de los siete pilares monoliacuteticos en concreto macizo
que se alzan imponentes y que seguacuten el audio nos devela al final del recorrido
expresan los ldquofundamentos ideoloacutegicosrdquo de la nueva Constitucioacuten de Sudaacutefrica20 En
cada uno de ellos se lee en ingleacutes21 ldquoEquidadrdquo ldquoDemocraciardquo ldquoReconciliacioacutenrdquo
ldquoDiversidadrdquo ldquoResponsabilidadrdquo ldquoRespetordquo ldquoLibertadrdquo Estos ldquofundamentosrdquo que se
leen como tal dada la proyeccioacuten que tienen en tamantildeo son un manifiesto de dos
elementos la estrecha ligazoacuten del Museo con el nuevo estado y la ldquoinversioacuten
escrituriacutesticardquo ndashen palabras de De Certeau22mdashde la operacioacuten histoacuterica stricto sensu la
museografiacutea comienza en el presente y la primera narrativa a comprender son los
19 Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming Togetherhellip op cit Apendix p 15-17 20 La ldquonuevardquo Constitucioacuten de la Repuacuteblica de Sudaacutefrica post-apartheid una de las maacutes progresistas en el mundo en teacuterminos de garantiacuteas y derechos civiles fundamentalmente fue aprobada por la Corte Constitucional de ese paiacutes el 4 de diciembre de 1996 con vigencia efectiva desde el 4 de febrero de 1997 Su antecedente inmediato fue la Constitucioacuten Interina de 1993 El documento de la Constitucioacuten se puede consultar en la World Wide Web en Constitution of the Republic of South Africa 1996 httpwwwinfogovzadocumentsconstitutionindexhtm 21 Hago la aclaracioacuten porque a pesar de que Sudaacutefrica cuenta con once lenguas oficiales el Museo utiliza soacutelo el ingleacutes en la reproduccioacuten de la mayoriacutea de sus textos 22 Cf De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975]
10
ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
11
Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
12
recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
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entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
32
rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
2
ante todo la premisa claacutesica de Giorgio Agamben ldquoAuchswitz nunca ha dejado de
sucederrdquo3 No pretendo dirimir aquiacute una especie de estatuto de veracidad para las
producciones puacuteblicas de la memoria ni abordar especiacuteficamente la capacidad
referencial de esas ldquoproducciones de historiardquo 4 Los pasados puacuteblicos son producciones
que al representar evocar o designar trazos de historia imprimen en momentos
diferentes lecturas encontradas paroacutedicas a veces contradictorias otras tantas sobre
coacutemo se experimenta la violencia pasada en el presente coacutemo se domestica en la
narrativa coacutemo se extirpa de la identidad o se la relocaliza en ella coacutemo se la inserta en
nuestra propia modernidad o se la exilia Justamente porque en contextos post-
coloniales y neoliberales es la memoria puacuteblica ejercida (si cabe este apelativo) la que
revela a la historia en toda su violencia semioacutetica como la maacutes conspicua muestra de la
inestabilidad de los siacutembolos de la imposibilidad inherente a su voluntad totalizante y a
las formas sucesivas en que se ha recolonizado el ldquoarchivordquo
Por todas estas razones es relevante un anaacutelisis que pretenda ldquotratar a la
evidencia del pasado como una forma de campo etnograacuteficordquo Cuando se discute sobre
la representacioacuten de la memoria ejercida en el espacio puacuteblico importan las formas en
que los mundos del pasado son producidos encastrados narrados evocados y figurados
en un presente que tambieacuten es experimentado en medio de relaciones de poder y
diferencia5 En palabras de Leslie Witz
3 Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 p 105 4 Cf Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 pp XVI y ss Cohen establece a lo largo del libro un diaacutelogo tenso entre historia memoria y antropologiacutea Uno de sus aportes importantes es que la idea de ldquoproduccioacuten de historiardquo estaacute tambieacuten presente en todo lo que los actos relatos y discursos silencian reprimen u ocultan y esas supresiones son analizadas etnograacuteficamente como formas constitutivas de la memoria histoacuterica 5 Son muchos los textos que han sido inspiradores para poder dar forma a estos argumentos sobre trabajar las representaciones de los mundos del pasado y las disputas de la memoria puacuteblica con sensibilidad etnograacutefica Entre ellos dos han sido de gran aporte por la cercaniacutea de sus objetos y fuentes trabajados Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 especialmente pp 1-11 Cohen David W The combing of history op cit Tambieacuten Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Veacutease tambieacuten en una enumeracioacuten seguramente incompleta Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001
3
ldquohellip[si] soacutelo se examinan artefactos performances y sus formas representativas hacia el mundo del pasado se pasan por alto muchos de los procesos que median en la creacioacuten y definicioacuten de los significados culturales [Es importante] registrar coacutemo se posicionan significados diferentes y contradictorios [hellipe] investigar las formas praacutecticas y contextos sociales que intervienen en la lsquoproduccioacuten de historiarsquo Estas disposiciones sean orales escritas o visuales [sonhellip] modalidades y sociologiacuteas diferentes en la produccioacuten de conocimientorsquo Fotografiacuteas festivales espectaacuteculos turiacutesticos instalaciones visuales performances dramaacuteticas representaciones de tradiciones orales y exhibiciones de museos lsquoestaacuten informados por su loacutegica propia y generando sus imaacutegenes y recepciones particularesrsquo rdquo6
Registrar los procesos de debate lucha de significacioacuten y sentidos conflictivos
ante las representaciones puacuteblicas del pasado ayuda por un lado a comprender coacutemo
es que existen ldquomuacuteltiples locacionesrdquo de la memoria que entran en conflicto Por otra
parte intenta recuperar la ambiguumledad existente en medio de la conformacioacuten de lo que
Leslie Witz llama la ldquoesfera puacuteblica histoacutericardquo7 y que para miacute seriacutea maacutes acertado
denominar la ldquoesfera puacuteblica de los usos del pasadordquo coacutemo mientras el estado puede
erigirse en la ldquocuraduriacutea de la nacioacutenrdquo en teacuterminos de la representacioacuten simboacutelica de su
pasado en el momento poliacutetico presente8 esto es discutido experimentado y contestado
de maneras diversas Y coacutemo a su vez esa ldquocontestacioacutenrdquo estaacute anclada en procesos
sociohistoacutericos de dominacioacuten y diferencia exclusioacuten histoacuterica y reafirmacioacuten de la
identidad9
Evidentemente el problema de la ldquoverdadrdquo representada adquiere densidad
histoacuterica pensando en procesos (como el apartheid o las dictaduras latinoamericanas)
que conllevaron la creacioacuten de Comisiones de la Verdad ad hoc Aunque las
6 Witz Leslie Apartheidrsquos Festival op cit p 7 El encomillado al interior de la cita es original del texto Los eacutenfasis en cursivas son miacuteos 7 Ibid p 10 8 Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 pp 132 y ss
9 Cf Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Witz Leslie Apartheidrsquos Festival op cit pp 13 y ss Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 pp 175-192
4
representaciones puacuteblicas del pasado refieren siempre una pretensioacuten de verosimilitud
justamente las discusiones encarnizadas sobre ldquola verdadrdquo de lo acontecido y en muchos
casos la ldquoimposibilidadrdquo o ldquoalienacioacutenrdquo de la prueba muestran la complejidad de los
trazos de la memoria
En toda proyeccioacuten puacuteblica de la memoria (un museo un monumento) hay una
poliacutetica de la definicioacuten y de la clasificacioacuten y una poeacutetica de la inclusioacuten y de la
invisibilidad dentro de sus escenarios de los ldquomundos del pasadordquo10 Aquiacute es donde la
memoria como experiencia social y como accioacuten se debate en el espacio puacuteblico con un
elemento claro de articulacioacuten porque una vez maacutes lo que estaacute en juego no es soacutelo la
veracidad del evento como tal Lo que estaacute en disputa es la estabilidad del referente de
la historia nacional de la identidad comunitaria de la significacioacuten cotidiana de la
ciudadaniacutea de los signos que nos recuerdan aquello ldquoa lo que estamos atadosrdquo A su
vez no estariacuteamos ante fragmentos incomprensibles de una realidad postmoderna
ldquohiacutebridardquo (como si este teacutermino disipara las manifestaciones maacutes espectaculares de la
dominacioacuten y el sometimiento) en la cual sea imposible aspirar a una eacutetica de la
comprensioacuten sociohistoacuterica o a una identificacioacuten de relaciones profundamente
opresoras (aunque contingentes y cambiantes) de poder Maacutes bien estamos ante
procesos de significacioacuten altamente complejos que debemos leer en clave ldquodetallesrdquo que
revelan mucho sobre los mecanismos del poder la exclusioacuten y las poliacuteticas de la
identidad Para ello es imperioso dejar a un lado por momentos las divisiones
legisladoras instituidas por el conocimiento histoacuterico y la ciencia social
Asiacute lo que se manifiesta como discurso sobre el pasado (trazo tropos) revela
mucho de dos ldquomovimientos inseparables el lugar de la diferencia dentro de las
relaciones procesos y estrategias de poder y la presencia del poder en las acciones
(enactments) praacutecticas y configuraciones de la diferenciardquo11 Alliacute las texturas de la
memoria y la violencia se densifican hasta mostrar un cuadro sin soluciones faacutecilmente
aprehensibles sin conclusiones cerradas o estables O tal vez una que en la
inteligibilidad del evento como deciacutea Foucault nunca hay un plano sino un poliedro en
medio de cuyos aacutengulos se manifiestan las relaciones de poder maacutes contingentes Su
significado es re-apropiado su temporalidad acechada y trataacutendose de un evento
10 La expresioacuten corresponde a Witz Leslie Apartheidrsquos Festivalhellip op cit p 17 11 Dube Saurabh Stitches on time Colonial textures and postcolonial tangles op cit p 23
5
violento su inscripcioacuten en el presente es un factor de dependencia doble con la
temporalidad busca tanto garantizar desde sus muacuteltiples manifestaciones espectrales la
inscripcioacuten de una verdad en el pasado como problematizar poliacuteticamente las garantiacuteas
del presente
1 El Museo del Apartheid los fundamentos de su creacioacuten y su gestioacuten
Sudaacutefdrica post-1994 la revisioacuten del pasado reciente se alza como bandera necesaria
ante la ldquonueva nacioacuten democraacuteticardquo y la proliferacioacuten de los testimonios en la esfera
puacuteblica es sorprendente Desde iniciativas comunitarias (el conocido museo comunitario
del Distrito Seis en Ciudad del Cabo o los Programas como SOMOHO [Soweto
Mountain of Hope] en Johannesburgo) hasta estrategias de poliacuteticas puacuteblicas (El Museo
de Robben Island y el Museo de Slave Lodge en Ciudad del Cabo el Museum Africa o
el Origins Center en Johannesburgo el Freedom Park en Pretoria) son las maacutes
prominentes para citar soacutelo algunas A su vez la creacioacuten del Consejo Nacional de
Patrimonio (NHC por su sigla en ingleacutes) que tuvo su acta definitiva de fundacioacuten en
1999 terminoacute por dar forma y regular una poliacutetica de fomento a la preservacioacuten y
cuidado del patrimonio (ldquotangiblerdquo e ldquointangiblerdquo siguiendo la divisioacuten hecha por la
UNESCO) en Sudaacutefrica lo cual coadyuvoacute al surgimiento y la visibilidad de iniciativas
locales y circunstanciales de recuperacioacuten de memorias regionales creacioacuten de museos
comunitarios preservacioacuten de aacutereas (arquitectoacutenicas o naturales) en peligro etc
Sin embargo es liacutecito aclarar que el Museo del Apartheid no nace de estas
iniciativas especiacuteficas Y esto no es punto menor si empezamos por ubicar la
topografiacutea El Apartheid Museum inaugurado al puacuteblico en noviembre de 2001 se
encuentra emplazado en un espacio de seis mil metros cuadrados un sitio de siete
hectaacutereas en una de las aacutereas suburbanas de Johannesburgo que recrea el haacutebitat natural
de una zona boscosa de altura El Museo cubre una zona amplia que se situacutea en la ruta
comuacuten que hacen hoy los trabajadores ndashen su mayoriacutea negrosmdash desde Johannesburgo al
conjunto de townships de Soweto y estaacute cerca de otros townships poblados como
Eldorado Park y Lenasia Pero el punto maacutes importante es que el Museo queda
emplazado dentro de un aacuterea cerrada el Gold Reef City Casino Paradoacutejicamente el
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origen del Museo es una prerrogativa que se desprende de la Lotteries Act 57 de 1997
la cual preveacute que para la instalacioacuten de casinos y espacios privados para juegos de azar
se destine una parte de los dividendos generados a un cometido de ldquoresponsabilidad
socialrdquo y tambieacuten a la ayuda para el desarrollo econoacutemico ldquoen el estado donde el casino
se encuentra emplazadordquo12
Dos de los principales inversores del Gold Reef Casino los hermanos
empresarios Solly y Abie Krok habiacutean ya estado involucrados como los fervientes
impulsores de un proyecto trunco el Monumento a Mandela que se erigiriacutea a las
afueras de Pretoria en la colina que se emplaza al frente del Monumento al
Voortrekker Las primeras discusiones sobre el destino de la ldquolicenciardquo que el complejo
de divertimento debiacutea concesionar comenzaron en 1995 En ese momento algunos de
los asesores del complejo estudiaban la posibilidad de crear un museo que explicara la
forma como se extraiacutea oro de la regioacuten desde el descubrimiento de las minas en 1886
Fue Solly Krok el visionario que desde el comienzo consideroacute maacutes apropiado y
ldquorentablerdquo construir un complejo de tipo histoacuterico que se llamariacutea en primera instancia
Freedom Park (Parque de la Liberacioacuten) con calidad de sitio de proyeccioacuten mundial
para el turismo cosmopolita y con una narracioacuten especiacutefica del apartheid en sus
diferentes etapas Como el Freedom Park era ya en ese entonces un proyecto del
gobierno en marcha para crearse en Pretoria (inaugurado en 2005) la idea se modificoacute
un poco hasta dar forma al proyecto final del Museo del Apartheid Sin embargo
aunque tratoacute de disociaacuterselo de sus oriacutegenes ldquofinancierosrdquo el proyecto estuvo
involucrado en una poleacutemica eacutetico-poliacutetica desde sus comienzos no soacutelo habiacutea grupos
que pediacutean que se esclareciera y se difundiera puacuteblicamente el origen del dinero
invertido o incluso que el museo se construyera fuera del predio de casinos sino que se
recordoacute tambieacuten una de las razones por las cuales el Monumento a Mandela habiacutea sido
abortado no sin escaacutendalo puacuteblico En los antildeos aacutelgidos del apartheid (particularmente en
la deacutecada de 1970) los hermanos Krok habiacutean amasado parte de su fortuna fabricando y
promocionando cosmeacuteticos blanqueadores de piel13
12 Cf Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito p 5 13 Cf Ibid pp 7-8 Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 p 33 Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Los hermanos
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Lo cierto es que los hermanos Krok convocaron a una serie de personas
especializadas en diferentes aacutereas para dar marcha al proyecto Philip Bonner
reconocido historiador que estuvo afiliado al History Workshop de la Universidad de
Witswatersrand desde finales de la deacutecada de 198014 estuvo a cargo del equipo
histoacuterico Sydney Abromovich fue el coordinador del equipo arquitectoacutenico
praacutecticamente designado por Krok junto con el israeliacute Claude Grundman que teniacutea
experiencia internacional en trabajar entre otros con el Holocaust Memorial Museum
en Washington15 Por su parte el realizador y curador Angus Gibson fue una pieza clave
para la instalacioacuten de los equipos de audio y video puntos que pueden considerarse
nodales en la propuesta innovadora del Museo
Desde las palabras de Bonner el sesgo del proyecto quedaba claro ldquohellipel punto
de partida fue comprender que habiacutea gente mixturada y mezclada que se reunioacute y soacutelo a
partir de alliacute surgioacute la necesidad de separarlos El lugar donde esto sucedioacute con mayor
claridad fue Johannesburgo de hecho fue en Johannesburgo donde comenzoacute el
procesordquo16 El punto es que desde ese momento las aacutereas rurales asiacute como los aspectos
de lo que se ha dado en llamar el ldquopetty apartheidrdquo (la represioacuten violacioacuten de derechos
Krok fueron gerentes de los Twins Pharmaceutical Holdings fabricantes y distribuidores de la crema blanqueadora de piel ldquoSuper Roserdquo que existioacute en el mercado sudafricano desde la deacutecada de 1970 un icono de la cultura del consumo masivo Luego aparecioacute la versioacuten masculina bajo el slogan ldquomaacutes raacutepida maacutes efectivardquo llamada ldquoHe Manrdquo aludiendo a la conocida caricatura de animacioacuten cuyo personaje reuacutene ademaacutes todos los atributos de un modelo hegemoacutenico de masculinidad blanca heterosexual occidental El consumo de estos productos fue atacado durante antildeos por la Unioacuten de Consumidores Negros (Black Consumer Union) dado sus comprobados efectos nocivos para la piel ndashademaacutes de considerarse una cuestioacuten poliacuteticamente denigrante Cf Ribane Nakedi ldquoLighter is fairerrdquo Mail amp Guardian on line 2 May 2006 Cabe sentildealar que tambieacuten la creacioacuten de un museo en el la ex prisioacuten conocida como Number Four produjo similares reacciones por la intervencioacuten de fondos de fundaciones privadas como Ford Kellogs y Mott Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 p 171 14 El History Workshop de esta Universidad fue un colectivo intelectual que surgioacute a mediados de la deacutecada de 1980 y siguioacute las directrices de su homoacutenimo en Inglaterra con una vertiente teoacuterica que abrevoacute en la nueva izquierda inglesa innovando sin embargo de acuerdo a los imperativos que marcaba el contexto local Fue un grupo pionero que dio origen a investigaciones importantes en historia social sobre los costos sociales del apartheid su geacutenesis socioloacutegica las condiciones de vida y de trabajo de los obreros negros los cruces entre raza clase y geacutenero entre tantos otros toacutepicos 15 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London 1993 ademaacutes Grudman trabajoacute en el proceso de creacioacuten del Freedom Park en Pretoria 16 Cit en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10
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sobreexplotacioacuten y discriminacioacuten en las praacutecticas cotidianas capilares del cuerpo
social) quedaron sin un lugar en la exhibicioacuten que se proyectaba17
2 La historia en la forma alegoriacutea invertida
El Museo del Apartheid no es soacutelo una construccioacuten pedagoacutegica de escalas
impresionantes para ldquonarrarrdquo el reacutegimen que oprimioacute a la mayoriacutea del pueblo
sudafricano en la segunda mitad del siglo XX Es tambieacuten una alegoriacutea invertida Maacutes
allaacute de que consideremos a la alegoriacutea como un instrumento cognoscitivo en este caso
la inversioacuten reside en que no son los hechos de la historia los que estaacuten representados
alegoacutericamente (de hecho el museo es estrictamente denotativo en su poeacutetica) sino que
la historia misma en la representacioacuten especiacutefica de su temporalidad es la que se
ldquoalegorizardquo en el museo Esto no es simplemente una nimiedad intelectiva es una
herramienta semioacutetica necesaria para desmantelar el proyecto conceptual del Museo
Esa fue la forma elegida por los comunicadores de la memoria histoacuterica para transmitir
la experiencia totalizante de un periacuteodo y de un reacutegimen en la representacioacuten de un
ritual de pasaje que apela por otra parte a la ldquoexperiencia directardquo La disposicioacuten
ritualizada no es de menor importancia porque gran parte del proceso de
ldquoreconciliacioacutenrdquo en Sudaacutefrica puso en el centro de la escena social la eficacia de
formatos ritualizados de negociacioacuten en los cuales se apelaba a diferentes lenguajes
identitarios y a distintas figuras ldquotaacutecticasrdquo para re-fundar la nacioacuten (que en teacuterminos
reales y ante la vigencia de la violencia social significaba re-fundar el pacto social la
posibilidad de ldquoconvivirrdquo en un estado-nacional moderno) el modo de funcionamiento
de la Comisioacuten de la Verdad y la Reconciliacioacuten (muy diferente a las latinoamericanas
por ejemplo) es una excelente muestra de ello18
17 Hay algunos paralelismos que se pueden establecer entre la configuracioacuten narrativa del Museo del Apartheid y la de la TRC (ldquoTruth and Reconciliation Commissionrdquo) maacutes allaacute de su diferencia constitutiva Pero una de las criacuteticas maacutes severas a la TRC en cuanto al sesgo de su contenido es justamente no haber considerado y llevado a las audiencias puacuteblicas las represiones cotidianas el apartheid capilarizado en el cuerpo social Cf entre otros Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 pp 161-178 18 Veacutease el artiacuteculo de Moacutenica Cejas en este volumen
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Es cierto que ya se discute sobre este museo y su propuesta de ldquono
interaccioacutenrdquo19 su formato pedagoacutegico altamente efectivo pero conductista que impide
cualquier reformulacioacuten de los muacuteltiples textos (el escrito que a diferencia de otros
museos contemporaacuteneos aquiacute es vasto y prolongado y el visual que en todo momento
impone un ejercicio claro de la muestra denotativa) Esto en gran parte es acertado
porque la uacutenica interaccioacuten posible estaacute dada en la intempestiva (casi violenta) que el
lenguaje arquitectoacutenico establece toda la experiencia de recorrer el museo no es soacutelo
una forma de adquisicioacuten informativa sino tambieacuten una estrategia pretendida de
empoderamiento por la adquisicioacuten ldquoexperiencialrdquo de la ldquovivenciardquo ex post facto del
apartheid A partir de recursos simboacutelicos que analizareacute luego ndashcuya eficacia no puedo
evaluar aquiacutemdash la intencioacuten poeacutetica estaacute enmarcada en la vivencia subjetiva del tiempo
del evento (el apartheid)
La propia estructura del Museo entona con el tipo de narrativa que proyecta
Disentildeado como una estructura monumental rectiliacutenea y de arquitectura despojada y
minimalista la primera vista que se tiene es la de un muro de ladrillo cocido con la
inscripcioacuten del Museo con la vista de los siete pilares monoliacuteticos en concreto macizo
que se alzan imponentes y que seguacuten el audio nos devela al final del recorrido
expresan los ldquofundamentos ideoloacutegicosrdquo de la nueva Constitucioacuten de Sudaacutefrica20 En
cada uno de ellos se lee en ingleacutes21 ldquoEquidadrdquo ldquoDemocraciardquo ldquoReconciliacioacutenrdquo
ldquoDiversidadrdquo ldquoResponsabilidadrdquo ldquoRespetordquo ldquoLibertadrdquo Estos ldquofundamentosrdquo que se
leen como tal dada la proyeccioacuten que tienen en tamantildeo son un manifiesto de dos
elementos la estrecha ligazoacuten del Museo con el nuevo estado y la ldquoinversioacuten
escrituriacutesticardquo ndashen palabras de De Certeau22mdashde la operacioacuten histoacuterica stricto sensu la
museografiacutea comienza en el presente y la primera narrativa a comprender son los
19 Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming Togetherhellip op cit Apendix p 15-17 20 La ldquonuevardquo Constitucioacuten de la Repuacuteblica de Sudaacutefrica post-apartheid una de las maacutes progresistas en el mundo en teacuterminos de garantiacuteas y derechos civiles fundamentalmente fue aprobada por la Corte Constitucional de ese paiacutes el 4 de diciembre de 1996 con vigencia efectiva desde el 4 de febrero de 1997 Su antecedente inmediato fue la Constitucioacuten Interina de 1993 El documento de la Constitucioacuten se puede consultar en la World Wide Web en Constitution of the Republic of South Africa 1996 httpwwwinfogovzadocumentsconstitutionindexhtm 21 Hago la aclaracioacuten porque a pesar de que Sudaacutefrica cuenta con once lenguas oficiales el Museo utiliza soacutelo el ingleacutes en la reproduccioacuten de la mayoriacutea de sus textos 22 Cf De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975]
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ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
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Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
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recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
13
entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
15
una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
25
En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
31
El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
32
rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
3
ldquohellip[si] soacutelo se examinan artefactos performances y sus formas representativas hacia el mundo del pasado se pasan por alto muchos de los procesos que median en la creacioacuten y definicioacuten de los significados culturales [Es importante] registrar coacutemo se posicionan significados diferentes y contradictorios [hellipe] investigar las formas praacutecticas y contextos sociales que intervienen en la lsquoproduccioacuten de historiarsquo Estas disposiciones sean orales escritas o visuales [sonhellip] modalidades y sociologiacuteas diferentes en la produccioacuten de conocimientorsquo Fotografiacuteas festivales espectaacuteculos turiacutesticos instalaciones visuales performances dramaacuteticas representaciones de tradiciones orales y exhibiciones de museos lsquoestaacuten informados por su loacutegica propia y generando sus imaacutegenes y recepciones particularesrsquo rdquo6
Registrar los procesos de debate lucha de significacioacuten y sentidos conflictivos
ante las representaciones puacuteblicas del pasado ayuda por un lado a comprender coacutemo
es que existen ldquomuacuteltiples locacionesrdquo de la memoria que entran en conflicto Por otra
parte intenta recuperar la ambiguumledad existente en medio de la conformacioacuten de lo que
Leslie Witz llama la ldquoesfera puacuteblica histoacutericardquo7 y que para miacute seriacutea maacutes acertado
denominar la ldquoesfera puacuteblica de los usos del pasadordquo coacutemo mientras el estado puede
erigirse en la ldquocuraduriacutea de la nacioacutenrdquo en teacuterminos de la representacioacuten simboacutelica de su
pasado en el momento poliacutetico presente8 esto es discutido experimentado y contestado
de maneras diversas Y coacutemo a su vez esa ldquocontestacioacutenrdquo estaacute anclada en procesos
sociohistoacutericos de dominacioacuten y diferencia exclusioacuten histoacuterica y reafirmacioacuten de la
identidad9
Evidentemente el problema de la ldquoverdadrdquo representada adquiere densidad
histoacuterica pensando en procesos (como el apartheid o las dictaduras latinoamericanas)
que conllevaron la creacioacuten de Comisiones de la Verdad ad hoc Aunque las
6 Witz Leslie Apartheidrsquos Festival op cit p 7 El encomillado al interior de la cita es original del texto Los eacutenfasis en cursivas son miacuteos 7 Ibid p 10 8 Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 pp 132 y ss
9 Cf Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Witz Leslie Apartheidrsquos Festival op cit pp 13 y ss Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 pp 175-192
4
representaciones puacuteblicas del pasado refieren siempre una pretensioacuten de verosimilitud
justamente las discusiones encarnizadas sobre ldquola verdadrdquo de lo acontecido y en muchos
casos la ldquoimposibilidadrdquo o ldquoalienacioacutenrdquo de la prueba muestran la complejidad de los
trazos de la memoria
En toda proyeccioacuten puacuteblica de la memoria (un museo un monumento) hay una
poliacutetica de la definicioacuten y de la clasificacioacuten y una poeacutetica de la inclusioacuten y de la
invisibilidad dentro de sus escenarios de los ldquomundos del pasadordquo10 Aquiacute es donde la
memoria como experiencia social y como accioacuten se debate en el espacio puacuteblico con un
elemento claro de articulacioacuten porque una vez maacutes lo que estaacute en juego no es soacutelo la
veracidad del evento como tal Lo que estaacute en disputa es la estabilidad del referente de
la historia nacional de la identidad comunitaria de la significacioacuten cotidiana de la
ciudadaniacutea de los signos que nos recuerdan aquello ldquoa lo que estamos atadosrdquo A su
vez no estariacuteamos ante fragmentos incomprensibles de una realidad postmoderna
ldquohiacutebridardquo (como si este teacutermino disipara las manifestaciones maacutes espectaculares de la
dominacioacuten y el sometimiento) en la cual sea imposible aspirar a una eacutetica de la
comprensioacuten sociohistoacuterica o a una identificacioacuten de relaciones profundamente
opresoras (aunque contingentes y cambiantes) de poder Maacutes bien estamos ante
procesos de significacioacuten altamente complejos que debemos leer en clave ldquodetallesrdquo que
revelan mucho sobre los mecanismos del poder la exclusioacuten y las poliacuteticas de la
identidad Para ello es imperioso dejar a un lado por momentos las divisiones
legisladoras instituidas por el conocimiento histoacuterico y la ciencia social
Asiacute lo que se manifiesta como discurso sobre el pasado (trazo tropos) revela
mucho de dos ldquomovimientos inseparables el lugar de la diferencia dentro de las
relaciones procesos y estrategias de poder y la presencia del poder en las acciones
(enactments) praacutecticas y configuraciones de la diferenciardquo11 Alliacute las texturas de la
memoria y la violencia se densifican hasta mostrar un cuadro sin soluciones faacutecilmente
aprehensibles sin conclusiones cerradas o estables O tal vez una que en la
inteligibilidad del evento como deciacutea Foucault nunca hay un plano sino un poliedro en
medio de cuyos aacutengulos se manifiestan las relaciones de poder maacutes contingentes Su
significado es re-apropiado su temporalidad acechada y trataacutendose de un evento
10 La expresioacuten corresponde a Witz Leslie Apartheidrsquos Festivalhellip op cit p 17 11 Dube Saurabh Stitches on time Colonial textures and postcolonial tangles op cit p 23
5
violento su inscripcioacuten en el presente es un factor de dependencia doble con la
temporalidad busca tanto garantizar desde sus muacuteltiples manifestaciones espectrales la
inscripcioacuten de una verdad en el pasado como problematizar poliacuteticamente las garantiacuteas
del presente
1 El Museo del Apartheid los fundamentos de su creacioacuten y su gestioacuten
Sudaacutefdrica post-1994 la revisioacuten del pasado reciente se alza como bandera necesaria
ante la ldquonueva nacioacuten democraacuteticardquo y la proliferacioacuten de los testimonios en la esfera
puacuteblica es sorprendente Desde iniciativas comunitarias (el conocido museo comunitario
del Distrito Seis en Ciudad del Cabo o los Programas como SOMOHO [Soweto
Mountain of Hope] en Johannesburgo) hasta estrategias de poliacuteticas puacuteblicas (El Museo
de Robben Island y el Museo de Slave Lodge en Ciudad del Cabo el Museum Africa o
el Origins Center en Johannesburgo el Freedom Park en Pretoria) son las maacutes
prominentes para citar soacutelo algunas A su vez la creacioacuten del Consejo Nacional de
Patrimonio (NHC por su sigla en ingleacutes) que tuvo su acta definitiva de fundacioacuten en
1999 terminoacute por dar forma y regular una poliacutetica de fomento a la preservacioacuten y
cuidado del patrimonio (ldquotangiblerdquo e ldquointangiblerdquo siguiendo la divisioacuten hecha por la
UNESCO) en Sudaacutefrica lo cual coadyuvoacute al surgimiento y la visibilidad de iniciativas
locales y circunstanciales de recuperacioacuten de memorias regionales creacioacuten de museos
comunitarios preservacioacuten de aacutereas (arquitectoacutenicas o naturales) en peligro etc
Sin embargo es liacutecito aclarar que el Museo del Apartheid no nace de estas
iniciativas especiacuteficas Y esto no es punto menor si empezamos por ubicar la
topografiacutea El Apartheid Museum inaugurado al puacuteblico en noviembre de 2001 se
encuentra emplazado en un espacio de seis mil metros cuadrados un sitio de siete
hectaacutereas en una de las aacutereas suburbanas de Johannesburgo que recrea el haacutebitat natural
de una zona boscosa de altura El Museo cubre una zona amplia que se situacutea en la ruta
comuacuten que hacen hoy los trabajadores ndashen su mayoriacutea negrosmdash desde Johannesburgo al
conjunto de townships de Soweto y estaacute cerca de otros townships poblados como
Eldorado Park y Lenasia Pero el punto maacutes importante es que el Museo queda
emplazado dentro de un aacuterea cerrada el Gold Reef City Casino Paradoacutejicamente el
6
origen del Museo es una prerrogativa que se desprende de la Lotteries Act 57 de 1997
la cual preveacute que para la instalacioacuten de casinos y espacios privados para juegos de azar
se destine una parte de los dividendos generados a un cometido de ldquoresponsabilidad
socialrdquo y tambieacuten a la ayuda para el desarrollo econoacutemico ldquoen el estado donde el casino
se encuentra emplazadordquo12
Dos de los principales inversores del Gold Reef Casino los hermanos
empresarios Solly y Abie Krok habiacutean ya estado involucrados como los fervientes
impulsores de un proyecto trunco el Monumento a Mandela que se erigiriacutea a las
afueras de Pretoria en la colina que se emplaza al frente del Monumento al
Voortrekker Las primeras discusiones sobre el destino de la ldquolicenciardquo que el complejo
de divertimento debiacutea concesionar comenzaron en 1995 En ese momento algunos de
los asesores del complejo estudiaban la posibilidad de crear un museo que explicara la
forma como se extraiacutea oro de la regioacuten desde el descubrimiento de las minas en 1886
Fue Solly Krok el visionario que desde el comienzo consideroacute maacutes apropiado y
ldquorentablerdquo construir un complejo de tipo histoacuterico que se llamariacutea en primera instancia
Freedom Park (Parque de la Liberacioacuten) con calidad de sitio de proyeccioacuten mundial
para el turismo cosmopolita y con una narracioacuten especiacutefica del apartheid en sus
diferentes etapas Como el Freedom Park era ya en ese entonces un proyecto del
gobierno en marcha para crearse en Pretoria (inaugurado en 2005) la idea se modificoacute
un poco hasta dar forma al proyecto final del Museo del Apartheid Sin embargo
aunque tratoacute de disociaacuterselo de sus oriacutegenes ldquofinancierosrdquo el proyecto estuvo
involucrado en una poleacutemica eacutetico-poliacutetica desde sus comienzos no soacutelo habiacutea grupos
que pediacutean que se esclareciera y se difundiera puacuteblicamente el origen del dinero
invertido o incluso que el museo se construyera fuera del predio de casinos sino que se
recordoacute tambieacuten una de las razones por las cuales el Monumento a Mandela habiacutea sido
abortado no sin escaacutendalo puacuteblico En los antildeos aacutelgidos del apartheid (particularmente en
la deacutecada de 1970) los hermanos Krok habiacutean amasado parte de su fortuna fabricando y
promocionando cosmeacuteticos blanqueadores de piel13
12 Cf Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito p 5 13 Cf Ibid pp 7-8 Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 p 33 Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Los hermanos
7
Lo cierto es que los hermanos Krok convocaron a una serie de personas
especializadas en diferentes aacutereas para dar marcha al proyecto Philip Bonner
reconocido historiador que estuvo afiliado al History Workshop de la Universidad de
Witswatersrand desde finales de la deacutecada de 198014 estuvo a cargo del equipo
histoacuterico Sydney Abromovich fue el coordinador del equipo arquitectoacutenico
praacutecticamente designado por Krok junto con el israeliacute Claude Grundman que teniacutea
experiencia internacional en trabajar entre otros con el Holocaust Memorial Museum
en Washington15 Por su parte el realizador y curador Angus Gibson fue una pieza clave
para la instalacioacuten de los equipos de audio y video puntos que pueden considerarse
nodales en la propuesta innovadora del Museo
Desde las palabras de Bonner el sesgo del proyecto quedaba claro ldquohellipel punto
de partida fue comprender que habiacutea gente mixturada y mezclada que se reunioacute y soacutelo a
partir de alliacute surgioacute la necesidad de separarlos El lugar donde esto sucedioacute con mayor
claridad fue Johannesburgo de hecho fue en Johannesburgo donde comenzoacute el
procesordquo16 El punto es que desde ese momento las aacutereas rurales asiacute como los aspectos
de lo que se ha dado en llamar el ldquopetty apartheidrdquo (la represioacuten violacioacuten de derechos
Krok fueron gerentes de los Twins Pharmaceutical Holdings fabricantes y distribuidores de la crema blanqueadora de piel ldquoSuper Roserdquo que existioacute en el mercado sudafricano desde la deacutecada de 1970 un icono de la cultura del consumo masivo Luego aparecioacute la versioacuten masculina bajo el slogan ldquomaacutes raacutepida maacutes efectivardquo llamada ldquoHe Manrdquo aludiendo a la conocida caricatura de animacioacuten cuyo personaje reuacutene ademaacutes todos los atributos de un modelo hegemoacutenico de masculinidad blanca heterosexual occidental El consumo de estos productos fue atacado durante antildeos por la Unioacuten de Consumidores Negros (Black Consumer Union) dado sus comprobados efectos nocivos para la piel ndashademaacutes de considerarse una cuestioacuten poliacuteticamente denigrante Cf Ribane Nakedi ldquoLighter is fairerrdquo Mail amp Guardian on line 2 May 2006 Cabe sentildealar que tambieacuten la creacioacuten de un museo en el la ex prisioacuten conocida como Number Four produjo similares reacciones por la intervencioacuten de fondos de fundaciones privadas como Ford Kellogs y Mott Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 p 171 14 El History Workshop de esta Universidad fue un colectivo intelectual que surgioacute a mediados de la deacutecada de 1980 y siguioacute las directrices de su homoacutenimo en Inglaterra con una vertiente teoacuterica que abrevoacute en la nueva izquierda inglesa innovando sin embargo de acuerdo a los imperativos que marcaba el contexto local Fue un grupo pionero que dio origen a investigaciones importantes en historia social sobre los costos sociales del apartheid su geacutenesis socioloacutegica las condiciones de vida y de trabajo de los obreros negros los cruces entre raza clase y geacutenero entre tantos otros toacutepicos 15 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London 1993 ademaacutes Grudman trabajoacute en el proceso de creacioacuten del Freedom Park en Pretoria 16 Cit en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10
8
sobreexplotacioacuten y discriminacioacuten en las praacutecticas cotidianas capilares del cuerpo
social) quedaron sin un lugar en la exhibicioacuten que se proyectaba17
2 La historia en la forma alegoriacutea invertida
El Museo del Apartheid no es soacutelo una construccioacuten pedagoacutegica de escalas
impresionantes para ldquonarrarrdquo el reacutegimen que oprimioacute a la mayoriacutea del pueblo
sudafricano en la segunda mitad del siglo XX Es tambieacuten una alegoriacutea invertida Maacutes
allaacute de que consideremos a la alegoriacutea como un instrumento cognoscitivo en este caso
la inversioacuten reside en que no son los hechos de la historia los que estaacuten representados
alegoacutericamente (de hecho el museo es estrictamente denotativo en su poeacutetica) sino que
la historia misma en la representacioacuten especiacutefica de su temporalidad es la que se
ldquoalegorizardquo en el museo Esto no es simplemente una nimiedad intelectiva es una
herramienta semioacutetica necesaria para desmantelar el proyecto conceptual del Museo
Esa fue la forma elegida por los comunicadores de la memoria histoacuterica para transmitir
la experiencia totalizante de un periacuteodo y de un reacutegimen en la representacioacuten de un
ritual de pasaje que apela por otra parte a la ldquoexperiencia directardquo La disposicioacuten
ritualizada no es de menor importancia porque gran parte del proceso de
ldquoreconciliacioacutenrdquo en Sudaacutefrica puso en el centro de la escena social la eficacia de
formatos ritualizados de negociacioacuten en los cuales se apelaba a diferentes lenguajes
identitarios y a distintas figuras ldquotaacutecticasrdquo para re-fundar la nacioacuten (que en teacuterminos
reales y ante la vigencia de la violencia social significaba re-fundar el pacto social la
posibilidad de ldquoconvivirrdquo en un estado-nacional moderno) el modo de funcionamiento
de la Comisioacuten de la Verdad y la Reconciliacioacuten (muy diferente a las latinoamericanas
por ejemplo) es una excelente muestra de ello18
17 Hay algunos paralelismos que se pueden establecer entre la configuracioacuten narrativa del Museo del Apartheid y la de la TRC (ldquoTruth and Reconciliation Commissionrdquo) maacutes allaacute de su diferencia constitutiva Pero una de las criacuteticas maacutes severas a la TRC en cuanto al sesgo de su contenido es justamente no haber considerado y llevado a las audiencias puacuteblicas las represiones cotidianas el apartheid capilarizado en el cuerpo social Cf entre otros Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 pp 161-178 18 Veacutease el artiacuteculo de Moacutenica Cejas en este volumen
9
Es cierto que ya se discute sobre este museo y su propuesta de ldquono
interaccioacutenrdquo19 su formato pedagoacutegico altamente efectivo pero conductista que impide
cualquier reformulacioacuten de los muacuteltiples textos (el escrito que a diferencia de otros
museos contemporaacuteneos aquiacute es vasto y prolongado y el visual que en todo momento
impone un ejercicio claro de la muestra denotativa) Esto en gran parte es acertado
porque la uacutenica interaccioacuten posible estaacute dada en la intempestiva (casi violenta) que el
lenguaje arquitectoacutenico establece toda la experiencia de recorrer el museo no es soacutelo
una forma de adquisicioacuten informativa sino tambieacuten una estrategia pretendida de
empoderamiento por la adquisicioacuten ldquoexperiencialrdquo de la ldquovivenciardquo ex post facto del
apartheid A partir de recursos simboacutelicos que analizareacute luego ndashcuya eficacia no puedo
evaluar aquiacutemdash la intencioacuten poeacutetica estaacute enmarcada en la vivencia subjetiva del tiempo
del evento (el apartheid)
La propia estructura del Museo entona con el tipo de narrativa que proyecta
Disentildeado como una estructura monumental rectiliacutenea y de arquitectura despojada y
minimalista la primera vista que se tiene es la de un muro de ladrillo cocido con la
inscripcioacuten del Museo con la vista de los siete pilares monoliacuteticos en concreto macizo
que se alzan imponentes y que seguacuten el audio nos devela al final del recorrido
expresan los ldquofundamentos ideoloacutegicosrdquo de la nueva Constitucioacuten de Sudaacutefrica20 En
cada uno de ellos se lee en ingleacutes21 ldquoEquidadrdquo ldquoDemocraciardquo ldquoReconciliacioacutenrdquo
ldquoDiversidadrdquo ldquoResponsabilidadrdquo ldquoRespetordquo ldquoLibertadrdquo Estos ldquofundamentosrdquo que se
leen como tal dada la proyeccioacuten que tienen en tamantildeo son un manifiesto de dos
elementos la estrecha ligazoacuten del Museo con el nuevo estado y la ldquoinversioacuten
escrituriacutesticardquo ndashen palabras de De Certeau22mdashde la operacioacuten histoacuterica stricto sensu la
museografiacutea comienza en el presente y la primera narrativa a comprender son los
19 Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming Togetherhellip op cit Apendix p 15-17 20 La ldquonuevardquo Constitucioacuten de la Repuacuteblica de Sudaacutefrica post-apartheid una de las maacutes progresistas en el mundo en teacuterminos de garantiacuteas y derechos civiles fundamentalmente fue aprobada por la Corte Constitucional de ese paiacutes el 4 de diciembre de 1996 con vigencia efectiva desde el 4 de febrero de 1997 Su antecedente inmediato fue la Constitucioacuten Interina de 1993 El documento de la Constitucioacuten se puede consultar en la World Wide Web en Constitution of the Republic of South Africa 1996 httpwwwinfogovzadocumentsconstitutionindexhtm 21 Hago la aclaracioacuten porque a pesar de que Sudaacutefrica cuenta con once lenguas oficiales el Museo utiliza soacutelo el ingleacutes en la reproduccioacuten de la mayoriacutea de sus textos 22 Cf De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975]
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ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
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Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
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recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
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entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
28
parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
29
museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
4
representaciones puacuteblicas del pasado refieren siempre una pretensioacuten de verosimilitud
justamente las discusiones encarnizadas sobre ldquola verdadrdquo de lo acontecido y en muchos
casos la ldquoimposibilidadrdquo o ldquoalienacioacutenrdquo de la prueba muestran la complejidad de los
trazos de la memoria
En toda proyeccioacuten puacuteblica de la memoria (un museo un monumento) hay una
poliacutetica de la definicioacuten y de la clasificacioacuten y una poeacutetica de la inclusioacuten y de la
invisibilidad dentro de sus escenarios de los ldquomundos del pasadordquo10 Aquiacute es donde la
memoria como experiencia social y como accioacuten se debate en el espacio puacuteblico con un
elemento claro de articulacioacuten porque una vez maacutes lo que estaacute en juego no es soacutelo la
veracidad del evento como tal Lo que estaacute en disputa es la estabilidad del referente de
la historia nacional de la identidad comunitaria de la significacioacuten cotidiana de la
ciudadaniacutea de los signos que nos recuerdan aquello ldquoa lo que estamos atadosrdquo A su
vez no estariacuteamos ante fragmentos incomprensibles de una realidad postmoderna
ldquohiacutebridardquo (como si este teacutermino disipara las manifestaciones maacutes espectaculares de la
dominacioacuten y el sometimiento) en la cual sea imposible aspirar a una eacutetica de la
comprensioacuten sociohistoacuterica o a una identificacioacuten de relaciones profundamente
opresoras (aunque contingentes y cambiantes) de poder Maacutes bien estamos ante
procesos de significacioacuten altamente complejos que debemos leer en clave ldquodetallesrdquo que
revelan mucho sobre los mecanismos del poder la exclusioacuten y las poliacuteticas de la
identidad Para ello es imperioso dejar a un lado por momentos las divisiones
legisladoras instituidas por el conocimiento histoacuterico y la ciencia social
Asiacute lo que se manifiesta como discurso sobre el pasado (trazo tropos) revela
mucho de dos ldquomovimientos inseparables el lugar de la diferencia dentro de las
relaciones procesos y estrategias de poder y la presencia del poder en las acciones
(enactments) praacutecticas y configuraciones de la diferenciardquo11 Alliacute las texturas de la
memoria y la violencia se densifican hasta mostrar un cuadro sin soluciones faacutecilmente
aprehensibles sin conclusiones cerradas o estables O tal vez una que en la
inteligibilidad del evento como deciacutea Foucault nunca hay un plano sino un poliedro en
medio de cuyos aacutengulos se manifiestan las relaciones de poder maacutes contingentes Su
significado es re-apropiado su temporalidad acechada y trataacutendose de un evento
10 La expresioacuten corresponde a Witz Leslie Apartheidrsquos Festivalhellip op cit p 17 11 Dube Saurabh Stitches on time Colonial textures and postcolonial tangles op cit p 23
5
violento su inscripcioacuten en el presente es un factor de dependencia doble con la
temporalidad busca tanto garantizar desde sus muacuteltiples manifestaciones espectrales la
inscripcioacuten de una verdad en el pasado como problematizar poliacuteticamente las garantiacuteas
del presente
1 El Museo del Apartheid los fundamentos de su creacioacuten y su gestioacuten
Sudaacutefdrica post-1994 la revisioacuten del pasado reciente se alza como bandera necesaria
ante la ldquonueva nacioacuten democraacuteticardquo y la proliferacioacuten de los testimonios en la esfera
puacuteblica es sorprendente Desde iniciativas comunitarias (el conocido museo comunitario
del Distrito Seis en Ciudad del Cabo o los Programas como SOMOHO [Soweto
Mountain of Hope] en Johannesburgo) hasta estrategias de poliacuteticas puacuteblicas (El Museo
de Robben Island y el Museo de Slave Lodge en Ciudad del Cabo el Museum Africa o
el Origins Center en Johannesburgo el Freedom Park en Pretoria) son las maacutes
prominentes para citar soacutelo algunas A su vez la creacioacuten del Consejo Nacional de
Patrimonio (NHC por su sigla en ingleacutes) que tuvo su acta definitiva de fundacioacuten en
1999 terminoacute por dar forma y regular una poliacutetica de fomento a la preservacioacuten y
cuidado del patrimonio (ldquotangiblerdquo e ldquointangiblerdquo siguiendo la divisioacuten hecha por la
UNESCO) en Sudaacutefrica lo cual coadyuvoacute al surgimiento y la visibilidad de iniciativas
locales y circunstanciales de recuperacioacuten de memorias regionales creacioacuten de museos
comunitarios preservacioacuten de aacutereas (arquitectoacutenicas o naturales) en peligro etc
Sin embargo es liacutecito aclarar que el Museo del Apartheid no nace de estas
iniciativas especiacuteficas Y esto no es punto menor si empezamos por ubicar la
topografiacutea El Apartheid Museum inaugurado al puacuteblico en noviembre de 2001 se
encuentra emplazado en un espacio de seis mil metros cuadrados un sitio de siete
hectaacutereas en una de las aacutereas suburbanas de Johannesburgo que recrea el haacutebitat natural
de una zona boscosa de altura El Museo cubre una zona amplia que se situacutea en la ruta
comuacuten que hacen hoy los trabajadores ndashen su mayoriacutea negrosmdash desde Johannesburgo al
conjunto de townships de Soweto y estaacute cerca de otros townships poblados como
Eldorado Park y Lenasia Pero el punto maacutes importante es que el Museo queda
emplazado dentro de un aacuterea cerrada el Gold Reef City Casino Paradoacutejicamente el
6
origen del Museo es una prerrogativa que se desprende de la Lotteries Act 57 de 1997
la cual preveacute que para la instalacioacuten de casinos y espacios privados para juegos de azar
se destine una parte de los dividendos generados a un cometido de ldquoresponsabilidad
socialrdquo y tambieacuten a la ayuda para el desarrollo econoacutemico ldquoen el estado donde el casino
se encuentra emplazadordquo12
Dos de los principales inversores del Gold Reef Casino los hermanos
empresarios Solly y Abie Krok habiacutean ya estado involucrados como los fervientes
impulsores de un proyecto trunco el Monumento a Mandela que se erigiriacutea a las
afueras de Pretoria en la colina que se emplaza al frente del Monumento al
Voortrekker Las primeras discusiones sobre el destino de la ldquolicenciardquo que el complejo
de divertimento debiacutea concesionar comenzaron en 1995 En ese momento algunos de
los asesores del complejo estudiaban la posibilidad de crear un museo que explicara la
forma como se extraiacutea oro de la regioacuten desde el descubrimiento de las minas en 1886
Fue Solly Krok el visionario que desde el comienzo consideroacute maacutes apropiado y
ldquorentablerdquo construir un complejo de tipo histoacuterico que se llamariacutea en primera instancia
Freedom Park (Parque de la Liberacioacuten) con calidad de sitio de proyeccioacuten mundial
para el turismo cosmopolita y con una narracioacuten especiacutefica del apartheid en sus
diferentes etapas Como el Freedom Park era ya en ese entonces un proyecto del
gobierno en marcha para crearse en Pretoria (inaugurado en 2005) la idea se modificoacute
un poco hasta dar forma al proyecto final del Museo del Apartheid Sin embargo
aunque tratoacute de disociaacuterselo de sus oriacutegenes ldquofinancierosrdquo el proyecto estuvo
involucrado en una poleacutemica eacutetico-poliacutetica desde sus comienzos no soacutelo habiacutea grupos
que pediacutean que se esclareciera y se difundiera puacuteblicamente el origen del dinero
invertido o incluso que el museo se construyera fuera del predio de casinos sino que se
recordoacute tambieacuten una de las razones por las cuales el Monumento a Mandela habiacutea sido
abortado no sin escaacutendalo puacuteblico En los antildeos aacutelgidos del apartheid (particularmente en
la deacutecada de 1970) los hermanos Krok habiacutean amasado parte de su fortuna fabricando y
promocionando cosmeacuteticos blanqueadores de piel13
12 Cf Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito p 5 13 Cf Ibid pp 7-8 Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 p 33 Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Los hermanos
7
Lo cierto es que los hermanos Krok convocaron a una serie de personas
especializadas en diferentes aacutereas para dar marcha al proyecto Philip Bonner
reconocido historiador que estuvo afiliado al History Workshop de la Universidad de
Witswatersrand desde finales de la deacutecada de 198014 estuvo a cargo del equipo
histoacuterico Sydney Abromovich fue el coordinador del equipo arquitectoacutenico
praacutecticamente designado por Krok junto con el israeliacute Claude Grundman que teniacutea
experiencia internacional en trabajar entre otros con el Holocaust Memorial Museum
en Washington15 Por su parte el realizador y curador Angus Gibson fue una pieza clave
para la instalacioacuten de los equipos de audio y video puntos que pueden considerarse
nodales en la propuesta innovadora del Museo
Desde las palabras de Bonner el sesgo del proyecto quedaba claro ldquohellipel punto
de partida fue comprender que habiacutea gente mixturada y mezclada que se reunioacute y soacutelo a
partir de alliacute surgioacute la necesidad de separarlos El lugar donde esto sucedioacute con mayor
claridad fue Johannesburgo de hecho fue en Johannesburgo donde comenzoacute el
procesordquo16 El punto es que desde ese momento las aacutereas rurales asiacute como los aspectos
de lo que se ha dado en llamar el ldquopetty apartheidrdquo (la represioacuten violacioacuten de derechos
Krok fueron gerentes de los Twins Pharmaceutical Holdings fabricantes y distribuidores de la crema blanqueadora de piel ldquoSuper Roserdquo que existioacute en el mercado sudafricano desde la deacutecada de 1970 un icono de la cultura del consumo masivo Luego aparecioacute la versioacuten masculina bajo el slogan ldquomaacutes raacutepida maacutes efectivardquo llamada ldquoHe Manrdquo aludiendo a la conocida caricatura de animacioacuten cuyo personaje reuacutene ademaacutes todos los atributos de un modelo hegemoacutenico de masculinidad blanca heterosexual occidental El consumo de estos productos fue atacado durante antildeos por la Unioacuten de Consumidores Negros (Black Consumer Union) dado sus comprobados efectos nocivos para la piel ndashademaacutes de considerarse una cuestioacuten poliacuteticamente denigrante Cf Ribane Nakedi ldquoLighter is fairerrdquo Mail amp Guardian on line 2 May 2006 Cabe sentildealar que tambieacuten la creacioacuten de un museo en el la ex prisioacuten conocida como Number Four produjo similares reacciones por la intervencioacuten de fondos de fundaciones privadas como Ford Kellogs y Mott Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 p 171 14 El History Workshop de esta Universidad fue un colectivo intelectual que surgioacute a mediados de la deacutecada de 1980 y siguioacute las directrices de su homoacutenimo en Inglaterra con una vertiente teoacuterica que abrevoacute en la nueva izquierda inglesa innovando sin embargo de acuerdo a los imperativos que marcaba el contexto local Fue un grupo pionero que dio origen a investigaciones importantes en historia social sobre los costos sociales del apartheid su geacutenesis socioloacutegica las condiciones de vida y de trabajo de los obreros negros los cruces entre raza clase y geacutenero entre tantos otros toacutepicos 15 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London 1993 ademaacutes Grudman trabajoacute en el proceso de creacioacuten del Freedom Park en Pretoria 16 Cit en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10
8
sobreexplotacioacuten y discriminacioacuten en las praacutecticas cotidianas capilares del cuerpo
social) quedaron sin un lugar en la exhibicioacuten que se proyectaba17
2 La historia en la forma alegoriacutea invertida
El Museo del Apartheid no es soacutelo una construccioacuten pedagoacutegica de escalas
impresionantes para ldquonarrarrdquo el reacutegimen que oprimioacute a la mayoriacutea del pueblo
sudafricano en la segunda mitad del siglo XX Es tambieacuten una alegoriacutea invertida Maacutes
allaacute de que consideremos a la alegoriacutea como un instrumento cognoscitivo en este caso
la inversioacuten reside en que no son los hechos de la historia los que estaacuten representados
alegoacutericamente (de hecho el museo es estrictamente denotativo en su poeacutetica) sino que
la historia misma en la representacioacuten especiacutefica de su temporalidad es la que se
ldquoalegorizardquo en el museo Esto no es simplemente una nimiedad intelectiva es una
herramienta semioacutetica necesaria para desmantelar el proyecto conceptual del Museo
Esa fue la forma elegida por los comunicadores de la memoria histoacuterica para transmitir
la experiencia totalizante de un periacuteodo y de un reacutegimen en la representacioacuten de un
ritual de pasaje que apela por otra parte a la ldquoexperiencia directardquo La disposicioacuten
ritualizada no es de menor importancia porque gran parte del proceso de
ldquoreconciliacioacutenrdquo en Sudaacutefrica puso en el centro de la escena social la eficacia de
formatos ritualizados de negociacioacuten en los cuales se apelaba a diferentes lenguajes
identitarios y a distintas figuras ldquotaacutecticasrdquo para re-fundar la nacioacuten (que en teacuterminos
reales y ante la vigencia de la violencia social significaba re-fundar el pacto social la
posibilidad de ldquoconvivirrdquo en un estado-nacional moderno) el modo de funcionamiento
de la Comisioacuten de la Verdad y la Reconciliacioacuten (muy diferente a las latinoamericanas
por ejemplo) es una excelente muestra de ello18
17 Hay algunos paralelismos que se pueden establecer entre la configuracioacuten narrativa del Museo del Apartheid y la de la TRC (ldquoTruth and Reconciliation Commissionrdquo) maacutes allaacute de su diferencia constitutiva Pero una de las criacuteticas maacutes severas a la TRC en cuanto al sesgo de su contenido es justamente no haber considerado y llevado a las audiencias puacuteblicas las represiones cotidianas el apartheid capilarizado en el cuerpo social Cf entre otros Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 pp 161-178 18 Veacutease el artiacuteculo de Moacutenica Cejas en este volumen
9
Es cierto que ya se discute sobre este museo y su propuesta de ldquono
interaccioacutenrdquo19 su formato pedagoacutegico altamente efectivo pero conductista que impide
cualquier reformulacioacuten de los muacuteltiples textos (el escrito que a diferencia de otros
museos contemporaacuteneos aquiacute es vasto y prolongado y el visual que en todo momento
impone un ejercicio claro de la muestra denotativa) Esto en gran parte es acertado
porque la uacutenica interaccioacuten posible estaacute dada en la intempestiva (casi violenta) que el
lenguaje arquitectoacutenico establece toda la experiencia de recorrer el museo no es soacutelo
una forma de adquisicioacuten informativa sino tambieacuten una estrategia pretendida de
empoderamiento por la adquisicioacuten ldquoexperiencialrdquo de la ldquovivenciardquo ex post facto del
apartheid A partir de recursos simboacutelicos que analizareacute luego ndashcuya eficacia no puedo
evaluar aquiacutemdash la intencioacuten poeacutetica estaacute enmarcada en la vivencia subjetiva del tiempo
del evento (el apartheid)
La propia estructura del Museo entona con el tipo de narrativa que proyecta
Disentildeado como una estructura monumental rectiliacutenea y de arquitectura despojada y
minimalista la primera vista que se tiene es la de un muro de ladrillo cocido con la
inscripcioacuten del Museo con la vista de los siete pilares monoliacuteticos en concreto macizo
que se alzan imponentes y que seguacuten el audio nos devela al final del recorrido
expresan los ldquofundamentos ideoloacutegicosrdquo de la nueva Constitucioacuten de Sudaacutefrica20 En
cada uno de ellos se lee en ingleacutes21 ldquoEquidadrdquo ldquoDemocraciardquo ldquoReconciliacioacutenrdquo
ldquoDiversidadrdquo ldquoResponsabilidadrdquo ldquoRespetordquo ldquoLibertadrdquo Estos ldquofundamentosrdquo que se
leen como tal dada la proyeccioacuten que tienen en tamantildeo son un manifiesto de dos
elementos la estrecha ligazoacuten del Museo con el nuevo estado y la ldquoinversioacuten
escrituriacutesticardquo ndashen palabras de De Certeau22mdashde la operacioacuten histoacuterica stricto sensu la
museografiacutea comienza en el presente y la primera narrativa a comprender son los
19 Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming Togetherhellip op cit Apendix p 15-17 20 La ldquonuevardquo Constitucioacuten de la Repuacuteblica de Sudaacutefrica post-apartheid una de las maacutes progresistas en el mundo en teacuterminos de garantiacuteas y derechos civiles fundamentalmente fue aprobada por la Corte Constitucional de ese paiacutes el 4 de diciembre de 1996 con vigencia efectiva desde el 4 de febrero de 1997 Su antecedente inmediato fue la Constitucioacuten Interina de 1993 El documento de la Constitucioacuten se puede consultar en la World Wide Web en Constitution of the Republic of South Africa 1996 httpwwwinfogovzadocumentsconstitutionindexhtm 21 Hago la aclaracioacuten porque a pesar de que Sudaacutefrica cuenta con once lenguas oficiales el Museo utiliza soacutelo el ingleacutes en la reproduccioacuten de la mayoriacutea de sus textos 22 Cf De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975]
10
ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
11
Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
12
recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
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entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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violento su inscripcioacuten en el presente es un factor de dependencia doble con la
temporalidad busca tanto garantizar desde sus muacuteltiples manifestaciones espectrales la
inscripcioacuten de una verdad en el pasado como problematizar poliacuteticamente las garantiacuteas
del presente
1 El Museo del Apartheid los fundamentos de su creacioacuten y su gestioacuten
Sudaacutefdrica post-1994 la revisioacuten del pasado reciente se alza como bandera necesaria
ante la ldquonueva nacioacuten democraacuteticardquo y la proliferacioacuten de los testimonios en la esfera
puacuteblica es sorprendente Desde iniciativas comunitarias (el conocido museo comunitario
del Distrito Seis en Ciudad del Cabo o los Programas como SOMOHO [Soweto
Mountain of Hope] en Johannesburgo) hasta estrategias de poliacuteticas puacuteblicas (El Museo
de Robben Island y el Museo de Slave Lodge en Ciudad del Cabo el Museum Africa o
el Origins Center en Johannesburgo el Freedom Park en Pretoria) son las maacutes
prominentes para citar soacutelo algunas A su vez la creacioacuten del Consejo Nacional de
Patrimonio (NHC por su sigla en ingleacutes) que tuvo su acta definitiva de fundacioacuten en
1999 terminoacute por dar forma y regular una poliacutetica de fomento a la preservacioacuten y
cuidado del patrimonio (ldquotangiblerdquo e ldquointangiblerdquo siguiendo la divisioacuten hecha por la
UNESCO) en Sudaacutefrica lo cual coadyuvoacute al surgimiento y la visibilidad de iniciativas
locales y circunstanciales de recuperacioacuten de memorias regionales creacioacuten de museos
comunitarios preservacioacuten de aacutereas (arquitectoacutenicas o naturales) en peligro etc
Sin embargo es liacutecito aclarar que el Museo del Apartheid no nace de estas
iniciativas especiacuteficas Y esto no es punto menor si empezamos por ubicar la
topografiacutea El Apartheid Museum inaugurado al puacuteblico en noviembre de 2001 se
encuentra emplazado en un espacio de seis mil metros cuadrados un sitio de siete
hectaacutereas en una de las aacutereas suburbanas de Johannesburgo que recrea el haacutebitat natural
de una zona boscosa de altura El Museo cubre una zona amplia que se situacutea en la ruta
comuacuten que hacen hoy los trabajadores ndashen su mayoriacutea negrosmdash desde Johannesburgo al
conjunto de townships de Soweto y estaacute cerca de otros townships poblados como
Eldorado Park y Lenasia Pero el punto maacutes importante es que el Museo queda
emplazado dentro de un aacuterea cerrada el Gold Reef City Casino Paradoacutejicamente el
6
origen del Museo es una prerrogativa que se desprende de la Lotteries Act 57 de 1997
la cual preveacute que para la instalacioacuten de casinos y espacios privados para juegos de azar
se destine una parte de los dividendos generados a un cometido de ldquoresponsabilidad
socialrdquo y tambieacuten a la ayuda para el desarrollo econoacutemico ldquoen el estado donde el casino
se encuentra emplazadordquo12
Dos de los principales inversores del Gold Reef Casino los hermanos
empresarios Solly y Abie Krok habiacutean ya estado involucrados como los fervientes
impulsores de un proyecto trunco el Monumento a Mandela que se erigiriacutea a las
afueras de Pretoria en la colina que se emplaza al frente del Monumento al
Voortrekker Las primeras discusiones sobre el destino de la ldquolicenciardquo que el complejo
de divertimento debiacutea concesionar comenzaron en 1995 En ese momento algunos de
los asesores del complejo estudiaban la posibilidad de crear un museo que explicara la
forma como se extraiacutea oro de la regioacuten desde el descubrimiento de las minas en 1886
Fue Solly Krok el visionario que desde el comienzo consideroacute maacutes apropiado y
ldquorentablerdquo construir un complejo de tipo histoacuterico que se llamariacutea en primera instancia
Freedom Park (Parque de la Liberacioacuten) con calidad de sitio de proyeccioacuten mundial
para el turismo cosmopolita y con una narracioacuten especiacutefica del apartheid en sus
diferentes etapas Como el Freedom Park era ya en ese entonces un proyecto del
gobierno en marcha para crearse en Pretoria (inaugurado en 2005) la idea se modificoacute
un poco hasta dar forma al proyecto final del Museo del Apartheid Sin embargo
aunque tratoacute de disociaacuterselo de sus oriacutegenes ldquofinancierosrdquo el proyecto estuvo
involucrado en una poleacutemica eacutetico-poliacutetica desde sus comienzos no soacutelo habiacutea grupos
que pediacutean que se esclareciera y se difundiera puacuteblicamente el origen del dinero
invertido o incluso que el museo se construyera fuera del predio de casinos sino que se
recordoacute tambieacuten una de las razones por las cuales el Monumento a Mandela habiacutea sido
abortado no sin escaacutendalo puacuteblico En los antildeos aacutelgidos del apartheid (particularmente en
la deacutecada de 1970) los hermanos Krok habiacutean amasado parte de su fortuna fabricando y
promocionando cosmeacuteticos blanqueadores de piel13
12 Cf Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito p 5 13 Cf Ibid pp 7-8 Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 p 33 Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Los hermanos
7
Lo cierto es que los hermanos Krok convocaron a una serie de personas
especializadas en diferentes aacutereas para dar marcha al proyecto Philip Bonner
reconocido historiador que estuvo afiliado al History Workshop de la Universidad de
Witswatersrand desde finales de la deacutecada de 198014 estuvo a cargo del equipo
histoacuterico Sydney Abromovich fue el coordinador del equipo arquitectoacutenico
praacutecticamente designado por Krok junto con el israeliacute Claude Grundman que teniacutea
experiencia internacional en trabajar entre otros con el Holocaust Memorial Museum
en Washington15 Por su parte el realizador y curador Angus Gibson fue una pieza clave
para la instalacioacuten de los equipos de audio y video puntos que pueden considerarse
nodales en la propuesta innovadora del Museo
Desde las palabras de Bonner el sesgo del proyecto quedaba claro ldquohellipel punto
de partida fue comprender que habiacutea gente mixturada y mezclada que se reunioacute y soacutelo a
partir de alliacute surgioacute la necesidad de separarlos El lugar donde esto sucedioacute con mayor
claridad fue Johannesburgo de hecho fue en Johannesburgo donde comenzoacute el
procesordquo16 El punto es que desde ese momento las aacutereas rurales asiacute como los aspectos
de lo que se ha dado en llamar el ldquopetty apartheidrdquo (la represioacuten violacioacuten de derechos
Krok fueron gerentes de los Twins Pharmaceutical Holdings fabricantes y distribuidores de la crema blanqueadora de piel ldquoSuper Roserdquo que existioacute en el mercado sudafricano desde la deacutecada de 1970 un icono de la cultura del consumo masivo Luego aparecioacute la versioacuten masculina bajo el slogan ldquomaacutes raacutepida maacutes efectivardquo llamada ldquoHe Manrdquo aludiendo a la conocida caricatura de animacioacuten cuyo personaje reuacutene ademaacutes todos los atributos de un modelo hegemoacutenico de masculinidad blanca heterosexual occidental El consumo de estos productos fue atacado durante antildeos por la Unioacuten de Consumidores Negros (Black Consumer Union) dado sus comprobados efectos nocivos para la piel ndashademaacutes de considerarse una cuestioacuten poliacuteticamente denigrante Cf Ribane Nakedi ldquoLighter is fairerrdquo Mail amp Guardian on line 2 May 2006 Cabe sentildealar que tambieacuten la creacioacuten de un museo en el la ex prisioacuten conocida como Number Four produjo similares reacciones por la intervencioacuten de fondos de fundaciones privadas como Ford Kellogs y Mott Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 p 171 14 El History Workshop de esta Universidad fue un colectivo intelectual que surgioacute a mediados de la deacutecada de 1980 y siguioacute las directrices de su homoacutenimo en Inglaterra con una vertiente teoacuterica que abrevoacute en la nueva izquierda inglesa innovando sin embargo de acuerdo a los imperativos que marcaba el contexto local Fue un grupo pionero que dio origen a investigaciones importantes en historia social sobre los costos sociales del apartheid su geacutenesis socioloacutegica las condiciones de vida y de trabajo de los obreros negros los cruces entre raza clase y geacutenero entre tantos otros toacutepicos 15 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London 1993 ademaacutes Grudman trabajoacute en el proceso de creacioacuten del Freedom Park en Pretoria 16 Cit en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10
8
sobreexplotacioacuten y discriminacioacuten en las praacutecticas cotidianas capilares del cuerpo
social) quedaron sin un lugar en la exhibicioacuten que se proyectaba17
2 La historia en la forma alegoriacutea invertida
El Museo del Apartheid no es soacutelo una construccioacuten pedagoacutegica de escalas
impresionantes para ldquonarrarrdquo el reacutegimen que oprimioacute a la mayoriacutea del pueblo
sudafricano en la segunda mitad del siglo XX Es tambieacuten una alegoriacutea invertida Maacutes
allaacute de que consideremos a la alegoriacutea como un instrumento cognoscitivo en este caso
la inversioacuten reside en que no son los hechos de la historia los que estaacuten representados
alegoacutericamente (de hecho el museo es estrictamente denotativo en su poeacutetica) sino que
la historia misma en la representacioacuten especiacutefica de su temporalidad es la que se
ldquoalegorizardquo en el museo Esto no es simplemente una nimiedad intelectiva es una
herramienta semioacutetica necesaria para desmantelar el proyecto conceptual del Museo
Esa fue la forma elegida por los comunicadores de la memoria histoacuterica para transmitir
la experiencia totalizante de un periacuteodo y de un reacutegimen en la representacioacuten de un
ritual de pasaje que apela por otra parte a la ldquoexperiencia directardquo La disposicioacuten
ritualizada no es de menor importancia porque gran parte del proceso de
ldquoreconciliacioacutenrdquo en Sudaacutefrica puso en el centro de la escena social la eficacia de
formatos ritualizados de negociacioacuten en los cuales se apelaba a diferentes lenguajes
identitarios y a distintas figuras ldquotaacutecticasrdquo para re-fundar la nacioacuten (que en teacuterminos
reales y ante la vigencia de la violencia social significaba re-fundar el pacto social la
posibilidad de ldquoconvivirrdquo en un estado-nacional moderno) el modo de funcionamiento
de la Comisioacuten de la Verdad y la Reconciliacioacuten (muy diferente a las latinoamericanas
por ejemplo) es una excelente muestra de ello18
17 Hay algunos paralelismos que se pueden establecer entre la configuracioacuten narrativa del Museo del Apartheid y la de la TRC (ldquoTruth and Reconciliation Commissionrdquo) maacutes allaacute de su diferencia constitutiva Pero una de las criacuteticas maacutes severas a la TRC en cuanto al sesgo de su contenido es justamente no haber considerado y llevado a las audiencias puacuteblicas las represiones cotidianas el apartheid capilarizado en el cuerpo social Cf entre otros Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 pp 161-178 18 Veacutease el artiacuteculo de Moacutenica Cejas en este volumen
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Es cierto que ya se discute sobre este museo y su propuesta de ldquono
interaccioacutenrdquo19 su formato pedagoacutegico altamente efectivo pero conductista que impide
cualquier reformulacioacuten de los muacuteltiples textos (el escrito que a diferencia de otros
museos contemporaacuteneos aquiacute es vasto y prolongado y el visual que en todo momento
impone un ejercicio claro de la muestra denotativa) Esto en gran parte es acertado
porque la uacutenica interaccioacuten posible estaacute dada en la intempestiva (casi violenta) que el
lenguaje arquitectoacutenico establece toda la experiencia de recorrer el museo no es soacutelo
una forma de adquisicioacuten informativa sino tambieacuten una estrategia pretendida de
empoderamiento por la adquisicioacuten ldquoexperiencialrdquo de la ldquovivenciardquo ex post facto del
apartheid A partir de recursos simboacutelicos que analizareacute luego ndashcuya eficacia no puedo
evaluar aquiacutemdash la intencioacuten poeacutetica estaacute enmarcada en la vivencia subjetiva del tiempo
del evento (el apartheid)
La propia estructura del Museo entona con el tipo de narrativa que proyecta
Disentildeado como una estructura monumental rectiliacutenea y de arquitectura despojada y
minimalista la primera vista que se tiene es la de un muro de ladrillo cocido con la
inscripcioacuten del Museo con la vista de los siete pilares monoliacuteticos en concreto macizo
que se alzan imponentes y que seguacuten el audio nos devela al final del recorrido
expresan los ldquofundamentos ideoloacutegicosrdquo de la nueva Constitucioacuten de Sudaacutefrica20 En
cada uno de ellos se lee en ingleacutes21 ldquoEquidadrdquo ldquoDemocraciardquo ldquoReconciliacioacutenrdquo
ldquoDiversidadrdquo ldquoResponsabilidadrdquo ldquoRespetordquo ldquoLibertadrdquo Estos ldquofundamentosrdquo que se
leen como tal dada la proyeccioacuten que tienen en tamantildeo son un manifiesto de dos
elementos la estrecha ligazoacuten del Museo con el nuevo estado y la ldquoinversioacuten
escrituriacutesticardquo ndashen palabras de De Certeau22mdashde la operacioacuten histoacuterica stricto sensu la
museografiacutea comienza en el presente y la primera narrativa a comprender son los
19 Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming Togetherhellip op cit Apendix p 15-17 20 La ldquonuevardquo Constitucioacuten de la Repuacuteblica de Sudaacutefrica post-apartheid una de las maacutes progresistas en el mundo en teacuterminos de garantiacuteas y derechos civiles fundamentalmente fue aprobada por la Corte Constitucional de ese paiacutes el 4 de diciembre de 1996 con vigencia efectiva desde el 4 de febrero de 1997 Su antecedente inmediato fue la Constitucioacuten Interina de 1993 El documento de la Constitucioacuten se puede consultar en la World Wide Web en Constitution of the Republic of South Africa 1996 httpwwwinfogovzadocumentsconstitutionindexhtm 21 Hago la aclaracioacuten porque a pesar de que Sudaacutefrica cuenta con once lenguas oficiales el Museo utiliza soacutelo el ingleacutes en la reproduccioacuten de la mayoriacutea de sus textos 22 Cf De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975]
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ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
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Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
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recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
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entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
27
subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
29
museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
6
origen del Museo es una prerrogativa que se desprende de la Lotteries Act 57 de 1997
la cual preveacute que para la instalacioacuten de casinos y espacios privados para juegos de azar
se destine una parte de los dividendos generados a un cometido de ldquoresponsabilidad
socialrdquo y tambieacuten a la ayuda para el desarrollo econoacutemico ldquoen el estado donde el casino
se encuentra emplazadordquo12
Dos de los principales inversores del Gold Reef Casino los hermanos
empresarios Solly y Abie Krok habiacutean ya estado involucrados como los fervientes
impulsores de un proyecto trunco el Monumento a Mandela que se erigiriacutea a las
afueras de Pretoria en la colina que se emplaza al frente del Monumento al
Voortrekker Las primeras discusiones sobre el destino de la ldquolicenciardquo que el complejo
de divertimento debiacutea concesionar comenzaron en 1995 En ese momento algunos de
los asesores del complejo estudiaban la posibilidad de crear un museo que explicara la
forma como se extraiacutea oro de la regioacuten desde el descubrimiento de las minas en 1886
Fue Solly Krok el visionario que desde el comienzo consideroacute maacutes apropiado y
ldquorentablerdquo construir un complejo de tipo histoacuterico que se llamariacutea en primera instancia
Freedom Park (Parque de la Liberacioacuten) con calidad de sitio de proyeccioacuten mundial
para el turismo cosmopolita y con una narracioacuten especiacutefica del apartheid en sus
diferentes etapas Como el Freedom Park era ya en ese entonces un proyecto del
gobierno en marcha para crearse en Pretoria (inaugurado en 2005) la idea se modificoacute
un poco hasta dar forma al proyecto final del Museo del Apartheid Sin embargo
aunque tratoacute de disociaacuterselo de sus oriacutegenes ldquofinancierosrdquo el proyecto estuvo
involucrado en una poleacutemica eacutetico-poliacutetica desde sus comienzos no soacutelo habiacutea grupos
que pediacutean que se esclareciera y se difundiera puacuteblicamente el origen del dinero
invertido o incluso que el museo se construyera fuera del predio de casinos sino que se
recordoacute tambieacuten una de las razones por las cuales el Monumento a Mandela habiacutea sido
abortado no sin escaacutendalo puacuteblico En los antildeos aacutelgidos del apartheid (particularmente en
la deacutecada de 1970) los hermanos Krok habiacutean amasado parte de su fortuna fabricando y
promocionando cosmeacuteticos blanqueadores de piel13
12 Cf Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito p 5 13 Cf Ibid pp 7-8 Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 p 33 Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Los hermanos
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Lo cierto es que los hermanos Krok convocaron a una serie de personas
especializadas en diferentes aacutereas para dar marcha al proyecto Philip Bonner
reconocido historiador que estuvo afiliado al History Workshop de la Universidad de
Witswatersrand desde finales de la deacutecada de 198014 estuvo a cargo del equipo
histoacuterico Sydney Abromovich fue el coordinador del equipo arquitectoacutenico
praacutecticamente designado por Krok junto con el israeliacute Claude Grundman que teniacutea
experiencia internacional en trabajar entre otros con el Holocaust Memorial Museum
en Washington15 Por su parte el realizador y curador Angus Gibson fue una pieza clave
para la instalacioacuten de los equipos de audio y video puntos que pueden considerarse
nodales en la propuesta innovadora del Museo
Desde las palabras de Bonner el sesgo del proyecto quedaba claro ldquohellipel punto
de partida fue comprender que habiacutea gente mixturada y mezclada que se reunioacute y soacutelo a
partir de alliacute surgioacute la necesidad de separarlos El lugar donde esto sucedioacute con mayor
claridad fue Johannesburgo de hecho fue en Johannesburgo donde comenzoacute el
procesordquo16 El punto es que desde ese momento las aacutereas rurales asiacute como los aspectos
de lo que se ha dado en llamar el ldquopetty apartheidrdquo (la represioacuten violacioacuten de derechos
Krok fueron gerentes de los Twins Pharmaceutical Holdings fabricantes y distribuidores de la crema blanqueadora de piel ldquoSuper Roserdquo que existioacute en el mercado sudafricano desde la deacutecada de 1970 un icono de la cultura del consumo masivo Luego aparecioacute la versioacuten masculina bajo el slogan ldquomaacutes raacutepida maacutes efectivardquo llamada ldquoHe Manrdquo aludiendo a la conocida caricatura de animacioacuten cuyo personaje reuacutene ademaacutes todos los atributos de un modelo hegemoacutenico de masculinidad blanca heterosexual occidental El consumo de estos productos fue atacado durante antildeos por la Unioacuten de Consumidores Negros (Black Consumer Union) dado sus comprobados efectos nocivos para la piel ndashademaacutes de considerarse una cuestioacuten poliacuteticamente denigrante Cf Ribane Nakedi ldquoLighter is fairerrdquo Mail amp Guardian on line 2 May 2006 Cabe sentildealar que tambieacuten la creacioacuten de un museo en el la ex prisioacuten conocida como Number Four produjo similares reacciones por la intervencioacuten de fondos de fundaciones privadas como Ford Kellogs y Mott Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 p 171 14 El History Workshop de esta Universidad fue un colectivo intelectual que surgioacute a mediados de la deacutecada de 1980 y siguioacute las directrices de su homoacutenimo en Inglaterra con una vertiente teoacuterica que abrevoacute en la nueva izquierda inglesa innovando sin embargo de acuerdo a los imperativos que marcaba el contexto local Fue un grupo pionero que dio origen a investigaciones importantes en historia social sobre los costos sociales del apartheid su geacutenesis socioloacutegica las condiciones de vida y de trabajo de los obreros negros los cruces entre raza clase y geacutenero entre tantos otros toacutepicos 15 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London 1993 ademaacutes Grudman trabajoacute en el proceso de creacioacuten del Freedom Park en Pretoria 16 Cit en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10
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sobreexplotacioacuten y discriminacioacuten en las praacutecticas cotidianas capilares del cuerpo
social) quedaron sin un lugar en la exhibicioacuten que se proyectaba17
2 La historia en la forma alegoriacutea invertida
El Museo del Apartheid no es soacutelo una construccioacuten pedagoacutegica de escalas
impresionantes para ldquonarrarrdquo el reacutegimen que oprimioacute a la mayoriacutea del pueblo
sudafricano en la segunda mitad del siglo XX Es tambieacuten una alegoriacutea invertida Maacutes
allaacute de que consideremos a la alegoriacutea como un instrumento cognoscitivo en este caso
la inversioacuten reside en que no son los hechos de la historia los que estaacuten representados
alegoacutericamente (de hecho el museo es estrictamente denotativo en su poeacutetica) sino que
la historia misma en la representacioacuten especiacutefica de su temporalidad es la que se
ldquoalegorizardquo en el museo Esto no es simplemente una nimiedad intelectiva es una
herramienta semioacutetica necesaria para desmantelar el proyecto conceptual del Museo
Esa fue la forma elegida por los comunicadores de la memoria histoacuterica para transmitir
la experiencia totalizante de un periacuteodo y de un reacutegimen en la representacioacuten de un
ritual de pasaje que apela por otra parte a la ldquoexperiencia directardquo La disposicioacuten
ritualizada no es de menor importancia porque gran parte del proceso de
ldquoreconciliacioacutenrdquo en Sudaacutefrica puso en el centro de la escena social la eficacia de
formatos ritualizados de negociacioacuten en los cuales se apelaba a diferentes lenguajes
identitarios y a distintas figuras ldquotaacutecticasrdquo para re-fundar la nacioacuten (que en teacuterminos
reales y ante la vigencia de la violencia social significaba re-fundar el pacto social la
posibilidad de ldquoconvivirrdquo en un estado-nacional moderno) el modo de funcionamiento
de la Comisioacuten de la Verdad y la Reconciliacioacuten (muy diferente a las latinoamericanas
por ejemplo) es una excelente muestra de ello18
17 Hay algunos paralelismos que se pueden establecer entre la configuracioacuten narrativa del Museo del Apartheid y la de la TRC (ldquoTruth and Reconciliation Commissionrdquo) maacutes allaacute de su diferencia constitutiva Pero una de las criacuteticas maacutes severas a la TRC en cuanto al sesgo de su contenido es justamente no haber considerado y llevado a las audiencias puacuteblicas las represiones cotidianas el apartheid capilarizado en el cuerpo social Cf entre otros Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 pp 161-178 18 Veacutease el artiacuteculo de Moacutenica Cejas en este volumen
9
Es cierto que ya se discute sobre este museo y su propuesta de ldquono
interaccioacutenrdquo19 su formato pedagoacutegico altamente efectivo pero conductista que impide
cualquier reformulacioacuten de los muacuteltiples textos (el escrito que a diferencia de otros
museos contemporaacuteneos aquiacute es vasto y prolongado y el visual que en todo momento
impone un ejercicio claro de la muestra denotativa) Esto en gran parte es acertado
porque la uacutenica interaccioacuten posible estaacute dada en la intempestiva (casi violenta) que el
lenguaje arquitectoacutenico establece toda la experiencia de recorrer el museo no es soacutelo
una forma de adquisicioacuten informativa sino tambieacuten una estrategia pretendida de
empoderamiento por la adquisicioacuten ldquoexperiencialrdquo de la ldquovivenciardquo ex post facto del
apartheid A partir de recursos simboacutelicos que analizareacute luego ndashcuya eficacia no puedo
evaluar aquiacutemdash la intencioacuten poeacutetica estaacute enmarcada en la vivencia subjetiva del tiempo
del evento (el apartheid)
La propia estructura del Museo entona con el tipo de narrativa que proyecta
Disentildeado como una estructura monumental rectiliacutenea y de arquitectura despojada y
minimalista la primera vista que se tiene es la de un muro de ladrillo cocido con la
inscripcioacuten del Museo con la vista de los siete pilares monoliacuteticos en concreto macizo
que se alzan imponentes y que seguacuten el audio nos devela al final del recorrido
expresan los ldquofundamentos ideoloacutegicosrdquo de la nueva Constitucioacuten de Sudaacutefrica20 En
cada uno de ellos se lee en ingleacutes21 ldquoEquidadrdquo ldquoDemocraciardquo ldquoReconciliacioacutenrdquo
ldquoDiversidadrdquo ldquoResponsabilidadrdquo ldquoRespetordquo ldquoLibertadrdquo Estos ldquofundamentosrdquo que se
leen como tal dada la proyeccioacuten que tienen en tamantildeo son un manifiesto de dos
elementos la estrecha ligazoacuten del Museo con el nuevo estado y la ldquoinversioacuten
escrituriacutesticardquo ndashen palabras de De Certeau22mdashde la operacioacuten histoacuterica stricto sensu la
museografiacutea comienza en el presente y la primera narrativa a comprender son los
19 Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming Togetherhellip op cit Apendix p 15-17 20 La ldquonuevardquo Constitucioacuten de la Repuacuteblica de Sudaacutefrica post-apartheid una de las maacutes progresistas en el mundo en teacuterminos de garantiacuteas y derechos civiles fundamentalmente fue aprobada por la Corte Constitucional de ese paiacutes el 4 de diciembre de 1996 con vigencia efectiva desde el 4 de febrero de 1997 Su antecedente inmediato fue la Constitucioacuten Interina de 1993 El documento de la Constitucioacuten se puede consultar en la World Wide Web en Constitution of the Republic of South Africa 1996 httpwwwinfogovzadocumentsconstitutionindexhtm 21 Hago la aclaracioacuten porque a pesar de que Sudaacutefrica cuenta con once lenguas oficiales el Museo utiliza soacutelo el ingleacutes en la reproduccioacuten de la mayoriacutea de sus textos 22 Cf De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975]
10
ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
11
Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
12
recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
13
entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
7
Lo cierto es que los hermanos Krok convocaron a una serie de personas
especializadas en diferentes aacutereas para dar marcha al proyecto Philip Bonner
reconocido historiador que estuvo afiliado al History Workshop de la Universidad de
Witswatersrand desde finales de la deacutecada de 198014 estuvo a cargo del equipo
histoacuterico Sydney Abromovich fue el coordinador del equipo arquitectoacutenico
praacutecticamente designado por Krok junto con el israeliacute Claude Grundman que teniacutea
experiencia internacional en trabajar entre otros con el Holocaust Memorial Museum
en Washington15 Por su parte el realizador y curador Angus Gibson fue una pieza clave
para la instalacioacuten de los equipos de audio y video puntos que pueden considerarse
nodales en la propuesta innovadora del Museo
Desde las palabras de Bonner el sesgo del proyecto quedaba claro ldquohellipel punto
de partida fue comprender que habiacutea gente mixturada y mezclada que se reunioacute y soacutelo a
partir de alliacute surgioacute la necesidad de separarlos El lugar donde esto sucedioacute con mayor
claridad fue Johannesburgo de hecho fue en Johannesburgo donde comenzoacute el
procesordquo16 El punto es que desde ese momento las aacutereas rurales asiacute como los aspectos
de lo que se ha dado en llamar el ldquopetty apartheidrdquo (la represioacuten violacioacuten de derechos
Krok fueron gerentes de los Twins Pharmaceutical Holdings fabricantes y distribuidores de la crema blanqueadora de piel ldquoSuper Roserdquo que existioacute en el mercado sudafricano desde la deacutecada de 1970 un icono de la cultura del consumo masivo Luego aparecioacute la versioacuten masculina bajo el slogan ldquomaacutes raacutepida maacutes efectivardquo llamada ldquoHe Manrdquo aludiendo a la conocida caricatura de animacioacuten cuyo personaje reuacutene ademaacutes todos los atributos de un modelo hegemoacutenico de masculinidad blanca heterosexual occidental El consumo de estos productos fue atacado durante antildeos por la Unioacuten de Consumidores Negros (Black Consumer Union) dado sus comprobados efectos nocivos para la piel ndashademaacutes de considerarse una cuestioacuten poliacuteticamente denigrante Cf Ribane Nakedi ldquoLighter is fairerrdquo Mail amp Guardian on line 2 May 2006 Cabe sentildealar que tambieacuten la creacioacuten de un museo en el la ex prisioacuten conocida como Number Four produjo similares reacciones por la intervencioacuten de fondos de fundaciones privadas como Ford Kellogs y Mott Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 p 171 14 El History Workshop de esta Universidad fue un colectivo intelectual que surgioacute a mediados de la deacutecada de 1980 y siguioacute las directrices de su homoacutenimo en Inglaterra con una vertiente teoacuterica que abrevoacute en la nueva izquierda inglesa innovando sin embargo de acuerdo a los imperativos que marcaba el contexto local Fue un grupo pionero que dio origen a investigaciones importantes en historia social sobre los costos sociales del apartheid su geacutenesis socioloacutegica las condiciones de vida y de trabajo de los obreros negros los cruces entre raza clase y geacutenero entre tantos otros toacutepicos 15 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London 1993 ademaacutes Grudman trabajoacute en el proceso de creacioacuten del Freedom Park en Pretoria 16 Cit en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit p 10
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sobreexplotacioacuten y discriminacioacuten en las praacutecticas cotidianas capilares del cuerpo
social) quedaron sin un lugar en la exhibicioacuten que se proyectaba17
2 La historia en la forma alegoriacutea invertida
El Museo del Apartheid no es soacutelo una construccioacuten pedagoacutegica de escalas
impresionantes para ldquonarrarrdquo el reacutegimen que oprimioacute a la mayoriacutea del pueblo
sudafricano en la segunda mitad del siglo XX Es tambieacuten una alegoriacutea invertida Maacutes
allaacute de que consideremos a la alegoriacutea como un instrumento cognoscitivo en este caso
la inversioacuten reside en que no son los hechos de la historia los que estaacuten representados
alegoacutericamente (de hecho el museo es estrictamente denotativo en su poeacutetica) sino que
la historia misma en la representacioacuten especiacutefica de su temporalidad es la que se
ldquoalegorizardquo en el museo Esto no es simplemente una nimiedad intelectiva es una
herramienta semioacutetica necesaria para desmantelar el proyecto conceptual del Museo
Esa fue la forma elegida por los comunicadores de la memoria histoacuterica para transmitir
la experiencia totalizante de un periacuteodo y de un reacutegimen en la representacioacuten de un
ritual de pasaje que apela por otra parte a la ldquoexperiencia directardquo La disposicioacuten
ritualizada no es de menor importancia porque gran parte del proceso de
ldquoreconciliacioacutenrdquo en Sudaacutefrica puso en el centro de la escena social la eficacia de
formatos ritualizados de negociacioacuten en los cuales se apelaba a diferentes lenguajes
identitarios y a distintas figuras ldquotaacutecticasrdquo para re-fundar la nacioacuten (que en teacuterminos
reales y ante la vigencia de la violencia social significaba re-fundar el pacto social la
posibilidad de ldquoconvivirrdquo en un estado-nacional moderno) el modo de funcionamiento
de la Comisioacuten de la Verdad y la Reconciliacioacuten (muy diferente a las latinoamericanas
por ejemplo) es una excelente muestra de ello18
17 Hay algunos paralelismos que se pueden establecer entre la configuracioacuten narrativa del Museo del Apartheid y la de la TRC (ldquoTruth and Reconciliation Commissionrdquo) maacutes allaacute de su diferencia constitutiva Pero una de las criacuteticas maacutes severas a la TRC en cuanto al sesgo de su contenido es justamente no haber considerado y llevado a las audiencias puacuteblicas las represiones cotidianas el apartheid capilarizado en el cuerpo social Cf entre otros Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 pp 161-178 18 Veacutease el artiacuteculo de Moacutenica Cejas en este volumen
9
Es cierto que ya se discute sobre este museo y su propuesta de ldquono
interaccioacutenrdquo19 su formato pedagoacutegico altamente efectivo pero conductista que impide
cualquier reformulacioacuten de los muacuteltiples textos (el escrito que a diferencia de otros
museos contemporaacuteneos aquiacute es vasto y prolongado y el visual que en todo momento
impone un ejercicio claro de la muestra denotativa) Esto en gran parte es acertado
porque la uacutenica interaccioacuten posible estaacute dada en la intempestiva (casi violenta) que el
lenguaje arquitectoacutenico establece toda la experiencia de recorrer el museo no es soacutelo
una forma de adquisicioacuten informativa sino tambieacuten una estrategia pretendida de
empoderamiento por la adquisicioacuten ldquoexperiencialrdquo de la ldquovivenciardquo ex post facto del
apartheid A partir de recursos simboacutelicos que analizareacute luego ndashcuya eficacia no puedo
evaluar aquiacutemdash la intencioacuten poeacutetica estaacute enmarcada en la vivencia subjetiva del tiempo
del evento (el apartheid)
La propia estructura del Museo entona con el tipo de narrativa que proyecta
Disentildeado como una estructura monumental rectiliacutenea y de arquitectura despojada y
minimalista la primera vista que se tiene es la de un muro de ladrillo cocido con la
inscripcioacuten del Museo con la vista de los siete pilares monoliacuteticos en concreto macizo
que se alzan imponentes y que seguacuten el audio nos devela al final del recorrido
expresan los ldquofundamentos ideoloacutegicosrdquo de la nueva Constitucioacuten de Sudaacutefrica20 En
cada uno de ellos se lee en ingleacutes21 ldquoEquidadrdquo ldquoDemocraciardquo ldquoReconciliacioacutenrdquo
ldquoDiversidadrdquo ldquoResponsabilidadrdquo ldquoRespetordquo ldquoLibertadrdquo Estos ldquofundamentosrdquo que se
leen como tal dada la proyeccioacuten que tienen en tamantildeo son un manifiesto de dos
elementos la estrecha ligazoacuten del Museo con el nuevo estado y la ldquoinversioacuten
escrituriacutesticardquo ndashen palabras de De Certeau22mdashde la operacioacuten histoacuterica stricto sensu la
museografiacutea comienza en el presente y la primera narrativa a comprender son los
19 Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming Togetherhellip op cit Apendix p 15-17 20 La ldquonuevardquo Constitucioacuten de la Repuacuteblica de Sudaacutefrica post-apartheid una de las maacutes progresistas en el mundo en teacuterminos de garantiacuteas y derechos civiles fundamentalmente fue aprobada por la Corte Constitucional de ese paiacutes el 4 de diciembre de 1996 con vigencia efectiva desde el 4 de febrero de 1997 Su antecedente inmediato fue la Constitucioacuten Interina de 1993 El documento de la Constitucioacuten se puede consultar en la World Wide Web en Constitution of the Republic of South Africa 1996 httpwwwinfogovzadocumentsconstitutionindexhtm 21 Hago la aclaracioacuten porque a pesar de que Sudaacutefrica cuenta con once lenguas oficiales el Museo utiliza soacutelo el ingleacutes en la reproduccioacuten de la mayoriacutea de sus textos 22 Cf De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975]
10
ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
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Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
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recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
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entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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sobreexplotacioacuten y discriminacioacuten en las praacutecticas cotidianas capilares del cuerpo
social) quedaron sin un lugar en la exhibicioacuten que se proyectaba17
2 La historia en la forma alegoriacutea invertida
El Museo del Apartheid no es soacutelo una construccioacuten pedagoacutegica de escalas
impresionantes para ldquonarrarrdquo el reacutegimen que oprimioacute a la mayoriacutea del pueblo
sudafricano en la segunda mitad del siglo XX Es tambieacuten una alegoriacutea invertida Maacutes
allaacute de que consideremos a la alegoriacutea como un instrumento cognoscitivo en este caso
la inversioacuten reside en que no son los hechos de la historia los que estaacuten representados
alegoacutericamente (de hecho el museo es estrictamente denotativo en su poeacutetica) sino que
la historia misma en la representacioacuten especiacutefica de su temporalidad es la que se
ldquoalegorizardquo en el museo Esto no es simplemente una nimiedad intelectiva es una
herramienta semioacutetica necesaria para desmantelar el proyecto conceptual del Museo
Esa fue la forma elegida por los comunicadores de la memoria histoacuterica para transmitir
la experiencia totalizante de un periacuteodo y de un reacutegimen en la representacioacuten de un
ritual de pasaje que apela por otra parte a la ldquoexperiencia directardquo La disposicioacuten
ritualizada no es de menor importancia porque gran parte del proceso de
ldquoreconciliacioacutenrdquo en Sudaacutefrica puso en el centro de la escena social la eficacia de
formatos ritualizados de negociacioacuten en los cuales se apelaba a diferentes lenguajes
identitarios y a distintas figuras ldquotaacutecticasrdquo para re-fundar la nacioacuten (que en teacuterminos
reales y ante la vigencia de la violencia social significaba re-fundar el pacto social la
posibilidad de ldquoconvivirrdquo en un estado-nacional moderno) el modo de funcionamiento
de la Comisioacuten de la Verdad y la Reconciliacioacuten (muy diferente a las latinoamericanas
por ejemplo) es una excelente muestra de ello18
17 Hay algunos paralelismos que se pueden establecer entre la configuracioacuten narrativa del Museo del Apartheid y la de la TRC (ldquoTruth and Reconciliation Commissionrdquo) maacutes allaacute de su diferencia constitutiva Pero una de las criacuteticas maacutes severas a la TRC en cuanto al sesgo de su contenido es justamente no haber considerado y llevado a las audiencias puacuteblicas las represiones cotidianas el apartheid capilarizado en el cuerpo social Cf entre otros Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 pp 161-178 18 Veacutease el artiacuteculo de Moacutenica Cejas en este volumen
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Es cierto que ya se discute sobre este museo y su propuesta de ldquono
interaccioacutenrdquo19 su formato pedagoacutegico altamente efectivo pero conductista que impide
cualquier reformulacioacuten de los muacuteltiples textos (el escrito que a diferencia de otros
museos contemporaacuteneos aquiacute es vasto y prolongado y el visual que en todo momento
impone un ejercicio claro de la muestra denotativa) Esto en gran parte es acertado
porque la uacutenica interaccioacuten posible estaacute dada en la intempestiva (casi violenta) que el
lenguaje arquitectoacutenico establece toda la experiencia de recorrer el museo no es soacutelo
una forma de adquisicioacuten informativa sino tambieacuten una estrategia pretendida de
empoderamiento por la adquisicioacuten ldquoexperiencialrdquo de la ldquovivenciardquo ex post facto del
apartheid A partir de recursos simboacutelicos que analizareacute luego ndashcuya eficacia no puedo
evaluar aquiacutemdash la intencioacuten poeacutetica estaacute enmarcada en la vivencia subjetiva del tiempo
del evento (el apartheid)
La propia estructura del Museo entona con el tipo de narrativa que proyecta
Disentildeado como una estructura monumental rectiliacutenea y de arquitectura despojada y
minimalista la primera vista que se tiene es la de un muro de ladrillo cocido con la
inscripcioacuten del Museo con la vista de los siete pilares monoliacuteticos en concreto macizo
que se alzan imponentes y que seguacuten el audio nos devela al final del recorrido
expresan los ldquofundamentos ideoloacutegicosrdquo de la nueva Constitucioacuten de Sudaacutefrica20 En
cada uno de ellos se lee en ingleacutes21 ldquoEquidadrdquo ldquoDemocraciardquo ldquoReconciliacioacutenrdquo
ldquoDiversidadrdquo ldquoResponsabilidadrdquo ldquoRespetordquo ldquoLibertadrdquo Estos ldquofundamentosrdquo que se
leen como tal dada la proyeccioacuten que tienen en tamantildeo son un manifiesto de dos
elementos la estrecha ligazoacuten del Museo con el nuevo estado y la ldquoinversioacuten
escrituriacutesticardquo ndashen palabras de De Certeau22mdashde la operacioacuten histoacuterica stricto sensu la
museografiacutea comienza en el presente y la primera narrativa a comprender son los
19 Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming Togetherhellip op cit Apendix p 15-17 20 La ldquonuevardquo Constitucioacuten de la Repuacuteblica de Sudaacutefrica post-apartheid una de las maacutes progresistas en el mundo en teacuterminos de garantiacuteas y derechos civiles fundamentalmente fue aprobada por la Corte Constitucional de ese paiacutes el 4 de diciembre de 1996 con vigencia efectiva desde el 4 de febrero de 1997 Su antecedente inmediato fue la Constitucioacuten Interina de 1993 El documento de la Constitucioacuten se puede consultar en la World Wide Web en Constitution of the Republic of South Africa 1996 httpwwwinfogovzadocumentsconstitutionindexhtm 21 Hago la aclaracioacuten porque a pesar de que Sudaacutefrica cuenta con once lenguas oficiales el Museo utiliza soacutelo el ingleacutes en la reproduccioacuten de la mayoriacutea de sus textos 22 Cf De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975]
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ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
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Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
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recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
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entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
27
subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
29
museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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Es cierto que ya se discute sobre este museo y su propuesta de ldquono
interaccioacutenrdquo19 su formato pedagoacutegico altamente efectivo pero conductista que impide
cualquier reformulacioacuten de los muacuteltiples textos (el escrito que a diferencia de otros
museos contemporaacuteneos aquiacute es vasto y prolongado y el visual que en todo momento
impone un ejercicio claro de la muestra denotativa) Esto en gran parte es acertado
porque la uacutenica interaccioacuten posible estaacute dada en la intempestiva (casi violenta) que el
lenguaje arquitectoacutenico establece toda la experiencia de recorrer el museo no es soacutelo
una forma de adquisicioacuten informativa sino tambieacuten una estrategia pretendida de
empoderamiento por la adquisicioacuten ldquoexperiencialrdquo de la ldquovivenciardquo ex post facto del
apartheid A partir de recursos simboacutelicos que analizareacute luego ndashcuya eficacia no puedo
evaluar aquiacutemdash la intencioacuten poeacutetica estaacute enmarcada en la vivencia subjetiva del tiempo
del evento (el apartheid)
La propia estructura del Museo entona con el tipo de narrativa que proyecta
Disentildeado como una estructura monumental rectiliacutenea y de arquitectura despojada y
minimalista la primera vista que se tiene es la de un muro de ladrillo cocido con la
inscripcioacuten del Museo con la vista de los siete pilares monoliacuteticos en concreto macizo
que se alzan imponentes y que seguacuten el audio nos devela al final del recorrido
expresan los ldquofundamentos ideoloacutegicosrdquo de la nueva Constitucioacuten de Sudaacutefrica20 En
cada uno de ellos se lee en ingleacutes21 ldquoEquidadrdquo ldquoDemocraciardquo ldquoReconciliacioacutenrdquo
ldquoDiversidadrdquo ldquoResponsabilidadrdquo ldquoRespetordquo ldquoLibertadrdquo Estos ldquofundamentosrdquo que se
leen como tal dada la proyeccioacuten que tienen en tamantildeo son un manifiesto de dos
elementos la estrecha ligazoacuten del Museo con el nuevo estado y la ldquoinversioacuten
escrituriacutesticardquo ndashen palabras de De Certeau22mdashde la operacioacuten histoacuterica stricto sensu la
museografiacutea comienza en el presente y la primera narrativa a comprender son los
19 Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming Togetherhellip op cit Apendix p 15-17 20 La ldquonuevardquo Constitucioacuten de la Repuacuteblica de Sudaacutefrica post-apartheid una de las maacutes progresistas en el mundo en teacuterminos de garantiacuteas y derechos civiles fundamentalmente fue aprobada por la Corte Constitucional de ese paiacutes el 4 de diciembre de 1996 con vigencia efectiva desde el 4 de febrero de 1997 Su antecedente inmediato fue la Constitucioacuten Interina de 1993 El documento de la Constitucioacuten se puede consultar en la World Wide Web en Constitution of the Republic of South Africa 1996 httpwwwinfogovzadocumentsconstitutionindexhtm 21 Hago la aclaracioacuten porque a pesar de que Sudaacutefrica cuenta con once lenguas oficiales el Museo utiliza soacutelo el ingleacutes en la reproduccioacuten de la mayoriacutea de sus textos 22 Cf De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975]
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ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
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Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
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recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
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entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
25
En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
31
El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
32
rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
35
ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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ldquotriunfos iluminadosrdquo23 de la nacioacuten recuperada Ademaacutes seguacuten el propio
Ambromovich el Museo fue concebido como un ldquoambiente integradordquo (total
environment) simulando una ldquoprisioacuten austerardquo donde la historia reside Esta idea de
prisioacuten donde la historia superada se encuentra encallada es un punto que se manifiesta
a lo largo de la narrativa del museo sobre el periacuteodo del apartheid Sin embargo vale la
pena recalcar que las prisiones emblemaacuteticas de ese periacuteodo (ldquoRobben Islandrdquo en
Ciudad del Cabo ldquoNumber Fourrdquo y ldquoWomenrsquos Jailrdquo en Johannesburgo) han sido
lsquoconvertidasrsquo en museo En el caso del Museo del Apartheid se usa la evocacioacuten de una
prisioacuten para lsquocrearlorsquo Mientras en Robben Island se exhibe la nacioacuten ocluida y la
imagen del oprobio es reconvertida en el siacutembolo histoacuterico donde leudoacute lentamente el
movimiento de liberacioacuten que luego se extendioacute al paiacutes aquiacute la alegoriacutea es inversa
centriacutepeta toda la historia del apartheid regresoacute a su ldquoprisioacuten austerardquo24 Por otra parte
seguacuten expresoacute Abromovich la forma utilizada simula varias ldquojaulas de cementordquo y
proviene de un ldquoconcepto de civilizacioacutenrdquo que tiene su origen en las ruinas del Gran
Zimbabwe alusioacuten perfecta al encerramiento de la historia y a la monumentalidad del
pasado a la vez25
23 Apartheid Museum Folleto de Entrada 24 Trabajo ampliamente sobre Robben Island en Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica Nuacutemero 18 UAM-X Meacutexico 2006 pp 199-229 25 Sharpe Colleen Coming togetherhellip op citp 7 Los ldquousosrdquo del pasado no podriacutean estar maacutes imbricados que en este caso El ldquoGran Zimbabwerdquo fue un imperio comercial conocido tambieacuten como Mwene Mutapa que ocupaba gran parte de lo que hoy son los estados nacionales de Zimbabwe y Mozambique Su apogeo tuvo lugar entre los siglos XV y XVII cuando aparecieron los primeros conflictos con los colonos portugueses Este imperio y su capital dieron nombre a ldquolas ruinasrdquo que son atractivo turiacutestico hoy en diacutea y generaron desde mediados del siglo XVII una gran admiracioacuten en viajeros y exploradores Primero alimentaron las fantasiacuteas coloniales sobre los presuntos ldquooriacutegenes blancosrdquo de esa civilizacioacuten sobre todo por el uso ldquomodernordquo de la arquitectura en piedra (teoriacutea completamente rebatida por la arqueologiacutea contemporaacutenea) y luego fueron fundamento de las imaginaciones nacionalistas africanas sobre la ldquopertenenciardquo y la ancestralidad de su cultura Primera ironiacutea tambieacuten Gerard Moerdjik arquitecto del Monumento al Voortrekker inaugurado en Sudaacutefrica en 1949 siacutembolo de la invencioacuten miacutetica del nacionalismo afrikaacutener e icono monumental del apartheid manifestoacute que su uacutenica inspiracioacuten arquitectoacutenica africana para la creacioacuten del Monumento era la ldquoimpresionante civilizacioacutenrdquo de ldquoGran Zimbabwerdquo con la cual los boers sentiacutean ldquoprofundo respetordquo (esto se explica porque en los antildeos en que Moerdjik escribe el texto ndashprincipios de la deacutecada de 1950mdash dos procesos se daban a la vez la discusioacuten sobre el origen africano (bantu) de las ruinas y la consolidacioacuten ldquoesencialistardquo de la ldquocultura afrikaacutenerrdquo en Sudaacutefrica que defendiacutea el origen semiacutetico de las mismas) Segunda ironiacutea ldquoGran Zimbabwerdquo adquirioacute su importancia fundamental por el comercio del oro y fue acechado y codiciado poliacutetica y culturalmente por el mercantilismo colonial de aquellos antildeos primero por los portugueses y luego por los propios holandeses que vieron alliacute la fantasiacutea de encontrar la biacuteblica ciudad perdida del Rey Salomoacuten y sus minas uno de los motivos para la instalacioacuten de la Compantildeiacutea Holandesa de las Indias Orientales (VOC por sus siglas en holandeacutes) en Sudaacutefrica No la encontraron en Gran Zimbabwe pero
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Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
12
recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
13
entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
25
En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
31
El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
32
rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
35
ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
36
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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Sintomaacuteticamente fuera de la entrada en un hall simulado y dispuesto de manera
tal que sea imposible obviarlo se encuentra el que constituye uno de los pocos
ldquoartefactosrdquo de la era del apartheid en todo el museo26 y uno de los siacutembolos
internacionales del oprobio una banqueta de color verde con la inscripcioacuten ldquoSoacutelo
Europeosrdquo (Europeans Only)27 Me detendreacute un momento en este punto porque
simboacutelicamente alude a una temaacutetica clave de los museos contemporaacuteneos del horror y
el trauma la probidad del artefacto original como muestra de autenticidad histoacuterica la
voluntad ineludible de que sea la verdad y no su medio o la evocacioacuten lo que esteacute
contenido alliacute De hecho se originoacute una discusioacuten sobre la ldquocarencia de artefactosrdquo en el
Museo del Apartheid esto es la existencia de pocos elementos materiales que hubieran
pertenecido a esa era El propio Angus Gibson manifestoacute que la existencia de
relativamente pocos artefactos se debe a que ldquotenemos los huesos de un museo al que le
falta la carnerdquo28 Por otra parte Sharpe sostiene que las imaacutegenes y los videos son los
que funcionan como artefactos ya que ldquotal como [sucedioacute con] las imaacutegenes post-
Holocausto (hellip) ayudaron a la gente a aceptar que esos hechos habiacutean sucedidordquo29
Ahora bien iquestCuaacutel es la eficacia simboacutelica del artefacto como testigo y como
vestigio iquestQueacute tipo de imaginacioacuten historicista (y de urgencia postcolonial de
doscientos antildeos maacutes tarde ldquoreaparecioacuterdquo la esperanza en Johannesburgo Esta fiebre colonial fue un elemento clave para la instalacioacuten del apartheid como sistema Ignoro cuaacutel de estas ldquoalegoriacuteasrdquo motivoacute a Ambromovich a su paralelismo para la concepcioacuten arquitectoacutenica del ldquoMuseo del Apartheidrdquo con el ldquoGran Zimbabwerdquo Para una historia claacutesica de Mwene Mutapa cf Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 para una discusioacuten contemporaacutenea cf Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Indiana University Press Bloomington 1999 Sobre los argumentos de Moerdjik veacutease AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] y tambieacuten Coombes Annie History after apartheidhellip op cit p 39 26 Las pertenencias personales en los memory boxes este banco y el peculiar casspir vehiacuteculo de la policiacutea que analizaremos maacutes adelante son praacutecticamente los uacutenicos que se nos presentan como ldquoartefactos originalesrdquo 27 La existencia de asientos puacuteblicos separados para blancos y no blancos fue una consecuencia de la Separate Amenities Act Nuacutemero 49 dictada en 1953 por el gobierno del ldquoNational Partyrdquo Esta acta preveiacutea la existencia de bantildeos parques playas y bancos separados (entre otras cosas) Fue derogada por el presidente De Klerk en 1989 pocos meses antes de la liberacioacuten de Mandela y del comienzo de las negociaciones para la transicioacuten democraacutetica 28 Cf Entrevista con Angus Gibson en Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 16 Evidentemente desde que se realizoacute esta entrevista (2003) hasta el momento de realizacioacuten de mi investigacioacuten (2006) el museo fue adquiriendo maacutes artefactos Gibson manifiesta que en realidad ldquofaltoacute tiempordquo para recolectarlos y que por otra parte hubo un proceso lento de destruccioacuten de los ldquovestigiosrdquo del apartheid 29 Ibid
12
recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
13
entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
15
una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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39
Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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recoleccioacuten) evoca el gesto de sellar con un testigo la presencia irrevocable de la
historia
En los mismos meses en que teniacutea lugar la discusioacuten sobre coacutemo ldquocrearrdquo un
Museo del Apartheid uno de los maacutes controvertidos escritores y periodistas
sudafricanos nacido en Johannesburgo Ivan Vladislavic publicaba un cuento que aludiacutea
exactamente a esta problemaacutetica con el mismo objeto en disputa ldquoThe WHITES ONLY
Benchrdquo (ldquoLa banqueta SOLO PARA BLANCOSrdquo)30 Me detendreacute en este ejercicio de
escritura un momento En el cuento la trama se dirime como un conflicto de intereses
que es en realidad una pugna sobre las nociones de representacioacuten del pasado La
historia se centra en las posiciones contradictorias entre la nueva directora de un
supuesto Museo del Apartheid y una de las museoacutegrafas que trabajan en su curaduriacutea
Mientras el ldquopragmatismordquo de la museoacutegrafa se define por la creacioacuten de una reacuteplica del
banco (dado que no era faacutecil encontrar un ldquooriginalrdquo en los tiempos contemporaacuteneos en
los que habiacutean sido recompuestos o remodelados los objetos puacuteblicos que simbolizaban
el apartheid) la directora se empecina en la obtencioacuten de un asiento original que haya
sido uno de los que verdaderamente se habiacutean colocado durante el apartheid ldquoEsto es
un museo no una opereta de escuela preparatoria Ser auteacutenticos es nuestro deber
histoacutericordquo31
Casualmente durante una de mis visitas al Museo (real) del Apartheid cuando le
pregunteacute a Adam la persona que estaba en ese momento en el ldquobureau de informacioacutenrdquo
quieacuten les habiacutea facilitado esa banqueta me respondioacute ldquono estoy seguro de que sea
originalhellipcreo que finalmente no pudimos encontrar uno y se reprodujo la banqueta
pero se la despintoacute un poco para que quede asiacute como estaacute asiacute como si fuera original de
la eacutepocahelliprdquo 32
En realidad lo que manifiestan tanto la historia de ficcioacuten de Vladislavic como
impliacutecitamente el funcionario del Museo en mi visita es una confrontacioacuten por la
cuestioacuten maacutes amplia de la ldquoautenticidadrdquo que alude de manera indirecta a posiciones
distintas sobre toacutepicos de peso teoacuterico en el debate acadeacutemico para queacute se recrea in situ
un espacio del pasado (extremamente violento) queacute tipo de mediaciones debieran existir
30 Cf Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 pp 51-66 31 Ibid p 56 32 Comunicacioacuten Personal 19 de Octubre 2006 Eacutenfasis miacuteo
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entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
29
museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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entre el pasado objetivado y el objeto dispuesto y queacute media en el rol poliacutetico de la
exempla como actitud pedagoacutegica de la memoria puacuteblica En el primer punto lo que se
pone en juego es una contienda por las funciones de la lsquorepresentanciarsquo33 la transferencia
del significado soacutelo puede estar dada seguacuten la directora del Museo en el cuento por la
autenticidad del artefacto maacutes allaacute de la funcioacuten de transferencia del referente mientras
que para la museoacutegrafa es esto uacuteltimo lo que importa la existencia de un artefacto
mediador que apele a la representacioacuten simboacutelica del apartheid en la memoria social en
la red de significados construidos aunque no haya necesariamente correlato de fidelidad
histoacuterica con el objeto34 Esa ldquofidelidadrdquo tiene una propiedad ldquoauraacuteticardquo deviene en
objeto etnograacutefico como autoridad mimeacutetica reliquia consignacioacuten que transfiere una
economiacutea poliacutetica de lo que es mostrado35 La problemaacutetica de la veracidad o
verosimilitud del referente histoacuterico se une al problema del rol poliacutetico de la memoria y
su imbricacioacuten con las relaciones de poder en la esfera puacuteblica36 En el argumento que me
dio el funcionario del Museo asiacute como en los de Strickland la directora del Museo en la
historia de ficcioacuten de Vladislavic el objeto deseado es un banco auteacutentico incluso
cuando en ambos casos se deja entrever que nunca se supo si el que se consiguioacute como
real en efecto lo era Pero la voluntad de autenticidad es en ambas situaciones (en la
historia de ficcioacuten y en el Museo real) saciada y no es casual que este problema se acabe
alliacute en el cuento justamente porque como nos recuerda Ricoeur ldquola fidelidad al pasado
no es un dato sino un deseordquo37
Utilizo el cuento como ampliacioacuten alegoacuterica de las discusiones de fondo porque
la problemaacutetica aludida en la literatura de Vladislavic iba directamente ndashcomo todo ese
33 Tomo este concepto de Paul Ricoeur quien en el marco de ldquola representacioacuten historiadorardquo trabaja los aspectos relacionados a la verdad y la representacioacuten para compararla con la fiabilidad de la ldquorepresentacioacuten mnemoacutenicardquo (de la memoria) Cf Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] pp 360-364 A su vez el filoacutesofo recorre la semaacutentica histoacuterica del teacutermino en un panorama de sus usos Cf ibid pp 368-370 nota 77 34 En este orden y con una discusioacuten para la literatura y su eficacia social como discurso sobre la historia ver Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 pp 34 y ss 35 Cf Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 pp 21-30 36 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 pp 6-14 37 Ricouer Paul La historia la memoria el olvido Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2004 p 633 Aquiacute ldquodeseordquo no es lo mismo que ldquocaprichordquo que ldquoempecinamientordquo El deseo es la parte volitiva de la necesidad poliacutetica colectiva
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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libro de cuentosmdash a una criacutetica de las poliacuteticas contemporaacuteneas de la memoria en
Sudaacutefrica criacutetica dirigida a su costado presentista mercantilizador del pasado Para el
personaje de la museoacutegrafa Charmaine el museo debe preservar significados sentidos
poliacuteticos del pasado a traveacutes de la objetificacioacuten in situ y no artefactos que constituyan la
funcioacuten per se del dispositivo Para ella el asiento es un siacutembolo (roto) cuyo sentido debe
ser ldquollenadordquo con las cadenas de significacioacuten social ndashy previamentemdash construidas En
The lsquoWHITES ONLYrsquo bench hay un intento por preservar el fragmento del pasado antes
que por definir su sentido performativo como si la preservacioacuten fuera el acto suficiente
para la funcioacuten puacuteblica del artefacto memorial Un sentido de la ldquocoleccioacutenrdquo aparece
esbozado criacuteticamente en el relato Lo que ldquomerecerdquo ser salvado38 y atesorado es
presentado como sistema autorreferente fundamentalmente porque los artefactos ldquoson
salvados fuera del tiempordquo39 Esa arbitrariedad (de autoridad y autorizacioacuten) es
simbolizada en los argumentos de Strickland (para quien se preserva lo que es auteacutentico)
La ldquovalidezrdquo artiacutestica es dislocada de la legitimidad histoacuterica y la ldquoautenticidadrdquo es
burlada degradada en las poliacuteticas de la representacioacuten40 Y en nuestro banco real el que
se asienta a las afueras del Museo del Apartheid la sancioacuten ldquoSOacuteLO EUROPEOSrdquo
aparece borrada diluida pero su tenacidad se alcanza a adivinar atraacutes de la pintura
descascarada El propio oficial del museo me transmitioacute el desfasaje entre los efectos
propios de la memoria y la labor reconstructiva (y ortopeacutedica) de la exhibicioacuten
sintomaacuteticamente ldquono recuerdardquo si este proceso de borramiento en la banqueta es el
resultado del tiempo en uno original o si se trata de la labor intencional de recreacioacuten de
38 En ingleacutes esta palabra tiene una carga adicional en lo que comuacutenmente se denomina ldquosalvage anthropologyrdquo traducido por lo general en castellano como ldquoantropologiacutea de rescaterdquo que alude a las etnografiacuteas claacutesicas que intentaban crear un registro con la intencioacuten de ldquosalvarrdquo de la peacuterdida la disolucioacuten o la ldquocontaminacioacutenrdquo moderna a los espacios ldquotradicionalesrdquo 39 Cf Clifford James ldquoSobre la recoleccioacuten de arte y culturardquo en Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] p 274 En este punto Clifford analiza a la etnografiacutea como una forma de recoleccioacuten que distorsiona (o proscribe) la temporalidad de los ldquoartefactosrdquo descriptos Sus argumentos sin ser ideacutenticos se aproximan a los de Johannes Fabian cuando habla de la ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo que se imprime en la temporalidad del registro etnograacutefico Cf Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 pp 31 y ss 40 En el cuento de Vladislavic la museoacutegrafa Charmaine no se deshace de la banqueta ldquofalsardquo tal como la directora del museo habiacutea ordenado El banco ldquooriginalrdquo queda dentro del museo exhibido en una de las salas e iroacutenicamente la pieza ldquorecreadardquo es colocada afuera en el espacio del jardiacuten en una descripcioacuten que se aproxima mucho al lugar que realmente ocupa hoy la banqueta a la entrada del Apartheid Museum
15
una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
31
El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
32
rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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una voluntad contemporaacutenea de borramiento y de ldquode-mostracioacutenrdquo de los efectos del
tiempo
La taacutectica interactiva maacutes sobresaliente es la que existe en la entrada a cada
visitante se le entrega una cartilla que simula un antiguo ldquopass bookrdquo41 pero en este caso
todos deben transportarlo y soacutelo existen dos tipos el que lleva la inscripcioacuten ldquoblancosrdquo
y el que dice ldquono blancosrdquo42 La entrada del Museo tiene dos puertas una para cada tipo
de clasificacioacuten y cada persona debe pasar por la indicada que se le dio con el boleto de
admisioacuten43 Desde el comienzo la poeacutetica es cataacutertica cada visitante debe
ldquoexperimentarrdquo el apartheid Despueacutes de la primera exhibicioacuten que transcurre por
carriles separados y que la constituyen diferentes tipos de pass book y cartillas de
identidad en especies de jaulas de alambre de color negro el museo unifica el
transcurrir para todos los visitantes44 Ese primer ldquopasajerdquo exige sin embargo una lectura
interna su frontera la constituye ese entramado de alambres por ende el visitante
alcanza visualmente al ldquootro ladordquo (el de los blancos o no-blancos seguacuten la cartilla que
le haya tocado) pero no puede acceder a eacutel ldquoEste dispositivo simula que la gente teniacutea
conciencia de la separacioacuten y sabiacutea lo que pasaba del otro lado pero no podiacutea acceder o
41 El ldquosistema de pasesrdquo fue el elemento central del apartheid para controlar el movimiento de la poblacioacuten negra en Sudaacutefrica Su implementacioacuten sin embargo data de mucho antes de 1948 Comenzoacute (bajo distintos nombres) en el siglo XIX sobre todo en aacutereas agriacutecolas como una especie de papel de conchavo El ldquopass bookrdquo concretamente se oficializoacute como documento de identidad vigente a partir de la Pass Law Act de 1952 para varones negros mayores de 16 antildeos (y desde 1956 se hizo efectivo para mujeres negras aunque la resistencia a su uso desde comienzos del siglo XX se convirtioacute en un siacutembolo de la lucha de geacutenero en Sudaacutefrica) Su portacioacuten era obligatoria y se usoacute para controlar la prestacioacuten de mano de obra y la movilidad poblacional El sistema de pass laws fue surpimido en 1986 Estos ldquopasesrdquo fueron uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La poblacioacuten negra los llamaba los ldquodompasrdquo haciendo un juego con las palabras en afrikaans ldquodumb passrdquo (pase estuacutepido) Cf Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita pp 26-27 42 Sintomaacuteticamente aquiacute siacute se utilizan dos lenguas para las cartillas el ingleacutes y el afrikaacuteans blankes ndash whites nie blankes ndash non whites 43 Generalmente si se asiste en grupo familiar o en parejas la idea es separar la entrada de las personas 44 En esta antesala uno observa las identidades de acuerdo a la cartilla al azar que le fue proporcionada como blanco o no blanco seguacuten el caso Alliacute se reproduce una afirmacioacuten del perioacutedico The Star que reza ldquoNinguacuten negro se transforma en blanco ninguacuten blanco deviene negro - The Star 2131986rdquo Esa realidad pasada enclaustrada en las jaulas nos interpela desde un hoy que se presenta como radicalmente otro donde las identidades raciales se permiten ser ldquojuego de intercambiosrdquo
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ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
20
Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
16
ser parte de ese otro ladordquo45 El primer problema con esta analogiacutea es la falta de
tratamiento simboacutelico de la asimetriacutea de poder en esas ldquoidentidades paralelasrdquo iquestQuieacutenes
no podiacutean acceder al otro lado El apartheid no fue un sistema de separacioacuten basado en
el antagonismo binario axial de dos grupos se trataba de una segregacioacuten fundada en el
axioma manipulado de la raza como apeacutendice claro del biopoder estatal
El problema no es que no quede claro ese esquema autoevidente sino el siguiente
paso en la narrativa el acceso irrestricto a las identidades interactuantes se produce
simboacutelicamente en un presente que traduce el cambio poliacutetico en equidad (racial social y
poliacutetica) Porque ya adentro se abre ante nosotros una rampa que inicia una leve subida
En ella a pleno sol y a la intemperie se yerguen altas columnas de espejos en las que
estaacuten adheridas fotografiacuteas de personas de distinta edad geacutenero y etnia que luego
encontraremos adentro caminando ldquojunto a nosotrosrdquo mientras el visitante se ve
reflejado en los espejos Se trata de fotografiacuteas en tamantildeo real de descendientes de
trabajadores de las minas ex periodistas migrantes de diferente tipo y procedencia que
luego tendraacuten un dispositivo de exhibicioacuten adentro del museo las ldquomemory boxesrdquo (cajas
de la memoria) La rampa ascendente se va haciendo cada vez maacutes angosta En esta parte
confluyen curiosamente dos temporalidades narrativas y tres sujetos de la historia Por un
lado el tiempo presente evocando una vez maacutes la ldquonacioacuten arcoirisrdquo en la que se asciende
por una rampa cuyo final es imprevisible desde el inicio y en la que se simula y atestigua
un peregrinaje (compartido) hacia el futuro que es literalmente un foco de luz Pero por
otro lado mientras se sube la rampa a los costados y adheridos a la pared en laberiacutenticos
recodos hay escenas de pintura rupestre khoi-san y bantu representando desde escenas de
caza hasta los primeros contactos con los colonos europeos
En cuanto a los sujetos de la historia estaacuten por un lado aquellos primeros
hacedores de Sudaacutefrica en el tiempo estructural lejano los ldquoantepasados de todos
nosotrosrdquo como el audio reproduce por otro lado estos hacedores contemporaacuteneos de la
ldquoSudaacutefrica nuevardquo en las fotografiacuteas espejadas y por uacuteltimo el visitante que se suma a la
escena actuante de la historia en este uacutenico momento en el que se nos permite caminar
entre dos tiempos hacia una siacutentesis inexorable El presente diverso armoacutenico luminoso
soacutelo puede ocupar el mismo espacio narrativo que el de un pasado remoto que lo
45 Entrevista a de Sara Sally a Wayde Davy ldquoApartheid Museum opens in South Africardquo Correspondents Report 18 November 2001URL httpwwwabcnetaucorrespondentss419098htm Cursivas miacuteas
17
atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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atestigua el pasado que pertenece a la nueva nacioacuten y ocupa el lugar natural de la
anamnesis como aquello que se reanuda en el recuerdo que se recupera46 en este caso
como latente exempla para construir el tiempo (teleoloacutegico y originario a la vez) de la
nacioacuten Este tiempo stricto sensu no ocupa un lugar ldquodentrordquo del museo lo ocupa en el
espacio testimonial (y por ende autorizante) del peregrinaje hacia el futuro
Es el pasado reciente el del apartheid el que estaacute aprisionado en el corazoacuten del
museo Cuando llegamos arriba de la rampa la imagen resume una arqueologiacutea del
tiempo recorrido Geoloacutegicamente estamos en la ldquocimardquo del museo en el punto maacutes alto
el audio mismo nos pide un minuto para que contemplemos la vista panoraacutemica desde
alliacute a lo lejos los vestigios de una antigua mina de oro hacia la izquierda un cruce de
rutas hacia Soweto con la concentracioacuten de una central terminal de mini-buses Atraacutes el
estacionamiento del Gold Reef Casino y a su costado los complejos de divertimento Es
la uacuteltima imagen del tiempo sedimentado yuxtapuesto (y de la profunda contradiccioacuten y
desigualdad contemporaacutenea) antes de iniciar en palabras del audio ldquoel viaje de descenso
hacia el corazoacuten de las tinieblas [the heart of darkness]rdquo
La alusioacuten a la ceacutelebre novela de Joseph Conrad 47 no constituye un uso casual de
la expresioacuten el binarismo que se recrea en la obra entre lo ldquosalvajerdquo y lo ldquocivilizadordquo se
trastoca no ya en la ldquonegacioacuten de coetaneidadrdquo de Aacutefrica relegada en la ficcioacuten de
Conrad (y en la antropologiacutea y en la historia misma) a un espacio anacroacutenico sino en el
confinamiento del pasado reciente a la oscuridad48 No es ya la diferencia de capitales de
todo tipo la que produce el hiato entre la civilizacioacuten (Europa) y la barbarie (Aacutefrica)
como en eacutepoca de Conrad en el Museo del Apartheid es la temporalidad quebrada la que
permite separar rotundamente lo que fue (el apartheid) de lo que es y de lo que seraacute Sin
embargo no se trata de representar una nacioacuten ahistoacuterica o presentista que reniegue del
aspecto constitutivo fundamental y originario del pasado nacional los ancestros khoi san
y bantu nos acompantildean hacia el futuro iluminado Esa seleccioacuten ad hoc del pasado 46 Veacutease la discusioacuten sobre las vertientes platoacutenicas y aristoteacutelicas del concepto en Ricoeur Paul La memoria la historia el olvidohellip op cit p 47 47 Cf Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] 48 Hay un uso comuacuten casi panfletario de la frase de Conrad que posiciona a su obra como una distincioacuten entre la luz (civilizacioacuten) y la oscuridad (barbarie) Sin embargo Conrad fue mucho maacutes perspicaz (tal vez tambieacuten premonitorio) en su novela de inicios del siglo XX mostrando claramente que la distancia aprentemente absoluta entre ldquola civilizacioacutenrdquo (Europa) y ldquoel corazoacuten de las tinieblasrdquo puede colapsarse raacutepidamente y sin transicioacuten aparente pudieacutendose cometer en el centro mismo de la ldquoluzrdquo las atrocidades maacutes incomprensibles
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constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
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3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
34
experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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38
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
18
constituyente del sujeto histoacuterico reformula in extenso la temporalidad nacional En el
Museo el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo no vive ya ese tiempo de espera (el not yet de la
sociologiacutea imperial) que le denegariacutea ldquomomentaacuteneamenterdquo a Aacutefrica los atributos de la
modernidad occidental marcando las territorialidades y la temporalidad del progreso En
el Apartheid Museum el reducto tenebroso es el de un pasado que ha quedado reducido en
la ldquoprisioacuten austerardquo como pieza anacroacutenica del horror49 Cuando llegamos al interior de
las ldquotinieblasrdquo el museo se torna una pieza arquitectoacutenica impersonal oscura y es
intransferible la sensacioacuten de estar en una prisioacuten en la que se exhibe la historia
confinada
Hay una gestioacuten del tiempo que el museo representa y que queda sellada en la
ldquoalegoriacutea invertidardquo de esta historia en la que esos tiempos se bifurcan se yuxtaponen y
se enclaustran el tiempo remoto que convive como respaldo mnemoacutenico del presente el
tiempo penitente del apartheid encarcelado (pero jamaacutes borrado) y el tiempo nuevo
recobrado y cataacutertico del ldquodespueacutes de haber recorridordquo el museo El segundo el tiempo
penitente es la inversioacuten pedagoacutegica de Robben Island ndashdonde se recluiacutean las infamias
poliacuteticas para el estado del apartheid pero a modo de exempla latente porque a la
sociedad entera se le haciacutea saber que en ese espacio impenetrable se encerraban los
ldquosujetos problemaacuteticosrdquo Ahora es el apartheid mismo el que cumple con el
confinamiento aleccionador El tercer tiempo es el tiempo del presente radical del
empoderamiento personal y de la reestructuracioacuten de la memoria subjetiva con la leccioacuten
de una historia que se nos pretende narrada sin fisuras infranqueable Probablemente esta
configuracioacuten temporal sintentice los problemas maacutes acuciantes que tiene el Museo se
reformuloacute el estado se reescribioacute la historia y se redefinieron inversamente los nichos
eacutetico-poliacuteticos En su alegoriacutea formativa la estructuracioacuten binaria del imaginario
histoacuterico no se desplazoacute no se deconstruyoacute se invirtioacute50
49 Anacroacutenico entieacutendase aquiacute como algo que ya no pertenece (siquiera como referencia de pasado uacutetil) al presente a diferencia del pasado evocado de los ancestros 50 Extraigo esa metaacutefora (ldquodesplazamientordquo versus ldquoinversioacutenrdquo) del trabajo de Premesh Lalu Este historiador sudafricano la usa para hablar de los problemas maacutes serios por los que atraviesa la reescritura de la historia acadeacutemica en Sudaacutefrica Pareciera haber una imposibilidad de traspasar los caacutenones de re-versioacuten del apartheid con la re-invencioacuten de los ldquobuenosrdquo sujetos que habiacutean ocupado el lugar de los ldquomalosrdquo actores y viceversa El desplazamiento conceptual y teoacuterico permitiriacutea comprender las fisuras las continuidades los encubrimientos las resignificaciones La inversioacuten simplemente reproduce el esquema binario de conceptualizacioacuten del tiempo el estado la sociedad y los actores Cf Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa esp Introduccioacuten [Agradezco la amabilidad
19
3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
20
Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
21
transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
22
alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
19
3 La narrativa 31 La larga duracioacuten de la ldquoresistenciardquo la historia corta y eventual del apartheid
Adentro lo primero con lo que nos encontramos en el uacutenico espacio iluminado es
una exhibicioacuten de las ldquocajas de la memoriardquo con las ldquohistorias de vidardquo de las personas
que vimos en la rampa Aquiacute un sentido de la ldquointimidadrdquo de la nacioacuten (arco iris y
africana) se imbrica con una necesidad palpable de mostrar que tambieacuten algunos blancos
fueron ldquohacedoresrdquo de la nueva nacioacuten sobre todo aquellos joacutevenes descendientes de los
vinculados a actividades de militancia en contra de la segregacioacuten Alliacute mismo sobre los
ldquomemory boxesrdquo en una especie de gran soporte una fotografiacutea expandida de la ciudad de
Johannesburgo a finales del siglo XIX ocupa todo el muro y se sella con un texto que
inaugura el largo peregrinaje discursivo por el museo ldquoninguacuten otro lugar en Sudaacutefrica
teniacutea semejante variedad de mestizaje cultural Fue este robusto tejido de naciones
razas culturas y lenguas que dio a Johannesburgo su caraacutecter uacutenicordquo Desde un
comienzo la poiesis es clara la historia narrada seraacute la de Johannesburgo no porque sea
la eleccioacuten fragmentaria de una historia igualmente muacuteltiple y diseccionada sino porque
la ciudad es la sineacutecdoque de esa alegoriacutea histoacuterica
Una sala de video es el siguiente ldquopasordquo En ella se proyecta un film de 14 minutos
que pretende abarcar la historia sudafricana desde los oriacutegenes del ser humano hasta ldquolos
inicios del apartheidrdquo51 En forma de relato enmarcado el film termina abruptamente con
una atmoacutesfera tenebrosa proyectando la filmacioacuten de la inauguracioacuten del Monumento al
Voortrekker un monumento-museo que se encuentra a las afueras de Pretoria inaugurado
en 1949 un antildeo despueacutes de la instalacioacuten oficial del gobierno del apartheid en el estado52
del Prof Lalu para facilitarme una copia mimeografiada de su libro auacuten en proceso durante mi estancia de investigacioacuten en Cape Town] 51 Una atencioacuten precisa es puesta en dos elementos especiacuteficos la lucha de pobladores bantu y pobladores khoisan por los recursos naturales antes de la llegada de los colonos y luego el arribo de los holandeses al Cabo con una recreacioacuten del desembarco de Jan Van Rieebeck en 1652 Primero el audio en off reproduce el discurso de que ldquoesta fue la gente que comenzoacute a poblar el mundo que amaba la tierra sin poseerla y fueron conocidos como bosquimanos (bushmen)rdquo sin alusioacuten alguna a la connotacioacuten despectiva que el teacutermino tiene y sin utilizar la denominacioacuten generalizada actualmente ndashkhoisan La muacutesica y la imagen cambian hasta crear una atmoacutesfera algo tenebrosa desde la llegada de Van Rieebeck 52 El motivo central de la creacioacuten de este monumento era en efecto ldquohonrarrdquo a los trekkers la poblacioacuten boer de ascendencia principalmente holandesa que decidioacute emigrar en la primera mitad del siglo XIX desde el territorio sur de Sudaacutefrica ldquotierra adentrordquo en lo que se conoce como el Gran Trek El objetivo central era la buacutesqueda de un espacio geograacutefico donde desarrollarse como
20
Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
21
transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
22
alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
34
experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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Al proyectar este final en el audiovisual el Apartheid Museum sella nuevamente su
pedagogiacutea ordenadora un museo ndashque existe actualmente y es destino turiacutestico a una
escasa media hora de Johannesburgomdash es colocado narrativamente dentro del ldquonuevordquo
museo donde se confina el pasado penitente parte de la historia recluida y de la
coetaneidad denegada
Luego el Apartheid Museum propiamente dicho se divide en treinta secciones53 En
ellas se nos pretende narrar una ldquohistoria totalrdquo del apartheid en la que ldquose comunica
utilizando imaacutegenes oscuras sonidos y una atmoacutesfera que prevaleciacutea en aquella era
turbulentahelliprdquo54 Nuevamente quiero detenerme en el tratamiento de la temporalidad que
se hace en la narrativa La historia ldquoexhibidardquo del apartheid comienza con lo que su
curaduriacutea misma denomina ldquolos arquitectos de la segregacioacutenrdquo la historia poliacutetica de Jan
Smuts y J B M Herzog liacutederes poliacuteticos del periacuteodo de entre guerras mundiales55
Desde alliacute en maacutes una serie bastante concisa de detalles histoacutericos sobre la conformacioacuten
de los partidos de la derecha blanca la ruptura entre Smuts (maacutes moderado y en contra de ldquonacioacutenrdquo fundamento que teniacutea ademaacutes de un motivo separatista claro con respecto a la poliacutetica britaacutenica un elemento de fuerte fanatismo religioso de corte calvinista Originalmente el Monumento era un sitio ldquooficialrdquo que el estado patrocinaba Curiosamente nunca dejoacute de recibir apoyo del estado incluso despueacutes del fin del apartheid en 1994 De hecho recibioacute un presupuesto maacutes alto que otros museos oficiales durante la gestioacuten presidencial de Nelson Mandela y sigue recibiendo actualmente apoyo del estado auacuten cuando pasoacute a manos privadas Trabajo los ldquousosrdquo del pasado sobre este monumento en Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 pp 158-177 53 Entre las destacables se encuentran (uso los nombres utilizados por el propio museo) Las cajas de la memoria La migracioacuten a Johannesburgo La sala 1890-1930 El auditorio (que proyecta un film de 14 minutos de duracioacuten) El laberinto (que tiene una gran jaula de metal en el medio con fotos y videos proyectados sobre el periacuteodo apartheid con un gran muro al final que en fondo negro reproduce la totalidad de las leyes del apartheid) El muro de documentos ldquonativosrdquo Las protestas ldquoanti-pass lawrdquo El Umkhonto We Sizwe [brazo armado guerrillero del ANC] El Juicio de Rivonia La sala Ernst Cole [Fotoacutegrafo que adquirioacute renombre internacional por publicar en 1967 ndashfuera de Sudaacutefrica- un libro de fotografiacuteas que mostrba las crueldades del reacutegimen] El contexto de los antildeos 60 El Movimiento de Conciencia Negra La sala de las celdas Los levantamientos de 1976 La sala de Filmes de 1980 Las negociaciones La liberacioacuten de Mandela Los antildeos 1990 CODESA (Convencioacuten para una Sudaacutefrica Democraacutetica) Imaacutegenes de la Sudaacutefrica Post-Apartheid Las elecciones de 1994 El presente La sala de la Constitucioacuten El jardiacuten de la reflexioacuten 54 Apartheid Museum -Folleto de Entrada 55 Smuts fue dos veces Primer Ministro de Sudaacutefrica (1919-1924 y 1939-1948) y Herzog lo fue entre 1924-1939 Ambos fueron generales la Segunda Guerra Sudafricana (1899-1902) Es interesante resaltar que esta guerra pasoacute a los anales de la historia como ldquoSegunda Guerra Anglo-Boerrdquo Sin embargo fue ldquorebautizadardquo oficialmente en el periacuteodo post-apartheid como ldquoGuerra Sudafricanardquo manera de insertarla dentro de la historia fundacional de la nacioacuten como intento de ldquoindependenciardquo del dominio britaacutenico Para una reflexioacuten sugerente en este sentido cf Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
23
permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
32
rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
35
ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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transformar un apartheid ya existente de facto en uno de iure) y los que conformaraacuten el
Partido Nacionalista y finalmente el ascenso del Partido Nacionalista al poder en 1948
La pregunta es iquestCoacutemo se comprende el apartheid a partir de ldquolos arquitectos de la
segregacioacutenrdquo en una historia que comienza a narrarse en dispositivos visuales y textuales
desde la primera deacutecada del siglo XX iquestQueacute tipo de memorializacioacuten impliacutecita existe en
comenzar la sala oscura del ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo con exhibiciones audiovisuales
enjauladas que corresponden fundamentalmente al periacuteodo 1930-194856 Las tinieblas
estaacuten representadas en una narracioacuten muy especiacutefica del ldquohombre blancordquo el espiacuteritu de
acumulacioacuten la religiosidad irracional y no menos importante el internamiento
coyuntural del tiempo Los agentes hacedores del apartheid son visualizados de manera
clara y distinta soacutelo cuando la alegoriacutea invertida se mantiene intacta cuando nada hace
peligrar el equilibrio inestable del presente moderno democraacutetico y ldquopluralrdquo cuando las
responsabilidades poliacuteticas recaen inequiacutevocamente sobre ldquolos muertos de la historiardquo en
el sentido que De Certeau inscribe57
En un momento de impass arquitectoacutenico y narrativo aparecen representados los
antildeos 1960 y ldquoel resto del mundordquo La conquista del espacio y la llegada del hombre a la
luna la modernidad tecnoloacutegica The Beatles el mayo franceacutes y una alusioacuten a ldquola
liberacioacuten femeninardquo contrastan con la sala oscura de los homelands las imaacutegenes
brutales de la represioacuten policial y la sala de las 131 nudos en soga refiriendo a las
131ejecuciones por razones poliacuteticas en Sudaacutefrica El apartheid queda asiacute aludido como
fenoacutemeno histoacuterico excepcional de presencia espectral fantasmagoacuterica nuevamente
anacroacutenica58 Si bien hay una alusioacuten a quienes desde el contexto internacional ayudaron
a mantener el apartheid y callaron ante la poliacutetica brutal de los gobiernos sucesivos la
narracioacuten no se centra en inscribir alguna marca sobre la penetracioacuten social cotidiana y
extendida en el habitus transversal de la sociedad que el apartheid provocoacute (y provoca)
56 Uno de los audiovisuales dispuestos y explicados con cuidado es el titulado en afrikaacuteans Bou Vanrsquon Nasie (ldquoEllos construyeron una nacioacutenrdquo) producido para conmemorar el inicio del centenario del Gran Trek en 1938 producida bajo uno de los propagandistas maacutes conocidos del nacionalismo afrikaacutener Gustav Preller 57 El historiador trabaja muy cercanamente con la muerte deciacutea De Certeau imponiendo reglas de operacioacuten precisas a la disciplina que la exoneran de algunas problemaacuteticas eacuteticas que recaen en el trabajo sobre situaciones donde ldquolos vivosrdquo afectan (y son afectados por) el ldquorelatordquo de forma maacutes directa Cf De Certeau Michel La escritura de la historia op cit pp 34 y ss 58 Esta imagen es anticipada por el audio a la entrada del museo cuando se nos dice que ldquohellipcuando la humanidad llegaba a la luna y los antildeos sesenta cambiaban la historia Sudaacutefrica deveniacutea maacutes y maacutes insularhelliprdquo
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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alguna temporalidad loacutegica que ayude a comprender la larga duracioacuten de la violencia
racial econoacutemica y de geacutenero que auacuten hoy es abrumadora en Sudaacutefrica Soacutelo en la sala de
los antildeos 1970 hay una expresioacuten que reza ldquouna minoriacutea de blancos como Beyers
Naudeacute59 y Helen Suzman60 continuaron oponieacutendose al apartheid algunos a un costo
personal muy alto Pero la mayoriacutea de los blancos fueron adoctrinados o bien no queriacutean
saber lo que estaba sucediendo a su alrededor La mayoriacutea de los negros simplemente
trataban de continuar con su vidahelliprdquo61 El argumento del ldquono querer saberrdquo ndashen absoluto
privativo a Sudaacutefrica aplicado tambieacuten por ejemplo al grueso de las sociedades
latinoamericanas durante las dictaduras militaresmdash tambieacuten es parte de esa narracioacuten
clausurada del museo No solamente porque haya alliacute una exoneracioacuten justificatoria sino
porque deja enmarcado fijado en aquellos antildeos el conflicto principal que atraviesa el
continuum temporal sudafricano el habitus social de la diferencia
Ahora bien no todo comienza en el siglo pasado para la narracioacuten dominante del
Museo Hay en efecto una internacioacuten histoacuterica de ldquolarga duracioacutenrdquo la metanarracioacuten de
la resistencia A la entrada del museo en la rampa donde el presente convive con el
pasado remoto no es ldquocualquier aspectordquo de la manifestacioacuten rupestre khoi san y bantu la
que se reproduce Cuando ingresamos a la rampa el audio advierte al pasar el umbral ldquola
humanidad nacioacute en Aacutefrica Toda la gente en uacuteltima instancia es africana (hellip) todos
compartimos el mismo ancestro africano (hellip) Por maacutes de veinte mil antildeos Sudaacutefrica ha
sido el hogar de agricultores bantuacute-parlanteshelliprdquo El evidente error histoacuterico no es casual
Claro estaacute que la agricultura tiene menos de veinte mil antildeos sobre la tierra y que la
poblacioacuten bantuacute migroacute del norte del continente llegando a ocupar el territorio austral del
continente africano entre los siglos V y X dC aproximadamente62 Pero el desliz
59 Cleacuterigo perteneciente a la Iglesia Holandesa Reformada que se opuso desde dentro fuertemente al apartheid en los antildeos 1960 y 1970 Estuvo proscrito de toda actividad puacuteblica incluida la religiosa desde 1977 Naudeacute nacioacute en 1915 y murioacute en 2004 60 Suzman nacioacute en Sudaacutefrica en 1917 fue una activista poliacutetica que se opuso fervientemente al apartheid economista y cientista poliacutetica de la Universidad de Witswatersrand hasta 1952 cuando dejoacute la vida acadeacutemica para ingresar a la poliacutetica Tuvo una presencia casi ininterrumpida en el Parlamento entre 1953 y 1989 cuando se retiroacute (Primero fue miembro del United Party despueacutes de 1961 lo fue del Progressive Party [maacutes tarde Progressive Reform Party y Progressive Federal Party]) Entre 1961 y 1974 fue la uacutenica voz en el Parlamento que se opuso a las leyes y a las poliacuteticas del apartheid httppagesinterlogcom~saww2001Helenhtml 61 Resaltado miacuteo 62 Las teoriacuteas no son uniformes a este respecto Se sabe que las migraciones desde el norte no fueron masivas sino por ldquooleadasrdquo en cualquier caso suele establecerse este amplio marco temporal para definir la llegada de las primeras migraciones a la zona Cf Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
29
museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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permite por un lado situar la modernidad que representa la agricultura en la longue
dureacutee63 Por otro la poblacioacuten del grupo bantuacute (a la que pertenece actualmente gran parte
de la poblacioacuten sudafricana en sus variantes etnolinguumliacutesticas xhosa zulu sotho tswana
venda y nguni entre otras) es puesta en el centro del escenario legitimador de la posesioacuten
territorial en una elipsis histoacuterica distorsionada cuando ademaacutes nada se dice alliacute de los
grupos khoi san de cazadores-recolectores cuya presencia descendiente es invisibilizada
hoy en diacutea que fueron en efecto los primeros pobladores64
Un momento despueacutes cuando estamos frente al primer recodo donde se exhibe
pintura rupestre el tiacutetulo que la presenta reza ldquoEl nacimiento de la luchardquo ldquoLas imaacutegenes
del arte en piedra reflejan la lucha contra el dominio colonial en el siglo XIX (hellipy) nos
dan tan soacutelo una aproximacioacuten de lo que fue la lucha temprana por la liberacioacutenhelliprdquo Al
comenzar asiacute la narrativa nos advierte que el apartheid tiene una historia secular concisa
que queda inmersa en las entrantildeas del museo La resistencia por el contrario acompantildea
la historia del surgimiento aporeacutetico de la nacioacuten quiasmaacutetico e intemporal a la vez65 Sin
dudas una eleccioacuten por narrar la temporalidad ampliada de la violencia (llevada hasta sus
trazos coloniales en la larga duracioacuten) hubiera sido innovadora y de amplia significacioacuten
Pero la uacutenica genealogiacutea que se remonta a los tiempos coloniales es la de la resistencia
no en cambio una explicacioacuten de las tramas continuas de la violencia Este es
exactamente uno de los problemas sentildealados por Foucault en su anaacutelisis nietzscheano
sobre las diferencias entre elaborar ldquogenealogiacuteasrdquo y buscar ldquooriacutegenesrdquo66 En nuestro caso
1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 pp 597-619 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 pp 60 y ss 63 Esta imagen se complementa con el discurso de los paneles minutos despueacutes aludiendo a que la cultura de la extraccioacuten el fundido y trabajo con el oro comenzoacute en la confluencia de los riacuteos Shoshe y Limpopo en el siglo XIII mucho antes del descubrimiento de las minas en Witswatersrand 64 Primero fue parte de la historiografiacutea afrikaacutener la que deslegitimoacute la presencia de las poblaciones bantu en el territorio afirmando que la civilizacioacuten blanca y la migracioacuten bantu habiacutean llegado contemporaacuteneamente al territorio reproduciendo los argumentos imperialistas de la terra nullius en la defensa de la posesioacuten territorial Cf Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 65 La idea de la nacioacuten como aporiacutea como ldquoespacio silencioso de referenciardquo en la historia que es ldquonuevardquo y ldquoeternardquo a la vez es desarrollada por Prasenjit Duara como problema de transferencia de las liacuteneas conceptuales europeas a espacios poscoloniales Cf Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 pp 26 y ss Trabajo este punto con maacutes detenimiento en Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 pp 22-44 66 Cf Foucault Michel ldquoNietzsche la genealogiacutea la historiardquo en Genealogiacutea del racismo Madrid La Piqueta 1992 Seriacutea un error sin embargo pensar que este patrimonio khoi-san (no bantuacute) de arte
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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se buscan (y parecen encontrarse) los oriacutegenes fundacionales el ldquochoque de espadas del
origen liacutempidordquo de la resistencia pero queda trunca la posibilidad de explicar los
fundamentos histoacutericos yuxtapuestos y contradictorios de la violencia y la inequidad en
la larga temporalidad de la historia sudafricana67
Tampoco hay espacio para una referencia que interpele al presente y que permita
al decir de Heacutector Schmucler el interrogante sustancial de la memoria ldquono queacute pasoacute o
coacutemo pasoacute [hellipsino] iquestcoacutemo fue posiblerdquo68 Una adolescente negra de la escuela
secundaria de Saint Dominics en Johannesburgo en el marco de una entrevista efectuada
despueacutes de visitar el Apartheid Museum respondiacutea en el mismo tenor ldquoel museo nos
muestra queacute pasoacute pero no por queacute iquestPor queacute la gente apoyoacute el apartheid iquestDe doacutende
vinordquo 69 Esta pregunta asalta como el relaacutempago de Benjamin cualquier comodidad de
la nueva nacioacuten ldquomultirracialrdquo hiere el presente con el fundamento uacuteltimo de la raza
como marca del cual el apartheid es heredero pero no fundador A su vez pide una
reconfiguracioacuten de las tramas histoacutericas que la esclavitud la diferencia imperial el
colonialismo interno la creacioacuten vernaacutecula de una modernidad excluyente (con sus visos
desiguales en la invencioacuten de la ciudadaniacutea y de la incorporacioacuten) y la reproduccioacuten de
una herencia histoacuterica de desposesioacuten (material y simboacutelica) imprimen en las cesuras del
presente70
rupestre es ldquorescatadordquo puacuteblicamente del olvido recieacuten ahora en el momento de creacioacuten del nuevo estado y la nueva nacioacuten De hecho uno de los primeros esfuerzos del Consejo de Monumentos Nacionales a principios del siglo XX (y la primera acta generada por el organismo) fue la creacioacuten de la Bushman-Relics Protection Act de 1911 Por supuesto se tratoacute del gesto maacutes deliberado de ldquonegacioacuten de la coetaneidadrdquo en palabras de Johannes Fabian (vid supra) rescatar la ldquomonumentalidadrdquo del glorioso pasado del grupo ldquonativordquo denegando la responsabilidad del estado en aquel presente de la recieacuten creada Unioacuten Sudafricana Cf Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 p 105 Fabian Johannes Time and the Otherhellip op cit pp 31 y ss 67 Para un anaacutelisis criacutetico contemporaacuteneo Cf Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 68 Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 p 6 Cursivas miacuteas 69 Cf Sharpe Colleen Coming togetherhellip op cit Apendix p 7 Cursivas miacuteas Otras propuestas museograacuteficas ndashque por obvias razones no analizareacute aquiacutemdash exhiben representaciones mucho maacutes evocativas e interpelantes que conectan pasado y presente realidad de la exhibicioacuten y realidad del espectador Una de esas propuestas la constituye sin dudas el Constitution Hill de Johannesburgo tanto la ex prisioacuten Number Four como la Caacutercel de Mujeres ambas convertidas en museos Cf AA VV Number Four The Making of Constitution Hill op cit 70 En parte el Slave Lodge de Ciudad del Cabo es un intento por esbozar una genealogiacutea de esta naturaleza No en vano su inauguracioacuten produjo reacciones inmediatas por parte del estado de
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
29
museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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En la rampa dos de los discursos maacutes fervientes que acompantildearon las gestiones
oficiales democraacuteticas desde 1994 conviven complementariamente por un lado la
ldquonacioacuten arcoirisrdquo respalda las columnas espejadas con los peregrinos al futuro Pero es el
ldquorenacimiento africanordquo71 el que estaacute expresado histoacutericamente en los recodos del arte
rupestre en un dispositivo la nacioacuten plural y diversa en el otro el testigo de que esa
pluralidad soacutelo se comprende en el largo tiempo que un tipo especiacutefico de ldquoafricanidadrdquo
subsume
Esta visioacuten se complementa con el corte temporal que se hace de ldquola resistenciardquo
aludiendo al Movimiento de Liberacioacuten en el siglo XX Una de las salas centrales y maacutes
impresionantes que invade el espacio (real y simboacutelico) del visitante es la que alberga en
Western Cape y un relativo ldquodesconocimientordquo con respecto a otros museos nacionales Comunicacioacuten personal con Leslie Witz y Ciraj Rassool Cape Town Octubre de 2006 Seminario ldquoAfrican Programme on Heritage and Museumsrdquo SEPHIS-Western Cape University Hay que tener en cuenta que Western Cape fue la uacutenica provincia donde perdioacute el African National Congress (ANC) en 1994 No soacutelo es esta provincia la que cuenta con un importante porcentaje relativo de poblacioacuten blanca sino tambieacuten con una mayoriacutea relativa de poblacioacuten coloured descendiente de esclavos malayos e indonesios Mientras Gauteng o Kwa Zulu Natal tienen un 38 y 15 de poblacioacuten coloured respectivamente Western Cape alcanza el 53 de poblacioacuten coloured Cf 2001 South African Census ndash The Census in brief ndash South Africarsquos National Statistics httpwwwstatssagovzacensus01htmlCInBriefCIB2001pdf - Uacuteltima Consulta 230807 Para una discusioacuten sobre las metamorfosis del racismo (y sus convergencias con las construcciones del imaginario poliacutetico actual en Sudaacutefrica) veacutease Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 pp 146-185 Para una reflexioacuten criacutetica sobre la raza como ldquomarcardquo como ldquosigno histoacutericordquo donde ldquolo que se verdquo es el resultado poscolonial de un proceso material y simboacutelico de otrificacioacuten y desposesioacuten veacutease Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 pp 131-150 71 Mientras la idea de nacioacuten arco-iris (rainbow nation) tiene un claro corte cristiano puesto que la frase fue adoptada por el arzobispo anglicano Desmond Tutu (y luego convertida en una de las metaacuteforas preferidas por Nelson Mandela para figurar el pluralismo cultural ndashe igualitariomdash de la Sudaacutefrica post-apartheid) la idea del ldquorenacimiento africanordquo fue acuntildeada y repetida por el actual presidente Thabo Mbeki a finales de la deacutecada de 1990 El ldquorenacimiento africanordquo reposiciona dos elementos clave en primer lugar una especie de ldquorevalorizacioacuten selectivardquo de la ldquocultura africanardquo en un corte bastante esencialista para resolver los problemas no soacutelo de Sudaacutefrica sino del continente en siacute A partir de aquiacute aparece el segundo elemento que es proponer a Sudaacutefrica como ldquoliacutederrdquo regional en el reencauzamiento del continente siempre a partir de una valorizacioacuten endoacutegena (y unilateral) de su historia y su cultura La concepcioacuten del renacimiento africano se aparta claramente de la ldquonacioacuten arcoirisrdquo porque revaloriza la experiencia negra africana en la composicioacuten de la ldquocultura nacionalrdquo y ldquoregionalrdquo de una manera no poco poleacutemica Para algunas reflexiones sobre este concepto cf Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 pp 107-121
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el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
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subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
26
el centro un camioacuten policial Casspir como se lo conoce en Sudaacutefrica72 un original de los
vehiacuteculos amarillos que la policiacutea del estado utilizaba en la deacutecada de 1970 para vigilar
controlar y hacer redadas en los townships Dentro del camioacuten se proyecta un film sobre
Soweto y la persecucioacuten policial y la sala se abre con el texto ldquoEl comienzo del fin del
apartheid 1976rdquo En efecto la masacre estudiantil de Soweto del 16 de junio de ese antildeo
se considera uno de los nuacutecleos duros del inicio real de ldquodesgasterdquo y ldquodeslegitimacioacutenrdquo
del apartheid El casspir tiene los vidrios rotos como a pedradas simulando una
instantaacutenea del estado de guerra y de lo que sucedioacute principalmente en el enfrentamiento
de Soweto ya que los casspir fueron blancos especiacuteficos del levantamiento En esta sala
se lee ldquo1976 fue el punto de reversioacuten de la historia moderna de Sudaacutefrica y significoacute la
marcha del inicio del finalrdquo
Por un lado este ldquopunto de reversioacutenrdquo se conecta con la ldquolarga historiardquo de la
resistencia Pero por otro lado los movimientos subterraacuteneos que no pertenecieron a
Soweto y que no ligaron su origen al African National Congress (ANC) no tienen el
mismo lugar reservado en la ldquojaula de piedrardquo73 Asiacute en una entrevista sostenida con
algunos ex miembros del Movimiento de Conciencia Negra (Black Concioussness
Movement) el tema de lo que ellos llamaban el ldquoendiosamientordquo de Soweto se transmitiacutea
en una premisa clara el Museo del Apartheid y el Hector Pietersen Museum en Soweto
dejaban poco espacio a lo que fue en palabras de Frank Bossel un movimiento
72 Este vehiacuteculo es una ldquoinvencioacutenrdquo sudafricana y es uno de los siacutembolos maacutes repudiados del apartheid La palabra Casspir es un anagrama de los acroacutenimos SAP (South African Police) y CSIR (Council for Scientific and Industrial Research) Se disentildeoacute a principios de la deacutecada de 1970 y fue luego introducido para uso policial En la deacutecada de 1980 se utilizoacute en el servicio militar Desde sus unidades se fotografiaba parte de los townships y a personas especiacuteficas que eran vigiladas o perseguidas Cf httpwwwglobalsecurityorgmilitaryworldrsacasspirhtm
73 Cf Estas ldquoomisionesrdquo en la memoria puacuteblica en Baines Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Por otra parte cuando el museo enfoca el toacutepico de la religioacuten y el espacio del cristianismo (que maacutes allaacute de todos los matices jugoacute un papel clave en la retoacuterica de la reconciliacioacuten y la ldquocurardquo) enfatiza que la ldquoconsolacioacutenrdquo de la religioacuten marcoacute la ldquoexperiencia esquizoiderdquo del cristianismo en Sudaacutefrica Esto se explicariacutea porque al mismo tiempo que condenaba el apartheid por momentos lo justificaba en otros Este argumento autoevidente no da lugar a ninguna valoracioacuten o evocacioacuten de la envergadura y el significado sociales que adquirioacute el cristianismo en sus diversas vertientes en las praacutecticas cotidianas y para parte importante de la poblacioacuten como estrategia como sentido de pertenencia como sensibilidad experiencial Sin estos elementos y relegaacutendola impliacutecitamente al lugar de la ideologiacutea no se comprenderiacutea el rol capital de la religioacuten en la etapa de la TRC y sus diferentes manifestaciones
27
subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
28
parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
29
museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
31
El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
32
rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
27
subterraacuteneo mucho maacutes amplio iniciado en las escuelas primarias y secundarias en la
sociabilizacioacuten fragmentada maacutes expandida y menos organizada que dio lugar al
Movimiento de Conciencia Negra74 Si bien este Movimiento tiene un lugar discursivo en
el Museo la operacioacuten de desplazamiento histoacuterico es clave para la narrativa museal el
Black Conscioussness Movement fue importante pero como un apeacutendice ideoloacutegico de la
lucha Sus sujetos no se rescatan claramente y es evidente que para el discurso del museo
no alcanzoacute a formar una experiencia poliacutetica organizada (como la de un partido) que
pudiera expresar claramente la voluntad del movimiento de liberacioacuten donde soacutelo se
rescatan las luchas intriacutensecas seculares entre el PAC ndashPan Africanist Congressmdash el CP
ndashCommunist Partymdash y el ANC ndashAfrican National Congressndash en una teleologiacutea que
preveacute el triunfo de este uacuteltimo
Luego la deacutecada de 1980 es representada casi en su totalidad por una serie de
audiovisuales que muestran los estallidos sociales sucesivos el endurecimiento de la
derecha reaccionaria afrikaacutener y la violencia y represioacuten sostenida en los townships
Luego de una sala casi completamente a oscuras salvo por la proyeccioacuten de dos
audiovisuales en medio de alambrados con puacuteas que uno debe esquivar se abre un
ventanal pequentildeo y la luz verdaderamente encandila al visitante por un minuto es el
corredor que representa la sustitucioacuten presidencial de Pieter W Botha por Frederick de
Klerk en 1989 la liberacioacuten de Nelson Mandela y el comienzo de las negociaciones
32 La historia reordenada la memoria tutelada las exigencias del presente
Los vitrales en el techo y a los costados comienzan a abrirse poco a poco El
levantamiento de la proscripcioacuten del ANC se une a un corredor donde se visualizan las
escenas de violencia que igualmente continuaron entre 1990 y 1994 Dos son los
elementos discursivos que sobresalen luego una serie de posters coloridos e iluminados
aludiendo al multipartidismo las plataformas de los diversos partidos poliacuteticos y la figura
prominente de Mandela y luego la sala de las elecciones de 1994 A plena luz y enfrente
de un ventanal una foto de grandes dimensiones retrata el ldquonuevo parlamentordquo de 1994
El audio nos advierte ldquoel nuevo parlamento tiene una composicioacuten de geacutenero mixta y la
foto de colorida apariencia contrasta con la exhibida anteriormenterdquo la de un
74 Comunicacioacuten Personal 18 de octubre de 2006 Johannesburgo
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
29
museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
31
El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
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86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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parlamento enteramente blanco masculino en una instantaacutenea en sepia que corresponde
a la eacutepoca de los inicios del apartheid Un conjunto de audiovisuales con testimonios de
diversas personas (de distinto geacutenero pertenencia eacutetnica y cohorte generacional)
constituye la uacuteltima sala destinada a ldquoexhibiciones temporariasrdquo En esos cortos se
exhiben ademaacutes de los testimonios sobre el cambio y la ldquohermandadrdquo de comunidades
los ldquodesafiacuteos del presenterdquo75
La salida del museo tambieacuten es profundamente alegoacuterica La puerta de salida
enfrenta al visitante con la ldquoSala de la Constitucioacutenrdquo una especie de espacio
arquitectoacutenico transicional cuyo techo estaacute al aire libre pero auacuten se encuentran
dispositivos textuales y extratextuales el visitante debe pasar por un corredor en medio
de dos pilas de piedras El audio solicita que se tome una piedra del costado derecho y se
la arroje al izquierdo al frente del cual se alzan los postulados de la nueva Constitucioacuten
como muestra de las contribuciones individuales para la superacioacuten del apartheid Luego
se nos habla brevemente sobre las condiciones de creacioacuten de la nueva Constitucioacuten y el
audio pide al visitante que se detenga y ldquoponga su tarjeta de identificacioacuten racial con la
que ingresoacute en la caja de coleccionesrdquo76 Acto seguido se solicita el llenado de un
cuestionario sobre el museo que se encuentra alliacute dispuesto y que debe depositarse en
forma de un voto en dos reacuteplicas de las urnas que se usaron en las elecciones generales
de 1994 Sobre el montoacuten de votos-cuestionarios una especie de atril transparente
reproduce el texto del folleto de entrada ldquola segregacioacuten estaacute adonde pertenece ndashen un
75 Los testimonios se centran en marcar los quiebres de 1994 y las nuevas poliacuteticas del estado Se les propone una letra del alfabeto en off y cada persona ldquorememorardquo un aspecto del pasado y del presente que lo conecte con esa letra Un solo testimonio el de una mujer joven coloured hace referencia a las profundas desigualdades sociales que auacuten existen en Sudaacutefrica y que ldquotambieacuten deberaacuten ser parte de los planes del estado si queremos crear una ldquonuevardquo Sudaacutefrica de verdadrdquo El historiador del arte Sean OrsquoToole plantea que ldquoesta exhibicioacuten temporaria mucho maacutes que la coleccioacuten permanente presentada de manera excelente probablemente enfrente el desafiacuteo maacutes fuerte para el museo Es el desafiacuteo de reclamar a la historia que quedoacute en el cesto de desechos (dustbin) rescatarla para que pueda ser reinterpretada actualizada y adquiera sentido para las generaciones presentes y futuras Despueacutes de todo el fenoacutemeno que el Apartheid Museum trata de exponer claramente y con espiacuteritu militante en sus cajas de vidrio y jaulas de alambre estaacute auacuten con nosotros impregnando y mutando constantemente fuera del dispositivo museal de luces haloacutegenas y narrativas de videohelliprdquo Cf OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml cursivas miacuteas No concuerdo sin embargo en la apologiacutea sobre la poeacutetica del museo que OrsquoToole hace por otra parte sin un anaacutelisis histoacuterico cuidadoso de la exhibicioacuten in extenso 76 En las dos visitas que realiceacute en octubre de 2006 dicha caja auacuten no estaba dispuesta en la sala
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museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
32
rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
29
museordquo Noacutetese la sutileza narrativa no es el apartheid el que pasoacute a ocupar el lugar
museal de la superacioacuten sino su efecto por excelencia
La tarjeta que simulaba los pass book e identificaba al visitante como blanco o no
blanco soacutelo puede ocupar iroacutenicamente el lugar de los artefactos originales que faltan en
el museo el espacio de la coleccioacuten del coleccionismo en una alusioacuten que es doble por
un lado alude a lo que pertenece a un pasado del que materialmente soacutelo podemos exhibir
esos fragmentos Por otro refiere simboacutelicamente al nulo valor de uso de cualquier
elemento de coleccioacuten Es aquiacute donde se nos recuerda que el objetivo era experimentar el
apartheid en un acto de duelo y catarsis a la vez El ritual de pasaje es un ritual de cura y
de empoderamiento las alegoriacuteas maacutes poderosas del lenguaje meacutedico-maacutegico y de la
sabiduriacutea Sin embargo esto representa una contradiccioacuten en siacute mismo El espacio de la
memoria como experiencia es intransferible uacutenico Tal como plantea Heacutector Schmucler
ldquola memoria no tiene funcioacuten purificadora Exige la persistencia de lo rememoradordquo la
catarsis no puede analogarse jamaacutes a la experiencia de la memoria77
En el museo el duelo y su poeacutetica cataacutertica prefiguran la voluntad de sanacioacuten
de superacioacuten pero es mediante el conocimiento experimentado del oprobio que se
lograraacute la transformacioacuten empoderada El punto es que lo que se experimenta es una
funcioacuten de la exterioridad no obviamente el apartheid mismo En esa mimesis hay un
problema baacutesico la exoneracioacuten del sujeto la elisioacuten de las responsabilidades palpables y
de las continuidades taacutecitas de las reglas opresoras y racializantes Lo que sucedioacute estaacute
ldquoalliacute dentrordquo en las ldquojaulas de piedrardquo y parece tener poco que ver con la ldquoiluminacioacutenrdquo
moderna del presente ndashcuriosamente se usa el sustantivo ingleacutes enlightenmentmdash y nada
con la que el visitante mismo goza al finalizar el recorrido De esta manera no soacutelo se
produce el quiebre narrativo total con el pasado sino que eacuteste se osifica en el
confinamiento Podriacuteamos leer este contraste en clave benjaminiana donde presente y
pasado elaboran en conjunto una imagen oniacuterica ldquoDe su rleacioacuten con el surrealismo
[Benjamin] conservoacute el movimiento de leer el pasado como si fuera un suentildeo donde lo
viejo perdura como ruina y lo nuevo emerge como fragmentordquo78 En esta uacutenica clave que
constituiacutea la lectura histoacuterica para Benjamin donde la totalidad era una aspiracioacuten
deseable pero a la vez imposible puede leerse la tentativa museiacutestica del Apartheid
77 Cf Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo op cit p 8 78 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] p 44
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
31
El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
32
rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975] De Certeau Michel La invencioacuten de lo cotidiano 1 Artes de Hacer Universidad Iberoamericana Meacutexico 2007 [1990] Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006
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Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c 1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica 18 UAM-X Meacutexico 2006 Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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Museum Mientras en otros espacios convertidos en museo como la caacutercel Number Four
que integra el Constitution Hill el caraacutecter fragmentario del presente responde justamente
al peso de la persistencia de las ruinas del pasado (evidenciado en la propuesta
curatorial) en el Museo del Apartheid la disociacioacuten de la imagen benjaminiana se
quiebra en la voluntad historizante El pasado aparece confinado y clausurado Todo de eacutel
parece conocerse es el proyecto coleccionista realizado Lo nuevo por ende no emerge
como fragmento sino como totalidad redimida la nueva Sudaacutefrica nueva sociedad
nuevo estado
El uacuteltimo texto que repite el audio recoge la experiencia completa ldquoSu viaje por
el Museo del Apartheid ha recorrido las entrantildeas del mal para culminar en la luz y la
iluminacioacuten (hellip) [La experiencia] es emotiva y confronta los sentimientos de manera
positiva Este museo ha sido concebido como un lugar de sanacioacuten [a place of healing]
Habiendo experimentado primero el tortuoso pasado sudafricano usted ha sido
empoderado con las herramientas del conocimiento [hellipahora] visite el jardiacuten indiacutegena y
disfrute luego de los refrigerios ofrecidos en el coffee shophelliprdquo Pero el museo ofrece
bienes de cambio y ldquoventajasrdquo de consumo no soacutelo en la cafeteriacutea El folleto de
promocioacuten nos dice claramente que fuera del edificio fiacutesico el ldquoJardiacuten de la Reflexioacutenrdquo
es ldquoun espacio para la contemplacioacuten y el recuerdo aunque tambieacuten puede servir como
lugar para reunir a la gente Esta aacuterea puede acoger confortablemente a unas 500 personas
y estaacute pensada para eventos nocturnos al aire libre y reuniones sociales concurridas
Permita que el pasado y el futuro se encuentren con impacto fije su proacuteximo evento de
envergadura en el Apartheid Museumrdquo 79
El duelo presente es concebido in situ como el viaje momentaacuteneo con un
placebo de recompensa Una historia que sintetiza su poeacutetica en la experiencia actual del
tiempo como si convivieran la inversioacuten de los contrarios culturales duelo y fiesta se
unen en el evento contemporaacuteneo80 en el pasaje que permite la reconversioacuten raacutepida de las
ldquoexigencias de la memoriardquo en las ldquoexigencias (y los placeres) del mercadordquo Es en medio
de este mensaje ndashaquiacute siacute podriacuteamos decir esquizoidemdash que la pregunta de la adolescente
de Johannesburgo adquiere toda su fuerza iterativa iquestDe doacutende vino
79 Apartheid Museum ndash Folleto de Entrada Cursivas miacuteas 80 En espantildeol se nos permite operar con el mismo vocablo evento (suceso hecho ldquoacontecimientordquo) y evento (reunioacuten ldquogatheringrdquo)
31
El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
33
oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975] De Certeau Michel La invencioacuten de lo cotidiano 1 Artes de Hacer Universidad Iberoamericana Meacutexico 2007 [1990] Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006
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Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c 1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica 18 UAM-X Meacutexico 2006 Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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El producto contemporaacuteneo que constituye la sociedad sudafricana pareciera
despojarse de la historia dolorosa de los imperialismos superpuestos el colonialismo
interno y la explotacioacuten racista Una vez aislado ese pasado disruptivo en la inversioacuten
alegoacuterica del confinamiento museal la luz que ilumina el futuro concebido es el resultado
liacutempido de aquella africanidad priacutestina que se nos presentoacute en la rampa del comienzo en
la cual ya estaban presentes los componentes de la resistencia pero tambieacuten y desde un
tiempo ldquoinconmensurablerdquo los de de la diversidad las condiciones de liderazgo y los
basamentos de la modernidad esto es los componentes de la nacioacuten en una liacutenea
definitivamente anterior a la colonia y al apartheid Si tomamos el cuerpo de ldquolas jaulas
de piedrardquo que constituyen la parte central del museo vemos la metanarrativa del
apartheid totalizante brutal Pero si retomamos su poeacutetica desde el momento en que
llegamos al hall con el banco ldquoSoacutelo para europeosrdquo hasta que salimos al ldquoJardiacuten de la
reflexioacutenrdquo lo que hace el museo es un reordenamiento de la historia en el gran continuum
temporal del remoto pasado (nacional) al futuro (nacional y transformado) En ese pasado
re-ordenado el apartheid es puesto entre pareacutentesis se hace epokheacute de eacutel De manera casi
subliminal y tomando su narrativa in toto lo que hace el museo no es exponer ese
periacuteodo traumaacutetico como testimonio narrativo y contemporaacuteneo en sus efectos para una
labor necesaria de duelo y reformulacioacuten social lo que hace es exhibirlo desde la
reclusioacuten y en parte ocluirlo A su vez la historia narrada toma la forma del archon de
Derrida en su criacutetica a la nocioacuten de archivo los procesos operacionales de autorizacioacuten y
la fuerza ideal de consignacioacuten transforman a esa historia dispuesta en una narracioacuten
absoluta maacutes que en una historia posible81
Una de las modalidades maacutes penetrantes de la colonialidad del poder la
constituyen las formas en que el dominio directo la ldquoguerrardquo de conquista represioacuten y
segregacioacuten brutal se convierten en tecnologiacuteas especiacuteficas gestionadas de
administracioacuten de la alteridad y conformacioacuten del poder tutelar dentro del espacio del
estado nacional82 Con la doctrina del ldquodesarrollo separadordquo el apartheid se transformoacute
81 Cf Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006 82 La idea de poder tutelar sus implicancias teoacutericas y sus derivaciones conceptuales de las teoriacuteas de Norbert Elias y Max Weber la debo al anaacutelisis de Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975] De Certeau Michel La invencioacuten de lo cotidiano 1 Artes de Hacer Universidad Iberoamericana Meacutexico 2007 [1990] Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006
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Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c 1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica 18 UAM-X Meacutexico 2006 Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
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rutinariamente en la forma maacutes espectacular de un poder tutelar racializado y
omnipresente con un aparato estatizado centralizado Mediante ese aparato se
gestionaron con una retoacuterica de la diferenciacioacuten (positiva cientificista y ciacutenica) las
configuraciones econoacutemicas territoriales corporales semioacuteticas gnoseoloacutegicas
teatralizadas y generizadas de la nacioacuten en la forma maacutes brutalmente funcional para los
imperativos del capitalismo perifeacuterico tardiacuteo
Es cierto que los fundamentos de ese poder tutelar han sido desbaratados a partir
de 1994 Pero si alguna voluntad expresa el Museo del Apartheid es que esos
fundamentos no han sido desmantelados sino reordenados Porque la gestioacuten de la
historia que el Museo pretende es una inversioacuten de las tecnologiacuteas semioacuteticas de la
manipulacioacuten del pasado que el apartheid hizo Hay una presentacioacuten espectacular
altamente documentada y total de la omnipresencia del apartheid no hay manera de
negar ni minimizar el esfuerzo y la seriedad con la que una empresa de tal envergadura se
llevoacute a cabo Pero desde la rampa pasando por todo el discurso omnipresente del audio
el folleto de entrada y los textos finales hay una indicacioacuten de ruta de lectura una forma
testigo tutorial tutelar en que la historia penitente debe ser leiacuteda No hay lugar a las
evocaciones a la duda histoacuterica a los fragmentos ldquoinexplicablesrdquo de la violencia o a la
pluralidad de visiones (comunitarias por ejemplo) sobre un mismo periacuteodo o ldquoeventordquo
Por el contrario desde este espacio semioacutetico donde la teatralizacioacuten es el aspecto maacutes
efectivo para mostrar no hay un llamado a la reelaboracioacuten del pasado hay una
refundacioacuten de la gestioacuten del pasado Otros son los sujetos gestores otra la ldquoguerrardquo de
conquista otra la alteridad descripta Y es en esta refundacioacuten donde se hace patente la
tensioacuten que referiacutea hace un momento entre el desplazamiento (o deconstruccioacuten) y la
inversioacuten binaria en los discursos de la historia
Aquiacute surge una pregunta clave el Apartheid Museum no es stricto sensu oficial
gestionado y financiado por el estado Todo lo contrario como expliqueacute al comienzo
iquestPor queacute existe entonces la presencia latente de ese contrato tutelar Sin temor a
equivocarnos podriacuteamos decir que la narracioacuten del museo es la maacutes poliacuteticamente
correcta para con el estado post-1994 Es importante comprender que si recurro a la
figura del poder tutelar es porque no se trata simplemente de la imposicioacuten de una versioacuten
de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 pp 39-51 y 73-81
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975] De Certeau Michel La invencioacuten de lo cotidiano 1 Artes de Hacer Universidad Iberoamericana Meacutexico 2007 [1990] Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006
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Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c 1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica 18 UAM-X Meacutexico 2006 Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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oficial de la historia reciente o lejana como sentido comuacuten aceptado configurando una
hegemoniacutea incontrastable Se trata de un proceso maacutes sutil articulado en el cual la
imagen de la tutela es garante de la gestioacuten gnoseolgoacutegica porque es en esta imagen
donde la ldquomodernidad democraacuteticardquo puede apelar a los sistemas de viacutenculos dones y
contra-dones entre estado y sociedad que auacuten permiten la administracioacuten del pasado
Dicho de otra forma hay una ldquotradicioacuten tutelarrdquo que ampara contra la raacutepida
impugnacioacuten hacia el estado la legitimidad sigue funcionando como garantiacutea en este
caso garantiacutea de la memoria Y esa ldquotradicioacutenrdquo encalla en dos figuras clave que se
articulan con lo social la de la nacioacuten como configuracioacuten imaginaria pero
definitivamente dotada de sentido trasladada praacutecticas y a materialidades que debemos
analizar y la del presente como punto de llegada de una modernidad vernaacutecula
especiacutefica Aquiacute lo globallocal se interseca complementariamente los dividendos
gananciales que en la poliacutetica neoliberal post-apartheid desembolsa el museo (para el
propio consorcio y para las arcas del estado) se obtienen de una ldquofuncioacuten
ejemplificadorardquo del oprobio del pasado Asiacute ninguno de los compromisos taacutecitos del
estado post-apartheid se encuentra amenazado en esta refundacioacuten gestora
Reflexiones Finales La narrativa del Museo del Apartheid es en parte claacutesica Una historia total sin
fisuras se nos narra a lo largo del pasadizo Las teacutecnicas son innovadoras sin dudas La
representacioacuten aparece con soportes diferentes (audio omnipresente videos filmes
fotografiacuteas reacuteplicas de vehiacuteculos o artefactos) pero la voluntad historizante se percibe
Hay algo que debemos tener en claro Aquella inversioacuten binaria de la que hablaacutebamos
no es una ldquoexcepcionalidadrdquo sino que caracteriza la siacutentesis de las poliacuteticas recientes de
la memoria puacuteblica sudafricana La figura clave de la reconciliacioacuten implicoacute no soacutelo
negociar con la representacioacuten de los actores y las responsabilidades sociales y
subsumir en el relato una experiencia amorfa del apartheid como ldquosistemardquo horroroso
Tambieacuten significoacute la negociacioacuten especiacutefica con la propia temporalidad de la violencia
Recordemos que la ldquonueva democraciardquo se unioacute en Sudaacutefrica con el vuelco de la
modernidad finisecular y milenarista lo cual implicoacute sellar un sentido iacutentimo de la
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experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975] De Certeau Michel La invencioacuten de lo cotidiano 1 Artes de Hacer Universidad Iberoamericana Meacutexico 2007 [1990] Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006
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Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c 1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica 18 UAM-X Meacutexico 2006 Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
34
experiencia espacio-temporal Sudaacutefrica era nueva y moderna como nacioacuten para siacute y
como reposicionamiento continental e internacional Pero esto no sucedioacute porque se
hubieran re-elaborado con un profundo trabajo de recuperacioacuten social los habitus maacutes
arraigados del apartheid que configuran las representaciones de siacute y que incluyen
baacutesicamente aquellos impresos en la materialidad de los cuerpos y en las praacutecticas
discursivas83
Sudaacutefrica era nueva por un quiebre temporal que gestionoacute el pasado la entera
jerarquiacutea binaria que construiacutea las representaciones sociales se invirtioacute en una
maquinaria (estatal pero tambieacuten civil) el tiempo nefasto fue aprisionado donde soacutelo
pueda exhibirse como trazo anacroacutenico y una nueva imaginacioacuten histoacuterica construye las
bases axiomaacuteticas del presente El punto problemaacutetico y que exige vigilancia es que en
el imaginario que pretende instalarse en ese presente los actores hacedores y
responsables del ldquopolo negativordquo del esquema binario pertenecen inexorablemente al
pasado congelado a salvo en el ldquocorazoacuten de las tinieblasrdquo Pero sabemos despueacutes de
las advertencias de Jacques Derrida y el reposicionamiento para los estudios
poscoloniales que hace Gayatri Spivak84 que los trazos no pueden ser borrados jamaacutes
sino que son reinscritos en un palimpsesto en el que reaparecen bajo la figura apenas
estable de la configuracioacuten socio-temporal los gestos diferidos de hace tiempo aquellos
que aunque no hablen por siacute mismos autoacutenomamente desestabilizan las presuntas
seguridades de la contemporaneidad a salvo Por otra parte y siguiendo las distinciones
de Derrida no es la memoria espontaacutenea (mnēmē) la que se nos presenta tampoco un
proceso de recoleccioacuten especiacutefico (anamnesis) ni una memoria transparente en forma
documentada (hypomnēma)85 es un reordenamiento de la trama la incisioacuten en el tejido
donde se sella minuciosamente una huella del tiempo de la memoria y del olvido
enhebrado suturado como en el poema de Alejo Prada que uso como epiacutegrafe
83 Cf Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 pp 709-735 84 El debate teoacuterico es inagotable Dos textos indispensables de referencia son Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 pp 57-84 y para una discusioacuten sobre las intersecciones entre Derrida y Spivak en Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 pp 293-313 85 Cf Derrida Jacques Mal de archivohellip op cit
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975] De Certeau Michel La invencioacuten de lo cotidiano 1 Artes de Hacer Universidad Iberoamericana Meacutexico 2007 [1990] Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006
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Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c 1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica 18 UAM-X Meacutexico 2006 Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
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ldquoLa leccioacuten maacutes importante para la vidardquo proclamada hiperboacutelicamente en el
folleto de entrada tal vez pueda estar en el Museo Pero no la constituye la literalidad de
su poeacutetica sino la reflexioacuten sobre el gesto de su fuerza consignataria La acudida
advertencia de Walter Benjamin no merece paraacutefrasis ldquotampoco los muertos estaraacuten
seguros ante el enemigo cuando eacuteste venza Y este enemigo no ha cesado de vencerrdquo86
No deberiacutea seducirnos la idea de que los oprobios que el apartheid representa han sido
vencidos y dispuestos en la alegoriacutea de la historia superada Hay operaciones cotidianas
con un racismo refundado y metamorfoseado la criminalizacioacuten y racializacioacuten de la
pobreza responden a una brecha de inequidad social que se abre silenciosamente bajo el
estado ldquonuevordquo ndashneoliberal y condescendiente con la retoacuterica de ldquobuena gobernabilidadrdquo
y con los compromisos globalizantes de los organismos internacionales iquestNo demanda
esta configuracioacuten actual ldquootrardquo gestioacuten la de un ldquohabitus social de la memoriardquo y una
ldquoeacutetica de la sospechardquo para con la conformacioacuten de un imaginario poliacutetico-cultural de
larga duracioacuten Recordemos que en el ethos que propone la narrativa duelofiesta
plasmada en la presentacioacuten espectacular de la historia lo que estaacute minuciosamente
ordenado y dispuesto en una luacutecida exhibicioacuten puede constituir tambieacuten
peligrosamente ldquolo que debe olvidarserdquo Finalmente como nos advertiacutea Derrida el
archivo conspira contra siacute mismo
Bibliografiacutea AA VV Number Four The Making of Constitution Hill Penguin Group Johannesburg 2006 AA VV The Voortrekker Monument Oficial Guide Ed Board of Control of the Voortrekker Monument Pretoria 1970 [1954] Agamben Giorgio Lo que queda de Auschwitz Archivo y testigo Pre-Textos Valencia 2000 Axel Brian Keith The nationrsquos tortured body Violence representation and the formation of a Sikh lsquoDiasporarsquo Duke University Press Durham and London 2001 Beater Jean Louis Memory memorialisation and nation building the making of memories of war and conflict in South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2002 ineacutedito Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940]
86 Benjamin Walter ldquoTesis sobre la filosofiacutea de la historiardquo en Discursos Interrumpidos I Tesis VI trad Jesuacutes Aguirre Taurus Madrid 1973 [1940] Eacutenfasis en el original
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Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975] De Certeau Michel La invencioacuten de lo cotidiano 1 Artes de Hacer Universidad Iberoamericana Meacutexico 2007 [1990] Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006
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Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c 1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica 18 UAM-X Meacutexico 2006 Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
Fuente Fotografiacutea del Autor
40
Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
Fuente Fotografia del Autor
Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
Fuente Fotografiacutea del Autor
- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
-
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Bennet Tony The Birth of the Museum Routledge London 1995 Bhabha Homi El lugar de la cultura trad Ceacutesar Aira Manantial Buenos Aires 1994 Cejas Moacutenica Creating a Womenrsquos Political Space within the Anti-Apartheid Movement of 1950rsquos The Case of the Federation of South African Women (1954-1963) Ph D Thesis Tsuda College Department of International and Cultural Studies Tokio 2003 ineacutedita Cejas Moacutenica ldquoLa construccioacuten de ldquonosotrosrdquo y ldquolos otrosrdquo en el proceso de deconstruccioacuten del apartheid en Sudaacutefrica iquestnuevos racismosrdquo en Cejas Moacutenica (coord) Pensar y leer el racismo Petra Ediciones SA de CV Meacutexico DF 2005 Cejas Moacutenica Rufer Mario Arce Yissel ldquo lsquoHistorizarrsquo y lsquoDes-cotidianizarrsquo la experiencia Tres lecturas de la realidad sudafricanardquo Estudios de Asia y Aacutefrica 134 El Colegio de Meacutexico 2007 Clifford James Dilemas de la cultura Antropologiacutea literatura y arte en la perspectiva postmoderna Gedisa Barcelona 1995 [1988] Cohen David W The combing of history University of Chicago Press Chicago 1994 Commaroff John Commaroff Jean Ethnography and the Historical Imagination Boulder Londres 1992 Conrad Joseph El corazoacuten de las tinieblas [The heart of darkness] traduccioacuten al espantildeol de Sergio Pitol Universidad Veracruzana Jalapa 1996 [1902] Coombes AnnieHistory after apartheid Visual culture and public memory in a democratic South Africa Duke University Press Durham amp London 2003 Cornevin Marianne Apartheid poder y falsificacioacuten de la historia UNESCO Paris 1980 De Certeau Michel La escritura de la historia Ed Universidad Iberoamericana Meacutexico 1993 [1975] De Certeau Michel La invencioacuten de lo cotidiano 1 Artes de Hacer Universidad Iberoamericana Meacutexico 2007 [1990] Duara Prasenjit Rescuing history from the nation Questioning narratives on modern China University of Chicago Press Chicago y Londres 1995 Dube Saurabh Stitches on Time Colonial Textures and Postcolonial Tangles Duke University Press Durham and London 2004 Fabian Johannes Remembering the Present Painting and Popular History in Zaire University of California Press Los Angeles 1996 Fabian Johannes Time and the Other How Anthropology makes its object Bolder Londres 1983 Gary ldquoThe politics of public history in post-apartheid South Africardquo paper presentado a la I Conference on Public History Rodhes University Grahamstown South Africa 2004 Disponible on line httpacademicsunaczahistorydokumenteUS_Geskiedeniskonferensie_2004Baines_Gpdf Grundlingh Albert ldquoA cultural conundrum Old monuments and new regimes The Voortrekker Monument as a symbol of afrikaner power in a postapartheid South Africardquo Radical History Review 81 2001 Hall Andrew Lillie Ashley ldquoThe National Monuments Council and a policy for providing protection for the cultural and environmental heritagerdquo South African Historical Journal 29 1993 Harris Brent lsquoUnearthingrsquo the lsquoessentialrsquo past the making of a public lsquonationalrsquo memory through the Truth and Reconciliation Commission (TRC) 1994-1998 Tesis de Maestriacutea Departamento de Historia University of the Western Cape Cape Town 1998 ineacutedita pp 1-9 Derrida Jacques Mal de archivo Una impresioacuten freudiana trad de Paco Vidarte edicioacuten digital del sitio web Derrida en Castellano httpwwwjacquesderridacomartextosmal+de+archivohtm uacuteltima consulta 412 2006
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Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c 1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica 18 UAM-X Meacutexico 2006 Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Apeacutendice de Fotografiacuteas
Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
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Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
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- libro memoria aparthmuseo
- Memoria Tutelada RUFER[cfotos]
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Harris Brent ldquoThe archive public history and the essential truth The TRC reading the pastrdquo en Hamilton Carolyn Harris Verne Taylor Jane Pickover Michele Reid Graeme Saleh Razia (eds) Refiguring the Archive David Philip Publishers Cape Town 2002 Hughes Rachel ldquoNationalism and memory at the Tuo Sleng museum of genocide crimes Phnom Penh Cambodiardquo en Hodgkin Catherine Hughes Rachel (eds) Contested Pasts The politics of memory Routledge London amp New York 2003 Jameson Frederic The political unconscious Literature as a socially symbolic act London Methuen 1981 Krishenblatt-Gimblett Barbara Destination culture Tourism museums and heritage University of California Press Berkeley 1998 Lalu Premesh In the event of history On the postcolonial critique of apartheid University of Minnesota Press Minnesota en prensa Magubane Zine ldquoThe revolution betrayed Globalization neoliberalism and the post-apartheid staterdquo South Atlantic Quarterly Duke University Press vol 103 no 4 fall 2004 Marks Shula Birmingham David ldquoSouthern Africardquo en Oliver Roland A (ed) The Cambridge History of Africa ndash From c1050 to c 1600 Cambridge University Press Cambridge 1977 OrsquoToole Sean ldquoThe structure of memory Johannesburghrsquos Apartheid Museumrdquo Artthrob Contemporary Art in South Africa 27 marzo 2002 URL Web httpwwwartthrobcoza02marreviewsapartheidhtml Prakash Gyan ldquoLos estudios de subalternidad como criacutetica postcolonialrdquo en Rivera Cusicanqui Silvia Barragaacuten Rossana (comps) Debates Postcoloniales Una introduccioacuten a los estudios de subalternidad SEPHIS-Aruwiyiri La Paz 1997 Radstone Susannah Hodgkin Katherine ldquoRegimes of memory an introductionrdquo en Radstone Susannah Hodgkin Katherine (eds) Regimes of memory Routledge New York 2003 Randles Georges Lrsquoempire de Monomotapa du Xve au XIXe sieacutecle Mouton Paris 1975 Ranger Terence Voices from the rock Nature history and culture in the Matopos Hills of Zimbabwe Ricoeur Paul La memoria la historia el olvido trad Agustiacuten Neira Fondo de Cultura Econoacutemica Meacutexico 2004 [2000] Rostron Bryan ldquoSouth Africa land of apocriphiarsrdquo Mail amp Guardian on line 8 November 2004 Rufer Mario ldquoLa nacioacuten exhibida la historia en el shopping memoria y representacioacuten en el Museo de Robben Islandrdquo en Versioacuten Estudios de Comunicacioacuten y Poliacutetica 18 UAM-X Meacutexico 2006 Rufer Mario ldquoMonuments museums and re-articulation of nation pedagogies performances and subaltern apprehensions of memoryrdquo Intercultural Communication Studies (ICS) 16 (2) 2007 Rufer Mario Reinscripciones del pasado Nacioacuten destino y poscolonialismo en la historiografiacutea de Aacutefrica Occidental El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2006 Sarlo Beatriz ldquoEl criacutetico literariordquo en Sarlo Beatriz Siete ensayos sobre Walter Benjamin Fondo de Cultura Econoacutemica Buenos Aires 2006 [2000] Schmucler Heacutector ldquoLas exigencias de la memoriardquo Punto de Vista 68 Diciembre 2000 Segato Rita ldquoRaza es signordquo en Segato Rita La nacioacuten y sus otros Raza etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de las poliacuteticas de identidad Prometeo editores Buenos Aires 2007 Sharpe Colleen Coming together the role of the Apartheid Museum in helping re-negotiate memory and identity in post-apartheid South Africa Research Report of Master of Arts Faculty of Humanities University of Witswatersrand Johannesburg 2003 ineacutedito
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
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Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
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Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
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Sikhumbuzo Mgadi ldquoAfrican Renaissance (Interviews)rdquo en Nuttal Sarah Michael Cheryl-Ann (eds) Senses of culture South African Culture Studies Oxford University Press Cape Town 2000 Souza Lima Antonio Carlos Um grande cerco de paz Poder tutelar indianidade e formaccedilatildeo do Estado no Brasil Vozes Editora Rio de Janeiro 1995 Spivak Gayatri Chakravorty ldquoPoststructuralism marginality postcoloniality and valuerdquo en Brydon Diana (ed) Postcolonialism Critical concepts in literary and cultural studies Routledge London amp New York 2000 Varela Hilda Sudaacutefrica Las raiacuteces histoacutericas De la historia antigua a la paz de Vereeniging El Colegio de Meacutexico Meacutexico 2000 Vladislavic Ivan ldquoThe WHITES ONLY Benchrdquo en Propaganda by monuments and other stories David Philip Cape Town 1996 Witz Leslie Apartheidacutes Festival Contesting South African National Pasts Indiana University Press Bloomington 2003 Young James The texture of memory Holocaust memorials and meaning Yale University Press New Heaven and London
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Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
Fuente Fotografiacutea del Autor
Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
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Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
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Fig 1 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Banco ldquoSoacutelo Europeosrdquo
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Fig 2 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Ingreso separado
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Fig 3 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Rampa de Acceso
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Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
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Fig 4 Apartheid Museum Johannesburgo ndash Interior ndash Vehiacuteculo Casspir
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