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    Mario Javier Bonilla Loor

    Liceth Janina Solórzano Zambrano

    Leila Estefanía Vera Loor

    EVALUACIÓN DE PROCESOS EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

    EVALUATION OF PROCESSES IN FOOD SECURITY

  • VIV

    Mario Javier Bonilla Loor

    Liceth Janina Solórzano Zambrano

    Leila Estefanía Vera Loor

    Evaluación de procesosen la seguridad alimentaria

    Evaluation of processesin food security

    Autores:Mario Javier Bonilla LoorFacultad de Agroindustrias-Ciencias ZootécnicasUniversidad Técnica de Manabí - [email protected]

    https://orcid.org/0000-0002-5207-4824

    Liceth Janina Solórzano ZambranoFacultad de Agroindustrias-Ciencias ZootécnicasUniversidad Técnica de Manabí - UTM [email protected]

    https://orcid.org/0000-0001-6964-0696

    Leila Estefanía Vera LoorFacultad de Medicina VeterinariaEscuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí-Manuel Félix Ló[email protected]

    https://orcid.org/0000-0002-1760-3815

  • VIIVI

    Primera Edición, mayo 2019

    Evaluación de procesosen la seguridad alimentaria

    ISBN: 978-9942-792-80-8 (eBook)

    Editado por:Centro de Investigación y Desarrollo Profesional © CIDEPRO Editorial 2019Isaías Chopitea y Juan X Marcos Babahoyo, EcuadorMóvil - (WhatsApp): (+593) 9 8 52-92-824www.cidepro.orgE-mail: [email protected]

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    Diseño y diagramación:CIDEPRO Editorial

    Diseño, montaje y producción editorial:CIDEPRO Editorial

    Hecho en EcuadorMade in Ecuador

    Advertencia: Está prohibido, bajo las sanciones penales vigentes que ninguna parte de este libro puede ser reproducida, grabada en sistemas de almacenamiento o transmitida en forma alguna ni por cualquier procedimiento, ya sea electrónico, mecánico, reprográfico, magnético o cualquier otro sin autorización previa y por escrito del Centro de Investigación y Desarrollo Profesional (CIDEPRO).

    ÍNDICEPREFACIO ...................................................................................... IX

    PREFACE .......................................................................................XII

    CAPÍTULO 1FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA .................................................. 15

    Derechos económicos o disponibilidad ........................................... 27

    Causas y prevención de los problemas alimenticios ........................ 27

    Derecho a la alimentación ................................................................ 29

    Insuficiencia nutricional en el Ecuador ............................................ 31

    Actualidad de la calidad y seguridad alimentaria ............................ 33

    Soberanía alimentaria ....................................................................... 34

    Métodos de medición de la seguridad alimentaria ........................... 36

    Índices de disponibilidad ................................................................. 37

    Índices de accesibilidad ................................................................... 39

    Índice de precios al consumidor ...................................................... 41

    Metodología de FAO ....................................................................... 42

    El concepto estadístico del indicador de la FAO ............................. 46

    CAPÍTULO 2SITUACIÓN PROBLEMÁTICA .................................................... 52

    CAPÍTULO 3MÉTODOS, TÉCNICAS Y HERRAMIENTAS UTILIZADAS .... 55

    Etapas aplicadas en la evaluación de la seguridad alimentaria ........ 55

    Muestreo aleatorio estratificado ....................................................... 56

  • IXVIII

    Definición de tamaño de la muestra ................................................. 56

    Población .......................................................................................... 57

    Análisis cuantitativo ......................................................................... 58

    Análisis cualitativo ........................................................................... 58

    CAPÍTULO 4RESULTADOS OBTENIDOS ......................................................... 60

    Resultado del análisis cuantitativo ................................................... 60

    Análisis cualitativo ........................................................................... 65

    Conclusiones .................................................................................... 69

    ANEXOS ......................................................................................... 71

    ANEXO 1..........................................................................................72

    ANEXO 2 ......................................................................................... 75

    ACERCA DE LOS AUTORES ....................................................... 77

    REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS............................................. 80

    PREFACIO La seguridad alimentaria se basa en tres importantes pilares: La

    disponibilidad de alimentos, el acceso a los alimentos, y el uso de los

    alimentos.

    La disponibilidad de alimentos dentro de un país, una región, o una

    zona supone que esos productos existen físicamente ya sea porque han

    sido cultivados, procesados, producidos o importados. Por ejemplo,

    se dispone de alimentos porque se los encuentra en las tiendas y los

    mercados, porque han sido cultivados en granjas o huertos locales, o

    porque han sido enviados como parte de la asistencia alimentaria. Esta

    noción incluye todos los alimentos disponibles en una zona, ya sea

    alimentos frescos, procesados o enlatados.

    La disponibilidad de alimentos puede verse afectada por alteraciones

    o interrupciones en los sistemas de transporte y de producción de éstos,

    entre otros factores, debido a bloqueos de carreteras, cosechas. Todas

    estas circunstancias, pueden incidir en la cantidad de alimentos que

    llegan a un determinado lugar. Además, la disponibilidad de alimentos

    depende de ciclos estacionales en la producción y el comercio de esos

    productos.

    El acceso a los alimentos se refiere a la forma en la cual las personas

    obtienen los alimentos disponibles. Normalmente, se accede a los

    alimentos a través de una combinación de medios, entre otros, la

    producción casera, el uso de excedentes o cosechas no vendidas,

  • XIX

    la compra, el trueque, el préstamo, los alimentos compartidos, o

    suministros como los subsidios o asistencia alimentaria.

    Se considera asegurado el acceso a los alimentos cuando todos los

    miembros de una comunidad disponen de recursos financieros, u otros

    medios, para obtener los alimentos necesarios para gozar de una

    dieta nutritiva. El acceso depende del ingreso familiar disponible y de

    su distribución dentro del hogar, así como del precio de los alimentos.

    Depende también de los mercados y de los derechos sociales e

    institucionales de las personas.

    El acceso a los alimentos puede verse perjudicado por el desempleo,

    la inseguridad física, la pérdida de opciones para afrontar diversas

    situaciones. Cuando se habla de seguridad alimentaria no solo se

    refiere a inocuidad de los alimentos, se habla del abastecimiento

    y aseguramiento del producto alimenticio. No obstante, ante el

    inconveniente que se plantea en español con una terminología parecida

    para dos conceptos diferentes, es necesario hacer unas diferencias

    conceptuales, para evitar confusiones y debates infructuosos.

    Por una parte, se tiene la seguridad sanitaria alimentaria (equivalente

    al “Food Safety”) (SSA) y de otro la seguridad de abastecimiento

    alimentaria (“Food Security”) (SAA). Aunque ambos conceptos son

    complementarios, su estudio y resolución afecta de forma asimétrica a

    los diferentes grupos sociales.

    Este trabajo se refiere a la segunda opción, es decir a la SAA, ya

    que resulta procedente cuidar que exista el suficiente alimento para

    todos los ciudadanos, independientemente de su poder adquisitivo y

    ubicación geográfica.

    Por estas razones, el hambre y la seguridad alimentaria se mantienen

    como elementos prioritarios para las políticas alimentarías, las cuales

    deberán adaptarse a los cambios demográficos y económicos, así

    como a los hábitos y a las preferencias alimentarias de la población.

  • XIIIXII

    PREFACEFood security is based on three important pillars: Food availability,

    access to food, and the use of food.

    The availability of food within a country, region, or zone assumes that

    those products physically exist either because they have been grown,

    processed, produced, or imported. For example, food is available

    because it is found in stores and markets, because it has been grown

    in local farms or gardens, or because it has been sent as part of food

    assistance. This notion includes all available foods in an area, whether

    fresh, processed or canned.

    The availability of food can be affected by alterations or interruptions

    in transport systems and production of these, among other factors, due

    to road blockages, crops. All these circumstances can affect the amount

    of food that reaches a certain place. In addition, the availability of

    food depends on seasonal cycles in the production and trade of these

    products.

    Access to food refers to the way in which people obtain the available

    food. Normally, food is accessed through a combination of means,

    including home production, the use of surplus or unsold crops,

    purchase, barter, loan, shared food, or supplies such as subsidies or

    food assistance.

    Access to food is considered insured when all members of a community

    have financial resources, or other means, to obtain the necessary

    food to enjoy a nutritious diet. Access depends on the family income

    available and its distribution within the household, as well as the price

    of food. It also depends on markets and the social and institutional

    rights of people.

    Access to food can be harmed by unemployment, physical insecurity,

    and loss of options to cope with various situations. When it comes to

    food safety, it does not only refer to food safety, it also talks about

    the supply and assurance of the food product. However, before the

    inconvenience that arises in Spanish with a similar terminology for

    two different concepts, it is necessary to make some conceptual

    differences, to avoid confusions and unsuccessful debates.

    On the one hand, there is food safety (equivalent to “Food Safety”)

    (SSA) and on the other, food security (“Food Security”) (SAA).

    Although both concepts are complementary, their study and resolution

    affects asymmetrically the different social groups.

    This work refers to the second option, that is, to the SAA, since it

    is appropriate to ensure that there is sufficient food for all citizens,

    regardless of their purchasing power and geographical location.

    For these reasons, hunger and food security remain as priority elements

    for food policies, which must adapt to demographic and economic

    changes, as well as to the habits and food preferences of the population.

  • 15

    Capítulo 1

    FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

    FUNDAMENTACIÓN TEÓRICALas fuentes utilizadas para la búsqueda de la información fueron:

    Science Direct, ERIC, Google Académico y Google. Se utilizaron

    dos descriptores: Evaluación de la Seguridad Alimentaria y Seguridad

    Alimentaria; y se filtró la información de los últimos 10 años, para

    minimizar la búsqueda.

    Moñino et al., (2009), establecen un consenso para las

    recomendaciones de raciones de consumo de frutas y hortalizas frescas,

    según criterios legales, tecnológicos, nutricionales, alimentarios

    y de promoción de la salud en España, a partir de dichos alimentos

    es un objetivo y una prioridad de la Asociación para la Promoción

    del Consumo de Frutas y Hortalizas “5 al día”. La aplicación del

    Documento Director por parte de la asociación facilita la selección de

    alimentos enmarcados en el mensaje “5 al día”.

    Angarita-Rodríguez (2010), afirma que la investigación en

    nutrición comunitaria orientada a la participación social debe ser

    interdisciplinaria, con el apoyo de agentes externos a la comunidad

    para promover el proceso de participación activa y de investigación,

    logrando mejorar la calidad de vida y la seguridad alimentaria. Indica

    además que, es necesaria la participación del propio Estado, para que

    apoye el proceso para el éxito de la investigación.

    El Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo, indica que

    durante el período 2011-13 había un total de 842 millones de personas

  • 1716

    alrededor de una de cada ocho personas en el mundo aquejadas de

    hambre crónica, es decir, que habitualmente no comían lo suficiente

    para llevar una vida activa. No obstante, esta cifra es inferior a los 868

    millones registrados en el período 2010-12, el número total de personas

    subalimentadas ha disminuido en un 17 % desde 1990-92. Además,

    se menciona que, en América Latina, se han producido reducciones

    significativas tanto de la prevalencia de la subalimentación como del

    número estimado de personas afectadas (FAO, 2013).

    (Polanco et al., 2017) afirma, que para reducir el hambre es fundamental

    lograr un compromiso a largo plazo con la integración de la seguridad

    alimentaria y la nutrición en las políticas y programas públicos en

    general. Mantener la agricultura y la seguridad alimentaria en un lugar

    destacado de la Agenda para el desarrollo, mediante reformas amplias

    y mejoras en el clima de inversión apoyadas por medidas de protección

    social sostenidas, es crucial para el logro de reducciones importantes

    de la pobreza y la subalimentación.

    Los autores, Uauy (2015); de Mendoza (2010); Grajeda (2015) señalan

    que en Latinoamérica ocurre un proceso de transición alimentaria

    y nutricional en la población, observándose alta prevalencia de

    retardo del crecimiento y un aumento de sobrepeso y obesidad en

    los diferentes grupos etarios. Por lo cual, cree necesario orientar los

    esfuerzos a la prevención en el espectro de las afecciones nutricionales

    desde la desnutrición hasta la obesidad, tomando en cuenta la

    diversidad cultural y las desigualdades sociales; intervenir sobre

    factores condicionantes de los problemas a través de la participación

    multisectorial integrando políticas y acciones del gobierno con las de

    instituciones y comunidades.

    Rosero et al., (2010) indican que el sector agrícola en el Ecuador

    presenta algunos problemas estructurales inherentes al sector que no

    han podido ser superados durante muchos años. Esto vuelve a este sector

    vulnerable ante los cambios económicos, sociales y climáticos. Por

    lo que es importante identificar las vulnerabilidades más importantes

    para poder superarlas, siendo esta identificación una de las principales

    medidas de adaptación que se puede tomar para este sector.

    Frente a este escenario social, la familia campesina sufre un agresivo

    proceso de desestructuración donde la venta de mano de obra, la

    sobreexplotación y los bajos salarios llevan finalmente al abandono

    del campo y a la expansión de la frontera agrícola. Estas consecuencias

    sociales y ambientales derivadas de las estrategias industriales de

    producción y de un sistema insostenible de desarrollo, deben ser

    entendidas como de responsabilidad compartida y de alcance global;

    y por lo tanto atendidas con políticas públicas justas e inmediatas. Sin

    embargo, señala que el Gobierno Ecuatoriano apuesta por el Buen

    Vivir Rural como estrategia social y política enfocada hacia un cambio

    radical en la visión de desarrollo y en las estructuras económicas y

    sociales del país.

    Esta estrategia política constituye una nueva visión del desarrollo

    rural que se plasma en la Constitución Nacional del 2008 y se

  • 1918

    institucionaliza estratégicamente a través de los doce objetivos

    nacionales del Plan Nacional del Buen Vivir y de los cinco grandes

    ejes revolucionarios de la política agraria nacional: acceso a tierras,

    incremento de la productividad por hectárea, mejoramiento de la

    comercialización, acceso a créditos y facilidades financieras, y

    fomento a la agrobiodiversidad y multicultivo (SENPLADES, 2009;

    SENPLADES, 2017)

    Melgar-Quiñonez (2009), evalúa las características psicométricas

    del instrumento y estima el grado de similitud entre esas mediciones.

    Inicialmente, se determinó que 15 ítems tuvieron contenidos

    equivalentes en los tres países. Al aplicarle el modelo matemático de

    Rasch, ELCSA mostró buen ajuste a ese modelo y un comportamiento

    consistente con el marco conceptual subyacente. Sin embargo, entre

    Guatemala y México se detectaron diferencias mayores a 1,0 dígitos

    en cuatro ítems, de los cuales uno solo presentó una diferencia

    cercana a 2 dígitos. Al omitir este ítem de subsiguientes análisis se

    atenuaron las diferencias en los otros ítems. Variaciones en el lenguaje,

    así como en el diseño de las muestras analizadas explicarían en parte

    los resultados de este estudio. A pesar de las diferencias detectadas,

    ELCSA parece medir de manera similar la experiencia de los hogares

    que confrontan situaciones de inseguridad alimentaria.

    Delgado Burgoa & Escobar Vásquez (2009) en su libro, señalan que

    en los actuales procesos de transformación que se están dando en el

    mundo y en América Latina en particular, es de singular importancia

    el análisis de lo que es y lo que debería ser la investigación y la

    innovación de conocimientos y tecnologías para la seguridad y

    soberanía alimentaria.

    Además indica que los procesos de globalización de la economía

    de mercado en su fase más salvaje que es el neoliberalismo, está

    dejando varios efectos y consecuencias todavía impredecibles, que

    hoy se conocen como el calentamiento global y el deterioro del

    medio ambiente, la crisis financiera mundial, la crisis energética y

    alternativas nada fiables como los biocombustibles y los transgénicos,

    que ponen en cuestión la seguridad y soberanía alimentaria de los

    pueblos denominados “en desarrollo”.

    Jiménez (2012), analiza, en cuatro ciudades colombianas la

    reproducibilidad de los resultados sobre inseguridad alimentaria

    (INSA), la validez factorial y de criterio de la escala de Percepción

    de Seguridad Alimentaria (EPSA) y la Latinoamericana y Caribeña

    (ELCSA) en hogares urbanos y rurales, frente a tres métodos referentes

    usados para declarar INSA basados en el consumo usual de energía de

    todos los miembros del hogar.

    Además de la reproducibilidad para EPSA fue de 0,51 - 0,56 para

    ELCSA. La sensibilidad de la EPSA estuvo como resultado entre

    39,6% y 40,5%, de la ELCSA entre 62,2% y 62,6%. El acuerdo frente

    al referente para la EPSA estuvo entre 0,10 y 0,18, y para la ELCSA

    entre 0,09 y 0,13. La eficiencia de las dos pruebas como medida

  • 2120

    resumen de confiabilidad es apenas mayor que la probabilidad en el

    lanzamiento de una moneda. Mencionan que los resultados de estas

    escalas deben usarse de manera conservadora (ELCSA, 2012).

    En el marco estratégico mundial para la seguridad alimentaria

    y la nutrición, ha propuesto utilizar los principios participación,

    responsabilidad, no discriminación, transparencia, dignidad humana,

    empoderamiento y estado de derecho a la hora de aplicar el enfoque

    basado en derechos humanos a las políticas y programas relacionados

    con la seguridad alimentaria y la nutrición en todos los niveles y fases

    del proceso.

    La integración de los principios de derechos humanos en las políticas

    y programas relacionados con la seguridad alimentaria y la nutrición

    puede contribuir de forma significativa a lograr medidas más eficaces

    para combatir el hambre y sus causas originarias (FAO, 2014).

    El Programa Mundial de Alimentos, (2009) generó un manual hace

    referencia a que el propósito de una Evaluación de la Seguridad

    Alimentaria en Emergencias (ESAE) es valorar el impacto de un shock

    sobre la seguridad alimentaria de los hogares y comunidades ubicados

    en el área afectada. Una emergencia es una situación que ocasiona

    daños humanos, materiales, económicos y ambientales generalizados,

    que amenazan las vidas humanas y medios de vida y sobrepasan las

    capacidades de respuesta de las comunidades afectadas y el gobierno.

    Señalando que una Evaluación de la Seguridad Alimentaria

    en Emergencias combina información de fuentes primarias y

    secundarias para coadyuvar al proceso de toma de decisiones en

    situaciones de emergencia, sean estas de evolución rápida o lenta.

    Además, este manual proporciona pautas sobre cómo analizar

    la situación de seguridad alimentaria nutricional y los diferentes

    factores que lo determinan y examina las relaciones existentes entre

    ellos. Los productos clave de una Evaluación de la Seguridad

    Alimentaria en Emergencias incluyen: Descripción de la situación

    actual de la seguridad alimentaria nutricional; análisis de cómo

    están respondiendo la población afectada, el gobierno y otros actores

    ante la emergencia; pronóstico de la futura evolución de la seguridad

    alimentaria y nutricional; identificación de las opciones de respuesta y

    recomendaciones sobre si intervenir o no.

    León, (2011) en su investigación, pretende identificar y caracterizar

    la población que vive en situación de inseguridad alimentaria,

    y explicar las “causas” por las cuales se encuentran en dicha

    situación. Además, la investigación brinda información sobre

    las distintas acciones que desde el sector público se han llevado a

    cabo en materia de seguridad alimentaria, y analiza la equidad en

    la distribución de los beneficios de tales acciones. De esta manera,

    el estudio busca constituirse en un insumo para contribuir a la

    priorización de acciones públicas en las zonas de mayor riesgo

    de inseguridad alimentaria. Y, además, guiar en la formulación de

    políticas adecuadas, y en la definición de los puntos prioritarios para

  • 2322

    la implementación de medidas dirigidas a erradicar los problemas

    alimenticios en el Ecuador.

    La soberanía alimentaria es un concepto que fue introducido con

    mayor relevancia en 1996 Vía Campesina en Roma, con motivo

    de la Cumbre Mundial de la Alimentación de la Organización

    para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Se entiende como la

    facultad de cada pueblo para definir sus propias políticas agrarias

    y alimentarias de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y

    seguridad alimentaria. Ello implica la protección del mercado

    doméstico contra los productos excedentarios que se venden más

    baratos en el mercado internacional.

    Este concepto, constituye una ruptura con relación a la organización

    actual de los mercados agrícolas puesta en práctica por la OMC. En

    contraste a la seguridad alimentaria definida por la FAO, que se

    centra en la disponibilidad de alimentos, la soberanía alimentaria

    incide también en la importancia del modo de producción de los

    alimentos y su origen. Resalta la relación que tiene la importación

    de alimentos baratos en el debilitamiento de producción y población

    agraria locales.

    Mientras que la Seguridad alimentaria hace referencia a la

    disponibilidad de alimentos, el acceso de las personas a ellos y el

    aprovechamiento biológico de los mismos. Se considera que un

    hogar está en una situación de seguridad alimentaria cuando sus

    miembros disponen de manera sostenida a alimentos suficientes en

    cantidad y calidad según las necesidades biológicas (Turmo, 2013).

    Kimura (2012), hace referencia a los Sistemas de aseguramiento de

    la inocuidad y calidad se han convertido en un mecanismo clave de la

    gobernanza alimentaria en los últimos años y son también populares

    entre los movimientos agroalimentarios alternativos, tales como

    los movimientos orgánicos y de comercio justo. En este artículo se

    argumenta que los sistemas existentes se basan en la epistemología

    positivista y pide una intervención feminista. Para mostrar un

    ejemplo concreto de una salida feminista a partir de los sistemas de

    garantía de convencionales y analiza su sistema único, comparándolo

    con su homólogo convencional, Análisis de Peligros y Puntos Críticos

    de Control (HACCP).

    Cáceres (2016); Mancha Cáceres & Ramírez García (2018),

    hacen referencia al notable crecimiento de los movimientos

    agroalimentarios-orgánicos alternativos, el comercio justo, el

    localismo, Slow Food, mercados de agricultores, la agricultura

    apoyada por la comunidad, la seguridad alimentaria, , la soberanía

    alimentaria, los organismos modificados genéticamente anti-bienestar

    animal, entre otros y su atracción para los estudiosos académicos

    más jóvenes ofrecen una oportunidad única para explorar maneras de

    fortalecer estos movimientos utilizando la posición estructural y las

    habilidades distintivas de los investigadores académicos.

  • 2524

    Mientras que (Nina et al., 2016), en el proyecto “Construcción e

    implementación del marco de acción para la seguridad alimentaria y

    nutricional del Ecuador” y la iniciativa América Latina y el Caribe sin

    hambre, pretende contribuir a la consolidación y aplicación de una

    Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional del Ecuador.

    A su término se espera que haya contribuido con la construcción e

    implementación de políticas, las instituciones estén fortalecidas

    y trabajen articuladamente, los programas y proyectos estén

    bien orientados hacia la problemática de seguridad alimentaria y

    nutricional y que la tasa de desnutrición crónica infantil y anemia por

    deficiencia de micronutrientes se reduzcan en dos y diez puntos por

    año, respectivamente, en los territorios de intervención del proyecto.

    (FAO, 2013), en su artículo menciona que un sistema alimentario

    está formado por el entorno, las personas, las instituciones y los

    procesos mediante los cuales se producen, elaboran y llevan hasta

    el consumidor los productos agrícolas. Todos los aspectos del

    sistema alimentario influyen en la disponibilidad y accesibilidad final

    de alimentos variados y nutritivos y, por lo tanto, en la capacidad

    de los consumidores de elegir dietas saludables. Además, indica,

    que las políticas y las intervenciones relacionadas con los sistemas

    alimentarios rara vez se diseñan con la nutrición como objetivo

    principal. Para hacer frente a la malnutrición son precisas medidas

    integradas e intervenciones complementarias en la agricultura y el

    sistema alimentario, en la ordenación de los recursos naturales, en la

    sanidad pública y la educación, así como en ámbitos de políticas más

    amplios.

    Los mecanismos adecuados para controlar el hambre y la inseguridad

    alimentaria son esenciales para las políticas y programas de Seguridad

    Alimentaria. Teniendo en cuenta las consideraciones precedentes, no

    es de extrañar que ningún indicador pudiera captar la complejidad de

    la seguridad alimentaria. Sin embargo, la consiguiente proliferación

    de indicadores en los últimos años, quizás dificulta la situación

    innecesariamente. Como resultado la mesa redonda planteo 2

    iniciativas: Primero, la evaluación de los conjuntos de datos micro

    disponibles en la actualidad. El objetivo es recopilar directrices sobre

    la manera de aumentar la calidad de los datos sobre el consumo de

    alimentos a través de la mejora del diseño de las encuestas, Investigar

    la mejora de la capacidad de reflejar los datos sobre el consumo de

    alimentos (ELCSA, 2012; FAO, 2013).

    La seguridad alimentaria ha evolucionado desde la primera

    Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre la Alimentación

    llevada a cabo en 1974, donde se plantearon los fundamentos de

    un sistema mundial de alimentación que “asegure la disponibilidad

    suficiente de alimentos a precios razonables en todo momento”

    Concepción que surge como respuesta ante una escasez de alimentos

    en los años 70´s, dada por situaciones coyunturales como el alza de

    precio del barril de petróleo y los fertilizantes, reducción del stock

    mundial de granos, y el incremento poblacional a nivel mundial (de

  • 2726

    Loma-Ossorio, 2008).

    En los años 80´s como consecuencia de la revolución verde, las

    hambrunas en África, la liberalización del comercio, y el desarrollo

    de nuevas propuestas teóricas, se considera dentro del concepto de

    seguridad alimentaria la noción de acceso a alimentos (FAO, 2009).

    Se introduce el enfoque de entitlementso “derechos económicos”, que

    se refieren a los bienes sobre los cuales las personas pueden demostrar

    su propiedad y control. Estos derechos determinan la capacidad de

    acceso o tenencia de alimentos; entonces, una persona puede padecer

    problemas alimenticios cuando no puede ejercer sus “derechos

    económicos” (de la Piedra, 2015; CEPAL & UNICEF, 1985; Altimir

    1979; Boltvinik, 2017).

    Como resultado en 1983, en el Comité de Seguridad Alimentaria

    Mundial, se definió a la seguridad alimentaria como “el acceso

    económico y físico de todas las personas y en todo momento a los

    alimentos” (FAO, 1990). Posteriormente, en los 90´s, se fueron

    incorporando otros aspectos dentro del término de seguridad

    alimentaria tales como calidad alimentaria, preferencias culturales,

    adecuación nutricional, distribución al interior del hogar, entre otros

    (Loma-Ossorio & Lahoz, 2006). Estos factores dieron origen a una

    nueva concepción de seguridad alimentaria definida en la Cumbre

    Mundial sobre la Alimentación en 1996.

    El concepto establecido en esta cumbre y utilizado hasta la actualidad

    plantea que “existe seguridad alimentaria cuando todas las personas

    tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes

    alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades

    alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar

    una vida activa y sana (FAO, 2009).

    Derechos económicos o disponibilidad

    Hace más de dos siglos, Malthus vaticinó en su publicación Essay

    on Population (1798), terribles desastres ocasionados por el

    desequilibrio entre el crecimiento geométrico de la población y el

    crecimiento aritmético de los alimentos. Sin embargo, desde el año

    de su publicación la población se ha multiplicado casi por seis, y la

    producción y el consumo per cápita de alimentos son mucho mayores

    (García Juanatey, 2016; Bergoeing, 2018).

    No obstante, en este escenario donde la producción de alimentos

    crece a un ritmo más acelerado que la población y existe abundancia

    de alimentos, los problemas asociados al hambre y la desnutrición

    siguen siendo frecuentes (Ayala, 2018; Callejas, 2016). Tal situación

    se presenta como consecuencia de que “la capacidad para adquirir

    alimentos hay que ganársela” Una persona puede morirse de hambre,

    a pesar de que los alimentos estén disponibles, si no tiene la capacidad

    para adquirirlos (Piñeiro, 2008).

    Causas y prevención de los problemas alimenticios

    Los problemas alimenticios vendrían dados por una ausencia de

    derechos económicos y estos se asocian con varias causas. En el caso

    de las personas que no producen alimentos o que no son dueñas de los

  • 2928

    alimentos que producen, su capacidad para comprar alimentos está

    en función de los ingresos, de los precios vigentes de los alimentos,

    y de los gastos que realicen en bienes no alimenticios (Magdsick et

    al., 2016; Ramírez, 2002).

    Para los asalariados, el acceso de los alimentos depende de las

    circunstancias económicas como el empleo y los salarios; mientras

    que, para los artesanos y los trabajadores de servicios está en función

    de la producción de otros bienes y de sus precios. En el caso de

    los individuos que sí producen sus propios alimentos sus derechos

    económicos dependen de su producción, del nivel de precios de

    sus productos, de los precios de otros alimentos necesarios y de los

    precios de otros vienen también necesarios (Ramírez, 2002). La falta

    de derechos económicos también se vincula con la participación del

    Estado.

    La prevención de los problemas de hambre y desnutrición depende en

    gran medida de los mecanismos políticos existentes para proteger los

    derechos. La regeneración sistemática de un nivel mínimo de rentas,

    los programas de lucha contra la pobreza, la existencia de seguro de

    desempleo, la distribución de la riqueza, el gasto público destinado

    a fomentar el empleo, entre otras, son medidas que desde el Estado

    pueden reducir o erradicar los problemas alimenticios (FAO, 2009;

    López, 2019).

    DERECHO A LA ALIMENTACIÓN

    La cesta o canasta familiar mínima es una lista cuantificada de

    productos alimentarios básicos que deberían estar disponibles y que

    corresponden al modelo alimentario tradicional de la población:

    alimentos principalmente glucídicos (cereales, raíces, tubérculos

    y frutas), alimentos de origen animal (carne, pescado, leche, etc.),

    aceite y oleaginosas. Estos productos deben satisfacer las necesidades

    energéticas y de micronutrientes (FAO, 2009; Peña Montalvo, 2017).

    La reagrupación de los regímenes alimentarios básicos por zona

    homogénea suele hacerse a partir de zonas de producción agrícola

    homogénea, o de zonas climáticas, pero los regímenes alimentarios

    están vinculados también a la historia social, cultural o religiosa de

    cada grupo de población (FAO 2013; Pinto, 2016). Al considerar los

    hábitos alimentarios hay que tomar en cuenta los posibles cambios en

    las fuentes de suministros y la evolución de los ingresos al igual que la

    adaptación del ser humano a las nuevas restricciones impuestas por la

    naturaleza (Pinto, 2016).

    La concepción de seguridad alimentaria se enmarca “en el campo

    del derecho que tiene todo ciudadano y ciudadana a estar seguro

    en relación a los alimentos y a la alimentación en los aspectos de

    la suficiencia (protección contra el hambre y la desnutrición), de la

    calidad (prevención de males asociados con la alimentación) y de

    la adecuación (ajuste a las circunstancias sociales, ambientales y

    culturales)” (Maluf, 2009).

  • 3130

    El derecho a la alimentación fue reconocido en el primera

    Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por las

    Naciones Unidas en 1948. Posteriormente, en el Pacto Internacional

    de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) firmado

    en 1966 se estableció “el derecho de todos a gozar de un nivel de vida

    adecuado para sí mismo y su familia, incluyendo vivienda, vestido

    y alimentación, y a la mejorar continua de las condiciones de vida”.

    Los Estados Partes en el PIDESC tienen la obligación de respectar,

    promover y proteger el derecho a una alimentación adecuada, y a su

    vez tomar las medidas necesarias para su plena realización (FAO,

    2009; Echeverri, 2016; Saavedra & Barriga, 2016).

    En el 2004 el Consejo de la Organización de las Naciones Unidas

    para la Agricultura y la Alimentación (FAO) adoptó una resolución

    denominada Directrices Voluntarias para el Derecho Humano a la

    Alimentación, que representan la primera iniciativa de los gobiernos

    para interpretar un derecho económico, social y cultural y además para

    recomendar medidas encaminadas a su realización.

    El objetivo de las Directrices Voluntarias es “proporcionar orientación

    práctica a los Estados respecto de sus esfuerzos por lograr la

    realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada

    en el contexto de la seguridad alimentaria nacional”. Es decir,

    las Directrices Voluntarias buscan garantizar la disponibilidad de

    alimentos en “cantidad suficiente y de calidad apropiada para satisfacer

    las necesidades alimentarias de los individuos; la accesibilidad física

    y económica universal, a alimentos adecuados, libres de sustancias

    nocivas y aceptable para una cultura determinada” (FAO, 1990;

    Pautassi, 2016).

    No obstante, como señala (Maluf, 2009), la materialización de las

    “Directrices Voluntarias” depende en gran medida de la movilización

    de la sociedad civil para lograr la adhesión de los Estados y demás

    actores. Por su parte, las organizaciones no gubernamentales están

    proponiendo un Código de Conducta Internacional sobre el Derecho

    Humano a la Alimentación Adecuada. Entonces, el derecho a una

    alimentación adecuada requiere de que todos los Estados cumplan con

    sus obligaciones relativas a normas legales internacionales, y que las

    políticas enmarcadas en la temática de seguridad alimentaria apunten

    al cumplimiento de tal derecho.

    Insuficiencia nutricional en el Ecuador

    Existe una conciencia creciente en torno a la importancia que tiene

    la nutrición durante la temprana infancia sobre los resultados del

    desarrollo. Sólida evidencia muestra que la insuficiencia nutricional

    durante el embarazo y durante los dos primeros años de vida conduce,

    inevitablemente, a menores dotaciones de capital humano, lo cual

    afecta negativamente la fortaleza física y la habilidad cognitiva en los

    adultos. A su vez, esto conduce directamente a un reducido potencial

    de generación de ingresos de los individuos y ocasiona perjuicios al

    crecimiento económico nacional y al potencial competitivo. Ecuador

    forma parte de un pequeño grupo de países latinoamericanos que

  • 3332

    reporta persistentemente altas tasas de deficiencia nutricional infantil.

    Ecuador ha fallado en convertir su estatus de “país de ingreso medio”

    en mejores resultados nutricionales (Orces, 2018; Kanterewic, 2015;

    González & Santiago, 2016).

    En el 2004, Ecuador tuvo una tasa de malnutrición crónica (baja

    talla por edad o “stunting”) de 23 por ciento para niños menores de

    cinco años (casi 300.000 niños con baja talla por edad) y una tasa

    de desnutrición crónica grave de 6 por ciento (77.000 niños con baja

    talla por edad grave). La tasa de desnutrición crónica en Ecuador es

    similar a la reportada por varios países sub-saharianos (Sudáfrica 23

    porciento, Ghana 26 por ciento y Botswana 23 porciento) (Tornarolli,

    2007).

    En 1986, la tasa de desnutrición crónica en Ecuador era de 34 por

    ciento. Desde entonces, ha habido una reducción de solo 0.6 puntos

    porcentuales por año. Las causas del fracaso nutricional en Ecuador

    no son inmutables, sino que son el producto de fallos de políticas. Los

    sectores de salud primaria y nutrición están pobremente articulados,

    son propensos a la politización y ponen poca atención a la medición

    de resultados (Ruiz Polit, 2018; Vera, 2016).

    Ecuador puede lograr su meta de reducir la desnutrición, si adopta una

    agresiva estrategia para focalizar las poblaciones relevantes con las

    intervenciones apropiadas. La estrategia necesitará un fuerte marco

    de rendición de cuentas, con metas claras, por el cual las agencias

    relevantes rindan cuentas basadas en estándares de transparencia sobre

    la producción de servicios y la calidad (Muñoz-Astudillo, 2010).

    Actualidad de la calidad y seguridad alimentaria

    La FAO y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA)

    estimaron que 925 millones de personas sufren por hambre en el

    mundo. De esta cifra, el 98% vive en los países en desarrollo, cuya

    tasa de subnutrición corresponde a 16% de la población mundial (Ver

    Tabla 1). Si bien la cifra total del año 2013 señala una disminución al

    10,7%, sigue siendo elevada a nivel mundial y refleja que el número

    de personas con hambre aumentó en los países desarrollados (FAO,

    2013).

    Tabla 1. Distribución del hambre por regiones

    Distribución del hambre por regiones

    2009 2010Millones de

    personas %Millones de

    personas %

    Asia y el Pacífico 642 62,8 578 62,4África Subsahariana 268 25,9 239 25,8Cercano Oriente y África del Norte 43 4,2 37 4,0América Latina y el Caribe 54 5,3 53 5,7Países desarrollados 15 1,5 19 2,0 1022 100 926 100

    Fuente: FAO, 2010.

    Según (León, 2011), los problemas alimenticios siguen afectando

    a varias partes del mundo, y en mayor medida a la población más

    vulnerable. Esta situación se vio agravada como consecuencia de las

    crisis financiera y alimentaria experimentadas en los últimos dos años.

  • 3534

    En los países en desarrollo, y particularmente en la región de América

    Latina y el Caribe, la inseguridad alimentaria estaría vinculada a

    problemas en el acceso de los alimentos.

    En los últimos años, la región ha enfrentado una crisis alimentaria

    que ha reducido aún más el acceso de los alimentos de millones de

    personas y ha desvanecido los avances logrados durante más de una

    década en la lucha contra el hambre (Flores, 2018; Bermúdez, 2015;

    Salomone, 2016; Encarnación, 2016). Sin embargo, José Graziano da

    Silva señaló que “No importa si hablamos de la crisis de precios de

    los commodities o de la crisis económica; la dimensión fundamental

    de la seguridad alimentaria que se ve afectada en América Latina y el

    Caribe es el acceso a los alimentos. Región, que es una exportadora

    neta de alimentos para todo el mundo” (FAO, 2009).

    Soberanía alimentaria

    Ecuador es una de las primeras naciones que incorpora en su texto

    constitucional la “soberanía alimentaria” (artículos 281 y 282). La

    define como: artículo 281.- La soberanía alimentaria constituye un

    objetivo estratégico y una obligación del Estado para garantizar que

    las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades alcancen la

    autosuficiencia de alimentos sanos y culturalmente apropiados de

    forma permanente (Asamblea Nacional del Ecuador, 2008).

    Como alternativa a la política internacional de globalización que

    promueve el desarrollo de monopolios transnacionales de la

    producción agrícola, surgió hace más de una década, especialmente

    en Europa, un movimiento de pequeños agricultores y otros

    productores de alimentos de origen animal que, en la reunión en

    Roma, en 1993 aprobó el plan político llamado “Vía Campesina”. En

    reuniones sucesivas fue surgiendo el concepto de soberanía alimentaria

    que fue oficializado en los foros internacionales de La Habana, 2001 y

    de Selingué, República de Mali, África, 2007.

    En el Foro, se precisó que la soberanía alimentaria se refiere a

    quienes producen, distribuyen y participan en las demás actividades

    consiguientes para alcanzar el objetivo del derecho a los alimentos

    antes que a la simple demanda de los mercados y de las corporaciones

    internacionales que reducen el comercio de alimentos a artículos de

    simple conveniencia para los que pueden proveerse de ellos.

    Una de las observaciones fue: “La soberanía alimentaria implica

    políticas comprensivas pero su ejecución requiere cambios

    radicales en las sociedades nacionales y en sus economías. Pero

    algunos gobiernos, instituciones y agencias de desarrollo consideran

    que la soberanía alimentaria es legítima y realizable”. La soberanía

    alimentaria, en esencia, proclama el derecho de los alimentos seguros,

    nutritivos y culturalmente apropiados para toda la población (Larrea

    Ayerve, 2017).

    En el segundo Foro Internacional lo definió: Soberanía Alimentaria

    es el derecho de los individuos, comunidades y países para formular

    sus propias políticas de producción agrícola, trabajo, pesca, alimentos

  • 3736

    y tierra, de acuerdo a sus particulares circunstancias de recursos de

    producción alimentaria y capacidad sustentables de sus sociedades

    (Giannuzzi et al., 2017; Larrea Ayerve, 2017).

    En el Ecuador a pesar de que se observa un superávit en la disponibilidad

    de alimentos, una proporción de hogares no cuenta con recursos

    económicos para acceder a una cantidad mínima de alimentos (León,

    2010).

    Métodos de medición de la seguridad alimentaria

    Existen diversas variables e indicadores que permiten seguir la

    evolución del nivel de seguridad alimentaria de determinados grupos

    de población. Dadas las dimensiones de la inseguridad alimentaria

    (crónica, temporal o transitoria) es muy difícil medirla con un solo

    indicador, para captarla en sus múltiples matices se necesitan distintos

    indicadores (Kopp Valdivia, 2015; Herrera & Cozzubo 2017).

    La seguridad alimentaria es un concepto amplio. Aparte de considerar

    la disponibilidad y la suficiencia de alimentos, debe definir como

    población objeto 3 grandes grupos:

    • Grupos vulnerables, los que por su condición biológica

    son más susceptibles a una ingestión deficitaria de alimentos

    (embarazadas, mujeres que lactan, niños, ancianos).

    • Grupos en riesgo, integrados por la población con dificultades

    para acceder a los alimentos por su bajo ingreso familiar.

    • Grupos con estado nutricional crítico, población con

    deficiencia energética crónica de segundo y tercer grados.

    Los sistemas locales de seguridad alimentaria deben identificar

    estos 3 grupos y apoyarse en los sistemas de información antes

    mencionados para tomar decisiones y evaluar el impacto de éstas.

    Para evaluar los efectos de las políticas y programas de seguridad

    alimentaria y monitorear el cambio, se necesita un número reducido de

    indicadores, y la capacidad institucional es una condición necesaria.

    El marco político en que se desenvuelvan las estrategias de seguridad

    alimentaria dependerá de cada país y es dentro de éste donde deberían

    fijarse las condiciones para lograr la seguridad alimentaria y los

    indicadores adecuados (Kopp Valdivia, 2015; Herrera & Cozzubo

    2017; Jiménez Acosta, 1995).

    ÍNDICES DE DISPONIBILIDAD

    La seguridad alimentaria puede seguirse mediante indicadores de

    oferta y demanda, es decir, en términos de cantidades de alimentos

    disponibles con respecto a las necesidades nutricionales y de

    necesidades netas de importación en comparación con la capacidad de

    importación (Ramos Peña et al., 2018).

    Uno de los instrumentos más usados para estimar la disponibilidad

    son las hojas de balance de alimentos, cuya esencia consiste en

    proporcionar un marco para el registro continuo de parámetros

    cuantificables de la situación de la oferta y la demanda de alimentos,

    a partir de la cual se pueden realizar evaluaciones objetivas de los

    déficits o excedentes de alimentos. Resultan muy útiles, pero tienen

    los inconvenientes de que este tipo de información se refiere a la

  • 3938

    población en su totalidad y no puede desglosarse por subgrupos de

    población, además sólo se elaboran anualmente.

    Para una utilización adecuada de las hojas de balance de alimentos

    se requiere disponer de fuentes de información confiable y fluida, así

    como la posibilidad de procesamiento rápido, de ahí que la FAO haya

    elaborado programas informáticos para tal efecto (Ramos Peña et al.,

    2018; Guevara, 2016; Baños, 2016).

    El suministro alimentario nacional, expresado en energía, es suficiente

    cuando supera entre el 10 y 20 % la cantidad requerida a nivel nacional,

    para así compensar la desigualdad de la distribución de los alimentos,

    y los desperdicios y pérdidas que ocurren antes de consumirlos según

    la clasificación de la FAO (Jiménez Acosta, 1995).

    A partir de la información que brindan las hojas de balance se pueden

    elaborar índices como:

    • Aporte relativo de determinados productos a la ingesta dietética

    total.

    • Aporte per cápita de proteínas y energía procedente de los alimentos

    básicos, en términos absolutos o en porcentaje del aporte total.

    • Adecuación del aporte total de energía a las necesidades

    nutricionales promedio.

    Estos índices permiten hacer estimaciones globales y sirven de

    alerta sobre las crisis alimentarias y para los pronósticos agrícolas.

    (Fernández et al., 2004).

    ÍNDICES DE ACCESIBILIDAD

    El conocimiento y análisis del acceso real a los alimentos que poseen

    los diferentes sectores de la población permiten determinar grupos

    más o menos vulnerables, precisar niveles de desnutrición y conocer

    sus causas para orientar acciones concretas. Para medir el acceso a

    los alimentos se pueden utilizar diferentes instrumentos, variables o

    los cambios de las variables. Uno de los instrumentos más usados en

    América Latina es la canasta de alimentos o canasta familiar, la cual

    sirve para establecer montos de abastecimiento global alimentario y

    constituye uno de los componentes indispensables para poder aplicar

    junto con la información de ingresos y establecer líneas de pobreza

    (Añazco & Pérez 2015; Figueroa & Boltvinik, 2016).

    La inseguridad alimentaria crónica se debe a una dieta insuficiente

    mantenida durante períodos prolongados a causa de la incapacidad

    mantenida de los núcleos familiares para adquirir los alimentos

    necesarios ya sea por las compras en los mercados o por la producción,

    y por ello tiene como origen la pobreza por lo que merece políticas de

    incremento del suministro de alimentos, orientación selectiva de la

    asistencia al desarrollo o las transferencias de ingreso a favor de los

    pobres y la ayuda a los pobres para que tengan mejor conocimiento de

    las prácticas de nutrición y salud (Pedraza, 2003).

    La inseguridad alimentaria transitoria deriva de una disminución

    temporal del acceso a los alimentos necesarios por parte de los hogares

    debido a factores como la inestabilidad de los precios de los alimentos,

  • 4140

    de los ingresos o del suministro de productos (producción); la

    variación estacional de la producción y de los precios también favorecen

    la inseguridad alimentaria transitoria de los núcleos familiares pobres

    al igual que los cambios repentinos en los precios y en los ingresos que

    de prolongarse, esta situación puede llevar a inseguridad alimentaria

    crónica y al deterioro del estado nutricional (Pedraza, 2003; Figueroa

    & Boltvinik, 2016).

    A partir de la canasta de alimentos y la información que ella utiliza

    pueden construirse diferentes indicadores. Cada país, de acuerdo con

    los objetivos definidos y las técnicas utilizadas en la elaboración de la

    canasta, decidirá qué indicadores serán los más útiles (Laure & Batres

    de Bonilla, 1994; Añazco & Pérez 2015).

    Entre los indicadores elaborados a partir de la canasta se destacan los

    siguientes:

    Costo de una canasta básica en relación con el salario mínimo

    El salario mínimo representa el nivel de remuneración por debajo del

    cual no se puede descender ni de hecho ni por derecho cualquiera que

    sea su modalidad de remuneración o la calificación del trabajador y

    tiene fuerza de ley (Lechuga Montenegro & Gómez García, 2015;

    Moran et al., 2018).

    El costo de la canasta se calcula con facilidad sobre la base de los

    precios oficiales que tengan los alimentos que ésta incluya, dichos

    precios deben obtenerse oficialmente y con una frecuencia prefijada.

    Al relacionarlo con el salario mínimo permite conocer el alcance del

    salario para cubrir necesidades perentorias de alimentos, al comparar

    las tendencias posibilita ver la evolución del nivel de vida (Reyes &

    López, 2016).

    Valor de los productos básicos y de una canasta en término de

    horas de trabajo equivalentes remuneradas al salario mínimo

    Una unidad de medida utilizada para este análisis es el tiempo

    de trabajo, es decir, las horas pagadas al salario mínimo que son

    necesarias para comprar al por menor los alimentos. Se puede conocer

    cómo suben o bajan los precios de los alimentos básicos medidos en

    horas de trabajo.

    A partir de la canasta de alimentos puede obtenerse este indicador

    que mide marginalidad social y riesgo nutricional. Los núcleos

    familiares cuyos ingresos per cápita no exceden al doble del costo de

    la canasta básica de alimentos, se les cataloga por debajo del límite

    de pobreza, mientras que aquéllas que no alcanzan este costo se les

    consideran como indigentes. (Salcedo, 2005; Moran et al., 2018).

    ÍNDICE DE PRECIOS AL CONSUMIDOR

    Se usa para medir los cambios en el tiempo del nivel general de

    precios de los productos y servicios que un grupo de población usa,

    adquiere o compra para consumo. Es un indicador económico y social

    y proporciona una medida objetiva de los cambios, a partir del período

    de base, en el nivel general de los precios que el consumidor paga. La

    población debe ser definida ampliamente, especificando los grupos

  • 4342

    de ingreso y los tipos de núcleos familiares que son excluidos (Ramos

    & Winkelried, 2016).

    El porcentaje de gastos totales destinado a los alimentos es otro

    indicador de accesibilidad que puede ser obtenido mediante las

    encuestas de presupuesto familiar o de las encuestas de gasto e

    ingresos. Si se interpreta bien es un indicador útil, pues los pobres

    gastan gran parte de sus ingresos en alimentos.

    A medida que los ingresos aumentan, inicialmente se mantiene estable

    la proporción destinada a los productos alimenticios, que es con

    frecuencia de hasta el 80 %. Se supone que cuando las necesidades de

    alimentos llegan a estar satisfechas, los gastos comienzan a descender

    y se puede considerar que ese es el punto en que se inicia la seguridad

    alimentaria. Con los datos de gastos destinados a la alimentación se

    pueden distinguir 3 tipos de hogares: Los que consiguen la seguridad

    alimentaria con un costo elevado; Los que la consiguen con un

    costo menor; Y los que, a pesar de destinar una gran proporción de

    los recursos disponibles a los alimentos, continúan en situación de

    inseguridad alimentaria (Ramos & Winkelried, 2016).

    METODOLOGÍA DE FAO

    La FAO ha elaborado el índice global de seguridad alimentaria familiar

    (IGSAF), el cual se considera un índice compuesto que engloba varios

    de los indicadores disponibles para vigilar la seguridad alimentaria en

    los hogares, pero a nivel mundial más que a nivel de los países, pues

    los indicadores deben basarse en datos nacionales detallados. En esta

    metodología se combina un indicador de disponibilidad de alimentos

    per cápita para el consumo humano, es decir, el suministro de energía

    alimentaria medido en kilocalorías, y la información sobre distribución

    de alimentos disponibles para obtener una estimación del porcentaje

    de la población que, por término medio durante el año, no dispone de

    alimentos suficientes para mantener el peso corporal y desarrollar una

    actividad ligera (Mora, 2017).

    Los valores del índice global de seguridad alimentaria familiar IGSAF

    oscilan entre 0 y 100, representando 100 la seguridad alimentaria

    completa y el valor cero presumiblemente el hambre endémica total.

    Este índice se ha utilizado recientemente para explicar con bastante

    precisión la variación de la seguridad alimentaria en 93 países en

    Desarrollo (Jiménez Acosta, 1995).

    Las fuentes de información utilizadas en la medición de la seguridad

    alimentaria pueden ser variadas y deben permitir seguir la situación

    alimentaria y nutricional a lo largo del tiempo, las de uso más frecuente

    son:

    • La vigilancia alimentaria y nutricional, para determinar los

    cambios que se producen en un tiempo determinado en ciertas

    variables en grupos vulnerables.

    • Encuestas cuantitativas sobre consumo de alimentos, las cuales

    se realizan generalmente a nivel de núcleos familiares.

    • Encuestas de ingresos y gastos, se realizan sobre todo donde no

    existen encuestas de consumo.

  • 4544

    • Encuestas rápidas, con el fin de obtener información cualitativa

    acerca de la ingestión de alimentos y algunas variables

    socioeconómicas de interés (Jiménez Acosta, 1995).

    Novedad del comité de seguridad alimentaria mundial para

    evaluar la calidad y seguridad alimentaria

    El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS), ha solicitado

    a esta Mesa Redonda que analice y discuta sobre los métodos para

    “medir el hambre.” Los mecanismos adecuados para controlar el

    hambre y la inseguridad alimentaria son esenciales para las políticas y

    programas de Seguridad Alimentaria (SA). Sin embargo, consensuar

    evaluaciones objetivas de la inseguridad alimentaria representa un

    importante desafío para analistas y responsables de formular política

    (Silva, et al., 2017).

    Teniendo en cuenta las consideraciones precedentes, no es de extrañar

    que ningún indicador pudiera captar la complejidad de la seguridad

    alimentaria. Sin embargo, la consiguiente proliferación de indicadores

    en los últimos años, quizás dificulta la situación innecesariamente.

    Para evaluar los valores comparativos de indicadores alternativos, el

    alcance del análisis y su profundidad deben ser definidos de antemano.

    Un posible marco incluye los siguientes elementos:

    • Atención prestada a las causas de la inseguridad alimentaria

    (disponibilidad o acceso limitados) o a sus consecuencias (estado

    nutricional, coste económico y social, reducción del bienestar).

    • Las personas involucradas, considerando tanto el número como

    la organización social, caracterizando situaciones que van desde

    el estatus individual de seguridad alimentaria dentro de un

    núcleo familiar, al de grupos de personas como aldeas, pueblos,

    distritos o países.

    • El periodo de tiempo durante el cual existe inseguridad

    alimentaria, que oscila entre uno o pocos días en situaciones

    graves, a varias semanas, meses o años.

    • La naturaleza real o potencial de la situación (es decir, el grado

    de incertidumbre sobre su posible manifestación).

    • La caracterización del problema, ya que puede medirse

    en términos cuantitativos (es decir, déficits de producción

    alimentaria, déficits de ingresos económicos, etc.)

    • La naturaleza cualitativa del problema, (es decir, si se refiere a

    una dieta “diversificada”, o a la necesidad de adquirir alimentos

    de maneras “socialmente inaceptables”, o cualquier otra

    caracterización cualitativa).

    En principio, cualquier combinación de valores o rangos de valores

    para los elementos del marco anterior podría dar lugar a una definición

    operacional particular de la inseguridad alimentaria, para la cual se

    podría buscar un indicador “óptimo”.

  • 4746

    El concepto estadístico del indicador de la FAO

    Formalmente, el Pou cuantifica la probabilidad de que, seleccionando

    al azar un individuo de la población, éste consumirá (de media y

    durante el año) un nivel de energía alimentaria por debajo del mínimo

    requerido para mantener una vida saludable. Resultaría más acertado

    que la definición operativa de inseguridad alimentaria que subyace

    en este indicador correspondiera a “subnutrición crónica en una

    población” (García Urdaneta & Pérez González, 2016).

    Éste puede describirse de la siguiente manera:

    • Centrado en el acceso a los alimentos como factor determinante

    de la inseguridad alimentaria.

    • Referencia a una población (generalmente una nación,

    aunque también puede aplicarse a regiones o poblaciones

    sub-nacionales).

    • Referencia a un período prolongado de tiempo de la condición

    de inseguridad alimentaria (es decir, una situación crónica).

    • Con el objetivo de medir las condiciones experimentadas reales

    tal y como se han evaluado. No se incluyen consideraciones de

    riesgo.

    Medida de una proporción (en una escala de cero a uno) o de un

    número de personas de la población que probablemente se encuentre

    por debajo de un nivel umbral mínimo. Aunque sea cuantitativa, es una

    medida probabilística. Y como tal, siempre se debería tener presente

    que puede verse afectada por errores estadísticos.

    Describir los alimentos como energía alimentaria, descartando otras

    posibles dimensiones cualitativas de la ingesta de alimentos. Una

    definición operativa como ésta es ciertamente limitada, ya que no

    pretende reflejar aquellas dimensiones de la inseguridad alimentaria

    que pueden ser tan importantes como las incluidas. Sus principales

    limitaciones son las siguientes:

    • Su cálculo no depende de la posibilidad de recopilar datos

    sobre individuos, ni se pretende que el indicador se utilice para

    evaluar la condición de subnutrición de un individuo o grupo de

    individuos específico de la población de referencia. Por tanto, no

    refleja los posibles problemas individuales de idiosincrasia en el

    acceso a los alimentos.

    • El hecho de que se considere un año o más como período de

    referencia significa que el indicador no puede reflejar situaciones

    temporales de corta duración de escasez de alimentos. Éstas

    pueden incluir crisis de precios de alimentos a corto plazo, cuyo

    impacto solamente se refleja en la medida en que provocan

    cambios a largo plazo en los hábitos de consumo alimentario de

    una población.

    • No refleja los casos de malnutrición relacionados con factores

    que comprometen la utilización eficiente de los alimentos.

  • 4948

    • La cantidad de energía alimentaria en la que se basa el indicador

    puede no ser la mejor manera de medir la ingesta de alimentos

    ya que puede obviar la dimensión de “calidad” de éstos.

    Todas estas consideraciones subrayan aún más la necesidad de

    combinar información de más de un indicador en la evaluación de la

    seguridad alimentaria. Este conjunto de indicadores podría incluir, por

    ejemplo, medidas antropométricas, factores económicos de consumo

    como niveles de ingresos disponibles y cambios en los precios de los

    alimentos.

    Estos indicadores adicionales pueden desempeñar un papel

    importante en la descripción de la situación de seguridad alimentaria

    o en el diseño de políticas de seguridad alimentaria, pero no

    menoscaban la validez del indicador Pou de la FAO.

    La implementación del concepto estadístico que se acaba de

    describir requiere de un conjunto de supuestos auxiliares, motivados

    fundamentalmente por consideraciones de viabilidad y disponibilidad

    de datos. El procedimiento actual de la FAO se basa en los siguientes

    aspectos:

    • La ingesta de alimentos se aproxima mediante las cantidades

    disponibles para consumo, sin tener en cuenta los desechos de

    alimentos del núcleo familiar.

    • La distribución de alimentos disponibles para consumo se

    analiza a nivel de núcleos familiares, obviándose de esta manera

    las consecuencias de un posible reparto desigual.

    • Las necesidades mínimas de energía alimentaria (MDER, por

    sus siglas en inglés) se definen a nivel de la población, y no a

    nivel individual.

    El supuesto del modelo estadístico utilizado para realizar la inferencia

    a nivel de la población es, sin duda, el más frágil de todos los que

    actualmente recoge la aplicación del procedimiento. Se basa

    esencialmente en la conveniencia analítica, lo que motivó la búsqueda

    de un modelo estadístico flexible pero parsimonioso.

    El modelo logarítmico normal se probó frente a dos alternativas (una

    distribución normal y una distribución beta) y mostró un ajuste de

    datos muy superior para un número limitado de conjuntos de datos

    sobre el consumo alimentario individual.

    Sin embargo, existe la preocupación legítima de que el modelo

    logarítmico normal puede no ser lo suficientemente flexible como

    para reflejar los cambios en la distribución de acceso a los alimentos,

    especialmente si tales modificaciones afectan a los dos “colas” de

    la distribución de manera opuesta. Por esta razón, la Dirección de

    Estadística de la FAO está buscando actualmente modelos alternativos

    que permitan mayor flexibilidad en la representación de la distribución

    del consumo de alimentos.

    Por último, se dice que se necesita tomar una serie de decisiones sobre

    los criterios de estimación y los datos que se utilizan para producir

  • 50

    una estimación real. Los aspectos cruciales en este contexto son la

    estimación de los parámetros para la distribución de acceso a los

    alimentos a través de una población dada, y el nivel de consumo

    de alimentos concebido como un umbral. Se utilizan tres fuentes

    principales de datos:

    • Datos demográficos sobre las características de la población,

    proporcionados por fuentes oficiales (División de Población de

    la ONU, encuestas demográficas y de salud -DHS, por sus siglas

    en inglés.)

    • Evaluaciones de la disponibilidad de alimentos a nivel nacional,

    según se recoge en las Hojas de Balance de Alimentos de la

    FAO, FBS, (por sus siglas en inglés), elaboradas para un gran

    número de países en el mundo basándose en datos oficiales de

    producción y comercio, así como en las estimaciones de los

    usos alimentarios y no alimentarios de los principales productos

    básicos.

    Datos de ingresos familiares representativos a nivel nacional y

    encuestas de gasto HIES, con información sobre el gasto en alimentos.

    Capítulo 2

    SITUACIÓNPROBLEMÁTICA

  • 5352

    SITUACIÓN PROBLEMÁTICACuando una persona, hogar, comunidad, región o nación gozan

    de seguridad alimentaria es cuando sus miembros tienen en todo

    momento acceso físico y económico para adquirir, producir, obtener

    o consumir alimentos sanos y nutritivos en cantidad suficiente como

    para satisfacer sus necesidades de dieta y preferencias alimentarias de

    modo que puedan tener vidas dinámicas y saludables; No obstante,

    la seguridad alimentaria no es homogénea en el interior del

    país, existen ciertas zonas geográficas que presentan una mayor

    concentración de hogares que no pueden acceder a una canasta básica

    de alimentos. Sin embargo, en la lucha del gobierno para erradicar

    la extrema pobreza y desigualdad ha subdivido al país en distritos

    siendo el distrito Jama-Pedernales el priorizado en la zona.

    La inseguridad alimentaria puede perjudicar de manera duradera a

    las futuras generaciones y también puede ocasionar daños físicos a las

    personas provocando desnutrición; ésta, al convertirse en un estado

    prolongado, incluso puede ocasionar la muerte. En el distrito Jama-

    Pedernales la inseguridad alimentaria se vincula a la dificultad de las

    personas/hogares en acceder a una canasta de alimentos que satisfaga

    las necesidades básicas.

    La seguridad alimentaria requiere diversas condiciones previas antes

    de conformar un riesgo, aunque el nivel más habitual está asociado

    a problemas de vulnerabilidad social, ubicada en problemas de

    accesibilidad a los alimentos cuyo origen está en las anomalías del

    desarrollo (INEC, 2003).

    En el Distrito Jama-Pedernales existen 78381 habitantes, que su gran

    mayoría son de zonas rurales, con ingresos económicos menores al

    salario básico, generando que las familias no tengan la capacidad

    adquisitiva para satisfacer los requerimientos alimenticios básicos.

  • 55

    Capítulo 3

    MÉTODOS, TÉCNICAS Y HERRAMIENTAS UTILIZADAS

    MÉTODOS, TÉCNICAS Y HERRAMIENTAS

    UTILIZADASEl presente estudio se realizó en los cantones Jama y Pedernales de

    la Provincia de Manabí (Distrito 13D10) (ver Figura 1), la modalidad

    y tipo de investigación fue descriptivo y cualitativa, los datos se

    obtuvieron mediante encuestas y ficha de observación, aplicándose la

    estadística interferencial Pou propuesta por la FAO, además se utilizó

    un muestreo aleatorio estratificado.

    Figura 1. Mapa del Distrito Jama-Pedernales y sus Circuitos

    Fuente: SENPLADES Zona 4

    Etapas aplicadas en la evaluación de la seguridad alimentaria

    1. Definir el objetivo (Evaluación de la seguridad alimentaria en

    el Distrito Jama-Pedernales).

  • 5756

    2. Establecer los temas de interés (fuente de ingresos económicos,

    actividad laboral, necesidades alimentarias, origen de alimentos,

    tipos de cultivos).

    3. Determinar los problemas prioritarios de la población: la

    disponibilidad de alimentos en la región, el acceso a los

    alimentos, o la utilización de los alimentos.

    4. Conocer la situación de seguridad alimentaria de la población

    y la manera en la cual las personas intentan satisfacer sus

    necesidades alimentarias

    Muestreo aleatorio estratificado

    El muestreo aleatorio estratificado Consiste en la división previa de la

    población de estudio en grupos o clases que se suponen homogéneos en

    función de un carácter determinado y después se muestrea cada grupo

    aleatoriamente, para obtener la parte proporcional de la muestra. Este

    método se aplica para evitar que por azar algún grupo de la población

    en estudio este menos representado que los otros (ELCSA, 2012).

    El objetivo principal de un diseño muestral fue hacer uso eficiente del

    presupuesto asignado para un estudio obteniendo un estimativo tan

    preciso como sea posible de una cantidad de la población.

    Definición de tamaño de la muestra

    En estadística el tamaño de la muestra es el número de sujetos que

    componen la muestra extraída de una población, necesarios para que

    los datos obtenidos sean representativos de la población.

    Una fórmula muy extendida que orienta sobre el cálculo del tamaño de

    la muestra para una proporción es la siguiente:

    Z: Intervalo de confianza

    P: Proporción verdadera

    E: Error de muestreo aceptable

    N: Tamaño de la población (núcleos familiares)

    Datos:

    Z: 1,96

    P: 0, 5

    E: 0, 05

    N: 15676

    El número núcleos familiares a encuestar fue de 375+2=377.

    POBLACIÓN

    La población de este proyecto está conformada por 78381

    habitantes, distribuidos en 15676 núcleos familiares que son las

  • 58

    unidades objeto de la investigación, según la distribución de 9 distritos

    codificados de la siguiente manera 13D10C01 al 13D10C09. (Ver

    Anexo 1 y 2).

    Recopilación de información mediante entrevistas

    Las entrevistas se realizan como parte de la evaluación mediante

    conversaciones con distintas personas, se aplicaron entrevistas

    semiestructuradas.

    ANÁLISIS CUANTITATIVO

    Se aplicó un cuestionario a 377 núcleos familiares en el distrito Jama-

    Pedernales, con el objetivo de evaluar la seguridad alimentaria. El

    cuestionario contenía 16 preguntas, relacionas a la fuente de ingresos

    económicos en el núcleo familiar y necesidades alimentarias.

    ANÁLISIS CUALITATIVO

    Se aplicó una ficha de observación encada visita a los a 377 núcleos

    familiares para observar aspectos como: Infraestructura de servicios

    básicos, presencia de organizaciones de asistencia y el entorno en el

    distrito Jama-Pedernales.

    RESULTADOS OBTENIDOS

    Capítulo 4

  • 6160

    RESULTADOS OBTENIDOS

    RESULTADO DEL ANÁLISIS CUANTITATIVO

    Dentro de las actividades laborales que más realizan como parte de

    sus ingresos económicos, los encuestados mencionan a la producción

    agrícola con un 25%, la producción pecuaria con un 23% y la actividad

    pesquera con un 19% (ver Gráfico 1).

    Gráfico 1. Actividades laborales que son

    parte de ingresos económicos

    El 69% de la población indicaron que perciben ingresos por menos

    de $300 dólares mensual, demostrando que los ingresos económicos

    son relativamente bajos (ver Gráfico 2).

    Gráfico 2. Ingresos económicos mensuales percibidos

    Es importante mencionar que estas comunidades investigadas viven

    en su gran mayoría con ingresos que no llegan ni siquiera a cubrir

    la canasta básica familiar, razón por la cual la población del distrito

    Jama-Pedernales, se encuentra en grupos de riesgo alimentario según

    lo establecido por (Jiménez Acosta, 1995).

    El Gráfico 3 demuestra que el 30% de los encuestados consideran

    como primordial a los vegetales y legumbres, un 27% a los cereales y

    en tercer lugar están las carnes con un 22% y en el último lugar está

    las frutas con un 16%. Es importante indicar que en este 5% de Otros

    alimentos primordiales están los lácteos.

    Gráfico 3. Alimentos primordiales en la canasta básica

    Respecto a la procedencia de los alimentos, el 64% de los encuestados

    mencionan que sus alimentos provienen de la compra de víveres en

    mercados, alimentos provenientes de la pesca (17%) y de la recolección

    mencionan como tercera opción con un 15% (ver Gráfico 4). Es

    importante indicar que el 84% de los alimentos que se consumen son

    alimentos sin procesar.

  • 6362

    Gráfico 4. Procedencia de los alimentos que consume

    El 53% menciona que sus alimentos los siembran en tierras ajenas,

    mientras que el 33% lo hacen en tierras propias y un 10% mencionó

    que en otros lugares % (ver gráfico 5). Es necesario destacar la

    importancia del auto consumo de alimentos, ya que puede hacer la

    diferencia entre inseguridad alimentaria crónica o transitoria según

    (Pedraza, 2003).

    Gráfico 5. Lugar de siembra de alimentos consumidos

    En el Gráfico 6 se puede observar que el 53% de los encuestados

    menciona que no realizan crías de animales en corral, mientras que el

    47% mencionó que si lo hacen, lo que nos permite decir que alrededor

    de la mitad de las personas tiene animales de cría en casa.

    Gráfico 6. Cría animales de corral

    Respecto al lugar donde comen los miembros del hogar (ver Gráfico

    7), el 88% de los encuestados indicaron que comen es su casa y el

    7% en casa de parientes.

    Gráfico 7. Lugar donde comen los miembros del hogar

    Respecto al tipo de combustible que se utiliza para cocer los

    alimentos, el combustible que más se utiliza es el Gas con un 81%,

    mientras que como segunda opción tienen la leña con un 19% (ver

    Gráfico 8), la referente a otros tipos de combustibles se mencionó al

    carbón.

  • 6564

    Gráfico 8. Combustible que se utiliza para cocer los alimentos

    Las hortalizas y legumbres son los cultivos que más frecuentes en los

    alrededores de las casas (39%), mientras que como segunda opción se

    tiene a los frutales (27%), y en tercer lugar será el de los cereales (10%)

    (Ver Gráfico 9), referente a otros tipos de cultivos se hace referencia

    al plátano.

    Gráfico 9. Tipos de cultivos que existen alrededor de la casa

    El 77% de los encuestados indicó que el mayor problema es el acceso

    a los alimentos, seguido de la disponibilidad a los alimentos como

    el segundo problema (13%) y mala utilización de los alimentos (9%)

    (Ver Gráfico 10).

    Gráfico 10. Problemas con los alimentos

    ANÁLISIS CUALITATIVO

    El 98% de las personas indicaron que no poseen servicio de agua

    potable, evidenciando la necesidad total de servicios de agua potable

    (ver Gráfico 11). El 94% de las personas mencionaron que no

    disponen de alcantarillado sanitaria (ver Gráfico 12).

    Gráfico 11. Disponibilidad de suministro de agua potable

  • 6766

    Gráfico 12. Disponibilidad de alcantarillado sanitario

    El Gráfico 13, demuestra que el 93% de las personas no reciben ningún

    tipo de ayuda, además, los encuestados indicaron que antes las recibían

    del INNFA o de otras instituciones, evidenciando la inexistencia de

    ayuda social.

    Gráfico 13. Presencia de organizaciones de ayuda

    El 57%, de los encuestados manifestaron que depositan la basura en

    el recolector, en segundo lugar en huecos (20%), mientras un 12% lo

    queman y un 9% lo botan en las quebradas (ver Gráfico 14).

    Gráfico 14. Lugar para depositar la basura

    El 75% de los encuestados manifiesta que existen inundaciones, y

    las razones que se mencionan son: Cuando llueve en invierno y se

    desbordan los ríos y la zona cuenta con rías que suben el caudal

    con la marea (ver Gráfico 15). No obstante, el 75% indicó que en

    la actualidad los ríos están secos, mientras que solo un 15% dijeron

    que están inundados, pero no al punto de desborde, sino más bien

    caudalosos (ver Gráfico 16).

    Gráfico 15. Áreas inundadas

  • 6968

    Gráfico 16. Estado de los causes de los ríos CONCLUSIONES

    Se determinó, en base a la evaluación de la seguridad alimentaria, que

    el distrito Jama-Pedernales se encuentra en un estatus de grupos en

    riesgo, ya que la inseguridad alimentaria se liga a la dificultad que

    tienen los núcleos familiares para acceder a una canasta básica que

    satisfaga las necesidades alimenticias además de que la inseguridad

    alimentaria se encuentra ligada al factor acceso a los alimentos.

    Se evidenció que los problemas de inseguridad alimentaria y

    malnutrición de los núcleos familiares del distrito Jama-Pedernales

    son transitorios, a pesar de que el 69 % de la población tiene ingresos

    económicos que no superan los 300 dólares, a estos núcleos familiares,

    no se les cataloga como inseguridad alimentaria y nutricional

    en riesgo, porque al alrededor del 50% de los núcleos familiares

    producen alimentos para consumo propio, el mismo que satisface los

    requerimientos mínimos alimenticios, sin embargo estas actividades

    deben ser respaldadas por programas de ayuda comunitaria, con su

    respectivo seguimiento.

    De acuerdo a los resultados obtenidos, se recomienda que los

    Gobiernos Autónomos Descentralizados del Distrito Jama-Pedernales

    incluyan en sus Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial

    (PDOT) programas de desarrollo comunitarios, articulados con

    los programas gubernamentales que cumplan con los objetivos del

    Buen vivir, con la finalidad de implementar y mejorar la tecnología

    agropecuaria y formar mancomunidades que garantice la seguridad

  • 70

    alimentaria, calidad de vida de la población y fortalezcan las

    capacidades y potencialidades de la ciudadanía.

    La participación de la comunidad constituyó un componente

    fundamental en la evaluación. Fue esencial contar con la colaboración

    de las autoridades del Distrito y Circuitos. ANEXOS

  • 7372

    ANEXO 1. CUESTIONARIO PARA MEDIR LA SEGURIDAD

    ALIMENTARIA EN EL DISTRITO JAMA-PEDERNALES

    Fuente de ingresos económicos en el núcleo familiar.

    De las siguientes actividades laborales, ¿Cuáles son parte de los ingresos económicos?

    Actividad Laboral:

    Comercio Actividad Pesquera

    Producción Pecuaria Producción Artesanal

    Producción Agrícola Servidor Público

    Otros Especifique:

    ¿En qué intervalo se encuentra el promedio económico mensual que percibe?Ingresos Económicos:

    Menos de $ 300

    De $ 300- $ 600

    De $ 600- $ 900

    Mayor a $ 900

    ¿Recibe donación de alimentos?:

    Si No Otros:

    ¿El salario mensual satisface en su totalidad las necesidades alimentarias?

    Si No Otros:

    Necesidades Alimentarias.¿Cuál cree que es alimento primordial en la canasta básica?

    Frutas Vegetales y legumbres

    Cereales Carnes (res, cerdo, pollo, pescado, etc.)

    Otros Especifique:

    ¿De cuál de las siguientes opciones, provienen los alimentos que consumen?

    Origen de alimentos que se consumen:

    Pesca Recolección de Alimentos

    Caza Compra víveres en mercados

    Otros Especifique:

    La mayoría de alimentos que consumen son:

    Alimentos procesados

    Alimentos sin procesar

    ¿Dónde se siembran los alimentos que consumen?

    Tierras Propias

    Tierras ajenas

    Huertos familiares

    Otros Especifique:

    ¿Realizan trueques? (Alimentos por trabajo, alimentos por alimentos, etc.):

    Si No ¿Por qué?:

    ¿Crían animales de corral?:

    Si No

  • 7574

    ¿Dónde comen las personas del hogar?

    Casa propia Centros de asistencia

    Casa de parientes Restaurantes

    Otros Especifique:

    ¿Qué combustible utilizan para cocer los alimentos?

    Gas Leña

    Otros Especifique:

    ¿Poseen reservas de alimentos?

    Si No Otros Especifique:

    ¿Poseen reservas de combustible?

    Si No Otros Especifique:

    ¿Qué tipo de cultivos existen alrededor de la casa?

    Frutales Hortalizas y legumbres

    Cereales Ninguno

    Otros Especifique:

    ¿Cuál cree que sea el mayor problema con los alimentos?

    La disponibilidad de alimentos

    El acceso a los alimentos

    La mala utilización de los alimentos

    Otros Especifique:

    Ninguno

    ANEXO 2

    FICHA DE OBSERVACIÓN

    Infraestructura

    ¿Cuentan con suministro de agua potable? Si No

    Descripción:

    ¿Cuentan con alcantarillado sanitario?

    Si No

    Descripción:

    Presencia de otras organizaciones de asistencia.¿Observa la presencia de otras organizaciones en la zona?

    Si No

    Descripción:

    ¿Qué tipo de ayuda realizan estas organizaciones?

    Social Agropecuaria

    Educativa Otros

    Descripción:

    Entorno¿Se observan terrenos cultivados?

    Si No

    Otros

    Descripción:

  • 7776

    ¿Dónde depositan la basura?

    Recolector Queman

    Quebradas Huecos

    Otros

    Descripción:

    ¿La están reciclando?

    Si No

    ¿Por qué?

    Descripción:

    ¿Existen áreas inundadas?

    Si No

    ¿Por qué?

    Descripción:

    ¿Cómo están los cauces de los ríos?

    Secos Inundados Otros

    ¿Por qué?

    Descripción:

    Nació en Manabí, Ecuador; Ingeniero Agroindustrial y Doctor de

    Investigación en Ciencias (Ph.D.) Agrarias, Alimentarias y Agro

    – Ambientales. Realizó estudios sobre micorrizas arbusculares,

    trabajo que realizó en los laboratorios de la carrera de Agraria

    de la Universidad de Pisa, Italia; además realizó una Maestría en

    procesamiento de Alimentos en la Universidad Agraria del Ecuador.

    Luego de haber estado por varios años en Europa, en 2018 regresó

    a Ecuador. Se vinculó al cuerpo de docentes e investigadores de la

    Pontificia Universidad Católica del Ecuador con sede en Manabí, y

    luego a la Universidad Técnica de Manabí. El principal interés de

    Mario es el estudio de las micorrizas arbusculares en Sudamérica.

    En la actualidad se desempeña como docente investigador a tiempo

    completo.

    MARIO JAVIER BONILLA LOORACERCA DE LOS AUTORES

  • 7978

    Doctora de Investigación en Ciencias Agrarias, Alimentarias y

    Agro-Ambientales en la Universidad de Pisa, Italia. Realizó un

    Máster en Calidad y Seguridad Alimentaria en la Universidad

    de País Vasco, España. En el 2012 se graduó como Ingeniera

    Agroindustrial en la Escuela Superior Politécnica Agropecuaria De

    Manabí MFL. En los últimos 5 años ha participado en proyectos e

    investigaciones internacionales en el área de Alimentos, Genéti