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    En busca de una teora de la conducta radicalmente psicolgica:

    Respuesta a Marino Prez

    (In search of a radically psychological behavior theory: Response to Marino Prez)

    Emilio Ribes-Iesta1

    Universidad Veracruzana(Mxico)

    RESUMEN

    Una teora de la conducta humana requiere ser parte de una teora de la conducta que incluya la conductade organismos en otros phyla, no solamente los animales. El comportamiento humano es una sntesis detres procesos emergentes en la historia de la vida en el planeta: a) la emergencia del tejido nervioso, b) laemergencia del lenguaje y c) simultneamente el surgimiento de las primeras formas de organizacin socialy la divisin del trabajo. El lenguaje, en el caso de los seres humanos, ha permitido el surgimiento de las fun-ciones substitutivas de contingencias, como emergentes psicolgicos exclusivos. Se examina el papel crucialdel lenguaje y la atribucin de un nombre en el proceso de identidad social como individuo y como persona.

    Palabras clave: evolucin, lenguaje, organizacin social, apego, persona

    ABSTRACT

    A theory of human behavior must be part of a theory including the behavior of organisms in phyla differenteven form animals. Human behavior is a synthesis of three emergent processes in the history of life in ourplanet: a) the emergence of neural tissue, b) the emergence of language, and c) the simultaneous emergenceof social organization and labor division. Language, in human beings, allowed for the contingency-substi-tution functions, as an exclusive psychological emergence. It is examined the crucial role of language andname-attribution in the process of social identity as individual and person.

    Key words: evolution, language, social organization, attachment, person

    El comentario de Marino Prez a mi escrito sobre el desligamiento enumera las coincidencias que compar-timos respecto de la naturaleza de una teora de la conducta como corpus central de la ciencia psicolgica.Es mi propsito abundar en algunos aspectos relativos al nfasis en lo que mi colega llama una teora de laconducta radicalmente humana, en especial a los fundamentos loscos requeridos as como a la discusin

    1) Dirigir correspondencia a:Centro de Estudios e Investigaciones en Conocimiento y el Aprendizaje Humano, Av.

    Orizaba 203, Fracc. Veracruz, 91029 Xalapa, Ver., Mxico. Correo electrnico: [email protected]

    ACTA COMPORTAMENTALIA

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    del concepto de persona y la naturaleza de las instituciones sociales. Espero que estas observaciones ayudena cerrar el crculo del acuerdo.

    TEORA DE LA CONDUCTA SOLAMENTE HUMANA?

    Una de las preocupaciones que animaron el desarrollo de la teora de la conducta (TC) formulada por Ribesy Lpez (1985) fue sistematizar los fenmenos psicolgicos en los dominios del comportamiento animal ydel comportamiento humano, estableciendo a la vez las distinciones cualitativas entre el comportamiento(como equivalente de interconducta) exclusivamente humano y el de las especies subhumanas, as como lasyuxtaposiciones que pueden identicarse entre ambos en el transcurso del desarrollo ontogentico de los

    seres humanos. El surgimiento del funcionalismo y el conductismo como movimientos fundacionales dela psicologa cientca estuvo estrechamente vinculado al pensamiento evolucionista, incluyendo al propio

    Charles Darwin (Boakes, 1984 ; Ribes & Burgos, 2006). De hecho, fue la posibilidad de realizar observacio-nes naturalistas sistemticas y experimentos en el laboratorio con animales lo que impuls la formulacinde una teora de la conducta que comprendiera tambin a los seres humanos, hasta ese momento presos dela experiencia conciente como mbito de su vida psicolgica.

    El pensamiento evolucionista oblig a pensar en la especicidad de la condicin psicolgica del ser

    humano como especie actual, elHomo sapiens sapiens, quiz no la ltima, pero evidentemente tampoco laprimera con caractersticas totalmente distintas a las dems especies animales conocidas (el Homo Ante-cessor, elHeildelbergy el simplemente Sapiens Neanderthalrepresentan ya un salto cualitativo previo alHomo Sapiens Sapiens). El pensamiento evolucionista, que no teora propiamente dicha, aporta ms interro-gantes que respuestas, en la medida en que poco se sabe sobre los procesos de especiacin, la transformacincualitativa a clases y phyla distintos, la forma en que se interrelacionaron los distintos reinos biolgicos(procariotas, y los eucariotas: protistas, hongos, plantas y animales) en el proceso de evolucin de la vida,la relacin entre las especies extintas y las supervivientes, y muchas ms. Los avances recientes en micro-biologa mostrando la importancia de virus y bacterias en la especiacin intra-especie y entre especies me-diante la simbiognesis (Margulis1998; Margulis & Sagan, 2003), los procesos epigenticos (Piaget, 1977),as como las posibilidades de autotransformacin de las clulas y tejidos como sistemas dinmicos (Sol& Bascompte, 2006), restringen la generalidad que se otorgaba a la mutacin gentica (espontnea) y a laseleccin natural por reproduccin sexual como procesos explicativos de la evolucin biolgica (Margulis,Matthews & Haselton, 2000). La llamada teora darwinista est basada exclusivamente en la observacin deun nmero limitado de especies animales, con un grave desconocimiento o marginacin de la microbiologa.

    La reexin sobre la evolucin biolgica, desde la perspectiva de una teora de la conducta, conduce a

    delimitar: a) en qu se distingue la conducta de los seres humanos de la de otras especies; b) qu condicionespueden ser responsables no slo de las diferencias de la conducta humana respecto de las de otras especies,sino tambin de las diferencias entre especies en general; y c) el papel que desempea la organizacin bio-lgica como reactividad diferencial al entorno (en especial el tejido nervioso), la naturaleza funcional delentorno de cada especie (tanto orgnica como inorgnica), y los lmites y posibilidades de cada especie demodicar y transformarlo. La primera precisin conceptual se reere a la aparicin del comportamiento

    psicolgico (a partir del comportamiento biolgico) en la escala evolutiva, tal como la conocemos. La segun-da precisin tiene que ver con la relacin entre evolucin biolgica y complejidad o evolucin conductual.

    La unidad funcional de los seres vivos es la clula, que caracteriza como organismo a los procariotasy a una parte importante de los eucariotas protistas. Las funciones primordiales de la clula tienen que vercon la nutricin y la reproduccin, y con ellas aparecen simultneamente dos propiedades exclusivas de losseres vivientes, la irritabilidad y la motilidad (Maier & Schneirla, 1964). La nutricin y reproduccin iden-tican a los seres vivos como sistemas con entropa positiva, a diferencia de los sistemas inorgnicos. Sin

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    embargo, la reactividad basada exclusivamente en la irritabilidad y motilidad de la clula sirven slo parala incorporacin, metabolismo y excrecin de substancias o compuestos en el entorno. El comportamientopsicolgico aparece slo en el reino de los animales, con la diferenciacin reactiva y motriz que permite alorganismo su interaccin distal con objetos y eventos, tanto en lo sensible como en lo motriz. La transfor-

    macin de la irritabilidad y la motilidad en sensibilidad y motricidad local y de translacin es el resultado dela organizacin progresivamente ms compleja de subsistemas funcionales en el organismo y la emergenciadel tejido nervioso (originalmente clulas ganglionares) como subsistema regulador o coordinador del resto.En este momento evolutivo, se pueden identicar relaciones interactivas cambiantes con la experiencia y las

    primeras formas de desligamiento funcional de los sistemas reactivos biolgicos respecto de los elementos,objetos u acontecimientos vinculados directa y estrictamente a su nutricin y reproduccin.

    De este modo, conceptualmente podemos establecer la aparicin del comportamiento psicolgico, enla forma de comportamiento biolgico desligado, con la aparicin del tejido nervioso en lo que constituyeel reino animal. Se da de esta manera una doble emergencia, cualitativamente diferente. La primera, es elsurgimiento de organismos estructurados en diferentes sistemas especializados, que contribuyen todos, dedistinta manera a las funciones de la nutricin y la reproduccin. La complejidad de tales organismos incluye

    un tipo de tejido especial cuya nica funcin es ser reactivo a los distintos sistemas que los componen. Es elnico tejido que no tiene una funcin especial relacionada con la nutricin y la reproduccin. Sin embargo,es el tejido que permite que el organismo desarrolle funciones de sensibilidad y motricidad, a partir de la irri-tabilidad y la motilidad. No es el encargado, causa o aparato de dichas funciones (Ribes, 2008). Su existenciapermite el desarrollo de tejidos, rganos y subsistemas que enriquecen y extienden las interacciones con lascircunstancias, propiedades, objetos y eventos en el entorno. La segunda emergencia posibilitadasimult-neamentees el comportamiento psicolgico, como desligamiento funcional del comportamiento biolgicofrente a las entidades y propiedades sicoqumicas directas del entorno. Y, un tercer emergente posterior es

    la organizacin social como forma de vida delHomo sapiens sapiens. Entre las dos primeras emergenciasy esta ltima, transcurren millones de aos. De este modo, podemos apuntar la distincin bsica entre elestudio de la conducta biolgica, como reactividad uniforme intraespecie, y el de la conducta psicolgica,

    como singularidad reactiva intraespecie.La segunda precisin tiene que ver con la evolucin biolgica y la complejidad conductual. No existe

    una relacin directa o lineal entre organizacin y comportamiento biolgico con el comportamiento psi-colgico, como forma de organizacin de las interacciones individuales con los objetos y acontecimientosdel entorno. En contra de supuestos simplistas, puede armarse que no existe logenia de la conducta, sino

    ms bien diferencias cualitativas del comportamiento psicolgico en la logenia, diferencias que no corres-ponden a los tiempos ni a las secuencias evolutivas de las especies en los distintos reinos. El ejemplo mselocuente de este hecho es que el comportamiento psicolgico aparece en el reino animal en las especiescon un medio acutico, muchas de las cuales son previas al surgimiento del reino de las plantas, exclusiva-mente terrestre y posterior evolutivamente al inicio del reino animal. Este hecho, seala entre otras cosas,la importancia del medio en que se desarrollan las especies, y de la importancia que tuvo en la evolucin y

    transformacin de los sistemas sensibles y motrices (y concurrentemente del sistema nervioso) el hecho dereemplazar el medio acutico por el medio terrestre. La vida surgi y se desarroll en los mares (y mediosacuticos), pero posteriormente se diversic y complejiz de modos divergente en el medio terrestre, como

    lo testimonia el surgimiento del reino vegetal por un lado, y la diversidad de formas sensibles distales y demotricidad de traslacin y de manipulacin que desarrollaron los vertebrados especialmente. Esto apoya elplanteamiento de que la evolucin biolgica no puede examinarse en trminos del organismo solo, unicelu-lar o pluricelular, sino de la sinergia organismo-entorno. Toda evolucin es una evolucin ecolgica, comolo muestra la aparicin de las plantas y de la mayor parte de los vertebrados. Entorno y organismo constitu-yen una unidad evolutiva, y de ese modo debemos entender tambin las circunstancias que dieron lugar a la

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    aparicin de los distintos antropoides superiores y homnidos, y la conformacin de entornos modicados

    por el propio comportamiento de la especie, en el ser humano: la organizacin social, especialmente en lorelativo a la supervivencia de los neonatos de las distintas especies, factor que indudablemente tiene que vercon la vida en grupo.

    Los mamferos, al no ser ovparos, terminan parte de su desarrollo biolgico, especialmente respectode la motricidad, despus del nacimiento, y comparados con el resto de las especies, son ms vulnerablesy requieren de cuidados y proteccin de sus conespeccos, especialmente de quienes los conciben. El ser

    humano, como animal, es el ms dependiente y vulnerable de todos los seres vivos y, en esa medida, seentiende que los humanos constituyan inevitablemente ncleos grupales de convivencia como nica formade garantizar la supervivencia de los nuevos miembros de la especie. Otro factor que obliga a la vida engrupo es que se trata de una especie con pocas fortalezas: no somos fuertes, no tenemos garras o colmillos,ni somos veloces. Requerimos de la conjuncin de fuerzas y destrezas para sobrevivir.

    Ya he examinado previamente (Ribes, 2001) por qu la vida en grupo de distintas especies tiene elcarcter de pre o parasocial, como en el caso de algunos insectos y tambin en los antropoides superiores.La organizacin social es exclusivamente humana, pero no se trata de un don de la especie, sino de una

    emergencia que caracteriza a la especie como lo que es. Constituye una emergencia evolutiva de la especie-entorno. Como lo documenta de manera sistemtica Mithen (1998), las caractersticas del medio geogrco,

    la dieta, el descendimiento de los rboles al suelo, y otros factores contribuyeron a que en los homnidos,y especialmente en elHomo sapiens sapiens, el crecimiento de la quijada ajustada a una dieta carnvora, laliberacin de las extremidades superiores como medio de desplazamiento y su transformacin en medio demanipulacin, permitieron la elaboracin de instrumentos con dureza (minerales), la produccin o descubri-miento del fuego (elemento fundamental de las primeras formas de cultura nutritiva y territorial) y, lo msimportante, el desarrollo de un aparato fonador articulado. Sin lugar a dudas, la posibilidad de un sedenta-rismo relativo, el desarrollo de habilidades manipulativas nas y la articulacin de sonidos son los factores

    que hicieron posible el desarrollo de la organizacin social y del surgimiento del Homo sapiens sapiens,nuestro bien conocido ser humano. De este modo se dieron una serie de factores, todos vinculados al

    comportamiento psicolgico pre-existente, que permitieron su transformacin funcional y la emergencia dela relacin social, como una condicin exclusivamente humana. No debemos dejar de lado el hecho de queel actual ser humano es una de las variaciones evolutivas que tuvieron lugar, entre ellas elHomo Antecessorhace ya un milln de aos cuando menos (como lo muestran los yacimientos de Atapuerca) y elHombre deNeanderthal, que coexisti con nosotros y que desarroll evidentemente alguna forma de lenguaje articu-lado (Dunbar, 2006; Mithen, 2005).

    COMPORTAMIENTO HUMANO, LENGUAJE Y ORGANIZACIN SOCIAL

    Reconocer las diferencias cualitativas entre el ser humano y su medio social y las dems especies y susentornos ecolgicos, no signica, ni debiera justicar, que la organizacin social de la vida humana (la

    convivencia) y las funciones psicolgicas que involucra no sean fenmenos naturales. Por el contrario,slo se pueden entender a la luz de un proceso evolutivo complejo, asimtrico, no lineal y profundamentesinuoso y largo. No se puede concebir ni entender la conducta humana al margen del proceso evolutivo y delconocimiento del comportamiento psicolgico en las especies no humanas. La evolucin de la vida ha teni-do lugar como un proceso de transformacin recproca entre los organismos y las condiciones del entorno(que han incluido progresivamente a otros organismos). Esta transformacin recproca comprende desde lascianobacterias que transformaron inicialmente el cianuro de la atmsfera en oxgeno, a las plantas y orga-nismos que, mediante su propio comportamiento biolgico y psicolgico (cuando se da), alteran y cambianel entorno, regulando los efectos de agentes fsico-qumicos y de otros organismos, hasta aquellos cambios

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    producidos por el ser humano, contaminando y destruyendo los recursos naturales de la tierra, creando ob-jetos, artefactos y medios y circunstancias nuevos. Sin embargo, la contribucin por excelencia delHomosapiens sapiensa sus propias condiciones de transformacin y existencia como especie, es el surgimientode lenguaje articulado, como una prctica de naturaleza convencional y no determinada de manera biolgica

    nicamente.Ya he subrayado que el ser humano, como ser social, surgi necesariamente de la conjugacin de doscircunstancias: el uso del lenguaje gestual y su fonacin articulada, y la divisin especializada del trabajoentre los miembros de un determinado grupo o clan (Ribes, 1985, 2001). Con el establecimiento de relacio-nes de intercambio de satisfactores (bienes) y comportamientos signicativos para la supervivencia y convi-vencia del grupo (servicios) se constituyeron las primeras sociedades humanas. El trabajo especializado entanto divisin social de las actividades del grupo humano (Lluch & Mic, 2009), represent ir ms all delsimple compartir los satisfactores y salvaguardas territoriales en forma simultnea, situacional, en sito. Ladivisin del trabajo represent postergar dicha comparticin a momentos (y quiz lugares) diferentes en losque se realiza la actividad productiva o benefactora. El surgimiento de las primeras formas de intercambio y,por consiguiente, de relaciones econmicas, ocurri como diferimiento de la distribucin de los bienes y los

    servicios dentro de un grupo de humanos, un clan. Estas relaciones imprimieron el carcter de social a esosgrupos o clanes, estableciendo funciones especcas en algunos momentos y situaciones a cada uno de sus

    miembros. Sin embargo, este proceso de divisin del trabajo y la organizacin social que conllev, no pudoocurrir sin la presenciasimultneadel lenguaje.

    El lenguaje no consiste en fonar sonidos relativamente articulados o en realizar gestos, acciones quecompartimos con otras especies animales. El lenguaje constituye un sistema reactivo cuyas morfologas seestablecen arbitrariamente por convencin y, a partir de ello, permiten actuar a distancia de los objetos yacontecimientos, sin necesidad de entrar en contacto directo con ellos. Adems, dichas formas de comporta-miento convencional, que siempre forman parte de una prctica respecto de algo y/o alguien, pueden tenerlugar en ausencia de los objetos, acontecimiento y/o personas ante los que originalmente se estableci suuso. El lenguaje, aunque surge como y constituye una prctica de los humanos, trasciende una mera dimen-

    sin de actividad. Recurriendo a la multicitada frase de Wittgenstein (1953), imaginar un lenguaje es imagi-nar una forma de vida. Una forma de vida no slo representa lo que se hace sino el sentido de lo que se hacey el sentido con que se hace, el sentido o signicado que tienen las cosas, las conductas, las personas y las

    circunstancias. El lenguaje no es una representacin simblica del mundo, sino que el lenguaje estructura ydelimita el mundo signicativo como prctica compartida. Anteriormente (Ribes, 1993, 2006), he sealado

    que el lenguaje no es una forma de comportamiento, sino que ms bien el comportamiento humano es elcontenido funcional del lenguaje como forma de vida.

    Sera ingenuo suponer que el lenguaje surgi tal como lo practicamos en la actualidad (con la di-versidad asociada de lenguajes tcnicos a los lenguajes naturales o lenguas). Nuestro conocimiento acercadel lenguaje proviene de los antecedentes y vestigios encontrados en la forma de lenguaje escrito, o en laslenguas de grupos humanos que viven en relativo aislamiento y que carecen de escritura, basndose exclusi-

    vamente en las tradiciones orales. Es de suponer que las prcticas del lenguaje y mediante el lenguaje se hanido transformando a la par de las relaciones sociales que dichas prcticas han contribuido a conformar. Lastradiciones orales que hacen referencia a tiempos pasados, a esperanzas o temores de futuro, a la narracinde razones, motivos y otros ms, sugiere que el desligamiento funcional caracterstico de la substitucinextrasituacional (o referencial) surgi cuando menos con las grandes civilizaciones de Egipto, el cercano ymedio Oriente, el Mediterrneo y China, hace 6000 aos (aunque puede haber surgido antes), tiempo brevecontrastado con el proceso evolutivo y la aparicin de los primeras especies de Homo (Mithen, 2004). Ellenguaje escrito, por otra parte, apareci vinculado a las transacciones comerciales distantes hace 5000 aos(en los sumerios, chinos y otras culturas) con el uso de jeroglcos, como ideo-pictogramas, que con el paso

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    de tiempo se transformaron en signos con correspondencia fontica, dando lugar a la escritura alfabtica ac-tual (Moorhouse, 1961). La llama escritura pictrica (como las de algunas cuevas, que datan desde el 35,000antes de nuestra era) no constituyen formas genuinas de escritura, pues consisten en re-presentaciones deanimales y otras entidades, y en ese sentido su signicado radica en la delidad a lo representado. La es-

    critura, se caracteriza, como todo el lenguaje, por su naturaleza convencional y su morfologa arbitrariarespecto de las propiedades y formas de las entidades y acontecimientos cotidianos. La escritura, un actoexclusivamente humano, crea registros y vestigios que se constituyen en s mismos en lenguaje objetivado:signos, palabras, frases, etc., es decir, objetos lingsticos. La escritura es lenguaje objetivado que trasciendeal acto mismo de su ocurrencia, y que afecta en tiempo y espacio a otros, en ausencia del mismo escritor. Elescritor puede confrontarse con su propio acto lingstico en momentos diferentes y reaccionar a l, interac-tuar modicndolo y relacionar sus distintos segmentos como si fueren (y, en efecto, en eso se convierten)

    objetos independientes, con propiedades autnomas dadas por sus relaciones internas y sus corresponden-cias funcionales con distintos usos. Este carcter de desligabilidad del lenguaje del propio individuo que lopractica y lo crea como objeto de estmulos para l y otros, es la condicin necesaria para el surgimiento dela substitucin transituacional (o no referencial).

    Deseo subrayar que el lenguaje constituye la condicin esencialmente humana. Para decirlo en tr-minos aristotlicos es la condicin material que permite el surgimiento de las relaciones sociales (comorelaciones de intercambio primitivas) y desarrollo de las formas de comportamiento psicolgico que sonexclusivamente humanas. El desligamiento extrasituacional (substitucin referencial) y el desligamientotransituacional (substitucin no referencial) son los dos emergentes psicolgicos posibilitados por el len-guaje. Los seres humanos compartimos con otras especies las formas de comportamiento psicolgico quetienen lugar como desligamiento intrasituacional (las funciones contextual, suplementaria y selectora), peroincluso dichas funciones psicolgicas no son parecidas. El lenguaje, en su componente de sistema reactivohumano, imprime a dichas funciones intrasituacionales una complejidad y diversidad de formas de organi-zacin que no ocurren en las otras especies. Es funcin de una teora comparativa de la conducta examinarlas diferencias de especie entre las semejanzas de funcin. Las diferencias no se deben exclusivamente a

    las caractersticas biolgicas, especialmente del sistema nervioso, sino que en ellas concurren la naturalezadel ambiente social del ser humano (cultura e instituciones) y, por encima de todo, el medio lingstico queposibilita toda relacin convencional. Desde esta perspectiva, as como la evolucin de las distintas especiesdel homo muestra transformaciones en la forma de cambios corporales, ecolgicos, de organizacin grupal(hasta la constitucin de los clanes) y el surgimiento de distintos niveles cualitativos de funcionamiento dellenguaje, tambin podemos suponer que, sin que tengan lugar transformaciones biolgicas signicativas

    (que no han ocurrido en los ltimos 12,000 aos por lo menos), pueden tener lugar nuevas emergenciaspsicolgicas, producto de las formas de vida progresivamente diferenciadas y complejas auspiciadas porlos nuevos sistemas de conocimiento, artefactos tecnolgicos y alteracin del hbitat del planeta. Comoha ocurrido en los ltimos 6,000 aos, podemos ser testigos de emergencias psicolgicas sin que se veanacompaadas de emergencias evolutivas de tipo biolgico. Otra tarea de una teora comparativa de la con-

    ducta es la de comparar el desarrollo diferencial de las funciones psicolgicas en distintas culturas y mediosinstitucionales. Los seres humanos actuales tenemos un desarrollo psicolgico heterogneo, no uniforme,condicionado por las distintas formaciones sociales y el acceso diferencial a distintas posibilidades de par-ticipacin en las diversas esferas de la convivencia social y la divisin social del trabajo. El estudio deldesligamiento funcional como causa eciente es fundamental para identicar a partir de ella las propiedades

    y caractersticas de las causas material, formal y nal, en estricto apego a los criterios aristotlicos.

    Las relaciones entre individuos en el medio social estn reguladas por contingencias de poder, in-tercambio y sancin (Ribes, Rangel & Lpez-Valadez, 2008), que son transversales a todas las prcticasculturales (contingencias personales) y a las prcticas institucionales (contingencias impersonales). Las

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    relaciones entre comportamiento individual, comportamiento entre individuos y prcticas culturales e ins-titucionales son complejas. La formacin social sin considerar a los individuos que la conforman sera unconcepto hueco, vaco, una quimera. El concepto de formacin social (y los de cultura e institucin) carecende sentido sin incluir en su lgica a los individuos como miembros o elementos que actan. Obviamente,

    la formacin social no es una simple suma de individuos en accin. Sin embargo, la formacin social nopuede concebirse sino es en trminos de prcticas organizadas, en las que las conductas individuales y lasprcticas sociales, sean de tipo personal, interpersonal o interindividual estn entrelazas y fusionadas entres. Las prcticas o conductas de los individuos como relaciones entre personas o actividades privadas slotienen sentido respecto de las prcticas sociales, como prcticas culturales (contingencias personales) oprcticas institucionales (contingencias impersonales). No obstante, el comportamiento de los individuos encualquiera de los tres planos (privado, personal-interpersonal, impersonal) tiene un margen de autonomaque procura diversidad y posibilidades de campo a las distintas prcticas sociales y, por consiguiente, a laformacin social como organizacin.

    En toda formacin social destacan dos criterios para identicar a sus miembros: a) como persona

    (identidad singular), y/o 2) como individuo (identidad genrica). Marino Prez enfatiza la importancia del

    concepto de persona para una teora de la conducta humana. En principio estoy de acuerdo con cho nfasis,pero considero necesario matizarlo y explicitarlo. Una precisin importante es que el concepto de persona nofue introducido como categora conductual por George H. Mead (1934). En su libro, cuya traduccin correc-ta sera Mente, s mismo y sociedad: desde el punto de vista de un conductista social, el trmino personano es mencionado una sola vez (como tampoco lo es el de espritu). Dichos trminos son una contribucindel traductor (Gino Germani), que as lo hace notar en su introduccin. Sin embargo, mente y espritu no sontrminos ni conceptos equivalentes, como no lo son s mismo y persona. El self como s mismo se reere

    al sujeto de su propia experiencia, y la mente reere una entidad individual a diferencia del espritu, como

    sustancia o dimensin genrica. Lo que s dice Mead (p. 182) es que los animales no pueden incorporarse aningn proceso social porque carecen del mecanismo necesario: el lenguaje.

    Y en este punto deseo retomar el concepto de `persona y su importancia en una teora de la conducta

    general, que considera y distingue al comportamiento humano del comportamiento animal, sin dejar dereconocer su vinculacin evolutiva. No pueden existir instituciones sin lenguaje. Volviendo a las categorasaristotlicas, en el mbito de las formaciones sociales, el lenguaje es causa material mientras que las institu-ciones son causa formal. Las contingencias de poder, intercambio y sancin, connaturales a toda formacinsocial (Ribes, Rangel & Lpez-Valadz, 2008), constituyen la causa eciente que se actualiza en la forma

    de relaciones interpersonales (culturales) e interindividuales impersonales- (institucionales). La causa nal

    tiene que ver con los criterios de perfeccin o virtud a ser alcanzados en dicha formacin social (y serelaciona, obviamente, con los dominios de la justicia, la tica, el bienestar y la esttica).

    La emergencia de la persona involucra un proceso social en que el lenguaje es especialmente protag-nico. No nacemos personas. Nacemos como entes biolgicos, socialmente considerados en principio sereshumanos. Sin embargo, nos convertimos en personas con base en un doble proceso de identicacin. Indi-

    viduo y persona, en el caso humano, son procesos que se originan y determinan en el sistema de relacionessociales del que forma parte. No hay ningn proceso de auto-reconocimiento al interior del individuo/perso-na previo al proceso social que le otorga ambas identidades. La identidad de un individuo y/o una personaes siempre, y comienza como, una identidad social. Ya hemos sealado (Ribes & Prez-Almonacid, 2012) laimportancia del medio de contacto como posibilitador de la convivencia, y cmo en el caso del ser humanose supraordina a las funciones del medio de contacto ecolgico, al determinar el apego a los conespeccos

    con base en relaciones convencionales de naturaleza lingstica. La aliacin y el apego de los humanos a

    sus conespeccos son algo ms que eso (una diferencia importante respecto del apego animal). Constituyen

    un proceso mediante el cual el grupo, como parte de la formacin social, incorpora al neonato como miem-

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    bropermanentey le otorga adems una singularidad identitaria como miembro de dicho grupo. En muchasocasiones, el neonato tiene ya un nombre antes de nacer, y eso lo hace ya persona en forma anticipada. Elindividuo humano, considerado automticamente como tal por el simple hecho de ser engendrado por hu-manos, se convierte en persona cuando se le identica como a un individuo nico, singular, irrepetible. Ese

    proceso tiene lugar cuando se le asigna, se le otorga, se le da un nombre. El nombre convierte al individuohumano en persona. El proceso de otorgar identidad al individuo como persona, regula no solo la imitacinde los comportamientos compartidos con el grupo de referencia, sino que regula el apego como empata.Mowrer (1960) caracterizaba la empata, ser responsivo con base al comportamiento de los semejantes,como imitacin afectiva.La dimensin ecolgica destacada por el medio de contacto convencional es, sinduda, el apego como empata. De existir un ser biolgicamente humano sin nombre, no existira como per-sona ni como congnere de sus semejantes. Probablemente no habra mayor castigo social que retirar todaidentidad, nombre o equivalente, a un individuo.

    El nombre, como identicacin de la singularidad, como identidad personal, otorga la existencia so-cial a un individuo como persona, le da especicidad frente a sus otros signicativos (a los que reconoce por

    sus nombres). Se es persona cuando se tiene nombre. El nombre, como identidad personal, puede asignarse o

    provenir de criterios diversos: la toponimia (el lugar de origen), el parentesco (ser rplica de), descripcinde caractersticas y o virtudes, orden de nacimiento, ocios practicados, semejanza con animales, ores, o

    minerales, y muchas ms. En ese sentido, el nombre no slo identica la singularidad del individuo como

    persona, sino que tambin le da un contexto de signicacin (o funcionalidad) en la formacin social, en su

    formacin social particular, constituida por costumbres, vestidos, una lengua natural, formas de alimenta-cin y todo lo que involucra una cultura. La biografa interactiva de cada persona informa sobre los modossingulares en que participa de las contingencias interpersonales e impersonales en el transcurso de su vidasocial, y el reconocimiento de los diversos estados momentneos de dicha biografa constituye el estudiode lapersonalidad(Ribes, 2009). La personalidad es el concepto psicolgico que describe el estado del serpersona de un individuo humano. El estudio de la personalidad es el estudio de la individuacin personal,el estilo de interactuar, mientras que el estudio del desarrollo psicolgico es el estudio de la individuacinimpersonal: las competencias establecidas con base en las demandas de un medio de contacto especco

    que incluye las instituciones informarles o interpersonales (la cultura) y las instituciones formales o imper-sonales (el Estado social). Una teora de la conducta comprensiva del ser humano debe incluir todos estosaspectos, aunque pertenecen a niveles diferentes de comprensin (Ribes, 2010).

    REFERENCIAS

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  • 7/24/2019 MARINO PEREZ

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