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MARÍA DE LA HOZ: TONO Y MIHURA EN LAS TRINCHERAS Julián MOREIRO ÍES Ciudad de los poetas (Madrid) Para el grupo de humoristas que alcanzó la madurez mediada la déca- da de los veinte, y que podríamos denominar «Generación de Gutiérrez» por haber dejado casi todos ellos una muestra acabada de su maestría en las páginas de aquella revista madrileña dirigida por K-Hito, la guerra ci- vil supuso, como para tantos otros creadores, una experiencia traumática, por más que la vivieran con una cierta distancia en la mayoría de los casos. Y ha de tenerse en cuenta la repercusión del drama en sus vidas y en sus trayectorias profesionales pues, en caso contrario, la historia del humor durante el primer franquismo se entenderá mal. Edgar Neville, Jardiel Poncela, López Rubio, Tono, Mihura y Anto- niorrobles, los más sobresalientes herederos de Ramón Gómez de la Ser- na, habían renovado el concepto del humor con sus colaboraciones en las audaces revistas aparecidas durante la década de los veinte; además, los cuatro primeros, habían vivido en Hollywood una experiencia insólita (de la que no parece que supieran sacar mucho partido) como adaptadores de diálogos. Sucedía eso en los años treinta, mientras la II República iniciaba su azarosa existencia. Con la excepción de Antoniorrobles, que asumió su compromiso y vivió tras la contienda largos años en el exilio, ninguno de los citados mostró entusiasmo alguno por la nueva situación política española, si bien optaron por un prudente retraimiento acorde con su pro- pensión al abstencionismo como norma de vida; cabe señalar, no obstante, el caso excepcional de Edgar Neville, que militó en Izquierda Republicana Anales de Literatura Española, 19 (2007), pp. 161-172. 161

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MARIacuteA DE LA HOZ TONO Y MIHURA EN LAS TRINCHERAS

Juliaacuten MOREIRO

IacuteES Ciudad de los poetas (Madrid)

Para el grupo de humoristas que alcanzoacute la madurez mediada la deacutecashyda de los veinte y que podriacuteamos denominar laquoGeneracioacuten de Gutieacuterrezraquo por haber dejado casi todos ellos una muestra acabada de su maestriacutea en las paacuteginas de aquella revista madrilentildea dirigida por K-Hito la guerra cishyvil supuso como para tantos otros creadores una experiencia traumaacutetica por maacutes que la vivieran con una cierta distancia en la mayoriacutea de los casos Y ha de tenerse en cuenta la repercusioacuten del drama en sus vidas y en sus trayectorias profesionales pues en caso contrario la historia del humor durante el primer franquismo se entenderaacute mal

Edgar Neville Jardiel Poncela Loacutepez Rubio Tono Mihura y Anto-niorrobles los maacutes sobresalientes herederos de Ramoacuten Goacutemez de la Sershyna habiacutean renovado el concepto del humor con sus colaboraciones en las audaces revistas aparecidas durante la deacutecada de los veinte ademaacutes los cuatro primeros habiacutean vivido en Hollywood una experiencia insoacutelita (de la que no parece que supieran sacar mucho partido) como adaptadores de diaacutelogos Sucediacutea eso en los antildeos treinta mientras la II Repuacuteblica iniciaba su azarosa existencia Con la excepcioacuten de Antoniorrobles que asumioacute su compromiso y vivioacute tras la contienda largos antildeos en el exilio ninguno de los citados mostroacute entusiasmo alguno por la nueva situacioacuten poliacutetica espantildeola si bien optaron por un prudente retraimiento acorde con su proshypensioacuten al abstencionismo como norma de vida cabe sentildealar no obstante el caso excepcional de Edgar Neville que militoacute en Izquierda Republicana

Anales de Literatura Espantildeola 19 (2007) pp 161-172 161

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hasta septiembre de 1936 y hubo luego de hacer meacuteritos extraordinarios y reinterpretar su pasado (Riacuteos Carratalaacute 2005b 102-103)

Cuando comenzoacute la contienda unos y otros procuraron colocarse a cubierto en la zona franquista encontraron un coacutemodo rincoacuten en la reshytaguardia y pusieron su talento al servicio de la causa Su eleccioacuten teniacutea que ver con factores culturales y con su adscripcioacuten de clase aunque no siempre verbalizaron sus razones circunstancia a la que seguramente ha de atribuirse el escaso eco que el asunto ha encontrado en la criacutetica Pero no faltan miradas maacutes atentas a la suerte del humor y de los humoristas en aquellas traacutegicas circunstancias

Sin ninguacuten sentido peyorativo podemos hablar de unos laquosentildeoritos de la repuacuteblicaraquo que renegaron de la misma cuando vieron peligrar su condishycioacuten de laquosentildeoritosraquo A pesar de que la situacioacuten social de Miguel Mihu-ra no es equiparable a la de Jardiel Poncela o Edgar Neville la adhesioacuten de los tres a la sublevacioacuten es un intento de preservar unos privilegios no solo econoacutemicos incompatibles con la toma de poder por parte de laquola chusmaraquo objeto de sus saacutetiras Y puestos a elegir entre dichos privishylegios y la libertad no dudaron (Riacuteos Carratalaacute 2005a 20)

Ese juicio que parece irrefutable es compatible con las tibias explishycaciones aportadas por los interesados para justificar su conducta Cuando Miguel Mihura habla de su decisioacuten de abandonar el Madrid republicano lo hace con un cierto tono frivolo como en otra ocasioacuten he comentado (Moreiro 2004 175-176) y solventa de un plumazo -que disimula pero no oculta una motivacioacuten maacutes profunda- la cuestioacuten de las dos Espantildeas laquoComprendiacute que la zona roja no nos iba ni a Espantildea ni a nosotros los espantildeoles Y entonces yo me dije laquoEstos sentildeores que se vayan a hacer puntildeetas No me interesan y me voy con los otrosraquoraquo Simplificar la realidad con ironiacutea es un recurso que entre otras cosas permite autojustificarse y ponerse a salvo pero se trata de una falsa impresioacuten pues la realidad no puede dejar de ser como es irse con los otros para poner a su servicio la pluma y el talento era una forma de acudir a las trincheras Y los humoshyristas lo hicieron a veces por convencimiento a veces por simpatiacutea y en ocasiones por inercia

Un trabajo de propaganda en colaboracioacuten

A finales de enero de 1937 Miguel Mihura consiguioacute salir de Madrid con su madre Dos semanas despueacutes de llegar a Valencia se les presentoacute la ocasioacuten de ocupar dos puestos libres en un avioacuten que volaba a Toulouse con brigadistas franceses heridos en combate Desde la ciudad francesa

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Mihura entroacute en contacto con Tono que estaba en Pariacutes desde antes del inicio de la guerra y su amigo le ofrecioacute una casa que teniacutea en Hendaya El 23 de febrero madre e hijo cruzaron la frontera de Iruacuten y se reunieron en San Sebastiaacuten con Jeroacutenimo el hermano mayor de Miguel que habiacutea llegado meses antes Por su parte Tono dejoacute las orillas del Sena y se insshytaloacute tambieacuten en la privilegiada capital de la retaguardia franquista (donde Mihura confesariacutea maacutes tarde que habiacutea vivido laquocomo un marqueacutesraquo) un reshyducto de paz y buena olla para privilegiados pero tambieacuten un foco cultural muy activo en aquellos tiempos difiacuteciles como muestran algunos estudios recientes (Ascunce 1999)

La colaboracioacuten profesional entre Mihura y Tono fue siempre inciershyta y es una muestra maacutes de que entre los miembros de la tambieacuten llamada laquoOtra Generacioacuten del 27raquo existioacute amistad siacute pero no una fluida disposishycioacuten al trabajo en comuacuten Los celos la desconfianza o sencillamente el afaacuten protagonista de la mayoriacutea de estos personajes no facilitoacute las cosas y no puede decirse que los trabajos en colaboracioacuten fueran abundantes ni duraderosEn todo caso el reencuentro de Mihura con Tono supuso el comienzo de un periodo de entendimiento que finalizariacutea unos antildeos maacutes tarde cuando las diferencias econoacutemicas y de criterio entre ambos proshyvocaron la ruptura definitiva -profesional no afectiva- tras el celebrado estreno de Ni pobre ni rico sino todo lo contrario (1943) Tono un autoshydidacta como su amigo habiacutea tenido la ocasioacuten de aprender mucho sobre ilustracioacuten graacutefica durante sus estancias en Estados Unidos y Francia y su experiencia le valioacute ser nombrado director artiacutestico de la revista menshysual Veacutertice la maacutes ambiciosa empresa periodiacutestica de Falange fundada en abril de 1937Tambieacuten Miguel mantuvo alliacute una colaboracioacuten regular hasta finales de 1938 y en sus paacuteginas vieron la luz algunas laquofalsas bioshygrafiacuteasraquo firmadas con el seudoacutenimo que Tono y Mihura Mihura y Tono hariacutean popular en esos antildeos Tomi-Mito

Pero fue en el diario Unidad donde esa firma compartida dejariacutea maacutes huella Ambos humoristas se alternaron durante una temporada con una tira coacutemica laquoLa semana de Don Mario de la Oraquo de Tono y laquoLa semana del Sentildeor Caradepatoraquo de Mihura que durante la guerra firmoacute siempre como Lilo Y fue en ese diario donde la firma Tomi-Mito inicioacute la publica-

I Resulta especialmente significativa la agresiva actitud que mostroacute en los antildeos treinta Jardiel hacia Mihura a quien acusoacute de plagio en puacuteblico y en privado Veacutease al respecto el relato de esta difiacutecil relacioacuten en mi biografiacutea de Mihura(Moreiro 2004 81-87) El autor de Tres sombreros de copa tampoco fue un ejemplo de ductilidad su colaboracioacuten con Calvo Sotelo primero y Alvaro de Laiglesia despueacutes concretada en sendas comedias mdashiexclViva lo imposible (1939) y El caso de la mujer asesinadita (1946)- terminoacute pronto y no se resolvioacute de manera cordial

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cioacuten en abril de 1937 de una serie de breves estampas narrativas bajo el tiacutetulo geneacuterico de laquoSiete meses y un diacutea en Madridraquo que supusieron el deshybut de Tono como autor literario La serie cuyo tiacutetulo aludiacutea a la experienshycia de Mihura en la capital sitiada tuvo continuacioacuten entre los nuacutemeros 44 y 61 deLa Ametralladora (noviembre de 1937-marzo de 1938) bajo el roacutetulo en este caso de laquoMadrid comunistaraquo Posteriormente las veintishycinco estampas veriacutean la luz en forma de folleto con el tiacutetulo definitivo de Mariacutea de la Hoz tomado de una parodia de la famosa tonadilla laquoMariacutea de la Oraquo publicada por Mihura en el nuacutemero 42 de La Ametralladora y que bien puede considerarse como primer modelo de un estilo perfeccionado luego por Tono y que antildeos despueacutes produciriacutea las muy celebradas laquoaleshygres cancionesraquo de La Codorniz

Aunque no es este el lugar para entrar en un anaacutelisis detallado de la cuestioacuten parece claro que en el trabajo compartido Mihura maacutes expeshyrimentado como escritor es el responsable de la adopcioacuten de un determishynado punto de vista y del tono general de los textos por su parte Tono aporta la intuicioacuten la capacidad inventiva -que en ocasiones no acertaba a controlar- y esa habilidad para la improvisacioacuten que constituyen sus principales virtudes y que llevaron a Goacutemez de la Serna a considerarlo como la encarnacioacuten del nuevo humorismo en un artiacuteculo publicado en La Estafeta Literaria en diciembre de 1956 Las discrepancias de caraacutecter entre uno y otro (mucho maacutes abierto y cordial Tono maacutes caprichoso y arshybitrario su amigo) se manifiestan tambieacuten en el terreno estiliacutestico Mihura tiene maacutes dotes como creador conoce el sentido de la medida y no suele dejarse llevar por excesos Tono es menos comedido maacutes torrencial y lo mismo acumula ocurrencias o imaacutegenes que repite y exprime los gags hasta dislocar el texto En Mariacutea de la Hoz las diferencias que acabo de apuntar resultan evidentes

La propaganda se consideroacute desde el principio una poderosa arma de guerra en la zona franquista el decreto de unificacioacuten de 1937 permitioacute controlar toda la maquinaria puesta al servicio de la difusioacuten de consignas (Pizarroso 2005) A la copiosa cosecha propagandiacutestica oficial hay que unir las contribuciones que en nuacutemero considerable a traveacutes de la prensa o por medio de libros y folletos hicieron quienes habiacutean huido de zona republicana (Langa Ntildeuntildeo 2000) En unos casos por conviccioacuten profunshyda en otros con el aacutenimo de hacer meacuteritos o incluso de borrar flaqueshyzas pasadas ahora inconvenientes una serie de periodistas e intelectuales aportan su grano de arena a la abundante bibliografiacutea de combate Entre

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esas aportaciones estaacuten las de quienes relatan los horrores vividos en las ciudades sometidas a la laquobarbarie rojaraquo ni que decir tiene que la mayoriacutea de los testimonios se refieren a Madrid

Esos textos destacan por su violencia verbal y por la contundencia de sus juicios como pone de manifiesto por ejemplo un libro publicado en Valladolid por el periodista Joaquiacuten Romero-Marchent (Romero-Mar-chent 1937) con el tiacutetulo de Soy un fugitivo Este personaje cuyo fervor tal vez se explique por la necesidad de hacer olvidar algunos detalles de su pasado alude a Madrid como la ciudad secuestrada laquopor lo peorcito de cada casaraquo define a la Espantildea leal como laquomal oliente desgrentildeada zafia y brutalraquo se emplea a fondo contra las mujeres republicanas (laquobabeantes de lujuria socialraquo dice) y considera que Margarita Nelken y la Pasionaria son laquola siacutentesis de todas las malas hembras de todas las malas madres que alimentaban las inclusas de todas las arpiacuteas de todas las ramerasraquo Anticomunismo antipatriotismo degradacioacuten moral y corrupcioacuten poliacutetica son las caracteriacutesticas que adornan a la sociedad republicana de acuerdo con los dictados oficiales de la propaganda franquista en cuanto al tono empleado por Romero-Marchent -conocido y contertulio ocasional de Miguel Mihura- puede servir de referencia para el que ofrecen panfletos similares

Pues bien Mariacutea de la Hoz representa una excepcioacuten Sin duda comparte con otras publicaciones toda una bateriacutea de lugares comunes para dibujar con sarcasmo al Madrid sitiado y es como tantos otros un producto ocasional que contribuye pese ala vocacioacuten abstinente de sus autores (maacutes clara en el caso de Mihura que en el de Tono) a desacreditar los valores y las creencias de uno de los bandos en guerra y a poner en cuestioacuten la talla moral e intelectual de los liacutederes republicanos pero el punto de vista elegido por los humoristas introduce una ironiacutea distancia-dora de gran eficacia expresiva y confiere a sus paacuteginas un cierto porte esteacutetico ausente por completo en otros productos de aquella hora Ni sishyquiera encontramos aquiacute el leacutexico caracteriacutestico de esas publicaciones inshytegrado por palabras como laquobarbarieraquo laquohordasraquo laquoratasraquo laquoenerguacutemenosraquo laquocanallaraquo laquosin Diosraquo laquobaacuterbarosraquo etc el contenido resulta menos burdo y queda tamizado por los hallazgos formales irregularmente repartidos por el texto Su peculiaridad queda de manifiesto desde el paacuterrafo inicial que deja entrever el propoacutesito que anima a Tono y Mihura en su empresa laquoAl declararse la guerra en Espantildea lo primero que hizo el Estado Mayor del Gobierno revolucionario fue reunirse en el cafeacute Colonial para tomar acuerdos y unas gambasraquo La incompatibilidad semaacutentica de esa coorshydinacioacuten entre dos elementos heterogeacuteneos tienen el valor de una tarjeta de visita tanto en el plano estiliacutestico como en el temaacutetico los personajes

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adquieren ya en esas liacuteneas naturaleza de tiacuteteres y los autores hacen que se muevan en un ambiente propio de la farsa esperpeacutentica

Ahora bien ello no obsta para que Mariacutea de la Hoz entre de lleno dentro de la literatura de combate participe de la tosquedad de la propashyganda nacionalista y merezca reflexiones como esta

Leer textos propagandiacutesticos publicados durante la guerra resulta peshynoso Intentar adentrarse en los razonamientos que los orientan nos lleva a campos todaviacutea maacutes lamentables Y el resultado por obvio apenas aporta algo significativo Mariacutea de la Hoz es un folleto que una vez consultado conviene olvidar Hasta cierto punto pues ese olvido nunca se debe extender a la evidencia de que los humoristas tambieacuten se involucraron en la guerra Con todas sus consecuencias que fueron lo desagradables que cabiacutea esperar en un enfrentamiento fratricida donde apenas quedoacute margen para el respeto al contrario la buacutesqueda de camishynos de paz y la reconciliacioacuten (Riacuteos Carratalaacute 2005b 124)

Analizar brevemente este tiacutetulo es una decisioacuten que me parece se justifica en razoacuten de los liacutemites que el profesor Riacuteos Carratalaacute sentildeala al olvido (inevitable destino por lo demaacutes para el folleto de Tono y Mihura) pero tambieacuten porque constituye una muestra representativa -apenas tenida en cuenta por los estudiosos- del humor cultivado en Espantildea durante el franquismo inicial cuando la propaganda era otra forma de ocupar liacuteneas en el frente de guerra

Otra croacutenica de guerra

El texto que nos ocupa aparecioacute en el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado una publicacioacuten semanal que nacioacute en Sevilla el 28 de enero de 1939 de la mano de Falange y bajo la direccioacuten de Joaquiacuten Peacuterez Madrigal con el expresivo subtiacutetulo de laquoGenio y hombres de Espantildearaquo luego desaparecido en ese primer nuacutemero incluiacutea la reedicioacuten de Marruecos Diario de una banderade Francisco Franco A partir del ndeg 16 de 2 de septiembre del mismo antildeo pierde el tono agresivo con que hasta entonces habiacutea defenshydido los ideales del nuevo reacutegimen y combina los textos propagandiacutesticos con otros de entretenimiento la edita desde entonces Ediciones Espantildeolas SA empresa ubicada en el ndeg 40 de la calle de Almagro de Madrid y reshycoge durante unas semanas ilustraciones firmadas por Tono En enero de 1940 cambiariacutea de formato para incorporar contenidos maacutes propios de una revista de variedades Desaparecioacute unos meses despueacutes (Naval 2000)

Mariacutea de la Hoz fue publicada el 4 de noviembre de 1939 en un folleto que llevaba como ilustracioacuten de cubierta la fotografiacutea de una mi-

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liciana con fusil y pistola al cinto Ademaacutes del relato -que ilustrado por los mismos autores ocupaba 59 de las 128 paacuteginas totales- el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado incluiacutea un cuento de Joseacute Mariacutea Salaverriacutea (laquoUn drama en el restauranteraquo) una semblanza de Ramiro Ledesma Ramos a cargo de Juan Aparicio el artiacuteculo laquoLa patria el pan y la justiciaraquo del propio Leshydesma un apunte sobre Zorrilla firmado por E Ramiacuterez Aacutengel una resentildea criacutetica de Nicolaacutes Gonzaacutelez Ruiz a propoacutesito de la novela de Mariano Toshymaacutes La nintildea de plata y oro un perfil biobibliograacutefico de J Ortiz de Pinedo sobre Fernando de Rojas y unas paacuteginas miscelaacuteneas con noticias sobre la vida literaria consultorio bibliograacutefico y filoloacutegico croacutenicas sobre la vida universitaria pasatiempos y anuncios Esta somera descripcioacuten da idea del contenido diverso de una publicacioacuten peculiar que tratoacute de recuperar sin eacutexito exitosas foacutermulas editoriales de los antildeos treinta

Las paacuteginas de Mariacutea de la Hoz estaacuten precedidas por un sucinto proacuteshylogo del influyente periodista bilbaiacuteno Jacinto Miquelarena buen amigo de Tono y Mihura desde los antildeos donostiarras Parece escrito de comproshymiso y nada dice acerca del contenido del relato Miquelarena emplea un tono que trata de acomodarse al humor disparatado de los autores a quienes presenta como descubridores del laquocraacuteneo coacutenicoraquo y expertos en laquoconicefalismoraquo

Estamos ante un librito que carece de plan compuesto como mero agregado de escritos unidos por su referente (el Madrid republicano) y por el empleo de unos recursos humoriacutesticos que constituyen el elemento vertebrador Consta de veinticinco capiacutetulos breves de entre quince liacuteshyneas y dos paacuteginas cuyos tiacutetulos remiten con frecuencia a los utilizados por Mihura en sus artiacuteculos de Gutieacuterrez laquoEra un barco de oficinistas y la tinta se les terminoacuteraquo laquoHistoria triste del batalloacuten de laquoLas Infamesraquoraquo laquoAquellas vacas que se disfrazaron de milicianasraquo etc otros en camshybio anuncian el tono directamente beligerante de su contenido satiacuterico especialmente en las paacuteginas finales como es el caso de laquoLos uacuteltimos inventos para justificar la revolucioacutenraquo o laquoLa gran carnavalada de la revoshylucioacutenraquo De las colaboraciones de Mihura en la citada revista madrilentildea proceden con las oportunas adaptaciones diversas estrategias discursivas distribuidas aquiacute y allaacute y no menos de tres capiacutetulos completos

El texto pasa revista en clave paroacutedica y en un tono que en ocasiones no rehuye las expresiones gruesas y hasta se complace en ciertas bromas de dudoso gusto a los toacutepicos acuntildeados por la maquinaria propagandiacutesshytica del franquismo sobre la Espantildea republicana Como advierte Ramo-neda (2004 45) el propoacutesito distorsionador laquono impide que se pongan de manifiesto los afanes de los autores por ridiculizar y presentar de forma grotesca una realidad dramaacutetica y confiictiva [] y sobre todo el deseo

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de igualdad social y de poner fin a los abusos de las clases superiores y las aspiraciones sociales de los obreros de los campesinos andaluces y de los marinerosraquo

El teloacuten de fondo el paisaje humano que pulula por estas paacuteginas deriva de la imagen simplista y caricaturesca que las derechas teniacutean de los rojos Podemos leer asiacute coacutemo los comunistas -tras ser adiestrados por los rusos que prestan una ayuda tan absurdamente ineficaz que llevan hasta Valencia barcos cargados de naranjas- laquohabiacutean robado tanto dinero y eran tan ricos que usaban los automoacuteviles una sola vez Despueacutes de usados los tiraban como se tiran las cerillasraquo los revolucionarios son una partida de corruptos propensos a dejarse seducir por los anarquistas laquoSi la gente conseguiacutea comer algo era porque casi todos teniacutean alguacuten miliciano que metido en su tanque iba por la noche a llevarles a su casa un kilo de arroz Y con el arroz los madrilentildeos conseguiacutean hacer maravillas Habiacutea quien con solo arroz haciacutea filetes con patatas y calamares en su tintaraquo los principios revolucionarios se reducen a la loacutegica de los cuentos para nintildeos laquoLo que maacutes les sonaba a todos era eso del reparto de la tierra y a cada momento deciacutean que debiacutea repartirse la tierra -iexclLa tierra para el que la trabaja- exclamaban a gritos los dependientes de las tiendas Y para emshypezar decidieron repartirse el Retiro que es tan grande y las mujeres y los nintildeos iban con cubos y con palas y cogiacutean tierra y se la llevaban a casaraquo y como nintildeos presumen los milicianos de sus nuevas amistades laquoCuando llegaron los tanques rusos todo el mundo queriacutea tener un tanque o por lo menos dar una vuelta en un tanque Los milicianos se los llevaban a Mashydrid en cuanto podiacutean para darse el gustazo de ir al Cafeacute Colonial a tomar cafeacute y dejar el tanque a la puerta Los antiguos abrecoches se hicieron abretanques y cobraban maacutes propina que anteriormenteraquo

Los autores aplican a la realidad el mismo punto de vista deformador que Mihura empleara en los escritos de su uacuteltima etapa en Gutieacuterrez El efecto es divertido y eso permite que la burla suavice un tanto el evidenshyte propoacutesito de presentar el Madrid asediado como una ciudad absurda convertida casi en un escenario guintildeolesco donde los madrilentildeos van a pasar la tarde al frente como podriacutean hacerlo a una verbena (para ellos la guerra es una realidad disparatada como lo es para el Estado Mayor que a la hora de comprar material beacutelico encarga termos peines abrelatas botellas de cervezas cuerdas etc) se suben a los coches en el pescante junto al cochero y en los tranviacuteas en la plataforma al lado del conductor para que nadie los tome por sentildeoritos o convierten las colas en una pasioacuten que los entontece laquoYa las colas no se organizaban dentro de los estableshycimientos La gente se citaba en el Hipoacutedromo o en la Castellana y alliacute era donde se formaban grandes colas compuestas por doscientas o trescientas

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personas Cuando ya estaban hechas se poniacutean en marcha y entonces las colas iban recorriendo las calles y buscando una buena tienda donde poshynerseraquo En cuanto a los liacutederes poliacuteticos son personajes inconsistentes que bordean el cretinismo se toman sus obligaciones como un juego infantil y parecen haber perdido su naturaleza de seres humanos al punto de que mientras Azantildea laquoestaba hecho un hombre muy mujer de su casaraquo la Pashysionaria era en realidad laquoun sentildeor de luto con barba y bigote que ganaba tres duros diarios por hacer el papel de La Pasionariaraquo

La Pasionaria fue uno de los blancos preferidos de la propaganda franquista y uno de los siacutembolos rojos maacutes vilipendiados por sus voceshyros probablemente Mariacutea de la Hoz es una alusioacuten a esta figura que concitoacute el furor misoacutegino en un momento en que la relevancia puacuteblica de las mujeres republicanas lo alentoacute hasta la exasperacioacuten Tono y Mihura participan desde luego de ese lugar comuacuten pero sus palabras resultan menos virulentas que sarcaacutesticas porque ambos estaacuten maacutes interesados en dibujar una vintildeeta coacutemica que en subrayar la degradacioacuten de un personaje que llegoacute a encarnar todas las maldades de la anti-Espantildea Valga como ejemplo el pasaje en que encontramos a la dirigente comunista arengando a los mineros quienes enfervorizados por el discurso gritan laquoiexclMas vale ser viudo de una heacuteroa que marido de una cobardaraquo

Las convicciones misoacuteginas de los autores quedan de manifiesto con mayor claridad en los capiacutetulos XIII XIV y XV protagonizados por el feroz batalloacuten de laquoLas Infamesraquo pero la saacutetira no se ceba en la consashybida imagen de la mujer anticristiana antiespantildeola y antifemenina sino que lleva el sello personal de Mihura -que ya habiacutea escrito textos con un propoacutesito similar en Gutieacuterrez- maacutes interesado por trasladar su idea de que para las mujeres -sean estas pobres muchachas de servicio vicetiples con aspiraciones o ahora milicianas- la vida se reduce a buscar marido y a representar aplicadamente su papel de adorno social laquoLas Infamesraquo -cuarenta milicianas empleadas del matadero municipal- eran laquomuy guashypas y muy bien formadas y representaban la gracia madrilentildea y el troniacuteo ese Todas iban derramando paquetes de sal y pimientaraquo tras ellas iba otro batalloacuten laquocompuesto por sentildeoras gordas que eran las madres y que iban comiendo bocadillos de jamoacuten artificialraquo Las infames entienden la guerra de una manera insoacutelita y su conducta en nada se distingue de la de las modistillas madrilentildeas retratadas con ironiacutea por Mihura en distintos escritos de los antildeos treinta asiacute coquetean con los miembros del batalloacuten laquoLos feroces dependientes de Ultramarinosraquo mientras los pajaritos cantan La Internacional y a poco se casan con ellos para a continuacioacuten engashyntildearlos con el batalloacuten de laquoLos Corsariosraquo y dar lugar a un final traacutegico propio de folletiacuten

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Si me he detenido en este uacuteltimo episodio es porque me parece cashyracteriacutestico del tono general de Mariacutea de la Hoz donde los autores (y especialmente Mihura a quien ha de atribuirse la mayor parte de la inshyvencioacuten) hacen un ejercicio interesante por infrecuente aplicar a una reashylidad dramaacutetica que ven desde prejuicios ideoloacutegicos compartidos con otros escritores adeptos al incipiente reacutegimen un tratamiento esteacutetico en principio inconveniente basado en los principios del humor inverosiacutemil o absurdo que se habiacutea impuesto en los antildeos anteriores a la guerra El reshysultado -apreciable tambieacuten en muchas paacuteginas de La Ametralladora- es cuando menos desconcertante y aconseja colocarlo en un aparte dentro de la literatura de urgencia y propaganda A fin de cuentas mientras otras publicaciones fueron solo una contribucioacuten interesada una inversioacuten de futuro esta cuenta en su descargo con la excusa de haber tendido un puenshyte entre el humor de los antildeos treinta y el que poco despueacutes cristalizariacutea en La Codorniz

Final

Como sentildeala Riacuteos Carratalaacute (2005b110) las publicaciones de los humoristas del 27 durante los antildeos de la guerra no antildeaden nada a su gloria literaria les fueron uacutetiles porque evidenciaron su adhesioacuten a los venceshydores cuando ello fue imprescindible pero despueacutes las olvidaron no por exigencias de una inexistente evolucioacuten ideoloacutegica sino porque una toma de partido tan descarada no se aveniacutea con la imagen que cultivaron de siacute mismos durante el resto de su vida Son palabras que pueden aplicarshyse ajustadamente a Mihura un hombre que procuroacute siempre vivir en su rincoacuten para ver desde alliacute la vida con una displicencia inteligente y algo parecido puede decirse de Tono aunque su caraacutecter maacutes extravertido lo llevoacute a dejarse ver maacutes pero sin adoptar una postura ideoloacutegica comproshymetida

Ni uno ni otro recordaron nunca Mariacutea de la Hoz maacutes que lo impresshycindible para incluirla -y no siempre- en la relacioacuten de sus publicaciones Cuando en 1962 aparecieron las incompletiacutesimas OO CC de Miguel Mi-hura el dramaturgo prefirioacute olvidarla El texto no volvioacute a reproducirse hasta que Arturo Ramoneda lo recogioacute en el volumen recopilatorio Prosa y obra graacutefica ya citado aparecido en 2004 En los casi setenta antildeos que median entre esa fecha y la de la primera edicioacuten Mariacutea de la Hoz no ha merecido la atencioacuten de nadie ni siquiera cuando en los uacuteltimos antildeos aumentoacute el intereacutes por la literatura de guerra

Un volumen como este dedicado a analizar manifestaciones diversas del humor durante el franquismo no podiacutea pasar por la alto unas paacuteginas

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con las que dos de los grandes del pasado siglo pagaron su oacutebolo a los vencedores de una guerra conscientes de contarse entre ellos Constituyen una prueba de que en efecto tambieacuten los humoristas fueron a la guerra y se decantaron por la Espantildea que mejor se aveniacutea con sus creencias maacutes genuinas aprendidas en la escuela burguesa aunque fuera entre mohines y protestas

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BIBLIOGRAFIacuteA

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- laquoMiguel Mihura tambieacuten fue a la guerra aunque pocoraquo en Rafael Peacuterez Sierra Felipe B Pedraza Jimeacutenez y Milagros Rodriacuteguez Caacutece-res (eds) Miguel Mihura cumple un siglo Actas de las jornadas en homenaje al humorista y dramaturgo Comunidad de Madrid 2005b pp 99-115

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hasta septiembre de 1936 y hubo luego de hacer meacuteritos extraordinarios y reinterpretar su pasado (Riacuteos Carratalaacute 2005b 102-103)

Cuando comenzoacute la contienda unos y otros procuraron colocarse a cubierto en la zona franquista encontraron un coacutemodo rincoacuten en la reshytaguardia y pusieron su talento al servicio de la causa Su eleccioacuten teniacutea que ver con factores culturales y con su adscripcioacuten de clase aunque no siempre verbalizaron sus razones circunstancia a la que seguramente ha de atribuirse el escaso eco que el asunto ha encontrado en la criacutetica Pero no faltan miradas maacutes atentas a la suerte del humor y de los humoristas en aquellas traacutegicas circunstancias

Sin ninguacuten sentido peyorativo podemos hablar de unos laquosentildeoritos de la repuacuteblicaraquo que renegaron de la misma cuando vieron peligrar su condishycioacuten de laquosentildeoritosraquo A pesar de que la situacioacuten social de Miguel Mihu-ra no es equiparable a la de Jardiel Poncela o Edgar Neville la adhesioacuten de los tres a la sublevacioacuten es un intento de preservar unos privilegios no solo econoacutemicos incompatibles con la toma de poder por parte de laquola chusmaraquo objeto de sus saacutetiras Y puestos a elegir entre dichos privishylegios y la libertad no dudaron (Riacuteos Carratalaacute 2005a 20)

Ese juicio que parece irrefutable es compatible con las tibias explishycaciones aportadas por los interesados para justificar su conducta Cuando Miguel Mihura habla de su decisioacuten de abandonar el Madrid republicano lo hace con un cierto tono frivolo como en otra ocasioacuten he comentado (Moreiro 2004 175-176) y solventa de un plumazo -que disimula pero no oculta una motivacioacuten maacutes profunda- la cuestioacuten de las dos Espantildeas laquoComprendiacute que la zona roja no nos iba ni a Espantildea ni a nosotros los espantildeoles Y entonces yo me dije laquoEstos sentildeores que se vayan a hacer puntildeetas No me interesan y me voy con los otrosraquoraquo Simplificar la realidad con ironiacutea es un recurso que entre otras cosas permite autojustificarse y ponerse a salvo pero se trata de una falsa impresioacuten pues la realidad no puede dejar de ser como es irse con los otros para poner a su servicio la pluma y el talento era una forma de acudir a las trincheras Y los humoshyristas lo hicieron a veces por convencimiento a veces por simpatiacutea y en ocasiones por inercia

Un trabajo de propaganda en colaboracioacuten

A finales de enero de 1937 Miguel Mihura consiguioacute salir de Madrid con su madre Dos semanas despueacutes de llegar a Valencia se les presentoacute la ocasioacuten de ocupar dos puestos libres en un avioacuten que volaba a Toulouse con brigadistas franceses heridos en combate Desde la ciudad francesa

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA19

Mihura entroacute en contacto con Tono que estaba en Pariacutes desde antes del inicio de la guerra y su amigo le ofrecioacute una casa que teniacutea en Hendaya El 23 de febrero madre e hijo cruzaron la frontera de Iruacuten y se reunieron en San Sebastiaacuten con Jeroacutenimo el hermano mayor de Miguel que habiacutea llegado meses antes Por su parte Tono dejoacute las orillas del Sena y se insshytaloacute tambieacuten en la privilegiada capital de la retaguardia franquista (donde Mihura confesariacutea maacutes tarde que habiacutea vivido laquocomo un marqueacutesraquo) un reshyducto de paz y buena olla para privilegiados pero tambieacuten un foco cultural muy activo en aquellos tiempos difiacuteciles como muestran algunos estudios recientes (Ascunce 1999)

La colaboracioacuten profesional entre Mihura y Tono fue siempre inciershyta y es una muestra maacutes de que entre los miembros de la tambieacuten llamada laquoOtra Generacioacuten del 27raquo existioacute amistad siacute pero no una fluida disposishycioacuten al trabajo en comuacuten Los celos la desconfianza o sencillamente el afaacuten protagonista de la mayoriacutea de estos personajes no facilitoacute las cosas y no puede decirse que los trabajos en colaboracioacuten fueran abundantes ni duraderosEn todo caso el reencuentro de Mihura con Tono supuso el comienzo de un periodo de entendimiento que finalizariacutea unos antildeos maacutes tarde cuando las diferencias econoacutemicas y de criterio entre ambos proshyvocaron la ruptura definitiva -profesional no afectiva- tras el celebrado estreno de Ni pobre ni rico sino todo lo contrario (1943) Tono un autoshydidacta como su amigo habiacutea tenido la ocasioacuten de aprender mucho sobre ilustracioacuten graacutefica durante sus estancias en Estados Unidos y Francia y su experiencia le valioacute ser nombrado director artiacutestico de la revista menshysual Veacutertice la maacutes ambiciosa empresa periodiacutestica de Falange fundada en abril de 1937Tambieacuten Miguel mantuvo alliacute una colaboracioacuten regular hasta finales de 1938 y en sus paacuteginas vieron la luz algunas laquofalsas bioshygrafiacuteasraquo firmadas con el seudoacutenimo que Tono y Mihura Mihura y Tono hariacutean popular en esos antildeos Tomi-Mito

Pero fue en el diario Unidad donde esa firma compartida dejariacutea maacutes huella Ambos humoristas se alternaron durante una temporada con una tira coacutemica laquoLa semana de Don Mario de la Oraquo de Tono y laquoLa semana del Sentildeor Caradepatoraquo de Mihura que durante la guerra firmoacute siempre como Lilo Y fue en ese diario donde la firma Tomi-Mito inicioacute la publica-

I Resulta especialmente significativa la agresiva actitud que mostroacute en los antildeos treinta Jardiel hacia Mihura a quien acusoacute de plagio en puacuteblico y en privado Veacutease al respecto el relato de esta difiacutecil relacioacuten en mi biografiacutea de Mihura(Moreiro 2004 81-87) El autor de Tres sombreros de copa tampoco fue un ejemplo de ductilidad su colaboracioacuten con Calvo Sotelo primero y Alvaro de Laiglesia despueacutes concretada en sendas comedias mdashiexclViva lo imposible (1939) y El caso de la mujer asesinadita (1946)- terminoacute pronto y no se resolvioacute de manera cordial

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cioacuten en abril de 1937 de una serie de breves estampas narrativas bajo el tiacutetulo geneacuterico de laquoSiete meses y un diacutea en Madridraquo que supusieron el deshybut de Tono como autor literario La serie cuyo tiacutetulo aludiacutea a la experienshycia de Mihura en la capital sitiada tuvo continuacioacuten entre los nuacutemeros 44 y 61 deLa Ametralladora (noviembre de 1937-marzo de 1938) bajo el roacutetulo en este caso de laquoMadrid comunistaraquo Posteriormente las veintishycinco estampas veriacutean la luz en forma de folleto con el tiacutetulo definitivo de Mariacutea de la Hoz tomado de una parodia de la famosa tonadilla laquoMariacutea de la Oraquo publicada por Mihura en el nuacutemero 42 de La Ametralladora y que bien puede considerarse como primer modelo de un estilo perfeccionado luego por Tono y que antildeos despueacutes produciriacutea las muy celebradas laquoaleshygres cancionesraquo de La Codorniz

Aunque no es este el lugar para entrar en un anaacutelisis detallado de la cuestioacuten parece claro que en el trabajo compartido Mihura maacutes expeshyrimentado como escritor es el responsable de la adopcioacuten de un determishynado punto de vista y del tono general de los textos por su parte Tono aporta la intuicioacuten la capacidad inventiva -que en ocasiones no acertaba a controlar- y esa habilidad para la improvisacioacuten que constituyen sus principales virtudes y que llevaron a Goacutemez de la Serna a considerarlo como la encarnacioacuten del nuevo humorismo en un artiacuteculo publicado en La Estafeta Literaria en diciembre de 1956 Las discrepancias de caraacutecter entre uno y otro (mucho maacutes abierto y cordial Tono maacutes caprichoso y arshybitrario su amigo) se manifiestan tambieacuten en el terreno estiliacutestico Mihura tiene maacutes dotes como creador conoce el sentido de la medida y no suele dejarse llevar por excesos Tono es menos comedido maacutes torrencial y lo mismo acumula ocurrencias o imaacutegenes que repite y exprime los gags hasta dislocar el texto En Mariacutea de la Hoz las diferencias que acabo de apuntar resultan evidentes

La propaganda se consideroacute desde el principio una poderosa arma de guerra en la zona franquista el decreto de unificacioacuten de 1937 permitioacute controlar toda la maquinaria puesta al servicio de la difusioacuten de consignas (Pizarroso 2005) A la copiosa cosecha propagandiacutestica oficial hay que unir las contribuciones que en nuacutemero considerable a traveacutes de la prensa o por medio de libros y folletos hicieron quienes habiacutean huido de zona republicana (Langa Ntildeuntildeo 2000) En unos casos por conviccioacuten profunshyda en otros con el aacutenimo de hacer meacuteritos o incluso de borrar flaqueshyzas pasadas ahora inconvenientes una serie de periodistas e intelectuales aportan su grano de arena a la abundante bibliografiacutea de combate Entre

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esas aportaciones estaacuten las de quienes relatan los horrores vividos en las ciudades sometidas a la laquobarbarie rojaraquo ni que decir tiene que la mayoriacutea de los testimonios se refieren a Madrid

Esos textos destacan por su violencia verbal y por la contundencia de sus juicios como pone de manifiesto por ejemplo un libro publicado en Valladolid por el periodista Joaquiacuten Romero-Marchent (Romero-Mar-chent 1937) con el tiacutetulo de Soy un fugitivo Este personaje cuyo fervor tal vez se explique por la necesidad de hacer olvidar algunos detalles de su pasado alude a Madrid como la ciudad secuestrada laquopor lo peorcito de cada casaraquo define a la Espantildea leal como laquomal oliente desgrentildeada zafia y brutalraquo se emplea a fondo contra las mujeres republicanas (laquobabeantes de lujuria socialraquo dice) y considera que Margarita Nelken y la Pasionaria son laquola siacutentesis de todas las malas hembras de todas las malas madres que alimentaban las inclusas de todas las arpiacuteas de todas las ramerasraquo Anticomunismo antipatriotismo degradacioacuten moral y corrupcioacuten poliacutetica son las caracteriacutesticas que adornan a la sociedad republicana de acuerdo con los dictados oficiales de la propaganda franquista en cuanto al tono empleado por Romero-Marchent -conocido y contertulio ocasional de Miguel Mihura- puede servir de referencia para el que ofrecen panfletos similares

Pues bien Mariacutea de la Hoz representa una excepcioacuten Sin duda comparte con otras publicaciones toda una bateriacutea de lugares comunes para dibujar con sarcasmo al Madrid sitiado y es como tantos otros un producto ocasional que contribuye pese ala vocacioacuten abstinente de sus autores (maacutes clara en el caso de Mihura que en el de Tono) a desacreditar los valores y las creencias de uno de los bandos en guerra y a poner en cuestioacuten la talla moral e intelectual de los liacutederes republicanos pero el punto de vista elegido por los humoristas introduce una ironiacutea distancia-dora de gran eficacia expresiva y confiere a sus paacuteginas un cierto porte esteacutetico ausente por completo en otros productos de aquella hora Ni sishyquiera encontramos aquiacute el leacutexico caracteriacutestico de esas publicaciones inshytegrado por palabras como laquobarbarieraquo laquohordasraquo laquoratasraquo laquoenerguacutemenosraquo laquocanallaraquo laquosin Diosraquo laquobaacuterbarosraquo etc el contenido resulta menos burdo y queda tamizado por los hallazgos formales irregularmente repartidos por el texto Su peculiaridad queda de manifiesto desde el paacuterrafo inicial que deja entrever el propoacutesito que anima a Tono y Mihura en su empresa laquoAl declararse la guerra en Espantildea lo primero que hizo el Estado Mayor del Gobierno revolucionario fue reunirse en el cafeacute Colonial para tomar acuerdos y unas gambasraquo La incompatibilidad semaacutentica de esa coorshydinacioacuten entre dos elementos heterogeacuteneos tienen el valor de una tarjeta de visita tanto en el plano estiliacutestico como en el temaacutetico los personajes

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adquieren ya en esas liacuteneas naturaleza de tiacuteteres y los autores hacen que se muevan en un ambiente propio de la farsa esperpeacutentica

Ahora bien ello no obsta para que Mariacutea de la Hoz entre de lleno dentro de la literatura de combate participe de la tosquedad de la propashyganda nacionalista y merezca reflexiones como esta

Leer textos propagandiacutesticos publicados durante la guerra resulta peshynoso Intentar adentrarse en los razonamientos que los orientan nos lleva a campos todaviacutea maacutes lamentables Y el resultado por obvio apenas aporta algo significativo Mariacutea de la Hoz es un folleto que una vez consultado conviene olvidar Hasta cierto punto pues ese olvido nunca se debe extender a la evidencia de que los humoristas tambieacuten se involucraron en la guerra Con todas sus consecuencias que fueron lo desagradables que cabiacutea esperar en un enfrentamiento fratricida donde apenas quedoacute margen para el respeto al contrario la buacutesqueda de camishynos de paz y la reconciliacioacuten (Riacuteos Carratalaacute 2005b 124)

Analizar brevemente este tiacutetulo es una decisioacuten que me parece se justifica en razoacuten de los liacutemites que el profesor Riacuteos Carratalaacute sentildeala al olvido (inevitable destino por lo demaacutes para el folleto de Tono y Mihura) pero tambieacuten porque constituye una muestra representativa -apenas tenida en cuenta por los estudiosos- del humor cultivado en Espantildea durante el franquismo inicial cuando la propaganda era otra forma de ocupar liacuteneas en el frente de guerra

Otra croacutenica de guerra

El texto que nos ocupa aparecioacute en el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado una publicacioacuten semanal que nacioacute en Sevilla el 28 de enero de 1939 de la mano de Falange y bajo la direccioacuten de Joaquiacuten Peacuterez Madrigal con el expresivo subtiacutetulo de laquoGenio y hombres de Espantildearaquo luego desaparecido en ese primer nuacutemero incluiacutea la reedicioacuten de Marruecos Diario de una banderade Francisco Franco A partir del ndeg 16 de 2 de septiembre del mismo antildeo pierde el tono agresivo con que hasta entonces habiacutea defenshydido los ideales del nuevo reacutegimen y combina los textos propagandiacutesticos con otros de entretenimiento la edita desde entonces Ediciones Espantildeolas SA empresa ubicada en el ndeg 40 de la calle de Almagro de Madrid y reshycoge durante unas semanas ilustraciones firmadas por Tono En enero de 1940 cambiariacutea de formato para incorporar contenidos maacutes propios de una revista de variedades Desaparecioacute unos meses despueacutes (Naval 2000)

Mariacutea de la Hoz fue publicada el 4 de noviembre de 1939 en un folleto que llevaba como ilustracioacuten de cubierta la fotografiacutea de una mi-

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liciana con fusil y pistola al cinto Ademaacutes del relato -que ilustrado por los mismos autores ocupaba 59 de las 128 paacuteginas totales- el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado incluiacutea un cuento de Joseacute Mariacutea Salaverriacutea (laquoUn drama en el restauranteraquo) una semblanza de Ramiro Ledesma Ramos a cargo de Juan Aparicio el artiacuteculo laquoLa patria el pan y la justiciaraquo del propio Leshydesma un apunte sobre Zorrilla firmado por E Ramiacuterez Aacutengel una resentildea criacutetica de Nicolaacutes Gonzaacutelez Ruiz a propoacutesito de la novela de Mariano Toshymaacutes La nintildea de plata y oro un perfil biobibliograacutefico de J Ortiz de Pinedo sobre Fernando de Rojas y unas paacuteginas miscelaacuteneas con noticias sobre la vida literaria consultorio bibliograacutefico y filoloacutegico croacutenicas sobre la vida universitaria pasatiempos y anuncios Esta somera descripcioacuten da idea del contenido diverso de una publicacioacuten peculiar que tratoacute de recuperar sin eacutexito exitosas foacutermulas editoriales de los antildeos treinta

Las paacuteginas de Mariacutea de la Hoz estaacuten precedidas por un sucinto proacuteshylogo del influyente periodista bilbaiacuteno Jacinto Miquelarena buen amigo de Tono y Mihura desde los antildeos donostiarras Parece escrito de comproshymiso y nada dice acerca del contenido del relato Miquelarena emplea un tono que trata de acomodarse al humor disparatado de los autores a quienes presenta como descubridores del laquocraacuteneo coacutenicoraquo y expertos en laquoconicefalismoraquo

Estamos ante un librito que carece de plan compuesto como mero agregado de escritos unidos por su referente (el Madrid republicano) y por el empleo de unos recursos humoriacutesticos que constituyen el elemento vertebrador Consta de veinticinco capiacutetulos breves de entre quince liacuteshyneas y dos paacuteginas cuyos tiacutetulos remiten con frecuencia a los utilizados por Mihura en sus artiacuteculos de Gutieacuterrez laquoEra un barco de oficinistas y la tinta se les terminoacuteraquo laquoHistoria triste del batalloacuten de laquoLas Infamesraquoraquo laquoAquellas vacas que se disfrazaron de milicianasraquo etc otros en camshybio anuncian el tono directamente beligerante de su contenido satiacuterico especialmente en las paacuteginas finales como es el caso de laquoLos uacuteltimos inventos para justificar la revolucioacutenraquo o laquoLa gran carnavalada de la revoshylucioacutenraquo De las colaboraciones de Mihura en la citada revista madrilentildea proceden con las oportunas adaptaciones diversas estrategias discursivas distribuidas aquiacute y allaacute y no menos de tres capiacutetulos completos

El texto pasa revista en clave paroacutedica y en un tono que en ocasiones no rehuye las expresiones gruesas y hasta se complace en ciertas bromas de dudoso gusto a los toacutepicos acuntildeados por la maquinaria propagandiacutesshytica del franquismo sobre la Espantildea republicana Como advierte Ramo-neda (2004 45) el propoacutesito distorsionador laquono impide que se pongan de manifiesto los afanes de los autores por ridiculizar y presentar de forma grotesca una realidad dramaacutetica y confiictiva [] y sobre todo el deseo

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de igualdad social y de poner fin a los abusos de las clases superiores y las aspiraciones sociales de los obreros de los campesinos andaluces y de los marinerosraquo

El teloacuten de fondo el paisaje humano que pulula por estas paacuteginas deriva de la imagen simplista y caricaturesca que las derechas teniacutean de los rojos Podemos leer asiacute coacutemo los comunistas -tras ser adiestrados por los rusos que prestan una ayuda tan absurdamente ineficaz que llevan hasta Valencia barcos cargados de naranjas- laquohabiacutean robado tanto dinero y eran tan ricos que usaban los automoacuteviles una sola vez Despueacutes de usados los tiraban como se tiran las cerillasraquo los revolucionarios son una partida de corruptos propensos a dejarse seducir por los anarquistas laquoSi la gente conseguiacutea comer algo era porque casi todos teniacutean alguacuten miliciano que metido en su tanque iba por la noche a llevarles a su casa un kilo de arroz Y con el arroz los madrilentildeos conseguiacutean hacer maravillas Habiacutea quien con solo arroz haciacutea filetes con patatas y calamares en su tintaraquo los principios revolucionarios se reducen a la loacutegica de los cuentos para nintildeos laquoLo que maacutes les sonaba a todos era eso del reparto de la tierra y a cada momento deciacutean que debiacutea repartirse la tierra -iexclLa tierra para el que la trabaja- exclamaban a gritos los dependientes de las tiendas Y para emshypezar decidieron repartirse el Retiro que es tan grande y las mujeres y los nintildeos iban con cubos y con palas y cogiacutean tierra y se la llevaban a casaraquo y como nintildeos presumen los milicianos de sus nuevas amistades laquoCuando llegaron los tanques rusos todo el mundo queriacutea tener un tanque o por lo menos dar una vuelta en un tanque Los milicianos se los llevaban a Mashydrid en cuanto podiacutean para darse el gustazo de ir al Cafeacute Colonial a tomar cafeacute y dejar el tanque a la puerta Los antiguos abrecoches se hicieron abretanques y cobraban maacutes propina que anteriormenteraquo

Los autores aplican a la realidad el mismo punto de vista deformador que Mihura empleara en los escritos de su uacuteltima etapa en Gutieacuterrez El efecto es divertido y eso permite que la burla suavice un tanto el evidenshyte propoacutesito de presentar el Madrid asediado como una ciudad absurda convertida casi en un escenario guintildeolesco donde los madrilentildeos van a pasar la tarde al frente como podriacutean hacerlo a una verbena (para ellos la guerra es una realidad disparatada como lo es para el Estado Mayor que a la hora de comprar material beacutelico encarga termos peines abrelatas botellas de cervezas cuerdas etc) se suben a los coches en el pescante junto al cochero y en los tranviacuteas en la plataforma al lado del conductor para que nadie los tome por sentildeoritos o convierten las colas en una pasioacuten que los entontece laquoYa las colas no se organizaban dentro de los estableshycimientos La gente se citaba en el Hipoacutedromo o en la Castellana y alliacute era donde se formaban grandes colas compuestas por doscientas o trescientas

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personas Cuando ya estaban hechas se poniacutean en marcha y entonces las colas iban recorriendo las calles y buscando una buena tienda donde poshynerseraquo En cuanto a los liacutederes poliacuteticos son personajes inconsistentes que bordean el cretinismo se toman sus obligaciones como un juego infantil y parecen haber perdido su naturaleza de seres humanos al punto de que mientras Azantildea laquoestaba hecho un hombre muy mujer de su casaraquo la Pashysionaria era en realidad laquoun sentildeor de luto con barba y bigote que ganaba tres duros diarios por hacer el papel de La Pasionariaraquo

La Pasionaria fue uno de los blancos preferidos de la propaganda franquista y uno de los siacutembolos rojos maacutes vilipendiados por sus voceshyros probablemente Mariacutea de la Hoz es una alusioacuten a esta figura que concitoacute el furor misoacutegino en un momento en que la relevancia puacuteblica de las mujeres republicanas lo alentoacute hasta la exasperacioacuten Tono y Mihura participan desde luego de ese lugar comuacuten pero sus palabras resultan menos virulentas que sarcaacutesticas porque ambos estaacuten maacutes interesados en dibujar una vintildeeta coacutemica que en subrayar la degradacioacuten de un personaje que llegoacute a encarnar todas las maldades de la anti-Espantildea Valga como ejemplo el pasaje en que encontramos a la dirigente comunista arengando a los mineros quienes enfervorizados por el discurso gritan laquoiexclMas vale ser viudo de una heacuteroa que marido de una cobardaraquo

Las convicciones misoacuteginas de los autores quedan de manifiesto con mayor claridad en los capiacutetulos XIII XIV y XV protagonizados por el feroz batalloacuten de laquoLas Infamesraquo pero la saacutetira no se ceba en la consashybida imagen de la mujer anticristiana antiespantildeola y antifemenina sino que lleva el sello personal de Mihura -que ya habiacutea escrito textos con un propoacutesito similar en Gutieacuterrez- maacutes interesado por trasladar su idea de que para las mujeres -sean estas pobres muchachas de servicio vicetiples con aspiraciones o ahora milicianas- la vida se reduce a buscar marido y a representar aplicadamente su papel de adorno social laquoLas Infamesraquo -cuarenta milicianas empleadas del matadero municipal- eran laquomuy guashypas y muy bien formadas y representaban la gracia madrilentildea y el troniacuteo ese Todas iban derramando paquetes de sal y pimientaraquo tras ellas iba otro batalloacuten laquocompuesto por sentildeoras gordas que eran las madres y que iban comiendo bocadillos de jamoacuten artificialraquo Las infames entienden la guerra de una manera insoacutelita y su conducta en nada se distingue de la de las modistillas madrilentildeas retratadas con ironiacutea por Mihura en distintos escritos de los antildeos treinta asiacute coquetean con los miembros del batalloacuten laquoLos feroces dependientes de Ultramarinosraquo mientras los pajaritos cantan La Internacional y a poco se casan con ellos para a continuacioacuten engashyntildearlos con el batalloacuten de laquoLos Corsariosraquo y dar lugar a un final traacutegico propio de folletiacuten

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Si me he detenido en este uacuteltimo episodio es porque me parece cashyracteriacutestico del tono general de Mariacutea de la Hoz donde los autores (y especialmente Mihura a quien ha de atribuirse la mayor parte de la inshyvencioacuten) hacen un ejercicio interesante por infrecuente aplicar a una reashylidad dramaacutetica que ven desde prejuicios ideoloacutegicos compartidos con otros escritores adeptos al incipiente reacutegimen un tratamiento esteacutetico en principio inconveniente basado en los principios del humor inverosiacutemil o absurdo que se habiacutea impuesto en los antildeos anteriores a la guerra El reshysultado -apreciable tambieacuten en muchas paacuteginas de La Ametralladora- es cuando menos desconcertante y aconseja colocarlo en un aparte dentro de la literatura de urgencia y propaganda A fin de cuentas mientras otras publicaciones fueron solo una contribucioacuten interesada una inversioacuten de futuro esta cuenta en su descargo con la excusa de haber tendido un puenshyte entre el humor de los antildeos treinta y el que poco despueacutes cristalizariacutea en La Codorniz

Final

Como sentildeala Riacuteos Carratalaacute (2005b110) las publicaciones de los humoristas del 27 durante los antildeos de la guerra no antildeaden nada a su gloria literaria les fueron uacutetiles porque evidenciaron su adhesioacuten a los venceshydores cuando ello fue imprescindible pero despueacutes las olvidaron no por exigencias de una inexistente evolucioacuten ideoloacutegica sino porque una toma de partido tan descarada no se aveniacutea con la imagen que cultivaron de siacute mismos durante el resto de su vida Son palabras que pueden aplicarshyse ajustadamente a Mihura un hombre que procuroacute siempre vivir en su rincoacuten para ver desde alliacute la vida con una displicencia inteligente y algo parecido puede decirse de Tono aunque su caraacutecter maacutes extravertido lo llevoacute a dejarse ver maacutes pero sin adoptar una postura ideoloacutegica comproshymetida

Ni uno ni otro recordaron nunca Mariacutea de la Hoz maacutes que lo impresshycindible para incluirla -y no siempre- en la relacioacuten de sus publicaciones Cuando en 1962 aparecieron las incompletiacutesimas OO CC de Miguel Mi-hura el dramaturgo prefirioacute olvidarla El texto no volvioacute a reproducirse hasta que Arturo Ramoneda lo recogioacute en el volumen recopilatorio Prosa y obra graacutefica ya citado aparecido en 2004 En los casi setenta antildeos que median entre esa fecha y la de la primera edicioacuten Mariacutea de la Hoz no ha merecido la atencioacuten de nadie ni siquiera cuando en los uacuteltimos antildeos aumentoacute el intereacutes por la literatura de guerra

Un volumen como este dedicado a analizar manifestaciones diversas del humor durante el franquismo no podiacutea pasar por la alto unas paacuteginas

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con las que dos de los grandes del pasado siglo pagaron su oacutebolo a los vencedores de una guerra conscientes de contarse entre ellos Constituyen una prueba de que en efecto tambieacuten los humoristas fueron a la guerra y se decantaron por la Espantildea que mejor se aveniacutea con sus creencias maacutes genuinas aprendidas en la escuela burguesa aunque fuera entre mohines y protestas

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ALEUA 19 JULIAacuteN MOREIRO

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Riacuteos CARRATALAacute Juan A laquoLa guerra de los humoristasraquo Quimera 257 (2005a) pp 18-22

- laquoMiguel Mihura tambieacuten fue a la guerra aunque pocoraquo en Rafael Peacuterez Sierra Felipe B Pedraza Jimeacutenez y Milagros Rodriacuteguez Caacutece-res (eds) Miguel Mihura cumple un siglo Actas de las jornadas en homenaje al humorista y dramaturgo Comunidad de Madrid 2005b pp 99-115

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Mihura entroacute en contacto con Tono que estaba en Pariacutes desde antes del inicio de la guerra y su amigo le ofrecioacute una casa que teniacutea en Hendaya El 23 de febrero madre e hijo cruzaron la frontera de Iruacuten y se reunieron en San Sebastiaacuten con Jeroacutenimo el hermano mayor de Miguel que habiacutea llegado meses antes Por su parte Tono dejoacute las orillas del Sena y se insshytaloacute tambieacuten en la privilegiada capital de la retaguardia franquista (donde Mihura confesariacutea maacutes tarde que habiacutea vivido laquocomo un marqueacutesraquo) un reshyducto de paz y buena olla para privilegiados pero tambieacuten un foco cultural muy activo en aquellos tiempos difiacuteciles como muestran algunos estudios recientes (Ascunce 1999)

La colaboracioacuten profesional entre Mihura y Tono fue siempre inciershyta y es una muestra maacutes de que entre los miembros de la tambieacuten llamada laquoOtra Generacioacuten del 27raquo existioacute amistad siacute pero no una fluida disposishycioacuten al trabajo en comuacuten Los celos la desconfianza o sencillamente el afaacuten protagonista de la mayoriacutea de estos personajes no facilitoacute las cosas y no puede decirse que los trabajos en colaboracioacuten fueran abundantes ni duraderosEn todo caso el reencuentro de Mihura con Tono supuso el comienzo de un periodo de entendimiento que finalizariacutea unos antildeos maacutes tarde cuando las diferencias econoacutemicas y de criterio entre ambos proshyvocaron la ruptura definitiva -profesional no afectiva- tras el celebrado estreno de Ni pobre ni rico sino todo lo contrario (1943) Tono un autoshydidacta como su amigo habiacutea tenido la ocasioacuten de aprender mucho sobre ilustracioacuten graacutefica durante sus estancias en Estados Unidos y Francia y su experiencia le valioacute ser nombrado director artiacutestico de la revista menshysual Veacutertice la maacutes ambiciosa empresa periodiacutestica de Falange fundada en abril de 1937Tambieacuten Miguel mantuvo alliacute una colaboracioacuten regular hasta finales de 1938 y en sus paacuteginas vieron la luz algunas laquofalsas bioshygrafiacuteasraquo firmadas con el seudoacutenimo que Tono y Mihura Mihura y Tono hariacutean popular en esos antildeos Tomi-Mito

Pero fue en el diario Unidad donde esa firma compartida dejariacutea maacutes huella Ambos humoristas se alternaron durante una temporada con una tira coacutemica laquoLa semana de Don Mario de la Oraquo de Tono y laquoLa semana del Sentildeor Caradepatoraquo de Mihura que durante la guerra firmoacute siempre como Lilo Y fue en ese diario donde la firma Tomi-Mito inicioacute la publica-

I Resulta especialmente significativa la agresiva actitud que mostroacute en los antildeos treinta Jardiel hacia Mihura a quien acusoacute de plagio en puacuteblico y en privado Veacutease al respecto el relato de esta difiacutecil relacioacuten en mi biografiacutea de Mihura(Moreiro 2004 81-87) El autor de Tres sombreros de copa tampoco fue un ejemplo de ductilidad su colaboracioacuten con Calvo Sotelo primero y Alvaro de Laiglesia despueacutes concretada en sendas comedias mdashiexclViva lo imposible (1939) y El caso de la mujer asesinadita (1946)- terminoacute pronto y no se resolvioacute de manera cordial

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cioacuten en abril de 1937 de una serie de breves estampas narrativas bajo el tiacutetulo geneacuterico de laquoSiete meses y un diacutea en Madridraquo que supusieron el deshybut de Tono como autor literario La serie cuyo tiacutetulo aludiacutea a la experienshycia de Mihura en la capital sitiada tuvo continuacioacuten entre los nuacutemeros 44 y 61 deLa Ametralladora (noviembre de 1937-marzo de 1938) bajo el roacutetulo en este caso de laquoMadrid comunistaraquo Posteriormente las veintishycinco estampas veriacutean la luz en forma de folleto con el tiacutetulo definitivo de Mariacutea de la Hoz tomado de una parodia de la famosa tonadilla laquoMariacutea de la Oraquo publicada por Mihura en el nuacutemero 42 de La Ametralladora y que bien puede considerarse como primer modelo de un estilo perfeccionado luego por Tono y que antildeos despueacutes produciriacutea las muy celebradas laquoaleshygres cancionesraquo de La Codorniz

Aunque no es este el lugar para entrar en un anaacutelisis detallado de la cuestioacuten parece claro que en el trabajo compartido Mihura maacutes expeshyrimentado como escritor es el responsable de la adopcioacuten de un determishynado punto de vista y del tono general de los textos por su parte Tono aporta la intuicioacuten la capacidad inventiva -que en ocasiones no acertaba a controlar- y esa habilidad para la improvisacioacuten que constituyen sus principales virtudes y que llevaron a Goacutemez de la Serna a considerarlo como la encarnacioacuten del nuevo humorismo en un artiacuteculo publicado en La Estafeta Literaria en diciembre de 1956 Las discrepancias de caraacutecter entre uno y otro (mucho maacutes abierto y cordial Tono maacutes caprichoso y arshybitrario su amigo) se manifiestan tambieacuten en el terreno estiliacutestico Mihura tiene maacutes dotes como creador conoce el sentido de la medida y no suele dejarse llevar por excesos Tono es menos comedido maacutes torrencial y lo mismo acumula ocurrencias o imaacutegenes que repite y exprime los gags hasta dislocar el texto En Mariacutea de la Hoz las diferencias que acabo de apuntar resultan evidentes

La propaganda se consideroacute desde el principio una poderosa arma de guerra en la zona franquista el decreto de unificacioacuten de 1937 permitioacute controlar toda la maquinaria puesta al servicio de la difusioacuten de consignas (Pizarroso 2005) A la copiosa cosecha propagandiacutestica oficial hay que unir las contribuciones que en nuacutemero considerable a traveacutes de la prensa o por medio de libros y folletos hicieron quienes habiacutean huido de zona republicana (Langa Ntildeuntildeo 2000) En unos casos por conviccioacuten profunshyda en otros con el aacutenimo de hacer meacuteritos o incluso de borrar flaqueshyzas pasadas ahora inconvenientes una serie de periodistas e intelectuales aportan su grano de arena a la abundante bibliografiacutea de combate Entre

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esas aportaciones estaacuten las de quienes relatan los horrores vividos en las ciudades sometidas a la laquobarbarie rojaraquo ni que decir tiene que la mayoriacutea de los testimonios se refieren a Madrid

Esos textos destacan por su violencia verbal y por la contundencia de sus juicios como pone de manifiesto por ejemplo un libro publicado en Valladolid por el periodista Joaquiacuten Romero-Marchent (Romero-Mar-chent 1937) con el tiacutetulo de Soy un fugitivo Este personaje cuyo fervor tal vez se explique por la necesidad de hacer olvidar algunos detalles de su pasado alude a Madrid como la ciudad secuestrada laquopor lo peorcito de cada casaraquo define a la Espantildea leal como laquomal oliente desgrentildeada zafia y brutalraquo se emplea a fondo contra las mujeres republicanas (laquobabeantes de lujuria socialraquo dice) y considera que Margarita Nelken y la Pasionaria son laquola siacutentesis de todas las malas hembras de todas las malas madres que alimentaban las inclusas de todas las arpiacuteas de todas las ramerasraquo Anticomunismo antipatriotismo degradacioacuten moral y corrupcioacuten poliacutetica son las caracteriacutesticas que adornan a la sociedad republicana de acuerdo con los dictados oficiales de la propaganda franquista en cuanto al tono empleado por Romero-Marchent -conocido y contertulio ocasional de Miguel Mihura- puede servir de referencia para el que ofrecen panfletos similares

Pues bien Mariacutea de la Hoz representa una excepcioacuten Sin duda comparte con otras publicaciones toda una bateriacutea de lugares comunes para dibujar con sarcasmo al Madrid sitiado y es como tantos otros un producto ocasional que contribuye pese ala vocacioacuten abstinente de sus autores (maacutes clara en el caso de Mihura que en el de Tono) a desacreditar los valores y las creencias de uno de los bandos en guerra y a poner en cuestioacuten la talla moral e intelectual de los liacutederes republicanos pero el punto de vista elegido por los humoristas introduce una ironiacutea distancia-dora de gran eficacia expresiva y confiere a sus paacuteginas un cierto porte esteacutetico ausente por completo en otros productos de aquella hora Ni sishyquiera encontramos aquiacute el leacutexico caracteriacutestico de esas publicaciones inshytegrado por palabras como laquobarbarieraquo laquohordasraquo laquoratasraquo laquoenerguacutemenosraquo laquocanallaraquo laquosin Diosraquo laquobaacuterbarosraquo etc el contenido resulta menos burdo y queda tamizado por los hallazgos formales irregularmente repartidos por el texto Su peculiaridad queda de manifiesto desde el paacuterrafo inicial que deja entrever el propoacutesito que anima a Tono y Mihura en su empresa laquoAl declararse la guerra en Espantildea lo primero que hizo el Estado Mayor del Gobierno revolucionario fue reunirse en el cafeacute Colonial para tomar acuerdos y unas gambasraquo La incompatibilidad semaacutentica de esa coorshydinacioacuten entre dos elementos heterogeacuteneos tienen el valor de una tarjeta de visita tanto en el plano estiliacutestico como en el temaacutetico los personajes

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adquieren ya en esas liacuteneas naturaleza de tiacuteteres y los autores hacen que se muevan en un ambiente propio de la farsa esperpeacutentica

Ahora bien ello no obsta para que Mariacutea de la Hoz entre de lleno dentro de la literatura de combate participe de la tosquedad de la propashyganda nacionalista y merezca reflexiones como esta

Leer textos propagandiacutesticos publicados durante la guerra resulta peshynoso Intentar adentrarse en los razonamientos que los orientan nos lleva a campos todaviacutea maacutes lamentables Y el resultado por obvio apenas aporta algo significativo Mariacutea de la Hoz es un folleto que una vez consultado conviene olvidar Hasta cierto punto pues ese olvido nunca se debe extender a la evidencia de que los humoristas tambieacuten se involucraron en la guerra Con todas sus consecuencias que fueron lo desagradables que cabiacutea esperar en un enfrentamiento fratricida donde apenas quedoacute margen para el respeto al contrario la buacutesqueda de camishynos de paz y la reconciliacioacuten (Riacuteos Carratalaacute 2005b 124)

Analizar brevemente este tiacutetulo es una decisioacuten que me parece se justifica en razoacuten de los liacutemites que el profesor Riacuteos Carratalaacute sentildeala al olvido (inevitable destino por lo demaacutes para el folleto de Tono y Mihura) pero tambieacuten porque constituye una muestra representativa -apenas tenida en cuenta por los estudiosos- del humor cultivado en Espantildea durante el franquismo inicial cuando la propaganda era otra forma de ocupar liacuteneas en el frente de guerra

Otra croacutenica de guerra

El texto que nos ocupa aparecioacute en el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado una publicacioacuten semanal que nacioacute en Sevilla el 28 de enero de 1939 de la mano de Falange y bajo la direccioacuten de Joaquiacuten Peacuterez Madrigal con el expresivo subtiacutetulo de laquoGenio y hombres de Espantildearaquo luego desaparecido en ese primer nuacutemero incluiacutea la reedicioacuten de Marruecos Diario de una banderade Francisco Franco A partir del ndeg 16 de 2 de septiembre del mismo antildeo pierde el tono agresivo con que hasta entonces habiacutea defenshydido los ideales del nuevo reacutegimen y combina los textos propagandiacutesticos con otros de entretenimiento la edita desde entonces Ediciones Espantildeolas SA empresa ubicada en el ndeg 40 de la calle de Almagro de Madrid y reshycoge durante unas semanas ilustraciones firmadas por Tono En enero de 1940 cambiariacutea de formato para incorporar contenidos maacutes propios de una revista de variedades Desaparecioacute unos meses despueacutes (Naval 2000)

Mariacutea de la Hoz fue publicada el 4 de noviembre de 1939 en un folleto que llevaba como ilustracioacuten de cubierta la fotografiacutea de una mi-

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liciana con fusil y pistola al cinto Ademaacutes del relato -que ilustrado por los mismos autores ocupaba 59 de las 128 paacuteginas totales- el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado incluiacutea un cuento de Joseacute Mariacutea Salaverriacutea (laquoUn drama en el restauranteraquo) una semblanza de Ramiro Ledesma Ramos a cargo de Juan Aparicio el artiacuteculo laquoLa patria el pan y la justiciaraquo del propio Leshydesma un apunte sobre Zorrilla firmado por E Ramiacuterez Aacutengel una resentildea criacutetica de Nicolaacutes Gonzaacutelez Ruiz a propoacutesito de la novela de Mariano Toshymaacutes La nintildea de plata y oro un perfil biobibliograacutefico de J Ortiz de Pinedo sobre Fernando de Rojas y unas paacuteginas miscelaacuteneas con noticias sobre la vida literaria consultorio bibliograacutefico y filoloacutegico croacutenicas sobre la vida universitaria pasatiempos y anuncios Esta somera descripcioacuten da idea del contenido diverso de una publicacioacuten peculiar que tratoacute de recuperar sin eacutexito exitosas foacutermulas editoriales de los antildeos treinta

Las paacuteginas de Mariacutea de la Hoz estaacuten precedidas por un sucinto proacuteshylogo del influyente periodista bilbaiacuteno Jacinto Miquelarena buen amigo de Tono y Mihura desde los antildeos donostiarras Parece escrito de comproshymiso y nada dice acerca del contenido del relato Miquelarena emplea un tono que trata de acomodarse al humor disparatado de los autores a quienes presenta como descubridores del laquocraacuteneo coacutenicoraquo y expertos en laquoconicefalismoraquo

Estamos ante un librito que carece de plan compuesto como mero agregado de escritos unidos por su referente (el Madrid republicano) y por el empleo de unos recursos humoriacutesticos que constituyen el elemento vertebrador Consta de veinticinco capiacutetulos breves de entre quince liacuteshyneas y dos paacuteginas cuyos tiacutetulos remiten con frecuencia a los utilizados por Mihura en sus artiacuteculos de Gutieacuterrez laquoEra un barco de oficinistas y la tinta se les terminoacuteraquo laquoHistoria triste del batalloacuten de laquoLas Infamesraquoraquo laquoAquellas vacas que se disfrazaron de milicianasraquo etc otros en camshybio anuncian el tono directamente beligerante de su contenido satiacuterico especialmente en las paacuteginas finales como es el caso de laquoLos uacuteltimos inventos para justificar la revolucioacutenraquo o laquoLa gran carnavalada de la revoshylucioacutenraquo De las colaboraciones de Mihura en la citada revista madrilentildea proceden con las oportunas adaptaciones diversas estrategias discursivas distribuidas aquiacute y allaacute y no menos de tres capiacutetulos completos

El texto pasa revista en clave paroacutedica y en un tono que en ocasiones no rehuye las expresiones gruesas y hasta se complace en ciertas bromas de dudoso gusto a los toacutepicos acuntildeados por la maquinaria propagandiacutesshytica del franquismo sobre la Espantildea republicana Como advierte Ramo-neda (2004 45) el propoacutesito distorsionador laquono impide que se pongan de manifiesto los afanes de los autores por ridiculizar y presentar de forma grotesca una realidad dramaacutetica y confiictiva [] y sobre todo el deseo

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de igualdad social y de poner fin a los abusos de las clases superiores y las aspiraciones sociales de los obreros de los campesinos andaluces y de los marinerosraquo

El teloacuten de fondo el paisaje humano que pulula por estas paacuteginas deriva de la imagen simplista y caricaturesca que las derechas teniacutean de los rojos Podemos leer asiacute coacutemo los comunistas -tras ser adiestrados por los rusos que prestan una ayuda tan absurdamente ineficaz que llevan hasta Valencia barcos cargados de naranjas- laquohabiacutean robado tanto dinero y eran tan ricos que usaban los automoacuteviles una sola vez Despueacutes de usados los tiraban como se tiran las cerillasraquo los revolucionarios son una partida de corruptos propensos a dejarse seducir por los anarquistas laquoSi la gente conseguiacutea comer algo era porque casi todos teniacutean alguacuten miliciano que metido en su tanque iba por la noche a llevarles a su casa un kilo de arroz Y con el arroz los madrilentildeos conseguiacutean hacer maravillas Habiacutea quien con solo arroz haciacutea filetes con patatas y calamares en su tintaraquo los principios revolucionarios se reducen a la loacutegica de los cuentos para nintildeos laquoLo que maacutes les sonaba a todos era eso del reparto de la tierra y a cada momento deciacutean que debiacutea repartirse la tierra -iexclLa tierra para el que la trabaja- exclamaban a gritos los dependientes de las tiendas Y para emshypezar decidieron repartirse el Retiro que es tan grande y las mujeres y los nintildeos iban con cubos y con palas y cogiacutean tierra y se la llevaban a casaraquo y como nintildeos presumen los milicianos de sus nuevas amistades laquoCuando llegaron los tanques rusos todo el mundo queriacutea tener un tanque o por lo menos dar una vuelta en un tanque Los milicianos se los llevaban a Mashydrid en cuanto podiacutean para darse el gustazo de ir al Cafeacute Colonial a tomar cafeacute y dejar el tanque a la puerta Los antiguos abrecoches se hicieron abretanques y cobraban maacutes propina que anteriormenteraquo

Los autores aplican a la realidad el mismo punto de vista deformador que Mihura empleara en los escritos de su uacuteltima etapa en Gutieacuterrez El efecto es divertido y eso permite que la burla suavice un tanto el evidenshyte propoacutesito de presentar el Madrid asediado como una ciudad absurda convertida casi en un escenario guintildeolesco donde los madrilentildeos van a pasar la tarde al frente como podriacutean hacerlo a una verbena (para ellos la guerra es una realidad disparatada como lo es para el Estado Mayor que a la hora de comprar material beacutelico encarga termos peines abrelatas botellas de cervezas cuerdas etc) se suben a los coches en el pescante junto al cochero y en los tranviacuteas en la plataforma al lado del conductor para que nadie los tome por sentildeoritos o convierten las colas en una pasioacuten que los entontece laquoYa las colas no se organizaban dentro de los estableshycimientos La gente se citaba en el Hipoacutedromo o en la Castellana y alliacute era donde se formaban grandes colas compuestas por doscientas o trescientas

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personas Cuando ya estaban hechas se poniacutean en marcha y entonces las colas iban recorriendo las calles y buscando una buena tienda donde poshynerseraquo En cuanto a los liacutederes poliacuteticos son personajes inconsistentes que bordean el cretinismo se toman sus obligaciones como un juego infantil y parecen haber perdido su naturaleza de seres humanos al punto de que mientras Azantildea laquoestaba hecho un hombre muy mujer de su casaraquo la Pashysionaria era en realidad laquoun sentildeor de luto con barba y bigote que ganaba tres duros diarios por hacer el papel de La Pasionariaraquo

La Pasionaria fue uno de los blancos preferidos de la propaganda franquista y uno de los siacutembolos rojos maacutes vilipendiados por sus voceshyros probablemente Mariacutea de la Hoz es una alusioacuten a esta figura que concitoacute el furor misoacutegino en un momento en que la relevancia puacuteblica de las mujeres republicanas lo alentoacute hasta la exasperacioacuten Tono y Mihura participan desde luego de ese lugar comuacuten pero sus palabras resultan menos virulentas que sarcaacutesticas porque ambos estaacuten maacutes interesados en dibujar una vintildeeta coacutemica que en subrayar la degradacioacuten de un personaje que llegoacute a encarnar todas las maldades de la anti-Espantildea Valga como ejemplo el pasaje en que encontramos a la dirigente comunista arengando a los mineros quienes enfervorizados por el discurso gritan laquoiexclMas vale ser viudo de una heacuteroa que marido de una cobardaraquo

Las convicciones misoacuteginas de los autores quedan de manifiesto con mayor claridad en los capiacutetulos XIII XIV y XV protagonizados por el feroz batalloacuten de laquoLas Infamesraquo pero la saacutetira no se ceba en la consashybida imagen de la mujer anticristiana antiespantildeola y antifemenina sino que lleva el sello personal de Mihura -que ya habiacutea escrito textos con un propoacutesito similar en Gutieacuterrez- maacutes interesado por trasladar su idea de que para las mujeres -sean estas pobres muchachas de servicio vicetiples con aspiraciones o ahora milicianas- la vida se reduce a buscar marido y a representar aplicadamente su papel de adorno social laquoLas Infamesraquo -cuarenta milicianas empleadas del matadero municipal- eran laquomuy guashypas y muy bien formadas y representaban la gracia madrilentildea y el troniacuteo ese Todas iban derramando paquetes de sal y pimientaraquo tras ellas iba otro batalloacuten laquocompuesto por sentildeoras gordas que eran las madres y que iban comiendo bocadillos de jamoacuten artificialraquo Las infames entienden la guerra de una manera insoacutelita y su conducta en nada se distingue de la de las modistillas madrilentildeas retratadas con ironiacutea por Mihura en distintos escritos de los antildeos treinta asiacute coquetean con los miembros del batalloacuten laquoLos feroces dependientes de Ultramarinosraquo mientras los pajaritos cantan La Internacional y a poco se casan con ellos para a continuacioacuten engashyntildearlos con el batalloacuten de laquoLos Corsariosraquo y dar lugar a un final traacutegico propio de folletiacuten

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Si me he detenido en este uacuteltimo episodio es porque me parece cashyracteriacutestico del tono general de Mariacutea de la Hoz donde los autores (y especialmente Mihura a quien ha de atribuirse la mayor parte de la inshyvencioacuten) hacen un ejercicio interesante por infrecuente aplicar a una reashylidad dramaacutetica que ven desde prejuicios ideoloacutegicos compartidos con otros escritores adeptos al incipiente reacutegimen un tratamiento esteacutetico en principio inconveniente basado en los principios del humor inverosiacutemil o absurdo que se habiacutea impuesto en los antildeos anteriores a la guerra El reshysultado -apreciable tambieacuten en muchas paacuteginas de La Ametralladora- es cuando menos desconcertante y aconseja colocarlo en un aparte dentro de la literatura de urgencia y propaganda A fin de cuentas mientras otras publicaciones fueron solo una contribucioacuten interesada una inversioacuten de futuro esta cuenta en su descargo con la excusa de haber tendido un puenshyte entre el humor de los antildeos treinta y el que poco despueacutes cristalizariacutea en La Codorniz

Final

Como sentildeala Riacuteos Carratalaacute (2005b110) las publicaciones de los humoristas del 27 durante los antildeos de la guerra no antildeaden nada a su gloria literaria les fueron uacutetiles porque evidenciaron su adhesioacuten a los venceshydores cuando ello fue imprescindible pero despueacutes las olvidaron no por exigencias de una inexistente evolucioacuten ideoloacutegica sino porque una toma de partido tan descarada no se aveniacutea con la imagen que cultivaron de siacute mismos durante el resto de su vida Son palabras que pueden aplicarshyse ajustadamente a Mihura un hombre que procuroacute siempre vivir en su rincoacuten para ver desde alliacute la vida con una displicencia inteligente y algo parecido puede decirse de Tono aunque su caraacutecter maacutes extravertido lo llevoacute a dejarse ver maacutes pero sin adoptar una postura ideoloacutegica comproshymetida

Ni uno ni otro recordaron nunca Mariacutea de la Hoz maacutes que lo impresshycindible para incluirla -y no siempre- en la relacioacuten de sus publicaciones Cuando en 1962 aparecieron las incompletiacutesimas OO CC de Miguel Mi-hura el dramaturgo prefirioacute olvidarla El texto no volvioacute a reproducirse hasta que Arturo Ramoneda lo recogioacute en el volumen recopilatorio Prosa y obra graacutefica ya citado aparecido en 2004 En los casi setenta antildeos que median entre esa fecha y la de la primera edicioacuten Mariacutea de la Hoz no ha merecido la atencioacuten de nadie ni siquiera cuando en los uacuteltimos antildeos aumentoacute el intereacutes por la literatura de guerra

Un volumen como este dedicado a analizar manifestaciones diversas del humor durante el franquismo no podiacutea pasar por la alto unas paacuteginas

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con las que dos de los grandes del pasado siglo pagaron su oacutebolo a los vencedores de una guerra conscientes de contarse entre ellos Constituyen una prueba de que en efecto tambieacuten los humoristas fueron a la guerra y se decantaron por la Espantildea que mejor se aveniacutea con sus creencias maacutes genuinas aprendidas en la escuela burguesa aunque fuera entre mohines y protestas

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BIBLIOGRAFIacuteA

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cioacuten en abril de 1937 de una serie de breves estampas narrativas bajo el tiacutetulo geneacuterico de laquoSiete meses y un diacutea en Madridraquo que supusieron el deshybut de Tono como autor literario La serie cuyo tiacutetulo aludiacutea a la experienshycia de Mihura en la capital sitiada tuvo continuacioacuten entre los nuacutemeros 44 y 61 deLa Ametralladora (noviembre de 1937-marzo de 1938) bajo el roacutetulo en este caso de laquoMadrid comunistaraquo Posteriormente las veintishycinco estampas veriacutean la luz en forma de folleto con el tiacutetulo definitivo de Mariacutea de la Hoz tomado de una parodia de la famosa tonadilla laquoMariacutea de la Oraquo publicada por Mihura en el nuacutemero 42 de La Ametralladora y que bien puede considerarse como primer modelo de un estilo perfeccionado luego por Tono y que antildeos despueacutes produciriacutea las muy celebradas laquoaleshygres cancionesraquo de La Codorniz

Aunque no es este el lugar para entrar en un anaacutelisis detallado de la cuestioacuten parece claro que en el trabajo compartido Mihura maacutes expeshyrimentado como escritor es el responsable de la adopcioacuten de un determishynado punto de vista y del tono general de los textos por su parte Tono aporta la intuicioacuten la capacidad inventiva -que en ocasiones no acertaba a controlar- y esa habilidad para la improvisacioacuten que constituyen sus principales virtudes y que llevaron a Goacutemez de la Serna a considerarlo como la encarnacioacuten del nuevo humorismo en un artiacuteculo publicado en La Estafeta Literaria en diciembre de 1956 Las discrepancias de caraacutecter entre uno y otro (mucho maacutes abierto y cordial Tono maacutes caprichoso y arshybitrario su amigo) se manifiestan tambieacuten en el terreno estiliacutestico Mihura tiene maacutes dotes como creador conoce el sentido de la medida y no suele dejarse llevar por excesos Tono es menos comedido maacutes torrencial y lo mismo acumula ocurrencias o imaacutegenes que repite y exprime los gags hasta dislocar el texto En Mariacutea de la Hoz las diferencias que acabo de apuntar resultan evidentes

La propaganda se consideroacute desde el principio una poderosa arma de guerra en la zona franquista el decreto de unificacioacuten de 1937 permitioacute controlar toda la maquinaria puesta al servicio de la difusioacuten de consignas (Pizarroso 2005) A la copiosa cosecha propagandiacutestica oficial hay que unir las contribuciones que en nuacutemero considerable a traveacutes de la prensa o por medio de libros y folletos hicieron quienes habiacutean huido de zona republicana (Langa Ntildeuntildeo 2000) En unos casos por conviccioacuten profunshyda en otros con el aacutenimo de hacer meacuteritos o incluso de borrar flaqueshyzas pasadas ahora inconvenientes una serie de periodistas e intelectuales aportan su grano de arena a la abundante bibliografiacutea de combate Entre

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esas aportaciones estaacuten las de quienes relatan los horrores vividos en las ciudades sometidas a la laquobarbarie rojaraquo ni que decir tiene que la mayoriacutea de los testimonios se refieren a Madrid

Esos textos destacan por su violencia verbal y por la contundencia de sus juicios como pone de manifiesto por ejemplo un libro publicado en Valladolid por el periodista Joaquiacuten Romero-Marchent (Romero-Mar-chent 1937) con el tiacutetulo de Soy un fugitivo Este personaje cuyo fervor tal vez se explique por la necesidad de hacer olvidar algunos detalles de su pasado alude a Madrid como la ciudad secuestrada laquopor lo peorcito de cada casaraquo define a la Espantildea leal como laquomal oliente desgrentildeada zafia y brutalraquo se emplea a fondo contra las mujeres republicanas (laquobabeantes de lujuria socialraquo dice) y considera que Margarita Nelken y la Pasionaria son laquola siacutentesis de todas las malas hembras de todas las malas madres que alimentaban las inclusas de todas las arpiacuteas de todas las ramerasraquo Anticomunismo antipatriotismo degradacioacuten moral y corrupcioacuten poliacutetica son las caracteriacutesticas que adornan a la sociedad republicana de acuerdo con los dictados oficiales de la propaganda franquista en cuanto al tono empleado por Romero-Marchent -conocido y contertulio ocasional de Miguel Mihura- puede servir de referencia para el que ofrecen panfletos similares

Pues bien Mariacutea de la Hoz representa una excepcioacuten Sin duda comparte con otras publicaciones toda una bateriacutea de lugares comunes para dibujar con sarcasmo al Madrid sitiado y es como tantos otros un producto ocasional que contribuye pese ala vocacioacuten abstinente de sus autores (maacutes clara en el caso de Mihura que en el de Tono) a desacreditar los valores y las creencias de uno de los bandos en guerra y a poner en cuestioacuten la talla moral e intelectual de los liacutederes republicanos pero el punto de vista elegido por los humoristas introduce una ironiacutea distancia-dora de gran eficacia expresiva y confiere a sus paacuteginas un cierto porte esteacutetico ausente por completo en otros productos de aquella hora Ni sishyquiera encontramos aquiacute el leacutexico caracteriacutestico de esas publicaciones inshytegrado por palabras como laquobarbarieraquo laquohordasraquo laquoratasraquo laquoenerguacutemenosraquo laquocanallaraquo laquosin Diosraquo laquobaacuterbarosraquo etc el contenido resulta menos burdo y queda tamizado por los hallazgos formales irregularmente repartidos por el texto Su peculiaridad queda de manifiesto desde el paacuterrafo inicial que deja entrever el propoacutesito que anima a Tono y Mihura en su empresa laquoAl declararse la guerra en Espantildea lo primero que hizo el Estado Mayor del Gobierno revolucionario fue reunirse en el cafeacute Colonial para tomar acuerdos y unas gambasraquo La incompatibilidad semaacutentica de esa coorshydinacioacuten entre dos elementos heterogeacuteneos tienen el valor de una tarjeta de visita tanto en el plano estiliacutestico como en el temaacutetico los personajes

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adquieren ya en esas liacuteneas naturaleza de tiacuteteres y los autores hacen que se muevan en un ambiente propio de la farsa esperpeacutentica

Ahora bien ello no obsta para que Mariacutea de la Hoz entre de lleno dentro de la literatura de combate participe de la tosquedad de la propashyganda nacionalista y merezca reflexiones como esta

Leer textos propagandiacutesticos publicados durante la guerra resulta peshynoso Intentar adentrarse en los razonamientos que los orientan nos lleva a campos todaviacutea maacutes lamentables Y el resultado por obvio apenas aporta algo significativo Mariacutea de la Hoz es un folleto que una vez consultado conviene olvidar Hasta cierto punto pues ese olvido nunca se debe extender a la evidencia de que los humoristas tambieacuten se involucraron en la guerra Con todas sus consecuencias que fueron lo desagradables que cabiacutea esperar en un enfrentamiento fratricida donde apenas quedoacute margen para el respeto al contrario la buacutesqueda de camishynos de paz y la reconciliacioacuten (Riacuteos Carratalaacute 2005b 124)

Analizar brevemente este tiacutetulo es una decisioacuten que me parece se justifica en razoacuten de los liacutemites que el profesor Riacuteos Carratalaacute sentildeala al olvido (inevitable destino por lo demaacutes para el folleto de Tono y Mihura) pero tambieacuten porque constituye una muestra representativa -apenas tenida en cuenta por los estudiosos- del humor cultivado en Espantildea durante el franquismo inicial cuando la propaganda era otra forma de ocupar liacuteneas en el frente de guerra

Otra croacutenica de guerra

El texto que nos ocupa aparecioacute en el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado una publicacioacuten semanal que nacioacute en Sevilla el 28 de enero de 1939 de la mano de Falange y bajo la direccioacuten de Joaquiacuten Peacuterez Madrigal con el expresivo subtiacutetulo de laquoGenio y hombres de Espantildearaquo luego desaparecido en ese primer nuacutemero incluiacutea la reedicioacuten de Marruecos Diario de una banderade Francisco Franco A partir del ndeg 16 de 2 de septiembre del mismo antildeo pierde el tono agresivo con que hasta entonces habiacutea defenshydido los ideales del nuevo reacutegimen y combina los textos propagandiacutesticos con otros de entretenimiento la edita desde entonces Ediciones Espantildeolas SA empresa ubicada en el ndeg 40 de la calle de Almagro de Madrid y reshycoge durante unas semanas ilustraciones firmadas por Tono En enero de 1940 cambiariacutea de formato para incorporar contenidos maacutes propios de una revista de variedades Desaparecioacute unos meses despueacutes (Naval 2000)

Mariacutea de la Hoz fue publicada el 4 de noviembre de 1939 en un folleto que llevaba como ilustracioacuten de cubierta la fotografiacutea de una mi-

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA19

liciana con fusil y pistola al cinto Ademaacutes del relato -que ilustrado por los mismos autores ocupaba 59 de las 128 paacuteginas totales- el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado incluiacutea un cuento de Joseacute Mariacutea Salaverriacutea (laquoUn drama en el restauranteraquo) una semblanza de Ramiro Ledesma Ramos a cargo de Juan Aparicio el artiacuteculo laquoLa patria el pan y la justiciaraquo del propio Leshydesma un apunte sobre Zorrilla firmado por E Ramiacuterez Aacutengel una resentildea criacutetica de Nicolaacutes Gonzaacutelez Ruiz a propoacutesito de la novela de Mariano Toshymaacutes La nintildea de plata y oro un perfil biobibliograacutefico de J Ortiz de Pinedo sobre Fernando de Rojas y unas paacuteginas miscelaacuteneas con noticias sobre la vida literaria consultorio bibliograacutefico y filoloacutegico croacutenicas sobre la vida universitaria pasatiempos y anuncios Esta somera descripcioacuten da idea del contenido diverso de una publicacioacuten peculiar que tratoacute de recuperar sin eacutexito exitosas foacutermulas editoriales de los antildeos treinta

Las paacuteginas de Mariacutea de la Hoz estaacuten precedidas por un sucinto proacuteshylogo del influyente periodista bilbaiacuteno Jacinto Miquelarena buen amigo de Tono y Mihura desde los antildeos donostiarras Parece escrito de comproshymiso y nada dice acerca del contenido del relato Miquelarena emplea un tono que trata de acomodarse al humor disparatado de los autores a quienes presenta como descubridores del laquocraacuteneo coacutenicoraquo y expertos en laquoconicefalismoraquo

Estamos ante un librito que carece de plan compuesto como mero agregado de escritos unidos por su referente (el Madrid republicano) y por el empleo de unos recursos humoriacutesticos que constituyen el elemento vertebrador Consta de veinticinco capiacutetulos breves de entre quince liacuteshyneas y dos paacuteginas cuyos tiacutetulos remiten con frecuencia a los utilizados por Mihura en sus artiacuteculos de Gutieacuterrez laquoEra un barco de oficinistas y la tinta se les terminoacuteraquo laquoHistoria triste del batalloacuten de laquoLas Infamesraquoraquo laquoAquellas vacas que se disfrazaron de milicianasraquo etc otros en camshybio anuncian el tono directamente beligerante de su contenido satiacuterico especialmente en las paacuteginas finales como es el caso de laquoLos uacuteltimos inventos para justificar la revolucioacutenraquo o laquoLa gran carnavalada de la revoshylucioacutenraquo De las colaboraciones de Mihura en la citada revista madrilentildea proceden con las oportunas adaptaciones diversas estrategias discursivas distribuidas aquiacute y allaacute y no menos de tres capiacutetulos completos

El texto pasa revista en clave paroacutedica y en un tono que en ocasiones no rehuye las expresiones gruesas y hasta se complace en ciertas bromas de dudoso gusto a los toacutepicos acuntildeados por la maquinaria propagandiacutesshytica del franquismo sobre la Espantildea republicana Como advierte Ramo-neda (2004 45) el propoacutesito distorsionador laquono impide que se pongan de manifiesto los afanes de los autores por ridiculizar y presentar de forma grotesca una realidad dramaacutetica y confiictiva [] y sobre todo el deseo

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ALEUA 19 JULIAacuteN MOREIRO

de igualdad social y de poner fin a los abusos de las clases superiores y las aspiraciones sociales de los obreros de los campesinos andaluces y de los marinerosraquo

El teloacuten de fondo el paisaje humano que pulula por estas paacuteginas deriva de la imagen simplista y caricaturesca que las derechas teniacutean de los rojos Podemos leer asiacute coacutemo los comunistas -tras ser adiestrados por los rusos que prestan una ayuda tan absurdamente ineficaz que llevan hasta Valencia barcos cargados de naranjas- laquohabiacutean robado tanto dinero y eran tan ricos que usaban los automoacuteviles una sola vez Despueacutes de usados los tiraban como se tiran las cerillasraquo los revolucionarios son una partida de corruptos propensos a dejarse seducir por los anarquistas laquoSi la gente conseguiacutea comer algo era porque casi todos teniacutean alguacuten miliciano que metido en su tanque iba por la noche a llevarles a su casa un kilo de arroz Y con el arroz los madrilentildeos conseguiacutean hacer maravillas Habiacutea quien con solo arroz haciacutea filetes con patatas y calamares en su tintaraquo los principios revolucionarios se reducen a la loacutegica de los cuentos para nintildeos laquoLo que maacutes les sonaba a todos era eso del reparto de la tierra y a cada momento deciacutean que debiacutea repartirse la tierra -iexclLa tierra para el que la trabaja- exclamaban a gritos los dependientes de las tiendas Y para emshypezar decidieron repartirse el Retiro que es tan grande y las mujeres y los nintildeos iban con cubos y con palas y cogiacutean tierra y se la llevaban a casaraquo y como nintildeos presumen los milicianos de sus nuevas amistades laquoCuando llegaron los tanques rusos todo el mundo queriacutea tener un tanque o por lo menos dar una vuelta en un tanque Los milicianos se los llevaban a Mashydrid en cuanto podiacutean para darse el gustazo de ir al Cafeacute Colonial a tomar cafeacute y dejar el tanque a la puerta Los antiguos abrecoches se hicieron abretanques y cobraban maacutes propina que anteriormenteraquo

Los autores aplican a la realidad el mismo punto de vista deformador que Mihura empleara en los escritos de su uacuteltima etapa en Gutieacuterrez El efecto es divertido y eso permite que la burla suavice un tanto el evidenshyte propoacutesito de presentar el Madrid asediado como una ciudad absurda convertida casi en un escenario guintildeolesco donde los madrilentildeos van a pasar la tarde al frente como podriacutean hacerlo a una verbena (para ellos la guerra es una realidad disparatada como lo es para el Estado Mayor que a la hora de comprar material beacutelico encarga termos peines abrelatas botellas de cervezas cuerdas etc) se suben a los coches en el pescante junto al cochero y en los tranviacuteas en la plataforma al lado del conductor para que nadie los tome por sentildeoritos o convierten las colas en una pasioacuten que los entontece laquoYa las colas no se organizaban dentro de los estableshycimientos La gente se citaba en el Hipoacutedromo o en la Castellana y alliacute era donde se formaban grandes colas compuestas por doscientas o trescientas

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA 19

personas Cuando ya estaban hechas se poniacutean en marcha y entonces las colas iban recorriendo las calles y buscando una buena tienda donde poshynerseraquo En cuanto a los liacutederes poliacuteticos son personajes inconsistentes que bordean el cretinismo se toman sus obligaciones como un juego infantil y parecen haber perdido su naturaleza de seres humanos al punto de que mientras Azantildea laquoestaba hecho un hombre muy mujer de su casaraquo la Pashysionaria era en realidad laquoun sentildeor de luto con barba y bigote que ganaba tres duros diarios por hacer el papel de La Pasionariaraquo

La Pasionaria fue uno de los blancos preferidos de la propaganda franquista y uno de los siacutembolos rojos maacutes vilipendiados por sus voceshyros probablemente Mariacutea de la Hoz es una alusioacuten a esta figura que concitoacute el furor misoacutegino en un momento en que la relevancia puacuteblica de las mujeres republicanas lo alentoacute hasta la exasperacioacuten Tono y Mihura participan desde luego de ese lugar comuacuten pero sus palabras resultan menos virulentas que sarcaacutesticas porque ambos estaacuten maacutes interesados en dibujar una vintildeeta coacutemica que en subrayar la degradacioacuten de un personaje que llegoacute a encarnar todas las maldades de la anti-Espantildea Valga como ejemplo el pasaje en que encontramos a la dirigente comunista arengando a los mineros quienes enfervorizados por el discurso gritan laquoiexclMas vale ser viudo de una heacuteroa que marido de una cobardaraquo

Las convicciones misoacuteginas de los autores quedan de manifiesto con mayor claridad en los capiacutetulos XIII XIV y XV protagonizados por el feroz batalloacuten de laquoLas Infamesraquo pero la saacutetira no se ceba en la consashybida imagen de la mujer anticristiana antiespantildeola y antifemenina sino que lleva el sello personal de Mihura -que ya habiacutea escrito textos con un propoacutesito similar en Gutieacuterrez- maacutes interesado por trasladar su idea de que para las mujeres -sean estas pobres muchachas de servicio vicetiples con aspiraciones o ahora milicianas- la vida se reduce a buscar marido y a representar aplicadamente su papel de adorno social laquoLas Infamesraquo -cuarenta milicianas empleadas del matadero municipal- eran laquomuy guashypas y muy bien formadas y representaban la gracia madrilentildea y el troniacuteo ese Todas iban derramando paquetes de sal y pimientaraquo tras ellas iba otro batalloacuten laquocompuesto por sentildeoras gordas que eran las madres y que iban comiendo bocadillos de jamoacuten artificialraquo Las infames entienden la guerra de una manera insoacutelita y su conducta en nada se distingue de la de las modistillas madrilentildeas retratadas con ironiacutea por Mihura en distintos escritos de los antildeos treinta asiacute coquetean con los miembros del batalloacuten laquoLos feroces dependientes de Ultramarinosraquo mientras los pajaritos cantan La Internacional y a poco se casan con ellos para a continuacioacuten engashyntildearlos con el batalloacuten de laquoLos Corsariosraquo y dar lugar a un final traacutegico propio de folletiacuten

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Si me he detenido en este uacuteltimo episodio es porque me parece cashyracteriacutestico del tono general de Mariacutea de la Hoz donde los autores (y especialmente Mihura a quien ha de atribuirse la mayor parte de la inshyvencioacuten) hacen un ejercicio interesante por infrecuente aplicar a una reashylidad dramaacutetica que ven desde prejuicios ideoloacutegicos compartidos con otros escritores adeptos al incipiente reacutegimen un tratamiento esteacutetico en principio inconveniente basado en los principios del humor inverosiacutemil o absurdo que se habiacutea impuesto en los antildeos anteriores a la guerra El reshysultado -apreciable tambieacuten en muchas paacuteginas de La Ametralladora- es cuando menos desconcertante y aconseja colocarlo en un aparte dentro de la literatura de urgencia y propaganda A fin de cuentas mientras otras publicaciones fueron solo una contribucioacuten interesada una inversioacuten de futuro esta cuenta en su descargo con la excusa de haber tendido un puenshyte entre el humor de los antildeos treinta y el que poco despueacutes cristalizariacutea en La Codorniz

Final

Como sentildeala Riacuteos Carratalaacute (2005b110) las publicaciones de los humoristas del 27 durante los antildeos de la guerra no antildeaden nada a su gloria literaria les fueron uacutetiles porque evidenciaron su adhesioacuten a los venceshydores cuando ello fue imprescindible pero despueacutes las olvidaron no por exigencias de una inexistente evolucioacuten ideoloacutegica sino porque una toma de partido tan descarada no se aveniacutea con la imagen que cultivaron de siacute mismos durante el resto de su vida Son palabras que pueden aplicarshyse ajustadamente a Mihura un hombre que procuroacute siempre vivir en su rincoacuten para ver desde alliacute la vida con una displicencia inteligente y algo parecido puede decirse de Tono aunque su caraacutecter maacutes extravertido lo llevoacute a dejarse ver maacutes pero sin adoptar una postura ideoloacutegica comproshymetida

Ni uno ni otro recordaron nunca Mariacutea de la Hoz maacutes que lo impresshycindible para incluirla -y no siempre- en la relacioacuten de sus publicaciones Cuando en 1962 aparecieron las incompletiacutesimas OO CC de Miguel Mi-hura el dramaturgo prefirioacute olvidarla El texto no volvioacute a reproducirse hasta que Arturo Ramoneda lo recogioacute en el volumen recopilatorio Prosa y obra graacutefica ya citado aparecido en 2004 En los casi setenta antildeos que median entre esa fecha y la de la primera edicioacuten Mariacutea de la Hoz no ha merecido la atencioacuten de nadie ni siquiera cuando en los uacuteltimos antildeos aumentoacute el intereacutes por la literatura de guerra

Un volumen como este dedicado a analizar manifestaciones diversas del humor durante el franquismo no podiacutea pasar por la alto unas paacuteginas

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con las que dos de los grandes del pasado siglo pagaron su oacutebolo a los vencedores de una guerra conscientes de contarse entre ellos Constituyen una prueba de que en efecto tambieacuten los humoristas fueron a la guerra y se decantaron por la Espantildea que mejor se aveniacutea con sus creencias maacutes genuinas aprendidas en la escuela burguesa aunque fuera entre mohines y protestas

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BIBLIOGRAFIacuteA

ASCUNCE Joseacute Aacutengel San Sebastiaacuten capital cultural (1936-1940) San Sebastiaacuten 1999

DIacuteAZ Elvire laquoHumour et politique Gutieacuterrez (1927-1934) et lactualiteacute des anneacutees trenteraquo Bulletin dHistoire contemporaine de VEspagne 25 (1977) pp 283-296

LANGA NtildeUNtildeO Concha laquoLos civiles somos viacutectimas de la guerra y de la propaganda El ejemplo de la guerra civil espantildeola (1936-1939raquo Revista Latina de Comunicacioacuten Social 32 (2000) httpwwwull espublicacioneslatinaaa2000kjly32ag751angahtrn

MARANtildeA Feacutelix laquoSan Sebastiaacuten centro cultural y editorial durante la guershyra La Ametralladora y otras publicacionesraquo en M Tuntildeoacuten de Lara (aacuteir)Comunicacioacuten cultura y poliacutetica durante la II Repuacuteblica y la guerra civil Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 1990 vol I pp 193-206

MIHURA Miguel y TONO (Antonio de Lara) Mariacutea de la Hoz Madrid La Novela del Saacutebado 1939 (Incluida en Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 903-947)

MOREIRO Juliaacuten Mihura Humor y melancoliacutea Madrid Algaba 2004 NAVAL Ma Angeles La novela de Veacutertice y la Novela del Saacutebado Madrid

CSIC 2000 PIZARROSO QUINTERO Alejandro laquoLa guerra civil espantildeola un hito en la

historia de la propagandaraquo El Argonauta Espantildeol 2 (2005) http argonautaimagesonorgdocument62html

RAMONEDA Arturo Int a Miguel Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 19-63

ROMERO-MARCHENT Joaquiacuten Soy un fugitivo (Historia de un evadido de Madrid) Valladolid 1937

Riacuteos CARRATALAacute Juan A laquoLa guerra de los humoristasraquo Quimera 257 (2005a) pp 18-22

- laquoMiguel Mihura tambieacuten fue a la guerra aunque pocoraquo en Rafael Peacuterez Sierra Felipe B Pedraza Jimeacutenez y Milagros Rodriacuteguez Caacutece-res (eds) Miguel Mihura cumple un siglo Actas de las jornadas en homenaje al humorista y dramaturgo Comunidad de Madrid 2005b pp 99-115

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esas aportaciones estaacuten las de quienes relatan los horrores vividos en las ciudades sometidas a la laquobarbarie rojaraquo ni que decir tiene que la mayoriacutea de los testimonios se refieren a Madrid

Esos textos destacan por su violencia verbal y por la contundencia de sus juicios como pone de manifiesto por ejemplo un libro publicado en Valladolid por el periodista Joaquiacuten Romero-Marchent (Romero-Mar-chent 1937) con el tiacutetulo de Soy un fugitivo Este personaje cuyo fervor tal vez se explique por la necesidad de hacer olvidar algunos detalles de su pasado alude a Madrid como la ciudad secuestrada laquopor lo peorcito de cada casaraquo define a la Espantildea leal como laquomal oliente desgrentildeada zafia y brutalraquo se emplea a fondo contra las mujeres republicanas (laquobabeantes de lujuria socialraquo dice) y considera que Margarita Nelken y la Pasionaria son laquola siacutentesis de todas las malas hembras de todas las malas madres que alimentaban las inclusas de todas las arpiacuteas de todas las ramerasraquo Anticomunismo antipatriotismo degradacioacuten moral y corrupcioacuten poliacutetica son las caracteriacutesticas que adornan a la sociedad republicana de acuerdo con los dictados oficiales de la propaganda franquista en cuanto al tono empleado por Romero-Marchent -conocido y contertulio ocasional de Miguel Mihura- puede servir de referencia para el que ofrecen panfletos similares

Pues bien Mariacutea de la Hoz representa una excepcioacuten Sin duda comparte con otras publicaciones toda una bateriacutea de lugares comunes para dibujar con sarcasmo al Madrid sitiado y es como tantos otros un producto ocasional que contribuye pese ala vocacioacuten abstinente de sus autores (maacutes clara en el caso de Mihura que en el de Tono) a desacreditar los valores y las creencias de uno de los bandos en guerra y a poner en cuestioacuten la talla moral e intelectual de los liacutederes republicanos pero el punto de vista elegido por los humoristas introduce una ironiacutea distancia-dora de gran eficacia expresiva y confiere a sus paacuteginas un cierto porte esteacutetico ausente por completo en otros productos de aquella hora Ni sishyquiera encontramos aquiacute el leacutexico caracteriacutestico de esas publicaciones inshytegrado por palabras como laquobarbarieraquo laquohordasraquo laquoratasraquo laquoenerguacutemenosraquo laquocanallaraquo laquosin Diosraquo laquobaacuterbarosraquo etc el contenido resulta menos burdo y queda tamizado por los hallazgos formales irregularmente repartidos por el texto Su peculiaridad queda de manifiesto desde el paacuterrafo inicial que deja entrever el propoacutesito que anima a Tono y Mihura en su empresa laquoAl declararse la guerra en Espantildea lo primero que hizo el Estado Mayor del Gobierno revolucionario fue reunirse en el cafeacute Colonial para tomar acuerdos y unas gambasraquo La incompatibilidad semaacutentica de esa coorshydinacioacuten entre dos elementos heterogeacuteneos tienen el valor de una tarjeta de visita tanto en el plano estiliacutestico como en el temaacutetico los personajes

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adquieren ya en esas liacuteneas naturaleza de tiacuteteres y los autores hacen que se muevan en un ambiente propio de la farsa esperpeacutentica

Ahora bien ello no obsta para que Mariacutea de la Hoz entre de lleno dentro de la literatura de combate participe de la tosquedad de la propashyganda nacionalista y merezca reflexiones como esta

Leer textos propagandiacutesticos publicados durante la guerra resulta peshynoso Intentar adentrarse en los razonamientos que los orientan nos lleva a campos todaviacutea maacutes lamentables Y el resultado por obvio apenas aporta algo significativo Mariacutea de la Hoz es un folleto que una vez consultado conviene olvidar Hasta cierto punto pues ese olvido nunca se debe extender a la evidencia de que los humoristas tambieacuten se involucraron en la guerra Con todas sus consecuencias que fueron lo desagradables que cabiacutea esperar en un enfrentamiento fratricida donde apenas quedoacute margen para el respeto al contrario la buacutesqueda de camishynos de paz y la reconciliacioacuten (Riacuteos Carratalaacute 2005b 124)

Analizar brevemente este tiacutetulo es una decisioacuten que me parece se justifica en razoacuten de los liacutemites que el profesor Riacuteos Carratalaacute sentildeala al olvido (inevitable destino por lo demaacutes para el folleto de Tono y Mihura) pero tambieacuten porque constituye una muestra representativa -apenas tenida en cuenta por los estudiosos- del humor cultivado en Espantildea durante el franquismo inicial cuando la propaganda era otra forma de ocupar liacuteneas en el frente de guerra

Otra croacutenica de guerra

El texto que nos ocupa aparecioacute en el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado una publicacioacuten semanal que nacioacute en Sevilla el 28 de enero de 1939 de la mano de Falange y bajo la direccioacuten de Joaquiacuten Peacuterez Madrigal con el expresivo subtiacutetulo de laquoGenio y hombres de Espantildearaquo luego desaparecido en ese primer nuacutemero incluiacutea la reedicioacuten de Marruecos Diario de una banderade Francisco Franco A partir del ndeg 16 de 2 de septiembre del mismo antildeo pierde el tono agresivo con que hasta entonces habiacutea defenshydido los ideales del nuevo reacutegimen y combina los textos propagandiacutesticos con otros de entretenimiento la edita desde entonces Ediciones Espantildeolas SA empresa ubicada en el ndeg 40 de la calle de Almagro de Madrid y reshycoge durante unas semanas ilustraciones firmadas por Tono En enero de 1940 cambiariacutea de formato para incorporar contenidos maacutes propios de una revista de variedades Desaparecioacute unos meses despueacutes (Naval 2000)

Mariacutea de la Hoz fue publicada el 4 de noviembre de 1939 en un folleto que llevaba como ilustracioacuten de cubierta la fotografiacutea de una mi-

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liciana con fusil y pistola al cinto Ademaacutes del relato -que ilustrado por los mismos autores ocupaba 59 de las 128 paacuteginas totales- el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado incluiacutea un cuento de Joseacute Mariacutea Salaverriacutea (laquoUn drama en el restauranteraquo) una semblanza de Ramiro Ledesma Ramos a cargo de Juan Aparicio el artiacuteculo laquoLa patria el pan y la justiciaraquo del propio Leshydesma un apunte sobre Zorrilla firmado por E Ramiacuterez Aacutengel una resentildea criacutetica de Nicolaacutes Gonzaacutelez Ruiz a propoacutesito de la novela de Mariano Toshymaacutes La nintildea de plata y oro un perfil biobibliograacutefico de J Ortiz de Pinedo sobre Fernando de Rojas y unas paacuteginas miscelaacuteneas con noticias sobre la vida literaria consultorio bibliograacutefico y filoloacutegico croacutenicas sobre la vida universitaria pasatiempos y anuncios Esta somera descripcioacuten da idea del contenido diverso de una publicacioacuten peculiar que tratoacute de recuperar sin eacutexito exitosas foacutermulas editoriales de los antildeos treinta

Las paacuteginas de Mariacutea de la Hoz estaacuten precedidas por un sucinto proacuteshylogo del influyente periodista bilbaiacuteno Jacinto Miquelarena buen amigo de Tono y Mihura desde los antildeos donostiarras Parece escrito de comproshymiso y nada dice acerca del contenido del relato Miquelarena emplea un tono que trata de acomodarse al humor disparatado de los autores a quienes presenta como descubridores del laquocraacuteneo coacutenicoraquo y expertos en laquoconicefalismoraquo

Estamos ante un librito que carece de plan compuesto como mero agregado de escritos unidos por su referente (el Madrid republicano) y por el empleo de unos recursos humoriacutesticos que constituyen el elemento vertebrador Consta de veinticinco capiacutetulos breves de entre quince liacuteshyneas y dos paacuteginas cuyos tiacutetulos remiten con frecuencia a los utilizados por Mihura en sus artiacuteculos de Gutieacuterrez laquoEra un barco de oficinistas y la tinta se les terminoacuteraquo laquoHistoria triste del batalloacuten de laquoLas Infamesraquoraquo laquoAquellas vacas que se disfrazaron de milicianasraquo etc otros en camshybio anuncian el tono directamente beligerante de su contenido satiacuterico especialmente en las paacuteginas finales como es el caso de laquoLos uacuteltimos inventos para justificar la revolucioacutenraquo o laquoLa gran carnavalada de la revoshylucioacutenraquo De las colaboraciones de Mihura en la citada revista madrilentildea proceden con las oportunas adaptaciones diversas estrategias discursivas distribuidas aquiacute y allaacute y no menos de tres capiacutetulos completos

El texto pasa revista en clave paroacutedica y en un tono que en ocasiones no rehuye las expresiones gruesas y hasta se complace en ciertas bromas de dudoso gusto a los toacutepicos acuntildeados por la maquinaria propagandiacutesshytica del franquismo sobre la Espantildea republicana Como advierte Ramo-neda (2004 45) el propoacutesito distorsionador laquono impide que se pongan de manifiesto los afanes de los autores por ridiculizar y presentar de forma grotesca una realidad dramaacutetica y confiictiva [] y sobre todo el deseo

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de igualdad social y de poner fin a los abusos de las clases superiores y las aspiraciones sociales de los obreros de los campesinos andaluces y de los marinerosraquo

El teloacuten de fondo el paisaje humano que pulula por estas paacuteginas deriva de la imagen simplista y caricaturesca que las derechas teniacutean de los rojos Podemos leer asiacute coacutemo los comunistas -tras ser adiestrados por los rusos que prestan una ayuda tan absurdamente ineficaz que llevan hasta Valencia barcos cargados de naranjas- laquohabiacutean robado tanto dinero y eran tan ricos que usaban los automoacuteviles una sola vez Despueacutes de usados los tiraban como se tiran las cerillasraquo los revolucionarios son una partida de corruptos propensos a dejarse seducir por los anarquistas laquoSi la gente conseguiacutea comer algo era porque casi todos teniacutean alguacuten miliciano que metido en su tanque iba por la noche a llevarles a su casa un kilo de arroz Y con el arroz los madrilentildeos conseguiacutean hacer maravillas Habiacutea quien con solo arroz haciacutea filetes con patatas y calamares en su tintaraquo los principios revolucionarios se reducen a la loacutegica de los cuentos para nintildeos laquoLo que maacutes les sonaba a todos era eso del reparto de la tierra y a cada momento deciacutean que debiacutea repartirse la tierra -iexclLa tierra para el que la trabaja- exclamaban a gritos los dependientes de las tiendas Y para emshypezar decidieron repartirse el Retiro que es tan grande y las mujeres y los nintildeos iban con cubos y con palas y cogiacutean tierra y se la llevaban a casaraquo y como nintildeos presumen los milicianos de sus nuevas amistades laquoCuando llegaron los tanques rusos todo el mundo queriacutea tener un tanque o por lo menos dar una vuelta en un tanque Los milicianos se los llevaban a Mashydrid en cuanto podiacutean para darse el gustazo de ir al Cafeacute Colonial a tomar cafeacute y dejar el tanque a la puerta Los antiguos abrecoches se hicieron abretanques y cobraban maacutes propina que anteriormenteraquo

Los autores aplican a la realidad el mismo punto de vista deformador que Mihura empleara en los escritos de su uacuteltima etapa en Gutieacuterrez El efecto es divertido y eso permite que la burla suavice un tanto el evidenshyte propoacutesito de presentar el Madrid asediado como una ciudad absurda convertida casi en un escenario guintildeolesco donde los madrilentildeos van a pasar la tarde al frente como podriacutean hacerlo a una verbena (para ellos la guerra es una realidad disparatada como lo es para el Estado Mayor que a la hora de comprar material beacutelico encarga termos peines abrelatas botellas de cervezas cuerdas etc) se suben a los coches en el pescante junto al cochero y en los tranviacuteas en la plataforma al lado del conductor para que nadie los tome por sentildeoritos o convierten las colas en una pasioacuten que los entontece laquoYa las colas no se organizaban dentro de los estableshycimientos La gente se citaba en el Hipoacutedromo o en la Castellana y alliacute era donde se formaban grandes colas compuestas por doscientas o trescientas

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA 19

personas Cuando ya estaban hechas se poniacutean en marcha y entonces las colas iban recorriendo las calles y buscando una buena tienda donde poshynerseraquo En cuanto a los liacutederes poliacuteticos son personajes inconsistentes que bordean el cretinismo se toman sus obligaciones como un juego infantil y parecen haber perdido su naturaleza de seres humanos al punto de que mientras Azantildea laquoestaba hecho un hombre muy mujer de su casaraquo la Pashysionaria era en realidad laquoun sentildeor de luto con barba y bigote que ganaba tres duros diarios por hacer el papel de La Pasionariaraquo

La Pasionaria fue uno de los blancos preferidos de la propaganda franquista y uno de los siacutembolos rojos maacutes vilipendiados por sus voceshyros probablemente Mariacutea de la Hoz es una alusioacuten a esta figura que concitoacute el furor misoacutegino en un momento en que la relevancia puacuteblica de las mujeres republicanas lo alentoacute hasta la exasperacioacuten Tono y Mihura participan desde luego de ese lugar comuacuten pero sus palabras resultan menos virulentas que sarcaacutesticas porque ambos estaacuten maacutes interesados en dibujar una vintildeeta coacutemica que en subrayar la degradacioacuten de un personaje que llegoacute a encarnar todas las maldades de la anti-Espantildea Valga como ejemplo el pasaje en que encontramos a la dirigente comunista arengando a los mineros quienes enfervorizados por el discurso gritan laquoiexclMas vale ser viudo de una heacuteroa que marido de una cobardaraquo

Las convicciones misoacuteginas de los autores quedan de manifiesto con mayor claridad en los capiacutetulos XIII XIV y XV protagonizados por el feroz batalloacuten de laquoLas Infamesraquo pero la saacutetira no se ceba en la consashybida imagen de la mujer anticristiana antiespantildeola y antifemenina sino que lleva el sello personal de Mihura -que ya habiacutea escrito textos con un propoacutesito similar en Gutieacuterrez- maacutes interesado por trasladar su idea de que para las mujeres -sean estas pobres muchachas de servicio vicetiples con aspiraciones o ahora milicianas- la vida se reduce a buscar marido y a representar aplicadamente su papel de adorno social laquoLas Infamesraquo -cuarenta milicianas empleadas del matadero municipal- eran laquomuy guashypas y muy bien formadas y representaban la gracia madrilentildea y el troniacuteo ese Todas iban derramando paquetes de sal y pimientaraquo tras ellas iba otro batalloacuten laquocompuesto por sentildeoras gordas que eran las madres y que iban comiendo bocadillos de jamoacuten artificialraquo Las infames entienden la guerra de una manera insoacutelita y su conducta en nada se distingue de la de las modistillas madrilentildeas retratadas con ironiacutea por Mihura en distintos escritos de los antildeos treinta asiacute coquetean con los miembros del batalloacuten laquoLos feroces dependientes de Ultramarinosraquo mientras los pajaritos cantan La Internacional y a poco se casan con ellos para a continuacioacuten engashyntildearlos con el batalloacuten de laquoLos Corsariosraquo y dar lugar a un final traacutegico propio de folletiacuten

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Si me he detenido en este uacuteltimo episodio es porque me parece cashyracteriacutestico del tono general de Mariacutea de la Hoz donde los autores (y especialmente Mihura a quien ha de atribuirse la mayor parte de la inshyvencioacuten) hacen un ejercicio interesante por infrecuente aplicar a una reashylidad dramaacutetica que ven desde prejuicios ideoloacutegicos compartidos con otros escritores adeptos al incipiente reacutegimen un tratamiento esteacutetico en principio inconveniente basado en los principios del humor inverosiacutemil o absurdo que se habiacutea impuesto en los antildeos anteriores a la guerra El reshysultado -apreciable tambieacuten en muchas paacuteginas de La Ametralladora- es cuando menos desconcertante y aconseja colocarlo en un aparte dentro de la literatura de urgencia y propaganda A fin de cuentas mientras otras publicaciones fueron solo una contribucioacuten interesada una inversioacuten de futuro esta cuenta en su descargo con la excusa de haber tendido un puenshyte entre el humor de los antildeos treinta y el que poco despueacutes cristalizariacutea en La Codorniz

Final

Como sentildeala Riacuteos Carratalaacute (2005b110) las publicaciones de los humoristas del 27 durante los antildeos de la guerra no antildeaden nada a su gloria literaria les fueron uacutetiles porque evidenciaron su adhesioacuten a los venceshydores cuando ello fue imprescindible pero despueacutes las olvidaron no por exigencias de una inexistente evolucioacuten ideoloacutegica sino porque una toma de partido tan descarada no se aveniacutea con la imagen que cultivaron de siacute mismos durante el resto de su vida Son palabras que pueden aplicarshyse ajustadamente a Mihura un hombre que procuroacute siempre vivir en su rincoacuten para ver desde alliacute la vida con una displicencia inteligente y algo parecido puede decirse de Tono aunque su caraacutecter maacutes extravertido lo llevoacute a dejarse ver maacutes pero sin adoptar una postura ideoloacutegica comproshymetida

Ni uno ni otro recordaron nunca Mariacutea de la Hoz maacutes que lo impresshycindible para incluirla -y no siempre- en la relacioacuten de sus publicaciones Cuando en 1962 aparecieron las incompletiacutesimas OO CC de Miguel Mi-hura el dramaturgo prefirioacute olvidarla El texto no volvioacute a reproducirse hasta que Arturo Ramoneda lo recogioacute en el volumen recopilatorio Prosa y obra graacutefica ya citado aparecido en 2004 En los casi setenta antildeos que median entre esa fecha y la de la primera edicioacuten Mariacutea de la Hoz no ha merecido la atencioacuten de nadie ni siquiera cuando en los uacuteltimos antildeos aumentoacute el intereacutes por la literatura de guerra

Un volumen como este dedicado a analizar manifestaciones diversas del humor durante el franquismo no podiacutea pasar por la alto unas paacuteginas

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA19

con las que dos de los grandes del pasado siglo pagaron su oacutebolo a los vencedores de una guerra conscientes de contarse entre ellos Constituyen una prueba de que en efecto tambieacuten los humoristas fueron a la guerra y se decantaron por la Espantildea que mejor se aveniacutea con sus creencias maacutes genuinas aprendidas en la escuela burguesa aunque fuera entre mohines y protestas

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BIBLIOGRAFIacuteA

ASCUNCE Joseacute Aacutengel San Sebastiaacuten capital cultural (1936-1940) San Sebastiaacuten 1999

DIacuteAZ Elvire laquoHumour et politique Gutieacuterrez (1927-1934) et lactualiteacute des anneacutees trenteraquo Bulletin dHistoire contemporaine de VEspagne 25 (1977) pp 283-296

LANGA NtildeUNtildeO Concha laquoLos civiles somos viacutectimas de la guerra y de la propaganda El ejemplo de la guerra civil espantildeola (1936-1939raquo Revista Latina de Comunicacioacuten Social 32 (2000) httpwwwull espublicacioneslatinaaa2000kjly32ag751angahtrn

MARANtildeA Feacutelix laquoSan Sebastiaacuten centro cultural y editorial durante la guershyra La Ametralladora y otras publicacionesraquo en M Tuntildeoacuten de Lara (aacuteir)Comunicacioacuten cultura y poliacutetica durante la II Repuacuteblica y la guerra civil Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 1990 vol I pp 193-206

MIHURA Miguel y TONO (Antonio de Lara) Mariacutea de la Hoz Madrid La Novela del Saacutebado 1939 (Incluida en Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 903-947)

MOREIRO Juliaacuten Mihura Humor y melancoliacutea Madrid Algaba 2004 NAVAL Ma Angeles La novela de Veacutertice y la Novela del Saacutebado Madrid

CSIC 2000 PIZARROSO QUINTERO Alejandro laquoLa guerra civil espantildeola un hito en la

historia de la propagandaraquo El Argonauta Espantildeol 2 (2005) http argonautaimagesonorgdocument62html

RAMONEDA Arturo Int a Miguel Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 19-63

ROMERO-MARCHENT Joaquiacuten Soy un fugitivo (Historia de un evadido de Madrid) Valladolid 1937

Riacuteos CARRATALAacute Juan A laquoLa guerra de los humoristasraquo Quimera 257 (2005a) pp 18-22

- laquoMiguel Mihura tambieacuten fue a la guerra aunque pocoraquo en Rafael Peacuterez Sierra Felipe B Pedraza Jimeacutenez y Milagros Rodriacuteguez Caacutece-res (eds) Miguel Mihura cumple un siglo Actas de las jornadas en homenaje al humorista y dramaturgo Comunidad de Madrid 2005b pp 99-115

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adquieren ya en esas liacuteneas naturaleza de tiacuteteres y los autores hacen que se muevan en un ambiente propio de la farsa esperpeacutentica

Ahora bien ello no obsta para que Mariacutea de la Hoz entre de lleno dentro de la literatura de combate participe de la tosquedad de la propashyganda nacionalista y merezca reflexiones como esta

Leer textos propagandiacutesticos publicados durante la guerra resulta peshynoso Intentar adentrarse en los razonamientos que los orientan nos lleva a campos todaviacutea maacutes lamentables Y el resultado por obvio apenas aporta algo significativo Mariacutea de la Hoz es un folleto que una vez consultado conviene olvidar Hasta cierto punto pues ese olvido nunca se debe extender a la evidencia de que los humoristas tambieacuten se involucraron en la guerra Con todas sus consecuencias que fueron lo desagradables que cabiacutea esperar en un enfrentamiento fratricida donde apenas quedoacute margen para el respeto al contrario la buacutesqueda de camishynos de paz y la reconciliacioacuten (Riacuteos Carratalaacute 2005b 124)

Analizar brevemente este tiacutetulo es una decisioacuten que me parece se justifica en razoacuten de los liacutemites que el profesor Riacuteos Carratalaacute sentildeala al olvido (inevitable destino por lo demaacutes para el folleto de Tono y Mihura) pero tambieacuten porque constituye una muestra representativa -apenas tenida en cuenta por los estudiosos- del humor cultivado en Espantildea durante el franquismo inicial cuando la propaganda era otra forma de ocupar liacuteneas en el frente de guerra

Otra croacutenica de guerra

El texto que nos ocupa aparecioacute en el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado una publicacioacuten semanal que nacioacute en Sevilla el 28 de enero de 1939 de la mano de Falange y bajo la direccioacuten de Joaquiacuten Peacuterez Madrigal con el expresivo subtiacutetulo de laquoGenio y hombres de Espantildearaquo luego desaparecido en ese primer nuacutemero incluiacutea la reedicioacuten de Marruecos Diario de una banderade Francisco Franco A partir del ndeg 16 de 2 de septiembre del mismo antildeo pierde el tono agresivo con que hasta entonces habiacutea defenshydido los ideales del nuevo reacutegimen y combina los textos propagandiacutesticos con otros de entretenimiento la edita desde entonces Ediciones Espantildeolas SA empresa ubicada en el ndeg 40 de la calle de Almagro de Madrid y reshycoge durante unas semanas ilustraciones firmadas por Tono En enero de 1940 cambiariacutea de formato para incorporar contenidos maacutes propios de una revista de variedades Desaparecioacute unos meses despueacutes (Naval 2000)

Mariacutea de la Hoz fue publicada el 4 de noviembre de 1939 en un folleto que llevaba como ilustracioacuten de cubierta la fotografiacutea de una mi-

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liciana con fusil y pistola al cinto Ademaacutes del relato -que ilustrado por los mismos autores ocupaba 59 de las 128 paacuteginas totales- el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado incluiacutea un cuento de Joseacute Mariacutea Salaverriacutea (laquoUn drama en el restauranteraquo) una semblanza de Ramiro Ledesma Ramos a cargo de Juan Aparicio el artiacuteculo laquoLa patria el pan y la justiciaraquo del propio Leshydesma un apunte sobre Zorrilla firmado por E Ramiacuterez Aacutengel una resentildea criacutetica de Nicolaacutes Gonzaacutelez Ruiz a propoacutesito de la novela de Mariano Toshymaacutes La nintildea de plata y oro un perfil biobibliograacutefico de J Ortiz de Pinedo sobre Fernando de Rojas y unas paacuteginas miscelaacuteneas con noticias sobre la vida literaria consultorio bibliograacutefico y filoloacutegico croacutenicas sobre la vida universitaria pasatiempos y anuncios Esta somera descripcioacuten da idea del contenido diverso de una publicacioacuten peculiar que tratoacute de recuperar sin eacutexito exitosas foacutermulas editoriales de los antildeos treinta

Las paacuteginas de Mariacutea de la Hoz estaacuten precedidas por un sucinto proacuteshylogo del influyente periodista bilbaiacuteno Jacinto Miquelarena buen amigo de Tono y Mihura desde los antildeos donostiarras Parece escrito de comproshymiso y nada dice acerca del contenido del relato Miquelarena emplea un tono que trata de acomodarse al humor disparatado de los autores a quienes presenta como descubridores del laquocraacuteneo coacutenicoraquo y expertos en laquoconicefalismoraquo

Estamos ante un librito que carece de plan compuesto como mero agregado de escritos unidos por su referente (el Madrid republicano) y por el empleo de unos recursos humoriacutesticos que constituyen el elemento vertebrador Consta de veinticinco capiacutetulos breves de entre quince liacuteshyneas y dos paacuteginas cuyos tiacutetulos remiten con frecuencia a los utilizados por Mihura en sus artiacuteculos de Gutieacuterrez laquoEra un barco de oficinistas y la tinta se les terminoacuteraquo laquoHistoria triste del batalloacuten de laquoLas Infamesraquoraquo laquoAquellas vacas que se disfrazaron de milicianasraquo etc otros en camshybio anuncian el tono directamente beligerante de su contenido satiacuterico especialmente en las paacuteginas finales como es el caso de laquoLos uacuteltimos inventos para justificar la revolucioacutenraquo o laquoLa gran carnavalada de la revoshylucioacutenraquo De las colaboraciones de Mihura en la citada revista madrilentildea proceden con las oportunas adaptaciones diversas estrategias discursivas distribuidas aquiacute y allaacute y no menos de tres capiacutetulos completos

El texto pasa revista en clave paroacutedica y en un tono que en ocasiones no rehuye las expresiones gruesas y hasta se complace en ciertas bromas de dudoso gusto a los toacutepicos acuntildeados por la maquinaria propagandiacutesshytica del franquismo sobre la Espantildea republicana Como advierte Ramo-neda (2004 45) el propoacutesito distorsionador laquono impide que se pongan de manifiesto los afanes de los autores por ridiculizar y presentar de forma grotesca una realidad dramaacutetica y confiictiva [] y sobre todo el deseo

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de igualdad social y de poner fin a los abusos de las clases superiores y las aspiraciones sociales de los obreros de los campesinos andaluces y de los marinerosraquo

El teloacuten de fondo el paisaje humano que pulula por estas paacuteginas deriva de la imagen simplista y caricaturesca que las derechas teniacutean de los rojos Podemos leer asiacute coacutemo los comunistas -tras ser adiestrados por los rusos que prestan una ayuda tan absurdamente ineficaz que llevan hasta Valencia barcos cargados de naranjas- laquohabiacutean robado tanto dinero y eran tan ricos que usaban los automoacuteviles una sola vez Despueacutes de usados los tiraban como se tiran las cerillasraquo los revolucionarios son una partida de corruptos propensos a dejarse seducir por los anarquistas laquoSi la gente conseguiacutea comer algo era porque casi todos teniacutean alguacuten miliciano que metido en su tanque iba por la noche a llevarles a su casa un kilo de arroz Y con el arroz los madrilentildeos conseguiacutean hacer maravillas Habiacutea quien con solo arroz haciacutea filetes con patatas y calamares en su tintaraquo los principios revolucionarios se reducen a la loacutegica de los cuentos para nintildeos laquoLo que maacutes les sonaba a todos era eso del reparto de la tierra y a cada momento deciacutean que debiacutea repartirse la tierra -iexclLa tierra para el que la trabaja- exclamaban a gritos los dependientes de las tiendas Y para emshypezar decidieron repartirse el Retiro que es tan grande y las mujeres y los nintildeos iban con cubos y con palas y cogiacutean tierra y se la llevaban a casaraquo y como nintildeos presumen los milicianos de sus nuevas amistades laquoCuando llegaron los tanques rusos todo el mundo queriacutea tener un tanque o por lo menos dar una vuelta en un tanque Los milicianos se los llevaban a Mashydrid en cuanto podiacutean para darse el gustazo de ir al Cafeacute Colonial a tomar cafeacute y dejar el tanque a la puerta Los antiguos abrecoches se hicieron abretanques y cobraban maacutes propina que anteriormenteraquo

Los autores aplican a la realidad el mismo punto de vista deformador que Mihura empleara en los escritos de su uacuteltima etapa en Gutieacuterrez El efecto es divertido y eso permite que la burla suavice un tanto el evidenshyte propoacutesito de presentar el Madrid asediado como una ciudad absurda convertida casi en un escenario guintildeolesco donde los madrilentildeos van a pasar la tarde al frente como podriacutean hacerlo a una verbena (para ellos la guerra es una realidad disparatada como lo es para el Estado Mayor que a la hora de comprar material beacutelico encarga termos peines abrelatas botellas de cervezas cuerdas etc) se suben a los coches en el pescante junto al cochero y en los tranviacuteas en la plataforma al lado del conductor para que nadie los tome por sentildeoritos o convierten las colas en una pasioacuten que los entontece laquoYa las colas no se organizaban dentro de los estableshycimientos La gente se citaba en el Hipoacutedromo o en la Castellana y alliacute era donde se formaban grandes colas compuestas por doscientas o trescientas

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personas Cuando ya estaban hechas se poniacutean en marcha y entonces las colas iban recorriendo las calles y buscando una buena tienda donde poshynerseraquo En cuanto a los liacutederes poliacuteticos son personajes inconsistentes que bordean el cretinismo se toman sus obligaciones como un juego infantil y parecen haber perdido su naturaleza de seres humanos al punto de que mientras Azantildea laquoestaba hecho un hombre muy mujer de su casaraquo la Pashysionaria era en realidad laquoun sentildeor de luto con barba y bigote que ganaba tres duros diarios por hacer el papel de La Pasionariaraquo

La Pasionaria fue uno de los blancos preferidos de la propaganda franquista y uno de los siacutembolos rojos maacutes vilipendiados por sus voceshyros probablemente Mariacutea de la Hoz es una alusioacuten a esta figura que concitoacute el furor misoacutegino en un momento en que la relevancia puacuteblica de las mujeres republicanas lo alentoacute hasta la exasperacioacuten Tono y Mihura participan desde luego de ese lugar comuacuten pero sus palabras resultan menos virulentas que sarcaacutesticas porque ambos estaacuten maacutes interesados en dibujar una vintildeeta coacutemica que en subrayar la degradacioacuten de un personaje que llegoacute a encarnar todas las maldades de la anti-Espantildea Valga como ejemplo el pasaje en que encontramos a la dirigente comunista arengando a los mineros quienes enfervorizados por el discurso gritan laquoiexclMas vale ser viudo de una heacuteroa que marido de una cobardaraquo

Las convicciones misoacuteginas de los autores quedan de manifiesto con mayor claridad en los capiacutetulos XIII XIV y XV protagonizados por el feroz batalloacuten de laquoLas Infamesraquo pero la saacutetira no se ceba en la consashybida imagen de la mujer anticristiana antiespantildeola y antifemenina sino que lleva el sello personal de Mihura -que ya habiacutea escrito textos con un propoacutesito similar en Gutieacuterrez- maacutes interesado por trasladar su idea de que para las mujeres -sean estas pobres muchachas de servicio vicetiples con aspiraciones o ahora milicianas- la vida se reduce a buscar marido y a representar aplicadamente su papel de adorno social laquoLas Infamesraquo -cuarenta milicianas empleadas del matadero municipal- eran laquomuy guashypas y muy bien formadas y representaban la gracia madrilentildea y el troniacuteo ese Todas iban derramando paquetes de sal y pimientaraquo tras ellas iba otro batalloacuten laquocompuesto por sentildeoras gordas que eran las madres y que iban comiendo bocadillos de jamoacuten artificialraquo Las infames entienden la guerra de una manera insoacutelita y su conducta en nada se distingue de la de las modistillas madrilentildeas retratadas con ironiacutea por Mihura en distintos escritos de los antildeos treinta asiacute coquetean con los miembros del batalloacuten laquoLos feroces dependientes de Ultramarinosraquo mientras los pajaritos cantan La Internacional y a poco se casan con ellos para a continuacioacuten engashyntildearlos con el batalloacuten de laquoLos Corsariosraquo y dar lugar a un final traacutegico propio de folletiacuten

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Si me he detenido en este uacuteltimo episodio es porque me parece cashyracteriacutestico del tono general de Mariacutea de la Hoz donde los autores (y especialmente Mihura a quien ha de atribuirse la mayor parte de la inshyvencioacuten) hacen un ejercicio interesante por infrecuente aplicar a una reashylidad dramaacutetica que ven desde prejuicios ideoloacutegicos compartidos con otros escritores adeptos al incipiente reacutegimen un tratamiento esteacutetico en principio inconveniente basado en los principios del humor inverosiacutemil o absurdo que se habiacutea impuesto en los antildeos anteriores a la guerra El reshysultado -apreciable tambieacuten en muchas paacuteginas de La Ametralladora- es cuando menos desconcertante y aconseja colocarlo en un aparte dentro de la literatura de urgencia y propaganda A fin de cuentas mientras otras publicaciones fueron solo una contribucioacuten interesada una inversioacuten de futuro esta cuenta en su descargo con la excusa de haber tendido un puenshyte entre el humor de los antildeos treinta y el que poco despueacutes cristalizariacutea en La Codorniz

Final

Como sentildeala Riacuteos Carratalaacute (2005b110) las publicaciones de los humoristas del 27 durante los antildeos de la guerra no antildeaden nada a su gloria literaria les fueron uacutetiles porque evidenciaron su adhesioacuten a los venceshydores cuando ello fue imprescindible pero despueacutes las olvidaron no por exigencias de una inexistente evolucioacuten ideoloacutegica sino porque una toma de partido tan descarada no se aveniacutea con la imagen que cultivaron de siacute mismos durante el resto de su vida Son palabras que pueden aplicarshyse ajustadamente a Mihura un hombre que procuroacute siempre vivir en su rincoacuten para ver desde alliacute la vida con una displicencia inteligente y algo parecido puede decirse de Tono aunque su caraacutecter maacutes extravertido lo llevoacute a dejarse ver maacutes pero sin adoptar una postura ideoloacutegica comproshymetida

Ni uno ni otro recordaron nunca Mariacutea de la Hoz maacutes que lo impresshycindible para incluirla -y no siempre- en la relacioacuten de sus publicaciones Cuando en 1962 aparecieron las incompletiacutesimas OO CC de Miguel Mi-hura el dramaturgo prefirioacute olvidarla El texto no volvioacute a reproducirse hasta que Arturo Ramoneda lo recogioacute en el volumen recopilatorio Prosa y obra graacutefica ya citado aparecido en 2004 En los casi setenta antildeos que median entre esa fecha y la de la primera edicioacuten Mariacutea de la Hoz no ha merecido la atencioacuten de nadie ni siquiera cuando en los uacuteltimos antildeos aumentoacute el intereacutes por la literatura de guerra

Un volumen como este dedicado a analizar manifestaciones diversas del humor durante el franquismo no podiacutea pasar por la alto unas paacuteginas

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con las que dos de los grandes del pasado siglo pagaron su oacutebolo a los vencedores de una guerra conscientes de contarse entre ellos Constituyen una prueba de que en efecto tambieacuten los humoristas fueron a la guerra y se decantaron por la Espantildea que mejor se aveniacutea con sus creencias maacutes genuinas aprendidas en la escuela burguesa aunque fuera entre mohines y protestas

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BIBLIOGRAFIacuteA

ASCUNCE Joseacute Aacutengel San Sebastiaacuten capital cultural (1936-1940) San Sebastiaacuten 1999

DIacuteAZ Elvire laquoHumour et politique Gutieacuterrez (1927-1934) et lactualiteacute des anneacutees trenteraquo Bulletin dHistoire contemporaine de VEspagne 25 (1977) pp 283-296

LANGA NtildeUNtildeO Concha laquoLos civiles somos viacutectimas de la guerra y de la propaganda El ejemplo de la guerra civil espantildeola (1936-1939raquo Revista Latina de Comunicacioacuten Social 32 (2000) httpwwwull espublicacioneslatinaaa2000kjly32ag751angahtrn

MARANtildeA Feacutelix laquoSan Sebastiaacuten centro cultural y editorial durante la guershyra La Ametralladora y otras publicacionesraquo en M Tuntildeoacuten de Lara (aacuteir)Comunicacioacuten cultura y poliacutetica durante la II Repuacuteblica y la guerra civil Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 1990 vol I pp 193-206

MIHURA Miguel y TONO (Antonio de Lara) Mariacutea de la Hoz Madrid La Novela del Saacutebado 1939 (Incluida en Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 903-947)

MOREIRO Juliaacuten Mihura Humor y melancoliacutea Madrid Algaba 2004 NAVAL Ma Angeles La novela de Veacutertice y la Novela del Saacutebado Madrid

CSIC 2000 PIZARROSO QUINTERO Alejandro laquoLa guerra civil espantildeola un hito en la

historia de la propagandaraquo El Argonauta Espantildeol 2 (2005) http argonautaimagesonorgdocument62html

RAMONEDA Arturo Int a Miguel Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 19-63

ROMERO-MARCHENT Joaquiacuten Soy un fugitivo (Historia de un evadido de Madrid) Valladolid 1937

Riacuteos CARRATALAacute Juan A laquoLa guerra de los humoristasraquo Quimera 257 (2005a) pp 18-22

- laquoMiguel Mihura tambieacuten fue a la guerra aunque pocoraquo en Rafael Peacuterez Sierra Felipe B Pedraza Jimeacutenez y Milagros Rodriacuteguez Caacutece-res (eds) Miguel Mihura cumple un siglo Actas de las jornadas en homenaje al humorista y dramaturgo Comunidad de Madrid 2005b pp 99-115

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liciana con fusil y pistola al cinto Ademaacutes del relato -que ilustrado por los mismos autores ocupaba 59 de las 128 paacuteginas totales- el ndeg 25 de la Novela del Saacutebado incluiacutea un cuento de Joseacute Mariacutea Salaverriacutea (laquoUn drama en el restauranteraquo) una semblanza de Ramiro Ledesma Ramos a cargo de Juan Aparicio el artiacuteculo laquoLa patria el pan y la justiciaraquo del propio Leshydesma un apunte sobre Zorrilla firmado por E Ramiacuterez Aacutengel una resentildea criacutetica de Nicolaacutes Gonzaacutelez Ruiz a propoacutesito de la novela de Mariano Toshymaacutes La nintildea de plata y oro un perfil biobibliograacutefico de J Ortiz de Pinedo sobre Fernando de Rojas y unas paacuteginas miscelaacuteneas con noticias sobre la vida literaria consultorio bibliograacutefico y filoloacutegico croacutenicas sobre la vida universitaria pasatiempos y anuncios Esta somera descripcioacuten da idea del contenido diverso de una publicacioacuten peculiar que tratoacute de recuperar sin eacutexito exitosas foacutermulas editoriales de los antildeos treinta

Las paacuteginas de Mariacutea de la Hoz estaacuten precedidas por un sucinto proacuteshylogo del influyente periodista bilbaiacuteno Jacinto Miquelarena buen amigo de Tono y Mihura desde los antildeos donostiarras Parece escrito de comproshymiso y nada dice acerca del contenido del relato Miquelarena emplea un tono que trata de acomodarse al humor disparatado de los autores a quienes presenta como descubridores del laquocraacuteneo coacutenicoraquo y expertos en laquoconicefalismoraquo

Estamos ante un librito que carece de plan compuesto como mero agregado de escritos unidos por su referente (el Madrid republicano) y por el empleo de unos recursos humoriacutesticos que constituyen el elemento vertebrador Consta de veinticinco capiacutetulos breves de entre quince liacuteshyneas y dos paacuteginas cuyos tiacutetulos remiten con frecuencia a los utilizados por Mihura en sus artiacuteculos de Gutieacuterrez laquoEra un barco de oficinistas y la tinta se les terminoacuteraquo laquoHistoria triste del batalloacuten de laquoLas Infamesraquoraquo laquoAquellas vacas que se disfrazaron de milicianasraquo etc otros en camshybio anuncian el tono directamente beligerante de su contenido satiacuterico especialmente en las paacuteginas finales como es el caso de laquoLos uacuteltimos inventos para justificar la revolucioacutenraquo o laquoLa gran carnavalada de la revoshylucioacutenraquo De las colaboraciones de Mihura en la citada revista madrilentildea proceden con las oportunas adaptaciones diversas estrategias discursivas distribuidas aquiacute y allaacute y no menos de tres capiacutetulos completos

El texto pasa revista en clave paroacutedica y en un tono que en ocasiones no rehuye las expresiones gruesas y hasta se complace en ciertas bromas de dudoso gusto a los toacutepicos acuntildeados por la maquinaria propagandiacutesshytica del franquismo sobre la Espantildea republicana Como advierte Ramo-neda (2004 45) el propoacutesito distorsionador laquono impide que se pongan de manifiesto los afanes de los autores por ridiculizar y presentar de forma grotesca una realidad dramaacutetica y confiictiva [] y sobre todo el deseo

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ALEUA 19 JULIAacuteN MOREIRO

de igualdad social y de poner fin a los abusos de las clases superiores y las aspiraciones sociales de los obreros de los campesinos andaluces y de los marinerosraquo

El teloacuten de fondo el paisaje humano que pulula por estas paacuteginas deriva de la imagen simplista y caricaturesca que las derechas teniacutean de los rojos Podemos leer asiacute coacutemo los comunistas -tras ser adiestrados por los rusos que prestan una ayuda tan absurdamente ineficaz que llevan hasta Valencia barcos cargados de naranjas- laquohabiacutean robado tanto dinero y eran tan ricos que usaban los automoacuteviles una sola vez Despueacutes de usados los tiraban como se tiran las cerillasraquo los revolucionarios son una partida de corruptos propensos a dejarse seducir por los anarquistas laquoSi la gente conseguiacutea comer algo era porque casi todos teniacutean alguacuten miliciano que metido en su tanque iba por la noche a llevarles a su casa un kilo de arroz Y con el arroz los madrilentildeos conseguiacutean hacer maravillas Habiacutea quien con solo arroz haciacutea filetes con patatas y calamares en su tintaraquo los principios revolucionarios se reducen a la loacutegica de los cuentos para nintildeos laquoLo que maacutes les sonaba a todos era eso del reparto de la tierra y a cada momento deciacutean que debiacutea repartirse la tierra -iexclLa tierra para el que la trabaja- exclamaban a gritos los dependientes de las tiendas Y para emshypezar decidieron repartirse el Retiro que es tan grande y las mujeres y los nintildeos iban con cubos y con palas y cogiacutean tierra y se la llevaban a casaraquo y como nintildeos presumen los milicianos de sus nuevas amistades laquoCuando llegaron los tanques rusos todo el mundo queriacutea tener un tanque o por lo menos dar una vuelta en un tanque Los milicianos se los llevaban a Mashydrid en cuanto podiacutean para darse el gustazo de ir al Cafeacute Colonial a tomar cafeacute y dejar el tanque a la puerta Los antiguos abrecoches se hicieron abretanques y cobraban maacutes propina que anteriormenteraquo

Los autores aplican a la realidad el mismo punto de vista deformador que Mihura empleara en los escritos de su uacuteltima etapa en Gutieacuterrez El efecto es divertido y eso permite que la burla suavice un tanto el evidenshyte propoacutesito de presentar el Madrid asediado como una ciudad absurda convertida casi en un escenario guintildeolesco donde los madrilentildeos van a pasar la tarde al frente como podriacutean hacerlo a una verbena (para ellos la guerra es una realidad disparatada como lo es para el Estado Mayor que a la hora de comprar material beacutelico encarga termos peines abrelatas botellas de cervezas cuerdas etc) se suben a los coches en el pescante junto al cochero y en los tranviacuteas en la plataforma al lado del conductor para que nadie los tome por sentildeoritos o convierten las colas en una pasioacuten que los entontece laquoYa las colas no se organizaban dentro de los estableshycimientos La gente se citaba en el Hipoacutedromo o en la Castellana y alliacute era donde se formaban grandes colas compuestas por doscientas o trescientas

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA 19

personas Cuando ya estaban hechas se poniacutean en marcha y entonces las colas iban recorriendo las calles y buscando una buena tienda donde poshynerseraquo En cuanto a los liacutederes poliacuteticos son personajes inconsistentes que bordean el cretinismo se toman sus obligaciones como un juego infantil y parecen haber perdido su naturaleza de seres humanos al punto de que mientras Azantildea laquoestaba hecho un hombre muy mujer de su casaraquo la Pashysionaria era en realidad laquoun sentildeor de luto con barba y bigote que ganaba tres duros diarios por hacer el papel de La Pasionariaraquo

La Pasionaria fue uno de los blancos preferidos de la propaganda franquista y uno de los siacutembolos rojos maacutes vilipendiados por sus voceshyros probablemente Mariacutea de la Hoz es una alusioacuten a esta figura que concitoacute el furor misoacutegino en un momento en que la relevancia puacuteblica de las mujeres republicanas lo alentoacute hasta la exasperacioacuten Tono y Mihura participan desde luego de ese lugar comuacuten pero sus palabras resultan menos virulentas que sarcaacutesticas porque ambos estaacuten maacutes interesados en dibujar una vintildeeta coacutemica que en subrayar la degradacioacuten de un personaje que llegoacute a encarnar todas las maldades de la anti-Espantildea Valga como ejemplo el pasaje en que encontramos a la dirigente comunista arengando a los mineros quienes enfervorizados por el discurso gritan laquoiexclMas vale ser viudo de una heacuteroa que marido de una cobardaraquo

Las convicciones misoacuteginas de los autores quedan de manifiesto con mayor claridad en los capiacutetulos XIII XIV y XV protagonizados por el feroz batalloacuten de laquoLas Infamesraquo pero la saacutetira no se ceba en la consashybida imagen de la mujer anticristiana antiespantildeola y antifemenina sino que lleva el sello personal de Mihura -que ya habiacutea escrito textos con un propoacutesito similar en Gutieacuterrez- maacutes interesado por trasladar su idea de que para las mujeres -sean estas pobres muchachas de servicio vicetiples con aspiraciones o ahora milicianas- la vida se reduce a buscar marido y a representar aplicadamente su papel de adorno social laquoLas Infamesraquo -cuarenta milicianas empleadas del matadero municipal- eran laquomuy guashypas y muy bien formadas y representaban la gracia madrilentildea y el troniacuteo ese Todas iban derramando paquetes de sal y pimientaraquo tras ellas iba otro batalloacuten laquocompuesto por sentildeoras gordas que eran las madres y que iban comiendo bocadillos de jamoacuten artificialraquo Las infames entienden la guerra de una manera insoacutelita y su conducta en nada se distingue de la de las modistillas madrilentildeas retratadas con ironiacutea por Mihura en distintos escritos de los antildeos treinta asiacute coquetean con los miembros del batalloacuten laquoLos feroces dependientes de Ultramarinosraquo mientras los pajaritos cantan La Internacional y a poco se casan con ellos para a continuacioacuten engashyntildearlos con el batalloacuten de laquoLos Corsariosraquo y dar lugar a un final traacutegico propio de folletiacuten

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ALEUA19 JULIAacuteN MOREIRO

Si me he detenido en este uacuteltimo episodio es porque me parece cashyracteriacutestico del tono general de Mariacutea de la Hoz donde los autores (y especialmente Mihura a quien ha de atribuirse la mayor parte de la inshyvencioacuten) hacen un ejercicio interesante por infrecuente aplicar a una reashylidad dramaacutetica que ven desde prejuicios ideoloacutegicos compartidos con otros escritores adeptos al incipiente reacutegimen un tratamiento esteacutetico en principio inconveniente basado en los principios del humor inverosiacutemil o absurdo que se habiacutea impuesto en los antildeos anteriores a la guerra El reshysultado -apreciable tambieacuten en muchas paacuteginas de La Ametralladora- es cuando menos desconcertante y aconseja colocarlo en un aparte dentro de la literatura de urgencia y propaganda A fin de cuentas mientras otras publicaciones fueron solo una contribucioacuten interesada una inversioacuten de futuro esta cuenta en su descargo con la excusa de haber tendido un puenshyte entre el humor de los antildeos treinta y el que poco despueacutes cristalizariacutea en La Codorniz

Final

Como sentildeala Riacuteos Carratalaacute (2005b110) las publicaciones de los humoristas del 27 durante los antildeos de la guerra no antildeaden nada a su gloria literaria les fueron uacutetiles porque evidenciaron su adhesioacuten a los venceshydores cuando ello fue imprescindible pero despueacutes las olvidaron no por exigencias de una inexistente evolucioacuten ideoloacutegica sino porque una toma de partido tan descarada no se aveniacutea con la imagen que cultivaron de siacute mismos durante el resto de su vida Son palabras que pueden aplicarshyse ajustadamente a Mihura un hombre que procuroacute siempre vivir en su rincoacuten para ver desde alliacute la vida con una displicencia inteligente y algo parecido puede decirse de Tono aunque su caraacutecter maacutes extravertido lo llevoacute a dejarse ver maacutes pero sin adoptar una postura ideoloacutegica comproshymetida

Ni uno ni otro recordaron nunca Mariacutea de la Hoz maacutes que lo impresshycindible para incluirla -y no siempre- en la relacioacuten de sus publicaciones Cuando en 1962 aparecieron las incompletiacutesimas OO CC de Miguel Mi-hura el dramaturgo prefirioacute olvidarla El texto no volvioacute a reproducirse hasta que Arturo Ramoneda lo recogioacute en el volumen recopilatorio Prosa y obra graacutefica ya citado aparecido en 2004 En los casi setenta antildeos que median entre esa fecha y la de la primera edicioacuten Mariacutea de la Hoz no ha merecido la atencioacuten de nadie ni siquiera cuando en los uacuteltimos antildeos aumentoacute el intereacutes por la literatura de guerra

Un volumen como este dedicado a analizar manifestaciones diversas del humor durante el franquismo no podiacutea pasar por la alto unas paacuteginas

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA19

con las que dos de los grandes del pasado siglo pagaron su oacutebolo a los vencedores de una guerra conscientes de contarse entre ellos Constituyen una prueba de que en efecto tambieacuten los humoristas fueron a la guerra y se decantaron por la Espantildea que mejor se aveniacutea con sus creencias maacutes genuinas aprendidas en la escuela burguesa aunque fuera entre mohines y protestas

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ALEUA 19 JULIAacuteN MOREIRO

BIBLIOGRAFIacuteA

ASCUNCE Joseacute Aacutengel San Sebastiaacuten capital cultural (1936-1940) San Sebastiaacuten 1999

DIacuteAZ Elvire laquoHumour et politique Gutieacuterrez (1927-1934) et lactualiteacute des anneacutees trenteraquo Bulletin dHistoire contemporaine de VEspagne 25 (1977) pp 283-296

LANGA NtildeUNtildeO Concha laquoLos civiles somos viacutectimas de la guerra y de la propaganda El ejemplo de la guerra civil espantildeola (1936-1939raquo Revista Latina de Comunicacioacuten Social 32 (2000) httpwwwull espublicacioneslatinaaa2000kjly32ag751angahtrn

MARANtildeA Feacutelix laquoSan Sebastiaacuten centro cultural y editorial durante la guershyra La Ametralladora y otras publicacionesraquo en M Tuntildeoacuten de Lara (aacuteir)Comunicacioacuten cultura y poliacutetica durante la II Repuacuteblica y la guerra civil Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 1990 vol I pp 193-206

MIHURA Miguel y TONO (Antonio de Lara) Mariacutea de la Hoz Madrid La Novela del Saacutebado 1939 (Incluida en Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 903-947)

MOREIRO Juliaacuten Mihura Humor y melancoliacutea Madrid Algaba 2004 NAVAL Ma Angeles La novela de Veacutertice y la Novela del Saacutebado Madrid

CSIC 2000 PIZARROSO QUINTERO Alejandro laquoLa guerra civil espantildeola un hito en la

historia de la propagandaraquo El Argonauta Espantildeol 2 (2005) http argonautaimagesonorgdocument62html

RAMONEDA Arturo Int a Miguel Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 19-63

ROMERO-MARCHENT Joaquiacuten Soy un fugitivo (Historia de un evadido de Madrid) Valladolid 1937

Riacuteos CARRATALAacute Juan A laquoLa guerra de los humoristasraquo Quimera 257 (2005a) pp 18-22

- laquoMiguel Mihura tambieacuten fue a la guerra aunque pocoraquo en Rafael Peacuterez Sierra Felipe B Pedraza Jimeacutenez y Milagros Rodriacuteguez Caacutece-res (eds) Miguel Mihura cumple un siglo Actas de las jornadas en homenaje al humorista y dramaturgo Comunidad de Madrid 2005b pp 99-115

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de igualdad social y de poner fin a los abusos de las clases superiores y las aspiraciones sociales de los obreros de los campesinos andaluces y de los marinerosraquo

El teloacuten de fondo el paisaje humano que pulula por estas paacuteginas deriva de la imagen simplista y caricaturesca que las derechas teniacutean de los rojos Podemos leer asiacute coacutemo los comunistas -tras ser adiestrados por los rusos que prestan una ayuda tan absurdamente ineficaz que llevan hasta Valencia barcos cargados de naranjas- laquohabiacutean robado tanto dinero y eran tan ricos que usaban los automoacuteviles una sola vez Despueacutes de usados los tiraban como se tiran las cerillasraquo los revolucionarios son una partida de corruptos propensos a dejarse seducir por los anarquistas laquoSi la gente conseguiacutea comer algo era porque casi todos teniacutean alguacuten miliciano que metido en su tanque iba por la noche a llevarles a su casa un kilo de arroz Y con el arroz los madrilentildeos conseguiacutean hacer maravillas Habiacutea quien con solo arroz haciacutea filetes con patatas y calamares en su tintaraquo los principios revolucionarios se reducen a la loacutegica de los cuentos para nintildeos laquoLo que maacutes les sonaba a todos era eso del reparto de la tierra y a cada momento deciacutean que debiacutea repartirse la tierra -iexclLa tierra para el que la trabaja- exclamaban a gritos los dependientes de las tiendas Y para emshypezar decidieron repartirse el Retiro que es tan grande y las mujeres y los nintildeos iban con cubos y con palas y cogiacutean tierra y se la llevaban a casaraquo y como nintildeos presumen los milicianos de sus nuevas amistades laquoCuando llegaron los tanques rusos todo el mundo queriacutea tener un tanque o por lo menos dar una vuelta en un tanque Los milicianos se los llevaban a Mashydrid en cuanto podiacutean para darse el gustazo de ir al Cafeacute Colonial a tomar cafeacute y dejar el tanque a la puerta Los antiguos abrecoches se hicieron abretanques y cobraban maacutes propina que anteriormenteraquo

Los autores aplican a la realidad el mismo punto de vista deformador que Mihura empleara en los escritos de su uacuteltima etapa en Gutieacuterrez El efecto es divertido y eso permite que la burla suavice un tanto el evidenshyte propoacutesito de presentar el Madrid asediado como una ciudad absurda convertida casi en un escenario guintildeolesco donde los madrilentildeos van a pasar la tarde al frente como podriacutean hacerlo a una verbena (para ellos la guerra es una realidad disparatada como lo es para el Estado Mayor que a la hora de comprar material beacutelico encarga termos peines abrelatas botellas de cervezas cuerdas etc) se suben a los coches en el pescante junto al cochero y en los tranviacuteas en la plataforma al lado del conductor para que nadie los tome por sentildeoritos o convierten las colas en una pasioacuten que los entontece laquoYa las colas no se organizaban dentro de los estableshycimientos La gente se citaba en el Hipoacutedromo o en la Castellana y alliacute era donde se formaban grandes colas compuestas por doscientas o trescientas

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA 19

personas Cuando ya estaban hechas se poniacutean en marcha y entonces las colas iban recorriendo las calles y buscando una buena tienda donde poshynerseraquo En cuanto a los liacutederes poliacuteticos son personajes inconsistentes que bordean el cretinismo se toman sus obligaciones como un juego infantil y parecen haber perdido su naturaleza de seres humanos al punto de que mientras Azantildea laquoestaba hecho un hombre muy mujer de su casaraquo la Pashysionaria era en realidad laquoun sentildeor de luto con barba y bigote que ganaba tres duros diarios por hacer el papel de La Pasionariaraquo

La Pasionaria fue uno de los blancos preferidos de la propaganda franquista y uno de los siacutembolos rojos maacutes vilipendiados por sus voceshyros probablemente Mariacutea de la Hoz es una alusioacuten a esta figura que concitoacute el furor misoacutegino en un momento en que la relevancia puacuteblica de las mujeres republicanas lo alentoacute hasta la exasperacioacuten Tono y Mihura participan desde luego de ese lugar comuacuten pero sus palabras resultan menos virulentas que sarcaacutesticas porque ambos estaacuten maacutes interesados en dibujar una vintildeeta coacutemica que en subrayar la degradacioacuten de un personaje que llegoacute a encarnar todas las maldades de la anti-Espantildea Valga como ejemplo el pasaje en que encontramos a la dirigente comunista arengando a los mineros quienes enfervorizados por el discurso gritan laquoiexclMas vale ser viudo de una heacuteroa que marido de una cobardaraquo

Las convicciones misoacuteginas de los autores quedan de manifiesto con mayor claridad en los capiacutetulos XIII XIV y XV protagonizados por el feroz batalloacuten de laquoLas Infamesraquo pero la saacutetira no se ceba en la consashybida imagen de la mujer anticristiana antiespantildeola y antifemenina sino que lleva el sello personal de Mihura -que ya habiacutea escrito textos con un propoacutesito similar en Gutieacuterrez- maacutes interesado por trasladar su idea de que para las mujeres -sean estas pobres muchachas de servicio vicetiples con aspiraciones o ahora milicianas- la vida se reduce a buscar marido y a representar aplicadamente su papel de adorno social laquoLas Infamesraquo -cuarenta milicianas empleadas del matadero municipal- eran laquomuy guashypas y muy bien formadas y representaban la gracia madrilentildea y el troniacuteo ese Todas iban derramando paquetes de sal y pimientaraquo tras ellas iba otro batalloacuten laquocompuesto por sentildeoras gordas que eran las madres y que iban comiendo bocadillos de jamoacuten artificialraquo Las infames entienden la guerra de una manera insoacutelita y su conducta en nada se distingue de la de las modistillas madrilentildeas retratadas con ironiacutea por Mihura en distintos escritos de los antildeos treinta asiacute coquetean con los miembros del batalloacuten laquoLos feroces dependientes de Ultramarinosraquo mientras los pajaritos cantan La Internacional y a poco se casan con ellos para a continuacioacuten engashyntildearlos con el batalloacuten de laquoLos Corsariosraquo y dar lugar a un final traacutegico propio de folletiacuten

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Si me he detenido en este uacuteltimo episodio es porque me parece cashyracteriacutestico del tono general de Mariacutea de la Hoz donde los autores (y especialmente Mihura a quien ha de atribuirse la mayor parte de la inshyvencioacuten) hacen un ejercicio interesante por infrecuente aplicar a una reashylidad dramaacutetica que ven desde prejuicios ideoloacutegicos compartidos con otros escritores adeptos al incipiente reacutegimen un tratamiento esteacutetico en principio inconveniente basado en los principios del humor inverosiacutemil o absurdo que se habiacutea impuesto en los antildeos anteriores a la guerra El reshysultado -apreciable tambieacuten en muchas paacuteginas de La Ametralladora- es cuando menos desconcertante y aconseja colocarlo en un aparte dentro de la literatura de urgencia y propaganda A fin de cuentas mientras otras publicaciones fueron solo una contribucioacuten interesada una inversioacuten de futuro esta cuenta en su descargo con la excusa de haber tendido un puenshyte entre el humor de los antildeos treinta y el que poco despueacutes cristalizariacutea en La Codorniz

Final

Como sentildeala Riacuteos Carratalaacute (2005b110) las publicaciones de los humoristas del 27 durante los antildeos de la guerra no antildeaden nada a su gloria literaria les fueron uacutetiles porque evidenciaron su adhesioacuten a los venceshydores cuando ello fue imprescindible pero despueacutes las olvidaron no por exigencias de una inexistente evolucioacuten ideoloacutegica sino porque una toma de partido tan descarada no se aveniacutea con la imagen que cultivaron de siacute mismos durante el resto de su vida Son palabras que pueden aplicarshyse ajustadamente a Mihura un hombre que procuroacute siempre vivir en su rincoacuten para ver desde alliacute la vida con una displicencia inteligente y algo parecido puede decirse de Tono aunque su caraacutecter maacutes extravertido lo llevoacute a dejarse ver maacutes pero sin adoptar una postura ideoloacutegica comproshymetida

Ni uno ni otro recordaron nunca Mariacutea de la Hoz maacutes que lo impresshycindible para incluirla -y no siempre- en la relacioacuten de sus publicaciones Cuando en 1962 aparecieron las incompletiacutesimas OO CC de Miguel Mi-hura el dramaturgo prefirioacute olvidarla El texto no volvioacute a reproducirse hasta que Arturo Ramoneda lo recogioacute en el volumen recopilatorio Prosa y obra graacutefica ya citado aparecido en 2004 En los casi setenta antildeos que median entre esa fecha y la de la primera edicioacuten Mariacutea de la Hoz no ha merecido la atencioacuten de nadie ni siquiera cuando en los uacuteltimos antildeos aumentoacute el intereacutes por la literatura de guerra

Un volumen como este dedicado a analizar manifestaciones diversas del humor durante el franquismo no podiacutea pasar por la alto unas paacuteginas

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA19

con las que dos de los grandes del pasado siglo pagaron su oacutebolo a los vencedores de una guerra conscientes de contarse entre ellos Constituyen una prueba de que en efecto tambieacuten los humoristas fueron a la guerra y se decantaron por la Espantildea que mejor se aveniacutea con sus creencias maacutes genuinas aprendidas en la escuela burguesa aunque fuera entre mohines y protestas

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BIBLIOGRAFIacuteA

ASCUNCE Joseacute Aacutengel San Sebastiaacuten capital cultural (1936-1940) San Sebastiaacuten 1999

DIacuteAZ Elvire laquoHumour et politique Gutieacuterrez (1927-1934) et lactualiteacute des anneacutees trenteraquo Bulletin dHistoire contemporaine de VEspagne 25 (1977) pp 283-296

LANGA NtildeUNtildeO Concha laquoLos civiles somos viacutectimas de la guerra y de la propaganda El ejemplo de la guerra civil espantildeola (1936-1939raquo Revista Latina de Comunicacioacuten Social 32 (2000) httpwwwull espublicacioneslatinaaa2000kjly32ag751angahtrn

MARANtildeA Feacutelix laquoSan Sebastiaacuten centro cultural y editorial durante la guershyra La Ametralladora y otras publicacionesraquo en M Tuntildeoacuten de Lara (aacuteir)Comunicacioacuten cultura y poliacutetica durante la II Repuacuteblica y la guerra civil Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 1990 vol I pp 193-206

MIHURA Miguel y TONO (Antonio de Lara) Mariacutea de la Hoz Madrid La Novela del Saacutebado 1939 (Incluida en Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 903-947)

MOREIRO Juliaacuten Mihura Humor y melancoliacutea Madrid Algaba 2004 NAVAL Ma Angeles La novela de Veacutertice y la Novela del Saacutebado Madrid

CSIC 2000 PIZARROSO QUINTERO Alejandro laquoLa guerra civil espantildeola un hito en la

historia de la propagandaraquo El Argonauta Espantildeol 2 (2005) http argonautaimagesonorgdocument62html

RAMONEDA Arturo Int a Miguel Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 19-63

ROMERO-MARCHENT Joaquiacuten Soy un fugitivo (Historia de un evadido de Madrid) Valladolid 1937

Riacuteos CARRATALAacute Juan A laquoLa guerra de los humoristasraquo Quimera 257 (2005a) pp 18-22

- laquoMiguel Mihura tambieacuten fue a la guerra aunque pocoraquo en Rafael Peacuterez Sierra Felipe B Pedraza Jimeacutenez y Milagros Rodriacuteguez Caacutece-res (eds) Miguel Mihura cumple un siglo Actas de las jornadas en homenaje al humorista y dramaturgo Comunidad de Madrid 2005b pp 99-115

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA 19

personas Cuando ya estaban hechas se poniacutean en marcha y entonces las colas iban recorriendo las calles y buscando una buena tienda donde poshynerseraquo En cuanto a los liacutederes poliacuteticos son personajes inconsistentes que bordean el cretinismo se toman sus obligaciones como un juego infantil y parecen haber perdido su naturaleza de seres humanos al punto de que mientras Azantildea laquoestaba hecho un hombre muy mujer de su casaraquo la Pashysionaria era en realidad laquoun sentildeor de luto con barba y bigote que ganaba tres duros diarios por hacer el papel de La Pasionariaraquo

La Pasionaria fue uno de los blancos preferidos de la propaganda franquista y uno de los siacutembolos rojos maacutes vilipendiados por sus voceshyros probablemente Mariacutea de la Hoz es una alusioacuten a esta figura que concitoacute el furor misoacutegino en un momento en que la relevancia puacuteblica de las mujeres republicanas lo alentoacute hasta la exasperacioacuten Tono y Mihura participan desde luego de ese lugar comuacuten pero sus palabras resultan menos virulentas que sarcaacutesticas porque ambos estaacuten maacutes interesados en dibujar una vintildeeta coacutemica que en subrayar la degradacioacuten de un personaje que llegoacute a encarnar todas las maldades de la anti-Espantildea Valga como ejemplo el pasaje en que encontramos a la dirigente comunista arengando a los mineros quienes enfervorizados por el discurso gritan laquoiexclMas vale ser viudo de una heacuteroa que marido de una cobardaraquo

Las convicciones misoacuteginas de los autores quedan de manifiesto con mayor claridad en los capiacutetulos XIII XIV y XV protagonizados por el feroz batalloacuten de laquoLas Infamesraquo pero la saacutetira no se ceba en la consashybida imagen de la mujer anticristiana antiespantildeola y antifemenina sino que lleva el sello personal de Mihura -que ya habiacutea escrito textos con un propoacutesito similar en Gutieacuterrez- maacutes interesado por trasladar su idea de que para las mujeres -sean estas pobres muchachas de servicio vicetiples con aspiraciones o ahora milicianas- la vida se reduce a buscar marido y a representar aplicadamente su papel de adorno social laquoLas Infamesraquo -cuarenta milicianas empleadas del matadero municipal- eran laquomuy guashypas y muy bien formadas y representaban la gracia madrilentildea y el troniacuteo ese Todas iban derramando paquetes de sal y pimientaraquo tras ellas iba otro batalloacuten laquocompuesto por sentildeoras gordas que eran las madres y que iban comiendo bocadillos de jamoacuten artificialraquo Las infames entienden la guerra de una manera insoacutelita y su conducta en nada se distingue de la de las modistillas madrilentildeas retratadas con ironiacutea por Mihura en distintos escritos de los antildeos treinta asiacute coquetean con los miembros del batalloacuten laquoLos feroces dependientes de Ultramarinosraquo mientras los pajaritos cantan La Internacional y a poco se casan con ellos para a continuacioacuten engashyntildearlos con el batalloacuten de laquoLos Corsariosraquo y dar lugar a un final traacutegico propio de folletiacuten

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ALEUA19 JULIAacuteN MOREIRO

Si me he detenido en este uacuteltimo episodio es porque me parece cashyracteriacutestico del tono general de Mariacutea de la Hoz donde los autores (y especialmente Mihura a quien ha de atribuirse la mayor parte de la inshyvencioacuten) hacen un ejercicio interesante por infrecuente aplicar a una reashylidad dramaacutetica que ven desde prejuicios ideoloacutegicos compartidos con otros escritores adeptos al incipiente reacutegimen un tratamiento esteacutetico en principio inconveniente basado en los principios del humor inverosiacutemil o absurdo que se habiacutea impuesto en los antildeos anteriores a la guerra El reshysultado -apreciable tambieacuten en muchas paacuteginas de La Ametralladora- es cuando menos desconcertante y aconseja colocarlo en un aparte dentro de la literatura de urgencia y propaganda A fin de cuentas mientras otras publicaciones fueron solo una contribucioacuten interesada una inversioacuten de futuro esta cuenta en su descargo con la excusa de haber tendido un puenshyte entre el humor de los antildeos treinta y el que poco despueacutes cristalizariacutea en La Codorniz

Final

Como sentildeala Riacuteos Carratalaacute (2005b110) las publicaciones de los humoristas del 27 durante los antildeos de la guerra no antildeaden nada a su gloria literaria les fueron uacutetiles porque evidenciaron su adhesioacuten a los venceshydores cuando ello fue imprescindible pero despueacutes las olvidaron no por exigencias de una inexistente evolucioacuten ideoloacutegica sino porque una toma de partido tan descarada no se aveniacutea con la imagen que cultivaron de siacute mismos durante el resto de su vida Son palabras que pueden aplicarshyse ajustadamente a Mihura un hombre que procuroacute siempre vivir en su rincoacuten para ver desde alliacute la vida con una displicencia inteligente y algo parecido puede decirse de Tono aunque su caraacutecter maacutes extravertido lo llevoacute a dejarse ver maacutes pero sin adoptar una postura ideoloacutegica comproshymetida

Ni uno ni otro recordaron nunca Mariacutea de la Hoz maacutes que lo impresshycindible para incluirla -y no siempre- en la relacioacuten de sus publicaciones Cuando en 1962 aparecieron las incompletiacutesimas OO CC de Miguel Mi-hura el dramaturgo prefirioacute olvidarla El texto no volvioacute a reproducirse hasta que Arturo Ramoneda lo recogioacute en el volumen recopilatorio Prosa y obra graacutefica ya citado aparecido en 2004 En los casi setenta antildeos que median entre esa fecha y la de la primera edicioacuten Mariacutea de la Hoz no ha merecido la atencioacuten de nadie ni siquiera cuando en los uacuteltimos antildeos aumentoacute el intereacutes por la literatura de guerra

Un volumen como este dedicado a analizar manifestaciones diversas del humor durante el franquismo no podiacutea pasar por la alto unas paacuteginas

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA19

con las que dos de los grandes del pasado siglo pagaron su oacutebolo a los vencedores de una guerra conscientes de contarse entre ellos Constituyen una prueba de que en efecto tambieacuten los humoristas fueron a la guerra y se decantaron por la Espantildea que mejor se aveniacutea con sus creencias maacutes genuinas aprendidas en la escuela burguesa aunque fuera entre mohines y protestas

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ALEUA 19 JULIAacuteN MOREIRO

BIBLIOGRAFIacuteA

ASCUNCE Joseacute Aacutengel San Sebastiaacuten capital cultural (1936-1940) San Sebastiaacuten 1999

DIacuteAZ Elvire laquoHumour et politique Gutieacuterrez (1927-1934) et lactualiteacute des anneacutees trenteraquo Bulletin dHistoire contemporaine de VEspagne 25 (1977) pp 283-296

LANGA NtildeUNtildeO Concha laquoLos civiles somos viacutectimas de la guerra y de la propaganda El ejemplo de la guerra civil espantildeola (1936-1939raquo Revista Latina de Comunicacioacuten Social 32 (2000) httpwwwull espublicacioneslatinaaa2000kjly32ag751angahtrn

MARANtildeA Feacutelix laquoSan Sebastiaacuten centro cultural y editorial durante la guershyra La Ametralladora y otras publicacionesraquo en M Tuntildeoacuten de Lara (aacuteir)Comunicacioacuten cultura y poliacutetica durante la II Repuacuteblica y la guerra civil Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 1990 vol I pp 193-206

MIHURA Miguel y TONO (Antonio de Lara) Mariacutea de la Hoz Madrid La Novela del Saacutebado 1939 (Incluida en Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 903-947)

MOREIRO Juliaacuten Mihura Humor y melancoliacutea Madrid Algaba 2004 NAVAL Ma Angeles La novela de Veacutertice y la Novela del Saacutebado Madrid

CSIC 2000 PIZARROSO QUINTERO Alejandro laquoLa guerra civil espantildeola un hito en la

historia de la propagandaraquo El Argonauta Espantildeol 2 (2005) http argonautaimagesonorgdocument62html

RAMONEDA Arturo Int a Miguel Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 19-63

ROMERO-MARCHENT Joaquiacuten Soy un fugitivo (Historia de un evadido de Madrid) Valladolid 1937

Riacuteos CARRATALAacute Juan A laquoLa guerra de los humoristasraquo Quimera 257 (2005a) pp 18-22

- laquoMiguel Mihura tambieacuten fue a la guerra aunque pocoraquo en Rafael Peacuterez Sierra Felipe B Pedraza Jimeacutenez y Milagros Rodriacuteguez Caacutece-res (eds) Miguel Mihura cumple un siglo Actas de las jornadas en homenaje al humorista y dramaturgo Comunidad de Madrid 2005b pp 99-115

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ALEUA19 JULIAacuteN MOREIRO

Si me he detenido en este uacuteltimo episodio es porque me parece cashyracteriacutestico del tono general de Mariacutea de la Hoz donde los autores (y especialmente Mihura a quien ha de atribuirse la mayor parte de la inshyvencioacuten) hacen un ejercicio interesante por infrecuente aplicar a una reashylidad dramaacutetica que ven desde prejuicios ideoloacutegicos compartidos con otros escritores adeptos al incipiente reacutegimen un tratamiento esteacutetico en principio inconveniente basado en los principios del humor inverosiacutemil o absurdo que se habiacutea impuesto en los antildeos anteriores a la guerra El reshysultado -apreciable tambieacuten en muchas paacuteginas de La Ametralladora- es cuando menos desconcertante y aconseja colocarlo en un aparte dentro de la literatura de urgencia y propaganda A fin de cuentas mientras otras publicaciones fueron solo una contribucioacuten interesada una inversioacuten de futuro esta cuenta en su descargo con la excusa de haber tendido un puenshyte entre el humor de los antildeos treinta y el que poco despueacutes cristalizariacutea en La Codorniz

Final

Como sentildeala Riacuteos Carratalaacute (2005b110) las publicaciones de los humoristas del 27 durante los antildeos de la guerra no antildeaden nada a su gloria literaria les fueron uacutetiles porque evidenciaron su adhesioacuten a los venceshydores cuando ello fue imprescindible pero despueacutes las olvidaron no por exigencias de una inexistente evolucioacuten ideoloacutegica sino porque una toma de partido tan descarada no se aveniacutea con la imagen que cultivaron de siacute mismos durante el resto de su vida Son palabras que pueden aplicarshyse ajustadamente a Mihura un hombre que procuroacute siempre vivir en su rincoacuten para ver desde alliacute la vida con una displicencia inteligente y algo parecido puede decirse de Tono aunque su caraacutecter maacutes extravertido lo llevoacute a dejarse ver maacutes pero sin adoptar una postura ideoloacutegica comproshymetida

Ni uno ni otro recordaron nunca Mariacutea de la Hoz maacutes que lo impresshycindible para incluirla -y no siempre- en la relacioacuten de sus publicaciones Cuando en 1962 aparecieron las incompletiacutesimas OO CC de Miguel Mi-hura el dramaturgo prefirioacute olvidarla El texto no volvioacute a reproducirse hasta que Arturo Ramoneda lo recogioacute en el volumen recopilatorio Prosa y obra graacutefica ya citado aparecido en 2004 En los casi setenta antildeos que median entre esa fecha y la de la primera edicioacuten Mariacutea de la Hoz no ha merecido la atencioacuten de nadie ni siquiera cuando en los uacuteltimos antildeos aumentoacute el intereacutes por la literatura de guerra

Un volumen como este dedicado a analizar manifestaciones diversas del humor durante el franquismo no podiacutea pasar por la alto unas paacuteginas

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA19

con las que dos de los grandes del pasado siglo pagaron su oacutebolo a los vencedores de una guerra conscientes de contarse entre ellos Constituyen una prueba de que en efecto tambieacuten los humoristas fueron a la guerra y se decantaron por la Espantildea que mejor se aveniacutea con sus creencias maacutes genuinas aprendidas en la escuela burguesa aunque fuera entre mohines y protestas

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ALEUA 19 JULIAacuteN MOREIRO

BIBLIOGRAFIacuteA

ASCUNCE Joseacute Aacutengel San Sebastiaacuten capital cultural (1936-1940) San Sebastiaacuten 1999

DIacuteAZ Elvire laquoHumour et politique Gutieacuterrez (1927-1934) et lactualiteacute des anneacutees trenteraquo Bulletin dHistoire contemporaine de VEspagne 25 (1977) pp 283-296

LANGA NtildeUNtildeO Concha laquoLos civiles somos viacutectimas de la guerra y de la propaganda El ejemplo de la guerra civil espantildeola (1936-1939raquo Revista Latina de Comunicacioacuten Social 32 (2000) httpwwwull espublicacioneslatinaaa2000kjly32ag751angahtrn

MARANtildeA Feacutelix laquoSan Sebastiaacuten centro cultural y editorial durante la guershyra La Ametralladora y otras publicacionesraquo en M Tuntildeoacuten de Lara (aacuteir)Comunicacioacuten cultura y poliacutetica durante la II Repuacuteblica y la guerra civil Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 1990 vol I pp 193-206

MIHURA Miguel y TONO (Antonio de Lara) Mariacutea de la Hoz Madrid La Novela del Saacutebado 1939 (Incluida en Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 903-947)

MOREIRO Juliaacuten Mihura Humor y melancoliacutea Madrid Algaba 2004 NAVAL Ma Angeles La novela de Veacutertice y la Novela del Saacutebado Madrid

CSIC 2000 PIZARROSO QUINTERO Alejandro laquoLa guerra civil espantildeola un hito en la

historia de la propagandaraquo El Argonauta Espantildeol 2 (2005) http argonautaimagesonorgdocument62html

RAMONEDA Arturo Int a Miguel Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 19-63

ROMERO-MARCHENT Joaquiacuten Soy un fugitivo (Historia de un evadido de Madrid) Valladolid 1937

Riacuteos CARRATALAacute Juan A laquoLa guerra de los humoristasraquo Quimera 257 (2005a) pp 18-22

- laquoMiguel Mihura tambieacuten fue a la guerra aunque pocoraquo en Rafael Peacuterez Sierra Felipe B Pedraza Jimeacutenez y Milagros Rodriacuteguez Caacutece-res (eds) Miguel Mihura cumple un siglo Actas de las jornadas en homenaje al humorista y dramaturgo Comunidad de Madrid 2005b pp 99-115

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Mariacutea de la Hoz Tono y Mihura en las trincheras ALEUA19

con las que dos de los grandes del pasado siglo pagaron su oacutebolo a los vencedores de una guerra conscientes de contarse entre ellos Constituyen una prueba de que en efecto tambieacuten los humoristas fueron a la guerra y se decantaron por la Espantildea que mejor se aveniacutea con sus creencias maacutes genuinas aprendidas en la escuela burguesa aunque fuera entre mohines y protestas

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BIBLIOGRAFIacuteA

ASCUNCE Joseacute Aacutengel San Sebastiaacuten capital cultural (1936-1940) San Sebastiaacuten 1999

DIacuteAZ Elvire laquoHumour et politique Gutieacuterrez (1927-1934) et lactualiteacute des anneacutees trenteraquo Bulletin dHistoire contemporaine de VEspagne 25 (1977) pp 283-296

LANGA NtildeUNtildeO Concha laquoLos civiles somos viacutectimas de la guerra y de la propaganda El ejemplo de la guerra civil espantildeola (1936-1939raquo Revista Latina de Comunicacioacuten Social 32 (2000) httpwwwull espublicacioneslatinaaa2000kjly32ag751angahtrn

MARANtildeA Feacutelix laquoSan Sebastiaacuten centro cultural y editorial durante la guershyra La Ametralladora y otras publicacionesraquo en M Tuntildeoacuten de Lara (aacuteir)Comunicacioacuten cultura y poliacutetica durante la II Repuacuteblica y la guerra civil Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 1990 vol I pp 193-206

MIHURA Miguel y TONO (Antonio de Lara) Mariacutea de la Hoz Madrid La Novela del Saacutebado 1939 (Incluida en Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 903-947)

MOREIRO Juliaacuten Mihura Humor y melancoliacutea Madrid Algaba 2004 NAVAL Ma Angeles La novela de Veacutertice y la Novela del Saacutebado Madrid

CSIC 2000 PIZARROSO QUINTERO Alejandro laquoLa guerra civil espantildeola un hito en la

historia de la propagandaraquo El Argonauta Espantildeol 2 (2005) http argonautaimagesonorgdocument62html

RAMONEDA Arturo Int a Miguel Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 19-63

ROMERO-MARCHENT Joaquiacuten Soy un fugitivo (Historia de un evadido de Madrid) Valladolid 1937

Riacuteos CARRATALAacute Juan A laquoLa guerra de los humoristasraquo Quimera 257 (2005a) pp 18-22

- laquoMiguel Mihura tambieacuten fue a la guerra aunque pocoraquo en Rafael Peacuterez Sierra Felipe B Pedraza Jimeacutenez y Milagros Rodriacuteguez Caacutece-res (eds) Miguel Mihura cumple un siglo Actas de las jornadas en homenaje al humorista y dramaturgo Comunidad de Madrid 2005b pp 99-115

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BIBLIOGRAFIacuteA

ASCUNCE Joseacute Aacutengel San Sebastiaacuten capital cultural (1936-1940) San Sebastiaacuten 1999

DIacuteAZ Elvire laquoHumour et politique Gutieacuterrez (1927-1934) et lactualiteacute des anneacutees trenteraquo Bulletin dHistoire contemporaine de VEspagne 25 (1977) pp 283-296

LANGA NtildeUNtildeO Concha laquoLos civiles somos viacutectimas de la guerra y de la propaganda El ejemplo de la guerra civil espantildeola (1936-1939raquo Revista Latina de Comunicacioacuten Social 32 (2000) httpwwwull espublicacioneslatinaaa2000kjly32ag751angahtrn

MARANtildeA Feacutelix laquoSan Sebastiaacuten centro cultural y editorial durante la guershyra La Ametralladora y otras publicacionesraquo en M Tuntildeoacuten de Lara (aacuteir)Comunicacioacuten cultura y poliacutetica durante la II Repuacuteblica y la guerra civil Bilbao Universidad del Paiacutes Vasco 1990 vol I pp 193-206

MIHURA Miguel y TONO (Antonio de Lara) Mariacutea de la Hoz Madrid La Novela del Saacutebado 1939 (Incluida en Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 903-947)

MOREIRO Juliaacuten Mihura Humor y melancoliacutea Madrid Algaba 2004 NAVAL Ma Angeles La novela de Veacutertice y la Novela del Saacutebado Madrid

CSIC 2000 PIZARROSO QUINTERO Alejandro laquoLa guerra civil espantildeola un hito en la

historia de la propagandaraquo El Argonauta Espantildeol 2 (2005) http argonautaimagesonorgdocument62html

RAMONEDA Arturo Int a Miguel Mihura Prosa y obra graacutefica Madrid Caacutetedra 2004 pp 19-63

ROMERO-MARCHENT Joaquiacuten Soy un fugitivo (Historia de un evadido de Madrid) Valladolid 1937

Riacuteos CARRATALAacute Juan A laquoLa guerra de los humoristasraquo Quimera 257 (2005a) pp 18-22

- laquoMiguel Mihura tambieacuten fue a la guerra aunque pocoraquo en Rafael Peacuterez Sierra Felipe B Pedraza Jimeacutenez y Milagros Rodriacuteguez Caacutece-res (eds) Miguel Mihura cumple un siglo Actas de las jornadas en homenaje al humorista y dramaturgo Comunidad de Madrid 2005b pp 99-115

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