María Cristina me quiere gobernar

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    “ MARÍA CRISJ

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    “MARÍA CRISTINA ME QUIERJosé Gabriel Núñez

    A María Cristina Lozada

    “María Cristina me quiere gobeagosto de 1983, interpretada pFuntation of The Arts.

    Su estreno en Venezuela tuvoCristina Lozada y la dirección d

    PERSONAJESMaría Cristina Moncada, la mujMaría Cristina Machado, la espMaría Cristina Gallardo, la guerMaría Cristina, “La Ventolera”

    Los cuatro deberán ser interpre

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    MARIA CRISTINA MACHADOLa esposa del Gobernador

    En la oscuridad se escuchan las voces femeninas que corean el “slogan” de laesposa del gobernador.

    Coro de Voces: “Mujeres Vibrantes con ideas penetrantes! ¡Mujeres Vibrantescon ideas Penetrantes!”...

    La luz se hace sobre María Cristina Machado. Sobriamente cursi. Tallersito rosadomuy formal. Una orquídea en el pecho. Carterita estilo sobre bajo el brazo. Estácolocada frente a un micrófono enfrentando a los imaginarios periodistas que laacosan en la rueda de prensa, sonríe tratando de ser amable.

    MARIA CRISTINA: ¿Oyeron? Este es slogan de la campaña que pienso desarrollarde aquí en adelante. Y bueno, quería que lo escuchasen como una primicia dentrode esta rueda de prensa. ¿Verdad que es original?... y creo que impactante, que vaa vender nuestra imagen femenina. Yo soy muy aficionada a los jingles. Sobre todo

    a los que ofrecen el mensaje rimado, por eso escogí éste entre cientos que nospresentaron. (Escucha la pregunta y responde divertida) Sí, debe ser que me quedóuna fijación de mis juegos infantiles. Ah, pero ese tipo de fijación es positiva. A nadieque le hayan dicho aquello de: “pon niñito pon, el dedito en el botón”... le puedenhaber quedado fijaciones edípicas... (Pausa. Exquisita) Ay, sí, claro... y tambiénaquella de...“aserrín, aserránlos maderos de San JuanComen quesocomen pan...”Claro, todas esas cosas... ah, y se acuerdan de aquella que decía...“La tortica de MantecaPá mamá que da la tetaLa tortica de CebadaPá papá que no da nada”(Sonrisa conmovedora. Luego responde eufórica) Pero claro que me arrullaron conel Himno Nacional, como lo decía Conny Méndez en su Joropo... (Cantureaba)“Que arrullamos a los niños con el Himno Nacional”... Eso es importante,importantísimo, para amamantar el patriotismo. ¡Y tan bello! Y en las siestas medormían con Doñana... que ustedes saben que tiene la música del Himno Patrio...(Canturreaba)“Dónde está DoñanaDoñana no está aquí

    Ella está en la vueltadel tararararí...”¿Ven? Eso deja sus beneficios. Le da brillo a la inteligencia y al talento. La sabiduríano es sólo innata, ¡se estimula! Claro, hasta de esas cosas se han olvidado. Y ¿quétenemos como resultado?... ¡un país pedigüeño, terminalero, de Gaceta Hípica,cervecero! (Arremetiendo en otro tono) Caótico, electorero. ¡Bonchón! Reposista,derrapado, irresponsable, rajacaña, dominosero... en fin, un proletariado que aspiraa mayami, sin pasar por la clase media. ¿Quién puede gobernar así? ¿Quiénarregla esto? ¿Ah? (Escucha otra pregunta) ¿Las mujeres?... ¡O son unas obreras

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    disléxicas o la que se educa se vuelve feminista! Pero no existe la mujer reflexiva.Entonces, claro, esa mezcla de exaltadas con botiquineros o de abnegadas conmachistas, ¿qué produce? ¡Esto!... ¿Qué puede salir? ¡Un despróposito! ¿Y qué hapasado? ¡Que la pobreza es la primera fuerza del país! No, no puede ser, lapobreza no puede distinguir al país. El gobierno tiene que ser un asunto deilustración, y aquí, en cambio, que gobernar para los pobres! (Escucha. Pausa) ¡Es

    que si no hay proteínas no hay energía y te falla la irrigación sanguínea! Sí, para elcerebro, no te sube la sangre y entonces la gente padece de contaminación mental.Por eso hay que crear estímulos, empezar por el ABC, que debería ser un hechotácito! No, pero es que no es posible, ¡como te vas a alimentar con sardinas?!...Si sardina es tu plato básico, estás sub-nutrido. Pero si la sardina es para hacerharina de pescado para a su vez elaborar alimento para perros. Yo se la doy a mipastor alemán, de la que viene expandida, y le fascina.}(…)

    Lo que pasa es que en Alemania y en Francia, las cosas se discuten llenando copasde champaña, paladeando caldos de la Viuda, moet “chambón”... pero ¿cómo sepuede ampliar la mentalidad social si aquí disertamos en el plano de la cerveza y el

    caballito frenao? Si, tenemos que enseñar a comer carne, si no comen carne no haydietética, pero si las mujeres humildes, cuando van a alimentar a sus hijos, a veceshasta los envenenan, sí, ¡es que dicen que algunas mujeres de los cerros secontaminan y tienen DDT en las tetas!... En la leche, digo. (Pausa. Asqueada) Nosé, no entiendo, tienen la leche mezclada con insecticida. Yo pienso que es que nisiquiera saben echar el baygón para matar las chiripas... y le quedan residuos...¡allí!(…)(Circunspecta) Sí, es un panorama lamentable una se tropieza con esto: DDT,sardinas... poliéster. No se avanza. (Súbitamente iluminada) ¿Tú te has cortado conuna lata de sardina? (Se mira el índice con grima) Esas cortadas pican horrores, seenconan, escuecen, ¡dan dentera! En cambio, ¡córtate tú con una lata de salmónrosados.... ¿Ves la diferencia? Por allí va la clave de la desigualdad social ¡Ahí estáel país! No es el desequilibrio social, sino... ¡estomacal!

    (Transición. Amable, serena, buena esposa) Yo no lo esperaba... (Sonríetímidamente) No, no, no... siempre he sido una mujer de hogar, la familia, los hijos...y la política para mi esposo. Bueno, sí, sus decisiones, incluyendo las de nivelpolítico, siempre las toma dentro del marco familiar, ¡alrededor de la mesa! Y poreso ha logrado sus metas. (Filosófica) ¡A veces de lo cotidiano nace la grandeza! Si,indirectamente yo he sido como una especie de nación promotora,... ¡y todo resultóculinariamente!... (Se produce de aquí en adelante el empastelamiento de ideascuando las supuestas preguntas se harán más profundas. Oscila entre la seguridad

    y el desconcierto) Sí, la Cultura... (Calla)... Es prioritaria.... (Confusa) Las áreasculturales hay que hacerlas populares.:. La cultura es la música, pues... la(…)Yo, la primera vez que vi un rancho fue en los cuadros de César Rengifo... Sí, meinvitaron a la exposición. Y todo eso te ayuda a adquirir una cultura... esa culturaque el pueblo no tiene... el otro pueblo… porque hay dos pueblos... (Como en unaparte) ¡Yo soy pueblo!.., pero de acá... o sea, yo soy, tú eres, él es... somospueblo. Pero... el otro es el problemático y a lo mejor es porque se empeña en teneracceso a la cultura y entonces ¡protestan hasta cuando los quieren reubicar de los

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    ranchos! Entonces... cultura y rancho son el problema social... el país, ¡pues!

    Utilizar el rancho productivamente... financieramente, o sea, que el rancho produzcasu autofinanciamiento, su autodigestión y así se convierta en cultura... ¿Cómo?...Aquí se gastan millonadas en los cerros, porque si llueve se caen los ranchos... Lasquebradas arrastran las camas, en fin..., entonces, ¡el rancho podría ser un

    incentivo turístico si le damos la estimulación necesaria! (Escucha comentarios,adquiere firmeza. Se pavonea para plantear su teoría) ¡Cómo no!... Divisas, Divisas¡como lo oyen! Hacemos que los vuelos internacionales, los cruceros, los tours, todolo que sea contingente turístico, llegue al país en horas de la noche. Entonces, ¡elvisitante captaría la armonía luminosa que proyectan las rancherías y los cerros!Puntitos... puntitos... puntitos... ¡Son bellos de noche! No se vería la miseria, lacochinada, las aguas negras ni la cochambre, ¡sino el portento de luces! (Iluminada)¡El gran pesebre permanente!... Un nacimiento que ilumina la paz de esta patriaancha y generosa (Demagoga) ¡El gran pesebre cinético! (Animada) ¡Si hastapodríamos decir que es la obra monumental de Jesús Soto!... ¡Y cuando seencienda la gran Cruz del Avila!... ¿Se imaginan?(…)

    Si Roma le saca partido a sus catacumbas, que entre paréntesis son horrorosas yestán en un estado deplorable!... pues...(…)Yo entiendo que el rancho no puede ser un “habitat”, pero el gobierno no puedehacerlo todo… hemos hecho la participación comunitaria... y esta idea puede seruna forma de... ¡Animación!... ¡la estimulación de los pobres!...(…)Sí, ¡se harán parte de la cultura!... (Se inquieta ante nuevos cuestionamientos sobrela cultura) Claro, la Cultura es tan... bonita, ¡tan importante!... Sí, la cultura, y losancianos y la infancia abandonada.(…)El Arte es prioritario y hay planes muy amplios. ¿La Pintura?... (Vacilante. Luego seatreve y opina) El problema radica en que los pintores nuestros son muy caros...fíjate, ellos hablan de reformas populares pero a los precios que venden, su obra nopuede penetrar en los barrios... Mira el contraste que existe con la plástica nuestra:El rancho puede llegar a ser cinético, ¡pero la pintura no llega al rancho!...(…)Sí, les puedo dar ejemplos. (Pausa) Yo me compré una Ultima Cena en ChinaTown, bella, parejita, con unos colores preciosos. Jesús se veía patético, ¡parecíaque hablaba! ¡Y estaba pintado en seda china!... ¡me salió baratísimo!... Mara,¡como 300 bolívares! ¿Por qué no hacemos lo mismo?... Si venden más barato todala familia compraría; ¡y a la larga ganarían más! Por supuesto, jse impulsaría lacultura!

    (…)Sí, yo creo que se necesita como... ¡La gran revolución cultural china para nuestrospintores! ¿El cine? (Pausa irónica) ¡Los cartones animados! ¡Es que aquí no haysentido práctico! ¡La guerrilla no puede ser explotada como negocio cinematográficoa gran escala! Si la guerrilla fracasó como hecho social, ¡mucho menos podíatriunfar como industria! ¡Caramba! ¿Walt Disney por qué se decidió por losmuñequitos?... ¡Miren el imperio que tiene! ¿Por qué no promocionamos el gran cinenacional de dibujos animados?...(…)

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    Ese tipo de evasión es necesaria porque el país está saturado de problemassociales. Además, se puede hacer un cine social exaltando los valores de la familia,la ética, esa cosa pura del venezolano. Si a Román Chalbaud le dan el guión deE.T. lo rechaza... ¡Porque lo que hay que hacer es la parte sórdida!... ¡no!...

    (El empastelamiento se acentúa con los rápidos y expresivos movimientos de susmanos) Entonces, se trata de eso, la familia, la cultura, estimulación... o sea, laimplementación de la animación en lo deportivo/cultural... incentivar la uniónfamiliar… el rezo que es un factor tan aglutinante… el desarrollo de la familiaporque... ¿por qué controlar la natalidad?... Hay más brazos para el trabajo si setienen más hijos... y la familia que es tan vital… serían deportistas, contables...artistas, hay mayor posibilidad de ingresos. En cambio, ¿si se tiene un solo hijo y teresulta un malandro?... (Corta pausa. escucha)(…)

    Tengo la idea de crear un seguro genital... protección a la estimulación a procrear...

    (Escucha. Señala sus genitales con pudor, casi con ascos de mencionarlos)Asegurar las... partes... ¡los órganos, pues!... Si no pueden tener más hijos el seguroayudaría a la dieta familiar... (Pausa. Reacciona alarmada) El hecho de que miesposo tenga una compañía de Seguros no quiere decir que emplearemos el tráficode influencias!... ¡serán negocios perfectamente lícitos!(Transición. Aliviada)(…)¡El huerto familiar!... (Suspiro, sonrisa, euforia) El huerto es vital... imagínate... todocultivado en el patio con tus propias manos... (Caletrea) ¡Yo creo que sería un granalivio para los bolsillos el reducir al mínimo los gastos del supermercado e incidiríaen el abataramiento del costo de la vida!... (Se corta atrapada por una pregunta quela desarma. Sin embargo reacciona rápidamente)¡Si no hay jardín! pues, ¡en los balcones! ¡Si no hay patio, en los balcones!... Ahípueden sembrar las maticas en guacales... los semilleros.., poner sus materos. Datecuenta de comerse las cosas cultivadas por uno mismo...sus tomates, sus cebollas... sus ramitas de perejil, el berro... ¡Muérete que en el míose me van a dar esta semana las chayotas!...

    (…)

    (Emocionada)... Se hacen unas instrucciones claras y se distribuyen en fascículosen todos los kioskos de revistas. Es cuestión de proponerse, ¡de hacer algo por elpaís! En vez de colgar bluejeans desteñidos y ropa interior. Por que no hacemos de

    nuestros balcones un mini módulo agrícola... ¡Tu propio huerto!... (Ensoñadora)¡Frutas, hortalizas, lechugas!... ¡Otro ejemplo que pudiera ser llamativo al turista!...Te imaginas los superbloques de treinta pisos... (Cautivada) Serian como los jardines colgantes de Caucaguita...

    Me disculpan, pero debo retirarme... muchas gracias por haber venido a esta ruedade prensa... Me hubiese gustado conversar un rato más con ustedes pero (Mira elreloj) Tengo que ir a la peregrinación para develar el monumento al niñoabandonado... esa fue una promesa que le hice a San Judas Tadeo si a mi esposo

    (…)

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    lo nombraban Gobernador... (Descubre finalmente su condición) Y ahora que digoesto... yo misma no lo creo... ¡Soy su gobernadora! ¿Se imaginan?... María CristinaMachado es la gobernadora de todos ustedes... (Los observa subyugada. Esta frasedebe chocar con el sentido argumental de los otros personajes quienes nogobernaron) Pero eso sí, voy a asumir mi parte bajo la consigna que he tratado deexplicarles... (Patriotera. La de que la Moral y Luces son nuestras primeras

    necesidades... como dijo nuestro gran Libertador Bolívar... (Se apegarespetuosamente) ¡Que en paz descanse!(Oscuridad violenta)

    FIN

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    MARIA CRISTINA GALLARDOLa guerrillera

    El lugar: La barra de uno de los restaurantes que integran el llamado “Triángulo delas Bermudas”, en Sabana Grande.

    MARIA CRISTINA: (Se dirige al supuesto interlocutor) Yo me quedé en Carora. Esque papá tiene un abasto. Para entonces era una bodega que parecía un abasto,por lo grande que era. Y después que yo llegué, pues... él me dijo que si me queríaencargar de eso, él ampliaba y acondicionaba el negocio para que fuera uncomercio en grande, un Supermercado... y bueno... Ya había pasado casi un añodel regreso... Yo no había trabajado en nada, como te podrás imaginar. Anduve porallí dando vueltas... entre alumbrada... o anonadada... Me sentaba a ver lo quepasaba, y como que no lo creía muy bien, Alvarez... O a lo mejor era que no meacostumbraba... tú sabes, las ideas que todavía apretaban... y la realidad que se tereía un poco en la cara. Le dije a papá que sí, más que todo por complacerlo, por nodarle más dolores de cabeza. Y un día me fui a Boconó. Pasé como mes y mediopor allá, casa de una compañera de liceo. Copeyana ella. Por eso no había peligro

    de que me comprometiera en nada... me sentía un poco más libre, más segura, porlo menos estaba segura caminando... Cuando regresé, papá ya tenía todo aquelloreformado. Un abasto grande, aunque el decía que era un supermercado. Túsabes... era su medida de las cosas. Bueno... y me puse a trabajar... ¿te imaginas?(Sonríe) Qué sabía yo de eso... y lo peor, no tenía ganas de hacer nada. Pero dealgo tenía que ocuparme. No podía seguir esperando... el milagro. (Se corta.Silencio) No. Cuando me entregué me tuvieron detenida como dos meses. Papá semetió en el asunto. Tú sabes que él tiene influencias, amigos en el gobierno... genteque habla trabajado en la campaña del doctor Caldera... Bueno, y me sacaron. Volvía la legalidad (con cierta ironía) Claro, me reportaba cada cierto tiempo, aparte deque sabía que me estaban vigilando... Sin embargo, me sentí libre... No sé... erauna vaina rara, no me acostumbraba. No, cuando estuve detenida no tuveproblemas.., digo, de torturas y cosas de esas... claro, había sus presiones,investigaban... me pedían que contara todo lo que había hecho allá arriba.., eracomo un tanteo, ¿ves?... y a veces hasta me aconsejaban, figúrate tú... Tanteaban,como para comprobar si yo realmente estaba… arrepentida... o “pacificada” (risita)No, no, gracias.., no quiero tomar. Pero bueno, pide otro para ti, ¿cuál es elproblema?... (Sonrisa amable. Pausa) SI, claro... después que me soltaron fue quevino el cuento del Supermercado.., y allí me quedé... Hace como doce años de todoeso, ¿no?... (Silencio. La mirada vaga como en el pasado) Sí, fue que tú bajasteprimero, Casi un año antes que y (Algo parece molestarle. Enciende un cigarrillo)No, fíjate, nunca más había vuelto a Caracas. No volví a Caracas desde que salí dela universidad para la montaña... Me acuerdo como si fuera ahorita.., en el chevrolet

    azul y blanco de Vargas... Iba también Guevarita... Nos habíamos vestido como siíbamos para la playa... con una cava de cerveza y los trajes de baño en el asientode atrás para despistar en las alcabalas... Fue la última vez que vi Caracas... Hastaahora. Vine a arreglarle unos papeles de propiedad a papá... un asunto deabogados... el viejo se sintió mal y... (Transición) Está todo cambiado, es otra cosa...El asunto no sólo ha cambiado por dentro. También todo esto... puro edificionuevo.., coño, a veces digo si no echaron todo abajo para que uno no se acuerde denada, para que nadie se acuerde de nada de lo que pasó, para que a nadie se leocurra volver atrás. (Mira a su interlocutor profundamente) ¿Tú no lo crees?... que

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    no haya nada más que este agite, esta corredera.., todo el mundo empujando,buscando el billete... Los carros con los reproductores a millón.., los pavos en susmotos.., un vendedor de kleenex y papitas fritas en medio de la cola... ¡qué vaina!...Tú miras así... alrededor y ves lo que debió ver el Dante... Aquí mismo en la esquinaiba a atravesar y se me encimó un pavito... con una tremenda moto... picó cauchos,aceleró... se quedó parado en la rueda de atrás y ¡zás!... ¡salió por allí mandado!...

    Está pasando otra vaina... yo no sé si están alienados.., o que sencillamente sonmás prácticos... no sueñan... Persisten... sexo... controlan... fuman.. vuelan.., playa,su cacho... la jeva. (Se encoge de hombros) No es que yo no entienda, pero... ¿quéhubo entre ellos.., y yo?... (Pausa. Apaga el cigarrillo levanta la mirada) Bueno, ¿Ycontigo qué pasó?... Alvarez... ¿tres semanas nada más estuviste detenido?...¡Tuviste suerte! ¿Y te viniste de Coro pará acá?... ¿Y qué hiciste, bueno, quierodecir, dónde trabajabas?... Yo supe al comienzo de ti, cuando todavía estaba en lamontaña, por un artículo tuyo que publicaste... (Pausa. Hace un gesto extraño)¿Dónde?... ¿en el Inciba?... ¿Y por qué te fuiste allí?... ¿Qué pasó que no entraste adar clase en la Universidad?.., ya tenias allí una cátedra, yo pensé que... Ya, ya... sí,ya veo... (Transición. Parece escucharlo por un momento y reacciona algo agresiva)Óyeme, no, no confundas las cosas... yo no te estoy preguntando por cuestionarte...

    Alvarez, no me digas radical... yo no estoy censurando... te pregunté solamente... yme extrañó que no te metieras en la Universidad. Óyeme, vinimos a conversar.., tume invitaste acá... y yo te conté lo mío... Mira, yo sé que de aquello sólo queda elrecuerdo, ni siquiera figura en la historia, pero yo tampoco estoy tratando deresucitar muertos... las cosas cambiaron, pero... es que... ¿También todo el mundocambió?... No sé, Alvarez... yo sigo pensando que uno nació con una marca o conuna sombra. No es que seamos distintos al pavo de la moto... nosotros estábamosen lo mismo, todos... Era el liceo, la Universidad, los libros con los pensamientossubrayados en rojo y que nos pasábamos descubriendo Europa, Rusia, la granrevolución, el pensamiento socialista...Aquella utopía... esa era nuestra droga... Fíjate, yo no soy radical, por eso no megustó cuando me lo dijiste ahorita.., simplemente pienso que uno nació en aquelmomento y por eso fuimos de esa forma. Pero a mí me asusta lo que veo, el pavoparado en la rueda de atrás de la moto, con su Walkman, ahí, él solito, sobre sumoto, aislado de cualquier sonido con su par de audífonos (Se tapa los oídos)Heavy, ácido. El mundo es él. El centro de todo, él y esa música, el rock, un solo deguitarra eléctrica que sólo él escucha... es él, no hace falta nada más...sólo la música por los audífonos y no importa si alguien habla o le grita no, allí estáel centro, el eje, la sociedad... el conflicto, el individuo. (Transición) Lo otro cambió,lo que fuimos. Y cambió porque todo esto cambió y no propiamente para el lado quenosotros quisimos. El cambio nuestro no lo conseguimos. No decidimos nada... yposiblemente no decidamos nada... (Lo mira como esperando su reacción) Hicimoslo que hicimos porque así tenía que ser, Alvarez, pero lo que pasa ahora nada tiene

    que ver con nosotros... digo, con lo que fuimos. Si a veces, cuando echo revistaatrás, me parece que estoy viendo un país remoto. Uno salía a la calle a otra cosa,a manifestar, a buscar conciencia, a compartir ideas... qué sé yo... (Franca, defrente) ¿Tú te has preguntado de que vale eso ahora?... ¿qué sentido tiene?... ¡Dilea un pavo de esos que se quite los audífonos y háblale!... No te entienden, no sabende qué le estás hablando... estás en un estrile ¿ves?... Ahí está ese país remoto.No, no, no... yo no me estoy enrollando. Te dijeque no quería desenterrar cadáveres, pero... ¿te vuelvo a preguntar?... ¿Todo elmundo cambió? ¿Tú dices que no cambiaste?... Chico, tú te jodías allá arriba y eras

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    bien agitao y a la hora de echar plomo ¡allí ibas!... ¿Me vas a decir que no hascambiado?... si estás aquí sereno.., te echas tu whisky... trabajas para el gobierno...y no te acuso ni te señalo con el dedo, te pregunto... (Serena, convencida) Estábien, ellos nos dieron la pacificación... (Lo oye) Ah, si, la oportunidad, dices ahora...(Pausa. Punzante) ¿Cuál oportunidad Alvarez?... (Seca) Coño, Alvarez, ¿laoportunidad de qué?... De hacernos abdicar... de taparnos la boca con un empleo

    porque eso es lo legal, ¡estar legal! Mira, no... yo no me quedé porque yo no puedoluchar sola. Pero yo fui de las últimas en bajar porque nunca dejé de creer... ¡Y mehubiera quedado, Alvarez, me hubiera quedado! Tú no sabes con qué amargura vicómo iban bajando... y cómo cada día éramos menos. Un día me vi sola allátrepada... me vi sola y bajé... Ahora, de allí a haber claudicado, y claudicado deadentro que es lo más serio, de haber cambiado mi fe, mi objetivo, el por qué de milucha… allí hay una distancia muy grande. A mi me sigue doliendo este país,Alvarez... y nos desbarrancamos... tú lo sabes... ¡ya no hay nada!... (Pausa) SI, elsistema falló, ¡el método falló! Pero uno no va a entregarse por eso, a no plantearseotra forma de combatir. No, no lo entiendo, ¿comprendes?... ¡simplemente no loentiendo!... Mira, el asunto está servido, todo este país esta hecho pedacitoscualquiera empuja esto y se cae... (Gran transición. Lo mira con una mezcla de

    dolor y rabia con un hilo de voz) Alvarez... yo no soy el Comandante Marcano... Sí,soy Maria Cristina, pero no soy el comandante Marcano... ¿Hasta mi nombre se teolvidó?... (Dolorosamente) Yo era el comandante Gallardo... María Cristina Gallardo.(Estallando) Coño, sí, ¡me duele!... Me duele que tú me confundas después dehaber estado casi un año juntos allá arriba. Y vienes tú ahora y me llamasComandante Marcano... ¡Gallardo, yo era Gallardo!... (Bajando) Bueno, ahora nadiees un coño... ¡pero esa vaina duele!... Sí, yo sé que pasaron doce años, pero eso noes excusa... Está bien ahora sí, dame un trago... (Pausa) El comandante Marcanoera la morenita aquella de Caucagua... la que estudiaba sociología... ¿Tú novolviste a verla?... No, yo tampoco... ¿qué habrá sido de ella?... (Pausa. enciendeotro cigarro) Alvarez... ¿tú te acuerdas la noche que... la noche cuando me dijisteque tú ibas a bajar?... Yo no lo quería creer... tú eras tan alzado... ¡tan tirado por lacalle del medio!... Me dijiste lo mismo que me dijiste ahorita... que yo era unaradical... y no.., Tú eras mucho más agresivo que yo... más violento.., y pensabaque hasta tenias más convicción.., por eso me dolió tanto esa noche cuando medijiste que ibas a bajar... (Las luces decrecen. Ella se aísla. La acción se traslada alpasado María Cristina es alumbrada por un cenital. Cuando regrese al presentetendrá delante de sí un vaso de licor servido)Pero coño, Alvarez, ¿cómo te vas a ir?... ¿Tú estás loco?... Eso es mentira, te vanagarrar... Uno no puede entregarse tan fácilmente y dejarles el país así, ¡despuésde haber luchado tanto! No creas en eso, no creas en eso ¡Tenemos que seguir!porque entregarnos sería una cobardía con todos los compañeros que nos hanmatado... y nosotros mismos, Alvarez... si esto falla... ¿cómo vamos a soportar

    nuestra conciencia mañana? Ese peso... ese hueco que nos va a quedar adentro...¿cómo nos vamos a ver las caras? Sí. Sí, siempre yo, la radical, la dogmática, MaríaCristina, María Cristina, siempre María Cristina, que no se quiere convencer queesto está perdido. ¡Y es verdad , Alvarez, nosotros estamos en esta pelea porquenuestro objetivo es el poder... y esa lucha llega hasta el final, sincapitulaciones... Nadie se entrega así, sin el último combate cuando se pelea por elpoder! Esto no se ha perdido, ¡si la guerrilla falló se cambia la estrategia pero no seabandona la lucha!... y lo que nos están ofreciendo es entregarnos... ¿entiendes?...entregarnos, rendirnos. Detrás de la pacificación está la claudicación, ¿y sabes por

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    qué?... porque cada quien cogerá por su lado y algunos hasta se van a arrepentir...nos van a comprar por un precio bien barato... Escúchame, la historia no se repite nila vida da dos oportunidades... Y esta es nuestra oportunidad.,. está bien, un malmomento.., pero seguir Alvarez... seguir... hay que seguir... (Desesperanzada. Casien súplica) Es nuestra oportunidad... nuestra responsabilidad... ¡se nos estáexigiendo ahora y no mañana!... (Estalla) ¡Qué coño de elecciones, Alvarez!

    ¡Nosotros nacimos para estar arrinconados, corriendo hacia el fondo del callejón sinsalida con el fusil en la mano! Con el voto no vamos a convencer a nadie... Nostienen que ver peleando, la acción es nuestra consigna, es así como nos necesitany no como una manada de cerdos... Alvarez... ¿Y toda esa gente que nos trae elpedazo de tasajo... y el jugo Yukery y los cigarros?... ¿qué pensarán cuando nosvean haciendo la cola para votar?... ¿En qué van a creer?... (Gran silencio. Vuelta alpresente. Se aproxime lentamente al trago. Lo levanta. Mira al trasluz. Bebe unsorbo sonriente) No, no bebo casi. Es que ni voy a fiestas... Bueno, claro, algunaque otra reunión... Sí, por supuesto que tengo amigos; yo no ando como una monjaenclaustrada.., una Carmelita descalza. Pero es que eso de estar bebiendo enreuniones sociales para terminar hablando de política y de la cagada del gobierno,me parece una soberana pendejada. Además... esa gente me sigue viendo como

    una vaina rara... una vaina que fue. Hasta me preguntan qué pienso ahora... si ya laguerrilla no se justifica, si la democracia está enrumbada... a pesar de los malosgobiernos... Es... ¡es como si le preguntaran a uno si todavía tenemos justificaciónpara estar vivos! No, allá en Carora casi no me reúno con nadie de... “la gente”... Síhay, claro que hay gente de izquierda. Pero que gana uno con pasarse horashablando de nuestras hazañas o escuchando lamentaciones, porque en eso es quecaen, en lamentarse como unos amargados o en fajarse a discutir por qué se dividióla última fracción de la izquierda, que si hay que definir si vamos hacia un socialismopropio o regresar al dogmatismo... (Sarcástica) Alvarez, qué te parece... ¡todavíaestamos definiendo lo que es el socialismo y la democracia!.. ¿Tú vienes muchoacá?... No, a este sitio, al restaurant... Yo he oído cosas, sí, que hay una jaladera decaña a diario y que se habla como estamos hablando nosotros...Óyeme, no, no erapor eso que me provocaba tomar el trago... ni que fuera una fanática enfermiza...Las cosas están adentro, Alvarez, a mí, un trago no va cambiarme. Si esto falló, laculpa no es de los tragos sino de nosotros mismos... y me imagino que eso es loque mucha gente está buscando dentro de sí. Bueno, pero si la nota es ahorasentarse aquí en una barra y seguir analizando las culpas y desahogarseescribiendo un poema sospechoso o un cuento de segunda categoría... ¿Yo quéhago?... ¿Ves?... por eso me sigo sintiendo sola allá en la montaña, como cuandobajé porque tuve que bajar, porque ya no quedaba casi nadie... cuando mepregunté: ¿Y que voy a hacer aquí si baja el resto... qué voy a hacer aquí yo sola?...(Con voz grave) Bajé... hablé con papá y asumí las cosas... tenía que hacerme mivida de alguna forma dentro de la “paz democrática”... aunque no estuviera en paz

    conmigo misma... (Lo escucha sorprendida) No, no... si yo no los estoy acusandoporque vengan aquí... estoy viendo esto, enterándome... te estoy oyendo... ¿por quéte has puesto a la defensiva desde que llegamos?... ¿O es que toda esta gente queviene aquí no está en paz... con la paz democrática que asumieron?... Debe haberalguien siquiera que... (Se detiene y lo escucha cada vez con sorpresa)¿Nostalgia?.. ¿De qué me estás hablando, Alvarez?... ¿Que yo... que yo sientonostalgia de lo que fui... y de lo que pasó? (Violenta) Alvarez, ¡eso sí que no!¡Nostalgia se siente por un sueño que se materializó y que en un momentodeterminado se acabó!... Pero lo nuestro no fue así simplemente porque no lo

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    conseguimos, ¿entiendes?... No llegamos, nos quedamos soñando... entonces,¿dónde va a estar mi nostalgia?... ¿de dónde me va a salir? ¿de qué voy a estarnostálgica? ¿Nostalgia siente Hollywood por sus viejas películas musicales, por laGarbo, por la Jean Harlow, por Doris Day, por las batas de satén, por sus rubiasoxigenadas, y por el tap y Duke Ellington y el esplendor de Broadway!... Añoranza..,por lo que se perdió, ¡pero que al fin y al cabo se tuvo! Y la nostalgia te puede

    devolver lo que tuviste aunque sea con una mala copia, como hacen los yankeescuando repiten en Cinemascope sus viejas películas.., pero, ¿nosotros? ¿Cómo teatreves a llamarme nostálgica, Alvarez?... ¿Porqué no vengo acá y me echo unostragos... y desahogo mi responsabilidad o mi frustración o mi conciencia escribiendoun poema mediocre para que cuatro frustrados más me lo celebren en unaborrachera?.. No, tampoco siento nostalgia por los muertos ni por las fosas quecavamos allá arriba arañando los terrones o en el pantano, ni siento nostalgia porlos compañeros que ya no veré más, ni por Carmen Pastora, la que me llevaba loscigarrillos por la madrugada... (Baja el tono. Grave) Por eso siento dolor...¡vergüenza!... (Se aprieta el pecho) Los tengo aquí, reclamándome, casiacusándome... (Mira alrededor) Esto me duele sin rencor y sin saña, Alvarez,porque yo todavía seguía queriendo a los que bajaron primero que yo... ¡como tú!...

    (Pausa) Yo nunca he pensado en echarles a la cara nada, ni cuestionarlos, no,ni siquiera a quienes delataron... Sencillamente pensé que iba a pasar otra cosa..,que María Cristina no se iba a quedar en la montaña, sola.., sintiendo que noíbamos a gobernar un carajo... (Termina de tomarse un trago) No, no quiero otro..ya te dije que casi no bebo. Por esta noche creo que ha sido suficiente. (Sonríe)¿Por el reencuentro?... ¡Por el reencuentro ya me he tomado este! (Pausa. Baja lamirada plácidamente) No, no me casé... fíjate, tuve dos enamorados después de miregreso. Pendejadas... gente boba, sin nada dentro. Sólo meofrecían la gran seguridad de tener y manejar una casa, deestar bien mantenida a cambio de freir bistecs y huevos y mantener los interioresblancos y brillantes (Se ríe abiertamente). Uno de ellos era un ingeniero de Cadafe... ¿te imaginas?.., me cansé rápidamente de ellos.., y preferí seguir administrandoel supermercado. Papá da menos problemas y por ese lado me siento más cómoda.(Pausa. Se torna grave, con dolorosa instrospección). Aunque una de estas nochesme dije que en el fondo... lo que me pasa es que no se dónde estoy.., si en el paísremoto.,. o en el que soñé... o aquí... Y que no me he casado porque me dio miedotener un hijo a quien, tuviera que responderle un día... por qué estuve allá arriba.., ypor qué bajé... y por qué tuve que irme con este... y por qué se dividió el asunto ytuve que irme con el otro... y por qué le perdí la fe luego... y por qué (Se corta)... porqué tú estás aquí, y el -Comandante Mijares que nos mandaba está en otra parte...los tres pensando de otra manera... (Lentamente se recupera) ¿Dónde queda elbaño?... Sí, es verdad. Mejor es no seguir hablando de esto... Oyeme, ¡te hasbajado cuatro tragos!... (Se ríe divertida) Supongo que eso te desinhibe y podrás

    hablarme un poquito de ti, digo, de lo que estás haciendo ahora. Estuviste un tiempoen el Inciba... cuando era el Inciba... ¿Y después?... (Pausa. Escucha) Ah, ¡ya!... si,me dijeron que había muchos compañeros allí... Claro, el ambiente no sería tanmediocre... (Escucha) ¿Y seguiste con Carlos Andrés... un año... (Pausa. Escucha)Sí, me enteré... fue entonces cuando te reuniste con esta gente y comenzaste avenir aquí... (Mira el lugar) Sí, no está mal... es un sitio tranquilo, se puede hablarcomo estamos hablando nosotros... ¿Y que hay ahora de tu trabajo? No me digas...Yo no sabía que tú conocías de televisión ¿Y cómo es eso, cómo te va?... (Pausa.Comienza a deprimirse, a decepcionarse. Va cayendo y hablando cada vez más

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    bajo) Ejecutivo... (Pausa) ¿Y tienes poder para quitar y poner?... todo ¡pues!(Escucha) Te pagan bien por hacer eso... Si, yo sé que allí también hay gente de laque “fue” de nosotros... Claro... tengo que hablar en pasado... de la que fue... Y... yte pagan bien por hacer eso, ¿no?... (Pausa) 15 mil bolívares... sí, no está mal... ah,y también los viáticos y comisiones... ¿Quién iba a pensar en esto, Alvarez,verdad?... Y eso es todo... quince mil... vienes aquí... tienes tu sueldo... tus amigos...

    (Con el último hilo de voz) Alvarez pero... ¿Y tú te sientes bien?... Alvarez... enserio.., te sientes bien?... (Impotente se toca la sien, decayendo) Alvarez... estapasividad... Dios Mío... mira... pero si hasta he nombrado a Dios... Alvarez... estapasividad.., esta sumisión... (Cada vez más, lentamente) ¿Te sientes bien con loque tenemos... con lo que... Alvarez... te sientes bien... (Pausa) Yo no... y porfavor... invítame a otro trago... lo necesito...

    FIN

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    MARIA CRISTINA.“La Ventolera”

    En un estruendoso frenesí caribeño, el telón se abrirá como espantado por elestremecimiento de las caderas y los hombros de María Cristina, la ventolera.Baila precisamente “María Cristina me quiere gobernar” melodía cuyo final tararea

    en los exteriores del baile y las sacudidas de cadera, ya en la asfixia, casi sin aire.Un golpe final cierra la rumba y María Cristina se tongonea jactanciosa, orgullosa desu hazaña y de su arte.Se enfrenta con los brazos en jarra al promotor.

    MARIA CRISTINA: Ya tú vé... ¿Qué pasó?.. ¿Qué te pareció?... ¿Qué fue micolor?... ¿Cómo te ha quedado el iris, la retina, la pupila y el resto de los integrantesde tu globo ocular?... ¿Ah?... ¿Qué me dices, pues?... ¿Qué me contestas, mi sonde sangrao, después de lo que viste?... Te lo dije, sangre, te lo dije. Esa soy yo,¿ves? la más brava, la más poderosa, la más atrincabola, la más potente. La másmás, pues y las otras... ¡por allá, comiendo tierra bien lejos!... Ah, y déjame que tediga que esa guaracha me la compusieron a mí... sí, mi negro, a la propia. Letra y

    música, con arreglo incluido, ¡por si no lo sabías! (Con asombro) Pero cómo no ibasa sospechar que María Cristina había sido una inspiración tropicanesca, con playascaribes, palmeras y sabor de engaño... motivada por mí!... Coño, mano, lógicaelemental, una tipa tan buena como yo lo menos que motiva es un himno.., y tú nome vas a decir que eso de nononono, que no que no... María Cristina que no... no...no... (Golpetea las caderas) ¡No es un himno!... Esa es la Sílfide del siglo XX,tropical, pero Sílfide, una vaina arrecha. ¿Quién que ha entrado en un cabaret noconoce a María Cristina?... Pues ésa soy yo, ¿ves?... Y eso no fue a cuenta de lanegra del burro, sino porque sigo siendo la más brava. Bueno, ya tú viste(Despectiva, jactanciosa) Si te la bailé fue para que te dieras cuenta de que estoyigualita... que no he perdido un pelo de este sabor moruno, de este arrebato decuero y de que cuando anuncian a Maria Cristina, lo que les viene es candela...¡Candela pura, caballero! Pero claro que me la dedicaron a mi, mano... ¿O es queacaso tú crees que la Perón es la única que tiene su ópera rock... Bueno, yo nollegué a tanto como una ópera, peeeero. ¡Ahí te dejo eso! (Pausa) ¡Sí, mano, esame la compuso Nico Saquito... cuando yo bailaba en el Tibiri Tábara! hablándote deeso, ¿no te has dado cuenta de que este vestido es el mismo que usé cuando tú meviste trabajando allí?... ¿Y cuánto hace de eso?... Veinte años, ¿verdad?... Puesbueno, fíjate, mi entallaíta en ella, cero grasa, cero barriga, cero cauchito, nicelulitis... (Al ataque con las demás rumberas que supuestamente seencuentran viéndola) Cosa que no todo cuero viejo puede decir... (Se golpea lasnalgas) Pulpa dura y de las buenas. ¡La mismlta María Cristina “La Ventolera”!(Escucha un reclamo del promotor. Transición) Óyeme, no, no, no, ¡si yo no ando

    buscando camorra ni armando peos, ni aludí con eso de “cuero viejo” a ninguna deellas!... (Mansita) No fue por ustedes, si ustedes son mis amigas, mis compañerasde gremio, de profesión, pues, ¿Verdad queridas? (Sonríe hipócritamente) Si no hay juey, aquí todo el mundo tranquilo porque todas vamos a ser como hermanitas eneste Show del recuerdo que tú piensas montar... (Mira inocentemente a todos) Esteespectáculo tiene que quedar redondo, tenemos que dar de hablar... ¡es el regresode la rumba!... ¡y eso es importante (Mira a las demás) Cómo me voy a meter conustedes si están todas las que verdaderamente son... (Las mira) Sí, no hay ningunade esas que “estilizó” la rumba, sino que estamos las que de verdad le metemos a la

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    cosa... ¡las que pusimos la rumba en el pedestal de la fama a fuerza de caderazolimpio!;.. (Se excita con su propio recuerdo) Coño, es que... ¿cómo se dejaron pisápor el rock y esa música falsificada y no siguieron meniando el rabo, zumbando losfaralaos de aquí pá allá, dándole a la vaina, compitiendo... (Se contonea) Es quecon esto no puede nadie, fíjate... (Se mueve frenética) Búscame un pavo queprefiera el rock a este tumbao... a este meneaíto, a este montuno de cadera

    suavecito así papa... eeeso..., y es que esto no se compra ni en botica, ni enfarmacia, ni siquiera en “drug-store”. Eso se lleva en la sangre, en las caderas, en elcoco, y cuando una siente ese tracatá de cueros bien prensaos, no hay pá nadié¡Ahí es cuando le hierve a uno lo que tiene en las venas y el diablo se nos mete yono sé por donde... no joda! (Se estremece) y duro con esa rumba mi negro... eso..,eso... eso... (Baila. Se detiene racionalmente y mira al promotor) Oye, tú ves..,cuando una baila porque siente ese vaporón, eso no es oficio... no, qué va... no hayprofesionalismo ni nada de esas cosas. Yo creo que cuando una se resuelve porqueestalla una trompeta y se revientan los cueros. y tú ves que ahí está el propiochangó, y babalú... y el caribe.., y el negro, y la mulata, tó ese poco e’ vainas juntas... mano, eso es arte; de ahí nace el arte, pues. (Pausa) Porque tú no me vasa decí que esto lo sabe hacer todo el mundo. (Mira de reojo a sus compañeras)

    ¡Aunque ciertas bichas que yo conozco se crean que son las últimas penicilinas delhospital!... No, mano, esto cuando se siente, es arte, y yo lo siento, lo tengo metidoen cada glóbulo rojo, hasta en los blancos creo yo... (Se pavonea)... Y por eso sigosiendo María Cristina.., la mejor culeadora del Caribe, el rabo más revoltoso al surde Río Grande.., y precisamente por eso voy a ser yo la que baile el número final deeste show del recuerdo... María Cristina “La Ventolera” cierra el espectáculo con larumba que la inmortalizó y que ella inmortalizó por el mundo entero... “María CristinaMe Quiere Gobernar”... (Mira a todos y su euforia se va congelando). Bueno.,. ¿yese silencio?... ¿Cómo que les cayó de sorpresa? Mira, entonces vamos a aclararlas cosas... Yo pensé que desde el momento que te propusiste a organizá esteshow nostálgico, este reencuentro de rumberas, habías tenido en cuenta no sólo losnombres sino también el orden... (Pausa) ¿Cómo que cuál orden?... ¡el orden deaparición! ¿O es que piensas que voy a bailar con una cuerda de cueros sin exigirmi crédito? No, mano, yo soy la poderosa y la más poderosa es la que gobierna. Asíque yo soy la supervedette y el show se cierra conmigo. Ya tú viste como te bailéahorita: la Ventolera sopla... ¡y de qué manera! ¡Así que me dan mi cartel porqueuna cosa es el meneo y otra es el artista! Además, yo supongo que tú no vas acorrer el riesgo de poner para el final una de esas ancianas que no van a poder nienseñá las piernas de lo jamonúas que las tienen... Además, ¿cómo le van a entraral sabor? Se te van a asfixiar, ¡les va a faltá el aire! ¿Y dígame si le piden “bis”?¿Qué van a hacer, ah?... ¿Qué vas a hacer tú? ¡Aquí, la única que puede aguantá eltrote de entrale a una rumba y repetir después bailá un mambo, soy yo! (Eufórica.Soñando) Eso, les bailó María Cristina... y cuando la gente se pare como loca a

    aplaudirme, me les disparo un pérez pradazo... un mambo número ocho... O el SubyGallego... O Patricia... coño, ¡eso va a ser grande! O les puedo bailar una de lasprimeras cosas que monté... Felipe Blanco... Rumba Colorá,.. ¿Te acuerdas deFelipe Blanco? (Canturreando) Ya los Majases no tiene cueva, Felipe Blanco se lastapó... Se las tapó... se las tapó... se las tapó te lo digo yo... Felipe Blanco un día...Bailando el Suco Suco... formó la algarabía caramba hasta decir no más...- (Sedetiene) ¿No te parece?... ¿Muy vieja?... si es un show de recuerdo.., una tiene quemontá cosas viejas... (Se detiene como petrificada, mira hacia donde están lasotras parece que hubiese recibido una pedrada en el rostro) ¿Cómo es la cosa?...

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    ¿Que eso estaba de moda en los tiempos de la Musaraña?... ¿Qué fue lo que túdijiste, ah, repítelo? (Agresiva, se convierte ahora en una chusma, buscapleitos) Ah,conque no dijiste nada ¿no?... ¿Tú te crees que yo soy sorda?... Sorda estarás túque ya eres abuela, ¡piazo e perra!... ¿Tú te crees que yo no oí cuando me dijistemusaraña?... (La cachetes, la encara peleona) ¿Quién es la musaraña, ah?...¿quién es?... ¿a quién le dijiste tú musaraña?... repítelo anda, dímelo... ¿A quién le

    dijiste tú musaraña?... ¡Perra, desgraciada, raspicuí, piazo e sucia!... (Hace como sitratase de zafarse del promotor) ¡Suéltame, suéltame, déjame tranquila tú también,no te metas en esto!... ¿Pero tú no ves que me insultó?... ¿por qué tiene ella quedecirme a mi musaraña?... (Lo escucha y trata de calmarse a duras penas) Okey...entonces, si tengo que calarme esto... vamos, destapa la cloaca y a termina con eldisimulo y la buena educación, porque ésta que está aquí, ¡también sabe tenélengua e burra y boca de poceta!... ¡y no porque yo sea la sucia, sino que de sacalela vida a cada una de éstas, lo que va a salir es pura mierda! Y ahora la musarañalas va a poner en su sitio, bichurracas, como si yo no supiera quienes son todasustedes. ¡Empezando por ti, mosquita muerta, que estás allí callaita como si nada ysegurito que fuiste tú quien le puyó el sobaco a la otra para que me dijera musaraña!La envidia es lo que te tiene así, morada como una berenjena, porque nunca pudiste

    ser nada, porque siempre fuiste una del perraje, una del relleno, que ni te codeastecon Toña La Negra, ni con la Ladin, lo tuyo fue la carpa, allá en Méjico, con elChicote y con el Chino Herrera, pero nunca pisaste un cabaré por balurda, por mala,de corista y estabas bien. Y tú sabes que te salvaste por el militar aquel que seempató contigo y te puso a bailar en el Botellón Amarillo. Pero, ahorita, ¿quién va apagar por ver bailar a un fósil como tú? ¡Y te atreves a llamarme musaraña!, tú quenunca te pudiste empatar con nadie, tú, que nunca pudiste retener a un solohombre. ¿Y ustedes saben por qué?... ¿Saben cuál era su defecto?... (Se burla)Ajá, ¿te pusiste verde?... Pues ningún, ningún hombre le aguantaba más de dosmeses. Okey, a mí me dicen la musaraña por envidia.., porque soy poderosa,porque conseguí ser brava sin tener que “militarizarme”... Okey, mana, traficandococa, como sea, pero me mantuve demócrata, ¡Okey!... no me vendí al primertenientico que me ofreció una botella de champaña... lo mío fue duro, y aquí metienen... la musaraña, pero divina, durísima, ¡bien arrecha! En cambio, todasustedes subieron a fuerza de influencia... Diputados y militares... (Pausa. Unapequeña evocación que la ubica como si de repente entendiese lo que ha vistodurante mucho tiempo) Y ahora que me doy cuenta... ¡la vaina era puro militar!.., elasunto era estar con un militar o con un diputado importante. Qué época, hermano...los militares tenían más prestigio si estaban empatados con una rumbera que si seganaban un ascenso... Y las tipas se enviciaron.., lo de ellas era una cachucha... ylo de los militares era su tipa del Tropicana... o del Todo París.., o del Plaza. ¡Nohabía vaina que le gustara más un militar que un culo de rumbera!... Si hasta secasaban con unas tipas con unas caderotas de este ancho... y tú los veías bailando

    guarachas... con su uniformes, de lo más cincunspectos y estirados... y las esposasmeneando ese rabo... y ellos felices.., felices.., entre los dictadores y susrumberas... (Reacciona nuevamente furiosa) Pero yo no fui de esas, a mi no mesedujo ningún militarcito de segunda... ni siquiera uno de los grandes... y mira quelos tuve... me llamaron de todas partes... el del Perú... el tercio aquel de Colombia...¿y el de aquí?... ese me propuso hasta correrme en moto, pero yo, “naranjas”... (Sedirige a otra) Por eso es que yo me sé todos esos cuentos, porque yo los conocí..,pero nunca me les deslicé por sus camas; y por eso es que tú... nunca estuvisteempatada con... el que te conté, sí, el de Colombia... tú sabes... te hiciste

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    propaganda a costa de él... y con quien estabas era con un diputado cabrón, con unesbirro de la dictadura que le conseguía mujeres al tercio... por una noche... Y túfuiste nada más que una noche... Y parece que ni siquiera estuviste con elPresidente, porque estabas medio rascada cuando fuiste a bailar y diste la cómica...sí, mana, yo sé eso... yo sé lo que pasó esa noche... quedaste pá los mesoneros...que te metieron en la cocina y allí te pelaron como una piroca... los mesoneros... y

    después llegaste a La Habana diciendo que eras la amante del tercio... Mira,pendeja... yo sé tu historia... Tú estuviste regalándote a Juan Orol, ¡le ofreciste quele trabajabas de gratis con tal y te pusiera en una de sus películas y eras tan malaque ni Juan Orol te paró milímetro!... Y mira que al tipo no se le escapa unarumbera... El fue el padre de todas... o el padrino.., porque a muchas de ustedes lasbautizó... ¡aunque no le dio el perdón de sus pecados!... Tú ves la diferencia... Encambio yo, ¡yo me di el lujo de rechazarle un papel a Juan Orol! Y se lo rechacéporque me quiso poner de segunda con Amalia Aguilar o con Mary Esquivel, laretaca esa que no me daba ni para el arranque... Sí, yo no acepté, en cambio austedes les picaba, les hacia así (Gesto con los dedos) Por trabajar con Juan Orol.Claro, porque quien se empataba con él salía y era estrella... ésa es la verdad deustedes... llegaron porque las empujaron y no porque eran buenas... en cambio yo...

    yo llegué por buena, porque valgo, porque soy artista, rumbera de las buenas, yo nollegué porque me empaté con Juan Orol ni porque Pérez Jiménez mepersiguió en la motoneta..; no, yo no quise imitar a nadie, ni a la Evita, que fue laprimera que dio el ejemplo cuando se casó con Perón... y de allí como que arrancóla moda del militar con la rumbera... aunque ella no era rumbera pero... bueno, elequivalente a la argentina como los argentinos son tan... tan ellos... Claro, ellos notienen trópico, ni indios, ni negros, ni un carajo, ¡ellos son tan europeos!... entoncesno podían producir rumberas sino vedettes, a la francesa... (Vuelve a ella) Bueno,pues eso, yo no pasé por las cachuchas y por sus camas y me importa un carajoque Evita tenga ahora una Opera y que la canten como a la Aída o a la Tosca, muyclásica.., como si nunca hubiera tocado este mierdero... no me importa, me importaun carajo... yo tengo mi rumba... María Cristina (Se detiene y mira a la otra) Y túde qué te ríes, ¡pendeja!... ¿No es verdad?... A ti nisiquiera te dedicaron una cumbia los Corraleros de Majagual... ¡y mira que vivisteen Colombia!... Bueno, “viviste” es un decir, por decir algo.... porque yo sé tuhistoria, querida.., como la de todas... ¿O es que te creíste que te me ibas aescapar?... Tú comenzaste en Guadalajara, querida en un cabaret que llamaban E lBurro. Y allí estuviste tres años bailando con el mismo vestido, hasta que teempataste con el diputado que se iba a rascar allí todas las noches... le sacaste elbillete y te fuiste a bailar para el Tenampa.... Pe ro yo sé la otra parte de lahistoria... la secreta... por la que te llamaban la Mata Hari... ¡y es que tambiénejerciste la profesión de soplona!... Sí, no me vengas a decir que no, no me loniegues... espiabas para el gobierno y delataste a las del Sindicato!... Y por eso

    llegaste a bailar en sitios mejores, porque el diputado pagaba tus “servicios”.., mirapero sapa... a más de una mandaste a la cárcel... y a mi me consta... Y ni siquiera eltipo estaba enamorado de ti...sino que se te metía en la cama para que le soplaraslos datos... y para salir de ti, te hizo toda esa publicidad y te mandó para Panamá yColombia, en gira (Se burla) ¡En gira!... para darse vacaciones.., y por eso te pagóel coreógrafo, mírame eso... y que para que le enseñara unos bailes más decentesporque allá... ahí donde la ves, lo único que sabía era levantá las nalgas... tú sabes,pá alborotá los borrachos, pero, ¿dónde estaba el arte, ah?...un sapa culera... Y conlos reales del diputado te convirtieron en una rumbera “rosada”... claro, un agente

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    del Gobierno no podía ser una de esas “atrinca bola”, no, tenía que se unarumbera rosada... que no mostrara mucho, que insinuara... como si ya no hubierasechado todo en el Burro cuando “y que bailabas”... Y terminaste bailando así, todarecatadita... muy son montuno... con unos dizque clásicos, con movimientosutilizados. ¡Qué utilizados del carajo! Esa es la excusa que inventan cuando nosaben menearse bien... La rumbera rosada, fría... (Con voz de hombre) Tiene que

    bailar como si fuera una rumbera de buena familia... de buena familia tú, oríllera...Quisieron hacer contigo lo que hicieron con María Antonieta Pons... Pero mija, ladistancia es mucha... esa sí que era grande... rosada y todo, pero grande... no teníami arrebato, mi sucu sucu... pero era grande... (Pausa evocadora) Yo era unacarajita cuando la vi por primera vez bailando.., en el cine.., en Conga Roja... en Florde Caña... en Piña Madura.... y Balajú... y la Sin Ventura... y la Hija del Penal...Coño, es que era grande... y yo la seguí... pero con mas meneo, con másautenticidad... Y la vez que bailamos juntas... ésa fue una gran noche... Ella searrebató toda y arrancó con rumba colorá... y después... se disparó aquello de...(Abre los brazos los alza. Canta) ¡Rinquincaya!... ¡Rinquincayaaa! (Se detiene) Elpúblico se le vino abajo... y en eso entré yo con mi parte... coño, venía prendía conése pique que tenía con la María Antonieta... y comencé a estremecé el nalgatorio

    como nunca... frenética... Les bailé Panchito El Ché, Besito de coco y la Merenguitade un solo tirón.., y cuando me pidieron Bis me disparé con La Maricutana. Esa erayo... ¡y ésa soy yo!... La Ventolera, aunque ustedes traten de aplicármelallamándome La Musaraña. Okey, lo que sea, pero fui, soy... seré... y a fuerza de mímisma, de sabe desprendé las caderas cuando siento ese traqueteo de lostimbales... y no por andame revolcando en las camas de los dictadores, ni de losdiputados, ni por haberme empatado con un productor de cine para bailarle unamiserable rumba en una película... ni por está de sapa delatando a la gente delgremio como tú, que nunca llegaste a nada y terminaste bailando la Múcura enBucaramanga en el prostíbulo aquel que llamaban La Casa de Las Muñecas. Y contodo eso ¿pretenden ustedes tumbarme?... ¿ponerse por encima de mi y ser lasestrellas del Show?... Qué bolas... a ustedes no les queda nada, si acaso van adonar un hueso para el museo de las rumberas... pero yo todavía estoy viva... MariaCristina sigue bailando y no para las cachuchas de América, y eso es lo que lesduele, ¿verdad?.., que ahorita ni siquiera un militar de segunda, ni un coronelretirado les pasaría la pelota para recordar una de sus noches de gloria... Por eso yovoy a bailar de última, yo cierro este sbow, como siempre, María Cristina “LaVentolera”, la vedette, la primera (Las mira irónicamente. Traspasándolas,clavándoles su última banderilla) Y van a venir militares... Los mismos que nosvieron.., y a quien van a buscar es a mí... Porque están volviendo... ¿O es que noleen la prensa y ni siquiera se han enterado de que... están volviendo?... Ya estánotra vez casi como antes... Y ellos no son ácidos ni están con el Heavy Metal... Poreso, a lo mejor este show es el comienzo de la nueva era... del regreso. Ya muchos

    de ellos volvieron... ¿Por qué no volvemos nosotras y emparejamos la vaina?(Pausa. Parece escuchar. Sarcástica) ¿Tú crees?... ¿Tú crees que estamos asalvo?... (Parece asomarse a una supuesta ventana desde donde mira al horizonte)¿Tú has respirado bien este aire?... Huele... huele... A lo mejor los de al lado sedieron cuenta y ahí los tienes, adentro... ¿No sienten?... no sienten que... (Seinterrumpe cuando suena la pista del disco que repite el coro de “No no no no MaríaCristina que no, que no”, como si fuese una respuesta a sus pensamientos. Ellasonríe esta vez mirando al público socarronamente) ¿No lo sienten?... que no, queno, que no... De cualquier manera yo cierro este show... eso no me lo quita nadie....

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    y con la mía, con mi himno particular... porque Evita tiene su Opera pero estámuerta... Y María Cristina esta viva... ¡La Ventolera vive y va a bailar! Así, ¡pá cerrarel espectáculo.., para cuando baje el telón!... (Se arrebata. Comienza a bailarmientras la música se escucha estrepitosamente) No no no no, que no que no,María Cristina que no que no... ¡No... No... No...!.

    FIN