MARCOS 4.35-41 - ¿Quien es Jesús

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¿QUIÉN ES JESÚS? Quiero invitarle mis amigos a un viaje durante estos tres días, quiero que me acompañen a las polvorientas calles de Palestina, que recorramos las calidas y áridas tierras de Judea, que andemos entre calles apretadas, lagos y multitudes, que miremos a cojos, ciegos y endemoniados y que nos demos la tarea de conocer a este hombre que recorrió todos estos lugares, él no era simplemente un hombre, porque en cada lugar que estuvo cambio las vidas de las personas que conoció, ¿LE GUSTARIA CONOCER A ESTE HOMBRE? ¿QUIÉN ES ESTE? Esa era la pregunta del millón… ¿QUIÉN ES JESUS DE NAZARETH? Cuando Cristo sanó al paralítico que bajaron por una abertura del techo y dijo: “Hombre, tus pecados te son perdonados”, los fariseos preguntaron: “¿Quién es éste que habla blasfemias?” (Lucas 5.21). Cuando Jesús perdonó a la mujer que le había lavado los pies con sus lágrimas, los demás invitados preguntaron: “¿Quién es éste, que también perdona pecados?” (Lucas 7.49). Cuando un informe de las actividades de Cristo llegó hasta Herodes, este preguntó: “… ¿Quién, pues, es éste, de quien oigo tales cosas?” (Lucas 9.9). Cuando Jesús hizo Su entrada triunfal en Jerusalén, y volcó las mesas de los cambistas en el Templo, “toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste?” (Mateo 21.10). Y vamos a hacernos nosotros también esta pregunta, ¿QUIEN ES JESUS? Porque si tenemos un verdadero conocimiento de Jesús, podremos seguirle correctamente, ¿QUIERE CONOCER A JESÚS? MARCOS 4.35-41 “Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿QUIÉN ES ÉSTE, QUE AUN EL VIENTO Y EL MAR LE OBEDECEN?” Había sido una noche muy agitada, Jesús ya estaba cansado y pide a sus discípulos que crucen el Mar de Galilea para poder encontrar soledad y descansar. Jesús quería apartarse de la multitud, quería estar a solas unos momentos (4.36; Mateo 8.18). Aunque Jesús es enteramente Dios, también era enteramente hombre y por lo mismo, el arduo trabajo de predicar y atender a las multitudes lo dejo exhausto y pronto se quedo dormido. La distancia que había entre Capernaum y la región de los Gadarenos, pasando por este Mar era solamente de unos cuantos kilómetros. En circunstancias favorables, la travesía podía durar entre dos o tres horas. Pero esta vez las circunstancias no eran favorables. No pasó mucho tiempo, para que se desatara una tempestad: “Se levanto una gran tempestad de viento”. Este viento “echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba” (4.37) y “peligraban” (Lucas 8.23). A pesar de que la barca estaba siendo sacudida por las olas, Jesús seguía durmiendo. Podríamos preguntarnos: “¿Quién es este que puede dormir durante la tempestad?”. La primera respuesta podría ser, “un hombre completamente

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¿QUIÉN ES JESÚS?Quiero invitarle mis amigos a un viaje durante estos tres días, quiero que me acompañen

a las polvorientas calles de Palestina, que recorramos las calidas y áridas tierras de Judea, que andemos entre calles apretadas, lagos y multitudes, que miremos a cojos, ciegos y endemoniados y que nos demos la tarea de conocer a este hombre que recorrió todos estos lugares, él no era simplemente un hombre, porque en cada lugar que estuvo cambio las vidas de las personas que conoció, ¿LE GUSTARIA CONOCER A ESTE HOMBRE?

¿QUIÉN ES ESTE? Esa era la pregunta del millón… ¿QUIÉN ES JESUS DE NAZARETH?

Cuando Cristo sanó al paralítico que bajaron por una abertura del techo y dijo: “Hombre, tus pecados te son perdonados”, los fariseos preguntaron: “¿Quién es éste que habla blasfemias?” (Lucas 5.21).

Cuando Jesús perdonó a la mujer que le había lavado los pies con sus lágrimas, los demás invitados preguntaron: “¿Quién es éste, que también perdona pecados?” (Lucas 7.49).

Cuando un informe de las actividades de Cristo llegó hasta Herodes, este preguntó: “… ¿Quién, pues, es éste, de quien oigo tales cosas?” (Lucas 9.9).

Cuando Jesús hizo Su entrada triunfal en Jerusalén, y volcó las mesas de los cambistas en el Templo, “toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste?” (Mateo 21.10).

Y vamos a hacernos nosotros también esta pregunta, ¿QUIEN ES JESUS? Porque si tenemos un verdadero conocimiento de Jesús, podremos seguirle correctamente, ¿QUIERE CONOCER A JESÚS?

MARCOS 4.35-41“Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a

la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿QUIÉN ES ÉSTE, QUE AUN EL VIENTO Y EL MAR LE OBEDECEN?”

Había sido una noche muy agitada, Jesús ya estaba cansado y pide a sus discípulos que crucen el Mar de Galilea para poder encontrar soledad y descansar. Jesús quería apartarse de la multitud, quería estar a solas unos momentos (4.36; Mateo 8.18). Aunque Jesús es enteramente Dios, también era enteramente hombre y por lo mismo, el arduo trabajo de predicar y atender a las multitudes lo dejo exhausto y pronto se quedo dormido.

La distancia que había entre Capernaum y la región de los Gadarenos, pasando por este Mar era solamente de unos cuantos kilómetros. En circunstancias favorables, la travesía podía durar entre dos o tres horas.

Pero esta vez las circunstancias no eran favorables. No pasó mucho tiempo, para que se desatara una tempestad: “Se levanto una gran tempestad de viento”. Este viento “echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba” (4.37) y “peligraban” (Lucas 8.23).

A pesar de que la barca estaba siendo sacudida por las olas, Jesús seguía durmiendo. Podríamos preguntarnos: “¿Quién es este que puede dormir durante la tempestad?”. La primera respuesta podría ser, “un hombre completamente agotado”. Una respuesta más completa sería “Un hombre completamente agotado que confía completamente en Su Dios”.

A Jesús no le interrumpió el sueño la tempestad o el viento, sino que fueron sus discípulos que lo interrumpieron. ¿POR QUE LO DESPERTARON? ¿QUÉ ESPERABAN LOS DISCIPULOS QUE JESÚS HICIERA? Recuerde que ellos nunca habían visto a Jesús calmar el mar, vieron señales y sanidades, pero algo así nunca, ¡QUE UN HOMBRE DOMINE LAS LEYES DE LA NATURALEZA! Era algo impensado... y ellos como pequeños niños corrieron a los brazos de la desesperación al primer viento de oposición que tenían. “Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?”

Jesús se levanta y les dice: ¿POR QUÉ SE ASUSTAN HOMBRES DE POCA FE? Fue la primera reprensión. ¿Por qué tiemblan como niños asustados? ¿Acaso no confían en Dios?

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La segunda represión la hizo al viento y a las olas: “Calla, enmudece” y el mar, y el viento se calmaron inmediatamente.

Los discípulos de Jesús habían visto tempestades ir y venir sobre el mar de Galilea, pero jamás habían visto algo como lo anterior. No había explicación, se llenaron de asombro y de temor, y exclamaron: “¿QUIÉN ES ÉSTE, QUE AUN EL VIENTO Y EL MAR LE OBEDECEN” (4.41)

¿Quién es este? ¿Quién es Jesús de Nazareth? ¡UN HOMBRE DE PODER! (Lucas 4.14; 5.17; 6.19; 8.46; 1 Corintios 5.4; 2 Corintios 12.9). ¡Jesús es un hombre poderoso!

¿CUÁL ES LA LECCION PARA NOSOTROS?Esta historia tiene aplicación para usted y para mí. Todos hemos sido zarandeados por las

tempestades de la vida. A veces, al igual que los discípulos, dejamos que nuestra fe nos falte y clamamos: “Maestro, ¿No tienes cuidado que perecemos?” (4.38). necesitamos recordar que Él puede calmar toda zozobra que albergue el cristiano en su pecho, y que lo puede hacer con la misma facilidad con que calmó las olas de Galilea.

Recuerda, JESUS PUEDE CALMAR TUS PENAS, TUS DIFICULTADES, ¿Por qué? JESÚS TIENE PODER.

¿QUIÉN ES JESUS VERDADERAMENTE? Me imagino a Pedro pensando, ¿Quién es él?Calma las tempestades, los vientos le obedecen, perdonas pecados a la gente, resucitas

muertos, sanas enfermos, los demonios le suplican. Come y bebe con los pecadores, se viste como nosotros, se ríe con nosotros, ¿Quién es en realidad, Jesús?

Jesús un día pregunto a sus discípulos que pensaban de él, vamos a MATEO 16.13-17.“Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos,

diciendo: ¿QUIÉN DICEN LOS HOMBRES QUE ES EL HIJO DEL HOMBRE? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: ¿Y VOSOTROS, ¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos”.

¿Qué piensa la gente de mí? Jesús esta muy interesado en saber que piensa usted de él. ¿Qué dicen los hombres de Jesucristo? En los días de Jesús la gente del mundo pensaba que él era: “Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los Profetas” (16.14).

Hoy en día la gente del mundo piensa que Jesús fue: Solo un buen hombre (un hombre excepcional), Un gran maestro filosófico y teológico, Un mago sanador de enfermedades y hacedor de hechizos, Un profeta enviado por Dios que debía cumplir una misión, un loco revolucionario del Antiguo Israel, un simple y humilde carpintero de Israel, y otros llegan al extremo de negar su existencia. Se dan cuenta que nadie, o casi nadie en estos tiempos ni en los pasados reconoce ¿Quién es verdaderamente Jesús?

Pero también, Jesús se interesa en saber en que pensamos nosotros de él, ¿Qué decimos nosotros que es Jesucristo? “y vosotros ¿Quién decís que soy yo? (16.15).

¿Cuál será nuestra respuesta?, ¿Responderemos igual que la gente del mundo o igual que Pedro? ¿Qué fue lo que respondió Pedro? “Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente” (16.16).

¡Esa es una gran verdad, Jesús es el Cristo, el enviado o mensajero de Dios y además, es el Unigénito del Padre, el verdadero Hijo de Dios, con todo el poder y autoridad de su Padre!.¡ESTABA AFIRMANDO SU DEIDAD!

¿HAY VACILACIÓN EN ESTA CONFESIÓN DE PEDRO? ¡NO! Piense esto, cuantas veces llamamos Hijo de Dios a un carpintero, de una de las ciudades más insignificantes de Jerusalén como Nazaret.

Aquí hay algo que no cuadra, porque Jesús no era un Dios parecido a un hombre o un hombre parecido a Dios. Era Dios Hombre, era humano y celestial.

¿QUÉ HACEMOS CON UNA PERSONA ASI?Aplaudimos a la gente que hace cosas buenas y adoramos a Dios porque hace cosas

grandes, pero¿QUÉ HACEMOS CUANDO UN HOMBRE HACE COSAS QUE SOLO DIOS HACE?¿Qué hacemos con un hombre así? Desestimarlo no podemos, rechazarlo imposible, solo

tenemos una opción ACEPTARLO COMO NUESTRO SALVADOR.

NECESITAMOS UN SALVADOR ASI, UNO QUE SEA VERDADERAMENTE DIOS Y VERDADERAMENTE HOMBRE, ¿Por qué?

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Un Jesús solo hombre podría comprendernos, pero no salvarnos, un Jesús solo Dios podría solo salvarnos, pero no comprendernos. Pero un Jesús siendo hombre y Dios, puede salvarnos y comprendernos, podemos tocarlo, podemos conocerlo, él puede ser cercano a nosotros porque es 100% Hombre y 100% Dios.

Le invito a que conozcamos los lugares donde él anduvo y conozcamos a la gente que él conoció, unámonos en la búsqueda de este Dios y Hombre. Se sombrara no solo de su poder y Deidad, sino también de su compasión, su amor y su entrega por el Ser Humano. No hay persona a quien no haya tocado.