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XIV Congreso Internacional de Investigación en Ciencias Administrativas
ACACIA – EGADE Tecnológico de Monterrey
27 al 30 de abril de 2010
PONENCIA
Marco conceptual: Las características de los administradores y su incidencia en
los procesos de hacer estrategias en las organizaciones
Dr. Julián Miranda Torrez
Tel cel: 744-4088780
Tel oficina: 744-4872220
Capitulo en Acacia
Administración Estratégica
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE GUERRERO UNIDAD DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACION
ACAPULCO GUERRERO- MEXICO
2
Marco conceptual: Las características de los administradores y su incidencia en
los procesos de hacer estrategias en las organizaciones
Dr. Julián Miranda Torrez
Introducción
En años recientes el estudio de los altos ejecutivos ha resultado ser un tema
importante en la investigación en el campo de la administración estratégica, los
investigadores han intentado entender el rol del factor humano en la elección
estratégica, en los procesos estratégicos, en el diseño de la organización, y en el
desempeño (Hambrick, Finkelstein and Mooney, 2005). Nuestro interés es tener
un conocimiento de estos altos directivos y también de otros recursos humanos no
directivos que participan en los procesos organizacionales de manera directa.
Ambos grupos son administradores que participan en la realización de las
actividades administrativas y estratégicas, tomando en cuenta las nuevas
tendencias de la administración estratégica.
En la primera parte del documento analizaremos el constructo proceso de hacer
estrategias. En la segunda parte centraremos nuestra atención en el estudio de las
características (demográficas, administrativa, competencias y psicológicas) de
ambos grupos de personas, a fin de analizar como participan en los procesos
estratégicos o procesos de hacer estrategia. Las características tienden a
manifestarse en distintas maneras en los directivos y no directivos, el trabajo de
los ejecutivos es cualitativamente diferente del trabajo de otras personas ubicadas
en niveles intermedios de la estructura organizacional, pero son complementarios;
estos aspectos pueden tener efectos positivos o negativos en los procesos
estratégicos y en el desempeño de las organizaciones (Hambrick, Finkeltein and
Mooney, 2005).
Los directivos, ejecutivos o líderes estratégicos y en general los recursos
humanos ubicados en la estructura organizacional de las organizaciones son los
actores principales en la administración y en la gestión estratégica, quienes
cumplen sus roles interpersonales, informativos y de toma de decisiones
(Mintzberg, 1979) en la realización de diversos procesos y en particular los
estratégicos, es decir, en la planeación, implementación y evaluación de las
estrategias, a fin de alcanzar los objetivos y las metas, lograr un desempeño
superior y una ventaja competitiva superior frente a la competencia. En los
procesos estratégicos estos actores participan en la realización de iniciativas
estratégicas que inciden dentro de la organización y en el contexto externo.
También influyen indirectamente en la formación de las estrategias, a través de la
3
interacción con los miembros de la organización y en las prácticas
organizacionales en el cual ellos están involucrados, dentro de contexto
estructural, es decir, los sistemas y procedimientos administrativos, y como estos
procedimientos interactúan con otros factores (Jarzabkowski, 2008).
En este estudio los recursos humanos los ubicaremos en dos categorías:
directivos y no directivos, a ambos grupos les denominamos administradores, ya
que son los responsables de llevar a cabo la administración en general y la gestión
estratégica de las organizaciones. Los directivos ocupan puestos en la cúspide de
la estructura organizacional, y los no directivos están ubicados en los niveles
intermedios y operativos; a pesar de que están en diferentes niveles de la
jerarquía de autoridad, ambos grupos participan con diferentes responsabilidades
en los procesos estratégicos, tomando en cuenta las tendencias recientes de la
administración estratégica. En la literatura tradicional se resalta mas la
participación de los altos directivos en estos procesos.
En este estudio analizaremos a ambos grupos con el propósito de responder a la
siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo se relacionan las características de
los administradores con los procesos de hacer estrategias en las organizaciones?.
Marco conceptual
Los directivos, también llamados estrategas, son los responsables de la dirección
global, sus actividades principales, entre otras, comprenden el planteamiento y el
logro de los objetivos a corto, mediano y largo plazo que enfatizan en el
crecimiento y en el desempeño positivo de la organización. Estos directivos se
denominan en la mayoría de las empresas consejero delegado, director general,
presidente o vicepresidente (Gómez, 2003), que ocupan los puestos superiores en
la jerarquía de autoridad; en la literatura especializada han sido considerados
equipos de alta administración. Estos equipos están compuestos por los
administradores clave que son los encargados de planear y de tomar decisiones
estratégicas en las organizaciones, también incluye a los directivos de la
corporación, es decir, de vicepresidente hacia arriba formando parte del consejo
de administración, la calidad de las decisiones estratégicas que tome este equipo
afectará la capacidad de la organización para innovar y realizar un cambio
estratégico eficaz. El trabajo de los altos ejecutivos es muy complejo y requiere
que conozcan a fondo las operaciones dentro de la misma, además tener un
amplio conocimiento de su entorno externo, el general, el industrial y el de la
competencia. Las organizaciones procuran formar un equipo de directivos que
cuenten con los conocimientos y las experiencias necesarios para manejar la
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organización interna pero que también puedan tratar con todas las partes
interesadas externas. Para que el equipo directivo sea eficaz es importante que
cuente con miembros que tengan mucha experiencia en las funciones centrales y
en los negocios de la organización (Hitt, Ireland y Hoskisson, 2003).
Los directivos y el equipo de alta administración están más relacionados con los
procesos estratégicos, ya que participan activamente en el diseño, aplicación y
evaluación de los planes estratégicos, buscando con ello lograr resultados a largo
plazo, para ello deben establecer una estructura organizacional apropiada para el
desempeño eficiente de las tareas requeridas, ha de traducir en sistemas
efectivos de información y relaciones que permiten la coordinación de las
actividades subdivididas (Mintzberg, 1997). En estas actividades, estos
administradores juegan el rol principal de tomar decisiones relacionadas con la
elaboración del plan estratégico, implementación de las acciones y evaluación del
impacto de las estrategias realizadas, teniendo como objetivo principal el de elevar
el valor económico de la organización para satisfacer las expectativas de los
accionistas y de otros interesados en el desempeño de la misma (clientes, otros
administradores, gobierno, sociedad, etc.).
En la literatura se resaltan los estudios de los directivos (CEO en inglés) y de los
altos equipos de la administración (TMT en inglés) de las organizaciones desde
diversas perspectivas teóricas. Una de las teorias más utilizada es “Upper
Echelons perspective: The Organization as a Reflection of Its top Managers”
propuesta por Hambrick & Mason (1984); quienes plantean que las organizaciones
son un reflejo de sus altos administradores, la elección estratégica y los niveles de
desempeño son parcialmente predichos por las características demográficas, base
cognitiva y los valores de sus altos administradores o de los directivos. Este
planteamiento es verdadero parcialmente, ya que el éxito de la gestión
administrativa y estratégica está en función de la actuación y de la toma de
decisiones de estos actores, pero también depende de la participación de los
recursos humanos no directivos que están ubicados en toda la organización.
Los planteamientos teóricos de Hambrick & Mason (1984) están fundamentados
en la perspectiva de elección estratégica y en la racionalidad limitada de los
tomadores de decisiones.
La elección estratégica, inicialmente propuesto por Child (1972), se refiere a que el
actor humano tiene el poder directo sobre su organización el de realizar elecciones
estratégicas y determinar como una organización se encontrará en un
determinado contexto particular. La coalición de los altos administradores tienen
cierta discreción, primero para seleccionar el dominio y la industria en el cual elije
operar, y en segundo lugar elije las metas y objetivos que pueden ser optimizados
5
económicamente. El proceso estratégico o el hacer estrategia incluye la elección
de las metas organizacionales y la extensión que esas reflejan en las preferencias
administrativas, esta elección de metas, dominios, tecnologías y variables
estructurales es lo que ha definido elección estratégica. Contraria a esta
perspectiva se planteó las teorías del determinismo contingente, en la que se
resalta que el rol de la elección humana es relegado a un lugar bastante
secundario por el imperativo de la turbulencia contextual, de los procesos
tecnológicos, requerimientos de procesos de información o por los procesos de
selección natural. Es una visión mecaniza del entorno, de la organización y de los
roles de los administradores (Burgeois. 1984).
El segundo fundamento en los planteamientos de Hambrick & Mason (1984) es la
racionalidad limitada de los tomadores de decisiones, fundamentado en los
planteamientos de Simon (1979), quién plantea que la elección estratégica es un
resultado de la percepción administrativa. Esta percepción depende de la
interpretación, de la percepción selectiva, del campo limitado, de la visión, de la
base cognitiva, de los valores y de las características demográficas de los
directivos, estos aspectos filtran la información de la situación del entorno y de la
organización. Un administrador o un equipo completo de administradores no
pueden escanear cada aspecto de la organización y del contexto externo. La
visión de campo de los administradores –aquellas aéreas al cual la atención es
dirigida- es restringida, representa una atención sostenida sobre la percepción
eventual; la percepción de los administradores son además limitados porque uno
selectivamente percibe solamente algunos de los fenómenos incluidos en el
campo de la visión, los vits de información del entorno externo son seleccionado e
interpretados a través de filtros de la base cognitiva, los valores y otras
características que posee los tomadores de decisiones, quienes selecciona la
información disponible del entorno y de la situación interna de la empresa para
definir que estrategias implementarán como respuesta a las condiciones del
mercado y de la competencia, la percepción administrativa de los directivos está
filtrado por sus características propias.
Por lo tanto, los constructos elección estratégica y la racionalidad limitada están
estrechamente relacionados. La elección estratégica tiene un gran componente
conductual, refleja la idiosincrasia de los tomadores de decisiones, quienes tienen
una base cognitiva respecto a los supuestos acerca de futuros eventos, de
alternativas y de sus consecuencias relacionadas. La elección estratégica es un
resultado de la percepción administrativa. Esta percepción depende de la
racionalidad limitada de los tomadores de decisiones, es decir, depende de la
interpretación, de la percepción selectiva y limitada de los actores, del campo
limitado de la visión, de la base cognitiva y de los valores de los altos
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administradores. Estos aspectos filtran la información de la situación del entorno y
de la organización.
En años recientes el estudio de los altos ejecutivos ha resultado ser una
investigación importante dentro del campo de la administración estratégica, los
investigadores han intentado entender el rol del factor humano en la elección
estratégica, en el diseño de la organización y en el desempeño (Miller, Droger &
Toulouse, 1998).
Los directivos son las personas que ocupan puestos superiores de la estructura
organizacional. Diversos investigadores han estudiado las características de los
directivos como personas individuales (CEO, Chief Executive Officer en inglés) o
como equipos de alta administración (Top Management Team, TMTen inglés),
ambos ocupan los puestos superiores en la estructura organizacional. Los TMT
son las coaliciones dominantes de individuos responsables por la dirección de la
organización, identifican problemas y oportunidades del entorno, interpretan
información importante, considera las capacidades y restricciones,
organizacionales, y formulan e implementan los cambios estratégicos (Wiersema
and Bantel, 1992). Se ha estudiado diversos temas de los CEO y TMT desde la
perspectiva de la teoría de las organizaciones y de la administración estratégica,
en el cuadro siguiente se presentan ejemplos de estos estudios.
Autor (s) CEO TMT Estudio
Hambrick and Mason (1984)
Características demográficas (edad, experiencia funcional, educación, posición financiera), base cognitiva y valores
Hambrick (2007) Distribución del poder e integración del comportamiento
Cannela, Park and Lee (2008)
Diversidad de la experiencia funcional de los miembros del equipo y su relación con el desempeño
Wiersema and Bantel (1992)
Análisis del rol de los equipos en contraposición a los líderes individuales. Estudio de las variables edad, ocupación en la organización y en el equipo de trabajo, nivel de educación, especialización técnica, cambio en la estrategia corporativa, desempeño y tamaño de las organizaciones.
Finkelstein (1992) Experiencia funcional.
Thomas and McDaniel (1990)
Interpretación de los asuntos estratégicos por los altos directivos y su influencia en las acciones estratégicas en el nivel organizacional.
Simsek, Veiga, Propone la variable integración del
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Lubatkin, Dino. (2005)
comportamiento del equipo de alta dirección, incluye tres elementos: 1) nivel de comportamiento colaborativo, 2) cantidad y calidad de intercambio de información, y 3) énfasis en la toma de decisiones en conjunto. Determinantes de integración del CEO: orientación colectivista, ocupación y valores; determinantes del equipo de trabajo: diversidad en las preferencias de la meta, en la ocupación, en la educación, en el tamaño y diversidad funcional. Características organizacionales: desempeño, tamaño y edad.
Barrick, Bradley and Colbert (2007)
Analizan las variables comunicación y cohesión entre los equipos, su interdependencia y su relación con el desempeño organizacional y el desempeño de los equipos.
Cho (2001) Efectos de la composición de los equipos en la elección estratégica.
Dhlin, Weigart y Hinds (2005)
Diversidad nacional y educacional en los equipo de la alta administración.
Sutcliffe (1994) Características del equipo: diversidad funcional y ocupación del equipo directivo. Características de la organización: centralización.
Rowe (2001) Liderazgo estratégico, administrativo y visionario.
Boeker (1997) Características de los CEOS (sucesión y ocupación), y de los TMT (ocupación y heterogeneidad), y la incidencia en el desempeño y el cambio estratégico.
Rajagopalan & Datta (1996)
Características de los directivos (CEO): ocupación en la empresa, nivel educacional, experiencia y heterogeneidad funcional. Características de la organización: tamaño,
Miller, Droger & Toulouse (1998)
La necesidad de logro influye en la estructura organizacional y en el proceso estratégico. Características de la organización: tamaño, centralización.
En la investigación se tienes tres objetivos principales. El primer objetivo es
analizar los procesos estratégicos o los procesos de cómo se hacen las
estrategias en las organizaciones. El segundo objetivo es, estudiar las
características (demográficas, administrativas, competencias y psicológicas) de los
directivos y de los no directivos de las organizaciones, es decir de los recursos
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humanos que ocupan puestos de responsabilidad en los niveles intermedios a
superiores en la estructura organizacional, de manera general los agrupamos en el
término los administradores. El tercer objetivo es analizar las relaciones entre las
características de los administradores (directivos y no directivos) con los procesos
de hacer las estrategias.
En la gráfica siguiente se sintetizan estos objetivos.
Los procesos de hacer las estrategias
“El proceso de hacer estrategias es un fenómeno amplio que involucra la toma de
decisiones por los altos administradores y otros miembros de la organización. Las
estrategias resultan de la continuidad en el tiempo que refleja las decisiones
claves realizadas en el contexto organizacional considerando los factores del
entorno. Los procesos de hacer estrategias son los métodos y las practicas de las
organizaciones utilizados para interpretar las amenazas y las oportunidades y
realizar decisiones para un uso efectivo de los recursos y las habilidades. La meta
de tal proceso de toma de decisiones es obtener congruencia, o ajuste, entre las
variables claves, tales como entornos, estructura, y estrategia, para lograr un
óptimo desempeño. Como tal, las dimensiones del proceso de hacer estrategias
son pensadas para impulsar un rango completo de actividades organizacionales
que dirijan los asuntos de toma de decisiones, planeación, y administración. El
hacer las estrategias es también un proceso que emerge de la cultura de la
organización y refleja la visión de sus líderes y los valores compartidos de los
miembros de la organización” (Lumpkin and Dess, 1995: 1387).
En las organizaciones se realizan diversos procesos, por ejemplo Hall (1979)
analiza la comunicación y la toma de decisiones. El proceso estratégico ha sido
abordado por diversos autores como un proceso de hacer la estrategia (Hard,
1992), en esta investigación nos referiremos a ambos puntos de vista como
equivalentes, ya que el proceso estratégico incluye las actividades de hacer
estrategias.
Características de los administradores
Demográficas
Administrativas
Competencias
Psicológicas
Procesos de hacer estrategia
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En la literatura se abordan los temas contenido estratégico y los procesos de
hacer estrategias como dos conceptos relacionados (Miller, Droge and Toulouse,
1988). El contenido estratégico se refiere al análisis de las estrategias (por
ejemplo innovación del producto) que implementan las organizaciones para
lograr una ventaja competitiva frente a la competencia y con el objetivo de
incrementar el desempeño económico (Powell, 1992). El proceso de hacer
estrategias está relacionado con los procesos de formular, implementar y evaluar
los resultados de la estrategia (Powell, 1992; Chakravarthy, Muller-Stewens,
Lorange & Lechner, 2003; Hax & Majluf, 1997; Hatch, 1997; Thompson, Strickland
& Gamble, 2008). Respecto a la relación entre contenido y procesos de hacer
estrategias, cuanto más interactivos y analíticos sean los procesos de hacer
estrategias se tiene más posibilidades de encontrar las mejores estrategias que
respondan a las amenazas y oportunidades del entorno, como también, a las
fuerzas y debilidades de las organizaciones, esto requiere de los administradores
mas interacción con sus colaboradores y análisis sistemáticos de la información
del entorno y de la organización.
Diversos autores (Miller, 1987; Hart, 1992) han propuesto marcos teóricos y
criterios para caracterizar los procesos de hacer la estrategias. Sintetizaremos y
relacionaremos sus planteamientos fundamentales. Miller (1987) caracteriza los
procesos de hacer estrategias considerando las dimensiones en los procesos de
toma de decisiones estratégicas: racionalidad, asertividad, e interacción.
La dimensión racionalidad ha sido abordada en dos escuelas de pensamiento. En
la primera escuela sinóptica, racional o de la planeación, los teóricos sugieren la
realización de análisis cuidadoso, escaneo sistemático de los mercados para
identificar amenazas y oportunidades, planear metodológicamente y articular las
unidades estratégicas. La segundo escuela trata al proceso de hacer estrategias
como muy sujeto a la racionalidad limitada. De acuerdo a este grupo de teóricos,
las organizaciones hacen poco análisis, no optimizan, y formulan las estrategias
de acuerdo a la intuición, implícito, procesos espontáneos y no racionales, dado el
rango y complejidad de los problemas que enfrentan las organizaciones por
razones políticas y limitaciones cognitivas ( March and Simon, 1958).
La segunda dimensión – interacción -, los teóricos ven a las decisiones como
resultados de los procesos sociales y políticos. Los procesos políticos pueden
variar grandemente en naturaleza e intensidad, la mayoría de las organizaciones
son cuerpos políticos en el cual, para mejorar o empeorar, negocian, y construyen
consensos para lograr resultados. Esto se presenta con más frecuencia en las
grandes organizaciones centralizadas. En las pequeñas organizaciones el poder
se concentra en los altos directivos y por lo tanto hay poca interacción en estos
procesos (Miller, 1987).
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La tercera dimensión del proceso de hacer estrategias – asertividad – se refiere a
los niveles de toma de riesgos y a los comportamientos reactivos o proactivos de
los tomadores de dicciones. Las organizaciones emprendedoras toman riesgos
audaces y actúan más que reaccionan a sus entornos. En las organizaciones mas
complejas tienen un comportamiento más conservador, actuar incrementalmente
en responder a sus entornos (Miller, 1987).
En la tabla siguiente se presentan las variables de los procesos de hacer
estrategias propuesto por (Miller, 1987).
Dimensiones Autores
Racionalidad Análisis Orientación al futuro / planeación Explicites de la estrategia Escaneo del entorno Interacción Construcción de consensos vs toma de decisiones individuales Negociación Asertividad Proactividad Toma de riesgos
Andrews (1980); Lindblom (1968) Steiner (1969); Quinn (1980) Ansoff (1965); Mintzberg (1973) Aguilar (1967); Andrews (1980) Bass (1984); Likert (1981) Pettigrew (1973); Mintzberg (1963) Miller & Friesen (1984); Cyert & March (1963) Collin & Moore (1970); Mintzberg (1973)
Fuente: Miller (1987)
Hart (1992) propone una tipología de modos de hacer estrategia que sirva de
marco teórico, plantea cinco modos: comando, simbólico, racional, negociador y
generador. Como antecedente a sus planteamientos realiza una amplia revisión de
los diferentes modos de hacer la estrategias, resalta que los autores han
categorizado estos modos tomando en cuenta tres temas: racionalidad
(comprensiva y limitada), visión, e involucramiento. Las propuestas encontradas
enfatizan solamente una parte del contenido y muchos planteamientos están
fragmentados y sobrepuestos. Frente a esta situación, el autor propone un marco
teórico integrador construido sobre el avance en la construcción de las tipologías
realizado por otros autores. Esta propuesta está basado en los roles
contrastantes de los altos administradores y de los miembros de las
organizaciones que participan en estos procesos. Los roles que juegan los altos
administradores van desde un rol de comandante, donde la las estrategias son
conscientemente formulados en la cúspide y es utilizado en el resto de la
organización, a otro rol que podría ser llamado patrocinador, donde la estrategia
emerge de abajo y es reconocido y apoyado por la alta gerencia Hart (1992). De
igual manera, los roles que juegan los miembros de la organización pueden ir en
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un rango que va de los roles que juega un soldado, en cual los miembros ejecutan
los planes formulados por los altos administradores, a un rol de emprendedores,
en el cual los miembros son ex pectados a comportarse autónomamente en la
búsqueda de nuevas iniciativas. En la tabla siguiente se sintetizan las
características específicas de cada modo: comando, simbólico, racional y
generador.
Marco teórico integrador para el proceso de hacer estrategias
Descriptores
Comando Simbólico Racional Transaccional Generador
Estilo Rol de la alta administración Rol de los miembros de la organización
(imperial) La estrategia maneja el líder o un pequeño grupo de la alta administración (comandante) Provee la dirección (Soldado) Obedece las órdenes
(Cultural) La estrategia es manejada por la misión y la visión de futuro (Coach) Motiva e inspira (Jugador) Responde a los retos
(Analítica) La estrategia es manejada por la estructura formal y los sistemas de planeación (Jefe) Evalúa y controla (Subordinado) Sigue el sistema
(Procedimiento) La estrategia es manejada por los procesos internos y un mutuo ajuste (Facilitador) Empower y permitir (Participante) Aprende y mejora
(Orgánico) La estrategia es manejada por la iniciativa de los actores de la organización (Patrocinador) (Emprendedor) Experimenta y toma riesgos
Fuente: Hart (1992).
En el modo comando, donde los altos administradores formulan la estrategia y
los miembros de la organización lo ejecutan, describe un modo de comandante en
el hacer la estrategia. En tal caso, un líder fuerte o pocos altos administradores
diseñan la estrategia y lo desplazan a los otros niveles de la organización para su
ejecución. La alta administración realiza el control y evaluación de los planes
estratégicos. En el modo simbólico de hacer la estrategia, donde los líderes
tienden principalmente a articular una misión y creación una visión y una
perspectiva común que sirva de guía a las acciones de los miembros de la
organización hacia una meta común.
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En el modo racional, el sistema de planeación es formal y predomina las
relaciones jerárquicas, describe un modo racional de hacer la estrategia. En este
caso, el hacer la estrategia es vista como la ejecución de los planes producidos a
través de los análisis comprensivos y procedimientos sistemáticos. Los altos
administradores determinan la dirección estratégica a través de procesos formales
de planeación que implica en una extensiva recolección de información y el
involucramiento de los miembros altamente estructurado. En el modo
transaccional, los miembros de la organización se mueven en los altos niveles de
involucramiento en los procesos estratégicos. En tal caso, el rol primario de los
altos administradores es facilitar un proceso interactivo de la formación de la
estrategia; el contenido de la estrategia emerge a través de transacciones entre
los miembros, los proveedores, clientes, y los participantes claves de la
organización. En el modo generador del hacer de la estrategia, los directivos
proporcionan los recursos a los emprendedores internos, y la alta administración
ajusta la estrategia al modelo de innovación que surge en los niveles inferiores de
la organización.
Los altos administradores, en particular, enfocan su atención en las diferentes
prioridades de cada uno de los cinco modos, ellos tienen diferentes mecanismos
de control. Por ejemplo, en el modo simbólico, los altos administradores se
enfocan principalmente en la misión y visión de la organización. En contraste, en
el modo racional, los altos administradores se enfocan fundamentalmente en las
metas de la organización, en la estrategia competitiva, en la estructura formal y en
los sistemas necesarios para su implementación. Con el modo transaccional, la
alta administración enfatiza en el diseño y facilitación de efectivos sistemas y
procedimientos organizacionales. Los mecanismos de control de los altos
administradores puede ser conceptualizado como un rango que va de la
articulación de la misión y visión, al otro extremo, para interesar a los participantes
en procesos informales. En la tabla siguiente se sintetiza las relaciones entre los
modos de hacer la estrategia con los mecanismos de control utilizados por altos
administradores.
Modos de hacer la estrategia y los mecanismos de control de la alta
administración
Mecanismo Comando Simbólico Racional Transaccional Generador
Misión Visión Metas Estrategia Estructura Sistemas Procesos
* * * * * * *
* * *
* * * *
* * * * *
* *
* * * * *
* * *
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Gente * * * *
Fuente: Hart (1992). * enfoque primario * * enfoque secundario
Los cinco modos que integran el marco teórico de hacer la estrategia abarca un
amplio rango de literatura. Los modos comando y racional claramente reflejan dos
aspectos diferentes de la racionalidad comprensiva, mientras que el modo
transaccional contiene mucho del contenido de la categoría racionalidad limitada.
Los cinco modos parecen no ser mutuamente excluyentes. En la práctica, las
organizaciones pueden combinar dos o más modos dentro de distintivas
combinaciones de procesos de hacer estrategias. Estos modos proceso y las
configuraciones podrían tener implicaciones significativas en el desempeño de las
organizaciones.
En el modo racional implica realizar análisis sistemático del entorno, evaluación de
las fuerzas y debilidades internas, planteamiento de metas explicitas, evaluación
de las alternativas y cursos de acción, y el desarrollo de un plan comprensivo para
lograr las metas (Stuart, 1992). Es una planeación estratégica formal, se
identifican tres etapas: formulación, implementación y evaluación (Andrews, 1971;
Hatch, 1997). La etapa de formulación de las estrategias está relacionada con el
proceso de toma de decisiones, se realiza un análisis del entorno externo a fin de
identificar las amenazas y las oportunidades, y los factores claves de éxito de la
organización para enfrentarlos. Un análisis de la situación interna de la
organización para identificar las fortalezas, las debilidades y las competencias
distintivas de la organización. Con ambos análisis se formula las alternativas de
estrategias, se evalúa las alternativas y se elige la mejor estrategia, se toma en
cuenta además la responsabilidad social y los valores administrativos.
La implementación se refiere como convertir estas decisiones en acciones y así
lograr las metas predefinidas. Se lleva a cabo la estrategia con la participación de
los recursos humanos de la organización en todos sus niveles de la estructura
administrativa.
Estos procesos son iniciados y manejados por los altos administradores, mientras
que los recursos humanos de los niveles intermedios y operativos son los
responsables de llevar a cabo los mismos y de proporcionar la información
necesaria, sirven de facilitadores en la realización de las estrategias. La
administración estratégica se refiere a los procesos por los cuales los
administradores generales de las organizaciones desarrollan y utilizan la
estrategia para alinear las competencias de su organización con las amenazas y
restricciones presentadas en su entorno (Jemision, 1981).
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El proceso estratégico generalmente es vista como un modelo estratégico
(Thomas & McDaniel, 1990) importante para la toma de decisiones que: (1) guía a
la organización en su relación con su entorno,(2) afecta a los procesos y
estructura interna de la organización, y (3) centralmente afecta al desempeño
organizacional. Como tal, la estrategia aparece ser como un concepto aceptable
de la investigación, puede ser relacionado con muchos otros constructos o
variables (Hambrinck, 1980).
La estrategia prevaleciente en una organización proporciona un marco teórico
dentro del cual sus administradores comprenden su entorno e interpretan los
asuntos estratégicos. Los altos administradores en una organización tienden a
interpretar un evento estratégico sobre la base de su experiencia organizacional
pasada que ha sido incluido en su estrategia existente. La percepción selectiva del
entorno que realizan los altos administradores se enfoca sobre lo que es necesario
para ejecutar la estrategia de la organización e ignorar la información que es
irrelevante a esa estrategia. Estos actores tienen las competencias administrativas
para percibir y analizar la información del entorno y de la propia organización, con
esta información participa activamente en el proceso de toma de decisiones
asociados a la planeación, implementación y evaluación de las estrategias. El
proceso estratégico no es un proceso individualista, es colectivo, El mismo es
iniciado y manejado por los administradores de los niveles superiores de la
organización, son los responsables de su formulación e implementación, los
administradores del nivel medio y operativo facilitan la información para realizar
este proceso estratégico. La interrelación política de los individuos y la
interrelación colectiva ha sido examinado para comprender mejor la estrategia. En
estudios donde el objeto de referencia es el CEO solamente, es claro que tal
metodología reduce el entendimiento del proceso estratégico.
Thompson, Strickland and Gamble (2008) plantean cinco etapas interrelacionadas
e integradas del proceso estratégico, elaboración y ejecución de una estrategia.
Formulación: (1) Desarrollar una visión estratégica de la dirección que la empresa
necesita tomar y de aquello en lo que debe centrar su futura tecnología de
producto / mercado cliente; (2) Establecer objetivos y emplearlos como señales
para medir el desempeño y el progreso de la empresa; (3) Elaborar una estrategia
para alcanzar los objetivos y llevar a la empresa por el curso estratégico que trazó
la administración.
Implementación. Aplicar y ejecutar la estrategia elegida de forma eficiente y eficaz.
Evaluación. Evaluar el desempeño y poner en marcha medidas correctivas en la
dirección, los objetivos, las estrategias o la ejecución a largo plazo con base en la
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experiencia real, las condiciones cambiantes, las nuevas ideas y las
oportunidades.
El constructo procesos de hacer la estrategia refleja las características individuales
de los directivos participantes (por ejemplo, experiencia, responsabilidad funcional,
educación) tanto como el constructo en si mismos. La teoría y la investigación
proporcionó apoyo por la influencia importante de las características de los
equipos de alta administración sobre la estrategia y resultados del desempeño
(Hambrick and Mason, 1984; Lumpkin and Dess, 1995). La personalidad (motivos
personales, predilecciones, y capacidades) y otras características (demográficas,
administrativas, psicológicas) de los directivos tiende a incidir en los procesos de
hacer las estrategias, con mas fuerza en las pequeñas organizaciones, por
ejemplo, la necesidad de logro, es decir, la necesidad de las personas por reunir
estándares de excelencia, para lograr tareas difíciles, y para obtener el éxito
inciden en la racionalidad intentada de los procesos de hacer estrategias (Miller,
Droge and Toulouse, 1988).
A continuación analizaremos las características demográficas, administrativas,
competencias y psicológicas.
Las características de los administradores
En los estudios de las estrategias y de los procesos estratégicos, uno de los temas
es el análisis de las características de los altos directivos y de los equipos de alta
administración, ya que son los actores principales que participan activamente en la
gestión administrativa y estratégica de las organizaciones.
Las características y las diferencias de los directivos han emergidos como temas
de interés considerable en la academia y en la literatura de negocios popular
sobre liderazgo ejecutivo; el alto directivo dado su forma y poder simbólico tiene
un impacto significativo sobre las actividades organizacionales y en el desempeño.
Su orientación cognitiva y su base de conocimiento tiene sus implicaciones en la
toma de decisiones estratégica. La investigación sobre las características de los
altos administradores pueden ser divididos en dos categorías: La primera
categoría de los estudios que examinan a las características de los altos
administradores como función de los antecedentes contextuales y
organizacionales, predominantemente se han tomado en cuenta tamaño de las
organizaciones, el desempeño, y el contexto externo, entre otros temas; por
ejemplo, Thomas and McDaniel (1990), los efectos de la estrategia y la estructura
de procesamiento de información en la interpretación que realizan los equipo de la
alta administración de los asuntos estratégicos. En la segunda categoría se
agrupan los estudios que examinan las características de los altos administradores
16
como variables antecedentes que influyen en las acciones administrativas, en los
procesos de hacer la estrategia, en el desempeño entre otros temas relacionados
a las variables internas de las organizaciones. Por ejemplo, Cannella, Park and
Lee (2008) analizan la relación la diversidad funcional de los equipos de alta
administración con el desempeño de las empresas. Wiersema and Bantel (1992)
lo relaciona el cambio estratégico corporativo.
Las características de los administradores las agruparemos en cuatro categorías
interrelacionadas: Demográficas, administrativas, competencias y psicológicas.
Características demográficas
Hambrick & Mason (1984) proponen el estudio las características demográficas
observables de los administradores: Edad, antigüedad en la organización,
antecedentes o formación funcional, educación y base de habilidades de las
personas, situación socio económica, posición financiera; estas características de
los directivos o del equipo de alta administración son determinantes en la elección
estratégica, lo cual reflejará en el desempeño de la organización. En su modelo
teórico también incluyen la base congnitiva o conocimientos y los valores de los
altos directivos, estas variables son consideradas filtros en la percepción del
entorno externo de la organización. Los planteamientos teóricos de estos
autores y de otros relacionados con el tema han servido de base para la
realización de diversas investigaciones sobre las características de los altos
directivos y de los equipos de alta administración, en el cuadro siguiente se
presentan unos ejemplos de estos estudios.
17
Características demográficas de los altos directivos
Autores
Edad Hambrick y Mason (1984)
Wiersema & Bantel (1992)
Experiencia funcional Hambrick y Mason (1984)
Finkelstein (1992)
Rajagopalan and Datta (1996)
Experiencia de otras carreras Hambrick and Mason (1984)
Educación Hambrick and Mason (1984)
Wiersema and Bantel (1992)
Rajagopalan and Datta (1996)
Posición financiera Hambrick and Mason (1984)
Especialización técnica Wiersema and Bantel (1992)
Ocupación en la organización Wiersema and Bantel (1992)
Simsek, Dino. Veiga, Lubatkin (2005)
Boeker (1997)
Rajagopalan and Datta (1996)
Características del equipo de alta administración (TMT)
Diversidad de la experiencia funcional Simsek, Dino. Veiga, Lubatkin (2005)
Sutcliffe (1994)
Rajagopalan and Datta (1996)
Beckman and Burton (2008)
Diversidad funcional Cannela, Park & Lee (2008)
Sutcliffe (1994)
Nivel de comportamiento colaborativo Simsek, Dino. Veiga, Lubatkin (2005)
Toma de decisiones en equipo Simsek, Dino. Veiga, Lubatkin (2005)
Diversidad de las preferencias de meta Simsek, Dino. Veiga, Lubatkin (2005)
Diversidad en la ocupación Simsek, Dino. Veiga, Lubatkin (2005)
Dhlin, Weigart y Hinds (2005)
Sutcliffe (1994); Boeker (1997)
Diversidad en la educación Simsek, Dino. Veiga, Lubatkin (2005)
Diversidad en el tamaño Simsek, Dino. Veiga, Lubatkin (2005)
Diversidad nacional Dhlin, Weigart y Hinds (2005)
Comunicación y cohesión entre los equipos
Barrick, Bradley y Colbert (2007)
18
Interdependencia Barrick, Bradley y Colbert (2007)
Distribución del poder del TMT Hambrinck (2007)
El poder en los TMT Finkelstein (1992)
Demografía de TMT Wiersema and Bantel (1992)
Hambrick and Min-Jer (1994)
Simons, Pelled and smith (1999)
Boeker (1997)
Preposición 1: Las características demográficas de los administradores ubicados
en diferentes niveles de la estructura organizacional inciden en los procesos de
hacer las estrategias.
Características administrativas
Los procesos estratégicos y un desempeño superior en las organizaciones
requieren que los directivos y otros recursos humanos posean características
administrativas. En la tabla siguiente se sintetiza las propuestas que realizan los
autores.
Orientación colectivista Simsek, Dino. Veiga, Lubatkin (2005)
Necesidad de logro Miller, Droger and Toulouse (1998)
Sucesión Boeker (1997)
Orientación estratégica Chaganti, R. and Sambharya, R. (1986); Thomas and Ramaswamy (1989)
La carrera de los altos administradores (historia de trabajo)
Gunz and Jalland (1996)
Familiaridad organizacional; experiencia en la industria; propensividad a tomar riesgo; orientación interpersonal; antecedentes funcionales
Gupta (1984)
El poder Sydney (1992)
Liderazgo estratégico Rowe (2001); Ireland and Hitt (2005).
Preposición 2: Las características administrativas de los administradores
ubicados en diferentes niveles de la estructura organizacional inciden en los
procesos de hacer las estrategias.
19
Las competencias El concepto competencia, en el mundo profesional ha llegado ser sinónimo de: idoneidad, suficiencia, capacidad, habilidad, maestría o excelencia. En el campo de la educación las competencias profesionales es un concepto que ha adquirido una gran importancia recientemente, se define como: “un conjunto identificable y evaluable de conocimientos, actitudes, valores y habilidades relacionados entre sí que permiten desempeños satisfactorios en situaciones reales de trabajo, según estándares utilizados en el área ocupacional”. Las competencias sólo pueden ser definidas en relación a la acción, es decir, a su aplicación en un desempeño profesional especifico en un medio socio-técnico-cultural dado. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) la define como: “la idoneidad para realizar una tarea o desempeñar un puesto de trabajo eficazmente por poseer las calificaciones requeridas para ello” (OIT, 1993). Competencia es una combinación dinámica de atributos, que incluyen conocimientos, habilidades, actitudes, motivación, valores, emociones y otros componentes sociales y conductuales que tienen las personas para realizar una tarea. Estos atributos incorporan dimensiones de tipo cognitivo, así como no cognitivo. En efecto, recogen elementos orientados a saber (conocimientos), a saber hacer (procedimientos o habilidades) y saber ser (actitudes). La competencia no consiste en adquirir conocimientos, sino saber qué se hace con ellos, esto es, consiste en una acción que exige, a su vez, un dominio de determinados conocimientos Las competencias se clasifican en genéricas y específicas. Las primeras tienen un carácter transversal porque están presentes en la mayor parte de las tareas de los profesionales, son aquellas competencias compartidas por todas las materias o ámbitos de conocimiento. Las competencias específicas distinguen y caracterizan una profesión determinada, son aquellas relacionadas con disciplinas concretas, se presentan con niveles explícitos de expertizaje, corresponden a un contexto específico y su evaluación puede ser hecha simulando situaciones de trabajo. Pero, independientemente del tipo y de la diversidad de definiciones de competencia, la casi totalidad de ellas concuerda en que requieren la presencia simultánea de conocimientos, habilidades o destrezas y actitudes que reflejan comportamientos profesionales estéticos y éticos. Las competencias residen en las personas, quienes movilizan y aplican la tecnología y recursos de diverso orden en un contexto determinado. Esto significa que las personas son capaces de pensar en términos de procesos y actuar para eliminar los obstáculos que se presenten en el proceso. Pero también, las personas competentes crecientemente deben movilizar sus propios recursos y los recursos de las demás personas, los de su organización y los del contexto socio técnico en que actúan. Ello incluye el acceso a bancos de datos, selección de datos y su transformación en información, negociación e implementación de alianzas estratégicas y elaboración de propuestas de solución donde la mayoría gane con su aplicación (Miranda, 2009). El tema de las competencias de los recursos humanos en las organizaciones no es nuevo, Taylor es uno de los primeros que analiza este tema, trata de identificar a los trabajadores más competentes para realizar un trabajo específico. Estos
20
estudios son una de las bases de la administración científica del trabajo. Sandberg (2000) plantea una perspectiva interpretativa (phenomenography) de las competencias humanas en el trabajo como una alternativa a los planteamientos racionalistas. La perspectiva racionalista, es una perspectiva dominante utilizada en la administración, está fundamentada en los principios científicos de la investigación tradicional racionalista. Se plantea tres planteamientos que se pueden distinguir: orientado al trabajador, orientado al trabajo y orientado multimétodo. Dentro del planteamiento orientado al trabajador, la competencia es principalmente vista como constituida por atributos poseídos por los trabajadores, típicamente representado como conocimientos, destrezas, habilidades y aptitudes y rasgos personales requeridos para la realización de un trabajo efectivo. En la perspectiva racionalista estos atributos son agrupados en categorías, cuantitativamente medidos y correlacionados con el trabajo realizado por el trabajador, esta perspectiva ha sido criticada por producir competencias demasiado generales y abstractas y por lo tanto con un valor limitado como una base de desarrollo de la competencia. En la orientación orientada al trabajo, la competencia también es vista como un conjunto específico de atributos, considera como punto de partida el trabajo. Primero se identifican las actividades centrales que son necesarias para realizar un trabajo específico y luego se identifican los atributos que deben de cumplir las personas para realizar estos trabajos. Para hacer así, se generan descripciones más concretas y detalladas de lo que constituye la competencia, esto lleva al problema de generar descripciones de competencias muy generales. Una crítica, es que la lista de actividades no indica suficientemente los atributos requeridos para realizar esas actividades eficientemente. Los proponentes del multi-método también estipulan que la competencia está constituida por un conjunto específico de atributos. En esta propuesta se trata de evitar las críticas realizadas a los dos planteamientos anteriores. Sandberg (2000) realiza una evaluación crítica de los planteamientos racionalistas de la competencia. Estos planteamientos han contribuido en la comprensión de la competencia, su visión de competencia como un conjunto de atributos ha sido criticada como problemática por identificar y describir la competencia en el trabajo. La operacionalización de los atributos en mediciones cuantitativas a menudo resultan ser abstractas y generalmente descripciones estrechas y simplificadas que podrían no ser adecuadas para representar la complejidad de la competencia en la realización del trabajo. Tales predefiniciones de competencias podrían confirmar el modelo de competencia propio del investigador, más que capturar la competencia de los trabajadores. El interés más fuerte, sin embargo, es que las descripciones de competencias producidas desde una perspectiva racionalista son indirectas. Es decir, que el conjunto de competencias no informan lo que realmente constituye una competencia para realizar determinado trabajo. Esta
21
situación se debe a que en el planteamiento racionalista o positivista, la persona (el trabajador) es considerado independiente de la realidad objetiva (el trabajo). La perspectiva interpretativa es una alternativa a la racionalista para comprender y analizar la competencia. Varios autores han contribuido a los planteamientos interpretativos (Weber, Schutz, Berger y Luckmann, Giddens, entre otros). La principal característica es su base fenomenológica, se plantea que la persona y el mundo están estrechamente relacionados a través de la experiencia del mundo de las personas. De acuerdo a estos planteamientos, la competencia no es vista como consistente de dos entidades separadas; en lugar de ello, el trabajador y el trabajo forman una entidad a través de la experiencia vivida en el trabajo. La competencia es vista como constituida por los significados del trabajo que tiene el trabajador en las experiencias vividas al realizar sus actividades, es una alternativa para entender la competencia humana en el trabajo. Estas competencias son diferentes a lo que se tiene escrito en los manuales de trabajo, en los programas de entrenamiento y en los organigramas de las organizaciones. Saval y Zardet (2009) proponen una matriz de competencias como una
herramienta de evaluación y control, es una poderosa ayuda para la puesta en
marcha de las estrategias de la organización. Este instrumento es un sinóptico que
visualiza para un servicio, el grado de competencias efectivas de las diferentes
personas que contribuyen a la actividad de un departamento así como a la
organización concreta del trabajo. Las competencias son definidas para la dupla
de un conocimiento teórico (adquirido de manera didáctica o por el aprendizaje) y
de una práctica observable de una operación. La matriz de competencias,
establecidas para los directivos de la organización, permite censar competencias
tanto sobre las operaciones ligadas a las actividades de la unidad o del equipo,
como sobre “saber hacer” particular de cada persona que trabaja allí.
La matriz de competencias tiene una primera función en el proceso de planeación
estratégica y de puesta en práctica de la estrategia: es una herramienta de ayuda
al diagnóstico estratégico de la empresa, tanto bajo la forma de matrices de
competencias detalladas de cada división o unida de la empresa, como bajo la
forma de macro-matriz de competencias de toda la empresa. El examen de estas
matrices permite detectar las competencias disponibles y compararlas con las
competencias necesarias, teniendo en cuenta la situación estratégica y las
acciones actuales de la empresa. Las matrices de competencias también permiten
hacer un recuento del potencial estratégico de la empresa en términos de
competencias actuales y futuras.
Preposición 3: Las competencias de los administradores ubicados en diferentes
niveles de la estructura organizacional inciden en los procesos de hacer las
estrategias.
22
Características psicológicas
Gunz and Jalland (1996) propone las características personales de los directivos
(personalidad, estructura cognitiva, conocimiento, competencias y preferencias), al
respecto Hambrick y Mason (1984) se refiere como las características sicológicas
(base congnitiva o conocimientos y los valores); Wally y Baum (1994) consideran
las características de personalidad, estilos cognitivos, uso de la intuición,
tolerancia por el riesgo, y propensión a actuar de los directivos; Gupta (1984)
plantea que los administradores generales para realizar una efectiva
implementación de las estrategias deberán reflejar sus conocimientos, valores,
habilidades, actitudes, y perspectivas personales.
Las características individuales de los altos administradores y de sus equipos de
trabajo ubicados en diferentes niveles de la estructura organizacional afectan en la
efectividad de las estrategias que ellos elijen e implementan, es decir, en el
proceso estratégico; de esta manera los directivos afectan en el comportamiento
estratégico de toda la organización. Los directivos (CEO) y los equipos de la alta
administración (TMT) son útiles en el comportamiento estratégico de la
organización, ellos no son exclusivamente responsables por el éxito en la elección
de las estrategias o en su implementación; los administradores del nivel medio
también son involucrados en los procesos de formulación de la estrategia y de su
ejecución; el comportamiento estratégico puede ser entendido como sistemas de
significados compartidos de los administradores de la organización. La estructura
cognitiva de los administradores ubicados en diferentes niveles de la organización
son importantes en la selección e implementación de las estrategias, Las
características personales diferentes de los administradores resultan en
diferencias en percepciones dentro de la organización, las personas perciben de
manera diferente las amenazas y las oportunidades del entorno, y así la adopción
de diferentes cursos de acción. Cada participante tiene una percepción particular
de la idea, pero hay una amenaza común que afecta a la organización, se tiene
unos significados colectivamente compartidos entre los participantes en los
procesos estratégicos (Gunz and Jalland, 1996).
Los directivos y los recursos humanos en general para participar en la elección
estratégica y en los procesos estratégicos requieren aprender y poner en práctica
las competencias administrativas, las competencias son conceptualizadas en
términos de las actividades y los atributos personales asociados con la realización
de ocupaciones específicas Las competencias están asociados con los
conocimientos, destrezas, habilidades, y comportamientos (Rubin and Dierdorff,
2009). Estos atributos son aprendidos en programas de entrenamiento
administrativo, en las escuelas de negocios y en la realización de diversos trabajos
y actividades en las organizaciones. Rubin and Dierdorff (2009) en un estudio de
23
52 ocupaciones administrativas identificó seis competencias de comportamiento
administrativo (manejo de procesos de toma de decisiones, manejo del capital
humano, manejo de la estrategia y de la innovación, manejo del entorno de la
tarea, manejo de la administración y control, y manejo de la logística y la
tecnología).
Parente, Stephan y Brown (2006) plantean que los administradores deben tener o
adquirir habilidades, destrezas y conocimientos relacionados con la
administración estratégica para contribuir con el desarrollo de la organización, y no
solo poseer habilidades administrativas tradicionales (por ejemplo, planeación,
toma de decisiones, solución de problemas), las habilidades estratégicas pueden
ser logrados a través de la experiencia en el trabajo, lo cual requiere un largo
periodo de tiempo, o a través de los programas educativos. Las habilidades
estratégicas incluyen: conocimiento del mercado, manejo del conflicto,
identificación y enfrentamiento a las amenazas del entorno, desarrollo y
fortalecimiento de las fortalezas, actividades de emprendimiento, y manejo de la
diversidad, integración del conocimiento funcional, la habilidad para implementar
las ideas, y entender y manejar interrelaciones complejas en las organizaciones,
en las industrias, y en la economía. Para adquirir las habilidades de administración
estratégica, la experiencia en el trabajo debe ser significativa, extensiva a todos
los niveles de la organización. La adquisición de habilidades estratégicas es una
función y requiere de la maestría tanto de las habilidades tradicionales como de
las habilidades de administración del software, así como, de las experiencias
individuales y grupales.
Los modelos mentales Es otra característica personal importante de los recursos humanos en las organizaciones. Los modelos mentales de los administradores influyen en la toma de decisiones, en el comportamiento y en el desempeño de las organizaciones, y también, pueden ser influenciados por los niveles jerárquicos de la estructura organizacional (Baldauf, Crom and Grossenbacher (2008). Muy pocos estudios teóricos y empíricos se tienen sobre las relaciones entre los modelos mentales de los administradores con los procesos estratégicos. La teoría de la percepción selectiva sugiere diferencias en los modelos mentales de los administradores ubicados en diferentes niveles jerárquicos, estos actores tiene una racionalidad limitada, ya que tienden a enfocarse su atención en problemas que están circunscritos al puesto que ocupan y por sus roles que desempeñan dentro de la organización. Estos roles que tiene que ser realizados por los administradores difieren sistemáticamente entre los niveles jerárquicos. Las personas con una amplia perspectiva de la administración general, son más probables que tengan mayor participación en gestión administrativa y estratégica, por lo que se incrementan las diferencias en los modelos mentales entre los
24
individuos que ocupan diferentes niveles en la jerarquía organizacional (Baldauf, Crom and Grossenbacher (2008). Hay varias definiciones de modelo mental, las que se han definido desde la
perspectiva de la administración son: Modelo mental se refiere a la representación
mental de una persona de un sistema y como trabaja. En esta definición se toma
en cuenta (1) las variables incluidas en el sistema, (2) las propiedades y estados
de esas variables, y (3) el causal o otras relaciones entre aquellas variables
(Huber and Lewis, 2010). También es definido como “una representación de algún
dominio o situación que apoya el entendimiento, razonamiento, y predicción”
(Baldauf, Crom and Grossenbacher ,2008). Estos autores han distinguido entre el
contenido y la estructura mental de los modelos mentales. El contenido se refiere
a lo que los administradores piensan de un dominio de información (ejemplo, a la
fuerza de ventas como una actividad de cadena de valor), plantean que hay
diferencias entre los directivos y sus subordinados equipos de administradores.
Por otra parte, la estructura del modelo mental está relacionada con la
organización de esta información, plantean que la estructura mental de los
directivos tiene altos niveles de integración en comparación con los de los equipos
de trabajo subordinados.
Entendiendo que el contenido de los modelos mentales es importante para
comprender las relaciones entre los modelos mentales y la acción individual u
organizacional. Además el conocimiento de la estructura de los modelos mentales
es necesario cuando se tiene que resolver problemas y para entender el
funcionamiento de las habilidades interpersonales. Así, la estructura y el contenido
de los modelos mentales deben ser simultáneamente evaluados.
Las representaciones mentales La representación mental de los asuntos estratégicos, permite profundizar en la reflexión y realizar efectivas toma de decisiones organizacional. Estas representaciones tienen tres características, diferenciación, integración y coherencia. La diferenciación se refiere a la operacionalización de las entidades (por ejemplo, constructos y categorías) y es asociada con la evocación de la información detallada de los tomadores de decisiones. La integración implica la recombinación consiente de la información de acuerdo a las percepciones de simillaridad basada en características sobrepuestas. La coherencia se refiere a la consistencia lógica de las representaciones mentales de los tomadores de decisiones en términos de sus relaciones causales entre las entidades de interés (Chattopadhyay, Hodgkinson and Healey, 2006). Hay varias técnicas e instrumentos para realizar representaciones mentales de los administradores, incluyendo mapeo cognitivo, planeación de escenarios, y procedimientos relacionados. Estas técnicas pueden ayudar a los administradores a mejorar el conocimiento administrativo y organizacional que afectara en la calidad de los
25
procesos estratégicos, por lo que es muy importante que exista una secuencia bien estructurada entre las propiedades diferenciación, integración, y coherencia de las representaciones mentales de los administradores. El pensamiento estratégico está relacionado con las predicciones e inferencias en las organizaciones y en las contingencias contextuales. Desafortunadamente, que cuando se presenta cambios significativos en el entorno, a menudo los administradores no son capaces de actualizar sus representaciones mentales suficientemente rápido para adaptarse a estos cambios o promover otros. El uso efectivo de la técnica de mapeo cognitivo puede minimizar el peligro de tales inercias cognitivas, y ayudar a los administradores a procesar información, actualizar sus representaciones mentales, y las reglas de actuación en los procesos estratégicos de hacer planes estratégicos, estos procesos requieren de los estrategas la habilidad para acezar y procesar la información utilizando sus intuición, como insumo para realizar sus representaciones mentales. Los modelos mentales dentro del sistema racional, están basados sobre conexiones lógicas entre las entidades bajo consideración, los conceptos son mas altamente diferenciados, con redes de conceptos altamente diferenciados y coherentes. ¿Las representaciones y modelos mentales de los administradores ubicados en diferentes niveles de la jerarquía organizacional como inciden en los procesos de hacer estrategias?. Uno de los objetivos de esta investigación es dar respuesta a esta interrogante. Preposición 4: Las características psicológicas de los administradores ubicados
en diferentes niveles de la estructura organizacional inciden en los procesos de
hacer las estrategias.
Conclusiones
En este documento presentamos un marco conceptual que permita analizar las
características de los altos administradores y su relación con los procesos de
hacer estrategias, considerando las características de las organizaciones y el
entorno externo como factores moderadores de estas relaciones.
Tomando en cuenta la literatura revisada, las características de los
administradores los agrupamos en cuatro categorías: demográficas,
administrativas, competencias y psicológicas (mapas mentales y representaciones
mentales). Estas características están estrechamente relacionadas y
yuxtapuestas, es decir, que no se pueden separar unas de otras. En la tabla
siguiente se sintetizan las mismas.
Características de los administradores
Demográficas Administrativas Competencias Psicológicas
Edad
E
Orientación colectivista
Conocimientos
A
Motivación
E
26
xperiencia funcional
Experiencia de otras carreras
Posición financiera
Experiencia técnica
Ocupación en la organización
Necesidad de logro
Orientación estratégica
Familiaridad organizacional
Propensividad a tomar riesgos
Liderazgo estratégico
Poder
ctitudes
Valores
Habilidades
Destrezas
mociones
Rasgos personales
Personalidad
Estructura cognitiva
Estilos cognitivos
Preferencias
Intuición
Perspectivas personales
Modelos mentales
Representaciones mentales
Fuente: Elaboración propia fundamentado en varios autores referenciado en el
documento.
Se presenta el marco teórico de hacer estrategias propuesto por Hart (1992) que
integra los modos: comando, simbólico, racional, transaccional y generador.
Cada uno de los constructos presentados en el documento es necesario
operacionalizarlos en sus dimensiones específicas para realizar investigaciones
empíricas siguiendo metodologías cualitativas o cuantitativas.
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Acapulco, 4 de febrero de 2010