Maranatha Enero 2009

1w w w. e va lv e r d e . c o m

"Por lo tanto hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen” (I Co. 11:30).

Pablo apóstol hizo la declaración aludida ya más de 19 siglos. Después de transcurrido todo ese tiempo, la situación entre el profesante cris-tianismo no ha mejorado antes por lo contrario ha empeorado. Los “muchos” a quienes se refirió en

aquel entonces el apóstol, para estos tiempos se han multiplicado en una forma extensamente grande. Y esto, mas particularmente en las partes del mundo donde existe todavía la opor-tunidad para que podamos los cris-tianos disfrutar de comodidades y aún abundancia de las cosas materia-les. El evangelio “Americano”, como he llamado ya de tiempo al mensaje modernista que enseña que el cris-

tiano está llamado para no sufrir aquí y para vivir en cambio colmado de beneficios materiales para este ha producido los efectos propuestos por el engañador. Hoy son multitudes de cristianos los que “duermen”, in-cluyendo los muchos que hay entre nuestros propios medios. Cuando Pablo apóstol dice que “los que ....

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1ra. Co.16:22

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EN ESTE VOLUMEN

PARA APORTACIONESEN MéXICO DIRÍJASE

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R e v i s ta I n t e r n a c i o n a l M a r a n at h a2

duermen y los que están borrachos” (I Tes. 5:7), se refiere precisamente a la clase de sueño espiritual aquí referido. El Espíritu Santo se está refiriendo aquí a los cristianos cuya vida hoy no difiere en nada a la de aquellos que aún “están borrachos” mas no de alcohol, sino embriagados con la felicidad física y material que les es posible hoy disfrutar. Estando “dormidos” o “borrachos” hay en los sentimientos espirituales de estos cristianos un embotamiento que no les permite ver la tremenda seriedad del tiempo en que estamos viviendo, ni sentir la carga y el dolor por sus hermanos que sufren, mucho menos por esta humanidad miserable que por todos lados nos rodea. En una madrugada reciente mien-

tras meditaba con dolor sobre la desagradable realidad antes descrita, sacudió mi razonamiento una voz que dijo: ¡Va a haber derramamien-to de sangre en Latino-América, y los del Norte están durmiendo! Vi enseguida un inmenso dormitorio en el que había muchísimas camas ocupadas por cristianos dormidos. Yo me vi en mi propia cama, pero brinqué de ella y fui llevado hacia el sur a un lugar donde había una re-unión de líderes políticos latinos, a algunos de los cuales pude reconocer. En sus manos tenían calendarios y parecía como que estaban contando los días y fijando ciertas fechas. Me llamó fuertemente la atención el hecho de que en el cuadro de cada número en los calendarios, apa-recían unos animales como langos-tas (Apoc. 9:3-11). Enseguida miré

un objeto como de dos platos ovala-dos grandes y sellados boca a boca. Me admiró el entender que eran de plata y que tenían comida. Mas esa comida no podía comerse porque estaba encerrada dentro de aquel objeto de plata sellado. Pregunté al Señor qué significaba aquello y se me dio a entender que vienen días cuando la comida va a costar mucho dinero. Esto va a provocar levan-tamientos entre las multitudes en Latino-América y ello va a traer por consecuencia derramamiento de sangre. Lo que está en el futuro, solamente el Señor sabe cómo y cu-ando se tendrá de cumplir. Mas lo importante hoy y sobre lo cual se me puso urgencia para que lo siga diciendo es el hecho doloroso e in-negable de que “los del Norte es-tán durmiendo”. El mensaje de ex-

hortación para despertamiento del pueblo llamado de Dios, no es nue-vo en el ministerio que Él me ha en-comendado. Ha sido ya por una vida y multitudes lo han oído o leído. No son una mayoría los que lo han reci-bido y que están hoy despiertos. Una gran mayoría en cambio son los que “duermen” y esto más particular-mente en el Norte como se me dijo. Nada más puedo hacer por mi parte al respecto, sino lo ya hecho y esto es lo mismo que seguiré haciendo por todos los medios a mi alcance hasta el fin de mi jornada: Sentir el dolor por los muchos que “duermen” y seguir anunciando aún con de-sesperación el mismo mensaje para despertamiento. Repito que sé de antemano que “ninguno de los im-píos entenderá, pero entenderán los entendidos” (Dan. 12:10)

Increíblemente un año y una déca-da (periodo de diez años) más han pasado. Parece ayer que estuvimos entrando al nuevo milenio. Al re-flexionar solo en este último año no podemos negar que Dios hizo

grandes cosas. Ciertamente que fue tiempo de dificultad y más. Sin em-bargo Dios sostuvo Su pueblo y es en tiempos difíciles que los hijos de Dios responden con más intensidad y convicción. Creo que el año pasado fue un poco de preparación para lo que Dios tiene en espera en este ano 2010. "este pueblo crié para mi, mis alabanzas publicará" (Isaías 28:31). (Nos dice quienes somos) "vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo ad-quirido (por Dios ¿y para qué?) Para anunciar las virtudes de aquel que os a llamado de las tinieblas a su luz admirable"(1 Pedro 2:9). Is-rael ha anunciado el monoteísmo, la fe en un solo Dios (Ex. 9:16) y la iglesia ha adquirido ahora para

anunciar las excelencias de Dios co-menzando con que conozcan que el que murió y resucitó fue el único y verdadero Dios manifestado en carne y que solo hay salvación en Su nombre. El nombre de Dios ( Juan 17:6, 17:26), ¡Cristo Jesús el Señor! (1 John 5:20). Siguiendo con todo los demás tesoros de Su Palabra que han sido revelados. Mi abuelo vivió entendiendo lo que Pedro declara, quienes somos y que es lo que debe-mos estar haciendo. Ahora en este año hay que anunciar no solo como ministerio, en lo general sino como congregaciones y más en particular, como individuos. Lo que hemos entendido es algo explosivo que se tiene que anunciar más que nunca. El Señor viene pronto. La salvación de multitudes está en la balanza si

no hay quienes les anuncien el evan-gelio verdadero. Los campos están blancos de la gente, así de religio-sos como de impíos. Muchos de sus corazones están fértiles para recibir lo que es real de los que son reales (Amós 8:11, Juan 8:32). Tu mi her-mano que has oído y conocido la verdad, si en verdad la has entendido la vas a anunciar; punto y sin peros. Dios te bendiga, guarde y el Se-ñor te bendice, mantiene y te utilice en este año. “Conságrense hoy al Señor, porque mañana hará grandes cosas entre vo-sotros” ( Josué 3:5, Daniel 11:32).

Tu servidor en Cristo Jesús el Señor, Pastor Efraím Valverde, III

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EDITORIAL


“ Y veía yo que este cuerno hacia Guerra contra los santos, y los vencia” (Dan. 7:21). “le fue dado hacer guerra contra los santos y vencerlos” (Apoc. 13:7).

Para explicar el significado profético de “las bestias”, del “anticristo”, de “la marca de la bestia”, etc., me es imposi-ble hacerlo en unos cuantos renglones. (Esto lo hago en forma extensa en un libro sobre el cual ya de muchos años he estado trabajando-y anunciando-: “Adoradores de La Imagen de Dios o de La Imagen de La Bestia”). En cambio el simbolismo de “Los Santos Vencidos” de que nos habla el Espíritu Santo en los textos proféticos al prin-cipio citados, sí me es posible explicar-lo en breve. Principio aclarando que lo dicho sobre “los santos vencidos”, no es algo que tendrá de cumplirse allá en un lejano tiempo final, “después del rapto”, como falsamente lo enseñan los promotores del “Futurismo”. Esto, al igual que todos los demás simbolis-mos que se mencionan en Daniel y en el Apocalipsis, son profecías que han estado teniendo ya su cumplimiento más particularmente en el transcurso de los últimos 19 siglos y medio. (Este periódico de tiempo, declaro, es a la vez por su parte la última parte de la Septuagésima Semana de la profecía de Daniel; o sea el tiempo de la Gra-cia, el tiempo de la iglesia, el tiempo de los gentiles). Los santos, como se nos llama a los cristianos (verdaderos) en el Nuevo Testamento, somos los pecadores entre los gentiles quienes hemos sido santificados sola y única-mente por la Gracia de Dios y que in-tegramos hasta hoy Su Iglesia. Duran-te todo el tiempo de los gentiles es de

éstos de quienes está dicho que “ellos le han vencido (al diablo) por la san-gre del Cordero, y por la palabra de Su testimonio y no han amado sus vidas hasta la muerte” (Apoc. 12:11). Mas durante este largo periodo de tiempo y hasta hoy, han estado también, entre ellos “los santos vencidos” no son los millones de fieles seguidores del Señor Jesús quienes durante todos estos siglos han sido muertos por su fe y por su amor hacia Él. Estos últimos son en todo caso “los santos victoriosos”. Los “santos vencidos” son aquellos quienes habiendo crecido en el Señor y aun habiéndole servido con fidelidad, llegó un tiempo en que aquel “sentir que hubo también en Cristo Jesús” (Fil. 2:3-5), se apartó de sus vidas y dejaron su “primer amor” (Apoc. 2:4). Estos son, no solamente los que han negado al Señor para que no los maten, ni nomas los que se han regresado a los diferentes pecados morales de la carne. Estos son también aquellos “hom-bres (ministros y miembros, varones y mujeres), vanagloriosos, soberbios…aborrecedores de lo bueno; traidores, arrebatados, hinchados…” quienes vi-ven hasta hoy “teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la efi-cacia de ella” (II Tim. 3:4). Estos son los que hasta hoy ignoran con pleno conocimiento que “el que no ama a su hermano, está en muerte”, que “cu-alquiera que aborrece a su hermano es homicida” (I Juan 3:14,15) y que esto es mas que suficiente razón para estar vencidos. Hoy existe un gran número de cristianos quienes engañados por el Diablo viven creyendo que están bien, pero andan mal, pues son “santos ven-cidos”

“ Y sobre esta piedra edificaré mi igle-sia…” (Mat. 16:18).Sobre esta breve pero tremenda de-claración hecha por nuestro Señor Jesucristo, he hablado y escrito en in-contables ocasiones. Esta vez vuelvo a citarla para usarla como base al disertar sobre las instituciones, siendo que la Iglesia es una institución. Pues el Se-ñor, conforme a la declaración aludida, en aquel histórico “día del Pentecostés” principió a edificar una institución. Sobre la palabra “Institución”, el dic-cionario “Sopena” dice lo siguiente: “Establecimiento o fundación de una cosa/ Cosa establecida o fundada/ Cada una de las organizaciones funda-mentales de un estado, nación o socie-dad/ Colección metódica de los prin-cipios o elementos de una ciencia, arte, etc.” Todos los aspectos de la sociedad humana están regulados por institucio-nes. No solamente en lo que nosotros llamamos “el mundo civilizado”, mas aun entre las tribus más salvajes y primitivas. Inclusive los animales, y aun los insectos, en sus acciones de ra-zonamientos prefijados son movidos a manejarse en formas que se asemejan a las humanas. Por lo tanto este tema no es solamente una disertación intere-sante, sino que es algo que inevitable-mente tiene que ver con nuestras vidas, queramos o no, para bien o para mal. Pues las instituciones ya establecidas ejercen interferencias en todos los as-pectos de nuestra vida, y controlan directamente o indirectamente todas nuestras acciones. Están para cualquier

lado que miremos y nos es imposible evadir los distintos y múltiples grados de influencias que ellas ejercen sobre cada uno de nosotros. Están las insti-tuciones invisibles, espirituales y están las visibles, mayormente las de carácter secular. En ambos terrenos encontra-mos las de influencia positiva y la de influencia negativa. Las de origen Di-vino y en las que opera “el dios de este siglo” (II Co. 4:4), las de bendición y las de maldición. Las instituciones de carácter netamente espiritual han sido creadas, hechas y establecidas por el mismo Creador. Y no solamente las buenas para bendición, mas aun la ma-las para maldición (léase Isaías 45:7, Lam. 3:37, 38, Amós 3:6 y Col. 1:16).La institución demoniaca que Pablo nos describe de “principados…potest-ades… malicias espirituales en los ai-res” (Efe. 6:12), no la estableció “el dios de este siglo”. El mismo Lucifer fue creado por el Todopoderoso para que desempeñara el trabajo que por cierto ha desempeñado fielmente hasta hoy. Estas, podemos entender que están in-tegradas para sus diversas funciones a su vez, por ángeles, arcángeles, queru-bines, serafines y otros seres celestiales que se mencionan en varios pasajes de la Palabra de Dios. Estas institucio-nes espirituales no se han establecido en un proceso de crecimiento como en el caso de las humanas, sino en el momento que ha sido dada la Palabra del Creador. Las instituciones aquí

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en la tierra, en las que está envuelto el elemento humano, por la voluntad del mismo Creador se han formado siempre en un proceso de crecimiento como exactamente lo describe el Dic-cionario citado. Inclusive, “como una colección metódica de principios”. Por lo tanto toda institución existente no era tal cosa en sus principios, sino que tuvo de pasar por su periodo em-brionario durante el cual, por cierto, estuvo expuesta a ser “abortada”. Pues precisamente eso es lo que ha pasado con muchas propuestas insti-tuciones que nunca llegaron a ser lo que sus iniciadores desearon. Y aquí hay un misterio. Durante todos los años de mi caminar, mayormente en los de mi ministerio, me ha llamado la atención la misteriosa operación aludida. Y digo misteriosa, porque en realidad nunca he podido en-tender por qué la idea y preparativos para el establecimiento de un grupo mueren durante su periodo embri-onario y nunca llegan a establecerse en la institución deseada. En cambio he visto otras que realmente aun sin los elementos que pudiéramos lla-mar indispensables, nacen, crecen y se convierten en instituciones perma-nentes y aun grandes. Lo descrito lo he visto acontecer tanto en el terreno religioso como en el secular. Institu-ciones de carácter negativo que según mi concepto nunca deberían haberse establecido y en cambio han florecido y crecido. Y en cambio otras que con el alma he deseado que cobren vida y crezcan, mas particularmente en el terreno religioso, las he visto nacer y dejar de existir en su periodo de de-sarrollo. El tema abarca ciertamente todos los aspectos de la entera socie-dad humana, mas en este caso nos es-tamos ocupando de una manera más particular en considerar las institucio-nes que afectan directamente las vidas

físicas y espirituales de los integrantes del pueblo de Dios. De las institu-ciones que tienen que ver con la vida natural de “Los Santos de Altísimo” (Dan. 7:25), y por lo consiguiente con la vida o la muerte espiritual de cada uno de los mismos. (y digo así porque precisamente en el mismo capítulo profético citado en el verso 7, el Es-píritu Santo, por instrumentalidad del profeta Daniel declara algo que tiene un tinte muy negativo: Una in-stitución que “hacia guerra contra los santos y los vencía”. Una declaración que se repite nuevamente, ahora por el apóstol Juan en el Apocalipsis 13:7.

LA INSTITUCION DEL MATRIMONIO

Entre las instituciones de carácter universal, pero aplican en una forma muy particular en nuestras vidas, está la institución del Matrimonio esta-blecida directamente por el Creador desde los principios de la humani-dad. Después de los 6 milenios que han transcurrido desde que el Señor formo y unió a nuestros primeros pa-dres, Adán y Eva, las convulsiones y metamorfosis que ha sufrido la insti-tución del matrimonio son tan exten-sas y tan inexplicables e imposibles de describir, como lo es la historia misma de la humanidad. Lo dicho no ha acontecido únicamente entre el mundo gentil y pagano durante las edades, mas entre el mismo pueblo de Israel y el Judaísmo de la Diáspora en los últimos cuatro mil años. Pero aun más, la institución del matrimo-nio se ha distorsionado también entre multitudes llamadas cristianas entre los Gentiles, durante los últimos dos mil años. Hoy mismo el matrimo-nio entre las naciones que se auto-denominan cristianas, es en un alto porcentaje un remedo macabro de la

institución original del “honroso…matrimonio, y el lecho sin mancilla” de que se nos habla en la Palabra de Dios (Heb. 13:4). Pero lo deshonroso, lo desviado y aun lo depravado, no cambia ni quita la forma y el valor de lo original. Pues hasta este día está en pie el orden que de parte del Señor está establecido para Sus obedientes seguidores en Su Iglesia: La unión de un hombre con una mujer en legíti-mo matrimonio, en cumplimiento de lo señalado por el Espíritu Santo por instrumentalidad de Pablo apóstol de que: “cada uno tenga su mujer y cada una tenga su marido” (I Cor. 7:2). Hasta este tiempo, por lo tanto, el “Honroso” matrimonio sigue siendo la medula o el núcleo de las familias que integran las congregaciones cris-tianas. Nada puede producir el grado de honra y de felicidad entre los cris-tianos como lo puede hacer el matri-monio integro. Pues es la base de una vida cristiana completa y productiva. Es la base importantísima de un min-isterio, honorable y efectivo.Es la base de la felicidad de niños y jóvenes cris-tianos y el conjunto de matrimonios y familias completas es la base para el establecimiento de otra institución vibrante y sana a la vez, como le es cada congregación local.

“SIENDO DECHADOS DE LA GREY”

Las Sagradas Escrituras nos amones-tan a los pastores del rebaño del Señor a que seamos dechados para el pueblo de Dios. Nos requiere en diferentes partes y maneras a que enseñemos con nuestro propio ejemplo. Y si hay algún aspecto de nuestra vida natu-ral en el que es imperativo que pon-gamos el ejemplo, es en nuestra vida matrimonial. Ciertamente que es im-posible el que se reclame una perfec-ción por nuestra parte en este sentido,

pero nuestras debilidades y flaquezas no nos justifican para no hacer hasta donde sabe el Señor que podemos hacer. Por mi parte, después de mas de 50 años ya en la vida del matri-monio creo que me asiste de parte de mi Dios un derecho para hablar sobre este tema. Inclusive siento que tengo el lugar para exhortar a los matrimo-nios entre el pueblo del Señor, y de una manera mas directa y particular entre los pastores y ministros para que se esfuercen en pedir al Señor que les ayude para que sus matrimonios y su vida familiar lo honren a Él delante del rebaño entre el cual ministran. Por mi parte en el curso de este me-dio siglo en el matrimonio y al mismo tiempo en el camino del Señor, en medio de muchas cosas contrarias y negativas Dios me ha concedido has-ta este día guardar la integridad de mi matrimonio. Por lo tanto le agradezco a Él que me ha permitido el poder ser un ejemplo no solamente para mi propia simiente, mas también para Su pueblo entre el cual he ministrado ya por una vida atravéz de fronteras, de razas y de barreras. No me es po-sible entrar en detalles con respecto a la institución del matrimonio. Me reduzco solamente a decir a cada es-poso a esposa que leyere estas líneas, que como matrimonio cristiano (y mayormente siendo el esposo un ministro del Señor) que le dé toda la importancia que este merece por cu-anto esta institución está a la cabeza de las que tienen que ver con la vida o la muerte espiritual de los profesantes miembros de la Iglesia del Señor. En algunas veces he declarado y otra vez lo digo y sostengo que la salvación o la condenación de los matrimonios cristianos depende en gran parte de lo que hubiere en la intimidad de su recamara. Hablando Pedro apóstol sobre este mismo tema advierte el Continúa en la pág............ 7

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Dios les bendiga mis hermanas. El Maranatha es una bendición en mi vida, gracias a nuestro Señor y Dios por sus misericordias y su Gracia que nos alcanzó sin merecerlo. Doy gra-cias al Señor Jesús por permitirme llegar a ser parte de su iglesia y haber conocido a un hombre de Dios que ahora está en su presencia: Nuestro Pastor anciano Efraím Valverde Sr. que el Señor Jesús usó para hablar las verdades de Dios, que fue de ben-dición para mi, mi esposo y mis hi-jos. Así durante mi caminar en mi Señor Jesús he conocido a hombres y mujeres de Dios. Mi Dios puso este sentir de escribir este artículo sobre mi hermana Cirila Quintanar que este 30 de noviembre cumplió 3 años que el Señor se la llevo a Su presen-cia. Fue algo muy especial ese día que mi hermana se fue de esta vida para estar en la presencia de Dios nuestro Señor. ¿Porque digo que fue tan es-pecial ese día? Porque ella ya sentía la presencia del Señor antes de par-tir, mi hermana pidió un canto que se llama "Mi Hogar Celestial" es-crito por el pastor Anciano. E.V, Sr. y con este canto partió con nuestro Señor Jesucristo. Mi hermana; ¡vale la pena servir a nuestro Dios porque Él cumple su palabra Él dijo “En lo poco fuiste fiel, en lo mucho te pon-dré; entra en el gozo de tu Señor". Mi hermana Cirila fue una mujer de Dios que caminó con un fuerte amor hacia el Señor. Lo que Dios puso en sus manos, lo trabajo y lo hizo para la obra de Dios. Que bendición es ser fiel a nuestro Dios y Salvador. Para mí, mi hermana Cirila sigue siendo

una bendición en mi vida, al recor-dar como caminó con el Señor. Eso me motiva para seguir hacia adelante y un día llegar hacia nuestro hogar celestial. Animo a mis hermanas que leyeren estas letras y este testimonio, a que sigan adelante, tenemos el gran ejemplo maravilloso, que nuestro Se-ñor mostró con su grande amor ha-cia nosotras sus hijas, en la cruz del calvario. Recordemos que su sacrifi-cio fue por amor a nosotras. Gracias mi Señor Jesús y mi Dios; te ama-mos mucho hasta la eternidad y para siempre. Amen

Sigamos confiando en nuestro Señor Jesús, por que Él dijo en Su Palabra que nunca nos dejaría solos, que es-taria con nosotros hasta el fin. Pido sus oraciones por los hijos de mi hermana Cirila Quintanar: Daniel, Isaac, Ana Gabriela, Eliezer y su es-poso. El deseo de mi hermana era que sus hijos caminen con el Señor. Dios los bendiga a todas mis hermanas. Oren por mi, mi esposo y mis hijos,Oren por la congregación de Santa María CA, y por mi Pastor Justino Flores y su esposa y toda su familiaSu hermana - Felipa Jiménez

TesTimonio de hna. Cirila QuinTanarPor: hna. FeliPa Jiménez

Hna. Cirila Quintanar

Les saludo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, dan-

do gracias a Dios por la oportuni-dad de escribir en este periódico, que tiene una representación espe-cial.El día 28 de Noviembre el Señor nos concedió estar en la confrater-nidad que se llevo a cobo en la ciu-dad de Mexicali, donde pastorea nuestro hno. Agustín Partida.

La actividad comenzó desde tem-prano con unos cantos de un grupo local los cuales fueron de grande bendición. Después de esto con nuestros corazones preparados, nos dispusimos a escuchar la Palabra de Dios por conducto de nuestro muy amado hermano Felipe Nava, quien expuso varios temas para la edificación del pueblo de Dios, en-tre los cuales nos marco la impor-tancia de saber, quienes somos, que andamos haciendo, de dónde veni-mos y para donde vamos. En este tema nos hablo de la revelación de la iglesia con Israel, ( Juan 4 :24) y con abundancia de palabras nos ex-plico el sistema de Dios, la realidad sobre el rapto y otros temas fun-damentales como la resurrección la necesidad de compartir lo que sabemos cosa que hemos sido ex-hortados y motivados por nuestro amado pastor Efraím Valverde III. Por varias horas parte en la maña-na y después al medio día nuestro hermano nos hablo acerca de estas verdades que por revelación el Se-ñor usó de una forma muy especial

nuestro hermano Efraím Valverde Sr. Después de los alimentos que nuestras hermanas prepararon varios pastores dieron un saludo, entre ellos hubo pastores de Ti-juana, el valle de Mexicali, Col. Vi-cente Guerrero y de otras ciudades. Fue algo muy especial oír estas verdades pues al invitar nuestro hermano Felipe Nava orar por los jóvenes ahí reunidos pudimos sen-tir la presencia de nuestro Dios y sentir ese agradecimiento que em-bargó nuestros corazones. Nuestro hermano Agustín tomo el lugar, y con unas palabras despidió la actividad. De mi parte quiero dar muchas gracias a Dios por estos hombres que Dios a puesto para instruirnos, animarnos y exhortar-nos, hablo de mi pastor quien con su amor al Señor y su consistencia me ha bendecido.Nuestro hermano Felipe Nava, un fiel hombre de Dios. Mis herma-nos ministros en Salinas que son un ejemplo de apoyo a nuestro pastor. Dios bendiga a nuestros compañe-ros pastores que son como árboles plantados en estas verdades.

Me despido con palabras del após-tol Pedro: "Mas el Dios de toda gracia que nos has llamado a su gloria eterna por nuestro Señor Je-sucristo, después que hubieres un poco de tiempo padecido el mismo os perfeccione, confirme, corro-bore y establezca. A él sea la gloria e imperio para siempre amen".

Reporte de Mexicali, B.C.N.

R e v i s ta I n t e r n a c i o n a l M a r a n at h a6“Jerusalem, cuanto cayó en mano del enemigo y no hubo quien le ayudase…mirándola los enemigos, y escarnecedores de sus sábados…todos los que la honran la han menospreciado” (Lm. 1:7-8).

He entresacado las expresiones citadas de los textos bíblicos referidos porque se trata de “lamentaciones” que por milenios, y hasta el día de hoy, han estado sobre la ciudad elegida de Dios y sobre Su pueblo escogido. No ha habido vez que yo lea estas lamentaciones y no sienta que me embarga la emoción. Pues desde que el Señor abrió mis ojos para entender “este misterio” (Ro. 11:25), o sea la estrecha relación que existe entre Israel y la Iglesia entre los gentiles, el gozo, y el dolor de ese pueblo ha sido mi dolor y mi gozo. Mucho he dicho y he escrito sobre este vitalicio tema y ahora vuelvo a ello porque sé que la necesidad de esta información es sumamente nec-esaria, especialmente para los cristianos que en estos días que son los últimos, andan en serio. Pero en esta vez, antes de hacer referencia a la situación presente en Israel quiero hacer un poco de his-toria con respecto al tiempo y la manera en que mi Dios quiso abrir mi enten-dimiento para descubrir este misterio aun escondido para muchos profesantes cristianos entre los gentiles, creyentes y enseñadores. En esa memorable fecha del 14 de mayo de 1948, cuando por el milagro de los siglos Israel fue estableci-do como un Estado, yo vi por primera vez a la muchacha que Dios tenia des-tinada para que fuera mi esposa. Unos escasos 40 días después de la memorable fecha, Dios hizo otro milagro, pues para entonces yo no le servía y sólo por amor a mi novia y yendo ella con su madre fui así a aquella iglesia donde el Señor cambió mi vida. Han pasado ya 50 años desde el cumplimiento de esa tremenda profecía. En estas fechas (abril 1998) estamos celebrando mi esposa y yo el Jubileo de Israel, nuestro caminar con el Señor y nuestras de “Bodas de Oro”. Al transcurso de los años tuve de re-alizar algo extraño que pasó entonces.

Menos de dos meses hacía apenas que esta grande señal de los últimos tiempos se había cumplido cuando yo empecé a caminar con mi Señor y nada absoluta-mente oí yo de ello en aquella iglesia de mis principios. Empecé a crecer espiri-tualmente e inclusive a viajar y tuve así de oír de distintos predicadores en dife-rentes tiempos, grupos y lugares, pero el silencio sobre “este misterio” continuaba. Ciertamente que todos citaban las his-torias y los héroes bíblicos, pero nada oía del Estado de Israel y del Pueblo Judío de hoy. Y así pasaron la mayor parte de ellos un como ministro. Para el año de 1963, ocupando para enton-ces puestos de prominencia ministerial en el ambiente religioso en que durante esos estaba, tuve de relacionarme con un ministro de habla inglesa que durante esos tiempos había estado en Israel. La información que me dio llamó mi aten-ción sobre Jerusalem y la Tierra Santa. Y ahora realizó que así quiso mi Dios iniciarme en un proceso de revelación y de conocimiento que ha tomado años. Inclusive traté entonces de organizar yo mismo un viaje para Israel, lo cual por cierto no pude realizar en esos tiempos. Pero Dios obró para que mi interés so-bre “este misterio” siguiera aumentado. Llegó la guerra milagrosa de los 6 días en junio de 1967 y esto lo usó mi Señor para reconfirmar y hacer crecer el grado de revelación que para entonces ya había en mí. La convicción sobre este promi-nente tema siguió tomando más fuerza en mi alma y en febrero de 1972 mi Dios

me concedió estar por primera vez en “la Ciudad donde todo principió”: JERU-SALEM. Para mí ese viaje fue algo es-pecial, pues estando en la ciudad el Se-ñor me hizo entender cosas que desde entonces me han sido un tesoro en mi vida como cristiano y en mi ministerio. Este tesoro de conocimiento lo he usado ya por los años que han pasado y para este tiempo lo es también en los cora-zones de una multitud de hijos de Dios quienes lo han escuchado y lo han reci-bido. Hoy considero un privilegio muy especial concedido por Dios, la estrecha relación que para este tiempo, tanto yo como muchos de los que están junta-mente conmigo, tenemos con líderes religiosos y políticos y miembros inte-grantes del Pueblo Judío, tanto en Israel como en la Diáspora. A la vez bendigo a mi Señor por conectarnos últimamente con cristianos de otros grupos, razas y países quienes aman también al Pueblo Escogido de Dios.

ALGNOS PUNTOS DE LA SITUACIÓN ACTUAL EN ISRAEL

Las cosas siguen marchando en contra del pueblo de la Biblia. Irán si sigue ar-mando con misiles bélicos nucleares de largo alcance amenazando a Israel. En Inglaterra el odio de los judíos sigue au-mentando al grado que se publicó una orden de arresto de Tzipi Livini, líder del partido Kadima (que quiere decir “adelante”). Después que se hizo notoria la orden de arresto de Livni el Primer Ministro Britanico Gordon Brown le

pidió perdón por la supuesta equivo-cación, pero es obvio que esa acción rep-resenta el sentir que sigue creciendo en el corazón del pueblo británico. Se sabe que ese país se está agregando a los otros países que marcan los productos Is-raelíes para ponerlos en diferente cate-goría para que los clientes anti semíticos puedan saber cuáles son los productos que vienen de Israel y así rechazarlos. El Primero Ministro de Israel Benjamín Netanyahu se echó el desprecio y la crit-ica de Los Estados Unidos, La Unión Europea, Oficiales Palestinos y Suecia al permitir la edificación de 700 nuevas habitaciones en la sección oriental de la ciudad de Jerusalem. Los palestinos quieren presentar delante del congreso de Las Naciones Unidas su propuesta de conseguir el permiso por medio de los votos de dicha alianza, para acelerar el establecimiento del Estado Palestino. Esto y mucho más se sigue desarrollan-do en el mundo entero en este último tiempo en relación a Israel. Recordemos que Israel es el reloj de Dios y por él podemos reconocer el tiempo en que es-tamos viviendo.

“Las calzadas de Sión tiene luto…” (Lm. 1:4)Y, ¿quien quiere consolarlas? Yo bendi-go al Señor y me gozo al ver que existe un remanente fiel de cristianos entre los gentiles a quienes el Dios de Israel nos ha revelado “este misterio” y hoy ten-emos el privilegio de consolar a Sion. Orad por Benjamín Netanyahu.


peligro de que “vuestras oraciones no sean impedidas” (I Pedro 3: 7). Pues es fácil y aun común para muchos matrimonios cristianos el aparecer como que están bien en todo y vivir en un rescoldo de infierno allá en lo íntimo. Allá donde nadie puede darse cuenta sino solamente la pareja, el Se-ñor y el diablo. Nunca olvidemos que de la maravillosa institución Divina a que pertenecemos como lo es la Igle-sia nos puede desprender fácilmente el diablo cuando consigue que en nuestro matrimonio no haya la comu-nión e integridad requerida por Dios.

LAS INSTITUCIONES GUBERNAMENTALES

Son muchos las demás institucio-nes humanas a las que están ligadas nuestras vidas en esta tierra. Algunas de ellas podremos pertenecer volun-tariamente, pero están aquellas que tienen que ver con nuestra vida diaria, queramos o no. Entre éstas se desta-can las instituciones gubernamentales en todos sus niveles correspondien-tes. Pues no podemos evitar, mientras vivimos en este mundo el pertenecer a alguna nación o estado cuyos bra-zos no alcanzan e intervienen en to-dos los aspectos materiales de nuestra existencia. Las hay ciertamente justas pero por lo regular injustas. Pues las instituciones humanas, no importa qué tan buena fuere la intención en sus principios, al pasar del tiempo in-variablemente tienden a degenerar y a regresar al nivel natural humano que consiste en envidias y rivalidades. Por lo tanto, cualquier hijo de Dios que quiere caminar en justicia se encuentra por lo regular envuelto en un mundo de instituciones donde opera la injus-ticia, se encuentra por lo regular en-vuelto en un mundo de instituciones que están presionando al fiel servidor

del Señor Jesús para que él haga tam-bién injusticias. Y allí está la prueba para el cristiano fiel. Las instituciones en las que opera lo negativo pueden ser del gobierno, en sus diferentes ramificaciones, como ya antes lo ex-plico, pueden ser del trabajo material o de alguna de sus correspondientes conexiones. Puede ser de algún centro educativo, o de alguna fuente donde se estuviere recibiendo cierta instruc-ción, o de la escuela regular, cuando se trate de un joven cristiano. Puede ser una, o más de una institución fi-nanciera con la que se ha envuelto el cristiano. Inclusive puede ser una in-stitución “desorganizada” y también negativa con la que por lo regular pu-ede estar relacionada la vida del cris-tiano. Esta es el círculo de las amist-ades que éste ha estado fomentando en su vida y que consiste de personas que no le están ayudando espiritu-almente. Por lo regular el creyente sabe cuando está siendo influenciado negativamente, pero a veces la insti-tución que inconscientemente puede estar perjudicando en diferentes for-mas la vida del creyente, las influen-cias negativas que afectan al cristiano fiel no tienen que venir únicamente de instituciones grandes, numerosas o poderosas. Estas pueden consistir en un número completamente reducido de individuos. Inclusive aun puede ser una persona con un buen conjunto de ideas y con la suficiente capacidad mental para influenciar fuertemente a aquellos con quienes tratare. Por cierto que han sido muchas veces esta clase de “instituciones individuales” las que han fundado a su alrededor instituciones grandes y poderosas. Y esto ciertamente ha operado tanto en lo negativo como también en lo posi-tivo.

LAS INSTITUCIONES POR EXCELENCIA

Todas las instituciones, no importan-do el tamaño o sus orígenes, tarde o temprano tienen que llegar a un fin. Desde el momento que han sido esta-blecidas por el humano, que es mortal, no importa la efectividad que hubiere tenido o el tiempo de la existencia de las mismas, están sentenciadas irre-vocablemente a fenecer. Al principio menciono ya la diferencia entre las instituciones humanas seculares y las de carácter netamente espriritual, mas ahora deseo invitar a mis lectores a que consideremos dos instituciones positivas por excelencia. Estas dos in-stituciones espirituales-humanas de origen Divino, son Israel y la Iglesia. La suerte de todas las demás institu-ciones que han existido atrávez de la historia humana, las que existieren hoy y aún la suerte del mismo uni-verso, está ligada con el destino de es-tas instituciones por excelencia. Hasta hoy ambas ciertamente han existido como dos entidades separadas, pero están destinadas para aquel día en que unidas integrarán: “el pueblo de los santos del Altísimo” (Dan. 7:27). En el día cuando el Pastor de Israel y el Pastor de la Iglesia, que es el mis-mo, ha dicho que: “habrá UN rebaño” ( Juan 10:16). Estas instituciones por excelencia han sido hechas y estab-lecidas directamente por el mismo Creador, quien de antemano ha dicho que nunca dejaran de ser. Pues ellas son precisamente la razón por la que el Hacedor ha hecho todos los demás seres y cosas que existen, tanto en el realmo eterno como en el temporal. Pues no solamente ha hecho el tiem-po, y el reino “de las cosas movibles” (Heb. 12:27), (sujeto éste precisa-mente al factor “tiempo”), sino que aun a los que ha creado como “espíri-tus administradores, enviados para servicio de los que serán herederos de salvación” (Heb. 1:14). La razón para

que hoy estas dos instituciones por excelencia tengan semejante promi-nencia, y este lugar tan único y espe-cial, es porque están integradas nada menos que por LOS HIJOS DE DIOS. Y los hijos de Dios, a diferen-cia de todos los demás seres, tanto los humanos como los celestiales que han sido Creados, “no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios” ( Juan 1:13). Por el hecho de haber sido no creados, sino ENGENDRA-DOS, el mismo Padre nos llama “dio-ses” (Salmo 82:6 y Juan 10:34). Pues al haber sido “hecha Palabra de Dios” en vosotros (V35), por ello hemos sido “hechos participantes de la na-turaleza Divina” (II Ped. 1:14). Estas instituciones, siendo ya una y despo-jados del elemento humano imper-fecto de que aquí participamos (Heb. 2:14), es la ciudad llamada para ser la luz de las naciones salvas, en el cielo y en la tierra nueva (Apoc. 21:22-27 y Dan 12:3).

LA INSTITUCIÓN DIVINA INICIAL: ISRAEL

El Señor dijo desde el principio: “Is-rael es mi hijo, mi primogénito” (Exo 4:22). Y el paso de los siglos, hablan-do de Israel, por el profeta confirma de nuevo lo ya antes declarado, dici-endo: “Este pueblo crié para Mí, mis alabanzas publicará” (Isa. 43:21). Esta y otras muchas Escrituras, atravez de las páginas del Libro Santo nos declaran el hecho irrefutable de que Dios, tomando el tiempo que a Él en Su soberana voluntad le plació, dio curso al establecimiento de una insti-tución que también a Su tiempo lla-mó: ISRAEL. No la formó Dios “de la noche a la mañana” sino que tomó siglos para establecerla. Principió el


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“¡Yo no creo en los diezmos! El dar los diezmos es ordenanza de la Ley. Es un mandamiento para el pueblo de Israel. No es para nosotros los cristianos gen-tiles. Por eso es que en el Nuevo Testa-mento no encontramos ninguna parte en la que nosotros en la Iglesia cristiana se nos ordene que demos los diezmos”. En cambio está escrito que “cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza o por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (II Co. 9:7). Lo que acabas de leer, mi hermano/a, no es la opinión mía. He descrito mas o me-nos lo que pudiéramos llamar “el razon-amiento” de ministros y de miembros de las congregaciones quienes hablan así para justificar su mezquindad, usando precisamente el texto bíblico aludido. Esto lo he oído una y otra vez, en dife-rentes tiempos y lugares, durante todos los años de mi caminar en el Señor. Y he dicho, “mezquindad”, porque por lo regular la gran mayoría de los que así razonan, son cristianos y predicado-res que no se distinguen precisamente por su liberalidad. Son miembros de las congregaciones locales y ministros pertenecientes a algún conjunto min-isterial quienes cooperan económica-mente cuando ellos quieren, dando lo que quieren y según ellos, cuando pu-eden. Tales cristianos no se sienten mal actuando en la forma descrita porque dicen, basados en la Escritura citada, que es el Espíritu Santo quien así les ha “propuesto en su corazón” que hagan. Y además, los justifica el hecho (triste por cierto) de que son muchos los que pi-ensan de la mismo manera. Por tanto la gran mayoría entre ellos no piensan que eso sea mezquindad y niegan que ellos

fueren mezquinos. Muchos de estos cristianos se han moldeado a esas ideas ya por una vida, y no es fácil que estos cuantos renglones los hagan cambiar de opinión. Pero “entenderán los entendi-dos” (Dn. 12:10).

OTROS QUE TAMPOCOCREEN EN LOS DIEZMOS

Hay otros ministros y mientras que tampoco crean en dar los diezmos, és-tos no lo dicen en forma negativa sino positiva. Estos somos aquellos que es-tamos conscientes de que el Señor no solamente dio diezmos por nosotros sino aun Su misma vida. Hijos de Dios que no nos sentimos satisfechos con dar diez centavos de cada dólar (o de la moneda que fuere) porque sabemos que es muy poco. Cristianos quienes reconociendo el hecho innegable de que la Gracia es mucho mayor que la Ley, podemos razonar que si los de la Ley dan el diezmo, nosotros que hemos alanzando la salvación y el perdón por esa Gracia maravillosa de Dios, so-mos deudores muchas veces más que aquellos. El apóstol Pablo pone por ejemplo lo dicho a los Macedonios quienes “en grande prueba de tribu-lación…” y en “su propia pobreza”…dieron “conforme a sus fuerzas…y aun sobre sus fuerzas…y aun a sí mismos” (II Co. 8:1-5). ¡Qué ejemplo tan pre-cioso encontramos en la actuación de los hermanos Macedonios, quienes ha-biendo aprendido a su vez el ejemplo de los mismos apóstoles del Señor, es-tuvieron dispuestos a dar no solamente su dinero más aún sus mismas vidas. En mi caminar he conocido “Macedonios”,

ministros, hombres y mujeres, mayores y jóvenes, que hoy hacen lo mismo. Y si tú, mi estimado lector, eres uno de estos liberales hijos de Dios, quiero decirte aquí que yo estoy perfectamente de acuerdo contigo en que “no creas en dar los diezmos” porque sientes que dando aun todo lo que tienes, no podrás recompensar jamás lo que Él ha hecho por ti. Es verdad que en el Nuevo Tes-tamento no hay mandamiento directo para que nosotros demos los diezmos, y la razón es la siguiente: Cuando el Se-ñor nos llamó nos dijo a cada uno: “Si alguno quiere venir en pos de Mí nié-guese a si mismo; tome su cruz cada día, y sígame” (Lc. 9:23). Él nos ofreció Su salvación por Gracia, pero nos advirtió que la aceptáramos, “si queremos”. No a la fuerza. Así que desde el preciso momento en que propusimos seguir al Señor, empezamos voluntariamente a hacer todo lo que hasta hoy hemos hecho en obediencia a Su Palabra. Y lo hemos hecho porque queremos, pues todos sabemos que el Señor nunca nos ha forzado. Nos consta que muchos en algún tiempo de sus vidas “quisieron” servirle, pero al pasar del tiempo ya no quisieron, y Él no los ha obligado a re-gresar. Esto dicho aplica de igual mane-ra a nuestra participación económica en Su iglesia. El Señor no está obligando a los que dan liberalidad para que hagan así, ni tampoco está obligando al mez-quino para que deje su mezquindad. La regla divina sigue en pie mientras vivimos aquí: “si alguno quiere…” Pero entendemos que la final vamos a dar cuentas queramos o no. En la era de la Gracia, o sea en el Nuevo Testamento, el Señor espera que Sus hijos agradeci-

dos razonemos de nosotros mismos en lo ya antes descritos, y demos con la liberalidad que distinguió a la viuda de las “dos blancas”. Puede empezar cier-tamente con dar lo mínimo como lo es el diezmo, pero sin reducirse solo a ello tanto en dinero como en todo lo que tiene. Pues si en el corazón de cada uno de estos “Macedonios” hay una pasión profunda y un amor intenso hacia su Dios y Salvador, esto los impulsará para que dé sin medidas y sin condiciones.Para finalizar declaro sin temor de equivocarme, que los cristianos en quienes reside verdaderamente el Es-píritu Santo, no van a desechar los ra-zonamientos positivos aquí descritos. Los que lo están viviendo, sé que se van a gozar. Mas pido al Señor que los que no han estado haciendo lo mismo, no se disgusten con lo declarado, antes por lo contrario, lo acepten, para que tam-bién se gocen. El tiempo de trabajar se está acabando, y “viene la noche cuando nadie podrá obrar”. El Señor ha usa-do hasta hoy a “Macedonios” que han dado según sus fuerzas, y aún sobre sus fuerzas. Pero el trabajo es mucho mas grande que nuestra capacidad, y Dios está hablando al corazón de muchos de Sus hijos que Él sabe que pueden dar mucho mas de lo que han estado dando hasta hoy. Mira en tu visión de noche a “un varón Macedonio” delante de ti, rogándote y diciéndote: ¡”PASA A MACEDONIA, Y AYUDANOS”! (Hch. 16:9-10). Por cierto que es el Se-ñor quien te está llamando para que nos ayudes a anunciar las verdades que en este último tiempo el pueblo de Dios necesita saber


No que seamos suficientes nosotros mismos sino que nuestra

Suficiencia viene de Dios. Saludo a todos nuestros hermanos que leyeren este escrito, doy gracias a mi Dios que nos permitió realizar esta confrater-nidad pasada (Oct. 10, 2009) es la prim-era que nos toca organizar y doy gracias a Dios que todo fue de bendición. Al co-mienzo se veía solo, pero después fueron llegando nuestros hermanos y poco a poco se fue viendo como Dios cambiaba el rumbo del servicio, doy gracias a mi Se-ñor Jesucristo quien nos permitió realizar esta fiesta y como El se movió en aquellos que estuvieron dispuestos en ser llenos de Él, doy gracias al Pastor José Gámez (mi padre) por todo el apoyo que nos brindo a

mí y a la congregación local en el pípila cd. de Tijuana gracias también a los pastores René Seferino, Juan Morales, Martin Díaz, por el apoyo que nos brindaron. El texto inicial lo he puesto pues así fui ense-ñado de mi padre que si el Señor no está con nosotros no podemos hacer nada de nosotros mismos, quien ha sido una influ-encia en mi vida de servicio a Dios. Otra influencia en mi vida ha sido mi madre en su consistencia de servir y amar a Dios con pasión, desde niño crecí en la iglesia y esta ha sido mi vida hasta el día de hoy, como dijo el rey David MEJOR ES ES-TAR UN DIA EN TUS ATRIOS QUE MIL FUERA DE ELLOS… así ha sido no hay nada mayor que esto fuera no hay nada que desear, solo hay muerte

y destrucción. Gracias a Dios que mis padres me instruyeron como dice la escri-tura, instruye al niño en su carrera que cu-ando fuere viejo no se apartara de el (Prov. 22:6). Y así quiero yo instruir a mis hijas a servir y a amar a Dios con pasión. Me enseñaron a amar a Dios con todo, fuerzas, corazón, alma, mente, todo. Y doy gracias a Dios que nos permitió re-alizar esta confraternidad en la ciudad de Tijuana, Dios ha querido que nosotros, (Hno. Enrique Cruz, Iván y yo) estemos apoyando al pastor en la congregación. Pido de las oraciones por la congregación de Tijuana que gracias a Dios nos ha per-mitido estar en pie hasta el día de hoy, y así seguiremos con la ayuda de Él. Dios ben-diga a nuestro Hno. Efraín Arreola que

fue quien Dios usó ese día para hablarnos y alentarnos a seguir y no olvidar lo que hemos aprendido de lo que Dios nos dio por medio de nuestro muy amado Hno. Efraim Valverde Sr. También nos habló de lo que dice el Señor; "sin mi nada podéis hacer", cantamos el canto llevar la cruz de Cristo` fue de grande bendición pues sabemos que a veces es dolor pero quere-mos que el Señor nos conceda llegar con Él, nos recalcó; "aunque las sepan no de-jare de amonestarles" y también que no vendamos lo que traemos por un plato de lentejas, sigamos firmes en nuestra convic-ción. También el Señor nos bendijo con los cantos especiales de nuestros hnos.

Reporte de Confraternidad en Tijuana

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Reporte De Matamoros Mex.

Que la gracia de nuestro Dios y padre, Señor Jesucristo sea

con todos los santos. Un llamado a la unidad y a la mesura según el peso de Cristo en nuestras vidas, y con ese vinculo de amor, fe y esperanza nos gozamos en la santa convocación el 7 y 8 de noviembre 2009 en la iglesia de Je-sucristo en la Cd. de Matamoros Tamps. México con un gran gozo siempre esperamos a los santos que nos visitan tanto como fieles como a pastores y diáconos. Nuestro Hno. Efraím Val-verde III, nos trajo el mensaje de

la Palabra de Dios, movidos todos por Su Santo Espíritu nos goza-mos en su Palabra. También nos acompañaron a la reunión los pastores Leo Cruz desde El Higo Ver. Benito Zepeta local, Amado Zepeta local, y Bonifacio Valdez también Local y otros ministros de esta área. Reconocemos que solo hay un Dios, Creador de los cielos y la tierra y es de suma importancia presentar el mensaje tal como lo dejó escrito nuestro Dios y Sal-vador Jesucristo, no agregando o mal entendiendo la Escritura para

nuestro beneficio y conveniencia al fin de tener los feligreses sum-isos a nuestros deseos y caprichos o a organizaciones de hombres cuyo objetivo es obtener poder, fama y dinero. Para así nuestro funda-mento no esté en ningún hombre - Pablo apóstol escribió edificados sobre el fundamento de apóstoles y profetas no dijo edificados sobre apóstoles y profetas. Nuestro fun-damento debe ser exactamente el mismo, no parecido, no casi igual, no! Sino que debe de ser el mismo que el de los apóstoles y profetas para la gloria y honra del Señor Je-

sucristo Nuestra dedicación ahora debe de ser buscar ese mismo fun-damento que tenían los apóstoles y profetas. Y si buscamos ese fun-damento no nos desviaremos de la verdad ese fundamento es nuestra Roca, no es lo mismo recitar el ver-sículo que buscar con afán y dedi-cación ese fundamento que es en el Señor Jesucristo. Por lo cual pasarla bien los herma-nos, les saludan a los fieles, gracias al Señor por todo.Pastor Humberto Loera Iglesia de Jesucristo Matamoros,Tamps. Mexico


Damos Gracias a nuestro Señor Jesucristo por habernos per-

mitido realizar la confraternidad anual los días 15 al 18 de octubre, donde ex-perimentamos las bendiciones que el Altísimo tiene para sus hijos, fueron unos días de arduo trabajo en la obra de nuestro Señor Jesucristo. Agradeci-endo a Dios por la visita de nuestros hermanos de las diferentes lugares de la región y del extranjero. El Día jueves iniciamos en una her-mosa tarde musical, a cargo del Grupo Legado, (mis hijos) presentando músi-ca que da vida con mensaje. La Palabra fue ministrada por el hno. Raúl Ro-dríguez de El Centro, California. El hno. Raúl nos habló de que “no debe-mos dejarnos engañar por las “falsas doctrinas” que se enseñan en las iglesias nominales. El día viernes por la noche

nos habló sobre “El Supremo Nombre de Dios”, y del poder que existe en su nombre.

El día sábado nuestro hermano Al-fredo Tienda por la mañana nos enseñó sobre la evolución del nombre artificial de Dios que es “Jehová”. Nos declaró que se inventó o fue sacado del Teta-gramatón (Éxodo 3:1). Utilizó nuestro

hermano el libro “Y H W H”, también usó varios libros del anciano para aclarar la verdad sobre el termino las “falsas doctrinas” populares que se creen en las iglesias, tales como el Rapto y sus ramas, El Sistema de Dios, el numero 666. Pudimos aprender lo relatado y reafirmar una vez la importancia de es-tas verdades que nuestro hermano no se avergüenza de declarar y de que su maestro fue el Pastor Efraín Valverde, Sr. Ese mismo día por la noche nuestro hermano nos habló sobre las luchas del siervo de Dios. Se sintió el poder de nuestro Señor Jesucristo, esa noche ex-perimentamos también de Su amor.

En la alabanza el Grupo Legado nos interpretó de sus temas inéditos, así también hubo la participación de los distintos pastores del área local y sus congregaciones. Que mi Dios bendiga

a mis amados hermanos y Dios les pague por su compañía. Damos gra-cias a Dios por el empeño de nuestras hermanas locales que con mucho amor prepararon las comidas para mis santos hermanos a todas ellas que colaboraron que mi Señor las bendiga y les llene de bendiciones.

Invitamos a mis hermanos de distintos lugares de México y del extranjero para que nos visiten si Dios lo permitiere en la próxima confraternidad a reali-zarse. La iglesia de Jesucristo del ejido Francisco Villa les desea bendiciones y que el amor de Dios los acompañe hoy y siempre. Nos unimos en la oración por pueblo escogido de Dios Israel.

Su amigo y hermano Pastor Carlos La-bandera S.

Reporte de Confraternidad "Ejido Pancho Villa", Sonora

Shalom hermanos: Con la ben-dición de Dios tuve la oportuni-

dad de asistir a la confraternidad de Salinas, California los días 25, 26 y 27 de diciembre del 2009. En este evento pude apreciar muchas co-sas nuevas para mí entre las cuales me gustaría destacar la calidad de la

enseñanza impartida además de la confraternidad con los hermanos y pastores de los diversos lugares que se dieron cita en esta ciudad. No cabe duda que eventos como este son de edificación personal, pero sobre todo de edificación y crecimiento espiri-tual. Quiero felicitar a los organiza-dores de esta confraternidad por la calidez y prestancia con las que nos recibieron a todos y cada uno de los visitantes, no quisiera mencionar nombres por no olvidarme de nin-guno de ustedes, pero quiero decir GRACIAS POR LA HERMAN-DAD EXPRESADA, Dios los ben-diga.Este nuevo año comenzamos con un reto que ya nos dejara nuestro Señor Jesucristo, el de: “ID POR TODO

EL MUNDO Y PREDICAR EL EVANGELIO”; hermanos es hora de trabajar en la obra del Señor, no podemos permanecer callados te-niendo entre nosotros aquellas ver-dades que El Señor nos encomendó a través de las Escrituras y usando a su tiempo hombres de Dios para re-cordarnos que su venida está cada día más cercana y Él viene por un pueblo Santo y preparado.

En cuanto regrese a la ciudad de Wharton, Texas estaré poniendo las fotos de esta actividad y otras más en nuestro sitio web www.evangelioe-terno.org DIOS LOS GUIE Y PROTE-JA y espero verlos de nuevo el año siguiente con la bendición del Señor Jesucristo. Hno. Rudy Montalvo

Reporte de Seminario En Salinas, Ca


Reporte de Confraternidad Hermosillo, Sonora MéxicoPor el pastor Delfino Chávez López

Saludo a mis hermanos con la paz de nuestro Sr. Jesucristo. Primeramente

quiero dar gracias a Dios por habernos concedido llevar a cabo nuestra con-fraternidad que año con año por gracia de Dios hemos realizado en esta localidad, ya que nuestro propósito es adquirir nue-vas fuerzas y seguir luchando fielmente.De igual manera damos gracias a Dios por nuestros hermanos que compartieron la Palabra estos días de confraternidad. A continuación hago una breve reseña de lo que se nos habló en estos díasEl día viernes nuestra actividad por la tarde dando inicio nuestro hno. Agustín Partida, pastor en Mexicali, Baja Califor-nia, quien nos habló del tema “Hijos de Dios Fantasía o Realidad”. Este mismo día el hno. Daniel Ybarra de Salinas Cali-fornia nos dio una enseñanza donde nos hizo mención de la importancia de estar despiertos y de mantener en orden nues-tra familia como Dios lo hizo con la fa-milia de Jacob, padre de los 12 hermanos de quienes se formó un solo pueblo. Por la noche nuestro hno. Néstor Quintanar

nos habló entre muchas cosas sobre el comportamiento de los hijos de Dios y de la importancia de medirnos con la vara de Dios y no con la nuestra. Este mismo Hno. inició el día siguiente dando una enseñanza del arreglo del sobre nombre “Jehová”.Mas tarde del mismo día prosiguió el hno. Gamaliel Legaspi que trabaja en la

obra de Dios en la ciudad de Tucson, Arizona quien nos compartió la Palabra men-cionando que estamos en guerra espiritual y que Dios quiere hombres violentos en espíritu y que sepan val-orar el llamado de Dios en nuestras vidas.Para finalizar el día, el hno. Daniel Ybarra nos invitó a buscar el rostro del Señor en humillación, ilustrándonos por medio de un video de la grandeza del universo y hacernos ver que el Dios que tenemos es un Dios todo poderoso.

El día domingo iniciamos las actividades a las 10 de la mañana, iniciando el culto nuestro hno. Lorenzo Mendoza, uno de los pastores en Juxtlahuaca, Oaxaca, quien nos predicó del nombre de nuestro Señor Jesucristo, también el hno. Gama-liel Legaspi nos amplió ese mismo tema. Por la tarde tuvimos unos bautizos siendo

nuestro hermano Lorenzo el bautista. La confraternidad fue de grande bendición para todos los que pudimos asistir, qui-ero agradecer a mis hermanos que nos apoyaron económicamente y con su pres-encia, gracias por el esfuerzo y por su apoyo, esperamos verles pronto y tenerles el próximo año por aquí.

Atentamente su hermano en Cristo.Delfino Chávez López

Dios bendiga a todos los hnos. que nos acompañaron de Oxnard, Ventura, Madera, Salinas, Escondido, San Marcos, San Diego, Powey, locales de Tijuana, si a mí se me olvido alguna ciudad perdónenme, pero mi Dios si lo sabe. Sigamos orando también por el pastor Efraín III que nos apoyo en la realización de esta fiesta, doy gracias a Dios también por mi esposa que ha sido un apoyo grande, quien ha sido mi compañera ya por cerca de 8 años y hasta ahora también mi Dios nos ha tenido en pie juntos sirviendo al Señor. Pues se que hay matrimonios que solo uno sirve y el otro no y como han estado batallando en esa parte y doy gracias a Dios que él nos ha mantenido firmes en su camino. Sin más mis hnos. sigan orando por su servidor, el pastor, y la congregacion local para que po-damos realizar otra fiesta el próximo año y no nomas los que participamos sino más pastores que estén en el área local de Tijuana. Dios los bendiga y sigan orando por este su servidor Hno. Daniel Gámez y esposa Vianey, por Hno. Iván Ál-

varez y esposa Jenny, por Hno. Enrique Cruz y esposa Mercedes y especial por nuestro pastor. José Gámez y esposa Luisa. Que la gracia de mi Dios este con todos vo-sotros. "Esperemos esa esperanza bienaventurada"………(Tito 2:13)... Porque nuestra redención está muy cerca...Por: Hno. Daniel Gámez Que la paz del Señor sea con todos ustedes mis her-manos quienes tuvieren de leer esta nota. Doy gracias a mi Señor Jesucristo por la gran bendición que nos dio en la fiesta realizada aquí en la ciudad de Tijuana el pasa-do sábado 10 de Octubre del presente año; y estoy muy

agradecido con mi Dios porque una vez más nos mostro su mano de poder para que todo fuera un éxito, ya que algunos días antes se presentaron algunos contratiem-pos, pero se pudieron resolver satisfactoriamente gracias a la unidad de mis amados hermanos quienes pusieron su esfuerzo, tiempo y esmero para que todo saliera bien. Fue una gran alegría ver a tantos hermanos de diferen-tes lugares y congregaciones reunidos con nosotros con el único propósito de honrar a aquel que nos llamo de las tinieblas a su luz admirable; que mi Señor les bendiga mis hermanos y les pague el esfuerzo realizado para poder acompañarnos, de mi parte reciban un saludo y un abrazo y pido al alto Dios que su bendición se derrame en ust-edes hasta que sobreabunde. Tambien quiero agradecer a mis hermanos pastores: José Covarrubias, René Seferino, Jaime Vigil, Efraín Arreola, Martín Díaz, Pedro Aguilar, Rogelio Martínez, Javier Cruz, quienes nos alentaron con su compañía y nos dejaron saber que no estamos solos; Muchas Gracias mis hermanos y que el Señor Jesús los bendiga Hno. Iván A. Larios, Tijuana B.C.

Reporte de Tijuana... Viene de la pág. 9


Señor desde el Huerto del Edén, con-tinuó por un milenio con la era de los patriarcas y cruzó así el Diluvio. En todo este largo periodo de tiempo redujo Dios esta institución a individ-uos, hasta que llegó con Abraham Su amigo. De Abraham nació Isaac, de Isaac nació Jacob, y de Jacob nacieron los doce hijos quienes al pasar tam-bién de los siglos se convirtieron en los doce patriarcas que encabezaron las doce tribus de la nación que tuvo su reconocimiento “oficial” estando ya en el desierto, después de haber salido de Egipto bajo el liderato de Moisés siervo de Dios. He dicho “recono-cimiento oficial”, porque fue precisa-mente al principio de la peregrinación en el desierto donde Dios encomendó los Mandamientos de Su Ley en las manos de esta ahora numerosa insti-tución nacional. Desde entonces hasta hoy después de más de tres milenios y medio, la encomienda de Dios per-manece aun efectiva en las manos del pueblo que Él escogió. Hasta hoy Is-rael, el Pueblo Judío (como ha sido distinguido por los últimos 2,500 años) ha permanecido siendo el orá-culo de Dios dando razón con su pro-pia existencia de la veracidad del Li-bro. Porque ciertamente aun el Nuevo Testamento (que es el Nuevo Pacto que nos da la seguridad de la salvación a los cristianos entre los gentiles), no tendría el valor que para nosotros tiene si no hubiera el Antiguo Tes-tamento. Y el libro entero sería sola-mente una interesante pero muerta obra literaria, si no existiera hoy “el Pueblo del Libro” y permaneciere en pie entre ellos el “Remanente Fiel”. Este remanente fiel son aquellos entre el Pueblo Judío que hasta el día de hoy guardan hasta donde su revelación y entendimientos alcanzan, los manda-mientos y ordenanzas dadas a Israel por el Señor hace mas de 3,500 años.

Esta institución divina-humana inicial ha estado

integrada durante los seis milenios de la historia (conforme la cronología Bíblica), por hijos de Dios en estado natural, por seres humanos llenos de defectos, de fallas y aun de pecado. Pero Dios en Sus inescrutables de-signios ha hecho el milagro para que aun estando en la condición descrita, usando en ellos de una manera única el elemento intelectual ha obrado para que esta institución permanezca sos-tenida por la letra de mandamientos y rituales de la Ley. El cristianismo (y entre éste, muchos que aun profesan “haber nacido otra vez”), ha tratado en todas las edades y hasta hoy de medir a los miembros del Pueblo Judío con las medidas que aplican a nosotros los cristianos entre los Gentiles y han hallado siempre que tal medida el Judío no da. Los cristianos que así juzgan desconocen en su ignorancia o voluntariamente, que Dios mismo es quien ha obrado así precisamente por amor a nosotros. Porque ya está dicho que cuando hubiere “entrado la plenitud de los gentiles, todo Israel será salvo, como está escrito…cuando quitare (Dios) sus pecados” (Rom. 11:25027). La institución Divina-humana inicial, como lo es Israel, ha sido usada por Dios para traer a Sus hijos entre los Gentiles la restitución por Gracia. Pues el mismo Señor dijo: “la salvación viene de los Judíos” ( Juan 4:22). Y la Gracia salvadora no es “algo” sino “Alguien”, y ese Alguien es nada menos que nuestro mismo Se-ñor Jesucristo. Así que desde el mo-mento en que al Pueblo Judío no les es dado hasta hoy que reconozcan al Señor Jesucristo como el Mesías de Israel, en ellos no opera hasta hoy la Gracia, sino la letra de la Ley. Cuando el Patriarca Jacob, estando en su lecho de muerte bendijo a sus hijos, al lle-gar el turno de Judá dijo lo siguiente:

“No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Silo, y a Él se congregaran los pueblos” (Gen. 49:10). Por mas de 3,500 años ya, esa profecía se ha esta-do cumpliendo al pie de la letra hasta hoy. Pues precisamente los integrantes de la tribu de Judá (el pueblo Judío), retuvieron primeramente “el cetro” hasta que vino “Silo” que es nuestro Señor Jesús, pero aun después de otros dos milenios más, este mismo Pueblo Judío ha retenido y sigue reteniendo “El Cetro”. Pues la institución del Ju-daísmo, que es a su vez una rama de la institución inicial, no solamente ha sido usada para que retuviera "el cetro" hasta la llegada "Silo", sino que fue usada aun como instrumento del Redentor para establecer la suprema institución posterior, como lo es la Iglesia del Señor. Así que los cristia-nos entre los gentiles nunca debemos “ignorar este misterio”, ni mucho me-nos olvidar que la maravillosa insti-tución Divina a la que hoy nosotros pertenecemos principió a ser “edifi-cada” por miembros del Pueblo Judío (Efe. 2:20), y que de ellos son también los Escritos Sagrados del Nuevo Tes-tamento. Y en el siglo XX, Dios ha cumplido Sus promesas y el mundo ha visto una institución renovada: El moderno estado de Israel.

LA POSTRERA Y SUPREMA INSTITUCIÓN

La iglesia es la postrera y suprema institución con la cual a su tiempo será una sola, la inicial. Esta Divina institución hasta ahora perman-ece también siendo edificada con el mismo elemento humano que la ini-cial, pero con la diferencia de que sus verdaderos integrantes están cierta-mente viviendo en la carne, pero no militan según la carne. Pues se trata nada menos que de los hijos de Dios

a quienes el Padre ha concedido el su-premo privilegio de “volver a nacer”, o sea el de volver ser restituida nue-vamente en nosotros “la naturaleza Divina”. Esta institución, la Iglesia, es la obra suprema y por excelencia, iniciada, establecida y edificada por el Hacedor de todas las cosas, para que permanezca para siempre. En el texto inicial el Creador lo declara enfática-mente: “Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Ya explico antes en breve que la inmensidad de la creación como también todos los demás seres que habitan hasta hoy tanto en el primero, como en el segundo, y tercer cielo, han sido hechas por el maravilloso Cre-ador como un medio que ha servido y que va a servir hasta el fin para cul-tivar, madurar y refinar la institución suprema de Su creación: Su Iglesia. No debe sorprendernos el hecho de que el engañador ha cultivado en las mentes del mismo cristianismo –en una grande mayoria- un concepto er-róneo de lo que en verdad es la Iglesia. Y esto es lo que esta haciendo desde los principios de esta Divina insti-tución y hasta el día de hoy. Pues no necesita el lector tener un alto grado de intelectualidad o de preparación religiosa para mirar y entender que la idea que existe en el mundo y entre las mismas multitudes de profesantes cristianos, es que la Iglesia consiste o es cierta o cual organización religiosa, o es cierta o cual denominación auto denominada “cristiana”. Este absurdo razonamiento lo ha usado el enemi-go durante los siglos de la existencia de la Iglesia y ha logrado obtener tremendos resultados negativos con ello. Pues desde el momento en que el creyente en el Señor acepta en su mente tal manera de pensar, mengua automáticamente su capacidad para poder apreciar lo que es en verdad la Iglesia, y para valorizar la real función


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El día 11 de Septiembre del 2009 salí a trabajar muy temprano a las montañas, a compañado de mi cu-ñado de nombre Erasto Félix Col-ores y un ayudante, en mi camio-neta de tres toneladas. Después de haber hecho nuestro trabajo regresábamos para la casa, cargada la camioneta de leña, en una ba-jada de la carretera me di cuenta que el carro se había quedado sin frenos, de inmediato avise a los que venían conmigo, no pudiendo yo controlar la dirección, en pocos segundos el carro se salió de la car-retera hacia el barranco ,recuerdo que los que iban conmigo gritaron de susto y yo solo pude decir en alta voz ¡SEÑOR JESÙS!,el carro se fue de frente y se impacto con unos arboles ,que estaban antes de llegar al fondo del barranco, en ese momento me di cuenta que mi cu-ñado estaba gravemente herido, el otro trabajador quedo atorado de sus pies dentro del carro y yo me encontraba completamente bien, pues Dios tuvo misericordia de mí y me cubrió y me libró de la muerte (Salmo 30), traté de ayudar a mis compañeros de trabajo, pero no logre nada, me salí a la carret-

era a pedir ayuda, en pocos minu-tos se acercaron muchas personas que por ahí transitaban a socorro-rernos; como media hora después apareció una grúa que pasaba por el mismo camino, el cual nos ayudó a despegar el carro del árbol y fa-cilitó la labor, y así pudimos sacar a los heridos, minutos después llegó la ambulancia y nos trasladaron al hospital de Juxtlahuaca, como a las 11 de la noche nos avisaron que mi cuñado había fallecido, mi ca-mioneta quedo inservible, nuestros hermanos de la Iglesia en Juxtla-huaca, se encargaron de comunicar a todos nuestros hermanos en dife-rentes partes, de lo que nos había pasado.

Por este medio estoy agradeciendo a todos mis hermanos en Cristo Jesús, a mis amigos, mi esposa, mis hijos, mis padres, mis hermanos y familiares, que me apoyaron, me animaron, me consolaron, tanto en el lugar de los hechos, como en el hospital y todo el trabajo que se hizo en el funeral, agradesco el apoyo económico recibido de todos ustedes con el cual cubrimos todos los gastos realizados. Dios los Ben-diga a todos, sigan orando por mí y por toda mi familia. Sé que ten-emos un gran trabajo que cumplir, continuar en este ministerio que Dios nos encomendó por conducto del Pastor Efraím Valverde, Sr.

Su Hermano en Cristo Lorenzo MendozaTecomaxtlahuaca, Oaxaca., a 7 de Diciembre del 2009

Nació en el año de 1962 en el Pueblo de San Juan Piñas.

Cuando niño, quedó discapacitado, no pudiendo caminar, para trasla-darse se arrastraba, pero cuando fue joven encontrándose en el estado de Sonora, le predicaron el Evangelio del Señor Jesucristo y habiendo ora-do por él, pudo caminar con muletas, después de un tiempo regresó a su pueblo natal, le predicó el Evangelio a sus padres y sus hermanos, los cuales aceptaron la gracia de Dios, siendo bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo. Después de una perse-cución que tuvieron, se trasladaron a radicar en el distrito de Juxtlahuaca, Oaxaca. En el año 2000 el se casó y como fruto de este matrimonio tuvi-eron dos niños de nombres, Juanito de 8 años y Abner de 4 años de apel-lido Rojas Tenorio. El hermano Juan se distinguía como un hombre alegre y feliz en Cristo, su ministerio fue; predicar en las prisiones acompaña-do de sus hermanos en la fe, ministró a los presos de la cárcel en Putla de Guerrero,Oax, en la cárcel de Juxtla-huaca y un día antes de partir para estar con el Señor Jesucristo, había estado ministrando en la cárcel de Etla ,Oaxaca. El día 17 de noviem-bre, salió de Juxtlahuaca hacia un pueblo por la montaña acompañado de su esposa, quien manejaba el car-ro en el que se trasladaban; siendo como las 9 de la noche en la carret-era, les salió un hombre descono-

cido que les hizo la señal de que se parasen y les pedía prestada una herramienta, este hombre se acercó a la ventana del carro y sin decirle porque motivo, le disparó 5 balazos de pistola calibre 380, el impacto lo recibió en el pecho. Su esposa cor-rió a esconderse y como a espacio de media hora regresó para cerciorarse que había pasado con su esposo, al cual encontró muerto dentro del carro. Inmediatamente se subió en el carro y manejándolo se vino hacia Juxtlahuaca, al hospital para que se le diera atención médica. Después de haberlo examinado los doctores lo declararon muerto. Hasta el mo-mento no se sabe quien fue el asesi-no ni porque motivo. Pero sabemos que Dios sí sabe. “…Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: subid acá. Y subieron al cielo en una nube y sus enemigos los vieron” ( Juan 2:24-25, Apocalip-sis 11:12). Pedimos a todos nuestros hermanos que les llegue esta información que oremos por su esposa y sus dos ni-ños. Informó su Hermano en Cristo Lorenzo Mendoza Santiago Juxtlahuaca Oaxaca a 7 de Diciembre del 2009.

Testimonio

Hermano Juan Rojas Ministro de la Palabra de Dios

Palabras de GratitudHermano Lorenzo Mendoza


de esta Divina institución. La reac-ción lógica en el cristiano que piensa de esa manera es el no reconocer lo imperativo de ajustar sus acciones y su misma vida al molde requerido por el Dueño de la Iglesia, que consiste en una entrega y obediencia absoluta. Pablo apóstol en lo que trata sobre “el misterio de la Iglesia” nos dice algo tremendo sobre la función de ésta, es-tando aun aquí en este mundo: “para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora anunciada por la Iglesia a los principados y potestades en los cielos” (Efe. 3:10).

EL ELEMENTO HUMANO EN LA IGLESIA

La institución Divina por excelencia, como lo es la Iglesia del Señor, diji-mos ya que está integrada por huma-nos pecadores, pero transformados en forma maravillosa por la Gracia de Dios y el poder de Su Espíritu Santo. Pero el mismo Señor sabe que para la medida operada y requerida por Él en Su Iglesia existe una tremenda op-eración negativa que es nada menos que la misma humanidad en que vivi-mos aquí los integrantes de esta in-stitución Divina. Pablo, el apóstol de los Gentiles y el mayor intérprete de los misterios de Dios, escribe amplia-mente sobre esto. Lo que dice al re-specto ciertamente no es nada agrad-able, y menos aun deseable, pero es la innegable verdad. Tan desagradable es en la vida del creyente en Cristo esta repugnante realidad que durante los siglos y hasta hoy, lo que muchos han optado por hacer es negarla, o tratar de librarse y quitarse de en-cima “esta maldición”. Pero la desa-gradable realidad es que no podemos separar de nuestra condición humana “las inmundicias de la carne” (1Ped. 3:21), ni la “codicia” y “envidia” del

“espíritu” (humano) que mora en nosotros”, y sus

correspondientes “pasiones” (Santiago 4:5 y 5:17). Otra vez Pablo hace esto por demás claro cuando dice: “Porque la carne codicia contra el espíritu (o sea lo Divino que reside en “el hom-bre interior”), y el espíritu contra la carne, y estas cosas se oponen la una a la otra, para que no hagáis lo que quisiereis” (Gal. 5:17). Y en el capi-tulo siete de su carta a los Romanos el apóstol va aun más lejos, cuando pone su condición humana pecaminosa, “por los suelos” (Rom. 7:15-25). Mas al final, después de exclamar: “¡Miser-able hombre de mí! ¿Quién me librará del cuerpo de esta muerte?, lanza ese grito de victoria que radica por cierto de una manera muy única solamente en la vida del verdadero servidor del Señor: “Gracias doy a Dios por Je-sucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la Ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado” (V. 24,25). Los conocedores de la biblia sabemos bien que no son pocas las Escrituras que se refieren al tema aludido y que mucho menos se reduce solo a las porciones ya referi-das. Porque a diferencia de cualquier otro libro religioso, el Divino Autor del Libro Santo no encubre ni dis-imula lo negativo, antes lo descubre, pues Él mismo ha dicho que: “la ver-dad os libertará” ( Juan 8:32). Así que convencidos de la inevitable presencia de esa operación negativa que reside en nuestra humanidad, pasemos aho-ra a considerar los efectos perjuiciosos que ésta ha traído siempre a la insti-tución Divina, como lo es la Iglesia.

LA DEGENERACIÓN DE LA INSTITUCIÓN DIVINA

Naturalmente que el Señor sabía bien que la degeneración en Su Igle-sia a causa del elemento humano no

tardaría en aparecer. En los escritos evangélicos aparecen varias veces las advertencias del Señor sobre este re-specto y lo mismo podemos decir de las cartas apostólicas. Durante el tiempo de su ministerio, Pablo men-ciona a “Himeneo y Fileto, que se han descaminado de la verdad dici-endo que la resurrección es ya hecha y trastornan al fe de algunos” (II Timoteo 2:17-18). Y aun no se había cerrado el Canon Sagrado cuando aparece en la escena “Diótrefes, que ama tener el primado entre ellos” (III Juan 1-10). Uso los dos ejemplos cita-dos como base para señalar y repro-bar, a la vez, las dos formas mayores en que el enemigo, usando la soberbia humana, ha dañado tanto la integri-dad doctrinal como estructural de la Iglesia. En la una ha inducido a “los indoctos e inconstantes”, quienes “te-niendo cauterizada la conciencia” han torcido “las Escrituras para perdición de sí mismos” (II Ped. 3:16), desvi-ando a los fieles de “la fe que ha sido una vez dada a los santos” ( Jud. 3), en-tregando a éstos a “espíritus de error” enseñándoles “doctrinas de demo-nios” (I Tim. 4:1). En la otra forma ha inducido también ya por los siglos a los mismos ministros soberbios y fal-sos para que deformen la institución Divina, convirtiéndola a ésta para este día en un incontable numero de in-stituciones “con apariencia de piedad” (II Tim. 3:5). Grupos, organizaciones y denominaciones auto-denominadas cristianas que se presentan recla-mando cada una que son “la Iglesia”, pero que en realidad son instituciones humanas político-religiosas donde se usa como un frente todos los elemen-tos Divinos, pero en los cuales mas bien es “Diótrefes” quien controla. Y así, después de ya casi 20 siglo, la institución Divina original ha sido deformada al grado de quedar incon-cebible. Pues lo que el cristianismo

en su grande mayoría reconoce hoy son las instituciones político- religio-sas donde los miembros de cada una han sido enseñadas a que reconozcan como representantes de Dios a sus correspondientes Diótrefes. Minis-tros quienes consciente o inconscien-tes son usados no por Cristo el Señor, sino por el anticristo quien los hace sentir que tienen “el primado” al es-tar a la cabeza de uno o de otro siste-ma. Y en esa estructura en forma de pirámide, como lo es correctamente para todos los aspectos del gobierno humano –menos para la Iglesia- (Mat. 20:25,26), se usa la influencia sicológica de “esta sabiduría (que) no es la que desciende de lo Alto, sino terrena, animal y diabólica” (Sant. 3:15). Una sabiduría que ante los ojos de los incautos parece en verdad sabi-duría pero que es falsa, la cual incluye puestos honoríficos, renombres y tí-tulos de grandeza para “encandilar” al pueblo.

LA INSTITUCIÓN GENUINA SIGUE VIVA

No sería posible nunca que “el dios de este sigo”, quien es a su vez el mismo anticristo, tuviere más poder que el Cristo de la gloria que es el Todo-poderoso (Mat. 28:18 y Apoc. 1:8). Pues así como Él mismo le enco-mendó a Elías que ungiera a Eliseo como profeta en su lugar, a Jehú como rey de Israel y a Asael como rey de Siria, mas retuvo el derecho de hacer que quedaran en Israel siete mil ro-dillas que no se habían doblado del-ante de Baal (I Rey. 19: 15,16), ha hecho durante los siglos también en Su Iglesia. Así como en Israel nunca ha dejado de estar el remanente fiel, tampoco en Su Iglesia han de dejado de estar Sus reliquias. Hijos fieles de


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Mi nombre es Clementina Cer-vantes, esposa del Hno. Willie

González, y nos congregamos en El Estado de Utah, EE.EE. con el pas-tor Ignacio Cambray. Estoy escribi-endo este testimonio para la honra y gloria de mi Señor Jesucristo, porque por Él, y Su misericordia estoy contando este maravilloso milagro que hizo conmigo. Hace como dos años empecé a sentirme mal y no tenía apetito, fui perdiendo peso y llegó el momento cuando fui al doctor y me dijo que tenía el hígado dañado y que me iba a poner en tratamiento. Pasó el tiem-po y fui empeorando y llegó el de la Confraternidad en Salinas, Cali-fornia; y aún sintiéndome muy mal, dije: “yo voy, no quiero perderme esta bendición de gozarme con el Señor y con mis hermanos quienes están en este mismos sentir”. Fui y regresé y como era muy largo el camino hacia Salinas (como 12 horas), llegando de la fraternidad me sentí muy mal y le dije a mi esposo que me llevara al hospital, pero al lle-gar y revisarme los doctores le dijeron a mi familia que la enfermedad ya es-taba muy avanzada y que me iban a poner en lista de espera para encon-trar un donador de hígado compat-ible, ya que había muchos delante de mí esperando su turno. El doctor nos dijo que quería tener una plática con toda la familia para que supieran como era el proceso que tenía que pasar antes que me trasplantaran un hijgado y me fueron preparando para esto.

Me puse muy mal de la retención de líquidos y me tenían que sacar el líquido con una aguja muy grande por el estómago y me dolía mucho. Me hicieron esto como 4 veces y me daban calambres muy fuertes en los brazos y los pies; Eera tanto el dolor que yo le decía a mi Señor Jesucristo que ya me llevara, que ya no podía soportar ese dolor. Pero también veía que mi familia estaba sufriendo mucho al ver que me iba acabando poco a poco, llegué a pesar 103 libras. Me empezaron a preparar para ver como estaba de mis pulmones y del corazón, para ver si podía resistir la operación, y gracias a mi Dios que todos los exámenes salieron bien. Llegó el momento que volvi a pon-erme grave, y ya no salí del hospital por un tiempo. Y los doctores se di-eron que había un donador para mí, y corrieron las enfermeras y todos los doctores encargados de hacer el transplante. A la mañana siguiente, llegó el doctor y me dijo que la per-sona donadora todavía no fallecía y que estaba en coma, que no podían

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Dios Te bendiga; Mi nombre es Nancy Bailón Mayoral

soy de Guerrero Negro, B.C. S. asisto a la Iglesia de Jesucristo, Templo Filadelfia y mi pastor es el hno. Chuy Bailón.Estoy muy agradecida con Dios por haberme escogido hacerme participante de su gracia. Estoy muy agradecida con Dios por haberme escogido y hacerme par-ticipante de Su Gracia. Es muy bonito ver a jóvenes que ponen su empeño en aprender y dar el lugar que merecen las cosas de Dios. Por eso yo invito a todos los jóvenes que leyeren estas letras a que sir-van al Señor con todo su corazón y que tomen tiempo en las cosas que a Él corresponden, como es el orar, ayunar, leer etc. Porque gracias a esto, nosotros crecemos espiritualmente y es lo que mas nos ayuda cuando las pruebas vi-enen (I Tim. 4:15). También que no se avergüencen de su Señor y que si se avergüenzan de ser es-cogidos por Dios, Él hará los mismo en quel día. Para nosotros el ser escogidos por Él debe ser lo máximo, lo mejor que nos ha pas-ado. Así que podemos compar-tir nuestra alegría con las demás personas que no han conocido de Dios. Recuerden que las cosas del mundo son pasajeras, pronto se van a acabar, mas las de Dios son

eternas.Por último quiero agradecerte por tomarte el tiempo para leer mi opinión, y también pedirte que ores por mí para poder seguir adelante, para poder animar a mis hermanos jóvenes y sobre todo para poder ser un buen ejemplo para ellos. Por favor ora por mi pastor y los jóvenes de nuestra congregación para que podamos seguir adelante. Muchas gracias y que Dios te bendiga!

“Ninguno tenga en poco tu juventud, pero se ejemplo de los fieles en: Palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limp-ieza…”(I Tim. 4:12).


Dios quienes durante los siglos y has-ta hoy han estado más que de acuerdo en pagar el precio de entrega y obe-diencia absoluta hacia Aquel quien “siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios (porque es Dios manifestado en carne) (Tim. 3:16); sin embargo se anonado a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres se humilló a sí mismo hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil. 2:6-8). Estos genuinos integrantes de la institución Divina por excelencia, han sido, son y serán hasta el fin de la peregrinación aquí de “los santos del Altísimo” (Dan 7:27), las “piedras vivas… edificados una casa espiritual” (I Ped. 2:5). “Edificados sobre el fun-damento de los apóstoles y profetas, siendo la principal Piedra del ángulo, Jesucristo mismo. En el cual com-paginado todo el edificio, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en el cual vosotros también sois jun-tamente edificados para morada de Dios en Espíritu” (Efe. 2:20-22). Es-tos han sido durante todas las edades y siguen siendo hasta el día de hoy aquí en la tierra, las piedras preciosas integrantes de la “Ciudad del Dios Vivo”, “Jerusalem la celestial” (Heb. 12:22). Los integrantes de “La esposa, mujer del Cordero…la grande Ciudad santa de Jerusalem, que descendia del cielo de Dios” (Apoc. 21:9-10). Estos son “los que con mujeres” (institucio-nes falsas) no fueron contaminados” (Apoc. 14:4), que como los apóstoles y demás creyentes en el principio, han aprendido a no poner los ojos en los hombres (Hech. 3:12), mas en el Se-ñor. Ningún humano tiene el control de este conjunto de humanos especia-les en su totalidad. Solamente “el Au-tor de la vida” (Hech. 3:15), “el Autor de la salvación de ellos” (Heb. 2:10), “el Autor y consumador de la fe” (Heb. 12:2) Jesucristo el Señor, sabe quiénes

y cuántos son, conoce a cada uno, y sabe donde están. En

este conjunto el Señor Jesús ha sido y sigue aun siendo glorificado. En Sus fieles hijos, al Señor le ha placido depositar la revelación del “misterio” (que) en los otros siglos no se dio a conocer a los hijos de los hombres” (Efe. 3:5).

INTEGRANTES DE LAINSTITUCIÓN DIVINA

Para finalizar este profundo y serio co-mentario, enfoquemos ahora nuestra atención en forma más específica en los “seres súper-especiales” integrantes de la suprema institución, como lo es la Iglesia del Señor. Consideremos a la luz de la Palabra de Dios quienes son, y cuál es la vida tanto hoy como en la eternidad cuando “el tiempo no será más” (Apoc. 10:6), de estos seres a quienes el mismo Todopoderoso Dios, llama “dioses” (Sal.82:6 y Juan 10:34). Ciertamente que en parte ya hemos hecho antes mención de ciertas prerrogativas únicas que distinguen a los integrantes de la institución su-prema. Mas ahora lo descrito, repito, en forma mas especifica, porque si alguna cosa es de suprema e impera-tiva importancia para los verdade-ros miembros de la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo, es el tener cuando menos un conocimiento mínimo de las siguientes maravillosas y profun-das verdades: saber quiénes somos y cuál es nuestro principio y al vivir hoy en este mundo estar entendidos de dónde hemos venido. Estar seguros de cuál es la función que hemos venido a desempeñar durante el tiempo en que tenemos parte en esta creación “de las cosas movibles” (Heb. 12:10). Y conocer a fondo cuál es nuestro lugar y nuestra parte a entrar en el realmo de la eternidad. Estas verdades son extensas al grado de abarcar todo

el Libro de Dios. Mas aunque fuere brevemente, tratare de describirlas en forma que el lector “entendido” pueda entender (Dan. 12:10). La idea er-rónea prevaleciente entre el cristianis-mo de nuestros ambientes consiste en que tan solo con creer, ser bautizados, hablar en nuevas lenguas, y cumplir con las obligaciones morales y mate-riales que su grupo religioso le señala, ya está completo el llamamiento del cristiano. La verdad es que el hacer todo esto es relativamente fácil, pues-to que es muy posible cumplir con to-dos los requisitos señalados (que por cierto varían según al grupo religioso a que se pertenece), sin tener real-mente que “negarse a sí mismo”. Pues esa condición requerida por el Señor cuando dice: “si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día y sígame” (Luc. 9:23), es muy fácil decirla, pero no está nada de fácil el vivirla en toda la extensión de su significado. Significa-do que implica ciertamente el imitar en sus diferentes aspectos la vida hu-mana de nuestro Maestro, Jesucristo el Señor. Por tanto sigo insistiendo en el hecho de que para vivir en tal forma, nos es imperativo el estar con-scientes de las maravillosas verdades que antes describo. Pues el no estarlo, es la causa por la que muchos hijos de Dios no viven aquí como tales, ex-poniéndose así al peligro de no poder “regresar al Padre”.

QUIÉNES SOMOS Y DE DONDE HEMOS VENIDO

Dios lo creó todo, seres y cosas (Col. 1:16), mas a Sus hijos nos “engendro” ( Juan 1:13). Y no cuando “nacimos otra vez” ( Juan 1:13), sino desde “el principio” ( Juan 1:1), desde “antes de la fundación del mundo” (Efe. 1:4 y Mat. 25:34). Dios, el Espíritu Eterno, el Padre, lo principio todo engendrado

a “el Hijo” (Heb. 1: 1y 5), “el cual es la imagen del Dios invisible” (Col. 1:15), “el principio de la creación de Dios” (Apoc. 2:14). El Hijo es el ser único, porque “en El habita toda la plenitud de la Divinidad corporalmente” (Col. 2:9). Ese cuerpo, que es el “resplandor de Su gloria (de Dios), y la misma imagen de Su sustancia” (Heb.1:3), es “el Padre, y el Hijo” (Mat.28:19, Juan 14:9-11, Isaías 9:6), y es “el primo-génito entre muchos hermanos…que antes (Dios) conoció (y) también pre-destinó para que fuesen hechos con-forme a la imagen de Su Hijo” (Rom. 8:2:14). Siendo engendrados desde el principio, a su debido tiempo cada uno de “los hijos” (de Dios) particip-aron de carne y sangre” (Heb. 2:14), viniendo a este mundo para ser pro-bados y en la prueba alcanzar mad-urez (Rom. 5:3-5).

NUESTRA FUNCIÓN PRINCIPAL EN ESTA VIDA

Son varias las funciones para las que Dios tiene a Sus hijos en medio de esta creación temporal y pasajera. Una es para que glorifiquemos a nuestro Padre delante de esta creación huma-na de la que estamos rodeados (Mat. 5:16). Y no solamente con nuestras “buenas obras”, mas aun con un dis-tintivo único e incomparable. Pues se trata de un distintivo que no puede existir en forma semejante entre el resto de la humanidad: “Que os améis unos a otros, como (Yo) os he amado” ( Juan 13:34). (Es por cierto en este aspecto en el que más fuertemente ha operado la soberbia humana, haci-endo que multitudes de hijos de Dios pierdan aquí su herencia). Mas la in-stitución suprema continua intacta, funcionando exactamente conforme a propósito inicial de Creador de todo.


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Pues la verdadera Iglesia realmente está integrada por los hijos fieles de Dios quienes viven en una entrega y obediencia absoluta hacia su Señor y Dios. Los que en su peregrinación en esta vida caminan sujetando todas sus acciones, sus sentimientos y sus pens-amientos, a “este sentir (mente) que hubo también en Cristo Jesús” (Fil. 2:3-5). A esta institución suprema y especial es a la que se refiere Pablo apóstol cuando nos dice: “Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora notificada por la Iglesia a los principados y potestades en los cielos” (Efe. 3:10). Pues la iglesia es el orácu-lo Divino por excelencia para anun-ciar los mensajes eternos y declarar los misterios de Dios no solamente a los humanos mas a los seres celestia-les, en un ministerio que aun “desean mirar los ángeles” (I Ped. 1:12).

NUESTRO LUGAR EN LA ETERNIDAD

“Muy amados, ahora somos hijos de Dios y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando Él apareciere seremos seme-jantes a Él porque le veremos como Él es ” (I Juan 3:2) seremos poseed-

ores de un cuerpo de gloria igual que el cuerpo de gloria del Señor (Isa. 6:1, Dan. 7:9 y Mat. 17:2). Ese cuerpo es el “edificio”, “la casa no hecha de ma-

nos, eterna en los cielos” (II Co. 5:1), con el cual podremos transportarnos a la velocidad del pensamiento, a través del realmo eterno en el cual el tiempo ya no existe. Pues cuando el Señor viene para efectuar “la primera res-urrección” (Apoc. 20:5, I Co. 15:52 y Tes. 4:15-17), y para ser glorificado en Sus santos” (II Tes. 1:10), es cuando se cumple lo que Pablo apóstol llama: “luego el fin” (I Co. 15:24), que es el fin del plan de salvación. El fin “del misterio de Cristo”. El fin del “mis-terio y de Cristo”. El fin del “misterio de Dios y del Padre y de Cristo” (Col.

2:2). Cuando aquel que se llama a sí mismo “el Alpha y la Omega, prin-cipio y fin” (Apoc. 1:8), vendrá a ser Quien es “el mismo, ayer, hoy y por los siglos” (Heb. 13:8). Es entonces cuando los fieles y vencedores hijos

de Dios, juntamente con el Señor ha-bremos de juzgar no solamente a los infieles y a las naciones paganas, mas aun “a los ángeles” (caídos)” (I Cor. 6:3). Cuando la misma creación “será librada de la servidumbre de corrup-ción (o sea librada del tiempo), en la libertad gloriosa de los hijos de Dios (o sea librada del tiempo), (Rom. 8:18-21), para ser luego establecidos aquellos “cielos nuevos y tierra nueva, según Sus promesas, en las cuales mora la justicia” ( II Ped. 3:13), y re-inan los que “aman y hacen justicia” (I Juan 3:10). Pues las “las precio-sas y grandísimas promesas” (II Ped.

1:4), para los verdaderos integrantes de la institución suprema, están para cumplirse en el realmo eterno, cuando ya “el tiempo no será más” (II Ped. 1:4), para los verdaderos integrantes de la institución suprema. Cuando “los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que enseñan a justicioa a la multitud, como las estrellas a perpetua eter-nidad” (Dan. 12:3). Cuando los seres súper- especiales para Dios, como lo son los integrantes de “la gran ciudad santa ciudad de Jerusalem” alumbren a “las naciones que hubieren sido sal-vas” (Apoc. 21:1 y 22-24). Como hijos de Dios y por tanto Sus “herederos”, nuestro lugar en la eternidad será mayor que el de los demás seres ce-lestiales, cumpliéndose lo dicho por el Señor: “Vosotros sois dioses”. Pues “cosas que ojo no vio, ni oreja oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que ha Dios preparado para aquellos que le aman. Empero Dios nos lo reveló a nosotros por el Espíri-tu” (I Co. 2:9,10). ¿Eres tú uno de los integrantes de la Suprema Institución Divina, o eres solamente miembro de alguna de las muchas instituciones re-ligiosas humanas?

hacer nada y que me fuera a mi casa y que cuando hubiera otro donador, ellos me hablarían. Yo me fui muy triste a la casa pen-sando que a la mejor le habían dado el órgano a otra persona que tenía dinero, pero cual fue mi sorpresa que a los dos días me hablaron que ya tenían el órgano y que regresara al hospital, que ya tenían la hora en que

me iban a operar. Una Semana antes de esto me habían puesto en la lista de espera. Pero mi Dios que es tan grande quizo sacarme con bien de la operación. Quiero mencionar que mi hijo Miguel Gonzalez (pastor en Cuer-navaca, México), aviso a todos los pastores del área para que oraran por mí y Dios en su grandeza quiso contestar a mi favor las oraciones de todos mis hermanos que estuvieron

orando por mí. Agradezco a mi Se-ñor Jesucristo por este regalo tan grande que me volvió a la vida con su mano poderosa. Estoy muy agradeci-da con mi Señor y con todos mis her-manos que oraron por mí. Digo a mis hermanos que están sufriendo alguna enfermedad grave o incurable para los doctores, que ¡Dios todavía hace milagros¡. Que no desmayen en sus peticiones. Para el Señor no hay nada imposible, solamente se necesita fe y

entrega genuina al Señor y Él con-testa conforme a Su voluntad. Yo soy un testimonio vivo porque el Señor me dio otra oportunidad para testifi-car, para honra y gloria de mi Señor. Una vez más gracias a todos mis hermanos oraron por mí, que Dios les bendiga a todos. Su hermana en Cristo: Clementina Cervantes

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Cuando Aquel que se llama así mismo “el Alpha y la Ome-ga, principio y fin” (Apoc. 1:8), vendrá a ser Quien es “el mis-mo, ayer, hoy y por los siglos”


“ Él entonces pidiendo luz, entró den-tro, y temblando, de-rribóse a los pies de Pablo y de Silas; y sacándolos fuera, les dice: Señores, ¿qué es menester que yo haga para ser salvo? Y ellos dije-ron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu casa” (Hechos 16:29-31). Anticipo que este breve mensaje no es para todos. Es solamente para aquellos que ya se han convencido de que ninguna de las muchas cosas que este mundo ofrece ha podido darles esa paz interior que sus almas anhel-an. Tampoco es para ha-cer adeptos tratando de convencer a alguien para que deje su religión y acepte alguna otra. Antes es más bien, para aquellos que ya han vivido la experiencia de que ninguna religión ha podido cambiar sus vidas. Este mensaje es con el fin de ayudar a aquellos quienes, a causa de las miserables circunstancias en que están viviendo hoy, fueren éstas, en-fermedades, problemas conyugales o familiares, vicios, traumas, prisiones,

etc., han llegado a la conclusión de que solamente Dios puede librarlos. Es para aquellos a quienes les ha llegado el momento en sus vidas en que se es-tán preguntado hoy lo mismo que el carcelero de Filipos preguntó una vez a Pablo y a Silas: “¿Qué es menester que yo haga para ser salvo?” Si tú eres uno de ellos, en el amor de Cristo el Señor paso enseguida a explicarte el plan de la salvación de Dios exactamente de acuerdo como está descrito en la Santa Biblia. PRIMER PASO: Necesitas recon-ocer y confesar tu miseria y necesidad delante de Dios y arrepentirte con una verdadera sinceridad de todos tus pecados. Sin este paso fundamental todo lo demás sería en vano (Hechos 3:19). SEGUNDO PASO: Necesitas ahora aceptar al Señor Jesús como el Salvador de tu alma y creer que por Su gracia y por Su sangre de-rramada en la cruz Él puede limpiar todos tus

pecados, no importa cuán negros éstos fueren (Isaías 1:18). TERCER PASO: El hacer y creer lo anterior es la prueba de que ahora has sido participante del milagro de haber “nacido otra vez” ( Juan 3:3), del milagro de ser “nacido de Dios”, de ser “engendrado de Dios” (1 Juan 5:18). CUARTO PASO: Ahora es imper-ativo que seas sumergido en las aguas del bautismo como el Señor mismo lo hizo, asegurándote que al hacerlo sea invocado sobre ti el Nombre de nuestro Señor Jesucristo (Hechos 2:38 y 4:12). QUINTO PASO: Siendo ahora un hijo de Dios ( Juan 1:12), “una nueva criatura en Cristo” (2 Corintios 5:17), permite que el mismo Señor, quien ahora vive en ti, te enseñe cómo has de vivir, qué es lo que debes de hacer y lo que no te conviene. SEXTO PASO: El Señor ha pro-metido el poder de Su Santo Espíritu a cada uno de Sus hijos para ayudarnos a vencer y dar los “frutos del Espíritu”

(Gálatas 5:22-23). Pídelo juntamente con la señal de “hablar en otras len-guas” (Hechos 2:4). SÉPTIMO PASO: Ejercítate ahora en leer la Palabra de Dios para que crezcas espiritualmente y tu fe se afirme. Procura orar al Señor lo más que puedas. Ocúpate hasta donde fuere posible en servir, haciendo las obras de Dios. PASO FINAL: Procura ahora el vivir el resto de tu vida en paz, en san-tidad, amando a todos y en comunión con los que aman al Señor así como tú lo amas ahora. Procura hasta donde fuere posible la compañía de aquellos quienes viven “esperando aquella es-peranza bienaventurada, y la mani-festación gloriosa del gran Dios y Sal-vador nuestro Jesucristo” (Tito 2:13). CONCLUSIÓN: Si nosotros no te conocemos, Dios sí te co-noce, y nuestra oración es que Él te bendiga. Pedimos a la vez, al Señor Jesús, que obre para que lo descrito aquí pueda traer a tu vida el cambio que deseas. Si el Señor pone ahora en tu corazón el deseo de que te ayude-mos en alguna forma que nos fuere posible, estamos para servirte

La doctrina del bautismo es un tema de importancia capital, y se ha considerado como tal durante todos los siglos que han pasado desde que la Iglesia fue fun-dada por nuestro Señor Jesucristo, pues Él mismo dio prominencia a este sacra-mento cuando lo ordenó diciendo: “El que creyere y fuere bautizado será salvo, mas el que no creyere será condenado” (Mar. 16:16), y: “por tanto id, y doctri-nad a todos los gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mat. 28:19). Además, Él mismo enfatizó la importancia de ser bautizado, encami-nándose hasta el Río Jordán donde Juan bautizaba para ser ba-utizado, diciendo: “deja ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia” (Mt. 3:15).

Muchos l í d e r e s r e l i g i o -sos en el t i e m p o presente enseñan que el bautismo no es algo de importancia, contradiciendo así al mismo Señor a quien profesan obedecer y servir, haciendo lo mismo que hicieron los Faris-eos y los sabios de la ley, que desecharon el consejo de Dios contra sí mismos, no siendo bautizados de Juan (Lucas 7:30). Pero en fin, este breve tratado no va di-rigido a los que fueren contrarios, sino a los cristianos sinceros, quienes con un corazón limpio y sencillo quieran obe-decer a la Palabra de Dios, tanto a lo que ordena el Señor directamente, o

por instrumentalidad de sus apóstoles, a quienes a su vez autorizó diciendo: “el que a vosotros recibe, a Mí recibe” (Mt. 10:40). Agregamos además que al insistir sobre el tema del bautismo, no es con el fin de conseguir adeptos para cierta de-nominación u organización religiosa, sino para que el cristiano sincero y obe-diente, sea quien fuere y estuviere en donde es-tuviere, reciba de Dios la plenitud de su salvación. Estando por tanto claros en estas verdades básicas, ahora pasemos a considerar las siguientes preguntas: ¿Para qué es el bautismo? El Señor dijo que: “el

que creyere y fuere bautizado, será salvo” (Mar. 16:16). En el Día de Pentecostés el Espíritu Santo, por labios de Pedro dijo: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros…para perdón de los pecados” (Hechos 2:38). Pablo, hablando del sacri-ficio de Cristo, dice que se entregó por su Iglesia “para santificarla LIMPIÁNDO-LA en el lavacro del agua (bautismo) por la Palabra” (Efe. 5:26). Pedro, hablando de la salvación de Noé por agua en el arca,

Continúa en la pág. 19

19w w w. e va lv e r d e . c o mdice: “a la figura de la cual, el bautismo que ahora corresponde NOS SALVA” (1 Ped. 3:21). ¿Cómo se administra el bautismo? Pablo nos explica que el bautismo es a la figura del que ha-biendo muerto es sep-ultado, pues nos dice así: “¿Qué no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte? Porque somos SEPULTADOS juntamente con Él a muerte por el bau-tismo” (Rom. 6:3-4). También nos dice otra vez que: “Somos “SEPULTADOS juntamente en el bautismo, en el cual también resucitásteis con Él” (Col. 2:12). De acuerdo con estas escrituras, el bau-tismo es una sepultura simbólica donde el creyente, ya muerto para el mundo (arre-pentido), es sepultado en las aguas y sale de ellas para andar en una nueva vida en Cristo. Por lo tanto, el bautismo debe ad-ministrarse por inmersión, sumergiendo el cuerpo del penitente completamente en el agua, conforme el dechado que nos marca el mismo Señor quien entró al Río Jordán para ser bautizado: “y Jesús, después que fue bautizado, SUBIÓ DEL AGUA” (Mt. 3:16). De igual manera cuando Felipe bautizó al eunuco Etiope, dice que: “DESCENDIERON ambos al agua, Felipe y el eunuco, y bautizóle, y como SUBIERON DEL AGUA…” (Hech. 8:38-39).

¿Qué nombre se invoca en el bautismo?

El Señor mandó a sus discípulos a

que bautizaran a “los gentiles, en el nom-bre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt. 28:19), y cuando los após-toles pusieron por obra el mandamiento del Maestro, bautizaron a miles y miles de creyentes en el Nombre de Jesucristo. Ellos no desobedecieron al Señor como hay quienes se han atrevido a decir, antes ejecutaron fielmente lo que se les ordenó, por la razón de que entendieron que el Nombre del Padre, del Hijo, y del Es-píritu Santo, es JESÚS el Señor, y que Él es Uno. Entendieron cuando el Señor les dijo: “el que me ha visto, ha visto al Padre” ( Jn. 14:9). Entendieron que, “Dios ha sido manifestado en carne” (1 Tim. 3:16). Entendieron que Jesús es el Mesías de Israel, y que no podía ser otro sino el mismo Dios, porque no hay más que un Dios (Deut. 6:4, Is. 44:6). Entendieron que sólo el Dios YHWH puede salvar, y les fue dada revelación para entender que Jesús es el mismo Dios, pues el Nombre de Dios dado a los hombres para ser sal-vos es JESÚS (Hech. 4:12). Es el Nom-bre “que es sobre todo nombre” del cual estaba profetizado: “y será que cualquiera que invocare el Nombre del Señor, será salvo” (Fil. 2:9, Joel 2:32). Las siguientes citas bíblicas dan testimonio de que los creyentes originales de la iglesia fueron todos bautizados invocando el Nombre de Jesucristo, nunca los pronombres Pa-dre, Hijo, y Espíritu Santo: Hechos 2:38, 8:16, 10:48, 19:5, y 22:16; Romanos 6:3 y Gálatas 3:27. El bautismo invocando los

pronombres Padre, Hijo y Espíritu Santo no se usó en el tiempo apostólico ni en los primeros si-glos de la iglesia, sino que fue una interpretación posterior que vino juntamente con todas las demás doctrinas falsas, fruto de la apostasía, y que fueron aceptadas y confirmadas por el Concilio de Nicea en el año 325 D.C. ¿Para quiénes es el Bautismo por in-mersión invocando el Nombre de Jesu-cristo? . Lea usted mismo la respuesta: PARA LOS JUDIOS (Hech. 2:36 y 38); PARA LOS SAMARITANOS (Hech. 8:14 y 16); PARA LOS GENTILES (Hech. 10:45-48); PARA LOS CREY-ENTES YA ANTES BAUTIZADOS CON OTROS BAUTISMOS (Hech. 19:1-5). “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos y para to-dos los que están lejos; PARA CUAN-TOS EL SEÑOR NUESTRO DIOS LLAMARE” (Hech. 2:39). Para finalizar: Estimado hermano y amigo, si usted ama al Señor y es uno de aquellos a quienes le interesa el estar bien seguro de la salvación de su alma, le invitamos atentamente en el amor de Cristo para que piense detenidamente en este importantísimo tema doctrinal, y considere que no se trata solamente de al-gún argumento de tipo denominacional, sino de una orden señalada muy especí-ficamente por el mismo Señor, nuestro Jesucristo, quien dijo que: “el que creyere y fuere bautizado, será salvo”.

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