Maqueta Empleo MaquetaciÛn 1 - gitanos.org · Satisface las aspiraciones de la gente durante su...

1ª edición

uía de estilo para Periodistas

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Ana Requena: Periodista eldiario.es

Beatriz Iraeta: EAPN-ES

David Marañón:

Fundación Secretariado Gitano

Elvira González: Economista Centro

de Estudios Económicos Tomillo

Gabriela Jorquera: EAPN-Madrid

Maria José Curto: ACCEM

Mercedes Liébana: Agrupación de Desarrollo

Los Molinos

Marcelo Segales Kirzner: Economista Centro de

Estudios Económicos Tomillo

Diseño y maquetación: www.avviopublicidad.com

Índice

1. Presentación........................................3

2. El trabajo, ¿un derecho?............................3

3. ¿Qué es un empleo?..................................5

4. Empleo y desempleo: los escollos del sistema productivo..............................9

5. ¿Es el reparto del trabajo la solución?............20

6. ¿Cómo nos afecta el desempleo?.....................23

7. Sistema de protección social único al empleo y políticas de empleo. ¿Qué son las políticas de empleo?..................26

8. Cómo comunicar sin prejuicios......................28

9. Datos y estadísticas, cómo leerlas y entenderlas...37

10. ¿Con quién contactar para pedir orientación e información? . . . . . . . . . . . . . . . . . .43

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El desempleo es, en la actualidad, uno delos mayores problemas a los que se enfren-ta España en estos momentos. La promo-ción de un empleo digno y de un mercadolaboral que integre a todas las personas, enespecial a las más vulnerables, es clave pa-ra desarrollar la plena y efectiva realizaciónde los Derechos Humanos y, por ende, paracumplir con las obligaciones que en materiade Derechos Humanos ha asumido el Esta-do Español.

Esta Guía de estilo para periodistas sobreempleo sigue la línea de los trabajos pre-vios de EAPN España y EAPN Madrid de do-tar a los periodistas de herramientas útilespara el desempeño de su labor profesional.

Un apoyo en su labor de contar la realidadA lo largo del presente texto se irán abor-dando diferentes conceptos como el de tra-bajo decente, salarios dignos o trabajado-res pobres, entre otros. De igual manera sehan querido explicar las cifras más relevan-tes en la medición del empleo, y hacerlasmás accesibles a todos los profesionales.

Los compromisos adquiridos al firmar elPacto Internacional de Derechos Económi-cos, Sociales y Culturales (PIDESC), noshacen reflexionar sobre las consecuenciasque han tenido las consecutivas reformaslaborales en el derecho al trabajo, y sobresi el mercado laboral está en situación deofrecer un trabajo digno a la ciudadanía.

mira a las personas en situación de pobreza y exclusión social

1.Presentación

2.El trabajo, ¿un derecho?El empleo en nuestra sociedad es el princi-pal factor de integración social. Es una ga-rantía, o debería serlo, para el acceso a los

recursos que permitan satisfacer las nece-sidades personales y/o familiares, asegurarun nivel de vida digno a todas las personas,


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y dar acceso a la protección social. Asimis-mo, es fuente de pertenencia, de identidad,de poder y de formación continua. La parti-cipación en el mercado de trabajo es uno delos ejes imprescindibles para la inclusiónsocial.

El derecho al trabajo está reconocido y con-sagrado en distintos instrumentos interna-cionales. Por ejemplo, el PIDESC, parte dela Carta Fundamental de los Derechos Hu-manos, en su artículo 6 reconoce “el dere-cho a trabajar, comprendido como el dere-cho de toda persona a tener la oportunidadde ganarse la vida mediante un trabajo li-bremente escogido. Este derecho debe es-tar garantizado por el Estado tomando lasmedidas pertinentes”.

Como parte firmante del PIDESC, el Estadoespañol se compromete a adoptar medidas,hasta el máximo de los recursos disponi-bles, para lograr progresivamente la plenaefectividad del derecho al empleo. Estasmedidas podrán ser tomadas de manera in-dividual o con otros actores internaciona-les. Asimismo, deberán tener especialmen-te un carácter económico y técnico,inclusive la adopción de medidas legales.

¿Basta solo con reconocerlo...?El derecho al trabajo no sólo reconoce el ac-ceso a un empleo, sino también la promo-ción de las condiciones necesarias para ello;orientación y formación técnica y profesio-nal; desarrollo de programas, normativas ytécnicas encaminadas a conseguir un des-arrollo económico, social y cultural constan-te, y una ocupación plena y productiva de lasociedad. Todo esto en condiciones que ga-ranticen las libertades políticas y económi-cas fundamentales de la persona humana.

El derecho al trabajo está reconocido tam-bién en el ordenamiento jurídico español.En el artículo 35 de la Constitución lo confi-gura como un derecho y un deber de la ciu-dadanía. En el artículo 40 de la Constitu-ción, se señala que “de manera especialrealizarán una política orientada al plenoempleo. Asimismo, los poderes públicos fo-mentarán una política que garantice la for-mación y readaptación profesionales; vela-rán por la seguridad e higiene en el trabajoy garantizarán el descanso necesario, me-diante la limitación de la jornada laboral,las vacaciones periódicas retribuidas y lapromoción de centros adecuados”

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A parte del derecho al trabajo, cabe plante-arse qué es un trabajo digno. Según la Or-ganización Internacional del Trabajo (OIT),el trabajo decente es el que obedece, entreotras cosas, a las siguientes:

Satisface las aspiraciones de la gentedurante su vida laboral

Da oportunidades para que el trabajo seaproductivo y produzca un ingreso digno

Implique seguridad en el lugar de traba-jo y protección social para las familias

Permita un desarrollo personal y laboral

Dé libertad para expresar opiniones

Dé igualdad de oportunidades y tratopara hombres y mujeres.

Para garantizar el derecho al trabajo es ne-cesario el buen funcionamiento factores re-lacionados con el mercado, el estado, y lasociedad en su conjunto.


El Empleo es el trabajo realizado en virtudde un contrato formal o de hecho, que pue-de ser individual o colectivo, por el que serecibe una remuneración o salario[1] . Hacereferencia a la población ocupada, es de-cir, a la población activa que trabaja paraobtener un beneficio económico.

El trabajo es un concepto más amplio queel empleo, pues incluye todas las actividadeshumanas que generan riqueza material e in-material. Al hablar de trabajo, nos referimosa trabajos de cuidados, voluntariado y todasaquellas actividades que signifiquen un be-neficio para la sociedad y el individuo[2].

3.¿Qué es un empleo?

[1] Jahoda, Marie (1982) Empleo y Desempleo: Un Análisis Socio-Psicológico: 26. Madrid: Ediciones Morata, 1986[2] A pesar de la diferencia expuesta, utilizaremos los términos de trabajo y empleo como sinónimos dada la generaliza-

ción de ambos en su uso coloquial.


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Lo que define al empleo es el salario,pero ¿Todo salario es digno?El salario mínimo es una medida para evitarprácticas abusivas. Se establece por leyuna cantidad monetaria mínima bajo lacual, se entiende que es ilegal remunerar eltrabajo. Se acuerda en base a negociacio-nes entre gobierno, sindicatos y empresas.Responde a intereses económicos diversosque incluyen, aunque no únicamente, lasnecesidades de las personas.

A diferencia del salario mínimo, el salariodigno se establece a partir de esas necesi-dades. Es un límite que garantiza que laspersonas puedan vivir con dignidad.

Salario mínimo y salario digno pueden y de-berían coincidir, pero no suele suceder. Elsalario mínimo suele ser menor que el sala-rio digno, en ocasiones, siendo significativala diferencia. Si dicha disparidad es relevan-te, entendemos que se puede estar vulne-rando el derecho de las personas a vivir condignidad. Cuanto mayor sea la desigualdad,mayor será la vulneración de ese derecho.

Un salario digno debería asegurar la vi-vienda, gastos imprevistos, vestimenta ynutrición adecuada. En algunos países,como el Reino Unido y Suiza, el salariodigno o ‘living wage’ significa que unapersona que trabaja cuarenta horas ala semana debe ser capaz de sufragarsus necesidades básicas y dotarse con lacapacidad de afrontar emergencias, sin ha-cer uso de Servicios Sociales u otras ayu-das públicas[3].

Pregunta clave: ¿Sabemos cuál debe-ría ser el salario digno en España?

¿Todo trabajo es dig-no? Trabajo precarioLa precariedad laboral es el estado en queviven las personas trabajadoras que, porrazones diversas, sufren procesos de inse-guridad, incertidumbre y falta de garantíaen las condiciones de trabajo[4].

Algunos factores que generan precariedadlaboral:

Bajos salarios, especialmente gravecuando los ingresos percibidos por el

[3] http://www.businessdictionary.com/definition/living-wage.html#ixzz2uQ2sA0VU[4] Precariedad laboral y caída salarial. El mercado de trabajo en la Argentina post convertibilidad Clara Mareticorena.

7º Congreso Nacional de Estudios del Trabajo

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trabajo no cubren las necesidades bási-cas de la persona.

La temporalidad de los contratos.- La temporalidad de los contratos de

trabajo es uno de los factores quemás contribuyen a la precariedadlaboral. Genera un mercado alta-mente segmentado. La segmenta-ción se refiere a la diferencia en elmercado laboral entre las condicio-nes de los trabajadores/as con con-tratos temporales con poca protec-ción y bajo coste de despido; ylos/as que tienen contratos indefi-nidos y cuentan con mayor protec-ción y mayores costes de despido.

- ¿Cómo resolver la segmentación delmercado laboral? Las diferentes re-formas laborales lo han intentadooscilando entre fomentar los con-tratos temporales en épocas de altodesempleo, y limitarlos en épocasde bajo desempleo.

- Ninguna de estas reformas ha sidodefinitiva en reducir la temporali-dad, que en el actual modelo eco-nómico y social, genera inseguridaden los ingresos económicos de laspersonas, reduce sus trayectorias

laborales a constantes salidas y en-tradas, donde reciben menos for-mación y oportunidades que los tra-bajadores fijos de las empresas, deforma que no supone un puente ha-cia un empleo indefinido.

El trabajo temporal afecta a la protec-ción por desempleo por la dificultad dealcanzar la acumulación del mínimo dedías exigidos para recibir la prestación.Para evitar este efecto, se necesitaríacomo condición previa un mercado la-boral muy dinámico, que permita a laspersonas encadenar contratos sin lar-gos periodos de carencia. Esta es unacondición difícil en el mercado laboralespañol. Por otra parte, las empresasofrecen menos oportunidades de for-mación y promoción a los trabajado-res/as temporales.

La irregularidad que sufren aquellaspersonas trabajadoras que no son da-das de alta en la Seguridad Social, ca-rentes así de las prestaciones y benefi-cios que derivan de un empleo regular.

La precarización de los contratos y ladesaparición de convenios laborales,



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debilitan la negociación de las condi-ciones laborales.

El avance de los postulados neoliberales haacrecentado la precariedad del trabajo y haaumentado la incertidumbre sobre el futuro,poniendo en cuestión el derecho al trabajo.

Servicio Doméstico¿trabajo precario?El servicio doméstico siempre ha sido sinó-nimo de trabajo precario dada la informali-dad que lo caracteriza. Es un sector fuerte-mente feminizado y con mucha mano deobra inmigrante.

En 2011, el Gobierno de Zapatero aprobó laintegración del empleo doméstico en el Ré-gimen General de la Seguridad Social. Conello, se exigía que hubiese contrato por es-crito donde el empleador cotizase desde pri-mera hora, se eliminase el pago en especie,y se permitiera que las personas trabajado-ras pudieran coger bajas por incapacidadtemporal. La reforma no incluyó el derechoal desempleo, dejando a este sector como elúnico colectivo asalariado sin paro.

En 2012, el Ejecutivo de Rajoy introdujocambios sustanciales. Por una parte, volvió

a permitir que los trámites contractualesrecayeran en la persona empleada, en elcaso de cotizar menos de 60 horas sema-nales. Por otra parte, eliminó algunos tra-mos de cotización más bajos, lo que se tra-dujo en la obligación a cotizar por basesmás elevadas y, por tanto, pagar más.

Las asociaciones de este sector reclamancambios para que su integración en el Régi-men General sea completa. Así, conseguiríantener derecho a desempleo y a inspeccionesde trabajo que vigilen el cumplimiento de susderechos.

Claves:

- Las cifras mensuales de afiliación ala Seguridad Social permiten cono-cer el número de personas emple-adas de hogar afiliadas como tal ysu evolución.

- La Encuesta de Población Activaofrece la cifra de personas que de-claran trabajar como empleadasdomésticas. En este caso, al seruna estadística y no un registrooficial, la EPA recoge no sólo a lastrabajadoras dadas de alta legal-

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mente, sino también las que traba-jan en economía sumergida.

- ¿Por qué el sistema permite que unsector productivo que cotiza a laSeguridad Social siga sin derechoal desempleo?

¿Qué es un/a trabaja-dor/a pobre?El trabajo es un factor clave para la inclu-sión social; es la forma más eficaz de pro-porcionar independencia, seguridad econó-mica y sentido de pertenencia. Pero cuandoel empleo se precariza, con salarios bajos,inestabilidad y pésimas condiciones labora-les, pierde su capacidad de inclusión.

A medida que crece la producción just in ti-me, la producción por encargo, sin costesfijos como por ejemplo almacenes de exis-tencias, crece el contingente de just in timeworkers, trabajadoras/es contratados porperíodos de tiempo limitados, el mínimo ne-cesario para responder a las exigencias pro-ducción al menor coste: unos meses, sema-nas, días, horas incluso.

Esto está originando la aparición de los lla-mados working poors, pobres con trabajo:personas ocupadas, sí, pero en unas condi-ciones que no les permite superar el umbralde la exclusión. Y su número ya no es mar-ginal, sino que alcanza los 2,3 millones depersonas[5].


4.Empleo y desempleo: los escollos del sistema productivo

[5] Según los datos definitivos de la Encuesta de Condiciones de Vida referidos a 2012.

Una economía que genera millones de per-sonas desempleadas y se prolonga en eltiempo, no es una situación natural que“nos ha tocado” y sobre la cual no es posi-ble actuar. Muy por el contrario, el desem-

pleo masivo como fenómeno social es rela-tivamente nuevo y puede asociarse a latransformación de los modelos productivosque está teniendo lugar desde hace nadamenos que cuatro décadas.


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Durante buena parte del siglo XX, y espe-cialmente tras la Segunda Guerra Mundial,los países occidentales profundizaron (has-ta el agotamiento) en un modelo producti-vo que diversos expertos han denominado“fordista”. El fordismo significó un modo deproducción en línea para un consumo demasas, en un clima de elevadas y establestasas de crecimiento económico. Actual-mente, este modelo ha evolucionado frutode las nuevas tecnologías de información;del énfasis en los tipos de consumidor, encontraste con el previo énfasis en las clasessociales; del surgimiento de los servicios ytrabajadores de “cuello blanco”; y de la fe-minización de la fuerza de trabajo. Así, pa-samos de la producción en masa del fordis-mo, a la especialización flexible del“posfordismo”. En este marco, inserto en elesquema de la globalización, aumentan elintercambio y la competencia con los mer-cados extranjeros.

Del pleno empleo aldesempleo masivoDentro del modelo fordista, arriba esbozado,el desempleo era un fenómeno marginal. Sevivía lo que ahora parece una utopía: el ple-no empleo. Bien es cierto que el modelo nointegró a las mujeres, pues se imponía un

sistema patriarcal donde el hombre, “cabezade familia”, era el encargado de realizar lostrabajos fuera del ámbito del hogar, relegan-do a la mujer a trabajos domésticos. La pro-ducción se organizó en grandes espacios co-mo fábricas, empresas financieras, deseguros, etc. De manera paralela, se conta-ba con un Estado fuertemente intervencio-nista que vigilaba y regulaba la economía,ofreciendo sólidos sistemas de protecciónsocial que coloquialmente llamamos “Estadodel bienestar”.

Sin embargo, esas reglas económicas quedieron lugar a un mercado laboral predeci-ble y con escaso desempleo han ido cam-biando desde finales de los años 60. Sin en-trar a analizar las causas subyacentes deeste fenómeno, lo cierto es que surge unnuevo modelo productivo, monetario y fi-nanciero, el Posfordismo. Este sistema, co-mo ya anotábamos, se caracteriza por unaintensa revolución tecnológica, por la incor-poración de la mujer al trabajo remuneradoy por la llamada “producción flexible”. Ladesregulación de los mercados, un menorpeso de la intervención estatal, la flexibili-zación de la economía (incluido el factortrabajo) y la relevancia cada vez más signi-ficativa del mundo financiero caracterizan

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la actual regulación económica global, loque muchos expertos han dado en llamar“globalización”. Todo ello ha dado pie a otraconfiguración de los mercados labora-les, uno de cuyos resultados ha sido unaumento de su inestabilidad, incremen-tando las relaciones laborales atípicas (lasque no implican un trabajo a tiempo com-pleto para toda la vida) y fenómenos sinprecedentes de desempleo.

Así, esta trayectoria ha adoptado diversasformas según los países y, particularmenteen España, ha implicado episodios de altísi-mas tasas de desempleo.

Y mientras tanto enEspaña...La historia del mercado laboral en Es-paña es muy elocuente. Por ejemplo, elsistema productivo español estuvo 20 añosabsorbiendo el mismo número de personasocupadas: alrededor de 12 millones (entre1976 y 1995). Sin embargo, la entrada deun nuevo modelo productivo (fruto del bo-om inmobiliario) y unas reglas acordes aese nuevo esquema extendieron la capaci-dad de generación de empleo hasta los 20millones entre 2007 y 2008.

No obstante, ante este tipo de transformacio-nes, se debe sopesar la alegría ante los efec-tos positivos (el mayor número de ocupados yel descenso del desempleo) con otros aspec-tos igualmente relevantes que pueden contri-buir a entender lo que ocurre: la calidad delempleo, en qué sectores se genera, su soste-nibilidad a medio y largo plazo, en qué medidaresponde a un modelo de producción y la na-turaleza de éste en relación con la posición delpaís en los circuitos de producción mundiales.

Nada de eso debe ser pasado por alto y, enel caso español, el boom que estalló en2008 al compás de la crisis financiera mun-dial, generó un modelo laboral desequilibra-do, fuertemente dual e hiperflexible o “flexi-precario” para los sectores más vulnerables.Entre estos sectores podemos destacar a jó-venes, personas con baja cualificación, mu-jeres e inmigrantes. Actualmente integranel mercado laboral en España unos 16,5 mi-llones de personas, asimismo, el número dedesempleados se triplicó, pasando de 2 a 6millones en el mismo período.

¿Es una utopía el ple-no empleo? ¿Hay un ni-vel de paro aceptable?Si bien no existen niveles de desempleoaceptables, la teoría económica estándar ha



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determinado que existe un nivel de desem-pleo, mal llamado “natural”, que es muy di-fícil de abordar desde políticas exclusiva-mente laborales. No se debe perder de vistaque el mercado laboral es uno más en laeconomía de un territorio, y que responde alos cambios productivos adaptando sus re-glas de modo que, en muchas ocasiones, noes la regulación del mercado de trabajo laque crea o destruye empleo, sino los proce-sos productivos subyacentes. A estos pro-cesos, se adaptan dichas reglas de un mo-do más o menos eficaz, amortiguando susefectos negativos y/o intensificando sus im-pactos positivos sobre el empleo. No obs-tante, las regulaciones del mercado laboraltambién pueden a su vez generar las condi-ciones para un cambio de modelo producti-vo, como se verá más adelante.

El drama del desempleo es una de las prin-cipales amenazas al bienestar y a la cohe-sión social. Si bien afecta a toda la socie-dad, tiene consecuencias aún másdesastrosas en las personas y en los gruposde población más vulnerables.

El pleno empleo es una situación en la que to-do el mundo está trabajando, donde los ciu-dadanos y ciudadanas en edad laboral pro-

ductiva y que desean hacerlo, tienen trabajo.Los economistas reconocen que es poco pro-bable que la población activa de un país tengade forma continua empleo, debido a que haycondicionantes laborales y sociales que impi-den que los empleos y las personas se en-cuentren perfectamente y sin problemas.

Estos mismos economistas establecen unatasa natural de desempleo del 3% al 5% dela población activa. Llegar a esa tasa en laseconomías actuales es considerado alcan-zar el pleno empleo. Pero el problema conel que nos encontramos es el aumento delllamado desempleo estructural, que esocasionado por diversos factores que van,por una parte, desde el avance tecnológico,el creciente proceso de globalización de laeconomía y los mercados, hasta los déficitsde formación de los recursos humanos y lasdeficiencias de funcionamiento del mercadode trabajo, por otra.

Una sociedad que mantiene un 10 o un20% de su población activa en paro es unasociedad mal organizada y, lo que es másgrave, una sociedad profundamente in-justa. Porque hay que hablar de injusticiacuando un sector de la población está ex-cluida por no poder aportar sus capacida-

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des y no disponer, ya no sólo de las condi-ciones materiales necesarias para su vidadiaria, sino también del reconocimiento so-cial que conlleva el ejercicio de una ciuda-danía activa y, en definitiva, de su dignidadcomo persona.

La flexiguridad euro-pea, ¿es una respuestaviable?Al principio del período de bonanza económi-ca que se inició en España en la segunda mi-tad de la década de los 90 y se extendió has-ta el 2008, la respuesta de política delmercado de trabajo promovida desde laUnión Europea fue abordada desde un nuevoconcepto: la flexiguridad. Significa, en tér-minos sencillos, la búsqueda de un equilibrioentre la flexibilidad que demanda el nuevomodelo productivo, por una parte, la seguri-dad o estabilidad que necesitan los trabaja-dores desde el punto de vista de sus ingre-sos, por otra, al igual que entre las políticasque lo acompañen durante sus periodos defalta de empleo. No se trata tanto de prote-ger el puesto de trabajo como al propio tra-bajador, proporcionándole las herramientaspara encontrar mejores empleos en un mar-co de relaciones más flexible, pero que atien-da la situación de los más desfavorecidos.

Por tanto, se sustenta en un triple eje:

Elevada flexibilidad interna (funcio-nal, geográfica y de tiempos de trabajo),

Intensas políticas activas de em-pleo (formación a lo largo de la vida,búsqueda de empleo, etc.)

Sistemas de protección social efi-cientes que se ocupen de sostener losingresos de los sectores más vulnerables.

Se trata, como se ve, de unas directricessuficientemente flexibles (y quizás ambi-guas) como para dar cabida a diferentes, ya menudo contradictorias, fórmulas de polí-tica de empleo.

Sin embargo, como se ha mencionado, nilas políticas de flexiguridad ni el propiomercado laboral crean empleo de lanada. Necesitan de un sector productivoque impulse a la economía para lograrlo. Eneste contexto, las respuestas que han ofre-cido los distintos gobiernos de España, enforma de sucesivas reformas laborales du-rante la crisis, si bien se han apoyado en eldiscurso de la flexiguridad, no han resueltoel problema del desempleo masivo.



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Es importante no sobrevalorar el impactoque puede tener una reforma laboral si nose apoya sobre el impulso de un cambioproductivo subyacente. O, aún más impor-tante, identificar qué modelo producti-vo se perfila detrás de una determina-da reforma laboral.

En el caso español, el resultado de flexibili-zar el mercado laboral en un contexto deausteridad fiscal (políticas contractivas, esdecir, de menor gasto público) ha sido el in-cremento del número de personas desem-pleadas, una caída de los “costes laborales”(básicamente, los salarios) y una crecientepolarización entre aquellos con y sin em-pleo. Y, por último, una elevada “precariza-ción”, esto es, una mayor proporción de re-laciones laborales efímeras, al borde odirectamente en la ilegalidad, con bajos sa-larios y malas condiciones laborales.

¿Es precarizar el em-pleo la solución alproblema?Nuevamente, la pregunta es qué modeloproductivo se pretende promover a travésde una reforma laboral que genere esosefectos. A partir de ahí, preguntas tales co-mo si es preferible un empleo precario que

permanecer en el desempleo, o si la preca-rización puede ser una solución admisibleante la falta de oportunidades laborales po-drán ser estimadas en su justa medida.

Se debe tener en cuenta que el mercado detrabajo es un reflejo de la economía en laque se apoya y se debe analizar qué mode-lo económico se estimula detrás de los re-sultados en términos de empleo, desempleoo condiciones laborales, entre otros aspec-tos. Se debe ser cuidadoso a la hora de pre-sentar y evaluar las noticias referentes a lasituación del mercado de trabajo, viendomás allá de lo meramente cuantitativo y re-saltando la interrelación que existe entre elfuncionamiento del mercado de trabajo y laeconomía en su conjunto.

La pérdida del empleo y la situación de des-empleo conducen a un elevado número depersonas a un sentimiento de inutilidad so-cial. La mayoría de los parados aspira a vol-ver a encontrar un empleo, y una buenaparte de ellos está dispuesta a trabajar encondiciones laborales y salariales precarias.Pero que crezca el empleo, no significa quelas personas trabajen en aquello que dese-an o en la profesión para la que se han pre-parado.

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Distintos expertos vienen alertando que elcrecimiento económico y la creación de em-pleo no son, por sí solos, la solución a losproblemas y menos para combatir la exclu-sión social.

Frente a la precarización, una de las solu-ciones sería aumentar la “empleabilidad” delas personas. La “empleabilidad” podemosdefinirla como la posibilidad real de accedera un empleo que tiene una persona aquí yahora y, por tanto, la capacidad de adaptar-se a la oferta de empleo existente. Paramejorar la empleabilidad es necesario, deuna parte, cambiar el paradigma actual dellugar que ocupa el empleo en nuestras vi-das y sociedades. Por otra parte, es tam-bién importante orientar las políticas a au-mentar las capacidades y habilidades de lapoblación.

El mercado laboraldesde la perspectivade géneroTradicionalmente, sólo se considera trabajoel empleo productivo desarrollado fuera delámbito doméstico. El trabajo reproductivo,es decir, el de cuidados en el sentido másamplio del término, que tiene lugar en elhogar y la familia, no se considera tal. Sin

embargo, son dos caras de la misma mone-da porque lo que sucede en el mercado la-boral ordinario está estrechamente ligado alo que sucede en el trabajo reproductivo.

Las encuestas de usos del tiempo y la pro-pia EPA, señalan que las mujeres siguenocupándose mayoritariamente de las tareasde cuidado, algo que las penaliza en el mer-cado de trabajo. La economista María Pa-zos, señala que el mercado de trabajo y lasociedad en general siguen viendo a lasmujeres bajo una etiqueta, la de “menosdisponibles para el empleo”.

Algunos datos que merece la pena tener encuenta:

La tasa de actividad de las mujeres estrece puntos más baja que la de loshombres. Es decir, hay más hombresque mujeres en disposición de trabajaren el mercado laboral ordinario.

La incidencia del empleo a tiempo par-cial es mucho mayor entre mujeres queentre hombres. Cuando se les preguntaa las trabajadoras por qué su jornada esa tiempo parcial, las mujeres respondenmayoritariamente que se debe a que les



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permite compatibilizar su trabajo de cui-dado de mayores, niños u otros depen-dientes. Esta razón, sin embargo, apa-rece entre las últimas que dan loshombres con este tipo de jornada.

Los salarios de las mujeres siguen sien-do, en general, más bajos. La brechasalarial entre hombres y mujeres se si-túa cerca del 13%. No solo eso, variasexpertas han comprobado que los sec-tores de producción más feminizadostienen peores salarios que los sectoresdonde la presencia de hombres es ma-yoritaria.

Las prestaciones de desempleo que ge-neran las mujeres son más bajas quelas de los hombres y son menos las mu-jeres beneficiarias de estas prestacio-nes. Es el resultado de condiciones detrabajo más precarias, sueldos más es-casos y carreras laborales irregularessalpicadas de lagunas para dedicarse alcuidado. Lo mismo sucede con las pen-siones. Las consecuencias de esta dife-rencia son graves: la cobertura socialde las mujeres es más baja y eso lasdeja más expuestas a situaciones deexclusión social.

La Economía Feminista propone actuar tan-to en el mercado de trabajo, como en el re-parto del trabajo reproductivo, para elimi-nar la discriminación y mejorar laproductividad de la economía. ¿Cómo? Es-tas son algunas de sus propuestas:

Ampliar los permisos de paternidad has-ta equipararlo al de maternidad. Que es-tos permisos sean derechos individualese intransferibles (al menos la mayor par-te del permiso) entre el padre y la ma-dre, y pagados al 100%. Esta medida hapermitido que países como Islandia denun salto cualitativo en igualdad.

Potenciar y extender los servicios públi-cos de cuidado: educación infantil, de-pendencia o centros de día, entre otros.

Eliminar los incentivos al retiro del mer-cado laboral y promover la actividad detoda la ciudadanía. Por ejemplo, acabarcon la declaración de la renta conjunta.

Horarios racionales y reparto de la jor-nada laboral.

Atención ante la falsa conciliación, porejemplo, que una empresa amplíe el

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permiso de maternidad de sus trabaja-doras pero no el de los trabajadores, noes conciliación. Las medidas deben irencaminadas a la corresponsabilidad,es decir, a que hombres y mujeres pue-dan compatibilizar y responsabilizarseen igual medida de sus vidas persona-les y profesionales.

Claves:

- Desagregar los datos permite co-nocer las diferencias que existenentre mujeres y hombres en elmercado laboral.

- Consultar a fondo las estadísticas:en algunos casos ofrecen explica-ciones además de meras cifras.

- Cuando se habla de conciliación,merece la pena reflexionar: ¿Sehabla de que hombres y mujeresconcilien o de que solo lo hagan lasmujeres?, ¿esta medida promuevela conciliación o solo es un incenti-vo más para que los cuidados siganrecayendo en su mayoría en lasmujeres?

El riesgo del desem-pleo desde la perspec-tiva de la edadEl desempleo no se reparte por igual entretodos los miembros de una sociedad, pueshay algunos factores de riesgo que aumen-tan esta posibilidad para algunas personas.La edad es un factor clave; los/las jóvenesy las personas que se acercan a la edad dela jubilación son quienes tienen más dificul-tad de encontrar empleo, y quienes mástiempo permanecen en esa situación.

El fenómeno del desempleo juvenil en Es-paña ha alcanzado niveles preocupantes,de más del 50%, y amenaza con convertir-se en una dificultad estructural. Esto tendráun profundo y negativo impacto tanto en lavida de la población más joven, como en elfuncionamiento de la economía en general.Según la OIT, la experiencia del desempleoen una etapa temprana de la vida, puedetener secuelas en las futuras perspectivasde empleo e ingresos de esos/as jóvenes[6],e incluso, puede aumentar el riesgo de des-empleo en el futuro y/o de períodos prolon-gados de empleo inestable. Por supuesto,este riesgo se potencia en el caso de jóve-nes con baja cualificación, que están en po-


[6] Organización Internacional Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil, 2013.Una generación en peligro. 2013


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sición de desventaja respecto de los quetienen mejor nivel. Además de estos efec-tos negativos del desempleo juvenil, impac-tan otras esferas como la satisfacción per-sonal y profesional, los ingresos, laposibilidad de autonomía y la salud.

Un grupo en especial riesgo es el de jóve-nes que ni trabajan, ni reciben educación oformación, conocidos como NINI (NEET ensus siglas en inglés). Como no mejoran suempleabilidad a través de la adquisición decompetencias, ni tampoco generan expe-riencia a través del empleo, están especial-mente expuestos al desempleo y la exclu-sión social.

En el otro extremo, otro grupo en alza es elde mayores de 50 años en situación de des-empleo, en mayor riesgo debido a la obso-lescencia de los puestos de trabajo y del co-nocimiento. Este sector, muy probablemente,requerirá intensos procesos de recualificaciónpara volver a insertarse en el mercado labo-ral. Los mayores de 50 años en situación dedesempleo tienen una dificultad añadida, yes que probablemente sus salarios o presta-ciones sostienen o ayudan a sostener a ungrupo familiar y gastos importantes en las

economías familia, como el pago de hipote-cas, estudios de hijos/as, etc. Es por ello, queel paro de larga duración en este grupo es unfactor de desequilibrio económico importantey un alto riesgo de pobreza y exclusión. Enun contexto de atonía económica, la posibili-dad de transitar de un empleo a otro con unaedad avanzada es más difícil.

El riesgo del desem-pleo y el empleo pre-cario desde la pers-pectiva de lacualificaciónEntendemos “cualificación profesional” co-mo el conjunto de competencias profesio-nales[7] con significación para el empleo quepueden ser adquiridas mediante formaciónmodular u otros tipos de formación y a tra-vés de la experiencia laboral.

Mientras que el mercado de trabajo va de-mandando cada vez mayor cualificación(en casi el 70% de las ofertas de empleopublicadas a través de redes sociales se de-mandaba titulación media, conocimientosaltos de idiomas y/o conocimientos avanza-dos de diversos programas informáticos),un elevado porcentaje de las personas des-

[7] Una competencia profesional es el conjunto de conocimientos y capacidades que permitan el ejercicio de la actividadprofesional, conforme a las exigencias de la producción y el empleo.

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empleadas carecen de los estudios secun-darios obligatorios (1.050.025 personas en2013)[8], estando su tasa de desempleo enel caso de personas analfabetas 48.96 pun-tos porcentuales más y en el caso de perso-nas con estudios primarios 34,9 por encimade las personas con mayor nivel educativo.

Esta baja cualificación aparece de formatransversal en diversos sectores de la pobla-ción, incrementando su riesgo de exclusiónsocial ante las implicaciones que la falta decompetencias profesionales conlleva paraacceder a un empleo. Así, encontramos a unelevado porcentaje de jóvenes que carecende los estudios obligatorios situándose elabandono escolar en España del 24,9%, va-lor que sigue doblando la media de la UniónEuropea que se sitúa en 12,7%, o bien per-sonas mayores de 45 años cuya formaciónha quedado obsoleta (1.820.400 personasmayores de 45 desempleadas) o, como enel caso de personas inmigrantes, la forma-ción realizada en sus países de origen no eshomologada en España.

Frente a esta situación, la oferta de forma-ción ocupacional de carácter gratuito resul-ta insuficiente por varios motivos:

el número de plazas ofertadas es muyinferior al número de personas que soli-citan dicha formación;

en muchos casos, existe un desajusteentre la formación ofertada y las de-mandas reales del mercado de trabajo;

los rígidos requisitos de acceso a la for-mación (como determinado nivel edu-cativo), la falta de medidas que pro-muevan la conciliación de vida laboral yfamiliar (como horarios adecuados, ser-vicio de guardería, etc.) y la falta deapoyos para el transporte, dejan fuerade la misma a muchas/os personas quequerrían mejorar su cualificación;

la metodología que se utiliza no tieneen cuenta medidas de apoyo para aque-llas personas que presentan un bajo ni-vel de conocimientos instrumentales(lecto-escritura, numéricos), de técni-cas de estudios básicas para poderafrontar con éxito una formación ocu-pacional o de los conocimientos digita-les necesarios para poder seguir unaformación on line o semipresencial.


[8] Media anual en base a los datos de la Encuesta de Población Activa, INE


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Propuestas:

Incremento de la oferta formativa

Programa de becas para facilitar el man-tenimiento en el sistema educativo y larealización de formación ocupacional.

Mejorar y actualizar la Formación Profe-sional así como incrementar el númerode plazas que oferta.

Flexibilizar y simplificar el acceso a laEducación de Adultos.

Impulsar el proceso de acreditación yevaluación de la formación no formal yla experiencia profesional.

Claves:

- Desagregar los datos permite co-nocer las diferencias que entre losdistintos grupos de edad.

- Consultar a fondo las estadísticas:si se añaden datos de sexo y cuali-ficación, el escenario que se mues-tra es bastante completo, y análi-sis más interesante.

- Cuando se dan a conocer políticasnuevas que afectan al mercado la-boral, hay que preguntar a quienesse dirige (jóvenes, mayores, entreotros) y a quienes deja fuera, ade-más de la efectividad de las medi-das según las características delgrupo de edad al que se dirige, ylas consecuencias a largo plazo deesas medidas.

5.¿Es el reparto del trabajo la solución?

Alcanzar el pleno empleo no es un objetivoalcanzable a corto plazo. Es necesario pen-sar en alternativas para lograr mayores ta-

sas de empleo, así como analizar las alter-nativas actuales y valorar si realmente sonla mejor opción para la creación de empleo.

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La reducción de las jornadas para el re-parto del trabajo no es una idea nueva, y seha llevado a cabo en otros momentos debajo empleo, bien sea proponiendo la me-dia jornada o reduciendo un porcentaje dela misma. Aunque no exactamente con losefectos esperados, Francia redujo su sema-na laboral para empresas a partir de un de-terminado tamaño a 35 horas en el año2000.

Esto ayudaría a que se cubriera las necesi-dades de trabajo, pero dando empleo a unmayor número de personas. Esta alternativasería posible con ciertas condiciones como:

Retribuciones justas.

Incremento de servicios subvenciona-dos por el Estado: guarderías, cuidadosde menores y dependientes, para quede esta manera se compense el dineroque se gana con el que se gasta.

Beneficios del trabajo, que desde la em-presa se complemente el sueldo conotros servicios como guardería, seguromédico, dental, coche o teléfono deempresa, entre otros servicios.

Inspecciones de trabajo para que secumplan horarios y condiciones estipu-ladas.

Otra iniciativa utilizada en el pasado, ha si-do jubilación anticipada para rejuvenecerplantillas. Actualmente, ésta opción no esla más extendida por la necesidad de man-tener a las personas mayores cotizando pa-ra su jubilación.

Otras medidas paradisminuir el desempleoMinijobsUna de las más polémicas son los Minijobs,que se concibieron en un principio comouna alternativa para personas que recibenotro tipo de prestaciones y jóvenes que nodependen únicamente de ese ingreso paravivir. En teoría, debería ser una fase detransición hacia trabajos más estables y enmejores condiciones, sin embargo, el riesgoque no han podido sortear es que se vuel-van permanentes y precaricen todo el mer-cado laboral. Quienes acceden a este mer-cado son los colectivos más vulnerables,que tienen menos posibilidades de hacer latransición hacia empleos en condicionesdignas. Los minijobs a la larga generan po-breza en el trabajo y no ofrecen la oportu-nidad de una vida independiente y digna.



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EmprendimientoEn los últimos tiempos se está promovien-do, tanto desde la administración públicacomo desde la sociedad en general, el au-toempleo y el emprendimiento social comoalternativas a la situación del mercado detrabajo. Se está apostando por la idea de“crea tu propio empleo”. Estas alternativastienen gran riesgo en momentos de bajoconsumo y alto índice de cierre y mortali-dad de negocios, donde la pequeña empre-sa no puede competir con los precios de lasgrandes superficies o con la venta online.

El fomento del emprendimiento significa uncambio en otro sentido; la responsabilidadde la creación de empleo ya no es de lasempresas y del Estado, sino del individuo.Hay un transición de la noción del trabajocomo derecho social y deber individual, asólo deber individual.

El emprendimiento puede ser una alternati-va real en ciertos casos. Por ejemplo, don-de la persona conoce el negocio, tiene unnicho laboral en expansión y posee conoci-mientos y habilidades para ser emprende-dor. Pero no debemos obviar que en otros

casos, el emprendimiento es sinónimo desituaciones de endeudamiento para el indi-viduo y, por ende, para muchas familias.Además, esto es otro fracaso laboral y per-sonal que lastra al moral del individuo.

Claves:

- Las medidas propuestas para dis-minuir el desempleo deben seranalizadas en relación al funciona-miento real del mercado de traba-jo, y los efectos posibles en la vidade las personas a las que va a afec-tar.

- Estas medidas deben ser analiza-das en función de los equilibrios odesequilibrios que pueden fomen-tar en otras áreas, por ejemplo loscuidados reproductivos, el riesgode pobreza...

- Las medidas propuestas para dis-minuir el desempleo deben seranalizadas en función de sus efec-tos en el corto, mediano y largoplazo.

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El trabajo tiene una gran importancia parael desarrollo de la vida de las personas,ocupa un porcentaje muy significativo denuestro tiempo (hasta un 60%)[9]y está es-trechamente vinculado a muchos ámbitosvitales. Esto hace que la ausencia de em-pleo afecte a la propia existencia del indivi-duo. El desempleo es más que una mera ci-fra estadística o un concepto económico.Detrás del número existen realidades hu-manas y sociales que se ven severamenteafectadas.

En la actualidad, el desempleo está afec-tando en mayor medida a aquellos sectoresde la sociedad más vulnerable, como laspersonas inmigrantes, con altas tasas deparo debido a su concentración laboral ensectores especialmente afectados por la cri-sis económica, su falta de red familiar ennuestro país y un alto nivel de endeuda-miento; jóvenes con baja cualificación,cuando los requerimientos del mercado detrabajo son cada vez mayores; o el sectorde las personas mayores de 45 años, cuya

formación y experiencia laboral se ha que-dado obsoleta. Aun siendo colectivos tandispares, el desempleo tiene efectos comu-nes para el conjunto de ellos.

¿Cómo afecta el desem-pleo a la vida de lapersona?: Autoestima,proyecto y futuroEl trabajo es un eje importante de la auto-percepción personal y de la manera en queenfrentamos las relaciones sociales, siendoclave para la participación democrática ysocial. Este dota de identidad social, de es-tatus, de organización temporal y en mu-chos casos de sentido vital.

El paro, en especial el de larga duración, en-traña el riesgo de deteriorar la autoestimadel individuo, y dificultar las posibilidades derecolocación. A mayor tiempo en desempleo,mayor es la probabilidad de que se produzcadesmotivación, desinterés por la búsquedade empleo y pensamientos negativos, aisla-miento, y pérdida de rutinas y hábitos.


6.¿Cómo nos afecta el desempleo?

[9] Fernández Steinko, A (2004). Clase, trabajo y ciudadanía. Biblioteca Nueva. Madrid


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Estar desempleado no implica estar des-ocupado. Pero sí exige una reordenación delas actividades cotidianas para disminuirsus efectos negativos. La persona en situa-ción de desempleo debe buscar nuevas for-mas de ocupar el tiempo, nuevos espaciosde gratificación social y personal y otrasfuentes de motivación.

El trabajo ayuda a estructurar el tiempo yfomenta las relaciones sociales y, por tanto,la pérdida del mismo suele conllevar des-orientación y aislamiento.

La precariedad laboral y, evidentemente, eldesempleo también aumentan la angustia einfluyen en su plan de vida. Por ejemplo:

Los jóvenes deben postergar su edadde emancipación.

Decisiones de tener o no tener un pri-mer o segundo hijo.

Familias e individuos que vuelven a ca-sa de los padres o de los abuelos.

Afecta tanto a la posibilidad de retornoa país de origen o a la reagrupación fa-miliar.

En estos momentos hay una parte impor-tante de la población desempleada y sin ex-pectativas de reinsertarse laboralmente.Como sociedad tenemos el deber de resig-nificar a la persona más allá de su trabajoremunerado. El empleo no puede ser el quedote de definición a la persona; estar pre-sente en la sociedad, ser responsable de losdeberes y derechos de ciudadanía, ser ca-paz de participar y de ser, deben dar laoportunidad de sentir la plenitud de la vidaen sociedad y como individuos.

¿Qué pasa cuando seacaba el dinero?La consecuencia más directa y evidente deldesempleo es la pérdida de ingresos econó-micos. En una primera etapa esta pérdidade ingresos es paliada por el subsidio dedesempleo, pero cuando éste se agota dejaa las personas sin ingresos mínimos nece-sarios para garantizar un nivel de vida dig-no. Esta pérdida de ingresos aboca a laspersonas a situaciones de exclusión social oa la pobreza, e influye decisivamente en labúsqueda de un nuevo empleo, ya que difi-culta el acceso a cuestiones fundamentalescomo el transporte público o el manteni-miento de un teléfono de contacto.

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Movimientos migratoriosEfectos en la inmigración. En el caso delas personas inmigrantes, una de las conse-cuencias de la actual crisis económica es lairregularidad sobrevenida. Así, nos enfren-tamos a situaciones donde la pérdida delpermiso de trabajo, convierte en “irregula-res” a personas que llevan años viviendo ytrabajando en España. En estas condicio-nes, es prácticamente imposible encontrarun empleo y/o a los que se tiene acceso sonmuy precarios. Todas estas circunstancias,de un lado, incrementan el riesgo de exclu-sión social. Por otro lado, en muchos casos,dicha irregularidad sobrevenida conlleva undeterioro importante de la salud mental,derivado del estrés y la ansiedad, fruto delmiedo a sufrir procesos de expulsión del pa-ís. Otra de las consecuencias, es la pérdidadel acceso a gran parte de los servicios queofrece la sanidad pública. Y por último, aun-que no menos importante, se agudiza elproblema social de la inmigración irregulary el crecimiento de la economía sumergida.

Si bien es cierto que se han flexibilizado loscriterios para renovar el permiso de trabajoy residencia de las personas inmigrantesque se hayan quedado sin empleo, a partir

de las modificaciones realizadas en 2009 enel Reglamento de la Ley de Extranjería,continúan siendo complicados de cumpliren muchos casos (como en el caso de la re-novación para las/os inmigrantes desem-pleadas/os siempre y cuando hayan cotiza-do a la Seguridad Social al menos nuevemeses por año de estancia en el país).

Efectos en la emigración. En un contextoen el que se cuentan por miles los jóvenesque salen de nuestras fronteras en buscade un puesto de trabajo digno, y de un fu-turo más alentador, hacer referencia a estacuota de población es tarea obligatoria. Pa-radójicamente, estamos ante la generaciónmás cualificada pero, a su vez, es una delas que mayores dificultades está encon-trando para conseguir un hueco en el mer-cado laboral. Esta situación desemboca enuna serie de consecuencias, que no sóloafectan a la persona que se ve abocada aemigrar, sino también a su entorno máscercano. No podemos perder de vista quelas condiciones en el país receptor, en mu-chos casos, no son las más óptimas. La in-certidumbre suele ser la tónica reinantetanto en territorio nacional, pues no existecerteza de que la situación socioeconómicavaya a mejorar; como durante la migración,



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donde en muchos casos los jóvenes nocuentan con la información necesaria paraemprender ese nuevo camino. Además, eneste último aspecto, el principal drama re-side en el hecho de que los jóvenes no eli-gen cuándo emigrar, ni poseen la certezasobre la posibilidad de retornar en un futu-ro cercano.

Claves:

- Analizar el desempleo más allá demeros datos en historias personales.

- El desempleo afecta al individuoen muchos planos: económico, vi-tal, relacional entre otros.

- El desempleo no afecta por igual atodos los individuos.

¿Qué son las políticasde empleo?Según la Ley de Empleo 56/2003 de Espa-ña, la política de empleo es el conjunto dedecisiones adoptadas por el Estado quepersiguen:

El desarrollo de programas y medidastendentes a la consecución del plenoempleo así como la calidad del empleo,

A la adecuación cuantitativa y cualitati-va de la oferta y demanda de empleo,

A la reducción del desempleo y

A la debida protección de las personasque sufren esta situación.

Una manera de distinguir las políticas deempleo es entenderlas como políticas acti-vas y pasivas.

Las políticas pasivas están dirigidas asostener y mantener las rentas de las per-sonas en desempleo, puesto que compen-san a las personas por la pérdida del traba-

7.Sistema de protección social único al empleo y políticas de empleo.¿Qué son las políticas de empleo?

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jo. Aquí hay políticas de garantía de míni-mos como el subsidio por desempleo, o lasjubilaciones anticipadas.

Las políticas activas de empleo son aque-llas que pretenden incentivar el empleo y lavuelta al mercado laboral de los desemple-ados, desde estrategias tan distintas comola oferta de formación y cualificación. Estasestrategias pretenden ajustar el nivel decualificación de los/as trabajadores/as enparo o en activo al requerido en los puestosde trabajo disponibles, la promoción delempleo y las contrataciones (a través de lapromoción de contrataciones públicas y pri-vadas, el impulso a las bonificaciones a lacontratación, etc.), y servicios de interme-diación laboral y orientación.

Elementos para anali-zar la información enel ámbito de las polí-ticas de empleoLas políticas de empleo cambian en funciónde las necesidades del mercado y del perfilde las personas que están en situación deparo; de las prioridades que se fijan a niveleuropeo, y que performan los presupuestosdestinados a estos fines; al igual que lasprioridades a nivel nacional. Es importante

considerar en qué medida cada uno de es-tos cambios van a afectar a la población.

Es importante analizar:

A quiénes favorece y a quiénes excluye;

Si incorpora medidas especiales paralas personas más vulnerables

Si se ofrecen alternativas eficaces yadecuadas para estas personas

Si se ha hecho un análisis de impactode las medidas desde una perspectivade los derechos humanos;

Si se han analizado adecuadamenteotras alternativas, entre otros aspectos.

Las políticas y programas de empleo no hansido efectivos cuando se trata de personasen exclusión social. Se tiende a atender as-pectos relacionados exclusivamente con lolaboral, sin intervenir en otros aspectospersonales o sociales, aún siendo factoresclaves a las hora de intervenir con personasen vulnerabilidad. Así, las medidas que seproponen no están dirigidas a perfiles en si-tuación de exclusión.



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Las personas en situación de pobreza y ex-clusión frecuentemente arrastran experien-cias negativas en lo educativo, además, laformación no siempre se adecua a sus carac-terísticas. Habitualmente se unen a proble-máticas de motivación, competencias bási-cas y transversales, sin olvidar lasdificultades para el acceso a otros bienes yrecursos básicos como la salud o la vivienda.Es necesario articular medidas que favorez-can, que las personas en situación de mayorvulnerabilidad, consigan alcanzar unas tran-siciones más seguras. Las políticas activasde empleo requieren necesariamente de laacción conjunta de otras políticas sociales yeconómicas que incidan de manera integral.

Claves:

- En el análisis de las medidas de fo-mento del empleo, se debe dar eljusto peso a las políticas activas deempleo, deben complementarsecon medidas de creación de em-pleo y activación del mercado labo-ral.

- Analizar a quiénes favorecen y aquienes excluyen las políticas deempleo y si son medidas adecua-das a los colectivos a los que vandirigidas.

Criminalización de laspersonas desempleadas‘Los parados’En la sociedad existen mecanismos que di-ficultan o impiden la plena ciudadanía a al-gunas personas o grupos. Es lo que cono-cemos como “discriminación”. Las personas

en situación de desempleo sufren diversasformas de discriminación, entre ellas pode-mos poner de relieve las concernientes agrupos étnicos, sexo o estrato social.

En una situación de crisis como la actual,con un alto número de personas desemple-

8.Cómo comunicar sin prejuicios

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adas, la culpabilización de ‘los parados’ fun-ciona como un mecanismo de legitimaciónde un modelo en que la responsabilidad so-bre el bienestar de la población no es delEstado, o de la sociedad en su conjunto, si-no de los individuos En este contexto, laspersonas en situación de desempleo ‘seaprovechan del sistema’, se les menospre-cia por ser perceptores de ayudas socialesque no merecen.

La percepción y el discurso social suelen re-producir y mantener los mecanismos sobrelos que se sustenta la discriminación.

Los estereotipos y prejuicios atribuyen a uncolectivo o grupo concreto determinadascaracterísticas, con objeto de generalizar suaspecto, comportamiento, costumbres, etc.Pueden ser positivos, neutros y negativos.En este último caso, nos podemos encon-trar ejemplos: “los parados son vagos yholgazanes”, “los parados son parásitos so-ciales”. “Si está en paro, por algo será”, “Sile van mal las cosas, es que no se ha esfor-zado suficiente”.

A partir de nuestros estereotipos y prejui-cios, elaboramos un pronóstico “necesaria-mente” negativo acerca del futuro y la si-

tuación del desempleado: “el parado no seesfuerza por buscar un trabajo, no merecela pena dedicar fondos a políticas activas deempleo”.

Por otro lado, se utilizan argumentos quetienden a convertir a las víctimas en chivosexpiatorios de los problemas sociales: “losparados se aprovechan de las ayudas socia-les”, “los parados no quieren buscar trabajoy prefieren vivir del paro”.

Un paso más allá, es culpar a las víctimasde un sinfín de problemas del conjunto dela sociedad. Por ejemplo, la asociación desu situación laboral con delitos o violencia.

Desmontar los prejui-cios hacia el parado/a“La gente está en paro por gusto” podría re-sumir la respuesta a ese discurso que tratade culpabilizar al parado por no estar traba-jando o por no esforzarse en buscar em-pleo. Pero la realidad es bien distinta.

Desde los medios se debe de tomar una se-rie de pautas a la hora de informar, ya queson generadores de opinión e imaginariosocial:



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Evitar la mención de la etnia, dentro delgrupo de población desempleada, cuandola pertenencia étnica se considere un da-to poco relevante y/o no aporte ningunainformación de la persona en particular.

No tratar como un todo homogéneo alas personas desempleadas, ya que lassituaciones de cada una difiere del res-to. Con ello, se evita señalizar a un gru-po de población determinado e, incluso,criminalizarlo o convertirlo en el objeti-vo de la crítica.

Evitar el morbo y el sensacionalismo enel tratamiento de la información.

Hay que tener en cuenta que los prejui-cios sobre las personas en paro, puedenaparecer en otras informaciones que notraten directamente la situación delmercado laboral. Por ejemplo, al hablarde vivienda, dependencia o sanidad.Hay que rechazar los estereotipos quesuelen relacionar a los parados con elabuso de determinadas prestacionessociales. Estas premisas, en gran canti-dad de ocasiones, no se basan en datosriguroso y/o no tienen en cuenta mu-chos otros factores.

En cuanto al léxico utilizado, hay mu-chos términos cargados con fuertesconnotaciones negativas que se utilizancon frecuencia. Se debe evitar el uso deun lenguaje estereotipado o incorrecto.

Por último, la profesionalidad de los pe-riodistas debe estar por encima de to-do. Acudir a las propias fuentes de in-formación; uso correcto de materialgráfico que ilustra las noticias, tan im-portante como el texto; o responsabili-dad de los medios con respecto a laimagen que transmiten de los distintosgrupos sociales, es una tarea en la quese debe poner especial énfasis.

Prejuicios hacia minoríasEn el ámbito del empleo continúa dándoseuna clara discriminación directa e indirectahacia, las minorías y la población inmigrante.

Personas con discapacidadEn términos generales, se puede decir queel tratamiento de los medios de comunica-ción de la discapacidad y el empleo tienedos vertientes: la denuncia de las dificulta-des de este colectivo a la hora de incorpo-rarse al mercado de trabajo desde múltiples

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enfoques (por problemas de accesibilidad,por incumplimiento de las leyes, por discri-minación…) o por el contrario, ejemplos desituaciones positivas de integración con per-sonas con discapacidad que han conseguidotrabajo y ofrecen su testimonio particular.

Aunque cada vez es mayor la tendencia delos medios de comunicación y periodistas atratar adecuadamente este tema en rela-ción a este colectivo, todavía es necesarioseguir realizando determinadas recomen-daciones, tanto para este tema, como paracualquier otro en el que haya que referirsea las personas con discapacidad:

Naciones Unidas recomienda emplear laexpresión persona con discapacidad,dado que evita sustantivar lo que es unadjetivo.

Las informaciones sobre las personascon discapacidad deben ser objetivas ymostrar de una forma natural los te-mas, no son personas heroicas, por ellorequieren un tratamiento sin recrear lapena o atribuir valores casi sobrehuma-nos y no incidiendo en exceso en el tó-pico de la superación. Igualmente, nodeben usarse términos y actitudes de

sobreprotección y debe evitarse el usode un lenguaje infantilizado.

Incidiendo en esta línea las personascon discapacidad no son “personas es-peciales”, por lo que lleva de connota-ción este término

Hay que remarcar el carácter de la per-sona en su conjunto y sus capacidades,no sus limitaciones.

Se recomienda emplear el término per-sona sin discapacidad, nunca “personanormal”.

Las personas con discapacidad tienenderecho a manifestarse y ser oídas, de-biéndose garantizar que sean ellas lasque hablen y dejando sólo, en las situa-ciones en que esto no sea posible, lavoz a las familias o representantes le-gales.

En cuanto al tratamiento de la imagen:

Hay que tener en cuenta el derecho quetoda persona tiene a su propia intimi-dad e imagen.



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Se aconseja emplear imágenes quemuestren situaciones cotidianas en lavida de las personas con discapacidad:tareas domésticas, trabajando, en si-tuación de ocio etc., que transmitenuna visión positiva.

Evitar imágenes melodramáticas y mor-bosas.

Evitar dar una imagen marginada y vic-timista de las personas.

Dentro el ámbito laboral, debemos destacarque las personas con discapacidades sonmiembros activos del mundo del trabajo yejercen tanto en puestos de trabajo pococualificados, como en puestos profesiona-les, de gestión y/o de toma de decisiones.

A pesar de la inclusión dentro del mercadolaboral, son muchas las personas discapaci-tadas que no tienen ninguna perspectiva deempleo. Entre las principales barreras queaún tienen que sortear, tanto en la búsque-da del empleo como en el lugar de trabajo,se encuentran la actitud y los prejuicios delas personas no discapacitadas, en especiallos empleadores; la estructuración y la or-ganización del empleo; el entorno físico; y

las legislaciones políticas y reglamentosque rigen el mercado laboral. Teniendo pre-sentes todos estos aspectos, debemos fo-calizar la importancia de encontrar solucio-nes a través de medidas encaminadas aeliminar estos obstáculos y barreras.

InmigrantesLos periodos en los que han estado activos,se ha caracterizado por la temporalidad y labaja o ausencia de cotización, limitándoseel acceso a prestaciones por desempleo. Ladificultad en el acceso al empleo de las per-sonas inmigrantes se debe, entre otros as-pectos, a su baja cualificación, a la escasezde recursos económicos, así como a la cre-ciente discriminación directa e indirecta quese viene observando en algunas de las ofer-tas que se publican, solicitando requisitosno imprescindibles para el puesto, pero quelimitan el acceso a los inmigrantes. La si-tuación se complica especialmente paraaquellos que dependen de un contrato la-boral para renovar el permiso de trabajo. Laescasez de oferta laboral genera un climade tensión que en algunos casos, alimentalos prejuicios ya existentes contra los inmi-grantes tales como “los inmigrantes nosquitan el trabajo porque cobran menos”,responsabilizándoles al mismo tiempo de su

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propia explotación. En los resultados de laEPA del tercer trimestre de 2013, La ocupa-ción sube en 99.500 entre los españoles,mientras que desciende en 60.000 entre losextranjeros. Precisamente en tiempos decrisis, las personas inmigrantes padecen deforma más acusada las consecuencias, yaque no cuentan con una red familiar o so-cial que les apoye. Es importante recordarque cuando los inmigrantes acceder a ser-vicios públicos y ayudas sociales es porquecumplen con los requisitos estipulados porla Administración pública, siendo ésta laresponsable de garantizar los servicios pú-blicos suficientes y de calidad para el con-junto de la población. Según la Ley sobrelos Derechos y Libertades de los extranje-ros en España (Ley 4/200, del 11 de enero)“Los extranjeros residentes tendrán dere-cho a los servicios y prestaciones socialestanto a los generales y básicos como a losespecíficos, en las mismas condiciones quelos españoles”

Diversidad sexual y de género: per-sonas LGBT[10]

La discriminación y el acoso contra las per-sonas LGBT son prácticas frecuentes. Laorientación sexual y la identidad de género,desgraciadamente, son motivos por los quelas personas son discriminadas en el mo-mento de acceder a un puesto de trabajo oa la hora de poder conservarlo. A esto seunen las situaciones de acoso que puedensufrir así como los obstáculos a los que seenfrentan para desarrollar una carrera pro-fesional en un plano de igualdad. Según unreciente estudio de la FELGTB[11] un terciode las personas que formaron parte de eseestudio se habían sentido discriminadas ensu puesto de trabajo.

La discriminación tiene lugar cuando al ac-ceder a un empleo o en el desarrollo delmismo la orientación sexual de la persona osu identidad de género, hace que reciba untrato distinto y peor al que recibiría en las


[10] Personas LGBT: personas lesbianas, gays, bisexuales y trans[11] ] “Estudio 2013 sobre Discriminación por orientación sexual e identidad de género en España” realizado por la

FELGTB y COGAM. http://www.felgtb.org/rs/2447/d112d6ad-54ec-438b-9358-4483f9e98868/bd2/filename/estudio-2013-sobre-discriminacion-por-orientacion-sexual-y-o-identidad-de-genero-en-espana.pdf (pags 16 -19)


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mismas circunstancias si fuese una personaheterosexual.

Las personas lesbianas, gays y bisexuales(LGB) se ven a menudo obligadas a disimu-lar u ocultar su orientación sexual para nosufrir los prejuicios de compañeros y supe-riores. Sin embargo, en una sociedad comola española donde el reconocimiento legalde las relaciones entre personas del mismosexo es pleno, resulta cada vez más compli-cado ocultar este tipo de relaciones máximecuando dan opción a disfrutar de derechos ypermisos laborales. Si en el entorno de tra-bajo no se tienen los conocimientos sufi-cientes al respecto, las personas LGBT pue-den verse expuestas a situaciones dediscriminación y de peor trato por el solo he-cho de ser quienes son y visibilizarse comotales. Algo que está expresamente prohibi-do en el Estatuto de los Trabajadores quefue reformado en el año 2003 a tal efecto.

A una situación de mayor vulnerabilidad, ypor tanto de más grave discriminación, seven expuestas las personas cuya identidadde género no corresponde a la concepciónbinaria de género (hombre o mujer) quetiene mayoritariamente la sociedad. Ade-más de las dificultades anteriormente nom-

bradas, a las personas trans (T) se les su-ma la exposición que representa el que suaspecto y/o su documentación visibilicen sucondición, o deseen realizar los procesos decambio de sexo sin que ello ponga en ries-go su puesto de trabajo. Es precisamente laintegración con total normalidad de las per-sonas trans en el mundo laboral uno de losgrandes retos pendientes de la sociedad,especialmente de los empleadores y entor-nos de trabajo. El hecho de no hacerlo lesaboca a una situación de injusta exclusiónde la que somos responsables todos.

Dos ámbitos laborales que merecen especialatención son el sector educativo y aquellosque dependen de las instituciones religiosas.Las personas en todo caso deben ser trata-das en función de sus competencias profe-sionales y conforme a las leyes del Estadoespañol, y en ningún caso han de ser valo-radas por su orientación sexual e identidadde género. Hacerlo estaría dejando entreveruna serie de prejuicios que no tienen ningu-na legitimidad desde la perspectiva de dere-chos humanos e igualdad de trato.

Etnia GitanaCasi la mitad de la población gitana espa-ñola se ha sentido discriminada en el pro-

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ceso de búsqueda de empleo. Este colecti-vo sufre índices de desempleo muy supe-riores al resto de la población, por lo quequedan relegados al subempleo, a activida-des económicas de carácter informal y/o adesempleo de larga duración.

La discriminación hacia la comunidad gita-na en el ámbito del empleo tiene lugar demúltiples formas, tanto en el proceso debúsqueda de empleo como durante la rela-ción laboral.

Hay reticencias a contratar gitanos/as confrases como: “Yo no soy racista, pero quépensarán los clientes, quizá no lo aceptenlos compañeros”. Los hay que son más cla-ros y directos, y plantean sin tapujos queno contratan a personal de la comunidad gi-tana. Otra actitud más abierta es la de em-presarios/as que contratan gitanos/as, peropiden “que no lo parezcan”.

La mayor parte de la gente considera que laetnia gitana no trabaja, no los relacionancon las profesiones habituales. Esta apre-ciación emana de la falta de experiencia detrabajo conjunto. Personas que sí han teni-do trato con ellos, les atribuyen caracterís-ticas laborales muy positivas como ser se-

rios en los negocios, cumplir su palabra oser buenos negociantes. Aunque dudan desu capacidad de ajustarse a normas estric-tas impuestas por la empresa. “Son muytrabajadores para sus negocios, aunque nosé si entrarían en una empresa para cum-plir un horario estricto y fichar”.

La imagen social negativa de la comunidadgitana, da lugar a una actitud de rechazoque traspasa a las personas individuales yse extiende al conjunto de la comunidad.Esta imagen obstaculiza un desarrollo so-cial normalizado, al convertirse en impedi-mento para un apropiado intercambio cul-tural y una armonía social. Las personasgitanas ven mermadas sus posibilidades deevolución y de desarrollo social, económicoy cultural porque las ideas preconcebidasactúan como freno para su incorporaciónreal y efectiva en la sociedad.

Otras formas de comunicar mal…Otra de las ideas que surgen con fuerza es elenfrentamiento entre trabajadores tempo-rales y trabajadores indefinidos. Muchasveces se presenta a los trabajadores concontratos estables como privilegiados, o in-cluso se sugiere que si este grupo renuncia-



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ra a algunos de sus derechos se podrían me-jorar las de los temporales. No es más queuna idea que busca el enfrentamiento entrelos trabajadores y que no tiene en cuentaque la respuesta a los problemas del merca-do laboral, el desempleo y la precariedad de-ben de ser satisfactorias y justas para todaslas personas y no basarse en prejuicios niestereotipos contra colectivos.

Periódicamente reaparecen algunos tópicosque buscan culpabilizar a sectores de tra-bajadores de las dificultades económicas.Es el caso de los funcionarios, que muchasveces aparecen reflejados como trabajado-res privilegiados que impiden un reparto deltrabajo o la renta adecuada. Hay que dife-renciar entre personal funcionario y labo-ral: en el primer caso se trata de personalfijo, en el segundo, no siempre. En cual-quier caso, tanto en uno como en otro ca-so, buena parte de los trabajadores acce-den a este puesto mediante oposiciones oconcurso público. La temporalidad entre es-te tipo de personal es elevada (ha llegado aser del 26%) y acumulan una pérdida depoder adquisitivo de 48 puntos porcentua-

les desde 1982, según UGT. La última refor-ma laboral abrió la veda a que las adminis-traciones pudieran llevar a cabo ERE con supersonal laboral, pero no expedientes desuspensión o reducción de la jornada.

Claves:

- Hay grupos de personas que vivenuna mayor discriminación en el ac-ceso al empleo que la poblacióngeneral.

- Se debe evitar discriminar y culpa-bilizar al parado

- No utilizar estos mensajes de cul-pabilización a colectivos para qui-tar responsabilidad al Estado y alsistema de la situación actual dedesempleo.

- Visibilizar las dificultades y prejui-cios que enfrentan algunas perso-nas en el acceso al mercado labo-ral.

- Preguntar a las administracionespúblicas qué medidas concretas defomento de empleo para colectivosse están tomando.

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Ante la gran cantidad de datos y estadísti-cas relacionadas con el mercado de trabajoque habitualmente son presentadas desdelos medios de comunicación, muchas vecesincluso aparentemente contradictorias, sehace necesario realizar una breve reflexiónacerca de cómo entenderlas e interpretar-las. Los medios de comunicación deben co-nocer adecuadamente el alcance de losconceptos que habitualmente se manejan,y ofrecer una información que contribuya aque la ciudadanía conozca cabalmente la si-tuación del empleo en un momento deter-minado.

En primer lugar, las fuentes de la informa-ción cuantitativa que habitualmente apare-ce en los medios de comunicación son múl-tiples. Puede obedecer a distintasencuestas (Encuesta de Población Activa,Encuesta de Estructura Salarial, Encuestade Costes Laborales, Encuesta de Condicio-nes de Vida, etc., todas ellas armonizadascon las respectivas encuestas de ámbitoeuropeo) o bien de datos de registro (nú-

mero de parados registrados, número deafiliados a la Seguridad Social, Estadísticade Convenios Colectivos, etc.) provenientesdel Ministerio de Empleo. Ante esto, es muyimportante saber comunicar qué significadose esconde detrás de cada concepto, quedependerá, en todo caso, de cómo se en-cuentre definido.

Por ejemplo, la evolución salarial puedemedirse a través de la encuesta de costeslaborales, de estructura salarial, de la esta-dística de convenios colectivos o de la de in-gresos de la Seguridad Social. En este sen-tido, las cuatro fuentes miden la variablesalario con distintas aproximaciones puestoque tienen distintas características. Algunasmiden el salario por hora y otras el salariototal; unas son encuestas y otras datos deregistro; algunas ofrecen más informacióno son más fiables que otras; algunas mar-can la evolución esperada del salario y otraslos salarios actuales; algunas afectan a máspoblación que el resto, etc. Por tanto, cadauna tiene sus ventajas e inconvenientes,


9.Datos y estadísticas, cómo leerlas y entenderlas


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por lo que lo importante es establecer cla-ramente el origen del dato y aclarar su sig-nificado y sus implicaciones.

Como cuestión general, según la EPA (quese actualiza cada tres meses), la poblacióntotal de un territorio puede clasificarse en-tre activa e inactiva. A su vez, la poblaciónactiva está compuesta por todas las perso-nas de 16 o más años que durante una de-terminada semana que se toma como refe-rencia pertenece a uno de estos dosgrupos:

Población ocupada: o bien se encuen-tra trabajando (personas que durante lasemana de referencia hayan trabajadoal menos una hora a cambio de un cual-quier forma de retribución en metálicoo en especie); o bien se encuentra conempleo pero sin trabajar (personasque, habiendo ya trabajado en su em-pleo actual, estén ausentes del mismodurante la semana de referencia y man-tengan un estrecho vínculo con él).

Población desempleada: personadesempleada es una persona de 16años o más que se encuentra sin traba-jo, pero está en el proceso de búsque-

da, es decir, ha tomado medidas con-cretas para buscar un trabajo por cuen-ta ajena o propia durante el mes prece-dente, y está disponibles para trabajar.Con lo cual, estamos hablando de unsector de la población que está en con-diciones de comenzar a trabajar en unplazo de dos semanas a partir del co-mienzo de la semana de referencia

Debe insistirse que la “actividad” o no deuna persona sólo tiene que ver con el con-cepto que de “actividad” tiene la EPA y noel uso coloquial se da a esa palabra. La po-blación inactiva (personas que se ocupande su hogar, estudiantes, jubilados, perso-nas que realizan trabajos sociales sin remu-neración, etc.) realiza múltiples activida-des. Lo mismo puede decirse de laspersonas “paradas”, que, en la mayor partede los casos, no lo están en absoluto (entérminos de esfuerzo por encontrar un em-pleo, por ejemplo).

A partir de aquí, la estadística del mercadolaboral es presentada desde el análisis deun conjunto de magnitudes o indicadores.Es usual que se maneje tasas como las dedesempleo, empleo o actividad. Por ejem-plo, la tasa de desempleo es la proporción

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de personas desempleadas sobre el total deactivas. Muestra en qué medida existenpersonas que desean trabajar y no puedenhacerlo. Dicha información varía en funciónde los distintos grupos sociales, por lo quedebe ser presentada de forma desagrega-da, al menos, por sexo, grupo de edad, ni-vel de formación y nacionalidad. Eso contri-buye a conocer qué grupos están siendomás perjudicados por el funcionamiento delmercado laboral. Además, la tasa de des-empleo tendrá distintas consecuencias entérminos sociales y de políticas a aplicar enrelación con los grupos a los que afecte enmayor medida. Pero no solamente la tasade desempleo es un indicador relevante.Por ejemplo, la tasa de empleo, que mide lacuota de población ocupada cuyas edadesestán comprendidas entre los 16 y los 64años, sobre la población total dentro de esemismo rango de edad, indica en qué medi-da la población está integrada en el merca-do a través de un puesto de trabajo. Es po-sible que la tasa de desempleo no sigaaumentando porque la gente abandone elmercado laboral (o bien se marcha del país,o bien se desanima y no busca empleo). Portanto, los medios de comunicación debenprocurar reflejar una imagen lo más com-pleta posible al transmitir información

cuantitativa. A partir de aquí, además, sepuede tener una idea aproximada de lasdesigualdades de género, comparandohombres y mujeres en cada indicador; deedad; nacionalidad; etc.

La información de registro también puedeser un elemento válido para informar acer-ca del mercado laboral. Sin embargo, debehacerse una clara distinción entre esta in-formación y la proveniente de la EPA. Porejemplo, el dato de paro registrado sólo tie-ne en cuenta a aquellos parados que se ins-criben en el SEPE, lo cual descarta a mu-chos que no lo hacen por diversos motivoscomo el desánimo o la no percepción deprestaciones. Todo esto hace de dicho indi-cador una fuente menos fiable de la cuantíade desempleados.

Asimismo, es importante que los medios decomunicación transmitan que la interpreta-ción de los datos ofrecidos puede ser mati-zada en función de las referencias que setengan en cuenta. Un mismo dato puede in-terpretarse como positivo o negativo segúnla referencia con que se compare. En estesentido, es importante ofrecer datos decontexto adicionales que ayuden a situar ymatizar la interpretación que pueda darse a



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ese dato, y contribuyan a que los ciudada-nos puedan generarse una idea más ade-cuada del mismo. Si bien no hay recetaspara ello, el sentido común juega un papelmuy importante. Por ejemplo, optar por losdatos en términos relativos en lugar de ha-cerlo en términos absolutos.

Por último, la Encuesta de Condicionesde Vida analiza la cuantía y proporción detrabajadores pobres, que son aquellaspersonas ocupadas cuyos ingresos no alcan-zan el umbral de pobreza, definida como el60% de la mediana de los ingresos naciona-les. Otra medida igualmente interesante deaproximarnos al fenómeno es a través de laencuesta de estructura salarial.

Como conclusión, los medios de comunica-ción deben ser conscientes de su papel a lahora de transmitir información cuantitativaacerca del mercado de trabajo. Para ello, de-ben aclarar en la medida de lo posible quédefinición subyace detrás de cada dato, lasventajas y desventajas de su fuente, yacompañarlos de otros datos que ayuden amatizarlos. De este modo, los ciudadanos nose encontrarán en situación de vulnerabili-dad ante la información que les rodea, queen ocasiones es excesiva y difícil de asimilar.

Claves:

- Saber comunicar qué significado seesconde detrás de cada concepto,dato o estadística y conocer lafuente de información.

- Procurar reflejar una imagen lomás completa posible al transmitirinformación cuantitativa.

- Analizar las distintas consecuen-cias en términos sociales y de polí-ticas de la tasa de desempleo se-gún los grupos a los que afecte enmayor medida.

- Tener en cuenta que la interpreta-ción de los datos ofrecidos puedeser matizada en función de las re-ferencias con las que se trabaja ala hora de compararlos.

¿Qué podemos hacer?A la administración1) Fomentar un modelo productivo integra-

dor y sostenible.

2) Mejorar la legislación vigente para ase-gurar el pleno disfrute de los derechos yel cumplimiento de los deberes de todaslas personas que participen en el merca-do laboral.

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3) Promover medidas para optimizar la in-clusión en el mercado laboral de los co-lectivos más vulnerables, y evitar la dis-criminación laboral de estos.

4) Fomentar la economía social y las clau-sulas sociales

5) Impulsar las PYMES

6) Incentivar la innovación; poner los re-cursos suficientes para alcanzar el obje-tivo de invertir el 3% del PIB en I+D co-mo propone la estrategia 2020; enparticular, en mejorar las condicionespara la inversión en I+D por parte delsector privado

7) Mejorar desde los cimientos la operativi-dad del Instituto Nacional de Empleo(INEM); mejorar los programas y pro-yectos de inserción laboral, desarrollan-do itinerarios sociolaborales, así comosus propuestas de formativas.

8) Fomentar y proteger el empleo digno yde calidad.

9) Garantizar el papel inclusivo de las polí-ticas activas de empleo, priorizar la in-

versión de las políticas activas deempleo en las personas que tienenespeciales dificultades.

A medios de comunicación1) Comunicar de una forma sencilla y clara,

accesible a toda la población.

2) Trasmitir con rigurosidad e independen-cia utilizando conceptos que reflejen larealidad, dejando de lado intencionalida-des propias de las fuentes.

3) Cotejar bien los datos y conocer la fuen-te de los mismos.

4) Intentar crear noticias atractivas de na-turaleza económica que capten la aten-ción del público.

5) Trasmitir sin prejuicios hacia los desem-pleados y colectivos en riesgo de exclu-sión.

A Organizaciones No Lucrativas1) Desarrollar itinerarios sociolaborales

personalizados con personas en situa-ción de desempleo.

2) Desarrollar, difundir y promocionar losservicios de acompañamiento social, la-



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boral y psicológico que se adecue a losnuevos perfiles y realidades sociales.

3) Promover la participación y la autonomíade las personas en exclusión en sus pro-pios procesos de inserción.

4) Incidencia política y sensibilización paratransformar las condiciones que dificul-tan que la población más vulnerable pue-da disfrutar plenamente del derecho altrabajo.

A la sociedad civil1) Participar y apoyar a personas en situa-

ción de desempleo a través de progra-mas de voluntariado.

2) Reivindicar la defensa de los derechos detodas personas y exigir a los responsa-bles políticos y sociales que luchen con-tra la pobreza.

¿Qué puede hacer el voluntariado?

- Acompañar y apoyar en serviciosde orientación laboral:○ acogida de los solicitantes,○ valoración de competencias y

necesidades,

○ orientar en la elaboración decurrículos,

○ orientar en la búsqueda de em-pleo, acompañar y preparar en-trevistas

- Destruir estereotipos y estigmassobre las personas en situación deexclusión social.

- Trasladar su experiencia con colec-tivos en exclusión a su entornocercano, cumpliendo así una laborde transformación social.

- Generar espacios de encuentro yapoyo mutuo para personas en si-tuación de desempleo.

- Capacitar a personas en desempleopara mejorar conocimiento y habili-dades para la búsqueda de empleo.

VOLUNTARIADO Y EMPLEOUna forma de canalizar la participación sociales el voluntariado: un compromiso que to-man libremente las personas, que se traduceen dedicación de tiempo, sin remuneración,con fines solidarios, colaborando, promovien-

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do o participando en iniciativas de distinto ti-po que aportan un beneficio a la sociedad.

En un contexto de crisis económica y socialcomo la que estamos viviendo y con unastasas de desempleo del 25% de la población(52% para menores de 25 años), el volun-tariado tiene un papel ambiguo: por un ladoexiste un riesgo de que su instrumentaliza-ción, o un uso inadecuado del mismo, obs-taculice la creación de empleo remunerado,pero por otro, puede ser un factor muy im-portante en la activación de las personas yen su camino hacia el empleo.

En términos generales, acción voluntaria ytrabajo remunerado se distinguen clara-mente. Sin embargo, las fronteras entreempleo y voluntario no siempre son eviden-tes, porque hay múltiples contextos en losque se produce cierta ambigüedad. En elmomento actual, que no solamente estádeterminado por la crisis económica sinopor un cambio de época, las interferenciase interacciones se multiplican.

Voluntariado y empleo: preguntas fre-cuentes. (2013) Plataforma del Volun-tariado de España.

Cruz Roja

Sonia Ruiz Fresneda

[email protected]

91 532 55 55 Ext: 52676 / 661 67 75 89

Calle Muguet, 7 – 28044 Madrid

www.cruzrojamadrid.org

Coordinadora de ONGD

Yolanda Polo Tejedor

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91 523 49 05

C/ de la Reina 17 – 3º – 28004 Madrid

http://www.congde.org/


10.¿Con quién contactar para pedir orientación e información?


44

EAPN ES

Jonás Candalija

[email protected]

91 786 04 11

C/ Tribulete, 18 – 28012 Madrid

www.eapn.esEspecialista en deuda externa, coo-peración internacional y desarrollo

Iolanda Fresnillo

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iolandafresnillo.wordpress.com

Especialista en comunicación y desarrollo

Montse Santolino

[email protected]

Soberanía alimentaria

Gustavo Duch

[email protected]

http://gustavoduch.wordpress.com

Ecologistas en Acción

Yayo Herrero

[email protected].

Hegoa - Instituto de Estudios sobreDesarrollo y Cooperación Internacio-nal – Universidad del País Vasco

Koldo Unceta

[email protected]

+ Social

Gonzalo Fanjul

[email protected]

http://GonzaloFanjul.comhttp://blogs.elpais.com/3500-millones/

Coordinadora ONGD

Cecilia Carballo

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CEET - CENTRO DE ESTUDIOS ECONÓ-MICOS TOMILLO

Elvira González

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91 782 13 70

C/ Joaquín Costa, nº 15 Portal 2, 3ª Planta28002 Madrid

http://www.ceet.es

Fundación FOESSA

Francisco Lorenzo

Francisco Lorenzo [email protected]

914 44 10 00

45

Calle de Embajadores, 16228045 Madrid

www.caritas.es

Cáritas Española

Marisa Salazar

[email protected]

91 444 10 69

Calle de Embajadores, 16228045 Madrid

www.caritas.es

Universidad Rey Juan Carlos

Luis Ayala

[email protected]

914487951 914959248

Calle Tulipán s/n. 28933 Móstoles.Madrid

http://www.urjc.es/

Universidad Pública de Navarra

Miguel Laparra

[email protected]

948169487

Campus de Arrosadia31006 Pamplona

Tel. 948 169000 Fax. 948 169169

http://www.unavarra.es/

Xarxa-Valencia

María José Navarro Molina

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696965396

C/Francisco Moreno Usedo nº 21 bajo46018 Valencia

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Eapn-Castilla y León

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C/ Menéndez Pelayo 2, 3º Oficina 747001 Valladolid

www.eapncastillayleon.es

Eapn-Madrid

Gabriela Jorquera Rojas

[email protected]@eapnmadrid.org

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Calle Cáceres 10, 1ro. Izqda28045, Madrid

www.eapnmadrid.org

Eapn-Murcia

Ana María Torres González

[email protected]

680369884



46

Plaza Pintor Pedro Flores 2º Bajo 230002 Murcia

www.eapnmurcia.org

Eapn-Asturias

Loreto Ventosa

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696988632

González del Valle, 533003-Oviedo/Uviéu

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Eapn-Melilla

Jorge Roberto Aldao Ceide

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696965453

Avenida Duquesa de la Victoria, 352004 Melilla

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Eapn-Galicia

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696965534

Rua da Muiña 2415703 Santiago de CompostelaA Coruña

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C/ Mendoza, 1 esq Simoa51001 Ceuta

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47

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