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a ruta estaba pensada para hacerlaen cinco días, cuatro noches en total,saliendo el 29 de junio de 2013 y lle-gando el miércoles 03 de julio.

Aunque tuvimos momentos en los que pen-samos que no sería posible conseguir el obje-tivo marcado, finalmente pudimos realizar lahazaña con éxito montando una media de 9horas al día.La expedición la formábamos David Vigara yyo mismo, Josep Mª Massó, juntamente conmis caballos Joker y Sultán. Joker es un cruza-do de español de trece años y en Jaén losconocen como "Caballos de la Sierra": sonrealmente fuertes y tienen mucho hueso.Sultán, un árabe de seis años de edad, es miojito derecho. Lo compramos con dos años ymedio con lo que pude domarlo y hacérmeloa mí. Es impresionante la resistencia y el cora-zón que tiene. Al ser los dos caballos de esta-tura baja, nos permite adentrarlos por cual-quier senda. Empezamos a organizar la aventura en Enerode 2013, momento en que David empezó ainteresarse con mayor entusiasmo por loscaballos y de esta forma empezó su aprendi-zaje, que le llevó a alcanzar su objetivo: estarpreparado para realizar la travesía de cincodías a caballo.Acerca del material podríamos dar una largalista, pero lo principal es llevar unas buenasalforjas con capacidad para pienso mezcladocon electrolitos que les ayudarán a recuperarfuerzas antes y después de cada jornada,tienda de campaña, algo de ropa, medica-mentos de primeros auxilios tanto para per-sonas como para los caballos, martillo deherraje de emergencia con algunos clavos ypoco más.

El viaje empezó el sábado a las 08:15 contodo el equipo preparado y los caballos biencomidos. La ruta principalmente va siguiendoel GR-92, aunque en muchos puntos tuvimosque improvisar ya que las indicaciones enalgunos lugares eran lamentables.Atravesando Collserola, fuimos dejando atráspartes de Barcelona con unas vistas impresio-nantes. Transcurrido gran parte del día y conalgunas paradas para descansar y abrevar alos caballos, llegamos a "Montcada i Reixac"donde el GR-92 estaba perfectamente indica-do y una parte de la ruta que en el mapaparecía complicada resultó relativamentefácil teniendo en cuenta que había que pasarpor medio de la población para cruzarla direc-ción Tiana.Transcurridas tres horas cada vez veíamosmás lejos Barcelona y eso nos motivaba parael objetivo que nos habíamos marcado queera pasar la primera noche en can Ballús. Íba-mos siguiendo el camino, y a lo lejos, vimos

una casa igual a la de las fotos de Internet, yeso significaba que la primera etapa estaba apunto de concluir. Nada más llegar, los caba-llos sedientos pudieron beber de una fuentede donde salía un agua fresca proveniente desu pozo, y por la forma de beber se notabanlas horas de camino. Allí fuimos acogidos demaravilla por Toni y sus padres que, teníanpreparado un padock enorme, donde gene-ralmente vive su yegua de 30 años de edad.Cuando soltamos a los caballos nos queda-mos todos atónitos, al ver que empezaron acorrer de un lado a otro como si no hubieranrealizado esfuerzo alguno. Durante toda lanoche nuestros caballos dispusieron de forra-je de la casa, y nosotros pudimos acampar

junto a ellos. Los propietarios nos prepararoncena y desayuno y nos permitieron usar unbaño para podernos duchar, de hecho fue elúnico día que tuvimos ducha. A la mañana siguiente sobre las 07:00, dimosde comer a los caballos y una vez recogidoslos petates y después de un buen desayunoemprendimos el segundo día de ruta. Éramosbastante optimistas pensando que habíamosdejado atrás Barcelona con éxito y creíamos,de forma ingenua, que a partir de allí el cami-no resultaría más fácil. ¡No fue así! Éste fue,probablemente, el día más duro. El GPS quenos habían dejado empezaba a fallarnos, yDavid que fue el encargado de marcar lospuntos, empezó a darse cuenta que no habíamarcado suficientes. Nos servía como refe-rencia pero cada vez que se cruzaban cami-nos nos surgían las dudas. Cuando ya llevába-mos unas cuantas horas por "SerraladaMarina" recorriendo bonitos parajes, y yahabíamos pasado "Argentona", nos metimospor una senda que se complicó bastantetanto por su desnivel como por las grietasque se creaban a causa de la bajada del aguade las lluvias, en ese punto decidimos des-montar y bajarla a pie para evitar posibleslesiones de los caballos. Aún desmontadostuvimos algún problema pues el terreno eraarenoso y resbaladizo. Lo desesperante fueque al terminar la trialera se abría un abanicode posibilidades hacia diferentes direccionesy en ninguna indicaba GR-92. Más de treshoras perdidos en un laberinto de caminoscon la desesperación de ver que cada vez senos tiraba más el tiempo encima y no conse-guíamos salir de allí. Cuando ya no sabíamosqué hacer y nos dimos cuenta que andába-mos en círculo, se cruzó en nuestro caminoun ciclista que conocía la zona y nos acompa-ñó hacia la buena dirección, deshaciendoparte del camino recorrido. Por si fuera poco,la montura de mi compañero David empezó aromperse por las arandelas que aguantabanlas alforjas y éstas, a su vez, también se des-cosieron. Hicimos un cosido de emergenciapara reparar las alforjas, que aguantaría todala ruta, y con cuerdas de escalada atamosbien el equipaje y seguimos. Una vez recuperado el camino correcto, nosdirigimos hacia "Dosrius". Para no complicaraún más la jornada decidimos coger un tramode carretera secundaria hasta una pequeñapoblación donde los caballos pudieron beberhasta llenarse. Seguimos el camino a travésde la montaña y después por la riera. Eran ya

La travesía que hemos realizado parte de Molins de Rei (Barcelona), donde residen nuestroscaballos en la "Hípica Sol i Terra", y llega a Sant Antoni de Calonge (Girona).

POR:JOSEP Mª MASSÓ VILA

DAVID VIGARA ROCAMORA

L

ABRIENDO CAMINO

Segundo día en "Serralada Marina" momento en el que nosperdimos por el GR-92

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cerca de las 20:00 y después de todo el pali-zón los signos de cansancio se acentuabancada vez más. Al llegar a "Dosrius" tomamosla decisión de volver a coger un tramo decarretera hasta el punto de destino, unavaquería situada en el término de"Canyamars", donde nos esperaban Joan yMarta con su bebé recién nacido. La carrete-ra la hicimos casi toda a pie y, al no llevarunos calcetines reforzados como los de David,se me hicieron llagas en ambos talones, llagasque me acompañarían toda la ruta. Sobre las21:30 llegamos a la granja donde nos aten-dieron de maravilla. Supongo que las ganasde darnos un respiro hicieron que en apenas10 minutos estuviera todo organizado y elcampamento montado. Até un trozo de cuer-da alrededor de un árbol de grandes dimen-siones y de allí, até a los caballos, uno porcada lado. Fue entonces cuando Joan apare-ció con una Pick-Up repleta de forraje congrano de su propia cosecha de una calidadincreíble. Pusimos una gran cantidad entrelos dos caballos que compartieron durantetoda la noche. En el pienso les pusimos mediosobre de antiinflamatorio para cada uno,pues tenía la sensación que marcaban unpoco por las horas de más. Como curiosidad,comentar que sobre las 04.00 de la mañaname desperté para ver a los caballos, y measombró que, al enfocar con el frontal, losdos estaban tumbados descansando, cosaque al estar lejos de casa resulta sorprenden-te, pues como sabéis para que un caballo lle-gue a relajarse para tumbarse tiene que sen-

tirse muy confiado. Fue una imagen muybonita y de inmensa tranquilidad para mí.

El tercer día, sin duda el mejor de todos, todosalió sobre lo previsto y pudimos disfrutar delcamino sin la angustia de que el tiempo se teeche encima o la desilusión de ver que llevasun buen rato dando vueltas en círculo porsendas que no llevan donde esperabas.Partimos de la vaquería de Can Marc dóndeJoan nos indicó el camino a seguir. A unoskilómetros tuvimos que tomar la primeradecisión del día, David estaba seguro de queteníamos que dirigirnos a la derecha y yo opi-naba totalmente lo contrario, y como no nosponíamos de acuerdo decidimos preguntardando la razón a mi orientación. A partir deese momento tomamos la determinación deque en caso de duda mi orientación sería la

que nos guiaría a lo lago de la travesía. No espor desmerecer a mi compañero David que esun crack en todo lo relacionado en avitualla-miento, reparación, etc. pero en el tema deorientación anda un poco pez.El paisaje durante toda la ruta fue espectacu-lar, estábamos en el "Montnegre i elCorredor" de cuya belleza y paz quedamostotalmente encantados. A medio camino, porprimera vez, paramos en un restaurante en"Vallgorguina" donde pudimos comer tran-quilamente mientras conversábamos con losasiduos del lugar sobre temas distintos, comola ruta a caballo o sobre la consulta sobera-nista de Catalunya.Sobre las 16:00 retomamos el camino haciaCan Pica y llegamos sobre las 19:00 dondenos esperaba Toni y su mujer que tambiéntenían un bebé recién nacido, y que duranteunos meses acogían a un niño del Sahara quecomo cada año pasaba una temporada en sucasa. El niño se emocionó mucho al ver a los

Tercer día por "Montnegre i el Corredor".

Preparando el campamento en Can Pica tercera noche.

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caballos, ya que nunca se había subido a unoy sus ojos mostraban su emoción de hacerlopor primera vez. Nos prepararon una cenaexcelente y pudimos conversar con Toni quenos explicó distintas anécdotas. A la mañana siguiente, una vez todo prepa-rado, nos hicieron un desayuno de campeo-nes que nos daría fuerza para seguir todo eldía. Estábamos tan a gusto conversando conToni que el tiempo se nos echó encima y nosalimos hasta las 11:00. Nos dirigimos haciaTordera que estaba a unos 12 km. Una vezallí rodeamos la ciudad y cruzamos el rio pordonde el cabal no era muy profundo. La ideaera llegar ese mismo día a "Llagostera" perono fue así. El camino era bastante montaño-so y después de varios km recorridos nosdimos cuenta que estábamos andando encírculo pues estábamos pisando nuestraspropias huellas, estábamos perdidos nueva-mente. Finalmente llegamos a una urbaniza-ción cercana a "Maçanet de la Selva" dondedecidimos parar a comer algo en un bar. Aúnquedaba bastante recorrido para llegar a"Llagostera" y eran ya las 20:00; así que con-sensuamos que lo mejor sería buscar otrositio donde pasar la noche. Encontramos cerca una yeguada donde nosabrió la puerta un señor que no cabía en suasombro, le contamos la situación y aceptódejarnos un espacio donde acampar, asícomo un padock para Joker y Sultán.Además nos dio una gran cantidad de forra-je y pudimos duchar a los caballos.El señor muy amable nos contó que lo habí-amos encontrado por casualidad, ya queestaba esperando una yegua proveniente deFrancia para cruzarla con uno de sus semen-tales y que por eso aún permanecía en ellugar. Fue en ese momento cuando nosdimos cuenta que estábamos frente al Sr.

Josep Bassols de la "Eugassada Bassols",quien nos enseñó todos sus sementales. Fuerealmente espectacular ver esos ejemplares.

El quinto y último día de expedición fue elrecorrido más largo pues el día anterior noshabíamos detenido antes de lo previsto.Madrugamos y pronto estábamos enLlagostera donde paramos a comer en unMas de la zona. Después del manjar nos diri-gimos a la "Via Verda del Carrilet" que aun-que no se permite circular con caballo, cosaque me resulta indignante pues no haytransporte más verde, era la mejor opción.Era un recorrido sencillo y hasta pudimoshacer algún galope sabiendo que era el últi-mo día y que los caballos estaban en plenaforma; hasta el momento la travesía la habí-amos hecho principalmente al paso puesdebíamos reservar los caballos. Tras unoscuantos km nos dirigirnos a la montaña de"Romanyà" donde empezó un verdaderocaos. El camino estaba lleno de sendas estre-chas y empinadas, y después de comprobara pie si era óptimo seguir por allí decidimosavanzar. Sultán se asustó y como íbamos piea tierra me arroyó de un salto contra untronco; pero por suerte no me rompí nada ysólo fue el golpe. Unos metros más adelantese volvió a complicar al tener que volver afranquear un riachuelo donde nuevamente aSultán le entró el pánico y puso las manos enel peor sitio donde podía ponerlas: en mediode dos rocas haciéndose heridas en ambas.¡No podía ser! Estábamos a pocos km y todopodía irse al garete. Hicimos unos primerosauxilios y, comprobamos que sólo eran heri-das superficiales. Yo estaba un poco fuera dejuego, entonces David lideró la salida conJoker adelante que respondía muy bien.Llegamos a una bifurcación, un camino lleva-ba a unas rocas donde colgaban cuerdas pordonde se tenía que subir escalando, obvia-mente era imposible con los caballos subirpor allí, y el otro subía muy vertical con todode raíces que lo hacían si cabe más complica-do. No había más opción o eso o recular y

volver a pasar por donde Sultán se habíaenganchado. Así que cargados de valentía yuna vez comprobado el terreno tiramoshacia arriba hasta llegar a un camino másancho. Realmente llegué a pasar miedo y sino fuera por la determinación de Davidhubiera sido mucho peor. Lo peor ya había pasado pero la noche senos venía encima. A unos metros encontra-mos una casa en medio de la montañadonde nos dieron una esponja mojada conagua para remojar las heridas de Sultán,pude constatar así que era superficial y queno marcaba en ninguna de las dos manos.Nos guiaron hacia la carretera de"Romanyà". Eran las 21:00 y cada vez habíamenos luz. La decisión era si seguir por lacarretera unos 12 kilómetros que nos lleva-ría directos a Calonge o meternos por lamontaña sin conocer los caminos. Como laintención era llegar, optamos por cogercarretera. Ya quedaban apenas 6 kilómetroscuando la oscuridad ya era absoluta, yo queiba delante llevaba un frontal y David quecerraba sujetaba un foco que hacia muchaluz para señalizar a los vehículos que circula-ban. Por si no fuera poca la complicación, se

Senda donde tuvimos bastantes problemas.

Quinto día, camino a Llagostera momento que tuvimosque coger la Nacional.

Cruzando el río Tordera.

Cuarto día camino a Tordera.

RUTA: MOLINS DE REI - SANT ANTONI DE CALONGE

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cruzaron una familia de tres jabalís por medio de lacarretera pero los caballos ni se inmutaron, parecía quesabían que era el último día porque sacaron un pasosuperlargo.Cuando llegamos al final de la carretera sobre las 23:00ya estábamos muy cerca de la "Hípica Unicorn", Sultánque ya había estado allí en otras ocasiones empezó atrotar hacia el lugar, creo que sabía perfectamentedonde estaba después de cinco largos días, increíble. Enel lugar les esperaban cuatro días de tranquilidad antesde volver a casa con el van.Como conclusión de la travesía, decir que en general fueun éxito absoluto y con el paso de los días todavía ledamos mayor valoración. Aunque no está preparadapara ruta a caballo en muchos tramos se puede hacerperfectamente, sobretodo teniendo en cuenta la cola-boración de la gente que fue magnífica en todo momen-to y a los que mandamos nuestro agradecimiento.

Josep Mª Massó VilaDavid Vigara Rocamora

De noche por la carretera de "Romanyà" antes de llegar al destino final.

Sant Antoni de Calonge

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