Manuscritos de La Memoria Por Nemer Ibn El Barud 2da Versión

download Manuscritos de La Memoria Por Nemer Ibn El Barud 2da Versión

of 8

description

Poesía para Reflexionar, del escritor libanes - argebtinoNemer Ibn El Barud

Transcript of Manuscritos de La Memoria Por Nemer Ibn El Barud 2da Versión

MANUSCRITOS DE LA MEMORIA por NEMER IBN EL BARUD 2da Versin

MANUSCRITOS DE LA MEMORIA por NEMER IBN EL BARUD 2da Versin

Si marcas un punto de partida

y regresas a ese punto,

sabrs que el crculo es un punto

que se encontr a s mismo

y que la eternidad es un camino

que tiene el largo de tus pies.

Si tu memoria te dice

que la eternidad se construye con lo efmero

como la primavera se edifica en los ptalos,

y que desde la tierra a la galaxia

existen reinos sobre reinos.

Si el mar est boca arriba o boca abajo;

Si el abismo fu un cielo que cay de espaldas

o el cielo es otro abismo que viene cayendo boca abajo,

para ti el mar

ser un diluvio que alcanz la vejez.

Si ya te parece absurdo venir desde tan lejos

slo para preocuparte de este presente

donde

envuelta en alas viaja la vida,

y en rbol la muerte,

sabrs que todo lo que vendr, vendr a irse

y que ya vino todo lo que a quedarse vino.

Si piensas que vienes

viajando desde el caos

para llegar a este momento

donde en una gota de roco habita un mundo;

en las alas de un pjaro una galaxia,

en tus pies el planeta

y en tu cuerpo todos los cuerpos,

ya no sers un recin llegado a este momento.

Si a nadie pides que te espere

porque no sabes cuanto tardars en encontrarte,

ni que se apresure en llegar

porque con su recuerdo te basta.

Si la nica ausencia que lamentas

es la de t mismo

sabrs por tu memoria,

entonces,

que a las manos del otro debes

que tus manos sepan de ti y de los otros;

que todos somos la parte que al amor le falta

y dejars de ser

el objeto de los objetos,

ya que todo exceso es delirio de uno mismo,

o del misterio que es uno mismo.

Si hoy para t el amor

ya no rie sino que interroga,

persuade o se va,

comprenders que cuando dos quieren caber,

tanto en una nube como en una hoguera,

es porque se aman.

Si de regreso de tu memoria

ya no odias a nadie

ms de lo que a s mismo se odia,

ni lo amas

ms de lo que a s mismo se ama.

Si a pesar de lo poco que conoces de un ser,

puedes amar todo lo desconocido en l

ests amando su misterio y tu misterio.

Si ya no es doloroso para t

que los dems quieran ms y t, menos;

Si ya no te inquietas

porque nadie conoce el precio de tu corazn.

Si de nada ni de nadie

dependes para ser fuerte o dbil,

ya no amars ninguna libertad que te esclavice;

ninguna que tengas que cercenar para sentirte libre.

Si aquella arcilla de tu viaje

te recuerda

que heredaste una fortuna en sueos

y una deuda en realidades.

Que te cortaron las alas

y te declararon culpable por caminar...

Que ya fuiste mujer y hombre

y que tambin estuviste en la hoguera

y fuiste santificado.

Que habitas hoy una choza

como ayer un palacio,

sabrs que es poco lo que tiene

que reunir un hombre

para viajar al pais de sus hermanos.

Y que desde el ayer remoto

hasta el hoy, remoto,

los devotos del hambre y la codicia

aun no han levantado un monumento al pan

aunque el hambre siga

navegando en el trigo.

Si recuerdas

que en una caverna

los primeros hombres

celebraron el descubrimiento del sol...

Si hoy, cada rostro te hace preguntarte

por su parecido con el len o la gacela,

y toda mano, con la caricia o con las garras,

amars la tierra toda

y hars como la tierra

que ama todo lo que tiene

y todo lo que posee da

y por eso te ama a t,

su hormiga ms celeste.

Si en tu memoria encuentras vivo

aquel antepasado que, al morir, crey morir.

Si piensas que el futuro

es promesa del pasado

porque este tiempo que tan suavemente pasa

viene borrando

-menos la suya-

toda inmortalidad,

sabrs que

tanto el olvido como el recuerdo

son una leccin de distancia.

Si ya no necesitas ver morir

para comenzar a amar la vida,

porque cuando alguien muere

alguien est corriendo a reemplazarlo

y cuando alguien nace,

a justificarlo,

cuando llegue

tu instante

comprenders que

con la tuya

alguien amar la vida

y podrs sonreir

porque somos viajeros,

no el viaje.

Si en tus laberintos

tu sangre te recuerda

que a partir del nacer es todo

y del morir la nada

que vuelve al todo.

Si ya nada empequeeces

para que quepa en t

ni nada engrandeces

para que no te devore.

Si no elevas plegarias

porque luego caen como culpas.

Si ya el vrtigo no existe

porque eres t el vrtigo

ni la calma existe

porque la calma eres,

aquietars tu corazn de toda prisa.

Calmar su sed

y amasar su pan

con sus propios latidos

ser tu obra.

Si ya depende

de la altura

desde donde miras

la altura de lo que miras...

Si para no sentirte

solo arena

te imaginas ro,

y no solo ro, nube,

sabrs que la nube

es un sueo de la tierra

que sube para contemplarse

y que la tierra

es un sueo del infinito

amarrado a tu memoria.

Si cuando tropiezas

con el misterio hoy

caes de rodillas

y por eso sabes que ayer

las rodillas

dieron origen a los altares,

el sacerdote al plpito

y el miedo, a Dios,

sigue, entonces,

-aunque sea doloroso-

tropezando

con lo invisible

y haz de modo

que solo se arrodillen

tus frutos

-como el rbol-

pero tus raices,

como el rbol, nunca.

Si ya de regreso

hacia t sabes

que esta brisa

viene de empujar

una barca,

de dar vida

a un recin nacido;

de besar a dos enamorados

y de llevar el polen

a la flor sedienta.

Si sabes que un forjador

tanto puede hacer un pual

como una campana

y que por igual jornal,

tanto trabaja

la vida como la muerte,

vivirs de cara

al Cielo

porque as, asciendes

y de pie, caminas.

Si la voz de tu memoria

te susurra que

el mar guarda

los tesoros

que fueron de la superficie,

as como

la superficie

muestra los restos

que devolvi el mar,

sabrs que todo el Planeta

sigue mostrando

-como recientes-

antiguos naufragios.

Si sabes que tenemos

cinco sentidos

porque hasta all

podemos contar,

dormidos

y tantos como sepamos

despertar

y contar, despiertos,

sabrs que vivir por vivir

no tiene sentido

y vivir

solo con sentido

no es vivir.

Hoy, como ayer,

sofocar tu enigma

es como impedirle

al cielo su relmpago

al torrente su msica,

al rbol su nube

y a Dios su misterio.

Si ya sabes

de qu hablan tus das

con sus noches,

el sol

con su lmpara,

y las estrellas

con su galaxia;

la luna con su muerte

y el pjaro con el aire,

sabrs que tu impaciencia

no perturba

a tu futuro

sino que lo envejece,

mientras en el desvn

de tu memoria

siguen jugando

tus juguetes

ms queridos

y tus dolores

ms queridos.

Si a ninguna necesidad acudes

para que no te convierta en su mendigo.

Si no ests satisfecho con tu destino,

pero sabes que tu destino

contigo si...

comprenders que,

si el sol supiera el suyo,

ya habramos muerto

porque -misterio del misterio-

en la verdad final

comienza la primavera.

Si ella te dice

que porque existen

pastores de catedrales en las catedrales

y pastores de almas en las almas

las verdades pequeas mueren sin predicadores

y las enormes los aplastan.

Si ella te dice

que si las conciencias

salieran a caminar se desplomara

el planeta...

Sabrs que todos los malvados del mundo

no han logrado destruirlo

ni todos los santos salvarlo.

Y que, aunque la maldad desborde la tierra,

es el Bien

quien la sostiene.