Manuel Belgrano, Su Paso Por Jujuy

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 LITERATURA GAUCHA Trabajo de Revisión Histórica San Salvador de Jujuy, 10 de Septiembre de 2.004. Sres. COMITÉ ORGANIZADOR Encuentro Nacional Belgraniano - Rosario 2! El trabajo que remitimos adjunto, fue elaborado por dos socios de nuestra Institucin, el que deseamos sea considerado como un modesto aporte de nuestra parte y, de esta forma, cumplir con la convocatoria que tan !entilmente nos "icieran lle!ar. #tentamente. Autor: Sr. Héctor Enrique MEDINA LEÓN San Salvador de Jujuy Pcia. de Jujuy — Rep. Argentina Colaborador: Ing. Eduardo Mario LÓPEZ SALGADO San Salvador de Jujuy Pcia. de Jujuy — Rep. Argentina MANUEL BELGRANO, su aso or !uju" Rese#a Histórica #tr$s quedaban las pampas y el joven Dr. Manuel Belgrano, viajaba por el "Camino de las Postas" , "acia las %rovincias &ajas del 'orte. %or primera ve( aquel porte)o educado en Europa, se internaba en el continente profundo, para "acerse car!o del E"#rcito Au$iliar %el Norte que retroced*a en ruinas, desde las desoladas planicies alto andinas, donde "ab*a sufrido una derrota que le imposibilit continuar en campa)a y empuj a sus jefes al +banquillo de acusados+. &uenos #ires, asiento natural del obierno de las %rovincias -nidas del *o de la %lata, se manten*a e/pectante ante las tropas portu!uesas acantonadas en la frontera de ontevideo. El %ara!uay aislado y vuelto sobre si mismo, "ab*a sido la primer e/periencia fallida donde se pudo comprobar que los pueblos no estaban dispuestos a cambiar de sistema, si ello no era acorde a sus necesidades. os tres si!los de !obierno colonial "ab*an forjado una

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Manuel Belgrano, Su Paso Por Jujuy

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LITERATURA GAUCHATrabajo de Revisin HistricaSan Salvador de Jujuy, 10 de Septiembre de 2.004.

Sres. COMIT ORGANIZADOREncuentro Nacional Belgraniano - Rosario 2004

El trabajo que remitimos adjunto, fue elaborado por dos socios de nuestra Institucin, el que deseamos sea considerado como un modesto aporte de nuestra parte y, de esta forma, cumplir con la convocatoria que tan gentilmente nos hicieran llegar.

Atentamente.

Autor:

Sr. Hctor Enrique MEDINA LENSan Salvador de JujuyPcia. de Jujuy Rep. Argentina

Colaborador:

Ing. Eduardo Mario LPEZ SALGADOSan Salvador de JujuyPcia. de Jujuy Rep. Argentina

MANUEL BELGRANO, su paso por JujuyResea Histrica

Atrs quedaban las pampas y el joven Dr. Manuel Belgrano, viajaba por el "Camino de las Postas", hacia las Provincias Bajas del Norte.Por primera vez aquel porteo educado en Europa, se internaba en el continente profundo, para hacerse cargo del Ejrcito Auxiliar del Norte que retroceda en ruinas, desde las desoladas planicies alto andinas, donde haba sufrido una derrota que le imposibilit continuar en campaa y empuj a sus jefes al "banquillo de acusados".Buenos Aires, asiento natural del Gobierno de las Provincias Unidas del Ro de la Plata, se mantena expectante ante las tropas portuguesas acantonadas en la frontera de Montevideo.El Paraguay aislado y vuelto sobre si mismo, haba sido la primer experiencia fallida donde se pudo comprobar que los pueblos no estaban dispuestos a cambiar de sistema, si ello no era acorde a sus necesidades. Los tres siglos de gobierno colonial haban forjado una sociedad asentada en el derecho indiano, la dependencia de la Corona y la figura de un Rey al que no conoceran nunca, pero que, sin embargo, ejerca el gobierno a travs de sus funcionarios.La Iglesia Catlica, con asiento en Roma, ejerca el Gobierno Eclesial, con una profunda raigambre en todas las clases sociales y custodiaba con celo el territorio que le proporcionaba enormes riquezas y poder.El andamiaje jurdico que sostena el edificio Americano, era custodiado celosamente por los Cabildos y las Audiencias, antes de recurrir como ltima instancia a la Pennsula para un fallo definitivo en aquellas cuestiones que as lo requeran.La Revolucin, entonces, deba realizar el titnico esfuerzo de combatir por las armas al poder real, mientras publicitaba las ventajas de una independencia que no terminaba de perfilarse y se recreaba sobre la marcha. As habamos llegado al Triunvirato, luego del gobierno efmero de una Primera Junta, a la que deban agregarse los representantes de las Provincias, y de esta forma fundar la Junta Grande que termin abruptamente, generando ms enconos que concierto.Ese ejrcito desmoralizado y en esqueleto que hoy deba remontar el Doctor devenido en General don Manuel Joaqun del Corazn de Jess Belgrano y Peri, un poco patentizaba lo ocurrido hasta entonces. Haba pasado por Jujuy, tras una tremenda demostracin del ms puro "jacobinismo" de Moreno y sus aclitos; con los fusilamientos en Cabeza del Tigre y bajo el mando poltico de Castelli, buscara el castigo ejemplar para los realistas Nieto, Paula Sanz y Crdoba. El mismo que las enfrentara en Cotagaita y luego caera derrotado en Suipacha el 7 de noviembre de 1810. Es all donde se producira un incidente, que pas desapercibido y aos despus, generara el enfrentamiento entre los generales Rondeau y Martn Miguel de Gemes, entredicho que "a posteriori" qued superado con la "Paz de Los Cerrillos".En aquella oportunidad la vanguardia del ejrcito patriota, la constituan las caballeras Gauchas de Jujuy, Salta y Tarija que comandadas por Gemes, pusieron en derrota a Crdoba, escribiendo una pgina de gloria en el libro oro de la historia. Con la nica victoria patriota conseguida en territorio Alto Peruano y, cuya participacin fuera negada en el parte de batalla que confeccionara Castelli, tal cual lo manifestado por don Miguel Otero 60 aos despus en sus "Memorias".Estas victorias abriran las puertas del territorio Alto Peruano, donde en 1809 se haban sublevado Chuquisaca y La Paz y, al presente, se mantena el espritu de insurreccin. Todo lo que se iba ganando en la Guerra se perda en lo Social y lo Poltico. El choque cultural era enorme entre provincias ultra catlicas, organizadas en el respeto a la ley y la autoridad, y, hombres como los de Buenos Aires influidos por el Liberalismo Europeo.El Virrey de Lima Abascal, le orden al Brigadier Jos Manuel Goyeneche, detener el avance patriota en el Ro Desaguadero, y este maniobrando con habilidad logr sorprenderlos en Huaqui el 20 de Junio de 1811, derrotarlos y ponerlos en desbandada. Replegndose hacia Salta, donde Pueyrredn fuese relevado por el Gral. Belgrano a mediado de marzo de 1812 en la Posta de Yatasto.Desde all, nuevamente el Gral. Belgrano ordenaba avanzar hacia Campo Santo, y luego, el 19 de mayo entraba en la muy leal y constante ciudad de San Salvador de Jujuy, ttulo este otorgado por el Rey de Espaa en agradecimiento a los servicios prestados.La ciudad recibi al Gral. Belgrano sin mucho entusiasmo y ste se hizo preceder de un Bando por el que le solicitaba al Pueblo y Gobierno la colaboracin, el no desfallecer y renovar el compromiso con la Patria y la Libertad.Por esas horas, la vanguardia patriota, a rdenes de Juan Ramn Balcarce, penetraba en la Quebrada hasta alcanzar el estratgico pueblo de Humahuaca, donde quedaba en observacin del enemigo. Desde all mantena abierta las comunicaciones con Tarija y Cochabamba a travs del Abra de Zenta, hacia Orn y el Gran Chaco que los comunicaba con la frontera y Tucumn.Mientras tanto, el Brigadier Goyeneche, decidi consolidar su retaguardia e inici operaciones para sojuzgar a la heroica Cochabamba, la que no cejaba en su resistencia.As fue derrotado el caudillo Arce, y don Mariano Antezana batido y fusilado. El ejrcito patriota tuvo que presenciar el exterminio sin poder hacer nada por falta de recursos.A mitad de julio de 1812, los realistas se reagrupaban en la localidad de Suipacha, bajo las ordenes del Gral. Po Tristn, primo y arequipeo como Goyeneche, listos para iniciar operaciones sobre las Provincias Bajas.Volviendo al mes de mayo, el Gral. Belgrano se encontr con los festejos del 25 de Mayo en recordacin a 1810. Frente a la situacin angustiante que viva, decidi celebrar la fecha con grandes fastos y una gran parada militar, para impresionar los sentimientos patriotas del pueblo.Ignorante de la amonestacin que el Gobierno central haba hecho llegar a Rosario, tras la partida del 1 o 2 de marzo, como lo recuerda nuestro prcer, decidi hacer bendecir y jurar la Bandera Azul y Blanca, que creara a orillas del Paran. Se discuti si fue la misma u otra, poco importa, pues el motivo enunciado por el Gral. Belgrano en la comunicacin al Gobierno, era el de exaltar el patriotismo y distinguirnos del enemigo. Por ello haba solicitado el decreto de creacin de la Escarapela Azul y Blanca, y ahora, con los mismos colores, alzaba la Bandera que hara bendecir en augusta ceremonia ante el altar mayor de la Iglesia Matriz, por otro benemrito patriota como fue el Cannigo Juan Ignacio de Gorriti, hacindole jurar fidelidad por la tropa formada en cuadro en presencia del pueblo, que fue despertado por las salvas del can y presenciara con uncin el Acto Solemne.Ese da glorioso del 25 de Mayo de 1812, qued registrado por la pluma del propio Gral. Belgrano, quien dice que tomando en sus manos la bandera areng a la tropa con noble entusiasmo:

"Soldados -les dijo-, el 25 de mayo ser para siempre un da memorable en los anales de nuestra Historia y vosotros tendris un motivo ms para recordarlo, cuando, en l por primera vez, veis en mis manos la Bandera Nacional que ya os distingue de las dems naciones del globo,... Nos olvidis jams que vuestra obra es de Dios; que el os ha concedido esta Bandera y que nos manda que la sostengamos" y no se equivocaba el general cuando vaticinaba "solo puedo decir que la Patria tiene hijos que sostendrn su causa y que primero perecern que ver usurpados sus derechos".

Todos los actos fueron acompaados por el Barn de Hollemberg, quien fuera nombrado Jefe de Estado Mayor en los ramos de artillera e ingenieros y fue un gran colaborador del Gral. Belgrano. l fue quien port la Bandera hasta el Cabildo.En aquella gloriosa oportunidad, ms all de las apreciaciones en contrario que tuvo el Gobierno de Buenos Aires, se haba producido un hecho histrico trascendental. El Gral. Belgrano junto al pueblo, el clero, autoridades civiles y el Ejercito, iniciaba oficialmente los festejos de las fiestas mayas, las que seran oficializadas por la Asamblea del ao 1813.Es aqu donde aparece el genio poltico del Gral. Manuel Belgrano, con una fortaleza de alma capaz de sobreponerse a todos los imponderables, operando de vanguardia de un pueblo cuya experiencia en poltica era nula, por cuanto haba nacido en un mundo colonial sin participacin popular.A cargo de un ejrcito en estado deliberativo al que no se les pagaban los sueldos, ni se les provean equipos, sin plvoras ni municiones, tal cual lo expresara en comunicacin al Gobierno en su correspondencia con el Secretario del Triunvirato -Rivadavia-. No obstante iba sacar guapezas de las debilidades y lograra interesar nuevamente al pueblo en los destinos de la Patria. De este Jujuy heroico, de ese Ejrcito abatido conducido por un hombre providencial, la historia torciendo su rumbo escribira las ms gloriosas pginas en territorio nacional.Comunicado al Gobierno de Buenos Aires los fastos del 25 de Mayo de 1812, nuevamente recibi los pliegos enviados por las postas a mediado de julio, en los que se le adverta la insensatez que haba cometido y la rebelin en que incurra al volver a mostrar en pblico la Bandera Azul y Blanca que se le haba prohibido, por hacerlo ante las bateras de Rosario. Toda esta desgraciada situacin debe haber operado negativamente en su espritu, reforzando aquello que ya dijera anteriormente "Siempre me toca la desgracia de que me busquen cuando el enfermo ha sido atendido por todos los mdicos y lo han abandonado".Lejos estaba el Gral. Belgrano de la intriga palaciega, pero bueno sera suponer que algo conoca de los trabajos polticos de la Logia Lautaro, bajo la influencia del Monteagudo, San Martn y Alvear preparaban cambios en el Gobierno. Por ello en su contestacin del 18 de julio, con despecho, acata lo ordenado pero no deja de poner en manifiesto su conviccin que la Revolucin deba ser obra del Pueblo en su conjunto. Hete aqu el verdadero republicanismo democrtico que asomaba al contacto del pas y sus gentes.Mientras tanto, aplastada la revolucin en Cochabamba y ahogada en sangre Chuquisaca, las fuerzas de Goyeneche se reagrupaban con la misin de dirigirse a las Provincias Bajas buscando llegar a la ciudad de Crdoba, donde se operara el encuentro con las fuerzas del Gral. Osorio, quien, trastornando los Andes buscara la reunin con el Gral. Po Tristn y ambos operaran sobre Buenos Aires, mientras que la flota espaola, surta en Montevideo, dara el apoyo necesario para forzar la cada de la ciudad de Buenos Aires, y de este modo, se controlara el foco sedicioso del Virreynato.La situacin tornbase dramtica; las posibilidades defensivas eran escasas; los realistas conocan las limitaciones y estaban dispuestos a aprovecharlas; cayendo las provincias del Norte, el camino quedaba expedito, mejorando sustancialmente la logstica del enemigo pues entraban en tierras de "pan llevar" con una poblacin acostumbrada a producir todo aquello que le era necesario.Superada la Quebrada de Humahuaca, lo dems era fcilmente practicable, mxime si tenemos en cuenta que las clases principales, que haban amasado grandes fortunas en su comercio con el Alto Per y estaban muy relacionadas por vnculos de familias. Poco tenan para reprocharle al sistema colonial en el que haban vivido por tres siglos en base al orden establecido. Por el contrario, los vaivenes de la Revolucin le generaban cuantiosas prdidas materiales y enconos familiares.A fines de julio el Gral. Belgrano, dispuso la estrategia de tierra arrasada. El ejrcito realista que bajaba de Oruro, fuerte, con cuatro mil hombres, jefes distinguidos, armas y municiones, resultaba imposible de contener en territorio Jujeo.La orden recibida desde Buenos Aires indicaba retroceder hasta la ciudad de Crdoba, cediendo todo el Noroeste al enemigo. Largas noches de insomnio le habrn costado al Gral. Belgrano decidir. El 29 de julio de 1812 puso en conocimiento del Pueblo Jujeo el Bando trgico por el cual se ordenaba, sin excepcin, prepararse para marchar al sur siguiendo al ejrcito. El bando fue conocido como impo por la dureza de sus trminos.Nuevamente el Gral. Belgrano jugaba su ascendiente moral hacia el pueblo, en todas sus clases y le solicitaba el mximo sacrificio: abandonarlo todo. Por la importancia del bando conviene conocerlo en detalle y deca:

"Desde que puse el pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra defensa, en que se halla interesado el Ecsmo. Gobierno de las Provincias Unidas de la Repblica del Ri de la Plata, os he hablado con verdad. Siguiendo con ella os manifiesto que las armas de Abascal al mando de Goyeneche, se acercan a Suipacha, i lo peor es que son llamados por los desnaturalizados que viven entre nosotros i que no pierden arbitrios para que nuestros sagrados derechos de libertad, propiedad i seguridad sean ultrajados y volvis a la esclavitud.""Llego pues la poca en que manifestis vuestro herosmo i de que vengis a reuniros al ejrcito de mi mando, si como aseguris queris ser libres, trayndoos las armas de chispas, blancas i municiones que tengis o podis adquirir i dando parte a la justicia de los que las tuvieren y permanecieren indiferentes a vista del riesgo que os amenaza de perder no solo vuestros derechos sino las propiedades que tenis.""Hacendados: apresuraos a sacar nuestros ganados vacunos, caballares, mulares y lanares que hallen vuestras estancias i al mismo tiempo vuestros charquis hacia el Tucumn, sin darme lugar a que tome providencias que os sean dolorosas declarndoos adems si no lo hicieses por traidores a la patria.""Labradores: asegurar vuestras cosechas extrayndolas para dicho punto, en la inteligencia de que no hacindolo incurriris en igual desgracia que aquellos.""Comerciantes: No perdis un momento en enfardelar vuestros efectos y remitirlos e igualmente cuanto hubiere en vuestro poder de ajena pertenencia, pues no ejecutndolo sufriris las penas de aquellos y adems sern quemados los efectos que se hallaren sea en poder de quien fueren y a quien pertenezcan.""Entended todos que al que se encontrare fuera de las guardias avanzadas del ejrcito en todo los puntos en las que las hay o que intenten pasar sin mi pasaporte ser pasado por las armas inmediatamente, sin forma alguna de proceso. Que igual pena sufrir aquel que por sus conversaciones o por sus hechos atentasen contra la sagrada libertad de la patria, sea de la clase, estado o condicin que fuese. Que los que inspirasen desaliento estn revestidos del carcter que tuviesen sern igualmente pasados por las armas con solo la deposicin de dos testigos.""Que sern tenidos por traidores a la patria todos los que a mi primer orden no estuvieren prontos a marchar y no lo efecten con la mayor escrupulosidad, sean de la clase y condicin que fuese.""No espero que haya uno solo que me d lugar para poner en ejecucin las referidas penas, con los verdaderos hijos de la patria, me prometo que se empearn a ayudarme como amantes de tan digna madre, i los desnaturalizados obedecern ciegamente y ocultaran sus inicuas intenciones. Mas si as no lo fuese, sabed que se acabaron las consideraciones de cualquier especie que sea i que nada ser bastante para que deje de cumplir cuanto dejo dispuesto."

"Cuartel General de Jujuy, 29 de Julio de 1812, fdo. Manuel Belgrano por Manuel Jos de la Baquera."

Es este momento de mayor grandeza de nuestro hroe, que junto al pueblo jujeo va a jugar los destinos de la patria en xodo doloroso, donde se queman las naves. La decisin es resistir, por ello la vanguardia establecida en Humahuaca se trasforma a rdenes del Cnel. Daz Vlez en reemplazo del Cnel. Juan Ramn Balcarce en la retaguardia patriota, encargada de replegarse sobre el cuerpo de reserva y mantener el orden en la retirada, a ella se unirn el cuerpo de Caballeras formado por los jvenes jujeos, llamados "Decididos" que harn sus primeras experiencias en los ejrcitos de la Patria.La retaguardia haba partido el 21 de agosto de Humahuaca y el 23 se encontraba en los arrabales de la ciudad de Jujuy. Desde all marchara cubriendo con sus guerrillas el "camino de Las Postas" hacia Campo Santo y luego por Cabeza del Buey enfilaran hacia Metn. Las tropas realistas al mando de los coroneles Llanos y Huici, asediaban permanentemente a la retaguardia, la que tena ordenes de no comprometer un combate. Sin embargo, fueron alcanzados y se trab un intenso tiroteo por ambos bandos. Reforzados los realistas pusieron en fuga la tropa patriota.El Gral. Belgrano recibi la noticia el 3 de septiembre e inmediatamente hizo formar en batalla, con la colaboracin de dos pequeas piezas de artillera y contraatac con dos columnas de infanteras a ordenes de los capitanes Carlos Forest y Miguel Aroz; al centro form la caballera al mando del Capitn Gregorio Aroz de La Madrid; la reserva estaba a cargo de los Jefes Daz Vlez y Juan Ramn Balcarce. Tras un breve pero intenso tiroteo los realistas huyeron tomndoseles 25 prisioneros, quedando 20 muertos en el campo. Este pequeo combate se conoce como "Combate de Las Piedras" y sirvi para levantar la moral de las tropas. El Coronel Huici que se haba adelantado hasta la localidad de Trancas, cay prisionero y fue de inmediato trasladado a Tucumn.All comenzaba a operarse el milagro. Un ejercito que volva a sentir el orgullo de combatir bajo el mando de un jefe despojado de soberbia y conciente del sacrificio que la Revolucin significaba para el pueblo. En el parte enviado a Buenos Aires se magnificaba el combate, sin nimo de vanagloria, tan solo para infundir optimismo y recrear esperanzas.La idea de resistir iba tomando forma, pero la situacin objetiva era extremadamente comprometida. Una nueva derrota, ms all de exponerlo al General a una grave sancin, dejara las provincias del noroeste en manos enemigas, y ello, pona en riesgo cierto al territorio. En comunicacin al Gobierno le adverta:

"Vuestra Excelencia debe persuadirse que cuanto ms nos alejemos ms difcil ha de ser recuperar lo perdido, y tambin ms trabajoso para contener la tropa sosteniendo la retirada con honor y no exponernos a una total dispersin y prdida de esto que se llama ejrcito, pues debe saber cuanto cuesta y debe costar hacer una retirada con gente bisoa en la mayor parte hostilizada por el enemigo por dos das de diferencia".

Mientras esto suceda, orden abandonar el "Camino de Las Postas" para dirigirse por el "Camino de las Carretas" hacia Santiago del Estero y Crdoba. De esta forma segua en cumplimiento de lo ordenado.Tras consultar con sus oficiales y evaluar las posibilidades, el Gral. Belgrano le orden al Cnel. Juan Ramn Balcarce adelantarse hasta la ciudad de San Miguel de Tucumn y proceder a organizar su defensa. Todos estaban dispuestos a defender la posicin hasta las ltimas consecuencias. De proseguir la marcha la desercin, el desnimo y la insubordinacin hubieran cundido. Por ello el Gral. Belgrano haba enviado despachos a Buenos Aires considerando tal posibilidad, recibiendo las contestaciones siempre del mismo tenor, continuar con la retirada.No obstante lo catico de la situacin, la decisin de resistir cont con la mayor cantidad de adhesiones. Los paisanos se juntaron en nmero de 600 hombres montados; las mujeres acompaaban elevando plegarias y dando animo, sin descuidar a sus maridos.Cuando el Gral. Belgrano recibi el despacho firmado por el General Po Tristn, fechado el 15 de septiembre en el "Campamento del Ejercito Grande" solicitando un buen trato para su subalterno el Cnel. Huici, contest irnicamente colocando al pie en forma destacada "Cuartel General del Ejercito Chico, 17 de septiembre de 1812". La suerte estaba echada, las dudas se despejaran en el campo de batalla.El Gral. Tristn alz su campamento y enfilo hacia la ciudad de Tucumn, donde esperaba encontrar atrincherado al Ejrcito Patriota. El da 23 de septiembre estaba en Los Nogales a la vista y ordenaba a una fuerte columna continuar la marcha hacia el sur con la intencin de cortar las comunicaciones con Santiago del Estero, mientras l daba descanso a sus hombres.El 24 de septiembre continuando con la marcha, borde la ciudad e hizo un giro sobre su derecha apareciendo por el suroeste, yendo a dar en el Campo de las Carreras, donde lo esperaba formada la infantera patriota, no pudiendo observar a la caballera emboscada. Los movimientos de uno y otro bando, haban logrado posicionar a ambos ejrcitos en la situacin en que se librara el combate. Por el frente y flanco el Ejrcito Patriota, avanzando de flanco y con su artillera montada el Ejrcito Realista.La Infantera Patriota estaba dividida en cuatro columnas: tres en lnea de masa y una de reserva, y estaban comandada por el Capitn Carlos Forest, el Capitn Ignacio Warnes y don Jos Superi. La reserva estaba al mando del Teniente Coronel Manuel Dorrego.Entre las columnas de Infanteras mal dispuestas, la Artillera a cargo del Barn de Hollemberg, por cuanto al ser sobrepasadas por los infantes no pudo seguir haciendo fuego.El combate se inici con los fuegos de artillera que alcanzaron a los batallones de Cotabambas y Abancay, los que cargaron a la bayoneta. De inmediato Belgrano orden cargar a la caballera al mando del Cnel. Juan Ramn Balcarce por la derecha y a la Infantera por el centro. Luego orden intervenir a la Caballera de Reserva al mando del Capitn Antonio Rodrguez, quien a pesar de los fuegos de la Infantera realista, avanz a galope tendido chocando y dispersando a la infantera. El ala izquierda del dispositivo patriota fue superado por la Infantera y Caballera realista. Este fue el punto culminante del combate, el Gral. Po Tristn no pudo equilibrar nuevamente su lnea de batalla, debiendo retrogradar dejando en el campo heridos y parque con todo el equipaje. Cuando el Gral. Belgrano decidi desplazarse hacia la izquierda de su lnea, se encontr con el Cnel. Moldes, quien le comunic que esta haba sido cortada por los realistas. Entonces decidieron ubicar a la caballera.El repliegue del Ejercito Real haba dejado un vaco en el campo de batalla y en general nadie atinaba a arriesgar el destino corrido por cada bando, hasta que el Gral. Belgrano juntamente con Moldes, fue rejuntando los dispersos en direccin a la ciudad sin entrar en ella, retirndose al Rincn, tres leguas al sur a la espera de mayor certidumbre.La infantera al mando del Cnel. Daz Vlez, se haba replegado sobre la plaza juntamente con Dorrego y Forest, llevando las Banderas de los Regimientos Cotabambas, Abancay y Real de Lima, cinco caones, las carretas con el parque y muchsimos prisioneros; atrincherndose en la ciudad se dispusieron a resistir cualquier ataque. Al da siguiente, el Gral. Belgrano se les reuna marchando desde el sur intimando rendicin al Gral. Po Tristn que permaneca formado pero sin capacidad para combatir.La noche del 25 de septiembre de 1812 el Gral. Po Tristn, sin llamar la atencin levant campamento y tom el camino de regreso a Salta en derrota. Tucumn haba sido "El Sepulcro de la Tirana".Tucumn y la batalla librada el 24 de Septiembre de 1812, significaron para la Revolucin, un tiempo de regocijo y de renovada esperanza. Pero necesariamente no alcanzaba para ocultar los graves inconvenientes por los que atravesaba el Triunvirato, por el contrario, precipit los acontecimientos y el 8 de Octubre tras una asonada militar con intervencin del Cnel. Jos de San Martn, Carlos Mara de Alvear y la conduccin poltica de Monteagudo, se destituy a los Triunviros con Rivadavia en la Secretara y nombrase uno acorde a los principios liberales de la Logia Lautaro integrado por Juan Jos Paso, Nicols Rodrguez Pea y Antonio lvarez Jonte, con el firme compromiso de convocar a un Congreso General, esta vez con la intencin de declarar la Independencia, sobre la base de convocar al pueblo en forma directa para que efecte la eleccin de los diputados que concurriran.Mientras se enviaban pertrechos y dinero al Ejrcito del Norte, en la ciudad de Buenos Aires se realizaron todo tipo de festejos, paseando en victorias las banderas rendidas en Tucumn.El Gral. Po Tristn y su ejrcito se atrincheraron en la ciudad de Salta, recibiendo refuerzos de las tres armas, distribuyendo entre esta ciudad y San Salvador de Jujuy, las tropas existentes sin intentar abrir una nueva campaa.En tanto en el ejrcito patriota las disensiones iban en aumento. Dorrego, en forma jactanciosa se atribua todo el mrito, mientras Balcarce lo hacia con la caballera, a la que haba disciplinado y llevado al ataque, aunque no, como le haba ordenado el Gral. Belgrano. Esto gener una enemistad para siempre entre ambos.Por otro lado, todos rechazaban la presencia del Cnel. Moldes y del Barn de Hollemberg, por la proximidad de estos al Gral. Belgrano. En realidad ambos haban sido muy tiles al ejrcito; colaborando con su experiencia en esos momentos difciles; incluso el Cnel. Moldes fue quin permaneci en observacin del ejrcito realista, advirtiendo el momento para atacarlo por su derecha y centro y la artillera del Barn de Hollemberg, fue la primera en romper el fuego y causar la dispersin del Cotabambas y Abancay. Sin embargo para evitar insubordinaciones, el Gral. Belgrano tuvo que prescindir de ambos. Ms luego el Cnel. Juan Ramn Balcarce fue designado Diputado por Tucumn alejndose del ejrcito.En ese momento llegaba a la ciudad de Tucumn un hombre que vena actuando en la Revolucin desde 1809 -don Jos Antonio lvarez de Arenales-, persona de distinguidas condiciones como militar y administrador, que iba a congeniar plenamente con aqul hombre culto y distinguido sobre cuya cabeza, descansaba toda la responsabilidad poltica y militar.Ultimado los detalles organizativos, el ejrcito patriota rompi la marcha del 12 de enero de 1813. Partieron en contingentes con la orden de reunirse en el Ro Pasaje; all recibi la comunicacin de la Victoria del Cerrito de fecha 31/12/1812, lograda por el Cnel. Jos Rondeau, que devolva el equilibrio a la revolucin y sus ejrcitos. El 11 de febrero se termin de vadear el ro sin mayores problemas, y, ya en la banda norte, tuvo lugar la augusta ceremonia del nuevo juramento de la Bandera Azul y Blanca y la obediencia a la Asamblea General Constituyente, reunida desde el 31 de enero de 1813.Continuando la marcha hacia Salta, de la que la separaban 26 leguas, llegando el da 14 a Cobos y sorprendiendo a la vanguardia realista. De all se dirigi hacia la capital, dividiendo su tropa en una vanguardia que se dirigi a Los Portezuelos y con el grueso del ejrcito espero en La Lagunilla, la exploracin que sali a realizar el Capitn Apolinario Saravia, quien conoca las sendas que eludiendo la entrada por Los Portezuelos, sala al norte sobre los campos de Castaares avanzando por la Quebrada de Chachapoyas (actualmente se acaba de inaugurar un camino asfaltado que tienen ese trazado). Luego de un descanso merecido y bajo un fuerte aguacero se dirigieron a la "Hacienda de Castaares", hoy lugar histrico. Llegando all, en la madrugada del 19 de febrero, disponiendo el Gral. Belgrano pasar al descanso para marchar al da siguiente. El 20 de febrero a las 11 de la maana, rompi la marcha formado en cinco columnas de infantera en masa con ocho piezas de a rtillera divididas en secciones a retaguardia, la caballera en ambas alas y una columna de reserva con cuatro piezas de artillera. El teatro de operaciones, es una larga meseta con inclinacin norte sur. Hacia el oeste la limitan las serranas de San Lorenzo y las lomas de Medeiros y al este el cerro San Bernardo, a cuyos pies se extiende la ciudad de Salta, limitando por el sur con el Ro Arias, por el norte y el este el Tagarete de Tineo y contra el cerro el Zanjn de Sosa. Esto hacia intil la caballera en el ala izquierda patriota.El Ejrcito Real sali hasta cruzar el Tagarete de Tineo por tres puentes y form en doble lnea; su ala izquierda defendida por caballera al mando del Marquez de Yavi, el que soport el ataque de la infantera al mando de Dorrego y contraatacando puso en fuga a la infantera patriota. Visto esto por el Gral. Belgrano, mando en refuerzo a la caballera de esa ala integrada por las milicias de Salta, con lo que se nivel el flanco, pasando los patriotas al ataque, replegndose en fuga las tropas del Marquez y despareciendo del campo de batalla.En aquellos momentos aparecan coronando las lomas de Medeiros, nuevas tropas de caballeras al mando de doa Martina Silva de Gurruchaga, que concurra con hombres armados de su propio peculio y por puro patriotismo, lo que le vali una condecoracin.Cuando el Gral. Po Tristn vio replegarse su ala izquierda, acudi en auxilio y reconocido por el Cnel. Apolinario Figueroa, casi pierde la vida por el ataque que llev a cabo dicho coronel, el que le err un pistoletazo. Tristn consigui salvarse gracias a su caballo.En aquel momento el centro realista era sostenido por el batalln Cuzco, cuya bandera le fue arrebatada por un comerciante enrolado en el ejrcito patrio -don Mariano Bentez-, quien logr huir del campo enemigo con un sablazo en la cabeza.Todo el centro realista fue cargado por la infantera patriota al mando de Superi, Dorrego y Forest, cediendo ante el mpetu y la desorganizacin de su ala izquierda, replegndose a travs del Tagarete de Tineo, hacia la ciudad.El ala derecha recostada sobre el San Bernardo y protegido por el Zanjn de Sosa, estaba compuesto por tropa veterana: los regimientos Paucartambo de gente peruana y el Real de Lima de espaoles. Viendo la resistencia que ofrecan orden el Gral. Belgrano cargarlos al Regimiento N 1, integrado por oficiales y tropa porteas los que se comportaron heroicamente. Ayudados por una carga de caballera que lider el Cnel. Antonio lvarez de Arenales con los Decididos, oblig a la fuerza realistas a desalojar la posicin, huyendo por las faldas del cerro San Bernardo para buscar refugio en la ciudad. La victoria se inclinaba por los patriotas, las fuerzas se reagruparon y penetrando a la ciudad se dispusieron al asalto final, en ese momento lleg hasta el Gral. Belgrano, el oficial realista La Hera solicitando parlamentar, siendo aceptado se interrumpieron los fuegos y se reunieron ambos generales para firmar la capitulacin.Al da siguiente los realistas saldran formados con Banda, Banderas y Armas para rendirlas en el "Campo del Honor".El Gral. Belgrano se mostr magnnimo con el enemigo y permiti su marcha bajo juramento de no volver a tomar las armas. Con el Gral. Po Tristn, de quien fuera amigo en Espaa, tuvo el mayor gesto de grandeza. No le permiti que le rindiera su espada, adelantndose y abrazndolo en esta situacin tan dolorosa que le tocaba afrontar. Todo un ejemplo de hombra de bien y sentimientos cristianos.La Gesta del Exodo Jujeo y las victorias de Tucumn y Salta, constituyeron la mxima gloria del Gral. Manuel Belgrano y del Ejrcito Auxiliar del Norte, por cuanto mostraron a un hombre luchar con denuedo y conviccin, superando los inconvenientes producto de la derrota militar anterior, cuanto los desencuentros polticos en una sociedad profundamente catlica y conservadora. El Gral. Belgrano demostr que en el Combate no tan solo eran necesarias las armas, sino tambin la moral del ejrcito y la voluntad de lucha de los pueblos.En realidad, al Gral. Belgrano no sabia que su destino estaba atado a esta tierra que aprendi a amar y que de aquellas palabras iniciales "parece que nacieron para esclavos" con que escriba a Buenos Aires recin llegado, terminara creando una Bandera Nacional de la Libertad Civil para donarla al Pueblo de Jujuy por su heroico sacrificio, como as tambin, los 40.000 pesos fuertes para la construccin de cuatro escuelas, en Santiago del Estero, Tucumn, Jujuy y Tarija (es dable destacar que en la ciudad de San Salvador de Jujuy, se acaba de inaugurar la escuela 192 aos despus).Actualmente el pueblo Jujeo atesora la Bandera Nacional de la Libertad Civil, en el Saln de la Bandera, en Casa de Gobierno. La misma segn relato de su autor, al gobernador Feliciano Chiclana en oficio del 26 de Mayo, dice que a mandado a confeccionar "una Blanca en la que mande a pintar las armas de la Asamblea General Constituyente" y lo confirm el Teniente de Gobernador Don Francisco Pico, en su parte del da 31 de mayo de 1813.

ACTA DEL CABILDO DE JUJUY DE 29 DE MAYO DE 1813

Belgrano cede la Bandera Nacional al Cabildo y la pone en sus manos, y esta Corporacin ACEPTA LA CESION Y DEJA CONSTANCIA, por acta del da 29.El texto reza as:

En sta muy Muy Leal y Constante Ciudad de San. Salvador de Jujuy a veintinueve de Mayo de mil ochocientos trece. Los Seores de este ilustre Cbdo. hallndoce congregados a toque de Campana, en esta su Sala conste, de sus Acuerdos, asaber los Seores Alcs. Ords., de primo, y de segundo Boto, Dr. Jos Antonio del Portal y Don Torquato de Sarberri, regidores D. Agustin de Sarberri Alcalde Maior Probincial, D. Santiago Lpez, Alferes de la Pata (Patria) D. Francisco Eduardo Velazquez: Fiel Executor, DN. Jose Manl. De Albarado, defensor de mens. y pobres, Dn Remigio de Goyechea, Diputados de Propios y Obras Pblicas con asistensia del Caballo (caballero). Sindico Preocuradr. General Dn. Don Pedro Pablo de Zamayoa, dijeron todos: qe para perpetuar la plausible memoria a los buenos hijos de la pata (Patria) y ciudadanos de este pueblo se hsiente en este libro de acuerdos una constancia de la generosidad conqe los das 24 y 25 del crrt. Se digna el Seor Gene ral en xefe del extoauxiliar Dn. Manuel Belgrano Ceder y poner en manos de este Ayuntamiento la Bandera Nacional (de nuestra libertad Civil - esta frase entre lineas en el original) y en el dicho dia anterior 2 escudos en que en cada uno de ellos se describen los glorioso triunfos de las armas victoriosas del Exto. De la Pata (Patria), en las dos acciones de Tucumn y Salta, uno y otro, con el importantsimo y laudable obgto. de que se eternice tal digna memoria e igualmente seha reconocido tan digno xefe pr. un herue qe le bendecira la posteridad y dando pr. concluida esta constancia la firmamos pr ante nos a falta de Escribano. Jos Antonio del Portal, Torquuato de Sarberri, Agustin Sarberri, Santiago Lopez, Franco Eduardo Velazquez, Jose Manl. De Albarado. Remigio de Goyechea. Pedro Pablo Zamayoa."OFICIO DE PICO, DE 31 DE MAYO DE 1813"Seor Coronel Don Feliciano Chiclana: Exelentcimo Seor: Para recordar la memoria del da de NUESTRA FELIZ REGENERACIN, acord este Ylustre Ayuntamiento, sacar en el paseo de la tarde del 24 de mayo, olvidando la antigua usanza del pendon, UNA BANDERA CELESTE Y BLANCA, COMO TROFEO MAS ANALOGO A LOS PRINCIPIOS DE NUESTRA LIBERTAD; Y EL 25 (de mayo de 1813), DESPUES DE LA SOLEMNE FUNCIN QUE SE HIZO AL TODO PODEROSO EN LA IGLESIA MATRIZ, SE BENDIJO A PRECENCIA DEL PUEBLO, UNA BANDERA BLANCA QUE EL SEOR GENERAL EN JEFE A DONADO A ESTA CIUDAD, EN CULLO CENTRO SE HALLAN ESTAMPADAS LAS ARMAS DE LA SOBERANA ASAMBLEA CONSTITUYENTE, enarbolada esta estubo a la espectacin pblica todo el dia en la galeria del cabildo vitores y aclamaciones solo han rezonado en este pueblo, en vista de tan majestuso y respetable acto. La alegria y contento se ve renacer en los semblantes de estos benemritos vecinos recordando en union el memorable dia de nuestra LIBERTAD POLITICA. Tan sencilla demostracin h an llenado de jubilo a mi corazon y contemplo al de V.E. el mayor grado como tan interesado en desarraigar inveterados males y elevar al colmo las glorias de este suelo. Dios guarde a V.S. muchos aos. En Jujuy, mayo 31 de 1813."

Confirma los detalles herldicos de la nueva bandera nacional el oficio del Belgrano del da 28, dando cuenta de los gastos asumidos en su confeccin a saber:

"... Treinta y cuatro pesos y cuatro reales, importe de las SEIS VARAS DE RAZO, abonados a Gabriel Portal, el 24 de mayo de 1813, Y VEINTICINCO PESOS, a Juan Balzera POR EL TRABAJO DE PINTAR LAS ARMAS DE LA SOBERANA ASAMBLEA..."ENTREGA DE LA BANDERA

Belgrano la entreg (oficio del da 26) para que el cabildo "la conservara", con honor y valor. Segn Pico - oficio del da 31. La don a la Ciudad de Jujuy; el Acta del Cabildo del da 29, dice que se hizo Cesin y la puso en sus manos. La analoga semntica entre los verbos entregar, donar y ceder, da autoridad, autenticidad y ejecutora a la bandera. Todos se refieren al mismo instrumento material. Es uno solo y se llama Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil. No debe confundirse con la Bandera Celeste y Blanca del Ejrcito, franqueada en prstamo al Cabildo en esos mismos das, Esta ltima, bendecida el da 25 de mayo de 1813, es blanca con el Escudo en el centro.

LA BANDERA DE JUJUY Y LA DE ROSARIO

Tales confusiones, en realidad, se han producido con posterioridad y se producen hasta nuestros das. La bandera creada en 1813 se conserva en el Saln Epnimo de la Casa de Gobierno de Jujuy y cotidianamente, se la muestra, como bandera creada por Belgrano a orillas del Paran.No; la primera Bandera Nacional Argentina fsicamente considerada, todava es materia de estudios acerca de distribucin de colores, destino posterior y final. Rosario, Jujuy, Macha. La de Jujuy, en cambio, es la nica existente desde que se cre, el 25 de Mayo de 1813, Blanca con el escudo de la Asamblea en su centro.Tomando conocimiento directo del acta de cabildo de 29 de dicho mes y ao, no cabe dudas de interpretacin.Corri vuelo la tradicin y se desconoci el documento, perdido en nuestros archivos, Ser, quizs, decepcionante resignarse a no confundirla con la Bandera del Rosario, si es que no se atiende al precioso valor histrico que significa guardar el legado de Belgrano, creado para premiar a Jujuy por el herosmo de sus digno hijos, especialmente en Tucumn y Salta y legar nada menos que la Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil.

REFERENCIAS POSTERIORES

Despus de su creacin se conserv en el Cabildo; luego en la Iglesia Matriz. Deteriorada por el tiempo fue recortada en sus deshilachados y -se dice- cosida sobre una bandera celeste y blanca, que le sirvi de sostn. En definitiva, se guard, cuidadosamente, en una artstica urna tallada de madera y cristal.La primera referencia la tenemos, despus de Vilcapugio y Ayohuma cuando, en 1814, se produjo el Segundo Exodo a Tucumn, en que fue all conducida. Los jujeos, ms adelante, regresaron a Jujuy, pero dejaron en Tucumn, juntamente con el Libro Capitular y el Archivo, la Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil. La solicita el Cabildo, en oficio de 22 de abril de 1815, dirigido al Gobernador de Tucumn Don Bernab Aroz. Transcribimos lo pertinente:"... Por el mes de nove, suplic a V.S. ste Cabildo se sirviese "mandar conducir el Archivo de sta Ciudad... ms que ya no se puede de pronta hacer la remisin de los cinco cajones en que fue el Archivo dgnese V.E. tomarse la molestia de "mandar abrir un cajn forrado en un cuero castao, y sacando de l el Lienzo de la "Bandera Nacional, remitirlo por el correo con consideracin a que ya se acerca el tpo. de "las fiestas mayas..."Respondi AROZ el 2 de mayo de 1815: "Remito a V.S. por el presente "Correo y en pliego separado el Estandarte Nacional de esa Ciudad, que me pide V.S. en "oficio del 22 de abril ltimo, al que contesto con la mayor consideracin, debiendo V. Estar "seguro que oportunidad se convendr (sic) los cajones que ha sido indispensable su apertura "pa. extraer la vandera".Es evidente que la Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil, era reconocida como tal por el Gobierno de Tucumn, que, indistintamente, le llama "Estandarte Nacional de sa Ciudad" (por Jujuy) y "la vandera". Tambin revela la costumbre capitular jujea de festejar las fiestas mayas bajo el seoro del emblema legado por BELGRANO. Diversas y posteriores Actas de Cabildo lo demuestran (as la de 20-V-1815, QUE COINCIDE CON UNA COMUNICACIN DEL Vicario eclesistico Dr. MANUEL IGNACIO DEL PORTAL). En 1818 el Cabildo libr oficio al Vicario Dr. JUAN PRUDENCIO ZAMAYOA y dice: "y sin poder prescindir la potencia del santsimo ni posponer la festividad" del 25 ha acordado invitar a usted que el citado das se ponga la Bandera Nacional rendida, "enarbolndose nicamente al tiempo del evangelio".Se dice en el acta de 21 de mayo de 1823: "y hallndose prximo el 25, en "que se celebra el aniversario de nuestra libertad e independencia, trajeron a consideracin la "contestacin del Seor Teniente Gobernador. Poltico y militar Don JUAN MANUEL "QUIROS al aviso que se le dio por oficio de la obligacin de sacar la Bandera de la Patria."En el siglo pasado y en el presente, se traslad la Bandera a Rosario desde Tucumn, hasta que el Gobierno de Jujuy dispusiera no permitir el traslado afuera de sus lmites. Se advierte, en todas stas ocasiones, la falta de claridad acerca de la identidad del emblema y una verdadera confusin histrica sobre su naturaleza. O no se conoci el Acta de Cabildo de 29 de mayo de 1813 o, conocindola y con todo el afn de buena fe de tenerla por "Bandera del Rosario o del Paran", se lea pero no se interpretaba correctamente.As hemos llegado a otras definiciones ms curiosas, cul es la de llamarle, simplemente, "bandera de nuestra libertad civil" (no tuvieron a la vista el Acta) suprimiendo el honroso y glorioso calificativo para Jujuy, cuando se le asigna el carcter de nacional. Si no se la reconoce y acepta como Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil, se desvirta el legado y la voluntad de BELGRANO, su creador.Tal elusin de su lauro ms importante, facilitar interpretaciones ms febles, pero apartadas de la historia de Jujuy y de su integracin en la Historia Argentina.Jujuy tampoco la tuvo por "bandera provincial" a imagen de otras provincias argentinas que s adoptaron lbaro propio, en su esfera, respetando, siempre, los smbolos nacionales.Podremos haberla confundido, por falta de informacin y estudios histricos y lectura consciente del Acta de Cabildo, con la Bandera del Rosario, pero siempre nos mantuvimos en el gnero "nacional" para ambas banderas.

BIBLIOGRAFA:Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina - Bartolom Mitre. Ediciones Estrada. Tomo II. Cap. XVII, XVIII, XIX, XX y XXI.

Historia de la Bandera - Archivo Capitular de Jujuy - Dr. Ricardo Rojas. Tomo II.

Historia del Gral. Martn Gemes y de la Pcia. de Salta, o sea de la Independencia Argentina Dr. Bernardo Fras. Ediciones Depalma. Bs. As. 1971. Cap. XVI, XVII y XVIII.

General Juan Guillermo de Marquiegui - Un personaje americano al Servicio de Espaa (1777 - 1840) - Cnel. Emilio Bidondo. Universidad Nacional de Jujuy. S. S. de Jujuy MCMXCII. Servicio Histrico Militar. Madrid Espaa 1982. Primera parte: El arraigo Americano. Cap I, II, III, IV, V y VI.

Belgrano y la Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil - Dr. Vicente Eduardo Cicarelli. Colegio de Abogados de Jujuy, 2002. Acta del Cabildo de Jujuy, 29 de mayo 1813 pg. 47 y 48 oficio de Tte. de Gobernador F. Pico 31 mayo 1813. Banderas de Jujuy y de Rosario pg. 51 y 59.