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MANUAL PARA EL CONTROL Y ERRADICACIÓN DE GALÁPAGOS INVASORES CONSELLERIA D’AGRICULTURA, MEDI AMBIENT, CANVI CLIMÀTIC I DESENVOLUPAMENT RURAL

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MANUAL PARA EL CONTROLY ERRADICACIÓNDE GALÁPAGOS INVASORES

CONSELLERIA D’AGRICULTURA, MEDI AMBIENT, CANVI CLIMÀTIC I DESENVOLUPAMENT RURAL

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MANUAL PARA EL CONTROLY ERRADICACIÓNDE GALÁPAGOS INVASORES

Vicente Sancho AlcaydeIgnacio Lacomba AnduezaJosé Vicente Bataller GimenoAntonio Pradillo Carrasco

2015 Valencia

CONSELLERIA D’AGRICULTURA, MEDI AMBIENT, CANVI CLIMÀTIC I DESENVOLUPAMENT RURAL

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MANUAL PARA EL CONTROL Y ERRADICACIÓN DE GALÁPAGOS INVASORES2015

AUTORES

Vicente Sancho AlcaydeIgnacio Lacomba AnduezaJosé Vicente Bataller GimenoAntonio Pradillo Carrasco

Servicio de Vida Silvestre. Dirección General de Medio Natural y de Evaluación Ambiental. Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural. Generalitat Valenciana.

DISEÑO Y MAQUETACIÓN

Javier Blasco GiménezCarles Gago Alabau

CÓMO CITAR ESTE LIBRO

Se autoriza y agradece la difusión de este documento técnico que, a efectos bibliográficos, debe citarse como:

Sancho Alcayde, V., Lacomba Andueza, J.I., Bataller Gimeno, J.V. & Pradillo Carrasco, A. (2015). Manual para el Control y Erradicación de Galápagos Invasores. Colección Manuales Técnicos de Biodiversidad, 6. Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural. Generalitat Valenciana. Valencia.

EDITA

Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural.

© DEL TEXTOVicente Sancho Alcayde, Ignacio Lacomba Andueza, José Vicente Bataller y Antonio Pradillo Carrasco.

© DE LAS IMÁGENESVicente Sancho Alcayde, excepto las fotos en las que se indica su autoría.

© DE LA EDICIÓNConselleria d’Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural.

Durante todos estos años han participado en el trabajo de campo José Vicente Bataller, Antonio Pradillo, Eduardo Díaz, Raúl Orero, Matthieu Lassalle, Jorge Godoy, Ana Forteza, Tahiche Lacomba, Brigadas de Biodiversidad, Equipo de Seguimiento de Fauna, téc-nicos de Parques Naturales (Generalitat Valenciana), técnicos de los ayuntamientos de Teulada y Elx, y multitud de voluntarios de Acció Ecologista-Agró, Fundación Limne, Associació Cultural 9 d’Octubre y Scouts La Canyada.

Más información sobre el proyecto en http://www.agricultura.gva.es/web/biodiversidad/life-trachemysY en Facebook http://www.facebook.com/GVA.LIFETrachemys

Email de contacto: [email protected]

El presente documento es un producto del proyecto LIFE+-Trachemys (LIFE09 NAT/ES/000529), “Estrategia y Técnicas Demostrativas para la Erradicación de Galápagos Invasores” y se ha redactado como resultado de la “Acción D.8 Manual para la erradicación de tortugas invasoras”.

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ÍNDICE

PRÓLOGO ................................................................

1. INTRODUCCIÓN ..................................................

2. ANTECEDENTES ..................................................

3. OBJETIVOS ..........................................................

4. BIOLOGÍA DE LOS GALÁPAGOS ..........................4.1. Fisiología ....................................................4.2. Alimentación ...............................................4.3. Hibernación ................................................. 4.4. Apareamiento .............................................4.5. Puesta .........................................................4.6. Incubación y eclosión .................................

5. ANTES DE EMPEZAR ...........................................5.1. Trabajar con autorización ............................5.2. Trabajar seguro ...........................................5.3. ¿Cuándo? ...................................................5.4. ¿Dónde y cómo? ........................................

5.4.1. Ríos y arroyos ...................................5.4.2. Lagunas y aguas libres ......................5.4.3. Canales ..............................................5.4.4. Acequias y pequeños canales ............5.4.5. Tierra firme ........................................

6. TÉCNICAS DE CONTROL .....................................6.1. Nasa anguilera ............................................6.2. Parada ........................................................

6.3. Trampa catedral ..........................................6.4. Trampa Fesquet ..........................................6.5. Nasa peces (minnow trap) ..........................6.6. Trampa flotante cebo ..................................6.7. Trampa de soleamiento ...............................6.8. Caja trampa ................................................6.9. Palangre .....................................................6.10. Trampa Doñana .........................................6.11. Trampa bolué (Euskadi) ............................6.12. Trampa tirón .............................................6.13. Atarraya ....................................................6.14. Salabre .....................................................6.15. Pesca deportiva ........................................6.16. Localización de nidos ...............................6.17. Perro adiestrado .......................................6.18. Georrádar .................................................6.19. Caza carabina ............................................

7. MANEJO DE GALÁPAGOS ...................................7.1. Fichas .........................................................

7.1.1. Ficha de localización de trampas .......7.1.2. Ficha de capturas ...............................7.1.3. Ficha de seguimiento degalápagos autóctonos ...................................7.1.4. Ficha de capturas degalápagos exóticos .......................................

7.2. Procedimiento ............................................7.3. Sexado ........................................................7.4. Marcaje .......................................................7.5. Biometría ....................................................

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Las especies invasoras constituyen uno de los mayores problemas para la conservación de la biodiversidad, que se hace especialmente grave en algunos ambientes más sensibles. Los ecosistemas acuáticos son uno de esos medios en los que las alteraciones producidas por las especies invasoras resultan más evidentes. La Comunitat Valenciana conserva una buena representación de zonas húmedas, la mayor parte de las cuales se encuentran pro-tegidas bajo la figura de Parque Natural, Zona Húmeda Catalogada o Zonas de Especial Conservación dentro de la Red Natura 2000.

Nuestro clima benigno favorece la proliferación de algu-nas especies originarias de regiones templadas, y además permite la aclimatación de especies subtropicales, por lo que es una prioridad de la Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural, a través de la Dirección General de Medio Natural y de Evaluación Ambiental, el desarrollo de actuaciones de alerta tempra-na, control y erradicación de especies invasoras. Una de las especies invasoras más dañinas del mundo es la tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta), que ha invadido buena parte de las zonas húmedas de todo el mundo debido a los abandonos en la naturaleza de estos animales usados como mascota. La presencia de esta especie en el medio natural supone un grave riesgo para la conservación de las pobla-ciones de galápagos autóctonos como el leproso y el euro-

peo, así como para otras especies de flora y fauna acuática.

En este contexto, durante los últimos años hemos desa-rrollado el proyecto LIFE+Trachemys, cofinanciado por la Comisión Europea, un proyecto pionero a nivel europeo y mundial para el control y erradicación de los galápagos exóticos invasores. Durante los tres años en los que se ha desarrollado el proyecto, hemos retirado del medio na-tural más de 22.000 ejemplares de tortugas invasoras, y hemos ensayado y aplicado diversas técnicas de captura, desarrollando a su vez actuaciones de recuperación de las poblaciones de galápagos autóctonos.

El presente Manual Técnico de Biodiversidad es un com-pendio de todas las técnicas de control y captura de ga-lápagos exóticos ensayadas, que pretende servir como guía de actuaciones para todas aquellas entidades y ad-ministraciones que quieran contribuir a la conservación de la naturaleza a través de la lucha contra las invasiones biológicas. Incluye además información de interés sobre la biología de los galápagos, que resulta fundamental a la hora de abordar proyectos de erradicación. Este do-cumento es, en definitiva, una herramienta de gestión de la biodiversidad que se puede aplicar en otras áreas que presenten poblaciones asilvestradas de galápagos exóti-cos y que puedan beneficiarse de la experiencia adquirida en este campo en la Comunitat Valenciana.

Sr. D. Antoni Marzo PastorDirector General de Medio Natural yde Evaluación Ambiental

PRÓLOGO

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El galápago americano o tortuga de Florida (Trachemys scripta) se ha revelado como una de las peores amenazas para la biodiversidad de las zonas húmedas. Las especies autóctonas como el galápago europeo (Emys orbicularis) y el galápago leproso (Mauremys leprosa), que vivían mo-mentos de cierta recuperación de sus poblaciones, se en-frentan a una nueva amenaza a causa de los abandonos de galápagos exóticos en la naturaleza.

El objetivo principal del proyecto LIFE+Trachemys es el

control de las poblaciones establecidas de la tortuga de Florida y otros galápagos exóticos invasores con el fin de favorecer las poblaciones de los galápagos y peces autóctonos. El proyecto, cofinanciado por la Comisión Europea, está coordinado por la Generalitat Valenciana y cuenta con la participación de VAERSA y tres entidades portuguesas: un centro de investigación de la Universi-dad de Porto (CIBIO-ICETA) y dos Centros de Recupe-ración de Fauna (Águas e Parque Biológico de Gaia y Aldeia-RIAS).

INTRODUCCIÓN

Galápagos autóctonos

Galápagos exóticos cuyo comercio está prohibido

Figura 1. Galápago europeo (Emys orbicularis). Figura 2. Galápago leproso (Mauremys leprosa).

Figura 3. Galápago americano(Trachemys scripta elegans).

Figura 4. Tortuga de orejas amarillas (Trachemys scripta scripta).

Figura 5. Tortuga de Cumberland(Trachemys scripta troosti).

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En el año 2003 se inició un programa de seguimiento de las poblaciones de galápago europeo en humedales de la Comunitat Valenciana. Entonces se empezó a detectar el problema de los galápagos exóticos. En el año 2006 y a la vista de esta nueva amenaza se firma la Resolución de 1 de marzo de 2006 de la Dirección General de Gestión del Medio Natural por la que se aprueba el Programa de Actuaciones para el control y la erradicación de la tortuga de Florida en humedales de la Comunitat Valenciana. Este programa in-cluía la retirada de ejemplares en el medio natural y la pro-hibición de comercio de cualquier subespecie de Trachemys scripta, así como una campaña educativa dirigida a comer-cios, SEPRONA, Policía Autonómica y público en general.

Es el inicio de las campañas de control de la expansión de galápagos exóticos que culminan con la aprobación del mencionado proyecto LIFE+Trachemys. A lo largo de es-tos últimos 11 años se han cap-turado más de 28.000 galápagos exóticos invasores, el 79% de los cuales (22.624 ejemplares) corresponden a los tres años del proyecto (2011-2013).

En 2009 se publica el Decreto 213/2009, de 20 de noviembre, del Consell, por el que se aprue-ban medidas para el control de especies exóticas invasoras en la Comunitat Valenciana, en el que se prohíbe la liberación, el co-mercio, tráfico o cesión y trans-porte de cualquier subespecie de Trachemys scripta.

Esta normativa se complementa con la Orden 10/2014, de 26 de mayo, de la Consellería de Infraestructuras, Territo-rio y Medio Ambiente, por la que se modifican los anexos del Decreto 213/2009, de 20 de noviembre, del Consell, por el que se aprueban medidas para el control de espe-cies exóticas invasoras en la Comunitat Valenciana, y se regulan las condiciones de tenencia de especies animales exóticas invasoras. En ella se obliga a esterilizar y marcar a los ejemplares mantenidos como mascota, así como su registro en el RIVIA (Registro Informático Valenciano de Identificación Animal).

En el ámbito nacional se publica el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras, en el que se prohíbe su posesión, transporte, tráfico y comercio, así como su in-troducción en el medio natural.

ANTECEDENTES

Figura 6. Evolución de las capturas de galápagos exóticos desde 2003 en la Comunitat Valenciana.

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A lo largo del proyecto LIFE+Trachemys se han ensayado diversos tipos de métodos de captura, y la experiencia ad-quirida con cada uno de ellos ha servido para el desarrollo del presente manual.

Los métodos utilizados se dividen en activos, en los que es necesario la presencia del técnico para capturar directa-mente los galápagos, y pasivos, en los que se instala una trampa y el técnico pasa a revisarla periódicamente para recoger las capturas.

En la tabla 1 se muestra el número de ejemplares captu-rados con cada uno de los métodos, el esfuerzo de cap-tura y el rendimiento de cada método, medido como nú-mero de capturas por unidad de esfuerzo. En el caso de los métodos activos, la unidad de esfuerzo se ha medido como horas dedicadas a la captura, mientras que para los métodos pasivos se ha medido como días en los que ha estado instalada cada trampa.

Si atendemos al ren-dimiento, los mé-todos que resultan más eficaces son los activos, que al-canzan las dos cap-turas por unidad de esfuerzo, mientras los métodos pasivos requieren más tiem-po para realizar una captura. Por otra

parte, como vemos en la tabla, los métodos pasivos son a los que más esfuerzo se ha dedicado, consiguiendo un mayor número total de capturas, como se puede ver en la figura 7.

No obstante, no existe solo una fórmula para afrontar el control de una población de galápagos invasores, sino que es necesario enfocar la estrategia de forma individual, se-gún las características del área de trabajo. Como se mues-tra a lo largo del presente manual, cada método puede resultar oportuno en según qué circunstancias, en función de la profundidad del agua, la accesibilidad, la pendiente de las orillas, etc.

En el capítulo 6 se incluyen fichas de cada uno de los mé-todos utilizados en el proyecto LIFE+Trachemys, así como otras técnicas empleadas por otros proyectos con una fi-nalidad similar.

Tabla 1. RGalápagos exóticos capturados durante el período 2011-2013. Esfuerzo de captura, nº de capturas y rendimiento por unidad de esfuerzo (días/trampa).

Tipo Método Esfuerzo1 Capturas Rendimiento

Activas

Salabre 2.299 4.981 2,167

A mano 158 311 1,968

Caña 797 1.088 1,365

Otros 523 270 0,516

Pasivas

Trampa Flotante Soleamiento Rampas 2.166 621 0,287

Nasa 41.557 11.378 0,274

Trampa Flotante Cebo 5.406 1.422 0,263

Trampa Flotante Soleamiento Basculante 21.479 2.553 0,119

Total 74.385 22.624 0,3041 Métodos activos: Esfuerzo=1 hora; Métodos Pasivos: Esfuerzo=1 día

Figura 7. Proporción de capturas de galápagos exóticos por cada método empleado.

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El objetivo principal de este documento es sentar las bases de una metodología para el manejo de galápagos autócto-nos y exóticos. En primer lugar veremos algunos rasgos de la ecología de los galápagos que nos permitirán conocer algo más sobre su fenología y características biológicas. Esto nos ayudará a planificar las campañas de capturas y a

mejorar las técnicas de captura en el espacio y en el tiempo.

En los apartados siguientes veremos las diferentes técni-cas de captura y manejo que deberemos aplicar según la época del año y de las características del hábitat en el que vayamos a trabajar.

OBJETIVOS

Figura 8. Instalación de trampas en el Marjal de Rafalell i Vistabella (Massamagrell, Valencia). Fotografía: AE-AGró.

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Conocer el ciclo biológico de los galápagos resulta fun-damental para afrontar las campañas de captura. Aunque existen ciertas diferencias entre los galápagos autóctonos y exóticos vamos a tratar los aspectos básicos comunes para todas las especies. En la tabla 2 se muestra la distri-bución anual de la actividad de los galápagos.

4.1. Fisiología

Para que los galápagos puedan realizar su actividad nece-sita alcanzar una temperatura corporal de en torno a los 28 ºC. Esto implica la necesidad de solearse por las mañanas antes de iniciar cualquier otra actividad (alimentación, apa-reamiento, etc). Las primeras semanas después de la hi-bernación y a mediados de otoño la temperatura del agua es muy baja y los galápagos necesitan más tiempo para alcanzar la temperatura adecuada, siempre sobre cúmulos de vegetación palustre, en las orillas, troncos u otras pla-taformas fuera del agua. A la mínima molestia los galápa-

gos se sumergen en el agua y suelen bucear unos metros antes de asomarse a la superficie a ver si ha pasado el peligro. Estas interrupciones en la fase de soleamiento son perjudiciales para los galápagos autóctonos que suelen ser desplazados por los exóticos, más grandes y agresi-vos. Las molestias continuadas afectan a su metabolismo, empiezan a perder peso, pueden dejar de reproducirse y tienen que desplazarse a zonas menos favorables.

En los meses más cálidos los galápagos pueden calentarse más rápidamente incluso nadando en superficie. Como ve-remos, conocer estas necesidades de soleamiento nos se-rán útiles en la planificación de las campañas de capturas.

Los galápagos regulan su flotabilidad en función del aire contenido en los pulmones y merced a unas vejigas que pueden llenar o vaciar de agua. Estas vejigas son también importantes para la fabricación de los nidos, como se indi-ca en el apartado correspondiente.

BIOLOGÍA DE LOS GALÁPAGOS

Tabla 2. Tabla de actividad y fenología de los galápagos. En verde oscuro: mayor actividad; en verde claro: menor actividad.

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Sept. Octubre Nov. Dic.

Actividad

Hibernación

Reproducción

Eclosiones Estivación

fase mes

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4.2. Alimentación

Los galápagos tienen una dieta omnívora y oportunista en la que figuran los insectos, invertebrados, peces, larvas de anfibios, carroña, etc. Los galápagos adultos también con-sumen materia vegetal, más ocasional en las especies au-tóctonas que en Trachemys, que basan su dieta en enéas, macrófitos y algas (figura 11).

4.3. Hibernación

Los galápagos comienzan la hibernación a mediados de octubre y la abandonan a mediados de marzo. Sin em-bargo es fácil observar galápagos activos en los días más

cálidos y soleados de invierno. La hibernación puede tener lugar debajo del agua, donde los galápagos pueden aguan-tar varios meses sin apenas respirar. Su metabolismo se ralentiza tanto que obtiene el oxígeno necesario a través del epitelio de la cloaca.

También pueden hibernar fuera del agua, entre matas de carrizo o vegetación palustre, siempre en zonas exentas de perturbaciones.

4.4. Apareamiento

Una vez las tortugas salen de la hibernación comienzan los apareamientos, cuando los machos buscan activamente

Figura 9. Galápago leproso tomando el sol, siempre en zonas inaccesi-bles para los depredadores. Riu Serpis en l’Alqueria d’Aznar (Alacant).

Figura 10. Grupo de Trachemys tomando el sol. L’Albufera de Gaianes (Gaianes, Alacant).

Figura 11. Porcentaje de presencia de diferentes grupos de alimentos en 148 contenidos estomacales de Trachemys. *Otros: gasterópodos, material no orgánico, plumas de ave,... Fuente: García, S. (2008). Estudio de la alimentación de la Trachemys scripta elegans en la Marjal de la Safor. Trabajo de final de carrera de la Licenciatura de Ciencias Ambientales. Escuela Politécnica Superior de Gandía. Universitat Politècnica de València.

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a las hembras atraídos por las feromonas que despren-den. En esta época (marzo-abril) los machos se desplazan continuamente y pueden moverse cientos de metros de su lugar habitual. Una vez localizan a la hembra se agarran al espaldar, casi siempre dentro del agua y la obligan a esconder la cabeza con el fin de facilitar la cópula. Los machos de los galápagos americanos exhiben un cortejo previo en el que se colocan frente a la hembra y hacen vibrar sus largas uñas sobre su cara.

Las hembras de los galápagos son capaces de almacenar esperma en los ovarios, con lo que pueden producir suce-sivas puestas sin necesidad de nuevas cópulas . El proce-

so de maduración de los huevos fecundados puede durar varias semanas hasta que se verifica la puesta. Como se muestra en la figura 12, las hembras empiezan a madurar los huevos en marzo y se pueden capturar hembras grávi-das hasta el mes de agosto.

4.5.Puesta

Cuando los huevos ya han madurado lo suficiente las hem-bras se disponen a buscar un lugar para realizar la puesta. Las primeras puestas tienen lugar en abril, con un máximo en junio; una misma hembra puede realizar hasta 3 pues-tas a lo largo del año. Antes de abandonar el agua llena sus

Figura 12. Distribución temporal de las hembras grávidas de Trachemys capturadas en el período 2003-2013.

Figura 13. Distribución mensual de los nidos de Trachemys localizados (período 2006-2012).

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vejigas de agua, que les servirá para reblandecer la tierra y poder excavar mejor la cámara del nido y en ocasiones vuelve al agua a recargar las vejigas si así lo requiere. Los galápagos americanos suelen realizar la puesta por la ma-ñana, mientras que los galápagos autóctonos lo hacen al atardecer o de noche.

Las hembras pueden trasladarse cientos de metros hasta encontrar un lugar adecuado para ubicar el nido aunque por lo general no se alejan más de 200 metros del agua, en terrenos lo suficientemente apartados del nivel freático y con una buena insolación para garantizar una correcta incubación natural. Prefieren suelos no muy arenosos que le permitan modelar la cámara del nido que perforan con sus patas traseras, ayudados con el agua que han liberado

de sus vejigas que reblandece el sustrato. La profundi-dad del nido varía en función del tamaño de la hembra llegando a alcanzar los 15 centímetros de profundidad en el caso de Trachemys y Mauremys y menos de 12 centí-metros en Emys.

La cámara del nido tiene forma de pera donde una hembra de Trachemys deposita hasta 20 huevos, mientras Emys y Mauremys sólo ponen entre 4 y 12 huevos. Una vez veri-ficada la puesta la hembra cubre la abertura con el barro extraído de la cámara y lo recubre cuidadosamente. Como resultado se forma un tapón de barro que al secarse sella por completo el nido.

4.6. Incubación y eclosión

La incubación de los huevos se realiza de forma natural a lo largo del verano. La duración del desarrollo embrionario es variable en función de la temperatura y la humedad, aunque oscila entre los 60 y los 90 días. Las puestas más tempranas eclosionan desde mediados de verano hasta septiembre; sin embargo, las puestas más tardías tardan más tiempo en desarrollarse debido al descenso de las temperaturas de finales del verano.

Así, los neonatos eclosionados a finales de septiembre y octubre se mantienen en el nido durante el invierno, es-perando a los inicios de la primavera para salir del nido, cuando la temperatura exterior es mayor que la del interior Figura 14. Hembra de Mauremys leprosa excavando el nido. L’Albufera

de Valencia.

Figura 15. Hembra de Trachemys scripta elegans excavando el nido. Marjal d’Almenara (Almenara, Castellón).

Figura 16. Nido de Trachemys desenterrado. Ver el tapón de barro endu-recido que hace de tapa, en la parte superior de la imagen. Marjal d’Alme-nara (Almenara, Castellón).

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del nido. Es importante detectar esta fase de emergen-cia postinvernal de neonatos de cara a localizar zonas de puesta y, por supuesto, para capturar el mayor número de juveniles de galápagos exóticos.

La emergencia postinvernal (marzo-abril) es anterior al inicio de la nidificación, lo que se ha interpretado como una adaptación para evitar la depredación de los nidos de Trachemys; los neonatos que abandonan el nido son fácil-mente localizables por los depredadores (jabalíes, zorros y otros mamíferos carnívoros,…) por lo que podrían atraer-los a los nidos recién puestos.

Una vez los neonatos abandonan el nido se desplazan a ca-nales, acequias y orillas de aguas no muy profundas y con abundante vegetación acuática o palustre, en ambientes diferentes a los utilizados por los adultos. Estos ejempla-res juveniles y neonatos son todavía bastante torpes y no controlan todavía su flotabilidad lo que, acompañado por la densa vegetación donde se encuentran, los hacen fácil-mente capturables con un salabardo y a mano.

En los galápagos la determinación del sexo depende de la temperatura de incubación. En condiciones de laboratorio, por encima de 29 ºC se producen hembras y por debajo de 28 ºC, machos.

Figura 17. Distribución mensual de los neonatos de Trachemys capturados (período 2003-2013).

Figura 18. Neonatos de Trachemys scripta elegans abandonando el nido. Marjal d’Almenara (Almenara, Castellón).

Figura 19. Neonato de Trachemys tomando el sol sobre una caña. Marjal de la Safor (Gandía, Valencia).

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5.1. Trabajar con autorización

Los galápagos exóticos están considerados como espe-cies invasoras por la legislación nacional y autonómica, lo cual implica que está prohibida la posesión y transporte de ejemplares sin autorización.

Por otra parte, los métodos planteados en este manual permiten la captura de galápagos autóctonos protegidos, por lo que en cualquier caso es necesario solicitar auto-rización a la administración competente (Consejerías y Departamentos de Medio Ambiente de las Comunidades Autónomas).

En general las solicitudes de autorización deben incluir los siguientes datos:

• Entidad solicitante y NIF.

• Personas que van a desarrollar los trabajos de captura (con DNI) y persona de contacto.

• Lugar/es de trabajo.• Métodos de captura y especies objetivo.

Además, en caso de que los trabajos vayan a realizar-se en terrenos privados, es necesaria la autorización del propietario.

Todos los ejemplares exóticos serán depositados en los Centros de Recepción que establezca cada Comunidad Au-tónoma o entregados a agentes de la autoridad para su depósito en dichos centros.

Todos los datos recabados sobre especies exóticas y au-tóctonas deberán ser comunicados a las autoridades com-petentes. En la propia autorización suele indicar la obliga-toriedad de entregar los datos georreferenciados.

ANTES DE EMPEZAR

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5.2.Trabajar seguro

Es muy importante trabajar con seguridad, por lo que los grupos que trabajen en control de especies invasoras de-ben seguir unas normas básicas de seguridad y salud. Si no estás seguro de las precauciones de seguridad deberás buscar el asesoramiento adecuado.

Unas directrices básicas son:

• Comunicar cada día el lugar de trabajo a familiares, compañeros o agentes medioambientales.

• Jamás ir al campo en solitario. Al menos deberán ir dos personas, teniendo a mano un teléfono móvil.

• Conocer el área de trabajo y vigilar la profundidad del agua.

• Llevar un botiquín de primeros auxilios para curas básicas.

• No entrar en el agua con heridas abiertas.• Es imprescindible una correcta desinfección y lim-

pieza de los materiales utilizados para evitar riesgos asociados a la diseminación de patógenos o de es-pecies exóticas invasoras, como la afanomicosis (Aphanomyces astaci) o el mejillón cebra (Dreissena polimorpha).

En el caso de tener que utilizar embarcaciones:

• Las personas que operan las embarcaciones deben tener habilidades básicas y la experiencia previa en su manejo.

• Vigilar el buen estado de las embarcaciones y no usar en condiciones de tormentas o vientos fuertes.

• No exceder la carga máxima, utilizar ropa ligera y cha-lecos salvavidas.

En cuanto al manejo de los ejemplares:

• Los galápagos exóticos son agresivos y pueden infli-gir mordeduras dolorosas o arañazos. Manipula los animales con cuidado.

• Trata cualquier herida de inmediato: limpia con un an-tiséptico y un vendaje si es necesario. Consulta a un médico si es necesario, e informar cualquier lesión.

• No manipules tortugas si tienes alguna herida expuesta.• Lávate las manos después de manipular tortugas.

Existe un riesgo, aunque mínimo, de que nos puedan infectar con algún patógeno.

• No consumas alimentos ni bebidas durante la mani-pulación de las tortugas.

Hay que tener algunas precauciones al entrar al agua:

• No entrar en el agua contaminada o si sospechas que hay algún residuo o vertido peligroso.

• Es posible que una herida, aunque pequeña, se infec-te. El carrizo y las cañas nos pueden ocasionar cortes y rasguños que hay que desinfectar de inmediato.

• Los lodos del fondo pueden acumular gases que se liberan en cuanto entramos al agua. Si al entrar se generan muchas burbujas donde pisamos, hay que abandonar el agua.

5.3. ¿Cuándo?

Como hemos visto en el anterior apartado, el comienzo de la primavera marca el inicio de la actividad de los ga-lápagos. La campaña de capturas comienza a mediados de marzo y se da por finalizada a finales de octubre. El mes de agosto suele coincidir con una disminución en la activi-dad, ya que los galápagos entran en estivación debido a la elevada temperatura del agua.

En este marco general a lo largo del año podemos realizar diferentes tareas:

• Septiembre-Marzo: En invierno es momento de re-parar y construir trampas, nasas, redes, etc. También tenemos tiempo para acabar de ordenar toda la in-formación recopilada durante la campaña y elaborar memorias e informes. Si es el caso, se inicia el adies-tramiento del perro para localizar tortugas y huevos (previamente reservados para tal fin).

• Marzo-Abril: Emergencia postinvernal. Buscar en ca-nales y acequias los galápagos juveniles que acaban de abandonar el nido. Captura con salabre.

• Abril-Junio: Iniciamos la campaña de captura de ejemplares adultos. Instalación de nasas y trampas flotantes.

• Junio-Julio: Seguimos con las capturas de adultos. Comienza la época de cría. Búsqueda de nidos y hem-bras grávidas.

• Agosto: Baja la actividad de los galápagos. Trabajo de oficina.

• Septiembre-Octubre: Los galápagos se reactivan y se alimentan para prepararse para la hibernación. Segun-da época de reproducción. Seguimos trampeando.

5.4. ¿Dónde y cómo?

Los galápagos son de costumbres sobre todo acuáticas, por lo que los esfuerzos deben ir encaminados a cap-turarlos en el agua, aunque en época de reproducción las hembras abandonan el agua para buscar lugares ade-

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cuados para la nidificación. A continuación se comentan las mejores técnicas y trampas para capturar galápagos en diferentes ambientes. El detalle de alguna de las artes de captura indicadas se puede consultar en el capítulo siguiente.

5.4.1. Ríos y arroyos

El medio fluvial es usado por los galápagos, pero siempre prefieren tramos con escasa corriente, remansos y reco-dos. Es en estos puntos donde podremos instalar las artes de pesca. En este caso instalaremos nasas anguileras.

5.4.2. Lagunas y aguas libres

Los galápagos suelen desplazarse a nado y caminando por el fondo, bajo el agua. A los galápagos americanos se les pue-de ver nadando en superficie, donde aprovechan para ter-morregularse, mientras los galápagos autóctonos toman el sol preferentemente en las orillas o en estructuras flotantes.

En las aguas libres instalaremos trampas flotantes o de cebo. También funcionan el palangre modificado y, en de-terminadas condiciones, la pesca al robo.

5.4.3. Canales

Para los canales anchos cabe instalar nasas en las orillas con escasa pendiente, mientras en el centro del canal se pueden situar trampas flotantes.

5.4.4. Acequias y pequeños canales

Estos ambientes son muy propicios para capturar galápa-gos, sobre todo autóctonos. La instalación de nasas que cierren la totalidad de la acequia garantizará buenas captu-ras. Además, se puede utilizar el salabre para la captura de juveniles tras la emergencia postinvernal o adultos, siem-pre acercándonos con sigilo.

5.4.5. Tierra firme

Las hembras grávidas podrán capturarse en tierra con la ayuda de un perro adiestrado, o simplemente a mano, rastreando visualmente las zonas adecuadas en las horas centrales del día (en torno a las 12.00 horas). También po-dremos localizar nidos en las inmediaciones de las zonas húmedas y capturar juveniles y neonatos que abandonen el nido.

Figura 20. Capturas mensuales de galápagos exóticos en la Comunitat Valenciana (2003-2013).

Núm

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Figura 21. Tramo fluvial (río Serpis, Alicante). Figura 22. Laguna (Estanys d’Almenara, Castellón).

Figura 23. Canal o “bassot”, característico de algunos humedales (Marjal de Xeresa, Valencia).

Figura 25. Vista aérea de un humedal litoral (Marjal dels Moros, Valen-cia).

Figura 24. Pequeño canal o acequia (Marjal de Pego-Oliva, Alicante).

Figura 26. Hembra de Trachemys haciendo un nido en campos de culti-vos cercanos al humedal (Estanys d’Almenara, Castellón).22

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TÉCNICAS DE CONTROL

En el presente capítulo vamos a mostrar las diferentes téc-nicas de control de galápagos invasores, fruto de los en-sayos y campañas de captura desarrollados a lo largo del

proyecto LIFE+Trachemys. En la siguiente tabla se resu-men los diferentes métodos desarrollados en el presente manual con algunas de sus características.

Tabla 3. Resumen métodos de control desarrollados en este manual.

Nº Método Tipología Selectividad1 Destreza2 Esfuerzo uso3Objetivo

Lugar usoNidos Juveniles Adultos

1 Nasa anguilera

Pasivas

Baja Media Bajo - Baja Alta Canales/Orillas

2 Parada Baja Alta Alto - Baja Media Lagunas

3 Trampa catedral Alta Media Medio - Muy Baja Media Lagunas

4 Trampa Fesquet Alta Baja Alto - Muy Baja Media Orillas

5 Nasa Peces (minnow trap) Media Baja Bajo - Alta Media Orillas

6 Trampa flotante cebo Muy Alta Media Medio - Baja Alta Lagunas

7 Trampa de soleamiento Muy Alta Baja Medio - Baja Muy Alta Lagunas

8 Caja trampa Alta Baja Alto - Baja Alta Orillas

9 Palangre Muy Alta Media Medio - Baja Alta Lagunas

10 Trampa Doñana

Activas

Muy Alta Alta Alto - Baja Alta Lagunas

11 Trampa Bolué (Euskadi) Muy Alta Alta Alto - Baja Alta Lagunas

12 Trampa tirón Muy Alta Alta Alto - Baja Alta Lagunas

13 Atarraya Baja Media Alto - Baja Baja Orillas

14 Salabre Muy Alta Alta Alto - Alta Baja Canales/Orillas

15 Pesca deportiva Muy Alta Muy Alta Alto - Muy Baja Alta Orillas

16 Localización de nidos Muy Alta Baja Bajo Alta Media Baja Tierra/Orillas

17 Perro adiestrado Muy Alta Muy Alta Alto Media Media Alta Tierra

18 Georrádar Alta Muy Alta Alto Baja - - Tierra

19 Caza carabina Muy Alta Muy Alta Alto - Baja Alta Orillas1 Selectividad: Muy Alta: sólo captura galápagos; Alta: galápagos y peces. Media: galápagos+peces+invertebrados; Baja: puede capturar cualquier especie.2 Destreza: Muy alta: requiere habilidades adquiridas en varias temporadas; Alta: habilidades adquiridas en 1 o 2 temporadas; Media: habilidades adquiridas en la misma temporada; Baja: no se requiere habilidad especifica.3 Esfuerzo uso: Bajo: de rápida instalación y revisión; Medio: requiere material específico para la instalación y/o revisión; Alto: requiere material específico y una elevada destreza de uso.

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24Figura 27. Distribución de algunos de los métodos de captura en una zona húmeda idealizada. A: vista de perfil; B: vista en planta; C: simbología de los métodos de trampeo.

A

B

C

ARTES PASIVAS ARTES ACTIVAS

Nasas. Página 25. Fesquet. Página 33.

Minnow. Página 35.

Caja. Página 41.

Soleamiento. Página 39.

Tirón. Página 44, 47 y 49.

Salabre. Página 52.

Pesca. Página 54.

Parada. Página 28.

Catedral. Página 30.

Cebo. Página 37.

Palangre. Página 42.

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6.1. Nasa anguilera

Descripción y funcionamiento

Las nasas anguileras (mornells o gànguils en valenciano) son un arte de pesca compuesto por una serie de redes con forma de embudo, de tal manera que permiten la en-trada de los animales por la parte ancha de embudo, pero dificultan su salida. La parte más ancha se denomina boca, y a ella se unen una o dos pantallas que dirigen las presas hacia ella. La parte final se denomina saco, y es donde las capturas son retenidas.

Para un mejor funcionamiento, las pantallas pueden tener plomos en su parte inferior y corchos en la parte superior.

Instalación y uso

Este arte de pesca resulta funcional en canales, acequias y orillas de lagunas y charcas. No es utilizable en lagunas con orillas de pendientes pronunciadas y aguas profundas. Para estos ambientes, existe una variante que se expone más adelante (“Parada”).

Se trata de una trampa de paso y no hemos visto una di-ferencia significativa en las capturas en nasas con o sin cebo. En el caso de usar cebo, éste deberá ser colocado en un recipiente con agujeros o envuelto en malla y dispuesto en el primer embudo, lo más próximo posible a la boca de la nasa. Las nasas se calan de manera que la parte inferior de la boca debe reposar en el lecho y la pantalla extenderse

lo máximo posible, ya que actúa como barrera que dirige a los galápagos hacia el interior de la nasa. Los embudos de-ben permanecer rectos, sin dobleces que impidan el paso de la fauna. El saco debe de quedar siempre por encima del nivel del agua para permitir que las tortugas captura-das y otras especies puedan respirar. Una vez calada la nasa, la parte visible puede cubrirse con vegetación de los márgenes para disimular su presencia ya que es un arte muy susceptible al robo.

Efectividad

Las nasas son muy efectivas en canales y acequias y de-bido a su escasa selectividad, captura tanto galápagos au-tóctonos como exóticos, sobre todo adultos. Para mejorar las capturas de juveniles, las nasas deben instalarse en canales estrechos y con una densa vegetación acuática.

Hay que conocer el funcionamiento de la nasa para poder instalarla correctamente. Una nasa mal colocada puede no capturar nada.

Revisión

Esta trampa puede utilizarse a lo largo de toda la tempora-da con mayor actividad de los galápagos (marzo-octubre). Para las revisiones es necesario el uso de botas vadeado-ras. No es preciso retirar la nasa puesto que normalmente podremos retirar las capturas simplemente abriendo el saco y recogiendo con la mano las capturas, que se co-locarán en un capazo que llevaremos con nosotros. Esto

Figura 28. Nasa extendida mostrando sus diferentes partes. Fotografía: José Vicente Bataller.

Boca

Saco

Pantalla

Embudos

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facilita la tarea y reduce el tiempo de revisión.

Las nasas se revisan en función de las capturas que se prevea obtener y puede variar de 3-4 días, hasta una sema-na. Dado que se trata de un arte nada selectivo, conviene hacer la primera revisión al día siguiente de su colocación ya que desconocemos las capturas potenciales. En función de las primeras capturas podremos reducir la frecuencia de revisiones.

Se pueden dejar instaladas a lo largo de toda la temporada, con las revisiones indicadas, o bien hacer campañas pun-tuales en las que colocaremos las nasas y mantendremos al menos durante un mes.

En ocasiones las nasas dejan de capturar galápagos. En este caso hemos observado que un cambio de ubicación de la nasa, aunque sea unos pocos metros, permiten se-guir capturando ejemplares.

Limitaciones y precauciones

Al tratarse de un método de pesca poco selectivo es fácil que se capture fauna muy diversa: invertebrados (cangre-jos, escarabajos acuáticos), peces, anfibios, reptiles e in-cluso, ocasionalmente, algún ave.

Resulta fundamental instalarla correctamente para garan-tizar los mejores resultados. Además hay que tener en cuenta posibles variaciones del nivel del agua para impedir que quede totalmente sumergida. Hay que tener en cuenta que tras las lluvias, el nivel del agua puede aumentar re-pentinamente. Para prevenir ahogamientos, el saco de la nasa debe dejarse al menos 30 cm por encima del nivel del agua y visitar las nasas justo después de las lluvias, para verificar que no ha quedado totalmente sumergida.

No es adecuada para su uso en lagunas o ambientes acuá-ticos con orillas de elevada pendiente. Para este tipo de

Figura 31. Esquema de colocación correcta de una nasa.

Figura 29. Instalando una nasa en un canal de la Bassa de Sant Llorenç (Cullera, Valencia).

Figura 30. Una vez calada y tapada, la nasa debe de permanecer poco visible y la parte posterior completamente fuera del agua. (Riu Cànyoles, Moixent).

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hábitats resulta más adecuado el uso de las “paradas” (ver método siguiente), trampas de cebo o de soleamiento.

Coste aproximado

Se puede adquirir en comercios especializados en pesca

y en artesanos tradicionales que todavía quedan en el en-torno de los grandes humedales (L’Albufera, Marismas del Guadalquivir,…). En función del tamaño y de la calidad del acabado y los materiales el coste puede estar en torno a los 60-90 euros.

Figura 32. Revisión de una nasa sin necesidad de retirarla. Fotografía: Raúl Orero.

Ventajas InconvenientesAltamente efectiva en orillas, canales y acequias Muy poco selectivaFacilidad de transporte Riesgo de capturas accidentales

Riesgo de mortandad por ahogamientoNo utilizable en lagunas y aguas libresRevisiones cada 4-7 días

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6.2. Parada

Descripción y funcionamiento

Es un arte tradicional que se utiliza para la pesca en lagu-nas como l’Albufera. En realidad se trata de una variación de la nasa anguilera para utilizar en aguas más profundas y canales o lagunas más anchas.

Está compuesta por una serie de redes colectoras de lon-gitud variable (más de 30 metros) que se instalan vertical-mente, con boyas en la parte superior y plomos en la parte inferior. Estas redes tienen unas aberturas en la zona media donde se acoplan unas nasas muy similares a los “mornells” del método anterior, pero que carecen de pantalla vertical.

De esta manera, las redes verticales se colocan de manera que ocupan todo el ancho del canal o de la sección de

laguna en que se quiere trampear y actúan como embudos que dirigen a las presas hacia las nasas.

Instalación y uso

La instalación es compleja y requiere del concurso de va-rias personas. Primero se coloca una serie de redes ver-ticales desde una orilla hasta la otra, fijadas al fondo con cañas firmemente clavadas. En función de la anchura de-seada pueden colocarse varias redes en serie.

En las aberturas de las redes se insertan las nasas que pueden ir cebadas. En origen todas las nasas se sitúan en la misma orientación ya que tradicionalmente este arte se instala en las golas o desembocaduras de los canales. Para capturar galápagos es más adecuado colocar las nasas al-ternas, una en cada sentido, para poder capturar ejempla-res que circulen desde uno u otro lado de la trampa.

Figura 33. Red vertical con abertura en el centro para colocar una nasa.

Figura 34. Nasa o “mornella” que se inserta en el centro de la red vertical.

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Por supuesto, hay que tener la precaución de dejar el saco de la nasa fuera del agua para prevenir ahogamientos.

Como su instalación es costosa, puede mantenerse activa durante varios meses, respetando la frecuencia adecuada de revisiones.

Efectividad

Resulta muy efectiva para capturar galápagos adultos. De-bido a su nula selectividad se captura todo tipo de fauna acuática.

Revisión

Dado que este arte ocupa una gran amplitud de canal, casi cualquier animal que pase puede entrar en las nasas; por ello las revisiones deben ser muy frecuentes, al menos cada 2 días.

Es necesario el uso de una embarcación para su revisión.Cada revisión debe incluir una inspección de las condicio-nes de la instalación para mantenerla en correcto estado.

Limitaciones y precauciones

Debe ser instalada correctamente y si es posible con ayuda

de un pescador experto en este arte. Como es costosa de instalar, no es fácil cambiarla de sitio, por lo que la ha-bituación de los galápagos puede hacer que deje de ser efectiva pasadas unas semanas.

Es un arte muy aparatoso y visible y por consiguiente ex-puesta al hurto y vandalismo.

Coste aproximado

Este complejo sistema de redes puede tener un elevado coste, en función de la longitud a cubrir y las nasas nece-sarias. Un sistema compuesto por 3 nasas y sus corres-pondientes redes puede superar los 400 euros.

Figura 35. Instalación del complejo de redes y nasas de una parada (Mar-jal de Tavernes de la Valldigna, Valencia).

Figura 36. Disposición de las nasas en un canal amplio.

Ventajas InconvenientesAlta efectividad Elevado costeUso en aguas profundas (hasta 3 metros) Instalación complejaUso en canales amplios o lagunas Riesgo de capturas accidentales

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6.3. Trampa catedral

Autor ficha: Michael Scott O’Keeffe (Environmental Fu-tures Research Institute, Griffith University, Queensland, Australia).

Descripción y funcionamiento

Consiste en un cilindro de malla mantenido abierto por una serie de aros de metal. El compartimento inferior nor-malmente se construye a partir de una trampa para can-grejos con una o varias entradas en forma de embudo. En el compartimento inferior o cámara de captura, se coloca un cebo.

Las tortugas entran en la cámara de captura a través del embudo de malla que no permite el escape. La parte infe-rior de la cámara tiene un marco más pesado o se puede lastrar con plomos con el fin de que descanse en el fondo. El extremo superior del cilindro se mantiene flotando en la superficie del agua gracias a flotadores o boyas de corcho o poliestireno. La abertura superior se cierra con un lazo para evitar el escape de las capturas.

Las tortugas capturadas pueden moverse hacia arriba de la trampa para alcanzar la superficie y respirar. La manga vertical puede ser de cualquier longitud pero se recomien-dan unos 1’8-2’5 metros lo que permite colocar la trampa en aguas de entre 1 y 2 m de profundidad. Los aros inter-medios también pueden llevar flotadores para permitir que la manga quede estirada verticalmente.

Los aros de la cámara de captura deben quedar separa-dos por unas piezas de PVC o alambres, para que no se colapse cuando está instalada, pero se pueden retirar para facilitar el plegado y transporte.

La trampa captura a los galápagos que van por el fondo buscando alimento, por lo que es necesario el uso de ce-bos. El cebo se sitúa en una bolsa de malla o en un reci-piente con agujeros, colgando del techo de la cámara de captura; de este modo el cebo queda fuera del alcance de las capturas y dura más tiempo.

Las trampas son robustas pero son necesarias tareas de mantenimiento. La malla suele rasgarse y precisan re-paraciones frecuentes. Las trampas deben ser lavadas

Figura 37. Esquema general de la trampa catedral. Imagen modificada de Scott O’Keeffe.

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después de su uso y secarse completamente antes de guardarlo, ya que la humedad puede dañar la estructura y la malla.

Instalación y uso

Esta trampa debe utilizarse en masas de agua de entre 1,5-2 metros de profundidad. La parte inferior descansa sobre el fondo y la manga superior debe quedar estirada hacia arriba. Generalmente se mantienen en su posición si no hay corrientes o vientos fuertes; en caso contrario hay que anclar las trampas al fondo o a la vegetación.

Se pueden instalar varias trampas en paralelo para mejorar su efectividad y, aunque pueden colocarse en el centro de las masas de agua, resultan mejor si se sitúan cerca de las orillas. Una baja densidad de trampas es satisfactoria para muestrear, pero para la eliminación de exóticas es necesa-ria una densidad mayor.

Hay que tener especial cuidado con mantener una acepta-ble cantidad de cebo y reponer cuando sea necesario, en función de las capturas realizadas.

Efectividad

Son eficaces para capturar adultos y subadultos, pero no resultan eficientes para la captura de crías y juveniles de pequeño tamaño pequeño.

Son muy eficaces para la captura de tortugas, tanto au-tóctonas como exóticas. Según datos del Programa de Erradicación de galápagos invasores de Australia, con una batería de trampas separadas 10-15 metros en una peque-ña masa de agua, después de cuatro días hay un 96% de probabilidad de capturar todos los individuos.

Revisión

Al ser una trampa de cebo se deben instalar para apro-vechar los períodos de máxima actividad de alimentación de tortugas.

Sin embargo, las trampas deben ser revisadas con la frecuencia suficiente para evitar lesiones o ahogamiento de animales capturados. La frecuencia de revisión puede variar de un lugar a otro. En algunos lugares los mejores resultados se obtienen colocándolas durante la noche y revisando a la mañana siguiente. Si las trampas deben ser revisadas con mayor frecuencia, se instalan al ama-necer y se comprueban a media mañana y a mediados de la tarde.

Limitaciones y precauciones

La trampa catedral se instala utilizando canoas u otras embarcaciones pequeñas. Se pueden cargar en la barca plegadas o parcialmente montadas, en función del tamaño de la misma. Las tortugas son muy sensibles al ruido y las vibraciones por lo que es mejor usar canoas a remo o, en grandes lagunas, barcos equipados con pequeños motores eléctricos.

No resultan adecuadas en agua corriente y no pueden uti-lizarse eficazmente en aguas más profundas que la longi-tud de la trampa. Las capturas, tanto de especies objetivo como no objetivo pueden ser dañadas si la trampa está colocada incorrectamente o si se revisa con muy poca fre-cuencia. No son eficaces para capturar tortugas pequeñas y juveniles.

Coste aproximado

No se vende en comercios por lo que debe ser construida. Es difícil dar un coste de la construcción precisa de estas trampas porque el precio de materiales como la malla y los aros de aluminio varían considerablemente, aunque se pue-de estimar en unos 175 euros, sin contar la mano de obra.

Figura 38. Trampas catedral expandidas y plegadas. Fotografía: Scott O’Keeffe.

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Figura 39. La trampa catedral debe instalarse con ayuda de una embarcación. Fotografía: Scott O’Keeffe.

Ventajas InconvenientesSelectividad relativamente alta De gran tamañoSin riesgo de ahogamientos Riesgo de hurto

Dificultad de revisión (con embarcación)No captura juvenilesUso en agua de profundidad de 1,5-2 metros

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6.4. Trampa Fesquet

Autores ficha: Thomas Gendre (Conserva¬toire d’Espaces Naturels Languedoc-Roussillon) y Ludovic Cases (Syndi-cat mixte du Bassin de l’Or).

Descripción y funcionamiento

La “Trampa-Fesquet” tiene su origen en un tipo de trampa artesanal usada por un pescador, el Sr. Jannick Fesquet, para capturar cangrejos americanos que invaden los hu-medales franceses. En estas trampas capturaban ocasio-nalmente ejemplares de galápagos autóctonos (Emys orbi-cularis). Con estos antecedentes y con su relación con los gestores del humedal de Mauguio (sudeste de Francia), se modifica la trampa original y se crea esta trampa específi-ca para la captura de tortugas.

Se trata de una jaula de alambre en cuya base hay un túnel de entrada sin obstáculos (para evitar el contacto de la ca-beza de la tortuga con cualquier objeto). Las dimensiones de la entrada son variables y en proporción al tamaño de la jaula. La entrada tendrá una inclinación hacia arriba para dificultar el escape de los ejemplares capturados.

Es deseable usar una malla gruesa para mantener la esta-bilidad y la resistencia de la estructura. Se pueden cons-truir con varios tamaños y formas para su uso en lugares con diferente profundidad del agua.

Estas jaulas no están disponibles comercialmente y deben ser fabricadas. Su construcción es bastante fácil, requiere un rollo de malla metálica electrosoldada y grapas o alam-bre para mantener la estructura. Un rollo de 25x1 metros permite la construcción de 4 trampas cúbicas de dimen-sión 1x1x1 metros. Para facilitar la recuperación de las tortugas capturadas, es aconsejable incluir una pequeña puerta de 30 centímetros en un lateral.

Estas trampas se ceban con trozos de pescado, preferen-temente carpa (Cyprinus carpio) o carpín dorado (Caras-sius auratus) capturados en los alrededores, congelados y luego cortados en rodajas. Para evitar el consumo de cebo por las tortugas u otros animales capturados, la carnaza se coloca en un recipiente perforado.

Instalación y uso

Esta trampa se coloca en el fondo del agua, dejando siem-

Figura 40. Esquema de colocación de la trampa Fesquet.

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pre la parte superior en la superficie para permitir a las tor-tugas capturadas emerger a respirar. La trampa-Fesquet permite capturar a las tortugas cuando se mueven en bus-ca de comida por el fondo. Las jaulas se pueden dejar mu-cho tiempo colocadas, incluso sin ningún mantenimiento especial. Sin embargo, cuando las capturas disminuyen, la trampa se debe trasladar una docena de metros para permitir nuevas capturas.

La jaula Fesquet se ha utilizado con éxito en ríos coste-ros, pequeños canales, pantanos, lagunas de campos de golf,… En cada tipo de ambiente hay que adaptar las di-mensiones y formas; en función del tipo de ambiente, las trampas deberán instalarse con botas vadeadoras o, en aguas profundas, con una embarcación.

Efectividad

La trampa Fesquet puede capturar todo tipo de tortugas acuáticas presentes en el sur de Francia, tanto especies autóctonas (Emys orbicularis, Mauremys leprosa) como exóticas (Trachemys scripta spp,...). Se han capturado tanto ejemplares adultos como juveniles.

Entre 2009 y 2012 en el sur de Francia se desarrolló en el marco del programa, LIFE+ LAGNATURE, una campaña de captura de galápagos exóticos con un arsenal de trampas flotantes. A pesar de un largo período de captura de entre

5 y 6 meses, los resultados fueron relativamente bajos. Gracias al uso de la trampa Fesquet las capturas se multi-plicaron por 5 en 2013 y 2014.

Revisión

En el sureste de Francia, la temporada de uso de este tipo de trampa es muy larga y se puede extender desde abril a octu-bre, es decir, durante el período de actividad de las tortugas.

Las trampas se inspeccionarán diariamente, o con menos frecuencia cuando las capturas sean menores. En cada re-visión se debe sacar la trampa fuera del agua para retirar las capturas. Este trabajo se puede hacer desde la orilla con la ayuda de cuerdas para izar la trampa o entrar en el agua equipado con botas vadeadoras. Para revisar las jaulas de grandes dimensiones instaladas en aguas no vadeables, será necesario el uso de una embarcación. En cada revisión hay que reponer el cebo.

Limitaciones y precauciones

Para su debido funcionamiento hay que mantener fresco el cebo. La trampa debe quedar anclada al fondo, pero hay que asegurarse de que el nivel del agua jamás va a cubrir por completo la trampa.

Aunque la forma de la entrada lo dificulta, se pueden pro-ducir escapes.

Coste aproximado

El coste de los materiales para construir una trampa de 1x1x1 metros es de unos 50 euros.

Ventajas InconvenientesElevada selectividad De gran tamañoBaja frecuencia de revisión Riesgo de hurto

Dificultad de revisión (con embarcación)No captura juveniles

Figura 41. Trampa Fesquet modelo grande, para profundidad de 2 me-tros. Fotografía: Thomas Gendre.

Figura 42. Detalle de la entrada, ligeramente inclinada hacia arriba. Foto-grafía: Thomas Gendre.

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6.5. Nasa Peces (minnow trap)

Autor ficha: Alberto Álvarez (UCM-AHE).

Descripción y funcionamiento

La “Minow Trap” o trampa de doble embudo es un arte de pesca utilizado normalmente para cangrejos, aunque tam-bién sirve para capturar pequeños peces.

Consiste en un cilindro de aro metálico continuo cerrado por red y con un embudo interno en cada extremo. Para su transporte se puede plegar, ocupando muy poco espacio. En el interior suele haber un pequeño bolso de red con cremallera donde se introduce el cebo. Hay otros modelos con formas cuadradas si bien las formas redondas evitan en parte que los animales se acumulen en las inexistentes esquinas y acaben rompiendo la red. Las medidas varían, desde las más pequeñas (20 cm de diámetro por 40 cm de largo) a las mayores que hemos utilizado, de 30 cm de diá-metro por 60 cm de largo; es habitual encontrar medidas intermedias en los diversos fabricantes.

La principal ventaja de estas trampas es su fácil transpor-te ya que se pueden plegar; ocupan y pesan muy poco, pudiendo transportarse hasta 100 trampas en un vehículo relativamente pequeño.

Instalación y uso

Se puede instalar en ríos y charcas de escasa profundidad y en lagunas y grandes masas de agua. En aguas poco pro-fundas se apoyan en el fondo, siempre que parte de la tram-pa quede fuera del agua para facilitar la respiración de las capturas. Se sujetan a la vegetación de la orilla con un cabo delgado de longitud variable (al menos 2 metros) para evitar que se desplacen y facilitar su recogida sin necesidad de entrar al agua. Se pueden lanzar al agua desde tierra firme. En aguas más profundas es recomendable introducir den-

tro un flotador que impida que se sumerjan totalmente. Una opción económica es introducir una botella de agua mineral de 1,5 litros (tereftalato de polietileno -PET-). Estas botellas aumentan la detectabilidad de las trampas, por lo que si es-tamos en una zona muy transitada o con riesgo de expolio se pueden evitar, siempre que el atado de la trampa a la ve-getación asegure que no se va a sumergir completamente.

Entre los cebos que hemos utilizado tras muchas pruebas, son más recomendables las sardinas en lata o los pollitos congelados. Resultan mejor las sardinas frescas, pero a cambio dejan un fuerte olor en todo el material de trampeo. Es importante realizar un trabajo continuo de mantenimien-to de la red y del bolso de cebo, que suele resultar muy afectado en cada jornada de trampeo. También se alarga la vida útil de las trampas con un correcto secado y limpia-do después de cada uso; aunque esto requiere una elevada dedicación en mano de obra lo que unido al bajo coste de reposición puede que lo haga económicamente no viable.

Según la temperatura del agua convendrá un sistema de revisión u otro; en primavera es mejor mantener las tram-pas durante todo el día, mientras que en el verano se pue-den instalar por la noche y revisar a la mañana siguiente.

Efectividad

Estas trampas funcionan muy bien para la captura de ga-lápagos de pequeño y mediano tamaño; los ejemplares de más de 1,2 kg tienen problemas para entrar por las aberturas laterales. Hemos observado que cuando caen en las trampas ejemplares grandes los juveniles no entran. Otro sistema bueno para capturar juveniles es retirar los adultos según van cayendo, sin devolverlos al agua. En trampeos con esfuerzo de 48 horas continuadas, donde se almacenaban todos los ejemplares capturados, las mayo-res capturas de juveniles se realizaban en el segundo día de trabajo.

Figura 43. Varias trampas de doble embudo preparadas para su coloca-ción, con botellas a modo de boya y cebo en la bolsa. Fotografía: Alberto Álvarez.

Figura 44. Trampa de doble embudo instalada, con una botella vacía en su interior y amarrada a la orilla. Fotografía: Alberto Álvarez.

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Hay un porcentaje de animales capaces de encontrar la salida por el centro del embudo; según nuestras obser-vaciones los galápagos exóticos (Trachemys) son mucho más hábiles para escapar, sobre todo si están solos en la trampa. Parece que cuando caen varios se entorpecen para escapar. Los galápagos europeos son los más torpes, casi nunca se escapan. Los leprosos tienen una habilidad reducida, pero mayor que los europeos. Además es habi-tual que los galápagos exóticos destrocen con las uñas las redes, sobre todo si están varias horas en el interior, algo que no se observa con los autóctonos. Por estos motivos no usamos estas trampas habitualmente para los exóticos.

Este método resulta más efectivo para la captura de ga-lápagos autóctonos. En un programa de extracción de galápagos exóticos en el Parque Natural de las Hoces del Riaza (Segovia) el 100% de las capturas de galápagos autóctonos se produjeron en trampas de doble embudo, contra un 1% de capturas de exóticos; el 99% restante se capturo en trampas de flotación. Las trampas de flotación se situaron en el centro del embalse mientras que las de doble embudo en las orillas.

Revisión

Dado su pequeño tamaño hay que revisar las trampas dia-riamente y se pueden instalar según estos dos métodos:1. Instalar las trampas a primera hora de la mañana y

retirar por la tarde.

2. Instalarlas al caer la noche y retirarlas a media maña-na del día siguiente.

No son necesarias habilidades especiales, aunque uno de los mayores inconvenientes para su uso es el alto índice de robo que sufren, que puede ser evitado si se colocan en lugares poco accesibles usando un vadeador o una embarcación.

Coste aproximado

Se han empezado a vender en las tiendas minoristas chi-nas; aunque su acabado es de calidad inferior a los de fa-bricación portuguesa, que eran los más utilizados hasta ahora en nuestro país.

Económicas: 10 € por trampa.

Limitaciones y precauciones

Si la densidad de galápagos es muy alta es habitual que las trampas se llenen; en ese caso puede haber ahogamien-to de algún ejemplar que no pueda subir a respirar por encontrarse la trampa totalmente llena de ejemplares. La revisión diaria de la rampa reduce este riesgo.

Entre la mortalidad no deseada de otras especies, los ries-gos se multiplican según aumenta el tiempo de revisión. El efecto negativo más frecuentes es la predación de los galápagos capturados sobre los anfibios que entran en las nasas. Si no han entrado galápagos los anfibios se liberan sin mayor riesgo.

También hemos encontrado culebras viperinas (Natrix maura) enredadas en la malla de la trampa, pero no es habitual que se ahoguen, aunque cuesta más tiempo libe-rarlas que a los anfibios.

No hemos encontrado aves acuáticas dentro de las tram-pas aunque en embalses es habitual capturar perca sol, que puede ser usado como cebo con buen resultado. En embalses es habitual capturar percasoles, que pueden ser usados como cebo con buen resultado.

Ventajas InconvenientesBajo coste Elevado riesgo de hurtoFacilidad de transporte Riesgo de capturas accidentalesFácil instalación Riesgo de colapso por exceso de capturas

No captura ejemplares grandesEscape de tortugas al tener los embudos abiertos

Figura 45. Vista de una trampa con un galápago capturado. Fotografía: Alberto Álvarez.

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6.6. Trampa flotante cebo

Descripción y funcionamiento

Se trata de un modelo de trampa flotante, similar al anterior pero de mayores dimensiones, lo que le da más autonomía y capacidad de captura. Consiste en un bastidor de forma de caja recubierto por malla metálica para dar una gran durabilidad. La parte superior es abatible para permitir su apertura en las revisiones. Para dotarla de flotabilidad se insertan en los laterales rollos de corcho o de poliestireno, o incluso botellas de plástico llenas de aire para abaratar más aún el coste.

Si se utiliza una malla rígida se puede prescindir del mar-co, pero para ello hay que darle consistencia a las aristas mediante alambre o un buen trenzado de cuerdas de nilón.En los laterales más estrechos de la caja existen sendas aberturas con embudos de red flexible que permiten a la fauna entrar, pero impide que pueda salir; para ello se cie-rra la entrada más estrecha del embudo mediante tensores de cuerda. En el interior de la trampa debe colocarse un cebo, generalmente pescado, que sirva de reclamo para que las tortugas se introduzcan en la trampa.

Instalación y uso

Es necesario el uso de una embarcación para poder insta-larla en el centro de una masa de agua y evitar vandalismo. En aguas poco profundas se puede instalar desde la ori-lla, pero hay que asegurarse de que la base de la trampa no toque el fondo para evitar las capturas accidentales de cangrejos de río o peces como la anguila.

Para evitar desplazamientos no deseados, hay que anclar la trampa al fondo mediante un peso o muerto sujeto me-diante una cuerda resistente.

Efectividad

Se ha demostrado extremadamente eficaz para la captura de galápagos adultos cuando hay una buena densidad. Quizás debido al comportamiento de búsqueda de co-mida, es más efectivo para los galápagos exóticos. La efectividad de estas trampas es alta mientras permanez-ca el cebo en su interior, pero al terminarse éste, pierde completamente su efecto. Además, su selectividad es realmente alta cuando la trampa está flotando en aguas libres, lejos del fondo.

Figura 46. Esquema y dimensiones de la trampa flotante de cebo.

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Revisión

La periodicidad de las revisiones dependerá de la durabi-lidad del cebo, por lo que las revisiones deben realizarse con una frecuencia de 3-7 días, para revisar las capturas y reponer la carnaza.

Limitaciones y precauciones

En lugares con una densidad elevada de galápagos puede llegar a colapsar debido a que el peso de las capturas pue-de superar la capacidad de flotabilidad. No se ha detectado capturas de especies no objetivo.

Si se utiliza una tapa de poliestireno como flotador, su ma-nipulación es más dificultosa ya que hay que aguantar el peso de la trampa al abrir la tapa. Es más recomendable el modelo con flotadores laterales. Igualmente, los modelos primigenios tenían el embalaje externo de malla plástica, pero su peso era mayor y su duración bastante baja, corri-giendo esto con la malla metálica.

Coste aproximado

El coste de los materiales necesarios para su construcción ronda los 34 euros.

Figura 47. Vista general de dos trampas flotantes de cebo. Véase como los tensores cierran casi por completo los embudos para evitar los escapes.

Ventajas InconvenientesElevada selectividad De gran tamañoElevada efectividad con adultos y subadultos Riesgo de hurtoPuede retrasarse varios días la revisión En espacios transitados, es necesario el uso de una embarcación

No captura juvenilesHay que capturar o comprar cebo (carne o pescado)

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6.7. Trampa de soleamiento

Descripción y funcionamiento

Consiste en un bastidor de tubo de PVC al que envuelve una red en forma de bolsa. La parte superior permanece abierta y es atravesada por una tabla basculante y dos pequeñas rampas que conectan la tabla con el agua. El funcionamien-to es simple y se basa en la necesidad de termorregulación que presentan los galápagos y que les obliga a permanecer bajo el sol hasta que adquieren una temperatura corporal lo suficientemente alta como para comenzar su actividad. Así, las tortugas suben a la trampa por las rampas para solear-se, pero al alcanzar la tabla basculante caen al interior de la trampa, de donde no pueden salir.

El marco de PVC actúa como estructura y como flotador, por lo que debe pegarse con cola para evitar que haya fil-traciones. Otra opción es rellenar el interior de los tubos con piezas de poliestireno o incluso con botellas de agua vacías y cerradas. Opcionalmente pueden añadirse flota-dores complementarios.

En relación tamaño/efectividad es más adecuado un diá-metro de tubo de 20 centímetros, con unas dimensiones de 100 centímetros de lado. Al marco de PVC se fija una red de formando una cesta de al menos 50 centímetros de profundidad. Es muy importante que no queden espacios

entre el marco y la red y que el modo de fijación no permi-ta el escape de los galápagos capturados. Igualmente es oportuno colocar en el interior de la cesta alguna piedra o plomos para mantener su forma y funcionalidad.

La tabla central permite a los galápagos tener una base plana para solearse. Esta tabla lleva una bisagra compues-ta por una maroma que la une a las rampas, que le da ines-tabilidad y hace que los galápagos caigan dentro al menor movimiento. Además esta inestabilidad ahuyenta a garzas y anátidas, que suelen utilizarlo como posadero.

Se han ensayado trampas con cuatro rampas desprovistas de tabla central basculante, pero resultan menos efectivas ya que las propias rampas sirven de punto de soleamiento. Los galápagos más grandes pueden escapar de la red con relativa facilidad.

Instalación y uso

Para su colocación es necesario el uso de una embarcación, a no ser que la masa de agua sea vadeable, en cuyo caso se puede colocar con botas altas. Hay que remolcar la trampa hasta el lugar definitivo donde se anclará al fondo mediante un muerto unido a la trampa con una cuerda resistente de nilón.Hay que buscar lugares en aguas abiertas, con escasez de sitios de soleamiento naturales. Si existen zonas de solea-miento como troncos o piedras, pueden situarse en sus

Figura 48. Esquema de una trampa de soleamiento basculante. Dibujo: José Vicente Bataller.

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proximidades para favorecer su uso. Hay que asegurarse de que la red no toque el fondo.

Efectividad

Son un método muy selectivo de capturar galápagos, es decir, únicamente caen en las trampas las tortugas y, oca-sionalmente, algún pez o aves acuáticas recién nacidas.

Resultan más efectivas en masas de agua con escasez de lugares naturales de soleamiento y altas densidades de galápagos.

Revisión

Dada su selectividad y el mínimo riesgo de ahogamientos, las revisiones pueden alargarse en el tiempo. Una revisión

semanal será suficiente en la época de mayor actividad de galápagos, mientras en épocas menos benignas las revi-siones pueden ser quincenales o mensuales. No obstante en cada visita hay que revisar el estado de la trampa pues las rampas y las cuerdas pueden deteriorarse.

Limitaciones

Esta trampa es muy visible ya que funciona mejor en el centro de una masa de agua, con lo que es muy suscepti-ble a hurtos y vandalismo. Si no se realizan tareas de man-tenimiento, las rampas pueden dejar de ser funcionales.

Coste aproximado

El coste de los materiales necesarios para su construcción ronda los 110 euros.

Figura 49. Vista lateral de una trampa de soleamiento basculante. Dibujo: José Vicente Bataller.

Ventajas InconvenientesMuy selectiva Elevado riesgo de hurto y vandalismoAmplio margen para las revisiones Posibilidad de escapesApenas provoca mortandad accidental Anátidas y ardéidas se posan en ellas y le restan efectividad

Figura 50. Trampa flotante instalada en una zona húmeda. (Estany de Nules, Castellón). Fotografía: José Vicente Bataller.

Figura 51. Trampa flotante de cuatro rampas. (Clot de la Mare de Deu, Burriana, Castellón). Fotografía: Eduardo Díaz.

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6.8. Caja trampa

Autor ficha: Dalia Bastytè (Lithuanian Fund for Nature).

Descripción y funcionamiento

Las cajas-trampas se hacen de acuerdo a la descripción de Servan (1986) y están construidas con malla reforzada por estructura metálica, y tiene unas dimensiones de 45 cm de altura, longitud 43 cm y 35 cm de ancho. La malla está compuesta por alambre de 1 mm con una luz de 2 cm. La entrada se sitúa en una pared lateral. El cebo se fija en el centro de la trampa de manera que solo es accesible desde dentro de la misma.

Instalación y uso

La trampa debe situarse en la orilla, asegurándose de que

jamás va a quedar sumergida si aumenta el nivel del agua. Se coloca el cebo en el resorte y se activa la puerta. Cuan-do entra un galápago activa el resorte y se cierra la puerta.

Efectividad

Estas trampas son eficaces para capturar galápago euro-peo (Emys orbicularis), única especie de tortuga de la re-gión donde se utilizó la trampa, así que no se puede com-parar el uso de la trampa con otras especies de tortugas. A pesar de que cogimos algunos ejemplares de pequeño tamaño, la trampa es obviamente más adecuada para co-ger las tortugas adultas.

Revisión

Las trampas deben ser revisadas dos veces al día.

Limitaciones

Las especies objetivo y no objetivo pueden ser dañadas en trampas incorrectamente colocadas o si se revisan con muy poca frecuencia. La caja trampa es probablemente ineficaz para capturar tortugas juveniles. La trampa solo permite la captura de un individuo en cada lance. No obs-tante, existen modelos de caja trampa que no se activan con un resorte, sino que tienen una puerta abatible desde fuera, pero que desde dentro no se puede abrir.

Coste aproximado

El coste de construcción o compra supera los 120 euros.

Figura 53. Caja trampa instalada en una charca. Fotografía: Dalia Bastytè.

Ventajas InconvenientesAlta selectividad Solo una captura cada vez

Revisión muy frecuente

Figura 52. Aspecto de una caja trampa con resorte. Fotografía: Dalia Bastytè.

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6.9. Palangre

Descripción y funcionamiento

Son líneas largas de monofilamento de las que penden pequeños codales de hilo (10 bajos de 50 cm por cada 25 m de línea) con un anzuelo cada uno. El bajo debe ser un hilo relativamente grueso para evitar la rotura con el pico (0’35 mm), y los anzuelos que mejor han funcionado han sido de calibre nº 6 (modelo ASARI CHINU A001ANOS). La línea madre puede emplearse de 0’50 mm ó 0’60 mm (cuanto más gruesa es menos se enreda y más resisten-cia presenta).

Instalación y uso

Hay que diferenciar entre palangres de superficie y de fon-do. Los de superficie se dejan sumergidos unos 80-100 cm para evitar la posible captura de aves, mientras que los de fondo se lastran con plomadas de 200 g al menos para asegurar que se mantienen en el fondo. Para evitar enredos, conviene que la línea quede estirada, con anclajes en ambos extremos.

Efectividad

Hemos comprobado que es más útil y selectiva la pes-ca de superficie, ya que en el palangre de fondo se ob-tiene la captura de algún pez y la picada de cangrejos, que comen el cebo y hacen disminuir la capturabilidad de galápagos. En superficie, en cambio, el 100% de los

anzuelos calados suele ser mordido por galápagos, si bien no quedan prendidos más que entre un 30 y un 50% de los casos. En lo que al cebo se refiere, tras observar cómo se alimentan en estado salvaje estos galápagos, se comprobó que intentan desgarrar la comida con las uñas para ir engullendo porciones pequeñas, lo que hace que el pescado, por ejemplo, sea muy vulnerable por su poca consistencia, arrancándolo del anzuelo, debiendo buscar carne muy fibrosa para intentar obtener mejores resultados.

Revisión

Los palangres son calados a medio día y retirados a la mañana siguiente, teniendo el máximo de las picadas entre media tarde y la caída de la noche, procediendo a cebarlos con pequeñas porciones de carne o pescado. Para calarlos y retirarlos es recomendable el empleo de una embarca-ción o kayak.

Limitaciones

La selectividad es total en superficie y con agua un tanto turbia, capturando exclusivamente galápagos. Sólo he-mos probado los palangres en enclaves con una domi-nancia casi absoluta de galápagos exóticos, pues enten-demos por nuestra experiencia que capturaría también a las especies autóctonas, provocándoles lesiones en el aparato digestivo. Además, en los palangres de fondo el riesgo de ahogamiento es máximo. Algunos ejemplares engullen los cebos por completo, de manera que los an-

Figura 54. Esquema de la disposición de un palangre de superficie de los empleados durante el proyecto. Dibujo: Antonio Pradillo Carrasco.

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zuelos quedan clavados en el esófago. Se hizo un ensayo de supervivencia de galápagos exóticos con anzuelos, alojando a los animales capturados en un estanque don-de estuvieron 6 meses con una supervivencia del 100% y alimentándose con normalidad. Además, mediante ra-diografía y posterior necropsia, se pudo comprobar la degradación de determinados anzuelos, e incluso la des-aparición de uno de ellos. Aunque no hemos testado este supuesto, pensamos que el caso de que el agua esté muy clara, podría darse alguna captura accidental de aves, al quedar los cebos muy visibles ante especies como fo-chas, zampullines, etc.

Coste aproximado

El coste material de un palangre de 25 m y 10 anzuelos puede estimarse en torno a 1’5 euros, confeccionándose en aproximadamente media hora. La vida útil del mismo es variable, dependiendo de las capturas. La línea madre pue-de emplearse en 5-10 ocasiones, mientras que los bajos y anzuelos suelen deteriorarse con facilidad (de hecho, en el caso de los anzuelos engullidos por completo se corta el bajo y se anuda otro anzuelo), sustituyéndolos por com-pleto cada 2-3 jornadas de trabajo en lugares en los que son mordidos el 100% de los cebos en cada jornada.

Ventajas InconvenientesCoste muy bajo Riesgo de lesiones en galápagos autóctonosMuy selectivo Revisiones diarias para reponer el cebo

Figura 55. Revisión de un palangre de superficie desde kayak. (Marjal de Tavernes de la Valldigna, Valencia).

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6.10. Trampa Doñana

Autor ficha: Francisco Robles (Centro Administrativo El Acebuche. P.N. Doñana).

Descripción y funcionamiento

El dispositivo consta de tres partes: un flotador preferente-mente de corcho (1) con un cáncamo a cada lado a través de los cuales se colocan dos varillas (2) que se clavan en el fondo de la laguna, de modo que éste suba y baje fácil-mente a lo largo de éstas con las fluctuaciones del nivel del agua. Un cesto formado por un armazón rectangular de varilla (3) sensiblemente mayor que el flotador (1), para que éste quepa holgadamente dentro, al que va sujeto una bolsa de red (4) con malla resistente pero de luz pequeña, a fin de que los ejemplares pequeños no escapen a través de ella. En sus cuatro ángulos (del armazón) lleva atados cuatro hilos de nylon grueso (5) que a un metro aproxima-damente se reúnen y atan a otro más largo (6) que actúa de tirador. Un elevador de hierro, formado por una vara gruesa, que puede ser de una pieza o varias acoplables entre sí con forma de ele invertida (7). En el extremo de la rama más corta, lleva soldado un cáncamo con una polea (8) por la que pasa el tirador.

Instalación y uso

A la hora de elegir el emplazamiento donde ubicar las trampas en la laguna, y el punto para accionarlas es con-veniente tener en cuenta algunos factores para optimizar su rendimiento. La distancia hasta la orilla de la laguna puede ser variable; dependerá de los elementos configu-rantes de ésta, como profundidad, bordes irregulares y/o elementos existentes en el interior de la laguna (manchas de vegetación, rocas, etc.).

En caso de usar varias trampas no es conveniente po-nerlas muy juntas, incluso evitar en lo posible que haya visibilidad entre ellas. De lo contrario, al haber otras pla-taformas cercanas ocupadas por galápagos, éstos pueden reaccionar tirándose al agua al accionar la primera, con lo cual el éxito de captura se reduce.

En la orilla es conveniente disponer de un refugio que evite que los galápagos vean a la persona que acciona el tirador y al que se pueda acceder también sin ser visto.

Como refugio también nos pueden servir elementos na-turales como la vegetación del borde, árboles etc. que se desarrollan en el borde de la laguna.

Figura 56. Esquema de una trampa de accionamiento manual (Doñana). Dibujo: Francisco Robles.

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45Figura 57. Modo de funcionamiento de la trampa.

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Una vez fijado el tirador en el borde de la laguna el ope-rador se aproxima sin ser visto y comprueba si hay ga-lápagos sobre el flotador o plataforma. En caso afirmativo, se tira del hilo (tirador), lo que levanta el bastidor, que al salir del agua deja al flotador y a sus ocupantes dentro de la bolsa de red, de la que no pueden salir. Se fija el hilo al suelo manteniéndolo en tensión mediante una piqueta u otro elemento y se procede a entrar en la laguna y coger del cesto los animales capturados.

Efectividad

Se trata de una trampa muy selectiva ya que se observa en todo momento cuáles son las capturas que vamos a realizar. Está diseñada solo para la captura de individuos de galápagos acuáticos, tanto adultos como juveniles, ya que ésta se emplaza en el interior de la laguna.

Revisión

La época más efectiva para su uso va desde marzo a octu-bre, periodo de tiempo en que las temperaturas son más elevadas, hay más horas de sol y también los galápagos están más activos; aunque en muy escasas ocasiones también se han capturado galápagos en días soleados du-rante el invierno.

Una vez instalada la trampa y como su emplazamiento en la laguna no conlleva riesgos para otras especies, la revi-sión se llevaría a cabo cada vez que la persona encargada de ésta lo estime conveniente (preferiblemente en horas de sol) y observe los galápagos que nos interesa capturar, soleándose en la plataforma.

Limitaciones

La persona encargada de la revisión de las trampas debe tener conocimientos y diferenciar las distintas especies de galápagos para accionar la trampa una vez se haya instala-do en ella el galápago de la especie que nos interesa captu-rar. El trabajo de identificación resultará más fácil si se usa un telescopio mejor que prismáticos, para evitar dudas.

Dado que la cuerda de accionamiento está en la orilla, exis-te un riesgo de que los viandantes puedan accionarla.

Coste aproximado

El coste de los materiales necesarios para su construcción es bajo, en torno a los 40 euros.

Ventajas InconvenientesAltamente selectivo Accionamiento manualNo produce mortandad ni captura de especies no objetivo Riesgo de accionamiento por personal externo

Riesgo de vandalismo

Figura 58. Trampa instalada en una laguna(P.N. Doñana, Huelva). Foto-grafía: Francisco Robles.

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6.11. Trampa Bolué (Euskadi)

Autor ficha: Xabier Buenetxea (Bolué).

Descripción y funcionamiento

Consiste en una plataforma de asoleamiento a la cual se le añade un dispositivo de captura, consistente en una red que sube accionada por una polea y un contrapeso. Este dispositivo va instalado en un mástil central o anexo, que puede ir flotando con la plancha o fijado al lecho.

Para activar la trampa se estira de una cuerda atada a un tirador que aguanta el contrapeso. Al ser liberado, el peso cae y estira hacia arriba la red periférica. De este modo la plataforma queda rodeada por la red, dejando dentro a los galápagos.

Instalación y uso

Para su instalación hay que clavar el mástil central en el fondo, subir el contrapeso y colocar el pasador para fijar el peso en posición superior.

Efectividad

Su efectividad está en función de la densidad de galápagos en la laguna. Todo tipo de ejemplares de cualquier tamaño que puedan solearse en una zona húmeda de carácter léntico.

Revisión

No necesita un período fijo de revisión, si no que se activa cuando se observa a los galápagos aquerenciados a la plataforma.

Se aguarda a que los galápagos se acostumbren a la pla-taforma de soleamiento y se suban a la misma a termo-rregularse. Una vez que se observa a los ejemplares que-renciados y que se suben a dicha plataforma se acciona a distancia mediante una cuerda que acciona el contrapeso y la polea elevaría una red que rodea con un marco la pla-taforma de asoleamiento. Aunque los galápagos intenten tirarse al agua, quedarían dentro de dicha red.

Limitaciones

Apenas requiere habilidad especial. Únicamente su monta-je y ser cauteloso en el momento de activarla.

Figura 60. Trampa en reposo (izquierda) y activada (derecha). Dibujo: Xabier Buenetxea.

Figura 59. Detalle del pasador, polea y contrapeso. Dibujo: Xabier Bue-netxea.

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Coste aproximado

Se puede construir con mediante una plancha de asolea-miento, que puede ser una lámina de corcho o una superfi-cie redonda. Un mástil o palo en medio donde irá adosada la polea y el contrapeso y una red cosida a un marco que rodea la plancha de asoleamiento. El mástil puede ir en-ganchado mediante un agujero en el centro de la plancha y flotando con ella, en áreas profundas o fijada al fondo junto a la plancha o en su centro, para zonas más someras y menos profundas.

El coste puede ser variable dependiendo de los elemen-tos y materiales que utilicemos para su construcción. No debiera superar, en todo caso, los 300 euros y se puede construir desde 20 euros.

Ventajas InconvenientesNo precisa cebo ni revisiones diarias Las anátidas suelen posarse e inutilizar su funcionamiento

Mantenimiento sencillo Aplicable solo en aguas estancadas y en zonas con escasez de lugares de soleamiento

Permite la captura de varios individuos a la vez Requiere un proceso de habituación por parte de los galápagosMuy visible y sensible al robo o al vandalismo

Figura 61. Trampa accionada. Fotografía: Xabier Buenetxea.

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6.12. Trampa de tirón

Descripción y funcionamiento

Trampa compuesta por una superficie de soleamiento (un tablón rectangular) atravesada por un poste que va a per-mitir su movimiento en vertical en función de la oscilación del nivel del agua, quedando siempre flotando en superfi-cie. En el extremo del poste hay una polea, por donde pasa un cabo del que penden unas porciones de rejilla metálica, que en posición de descanso están semi sumergidas en los laterales del tablón, mientras que cuando se tira de la cuerda ascienden en posición vertical, en perpendicular al tablón, dejando presos a los galápagos. Para mantener cierta rigidez en la malla metálica, en su borde exterior hay una varilla metálica de 6 mm, donde se fija el cordel (con dos puntos de sujeción) que va unirse a la cuerda gruesa (de la que se tira). Para cerrar la estructura al elevar la malla, en los extremos del tablón se deja una porción de malla metálica fija. Para fijar la malla abatible al tablón, empleamos hembrillas cerradas y anillas de tipo llavero de pequeño tamaño.

Instalación y uso

En cuanto se observan suficiente galápagos en la platafor-ma se tira de la cuerda y se deja tensa, accediendo al agua para la retirada de los galápagos de la trampa. Si se tarda en retirarlos, pueden escapar trepando por la malla metá-

lica. Tras la retirada de las tortugas, se vuelve a posicionar la trampa en posición de reposo.

Efectividad

Es bastante efectiva si hay muchos galápagos y poca su-perficie de soleamiento de forma natural.

Revisión

Para efectuar la revisión hay que entrar en el agua, por lo que se precisa de vadeador o de algún artefacto de ayuda a la flotabilidad (“pato”, kayak…).

Limitaciones

Son pocas las capturas realizadas en cada lance, que debe espaciarse mucho en el tiempo. El principal problema de esta trampa es que la cuerda debe quedar anclada a la orilla, quedando muy expuesta al vandalismo, lo que nos ha obligado a no usar este sistema de trampeo durante la realización del proyecto.

Coste aproximado

El coste material total es de unos 50 euros, sin contar mano de obra en la construcción e instalación. Su vida útil puede estimarse en unas 4 campañas si no existe vanda-lismo y el material es de cierta calidad.

Figura 62. Esquema de una trampa de tirón, basada en la necesidad de soleamiento de los galápagos. Dibujo: Antonio Pradillo Carrasco.

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El precio aproximado por piezas sería el siguiente:

• Cuerda 30 m: 4 euros• Poste 6 x 200 cm: 5,10 euros• Madera 120 x 30 cm: 10,45 euros• Malla metálica 0,5 x 5 m: 12,80 euros• Varilla metálica 6mm (6 m): 2,01 euros• Polea simple: 12 euros• Cuerda fina 5 m: 2 euros• Hembrillas y anillas (20 de cada): 1,20 euros.

Figura 63. Retirada de un ejemplar apresado en una trampa de tirón, en un entorno cerrado al público del Parque Natural de La Albufera. Fotografía: Antonio Pradillo Carrasco.

Ventajas Inconvenientes

No precisa cebo ni revisiones diarias Aplicable solo en aguas estancadas y en zonas con escasez de lugares de soleamiento

Mantenimiento sencillo Requiere un proceso de habituación por parte de los galápagosPermite la captura de varios individuos a la vez Muy visible y sensible al robo o al vandalismo

Figura 64. Resulta sencillo devolver a la trampa a su situación de reposo, aflojando la tensión de la cuerda y abriendo las alas de malla metálica hasta sumergirlas en el agua por completo. Fotografía: Antonio Pradillo.

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6.13. Atarraya

Descripción y funcionamiento

La atarraya o “rall” es una red circular lastrada en toda su periferia y sujeta de un cabo por el centro. Este arte es muy empleado en todo el mundo para capturar peces de hasta unos 3 kg de peso, capturados generalmente “a pez visto” y a poca profundidad, siempre sobre suelos arenosos o cenagosos, ya que la red se enreda y estropea fácilmente si cae sobre rocas o ramas, factor que va a limitar en ex-ceso su uso en los marjales y ríos. Además, la distancia de lance de la red no es superior a los 5-6 m, por lo que su uso sólo parece recomendable en parques o entornos urbanos donde los galápagos toleran la presencia humana y el suelo del estanque es más o menos liso.

Instalación y uso

Una vez avistados los galápagos en superficie, se procede al lance de la red, debiendo caer sobre los galápagos avis-tados, que emprenderán su huída, topando con la red. El operario procede a su cuidadosa recuperación, retirando los ejemplares apresados.

Efectividad

Es un método muy poco eficiente y requiere de condicio-nes muy concretas para ser funcional. En el medio natural se ha testado esta técnica en un entorno periurbano (La Goleta de Tavernes), donde se capturaron 2 ejemplares en 1 hora de pesca.

Revisión

Se utiliza en las horas centrales del día, o bien en lugares donde los galápagos están habituados a la presencia hu-mana y acuden a comer.

Limitaciones

Esta técnica es poco útil porque requiere de una gran expe-riencia en el manejo de la red, los galápagos deben tolerar la presencia humana cercana y el lecho debe estar limpio.

Coste aproximado

Una atarraya es una red bastante cara, costando sobre los 80-90 euros en 2,50 metros de diámetro.

Ventajas InconvenientesMuy selectivo Muy poco eficiente

Uso en entornos con características concretas (agua con buena visibilidad, lecho limpio,…)

Figura 65. Lanzamiento de atarraya o rall. L’Albufera de València. Fotografía: Eduardo Díaz.

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6.14. Salabre

Descripción y funcionamiento

El salabre, sacadera o salabardo es una herramienta de tra-bajo compuesta por un mango (recomendamos uno tele-scópico de 3 a 5 metros de longitud) al que se le inserta un aro metálico de unos 40 centímetros de diámetro con una red en forma de bolsa. Dicha red debe tener una luz acorde al uso que se le va a dar, de manera que debe ser relati-vamente tupida si su destino es la captura de neonatos. Recomendamos que la red sea de nylon o algún material plástico similar, ya que no absorbe agua -pesa menos- y es bastante resistente. Excepcionalmente, el salabre puede ser de mango muy corto cuando su función es sacar tortu-gas de trampas flotantes, en cuyo caso se considera como un elemento auxiliar del método de trampeo en cuestión, pero no como un medio de captura.

Instalación y uso

El salabre se emplea tanto como complemento de otros medios de captura (pesca con caña, palangre, trampas flotantes) como un medio de captura por sí mismo. El se-gundo supuesto, el de la pesca con salabre, se lleva a cabo durante los meses de actividad de los galápagos, entre fi-

nales de marzo y finales de octubre, recorriendo las orillas de charcas y canales, apresando los individuos avistados con una cierta destreza, con máximos muy destacados en-tre abril y junio, ambos inclusive.

Efectividad

Este método puede resultar efectivo para la captura de ejemplares de pequeño tamaño (neonatos y juveniles de primer año) que todavía no son capaces de sumergirse con facilidad. Las puestas tardías realizadas a mediados de verano no tienen tiempo de eclosionar antes de la llegada del frío; así, los neonatos permanecen dentro del nido has-ta la llegada de la primavera. Entonces emergen de forma simultánea siendo susceptibles de ser capturados con el salabre de forma sencilla.

En ocasiones también se pueden capturar adultos con sa-labre, siempre que nos aproximemos con sigilo y ocultos por la vegetación palustre en acequias estrechas.

La selectividad es casi absoluta, capturando sólo galápa-gos -con posibles capturas accidentales de peces de su-perficie como las gambusias-, y además solo aquellos ejemplares que realmente deseamos apresar, pudiendo discriminar entre especies autóctonas y exóticas.

Figura 66. Trabajo con salabre o sacadera. En esta ocasión se recibió un aviso en la Red de alerta por el avistamiento de un ejemplar adulto en la poza de un pequeño río, y éste fue rápidamente apresado y retirado del medio. Río Borriol (Borriol, Castellón). Fotografía: José Vicente Bataller.

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Revisión

Esta técnica es realmente efectiva ante situaciones en las que los animales tienen dificultad para escapar (sequías repentinas o vaciados de charcas y balsas) o cuando muestran cierta confianza y tolerancia ante nuestra pre-sencia (entornos periurbanos y, sobre todo, en las eclo-siones de neonatos). En el presente proyecto ha adquiri-do una gran relevancia este último supuesto, de manera que ha sido capturado un ingente número de ejemplares neonatos entre abril y junio —ambos inclusive—, cuan-do se sucede un goteo constante de pequeñas tortugas desde las áreas de puesta a los canales y charcas más próximos, iniciándose este éxodo tras las lluvias prima-verales. La dificultad de captura aumenta a medida que pasa el tiempo y crecen los animales, por lo que es con-veniente concentrar el esfuerzo especialmente en los meses de abril, mayo y junio (según nuestra experiencia en el Levante Ibérico). En el marjal de Pego-Oliva se ha producido la máxima capturabilidad durante el proyecto, con una media de hasta 25 individuos/persona (salabre) y hora, con hasta 180 ejemplares retirados en una maña-na en una porción de acequia.

Limitaciones

A medida que los galápagos crecen se tornan más esqui-vos y difíciles de capturar, por lo que existe un claro sesgo en las capturas realizadas a favor de las tallas más peque-ñas, aunque con cierta pericia se pueden tener resultados satisfactorios. Los canales de poca anchura con una orilla transitable aumentan considerablemente la eficacia de la captura, máxime si el agua además está clara.

Coste aproximado

El coste material de un salabre es bajo, entre 30 y 50 eu-ros, dependiendo de la longitud y del material del mango (la fibra de carbono es más delicada y encarece mucho el producto). En cuanto a la vida útil, para la captura de neonatos, puede usarse un salabre por temporada si el empleo es el correcto y el producto es de cierta calidad. En el caso de la captura frecuente de adultos, es conveniente al menos 2 salabres por campaña. Durante el proyecto se han empleado salabres de 3 m de largo; en concreto, el modelo Geologic Set Net 300, al que en algunos casos se ha añadido una extensión de composite hasta alcanzar los 4 ó 5 metros de largo

Ventajas InconvenientesAltamente selectivo Se requiere una pericia media de usoCaptura de ejemplares pequeños

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6.15. Pesca deportiva

Descripción y funcionamiento

El equipo de pesca empleado ha sido una caña Savagear Salt de 8” y 10-30 g de acción, con un pequeño carre-te Tubertini Vertigo (tamaño 2.500) con 100 m de línea trenzada fusionada Stren Microfuse de 0´08 mm, a la que se anuda un trozo de bajo de monofilamento grueso (60 cm de 0’40 mm) de color amarillo, para facilitar su vi-sión. El lastre empleado es una bala de plomo de 2 a 10 gramos, dependiendo del viento y de la distancia a cubrir, obteniendo mejores resultados con lastres de 5 gramos y ausencia de viento. El anzuelo empleado debe ser lo más fino y afilado posible, dado que la piel de los galápa-gos es muy dura y resulta muy costoso que el anzuelo la penetre; de hecho, habitualmente apenas se prenden los reptiles del anzuelo, sin ni siquiera llegar a venir real-mente clavados, de manera que en cuanto se afloja la tensión de la línea los animales quedan libres, cosa que nos obliga a ayudarnos de sacaderas o salabres para extraerlos del agua. En nuestro caso, hemos empleado anzuelos ASARI TRIPLEX 2X del nº 6 y del nº 4 y triples DECOY Y-S21 (809587) del nº 2.

Instalación y uso

Durante 2012 se puso en práctica la pesca deportiva con caña como método de captura activo. En primer lugar, se intentó pescar con un anzuelo cebado con carne, lanzado ante tortugas avistadas, pero debido a su forma de ali-mentarse (desgarrando la comida) era bastante costosa la captura de numerosos ejemplares, que además no siem-pre estaban dispuestos a comer. Así, de las manos de un tirador experto se procedió a probar la pesca “al robo”, esto es, capturando a las tortugas que suben a respirar por sorpresa, lanzando con gran precisión un anzuelo tri-ple (“ancoreta”) ligeramente lastrado, que las engancha de la cabeza o las patas al manejarlo con cierta pericia.

Efectividad

Con un buen manejo del equipo es relativamente fácil capturar galápagos, especialmente cuando se trata de individuos de gran tamaño y el entorno es accesible. En 2013 una sola persona ha capturado -con 103 horas de esfuerzo dedicado- 851 galápagos exóticos en todo tipo de ambientes. Se ha probado a sustituir los anzuelos triples por alfileres de los empleados para la pesca del calamar y

Figura 67. Captura de un gran ejemplar de Trachemys emolli en un entorno periurbano (“La Goleta” de Tavernes de la Valldigna). Fotografía: Antonio Pradillo Carrasco.

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la sepia, pero el resultado ha sido similar al de los triples.Es un método muy selectivo, que sólo atrapa a la tortuga que deseamos, pero es muy difícil de poner en práctica, incluso en las manos de un experto. Aun así, conviene te-nerlo en cuenta, especialmente en entornos urbanos don-de los galápagos están acostumbrados al paso de gente, y mediante este método se pueden extraer rápidamente sin necesidad de trampeo. Existe un sesgo a favor de las tallas mayores, que tienen una mayor superficie de blanco, así como un mayor peso y resistencia en el agua, permitiendo ser “pinchadas” con más facilidad que neonatos o juveni-les, que se capturan más esporádicamente.

Revisión

Con este método se obtienen mejores resultados en las horas centrales del día, cuando los galápagos se solean nadando en superficie.

Limitaciones

Se requiere una gran pericia para tener éxito con este mé-todo, así como tener buena visibilidad de la superficie del

agua y con escasa densidad de vegetación palustre. La presencia de vegetación acuática dificulta las capturas al enredarse el anzuelo con las plantas.

Coste aproximado

El coste material del equipo empleado es de unos 169 eu-ros por temporada, con una vida útil de 4 años para el equipo de pesca (caña y carrete), con un gasto anual fijo en reposición de hilos, lastres y anzuelos. • Caña: 100 euros (vida útil para al menos 4 campañas

si el manejo es adecuado).• Carrete: 40 euros (vida útil 4 campañas si el manejo

es adecuado).• Línea trenzada 0’08-0’10 mm (al menos 300 m para

una temporada): 50 euros.• Triples (unos 5 paquetes de 20-25 ud por temporada,

se desgastan con facilidad): 50 euros.• Bajo 0’40 mm (línea de monofilamento amarillo, 100

metros para 4 temporadas): 3 euros.• Lastres 5 g (20 por temporada): 12 euros (plomo), 50

euros (tungsteno). • TOTAL TEMPORADA (cálculo a 4 años): unos 169 euros.

Ventajas InconvenientesAltamente selectivo Requiere una elevada pericia

Solo captura ejemplares grandesUso en aguas sin vegetación

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6.16. Localización de nidos

Descripción y funcionamiento

Se trata de rastrear y localizar de visu los nidos de los ga-lápagos. Los mejores resultados en cuanto a la localización de los nidos se obtienen mediante la observación directa por parte de personal con experiencia. Hay que buscar en las inmediaciones de canales, acequias y lagunas, con una buena orientación (preferentemente al Este) y con escasa o nula pendiente.

Instalación y uso

Para localizar nidos es necesario rastrear el entorno de los hábitats acuáticos realizando batidas a lo largo de la maña-na, buscando indicios de nidos.

La pericia y experiencia del observador le permitirá locali-zar los nidos gracias al tapón de barro con el que la hem-bra tapa el nido. Evidentemente el tapón será más aparente cuanto más reciente sea el nido y el barro sea más fresco. Para nidos más viejos, hay que localizar pequeñas depre-siones y zonas con textura diferente al resto del terreno.

El observador será capaz de reconocer la presencia de un nido por el aspecto y textura del sustrato originado por el tapón de barro, aunque esté seco; en algunos casos, golpeando el posible nido con los dedos o con un objeto, puede revelarse su presencia debido al sonido hueco ori-ginado por la cámara del nido.

Efectividad

El rastreo de zonas de reproducción se utiliza para la loca-lización de nidos en tierra, pero también para la captura de hembras que vayan a poner sus nidos o para los neonatos que acaban de abandonar el nido.

Revisión

Para la localización de nidos recientes la mejor época es en los meses de junio-julio, en plena época de puesta. Las hembras abandonan el agua preferentemente por la maña-na, cuando serán más fácilmente observables. Los nidos recientes serán muy visibles durante las horas siguientes debido al tapón de barro; conforme se va secando, su lo-calización será más difícil.

Figura 70. Nido viejo, con el tapón de barro seco. P.N. del Delta de l’Ebre (Tarragona).

Figura 71. Nido incompleto y abandonado, sin el tapón de barro. Estanys d’Almenara (Almenara, Castellón). Fotografía: Eduardo Díaz.

Figura 68. Aspecto típico de un nido muy reciente, con el tapón de barro fresco. Estanys d’Almenara (Almenara, Castellón).

Figura 69. Nido reciente con el barro reciente. Estanys d’Almenara (Al-menara, Castellón). Fotografía: Eduardo Díaz.

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En los meses de marzo-abril tiene lugar la emergencia postinvernal de los galápagos que han pasado el invier-no en los nidos. Durante estos meses se puede encontrar juveniles en tierra que irán a buscar el agua e incluso los agujeros por os que han emergido del nido.

En lugares de puesta localizados es recomendable la revi-sión de la zona cada 2-3 días, en especial en los meses de junio-julio.

Limitaciones

La experiencia del observador es fundamental para la loca-lización de nidos. Para ello, es básico visitar zonas en las que haya nidos de galápagos, preferentemente acompaña-do de personas entrenadas, y conocer las características

de los nidos y de sus indicios. Cada tipo de terreno confi-gura un tipo de rastro del nido.

Hay que tener en cuenta que los nidos de los galápagos autóctonos y exóticos son muy similares (aunque de ma-yor tamaño en Trachemys) por lo que en los humedales en los que haya especies autóctonas una opción es proteger los nidos con jaulas y esperar a que eclosionen para iden-tificar correctamente la especie. De esta manera podremos además proteger el nido frente a depredadores.

Coste aproximado

Para este método solo hay que contar con un mínimo equipo compuesto por una pequeña azada y malla electro-soldada para proteger los nidos.

Figura 74. Nido depredado por un zorro. Se observa escarbado y con restos de huevos. Estanys d’Almenara (Almenara, Castellón).

Figura 75. Colocación de jaula de protección. Marjal dels Moros (Sagun-to, Valencia). Fotografía: José Vicente Bataller.

Figura 72. Aspecto de un nido muy viejo, con el tapón seco. Estanys d’Almenara (Almenara, Castellón).

Figura 73. Nido viejo, una vez se le retira el tapón de barro. Estanys d’Almenara (Almenara, Castellón).

Ventajas InconvenientesReduce el reclutamiento de juveniles de especies invasoras Dificultad de diferenciar la especie

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6.17. Perro adiestrado

Descripción y funcionamiento

Se trata de rastrear el terreno con el uso de perros debi-damente adiestrados. A las fases de adiestramiento básico de un perro hay que incorporar tareas específicas relativas a la localización de galápagos y sus puestas. En este sen-tido las fases del entrenamiento serán:

• Familiarización con las tortugas: juegos de búsqueda de adultos en tierra.

• Entrenamiento con huevos de Trachemys. Median-te huevos de tortuga ocultos en el terreno, el perro aprende a localizarlos por el olor.

• Búsqueda de nidos. Los huevos son enterrados en ni-dos simulados y el perro busca el olor que desprenden.

• Fase práctica en condiciones controladas: El perro es conducido por un cercado en el que hay nidos de Tra-chemys.

• Fase práctica avanzada: La búsqueda de nidos se efectúa en un área natural de elevada densidad de ni-dos de Trachemys (marjal de Almenara).

• Fase de búsqueda activa: El perro y el adiestrador bus-can activamente nidos en áreas de presencia probable de nidos de galápagos, pero con bajas densidades.

Instalación y uso

Se puede acompañar al perro a lo largo del terreno a muestrear, sujeto por la correa para la loca-lización de nidos. El perro marca con el hocico o la pata el lugar donde ha detectado una señal. En cada posible nido se excava con la ayuda de una azada pequeña.Efectividad

Muy eficiente para la localización de hembras grávidas que bus-can un lugar para la nidificación. También son capaces de localizar neonatos que han emergido del nido y buscan alcanzar el agua. En cuanto a los nidos, detectan

perfectamente los nidos recientes, así como aquellos de los que ya han emergido los galápagos neonatos.

Revisión

Este método de localización de nidos puede ser útil para cubrir grandes superficies de terreno en las que no sabe-mos la ubicación exacta de los nidos. La búsqueda con perros debería llevarse a cabo en la época de máximo nú-mero de puestas (mayo-junio) y siempre a primera hora de la mañana, cuando hace menos calor y el perro puede trabajar durante más tiempo sin cansarse.

Limitaciones

Según la experiencia adquirida, los perros pueden loca-lizar con relativa facilidad los nidos recién puestos, así como los nidos más antiguos en los que los huevos ya han eclosionado. No obstante, los nidos viejos con huevos sin eclosionar pasan desapercibidos para el perro, ya que el tapón de barro que sella el nido puede impedir que el olor traspase la tierra.

Coste aproximado

Un perro adiestrado en la localización de nidos puede complementar la acción del personal especializado, sobre todo para el rastreo de grandes superficies.

Figura 76. Perro adiestrado marcando un nido de Trachemys. Estanys d’Almenara (Almenara, Castellón). Fotografía: José Vicente Bataller.

Ventajas InconvenientesPosibilidad de rastrear grandes áreas Solo localiza nidos recientes

Dificultad de diferenciar la especieEl perro se fatiga más rápido en los meses de máxima nidificación

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6.18. Georrádar

Descripción y funcionamiento

El georradar es una herramienta idónea para localización de discontinuidades existentes en el subsuelo; se utiliza tanto para la localización de restos arqueológicos como para la detección de fugas de agua en conducciones, etc. Esta tecnología se ha utilizado para la localización de nidos de tortugas de tierra Gopherus polyphemus1.

En el campo se utilizó un equipo SIR3000 de la firma GSSI

para la adquisición de datos, perteneciente a la Universi-dad Politécnica de Valencia. Esta instrumentación resultó ser fácilmente transportable y se pudo mover con relativa comodidad bajo las diferentes condiciones de superficie, terreno y vegetación de las zonas objeto de estudio.

Instalación y uso

El equipo se instala sobre un carro que facilita su trans-porte. Para cubrir grandes superficies es necesario realizar varias pasadas longitudinales ya que la antena receptora tiene un ancho de unos 25 centímetros.

Efectividad

Es un método que detecta cualquier discontinuidad del subsuelo. Esta ventaja es a su vez un inconveniente pues el equipo detecta falsos positivos, a causa de raíces, gale-rías y otras irregularidades, ralentizaba la localización de los nidos.

Revisión

Debido a la cantidad de tiempo que requiere su aplicación en un punto concreto, hay que buscar la máxima probabi-lidad de localización de nidos, por lo que el mes de julio es el más adecuado.

Limitaciones

A lo largo del proyecto se ha testado este método con el que se ha podido establecer un protocolo de utilización. No obstante, esta técnica resulta poco eficiente en relación a su coste, en especial por el tiempo necesario para su aplicación debido a que la anchura de la antena obliga a “peinar” el terreno.

Coste aproximado

Un georrádar es un equipo caro, por lo que es más reco-mendable su alquiler o realizar un proyecto con un centro de investigación que ya posea el equipo.

1Bennett, H.H.Jr., Simms, J.E., Smithhart, L.B., Hargrave, M.L., Britt, T., Balbach, H. y Pitts, D. (2005). Gopher Tortoise Nest Detection at Camp Shelby, Mississippi. ERDC TR-05-6, U.S. Army Engineer Research and Development Center, Vicksburg, MS.

Ventajas InconvenientesDetección de nidos no visibles Requiere material especializado y personal cualificado

No puede abarcar grandes superficies de terreno

Gran cantidad de falsos positivos

Dificultad de diferenciar la especie

Figura 77. Georrádar montado sobre un carrito para facilitar el muestreo. Estanys d’Almenara (Almenara, Castellón).

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6.19. Caza carabina

Descripción y funcionamiento

Método activo en el que se ha empleado un rifle CZ-527 Varmint de calibre 222 Remington dotado de un visor Bu-rris 3-12x56 Four X Ret.4. y bípode, manejada por un ti-rador experto. Cabe destacar que se precisa de un armero para guardar el arma, así como de los consiguientes per-misos para poder disparar en zonas especiales y/o fuera de la época de caza.

Se optó por esta configuración con el fin de tener una ca-rabina que se pudiese utilizar tanto para la eliminación de galápagos como para el control de cualquier otra especie exótica (malvasía americana, arruí,…).

La munición puede estar compuesta por diversos materia-les: plomo, cobre, semiblindada, plástico, punta hueca,… Para su uso en humedales es necesaria la utilización de la versión en cobre, como la bala Sako Powerhead II con punta de plástico.

Instalación y uso

Lo más efectivo es buscar los lugares resguardados del viento y expuestos al sol en primavera, a media mañana, donde se pueden avistar fácilmente a los galápagos en las orillas, para seleccionar el ejemplar a batir y disparar.

El ruido del disparo no afecta a los galápagos, que siguen con su actividad de soleamiento, siempre que no haya movimiento en la plataforma de soleamiento o grandes salpicaduras.

Es necesario el uso de binoculares o telescopio para identificar la especie y evitar disparar sobre galápagos autóctonos.

La distancia al blanco debe ser inferior a los 100 metros y no debe haber un viento mayor de 50 km/h. Para abatir ejemplares nadando el tirador debe tomar una posición más elevada, para aumentar el ángulo de tiro, mientras que para ejemplares situados en lugares de soleamiento (troncos y orillas), el tirador puede estar a ras de agua.

Efectividad

Es un método muy selectivo, puesto que sólo se dispara al animal detectado que se desea retirar del medio, si bien en época de cría de aves, por ejemplo, puede provocarse molestias a este tipo de fauna. Existe un claro sesgo hacia las tallas mayores, despreciando los neonatos.

Revisión

Su uso está limitado a los momentos en los que los ga-lápagos están expuestos al sol, aunque también podría usarse cuando ascienden a la superficie para respirar. Si el

Figura 78. Tirador apostado en la orilla para abatir galápagos. Embalse de Buseo (Chera, Valencia).

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tirador es experto, la efectividad es muy grande, especial-mente ante casos en los que se avistan pocos ejemplares, antes de sufrir una gran invasión, cuando se pueden con-trolar fácilmente con este método, y siempre ante indivi-duos de gran tamaño, donde es “fácil” hacer blanco con este calibre.

Limitaciones

Es necesario limitar los accesos a las zonas de trabajo para

evitar accidentes. La autoridad competente (Guardia Civil, Agentes Medioambientales,…) deben velar por la seguri-dad de las personas.

Coste aproximado

El equipo empleado en el proyecto ha tenido un coste de 2.549 euros (rifle, funda, montura, visor y munición -200 proyectiles-). Las balas son relativamente caras, en torno a 70 euros la caja de 20 unidades.

Figura 79. Disparo sobre galápago nadando (ángulo de tiro: 18º). Embalse de Buseo (Chera, Valencia).

Ventajas InconvenientesAltamente selectivo Requiere permisos especialesMuy eficiente Control de accesos

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7.1. Fichas

Para poder tratar correctamente los datos obtenidos con-taremos con varios tipos de fichas que se detallan a con-tinuación.

7.1.1.Ficha de localización de trampas (ficha 1)

En esta ficha llevaremos un inventario de las artes de pes-ca instaladas, el tipo de trampa, la ubicación y las fechas de colocación y retirada. Con esto podremos valorar el esfuerzo invertido en la captura de los galápagos. La “Es-tación” de muestreo será un código único para una nasa ubicada en un determinado lugar y será la misma referen-cia que figurará en las fichas de capturas.

7.1.2. Ficha de capturas (ficha 2)

Cada vez que se revisa una nasa o trampa se rellena la siguiente ficha. En ella se anota el número de capturas de cada especie, incluyendo invertebrados, peces, herpetos y otra fauna.

Estos datos son importantes porque permiten evaluar qué especies están presentes en el punto muestreado y, hasta cierto punto, su relación con las densidades de tortugas que habitan esas aguas. Asimismo, la razón entre el nú-mero de especies autóctonas frente a las exóticas puede ser indicio del estado de las comunidades que habitan esa masa de agua.

7.1.3. Ficha de seguimiento de galápagos autóctonos (fichas 3a y 3b)

Se trata de una ficha de seguimiento que nos servirá para controlar una población de galápagos. Mediante captura y recaptura podremos conocer el tamaño de la población, la tasa de crecimiento de los individuos o el rango de movi-mientos.

7.1.4. Ficha de capturas de galápagos exóticos (ficha 4)

En el caso de los galápagos exóticos no será necesario tomar todos los datos biométricos; iremos anotando las capturas identificando la especie y anotando el tamaño, el peso y el sexo de los ejemplares.

MANEJO DE GALÁPAGOS

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Ficha 1. Ficha de localización de trampas.

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Ficha 2. Ficha de capturas.

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Ficha 3a. Ficha de seguimiento de galápagos autóctonos (cara).

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Ficha 3b. Ficha de seguimiento de galápagos autóctonos (dorso).

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Ficha 4. Ficha de capturas de galápagos exóticos.

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7.2. Procedimiento

Con el fin de facilitar la toma de decisiones respecto a los galápagos capturados se deberá seguir el procedimiento indicado en la figura 80.

Primero identificaremos la especie capturada. Para las especies exóticas tomaremos los datos biométricos (tamaño y peso) y el sexo del ejemplar. En las hembras adultas haremos una palpación inguinal para determinar si está grávida o no. Todos los ejemplares capturados

serán trasladados al Centro de Recuperación de Fauna o al Centro de Acogida correspondiente.

En cuanto a los galápagos autóctonos, para todos ellos tomaremos los datos biométricos indicados en las fichas de seguimiento. Los marcaremos con las muescas co-rrespondientes y los liberaremos en el mismo lugar de la captura. Si se captura algún galápago con heridas o infecciones lo trasladaremos al Centro de Recuperación de Fauna; una vez curadas las heridas se devolverá a su lugar de origen.

Figura 80. Procedimiento a seguir con las capturas dependiendo de la especie y del sexo del ejemplar.

Presentaheridas

Presentaheridas

Centro deacogida

Medio Natural

Recuperación

Capt

ura

Iden

tifica

ción

Exótica

medirmarcarsexar

medirsexar

medirmarcarsexar

Sin determinar

Autóctona

Emysorbicularis

No

No

Mauremysleprosa

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7.3. Sexado

En este apartado anotaremos el sexo de los adultos y si se trata de un subadulto, seguiremos la siguiente catego-rización:

• Neonato: Generalmente de un tamaño inferior a 40 milímetros. No se observa crecimiento de las placas del caparazón. En ocasiones todavía mantienen restos del vitelo.

• Juvenil: Presenta crecimiento de las placas. El tama-ño oscila entre 40 y 120 milímetros.

• Indeterminado: Reservado para ejemplares mayores de 120 milímetros en los que no es posible determinar el sexo.

La mayor parte de las especies presentan dimorfismo

sexual. En todas las especies los machos presentan una cola más gruesa en la base y vista ventralmente, la cloaca sobrepasa ampliamente las placas marginales mientras en las hembras la cola es más estilizada, con la cloaca muy próxima al cuerpo.

En los galápagos autóctonos los machos poseen el plas-trón cóncavo y es plano en las hembras. Por su parte, los machos de los galápagos americanos poseen las uñas de las patas delanteras mucho más largas que las traseras.

En el caso de tratarse de una hembra es necesario com-probar si porta huevos, para ello se realiza un palpado inguinal, es decir, debemos introducir los dedos por el hueco existente entre las patas traseras y el caparazón; los huevos se reconocen al notarse al tacto pequeñas bolas que se hunden al ejercer una ligera presión.

Figura 81. Ejemplar neonato (Pseudemys). Las placas no presentan ani-llos de crecimiento.

Figura 82. Ejemplar juvenil (Emys). Se observan las líneas de crecimien-to en las placas.

Figura 83. Emys macho (izquierda) y hembra (derecha). Ver la posición de la cloaca respecto al caparazón.

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7.4. Marcaje

Debemos comprobar si el ejemplar está o no marcado, repasando las marcas si es necesario. Si no se observan marcas procedemos al marcaje como se describe a con-tinuación.

Consiste en asignar un código numérico de 4 cifras, único para cada individuo, que es colocado sobre las placas mar-ginales del caparazón mediante unas muescas realizadas con una lima o pequeña sierra. Se debe realizar con cuida-do para evitar daños tanto al animal como a nosotros mis-mos, puesto que el galápago no suele permanecer inmóvil.

Una vez asignado el número que corresponde al ejemplar debemos plasmarlo mediante muescas sobre el caparazón del galápago de acuerdo con el esquema que se muestra en la figura 88. Como puede observarse el sentido del ci-frado es una “S” que comienza en el cuadrante superior derecho y finaliza en el inferior izquierdo. En cada marginal puede realizarse la muesca en dos posiciones, a la derecha o izquierda de cada placa.

Conviene reservar los números que impliquen una sola muesca para los individuos juveniles, con el caparazón más fino y blando. En el caso de producir una herida en la muesca se le aplicará un desinfectante.

Figura 85. Detalle de las uñas de la pata anterior de un macho de Tra-chemys.

Figura 87. Radiografía de una hembra grávida de Trachemys con 14 hue-vos. Fotografía: CRF La Granja de El Saler (Valencia).

Figura 86. Palpado inguinal para detectar los huevos.

Figura 84. Trachemys macho. Nótese la evidente ausencia de concavidad en el plastrón. Fotografía: José Vicente Bataller.

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Al principio este método puede resultar farragoso, pero es una forma rápida y eficaz de identifi-car los galápagos lo que aporta una información esencial para conocer sus poblaciones (abun-dancia, supervivencia) como el uso que hacen del hábitat.

Figura 88. Código numérico para el marcaje de galápagos. Las marcas rojas indican que se trata del nº 2067.

Figura 90. Muesca realizada en la placa marginal. Fotografía: José Vi-cente Bataller.

Figura 89. Método de marcaje. Con los dedos se mantienen inmóviles la cola y las patas del galápago. Fotografía: José Vicente Bataller.

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7.5. Biometría

Como se puede ver en las fichas, para los galápagos exó-ticos solo se mide la curva del espaldar, expresando las unidades en milímetros y el peso en gramos del ejemplar.

Para los galápagos autóctonos deberán anotarse todos los datos que aparecen en la ficha. Únicamente en el caso de ejemplares adultos que se capturan de forma reiterada, de considerarse necesario, puede prescindirse de algunas

medidas y se anotarán como mínimo la curva del espaldar y el peso; aun así deberá existir una registro completo de todas las medidas al menos una vez al mes.

También es importante observar si existen rasgos que puedan servir de identificación del animal como son la pre-sencia de placas extra o si aparecen marcas o erosiones de lesiones ya curadas. En el caso de presentar lesiones recientes debe valorarse si el galápago es llevado a uno de los centros de recuperación de fauna, para su curación.

Figura 91. Curva del espaldar. Fotografía: José Vicente Bataller. Figura 92. Longitud del espaldar. Fotografía: José Vicente Bataller.

Figura 94. Altura del espaldar. Fotografía: José Vicente Bataller.Figura 93. Anchura del espaldar. Fotografía: José Vicente Bataller.

Figura 96. Anchura del plastrón. Fotografía: José Vicente Bataller.Figura 95. Longitud del plastrón. Fotografía: José Vicente Bataller.

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Figura 98. Heridas y malformaciones.Figura 97. Peso.

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La colección Manuales Técnicos de Biodiversidad pre-tende mostrar el esfuerzo del Servicio de Vida Silvestre (Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural) en la búsqueda de respues-tas prácticas para la conservación y gestión de especies y hábitats, más aun cuando estén amenazados.

El objetivo final es extender buenas prácticas de con-servación fuera del ámbito de la administración pú-blica, entendiendo que el protagonismo y la respon-sabilidad de la conservación del entorno debe recaer en los diferentes colectivos, entidades y personas que conforman nuestra sociedad.

El Manual para el Control y Erradicación de galápa-gos invasores recopila la experiencia adquirida du-rante los tres años de duración del proyecto LIFE+ Trachemys y expone las diferentes técnicas de captu-ra ensayadas en la Comunitat Valenciana por la Gene-ralitat Valenciana, incluyendo otros métodos utiliza-dos en proyectos similares. A lo largo de los últimos 10 años hemos podido conocer diferentes aspectos de la biología y costumbres de los galápagos invaso-res en la Comunitat Valenciana que se sintetizan en dos capítulos que resultan de interés para optimizar las campañas de captura, concentrando el esfuerzo en las épocas y enclaves más adecuados. Se inclu-yen fichas de cada uno de los métodos de captura en los que se expone su funcionamiento e instalación, así como aspectos relacionados con la efectividad, periodicidad de revisión, épocas y lugares óptimos para su uso, limitaciones y coste aproximado. Por último, este manual propone una metodología para el manejo de galápagos, tanto exóticos como autóc-tonos, que incluye el marcaje para el seguimiento de las poblaciones de especies nativas, toma de datos biométricos y unas fichas de ejemplo. En definitiva, el presente manual pretende dotar de herramientas y conocimientos básicos para el control de los ga-lápagos invasores en las zonas en las que estas es-pecies exóticas puedan resultar un problema para la conservación de la biodiversidad, así como para el seguimiento de los galápagos autóctonos.

CONSELLERIA D’AGRICULTURA, MEDI AMBIENT,CANVI CLIMÀTIC I DESENVOLUPAMENT RURAL