Manual de Primeros Auxilios.estudiantes 2014

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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO PÚBLICO “4 DE JUNIO DE 1821” JAÉN MANUAL DE DE primeros auxilios "Las personas inteligentes y efectivas no se orientan hacia los problemas, sino hacia las oportunidades, alimentan las oportunidades y dejan morir de inercia a los problemas". Salud, Educación, Esperanza, Deberes, Derechos, Responsabilidades, Libertades y Oportunidades

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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO

PÚBLICO“4 DE JUNIO DE 1821”

JAÉN

MANUAL DEDE primeros auxilios

"Las personas inteligentes y efectivas no se orientan hacia los problemas,

sino hacia las oportunidades,

alimentan las oportunidades y dejan morir de inercia a los problemas".

Jaén - Cajamarca - Perú

2014ÍNDICE

Salud, Educación, Esperanza, Deberes, Derechos, Responsabilidades, Libertades y Oportunidades

Instituto de Educación Superior Tecnológico Público Enfermería Técnica “4 de Junio de 1821”

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Pág.

PORTADA i

ÍNDICE ii

INTRODUCCIÓN 01

CAPÍTULO I

CUESTIONES GENERALES 02

CAPÍTULO II

TERMINOLOGÍA CLÍNICA 08

CAPÍTULO III

URGENCIA Y EMERGENCIA 15

CAPÍTULO IV

SIGNOS VITALES 18

CAPÍTULO V

CAÍDAS Y ACCIDENTES 25

CAPÍTULO VI

REANIMACIÓN CARDIO-PULMONAR BÁSICA (RCP BÁSICA) 30

CAPÍTULO VII

HEMORRAGIAS 41

CAPÍTULO VIII

PRIMEROS AUXILIOS EN QUEMADURAS, CONVULSIONES E INTOXICACIONES 44

CAPÍTULO IX

TRAUMATISMOS: CONTUSIONES, HERIDAS, AMPUTACIONES 52

CAPÍTULO X

FRACTURA, LUXACIÓN Y ESGUINCE 57

CAPÍTULO XI

ELECTROCUCIÓN, CONGELACIÓN, INSOLACIÓN, Y PÉRDIDAS DE CONCIENCIA 62

CAPÍTULO XII

CUERPOS EXTRAÑOS 66

CAPÍTULO XIII

MORDEDURAS Y PICADURAS 68

CAPÍTULO XIV

TRANSPORTE DE ACCIDENTADOS Y BOTIQUÍN 73

CAPÍTULO XV

DESASTRES 79

CAPÍTULO XVI

SISTEMA NACIONAL DE DEFENSA CIVIL (SINADECI) 85

BIBLIOGRAFÍA 91

ANEXO

PRIMEROS AUXILIOS 92

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INTRODUCCIÓN

El estado y la evolución de las lesiones derivadas de un accidente dependen en gran parte de la rapidez y de la calidad de los primeros auxilios recibidos.

Los primeros auxilios, son medidas terapéuticas urgentes que se aplican a las víctimas de accidentes o enfermedades repentinas hasta disponer de tratamiento especializado. El propósito de los primeros auxilios es aliviar el dolor y la ansiedad del herido o enfermo y evitar el agravamiento de su estado. En casos extremos son necesarios para evitar la muerte hasta que se consigue asistencia médica.

Los primeros auxilios varían según las necesidades de la víctima y según los conocimientos del socorrista. Saber lo que no se debe hacer es tan importante como saber qué hacer, porque una medida terapéutica mal aplicada puede producir complicaciones graves. Por ejemplo, en una apendicitis aguda un laxante suave puede poner en peligro la vida del paciente.

Para prestar los primeros auxilios: • Haga todo lo necesario para que el lugar esté seguro.• Organice un cordón humano con las personas no accidentadas: esto no sólo facilitará

su acción, sino que además permitirá que los accidentados tengan suficiente aire. • Pregunte a los presentes quiénes tienen conocimientos de primeros auxilios para que

le ayuden. • Active el sistema médico de urgencias (pida directamente a una persona que llame a

una ambulancia). • Preste atención inmediata en el siguiente orden:

1. Vías aéreas permeables (A)2. Respiración (B) 3. Pulso (C) 4. Lesiones columna (D) 5. Hemorragias abundantes. (E)6. Quemaduras graves (F) 7. Síntomas de fracturas (G)

Una vez prestados los primeros auxilios, si es necesario traslade al lesionado al centro de salud u hospital más cercano.• Comuníquese continuamente con la víctima, su familia o vecinos. • Afloje las ropas del accidentado y compruebe si las vías respiratorias están libres de

cuerpos extraños. • Cuando realice la valoración general de la víctima, evite movimientos innecesarios; no

trate de vestirlo. • Si la víctima está consciente, pídale que mueva cada una de sus cuatro

extremidades, para determinar sensibilidad y movimiento. • Coloque a la víctima en posición lateral para evitar acumulación de secreciones que

obstruyan las vías respiratorias (vómito y mucosidades). • Cubra al lesionado para mantenerle la temperatura corporal.• Proporcione seguridad emocional y física.• No obligue al lesionado a levantarse o a moverse; si sospecha que tiene fractura, es

necesario inmovilizarlo.• No administre medicamentos, excepto analgésicos, si es necesario.• No dé líquidos por vía oral a personas con alteraciones de la conciencia. • No haga comentarios sobre el estado de salud del lesionado, especialmente si se

encuentra inconsciente. Las urgencias que requieren primeros auxilios con más frecuencia son los accidentes

en los que se produce asfixia, parada e infarto cardiacos, sangrado grave, envenenamiento, quemaduras, golpe de calor e insolación, desvanecimiento, coma, esguinces, fracturas y mordeduras de animales.

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CAPÍTULO ICUESTIONES GENERALES

1.1. Definición de Primeros AuxiliosLos primeros auxilios son la primera actuación que se realiza ante una situación de urgencia, antes de la intervención de los servicios sanitarios. Así, son los cuidados inmediatos, adecuados y provisionales prestados a las personas accidentadas, pero no son un tratamiento médico.Una situación de urgencia es toda situación que compromete la salud de una persona por un acontecimiento determinado (parada cardio-respiratoria, accidente de circulación, intoxicación por sustancias, pérdidas de conciencia, etc.). La urgencia puede afectar a una sola persona por enfermedad o accidente individual; o a varias personas simultáneamente.Por cuestiones pedagógicas utilizaremos indistintamente, como si fuesen similares, los términos enfermo, herido o víctima, el de accidente o enfermedad y el de situación de emergencia y situación de urgencia.Los primeros auxilios pueden ser realizados por cualquier persona de la comunidad que esté entrenada, e idealmente, deben ser realizados por la persona que, en el momento del accidente esté más cercana al herido. Toda la población debería estar formada en este sentido. Algunos manuales reconocen que el Socorrismo consta de diversas etapas basadas en la aplicación de las distintas técnicas de resucitación.

1.2. Objetivos y principios básicos de los primeros auxiliosLos objetivos de los primeros auxilios son: conservar la vida, evitar complicaciones físicas y psíquicas, ayudar a la recuperación y asegurar el traslado del/los accidentados a un centro asistencial.Hay tres principios básicos que todo socorrista debe conocer y aplicar, en este orden, y que se conocen como “protocolo PAS”: Proteger, Avisar y Socorrer.PROTEGER: Un socorrista siempre debe proteger. En primer lugar, a él mismo, y en segundo lugar a la víctima. Además, se pueden evitar nuevos accidentes señalizando el lugar del accidente. Nunca se moverá al herido, con excepción de que su vida corra peligro si permanece en el mismo lugar y siempre que se le desplace, deberá mantenerse recto el eje cabeza-cuello-tronco y seguirse el protocolo de traslado de heridos.

“Antes de actuar, hemos de tener la seguridad de que tanto el accidentado como nosotros mismos estamos fuera de todo peligro”

AVISAR: Siempre hay que llamar a los Servicios de Emergencias, indicando el número y estado aparente de los heridos, si existen factores que puedan agravar el accidente (árboles a punto de caer, postes de alta tensión, etc.) y el lugar exacto donde se ha producido el accidente. Asimismo hay que dejar, en la medida de lo posible, una línea de comunicación abierta con estos Servicios.

“Avisar a los servicios sanitarios (médicos, ambulancia, etc.) de la existencia del accidente, para después empezar a socorrer”

SOCORRER: Esta es la finalidad principal de los primeros auxilios, pero para hacerlo correctamente es fundamental la adecuada valoración del herido.

“Actuar sobre el accidentado, reconociendo primero los signos vitales por el siguiente orden, conciencia, respiración y pulso”

Asimismo, existen una serie de principios generales que es necesario tener en cuenta en todas las situaciones de urgencia, que se indican brevemente a continuación y que se van a ir ampliando a lo largo de las distintas sesiones de este Módulo:1) Estar tranquilo, hablar despacio, pero actuar rápidamente. Es esencial estar tranquilo

para dar confianza a la víctima y a quienes la rodean.2) Hacer una composición de lugar adecuada. Cuando se llega al lugar de un accidente

no hay que comenzar a atender al primer herido que se ve, sino por el contrario hay que hacer una rápida valoración del conjunto de la situación: número de heridos y otros factores que puedan ser potencialmente peligrosos todavía, como amenazas de derrumbamientos, ruptura de canalizaciones de agua, de gas, etc.

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3) No mover al herido o, en caso de tener que hacerlo, hacerlo con gran precaución. Los únicos casos en los que habría que movilizar a un herido son:

a) para poder aplicarle los primeros auxilios; b) para evitar un agravamiento de sus heridas, y c) para protegerle de un nuevo accidente.4) Examinar bien al herido, si respira, si tiene pulso, si está consciente, si sangra, si tiene

quemaduras, si presenta hemorragias, etc.5) No hacer más que lo indispensable. El papel de quien presta los primeros auxilios no

es el de suplantar a los Servicios de Emergencia, sino el de proporcionar las medidas estrictamente necesarias para un adecuado soporte vital del herido.

6) Evitar tanto la pérdida de calor como un calor excesivo. Esta medida se consigue cubriendo todo el cuerpo con una manta.

7) No dar de beber a una persona inconsciente. En este estado no puede tragar y se corre el riesgo de ahogarla.

8) Tranquilizar a la víctima. Quien sufre un accidente siempre tiene miedo, de su situación actual, de su situación futura, de su pronóstico, etc. Hay que tranquilizarle e infundirle confianza.

9) No hay que dejar solo a un accidentado. Su estado puede agravarse en un momento y estar a su lado permitirá comenzar las tareas de reanimación si fuese necesario.

1.3. El contexto de la urgencia. Valoración del herido.Desglosando los principios generales que hemos señalado previamente, y ante una situación de emergencia, es necesario hacerse las siguientes preguntas: a) ¿Qué ha pasado?,b) ¿En qué contexto ocurre?, y c) ¿Es posible prever lo que va a pasar en adelante? ¿Qué debemos hacer?. La primera pregunta, nos lleva a tener en cuenta la persona o las personas involucradas en la situación de urgencia, la segunda, nos lleva al contexto y a la situación en la que se presenta la urgencia; y la tercera, a la prevención de las consecuencias derivadas de la situación de emergencia.¿Qué ha pasado?Al llegar al lugar del accidente y antes de acceder a las posibles víctimas, hay que realizar una inspección visual del lugar y de los alrededores en busca de otros riesgos que puedan poner en peligro nuestra propia vida. Es fundamental establecer las medidas de autoprotección necesarias, incluido el uso de guantes para la prevención de posibles contagios. Sin entretenerse, es importante preguntar a testigos, acompañantes y al propio accidentado si está en condiciones de contarlo, qué es lo que ha ocurrido.¿Ha habido un accidente que implica una o más personas? ¿Una enfermedad súbita (alguien que se ha desmayado, por ejemplo)? ¿Una reacción ante un agente externo? ¿O simplemente no se puede responder a esta pregunta (encontramos a alguien tumbado en la calle y no sabemos qué ha pasado, por ejemplo)?Lo primero que hay que hacer frente a una situación de emergencia es observar la situación que está ocurriendo, observar nuestra propia reacción y reflexionar sobre “si estamos o no capacitados para pensar con claridad o para actuar”.También es necesario valorar si nosotros mismos necesitamos ayuda, independientemente de que seamos o no capaces de prestar los primeros auxilios a otros. Por lo tanto, al verse alguien involucrado en una emergencia, se pueden presentar varias circunstancias distintas que tienen que ser valoradas. Estas circunstancias se distribuyen a lo largo de un continuo que va desde la capacidad para ayudar activamente prestando los primeros auxilios, hasta la incapacidad absoluta de ayudar (o incluso necesitar ayuda uno mismo).La primera actuación, por tanto, debe ser esta valoración. Si se necesita ayuda, hay que pedirla; y si se pueden prestar los primeros auxilios, entonces es necesario hacerse la segunda pregunta.

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¿En qué contexto ocurre?Esta segunda pregunta hace referencia a la necesidad de valorar a nivel individual y del entorno las circunstancias que se presentan.A nivel individual, hay que preguntarse por el o los heridos (¿son adultos?, ¿son ancianos?, ¿son mujeres?, ¿son niños?, ¿en qué estado vital se encuentran? o lo que es lo mismo, ¿qué nivel de gravedad tienen?, ¿hay alguna causa individual que ha precipitado la urgencia?, etc.).A nivel del entorno, la pregunta está en relación con el acontecimiento en sí (¿es un incendio?, ¿es un accidente de circulación múltiple?, ¿es una persona con una jeringuilla en un brazo?, ¿es alguien que está comiendo y se ha atragantado?, etc.). Hay que diferenciar si la situación se da en invierno (con frío y riesgo de congelación), en verano (con calor y riesgo de deshidratación), si ocurre en personas solas o acompañadas, en lugares donde puede acceder fácilmente la ayuda o no, etc.La valoración adecuada de estas dos preguntas (¿qué ha pasado? y ¿en qué contexto ocurre?) va a ser necesaria para poder decidir nuestro grado de intervención en la urgencia y para poder prevenir daños mayores.¿Es posible prever lo que va a pasar en adelante? ¿Qué se debe hacer?En toda circunstancia existe un antes, un ahora y un después. El ahora, se ha respondido contestando a las dos primeras preguntas, el antes puede conocerse o no, pero siempre se podrá valorar cuál será el desarrollo de los acontecimientos.Así, lo primero que se debe hacer después de haber valorado el accidente y la propia capacidad para prestar los primeros auxilios, es llamar al Servicio de Emergencias, a quienes se informará con la mayor claridad posible, siendo fundamental, como se ha señalado previamente, facilitar la localización del suceso y si es posible, un teléfono de contacto inmediato e incluso mantener la línea de comunicación abierta.Los Servicios de Emergencias darán las primeras indicaciones sobre las pautas a seguir.La siguiente actuación, después de ser avisados los Servicios de Emergencias, es considerar si persisten las causas que lo han provocado y eliminarlas en la medida de las posibilidades reales.A continuación, debemos socorrer a la persona herida, esto es, vigilarle y mantenerle en el mejor estado posible, respetando los principios generales señalados previamente.

1.4. Tipo de urgenciasSe considera urgencia a toda situación en la que se compromete el estado de salud. Considerando que las causas de urgencias pueden ser múltiples, excede a los objetivos de este Módulo el repaso exhaustivo de cada uno de los distintos tipos de urgencias. No obstante, se han seleccionado aquellas urgencias más frecuentes e importantes.Las situaciones de urgencia pueden ser agrupadas en: a) urgencias con víctimas conscientes; b) urgencias con víctimas inconscientes; c) urgencias con víctimas en parada respiratoria; d) urgencias con víctimas en parada cardio-respiratoria.Las causas de urgencia que se verán a lo largo de este Módulo son las siguientes:

– Parada respiratoria.– Atragantamiento.– Ahogamiento y/o enterramiento.– Estrangulamiento y Ahorcamiento.– Parada cardio-respiratoria.– Quemaduras.– Hemorragias.

– Convulsiones.– Intoxicaciones.– Traumatismos y Fracturas.– Electrocución.– Congelación.– Insolación.– Pérdidas de conciencia.

1.5. Primera valoración del herido

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La primera valoración del herido exige observar cómo se encuentran los sistemas vitales del organismo para lo cual se deben explorar las constantes vitales.Los tres sistemas más importantes para valorar en un accidente son: el sistema nervioso; el sistema respiratorio y el sistema cardio-circulatorio.Estos sistemas se van a valorar a través del estado de conciencia, la respiración y el pulso, a través de lo que se conoce como “el ABC de la Reanimación Cardio-Pulmonar Básica”:A: AIRWAY (vía aérea). Consiste en valorar la permeabilidad de las vías aéreas, y ver si llega el aire a los pulmones).B: BREATHING (ventilación). Consiste en valorar la existencia o no de respiración espontánea. Si existen inspiraciones y espiraciones de forma espontánea, rítmica y con frecuencias adecuadas.C: CIRCULATION (circulación). Consiste en valorar la existencia o no de latido cardiaco a través de los pulsos centrales y la presencia o ausencia de grandes hemorragias.Esta valoración se hará siempre de manera rápida y sistemática.Dos cuestiones básicas para la valoración del herido es conocer cómo se exploran los signos vitales y tener la serenidad suficiente para hacerlo. Hay que dedicar el tiempo necesario a fin de asegurar la existencia o ausencia de los signos vitales.El cerebro es el órgano más delicado de que dispone el cuerpo humano y la falta de oxígeno provocará, en poco tiempo, lesiones irreversibles, produciéndose su muerte tras ocho o diez minutos de anoxia.Para valorar el estado de conciencia y saber si una persona accidentada está consciente o inconsciente se le preguntará en voz alta y clara:– ¿Me oye?– ¿Qué le ha ocurrido?– ¿Cómo se encuentra?Si la persona afectada contesta, es señal de que mantiene las constantes vitales de consciencia, respiración y pulso.En el caso en que la persona no contesta, se le estimulará suavemente, con un pellizco o tocándole en el hombro, para observar sus reacciones (gemidos, apertura de ojos, movimientos de cara y cabeza, etc.). Si no existe ninguna reacción, significa que está inconsciente y se pasará a comprobar su respiración, utilizando, para ello, la vista, el oído y el tacto. Se deben observar los movimientos torácicos y abdominales, acercarse a su boca y nariz para percibir la salida del aire y notar el calor del aire espirado.Si no respira, se observará la boca y la faringe, a la búsqueda de objetos que hayan podido obstruir la entrada de aire (dentaduras, chicles, caramelos, vómito, etc.) y se liberará la base de la lengua que también puede obstruir el paso del aire.Para hacerlo se realiza la maniobra de hiperextensión que consiste en poner una mano en la frente empujando hacia abajo y otra en la nuca tirando hacia arriba, consiguiendo así estirar el cuello elevando la mandíbula y con ella la base de la lengua.Realizada esta maniobra debe volver a valorarse la respiración. Si existe, se girará la cabeza del herido hacia un lado (en posición de seguridad) y se procederá a hacer el resto de las valoraciones. Si no existe, se darán los primeros pasos de cara a la aplicación de una respiración asistida. Se valorará la permeabilidad de la vía aérea mediante la realización de dos insuflaciones seguidas (boca a boca) y se valorará el pulso.Tomar el pulso equivale a contar la frecuencia cardiaca. Se puede tomar en cualquier arteria, pero las más accesibles son las carótidas (a ambos lados de la nuez de Adán). Estas arterias son las que llevan la sangre al encéfalo y, por tanto, nos darán una gran fiabilidad. El pulso también se puede comprobar en las arterias radiales (en la cara interna de las muñecas, en la base del pulgar) y pedias (en la parte central del dorso del pie).

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Nunca se debe tomar el pulso con el dedo pulgar, ya que se podría confundir con el propio pulso. Las cifras normales que se encuentran en una persona adulta en reposo son de sesenta a cien pulsaciones por minuto.En el adulto, y en situación de urgencia, el pulso se explora siempre en una de las arterias carótidas. Cuando el organismo detecta la falta de oxígeno por diferentes causas, se produce un cierre del riego sanguíneo periférico, manteniéndose sólo el riego central que asegura el aporte de oxígeno a los órganos vitales (corazón, pulmones, riñones y encéfalo). Esto da como resultado una pérdida o disminución notable de los pulsos periféricos (radial y pedio), lo que podría confundirnos y llevarnos a creer que no existe.En los recién nacidos y en las personas con el cuello grueso, hay que localizar el pulso en la arteria humeral, localizada en la parte medianointerna del brazo, bajo la depresión del bíceps).Si la víctima tiene pulso, se deberá continuar con el boca a boca, si por el contrario, carece de pulso se deberá comenzar con el masaje cardiaco externo.Además:1. Una manera rápida de valorar la conciencia es determinar si responde o no.

Alerta. Está despierto, habla. Verbal. Responde al llamado, cuando alzamos la voz y lo llamamos ¡¿Cómo está?! Dolor. Responde al dolor, le pellizcamos y reacciona con gestos o gruñidos. Inconsciente. No responde.

2. Valoración neurológica mediante la escala de Glasgow: evaluación de la respuesta motora Tiene los ojos abiertos.

a) Nunca.b) Con estímulo verbal.c) Al estímulo doloroso.d) De manera espontánea.

Respuesta verbal.a) Sin respuesta.b) No comprensible.c) Incoherencia.d) Habla desorientado.e) Habla orientado.

Respuesta motora.a) Si respondeb) Extensión ante el estimulo.c) Flexión anormal.d) Localiza el foco doloroso.e) Respuesta voluntaria.

Valoración de la escala 15 puntos............paciente en estado normal. 15-14 puntos.........traumatismo craneal leve. 13-9 puntos..........traumatismo craneoencefálico moderado. inferior a 9 puntos.....traumatismo craneoencefálico grave.

3. Valoración de la respiración.Nos acercaremos a la boca de la víctima con la mejilla e intentaremos sentir el aliento a la vez que dirigimos la mirada al tórax (si respira se moverá). Es importante destacar que en caso de que exista respiración, hará falta explorar el pulso ya que puede o no tenerlo. Ver: Miramos el tórax, se eleva o no, si se eleva y baja respira. Escuchar: Con el oído escuchamos el sonido de la respiración.

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Sentir: Con los dedos índice y medio sentimos el pulso carotídeo (a un lado de la tráquea) de la víctima.

Activar el sistema médico de emergencias o urgencias.4. Solicitar ayuda a personal de la emergencia.

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CAPÍTULO IITERMINOLOGÍA CLÍNICA

Antes de estudiar la forma de valorar el estado de un accidentado es necesario revisar una serie de conceptos que se van a repetir frecuentemente a lo largo de este manual. Estos son: signos, síntomas, pulso, tensión arterial, respiración y coloración del accidentado.

2.1. Signos y síntomasSÍNTOMA: Manifestación de una alteración orgánica o funcional apreciable solamente por el paciente. (Por ejemplo, el dolor).SIGNO: Manifestación de una alteración orgánica o funcional apreciable tanto por el paciente como por un observador. (Por ejemplo, convulsiones, deformación de un miembro). Esto es, los síntomas son subjetivos, mientras los signos son objetivos. Ambos nos van a proporcionar información sobre el estado del herido. Para conocer los síntomas es necesario recurrir al interrogatorio, mientras que para los signos usaremos la exploración, esto es, inspección y palpación. La inspección permite apreciar mediante la observación el estado general del herido, el color de su rostro, la deformidad de un miembro fracturado, la importancia de una quemadura, etc. Por la palpación podemos apreciar la frecuencia y regularidad del pulso, el dolor localizado en una contusión, etc. Finalmente, ciertos datos de exploración solamente podremos obtenerlos mediante el empleo de aparatos auxiliares, tales como el termómetro, para medir la temperatura, o el esfigmomanómetro, para la presión arterial.

2.2. La respiraciónLa frecuencia respiratoria normal es de 16 a 20 R.P.M. (se cuenta como una respiración la suma de inspiración y espiración). El aumento de dicha frecuencia, o taquipnea se produce de manera fisiológica tras el ejercicio o la excitación; igualmente, la permanencia en alturas considerables o en grandes profundidades acelera el ritmo respiratorio. La bradipnea, o disminución de la frecuencia respiratoria, se presenta

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fisiológicamente durante el sueño. Patológicamente lo hace en intoxicaciones por opio, barbitúricos, alcohol, ácido carbónico, ácido cianhídrico; el estado de shock, etc.La disnea es la dificultad para respirar. Desde el momento en el que la respiración deja de ser un reflejo inconsciente para convertirse en un acto consciente empieza la disnea.Dado que la respiración normal depende de muchos factores, son muchas también las posibles causas de disnea: la falta de oxígeno en el aire, la falta o escasez de hemoglobina en la sangre, la obstrucción de las vías respiratorias, etc.

2.3. El pulso: Manera de apreciarlo y datos que suministraEl pulso es la transmisión a todas las arterias del organismo del impulso cardíaco sistólico, esto es, durante la contracción del corazón. Por ello, puede ser apreciado en cualquier parte del cuerpo en que exista una arteria cerca de la superficie de la piel y, mejor aún, si descansa sobre el plano duro de un hueso. La arteria más utilizada para valorar el pulso es la radial, localizada en la parte externa de la cara anterior de la muñeca. También puede explorarse en la carótida, a ambos lados de la garganta. Otros puntos utilizados para valorar el pulso son las arterias temporales, sobre las sienes; la femoral, sobre las ingles y la poplítea, en el hueco de la cara posterior de la rodilla.Por la facilidad de su localización y por su importancia, al informarnos sobre la irrigación sanguínea cerebral, el pulso carotideo es el que debemos valorar en una situación de primeros auxilios. Éste se debe buscar a la altura de las arterias carótidas situadas superficialmente a ambos lados de la línea media del cuello. El auxiliador procederá de la siguiente forma:Se colocará al lado de la víctima y situará los dedos índice y medio en la línea media del cuello (a la altura de la laringe), deslizándolos unos dos centímetros a uno de los lados y presionará con los dedos suavemente, intentando localizar el pulso.Conviene señalar que NO se deben palpar ambas carótidas a la vez, puesto que si se interrumpe o dificulta el paso de sangre al cerebro, puede ponerse en peligro al herido.Aunque tres son las características del pulso, a saber, frecuencia, ritmo y amplitud; a nosotros nos interesa fundamentalmente la primera. La FRECUENCIA normal del pulso es muy variable en un adulto sano. En reposo suele ser de 60 a 80 pulsaciones por minuto, con variedades de hasta 44 en individuos robustos y entrenados, y de 90 a 100 en sujetos más débiles o nerviosos, así como en los niños.El aumento de frecuencia se denomina taquicardia: de manera fisiológica se presenta tras el ejercicio, la excitación nerviosa o las comidas abundantes. De forma patológica la fiebre, shock traumático, hemorragias, infarto de miocardio, entre otras causas desencadenan la taquicardia.El pulso lento se denomina bradicardia, fisiológico durante el sueño y en atletas en reposo. Si es muy lento (inferior a 40 lpm) debe hacernos pensar en una lesión cardiaca (sobre todo si el individuo sufre desvanecimiento o disnea) o cerebral (en los traumatismos craneoencefálicos).

2.4. La presión arterialLa presión arterial, también conocida como tensión arterial, es la presión que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Depende de la energía de la actividad del corazón, la elasticidad de las paredes arteriales y el volumen y viscosidad de la sangre.La presión máxima se produce cerca del final del latido de expulsión del ventrículo izquierdo del corazón, y se llama máxima o sistólica. Esta refleja el volumen de sangre circulante. Su descenso puede deberse a una pérdida de sangre masiva, caso del shock. La presión mínima se produce en la parte final de la diástole ventricular, y se llama presión mínima o diastólica. Va a reflejar el diámetro de las arterias, su descenso se debería a la dilatación de las mismas y viceversa.

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A la hora de aplicar unos primeros auxilios no nos va a ser posible medir la presión arterial debido a que se requieren medios materiales de los que se van a carecer. En estas situaciones nos interesará conocer aquellos signos y síntomas que nos van a indicar su alteración en determinadas circunstancias.

  SIGNOS SÍNTOMAS

HIPOTENSIÓN

Palidez,Vómitos.Taquicardia, Dificultad para hablar, Sudoración fría.

Nauseas, Mareo, Somnolencia,Calambres musculares, Visión borrosa, Sensación de "un vacío en el estómago".

HIPERTENSIÓN

  Dolor de cabeza intenso, Mareo.

2.5. Coloración del rostroDentro de la normalidad existe una gran variación, de unos individuos a otros, en la coloración de la cara y de toda la piel del cuerpo. No obstante, en los estados patológicos, las alteraciones de la coloración, apreciadas con objetividad, pueden sernos muy útiles para el diagnóstico.

COLOR SOSPECHAR

PALIDEZPiel y mucosas

Hemorragia interna (si se presenta de forma súbita).

PALIDEZ Sólo pielShock, lipotimia, sincope, frío y emoción.

ENROJECIMIENTO  Intoxicación por CO, gas del alumbrado y el ácido cianhídrico. Insolación.

CIANOSIS, desde rojo oscuro al amoratado

Falta de oxígeno.

ICTERICIA, desde el amarillo al verde oscuro

Alteración del hígado o vías biliares.

2.6. TerminologíaABDOMEN: Parte del cuerpo que se encuentra debajo de las costillas y encima de la pelvis. ABSCESO: Herida infectada que contiene pus. ALERGIA: Estado de susceptibilidad específica y exagerada de un individuo a una sustancia. ALVÉOLO: Terminaciones de las ramificaciones bronquiales en los pulmones. AMPUTACIÓN: Separación de una extremidad, superior o inferior o parte de ella. ANTIPIRÉTICO: Medicamento que hace descender la temperatura corporal en los estados febriles. ANTISEPSIA: Conjunto de procedimientos y prácticas destinadas a destruir los gérmenes causantes de una infección. APNEA: Ausencia de ciclos respiratorios.ARTICULACIÓN: Unión de uno o más huesos. ASEPSIA: Estado libre de infección. Método de prevenir las infecciones por la destrucción de gérmenes patógenos. ASFIXIA: Supresión o suspensión de la función respiratoria que se opone al intercambio gaseoso en los pulmones.

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ATAQUE CARDIACO: Enfermedad súbita ocasionada por falta de irrigación en el músculo cardíaco. BACTERIAS: Término con el que se designan los microorganismos unicelulares. Tienen forma redondeada (cocos), alargados en forma de bastón (bacilos), largos y delgados a modo de hebra y enrollados en espiral (espirilos). CALAMBRE: Contracción involuntaria y dolorosa de un músculo, generalmente en la pantorrilla o en el muslo. Contracción involuntaria, espasmódica y dolorosa de uno o más músculos.CAPA ENTÉRICA: Envoltura que tienen los medicamentos (tabletas) para evitar que se destruyan en el estomago y produzcan lesión en éste. CEFALEA: Dolor originado en las estructuras del cráneo. Según sus características y su origen puede clasificarse en migraña, cefalea tensional, jaqueca, etc.CIANOSIS: Coloración azulada de la piel y mucosas debida especialmente a oxigenación insuficiente de la sangre.CIANOSIS: Coloración azulada de piel y mucosas. Suele significar un defecto en la oxigenación normal de los tejidos.COÁGULO: Resultado de la coagulación de la sangre, es una masa formada por glóbulos rojos, blancos y plaquetas, que impiden que una herida siga sangrando. CÓLICO: Dolor abdominal agudo, especialmente el ocasionado por las contracciones espasmódicas de los órganos abdominales. CÓLICO: Dolor agudo, producido por la dilatación o contracción de una víscera huera (intestino, vesícula biliar, uréter, etc.) Suele ser de comienzo súbito, con exacerbaciones y mejorías parciales o totales, entre las cuales el paciente puede estar libre de molestias o con dolor leve.COLIRIO: Medicamento liquido que se aplica en forma de gotas para las enfermedades de los ojos.COMA: Alteración del estado normal de la conciencia caracterizado por la falta de apertura ocular y la disminución o ausencia de respuesta ante estímulos externos.COMPRESA: Pedazo de gasa o tela doblada. CONTRACCIÓN: Acortamiento de las fibras musculares. CONTUSIÓN: Lesión asociada a un traumatismo, que produce desvitalización de tejidos profundos.CONVULSIÓN: Episodio agudo caracterizado por la presencia de contracciones musculares espasmódicas sostenidas y/o repetitivas (tónicas, clónicas o tónico-clónicas). En general de asocia a pérdida de la conciencia y relajación de esfínteresDELIRIO: Alteración aguda de la conciencia o de la lucidez mental, provocado por una causa orgánica.DELIRIO: Trastorno de las facultades mentales que se manifiesta por lenguaje incoherente. DESHIDRATACIÓN: Disminución del contenido de agua corporal total producido por insuficiente aporte o pérdidas aumentadas de líquidos. Se manifiesta según su gravedad por sequedad de piel y mucosas, taquicardia, disminución en la producción de orina, etc.DIARREA: Aumento de las deposiciones en número y cantidad. DIARREA: Aumento del volumen, frecuencia, o cantidad de líquido en las deposiciones. Suele ser la manifestación más frecuente de alteración en la absorción o transporte intestinal de sustancias, que en general se debe a una infección bacteriana o viral, a toxinas alimentarias, etc.DISNEA: Sensación subjetiva de falta de aire.EDEMA: Acumulación anormal de líquido en los espacios intercelulares de los tejidos o en distintas cavidades corporales (peritoneo, pleura, articulaciones, etc.)EDEMA: Acumulación excesiva de líquidos serosos en el tejido celular (hinchazón). EMBOLIA: Obstrucción brusca de un vaso sanguíneo, especialmente de una arteria, por un cuerpo arrastrado por la corriente sanguínea, (coágulo, burbuja de aire).

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EPISTAXIS: Hemorragia de origen nasal. EPISTAXIS: Hemorragia por las fosas nasales.EQUIMOSIS: Extravasación de sangre en los tejidos. ERITEMA: Enrojecimiento de la piel producido por la congestión de los capilares, que desaparece momentáneamente con la presión.ERITEMA: Coloración rojiza de la piel ocasionada por vasodilatación capilar.ESFÍNTER: Músculo en forma de anillo que cierra un orificio natural. ESGUINCE: Distensión traumática de un ligamento que produce rotura del mismo, acompañada de dolor, hematoma y dificultad para movilizar la articulación comprometida.ESPASMO: Contracción súbita e involuntaria de un músculo o un grupo muscular. Este puede situarse en cualquier región del organismo y producir alteraciones diferentes.Esta situación provoca el cese del flujo sanguíneo y, por consiguiente, la falta de oxigenación de los órganos vitales, fundamentalmente a nivel cerebral, que puede provocar la muerte de la víctima.ESTÉRIL: Libre de microorganismos.ESTERNÓN: Hueso situado en la parte media y anterior del tórax. Se articula con las clavículas y las costillas. ESTÍMULO: Es un agente físico o químico capaz de producir reacciones en los órganos periféricos de los sentidos o las terminaciones periféricas nerviosas o fibra muscular. ESTRANGULAMIENTO: Constricción alrededor o delante del cuello que impide el paso del aire y suspende bruscamente la respiración y la circulación.ESTUPOR: Estado de inconsciencia parcial con ausencia de movimientos y reacción a los estímulos.FÉRULA: Instrumento ortopédico, utilizado frecuentemente para inmovilizar una articulación o un hueso fracturado. Pueden ser de yeso o material plástico.FÉRULA: Tablilla de madera, cartón, rígida o flexible que se aplica para mantener en su posición a los huesos fracturados. FIEBRE: Elevación de la temperatura corporal por encima de los 37 °C. FIEBRE: Elevación de la temperatura corporal por encima del valor normal, establecido en 38 grados.FISURA: Solución de continuidad de origen traumático, caracterizada por un trayecto lineal.FLEXIÓN: Acción y efecto de doblar o doblarse. FLICTENA: Lesión cutánea que consiste en la formación de una ampolla. FRACTURA: Solución de continuidad en un hueso. En general producida por un traumatismo aunque puede producirse en ausencia del mismo (fractura patológica) Produce como síntomas dolor, movilidad anormal y crujido (crepitación) en la región afectada.GERMICIDA: Agente o sustancia que tiene la propiedad de hacer destruir los gérmenes. HEMATEMESIS: Eliminación de sangre proveniente del tubo digestivo, a través del vómito.HEMATOMA: Colección de sangre extravasada por hemorragia en el seno de un tejido.HEMOLISIS: Desintegración o disolución de los corpúsculos sanguíneos, especialmente de los glóbulos rojos.HEMORRAGIA: Pérdida de sangre hacia un órgano interno (el tubo digestivo, la cavidad abdominal), o hacia el exterior (herida arterial) Según el volumen y la velocidad con la cual se produce el sangrado, puede producir distintas manifestaciones en las personas, desde taquicardia, sudoración, palidez cutánea, hasta shock.HIPOTERMIA: Disminución de la temperatura corporal por debajo de 35 ºC. Puede producirse por shock, infección severa o en estados de congelamiento.HIPOVOLEMIA: Disminución en el volumen de sangre, secundario a hemorragias, deshidratación, o desplazamiento hacia un tercer espacio.

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HIPOXIA: Disminución de la concentración de oxígeno en los tejidos. Puede producirse por insuficiencia respiratoria o un defecto en la circulación general o en ciertas zonas delimitadas del territorio vascular. Dependiendo del órgano comprometido, se producen distintas manifestaciones.INCISIÓN: Corte quirúrgico de los tejidos mediante el bisturí. INCONSCIENCIA: Sin conciencia o conocimiento. INFECCIÓN: Penetración de un microorganismo patógeno en el interior del cuerpo INFLAMACIÓN: Conjunto de procesos que se desarrollan en un tejido, en respuesta a una agresión externa. Incluyen fenómenos vasculares como vasodilatación, edema, desarrollo de la respuesta inmunológica, activación del sistema de coagulación, etc. Cuando se produce a nivel de un tejido superficial (piel, tejido celular subcutáneo), puede apreciarse tumefacción, aumento de la temperatura local, coloración rojiza y dolor (tétrada de Celso).INFLAMACIÓN: Reacción local de un tejido o un estimulo de orden físico, químico o microbiano. INHALACIÓN: Introducción de substancias gaseosas, medicamentosas o anestésicas, por vía respiratoria.INSUFLAR: Introducción de aire o una sustancia pulverizada en una cavidad u órgano. LETARGO: Pérdida de la voluntad con incapacidad para actuar, aunque con intelecto despejado. LIGAMENTO: Pliegues o láminas membranosas que sirven como medio de unión de las articulaciones. Banda de tejido que puede estirarse y que sostiene otras partes del cuerpo. LIPOTIMIA: Pérdida transitoria de la conciencia producida por un déficit súbito en la circulación cerebral. En general son cuadros benignos a menos que estén producidas por arritmias cardíacas, en cuyo caso requieren diagnóstico y tratamiento específico.LUXACIÓN: Pérdida de la localización de una estructura anatómica normal. Ejemplos frecuentes son la luxación de cadera, de hombro, etc., en las cuales uno de los huesos de la articulación se desplaza hacia fuera de las estructuras ligamentarias normales.MICROORGANISMOS (Microbios): Son seres vivientes unicelulares de dimensiones microscópicas, que representan las formas más elementales y simples de la vida. Los microorganismos han desarrollado adaptaciones especiales para sobrevivir en su medio como lo son los cilios o pestañas vibrátiles que le permiten impulsarse; Las prolongaciones del protoplasma llamadas flagelos o pseudópodos que los utilizan para moverse, ejemplo: las amibas poseen pseudópodos que se estiran y se encogen, permitiendo que la célula amibiana se desplace y pueda capturar partículas alimentarias rodeándolas y llevándolas a su interior.MIDRIASIS: Dilatación de la pupila.MIOSIS: Contracción de la pupila.MUÑÓN: Porción de un miembro amputado comprendido entre la articulación y la sección correspondiente. NAUSEA: Deseo de vomitar. Forman parte del complejo mecanismo del vómito y suele acompañarse de sudoración, sialorrea, mareos, etc.NÁUSEAS: Sensación que indica la proximidad del vómito y esfuerzos que acompañan a la necesidad de vomitar. NECROSIS: Es la muerte de un tejido por falta de irrigación sanguínea.NEUROTÓXICO: Tóxico que tiene efecto nocivo sobre el sistema nervioso.NEUROTOXINA: Toxina que destruye el tejido nervioso.OBSERVACIÓN: El médico ve a la paciente regularmente para seguir la evolución de la enfermedad, hablar acerca de los cambios y cerciorarse de que se están calmando los síntomas. OMÓPLATO: Hueso plano, triangular que forma la parte posterior del hombro (paleta).

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OTALGIA: Dolor localizado en el oído. Puede estar producido por alteraciones en las estructuras del mismo (otitis, traumatismos, cuerpo extraño), o en estructuras circundantes al mismo que producen dolor referido.PARADA CARDIORRESPIRATORIA: “Situación, potencialmente reversible, de pérdida de las funciones ventilatoria y circulatoria espontáneas”.PARÁLISIS: Pérdida de la sensibilidad y del movimiento de una o varias partes del cuerpo. PARÁLISIS: Pérdida total de la fuerza muscular que produce incapacidad para realizar movimientos en los sectores afectados. Puede producirse por enfermedad neurológica, muscular, tóxica, metabólica o ser una combinación de las mismas.PERITONITIS: Inflamación aguda o cónica del peritoneo (membrana que recubre la parte interna del abdomen).PLAQUETAS: Uno de los elementos constituyentes de la sangre, que contribuye a la coagulación sanguínea. PONZOÑA: Veneno, especialmente líquido tóxico secretado por las serpientes, arañas y escorpiones. PRURITO: Picazón o comezón; sensación particular que incita a rascarse. PUPILA: Abertura dilatable y contráctil en el centro del iris. RECTO: La porción inferior del intestino grueso. SENSIBILIDAD: Facultad de sentir o percibir las impresiones internas o externas. SHOCK ANAFILÁCTICO: Reacción alérgica grave, caracterizada por disminución de la presión arterial, taquicardia y trastornos en la circulación general, acompañado o no de edema de glotis. Requiere la administración urgente de adrenalina subcutánea.SHOCK: Estado de insuficiencia circulatoria a nivel celular, producido por hemorragias graves, sepsis, reacciones alérgicas severas, etc. Puede ocasionar lesión celular irreversible si la hipoxia persiste durante el tiempo suficiente.SIGNOS VITALES: Conjunto de variables fisiológicas que son la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la temperatura corporal.SÍNCOPE: Pérdida transitoria de la conciencia con recuperación completa posterior. Se produce por insuficiente irrigación cerebral siendo sus causas muy variadas. Cuando se asocian a una arritmia cardíaca severa, puede significar un riesgo importante para la vida de la persona.SOPORTE VITAL: “Conjunto de maniobras dirigidas a la prevención de la parada cardiorrespiratoria o a su tratamiento mediante maniobras de resucitación cardiopulmonar entendidas como el conjunto de maniobras normalizadas de aplicación secuencial, encaminadas a la sustitución y restitución de las funciones ventilatoria y circulatoria sin necesidad de aporte instrumental”.Se distingue un soporte vital básico, en el que no se utilizan dispositivos mecánicos para la realización de la maniobras, salvo dispositivos de barrera para la ventilación con aire espirado (estas maniobras pueden ser aplicadas por la población en general), y un soporte vital avanzado que requiere material específico y profesionales cualificados. Las recomendaciones, tal y como se expuso en la introducción, indican que las maniobras de soporte vital básico sean aplicadas de forma precoz (antes de los 4 minutos), manteniéndose de forma ininterrumpida hasta la llegada del personal especializado que pueda iniciar las maniobras de soporte vital avanzado (antes de 8 minutos). Este tiempo de respuesta se consigue gracias a la instauración de forma generalizada de servicios de emergencias dotados de UVI móviles, que se activan mediante llamada telefónica a números que se pueden memorizar fácilmente.TÉTANOS: Enfermedad aguda, infecciosa, caracterizada por el espasmo tónico de los músculos voluntarios.TOXINA: Sustancias tóxicas especiales que en el organismo humano y animal tienen función de antígeno, es decir, que provocan en el organismo anticuerpos que tienen una finalidad defensiva.

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TRÁQUEA: Conducto cilíndrico elástico, gelatinoso y membranoso, situado en la parte anterior e inferior del cuello.TRAUMATISMO: Lesión producida por la acción mecánica de un elemento contundente, explosión, etc. sobre una o varias partes del organismo.UNGÜENTO: Preparación medicamentosa de uso externo. VACUNA: Es una suspensión de organismos vivos, inactivos o muertos, que al ser administrados producen una respuesta del cuerpo, previniendo la enfermedad contra la que está dirigida.VEJIGA: Órgano en forma de saco que se encuentra en la región pélvica y en la que se almacena la orina antes de eliminarse del cuerpo. VIRUS: Se denomina virus a los microorganismos invisibles al microscopio corriente; por eso para observarlos hay que recurrir al ultramicroscopio. Los virus constan de una molécula de ácido nucleíco (ADN), cubierta por una capa de proteínas. Los virus sólo pueden reproducirse en los tejidos vivos. La viruela, la varicela, la gripa, la rabia, la poliomielitis, la hepatitis, las paperas, son algunas de las muchas enfermedades que son producidas por virus. Cuando un virus infecta a una célula, utiliza los materiales de construcción y reproducción de esa célula para su propia reproducción y desarrollo. VÍSCERA: Órgano contenido en una cavidad especialmente en el abdomen. ZUMBIDO: Ruido o susurro continuado subjetivo u objetivo producido generalmente por un insecto o alteración vascular.

CAPÍTULO IIIURGENCIA Y EMERGENCIA

3.1. Conceptos Básicos• URGENCIA:

Cualquier situación que, en opinión del paciente, familiares u otra persona requiere intervención médica rápida.

• EMERGENCIA: Cualquier situación en la que existe peligro de muerte para la persona si no se actúa de forma inmediata y correcta.

3.2. ¿Cuál clasificarías como emergencia?• Inconsciente que respira con dificultad.• Cortes en las piernas tras caída a través de una puerta de cristal.• Crisis convulsiva recuperada.• Accidente de moto con casco, el paciente habla y se queja de dolor en la pierna. • Dificultad respiratoria en un paciente con insuficiencia cardíaca.• Desmayo de 2 minutos en una plaza de toros a las 15 h.• Desorientación en un anciano tras iniciar tratamiento con sedantes.

3.3. Enfermera de Urgencias y Emergencias (I)Trata las respuestas humanas ante cualquier situación clínica súbita, que necesita una actuación inmediata para evitar la muerte o una enfermedad grave inminente.Proporciona cuidados:- En cualquier entorno, - A personas de todas las edades, con alteraciones percibidas reales o potenciales de

su salud física y/o psíquica.3.4. Enfermera de Urgencias y Emergencias (II). Competencias

• Capacidad para:◦ VALORAR,◦ EMITIR JUICIOS CLÍNICOS (identificación respuestas humanas)◦ PLANIFICAR, ACTUAR Y EVALUAR los resultados de las intervenciones.

• Realizar triaje y priorizar.• Reanimar y estabilizar• Administrar cuidados en ambientes imprevisibles e incontrolables.• Supervisar los cuidados, garantizando la coherencia de los mismos.

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• Soporte, protección y educación del paciente/familia• Colaborar a nivel multidisciplinar• Formación en catástrofes.

3.5. Primeros auxilios• Medidas o actuaciones que realiza el auxiliador, en el mismo lugar en que se encuentra el usuario y con material improvisado.• Objetivos de los primeros auxilios:◦ Reducción del efecto de las lesiones.◦ Estabilización del estado de la persona accidentada.

3.6. Ejercicio: Hacer un listado de primeros auxilios• Hemorragia en una extremidad.• Desmayo.• Amputación con sangrado.• Hemorragia nasal (epistaxis).• Quemadura.• Atragantamiento en adulto.• Inconsciencia.• PCR.• Picadura de insectos.• Picadura de pez araña.

3.7. Aspectos éticos y legales• Misma legislación que el resto de entornos sanitarios.• El Código Deontológico de la enfermería rige los aspectos éticos.

3.8. Aspectos éticos en Emergencias• Intimidad. ◦ Física.◦ Psicológica.◦ Social.• Confidencialidad. • Respeto y dignidad en r/c muerte

3.9. Aspectos éticos en Emergencias• Órdenes de no inicio/suspensión RCP.• Consentimiento Informado.• Testamento vital, Directrices anticipadas.• Donación de órganos.

3.10. EmergenciaCuando se trata de tu salud o la salud de alguien de tu familia, suele ser evidente si la persona está gravemente enferma y necesita atención de emergencia inmediata. Una emergencia es una situación de amenaza crítica a la vida.Para ayudarte a decidir lo que es una situación crítica para saber si se trata de una emergencia, he aquí algunos ejemplos. Una situación es crítica sí: Hay pérdida de conocimiento. Sospechas que puede haber un accidente cerebrovascular. Una herida está provocando una gran pérdida de sangre. Sospechas que pueda haber huesos rotos. Hay una herida profunda, por ejemplo una herida de arma blanca. Sospechas que pueda haber un ataque al corazón. Existe dificultad para respirar o atragantamiento. Hay quemaduras graves. Se produce una reacción alérgica grave.Hay algunas cosas que debes recordar en cualquier emergencia. Estos consejos para emergencias, te ayudarán a hacer frente a una situación de emergencia de forma rápida y eficiente.

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Mantén la calma y pide ayuda. Puede que tengas que pedir a alguien que llame a una ambulancia. Asegúrate de la ambulancia sabe a dónde tiene que ir e intenta dar todos los detalles que puedas sobre la persona que está herida o enferma.

No te pongas en peligro. Por ejemplo, si alguien se ha electrocutado, asegúrate de apagar la fuente de alimentación antes de tocarle.

Haz todo lo posible para ayudar a la persona. No le des a la persona nada de comer, beber ni fumar. No pongas nada en la boca. Sigue las instrucciones que te puedan dar desde el servicio de ambulancias.La manera de ayudar a una persona muy a menudo depende de lo que le está pasando. A veces, la forma más rápida de ayudar es llevar a la persona al servicio de urgencias más cercano. Esto variará de una zona a otra ya que depende lo cerca que estés del hospital.Sin embargo, incluso en una zona donde el hospital está bastante cerca, debes llamar a una ambulancia y no mover al paciente si: Piensas que podría haberse dañado a la espalda o el cuello, o tiene alguna otra lesión que puede empeorar al moverlo. La persona está en estado de shock y necesita atención constante. La persona tiene dolor de pecho o dificultad para respirar.

3.11. La posición de recuperaciónSi el paciente está inconsciente, hay que colocarlo de forma que pueda respirar con facilidad e impide que se asfixie en caso de vomitar. Pero antes, debes considerar cuidadosamente si hay alguna posibilidad de que la víctima ha lastimado la espalda o el cuello, o tiene una lesión que podría agravarse si se mueve. Ponerlo en posición de recuperación en este caso podría tener consecuencias graves. Si tienes alguna duda, y la víctima no está en peligro si se queda en su posición original, no lo muevas. Espera a que lleguen los paramédicos.

3.12. Cómo poner a alguien en posición de recuperaciónUna vez que hayas comprobado que respira normalmente, colócalo de lado, con un cojín en la espalda, mueve sus rodillas hacia adelante y coloca su cabeza hacia abajo para permitir el vómito salga de forma que pueda respirar si vomita.Recuerda que, cuando muevas al paciente hacia un lado, debes asegurarte de que su cuello y la espalda bien apoyados.

3.13. Algunos mitos acerca del servicio de urgenciasEl servicio de urgencias es una alternativa a tu médico de cabecera.FALSO: No es apropiado para ir a Urgencias como una alternativa a tu médico de cabecera.Llamar a una ambulancia hace que te atiendan antes en urgencias.FALSO: Los pacientes se van atendiendo según su grado de importancia, no según su orden de llegada.Todas las lesiones necesitan radiografías.FALSO: El médico o la enfermera podrá examinar al paciente y determinar si es o no necesaria una radiografía. En muchos casos, hacer una radiografía no es necesario.Los médicos de urgencias son más expertos en el tratamiento de los problemas médicos que tu médico de cabecera.FALSO: Tu médico de cabecera es un experto en medicina general. Los médicos de urgencias son especialistas en accidentes y emergencias.Tomar un calmante para el dolor antes de ser visto por un médico, podría enmascarar los síntomas de la lesión.FALSO: Una de las primeras cosas que se hacen a menudo por los médicos es dar un analgésico simple como el paracetamol. Es bastante seguro tomar esto antes de llegar a un médico. Tomando el analgésico para el tratamiento de lesiones de menor importancia

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es la mejor manera de sentirte mejor rápidamente y es un tratamiento eficaz. Siempre sigue las instrucciones en el envase o prospecto.

3.14. Algunos mitos acerca del médico de cabeceraEl médico te tiene que visitar en tu casa.FALSO: Los médicos a decidir si o no a visitar a un paciente en casa, basándose en tus necesidades médicas. Sólo los pacientes que tienen impedimentos graves para llegar a la consulta, son visitados en sus casas.El médico te atiende más rápidamente si pides una visita a domicilio.FALSO: Durante las horas de la consulta, la mayoría de los médicos visitan a los pacientes a última hora del día. Puede que te atiendan antes si vas a las horas de consulta normal. Si puedes ir a la consulta, esto hará que el médico pueda ver más pacientes en lugar de pasar el tiempo viajando y teniendo que retrasar su consulta.Todas las infecciones necesitan antibióticos.FALSO: Los antibióticos no tienen ningún efecto en la mayoría de las infecciones (como los resfriados, la gripe y el dolor de garganta), porque son infecciones causadas por virus. Tomar antibióticos también puede hacer que las bacterias se hagan inmunes y no pueden ser destruidas por los antibióticos, lo cual es peligroso para toda la población. Los médicos recomiendan que visites a tu farmacéutico para que te aconseje sobre dolencias menores.

CAPÍTULO IVSIGNOS VITALES

4.1. Definición: Los signos vitales son indicadores que reflejan el estado fisiológico de los órganos vitales (Cerebro, corazón, pulmones). Expresan de manera inmediata los cambios funcionales que suceden en el organismo, cambios que de otra manera no podrían ser cualificados ni cuantificados. Los signos vitales normales cambian según la edad, el sexo, el peso, la tolerancia al ejercicio y la enfermedad. Los cuatros principales signos vitales son:1. Frecuencia cardiaca, que se mide por el pulso, en latidos/minuto.2. Frecuencia respiratoria.3. Tensión (presión) arterial.4. Temperatura.

4.2. Frecuencia CardiacaDEFINICIÓN: Es la sensación que se percibe al comprimir una arteria que descansa sobre un plano duro o resistente. Esta es una onda pulsátil, originada por la contracción del ventrículo izquierdo del corazón y que resulta en la expansión y contracción regular del calibre de las arterias.

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La onda pulsátil mencionada anteriormente representa el rendimiento del latido cardiaco, que es la cantidad de sangre que entra en las arterias con cada contracción ventricular y la adaptación de las arterias, o sea, su capacidad de contraerse y dilatarse.La velocidad del pulso (latidos por minuto) corresponde a la frecuencia cardiaca, la cual varía con la edad, sexo, actividad física, estado emocional, fiebre, medicamentos y hemorragias.La sangre es bombeada fuera del corazón a través de tubos elásticos llamados arterias y es en ellas que las pulsaciones son palpables y hasta visibles, permitiendo la cuantificación del ritmo y de la frecuencia cardíaca. El ritmo determina si el pulso es regular o no y la frecuencia, expresa el número de latidos del corazón en un minuto.OBJETIVOS Contar el número de veces que el corazón se contrae en un minuto. Evaluar las características del pulso. Conocer los valores fundamentales para realizar comparaciones.OBSERVACIONES En la toma de la FC, el paciente permanecerá en decúbito supino o sentado. No utilizar el dedo pulgar para tomar el pulso, dado que tiene pulsación propia y

puede confundirse con el pulso del paciente. No comprimir fuertemente el plano óseo para evitar resultados erróneos. Las arterias situadas sobre superficies óseas o tejidos firmes que pueden ser

palpables son:a. Arteria maxilar interna.b. Arteria temporal.c. Arteria subclavia.d. Arteria carótida externa.e. Arteria facial.f. Arteria humeral.g. Arteria radial.h. Arteria femoral.i. Arteria poplítea.

La palpación del pulso puede realizarse sobre cualquier arteria superficial que se apoye en un plano relativamente consistente.Lo usual es que se efectúe sobre la arteria Radial, a nivel de la muñeca, en el denominado "canal del pulso", colocando los dedos índice y medio del explorador sobre el trayecto de la arteria. Como referencia, se localiza del lado del dedo pulgar, a nivel de la muñeca, cerca del extremo externo del antebrazo.MATERIAL Reloj segundero. Fonendoscopio.TÉCNICA

TÉCNICA PUNTO DE ÉNFASIS

Lavado higiénico de manosFrecuencia Cardiaca Periférica1. Explicar al paciente la atención que se le va a prestar.2. Colocar el brazo del paciente apoyado y en reposo.3. Apoyar la yema de los dedos índice, medio y anular

sobre la arteria elegida, ejerciendo presión sobre la misma.

4. Percibir durante unos instantes los latidos antes de iniciar con la contabilidad.

5. Contar las pulsaciones arteriales durante 15 segundos y multiplicar por cuarto.

Si el pulso es irregular, contar durante 1 minuto o tomar pulso apical

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Frecuencia Cardiaca Central o Apical1. Explicar al paciente la atención que se le va aprestar2. Colocar el fonendoscopio sobre el 5to. espacio

intercostal izquierdo, línea media clavicular3. Contar durante 60 segundos

VALORES NORMALES SEGÚN RANGO DE EDAD

RANGO DE EDAD PULSACIONES POR MINUTO

Recién Nacido 120 – 170

Lactante Menor 120 – 160

Lactante Mayor 110 – 130

Niños de 2 a 4 años 100 – 120

Niños de 6 a 8 años 100 – 115

Adulto 60 – 80

REGISTRAR Registrar cuando la medición haya sido central. Registrar cuando se detectan anomalías en el ritmo.ALTERACIONES DEL PULSO Taquicardia sinusal: frecuencia cardiaca que no sobrepasa los 160 latidos por minuto.

Se debe al estímulo del automatismo sinusal por la excitación del simpático; se observa en la fiebre, hipertiroidismo, falla cardiaca y shock.

Taquicardia paroxística: se inicia en forma súbita y la frecuencia está por encima de 160 latidos/min. Se manifiesta con dolor precordial, angustia y palpitaciones.

Bradicardia sinusal: las pulsaciones oscilan entre 40 y 60 latidos/minuto. Se observa en pacientes con hipertensión endocraneana o con impregnación digitálica.

Bradicardia por bloqueo aurículo-ventricular completo: se presenta con pulsaciones entre 30 y 35 latidos/minuto. Es producida por fenómenos asociados con la contracción de las aurículas y ventrículos y se manifiesta por estado sincopal.

4.3. Frecuencia RespiratoriaDEFINICIÓNEs la medición del proceso mediante el cual se toma O2 del aire ambiente y se expulsa el CO2 (Anhídrido carbónico) del organismo. Este proceso se realiza a través de ciclos respiratorios comprende una fase de inspiración y otra de espiración.OBJETIVOS Observar y contabilizar el número de veces que se eleva el tórax en un minuto. Valorar las características y variaciones de la respiración. Conocer los valores fundamentales para realizar comparaciones.OBSERVACIONES Evitar que el paciente se dé cuenta de la técnica a efectuar, dado que puede alterarse

el ritmo. Valorar el ritmo y características de la respiración. Observar cualquier variación del ritmo respiratorio Observar signos de dificultad respiratoria.MATERIAL Reloj segundero.TÉCNICA

TÉCNICA PUNTO DE ÉNFASIS

Lavado higiénico de manos1. El paciente debe permanecer en reposo, y

Se contabilizará durante 60 segundos.

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preferentemente en decúbito supino2. Contabilizar las inspiraciones que realiza el paciente

mediante la observación de los ascensos del tórax.3. Si la observación es dificultosa colocar la muñeca del

paciente sobre el tórax, como si se fuese a contar el pulso.

Percibiendo de esta forma ascensos y descensos del mismo.

VALORES NORMALES SEGÚN RANGO DE EDAD

RANGO DE EDAD RESPIRACIONES POR MINUTO

Recién Nacido 30 - 80

Lactante Menor 20 - 40

Lactante Mayor 20 - 30

Niños de 2 a 4 años 20 - 30

Niños de 6 a 8 años 20 - 25

Adulto 15 - 20

REGISTRO Registrar el ciclo de frecuencia. Registrar cuando se detectan anomalías en las frecuencias.ALTERACIONES DE FRECUENCIA RESPIRATORIA Bradipnea: es la lentitud en el ritmo respiratorio con una frecuencia inferior a 12

respiraciones por minuto. Se encuentra en pacientes con alteración neurológica o electrolítica, infección respiratoria o pleuritis.

Taquipnea: frecuencia respiratoria persistente superior a 20 respiraciones por minuto; es una respiración superficial y rápida. Se observa en pacientes con dolor por fractura costal o pleuritis.

Hiperpnea o hiperventilación: respiración profunda y rápida de frecuencia mayor a 20 respiraciones/minuto. Es producida por ansiedad, ejercicio, alteraciones metabólicas o del sistema nervioso central.

Apnea: es la ausencia de movimientos respiratorios. Disnea: sensación subjetiva del paciente de dificultad o esfuerzo para respirar. Puede

ser inspiratoria o espiratoria. La disnea inspiratoria se presenta por obstrucción parcial de la vía aérea superior y se acompaña de tirajes. La disnea espiratoria se asocia con estrechez de la luz de los bronquiolos y la espiración es prolongada como en los pacientes con asma bronquial y enfisema pulmonar.

Tirajes: indican obstrucción a la inspiración; los músculos accesorios de la inspiración traccionan hacia arriba y atrás, aumentando el diámetro de la cavidad torácica.

Ortopnea: es la incapacidad de respirar cómodamente en posición de decúbito. Respiración de Kussmaul: respiración rápida (frecuencia mayor de 20 por minuto),

profunda, suspirante y sin pausas. Se presenta en pacientes con insuficiencia renal y acidosis metabólica.

Respiración de Cheyne-Stokes: hiperpnea que se combina con intervalos de apnea. En niños este patrón es normal. En adultos, se presenta en lesión bilateral de los hemisferios cerebrales, ganglios basales, bulbo, protuberancia y cerebelo.

Respiración de Biot: se caracteriza por extremada irregularidad en la frecuencia, el ritmo y la profundidad de las respiraciones. Se presentan periodos de apnea. Se observa en meningitis y lesiones de protuberancia y bulbo.

4.4. Presión ArterialDEFINICIÓNLa presión arterial es la resultante del volumen minuto cardíaco (volumen de sangre que bombea el corazón hacia el cuerpo en un minuto) por la resistencia arteriolar periférica,

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esta última determinada por el tono y estado de las arteriolas. En la medida que el tono muscular de estas pequeñas arterias aumenta, eleva la presión arterial como consecuencia del aumento de la resistencia periférica.En condiciones normales, los factores que determinan la presión arterial se mantienen en conjunción armónica, controlados por sistemas de autorregulación que determinan el tono arteriolar, el volumen de sangre intravascular y su distribución.Es la presión creada por la contracción del ventrículo izquierdo, mantenido por la elasticidad de las arterias y reguladas por la resistencia de los vasos periférico al flujo de sangre. Existen dos tipos de medidas de presión: la presión sistólica, que es la presión de la sangre debida a la contracción de los ventrículos, es decir, la presión máxima; y la presión diastólica, que es la presión que queda cuando los ventrículos se relajan; ésta es la presión mínima.La P/A está determinada por el gasto cardiaco y la resistencia vascular periférica; por ello la PA refleja tanto el volumen de eyección de la sangre como la elasticidad de las paredes arteriales.OBJETIVOS Determinar la sístole y diástole. Conocer las variantes de la presión arterial. Detectar presencia de patologías. Conocer los valores fundamentales para realizar comparaciones.OBSERVACIONES Adecuar el tamaño del esfigmomanómetro a la estructura anatómica del paciente. Comprobar que el indicador del manómetro esta en cero Retirar cualquier pieza de ropa que pueda comprimir el brazo. Colocar el manguito encima de la piel. No sujetar y/o apretar el manguito con las manos durante la toma de P/A. En caso de amputación o quemaduras, la medición se realizara en el musculo

utilizando la arteria poplítea. La técnica será la misma que la empleada en la toma de P/A en el brazo.

En caso de infección cutánea, proteger el antebrazo con una gasa antes de colocar el manguito.

Compruebe previamente que no existen fugas ni en el esfigmomanómetro ni en el fonendoscopio

La P/A no debe ser evaluada tras un esfuerzo. Si es necesario repetir la medición, esperar al menos 1 minuto.MATERIAL Esfigmomanómetro. Fonendoscopio.TÉCNICA

TÉCNICA PUNTO DE ÉNFASIS

Lavado higiénico de manos1. Explicar al paciente la atención que se le va a prestar.2. Colocar al paciente en decúbito supino o sentado.3. Colocar el brazo del paciente extendido, apoyado sobre

un plano duro.4. Colocar el manguito, firmemente sujeto, alrededor del

brazo.5. Palpar la arteria humeral en la fosa anterocubital.6. Colocar la membrana del fonendoscopio sobre la arteria

humeral.7. Cerrar la válvula del aire.8. Insuflar rápidamente el manguito hasta 180 mm de Hg.9. Abrir la válvula dejando salir gradualmente el aire hasta

Aproximadamente 2,5 cm. por encima de flexura del codo.No colocar el fonendoscopio por debajo del maguito.Si se detectan latidos por encima de 180 mm, volver a insuflar elevando la presión hasta que desaparezca.Si el latido no es auditable, palpar la

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escuchar el primer latido.10. Observar el número de la columna o del reloj; el 1er.

latido nos indica la presión sistólica.11. Continuar dejando salir el aire hasta que se detengan

los sonidos; la lectura indica la presión diastólica.12. Eliminar el resto del aire.13. Retirar el manguito.

arteria radial y hacer la lectura al sentir el primer latido (la diastólica no se puede medir mediante este método).

VALORES NORMALES SEGÚN RANGO DE EDAD

RANGO DE EDAD PRESIÓN SISTÓLICA PRESIÓN DIASTÓLICA

Lactante 60-90 30-60

2 años 78-112 48-78

8 años 85-114 52-85

15 años 95-135 58-88

Adulto < 130 < 85

REGISTRO Registrar parámetros de P/A sobre los rangos normales.ALTERACIONES DE PRESIÓN ARTERIAL Hipertensión Arterial: se pueden presentar alzas fugaces de tensión arterial, resultado

de diversas circunstancias como ejercicio físico y estados de dolor y ansiedad. La hipertensión está definida, por lo general, con base en la presión diastólica, puesto que es más estable que la presión sistólica, que responde a gran variedad de estímulos. El diagnóstico de hipertensión debe hacerse después de encontrar cifras tensiónales altas (diastólica >90 mm Hg) en repetidos exámenes al paciente.

Hipotensión arterial: las cifras tensiónales sistólicas oscilan entre 90 y 110 mmHg; se considera disminución del gasto cardiaco en pacientes con hipovolemia, malnutrición y algunas enfermedades neurológicas. Algunos signos y síntomas son astenia, somnolencia, mareos y lipotimias.

Hipotensión postural: disminución de la presión sistólica >15 mmHg y caída de la presión diastólica. Se caracteriza por mareo y síncope. Se diagnostica midiendo primero la presión sanguínea en decúbito supino y repitiendo la medición con el paciente de pie. El resultado normal es ligera o ninguna disminución de la presión sistólica y ligero incremento de la presión diastólica.

4.5. TemperaturaDEFINICIÓNLa temperatura normal del cuerpo varía según la persona, la edad, la actividad y el momento del día. La temperatura corporal normal promedio que generalmente se acepta es de 37 ºC. Una temperatura por encima de 38 °C generalmente significa que usted tiene una fiebre causada por una infección o una enfermedad.La temperatura corporal normalmente cambia a lo largo del día.El calor corporal es producido por reacciones químicas intracelulares, de tal forma que existe un nivel mínimo cuando individuo está en reposo y el metabolismo corporal está disminuido (3 a 4 de la madrugada) y un máximo en horas de la noche; sin embargo, estas variaciones dependen de ciertos factores como el ambiente, la actividad física, la alimentación, las hormonas y siempre dentro de un rango de normalidad.Es el equilibrio entre la producción de calor por el cuerpo y su pérdida. El centro termorregulador está situado en el hipotálamo. Cuando la temperatura sobrepasa el nivel normal se activan mecanismos como vasodilatación, hiperventilación y sudoración que promueven la pérdida de calor. Si por el contrario, la temperatura cae

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por debajo del nivel normal se activan mecanismos como aumento del metabolismo y contracciones espasmódicas que producen los escalofríos.OBJETIVOS Medir y conocer el grado de calor del cuerpo humano. Conocer los valores fundamentales para realizar comparaciones.OBSERVACIONES Antes de colocar el termómetro, asegurar que el mismo este por debajo de 35 °C. Tomar siempre el termómetro por la zona opuesta al mercurio Al colocar el termómetro, comparar que el bulbo este en contacto con la piel Evitar que al hacer descender el mercurio toque con planos duros que ocasionen su

rotura. Si la lectura de la temperatura es significativamente anormal, en cualquier extremo de

la escala, tomas de la temperatura con otro termómetro. Utilizar siempre termómetros correctamente limpios y secos. No limpie nunca los termómetros con agua caliente. Desinfecte los termómetros antes y después de su uso sumergiéndolos en líquido

antiséptico.MATERIAL

Termómetro clínico. Reloj segundero.TÉCNICA

TÉCNICA PUNTO DE ÉNFASIS

Lavado higiénico de manos. Explicarle al paciente que le va a prestar.TEMPERATURA AXILAR 1. Colocar el termómetro en la posición correcta. 2. Verificar que el paciente apoya el brazo sobre el tórax

cuando la toma se cuando se esté tomado su temperatura. 3. Retirar el termómetro. 4. Efectuar su lectura. 5. Depositar el termómetro en riñón.TEMPERATURA RECTAL Colocar al paciente en decúbito lateral con las piernas

flexionadas. Colocarse guantes de procedimientos Lubricar el termómetro. Introducir suavemente por la zona de depósito del mercurio. Mantenerlo colocado durante 2 minutos. Retirar el termómetro. Limpiar su extremo con una gasa. Efectuar su lectura. Depositar el termómetro en el riñón Retirar guantes de procedimiento y eliminar.

La zona del mercurio estará en contacto con la piel.Mantener en esta posición de 3 a 5 minutos.

VALORES NORMALES SEGÚN RANGO DE EDAD

RANGO DE EDAD GRADOS CENTÍGRADOS (°C)

Recién Nacido 36,1 – 37,7

Lactante 37,2

Niños de 2 a 8 años 37,0

Adulto 36,0 – 37,0

REGISTRO

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Especificar si la lectura es axilar o rectal.ALTERACIONES DE LA TEMPERATURA Pirexia o hipertermia: temperatura por encima del límite superior normal. Se presenta aumento de la frecuencia cardiaca, escalofríos, piel pálida y fría y lechos ungueales cianóticos, por vasoconstricción. Hipotermia: temperatura corporal por debajo del límite inferior normal. Se puede presentar somnolencia e incluso coma, lo cual, favorece la inadecuada producción de calor y la aparición de hipotensión, disminución de la diuresis, desorientación, sensación de frío y piel pálida y fría.

A modo de conclusión:Se denominan signos vitales, las señales o reacciones que presenta un ser humano con vida que revelan las funciones básicas del organismo. Los Signos Vitales son: Respiración, Pulso, Temperatura y Presión Arterial. Al prestar primeros auxilios es importante valorar el funcionamiento del organismo y detectarlas alteraciones que son frecuentes en caso de accidentes; para ello es necesario controlar la respiración y el pulso. La determinación de la Temperatura y Presión Arterial se realiza a nivel institucional debido a que casi nunca poseemos los equipos para la medición de estos dos signos vitales. En primeros auxilios su utilización es limitada.La determinación de los signos vitales tiene particular importancia en los servicios de urgencia, donde llegan pacientes con gran variedad de cuadros clínicos, algunos en estado crítico.

CAPÍTULO VCAÍDAS Y ACCIDENTES

5.1. CaídasLas caídas son especialmente peligrosas para las personas que tienen osteoporosis. Si usted se rompe un hueso, puede que tarde mucho tiempo en recuperarse. Aprender a prevenir las caídas puede ayudarle a evitar las fracturas de huesos y los problemas que éstas traen consigo.Caerse es algo serio a cualquier edad, pero lo es mucho más para las personas mayores que son propensas a romperse un hueso con la caída.Si usted tiene una enfermedad llamada osteoporosis, usted es más propenso a romperse un hueso si se cae. A la osteoporosis se le ha llamado “la enfermedad silenciosa” porque los huesos se vuelven débiles sin mostrar ningún síntoma. Puede que usted no sepa que tiene esta enfermedad hasta que se le rompa un hueso debido a un tirón, un tropiezo o una caída.

Datos y cifras Las caídas son la segunda causa mundial de muerte por lesiones accidentales o no

intencionales. Se calcula que anualmente mueren en todo el mundo unas 424 000 personas debido

a caídas, y más de un 80% de esas muertes se registran en países de bajos y medianos ingresos.

Los mayores de 65 años son quienes sufren más caídas mortales. Cada año se producen 37,3 millones de caídas cuya gravedad requiere atención

médica. Las estrategias preventivas deben hacer hincapié en la educación, la capacitación, la

creación de entornos más seguros, la priorización de la investigación relacionada con las caídas y el establecimiento de políticas eficaces para reducir los riesgos.

Las caídas se definen como acontecimientos involuntarios que hacen perder el equilibrio y dar con el cuerpo en tierra u otra superficie firme que lo detenga. Las lesiones relacionadas con las caídas pueden ser mortales, aunque la mayoría de ellas no lo son.[1] Por ejemplo, en la población infantil de la República Popular de China, por cada

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muerte debida a caídas hay 4 casos de discapacidad permanente, 13 que necesitan más de 10 días de hospitalización, 24 que necesitan 1 a 9 días de hospitalización, y 690 que buscan atención médica o faltan al trabajo o a la escuela.

El problemaLas caídas son un importante problema mundial de salud pública. Se calcula que anualmente se producen 424 000 caídas mortales, lo que convierte a las caídas en la segunda causa mundial de muerte por lesiones no intencionales, por detrás de los traumatismos causados por el tránsito. Más del 80% de las muertes relacionadas con caídas se registran en países de bajos y medianos ingresos, y más de dos terceras partes de esas muertes se producen en las Regiones del Pacífico Occidental y Asia Sudoriental. Las mayores tasas de mortalidad por esta causa corresponden en todas las regiones del mundo a los mayores de 60 años.Cada año se producen 37,3 millones de caídas que, aunque no sean mortales, requieren atención médica y suponen la pérdida de más de 17 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD).[2] La mayor morbilidad corresponde a los mayores de 65 años, a los jóvenes de 15 a 29 años y a los menores de 15 años. Cerca de un 40% de los AVAD perdidos en todo el mundo debido a las caídas corresponden a los niños, pero es posible que este parámetro no refleje con exactitud el impacto de las discapacidades relacionadas con las caídas en las personas mayores, que tienen menos años de vida que perder. Además, quienes padecen discapacidad a causa de las caídas, y en particular los ancianos, corren más riesgo de necesitar atención a largo plazo e ingreso en alguna institución.Las lesiones relacionadas con las caídas tienen un costo económico considerable. El costo medio para el sistema sanitario por cada lesión relacionada con caídas en mayores de 65 años es de US$ 3611 en Finlandia y US$ 1049 en Australia. Los datos procedentes del Canadá indican que la aplicación de estrategias preventivas eficaces y la consiguiente reducción de las caídas de los menores de 10 años en un 20% supondría un ahorro neto de más de US$ 120 millones al año.

Grupos de riesgoAunque las caídas conllevan un riesgo de lesión en todas las personas, su edad, sexo y estado de salud pueden influir en el tipo de lesión y su gravedad.

EdadLa edad es uno de los principales factores de riesgo de las caídas. Los ancianos son quienes corren mayor riesgo de muerte o lesión grave por caídas, y el riesgo aumenta con la edad. Por ejemplo, en los Estados Unidos de América un 20 a 30% de las personas mayores que se caen sufren lesiones moderadas o graves, tales como hematomas, fracturas de cadera o traumatismos craneoencefálicos. La magnitud del riesgo puede deberse, al menos en parte, a los trastornos físicos, sensoriales y cognitivos relacionados con el envejecimiento, así como a la falta de adaptación del entorno a las necesidades de la población de edad avanzada.Otro grupo de riesgo es el formado por los niños, cuyas caídas se deben en gran parte a su estado de desarrollo, a su curiosidad innata y al aumento de su nivel de independencia, que les lleva a adoptar conductas de más riesgo. Aunque la supervisión insuficiente de los adultos es un factor citado frecuentemente, las circunstancias suelen ser complejas y hay interacciones con la pobreza, la monoparentalidad y los entornos particularmente peligrosos.

SexoAmbos sexos corren el riesgo de sufrir caídas en todos los grupos de edad y todas las regiones. Sin embargo, en algunos países se ha observado que los hombres tienen mayor probabilidad de sufrir caídas mortales, mientras que las mujeres sufren más

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caídas no mortales. Las ancianas y los niños pequeños son especialmente propensos a las caídas y a una mayor gravedad de las lesiones consiguientes. Las tasas de mortalidad y los AVAD perdidos son sistemáticamente mayores en los varones en todo el mundo. Entre las posibles explicaciones de este hecho se encuentran los mayores niveles de comportamientos de riesgo y la mayor peligrosidad de las actividades laborales.Otros factores de riesgo son: actividad laboral en las alturas y otras condiciones de trabajo peligrosas; consumo de alcohol y drogas; factores socioeconómicos tales como pobreza, hacinamiento en el hogar,

monoparentalidad, y corta edad de la madre; trastornos médicos subyacentes, tales como trastornos neurológicos, cardíacos u

otras afecciones discapacitantes; efectos colaterales de los medicamentos, inactividad física y pérdida de equilibrio,

sobre todo en las personas mayores; problemas cognitivos, visuales y de movilidad, especialmente entre quienes viven en

instituciones tales como las residencias de ancianos o los centros de atención a pacientes crónicos;

falta de seguridad del entorno, especialmente en el caso de las personas con problemas de equilibrio o de visión.

PrevenciónLas estrategias de prevención de las caídas deben ser integrales y polifacéticas; dar prioridad a la investigación y a las iniciativas de salud pública para definir mejor la carga, explorar los factores de riesgo y utilizar estrategias preventivas eficaces; apoyar políticas que creen entornos más seguros y reduzcan los factores de riesgo; fomentar medidas técnicas que eliminen los factores que posibilitan las caídas; impulsar la formación de los profesionales sanitarios en materia de estrategias preventivas basadas en datos científicos, y promover la educación individual y comunitaria para aumentar la concienciación.Los programas eficaces de prevención de las caídas tienen como objetivo reducir el número de personas que las sufren, disminuir su frecuencia y reducir la gravedad de las lesiones que producen. Los programas de prevención de las caídas en los ancianos pueden incluir varios componentes para identificar y modificar los riesgos, tales como: examen del entorno donde vive la persona para detectar riesgos; intervenciones clínicas para identificar factores de riesgo, tales como el examen y

modificación de la medicación, el tratamiento de la hipotensión, la administración de suplementos de calcio y vitamina D o el tratamiento de los trastornos visuales corregibles;

evaluación del domicilio y modificación del entorno en casos con factores de riesgo conocidos o antecedentes de caídas;

prescripción de dispositivos asistenciales apropiados para paliar los problemas físicos y sensoriales;

fortalecimiento muscular y ejercicios de equilibrio prescritos por profesionales sanitarios con formación adecuada;

programas grupales comunitarios que pueden incorporar componentes como la educación para prevenir las caídas y ejercicios del tipo del tai-chi o de equilibrio dinámico y fortalecimiento muscular;

uso de protectores de la cadera en personas con riesgo de fractura de la cadera en caso de caída.

En los niños, las intervenciones eficaces incluyen programas comunitarios polifacéticos; modificaciones técnicas del mobiliario, de los equipos de las zonas de recreo y de otros productos; y leyes sobre la instalación de protecciones en las ventanas. Otras

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estrategias preventivas prometedoras son el uso de raíles o barreras de protección, los programas de visitas a domicilio, las campañas educativas públicas masivas y la formación de las personas y las comunidades en materia de atención médica pediátrica aguda en caso de caída.

[1] En la base de datos de la OMS sobre la Carga Mundial de Morbilidad, las muertes y las lesiones no mortales relacionadas con caídas excluyen las caídas debidas a agresiones y lesiones autoprovocadas, las caídas desde animales, edificios en llamas o vehículos de transporte y las caídas en fuegos, agua o máquinas.[2] Los AVAD amplían el concepto de años de vida potenciales perdidos por muerte prematura, incluyendo los años de vida "saludable" perdidos en virtud de encontrarse en un estado de mala salud o discapacidad.

5.2. Accidentes Accidente: Fenómeno imprevisto, especialmente de carácter traumático.

Acción o suceso eventual que altera el orden regular de las cosas de modo involuntario del cual resulta daño para las personas o las cosas.En el ámbito laboral, se considera accidente de trabajo toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena. Dentro de las lesiones corporales se encuentran desde luego las enfermedades que contraiga el trabajador con motivo de la realización de su trabajo e incluso los agravamientos de enfermedades y defectos que se padecían con anterioridad. Por otra parte, el que la lesión se produzca con ocasión o a consecuencia del trabajo, se entiende de forma amplia y no hace falta que su causa sea laboral en sentido estricto, englobando las que se produzcan durante actividades marginales también relacionadas con el trabajo, como cursillos de perfeccionamiento o en la práctica de deportes promocionados por la empresa. Dentro de esta categoría laboral se tipifica el de accidente in itinere, cuando el trabajador lo sufre al ir o al volver del centro de trabajo. La importancia de calificar como laboral un accidente reside en el tratamiento privilegiado que reciben éstos en el marco de la Seguridad Social, fundamentado en la necesidad de protección de los riesgos del trabajo y en la compensación para quienes soportan consecuencias negativas para su salud. En muchos países donde la organización sindical democrática es frágil o inexistente, por lo general, estas leyes no se observan ni se cumplen.En la sociedad moderna hay otro tipo de accidentes que destacan por su frecuencia, llegando a ser una de las principales causas de muerte en las sociedades desarrolladas los relacionados con el tráfico automovilístico.Los accidentes se producen en el hogar, a los niños, en el campo (herramientas y máquinas, animales), por fuego, en el agua, en la ciudad: (accidentes de tránsito), en la escuela, en el trabajo, etc.

Accidentes en el hogar:Consideramos y pensamos que el hogar es lugar tranquilo, seguro y sin riesgos donde podemos disfrutar del calor y la compañía de los nuestros; y es en este lugar donde el peligro también nos acecha y se in filtra de continuo causando accidentes como heridas, fracturas, luxaciones, quemaduras, etc.

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Prevención:Los accidentes pueden evitarse si cuidamos algunos detalles, y tomamos precauciones sencillas dictadas por la razón y el buen juicio, que por la ciencia.Las causas más frecuentes son:* Falta de orden. .* Falta de luz.* Pisos resbalosos.* Defectos de la casa o reparaciones insuficientes.* Uso inadecuado de materiales.* Los apuros.* Defectos físicos y enfermedades.

VALORACIÓN DE LA PERSONAProcedimiento• Mediante un examen completo del accidentado se pretende explorar todos los Signos

físicos y cambios de comportamiento que éste pudiera presentar. Usualmente se practica después que el auxiliador ha escuchado la historia del caso y los síntomas que manifiesta el lesionado.

• El Examen de un lesionado ha de ser completo y cuidadoso evitando la manipulación excesiva e innecesaria que puede agravarlas lesiones ya existentes o producir unas nuevas.El método de examen a emplear dependerá de las circunstancias en las cuales se lleva a cabo. Así, en los accidentes callejeros es deseable un método rápido para obtener un diagnóstico provisional y descubrir las lesiones que requieran tratamiento inmediato, antes de movilizar al lesionado.

• El lesionado debe permanecer a la intemperie el menor tiempo posible, de hecho, el examen puede realizarse de tal manera que la mayor parte de su cuerpo permanezca cubierto durante el proceso.Para esto las mantas y frazadas podrán ser utilizadas en el manejo inmediato, pudiendo ser parcialmente retiradas con el fin de poner al descubierto regiones individuales del cuerpo, que tan pronto como se hayan examinado podrán volver a cubrirse.

• No sobra mencionar el peligro que supone mover una persona sin conocer la naturaleza de sus lesiones. Son muchos los casos donde es enteramente posible examinar al lesionado en la posición en que ha sido encontrado.

• Al examinar un lesionado, se debe ser metódico y ordenado, desde luego guiándose por la clase de accidente o enfermedad súbita y las necesidades que reclame la situación. Debe haber una razón para todo lo que se haga.

• El primer paso en el examen de cualquier parte del cuerpo es la llamada inspección. Consiste en revisar con cautela y cuidado la parte que va a ser objeto de examen antes de tocarla. La inspección inicial descubre a menudo alteraciones que de otra manera pudieran pasar desapercibidas.

• Es importante una comparación cuidadosa con el objeto de descubrir las deformaciones naturales que ocasionalmente se encuentran en personas sanas.

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• Después de la inspección el auxiliador debe palpar cuidadosamente la parte afectada, poniendo especial atención en los huesos.

• En un lesionado consciente el principal objeto de examen es descubrir las partes sensibles, pero en el que ha perdido el conocimiento el método es todavía útil, ya que puede descubrirse alguna irregularidad en los huesos, etc.

• Consideramos pertinente aclarar el significado de los términos signo y síntoma: SIGNO: Lo que el auxiliador observa en el lesionado.SÍNTOMA: Los que el lesionado manifiesta.

CAPÍTULO VIREANIMACIÓN CARDIO-PULMONAR BÁSICA (RCP BÁSICA)

Introducción a la Reanimación Cardio-Pulmonar Básica (RCP)La respiración es la función que permite de una forma constante el intercambio de aire

en los pulmones a través de la inspiración y la espiración.En los pulmones, la sangre que llega a ellos por las arterias pulmonares, se purifica

con el oxígeno inhalado y desprende el CO2 que posteriormente es espirado al exterior. La sangre purificada regresa al corazón por las venas pulmonares.

El aparato circulatorio y el aparato respiratorio son dos sistemas de vital importancia al ser los encargados de proporcionar el oxígeno necesario para el funcionamiento de todo el organismo. La falta de oxígeno produce isquemia y ésta, produce la necrosis o destrucción de los tejidos.

Las causas más frecuentes de falta de oxígeno son las paradas respiratorias que impiden la entrada de oxígeno en el organismo, y los accidentes cardiovasculares, en los que se produce una obstrucción de alguna arteria que impide la correcta oxigenación del órgano irrigado por ésta (corazón, cerebro, riñón, etc.).

Aproximadamente un 50% de los fallecimientos se deben a enfermedades cardiovasculares y de ellas, las dos terceras partes son debidas a enfermedad coronaria obstructiva. El 60% de los casos de muerte súbita por enfermedad cardio-vascular se producen en el ámbito extrahospitalario, en la comunidad y según los expertos, el 40% de estos fallecimientos se podría evitar si se aplicara una correcta reanimación cardiopulmonar (RCP) con la menor demora posible. Tras una parada cardio-respiratoria el porcentaje de supervivencia disminuye un 10% por cada minuto que se pase sin recibir asistencia.

En la medida en que la oxigenación cerebral es el objetivo más importante en una urgencia de este tipo, podemos deducir que las dos actuaciones más importantes son: reanudar la respiración (la oxigenación) y la circulación (la distribución del oxígeno) lo antes posible.

Éste va a ser el objetivo de la reanimación cardio-pulmonar. Este tipo de reanimación no sólo va a ser necesaria cuando se produce un accidente cardiovascular, sino que también va a ser útil en todas aquellas ocasiones en las que se produzca una parada cardio-respiratoria.

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6.1. Parada RespiratoriaDefiniciónLa parada respiratoria comúnmente denominada asfixia se produce cuando la respiración de una persona se ve comprometida o ha cesado, lo que puede ocurrir por diversos motivos.Aunque no llega aire a los pulmones, el corazón sigue bombeando sangre que, al llegar a los pulmones no encuentra oxígeno para purificarse pero sí anhídrido carbónico, y así completa el circuito volviendo al corazón y al organismo cargada de CO2.En este caso, el cerebro deja de recibir oxígeno y como consecuencia, ocurre una pérdida de conciencia. La persona que no respira (es decir, que tiene una parada respiratoria), puede estar o no consciente, y tiene pulso. Si esta situación se prolonga el corazón falla por falta de oxígeno y deja de latir, desapareciendo el pulso y produciéndose lo que se denomina parada cardio-respiratoria.EtiologíaLas causas que pueden producir una parada respiratoria son varias, entre ellas podríamos diferenciar las que se producen por obstrucción de las vías aéreas y las que se producen por interferencia en los mecanismos de la respiración en los distintos niveles. En el primer caso, habría una obstrucción de las vías aéreas que impide la entrada de aire al pulmón, produciéndose una parada respiratoria. Entre la obstrucción de las vías aéreas, podemos considerar el atragantamiento (en el que un cuerpo extraño obstruye la vía aérea), el ahogamiento, el enterramiento, el ahorcamiento y el estrangulamiento. Por interferencia en los mecanismos de la respiración, podemos considerar la inhalación de gases tóxicos, la falta de oxígeno, los traumatismos y lesiones en centros respiratorios, las lesiones medulares, las descargas eléctricas y la intoxicación por drogas especialmente las depresoras del SNC.• Obstrucción de las vías aéreasAtragantamiento: En el Módulo IV, se señala cómo la vía digestiva y respiratoria comparten boca y faringe, lo que quiere decir que en ellas circulan tanto aire como alimentos, esto es, ocurren de manera alternativa la respiración y la ingesta. El aparato digestivo se continúa con el esófago y el respiratorio con la laringe. Por esta razón a veces se come aire, lo que no supone excesivo problema para el organismo, pero a veces, en circunstancias especiales, se pueden introducir alimentos en la vía respiratoria. Es lo que comúnmente se denomina atragantamiento y puede llegar en caso extremo (pero no infrecuente) a obstruir totalmente la vía aérea produciéndose una situación de urgencia por asfixia del individuo.En casos de pérdida de conciencia, también existe la posibilidad de que una persona se atragante con su propia lengua.Ahogamiento y enterramiento: En el ahogamiento también se produce una obstrucción total de la vía respiratoria al entrar sustancias líquidas. En el enterramiento se producen obstrucciones totales o parciales de la vía aérea y presión sobre el organismo que impide la respiración.Estrangulamiento y Ahorcamiento: En estos casos, la obstrucción de la vía aérea se produce desde el exterior, ocluyéndose éstas por presión o afectación traqueal.En todos estos casos, lo primero que se debe hacer es liberar la vía aérea obstruida para posteriormente iniciar una respiración artificial si fuese necesario.• Afectación de los mecanismos que posibilitan la respiraciónEn este caso, aunque la vía aérea no está obstruida, se ve afectado el mecanismo de la respiración (sistema muscular respiratorio, sistema nervioso de inervación, sistema nervioso central de control, entre otros), bien por lesión o bien por falta de oxígeno. La consecuencia es la ausencia de respiración espontánea.Inhalación de gases tóxicos o falta de oxígeno En este caso, el aire (vehículo del oxígeno que respiramos) es sustituido por gases posee insuficiente contenido de oxígeno. La hipoxia cerebral consecutiva acabará produciendo una parada respiratoria.

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Los traumatismos y lesiones en centros respiratorios y lesiones medulares: En estos casos se produce una lesión del sistema nervioso central o periférico (comúnmente por traumatismo) inhibiéndose la respiración.También existen enfermedades sistémicas que afectan al mecanismo de la respiración y pueden producir paradas respiratorias.Descargas eléctricas: La descarga eléctrica o electrocución es el paso de electricidad por el organismo que puede producir parálisis de los músculos respiratorios y parada respiratoria.Intoxicación por drogas, especialmente las depresoras del SNC: La intoxicación por diversas drogas y sustancias de abuso puede producir parada respiratoria al afectar los centros cerebrales y/o musculares que intervienen en la respiración.En todos estos casos, tras comprobar que no existe una obstrucción de la vía aérea y que ésta está permeable, se iniciará la respiración artificial.Actuación ante una parada respiratoriaComo se ha señalado previamente, lo primero que hay que hacer es ver si es posible saber el motivo que ha ocasionado la parada respiratoria.En los casos en que la causa que la ha producido continúe, hay que apartar a la persona del medio en el que se ha producido dicha situación. Así, en caso de que alguien esté expuesto a gases tóxicos o ambientes sin oxígeno, se va a producir una progresión desde la somnolencia hasta la inconsciencia con parada respiratoria si no se le aparta rápidamente de ese ambiente. Por lo tanto, la primera actuación sería sacar a la persona del lugar en el que se encuentra o abrir ventanas y/o puertas para oxigenar el ambiente y que salgan los gases.La siguiente actuación es comprobar las constantes vitales de la persona accidentada, solicitar ayuda de emergencia y de ser necesario se iniciaría la respiración artificial o la RCP hasta que llegue la ayuda profesional.El mismo protocolo hay que seguir en el caso de un ahogamiento, aunque en este caso, habría que intentar situar a la persona recostada con la cabeza hacia abajo para intentar que salga el líquido de los pulmones.Se puede conseguir el mismo efecto estando la persona boca arriba (lo que permitiría en caso de ser necesario comenzar con la respiración artificial), se le girará la cabeza para que ésta quede de lado y se le presionará el tórax o se le abrazará con sus propios brazos. Puede quitársele la ropa mojada y taparle con una manta para que el cuerpo conserve la temperatura, aunque esta operación puede posponerse a la práctica de la respiración artificial o simultanearla si hay ayuda.En el caso de un electrocutamiento habrá que desconectar la fuente de electricidad y nunca tocar directamente a la persona en situación de electrocución.En el caso de un atragantamiento, hay que seguir un protocolo concreto que tiene tres ejes: a) la edad del sujeto atragantado (lactante, niño o adulto); b) el grado de obstrucción de la vía aérea (parcial o completa) y, c) el nivel de conciencia del sujeto (conciencia-inconsciencia).Hay que tener en cuenta que tras la recuperación de una parada respiratoria e incluso tras los primeros auxilios en los casos anteriormente citados, es conveniente la valoración médica para lo cual se hace indispensable el traslado de la víctima a un hospital, ya que siempre pueden existir complicaciones médicas que deben ser valoradas.• Obstrucción de la vía aérea en el adultoSi la persona está consciente y puede hablar o toser, la tráquea no está cerrada y la obstrucción es parcial.En este caso, hay que tranquilizarle y animarle a toser, para que con la tos pueda expulsar el cuerpo extraño.

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Si por el contrario, no puede hablar o toser, la obstrucción es completa. En este caso, y ante una persona consciente, se iniciará lo que se conoce como la maniobra de Heimlich: Hay que colocarse detrás de la persona atragantada, rodear su cintura con ambos brazos, colocar el puño con la zona del pulgar hacia adentro en el abdomen de la víctima, y agarrando el puño con la otra mano, presionar hacia adentro y hacia arriba con movimientos rápidos hasta que salga el cuerpo extraño o hasta que la persona, como consecuencia de la asfixia por la falta de aire, pierda el conocimiento. En ese caso se pasará al protocolo de persona inconsciente.La maniobra de Heimlich no se utiliza cuando la víctima es obesa, ya que no es eficaz, o ante una mujer en el tercer trimestre de embarazo, ya que puede ser peligroso para el feto. En estos casos, se sustituye por la maniobra de compresión torácica en la que poniéndose detrás de la persona atragantada, se pasan los brazos bajo sus axilas. Se coloca el puño con la zona del pulgar hacia adentro en el centro del esternón, agarrando el puño con la otra mano y presionando hasta que se expulse el cuerpo extraño o hasta que la persona pierda la consciencia como consecuencia de la asfixia.Si la persona está inconsciente, lo que hay que hacer es abrir la vía aérea y valorar si la persona respira. Si no respira, se le dan dos ventilaciones artificiales ventilando hasta un total de cinco intentos si fuese necesario.Si existe obstrucción completa no será posible ventilar al paciente y es frecuente que el cuerpo extraño que produce la obstrucción esté localizado en la entrada de la laringe, por lo que puede ser extraído mediante la maniobra de barrido digital. Esta maniobra consiste en abrir la boca del paciente agarrando la lengua y la mandíbula con una mano e introduciendo el índice de la otra mano envuelto en un pañuelo o gasa, deslizándolo por la pared lateral de la boca. Cuando se llega a la hipofaringe, se flexiona ese dedo formando un gancho, restregándolo por la pared lateral de la boca y extrayendo todos los cuerpos extraños que se encuentren.Tras liberar la vía aérea, se comienza con la maniobra de compresión abdominal (que es la maniobra de Heimlich para personas inconscientes) y que consiste en sentarse a horcajadas a la altura de los muslos de la persona atragantada, colocar el talón de una mano sobre el abdomen de ésta, en la línea media entre el ombligo y la apófisis xifoides, y la otra mano encima de la primera, presionando hacia arriba con compresiones rápidas. Se realizan cinco compresiones seguidas.Si la persona estuviese embarazada en el tercer trimestre o tuviese una obesidad importante, en vez de compresiones abdominales, se realizan cinco compresiones torácicas como en el masaje cardíaco.Por tanto, la secuencia que hay que repetir hasta solucionar la obstrucción es la siguiente:– Barrido digital– Intentar ventilar– 5 compresiones abdominales (excepto en embarazadas y obesos).A veces, cuando el paciente permanece sin oxígeno durante algún tiempo, la musculatura de la vía aérea se relaja y es posible que maniobras anteriormente ineficaces, posteriormente sí lo sean.Tras resolver la obstrucción de la vía aérea, hay que valorar si la persona está consciente o inconsciente, si respira espontáneamente, si está en parada respiratoria o en parada cardio-respiratoria.Si la persona continúa en parada respiratoria, lo primero que hay que hacer es comprobar de nuevo que la vía respiratoria esté libre para iniciar una respiración asistida que provea de oxígeno al cerebro utilizando el oxígeno que existe en el aire espirado de quien hace la reanimación y que es suficiente para mantener un mínimo de oxigenación cerebral que va a ser de vital trascendencia.

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Es importante no desesperar ni interrumpir la respiración asistida aunque el accidentado tarde tiempo en respirar espontáneamente. En caso de parada cardio-respiratoria también se hará la oportuna reanimación cardíaca.• Obstrucción de la vía aérea en el niñoSi el niño está consciente, puede hablar o toser, significa que la tráquea no está cerrada y la obstrucción no es completa. En este caso se procederá a tranquilizar al niño y animarle a toser ya que es muy posible que con la tos pueda expulsar el cuerpo extraño.Si la obstrucción es completa, es decir, que el niño no puede hablar ni toser, pero está consciente, se iniciará la maniobra de Heimlich hasta que salga el cuerpo extraño o el niño pierda el conocimiento por la falta de oxígeno.Hay que recordar que muchas veces, debido a la privación de oxígeno, y como hemos señalado previamente, la musculatura de la vía aérea se relaja y las compresiones que inicialmente no habían sido eficaces, posteriormente pueden serloEstando el niño inconsciente y si tras un minuto de intentar solucionar la obstrucción no se consigue extraer el cuerpo extraño, se seguirá el siguiente protocolo de actuación:Se abre la boca del niño traccionando de la mandíbula y de la lengua. Si se ve algún cuerpo extraño se saca, aunque sin hacer barrido digital a ciegas.– Apertura de la vía aérea.– Intentar ventilar.– Se inicia la maniobra de compresión abdominal (maniobra de Heimlich para pacientes inconscientes).• Obstrucción de la vía aérea en la mujer embarazadaTal y como se señalaba previamente, cuando la víctima es una mujer en el tercer trimestre de embarazo y con el objetivo de que no sea peligroso para el feto, la maniobra de Heimlich se sustituye por la maniobra de compresión torácica: poniéndose detrás de la persona atragantada, se pasan los brazos bajo sus axilas.Se coloca el puño con la zona del pulgar hacia adentro en el centro del esternón, agarrando el puño con la otra mano y presionando hasta que se expulse el cuerpo extraño o hasta que la persona pierda la consciencia como consecuencia de la asfixia.

Técnica de la Respiración ArtificialLa respiración artificial puede ser realizada "boca a boca" y/o mediante instrumentos de respiración artificial.En los niños se realiza la respiración boca a boca-nariz y si la boca está dañada o no se puede abrir, se realiza la respiración boca-nariz.En caso de existir respiración espontánea pero estar la persona inconsciente, y obviamente si no hay riesgo de agravar alguna lesión en caso de haber habido un traumatismo, el paciente debe ser colocado en unaPosición Lateral de Seguridad (PLS), según los siguientes pasos:– Retirar gafas y objetos voluminosos de los bolsillos de la víctima.– Colocar a la persona tumbada lateralmente con el brazo que queda contra el suelo en

ángulo recto con el cuerpo, con el codo doblado y la palma de la mano hacia arriba.– Colocar el otro brazo de manera que la mano quede por encima del hombro contrario.– Dicha mano se acomodará debajo de la cara para mantener la cabeza inclinada.– Colocar la pierna que ha quedado encima, doblada, de forma que la cadera y esa

rodilla estén en ángulo recto.Una vez que el paciente se encuentra en la Posición Lateral de Seguridad se debe llamar al Servicio deEmergencias y regresar a su lado para vigilarle y comprobar que mantiene la respiración.En caso de no existir respiración espontánea hay que realizar la respiración artificial, para lo cual debe procederse de la siguiente manera:

1) Situar al herido tumbado boca arriba.

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Comprobar que realmente no existe respiración espontánea: Mirar, oír y sentir la respiración mientras se mantiene abierta la vía aérea. Mirar y sentir con la mano los movimientos del tórax en caso de que los haya; oír la respiración acercando la oreja a su boca y escuchando posibles ruidos que indiquen dificultades para respirar. Los equipos especializados recomiendan dedicar al menos diez segundos a valorar si la respiración está ausente.2) En caso de estar el paciente inconsciente y no respirar lo primero que hay que hacer es llamar al Servicio de Emergencias.3) Hay que comprobar que está libre y abierta la vía aérea y si no lo está, abrirla. En la persona inconsciente, la lengua tiende a caer hacia atrás por ausencia del tono muscular y obstruye el paso de aire, que, además y como se ha comentado previamente, puede ser obstruido por objetos, alimentos, prótesis dentales, etc. También puede haber ropa que dificulte la respiración. Teniendo esto en cuenta se debe aflojar la ropa que pueda dificultar la respiración, y limpiar la boca de objetos extraños con los dedos.Para abrir la vía aérea y facilitar una posición en la que la propia lengua no impida respirar, la maniobra más frecuentemente utilizadas son las maniobras “frente-mentón” o la de “elevación mandibular”La maniobra “frente-mentón” tiene como objetivo permitir el paso del aire a través de la faringe y de la laringe hasta los pulmones. Para realizarla el reanimador coloca una mano en la cabeza sobre la frente del paciente ejerciendo presión para extender la cabeza hacia atrás, manteniendo libres los dedos pulgar e índice para pinzar la nariz si fuese preciso realizar respiración artificial. Simultáneamente se empuja con la yema de los dedos índice y medio de la otra mano en la parte ósea del mentón (evitando apoyar sobre las partes blandas) elevando y contribuyendo a la extensión del cuello.Si existe sospecha de traumatismo craneoencefálico o de lesión de la columna cervical, la maniobra de “elevación mandibular” es la técnica de elección. Se realiza colocando una mano sobre la frente del paciente para fijar la cabeza, pero sin realizar hiperextensión, mientras con la otra mano se tracciona de la mandíbula hacia arriba. Hay que tener en cuenta que cuando se encuentra a una persona inconsciente y que no respira habrá que presuponer siempre que puede existir daño cerebral o medular y se optará por esta técnica como maniobra de elección para despejar la vía aérea4) Iniciar la ventilación. El sistema más utilizado, como ya hemos señalado es el "boca a boca" que se describe posteriormente a propósito de la parada cardio-respiratoria.

6.2. Parada Cardio-respiratoriaComo su nombre indica cuando además de pararse la respiración se para el corazón, estamos ante una parada cardio-respiratoria. En este caso el individuo siempre está inconsciente, no respira y no tiene pulso.EtiologíaEl corazón se puede parar por diversas causas. Las más frecuentes son: a) cardiopatía o lesión cardíaca (infarto, alteraciones del ritmo, etc.), b) falta de oxígeno (ya que como hemos señalado anteriormente en el caso de una

parada respiratoria, no llega oxígeno al corazón y éste se para, por lo que es importante una pronta ventilación asistida);

c) traumatismos, y d) otras causas más infrecuentes.ProtocoloHabrá que seguir las mismas pautas que se siguen en la parada respiratoria:1) Llamar a los Servicios de Emergencias.2) Comprobar que realmente no exista ventilación espontánea.3) Comprobar que la vía aérea está libre de objetos extraños, abierta (a través de la

maniobra de “elevación mandibular”) y que la ropa no dificulte la respiración.4) Luego se comprobará si hay pulso carotídeo durante 10 segundos.

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4a) Si la persona está inconsciente, no respira y tiene pulso: En este caso se realiza la respiración “boca a boca”, dando una insuflación de 1,5 a 2 segundos de duración cada 5 segundos. Hay que valorar cada minuto los signos de circulación (pulso), no utilizando más de 10 segundos cada vez para esta comprobación.Si la persona comienza a respirar por sí sola pero sigue inconsciente, se le coloca en posición lateral de seguridad.

4b) Si la persona está inconsciente, no respira y no tiene pulso, se inicia el masaje cardiaco externo.Primero se debe localizar el área donde se realizarán las compresiones. Para eso se descubrirá el pecho, se palpará el esternón y se protegerá el apéndice xifoides con dos dedos.A continuación se colocará el talón de la mano derecha sobre el esternón, se pondrá la otra mano encima y, estirando los codos, se dejará caer apoyando el peso del cuerpo sobre el esternón de la víctima.La presión que debe ejercerse sobre el tórax es la que ejerce un adulto de aproximadamente 70 kg.Consiguiendo que el esternón baje entre 3,5 y 5 cms.En caso de que la persona que está haciendo el masaje cardíaco sea más pesada, se apoyará con menos fuerza.Si el masaje se realiza a un niño, se presionará aún con menos fuerza y si se realiza a menores de 7 años, se hará sólo con una mano.A continuación se deja de presionar permitiendo que el tórax recupere su posición inicial sin perder contacto con el área de masaje y se repite a una frecuencia aproximada de 80-100 compresiones por minuto (más o menos una compresión por segundo).Después de las primeras 15 compresiones, hay que realizar 2 insuflaciones. Volver a colocar inmediatamente las manos sobre el esternón localizando de nuevo el área de masaje y dar otras 15 compresiones. Alternar las compresiones y las ventilaciones con una relación 15 a 2.Comprobar que persiste la situación de PCR tomando el pulso carotídeo cada 1-2 minutos, y empleando en dicha maniobra un tiempo máximo de 10 segundos.1

5) Continuar la RCP hasta que el paciente muestre signos de vida, llegue la ayuda cualificada o el reanimador quede exhausto.Como se ha señalado en la metodología de esta sesión, se recomienda dedicar una sesión entera de índole exclusivamente práctica, en la que cada uno de los miembros del grupo pueda ejercitar lo aprendido y simular el masaje cardíaco con un maniquí ex profeso.

RESPIRACIÓN ARTIFICIAL

Existen 3 métodos fundamentales de Respiración Artificial. Son los siguientes:MÉTODO BOCA A BOCAo En primer lugar colocaremos la mano sobre la boca del paciente con el objeto de

percibir algún indicio de respiración. Si no hay respuesta, iniciaremos la ventilación pulmonar:

o Colocar al paciente en posición de decúbito supino sobre plano duro. o El reanimador se colocará al lado de la cabeza del enfermo. o Despejar las vías aéreas, abriendo paso al aire. Hay que dejar la boca limpia de

cuerpos extraños, incluida la dentadura postiza si la hubiera. o Colocar una mano debajo del cuello del paciente y la otra sobre su frente, inclinar la

cabeza hacia atrás, extendiendo al máximo, porque así se despega la base de la lengua de la pared de la faringe, abriendo paso al aire y permitiendo la insuflación de los pulmones. Es lo que denominamos cabeza en hiperextensión.

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o Oprimir las ventanas nasales y soplar enérgicamente en la boca del paciente hasta lograr la elevación del tórax, para ello se debe ajustar perfectamente la boca del reanimador sobre la del paciente.

o Debe hacerse un promedio de 15 a 20 insuflaciones por minuto en adultos. En niños pequeños unas 30-40 insuflaciones por minuto.

o Insuflaremos de nuevo los pulmones tan pronto como el paciente haya exhalado. o NOTA: En la variante de respiración "boca-nariz" mantendremos la boca del

accidentado cerrada e insuflaremos el aire por la nariz.

MÉTODO DE HOLGER-NIELSENo Se trata de una técnica manual muy eficaz en "ahogados". o En principio hay que eliminar cualquier obstrucción de las vías respiratorias. o El accidentado se coloca en posición de decúbito prono con la cabeza ladeada, se le

flexionan los brazos por encima de su cabeza, las manos cruzadas, con las palmas boca abajo.

o El reanimador se arrodilla a la cabecera de la víctima. o La primera espiración se realiza colocando los pulgares a nivel de las escápulas y el

resto de dedos a nivel de las axilas. o El reanimador se inclina hacia delante, llevando su peso sobre la espalda del

paciente. o La inspiración se realiza cogiendo los brazos de la víctima por debajo de los codos y

tirando de ellos hacia sí. o La frecuencia de movimientos será de 8 a 12 por minuto. o CONTRAINDICACIONES: Pacientes con fracturas en la columna vertebral, Fracturas

de costillas, Mujeres embarazadas, Personas muy obesas.

MÉTODO DE SILVESTER

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o Despejar las vías aéreas, abriendo paso al aire. Hay que dejar la boca limpia de cuerpos extraños, incluida la dentadura postiza si la hubiera.

o Se coloca al paciente en posición de decúbito supino, con la cabeza ladeada y con un rodillo de tela debajo de los hombros. Así la cabeza quedará en hiperextensión (posición de Roser).

o El reanimador se arrodilla a la cabecera de la víctima. o Se cogen las muñecas de la víctima, se cruzan sobre el pecho y el reanimador deja

caer su peso sobre los brazos y tórax del accidentado. o Este movimiento hace que se comprima el tórax y se produzca la primera espiración. o La inspiración se realiza llevando los brazos del accidentado hacia atrás hasta tocar el

suelo. o Estos movimientos se realizarán de 8 a 12 veces por minuto.

También existe otro método.

MÉTODO DE SCHAEFFERMasaje cardíaco externoEl paro cardíaco se pone en evidencia por la falta de pulso, detención de la respiración y la pérdida de conocimiento, con hipotonía muscular generalizada, palidez y cianosis.El masaje debe acompañarse de la respiración artificial. Cuando hay un solo auxiliador cada diez compresiones torácicas se deben hacer dos insuflaciones pero si hay dos auxiliadores la relación entre ambas maniobras es cinco a uno.Se coloca a la víctima acostada boca arriba sobre una superficie dura.El auxiliador que va a realizar el masaje cardíaco se ubica a la derecha de la víctima, arrodillado, con los brazos extendidos y sus hombros en la línea media del cuerpo de la víctima. El que realizara la respiración artificial se colocará al otro lado de la víctima. Se colocan los talones de ambas manos o la parte posterior de las palmas superpuestas sobre el esternón en su mitad inferior. Se debe aplicar la presión con el peso del cuerpo, sin flexionar los brazos, en sentido vertical para conseguir una depresión del esternón de tres a cinco centímetros. Debe ser menor en niños, donde a veces es suficiente con una sola mano, y en lactantes en los que basta la presión de dos o tres dedos juntos. La depresión debe ser con una frecuencia de sesenta veces por minuto.Se debe tener la precaución de no hacer la compresión mientras penetra el aire a los pulmones.Las técnicas incorrectas pueden provocar complicaciones como la fractura de costillas o del esternón (igualmente se debe continuar con el masaje), roturas del hígado, de los pulmones y del bazo.Cuando aparece la respiración espontánea, se evitará el enfriamiento abrigando a la víctima, y cuando recobre el conocimiento se le harán oler vapores de sustancias aromáticas.PrevencionesLas personas que no saben nadar deben abstenerse de penetrar en aguas no conocidas o profundas si se encuentran solas, lo harán con mucho cuidado, solo estando

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acompañadas, evitando los grandes esfuerzos musculares, no entrando al agua antes de tres horas de una comida importante, evitar bebidas alcohólicas, no nadar en ayunas o muy lejos de las comidas y no realizar baños prolongados o repetidos para evitar la hipoglucemia, entrar al agua despacio, evitar las apneas voluntarias, salir ante los primeros síntomas de fatiga, escalofríos, cefalea, mareos, malestar general, etc.Los nadadores tampoco deben nadar después de comer para evitar los calambres de estómago, ni en aguas desconocidas, ni con tiempo tormentoso; no se deben alejar de las costas ya que la tercera parte de los ahogados en el mar son nadadores experimentados que se confía en exceso y se alejan demasiado. Deben cuidarse, además, de los enfriamientos bruscos al salir del agua.Más de la mitad de los ahogamientos en las piscinas los sufren los niños sin vigilancia y la mayoría de ahogamientos de los marineros se producen por no cumplir con las normas de seguridad (como el chaleco salvavidas).

REANIMACIÓN CARDIOPULMONARProcedimientoEs muy normal que cuando se para el corazón, también lo hace la respiración, por lo que tendremos una combinación de los dos métodos, es decir, tendremos que hacer un "cocktail" del método del boca-boca y del masaje cardiaco.Pueden darse dos casos:Que haya un solo socorrista: hacer 15 masajes cardiacos seguidos de 2 insuflaciones boca-boca.Que haya dos socorristas: un socorrista hace el masaje y el otro las insuflaciones: 5 masajes por cada insuflación.

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AHOGAMIENTO - ASFIXIA

En la asfixia, el aire no puede entrar en los pulmones y el oxígeno no llega a la sangre circulante. Entre las causas de asfixia se encuentran el ahogamiento, el envenenamiento por gases, la sobredosis de narcóticos, la electrocución, la obstrucción de las vías respiratorias por cuerpos extraños y la estrangulación. Para evitar un daño cerebral irreparable al detenerse la oxigenación tisular, se debe instaurar inmediatamente algún tipo de respiración artificial. La mayoría de las personas mueren cuatro a seis minutos después de la parada respiratoria si no se les ventila de forma artificial.

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Se han diseñado muchas formas de respiración artificial. La más práctica para la reanimación de urgencia es el procedimiento boca a boca: el reanimador sopla aire a presión en la boca de la víctima para llenarle los pulmones. Antes de ello, debe retirarse cualquier cuerpo extraño que obstruya las vías respiratorias. La cabeza de la víctima debe ser inclinada hacia atrás para evitar que la caída de la lengua obstruya la laringe; para ello se tira hacia arriba de la barbilla con una mano mientras con la otra se empuja hacia atrás la frente. El reanimador obtura los orificios nasales pinzándolos con los dedos, inspira profundamente, aplica su boca a la de la víctima, y sopla con fuerza hasta ver llenarse el tórax; después retira su boca y comprueba cómo la víctima exhala el aire. Este proceso debe repetirse 12 veces por minuto en un adulto y 20 veces por minuto en un niño.Si las vías respiratorias no están despejadas, debe comprobarse la posición de la cabeza de la víctima. Si todavía no se consigue permeabilidad se rota el cuerpo hacia la posición de decúbito lateral y se golpea entre los omóplatos para desatascar los bronquios. Después se vuelve a la respiración boca a boca. Si todavía no se consigue, se realiza la maniobra de Heimlich. Ésta es una técnica que se ha desarrollado en los últimos años para tratar a los pacientes con las vías respiratorias obstruidas por un cuerpo extraño. Inventada por el médico estadounidense Henry Jay Heimlich, se llama maniobra de Heimlich o “abrazo de oso”, y consiste en la aplicación súbita de una presión sobre el abdomen de la víctima. El aumento de presión abdominal comprime el diafragma, éste a los pulmones, que expulsan aire a alta velocidad y presión, despejando las vías respiratorias. La maniobra se realiza situándose tras el paciente, rodeando su cintura con los brazos y entrelazando las manos, situando éstas entre el ombligo y la caja torácica, y presionando fuerte y de forma brusca hacia atrás y hacia arriba. Si la víctima está en posición horizontal, se presiona sobre el abdomen con la mano. Debe evitarse presionar sobre las costillas, pues se pueden romper, sobre todo en niños y ancianos.

Una vez iniciada, la respiración artificial no debe suspenderse hasta que el enfermo empiece a respirar por sí solo o un médico diagnostique la muerte del paciente. Cuando el paciente empieza a respirar espontáneamente no debe ser desatendido: puede detenerse de nuevo la respiración de forma súbita o presentarse irregularidades respiratorias. En casos de ahogamiento siempre hay que intentar la respiración artificial, incluso aunque el paciente haya presentado signos de muerte durante varios minutos. Se han descrito varios casos de pacientes sumergidos durante más de media hora, cianóticos y sin posibilidades de reanimación, que respondieron a los primeros intentos

del socorrista.CAPÍTULO VII

HEMORRAGIAS

7.1. HemorragiasDefiniciónUna hemorragia es la pérdida de sangre que se produce como consecuencia de múltiples trastornos que provocan la rotura de uno o más vasos sanguíneos (venas,

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arterias, capilares). En una lesión externa, cuando se rompe una arteria, se produce un sangrado pulsátil, a chorro y perpendicular a la piel, mientras que cuando se rompe una vena, el sangrado es continuo. De cualquier manera la actuación es la misma y muchas veces es imposible diferenciarlas.Como consecuencia de la pérdida de sangre en el organismo, se activan una serie de mecanismos compensatorios, algunos de los cuáles servirán como signos observables para valorar la hemorragia.

7.2. Primeros auxilios ante las hemorragias internasSe entiende como hemorragia interna aquella en la que, por sus características, la sangre no fluye al exterior del cuerpo sino que queda en el interior, generalmente acumulándose debajo de la piel o en una cavidad orgánica, siendo éste el caso más grave.Las hemorragias internas incluyen las lesiones graves que pueden causar shock, fallo pulmonar o fallo cardíaco. Pueden ser provocadas por muy diversas causas (aplastamiento, punciones, desgarros en órganos y/o vasos sanguíneos, fracturas, enfermedades, tumores, etc.).Cualquiera que sea el tipo de hemorragia, se produce disminución en la sangre circulante que el organismo trata de mantener, especialmente en órganos esenciales como corazón, cerebro y pulmones.Las señales de las hemorragias internas son diversas y es importante valorarlas. Así, serían señales de posibles hemorragias internas: abdomen muy sensible o rígido; hematomas en diversas partes del cuerpo; pérdida de sangre por recto, vagina u oído; vómito con sangre; fracturas cerradas y las manifestaciones del shock hipovolémico sin sangre exterior.En este caso, y ante la mínima sospecha de hemorragia interna teniendo en cuenta la fuerza que ocasionó la lesión, la actuación incluye: abrigar a la víctima para que no pierda calor y el traslado urgente a un Centro sanitario, controlando sus constantes vitales cada cinco minutos. Está completamente contraindicado dar algo de beber al herido, aunque tenga sed y lo solicite.

7.3. Primeros auxilios ante las hemorragias externasSe debe inspeccionar el foco de sangrado, quitando la ropa u objetos que puedan estar encima de éste.Para controlar una hemorragia es conveniente seguir los siguientes pasos (y a ser posible, en el orden que se describe a continuación):• Presión directaLa manera más eficaz para detener una hemorragia es realizar una aproximación de los bordes de la herida y hacer presión en el punto sangrante usando vendas, gasas o telas limpias intentando hacer un vendaje comprensivo de la herida. En caso de tener que utilizar nuevas vendas o gasas, no se quitarán las previas sino que se comprimirá con las nuevas sobre las anteriores, haciendo un nuevo vendaje compresivo por encima.• ElevaciónLa técnica de la presión directa generalmente se utiliza simultáneamente con la elevación de la parte afectada, excepto cuando se sospecha lesión de columna vertebral o fracturas (antes de elevar una extremidad, se debe inmovilizar).La elevación de la parte lesionada disminuye la presión de la sangre en el lugar de la herida y reduce la hemorragia.Así, se sentará al paciente y se le dirá que eleve el brazo, cuando las heridas son en las extremidades superiores, o que se tumbe y eleve la pierna en las heridas de las extremidades inferiores.• Presión directa sobre la arteria

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Esta técnica consiste en comprimir con la yema de los dedos una arteria contra el hueso subyacente. Se utiliza cuando no se ha podido controlar la hemorragia por presión directa y elevación de la extremidad afectada, o en los casos en los cuáles no se pueden utilizar los métodos anteriores (fracturas abiertas, por ejemplo).Primeros auxilios en el caso de hemorragias por orificios naturales• Sangrado nasal (epistaxis)Ante un sangrado continuado nasal se presionará con el dedo el ala de la nariz contra el tabique nasal hasta que deje de sangrar. Si no se consigue, se realiza un taponamiento nasal con una gasa que presione contra el tabique nasal, impregnada o no en agua oxigenada.No se debe meter trozos pequeños de gasas o algodones que puedan ser inspirados. Si la hemorragia se acompaña de traumatismo nasal, deberá ser valorado médicamente.• Sangrado por el oído (otorragia)Ante un caso de sangrado por el oído, hay que colocar al paciente en la Posición Lateral de Seguridad sobre el oído sangrante, colocándole una almohadilla bajo la cabeza.En esa posición, y con el paciente correctamente inmovilizado debe efectuarse el traslado a un Centro asistencial.Nunca se debe taponar el oído sangrante.A veces, tras un fuerte traumatismo en la cabeza, puede presentarse hemorragia por un oído o ambos, o por la nariz, o formarse un acúmulo de sangre alrededor de los ojos. No se debe confundir estos síntomas con una hemorragia aislada, ya que pueden ser signos de una fractura de cráneo.• Sangrado por la boca (hemoptisis y hematemesis)La hemoptisis es la salida de sangre por la boca, procedente del aparato respiratorio. Generalmente sucede con tos, y se expulsa sangre roja mezclada con esputo.En este caso se debe colocar al paciente en posición decúbito supino semisentado. Debe ser trasladado inmediatamente a un Centro asistencial, guardando esputo para su análisisHay que valorar, como siempre, la presencia de signos de shock hipovolémico.La hematemesis es la salida de sangre por la boca procedente del aparato digestivo. Generalmente sucede con vómito mezclado con sangre digerida (como posos de café).En este caso se debe colocar al paciente en Posición Lateral de Seguridad o decúbito supino con las rodillas flexionadas. Debe ser trasladado inmediatamente a un Centro asistencial, guardando muestras del vómito para su análisis.Hay que valorar, como siempre, la presencia de signos de shock hipovolémico.

7.4. ProcedimientoEl sangrado “en surtidor”, “a chorro” o “a golpes” es signo inequívoco de hemorragia grave. La simple presencia de sangre sobre una superficie corporal grande no es signo de hemorragia. Puede haber salido sangre de múltiples heridas pequeñas, o puede haberse extendido. La cantidad de sangre que se pierde por una herida depende del tamaño y clase de los vasos lesionados. La lesión de una arteria produce sangre roja brillante que fluye a borbotones, mientras que la lesión de una vena produce un flujo continuo de sangre roja oscura. Si se rompe una arteria principal, el paciente puede morir desangrado en un minuto. Las lesiones de arterias de calibre medio y las lesiones venosas son menos críticas, pero si no se tratan también pueden ser fatales. Una complicación grave de la hemorragia es el shock hipovolémico, que debe ser prevenido y tratado lo antes posible.Puntos principales de presión: Las arterias principales pueden ser comprimidas contra el hueso subyacente para detener una pérdida grave de sangre de un miembro. En la figura superior, el punto en el que la arteria humeral pasa más cerca de la piel está a una distancia media entre el codo y el hombro. La presión ejercida por los dedos sobre este punto interrumpe el aporte de sangre a una herida de la mano o del antebrazo. En la

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imagen inferior, el punto principal de presión para las lesiones de la pierna está donde la arteria femoral cruza la articulación entre la pelvis y la pierna. La presión de la mano sobre este punto reducirá el flujo de sangre. Se debe tener en cuenta que debido a que estas maniobras privan del aporte sanguíneo a toda la extremidad, sólo se deben usar en casos de urgencia absoluta. El procedimiento a utilizar para detener la hemorragia (hemostasia) depende del tamaño de la herida y de la disponibilidad de material sanitario. El mejor método es la aplicación de presión sobre la herida y la elevación del miembro. Esto es suficiente en lesiones de vasos de calibre medio. Lo ideal es utilizar compresas quirúrgicas estériles, o en su defecto ropas limpias, sobre la herida y aplicar encima un vendaje compresivo. Cuando este apósito se empapa de sangre no debe ser retirado: se aplican sobre él más compresas y más vendaje compresivo. Si el sangrado de una extremidad es muy abundante se puede aplicar presión sobre el tronco arterial principal para comprimirlo sobre el hueso y detener la hemorragia.La arteria braquial, que irriga la extremidad superior, debe ser comprimida en una zona intermedia entre el codo y la axila en la cara medial (interna) del brazo. La arteria femoral, que irriga la extremidad inferior, puede ser comprimida en el centro del pliegue inguinal, donde la arteria cruza sobre el hueso pélvico.

CAPÍTULO VIIIPRIMEROS AUXILIOS EN QUEMADURAS, CONVULSIONES E INTOXICACIONES

8.1. QuemadurasDefinición

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Las quemaduras son las lesiones producidas en los distintos tejidos del organismo por el calor en sus diversas formas, ya que a partir de los 45 ºC, en los tejidos humanos se produce daño celular.La causa más frecuente de las quemaduras es el calor, hablando así de quemaduras térmicas. Hay dos tipos de calor: el seco, producido por el sol, los materiales calientes y la acción directa del fuego; y el húmedo, producido por líquidos o vapores calientes.Las mismas consecuencias que en las quemaduras se pueden observar en lesiones producidas por sustancias químicas (se hablaría de causticaciones) y por electricidad (se hablaría de quemaduras eléctricas).Las quemaduras se valoran según su profundidad (la piel y los tejidos) y su extensión en el cuerpo, siendo también importante su localización. Estas cuestiones van a estar en relación con el agente causal, la duración de la exposición y la temperatura soportada por la zona afectada.La profundidad de las quemaduras hace mención al nivel de afectación de los distintos tejidos del organismo, y se cuantifica en grados: primero, segundo, tercero y cuarto.La quemadura de primer grado afecta sólo a la epidermis con enrojecimiento y dolor pero sin formación de ampolla. Normalmente se cura sin complicaciones. Un ejemplo sería un enrojecimiento o eritema solar.Las quemaduras de segundo grado pueden ser superficiales o profundas. Serán superficiales si afectan a la epidermis y a la dermis superficial y si no hay afectación de glándulas ni folículos. Forman ampollas y son muy dolorosas. Las quemaduras de segundo grado profundas, afectan a las capas profundas de la dermis, afectando también a folículos y a glándulas. También forman ampollas y también son muy dolorosas, dejando escaras tras su curación.Las quemaduras de tercer grado afectan a toda la piel llegando a la grasa subcutánea. Son indoloras. Estas quemaduras sólo curan con reparación quirúrgica.Las quemaduras de cuarto grado afectan además a los tejidos (músculos, nervios, vasos, huesos, vísceras, etc.).Para valorar la extensión de una quemadura, hay que considerar que en ella existe una zona central que es la más afectada y dañada, y una zona periférica también afectada pero menos dañada. Alrededor de esta zona, a su vez, existe otra zona caliente e inflamada. La extensión de la quemadura se puede valorar calculando que el tamaño del dorso de la mano del paciente representa el 1% de su cuerpo, por tanto, según cuantas manos ocupa la quemadura, ese será el porcentaje de su extensión (las extremidades superiores, por ejemplo, implicarían el 9% cada una).Respecto a su localización, son más graves las que afectan a la cara, al cuello al cráneo, a las axilas, a las zonas de flexión y extensión y a las zonas genitales. En estas zonas, aún sin ser muy profundas ni muy extensas, las quemaduras pueden requerir intervención quirúrgica para evitar secuelas funcionales y estéticas.Según la extensión, la profundidad y la localización, una quemadura puede ser desde muy leve hasta mortal.Primeros Auxilios ante las quemadurasEn las quemaduras térmicas localizadas y leves, se puede sumergir la zona afectada en agua fría y limpia, máxime si se ha producido con líquidos o sustancias que quedan adheridas a la piel. Nunca hay que quitar estas sustancias tocándolas ni raspándolas.Ante una quemadura, lo más importante va a ser la asepsia porque tienen un alto riesgo de infección, por lo cual se debe cubrir la quemadura con una tela limpia y ligeramente húmeda, hasta el traslado del herido a un Centro sanitario.No se deben pinchar nunca las ampollas que se produzcan, ya que toda quemadura es susceptible de complicarse e infectarse.En las quemaduras moderadas y graves, que obviamente van a requerir tratamiento médico, los primeros auxilios serán, en el caso de que la persona esté con las ropas incendiadas y presente llamas, alejar a la persona del fuego, tirarla al suelo, hacerla

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rodar por él y/o taparle con una manta, abrigo, etc. para apagar dichas llamas. Nunca se deben utilizar mantas o abrigos de fibras sintéticas para apagar las llamas pues se quedarían adheridas a la piel.Inmediatamente se llamará a los Servicios de Urgencias quienes serán los encargados de trasladar al herido.Entretanto se valorará la vía aérea garantizando su permeabilidad (A). Se comprobará si existe ventilación y si ésta no es eficaz se hará una ventilación asistida (B).A continuación se comprobará el estado circulatorio a través del pulso periférico en el paciente consciente y a través del pulso carotídeo en el paciente inconsciente (C).A continuación, y en caso de que las ropas de la persona estén quemadas, no tirar de ellas ni despegarlas del cuerpo. Se quitarán asimismo las cosas de metal (relojes, anillos, etc.). En caso de utilizar agua fría y limpia, esta sólo se echará sobre la zona afectada, aunque en el caso de que ésta sea muy extensa, se evitará este procedimiento ya que se puede producir pérdida de calor y shock. No se debe utilizar nunca ningún otro líquido que no sea agua fría y limpia. No se debe dar de beber nada a la persona afectada aunque ésta esté consciente y nos lo pida.Se cubrirá al herido con una tela limpia (puede ser una sábana) y se le abrigará con una manta.Es importante tranquilizar al herido porque las quemaduras graves suelen producir inquietud psicomotriz.En las quemaduras de contacto por productos químicos, hay que quitar la ropa y los objetos que contengan el producto y estén en contacto con la piel, y lavar ésta con agua abundante durante mucho tiempo para eliminar el producto. Las ropas han de guardarse en bolsas cerradas para evitar la salida de vapores tóxicos. No frotar ni echar ninguna otra sustancia química para intentar neutralizar el efecto de la que produjo la quemadura.

QUEMADURASEs toda lesión producida por el calor en cualquiera de sus formas. Los factores que determinan la gravedad de una quemadura son:• Profundidad: condiciona la cicatrización. • Extensión: el peligro de muerte es directamente proporcional a la superficie

quemada. • Localización: cara, manos, orificios naturales, genitales, etc. • Edad: niños y ancianos. • Riesgos de infección: se produce siempre por la pérdida de la piel. • Según la profundidad se clasifican en tres grados:• Primer grado o eritema: es el enrojecimiento de la piel. Afecta a la epidermis. • Segundo grado: afecta a la epidermis y dermis. Aparecen ampollas que contienen

plasma en su interior. • Tercer grado: afecta a la hipodermis, dermis y epidermis y pueden afectar a

músculos, nervios, vasos sanguíneos, etc. Se caracteriza por una escara de color negruzco o castaño oscuro. No son dolorosas, por la destrucción de las terminaciones nerviosas del dolor.

Por su extensión puede existir gravedad. Una forma rápida de calcular la superficie quemada, consiste en utilizar como unidad de medida la palma de la mano de la víctima, que equivale al 1% de su superficie corporal.Consideraremos grave a toda aquella quemadura que afecte a más del 1% de la superficie corporal, excepto si es de primer grado.

» Primeros auxilios en caso de quemaduras:• Valorar el estado general de la víctima (evaluación inicial) y asegurar las constantes

vitales.

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• Enfriar la quemadura inmediatamente, poniendo la zona afectada bajo un chorro de agua fría, por lo menos durante 10 minutos o incluso más, si no desaparece el dolor. En caso de quemaduras químicas, ampliar el intervalo a 15 ó 20 minutos bajo el chorro de agua abundante.

• Cubrir la zona afectada con apósitos estériles o en su defecto muy limpios (sábanas, fundas de almohadas, etc.) y humedecidos.

• NO aplicar cremas, pomadas o cualquier otro medicamento o producto. • NO quitar, como norma general, la ropa a la víctima, sobre todo si está adherida a la

piel. Solamente quitaremos la ropa en caso de que esté impregnada en productos cáusticos o hirvientes.

• NO dar nada de beber. Si tiene sed, humedeced sus labios. • NO pinchar las ampollas. • Retirar los anillos, relojes, pulseras, etc. • Si la persona está ardiendo, impedir que corra. Apagar las llamas cubriéndola con una

manta o similar, o haciéndola rodar en el suelo. • Si la quemadura es extensa, prevenir la aparición del shock. • Trasladar a la víctima a un centro especializado cuanto antes. Allí se valorará, entre

otras cosas la administración de líquidos.

8.2. ConvulsionesDefiniciónLas convulsiones son crisis agudas, intensas, generalmente breves que se producen por una disfunción cerebral, a traumatismos, o a consumo de ciertos fármacos o drogas que facilitan las crisis, entre otras causas.

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Las convulsiones son movimientos repetitivos e involuntarios. Se llama epilepsia cuando forman parte de una enfermedad que produce crisis recurrentes.Aunque pueden ser crisis parciales o crisis generalizadas, en este Módulo, nos interesaremos por la actuación ante las crisis generalizadas, tipo tónico-clónicas, ya que son las más frecuentes.Estas comienzan con una pérdida de conocimiento brusco con caída al suelo y una contracción generalizada de la musculatura del cuerpo (fase tónica) produciéndose apnea y a veces cianosis, mordeduras de lengua o incluso un grito. Suele durar alrededor de los 10-20 segundos. Posteriormente se produce una fase clónica con sacudidas de todo el cuerpo, que puede durar un minuto continuándose con una fase post-crítica en la que la persona permanece obnubilada o inconsciente, con la respiración entrecortada, pudiéndose dar relajación muscular total incluidos los esfínteres y mucha salivación.Tras el episodio la persona se mostrará confusa, sin recuerdo del suceso y con dolores generalizados.Primeros Auxilios ante las convulsionesHay que considerar que la mayoría de las convulsiones son limitadas en el tiempo y acaban cediendo. En caso de que las convulsiones se sucedan de forma repetida, se estaría ante un estado convulsivo que va a requerir un tratamiento rápido y especializado. Si una crisis se aproxima a los cinco minutos, es imprescindible la atención de los Servicios de Emergencia. De cualquier forma, como a priori no se sabe la duración que va a tener una convulsión y siempre ésta va a requerir una valoración médica posterior, se recomienda llamar en el primer momento a los Servicios de EmergenciaCon respecto a la actuación a realizar; no hay que intentar sujetar al paciente mientras convulsiona, aunque sí hay que protegerle para evitar que se lesione, por lo que se recomienda colocar algo mullido debajo de la cabeza y despejar la zona en la que se encuentra de mesas, sillas y otros objetos contra los que la persona pudiera hacerse daño.No se debe introducir ningún objeto en la boca intentando evitar que se muerda la lengua porque puede obstruirse la vía aérea, sólo si se tiene a mano un tubo de Guedel se meterá éste en la boca, en caso de que no haya contracción mandibular. No se debe mover al paciente mientras está convulsionando porque se pueden producir luxaciones y, evidentemente, no hay que intentar trasladarlo durante ese período. Tampoco hay que intentar en esos momentos hacer una respiración artificial.Cuando se entra en la fase post-crítica de relajación muscular, es conveniente colocar al paciente en la Posición Lateral de Seguridad descrita previamente.A pesar de lo aquí referido, algunos Manuales recomiendan durante la convulsión, si no hay rigidez mandibular, colocar algo semirrígido y grande entre los dientes, y proteger la lengua (por ejemplo, una billetera grande).

COLAPSO - SHOCK - CONVULSIONESProcedimientoPrimero, revise el lugar para determinar que sucedió, luego revise la víctima. Observe y atienda aquellas afecciones que pongan en peligro su vida:Pérdida del conocimiento, dificultad para respirar o paro respiratorio, ausencia de pulso, sangrado abundante o dolor agudo en el pecho. Después haga lo siguiente: • Ayude a la víctima a descansar en posición cómoda. • Evite que se enfríe o acalore. • Intente tranquilizarla. • Observe si sufre cambios en el estado de conciencia o forma de respirar.

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• Si la víctima está consciente, pregúntele si padece alguna enfermedad o si está tomando algún tipo de medicamento.

Desmayo o lipotimia• Coloque a la víctima en un sitio que tenga buena ventilación • Afloje la ropa para facilitarle la respiración • Indique que respire profundamente, tomando aire por la nariz y exhalándolo por la

boca • Pídale que tosa varias veces. Este estímulo hace que mejore el riego sanguíneo

cerebral.- • Si está consciente acuéstela boca arriba, lévate las piernas para facilitar el retorno el

retorno de sangre al cerebro. • No le dé nada de comer, ni beber • Si la víctima vomita, colóquela de lado.

Convulsiones• Si ocurre en un lugar público, pida a los espectadores que no rodeen a la víctima. • Para evitar que se lesione, retire cualquier objeto cercano con el que pueda hacerse

daño. • Afloje la ropa de la víctima. • Coloque un saco, una cobija u otro elemento doblado en la parte posterior. de la

cabeza para evitar lesiones. • No trate de abrirle la boca, pues puede producirle luxación del maxilar y mordedura. • No le inmovilice las extremidades, porque puede producirle fractura. • Contabilice el tiempo que dura la convulsión; este dato es importante para informar al

médico. • Cuando los espasmos han cesado, limpie la espuma de la boca para evitar que sea

aspirada por la vía respiratoria. • Abríguela • Al término de la convulsión, la víctima suele volver a respirar normalmente. Es posible

que sienta un poco de somnolencia o desorientada. Revise si la víctima se lesiono durante la convulsión. Inténtela tranquilizarla.

• Trasládela a un centro asistencial.

8.3. IntoxicacionesDefiniciónUna intoxicación es la reacción del organismo a la entrada de cualquier sustancia tóxica. Se puede definir como sustancia tóxica aquella que en una determinada concentración y

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contacto con el organismo puede producirle lesiones, enfermedad o muerte. El concepto de sustancia tóxica es más amplio que el de veneno, término que se reserva para sustancias utilizadas con la finalidad específica de causar daño.Las intoxicaciones pueden ser voluntarias o involuntarias, y producirse por inhalación, por contacto con la piel o mucosas, por la vía oral, o por vía circulatoria.Las intoxicaciones por vía respiratoria pueden suceder como consecuencia de la inhalación de gases tóxicos como fungicidas, herbicidas, plaguicidas, el humo en caso de incendio, vapores químicos, monóxido de carbono, dióxido de carbono (en los pozos sépticos y alcantarillados), así como vapores producidos por algunos productos domésticos (como pegamentos, pinturas, disolventes y limpiadores).Las intoxicaciones a través de la piel pueden ocurrir como consecuencia de la absorción o contacto de sustancias como plaguicidas, insecticidas, fungicidas, o sustancias como las producidas por plantas.Las intoxicaciones por vía digestiva sucede por la ingestión de alimentos en mal estado o tóxicos, sustancias cáusticas y medicamentos.Las intoxicaciones por vía circulatoria se producen cuando un tóxico entra en la circulación sanguínea, y esto puede ocurrir por inoculación (picaduras de animales que producen reacción alérgica como la abeja, la avispa y las serpientes venenosas) o por inyección de medicamentos y por drogas (bien en mal estado o bien que producen una reacción alérgica).• Señales de intoxicaciónLas señales de intoxicación difieren según sea la naturaleza del tóxico, la sensibilidad de la víctima y la vía de penetración. Así, cambios en el estado de conciencia como el delirio, las convulsiones o la inconsciencia; dificultades para respirar; vómitos y/o diarreas; quemaduras alrededor de la boca, en la lengua o en la piel (que ocurren cuando el producto ingerido es cáustico); mal aliento (como ocurre cuando se han ingerido sustancias minerales; pupilas dilatadas o muy contraídas; dolores de estómago y trastornos de la visión (visión doble o manchas en la visión); pueden ser señales de un proceso de intoxicación.La gravedad de una intoxicación dependerá de la toxicidad de la sustancia, de la cantidad, de la vía utilizada, del tiempo transcurrido y de las características del paciente (edad, sexo, estado nutricional, etc.).Los objetivos de los primeros auxilios sobre una intoxicación, serán fundamentalmente: disminuir el contacto del tóxico con el organismo para disminuir su absorción e intentar eliminar el tóxico ya absorbido.Primeros Auxilios ante las IntoxicacionesComo en los casos anteriores, lo más importante va a ser alejar a la víctima de la fuente de envenenamiento si fuese necesario, vigilarlo, mantener las constantes vitales y llamar a los Servicios de Emergencias.A continuación, es de vital importancia intentar saber el tipo de tóxico, la vía de penetración y el tiempo transcurrido desde el accidente. Si la persona está consciente, preguntarle es lo más adecuado. Si la persona está inconsciente, se debe realizar el protocolo ABC ya señalado, de cara a garantizar las constantes vitales, iniciando una RCP si fuera necesario.Si no están comprometidas las constantes, hay que colocar al paciente en la Posición Lateral de Seguridad para evitar que el veneno vomitado sea ingerido nuevamente o pase a las vías respiratorias, y taparlo con una manta para que no pierda calor.Si la persona presenta quemaduras en los labios o en la boca, hay que aplicar abundante agua fría; y si presenta vómito, es importante recoger una muestra para ser analizada.Es útil buscar los recipientes que estén cerca de la víctima para llevarlos a analizar ya que frecuentemente los productos que han causado la intoxicación se encuentran cerca de la persona intoxicada.Actuación para eliminar el tóxico

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En las intoxicaciones por ingestión, y siempre que la ingesta haya sido en las dos horas previas, se puede provocar el vómito estimulando la campanilla con los dedos o con una cuchara. Este procedimiento está indicado cuando se trate de un tóxico peligroso, ingerido en cantidad elevada y siempre que se tenga la seguridad del tipo de tóxico ingerido. Hay importantes excepciones a la provocación del vómito:a) nunca se debe realizar con una persona inconscienteb) en el caso de que la ingesta haya sido de productos caústicos o corrosivos (lejía,

detergentes, etc.), ya que se produciría una doble lesión. Como se ha señalado previamente, las intoxicaciones por estos productos se pueden reconocer por signos de quemazón y enrojecimiento en la boca y mucosas y suelen producir dolores agudos. En este caso se puede dar a beber dos vasos de agua en un intento de diluir el tóxico,

c) cuando la intoxicación sea por estimulantes del SNC puesto que en la medida en que éstos pueden producir convulsiones podría producirse aspiración del vómito,

d) si las instrucciones del producto ingerido así lo indican.En el caso de que la intoxicación sea por consumo de y la persona haya pasado de la euforia inicial a un estado confusional que puede acabar en coma, se la trasladará a un Centro sanitario, evitando su enfriamiento y deshidratación. Se vigilará la respiración en todo momento pues al ser el alcohol un depresor del SNC su intoxicación cursa, a veces, con parada respiratoria.En las intoxicaciones por inhalación, y si es posible, hay que cerrar la fuente que produjo la intoxicación y retirar a la víctima del agente causal. Hay que abrir ventanas y puertas para airear el recinto y evitar encender la luz, una cerilla o un mechero pues pueden producirse explosiones.Hay que quitar la ropa de la víctima impregnada en gas y cubrirle con una manta.Asimismo, en caso de que exista parada respiratoria se aplicarán las actuaciones señaladas en el apartado dedicado a la RCP básica.En las intoxicaciones a través de la piel, hay que colocar a la víctima debajo del chorro de agua aún con la ropa puesta, o quitar las ropas y objetos que estén en contacto con el tóxico y con el cuerpo y lavar con abundante agua, o agua y jabón, la zona afectada sin frotar ni rascar.Para evitar que la piel del socorrista entre también en contacto con el tóxico, hay que colocarse guantes de látex para esta manipulación.Si existe alguna lesión, ésta debe tratarse como una quemadura.En todos los casos es importante la intervención médica especializada y en muchos de los casos será necesaria una valoración psiquiátrica y/o medidas legales.En caso de que el tóxico haya penetrado en los ojos, se requiere lavado abundante y prolongado a poder ser, con suero fisiológico y, en su defecto, con agua, mínimo durante 15 minutos. Luego se cubrirán los ojos con una gasa y se trasladará al herido a un Centro asistencial.Existen medidas específicas a utilizar en algunas intoxicaciones, como son los antídotos, es decir, sustancias que actúan como antagonistas del tóxico anulando su efecto.Entre estas sustancias está la naloxona que se utiliza para revertir la intoxicación por drogas opiáceas. Frente a una intoxicación por estas sustancias, se utiliza en dosis de 0,4 mg intravenosos que se repiten a los 3-4 minutos si no se observa respuesta y teniendo siempre en cuenta la vida media corta de la naloxona frente al opiáceo utilizado.Hay estudios que proponen la utilización de naloxona entre usuarios de drogas, como medida para evitar las sobredosis. En cualquier caso se requiere de un entrenamiento específico que si bien no es el objetivo de este Módulo, puede tratarse en una sesión ad hoc, si el grupo lo demanda o el conductor lo considera adecuado.Otra sustancia que se utiliza como antídoto es el flumazenil, un antagonista de las sustancias que actúan en los receptores benzodiacepínicos. Se utiliza en dosis de 0,5

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mg intravenoso, repitiendo la dosis cada 5 minutos si no hay respuesta, hasta un máximo de 2 miligramos. Hay que prestar especial atención también a la vida media corta de este producto frente a la de la sustancia que produjo la intoxicación.Procedimiento• Si usted sospecha que alguien está intoxicado trate de averiguar el tipo de

tóxico, la vía de penetración y el tiempo transcurrido. • Revise el lugar para averiguar lo sucedido y evite más riesgos.• Aleje a la víctima de la fuente de envenenamiento si es necesario.• Revise el estado de conciencia y verifique si la víctima respira y si tiene pulso. • Si la víctima está consciente hágale preguntas para tener mayor información. • Afloje la ropa si está apretada, pero manténgala abrigada. • Si presenta quemaduras en los labios o en la boca, aplíquele abundante agua

fría. • Si presenta vómito, recoja una muestra de éste para que pueda ser analizado. • Mantenga las vías respiratorias libres de secreciones.• Colóquela en posición de seguridad o boca abajo, para evitar que el veneno

vomitado sea ingerido nuevamente o pase a las vías respiratorias. • Busque y lleve los recipientes que estén cerca de la víctima a una institución

de salud, para que su contenido sea analizado. Generalmente cerca de la víctima se encuentra el recipiente que contiene la sustancia tóxica.

• Si está seguro del tipo de tóxico ingerido y está indicado provocar vómito, hágalo, introduciendo el dedo o el cabo de una cuchara hasta tocar la úvula (campanilla).

Evite provocar el Vómito en los siguientes casos: • Si observa quemaduras en los labios y boca.• Si el aliento es a kerosene, gasolina o derivados.• Cuando las instrucciones del producto así lo indique.• Si está inconsciente o presenta convulsiones.• Si han transcurrido más de dos horas de haber ingerido el tóxico.• Si ha ingerido ácido sulfúrico, ácido nítrico, soda cáustica o potasa.• Traslade la víctima lo más pronto posible a un centro asistencial.

CAPÍTULO IX

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TRAUMATISMOS: CONTUSIONES, HERIDAS, AMPUTACIONES

9.1. Traumatismos Un traumatismo es toda lesión debida a la acción de un agente exterior, y las reacciones locales y generales que son su consecuencia (contusión, herida, fractura, luxación, etc.)… ¿Qué hacer?• Controlar las hemorragias externas. • Si dudamos sobre la existencia de una fractura, actuar como si existiera. • Antes de movilizar o transportar al accidentado: Almohadillar e inmovilizar

(empaquetar) la lesión adecuadamente. • Para valorar la deformidad de un miembro como consecuencia de una fractura o

luxación: Comparar siempre con el miembro opuesto. ¿Qué no se debe hacer?• NO se debe mover la extremidad para comprobar si está efectivamente fracturada. • NO se debe enderezar el miembro fracturado. • NO se debe permitir que el lesionado camine si sospecha de una fractura de miembros

inferiores.• NO se debe dejar anillos colocados en los dedos si las manos han sufrido un

traumatismo. • NO se debe quitar los zapatos o desvestir al lesionado (rasgar siempre la ropa). • NO se debe transportar sin inmovilizar antes, salvo peligro inminente.

TRAUMATISMO OCULARLos ojos son las partes del cuerpo que con más frecuencia sufren los efectos de los accidentes de trabajo. ¿Qué hacer? Contusiones:• Cubrir sin comprimir. • NO aplicar pomadas. • Traslado a Centro Hospitalario. Heridas Superficiales:• Lavado con suero fisiológico. • NO aplicar pomadas. • Traslado a Centro Hospitalario. Cuerpos Extraños:• Lavado con suero fisiológico. • Extracción, si el cuerpo extraño está en el fondo de saco o párpado. • NO aplicar pomadas. • Traslado a Centro Hospitalario. Causticaciones:• Lavado con agua durante 15-20 minutos. • Cubrir sin comprimir. • NO aplicar pomadas. • Traslado a Centro Hospitalario.

9.2. ContusionesEs la lesión producida por un choque violento contra otro objeto o cuerpo, sin que se produzca una herida, aunque puede ocultar lesiones internas importantes. También son llamadas heridas cerradas.Una forma muy sencilla de recordar la actuación de urgencia ante estas situaciones, consiste en recordar las letras de la palabra: "CHEF":

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• C-ompresión del área lesionada, bien de forma directa (hemorragias) o mediante un vendaje almohadillado compresivo para las contusiones.

• H-ielo aplicándolo de forma regular a intervalos de 20 minutos con períodos de descanso de 5 minutos, para provocar la contracción (disminución del calibre) de los vasos sanguíneos y disminuir por tanto la inflamación.

• E-levación de la parte afectada, si es posible por encima de la altura del corazón. • F-érula de Inmovilización de la extremidad o bien reposo de la zona. Si la contusión se produjera en la región abdominal, colocar al lesionado tumbado, con

las rodillas flexionadas, ya que esta posición ayuda a calmar el dolor. Ante la aparición de un hematoma, NUNCA pinchar o intentar vaciarlo. Sólo aplicar hielo.

9.3. Heridas La piel es el órgano que recubre todo nuestro cuerpo y su principal función es la de actuar como barrera protectora, impidiendo la entrada de gérmenes desde el exterior. Cuando por la acción de un agente externo o interno se altera su integridad, entonces se produce lo que conocemos como HERIDA: toda pérdida de continuidad de la piel, secundaria a un traumatismo, con exposición del interior. Las heridas se caracterizan por la aparición de: Dolor, Separación de bordes y Hemorragia.La gravedad de la herida, dependerá de: Profundidad, Extensión, Localización y Hemorragia.No debemos olvidar, ante la aparición de una herida, la posibilidad de sufrir infecciones (tétanos, etc.).

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DEFINICIÓNSon lesiones que producen pérdida de la integridad de los tejidos blandos.Son producidas por agentes externos, como un cuchillo o agentes internos como un hueso fracturado; pueden ser abiertas o cerradas, leves o complicadas.SEÑALESLas principales son:Dolor, hemorragia, destrucción o daño de los tejidos blandos.CLASIFICACIÓN DE LAS HERIDASHeridas abiertas:En este tipo de heridas se observa la separación de los tejidos blandos. Son las más susceptibles a la contaminación.Heridas cerradas:Son aquellas en las que no se observa la separación de los tejidos, generalmente son producidas por golpes; la hemorragia se acumula debajo de la piel (hematoma), en cavidades o en viseras. Deben tratarse rápidamente porque pueden comprometer la función de un órgano o la circulación sanguínea.Heridas simples:Son heridas que afectan la piel, sin ocasionar daño en órganos importantes.Ejemplo: Arañazo o cortaduras superficiales.Heridas complicadas:Son heridas extensas y profundas con hemorragia abundante; generalmente hay lesiones en músculos, tendones, nervios, vasos sanguíneos, órganos internos y puede o no presentarse perforación visceral.CLASIFICACIÓN SEGÚN EL ELEMENTO QUE LAS PRODUCEHeridas cortantes o incisas:Producidas por objetos afilados como latas, vidrios, cuchillos, que pueden seccionar músculos, tendones y nervios. Los bordes de la herida son limpios y lineales, la hemorragia puede ser escasa, moderada o abundante, dependiendo de la ubicación, número y calibre de los vasos sanguíneos seccionados.Heridas punzantes:Son producidas por objetos puntudos, como clavos, agujas, anzuelos o mordeduras de serpientes. La lesión es dolorosa, la hemorragia escasa y el orificio de entrada es poco notorio; es considerada la más peligrosa porque puede ser profunda, haber perforada vísceras y provocar hemorragias internas. El peligro de infección es mayor debido a que no hay acción de limpieza producida por la salida de sangre sal exterior. El tétanos, es una de las complicaciones de éste tipo de heridas.Heridas cortopunzantes:Son producidas por objetos agudos y afilados, como tijeras, puñales, cuchillos, o un hueso fracturado. Es una combinación de las dos tipo de heridas anteriormente nombradas.Heridas laceradas:Producidas por objeto de bordes dentados (serruchos o latas). Hay desgarramiento de tejidos y los bordes de las heridas son irregulares.Heridas por armas de fuego:Producidas por proyectiles; generalmente el orificio de entrada es pequeño, redondeado limpio y el de salida es de mayor tamaño, la hemorragia depende del vaso sanguíneo lesionado; puede haber fractura o perforación visceral, según la localización de la lesión.Raspaduras, excoriaciones o abrasiones:Producida por fricción o rozamiento de la piel con superficies duras. Hay pérdida de la capa más superficial de la piel (epidermis), dolor, tipo ardor, que cede pronto, hemorragia escasa. Se infecta con frecuencia.Heridas avulsivas:Son aquellas donde se separa y se rasga el tejido del cuerpo de la víctima.

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Una herida cortante o lacerada puede convertirse en avulsiva. El sangrado es abundante, ejemplo: mordedura de perro.Heridas contusas:Producidas por piedras, palos, golpes de puño o con objetos duros. Hay dolor y hematoma, estas heridas se presentan por la resistencia que ofrece el hueso ante el golpe, ocasionando la lesión de los tejidos blandos.Magulladuras:Son heridas cerradas producidas por golpes. Se presenta como una mancha de color morado.Amputación:Es la extirpación completa de una parte o la totalidad de una extremidad.Aplastamiento:Cuando las partes del cuerpo son atrapadas por objetos pesados. Pueden incluir fracturas óseas, lesiones a órganos externos y a veces hemorragias externa e interna abundantes.

¿Qué hacer? • Si la herida es grave o presenta hemorragia, lo primero es intentar cohibir la

hemorragia mediante las técnicas habituales: compresión y elevación. • Si la hemorragia no es importante, se seguirán las siguientes normas: • Lavarse las manos con jabón y cepillo de uñas. • Limpieza de la herida con agua y jabón (heridas leves). • Limpieza de la herida con agua (heridas graves). • NO UTILIZAR NUNCA directamente sobre una herida, Alcohol, Algodón o Tintura de

Yodo. • Sí se pueden usar antisépticos como el Agua Oxigenada y Betadine. • Secar la herida sin frotar. • Cubrir la herida con gasas estériles • Nunca aplicar la gasa sobre la herida, por la cara con la que contactamos para

sujetarla. • Colocar algodón sobre las gasas, vendar firmemente sobre todo lo anterior y si el

apósito usado en la compresión se empapa, colocar otro encima SIN RETIRAR el primero.

• Mantener el miembro elevado y dejarlo fijado para evitar que se movilice durante el traslado.

• Realizar el traslado lo antes posible.

Heridas y Raspones

En el cuidado de pequeñas heridas en la casa, es importante evitar la infección. • Nunca ponga su boca en contacto con una herida. En la boca hay muchas bacterias

que pueden contaminar la herida. • No permita que se usen pañuelos, trapos o dedos sucios en el tratamiento de una herida. • No ponga antisépticos sobre la herida. • Lave inmediatamente la herida y áreas cercanas con agua y jabón. Sostenga firmemente sobre la herida un apósito esterilizado - hasta que deje de sangrar. Luego ponga un apósito nuevo y aplique un vendaje suave.

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CURACIÓN Procedimiento• Nunca ponga su boca en contacto con una herida. En la boca hay muchas

bacterias que pueden contaminar la herida. • No permita que se usen pañuelos, trapos o dedos sucios en el tratamiento de

una herida. • No ponga antisépticos sobre la herida. • Lave inmediatamente la herida y áreas cercanas con agua y jabón. • Sostenga firmemente sobre la herida un apósito esterilizado - hasta que deje

de sangrar. Luego ponga un apósito nuevo y aplique un vendaje suave.

9.4. AmputacionesUna Amputación Traumática, es un accidente mediante el cual se desprende una parte de nuestro cuerpo. ¿Qué hacer?• Controlar la hemorragia de la zona de amputación. • Tapar la zona herida con un apósito lo más limpio posible. • El transporte de estos pacientes debe ser tan rápido como sea posible.• La parte amputada:• Envolverla en un apósito limpio humedecido con suero fisiológico. • Introducirla en una bolsa de plástico y ésta dentro de otra con abundante hielo y agua

en su interior. • NO colocar el segmento directamente en contacto con el hielo ni con ningún líquido. • NO envolverlo en algodón.

9.5. Objetos Enclavados¿Qué hacer?• En estos casos no se deberá tratar de retirar el objeto, ni de recortarlo. • Comprimir sobre la herida directamente y tratar de estabilizar el objeto en el lugar

donde ha quedado enclavado. • Aplicar presión directa sobre los bordes de la herida para contener la hemorragia. • Cortar un agujero a través de varias capas de gasas y colocarlas de forma que se

rodee el objeto enclavado. • Con un trozo de tela o toallas, formar un

círculo alrededor del objeto. • Asegurarlo todo con un vendaje. • En un miembro superior, no olvide

retirar los anillos y pulseras de la mano afectada del lesionado.

• En ocasiones, el objeto enclavado es metálico y es necesario cortarlo para poder desincrustar y sacar al herido.

• En estos casos, se debe enfriar con agua el metal mientras se corta para evitar que se produzca una quemadura en la zona de contacto del metal con el cuerpo, ya que el corte producirá calor.

• Después de finalizar el corte, se procederá como en los casos normales anteriores, procurando que, durante el traslado, no se mueva el objeto incrustado.

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CAPÍTULO XFRACTURA, LUXACIÓN Y ESGUINCE

10.1. FracturasLas fracturas son roturas de los huesos que normalmente ocurren como resultado de traumatismos. En una fractura, además de la rotura ósea, se debe considerar el resto de lesiones acompañantes (vasculares, nerviosas, musculares, etc.).Existen dos tipos de fracturas: fracturas cerradas y fracturas abiertas.Las fracturas cerradas no tienen conexión con el exterior, mientras que en las fracturas abiertas el foco de la fractura se comunica con el exterior mediante una herida, pudiendo el hueso sobresalir o no. Las fracturas pueden ser completas o incompletas. Se llaman fracturas completas cuando la línea de rotura abarca todo el espesor del hueso y lo divide en dos o más fragmentos. En estas fracturas puede haber o no desplazamiento de las partes fracturadas. Se llaman incompletas cuando la rotura no abarca toda la sección del hueso.Las fracturas provocan una serie de síntomas como dolor intenso y agudo, especialmente a la presión en el punto donde se ha roto el hueso; crepitación por el roce de los extremos del hueso fracturado; hinchazón, enrojecimiento, hemorragias y hematomas en el lugar de la fractura; deformación del miembro afectado; movilidad anormal y pérdida del movimiento o de potencia del miembro afectado.Cualquier fractura debe ser confirmada por examen radiológico.

Primeros auxilios ante las fracturasComo norma general, hay que evitar movilizar al herido sin haber inmovilizado previamente las fracturas. En caso necesario hay que quitar la ropas de la parte herida, preferiblemente cortándolas.Las fracturas requieren siempre intervención médica, y como en todos los casos de urgencias, se realizarán los primeros auxilios después de llamar a los Servicios de Emergencias.Ante la mínima sospecha de fractura de la columna vertebral, la persona sólo podrá ser movilizada mediante utensilios adecuados y personal especializado.Para inmovilizar una fractura, hay que entablillarla; a poder ser con utensilios específicos ad hoc.A falta de tablillas específicas para el entablillado, se puede utilizar excepcionalmente cualquier material rígido y liso (madera, hierro, latas, plásticos, etc.) forrándolas convenientemente con vendas, telas o algodón para que no se produzcan lesiones en la movilización.Si la fractura ha sido en cabeza o tórax, la inmovilización se debe realizar utilizando vendajes de gasa o esparadrapo. Tras la inmovilización se evacuará al herido para su tratamiento por personal especializado.En caso de que la fractura sea abierta, habrá que desinfectar la herida y cubrirla con gasas esterilizadas antes del entablillado.Tanto en el caso de una fractura abierta como en el de una fractura cerrada, si ésta es de un hueso grande o afecta a una zona amplia, puede producirse un estado de shock, por lo que habrá que actuar como en el caso del shock hipovolémico.

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10.2. Esguinces y luxacionesSe denomina esguince al estiramiento anómalo por fuerza o traumatismo de los ligamentos que sujetan una articulación.Suelen inflamarse y aparecer hematomas.Para su tratamiento hay que vendar sin apretar y trasladar a la persona a un Centro asistencial para su valoración.Si una articulación se fuerza mucho, los huesos que la conforman pueden salirse de su sitio (desarticularse) luxándose los ligamentos de la articulación y pudiéndose acompañar o no de la fractura del hueso.Aparece intenso dolor y deformación y bloqueo de la articulación.La actitud en esta caso debe incluir la inmovilización del miembro sin poner la articulación en su sitio (sin desbloquearla) y trasladar el herido para su valoración.

10.3. Normas generales para la realización de un vendaje clásico en espiral La ejecución de un vendaje perfecto exige un entrenamiento previo, a continuación se indican una serie de puntos que debe regirse en una ejecución de un vendaje: • Se colocará la zona a vendar más cómoda para el socorrista, procurando que el área

afectada no esté en contacto con ninguna superficie evitando además posiciones peligrosas para el accidentado.

• Siempre iniciará en vendaje por la parte más distal, dirigiéndose hacia la raíz del miembro, con ello se pretende evitar la acumulación de sangre en la zona separada por el vendaje.

• Se vendará de izquierda a derecha, facilitando la labor del socorrista. • El núcleo o rollo se mantendrá en la parte más próxima al socorrista. • No desenrollar de manera excesiva la venda. • El vendaje debe ser aplicado con una tensión homogénea, ni muy intensa ni muy

débil. El paciente bajo ninguna circunstancia después de haber terminado el vendaje debe sentir hormigueo en los dedos, notarlo frío o apreciar un cambio de coloración en los mismos.

• Se utilizarán vendas del tamaño adecuado a la zona que debe vendarse. • Antes de iniciar el vendaje, se colocará la zona afectada en la posición en la que debe

quedar una vez vendada. • El vendaje se iniciará con la venda ligeramente oblicua al eje de la extremidad, dando

dos vueltas circulares perpendiculares al eje, entre las cuales se introducirá el inicio de la venda.

• El vendaje se termina también con dos vueltas circulares perpendiculares al eje del miembro.

• El extremo final de la venda se puede sujetar por distintos sistemas: - Con un imperdible o un esparadrapo.

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- Cortando la venda por la mitad y uniendo los extremos mediante un nudo. - Doblando la venda hacia atrás en dirección opuesta a la que se llevaba.

Cuando se llega al punto en el que se ha realizado el doblaje, se hace un nudo con el cabo suelto de la venda.

- Utilizando un ganchito especial para este fin. • Durante la ejecución del vendaje se cubrirán con algodón los salientes óseos y las

cavidades naturales, como axilas o ingles. • Sólo se darán las vueltas precisas; la venda sobrante será desestimada.

Clasificación:• Espiral simple.• Figura en ocho.• Espiga divergente.• Vendaje triangular.• Vendaje en T.• Vendaje en rollo.• Vendaje circular.

10.4. Vendajes y FérulasDefinición:Los vendajes son las ligaduras o procedimientos hechos con tiras de lienzo u otros materiales con el fin de envolver una extremidad u otras partes del cuerpo humano lesionados. En Primeros Auxilios se usan especialmente en caso de heridas, hemorragias, fracturas, esguinces y luxaciones.Vendaje: Aplicación a una parte corporal de una tira larga de lienzo.Tipos de vendas: Los tipos de vendas son:o Venda Ace: Venda comercial de material elástico de punto, que sirve para dar soporte intenso.o Venda de gasa: Tejido de algodón suave y poroso, que se adapta con facilidad a las partes corporales y que se usa con frecuencia para fijar en su sitio los apósitos.o Venda Kling: Tejido de gasa porosa adhesiva, que se estira y se adapta al contorno corporal.

Empleo de vendajes:- Para mantener fijo un apósito.- Para proporcionar soporte.- Para detener una hemorragia.- Fijar entablillados.- Fijar articulaciones.- Para evitar o reducir tumefacciones.- Para corregir deformidades.

Objetivos:1. Mitigar el temor y la ansiedad.2. Promover el bienestar físico.3. Conservar la buena postura corporal.4. Asegurarse que la venda cumple con su objetivo (sostén, inmovilización, etc.).5. Impedir el contacto entre dos zonas dérmicas, por medio de almohadillas adecuadas.6. Proteger las prominencias óseas al acojinarlas.7. Impedir la éxtasis venosa.

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Procedimiento:1. Coloque la parte que se ha de vendar en posición fisiológica para impedir

deformidades y molestias y fomentar la circulación sanguínea en la parte afectada.2. La fricción y presión pueden producir traumatismo mecánico de la epidermis. Deben

usarse almohadillas adecuadas para separar las zonas dérmicas adyacentes y proteger las prominencias óseas.

3. Las vendas deben aplicarse de la parte distal hacia la proximal, pues así se facilita el retorno de la sangre venosa al corazón.

4. La presión desigual puede impedir la circulación sanguínea y afectar la nutrición celular, lo que inhibe el proceso de curación. Al aplicar la venda, debe cuidarse que la presión sea uniforme.

5. Es necesario poder observar en forma directa la extremidad afectada para cerciorarse que la circulación es adecuada. Es mejor dejar descubierta una pequeña zona de la porción distal de la extremidad que se venda, por ejemplo un dedo del pie, siempre que esta zona no intervenga en el proceso de curación de la herida, como en el caso de un muñón en una parte amputada.

6. Al fijar el cabo de la venda se logra presión uniforme en todo el sitio de aplicación. Puede fijarse con cinta adhesiva o imperdibles.

7. Las normas principales de aplicación son las siguientes:a) Circular: Cada vuelta de la venda cubre por completo la vuelta anterior, por lo

que el ancho del vendaje corresponde al ancho de la venda misma.b) En espiral: Cada vuelta de la venda cubre sólo parte de la vuelta anterior, por

lo que se extiende en forma ascendente de la extremidad.c) Espiral invertida: Se sujeta la venda mediante varias vueltas en espiral. En

seguida, en cada vuelta, se pasa por debajo la venda. Este vendaje, por su capacidad de adaptarse al contorno, es excelente para antebrazo o pierna.

d) En ocho: Este tipo de vendaje se usa en las articulaciones. La venda se asegura con varias espirales por debajo de la articulación. Se da una vuelta por encima y después por debajo de toda la coyuntura, en forma alternada, hasta que quede cubierta por completo.

e) En espiga: Corresponde en forma exacta a la técnica de vendaje en 8, excepto que por lo regular cubre una superficie mucho mayor, como el muslo.

f) Vendaje recurrente: Se utiliza para fijar un apósito en la cabeza, muñón o dedo. Se asegura primero la venda por dos vueltas en círculo. En seguida, el rollo se voltea para que quede perpendicular a las vueltas circulares y se hace pasar de atrás hacia delante y a la inversa, de forma que cada vuelta cubra un poco por lo anterior, hasta que la zona quede totalmente cubierta. Se fija por medio de dos vueltas circulares sobre las dos vueltas iniciales.

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Consejos:a. Debe revisarse con frecuencia la parte afectada para

descubrir signos de disminución del riego sanguíneo, como los siguientes:1. Palidez.2. Eritema (enrojecimiento).3. Cianosis.4. Sensación de hormigueo.5. Edema.6. Frialdad de los tejidos.b. Si se observa líquido de drenaje u olor anormales, tal vez

exista una zona de presión excesiva o infección.

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FÉRULASDefinición: Soporte rígido para mantener fijos los extremos de un hueso fracturado de una extremidad y en posición adecuada hasta que pueda aplicarse una inmovilización definitiva.

CAPÍTULO XI

ELECTROCUCIÓN, CONGELACIÓN, INSOLACIÓN, Y PÉRDIDAS DE CONCIENCIA

11.1. ElectrocuciónComo se ha señalado previamente, la electricidad provoca quemaduras, pero también puede producir graves lesiones en el sistema nervioso, inhibiendo o “interfiriendo” con el Sistema Nervioso Vegetativo, provocando parada respiratoria y cardíaca de persistir la corriente.Las lesiones eléctricas ocurren en el organismo cuando éste entra en contacto con: a) los dos hilos conductores, o b) más frecuentemente, con un hilo conductor y un material conductor (tuberías, vigas metálicas, etc.) o que se ha convertido en conductor por la humedad (suelos, paredes, etc.). La humedad juega un papel muy importante en los accidentes eléctricos.El paso de la corriente a través del cuerpo da lugar a dos tipos de efectos: efectos términos y efectos de sobrestimulación; cada uno de ellos puede tener manifestaciones locales y generales.Los efectos y la severidad de la lesión producida por la electricidad dependen de distintos factores:a) Factores propios de la corriente: como el tipo de corriente (alterna, que es de uso

doméstico y 125, 220 o 380 voltios; o continua, que es de uso industrial y de más de 1000 voltios, llegando incluso a más de 140.000 en las torres de alta tensión, pasando por los 4000-7000 voltios que hay en los televisores o monitores aún apagados); o la intensidad de la corriente (a mayor intensidad se producen lesiones más graves);

b) Factores del organismo: resistencia u oposición que el cuerpo ofrece al paso de la corriente, tiempo de contacto, humedad (si la piel está mojada, disminuye mucho su resistencia, favorece el paso de la corriente y las lesiones serán más severas) y

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factores personales, ya que pueden existir características propias de cada individuo, que lo hagan más sensible a las descargas eléctricas.

Las lesiones locales por efecto térmico de la electricidad son las quemaduras eléctricas, que tienen unas características peculiares: la lesión de entrada está bien definida, es pequeña, deprimida, de color blanco grisáceo, con aspecto de piel endurecida y es indolora; la lesión de salida es más grande, hundida en el centro y elevada en la periferia, de color más oscuro, y, en función de las propiedades de la corriente, puede haber múltiples salidas.El buen aspecto y tamaño de las lesiones cutáneas es engañoso, ya que la verdadera lesión térmica se produce bajo la piel, afectando músculos y huesos y provocando grandes destrucciones musculares que pueden llegar a afectar a la totalidad de la musculatura de una extremidad.Las lesiones locales por efecto de la sobrestimulación celular ocurren como consecuencia de las violentas contracturas musculares en los lugares por donde pasa la corriente. Este efecto tetanizante es el responsable de fracturas y luxaciones al vencer la fuerza muscular la resistencia de huesos y articulaciones. Además, esta contractura muscular puede impedir que el accidentado se libere del contacto con el agente conductor causante del proceso, aumentando el tiempo de exposición y, por tanto, la gravedad de las lesiones.Los efectos generales de la electrocución son debidos a la sobrestimulación celular de órganos vitales, sobre todo a nivel cardiaco, respiratorio y cerebral. La descarga eléctrica sobre la musculatura cardiaca fácilmente puede provocar un paro cardiaco.Los primeros auxilios frente a una electrocución dependerán de la situación en que se halle el accidentado, es decir, si aún está en contacto con la corriente, o si únicamente se debe actuar sobre las lesiones que ya se han producido.Si el accidentado aún está en contacto con el conductor eléctrico, hay que separar con rapidez a la víctima de la corriente. Para esto, lo primero que se hará es desconectar la corriente eléctrica antes de tocar al accidentado.En las electrocuciones domésticas, si la instalación es correcta, los sistemas de seguridad obligatorios cortarán automáticamente el suministro, ya que el propio lesionado es la causa de que exista una perturbación en la línea. Si esto no fuera así, se debe cerrar el interruptor adecuado, o mejor aún, cerrar el interruptor general de la corriente de la casa.En las electrocuciones que se producen en la calle, se debe llamar inmediatamente a la compañía eléctrica para que corten el suministro eléctrico de la zona. Si no es posible desconectar la corriente, habrá que aislarse con palos, cuerdas, etc. y, sin tocar a la víctima directamente, intentar separarla del cable.De todas formas, no se podrá actuar sobre las lesiones mientras exista peligro de electrocución para el socorrista o para otras personas.Puede ocurrir que la ropa del accidentado esté ardiendo y entonces, habrá que apagarla por sofocación de las llamas, nunca utilizando agua, ya que es muy buena conductora y se podría reproducir la electrocución, incluso del socorrista.Una vez separada la víctima de la fuente de electricidad, la actuación sobre las lesiones seguirá, por supuesto, el orden de mayor a menor gravedad de las descritas anteriormente:Exploración primaria:– Controlar las constantes vitales.– Maniobras de RCP en caso de parada cardiaca o cardiorrespiratoria. Estas maniobras

se mantendrán hasta la llegada de los Servicios de Emergencias.– Si hay estado de coma por lesión cerebral (eléctrica o traumática) sin paro

cardiorrespiratorio, se debe colocar al lesionado en Posición Lateral de Seguridad, y procurar el traslado a un centro asistencial, con un control exhaustivo de las constantes vitales, ya que puede entrar en fallo cardiaco en cualquier momento.

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Exploración secundaria:– Búsqueda de lesiones traumáticas graves, fracturas, contracturas musculares,

luxaciones, etc. y actuar correctamente sobre las mismas.– Tratamiento de las quemaduras eléctricas, siguiendo los principios básicos del

tratamiento general de las quemaduras, recordando que existen lesiones de entrada y de salida que necesitan ser cubiertas con un apósito limpio o estéril.

– Conseguir el traslado del accidentado a un Centro hospitalario, sean cuales sean las lesiones, para una evaluación médica completa ya que pueden aparecer lesiones tardías.

11.2. CongelaciónCuando una persona ha estado expuesta al frío durante un tiempo excesivo, presenta entumecimiento, tiritonas (como reacción del organismo para producir calor), somnolencia, pérdida de visión, tambaleo y aturdimiento o semi-inconsciencia. La piel puede parecer normal, pero a medida que progresa la congelación se vuelve blanca o gris-amarillenta. Puede aparecer dolor o no, y pueden aparecer ampollas. En general, las zonas más afectadas suelen ser orejas, nariz y dedos.Frente a una congelación hay que cubrir la zona afectada con mantas o ropas de abrigo y no frotar, ya que las zonas congeladas se vuelven frágiles y pueden partirse.No hay que acercar a la víctima a una fuente de calor (estufas, bolsas de agua caliente, etc.) ya que la brusca vasodilatación aumenta el daño en los tejidos.La actuación correcta en estos casos, supone colocar a la persona en una habitación que se irá templando paulatinamente (dos grados por hora, aproximadamente); o colocarla en una bañera con agua tibia (23ºC-27º C) a la que se le irá aumentando la temperatura poco a poco (4 grados por hora).Asimismo, y en caso de que existan heridas (ampollas, grietas, etc.), éstas serán atendidas y si la persona está consciente, se le harán beber líquidos calientes (té, café, caldo, etc.) sin alcohol.Una vez entrado en calor, hay que animarle a hacer ejercicio progresivamente y de forma suave con los miembros afectados.

11.3. InsolaciónLa insolación es la respuesta del organismo a una agresión producida por el calor como consecuencia de la acción directa y prolongada del sol.La persona que sufre una insolación presenta dolor de cabeza, sensación de fatiga, sed, náuseas y vómitos, respiración lenta y calambres musculares.La actuación indicada en estos casos es colocar a la persona a la sombra, manteniéndola con la cabeza elevada, y aplicarle paños mojados con agua fría por el cuerpo.Si está consciente, es conveniente darle a beber agua en pequeños sorbos, distanciados, o aún mejor suero oral que se puede preparar añadiendo una cucharadita de sal y otra de bicarbonato a un litro de agua.

11.4. Pérdidas de concienciaLa conciencia es un estado en el que el cerebro permanece en completa vigilia, es decir, en el que el cerebro es perfectamente consciente de las sensaciones que recibe y de las órdenes que transmite.Una persona con pérdida de conciencia es aquella que ha perdido su estado de vigilia, de alerta ante las percepciones sensoriales y su capacidad de realizar movimientos voluntarios, pero que mantiene sus constante vitales (respiración y pulso).Las causas de pérdida de la conciencia son muy diversas y se dividen en cuatro grandes grupos:a) Traumatismos (caídas o golpes violentos en la cabeza).

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b) Intoxicaciones (alcohol, drogas, medicamentos, etc.).c) Alteraciones metabólicas (diabetes, etc.).d) Alteraciones neurológicas (epilepsia, accidentes cerebrovasculares, etc.).En primeros auxilios, lo esencial es determinar simplemente la presencia o ausencia de la conciencia (y de las otras constantes vitales), independientemente de la causa que la haya provocado.Según su grado, las pérdidas de conciencia se pueden clasificar en un continuo entre la lipotimia y el coma.LipotimiaEs la pérdida o disminución de la consciencia breve, ligera y de corta duración (segundos o minutos) debido a una disminución brusca de flujo sanguíneo cerebral. Es la forma más ligera de pérdida de la conciencia; la persona nos responderá ante estímulos externos (voz alta, estímulos dolorosos, etc.) volviendo a su estado de vigilia.Esta puede estar provocada por diversos factores, entre los que se encuentran: emociones intensas (miedo, etc.); visiones desagradables (sangre, heridos, etc.); calor excesivo y ambientes cerrados; estar mucho rato de pie sin poder moverse; alteraciones de la tensión arterial; regímenes dietéticos estrictos, sin control; ejercicio excesivo sin entrenamiento previo; etc.Esta pérdida de conciencia se acompaña generalmente de sensaciones de mareo; flojedad en las piernas; sensaciones auditivas (acúfenos) y piel pálida, sudorosa y fría.En los primeros auxilios para una persona que ha sufrido una lipotimia se incluye:– Colocar a la persona tendida en el suelo (en posición decúbito supino) y, a ser posible,

en un lugar con ambiente fresco o aireado.– Aflojarle la ropa (corbata, cinturón, sujetador, etc.) que le pueda oprimir el cuello, el

pecho o la cintura.– Evitar las aglomeraciones a su alrededor.– Levantarle las piernas.

ComaEl coma es una pérdida de conciencia prolongada con disminución o ausencia de los reflejos protectores (tos, deglución, mecanismo del vómito, etc.) y de reacción ante determinados estímulos externos. Es la forma más profunda de pérdida de la conciencia. Es un estado del que se sale difícilmente y que, a veces, puede durar años.Los síntomas que presenta una persona en coma son:– Ausencia de respuesta ante cualquier estímulo externo (voz alta, estímulo doloroso,

etc.).– Se mantiene la respiración.– Se mantiene el pulso carotídeo, pero el pulso radial o pedio pueden estar ausentes.El coma se puede clasificar en cuatro grupos:Coma traumático: Se produce como consecuencia de un golpe en la cabeza o en la columna o una lesión traumática múltiple.Coma tóxico: Producido como consecuencia de la ingestión de un producto tóxico, como el coma etílico, que puede producirse después de una ingesta importante de alcohol; el coma medicamentoso, que se produce por la ingesta excesiva de fármacos; el coma por monóxido de carbono, que se puede producir por estar en un ambiente con este gas (en incendios o en contacto con calentadores, estufas, etc.).Coma metabólico: Se produce como consecuencia de la alteración del funcionamiento del propio organismo; destacando el coma hepático (que se produce por problemas hepáticos) y el coma diabético (originado por la descompensación de la glucosa).Coma neurológico: Se produce como consecuencia de la alteración del propio sistema nervioso central; como el coma epiléptico (que se puede producir como consecuencia de convulsiones).

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Los primeros auxilios frente a una situación de pérdida de conciencia más prolongada que la esperada en una lipotimia, suponen, en primer lugar (y como siempre) llamar a los Servicios de Emergencias.Además, y en el caso de que se pueda suponer que la pérdida de conciencia ha sido producida por un traumatismo, siempre se la considerará como una lesión de columna vertebral y se controlará en bloque el eje cabeza-cuello-columna.Se aflojarán las ropas que opriman el cuello, el pecho o la cintura y se mantendrá permeable la vía aérea (A) Se controlarán las otras constantes (respiración y pulso) (B y C), restableciendo las que se noten ausentes, a través de la reanimación pulmonar y cardiopulmonar.Se controlarán y tratarán las hemorragias agudas, si las hubiere.Se valorará el resto de las lesiones y se mantendrá la temperatura corporal, abrigando a la víctima con ropas o con una manta.Algunos casos de pérdida de conciencia producidos por traumatismos en la cabeza, se recuperan al momento pero, más tarde, pueden provocar vómitos, somnolencia y entrada en coma. Por esta razón, siempre que se produzca una pérdida de conciencia, por breve que sea, es necesaria la valoración médica de la persona afectada.Los signos vitales deberán controlarse hasta que lleguen los Servicios de Emergencia; razón por la que nunca hay que dejar sola a la persona inconsciente. Si tiene pulso y respira, se la colocará en la Posición Lateral de Seguridad para evitar posible asfixia por vómitos, lengua, etc.

CAPÍTULO XIICUERPOS EXTRAÑOS

12.1. Cuerpos extraños en ojoSon considerados los lentes de contacto, arena, partículas de madera o metal, maquillaje, pestañas, insectos, tanto debajo del párpado como sobre el globo ocular. Estos materiales son perjudiciales no sólo por sus efectos irritantes, sino por el peligro de raspar el ojo o introducirse en él.

Procedimiento

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• Lávese las manos con agua y jabón. • Haga sentar a la víctima de tal manera que la luz le dé directamente sobre los ojos. • Pídale que lleve la cabeza hacia atrás. • Colóquese del lado del ojo afectado o detrás de la víctima. • Coloque su mano izquierda debajo del mentón; con sus dedos índice y pulgar,

entreabra el ojo afectado para observar el tipo y la localización del cuerpo extraño. Para esto, pídale que mueva el ojo hacia arriba, abajo y los lados.

• Si puede ver el cuerpo extraño, trate de expulsarlo lavando el ojo; vierta agua con una jeringa sin aguja, una jarra o bajo el grifo, inclinando la cabeza hacia el lado lesionado.

Si este procedimiento no da resultado y el cuerpo extraño es móvil, pídale que parpadee; a veces solo esto es suficiente para que se localice en el ángulo interno y usted pueda retirarlo con la punta de un pañuelo limpio. Si el cuerpo extraño está localizado debajo del párpado inferior, pídale que mire hacia arriba; mientras tanto, con su dedo pulgar hale hacia abajo el párpado, localice el cuerpo extraño y con la punta de un pañuelo retírelo. En caso de que el cuerpo extraño esté localizado debajo del párpado superior, haga que mire hacia abajo; con sus dedos índice y pulgar tome las pestañas del párpado superior y hálelo ligeramente hacia abajo; con la otra mano, tome un aplicador o algo similar, colóquelo sobre la parte media del párpado superior y vuelva el párpado hacia arriba sobre el aplicador. Localice el cuerpo extraño y retírelo.Si la partícula está localizada en el centro del ojo y con el parpadeo no se moviliza, cubra el ojo con una gasa estéril, luego cubra ambos ojos con un vendaje sin hacer presión y envíe a la víctima a una centro asistencial. • No trate de retirar el cuerpo extraño. • Evite que la víctima se frote el ojo. • No aplique gotas oftálmicas (colirios), ungüentos ni otras soluciones.

12.2. Cuerpos extraños en oídos ProcedimientoSi se trata de un insecto haga lo siguiente: • Coloque la víctima con la cabeza inclinada hacia el lado contrario del afectado.

Aplique 3 ó 4 gotas de aceite mineral tibio o aceite para bebé. • Deje actuar durante 1 ó 2 minutos. • Incline la cabeza hacia el lado afectado, para que el aceite drene espontáneamente y

arrastre el insecto.Si el cuerpo extraño es una semilla o bolita de cristal, proceda así:

• Colóquele la cabeza de forma que el oído afectado quede hacia abajo, para facilitar la salida del cuerpo extraño.

• Si la maniobra anterior no da resultado, NO trate de extraer los cuerpos extraños con pinzas u otros elementos.

• Si venia presentando dolor de oído, salida de pus, sordera, antes de la presencia del cuerpo extraño, NO realice ningún procedimiento y trasládela a un centro asistencial.

12.3. Cuerpos extraños en nariz Procedimiento • Tranquilice al niño y a sus familiares. • Pregúnteles que tipo de cuerpo extraño se introdujo y el tiempo que lleva el niño con

él, ya que si se trata de una semilla, al ponerse en contacto con la secreción de la nariz aumenta de tamaño, lo que hace difícil su extracción y será necesario que lo envíe a un centro asistencial.

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• Si se trata de un botón u otro objeto apriete con uno de sus dedos la fosa nasal libre y pídale al niño que se suene, esto hará expulsar el objeto por la corriente de aire que se forma.

• Si con la maniobra anterior no logra expulsar el objeto, envíelo a un centro asistencial.

PREVENCIÓN La presencia de cuerpos extraños, se puede evitar de la siguiente manera: • No dar a los niños objetos como botones o semillas para jugar. • No permitir que los niños jueguen cuando están comiendo. • No dar a los niños alimentos con cáscara o huesos. • Evitar que los niños duerman mientras están chupando dulces o goma de mascar. • No sostener en la boca alfileres u otros objetos que puedan fácilmente ser tragado o

aspirados. • Masticar bien la comida antes de ingerirla. • Usar protectores mientras se trabaja con madera, arena, vidrio, soldadura, viruta

metálica. • Seguir las instrucciones para el uso de los lentes de contacto.

CAPÍTULO XIIIMORDEDURAS Y PICADURAS

Todos los animales en la naturaleza, están condicionados a diferentes estímulos en busca de alimento, reproducción, supervivencia y a no ser depredados por otros, creando estrategias como el mimetismo con la naturaleza a su alrededor.

Es allí, en donde por nuestro desconocimiento de su hábitat, se accidentan las personas al tomarse de un árbol o introducir las manos debajo de una piedra. Las picaduras y mordeduras se consideran como lesiones que inicialmente afectan el tejido blando pero que según la evolución y la respuesta orgánica de cada individuo pueden comprometer todos los sistemas, incluso causar la muerte si la atención no es rápida y adecuada, especialmente en personas que sufren reacciones alérgicas graves.

13.1. PicadurasLas picaduras son pequeñas heridas punzantes producidas principalmente por insectos, artrópodos y animales marinos a través de las cuales inyectan sustancias tóxicas que actúan localmente y en forma sistemática (en todo el cuerpo ) de acuerdo con la clase de agente causante, la cantidad de tóxico y la respuesta orgánica.

PICADURAS DE ABEJAS, AVISPAS Y HORMIGAS

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Las picaduras de estos insectos son las más frecuentes. Ocasionalmente pueden causar la muerte, debida casi siempre a la reacción alérgica aguda producida por el veneno que inoculan.La avispa y la hormiga pueden utilizar su aguijón repetidamente, mientras que la abeja, especialmente la productora de miel, deja su aguijón y el saco venenoso adherido a la piel de la víctima.SEÑALESNo todas las personas reaccionan de la misma forma a estas picaduras. Las manifestaciones pueden ser locales o generales.LocalesSe presentan con mayor frecuencia y pueden ser:Dolor.Inflamación en forma de ampolla blanca, firme y elevada.Enrojecimiento y rasquiña de la piel en el área de la picadura.GeneralesSe presentan por reacción alérgica:Rasquiña generalizada.Inflamación de labios y lengua.Dolor de cabeza. Malestar general.Dolor de estómago (tipo cólico).Sudoración abundante.Dificultad para respirar.Ansiedad, pudiendo llegar al shock, coma y muerte.ATENCIÓN GENERAL• En toda picadura se debe hacer lo siguiente:• Tranquilice a la persona. Proporciónele reposo.• Retire el aguijón. Raspe el aguijón con cuidado. Hágalo en la misma dirección en la

que penetró. Utilice para ello el borde afilado de una navaja o una tarjeta plástica.• Aplique compresas de agua helada o fría sobre el área afectada para reducir la

inflamación y disminuir el dolor y la absorción del veneno. Puede ser útil la aplicación de una solución de ¼ de cucharadita de papaina (ablandador de carne) disuelta con 1 cucharadita de agua. Si dispone del equipo de succión para animal ponzoñoso, (alacrán, araña, serpiente), aspire varias veces.

• Cuando se presenta reacción alérgica, suministre un antialérgico (antihistamínico) y traslade la víctima rápidamente al centro asistencial.

PICADURA DE ALACRÁN Y ESCORPIÓNLa mayoría de estas lesiones son ocasionadas en forma accidental al pisar o al entrar en contacto con ellos.SEÑALESDespués de una picadura de alacrán puede manifestarse:Inflamación local y dolor intenso.Necrosis del área afectada caracterizada por decoloración de la piel en el lugar de la picadura.Adormecimiento de la lengua.Calambres.Aumento de salivación.Distensión gástrica. Convulsiones.Shock, paro respiratorio o paro cardiorrespiratorio.ATENCIÓN• Lave la herida.

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• Aplique compresas frías.• Atienda el shock y traslade la víctima rápidamente a un centro asistencial.

PICADURA DE ARAÑALas arañas ponzoñosas más comunes son: la viuda negra, tarántula y pollera o polla.SEÑALESLa víctima generalmente no siente la picadura; algunas veces se observan dos puntos rojos en el lugar de la picadura.Dolor local intenso, durante las dos primeras horas. Calambres en el miembro afectado que puede irradiarse a los músculos de la espalda.Rigidez abdominal producida por el dolor.Dificultad para respirar.Náuseas y vómito, sudoración abundante, shock.ATENCIÓN GENERAL• Lave la herida.• Aplique compresas frías.• Atienda el shock y traslade la víctima rápidamente a un centro asistencial.• No es recomendable que use calor ni cigarrillo encendido porque lesionan la piel y no

garantizan que las garrapatas se desprendan completamente. Traslade al centro asistencial, si no puede quitarlas, si parte de ellas permanecen en la piel, si se desarrolla una erupción o síntoma de gripa.

PICADURA DE GARRAPATALas garrapatas se adhieren fuertemente a la piel o al cuero cabelludo. Estas transmiten microorganismos causantes de diversas enfermedades (meningoencefalitis, fiebres hemorrágicas, infecciones bacterianas diversas), aumentando este riesgo cuando más tiempo permanezca adherida la garrapata a la piel.SEÑALESLas picaduras de las garrapatas producen reacción local de prurito (rasquiña) y enrojecimiento.Calambres.Parálisis y dificultad respiratoria.ATENCIÓN• Tapona el orificio de la lesión con aceite mineral, glicerina o vaselina para facilitar la

extracción de la garrapata. Retírelas una vez que se haya desprendido, con la ayuda de unas pinzas. Si no tiene pinzas utilice guantes o un trozo de plástico para proteger sus dedos. Se recomienda no puncionar o romperlas dentro de la lesión porque se puede producir infección bacteriana.

• Lave frotando la piel con agua y jabón, para remover los gérmenes que hayan quedado en la herida.

• No es recomendable que use calor ni cigarrillo encendido porque lesionan la piel y no garantizan que las garrapatas se desprendan completamente.

• Traslade al centro asistencial, si no puede quitarlas, si parte de ellas permanecen en la piel, si se desarrolla una erupción o síntoma de gripa.

PICADURA DE MOSCASDentro de toda la variedad de moscas existentes se encuentra el tábano que produce la miasis o el nuche en los animales de sangre caliente incluyendo al hombre.SEÑALESLa miasis es la infección de órganos y tejidos por larvas de moscas, la cual produce varios días después, diversas manifestaciones según el sitio afectado, áreas expuestas de la piel y raramente en ojos, oídos y nariz. Enrojecimiento e inflamación.

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Secreción purulenta fiebre y dolor.Incomodidad y pérdida de la función de la parte afectada.ATENCIÓN• Taponar el orificio de la lesión con aceite mineral, glicerina o vaselina para facilitar la

extracción de las larvas.• Retírelas una vez que se hayan desprendido, con la ayuda de unas pinzas. Si no tiene

pinzas utilice guantes o un trozo de plástico para proteger sus dedos.• Se recomienda no puncionar o romperlas dentro de la lesión porque se puede

producir infección bacteriana. Lave frotando la piel con agua y jabón, para remover los gérmenes que hayan quedado en la herida.

• No es recomendable que se use calor ni cigarrillo encendido porque lesionan la piel y no garantizan que las larvas se desprendan completamente.

• Traslade al centro asistencial, si no puede quitarlas, si parte de ellas permanecen en la piel, si se desarrolla una erupción o síntoma de gripa.

PICADURA DE ANIMALES MARINOSMedusa o agua malaEstos animales marinos viven en colonias y tienen tentáculos que se extienden a varios metros en la superficie del agua. Son habitantes de los mares con agua tibia poco profundos y quietos, entre arrecifes y corales.SEÑALESLos tentáculos al entrar en contacto con la piel humana se adhieren secretando un líquido venenoso que causa dolor con sensación de ardor quemante, erupción y ronchas en la piel. En lesiones severas se puede presentar calambres, náuseas, vómito, problemas respiratorios y shock.ATENCIÓN• No utilizar agua dulce, ni frotar porque puede hacer estallar las bolsas donde se

deposita el veneno.• Aplicar alcohol, harina, levadura o jabón de afeitar, luego se raspa este material con el

filo de una navaja y se vuelve a lavar las áreas con agua salada o, en última instancia, aplicar agua de mar caliente o arena caliente. También le puede ser de utilidad la aplicación de bicarbonato de sodio disuelto en agua.

• Estar atento a la presencia de manifestaciones de shock y atenderlo.Picadura de raya, pez escorpión, erizo de marLas rayas son de agua dulce o salada. En su cola tienen uno o dos espolones en forma de sierras con una envoltura gelatinosa y bolsas venenosas, que sueltan las toxinas al penetrar el espolón en el hombre. El erizo de mar tiene un caparazón espinoso. El pez escorpión, llamado diablo de mar, en su aleta dorsal posee espinas fuertes. La mayoría de estas picaduras ocurren al pisar accidentalmente sin tener una protección adecuada.SEÑALESLas toxinas inoculadas producen cambios en los sistemas cardiovascular, respiratorio, nervioso y urinario.Dolor intenso que se inicia pocos minutos después de la picadura hasta hacerse insoportable para luego disminuir paulatinamente. Herida desgarrada y con bordes irregulares que sangra y se infecta con facilidad.La piel alrededor de la herida se decolora e inflamada. En algunos casos puede ocasionar desmayos, náuseas, vómito, calambres, convulsiones, dolor inguinal o axilar.ATENCIÓN GENERAL• Irrigue inmediata y completamente la lesión con agua salada fría, con el fin de

remover el veneno y limpiar la herida.• Sumerja la extremidad en agua caliente. El calor desactiva el veneno y reduce el

dolor.• Si son fáciles de extraer retire las espinas o púas lo antes posible.

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• Atienda el shock.• Se recomienda la administración de la antitoxina tetánica o del toxoide tetánico de

refuerzo si la víctima ya ha sido vacunada. Traslade la víctima a un centro asistencial.

13.2. Mordeduras Las mordeduras más frecuentes son de perros, gatos, serpientes y pequeños roedores como las ratas y las ardillas. También se ven en ocasiones mordeduras humanas.Las mordeduras de serpientes no venenosas no requieren más que el tratamiento habitual de las mordeduras: no suturarlas, limpieza e irrigación, aplicación de antisépticos, profilaxis antitetánica y vigilancia de la herida. Como cualquier mordedura puede infectarse, es recomendable en ellas la profilaxis antibiótica. Las mordeduras de serpientes venenosas requieren primeros auxilios y atención hospitalaria de la máxima urgencia.

Los síntomas de una mordedura de serpiente venenosa dependen de la especie del reptil. Los crótalos, como la cabeza de cobre (Agkistrodon contortrix) y una especie de mocasín (Agkistrodon piscivorus), inyectan un veneno que destruye los vasos sanguíneos; la herida desarrolla inmediatamente un dolor intenso e inflamación. Si la cantidad de veneno es grande la hinchazón llega a ser tan pronunciada que rompe la piel. La decoloración de los tejidos circundantes es un signo patognomónico de mordedura por estas serpientes. El paciente se siente mareado y con náuseas y puede desarrollar un shock. La mordedura de las serpientes del género Micrurus no causa dolor inmediato, pero su veneno ataca el sistema nervioso central paralizando órganos vitales como los pulmones. La identificación del tipo de serpiente es muy útil para administrar la antitoxina correspondiente.El objetivo del socorrista es evitar la difusión del veneno. Es necesario mantener inmóvil al paciente para evitar el aumento de la circulación local o sistémica. Si la mordedura se halla en una extremidad, se debe aplicar un torniquete de 5 a 8 cm por encima de la mordedura. Este torniquete no debe ser demasiado compresivo, pues es importante que la sangre siga manando de la mordedura en pequeñas cantidades.Otro método para retardar la circulación del veneno es mantener en declive la parte mordida. Para aliviar el dolor se puede aplicar sobre la herida hielo o agua fría. La herida debe lavarse con abundante agua y jabón y secarse con mucho cuidado. Después debe aplicarse un apósito estéril o, en su defecto, limpio. Lo ideal es la inyección precoz de la antitoxina correspondiente.

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Procedimiento• Haga que la víctima se acueste inmediatamente. • Aplique un vendaje constrictivo alrededor de la pierna o brazo, por encima de la picadura. • Use un pedazo de tela resistente y ancha. Envuélvala alrededor del brazo o pierna por

encima de la picadura; haga un nudo; coloque sobre este nudo una rama o pedazo de palo y haga otro nudo. Dele una vuelta completa al palo o rama, para formar un torniquete. El pulso debe sentirse por debajo del torniquete. No debe sentirse sensación de pulsación a nivel torniquete.

• Ponga sobre la picadura una bolsa o paquete con hielo. • Lleve al paciente a un hospital o con un médico. • No permita que la víctima camine. • No administre bebidas alcohólicas en ninguna forma. • No use alambre, o soga como material del vendaje. • No cubra el vendaje - déjelo visible.

CAPÍTULO XIVTRANSPORTE DE ACCIDENTADOS Y BOTIQUÍN

14.1. Transporte de accidentadosComo norma general, y como ya se ha señalado, es preferible prestar la ayuda en el lugar del accidente y no mover al/los accidentado/s; especialmente, en accidentes o lesiones graves.En caso de que haya que transportar a un herido, hay que garantizar que las lesiones no empeoren o aumenten y que no se entorpezca la recuperación futura.La razón fundamental para trasladar a un lesionado es que exista peligro vital en caso de no hacerlo. Por ejemplo, si hay peligros de incendio, derrumbes, inundaciones, etc.Hay que prevenir en el traslado tanto la salud del auxiliado como la del auxiliador.Para realizar el traslado de un herido, la primera cuestión a valorar es si sólo lo va a realizar una persona, o son varias a colaborar.

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En el caso de que sea sólo una persona la que va a efectuar el traslado, puede utilizar diferentes métodos.Uno de ellos es el método de arrastre: éste se utiliza en terrenos lisos y para distancias cortas (no más de 10 metros). Se realiza estirando de las ropas (chaqueta, abrigo, etc.) que se han adelantado hacia la cabeza para protegerla cuando ésta cuelga en el arrastre. También se puede arrastrar a una persona si ésta está consciente y puede colaborar, arrodillándose a su lado y solicitándole a éste que pase sus manos por el cuello del auxiliador, entrelazándolas.También se puede utilizar el arrastre por los pies, en el caso de que la víctima tenga mucho peso, siempre protegiendo la cabeza durante esta actuación.Si por el contrario, la víctima es de bajo peso, se la puede transportar en brazos, poniendo un brazo por debajo de los muslos y otro alrededor del tronco y por encima de la cintura.En casos necesarios, se puede utilizar el método del bombero que consiste en cargar con el herido en los hombros.Si son dos o más personas las que van a efectuar el traslado, pueden entrelazar sus brazos de tal manera que formen una especia de asiento en la que cargar al herido (del tipo de “sillita de la Reina”); o pueden cogerle todos a la vez, uno por los pies, otro por los muslos, otro por la cintura, otro por el tronco, y siempre con alguien que proteja la cabeza manteniéndola alineada con el resto del cuerpo.Camillas y otros elementos de transporteLas camillas suponen el método idóneo para transportar heridos graves. Se deben extremar las precauciones a la hora de subir al herido a la camilla, siendo lo ideal que esta maniobra la realicen por lo menos 5 personas: dos en cada lado y uno en la cabeza.Existen distintos tipos de camillas adaptadas a las diversas situaciones.Las lesiones de columna requieren camillas rígidas. Las lesiones leves o aquellas en las que no esté comprometida la columna vertebral, permiten la utilización de camillas de lona u otros sistemas similares de confección casera.También se puede confeccionar una camilla con dos chaquetas y dos trozos de madera fuertes. Para esto, se colocan las mangas de la prenda hacia adentro, se pasan los trozos de madera por las mangas y se cierra o abotonan las prendas por abajo.Principios básicos en caso de ser necesaria la movilizacióna) Asegurar el PAS y el ABC de los primeros auxilios.b) Controlar lesiones y hemorragias e inmovilizar todas las fracturas.c) Siempre que se desconozca qué lesión tiene el herido, hay que pensar que puede ser una lesión de la columna vertebral, con mayor razón si la víctima está inconsciente y se procederá a tratarla como tal.d) La persona más entrenada debe dirigir el transporte, y seleccionará el método idóneo considerando la naturaleza de la lesión, el número de ayudantes, el material disponible, la complexión de la víctima y la distancia a recorrer.e) Todos los que participan en el transporte deben saber con antelación cuál va a ser su función y hacia donde se dirigen.f) Para levantar a una persona la fuerza que aplica el auxiliador siempre debe recaer en las piernas y no en la espalda o en la cintura. La fuerza debe hacerse siempre con las piernas.g) Hay que recordar y apuntar si es posible el lugar y posición en que se encontraban las víctimas antes del transporte.

TRANSPORTE ADECUADODEFINICIÓNEl traslado innecesario de las víctimas de un accidente o de los enfermos graves es muy peligroso.“Transpórtelas con Seguridad”

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Al trasladar un accidentado o un enfermo grave, se deberá garantizar que las lesiones no aumentarán, ni se le ocasionarán nuevas lesiones o se complicará su recuperación ya sea por movimientos innecesarios o transporte inadecuado.Es mejor prestar la atención en el sitio del accidente, a menos que exista peligro inminente para la vida de la víctima o del auxiliador como en un incendio, peligro de explosión o derrumbe de un edificio.Una vez que haya decidido cambiar de lugar a la víctima, considere tanto la seguridad de la víctima como la suya. También tenga en cuenta su propia capacidad, así como la presencia de otras personas que puedan ayudarle.MÉTODOS PARA LEVANTAR A UNA PERSONAArrastreSe utilizan cuando es necesario retirar una víctima del área del peligro, a una distancia no mayor de 10 metros y cuando el auxiliador se encuentra solo. No debe utilizarse cuando el terreno sea desigual o irregular (piedras, vidrios, escaleras).Coloque los brazos cruzados de la víctima sobre el tórax. Sitúese detrás de la cabeza y colóquele sus brazos por debajo de los hombros sosteniéndole con ellos el cuello y la cabeza.Arrástrela por el piso.Si la victima tiene un abrigo o chaqueta, desabroche y hale de él hacia atrás de forma que la cabeza descanse sobre la prenda. Arrástrela por el piso, agarrando los extremos de la prenda de vestir (abrigo, chaqueta o camisa).Si en el recinto hay acumulación de gas o humo, haga lo siguiente:Si la víctima está consciente y no puede movilizarse, arrodíllese y pídale que pase los brazos alrededor de su cuello, entrelazando las manos. Si está inconsciente, sujétele las manos con una venda a la altura de las muñecas y realice el mismo procedimiento.Si la víctima es muy grande usted puede usar el arrastre de los pies, asegurándose que la cabeza de la víctima no se lesione con un terreno desigual o irregular.Cargue de brazosCuando la víctima es de bajo peso.Pase un brazo por debajo de los muslos de la víctima. Colóquele el otro brazo alrededor del tronco, por encima de la cintura y levántela.Cargue de brazos con 2 auxiliadoresCargue de brazos con 3 auxiliadoresCon ayuda de una cobija o frazadaPara levantar un lesionado o enfermo con ayuda de una cobija o frazada se necesitan de 3 a 5 auxiliadores.Se usa cuando no se cuenta con una camilla y la distancia a recorrer es corta.NO se debe usar este método si se sospecha lesiones en la columna vertebral.Colocar la frazada o cobija doblada en acordeón a un lado de la víctima. Dos auxiliadores se colocan arrodillados junto a la víctima y la acomodan de medio lado (uno de los auxiliadores la sostiene de la cadera y las piernas, el otro de la espalda y la cabeza); el tercero acerca la cobija o frazada y la empuja de tal manera que le quede cerca de la espalda. Coloquen nuevamente la víctima acostada sobre la espalda y ubíquense para proceder a levantarla:Forma correcta de subir un lesionado a una camillaCuatro auxiliadores se colocan arrodillados al lado y lado de ésta: dos en la parte superior, toman la cobija o frazada a la altura de los hombros y de la cintura y de las piernas, y el quinto detrás de la cabeza.Halen los extremos de la cobija para evitar que quede enrollada debajo de su cuerpo.Enrollen los bordes de la cobija o frazada, rodeando el cuerpo de la víctima.A una orden, pónganse de pie y caminen lentamente de medio lado, iniciando la marcha con el pie que queda más cerca de los pies del lesionado.

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COMO TRANSPORTAR UN LESIONADO CON AYUDA DE ELEMENTOSUn lesionado puede ser transportado utilizando diferentes elementos como: silla, camilla y vehículo; su uso depende de las lesiones que presenta, de la distancia y de los medios que se tengan para hacerlo.Transporte en sillaSe usa cuando la persona está consciente y NO tiene lesiones severas, especialmente si es necesario bajar o subir escaleras.Debe tenerse la precaución de que el camino esté libre de obstáculos, para evitar que los auxiliadores se resbalen. Para emplear este método de transporte se necesitan 2 auxiliadores.Verificar que la silla sea fuerte.Sentar a la víctima en la silla. Si no puede sentarse sin ayuda, hagan lo siguiente:Cruce las piernas de la víctima, un auxiliador se pone de rodillas a la cabeza de la víctima.Meta una mano bajo la nuca, la otra mano bajo los omoplatos. En un solo movimiento siente la víctima, acercándose contra ella o sosteniéndola con una pierna.Coloque un brazo por debajo de las axilas de la víctima cogiendo el brazo cerca de la muñeca.Con su otra mano tome de igual forma el otro brazo y entrecrúcelos apoyando la cabeza contra el auxiliador, sostenga el tronco de la víctima entre sus brazos.Póngase de pie con la espalda recta, haciendo el trabajo con las piernas, mientras el otro auxiliador le sostiene las piernas a la víctima. A una orden, levántense simultáneamente y coloquen la víctima en la silla. Asegúrenla en la silla, inclinen la silla hacia atrás, para que la espalda de la víctima quede contra el espaldar de la silla.A una orden, levanten simultáneamente la silla y caminen lentamente.

TIPOS DE CAMILLADentro de los tipos de camillas tenemos:Camillas de lona para transportar víctimas que no presentan lesiones de gravedad.Camillas Rígidas para transporte lesionados de columna; éstas son de madera, metálicas o acrílico.Camillas de vacío para transportar lesionados de la columna.Camilla para el transporte de lesionados en operaciones helicoportadas.FORMAS DE IMPROVISAR UNA CAMILLAUna camilla se puede improvisar de la siguiente manera:Consiga 2 ó 3 chaquetas o abrigos y 2 trozos de madera fuertes.Coloque las mangas de las prendas hacia adentro.Pase los trozos de madera a través de las mangas.Botone o cierre la cremallera de las prendas.Otra forma de improvisar una camilla es la siguiente:Consiga una frazada o cobija y dos trozos de madera fuertes.Extienda la cobija o frazada en el suelo.Divida la cobija imaginariamente en tres partes, coloque un trozo de madera en la primera división y doble la cobija.Coloque el otro trozo de madera a 15 cm del borde de la cobija y vuelva a doblarla.PREVENCIÓNPara evitar mayores lesiones en el traslado de las víctimas de un accidente se debe:Asegurar que las vías respiratorias estén libres de secreciones.Controlar la hemorragia antes de moverla.Inmovilizar las fracturas.Verificar el estado de conciencia. Si se encuentra inconsciente, como resultado de un traumatismo, considérela como lesionada de columna vertebral. Evite torcer o doblar el cuerpo de una víctima con posibles lesiones en la cabeza o columna.

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Utilizar una camilla dura cuando sospecha fractura de columna vertebral. No debe ser transportadas sentadas las personas con lesiones en la cabeza, espalda, cadera o pierna.Seleccionar el método de transporte de acuerdo con la naturaleza de la lesión, número de ayudantes, material disponible, contextura de la víctima y distancia a recorrer. Dar órdenes claras cuando se utiliza un método de transporte que requiera más de 2 auxiliadores, en estos casos uno de los auxiliadores debe hacerse cargo de dirigir todo el procedimiento.TOME PRECAUCIONESPara lograr una mayor estabilidad y equilibrio de su cuerpo, separe ligeramente los pies y doble las rodillas, NUNCA la cintura. La fuerza debe hacerla en las piernas y no en la espalda.Para levantar al lesionado, debe contraer los músculos de abdomen y pelvis, manteniendo su cabeza y espalda recta.NO trate de mover solo un adulto demasiado pesado, busque ayuda.

14.2. Botiquín

El botiquín es el lugar idóneo para guardar los distintos materiales utilizados en las curas de primeros auxilios.Como botiquín puede servir cualquier caja de metal o plástico resistente y que cierre herméticamente, preservando sus contenidos del ambiente.No tiene que tener llave, es preferible que sea fácilmente transportable y siempre debe mantenerse alejado del alcance de los niños.No hay que colocar en el botiquín productos de uso cotidiano como cremas para las manos o champús, y todos su contenidos deben estar correctamente etiquetados, ordenados y con la fecha de caducidad controlada. Es conveniente repasar regularmente la fecha de caducidad de los elementos que se guardan en el botiquín y tirar aquellos que hayan caducado.Es importante tener un buen botiquín de primeros auxilios en casa para hacer frente a accidentes y lesiones leves.

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Tu botiquín de primeros auxilios debe permanecer cerrado y guardado en un lugar fresco y seco, fuera del alcance de los niños.Los medicamentos del botiquín deben ser controlados regularmente para asegurarse de que no estén caducados.Muchas personas también llevar un pequeño botiquín de primeros auxilios en su vehículo para las emergencias.El contenido puede variar según su uso (hogar, vehículo, mochila de montaña, barco, etc.) y la capacidad de las personas que lo van a utilizar.En general, será suficiente con los siguientes elementos:– Jabón neutro.– Gasas estériles en sobres unidosis de cuatro o cinco unidades.– Esparadrapo de tela e hipoalérgico (de papel).– Antiséptico incoloro (tipo clorhexidina).– Tiritas de diferentes tamaños. Puntos de esparadrapo.– Triángulos de tela para inmovilizaciones y vendajes improvisados.– Vendas de distintas medidas (5m x 5cm y 5m x 10 cm).– Un termómetro.– Algodón.– Agua oxigenada, como hemostático para las pequeñas heridas y las heridas de la

boca. Hay que tener cuidado con el cierre porque en el transporte del botiquín éste se puede derramar.

– Alcohol de 90º.– Analgésicos suaves o menores, tipo paracetamol o aspirina, ya que tienen diferentes

utilidades (disminuyen la fiebre, calman el dolor, son antiinflamatorios, etc.)– Crema hidratante para rozaduras o quemaduras.– Gasas con vaselina para quemaduras y heridas.– Bolsa de hielo sintético.– Tijeras de punta redondeada.– Pinzas sin dientes.– Imperdibles de seguridad– Guantes estériles, de un solo uso.– Manta termoaislante (color oro o plata).– Linterna.– Libreta de papel y lápiz.– Listado de teléfonos útiles (emergencias, servicios sanitarios y toxicológicos, etc.).Además, conviene saber que:– Los antibióticos se deben utilizar siempre bajo la prescripción del médico. El abuso de

forma indiscriminada provoca resistencias lo que va a suponer su ineficacia en posteriores ocasiones.

– No hay que tirar nunca el envase original de un medicamento, ya que en él figura la fecha de caducidad.

– No hay que hacer caso a las recomendaciones de familiares, amigos o vecinos en cuanto a la utilización de determinados medicamentos; ya que enfermedades distintas pueden tener los mismos síntomas. Sólo el médico deberá prescribir los medicamentos a tomar, así como sus indicaciones.

Elementos de un botiquín básico de primeros auxiliosLos principales elementos del botiquín que siempre deben formar parte del contenido de tu botiquín de primeros auxilios en caso de emergencia son: Tiritas, en una variedad de diferentes tamaños y formas para detener hemorragias. Apósitos de gasa estéril pequeños, medianas y grandes. Al menos dos apósitos estériles para ojos. Vendajes triangulares.

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Rollos de vendas. Imperdibles. Guantes estériles desechables. Pinzas. Tijeras. Toallitas húmedas de limpieza sin alcohol. Cinta adhesiva. Termómetro, preferiblemente digital. Crema para erupciones de la piel tales como la hidrocortisona o la caléndula. Crema o spray para aliviar las picaduras de insectos y picaduras de insectos. Crema antiséptica. Los analgésicos tales como paracetamol o paracetamol infantil para los niños,

aspirina (que no debe administrarse a niños menores de 16 años), o ibuprofeno. Medicamentos para la tos. Comprimidos descongestionante o un aerosol nasal. Comprimidos de antihistamínicos. Agua destilada, para la limpieza de heridas y lavado ocular.Puedes comprar los medicamentos y utensilios para tu botiquín de primeros auxilios en farmacias y parafarmacias.

BOTIQUÍN DE URGENCIASTodos los centros de trabajo deben disponer de botiquines, los cuales estarán dotados, como mínimo, de los siguientes materiales: 1 envase de agua oxigenada (10 volúmenes de 250 ml). 1 envase de polividona yodada (100 ml). 1 envase de tul engrasado. 1 envase de pomada para quemaduras. 1 envase de gasas estériles de 20x20. 4 vendas (2 vendas de 5x5 y 2 vendas de 10x10). 1 esparadrapo. 1 envase de tiritas. 1 torniquete o goma para hacer compresión. 2 guantes estériles de un solo uso. 1 pinzas y 1 tijeras. 1 envase de pomada antiinflamatoria. 1 envase de analgésico paracetamol. 1 envase de ácido acetilsalicílico.

CAPÍTULO XVDESASTRES

Definición:Es un conjunto de daños graves, causados por un fenómeno destructor que afecta la vida, la salud y bienes de la comunidad.Desastres naturales, desastres debidos a circunstancias naturales que ponen en peligro el bienestar del ser humano y el medio ambiente. Se suele considerar como tales a aquellos que son debidos a fenómenos climáticos o geológicos, lo que excluye los riesgos sanitarios que representan los agentes patógenos. Los riesgos más conocidos y divulgados son los que se materializan de forma episódica, a menudo con alcance catastrófico. Con todo, hay riesgos continuados cuya naturaleza resulta menos obvia, como los relacionados con la radiactividad natural o los metales tóxicos presentes en la naturaleza. Existen numerosos desastres tanto continuos como episódicos debidos al ser humano, que pueden tener un

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impacto comparable al de los desastres naturales más graves, por ejemplo, el accidente de Chernóbil. Lo que es más, ciertos riesgos pueden verse exacerbados por la actividad humana, por ejemplo las inundaciones debidas a la destrucción de los bosques. Por lo tanto, en el estudio de los posibles desastres son fundamentales los principios básicos de la ecología, concretamente aquellos que permiten identificar qué es natural, qué es consecuencia de la actividad humana y qué se debe a ambas causas. En la caracterización de los desastres son factores importantes la extensión del área afectada, la intensidad del impacto, la duración del impacto, la velocidad de inicio y la predecibilidad. Un concepto importante en lo que se refiere a la predecibilidad es el periodo de recurrencia, que representa el periodo medio que tarda en reproducirse un acontecimiento de una magnitud dada. La percepción pública de la gravedad de un determinado desastre se ve influenciada por multitud de factores, pero en general éste es considerado más aceptable si produce daños pequeños aunque sea con frecuencia que si produce grandes daños más espaciados en el tiempo.Los desastres naturales, en sus formas más graves, ocurren sobre todo en los países en vías de desarrollo, lo que en parte refleja las condiciones climáticas de los trópicos, en parte la localización de zonas de riesgo geológico, y en parte una peor infraestructura en lo que se refiere a la protección de la población y el medio ambiente. Los desastres naturales más espectaculares son los terremotos y la erupción de volcanes, que se producen en los bordes de las placas continentales y son, por lo tanto, característicos de ciertas áreas, en particular del Pacífico. La intensidad de un terremoto se mide por la escala de Richter, que tiene un valor máximo de 9 puntos. Se ha estimado que en California se producirá un terremoto de una intensidad superior a los 8 puntos en la escala de Richter, como el que destruyó gran parte de San Francisco en 1906, cada 100 años. El terremoto más grave de los últimos años causó la muerte a 750.000 personas en Tangshan, China, en 1976. Las erupciones volcánicas pueden tener efectos catastróficos a escala global, además de local. Por ejemplo, la explosión del Krakatoa en 1883 proyectó cenizas que llegaron hasta los 80 km de altura, y que se esparcieron por toda la atmósfera superior. La frecuencia de erupción de los distintos volcanes varía mucho: un 20% de ellos entra en erupción menos de una vez cada 100 años y un 2% lo hace menos de una vez cada 10.000 años. Los daños que los volcanes producen en el medio ambiente no se deben sólo a la lava y a las corrientes de barro, sino también a la deposición de cenizas volcánicas y a la emisión de gases tóxicos. Otro riesgo importante relacionado con los terremotos y las erupciones volcánicas son los tsunamis, olas gigantescas que alcanzan su altura máxima junto a la costa, produciendo enormes pérdidas tanto materiales como humanas. Los desastres climáticos incluyen también varios tipos de tormentas (como las originadas por el fenómeno de la gota fría en la cuenca mediterránea), daños a las líneas de costa por acción del hielo o el agua, las sequías, las inundaciones, la nieve, el granizo, los rayos y los incendios debidos a causas naturales. Los huracanes tropicales son la catástrofe natural más extendida y dañina.Producen daños no sólo directos por acción del viento, sino también por las inundaciones. El peor de los últimos años causó la muerte a 500.000 personas en Bangladesh en 1970, mientras que el desbordamiento del río Yang-tsé, en China, tras una serie de tifones, produjo entre 40 y 50 millones de muertos a mediados del siglo XIX. Los tornados son tormentas circulares de rotación rápida, muy frecuentes en el golfo de México y la región caribeña, que producen grandes daños levantando grandes objetos en el aire y desplazándolos a cierta distancia. Es frecuente que las inundaciones y la sequía estén íntimamente vinculadas tanto en el espacio como en el tiempo; en muchas partes del trópico alternan las estaciones secas con las húmedas. La actividad humana ha incrementado la gravedad de las inundaciones en algunas áreas debido a los cambios en el uso del suelo, como los provocados por la urbanización y la deforestación. La creciente incidencia de la sequía ha producido la desaparición de importantes civilizaciones en el pasado y, en nuestros días, buena parte de África se está volviendo cada vez más seca, sobre todo en las lindes del Sahara, donde el problema se ve exacerbado por-las malas prácticas agrícolas y la sobreexplotación para

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obtener madera. Si bien la mayoría de los grandes incendios son producto de la mano del hombre, los incendios forestales de origen natural provocados por los rayos, pueden producir una gran devastación. No obstante, éstos pueden desempeñar un papel vital en la ecología de áreas secas devolviendo al suelo nutrientes de la vegetación.Los riesgos naturales continuados, o crónicos, a menudo pasan desapercibidos como tales y resultan difíciles de identificar, pero pueden tener efectos adversos sobre gran número de personas. En muchos casos su peligrosidad es comparable a la de la contaminación, fenómeno producido por el hombre. Uno de estos factores de riesgo, que sólo recientemente ha sido reconocido como tal, es el radón, un gas radiactivo que se filtra a través de la corteza terrestre y penetra en los edificios. Se estima que en el Reino Unido unas 2.500 personas mueren al año de cáncer inducido por el radón. Otro ejemplo es el flúor, que produce graves deformaciones óseas (fluorosis) en los habitantes de India y China y proviene de la contaminación del agua potable y de los alimentos y de la combustión del carbón, respectivamente. En ciertos casos este tipo de peligros surgen por la deficiencia ambiental de un elemento esencial; hay pruebas de que el consumo de cosechas cultivadas en suelos pobres en selenio produce enfermedades, especialmente cardiacas, en los seres humanos. Las cosechas y el ganado también se ven adversamente afectados tanto por las deficiencias como por el exceso de elementos de origen natural, tales como el cobre y el cinc.Muchos desastres naturales, como los terremotos, son inevitables, pero es posible adoptar medidas para minimizar su impacto. Se pueden construir edificios a prueba de terremotos, el impacto de las inundaciones puede reducirse por medio de la ingeniería, con embalses y canalizaciones, y alertando y asesorando a la población en caso de que se prevean tormentas importantes. Hoy se sabe que muchos desastres son razonablemente predecibles, y que a menudo se producen de forma cíclica por estar asociados a fenómenos como las manchas solares y la órbita lunar.

Desastres más frecuentes1. Sismos.2. Inundaciones.3. Incendios.4. Huaycos.5. Deslizamientos.6. Epidemias.7. Maremotos (Tsunamis)

Clases* Desastres naturales: Mayor y menor frecuencia.* Desastres artificiales. DESASTRES NATURALES: Son fenómenos cíclicos cuyas leyes que gobiernan su frecuencia aún no han sido determinadas, salvo algunas excepciones. Desastres naturales de mayor y menor frecuencia:* Terremotos y temblores (sismos).* Maremotos (Tsunamis).* Deslizamientos y derrumbes.* Inundaciones.* Aludes y aluviones.* Huaycos y crecidas.* Tempestades eléctricas.* Lluvias torrenciales.* Nevadas y granizadas.* Huracanes y tornados.* Erupciones volcánicas.

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* Olas térmicas de calor y frío.

DESASTRES ARTIFICIALES: Son los fenómenos producidos por acción del hombre, voluntaria o involuntariamente. Entre ellos pueden citarse:* Incendios.* Explosiones.* Accidentes masivos de transportes.* Colapsos de obras civiles.* Asonadas.* Guerras.

Desastres naturales de menor frecuencia* Tsunamis (maremotos).* Erupciones volcánicas.* Huracanes y tornados.* Fenómenos cársticos (disoluciones de suelo subterráneo).* Incendios forestales (ocasionados por rayos eléctricos).

Desastres naturales de mayor frecuencia* Sismos (terremotos).* Deslizamientos de tierra (derrumbes).* Aludes (avalancha de nieves).* Alud-aluvión (aluvión glaciar).* Aluviones.* Avenidas (huaycos, llocllas, llananas, apaquis y torrenteras)* Inundaciones y crecidas.* Lluvias torrenciales.* Nevadas y granizadas.* Tempestades eléctricas (rayos y relámpagos).* Sequías y heladas.* Epizootias y epifitotías.* Epidemias.

Desastres artificiales:* Incendios y explosiones.* La guerra y sus efectos sobre la población civil.* Accidentes de transporte masivo (terrestre, marítimo, aéreo).* Falsa alarma (generación de pánico).* Gases tóxicos (sobresaturación).* Derrumbe de edificaciones. SISMO: (desastre natural)Recomendaciones en caso de sismo:- Pasarse la voz.- Salga en orden a paso firme.- Si alguien cae, levántelo.- Si alguien se desespera, ponga orden (grite): ¡despacio!, ¡tranquilo!, ¡en orden!.- Mantenga la serenidad y el orden.- Salga con los zapatos en la mano (si fuera de noche). - Colóquese debajo del marco de una puerta o cerca de columnas, vigas o ascensores.Nota: No utilizar el ascensor.Después del sismo:• Póngase los zapatos.• Espere la réplica.• Auxilie.:

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* Use linternas.• Escuche la radio.* Retorne a su vivienda.

GUERRA:La guerra es un fenómeno social cuya historia se remonta a los tiempos más antiguos.Los bombardeos aéreos son métodos modernos de destrucción, que ocasionan generalmente: fracturas, hemorragias, heridas, asfixia, que maduras, etc., y muerte.Tipos de bombardeos:* De alto poder explosivo.* Incendiarias.* De gases:1. Estornutatorios.2. Lacrimógenos.3. Tóxicos.4. Sofocantes.5. Vesicantes.6. Adormecedoras.* Energía nuclear:- Bomba atómica- Bomba de hidrogeno o bomba H.* Robots.* Ataque con bacterias.

El blast:Condición causada por la detonación de elementos de gran poder explosivo. La gravedad del BLAST está en relación directa con la fuerza explosiva de la bomba y la proximidad de la explosión.Causa lesiones internas: hemorragias, dolor de tórax, dificultad para respirar, dolores abdominales, vómitos, náuseas; hemorragias por la nariz, boca u oídos. Con frecuencia se presenta shock. Primeros auxilios:- Prevenir el shock.- Cohibir la hemorragia.- Transporte en caso de fracturas, heridas.

Lesiones debidas al bombardeo:Lesiones múltiples de aplastamiento, desgarros o magulladuras en las cuales puede haber fracturas múltiples. Procedimiento:• Inmovilización para evitar movimientos innecesarios.• Vigilar el shock.• No aplicar calor local.• No tratar de hacer beber nada al paciente.• Abrigarlo.• Transporte.Precauciones después de un bombardeo:1. No trate de esconderse en huecos.

Los edificios altos son un peligro a la acción de los gases.2. No toque tierra, paredes. Use siempre que pueda guantes y zapatos o botas de goma.3. No se pase la mano por la cara, ni se rasque.4. Lavarse las manos con agua y jabón varias veces al día.5. No entrar en zonas del lugar de la explosión, a menos que esté protegido.

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Bomba atómica:Al estallar produce:* Relámpago luminoso: Poder de 100 soles.* Llamarada de calor.* Radiación nuclear penetrante e invisible.La bomba atómica destruye y aniquila por 3 acciones físicas:a) Por la deflagración de su carga explosiva.b) Por el intenso calor resultante de la combustión de la materia nuclear.c) Por la emanación de sus propiedades radioactivas.

Primeros auxilios:- Combatir el shock rápidamente: Transfusión de sangre o plasma.- Curación de las quemaduras: local y general.- Sedantes para los dolores: morfina.- Oxígeno: respiración artificial.- Tratar la hemorragia: hidratar al paciente.- Administrar cardiotónicos.- Observación prolongada y tratamiento general tonificante.

Protección ante un bombardeo atómico:1. Si hay anuncio:• Protéjase la cara, manos, cuello para prevenirlas contra estallidos de cristales, y la quemadura del fogonazo.• Instalarse en refugios adecuados.• Apague: fuegos, luces; corte el gas.• Cierre toda puerta, ventana, persiana.2. Si no hay anuncio:• Vuelva la espalda a la luz de la explosión.• Tírese al suelo y protéjase lo mejor que pueda (partes descubiertas del cuerpo).• Si está en la calle, protéjase detrás de un árbol.• Si está en casa, échese en la cama.• No consuma alimentos ni agua que haya sido contaminado por sustancias radioactivas.

Onda explosiva:Los efectos que produce una onda explosiva común son graves:1. Acción cáustica.2. Acción de la fuerza de la onda aérea.3. Efectos destructores producidos en la vecindad inmediata de la explosión.Los efectos físicos que produce son debidos a:a) Acción de los gases.b) Onda de presión (onda positiva).c) Onda de succión (onda negativa).

Tratamiento:El tratamiento va de acuerdo al tipo y grado de lesiones:* Tratar el shock.* Si los síntomas son pulmonares: morfina subcutánea, sedantes para aliviar la tos, tratar la

hemoptisis, administración continua de oxígeno; transfusiones y suero, para evitar edema: atropina, estimulantes cardiorrespiratorios: coramina.

* Si los síntomas son abdominales: bolsas de hielo, sedantes transfusiones, morfina.* Tratamiento local y general de las hemorragias.* Curación de las quemaduras.

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* En caso de dolor:• Reposo absoluto.• Aplicar calor local.• Posición adecuada.• Darle bebidas calientes.* Transporte.

Preparativos domiciliarios en caso de bombardeo: (desastre artificial)1. Proteger las puertas y ventanas con tablas, chapas, persianas.2. Apague las luces.3. Provisión de agua y alimentos.4. Tenga cajones y sacos llenos de arena.5. Refugiarse bajo una mesa muy fuerte, rodeadas de sillas tapizadas y otros elementos de

protección.6. Tenga una linterna siempre a mano.7. Tenga a su alcance el botiquín familiar.

DIEZ MANDAMIENTOS DE SEGURIDAD PREVENTIVA

1. Trate de conocer los fenómenos destructores que más frecuentemente amenazan o darían a su comunidad.

2. Reúnase con su familia o comunidad para determinar y señalar los lugares de mayor seguridad.

3. Establezca con su familia y comunidad, el sistema de alarma más apropiado.4. Señale a su familia el lugar más seguro de su casa y refuércelo, si fuera necesario.5. Instruya y ensaye permanentemente con su familia sobre QUE HACER y NO HACER en

caso de emergencia.6. Acuerde con sus vecinos, la mejor manera de ayudarse mutuamente en casos de

emergencia, distribuyéndose responsabilidades.7. Guarde en lugar seguro y accesible las subsistencias necesarias (alimentos enlatados,

agua, combustible). Botiquín de primeros auxilios y medios de rescate (soga, pico, palas, sacos vacíos y otras herramientas).

8. Tenga una lista de teléfonos de urgencia, junto al aparato respectivo use el aparato sólo en casos indispensables.

9. Tenga permanentemente a la mano, en casa un radio a transistores, una linterna a pilas y una navaja de bolsillo.

10. Tenga siempre su vehículo con combustible y mantenga en la maletera el botiquín, una frazada, velas y fósforos.

CAPÍTULO XVISISTEMA NACIONAL DE DEFENSA CIVIL

(SINADECI)

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15.1. SISTEMA NACIONAL DE DEFENSA CIVILAntecedentes históricosLa Defensa Civil, tuvo su origen y nacimientos en los escenarios de la guerra. Sin embargo pronto se cayó en cuenta que esta poderosa y efectiva organización podría ser utilizada adecuadamente durante la paz, remediando las calamidades ocasionadas por desastres, y que siendo casi siempre imposible de predecir, tomaban por sorpresa a las regiones afectadas produciendo enormes pérdidas no sólo en el elemento humano, sino en el campo económico, que venía a sumir en la pobreza y la desesperación a los pueblos.A raíz del terremoto y aluvión del 31 de Mayo de 1970 que asoló el Callejón de Huaylas y destruyó la ciudad de Yungay causando aproximadamente 67,000 víctimas, el Gobierno vio por conveniente unir los esfuerzos existentes para proteger a la población frente a las catástrofes y creó un organismo que en forma permanente vele por la seguridad de la nación frente a los desastres; por eso, el 28 de Marzo de 1972 mediante Decreto Ley N° 19338 se creó el Sistema de Defensa Civil; actualmente denominado Sistema Nacional de Defensa Civil-SINADECI.El sistema de defensa civilEl sistema de defensa civil está constituido por el conjunto de organismos creados en los diferentes niveles de la división político-administrativo del país, Ara prevenir y, al ayudar a proteger a la población de los daños que pudieran causar poca usarlo desastre de cualquier origen o calamidades.Todos los Peruanos hombres, mujeres y niños tienen la obligación moral de prepararse en la educación de la defensa civil, para poder ayudarnos unos a otros y determinadas seguridad; así como también acudir en ayuda de todas las personas, instituciones y sociedad en general, justificando nuestra preparación al servicio de la humanidad.¿Qué es la defensa civil?La Defensa Civil es una actividad de servicio permanente del Estado en favor de la comunidad, que tiende a desarrollar y coordinar las medidas de todo orden destinadas a predecir y prevenir desastres de cualquier origen, a limitar, mitigar o neutralizar los daños que tales desastres pudiesen causar a personas y bienes, así como a realizar, en las zonas afectadas, las acciones de emergencia para permitir la continuidad del régimen administrativo y funcional en todos los órdenes de actividad.Misión:- La Defensa Civil organiza, instruye, prepara y capacita a los habitantes del Perú a fin

de que puedan afrontar en forma adecuada, toda situación de emergencia producida por conflictos de tipo internacional, conmoción interna y desastre imprevisible provocados por la naturaleza o por el hombre.

- Capacitar al sistema de Defensa Civil para hacer frente a todas las situaciones.Suministrar, en la medida de disponibilidad de recursos y desarrollo técnico-científico una alerta a tiempo de la posible ocurrencia de situaciones de desastre en cualquier zona del territorio.

- Activar las acciones necesarias de emergencia que garanticen la preservación de la vida humana y de la propiedad, reduciendo a un mínimo las pérdidas de vidas y bienes materiales durante o después de situaciones de desastres, contribuyendo además a aminorar el estado de necesidad de los afectados.

Objetivos de la defensa civilPara cumplimiento de las misiones asignadas a la Defensa Civil, se establecen los siguientes objetivos:- Prevenir y limitar riesgos y mitigar los efectos producidos por desastres causados por la

naturaleza o provocados por el hombre.- Proporcionar ayuda oportuna y necesaria a la población afectada a fin de superar la

situación emergente producida por un desastre de cualquier origen o magnitud.

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- Propender la rehabilitación de la comunidad en emergencia para asegurar las condiciones que permita el restablecimiento de la normalidad en todo orden de sus actividades.

- Concientizar e instruir a la población para que realice su autodefensa en situaciones de emergencia.

Necesidad e importancia de la defensa civil Ninguna nación del mundo está libre de la presencia sorpresiva de un desastre, creando por esto la necesidad de mantenerse siempre atentos para afrontar las severidades dañinas de la naturaleza o las acciones destructivas de la mano del hombre.La Defensa Civil juega un papel importante en la defensa integral de nuestro país, protege al individuo y a las comunidades de los destructores efectos de los desastres, preservando sus vidas, bienes materiales, elementos de su subsistencia y todo aquello indispensable para la supervivencia y desarrollo nacional. A este efecto prevé situaciones, planifica la forma de anular o aminorar los efectos dañinos y adiestrar a la población en el cumplimiento de normas y acciones que, individual y colectivamente, deben ponerse en práctica para afrontar situaciones desastrosas.Estructura orgánica del sistema de defensa civilObjetivo General:Evitar o mitigar la pérdida de vidas, bienes materiales y el deterioro del medio ambiente, que como consecuencia de la manifestación de los peligros naturales y/o tecnológicos en cualquier ámbito del territorio nacional, pueda convertirse en emergencia o desastre, atentando contra el desarrollo sostenible del Perú.Objetivos Específicos: Estimar y evaluar los riesgos a desastres, que a consecuencia de la manifestación de

los peligros naturales y/o tecnológicos puedan presentarse en cualquier punto del territorio nacional.

Educar, capacitar y preparar a la población para planificar y ejecutar acciones de prevención principalmente e incrementar su capacidad de respuesta efectiva en caso de desastres.

Promover la priorización en la ejecución de los planes y programas de desarrollo que consideren la prevención como uno de sus componentes principales.

Coordinar la participación interinstitucional para desarrollar una planificación conjunta que propicie el desarrollo sostenible del país minimizando el efecto de los desastres.

Funciones Proponer al Consejo de Defensa Nacional los objetivos y políticas de Defensa Civil. Normar, coordinar, orientar y supervisar el planeamiento y la ejecución de la Defensa

Civil. Brindar atención de emergencia proporcionando apoyo inmediato a la población

afectada por desastres. Dirigir y conducir las actividades necesarias encaminadas a obtener la tranquilidad de

la población. Participar en la formulación y difusión de la doctrina de seguridad y Defensa Nacional

en lo concerniente a Defensa Civil.CaracterísticasUniversal: Tiene una vocación universalista que transpone las fronteras para fraternizar con todos los pueblos del mundoComunitaria: El Sistema de Defensa Civil en estructura orgánica está formado en base a Comités cuyos integrantes, tanto del Sector Público como el Privado, en los diferentes niveles proporcionan los recursos humanos indispensables y aportan los recursos materiales, según el caso, para de esta manera asegurar una funcionalidad eficaz del Sistema, ya sea en situaciones de emergencia o en preparación para ésta.Multisectorial: Los Comités de Defensa Civil están conformados por representantes de organismos públicos y privados en los diferentes niveles y organismos públicos

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constitutivos correspondientes a tantos sectores de la Administración Pública como sea necesario para un eficaz funcionamientoIntegracionista: Esta característica tiende a desarrollarse paulatinamente conforme cada peruano tome conciencia del papel que le toca desempeñar en la sociedad. Un desastre tiende a integrar en un acto común a todos los pobladores, porque todos tenemos algo que hacer y algo que no hacer para superar o evitar el caos que siempre suele generarse.Solidaria: Cuando se produce un desastre; en todos los seres humanos surge el espontáneo y natural sentimiento de solidaridad. Lo que impulsa el auxilio inmediato de los pueblos afectados.

15.2. DESASTRESClasificación generalLos desastres pueden clasificarse en: previsibles e imprevisibles.PrevisiblesExisten desastres que pueden ser previstos con suficiente anticipación, como es el caso de inundaciones provocadas por lluvias o desbordamientos de ríos, rupturas de embalses, represas, etc., en que el aumento del caudal de agua puede observarse; igual sucede en los casos de huracanes, conflictos bélicos, tsunamis de origen lejano, etc.ImprevisiblesSon aquellos desastres que no pueden predecirse ni el lugar, ni el momento, ni la intensidad o magnitud de sus efectos, como en caso de terremotos, explosiones, tsunamis de origen local, etc.Clasificación de los desastres por su origenLos desastres por su origen pueden clasificarse en: Naturales y Provocados por el hombre (artificiales).Desastres de origen naturalEs el acto producido por la naturaleza, en forma sorpresiva, de tal magnitud que dé origen a una situación urgente o de emergencia en la que súbitamente se desorganiza los patrones cotidianos de vida y la gente se ve hundida en el desamparo y en el dolor por pérdidas de vidas y bienes.TiposLos desastres naturales se pueden clasificar en: Desastres Meteorológicos: tormentas, huracanes, tornados, ciclones, ondas frías,

cálidas, sequías, marejadas. etc. Desastres Topológicos: aludes, derrumbes, inundaciones, deslizamientos de tierra,

hundimientos. Desastres Telúricos y tectónicos: terremotos, erupciones volcánicas, tsunamis o

maremotos.Desastres provocados por el hombreSon aquellos que son provocados por el hombre como factor causante, a veces una emergencia es el resultante de un accidente de magnitud que puede haber sido causado voluntaria o involuntariamente por el hombre.Los desastres causados por el hombre, sea por errores de tipo político, social o económico, son las guerras, motines, terrorismo, sabotaje; o bien por errores de tipo técnico, como el mal uso de materiales en la construcción de represas, diques, carreteras, puentes, edificios, etc., o también por la imprevisión en las actividades diarias del ser humano como pueden ser: incendios explosiones, descarrilamientos, choques, naufragios, accidentes aéreos, tóxicos en el ambiente, rupturas de embalses o represas, etc.Magnitud del desastreAsí como la caída de una piedra en un estanque provoca una serie de ondas de progresión semiesféricas que se van amortiguando a medida que se alejan del lugar del

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impacto, similar aspecto presenta un desastre que se traduce no solamente en el estado de emergencia sino en las acciones de atención que se debe proporcionar, debiendo considerarse:- Zona de impacto con daño total o área de destrucción máxima, llamada Zona de

Impacto Primario.- Zona o área periférica, donde los efectos se van atenuando progresivamente, llamada

Zona de Impacto Secundario.- Zona o área vecina indemne, llamada Zona no Peligrosa.

Causas más comunes de los desastres naturalesLos desastres naturales tienen su origen en causas que lo únicas, meteorológicas y topó gráficas que decir relativas a la tierra como planeta, a la estructura de la corteza terrestre; relacionadas con fenómenos atmosféricos y aquellas relacionadas con las características superficiales de la tierra.Los desastres naturales son hechos que suponen destrucción y muerte, con las consiguientes consecuencias de sufrimiento, privaciones, efectos psicológicos de la población y paralización cruento un crecimiento del desarrollo nacional. Un desastre natural puede producir serios daños a infraestructura física de una zona corrección, así como la de su organización administrativa y de servicios.Un desastre, evento previsto o imprevisto, significa destrucción, muerte, desolación y deterioro de la economía del país.Se define al desastre natural, un acto de la naturaleza de magnitud tal que origina una situación catastrófica, en la que de manera violenta y no prevista, se ha desorganizado patrones normales de la vida de la comunidad y los planificados íntimas de esas circunstancias, a premiadas de necesidades vitales, individuales y colectivas, presas de terror, desesperación sufrimiento, exige se les proporcione la atención requerida en alimentos, ropa, vivienda de emergencia, asistencia médica y espiritual, así como otros elementos fundamentales para su supervivencia. Los desastres naturales más conocidos son: Terremotos. Sismos. Erupciones volcánicas. Tsunamis maremotos. Inundaciones. Alusiones. De rumores. Deslaves. Hundimiento del suelo. Tormentas (huracanes, ciclones, tornados).Los niños frente a los desastres naturalesLos niños, desde muy temprano están conscientes de su entorno. Saben, por ejemplo, que la lluvia es agua que cae del cielo, pero no entienden por qué. Si son muy pequeños, no hay que explicarles el proceso, basta con que vean el hecho como algo natural. Si son más grandes, los padres pueden explicar de manera sencilla, con prácticas caseras. Por ejemplo, cuando hay agua hirviendo en la estufa, explicarles qué es el vapor y como se acumula en las nubes, provocando las lluvias. Cuando se están bañando, explicarles los cuidados que deben tener para no ahogarse. Usted puede poner ejemplos con sus juguetes.

SismologíaFenómenos sísmicosLa deformación de los materiales rocosos produce distintos tipos de ondas sísmicas. Un deslizamiento súbito a lo largo de una falla, por ejemplo, produce ondas longitudinales de empuje-tiro (P) y transversales de cizalla (S). Los trenes de ondas P, de compresión,

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establecidos por un empuje (o tiro) en la dirección de propagación de la onda, causan sacudidas de atrás hacia adelante en las formaciones de superficie. Los desplazamientos bruscos de cizalla se mueven a través de los materiales con una velocidad de onda menor al agitarse los planos de arriba a abajo.Antes del terremotoTenga preparados: botiquín de primeros auxilios, linternas, radio a pilas, pilas, etc. y algunas provisiones en sitio conocido por todos. Sepa cómo desconectar la luz, el gas y el agua.Prevea un plan de actuación en caso de emergencia y asegure el reagrupamiento de la familia en un lugar seguro.Confeccione un directorio telefónico para, en caso de necesidad, poder llamar a Protección Civil, Bomberos, Asistencia Sanitaria o Policía.Durante el terremotoSi el terremoto no es fuerte, tranquilícese, acabará pronto.Si el terremoto es fuerte, mantenga y transmita la calma. Agudice la atención para evitar riesgos y recuerde las siguientes instrucciones:Si está dentro de un edificio, quédese dentro; si está fuera, permanezca fuera. El entrar o salir de los edificios sólo puede causarle accidentes.Dentro de un edificio busque estructuras fuertes: bajo una mesa o cama, bajo el dintel de una puerta, junto a un pilar, pared maestra o en un rincón y proteja su cabeza.Nunca huya precipitadamente hacia la salida.Después del terremotoGuarde la calma y haga que los demás la guarden. Impida cualquier situación de pánico.Compruebe si alguien está herido, préstele los auxilios necesarios. Los heridos graves no deben moverse, salvo que tenga conocimientos de cómo hacerlo; en caso de empeoramiento de la situación (fuego, derrumbamiento, etc.) muévalo con precaución.Colabore con los equipos de emergenciaActúe según las normas o recomendaciones ante Emergencias Sísmicas y las directrices de las autoridades y de los equipos de emergencia.Conecte la radio y siga las instrucciones que dicten las autoridades. No se deje influenciar por rumores, tampoco los propague.

La Cruz Roja en la defensa civilComo organismo básico de la Defensa Civil, la Cruz Roja tiene las siguientes funciones:1.- Brinda los primeros auxilios: Presta atención inmediata y temporal a las personas que

han sufrido lesiones o enfermedades repentinas, hasta que llegue el médico o se las transporte a un centro de salud.La administración ordenada y oportuna de primeros auxilios, en muchas ocasiones, salva la vida.

2.- Ayuda en acciones de evacuación o traslado a los heridos de una localidad o zona peligrosa a otra considerada de mayor seguridad, en donde pueden ser alojados de manera temporal o permanente.Cuando las brigadas de la Cruz Roja realizan la evacuación, dan ayuda médica y psicológica a las personas afectadas por la catástrofe.

3.- Realiza labores de campamento para los siniestrados que requieren de mayor ayuda de la Cruz Roja y Defensa Civil. Para ello efectúa labores de:- Instalación y señalización.- Elaboración de fichas para cada refugio.- Reparto de correspondencia a los refugiados.- Información.- Purificación y control de aguas.- Instalación de letrinas y basurero.

Primeros auxilios

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Son las medidas de atención que se toman en una emergencia, antes de la llegada del médico. El conocimiento de algunos principios básicos de primeros auxilios es primordial. La regla más importante es quizá, la de no interferir sin necesidad. El médico que atiende a un accidentado interferirá lo menos posible mientras que muchas personas, al ver a un hombre herido, tratan lamentablemente de sentarlo, de forzar su cabeza hacia abajo, de despejar el líquido de su garganta, etc.

BomberosLos bomberos trabajan previniendo los incendios y las catástrofes producidas por fuego.Funciones del cuerpo de bomberosEl Cuerpo de Bomberos cuenta con personal voluntario y asalariado, y cumple con las funciones de:- Intervenir para apagar el fuego.- Remover los escombros para prevenir accidentes posteriores.- Demoler viviendas y construcciones afectadas.- Buscar a personas extraviadas en diferentes lugares.- Salvar a personas accidentadas.- Evacuar a personas afectadas por inundaciones e incendios.- Dar la alarma.

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ROSALES, Santiago. “Primeros Auxilios” Atlas Práctico de Primeros AuxiliosCultural S.A. Primera Edición.España. 1997.

URGENCIAS Enciclopedia Práctica de Primeros Auxilios". Editorial Marin, S.A., España.

INTERNET Páginas de Salud.

ANEXO

PRIMEROS AUXILIOSPág.

PRIMEROS AUXILIOS 93PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN EN CASO DE ACCIDENTE 93CRITERIOS DE VALORACIÓN DE LOS ACCIDENTADOS 94Valoración primaria (ABC) 94Valoración secundaria 95Exploración física 95TÉCNICAS ASISTENCIALES BÁSICAS 96APERTURA DE LA VÍA RESPIRATORIA 96LIBERACIÓN DE LA VÍA RESPIRATORIA 96SOPORTE VITAL BÁSICO EN LA PARADA CARDIORRESPIRATORIA 97

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Respiración boca a boca 97Masaje cardiaco externo 98TÉCNICAS DE MOVILIZACIÓN DEL ACCIDENTADO 99VENDAJES 99TIPOS DE ACCIDENTES Y PAUTAS ESPECÍFICAS DE ACTUACIÓN 101Ahogamientos 101CUERPOS EXTRAÑOS 102Aspiración de cuerpos extraños 103Ingestión de cuerpos extraños 103Cuerpos extraños en la nariz 104Cuerpos extraños en los oídos 104Cuerpos extraños en los ojos 105En la conjuntiva 105En la córnea 105FRACTURAS Y LUXACIONES 106HERIDAS 109HEMORRAGIAS 110HIPERTERMIA 113HIPOTERMIA 114INTOXICACIONES 116MORDEDURAS 119Mordedura de perro 120Mordeduras de serpiente 121PICADURAS 121De alacranes 121De arañas 122De garrapatas 122De himenópteros 123De medusas 123De mosquitos y de moscas 124De orugas 124QUEMADURAS 124SHOCK 127

PRIMEROS AUXILIOS

Se entiende por primeros auxilios el conjunto de procedimientos o actuaciones que tienen por objeto limitar o prevenir las complicaciones derivadas de un accidente de cualquier tipo. Se trata de medidas de carácter transitorio, cuyo objetivo es estabilizar el estado de la persona accidentada hasta que pueda aplicarse un tratamiento médico especializado.

La mejor forma de combatir los accidentes, que tantos costes humanos y económicos ocasionan, es prevenirlos, por lo que una labor básica de enfermería al respecto es la divul-gación de las medidas de seguridad adecuadas en el entorno en el que se halle. No obstante, en muchas ocasiones, sobre todo cuando se trabaja en lugares donde no hay disponible una asis-tencia médica inmediata, el profesional de enfermería ha de hacer frente a situaciones inesperadas que requieren la adopción de decisiones rápidas y una atención sanitaria sin de-mora pero eficaz, capaz de evitar en eI accidentado complicaciones que provoquen su muerte o graves discapacidades ulteriores.

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El objetivo de este tema es precisamente dar a conocer los principios básicos de la atención de urgencias que cualquier profesional de enfermería debe poder aplicar, tanto en su entorno habitual de trabajo como si, en algún momento de su vida cotidiana, se encuentra implicado en una situación que requiera una asistencia sanitaria de emergencia.

Antes de continuar, conviene resaltar aquí que, en cualquier actuación de primeros auxi-lios, las medidas adoptadas son transitorias y que su único objetivo debe ser estabilizar la situación del paciente hasta que se le puedan aplicar las medidas terapéuticas oportunas en mejores condiciones.

PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN EN CASO DE ACCIDENTE. Ante un accidente, sea de la índole que sea, los principios generales por los que ha de regirse la actuación del auxiliador son los siguientes:• Efectuar una valoración objetiva de las dimensiones del suceso para establecer una

pauta lógica de actuación, conociendo las limitaciones con las que se ha de contar.• Adoptar las medidas de seguridad oportunas, tanto para el auxiliador como para la

persona accidentada (por ejemplo, la señalización del lugar del accidente o cortar el tráfico en la zona), con el fin de evitar situaciones de riesgo potencial que pudieran agravar las consecuencias del siniestro.

• Activar los mecanismos de alerta más oportunos según la gravedad del accidente y los medios disponibles.

• Identificarse como profesional de enfermería y crear un ambiente de tranquilidad que transmita confianza a la persona accidentada y a los posibles acompañantes y permita actuar con serenidad, pero sin demora.

• Establecer la prioridad de la atención cuando existan varias víctimas, y también la de las lesiones que presenta una misma persona (vía respiratoria, hemorragias, traumatismos leves, etc.).

• No movilizar a la víctima, excepto para aplicarle los primeros auxilios o para evitar daños más graves (por ejemplo, en caso de incendio) hasta que se disponga de los medios adecua-dos para ello.

• Mantener al lesionado caliente cuando el accidente haya tenido lugar en un ambiente con baja temperatura.

• No dar de beber a las personas que presenten alteración del nivel de conciencia. En ningún caso, ofrecer bebidas alcohólicas.

• Evitar abandonar al accidentado durante largo rato, porque su estado puede deteriorarse de forma significativa en un período corto de tiempo.

• No hacer comentarios a la víctima sobre la gravedad de sus lesiones ni dejar que ins-peccione las mismas.

• Aplicar sólo las medidas de primeros auxilios indispensables para no retrasar el traslado de la persona accidentada.

CRITERIOS DE VALORACIÓN DE LOS ACCIDENTADOS

Valoración primaria (ABC). En la primera aproximación a la víctima de un accidente, el objetivo es realizar una valoración global primaria de la gravedad de las lesiones. Antes de comenzar a actuar, el auxiliador debe intentar recabar una información lo más precisa posible de las circunstancias del siniestro por parte de testigos presenciales o de la misma persona accidentada (en caso de que se encuentre en condiciones para ello y la situación de premura lo permita), porque esta información puede contribuir a dirigir la pauta de actuación ulterior y a focalizar la atención sobre las lesiones más probables.

El proceso de la valoración primaria debe seguir un protocolo que se resume en la regla del ABC: A (del inglés, airway, vía respiratoria), permeabilidad de la vía respiratoria;

B (de inglés, breath, respiración), movimientos respiratorios, y C (circulación), estado del sistema circulatorio.

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Lo primero que hay que valorar en una persona accidentada es si respira o no y, en caso afirmativo, cómo lo hace. La presencia de respiración espontánea deberá valorarse en un tiempo máximo de 10 segundos. Puede realizarse simplemente observando los movimientos del tórax y el abdomen, o palpándolos con suavidad, o también colocando la mano o la mejilla delante de las fosas nasales y la boca de la víctima para oír y sentir la entrada/salida de aire.

Si se detecta dificultad para respirar (aleteo nasal, tiraje...) hay que verificar la permeabilidad de la vía respiratoria comprobando los signos directos (estridores inspiratorios o espiratorios) e indirectos (ansiedad, cianosis, ingurgitación de las venas del cuello, pérdida de conciencia...) de obstrucción de la vía principal (laringe, tráquea y bronquios). Se valorarán, asimismo, la frecuencia, la profundidad, el ritmo y la calidad respiratorios en busca de hallazgos significativos.

Entre los trastornos respiratorios, frecuentes en las víctimas de un accidente, que pueden ayudar a establecer algunos diagnósticos diferenciales están los siguientes:• Taquipnea (aumento del número de respiraciones por minuto; en condiciones

normales de 14 a 20 en el adulto y alrededor de 30 en la infancia), que puede estar provocada por la ansiedad o por algún problema respiratorio, como la existencia de una contusión pleural con hemorragia en el interior de los pulmones, un neumotórax (salida de aire del pulmón hacia la cavidad pleural), un hemoneumotórax (presencia de sangre y aire en la cavidad pleural) o una herida penetrante en la cavidad pleural.

• Disnea, que se define como la dificultad para respirar o como aquella situación en la que la respiración deja de ser un movimiento inconsciente y pasa a ser un acto consciente desagradable (por ejemplo, durante una crisis asmática).

• Bradipnea o respiración superficial, lenta y regular (número de respiraciones por minu-to inferior a 12); se asocia con intoxicación por drogas (heroína), medicamentos (barbitúricos) o gases nocivos (monóxido de carbono).

• Respiración de Cheyne-Stokes, cíclica con pausas breves de apnea (detención de los movimientos respiratorios); es indicio de una conmoción cerebral leve.

• Respiración de Kussmaul, rápida y profunda; se relaciona con una alteración del tronco del encéfalo (donde se localizan los centros que controlan la respiración).

Los movimientos respiratorios irregulares sugieren una lesión encefálica grave. Las boqueadas agónicas reflejan una lesión grave del tronco encefálico y aparecen en el estadio terminal de dicha lesión. Por último, la presencia de apnea refleja una situación muy grave que suele indicar la muerte cerebral, y precisa de medidas artificiales para mantener la respiración. La valoración primaria debe continuar con una comprobación del estado del sistema circulatorio. Se observará, en primer lugar, si la víctima presenta hemorragias significativas que requieran una actuación inmediata. Se debe tomar el pulso carotídeo o, si no es posible, el femoral o el radial. En los lactantes se recomienda palpar el pulso a nivel de la arteria humeral, en la región interna, sobre la cara anterior del codo. El intento de palpación del pulso arterial no debe durar más de 10 segundos.

La palpación del pulso aporta información sobre la frecuencia cardiaca y una estimación de la presión arterial. Así, si se detecta pulso a nivel de la arteria femoral, se podrá deducir que la presión arterial sistólica está alrededor de 70 mm Hg, como mínimo. Si existe pulso a nivel de la arteria radial, se supondrá que la presión arterial sistólica se encuentra alrededor de 80 mm Hg, como mínimo.

La presencia de taquicardia es una respuesta fisiológica a determinados tipos de estrés y puede ser simplemente el reflejo del estado de nerviosismo, o indicar la existencia de un dolor intenso o de una pérdida importante de sangre que hay que verificar si no se ha observado a simple vista. La disminución de la frecuencia cardiaca o bradicardia puede ser indicio de una intoxicación por fármacos (antidepresivos tricíclicos, betabloqueantes...) o por insecticidas organofosforados, deberse a un trastorno del sistema de conducción del corazón (por ejemplo, bloqueo auriculoventricular) o puede aparecer tras un traumatismo craneoencefálico grave capaz de provocar incluso una parada cardiaca. La palpación de un pulso débil indica de forma indirecta un descenso de la presión arterial (hipotensión), que en la mayoría de los casos obedece a una hemorragia grave. La ausencia de pulso y de latido puede ser indicativa de parada cardiaca y requiere asistencia inmediata.

Una forma indirecta de valorar el estado del sistema circulatorio es mediante la observación del color de la piel y las mucosas (labios, conjuntiva...) de la víctima. Así, la presencia de palidez refleja una pérdida sanguínea importante, mientras que el enrojecimiento cutáneo (color rojo cereza)

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Recuerde: ver, oír y sentir son las medidas básicas para comprobar la existencia de respiración espontánea.

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indica una probable intoxicación por monóxido de carbono; por su parte, la cianosis es signo de aporte insuficiente de oxígeno a los tejidos.

Valoración secundaria. Una vez conocida la gravedad de las lesiones y adoptadas las primeras medidas de emergencia (por ejemplo, contención de una hemorragia externa), el auxiliador deberá efectuar una valoración más precisa del estado general y de las lesiones secundarias del paciente, y establecer el orden de actuación pertinente.

En primer lugar, se valorará el estado de conciencia de la víctima, cuya alteración supone en la mayoría de los casos una situación grave. Ante ella, hay que valorar si el paciente se encuentra en estado de coma (depresión profunda del nivel de conciencia, como aparece tras un traumatismo craneoencefálico intenso), si se trata de un estado estuporoso (depresión de grado intermedio del nivel de conciencia, como puede ocurrir en una intoxicación medicamentosa) o de un estado confusional (depresión de grado leve del nivel de conciencia, como puede ocurrir durante el período de recuperación tras una crisis convulsiva de origen epiléptico).

En el caso de que la víctima se encuentre en estado de coma, se valorará la profundidad del deterioro de la conciencia mediante la Escala de coma de Glasgow, que permite cuantificar su capacidad de respuesta de apertura ocular, verbal y motora.

Si el estado de la persona accidentada lo permite, conviene continuar la valoración con un interrogatorio básico sobre sus antecedentes médicos, haciendo especial hincapié en la información relativa a la existencia de alergias, enfermedades previas (diabetes, asma bronquial, infarto de miocardio...) o a la necesidad de medicación crónica (anticoagulantes orales, antihipertensivos, insulina, etc.). Es importante asimismo indagar sobre la presencia de dolor y conocer sus características y su localización para dirigir la atención hacia estas regiones.

Exploración física. La exploración física de la víctima debe ser concisa y sistemática. Ésta se basa de manera fundamental en la inspección y la palpación de las diferentes estructuras orgánicas, sin olvidar que la movilización del paciente debe ser cuidadosa y que en muchos casos está contraindicada.

La exploración debe comenzar por la cabeza, identificando en ella la presencia de cortes, hematomas, hundimientos o deformidades de los huesos del cráneo y la cara. Se debe comprobar la presencia de otorragia (salida de sangre por el conducto auditivo), que puede ser un signo de fractura de la base del cráneo. Hay que examinar también el estado de las pupilas para comprobar si existe miosis (pupilas pequeñas, indicio de intoxicación por opiáceos) o midriasis (pupilas grandes, indicio de intoxicación por cocaína); el reflejo pupilar a la luz (pupilas arreactivas en traumatismos craneoencefálicos graves), así como los movimientos oculares, defectos groseros del campo visual o diferencias entre el tamaño de ambas pupilas, según el caso. También está indicada la exploración del reflejo corneal (cierre de los ojos al intentar palpar la córnea), si la persona accidentada se encuentra en estado de coma. Se comprobará la asimetría y la movilidad de los músculos faciales y se inspeccionará la dentadura, comprobando su estado y si es o no postiza. No hay que olvidar la palpación de la mandíbula para detectar posibles fracturas o luxaciones en ella.

A continuación se debe explorar la región anterior y la posterior del cuello para detectar la presencia de dolor, desplazamiento de la laringe o la tráquea, dificultad para la deglución, ingurgitación yugular o enfisema subcutáneo. El estudio del tórax se llevará a cabo mediante palpación de las costillas, el esternón y la columna torácica, para detectar lesiones traumáticas de estas estructuras. Seguidamente, se debe explorar el abdomen, palpando los diferentes cuadrantes para detectar la presencia de dolor o de defensa muscular abdominal. A continuación, hay que examinar la pelvis mediante la palpación de las crestas ilíacas y de la región pubiana para comprobar la presencia de fracturas con o sin inestabilidad de la misma. Cuando sea posible, conviene explorar la región genital y perineal para comprobar la sensibilidad y detectar lesiones traumáticas a este nivel.

Más adelante se comprueban las extremidades mediante inspección, palpación y movilidad, cuando sea posible, de los diferentes elementos que las componen para descubrir contusiones, hematomas, heridas abiertas o fracturas. Es aconsejable inspeccionar el relleno capilar para verificar el estado circulatorio, así como la movilidad activa y la sensibilidad táctil para evaluar la función neurológica. En los pacientes en coma conviene vigilar el reflejo cutáneo plantar (Babinsky). La columna vertebral debe ser examinada en toda su longitud (desde el occipucio hasta el coxis) para detectar deformidades evidentes, asimetría, prominencia o hundimiento de las apófisis espinosas o dolores indicativos de una lesión probable de las vértebras.

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TÉCNICAS ASISTENCIALES BÁSICAS

APERTURA DE LA VÍA RESPIRATORIA. Uno de los objetivos fundamentales de los primeros auxilios es evitar la asfixia de la persona accidentada, riesgo que se incrementa cuando la victima está inconsciente, ya que la pérdida de tono muscular puede ocasionar que la lengua caiga hacia atrás obstruyendo la epiglotis. Para evitar esta situación y conseguir una ventilación eficaz hay que lograr la máxima apertura de la vía respiratoria, colocando a la víctima en la posición adecuada (decúbito supino sobre una superficie firme) y efectuando la maniobra frente-mentón, que básicamente consiste en:• Poner una mano sobre la frente de la víctima y la punta de los dedos 2.° y 3.° de la

otra mano por debajo de su mentón.• Efectuar un movimiento de elevación de la mandíbula hacia adelante y arriba, y des-

plazar la frente hacia arriba y atrás, con un movimiento suave de extensión del cuello (en lactantes no es necesario efectuar el movimiento de extensión por su disposición anatómica especial).

Esta maniobra está contraindicada, no obstante, cuando exista una sospecha fundada de posible lesión grave (fractura o luxación vertebral) a nivel de la columna cervical, ya que la hiperextensión del cuello podría agravar las consecuencias de estas lesiones. En tales casos, se recomienda la maniobra triple de Safar, consistente en:• Ejercer una tracción en el cuello y la cabeza, en eje con el cuerpo, con los dedos 2.° a

5.° de ambas manos, colocados bajo las ramas mandibulares.• Tirar de éstas hacia arriba y adelante, levantando el ángulo mandibular, mientras se

comprime la barbilla con ambos pulgares o se introducen en la boca para abrirla.

LIBERACIÓN DE LA VÍA RESPIRATORIA. La obstrucción de la vía respiratoria es una de las causas de asfixia más frecuentes y puede tener lugar a nivel de la orofaringe o más distalmente. En el primer caso, tal vez pueda corregirse con cierta facilidad, simplemente introduciendo un dedo (enguantado) en la cavidad oral y efectuando un tenue movimiento de barrido para detectar la presencia del elemento obstructivo. Una vez localizado, se procede a retirarlo con una maniobra suave, siempre que ello sea posible y no implique el riesgo de agravar más aún la situación.

En el caso de que la obstrucción se deba a la introducción de un cuerpo extraño (trozo de carne, hueso, pieza de juguete, etc.) a nivel más distal (glotis, tráquea, bronquio) las maniobras adecuadas varían según la edad de la víctima. Así, si se trata de un lactante menor de 1 año, hay que colocarlo con la cabeza abajo, sobre el antebrazo del auxiliador, sujetando con firmeza la mandíbula con los dedos pulgar y corazón, mientras que con el índice se mantiene la boca entreabierta y la cabeza ligeramente extendida, procurando que ésta se halle en posición más baja que el tronco. En esta posición, se propinan 5 golpes secos, con cierta fuerza, con el talón de la mano libre sobre la columna torácica, en la región interescapular. Si con ello no se consigue la expulsión del cuerpo extraño, se debe colocar al lactante boca arriba, cambiándolo al otro antebrazo y sujetándole la cabeza con la palma de la mano en posición más baja que el tronco. A continuación, se efectúan 5 compresiones torácicas en la misma zona y de la misma forma que en el masaje cardiaco, pero con más lentitud y aplicando más fuerza.

Si se trata de un niño pequeño, hay que colocarlo en decúbito prono (boca abajo) sobre los muslos del auxiliador, y a continuación emplear la misma secuencia de golpes en la espalda descrita con anterioridad; tras 2 secuencias de 5 golpes se pasará a efectuar 5 compresiones abdominales con la misma técnica que en la maniobra de Heimlich.

Cuando la víctima es un niño mayor o una persona adulta que tose, hay que estimularle para que siga haciéndolo. Si no tose ni emite ruidos respiratorios, se recomienda dar 5 golpes en la espalda con la palma de la mano, manteniendo la cabeza de la víctima inclinada hacia adelante. Si estas palmadas son ineficaces y la víctima está consciente, el auxiliador debe intentar la maniobra de Heimlich, que consiste en colocarse por detrás y rodear con ambos brazos la cintura de la víctima, colocando el puño de una mano con el dedo pulgar en la boca del estómago. Con la otra mano se agarra el puño y se comprime con brusquedad, hacia arriba y atrás, 5 veces. Si no se obtiene un resultado satisfactorio, se debe repetir la maniobra. Si la víctima está inconsciente, se la colocará en decúbito supino sobre el suelo, con la cabeza girada hacia un lado; a continuación, la persona que

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preste los auxilios se ubicará sobre aquélla, y con el talón de una mano sobre la boca del estómago y la otra mano sobre ésta primera, realizará 5 compresiones bruscas hacia el tórax de la víctima.

SOPORTE VITAL BÁSICO EN LA PARADA CARDIORRESPIRATORIA. Una parada cardiorrespiratoria (PCR) consiste en la interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de la respiración y la circulación. La PCR puede comenzar por un paro respiratorio (PR), por un paro cardiaco (PC) o por ambos a la vez y supone una situación de máxima urgencia, ya que si se mantiene durante más de 4-5 minutos provoca la muerte biológica de la víctima.

Se denominan medidas de soporte vital básico a la serie de acciones que deben llevarse a cabo ante la sospecha de una PCR y que integran la detección precoz de la misma y las primeras intervenciones para mantener con vida al sujeto hasta que recupere sus funciones o hasta que pueda ser atendido por personal médico especializado. Entre dichas intervenciones de urgencia se encuentra el control de las hemorragias externas, la colocación de la víctima en la posición lateral de seguridad, la apertura de la vía respiratoria y las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). El soporte vital avanzado incluye la aplicación de técnicas especializadas (por ejemplo, la desfibrilación) y la administración de tratamientos farmacológicos específicos, normalmente ya en el ámbito hospitalario.

El orden lógico de las intervenciones de soporte vital mientras acuden los servicios de urgencias son, en primer lugar comprobar si el paciente se encuentra consciente y respira bien; en caso afirmativo, se le mantendrá en observación para detectar precozmente cualquier complicación; si presenta dificultad respiratoria se aplicará alguna de las medidas antes comentadas, según el caso. Si la víctima está inconsciente pero respira de forma espontánea y tiene pulso palpable, hay que colocarla en posición de seguridad y mantener la vigilancia. Si está inconsciente y tiene pulso pero no respira, es necesario intentar la respiración boca a boca. Por último, si el paciente se encuentra inconsciente y no tiene pulso ni respiración espontánea, se deben comenzar las maniobras completas de reanimación cardiopulmonar.

Para lograr la posición lateral de seguridad o postura de recuperación, tras retirar cualquier objeto que pueda provocar lesiones (por ejemplo, gafas, llaveros o monederos de los bolsillos, etc.), el auxiliador se arrodillará junto a la víctima y llevará hacia atrás el brazo de aquélla más próximo a él. A continuación, asirá el otro brazo y lo colocará, doblado, sobre el pecho del accidentado; tomará la pierna más alejada y la colocará, flexionada, sobre la de abajo. Una vez en esta posición, asirá al sujeto a la altura de la cadera y pasándole la mano (con la palma hacia arriba) bajo su cara, para evitar que se lesione, lo volteará con suavidad, tirando hacia sí. A continuación, moverá el brazo y la pierna superiores de la víctima hasta dejarlas formando ángulo recto y se asegurará de que la cabeza quede hacia atrás, con la barbilla proyectada hacia delante.

La reanimación cardiopulmonar supone el intento de mantener una circulación y ventilación artificiales en el sujeto, mediante compresiones torácicas externas (masaje cardiaco) y la respiración boca a boca, respectivamente, hasta conseguir el restablecimiento de dichas funciones o hasta que la victima pueda recibir la asistencia de soporte vital avanzado.

Respiración boca a boca. Esta maniobra tiene como objetivo la introducción de aire espirado en los pulmones de la víctima para conseguir una ventilación eficaz de forma artificial transitoria. Se trata de una maniobra relativamente sencilla, que se realiza del siguiente modo:• Tras asegurar la apertura de la vía respiratoria con la maniobra frente-mentón ya descrita y

comprobar que ningún objeto obstruye el paso del aire, se coloca una mano sobre la frente del paciente y se le pinza la nariz con el 1.° y 2.° dedos para evitar el reflujo del aire introducido.

• Se realiza una inspiración profunda y se aplican los labios a la boca de la víctima, cubriéndola por completo.

• Se sopla con lentitud y suavidad en el interior de la boca de la víctima (durante 2 ó 3 se-gundos), comprobando que el aire alcanza los pulmones mediante la observación de la elevación del tórax. Esta secuencia debe repetirse 10 veces por minuto.

En los lactantes (menores de 1 año) la maniobra es similar, pero el reanimador debe cubrir con sus labios la boca y la nariz del pequeño e insuflar sólo a bocanadas. Con los niños, la cantidad de aire que se debe introducir en los pulmones varía según la edad de la víctima; en cualquier caso, se ha de observar la elevación del tórax y realizar insuflaciones lentas, suaves y mantenidas. Debe

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Al aplicar la respiración boca a boca compruebe que la ventilación es adecuada observando la elevación del tórax de la víctima y la salida del aire por espiración pasiva.

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comenzarse por 5 insuflaciones lentas, con una pequeña pausa entre cada una, y luego proseguir a un ritmo de 20 por minuto.

Masaje cardiaco externo. El objetivo del masaje cardiaco externo es reproducir la función de bomba del corazón enviando la sangre hacia los órganos vitales. Se trata de una medida de apoyo circulatorio, sólo aplicable cuando se ha constatado que la víctima carece de pulso y no se percibe el latido cardiaco. Los pasos a seguir son los siguientes:• Colocar a la víctima sobre una superficie dura (para que el masaje sea efectivo), en posición

de decúbito supino (boca arriba) y con la cabeza, el tronco y las extremidades estiradas y alineadas. Arrodillarse junto a ella.

• Comenzar propinando un golpe seco (con el canto de la mano o el puño) sobre la región precordial (por delante del corazón) del sujeto, maniobra que a veces basta para que el corazón del accidentado vuelva a latir espontáneamente.

• Comprobar de nuevo si hay pulso o latido. En caso negativo, localizar la zona de compresión (sobre el esternón, dos dedos por encima de la punta de la apófisis xifoides), palpando con la yema de los dedos el borde de las costillas hasta alcanzar la línea media del cuerpo en su unión con las costillas contralaterales.

• Una vez localizada la zona, colocar sobre ella el talón de una mano y cruzar encima el talón de la otra. Conviene entrelazar los dedos para evitar la compresión de las costillas.

• Mantener los brazos extendidos, con los codos firmes y dejar caer sobre el pecho de la víctima el peso del propio para lograr una depresión del tórax del accidentado de entre 4-5 cm.

• Relajar la presión y repetir la secuencia presión-liberación a un ritmo aproximado de 80-100 compresiones por minuto.

• Comprobar de nuevo el pulso y la respiración cada 3-4 minutos.Si el reanimador está solo, tras cada 15 compresiones, deberá abrir la vía respiratoria y

realizar 2 insuflaciones (relación compresión/ respiración 15/2). En el caso de que estén presentes dos reanimadores (uno para cada maniobra), la secuencia será de 1 respiración por cada 5 compresiones torácicas sincronizadas. Es conveniente cambiar de reanimador, siempre que sea posible, cada 1-2 minutos, para evitar la fatiga y la pérdida de eficacia de las maniobras.

Como ocurre en otros casos, la técnica de RCP varía según la edad de la víctima. Así, en lactantes menores de 1 año de edad, se realizará una compresión perpendicular sobre el esternón con los dedos medio y anular situados 1 cm por debajo de la línea intermamilar. En niños mayores de 1 año de edad, la compresión del esternón se efectúa con el talón de una mano situada dos dedos por encima del extremo distal del esternón. En los niños más mayores, si la fuerza de compresión con una sola mano no es suficiente, se realizará la compresión como en el adulto. La fuerza de compresión ha de ser suficiente para producir una depresión del esternón de 2 cm en el lactante, de 3 cm en el niño pequeño y de 4-5 cm en el niño mayor y el adulto. La compresión debe durar el 50% del ciclo, dejando que el tórax vuelva a su posición normal, pero sin separar las manos del lugar de compresión, salvo que las maniobras de RCP las esté llevando a cabo una sola persona. La frecuencia del masaje debe ser de 100 compresiones por minuto en lactantes y niños pequeños y de 80 compresiones por minuto en los niños mayores. La secuencia en el lactante y el niño pequeño debe ser de 5 compresiones torácicas por 1 ventilación y en los niños mayores la misma que en el adulto.Esquema resumen de las medidas de soporte:

1. Comprobar el nivel de conciencia del paciente.2. Si no responde, pedir ayuda.3. Colocar a la víctima en posición de seguridad o de RCP, según proceda.4. Abrir y liberar la vía aérea. 5. Comprobar la respiración.6. Si no respira, realizar 2 insuflaciones.7. Comprobar pulso arterial y latido cardiaco.8. Si están ausentes, efectuar masaje cardiaco.9. Comprobar la eficacia de la RCP.10. RCP avanzada (servicio de emergencias),

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No debe detener una maniobra de reanimación cardiopulmonar más de 4-5 segundos para comprobar el pulso ni para explicar lo sucedido a los servicios de urgencias. Continúe hasta que alguien tome el relevo.

Nunca aplique un masaje cardiaco a una persona que tenga pulso o en la que detecte latido, aunque sean débiles.

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TÉCNICAS DE MOVILIZACIÓN DEL ACCIDENTADO. La primera norma fundamental a tener en cuenta en caso de accidente es que la movilización de la víctima para cualquier maniobra debe efectuarse con mucha precaución. Si la persona permanece consciente, puede aportar información sobre la localización de los puntos dolorosos donde debe extremarse el cuidado. Si la víctima está inconsciente, cualquier maniobra se realizará con extrema delicadeza, ya que pueden pasar desapercibidas lesiones graves (por ejemplo, traumatismos vertebromedulares) que podrían empeorar por una movilización inadecuada. Otros aspectos importantes a considerar son la necesidad de tranquilizar al accidentado si presenta agitación, para evitar que se mueva intempestivamente, y la conveniencia en algunos casos de colocar algún sistema para limitar la movilidad, como unos cojines, mantas o ropa doblada a ambos lados de la cabeza, para impedir movimientos bruscos del cuello y la cabeza.

El traslado de un herido leve, consciente, sólo requiere por parte del auxiliador la ayuda necesaria para que pueda caminar sin riesgo de caída. Si por las lesiones sufridas el herido no puede caminar, se le puede movilizar sentado, entre tres personas; para ello, dos de los socorristas pueden formar una especie de asiento entrecruzando sus manos y, el tercero ayudar al accidentado a sentarse.

Para desplazar a una víctima grave o inconsciente del lugar del accidente, maniobra que sólo debe efectuarse si se encuentra en una zona peligrosa (por ejemplo, tirado en la carretera), o para subirlo a una camilla, lo ideal es que intervengan 4-5 personas para mantener alineadas y estabilizadas todas las partes de su cuerpo. De este modo, una persona sujeta la cabeza y el cuello; otra, el tronco; una tercera, los miembros inferiores, y las restantes, cada extremidad superior (aunque éstas pueden colocarse sobre el tronco en caso de necesidad). En tales casos, los movimientos de todos los que presten su auxilio deben efectuarse al unísono, de forma estrictamente sincronizada. Si la persona accidentada lleva casco de motorista, no se intentará retirarlo, a menos que sea imprescindible para iniciar las maniobras de soporte ventilatorio. En todo caso, la retirada del mismo debe ser efectuada por personal especialmente entrenado para ello y en un entorno asistencial adecuado.

Si el accidentado presenta hemorragia externa, antes de movilizarlo se intentará contenerla, aplicando presión directa sobre el punto sangrante con ayuda de gasas, compresas o paños (ropa o mantas si no se dispone de otra cosa, procurando la máxima asepsia), que se sujetan con un vendaje compresivo con cierta tensión. Las heridas abiertas amplias deben cubrirse también sujetando el apósito con un vendaje compresivo suave.

En el caso de sospecha de luxaciones (cadera, codo, hombro), no se debe intentar la reducción de las mismas hasta no disponer de un estudio radiográfico de la lesión. Es preferible, antes de mover al sujeto, intentar sujetar o inmovilizar la extremidad afectada con ayuda de vendas, ropa o cualquier otro elemento disponible, en una posición cómoda para la víctima en la que no se produzca compromiso neurovascular. Cuando existan deformidades evidentes por la presencia de una fractura de huesos largos, conviene intentar estabilizar los fragmentos de fractura con maniobras suaves de tracción en dirección al eje longitudinal de la extremidad, ya que esto puede contribuir a evitar una hemorragia más profusa o la lesión de otras estructuras vasculares y nerviosas. Una vez conseguida una alineación aceptable de la extremidad, se podrá intentar colocar algún sistema de férula con ayuda de palos, cartones, tubos u otro material disponible, que se fijará a la extremidad mediante un vendaje que no produzca compresión excesiva.

VENDAJES. Los vendajes se utilizan en general para sujetar los apósitos que cubren las heridas o taponan hemorragias, para fijar los diferentes materiales utilizados como férula en una situación de urgencia o para inmovilizar determinadas articulaciones. En caso de poder disponer de vendas, las más apropiadas son las vendas de tejido natural, de crepé (elásticas) o las de tejidos sintéticos (cohesivas), que se entrelazan y fijan sin necesidad de esparadrapo. Las vendas tienen una anchura variable, pero lo más habitual es que se fabriquen en 5, 10 y 15 cm. Si se puede, es conveniente seleccionar el tamaño de venda más apropiado para la región en la que se va a llevar a cabo el vendaje.

Como norma general, la zona que va a ser vendada debe colocarse en la posición que se desea mantener. La postura para realizar el vendaje ha de resultar cómoda tanto para la víctima como para el socorrista.

El procedimiento básico de vendaje consiste en tomar el rollo de la venda con la mano dominante, extender el extremo de la misma hacia abajo y rodear la región lesionada con movimientos de izquierda a derecha. Es aconsejable iniciar el vendaje en la región más distal e ir

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avanzando hacia la zona proximal para evitar un compromiso circulatorio. Hay que prestar atención especial para que la tensión aplicada al vendaje sea uniforme y suficiente pero no exagerada, para lo cual la venda no debe desenrollarse demasiado (15-20 cm).

Al inicio del procedimiento, se coloca la venda en posición oblicua y se fija al cuerpo del herido con ayuda de dos vueltas perpendiculares al eje mayor de la zona a vendar; esta maniobra se repite al finalizar el mismo. Una vez finalizado el proceso de vendaje, éste puede fijarse con distintos métodos. Algunas vendas son cohesivas, es decir, están fabricadas en un tejido entrelazado que se adhiere entre sí y no necesita ningún otro sistema de sujeción. También puede utilizarse una tira de esparadrapo o cinta adhesiva (que no debe dar una vuelta circular completa sobre la extremidad para evitar una compresión excesiva), un imperdible o un ganchito especial para este propósito (aunque este último recurso es poco aconsejable por el riesgo de lesión secundaria), o se puede recurrir a rasgar la venda por la mitad y voltear hacia atrás una de las dos mitades, rodeando la extremidad y haciendo un nudo con la otra mitad.

Existen diferentes técnicas para vendar, entre las que destacan:• El vendaje circular simple, muy útil para la fijación de apósitos, en el que la venda se

coloca perpendicular al eje mayor de la extremidad que está siendo vendada y cada vuelta de venda cubre entre un tercio y la mitad de la vuelta anterior.

• El vendaje en espiga resulta muy adecuado para ejercer compresión suave-moderada. En esta técnica, la venda se coloca en posición oblicua (45°, aproximadamente) en relación al eje mayor de la extremidad que se está vendando y cada vuelta de venda cubre entre la mitad y dos tercios de la vuelta anterior.

• El vendaje en ocho presenta una utilidad especial para inmovilizar las articulaciones y se realiza imitando la forma de este número con cada vuelta de venda, ascendiendo en dirección oblicua, rodeando por detrás en dirección perpendicular, descendiendo en dirección oblicua cruzada y rodeando por delante en dirección perpendicular, y así sucesivamente.

Durante la realización de un vendaje de cualquier tipo en la extremidad superior, el codo debe permanecer en flexión de 90°, con una pronosupinación neutra. El vendaje debe comenzar en el pliegue palmar distal y puede acabar en el tercio inferior del antebrazo, en el tercio superior del mismo o bien inmediatamente por debajo de la axila.

En el caso de un vendaje para la extremidad inferior, el pie debe colocarse en flexión plantar/dorsal neutra (es decir, a 90°), evitando la postura en pronación o supinación del mediopié; la rodilla debe mantenerse en una discreta flexión de 10°-20°. El vendaje debe comenzar inmediatamente proximal a la cabeza de los metatarsianos y debe prolongarse hasta la región supramaleolar o hasta la cabeza del peroné, o si conviene subirlo por encima de la rodilla, debe alcanzar hasta la raíz del muslo.

Los dedos de las manos o de los pies se inmovilizan mejor con ayuda de cinta adhesiva (esparadrapo o similar) o con pequeñas férulas (bolígrafo, palito) sujetas con cinta adhesiva que con los vendajes, ya que para que éstos sean eficaces hay que disponer de vendas especiales con una anchura mínima y resulta complicado el proceso en una situación de urgencia.

El vendaje para el ojo se realiza colocando un apósito limpio sobre el mismo y, a continuación, con ayuda de una venda, se dan dos vueltas circulares a nivel de la región frontal para sujetar la mitad superior del apósito. Después, se desciende la venda hacia la mitad inferior del apósito tapándolo por completo y se pasa por debajo del pabellón auricular del mismo lado del ojo lesionado. Esta maniobra debe repetirse cuantas veces sea necesario.

Para el vendaje de la cabeza o capelina es necesario disponer de dos vendas. Se comienza pasando una vuelta circular, en sentido horizontal, alrededor de la cabeza. A continuación, se coloca el cabo proximal de la segunda venda sobre la frente y se dirige la venda hacia atrás, siguiendo la línea media de la bóveda craneal, hasta alcanzar la venda primera; entonces, se realiza otra vuelta circular con ésta hasta cubrir el cabo proximal de la segunda, así como la venda que se ha deslizado hacia atrás. Se continúa de la misma manera dando vueltas recurrentes con la segunda venda que se fija a la primera con ayuda de vueltas circulares. El vendaje se finaliza con dos vueltas concéntricas.

Los vendajes para los muñones de amputación requieren una habilidad especial, ya que se desprenden con mucha facilidad. Lo más conveniente es aplicar una pila de gasas o compresas y sujetar éstas con una venda colocada en ida y vuelta, es decir, plegada sobre sí misma. Una vez sujetas las compresas puede aplicarse un vendaje normal de tipo circular, en espiga o en forma de ocho, con la tensión suficiente. Se recomienda fijar el borde más proximal del vendaje a la piel con ayuda de esparadrapo o cinta adhesiva para evitar que se suelte.

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TIPOS DE ACCIDENTES Y PAUTAS ESPECÍFICAS DE ACTUACIÓN

Ahogamientos. El ahogamiento es la cuarta causa de muerte de origen accidental en casi todos los grupos de edad. Además, se calcula que por cada fallecimiento por este motivo se producen cinco episodios de semiahogamiento, suficientemente graves, como para necesitar asistencia hospitalaria. El 20% de los supervivientes de un accidente de este tipo presenta un deterioro neurológico significativo.

Las víctimas masculinas presentan un pico de incidencia a la edad de 1-2 años y otro entre los 15-19 años. La tasa de mortalidad es mucho más elevada en los varones que en las personas de sexo femenino. Los niños mayores y los adultos suelen ahogarse en ríos, lagos y canales, mientras que los más pequeños lo hacen en piscinas privadas. Es importante tener presente que cualquier recipiente de agua en el que quepa un niño puede ser peligroso. Las personas con crisis epilépticas o trastornos sincopales presentan un riesgo alto de ahogamiento. Otros factores de riesgo son la osadía, la sobrevaloración de la capacidad para nadar, la hiperventilación antes de bucear, los accidentes durante el buceo y el consumo de alcohol o de comidas copiosas antes de sumergirse en el agua.

Alrededor del 10% de las víctimas no presentan aspiración de agua, sino que fallecen por una asfixia aguda, debida probablemente a la apnea provocada por un laringoespasmo o por la contención de la respiración. El 90% restante fallece por la aspiración de agua dulce o salada, o cualquier otra variedad de líquidos. Las lesiones causadas por el ahogamiento dependen de la cantidad y cualidad del líquido aspirado y de la duración de la hipoxia.

La mayoría de las personas que sufren un accidente de este tipo se encuentran sanas previamente al episodio. En algunos casos, el ahogamiento se produce por un infarto de miocardio, una pérdida de conciencia o un agotamiento físico.

Algunos investigadores otorgan mucha importancia a la temperatura del agua, ya que en ocasiones se han recuperado personas sin lesiones cerebrales significativas tras inmersiones de 10 minutos en agua templada y de hasta 40 minutos en agua muy fría. El agua muy fría provoca un reflejo de inmersión con espasmo de la glotis, bradicardia y vasoconstricción periférica intensa, por lo que la sangre se concentra en los órganos vitales y se reduce el consumo de oxígeno, lo que prolonga el tiempo de tolerancia de la hipoxia, sobre todo en los niños pequeños. Sin embargo, si la temperatura del agua es extremadamente baja, pueden producirse arritmias mortales, como la fibrilación ventricular.

También es importante el tipo de líquido, ya que el agua dulce es hipotónica y se absorbe y redistribuye con rapidez por el organismo. Por el contrario, el agua del mar es hipertónica y atrae líquido adicional del plasma hacia los pulmones. En ambos casos, se produce un edema pulmonar por trastornos en la relación ventilación/perfusión. El agua contaminada con partículas o bacterias (agua estancada) puede complicar el problema por obstrucción de las ramas bronquiales más pequeñas o por infecciones pulmonares, pero se trata de casos poco frecuentes.Valoración de la victima. Cada paciente debe ser valorado de forma individualizada por las razones anteriormente expuestas (edad, tipo de agua o líquido, temperatura, duración y circunstancias previas). Los accidentados suelen estar inconscientes y pueden presentar una parada cardiorrespiratoria. En tales casos hay que avisar a los servicios de emergencia sin demora. La primera evaluación ha de hacerse siguiendo los pasos del ABC antes comentados. Debe asimismo aplicarse la Escala del coma de Glasgow para obtener una puntuación que permita estimar la gravedad del cuadro. También se comprobarán el estado y el grado de reactividad de las pupilas, así como del reflejo corneal. Conviene verificar el reflejo de Babinski para detectar posibles lesiones neurológicas graves, tomar la temperatura corporal y tener presente que el paciente puede haber sufrido un infarto de miocardio, una crisis convulsiva o un episodio sincopal, cuyos signos y síntomas deberán valorarse. Es imprescindible, asimismo, comprobar la presencia de otras lesiones (por ejemplo, traumatismos vertebromedulares por zambullida en aguas poco profundas).Pautas de actuación. La primera medida debe ser sacar a la víctima del agua y, en caso de que se encuentre consciente, colocarla en posición lateral de seguridad para facilitar la respiración. Si está inconsciente, se iniciarán las medidas de soporte vital básico precisas. La American Heart Association recomienda no realizar de forma sistemática la compresión abdominal en las víctimas de inmersión con la intención de provocar la expulsión del agua, sino que dicha maniobra debe reservarse para las situaciones en las que la vía respiratoria esté obstruida por un cuerpo extraño o

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cuando la víctima no responde a la respiración boca a boca, ya que la compresión abdominal puede provocar reflujo y aspiración del contenido gástrico y retrasar o dificultar la reanimación cardiopulmonar.

En caso de entrada de agua de mar en los pulmones, a veces es aconsejable colocar a la víctima en posición de Trendelenburg. Es conveniente protegerla con mantas o ropa para evitar un descenso excesivo de la temperatura corporal (hipotermia). Todas estas medidas son transitorias en espera de la llegada de los servicios de emergencia. No se deben interrumpir las medidas de reanimación cardiopulmonar aunque la víctima no reaccione, porque se han comprobado casos de recuperación sin secuelas neurológicas después de períodos prolongados, sobre todo si se trata de ahogamiento de niños en agua fría.

En la mayoría de las ocasiones en los que el desenlace no es fatal en primera instancia, es necesario trasladar al paciente a un hospital para la administración de oxígeno suplementario, instaurar el tratamiento para combatir el edema de pulmón y corregir los desequilibrios del sistema ácido-básico y electrolítico que aparecen a menudo. En situaciones graves, suele ser necesaria la intubación endotraqueal con presión positiva continua en la vía aérea.Medidas preventivas. La mejor estrategia terapéutica es la prevención de este tipo de accidentes, para lo cual es esencial conocer y divulgar las circunstancias relacionadas frecuentemente con ellos en los diferentes grupos de edad.

En el caso de los niños, la regla básica puede recordarse también con la sigla ABC, cuyo significado ahora responde a: supervisión por un Adulto, establecimiento de Barreras (vallas) adecuadas en todas las piscinas y formación en reanimación Cardiopulmonar básica para los padres. Hay que insistir a los padres que el ahogamiento puede producirse en cualquier recipiente en el que quepa el niño, en la bañera e incluso en un cubo de agua. En la actualidad, la mayoría de las piscinas hinchables o flotadores para niños llevan inscritas normas de seguridad para un uso correcto. Lo más conveniente sería que todos los niños aprendieran a nadar a una edad temprana (2-3 años). Es recomendable que las vallas de protección tengan puertas que no puedan ser abiertas por los niños y que se cierren de forma automática. Los toldos de protección de las piscinas pueden ser también elementos peligrosos, ya que si el niño cae al agua, aunque sepa nadar, puede tener dificultades para salir. En las piscinas públicas o de comunidades de vecinos o en las playas debe haber un socorrista entrenado en maniobras de RCP.

Las medidas preventivas en niños mayores o en adultos pasan por la información /educación sobre este tipo de accidentes y las circunstancias que los rodean, y en fomentar una actitud de juicio razonable para saber valorar el peligro en su justa medida (alejarse en el mar, prescindir del chaleco salvavidas al montar en una embarcación, sobrevalorar la capacidad para nadar, las zambullidas en aguas poco profundas o con fondo de piedras, nadar en estado de intoxicación por alcohol o drogas, o tras una comida copiosa, buceo a pulmón libre, etc.). Las personas que padecen ciertas enfermedades, como crisis epilépticas, arritmias graves o episodios sincópales, deben extremar la precaución durante el baño y, en condiciones ideales, no deben bañarse solos bajo ningún pretexto.

CUERPOS EXTRAÑOS. La introducción de un cuerpo extraño en el organismo es un accidente relativamente frecuente en cualquier entorno (doméstico, laboral, escolar, al aire libre, etc.) y puede tratarse de cualquier objeto del tamaño adecuado (por ejemplo, una canica, una moneda, una pieza pequeña de un juguete desmontable, una pajita, una horquilla, una grapa, una chincheta...), de un alimento (por ejemplo, un garbanzo, un trozo de hueso, una espina de pescado, un trozo de carne...) o incluso de un ser vivo (por ejemplo, una abeja, una hormiga, una mosca, etc.).

Las localizaciones más habituales de los cuerpos extraños son los ojos, los oídos, las fosas nasales, el tracto digestivo, por ingestión de los mismos y la vía respiratoria, por aspiración, aunque pueden alojarse en otras regiones del organismo, como la vagina, el recto o la uretra (por ejemplo, por introducción en ellas de objetos, durante juegos exploratorios infantiles). En estos últimos casos, la única intervención posible en primera instancia es trasladar al accidentado a un centro asistencial donde le sea extraído el cuerpo extraño; en los primeros, se pueden tomar algunas medidas de primeros auxilios, como se verá a continuación.

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Aspiración de cuerpos extraños. La mayor parte de los accidentes por aspiración de un cuerpo extraño se producen en niños pequeños y suponen un riesgo elevado de mortalidad. A pesar de que en muchos casos se trata de alimentos (espina de pescado, huesos de pollo, frutos secos, huesos de fruta, trozos de carne o jamón...), también es frecuente que una pieza de juguete, una moneda o cualquier otro objeto de pequeño tamaño se aloje en las vías respiratorias superiores de los niños. Los pacientes adultos con riesgo elevado son los que presentan secuelas de un ictus, trastornos con deterioro mental o enfermedad neuromuscular, así como las personas que llevan dentaduras postizas.

Valoración de la víctima. Hay que realizar una exploración completa, centrada sobre todo en la cavidad oral, el cuello y el tórax, para conocer la gravedad de la situación. En caso de que la obstrucción sea parcial, la sintomatología suele ser poco evidente y consistir en dolor de localización variable, dificultad para la deglución, sensación de cuerpo extraño, disnea moderada, tos persistente, ruidos respiratorios anormales (estridor) o expectoración abundante, que puede llegar a ser fétida cuando se produce una infección si el cuerpo extraño permanece más de 48 horas. Cuando la obstrucción es completa o casi completa, la víctima presenta un cuadro de nerviosismo agudo, con tos intensa, dificultad respiratoria, salivación, ruidos respiratorios anormales, tanto en inspiración como en espiración, y cambios de coloración de la piel del cuello y la cara por la congestión y la hipoxia progresiva (rojo y luego violáceo). Es frecuente que pierda el conocimiento si no se resuelve la obstrucción. Y si persiste puede establecerse una parada respiratoria o cardiorrespiratoria.Pautas de actuación. Las medidas de primeros auxilios más aconsejables dependen de la gravedad de la situación. Si la obstrucción de la vía respiratoria es parcial y el paciente se encuentra consciente y con síntomas leves, se puede actuar con tranquilidad, inspeccionando la cavidad oral y la faringe para detectar el cuerpo extraño e intentar sacarlo, con mucho cuidado para no convertir una obstrucción parcial en completa. Si esto no es suficiente, el auxiliador debe enviar al paciente a un centro asistencial, para que se le inspeccione la zona inferior de la faringe y la laringe mediante laringoscopia indirecta o directa. En ocasiones, es necesaria la broncoscopia para localizar y extraer el cuerpo extraño, e incluso una intubación endotraqueal.

Si la obstrucción de la vía respiratoria es total o casi total, la situación es mucho más grave. Hay que avisar de inmediato a los servicios de urgencias y poner en práctica con rapidez las técnicas ya descritas para liberar la vía respiratoria y, en ocasiones, también las de soporte vital.

Ingestión de cuerpos extraños. La gravedad de este tipo de accidente oscila desde un trastorno inocuo hasta un caso fatal. La mayoría ocurren en la infancia (el 80% aproximadamente) pero también son frecuentes en adultos desdentados y en pacientes con enfermedades psiquiátricas. Los niños degluten por lo general monedas, canicas, piezas de juguetes o trozos de lápices de cera, mientras que los adultos sanos suelen tener problemas con trozos de carne poco masticados, espinas y huesos de carne o fruta. Los pacientes psiquiátricos con ideas autolesivas pueden ingerir objetos poco usuales, como cuchillas, horquillas o cualquier otro similar.

En la mayoría de los casos, el objeto ingerido atraviesa todo el tubo digestivo sin producir complicaciones y es eliminado con las heces en el plazo de días a semanas. Puede ocurrir, no obstante, que el objeto quede impactado en alguna zona angosta del tubo digestivo, sobre todo en la región proximal (niños) o distal (adultos) del esófago. También es posible que el objeto llegue a

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Prevención de accidentes laborales

Entre las recomendaciones generales que el personal de enfermería debe divulgar para evitar los accidentes graves en el trabajo se pueden destacar:• Respetar estrictamente las medidas específicas de seguridad en cada caso (por ejemplo, uso

obligatorio de casco, arneses, guantes, etc.).• Evitar el consumo de medicinas, alcohol o drogas que puedan alterar el nivel de conciencia durante

la jornada laboral.• Seguir las pautas de descanso recomendadas para evitar el agotamiento, sobre todo cuando se

maneje material nocivo o herramientas peligrosas.• Extremar la precaución durante la manipulación de máquinas y en situaciones de especial riesgo

(por ejemplo, andamios, zanjas, zonas de cableado eléctrico, etc.).• Efectuar revisiones periódicas de instalaciones, herramientas y maquinaria.• Someterse a revisiones periódicas de salud, de forma preventiva.• Asistir a cursos de formación de seguridad laboral e higiene en el trabajo.

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producir una perforación por efecto químico (pilas) o mecánico (hueso) que origine un cuadro grave de mediastinitis o peritonitis.Valoración de la víctima. Si el cuerpo extraño se aloja en el esófago, el paciente puede presentar sensación de angustia y dificultad para la deglución. También puede existir dolor retrosternal, náuseas, vómitos o tos. En los menores puede manifestarse por rechazo a la comida, náuseas, vómitos, estridor, dolor cervical o faríngeo, dificultad para la deglución y aumento de la salivación. Hay que explorar al paciente para detectar la presencia de lesiones en la cavidad oral o en la faringe. En la región cervical puede existir edema, crepitación o dolor intenso. Se debe explorar el tórax y el abdomen para detectar signos de irritación peritoneal por perforación de una víscera hueca (esófago, colon). Si se detectan posibles complicaciones, se debe trasladar al accidentado a un centro de urgencias. En la mayoría de los casos hay que realizar radiografías de la región donde se sospecha que pueda encontrarse el cuerpo extraño: cuello, tórax y abdomen. Algunas veces es necesaria una laringoscopia indirecta o incluso una endoscopia digestiva alta (esófago y estómago) o una colonoscopia (recto y colon) para localizar el cuerpo extraño.Pautas de actuación. Si en la valoración no se encuentran señales de alarma, como la mayor parte de las veces el cuerpo extraño sale del tubo digestivo con las heces sin provocar complicaciones, sólo se precisa tranquilizar a la víctima y recomendar que permanezca bajo observación. En ocasiones puede ser conveniente la administración de analgésicos y/o ansiolíticos.

En los casos en que es necesaria la extracción, ésta se realiza en el ámbito hospitalario con ayuda de un laringoscopio si se aloja en la faringe o del endoscopio si se localiza en el esófago, el estómago, el colon o el recto. Las indicaciones para la extracción endoscópica son la posibilidad de obstrucción o perforación, el componente tóxico del objeto (pilas de litio) o el tamaño, forma y longitud del objeto que hacen improbable que pueda eliminarse con las heces sin dificultad. En un porcentaje pequeño de los casos es necesario realizar la extracción mediante cirugía abierta o incluso por vía laparoscópica.

Cuerpos extraños en la nariz. Es frecuente hallarlos en la población infantil. El objeto introducido puede ser casi de cualquier tipo; los más habituales son canicas, cuentas de collar, garbanzos, piezas de juguete, botones, pilas, etc., pero puede ser cualquiera con el tamaño adecuado. Cuando se trata de semillas de legumbres o de cereales en grano la extracción ha de realizarse pronto, porque pueden absorber agua y aumentar de tamaño e incluso geminar.Valoración de la víctima. La víctima presenta sensación de obstrucción nasal, rinorrea persistente y fétida, así como epistaxis unilateral persistente. En ocasiones conviene hacer radiografías así como una rinoscopia directa para visualizar e identificar el objeto.Pautas de actuación. La actuación inmediata consiste en procurar tranquilizar al niño y a los padres, indagar cuál ha podido ser el objeto introducido y, si no se trata de una semilla, tapar la fosa nasal libre y pedir al niño que se suene. La mayoría de las veces, el aire expulsa el cuerpo extraño. Si no es así, se debe trasladar a la víctima a un centro asistencial. La extracción debe llevarla a cabo personal experimentado (mejor un especialista en otorrinolaringología), con ayuda de material apropiado y tras preparar la región con anestésico local y un vasoconstrictor. Puede ser necesario sedar al paciente para lograr su cooperación.

Cuerpos extraños en los oídos. La introducción de un cuerpo extraño en el oído es otro de los accidentes frecuentes en la infancia. Como en el caso de la nariz, la naturaleza del objeto puede ser muy variable; los más habituales son tapones de cera, partes de los bastoncillos empleados para limpiar el conducto auditivo externo, trozos de papel, insectos voladores o cualquier otro objeto del tamaño adecuado.Valoración de la víctima. La víctima de un accidente de este tipo puede encontrarse prácticamente asintomática o presentar un dolor de intensidad variable, con sensación de plenitud e hipoacusia. Si el cuerpo extraño es un insecto, el cuadro puede ser más aparatoso, con ansiedad pronunciada, dolor intenso e incluso lagrimeo, vértigo y náuseas.Pautas de actuación. Cuando el cuerpo extraño es un insecto, las medidas de primeros auxilios consistirán en pedir a la víctima que incline la cabeza hacia el lado contrario del afectado, instilar en el oído 3-4 gotas de aceite de bebé o de suero fisiológico, esperar un par de minutos y voltear la

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La ingestión de pilas supone una emergencia porque el contenido de éstas (sobre todo las de litio) es altamente corrosivo y puede provocar la perforación del esófago en un período breve de tiempo (4 horas). Envíe al accidentado de inmediato a un centro de urgencias.

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cabeza de la víctima hacia el lado contrario para que el líquido drene y arrastre al insecto. La única intervención de primeros auxilios que se puede realizar con cualquier otro objeto es intentar que salga por sí solo mediante inclinación de la cabeza de la víctima; si por este procedimiento no se consiguen resultados, se debe acudir a un centro asistencial. La extracción ha de ser muy cuidadosa y debe ser realizada por personal sanitario experimentado, con el instrumental apropiado, bajo visión directa para evitar lesionar el tímpano o la cadena de huesecillos, y tras la instilación de anestésico local para evitar el dolor. En ocasiones, es necesario sedar al paciente para asegurar su colaboración, y en casos extremos, hay que proceder a la extracción bajo anestesia general.

Cuerpos extraños en los ojosEn la conjuntiva. Cuando el cuerpo extraño está alojado en la conjuntiva, sin penetrar en los tejidos del ojo, como puede ocurrir con una pestaña, un grano de arena o polvo que pueden esconderse en el fondo del saco conjuntival por debajo de la placa tarsal del párpado, provoca muchas molestias pero casi nunca complicaciones significativas.Valoración de la víctima. El paciente se queja de lagrimeo constante, de dificultad para mantener el ojo abierto, dolor y sensación de roce. Se observa inflamación y enrojecimiento oculares.Pautas de actuación. En tales casos, la primera medida es evitar que el accidentado se toque o frote el ojo. A continuación, hay que lavarse bien las manos, situar al sujeto bajo una fuente luminosa y pedirle que eche la cabeza hacia atrás. Colocándose detrás de él, el auxiliador situará su mano no dominante bajo el mentón del accidentado y con los dedos índice y pulgar de la otra mano, entreabrirá el ojo afectado para tratar de localizar el objeto. Una vez localizado, la extracción suele ser fácil mediante lavado de arrastre con suero fisiológico. Si el problema no se resuelve de este modo y el cuerpo extraño es móvil, se pedirá al sujeto que parpadee hasta que se observe en el ángulo interno del ojo y se pueda extraer aplicando suavemente la punta de un pañuelo limpio. Si el cuerpo está alojado debajo del párpado superior, será necesario voltear éste tirando de las pestañas ligeramente hacia abajo y luego dándole la vuelta hacia arriba sobre un bastoncillo o algo similar y, a continuación, retirar el cuerpo extraño del modo ya descrito.En la córnea. Los cuerpos extraños corneales suponen un problema más delicado. Suelen producirse por la impactación a velocidad alta de fragmentos diminutos (virutas, esquirlas, etc.) de metal, madera, yeso, cemento... durante trabajos de cerrajería, carpintería o de bricolaje, realizados sin utilizar ningún sistema de protección ocular (gafas especiales), así como de fragmentos de cristal en los accidentes de tráfico.Valoración de la víctima. El paciente suele presentar un grado elevado de ansiedad acompañada de dolor intenso con lagrimeo, fotofobia pronunciada, sensación de ardor y roce y dificultad para abrir el ojo afectado.Pautas de actuación. Nunca se intentará retirar el cuerpo extraño. Es aconsejable tranquilizar al paciente, cubrir el ojo con una gasa estéril, sujetar el apósito con un vendaje que tape ambos ojos y trasladarlo a un centro asistencial. Una vez allí, se observará la lesión con la lámpara de hendidura, previa tinción con fluoresceína, para comprobar su profundidad y extensión, así como la naturaleza del cuerpo extraño (halo de herrumbre si se trata de un objeto metálico). Estos cuerpos extraños deben ser extraídos por personal especializado, mejor un oftalmólogo, bajo observación directa con la lámpara de hendidura, tras la instilación de un anestésico local en la superficie corneal y con ayuda de instrumental apropiado (pinzas de extracción, agujas especiales) para limitar al mínimo el traumatismo corneal. Tras la extracción del cuerpo extraño es conveniente la instilación de antibióticos por vía local así como la oclusión temporal del ojo para favorecer la cicatrización de la herida en la córnea.

También puede ocurrir que el cuerpo extraño que actúa como un proyectil de alta velocidad (esquirla de metal, cristal de parabrisas) quede alojado en cualquier otra región del interior del globo ocular (esclerótica, humor vítreo, retina). Esto supone un problema bastante más grave que puede ocasionar secuelas permanentes en la víctima e incluso la pérdida de la visión. Los primeros auxilios son, en estos casos, los mismos recién comentados. Posteriormente, suele ser necesario realizar radiografías, ecografías e incluso TC o resonancia magnética para poder localizar estos cuerpos extraños y valorar de forma adecuada el alcance de la lesión. En estas circunstancias es necesario casi siempre un tratamiento quirúrgico.

Otro accidente ocular relativamente frecuente, aunque no se trate de un cuerpo extraño, es la instilación accidental de sustancias químicas irritantes en el ojo. La mejor actuación en estas situaciones es el lavado abundante con agua tibia o suero fisiológico si es posible durante 10-15 minutos.

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Medidas preventivas. Muchos accidentes de los comentados son absolutamente imprevisibles, pero también los hay que podrían haberse evitado tomando las debidas precauciones. Siempre que tenga ocasión y proceda, el personal de enfermería, en especial el que trabaje en los ámbitos de asistencia primaria y pediatría, deberá divulgar las siguientes recomendaciones al respecto:• Los adultos deben vigilar de forma continua los juegos de los niños pequeños y evitar

que los menores de 3 años manipulen juguetes que contengan piezas pequeñas desmontables o funcionen con pilas, u objetos de escaso tamaño (por ejemplo, botones, garbanzos, canicas).

• Nunca hay que acostarse (y menos aún las personas mayores y los niños) con alimen-tos, pastillas ni golosinas en la boca, ni ingerir líquidos en posición tumbada.

• No se deben dar a los niños pequeños alimentos difíciles de masticar o tragar (frutos secos, jamón, trozos grandes de carne, etc.); además, cuando se corten los alimentos (por ejemplo, salchichas) se harán trozos de forma irregular, no redondeada, ya que en caso de aspiración es más fácil que los circulares obstruyan por completo la vía respiratoria.

• Antes de dar la comida a un niño o a un anciano con problemas de deglución y/o de visión, se comprobará de forma minuciosa que no contiene espinas (pescado), restos de cáscara (huevo) ni fragmentos de hueso (aves).

• Hay que enseñarles desde pequeños a los niños el peligro de introducir objetos por cualquiera de los orificios naturales del cuerpo (nariz, oído, ano o vagina) y educarles para que coman con tranquilidad y mastiquen despacio y bien los alimentos antes de deglutirlos (que no se acostumbren a deglutirlos acompañados de líquido).

• Siempre que las condiciones ambientales sean desfavorables (por ejemplo, días ventosos, polvaredas, etc.) se deben utilizar gafas protectoras, medida indispensable cuando se realizan trabajos de riesgo, como soldadura, carpintería, cerrajería o bricolaje casero.

FRACTURAS Y LUXACIONES. Las fracturas y luxaciones son una de las consecuencias más frecuentes de los accidentes de todo tipo, en especial, los deportivos y los de tráfico. Se trata de lesiones que requieren una actuación urgente pero que en la mayoría de los casos no representan un compromiso vital. Durante la producción de las fracturas y luxaciones, la lesión del tejido óseo y de las articulaciones puede acompañarse de otras en los tejidos blandos (ligamentos, músculos, vasos sanguíneos, nervios e incluso la piel) que pueden aumentar la gravedad del problema y complicar el tratamiento. Entre las fracturas más frecuentes se encuentran las de muñeca, antebrazo, mano, clavícula y codo, en la infancia, así como las de tobillo y tibia en el adulto y las del cuerpo vertebral y la cadera en los ancianos. Las luxaciones más frecuentes son las de hombro, dedos de manos y pies y, en menor proporción, las de codo y rótula.

La fractura supone una solución de continuidad o una deformidad anatómica del tejido óseo por causa mecánica. Por efecto de un traumatismo, en los niños el hueso puede deformarse sin llegar a romperse (deformación plástica), comprimirse (fractura en rodete), fracturarse sólo en el lado convexo de la cortical con integridad del periostio (fracturas en tallo verde) y producirse una fractura

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Prevención de accidentes de tráfico

• Los accidentes de tráfico son unos de los más frecuentes y graves, y podrían evitarse en un porcentaje elevado de los casos si se respetaran las siguientes medidas de seguridad, que el personal de enfermería debe transmitir siempre que tenga ocasión:

• Nunca conducir bajo el efecto de medicamentos que puedan alterar el nivel de conciencia. Si se está en tratamiento farmacológico, en caso de duda, consultar antes de ponerse al frente de un vehículo.

• No tomar bebidas alcohólicas ni consumir droga alguna, si se va a conducir.• Someter a revisiones periódicas los elementos de seguridad del vehículo (frenos, luces, airbag,

amortiguadores, neumáticos...).• Respetar escrupulosamente los límites de velocidad y demás normas de circulación. Nunca dejarse

llevar por la impaciencia o la prisa y adecuar la conducción al estado del tráfico en cada momento.• Descansar suficientemente la noche anterior a un viaje largo y durante el mismo realizar descansos

periódicos; en cualquier caso, detenerse a descansar si aparecen síntomas de fatiga mientras se está conduciendo.

• Evitar las comidas copiosas antes de conducir.• Respetar el uso obligatorio del cinturón de seguridad y las normas sobre el traslado de niños en los

automóviles.• Cumplir las normas de seguridad y las reglas de tráfico como peatón.

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a nivel de la placa cartilaginosa de crecimiento (epifisiolisis traumática). En el adulto, la fractura puede consistir en una línea simple de interrupción de la anatomía del tejido óseo sin interrupción del periostio (fisura), o afectar de forma completa al hueso y al periostio con desplazamiento o no de los fragmentos (fractura completa). También puede producirse una lesión importante de los tejidos blandos con pérdida de integridad de la piel, lo que se denomina fractura abierta, que presenta un riesgo elevado de infección.

La luxación supone la pérdida completa de las relaciones anatómicas de una articulación. Es decir, uno de los extremos óseos articulares se desplaza perdiendo su alineación normal con respecto a la superficie articular del hueso adyacente. Hay que recordar que, para que se produzca una luxación articular, debe producirse una rotura de la cápsula o de los ligamentos que estabilizan la articulación y que esta lesión a veces condiciona que la luxación se convierta en un problema recidivante.

Las causas de las fracturas o luxaciones son muy diversas. Así, pueden originarlas la contracción violenta de un músculo o un grupo muscular (por ejemplo, durante una crisis convulsiva), un golpe directo sobre el hueso (por ejemplo, con un palo), un traumatismo indirecto (por ejemplo, un movimiento de torsión forzada de la pierna con el tobillo fijo en el suelo) o una caída desde cierta altura (por ejemplo, desde un andamio). En casos poco frecuentes (por ejemplo, heridas por arma de fuego), el hueso puede fracturarse por la acción de un proyectil que rompe y atraviesa la cortical del hueso.

El trazo de la fractura depende del tipo de fuerza aplicada. Así, si la fuerza es de flexión, el trazo será horizontal u oblicuo corto; si la fuerza es de rotación, el trazo será espiroideo; si actúa una fuerza de alta energía, el trazo será conminuto; si la fuerza es de compresión se producirá un aplastamiento y, si se ejerce una fuerza de tracción, la fractura resultante será un arrancamiento o avulsión de un fragmento óseo en la inserción de un tendón o ligamento.Valoración de la víctima. El proceso de valoración de la víctima que ha sufrido o que se sospecha que ha sufrido una fractura o luxación abarca un abanico muy amplio de posibilidades, ya que la gravedad del problema es sumamente variable. En primer lugar, hay que valorar el estado general del accidentado y si su situación requiere medidas urgentes previas a las directamente relacionadas con la lesión (por ejemplo, contener una hemorragia abundante). De no ser así, se procederá a evaluar la lesión, que en algunos casos es evidente, pero en otros muchos requiere detectar signos y síntomas más sutiles.

El dolor es un síntoma prácticamente constante cuando existe una lesión de este tipo. Suele ser de aparición inmediata, aunque su intensidad depende de la gravedad de la fractura o luxación y de las lesiones acompañantes. También es muy frecuente que la persona accidentada presente una limitación o incluso una impotencia funcional completa en la región anatómica afectada (por ejemplo, incapacidad para levantar la pierna en caso de una fractura de cadera).

Hay que buscar la existencia de signos inflamatorios locales por el desarrollo de un hematoma, aunque en algunos casos pueden estar ausentes (por ejemplo, en fractura en rodete del extremo distal del radio en un niño). La mayoría de las veces suele existir una deformidad evidente sobre el foco de fractura, producida por el desplazamiento de los extremos del hueso afectado (por ejemplo, angulación anormal de un dedo) o a distancia, por pérdida de la acción muscular (por ejemplo, acortamiento y rotación externa de la extremidad inferior en una fractura de cadera) o por la luxación del extremo articular de un hueso (por ejemplo, hombro en charretera en una luxación anterior de hombro). En las fracturas desplazadas de un hueso grande (por ejemplo, la pelvis), el accidentado puede presentar signos de colapso circulatorio hipovolémico, como hipotensión (pulso débil), taquicardia y palidez de piel y mucosas o sudoración, cuando existe una hemorragia importante por afectación de un vaso arterial. En algunos casos (por ejemplo, fractura desplazada de la clavícula, luxación de hombro o codo), la víctima puede presentar un cuadro de hipotensión, bradicardia, sudoración, palidez e incluso síncope, debido al dolor intenso que produce la fractura (síncope vasovagal).

Cuando se sospeche la presencia de una fractura desplazada de un hueso largo o de la columna vertebral o tras una luxación de una articulación grande (rodilla, cadera, hombro...), se debe explorar el estado neurovascular de la extremidad afectada, por si se hubiera producido una interrupción del flujo arterial, una lesión de un nervio periférico o de la médula espinal. En el caso de que la víctima presente una o más fracturas costales, puede existir taquipnea y dificultad para realizar una respiración profunda. En tal circunstancia, hay que descartar también la presencia de enfisema subcutáneo (crepitación -como al pisar nieve- a la palpación de la pared torácica o el

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cuello), de volet costal (movimiento paradójico de una parte del tórax que se deprime en espiración y eleva en inspiración) o de congestión de las venas del cuello.

Si la víctima presenta una fractura visible del cráneo conviene hacer una exploración neurológica somera mediante la Escala del coma de Glasgow y valorar el estado de las pupilas.Pautas de actuación. La primera actuación debe ser tranquilizar a la víctima, que suele presentar dolor y ansiedad derivados del accidente y de la propia lesión. Si se sospecha que la lesión es grave, se avisará de inmediato a los servicios de urgencias. Cualquier movilización del sujeto accidentado debe ser muy cuidadosa y realizarse sopesando bien el posible beneficio.

Debe prestarse atención especial a la presencia de fracturas a nivel de la columna vertebral, en especial en la región cervical y lumbar. Si se detecta o se teme una lesión de este tipo, hay que inmovilizar la cabeza y el cuello del paciente, colocando el objeto más apropiado del que se disponga (como una prenda de ropa doblada, una caja o cualquier otro que no sea peligroso) a ambos lados de la cabeza, para evitar que la víctima la mueva. Es aconsejable que el accidentado descanse en posición de decúbito supino, sobre una superficie dura, con la cabeza en flexoextensión neutra. Deben evitarse a toda costa los movimientos de flexión o hiperextensión del cuello o la columna. El traslado del accidentado se realizará sobre una superficie rígida, entre varias personas, vigilando que mantenga la alineación corporal.

En las fracturas de las extremidades en las que exista una deformidad evidente se puede intentar mejorar la alineación mediante tracción longitudinal suave del extremo distal siguiendo el eje del hueso, siempre que se tenga experiencia en este tipo de maniobras. En caso contrario, es mejor no intentarlo y colocar alguna férula improvisada en ese momento para sujetar la extremidad en la posición más cómoda para el paciente, procurando que abarque las articulaciones que quedan por arriba y por debajo de la fractura (por ejemplo, si se ha producido en el antebrazo, deben inmovilizarse el codo y la muñeca). Cuando se trate de una fractura abierta se debe tapar la herida con un material lo más limpio posible, sin “hurgar” en ella.

En el caso de una luxación de una articulación grande (hombro, rodilla, cadera...) nunca se intentará reducir en el lugar del accidente. Con las luxaciones menores (por ejemplo, una interfalángica de los dedos de la mano o del pie, o una de la rótula) se puede intentar mediante maniobras suaves de tracción en eje, siempre y cuando se tenga práctica en ello, se esté seguro del diagnóstico y la víctima esté dispuesta a colaborar. En caso contrario, se mantendrá la articulación luxada en reposo y se puede aplicar frío, para aliviar el dolor y la tumefacción, hasta la llegada de los servicios de urgencias.

En términos generales, los vendajes son más útiles para conseguir una estabilización e inmovilización relativa en el caso de luxaciones, contusiones o esguinces, que en las fracturas en las que son preferibles los entablillados (férulas). En todo caso, deben estar bien almohadillados y no comprimir demasiado. Conviene comenzar a vendar siempre por la zona más distal de la extremidad y progresar en sentido proximal. Para inmovilizar la extremidad superior puede ser útil el uso de cabestrillos improvisados (por ejemplo, con un pañuelo o un cinturón).

Para improvisar una férula se puede emplear cualquier objeto o material apropiado disponible. Así, por ejemplo, puede utilizarse una revista para enrollar el antebrazo, un cartón firme, un tablón de madera, un palo o un tubo metálico, que se fijarán a la extremidad con ayuda de una venda o de prendas de ropa, sin ejercer una compresión excesiva.

Como norma general, en lo relativo a los vendajes y entablillados, lo más oportuno es emplearlos únicamente cuando el accidente se produzca en lugares aislados o en situaciones en las que no se pueda alertar a los servicios de emergencias de inmediato, porque para su colocación es necesario movilizar el foco de fractura y el accidentado puede sufrir dolor innecesario y otras complicaciones derivadas de la movilización de los fragmentos de la fractura (aumento de la hemorragia, lesión vasculonerviosa, etc.).HERIDAS. Las heridas son lesiones producidas en cualquier región de la anatomía por el efecto de un elemento agresor externo (objeto punzante, superficie dura, etc.) o interno (extremos de la

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No intente levantar del suelo a una víctima inconsciente o, si está consciente, sin preguntarle si se siente capaz de hacerlo

Refuerce las férulas blandas (por ejemplo, una manta) poniendo algún objeto rígido (por ejemplo, una tabla) debajo.

En caso de fracturas, no aplique masajes ni pomada alguna.

Evite retirar el calzado a la víctima de una lesión en las extremida-des inferiores, ya que al intentarlo puede realizar movimientos nocivos y dolorosos innecesarios

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fractura de un hueso). Estas lesiones se caracterizan por una pérdida de la integridad de la piel, las mucosas, los tejidos blandos o los órganos de los diferentes sistemas del organismo.

Según el criterio de clasificación basado en el tipo de lesión, se puede distinguir entre:• Heridas contusas: son lesiones producidas por un traumatismo directo que origina un

desgarro de la piel y del tejido subcutáneo. Suelen acompañarse de tumefacción o hematoma en el área circundante y a menudo presentan bordes irregulares. Tienen tendencia a la infección y se curan despacio, dejando una cicatriz evidente.

• Heridas incisas: son lesiones producidas por un traumatismo directo contra un objeto afilado o con ángulos que produce una abertura en la piel y en el tejido subcutáneo. No se acompañan de afectación en el área circundante, sus bordes suelen ser nítidos y estar alineados, y cicatrizan bien después de la sutura.

• Heridas punzantes: son lesiones producidas por objetos con punta (arma blanca, an-zuelo, aguja, etc.) que penetran una profundidad variable en cualquier área del organismo. Su extensión en anchura es escasa pero pueden ser muy profundas y difíciles de explorar; los bordes suelen ser nítidos y las complicaciones principales son la infección y la lesión de órganos.

• Abrasiones: son excoriaciones, raspaduras o erosiones superficiales que afectan de forma parcial a la capa más externa de la piel (epidermis), a menudo sin llegar a la dermis. Pueden presentar una extensión variable pero muy superficial. Se producen por fricción o rozamiento contra una superficie dura o rugosa y pueden contener cuerpos extraños, como tierra o asfalto. Es frecuente que presenten un exudado seroso abundante.

• Laceraciones: son lesiones producidas por objetos como sierras o herramientas que originan una lesión de la piel con bordes irregulares, acompañada de un desgarro en los tejidos blandos más profundos, y con frecuencia, de pérdida de sustancia.

• Heridas por arma de fuego: son las producidas por la entrada de uno o varios proyecti-les a alta velocidad. El orificio de entrada es más pequeño que el de salida y presenta en ocasiones un tatuaje por pólvora. El proyectil puede lesionar en su trayecto cualquier estructura (hueso, víscera...).

• Amputaciones o seudoamputaciones: se trata de la extirpación total o parcial de una parte o de toda la extremidad, producida por un traumatismo.

Algunas heridas presentan características propias de dos o más tipos, por lo que su denominación puede ser más complicada y en ocasiones se refieren como heridas inciso-contusas.Valoración de la víctima. El síntoma más frecuente tras la producción de una herida de alguno de estos tipos es el dolor en la región de la misma, con un grado variable de hemorragia o de exudación de líquido seroso. El diagnóstico es evidente por la presencia de una pérdida de integridad de la piel, aunque en algunos casos puede ser difícil localizar la herida cuando ésta se localiza en el cuero cabelludo o en el interior de la cavidad oral. Hay que tener presente que algunas heridas incisas y sobre todo las punzantes pueden acompañarse de una hemorragia considerable por afectación de un vaso sanguíneo arterial y la víctima puede presentar signos y síntomas derivados de la hemorragia como pulso débil, alteración del nivel de conciencia, palidez cutaneomucosa, hipotensión o sensación de sed. Esto ocurre con más frecuencia cuando las heridas se producen en regiones con una vascularización muy abundante, como la cara, el cuero cabelludo y las manos. Es muy importante explorar las heridas en condiciones de asepsia mediante inspección visual y pruebas indirectas para evaluar con precisión la afectación de vasos sanguíneos, de nervios, de tejidos blandos, como los tendones, las fascias o los músculos y, en el caso de las heridas producidas por un objeto punzante, de alguna víscera, sobre todo en las heridas que se localizan en el tórax y el abdomen. Resulta aconsejable explorar el estado neurovascular de la extremidad en la región distal a la herida para evaluar la integridad de las estructuras vasculonerviosas, así como llevar a cabo una exploración de la movilidad activa para comprobar la integridad de los tendones, músculos y nervios. La presencia de una deformidad anatómica evidente indicará, seguramente, que la herida se acompaña de una fractura.

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Al curar una herida en primeros auxilios tenga un cuidado especial para no retirar los coágulos que puedan existir, ya que ayudan a taponar la

Evite retirar de forma manual los cuerpos extraños de una herida y la exploración exhaustiva de la misma para valorar el grado de afectación, ya que se puede provocar más daño que beneficio.

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Pautas de actuación. Tras una valoración inicial de la gravedad de la herida y del estado del paciente, la primera medida que se debe tomar, siempre que sea posible, es lavarse bien las manos, preferiblemente con una solución antiséptica y utilizar guantes estériles para explorar la herida.

Si se observa hemorragia importante, hay que intentar detenerla de inmediato. Una vez controlada o si no se requiere esta medida de urgencia, se procederá a lavar la herida, supuesto que se puedan garantizar unas condiciones básicas de asepsia; en caso contrario, es mejor no lavarla hasta acudir a un centro sanitario o hasta que lleguen los servicios de emergencia, según la gravedad de la situación y, entre tanto, cubrirla con algún apósito estéril o, al menos, limpio para evitar una contaminación sobreañadida.

Las heridas deben lavarse con suero fisiológico abundante para intentar producir un efecto de arrastre que permita eliminar cualquier cuerpo extraño alojado en su interior (tierra, cristales, hierba). No se recomienda la aplicación directa de sustancias antisépticas, sobre todo en las heridas más profundas, porque pueden provocar una lesión química seria en los tejidos expuestos. En este tipo de heridas tampoco se debe explorar la profundidad ni la posible lesión de algún órgano en el lugar del accidente.

Las heridas superficiales, como las abrasiones, pueden lavarse con agua corriente y, si se puede, se desinfectarán de forma directa con clorhexidina, mejor que con povidona yodada.

En el caso de amputación (separación completa) o seudoamputación (separación casi completa) de una parte (por ejemplo, dedo) o de toda la extremidad (por ejemplo, brazo), hay que taponar la herida con compresas o ropa para controlar la hemorragia y colocar al paciente en posición de decúbito supino, con las extremidades inferiores elevadas para evitar el shock. Si el corte ha sido “limpio”, es decir, los bordes de la herida son nítidos y no existe un desgarro importante de los tejidos, puede intentarse la reimplantación en centros especializados. Para ello conviene recoger la parte amputada e introducirla en una bolsa de plástico, que se introduce a su vez en otra bolsa de plástico que contenga hielo, para permitir su conservación.

HEMORRAGIAS. La hemorragia puede definirse como la salida de sangre del interior de los vasos sanguíneos provocada por una pérdida de la integridad de la pared de los mismos. Se trata de un trastorno que requiere una actuación urgente para evitar que la pérdida de sangre sea cuantiosa y tenga repercusión sobre el estado general del paciente o, incluso, sobre su vida.

Existen diversos criterios para clasificar las hemorragias. Según la naturaleza de las mismas se distinguen:• La hemorragia externa, en la que la sangre sale hacia el exterior del organismo a tra-

vés de una herida.• La hemorragia interna, cuando la sangre se acumula en una cavidad (pleura,

hemotórax, peritoneo, hemoperitoneo; pericardio, hemopericardio, etc.) o en un órgano (pulmón, estómago, etc.).

• La hemorragia exteriorizada, que tiene lugar cuando la sangre fluye por algún orificio natural (epistaxis, otorragia, metrorragia, rectorragia...).

Según su procedencia pueden ser:• Arteriales, cuando el origen de la hemorragia se encuentra en un vaso arterial; en tal

caso, el sangrado es abundante y de tipo pulsátil, y la sangre presenta un color rojo vivo.• Venosas, cuando proceden de un vaso venoso; entonces el sangrado es menos abun-

dante y continuo, y la sangre presenta un color rojo oscuro.• Capilares, si el origen de la hemorragia se localiza en un lecho capilar; el sangrado en

este tipo puede llegar a ser abundante y se produce en “sábana”.Valoración de la víctima. La presencia de hemorragia requiere una atención urgente con independencia de la gravedad de la misma. Cuando supera una cantidad significativa (>500 ml de sangre) puede producir importantes complicaciones e incluso la muerte de la víctima. La gravedad depende de diferentes factores, que deben valorarse, como la velocidad de la pérdida de sangre, el volumen que se pierde y el estado previo de la víctima.

La presencia de una hemorragia externa o exteriorizada suele ser evidente, por lo que su detección y posibilidad de valoración son sencillas (tipo de sangre, velocidad y volumen, etc.). Es importante resaltar aquí que algunas heridas que parecen leves pueden provocar un sangrado

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Recuerde preguntar a la persona que ha sufrido alguna herida su estado de inmunización y advertirle a ella (o a los profesionales de los servicios sanitarios que le atiendan posteriormente) sobre la necesidad de profilaxis del tétanos, mediante vacuna o gammaglobulina antitetánica, según los casos.

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copioso, y también que existen algunas regiones del organismo muy vascularizadas en las que la hemorragia producida por una herida, en apariencia menor, puede ser muy cuantiosa, como ocurre con las heridas de la región facial, el cuero cabelludo y la mano. Tampoco conviene olvidar que, en algunos casos, las epistaxis o las hemorragias tras una extracción dental ocasionan una pérdida significativa de sangre.

La detección de una hemorragia interna puede ser un proceso más complicado; no obstante, según el tipo de accidente acaecido se deben sospechar determinadas lesiones concretas. Por ejemplo, en los accidentes de tráfico, y en especial en moto, son relativamente frecuentes las hemorragias por rotura del bazo o rotura hepática cuando el traumatismo se concentra en la región abdominal. Si el traumatismo afecta de forma principal a la región torácica, se sospechará de la presencia de un hemotórax, un hemopericardio con taponamiento cardiaco o incluso una hemorragia intrapulmonar. En los traumatismos con fracturas de la pelvis son frecuentes las hemorragias abundantes por rotura de los vasos ilíacos. Cuando existe una fractura en las extremidades puede producirse una hemorragia interna copiosa (por ejemplo, 1.500 ml en el caso de una fractura de la diáfisis femoral). En el caso de un traumatismo craneoencefálico es posible el desarrollo de un hematoma epidural o de una hemorragia intraparenquimatosa, aunque el volumen de sangre perdida no suele ser muy elevado. Las heridas con objetos punzantes, aunque parezcan pequeñas en superficie, pueden provocar lesiones internas graves con una hemorragia abundante.

Lo primero que hay que hacer en la evaluación de una persona que presenta una hemorragia externa o en la que se sospecha una hemorragia interna es estimar de la manera más precisa posible la cuantía de la misma y su repercusión en el estado de la víctima. Esto puede conseguirse mediante la comprobación de los signos directos del sangrado (por ejemplo, hemoptisis en el sangrado pulmonar o vómitos de sangre en las hemorragias gastrointestinales) e indirectos, como el dolor torácico y la dificultad respiratoria en el hemotórax.

En cualquier caso, si la cuantía de la hemorragia, la velocidad de la pérdida de sangre o el estado previo del paciente provocan repercusión hemodinámica, la víctima de una hemorragia puede presentar: alteración del nivel de conciencia, llegando incluso al coma, como consecuencia de la disminución de la llegada de sangre al encéfalo; taquicardia como mecanismo reflejo para mejorar la perfusión de los tejidos; palidez de piel y mucosas como consecuencia de la redistribución del flujo sanguíneo desde áreas no vitales hacia los órganos que sí lo son (corazón, encéfalo, pulmones); hipotensión o un pulso débil debido a la pérdida de volumen del líquido intravascular, o sensación de sed como consecuencia de la pérdida de sangre.Pautas de actuación. Cuando la víctima presenta una hemorragia externa copiosa, su contención adquiere prioridad sobre el resto de las maniobras de soporte vital. La primera medida que debe tomarse y que suele resultar muy efectiva consiste en aplicar presión directa sobre el vaso sanguíneo del que procede el sangrado. Se deben utilizar guantes estériles siempre que sea posible. Para favorecer la compresión se puede recurrir al uso de compresas, paños, toallas o ropa, según la disponibilidad, aunque en algunos casos es necesario ejercer presión directa con los dedos por las dimensiones y la profundidad de la herida. Nunca se introducirá en el lugar del accidente instrumento alguno con la intención de pinzar el vaso sangrante. Se debe mantener la compresión un tiempo después de que la hemorragia se haya detenido para que los mecanismos de la coagulación actúen y consigan formar un coágulo eficaz. Después, hay que tener cuidado con cualquier maniobra directa sobre la herida que pudiera desprender el coágulo. Otra medida eficaz es la elevación de la región afectada para disminuir el riego sanguíneo hacia la misma, siempre que la situación lo permita.

Si las intervenciones iniciales descritas resultan insuficientes, un recurso útil es utilizar un manguito neumático de toma de presión en la localización próxima a la herida, inflado unos 100 mm Hg por encima de la presión arterial de la víctima. Como en la mayoría de las situaciones de urgencia en las que sea necesario aplicar primeros auxilios no se dispondrá de este sistema de compresión; alternativamente se puede recurrir a aplicar un vendaje compresivo en la región de la herida sin retirar el taponamiento previo colocado sobre ella con gasas, compresas o el material del que se haya dispuesto. Para realizar el vendaje pueden utilizarse vendas o tiras de cualquier tejido del que se disponga en ese momento. La compresión debe ser uniforme en toda la zona, sin provocar estrangulación, y se debe comprobar el estado neurovascular en la región distal de la zona vendada, si bien en tales situaciones es prioritario el control de la hemorragia sobre cualquier otra medida.

En las hemorragias arteriales persistentes pese a todo lo anterior, se pueden efectuar maniobras de compresión de los vasos arteriales cerca del lugar del sangrado, en zonas más o menos superficiales y accesibles en las que la arteria discurre sobre un hueso y puede ser comprimida contra éste. Estas maniobras están indicadas de forma particular en el caso de fracturas

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graves en la zona de la hemorragia o de sangrado masivo. Los puntos de compresión más utilizados son:• Las sienes, para la arteria temporal superficial en el caso de hemorragia profusa del

cuero cabelludo.• El borde anterior del músculo masetero sobre la mandíbula, para comprimir la arteria

facial en el caso de sangrado abundante en la cara.• La región anterolateral del cuello, para comprimir la arteria carótida en caso de he-

morragia cervical intensa.• La región inferior de la clavícula en la unión del tercio lateral con los dos tercios me-

diales, para comprimir la arteria axilar e interrumpir el flujo arterial hacia la extremidad superior.• La región anteromedial a nivel del tercio medio del brazo, para comprimir la arteria

humeral y detener la hemorragia en el antebrazo o la mano.• Por debajo de la línea media del ligamento inguinal, para comprimir la arteria femoral

en el caso de hemorragia de la extremidad inferior.• En la línea media del hueco poplíteo, para comprimir la arteria poplítea en presencia

de una hemorragia por debajo de la rodilla.• El lugar inmediatamente posterior al maléolo medial, para comprimir la arteria tibial

posterior si la hemorragia se localiza en el pie.Estas maniobras de compresión deben ser realizadas con cuidado y no siempre son eficaces.

En lo relativo a los torniquetes, conviene conocer que se trata de una práctica desaconsejable, que debe emplearse únicamente como último recurso en el caso de que las medidas previas hayan fracasado. Debe aplicarse si la situación de la víctima indica que la hemorragia puede tener repercusiones graves, y nunca si el sangrado no es muy abundante. Es conveniente valorar con juicio la relación riesgo/beneficio de esta medida, ya que la aplicación de un torniquete compromete la vitalidad de los tejidos localizados en posición distal al mismo, aunque en algunas situaciones puede ser un método muy efectivo para prevenir las complicaciones graves (hipovolemia) provocadas por una hemorragia incoercible por otros procedimientos.

La colocación de un torniquete debe realizarse siempre en el brazo o en el muslo, donde la presencia de un hueso largo único hace que la compresión sea más efectiva. Conviene colocarlo en la posición más cercana posible al punto sangrante para limitar el posible daño isquémico de los tejidos. Se recomienda realizar un taponamiento de la herida con compresas, gasas, ropas o el material disponible en ese momento. El taponamiento debe rodearse con una venda, tela o ropa ancha haciendo un nudo apretado con ésta. Después se coloca un objeto resistente y alargado como un palo, un tubo o una herramienta sobre el nudo y se fija a éste con otro nudo. A continuación se gira el objeto resistente apretando el vendaje hasta que la herida deja de sangrar. Conviene fijar el objeto utilizado para aplicar la compresión con una cinta adhesiva u otro material con el fin de que no se pierda el efecto compresivo. El torniquete se mantendrá hasta disponer de la asistencia sanitaria oportuna.

La pauta de actuación ante la sospecha de una hemorragia interna es muy diferente. Este tipo de hemorragia se detecta por signos o síntomas clínicos indirectos (taquicardia, pulso débil, palidez cutaneomucosa, alteración del nivel de conciencia...). En estos casos, la situación es grave, por lo que la primera medida debe ser alertar a los servicios de emergencia, si el estado de la víctima lo permite. Los primeros auxilios consisten en la aplicación de las medidas frente al shock (colapso) hipovolémico, comenzando por la pauta del ABC del soporte vital ya descrita. No conviene movilizar al paciente y hay que evitar la hipotermia; en algunos casos, puede ser aconsejable elevar las extremidades inferiores para mejorar el riego sanguíneo de los órganos vitales.

Las medidas de primeros auxilios en los casos de hemorragia exteriorizada dependen de la localización de ésta y suelen ser muy limitadas. En todas las circunstancias conviene tranquilizar a la víctima y tener presente que la hemorragia puede ser cuantiosa. Si se trata de una epistaxis, conviene colocar al paciente en sedestación, con la cabeza hacia adelante para evitar que la sangre sea deglutida o pase a la vía aérea, y realizar una compresión con los dedos en forma de pinza sobre el cartílago nasal. Si la hemorragia persiste después de unos minutos de compresión, se puede intentar realizar un taponamiento anterior si se dispone de material adecuado (por ejemplo, gasas o venda de algodón). En ocasiones, es aconsejable aplicar compresas frías o hielo (envuelto en una

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Si tiene que aplicar un torniquete en alguna ocasión, recuerde anotar la hora exacta de colocación del mismo para controlar el tiempo que lleva puesto, que en cualquier caso ha de ser el menor posible.

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toalla) sobre la frente y la nariz. Se evitará que el paciente intente sonarse, porque este acto favorece el sangrado. Si estas medidas no son efectivas conviene trasladar al paciente a un centro sanitario.

En el caso de hemorragia tras una extracción dentaria, es aconsejable taponar el alveolo (hueco en la encía) con una gasa y pedir al sujeto que la muerda con intensidad moderada. No conviene que se enjuague la cavidad oral y menos con agua caliente, porque esto dificulta la formación de un coágulo eficaz. Si estas medidas no detienen el sangrado debe trasladarse al sujeto a un centro sanitario.

La otorragia puede ser el síntoma de una fractura grave, por lo que si se presenta conviene inmovilizar la cabeza y el cuello del paciente, no intentar un taponamiento y trasladarlo en condiciones adecuadas a un centro de urgencias.

En el caso de que la salida de la sangre se produzca por la boca, hay que intentar discernir el origen de la misma para conocer si procede del aparato respiratorio (hemoptisis), cuando la sangre es de color rojo brillante y se acompaña de expectoración, o bien del aparato digestivo (hematemesis), cuando se vomita sangre digerida de color marrón oscuro (posos de café). En ambos casos conviene colocar al paciente en posición lateral de seguridad para evitar la obstrucción de la vía respiratoria y alertar a los servicios de emergencia o trasladarlo en condiciones adecuadas a un centro sanitario, dependiendo del estado de la víctima y de la cuantía de la hemorragia.

En el caso de una metrorragia (hemorragia uterina) o de una rectorragia (hemorragia rectal) de cuantía elevada, se debe colocar a la víctima en posición de decúbito supino con las piernas elevadas, aplicar un taponamiento externo con compresas o gasas y solicitar asistencia sanitaria especializada.

HIPERTERMIA. La hipertermia es la elevación de la temperatura corporal central por encima de 37,5 °C. La mayoría de las veces se debe a una enfermedad infecciosa, se controla con antitérmicos y no suele revestir gravedad. Sin embargo, en otras ocasiones, es producida por factores que provocan un incremento brusco de la temperatura, entre los cuales destacan el ejercicio excesivo y la exposición al calor ambiental (por ejemplo, en un alto horno, en una sauna o en un lugar de clima muy cálido y húmedo).

El calor corporal es generado por la actividad metabólica y neuromuscular y se disipa principalmente mediante evaporación por el sudor, y en menor medida por radiación proporcional al gradiente térmico o por convección condicionada por el movimiento de la corriente de aire. Así, el ejercicio físico intenso a una hora inadecuada (exposición solar intensa), con excesiva ropa y rehidratación insuficiente es una de las causas más frecuentes de la aparición de hipertermia por el calor ambiental.

Para disipar el calor intenso, el hipotálamo provoca una dilatación de los vasos de la piel así como un aumento de la actividad de las glándulas sudoríparas. La pérdida de calor es más lenta cuando la humedad relativa o la temperatura ambiental son elevadas. Existen diversos factores de riesgo que predisponen a sufrir trastornos por calor, entre los que se encuentran: la falta de aclimatación a las temperaturas altas en personas habituadas a climas fríos y secos; la ingestión insuficiente de agua o sales minerales; la obesidad (relación alta masa corporal/área de superficie corporal); los trastornos de la sudoración por enfermedades cutáneas o por medicamentos (fenotiazinas); la incapacidad para la vasodilatación cutánea por enfermedad sistémica (por ejemplo, diabetes mellitus, insuficiencia cardiaca...); el consumo de drogas (anfetaminas, éxtasis, alcohol...) y algunos trastornos psiquiátricos que alteran la respuesta voluntaria al exceso de calor produciendo conductas inapropiadas, como abrigarse arbitrariamente en exceso.

La incapacidad de los mecanismos homeostáticos del organismo para disipar el calor ambiental dan como resultado tres tipos de trastornos: los calambres musculares, el agotamiento (insolación) y el golpe de calor (termocución). Los primeros representan la complicación más leve, duran unos minutos y suelen aparecer tras una actividad física intensa o prolongada, por pérdida de sodio por el sudor. El agotamiento aparece como consecuencia de una pérdida cuantiosa de agua o de sales minerales, acompañado de una elevación de la temperatura corporal inferior a 41 °C, fatiga, debilidad, falta de coordinación, vómitos, diarrea, calambres musculares y pérdida de conciencia. El golpe de calor es la forma más grave y se caracteriza por una temperatura corporal central superior a 41 °C, trastornos neurológicos y psiquiátricos, así como anhidrosis (ausencia de sudoración); se asocia con una mortalidad del 70% o superior.

La hipertermia maligna es un trastorno poco frecuente que se observa en algunos pacientes en respuesta a la administración de anestésicos generales por vía inhalatoria (halotano) o

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bloqueantes musculares (succinilcolina) y requiere un tratamiento específico en el ambiente hospitalario.Valoración de la víctima. El estado de la víctima de un trastorno por exceso de calor puede variar entre una situación de escasa gravedad hasta otra muy grave, con probable compromiso vital. Los síntomas más leves habitualmente son la fatiga, la debilidad, el dolor de cabeza, la sensación de sed, la anorexia, las náuseas, los vómitos, la diarrea, la inestabilidad y el vértigo, la ansiedad y los citados calambres musculares. Si la situación no se corrige o si el trastorno es grave, puede aparecer alteración del juicio e incluso agitación, pérdida de la coordinación muscular, incontinencia de esfínteres, confusión, desorientación, cuadros psicóticos, delirio combativo, convulsiones y, en última instancia, coma. La víctima puede presentar hiperventilación, que llega a ocasionar parestesias periorales y tetania (espasmo carpopedal). En estos casos, es frecuente asimismo encontrar signos de deshidratación, como hundimiento de los globos oculares, signo del pliegue cutáneo, sequedad de la lengua y las mucosas, e incluso disminución o ausencia completa de sudoración (anhidrosis). La piel puede estar pálida, viscosa y húmeda en los casos leves, o bien eritematosa y seca en los graves. Casi siempre es posible comprobar la presencia de taquicardia y un pulso débil (hipotensión). En las situaciones graves puede hallarse anomalía pupilar, respuesta cutaneoplantar en extensión, posturas de decorticación o hemiplejía.Pautas de actuación. La primera medida auxiliadora consiste en retirar a la víctima del ambiente de calor para colocarla en un lugar refrigerado y retirar la ropa que sea innecesaria. En los casos más leves en los que no hay pérdida de conciencia conviene administrar líquidos ricos en sales minerales (bebidas isotónicas) o bien agua con limón, azúcar, sal y bicarbonato para lograr la rehidratación. En el caso de que la temperatura central supere los 41 °C hay que rebajarla de inmediato, envolviendo a la víctima en toallas o ropas mojadas y frías, utilizando ventiladores o sumergiéndola en un baño de agua tibia, que se irá enfriando progresivamente (por ejemplo, añadiéndole hielo); en un tiempo máximo de media hora la temperatura deberá haber bajado a 38-39 °C. Si el paciente se encuentra inconsciente, hay que tomar las medidas oportunas para asegurar la vía respiratoria, como la posición lateral de seguridad o la maniobra frente-mentón. Si se encuentra en parada cardiorrespiratoria hay que iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica y alertar a los servicios de emergencia. El éxito del tratamiento depende en buena medida de la causa de la hipertermia y de la salud previa del paciente.

HIPOTERMIA. La hipotermia se define como el descenso de la temperatura corporal central por debajo de 35 °C, por causas accidentales o yatrogénicas. La hipotermia yatrogénica está provocada por el descenso intencionado de la temperatura corporal, de forma controlada, como medida terapéutica (por ejemplo, durante una intervención quirúrgica de derivación cardiopulmonar). La hipotermia accidental se debe a la exposición a una temperatura ambiental baja.

La pérdida de calor se produce por radiación infrarroja, por conducción al entrar en contacto superficies con temperatura diferente (por ejemplo, durante la inmersión en agua fría), por convección, cuando tiene lugar a través del flujo de aire, o por evaporación, como ocurre con la exhalación de aire saturado de agua.

Como ya se ha comentado, la temperatura corporal y la generación de calor está regulada por el hipotálamo, por lo que cualquier disfunción de éste provoca una alteración de la homeostasia térmica. El órgano clave en el intercambio de calor es la piel, cuya temperatura depende del flujo sanguíneo, así como de la temperatura, la humedad y la velocidad del aire ambiente. El calor se conserva por vasoconstricción periférica (piel de gallina) y por medidas voluntarias, como abrigarse, y se genera por la producción de escalofríos (tiritona, que consiste en la contracción y relajación involuntaria de grupos musculares agonistas y antagonistas) o por aumento de la actividad metabólica, controlada por la glándula tiroides y las suprarrenales.

Existen algunos factores de riesgo que predisponen a un paciente a la hipotermia, entre los que se encuentran: la alteración del nivel de conciencia por enfermedades del sistema nervioso central o el consumo de drogas; la edad (los recién nacidos y los ancianos son más vulnerables a los cambios de temperatura); algunas enfermedades metabólicas (por ejemplo, la hipoglucemia y el hipotiroidismo) y el consumo de ciertos medicamentos (por ejemplo, fenotiazinas o insulina). Asimismo, una de las causas principales de hipotermia en los países desarrollados es la intoxicación alcohólica, debido a que el alcohol tiene un efecto vasodilatador que favorece la pérdida de calor y además altera el nivel de conciencia, lo que a su vez provoca que los intoxicados no sientan el frío ni se protejan de manera adecuada.

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Por otro lado, cuando la exposición al frío es extrema, además de la hipotermia pueden producirse lesiones celulares, lo que constituye la congelación.Valoración de la víctima. La víctima de una hipotermia leve (32 a 35 °C) está fría al tacto y presenta un estado de excitación con escalofríos y temblor generalizado. Cuando la situación se agrava y la temperatura corporal es inferior a 30-32 °C, se produce un estado de adinamia y pueden cesar los temblores. Es frecuente la taquipnea inicial seguida de una reducción progresiva de la frecuencia respiratoria conforme baja la temperatura. Del mismo modo, de la bradicardia se puede progresar a fibrilación auricular, fibrilación ventricular y parada cardiaca. La hipotermia afecta también al sistema nervioso central, por lo que el paciente puede presentar deterioro progresivo del nivel de conciencia con descoordinación, confusión, letargo y coma. Las pupilas pueden estar dilatadas y no reaccionar a la luz.

Por último, si la exposición al frío se mantiene pueden aparecer lesiones por congelación en los dedos de las manos y los pies, los pabellones auriculares o la nariz. Las lesiones de primer grado se caracterizan por la presencia de hiperemia y edema, las de segundo grado por la formación de ampollas llenas de líquido seroso, las de tercer grado por ampollas con líquido hemorrágico y las de cuarto grado por necrosis tisular y gangrena.Pautas de actuación. La primera medida es movilizar al accidentado para trasladarlo a un ambiente con temperatura adecuada; el traslado debe hacerse con cuidado, porque los movimientos bruscos pueden precipitar una fibrilación ventricular. El paso siguiente es el recalentamiento de la víctima, que puede lograrse por diferentes métodos. El pasivo consiste en quitarle la ropa húmeda y envolverle con mantas; este método es más útil en los casos leves, ya que el aumento de temperatura que se consigue con él es lento (0,5 a 2 °C por hora) y precisa de un estado metabólico adecuado. El recalentamiento activo externo se lleva a cabo mediante inmersión en agua templada, aplicación de paños u objetos calientes (botellas de agua, bolsas de calor...), administración de líquidos calientes o exposición a calor radiante; es eficaz para elevar la temperatura con rapidez, pero hay que vigilar de cerca al accidentado porque puede provocar una vasodilatación periférica que origine un descenso de la temperatura corporal central. En los casos graves, se aplicarán en primera instancia las medidas antes mencionadas y se trasladará a la víctima urgentemente a un centro asistencial para practicarle un recalentamiento activo interno, mediante administración de oxígeno húmedo caliente, líquidos calientes por vía intravenosa y otras medidas más agresivas.

En el caso de que el paciente se encuentre inconsciente y en parada cardiorrespiratoria, lo primero que habrá que hacer es iniciar las medidas de reanimación cardiopulmonar básicas y alertar a los servicios de emergencia. La reanimación cardiopulmonar no debe detenerse hasta que la

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Medidas preventivas contra el efecto nocivo del calor ambiental

Para prevenir la hipertermia ocasionada por el calor ambiental, se debe recomendar:• No tomar el sol a las horas de exposición máxima (12-16 horas).• Emplear sistemas de protección solar (gorro, gafas, etc.).• Utilizar ropa ventilada y transpirable, si se va a practicar deporte.• Dejar la actividad deportiva para las horas de menos calor (al comienzo o al final del día).• Asegurar una hidratación y un aporte de sales minerales adecuado bebiendo líquidos isotónicos

antes y durante la práctica de ejercicio, sobre todo en ambientes calurosos y húmedos.• Evitar el consumo de bebidas alcohólicas (por ejemplo, cerveza) para calmar la sed.

Medidas preventivas contra el frío

Entre las recomendaciones que deben hacerse para prevenir la hipotermia cuando se prevea una exposición a temperaturas ambientales bajas están las siguientes:• En primer lugar, evitarla, si es posible, especialmente cuando el frío se acompañe de viento.• Abrigarse convenientemente utilizando varias capas de prendas livianas mejor que una sola prenda

pesada, para crear una cámara de aire aislante.• Evitar el contacto directo con superficies heladas.• Llevar ropa de repuesto y cambiarse las prendas que se hayan mojado.• Ingerir calorías suficientes y bebidas calientes. • Evitar el alcohol.

Recuerde que el recalentamiento de una víctima hipotérmica debe ser progresivo para evitar la vasodilatación periférica, que provoca un descenso más pronunciado de la temperatura central.

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víctima pueda ser asistida, ya que se han comprobado casos de reanimación exitosa tras una hipotermia prolongada y profunda.

En las lesiones por congelación, que pueden aparecer con temperaturas externas por debajo de -2 °C, el recalentamiento está contraindicado en general mientras exista el riesgo de nueva exposición al frío. La actuación se ceñirá a limitar la movilidad de las partes afectadas, que deben protegerse con ropa o material adecuado. La extremidad afectada debe elevarse para prevenir el edema.

INTOXICACIONES. Las intoxicaciones más frecuentes (50% de los casos) son las producidas por la ingestión de medicamentos (benzodiazepinas, antidepresivos, etc.) con fines autolesivos; suponen hasta el 1 % de los ingresos en los servicios de urgencias y producen efectos fatales en una de cada mil personas. La ingestión accidental de productos de uso doméstico (lejía, amoniaco, gasolina, etc.) se da en el 20% de los casos y es más habitual en los niños menores de 5 años, produciendo una cifra considerable de muertes cada año.

Es muy frecuente también (30% de los casos) la solicitud de asistencia sanitaria urgente por intoxicación alcohólica aguda o bien por sobredosis de otras drogas (heroína, cocaína, éxtasis...), sobre todo en personas entre los 15 y los 40 años de edad y en las grandes ciudades.

Los efectos de una intoxicación pueden ser locales (limitados a los ojos, la piel, los pulmones o el sistema digestivo) o generales, dependiendo de la dosis, la absorción, la distribución y la potencia del tóxico, y de la susceptibilidad del huésped.Valoración de la víctima. Para valorar el estado de una persona intoxicada conviene conocer que, según el efecto del tóxico ingerido, se distinguen dos tipos básicos de intoxicaciones: las de efectos estimulantes y las de efectos depresores, cuyas manifestaciones clínicas varían en función de la gravedad del cuadro, como se especifica a continuación:• Intoxicación con efectos estimulantes:

Grado 1: diaforesis, enrojecimiento, hiperflexia, irritabilidad, midriasis, temblores.Grado 2: confusión, fiebre, hiperactividad, hipertensión, taquicardia, taquipnea.Grado 3: delirios, estado maníaco, hiperpirexia, taquiarritmia.Grado 4: coma, convulsiones, colapso cardiovascular.

• Intoxicación con efectos depresores:Grado 1: la víctima está letárgica pero se la puede despertar; es capaz de responder a preguntas y de obedecer órdenes.Grado 2: víctima comatosa; responde a la estimulación dolorosa; reflejos tendinosos profundos y reflejos del tronco cerebral intactos.Grado 3: estado comatoso; la víctima no responde al dolor, ausencia de la mayoría de los reflejos, depresión respiratoria.Grado 4: víctima comatosa; no responde al dolor, ausencia de reflejos, depresión respiratoria y cardiovascular.

Además, cada sustancia tóxica ejerce una acción específica, que conviene saber para poder al menos sospechar de qué tipo de intoxicación se trata, caso de que no se pueda inicialmente recabar información al respecto.

Ante un caso de intoxicación, se ha de explorar a la víctima concentrándose en principio en la medición de las constantes vitales y en la valoración del estado cardiopulmonar y neurológico para evaluar la necesidad de alertar a los servicios de emergencia, comenzar de inmediato con las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica o trasladar al intoxicado a un centro hospitalario.

La exploración de los ojos servirá para detectar la presencia de nistagmo (barbitúricos, fenciclidina, hidantoínas), y analizar el tamaño y la reactividad pupilar a la luz (miosis con opiáceos y fenotiacinas, midriasis con cocaína y anfetaminas...). La exploración del tórax permitirá evaluar la presencia de taquipnea (alcohol metílico), respiración rápida y profunda o respiración de Kussmaul (salicilatos), disnea (opiáceos), disminución de la ventilación (benzodiazepinas), hipersecreción bronquial (organofosforados) o parada respiratoria (heroína), así como taquicardia (anfetaminas, antidepresivos tricíclicos), bradicardia (digital) o parada cardiaca (betabloqueantes). Otros aspectos importantes a observar son: los movimientos abdominales (ausentes en la intoxicación por anticolinérgicos); la presencia de globo vesical por retención urinaria (intoxicación por escopolamina); la piel, para detectar quemaduras (lejía o cáusticos), ampollas (barbitúricos) o colores extraños (rojo cereza en la intoxicación por monóxido de carbono, cianosis en la intoxicación por nitritos...); la

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Para calentar a una persona con hipotermia nunca aplique calor de forma directa o a temperaturas elevadas con el fin de evitar lesiones térmicas. Si necesita practicarle maniobras de reanimación cardiopulmonar no desista hasta que la temperatura corporal central supere los 32° C.

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temperatura (hipertermia en la intoxicación por éxtasis y anfetaminas, hipotermia en la causada por fenotiacinas); la humedad (nula en la intoxicación por escopolamina, alta en la intoxicación por insecticidas organofosforados) y las marcas de venopunción (heroína o cocaína). Todo ello aporta signos importantes para el diagnóstico de una intoxicación particular.

Mediante el olfato también se pueden obtener datos de valoración significativos. Así, el olor del aliento a frutas es característico de la intoxicación por acetona; el de almendras amargas, de la intoxicación por cianuro; el olor a ajo es típico de la intoxicación por arsénico y el olor a alcohol etílico es fácil de reconocer.

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TIPOS DE SUSTANCIAS TÓXICAS Y MANIFESTACIONES CLÍNICASAcetonaÁcidosAINESÁlcalis (lejía)AlcanforAlcohol etílico

Alcohol metílico Anfetaminas

Antagonistas del calcio Antiarrítmicos

Antidepresivos tricíclicos

AntihistamínicosAntiparasitarios (lindano)

ArsénicoAtropinaBarbitúricos

Benzeno (pegamento)

BenzodiacepinasBetabloqueantes

BismutoÁcido bóricoBotulismoBromuroCannabisCafeína

Cianuro

ClonidinaCocaínaCornezuelo del centenoDDT

Digital

Desodorantes (naftaleno)

Hipersecreción bronquial, disnea, estupor Quemaduras por corrosión, dolorNáuseas, vómitos, dolor abdominal, somnolencia, cefalea, hematuria Quemaduras por contacto, dolor intensoOlor característico, cefalea, alucinaciones, confusión, convulsiones, comaDepresión nivel conciencia, olor del aliento, hiperemia conjuntival, desinhibición, conducta agresivaCefalea, vértigo, hiperventilación, cegueraPsicosis tóxica, hipertermia, midriasis, convulsiones, taquicardia, insomnio, alucinacionesBradicardia, hipotensión, somnolencia, confusión, coma, bradiarritmiaNáuseas, vómitos, diarrea, letargia, confusión, ataxia, bradicardia, hipotensión, visión borrosa, agitaciónVisión borrosa, retención urinaria, midriasis, coma, convulsiones, arritmias cardiacas Excitación o depresión, somnolencia, arritmias, hiperpirexia, convulsionesIrritabilidad, espasmos musculares, atonía, convulsiones, insuficiencia respiratoria Olor a ajo en aliento, vómitos, diarrea con sangre Sequedad de piel y mucosas, midriasis, taquicardia, agitación Cefalea, confusión, ampollas piel, nistagmo, disnea, excitación, delirio, comaVértigo, debilidad, cefalea, euforia, náusea, vómito, parálisis, convulsionesSedación, coma, parada respiratoriaNáuseas, vómitos, diarrea, bradicardia, hipotensión, depresión del SNC, bradiarritmias y taquiarritmiasEstomatitis ulcerativa, anorexia, cefaleaNáusea, vómito, diarrea, debilidad, letargiaVértigo, midriasis, debilidad muscularNáusea, vómitos, lenguaje ininteligible, hiperpigmentación, psicosisIrritabilidad, taquicardia, taquipnea, alucinaciones, crisis de pánicoTaquicardia, extrasístoles, convulsiones, nerviosismo, insomnio, acúfenos, temblores, micción frecuenteOlor a almendras amargas, taquicardia, cefalea, hipotensión, convulsiones, comaMiosis, pulso débil, bradicardiaMidriasis, hemorragia nasal, psicosis, taquicardiaSed, diarrea, vómitos, hipotensión, convulsiones, gangrena, comaVómitos, parestesias, malestar general, temblor, convulsiones, insuficiencia respiratoria, arritmiasVisión borrosa, fotofobia, escotomas, alteraciones en la percepción del color, náuseas, vómitos, confusión, delirio, alucinaciones, bradiarritmias y taquiarritmiasCefalea, confusión, vómitos, disnea, retortijones abdominales, disuria

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TIPOS DE SUSTANCIAS TÓXICAS Y MANIFESTACIONES CLÍNICAS (cont.)Escopolamina

EstricninaEtilenglicol (anticongelante)

Fenciclidina

FenotiacinasFósforoGasolinaHeroína

Hidrato de cloralHidrocarburosHierro

Hipoglucemiantes

IsoniacidaLitioLSDManganesoMercurioMetacualonaMetadonaMonóxido de carbono

Nicotina

Nitritos Organofosforados

ParacetamolParaquatPetróleo (derivados)

Plantas tóxicas:Adelfa y dedaleraFilodendroBelladona

Plomo

Propoxifeno Relajantes musculares

Raticidas SalicilatosSetas (Amanita phalloides)Sulfuro de hidrógeno Talio (formicida) TeofílinaVanadio Yodo

Taquicardia, ausencia de saliva, retención urinaria, midriasis, alucinaciones, fiebre, piel secaRigidez del cuello, hiperacusia, convulsionesNáusea, vómito, espasmo carpopedal, dolor lumbar, oliguria, disnea, convulsiones, comaComa con ojos abiertos, hiperacusia, nistagmo, conducta violenta, anestesia al dolor, hipertensiónHipotensión postural, hipotermia, miosis, ataxia, tortícolis, temblorOlor a ajo, náusea, vómito, diarreaOlor característicoComa, pulso débil, bradicardia, hipoventilación, miosis, signos de venopunciónOlor a pera, arritmias, confusión, comaAcúfenos, convulsiones, disneaVómitos, dolor abdominal, palidez, cianosis, diarrea con sangre, coma, pulso débilDiaforesis, confusión, agitación, náuseas, taquicardia, convulsiones, coma, asistoliaEstimulación SNC, crisis convulsiva, comaTemblor, crisis convulsiva, poliuriaMidriasis, alucinaciones, hemorragiaTemblor, rigidezSalivación excesiva, llanto, temblor, diarrea, dolor abdominal, vómitos, anuriaHiperreflexia, espasmos tónico-clónicosMiosis, bradicardia, pulso débil, hipoventilación, comaOlor a gas, cefalea, vértigo, disnea, confusión, midriasis, convulsiones, coma, piel color rojo cerezaExcitación, confusión, debilidad, calambres abdominales, palpitaciones, convulsionesHipotensión postural, rubor, cianosis, vómitos, cefalea, vértigo, disneaMiosis, calambres abdominales, hipersalivación, lagrimeo, expectoración, fasciculaciones musculares, diarreaNáuseas, vómitos, diaforesis, palidez y dolor abdominal Dolor abdominal, pirosis orofaríngea, cefalea, vómitos, disneaEuforia, dolor torácico, cefalea, náuseas, vómitos, debilidad, depresión SNC, disnea, taquipnea

Trastornos visuales, náuseas, delirio Pirosis e hinchazón en lengua y boca Midriasis, alucinaciones, crisis convulsivasDolor abdominal, vómito lechoso, sabor metálico, convulsiones, debilidad muscularMiosis, disnea, crisis convulsivaNáuseas, vómitos, inestabilidad, cefalea, nistagmo, midriasis, hipertermia, sequedad piel y mucosasHipotensión postural, hemorragiasHiperventilación, vómitos, fiebre, acúfenos, hemorragiasNáuseas y vómitosOlor a huevos podridos, colapso (shock) repentino Molestias gastrointestinales, diarrea, hipersalivaciónAnorexia, vómitos, irritabilidad, insomnio, convulsionesLengua verde, secreción bronquialDolor quemante en boca y esófago, vómito, dolor abdominal, diarrea, colapso

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La existencia de líneas transversas en las uñas es indicio de intoxicación por metales pesados. El aumento de la pigmentación cutánea sugiere intoxicación por bromuro y la alopecia, de la intoxicación por talio. La presencia de fasciculaciones musculares y de hipersalivación hará pensar en una intoxicación por insecticidas organofosforados. Es conveniente explorar la cavidad oral y la faringe para descartar la presencia de úlceras por ingestión de cáusticos.Pautas de actuación. Cuando es posible conocer con certeza la causa de la intoxicación, lo mejor es consultar de inmediato a algún servicio de toxicología para recabar información sobre las medidas que deben tomarse. Para ello, siempre que el estado del sujeto no obligue a poner en práctica alguna maniobra de soporte vital básico (parada respiratoria o cardiorrespiratoria), en cuyo caso cualquier otra actuación deberá posponerse, lo más recomendable es recopilar toda la información posible sobre las causas y circunstancias de la intoxicación, preguntando al propio accidentado, si se encuentra consciente y colaborador, o bien a sus familiares, amigos, acompañantes o vecinos (preferiblemente a los testigos de lo ocurrido, si los hay). También es importante recoger los envases de medicamentos o productos tóxicos de cualquier naturaleza que hayan podido estar implicados en el accidente o, si el sujeto ha vomitado, incluso parte del vómito para su análisis posterior. A este respecto hay que señalar que, en general, no es conveniente provocar el vómito, sobre todo si la víctima presenta disminución del nivel de conciencia, está inconsciente, sufre convulsiones o ha ingerido derivados del petróleo o sustancias corrosivas (lejía) que puedan provocar lesiones graves (perforación) al ascender por el esófago. Tampoco se recomienda administrar agua o líquidos por vía oral, ya que la dilución del tóxico puede facilitar o acelerar la absorción de éste.

Si el sujeto ha vomitado y su estado de conciencia está disminuido o ha quedado inconsciente, se comprobará la permeabilidad de la vía respiratoria y se le colocará en posición lateral de seguridad hasta la llegada de los servicios de urgencias.

En el caso de que el tóxico haya penetrado por vía inhalatoria (por ejemplo, monóxido de carbono por un brasero en malas condiciones, humo o gas) hay que retirar a la víctima del ambiente contaminado, estimular la respiración y proteger al resto de personas de la contaminación.

Si el tóxico afecta a la piel o a los ojos se debe retirar la ropa (incluyendo los calcetines y los zapatos) contaminada y lavar con agua abundante durante al menos 8-10 minutos la zona afectada.Medidas preventivas. La intoxicación es un accidente evitable en la mayoría de los casos y a este respecto la labor divulgativa del personal de enfermería es imprescindible. Aunque ya se han comentado las medidas básicas de seguridad recomendables en el hogar, conviene resaltar de nuevo aquí las fundamentales, como mantener fuera del alcance de los niños las bebidas alcohólicas, los productos químicos de uso habitual para la limpieza (lejía, detergentes, amoniaco, etc.), los productos para el mantenimiento del automóvil (anticongelante), los combustibles (gasolina), todo lo relacionado con la alimentación y cuidado de animales, los productos de aseo (colonias, desodorantes), las plantas no comestibles, los insecticidas y raticidas y cualquier otra sustancia nociva susceptible de ser manipulada o ingerida por ellos.

La práctica de la enfermería comunitaria permite conocer cuándo el nivel de riesgo de determinados entornos es elevado (por ejemplo, por instalaciones de gas o sistemas de ventilación y de calefacción deficientes, ancianos que viven solos, ) debiendo planificarse en tales casos la puesta en práctica de las medidas oportunas para subsanarlos (asesoramiento, potenciación de recursos, coordinación con servicios sociales, etc.). Parte de esta tarea implica la educación sanitaria a las familias que tienen a su cuidado a personas mayores o a enfermos con trastornos psiquiátricos a los que debe restringirse la disponibilidad de medicamentos potencialmente peligrosos, así como vigilar estrictamente la administración de éstos.

Por último, la educación sanitaria en la escuela, en el ámbito laboral, a través de los medios de comunicación y en la familia sobre el consumo responsable y sin riesgos de los medicamentos y los productos químicos en general y sobre los efectos nocivos de las drogas, legales o ilegales, es también una medida eficaz para prevenir las intoxicaciones y sus complicaciones potenciales.

MORDEDURAS. Las mordeduras más frecuentes en el medio urbano son las producidas por animales domésticos, sobre todo mascotas (perros, gatos y roedores), mientras que en el medio rural suelen deberse a animales de granja (caballos y ovejas) o, en determinadas áreas geográficas, a animales salvajes (zorros, jabalíes, lobos o reptiles).

Las mordeduras entre humanos se producen en el transcurso de peleas, en los casos de malos tratos, durante las relaciones sexuales impetuosas o, entre el personal sanitario, durante el tratamiento de determinados pacientes. Un tipo especial de mordedura bastante frecuente es la producida al propinar un puñetazo a alguien que estuviera con la boca abierta.

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Las mordeduras se localizan con más frecuencia en las manos, los brazos o en las piernas, y a veces en la región facial y el cuello. A menudo se trata de lesiones leves, como pequeños desgarros o laceraciones, que sólo requieren desinfección y observación para detectar la presencia de signos de infección local o sistémica. Sin embargo, en algunos casos las lesiones pueden ser muy graves, con desgarros cutáneos o musculares importantes y afectación de tendones, arterias, venas, nervios o incluso órganos vitales que puede provocar la muerte.

Todas estas lesiones conllevan un riesgo elevado de infección bacteriana. Las provocadas por un animal, debido a contaminación por su saliva, a los restos de excrementos del suelo o a la propia flora procedente de la piel de la víctima. Las de origen humano, ya que la flora orofaríngea está formada por un número elevado de especies de microorganismos, sobre todo anaerobios. Se han descrito casos de transmisión del virus de la hepatitis B y de la tuberculosis por una mordedura humana. No está clara, sin embargo, la posibilidad de transmisión del VIH. Por otra parte, hay que tener presente el riesgo añadido de transmisión del virus de la rabia en la mordedura de ciertos animales (por ejemplo, perro, zorro, lobo, murciélago...); la de los monos tiene un riesgo moderado de infección por herpes virus, causante de una encefalitis muy grave.

Las mordeduras localizadas en la mano tienen un potencial de infección y propagación de ésta más elevado por la anatomía particular de esta región del cuerpo. Los niños, además de ser más vulnerables a estas lesiones por su incapacidad para advertir el peligro, presentan lesiones más graves que los adultos por su tamaño y su indefensión.

Mordedura de perro. La mordedura de perro es la más habitual y representa casi el 80% de todas las de origen animal. La importancia de las lesiones varía mucho, dependiendo del tamaño del perro, de la zona atacada y de la intensidad del ataque, pero en cualquier caso presentan un elevado riesgo de infección, debido a que la cavidad oral de estos animales suele estar contaminada por múltiples microorganismos, sobre todo Pasteurella multocida, Staphyloccocus aureus, diferentes cepas de estreptococos y otros microorganismos anaerobios.

Si se presencia el ataque, la primera medida de auxilio consistirá en tratar de interrumpirlo, solicitando inmediatamente ayuda y con las debidas precauciones para no resultar lesionado. En cualquier caso, se retirará a la víctima del peligro y se procurará identificar al animal responsable, para comprobar, cuando proceda, su estado de vacunación antirrábica o para someterlo a observación si no está vacunado.Valoración de la víctima. Tras el ataque, hay que efectuar una valoración general del estado del paciente para estimar la gravedad de la situación y establecer el orden de actuación pertinente. A menudo, lo primero que hay que hacer es tranquilizar a la víctima y a sus familiares y acompañantes, que suelen encontrarse en estado de excitación por lo inesperado del accidente.Pautas de actuación. En relación con las heridas, lo más conveniente es lavarlas con suero fisiológico abundante para ejercer un mecanismo de arrastre, siempre que esto se pueda conseguir en unas condiciones favorables de asepsia. No conviene explorar en su interior para determinar su gravedad, sino que ésta se valorará mediante la comprobación de signos indirectos, como el estado neurovascular de la extremidad afectada o la movilidad de la misma. Es aconsejable tapar las heridas con material lo más limpio posible (compresas, paños, ropa, etc.) antes de alertar a los servicios de emergencia o de trasladar a la víctima a un centro sanitario equipado, si su estado lo permite. La movilización del paciente ha de ser cuidadosa, en especial cuando se sospeche la presencia de una fractura o una lesión neurovascular importante. En ocasiones, puede existir una hemorragia copiosa por lesión de un vaso arterial o cuando la mordedura se localiza en regiones muy vascularizadas, como la cara, en cuyo caso, se aplicará compresión directa para controlarla.

En los casos muy graves puede ser necesario asegurar la vía respiratoria (si la herida se localiza en la región facial con riesgo de obstrucción del sistema respiratorio por la hemorragia) y colocar al paciente en posición lateral de seguridad para facilitar la ventilación. Si se presenta una situación extrema de parada cardiorrespiratoria, se procederá a iniciar las maniobras de reanimación correspondientes.

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Aunque tenga la posibilidad de hacerlo, nunca suture una herida por mordedura de perro; debe cicatrizar abierta.

Asesore a las familias que tengan animales domésticos en casa o afición por ellos sobre las precauciones que deben tomar, en especial: no confiarse nunca demasiado (los animales son imprevisibles); evitar que circulen solos o sin control, alejarse de los desconocidos, especialmente si se muestran inquietos o agresivos y someter a las mascotas a las pautas de vacunación prescritas.

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Mordeduras de serpiente. En muchas regiones del mundo las mordeduras de serpiente venenosa suponen un problema sanitario frecuente y grave.

El veneno de estos animales contiene una mezcla muy variable de enzimas y proteínas que son las responsables de: la producción de necrosis directa de la piel y del tejido muscular en la zona afectada, hemorragias a distancia (intrapulmonar, sistema digestivo...), hemólisis, aumento de la permeabilidad capilar, destrucción del tejido nervioso, toxicidad cardiaca, bloqueo neuromuscular con parálisis de la musculatura esquelética, colapso circulatorio e insuficiencia respiratoria. En la gravedad del cuadro influye: la localización de la mordedura (más grave en la cara, el tronco o directa en un vaso sanguíneo; más frecuente en los brazos y las piernas); la cantidad y la composición del veneno inoculado; el tamaño de la serpiente (las más grandes inoculan una mayor cantidad de veneno); el estado de salud de la víctima y la disponibilidad de asistencia sanitaria.Valoración de la víctima. Habitualmente, la mordedura se nota de forma inmediata y produce dolor e inflamación en la región, aunque en algunas ocasiones pasa desapercibida inicialmente por la ausencia de dolor significativo. Alrededor de la zona afectada puede aparecer decoloración, ampollas, petequias, hemorragias o un exudado serosanguinolento. Si el proceso avanza, es posible encontrar necrosis de la piel y del tejido subcutáneo y muscular. Los efectos sistémicos consisten en la aparición de fiebre, náuseas y vómitos, hematomas múltiples, hematuria, hematemesis, hemoptisis, rectorragia, epistaxis e incluso metrorragia, ictericia, calambres musculares, miosis, incoordinación motora, ptosis palpebral, visión borrosa, hipersalivación, disfagia, disfonía, desorientación, delirio o convulsiones. La víctima puede desarrollar un cuadro de colapso cardiocirculatorio con ausencia de pulso palpable, frialdad, palidez o cianosis, y disminución de los movimientos respiratorios. La parálisis progresiva de los músculos respiratorios puede provocar una insuficiencia respiratoria y la muerte. Aparte del riesgo de inoculación del veneno, las serpientes pueden inocular bacterias causantes de infecciones potencialmente graves.Pautas de actuación. Las mordeduras de serpiente deben tratarse como verdaderas emergencias sanitarias. Deben realizarse intentos razonables para identificar la serpiente causante, pero sin aplazar por ello las medidas de primeros auxilios. Lo ideal es verificar si el reptil es venenoso y si ha inoculado el veneno porque, como los orificios de salida de éste están cerca de la base de los colmillos, si la zona mordida estaba protegida por ropa o calzado, o la mordedura ha sido poco profunda, puede ocurrir que no se haya llegado a inyectar el veneno.

Es importante tranquilizar a la víctima e inmovilizar sin demora la extremidad afectada con ayuda de algún tipo de férula, si es posible. También hay que inmovilizar al paciente con la intención de retrasar la propagación del veneno.

Debe retirarse con celeridad cualquier elemento compresivo de la parte afectada (por ejemplo, anillos, pulseras, etc.) y, si se puede, lavar abundantemente la herida, sin frotar. Si no se prevé una asistencia sanitaria inmediata, se debe considerar la práctica de punciones en la zona mordida con una aguja hipodérmica, y de succión del veneno por un método mecánico. Si no se dispone del material necesario, la succión se realizará con la boca directamente sobre las marcas de la mordedura, siempre que la persona que la practique no presente lesiones en la cavidad oral. La medida de practicar una incisión lineal de 1 cm y de 2-3 mm de profundidad sobre la marca de cada colmillo es controvertida. La succión debe aplicarse de forma ideal durante 30 minutos.

Es aconsejable colocar un vendaje compresivo entre 10 y 15 cm proximal a la mordedura para interrumpir el flujo venoso y el linfático de la región afectada, aflojándolo y colocarlo en posición más proximal si se observa que el edema avanza y provoca una compresión excesiva. El frío directo puede empeorar la perfusión tisular por isquemia, por lo que está contraindicada su aplicación. Debe trasladarse al paciente a un centro sanitario en cuanto sea posible.

PÍCADURASDe alacranes. Aunque el veneno de los alacranes puede llegar a ser más potente que el de muchas serpientes, su peligrosidad se atenúa por el hecho de que la cantidad que inyectan es muy pequeña. Así, las reacciones fatales son excepcionales a partir de los 6 años de edad.Valoración de la víctima. Suele aparecer tumefacción local con dolor, linfangitis (cordón rojizo y elevado en el trayecto linfático), acompañada en algunas ocasiones de temblor y fiebre, y en casos muy graves, de colapso circulatorio.Pautas de actuación. La atención a la víctima pasa por tranquilizarla, inmovilizar la región afectada y aconsejar al paciente que se mantenga en reposo. Es beneficioso colocar un vendaje compresivo ancho, no muy apretado, para detener el flujo linfático y venoso y evitar así la absorción del veneno por vía general. También es aconsejable colocar algún sistema de frío local (bolsa de agua a 10-15

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°C). Se recomienda avisar a los servicios de emergencia en caso de no poder realizar un traslado inmediato, en condiciones apropiadas, a un centro sanitario equipado.

De arañas. Se han identificado más de 30.000 especies de arañas en todo el mundo, la mayoría de las cuales son venenosas. Por fortuna, los colmillos de muchas de ellas son demasiado cortos o frágiles como para penetrar en la piel. Sin embargo, hay algunas especialmente peligrosas, como las que se comentan a continuación:Loxosceles. Las arañas del género Loxosceles se encuentran distribuidas por todo el mundo. Habitan con preferencia en las áreas secas y calientes, como edificios abandonados, pilas de madera o sótanos, y su actividad suele ser nocturna.Valoración de la víctima. La manifestación más frecuente de la picadura por estas especies es una lesión eritematosa leve, que a veces se endurece y tarda varios días en desaparecer. En ocasiones, se produce una reacción local más grave, con dolor intenso, eritema, formación de ampollas y coloración violácea. En el transcurso de 3-4 días puede producirse una necrosis cutánea seguida de la formación de una escara de tamaño variable (entre 1-30 cm), que persiste durante varias semanas o incluso meses.

La picadura por una araña de este género puede provocar una reacción sistémica, por lo general tras un período de latencia de 24-48 horas, con fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos, mialgias, artralgias, hemorragias, convulsiones y, en casos extremos, ocasionar la muerte. Las arañas del género Loxosceles representan mayor peligro para la salud pública que la temida viuda negra, debido a su aspecto inocente, a su propensión a habitar en interiores y a su abundancia en áreas endémicas.

latrodectus. La araña viuda negra o Latrodectus mactans habita en sótanos, cocheras, pilas de madera y en exteriores, y es la más temida por la población general. El macho es prácticamente inofensivo, mientras que la hembra, mayor que aquél (entre 8-11 mm), es relativamente agresiva y su picadura (a menudo localizada en las manos y los antebrazos), peligrosa.Valoración de la víctima. Esta especie produce uno de los venenos animales más potentes, que contiene una proteína que induce la liberación de acetilcolina y noradrenalina. En la fase inicial, la picadura de la viuda negra hembra produce un dolor entre leve y moderado. Unos 20-60 minutos después, aparece eritema e inflamación, con calambres musculares localizados que van extendiéndose de forma progresiva. El dolor va en aumento y puede llegar a ser muy intenso por contractura muscular grave. En fases ulteriores, aparece debilidad y espasmos musculares, que pueden persistir durante semanas o meses. Entre las complicaciones más graves se encuentra la hipertensión, el colapso circulatorio, el coma y la insuficiencia respiratoria por parálisis muscular.Pautas de actuación. El tratamiento inicial de las picaduras de araña consiste en lavar la herida y aplicar sobre ella compresas frías. Lo ideal es localizar a la araña responsable de la lesión para poder identificar su veneno y el antídoto correspondiente. Si es posible, se trasladará al accidentado a un centro de urgencias. De lo contrario, se solicitará ayuda especializada y se vigilarán las posibles reacciones sistémicas. En caso de necesidad, se aplicarán las medidas de soporte vital básico para lograr la permeabilidad de las vías respiratorias, así como para mantener la función respiratoria y circulatoria, hasta el momento de recibir la ayuda solicitada.

De garrapatas. Las garrapatas pueden transmitir enfermedades como las rickettsiosis (fiebre botonosa, diferentes tipos de tifus, fiebre Q,...), la tularemia, la enfermedad de Lyme y ciertos tipos de encefalitis por arbovirus. La garrapata de la madera, y con menos frecuencia la del perro, producen una neurotoxina que provoca una parálisis motora flácida. Las hembras se adhieren a la piel humana por contacto directo, donde se alimentan de sangre durante horas o días, regurgitando en los vasos sanguíneos del huésped las bacterias o virus que contienen en su sistema digestivo.Valoración de la víctima. Tras una picadura, en la mayoría de los casos la reacción es local, con aparición de una mácula o un punto negro que desaparece en unos días. Los cuadros clínicos graves comienzan con un estado de irritabilidad, somnolencia, debilidad y parestesias periféricas. Si la garrapata sigue adherida a la piel, alimentándose durante 4 a 7 días, puede desarrollarse una parálisis motora ascendente que afecta a la musculatura abdominal y a la respiratoria. La insuficiencia respiratoria secundaria a la parálisis puede ocasionar la muerte.

Una vez separada la garrapata de la piel, los síntomas suelen remitir en el plazo de 48 horas.Pautas de actuación. Cuando se sospeche una picadura de este tipo (por ejemplo, por rascado frecuente de la víctima o por la presencia de alguno de los síntomas sistémicos comentados), hay que intentar localizar a la garrapata, que normalmente, está adherida al cuero cabelludo escondida

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entre el pelo, aunque también puede asentarse en otras localizaciones, como la oreja, la axila, la vulva o la región poplítea. Una vez localizada, se debe proceder a su extracción con unas pinzas finas. Para facilitar la tarea y garantizar que la extracción es completa (lo contrario puede ocasionar la formación de un nódulo que haga necesaria la extirpación quirúrgica del mismo) se puede aplicar en la zona aceite, vaselina, acetona o gasolina y retirar la garrapata cuando ya se haya desprendido. Si no se dispone de pinzas, es conveniente protegerse los dedos con guantes.

De himenópteros. Los himenópteros (avispa, abeja, abejorro, hormiga de fuego, etc.) son los insectos venenosos más peligrosos para el ser humano, porque una sola picadura a una persona hipersensible al veneno puede provocar en ella una reacción alérgica (anafilaxia) intensa, capaz de poner en peligro la vida de la víctima. Por fortuna, en la mayoría de los casos esto no sucede ya que en una persona sin problemas de hipersensibilidad pueden ser necesarias más de 100 picaduras simultáneas para correr el mismo riesgo.Valoración de la víctima. El veneno de estos insectos contiene proteínas, enzimas y aminas (histamina, serotonina...) que son las responsables de las diferentes reacciones biológicas. La respuesta normal a la inoculación del veneno consiste en la aparición de dolor intenso, eritema, edema y prurito, de leve a moderado, en la zona de la picadura. Cuando la picadura se localiza en el interior de la boca o en la faringe, la reacción puede llegar a obstruir la vía respiratoria; si ha sido alrededor del ojo y la reacción es intensa puede causar secuelas irreversibles en la visión. Varias picaduras simultáneas (más de 10) pueden provocar una reacción tóxica acompañada con frecuencia de vómitos, diarrea, inestabilidad y síncope y, en algunos casos, de cefalea, fiebre, somnolencia, espasmos musculares, edema o convulsiones.

Las reacciones locales graves aumentan la probabilidad de que se desarrolle una respuesta sistémica generalizada (anafilaxia) capaz de provocar la muerte. Por lo general, el cuadro cursa con un período de latencia de 15 minutos a 6 horas (la reacción es tanto más grave cuanto más corto sea dicho período de latencia). La sintomatología consiste en picor ocular, enrojecimiento facial, urticaria generalizada y tos seca. Conforme se agrava la situación, puede aparecer disnea, cianosis, calambres abdominales, diarrea, vómitos, vértigo, escalofríos, fiebre, estridor laríngeo, pérdida de conciencia, relajación de esfínteres, expectoración sanguinolenta e incluso insuficiencia respiratoria y colapso cardiocirculatorio.Pautas de actuación. Los primeros auxilios en estos casos consisten, en primer lugar, en tranquilizar a la víctima y procurar que se mantenga en reposo. A continuación, se tratará de extraer el aguijón sin ejercer presión y con ayuda de una pinza, si es posible, porque la maniobra de comprimir o exprimir la región puede favorecer la penetración del veneno. Para extraerlo, se debe tirar de él en la misma dirección en la que penetró.

Como regla general, conviene lavar la zona de la picadura con agua abundante e incluso con algún antiséptico (clorhexidina). También es útil aplicar frío local para limitar la reacción inflamatoria, teniendo la precaución de no colocar hielo en contacto directo con la piel. Otra medida oportuna es inmovilizar la extremidad afectada y elevarla por encima del nivel del corazón.

Es fundamental vigilar la aparición de signos de reacción anafiláctica. Si se detectan, lo ideal es suministrar inmediatamente algún antihistamínico de acción rápida y trasladar al sujeto a algún centro asistencial o pedir la ayuda de los servicios de urgencias. Si el paciente pierde la conciencia, se iniciarán las maniobras de soporte vital básico pertinentes hasta la llegada de ayuda.

De medusas. Las medusas son invertebrados marinos que presentan una distribución muy amplia en cualquier costa marítima. Son de tamaño variable y colores muy variables y poseen glándulas que segregan proteínas y actúan como venenos (zootoxinas). Estas sustancias pueden ser inoculadas a otros animales o al ser humano con la intención de capturarlos o en defensa propia. La picadura se realiza a través de un tubo enrollado, con una terminación en forma de arpón, que se encuentra en los tentáculos del animal y se denomina nematocisto. El contacto con la medusa provoca la salida masiva de los nematocistos, que inyectan la toxina.

Las picaduras se localizan con más frecuencia en las extremidades y en el abdomen. La gravedad de la lesión o de la intoxicación depende de la especie causante, de la capacidad de penetración, del número de nematocistos inoculados y de la superficie cutánea afectada, así como de la edad y el peso de la víctima.

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Recuerde advertir a las personas con hipersensibilidad conocida al veneno de algún insecto que lleven consigo una medalla u otro sistema para identificar su condición, así como un botiquín que contenga un antihistamínico y una jeringa precargada con adrenalina. Recomiéndeles también la desensibilización me-diante inmunoterapia (vacunas específicas).

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Valoración de la víctima. El espectro de lesiones posibles varía desde reacciones dermatológicas leves o lesiones cutáneas que acaban por ulcerarse y presentar necrosis superficial, hasta intoxicaciones muy graves, incluso con desenlace fatal, sobre todo cuando se ha producido una sensibilización previa. La lesión se identifica por la presencia de líneas eritematosas cruzadas (como latigazos) con dolor y prurito muy intensos, que pueden durar varias horas.Pautas de actuación. El auxiliador en estos casos ha de tratar de identificar al ejemplar que ha provocado la picadura y tranquilizar a la víctima y a los acompañantes, asegurándoles que existe un tratamiento efectivo. La persona accidentada debe permanecer en reposo, con una postura cómoda, por lo que se evitarán los movimientos innecesarios. En algunos casos, conviene inmovilizar la extremidad afectada. Si existen restos de medusa adheridos a la piel hay que retirarlos con la debida protección ya que pueden permanecer activos durante mucho tiempo, por lo que si se tocan pueden provocar estas mismas reacciones. Debe lavarse la zona con agua de mar porque si se hace con agua dulce, el cambio en la osmolaridad puede favorecer la descarga de los nematocistos. Se debe aplicar frío local (si se utiliza hielo, nunca debe estar en contacto directo con la piel), durante 10-15 minutos cada hora. No se debe frotar la zona con ningún tipo de objeto ni tocar con las manos desnudas. Puede ser aconsejable administrar algún analgésico. Hay que prestar atención especial a las personas con antecedentes alérgicos, con enfermedades cardiovasculares o respiratorias y a aquellas con exposiciones previas, porque son más susceptibles a las complicaciones. Se debe avisar a los servicios de emergencia o trasladar a la víctima a un centro sanitario.

De mosquitos y de moscas. La picadura de las moscas y mosquitos no suele revestir gravedad.Hay que tener en cuenta, no obstante, que en algunas regiones geográficas, los mosquitos

pueden transmitir enfermedades como la malaria o la leishmaniasis, eventualidad que habrá de tomarse en consideración cuando proceda. Por su parte, las larvas de los tábanos depositadas en la piel pueden provocar una infección tisular y orgánica, que cursa con dolor, eritema y secreciones purulentas.Valoración de la víctima. La reacción cutánea inmediata a la picadura de mosquito consiste en eritema, habón y prurito, pero en algunas personas con trastornos alérgicos puede producirse una reacción de hipersensibilidad local (con formación de vesículas e incluso necrosis de la piel) o sistémica (con fiebre, malestar general, náuseas y vómitos intensos).

Las moscas hematófagas que penetran la piel pueden provocar dolor y prurito. Varias especies como los tábanos y los moscardones pueden producir reacciones alérgicas, aunque rara vez tan intensas como las causadas por el veneno de los himenópteros.Pautas de actuación. La atención de primeros auxilios en estos casos consiste en aplicar frío local y amoniaco diluido. Se advertirá a la persona afectada que vigile la aparición de complicaciones y, caso de detectarlas, que acuda de inmediato a un centro médico.

De orugas. Algunas especies de orugas presentan espinas huecas entre sus pelos que contienen veneno urticante y que producen síntomas que varían entre una dermatitis localizada y una reacción sistémica generalizada.Valoración de la víctima. La picadura de oruga provoca dolor intenso de forma inmediata. Poco después aparece edema y prurito local, así como una erupción cutánea con eritema. Las lesiones son máculas y vesículas blancas o rojas.

La víctima suele presentar inquietud y temor. En algunas ocasiones, aparecen manifestaciones sistémicas, como fiebre y calambres musculares, y pueden acompañarse de linfadenopatía.Pautas de actuación. La actuación de primeros auxilios debe comenzar por la extracción inmediata de las espinas rotas, para lo que resulta útil colocar una cinta adhesiva sobre el área de la picadura. Es conveniente lavar la zona con agua abundante así como la aplicación de frío local (compresas húmedas o hielo envuelto en paño).

QUEMADURAS. Las quemaduras son lesiones de los tejidos causadas por agentes físicos, químicos o eléctricos.

La mayoría se producen en el ámbito doméstico por el efecto de sólidos calientes (por ejemplo, planchas y estufas), líquidos a alta temperatura (por ejemplo, agua o aceite), descargas eléctricas por manipulación inadecuada de enchufes o aparatos eléctricos, y por el vertido de ácidos (por ejemplo, lejía o sosa cáustica).

Además del efecto local, las quemaduras pueden provocar una respuesta sistémica por vasodilatación periférica, como reacción al dolor intenso, el miedo o la ansiedad, así como un estado

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de shock cuando la lesión es extensa y profunda por la pérdida de un volumen elevado de líquido a través de las superficies expuestas.

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Prevención de accidentes domésticos

En el ámbito del hogar se producen numerosos accidentes, muchos de ellos, por fortuna, leves, pero otros muchos, mortales. La aparente inocuidad de una vivienda y de la vida que se hace en ella encierra muchos peligros, especialmente para los más pequeños y los ancianos, de los que se debe ser consciente para poder evitarlos.

El personal de enfermería en general y, en particular, el de asistencia primaria y domiciliaria tiene la responsabilidad de dar a conocer las medidas de seguridad elementales en este entorno, entre las que se encuentran las especificadas a continuación:

Ante el riesgo de quemaduras:• Evitar la permanencia de los niños en la cocina mientras se esté elaborando la comida;

mantenerlos alejados mientras se planche.• No dejar solos a los niños o a las personas con discapacidades en una habitación con

chimenea, estufa o radiador eléctrico encendidos.• Mantener los recipientes con líquidos calientes (por ejemplo, una cafetera) fuera del

alcance de los niños.• Comprobar siempre la temperatura del baño de los bebés.• Siempre que se esté cocinando, colocar el mango de las sartenes y ollas en dirección a la

pared.• No almacenar productos inflamables o combustibles; guardar las medidas prescritas con

los depósitos de gasolina.• No encender fuego (cerillas, mecheros, etc.) ni fumar cerca de productos inflamables.• Revisar periódicamente la instalación eléctrica de la casa (cableado, protecciones, tomas,

etc.) y proteger los enchufes si hay niños pequeños en el hogar.• Evitar la acumulación de basuras.• Nunca fumar en la cama.• Leer siempre las instrucciones de los aerosoles y de los productos tóxicos o inflamables.• Disponer a mano de un extintor y revisarlo periódicamente.• Si se detecta un foco de fuego pequeño, ahogarlo arrojando una manta o alguna prenda si-

milar sobre él, para privarle de oxígeno.• Si se detecta o se sospecha un incendio en una estancia cerrada (por ejemplo, por la

salida de humo bajo la puerta), nunca abrir la puerta; si la estancia está abierta y el fuego es incontrolable, cerrar la puerta. En cualquier caso, llamar a los servicios de extinción y salir de la casa.

Ante el peligro de intoxicación:• Guardar los medicamentos fuera del alcance de los niños.• Vigilar de cerca la toma de medicamentos de los ancianos.• Almacenar los detergentes, lejías y restantes productos en lugar seguro y elevado.• Nunca rellenar envases de uso común (por ejemplo, una botella de agua) con productos

tóxicos.• Seguir las medidas de higiene adecuadas en la elaboración de los alimentos.• Nunca tomar un alimento de origen o aspecto dudoso.• Nunca ingerir setas ni frutos silvestres sin asesoramiento experto previo.• Mantener fuera del alcance de los niños las bebidas alcohólicas.

Ante el riesgo de caídas, heridas y otros:• Evitar los elementos accesorios que dificulten la deambulación y retirar los deslizantes (por

ejemplo, alfombras pequeñas), sobre todo si hay personas ancianas en el hogar.• Prestar especial atención a los pavimentos húmedos o mojados.• Tener precaución en las tareas de bricolaje y los intentos de reparación de

electrodomésticos (reconocer las propias limitaciones).• Extremar las medidas de seguridad al utilizar herramientas cortantes (tijeras de podar,

cuchillos, sierras, etc.) o motorizadas (cortacésped, sierra eléctrica).• Mantener siempre fuera del alcance de los niños los utensilios de uso común punzantes o

cortantes (tenedores, cuchillos, tijeras, agujas de tejar, etc.).• Extremar la precaución con las puertas, ventanas, balcones y terrazas (cierre y cristales).

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Una quemadura grave puede poner en peligro la vida de la víctima y requiere asistencia sanitaria intensiva inmediata. La gravedad de la lesión depende de la temperatura del medio causal y la duración de la exposición, de su localización en el organismo y su tamaño, así como de la edad y del estado de salud del afectado. Se consideran graves las localizadas en la cabeza, el cuello, las manos, los pies o los genitales. También las que afectan a los niños o a los ancianos, las que dificultan la respiración, las causadas por agentes químicos, deflagraciones o electricidad, las que afectan a más de una región corporal, las que alcanzan una extensión superior al 30% de la superficie corporal total y las muy profundas.Valoración de la víctima. La víctima de una quemadura suele presentar dolor intenso y un estado de excitación considerable. La valoración de la extensión y profundidad de las lesiones debe efectuarse procurando tranquilizar al afectado y con mucha delicadeza para no aumentar su sufrimiento. Si se trata de una quemadura grave, el herido puede presentar taquicardia, pulso débil e irregular, piel fría y sudorosa en las extremidades, palidez cutaneomucosa, tener sensación de sed, encontrarse inquieto, con taquipnea y estar desorientado o confuso, lo que debe hacer sospechar el desarrollo de un colapso cardiocirculatorio.

Si la causa del accidente ha sido un incendio, se debe comprobar si la víctima tiene los pelos de la nariz chamuscados, la presencia de hiperemia en las mucosas nasal y faríngea, así como de tos, ronquera, expectoración de sangre o de partículas de carbonilla, sibilancias, estridor o dificultad respiratoria, que son los signos iniciales de una lesión por inhalación, siempre grave. En todos los casos de quemaduras graves hay que vigilar el estado de la vía respiratoria, medir las constantes vitales (pulso, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria) y, en el caso de que la víctima se encuentre inconsciente, evaluar la apertura de los ojos, la respuesta motora y la respuesta verbal (Escala del coma de Glasgow), así como el estado y la reactividad pupilar, los movimientos oculares, la respuesta al dolor, el reflejo cutaneoplantar y el reflejo corneal.Pautas de actuación. Si se trata de un eritema solar simple, conviene lavar la quemadura con agua fría o suero fisiológico y aplicar una crema hidratante específica para después del sol o incluso una crema o loción con corticoides.

En el caso de una quemadura de poca profundidad y extensión, la primera medida debe ser lavar la zona con agua fría abundante, o mejor con suero fisiológico si se dispone de él, y cubrir la zona a continuación con compresas húmedas y un apósito o un vendaje, sin ejercer compresión, en las mejores condiciones posibles de asepsia. No conviene aplicar pomadas o ungüentos hasta que la lesión no sea valorada por personal especializado. Tampoco es recomendable la aplicación de hielo de forma directa.

Si la víctima presenta dolor se le puede administrar algún analgésico habitual, siempre que se conozcan bien sus indicaciones y posología, y preguntando antes al afectado si es alérgico a algún fármaco. Es conveniente la administración de líquidos abundantes por vía oral.

En el caso grave de que la ropa de la víctima esté ardiendo, la prioridad es apagar el fuego. Está contraindicado el uso de un extintor con este propósito porque su contenido puede resultar tóxico. Debe utilizarse una manta enrollada sobre la víctima y recomendar a ésta que se arroje al suelo y ruede para sofocar las llamas. A continuación, se la desplazará a un lugar seguro y se le retirará la ropa que no esté adherida a la piel, así como los anillos o el reloj, porque pueden retener el calor y ejercer compresión en el caso de que aparezca edema. Si el paciente se encuentra inconsciente, se garantizará la apertura de la vía respiratoria mediante la maniobra frente-mentón, o la triple maniobra combinada si existe sospecha de traumatismo cervical y, en caso necesario, se iniciarán las maniobras de reanimación oportunas.

En las quemaduras por agentes químicos, hay que lavar con agua abundante el área quemada (ojos, piel o mucosas) durante 10-15 minutos o mejor con suero fisiológico, si es posible. Conviene tratar de identificar la composición y la concentración del agente químico agresor. Si la quemadura afecta al ojo se lavará desde el ángulo interno hacia el externo para evitar que el agente químico entre por el conducto lagrimal.

Las quemaduras por electricidad casi siempre son graves, con un punto de entrada y varios de salida donde pueden apreciarse áreas carbonizadas que no suelen sangrar y son indoloras. En estos casos, el auxiliador no debe acercarse a la víctima hasta no estar seguro de que el riesgo haya desaparecido (por ejemplo, cortando la corriente siempre que sea posible). De cualquier modo, conviene apoyarse sobre una superficie aislante (caucho, madera) seca antes de retirar a la víctima. A

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No retire los restos de ropa u otros tejidos que estén adheridos a una piel quemada para no aumentar la lesión, ni intente pinchar o vaciar por otro método las vesículas o ampollas, ya que de lo contrario aumentaría la probabilidad de que se produzca una sobreinfección.

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continuación, se lavarán las lesiones con agua abundante y se cubrirán con compresas húmedas y un vendaje sin ejercer compresión. Si la víctima está inconsciente, se procederá de la forma ya comentada en otras ocasiones.

SHOCK. El shock es un síndrome que se caracteriza por piel pálida y pegajosa, palidez, alteración del estado mental, pulso débil filiforme y constantes vitales inestables.

Puede estar causado por un volumen intravascular insuficiente (hipovolémico), por una función cardiaca inadecuada (cardiogénico), por una obstrucción al flujo sanguíneo (obstructivo), por un tono vasomotor inadecuado (vasodilatación) o por la combinación de algunos de estos factores.

El shock hipovolémico, el de aparición más frecuente en caso de accidente, suele deberse a la presencia de una hemorragia masiva o a la pérdida también masiva de líquidos por vómitos, diarrea o quemaduras profundas y extensas.

El shock cardiogénico se debe a una disminución de la capacidad de bombeo del corazón. La causa más frecuente es el infarto agudo de miocardio masivo (más del 50% del miocardio afectado); otras posibles son la miocarditis aguda, las valvulopatías mitral (insuficiencia valvular) o aórtica (estenosis) y algunas arritmias graves.

El shock obstructivo extracardiaco se debe a menudo a un taponamiento pericárdico o a una pericarditis constrictiva que limita el llenado ventricular. Otra causa relativamente frecuente es la embolia pulmonar masiva.

El shock por una alteración del tono vasomotor (distributivo) puede deberse, entre otras causas, a una infección grave (séptico), a trastornos neurológicos (neurogénico), o a una reacción anafiláctica (anafiláctico). El shock anafiláctico se produce por una reacción alérgica aguda (anafilaxia).

Con independencia de la causa, el resultado final, que es la muerte celular, es el mismo en todos los casos.Valoración de la víctima. Algunos signos y síntomas son los mismos, sea cual sea el tipo de shock y en todos los casos se trata de una emergencia sanitaria. Es casi constante la presencia de hipotensión, que se manifiesta por un pulso débil o imperceptible. El nivel de conciencia puede estar conservado y es frecuente que la víctima se encuentre intranquila y ansiosa, pero también es habitual la presencia de letargia, confusión y somnolencia. Las manos y los pies están fríos, sudorosos y a menudo pálidos o cianóticos. El relleno capilar está retardado y en casos extremos puede aparecer un patrón reticular violáceo en áreas extensas de la piel. El pulso es débil y rápido, a no ser que exista un bloqueo cardiaco o una bradicardia terminal y, en muchos casos, sólo es palpable el pulso femoral o el carotídeo. Es frecuente la presencia de taquipnea e hiperventilación aunque, cuando el centro respiratorio falla por una perfusión inadecuada, la víctima puede presentar un estado de apnea. En algunos casos puede producirse relajación de esfínteres.

La presencia de ingurgitación de las venas del cuello hará pensar que existe un taponamiento cardiaco. La comprobación de un pulso irregular es sugestiva de una arritmia cardiaca. La existencia de angioedema, urticaria, sibilancias y aumento de tamaño de la lengua apunta a que la causa sea un shock anafiláctico. La miosis intensa y arreactiva acompañada de depresión respiratoria y coma es sugestiva de una intoxicación por opiáceos.Pautas de actuación. Como norma general, en cualquier accidente y más aún en los que revisten gravedad, una de las tareas básicas de la persona que preste primeros auxilios es prevenir el shock. Para ello, se ha de permanecer atento al estado general de la víctima, mantenerla, siempre que sea posible y no esté contraindicado, en sedestación o en posición supina, sobre una superficie plana y con las piernas ligeramente elevadas para aumentar el retorno venoso, proporcionarle agua (si su estado de conciencia no está alterado), tranquilizarla, aflojarla la ropa que lleve ajustada y abrigarla.

Como ya se ha indicado en reiteradas ocasiones, si el accidentado presenta una hemorragia externa, habrá que tomar todas las medidas pertinentes para controlarla. Cuando la víctima se encuentre inconsciente no se intentará administrarle nada por vía oral y se colocará en posición lateral de seguridad para evitar una aspiración si vomita. En caso de parada cardiorrespiratoria, se iniciarán las maniobras de reanimación hasta la llegada de los servicios de urgencias.

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PRIMEROS AUXILIOS

Como es sabido, con esta denominación se indica el conjunto de medidas terapéuticas o preventivas que deben aplicarse a cualquier persona accidentada o que acuse una dolencia repentina, al objeto de prestarle la ayuda necesaria en los primeros momentos, antes de la llegada del médico. En algunos casos, el período de tiempo que transcurre entre el instante de producirse el accidente o un ataque de enfermedades diversas, y la llegada del facultativo, puede ser crítico si no se toman las precauciones oportunas para ayudar al enfermo.De todas estas técnicas trataremos detalladamente en el presente trabajo. Es muy importante tener en cuenta no lesionar o causar más perjuicio al herido o enfermo mediante una ayuda irresponsable y carente de conocimiento; por tanto, únicamente se debe poner en práctica aquello que sepamos, a ciencia cierta, que puede ser beneficioso para aquél; de lo contrario, es mejor abstenerse, para no causarle más daño.Siempre que se desee ayudar a otra persona se debe tener en cuenta lo siguiente:a) Conocer el mal del que se trata.b) Procurar no producir ninguna clase de lesión a la persona a quien se intenta auxiliar.c) Limitarse a prestar el socorro o los auxilios urgentes y precisos para cada caso en particular.d) Avisar cuanto antes a un médico, que indicará con toda certeza lo que precisa el herido o

enfermo.

LOS PRIMEROS AUXILIOSAccidentes producidos por la corriente eléctricaEn la actualidad, son relativamente frecuentes los percances provocados por esta energía, ya sea en el hogar, el trabajo, etc. El más leve descuido, la humedad o cualquier otra causa, puede dar lugar a una descarga eléctrica.En los casos en que esta descarga es importante o grave, el enfermo puede presentar un estado de contracción tetánica, al tiempo que sus manos se aterran con fuerza al hilo conductor del cual no puede soltarse; en otras ocasiones, por el contrario, es expulsado violentamente hacia atrás, por efecto de la descarga. Si la corriente supera los doscientos cincuenta voltios, produce, en la mayoría de los casos, una muerte fulminante. Los accidentes eléctricos también pueden ocasionar lesiones leves de carácter local o general, como quemaduras, desfallecimientos, etc., así como lesiones graves: asfixia, fallos cardíacos, etc.Se cree que las descargas eléctricas de baja tensión provocan la muerte del accidentado a consecuencia de un paro cardíaco; mientras que las de alta tensión la pueden causar debido al paro respiratorio que producen. Primeros auxilios:a) Para socorrer a la víctima de la corriente, es necesario, ante todo, separarla del contacto directo

con la electricidad. Se debe tener en cuenta que cada instante que transcurre reduce notablemente las posibilidades de supervivencia; por consiguiente, es imprescindible interrumpir lo antes posible el paso de la corriente, observando las máximas condiciones de seguridad, al objeto de poder prestar la máxima ayuda sin exponerse a ser víctimas, a la vez, de los efectos de la corriente.Para llevar a cabo esta operación, es preciso no tocar al accidentado hasta que no se haya cortado el paso de la electricidad, desenchufando inmediatamente la clavija o cerrando el paso por el interruptor general. Si ello no es posible, tan sólo deberá tocarse a la víctima una vez que se hayan protegido las manos mediante unos guantes de goma o, en su defecto, envueltas con servilletas bien secas, paños de lana o de seda; teniendo en cuenta, también, colocar los pies sobre una tabla de madera o cualquier otro material aislante.Si el accidente se produce fuera de casa, se utilizarán bastones, ramas, escaleras de maderas secas, una prenda de vestir o una cuerda bien seca, para intentar empujar o separar el hilo conductor del individuo accidentado o viceversa, a éste de aquél. Es indispensable que la persona que presta el auxilio esté completamente aislada de la corriente, colocándose sobre una superficie seca y no tocando objetos conductores de electricidad. En caso de no conseguir separar el hilo del accidentado, deberá intentarse cortarlo mediante unas tijeras aislantes, o bien, con un hacha provista de un mango de madera, bastante largo. Si la tensión de la corriente es muy elevada, no se debe tocar a la persona afectada bajo ningún concepto, pues en estos casos, las materias aislantes dejan de serlo, y se pueden sufrir los efectos de la víctima.

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b) Después de esta primera medida de alejar al accidentado del hilo, se le deberá tender sobre una cama o bien en el suelo. Si ha perdido el conocimiento, se le practicarán enérgicas fricciones por todo el cuerpo, colocándole emplastos de mostaza sobre el pecho y los muslos, a la vez que se le rociará la cara con agua fría y se le harán respirar vapores estimulantes, tales como: vinagre, amoníaco, agua de colonia, etc. Además, se le debe administrar alguna bebida estimulante, ya sea café, té, agua de menta, etc. En caso de que se halle en un estado de asfixia, deberá practicársele la respiración artificial (v. apartado correspondiente).

AhogamientoPodemos distinguir dos formas de anegamiento: una en la que el accidentado presenta una coloración muy intensa, o sea que se encuentra bajo los efectos de la asfixia; y otra en la que, por el contrario, aparece muy pálido, como consecuencia de haber sufrido un desmayo al hallarse en peligro. Primeros auxilios:a) Una vez que se haya sacado del agua al individuo, se deberá proceder, rápidamente, a limpiarle la

boca y la nariz, al objeto de eliminar el fango, la arena u otros cuerpos extraños que puedan haberse introducido en las mismas y que puedan impedir la respiración.

b) Se deberá colocar al accidentado en posición supina (estirado boca arriba), colocando una almohada por debajo de la pelvis y procurando que el tronco esté inclinado y la cabeza a un nivel más bajo que éste y ligeramente inclinada hacia un lado, con el fin de que el contenido gástrico pueda salir libremente al exterior, sin provocar la asfixia del sujeto.

c) Seguidamente, se le despojará de sus prendas de vestir y se procederá a secarle y friccionarle enérgicamente todo el cuerpo, en particular el tórax y las extremidades, con las manos envueltas en un paño áspero o bien impregnadas en alcohol o bien con un cepillo de cerdas bastante fuertes y duras.

d) Si la persona ahogada se halla desvanecida, se deberán aplicar las normas descritas en el apartado relativo al desvanecimiento. No obstante, si se encuentra en un estado de asfixia y tarda en recobrar el sentido, se debe practicar la respiración artificial utilizando los métodos más sencillos.

Respiración artificial:a) Método de respiración directa boca a boca. Se coloca una mano por debajo de la nuca del

accidentado, levantándole; una vez inclinada la cabeza hacia atrás, se la debe sostener con la otra mano. Diríjase el mentón hacia arriba de modo que su cabeza esté lo más echada hacia atrás que se pueda, con el objeto de dejar libres las vías respiratorias. Seguidamente, se coge la lengua con un pañuelo y se tira de ella hacia fuera. A continuación, se apoya fuertemente la boca sobre la del accidentado y se sopla con toda la fuerza que sea necesaria para conseguir la elevación de su tórax. En caso de que se trate de un niño, se debe soplar al mismo tiempo en la boca y en la nariz.Después se separa la boca y se comprueba con la máxima atención si se percibe algún soplo de aire; en caso contrario, se procede de nuevo a repetir toda la operación. La respiración artificial boca a boca debe ser practicada hasta que el accidentado empiece a respirar por sí mismo. En las personas adultas se debe soplar energéticamente cada cinco segundos, mientras que en los niños debe hacerse con más delicadeza y a un ritmo más frecuente: un soplo cada tres segundos.Cuando la víctima haya recobrado el sentido, aún deberá permanecer en posición horizontal durante una hora, al menos, ya que todo el organismo se encuentra con carencia de oxígeno, especialmente el corazón, y puede producirse un colapso en el caso de que el individuo se levantara demasiado pronto.

b) Método de Sylvester. Se debe colocar al enfermo echado sobre el suelo, sobre una mesa o sobre una cama baja, de tal modo que la cabeza quede suspendida, vuelta hacia atrás.El individuo que efectúa la maniobra se colocará detrás de la cabeza del ahogado, cogerá sus extremidades superiores a nivel de las muñecas y las elevará hacia arriba y hacia los lados en una actitud de máxima tensión con el fin de provocar una inspiración forzada. Se debe mantener esta posición durante unos dos segundos; después se realiza el movimiento contrario, llevando los brazos hacia abajo y hacia el interior, presionando ligeramente con ellos a ambos lados del tórax, para comprimir la pared costal y producir con ello una espiración forzada. Estos dos movimientos tienen la finalidad de provocar los dos tiempos de la respiración normal, inspiración y espiración, y deben repetirse a un ritmo de quince a veinte veces por minuto.

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Asfixia o sofocaciónEste estado se produce por la detención de la actividad respiratoria de los pulmones, con lo cual la sangre no puede depurarse del anhídrido carbónico que contiene ni oxigenarse mediante el intercambio gaseoso de los alvéolos pulmonares. Por consiguiente, el rostro del paciente adquiere un color azulado o amoratado (cianosis).La asfixia puede ser provocada por diversas causas:a) La presencia de un obstáculo que impide la penetración de aire en el árbol respiratorio, bien sea

por estrangulamiento, ahogamiento, penetración de cuerpos extraños en la garganta, la oclusión del conducto laríngeo por difteria, etc.

b) Graves lesiones de los centros cerebrales, desde los cuales se regula la actividad respiratoria pulmonar, producidas por causas infectivas, tóxicas o traumáticas.

c) Insuficiencia de la concentración de oxígeno en el aire atmosférico respirado, debido a vuelos a grandes alturas, ascensiones a altas montañas, ambientes cerrados saturados de aromas o perfumes de flores, etc.

d) Diversas enfermedades del organismo que obstaculizan la penetración del aire en los pulmones, como las afecciones cardíacas, pulmonares, renales o circulatorias.

Los primeros signos de asfixia son: zumbidos en los oídos, hormigueo en las extremidades, sensación de constricción en el cuello y pérdida de los sentidos. Primeros auxilios:Destinados a conseguir dos objetivos primordiales: eliminar, si ello es posible, la causa de la asfixia e intentar que el enfermo recobre los sentidos.Si la causa es la presencia de un ambiente nocivo, se deberá alejar, lo antes posible, al accidentado de aquel lugar.La presencia de cuerpos extraños en la garganta o en el esófago es un accidente que se registra con cierta frecuencia en los niños y los adolescentes, los cuales suelen tragarse diversos objetos inadvertidamente, bien sea jugando o comiendo (bocados de pan, huesos de frutas, etc.), provocando con ello la aparición de una sofocación o asfixia. En estos casos es preciso, ante todo, extraer tales objetos de la garganta del paciente, mediante los dedos; pero si ello no es posible, debido a que el eventual cuerpo extraño ha descendido hacia el esófago, se debe ayudar al mismo en su camino hacia el estómago o bien favorecer su expulsión mediante la provocación del vómito.Para conseguir la primera de las citadas finalidades, se darán a beber grandes sorbos de agua al enfermo, sin efectuar ninguna otra operación.Por otra parte, si se desea favorecer la expulsión, debe colocarse al paciente boca abajo sobre una mesa, dándosele, al mismo tiempo, golpes secos en la zona situada entre los omóplatos. Si el sujeto afectado es un niño, lo mantendremos durante unos minutos apoyado sobre nuestro brazo o nuestras rodillas, con la cabeza hacia abajo, y le golpearemos fuertemente sobre la región situada entre los omóplatos.Si fallan estos dos procedimientos, deberá avisarse inmediatamente a un cirujano, manteniendo al enfermo inmóvil y procurando que permanezca lo más tranquilo posible.Si la persona en proceso de asfixia no ha recobrado el conocimiento, deberán practicársele fricciones estimulantes por todo el cuerpo, sobre todo en la zona del corazón, con compresas empapadas en agua fría. Si tarda en recobrar el sentido, deberá recurrirse a la respiración artificial.

Ataque de angina o crisis de angina de pechoEs un ataque de dolor violento y súbito, caracterizado por una constricción del pecho. Es una expresión de disminución momentánea (absoluta o relativa) de la oxigenación del miocardio (músculo cardiaco).Aparece primordialmente en el hombre después de los cuarenta años. Es relativamente excepcional en la mujer a no ser que ésta padezca una hipertensión, una cardiopatía conocida o una diabetes. Primeros auxilios:a) Debe tranquilizarse al paciente, haciéndole adoptar la postura más cómoda para él, que suele ser

la posición intermedia entre la echada y la sentada.b) Se debe desbrochar toda aquella prenda de vestir que pueda producir una opresión (cinturón,

cuello de la camisa, etc.), exhortando al enfermo a respirar lenta y profundamente.c) El enfermo no debe ser levantado ni desplazado; por el contrario, habrá de permanecer inmóvil en

una posición cómoda todo el tiempo necesario hasta la llegada del médico.

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d) Para calmar el dolor, se deberá hacer inhalar al paciente unas dos o tres gotas de nitrito de amilo echadas sobre un pañuelo.

Ataque de ApoplejíaEste ataque se produce por la rotura u oclusión brusca de una arteria craneal, con la consiguiente extravasación de sangre en el cerebro (hemorragia cerebral), o la detención de la circulación en una parte del mismo.Los signos principales que indican el padecimiento de esta afección son la desviación lateral de la cabeza y de los globos oculares, la hinchazón de una mejilla en relación con la otra, la boca estirada hacia un lado y hacia abajo; la respiración aparece pesada, ruidosa e irregular. El brazo y la pierna de una parte del cuerpo se hallan completamente relajados e insensibilizados. Al final del ataque, puede sobrevenir la pérdida de los sentidos. Primeros auxilios:a) Se colocará al paciente en la cama, en posición de semisentado y con la cabeza levantada, al

tiempo que se le desabrocharán todas aquellas prendas que puedan oprimirle (cinturones, cuello de la camisa, corbata, etc.) con el fin de facilitar, en todo lo posible, la circulación y la respiración.

b) Asimismo, se deben aplicar compresas de agua fría o bolsas de hielo sobre la cabeza, mientras que en las extremidades inferiores se colocarán cataplasmas de mostaza o de agua caliente mezclada con mostaza para facilitar el aflujo de sangre.

Colapso y shockSe trata de dos estados que se caracterizan por un intenso o brusco descenso de la tensión arterial y, por tanto, por una profunda y general postración de todas las funciones orgánicas.Los signos principales son la palidez más o menos acentuada, el pulso débil y frecuente, la respiración rápida y superficial, la debilitación de la vista, uñas y labios lívidos, y sudor frío en las extremidades. Por otro lado, el termómetro suele marcar una temperatura por debajo de los treinta y seis grados y medio.Primeros auxilios:Mientras se espera la llegada del facultativo, al que debe llamarse inmediatamente, se debe intentar reanimar las funciones vitales del paciente mediante las siguientes normas:a) Se le colocará en posición horizontal boca arriba, procurando que la cabeza esté en una posición

más baja que la pelvis y las extremidades inferiores, con el objeto de que la sangre fluya con mayor fuerza al corazón y a los centros nerviosos del cerebro.

b) Se combatirá el enfriamiento general del cuerpo mediante la aplicación de fricciones en las extremidades, con paños fríos empapados en alcohol, o bien colocando botellas de agua caliente alrededor del cuerpo.

c) Si el médico se retrasa, se deberá recurrir a la respiración artificial si fuera necesario.En lo que se refiere al estado de shock, debe tenerse en cuenta lo siguiente:No se desplazará ni moverá a un herido en este estado, a no ser por orden del médico, ya que las sacudidas y las molestias producidas por el desplazamiento podrían ser fatales. El cansancio, el frío y el dolor favorecen la aparición del shock; por tanto, conviene colocar al paciente en una posición de reposo absoluto, protegiéndolo contra el frío, el dolor, etc.

CólicosLos cólicos son accesos dolorosos del vientre, de carácter intenso y espasmódico, debido a las contracciones involuntarias de alguna de las vísceras abdominales.Según sea la víscera afectada, se debe proceder a la aplicación de distintas medidas de auxilio. Primeros auxilios en el cólico gástrico:a) Desabróchense las prendas de vestir del enfermo para favorecer la mayor dilatación posible del

estómago.b) Se debe intentar la provocación del vómito mediante diversos procedimientos: dedos introducidos

en la boca, cosquilleo de la campanilla de la garganta con una pluma, tomando un gran vaso de agua salada o una taza de manzanilla o de café con bicarbonato de sosa, o algún preparado a base de hierbas vomitivas.

c) Colóquense compresas calientes sobre la zona del estómago para combatir los espasmos dolorosos (salvo si existe fiebre, ya que en este caso han de ser frías).

d) Se colocará al paciente en posición supina procurando que se encuentre en una relajación total. Durante algunas horas deberá observarse un ayuno completo, pasando posteriormente a un régimen sencillo y suave, que se irá acercando gradualmente a la normalidad.

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e) Transcurridas algunas horas, puede ser útil la administración de un purgante suave con el fin de vaciar la cavidad gástrica.

Primeros auxilios en el cólico intestinal:Consisten en aplicar las mismas medidas que para el anterior a excepción de los vómitos provocados.

ContusionesCon este término se denominan las lesiones producidas por un golpe violento con un objeto contundente que no provoca heridas en la piel aunque lesiona, más o menos gravemente, los tejidos subyacentes, así como los vasos sanguíneos periféricos locales.Los signos generales de una contusión son de todos conocidos: la piel presenta una coloración rojiza, se hincha y está más o menos dolorida. La equimosis o "cardenal" se produce por la extravasación de sangre bajo el espesor de la piel, debido a la rotura de los vasos capilares contusionados. Primeros auxilios:a) Se debe dejar reposar, en la posición más conveniente, la zona afectada.b) Deben aplicarse compresas frías locales, al objeto de calmar el dolor, reducir la inflamación y

prevenir o detener la extravasación sanguínea.Estas compresas se cambiarán frecuentemente, cada tres o cinco minutos. También puede colocarse una bolsa de hielo sobre la zona contusionada, protegiéndola previamente con un paño de lana.Deben evitarse, ante todo, los masajes y los emplastos calientes. Si se tiene el indicio de compromiso de algún órgano interno en la contusión, se debe avisar inmediatamente al médico.

ConvulsionesSon contracciones bruscas e involuntarias de los músculos, en particular de los brazos y las piernas.Se pueden distinguir tres tipos de convulsiones:a) Las tónicas, que consisten en contracciones musculares más o menos prolongadas que producen

la rigidez de todo el cuerpo o de una parte del mismo.b) Las clónicas, que se provocan por una serie de sacudidas musculares más o menos frecuentes,

rápidas o rítmicas, como consecuencia de la rápida alternancia de contracciones y relajaciones de los músculos afectados.

c) Las tónico-clónicas, que tienen caracteres intermedios entre las otras dos formas descritas.Primeros auxilios:a) El enfermo debe ser acostado inmediatamente en la cama, en posición supina (boca arriba),

procurando que la cabeza esté más elevada que el resto del cuerpo.b) Se deben desabrochar los vestidos o prendas que puedan oprimirle, al objeto de facilitar al

máximo la circulación y la respiración.c) Se ha de vigilar constantemente al paciente, controlando todos sus movimientos, para evitar que

pueda lastimarse. Conviene cogerle por las muñecas y las piernas, para obstaculizar, pero no impedir totalmente, la convulsión. Se debe huir, en la medida de lo posible, de los métodos de contención de las convulsiones.

d) Colóquese un pañuelo doblado, un mango de cuchara recubierto de gasa, un lápiz, un palo, etc., entre los dientes del enfermo, con el fin de procurar que no se muerda la lengua durante la convulsión de los músculos maxilares.

e) No se administrará ninguna bebida hasta que no haya recuperado el conocimiento, para evitar que el líquido provoque la sofocación al penetrar por la laringe.

Cuerpos extrañosCuerpos extraños en los ojos:Generalmente se trata de partículas de tierra o carbón, o pequeños insectos impulsados por el aire contra el ojo, que suelen introducirse bajo los párpados.Ante todo no se debe frotar el ojo y el paciente deberá mantener los párpados cerrados durante algunos minutos, para lograr que las lágrimas expulsen directamente el objeto extraño. Si ello no es así, se practicarán, con gran delicadeza, las siguientes operaciones:Si el cuerpo extraño ha penetrado en el párpado inferior, puede observarse fácilmente, tirando del mismo hacia abajo. Por otra parte, es bastante sencillo poder desplazar el cuerpo extraño mediante la punta de un pañuelo o una hoja de papel fino enrollada.

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Más complicado es ver los objetos que penetran en el párpado superior; para ello, tómese éste con dos dedos de la mano derecha y tírese hacia abajo; a continuación, se tirará hacia arriba con el índice de la mano izquierda colocado en sentido transversal al párpado, presionando sobre el mismo. Con el párpado totalmente girado, es fácil observar cualquier cuerpo extraño que se encuentra en su interior, el cual se debe extraer con la punta de un pañuelo, tal como hemos indicado anteriormente o, en su defecto, se debe desplazar mediante la utilización de un lavaojos apropiado (agua hervida o tibia, infusión de manzanilla o de eufrasia).Es conveniente lavarse cuidadosamente las manos antes de practicar cualquiera de las operaciones descritas.En los casos en que no pueda extraerse el objeto introducido en el ojo, se evitará, en la medida de lo posible, practicar de nuevo el intento, ya que esto podría producir lesiones más graves; no debe hacerse otra cosa que cerrar el ojo, efectuar un lavado de manzanilla o eufrasia (en infusión), taparlo con una gasa y acudir al oculista.El lavado con agua fría en chorro sobre el ojo ante cualquier cuerpo extraño, muchas veces soluciona el proceso. No aplicar ningún colirio ni pomada sin orden del facultativo.

Cuerpos extraños en el oído:Son muy frecuentes en los niños, debido a la costumbre de echarse arena y tierra, aunque en algunas ocasiones, puede tratarse únicamente de insectos que penetran en los oídos.Se debe evitar, sobre todo, remover el conducto auditivo con el dedo, con alfileres o con palillo; así como tampoco se han de introducir gotas, ungüentos o aceite caliente. Tírese del pabellón auditivo hacia el exterior; si es posible la visión del objeto penetrado, se procederá a su extracción con la ayuda de unas pinzas adecuadas o eliminarlo mediante un lavado efectuado con una jeringa. En caso de no conseguir dicho objetivo debe acudirse al especialista, el cual realizará lo necesario para la extracción del cuerpo extraño.

Cuerpos extraños en la nariz:Suelen ser expulsados de una manera espontánea mediante un estornudo o soplando fuertemente por la nariz. En caso contrario, cuando el objeto sea visible, se procurará extraerlo con una pinza o con un lavado de la fosa nasal, evitando introducirlo a más profundidad y no causar daños en la mucosa de la nariz.

Cuerpos extraños en la garganta:Se debe provocar la tos en el paciente; si esto no fuera suficiente, y en el caso de tratarse de un niño, se colocará a éste con la cabeza hacia abajo al mismo tiempo que se le propinan fuertes golpes entre los omóplatos, sobre la espalda. Si el cuerpo extraño no se expulsa, deberá avisarse inmediatamente a un médico.

Cuerpos extraños en la piel:Casi siempre se trata de espinas o astillas de madera. Para proceder a su extracción deberán lavarse cuidadosamente las manos y la zona de piel que rodea la astilla; seguidamente se esterilizará una aguja o alfiler, hirviéndola durante unos diez minutos en agua, o quemándola con una cerilla, quitando con una gasa los residuos dejados por el carbón de la llama. A continuación, se abrirá la piel que rodea la astilla con la aguja y después se extraerá la espina con unas pinzas. Es conveniente hacer salir un poco de sangre, presionando con delicadeza la pequeña herida dejada por la astilla o espina, a la vez que se aplica un desinfectante y se recubre la herida con una tirita o esparadrapo. En ocasiones puede ocurrir que la astilla se rompa, con lo cual es necesaria la intervención del médico. Otras veces da buen resultado la aplicación de un tomate o de una cebolla calentada al fuego y que se mantendrá en el lugar afectado el mayor tiempo posible, vendándolo si fuese preciso. Al poco tiempo, saldrá la astilla o pincho espontáneamente.

Desgarros muscularesSe llama desgarro a la rotura de un músculo o laceración de sus fibras a consecuencia de un movimiento brusco o bien de un esfuerzo violento. Esta afección puede ser más o menos grave, según sea la importancia del músculo afectado y si se halla comprometido en su totalidad o sólo en una parte.El desgarro se diferencia del esguince en que, en este último, las fibras musculares no se hallan laceradas, mientras que en aquél sí.

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Los síntomas de esta afección son la aparición de un dolor más o menos acentuado, que se recrudece al menor movimiento, y tumefacción de la región dolorida, frecuentemente acentuada debido a la extravasación de sangre en el músculo. Primeros auxilios:a) Se deben colocar compresas frías o bien una bolsa de hielo sobre la zona muscular afectada,

previamente protegida con un paño.b) Se debe efectuar asimismo un vendaje que comprima ligeramente la extremidad o zona en

cuestión, al objeto de inmovilizar el músculo desgarrado.c) No es aconsejable efectuar ningún masaje sobre el músculo.

DesvanecimientoPérdida parcial del conocimiento; es decir, constituye el primer grado del síncope. Primeros auxilios:a) Colóquese al enfermo en posición horizontal procurando que la cabeza se halle por debajo del

nivel del tronco, para facilitar el riego sanguíneo del cerebro y del corazón.b) Se debe intentar reanimar al enfermo con todos los medios posibles: colocando compresas de

agua fría sobre la cabeza (frente y rostro), friccionando enérgicamente el tronco y la cara con un pañuelo mojado en agua fría, etc.

c) Si el desvanecimiento se debe a un trastorno gástrico, provóquese el vómito introduciendo los dedos en la garganta o aplicando cualquier otro método similar.

Aunque el paciente haya recuperado el conocimiento, es aconsejable que no se incorpore todavía, al menos durante quince minutos, para evitar posibles recaídas.

DistensiónTodas las articulaciones tienen un grado de movilidad particular que se logra mediante el juego de una cabeza ósea con la otra, con lo que conforman la articulación. Cuando se supera el máximo grado de movilidad, a causa de un trauma o contusión fuerte, se produce la distensión o laceración de los ligamentos articulares, o bien una distensión o torcedura, que consiste en la salida momentánea de la cápsula de una cabeza articular, que pronto vuelve a su lugar. Los síntomas de la distensión consisten en la aparición de un dolor espontáneo, que se recrudece con el movimiento, tumefacción local y un amoratamiento de la zona. Primeros auxilios:a) Se debe procurar el descanso de la articulación lesionada.b) Colóquense compresas o emplastos fríos sobre la misma. Transcurridos tres o cuatro días desde

la torcedura, es conveniente sustituirlos por emplastos calientes.c) Deben evitarse los masajes, las fricciones y la movilización activa o pasiva de la región afectada.Se recomienda avisar inmediatamente al médico, pues sólo él puede establecer la diferencia entre la torcedura y la fractura.

EnvenenamientoSe denomina "veneno" a cualquier sustancia que, introducida en nuestro organismo, lesiona total o parcialmente la estructura de sus tejidos, llegando, en ocasiones, a causar la muerte.Pueden ser absorbidas por ingestión, por inhalación, o por inoculación directa.Las formas de envenenamiento que más se observan en la práctica son: a) Debido a ácidos y álcalis cáusticos (ácido sulfúrico, ácido nítrico, ácido clorhídrico, amoníaco,

etc.).b) Debido a hipnóticos, narcóticos o estupefacientes.c) Debido a alcaloides (estricnina, atropina, cornezuelo de centeno, quinina, etc.).d) Debido a metales o metaloides tales como el mercurio, la plata, el plomo, el cobre, el cinc, etc.e) Debido a gases tóxicos, en particular al óxido de carbono, que resulta especialmente tóxico y

peligroso, ya que al tratarse de un gas inodoro e incoloro provoca la muerte de la víctima sin que ésta pueda advertirlo.

f) Debido a la picadura de algún animal (serpientes, escorpiones).g) Debido al alcohol.h) Debido a la ingestión de setas.i) Debido a la ingestión de alimentos alterados o contaminados por sustancias venenosas.Los signos de envenenamiento son muy diversos y dependen de la sustancia que lo causa. Así, podemos decir que los hipnóticos, los narcóticos y los estupefacientes producen confusión mental y

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un estado de coma; los metales pesados producen vómitos, diarrea y colapso circulatorio; la estricnina produce convulsiones tetánicas; los ácidos producen lesiones ulcerosas a su paso por el tubo digestivo, acompañadas, generalmente, de dolores de tipo cólico y hemorragias gástrica e intestinal; las setas venenosas y los alimentos alterados producen vómitos y diarrea, la cual suele llevar sangre mezclada con las heces. Primeros auxilios:Siempre que se presente un caso de envenenamiento agudo, se debe acudir inmediatamente al médico. Sin embargo, puede ser muy útil informar a éste de la sustancia ingerida, la cantidad y el tiempo transcurrido desde su ingestión y la manifestación de los primeros síntomas.Durante el período de tiempo en que dura la llegada del facultativo, las primeras ayudas que deben prestarse al paciente se basan en:a) Eliminación del veneno.b) Administración de un antídoto o contraveneno.c) Tratamientos sintomáticos.Eliminación del veneno:Debe hacerse rápidamente, para alejar el tóxico del lugar en que se haya introducido, con el fin de evitar su difusión y absorción.Para ello es necesario provocar el vómito introduciendo dos dedos en la garganta del paciente o cosquilleándole la misma con una pluma, etc.Durante la provocación del vómito, debe mantenerse la cabeza del enfermo en un nivel más bajo que el resto del cuerpo y vuelta hacia un lado con el fin de evitar que el material emitido pueda sofocarle, al obstruir la laringe o la tráquea.Una vez que el veneno haya sido eliminado, en parte, podrá administrarse un purgante (aceite de ricino, infusión de hojas de sen, etc.) o bien, efectuar una lavativa, aunque no se debe recurrir a estos últimos procedimientos sin autorización médica, pues en algunos casos podrían ser contraproducentes.Si se trata de un envenenamiento debido a gases tóxicos, se debe trasladar inmediatamente al enfermo a un lugar aireado y realizarle, de una manera eventual, la respiración artificial para contribuir a la eliminación del veneno y desintoxicar el organismo. Administración de un contraveneno:En toda intoxicación es preciso neutralizar cuanto antes la acción del veneno; para ello, es conveniente administrar sustancias que posean la propiedad de absorber y de incorporar el mismo, además de disminuir su contacto con la pared gástrica. Estas sustancias son la clara de huevo (cuatro claras batidas en un litro de agua), la leche, la gelatina, el aceite de oliva, el almidón, las papillas, las infusiones de hojas de nogal, una solución de jabón en agua tibia, etc.El agua sola también puede resultar muy útil, ya que, al diluir el veneno, disminuye su acción perjudicial.Estas sustancias tienen una acción neutralizante general y pueden ser administradas aún desconociendo la clase de veneno que actúa. Sin embargo, existen contravenenos específicos que deben usarse cuando se conoce la causa de la intoxicación. Así, para la sosa cáustica, la lejía o el salfumán, se debe administrar una cucharadita de zumo de limón o dos o tres vasos de vinagre diluido al diez por ciento; para los ácidos fuertes, se debe administrar una solución alcalina, como dos cucharaditas de bicarbonato de sosa en un vaso de agua, algunos vasos de agua de cal, etc.; para el plomo, se debe administrar una solución de jabón en agua tibia, algunas cucharadas de clara de huevo o bien una suspensión de magnesia calcinada.Después de aplicado el contraveneno, puede recurrirse de nuevo a la provocación del vómito mediante las técnicas antes citadas; así mismo, podrán darse los purgantes necesarios para la evacuación del intestino con mayor tranquilidad, ya que existe menos peligro de que se dañe la mucosa del tubo digestivo. Tratamiento sintomático:Seguidamente debe intentarse calmar al enfermo, paliando sus sufrimientos o bien reanimándole según sea el caso.Debe mantenerse al paciente en reposo absoluto, acostado y en una habitación ventilada. Si presenta tendencia al colapso o a la astenia cardiovascular (enfriamiento, pulso débil y frecuente) se le colocarán bolsas de agua caliente o se le efectuarán fricciones generales en todo el cuerpo. Si existe fiebre elevada, delirio o intenso dolor de cabeza, se le colocará una bolsa de hielo sobre ésta.En los casos en que el paciente muestre signos de sopor o tendencia al sueño, se debe hacer todo lo posible para que no se duerma, pues esto podría ser fatal. Si se presenta un vómito continuado,

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incluso después de la evacuación gástrica, se le darán trocitos de hielo y pequeños sorbos de limonada para cortar la emisión.

EscalofríosLos escalofríos suelen presentarse precediendo y acompañando a una elevación brusca de la temperatura corporal. Así mismo, pueden advertirse también, aunque con menor frecuencia, en diversos trastornos nerviosos o endocrinos. Son muy intensos, el paciente tiembla, rechina los dientes y experimenta una sensación de frío.Mientras se espera la llegada del médico, es conveniente acostar al enfermo, tranquilizándole y procurando abrigarle bien con mantas o aplicándole bolsas de agua caliente alrededor del cuerpo; además se le darán infusiones calientes de manzanilla o menta.

FracturasSe denomina "fractura" a la rotura de un hueso a consecuencia de un tratamiento directo (cuando el agente traumático provoca la fractura en el mismo punto en que actúa) o indirecto (cuando se registra en una zona alejada del punto afectado, por ejemplo, la fractura de cráneo por caída estableciendo contacto con el suelo con los pies).Existen diversos tipos de fracturas: simple, si el hueso está partido en dos, con un corte neto; compuesta, si el hueso está partido en varios fragmentos; cerrada, si los tejidos blandos que recubren el punto afectado quedan intactos; expuesta, si uno o más fragmentos del hueso salen al exterior, por lesión de los músculos y los tejidos que lo recubren; completa, si el hueso se encuentra roto en dos mitades completamente separadas; incompleta, si no se afecta al hueso en todo su espesor sino que se halla unido en alguna porción, sin romper su continuidad; complicada, si a la rotura ósea se asocian también lesiones de los nervios, vasos o tendones.Los signos principales que permiten reconocer una fractura son:a) Aparición de un dolor espontáneo y localizado en el punto exacto de la lesión, que se acentúa con

los movimientos activos y pasivos que se imprimen a la región afectada. b)La deformación de la zona del cuerpo donde se produce la fractura, por ejemplo, alargamiento o

aumento de tamaño de una extremidad, desviación de su eje normal o la alteración del perfil de una región fisiológica, etc.

c) Mediante movimientos activos o pasivos se pueden percibir característicos ruidos de fricción de los fragmentos óseos fracturados.

Primeros auxilios:a) Se debe reclinar al individuo en la posición más adecuada, o sea, aquella en la que encuentre el

máximo alivio para su dolor.b) Cuando exista abrasión de la piel, o peor aún, si la fractura es abierta, es aconsejable proceder a

una limpieza de la misma, eliminando las posibles materias contaminantes; a continuación, conviene lavar la herida con un chorro de agua tibia, hervida previamente, y cubrirla con paños impregnados de una solución antiséptica (alcohol, agua oxigenada, etc.). No es recomendable tocar ni desplazar las cabezas de la fractura con la intención de introducirlas de nuevo bajo la piel.

c) Aplíquese sobre el foco de la fractura una compresa fría o una bolsa de hielo antes de proceder a su vendaje provisional, pues es preciso calmar el dolor y disminuir la extravasación de sangre.

d) A continuación, se deben inmovilizar los fragmentos del hueso a la vez que se realiza su vendaje. Este es quizás el momento más delicado del auxilio. Para la inmovilización, se pueden utilizar una barra de hierro o una tira de cartón duro o bien, en su defecto, cualquier instrumento rígido o semirrígido de que se disponga en el momento del accidente: un eje, una rama de árbol, un bastón, un mango de paraguas, etc. En caso de fractura de una pierna, puede utilizarse la otra, vendando las dos extremidades juntas.

Debe tenerse en cuenta para la inmovilización no sólo la fractura sino también las dos articulaciones próximas, la que está encima y la que está debajo del punto afectado, ya que una inmovilización incompleta es más un daño que una ventaja. Por tanto, debe aplicarse a toda la extremidad: desde la cadera hasta el pie o desde el hombro hasta la muñeca.Cuando se recurra a medios improvisados, se deberá acolchar el palo o cualquier otro sostén que se utilice para entablillar el hueso roto con objeto de que no se apoye directamente sobre la piel.Debemos tener en cuenta que la curación de las fracturas depende, en gran medida, de los primeros auxilios que se le hayan prestado al accidentado.

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Fracturas más corrientes: CráneoSon fácilmente reconocibles por el hundimiento y crujido que se aprecian en el punto fracturado. Estas fracturas, al palpar la cabeza con las manos, dan la sensación de que se toca un saco de nueces. Van acompañadas casi siempre de un estado de shock o de conmoción cerebral, al que se debe prestar la máxima atención.a) Reclínese al herido en posición dorsal semisentada (si está muy pálido, es preferible la posición

horizontal) con la cabeza apoyada sobre un almohadón y vuelta hacia un lado, para evitar la asfixia por el vómito, que puede obstruir las vías respiratorias.

b) A continuación, aplíquese una bolsa de hielo sobre la cabeza; en caso de existir una herida, conviene afeitar primero el cabello que la rodea.

c) Si el paciente se encuentra en estado inconsciente, no se le debe administrar ninguna bebida. Si, por el contrario, conserva los sentidos y acusa fuerte sed, se le puede administrar, a pequeños sorbos, alguna bebida fría.

RostroLas fracturas óseas más frecuentes en el rostro son las de los huesos nasales, orbitales o maxilares. A menudo, van acompañadas de heridas con hemorragia; en estos casos lo más importantes es detener la pérdida de sangre.ClavículaSe deben seguir las siguientes normas:a) No realizar ningún movimiento con los hombros.b) Colóquese al enfermo sobre la cama con el brazo colgando, al objeto de relajar los músculos del

hombro-y obtener la primera reducción parcial de la rotura.c) Si es necesario trasladar al paciente a un centro hospitalario, Colóquese bajo la axila una

envoltura de tela, a modo de almohadilla, a la vez que se le dobla el codo en ángulo recto y se le fija el brazo al cuerpo mediante algunas vendas o un pañuelo anudado al cuello.

Extremidad superiorLa fractura de húmero (hueso que se extiende desde el hombro hasta el codo) puede ser tratada igual que la de la clavícula. No obstante, debido a la tendencia de las dos mitades fracturadas al desplazamiento, debe ser inmovilizada con dos barras anchas, fijadas a ambos lados y, a continuación, vendar el brazo, doblándolo en ángulo recto, junto al tronco.Las roturas del hueso del antebrazo requieren que se extienda éste sobre un almohadón y se espere la llegada del facultativo. En el caso de que el accidentado se viera obligado a andar, se le aplicará una barra fija sobre la cara interna del antebrazo, al tiempo que se efectúa un vendaje apretado; a continuación, se doblará el brazo en ángulo recto o ligeramente agudo, sujetándolo al pecho con un pañuelo triangular o con una bufanda atada al cuello. CostillasDebe pensarse en una fractura de costillas siempre que el sujeto haya sufrido un traumatismo y acuse un fuerte dolor circunscrito al tórax, en especial si este dolor se recrudece al respirar, al toser o al estornudar.En este caso se ha de proceder a inmovilizar el tórax con esparadrapo adhesivo o, mejor aún, con una tira ancha de tela o de lana que recubra casi todo el pecho. El enfermo debe acostarse sobre el lado lesionado, para permitir que el hemitórax sano pueda dilatarse con mayor facilidad. Extremidad inferiora) Reclínese al accidentado en posición acostada y boca arriba, procurando que la extremidad

afectada quede totalmente extendida, un poco elevada, apoyada sobre almohadones y con la punta del pie dirigida hacia el exterior.

b) Seguidamente se prepararán dos barras rígidas y acolchadas y se colocarán a ambos lados de la extremidad (en los casos de fractura de fémur la barra exterior deberá prolongarse a lo largo del tórax hasta la axila) fijándolas en dos o tres puntos mediante la utilización de vendas o pañuelos.

Columna vertebralDebe suponerse una fractura de este tipo cuando se presente un dolor circunscrito a la columna que sea consecutivo a un accidente de tráfico, laboral o a una caída. Algunas veces se asocian a este dolor signos de parálisis de las dos extremidades inferiores o bien una pérdida de sensibilidad en las mismas.Los primeros auxilios consisten en reclinar con suma prudencia al paciente sobre un plano casi rígido y avisar inmediatamente al facultativo. No debe moverse de ningún modo al herido, también se le debe impedir que efectúe movimientos.

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PelvisEn estos casos es conveniente colocar al enfermo en posición echada, con las' piernas semiflexionadas sobre los muslos (colocando un almohadón debajo de las rodillas) y con una bolsa de hielo sobre el vientre, mientras se aguarda la llegada del médico.

HemorragiaEs la extravasación de sangre, o sea, la salida de la sangre de los conductos sanguíneos (arterias, venas y capilares).Cuando se trata de una hemorragia grave, el paciente presenta síntomas de anemia aguda: piel pálida, fría y viscosa; labios; oídos y párpados lívidos; pulso muy débil y frecuente; enturbamiento de la vista; necesidad de aire; desvanecimiento y colapso.Las hemorragias que presentan un mayor peligro para la vida del enfermo son las de estómago, de pulmones y de las vías genitales femeninas.Vamos a referirnos a las hemorragias más frecuentes y a los primeros auxilios que precisan.

Hemorragia de la nariz o epistaxisSe origina a causa de las roturas de las pequeñas venas de la mucosa nasal. Puede tener su origen en una congestión venosa (insolación, resfriado, fiebre, etc.), en un pequeño trauma directo o en una repentina rarefacción de aire, por ejemplo, en una ascensión brusca. Primeros auxilios:a) Se mantendrá al enfermo en posición erguida o sentada con la cabeza hacia atrás.b) Se aplicarán bolsas de hielo o compresas frías sobre la frente, las sienes o la nuca.c) Se comprimirá con el dedo índice la aleta de la nariz sangrante durante cinco minutos. Es muy

importante que el paciente no se suene la nariz en esos momentos.d) Si los demás medios no resultan eficaces, se deberá proceder al taponamiento nasal, mediante la

aplicación de una porción de algodón hidrófilo o hemostático o, mejor aún, con una gasa esterilizada simple o impregnada con sustancias hemostáticas. Introdúzcase ésta con la ayuda de una pinza delgada, sosteniendo su otro extremo con la mano. El taponamiento ha de quedar bastante apretado y se debe mantener durante doce o veinticuatro horas, según el caso; después se extraerá con mucho cuidado.

Hemorragia de los pulmonesEn algunas ocasiones es difícil distinguir si se trata de una hemorragia pulmonar o de un vómito de sangre, ya que el único signo visible es la salida de sangre por la boca en ambos casos. Para diferenciarlos, diremos que la hemorragia que procede de la región pulmonar comienza con un ligero picor de la garganta y carraspeo, mientras que la hemorragia procedente del estómago comienza con arcadas y vómitos. Primeros auxilios:a) Colóquese al enfermo en posición sentada o, al menos, levantada mediante tres o cuatro

almohadones.b) La habitación deberá estar muy ventilada, a una temperatura más bien baja.c) Aplíquense bolsas de hielo sobre el tórax.d) Es conveniente colocar trozos de hielo en la boca del enfermo o hacerle beber pequeños sorbos

de agua fría. Suele dar muy buenos resultados el zumo de limón diluido en un vaso de agua fría y azucarada.

Hemorragia del estómagoGeneralmente viene determinada por el padecimiento de una úlcera gástrica; con menor frecuencia por ingestión de sustancias corrosivas (álcalis o ácidos concentrados).La sangre es expulsada con el vómito y suele ser de un color negruzco, con un aspecto parecido al del poso del café. Primeros auxilios:a) Se debe procurar el descanso absoluto en posición supina, con la cabeza por debajo del nivel de

los pies,b) Aplíquese una bolsa de hielo sobre la región del estómago, en la zona alta central del abdomen.c) Es necesario observar un ayuno completo, ingiriendo únicamente trocitos de hielo o una solución

coagulante que favorezca la detención de la salida de sangre.

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Hemorragia del intestinoPuede ser provocada por la perforación de una úlcera intestinal, por un tumor o por una gastroenteritis aguda.La sangre se emite pura o mezclada con las heces y su color suele ser pardo o negruzco. Únicamente cuando procede de la rotura de hemorroides presenta un color rojo intenso. Primeros auxilios:a) Colóquese al enfermo en una posición de reposo absoluto en cama.b) Aplíquese una bolsa de hielo sobre el vientre, a la vez que se observa un ayuno completo.c) Si la sangre procede de la rotura de venas hemorroideas, se debe colocar una bolsa de hielo

sobre la región periférica del ano.

Hemorragia de las vías urinarias o hematuriaEsta pérdida de sangre por la orina viene determinada siempre por el padecimiento de diversas afecciones del riñón, de los uréteres, de la uretra o de la vejiga urinaria. Primeros auxilios:Se debe procurar que el paciente observe un reposo absoluto en cama; la dieta debe ser líquida a base de leche, bebidas acídulas, limonadas y naranjadas.A continuación detallamos los primeros auxilios que son necesarios ante cualquier hemorragia en general, interna o externa:a) Deberá procurarse detener o reducir la tendencia hemorrágica, mediante la utilización de

hemostáticos.b) Se deben reducir los daños que la pérdida de sangre puede producir en los centros vitales del

organismo. Ante todo se procurará colocar al paciente en la mejor posición; para ello se le reclinará o se le acostará de tal modo que los pies y el tronco se hallen más elevados que la cabeza.

c) Es conveniente mantener las fuerzas del enfermo, sobre todo, el tono circulatorio, para evitar el colapso o reducir la gravedad del mismo. Con este fin, se deben colocar botellas de agua caliente alrededor del cuerpo del paciente o usar cualquier otro procedimiento que aumente el calor corporal.

Si la hemorragia no cesa a pesar de las primeras medidas tomadas, debe avisarse inmediatamente al médico.

HeridaCon este término se denomina a cualquier separación de los tejidos originada generalmente por uno de los siguientes mecanismos: arma de fuego, objeto puntiagudo o cortante, mordedura, muñón o fragmento óseo que, por la acción violenta del trauma, se desplaza perforando desde dentro los tejidos blandos de alrededor, etc. Primeros auxilios:Mientras se espera la llegada del médico, la ayuda que debe prestarse al herido consiste en lo siguiente:a) Limpieza de la región afectada con gasa o algodón impregnados en alcohol. Si la región está

cubierta de pelos o cabellos, es aconsejable proceder a cortarlos o bien rasurarlos con una maquinilla de afeitar esterilizada o desinfectada. Cuando existan partículas extrañas en los bordes de la herida (fragmentos de vestido, arenilla, grava, etc.) debe precederse a extraerlos mediante un poco de gasa fijada a una pinza. Sin embargo, es más prudente y más eficaz limitarse a bañar la zona con abundante agua oxigenada o con agua hervida.Por otra parte, la herida no debe tocarse con las manos ni con instrumentos que no estén esterilizados.

b) Detención de la hemorragia, la cual puede presentar caracteres distintos, más o menos graves según sean los vasos sanguíneos de los que procede. Por ello puede distinguirse:1.° La hemorragia arterial, en la que la sangre mana con un chorro intermitente, rítmico y

sincronizado con los latidos del corazón, al tiempo que su color es rojo intenso. 2.° La hemorragia venosa, en la que la sangre fluye con un chorro continuo y su color es rojo

oscuro e incluso negruzco.3.° La hemorragia capilar, en la cual se registra una salida de sangre, venosa o arterial, por toda la

zona lesionada.

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Debe tenerse en cuenta que la salida de un poco de sangre en una herida debe considerarse favorable, ya que efectúa un lavado de la misma desde el interior hacia el exterior: por ello no debe obstaculizarse.Sin embargo, cuando la pérdida de sangre es masiva, deben aplicarse las siguientes medidas:a) Colocar la región afectada en una posición adecuada, por ejemplo, con la elevación de la

extremidad caso de que la herida se localizase en ella.b) Aplíquese una bolsa de hielo sobre la lesión, protegiéndola previamente con una gasa

esterilizada.c) Presiónese directamente sobre la zona afectada, interponiendo una gasa esterilizada. Es

conveniente presionar fuertemente durante largo rato.Si la hemorragia es muy copiosa, porque procede de una arteria importante o de gran calibre, es

necesario avisar inmediatamente al médico.d) Se desinfectará la herida mediante un poco de alcohol o tintura de yodo muy diluida.e) Se aplicará un apósito sobre la herida con el objeto de protegerla contra la contaminación de

agentes patógenos externos. Por esta razón deben emplearse materiales esterilizados: gasa, algodón hidrófilo, vendas, etc.

Debe tenerse en cuenta que en cada herida puede existir peligro de tétanos, especialmente si la lesión es profunda, extensa o muy sucia; por tanto, se recomienda consultar al médico sobre la conveniencia o no de administrar el suero antitetánico.

Insolación o acaloramientoLa insolación es debida a la exposición exagerada a los rayos solares, cuyas radiaciones ultravioletas tienen una acción dañina sobre el cuerpo.Por el contrario, el acaloramiento se produce en personas que están encerradas en ambientes con temperaturas elevadas, en especial, si están saturados de humedad.Los signos principales de estas afecciones son: fiebre más o menos elevada, taquicardia, vómitos, vértigo, agitación, delirio, convulsiones, colapso, coma, etc. Primeros auxilios:a) Se debe alejar al sujeto de la acción de los rayos ultravioletas del sol o del ambiente

sobrecalentado, trasladándole a un lugar fresco y sombreado.b) Se colocará en posición horizontal, reclinado sobre la espalda, con el tronco y la cabeza

ligeramente elevados.c) Si el enfermo se encuentra en una fase de excitación o de fiebre alta, pueden ser muy útiles las

aplicaciones de compresas frías (toallas impregnadas en agua fría) o de bolsas de hielo sobre la cabeza y los brazos, a la vez que se echan abundantes cubos de agua fría sobre la cabeza y el tronco.

d) Es conveniente administrar bebidas frías, que contribuyen a disminuir la temperatura interna del cuerpo.

e) Si el enfermo se halla en estado de coma y no da señales de recuperación, será preciso recurrir a' la respiración artificial, y no deberá hacérsele ingerir ninguna bebida o alimento hasta que no haya recuperado el conocimiento.

En cualquier caso es necesario avisar inmediatamente al médico, que indicará las medidas que deben tomarse para la recuperación del enfermo.

Mareo (mar)Es un trastorno producido por los movimientos de vaivén que las olas imprimen al barco. Se manifiesta por la aparición de un malestar general, sensación de postración muscular, inquietud o desvanecimiento, todo lo cual va acompañado o seguido de una sensación de náuseas y una necesidad de vomitar irrefrenable.A pesar de sus aparatosas manifestaciones, esta afección no encubre ningún peligro y suele desaparecer una vez que el enfermo abandona el barco. Primeros auxilios:a) Colóquese al afecto en posición echada, inmóvil y con los ojos cerrados, a ser posible al aire libre

o, en su defecto, en una habitación ventilada, con las ventanas abiertas, haciéndole respirar profundamente el aire fresco.

b) Así mismo deberá tomar alguna bebida a pequeños sorbos con el objeto de aliviar el vómito. Para calmar éste, es conveniente ingerir trocitos de hielo o bien alguna bebida helada o efervescente.

De cualquier modo, el mejor remedio estriba en interrumpir el viaje y bajar inmediatamente a tierra.

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Mordeduras y picaduras venenosasMordeduras de serpientesLos signos más característicos de las mordeduras de serpientes son el enrojecimiento y tumefacción de la piel, así como la presencia de dolor local. En ocasiones puede observarse una serosidad que mana de los orificios de la mordedura.Primeros auxilios:Las personas mordidas por estos animales no deben correr, ni cansarse, ni gritar, ni ingerir bebidas alcohólicas. Deberán acostarse inmediatamente para conseguir la disminución de la circulación sanguínea y así paliar la difusión del veneno en el organismo.Seguidamente se aplicará una cinta por encima de la región afectada, apretando suficientemente para reducir el aflujo de sangre a los vasos superficiales. Si esta operación se realiza correctamente, se observa una pequeña emanación de sangre por los orificios de la mordedura. Cada quince o veinte minutos deberá desplazarse la venda hacia la base de la extremidad, algunos centímetros; se recomienda aplicar compresas calientes sobre la región con el fin de favorecer la salida de sangre.En el caso de que se conozca la serpiente causante de la mordedura y si ésta es venenosa, es decir, si se producen síntomas de envenenamiento (hemorragias, sed intensa, dolor de la zona afectada, etc.), es necesario aplicar sin pérdida de tiempo el siguiente procedimiento: se esterilizará con una llama o algunas cerillas un objeto cortante; si es posible, se desinfectará mediante la ebullición en agua hervida. A continuación, practíquese una incisión sobre la herida para ensancharla y hacerla sangrar abundantemente; seguidamente, se succionará directamente la sangre con la boca y se escupirá posteriormente el líquido absorbido. La succión deberá efectuarse por espacio de una hora o más, aflojando la cinta compresora cada dos minutos o algo más y atándola de nuevo.Esta ayuda se prestará con la máxima urgencia sin esperar la llegada del médico, ya que de la rapidez depende en gran medida la vida del paciente.En un segundo tiempo debe atenderse el estado general del individuo, acostándole y cubriéndole con mantas.

Mordeduras de perros o gatos rabiososEs muy difícil determinar por el aspecto de la mordedura si el perro o el gato padece hidrofobia (rabia). En la duda es preferible actuar corno si se tratara de una herida contaminada por esta enfermedad.Primeros auxilios:Se debe apretar la extremidad por encima de la región afectada, para impedir la absorción del virus y facilitar la hemorragia de la herida. Asimismo, deberá lavarse la herida con abundante agua corriente para eliminar la saliva del animal, en la cual se encuentra el agente causante de la enfermedad. Seguidamente, deberá avisarse de inmediato al médico, el cual establecerá los procedimientos adecuados a seguir.

Picaduras de insectos o de otros animalesLas picaduras de avispas, abejas o abejorros sólo producen signos locales tales como enrojecimiento, tumefacción, dolor y, a veces, pequeñas elevaciones de la piel. Primeros auxilios:La primera medida que debe llevarse a la práctica es la extracción del aguijón del animal que ha quedado en la herida. Ello debe llevarse a cabo adoptando las máximas medidas higiénicas: viértase sobre la zona afectada unas gotas de tintura de yodo y extráigase el aguijón haciéndolo salir con un alfiler o una cuchilla esterilizada al fuego o bien hervida. Seguidamente, se aplicarán sobre la región unos toques de amoníaco o una compresa impregnada en agua mineral.Las personas que hayan sufrido varias picaduras deben sumergirse en un baño frío en el que se haya disuelto bicarbonato de sosa en la medida de una cucharada por cada litro de agua.

Picaduras de hormigas, mosquitos, chinches y pulgas Primeros auxilios:Deben lavarse con agua y jabón las partes afectadas, a la vez que se aplica una pasta compuesta por bicarbonato de sosa mezclado con un poco de agua. Si aparece hinchazón, se cubre la herida con un paño impregnado en agua helada, o bien con una bolsa de hielo.

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Picaduras de escorpiones y de tarántulasEstas picaduras provocan, aparte de la tumefacción local, calambres musculares, fiebre, náuseas y sudor; por otro lado, puede aparecer una sensación de molestia o de dolor intenso por todo el cuerpo. Primeros auxilios:Mientras se espera la llegada del médico, acuéstese a la víctima y colóquensele compresas de agua fría sobre la zona de la picadura, con el objeto de obstaculizar la absorción del veneno en el organismo y calmar los sufrimientos del enfermo.Después, si el dolor y los calambres persisten, es conveniente aplicar compresas calientes, que proporcionan un mayor alivio. Estas picaduras son muy venenosas y precisan de la intervención del facultativo.

Picaduras de garrapatas Primeros auxilios:Generalmente es posible separar al animal del cuerpo mediante unas gotas de trementina o bien tocándola con un alfiler candente o la punta de un cigarrillo encendido. En cualquier caso, debe evitarse tocar el insecto con las manos.Si la zona de la picadura se presenta inflamada o tumefacta, se debe llamar inmediatamente al médico, ya que, si la garrapata ha permanecido mucho tiempo adherida a la piel, puede haber transmitido diversas infecciones.

QuemadurasLa quemadura es el conjunto de trastornos tisulares (del tejido) locales provocados por el contacto más o menos prolongado con cuerpos a temperaturas muy elevadas; sin embargo, también las sustancias de acción cáustica (ácidos fuertes: sulfúrico concentrado, clorhídrico, etc.; álcalis fuertes: sosa cáustica, potasa cáustica, etc.) producen graves quemaduras sobre la piel o sobre las mucosas con las que entran en contacto.Corrientemente suelen distinguirse tres grados de quemaduras:Las de primer grado. Son las más leves y sólo se manifiestan por la presencia de un eritema, es decir, de un simple enrojecimiento de la parte quemada. Las de segundo grado. Se manifiestan por la formación de vesículas de un líquido seroso que, al infectarse, se vuelve turbio.Las de tercer grado. Son las más graves, porque el tejido quemado se necrosa, es decir, muere, separándose del tejido contiguo, y forma una escara seca y negruzca que, en los casos graves, recuerda un trozo de carbón.Si la quemadura es muy extensa y profunda, el paciente suele presentar malestar general, vértigos, dolor de cabeza, agitación, delirio, convulsiones, somnolencia, vómitos trastornos urinarios, etc. Asimismo puede presentarse fiebre, en ocasiones muy elevada. S la zona quemada abarca más de la mitad de la superficie cutánea, es frecuente la defunción Las quemaduras de primer y segundo grado suelen curar espontáneamente, sin que se forme cicatriz sobre la piel. Pero las de tercer grado, por el contrario, dejan, al curar, un cicatriz más o menos profunda que, a veces, puede seguir una evolución anormal; así, por ejemplo, pueden presentarse cicatrices deformes o exuberantes, con daños tanto estéticos como funcionales. Primeros auxilios:El tratamiento local de la quemadura debe tender a dos objetivos primordiales: primero es el de atenuar o calmar, en la medida de lo posible, las sensaciones dolorosas el segundo es prevenir la infección, o sea, proteger al afecto contra las posible contaminaciones microbianas, pues no se debe olvidar que la quemadura constituye siempre una puerta abierta a los agentes patógenos externos.Debe tenerse en cuenta que la actitud de las personas que rodean al quemado d ser de abstención, es decir, que es preciso abstenerse de efectuar cualquier intervención carácter terapéutico local. La experiencia clínica ha demostrado que son mucho numerosas las cosas que no deben hacerse que las que deben hacerse.Lo que no debe hacerse:a) No debe tocarse bajo ningún concepto la piel quemada, ni con las manos, ni con cualquier otro

objeto. Es conveniente no pinchar ni vaciar las ampollas serosas que puedan haberse producido.b) No se debe aplicar ninguna, clase de medicamentos sobre la región afectada.c) No se despojará al accidentado de sus vestidos, ni tampoco se expondrán al exterior sus partes

quemadas, excepto si se trata de una lesión producida por productos químicos las prendas de

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vestir se adhieren a la zona quemada, no deben arrancarse, sino limitará la intervención simplemente a recortar la tela alrededor de la quemadura.

d) Si se trata de un accidentado de cierta gravedad, es preciso no agitarse a su alrededor molestarle, al tiempo que se le evitarán toda clase de emociones.

Lo que debe hacerse:Mientras se espera la llegada del médico, la conducta a seguir debe acomodar siguientes medidas sencillas:a) Se alejará al enfermo de la fuente de calor y de las eventuales zonas contaminada.b) Si el fuego ha prendido en la ropa de la víctima, se debe sofocar mediante alfombras, que

envuelvan al herido.c) Manténgase al enfermo echado para disminuir el shock o prevenir su aparición.d) No se debe perder tiempo y se avisará inmediatamente a un médico, ya que de e depender la vida

del paciente en el caso de quemaduras graves.En cualquier caso, la curación de una persona quemada será tanto más completa cuanto más escrupulosamente se hayan observado las medidas descritas

MEDIDAS PREVENTIVAS

Prevención de las heridasCualquier accidente puede causar heridas, hemorragias, lesiones de músculos, huesos, articulaciones por lo tanto es importante prevenirlos.Los sitios donde con más frecuencia ocurren accidentes son: el hogar, el trabajo, lugares de deporte y carreteras, entre otros.1. En el hogarAunque pocas veces aparecen registrados se considera que ocurren a diario y que los más afectados son los niños y las mujeres. Como resultado de estos puede presentarse desde heridas leves hasta lesiones que incapacitan o son fatales por lo tanto es importante tener en cuenta algunas recomendaciones.Utilizar adecuadamente los elementos caseros de acuerdo con su función, por ejemplo, No utilizar el cuchillo como destornillador. No utilizar herramientas y artefactos de los que se desconoce su manejo y funcionamiento. Es indispensable leer las instrucciones que acompañan a éstos artefactos.Los elementos afilados, dentados, puntudos deben ser manejados con las partes que pueden herir en dirección contraria al cuerpo y no deben dejarse al alcance de los niños.Evitar que en el piso haya elementos en desorden la limpieza debe hacerse con sustancias antideslizantes para prevenir accidentes. Evitar que los niños jueguen en las escaleras, principalmente en las eléctricas.Las armas de fuego y explosivos, no deben dejarse al alcance de los niños.No permitir que los niños corran con objetos que puedan lesionarlos como varillas, palos, botellas, cuchillos tijeras o lápices. Retirar adecuadamente y a un lugar seguro objetos rotos como: Platos, vasos, etc.

2. En el trabajoMarcar o identificar las puertas grandes de vidrio, para evitar que personas descuidadas se lesionen.Utilizar los elementos apropiados de seguridad en el manejo de maquinaria. Tener en cuenta el conocimiento habilidad y experiencia en el manejo adecuado de herramientas y maquinarias y evitar distraerse durante su manejo.Evitar el uso de armas y explosivos.Evitar el uso de licor y medicamentos que alteran la lucidez durante la jornada de trabajo.Hacer mantenimiento preventivo de herramientas y maquinaria.

3. Lugares de deporteRespetar y seguir las normas y reglamentos propios del deporte que se esta practicando.Tener en cuenta la capacidad las imitaciones físicas y mentales de las personas en la práctica deportiva.No ingrese a un campo deportivo cuando este en acción el juego si no es participante del mismo.Evitar el uso de licor drogas estimulantes o alucinógenos cuando se este practicando deportes.

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4. En las carreterasAsegurarse que las puertas del vehículo estén bien cerradas, colocar el seguro con mayor razón si se transportan niños.Usar adecuadamente los cinturones de seguridad. Tanto el conductor como el peatón deben cumplir las normas y señales de tránsito.Hacer mantenimiento preventivo y periódico del automóvil (frenos, luces, limpiabrisas, neumáticos, mecanismos de la dirección, cinturones de seguridad).Estar en condiciones físicas y mentales adecuadas para conducir evitar ingerir licor o medicamentos que produzcan sueño, en viajes largo se recomienda descansar con alguna frecuencia. Evitar distracciones cuando se conduce.Levar siempre el equipo de carretera (triángulos, tacos, linterna, botiquín de primeros auxilios, cuerda de tracción.)La mejor manera de prevenir el tétanos es vacunarse contra esta enfermedad y aplicarse los refuerzos cada 10 años.

Prevención de las quemadurasLa mayoría de las quemaduras se producen generalmente por descuido. Para evitar que ocurran se deben tener en cuenta las siguientes precauciones:• No dejar los niños en habitaciones donde haya fuego (cocina o calentadores de ambiente).• No poner en el piso recipientes con líquidos hirvientes.• No dejar planchas calientes en el borde de las mesas.• Colocar el mango del sartén y las ollas en dirección de la pared. No almacenar líquidos inflamables

como: gasolina, ACPM, Diesel, Varsol, Tinner, Pegantes, en sitios al alcance de los niños. No tanquear estufas de gasolina o alcohol cuando estén prendidas y menos intentar avivar con estas sustancias.

• No encender fósforos, cigarrillos y mecheros, donde hayan sustancias inflamables y mantenerlas fuera del alcance de los niños. No dejar tomas o conexiones eléctricas sin el debido aislamiento.

• En caso de tormenta eléctrica no protegerse debajo de un árbol.• Enseñar a los niños el peligro del fuego.• Evitar la acumulación de basuras.• Alejar a los niños de las estufas en funcionamiento.• Evitar fumar en las habitaciones y especialmente en la cama. No pulverizar insecticidas y

ambientadores en aerosol, donde haya fuego, porque son inflamables. • Evite perforar los envases de aerosoles.• Antes de usar productos químicos e inflamables, es necesario leer las instrucciones.• No servir alimentos calientes a los niños.• Probar la temperatura del agua antes de bañar a los ancianos y a los niños.• Los frascos que contengan ácidos y álcalis deben estar siempre tapados, marcados y fuera del

alcance de los niños.• Retírese del lugar del incendio, asegurándose de que no queden personas allí y se proceda a cerrar

todas las puertas detrás de usted para evitar la propagación del humo y fuego.• Usar prendas protectoras para manipular ácidos, álcalis y seguir las instrucciones para su manejo. • Mantener en buen estado los enchufes y conexiones eléctricas, y proteger los tomas de corriente

para evitar que los niños introduzcan elementos (alambres, tijeras, cuchillos o alfileres). No manipular electrodomésticos con las manos mojadas.. No sobrecargar los circuitos eléctricos.

• Apagar y desconectar los equipos eléctricos al salir del hogar o del trabajo.• Protegerse con ropas adecuadas, y cremas protectoras cuando se exponga al sol.• Usar ropa protectora cuando se trabaje en radioterapia y rayos X. No dejar en el campo latas,

vidrios o elementos que den brillo porque al reflejarse el sol en ellos, pueden iniciar el fuego y causar un desastre natural.

• Para prevenir la congelación, usted debe hacer lo siguiente:• Las ropas que se usen deben estar sueltas en caso de exponerse por largo tiempo a bajas

temperaturas (por debajo de O °C) para favorecer la circulación y evitar el congelamiento.• Para evitar el enfriamiento de las manos, indíquele que coloque las manos bajo las axilas.• Si siente somnolencia, no debe acostarla; manténgala en actividad, para que el ejercicio ayude a

elevar la temperatura.

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