Manual de creacion de charcas para anfibios (Reforesta 2007)

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ÍNDICE

1 Presentación............................................................................................... pág. 3

1.1 Los anfibios en declive..................................................................... pág. 4

1.2 La utilidad de los anfibios............................................................... pág. 6

1.3 Especies de anfibios de la Comunidad de Madrid...................... pág. 8

1.4 Otra fauna asociada a los ecosistemas acuáticos..................... pág. 18

1.5 Impactos directos de las actividades humanas en los anfibios.... pág. 22

2 Creación de charcas para anfibios...................................................... pág. 28

2.1 Elección del lugar.............................................................................. pág. 30

2.2 Diseño de la charca y criterios de construcción....................... pág. 32

2.3 Creación de una zona periférica de protección de la charca....... pág. 40

2.4 Paso a paso ........................................................................................ pág. 46

2.5 Gestión y mantenimiento................................................................ pág. 52

3 Conservación de anfibios, educación ambiental y participaciónsocial................................................................................................................ pág. 56

3.1 Un caso práctico: Proyecto Sapo S.O.S...................................... pág. 58

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11 PPrreesseennttaacciióónn

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1.1 LLos aanfibios een ddeclive

Muchos estudios realizados porinvestigadores de todo el mundo ponende manifiesto la extinción global quesufren los anfibios. Estas especies, adía de hoy, son las más amenazadas delplaneta, por encima incluso demamíferos y aves.

Esta problemática que concierne a losanfibios cada vez es más visible y preocu-pante, llevando a menudo a la extinción

local y total de las poblaciones. Por estarazón es imprescindible tomar medidaspara paliar esta situación.

No es necesario realizar grandesproyectos de conservación, ni haceruso de muchos recursos para ayudar aestas especies. Con una serie de medi-das muy sencillas, económicas y efi-caces es posible favorecer las pobla-ciones de estos animales.

Sapo corredor: una de las especies más comunes de la Comunidad de Madrid

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Huevos de sapo común

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1.2 LLa uutilidad dde llos aanfibios

La pregunta que nos hacemos acontinuación es: ¿por qué tenemosque proteger a los anfibios? Se puedecontestar enumerando cada una delas características que poseen y quelas convierten en prioritarias para laconservación (son las especies másantiguas sobre la Tierra, son consu-midoras de insectos y, por lo tanto,controladoras de plagas,…), pero tansólo vamos a destacar la que consi-deramos esencial y más útil paranosotros: son uno de los mejores indi-cadores biológicos de la salud local yglobal del planeta.

¿Qué quiere decir esto? De ma-nera muy sencilla, cuando hay unagran diversidad de anfibios en unlugar determinado, estas especiesindican que ese entorno es saludable.Por el contrario, si estas especiesdesaparecen advierten del mal estadoo deterioro de la naturaleza.

Por tanto, la importancia de con-servar estos animales no procede sólode su antigüedad, o de razones éticas

o filosóficas, sino de una cuestiónbásica de supervivencia.

Esta capacidad de detectar la con-taminación o los cambios ambientalesse debe a que poseen una piel muydelicada y permeable que les hacemuy vulnerables a cualquier sustanciadisuelta en el agua, contaminación,radiación solar, etc.

Además, en su ciclo biológicoposeen una fase de vida acuática yotra terrestre. Esta peculiaridad leshace muy sensibles a las alteracionesen ambos ambientes.

Cuando son larvas se encuentran enel medio acuático, respiran por bran-quias, y tras la metamorfosis, ya en elmedio terrestre, lo hacen por pul-mones y a través de la piel. En contrade lo que piensa mucha gente, muchosanfibios sólo regresan al agua parareproducirse; el resto del tiempo seencuentran escondidos en la tierra,donde se alimentan. Por lo que no sóloes imprescindible conservar el medioacuático sino también el terrestre.

Puestadel tritón

Puesta desapo

Puesta deanuro

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Esquema del ciclo metamórfico de un anuro (anfibios sin cola)

Esquema del ciclo metamórfico de un urodelo (anfibios con cola)

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En España nos encontramos con 32especies de anfibios, de las cuales 18se encuentran en la Comunidad deMadrid. De éstas 4 serían urodelos(anfibios con cola) y el resto anuros(anfibios sin cola).

1.3.1. Urodelos

Gallipato (Pleurodeles waltl)Status: casi amenazada, según Atlas y

Libro Rojo de Anfibios y Reptiles deEspaña.

Son los uro-delos más gran-des: pueden lle-gar a medir has-ta 30 cm. Apesar de su grantamaño no sonfáciles de loca-lizar ya que, nor-malmente, se

encuentran ocultos.Los adultos no presentan ninguna

exigencia en cuanto a su hábitat te-rrestre. Se le puede observar en

cualquier tipo de vegetación, cerca delhombre y en zonas agrícolas. Puede lle-gar a soportar la salinidad, ciertogrado de contaminación y la falta devegetación en el agua, pero prefiereaguas profundas, permanentes e inclu-so turbias y con lodos, donde puedenrefugiarse sin dificultad.

Este anfibio, además de segregarsustancias tóxicas, posee otro meca-nismo de defensa muy peculiar: cuandose ve muy amenazado saca sus costillasa través de unas protuberanciasnaranjas que posee en los costados.

Salamandra( S a l a m a n d r asalamandra)

Status: vulne-rable, según elLibro Rojo.

Este urodelo,único con colar e d o n d e a d a ,destaca por su

coloración de manchas amarillas sobrefondo negro, incluso con puntos rojos,aunque esta coloración varía según la

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1.3 EEspecies dde aanfibios ppresentes en lla CComunidad dde MMadrid

Gallipato

Salamandra

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subespecie. Este llamativo atuendo ysus desarrolladas glándulas parotídeasson un claro signo de su toxicidad ymal sabor.

Vive en muchos tipos de hábitats.La única exigencia que tiene es unaelevada humedad. Suelen encontrarseen tierra, e incluso el cortejo y lareproducción se realizan en estemedio. Sólo acuden al agua cuando lahembra pare a su descendencia(puede parir las larvas incluso yametamorfoseadas, según la subes-pecie). Para este fin, prefieren lasaguas corrientes, pero también seobserva que se reproducen en char-cas y aguas permanentes.

Tritón alpino (Mesotriton alpestris)Status: en peligro de extinción,

según el catálogo de especies ame-

nazadas de laCM.

Se trata de untritón de media-no tamaño (7-10cm.), con una colo-ración azulada yel vientre anaran-jado sin manchas.

Se le puedeobservar desde

el nivel del mar hasta los 2300m.,abarcando diferentes tipos de hábi-

tats. Es una especie típica de laCordillera Cantábrica, aunque ha sidointroducida en el macizo de Peñalarade la Comunidad de Madrid, donde seha adaptado fácilmente.

La reproducción se produce enaguas muy variadas. El macho presentauna pequeña cresta dorsal amarillentacon motas negras en la época de celo y,tras realizar el cortejo, la hembracoloca los huevos uno a uno escondidosen la vegetación.

Cuando este urodelo se ve amena-zado eleva su cola y patas posteriorespara mostrar su vientre naranja bri-llante. En caso de captura emite unbreve chillido.

Tritón ibérico (Lissotriton boscai) Status: de interés especial, según

catálogo de especies amenazadas de laCM.

Es un tritónde pequeño ta-maño, endémicode la PenínsulaIbérica. Presen-ta un color par-do amarillento overdoso con elvientre anaran-

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Tritón alpino

Tritón ibérico

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jado y grandes manchas negras. Lasglándulas parotídeas son muy evi-dentes y carece de cresta dorsal.

Ocupa diversos hábitats terrestresy acuáticos, aunque de estos últimosprefiere charcas y arroyos de aguastransparentes. También está muy rela-cionado con las diferentes construc-ciones humanas. Dependiendo de lascondiciones del medio acuático,pueden permanecer todo el año den-tro del agua.

Este tritón también eleva su cola yarquea todo su cuerpo para mostrarel color de su vientre.

Tritón jaspeado y tritón pigmeo(Triturus marmoratus y Trituruspigmaeus)

Status: Triton jaspeado: preocu-pación menor segun Libro rojo; Tritonpigmeo: Vulnerable segun libro rojo

Estos uro-delos son demediano tama-ño, siendo eltritón jaspeadomás grande queel tritón pig-meo. Son muyparecidos; sepueden dife-

renciar porque el jaspeado posee elvientre oscuro con manchas negras y

motas blancas yel pigmeo (en-demismo ibéri-co) posee elvientre claro conmotas blancas ymanchas negras.

Viven en há-bitats variados:

alcornocales, quejigares, dehesas… Suhábitat acuático también es muydiverso, aunque prefieren aguas conpoca corriente como charcas, fuentes,pilones…, siempre que tengan muchavegetación, ya que estas dos especiesenvuelven sus huevos con las hojas delas plantas acuáticas para protegerlosde posibles depredadores.

Destaca la gran cresta que presen-ta el macho durante el celo y unabanda naranja que recorre todo eldorso de la hembra.

1.3.2. Anuros

Sapo partero ibérico (Alytes cis-ternasii)

Status: casi amenazada, según elLibro Rojo

Es un anfibio endémico de la PenínsulaIbérica, de pequeño tamaño (de 4-5 cm.aproximadamente). Los caracteres más

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Tritónjaspeado

Tritón pigmeo

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identificativosde esta especieson su pupila ver-tical y los dos tu-bérculos que tie-ne en las patasdelanteras.

Suele habi-tar en encina-res, alcornoca-les, dehesas…,

aunque también esta asociado a zonasde cultivo. Prefiere suelos arenosos,húmedos y blandos donde poder escon-derse. Aparece en arroyos con escasa co-rriente, charcas, fuentes, albercas, etc.

La reproducción de esta familia deanfibios es la característica más pecu-liar que poseen. Los machos emitenunos suaves sonidos aflautados parallamar la atención de la hembra, queelige al macho con el sonido más grave,rápido y duradero. La reproducción seproduce en tierra donde, una vezfecundada la puesta, el macho enrollaen sus patas traseras el rosario dehuevos y los lleva consigo durante todoel desarrollo embrionario (3-4 sema-nas). Así los huevos están bajo la pro-tección del padre hasta el momento enque éste los lleva al agua y eclosionan,a diferencia de otros anuros que ponenmuchos huevos directamente en elagua dejándolos desprotegidos antelos depredadores.

Sapo parterocomún (Alytesobstetricans)

Status: casia m e n a z a d asegún el LibroRojo. Propuestapara que en elCatálogo de Espe-

cies Amenazadas de la CM figure en lacategoría de En peligro de extinción.

Como la otra especie de sapo partero(A. cisternasii), se trata de un anfibiode pequeño tamaño, con un color dorsalpardo o grisáceo con manchas verdes,grisáceas y rojizas. Tiene también lapupila vertical y presenta tres tubércu-los palmares en lugar de dos.

Aparece en diversos hábitats, sien-do común en el norte de la PenínsulaIbérica. Por ejemplo, en la Comunidadde Madrid aparece en los sistemasmontañosos del norte entre los 1100 y2200m. (A. o. boscai) y en las áreascalizas del sureste a baja altitud (A .o.pertinax).

También tiene preferencia por suelosblandos donde se entierra con sus patasdelanteras, y por las aguas de poca co-

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Sapopartero

Diferencia entre las patas del sapopartero ibérico y el sapo partero común

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rriente, ligadas muy a menudo a cons-trucciones humanas con aguas perma-nentes, donde algunos renacuajos pasantodo el invierno y pueden prolongar sumetamorfosis hasta un año.

El macho puede llegar a transportarhasta tres puestas de hembras dife-rentes con un total de 150 huevos, adiferencia de otros anuros que llegan aponer miles de huevos.

Sapillo pintojo ibérico y sapillopintojo meridional (Discoglossus gal-ganoi y Discoglossus jeanneae)

Status: se-gún el Libro Ro-jo, el Sapillo pin-tojo ibérico estáen situación de"preocupaciónmenor" y, el Sa-pillo pintojo me-ridional, en situa-ción de "casiamenazada".

Son anfibios de pequeño a medianotamaño, con el hocico puntiagudo que,generalmente, presenta un triángulomás claro.

Son especies muy similares entre sí,únicamente diferenciables a través de

análisis genéticos. Aunque el sapillopintojo meridional suele aparecer ensuelos calizos o yesíferos, ésta nosería una característica identificativade la especie.

Vive en gran variedad de hábitatspero, para la reproducción, prefierezonas de poca profundidad (acequias,cunetas, encharcamientos…), aunquede aguas oxigenadas y con algo de ve-getación. Estas especies no requierenaguas permanentes, ya que su desa-rrollo embrionario (de 2 a 9 días) ymetamórfico (1 a 2 meses) es de losmás rápidos.

Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)Status: casi amenazada, según el

Libro rojoEs un anuro

de color pardooliváceo, a vecesblancuzco, conpupila vertical.Pero la carac-terística mor-fológica más im-portante sería la

Sapillo pintojo

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Sapo deespuelas

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presencia de una espuela de colornegro en sus patas traseras, que leotorga el nombre.

Es, al igual que el gallipato, unaespecie colonizadora que aparece sobretodo en terrenos blandos y arenososcomo canteras, lagunas, etc., donde consus fuertes espuelas puede enterrarsehasta 1 metro de profundidad.

Se reproduce en zonas de poca pro-fundidad y de escasa corriente. Lacaracterística más llamativa de las lar-vas es su gran tamaño: pueden llegar aalcanzar los 12 cm.

Es una especie que se encuentracerca de las charcas, pero es difícil deobservar, ya que se pasa la mayorparte del tiempo escondido en susgalerías.

Sapillo moteado común (Pelodytespunctatus)

Status: preocupación menor, segúnel Libro Rojo

Aunque setrata de unsapillo, tiene elcuerpo esbeltode color grisoliváceo, conpatas traseraslargas, es ágil ybuen trepador.

Suele encontrarse en zonas despe-jadas, sin excesiva vegetación, de sus-tratos calizos y yesiferos.

Para reproducirse prefiere aguastemporales como cunetas, charcas,estanques… o incluso en arroyos depoca corriente o de aguas estancadas.

Durante el celo los machos presen-tan una serie de callosidades nupcialesen la parte interna de brazos, dedos ypecho. Éstos cantan hasta obtener larespuesta de la hembra, la cual en lareproducción se ayuda de sus patastraseras para adherir el cordón dehuevos a los troncos, raíces…, que seencuentran bajo el agua.

Sapo común (Bufo bufo)Status: casi amenazada, según el

Libro rojoAnuro de gran

tamaño, de colorpardo. Con losdedos y las patascortas, unas glán-dulas parotídeasdivergentes muymarcadas y eliris de color

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Sapillomoteadocomún

Sapo común

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rojizo. Las hembras son de mayortamaño que los machos.

Tiene hábitos muy terrestres yaparece en cualquier ambiente. Elúnico requisito que precisa es la pre-sencia de lugares de reproduccióncon aguas quietas, permanentes y convegetación.

Las puestas están formadas por lar-gos cordones de hasta 8.000 huevosdispuestos en dos filas.

Para defenderse suelen hincharse,aumentando de tamaño, se estiran consus patas delanteras y bajan la cabezapara mostrar sus glándulas parotídeas,donde acumulan la mayor parte de sustoxinas.

Aunque en el pasado era muy visible,en la actualidad sus poblaciones estánen regresión, debido a la frag-mentación del hábitat, los atropellos,la destrucción de puntos para la repro-ducción, etc.

Sapo corredor (Bufo calamita)Status: preocupación menor, según

el Libro RojoRecibe su nombre por la forma de

desplazarse, andando a cierta veloci-dad y no saltando. Es un anuro demediano tamaño con una coloraciónmuy variable, a veces con una líneavertebral más clara. Posee muchasmanchas en el dorso de color verde,pardas y destaca la gran cantidad deverruguitas manchadas de rojo onegro.

Está presente en cualquier tipo dehábitat. Sus áreas de reproduccióntambién son muy diversas: debido a surápido ciclo metamórfico (1 a 2 meses)pueden reproducirse en aguas muy

temporales(cunetas ,charcos…)aunque co-rren el ries-go de que sesequen ymueran to-

das las larvas. Pueden llegar a ponerentre 1.000 y 11.000 huevos enforma de cordones dispuestos en unaúnica fila.

Durante el celo, las hembras pre-fieren los machos más grandes, queemiten cantos más fuertes y graves.Los machos más pequeños, sin posibi-lidad de emitir un canto de este tipo,se sitúan entre el macho más grandey la hembra, interceptando a estaúltima antes de que llegue a él, asegu-rando así su reproducción; se llaman"machos satélites".

Ranita de San Antonio y Ranitameridional (Hyla arborea e Hylameridionalis)

Status: Ranita de San Antonio, vul-nerable, según el Catálogo Regional deEspecies Amenazadas. Ranita meri-dional: casi amenazada en el Libro Rojo

Anuros de un color, normalmente,verde intenso. Con la piel muy lisa.Destacan los dedos con discos planos

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Sapocorredor

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adherentes queles permitenagarrarse a lavegetación. Ladiferencia en-tre estas dosespecies es quela ranita meri-dional poseeuna banda oscu-ra que va desde

la nariz a detrás del tímpano; en cam-bio, a la ranita de San Antonio lerecorre todo el costado (de la nariz alas patas traseras).

Suelen viviren zonas panta-nosas, prados,charcas, lagunascon elevada ve-getación de ribe-ra (carrizos, jun-cales, zarzas…).Los lugares de

reproducción son tanto permanentescomo temporales, pero con mucha ve-getación tanto de fondo comoflotante. Las puestas se observan enzonas no muy profundas.

Durante el celo los machos cantanpara defender su territorio y para lla-mar la atención de la hembra, forman-do así grandes coros. Durante estaépoca los machos no se alimentan;dependen totalmente de sus reservas.

Rana patilarga (Rana iberica)Status: vulnerable, según el

Catálogo Regional de EspeciesAmenazadas.

Se tratade un ende-mismo ibé-rico. Es unanfibio depequeño ta-maño de co-lor pardocon man-chas amari-

llentas. Tiene una mancha oscura deforma triangular detrás del ojo a laaltura del tímpano.

Vive en gran variedad de hábitats(pinares, robledales, turberas, pra-

Ranitade SanAntonio

Ranitameridional

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Ranapatilarga

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dos…). Para la reproducción prefierearroyos de aguas frías y rápidas conmucha vegetación, aunque suelen rea-lizar la puesta en zonas remansadas, depoca profundidad y con vegetación,donde dejan los huevos libres o adheri-dos a piedras o a la vegetación.

Su mecanismo de defensa es lahuida; tienen mucha agilidad y una grancapacidad de dar saltos gracias a suslargas patas traseras, como su nombreindica.

Rana común (Rana perezi)Status: preocupación menor, según

el Libro Rojo.Anuro de tamaño medio y grande,

de color verde, normalmente. A vecespresenta una línea vertebral de colorclaro.

Vive en muchos hábitats. El mayorrequisito que tiene es la presencia demasas de agua permanentes, ya que esestrictamente acuática; no suele ale-jarse más de 5 metros del agua.

También sepuede ver encharcas tempo-rales y, cuandoéstas se secan,se entierra enlas zonas máshúmedas.

Se la puedeobservar tantode día como de noche. Se defiendesaltando rápidamente al agua y ente-rrándose en el fondo o hinchando sucuerpo.

Es de los anfibios más integradosen nuestra sociedad.

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Rana común

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Rana común en una charca

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Comenzaremos hablando de lasespecies que ocupan la base de lacadena trófica: las pulgas de agua y losnumerosos caracoles acuáticos(Limnaea sp.), consumidores de algas ydemás vegetación que se encuentra enestos ecosistemas.

Quizás llamen más la atención otrosinsectos que se deslizan por el aguacon gran habilidad, los gerris o común-mente llamados zapateros. Con largaspatas cubiertas de pelillos aceitososque les permiten mantenerse sobre lasuperficie acuática.

Podemos encon-trar al girino omolinillo, aunque esdifícil de observardeten idamente ,debido a la veloci-dad a la que semueve formandoespirales y círculos(es capaz de volar ycambiar de charca;respira fuera del agua). Estas dosespecies, los molinillos y los gerris ata-can con voracidad a los animalillos quenaufragan en la charca.

Veremos también a los caballitosdel diablo y a las libélulas. Losprimeros son más pequeños y cuandose posan, pliegan una contra otra susdos pares de alas. Las libélulas, trasposarse, permanecen con sus cuatroalas de gran tamaño abiertas y biendesplegadas. También encontraremosinfinidad de pequeñas larvas de caba-llitos y otras enormes de libélulas;ambas son tremendamente carnívoras,pero están debajo del agua, ya que sólosalen a la superficie tras sufrir lametamorfosis.

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1.4 OOtra ffauna aasociada aa llosecosistemas aacuáticos

Caracol acuático

Gerris

Girino

Caballitodel diablo

Libélula

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La larva delditisco es otro delos grandes carní-voros de las char-cas. Esta especieinocula una salivatóxica que disuel-ve los órganos desus víctimas. Suspresas abarcan

desde gusanillos recién nacidos a tri-tones, pasando por renacuajos y larvasde todo tipo. Hay especies que puedenalcanzar los 5 cm. de largo. Cuando hacrecido lo suficiente se esconde entierra firme y se metamorfosea. Unavez es adulto es capaz de volar yvuelve a la charca para alimentarse.

El hidrous apesar de sugran tamaño (5cm) es total-mente inofensi-vo para el restode los animalesque habitan lacharca, ya quees vegetariano. Es una especie enregresión y cada vez más difícil deencontrar.

La araña dolomeda se desliza por lasuperficie del agua buscando cualquierpresa.

El próximo invertebrado puedepicar: es la notonecta, de la familia delas chinches. Es una especie que nadade espaldas y puede volar. Posee unasaliva tóxica, así que se puede alimen-tar sin ningún problema de renacuajos,larvas y gusanillos diversos.

Los naucoris tam-bién tienen una pica-dura muy dolorosa,pero inofensiva. Suspatas delanteras es-tán menos desarrolla-das que las traseras.

Por el contrario, apesar de su temiblenombre, el escorpiónde agua es inofensivoy no es, en absoluto,venenoso. Otro tanto ocurre con elinsecto palo acuático, de cuerpo muyalargado.

La corixa es muy similar a la notonec-ta, pero si te fijas bien verás que nonadan de espaldasy, además, se ali-mentan de algas ymicroorganismos.

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Ditisco

Hidrous

Arañadolomeda

Notonecta

Naucoris

Escorpiónde agua

Corixa

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Vuelan frecuentemente de una charcaa otra.

Los "canutillos" se protegen condiversos materiales que encuentran enel fondo (madera, piedras,…) que unena través de un hilo de seda que segre-gan en una glándula cerca de la boca. Elresultado final es una especie de canu-tillo dentro del cual habita el inverte-brado. Los canutillos de aguas corrien-tes son carnívoros y los de aguas quie-tas son vegetarianos. Cuando se meta-morfosean se convierten en un insectopardo amarillento muy parecido a unamariposa.

A finales de la primavera, millaresde efímeras salen de la charca. Laslarvas de efímera son estrictamentevegetarianas.

Por el momento sabemos que lascharcas están habitadas por anfibios einvertebrados, pero además alberganreptiles, como las dos especies degalápagos que viven en Madrid, carac-

terizados por sucaparazón y sushábitos fundamen-talmente acuáticos,el galápago europeo(Emys orbicularis)y el galápago le-proso (Mauremysleprosa). Además,

podemos encon-trar a la culebrade collar (Natrixnatrix) y a laculebra viperina(Natrix maura),dos grandes de-predadores depeces y anfibios.

Por otra par-te, el número deaves que estánpresentes en es-tos ecosistemases muy extenso yexisten diferen-tes grupos de especies, en función delperiodo del año que vivan en nuestroterritorio (residentes, nidificantes,

invernantes, divagantes y accidentales).A continuación se nombran algunas deellas, pero se recomienda consultaralgún libro específico de aves paraconocer en detalle las especies que sepueden encontrar: abejaruco común(Merops apiaster), agachadiza común(Gallinago gallinago), aguilucho lagunero(Circus aeruginosus), ánade real oazulón (Anas platyrhinchos), avefría

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Canutillos

Efímera

Abejaruco

Azulón

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(Vanellus vanellus), carricero común(Acrocephalus scirpaceus), chochín(Troglodytes troglodytes), fochacomún (Fulica atra), grulla común (Grusgrus), lavandera blanca (Motacillaalba), martín pescador (Alcedo atthis),petirrojo (Erithacus rubecula), polla deagua (Gallinula chloropus), porróncomún (Aythya ferina), ruiseñor común(Luscinia megarhynchos), tarabillacomún (Saxicola torquata), zampullíncomún (Tachybaptus ruficollis), etc.

Por último, los mamíferos estánpoco representados en las charcas yno son fáciles de observar, pero no

pueden sobrevivir sin el agua y,además, algunos se acercan tambiénpara buscar presas fáciles. Por lo queaunque no habiten permanentemente

en estos ecosistemas, se puedenencontrar varias especies: conejos(Oryctolagus cuniculus), nutrias (Lutralutra), zorros (Vulpes vulpes), turones(Mustela putorius), jabalies (Sus scro-fa), tejones (Meles meles), linces(Lynx pardina), etc.

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Ruiseñorcomún

Agachadizacomún

Carricerocomún

Lavanderablanca

Turón

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Las amenazas que afectan a losanfibios son numerosas. Podemoshacer una distinción entre tres gruposde amenazas. En un primer grupo seencuentran los grandes problemas

ecológicos del planeta, que afectan atodos los seres vivos, como son: eldeterioro de la capa de ozono; la lluviaácida; el cambio climático; la sequía yla desertificación (estos tres últimosfenómenos están muy relacionados)

Estas amenazas sólo pueden dete-nerse a través de estrategias glo-

bales que se desarrollen en todo elmundo.

Un segundo grupo lo forman lasalteraciones del medio terrestre poracción directa del hombre. No sólosuponen la destrucción directa delhábitat de muchas especies animales yvegetales (limitando enormemente ellugar donde pueden sobrevivir), sinoque son, además, la raíz principal de lafragmentación del hábitat, lo quepuede dar lugar a la extinción local oglobal de las poblaciones de muchasespecies. Destacan:

Los incendiosDeterminadas repoblaciones fores-

tales, efectuadas en lugares y/ocon procedimientos inadecuados.

La urbanización de terrenos deinterés para los anfibios.

Las infraestructuras lineales (ca-rreteras, ferrocarriles, etc.), queocasionan el llamado "efecto ba-rrera", el cual provoca muertes poratropello, dificulta los desplaza-mientos relacionados con la repro-ducción e incomunica poblaciones deanfibios y otros grupos faunísticos.

La agricultura intensivaLa destrucción de los bosques de

ribera

Estas amenazas pueden reducirsea través de estrategias, programas yplanes estatales que velen por la

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1.5 IImpactos ddirectos dde llasactividades hhumanas een aanfibios

La sequía puede provocar la desaparición de lospuntos de reproducción para anfibios

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conservación de los hábitats.Tampoco hay que olvidar las moles-

tias producidas por el turismo masivo,la captura de especies, la muertedirecta debido a la mala fama quetienen muchos anfibios y las enfer-medades emergentes que diezman laspoblaciones de estas especies.

Pero la mayor amenaza a la que seenfrentan son las que integra el tercergrupo, la destrucción y/o alteración delos medios acuáticos. Como sabemos,los anfibios necesitan el agua no sólopara poder reproducirse, sino tambiénpara pasar parte de su ciclo vital. Ladesaparición o alteración de una únicacharca, aunque ésta presente uncarácter marcadamente estacional,puede implicar la desaparición comple-ta en la zona de dichas especies. Sonmuchas las actividades que puedentener como consecuencia la alteracióndirecta o indirecta de los componentesfísicos, químicos y/o biológicos deestos medios acuáticos. Por ello, lasupervivencia de los anfibios pasanecesariamente por la conservación yprotección estricta de los mediosacuáticos donde se reproducen.

Algunas de las amenazas que sedescriben a continuación puedenerradicarse con acciones locales,municipales y comunitarias quecualquier persona o entidad puede lle-var a cabo, pero no se puede concebiruna estrategia de defensa de la biodi-versidad sin tener un plan que terminecon su degradación y que obligue aaplicar una normativa adecuada a suconservación. Entre dichas amenazassobresalen:

Eliminación directa de los mediosacuáticos. A pesar de la gran diver-sidad biológica que albergan, lasobras públicas, los proyectosurbanísticos y las infraestructurashan provocado la eliminación direc-ta de un número incalculable demedios acuáticos que, además, eranutilizados como enclaves reproduc-tivos por diversas especies deanfibios.

Canalizaciones de ríos, arroyos,acequias y cubrimiento de pilones:impiden físicamente la entrada deanfibios a las masas de agua.

Construcción de embalses. Suponela pérdida de zonas encharcables yaguas someras necesarias paramuchas especies de anfibios.

Sobreexplotación de acuíferos:produce a largo plazo una disminu-ción de los niveles freáticos delsuelo, ocasionando la desecación demanantiales.

Abandono de los usos tradi-cionales del agua. Antiguamentemuchas de las zonas húmedas eranusadas por el ganado, para agricul-tura, etc. El abandono de estasprácticas conlleva a su vez el aban-dono de estas zonas húmedas,muchas de ellas destruidas o trans-formadas en espacios con merasfunciones decorativas como, porejemplo, estanques. De manera queahora su utilidad para la fauna estácondicionada por el uso público deestas estructuras artificiales y porlas labores de limpieza o rehabi-litación que emprendan los diferen-tes ayuntamientos, que deberíanser en todo caso acordes con la

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preservación del patrimonio cultu-ral y el natural.

Eliminación o modernización dealbercas de riego por cambios deusos tradicionales de cultivo.

Limpieza de fuentes, albercas ycharcas. Realizadas para mejorarsu estética sistemáticamenteantes del periodo estival coinci-diendo, por tanto, con el periodoreproductivo de los anfibios. Estapráctica es totalmente incompati-ble con la conservación de anfibiosy, en caso de realizarse, debe serde manera muy cuidadosa y en unperiodo de tiempo en el cual seafecte lo menos posible a lasespecies que la habitan.

Deforestación. Entre otrasmuchas alteraciones, esta amenaza

provoca una excesiva erosión quecolmata las charcas colindantes porarrastre masivo de materiales.Además altera gravemente el régi-men hídrico, provocando una deser-tificación que hace desaparecer ungran número de medios acuáticos.

Contaminación. Las sustanciasquímicas disueltas en el agua gene-ran en los anfibios efectos nocivos,bien por ingestión directa a travésde sus presas o por absorción através de la piel. Las consecuenciasinmediatas son: descensos de tasasde reproducción, retrasos en eldesarrollo y mayor sensibilidad aenfermedades infecciosas. El ori-gen de esta contaminación seencuentra frecuentemente en prác-ticas como:

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Llevada a cabo de manera incorrecta, la limpieza de fuentes puede suponer ladesaparición de la vida silvestre

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- Utilización de pequeñas charcascomo escombreras o vertederosincontrolados. Además de conlle-var la alteración física del espacio,también provoca contaminaciónquímica (lixiviados).- Lavados y cambios de aceite deautomóviles, vertido de tóxicos(metales pesados, detergentes),lavados de material agrícola

(envases de plaguicidas…), etc.Son prácticas totalmente pro-hibidas, que contaminan el agua yponen en grave peligro la saludde nuestro medio natural. - El empleo de fitosanitarios(fungicidas, insecticidas y herbi-cidas) y abonos químicos de sín-tesis utilizados en la agriculturao para frenar el crecimiento de

vegetación en caminos, cunetas,etc., es un grave problema paralos anfibios, ya que contaminan elagua, tanto de ríos y arroyospróximos, como de fuentes,pilones y demás infraestructurasdonde, como se ha citado en elpárrafo anterior, a menudo selimpian los contenedores deestos tóxicos. Además son pro-

ductos mortales para estasespecies, que absorben a travésde su piel cualquier producto quehaya en el ambiente.

Excesiva acidificación del mediodebido a la existencia de cultivosmonoespecíficos de coníferas, aincendios forestales y a la quema derastrojos.

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El empleo de productos químicos, tanto dentro como fuera del agua, es una graveamenaza para los anfibios

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Introducción de especies foráneas.La introducción de seres vivos desdefuera de su área de distribución na-tural representa, según la UniónMundial para la Conservación de laNaturaleza (UICN), la segunda causade amenaza a la diversidad, tras ladestrucción de los hábitats (el 39%de las extinciones mundiales desde1600 se debe a la introducción deespecies exóticas). Por esta razónestá totalmente prohibido. Las conse-cuencias que provocan dichas intro-ducciones son:

- Predación sobre adultos, larvas

y puestas.- Competencia trófica.- Transmisión de enfermedades.

La introducción de peces, cangrejosde río, tortugas, etc., es capaz deaniquilar por completo la fauna local defuentes, albercas, lagunas, ríos yarroyos. El control y/o la erradicaciónno sólo son costosas, sino que enmuchos casos es imposible. Por ello laPREVENCIÓN es el método más eficazpara evitar daños, en muchos casos,irreversibles y sus herramientas detrabajo son la educación e informaciónambiental y la participación social.

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Según la Ley 2/1991 "para la protección y regulación de la fauna y flora silvestres"esta prohibido introducir animales

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La educación ambiental es una valiosa aliada de los anfibios. En la imagen, unos chicosparticipan en una acción de erradicación de especies invasoras, en el marco delProyecto Sapo S.O.S.

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2 CCreación dde ccharcas ppara aanfibios

Las fuentes y manantiales se encuen-tran hoy en día en un pésimo estado deconservación, debido fundamentalmentea la profunda crisis del mundo rural de losaños 60 y 70, cuando la necesidad de con-tar con fuentes bien acondicionadas pasóa un segundo plano. Las zonas húmedasson actualmente los ecosistemas másamenazados de Europa y del mundo.

Como ya sabemos, los anfibios uti-lizan estos medios para reproducirsepero, al desaparecer la mayor parte deestas zonas húmedas, estas especiesse encuentran en la difícil situación deno tener un lugar donde depositar sushuevos. Por este motivo es necesariocrear charcas artificiales que sirvancomo nuevos puntos de reproducciónde anfibios.

Además, favorecer a los sapos yranas de nuestra localidad, cuyasupervivencia está en nuestras manos,es totalmente compatible con muchosotros objetivos, según el papel que sequiera otorgar a esa "charca paraanfibios", como por ejemplo:

Prevención de inundaciones. Laszonas encharcables forman parte

de un sistema fluvial muy complejopor lo que, si se respetan las áreasde inundación, podrán prevenirseestas catástrofes.

Educación ambiental en centrosescolares. Una charca en el patioescolar puede ser un gran recursodidáctico para fomentar el respetoa la naturaleza.

Información ambiental. Lacreación de una charca paraanfibios en cualquier ámbito (par-ques públicos, jardines privados,campos de golf, etc.) incrementa elconocimiento acerca de estasespecies, y así se conciencia y sen-sibiliza a toda la sociedad sobre susvalores y sus funciones.

Recuperación del paisaje. Ya seaen los espacios naturales o, incluso,en el jardín de una vivienda.

Todos podemos ayudar creando unmosaico de hábitats diferentes, con-servando y protegiendo los ya exis-tentes, recuperando los ecosistemasdegradados y creando charcas comonuevos puntos de reproducción paraanfibios.

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Sapo partero común

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En primer lugar es primordial elegiruna localización adecuada para asíreducir gastos, esfuerzos y minimizarlas tareas de mantenimiento, sin olvi-dar que hay que seleccionar un áreaque sea la más adecuada para losanfibios.

Este paso es el más importante detodos, ya que de él depende que la char-ca sea eficaz para la reproducción deanfibios, sea estable a largo plazo o queno necesite mantenimiento. Así que esconveniente estudiar varias alternati-vas y tomarse el tiempo suficiente parallevar a cabo un buen trabajo.

Los factores implicados en la elec-ción del lugar son:

a) EcológicosLa importancia de la zona para los

anfibios. La variedad de especies esun factor muy importante a la horade determinar el emplazamiento. Enaquellos puntos con elevada biodi-versidad es interesante aumentar lasuperficie acuática para que nohaya competencia por la ali-mentación o el espacio. Pero tam-bién son importantes aquellas áreasdonde no se detecta reproduccióny, en cambio, sí se observan anfibiosadultos por las proximidades; enestas zonas es prioritario crearespacios adecuados para la repro-ducción, con el fin de favorecer laconexión de las poblaciones ais-ladas. Y, sobre todo, la presencia delas especies de anfibios más ame-

nazadas será una motivación extrapara decidir la construcción de lacharca.

Vegetación. Intentaremos traba-jar en un lugar donde nuestrasactuaciones conlleven el menorimpacto posible sobre la vegetaciónpreexistente.

b) Hidrología. Es necesario cono-cer el origen del agua que va a mante-ner la charca. Es recomendable crear-la en un punto donde hay o hubo aguarecientemente: lugares que se enchar-can con facilidad; donde hay manan-tiales, fuentes o un nivel freático muyelevado.

Es necesario garantizar la presenciade agua, al menos, durante los periodosde reproducción y de fase larvaria delas especies que, previsiblemente, ocu-parán la charca. Por ello debemosconocer si las fuentes, manantiales ocursos de agua disponibles se secanhabitualmente durante algún periododel año para, en tal caso, prever laobtención de recursos de agua adi-cionales o, si ello no fuera posible,optar por crear una charca temporal oestacionaria.

Los enclaves con mayor potencialpara la creación de charcas son, enaquellos lugares donde la lluvia es másabundante, las vaguadas naturales queacumulan agua de lluvia o de arroyostemporales, donde la excavación norequiere mucho esfuerzo. Y en aque-llas zonas donde la pluviosidad es más

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2.1 EElección ddel llugar

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escasa, debemos aprovechar lasfuentes y manantiales existentes paracrear charcas a ras de suelo.

c) Geomorfología. Este factorpuede dificultar considerablemente lacreación de la charca. Habremos detener en cuenta:

Pendiente. A mayor pendientemayor erosión. Asimismo, será másdifícil retener el agua y las obras sedificultarán considerablemente.

Tipo de suelo (permeable o imper-meable). Cuanto más impermeable seael terreno, mejor se acumula el agua.Si el terreno es más permeable (elagua lo atraviesa fácilmente) existeuna gran variedad de soluciones paraevitar que el agua se pierda.

d) Socio-culturales:Titularidad de los terrenos. Antes

de excavar se tendrá que verificara quién pertenece el suelo, si exis-ten restricciones, etc.

Interés de la zona para lapoblación local. Muchas fuentes ylavaderos son utilizados por loshabitantes de la localidad, por loque es muy importante saber quéuso tiene ese punto por parte de lapoblación local y si es compatible

con la conservación de anfibios.e) Territorio

Superficie disponible.Cercanía a otros puntos de repro-

ducción. Es importante no crearcharcas aisladas de otras ya que, siuna charca aislada desaparece,también desaparecerían los anfibiosque la habitan. Se obtendrá un eco-sistema más saludable cuanta mayorsea la proximidad entre diferentescharcas.

Cercanía a zonas urbanas, carre-teras, fábricas… estos elementosaumentan los riesgos. Un lugar ade-cuado será aquél que garantice lasmenores molestias posibles deri-vadas de la actividad humana.

Muy pocas veces se van a reunirtodas las condiciones más adecuadas.Pero se pueden buscar soluciones queeviten o minimicen los efectos nega-tivos que puede acarrear la presenciade un factor inadecuado. Ejemplos:una elevada pendiente se corregiríamediante barreras, vegetación paraevitar erosión, cascadas…; un suelopermeable mediante la instalación deuna lámina impermeable; si hay unacarretera cerca podríamos colocar unabarrera anti-atropello.

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Una vez elegido el lugar dondequeremos poner nuestra charca losiguiente será diseñarla. Lo mejor escoger lápiz y papel y dibujar un bocetode lo que queremos.

Adecuación de la charca al terreno

Como hemos mencionado, no siemprese podrá crear la charca en las condi-ciones óptimas, por lo que el siguientepaso a seguir es aproximar lo más posi-ble la charca a esas condiciones.

a. Adaptación a la topografía delterreno. Hay que evitar excavar dema-siado. Se debe hacer la charca en laszonas más llanas o de vaguadas, evitan-do así grandes movimientos de tierra.

Los anfibios encontrarán refugio enlas irregularidades del terreno. Poresta razón no es necesario uniformizarlos márgenes, si bien tampoco hay quecrear formas muy sinuosas y compli-cadas, puesto que dificultaríamos elflujo del agua y facilitaríamos la apari-ción de mosquitos que, como sabemos,prefieren las aguas estancadas.

b. Tratamiento de la cubierta ve-getal. La vegetación existente debealterarse sólo lo indispensable parallevar a cabo las obras. Se desaconse-ja el uso de motosierras, desbrozado-ras y demás maquinaria; es preferibleuna tijera de podar: aunque sea más

lento, los resultados no son tan devas-tadores.

El objetivo que persigue la creaciónde charcas es conservar las pobla-ciones de anfibios y, si se elimina lavegetación, estas especies animales seconvierten en presa fácil para losdepredadores. Únicamente se debeactuar sobre las plantas que obstaculi-cen el desarrollo del resto de las tar-eas. Y, en tales casos, consideraremosel trasplante de los pies afectados,pues así tendrán muchas probabili-dades de sobrevivir.

Observaremos también la presenciade árboles: si se ubica la charca deba-jo de un árbol de hoja caduca, lashojas caerán sobre ella, pudiendo col-matarla. Además puede dar demasiadasombra y perjudicar así el crecimientode algunas plantas acuáticas benefi-ciosas para la evolución natural delnuevo ecosistema.

c. Tratamiento del suelo. Puedesuceder que la zona elegida tenga unsuelo muy permeable. En aquelloscasos que se considere oportuno,debido a las características permea-bles del suelo o a la escasez de caudal,es necesario impermeabilizar el suelo.Con tal fin podemos usar una lámina degiscolene, que es una membrana o lámi-na impermeable de caucho EPDM (cau-cho de etileno propileno dieno o cauchode etileno). Con ella evitaremos pérdi-

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2.2 DDiseño dde lla ccharca yycriterios dde cconstrucción

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das de agua que pueden desecar porcompleto la charca.

Con el objeto de impedir pinchazosque la deterioren, hay que extender lalámina sobre un terreno liso, seco y sinasperezas. Por ello, antes de colocarlaes necesario limpiar el terreno depiedras, rellenar con una capa de arenade río y/o colocar una manta. Trasesto el terreno está listo para colocarla lámina impermeabilizante.

Estas láminas de giscolene sonatóxicas y están libres de nitrosami-nas. Se disponen en diferentes medi-das y grosores y tienen una granadaptabilidad, flexibidad y durabilidad(embalses instalados en 1971 aúnsiguen funcionando en la actualidad).Estas características la convierten enel producto ideal para lograr el fin que

perseguimos. Otros plásticos máseconómicos no son tan resistentes alos rayos ultravioleta y se rompenfácilmente. Además, algunos plásticosson tóxicos para la vida silvestre.

Siempre debe cuidarse al máximoque no se vea la lámina de cauchoEPDM, que supone un impacto visualbastante grande. Para ello podemoscolocar encima del EPDM una lámina degeo-textil y, a continuación, una finacapa (5 cm.) de arena, que es útil tam-bién para que a la vegetación acuáticale sea más fácil colonizar la charca.

Exigencias de tamaño y profundidad

El siguiente paso es determinarprofundidad y tamaño. Para ello debe-mos tener una idea aproximada de los

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Charca creada por el Proyecto Sapo S.O.S en el Parque Forestal de Villar del Olmo

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anfibios que se distribuyen por lazona, ya que los requisitos de las áreasde reproducción de las diferentesespecies son distintos. Es convenienteconsultar alguna guía de anfibios de laregión o, preferiblemente, a expertosen la materia.

También se puede optar por diseñarvarias charcas con distintos tamaños yniveles de profundidad, para asífavorecer la reproducción de dife-rentes especies de anfibios.

Es preferible la creación de unmosaico de charcas permanentes, esta-cionales y temporales, a la creación de

charcas aisladas, pues así favorecemosla conexión entre poblaciones.

Las charcas serán ocupadas por lasespecies en función de sus requeri-mientos ecológicos:

Requisitos de la "charca paraanfibios"

Hasta el momento, ya hemos elegidoel lugar y diseñado la charca en funciónde las características del terreno y dela profundidad. El siguiente paso esconocer los detalles que harán de ellauna zona ideal para atraer a los anfibios.

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Piedras

Geo-textil

Ilustración deldiseño de unacharca

EPDM

Manta para evitar lasposibles picaduras delas piedras

Arena de río

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1. Accesos y salidas. Son imprescin-dibles para estas especies. Muchas delas fuentes, abrevaderos, pilones…existentes tienen paredes verticalesimposibles de alcanzar para muchosanfibios. Por esto, es fundamental que,al menos un 25% de los bordes de lacharca, tengan orillas con pendientessuaves para que los animales puedansalir del agua sin problemas y no con-vertir nuestra creación en una trampamortal.

Es interesante que haya la mayorsuperficie posible de orillas, a base depreparar los bordes de modo irregular,con entrantes, penínsulas e islas, inclu-so disponiendo de bancos de tierraparalelos y orientados de norte a sur.No olvidemos que no deben quedarzonas estancadas: el agua debe fluir.También es deseable tener zonas con

escasa profundidad (5-15 cm.) parafacilitar la alimentación.

2. Sol y sombra. Es necesario quehaya sol, las plantas acuáticas cre-cen mejor, pero también es nece-saria la sombra para que no crezcandemasiadas algas y para disminuir latemperatura y la evaporación delagua.

3. Aumento de refugios. Para mi-nimizar la depredación se deben colo-car refugios acuáticos en forma depiedras, tejas, troncos, plantas acuáti-cas y palustres. También introducire-mos refugios (piedras, troncos) en losalrededores de la charca. Lo idealsería disponer de islas en medio de lamisma. Se priorizarán los materialestradicionales para la construcción.

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Exigencias ecológicas de los anfibios de la Comunidad de Madrid

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Además, en el diseño de charcasartificiales y en la construcción demuros de piedra es recomendabledejar el mayor número de huecos

posible. Si las dimensiones de laobra o el riesgo de hundimiento delos muros nos obliga a utilizarmortero, procuraremos entoncesutilizar poco cemento, y que éstequede lo menos expuesto posible,dejando huecos entre las piedras;esto convierte a las paredes en unmicrohábitat donde pequeños ani-males y una gran variedad de inver-tebrados podrán refugiarse. Si losmuros de piedra seca están en partesumergidos servirán también decobijo acuático.

4. Recuperación de las condicionesecológicas iniciales. Si la captación selleva a cabo desde un manantial natu-ral, es necesario dejar libre una parte

del caudal para mantener las condi-ciones ecológicas asociadas a esta sur-gencia de agua.

5. Vallado. Es conveniente separarla fuente de las charcas, de tal formaque aquélla pueda ser utilizada por laspersonas, dejando la charca exclusiva-mente para la fauna local. El vallado uotras barreras físicas que limiten oimpidan el acceso pueden estar espe-cialmente indicados en lugares dondeexista una problemática derivada deluso de vehículos a motor, de una exce-

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Colocación de piedras para facilitar refugios a los anfibios. Fuente del Quemado, enVillar del Olmo

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siva carga ganadera o de hábitos inade-cuados, como el vertido de residuos.

Periodo de actividad de losanfibios madrileños

El próximo paso es elegir el momen-to de hacer la charca. Como estamosante una actuación de conservación deanfibios, es primordial conocer el ciclovital de estas especies para saber enqué momento utilizan cada hábitat(terrestre y acuático) y durante cuán-to tiempo. Todo ello con el fin de evi-tar cualquier daño a la población deanfibios que puede habitar la zonadonde se va a crear la charca. No seríamuy adecuado realizar un esfuerzopara conservar anfibios y eliminar, a suvez, una población entera de sapitosrecién metamorfoseados.

Además, con esta información esposible proporcionar todos los hábitatsque las especies requieren y no sólo losque necesitan en sus periodos reproduc-tivos. De este modo tendríamos todaslas piezas para crear el ecosistema másadecuado para anfibios y poder asífavorecer sus poblaciones no sólodurante su reproducción.

La mayoría de los anfibios son decostumbres muy terrestres exceptodurante el periodo de celo; de hecho, amuchos de ellos no les gusta el agua,son malos nadadores y pueden ahogar-se con facilidad, acudiendo a ella sólopara dejar los huevos. Además, son decostumbres predominantemente noc-turnas. Lo que significa que observar-los no es tarea fácil.

El periodo de reproducción es muyvariable. Depende de factores como la

temperatura, humedad, periodos delluvia, altitud, latitud…; esto significaque dos años seguidos pueden tenerdiferente comienzo, duración, eficaciade la reproducción… según hayan sidomás lluviosos, fríos, etc. Pero esto noes todo: en muchas especies animalesel lugar (latitud y altitud) es tambiénun factor limitante para establecer unperiodo reproductivo. Luego, una ranaen el sur se reproduce en un momentototalmente distinto a una que viva amayor altitud o más al norte.

No obstante, a modo orientativo,con el objeto de elegir el momento másadecuado para realizar las obras, sepresenta un calendario de la actividadde los anfibios de la Comunidad deMadrid.

De este calendario se puede obte-ner diferentes tipos de información.Por una parte la referida a los adultos(naranja), lo que significa que hay quetener mucho cuidado con el medio te-rrestre, porque los adultos han salidode sus refugios o están alimentándosepor los alrededores (naranja claro-actividad de los adultos) o porqueestán en su periodo reproductivocerca o dentro del agua (naranjaoscuro-periodo reproductivo).

Por otra parte también se repre-senta la presencia de larvas (verdeclaro-presencia de larvas). Debemosser especialmente cuidadosos con elmedio acuático en aquellos momentosen que hay mucha abundancia de larvas(verde oscuro-máxima abundancia delarvas).

Un aspecto importante, que noaparece representado en el calen-dario, es la presencia de anfibios

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metamórficos. Éstos son todos aqué-llos que, tras sufrir la metamorfosis,han desarrollado los pulmones y salenfuera del agua, lo que significa que seencuentran en la tierra muy próximosa las zonas húmedas.

Este calendario se debe utilizar sólo amodo de guía para la Comunidad deMadrid. Es conveniente consultar con ex-pertos o realizar algunas observacionessobre los hábitos de estas especies antesde empezar cualquier tarea.

Calendario orientativo de la reproducción de los anfibios presentes en la Comunidad de Madrid

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Someros encharcamientos, como éste localizado en una zanja en Morcuera, bastan aespecies como el sapo corredor, que depositan en ellos sus huevos

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Es muy conveniente dotar a la charcade una zona periférica de protección.Para ello plantaremos arbolado y mato-rral autóctono con el propósito, ademásde proteger el perímetro de la zonahúmeda, de dar cobijo y sustento a lafauna local. Con esta actuación favore-ceremos también la propagación deespecies autóctonas y la recuperacióndel paisaje. No siempre nuestros recur-sos serán suficientes para desarrollartodas las franjas de vegetación que serelacionan en las líneas siguientes.Podemos plantearnos que completaresta tarea sea un objetivo a medio ylargo plazo. Por otra parte, aunque nohagamos nada, la vegetación colonizaránuestra charca rápidamente y de formaespontánea, lo cual debe ser motivo paranuestra tranquilidad. Aun a sabiendasde ello, el proceso será más rápido ymejor si nosotros le apoyamos, aten-diendo a los criterios que exponemos acontinuación.

Repoblación con especies vegetalesautóctonas (dentro y fuera del agua)

La vegetación de las zonas húmedasse dispone a menudo en franjas, deacuerdo con las características delsuelo y de su grado de humedad.

Las plantas traen consigo provisiónde materia orgánica, atracción deinsectos (son alimento para losanfibios) y estabilización el suelo.

Además, a mayor diversidad de vege-tación, mayor diversidad de fauna.

Evitaremos el uso de vegetaciónornamental, como el árbol del amor(Cercis siliquastrum), plátanos (Musavelutina), ailantos (Ailanthus altísima),etc. Es preferible promover la propa-gación de especies autóctonas paraalcanzar un ecosistema lo más naturalposible.

Dentro del agua

Dentro del agua podemos encontrartres tipos de estrategias diferentes.Los helófitos, como el carrizo(Phragmites australis) o la espadaña(Thypa latifolia), crecen enraizados ensuelos inundados, pero sus elementosvegetativos son aéreos.

Los anfítitos tienen las hojas infe-riores sumergidas, y las superiores

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2.3 CCreación dde uuna zzona pperiféricade pprotección dde lla ccharca

Espadaña

Carrizo

Page 41: Manual de creacion de charcas para anfibios (Reforesta 2007)

aéreas oflotantes. Esel caso de losr a n ú n c u l o s(Ranuncu lusaquatilis) que,en primavera,tapizan casi

completamente las charcas temporalescon sus flores blancas.

Otras plantas, por último, vivencompletamente sumergidas. Son loslimnófitos; es el caso de algunas algasy algunos musgos.

También se puede observar la caña(Arundo donax) y, en la periferia delcarrizal, aparecen otras especies comoel junco (Scirpus holoschoenus) o eltrébol blanco (Trifolium repens).

Fuera del agua

Entre los árboles y arbustos figu-ran los sauces (Salix sp.), tarayes(Tamarix sp.), y saúcos (Sambucusnigra), a quienes suelen acompañarotras especies de ribera.

Un bosque de ribera es una forma-ción vegetal asociada a un curso de

agua. Las especies que la integrannecesitan una elevada humedad. Poreste motivo la composición vegetal delos bosques de ribera es distinta de laque pueda haber unas docenas de me-tros más allá del cauce.

En función de la proximidad al río y,por tanto, de una mayor o menorhumedad, se pueden distinguir lassiguientes zonas o bandas en unbosque de ribera:

En primer lugar, nos encontramoscon el aliso (Alnus glutinosa) que viveen las riberas de los ríos e inclusosumergido parcialmente en el agua,junto con los cañaverales y los juncos.Su sistema radical, que alcanza grandesarrollo, tiene una característicaimportante: en él se desarrollan unoshongos (Frankia alni)que viven en simbio-sis con el árbol,capaces de fijar elnitrógeno atmosfé-rico, lo que permiteque el aliso puedacrecer incluso enterrenos pobres.

El aliso es muysensible a la sequíaestival, por lo que no suele crecerjunto a los ríos que se secan en verano,donde son los sauces quienes que se

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Ranúnculo

Caña

Junco Trébol

Taray

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encargan detapizar estosbordes. Las ali-sedas se hal-lan desde zo-nas con bajaaltitud (casi alborde del mar)hasta los 900-1000 metrosde altitud, don-de de nuevo

son sustituidas por las saucedas.Los sauces, especies arbustivas o

arbóreas del género Salix, (Salix alba-S. atrocinera-S. fragilis-S. purpurea),están en contacto directo con el agua,incluso enraizando en ella. Son árboleso arbolillos de ramas flexibles parapoder soportar las avenidas de agua.Las saucedas tienen una funcióndefensiva importante frente a laacción erosiva del agua sobre el bordedel cauce. Sin embargo, por lo general,

están muy degradadas o sustituidaspor zarzales (Rubus ulmifolius).

En posición más alejada de las már-genes están las choperas, que crecenen los suelos con buena permeabilidady fertilidad. Las choperas (Populusalba-Populus nigra-Populus tremula)son bosques cerrados que provocanuna densa penumbra, pudiendo alcan-zar los árboles una gran corpulencia.Los acompañan plantas trepadorascomo la hiedra (Hedera helix)

Ya en una posición relativamenteretrasada sobre el cauce se encuen-tran las olmedas, que se orientan enlos valles, barrancos y depresiones consuelos profundos y a mayor altura.

La catena riparia la termina el fres-no (Fraxinus angustifolia). Al ser unaespecie sensible al frío, no soporta laaltura (no suele sobrepasar los 1.700metros).

Con los árboles principales men-cionados convive una gran una variedad

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Aliso

Catena Riparia y catenacon pisos de vegetación

Cauce

Zona de crecidasencharcadatemporalmente

SaucesAlisos

Olmos Encinas

Chopos

Fresnos

Pinosilvestre

Roblemelojo

Piornal demontaña

Césped demontaña

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de otros árboles, arbustos y hierbas.En los fondos de valle, junto a los

fresnos, aparecen acompañando aéstos el roble melojo (Quercus pyre-naica) y el quejigo (Quercus faginea), ysuelen ser también frecuentes el ser-bal de cazadores (Sorbus aucuparia),el mostajo (Sorbus aria) y el arce deMontpelier (Acer monspessulanum). Enlos sotos ribereños montanos apareceel abedul (Betula celtiberica). Máscerca del cauce encontramos el saúco(Sambucus nigra) y el avellano (Corylusavellana). Entre los arbustos de menorporte figuran el majuelo (Crataegusmonogyna), el endrino (Prunus spinosa),brezo blanco (Erica arborea),bonetero (Euonymus europaeus),madreselvas (Lonicera hispanica),hiedras (Hedera helix), manzano sil-vestre (Malus sylvestris), escaramujos(Rosa canina), zarzamoras (Rubus ulmi-folius), etc.

En los bosques de ribera se puedeencontrar una riqueza mayor que enotros bosques más protegidos. Ellohace que estos espacios sean utiliza-dos como hábitat, no sólo por la faunaacuática, sino por todo tipo de ani-males. Desde anfibios o aves, hastamamíferos e insectos que buscan refu-gio y alimento.

Esta variedad y especiales condi-ciones proporcionan una enorme canti-dad de recursos de gran importanciapara su estudio científico y apro-vechamiento educativo e, incluso, paraactividades recreativas.

Pero las ventajas de un bosque deribera bien conservado no se limitan asu propio espacio. Son el mejor sis-tema para evitar la erosión de los már-

genes y proteger en todos los sentidossu entorno. Un sistema ensayado yprobado por la naturaleza a lo largo demuchos siglos de evolución.

Los ríos y arroyos serán las autopis-tas de la fauna y flora silvestres;serán la columna vertebral de la biodi-versidad madrileña. En este manualofrecemos algunas pautas para restau-rar la vegetación de las proximidadesde nuestra charca. No debemos olvi-dar que los anfibios pasan buena partede su vida fuera del agua. Por ello, unaacción restauradora bien realizada esmuy positiva para apoyar todas lasfases del ciclo biológico de estasespecies.

Volvemos a insistir en que, si bien lapuesta en práctica de un proceso derestauración de la vegetación es muyrecomendable, el hecho de no disponerde recursos para llevarlo a cabo nodebe impedirnos construir nuestracharca pues, por sí sola, ésta tiene unvalor tal que, a buen seguro, losanfibios lo agradecerán.

La técnica Acarsuna

Un bosque no sólo son árboles. Unbosque es muy distinto a unaplantación de árboles, porque se com-pone de los siguientes estratos:arbóreo, arbustivo, herbáceo y musci-nal. Cada uno de ellos se desarrolla enunas determinadas condiciones desombra y humedad. Por este motivo, ala hora de reforestar no hemos deolvidar la composición natural de losmismos e intentar reproducirla.

La reforestación es una necesidadapremiante y, puesto que han sido las

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acciones humanas las que han provoca-do y siguen provocando un procesocontinuo de erosión y pérdida acelera-da del suelo, deben ser también lasacciones humanas las que provoquenuna Aceleración Artificial de laSucesión Natural.

En todos los casos hay que obrarcon la misma técnica restauradora:restituir el bosque inicial o, lo que es lomismo, el ecosistema forestal nodegradado que existía en un principio.

No debemos ver esta técnica comola más acertada sólo desde el punto devista conservacionista y naturalista, yaque lo es también desde unplanteamiento de producción económi-ca. En efecto, un ecosistema próximo asu clímax y explotado racionalmentegarantiza el máximo y más sostenidorendimiento económico.

Para restituir el bosque inicial sóloexiste un camino efectivo, que es a lavez el más lento y el más económico, yque también es el único seguro: tratarde invertir, lo menos artificialmenteposible, el proceso de degradación. Esdecir, propiciar una AceleraciónArtificial de la Sucesión Natural (técni-ca ACARSUNA), para lo que debemos:

Analizar y comprender bien de quéestá compuesta la cubierta vegetalcompleta de un bosque no degrada-do, en sus estratos herbáceo,arbustivo y arbóreo.

Apreciar que en el proceso dedegradación se descompone y desa-parece primero el estrato arbóreo;en segundo lugar lo hace el estratoarbustivo y, finalmente, el estratoherbáceo, de modo que cuando

desaparece éste queda el desiertode arena o piedra.

Poner los medios para invertir elproceso de degradación.

El proceso restaurador

Cuando existen los medios para lle-var a cabo un ambicioso proyecto derestauración, es muy aconsejableobservar la secuencia y criterios quese exponen a continuación:

1. Elección de la especie con la que seha de iniciar la aceleración artificial dela sucesión natural (ACARSUNA). Es elpaso más importante, y requiere muchasconsideraciones teóricas de carácterbioclimático, edáfico, botánico, etc.

2. Estudio de los hábitats en los quemejor se adapta cada especie.

3. Obtención y propagación de laespecie elegida en vivero forestal.Desde la germinación de la semilla o latécnica de estaquillado hasta la obten-ción masiva y económica de plántulas, queserán la materia prima para implantar elprimer paso de la ACARSUNA en la zonadegradada.

4. Implantación de la especie elegi-da en el ecosistema a restaurar y en elque se va a aplicar la técnica ACAR-SUNA. Se realiza mediante técnicasde plantación en la zona degradada, lascuales deben reunir, como mínimo, lassiguientes características:

a. Que sean económicas en cuanto almanejo y transporte de los plantones.

b. Que supongan una gran rapidezde repoblación.

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c. Que se practiquen con altorendimiento de repoblación, esdecir, que sea alto el número deplantas repobladas por cada traba-jador que efectúe la repoblación.d. Que supongan una repoblaciónartificial, pero lo más natural posible.Sólo así se favorece la sucesión natu-ral. Para ello se requiere que en el actode repoblación se logre un máximo deinviolabilidad del ecosistema exis-tente, por degradado que se encuen-

tre. Esta inviolabilidad del ecosistemase logra no alterando para nada, o sólolo indispensable, la estructura delsuelo y la cubierta vegetal.

Resulta evidente que la única formade asegurar el éxito en el estableci-miento de una cubierta vegetal es apartir de plantones vigorosos yresistentes, lo cual se puede lograrmediante el uso de especies autóc-tonas y técnicas de vivero adecuadas.

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Los bosques de ribera son formaciones vegetales muy complejas. En la imagen, bosque de riberadel río Lozoya

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Es conveniente elaborar un crono-grama en el que se indiquen las tareasa realizar, el material y el tiemponecesarios, el momento de realizar lastareas y demás informaciones quepuedan ser de interés. Ello nos facili-tará la posterior elaboración de unpresupuesto aproximado.

A continuación planteamos unaacción tipo de creación de una charcade 16m2 y 50 cm. de profundidad,cubierta con una lámina impermeabi-lizante, con un vallado perimetral y unpanel interpretativo. Los precios indi-cados reflejan los honorarios deempresas que están realizando estetipo de actuaciones en 2007 en laComunidad de Madrid.

Paso 1: Decidir dónde se vaubicar la charca.

A no ser que conozcamos mucho ellugar, necesitaremos un mapa queincluya hidrología, curvas de nivel(para ver las pendientes), vegetación,carreteras, etc. Con un MapaTopográfico escala 1:50.000 es sufi-ciente. Si preferimos más detallepodemos usar los de 1:25:000 y losMapas Forestales, que aportan másinformación sobre la vegetación.

Lo mejor en todos los casos es acer-carse a la zona y realizar un esquema dellugar apuntando: tipo de vegetación, dis-tancia entre árboles, presencia de agua,existencia de piedras, caminos,…

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2.4 PPaso aa ppaso

Jóvenes voluntarios participando en la creación de una charca para anfibios

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Paso 2: Diseño de la charca.

Una vez tomadas las anotaciones per-tinentes podemos realizar este pasobajo techo y utilizando el manual, peroes imprescindible acudir de nuevo al

lugar para verificar todos los datostomados y, sobre todo, para observar lapresencia o ausencia de anfibios. Hayque conocer los anfibios que hay por losalrededores y qué actividad tienen, paraasí construir la charca en el periodo másinofensivo para ellos. En este paso espreciso establecer la forma y tamaño dela charca. Así mismo, es el momento deestudiar cómo adecuarla al terreno,pensando en las orillas y contornos quevamos a crear, en la profundidad, etc.

Paso 3. Preparación del terreno.

Ya se ha comentado lo inapropiadoque es eliminar la vegetación delentorno pero, en ocasiones, es nece-sario, ya que en caso contrario puede

dificultar seriamente el resto deactuaciones.

Luego, si fuese necesario habrá querealizar una poda. Para ello las tijerasde podar son preferibles a las des-brozadoras o motosierras.

Si existe algo que también puedamolestar es conveniente retirarlo eneste momento. Las piedras, maderas…pueden ser reutilizadas al final para darcobijo a la fauna, así que es convenienteno deshacerse por completo de ellas.

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El vallado perimetral de madera se integra mejor en el paisaje

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Posteriormente marcaremos laforma de la charca. Podremos usar calmuerta o apagada pero recomendamosabrir con un pico una zanja con laforma deseada o colocar estacasunidas por una cuerda. Si llueve, lasestacas aguantarán

El presupuesto aproximado de estaactuación sería de 100 €.

Paso 4. Excavación.

La forma de llevar a cabo estaintervención va a depender mucho deltamaño de la charca.

No hay que olvidar usar una nive-ladora para confirmar que el suelo noesté en pendiente. De lo contrario,podría ocurrir que el agua se acumula-ra más en una zona y no fluyera.

Una parte de la tierra extraídapuede ser reutilizada como suelo osustrato de la charca. A estos efec-tos, la más recomendable es la tierramás superficial, ya que puede contenersemillas que germinarían en contactocon el agua.

Crear una charca de este tamaño(16m2 y 50 cm.- de profundidad)requiere disponer de una miniexcavadora (320 € por 8 horas). En loscasos de charcas de gran tamañodonde se manipula mucho volumen detierra se tendrá que usar una retroex-cavadora.

Los costes de transporte puedenllegar a suponer un 50% del pre-supuesto del uso de estas máquinas.Por ello, en caso de tener que usarlas,será mejor buscarlas en lugares pró-ximos al elegido para construir lacharca.

Pero sin ninguna duda la mejorforma de abaratar costes es reunir aun grupo de personar que ayuden enesta tarea. Este enfoque añadiría anuestro trabajo un valor de educaciónambiental de la población local.

Paso 5. Diseño de diferentes pro-fundidades.

Si queremos crear una charca condiferentes profundidades, es elmomento de excavar un poco más enaquellas zonas donde hayamos elegidouna mayor profundidad (hasta un má-ximo de 1 m.). Como es poca tierra laque hay que sacar, se recomienda eluso del pico y la pala.

Tenemos que tener en cuenta quelas piedras reducirán el volumen deagua que puede contener el vaso de lacharca. Por ello, si nuestro diseñocontempla la colocación de muchaspiedras en el fondo (paso 9) y, espe-cialmente, si éstas van a ser grandes,deberemos aumentar en unos 15 cm.la profundidad en los espacios elegi-dos para ubicarlas.

Paso 6. Colocación de láminasEPDM impermeables.

Si el terreno es muy permeable esconveniente colocar una membrana degiscolene (EPDM). Para ello lo primeroes eliminar las piedras y demás cuer-pos que puedan causar algún daño a lalámina (pinchazos, roturas,…). Tambiénes recomendable rellenar un poco conarena de río y colocar sobre la mismauna manta para dar uniformidad al te-rreno y evitar deterioros.

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Colocar una lámina de caucho EPDMexige realizar una excavación unos cen-tímetros más profunda (5 cm. aproxi-madamente). La lámina deberá sermayor que la charca ya que no sólo debecubrir el fondo, sino también las pare-des. Normalmente es suficiente quetenga unos 2 m2 más que el tamaño decharca, aunque la superficie dependeráde la profundidad que vaya a tener. Paranuestra acción tipo se necesitarían unos18m2 de EPDM (300€).

Paso 7. Colocación de geotextil.

Para reducir el efecto visual de lalámina negra de caucho EPDM y,sobretodo, para facilitar la colo-nización de plantas acuáticas, serecomienda colocar una lámina de geo-

textil sobre toda la estructura, fondoy paredes (180€ por 18 m2).

Paso 8. Rellenar de agua.

Si hemos diseñado la charca a con-tinuación de una fuente, sólo ten-dríamos que esperar a que se llenara.

Pero si hemos creado una charcaalejada de la fuente tendríamos quecolocar las conducciones, arquetas yllaves necesarias para rellenar lacharca (175€).

Paso 9. Colocación del fondo arenosoy de las piedras.

Como se ha indicado anteriormente,para crear el fondo de la charca ten-dremos que usar arena. Quizá

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Una charca creada en un instituto de Majadahonda se convirtió en un magnífico recurso para laeducación ambiental de los alumnos

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podremos reutilizar la que hemosextraído al construir la charca. Si nofuera éste el caso, también es muy útilla arena de río.

Para evitar tener superficies planascolocaremos también las piedras en losbordes y paredes. Y, si las situamostambién en el centro a modo de isla, losanfibios disfrutarán de un refugio ideal.

Evitaremos en la medida de lo posi-ble el uso de mortero o cemento parasujetar las piedras. Si, con la finalidadde prevenir daños, no quedara másremedio que emplearlo, emplearemosla menor cantidad posible, dejandohueco entre las piedras. Ya se hacomentado que tales huecos son refu-gios perfectos para los sapos y ranas.

Este paso podrá costarnos aproxi-madamente unos 350€.

Paso 10. Plantas acuáticas y crearuna zona periférica de protección.

En nuestra acción tipo hay suficientevegetación en el entorno, así que opta-mos por esperar a que la propia ve-getación natural recolonice el enclave.

En caso contrario crearemos unazona periférica de protección conplantas autóctonas. Es decir, las que,sin haber sido introducidas por elhombre, crecen de forma natural enla zona. Para ello es recomendableestudiar la vegetación del área yseleccionar las especies más acordes,incluso utilizando otras especiesautóctonas que son escasas o handesaparecido de la misma. A ser posi-ble, integraremos la nueva charca enel entorno natural.

Observaremos con detalle el estado

de las plantas ya que, si se planta unaejemplar en mal estado (enfermo, conparásitos, etc.) podría afectar a lavegetación que hay alrededor.

Las plantas acuáticas suelen aparecertras un periodo de tiempo por sí solas enla charca pero, si queremos acelerar elproceso, podemos echar arena de losalrededores de la charca, puesto queseguramente tengan semillas.

Paso 11. Vallado (si es necesario).

En algunos casos será necesario pro-teger la charca del tránsito de vehículos,ganado o personas. Respecto a losprimeros, bastaría con colocar unosbolardos de madera. Si lo que pre-tendemos es limitar el paso de ganado, elvallado será más complejo y específico.

Si hubiera razones para temer actosde vandalismo sería muy aconsejablerodear la charca con una valla fuerte ybien anclada, pero que no impida laentrada y salida de los anfibios. En unasituación óptima, en la que la poblaciónde las localidades circundantes estaríacomprometida y sensibilizada con elobjetivo de protección de los anfibios, lodeseable sería que, en caso de colocaralgún vallado, este fuera únicamente unpequeño cercado de madera (750 € por24 m); de esta manera lograríamos unamejor integración en el paisaje.

Paso 12. Colocación de un panelinterpretativo.

Es conveniente diseñar un panel queponga de manifiesto la importancia deconservar los anfibios y sus áreas dereproducción (562 €).

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Paso 13. Disfrutar de la faunaque hemos atraído.

Además de ser aliados en el controlde los insectos, los anfibios son agrad-ables criaturas que nos deleitarán conlos coros nocturnos de ranas y sapos,con los complicados cortejos de los

tritones, y con el increíble proceso dela metamorfosis que tanto asombra agrandes y pequeños.

Un consejo importante: no debemoscomprar anfibios en tiendas especializa-das para llenar la nueva charca. Debemosesperar a que los sapos, ranas, salaman-dras y tritones lleguen por sí solos.

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Caso práctico. Construcción en 2007 de una charca cerca de una fuenteque existe dentro de nuestra finca privada. Cálculo del presupuestoaproximado:

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Es de vital importancia estableceruna serie de pautas para mantener lascharcas en el mejor estado posible.Una charca bien construida y ubicadaen un buen emplazamiento exigirá muypoco mantenimiento.

Labores de limpieza

Fuentes, pilones y albercas son uti-lizados con frecuencia por los anfibios.Por ello es importante incorporar en sumantenimiento todas las previsionestendentes a garantizar la protecciónde estos animales. Y esta recomen-dación es extensible a los casos en que

el agua de la charca procede de algunade estas pequeñas infraestructuras.

Una práctica potencialmente muyperjudicial es la limpieza realizada enépocas inadecuadas, que puedeprovocar una importante mortalidaden estas especies. Si fuera impres-cindible realizar estas labores enperiodos delicados, es convenientetrasladar los anfibios a los puntos deagua apropiados que más próximos seencuentren.

Asimismo, hay que advertir a lapoblación del perjuicio que causanprácticas ilegales ya citadas en otrosapartados, como el lavado de tanques,

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2.5 GGestión yy mmantenimiento

Sapo común atropellado. Diversos estudios señalan los atropellos como una de lasprincipales causas de muerte de los anfibios

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contenedores diversos y materialesagrícolas.

Labores de restauración

Es importante vigilar el estado de lafuente para comprobar que no hayfisuras o fracturas. En caso de que sílas haya y supongan una importantepérdida de agua para la charca sedeberán tomar las medidas oportunas.

También hay que tener en cuentalos posibles actos vandálicos quepuedan perjudicar la estabilidad delecosistema. Actividades educativas odivulgativas pueden prevenir esteriesgo. Esta amenaza puede mini-mizarse realizando campañas en lasque la población local participa en lacreación de la charca.

Labores de riego de huertas

Nunca hay que vaciar por completouna charca, fuente o pilón. Se debendejar al menos 10 centímetros de aguay así, además de proteger a losanfibios que la habitan, se conservanlos sedimentos del fondo, que sonimprescindible para el desarrollo de lavida acuática.

Eliminación de especies exóticas

No se debe introducir especiesalóctonas. En caso de que aparezcaalguna, ya sean peces, tortugas, can-grejos, etc., se deberán tomar lasmedidas necesarias para erradicarlas,ya que la presencia de especies invaso-ras inhabilita los ecosistemas paraotras especies autóctonas.

Barreras anti-atropello paraanfibios

Más que como una labor de manten-imiento de la charca, esta medida hade entenderse como una acción desti-nada a proteger los anfibios que en ellahabiten. La vida de individuos dediferentes especies transcurriráentre un ir y venir a la charca. En esostrayectos pueden encontrar carre-teras y caminos, corriendo el riesgo demorir atropellados.

Es necesario tomar medidas paraevitar tan traumático fin para losanimales que, en algunos casos,podría llevar a poblaciones locales dealguna especie hasta la extinción.Por este motivo, una de las condi-ciones para elegir un lugar adecuadopara crear la charca es que esté ale-jado de carreteras. En caso de queexista una carretera cerca puedeoptarse por colocar barreras anti-atropello que impidan cruzar a losanfibios durante su migración local.Estas barreras les guían para quecrucen por unos pasos situadosdebajo de la calzada.

Paneles informativos

Es necesario informar sobre lasituación de estas especies para quese adopten medidas como las aquíexpuestas.

La educación es la herramientaclave para cambiar el curso de lascosas "Educar para pensar es tareaprioritaria para una sociedad queaspire a la innovación, al progreso, a lalibertad, a la solidaridad".

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Código de práctica del D.A.P.T.Fpara el trabajo de campo

Es un código preparado por elDeclining Amphibian Populations TaskForce sobre buenas prácticas en elámbito de la investigación y el trabajode campo, a fin de minimizar el riesgo

de transmitir enfermedades y/oparásitos que amenazan a un grannúmero de especies de anfibios.

Este código debería ser conocido yaplicado no sólo por científicos que sedediquen al estudio de estas enfer-medades, sino por todos aquéllos quetengan algún tipo de relación con laszonas húmedas y con los anfibios,estén o no en zonas de riesgo.

Muchas de las pautas que presenta

se refieren a la limpieza del materialcon el que se manipulan los anfibios(botes, redes, trampas, etc.), perotambién hay cierto material que usa lamayoría de la gente que, igualmente,debe ser desinfectado para evitardaños a otras poblaciones (botas,ruedas de vehículos…). Esta limpieza

debe realizarse con Etanol 70%,aclarando después con agua esteriliza-da (hervida o tratada).

En zonas infectadas (estas enfer-medades no se transmiten al ser humano,únicamente afectan a los anfibios) hayque ser muy precavido. Es necesario usarguantes desechables, no manipular dife-rentes individuos con el mismo material,separar los anfibios que se capturen,desechar el material utilizado, etc.

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Barrera permanente contra el atropello de anfibios. Hoyo de Manzanares

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No se debe trasladar anfibios, nicaracoles, ni plantas,…ni atravesarcon el coche charcos, arroyos,… yaque, si estuvieran infectados, laenfermedad podría extenderse aotras áreas.

Estas enfermedades emergentes,

como la quitridiomicosis, ponen engrave peligro a los anfibios. Conocer suexistencia es de vital importancia parapoder actuar contra ellas. Para evitarposibles daños, se recomienda infor-marse sobre las áreas afectadas poresta u otras enfermedades.

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Observar el código de buenas prácticas reducirá el riesgo de llevar las enfermedadesde los anfibios de charca en charca

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Dada la importancia que poseen lasespecies de anfibios como indicadoresde la salud ambiental, fomentar su con-servación promueve directamente laprotección del medio natural en general.

Por esta razón, y porque se encuen-tran entre las especies más ame-nazadas del mundo (un 32% de lasespecies de anfibios están ame-nazadas, según datos de la UICN), enlos últimos años se han multiplicado enmuchas partes del mundo los proyec-tos dirigidos a su conservación. Estosproyectos son muy diversos: campañasanti-atropellos, señalización de carre-teras, creación de centros de cría,investigación de las enfermedades enlaboratorio, creación de charcas,talleres educativos, etc.

Es fundamental desarrollar progra-mas de educación y/o divulgaciónambiental y fomentar la participación

social, para que se alcance una mayorconciencia acerca de los anfibios y losecosistemas acuáticos. Si se logra sen-sibilizar y concienciar a la sociedadsobre los problemas ambientales sealcanzará un cambio de actitud haciaestas especies y un mayor respetohacia la naturaleza. Sólo con el apoyode todos es posible cambiar estasituación en la que las poblaciones deanfibios tienden a desaparecer ypoder así disfrutar de estas especies,generación tras generación.

En España se hacen avances eneste sentido. Un ejemplo claro es lalínea de trabajo llevada a cabo por laComunidad de Madrid, que no sólo seinteresa por proyectos de conser-vación de anfibios, sino que los inte-gra en programas de educación am-biental. Este es el caso del ProyectoSapo S. O. S.

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3 CConservación dde aanfibios, eeducaciónambiental yy pparticipación ssocial

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Larva de salamandra

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Es un Proyecto de Conservación deAnfibios y Educación Ambiental en elSureste de la Comunidad de Madrid.Se puso en marcha tras la descripciónde una nueva subespecie de sapopartero en el sureste madrileño,Alytes obstetricans pertinax (GarcíaParís. M y Martínez-Solano. I. 2001) ycomo respuesta también a la delicadasituación que atraviesa esta especie enla Comunidad de Madrid a raíz de laquitridiomicosis, enfermedad queafecta a la mayoría de las poblacionesde sapo partero del norte de nuestraComunidad.

De este modo, en 2005 la DirecciónGeneral de Promoción y DisciplinaAmbiental de la Consejería de MedioAmbiente y Ordenación del Territoriode la Comunidad de Madrid en colabo-ración con el Museo Nacional deCiencias Naturales-C.S.I.C, presentóel Proyecto Sapo S.O.S, un programaabierto, con fecha de inicio pero sinfinal pre-establecido.

Este proyecto integra cuatro líneasde trabajo: la investigación, la conser-vación, la educación y la participaciónsocial.

1. Investigación. Se crea una basede datos con los lugares de reproduc-ción y se hace un seguimiento de susestados.

Además se realizan estudios sobreel estado de las poblaciones de Alytesobstetricans pertinax. Se identificanaquellas poblaciones más vulnerables,

se analizan sus amenazas y se propo-nen las medidas de conservación nece-sarias para mejorar el estado de cadauna de las poblaciones.

2. Acciones específicas de con-servación. Se establecen accionesconcretas encaminadas a la protec-ción directa de los anfibios. Sedesarrollan aquellas medidas de con-servación necesarias para favorecera las poblaciones.

Lo prioritario es establecer unared de puntos de reproducción paraanfibios que estén próximos o conec-tados mediante corredores biológi-cos. De este modo, se evita la extin-ción local de una población: si unpunto sufre algún tipo de amenaza losanfibios pueden trasladarse al puntomás próximo; de manera contraria, sino hay conexión entre las áreas dereproducción, la población deanfibios podría desaparecer sisucede alguna alteración en su puntode reproducción.

Esta red se consigue a partir delacondicionamiento de puntos de agua,con la restauración de los puntosdegradados y/o la creación deenclaves nuevos.

Otra medida de conservación direc-ta sería la localización de puntosnegros de atropello y establecimientode barreras físicas permanentes otemporales (como la establecida enVillar del Olmo en la M-204) que evitenla muerte masiva en carretera de

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3.1 UUn ccaso ppráctico: PProyecto SSapo SS.O.S.

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Antes y después de la creación de la charca para anfibios en la fuente del Horcajo (Tielmes)

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estas especies en su época demigración.

Y, por último, se realizan con-troles para evitar la introducción deespecies invasoras que pueden afec-tar de manera importante a laspoblaciones de ranas y sapos.Como ya se ha comentado, laprevención es la medida más efi-caz para evitar esta amenaza.Por este motivo se realizanactuaciones de participaciónsocial para concienciar a lapoblación de las graves conse-cuencias, tanto ecológicas comosocioeconómicas, que conlleva laintroducción de estas especies.

3. Educación en centros esco-lares. Se diseña un programa deeducación e interpretación deanfibios y ecosistemas acuáticos.Se pretende promover la informa-ción pública y la enseñanza en lasescuelas de primaria y secundaria,con el objetivo esencial de "hacerpensar", es decir, que los partici-pantes tengan criterios propiospara valorar los datos, analizarsituaciones y sean capaces ademásde fundamentar sus comentarios ydecisiones.

Se desarrollan una serie de activi-dades dentro y fuera del aula, durantetodo un curso escolar, en las cuales seconoce el trabajo de un investigador yse reproduce en la medida de lo posi-ble. Además se utiliza diverso mate-rial gráfico, 3D (figuras de anfibios enresina, maqueta de la metamorfosis…),audio, colecciones privadas del MuseoNacional de Ciencias Naturales-

C.S.I.C, etc. para hacer más dinámicoel aprendizaje. No se trata sólo deaprender, observar y percibir, sinotambién de actuar, diseñar y realizarexperiencias que incidan de una ma-nera real en su entorno.

De esta manera, se logra sensibi-lizar y concienciar sobre la conser-vación del medio ambiente desde lasedades más tempranas y se lograalcanzar el respeto hacia los anfibios.

4. Divulgación ambiental y partici-pación social. Se contacta con losdiferentes sectores implicados para

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El Proyecto Sapo S.O.S. enseña a cuidar a losanfibios. En la imagen, barrera temporal antiatro-pello en Villar el Olmo

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diseñar el modode actuación delproyecto y reco-pilar informacióncon el fin de eje-cutar las accio-nes específicastanto de conser-vación como deeducación. No só-lo se quiere ac-tuar en el ámbitode la enseñanza ode las adminis-traciones, sinoque se quiere lle-gar a toda lapoblación local engeneral, paraintegrarles den-

tro del Proyecto Sapo S.O.S.Entre los diferentes sectores

involucrados en el proyectoestán: administraciones (estatal,autonómica y local), centroseducativos, medios de comuni-cación, agentes forestales, cen-tros de investigación, propieta-rios, agricultores, asociaciones,fundaciones sin ánimo de lucro,entidades ciudadanas, público engeneral,…

Entre las actuaciones que serealizan destacan los actos de pre-sentación, difusión en medios decomunicación, realización deencuestas, distribución de folletosinformativos, distribución dematerial diverso (marcapáginas,camisetas, etc.), realización decampañas de control de especiesinvasoras, colocación de carteles,…

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El proyecto Sapo realizó actividades tanto dentrocomo fuera del aula

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El Proyecto Sapo S.O.S actúa enel sureste de la Comunidad deMadrid. Cada año se desarrolla endos localidades diferentes, aquéllasen donde, según las investigacionesrealizadas y una serie de criteriosque se han establecido con anterio-ridad (escasez de puntos de repro-ducción, número de amenazas, impor-tancia para los anfibios, etc.), serequiere el establecimiento de medi-das de conservación. Por el momento

se ha desarrollado en los municipiosde Belmonte de Tajo, Perales deTajuña, Tielmes y Villar del Olmo,donde se ha experimentado con lacreación de 11 charcas artificiales yse han restaurado tres zonashúmedas en avanzado proceso dedegradación. (se elimina: todospertenecientes a la Comunidad deMadrid). En la actualidad se está lle-vando a cabo en las localidades deValdelaguna y Valdilecha.

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Díptico divulgativo del Proyecto Sapo S.O.S.”

Page 63: Manual de creacion de charcas para anfibios (Reforesta 2007)

El proyecto Sapo S.O.S nace poten-ciando y compaginando con la laborconservacionista, la educativa e inves-tigadora. Se pretende alcanzar unobjetivo: la defensa y recuperaciónde las áreas de reproducción deanfibios:

"Cuida su hábitat, tam-bién es el tuyo. Ayuda aconservarlo"

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Un grupo de niños participando en la extracción de cangrejos americanos de una acequia

Page 64: Manual de creacion de charcas para anfibios (Reforesta 2007)

Colección Iniciativas locales a favor de la Biodiversidad

Manual de creación de charcas para anfibios ©,2007

EditaAsociación Reforesta

SubvencionaComunidad de Madrid. Consejería de Medio Ambiente yOrdenación del Territorio

ColaboraMuseo Nacional de Ciencias Naturales

CoordinaciónMiguel Ángel Ortega Guerrero

TextosSara Jiménez NietoLorenzo Martín PeñaColaboración técnica de Ceifra, S. A.

IlustracionesDibujos: Ignacio Sevilla HidalgoFotografías: Museo Nacional de Ciencias Naturales, AntonioLópez Ozáez, Miguel Á. Ortega y CNICE - Banco de Imágenes ySonidos

Diseño y maquetaciónAbraham Ruiz Mena

Edita:

Subvenciona:

Con la colaboración de: