Manual Buenas Prácticas en Queso

76
Manual de Buenas Prácticas en la Fabricación del Queso en la comarca de la Vera (Cáceres)

Transcript of Manual Buenas Prácticas en Queso

Page 1: Manual Buenas Prácticas en Queso

Manual de Buenas Prácticas en la Fabricación del Queso en la comarca de la Vera (Cáceres)

Page 2: Manual Buenas Prácticas en Queso
Page 3: Manual Buenas Prácticas en Queso

ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN ......................................................................... 4

2. FABRICACIÓN DE QUESO ................. ¡Error! Marcador no definido.

2.1. NUESTROS QUESOS VERATOS ....... ¡Error! Marcador no definido.

2.2. LA CABRA VERATA ........................ ¡Error! Marcador no definido.

3. EL ANÁLISIS DE PELIGROS Y PUNTOS DE CONTROL CRÍTICO

(APPCC). ................................................ ¡Error! Marcador no definido.

4. BUENAS PRÁCTICAS MEDIOAMBIENTALES ......... ¡Error! Marcador no

definido.

4.1. EL REBAÑO .................................. ¡Error! Marcador no definido.

4.2. EL ESTABLO ................................. ¡Error! Marcador no definido.

4.3. LA QUESERÍA ............................... ¡Error! Marcador no definido.

4.4. PROCESO DE ELABORACIÓN DEL QUESO ........ ¡Error! Marcador no

definido.

4.4.1. PREPARACIÓN DE LA LECHE . ¡Error! Marcador no definido.

4.4.2. ADICIÓN DE FERMENTOS ..... ¡Error! Marcador no definido.

4.4.3. COAGULACIÓN .................... ¡Error! Marcador no definido.

4.4.4. DESUERADO ....................... ¡Error! Marcador no definido.

4.4.5. CALENTAMIENTO ................. ¡Error! Marcador no definido.

4.4.6. EL MOLDEADO .................... ¡Error! Marcador no definido.

4.4.7. EL PRENSADO ..................... ¡Error! Marcador no definido.

4.4.8. SALADO ............................. ¡Error! Marcador no definido.

4.4.9. MADURACIÓN ..................... ¡Error! Marcador no definido.

4.4.9.1. QUESO FRESCO .......... ¡Error! Marcador no definido.

4.4.9.2. QUESO MADURADO ..... ¡Error! Marcador no definido.

4.4.10. ACONDICIONAMIENTO ....... ¡Error! Marcador no definido.

4.4.11. ALMACENAMIENTO: ........... ¡Error! Marcador no definido.

4.4.12. DOCUMENTACIÓN .............. ¡Error! Marcador no definido.

4.5. PERSONAL ................................... ¡Error! Marcador no definido.

4.6. BUENAS PRÁCTICAS EN LA GESTIÓN DE LOS RECURSOS. .... ¡Error!

Marcador no definido.

4.6.1. AGUA ................................. ¡Error! Marcador no definido.

Page 4: Manual Buenas Prácticas en Queso

4.6.2. ENERGÍA ............................ ¡Error! Marcador no definido.

4.6.3. MATERIAS PRIMAS .............. ¡Error! Marcador no definido.

4.6.4. ENVASES Y EMBALAJES ........ ¡Error! Marcador no definido.

4.6.5. EQUIPOS ............................ ¡Error! Marcador no definido.

4.6.6. ALMACENAMIENTO .............. ¡Error! Marcador no definido.

4.6.7. BUENAS PRÁCTICAS CON LOS CLIENTES ... ¡Error! Marcador

no definido.

4.6.8. EL ETIQUETADO ECOLÓGICO ¡Error! Marcador no definido.

4.7. CONCLUSIONES ........................... ¡Error! Marcador no definido.

BIBLIOGRAFÍA ............................ ¡Error! Marcador no definido.

Page 5: Manual Buenas Prácticas en Queso
Page 6: Manual Buenas Prácticas en Queso

Manual de Buenas Prácticas en la Industria del Queso 1

1. INTRODUCCIÓN

Extremadura cuenta con una amplia gama de quesos elaborados

artesanalmente de muy diversas características, tanto en lo que se refiere

al tipo de leche utilizada como al producto final, atendiendo a la movilidad

de fabricación, curación o afinamiento, alimentación del ganado y

localización geográfica de la actividad. Estos quesos, además de ser en la

mayoría de los casos el soporte económico básico de las pequeñas

explotaciones ganaderas familiares, constituyen un patrimonio cultural y

gastronómico hondamente arraigado, convirtiéndose, desde tiempo

inmemorial, en un producto alimenticio primordial de gran parte de nuestra

población.

No obstante, debido al

consumo indiscriminado de este

producto, si éste no cumple unas

mínimas reglas de higiene y sanidad

en el proceso, puede suponer un

peligro para la salud de los

consumidores, pues los quesos son

vehículos potenciales de diversas

enfermedades transmisibles. Por

dicho motivo, la elaboración del

queso, y, en general, de cualquier

producto alimenticio, debe partir de

unas materias primas seguras y ser

manufacturado de acuerdo a un plan

que asegure su calidad. Hoy en día, los mercados cada vez más exigentes y

los consumidores, cada vez más conscientes de sus derechos, obligan a las

Pymes (pequeñas y medianas empresas) a enfrentar situaciones cada vez

más competitivas en este aspecto.

Las Buenas Prácticas en pequeñas y medianas queserías son una

herramienta de esencial importancia para obtener la máxima cantidad y la

mejor calidad de producto. Podemos definir como Buenas Prácticas al

conjunto de operaciones de higiene y elaboración que incluyen

Page 7: Manual Buenas Prácticas en Queso

recomendaciones sobre procesos, la materia prima, producto, instalaciones,

equipos y personal, con el objetivo de obtener alimentos inocuos, y que

establecen los requerimientos mínimos con relación al manejo de

instalaciones, recepción y almacenamiento, mantenimiento de equipos,

entrenamiento e higiene del personal, limpieza y desinfección, control de

plagas, rechazo de productos, control de proveedores y control de calidad1.

El presente trabajo pretende introducir, en el modelo productivo

actual de la fabricación del queso en la comarca de La Vera, una serie de

métodos que propicien el desarrollo sostenible, métodos que complementen

la Gestión Medioambiental de las empresas, métodos sencillos, de bajo

coste, basados en cambios de actitudes, de procedimientos, que se

conviertan en herramientas útiles encaminadas a la minimización, a la

prevención de los efectos negativos de las actividades empresariales sobre

el medioambiente; si bien, requieren la implicación de toda la empresa:

directivos, mandos intermedios y trabajadores en general, tanto en su nivel

organizativo como en sus actitudes

En sí, el objetivo de este manual es brindar al elaborador y/o

productor de quesos un instrumento que le permita:

Reducir todo riesgo de contaminación ambiental.

Establecer procedimientos para el diseño y funcionamiento de los

establecimientos y para el desarrollo de procesos y productos

relacionados con la alimentación.

Establecer buenas prácticas de higiene y procedimientos de

manufactura de alimentos a partir de la leche, asegurando productos

confiables, saludables e inocuos para el consumo humano.

Apuntar a la comercialización en mercados cada vez más exigentes.

Introducir el uso de herramientas de calidad.

Permitir controles a través de inspecciones del establecimiento.

1 Margarita Busetti, Catalina Langbehn y Victor Suárez: Buenas prácticas de

manufactura en queso artesanal de oveja. Ver:

http://www.mific.gob.ni/LinkClick.aspx?fileticket=3NS72sdVIf0%3D&tabid=602&

language=es-NI

Page 8: Manual Buenas Prácticas en Queso

Así, las Buenas Prácticas Medioambientales que ahora se presentan

se componen de experiencias que mejoran el comportamiento hacia el

exterior de la empresa, que consolidan la aplicación de las políticas

medioambientales y que aseguran la mejora continua, repercutiendo

directamente sobre la obtención de beneficios económicos y, por tanto,

sobre la mejora de la imagen de la empresa.

Page 9: Manual Buenas Prácticas en Queso

2. FABRICACIÓN DE QUESO

La expresión “queso”

deriva de la palabra latina

“caseus”. El Real decreto

1113/2006, de 29 de

septiembre, por el que se

aprueban las normas de

calidad para quesos y quesos

fundidos, entiende por queso

el producto fresco o

madurado, sólido o

semisólido, obtenido de la

leche, de la leche total o parcialmente desnatada, de la nata, del suero de

mantequilla o de una mezcla de algunos o de todos estos productos,

coagulados total o parcialmente por la acción del cuajo u otros coagulantes

apropiados, antes del desuerado o después de la eliminación parcial de la

parte acuosa, con o sin hidrólisis previa de la lactosa, siempre que la

relación entre la caseína y las proteínas séricas sea igual o superior a la de

la leche.

Igualmente, el Decreto 39/1987, de 26 de mayo, por el que se

definen las condiciones mínimas de elaboración, maduración y

comercialización de los quesos artesanos extremeños, define queso

artesano al producido a partir de leche cruda, utilizando cuajo de origen

animal o vegetal y sometido a un adecuado proceso de maduración, que en

todos los casos no podrá ser inferior a 60 días.

La fabricación del queso permite aumentar el periodo de tiempo en

que es posible aprovechar buena parte de los compuestos nutritivos

presentes en la leche. Su origen del queso se sitúa en el Mediterráneo

Oriental, varios siglos antes de Cristo. Las tribus nómadas transportaban la

leche en recipientes fabricados con pieles de animales, estómagos, vejigas,

etc., por lo que, a temperatura ambiente, la leche se acidificaba

rápidamente, separándose en cuajada y suero mediante este "cortado"

Page 10: Manual Buenas Prácticas en Queso

espontáneo. El suero proporcionaba una bebida refrescante, mientras que la

cuajada constituía una masa firme que podía consumirse directamente o

conservarse durante periodos más largos. De esta forma se originó un

alimento que se produce prácticamente en todo el mundo a partir de la

leche de diversos mamíferos.

Durante el Imperio Romano se extendió su fabricación a todos los

territorios conquistados y luego más tarde, en la Edad Media, empezaron a

producirse las diferentes variedades de queso en los monasterios, pero la

producción en gran escala no llegó hasta que se produjo la revolución

industrial y el desarrollo de las ciudades.

El queso se encuentra entre los mejores alimentos del hombre, no

solo por su alto valor nutritivo, sino también por sus cualidades

organolépticas. Sus características dependen del resultado de numerosos

factores interdependientes: microbianos (composición de la flora en la leche

cruda y/o añadida, etc.), físicos (temperatura, pH, etc.), químicos

(proporción de calcio en la cuajada, agua, etc.) y mecánicos (corte,

removido, etc.).

2.1. NUESTROS QUESOS VERATOS

La leche de nuestras cabras veratas produce unos maravillosos

quesos que se elaboran durante todo el año, aunque con mayor intensidad

en Febrero a Mayo y mínima en Septiembre. Las poblaciones donde se

realiza el queso son: Arroyomolinos de la Vera, Tejeda de Tiétar, Pasarón de

la Vera, Jarandilla, Losar de la Vera, Guijo de Santa Bárbara, Valverde de la

Vera, Robledillo de la Vera, Viandar de la Vera, Talaveruela, Villanueva de la

Vera y Madrigal de la Vera, y en Ávila, El Raso y Candeleda.

De elaboración artesanal, estos quesos se definen como madurados

grasos o extragrasos, de pasta no cocida y ligeramente compactada. Su

formato es cilíndrico y su peso oscila entre medio kilo y un kilo, a los 45

días de maduración. Exteriormente presentan una corteza lisa o ligeramente

rugosa, natural o bien aceitada o pimentonada. En su interior el corte es

Page 11: Manual Buenas Prácticas en Queso

compacto, sin ojos o con pocos de ellos y muy pequeños, nada elástico y de

color blanco intenso. De sabor franco, algo ácido y salado, mantecoso al

paladar y con aroma típico de cabra. Así, en la comarca podemos encontrar

los siguientes tipos de quesos:

Queso fresco de pasta blanda: Elaborado con leche pasteurizada,

muy suave y agradable al paladar.

Curado en aceite de oliva virgen: De pasta prensada y maduración de

más de dos meses. Su sabor es fuerte, pero sin llegar a picar, y con

un toque afrutado que es conferido por el aceite virgen.

Queso de leche cruda: De pasta prensada. Están elaborados con

leche cruda, con una maduración superior a los dos meses.

Queso semicurado con pimentón: Elaborado con leche pasteurizada.

De corta curación, se le envuelve en una capa de pimentón de la Vera

y aceite de oliva virgen de producción Verata.

Queso semicurado natural: De pasta prensada. Está elaborado con

leche pasteurizada, de corta curación, sabor suave y textura

cremosa.

Figura 1. Queso de cabra de La Vera. Fuente: Depaex.

Page 12: Manual Buenas Prácticas en Queso

2.2. LA CABRA VERATA

Extremadura siempre se ha caracterizado por su gran tradición

ganadera, con un aumento del ganado durante el transcurrir de los siglos

debido, en gran medida, a la trashumancia ovina. En el caso del ganado

caprino, pese a no ser muy rentable en comparación con otros animales, el

hecho de tener menos costes de explotación y ser más fácil adaptables a la

sierra y al monte, ha permitido la tenencia de cabras en casi todas las

familias pobres, que las utilizaban para obtener carne, leche y queso. Las

cabras ofrecen, además, una serie de ventajas respecto a otros rumiantes

como son, por ejemplo:

Son útiles para el aprovechamiento de zonas marginales, de escasa

vegetación y topografía accidentada.

A igualdad de peso, una cabra produce más leche que otros

rumiantes (en torno a 9,4 l/k, frente a la vaca que genera 6,4 l/k)

Son más prolíficas que la oveja.

Es más resistente a enfermedades que la oveja y la vaca.

En los últimos años, la población de cabras ha aumentado debido al

reconocimiento de los quesos y al mercado que los demanda.

Figura 2. Fotografía de la cabra Verata. Fuente: Depaex.

Page 13: Manual Buenas Prácticas en Queso

La raza caprina Verata (ver figura 2), también llamada cabra

castellana, cabra oscura, etc., debe su nombre a la comarca de la Vera,

pudiéndose encontrar en: Piornal, Jarandilla, Navalmoral de la Mata, Valle

del Tiétar, Logrosán...

Se caracteriza por su color oscuro (negro o castaño), siendo en las

hembras más frecuente el color castaño brillante, mientras que en los

machos predomina el color leonado e, incluso, colores más oscuros. Otros

datos que la definen son:

Gran rusticidad.

Capacidad de adaptación y gran resistencia.

Tener dos parideras al año:

- Una temprana: Octubre-Noviembre.

- Una tardía: Marzo-Abril.

La cabra Verata es un animal fuerte e inteligente que se ha adaptado

a las dificultades del terreno ofrecido por la comarca de La Vera y cuya

leche tiene unas características propias y diferentes al resto: su sabor y su

fuerza se debe al enebro, la hoja de roble, las bellotas, los higos y la tierna

hoja de la zarza. La pureza del agua que mana de las numerosas fuentes y

la que baja de las gargantas contribuye, igualmente, a ensalzar el sabor y

las propiedades de este alimento.

En cuanto a su producción de leche, se efectúan dos ordeños, uno por

la mañana y otro por la tarde. En lactaciones medias de 180-200 días se

obtiene una producción de 250-300 litros de leche como media del rebaño,

pero hay cabras que pueden alcanzar los 500 litros. La composición media

de esta leche es la siguiente2:

Densidad: 1.030 a 1.033

Acidez: 14º a 15º

Agua: 88,60%

Materia grasa: 5%

2 Ver:

http://www.camaracaceres.es/actividades/publicaciones/libros/completos/21/conte

nidos/ganaderia.htm

Page 14: Manual Buenas Prácticas en Queso

Caseína: 4,30%

Lactosa: 4,50%

Sales minerales: 0,70%

Albúmina: 1,2%

Cenizas: 0.70%

Page 15: Manual Buenas Prácticas en Queso

3. EL ANÁLISIS DE PELIGROS Y PUNTOS DE CONTROL

CRÍTICO (APPCC).

El Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC o

HACCP, por sus siglas en inglés), es un proceso sistemático preventivo

utilizado para garantizar la seguridad alimentaria, de forma lógica y

objetiva3.

Se aplica en la industria alimentaria aunque también es extensible a

la industria farmacéutica, cosmética y a todo tipo de industrias que

fabriquen materiales en contacto con los alimentos. En él se identifican,

evalúan y previenen todos los riesgos de contaminación de los productos a

nivel físico, químico y biológico a lo largo de todos los procesos de la cadena

de suministro, estableciendo medidas preventivas y correctivas para su

control, tendientes a asegurar la inocuidad del producto.

Tuvo su origen en 1959, siendo los pioneros del mismo la compañía

Pillsbury junto con la NASA y laboratorios de la Armada de los Estados

Unidos. El proceso inicial consistía en un sistema denominado Análisis

modal de fallos y efectos (AMFE), cuya utilidad residía en el estudio de

causas y los efectos que producen éstas.

Al principio su aplicación no tuvo demasiado éxito, pero en los años

80 instituciones a nivel mundial, como la Organización Mundial de la Salud

(OMS), la Comisión Internacional para las Especificaciones Microbiológicas

de los Alimentos (ICMSF) y la Academia Nacional de Ciencias de Estados

Unidos (NAS), impulsaron su aplicación.

En 1988 asociaciones, como el Comité Nacional Consultivo en

Criterios Microbiológicos para Alimentos de los Estados Unidos (NACMCF) y

el ICMSF promocionaron la aplicación del APPCC a nivel de toda la industria

alimentaria, cobrando verdadera importancia dicho impulso veinte años más

tarde, cuando se presenta en el primer Congreso Internacional de

Seguridad Alimentaria celebrado en Denver, Colorado, coincidiendo además

3 Ver: http://es.wikipedia.org/wiki/An%C3%A1lisis_de_Peligros_y_Puntos_de_Control_Cr%C3%ADticos

Page 16: Manual Buenas Prácticas en Queso

la publicación en esas fechas, por parte del Comité de los Alimentos, de las

directivas relativas a su aplicación, conocidas como Codex Alimentarius.

A partir del impulso dado por el Codex, la importancia del APPCC

crece a nivel mundial hasta convertirse, gracias a la normativa comunitaria,

en un sistema de obligado cumplimiento para todos los operadores de

empresas alimentarias.

En España, desde que en

1991 aparece por primera vez

el APPCC en un documento

legislativo comunitario (Codex

Alimentarius), se comienza a

dar mayor importancia a la

higiene en los alimentos,

publicando diferentes

normativas de carácter vertical,

hasta que en 1995 se traspone

al ordenamiento jurídico español la Directiva 93/43/CEE del Consejo, de 14

de junio de 1993, relativa a la higiene de los productos alimenticios, a

través de el R.D 2207/1995 relativo a la higiene de los alimentos; donde se

hace referencia en la legislación española a la obligatoriedad de la aplicación

de un sistema denominado por aquel entonces ARCPC.

En la actualidad, tanto el Real Decreto 2207/1995 como la Directiva

93/43 están derogados, prevaleciendo el Reglamento (CE) nº 852/2004 del

Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, relativo a la

higiene de los productos alimenticios y el Real Decreto 640/2006, de 26 de

mayo, por el que se regulan determinadas condiciones de aplicación de las

disposiciones comunitarias en materia de higiene, de la producción y

comercialización de los productos alimenticios.

El APPCC se caracteriza, por tanto:

Por su carácter preventivo.

Por ser válido para cualquier industria alimentaria.

Page 17: Manual Buenas Prácticas en Queso

Por ser aplicable en todas las fases del proceso, desde la procedencia

de la materia prima hasta el producto final.

Por ser aplicable por la propia industria.

Por ser verificable por la Administración Pública correspondiente.

Existen siete principios básicos en los que se fundamentan las bases

del APPCC que, aplicados a la fabricación del queso, son, básicamente, los

siguientes:

1. Análisis de peligros e identificación de los riesgos: Elaborando

una lista detallada de todas las fases de producción del queso en la

que pueda aparecer un riesgo de tipo sanitario. Tras realizar un

diagrama de flujo para cada producto elaborado, se identifican todos

los peligros potenciales (físicos, químicos y biológicos) que pueden

aparecer en cada etapa del proceso y las medidas preventivas,

estudiándose solamente aquellos peligros potencialmente peligrosos

para el consumidor.

2. Determinación de los puntos de control críticos: Se identifican

los puntos concretos de posible contaminación y las medidas

preventivas para evitarlos. Es decir, se determinan cuáles son los

puntos en los que hay que realizar un control para lograr la seguridad

del producto o, lo que es lo mismo, estudiar los PCC.

Existen diferentes metodologías para el estudio de los peligros. Lo

primero que debemos hacer es definir, de los peligros detectados,

cuáles son o no relevantes; para ello se puede utilizar un Índice de

Criticidad que consiste en valorar, de 1 a 5, los peligros detectados

en cada fase o etapa en función de su probabilidad, severidad y

persistencia. Una vez aplicada la fórmula, todas aquellas fases

analizadas cuyo Índice de Criticidad sea 20 o mayor de 20 serán

analizadas mediante un Árbol de decisión. La fórmula para realizar el

cálculo del Índice de Criticidad es la siguiente:

Probabilidad: (P)

Severidad: (S) IC= P X S X Pr

Persistencia: (Pr)

Page 18: Manual Buenas Prácticas en Queso

El Árbol de decisión es una herramienta recomendada por el Codex

Alimentarius consistente en una secuencia ordenada de preguntas

que se aplican a cada peligro de cada etapa del proceso y ayuda,

junto con los prerrequisitos, a determinar cuáles de éstos

representan Puntos de Control Crítico.

Figura 3. Árbol de decisiones APPCC. Fuente:

http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:%C3%81rbol_de_decisiones_APPCC.svg

Page 19: Manual Buenas Prácticas en Queso

3. Especificación de los criterios: Se establece, para cada PCC, los

límites críticos de las medidas de control, que marcarán la diferencia

entre lo seguro y lo que no lo es. Para ello tiene que definirse un

parámetro medible (como temperatura, concentración máxima…),

aunque también pueden usarse valores subjetivos.

Cuando un valor se encuentra fuera de los límites es señal de la

existencia de una desviación y, por lo tanto, el proceso está fuera de

control, de tal forma que el producto puede resultar peligroso para el

consumidor.

4. Vigilancia: Debemos determinar qué acciones se han de realizar

para saber si el proceso se está ejecutando bajo las condiciones que

hemos fijado y que, por tanto, se encuentra bajo control; es decir,

hemos de implantar los procedimientos adecuados para hacer el

seguimiento de los límites críticos.

Estas acciones se realizan para cada PCC, estableciendo también la

frecuencia de vigilancia, lo que supone determinar cada cuánto

tiempo debe realizarse la comprobación y quién es el responsable de

realizar esa supervisión o vigilancia.

5. Aplicación de las medidas correctoras: Se deben establecer unas

acciones correctoras a realizar cuando el sistema de vigilancia detecte

que un PCC no se encuentra bajo control a fin de que el proceso

vuelva a la normalidad y así trabajar bajo condiciones seguras. Es

necesario especificar, además de dichas acciones, quién es el

responsable de llevarlas a cabo.

6. Verificación: La Verificación estará encaminada a confirmar que el

sistema APPCC funciona correctamente o, lo que es lo mismo,

comprobar si el sistema identifica y reduce hasta niveles aceptables

todos los peligros significativos para el alimento.

7. Registros: Mantenimiento y conservación de los datos recogidos

durante todo el proceso de control.

Page 20: Manual Buenas Prácticas en Queso

4. BUENAS PRÁCTICAS MEDIOAMBIENTALES

4.1. EL REBAÑO

La aptitud de la leche de cabra para quesería depende del buen

estado sanitario del rebaño, de una alimentación adecuada y de un buen

manejo del mismo, así como del ordeñe y correcta manipulación de la

leche. Por dichos motivos, se debe mantener el rebaño en buen estado para

obtener un queso de excelente calidad a partir de una leche también de

excelente calidad. En este aspecto hay un aspecto que conviene tener en

cuenta, y es el hecho de que los consumidores prefieren alimentos

naturales, libres de contaminantes y de alta calidad, que les brinden calidad

y seguridad alimentaria, teniendo en cuenta tres factores:

El bienestar animal.

Un impacto ambiental reducido.

La seguridad y bienestar del trabajador en un ambiente pastoril.

La salud, el bienestar y la productividad de los animales están

interrelacionados. Un animal saludable será también un animal productivo,

por eso es conveniente proveer a las cabras de las siguientes condiciones:

Cantidad suficiente y calidad adecuada de alimento y agua.

Sombra adecuada.

Espacio suficiente por animal, si viven confinados.

Manejo racional, evitando el sufrimiento innecesario.

Diseño racional de los corrales.

Rápido diagnóstico de enfermedades y lesiones que sufran los

animales.

Registro de aquellos alimentos que se utilicen como suplementos,

anotando tipo, composición, fuente, calidad y datos de origen.

Hay que tratar de obtener productos de calidad con el mínimo de

impacto ambiental, controlando la eliminación de residuos y la evacuación

de los efluentes, haciendo un uso racional del agua y evitando la

contaminación de las aguas superficiales y subterráneas.

Page 21: Manual Buenas Prácticas en Queso

Figura 4. Corral de cabras. Fuente: Depaex.

Para la gestión de los animales es útil la lotificación; es decir, formar

grupos (lotes) de animales de semejante estado productivo o fisiológico,

organizado en corrales, cada uno con un patio y zona techada, para:

Mejorar la organización y programación del trabajo.

Optimizar el consumo (los animales comen según su estado

productivo)

Mejorar el manejo sanitario

Permitir aplicar programas de control de parto y de lactancia artificial.

4.1.1. Control lechero

El Real Decreto 368/2005, de 8 de abril, por el que se regula el

control oficial del rendimiento lechero para la evaluación genética en las

especies bovina, ovina y caprina, fue creado con el objeto de establecer la

normativa básica de coordinación y funcionamiento del control oficial del

Page 22: Manual Buenas Prácticas en Queso

rendimiento lechero en ganado bovino, ovino y caprino en España. Su

finalidad es, por tanto, la valoración genética de los reproductores a través

de los esquemas de selección aprobados para las diferentes razas.

Este Real

Decreto es de

aplicación en

todas aquellas

explotaciones

cuyos titulares

mantengan

inscritos sus

animales en los

libros

genealógicos,

gestionados por

las

organizaciones o asociaciones reconocidas oficialmente. Las explotaciones

participantes deben reunir los siguientes requisitos:

Figurar en el “Registro de Explotaciones” y disponer del

correspondiente código de explotación.

Participar en los programas nacionales de erradicación de

enfermedades de los animales.

Disponer de instalaciones adecuadas para realizar ordeño mecánico.

A su vez, los titulares de las explotaciones tendrán las siguientes

responsabilidades:

Tener los animales sometidos a control inscritos en el libro

genealógico de la raza y debidamente identificados según normativa

vigente.

Colaborar con los programas de valoración genética de reproductores

establecidos por las organizaciones de criadores oficialmente

reconocidas o sus federaciones.

Page 23: Manual Buenas Prácticas en Queso

Realizar el control a todas las reproductoras de su explotación

inscritas en el libro genealógico y que se encuentren en producción.

Permitir el acceso a la explotación de los servicios oficiales de su

comunidad autónoma acreditados para realizar la inspección, del

controlador autorizado o del personal del centro autonómico de

control lechero, debidamente acreditado, en cualquier momento y sin

previo aviso.

Comunicar al controlador autorizado toda incidencia de altas, bajas,

cubriciones, servicios de inseminación artificial, transferencias de

embriones, partos, cambios en los horarios de ordeño, secados y/o

cualquier otro dato que demande, a iniciativa propia o previa petición

del centro autonómico de control lechero. Dichos datos deberán

registrarse en soporte documental o informático.

Estar al corriente de pago de las cuotas exigidas en el control lechero

oficial, si las hubiera.

Inseminar sus reproductoras con sementales jóvenes en prueba en el

porcentaje mínimo que se establezca en el esquema de selección

específico para cada raza.

Disponer, en el caso de titulares de explotaciones de ganado bovino,

de cuota láctea en activo vinculada a su explotación y no haberse

acogido al plan de abandono.

4.1.2. Enfermedades

Con el fin de asegurar la calidad de la leche, deben ser excluidos del

ordeño todos aquellos animales que estén sometidos a tratamiento médico,

durante el tiempo que se fijen en las normas de utilización del producto

empleado, en concordancia con la Ley 8/2003, de 24 de abril, de sanidad

animal.

Se debe prestar especial atención a la presencia de mastitis, una

enfermedad contagiosa que puede infectar gravemente a los animales. Esta

enfermedad se caracteriza por la inflamación de la ubre; siendo sus signos

más comunes:

Page 24: Manual Buenas Prácticas en Queso

• La presencia de coágulos en la leche.

• La ubre está inflamada y dolorida.

• La cabra no quiere comer

• La temperatura corporal aumenta.

Si se descubren grumos o coágulos en la leche de una de las cabras,

se debe proceder de la manera siguiente:

Lavarse las manos con cuidado después de ordeñar la cabra.

Separar a la cabra del rebaño.

No usar esa leche.

Limpiar y desinfectar el establo.

Realizar el test de California: Se añade, en un recipiente plano,

unas gotas del reactivo de California y unas gotas de la leche

dudosa, se mezclan bien y se observa. Si se convierten en una

masa gelatinosa, el resultado es positivo.

Llamar al veterinario.

Figura 5. Mastitis en las ubres de las cabras. Fuente:

http://www.delaval.com.mx/Products/Hygiene-and-cleaning/Udder-hygiene-after-

milking/Della_Barrier.htm

Page 25: Manual Buenas Prácticas en Queso

Para evitar la mastitis basta con una serie de buenas prácticas entre

las que señalamos las siguientes:

Lavar la ubre todos los días.

Evitar heridas en la ubre; si se producen, curarlas inmediatamente.

Ordeñar siempre a la misma hora, completamente (a fondo) y con

cuidado.

No permitir que las cabras duerman en suelos húmedos.

Otras enfermedades conocidas en las cabras son las siguientes:

Pudrición en las pezuñas: Es una enfermedad contagiosa

caracterizada por un crecimiento anormal de la piel alrededor de la

pezuña, que puede llegar a caerse. Se puede tratar con sulfato de

cobre, colocándolo en un recipiente y obligando a la cabra a caminar

por esa agua varias veces al día hasta que sane.

La brucelosis: Es altamente contagiosa para los seres humanos y

para los animales; siendo la primera enfermedad abortiva dada su

gravedad y el riego de transmisión al hombre (fiebre de Malta), por

contactos y consumo de leche sin hervir.

Según la OMS, en España, como país perteneciente al área

mediterránea, la brucelosis ovina y caprina (BOC) ocupa un lugar

destacado en la prevalencia de los casos de brucelosis humana, pues

más del 99 % de los casos son debidos a B. melitensis. Además, la

Unión Europea ha considerado a la BOC como enfermedad de interés

prioritario, ya que constituye una barrera sanitaria a los intercambios

comerciales.

Para luchar contra esta enfermedad, España lleva elaborando desde

hace varios años diferentes programas nacionales de erradicación de

la brucelosis ovina y caprina (B.melitensis). Los programas de control

se iniciaron en España en 1976, gracias al desarrollo de la Ley de

Epizootias de 1952, y mediante la Orden Ministerial de 30 de junio de

1976, que estableció medidas de profilaxis y lucha contra la

Page 26: Manual Buenas Prácticas en Queso

brucelosis basadas en la vacunación de las hembras de reposición,

aunque el nivel de vacunación no alcanzó los niveles adecuados.

En la década de los 80, las medidas de control se centraron en las

Comunidades Autónomas más afectadas, haciendo uso de programas

de vacunación masiva para, posteriormente, pasar a planes de

erradicación que incluían el diagnóstico y sacrificio de los animales

positivos. Así, desde el inicio de los años 90, y como consecuencia de

la entrada de España en la CEE, la aplicación de los programas de

control y erradicación de la enfermedad ha tenido una evolución muy

positiva en las poblaciones animales, en aplicación de la Decisión

90/638/CEE, cuya consecuencia ha sido el continuado descenso de

casos de brucelosis humana. En la década de los 80, el número de

casos de brucelosis humana se situaba en torno a los 8500, frente a

los 160 del año 2008 (datos provisionales)4.

Finalmente, mencionar el “Conteo de Células Somáticas – CCS”, que

indica una concentración de los diferentes leucocitos y células epiteliales en

un mililitro de leche. Estas células somáticas son células epiteliales que se

desprenden del interior de la ubre, o células defensivas que vienen de la

sangre, y que van a parar a la leche. La mejor manera de evitarlas es:

Despuntando y observando la leche.

Evitando el sobreordeño.

Cortando el vacío de la ordeñadora antes de retirar la pezonera.

Sellando los pezones después del ordeño.

Lotificando el ganado; dejando para el final a los animales más

viejos y a los que son sospechosos de padecer mastitis.

Secando adecuadamente las ubres de los animales en lactación,

antes del parto, con suficiente antelación, para permitir su

recuperación.

4 Programa Nacional de Erradicación de Brucelosis Ovina y Caprina 2010. Ministerio

de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

Page 27: Manual Buenas Prácticas en Queso

4.2. EL ESTABLO

El establo debe estas en perfectas condiciones, lo que supone

ubicarlo en un emplazamiento correcto, abrigado de los vientos

predominantes y lo suficientemente alejado de la población. Debe contar

con el espacio adecuado para que los animales estén cómodos; siendo

recomendable la existencia de un patio donde puedan hacer ejercicio bajo

zonas techadas.

Deberá disponer de una sala de espera que facilite el paso de los

animales a la zona de ordeño. Esta sala debe ser lo suficientemente amplia

como para albergar, por lo menos, dos tandas de animales. Lo ideal, es que

sea de materiales impermeables no porosos.

La sala de ordeñe debe

estar construida con

materiales de fácil desinfección

y limpieza, con paredes

impermeables a una altura

mínima de 1,80 m. Además,

ha de contar con pisos

antideslizantes de caída hacia

el lateral, permitiendo la

eliminación de los deshechos.

Los techos deberán ser de

material impermeable.

Contará, igualmente, con una

adecuada ventilación e

iluminación; por lo que las

aberturas deberán aislarla del

exterior y deberán disponer de

tejidos contra insectos.

El proceso de ordeñe

debe ser tranquilo, rápido,

completo e higiénico, y que no

Page 28: Manual Buenas Prácticas en Queso

produzca dolor a los animales. Debe realizarse a un horario constante para

evitar situaciones de stress, debiéndose evitar el cambio de ordeñador.

Además, anualmente es conveniente realizar un control de la maquina

ordeñadora para evitar problemas de pulsado, nivel de vacío, junto con el

cambio de las pezoneras, etc.

En el momento del ordeñe las ubres deberán ser higienizadas toda

vez que sea necesario, como así también descartar los primeros chorros,

que es de donde proceden el 30% de las contaminaciones. El ordeñe

propiamente dicho podrá ser a mano o mecánico, dependiendo del número

de animales a ordeñar. Las máquinas podrán ser fijas o móviles, con un

sistema directo a tarro lechero o a un tanque de enfriado. La tarima de

ordeño estará a ras del piso o sobreelevada.

El personal que realice el ordeño actuará siguiendo pautas de

limpieza e higiene, como el lavado de manos, no procediéndose a ordeñar

en caso de padecer lesión o enfermedad que pueda transmitirse por la

leche, tales como tuberculosis, estafilócocos, salmonelosis u otras.

Como ejemplo de aquellas cosas que NO deben hacerse, citamos las

siguientes:

Permitir la entrada de aire en las pezoneras durante el masaje.

Sobreordeño, una vez que ha finalizado el flujo de leche.

No limpiar la ubre previamente.

Repaso manual sobre las pezoneras abiertas.

Retirada de las pezoneras sin cortar el vacío.

Una vez finalizado el ordeño, quedan en el equipo residuos de leche

líquida y películas finas de leche secadas por el aire. La mayor parte de esta

leche se elimina fácilmente aclarándola con agua. Sin embargo, los últimos

residuos son difíciles de eliminar, por lo que la finalidad de la limpieza será

eliminar esa última suciedad.

Los residuos de la leche están formados, entre otras cosas, por

grasas y proteínas, así como bacterias, que se reproducirán en gran número

si no se eliminan. Estas bacterias, en condiciones favorables, pueden formar

Page 29: Manual Buenas Prácticas en Queso

una película biológica que puede ser muy difícil de eliminar. La piedra de

leche es otra tipo de contaminación que confiere al equipo un aspecto sucio,

y que puede incluir y albergar a microorganismos

Para la limpieza se utilizará agua clorada en cantidades adecuadas,

potable, de presión abundante. El sistema de desagües también deberá ser

adecuado, con rejillas y sifones. El sistema eléctrico deberá ser resistente a

la humedad.

Figura 6. Tanque de frío. Fuente:

http://www.depositosymaquinaria.com/tanques_verticales_para_leche.htm

La conservación y la manipulación de la leche es muy importante al

momento de finalizar el ordeñe. Una vez obtenida e inmediatamente

después del ordeñe, ésta debe ser filtrada dos veces con paño y colador

metálico u otro tipo de filtro, ya que está caliente y fluida.

Generalmente, la leche se procesa al día siguiente de ordeñada, para

lo cual se la enfría a 4 ºC para evitar la multiplicación de bacterias que aún

Page 30: Manual Buenas Prácticas en Queso

puedan encontrarse en ella. Este tanque de frío debe mantenerse siempre

cerrado y limpiarse y desinfectarse cada vez que se vacíe.

En el pretratamiento de la leche, queda expresamente prohibido la

adición de:

Antibutíricos: Lisozima, nitratos y otros.

Conservantes: Sorbato potásico y otros.

Catalasa.

Enzimas de maduración: proteasas, lipasas y otras.

Almidón

El transporte de la leche, cuando la quesería se encuentre en lugar

distinto al del ordeño, se realizará en depósitos adecuados, los cuales

habrán de estar limpios y ser desinfectados con enjuague final antes de

abandonar los locales de procesado.

Los vehículos utilizados permitirán un transporte rápido, con

temperatura controlada y otras condiciones que eviten la contaminación y

alteración de la leche y demás especificaciones definidas por el Real Decreto

2483/1986, de 14 de noviembre, por el que se aprueba la reglamentación

técnico-sanitaria sobre condiciones generales de transporte terrestre de

alimentos y productos alimentarios a temperatura regulada y del Real

Decreto 2312/1985, de 24 de septiembre, por el que se aprueban las

normas de homologación, ensayo e inspección del acondicionamiento

térmico de los vehículos destinados al transporte de mercancías

perecederas,

Page 31: Manual Buenas Prácticas en Queso

4.3. LA QUESERÍA

El establecimiento donde se fabriquen los quesos deberá contar con

la habilitación necesaria para la elaboración de un producto artesanal. Este

local ha de cumplir con ciertas condiciones de instalación y estar equipado

con determinados utensilios. No es aconsejable que esté ubicado en zonas

inundables, o donde se generen olores desagradables (por ejemplo

estercoleros), humo, polvo, gases, luz y radiación que pueden contaminar el

queso.

Figura 7. Quesería La Quesería de la Vera. Fuente: Depaex

Por norma general, este establecimiento deberá contar con las

siguientes zonas bien diferenciadas:

Vestuarios y zonas de aseo del personal; apartados del resto de la

instalación.

Sala de recepción y análisis de la leche, con acidímetro, pH-metro,

clorímetro…

Sala de elaboración del queso, que dispondrá de:

Page 32: Manual Buenas Prácticas en Queso

Un tanque de frío, de acero inoxidable

Una cuba de cuajar, de acero inoxidable y doble pared, con lira

de hilo y cortes muy finos

Una mesa de acero inoxidable, para el desuerado.

Prensa

Batidora

Acidímetro

Termómetro

Moldes de uso alimentario.

Sala de maduración o afinado: Esta separada de la sala donde se

coagula la leche y contará con los siguientes equipos:

Estanterías y baldas de acero inoxidable

Controles de humedad y temperatura.

Sala de conservación, o cámara fría. A 4 ºC, para el queso tierno.

Sala de embalaje, etiqueta y expedición.

Almacén, con refrigeración

Sala de degustación y venta (si la hubiese)

Las vías de acceso a la quesería deben tener una superficie

pavimentada para permitir la circulación de vehículos. En los edificios e

instalaciones, las estructuras deben ser sólidas y sanitariamente adecuadas,

y el material no debe transmitir sustancias indeseables. El espacio debe ser

amplio y los empleados deben tener presente qué operación realizan en

cada sección, para impedir la contaminación cruzada. Además, debe tener

un diseño que permita realizar eficazmente las operaciones de limpieza y

desinfección

Contará al menos con una sala de elaboración y otra de maduración,

separadas, para evitar la contaminación cruzada entre la materia prima y el

producto terminado. Es conveniente, además, separar la zona de salado,

para conseguir en la quesería que las condiciones de humedad y

temperatura sean lo más constante posible.

Page 33: Manual Buenas Prácticas en Queso

Figura 8. Sala de elaboración de queso. Fuente: Depaex

La Sala de Elaboración deberá ser funcional, espaciosa y clara, pero

sin sol directo. Las aberturas para ventilación deben impedir la entrada de

animales domésticos, insectos, roedores, moscas y de contaminantes del

medioambiente como humo, polvo, vapor, etc. Las ventanas deben ser

pequeñas, para conservar mejor la temperatura, y protegidas con tela

mosquitera.

El suelo habrá de ser resistente al ácido, con pendiente del 2% para

evacuar las aguas residuales, antiderrapante y fácil de limpiar. Los

desagües deberán estar cubiertos con rejilla para evitar que la cuajada

entre y tape las cañerías. Es conveniente que estén dotados de sifón para

impedir los males olores que pueden contaminar el queso.

Las paredes habrán de ser lavables, de superficie lisa, de colores

claros y sin grietas. Las uniones con el piso deberán ser redondeadas para

evitar que se acumule la suciedad en los ángulos rectos. No deberá

utilizarse madera, siendo preferible un revestimiento cementado con pintura

plástica antimoho o, mejor aún, azulejado.

Page 34: Manual Buenas Prácticas en Queso

El techo será liso, impermeable y lavable, recubierto y protegido con

un material adecuado para evitar el desprendimiento de partículas sobre la

producción.

En cuanto a los equipos (cuba de acero inoxidable, agitador, liras de

corte, prensa, etc.) y los utensilios (moldes, paños, agitador); éstos

deberán ser de un material que no transmita sustancias tóxicas, olores ni

sabores.

La sala deberá estar provista de tomas de agua caliente y fría para la

limpieza y desinfección.

Figura 9. Quesería Coolosar, en Losar de la Vera. Fuente: Depaex

Estos centros de elaboración y maduración deberán estar inscritos en

los correspondientes Registros de Industrias Agrarias y en el General

Sanitario de Alimentos. También puede concederse un único número de

Registro Sanitario a un conjunto de productores unidos que dispongan de

Page 35: Manual Buenas Prácticas en Queso

un solo centro de maduración, siempre que éstos cumplan lo preceptuado

en el artículo 4º del Decreto 39/1987, de 26 de mayo, por el que se definen

las condiciones mínimas de elaboración, maduración y comercialización de

los quesos artesanos extremeños. La posesión del centro de maduración

podrá ser de uno o de varios productores. Tanto la tramitación del

expediente como el número del Registro Sanitario será único para todos los

productores.

4.4. PROCESO DE ELABORACIÓN DEL QUESO

La transformación de la leche en queso consta fundamentalmente de

dos procesos: la obtención de la cuajada y su maduración. En la fabricación

artesanal de queso más tradicional, la cuajada se obtiene añadiendo el

cuajo directamente a pequeños volúmenes de leche cruda, aunque existen

fábricas artesanales que pasterizan la leche.

En la fabricación industrial, debido fundamentalmente a los

tratamientos térmicos que tienen como fin higienizar la leche, el proceso es

más complejo, siguiendo los siguientes pasos:

1. Preparación de la leche.

2. Adición de fermentos.

3. Coagulación.

4. Descuerado.

5. Salado.

6. Maduración.

4.4.1. Preparación de la leche

Previo al comienzo de la fabricación de queso es necesario someter la

leche a una serie de tratamientos que conducirán a un producto homogéneo

y con unos parámetros óptimos para la obtención del queso que se haya de

fabricar. En el caso de no realizar tratamientos de homogenización, se dice

que el queso se ha fabricado con leche entera.

Page 36: Manual Buenas Prácticas en Queso

La leche no contendrá calostros, ni conservantes (agua oxigenada….),

ni inhibidores (antibióticos, restos de detergentes, etc.) que puedan incidir

en la elaboración, maduración y conservación del queso y que contradigan

la calidad del queso; para ello, debe someterse a unos procesos de control

en la que deben medirse una serie de parámetros, como son los siguientes:

Densidad: Se miden los sólidos que contiene la leche mediante la

relación peso/volumen con el lactodensímetro a 15° C. Es

fundamental realizarlo diariamente sobre la leche de cuba. En cabra

varía entre 1,028 y 1,035. A medida que aumenta el contenido graso

disminuye la densidad.

Acidez: La acidez de la leche inmediatamente después del ordeño es

generada principalmente por los fosfatos, las caseínas y el dióxido de

carbono, que constituyen parte de sus componentes principales. Este

parámetro se modifica especialmente a través de un proceso de

fermentación atribuible principalmente a los microorganismos del

grupo de los Streptococcus lácticos, quienes forman ácido láctico a

partir de la lactosa.

Esta acidez se expresa en grados Dornic y, por norma general, en el

momento de ordeño, la acidez de la leche de cabra suele oscilar entre

14 y 17 ºD. La acidez está en función de la curva de lactación, toda

vez que las caseínas, sales minerales e iones varían en las distintas

fases de la lactación; de tal manera que, en la última fase de la

lactación, la acidez puede variar entre 16 y 18 ºD, debido

principalmente a la mayor riqueza en caseínas5.

Una vez realizado estos controles, la leche se higieniza con el fin de

eliminar las impurezas sólidas procedentes de la ganadería. Entre estos

tratamientos encontramos:

Filtrado: A la recepción de la leche en las salas de elaboración se

realizará un nuevo filtrado antes de proceder a su refrigeración.

Clarificación.

5 Quiles Sotillo, A & Hevia Méndez, Mª L. (1994): La leche de cabra. Universidad de

Murcia. Secretariado de Publicaciones.

Page 37: Manual Buenas Prácticas en Queso

Desnatado6 o añadido de nata para llevar la leche a un contenido

graso óptimo.

Homogenización de los glóbulos grasos en el seno de la leche.

Pasteurización: Es el calentamiento de la leche a altísimas

temperaturas para que se destruyan todos los microbios y la

eliminación de una proporción suficiente de gérmenes banales, para

que el producto responda a las normas fijadas por la ley.

Generalmente se realiza una pasteurización HTST (72ºC/15sg),

aunque existen fábricas artesanales que pasteurizan la leche en cuba

(63ºC/30 min).

Figura 10. Pequeño pasteurizador de leche. Fuente: GEA Process Enginering

(http://www.gea-niro.com.mx/lo-que-

suministros/sis_procesamiento_liquidos/pasteurizacion.htm) .

La pasteurización destruye los microorganismos perjudiciales

(patógenos causantes de enfermedades, productores de defectos

como ciertas hinchazones de los quesos, etc.), pero también destruye

la flora beneficiosa, fundamentalmente bacterias lácticas y diversos

6 Para ello se utilizan desnatadoras que a través de procedimientos centrífugos

separa la grasa láctea.

Page 38: Manual Buenas Prácticas en Queso

enzimas que juegan un papel importante en la maduración de quesos

elaborados a partir de leche cruda. El número de bacterias presentes

en la leche antes del tratamiento térmico dependerá de la eficacia de

las medidas higiénicas tomadas en las granjas, así como del aumento

que hayan experimentado durante su transporte y almacenamiento.

Cuando el proceso de Pasteurización no se aplica se dice que el queso

está fabricado con leche cruda. El queso fabricado con leche cruda se puede

consumir sin ningún problema siempre que tenga más de 60 días de

curación, o bien con una maduración inferior si la leche procede de

ganaderías higiénicamente aceptadas. Es importante decir que

antiguamente no se solían aplicar procesos térmicos a la leche, puesto que

no existían los pasteurizadores.

Tabla 1. Ventajas de la utilización de la leche pasteurizada o la leche cruda.

4.4.2. Adición de fermentos

Una vez disponemos de leche

tratada, térmicamente o no, ésta se vierte

en una cuba, llevándose a cabo un proceso

de calentamiento hasta 25-30º

temperatura. En esta fase se añaden

cultivos de bacterias lácticas y fermentos, o

mohos, cuya misión es la de aportar

aromas y sabores que acabarán por

desarrollarse durante el proceso de

maduración. Los fermentos utilizados

deberán poseer el correspondiente registro sanitario.

Leche

pasteurizada

· Se han eliminado los microorganismos patógenos, lo que minimiza el riesgo

de ser perjudiciales para el hombre en quesos con curación menor a 60 días.

Leche cruda * Al no haber sido sometido a procesos térmicos, los microorganismos

“buenos” no han sido eliminados, con lo que se obtiene un queso mucho

más intenso y sabroso.

VENTAJAS

Page 39: Manual Buenas Prácticas en Queso

Los procesos de fermentación en los quesos elaborados con leche

cruda dependen de la contaminación natural de la leche con bacterias

lácticas. En los quesos de leche pasterizada es necesario inocular bacterias

lácticas seleccionadas, de características conocidas.

La función principal de estas bacterias es la producción de ácido

láctico mediante la fermentación de la lactosa. El ácido láctico promueve la

formación y desuerado de la cuajada, evita que crezcan microorganismos

patógenos (debido a que disminuyen el pH a unos valores de 5,0 - 5,2) y le

confieren un sabor ácido. Además, estas bacterias dan lugar a sustancias

responsables del aroma y contribuyen a la maduración mediante la

proteólisis (ruptura de las proteínas) y la lipolisis (ruptura de las grasas).

Dichas bacterias lácticas añadidas se denominan fermentos. Los

fermentos se clasifican en dos grupos, en función de su temperatura óptima

de crecimiento:

a) MESOFILOS: Con un óptimo de 20-30ºC, están formados por una o

varias cepas de Streptococcus lactis subsp diacetylactis y

Leuconostopc spp.

b) TERMOFILOS: Con un óptimo de 37-45ºC, se utilizan cuando la

temperatura de calentamiento de la cuajada es elevada (45-54ºC), y

están formados por una o varias cepas de Streptoccus thermophilus,

Lactobacillus bulgaricus, Lactobacillus helveticus y Lactobacillus lactis.

El fermento debe producir la formación de ácido requerida sin

ocasionar sabores desagradables y confiriendo a la cuajada las condiciones

necesarias para el desarrollo del sabor buscado.

La preparación tradicional de fermentos en la fábrica consiste en la

resiembra de los cultivos. Es siempre una operación delicada, debido

fundamentalmente a los peligros de contaminación por otras bacterias y por

bacteriófagos (virus que atacan a las bacterias). Estos inconvenientes se

corrigen mediante el empleo de fermentos concentrados, congelados o

liofilizados, que se inoculan en el fermentador o, incluso, directamente a la

cuba.

Page 40: Manual Buenas Prácticas en Queso

4.4.3. Coagulación

Consiste en una serie de modificaciones fisicoquímicas de la caseína

(proteína de la leche), que conducen a la formación de un coágulo. Tiene

lugar debido a la acción conjunta de la acidificación por las bacterias lácticas

(coagulación láctica) y de la actividad del cuajo (coagulación enzimática), a

unos 30 - 32º, englobando la mayor parte de la grasa y otros componentes.

La coagulación se basa en provocar la alteración de la caseína y su

precipitación, dando lugar a una masa gelatinosa que engloba a todos los

componentes de la leche. La naturaleza del gel que se forma al coagular la

caseína influye poderosamente sobre los posteriores procesos de fabricación

del queso (desuerado, desarrollo de la maduración, formación de “ojos”,

etc.).

La coagulación se realiza en cubas donde se forma la cuajada, estas

cubas no deben moverse ni recibir golpes durante el tiempo de coagulación

ya que, de no ser así, se pueden alterar los procesos de coagulación, con la

consecuente pérdida de caseína con el residuo líquido. La coagulación puede

realizarse de tres formas:

La coagulación láctica o ácida es realizada por las bacterias

lácticas presentes en la leche cruda, o procedentes del fermento, que

transforman la lactosa en ácido láctico haciendo descender el pH de

la leche, lo que produce la alteración de la caseína hasta la formación

de un coágulo.

La formación de ácido láctico reduce el pH de la leche, provocando la

alteración del complejo caseína-calcio, liberando progresivamente el

calcio de este complejo. Cuando el pH alcanza un valor de 4,6 se

observa la precipitación de la caseína, que queda nadando en la fase

líquida (lactosuero) que contiene además el calcio de la caseína en

estado disuelto. El gel resultante de este proceso está formado por

cadenas proteicas más o menos polimerizadas formando una red, que

no tiene ni rigidez ni compacidad.

La coagulación enzimática es el sistema de coagulación más

empleado, se produce mediante la adición de enzimas tipo proteasas.

Page 41: Manual Buenas Prácticas en Queso

La coagulación enzimática transforma el complejo caseína–calcio que

se encontraba en disolución coloidal en una red de paracaseinato

cálcico, formando el gel o coágulo, que engloba el resto de

componentes del queso. La carga mineral de las micelas del coágulo

así formado le confieren rigidez y compacidad. De esta forma, una

parte importante de la fase líquida (lactosuero) queda retenida en

esta estructura.

La cantidad de enzima coagulante a añadir a la leche depende del

valor de pH de ésta, del poder o fuerza coagulante del enzima y de la

concentración y características de la leche a coagular.

Otro factor importante a tener en cuenta en la coagulación es la

temperatura de adición del cuajo o enzimas coagulantes. De la

temperatura de adición del cuajo dependen los tiempos de

coagulación y de cuajado, además de influir en la capacidad de ligar

agua, la retracción del coágulo y la acidificación. Normalmente se

trabaja con temperaturas entre 28 y 34 ºC, excepto en el caso de los

quesos que no se someten a maduración, donde se trabaja a

temperaturas más bajas.

En los quesos frescos de coagulación fundamentalmente láctica, se

utilizan pequeñas cantidades de cuajo y se opera a temperaturas

bajas (15-20ºC) para evitar la actividad óptima del enzima. En este

caso, el cuajo se emplea más para facilitar el desuerado que por su

acción coagulante o por su capacidad proteolítica a lo largo de la

maduración.

Por último la coagulación mixta, es el resultado de la acción

conjunta del cuajo y la acidificación láctica. La obtención de un gel

mixto puede realizarse adicionando cuajo a una leche ácida o

acidificando un gel enzimático. En los quesos frescos envasados, la

leche pasterizada es filtrada por medio de membranas de

ultrafiltración que retienen grasas, proteínas, parte del suero,

azúcares y sales antes de proceder a su cuajado dentro del envase.

Page 42: Manual Buenas Prácticas en Queso

Figura 11. Coagulación de la leche. Fuente: Depaex

La concentración del cuajo, fuerza del cuajo o poder coagulante del

cuajo, está determinada por el número de centímetros cúbicos de leche que

coagula un centímetro cúbico de cuajo a una temperatura dada y tiempo

determinado. De aquí se deriva que un cuajo normal sea aquel que, a 35 ºC

de temperatura, cuaja en 40 minutos 10.000 litros de leche por cada litro

de cuajo; o sea, que tiene una fuerza de 1:10.000.

Para determinar el poder de coagulación de un cuajo se puede usar la

siguiente fórmula7:

Donde PC = Poder de coagulación

VI = Volumen de leche o peso

Ve = Volumen de enzima o peso

Tc = Tiempo de coagulación en segundos.

7 Revilla, A (1982): Tecnología de la leche: Procesamiento, manufactura y análisis.

Instituto Interamericano de cooperación para la agricultura. Costa Rica.

Page 43: Manual Buenas Prácticas en Queso

Para el caso del queso de cabra, en el proceso de coagulación de la

leche se prohibió la utilización de cuajos microbianos o genéticos, siendo el

cuajo de cabrito el permitido exclusivamente. Este cuajo de cabrito es el

producto liquido, pastoso o sólido, cuyo componente activo está constituido

por la mezcla de las enzimas obtenidas por extracción de los cuajares de

cabritos exclusivamente.

4.4.4. Desuerado

El gel formado en la coagulación, cualquiera que sea el método

empleado, constituye un estado físico inestable. Según las condiciones en

las que se encuentra, la fase líquida o lactosuero que lo impregna se separa

más o menos rápidamente. Este fenómeno es el que se conoce como

desuerado. En sí, el desuerado consiste en la separación del suero que

impregna el coágulo, obteniéndose entonces la parte sólida que constituye

la cuajada. Para permitir la salida del suero retenido en el coágulo es

preciso recurrir a acciones de tipo mecánico, como son el cortado y el

removido, cuya acción se completa mediante el calentamiento y la

acidificación.

El desuerado de una cuajada obtenida por coagulación ácida es difícil

y da lugar a una cuajada muy húmeda y poco desuerada. Esto es debido a

la dispersión de los agregados de caseína, a la escasa contracción del

coágulo y a la ausencia de carga mineral de la caseína, que forma una masa

plástica que encierra el lactosuero. Se puede considerar que el desuerado

se produce como un escurrido a través de la masa del coágulo.

El coágulo obtenido por vía enzimática no desuera al dejarlo en

reposo sino que, para la salida del lactosuero, es necesario realizar acciones

mecánicas. Para favorecer el desuerado, se corta la cuajada, de esta forma

se divide el coágulo en porciones con objeto de aumentar la superficie de

desuerado y, por tanto, favorecer la evacuación de suero. Al cortar la masa

se consiguen granos de mayor o menor tamaño, dependiendo del suero que

se quiera retener; normalmente un queso más húmedo está formado por un

grano más grande, que actúa a modo de “esponja”.

Page 44: Manual Buenas Prácticas en Queso

Este corte se efectúa con las cuchillas o "liras", que pueden ser de

dos tipos: manuales y mecánicas. El cortado de la cuajada debe realizarse

lentamente con el fin de no deshacer el coágulo, pues, de lo contrario, se

formarían granos irregulares que desuerarían con dificultad.

Figura 12. Proceso de cortado. Fuente: www.patrimonioquesero.es

Las condiciones en que se efectúa el troceado del gel influyen sobre

el producto final por lo que, según el tipo de queso, el troceado puede ser

más o menos intenso. Existen dos métodos principales de desuerado.

En cuba, el coágulo es divido en cubos, los cuales quedan bañados

por el lactosuero que exudan.

En molde, el coágulo más o menos dividido es mantenido en masa,

de la cual el lactosuero es separado a medida que se va formando. En

algunos tipos de coágulos muy acidificados y desmineralizados se

realiza la separación del lactosuero por centrifugación.

La separación del lactosuero de las cuajadas dejadas en reposo es

débil y lenta y, en la mayor parte de los quesos, no se conseguiría la

composición final deseada. Por este motivo se procede a un removido con el

fin de acelerar el desuerado e impedir la adherencia de los granos, así como

posibilitar un calentamiento uniforme. Se efectúa con ayuda de

"agitadores", que pueden ser manuales o mecánicos.

Page 45: Manual Buenas Prácticas en Queso

Según el tipo de coagulación empleado se obtendrá un tipo de

lactosuero distinto:

Suero dulce. Es generado durante la coagulación enzimática de la

leche. Generalmente contiene entre 0,6–0,9% de proteína soluble,

alrededor del 0,3% de grasa y una gran cantidad de lactosa (más del

5%). En este tipo de suero la presencia de ácido láctico es

prácticamente inapreciable.

Suero ácido. Se genera cuando se realiza coagulación ácida. Este tipo

de lactosuero contiene aproximadamente la misma proporción de

proteína soluble que el lactosuero dulce, pero una menor proporción

de grasa y algo menos de lactosa (4,5%), mientras que el ácido

láctico representa hasta un 0.8%.

Genéricamente, hablaremos de lactosuero para referirnos al suero

obtenido en el proceso de elaboración de queso, independientemente del

tipo de coagulación empleado; de él hablaremos en un apartado distinto.

4.4.5. Calentamiento

La pasta, una vez ha sido cortada y desuerada, se procede al

calentamiento entre 30 y 48 ºC, mientras que es agitada para que los

granos permanezcan separados y no se vuelvan a unir. La elevación de la

temperatura permite disminuir el grado de hidratación de los granos de

cuajada, favoreciendo su concentración. La subida de la temperatura ha de

ser lenta y progresiva.

Las temperaturas de calentamiento bajas conducirán a cuajadas con

mayor contenido de humedad, y las altas resultará un mayor

desprendimiento de suero y, por tanto, una cuajada seca y dura.

En función de la temperatura a la que se ha sido sometida la pasta,

hablaremos de pasta blanda, pasta semicocida o pasta cocida

Page 46: Manual Buenas Prácticas en Queso

4.4.6. El moldeado

El moldeo consiste en verter en los moldes preparados para este fin

los trozos de cuajada. Los moldes suelen ser de plástico (PVC) y, deben ser

tales que le confieran al queso acabado las medidas y el peso establecido.

Figura 13. Moldeado del queso. Fuente: Depaex

4.4.7. El prensado

El prensado se aplica para favorecer la expulsión del suero

intergranular de la cuajada y dar al queso su forma definitiva.

Fundamentalmente se prensan los quesos para conseguir una mayor

consistencia del producto final. Las condiciones del prensado son distintas

para cada tipo de queso, variando el desarrollo y la duración de la

operación.

El prensado de los quesos puede realizarse tanto por la presión que

ejerce el peso de los mismos, como aplicando una fuerza adicional mediante

prensas de quesería, con las que se ejerce presión sobre la cuajada. Esta

debe ser progresiva y uniforme, comenzando por una presión ligera de 1,5 -

Page 47: Manual Buenas Prácticas en Queso

2 kg dependiendo del tamaño de los quesos, para terminar con 3,5 - 4 kg

de presión.

Los “ojos” de los quesos se producen muchas veces en esta fase. Si

el grano se prensa con mucho suero, se consigue que los granos se fundan

entre sí y, por consiguiente, que no haya ningún ojo. Si, por el contrario, los

moldes se llenan con grano seco, el corte del queso aparecerá con gran

cantidad de “ojos”. Durante el prensado también se produce la salida de

lactosuero de la masa del queso, aunque la cantidad generada en esta

etapa es menor que en el desuerado.

La colocación de etiquetas para el control del periodo de maduración,

a que nos referiremos más adelante, se realizará en esta fase, de modo que

quede íntimamente ligada al queso. Las etiquetas se obtendrán mediante

solicitud del interesado al distribuidor, utilizando los impresos cuyo modelo

aparece en el anexo I de la Orden de 9 de Junio de 1987, de la Consejería

de Agricultura y Comercio, por la que se establecen las condiciones

sanitarias que deben cumplir los animales productores de leche apta para la

fabricación de quesos artesanos.

4.4.8. Salado

El salado es uno de los factores que más influyen en el sabor del

queso. Además, interviene en la regulación del contenido de suero y de la

acidez. La sal hace que esponje la pasta del queso, asegura su conservación

(junto con el valor de pH), inhibe la germinación de los microorganismos

causantes del hinchamiento y estimula el desarrollo de la flora de

maduración del queso. El contenido en sal también influye en la

consistencia del queso, cuanto mayor es el contenido en sal, mayor es la

consistencia.

Esta operación se puede realizar sobre la leche (en la cuba) o sobre el

queso, empleando salmueras (al 16 – 22% de sal) o sal seca. El tiempo y la

cantidad o concentración de sal depende del tipo de queso y del método de

salado.

Page 48: Manual Buenas Prácticas en Queso

Figura 14. Salado del queso. Fuente: Depaex

El salado del queso puede realizarse en seco o por inmersión en un

baño de salmuera. Si es en seco, se extiende la sal sobre la superficie del

queso, o directamente en la cuajada.

El salado de salmuera es el más extendido en nuestro país. Los

quesos se mantienen sumergidos en un baño de salmuera durante un

periodo variable, dándoseles la vuelta periódicamente. En todos los casos,

el saladero se colocará en un lugar fresco, preferentemente tapado. Los

recipientes pueden ser de acero inoxidable, plástico, cemento revestido con

azulejos, etc.

Igualmente, cualquier otro aditivo empleado deberá contar con la

autorización por la legislación vigente y deberá estar incluido en la lista

positiva de aditivos.

4.4.9. Maduración

Las operaciones posteriores al salado dependen del tipo de queso que

deseamos como producto final, bien fresco o madurado. A continuación se

indican las distintas etapas para la elaboración de estos dos tipos de

quesos.

Page 49: Manual Buenas Prácticas en Queso

4.4.9.1. Queso fresco

Los quesos frescos son aquellos que no tienen periodo de maduración

o éste es muy reducido. Normalmente son aquellos que están dispuestos

para el consumo al finalizar su proceso de fabricación.

Después del moldeo, prensado y salado, sufren un proceso de

enfriamiento que proporciona consistencia al queso, se envasa y se

almacena a temperatura de refrigeración para ser expedido al consumidor.

Enfriamiento: El queso elaborado se enfría a temperatura de

envasado en cámaras de refrigeración.

Envasado: Generalmente se utilizan envases de poliestireno con

tapas laminadas de aluminio recubierto de polietileno sellable con

calor.

Almacenamiento refrigerado: Desde el momento del acabado del

producto hasta su distribución comercial, los quesos frescos deben

permanecer almacenados en cámaras de refrigeración.

4.4.9.2. Queso madurado

Es el que, tras el proceso de fabricación, requiere mantenerse

durante cierto tiempo a una temperatura y unas condiciones tales que se

produzcan los cambios físicos y/o químicos necesarios y característicos del

mismo.

En el caso de comercialización del queso artesano, éste deberá haber

sufrido un proceso de maduración que, en ningún caso, será inferior a 60

días, contados a partir de la fecha de elaboración. Para el control de este

periodo de maduración de los quesos artesanos se implantará en los

mismos una etiqueta de material adecuado, que quedará íntimamente fijada

al queso y en la que, con carácter indeleble, figurarán las referencias

oportunas para la identificación de cada queso elaborado; y en caso de

venta fraccionada será la porción última en venderse.

Secado: Una vez terminada la operación de salado, el queso puede

exponerse a una corriente de aire para que se seque la superficie.

Page 50: Manual Buenas Prácticas en Queso

Esta operación se realiza en salas o cámaras de secado

acondicionadas para este fin. En ellas se hace circular una corriente

de aire con unas condiciones de temperatura y humedad controladas

para provocar el secado superficial del queso.

Maduración: Los quesos, una vez salados y secados, son llevados a

las salas o cámaras de maduración, en las que se controla la

temperatura y la humedad. Durante este periodo los quesos pierden

peso por evaporación y desarrollan aromas y sabores característicos

de cada tipo.

La maduración del queso incluye procesos físicos, microbiológicos y

enzimáticos, dando lugar a un producto acabado con unas

determinadas características de aroma, sabor y textura. Los procesos

más evidentes que tienen lugar son, generalmente:

Formación de una corteza más o menos dura que, según el tipo

de queso, puede ser seca o estar recubierta con una capa de

fermentos o mohos (aspecto externo).

Formación de una pasta homogénea y suave de un color que

puede ir desde el blanco hasta el amarillo (aspecto interno).

Formación de agujeros u “ojos”, de fisuras o de hendiduras.

Durante esta fase la caseína sufre un desdoblamiento hidrolítico

(descomposición con adición de agua) que se desarrolla escalonada o

paralelamente, a veces hasta sus componentes elementales, los

aminoácidos. En las transformaciones químicas también se ven

involucradas las grasas, que sufren un desdoblamiento que va a ser

el origen de la producción de las sustancias aromáticas que

caracterizarán al queso acabado.

Igualmente, una de las condiciones indispensables para que la

maduración se desarrolle de una forma óptima es la formación de una

flora específica de maduración. Se caracteriza fundamentalmente por

ser una flora superficial y por la formación de agujeros en el interior

de la pasta del queso.

Page 51: Manual Buenas Prácticas en Queso

A lo largo de la maduración, el queso va perdiendo progresivamente

humedad mediante la evaporación. Esto provoca una disminución en su

peso y un incremento también progresivo del extracto seco porcentual en

peso total del queso. Esto significa que si, por ejemplo, partimos de 1 Kg de

queso compuesto el primer día por 450 grs de materia grasa y 550 grs de

agua, al cabo de un tiempo de maduración este queso ya no pesará 1 kg,

sino 900 grs, y su composición será 450 grs de materia seca y 450 grs de

agua. En función del tiempo que esté un queso madurando en las cámaras

se habla de queso fresco, tierno, oreado, curado, viejo y añejo.

Los factores más importantes que actúan en la maduración son:

Aireación, que asegura las necesidades de oxígeno de la flora

superficial de los quesos: moho, levaduras, etc.

Humedad, que favorece el desarrollo microbiano.

Temperatura, que regula el desarrollo microbiano y la actividad de los

enzimas.

Contenido en sal, que regula la actividad del agua y, por tanto, la

flora microbiana del queso.

pH, que condiciona el desarrollo microbiano, siendo a su vez

resultado de éste.

La maduración se lleva a cabo en zonas especialmente

acondicionadas donde la temperatura y la humedad son las adecuadas para

cada tipo de quesos. Estas salas de maduración constarán de:

Estantes de madera no resinosa.

Un higrómetro para controlar la humedad de la sala

Un termómetro para controlar la temperatura de la sala.

Para el aislamiento térmico es conveniente colocar materiales

aislantes en paredes suelo y techo que no sean atacados por ratas y/o

mohos. También son necesarios respiradores de rejillas en la parte alta y

baja de la puerta para ventilar puesto que, si esta sala está mal aireada, los

olores pueden acumularse y contaminar el queso. Además, debe hacerse

una desinfección anual de la cámara con pastillas de un antifúngico y luego

las paredes con lejía.

Page 52: Manual Buenas Prácticas en Queso

Figura 15. Maduración del queso. Fuente: Depaex

4.4.10. Acondicionamiento

Para una adecuada maduración, es conveniente que los quesos sufran

volteos periódicos con una frecuencia determinada, lo que permite que

adquieran su forma correcta, se sequen de forma homogénea y haya una

correcta distribución de las sustancias antimoho añadidas a la corteza

(sorbato potásico o pintura plástica con pimaricina).

4.4.11. Almacenamiento:

Después de la maduración, los quesos están listos para salir al

mercado, pero si no hay demanda y se quieren almacenar, se introducen en

cámaras de conservación a temperaturas de 4-5ºC para evitar que sigan

madurando y con una humedad algo más elevada que en las cámaras de

maduración para que el queso no siga perdiendo peso.

4.4.12. Documentación

La documentación es un aspecto básico, dado que tiene el propósito

de definir los procedimientos y los controles. Además, permite un fácil y

rápido rastreo de productos ante la investigación de productos defectuosos.

Page 53: Manual Buenas Prácticas en Queso

El sistema de documentación deberá permitir diferenciar números de lotes,

siguiendo la historia de los alimentos desde la utilización de insumos hasta

el producto terminado, incluyendo el transporte y la distribución.

En cada centro de elaboración o maduración existirá un Libro de

Registro cuyo modelo será en que aparece en el Anexo II de la Orden de 9

de Junio de 1987, de la Consejería de Agricultura y Comercio, por la que se

establecen las condiciones sanitarias que deben cumplir los animales

productores de leche apta para la fabricación de quesos artesanos. Este

libro será diligenciado por la Dirección Provincial de la Salud

correspondiente y en el se asentarán, mediante las referencias que se

establezcan, las entradas y salidas, tanto de los quesos elaborados como de

los sometidos al proceso de maduración. Este libro, así como las etiquetas,

estarán custodiadas por el Inventor Sanitario que se le asigne a cada

industria.

El nombramiento y las funciones de los Interventores Sanitarios de

los establecimientos se ajustará en lo dispuesto en el Decreto 17/1987 del

24 de marzo, por el que se regula el nombramiento de Interventores

Sanitarios de Industrias, los cuales tendrán la misiones de custodia de

documentación y control de numeración de etiquetas, asesoramiento a la

industria, etc.

Page 54: Manual Buenas Prácticas en Queso

4.5. PERSONAL

Los trabajadores son los agentes más activos para la implantación de

las buenas prácticas, dado que la mayoría de las veces ellos mismos son los

primeros que detectan la necesidad de un cambio hacia un comportamiento

más respetuoso con el medioambiente. Es importante aprovechar la

experiencia que los trabajadores tienen a la hora de aplicar las buenas

prácticas.

Durante todo el proceso de elaboración y comercialización del queso

de cabra se deberá estar bajo el cumplimiento del Real Decreto 640/2006,

de 26 de mayo, por el que se regulan determinadas condiciones de

aplicación de las disposiciones comunitarias en materia de higiene, de la

producción y comercialización de los productos alimenticios, o normativa

que la sustituya.

Todas las personas que manipulen el queso deben recibir capacitación

adecuada y continua sobre hábitos y manipulación higiénica, puesto que

determinadas conductas del manipulador pueden dar lugar a la

contaminación de la materia prima o del producto elaborado. Por dicho

motivo, todo personal manipulador que intervenga, tanto en la elaboración

como en la maduración, deberá observar en todo momento las debidas

normas higiénicas, utilizando, a tal efecto, ropa exclusiva para ese trabajo.

El personal encargado de la manipulación del queso deberá disponer

de un certificado de manipulador de alimentos, tal y como se establece en

el Real Decreto 109/2010, de 5 de febrero, por el que se modifican diversos

reales decretos en materia sanitaria para su adaptación a la Ley 17/2009,

de 23 de noviembre, sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su

ejercicio y a la Ley 25/2009, de 22 de diciembre, de modificación de

diversas leyes para su adaptación a la Ley sobre el libre acceso a las

actividades de servicios y su ejercicio, o normativa que la sustituya, que

certifique que ha recibido formación en materia de higiene de los alimentos

de acorde a su actividad laboral.

Éstos serán algunos de los puntos sobre los que se deberá trabajar

en relación con el personal:

Page 55: Manual Buenas Prácticas en Queso

El personal deberá realizar sus tareas de acuerdo con las

instrucciones recibidas. En este punto, se habrá de realizar una

formación específica para el personal de forma que éstos conozcan

los productos que manipulan, la interpretación de las etiquetas, las

posibilidades de mezcla de diferentes productos, la sustitución de

productos peligrosos por otros que lo son menos o que no lo son.

El personal y los visitantes no deben ser un foco de contaminación

durante la elaboración; debiendo mantener su higiene personal.

La ropa de calle debe depositarse en un lugar separado del área de

manipulación del queso.

Se debe usar la vestimenta de trabajo adecuada: ropa protectora,

calzado adecuado y cubrecabeza. Todos deben ser lavables o

descartables.

Los empleados deben lavar sus manos ante cada cambio de

actividad, sobre todo al salir y volver a entrar al área de elaboración

o de maduración.

No se debe fumar, ni escupir, ni comer en las áreas de elaboración

del queso.

No debe trabajarse con anillos, colgantes, relojes y pulseras durante

la manipulación de materias primas y el queso.

El personal que está en contacto con materias primas o

semielaboradas no debe tratar con el producto final a menos que se

tomen las medidas higiénicas.

Se deben controlar los distintos elementos que ingresan a la línea de

fabricación para que no sean fuente de contaminación.

Es indispensable el lavado de manos antes de iniciar el trabajo,

inmediatamente después de haber hecho uso de los sanitarios,

después de haber manipulado material contaminado y todas las veces

que las manos se hayan podido contaminar. Debe haber indicadores

que obliguen a lavarse las manos y un control que garantice el

cumplimiento; si bien, también habrá de concienciarse a los

trabajadores para que minimicen el consumo de agua en sus tareas

habituales.

Page 56: Manual Buenas Prácticas en Queso

En este punto es conveniente concienciar a todos los trabajadores de

la necesidad de implicarse en las prácticas habituales de uso racional

de agua, de papel, de energía, como buenas prácticas de

minimización en el uso de recursos naturales que pueden extenderse

a su habitual modo de vida.

También es aconsejable la instalación de un buzón de sugerencias

que permita recoger todas aquellas ideas que los trabajadores tengan

para mejorar procesos, procedimientos de trabajo, comportamientos

y que supongan ahorro, reducción de la contaminación, entre otros

muchos aspectos. No se debe olvidar que la experiencia de los

trabajadores es el mejor valor añadido que tienen las empresas.

Los vestuarios y baños deberán estar separados de las líneas de

elaboración y deberán mantenerse siempre limpios. Los operarios

deberán contar en el lugar de elaboración, con instalaciones

adecuadas para el lavado, desinfección y secado de las manos.

También se habrá de disponer de un lugar adecuado para guardar

todo los elementos necesarios para la limpieza y desinfección y evitar

que los mismos se mezclen con los elementos usados en la

producción (para evitar una contaminación química).

Figura 16. Vestuarios. Fuente: Depaex

Page 57: Manual Buenas Prácticas en Queso

4.6. BUENAS PRÁCTICAS EN LA GESTIÓN DE LOS RECURSOS.

4.6.1. Agua

El agua utilizada en contacto con el queso o las materias primas

deberá ser potable, y habrá de ser suministrada a la presión adecuada y a

la temperatura necesaria. Si no procede del abastecimiento municipal debe

ser clorada; igualmente, deberá medirse, de forma periódica, la cantidad de

cloro presente en el agua en diferentes horarios del día, utilizando para ello

reactivos comerciales de fácil interpretación.

En cuanto a la limpieza de las instalaciones, ésta constituye un tema

importante que garantiza las condiciones higiénicas sanitarias de la leche y

sus derivados. Tanto la sala de espera como la de ordeñe deberán ser

limpiadas diariamente al finalizar el ordeñe con una barrida previa del

material grosero y luego fregarse con detergentes.

El lavado comienza con un enjuague con agua a 30 ó 35º C y luego

con agua caliente (65º) más un detergente alcalino clorado durante quince

minutos de circulación en el equipo de ordeño, y finalmente un enjuague

con agua fría, para eliminar los restos de detergente. En paredes, techos,

pisos y demás utensilios debe procederse de una manera similar.

En este proceso deberá tenerse en cuenta que:

• La cuba debe ser desinfectada diariamente, efectuándose cada quince

días una limpieza en profundidad.

• Los moldes deben ser limpiados y desinfectados diariamente (con

lejía por ejemplo) No se deben volver a usar aquellos que contuvieron

sustancias tóxicas.

• Se debe higienizar todo el material y recipientes que hayan entrado

en contacto con materia prima y productos semielaborados antes de

que entren en contacto con el queso. De esta forma se evitará la

contaminación cruzada del alimento. El paño utilizado en el prensado

debe ser desinfectado (por ejemplo con lejía o hervido).

• Una vez a la semana se debe utilizar un detergente ácido (también a

65º C), desincrustante, en todo el sistema de la máquina de ordeñar

Page 58: Manual Buenas Prácticas en Queso

para evitar la formación de la piedra de leche en las tuberías y demás

partes de la instalación.

En la piedra de leche se forman sucesivas capas de depósitos

minerales y restos de leche donde se acumula la humedad,

permitiendo el desarrollo gérmenes. Dentro de la piedra de leche las

bacterias quedan protegidas del detergente y de la temperatura. Por

otra parte, estas bacterias se rodean de un exopolisacárido que las

protege formando “biofilms” que tapizan y se adhieren a las

superficies extendiéndose en forma continua y liberando bacterias

que, a su vez, forman nuevos biofilms. Por ese motivo, la presencia

de piedra de leche siempre es sinónimo de contaminación

bacteriológica

En cuanto a los efluentes que proceden del establo y la quesería,

éstos están compuestos de aguas residuales y elementos sólidos con restos

de material de limpieza. Ocasionalmente, desde la sala de ordeño, sale

también materia fecal de los animales. En explotaciones pequeñas son

derivados a pequeños depósitos diseñados especialmente, las cañerías

deben ser materiales aptos como (PVC).

Un tipo especial de efluente es el llamado lactosuero. El lactosuero

es uno de los materiales más contaminantes que existen en la industria

alimentaria; es generado en la elaboración de queso y viene a ser unas

nueve veces el volumen de queso elaborado8. Tiene una DQO de 40.000-

60.000 mg/l, lo que equivale a las aguas negras producidas en un día por

450 personas.

Este lactosuero debe ser recogido para su posterior valorización

dentro o fuera de la instalación, evitando así su vertido a colector. Para ello,

el lactosuero debe ser recogido, almacenado y transportado en condiciones

adecuadas para asegurar su posterior valorización. El lactosuero es un

producto frágil y sus características nutricionales de origen pueden

8 Canales Carmen et al.: Guía de mejores técnicas disponibles en España del sector lácteo.

http://www.mapa.es/alimentacion/pags/industria/medio_ambiente/guias_mtd/sector_lacteo.p

df

Page 59: Manual Buenas Prácticas en Queso

reducirse de forma importante si no se toman determinadas medidas; y es

que la pérdida de valor nutricional viene generalmente acompañada de una

pérdida de la materia seca; aspecto que se puede minimizar:

Limitando la duración del almacenamiento. En sueros brutos y en

verano, es conveniente aportes nuevos cada 1 ó 3 días.

Limpiando bien los depósitos, para lo cual es necesario disponer de,

al menos, dos unidades y limpiarlas y desinfectarlas al menos 1 vez

por semana

Colocando los depósitos en zonas cubiertas para evitar la acción del

sol en verano

Utilizando conservantes autorizados sobre todo en verano (formol 1-2

por mil según la acidez del suero)

Las posibilidades de valorización del lactosuero son múltiples, aunque

muchas de ellas vienen condicionadas a su calidad. Entre ellas podemos

destacar:

Su utilización directamente como materia prima para la elaboración

de productos lácteos y bebidas.

Tras un proceso de ultrafiltración y secado mediante "spray drying"

se obtiene una fracción que puede llegar a contener entre un 25-80%

de proteína y que puede ser usada en la elaboración de múltiples

productos alimenticios.

Tras la concentración y secado mediante "spray drying" se obtiene un

polvo que es susceptible de ser utilizado en alimentación, aunque

existen problemas asociados por la caramelización de la lactosa. La

precristalización de la lactosa antes de la etapa de secado podría

evitar este efecto.

Para alimentación animal (porcino, bovino).

Extracción de compuestos de interés (proteínas, sales, extractos

alimentarios, etc.).

Producción de biogás mediante digestión anaerobia.

Producción de bioalcohol tras fermentación.

Page 60: Manual Buenas Prácticas en Queso

Desmineralización y secado para la elaboración de leche infantil y

chocolate.

Desmineralización por medio de electrodiálisis o intercambio iónico.

Tiene un alto coste de implantación pero da como resultado

productos de elevado valor añadido.

Es de remarcar que, actualmente, se están realizando diferentes

pruebas encaminadas a usar el lactosuero como base para la producción de

compuestos de interés. Por ejemplo, se ha modificado la bacteria

"Lactobacillus casei" mediante técnicas de manipulación genética y así se ha

logrado que dos compuestos químicos de uso común en la industria

(diacetilo y acetoína) se produzcan como aditivos aromáticos a partir del

lactosuero. Actualmente se está estudiando la manipulación de esta bacteria

para la síntesis de otros aditivos alimentarios, como el sorbitol, un

edulcorante muy utilizado por su escaso valor calórico.

Igualmente, mediante el tratamiento de sueros residuales de

queserías, se obtiene ácido L(+) láctico, utilizado en productos de

cosmética, como principio activo en una gran gama de productos: crema de

manos, geles de baño, jabón facial, champús, tratamientos de la piel,

antiarrugas, etc. Este ácido láctico fue descubierto hace unos 200 años en

la leche fermentada, aunque Cleopatra ya se aplicaba yogurt para mejorar

el estado de su piel. En la piel, el lactato sódico forma parte de su factor

hidratante, mientras que el ácido láctico reduce su pH para protegerla

contra microbios e infecciones.

Es por ello, que desde la empresa Ilvydieter, se ha empezado a

trabajar en la posible solución de esta problemática en la región extremeña,

y para ello ya se han iniciado los contactos con distintas consejerías de la

Junta de Extremadura y con la Diputación de Badajoz, con las que se

pretende colaborar para tratar de erradicar este fenómeno. Así, por

ejemplo, cuentan con una fábrica en Valdecaballeros que pretende

fermentar 10.000 litros día en la actualidad, pero con la instalación de

nuevos fermentadores ésta no tendría límite de capacidad de fermentación9.

9 Periódico Hoy: Lunes, 22 de mayo de 2006

Page 61: Manual Buenas Prácticas en Queso

4.6.2. Energía

En la parte física y mecánica de la elaboración de los quesos, los

avances tecnológicos exigen la implantación de una serie de equipos a la

hora de diseñar o remodelar el proceso. La mayoría de estos equipos

implican un proceso de transformación de energía, sea mecánica, térmica o

eléctrica. Todo ello conlleva un consumo importante de energía primaria, lo

cual repercute en el precio final del producto. El reparto de energía sería

aproximadamente el siguiente: un 64% para la limpieza; 19% para la

pasteurización y el 17% para otros procesos diversos10.

Nos encontramos primero con unas necesidades de agua caliente

cuya casi totalidad se consume en la limpieza y la pasteurización, siendo la

operación fundamental del proceso la formación de la cuajada, que se

produce a baja temperatura. Hasta la fecha estas aguas calientes se

producían mediante una caldera; sin embargo, las técnicas modernas

introducen un sistema de producción de agua caliente por medio de la

bomba de calor o hidroacumulación, que consiste en calentar un fluido

caloportador que transmite su energía calórica al líquido a través de

intercambiadores de calor. Para la aplicación de este sistema, contamos con

un hecho fundamental, que es el disponer de unos equipos frigoríficos

necesarios para otras fases del proceso, con lo cual parte de la inversión en

la maquinaria está justificada.

Otra de las necesidades de una fábrica de quesos es disponer de

agua helada para los procesos de enfriamiento de la leche. El sistema

convencional consiste en acumular hielo en unos serpentines de tubo liso

introducidos en una balsa de agua. El agua así helada puede utilizarse en

refrigerar los saladeros y para la climatización de salas de trabajo.

En el secado y la maduración, el procedimiento más utilizado es el

que se basa en hacer circular el aire del local por una batería fría, el cual

condensa parte de su contenido en agua, extraído al queso, y

10

http://www.camaracaceres.es/actividades/publicaciones/libros/completos/21/conte

nidos/etapas.htm

Page 62: Manual Buenas Prácticas en Queso

posteriormente hacerlo pasar por una batería caliente para elevar su

temperatura antes de volverlo al local. Una vez entre este aire en el local,

se hace circular a través del queso almacenado y, como su humedad

relativa es baja, vuelve a absorber agua del queso, con lo cual está a

disposición de comenzar de nuevo el ciclo. Consecuencia de este proceso es

el secado del producto.

Por lo expuesto anteriormente, vemos que estamos aportando frío y

calor al aire, es decir, estamos ante un caso de la utilización de la máquina

térmica como equipo de refrigeración y bomba de calor conjuntamente. Los

beneficios económicos que se pueden obtener son aún mayores.

Otras prácticas muy sencillas que pueden aplicarse en la elaboración

del queso son:

• Las instalaciones eléctricas deberán ser de material resistente a la

humedad. Se debe proteger a las luces para evitar su caída en el

lugar de la elaboración del queso y provocar una contaminación física

en caso de rotura.

• Realizar auditorías para averiguar el consumo energético en los

procesos y en las instalaciones, con el fin de detectar sistemas de

iluminación deficientes, por exceso o por defecto, así como para

poder determinar procesos ineficientes y que es necesario optimizar.

• Implantar un sistema de iluminación en las instalaciones de paso,

como pasillos de oficinas, aseos, vestuarios, que se basen en

detectores de presencia.

• Instalar temporizadores que apaguen las luces al finalizar la jornada

de trabajo y no quede ninguna luz encendida durante la noche.

• Favorecer el paso de la luz natural y su aprovechamiento, ubicando

las mesas de trabajo próximas a las ventanas, haciendo que los

trabajadores aprovechen la luz entrando por su lado izquierdo, así

como establecer un sistema de limpieza periódico de los cristales de

las ventanas y de los sistemas de iluminación artificial.

• Realizar un mantenimiento preventivo de instalaciones de iluminación

y de los sistemas de abastecimiento eléctrico a los procesos.

Page 63: Manual Buenas Prácticas en Queso

• Instalar termostatos para regular la temperatura, tanto en invierno

(por el consumo de electricidad, de gas, de carbón o de combustibles

líquidos para la calefacción), como en verano, por el uso de

electricidad para del aire acondicionado.

• Mantener adecuadamente los sistemas de calefacción (las calderas, la

presión, los radiadores,...), los sistemas de ventilación forzada

(filtros, orientación, caudales…,) y de ventilación natural, junto con

las ventanas, el aislamiento, las puertas (existen sistemas que

minimizan el tiempo de apertura de puertas, por ejemplo, por

detección de presencia).

El Real Decreto 486/1997 de lugares de trabajo indica que en los

lugares de trabajo cerrados donde se realicen trabajos sedentarios

propios de oficinas o similares la temperatura estará comprendida

entre 17 y 27º C, si bien recomendamos como temperatura de

confort en invierno 22 ºC y en verano 25 ºC, asegurando con estos

valores un ahorro energético importante. Este mismo Real Decreto

indica que, si se realizan trabajos ligeros, la temperatura estará

comprendida entre 14 y 25 ºC.

4.6.3. Materias primas

Las materias primas de las que depende una actividad empresarial

definen el modelo de empresa y el aplicar una serie de buenas prácticas que

respeten en medioambiente benefician no sólo a éste, sino a la economía y

al buen rendimiento de la empresa. Como prácticas sencillas relacionadas

con las materias primas que pueden aplicarse en la elaboración del queso

destacamos las siguientes:

• Aplicar el criterio de racionalidad a la hora de realizar cualquier tipo

de compra, evitando los excesos de productos, que sólo favorecen

que los materiales caduquen o se queden obsoletos y se conviertan

en residuos.

Page 64: Manual Buenas Prácticas en Queso

• Implantar una serie de pautas en lo que respecta a calidad de los

productos a comprar, evitando así materiales defectuosos, con fecha

próxima a caducar, o inapropiados.

• Considerar una serie

de criterios ecológicos

a la hora de comprar

materias primas,

como posibilidad de

reciclar, recuperar,

menor embalaje, bajo

consumo energético,

menor requerimiento

de agua para la

mezcla, mayor

facilidad de limpieza,

cercanía de suministro, mayor duración, entre otros aspectos.

• Introducir criterios ecológicos también en las oficinas y despachos,

comprando papel reciclado o ecológico, usando el papel por las dos

caras, agotando la tinta de los bolígrafos hasta el final, evaluando la

cantidad papel usado en los folletos de instrucciones, en la

propaganda que se realiza, en las comunicaciones internas,

favoreciendo el uso del correo electrónico, para lo cual es muy útil

realizar una auditoría sobre consumos internos.

• Elegir productos con etiqueta ecológica europea, o AENOR Medio

Ambiente, dado que están certificados como productos que fomentan

la sostenibilidad o productos que son respetuosos con el

medioambiente.

• Las sustancias tóxicas (plaguicidas, disolventes u otras sustancias

que pueden representar un riesgo para la salud y una posible fuente

de contaminación) deben estar rotuladas con un etiquetado bien

visible y ser almacenadas en áreas exclusivas. Estas sustancias deben

ser manipuladas sólo por personas autorizadas.

Page 65: Manual Buenas Prácticas en Queso

4.6.4. Envases y embalajes

Los envases y embalajes provocan grandes impactos por el volumen

que suponen del total del producto al que acompañan. En muchas

ocasiones, la buena gestión de envases y embalajes depende de la

capacidad negociadora de los encargados de las compras. Como prácticas

sencillas relacionadas con el envasado destacamos las siguientes:

• Fomentar el uso de envases y embalajes elaborados con materiales

reciclados o reciclables.

• Negociar con el proveedor el retorno de los envases, para su

reutilización, así como el abastecimiento en envases de mayor

volumen, evitando la acumulación de pequeños recipientes para su

retorno.

• Evitar comprar materias primas y productos que lleven un exceso de

embalaje, y favorecer el abastecimiento de materias primas a granel,

reduciendo así los residuos que se generan.

• Evitar diversificar los tipos de plásticos de los envases, a través de un

mejor conocimiento de la composición de los recipientes,

favoreciendo así una recogida selectiva que a su vez favorece su

reciclaje.

• Se debe realizar el envasado en condiciones que no permitan la

contaminación del alimento; por lo que es conveniente inspeccionar

los envases antes de usarlos.

4.6.5. Equipos

Por pequeño que sea el equipo a utilizar debemos aplicar el criterio de

mayor eficiencia, de mayor calidad, tanto para el trabajo a realizar, el

trabajador y el medioambiente, por lo que, a la hora de adquirir equipos,

hemos de optar por aquellos que consuman menos energía eléctrica, menos

combustibles, menos recursos naturales, que no contaminen el agua y la

atmósfera, que requieran un menor mantenimiento, que generen menos

residuos, que hagan menos ruido, en definitiva, que sean más respetuosos

con el medioambiente.

Page 66: Manual Buenas Prácticas en Queso

Otras prácticas sencillas son las siguientes:

• Realizar un mantenimiento preventivo de los procesos de producción

con el fin de reducir la pérdida de materias, productos y energía por

fugas y/o derrames y paradas.

• Revisar la organización de la producción de forma que se reduzca la

necesidad de limpieza de los equipos, y por tanto la generación de

residuos y vertidos.

• Ubicar los equipos de trabajo, las máquinas, las herramientas, de

modo que se minimicen los vertidos, las pérdidas y la contaminación

durante el transporte de piezas y materiales.

• Utilizar bandejas de goteo y protectores de salpicaduras.

• Implantar un protocolo de seguridad en las operaciones de carga,

descarga y transferencia de materiales, dado que estas tareas

conllevan un riesgo de derrames y fugas.

• Comprobar el buen estado de los recipientes y envases a contener

productos, ya sean sólidos o líquidos, así como su cerramiento, para

evitar el derrame innecesario de los materiales.

4.6.6. Almacenamiento

• Se debe almacenar correctamente el material de envase, evitando su

contaminación; además, se debe controlar que no transmita

sustancias tóxicas al producto y que lo proteja adecuadamente de

contaminación externa.

• Organizar adecuadamente el almacenamiento de materias primas, de

productos y de suministros. Esto reduce las pérdidas de recursos, de

tiempo y de energía, evitando la generación de residuos, vertidos y

emisiones, minimizando los riesgos, tanto para la salud como para el

medioambiente.

• Etiquetar correctamente todos los productos a manipular y

almacenar. En el caso de las materias y productos peligrosos se será

muy estricto con su etiquetado y almacenamiento confinado,

controlado por una persona suficientemente formada, facilitando

Page 67: Manual Buenas Prácticas en Queso

espacio entre los bidones para su inspección, así como se dispondrá

de un listado de dichos productos en un lugar visible del almacén.

• No abrir un nuevo envase hasta que los abiertos no estén

completamente vacíos.

• Mantener los envases y contenedores que no se usen tapados o

cerrados.

• Mantener en perfecto estado las áreas de almacenamiento, de forma

que los materiales no se queden a la intemperie, expuestos a las

inclemencias del tiempo, a temperaturas extremas, favoreciendo que

se estropeen, y se generen residuos innecesarios.

• Instalar en los tanques de almacenamiento sistemas de alarma de

rebose, al objeto de impedir un excesivo almacenamiento y un

derrame de los productos.

4.6.7. Buenas prácticas con los clientes

Los clientes son los últimos

receptores de las actividades

empresariales, por lo tanto el

transmitir que las actividades se

llevan a cabo con el menor impacto

medioambiental supone un valor que

sitúa a la empresa, en

competitividad, en calidad, en

imagen, en respeto al entorno, en

sostenibilidad, por encima de otras

similares que no aplican estas

prácticas.

En este aspecto, como buenas prácticas a aplicar destacamos las

siguientes:

• Fomentar la información a los clientes y usuarios, favoreciendo así su

colaboración a la hora de alcanzar los objetivos planteados. Los

catálogos de la empresa y folletos publicitarios deben recoger

Page 68: Manual Buenas Prácticas en Queso

información sobre los símbolos relacionados con los productos

respetuosos con el medioambiente (etiquetas ecológicas, eficiencia

energética, símbolos de reciclable, punto verde…,).

El etiquetar los productos ayuda a los consumidores a seleccionar la

marca de su preferencia por su sabor, aroma, calidad y precio,

aumentando las ventas del fabricante.

• Trasladar a los trabajadores y empleados el hecho de que los clientes

son conscientes de que la empresa aplica buenas prácticas,

favoreciendo su mayor implicación.

• Realizar publicidad sobre el respeto al medioambiente que no sea

engañosa, presentado objetivos y resultados y beneficios sobre el

entorno, la salud y los recursos naturales. Esta publicidad puede

hacerse dentro de las instalaciones de la propia empresa (carteles,

folletos, pegatinas).

• Etiquetar adecuadamente los productos, con información suficiente

para que los clientes conozcan las fechas de caducidad, evitando la

generación innecesaria de residuos.

El etiquetado de los quesos debe cumplir el Real Decreto 1334/1999,

de 31 de julio, por el que se aprueba la Norma general de etiquetado,

presentación y publicidad de los alimentos y lo establecido en otras

disposiciones de la Unión Europea aplicables en la materia, con las

siguientes particularidades:

En el caso de que se incorpore algún condimento, especias y

alimentos con incidencia organoléptica apreciable, en proporción

suficiente para caracterizar el producto, pero inferior al 30 %

masa/masa sobre el producto terminado, la denominación se

completará agregando la palabra “con” seguida del nombre del

ingrediente o ingredientes añadidos.

Los quesos elaborados con mezcla de leches de distintas especies que

utilicen la denominación “Queso de mezcla”, indicarán las especies

animales de las que proceda la leche empleada, en orden decreciente

de sus pesos en el momento en que se incorporen durante el proceso

de fabricación del producto, acompañadas de sus porcentajes

Page 69: Manual Buenas Prácticas en Queso

mínimos presentes en la mezcla.

Se indicará el contenido mínimo de materia grasa por cien gramos de

producto acabado, que se corresponderá con el que contenga el

producto a la salida de fábrica. Sin embargo, esta mención no es

exigible cuando forme parte del etiquetado nutricional. Dicha

indicación podrá sustituirse por las “denominaciones de acuerdo con

el contenido en grasa”, expresado en porcentaje masa/masa sobre el

extracto seco total. En función de este aspecto, los quesos se podrán

denominar:

Extragraso: el que contenga un mínimo de 60 por ciento.

Graso: el que contenga un mínimo de 45 y menos de 60 por

ciento.

Semigraso: el que contenga un mínimo de 25 y menos de 45

por ciento.

Semidesnatado: el que contenga un mínimo de 10 y menos de

25 por ciento.

Desnatado: el que contenga menos de 10 por ciento.

4.6.8. El etiquetado ecológico

Las etiquetas ecológicas son, al igual que la certificación y verificación

ambiental (ecocertificación), un instrumento voluntario de mercado al

servicio del medioambiente. Ambas constituyen los grandes instrumentos

del llamado “marketing verde”. La etiqueta ecológica es el distintivo

ambiental destinado a los productos y servicios, mientras que la

certificación o verificación de los Sistemas de Gestión Medioambiental según

el sistema comunitario de ecogestión y auditoria medioambiental EMAS o

según Norma ISO 14001, es el distintivo ambiental destinado a las

organizaciones.

Las etiquetas ecológicas, o ecoetiquetas, son símbolos que se otorgan

a aquellos productos cuya producción y reciclado producen un menor

impacto sobre el medioambiente debido a que cumplen una serie de

criterios ecológicos definidos previamente por el análisis de su ciclo de vida.

Page 70: Manual Buenas Prácticas en Queso

Oficialmente existen tres tipos de mecanismos diferentes:

Tipo I: Las etiquetas tipo I (también conocidas como ecoetiquetas)

son sistemas voluntarios de calificación ambiental que identifican y

certifican de forma oficial que ciertos productos o servicios tienen una

menor afección sobre el medioambiente. La normativa ISO aplicable

para este tipo de etiquetas es la ISO 14024.

Básicamente, una ecoetiqueta es una etiqueta que identifica las

preferencias globales de un producto dentro de una categoría basada

en consideraciones de ciclo de vida. De esta manera, se reconocen

las principales características medioambientales del producto de una

manera mucho más sencilla que la cuantificación medioambiental de

datos.

Las ecoetiquetas son otorgadas por una tercera parte imparcial, que

ejerce como entidad certificadora. Los productos ecoetiquetados

satisfacen importantes criterios medioambientales, quedando

explícitamente excluidos las sustancias o preparados peligrosos o que

están fabricados mediante procedimientos perjudiciales para las

personas o el medioambiente.

Autodeclaraciones ambientales o etiquetas tipo II: Son

autodeclaraciones informativas realizadas por el propio fabricante en

forma de textos, símbolos o gráficos que exigen la responsabilidad de

cumplimiento del contenido de la información, tales como etiquetas

en el envase, boletines técnicos, avisos, publicidad, ‘’telemarketing’’,

medios digitales o electrónicos e Internet.

Así como el uso de las etiquetas tipo I conlleva la utilización de un

distintivo característico, la utilización de símbolos en las etiquetas

tipo II es opcional. Los requisitos principales que deben de cumplir es

que deben ser simples, distinguirse fácilmente de otros símbolos y no

utilizarse símbolos de objetos naturales, a no ser que exista una

relación directa y verificable entre el objeto y la ventaja declarada.

Este tipo de declaraciones no es susceptible, aunque sí preferible, de

Page 71: Manual Buenas Prácticas en Queso

una certificación por una tercera parte independiente. Los

requerimientos específicos de este tipo de etiquetas se recogen en la

normativa ISO 14021.

Declaraciones ambientales de producto o etiquetas tipo III: Se

define como un inventario de “datos medioambientales cuantificados

de un producto con unas categorías de parámetros prefijadas,

basados en la serie de normas ISO 14040, referentes a análisis de

ciclo de vida. Ello no excluye información medioambiental adicional

suministrada dentro de un programa de declaración medioambiental

de tipo III”.

Se trata de información ambiental cuantitativa en base a diferentes

estándares y de manera comprensiva. Los requerimientos específicos

de este tipo de etiquetas se recogen en la normativa ISO 14025.

Finalmente, indicar que el pasado mes de enero del 2010 entró en

vigor un nuevo reglamento que intenta hacer más eficaz la etiqueta

ecológica europea, es el Reglamento (CE) 66/2010 relativo a la etiqueta

ecológica de la UE. La etiqueta ecológica europea, desde su regulación

inicial en 1992 hasta la contenida en el vigente Reglamento (CE) nº

66/2010, se basa en las siguientes características:

Con carácter previo, se definen criterios ecológicos basados en el

análisis de ciclo de vida. Estos criterios, para cada producto o servicio

susceptibles de obtener la etiqueta ecológica, se publican en el Diario

Oficial de la Unión Europea en forma de Decisiones como desarrollo al

Reglamento. El nuevo Reglamento exige que se tomen en

consideración para definir estos criterios, entre otros, el impacto

sobre el cambio climático.

Las empresas u organizaciones interesadas en obtener la etiqueta

ecológica han de demostrar el cumplimiento de los citados criterios

ante los organismos competentes, los cuales son designados por las

administraciones ambientales de los países miembros. En nuestro

país, esta designación corresponde a las Comunidades Autónomas

(en la mayor parte, el organismo competente es el departamento de

Page 72: Manual Buenas Prácticas en Queso

calidad ambiental de la consejería responsable en materia de

medioambiente).

La concesión de la etiqueta

ecológica supone la utilización,

en las condiciones establecidas

por el organismo competente,

del logotipo identificativo que

se recoge en el Anexo V del

Reglamento (el logotipo

elegido es una margarita).

La principal novedad que aporta el nuevo Reglamento es que la

etiqueta ecológica está abierta a todo bien o servicio. De esta forma, los

productos agrarios, incluidos los de la pesca y la acuicultura, pueden contar

con etiqueta ecológica.

Page 73: Manual Buenas Prácticas en Queso

4.7. CONCLUSIONES

Debemos tener claro que:

La responsabilidad sobre la calidad y la posibilidad de diferenciación

de los productos lácteos comienza en el establo.

La responsabilidad y el esfuerzo es compartido a través de toda la

cadena de producción y elaboración.

Los beneficios alcanzados por este esfuerzo deben ser

equitativamente distribuidos, existiendo incentivos para todos los

actores.

Los costos y consecuencias por la falta de calidad o compromiso con

el mercado también se comparten a lo largo de la cadena.

Sobre todo hay que tener presente que: “si alguien prueba un queso

de cabra por primera vez y no le gusta por defectos de sabor,

contaminación, presentación, etc., nunca más lo va a volver a comprar,

castigando a la vez a otros productores que sí están haciendo las cosas

bien”.

Page 74: Manual Buenas Prácticas en Queso

BIBLIOGRAFÍA

Page 75: Manual Buenas Prácticas en Queso

AIDER – Grana Canaria (2007): Buenas prácticas en la elaboración

del queso tradicional Canario.

Canales Carmen et al.: Guía de mejores técnicas disponibles en

España del sector lácteo.

http://www.mapa.es/alimentacion/pags/industria/medio_ambiente/g

uias_mtd/sector_lacteo.pdf

Decreto 17/1987 del 24 de marzo por el que se regula el

nombramiento de Interventores Sanitarios de Industrias

Decreto 39/1987, de 26 de mayo, por el que se definen las

condiciones mínimas de elaboración, maduración y comercialización

de los quesos artesanos extremeños.

Domínguez Antón, F: Elaboración y comercialización del queso

cacereño. Consultable en:

http://www.camaracaceres.es/actividades/publicaciones/libros/compl

etos/21/contenidos/indice.htm

Inda Cunningham, A E (2000): Optimización de Rendimiento y

Aseguramiento de Inocuidad en la Industria de la Quesería. Ver:

http://www.science.oas.org/OEA_GTZ/Libros/Queso/Queso_all.pdf

Ley 8/2003, de 24 de abril, de sanidad animal

Margarita Busetti, Catalina Langbehn y Victor Suárez: buenas

prácticas de manufactura en queso artesanal de oveja. Ver:

http://www.mific.gob.ni/LinkClick.aspx?fileticket=3NS72sdVIf0%3D&tabid=602&langu

age=es-NI

Orden de 9 de Junio de 1987, de la Consejería de Agricultura y

Comercio, por la que se establecen las condiciones sanitarias que

deben cumplir los animales productores de leche apta para la

fabricación de quesos artesanos.

Periódico Hoy: Lunes, 22 de mayo de 2006

Quiles Sotillo, A & Hevia Méndez, Mª L. (1994): La leche de cabra.

Universidad de Murcia. Secretariado de Publicaciones.

Real Decreto 1334/1999, de 31 de julio, por el que se aprueba la

Norma general de etiquetado, presentación y publicidad de los

alimentos

Page 76: Manual Buenas Prácticas en Queso

Real Decreto 368/2005, de 8 de abril, por el que se regula el control

oficial del rendimiento lechero para la evaluación genética en las

especies bovina, ovina y caprina

Real Decreto 640/2006, de 26 de mayo, por el que se regulan

determinadas condiciones de aplicación de las disposiciones

comunitarias en materia de higiene, de la producción y

comercialización de los productos alimenticios.

Real Decreto 1113/2006, de 29 de septiembre, por el que se

aprueban las normas de calidad para quesos y quesos fundidos.

Real Decreto 109/2010, de 5 de febrero, por el que se modifican

diversos reales decretos en materia sanitaria para su adaptación a la

Ley 17/2009, de 23 de noviembre, sobre el libre acceso a las

actividades de servicios y su ejercicio y a la Ley 25/2009, de 22 de

diciembre, de modificación de diversas leyes para su adaptación a la

Ley sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio.

Reglamento (CEE) Nº 2204/90 DEL CONSEJO de 24 de julio de 1990

por el que se establecen, en lo que respecta a los quesos, las normas

generales complementarias a la organización común de los mercados

en el sector de la leche y de los productos lácteos.

Revilla, A (1982): Tecnología de la leche: Procesamiento,

manufactura y análisis. Instituto Interamericano de cooperación para

la agricultura. Costa Rica.