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Manizales (Colombia) Vol. 20 No. 1 184 p. enero - junio 2015 ISSN 0121-7577 (Impreso) ISSN 2462-8425 (En línea)

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Manizales (Colombia) Vol. 20 No. 1 184 p. enero - junio 2015 ISSN 0121-7577 (Impreso)

ISSN 2462-8425(En línea)

REVISTA HACIA LA PROMOCIÓN DE LA SALUDISSN 0121-7577 (Impreso)ISSN 2462-8425 (En línea)- Fundada en 1993 -Periodicidad semestralTiraje 150 ejemplaresVol. 20, No. 1, 184 p. enero - junio, 2015Manizales – Colombia

Universidad de CaldasFelipe César Londoño López RectorÓscar Eugenio Tamayo ÁlzateVicerrector AcadémicoLuisa Fernanda Giraldo ZuluagaVicerrectora de Investigaciones y PostgradosGermán Mejía RiveraVicerrector AdministrativoMaría Victoria Benjumea RincónVicerrectora de ProyecciónClaudia Patricia Jaramillo ÁngelDecana Facultad de Ciencias para la Salud

La Revista Hacia la Promoción de la Salud es una publicación de carácter científico, tiene como finalidad socializar las experiencias investigativas, académicas y de proyección de docentes, estudiantes y profesionales de las áreas de la salud, ciencias sociales y afines.

Indexada porLiteratura Latino Americana y del Caribe en Ciencias de la Salud (LILACS).Índice Nacional de Publicaciones Seriadas Científicas y Tecnológicas Colombianas (Publindex – Categoría A2).LATINDEX.Scientific Electronic Library Online (SciELO).Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal (REDALYC).EBSCO Host Fuente Académica Premier.SciELO Citation Index de ISI.

Directora Consuelo Vélez ÁlvarezEnfermera, Ph.D. en Salud Pública Docente Universidad de Caldas

Directora Emérita Consuelo García OspinaEnfermera, Mg. en Educación Jubilada Universidad de Caldas

Comité EditorialEdgardo Cristian Molina SotomayorLicenciado en Educación Física, Ph.D. en Ciencias de la Actividad Física y la Salud Docente Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, ChileGladys Eugenia Canaval ErazoEnfermera, Ph.D. en Salud de la MujerDocente Universidad del ValleFrancisco Jiménez Guerra Licenciado en Nutrición, Ph.D. en Epidemiología y Salud de la PoblaciónInvestigador Universidad Veracruzana, MéxicoJosé Hoover Vanegas GarcíaFilósofo, Ph.D. en FilosofíaDocente Universidad Autónoma de ManizalesMaría Eugenia Pico Merchán Enfermera, Mg. en Educación y Desarrollo Humano Docente Universidad de Caldas

Zoila Rosa Franco PeláezEnfermera, Mg. en Filosofía y Ciencias JurídicasDocente Universidad de CaldasMaría del Pilar Escobar PotesEnfermera, Mg. en Investigación y Tecnología EducativaDocente Universidad de Caldas

Asesora Académica Sonia Inés Betancur López Enfermera, Mg. en Desarrollo Educativo y SocialDocente Universidad de Caldas

Comité CientíficoPatricia Arbeláez MontoyaMédica, Ph.D. en EpidemiologíaDocente Universidad de AntioquiaAna Luisa Velandia MoraEnfermera, Ph.D. en EnfermeríaDocente Universidad Nacional de ColombiaMaría Victoria Zunzunegui PastorFísica, Ph.D. en Epidemiología Docente University of Montreal, Quebec, CanadáFrancisco Javier León CorreaFilósofo, Ph.D. en Filosofía y LetrasDocente Pontificia Universidad Católica de ChileMaría Cecilia González RobledoOdontóloga, Ph.D. en Ciencias de Salud Pública Instituto Nacional de Salud Pública de MéxicoSubdirectora de Proyectos Especiales de Desarrollo Institucional

Equipo de Apoyo a la EdiciónNatalia Sánchez PalacioEstudiante, Becaria de la Revista

Comité Técnico de la EdiciónJuan David Giraldo MárquezCoordinador Comité TécnicoGerardo Quintero CastroCorrección de EstiloSilvia L. SpaggiariTraductora al InglésÉlida Duque FlórezTraductora al PortuguésJuan David López GonzálezDiagramaciónCarlos Fernando Nieto BetancurImplementación Metodología SciELOCarlos Eduardo Tavera PinzónSoporte Tecnológico

Acceso en Líneahttp://promocionsalud.ucaldas.edu.co/

Ventas, Suscripciones y CanjesVicerrectoría de Investigaciones y PostgradosUniversidad de Caldas – Sede CentralCalle 65 No. 26-10Apartado Aéreo: 275Teléfono: (+6) 8781500 ext. 11222E-mail: [email protected]@ucaldas.edu.coManizales – Colombia

EdiciónUniversidad de CaldasVicerrectoría de Investigaciones y Postgrados

La responsabilidad de lo expresado en cada artículo es exclusiva del autor y no expresa ni compromete la posición de la Revista. El contenido de esta publicación puede reproducirse citando la fuente.

CONTENIDO

EDITORIALLa prensa escrita y la comunicación en saludClaudia Patricia Jaramillo Ángel

INVESTIGACIONES

“Empoderamiento”, una utopía posible para reconstruir la humanización en unidades de cuidado críticoCándida Rosa Castañeda ValenciaMyriam Jannette Orozco GiraldoGloria Patricia Rincón Mancera

Análisis comparativo del manejo y control de un grupo de pacientes diabéticos frente a las guías de referenciaJuan Carlos Ávila-MoralesAdriana Bareño-RodríguezJairo Castro-JerezYineth Catherine Rojas-Ortiz

Entre batallas y piedras: historias de vida de indigentes usuarios de crackJaime Alonso Caravaca-MoreraMaria Itayra Padilha

Actitudes y comportamientos de riesgo para trastornos de la conducta alimentaria en jóvenes universitarios, ColombiaGloria Cecilia Deossa RestrepoLuis Fernando Restrepo BetancurJohn Edinson Velásquez Vargas

Eficacia de un programa de actividad física y alimentación saludable en escolares chilenosXimena Mercedes Díaz MartínezCarmen Patricia Mena BastíasPedro Valdivia-MoralAlejandra Rodríguez FernándezJavier Cachón Zagalaz

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Manizales (Colombia) Vol. 20 No. 1 184 p. enero - junio 2015 ISSN 0121-7577(Impreso)

ISSN 2462-8425(En línea)

Concepciones culturales del concepto bienestar de personas con enfermedades crónicas y profesionales de la saludTeresa Margarita Torres-LópezJazmín Aranzazú Munguía-CortésCarolina Aranda-Beltrán

Influencia de factores negativos del contexto de trabajo en desgaste psíquico de trabajadores en ColombiaM. Ángeles Carrión-GarcíaFrancisco López-BarónAna María Gutiérrez Strauss

Riesgo familiar total de familias desplazadas residentes en el municipio de Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia)Ana María Soto GonzálezVilma Florisa Velásquez G

Caracterización de la salud bucal de las personas mayores de 65 años de la ciudad de Manizales, 2008Luz Dary Joya RodríguezLuisa Eugenia Quintero

Determinantes sociodemográficos de la conducta en salud en adultos con enfermedad cardiocerebrovascularFrancy Edith López HerreraÁngela María Segura Cardona

AUTORES

EVALUADORES

INDICACIONES PARA LOS AUTORES

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CONTENTS

EDITORIALWritten press and communication in healthClaudia Patricia Jaramillo Ángel

RESEARCHES

“Empowerment” a possible utopia to rebuild humanization in critical care unitsCándida Rosa Castañeda ValenciaMyriam Jannette Orozco GiraldoGloria Patricia Rincón Mancera

Comparative analysis of the management and control of a group of diabetic patients with reference guidesJuan Carlos Ávila-MoralesAdriana Bareño-RodríguezJairo Castro-JerezYineth Catherine Rojas-Ortiz

Between battles and rocks: life stories of homeless crack usersJaime Alonso Caravaca-MoreraMaria Itayra Padilha

Risk attitudes and behaviors related to eating disorders among university studentsin colombiaGloria Cecilia Deossa RestrepoLuis Fernando Restrepo BetancurJohn Edinson Velásquez Vargas

Effectiveness of a physical activity and a healthy eating program for chilean studentsXimena Mercedes Díaz MartínezCarmen Patricia Mena BastíasPedro Ángel Valdivia MoralAlejandra Rodríguez FernándezJavier Cachón Zagalaz

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Manizales (Colombia) Vol. 20 No. 1 184 p. January - June 2015 ISSN 0121-7577(Printed)

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Cultural conceptions of the welfare concept by people with chronic diseases and health professionalsTeresa Margarita Torres-LópezJazmín Aranzazú Munguía-CortésCarolina Aranda-Beltrán

Influence of negative factors in the context of work in psychological exhaustion of workers in ColombiaM. Ángeles Carrión-GarcíaFrancisco López-BarónAna María Gutiérrez Strauss

Total family risk of displaced families resident in the municipality of Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia)Vilma Florisa Velásquez G

Characterization of oral health of people over 65 years in the city of Manizales, Colombia, 2008Luz Dary Joya RodríguezLuisa Eugenia Quintero

Socio-demographic determining factors of health behavior in adults with cardio cerebrovascular diseaseFrancy Edith López HerreraÁngela María Segura Cardona

AUTHORS

EVALUATORS

AUTHOR GUIDELINES

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CONTEÚDO

EDITORIALImprensa escrita e Comunicação em SaúdeClaudia Patricia Jaramillo Ángel

INVESTIGAÇÕES

“Empoderamento”, uma utopía possível para reconstruir a humanização em unidades de cuidado críticoCándida Rosa Castañeda ValenciaMyriam Jannette Orozco GiraldoGloria Patricia Rincón Mancera

Análise comparativa do gestão e controle de um grupo de pacientes diabéticos frente às guias de referênciaJuan Carlos Ávila-MoralesAdriana Bareño-RodríguezJairo Castro-JerezYineth Catherine Rojas-Ortiz

Entre batalhas e pedras: histórias de vida de moradores de rua, usuários de crackJaime Alonso Caravaca-MoreraMaria Itayra Padilha

Atitudes e comportamentos de risco para trastornos da conduta alimentaria em jóvens universitarios, ColômbiaGloria Cecilia Deossa RestrepoLuis Fernando Restrepo BetancurJohn Edinson Velásquez Vargas

Eficácia dum programa de atividad física e alimentação saúdavel em crianças chilenosXimena Mercedes Díaz MartínezCarmen Patricia Mena BastíasPedro Ángel Valdivia MoralAlejandra Rodríguez FernándezJavier Cachón Zagalaz

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Manizales (Colombia) Vol. 20 No. 1 184 p. Janeiro - Junho 2015 ISSN 0121-7577(Impresso)

ISSN 2462-8425 (on-line)

Concepções culturais do conceito bem-estar de pessoas com doenças crónicas e profissionais da saúdeTeresa Margarita Torres-LópezJazmín Aranzazú Munguía-CortésCarolina Aranda-Beltrán

Influéncia de fatores negativos do contexto de trabalho em desgaste psíquico de trabalhadores em ColômbiaM. Ángeles Carrión-GarcíaFrancisco López-BarónAna María Gutiérrez Strauss

Risco familiar total de familias deslocadas residentes no municipio de Bugalagrande (Vale do Cauca, Colombia)Ana María Soto GonzálezVilma Florisa Velásquez G

Caraterização da saúde bucal das pessoas maiores de 65 anos da cidade de Manizales, 2008Luz Dary Joya RodríguezLuisa Eugenia Quintero

Determinantes socio-demográficos da conduta em saúde em adultos com doenças cardio-cerebro-vascularFrancy Edith López HerreraÁngela María Segura Cardona

AUTORES

AVALIADORES

INSTRUÇÕES PARA OS AUTORES

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EDITORIAL

LA PRENSA ESCRITA Y LA COMUNICACIÓN EN SALUD

En Promoción de la Salud la estrategia IEC –Investigación, Educación, Comunicación–, fortalecida por la Carta de Ottawa en 1986, es de gran importancia dado que con la comunicación en salud se establecen vínculos y se hacen circular sentidos, significados y discursos, e indiscutiblemente su accionar permite llegar masivamente a las diferentes audiencias.

La prensa, al igual que otros medios de comunicación de masas, ha ocupado un lugar privilegiado dentro de las sociedades. El conocimiento de las noticias relacionadas con la salud y los servicios sanitarios, su contenido, sus interrelaciones y sus determinantes son importantes en Salud Pública para desarrollar una cultura de la salud. Informar y educar en ese abanico tan amplio de temáticas relacionadas con la salud, potencialmente impactar los conceptos, las decisiones y las acciones de los individuos, la población en general, la comunidad médica y los tomadores de decisiones de políticas públicas y también de manera amplia aumentar la capacidad para gestionar la salud.

Centrar la atención que la audiencia le dedica al mensaje, desempeñar un rol predominantemente interpretativo y ofrecer mayor estabilidad que permite consultar y releer noticias, son aspectos relevantes de la prensa que han sido utilizados estratégicamente para alcanzar un determinado efecto que incluye cambios en los comportamientos, identificación del riesgo ambiental y percepción del riesgo frente a amenazas sanitarias.

La comunidad científica cada vez va teniendo un papel más activo en la relación con los medios y ha reconocido la importancia de la comunicación en salud y la urgente necesidad de trabajar en alianza con periodistas y editores de periódicos, en ese sentido la OMS en su Reunión Ejecutiva del año 2000 precisa:

Es necesario aumentar los conocimientos sanitarios para que la población pueda ejercer un mayor control sobre su salud y para que pueda tratar las enfermedades y gestionar los riesgos mejor. Las estrategias de comunicación que permiten un mayor acceso a la información y crean la capacidad de utilizarla pueden mejorar los conocimientos sanitarios, la adopción de decisiones, la percepción y evaluación de los riesgos, así como hacer que los individuos, las comunidades y las organizaciones obren con conocimiento de causa. Las comunicaciones, especialmente la promoción mediática, pueden ir encaminadas a orientar la opinión pública y la acción hacia la reforma de las políticas y reglamentos de los diversos factores sociales, económicos y ambientales que influyen en la salud.

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DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.1

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Sería deseable una mayor presencia y compromiso de los profesionales del área de la salud en sus diferentes áreas de desempeño, en la divulgación de contenidos y el análisis de los problemas de salud, ya que contribuiría a un mejor conocimiento de los mismos.

El llamado incluye no solo a los profesionales del gremio sino también a la sociedad civil para imprimir mayor fuerza e influencia, cuando se requiere, sobre los tomadores de decisiones. Y la invitación es a favorecer la presencia del género periodístico de carácter interpretativo y de opinión, que son precisamente aquellos que permiten profundizar en las temáticas de salud y también orientar a los lectores para la toma de decisiones favorables para la salud, no solo con relación a los factores de riesgo, la enfermedad, la muerte, la prevención, la promoción, la rehabilitación, sino también en los aspectos administrativos y legislativos del sector. Y el reto es que la agenda de salud, dada su gran injerencia en el grado de desarrollo de las comunidades, debe tener mayor relevancia y vincular de manera más directa y comprometida a los diferentes actores sociales, sean estos lectores, profesionales de la salud, representantes gubernamentales y no gubernamentales y ciudadanos del común.

CLAUDIA PATRICIA JARAMILLO ÁNGELProfesora Asociada Universidad de Caldas

Médica, Esp. Promoción de la Salud Mg. Desarrollo Educativo y Social, Ph.D. Salud PúblicaCorreo electrónico:[email protected]

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Investigaciones

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 13 - 34 ISSN: 0121-7577 (Impreso) ISSN: 2462-8425 (En línea)

“EMPODERAMIENTO”, UNA UTOPÍA POSIBLE PARA RECONSTRUIR LA

HUMANIZACIÓN EN UNIDADES DE CUIDADO CRÍTICO

Cándida Rosa Castañeda Valencia*Myriam Jannette Orozco Giraldo**Gloria Patricia Rincón Mancera***

Recibido en septiembre 23 de 2013, aceptado en diciembre 2 de 2014

Citar este artículo así: Castañeda CR, Orozco MJ, Rincón GP. “Empoderamiento”, una utopía posible para reconstruir la humanización en Unidades de Cuidado Crítico. Hacia promoc. salud. 2015; 20(1): 13-34. DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.2

ResumenObjetivo: Indagar sobre la humanización del Cuidado, sus barreras y la aplicación de los Modelos de Empoderamiento (Empowerment) en las Unidades de Cuidado Crítico, que permitan fortalecer las políticas de humanización del Cuidado institucional. Materiales y Métodos: Estudio mixto de orden secuencial. Fase I: Revisión Integrativa de Literatura Científica y Fase II: Cualitativa: descriptiva fenomenológica, con sustento teórico en los modelos de Watson, Spreitzer y Kanter y el método de triangulación de datos. Se realizaron 10 entrevistas semiestructuradas a enfermeras que laboraban en Unidades de Cuidado Intensivo en la ciudad de Manizales y 5 encuestas a pacientes que egresaron de estas unidades. La información fue analizada mediante el uso de la contrastación de categorías emergentes encontradas en la red de datos, deconstrucción, y análisis e interpretación de datos. Resultados: La Teoría del Cuidado Transpersonal de Jean Watson, es un constructo que sella la práctica clínica de enfermería; el “Empowerment” es un modelo integrativo de la colectividad organizacional, a través del cual enfermería asume el liderazgo participativo; lo anterior permitió suscitar una aproximación empírica, para una posible generalización del fenómeno y una propuesta de mejoramiento institucional. Conclusiones: El empoderamiento como herramienta disciplinar permite afrontar las dificultades en la identidad del rol del profesional y la adherencia de la Teoría del Cuidado Humano de Watson, en yuxtaposición a la Taxonomía de Diagnósticos Enfermeros NANDA, se convierten en una propuesta que permite trascender las barreras del cuidado en las Unidades de Cuidado Crítico.

Palabras claveTeoría del empoderamiento, humanización de la atención, teoría del cuidado transpersonal, barreras, cuidados críticos. (Fuente: DeCs, BIREME).

* Enfermera, Magíster en Cuidado para la Salud Cardiovascular. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected]** Enfermera, Especialista en Cuidado Crítico del Adulto. Facultad de Ciencias para la Salud, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia. Correo electrónico: [email protected]*** Enfermera, Especialista en Cuidado Crítico del Adulto. Unidad de Terapia Intensiva, Clínica de la Presentación. Manizales, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.2

14 Cándida Rosa Castañeda Valencia, Myriam Jannette Orozco Giraldo, Gloria Patricia Rincón Mancera

“EMPOWERMENT” A POSSIBLE UTOPIA TO REBUILD HUMANIZATION IN CRITICAL CARE UNITS

AbstractObjective: To inquire about humanization of Care, its barriers and implementation of “Empowerment” Models in Critical Care Units, in order to strengthen humanization policies of Institutional Care. Materials and Methods: Mixed Study of sequential order. Phase I: Integrative Review of Scientific Literature and Phase II: Qualitative, phenomenological, descriptive, with theoretical supported on Watson, Spreitzer and Kanter’s Models and the data triangulation method. Ten (10) semi-structured interviews were carried out with nurses who worked in Critical Care Units (ICU) in the city of Manizales and five (5) patients who had left these units were surveyed. The information was analyzed by contrasting emerging categories found in the data network, deconstruction, and the analysis and interpretation of data. Results: Jean Watson’s Theory of Transpersonal Caring is a construct that brands the nursing clinical practice: “Empowerment” is an integrative model of organizational community, through which, nursing assumes a participative leadership. This allowed promoting an empirical approach for a possible generalization of the phenomenon and a proposal for institutional improvement. Conclusions: Empowerment as disciplinary tool that allows facing difficulties in identity in the professional role and the adherence of Watson’s Theory of Human Care in yuxtaposition to the Taxonomy of NANDA Nursing Diagnoses becomes a proposal to transcend the barriers of care in the Intensive Care Units.

Key wordsEmpowerment theory, humanization of assistance, human care theory, barriers, critical care. (Source: DeCs, BIREME).

“EMPODERAMENTO”, UMA UTOPÍA POSSíVEL PARA RECONSTRUIR A HUMANIZAçÃO EM UNIDADES DE CUIDADO CRÍTICO

ResumoObjetivo: Indagar sobre a humanização do Cuidado, suas barreiras e a aplicação dos Modelos de Empoderamento (Empowerment) nas Unidades de Cuidado Crítico, que permitam fortalecer as políticas de humanização do Cuidado institucional. Materiais e Métodos: Estudo misto de ordem seqüencial. Fase I: Revisão Integrativa de Literatura Cientifica e Fase II: Qualitativa: descritiva fenomenológica, com sustento teórico nos modelos de Watson, Spreitzer e Kanter e o método de triangulação de dados. Realizaram se 10 entrevistas semi-estruturadas a enfermeiras que trabalham em Unidades de Cuidado Intensivo na cidade de Manizales e 5 enquetes a pacientes que saíram destas unidades. A informação foi analisada mediante o uso do contraste de categorias emergentes encontradas na rede de dados, de construção, e analise e interpretação de dados. Resultados: A Teoria do Cuidado Trans-pessoal de Jean Watson, é um constructo que sela a pratica clinica de enfermagem; “Empowerment” é um modelo integrativo da coletividade organizacional, a través do qual enfermagem assume a liderança participativa; o anterior permitiu suscitar uma aproximação empírica, para uma possível generalização do fenômeno e uma proposta de melhoramento institucional. Conclusões: O Empoderamento como ferramenta disciplinar permite afrontar as dificuldades na identidade do rol do profissional e a aderência da Teoria do Cuidado Humano de Watson, em justaposição à Taxonomia de Diagnostico Enfermeiros NANDA, se converte em uma proposta que permite transcender as barreira, cuidados críticos. (Fonte: MeSH, NKM):

Palavras ChaveTeoria do Empoderamento, humanização da atenção, teoria do cuidado trans-pessoal, barreiras, cuidados críticos. (Fonte: DeCs, BIREME).

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Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 13 - 34

El Empoderamiento… proceso emancipatorio por demás transformador, brota de un océano de oportunidades por

donde trasiega el Crucero del Cuidado… la nube sombría del extraviado poder del Cuidador eclipsa la paz del viaje;

cada viento de rutinas y despersonalización, arrastra, despule en su cotidianeidad los valores de la humanización. Él, el

empoderamiento: vindica el humanismo como sello indeleble de improntas éticas y humanas, que todo marinero de la

salud decreta antes de embarcar. Ella, la humanización… es bálsamo que mitiga la vulnerabilidad del Ser Humano; cada barrera detectada es la razón para impulsar en todos sus tripulantes, la meta de nuevos viajes a la consciencia,

rescatando el eslabón perdido del valor de la Otredad y así… devolverle a los viajeros enfermos, la extraviada credibilidad

en aquellos humanos que timonean su largo viaje, por los senderos de la recuperación de su salud y bienestar. ¡Nadie

paga un Crucero para naufragar en la deshumanización! (Castañeda CR, 2013)

INTRODUCCIÓN

“El Cuidado”, según Jean Watson, “es para la Enfermería su razón moral, no es un procedimiento o una acción; cuidar es un proceso interconectado, intersubjetivo, de emociones compartidas entre el profesional y el paciente” (1); este Modelo es más un referente filosófico de la Humanización del Cuidado en donde se aportan conceptos como:

[…] la relación transpersonal, la fenomenología y el cuidado como esencia (eje y corazón) de la práctica de enfermería, que moviliza al paciente hacia la armonía entre cuerpo, mente y alma, a través de una relación de ayuda y confianza entre la persona cuidada y el cuidador, generando conocimiento, respeto y ayuda mutua, rescatando siempre la dignidad humana en la asistencia de enfermería dentro de un marco de amor. (2)

De otro lado, el Modelo de Empoderamiento Psicológico de Spreitzer (3) define los elementos que proveen a las personas de autoeficacia, competencias, autonomía y un camino de sentido a la propia existencia; mientras que el Modelo de Empoderamiento Estructural de Kanter (4)

relaciona la provisión de recursos, apoyos y oportunidades de aprendizaje para el cumplimiento de las metas personales y profesionales; estos modelos conciben el Empoderamiento como un “proceso y un resultado” (5), los cuales capacitan al personal de salud en aplicar el juicio clínico y la defensa de su paciente (6).

“El Cuidado es una actividad que concierne a todos los profesionales de la salud” (7); pero ha sido enfermería una de las disciplinas que concentra mayor esfuerzo y dedicación en esta actividad, utilizando como eje conductor su propio conocimiento. Vital es, entonces, dilucidar si las barreras a la política del Cuidado Humanizado de Watson se pueden trascender integrando sus supuestos con los Modelos de Empoderamiento de Spreitzer y Kanter, y así avanzar en la búsqueda de garantías para aquellos que requieren, sin pérdida de tiempo, un Cuidado Crítico verdaderamente digno, ético, afectuoso y emancipador, en toda institución que presta cuidado a la salud humana.

Sin embargo, a pesar de reconocer que las Unidades de Cuidado Crítico (UCC) son áreas asistenciales y de conocimiento complejo, cuyo principio es el cuidado a la persona en alta vulnerabilidad, y que la recuperación de la salud en un ambiente “despersonalizado” puede comprometer el bienestar de las personas, enfrentándolas a vivir experiencias por demás aflictivas, desconcertantes y dolorosas, la fragilidad de las bases del Cuidado, puestas en las manos de profesionales con débiles competencias éticas, afectivas y comunicativas e instituciones que no logran concentrar sus esfuerzos en cumplir con este sello de calidad, son elementos que deberían ser reconocidos e intervenidos ya que son la sustancia para la gestación de las “barreras para un verdadero Cuidado”; algunas poco conocidas, otras, poco intervenidas, tienen cimiento en la tecnificación e incomunicación que ha limitado el contacto humano (8), allí la humanización se deja en segundo lugar (9), el aislamiento familiar y emocional plagan las experiencias de los

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sobrevivientes, se fomentan los estigmas, impera el modelo biomédico centrado en la enfermedad y no en la persona; todos estos elementos confrontan a la disciplina y práctica de los profesionales de la salud, sobre la calidad del Cuidado que de hecho es naturalmente humanizado.

En respuesta a lo anterior, es necesario conocer cómo generar ambientes humanizantes para la recuperación de la salud de las personas en las UCC, fundamentar la realización de un nuevo pacto social propuesto primariamente por los profesionales de enfermería, empoderados en la construcción de estándares que promuevan el bienestar integral de los seres humanos. Articular el pensamiento de Watson con la realidad estructural de Kanter y el modelo psicológico de Spreitzer, puede lograr incrementar la efectividad de las políticas de humanización y mejores experiencias tanto para los pacientes, como para las familias y los profesionales de la salud.

La presente investigación tiene como objetivo indagar sobre la humanización del Cuidado, sus barreras y la aplicación de los Modelos de Empoderamiento de Spreitzer y Kanter en las UCC, que permitan fortalecer las políticas de humanización de Watson en el Cuidado institucional. En suma, dar respuestas a la pregunta: ¿Cómo superar las barreras para brindar Cuidado Humanizado a las personas adultas hospitalizadas en Unidades de Cuidado Crítico?

MATERIAL Y MÉTODOS

El trabajo de investigación se enmarca prioritariamente dentro del paradigma epistemológico-interpretativo que permite la reflexión, conceptualización, análisis de la práctica de enfermería y plantea transformaciones en los paradigmas que lo sustentan. Diseño de método mixto de orden secuencial; estrategia inicial, investigación documental (analítica explicativa) derivada de la amplia revisión de evidencias

científicas disponibles, con una secuencia descriptiva cualitativa de tipo fenomenológico, que permitiera la contrastación e integración de los datos derivados de la Revisión Integrativa (humanización del cuidado y barreras), la esencia de las experiencias y sus relaciones entre los aportes de enfermeras y pacientes con dos modelos de Empoderamiento y la Teoría del Cuidado Transpersonal de Watson, como formas de lograr afianzar la materialización de este aspecto central del cuidado: “La humanización”.

La etapa documental, cuya duración fue de 2 años, se dividió en las siguientes fases:

1) Fase I. Metodológica: Revisión Integrativa de Literatura Científica para la práctica de enfermería basada en la evidencia, diciembre 30 de 2001-2012, en el área temática: Humanización y barreras del cuidado humanizado en las UCC; estrategia de búsqueda, enfocada en el uso de descriptores de indexación, sumados a material físico contenido en bibliotecas de la Universidad de Caldas, Repositorio de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá, Fundación Cardioinfantil y Universidad Javeriana sede Bogotá. Consulta a 10 bases de datos: PubMed, Embase, BIREME, LILACS, Ovid, ProQuest, Redalyc, SciELO, Dialnet y Medscape. Tipo de estudios incluidos: Metaanálisis, Metasíntesis, Revisiones Sistemáticas, Ensayos Clínicos Randomizados ECR, ensayos clínicos aleatorizados (ECA), Estudios cualitativos-etnográficos, Teoría Fundamentada, realizados con población mayor de 18 años, contexto cuidado crítico. Idiomas: español, inglés y portugués. Se obtuvo un total de 167 estudios sometidos a criterios de exclusión (88 estudios), retirados por baja calidad en los resúmenes, relevancia y pertinencia temática, estudios inespecíficos para el área de la salud, estudios duplicados no clínicos, población pediátrica y estudios en el contexto ambulatorio, e incluyendo del total tan solo 79 artículos científicos.

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Posteriormente, se realizó la clasificación de los estudios según el corte investigativo, se genera una compilación en tabla Microsoft Excel 2012, en la cual se consigna la lectura crítica-evaluativa de la calidad metodológica y conceptual, verificando la validez, utilidad, relevancia de los resultados y ponderación de la evaluación. Para los 17 estudios cuantitativos tipo ensayos clínicos randomizados ECR y aleatorizados ECA, incluidos en las revisiones sistemáticas se utilizó la Escala de Jadad et al. (10) como método útil para considerar los sesgos y deja como resultado 12 estudios (15,1%) de calidad superior, 5 estudios (6,3%) de baja calidad por inapropiada aleatorización y doble ciego. Respecto a los 62 estudios cualitativos sometidos a crítica, se elabora un metarresúmen cualitativo en forma narrativa, se ubican los elementos de valoración y hallazgos cualitativos importantes en la tabla Excel; se aplica el método de valoración de Revisión Integrativa propuesto por Mendes y Fracoli (11), cuyos criterios evalúan la validez del estudio, rigor científico, solidez de resultados, credibilidad y utilidad práctica de las evidencias, encontrando: 38 estudios (48,1%) calificados como evidencia Nivel I de alto grado de calidad y 24 estudios (30,3%) como evidencia Nivel II de mediano grado de calidad. Con las 12 piezas de investigación cuantitativas de calidad superior y las 38 cualitativas de Nivel I, se realiza el Plan de Extracción de Datos, su descripción, integración y descripción de categorías luego del análisis discriminado por cada disciplina.

2) Fase II. Nivel de teorización: Centrada en los conceptos de la Teoría de Cuidado Transpersonal de Margaret Jean Harman Watson y los modelos de Empoderamiento organizacional/estructural de Kanter y Modelo de Empoderamiento Psicológico de Spreitzer.

3) Fase III. Descriptiva-fenomenológica: Muestreo intencional hasta saturación de los datos obtenidos capturando la descripción amplia del significado y comprensión del fenómeno de vivir una experiencia de cuidado humanizado en las

UCC. Se seleccionaron las 10 profesionales y las 5 personas egresadas de las UCC que pudieran brindar la mayor y mejor información acerca de la experiencia vivida, en un contexto libre de influencias asociadas a la relación institucional. Esto permitió al equipo de investigadores describir la esencia de dichas experiencias. La saturación finalizó al lograr la densidad esperada en las categorías y cuando las relaciones entre ellas se establecieron y se confrontaron con los investigadores. Como técnica se usaron: la entrevista semiestructurada individual, grabada en audio y transcrita en forma inmediata con finalidad de análisis, con un ordenamiento lógico de preguntas abiertas de opinión y experiencia, extraídas del análisis de la literatura; al análisis se suman las notas de campo, que potencian la claridad de la información y destacaron puntos sensibles para los siguientes encuentros. El formato de entrevista fue revisado y aprobado previo al levantamiento del protocolo para el uso por parte de un experto temático; se realizaron varios encuentros con cada participante, con posterior indagación a familiares y relacionados de los 5 pacientes completando la información y la vinculación con la experiencia del fenómeno. Se cierra la fase de información por la calidad de los datos, la facilidad, claridad, suficiencia para la transcripción de las grabaciones y la vinculación rápida con la experiencia de Cuidado.

El Método Fenomenológico. Los rasgos que lo caracterizan, los momentos de corte fenomenológico y los procesos de pensamiento utilizados en la investigación, siguieron los postulados del mexicano Miguel Martínez (12): proceso psicológico (las representaciones del material de análisis reflejan el punto de vista de los investigados), proceso de lógica del significado (reflexiones sobre el material de análisis), proceso constitutivo trascendental (análisis de los mundos determinados, se compara lo esencial de las experiencias), sistema metafísico de la conciencia (comprensión de las estructuras fundamentales de la totalidad analizada) y el

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sistema histórico crítico (expresión de la razón sobre las experiencias); cuyas etapas descriptivas del método fenomenológico, permiten mantener una mirada auténtica sobre las experiencias vividas por las personas desde su propia realidad. La transcripción inmediata de grabaciones, como la extracción de la información, garantizaron la vinculación con el tópico a investigar.

Proceso de Reducción Fenomenológica. Se condujo por varias etapas, a saber:

I. Reducción: Inicia con el marco de conceptos sobre humanización, Teoría del Cuidado Transpersonal, barreras para un cuidado humanizado y modelos del Empoderamiento, que permiten el enfoque de elementos para referenciar la subjetividad de las preguntas indagatorias de la experiencia vivida por el grupo a investigar en la entrevista semiestructurada.

II. Reducción: Definición de los determinantes espacio-temporales y características de los investigados que puedan afectar la materialidad de la subjetividad de los mismos. Criterios de inclusión-exclusión de los participantes. Condiciones de contexto para la recolección de la información (por fuera de la institución) y verificación de los avales éticos, Universidad/Institución.

III. Reducción: Compilación escrita y grabación oral de experiencias o subjetividades de los investigados. De lo fáctico a la expresión eidética; se buscó la esencia de los significados de los reportes.

IV. Reducción-Trascendental: Bloque de análisis, se unifica la esfera eidética individual y se pasa a la expresión universal esencial de significados similares.

V. Reducción-Intersubjetivo Trascendental: Se redujo lo universal-esencial, al intersubjetivo-trascendental por comparación con el Modelo de Watson, en torno a los 10 factores que garantizan el cuidado humanizado.

4) Fase IV. Triangulación de datos: Para el análisis cualitativo del fenómeno, “Empoderamiento del Cuidado Humanizado”, se tuvo en cuenta la variedad de datos provenientes de tres fuentes principales de información:

I. Elementos teóricos (Empowerment Models’ Spreitzer & Kanter y Caring Human Theory).

II. Elementos subjetivos (experiencias de cuidado humanizado por parte de 10 enfermeras que laboraban en las UCC y 5 pacientes, estos últimos egresados de dichas unidades).

III. Elementos derivados de la Revisión Integrativa de Literatura Científica, estudios cualitativos, cuantitativos y sumativos o documentales (humanización en el cuidado de la salud, barreras, deshumanización).

Se recurre a la contrastación de categorías emergentes, deconstrucción, análisis e interpretación; en suma, y triangulación interdisciplinar de criterios con los investigadores participantes: 3 Enfermeras con distintos grados de formación académica, 1 Psicólogo y 1 Doctorado en Educación. Este sistema complementa de por sí el análisis con el objetivo de no perder “La dimensión central del Todo y su acción en el elemento constitutivo de cada una de las partes”. El sustento de la estructura teórica que dio origen a la aproximación empírica para la sustentación del fenómeno naciente es: “Empoderamiento de la Humanización”, el cual se armoniza con la taxonomía NANDA y proceso Caritas (ver Figura 1), se obtuvo mediante los siguientes procesos:

I. Claridad del Método Fenomenológico y los 5 procesos de pensamiento utilizados en la investigación.

II. Categorización o determinación de clase significativa de la estructura propiamente dicha.

III. Contrastación de la malla de datos entre las

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Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 13 - 34

estructuras teóricas, subjetivas y datos existentes de la literatura científica revisada.

IV. Teorización: Análisis e Interpretación: Síntesis final de resultados en la investigación, el cual deriva la proposición empírica: “Los Modelos de Empoderamiento de Spreitzer y

Kanter, asociados a los 10 factores de Cuidado Humanizado de Watson, conducen a la posibilidad de reconstruir la Humanización no solo en las UCC, sino en toda una institución de salud comprometida con calidad en la prestación de servicios de salud humana”.

Fuente: elaboración propia.

Figura 1. Proceso de triangulación de datos.

20 Cándida Rosa Castañeda Valencia, Myriam Jannette Orozco Giraldo, Gloria Patricia Rincón Mancera

Consideraciones éticas. El proyecto se enmarca en el cumplimiento del marco legal vigente para el desarrollo de investigaciones en personas en Colombia, Resolución No. 8430 del 4 de octubre de 1993. Se considera una investigación de baja complejidad, por no ofrecer riesgos para la salud física humana. Pero en consideración a la recordación de momentos vividos y traer al presente experiencias vividas negativas o traumáticas, se materializan en el diseño investigativo las consideraciones éticas que garantizan el bienestar a las personas entrevistadas; una es la participación de un equipo de profesionales en salud (enfermeras), asesorados por Psicología y Educación; previo al inicio de la Fase I del proyecto se obtiene el aval escrito de la teórica Jean Watson, a quien se le puso a consideración la propuesta investigativa; otros elementos son: el cumplimiento de la normativa en la Universidad de Caldas sobre Derechos de Autor y Propiedad Industrial Acuerdo 021 de 2008, los avales del Comité de Ética de las 5 UCC de instituciones de Manizales, donde se llevó a cabo el muestreo, el diseño de investigación centrado en respetar el principio ético de no maleficencia y beneficencia para la investigación en humanos. De igual forma, el respeto por la autonomía de las personas (consentimiento informado), el respeto por la confidencialidad: asegurando la protección de la identidad de los participantes, y la veracidad: uso de grabadoras, transcripción fiel de las experiencias, resguardo de los archivos y anonimato de los participantes.

RESULTADOS

Fases I y II: Metodológica y Teorización

Para comprender el Cuidado desde una óptica humanística, las evidencias científicas disponibles conducen a soportar en forma categórica como bien lo expresan Fernández y Vila: “El humanismo y la humanización” como actitudes centradas en el interés de lo humano, en el pleno desarrollo

y bienestar del hombre desde la dimensión biológica, psicológica, social, y espiritual (13, 14). Es un proceso de transformación de la cultura organizacional que necesita valorizar los aspectos subjetivos, históricos y socioculturales de las personas hospitalizadas y los profesionales, para plantear mejorías en las condiciones de trabajo, calidad de la asistencia, de tal forma que se promuevan acciones que integren los valores humanos a los valores científicos (15), puesto que “la humanización es usar nuestra humanidad para cuidar de la humanidad del otro” (16).

Desde lo teórico, Jean Margaret Watson, en su Filosofía y Modelo del Cuidado Transpersonal, aporta a la disciplina el entendimiento del ser humano, quien no puede ser tratado como “objeto”, ni las personas pueden ser separadas de sí mismas; invita a generar la consciencia de mantener el equilibrio para traer el Arte del Cuidado y la consciencia global de la calidad en el trabajo, de tal modo que Caritas sea entendida como “atención afectuosa, que procura desarrollar una relación de cuidado humano, respetando la persona y su estar en el mundo” (17).

Barreras para brindar un cuidado humanizado

El concepto “pérdida del sentido de la vida (el vacío existencial), es la causa principal de la deshumanización del hombre contemporáneo y solo sí la persona recupera el sentido de su vida”, se podrá llamarlo sencillamente “rehumanización” (18). Es necesario, entonces, identificar las causales de la deshumanización del cuidado en las UCC y, por consiguiente, reflexionar como invita Cánovas (19), en las raíces de este fenómeno como se enuncia a continuación:

Apoyados en el concepto del Irigibel-Uriz: “[…] como enfermeras, nos vemos invisibilizadas a la hora de tomar decisiones en los sistemas de atención sanitaria y en los procesos políticos y económicos que nos determinan” (20). Por lo

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tanto, el actual contexto donde se desarrolla la enfermería implica un ejercicio en la cotidianidad de un Cuidado en la adversidad, que se caracteriza por una expropiación de su esencia y del Sujeto de Cuidado, que está llevando a desvirtuar la esencia del rol profesional (21). Lo anterior atañe a las influencias de los aspectos socioculturales donde se desarrolla el cuidado.

Cultura del trabajo

La disociación entre el saber y el hacer, trae implícito dificultades en lidiar con los encargos del sufrimiento y las limitaciones profesionales e institucionales (22).

“Para casi nadie es ajeno que los servicios de salud en el país y en especial los servicios de hospitalización y de alta complejidad, presentan ambientes estresantes con altas cargas emocionales para las enfermeras” (23). Al lado de ello “la enfermera expresa y comparte conocimientos, sensibilidad, habilidad técnica y espiritualidad, elevando al otro, es decir, ayudándolo a crecer” (24).

Tecnología

Si bien el desarrollo tecnológico ha elevado la instrumentalización de los cuidados, así como la incorporación de los avances en las UCC, su uso ha favorecido el reduccionismo de las personas hospitalizadas por parte del personal de enfermería (25); hay que advertir: “Lo humano sólo puede ser reemplazado por lo humano si se espera a sobrevivir a la automatización de las personas: Una tendencia convertida en permanente amenaza para la existencia humana” (8, 9, 26); dichas reflexiones, acortan la brecha entre los avances tecnológicos y el cuidado humano (27).

Relaciones humanas de tipo funcional

Es necesario destacar que a las dificultades en las relaciones interpersonales, se vincula

como protagonista las fallas del proceso de comunicación (28), allí el distanciamiento entre el profesional y la persona puede ser el punto inicial que detona la deshumanización del cuidado (29). Al mismo tiempo, “En el ambiente de servicios de alta complejidad, es común tener la oportunidad de compartir diversas situaciones de alta carga emocional con las personas y sus familias” (30); por consiguiente, se debe promover la reflexión de la humanización de los cuidados, considerando las relaciones entre todos los participantes del Cuidado: personas, familia y equipo asistencial (31).

Muchos profesionales en las UCC, en forma frecuente argumentan: No tenemos tiempo…

Cabe preguntarse entonces si la falta de tiempo no es algo más que eso. […] Muchas respuestas espontáneas en el diálogo con el que sufre parecen reflejar, más que prisa por escasez de tiempo material, la urgencia de salir del contacto con quien sufre porque vemos que se tambalea en medio de su sufrimiento. (32)

El estrés emocional y la tensión de enfermería en las UCC, son circunstancias detonantes para el llamado síndrome de Burnout (33). Al respecto, los profesionales de enfermería con “menos poder” están menos satisfechos con su trabajo y son más susceptibles a este síndrome y a la despersonalización que trae implícito esta entidad (34); desde otro punto de vista, la UCC probablemente no es la causa de Burnout, pero sí de la pérdida de cuidado por los cuidadores (35). En este sentido, es conveniente resaltar evidencias significativas que demuestran cómo un ambiente de trabajo saludable puede ayudar a generar mayor satisfacción personal y aporta mejoras para el entorno laboral (36-38), logrando disminuir los niveles de angustia moral (39).

¿Por qué no se han logrado superar las barreras para brindar un cuidado realmente humanizado a

22 Cándida Rosa Castañeda Valencia, Myriam Jannette Orozco Giraldo, Gloria Patricia Rincón Mancera

la persona en las UCC? Son muchas las razones, pero una alternativa importante plantea Brusco: “Creo que el enfermero debe adquirir una identidad personal suficiente” (40), donde se antagonice el actual paradigma economicista, que reduce al ser humano a la nominación de paciente, usuario, cliente y el profesional de enfermería rescate el paradigma humanista de “Persona”; tal vez así se generen remanentes para desarrollar control sobre la propia existencia, se valide el compromiso de brindar Cuidado a las personas, se fortalezca la autonomía profesional, y exista mayor consciencia de los resultados que de ella se derivan.

Cuidado humanizado en las UCC

El Cuidado es la esencia de enfermería, es un elemento paradigmático que hace la diferencia entre esta disciplina y otras del área de la salud (41); el ejercicio de Cuidar es fundamental para la subsistencia del ser humano, en el cual se mezclan según Torralba: “el conocimiento, la comprensión de la circunstancia del sujeto cuidado y el análisis de sus necesidades” (42). Por consiguiente, este proceso requiere conocimiento del comportamiento humano, la integración de las unidades mente - cuerpo y espíritu (43), enmarcados en la humanización, un concepto teórico multidimensional, profundo e integral, esencial en cuidado intensivo (44, 45).

“El Cuidado” como tal, entraña calidad y satisfacción de las necesidades de las personas, este término trae implícitamente el concepto de Humanización (46), ya que:

[…] cuidado crítico no es sólo un sitio… es una actitud que debe asumir cualquier profesional ante la persona enferma, independiente de sí se está en UCC; por tal motivo, incursionar en este concepto de humanización, debe ser competencia no sólo del Profesional de Enfermería de las unidades de cuidado intensivo, sino de todos los participantes en el Cuidado. (47)

En el mismo sentido “el conocimiento por parte de los enfermeros de la experiencia que viven los pacientes durante una grave enfermedad, permite dar bases para la toma de decisiones en relación con formas más humanizadas del cuidado crítico” (48).

DISCUSIÓN

Las anteriores evidencias, se suman a las experiencias de profesionales de enfermería de las 5 UCC más reconocidas de la ciudad de Manizales, sobre el fenómeno del cuidado humanizado por medio de entrevista semiestructurada; las respuestas obtenidas permitieron establecer en algunos aspectos una correlación empírica que facilitó su agrupación por características; así:

El significado del Cuidado Humanizado, en las UCC, de los profesionales de enfermería

Análisis y reflexión: Los profesionales encuestados consideran que casi siempre brindan un cuidado humanizado y lo hacen a través de acciones que facilitan la interacción de la persona enferma con su familia, el respeto por sus derechos y la satisfacción de necesidades de Cuidado.

No. 1: Brindé un cuidado por medio de acciones para mejorar la calidad de vida de un paciente como persona única.

No. 2:Lo considero como un proceso integral, se trató de preservar su rol familiar y se involucró a su familia en el proceso de enfermedad, teniendo en cuenta aspectos fundamentales propios del quehacer de enfermería.

No. 3: Lo visibilizo a la luz de la Bioética.No. 4:

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Estuvo ajustado a los requerimientos del Sistema General de Seguridad Social en Salud.

No. 5: Considero que la tecnología no fue lo primordial.

El mayor obstáculo para brindar un cuidado humanizado, es atribuido a:

No. 6: La creciente carga laboral que limita nuestro tiempo, genera prioridad en el desempeño del rol administrativo más que el rol asistencial.

Para las personas que aportaron sus experiencias de haber estado hospitalizados en la UCC, el Cuidado fue considerado como:

No. 1: Creo que fue humanizado casi siempre, se comportaron bien conmigo.

No. 2: Creo que me trataron bien.

No. 3:Pienso que están bien preparadas para el trabajo que realizan.

No. 4: Me respetaron, en cada cosa que hacían todos los días las enfermeras.

No. 5:Todas me trataron bien.

Empowerment: Empoderamiento en la práctica clínica profesional

Los profesionales de enfermería deben reconocerse como sujetos de Cuidado, identificar y superar las barreras personales, profesionales e institucionales para retomar el poder necesario que contribuya

al fortalecimiento del Cuidado como soporte de las políticas institucionales. Kanter afirma que el poder es adquirido a través del proceso de empoderamiento (49). “Una vez que las personas tienen la información para comprender la situación actual, los límites no parecen constreñir sino guiar la acción” (50). Por tanto, es conveniente precisar cómo el “poder” de enfermería puede surgir a partir de tres componentes: un lugar de trabajo que tenga las estructuras que promuevan el empoderamiento, la convicción psicológica en la propia capacidad y el reconocimiento del poder en las relaciones y del cuidado que las enfermeras proporcionan (34, 51).

El liderazgo es fundamental en la toma de decisiones en el cuidado de la salud y debe estar en el centro de la “acción” (52); dicho de otro modo, se necesitan esfuerzos de las organizaciones y personas, para promover y desarrollar el liderazgo transformacional y relacional (53). Por tanto, el artículo 19 de la Ley 266 exalta la autonomía de enfermería desde la gestión del cuidado, una dimensión a profundizar; en la creación de un entorno donde la definición de roles y responsabilidades profesionales, buena comunicación y respeto, favorezcan la construcción de un ambiente laboral humano que estimule la humanización en el cuidado enfermero (54).

A través del empoderamiento de la salud como un proceso relacional, surge el reconocimiento de la persona, de los recursos propios del contexto personal y social (55). “Este proceso de empoderamiento, requiere cambios no sólo en la estructura de la organización, sino también en la percepción de los enfermeras(os) de sí mismas y de su rol” (56). Por lo cual, su clara comprensión es necesaria para que estos profesionales tomen ventaja de esta importante herramienta (57), necesaria para reducir la tensión laboral y aumentar la autonomía profesional en las áreas de cuidado crítico (58); de tal forma que: “El profesional de enfermería se sienta empoderado para crear las condiciones que permitan el empoderamiento de otros” (59).

24 Cándida Rosa Castañeda Valencia, Myriam Jannette Orozco Giraldo, Gloria Patricia Rincón Mancera

Propuesta para el mejoramiento de la calidad del Cuidado en las UCC

Se propone como guía para el empoderamiento adaptable al fenómeno del cuidado humanizado en las UCC: El conocimiento derivado de la triangulación de datos extraídos de las evidencias, respecto a las bondades de las Teorías: Empoderamiento organizacional/estructural de Kanter, su complemento con el Modelo de Empoderamiento Psicológico de Spreitzer y el Modelo de Jean Watson, proceso Caritas, reúnen las características para la ejecución de un cuidado de enfermería integral, por cuanto consideran aspectos propios del entorno laboral y de la organización, las consecuencias en la satisfacción del personal con la labor desempeñada, que

se traducen en actitudes del cuidador hacia la persona cuidada. En este modelo se contemplan los conceptos de organizaciones humanizantes, necesarias para fortalecer el empoderamiento, las cuales tienen como características: acceso a la información, brindar soporte, acceso a los recursos necesarios para hacer el trabajo, brindan la oportunidad para aprender y crecer; el acceso a estas estructuras empoderadas es facilitado por las características del trabajo formal, trabajos que son visibles y centrales para las metas de la organización, que permiten flexibilidad para alcanzar el empoderamiento. Sumado a las anteriores características, lo referente al trabajo informal, tales como: alianzas con superiores, compañeros y subordinados dentro de la organización, significan mayor influencia para el empoderamiento (49).

  Empoderamiento Estructural Oportunidad

1. Trabajo desafiante 2. Adquirir nuevas habilidades 3. Tareas usando las propias habilidades

Información 4. Estado actual del hospital 5. Valores de la alta dirección 6. Objetivos de la alta dirección

Soporte 7. Cosas que haces bien 8. Cosas que podrías mejorar 9. Ayuda en la resolución de problemas

Recursos 10. Tiempo disponible para papelería 11. Tiempo para cumplir el trabajo 12. Ayuda temporal

Poder formal 13. Premios para la innovación 14. Flexibilidad 15. Visibilidad

Poder informal 16. Colaboración con la parte médica 17. Orientación a los compañeros que

solicitan ayuda 18. Otros profesionales de la salud

 

  Empoderamiento Psicológico Significado

19. Importancia del trabajo 20. Significado de las actividades del trabajo 21. Significado del trabajo

Confianza 22. Confianza en las habilidades 23. Seguridad en sí mismo 24. Dominio de las habilidades del trabajo

Autonomía 25. Autonomía significativa 26. Decidir por mi cuenta 27. Independencia y libertad

Impacto 28. Amplio impacto 29. Control sobre lo que sucede 30. Influencia significativa

Tensión laboral 31. Demandas/balance de control

Satisfacción en el trabajo 32. Satisfacción con el trabajo 33. Compañeros de trabajo satisfechos 34. Feliz de retirarse del sitio de trabajo 35. Hospital de gran soporte

 

Tabla 1. Empoderamiento organizacional/estructural de Kanter y Psicológico de Spreitzer

Fuente: Sánchez (50).

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Sin embargo, el empoderamiento estructural simplemente describe las condiciones del entorno del trabajo, no describe la reacción del empleado a esas condiciones. Tales respuestas forman la base del empoderamiento psicológico. Por lo tanto, mayores niveles de empoderamiento contribuyen a generar una atmósfera de emociones positivas, lo cual contribuye al logro de las metas de la organización. Los conceptos de los modelos de Empoderamiento

Estructural y Psicológico se presentan en la Tabla 1 y su interrelación en la Figura 2. De ambos modelos derivan componentes medibles, a través de los cuales se puede indagar en la percepción del empoderamiento por parte del personal institucional (60-61) y se hace necesaria la capacidad de medir el empoderamiento con precisión a través de todos los niveles de atención (62).

Fuente: Sánchez (50).

Figura 2. Modelo integrador del empoderamiento: Modelos de Kanter y Spreitzer

Después de proponer cómo superar las barreras que impiden brindar un cuidado humanizado en las UCC, queda por definir: ¿Cómo incorporar estos conceptos teóricos al Cuidado Crítico para hacerlo verdaderamente humanizado; un fenómeno que trascienda la esfera biológica hacia la visión integral del ser humano? Se parte de reconocer que el empoderamiento en enfermería construye identidad propia, mayor competencia para el cuidado universal; es una política bidireccional que beneficia a los profesionales, a las personas que requieren ser cuidadas, a las instituciones

y finalmente a la disciplina y práctica clínica profesional.

En la práctica clínica, el poder de las enfermeras está relacionado a la participación en los cambios en el estado de salud de los pacientes. Las clasificaciones de enfermería pueden ser instrumentos capaces de ayudar a las enfermeras a aumentar la concientización de su papel clínico y del poder de ese papel. (63)

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Se recurre entonces, como forma de ampliar la propuesta institucional, la integración de los 10 factores de Cuidado del Modelo: Teoría Transpersonal de Jean Watson, con los diagnósticos de la NANDA (64), los cuales son afines al proceso Caritas (Tabla 2). “La Teoría del Cuidado humano, aporta conceptos a la práctica de enfermería, movilizando a la persona hacia la armonía entre su cuerpo, mente y alma, a través de una relación de ayuda y confianza entre la Persona Cuidada y el Cuidador” (65).

Los principales elementos de la teoría de Watson, destacados por Cara son: a) los factores

caratives, b) la relación del cuidado transpersonal y c) ocasión de cuidado/momento de cuidado (66). Jesse menciona los 10 factores de cuidado (Charitable Factors) originales, propuestos por Watson, teniendo en cuenta que los tres primeros factores sirven como fundamento filosófico para la ciencia del cuidado (67). La práctica de enfermería, entendida como un “Verdadero Arte”, es el espacio donde confluyen elementos más importantes de entendimiento y comprensión de las experiencias humanas, en ellas el Ser Humano es el centro de la esencia o eje mayor del metaparadigma de enfermería (68).

Tabla 2. Aproximación empírica derivada de Kanter, Spreitzer, proceso Caritas de Watson y NANDA

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(Watson Caring Science Institute & International Caritas Consortium.

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Propuesta Institucional

1. Formación de un sistema humanístico-altruista de valores.

Ninguno establecido por el momento

Práctica de la amabilidad, afecto y ecuanimidad dentro del contexto de la conciencia del cuidado

EMPODERAMIENTO PSICOLÓGICO

-Reflexión de los valores de la humanización en el cuidado.-Establecer una verdadera política de Cuidado, guiada por el conocimiento de enfermería (Teoría de Watson u otra teoría).

EMPODERAMIENTO ESTRUCTURAL

-Mantener el proyecto de educación continuada centrada en el desarrollo de competencias para el Cuidado y la reflexión de los principios y valores del mismo.

2. Inculcación de la fe-esperanza. Disposición para mejorar la religiosidad (00171)

Estar auténticamente presente, permitir y mantener un sistema de creencias profundo, apoyar el mundo subjetivo de uno mismo y de aquel de quien se debe cuidar.

EMPODERAMIENTO PSICOLÓGICO

-Fomento de la asertividad y la resiliencia.

EMPODERAMIENTO ESTRUCTURAL

-Fomentar en los acompañantes, la utilización de espacios de apoyo religioso o terapéutico.

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Propuesta Institucional

3. El cultivo de la sensibilidad para uno mismo y para los demás.

Deterioro de la religiosidad (00169).Riesgo de deterioro de la religiosidad (00170).Sufrimiento espiritual (00066).

El cultivo de las propias prácticas espirituales y del Yo transpersonal más allá del ego.

EMPODERAMIENTO PSICOLÓGICO

-Desarrollar proyectos en las UCC, que generen lazos de amistad y mejoría en los niveles de comunicación.-Establecer una política de agradecimiento con el talento humano a la llegada y a la salida de las UCC.-Desarrollar un sistema de vigilancia de problemáticas en las que conflictúan los valores del Cuidado, los personales y los valores institucionales.

EMPODERAMIENTO ESTRUCTURAL

-Trabajar de manera armónica con el equipo de profesionales y otros niveles de formación en las UCC.

4. Desarrollo de una relación de ayuda y confianza: Este momento se convierte en primer paso para el desarrollo de una Relación de Cuidado humana de ayuda-confianza

Temor (00148) Desarrollar y apoyar una auténtica relación de cuidado, apoyo y confianza.

EMPODERAMIENTO PSICOLÓGICO

-Proponer el respeto por las formas particulares de Cuidar, de comunicarse y de liderar de manera propositiva en las UCC.-Desarrollar una política de acompañamiento y de ayuda a nuevos colegas o compañeros.

EMPODERAMIENTO ESTRUCTURAL

-Fortalecer el trabajo colaborativo.-Desarrollar políticas que favorezcan el ejercicio de la Autonomía de Enfermería e intervenir desde la reflexión, las situaciones donde se vea comprometida o limitada. -Actualizar y mejorar las competencias para el cuidado.-Potenciar el desarrollo de la confianza y profesionalismo en salud.-Gestionar, intervenir y mantener la comunicación institucional.

5. La promoción y la aceptación de la expresión de sentimientos positivos y negativos.

Disposición para mejorar la esperanza (00185)

Estar presente y apoyar la expresión de sentimientos positivos y negativos, conexión con el espíritu de uno mismo y con aquel a quien se cuida.

EMPODERAMIENTO PSICOLÓGICO

-Fortalecer momentos que permitan la expresión de las emociones tanto con compañeros como con personas hospitalizadas y familias.

EMPODERAMIENTO ESTRUCTURAL

-Ubicar espacios para la catarsis y terapéutica emocional.-Desarrollar políticas de primeros auxilios psicológicos.

Disposición para mejorar el bienestar espiritual (00068)Conflicto de decisiones (00083).Sufrimiento moral (00175).

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Propuesta Institucional

6. El uso sistemático del método científico de solución de problemas para la toma de decisiones: Se convierte en el uso sistemático de un proceso de cuidado de resolución de problemas creativo.

Disposición para mejorar el autoconcepto (00167).Trastorno de la Identidad personal (00121).Impotencia (00125).Riesgo de impotencia (00152).

Uso creativo de las propias y de todas las vías de conocimiento, como parte del proceso de cuidado; participar en el arte de las prácticas de curación-cuidado.

EMPODERAMIENTO PSICOLÓGICO

-Establecer la política y eslabones para la solución de conflictos y decisiones éticas en las UCC.-Desarrollar consensos relativos a Futilidad y Distanasia.-Participar en el desarrollo de políticas sobre: manejo adecuado del dolor, prevención del delirium y morir con dignidad.

EMPODERAMIENTO ESTRUCTURAL

-Establecer un sistema de educación continuada.-Gestionar la conformación de los grupos de Bioética.-Desarrollar políticas para el análisis de los problemas bioéticos en las UCC.

Síndrome de estrés del traslado (00114).Riesgo de síndrome de estrés del traslado (00149).Riesgo de síndrome postraumático (00145).Disposición para mejorar el confort (00183)Disconfort (00214)Dolor agudo (00132)

7. La promoción de la enseñanza-aprendizaje transpersonal.

Mantenimiento ineficaz de la salud (00099)

Participar en una experiencia auténtica de enseñanza-aprendizaje que asista a la unidad del Ser-significado, intentar mantenerse dentro del marco de referencia de otros.

EMPODERAMIENTO PSICOLÓGICO

-Promover la satisfacción de necesidades educativas y de relación transpersonal.

EMPODERAMIENTO ESTRUCTURAL

-Aprovechar las oportunidades para diagnosticar e intervenir las necesidades de enseñanza-aprendizaje transpersonal.

Riesgo de soledad (00054).Baja autoestima situacional (00120).Riesgo de baja autoestima situacional (00153).Desempeño inefectivo del rol (00055)

8. La provisión de un entorno de apoyo, protección y/o correctivo mental, físico, social y espiritual.

Deprivación del sueño (00096).Insomnio (00095).Trastornos del patrón de sueño (00198).Disposición para mejorar el sueño (00165).Síndrome de deterioro en la interpretación del entorno (00127).Trastorno de la percepción sensorial (especificar: visual, auditiva, cenestésica, gustativa, táctil, olfatoria) (00122).

Crear un entorno de curación a todos los niveles (delicado entorno físico y no físico) de energía y conciencia, allí donde lo saludable, la belleza, la comodidad, la dignidad y la paz se potencien.

EMPODERAMIENTO PSICOLÓGICO

-Detectar y corregir las limitaciones en el entorno que ponen en riesgo la integridad de la persona.-Favorecer en la medida de lo posible el acercamiento con las personas y sus familias, como también, fortalecer la participación de los acompañantes en el Cuidado.

EMPODERAMIENTO ESTRUCTURAL

-Evitar la tensión laboral. -Proponer espacios para la catarsis (unidades Watson).-Indagar las formas creativas de ambientes amables para las personas enfermas y sus familias.-Participar en proyectos de acompañamiento de enfermería a personas en crisis.-Analizar aquellas situaciones en donde exista limitación para ejercer de manera adecuada el cuidado (grupos de calidad).

29“Empoderamiento”, una utopía posible para reconstruir la humanización en unidades de cuidado crítico

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Propuesta Institucional

9. La asistencia en la gratificación de necesidades humanas.

Necesidades fisiológicas básicas:· Nutrición· Eliminación e intercambio· Actividad y reposo· Rol y relaciones· Sexualidad· Seguridad y protección.Riesgo de compromiso de la dignidad humana (00174).Baja autoestima situacional (00120).Descuido personal (00193).Gestión ineficaz de la propia salud (00078).Desequilibrio nutricional: ingesta inferior a las necesidades (00002).Perturbación del campo de energía (00050).Déficit de autocuidado: alimentación (00102).Déficit de autocuidado: baño (00108).Déficit de autocuidado: vestido (00109).Deterioro de la comunicación verbal (00051).

Apoyo sincero a las necesidades básicas de la persona: alimentación, vestido, higiene, interacción, eliminación y otros.

EMPODERAMIENTO PSICOLÓGICO

-Establecer la Cultura de la Humanización del Cuidado, valorar el impacto de las medidas.-Fortalecer un sistema de gratificación tanto del Cuidado ofrecido, como del Cuidado brindado. -Reconocimientos periódicos.

EMPODERAMIENTO ESTRUCTURAL

-Valoración de necesidades de Soporte por otros profesionales de la salud: Psicología, Psiquiatría, Trabajo Social, entre otros; enmarcados en la disponibilidad del talento humano institucional y extra-institucional.

10. La permisión de fuerzas existenciales-fenomenológicas se convierte en la permisión de fuerzas existenciales fenomenológicas-espirituales

· Desesperanza (00124).· Ansiedad (00146).· Deterioro de la capacidad de recuperación personal (00210).· Tendencia a adoptar conductas de riesgo para la salud (00188).· Duelo (00136).· Duelo complicado (00135).· Estrés por sobrecarga (00177).· Negación ineficaz (00072).

Abrirse y atender a las dimensiones espiritual-misterioso y existencial de la propia vida-muerte; cuidar el alma de uno mismo y de quien debe recibir el cuidado.

EMPODERAMIENTO PSICOLÓGICO

-Manejo de la confidencialidad.-Valoración de los significados de la experiencia en salud, en forma personalizada.-Tomar en forma autónoma, medidas de apoyo religioso, existencial-espiritual, en la dupla: Persona-Familia, en el ambiente hospitalario.

Fuente: elaboración propia.

CONCLUSIONES

Al indagar sobre la Humanización de la Atención de enfermería, la literatura científica realiza una construcción reflexiva del conocimiento destacando la función. Las barreras más comunes son: la prevalencia de la tecnología que distancia al profesional, la cultura de trabajo institucional, las relaciones que se establecen en los equipos de trabajo y la relación con el paciente.

La aplicación integrada de los modelos de empoderamiento de Spreitzer y Kanter unidos a

la filosofía de la teoría del cuidado transpersonal de Watson son la incorporación de la Teoría del Cuidado Humanizado como eje filosófico del Cuidado de Enfermería, analizados bajo la realidad de las evidencias científicas disponibles, contrastados con la visión de quienes viven la realidad de la experiencia de cuidar y ser cuidados en las Unidades de Cuidado Intensivo; ofrece un nuevo paradigma: “El empoderamiento de la humanización” cuya perspectiva contribuye a la transformación de las condiciones del ejercicio profesional de enfermería, a superar la dependencia y a consolidar tanto la autonomía

30 Cándida Rosa Castañeda Valencia, Myriam Jannette Orozco Giraldo, Gloria Patricia Rincón Mancera

e identidad profesional como mecanismo para dignificar las experiencias de cuidado humanizado en las personas hospitalizadas en las UCC. Esto refuerza la necesidad de evaluar las relaciones de poder con la calidad de las instituciones de salud y la responsabilidad del profesional de enfermería en su rol transformador-emancipatorio y agente sensible a las necesidades del ser humano.

Discusión: un aspecto novedoso e importante que plantea el estudio es: el empoderamiento un verdadero paradigma transformacional y un modelo recomendado que puede ser implementado por diversas instituciones de salud, ya que aplica indistintamente para las diversas áreas funcionales

y estructurales de las organizaciones. “Humanizar la salud” no se consigue solo con la reconstrucción de los elementos indispensables para transformar las realidades de enfermería; esta transformación debe enmarcarse coherentemente en una estructura organizacional humanizada, diseñada por y para el engrandecimiento del hombre.

La respuesta al interrogantes que se planteó: ¿Cómo superar las barreras para brindar Cuidado Humanizado a las personas adultas hospitalizadas en Unidades de Cuidado Crítico?, puede resolverse en una nueva etapa investigativa, donde se analicen los aportes en la aplicación del modelo propuesto.

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Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 13 - 34

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ANÁLISIS COMPARATIVO DEL MANEJO Y CONTROL DE UN GRUPO DE PACIENTES

DIABÉTICOS FRENTE A LAS GUÍAS DE REFERENCIA Juan Carlos Ávila-Morales* Adriana Bareño-Rodríguez**

Jairo Castro-Jerez*** Yineth Catherine Rojas-Ortiz****

Recibido en mayo 30 de 2014, aceptado en Abril 11 de 2015Citar este artículo así: Ávila-Morales JC, Bareño-Rodríguez A, Castro-Jerez J, Rojas-Ortiz YC. Análisis comparativo del manejo y control de un grupo de pacientes diabéticos frente a las guías de referencia. Hacia promoc. salud. 2015; 20(1): 35-48. DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.3

ResumenObjetivo: Realizar un análisis comparativo del manejo y control de un grupo de pacientes con diabetes mellitus tipo 2, pertenecientes a un programa de promoción y prevención en Bogotá, con respecto a la guía de manejo del programa y las recomendaciones documentadas por otras sociedades a nivel nacional e internacional. Materiales y Método: Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal, a partir de las historias clínicas de los pacientes. Se determinó si los parámetros evaluados para el control de su enfermedad eran los necesarios y estaban siendo aplicados correctamente. Resultados: Se analizaron los documentos de: Resolución 412 (2007), ALAD (2013), OPS (2011), ADA (2014) e IDF (2006). Se revisaron 274 historias, analizando los parámetros de examen físico, paraclínicos y otras variables (riesgo cardiovascular, autocuidado, conocimiento de la enfermedad, estado sicológico). Se evidenció que se pasan por alto el control de aspectos del examen físico que marcan la progresión de la enfermedad y el daño de la microvasculatura, así como intervenciones de carácter conductual, cultural e informativo (promoción de estilos de vida saludables, aprendizaje de medidas de autocuidado, estabilidad psicológica). Se observan diferencias en los valores de control de los paraclínicos en las guías analizadas. Conclusión: Se encuentra variación en cuanto a los parámetros de evaluación, seguimiento y control de la enfermedad en cada una de las guías, teniendo en cuenta las distintas poblaciones, siendo necesario que las guías sean adoptadas teniendo en cuenta las características de la población colombiana en cuanto a sus perfiles epidemiológicos y determinantes de la salud.

* Médico, Magíster en Salud Pública. Facultad de Medicina, Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, Colombia. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] ** Médico, Especialista en Epidemiologia. Subdirección de Gestión Hospitalaria, Clínica Universitaria Colombia. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: [email protected]*** Médico, Especialista en Docencia Universitaria. Facultad de Medicina, Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: [email protected]**** Médico, Especialista en Docencia Universitaria. Facultad de Medicina, Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 35 - 48 ISSN: 0121-7577 (Impreso) ISSN: 2462-8425 (En línea)

DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.3

36 Juan Carlos Ávila-Morales, Adriana Bareño-Rodríguez, Jairo Castro-Jerez, Yineth Catherine Rojas-Ortiz

Palabras claveDiabetes Mellitus Tipo 2, prevención y control, complicaciones de la diabetes, guía de práctica clínica. (Fuente: DeCs, BIREME).

COMPARATIVE ANALYSIS OF THE MANAGEMENT AND CONTROL OF A GROUP OF DIABETIC PATIENTS WITH REFERENCE GUIDES

AbstractObjective: To perform a comparative analysis of the management and control of a group of patients with diabetes mellitus type 2, belonging to a promotion and prevention program in Bogotá, regarding the program management guide and recommendations documented by other societies at the national and international level. Materials and Methods: A descriptive cross-sectional study was conducted from the medical history of patients. It was determined whether the evaluated parameters to control their disease were the necessary ones and were being applied correctly. Results: The 412 resolution documents, the ALAD guide (2013), the PAHO guide (2013), the ADA (2014) Guide and the IDF (2006) guide were analyzed. Then, 274 histories were reviewed, analyzing the hysical examination parameters, paraclinicals and other variables (cardiovascular risk, self-care, knowledge of the disease, psychological state). It was evidenced that the control of the physical exam aspects that mark the progression of the illness and the microvasculature damage are overlooked as well as the behavioral, cultural and informative character interventions (promotion of healthy lifestyles, learning of self-care measures, phychological stability). Differences in control values of praclinicals in the revised guides have been also observed. Conclusion: Variation in evaluation parameters, follow up and disease control in each guide have been observed, taking into account the different populations and being necessary that the guides are adapted considering the characteristics of Colombian people as far as their epidemiological profiles and health determinants.

Key wordsDiabetes Mellitus Type 2, prevention and control, diabetes complications, clinical practice guideline. (Source: DeCs, BIREME).

ANÁLISE COMPARATIVA DO GESTÃO E CONTROLE DE UM GRUPO DE PACIENTES DIABÉTICOS FRENTE ÀS GUIAS DE REFERÊNCIA

ResumoObjetivo: Realizar um análise comparativo da gestão e controle de um grupo de pacientes com diabetes mellitus tipo 2, pertencentes a um programa de promoção e prevenção em Bogotá, com respeito à guia de gestão do programa e as recomendações documentadas por outras sociedades a nível nacional e internacional. Materiais e Método: Realizou se um estudo descritivo de corte transversal, a partir das histórias clinica dos pacientes. Determinou se os parâmetros avaliados para o controle de sua doença eram os necessários e estavam sendo aplicados corretamente. Resultados: Analisaram se os documentos de: Resolução 412 (2007), ALAD (2013), OPS (2011), ADA (2014) e IDF (2006). Revisaram se 274 historias, analisando os parâmetros de exame físico, paraclínicos e outras variáveis (risco cardiovascular, auto-cuidado, conhecimento, conhecimento da doença, estado psicológico). Evidenciou se que se

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INTRODUCCIÓN

El término diabetes mellitus hace referencia a un conjunto de desórdenes metabólicos, de etiología variada, los cuales comparten la hiperglucemia como proceso patológico. El desorden metabólico generado conlleva a diversos cambios fisiopatológicos en el individuo que generan un alto índice de morbilidad y mortalidad en la población mundial. Se estima que 347 millones de personas en el mundo son diabéticas (1), asimismo se espera que para 2030 esta condición sea la séptima causa más común de decesos a nivel internacional (2).

Debido a su alta prevalencia y complicaciones, esta condición lleva a un alto costo para el paciente y para el sistema de salud. De ahí la importancia de prevenir el desarrollo de la enfermedad, hacer un diagnóstico precoz y realizar un control multifactorial adecuado de los pacientes ya diagnosticados.

La Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association –ADA–), ha presentado la última actualización de su guía de manejo de pacientes diabéticos (3, 4), con el fin de proveer a los profesionales de la salud herramientas basadas en la evidencia científica y estadística para dar el enfoque, recomendaciones y control adecuado a sus pacientes, de tal manera que el manejo afecte

favorablemente el pronóstico y al tiempo sea costo-efectivo tanto para los pacientes como para el sistema de salud.

La clave que permite tener un adecuado control de la patología y evitar la progresión de las complicaciones radica en realizar un seguimiento cuidadoso y completo a los marcadores clínicos que evalúan el pronóstico del paciente (p.ej.: hallazgos al examen físico tales como fondo de ojo, sensibilidad en extremidades, tensión arterial, tasa de filtración glomerular, etc.), así como brindar medidas de apoyo no farmacológicas como también sociales y nutricionales, entre otras (4-7).

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizó un estudio descriptivo transversal a partir de las historias clínicas de un programa de promoción y prevención en pacientes diabéticos para evaluar el control de los pacientes según las guías de manejo del programa, nacionales e internacionales. Estos pacientes pertenecen al régimen contributivo y están afiliados a una Empresa Promotora de Salud (EPS) adaptada al Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS). Es una población del ciclo vital correspondiente al adulto mayor, pensionados de una entidad pública del Estado y con acceso al

passa por alto o controle de aspetos do exame físico que marcam a progressão da doença e o dano da microvasculatura, assim como intervenções de caráter conductual, cultura e informativo (promoção de estilos de vida saudáveis, aprendizagem de medidas de auto-cuidado, estabilidade psicológica). Observam se diferencias nos valores de controle dos paraclínicos nas guias analisadas. Conclusão: Encontra se variação no tocante aos parâmetros de avaliação, seguimento e controle da doença em cada uma das guias, tendo em conta as distintas povoações, sendo necessário que as guias sejam adotadas tendo em conta as características da povoação colombiana quanto a seus perfis epidemiológicos e determinantes da saúde.

Palavras ChaveDiabetes Mellitus Tipo 2, prevenção e controle, complicações da diabetes, guia de prática clínica. (Fonte: DeCs, BIREME).

38 Juan Carlos Ávila-Morales, Adriana Bareño-Rodríguez, Jairo Castro-Jerez, Yineth Catherine Rojas-Ortiz

servicio de salud en la red de prestadores que tiene su entidad aseguradora en la ciudad de Bogotá D.C.

Cálculo de la muestra

Se contó con un universo de 332 historias clínicas de pacientes pertenecientes al programa de diabetes, y por medio del software EPIDAT se calculó el tamaño de la muestra siguiendo la ruta de métodos, muestreo, cálculos de tamaño de muestra, intervalos de confianza, y proporción. Se tomaron como datos para el cálculo un tamaño poblacional de 332, una proporción esperada de pacientes controlados del 20% según el análisis de la cuenta de alto costo para Colombia (8), un nivel de confianza del 95% y la precisión absoluta (mínimo 1%, máximo 10%, incremento 1%). De lo cual se obtuvo una muestra de 274 historias clínicas con un nivel de confianza del 95% y una precisión del 80%.

Sobre la historia clínica del paciente y tomando los registros del último año (a partir de la fecha de la última consulta en el programa) se aplica un instrumento previamente diseñado y validado que contempla aspectos como: datos sociodemográficos, signos vitales, medidas antropométricas, examen físico completo, laboratorios, tratamiento, adherencia al tratamiento, frecuencia de controles y valoraciones por especialistas. Los datos obtenidos de las historias revisadas fueron analizados en el programa STATA.

Además, se realizó una búsqueda sistemática de las guías de atención y artículos con interés en la adhesión de los pacientes al tratamiento. Se usaron los términos: Mesh “Evidence”, “Usefulness”, “Adhesion”, “Guidelines”, “Diabetes”, “Applicability”, “Application”, “Correlation”. Con lo anterior, se realizó una búsqueda en las

bases de BIREME, PubMed, Cochrane, Hindawi. De los artículos encontrados compatibles con los propósitos de la revisión se realizó la comparación y se obtuvieron conclusiones comparativas con el estudio. Aspectos éticos

La presente investigación se clasifica como una investigación sin riesgo, ya que la información recolectada se basa en registros y no se realiza ninguna intervención o modificación de las variables del individuo, por lo tanto no requiere Comité de Ética ni consentimiento informado.

RESULTADOS

Para hacer la comparación se usaron los parámetros de la guía de atención del programa de promoción y prevención utilizada para la población (9). De la revisión sistemática de las principales recomendaciones para el manejo y adecuado control de la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), se obtuvieron guías a nivel nacional como la 412 elaborada por el Ministerio de la Protección Social en 2007 (4), a nivel internacional la de la Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD) de 2013 (10), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de 2011 (11), la Asociación Americana de Diabetes (ADA) de 2014 (3) y la Federación Internacional de Diabetes (IDF) de 2006 (12).

De estas guías se encontraron múltiples parámetros para ser evaluados en este tipo de pacientes dentro del seguimiento de su patología y las metas de control, como se muestra comparativamente en Tabla 1 (examen físico), Tabla 2 (datos de laboratorios) y Tabla 3 (de otras valoraciones relevantes para el seguimiento de la DM2.

39Análisis comparativo del manejo y control de un grupo de pacientes diabéticos frente a las guías de referencia

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 35 - 48

Tabla 1. Parámetros evaluados en las guías del examen físico

PARÁMETROS DEL EXAMEN

FÍSICO

Guía de Atención

ADA (2014)

IDF (2011)

ALAD/OPS(2013)

GUÍA COLOMBIANA

(2007)

GUÍA DEL PROGRAMA

(2011)

Disfunción eréctilVerificar el adecuado uso de inhibidores de

5-fosfodiesterasa

Valoración para manejo con nitratos - - -

Estado de los pies (apariencia)

Manejo y cuidado de úlceras con enfoque multidisciplinario

Enfoque multidisciplinario

Enfoque multidisciplinario,

manejo de infecciones y

neuropatía

Inspección, palpación de pulsos, vibración y exploración con monofilamentos

-

Valoración sensitivo-motora (pulsos, sensibilidad, reflejos)

Valoración sensitivo-motora con filamento y

diapasón

Valoración sensitivo-motora con filamento y

diapasón

Valoración sensitivo-motora con filamento y

diapasón

-

Examen de la piel Observar cambios en la superficie de la piel

Observar cambios en la superficie de

la piel

Observar cambios en la superficie de

la piel

Buscar signos de xerosis y evaluar

sobre la piel los sitios en los que se realiza la aplicación de la

insulina

-

Ojos

Realizar revisión anual, si hay retinopatía para

evaluar progresión.

Valoración cada 2 años si no hay retinopatía.

Controlar glicemia y presión arterial.

Revisar cada 12 meses si no hay

retinopatía o cambios mínimos.

Revisar de 3-6 meses si hay

empeoramiento desde la última

revisión.

Mayor frecuencia de revisiones

durante el embarazo.

Agudeza visual.Fondo de ojo con pupila dilatada.

Tonometría.

Todo hallazgo incidental debe ser remitido al oftalmólogo.

El médico general debe realizar fondo

de ojo, al menos una vez al año y remitir al oftalmólogo cuando se ha diagnosticado

DM2

-

Índice de Masa Corporal (IMC) < 25 kg/m2 - < 25 kg/m2 < 18,5 kg/m2 < 25 kg/m2

Perímetro abdominal -

IMC por encima del percentil 85 para edad y sexo

Hombres: > 90 cm

Hombres:> 90 cm

Hombres: > 90 cm

Mujeres:> 80 cm

Mujeres:> 80 cm

Mujeres:> 80 cm

Examen odontológico - - - Solo si es necesario -

Fuente: ADA Standards of medical care in diabetes, 2014 (3); Ministerio de la Protección Social. Guía de Atención de la

Diabetes Mellitus Tipo 2, 2007 (4); Guías ALAD sobre el Diagnóstico, Control y Tratamiento de la Diabetes Mellitus Tipo 2 con Medicina Basada en Evidencia, 2013 (10); Federación Internacional de Diabetes. Clinical Guidelines Task Force, 2006 (12).

40 Juan Carlos Ávila-Morales, Adriana Bareño-Rodríguez, Jairo Castro-Jerez, Yineth Catherine Rojas-Ortiz

Los parámetros evaluados en la guía del estudio de pacientes crónicos son apenas unos cuantos respecto a las recomendaciones a nivel nacional e internacional para la atención de la DM2, pasando por alto el control de aspectos del examen físico que marcan la progresión de la enfermedad y el daño de la microvasculatura (la apariencia de la piel, los

pulsos, la sensibilidad, los reflejos, el fondo de ojo, disfunción eréctil, examen odontológico).

En el control de la obesidad, se encontró que las diversas guías recomiendan la medición del Índice de Masa Corporal (IMC) en el cual hay unanimidad en cuanto a la meta establecida.

Tabla 2. Parámetros evaluados en las guías de los laboratorios

PARÁMETRO DE LABORATORIO A

EVALUAR

GUÍA DE ATENCIÓN

ADA (2014)

IDF (2011)

ALAD/OPS (2013)

GUÍA COLOMBIANA

(2007)

GUÍA DEL PROGRAMA

(2011)

Hemoglobina glicosilada (HbA1c)

< 7% < 6,5% < 6,5% < 6,5% < 6,5%

Glicemia prepandial 70-130 mg/dl≥ 100 mg/dl

y < 126 mg/dl

< 100 mg/dl < 70-140 mg/dl < 70-130 mg/dl

Glicemia postprandial < 180 mg/dl< 145 mg/dl

posterior a 2 horas

< 140 mg/dlposterior a 2

horas< 180 mg/dl < 180 mg/dl

Control de la presión arterial

< 140/80 mmHg < 130/80 mmHg< 130/80 mmHg

130/80 mmHg 130/80 mmHg

Colesterol total - - - - < 185 mg/dl

LDL < 100 mg/dl < 95 mg/dl < 130 mg/dl < 100 mg/dl < 100 mg/dl

HDL

Hombres: > 50 mg/dl

≥ 39 mg/dl

Hombres: > 40 mg/dl

Hombres: > 40 mg/dl

> 35 mg/dlMujeres:

> 40 mg/dlMujeres:

> 50 mg/dlMujeres:

> 50 mg/dl

Triglicéridos < 150 mg/dl < 200 mg/dl < 200 mg/dl < 150 mg/dl < 150 mg/dl

Parcial de orinaProteinuria con tiras reactivas

Valorar proteinuria con tiras reactivas

anualmente.

Valorar infección vías urinarias

(IVU).

Valoración de proteinuria en muestra

aislada con tiras reactivas

Se debe evaluar la presencia de

proteinuria, descartando falsos positivos como

IVU, ejercicio extremo, falla cardiaca, etc.

-

41Análisis comparativo del manejo y control de un grupo de pacientes diabéticos frente a las guías de referencia

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 35 - 48

PARÁMETRO DE LABORATORIO A

EVALUAR

GUÍA DE ATENCIÓN

ADA (2014)

IDF (2011)

ALAD/OPS (2013)

GUÍA COLOMBIANA

(2007)

GUÍA DEL PROGRAMA

(2011)

Microalbuminuria

Normal < 30 mg/24 h

Si están aumentados el

cociente proteína creatinina (CPC) o cociente albumina creatinina (CAC) > 2,5 mg/mmol en hombres y > 3,5 mg/mmol en mujeres o > 30

mg/g repetir dos veces durante los

siguientes 4 meses

> 30 mg en 24 horas indica lesión renal

< 30 mg/dl -Moderadamente elevada

30-299 mg/24 h

Elevada ≥ 300 mg/24 h

Creatinina

Hombres:0,8-1,2 mg/dl

Hombres:0,8-1,2 mg/dl

Hombres: 0,8-1,2 mg/dl

< 1,5 mg/dl -Mujeres:

0,7-1,00 mg/dlMujeres:

0,7-1,0 mg/dlMujeres:

0,7-1,0 mg/dl

Fuente: ADA Standards of medical care in diabetes, 2014 (3); Ministerio de la Protección Social. Guía de Atención de la Diabetes Mellitus Tipo 2, 2007 (4); Guías ALAD sobre el Diagnóstico, Control y Tratamiento de la Diabetes Mellitus Tipo 2 con Medicina Basada en Evidencia, 2013 (10); Federación Internacional de Diabetes. Clinical Guidelines Task Force, 2006

(12).

Los parámetros incluidos en las guías de manejo no son consensuados en cuanto a su frecuencia y rango de normalidad. Las guías en su totalidad orientan a un rango de normalidad para el control de la HbA1c muy similar, siendo satisfactorio para el control de la población.

En los valores de glicemia prepandial se puede aprecia igualdad en casi todas las guías, excepto en la ALAD con un valor menor, siendo este el más estricto. Respecto a la glicemia postprandial se puede observar que el rango de normalidad establecido en las guías colombianas y en la ADA es más amplio a diferencia de la ALAD y la IDF.

En el control de la presión arterial en el paciente diabético, todas las guías coinciden en los rangos de normalidad para este parámetro, pero en la nueva guía de la ADA se evidencia cómo el rango de normalidad ha sido ampliado a < 140/80 mmHg.

El colesterol total es un parámetro evaluado en todas las guías sin que se establezcan metas acerca de éste, excepto en la guía usada en el programa, donde como rango de normalidad se considera < 185 mg/dl. El colesterol LDL coincide en su rango de normalidad en las guías colombianas y la nueva guía de la ADA, pero al igual que otros parámetros observados es más estrecho en las guías de la ALAD y la IDF.

El rango de normalidad del colesterol HDL en algunas de las guías se establece por género (nueva guía de la ADA, ALAD, guía colombiana) con metas más altas, por el contrario en la guía de la IDF y la guía usada para el estudio la meta es más baja (> 35 mg/dl). En cuanto a los triglicéridos se observan metas más bajas en la nueva guía de la ADA y en las guías colombianas, en la guía de la IDF y en la ALAD las metas son más altas (< 200 mg/dl).

42 Juan Carlos Ávila-Morales, Adriana Bareño-Rodríguez, Jairo Castro-Jerez, Yineth Catherine Rojas-Ortiz

Tabla 3. Parámetros evaluados en las guías de otros aspectos relevantes en el seguimiento

ANTECEDENTES Y OTROS ASPECTOS

GUÍA DE ATENCIÓN

ADA(2014)

IDF(2011)

ALAD/OPS(2013)

GUÍA COLOMBIANA

(2007)

GUÍA DEL PROGRAMA

(2011)

Riesgo cardiovascular

TabaquismoEnfermedad

Cardiovascular previaIMC

AntecedentesEstilo de vida

TabaquismoEnfermedad

Cardiovascular previa

IMC AntecedentesEstilo de vida

ColesterolHDL bajo

TabaquismoEnfermedad

Cardiovascular previa

IMC AntecedentesEstilo de vida

Diagnóstico y control de:

HTADislipidemiaTabaquismoEnfermedad Coronaria

HTADislipidemiaTabaquismo

Obesidad

Conocimientos y creencias sobre el autocuidado

-Monitorización con tiras para

glicemia

Educación para control con tiras

reactivas- -

Estilo de vida (nutrición, actividad física y tabaquismo)

Actividad física mínimo 150 min/

semana

Modificación del estilo de vida,

incremento de la actividad física, valoración por nutricionista

Realizar actividad física mínimo 30 min

diarios

Actividad física aeróbica, mínimo

tres veces por semana, de

intensidad moderada y de duración

igual o mayor a 30 minutos

Se recomienda realizar ejercicio

aeróbico, dependiendo de

la situación basal de cada persona

durante al menos 30 min y como mínimo 5 días a la semana

Alteraciones del estado psicológico

-

Evidencias de trastornos o

alteración del sueño

Considerar factores psicosociales y estrés

- -

Fuente: ADA Standards of medical care in diabetes, 2014 (3); Ministerio de la Protección Social. Guía de Atención de la Diabetes Mellitus Tipo 2, 2007 (4); Guías ALAD sobre el Diagnóstico, Control y Tratamiento de la Diabetes Mellitus Tipo 2 con Medicina Basada en Evidencia, 2013 (10); Federación Internacional de Diabetes. Clinical Guidelines Task Force, 2006

(12).

Se observa que ciertas intervenciones de carácter conductual, cultural e informativo como la promoción de estilos de vida saludables, el aprendizaje acerca de medidas preventivas, de autocuidado y la adecuada estabilidad psicológica son altamente recomendadas por las guías internacionales, pero no sucede así en las guías colombianas (6, 7, 13).

Para la evaluación del control de la población estudio según los parámetros de las guías se tuvieron

en cuenta 274 historias clínicas, con una distribución por género encontrando un 51,9% de mujeres y un 48,1% de hombres, una edad promedio de 71,3 años.

No todos los antecedentes de evolución de la enfermedad, síntomas o signos del examen físico son evaluados regularmente en los pacientes en quienes se realiza el seguimiento y control de la diabetes, tal como se indica en la Figura 1 que muestra el porcentaje de cumplimiento en su seguimiento.

43Análisis comparativo del manejo y control de un grupo de pacientes diabéticos frente a las guías de referencia

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 35 - 48

Fuente: elaboración propia.

Figura 1. Cumplimiento de los parámetros evaluados en el estudio.

En el control de los laboratorios de seguimiento en los pacientes del programa, se observó que los marcadores de control (hemoglobina glicosilada, colesterol HDL, triglicéridos) o de progresión de la enfermedad (como creatinina, parcial de orina o la microalbuminuria) tienen un bajo porcentaje de control. En lo referente a las cifras tensionales de esta población se aprecia un adecuado nivel de control (ver Figura 2).

En la valoración del cumplimiento en el control y seguimiento de los pacientes del programa se observó que siete de los factores recomendados

por las diferentes guías en el manejo de los pacientes diabéticos no se están evaluando. Estos factores corresponden a disfunción eréctil, examen de la piel, perímetro abdominal, examen odontológico, conocimientos y creencias sobre el autocuidado, estilo de vida (nutrición, actividad física y tabaquismo y estado psicológico).

Otro de los factores que por lo general no es tomado en cuenta es la apreciación y conocimiento que tienen los pacientes de su patología, recomendaciones de control y el uso de los medicamentos (ver Figura 2).

Fuente: elaboración propia.

Figura 2. Cumplimiento en la toma del laboratorio y nivel control de los parámetros evaluados en el estudio.

44 Juan Carlos Ávila-Morales, Adriana Bareño-Rodríguez, Jairo Castro-Jerez, Yineth Catherine Rojas-Ortiz

DISCUSIÓN

La diabetes requiere de una evaluación médica completa en la cual se debe clasificar, detectar complicaciones, revisar el tratamiento establecido y controlar los factores de riesgo en pacientes diagnosticados. Además, hay que tener en cuenta que es una enfermedad crónica y puede afectar diferentes órganos requiriendo una atención médica integral, de manera que el paciente se encuentre controlado (3, 4).

Los componentes de la evaluación integral que establece la ADA 2014, se basan en una historia clínica adecuada donde se encuentren la edad, las características de aparición de la enfermedad, estado nutricional del paciente, revisión del tratamiento y respuesta al mismo, así como los resultados del monitoreo de la glucosa e historia de complicaciones relacionadas con la patología. Otras fuentes, incluyendo la OPS, proponen indicaciones más amplias donde se incluye: indagar sobre infecciones previas y actuales, historia de actividad física y ponderal, verificar si el paciente fuma, factores de riesgo para aterosclerosis, en el caso de las mujeres historia obstétrica y otros factores que pueden afectar el manejo de la diabetes (12, 14, 15).

De las historias clínicas de los pacientes inscritos, tan solo el 12% contaba con un cumplimiento general de calidad al compararlo con las guías de referencia, por lo cual se deben implementar estrategias que permitan al personal de salud seguir de manera precisa los parámetros establecidos por la ADA y otras guías, para lograr mejorar la calidad de la atención al paciente.

Para las principales guías clínicas el examen físico en el paciente diabético es de gran importancia, ya que por medio de él se pueden evidenciar: sobrepeso u obesidad (índice de masa corporal), complicaciones microvasculares de la diabetes: retinopatía (fondo de ojo) y neuropatía (inspección, palpación de los pulsos pedio y tibial posterior,

presencia o ausencia de los reflejos rotuliano y aquiliano, determinación de la propiocepción, vibración y sensación), presión arterial en decúbito/y bipedestación, signos de resistencia a la insulina (acantosis nigricans) y palpación de la tiroides (3, 15). En comparación con el estudio se evidencia que dentro de los aspectos evaluados de rutina no se encuentran: el fondo de ojo, examen de pies, signos de resistencia a la insulina y palpación de la tiroides (3, 4).

Estos son parámetros de suma importancia como marcadores del daño vascular para riesgo cardiovascular, además del control de estilos de vida y el estado psicológico determinado por su enfermedad y el entorno.

Dentro de la revisión realizada se han encontrado recomendaciones como realizar un examen exhaustivo anual de pies para identificar los factores de riesgo predictivos de úlceras y prevenir futuras amputaciones (3, 15, 16). Cuando observamos los aspectos evaluados en las historias clínicas, el examen de pies solo fue evaluado en el 40% y el examen de pulsos, sensibilidad y reflejos en el 14%, esto refleja la inapropiada evaluación de órgano blanco en los pacientes diabéticos.

El control de la diabetes mellitus elimina los síntomas, evita las complicaciones agudas y disminuye la incidencia y progresión de las complicaciones crónicas microvasculares (10, 17). Teniendo en cuenta lo anterior, el examen físico forma parte del control de la diabetes, pero frecuentemente es subestimado por el personal de salud.

En cuanto a los paraclínicos, la ADA recomienda solicitar hemoglobina glicosilada A1c, perfil lipídico, función renal, perfil lipídico, TSH (en diabetes tipo 1, dislipidemias o en mujeres mayores de 50 años) y tasa de filtración glomerular calculada. Entre estos, la hemoglobina glicosilada A1c es uno de los mejores parámetros para el control del paciente diabético (18). La evaluación de los

45Análisis comparativo del manejo y control de un grupo de pacientes diabéticos frente a las guías de referencia

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 35 - 48

paraclínicos orientan el control de la enfermedad, pero se observó en las historias clínicas que no se está haciendo un adecuado seguimiento, encontrando un cumplimiento para creatinina del 64% lo que corresponde a un aproximado de dos terceras partes de los pacientes, microalbuminuria del 9% lo que equivale a casi todos los pacientes sin valoración, y parcial de orina en el 46%.

Para el control de la nefropatía, la ADA propone como tamizaje que se realice la cuantificación de excreción de albúmina en todos los pacientes diabéticos tipo 2 a partir del diagnóstico. Por otro lado, la creatinina sérica debe ser utilizada para estimar la tasa de filtración glomerular y para clasificar el nivel de enfermedad renal crónica (si está presente). Según esto, se deben optimizar las medidas que permitan realizar un adecuado control y, más importante aún, realizar los exámenes correspondientes que permitan evaluar la progresión de la enfermedad.

En el estudio realizado, el porcentaje de control del perfil lipídico en los pacientes fue para el colesterol total del 43%, LDL del 37%, HDL del 48% y triglicéridos del 39%, es decir que no se ha controlado ni en la mitad de los pacientes, cuando la ADA menciona que en los pacientes adultos diabéticos se deberá medir el perfil de lípidos en ayunas, al menos, anualmente. Entonces, se deben tomar medidas para mejorar estos valores y así disminuir el riesgo y la progresión de la enfermedad cardiovascular.

Como se dijo anteriormente, el paciente diabético requiere una atención médica integral que incluye la valoración por oftalmología, planificación familiar para mujeres en edad reproductiva, nutrición, odontología, psicología y educación para el autocuidado, según la ADA y otros autores (14, 17, 19, 20). Pero el cumplimiento de la valoración por oftalmología fue del 42%, y muchas de estas fueron realizadas para el manejo de patologías oculares más no de tamizaje. Sin embargo, muy pocos pacientes cumplían con la valoración

nutricional y no contaban con un control adecuado que permitiera mantener su IMC dentro de límites óptimos (3).

Según la ALAD, toda persona con diabetes debe ser controlada al menos cada tres o cuatro meses pero puede ser más frecuente si el caso lo requiere, con el fin de un seguimiento estricto y de esta manera disminuir la progresión de la enfermedad. Así que, la frecuencia de los controles de los pacientes va de la mano con el progreso de la enfermedad, por tal razón los pacientes deben ser atraídos por el programa de atención para hacer un óptimo seguimiento de su patología.

Además de las recomendaciones de la ADA y otras guías existentes a nivel internacional y local, existe literatura que intenta también analizar los marcos de adhesión de los sistemas de salud a las mencionadas guías. Como bien se sabe, la diabetes tipo 2 está asociada con graves complicaciones micro y macrovasculares, por tal razón los pacientes así como los médicos deben entender que la adherencia a las directrices de seguimiento permite posponer o reducir estas complicaciones (21-23) y es por esto que el adecuado control de los niveles de glucosa es importante para evitar dichas complicaciones, debido a la relación existente entre las fluctuaciones de la glucosa y el desarrollo de las complicaciones microvasculares y macrovasculares que ocasionan daño a nivel del endotelio (24).

En un estudio de adherencia a las guías y resultados en salud en pacientes con diabetes se encontró que, con respecto a los parámetros de la guía, la adherencia fue inferior al 50% en lo relacionado a los pies, ojo y la albumina en la orina (25) lo cual es coincidente con nuestros resultados. De igual manera, afirman que los niveles de adherencia varían ampliamente en las distintas guías.

La literatura internacional que se encuentra disponible en cuanto a la adhesión de los médicos y pacientes a las intervenciones, políticas, tratamientos y demás métodos empleados para

46 Juan Carlos Ávila-Morales, Adriana Bareño-Rodríguez, Jairo Castro-Jerez, Yineth Catherine Rojas-Ortiz

favorecer esta adhesión a las guías, refiere resultados importantes, pues permite establecer puntos críticos para fortalecer la adopción y seguimiento de esta enfermedad (20). Así podemos ver que el sexo, los estilos de vida (derivados de la nacionalidad), el número de consultas, el tipo de médico tratante y el seguimiento adecuado con los paraclínicos son componentes fundamentales que representan la adhesión de los pacientes a este tipo de guías, y enfocarse en estos aspectos mejora la salud en esta población.

Las intervenciones en el estilo de vida que incluyan ejercicio y dieta pueden generar cambios potencialmente significativos en el perfil de obesidad y el riesgo cardiometabólico en la población, y la efectividad de las intervenciones es mayor en la medida en que se implementen a más temprana edad (26). El control de peso en los programas juega un papel importante, ya que en las poblaciones con alto riesgo de diabetes tipo 2 que están bajo cambios intensos en el estilo de vida se evidencia una relación entre la pérdida de peso y la disminución del riesgo y la incidencia de la enfermedad, incluso en periodos de intervención de 6 meses (27).

Las guías se constituyen como herramientas que promueven el uso de evidencia científica en las decisiones clínicas teniendo en cuenta el contexto en el que dichas decisiones son realizadas (28). También toma gran importancia la educación que debe brindar el personal de la salud acerca de la fisiopatología de la enfermedad, el beneficio por el cambio de los estilos de vida y la adherencia al tratamiento. Esta información tiene que darse en términos que sean comprensibles para cada paciente y verificarse si fue comprendida de manera efectiva (22).

CONCLUSIONES

Todas las guías usan parámetros similares para la evaluación de los pacientes diabéticos, enfocándose principalmente en factores de

riesgo, examen físico, signos vitales, control paraclínico y valoración de estilos de vida; aspectos indispensables para el adecuado control de la enfermedad, que además tienen alto impacto sobre su progresión, desarrollo de complicaciones y calidad de vida. Se hace indispensable que estos parámetros sean tenidos en cuenta para prevenir o mitigar el desarrollo de la enfermedad con sus consecuencias asociadas.

El personal de la salud debe tener como objetivo el lograr en los pacientes un nivel de concientización adecuado acerca de la importancia del autocuidado y monitoreo de la enfermedad, cambios del estilo de vida, adherencia al tratamiento y cumplimiento de las recomendaciones médicas, con el propósito de eliminar mitos o tabúes relacionados con la Diabetes Mellitus. Deben implementarse planes de educación estructurados en la comprensión de conceptos por parte de los pacientes e implementar estrategias que busquen evaluar los conocimientos adquiridos.

Los programas deben recabar en la importancia de la valoración rutinaria de síntomas y signos del examen físico que evalúan el control y la progresión de la enfermedad, específicamente de los órganos blanco; factores a los cuales no se les está dando la relevancia necesaria. Lo anterior se enfoca a evitar la progresión de la enfermedad, mejorar la calidad de vida y la disminución de los costos de atención por complicaciones.

El manejo de la diabetes debe ser interdisciplinario, teniendo en cuenta que es una enfermedad crónica que también afecta las dimensiones biopsicosociales del paciente, por lo cual se debe permitir la evaluación y el manejo integral de los mismos. Algunas de la guías mencionan la valoración del estado psicológico, siendo este aspecto sobreestimado en el seguimiento de los pacientes diabéticos limitando su abordaje biopsicosocial, situación que puede ser causante per se del descontrol glicémico o falta de adherencia al tratamiento médico.

47Análisis comparativo del manejo y control de un grupo de pacientes diabéticos frente a las guías de referencia

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 35 - 48

Observando las diferentes guías se encuentra variación en cuanto a los parámetros de evaluación, seguimiento y control de la enfermedad en cada una de ellas, teniendo en cuenta las distintas

poblaciones. Por ello es necesario que se adopten las guías teniendo en cuenta las características de la población colombiana en cuanto a sus perfiles epidemiológicos y determinantes de la salud.

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Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 49 - 66 ISSN: 0121-7577 (Impreso) ISSN: 2462-8425 (En línea)

ENTRE BATALHAS E PEDRAS: HISTÓRIAS DE VIDA DE MORADORES DE RUA, USUÁRIOS

DE CRACKJaime Alonso Caravaca-Morera*

Maria Itayra Padilha**

Recibido en julio 13 de 2014, aceptado en marzo 13 de 2015

Citar este artículo así: Caravaca JA, Padilha M. Entre batalhas e pedras: histórias de vida de moradores de rua, usuários de crack. Hacia promoc. salud. 2015; 20(1): 49-66. DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.4

ResumoObjetivo: Descrever as experiências cotidianas dos moradores de rua e os significados atribuídos ao crack. Materiais e Métodos: Pesquisa qualitativa, descritiva, de cunho sócio-histórico, foram realizadas entrevistas com 20 moradores de rua no período de janeiro a abril de 2013 nos principais fumódromos da cidade de Florianópolis, Santa Catarina, Brasil. Utilizou-se como referencial teórico, a teoria do Estigma do sociólogo Erving Goffman e as histórias de vida como técnica para coletar os dados. Os dados foram analisados segundo a Análise de Conteúdo de Bardin, a partir da qual surgiram duas categorias: “Vida na rua: entre batalhas e sobrevivência” e “Crack: a maldição que fascina”. Resultados: Os resultados ressaltam que a rua foi concebida como um espaço urbano, fugaz, repleto de lutas, estigmas e liberdades simbólicas, onde a tarefa principal a ser desempenhada é a sobrevivência. Com relação ao crack, este tem um significado dicotômico: vida versus morte. Conclusão: A multifatoriedade da dependência ao crack e a moradia na rua, assim como a busca de soluções devem ser aplicadas com um olhar interdisciplinar e desestigmatizante às diversas dimensões envolvidas: pessoal, física, psicológica, social, econômica, familiar e jurídicas.

Palavras chaveHistórias de vida, crack, morador de rua (sem-teto), enfermagem, saúde pública (fonte: DeCS, BIREME).

* Máster y Especialista en Salud Internacional del Fenómeno de las Drogas. Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected]** Ph.D en Enfermería. Universidade Federal de Santa Catarina, Florianópolis. Santa Catarina, Brasil. Correo electrónico: [email protected]

DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.4

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BETWEEN BATTLES AND ROCKS: LIFE STORIES OF HOMELESS CRACK USERS

Abstract

Objective: To describe the everyday experiences of homeless people and the meanings they give crack Materials e Methods: Qualitative, descriptive and exploratory research with a socio-historical approach. Data collection was conducted using direct interviews with 20 participants carried out from February to April 2013 in the main smoking areas in the city of Florinopolis, Santa Catarina, Brazil. Sociologist Erving Goffman’s Stigma Theory was used as theoretical framework and life stories were used as the technique to collect data . Later data was analyzed using Bardin’s content analysis from which two categories emerged: “Life on the street: between battles and survival” and “Crack: the curse that fascinates”. Results: The results highlight that the street was conceived as an urban space, fleeting, full of struggles, stigmas and symbolic freedom where the main task is related to survival. With regard to crack, this had a dichotomous meaning: life versus death. Conclusions: The multifactorial aspect of the phenomena of addition to crack and the living on the streets must be seen under the execution of interdisciplinary and woth no stigmatization answers which take into consideration the different dimension immerse in their personal, physical, psychological , social, economical, family and legal conceptions.

Key wordsStories of life, crack, homeless, nursing, public health (source: DeCS, BIREME).

ENTRE BATALLAS Y PIEDRAS: HISTORIAS DE VIDA DE INDIGENTES USUARIOS DE CRACK

ResumenObjetivo: Describir las experiencias cotidianas de personas que viven problemas de callejización y los significados que ellos atribuyen al crack. Materiales y Métodos: Investigación cualitativa, descriptiva y exploratoria, de cuño sociohistórico; la recolección de los datos se dio por medio de entrevistas directas con 20 participantes, realizadas durante los meses de febrero a abril de 2013 en los principales fumódromos de la ciudad de Florianópolis, Santa Catarina, Brasil. Se utilizó como referencial teórico, la teoría del Estigma del sociólogo Erving Goffman y las historias de vida como técnica para recolectar los datos; posteriormente, esos datos fueron analizados según el Análisis de Contenido de Bardin, a partir del cual surgieron dos categorías: “Vida en la calle: entre batallas y sobrevivencias” y “Crack: la maldición que fascina”. Resultados: Los resultados revelan que la calle fue concebida como un espacio urbano, fugaz, lleno de luchas, estigmas y libertades simbólicas, donde la principal tarea está relacionada con la sobrevivencia diaria. Con relación al crack, este tuvo un significado dicotómico: vida vs muerte. Conclusión: La multifactorialidad de los fenómenos de la adicción al crack y la callejización debe ser contemplada en la ejecución de respuestas interdisciplinares y desestigmatizantes, que consideren las varias dimensiones inmersas en sus concepciones personales, físicas, psicológicas, sociales, económicas, familiares y legales.

Palabras claveHistorias de vida, crack, indigentes, enfermería, salud pública (fuente: DeCS, BIREME).

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INTRODUÇÃO

Desde o início do processo de integração social, se reforça no imaginário coletivo, que o lar é a representação mais pura de proteção, amor e cuidado, por esse motivo é que devemos sempre habitar dentro desse núcleo, uma vez que o perigo fora dele parece iminente (1). É dentro do núcleo familiar onde se cruzam as muitas histórias individuais, coletivas e culturais que nos convertem em seres particulares e individuais. Por outro lado, as ruas se tornam em um espaço para revelar os nossos conflitos sociais e defender os nossos interesses, assim como para expressar a diversidade cultural, aquilo que somos (ou pensamos que somos) e em muitos casos, é nas ruas onde desvelamos as nossas (in)estabilidades, medos e alternâncias pessoais.

Pensando dessa forma, é possível conceber a rua como um lugar não apto para ser habitado, e sim para ser transitado. A apropriação desse espaço concorre com as disposições regulamentares sociais que definem o correto (adequado) do incorreto (inadequado), gerando diferentes formas de marginalização, medo e exclusão social (2, 3).

As pessoas que vivem nas ruas são indivíduos que algum dia deixaram suas casas como produto de uma decisão pessoal ou por algum desequilíbrio em suas histórias de vida familiares, socioeconômicas ou culturais que os obrigou (implícita ou explicitamente) a se apropriar desse espaço público (3).

Com o passar do tempo, os moradores de rua aprendem e criam estratégias para sobreviver nessa floresta de concreto. Algumas dessas pessoas adotam as ruas como suas casas desde a tenra idade, outras o fazem durante a juventude ou já adultas, isso pode ser explicado por diversas razões, como: a neo-globalização e a própria questão social (a pobreza) denominada por Marx e outras determinantes tais como o alcoolismo, dependência química, violência familiar ou algumas doenças mentais.

Neste contexto urbano, a satisfação das necessidades básicas como dormir, comer, trabalhar, estudar ou a realização da higiene pessoal se tornam lutas e tarefas quase impossíveis de serem realizadas. A vida se desenha no meio do abandono, rejeição, discriminação, estigmas e solidão que são enfrentados cotidianamente.

Definir a situação de rua é um problema complexo. Existem visões heterogêneas quanto a percepção desse fenômeno, algumas delas reduzem o problema apenas à falta de moradia, e outras o configuram como uma situação não-transitória que vai muito além disto (4-6).

Em 2007, com a publicação do Censo sobre a população em situação de rua realizado pelo Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística e o Ministério do Desenvolvimento Social e Combate à Fome, o Estado brasileiro reconhece a existência de mais de 300 mil pessoas acima de 18 anos, em 71 municípios, que carregam junto à sua carência material, uma história de solidão, esquecimento e obstáculos ao acesso às oportunidades para uma melhor qualidade de vida. Isto representa 0,15 % da população total, o que gera uma referência importante para compreender as particularidades dessa população (7).

Os moradores de rua são um grupo diverso de indivíduos que compartilham a característica da sobrevivência em um ambiente hostil através de diferentes atividades. São pessoas que pernoitam em lugares públicos ou privados, que não possuem uma infraestrutura fixa, regular e adequada (que pode ser caracterizada como moradia), que têm uma desfiliação marcante (pouco sentido de pertencimento) e que adotam a rua como lar (6).

As condutas realizadas por este segmento populacional são diversas, porém muitas delas estão relacionadas ao consumo de substâncias psicoativas, dentre delas o crack. Na atualidade, esta droga é considerada como um problema emergente (e relativamente recente) na Saúde

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Pública. Embora os primeiros registros de sua chegada ao Brasil sejam do final da década de 1980, o crescimento exponencial dos usuários da droga nos últimos anos tem sido alarmante (5).

Consideramos que as instabilidades do consumo de crack, merecem uma cuidadosa apreciação crítica de suas condições de surgimento e recrudescimento no cenário contemporâneo. Assim sendo, se faz pertinente problematizar sobre os significados que são atribuídos nos discursos dos próprios consumidores, no sentido de (re)conhecer quais seriam as melhores medidas a serem adotadas para o enfrentamento da questão.

Desta forma, os problemas que envolvem estes fenômenos (a moradia na rua e o consumo de crack) são complexos devido ao fato de que seu uso compulsivo gera desastrosas repercussões nas dimensões individuais, comprometendo suas relações familiares, fragilizando seus vínculos sociais e levando o indivíduo a adotar um processo de marginalização (8).

Este estudo é motivado pelo aumento significativo da indigência, especialmente no que se refere aos usuários de crack e tem como objetivo descrever as histórias de vida dos moradores de rua, assim como suas experiências diárias e os significados atribuídos ao crack.

MATERIAIS E MÉTODOS

Pesquisa de natureza qualitativa elaborada dentro de delineamentos sócio-históricos que utilizou as histórias de vida como técnica para capturar as experiências de moradores de rua usuários de crack do município de Florianópolis, Santa Catarina, no período de fevereiro a abril de 2013.

As histórias de vida investigadas para este estudo foram selecionadas do grupo de moradores de rua que frequentavam os “fumódromos” localizados na região central da cidade. A composição dos casos

estudados foi realizada a partir da verificação de critérios de inclusão tais como: ser morador de rua da cidade de Florianópolis há pelo menos dois anos (este período garantiu uma aproximação maior do sujeito com o cenário em estudo e uma experiência maior com as ruas); idade igual ou superior a 18 anos; ser usuário de crack (porém não devia estar sob o efeito do crack no momento da entrevista). A amostra foi constituída por 20 moradores de rua, todos usuários de crack, de ambos os sexos (15 de sexo masculino e 05 de sexo feminino), com idades entre 18-35 anos. Após a aproximação inicial e o esclarecimento de possíveis dúvidas sobre o estudo, em especial sobre a confidencialidade das informações oferecidas, os indivíduos aceitaram participar e assinaram o Termo de Consentimento Livre e Esclarecido (TCLE) e o Termo de Cessão da Entrevista, cumprindo assim com todos os princípios éticos fundamentados nas Normas e Diretrizes que regulamentam a Pesquisa que envolve Seres Humanos, conforme Resolução nº 466, de 12 de dezembro de 2012, do Conselho Nacional de Saúde (CNS). O projeto deste estudo foi aprovado pelo Comitê de Ética em Pesquisa da UFSC (CEP/UFSC) em 22 de fevereiro de 2013, conforme certificado nº 202.673.

As entrevistas, guiadas por um roteiro semi-estruturado, foram realizadas individualmente, nos lugares nos quais se encontravam os participantes, ou seja, nas ruas, dentro dos fumódromos, praças, debaixo de marquises, sob pontes e viadutos. Em média, tiveram uma duração de 60 minutos. Esse tempo esteve determinado principalmente com as singularidades do estilo de vida dos sujeitos do estudo (síndrome de abstinência à droga, sua vida nómade e sem horários pre-estabelecidos). Algumas das perguntas geradoras desta entrevista foram: como chegaste morar nas ruas?, poderias me falar sobre teu cotidiano aqui nas ruas? e, quais são as principais dificuldades que enfrentas diariamente? Dada a especificidade da metodologia, as entrevistas foram gravadas por meio de um gravador digital, e na sequência foram cuidadosamente transcritas. Adotou-se a

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técnica de saturação de dados como forma para delimitar a amostra deste estudo, que diz respeito à repetição continua de discursos dos sujeitos pesquisados. Os nomes atribuídos nas falas são fictícios para não comprometer a identidade dos sujeitos participantes.

Para a análise do material coletado foi utilizada a técnica de análise de conteúdo, de Lawrence Bardin a qual expõe e sistematiza o conteúdo das mensagens e a expressão das informações obtidas seguindo as seguintes etapas: coleta e preparação das informações; unitarização do conteúdo em unidades; classificação das unidades em categorias; descrição e interpretação. A interpretação dos dados realizou-se utilizando o referencial teórico do Estigma de Erving Goffman (9), com o intuito de revelar como os processos de estigmatização são vivenciados cotidianamente pelos moradores de rua.

RESULTADOS

A partir da análise realizada surgiram as seguintes categorias “Vida na rua: entre batalhas e sobrevivência” e “Crack: a maldição que fascina”, as quais refletem os sentimentos e as experiências que são elaboradas pelos moradores de rua no convívio cotidiano com seu habitat. Os participantes da pesquisa possuíam histórias de vida preenchidas de singularidades, entretanto, adotaram a mesma saída para a resolução dos conflitos vivenciados: morar na rua.

Existem teorias e princípios que classificam em três grupos as causas que levam à moradia na rua, levando em consideração as influências micro, meso e macro estruturais. As influências microestruturais estão relacionadas com o conjunto de características pessoais (emocionais e psicológicas) e familiares, que interferem na decisão de morar na rua (2).

As investigações nesta vertente definem a chegada à rua e a permanência nela devido principalmente

aos desequilíbrios individuais, psicoemocionais e familiares; destacando que a maioria dos atuais moradores de rua provém de famílias vulnerabilizadas, com carências emocionais explícitas e onde a imposição de regras foi limitada como pode ser observado nas emissões a seguir:

Quando eu tinha 12 anos minha mãe perguntou: -Você já fumou maconha? – Eu falei: -Já fumei, sim. – Ela me olhou e nem ficou preocupada, meus pais nunca se preocuparam na verdade [...] dai eu achei chato continuar morando em casa porque nunca recebia atenção e foi quando decidi ir pra rua, tinha acho que uns 16-17 anos [...] aqui tudo é diversão [...] tu não sentes nada. (Wellington, 2013)

Eu decidi morar na rua quando comecei a pegar o crack [...] meus pais nem ligaram para isso, eu era como se fosse um fantasma lá em casa [...] eu não existia [...] daí um dia fiquei de saco cheio e me joguei na rua [... aqui eu posso ser eu mesmo e fazer o que eu quero com minha vida. (Francisco, 2013)

Já as características mesoestruturais defendem a postura de que as causas da moradia na rua estão relacionadas com à falta de oportunidades a educação, o aumento populacional sem planejamento, a violência social, o desemprego e todas as outras deficiências que caracterizam um sistema comunitário precário (10, 11):

Depois de um tempo a casa começou a ficar pequena para mim, vivendo sempre na beira da miséria, sem “trampo”, sem dinheiro [... eu gostava mais era de ficar na rua, pensando e olhando as pessoas que passavam [...] eu gostei da sensação de grandeza que a rua me deu. (Cristiano, 2013)

Finalmente encontramos o terceiro grupo que explica as causas da moradia na rua; este grupo é o das características macroestruturais que considera

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como agente causal os processos de globalização, urbanização e neoliberalismo. Graeff indica que estes processos estão excluindo dos seus processos de desenvolvimento o correspondente a dois terços da população mundial e, por conseguinte, as oportunidades estão ficando limitadas a uma elite cada vez mais restrita (12).

Por outro lado, no caso dos participantes desta pesquisa o consumo de drogas foi uma causa explícita que impulsionou o início da vida na rua. Segundo os mesmos, o contato com as drogas ocorreu na infância, incialmente com drogas lícitas como o tabaco e o álcool, posteriormente com drogas ilícitas como a lança perfume, a cola de sapateiro, os cogumelos, as anfetaminas, a maconha, o ácido lisérgico dietilamida (LSD), a cocaína e, por fim, o crack. Foi a partir do consumo desta última droga, que os sujeitos tomaram a decisão de iniciar sua vida como moradores de rua:

Cheguei aqui porque não queria morar mais em casa por causa desta merda (referindo-se ao crack) [...] as paredes começaram a me apertar, entendeu? [...] a droga te faz isso, querer ficar na rua, querer morrer, não querer viver mais [...]. (João, 2013)

1) Vida na rua: entre batalhas e sobrevivência

Falar sobre a dinâmica das relações cotidianas existentes entre as pessoas que habitam na rua é uma tarefa complexa, no entanto, se faz importante desvelar de forma clara o seu cotidiano com a finalidade de compreender como é constituído seu mundo a partir das vivências e das experiências individuais e coletivas.

A rua é um espaço caraterizado como um fenômeno social com vários significados dicotômicos. Os discursos dos participantes deste estudo, apresentaram-se marcados por duas palavras que, segundo os mesmos, descrevem claramente suas

vivências cotidianas: batalhas e sobrevivência. A capacidade de se virar (nas palavras dos moradores de rua) e de definir estratégias para garantir seu espaço dentro da rua fazem parte das tarefas a serem realizadas com a finalidade de garantir um dia a mais nas vidas destas pessoas.

As batalhas aqui relacionadas com o combate às adversidades diárias, à sobrevivência, ao trabalho ou esforço que os moradores de rua fazem para vencer os obstáculos e satisfazer as suas necessidades como seres humanos, ou seja, não se trata de batalhas relacionadas à violência física, mas sim à luta contra a fome, o crack, o estigma e as condições climáticas, por exemplo.

Com relação à palavra sobrevivência, o conceito esteve relacionado ao processo de se manter vivo diariamente, já que os participantes são conscientes das condutas de risco que realizam e do perigo que os rodeia, como ilustrado nas falas a seguir:

Rua é ter coragem, para sobreviver, a gente não vive, a gente sobrevive [...] cada dia que passa é uma vitória para a gente [...] viver na rua é viver sem proteção [...] uma vez um cara me deu “3 furadas” aqui (sinalizando para o abdômen) e nem soube porque [...] eu estava deitado e só senti o frio do sangue [...] mas normal, faz parte [...] aqui na rua eu fico sentado em um canto esperando a morte chegar. (Marcelo, 2013)

A gente tem que batalhar na rua, aqui a vida não tem um significado [...] a gente está sozinho, a gente não tem amigos, não tem família, não tem trampo, a gente vive como mortos-vivos [...] de dia quando não estamos dormindo estamos fumando, de tarde quando não estamos fumando estamos roubando e de noite quando não estamos fumando estamos fazendo confusão. (Pedro, 2013)

Diante destes relatos, o cotidiano parece ter uma rotina já estabelecida: dormir, acordar, sair para

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batalhar e procurar algum dinheiro para comer ou comprar o crack (seja pedindo esmolas, roubando ou fazendo programas), drogar-se durante às noites e se manter acordados, pois segundo os participantes, a noite na rua é mais perigosa que o dia, aparentemente o medo de dormir à mercê das condições climáticas e ambientais noturnas cria um jogo de sentimentos que mexem com estes corpos marcados pela precariedade.

Assim se estabelece o cotidiano neste espaço, deixando claro que algumas atividades diferentes podem fazer parte dessa rotina, mas não como fatores definidores. A dinâmica da rua parece estar já pré-estipulada por rotinas nada elaboradas, como por exemplo:

Bom, minha vida é bem simples [...] basicamente a gente acorda de tarde, faz alguma “parada”, pede comida ou cata do lixo [...] tudo para sustentar o vício [...] a gente não mede esforços para se drogar principalmente durante as noites, a gente faz o que é preciso ser feito. (Jorge, 2013)

Na maioria do tempo tenho que fazer programas1 para comer ou para comprar as pedras [...] quase nunca tenho sorte [...] ontem fui fazer com um velho, mas minha intenção era de “fazer à mão” (roubar) [...] aí me quebrei porque ele descobriu que eu ia roubar e dai me bateu e roubou os únicos dez reais que eu tinha ganhado por catar papel [...] que ódio! (Luiza, 2013)

Os participantes referiram não contar com horários pré-estabelecidos para o café da manhã, o almoço ou o jantar e eles se alimentam na medida em que sentem fome. A batalha contra a fome acaba impondo alguns hábitos que passam a compor o cotidiano de quem se encontra na rua. Nas ações exercidas com regularidade encontramos o ato de pedir esmolas como recurso para apelar aos

1 É importante esclarecer que a expressão que os interlocutores uti-lizaram em várias ocasiões de “fazer programar” esteve relacionada com a realização de prestação de serviços sexuais.

sentimentos caritativos das pessoas que transitam nesse perímetro, como apresentado a seguir:

A gente tem que batalhar, quando a gente é vítima das pedras fica à mercê de tudo [...] quando bate uma vontade de fumar uma pedra, nessa hora vale qualquer coisa, o principal que eu faço é pedir às velhinhas [...] é complicado, nem sempre a gente consegue dinheiro. (Eloisa, 2013)

A rua me transformou, deixei de ser o que eu era [...] nunca imaginei que pudesse chegar ao ponto em que estou, pedindo comida ou dinheiro nas ruas, fedendo, malvestido e sem rumo [...] eu não sei quem sou, não me reconheço mais [...] com essa droga você esquece quem é. (Jonas, 2013)

Constata-se também que a prática de pedir esmolas, torna-se uma das estratégias da batalha diária, porém os participantes reconhecem a dificuldade em conseguir dinheiro por meio deste método, por essa razão devem utilizar outras estratégias como, por exemplo, roubar ou assaltar ou mesmo se prostituir com a finalidade de sobreviver na rua:

Eu acordo e falo para mim que hoje vou fumar tudo o que eu puder [...] como não tenho dinheiro, às vezes peço esmolas ou até pego alguma bolsa de menina na rua [...] é o jeito [...] e com esse dinheiro que consigo eu tento sobreviver. (Murilo, 2013)

Minha namorada fazia programas para conseguir o crack para a gente [...] eu às vezes fazia programas também, com homens, mulheres, sei lá [... eu não sou “viado”, mas eu necessitava conseguir a droga para nós dois [...] quando a gente faz isso a gente não se cuida, a gente só dá o cú e não se importa se tem ou não camisinha [...] aí ela pegou a AIDS e morreu há dois anos [...] por isso eu te falei que quando me apresentaram o crack me apresentaram a morte [...] já vi

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muitos amigos morrerem por causa desta bosta. (Jacks, 2013)

Outra batalha encontrada nas histórias de vida dos moradores de rua foi a batalha contra a violência. A totalidade deles referiu a convivência com atos de agressão física no seu dia a dia; como apanhar, bater, matar e morrer, os quais são comportamentos constantes utilizados como estratégias de sobrevivência neste ambiente hostil. Na maioria das vezes as brigas ocorrem por causa do dinheiro para comprar alimentos e principalmente o crack. Este comportamento antissocial não só poderia estar relacionado com a violência familiar e comunitária que foi experimentada desde criança, ou seja, é a reprodução da violência da qual foram vítimas na infância em seus lares ou comunidades, como também se convertem em uma das principais ferramentas de aprendizado que as pessoas mais experientes transmitiram para eles como forma de obter dinheiro para satisfazer suas necessidades diárias:

Olha, até três meses atrás eu tinha todos os dentes normais, deram mais de 20 chutes na minha cabeça e na minha cara e quebraram todos meus dentes para me levar um celular que tinha roubado. (Daniel, 2013)

Tem muita gente agressiva aqui, de chegar e bater em você quando você está de boa, tranquilão [... na rua tem pessoas que usam crack e se transformam, querem te matar, querem te bater. (Raul, 2013)

A rua é um espaço que gera muitas ilusões, dá a impressão de que tudo é acessível e que nela tudo pode, porém a liberdade que a rua possibilita é relativa. O cotidiano nas ruas é marcado pelas constantes caminhadas sem um rumo definido, pelo consumo de crack, pela violência e pela busca diária da sobrevivência. Nesta forma de existir e (sobre) viver, o que interessa é o presente, sendo o passado e o futuro desconsiderados pelo consumo de crack:

Eu não tenho medo do amanha, nem penso no que vem para mim no futuro [...] o futuro para mim não é uma possibilidade [...] a rua e o crack tiraram minha esperança [...] o crack foi o demônio que roubou minha vida. (Claudia, 2013)

O futuro? O quê é isso? [...] a vida na rua é difícil de ser explicada [...] aqui a gente só está para fumar, é uma coisa difícil de te explicar [...] a pedra me tirou o sentido de viver [...] a gente não vive, sobrevive [...] a gente tem que batalhar para conseguir o mínimo. (Rafael, 2013)

São muitos os significados que os participantes atribuem à rua, mas todos estão condensados e amalgamados na palavra liberdade, que na realidade é uma liberdade condicionada, pois embora percebam que não tem horários nem regras a cumprirem, estão presos ao verdugo que eles consideram a maior maldição: o crack.

Rua é liberdade! Como te falei. A rua é liberdade, você não tem hora pra chegar, você não tem hora pra sair, você faz o que você quer, porque você não deve satisfações a ninguém! É liberdade, quem busca liberdade vai para rua mesmo. (Ana, 2013)

Morar na rua para mim é liberdade [...] é ter os meus horários, poder fazer o que eu tenho vontade, poder fazer todas as coisas que eu quero [...] a rua pra mim é minha casa [...] casa não é ter uma estrutura, casa para mim é uma coisa mais sentimental ...] eu posso estar em um parque fumando e me sentir em casa ou posso estar cá ou lá e me sentir em casa [...] a rua é minha casa. (Diego, 2013)

A rua para eles é, portanto, um espaço líquido e fugaz que não tem uma forma definida, adota a forma da sociedade onde se encontra. É um espaço público-urbano sem função nem legislação, um espaço de todos transformado em terra de ninguém, destinado a ser habitado e não só transitado. A vida

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na rua se converte em uma mistura de emoções, tristezas, saudades, medos, riscos, prazeres e liberdade.

2) Crack: a maldição que fascina

Nesta pesquisa os participantes, definiram que o crack foi o motivo pelo qual iniciaram a construção da vida na rua e reconheceram que sua relação com a droga era evidentemente patológica; a droga está sempre presente no seu cotidiano como elemento primordial para a permanência dentro deste espaço. O contato constante com o crack fez com que seus sonhos, motivações, aspirações e projetos de vida se transformassem em fumaça e ilusão e se convertessem em um executor que os tortura diariamente:

Quando fumei e queimei a pedra pela primeira vez eu perdi minha vida (referindo-se ao crack) [...] aos 17 anos eu descobri o céu [...] foi uma sensação muito louca, assim ó [...] não consigo nem te falar o que foi isso [...] o crack é essa pedrinha maldita que me levou a morar aqui (na rua). (Daniela, 2013)

No caminho para o parque a gente bebia uma garrafa e no parque a gente bebeu mais ainda [...] a sensação da bebida começou a ficar fraca para mim [...] aí foi quando meus amigos me apresentaram a morte: o crack [...] esta puta droga que me prende aqui [...] eu me lembro de que nunca experimentei nada melhor do que isto [...] o crack é morte, é morrer dia após dia. (Samuel, 2013)

O crack na visão dos moradores de rua tem um significado dual: por um lado é a sensação mais prazerosa e o motor da vida; e por outro é interpretado como o morrer diariamente. Alguns participantes afirmaram que a rua só é boa porque tem o crack, deixando de lado todos os males e prejuízos que já foram abordados:

Ninguém imagina como o crack é maravilhoso e ruim ao mesmo tempo [...] o crack te dá euforia, sei lá [...] a gente não sente fome e tu acha que tens superpoderes, tens mais força, mais energia [...] se tu queres caminhar tu consegues caminhar até chegar ao Rio de Janeiro [...] a sensação é muito gostosa, sabe? [...] sei lá a gente fica de bem com a vida, bem com tudo, podendo curtir a vida ao máximo [...] eu me lembro que o crack me ajudou a conhecer muitas pessoas, mas ao mesmo tempo me ajudou a perder as pessoas que eu amava. (Murilo, 2013)

O crack é uma forma de libertação, se eu estou triste eu fumo, se estou feliz eu fumo, se eu estou pensativo eu fumo, se eu estou com fome eu fumo, se eu comi eu fumo [...] o crack para mim é um prazer [...] se eu preciso pensar em alguma coisa eu acendo a pedra e pronto consigo resolver ou adiar meus problemas com o crack [...] se tu tens algum problema tu vais lá e compras uma pedra e resolves [...] o problema é que eles vendem essa pedra com um brinde à morte. (Marcelo, 2013)

O crack é uma tecnologia de consumo associada ao cenário de alívio, êxtase e diversão, assim, em múltiplas ocasiões essa droga é percebida como o anestésico que ameniza as dores emocionais e físicas que a territorialidade não fixada, a perambulação constante e olhares estigmatizantes. A experiência sideral que o crack oferece faz com que os riscos e os perigos sejam banalizados, o importante no dia a dia se configura na representação prazerosa do crack, como demonstra o depoimento a seguir:

O crack te afunda mais porque te faz ser consciente da tua própria ruína, mas eu fumo para liberar um pouco e curtir a vida [... com o crack tu já não sentes nada, não sentes dor, sono, fome, não queres viver [...] não queres fazer nada. (Eloisa, 2013)

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Os moradores de rua vivem apenas o dia a dia, o crack faz com que não se preocupem com o amanhã. A consciência do seu estado atual revela também a morte com um sentido e significado profundo, por um lado eles sabem que o consumo crônico da droga provoca danos significativos na saúde que os leva a acelerar seu processo de morte e morrer ao tempo que já observaram muitas pessoas falecerem escravas deste vicio.

O crack é uma droga que te leva a isso: sujeira, merda, bosta (menção ao local da entrevista) [...] o crack te leva à morte [...] é uma doença que nem a AIDS [...] é uma droga sem sentido, você usa e usa e não se sacia nunca. (Francisco, 2013)

Já vi muitos amigos morrerem [...] e já vi a minha namorada morrer por causa desta merda [...] o crack é o diabo. (Cristiano, 2013)

A droga mexeu no meu corpo [...] quando eu fumei crack me senti eu, senti que não precisava de nada no momento me senti vivo, que coisa né? [...] nesse momento me senti vivo e agora me sinto morto [...] que desgraça!!! [...] agora deixei de ser eu mesmo [...] a única coisa que tenho certeza é que eu saí de casa, para não voltar ...] sai de casa para morrer. (Jonathan, 2013)

Foi numa festa que conheci o crack [...] o melhor que já experimentei [...] o crack é 10 vezes a sensação do amor, imagina 10 vezes o amor [... o amor acaba contigo, te deixa triste, te da raiva, te mata, imagina 10 vezes isso [...] cara, com o crack a gente morre, morre todos os dias, a morte convive com a gente [...] a gente vive caminhando à beira da morte. (Jorge, 2013)

A morte é uma parceira, é uma companheira [...] quando tu és pedreiro (usuário na

gíria dos moradores de rua) a morte fica sempre contigo

[...] está agora com a gente [...] ela está sempre presente

[...] se eu vou queimar (fumar crack) ela vai, se eu vou

comer ela vai comer comigo, ela sempre está te olhando

(silêncio) [...] o crack é morte [...] na verdade é uma coisa meio estranha [...] o crack é uma viagem transitória entre a vida e a morte ...] com o crack tu estás totalmente morto, totalmente triste, ascende a pedra aí tu te sentes viva [...] quando o crack acaba tu te sentes morta de novo, com vontade de se sentir viva [...] aí tu descobres que tudo aquilo não passou de uma ilusão [...] na verdade eu não aconselho ninguém a fumar crack [...] eu não dou crack pra ninguém porque eu não gostaria que ninguém morresse como eu estou morrendo. (Luiza, 2013)

O consumo do crack na visão dos moradores de rua é um ato suicida, que responde à satisfação das necessidades de gratificação imediata e à debilitada interiorização do autocontrole, fatos que estimulam o uso da droga, embora saibam as consequências que produzirá no futuro próximo.

DISCUSSÃO A questão da moradia na rua, longe de ser um fenômeno social novo e particular na América Latina, é um processo recorrente no contexto do pós-industrialização e do desenvolvimento urbano constituindo, portanto em uma preocupação social não recente, sendo, por isso, objeto de estudo há décadas na tentativa de despertar uma consciência social sobre as particularidades dessa população.

Há uma imagem construída através do discurso social e reproduzida no cotidiano da sociedade, onde o morador de rua está associado no imaginário social ao medo, alcoolismo, mendicância, vadiagem, toxicodependência e delinquência. Sendo assim, os rótulos anteriormente mencionados oferecem símbolos de desqualificação real ou ilusória que quebram a imagem do morador de rua e os (des)identificam como pessoas (9).

Como mencionado anteriormente, não existe um

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consenso real dos fatores que incitam a moradia na rua, já que esta situação é multifatorial, envolvendo causalidades que misturam os conceitos preconizados por várias abordagens. Sendo assim, pode-se concluir que algumas pessoas optam pela rua como lar, provavelmente, porque houve falhas em alguns espaços de socialização como a família, o grupo de pares, a escola e a comunidade nos quais elas encontram-se inseridas. A escassez de emprego, a pobreza, a violência e as drogas, não são por si as causas que promovem o abandono do lar, mas a conjunção dessas problemáticas e as especificidades de cada indivíduo, são as que determinam o momento no qual a tolerância é esgotada e se opta pelo abandono da casa.

Cada sociedade exerce mecanismos de controle para garantir que a maioria de seus membros atuem de acordo com as normas, nessa lógica as pessoas que não obedecem as regras ou as quebrantam são excluídas e estigmatizadas socialmente, neste caso os moradores de rua fogem (no imaginário real e coletivo) das normativas estipuladas, pelo qual se convertem em alvo do estigma. Este estigma permanece vigente quando certos elementos de rotulação, estereotipização, perda de status, discriminação e desqualificação convivem simultaneamente em uma relação intra ou interpessoal (9).

Percebeu-se que a moradia na rua e o consumo de crack colaboram com a fixação prematura de rótulos impostos pela sociedade e ajuda no processo da autoisolação social, e baixa autoestima. Goffman (9) afirma que a estigmatização é uma construção dinâmica que pode aparecer devido a três situações específicas: as abominações do corpo (deformidades físicas, amputações, doenças mentais, etc.); culpas de caráter individual (vontades fracas como o consumo de crack e a moradia na rua) e estigmas tribais de raça, nação e religião; e que são transmitidos pelas interações diárias com os demais atores sociais através da linguagem. Nessas três tipologias pode-se encontrar uma característica convergente

relacionada com a presença de uma pessoa que poderia facilmente fazer parte de uma relação social, porém esta é afastada por causa desse traço que chama a atenção e não é socialmente aceito, preponderando o estigma sobre outros atributos positivos.

Por outra parte, a rua é um contexto urbano que passa ser o palco de múltiplos acontecimentos, fatos e representações que são construídos pelas diversas subjetividades e especificidades dos agentes que nela transitam. Algumas pessoas só caminham pela rua sem desvelar um significado próprio para ela, mas tem outras que se apropriam deste espaço urbano para torná-lo seu habitat, seu lar e a partir disso atribuem sentidos, constroem sentimentos, elaboram códigos, identificações e apegos.

O conceito de população de rua evidencia uma relação polarizada onde se subjuga o sujeito (homem-mulher) ao objeto (rua). Sob esta concepção considero importante colocar o sujeito sobre o objeto, ou até pensaria em criar uma analogia onde a rua está para o sujeito da mesma forma em que ele está para a rua, e ambos se constroem a partir da relação que estabelecem, algumas vezes se colocando como sujeito e algumas outras como objeto.

A interiorização da rua como um lugar de múltiplos significados, possibilita aos moradores de rua a construção de saberes que facilitam a mobilidade, o poder e o conhecimento empírico, ou seja, a medida em que eles significam e constroem a rua, a rua constrói neles uma personalidade repleta de significados (13).

Ao reconstruir a história de vida destes sujeitos através de seus relatos é perceptível notar que desde idades prematuras foram pessoas privadas da educação e do acolhimento da instituição social mais importante: a família, pois sempre viveram em um ambiente de pobreza e estiveram marcados pelos mais diversos estigmas de menino malandro, drogado, delinquente e perigoso.

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A desqualificação, os rótulos e estereótipos são processos que promovem a gênese e perpetuação dos estigmas, caracterizando-se por escolher um determinado atributo considerado como anormal e aplicá-lo a alguém, não contemplando o conjunto de outras características positivas que o sujeito possa ter, por exemplo, o morador de rua não é só o que os rótulos de “malandro, vagabundo e crackeiro” definem que são. Os rótulos que desqualificam e descrevem pejorativamente uma pessoa promove a divisão de dois grupos definidos “nós” e “eles”. O grupo dos “nós” é caracterizado pelo conjunto de valores que edificam uma visão de uma pessoa “normal” expresso sob a visão dominante da sociedade. O grupo dos “eles” é caracterizado por todas as pessoas que são diferentes de “nós”, e portanto rotuladas e diminuídas. É a partir da desqualificação e rotulação utilizadas às pessoas estigmatizadas que os estereótipos são criados, fomentando consigo o processo da estigmatização (9).

Claramente os participantes, sempre tiveram dificuldades para aceitar o processo de constituição e acatamento de regras, leis e normativas impulsionadas por qualquer pessoa ou instituição. A estigmatização aqui aparece como uma situação totalmente condicionada pelo acesso ao poder social, econômico e político, gerenciado por algumas instituições sociais que reforçam a identificação das diferenças, a construção de estereótipos, exclusão, rejeição e desaprovação de pessoas rotuladas e colocadas dentro de uma categoria de anormal aqueles que não estudam ou não possuem um vínculo familiar forte (9).

Existe entre os entrevistados o reconhecimento da rua como escola informal, transmissora de conhecimentos principalmente relacionados à sobrevivência. Nela se dá uma transmissão de saberes que colaboram com o combate das adversidades que a rua como ambiente hostil significa. As batalhas que devem enfrentar diariamente dizem respeito, principalmente, ao combate do seu principal inimigo/amigo o crack

e algumas vezes da fome. As atividades realizadas pelos moradores de rua são diversas e complexas, as particularidades das experiências individuais e as formas como cada pessoa reage aos diferentes desafios que a rua impõe impedem de elaborar generalizações que abranjam o universo de todos os moradores de rua, porém é claro que existem condutas que são comuns à maioria dos sujeitos que precisam ser analisadas.

Como explicitado em alguns depoimentos, a vergonha do estigmatizado é uma realidade que surge quando a pessoa começa perceber que algum dos seus atributos é impuro, segundo o que a sociedade considera como normal. Deste modo, aparecem outros sentimentos como o medo de que outras pessoas possam feri-los pelas ações que estão sendo realizadas, significando que o estigmatizado a maioria do tempo se sente inseguro no seu contato com os outros.

A estigmatização pode ser compreendida como a ausência de características considerados importantes por um grupo social, e faz com que os indivíduos estigmatizados se tornem rapidamente cientes da forma em que os outros os veem, interiorizem esse estigma, se isolem do resto da sociedade ou criem grupos com atributos semelhantes (9).

As práticas de mendicância explicitadas nos relatos entram em consonância com o estipulado por Goffman (9) quando alerta que alguns indivíduos estigmatizados podem (em algumas situações) utilizar seu estigma como meio para obter ganhos secundários, principalmente se valem de atributos diferenciados e vergonhosos para movimentar os sentimentos e as emoções das outras pessoas principalmente dos sábios (indivíduos que compreendem a existência estigma).

A prostituição, o roubo e a mendigagem, tornaram-se estratégias de sobrevivência à medida que possibilitam a aquisição de dinheiro e é claro que o crack se converteu em uma parceira de convivência

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contínua. Muitas vezes é ele quem incita ou até provoca a consumação de atos que vulnerabilizam e estigmatizam os corpos destes sujeitos. Na análise do estigma percebido nas relações interpessoais dos moradores de rua com os outros membros da sociedade eles reconheciam que as ações que realizavam diariamente colaborava com a fixação de rótulos e estigmas de “ladrão”, “malandro(a)” e “prostituto(a)”. Segundo Goffman (9) essas informações tomadas das interações cotidianas têm diferentes propriedades e são informações sociais quase permanentes, provenientes dos fazeres diários, em oposição aos sentimentos ou estados do espírito que são transitórios.

Refletindo a situação relacional entre as condutas de risco realizadas pelos moradores de rua (catar comida do lixo, a prostituição sem proteção), a ausência de atenção de saúde e o que é preconizado na Lei nº 8080, de 19 de setembro de 1990, observam-se ambiguidades e contradições substanciais. É evidente que o Sistema Único de Saúde (SUS) do Brasil, longe de atender aos moradores de rua sob os conceitos gerais de universalidade, integralidade e equidade, aparta estes sujeitos e os exclui do seu lócus de atendimento. A ausência destes atendimentos foi uma das principais denuncias geradas nos discursos dos participantes, por esta razão considera-se pertinente que o Estado e o Sistema de Saúde atual elaborem e executem estratégias de ação orientadas à atenção das condutas anteriormente citadas colaborando da mesma forma com o tratamento de outras condições de precariedade que a rua suscita.

Nos relatos dos moradores de rua, foi reconhecida a indesejável presença nas praças e outros lugares públicos por parte da maioria da população. Goffman (9) declara que isso acontece porque os “normais” constroem uma teoria social do estigma, que justifica ideologicamente os atos de violência/discriminação que são realizados com o intuito de comprovar o perigo (as vezes inexistente) que eles representam; acreditando taxativamente que alguém com um estigma merece ser excluído ou

maltratado. Deste modo, o construto social anula a individualidade e determina o modelo que interessa para manter o padrão de poder de alguns, anulando todos aqueles que fogem do modelo social. Os estigmatizados possuem uma marca (imaginária ou física), que significa que, sua identidade social é deteriorada para conviver com os outros.

Ao conviver diariamente com o vazio das ruas e o consumo de pedras, o morador preenche de significados, singularidades e sentidos que nascem a cada dia. A principal tarefa do dia além de sobreviver aos olhares estigmatizantes e aos outros desafios é a de amaciar o concreto frio com o calor do próprio corpo. Eles devem converter um não lugar em um lugar e devem preencher com esperança a sua existência anormal/desviante no meio da sua viagem nômade e itinerante (14).

Goffman (9) considerou na sua teoria os conceitos de normalidade e desvio, sendo assim a normalidade para ele é a palavra que descreve a relativa e coletiva natureza do estigma, já que existe um perfil com atributos sociais para demarcar o que uma pessoa ideal deve ser e fazer. As pessoas que não se enquadram nessa lista tendem a ser desvalorizadas, e as pessoas desvalorizadas são estigmatizadas porque não se constituem pessoais ideiais dentro das normativas sociais o que limita de forma exponencial a interação social com os outros. Para ele as visões e os rótulos de “normais” e “estigmatizados” são geradas durante os contatos sociais, em virtude de normas cumpridas versus não cumpridas.

A questão da moradia na rua se entrecruza e associa também com a convivência diária com os circuitos de marginalidade, estigmatização, desqualificação e exclusão social. “Estar sem rumo”, “desconhecer os horários” e “não ter fixado um projeto de vida” são mais do que recursos de linguagem que vão além da situação de não possuir um lar onde morar e geram estigma aos olhos do resto da sociedade (9).

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Para os participantes a rua é um espaço que ninguém quer e muitos temem. É nas esquinas, nas rodoviárias ou nas praças que os considerados por algumas pessoas como “descartáveis urbanos” mostram aos outros, sua presença desconfortável. É neste desvalido e vão espaço público repleto de entulho e lixo, que estes habitantes constroem, singularizam e significam seu eu.

Por outra parte, o crescimento do consumo do crack entre os moradores de rua, tornou-se um fenômeno social e de Saúde Pública alarmante, sendo considerado na atualidade uma epidemia. A alta prevalência de usuários de crack tem exercido modificações significativas no panorama sociopolítico brasileiro, trazendo consigo o dever de compreender melhor quais são as vivências diárias destes sujeitos na rua e quais são os significados que estas pessoas atribuem para ele.

O crack é uma droga relativamente nova, com alto poder dependógeno e está associada com vários problemas de Saúde Pública. Apesar de dispormos de algum conhecimento sobre esse fenômeno, ele ainda é insuficiente, tanto para o atendimento eficaz de seus usuários (moradores de rua) quanto para nortear políticas públicas e estratégias de atenção, prevenção e redução de danos.

O crack gera um bem-estar subjetivo que está relacionado com todas as sensações e experiências agradáveis que o consumo da droga proporciona. Corroborando com essa questão alguns autores ressaltam que neste estado de satisfação, o indivíduo coloca maior ênfase e importância na preponderância dos estados emocionais prazerosos sobre os estados afetivos negativos (15, 16). Este bem-estar subjetivo é claro um construto multidimensional no qual influenciam variáveis como o estado de ânimo contextual, a visão de mundo, o projeto de vida não estabelecido, a autoestima e a autopercepção.

Conforme os relatos, é possível perceber que os moradores de rua sabem que a morte é uma

realidade explícita que virá, já que convivem com ela diariamente. Assim, eles reconhecem que a morte faz parte do ciclo de vida humano, que pode vir em qualquer momento, porém que o consumo do crack aproxima o encontro com ela, não só pelas condutas de risco e vulnerabilidade que realizam no dia a dia, senão que significam com dor e tristeza o crack como a morte silenciosa.

O anterior concorda com algumas pesquisas que reconhecem que os usuários de crack estão certos da própria morte, embora não saibam o dia nem a hora, eles significam o crack como a morte; e a vida para eles é só uma viagem passageira que revela desesperança e melancolia cotidianas (8).

O crack é significado como refúgio diante à frustração existencial, frente ao vazio dos olhares estigmatizantes da sociedade. É o resultado de toda uma constelação de elementos (alguns deles imprevisíveis) que gravitam sobre o morador de rua. O crack é a somatória do vazio existencial, a falta de sentido de vida e a tristeza. Sendo assim, se a vida não tem um sentido claro e não existem expectativas para o futuro, a realização de atos prejudiciais é iminente.

A estigmatização que estes indivíduos vivem como usuários de crack colabora com o processo de deterioração da identidade, já que faz com que as pessoas sejam consideradas como seres estragados e diminuídos, interferindo com a formulação do seu projeto de vida (9). É claro que para a formulação de um projeto de vida é necessário possuir pelo menos uma visão dos objetivos a serem realizados no futuro, porém uma condição sine qua non para pensar no futuro é ter um autoconceito e uma autoimagem definidas. A estigmatização por meio das avaliações dos outros e a interiorização dessas críticas produz efeitos devastadores no autoconceito, na autoestima e na autoimagem que obstaculizam no pensamento de um futuro.

Os estigmas de “crackeiro” formam identidades deterioradas pela visão social, que representam

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algo perverso dentro da sociedade e, como tais, devem ser evitados. A estigmatização percebida por eles é um processo estabelecido pelo social diante a relação entre o normal, o estigmatizado e as regras existentes no momento.

De acordo com a visão de Goffman (9), sendo o crack uma droga ilícita, todas aquelas pessoas que fazem uso dela, serão estigmatizadas já que estão infringindo uma lei social. Portanto, as pessoas normais categorizam os atributos destes corpos estranhos usuários de crack e elaboram preconcepções, que são transformadas em expectativas normativas, em exigências apresentadas de modo rigoroso e estabelecem os meios de isola-los já que contam com atributos considerados como antinaturais ou anormais (9).

Evidenciou-se que esses estigmas produziram um impacto negativo sobre a vida dos moradores de rua, usuários de crack, então além da sobrevivência das devastadoras e conhecidas conseqüências da rua e do crack, eles devem lutar contra o estigma que está sendo imposto pela sociedade. Compreender esta prática da estigmatização, julga-se importante nesta sociedade em que ele é tão vívido, com a finalidade de atender os danos e os sentimentos que causa na vida destes corpos estigmatizados.

CONCLUSÕES

Viver na rua modifica todos os processos de socialização e (re)cria novas redes sociais, esse estar na rua é a consequência e o reflexo das fragilidades institucionais (sociais e econômicas). O fenômeno da moradia na rua e sua relação com o consumo de crack encontra-se solidamente vinculado às determinantes micro e macroestruturais. É importante que os profissionais na área da saúde e educação sejam conscientes no seu ser, fazer, saber e pensar cotidiano sobre as dimensões e repercussões que esta problemática representa, visualizando e executando matizes e possibilidades de transformação.

A rua e o crack são metáforas dicotômicas que não possuem um significado restrito. A rua e o crack são plurais e singulares, são vida e são morte, são liberdade e escravidão, são conceitos existenciais e subjetivos que dependem da percepção contextual e da pessoa que olha para eles nesse momento e nesse lugar. Suas definições e construções linguísticas vão além do incômodo. O que no início parece ser antagônico, casa e rua se tornam sinônimos complementares nas vidas dos participantes desta pesquisa.

A existência de um modelo econômico desigual leva os moradores de rua a executarem tarefas relacionadas à sobrevivência e a batalha em busca da satisfação de necessidades básicas. O crack para eles é significado a partir da construção de uma dicotomia: positivo versus negativo. Ele é quem provê energia, forças e as sensações mais surpreendentes que já foram percebidas, ao mesmo tempo em que também é o responsável pelo qual os moradores de rua se encontrarem à beira da morte, o responsável pela perda da esperança e da construção de um projeto de vida. Essa concepção deve ser valorizada no momento de formular programas de atenção a esta parcela da população.

É necessária a elaboração de propostas de atenção e intervenção à população moradora de rua usuária de crack, que orientem técnica e pedagogicamente as instituições de ensino e de saúde para a formulação de programas e projetos consistentes que visem a reinserção social e atenção das necessidades básicas desta população. A atenção que este grupo social necessita, requer profundas reflexões e ações integrais que contemplem a ampliação da cobertura de atenção à saúde física e emocional, inovações metodológicas de intervenção e integração socioeducativa. Os modelos de atenção devem ser plurais e diversificados, atingindo às necessidades específicas da população em questão.

Os corpos dos participantes formam parte de um grupo excluído e vulnerável e não são suficientemente contemplados pelas políticas

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públicas. Estas pessoas demandam, por meio de gritos silenciosos uma atenção diferenciada e especial, por esta razão é fundamental melhorar o acolhimento nos serviços públicos de saúde (SUS) e educação e implementar programas de atenção para esta população.

A multifatoriedade da dependência ao crack e a moradia na rua, assim como a busca de soluções devem ser aplicadas com um olhar interdisciplinar às diversas dimensões envolvidas: pessoal, física, psicológica, social, econômica, familiar, questões legais e qualidade de vida. Essa abordagem interdisciplinar é imprescindível, para isso se faz necessário contar com uma rede integrada de atenção psicossocial que trabalhe com ações

preventivas de sensibilização e capacitação dos profissionais de saúde e educação, identificação precoce e encaminhamento adequado dos usuários de crack-moradores de rua, tratamento de comorbidades, estratégias de psicoeducação que visem reduzir os fatores de risco e promovam os fatores de proteção, acompanhamento das Estratégias de Saúde da Família nos usuários no seu processo de reabilitação e é preciso trabalhar com estratégias de redução de danos.

Futuras pesquisas relacionadas com a temática, sobre os significados, sentidos, perspectivas ou representações sociais atribuídas à moradia na rua e ao consumo de crack com uma população mais homogênea em termos de gênero são necessárias.

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ACTITUDES Y COMPORTAMIENTOS DE RIESGO PARA TRASTORNOS DE LA

CONDUCTA ALIMENTARIA EN JÓVENES UNIVERSITARIOS, COLOMBIA

Gloria Cecilia Deossa Restrepo*Luis Fernando Restrepo Betancur**John Edinson Velásquez Vargas***

Recibido en octubre 7 de 2014, aceptado en marzo 13 de 2015

Citar este artículo así: Deossa GC, Restrepo LF, Velásquez JE. Actitudes y comportamientos de riesgo para trastornos de la conducta alimentaria en jóvenes universitarios, Colombia. Hacia promoc. salud. 2015; 20(1): 67-82. DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.5

ResumenObjetivo: Conocer las actitudes y los comportamientos asociados a la figura corporal y, por ende, a los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) en estudiantes de la Universidad de Antioquia (Colombia). Materiales y Métodos: El tamaño de la muestra estuvo constituido por 267 estudiantes (125 hombres y 142 mujeres), pertenecientes al estrato bajo, medio y alto (n = 92, 99 y 76, respectivamente); se utilizó análisis multivariado de la varianza (MANOVA) con contraste canónico de tipo ortogonal, análisis del factor, análisis de correspondencia múltiple y análisis de frecuencias de tipo unidimensional; para esto, se analizó la información recopilada mediante encuesta de acuerdo con los factores de discriminación por sexo y estrato socioeconómico. Resultados: Se encontró diferencia altamente significativa entre géneros referente al concepto que tienen sobre la condición corporal. De igual manera, se detectó diferencia estadística entre estratos socioeconómicos (p < 0,0001). Conclusiones: Hay diferencias en las percepciones con respecto a la apariencia entre estrato y género; mientras los hombres juzgan y generan presiones en las mujeres por su apariencia, estas tratan de hacer controles en el consumo, seguir dietas, realizarse tratamientos para adelgazar, entre otros, lo que demuestra posiblemente que ellas perciben la presión de los comentarios y del medio en que viven y, por ende, adoptan conductas de riesgo para la salud, con el fin de lograr y mantener una figura delgada y lograr aceptación.

Palabras claveImagen corporal, delgadez, dieta, modelos (fuente: DeCS, BIREME).

* Magíster en Ciencias de la Alimentación y Nutrición Humana. Profesora Escuela de Nutrición y Dietética, Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected]** Especialista en Estadística, Especialista en Biomatemática. Profesor Facultad de Ciencias Agrarias, Grupo Giser, Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia. Correo electrónico: [email protected]*** Estudiante de Pregrado. Escuela de Nutrición y Dietética, Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.5

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RISK ATTITUDES AND BEHAVIORS RELATED TO EATING DISORDERS AMONG UNIVERSITY STUDENTSIN COLOMBIA

AbstractObjective: To determine the attitudes and behaviors associated with body image and therefore to Eating Disorders (EDs) among students attending Universidad de Antioquia (Colombia). Methods: The size of the sample was composed of 267 students (125 men and 142 women), belonging to the low, middle and high socioeconomic classes (n = 92, 99 and 76, respectively). Multivariate analysis of variance (MANOVA) with orthogonal-type canonical contrast, factor analysis, multiple correspondence analysis and dimensional-type frequency analysis were used. To do this, the information collected through a survey according to the discriminating factors gender and socioeconomic class was analyzed. Results: A highly significant difference between genders regarding the concept of corporal condition was found. Similarly, statistical differences between socioeconomic classes (p < 0.0001) was also found. Conclusions:.There are differences in body image perceptions between social class and gender: while men judge and generate pressure on women because of their physical appearance, women, try to control food intake, follow diets and go through slimming treatments, among others, which possibly shows that women perceive the pressure of comments and of the environment they live in and, therefore, they adopt health risk behaviors in order to achieve and maintain a slim figure and gain acceptance.

Key wordsBody image, thinness, diet, models (source: DeCS, BIREME).

ATITUDES E COMPORTAMENTOS DE RISCO PARA TRASTORNOS DA CONDUTA ALIMENTARIA EM JÓVENS UNIVERSITARIOS, COLôMBIA

ResumoObjetivo: Conhecer as atitudes e os comportamentos associados à figura corporal e, por conseguinte, aos Transtornos da Conduta Alimentaria (TCA) em estudantes da Universidade de Antioquia (Colômbia). Materiais e Métodos: O tamanho da amostra esteve constituído por 267 estudantes (125 homens e 142 mulheres), pertencente ao estrato baixo, meio e alto (n = 92, 99 e 76, respectivamente); utilizou se analise multivariado de variação (MANOVA) com contraste canônico de tipo ortogonal, analise de fator, analise de correspondência múltiplo e analise de freqüências de tipo unidimensional; para isto, se analisou a informação recopilada mediante enquete de acordo com os fatores de discriminação por sexo e estrato socioeconômico. Resultados: Encontrou se diferencia altamente significativa entre gêneros referentes ao conceito que tem sobre a condição corporal. De igual maneira, detectou se diferencia estatística entre estratos socioeconômicos (p < 0,0001). Conclusões: Tem diferencias nas percepções com respeito à aparência entre estrato e gênero; enquanto os homens julgam e geram pressões nas mulheres por sua aparência, estas tratam de fazer controles no consumo, seguindo regimes, realizar se tratamentos para adelgaçar, entre outros, o que demonstra possivelmente que elas percebem a pressão dos comentários e do médio em que vivem e, por conseguinte, adotam condutas de risco para a saúde, com o fim de lograr e manter uma figura delgada e lograr aceitação.

Palavras chaveImagem corporal, magreza, regime, modelos (fonte: DeCS, BIREME).

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INTRODUCCIÓN

En 2005, en Medellín, un grupo de profesionales con apoyo político y con alta preocupación por el aumento de la anorexia nerviosa (AN) y la bulimia nerviosa (BN) en las jóvenes de la ciudad, llevaron a cabo varios talleres para combatir “El proyecto delgadez”, el cual causaba deterioro en el desarrollo de las mujeres; dicho proyecto ponía de manifiesto el tema de la búsqueda de la delgadez como ideal de éxito, aceptación social e inequidad de género, llevando principalmente a las mujeres a presentar insatisfacción corporal, temor a engordar y un impulso por la delgadez, “cosificando” a la mujer, al convertirla en objeto consumible y comercializable para el éxito económico de otros, como los empresarios de casas de modelos, gimnasios, promotores de medicamentos para adelgazar, de masajes, de cirugías estéticas, del comercio de dietas, entre otros; este “proyecto delgadez” transmitía el mensaje a la mujer: “todo entra por los ojos” y la belleza del cuerpo consiste en “estar muy flaca” (1).

Al ser asumida la delgadez como fundamental para la vida de las mujeres, se generan costumbres como el consumo frecuente de comida light, adopción de dietas muy restrictivas y ejercicio físico intenso, modas que requieren de una figura muy delgada y el uso de productos para bajar de peso de manera rápida, entre otras, pues el tema de la apariencia genera demasiada presión, aprovechando la vulnerabilidad en la imagen corporal.

Paul Schilder en su libro: Imagen y apariencia del cuerpo humano, propone la primera definición de imagen corporal, en la que se conjugan aportes de la fisiología, del psicoanálisis y de la sociología, definiéndola así: “la imagen del cuerpo es la figura de nuestro propio cuerpo que formamos en nuestra mente, es decir, la forma en la cual nuestro cuerpo se nos representa a nosotros mismos” (2). Por otro lado, recopilando diversas definiciones, Baile propone una definición con carácter integradora: “la imagen corporal es un constructo psicológico

complejo, que se refiere a cómo la autopercepción del cuerpo/apariencia, genera una representación mental, compuesta por un esquema corporal perceptivo y así como las emociones, pensamientos y conductas asociadas” (2). El tener una buena o mala imagen corporal influye en los pensamientos, sentimientos y conductas y, además, en la forma de interrelación con los demás (3).

Otras definiciones, plantean tres componentes que integran la imagen corporal de un sujeto (al igual que Pruzinsky y Cash), y afirman cómo la imagen corporal es la representación mental que cada individuo tiene de su propio cuerpo, e incluye los componentes perceptual, cognitivo y conductual (4). Entre los talleres y herramientas para combatir “El proyecto delgadez” en la ciudad de Medellín (Colombia), se definió un cuestionario de 22 preguntas, denominado ¿Cómo nos “toca” el proyecto delgadez?, el cual pretendía dar a conocer las actitudes o comportamientos, que permitían ver cómo la gente era tocada por dicho proyecto y cómo se contribuye a la difusión de la anorexibulimia (1).

Un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TAC) se define como un comportamiento irregular con respecto a la alimentación de un individuo; surge de una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico (4); en dichos casos, la alimentación se convierte en el centro de la vida, afectando su calidad (5).

Existen varios TCA. Entre los más comunes sobresalen la AN y la BN, que se caracterizan por comportamientos inapropiados para perder peso o evitar la ganancia del mismo (6); se pueden presentar en cualquier persona, pero son más comunes en preadolescentes o adolescentes de sexo femenino. Existen factores de riesgo para que se presenten, como son: la práctica de determinados deportes o actividades como el modelaje, el ballet o la gimnasia, para quienes es importante lograr una figura delgada, y se generan mayores presiones por la delgadez (7).

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La AN es una enfermedad que se caracteriza por el miedo intenso a ganar peso, y por una imagen distorsionada del propio cuerpo (dismorfofobia); quienes la padecen presentan pérdidas de peso graves, debido a dietas extremadamente bajas en calorías, junto a exceso de ejercicios; por lo general, no se asocia con enfermedades orgánicas previas (8, 9).

La BN se considera un desorden alimenticio, causado por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico. Se caracteriza por episodios repetidos de ingesta excesiva, seguidos de inducción del vómito, uso de laxantes, dietas exageradas y/o abuso del ejercicio para controlar el peso (9, 10).

Para explicar la génesis de estos trastornos se utiliza el enfoque de modelo “biopsicosocial” (11), que abarca varios factores como una posible vulnerabilidad biológica, de tipo genético (como desregulación de determinados neurotransmisores y hormonas) (12); una probable vulnerabilidad determinada por rasgos de personalidad (perfil de perfeccionismo-autoexigencia-competitividad en las AN restrictivas versus un perfil de descontrol impulsivo-propensión adictiva-inestabilidad en AN purgativas y bulímicas); una probable influencia de factores sociales (estereotipos estéticos, exaltación inadecuada de la perfección física, acción nociva de la publicidad y de los medios de comunicación), y una probable influencia de factores familiares (madre poderosa, madre preocupada excesivamente por la delgadez, padre poco relevante, estilo alimentario peculiar de muchas familias), todos estos factores y otros inciden en personas que están en una fase difícil de su vida, que se caracteriza por cambios físicos y psíquicos profundos, como es la adolescencia, produciéndose la enfermedad (13, 14).

Entre los factores de tipo social que están directamente involucrados en la adquisición de los TCA se destaca: la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales, que se han

convertido en focos publicitarios, cuyo objetivo principal son los jóvenes, quienes pueden adquirir conductas de riesgo, trastornados por la imagen corporal que les sugieren y que pueden llegar a ser contraproducente para la salud.

En Internet se pueden encontrar blogs como “Mis amigas Ana y Mía”, en el cual se puede tener una directriz de cómo llegar a la AN y a la BN, pues se detalla el paso a paso de cómo llegar a un TCA, y además testimonios de adolescentes que viven estos trastornos y alientan a otra u otras jóvenes para que opten por este estilo de vida (15); llama la atención que las redes sociales y la Internet publiquen estas páginas.

Los criterios diagnósticos de los TCA se encuentran en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales IV (DSM-IV) y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), y surge una nueva clasificación denominada trastornos alimentarios no especificados “EDNOS”, lo que puede aumentar la dificultad de establecer las tasas de ocurrencia de TCA en la población adolescente y adulta joven (11, 14, 16).

En Medellín en 2014 se validó y utilizó la escala Actitudes hacia la comida, cuya versión original consta de 40 ítems, consolidados en 26, conservando sus características, confiabilidad y validez para la evaluación del riesgo de TCA en población femenina (17); este instrumento multidimensional modificado y abreviado, presenta excelentes valores de confiabilidad y sensibilidad y un adecuado valor de especificidad para el cribado de un posible TCA en población de riesgo; es útil en atención primaria para hacer detección temprana en mujeres jóvenes (14). Entre los principales hallazgos de la investigación en la que se usó dicho instrumento y participaron 136 mujeres de 15-25 años, se encontró que el 60% presentó comorbilidad depresiva, el 52% AN y el resto BN (17).

El objetivo de esta investigación es conocer las actitudes y los comportamientos asociados a la

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figura corporal y, por ende, a los TCA en estudiantes de la Universidad de Antioquia (Colombia).

MATERIALES Y MÉTODOS

Tipo de estudio

Se realizó un estudio descriptivo exploratorio de tipo multidimensional de corte transversal, con carácter inferencial. Para llevar a cabo el proceso investigativo se diseñó una encuesta de tipo estructurado, con 22 preguntas, adaptado de “El proyecto delgadez”, el cual pretende conocer cómo se contribuye a la difusión de la anorexibulimia o de los TCA en población joven (1), teniendo en cuenta variables de tipo cualitativo asociadas a patrones probabilísticos, multinomial y binomial. La encuesta se sometió a juicio de expertos con el objetivo de verificar la pertinencia de las preguntas y de la metodología propuesta. Adicionalmente, se realizó un control de calidad sobre la digitación de la información y sobre el proceso de recopilación de los datos en campo, con el objetivo de validar los resultados generados del proceso estadístico.

La encuesta contenía las siguientes preguntas: V1= Sexo. V2= Estrato. V3= ¿Obsesivamente estoy indagando y experimentando con dietas? V4= ¿Soy fanática(o) de la comida light? V5= ¿Siempre estoy evaluando la figura de las otras personas? V6= ¿Se me volvió como automático mirar de arriba abajo las mujeres?, ¿cómo va vestida, qué tiene?, ¿hago el chequeo de qué tan gorda o qué tan flaca está? V7= Frecuentemente pregunto: ¿Usted qué hace o cómo hace para estar tan flaca? V8= ¿Cuando me reúno con otras personas siempre saco el tema de la apariencia física? V9= ¿Acepto los cambios propios de mi cuerpo, según la edad que tengo? V10= ¿Cada vez que entro al gimnasio estoy en competencia y me exijo más allá de la cuenta? V11= ¿Yo creo que hay que seguir la moda aunque incomode? V12= ¿Hago críticas mal intencionadas sobre la

figura corporal de otras personas? V13= ¿Tiendo a identificarme con modelos, olvidándome de lo que quiero ser yo misma(o)? V14= ¿Compro basada(o) en la publicidad? V15= ¿Realmente me interesa mucho el “qué dirán”? V16= ¿Me gustaría realizarme una cirugía estética? V17= ¿Me gustaría realizarme un tratamiento para adelgazar? V18= ¿Me pongo el jean de moda así haga sufrir a mi cuerpo? V19= ¿Siento fastidio por los gordos y no los contrataría? V20= ¿Me interesa, compro y consumo todo lo que ofrecen para adelgazar? V21= ¿No me pierdo la sesión de farándula de la TV? V22= ¿Cómo hombre solo me fijo en el cuerpo de las mujeres y no me gustan las gordas? V23= ¿Cuando salimos en grupo nos dedicamos a clasificar los cuerpos femeninos: “buena”, “ballena”, “no clasifica”? V24= Pienso como hombre: ¿“esa mujer es especial, pero muy gorda”? Anotando que las preguntas V3, V4, V5, V6, V8, V10, V11, V18, V20 y V21 tenían las siguientes alternativas de respuesta: siempre, casi siempre, a veces, nunca; mientras que para las demás era sí o no.

Muestra

La técnica de muestreo empleada fue muestreo aleatorio de proporciones en forma doblemente estratificado, por género y estrato socioeconómico. Se utilizó un nivel de confiabilidad del 95% y un error máximo permisible del 6%, donde los parámetros estimados P y Q adoptaron el valor del 50%, debido a que no se poseen estudios anteriores sobre el proyecto asociado con la encuesta aplicada en una población de universitarios en la ciudad de Medellín, cuya edad osciló entre los 18 a 24 años de edad. El tamaño definitivo de la muestra fue de 267 estudiantes. La muestra se eligió en forma aleatoria, condicionada, de acuerdo con el criterio de estratificación antes citado, utilizando una distribución uniforme para la escogencia de los estudiantes a encuestar. La encuesta fue aplicada con la participación voluntaria de los estudiantes. La base de datos se elaboró en una hoja electrónica de acuerdo con el formato delineado en la encuesta,

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y se realizó un estricto control de calidad en tres etapas del proceso investigativo, con el fin de garantizar los resultados y conclusiones generadas a la luz de la información.

La fórmula de muestreo empleada para la selección del número de estudiantes fue:

n = z2(1-α/2)*P*Q/ε2

z(1-α/2): corresponde al valor que se deriva de la distribución normal, para un nivel de significancia α = 0,05.P = 0,5 valor asociado con el parámetro de interés; Q = 1-P.ε: es el error máximo permisible, para el estudio se escogió el valor del 6%.

No se aplicó factor de ajuste por finitud, debido a que el tamaño de la muestra es menor al 5% en relación al tamaño de la población. Para la elección de los estudiantes de acuerdo con el género, se aplicó la fórmula: nh = (n*Nh/N).

Nh: corresponde al tamaño del estrato; nh: tamaño de la muestra dentro del estrato.

Para la elección de estudiantes dentro del estrato se aplicó el criterio de ponderación (34% bajo, 37% medio, 29% alto).

Ficha Técnica

La población objetivo estuvo conformada por estudiantes universitarios estatales pertenecientes a la Universidad de Antioquia matriculados en el periodo académico I del año 2014, donde el tamaño de la población fue de 30919. Se tuvo en cuenta el estrato socioeconómico reclasificándolo en alto, medio y bajo. El tamaño de la muestra fue de 267 estudiantes (125 hombres, 142 mujeres). Se eligieron 92 de estrato bajo, 99 de estrato medio y 76 de estrato alto.

Para el análisis estadístico de los datos, se empleó la técnica multivariada de la varianza

MANOVA con contraste canónico ortogonal, estableciendo la dimensionalidad de la comparación multidimensional, por medio del criterio de máxima verosimilitud observando el mayor valor propio significativo; el estudio se efectuó con variables respuestas de tipo cualitativo, las cuales están asociadas a distribuciones probabilísticas de tipo binomial expresada en porcentaje de acuerdo con los criterios de estratificación, donde el MANOVA se realizó sobre el constructor de las componentes derivados del análisis del factor, empleando la matriz de correlación tetracórica y estableciendo las ecuaciones derivadas de cada eje; se utilizó la rotación oblicua y método GLS (mínimos cuadrados generalizados) de estimación; se empleó el análisis paralelo para la selección del número de factores. Adicionalmente, se elaboraron cruces de variables mediante tablas de contingencia bidimensionales, comprobando la relación de variables por la técnica chi2. Finalmente, se efectuaron análisis de frecuencia unidimensionales por sexo y estrato. Se empleó el paquete estadístico SAS versión 9.0, el paquete FACTOR 8, SPAD 3.5 y el paquete SYSTAT.

Consideraciones éticas

Según el Ministerio de Salud de Colombia, en la Resolución número 008430, de octubre de 1993, artículo 11, la investigación se clasificó con riesgo mínimo, y cumplió con todas las consideraciones éticas. Todos los estudiantes universitarios indagados aceptaron la participación en el estudio de manera voluntaria y firmaron el consentimiento informado.

RESULTADOS

Al efectuar el análisis comparativo entre sexos para las variables bajo estudio, se detectó diferencia estadística (p < 0,05) relacionada con un mayor porcentaje de respuestas dadas por las mujeres, para el siguiente conjunto de variables: ¿Obsesivamente estoy indagando y experimentando con dietas? (V3); ¿Soy fanática(o) de la comida light? (V4);

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Frecuentemente pregunto: ¿Usted qué hace o cómo hace para estar tan flaca? (V7); ¿Me gustaría realizarme una cirugía estética? (V16); ¿Me gustaría realizarme un tratamiento para adelgazar? (V17); ¿Me interesa, compro y consumo todo lo que ofrecen para adelgazar? (V20).

Los hombres presentaron mayor porcentaje de respuestas relacionadas con el siguiente conjunto de variables (p < 0,05): ¿Se me volvió como automático mirar de arriba abajo las mujeres?, ¿cómo va vestida, qué tiene?, ¿hago el chequeo de

qué tan gorda o qué tan flaca está? (V6); ¿Cada vez que entro al gimnasio estoy en competencia y me exijo más allá de la cuenta? (V10); ¿Hago críticas mal intencionadas sobre la figura corporal de otras personas? (V12); ¿Cómo hombre solo me fijo en el cuerpo de las mujeres y no me gustan las gordas? (V22); ¿Cuando salimos en grupo nos dedicamos a clasificar los cuerpos femeninos: “buena”, “ballena”, “no clasifica”? (V23); Pienso como hombre: ¿“esa mujer es especial, pero muy gorda”? (V24). (Ver Tabla 1).

Tabla 1. Distribución porcentual y comparativa por sexo para las variables indagada

Variable Masculino (%) n = 125

Femenino (%) n = 142

Sí S CS AV N Sí S CS AV NV3 20,0b 2,4 3,2 14,4 80,0 52,1a 2,1 8,4 41,6 47,9V4 27,2b 4,0 3,2 20,0 72,8 40,1a 2,8 5,6 31,7 59,9V5 75,2a 7,2 15,2 52,8 24,8 78,2a 10,6 16,2 51,4 21,8V6 91,1a 18,6 25,8 46,7 8,9 75,3b 7,8 17,6 50 24,6V7 21,7b 1,6 3,2 16,9 78,3 53,5a 3,5 9,1 40,9 46,5V8 54,4a 3,2 6,4 44,8 45,6 57,3a 4,2 4,2 48,9 42,7V9 86,9a . . . . 82,8a . . . .V10 55,6a 11,3 13,7 30,6 44,4 43,8b 2,9 7,9 33 56,2V11 8,8a . . . . 7,0a . . . .V12 54,0a 4,8 3,2 46,0 46,0 45,8b 4,2 0,7 40,9 54,2V13 12,9a 3,2 0,8 8,9 87,1 12,6a 0,7 2,1 9,8 87,4V14 36,3a . . . . 33,8a . . . .V15 20,9a . . . . 22,5a . . . .V16 16,0b . . . . 52,8a . . . .V17 11,2b 11,2 88,8 . . 99,3a 41,5 57,7 0,1 0,7V18 3,2a . . . . 3,6a . . . .V19 8,1a . . . . 13,0a . . . .V20 13,8b 2,4 0,8 10,6 86,2 29,8a 0,7 2,8 26,3 70,3V21 39,3a . . . . 33,6a . . . .V22 73,1a 13,8 17,9 41,4 26,9 16,7b . . . 83,3V23 74,7a 15,4 15,4 43,9 25,3 26,0b 1,2 24,7 0,1 74,0V24 41,6a . . . . 10,0b . . . .

Letras distintas indican diferencia significativa (p < 0,05). S: siempre; AV: a veces; CS: casi siempre; N: nunca. Espacios vacíos: no se preguntó por la alternativa, colocándose un punto (.).

Fuente: Elaboración propia.

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El análisis comparativo entre estratos para la modalidad “siempre”; presentó diferencia altamente significativa (p < 0,0001) entre el estrato alto con respecto a los demás estratos, para las variables: ¿Soy fanática(o) de la comida light? (V4); ¿Se me volvió como automático mirar de arriba abajo

las mujeres?, ¿cómo va vestida, qué tiene?, ¿hago el chequeo de qué tan gorda o qué tan flaca está? (V6); ¿Cada vez que entro al gimnasio estoy en competencia y me exijo más allá de la cuenta? (V10); Pienso como hombre: ¿“esa mujer es especial, pero muy gorda”? (V24). (Ver Tabla 2).

Tabla 2. Análisis comparativo por estrato, expresado en porcentaje para la modalidad “siempre” lo hago

EstratoVariable Bajo (%)

n = 92Medio (%)

n = 99Alto (%)

n = 76V3 1,9a 2,2a 3,0aV4 1,9b 1,6b 12,1aV5 5,7a 9,5a 9,0aV6 11,5b 11,2b 24,2aV7 1,9a 2,2a 3,0aV8 3,9a 3,3a 3,0aV9 82,6a 85,8a 81,2aV10 0,0c 6,2b 21,2aV11 7,6a 7,3a 9,0aV12 3,9a 5,0a 3,0aV13 1,9a 1,7a 3,0aV14 26,9b 37,6a 30,3abV15 15,3b 24,1a 18,1abV16 23,0b 38,5a 39,4aV17 21,1a 28,4a 27,2aV18 3,9a 3,4a 3,0aV19 9,6a 11,5a 9,1aV20 1,9a 1,1a 3,0aV21 23,2b 38,2a 43,7aV22 10,3a 9,7a 2,0bV23 12,5a 8,0a 11,5aV24 41,3b 31,0c 50,0aPrueba Sexo (valor de p) Estrato (valor de p)Wilks’ Lambda < 0,0001 < 0,0001Pillai’s Trace < 0,0001 < 0,0001Hotelling-Lawley T < 0,0001 < 0,0001Roy’s Greatest R < 0,0001 < 0,0001

Fuente: elaboración propia.

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El análisis multivariado de la varianza (MANOVA), permitió detectar diferencia altamente significativa entre sexos en algunos aspectos relacionados con la condición corporal (p < 0,0001), tomando todas las variables bajo estudio de manera simultánea. De igual forma, se detectaron diferencias altamente significativas entre estratos socioeconómicos (p < 0,0001), lo que indica que el hacer comentarios sobre el cuerpo, también está diferenciado entre las clases sociales. (Ver Tabla 2).

El análisis del factor, permitió la definición de tres clúster de variables para cada género, así: el factor 1 para el sexo masculino está definido por: ¿Obsesivamente estoy indagando y experimentando con dietas?; Frecuentemente pregunto: ¿Usted qué hace o cómo hace para estar tan flaca?; ¿Cuando me reúno con otras personas siempre saco el tema de la apariencia física?; ¿Yo creo que hay que seguir la moda aunque incomode?; ¿Siento fastidio por los gordos y no los contrataría?; ¿Me interesa, compro y consumo todo lo que ofrecen para adelgazar?

Para el factor 1, las mujeres se identifican con las variables: ¿Obsesivamente estoy indagando y experimentando con dietas?; ¿Siempre estoy evaluando la figura de las otras personas?; ¿Se me volvió como automático mirar de arriba abajo las mujeres?, ¿cómo va vestida, qué tiene?, ¿hago el chequeo de qué tan gorda o qué tan flaca está?; Frecuentemente pregunto: ¿Usted qué hace o cómo hace para estar tan flaca?; ¿Cuando me reúno con otras personas siempre saco el tema de la apariencia física?; ¿Acepto los cambios propios de mi cuerpo, según la edad que tengo?; ¿Hago críticas mal intencionadas sobre la figura corporal de otras personas?; ¿Realmente me interesa mucho el “qué dirán”?; ¿Me gustaría realizarme una cirugía estética?; ¿Me gustaría realizarme un tratamiento para adelgazar?; ¿Me interesa, compro y consumo todo lo que ofrecen para adelgazar? (Ver Tabla 3).

El factor 2 para el sexo masculino lo definió el siguiente conjunto de variables: ¿Siempre estoy evaluando la figura de las otras personas?; ¿Se me volvió como automático mirar de arriba abajo las mujeres?, ¿cómo va vestida, qué tiene?, ¿hago el chequeo de qué tan gorda o qué tan flaca está?; ¿Me gustaría realizarme un tratamiento para adelgazar?; ¿No me pierdo la sesión de farándula de la TV? El factor 2 para el sexo femenino lo definen las variables: ¿Obsesivamente estoy indagando y experimentando con dietas?; ¿Soy fanática(o) de la comida light?; ¿Compro basada(o) en la publicidad?; ¿Siento fastidio por los gordos y no los contrataría?, tal como se aprecia en la Tabla 3.

El análisis del factor para el estrato socioeconómico bajo (Tabla 4) prioriza el siguiente conjunto de variables asociadas con el factor 1: ¿Obsesivamente estoy indagando y experimentando con dietas?; ¿Soy fanática(o) de la comida light?; Frecuentemente pregunto: ¿Usted qué hace o cómo hace para estar tan flaca?; ¿Yo creo que hay que seguir la moda aunque incomode?; ¿Tiendo a identificarme con modelos, olvidándome de lo que quiero ser yo misma(o)?; ¿Me gustaría realizarme una cirugía estética?; ¿Me gustaría realizarme un tratamiento para adelgazar?; ¿Me pongo el jean de moda así haga sufrir a mi cuerpo?; ¿Me interesa, compro y consumo todo lo que ofrecen para adelgazar?

Para el estrato medio el primer componente lo definen: ¿Obsesivamente estoy indagando y experimentando con dietas?; ¿Siempre estoy evaluando la figura de las otras personas?; ¿Se me volvió como automático mirar de arriba abajo las mujeres?, ¿cómo va vestida, qué tiene?, ¿hago el chequeo de qué tan gorda o qué tan flaca está?; ¿Cuando me reúno con otras personas siempre saco el tema de la apariencia física?; ¿Tiendo a identificarme con modelos, olvidándome de lo que quiero ser yo misma(o)?; ¿Me gustaría realizarme una cirugía estética?

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Tabla 3. Análisis del factor por sexo

Variable Sexo masculinon = 125

Sexo femeninon = 142

Factor 1 Factor 2 Factor 3 Factor 1 Factor 2 Factor 3V3 0,73 0,1 -0,06 0,64 -0,50 -0,12V4 0,50 -0,25 -0,07 0,42 -0,44 0,01V5 0,51 0,47 0,33 0,68 0,18 -0,34V6 0,48 0,50 0,34 0,65 0,27 -0,39V7 0,75 0,06 -0,18 0,69 -0,28 -0,06V8 0,68 0,01 0,04 0,55 0,34 -0,03V9 -0,30 0,16 0,07 -0,53 0,30 0,16V10 0,43 0,05 0,42 0,48 0,01 -0,15V11 0,57 -0,31 0,09 0,34 -0,08 0,59V12 0,67 0,23 0,08 0,51 0,27 -0,19V13 0,80 -0,21 -0,03 0,50 0,01 0,38V14 0,39 0,09 0,33 0,20 0,51 0,14V15 0,39 -0,02 0,37 0,55 0,37 0,14V16 0,54 0,13 -0,45 0,54 0,07 0,06V17 0,37 0,43 -0,36 0,63 -0,21 0,04V18 0,70 -0,41 -0,17 0,25 0,12 0,60V19 0,69 -0,40 -0,06 0,25 0,61 0,12V20 0,84 0,09 -0,20 0,67 -0,34 0,21V21 0,10 -0,50 0,47 0,02 0,20 -0,30Proporción* 0,2671 0,3746 0,4508 0,3425 0,4268 0,4984Estadísticos KMO = 0,778 Test esfericidad Bartlett =

5475,7 p < 0,01

KMO = 0,715 Test esfericidad Bartlett = 4348,6

p < 0,01* Proporción acumulada.

Fuente: elaboración propia.

Para el estrato alto el primer factor se define a partir del conjunto de variables: ¿Obsesivamente estoy indagando y experimentando con dietas?; ¿Siempre estoy evaluando la figura de las otras personas?; Frecuentemente pregunto: ¿Usted qué hace o cómo hace para estar tan flaca?; ¿Hago críticas mal intencionadas sobre la figura corporal

de otras personas?; ¿Tiendo a identificarme con modelos, olvidándome de lo que quiero ser yo misma(o)?; ¿Me pongo el jean de moda así haga sufrir a mi cuerpo?; ¿Siento fastidio por los gordos y no los contrataría?; ¿Me interesa, compro y consumo todo lo que ofrecen para adelgazar?

77Actitudes y comportamientos de riesgo para trastornos de la conducta alimentaria en jóvenes universitarios, Colombia

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 67 - 82

Tabla 4. Análisis del factor por estrato

Variable Estrato bajon = 92

Estrato medion = 99

Estrato alton = 76

Factor 1 Factor 2 Factor 1 Factor 2 Factor 1 Factor 2V3 0,75 0,04 0,65 -0,51 0,74 -0,39V4 0,62 0,04 0,49 -0,37 0,38 -0,10V5 0,56 0,60 0,59 0,14 0,67 -0,50V6 0,28 0,72 0,60 0,29 0,37 -0,35V7 0,76 0,02 0,69 -0,35 0,77 -0,19V8 0,55 0,51 0,58 0,38 0,72 0,27V9 -0,44 -0,14 -0,37 0,21 -0,62 0,50V10 0,37 0,16 0,44 0,21 0,42 -0,45V11 0,70 -0,16 0,36 0,15 0,59 0,35V12 0,54 0,63 0,55 0,29 0,77 0,17V13 0,84 -0,34 0,57 0,20 0,86 0,32V14 0,28 -0,12 0,27 0,44 0,29 0,35V15 0,54 -0,34 0,48 0,38 0,51 0,33V16 0,62 -0,39 0,56 -0,28 0,38 0,12V17 0,73 -0,24 0,48 -0,47 0,59 -0,28V18 0,68 -0,24 0,29 0,23 0,86 0,21V19 0,45 -0,59 0,40 0,46 0,68 0,43V20 0,91 0,08 0,69 -0,33 0,85 0,00V21 -0,12 -0,15 0,07 0,26 0,03 0,14Proporción* 0,36 0,50 0,26 0,37 0,39 0,50

KMO = 0,78 TEB = 4786p < 0,01

KMO = 0,74 TEB = 4522 p < 0,01

KMO = 0,68 TEB = 4385 p < 0,01

TEB=Test de esfericidad de Bartlett. * Proporción acumulada.

Fuente: elaboración propia.

Al aplicar la técnica no paramétrica Chi2, se detectó relación estadística (p < 0,05) entre el sexo y la evaluación de la figura de otras personas, de

igual forma entre el sexo y la aceptación de los cambios del cuerpo de acuerdo a la edad que se tiene (p < 0,05). (Ver Tabla 5).

Tabla 5. Prueba Chi-Cuadrado bidimensional

Relación entre Valor p

Género y (¿Siempre estoy evaluando la figura de las otras personas?) 0,03

Género y (¿Acepto los cambios propios de mi cuerpo, según la edad que tengo?) 0,03

Fuente: elaboración propia.

78 Gloria Cecilia Deossa Restrepo, Luis Fernando Restrepo Betancur, John Edinson Velásquez Vargas

Al efectuar el análisis factorial de correspondencia múltiple se determinaron dos factores de interés, de acuerdo con la dinámica asociada al histograma, con lo cual se justifica proyectar las modalidades sobre el plano factorial. En dicho plano se aprecia una divergencia conceptual entre géneros, como se puede observar en la oposición de cuadrantes. De igual forma, existió discrepancia entre los estratos bajo y medio con respecto al alto, lo que ratifica la

conclusión generada a partir del análisis multivariado de la varianza (ver Figura 1). Lo más característico de los hombres es fijarse en el cuerpo femenino, donde las mujeres gordas no gustan en general a dicho género. Lo más característico de las mujeres fue la obsesión por las dietas en especial por las comidas light. En el estrato alto la apariencia física tiene mucha incidencia en los estudiantes, donde se fijan cómo van vestidas y si son gordas o no.

+--------+------------+------------------------------------------------------+| PALIER | VALEUR DU | || ENTRE | PALIER | |+--------+------------+------------------------------------------------------+| 1-- 2| 38.79 | **************************************************** || 2-- 3| 30.95 | ****************************************** || 4-- 5| 6.56 | ********* || 3-- 4| 5.52 | ******** || 22-- 23| 4.23 | ****** || 7-- 8| 3.64 | ***** || 9-- 10| 2.35 | **** || 11-- 12| 2.05 | *** || 17-- 18| 1.99 | *** || 5-- 6| 1.67 | *** || 24-- 25| 1.63 | *** || 31-- 32| 1.60 | *** || 12-- 13| 1.27 | ** || 20-- 21| 0.99 | ** || 34-- 35| 0.80 | ** || 14-- 15| 0.78 | ** || 26-- 27| 0.66 | * || 39-- 40| 0.63 | * || 38-- 39| 0.43 | * || 30-- 31| 0.28 | * || 6-- 7| 0.02 | * |+--------+------------+------------------------------------------------------+

Fuente: elaboración propia.

Figura 1. Histograma y plano factorial, asociado con las modalidades atribuibles a cada variable.

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Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 67 - 82

DISCUSIÓN

En Colombia, diversos estudios realizados en mujeres adolescentes y jóvenes de los primeros años universitarios reportan una incidencia de TCA del 0,5% (17). En una investigación con 8.377 mujeres universitarias de Medellín (Colombia), entre 16 y 30 años, se identificó que una de cada dos mujeres universitarias ha recibido críticas por su figura, en especial de su madre; mientras que siete de cada 10 están insatisfechas con su cuerpo (18). De igual forma, se encontró que de los factores de riesgo: impulso por la delgadez, conductas bulímicas e insatisfacción corporal, el 40,8 % presentó al menos uno de estos tres factores de riesgo y un 4,7% compartió las tres tendencias (18), en dicha investigación se destaca cómo los factores de riesgo para TCA no se asocian con el estrato socioeconómico; hallazgo que difiere de los nuestros, ya que en nuestra investigación se encontraron diferencias significativas por estrato en algunas variables, siendo el estrato alto el que tiene mayor tendencia a la comida light, a realizar el chequeo de la figura de las personas, a estar en competencia en el gimnasio y a exigirse cada vez más; además, en casi todas las universidades participantes del estudio en mención, se presentó miedo a la edad madura y baja autoestima; un 30,9% manifestó haber tenido exceso de peso al menos una vez en la vida y el 6,5% se había realizado cirugías estéticas especialmente en abdomen y senos (18), dato que se relaciona con nuestros hallazgos, pues un 52,8% de las mujeres encuestadas reportaron que les gustaría realizarse una cirugía estética.

En un estudio realizado en 165 estudiantes universitarios de Manizales (Colombia), se encontró que el 17,3% de la población femenina presentaba mayor riesgo para TCA (19). En la ciudad de Pereira (Colombia) se realizó un estudio en mujeres de 10 a 17 años, encontrando que un 41% de las participantes presentaban signos asociados a BN; también, se identificaron estrategias de autoinculparse y de búsqueda de

apoyo espiritual (20). En Bogotá (Colombia) se realizó una investigación con 937 estudiantes entre 12 y 20 años de edad, encontrando 15% casos probables de TCA, la mayoría en mujeres (21). Para nuestro estudio al igual que en los estudios realizados en las ciudades de Manizales, Pereira y Bogotá, las mujeres son quienes presentaron mayor número de respuestas asociadas a las actitudes y comportamientos de riesgo para TCA (p < 0,05).

En una investigación realizada con 792 estudiantes universitarios (480 de Chile y 312 de Panamá) sobre “la autopercepción de la imagen corporal”, se encontró una tendencia a la sobrestimación del peso en quienes presentaban un peso normal en ambos países y una subestimación en los obesos; además, se evidenció que las causas de insatisfacción corporal eran diferentes en hombres y en mujeres, pues los hombres querían tener un cuerpo más musculoso y las mujeres estar más delgadas (22), resultados similares a nuestros hallazgos, pues los hombres fueron quienes reportaron de forma significativa estar en competencia y exigirse cada vez más en el gimnasio.

En la Facultad de Enfermería de la Universidad de Antioquia (Medellín, Colombia) se realizó un estudio con 199 estudiantes con edad promedio de 23,3 años y un IMC de 22,7, cuyo objetivo era analizar la relación entre el IMC y la percepción de la imagen corporal; se encontró que 68,4% sobreestiman su imagen corporal y 4,5% la subestiman (23). Con estos datos, se puede ver cómo existe distorsión de la autoimagen corporal y, aunque en esta investigación no se indagó directamente sobre la percepción corporal, estos resultados pueden relacionarse con insatisfacción personal de acuerdo con los cánones de belleza.

En Costa Rica, se realizó una investigación que pretendía describir la imagen corporal actual y deseada por estudiantes universitarios (44 hombres y 82 mujeres); se reportó que los hombres y las mujeres valoran su imagen corporal de diferente manera; pues son las mujeres las que se encuentran

80 Gloria Cecilia Deossa Restrepo, Luis Fernando Restrepo Betancur, John Edinson Velásquez Vargas

insatisfechas con su imagen corporal, mientras que los hombres manifiestan sentirse conformes (24), resultados que podrían estar en la misma vía de los nuestros, pues se percibe cómo las mujeres son las que reportan utilizar más estrategias para lograr la figura deseada.

En Sevilla (España), en 2009, se llevó a cabo un estudio sobre conducta alimentaria e imagen corporal en 841 estudiantes, entre 12 y 19 años; entre los principales hallazgos se evidenció que las mujeres entre los 12 y 17 años tenían mayor insatisfacción corporal, además que las alteraciones alimentarias se centraban entre quienes tenían 14 y 16 años; la insatisfacción corporal se correlacionó positiva y significativamente con el IMC (25), en nuestro estudio las mujeres indagan por las dietas, les interesa el consumo de todo lo que ofrezcan para adelgazar, les gustaría realizarse un tratamiento para adelgazar y una cirugía estética y con frecuencia preguntan ¿usted qué hace o cómo hace para estar tan flaca?, lo cual al igual que en el estudio realizado en España, podría estar manifestando insatisfacción corporal.

En la zona metropolitana de México, se realizó un estudio con 455 estudiantes de instituciones públicas y privadas (245 mujeres y 210 hombres), con una edad promedio de 15,4 años, para describir los patrones de consumo ante sintomatología de TCA; se encontró que los hombres consumían significativamente más número de comidas al día que las mujeres, sin embargo las mujeres consumían mayor cantidad de dulces y golosinas entre comidas (26); las mujeres evidenciaron significativamente mayor influencia emocional en el consumo de alimentos que los hombres; de igual manera, en este estudio demuestran que las mujeres con sintomatología de TCA consumen significativamente más productos light y acostumbran comer en el mismo lugar (26), resultados similares a nuestros hallazgos, pues son las mujeres quienes se identifican más por el consumo obsesivo de productos light en comparación a los hombres.

CONCLUSIÓN

En conclusión, nuestros resultados demuestran diferencias en las percepciones con respecto a la apariencia por estrato y sexo; mientras los hombres están juzgando y generando presiones en las mujeres por la figura corporal deseada, estas tratan de hacer controles en el consumo, seguir dietas, realizarse tratamientos para adelgazar, entre otros, lo que demuestra posiblemente que ellas perciben la presión de los comentarios y del medio en que viven y adoptan conductas de riesgo para controlar el aumento de peso que pueden atentar contra la salud.

La detección oportuna de conductas de riesgo en un grupo poblacional tan susceptible como son los jóvenes, en quienes aún su cuerpo está culminando una etapa de crecimiento y desarrollo, en la cual los cambios corporales hacen parte del proceso fisiológico, contribuirá a prevenir complicaciones para la salud tanto a corto como a mediano y largo plazo; es por esto que los resultados de esta investigación pretenden aportar al conocimiento de algunos comportamientos que pueden inducir a los TCA y que pueden ser objeto de futuras investigaciones; además, se espera aportar a la toma de decisiones para la implementación de acciones de promoción de la salud y prevención de condiciones de salud.

Entre las limitaciones del estudio se destaca el no haber tomado el IMC e indagar sobre la autopercepción de la figura corporal y su relación con la aceptación o satisfacción, y no haber conocido qué conductas practican o llevan a cabo para controlar el aumento de peso o para bajar de peso.

AGRADECIMIENTOS

Se agradece a los participantes y a los encuestadores por hacer posible este estudio.

81Actitudes y comportamientos de riesgo para trastornos de la conducta alimentaria en jóvenes universitarios, Colombia

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 67 - 82

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Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 83 - 95 ISSN: 0121-7577 (Impreso) ISSN: 2462-8425 (En línea)

EFICACIA DE UN PROGRAMA DE ACTIVIDAD FÍSICA Y ALIMENTACIÓN

SALUDABLE EN ESCOLARES CHILENOSXimena Mercedes Díaz Martínez*Carmen Patricia Mena Bastías**

Pedro Valdivia-Moral***Alejandra Rodríguez Fernández****

Javier Cachón Zagalaz*****

Recibido en octubre 26 de 2014, aceptado en marzo 13 de 2015

Citar este artículo así: Díaz XM, Mena CP, Valdivia-Moral P, Rodríguez A, Cachón J. Eficacia de un programa de actividad física y alimentación saludable en escolares chilenos. Hacia promoc. salud. 2015; 20(1): 83-95 DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.6

ResumenObjetivo: El objetivo de este estudio fue analizar la eficacia de un programa de actividad física y alimentación saludable en escolares chilenos. Materiales y Métodos: Se trabajó con ocho Centros Educativos de Chillán, con un total de 257 niños. La intervención se aplicó durante 5 meses, se desarrollaron talleres durante las reuniones de padres y apoderados con material educativo, a los niños se les incorporaron 45 minutos diarios de AF todos los días de la semana y talleres saludables. Los instrumentos utilizados fueron dos cuestionarios, uno sobre actividad física y el segundo sobre frecuencia alimentaria, además se utilizaron una balanza digital y un tallímetro para obtener estado nutricional. Se midieron peso, talla y se calculó Índice de Masa Corporal (IMC) y el estado nutricional. Resultados: Después de la intervención el porcentaje de la muestra que presentaba exceso de peso disminuyó de 50,2% a 42% en general; en cuanto a las niñas, estas presentaban un 47% de exceso de peso, finalizada la intervención el porcentaje de niñas con exceso de peso disminuyó hasta un 35,9%, quedando en 64,1% los casos en estado normal; en cuanto a la calidad alimentaria, los resultados postintervención muestran que la baja calidad alimentaria disminuyó de un 28% a 5,4%, los que tenían media pasaron de 10,9% a 17,9%, de la misma forma la calidad alta aumentó de un 61,1% a 76,7%. Conclusiones: Los resultados muestran que programas para reducir la obesidad infantil, que son abordados con actividad física y talleres de alimentación saludable, logran resultados positivos.

Palabras claveAlimentación, obesidad, estilo de vida sedentario, estudiantes, actividad motora, nutrición del niño (fuente: DeCS, BIREME).

* Magíster en Educación. Grupo de Investigación Calidad de Vida y Estilos de Vida Saludable, Universidad del Bío-Bío. Chillán, Chile. Autora para correspondencia. Correo electrónico: [email protected]** Magíster en Pedagogía Universitaria y Educación Superior. Grupo de Investigación Calidad de Vida y Estilos de Vida Saludable, Universidad del Bío-Bío. Chillán, Chile. Correo electrónico: [email protected]*** Doctor en Ciencias de la Actividad Física y la Salud. Universidad de Granada. Granada, España. Correo electrónico: [email protected]**** Magíster en Estadística Aplicada. Universidad del Bío-Bío. Chillán, Chile. Correo electrónico: [email protected]***** Doctor en Ciencias de la Actividad Física y la Salud. Universidad de Jaén. Jaén, España. Correo electrónico: [email protected]

DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.6

84 Ximena Mercedes Díaz Martínez et al.

EFFECTIVENESS OF A PHYSICAL ACTIVITY AND A HEALTHY EATING PROGRAM FOR CHILEAN STUDENTS

AbstractObjective: The objective of this study was to analyze the effectiveness of a physical activity in a healthy eating program for Chilean students. Materials and Methods: The investigation was carried out with eight educational centers in Chillán with a total of 257 children. The intervention was applied for 5 months. Workshops were held during parents and guardians meetings with educational material, and children worked 45 minutes AF daily every day of the week and attended health workshops. The instruments used were two questionnaires, one about physical activity and the other about food frequency; besides, a digital scale and a stadiometer were used to obtain the nutritional state. Weight and height were measured and also the BMI and nutritional state were measured. Results: After the intervention the percentage of the sample that presented overweight diminished from 50.2% to 42% in general. Regarding the girls, they presented 47% overweight and when the intervention finished the percentage of overweight girls diminished to a 35.9% being 64.1% the cases in a normal state. As for food quality, it diminished from 28% to 5.4%; those who had a media went from 10.9 to 17.9, and in the same way, high quality increased from a 61.1% to 76,7%. Conclusions: The results show that programs to reduce child obesity which are dealt with physical activity and food workshops have good results.

Key wordsNutrition, obesity, sedentary life style, students, motor activity, child nutrition (source: DeCS, BIREME).

EFICÁCIA DUM PROGRAMA DE ATIVIDAD FÍSICA E ALIMENTAçÃO SAÚDAVEL EM CRIANÇAS CHILENOS

Resumo

Objetivo: O objetivo deste estudo foi analisar a eficácia de um programa de atividade física e alimentação saudável em crianças da escola chilena. Materiais e Métodos: Trabalhou se com oito Centros de Educação de Chillán, com um total de 257 crianças. A intervenção se aplicou durante 5 meses, desenvolveram se oficinas educativas durante as reuniões de pais com material educativo, às crianças se lhes ensinou por 45 minutos diários de AF todos os dias da semana e atividades saudáveis. Os instrumentos utilizados foram dois questionários, um sobre atividade física e o segundo sobre freqüência alimentaria, além se utilizaram uma balança digital e uma vara de medição (tallímetro) para obter estado nutricional. Mediu se peso tamanho e calculou se o Índice de Massa Corporal (IMC) Resultados: Após da intervenção a porcentagem da mostra que apresentava excesso de peso diminuiu de 50,2% a 42% em geral; no tocante as meninas, estas apresentavam um 47% de excesso de peso, finalizava a intervenção a porcentagem de meninas com excesso de peso diminuiu até um 35,9% ficando em 64,1% os casos em estado normal; com respeito à qualidade alimentaria diminuiu de 28% a 5,4%, os que tinham media passaram de 10,9% a 17,9%, da mesma forma a qualidade alta aumentou dum 61,1% a 76,7%. Conclusões: Os resultados mostram que programas para reduzir a obesidade infantil, que são abordados com atividade física e oficinas de alimentação saudável, logram resultados positivos.

Palavras chaveAlimentação, obesidade, estilo de vida sedentário, estudantes, atividade motora, nutrição das crianças (fonte: DeCS, BIREME).

85Eficacia de un programa de actividad física y alimentación saludable en escolares chilenos

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No. 1, enero - junio 2015, págs. 83 - 95

INTRODUCCIÓN

El sobrepeso y la obesidad son problemas crecientes que amenazan la calidad de vida (CDV) de las personas en todo el mundo. Estas situaciones conllevan la aparición de enfermedades como hipertensión arterial, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia y problemas cardiovasculares, entre otras enfermedades (1). El Gobierno de Chile publicó en 2010 la Encuesta Nacional de Salud (2), donde se evidencia que la obesidad y el sobrepeso afectan al 9,9% y a un 22,4%, respectivamente, de los escolares menores de seis años; asimismo, en dicho informe se puede comprobar que uno de cada tres niños tiene un peso superior al recomendado para esa edad. Es por ello, que el Gobierno de Chile se ha propuesto disminuir estos índices en la década actual (2-4), esperando que la cifra de obesidad en la población menor de 6 años no supere el 8,6% para 2020 (5). En este sentido, se debe destacar que en el país se han realizado intervenciones con el objetivo de disminuir dichas cifras, en estas iniciativas se han utilizado estrategias que incorporan: el aumento de la actividad física (AF) y talleres para mejorar los hábitos alimentarios, sin embargo los resultados han sido diversos (5-7).

El sedentarismo favorece la obesidad y el sobrepeso, en este sentido la población chilena alcanza un 82,7% de sedentarismo en personas mayores de 18 años (8). Por otra parte, los niños presentan un patrón de actividad predominantemente sedentario; según Vásquez et al. (9), los niños en edad de Jardín Infantil permanecen, en actividad sedentaria o durmiendo, un total diario de 18,3 horas, independientemente del estado nutricional y de si es niño o niña.

Otras investigaciones informan de un 86,4% de sedentarismo en la población, y de acuerdo al sexo se aprecia que este es mayor en las mujeres respecto de los hombres y que este aumenta de acuerdo al nivel socioeconómico, en este caso a menor nivel socioeconómico más sedentarismo (10).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 1,9 millones de muertes en el mundo son atribuibles a la insuficiente actividad física (11). Por otra parte, en lo que respecta a la alimentación, Leighton (12) indica que solamente el 11% de la población chilena consigue alcanzar las recomendaciones saludables de los diferentes organismos internacionales. Los productos que resultan deficitarios en la dieta chilena, sorprendentemente en un país con tantos kilómetros de costa, son el pescado y marisco, además de legumbres, frutas y verduras. Sin embargo, en la población escolar existe un gran consumo de azucares refinados frente al de frutas o lácteos (13), de modo que resulta importante conocer la calidad de los alimentos, más allá de la cantidad que se consuma.

La revisión bibliográfica expuesta pone de manifiesto el escenario actual en Chile, situación que requiere educar a la población con diferentes pautas de alimentación que le permitan adoptar un estilo de vida más saludable y, especialmente, justifica el diseño y aplicación de un programa de AF saludable para combatir los niveles de sedentarismo que suelen acompañar los malos hábitos alimentarios.

Objetivos

En función del contexto descrito anteriormente y debido a los preocupantes niveles de sobrepeso, obesidad y sedentarismo, se plantea como objetivo central de este trabajo analizar la eficacia de un programa de AF y alimentación saludable en escolares chilenos. Para alcanzarlo, se establecen los siguientes objetivos secundarios:

1) Comprobar la incidencia del programa sobre estado nutricional de los escolares.

2) Evaluar la calidad de la alimentación después de la intervención.

3) Determinar la eficacia del programa en el nivel de actividad física de los escolares.

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MATERIALES Y MÉTODOS

Muestra

Se trabajó con ocho Centros Educativos de acuerdo a las facilidades dadas para desarrollar este estudio por las autoridades municipales y los Centros de Salud Familiar (CESFAM), de la comuna de Chillán, por lo tanto se trata de una muestra intencionada. Los Centros aportaron el consentimiento del equipo directivo y del profesorado implicado, con lo que también participaron los profesores de estas escuelas.

Para determinar el tamaño de la muestra se consideró la siguiente fórmula, que corresponde a la estimación de una proporción como parámetro de interés, bajo un esquema de muestreo aleatorio simple.

Donde: n : corresponde al tamaño de la muestra. k : es el nivel de confianza. N : es el tamaño de la población. p : es la proporción de niños que cumplen con la

condición de interés. q : es la proporción de niños que no cumplen con la condición de interés.

El error máximo permisible corresponde a 5%, además de realizar la estimación con un 95% de confianza. Debido a la no existencia de estudios previos en los establecimientos estudiados, se realiza además el supuesto de varianza máxima. Por lo tanto, la fórmula va como sigue:

Con lo que se obtiene un tamaño de la muestra de 220 niños. Adicionalmente, con el fin de aumentar la precisión del estudio y considerando la disponibilidad para recoger los datos, se utilizó un tamaño de la muestra superior, de 257 niños.

Materiales

El cuestionario sobre AF del Instituto Nacional de Tecnología de los Alimentos (INTA) tiene el propósito de evaluar la AF habitual de un niño durante la semana (lunes a viernes). Las actividades del fin de semana no se consideran por ser muy irregulares. Dicho cuestionario fue diseñado y validado por Godard et al. (14), obteniendo los criterios necesarios para su validación. El cuestionario contiene 5 categorías: 1) Horas diarias acostado. 2) Horas diarias de actividades sentadas. 3) Número de cuadras caminadas diariamente. 4) Horas diarias de juegos recreativos al aire libre, y 5) Horas semanales de ejercicios o deportes programados. Cada categoría tiene un puntaje de 0 a 2, de tal forma que el total va de 0 a 10. La clasificación que otorga este cuestionario es de AF: a) Buena, con un puntaje igual a 7 y hasta 10 puntos; b) Regular, nivel de AF si el puntaje es menor de 7 y mayor a 3 puntos y c) nivel de AF Baja, si el puntaje es igual o menor de 3 puntos.

Para conocer qué comen y con qué frecuencia realizan estas comidas las familias, se utilizó un Cuestionario de Frecuencia Alimentaria (CFA) que cuenta con 31 ítems. Dicho cuestionario cumple con los requisitos de diseño y validación en el trabajo de Bisi et al. (15). En este instrumento, se entiende como: a) Alta calidad de alimentación cuando la puntuación es igual o superior a 7 puntos; b) Media, cuando la puntuación es de 4 a 6 puntos y c) Baja, si el puntaje es igual o menor de 3 puntos.

Para la determinación del peso se utilizó una balanza digital modelo SECA 813, con una precisión de ± 100 gramos. La medición de la talla se realizó con un tallímetro modelo SECA 217 con una precisión de ± 0,1 centímetros.

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Procedimiento

El trabajo de investigación se desarrolló en el periodo comprendido entre abril y noviembre de 2011. Se realizaron diferentes reuniones con los Centros Educativos y los CESFAM, para informar y conseguir la implicación de dichos organismos en la intervención.

Posteriormente, se efectuaron reuniones con los padres de los escolares, donde se les comunicó sobre los alcances de esta investigación y se les solicitó que firmaran un consentimiento informado, procediéndose a aplicar a las familias los diferentes cuestionarios sobre calidad alimentaria (15) y AF (14). En este sentido, se considera al adulto responsable del niño/a, quien responde los cuestionarios, ya que los niños y niñas, por su edad, no poseen las competencias necesarias para leer y escribir las respuestas.

En un tercer paso, se acudió a los Centros Escolares para recoger información, de los niños y niñas, registrándose los valores de peso y talla, utilizando protocolos estandarizados. Estas mediciones fueron realizadas por un equipo de nutricionistas entrenadas en la aplicación de estas evaluaciones; posteriormente, se definió el Índice de Masa Corporal (IMC) determinándose el estado nutricional de los escolares de acuerdo a las normas del Ministerio de Salud de Chile.

El plan de intervención constó de tres instancias. En la primera se capacitó a las personas que iban a impartir el programa de AF, que fueron los profesores de las escuelas participantes, y estudiantes de la carrera de Pedagogía en Educación Física, que servía de apoyo y controlaba la correcta realización de las actividades y el cumplimiento del horario y sesiones. Dicha capacitación fue realizada por un equipo multidisciplinario entre los que se destacan: profesores de Educación Física, Nutricionista, Educadora de Párvulo y Trabadora Social. Las sesiones de AF tenían una duración de

45 minutos, realizándose un total de 5 sesiones a la semana durante un periodo de 5 meses. La primera parte de la sesión consistía en un calentamiento mediante juegos, en la que se pretendía activar el aparato circulatorio, respiratorio y osteoarticular de los participantes. Posteriormente se efectuaba la parte principal, donde se desarrollaban juegos con un enfoque eminentemente lúdico y que elevaran el gasto energético de los escolares, por lo que se trabajaron cualidades como: resistencia, velocidad, agilidad y fuerza. Por último, se finalizaban las sesiones con una vuelta a la calma donde tomaban protagonismo las actividades de respiración, estiramientos y se promovían conductas saludables de alimentación y de vida activa.

Paralelamente, cada mes se realizaban reuniones con las familias, las que eran dirigidas por una nutricionista y una trabajadora social, en ellas se abordaban temas como: la adquisición de alimentos saludables a bajo precio, además de la forma de cocinar los alimentos y presentación de los mismos. Durante la fase de intervención se realizaron cuatro eventos, en los que participó la totalidad del alumnado, familias y profesorado. Dichos eventos, tenían como meta reunir en actividades recreativas y alimentación saludable a todos los niños y niñas, familia y profesorado de los establecimientos educacionales involucrados.

Una vez finalizado el plan de intervención se procedió a la recogida de datos, siguiendo el mismo protocolo utilizado en la primera toma. La información obtenida en el estado nutricional se clasificó según las normas del Ministerio de Salud de Chile, para los mayores de 6 años se utilizaron las curvas de la CDC/NCHS 2000 (16), según sus datos del IMC, en el caso de los escolares entre 5 y 6 años se utilizaron las curvas NCHS 1977 (17, 18) en percentiles.

Se destaca que el proceso desarrollado en la investigación se llevó a cabo bajo las normas éticas de la Declaración de Helsinki (19).

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Análisis estadístico

Para la clasificación del estado nutricional de los mayores de 5 años se utilizó el programa Epi Info versión 3.5.3; en el caso de los menores de 5 años, para la clasificación de las mediciones expresadas en desviaciones estándar, se utilizó el programa WHO Anthro versión 3.2.2.

La información se analizó mediante estadística univariada y bivariada, además de inferencial. Los descriptores contemplaron frecuencias absolutas y porcentajes, ya que las variables se trataron en forma cualitativa. La relación de variables se realizó mediante la prueba de Chi-Cuadrado, considerando que no más del 20% de las casillas tuviesen frecuencias esperadas menores a 5. En el caso del estado nutricional no se consideró la categoría Bajo peso, y en la variable AF no se consideró la categoría Alta. El nivel de significancia usado fue α = 0,05.

RESULTADOS

Respecto a los resultados sociodemográficos, se encontró que el 54,5% eran hombres y el 45,5% mujeres respecto a la muestra estudiada (n = 257), en cuanto a la edad de los niños el 57% tenían más de 6 años y el 43% tenían menos de esa edad.

Los resultados muestran que, a nivel global, 20 sujetos que presentaban exceso de peso consiguieron alcanzar un estado nutricional normal después de la intervención (58% de la muestra). De esta manera, el porcentaje de la muestra que presentaba exceso de peso disminuyó de 50,2% a 42%. Además, dos sujetos que presentaban bajo peso, consiguieron alcanzar un estado normal (Tabla 1). Se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p = 0,033, sin considerar los sujetos bajo peso, al no existir en los resultados a posteriori).

Tabla 1. Estado nutricional antes y después de la intervención

Intervención

Bajo peso* Normal Exceso de peso Total

N % N % N % N %

Antes 2 0,8 127 49,4 128 50,2 257 100

Después 0 0 149 58 108 42 257 100

p = 0,033. * Cálculo sin considerar Bajo peso. Lugar: Chillán, 2012.

Fuente: Grupo de Investigación Calidad de Vida y Estilos de Vida Saludable - Elaboración propia.

Respecto al análisis por sexos, los resultados indican que en los niños existía un caso de bajo peso (0,7%) que desapareció con la intervención. Además, el 52,1% de la muestra presentaba exceso de peso que disminuyó a 47,1%, una vez realizada la intervención los escolares con un estado nutricional normal pasaron de un 47,1% a 52,9%, en los varones no se encontraron diferencias significativas (p = 0,405). Respecto a las niñas, existía un 47% de exceso de peso, un 52,1% de

estado normal y un caso de bajo peso (0,9%). Una vez realizada la intervención, desapareció el caso de bajo peso y el porcentaje de niñas con exceso de peso disminuyó hasta un 35,9%, quedando en 64,1% los casos en estado normal (Tabla 2). En este caso, se encontraron diferencias significativas (p = 0,049). En cuanto al análisis por edad, se destaca que en los niños mayores de 6 años el 47,6% presentaba exceso de peso antes de la intervención, 51,7% en estado normal y,

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además, existía un caso de bajo peso (0,7%). Una vez realizado el plan de trabajo, el caso de bajo peso desapareció y los casos en estado normal aumentaron hasta 58,5%, asimismo los casos con exceso de peso disminuyeron a un 41,5%, no encontrándose diferencias estadísticamente significativas (p = 0,160). Respecto a los escolares con menos de 6 años se encontró un caso de bajo

peso (0,9%), un 46,4% con estado normal y un 52,7% de casos que presentaban exceso de peso. Finalizada la intervención, desapareció el caso de bajo peso y los escolares que presentaban exceso de peso disminuyeron a un 42,7%. De esta manera, los casos con un estado nutricional normal aumentaron hasta 57,3%. En este caso, se hallaron diferencias estadísticamente significativas (p = 0,078).

Tabla 2. Estado nutricional por sexo

Estado NutricionalIntervención Bajo peso Normal Exceso de peso Total p

N % N % N % N %

Niñas Antes 1 0,9 61 52,1 55 47,0 117 100 0,041

Después 0 0,0 75 64,1 42 35,9 117 100

Niños Antes 1 0,7 66 47,2 73 2,1 140 100 0,405Después 0 0,0 74 52,9 66 7,1 140 100

Lugar: Chillán, 2012.

Fuente: Grupo de Investigación Calidad de Vida y Estilos de Vida Saludable - Elaboración propia.

El análisis de la calidad alimentaria muestra diferencias significativas debido a la intervención realizada (Tabla 3). De esta manera, la calidad alimentaria baja disminuyó de un 28% a 5,4%, los casos de calidad alimentaria media pasaron de 10,9% a 17,9%, de la misma forma la calidad alta aumentó de un 61,1 a 76,7%. Cabe destacar que se hallaron diferencias altamente significativas (p < 0,001). En cuanto al análisis de la calidad alimentaria por sexos, en los niños el 60% tenía calidad buena, 11,4% calidad media y el 28,6% calidad baja. Así, en la segunda toma de datos se hallaron un 73,9% de niños que presentaban calidad buena, un 16,4% con calidad media y 9,7% con calidad baja. Las diferencias fueron altamente significativas (p < 0,001). En el caso de las niñas, estas presentaban un 62,4% de calidad alta, 10,3% de media y un 27,4% de baja. Una vez realizado el plan de trabajo las niñas presentaron

un 73,5% de calidad alta, 19,7% normal y 6,8% de calidad baja. Al igual que en el caso de los niños las diferencias fueron altamente significativas (p < 0,001). Una vez que se analizaron los datos en función de la edad de la muestra, se halló que el 60,5% presentaba calidad alta, 10,2% tenía calidad media y el 29,3% de los mayores de 6 años mostraban calidad baja. Posteriormente, un 76,2% de los escolares mayores de 6 años presentaban alta calidad, mientras que un 18,4% presentaba calidad media y un 5,4% calidad baja. Asimismo, se hallaron diferencias altamente significativas (p < 0,001). En cuanto a los menores de 6 años, un 61,8% tenía calidad alta antes de la intervención, un 11,8% media y un 26,4% baja. Al recoger los datos después de la intervención, un 77,3% presentaba calidad alta, 17,3% media y 5,5% baja. Al igual que en las anteriores, existían diferencias altamente significativas (p < 0,001).

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Tabla 3. Calidad alimentaria antes y después de la intervención

Baja Media Alta Total

Intervención N % N % N % N %Antes 72 28,0 28 10,9 157 61,1 257 100

Después 14 5,4 45 17,9 197 76,7 257 100P < 0,001. Lugar: chillán, 2012.

Fuente: grupo de investigación calidad de vida y estilos de vida saludable - elaboración propia.

Finalmente, se presentan los datos relacionados con el nivel de AF. A nivel global, en la Tabla 4 se muestra que un 53,3% de la muestra tenía un nivel bajo de AF, un 46,3% un nivel medio y un 0,4% nivel alto.

Después de la intervención, un 5,1% presentaba niveles bajos, 75,8% niveles medios, 19,1% niveles altos y 5,1% niveles bajos. Se hallaron diferencias altamente significativas (p < 0,001).

Tabla 4. Actividad física antes y después de la intervención

IntervenciónBaja Media Alta Total

N % N % N % N %Antes 137 53,3 119 46,3 1 0,4 257 100

Después 13 5,1 195 75,8 49 19,1 257 100

p < 0,001. Lugar: Chillán, 2012.

Fuente: Grupo de Investigación Calidad de Vida y Estilos de Vida Saludable - Elaboración propia.

Respecto al análisis por sexos, el 53,6% de los niños presentaba un nivel de AF bajo, mientras que un 46,4% de ellos tenía un nivel medio. Después de la intervención, un 5,7% seguía presentando niveles bajos de AF, un 74,3% presentaba niveles medios, 20% niveles altos. Se resalta que los niños presentaron diferencias altamente significativas (p < 0,001). En cuanto a las niñas, antes de la intervención un 53% presentaba niveles bajos de AF, 46,2% presentaba niveles medios y 0,9% niveles altos. Posteriormente, un 4,3% presentaba niveles bajos, 77,8% niveles medios y 17,9% niveles altos. Asimismo, se hallaron diferencias significativas (p < 0,001). Por otro lado, respecto a la edad, un 54,4% de los mayores de 6 años presentaban niveles de AF bajos, siendo de un 45,6% para los que tenían nivel medio. Posteriormente, solo un 4,1% presentaba niveles

bajos, y 78,2% y 17,7% presentaban niveles medios y altos. Las diferencias fueron altamente significativas (p < 0,001). Un 51,8% de los niños con menos de 6 años tenían niveles de AF bajos, un 47,3% presentaban niveles medios y un 0,9% niveles altos. Cuando se tomaron los datos después del programa de intervención se encontró un 20,9% para AF alta, 72,7% para niveles regulares y 6,4% para niveles bajos. Asimismo, se halló un valor de p < 0,001.

DISCUSIÓN

Los resultados de esta investigación muestran una disminución del exceso de peso en los escolares una vez que se aplica el programa de intervención, asimismo, la clasificación del estado nutricional

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puede variar en función del método que se utilice tal y como se afirma en la literatura (20, 21). En este trabajo se ha realizado la clasificación en función de las pautas establecidas por el Ministerio de Salud de Chile. De esta manera, se utilizaron las curvas de la DC/NCHS 2000 (16) para los mayores de 6 años, y por otro lado las curvas NCHS 1977 (17) en percentiles para los escolares entre 5 y 6 años. De esta manera, los resultados expuestos no coinciden con otros trabajos que se han realizado en la población chilena de la misma edad, esto bien puede deberse a que estos trabajos tuvieron una duración más larga y se utilizaron otras estrategias (21).

Por otro lado, el estudio de Vásquez et al. (22) muestra un aumento de grasa corporal en niñas y diversas oscilaciones de grasa corporal en niños después de un programa de actividad física, educación nutricional e intervención psicológica, aplicado a escolares obesos chilenos durante 12 meses. Estos resultados difieren de los encontrados en esta investigación, ya que tanto niños como niñas con exceso de peso consiguen reducir su peso. A nivel internacional, se destaca que nuestros resultados coinciden con los estudios de Lazaar et al. (23) y Pastor et al. (24) en población francesa y española, respectivamente.

En cuanto a la variable calidad alimentaria, los datos hallados son diferentes a los de Bisi et al. (15), de tal manera que en nuestro estudio se encuentra una menor proporción de escolares con baja calidad alimentaria y una mayor proporción de escolares con alta calidad. El estudio de los citados autores es una referencia para la discusión de este trabajo, ya que ambas investigaciones utilizaron el mismo cuestionario para recoger datos de esta variable, en el caso de Bisi et al. (15) 1282 escolares, estos muestran que el 40,6% tenían una calidad alimentaria baja, el 24,3% poseían una calidad normal y el 35,1% manifestaron una calidad alimentaria alta; en nuestro caso, los valores encontrados son de: 28% para baja calidad, 10,9% para regular y 61% declara que tiene alta calidad alimentaria.

Los resultados referentes a AF, muestran que los datos postintervención van en línea con los expresados por Godard et al. (25). Estos autores utilizaron una muestra de escolares chilenos con edades entre 4 y 10 años encontrando, al igual que en nuestro estudio, que los niños son más activos que las niñas. Esta diferencia por sexos se sigue manteniendo en las universitarias chilenas, aunque en esta población el número de sujetos inactivos es mucho mayor (26). Respecto a otros trabajos internacionales, se debe indicar que se hallaron resultados similares en el estudio de Butte et al. (27), realizado con una muestra en los Estados Unidos. Por otro lado, también se encuentran resultados similares con el estudio de Pastor et al. (24), si bien la edad de esta muestra española era mayor al estudio que se está presentando. Asimismo, cabe destacar que se hallaron resultados similares con el estudio de Weintraub et al. (28) que aplicó un programa de AF durante 6 meses.

CONCLUSIONES

La investigación responde al objetivo general planteado al inicio de este estudio, que fue analizar la eficacia de un programa de actividad física y alimentación saludable, aplicado en escolares chilenos, el que logra mejorar todas las variables intervenidas.

Limitaciones del estudio: Los resultados de este estudio se deben interpretar considerando las limitaciones en su diseño, que fue el no contar con un grupo control, también faltó realizar una evaluación antropométrica del alumnado debido a las dificultades burocráticas y económicas. Estos aspectos deben ser considerados en posteriores investigaciones, con el objetivo de seguir avanzando en la evaluación de la adquisición de programas que fomenten hábitos saludables en escolares.

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AGRADECIMIENTOS

Esta investigación fue posible gracias al financiamiento de la Universidad del Bío-Bío a través de la Dirección de Investigación Proyecto 0749222/R, la colaboración de la Ilustre

Municipalidad de Chillán, con sus Departamentos de Educación y Salud Municipal y las becas Jóvenes Profesores e Investigadores 2013 del programa Santander Universidades, la Universidad de Jaén y el Grupo de investigación HUM653 de la Junta de Andalucía (España).

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95Eficacia de un programa de actividad física y alimentación saludable en escolares chilenos

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No. 1, enero - junio 2015, págs. 83 - 95

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* Ph.D. en Antropología Social y Cultural. Profesora Investigadora de la Universidad de Guadalajara. Guadalajara, México. Autor de correspondencia. Correo electrónico: [email protected] ** Ph.D. en Ciencias de la Salud Pública. Profesora de la Universidad de Guadalajara, Guadalajara, México. Correo electrónico: [email protected]*** Ph.D. en Ciencias de la Salud Pública. Profesora Investigadora de la Universidad de Guadalajara. Guadalajara, México. Correo electrónico: [email protected]

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 96 - 110 ISSN: 0121-7577 (Impreso) ISSN: 2462-8425 (En línea)

CONCEPCIONES CULTURALES DEL CONCEPTO BIENESTAR DE PERSONAS

CON ENFERMEDADES CRÓNICAS Y PROFESIONALES DE LA SALUD

Teresa Margarita Torres-López*Jazmín Aranzazú Munguía-Cortés**

Carolina Aranda-Beltrán***

Recibido en noviembre 7 de 2014, aceptado en marzo 23 de 2015Citar este artículo así: Torres-López TM, Munguía-Cortés JA, Aranda-Beltrán C. Concepciones culturales del concepto bienestar de personas con enfermedades crónicas y profesionales de la salud. Hacia promoc. salud. 2015; 20(1): 96-110. DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.7

ResumenObjetivo: Analizar las concepciones culturales del concepto de bienestar de personas con padecimientos crónicos y del personal de salud, con la finalidad de identificar coincidencias y discrepancias que pudieran ayudar o dificultar el proceso de promoción y de atención a la salud. Materiales y Métodos: Se realizó un estudio antropológico cultural con 40 personas con padecimientos crónicos y 51 profesionales de la salud de Guadalajara (México) seleccionados por muestreo propositivo. Se utilizaron las técnicas de listados libres y pile sort. Se aplicó análisis de consenso, conglomerados jerárquicos y escalas multidimensionales.Resultados: Se observó un mayor consenso en la conceptualización del término bienestar de las personas con padecimientos crónicos que entre el personal de salud. Las coincidencias, entre personas con enfermedades crónicas y profesionales de la salud, incluyen la visión holística y los componentes del concepto: tener trabajo, dinero, salud, tranquilidad y felicidad. Sin embargo, para las personas con enfermedades crónicas el bienestar se relaciona con el cuidado de su salud y la disciplina implicada en ello, así como la convivencia familiar y con amigos, además del apoyo de Dios. Mientras que para el personal de salud el constructo se relaciona con la comodidad, la confianza, la estabilidad, la seguridad, la armonía y el amor además de una actitud positiva. Conclusión: Existen más discrepancias que coincidencias en la conceptualización cultural del constructo bienestar en una muestra de personas con enfermedades crónicas y profesionales de la salud. Es importante que ambos actores conozcan el punto de vista del otro para generar programas más exitosos de promoción y atención de la salud, así como de prevención de enfermedades.

Palabras claveBienestar, enfermedad crónica, antropología cultural, personal de salud, promoción de la salud. (Fuente: DeCS, BIREME).

DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.7

97Concepciones culturales del concepto bienestar de personas con enfermedades crónicas y profesionales de la salud

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 96 - 110

CULTURAL CONCEPTIONS OF THE WELFARE CONCEPT BY PEOPLE WITH CHRONIC DISEASES AND HEALTH PROFESSIONALS

AbstractObjetive: To analyze the cultural conceptions of the welfare concept by people with chronic disease and the health professionals with the purpose of identifying coincidences and discrepancies that could help or block the health promotion process and health care. . Materials and Methods: An anthropological cultural study was carried out with 40 people suffering chronic disease and 51 health professionals from Guadalajara (Mexico) selected through purposeful sampling. Free-listing and pile sorts techniques were used. Consensual analysis, hierarchical clustering, and multidimensional scales were applied. Results: There was higher consensus in the conceptualization of the term welfare from people with chronic disease than from the health professionals. The coincidences between people with chronical disease and health care professionals included a comprehensive view and the components of the concept: having a job, money, health, calm and happiness. However, for people with chronic disease, welfare is related to their personal health care and the discipline it implies as well as family life and friends, plus the support of God. While for the health professionals the construct is associated with comfort, confidence, stability, security, harmony, love besides a positive attitude. Conclusion:There are more discrepancies tan coincidences in the cultural conceptualization of the welfare construct in a sample of peole with chronical disease and health professionals. It is important for both actors to know the other point of view in order to generate more successful health promotion and care programs as well as disease prevention.

Key wordsWelfare, chronic disease, cultural anthropology, health professionals, health promotion. (Source: MeSH, NLM).

CONCEPÇÕES CULTURAIS DO CONCEITO BEM-ESTAR DE PESSOAS COM DOENçAS CRÓNICAS E PROFISSIONAIS DA SAÚDE

ResumoObjetivo: Analisar as concepções culturais do conceito de bem estar de pessoas com doenças crônicas e do pessoal de saúde, com a finalidade de identificar coincidências e discrepâncias que puderam ajudar ou dificultar o processo de promoção e de atenção à saúde. Materiais e Métodos: Realizou se um estudo antropológico com 40 pessoas com padecimentos crônicos e 51 profissionais da saúde de Guadalajara (México) selecionados por amostragem propositiva. Utilizaram se as técnicas de listados livres e pile sort. Aplicou se análise de consenso, conglomerados hierárquicos e escadas multidimensionais. Resultados: Observou se um maior consenso na conceptualização do termino bem estar das pessoas com doenças crônicas que entre o pessoal de saúde. As coincidências, entre pessoas com doenças crônicas e profissionais da saúde, incluem a visão holística e os componentes do conceito: Ter trabalho, dinheiro, saúde, tranqüilidade e felicidade. Contudo, para as pessoas com doenças crônicas o bem estar se relaciona com o cuidado de sua saúde e a disciplina implicada em isto, assim como a convivência familiar e com os amigos, além do apoio de Deus. Enquanto que para o pessoal de saúde o constructo se relaciona com a comodidade, a confiança, estabilidade, a harmonia e o amor alem de uma atitude positiva. Conclusão: Existem mais discrepâncias que coincidências na conceptualização cultural do constructo bem estar em uma mostra de pessoas com doenças crônicas e profissionais da saúde. É importante que ambos atores conheçam o ponto de vista do outro para gerar programas com mais sucesso de promoção e atenção da saúde, assim como de prevenção de doenças.

Palavras chaveBem estar, doença crônica, antropologia cultural, pessoal de saúde, promoção da saúde. (Fonte: DeCS, BIREME).

98 Teresa Margarita Torres-López, Jazmín Aranzazú Munguía-Cortés, Carolina Aranda-Beltrán

INTRODUCCIÓN

Las enfermedades no contagiosas, tales como la enfermedad cardiovascular, el cáncer, la diabetes y la enfermedad crónica respiratoria, constituyen la principal causa de muerte en el continente americano. La Organización Panamericana para la Salud (OPS) estima que en dicha región hay 200 millones de personas que viven con una o más enfermedades crónicas (1). Lo que implica que un importante número de enfermos soliciten la atención médica a sus padecimientos. Es por ello que uno de los objetivos estratégicos, primarios, de dicho organismo internacional es proveer una respuesta efectiva por parte del sistema de salud de cada país que permita una prestación de servicios más efectiva. Esto a través del mejoramiento de la cobertura de salud, promoviendo acceso equitativo y servicios de calidad, particularmente, a las personas con enfermedades crónicas y enfatizando en la atención primaria a la salud y el fortalecimiento del autocuidado (2).

Para el logro de este objetivo, en el proceso de prestación de servicios se hace necesaria una buena comunicación entre el personal de salud y la persona diagnosticada con un padecimiento crónico.

Las diferencias en la conceptualización de diferentes términos, por parte de estos, pudieran generar problemas de comprensión, impactando así la prevención, promoción y educación para la salud de las personas con enfermedades crónicas.Uno de los conceptos más importantes, en el caso de la promoción para la salud, es el concepto de bienestar; que es entendido como la calidad de vida de las personas. Es un concepto que, generalmente, alude a un estado dinámico que mejora cuando las personas pueden lograr sus metas personales y sociales. Comprende la relación de medidas objetivas (como ingreso económico, educación y estado de salud), e indicadores subjetivos como felicidad, percepción de satisfacción y calidad de vida (3). Dodge et al., lo definen como un estado

de equilibrio o balance que puede ser afectado por los eventos de la vida. Esto incluye la idea de un conjunto de elementos necesarios para el logro del bienestar, la importancia del equilibrio entre los desafíos (físicos psicológicos y sociales) y los recursos (físicos, psicológicos y sociales), y con los que se cuenta. En suma, el bienestar es un punto de balance entre un conjunto de recursos individuales y los desafíos enfrentados (4).

Otros autores (5) consideran que el bienestar se conforma de cuatro dominios: el bienestar individual (incluye aspectos objetivos como los ingresos económicos y subjetivos como las experiencias psicológicas, morales y espirituales), familiar (acceso a recursos económicos, ecología y ambiente, seguridad física y cohesión social), comunitario (vivienda, relaciones interpersonales e intergeneracionales con la familia y con otras personas) y social (identidad, seguridad económica y física, integridad política y geográfica, orgullo y autodeterminación, equidad y justicia social). En este marco, se concibe el bienestar como una construcción dinámica de sus actores, a través de la relación entre sus circunstancias, espacio, actividades y recursos psicológicos, incluyendo las relaciones interpersonales con su familia y otras personas significativas.

Los estudios empíricos en torno al concepto de bienestar de la población en general, han sido abordados con el uso de escalas diseñadas para su medición, las cuales parten de diversas modalidades de la elaborada por Denier. Ésta mide las dimensiones de satisfacción global de vida, la satisfacción de diversos dominios como es el trabajo, el afecto positivo y el afecto negativo (6). Otros estudios con diferentes escalas de medición han sido reportados (7, 8), aunque cada vez es más frecuente la inclusión de estudios con enfoque metodológico cualitativo (9).

Considerando esta metodología un estudio enfocado hacia la población adulta de La Laguna (Tenerife) (10), encontró que en su visión del

99Concepciones culturales del concepto bienestar de personas con enfermedades crónicas y profesionales de la salud

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 96 - 110

bienestar lo relevante es la percepción que tiene el individuo de apoyo y no el número de fuentes que le dispensan ese apoyo. Las personas felices parecen caracterizarse por relaciones sociales satisfactorias y pasar poco tiempo solas. Por su parte, en un estudio realizado en Chile (11), donde se exploró el bienestar subjetivo y la actividad social con sentido histórico en adultos mayores, se encontró que la asistencia y persistencia en la actividad grupal refleja un valor de vida comunitaria sobre el objetivo terapéutico mismo y posiciona el elemento promocional de la salud. Así, el bienestar no proviene por sí solo de la actividad social, sino del sentido y significado que subjetivamente le asignan las personas. Esta actividad se retroalimenta de la subjetividad de los otros, donde también resalta su relación con la religión, vinculada a la preocupación por los otros.

En el caso de un grupo de trabajadores sociales de Canadá (12) estos destacaron, en relación a su propio bienestar subjetivo, la importancia de sus conductas personales (tales como conectarse con su espiritualidad, planear sus rutinas de trabajo, participar en actividades y acciones de autoayuda), sus relaciones interpersonales (principalmente con familia y amigos) y algunas condiciones extra-laborales (pertenecer a grupos, realizar actividades culturales y religiosas, otras actividades que fomentan la identidad). Mientras que en relación a los aspectos laborales indicaron que sus fuentes de bienestar son el ambiente laboral (aspectos físicos y culturales), las características del trabajo (tipo y carga de actividades), además de las relaciones interpersonales que implica (relación con los usuarios de sus servicios, con colegas de trabajo y con sus supervisores) (13).

El conocer las diferentes formas de conceptualizar el bienestar de los actores en la relación de las personas con enfermedades crónicas y del personal de salud que le ofrece servicios, permitiría identificar coincidencias y diferencias que pudieran favorecer u obstaculizar el proceso de atención y, por ende, la prevención y promoción de la salud.

Un enfoque teórico y metodológico que permite el acercamiento a las conceptualizaciones culturales de la población es la Teoría del Consenso Cultural, que estudia cómo las personas de diferentes culturas adquieren información sobre el mundo, cómo la procesan, toman decisiones y actúan en formas consideradas apropiadas para otros miembros de su cultura (transmisión cultural). Su objeto de estudio lo constituyen los dominios culturales; que son categorías significativas de conocimiento para una cultura en particular. Dichos dominios son creados por la población a partir de reglas cognitivas que permiten organizar las ideas, cosas y formas que tienen en mente, además de crear modelos para percibir, relacionar e interpretar la información (14).

Su base teórica se ubica en el estudio del consenso cultural, al cual se accede con el apoyo de técnicas estructuradas de obtención de información (listados libres, card sorting, formación de tríadas o pares, entre otras). Estas técnicas permiten generar información cuantificable con el fin de comprobar los supuestos de la teoría del consenso. Esta se basa en la idea de que la información culturalmente correcta, puede ser establecida desde el conocimiento compartido de los individuos (15). El estudio del consenso se basa en tres supuestos: a) verdad común: la existencia de una respuesta clave fija aplicable a todos los informantes, es decir, que existe una respuesta correcta para cada aspecto. Esto simplemente significa que se asume que todos los informantes provienen de una cultura común y si la realidad común es la misma para todos los informantes en la muestra, constituye una verdad común; b) independencia local: supone que las respuestas de cada informante son dadas independientemente de las respuestas de cada uno de los otros informantes (una respuesta no es influenciada por el conocimiento o presencia de otra); c) la homogeneidad en los reactivos (ítems): cada informante tiene una competencia cultural fija sobre todas las preguntas (son todas del mismo nivel de dificultad) (16).

100 Teresa Margarita Torres-López, Jazmín Aranzazú Munguía-Cortés, Carolina Aranda-Beltrán

Considerando este enfoque teórico metodológico el objetivo de este estudio fue analizar las concepciones culturales del concepto de bienestar de personas con padecimientos crónicos y del personal de salud, con la finalidad de identificar coincidencias y discrepancias que pudieran ayudar o dificultar el proceso de prevención y atención médica.

MATERIALES Y MÉTODOS

Estudio de antropología cognitiva. La codificación de la información en este enfoque implica un tratamiento estadístico a fin de obtener el análisis de consenso, un análisis cuantitativo de datos cualitativos, ya que implica convertir palabras o imágenes en números y un análisis del contenido las respuestas para establecer las categorías.

Participantes

El estudio se realizó en un Centro de Salud ubicado en una zona popular de Guadalajara (México). Se integró una muestra de tipo propositivo (17), los criterios para su selección fueron: mayores de edad, habitantes de la ciudad de Guadalajara, inclusión de ambos sexos. Éstos fueron abordados en la vía pública ya que se pretendía obtener la visión de la población abierta. El tamaño de la muestra se basó en el supuesto del modelo de consenso cultural para el estudio de patrones culturales. El mismo plantea que en estudios de descripción cultural, el tamaño de muestra no debe ser grande, debido a que la correlación promedio entre informantes tiende a ser alta (0,5 o más). Los dos factores que determinan el número de informantes son la competencia cultural esperada (concordancia entre las respuestas individuales y el patrón estimado de respuestas correctas del grupo) y el nivel de confianza aceptable para determinar la respuesta a la pregunta. Se sugiere un tamaño mínimo de 17 informantes para clasificar el 95% de las preguntas correctamente, bajo un promedio de competencia cultural esperada de 0,5 y un nivel de confianza de 0,95 (18).

Participaron un total de 40 personas con enfermedades crónicas. En la primer fase (la aplicación de listados libres) se entrevistó a 20 informantes (19 mujeres y 1 hombre), sus edades fluctuaban entre 31 a 80 años (promedio 56,5 años), con hipertensión arterial, con un periodo de evolución de 1 a 20 años (promedio de 5,7 años). En la segunda fase (la técnica de pile sort), se entrevistó a 20 personas (15 mujeres y 5 hombres), sus edades fluctuaban entre 37 a 74 años (promedio de 61 años), con padecimientos crónicos predominando la diabetes mellitus y la hipertensión arterial, con un periodos de evolución de 1 a 25 años (en promedio 11,15 años).

Participaron también, 51 profesionales de la salud. En la primer fase se entrevistó a 31 informantes (19 mujeres y 12 hombres, con promedio de edad de 44,9) y en la segunda etapa 20 (10 mujeres y 10 hombres, con un promedio de edad de 47,6 años). Las profesiones representadas incluyen: 3 promotores de salud, 1 odontóloga, 10 enfermeras y 37 médicos (2 con especialidad médica y 5 con posgrado). Casi una tercera parte de dicho personal de salud, reportó padecer algunas enfermedades: cuatro diabetes mellitus, cuatro con hipertensión arterial, dos obesidad, uno asma bronquial, uno osteoporosis, uno hipertiroidismo y uno más arterioesclerosis.

A cada participante se le comunicó que las descripciones o referencias que se hicieran en el reporte de investigación, nunca evidenciarían datos personales que pusieran en riesgo su anonimato e integridad. Salvo su edad, escolaridad, género, no se mencionaría otra información mediante la cual pudieran ser localizados o identificados, ya que no es de interés ni relevancia para esta investigación evidenciar a ninguna persona ni divulgar su identidad y localización. No hubo consentimiento escrito ya que éste puede ser expreso y se debe considerar el contexto de desarrollo de grupos culturales diversos al del investigador, sus tradiciones en cuanto a comunicación y decisión, y se deben respetar estos procedimientos (19) (las

101Concepciones culturales del concepto bienestar de personas con enfermedades crónicas y profesionales de la salud

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 96 - 110

personas del sector popular no acceder a estampar firmas con facilidad, por experiencias propias o ajenas, de fraudes y despojos). Además, el proyecto de investigación que fundamentó el presente estudio fue evaluado y en su momento aprobado por el Comité de Ética e Investigación del Instituto Regional de Investigación en Salud Pública del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Guadalajara (registro IISO/CI/27/09).

Técnicas de obtención de la información

La técnica de listados libres consiste en pedir a los informantes un listado escrito de términos o frases relacionados con una esfera conceptual particular, en este caso la palabra: Bienestar. Luego de obtenidas las listas de palabras, se tabularon los términos por frecuencia de mención, lo que permitió escoger 20 términos a fin de generar el instrumento llamado pile sorting.

La técnica de pile sorting implica elaborar tarjetas para cada término y pedir a los informantes de ambos sexos que formen grupos de tarjetas que contengan los términos más parecidos, sin importar el número de grupos generados. Después se les pide que etiqueten a cada montón con una palabra que identifique el conjunto de las tarjetas seleccionadas.

Análisis de la información

Listados libres, como ya se indicó un primer análisis fue la suma de frecuencias de los términos

generados. Un segundo procesamiento implicó la categorización de las definiciones dadas para cada palabra, lo cual se hizo con análisis comparativo (20).

Para los resultados de la aplicación del pile sort, se aplicó análisis de consenso mediante factorización de componentes principales, análisis dimensionales mediante conglomerados jerárquicos y escalas multidimensionales. Con esta última técnica se calculó el valor de stress como medida de bondad de ajuste de la representación de los conglomerados. Esta medida se define como la suma de correspondencias entre pares de objetos dentro de la representación espacial. Se sugiere para una representación de 20 términos un valor de corte de stress menor a 0,28 (18). Los distintos análisis se procesaron con el programa computarizado Anthropac v. 4.98.

RESULTADOS

Contenidos de las concepciones culturales de bienestar

Las categorías de palabras obtenidas en los listados libres por los informantes se ubican en la Tabla 1. Estas fueron ubicadas en forma ordinal de acuerdo a la frecuencia de las mismas. Se pude apreciar que no hay una correspondencia entre ambos grupos de participantes.

102 Teresa Margarita Torres-López, Jazmín Aranzazú Munguía-Cortés, Carolina Aranda-Beltrán

Tabla 1. Categorías de palabras obtenidas en los listados libres, Guadalajara (México), 2012

Personal de salud Personas con enfermedadescrónicas

1º Salud 1º Ejercicio2º Alegría, felicidad 2º Salud3º Tranquilidad 3º Alimentación4º Comodidad 3º Dormir bien5º Actitud positiva 4º Sin problemas familiares5º Equilibrio 5º Cuidarse5º Estar bien 6º Trabajo6º Armonía 6º Fe, vida espiritual6º Sin dolor, penas o estrés 6º Dinero7º Dinero 7º No tener dolor7º Satisfacción 7º Aceptar lo que pasa7º Seguridad 7º No estresarse8º Amigos, familia 8º Convivir amigos8º Descanso 8º Estar contento9º Amor 8º Tomar medicamentos9º Placer 9º Tener energía9º Trabajo 10º Tomar agua

10º Alimentación 10º No tener vicios10º Vida espiritual 10º Oír música

Fuente: elaboración propia producto del análisis de contenido.

El análisis comparativo de dichas categorías se muestra en la Tabla 2.

Dimensiones culturales del concepto de bienestar

Las dimensiones descritas por los árboles de conglomerados tuvieron valores de bondad de ajuste adecuados (stress 0,135 los profesionales de la salud y 0,213 las personas con enfermedades crónicas) en el análisis de escala multidimensional no métrica.

La agrupación que realizó el personal de salud sobre las palabras enlistadas se muestra en la Figura 1. Allí puede observarse que existen dos grandes dimensiones en el concepto de bienestar: área personal y área social. En la primera se incluyeron vida e interacción humana. En la primera ubicaron amor (incluyó actitud positiva,

amor y alegría. Los participantes comentaron al respecto: “al estar alegre, yo proyecto creando un entorno agradable”) y felicidad (comprendió agradable y felicidad). En la segunda incluyeron armonía y confianza (“al complementar la salud, alegría y paz mi persona se encuentra bien”).

En el área personal se incluyeron las dimensiones de trabajo y salud. En la primera satisfactores (con los términos comodidad, satisfacción: “reflejan satisfactores para trabajar o convivir en mejores condiciones”) y requerimientos (incluyó dinero, trabajo, seguridad y estabilidad: “Con dinero puedo acceder a artículos que me pueden dar bienestar”, “representa estar protegido en mis necesidades de salud y seguridad”), y en la segunda salud mental (salud, sin estrés, tranquilidad: “si tenemos salud, tenemos estabilidad emocional y hay equilibrio”).

103Concepciones culturales del concepto bienestar de personas con enfermedades crónicas y profesionales de la salud

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 96 - 110

Tabla 2. Análisis comparativo del concepto de bienestar, Guadalajara (México), 2012

Personal de salud Personas con enfermedades crónicasCategoría (%) Conceptualización Categoría (%) Conceptualización

Salud(17)

Física y mental, equilibrio biopsicosocial, genera calidad

de vida

Ejercicio

(13,2)

Genera salud, tranquilidad, relaja, libera la mente y controla la enfermedad

Alegría yfelicidad

(15)

Estado emocional agradable, para sí mismo y con los

demás, se debe compartir

Salud(9,9)

Produce felicidad, no se tienen dolencias ni se

siente decaído, se debe cuidar

Tranquilidad

(8)

Para tener paz, satisfacción, bienestar emocional y

concentración

Alimentación(8,8)

Da energía, permite salir adelante, evita

enfermedades

Comodidad(5,2)

Trabajar, convivir y descansar en las mejores

condiciones

Dormir bien(8,8)

Reposa y descansa el cuerpo, se siente más fresco y sin nervios

Actitud positiva(4,6)

Perfecto estado psicológico, emocional y social, ser

autosuficiente

Sin problemas familiares(7,7)

La familia es el mejor apoyo, da tranquilidad,

debe estar unida

Equilibrio(4,6)

Estabilidad en todos los aspectos

Cuidarse(7,7)

Evitar excesos, acudir al médico, controlar la

presión

Estar bien(4,6)

Sentirse bien y tener bienestar completo

Trabajo(5,5) Activa, da vigor, distrae y

evita malos pensamientos

Armonía(4)

Con nosotros mismos y con nuestro entorno

Fe, vida espiritual(5,5)

Dios ayuda a estar mejor, libera culpas, no se siente

desesperación

Ausencia de(4) Dolor, estrés, penas, hambre

Dinero

(5,5)

Con dinero no se sienten presiones, da tranquilidad

Dinero(3,3)

Genera seguridad individual y familiar

No tener dolor(4,4)

Se puede hacer cualquier cosa, no te aflige

Satisfacción(3,3) De necesidades, de lo que me

gusta, de servir a los demás

Aceptar loque pasa

(4,4)

Aceptar la enfermedad y todo lo demás para no

alterarse

Seguridad(3,3)

Base de la confianza, la comodidad y la protección

No estresarse(4,4)

Ni enojarse porque puede ocasionar problemas

gravesOtras categorías

(23,1)Otras categorías

(14,2)

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de contenido.

104 Teresa Margarita Torres-López, Jazmín Aranzazú Munguía-Cortés, Carolina Aranda-Beltrán

Fuente: elaboración propia a partir de los resultados del estudio.

Figura 1. Dimensiones culturales del concepto de bienestar del personal de salud, Guadalajara (México), 2012.

En la Figura 2 se muestran las agrupaciones que hicieron las personas con enfermedades crónicas. La primera fue ser responsable, incluyó tener dinero (los participantes comentaron al respecto: “no se siente presionado, no hay preocupaciones”, “los que le rodean pueden estar bien”) y trabajar (“se distrae y le permite estar activo”, “lo activa”, “le da vigor”).

La segunda dimensión felicidad comprendió tranquilidad, tener fe, tener salud. El término tranquilidad se compone de no estresarse (“no estresarse para que los problemas no te afecten mucho”), estar tranquilo (“si estás tranquilo, no se te sube la presión”) y no enojarse (ya que enojarse “puede ocasionarse problemas más graves”). Otra dimensión de la felicidad fue tener fe, incluyó tener salud y apoyarse en Dios. Y por último, tener salud incluyó convivir con los amigos (ya que ello “mejora su autoestima”, “le da alegría”), no tener

problemas familiares (“con la familia unida uno se siente mejor”, “da tranquilidad y apoyo”) y aceptar lo que pasa (“no alterarse demasiado con lo que pasa”).

La tercera dimensión disciplina incluyó desarrollo y mantenimiento, prolongar la vida y vivir a gusto. En la primera se consideró hacer ejercicio (“le permite al cuerpo estar bien, se relaja y le da buen humor”), tener buena alimentación (“la buena alimentación da salud”) y cuidarse (“ir al médico, si no se cuida uno es malo”). En prolongar la vida se incluyó tomar el medicamento y controlar la presión arterial y los niveles de azúcar.

Finalmente la dimensión vivir a gusto incluyó dormir bien (“dormir bien para estar bien y de buenas”), no tener dolor (“se pueden hacer las cosas con facilidad”) y tener energía.

105Concepciones culturales del concepto bienestar de personas con enfermedades crónicas y profesionales de la salud

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 96 - 110

Fuente: elaboración propia a partir de los resultados del estudio.

Figura 2. Dimensiones culturales del concepto de bienestar de personas con enfermedades crónicas, Guadalajara (México), 2012.

Tabla 3. Nivel de consenso cultural del concepto de bienestar de personas con enfermedades crónicas y del personal de salud, Guadalajara (México), 2012

Personasparticipantes

Razón del

Factor 1 (F1)

Varianza acumulada

%

Razón del

Factor 2 (F2)

Varianza acumulada %

Razón1 F1:F2

Competencia cultural

Media2 DE3

Concordancia grupal4

Personas con enfermedades

crónicas(n = 20)

8,221 90,1 0,502 95,6 16,36 0,62 0,15 0,38

Personal de salud(n = 20) 5,12 74,5 1,08 90,3 4,74 0,472 0,216 0,222

1 Cociente de F1 en relación con F2. La regla es: F1 sea por lo menos tres veces mayor que F2 para hacer válido el consenso (21). 2 Media aritmética grupal del grado de acuerdo individual con las respuestas promedio. Es la concordancia entre las respuestas individuales y el patrón estimado de respuestas correctas el grupo (21). 3 Desviación estándar. 4 Acuerdo grupal en las respuestas obtenidas por los informantes. Se obtiene con el promedio de la competencia cultural elevado al cuadrado (21).

Fuente: elaboración propia a partir de los resultados del estudio.

106 Teresa Margarita Torres-López, Jazmín Aranzazú Munguía-Cortés, Carolina Aranda-Beltrán

Consenso cultural del concepto de bienestar

En la Tabla 3 se presenta el nivel de consenso cultural del concepto estudiado, la organización conceptual de las distintas dimensiones del concepto de bienestar donde se mostró consenso. El consenso fue mayor en el caso de las personas con enfermedades crónicas que en el personal de salud (8,22 y 5,12, respectivamente). La regla es que el factor 1 (verdad común) debe calificar más de tres veces la varianza del segundo factor (independencia local), lo cual sucedió en los dos casos (16,37 y 4,74 veces mayor). El porcentaje acumulado de la varianza para el factor ratio 1 fue mayor a 70% (95,6 y 90,3) lo cual valida también el consenso (ver Tabla 3).

DISCUSIÓN

Se logró el objetivo de analizar las concepciones culturales del concepto de bienestar de una muestra de personas con padecimientos crónicos y personal de salud, a fin de identificar coincidencias y discrepancias que pudieran ayudar o dificultar el proceso de prevención, promoción y atención a la salud.

Se observó un mayor consenso en la conceptualización del término bienestar en las personas con enfermedades crónicas que entre los profesionales de la salud. Ello pudiera tener por un lado, relación con el hecho de que fueron entrevistados profesionales de diferentes disciplinas tal como lo reportó el estudio de trabajadores de salud alemanes. En ese estudio hubo diferencias en la conceptualización del constructo entre médicos y enfermeras (12). Es decir, que entre los profesionales de la salud podría haber diferenciales culturales propias de la formación académica recibida, y al no pertenecer todos los participantes a la misma (como ya se indicó se incluyeron médicos, enfermeras y otras profesiones) el consenso alcanzado no fue alto.

Una explicación más, puede estar relacionada con el nivel de competencia cultural, pues las personas con enfermedades crónicas que participaron en el estudio, parece ser un grupo con competencia cultural (14) en el tema del bienestar (mayor que la de los profesionales de la salud según se indicó en la Tabla 3), ya sea por su inserción cultural o bien por el hecho de asistir al mismo centro de salud a solicitar atención. Además, de que participan activamente en los grupos de apoyo para las personas con enfermedades crónicas (que en dicho lugar existen), donde reciben y socializan información sobre el autocuidado, promoción de su salud y control de sus padecimientos.

Así, se parte de la idea de que las personas son culturalmente competentes en un área específica de un objeto social en la que son expertas no solo por su conocimiento científico, sino también, y sobre todo, por los saberes culturalmente compartidos (21).

No obstante, la coincidencia entre ambos grupos de participantes se muestra en la visión holística del bienestar, ya que abarca tópicos que incluyen aspectos físicos, emocionales y de tipo social. Esto ya ha sido encontrado en el caso de visiones de los legos en torno a diversos problemas de salud (22, 23). Y también con el personal de salud, como es el estudio realizado con un grupo de trabajadoras sociales canadienses (13). Además, se encontraron coincidencias en los componentes del concepto relativas a la vida laboral y sus beneficios económicos que incluyen tener trabajo y dinero; así como en el ámbito de la salud física y mental, con los temas de salud, tranquilidad y felicidad.

Aunque hubo consenso en algunos factores, se encontró un mayor número de diferencias en la conceptualización del constructo entre los dos grupos de participantes. Para las personas con enfermedades crónicas, el bienestar se relaciona con el cuidado de su salud y la disciplina implicada en ello; así como la convivencia familiar y con amigos, además del apoyo de Dios. Esto, también,

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fue reportado por los estudios antes citados (10) donde se destacó la importancia del apoyo familiar y las relaciones sociales, así como de la vida religiosa (11) en el sentido subjetivo del bienestar. En un estudio realizado en Brasil con una muestra pentecostal practicante se mostró la importancia de los valores religiosos en el bienestar psicológico, con sus implicaciones en la vida familiar en particular y la cotidianeidad en general (24).

Por su parte, los profesionales de la salud destacaron la comodidad, la confianza, la estabilidad, la seguridad, la armonía y el amor además de una actitud positiva. Esta visión se aproxima más a la definición que propusieron los trabajadores de salud alemanes (12), y se aleja más de las visiones de las personas a las que les brindan atención. Este tipo de diferencias entre las conceptualizaciones del personal de salud y sus pacientes fue reportada, previamente, en estudios realizados con modelos explicativos de la diabetes en grupos poblacionales guatemaltecos, mexicanos, México-americanos y de Puerto Rico (25). En estos se resaltó la forma en que dichas discrepancias pueden afectar el manejo de la enfermedad. También se indicó que estas discrepancias están relacionadas con los niveles de educación formal y las diferencias de clase. Estas últimas, particularmente, tienen un rol muy importante en la brecha de comprensión entre ambos actores. En este estudio, los resultados reflejan que los profesionales no son ajenos a la cultura donde se desarrolla su vida laboral, y también podrían dar cuenta de una vida con condiciones materiales y dimensiones culturales diferenciales a las que tienen los usuarios de sus servicios.

Esta visión disímil, además, puede generar problemas en el proceso de comunicación, aspecto básico para lograr una atención de calidad, tal como lo ha resaltado Bustamante (26) quien señala cómo la comunicación interna en escenarios de salud, entra a relacionarse con áreas más desarrolladas de la comunicación en salud, como la relación médico-paciente, el periodismo sanitario o la comunicación

de la crisis. Todas con el fin de apoyar desde la comunicación el mejoramiento de la salud de los individuos y las comunidades. Por consiguiente, los problemas de discrepancia entre los conceptos por parte de estos actores sociales, que conviven en escenarios relativamente pequeños como lo es un centro de salud, bien podría estarse reflejando en los procesos de comunicación macros, como son las campañas de prevención y las alertas sanitarias (23).

CONCLUSIONES

En esta investigación se observó un mayor consenso en la conceptualización del término bienestar en el grupo de personas diagnosticadas con enfermedades crónicas que entre el personal de salud. Las coincidencias fueron en la visión holística del concepto y en los componentes del concepto: tener trabajo, dinero, salud, tranquilidad y felicidad. Sin embargo, se presentaron en mayor número las diferencias; para las personas con enfermedades crónicas el bienestar se relaciona con el cuidado de su salud y la disciplina implicada en ello, así como la convivencia familiar y con amigos, además del apoyo de Dios. Mientras que los profesionales de la salud destacaron la comodidad, la confianza, la estabilidad, la seguridad, la armonía y el amor además de una actitud positiva.

A la luz de estos resultados, se hace imperativo que los actores implicados en el proceso de atención a la salud conozcan el punto de vista de los otros (ya sea usuario o proveedor de los servicios). Ello podría facilitar una mejor comunicación, además de fundamentar programas de educación para la salud y de prevención de enfermedades más exitosos.Otra de las aportaciones del estudio es la metodología empleada, ya que presenta la ventaja de utilizar técnicas de aplicación y análisis de resultados en forma más rápida que las utilizadas en los estudios cualitativos tradicionales. Por lo

108 Teresa Margarita Torres-López, Jazmín Aranzazú Munguía-Cortés, Carolina Aranda-Beltrán

cual, la transferibilidad metodológica, citada por Lincoln y Guba (27), podría resultar de interés en otros campos disciplinares.

Finalmente, este trabajo muestra las limitaciones propias de los estudios desde este enfoque, donde se enfatiza en los elementos cognitivos mientras

que los procesos participativos y prácticas no son considerados. Para futuros estudios se siguiere incluir otros tipos de población, estratificando por inserción laboral y diferentes condiciones sociales, a fin de considerar grupos de comparación por diferentes niveles de competencia cultural derivados de experiencias previas.

109Concepciones culturales del concepto bienestar de personas con enfermedades crónicas y profesionales de la salud

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* Ph.D. en Psicología. Consultora Grado de Criminología, Universitat Oberta de Catalunya. Barcelona, España. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected]** Ph.D. en Ciencias de la Salud en el Trabajo. Institut Universitari de Ciència i Tecnologia, Universitat de Vic. Mollet del Vallès. Barcelona, España. Correo electrónico: [email protected]*** Ph.D. en Ciencias de la Salud en el Trabajo. Coordinadora Maestría Salud Ocupacional, Universidad del Norte. Barranquilla, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

INFLUENCIA DE FACTORES NEGATIVOS DEL CONTEXTO DE TRABAJO EN

DESGASTE PSÍQUICO DE TRABAJADORES EN COLOMBIA

M. Ángeles Carrión-García*Francisco López-Barón**

Ana María Gutiérrez Strauss***

Recibido en noviembre 23 de 2014,aceptado en marzo 19 de 2015Citar este artículo así: Carrión-García MÁ, López-Barón F, Gutiérrez AM. Influencia de factores negativos del contexto de trabajo en desgaste psíquico de trabajadores en Colombia. Hacia promoc. salud. 2015; 20(1): 111-125. DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.8

ResumenObjetivo: Identificar la influencia que la percepción sobre los factores de contexto de trabajo tiene sobre desgaste psíquico en trabajadores de Centro Oriente y Suroccidente en Colombia en 2013. Materiales y Métodos: Diseño no experimental, transversal, cuantitativo. Muestra no probabilística, seleccionada por conveniencia, 193 trabajadores de población laboral de diversos sectores empresariales. Instrumento: batería para estudio de condiciones de trabajo de carácter psicosocial “CTCPS-MAC” validada para población iberoamericana, evalúa cuatro dimensiones: contexto de trabajo, contenido de trabajo, factores individuales y desgaste psíquico e incluye 14 factores psicosociales. El tipo de investigación es descriptivo, comparativo y correlacional de tipo multivariante. El análisis de datos y los resultados de los instrumentos se hicieron en el programa IBM SPSS Statistics 21. Resultados: cultura organizacional [p = 0,000 Exp (B) = 9,300] y formación técnica o superior [p = 0,001 Exp (B) = 5,600] infieren mayor riesgo para provocar desgaste psíquico cognitivo-emocional. A nivel conductual el rol [p = 0,000 Exp (B) = 30,714] y las relaciones interpersonales en el trabajo [p = 0,001 Exp (B) = 16,381]. El trabajador con formación técnica o superior y percepción nociva de cultura de empresa tiene una probabilidad del 70,70% de desgaste psíquico cognitivo-emocional. Una mala percepción de rol y de las relaciones interpersonales una probabilidad del 35,10% de desgaste psíquico conductual. Conclusiones: El estudio permite profundizar en el conocimiento de factores psicosociales de contexto de trabajo y muestran la importancia que, una buena cultura de organización y gestión, adecuado papel o rol en la organización y buenas relaciones interpersonales en el trabajo, tienen en la consecución de una organización saludable, promotora de salud y bienestar en todos sus integrantes.

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 111 - 125 ISSN: 0121-7577 (Impreso) ISSN: 2462-8425 (En línea)

DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.8

112 M. Ángeles Carrión-García, Francisco López-Barón, Ana María Gutiérrez Strauss

Palabras claveCondiciones de trabajo, estrés psicológico, evaluación, salud laboral, ambiente de trabajo. (Fuente: DeCs, BIREME).

INFLUENCE OF NEGATIVE FACTORS IN THE CONTEXT OF WORK IN PSYCHOLOGICAL EXHAUSTION OF WORKERS IN COLOMBIA

AbstractObjective:.To identify the influence that the perception on the factors of work context have on the psychological exhaustion of workers in Central East and South-Western Colombia in 2013. Materials and Methods: Non-experimental, cross-sectional and quantitative design. Non-probabilistic sample, selected for convenience, 193 workers from the working population of various business sectors. Instruments: battery for the study of working conditions of psychosocial character “CTCPS-MAC” validated for Iberoamerican population. It evaluates four dimensions: work context, work content, individual factors and psychological exhaustion, and includes 14 psychosocial factors. The research is descriptive, comparative and co-relational of multivariate type. Data analysis and results of the instruments were analyzed through IBM SPSS Statistics 21. Results: The organizational culture [p = 0.000 Exp (B) = 9.300] and technical training or higher education [p = 0.001 Exp (B) = 5.600] cause higher risk to end up in psychological cognitive-emotional exhaustion. At the behavioral level, the role [p = 0.000 Exp (B) = 30.714] and the interpersonal relationships at work [p = 0.001 Exp (B) = 16.381] are the exhaustion cause. The workers with technical training or higher education and a harmful perception of the company culture has a 70.70% chance of psychological cognitive-emotional exhaustion. A bad perception of the role and of interpersonal relationships represent a 35.10% possibility of psychological behavioral exhaustion. Conclusions: This study allows deeper understanding of psychosocial factors of work context and shows the importance that a good organizational culture and management, an appropriate role in the organization and good interpersonal relationships at work, have in achieving a healthy organization that promotes health and wellness in all its members.

Key wordsWorking conditions, psychological stress, evaluation, occupational health, working environment. (Source: DeCs, BIREME).

INFLUÉNCIA DE FATORES NEGATIVOS DO CONTEXTO DE TRABALHO EM DESGASTE PSÍQUICO DE TRABALHADORES EM COLÔMBIA

ResumoObjetivo: Identificar a influencia que a percepção sobre os fatores de contexto de trabalho tem sobre desgaste psíquico em trabalhadores de Centro Oriente e Sul ocidente em Colômbia em 2013. Materiais e Métodos: Desenho no experimental, transversal, qualitativo. Mostra no probabilístico, selecionada por conveniência, 193 trabalhadores de povoação laboral de diversos setores empresariais. Instrumento: bateria para estudo de condições de trabalho de caráter psicossocial “CTCPS-MAC” validada para povoação ibero-americana, avalia quatro dimensões: contexto de trabalho, conteúdo de trabalho, fatores individuais e desgastes psíquico e inclui 14 fatores psicossociais. O tipo de pesquisa é descritiva, comparativa e correlacional de tipo multivariante. O analise de dados e os resultados dos

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INTRODUCCIÓN

La investigación, desarrollo e innovación de la prevención de riesgos aplicados a las empresas y organizaciones vienen acentuando en las últimas décadas el peso cada vez mayor de la psicología social, de la psicología clínica y de la ergonomía. El que puedan intervenirse en el entorno organizacional, y en este sentido, sobre los factores psicosociales dependerá de las exigencias normativas, de la cultura empresarial y política, de la presión social y del nivel de calidad de vida del país donde se encuentre (1).

Se entiende por factores psicosociales a las interacciones entre la concepción, organización y modelo de gestión, contenido del trabajo, diseño y realización de las tareas, así como todas las condiciones ambientales y sociales y las capacidades, necesidades, expectativas, costumbres, cultura y circunstancias personales de los trabajadores. Estas interacciones pueden potenciar o afectar tanto al bienestar, calidad de vida o a la salud del trabajador como al desarrollo del trabajo (2). Como indica Moreno (3) la prevención psicosocial comienza en el análisis de los factores de riesgo psicosocial.

Los factores psicosociales aplicados al ámbito laboral y, en su caso, los riesgos psicosociales son de muy diversa índole; existe un cierto consenso sobre dichos riesgos del trabajo que se experimentan como estresantesy/o conllevan un potencial daño físico, psicológico y social y, en consecuencia, de desgaste psíquico definido por la sintomatología relacionada de carácter físico, cognitivo, emocional y conductual (4) dentro de la conceptualización de los riesgos psicosociales entre categorías relacionadas con el contexto y con el contenido del trabajo (5).

La influencia del contexto del trabajo en la salud ha venido investigándose en diferentes profesiones como enfermería (6-8; trabajadores sociales (9), agentes de policía (10-12), y sectores empresariales diversos como: servicios, enseñanza, sanidad/farmacia, industria (13), industria petrolífera en alta mar (14), construcción (15) pero no abundan estudios de contexto de trabajo desde una perspectiva de abordaje organizacional y positivo (16). Las investigaciones suelen diferir los elementos estudiados dependiendo de la conceptualización del “contexto de trabajo” y de las metodologías e instrumentos utilizados, siendo necesario conocer y analizar dicho contexto de

instrumentos se fizeram no programa IBM SPSS Statistics 21. Resultados: cultura organizacional [p = 0,000 Exp (B) = 9,300] e formação técnica ou superior [p = 0,001 Exp (B) = 5,600] inferem maior risco para provocar desgaste psíquico cognitivo-emocional. A nível conductual o rol [p = 0,000 Exp (B) = 30,714] e as relaciones interpessoais no trabalho [p = 0,001 Exp (B) = 16,381]. O trabalhador com formação técnica ou superior e percepção nociva de cultura tem uma probabilidade do 70,70% de desgaste psíquico cognitivo-emocional. Uma má percepção de rol e das relações interpessoais uma probabilidade do 35,10% de desgaste psíquico conductual. Conclusões: O estudo permite aprofundar no conhecimento de fatores psicossociais de contexto de trabalho e mostram a importância que, uma boa cultura de organização e gestão, adequada papel o rol na organização e boas relaciones interpessoais no trabalho, tem na consecução de uma organização saudável, promotora de saúde e bem estar em todos seus integrantes.

Palavras chaveCondições de trabalho, estresse psicológico, avaliação, saúde laboral, ambiente de trabalho. (Fonte: DeCs, BIREME).

114 M. Ángeles Carrión-García, Francisco López-Barón, Ana María Gutiérrez Strauss

trabajo para identificar y minimizar los obstáculos en la construcción de ambientes saludables (6).

La Asociación de Expertos en Psicosociología Aplicada (en adelante, AEPA) se constituye como un puente de conocimiento entre las empresas y el mundo académico, así durante la última década ha posibilitado el desarrollo de una metodología de intervención psicosocial que se presenta con un grado de sofisticación de experto, siendo mencionada por investigadores (17,18) e instituciones tanto del ámbito académico como especializado en la prevención de riesgos laborales(19), así como instrumentos para facilitar el diagnóstico psicosocial, entre estos destacan: el “Inventario de violencia y acoso psicológico en el trabajo IVAPT-E-R” (20) y también en catalán (21), el “Protocolo para la clasificación diagnóstica psicosocial – CDP” (22), el “CTCPS-MAC: Batería para el estudio de las condiciones de trabajo de carácter psicosocial” (4), además de la implantación y mantenimiento del programa de Empresas, Centros y Puestos de trabajo saludables a través de un sistema de acreditación de la gestión integral de las empresas y organizaciones positivo, innovador, saludable y sostenible. En este sentido, tal como indica Carrión-García, las organizaciones saludables son aquellas que, desde un liderazgo óptimo y competente tienen como objetivo prioritario la obtención del mayor nivel de excelencia en todas las áreas de la empresa, considerando los aspectos organizacionales así como los individuales, ambientales y sociales, logrando el mejor nivel de calidad, productividad y competencia a través de la promoción de la salud física, mental y social de todo el personal (23). Las organizaciones saludables realizan esfuerzos sistemáticos para lograr el máximo bienestar de sus trabajadores así como la mayor productividad, con un buen diseño de puestos de trabajo, redes sociales de apoyo, desarrollo de la carrera e igualdad de oportunidades además del equilibrio entre trabajo y vida privada (24).

Diversos estudios reconocen la interrelación del trabajo con la vida personal (25), es decir, lo que

ocurre en el trabajo afecta a la vida personal, y viceversa (26), también su influencia con el tiempo libre y el trabajo doméstico (27). Estresores como conflicto o la ambigüedad de rol además de relacionarse directamente con mayores niveles de tensión también lo hacen indirectamente a través del conflicto trabajo-familia (28), mediando dicha interrelación trabajo-familia entre la sobrecarga laboral y la depresión (29), presentando como consecuencias, entre otras, síntomas somáticos (30) y problemas de sueño (31). Si bien, la definición de Greenhaus y Beutell sobre el “conflicto trabajo-familia” supuso iniciar la concienciación generalizada de la importancia de las relaciones entre estos dos ámbitos, definiéndolo como “una forma de conflicto de rol, en el que las presiones que resultan del trabajo y de las presiones familiares son incompatibles en algún aspecto” (32), se da otra perspectiva de abordaje desde un enfoque más amplio, positivo y saludable de armonización de la vida laboral y personal a través de programas de ayuda y desarrollo del empleado (PADE) (33).

El término y conceptualización de desgaste psíquico se viene manejando hace tiempo desde una perspectiva confusa, al existir una excesiva tendencia a vincularlo al síndrome de burnout, especialmente a la categoría que Gil-Monte (34) denomina como de “contenido semántico de la palabra o de contenido de la patología”, de forma que junto a burnout se emplean términos, entre otros, como: desgaste psicológico por el trabajo, desgaste ocupacional, desgaste profesional, agotamiento profesional, agotamiento laboral y síndrome de cansancio emocional. Cabe señalar que, si bien el burnout conlleva un desgaste psíquico, no todo desgaste psíquico es burnout. Así, el propio Gil-Monte (34) indica que cuando se habla de desgaste psíquico, profesional u ocupacional, no siempre se alude al síndrome de quemarse por el trabajo, ya que una persona puede sentirse desgastada sin sufrir el síndrome de quemarse por el trabajo. Posteriormente Gil-Monte (35) incluye en su cuestionario para la evaluación del síndrome de quemarse por el trabajo (CESQT),

115Influencia de factores negativos del contexto de trabajo en desgaste psíquico de trabajadores en Colombia

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 111 - 125

entre otras medidas, la de desgaste psíquico, que mide la aparición de agotamiento emocional y físico debido a que en el trabajo se tiene que tratar a diario con personas que presentan o causan problemas. Así, el desgaste psíquico en el entorno laboral no es un término exclusivo del burnout, sino que en este ámbito pueden darse estados o situaciones de desgaste psíquico con otras caracterizaciones y conceptualizaciones, por ejemplo, el malestar que padecen profesionales o trabajadores implicados en el manejo de situaciones altamente estresantes, emocionalmente demandantes y/o traumatizantes a nivel secundario (trabajo con pacientes terminales, con víctimas de violencia y/o abuso, con afectados por catástrofes, con personas en situación límite…), puede identificarse con términos como: Desgaste por empatía (Compassion Fatigue), Traumatización vicaria o Estrés traumático secundario (36). También el calificativo de “profesional” se toma como un riesgo, pero el burnout no debe abarcar la exclusividad de lo laboral o profesional en el ámbito psicosocial del trabajo y enfoca el mismo como objeto de análisis desde la salud laboral (16) o psicosocial ocupacional.

Los estudios sobre el desgaste psíquico se han centrado en las consecuencias del burnout enfatizándose los factores emocionales (37, 38) y como indicaba Moreno-Jiménez et al. (37) la investigación en la sintomatología cognitiva era parcial y fragmentada y la conductual resultaba insuficiente, más recientemente se han realizado revisiones al respecto, entre otras, sobre los procesos de estrés laboral y desgaste profesional (burnout) en relación con la diferenciación, actualización y líneas de intervención (39), o para explorar la asociación divulgada entre el burnout y el funcionamiento cognitivo (40). En este sentido, el cuestionario sobre factores psicosociales F-PSICO versión 3.1 del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) (41) entre los factores de riesgo que evalúa presenta las “demandas psicológicas”, es decir,las exigencias a las que se debe hacer frente en el trabajo de

naturaleza cognitiva y también emocional pero no de sus efectos o consecuencias, que sí realiza la batería CTCPS-MAC (4) comprendiendo la dimensión “desgaste psíquico”, los síntomas subjetivos y alteraciones de la salud así como los estados psicológicos siguientes: respuesta cognitivo-emocional, conductual y fisiológica.

Respecto al desgaste psíquico debe considerarse, de forma general, desde dos perspectivas: la clínica y la psicosocial. La perspectiva clínica lo trata como un estado al que llega la persona como consecuencia del estrés laboral. La perspectiva psicosocial dependerá de la fuente que origina determinado estado o proceso que se desarrolla por la interacción entre las características del entorno laboral y personales. En el Programa de Atención Integral al profesional sanitario enfermo (42) se indica que: “La posible intervención en el ámbito psíquico tendrá siempre el objetivo de buscar la salud y bienestar del individuo y si el problema está relacionado con el entorno laboral, la prevención ‘en origen’”. Un informe sobre los riesgos psicosociales en el trabajo en Europa (43) muestra que el 25% de los trabajadores afirman experimentar estrés relacionado con el trabajo durante todo o casi todo su tiempo de trabajo, y un porcentaje similar declara que el trabajo tiene un efecto negativo en su salud. También, casi el 80% de los directivos manifiestan preocupación por el estrés ligado al trabajo.

Existe la necesidad de nuevos planteamientos metodológicos en torno al burnout, que mejoren la escasa presencia de estudios científicos con estimaciones estadísticas de predicción multivariada, y muestra también que la investigación internacional sigue siendo incipiente (44) y, por ende, de la diferenciación y conceptualización de “desgaste psíquico”.

Según los criterios diagnósticos del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, DSM-V (45) en los trastornos

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relacionados con traumas y factores de estrés, el trastorno de estrés postraumático 309.81 (F43.10) especifica la posible ocurrencia de síntomas disociativos como respuesta al factor de estrés, señalando que se pueden presentar síntomas de despersonalización y/o desrealización, criterios que parecen ajustarse mejor al síndrome de burnout, pese a que este síndrome no se encuentra como tal reconocido en el DSM-V, la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) en el apartado “Problemas relacionados con dificultades para afrontar la vida” (Z73) contiene, bajo el código Z73.0, “Problemas relacionados con el desgaste profesional” (la sensación de agotamiento) (46). Asimismo, el DSM-V se refiere a trastornos de adaptación especificando con alteración mixta de las emociones o la conducta 309.4 (F43.25), donde predominan los síntomas emocionales (ansiedad: nerviosismo, preocupación, agitación o ansiedad de separación; depresión: estado de ánimo bajo, ganas de llorar o sentimiento de desesperanza) y la alteración de la conducta, siendo este criterio diagnóstico el que más se ajusta al término de desgaste psíquico que se contempla en el presente estudio al que se le añade la respuesta fisiológica al estrés.

La presente investigación tiene como objetivo identificar la influencia que la percepción sobre los factores relativos a contexto de trabajo tiene sobre el desgaste psíquico en 193 trabajadores de diversos sectores empresariales de Centro Oriente y Suroccidente en Colombia.

MATERIALES Y MÉTODOS

Diseño no experimental, transversal y cuantitativo. Muestra no probabilística de 193 trabajadores de la población laboral de diversos sectores empresariales, seleccionada por conveniencia. Como criterio de inclusión se tuvieron en cuenta aquellas empresas con las que se había mantenido contacto previo por parte de los investigadores y sus instituciones. El tipo de investigación es

descriptivo, comparativo y correlacional de tipo multivariante (47), El análisis de datos y los resultados de los instrumentos se hicieron con el programa IBM SPSS Statistics 21.

De acuerdo a la Resolución 8430 de 1993 del Ministerio de Salud de Colombia y acorde con el art. 11, se clasifica la investigación sin riesgo. Se aplicó la batería para el estudio de las condiciones de trabajo de carácter psicosocial “CTCPS-MAC” (4) que consta de 75 ítems y agrupa cuatro dimensiones (contexto de trabajo, contenido de trabajo, factores individuales y desgaste psíquico) y 14 factores. Evalúa la percepción de quien cumplimenta la batería respecto a las condiciones de trabajo de carácter psicosocial en su propio entorno laboral así como de los factores individuales, los síntomas subjetivos y alteraciones de la salud. Se administró previa aceptación y consentimiento informado, siguiendo las normas recomendadas para la aplicación. La batería está validada para población iberoamericana (4). En la presente investigación se analizaron los factores de la dimensión de contexto de trabajo (cultura organizacional, papel o rol en la organización, equilibrio trabajo-familia y relaciones interpersonales), los factores relativos a desgaste psíquico (respuesta cognitivo-emocional, respuesta conductual y respuesta fisiológica) así como las variables demográficas.Variable independiente principal: factores psicosociales nocivos de contexto de trabajo.

Variable dependiente: desgaste psíquico.

Objetivo específico: evaluar la relación existente entre factores psicosociales nocivos de contexto de trabajo referidos a cultura organizacional, papel o rol en la organización, equilibrio familia-trabajo y relaciones interpersonales así como las diferentes variables demográficas y el desgaste psíquico a nivel cognitivo-emocional, conductual y fisiológico. Para el estudio se agruparon como factores nocivos las puntuaciones: normal, regular y nociva, que tienen como indicación realizar acción correctora de la anomalía que reflejan, y por

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Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 111 - 125

otro lado, como factores positivos o protectores las puntuaciones muy buena y buena.

Las asociaciones se estimaron mediante Odds Ratio con la finalidad de identificar en qué medida las variables psicosociales constituyen un factor de riesgo o protección en el desgaste psíquico cognitivo-emocional, conductual y fisiológico de los trabajadores. A través de la regresión logística binaria para el análisis bivariado se exploraron las asociaciones bivariantesmediante análisis de tablas de contingencia con el objeto de una primera aproximación a la estimación de la medida de asociación, la OR, clasificando las variables según el valor de esta medida y de su significación estadística en el contraste de hipótesis, Chi cuadrado, permitiendo comprobar si cada uno de los factores psicosociales son condicionantes que favorecen el desarrollo del desgaste psíquico en cada una de sus posibles respuestas. También se realizó una Regresión Logística Multivariante “paso a paso” para controlar posibles factores de confusión en la relación principal evaluada y buscar, de entre todas las posibles variables explicativas, aquellas que más y mejor expliquen a la variable dependiente sin que ninguna de ellas sea combinación lineal de las restantes. Se evaluaron simultáneamente los factores psicosociales presumiblemente relacionados con el desgaste psíquico cognitivo-emocional, conductual y fisiológico.

RESULTADOS

En la muestra estudiada de 193 trabajadores, el 40,4% eran hombres y el 59,6% mujeres; la mayor prevalencia con el 39,9% eran solteros y el 37,3% casados; 33,7% entre 18 y 29 años, el 39,9% entre 30 y 39 años; el 46,1% no tenía hijos, el 28,5% tenía 1 hijo y el 19,7% tenía 2 hijos; el 53,9% tenía formación profesional y el 24,4% bachillerato; el 82,9% de Centro Oriente y el 17,2% de Suroccidente.

En cuanto a los datos laborales el 35,8% pertenecía al sector Servicios, 18,1% al sector Enseñanza, 16,6% al sector Sanidad/Farmacia y el 10,9% al sector Industria; para el 61,1% el tipo de contrato era fijo, para el 19,7% interino/temporal y el 11,9% funcionario público; el 78,2% trabajaba en horario de mañana y tarde mientras que el 19,7% tenía un horario variable como ‘correturnos’ (trabajador suplente del fijo cuando éste libra). Otros datos laborales, muestran que el 32,1% desempeñaba un puesto de administrativo, el 10,9% de operario, el 8,3% de enfermería y el 6,2% de directivo. El 73,1% tenía una antigüedad en el puesto de trabajo de 1 a 5 años y el 14,0% superior a 5 años hasta 15 años. El 63,7% tenía una antigüedad en la empresa de 1 a 5 años y el 19,7% superior a 5 años hasta 15 años.

Los resultados correspondientes a cada uno de los factores (Tabla 1) muestran que, en la Dimensión 1 - Contexto de trabajo, la agrupación del personal que tenía buena o muy buena percepción respecto a la cultura de organización y gestión representa un 76,2%, mientras que el 23,8% manifestó la existencia de condiciones nocivas que requerían de intervención. En lo que se refiere al papel o rol en la organización un 90,1% mostró una buena o muy buena percepción y un 9,9% mostró una percepción negativa. Respecto a la interrelación trabajo con problemas familiares o sociales el 69,9% manifestaron tener una buena o muy buena percepción indicando la ausencia de conflicto y el 30,1% dejó patente la existencia de condiciones negativas. Las relaciones interpersonales en el trabajo para el 90,7% eran buenas o muy buenas y para el 9,3% eran nocivas.

Respecto a la Dimensión 4 - Desgaste psíquico, y en lo que se refiere a los síntomas subjetivos, alteraciones de la salud y estado psicológico a través de la respuesta cognitivo-emocional, los resultados agrupados en buenos o muy buenos son de 68,4% y un 31,6% ha presentado sintomatología. En la respuesta conductual la agrupación en buenos o muy buenos es del 96,4% y el 3,6% nociva. La respuesta fisiológica para un 89,1% es buena o muy buena y para un 10,9% nociva.

118 M. Ángeles Carrión-García, Francisco López-Barón, Ana María Gutiérrez Strauss

Tabla 1. Resultados por dimensiones y factores

DIMENSIÓN 1 - CONTEXTO DE TRABAJO DIMENSIÓN 4 - DESGASTE PSÍQUICO

D1.F1 D1.F2 D1.F3 D1.F4 D4.F1 D4.F2 D4.F3

CULTURA ROL TRAB.-FAMILIA

REL. INTER.

COGNI.-EMOC. CONDUCT. FISIOLÓGICA

Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje Porcentaje PorcentajeMuy bueno 20,2 34,7 22,3 57,0 28,0 51,3 47,2

Bueno 56,0 55,4 47,6 33,7 40,4 45,1 41,9Normal 2,6 4,7 11,9 3,1 4,1 1,5 3,1Regular 18,6 4,7 13,5 5,2 25,4 ,5 7,3Nocivo 2,6 ,5 4,7 1,0 2,1 1,6 ,5

Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0Fuente: resultados obtenidos por participantes de distintos sectores empresariales de Centro Oriente

y Suroccidente en Colombia, 2013.

Explorando las variables independientes y presumiblemente predictoras de las respuestas de desgaste psíquico, los resultados indican que la formación referida al nivel de estudios, cultura organizacional, rol, equilibrio trabajo-familia y las relaciones interpersonales en el trabajo, están asociadas con el desgaste psíquico para la respuesta cognitivo-emocional y cultura organizacional, rol y relaciones interpersonales también están asociadas con el desgaste psíquico para la respuesta conductual, por tanto, constituyen factores de riesgo que pueden tener efectos perjudiciales para la salud de los trabajadores.

Se realizó una regresión logística binaria para el análisis bivariado de las variables independientes que habían mostrado asociación con Desgaste psíquico (Tabla 2), confirmando que existe una asociación causal, dañina o perjudicial. La variable que infiere mayor riesgo para provocar desgaste psíquico a nivel cognitivo-emocional es la cultura organizacional [p = 0,000 Exp (B) = 9,300], nivel de formación técnica o superior [p = 0,001 Exp (B) = 5,600], relaciones interpersonales en el trabajo [p = 0,002 Exp (B) = 5,143], equilibrio trabajo-familia [p = 0,000 Exp (B) = 3,594] y rol [p = 0,044 Exp (B) = 2,680]. La variable que infiere mayor riesgo para provocar desgaste psíquico a nivel

conductual es el rol [p = 0,000 Exp (B) = 30,714], las relaciones interpersonales en el trabajo [p = 0,001 Exp (B) = 16,381] y la cultura organizacional [p = 0,011 Exp (B) = 8,841]. Asimismo, el estadístico de Wald arrojó significación para todas las variables. No obstante, en el análisis de dichas variables se observa que aunque el IC al 95%, en todos los casos, es superior a 1 en el límite inferior, algunas muestran un límite superior alto con un intervalo muy amplio, ofreciendo un resultado algo impreciso que sugiere pero no confirma los resultados.

El análisis mostró que la respuesta de desgaste psíquico a nivel cognitivo-emocional tiene un 86,17% de probabilidad de ocurrencia en trabajadores con formación técnica o superior y con una percepción nociva de la cultura organizacional, rol, equilibro trabajo-familia y relaciones interpersonales en el entorno laboral. La probabilidad del 84,17% sería para aquellos con formación técnica o superior y con mala percepción respecto a cultura organizacional, equilibrio trabajo-familia y relaciones interpersonales en el trabajo. Y una probabilidad del 74,74% para los trabajadores con formación técnica o superior y con una percepción nociva de la cultura organización y el equilibrio trabajo-familia. La probabilidad

119Influencia de factores negativos del contexto de trabajo en desgaste psíquico de trabajadores en Colombia

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de presentar desgaste psíquico a nivel conductual es del 79,40% para trabajadores con formación técnica o superior y con mala percepción de la

cultura organizacional, rol, equilibrio trabajo-familia y relaciones interpersonales en el trabajo.

Tabla 2. Resultados del análisis bivariado de regresión logística binaria

Variable independiente

categórica

Chi cuadrado

Valor de “p” Coefic. Error

Wald

Sig. para

ORIC 95% de la OR

asociado al B standard gl 1

Contraste Inferior SuperiorFormación/cogni.-emoc. 13,916 0,000 1,723 0,502 11,780 0,001 5,600 2,094 14,978Cultura/cogni.-emoc. 40,257 0,000 2,230 0,382 34,148 0,000 9,300 4,402 19,649

Cultura/cond. 9,063 0,003 2,179 0,855 6,495 0,011 8,841 1,654 47,253

Rol/cogni.-emoc. 4,310 0,038 0,986 0,489 4,068 0,044 2,680 1,028 6,984

Rol/cond. 31,038 0,000 3,425 0,882 15,090 0,000 30,714 5,456 172,891Trab.-Familia/cogni.-emoc. 15,525 0,000 1,279 0,333 14,757 0,000 3,594 1,871 6,904Rel. Inter./cogni.-emoc. 11,289 0,001 1,638 0,528 9,635 0,002 5,143 1,829 14,464

Rel. Inter./cond. 19,638 0,000 2,796 0,813 11,836 0,001 16,381 3,331 80,568

Fuente: resultados obtenidos por participantes de distintos sectores empresariales de Centro Oriente y Suroccidente en Colombia, 2013.

Mediante la Regresión Logística Multivariante (Tabla 3) se probaron modelos con el método paso a paso (stepwise), hasta obtener el más predictivo para el Desgaste psíquico a nivel cognitivo-emocional. Finalmente, las variables

independientes consideradas en el modelo fueron: Cultura organizacional con puntuaciones dicotómicas: 0 = bueno, 1 = nocivo; y Formación referida a nivel de estudios: 0 = hasta bachillerato, 1 = formación técnica o superior.

Tabla 3. Regresión logística multivariante

Desgaste psíquico - Resp.

Cognitivo-Emocional

Correl. de

PearsonR R cuadrado

R cuadrado corregida

EeDurbin-Watson

F B Beta TIc

lím. Inf.

Ic lím. Sup

Tolerancia Fiv

Modelo 1 0,457 0,209 0,204 0,416 50,340**

Constante ,197 5,753 ,130 ,265

Cultura 0,457** ,498 ,457 7,095** ,360 ,637 1,000 1,000

Modelo 2 0,485 0,235 0,227 0,410 1,457 29,188**

Constante ,074 1,265 -,042 ,190

Cultura 0,457** ,454 ,416 6,361** ,313 ,595 ,941 1,062

Formación 0,269** ,179 ,168 2,563* ,041 ,317 ,941 1,062

* p < 0,05 - ** p < 0,01Fuente: resultados obtenidos por participantes de distintos sectores empresariales

de Centro Oriente y Suroccidente en Colombia, 2013.

120 M. Ángeles Carrión-García, Francisco López-Barón, Ana María Gutiérrez Strauss

Asimismo, se realizó la Regresión Logística Multivariante (Tabla 4) y se probaron modelos con el método paso a paso, hasta obtener el más predictivo para el Desgaste psíquico a nivel conductual. Finalmente, las variables

independientes consideradas en el modelo fueron: Papel o Rol en la organización e Interrelaciones personales en el trabajo con puntuaciones dicotómicas: 0 = bueno, 1 = nocivo.

Tabla 4. Regresión logística multivariante

Desgaste psíquico - Resp.

Conduct.

Correl. de

PearsonR

R cuadrado

R cuadrado corregida

EeDurbin-Watson

F B Beta TIc lím.

Inf.

Ic lím. Sup

Tolerancia Fiv

Modelo 1 0,401 0,161 0,156 0,172 36,602**

Constante ,011 0,881 -,014 ,037

Rol 0,401** ,252 ,401 6,050** ,170 ,334 1,000 1,000

Modelo 2 0,450 0,202 0,194 0,168 2,034 24,101**

Constante ,003 0,212 -,023 ,029

Rol 0,401** ,210 ,334 4,895** ,125 ,294 ,902 1,108

Rel. Interpers.

0,319** ,138 ,215 3,146** ,051 ,224 ,902 1,108

* p < 0,05 - ** p < 0,01

Fuente: Resultados obtenidos por participantes de distintos sectores empresariales de Centro Oriente y Suroccidente en Colombia, 2013.

El método aplicado es útil para predecir el desgaste psíquico, con las variables que pueden provocarlo, ya que tanto el análisis bivariado como multivariado del modelo es significativo. A nivel cognitivo-emocional, cultura [p = 0,000 t = 6,361] y formación técnica o superior [p = 0,011 t = 2,563]. ANOVA muestra que del total de 41,720 un 9,806 es explicado por la regresión. R2 muestra que el modelo explica un 23,50% de la variabilidad total. A nivel conductual, rol [p = 0,000 t = 4,895] y relaciones interpersonales en el trabajo [p = 0,002 t = 3,146]. ANOVA muestra que del total de 6,746 un 1,365 es explicado por la regresión. R2

muestra que el modelo explica un 20,20% de la variabilidad total.

Para el Desgaste psíquico a nivel cognitivo-emocional la ecuación de regresión logística es la siguiente:

Desgaste psíquico - Respuesta cognitivo-emocional = 0,074 + 0,454 * 1 (cultura) + 0,179 * 1 (formación).

Para el Desgaste psíquico a nivel conductual la ecuación de regresión logística es la siguiente:

Desgaste psíquico - Respuesta conductual = 0,003 + 0,210 * 1 (rol) + 0,138 * 1 (rel. interp.).

l trabajador con formación técnica o superior que tiene una percepción nociva de la cultura de empresa, la probabilidad de sufrir desgaste psíquico a nivel cognitivo-emocional es del 70,70% mientras que para el trabajador con formación hasta bachillerato con una percepción de cultura organizacional buena, la probabilidad de sufrir desgaste psíquico cognitivo-emocional es del 7,40%.

121Influencia de factores negativos del contexto de trabajo en desgaste psíquico de trabajadores en Colombia

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 111 - 125

l trabajador que tiene una mala percepción de rol y de las relaciones interpersonales en el entorno laboral, la probabilidad de padecer desgaste psíquico a nivel conductual es del 35,10% mientras que para el trabajador que presenta una buena percepción es del 0,3%.

DISCUSIÓN

La existencia de estudios basados en conceptualizaciones de contexto de trabajo con algunos elementos diferenciadores a los de este estudio presentan, entre otros, como factores estresantes más frecuentes de dicho contexto los siguientes: trabajar horas extras y la falta de apoyo (11), fracasar en el curso del entrenamiento, fracasar en los exámenes de promoción y tener una evaluación personal insatisfactoria (12).

Esta investigación se ha centrado en el “contexto de trabajo”, cuyos factores estresantes son mucho mayores que los de “contenido laboral” tal como indican Peñalba et al. (10).

La percepción de factores psicosociales nocivos relativos al contexto de trabajo y referidos a la cultura organizacional, en trabajadores con formación técnica o superior, presenta una fuerte asociación con la probabilidad de causar desgaste psíquico cognitivo-emocional. En este sentido, y aplicando el mismo instrumento (CTCPS-MAC) (4) que en esta investigación, un estudio sobre condiciones de trabajo psicosociales y desgaste psíquico en trabajadores de diversos sectores empresariales de Colombia (11) constató que la variable que infiere mayor riesgo para provocar desgaste psíquico es el “contexto de trabajo” [p = 0,000 Exp (B) = 5,355], en menor medida el “contenido del trabajo” [p = 0,008 Exp (B) = 2,792] y el nivel de formación técnica o superior [p = 0,008 Exp (B) = 4,031].

Los resultados correspondientes a la Dimensión 1 - Contexto de trabajo, en relación con la percepción

de la cultura de organización y gestión de la empresa, son ligeramente mejores en esta muestra (76,2%) en comparación con el estudio citado de Colombia (13) con un 74,3%, también el papel o rol en la organización y las relaciones interpersonales obtienen mejores puntuaciones que ese estudio. En este sentido, una investigación con el mismo instrumento en el departamento de obras públicas de un Ayuntamiento al sur de Jalisco (15) obtuvo puntuaciones a nivel nocivo del papel o rol en la organización en la dimensión contexto de trabajo y el factor síntomas subjetivos de la dimensión desgaste psíquico e indicaban la necesidad de la intervención psicosocial.

En los estudios citados realizados en Colombia la percepción negativa en la interrelación del trabajo con problemáticas familiares o sociales están en torno al 30%, resultados que indican la necesidad de intervención, ya que tal como mencionaban Wilson et al. (24) las organizaciones saludables deben promocionar un buen equilibro entre la vida social/familiar y el trabajo.

La probabilidad de sufrir desgaste psíquico a nivel cognitivo-emocional es mayor en trabajadores con formación técnica o superior que tienen una percepción negativa de la cultura de la empresa que en trabajadores con formación hasta bachillerato y con una percepción de cultura organizacional buena, posiblemente pudiera deberse a una mayor sensibilización y conocimiento por parte de ese personal hacia sus derechos.

Asimismo, si bien el nivel de riesgo a nivel conductual es menor en comparación con el desgaste psíquico a nivel cognitivo-emocional, la probabilidad de sufrir desgaste psíquico a nivel conductual es mayor en trabajadores que tienen una mala percepción de rol y de las relaciones interpersonales en el entorno laboral a diferencia de los trabajadores que tienen una buena percepción. Estos resultados estarían de acuerdo con Grandey y Cropanzano (28) y Geurts et al. (29).

122 M. Ángeles Carrión-García, Francisco López-Barón, Ana María Gutiérrez Strauss

Los resultados de la aplicación de la batería CTCPS-MAC tanto en este estudio como en el mencionado en Colombia (13) de la Dimensión 4 - Desgaste psíquico, en lo que se refiere a los síntomas subjetivos, alteraciones de la salud y estado psicológico en la respuesta conductual agrupada en buenos y muy buenos se sitúa por encima del 90% y la respuesta fisiológica en torno al 89%. Mientras que la agrupación de buenos o muy buenos en la respuesta cognitivo-emocional está por debajo del 70%, conlleva que alrededor de un 30% presenten sintomatología. En este sentido, Deligkaris et al. (40) han encontrado asociaciones entre agotamiento en el trabajo con déficits cognitivos específicos, concretamente con tres funciones cognitivas como: memoria, atención y funciones ejecutivas.

El análisis de los datos mostró que no existe asociación significativa entre antigüedad en el puesto de trabajo, así como tampoco el horario a turnos y el desgaste psíquico (cognitivo-emocional, conductual y fisiológico).

Silva et al. (6) manifiestan la necesidad de conocer y analizar el contexto de trabajo para identificar y minimizar los obstáculos en la construcción de ambientes saludables.

CONCLUSIONES

Los resultados obtenidos muestran la necesidad de fomentar una cultura de organización que promueva un conjunto de normas, valores, formas de actuación en cada uno de los integrantes de la empresa hacia el cuidado de la salud física, mental y social que lleve a una gestión óptima en todos los niveles de la estructura empresarial.

Asimismo, respecto al papel o rol en la organización, se han de delimitar con claridad las funciones, responsabilidades y comportamientos esperados en cada puesto de trabajo con

definición de las tareas a realizar para evitar los conflictos, incompatibilidades, contradicciones y ambigüedades. El establecimiento de canales de comunicación adecuados, donde se facilite la escucha activa, el respeto mutuo y la empatía, posibilitando relaciones de colaboración, generación de compromisos y potenciación de emociones positivas que llevarán a unas excelentes relaciones interpersonales en el entorno laboral. De esta manera, la percepción de los trabajadores sobre su contexto de trabajo y el análisis sobre los diferentes factores implicados se transformaría en favorable y potenciadora de salud al sentir que sus derechos son respetados y su labor reconocida.

Una de las limitaciones para la discusión de resultados fue la proliferación de estudios con referencia a desgaste psíquico como sinónimo de burnout. Se acentúa la importancia de desvincular la apropiación que ha ido teniendo el síndrome de estar quemado por el trabajo (burnout) con desgaste psíquico, hay formulaciones y conceptualizaciones de degaste psíquico que no son burnout.

El presente estudio permite profundizar en el conocimiento de los factores psicosociales relativos al contexto de trabajo y muestra la importancia que, una buena cultura de organización y gestión, un adecuado papel o rol en la organización y las buenas relaciones interpersonales en el trabajo, tienen en la consecución de una organización saludable promotora de salud y bienestar en todos sus integrantes.

CONFLICTO DE INTERESES

Ninguno.

FINANCIAMIENTO

Ninguno.

123Influencia de factores negativos del contexto de trabajo en desgaste psíquico de trabajadores en Colombia

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 111 - 125

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* Enfermera, Maestrante Universidad Nacional de Colombia. Profesora, Facultad Ciencias de la Salud, Programa Enfermería, Unidad Central del Valle del Cauca. Tuluá, Colombia. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected]** Enfermera, MSc. Profesora Asociada, Facultad de Enfermería, Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Investigadora, Grupo de Investigación Cuidado Cultural de la Salud. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

RIESGO FAMILIAR TOTAL DE FAMILIAS DESPLAZADAS RESIDENTES EN EL

MUNICIPIO DE BUGALAGRANDE (VALLE DEL CAUCA, COLOMBIA)

Ana María Soto González*Vilma Florisa Velásquez G.**

Recibido en enero 28 de 2015, aceptado en abril 17 de 2015

Citar este artículo así: Soto AM, Velásquez VF. Riesgo familiar total de familias desplazadas residentes en el municipio de Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia). Hacia promoc. salud. 2015; 20(1): 126-139. DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.9

ResumenObjetivo: Determinar el riesgo familiar total y el grado de salud familiar de las familias desplazadas residentes en el municipio de Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia). Materiales y Método: Estudio de tipo descriptivo transversal con abordaje cuantitativo, la muestra n = 59 familias desplazadas residentes en el área urbana del municipio, de estrato socioeconómico 1, 2, 3. Se utilizó el instrumento de Riesgo Familiar Total: RFT 5-33, previo consentimiento informado. Resultados: Los resultados indican que más de la mitad son familias nucleares (85%), con predominio de familias amenazadas (59%) y en alto riesgo (27%), influidas principalmente por las subcategorías de situación económica (46% en alto riesgo y 54% amenazadas) y servicios y prácticas de salud (31% alto riesgo y 69% amenazadas), manejo de menores (17% en alto riesgo y 83% amenazadas), vivienda y vecindario (15% en alto riesgo y 85% amenazadas) y ambiente psicoafectivo (10% en alto riesgo y 90% amenazadas). Se encontró correlación entre la situación socioeconómica y las prácticas y servicios de salud (0,483). Conclusiones: Todas las familias desplazadas están amenazadas y en alto riesgo, por lo que requieren atención en salud en todos los niveles de cuidado, dada su condición de vulnerabilidad.

Palabras claveGrupos vulnerables, enfermería en salud comunitaria, riesgo familiar total. (Fuente: DeCS, BIREME).

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 126 - 139 ISSN: 0121-7577 (Impreso) ISSN: 2462-8425 (En línea)

DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.9

127Riesgo familiar total de familias desplazadas residentes en el municipio de Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia)

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 126 - 139

TOTAL FAMILY RISK OF DISPLACED FAMILIES RESIDENT IN THE MUNICIPALITY OF BUGALAGRANDE (Valle del Cauca, COLOMBIA)

AbstractObjective: To determine the total family risk and the degree of family health of displaced families resident in the municipality of Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia). Materials and Methods: Descriptive cross sectional study with a quantitative approach; the sample was n = 59 displaced families resident in the urban area of the municipality from socio-economic strata 1, 2, and 3. Family Risk instrument Total RFT was used: 5-33, prior informed consent. Results: The results indicate that more than half the participants are nuclear families (85%), with predominance of endangered families (59%) and at high risk (27%), influenced mainly by the subcategories of economic situation (46% in high risk and 54% threatened) and health services and practices (31% high risk and 69% threatened), management of children (17% in high risk and 83% threatened) housing and neighborhood (15% in high risk and endangered 85%) and psychological environment (10% in high risk and 90% threatened). Correlation was found between socio-economic status and health services and practices (0.483). Conclusions: All displaced families are threatened and at high risk, therefore they need health care at all levels, because of their vulnerability status.

Key wordsRisk groups, community health nursing, total family risk. (Source: DeCS, BIREME).

RISCO FAMILIAR TOTAL DE FAMILIAS DESLOCADAS RESIDENTES NO MUNICIPIO DE BUGALAGRANDE (VALE DO CAUCA, COLOMBIA)

ResumoObjetivo: Determinar o risco familiar total e o grau de saúde familiar das famílias deslocadas residentes no município de Bugalagrande (Vale do Cauca, Colômbia). Materiais e Método: Estudo de tipo descritivo transversal com abordagem qualitativo, a amostra n = 59 famílias deslocadas residentes na área urbana do município, de estrato socioeconômico 1, 2, 3. Utilizou se o instrumento de Risco Familiar Total: RFT 5 -33, prévio consentimento informado. Resultados: Os resultados indicam que mais da metade são famílias nucleares (85%), com predomínio de famílias ameaçadas (59%) e o alto risco (27%), influídas principalmente pelas subcategorias de situação econômica (46% em alto risco e 54% ameaçadas) e serviços e práticas de saúde (31% alto risco e 69% ameaças), gestão de menores (17% em alto risco e 83% ameaçadas), vivenda e vizinhança (15% em alto risco e 85% ameaçadas) e ambiente psicoafetivo (10%em alto risco e 90% ameaçadas). Encontrou se correlação entre a situação socioeconômica e as praticas e serviços de saúde (0,483). Conclusões: Todas as famílias deslocadas e em alto risco, pelo que requerem atenção em saúde em todos os níveis de cuidado, dada sua condição de vulnerabilidade.

Palavras chaveGrupos vulneráveis, enfermaria em saúde comunitária, risco familiar total. (Fonte: DeCS, BIREME).

128 Ana María Soto González, Vilma Florisa Velásquez G.

INTRODUCCIÓN

La familia es considerada en el ámbito internacional como piedra angular para los procesos en salud, por tal motivo la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que se debe aumentar la salud de la población, ya que la familia “es el contexto social en el que ocurre y se resuelve el proceso de salud-enfermedad (1). Apoyando esta propuesta, una familia con bajo riesgo será aquella que mediante su composición, las prácticas cotidianas en salud y el apoyo de los servicios de salud, mantenga controlados los riesgos individuales y familiares utilizando medidas de promoción, prevención y asistencia social y de salud permanente (2). Por esta razón, en el presente estudio se busca caracterizar las familias desplazadas residentes en el municipio de Bugalagrande, abordándolas desde la teoría del Riesgo Familiar Total (RFT), examinando la probabilidad de hallar consecuencias adversas individuales y familiares (enfermedad, desorganización o disfunción) detectadas en el momento de la valoración (2).

Actualmente, el número de desplazados se multiplica en el país y junto con ellos el número de muertos, casas quemadas y hogares destruidos; de siembras abandonadas, organizaciones sociales y procesos socioeconómicos deshechos (3). Durante el año 2011, aproximadamente 259.146 personas (cerca de 70.039 familias) fueron expulsadas de sus territorios, es decir un promedio de 710 personas por día llegaron desplazadas a 805 municipios de los 32 departamentos del país. Los cinco departamentos que recibieron el mayor número de personas desplazadas fueron: Antioquia (64.043), Nariño (28.694), Cauca (19.549), Valle del Cauca (17.489) y Córdoba (10.561) (4). Bugalagrande se constituyó en el tercer municipio del Valle del Cauca con mayores hogares desplazados en el año 2008 (5).

Ante el desplazamiento, las familias buscan una opción diferente de vida, pretendiendo alejarse de amenazas y condiciones de estrés social a las que se

ven enfrentadas, lo que hace necesario considerar las necesidades específicas de esta población, que no solo tiene el título de desplazada sino además de víctima desde el momento en que abandona su lugar de origen. Al estar sujetos a violaciones de los derechos humanos, soportan graves consecuencias reflejadas en su salud, considerando que ésta es el derecho más incluyente, lo que hace necesario contar, entre otros, con el derecho a la educación, la alimentación y nutrición, la vivienda, el nivel de vida y el derecho a la seguridad personal (6 ).

Las familias colombianas de hoy representan la diversificación (social, cultural, y étnica) al igual que la composición, estructura y expansión de roles rompiendo con el modelo del rol de varón proveedor - mujer cuidadora; es predominante el aumento de las familias con mujeres cabeza del hogar, sigue siendo visible, al igual que lo expresa el estudio de Betancurth y Amaya (7) con respecto al género de los integrantes, predomina el femenino. Frente a los datos nacionales reportados por la ENDS 2010, 34% de los hogares tiene como cabeza de hogar a una mujer (7). Se argumenta que el tamaño del hogar guarda una relación inversa con el ingreso (8), el tamaño de los hogares afecta la distribución de los recursos financieros dentro de los mismos, la manera en como se distribuye el gasto sin necesidad de algún ahorro, tendiendo a deudas o insatisfacción en las necesidades básicas, así se observa cómo el desplazamiento es un fenómeno migratorio cuya génesis radica en multiplicidad de causas inherentes a situaciones de violencia, ya sean políticas, económicas, sociales o culturales (9).

Siendo todas las experiencias muy duras, son diversos los desarraigos de orden sociocultural que se producen, al desplazarse a los cascos urbanos del mismo municipio, a poblaciones cercanas de una misma región o al tener que atravesar el país y modificar sustancialmente sus espacios y redes sociales. (3)

129Riesgo familiar total de familias desplazadas residentes en el municipio de Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia)

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 126 - 139

A pesar de lo anterior, la familia persiste como un pilar fundamental en el régimen de bienestar latinoamericano (10), aunque no siempre de manera afortunada por la precariedad de recursos para cubrir las necesidades de todos y cada uno de sus miembros (11). Según Amaya-Rey (12) en la familia colombiana de estratos socioeconómicos 1 a 3, en los riesgos que afectan entre el 30 y 50% de las familias estudiadas (n = 3860) están: los relacionados con la presencia de menores y personas mayores, los ingresos escasos para las demandas de salud y las necesidades básicas, la falta de recreación, la ausencia de información a los servicios de salud, la ansiedad permanente, los problemas de salud no resueltos, el manejo impropio de medidas de prevención y el consumo de alcohol o psicoactivos. En general, estas condiciones amenazan la salud de cada persona pero principalmente a quienes son más vulnerables ubicados en las edades extremas de niños y mayores de 60 que registran morbilidad sentida de manera predominante (11, 12).

Así, muchos de los hogares desplazados tienen jefatura femenina, bajos niveles de educación y alta dependencia económica. Esta población es muy vulnerable. Su tejido social es relativamente débil. Las precarias condiciones familiares se deben a la falta de acceso a alguna actividad laboral, no poseen un ingreso fijo, son muy pobres económicamente. Los hogares de los desplazados sufren una mayor pobreza estructural que los hogares de quienes no sufren este problema, y los más pobres son aquellos que tienen jefatura femenina. La pobreza está en relación no solo con las escasas o nulas posibilidades y oportunidades de trabajo o empleo de la población desplazada, sino también por la falta de capacitación; pierde las formas particulares de vivir y sentir la región, sus estilos de vida y las prácticas cotidianas antes compartidas con sus familiares y vecinos (13).

Agregado a lo anterior, no existe un enfoque humanitario basado en la dignidad y restitución de los derechos de las familias desplazadas, que

busque la integración social y económica de los hogares (14), ocurre lo contrario, la situación de vivienda de la población desplazada incrementa la desigualdad e impide satisfacer las necesidades básicas (6), viven en asentamientos precarios, en condiciones inadecuadas e insalubres provocadas por la ausencia de servicios públicos básicos, lo que constituye la manifestación explícita del incremento de la pobreza y la desigualdad de estas familias, donde “no permiten asumir de manera simultánea la satisfacción de necesidades de carácter inmediato como salud, vivienda, ingresos y educación” (3).

En Colombia se han efectuado tres estudios sobre el Riesgo Familiar Total en familias desplazadas (15-17) que reflejan predominio del riesgo familiar alto, especialmente en los departamentos del Meta y Cundinamarca y están influidos principalmente por riesgos por condiciones socioeconómicas, psicoafectivas, de la vivienda y prácticas de salud. Por lo anterior, este nuevo estudio de caracterización del RFT de familias desplazadas contribuirá como herramienta para que se generen líneas de trabajo hacia la resolución de necesidades puntuales de dicho núcleo familiar, y apoyar los procesos que se vienen produciendo por medio de Acción Social de la Presidencia de la República, a través de la Red de Solidaridad y los fondos seccionales, distritales y locales para el manejo de los subsidios en salud. En el municipio de Bugalagrande, los resultados de este estudio contribuirán con información básica de salud de las familias desplazadas y a proponer metas en el plan de desarrollo, buscando garantizar una calidad de vida con inclusión social de las comunidades desplazadas (18), además, servirá como unidad de análisis para la evaluación e intervención en salud, parte esencial del cuidado y para la construcción de proyectos encaminados a la asistencia, investigación, docencia y extensión.

MATERIALES Y MÉTODOS

Estudio descriptivo, transversal, con abordaje cuantitativo de familias desplazadas residentes en

130 Ana María Soto González, Vilma Florisa Velásquez G.

el municipio de Bugalagrande, Valle del Cauca. La muestra (n = 76) fue elegida aleatoriamente, con un margen de confianza del 90%. Se utilizó el instrumento de Riesgo Familiar Total: RFT 5-33 (2). Las familias participantes cumplieron los criterios de inclusión: participó cualquier miembro de la familia, mayor de 18 años con capacidad física y mental para responder el instrumento RFT 5-33 por entrevista, el consultado en lo posible debía ser la madre, abuela o padres ya que se presume que conocen la familia con más detalle, debía tener una permanencia durante los últimos seis meses en la familia evaluada, las familias seleccionadas se ubican en los estratos socioeconómicos 1, 2 y 3, residentes en el área urbana del municipio de Bugalagrande y que el participante debía dar cuenta de su colaboración voluntaria mediante la firma del consentimiento informado.

Instrumento

Para “inventariar” las circunstancias y eventos asociados al riesgo de las familias colombianas, la doctora Amaya construyó el instrumento de Riesgo Familiar Total con diversas versiones que han sido estandarizadas para Colombia y otros países en América Latina (11). Para el presente estudio realizado en 2011-2012, se utilizó el instrumento RFT 5-33 (2), compuesto por cinco secciones, las cuatro primeras secciones buscan identificar a la familia por medio de datos de ubicación, el rol que desempeña el participante dentro de la familia, el tipo de familia, la composición de la misma, los riesgos individuales, los antecedentes de patologías de carácter familiar e instituciones de apoyo familiar. La quinta sección identifica los factores de riesgo, consta de 33 ítems distribuidos en cinco categorías: condiciones psicoafectivas, servicios y prácticas de salud, condiciones de vivienda y vecindario, situación socioeconómica y manejo de menores.

El instrumento RFT 5-33 cuenta con un nivel de confiabilidad aceptable, estimada mediante el coeficiente de consistencia Kuder-Richardson

# 20, tiene una consistencia entre 0,6 y 0,76 indicando que son factores homogéneos y altamente consistentes. El rango de correlaciones ítem-prueba, se encuentra entre 0,27 y 0,87.

El cálculo del RFT se hace por la sumatoria de los ítems que se registran como uno en cada una de las categorías que puntúan. Así las Familias con riesgo bajo: familia tipo 1 (familias nucleares, nuclear modificada y nuclear reconstituida) que se encuentra en el percentil de 1 a 29 y en puntuaciones inferiores de 54, y familia tipo 2 (familias extensas, extensas modificada y atípicas) que se encuentra en el percentil 3 a 26 y en puntuaciones inferiores a 55. Estas familias están representadas en condiciones favorables por su composición en interacciones, al igual que sus condiciones de prácticas cotidianas individuales y grupales saludables, sus condiciones de vivienda y vecindario son seguras y mantiene vigilancia y control de las amenazas para la salud individual y familiar. Familias amenazadas: familias tipo 1, que se encuentra en los percentiles 37 a 77 y PE entre 56 a 68, y en la familia tipo 2 percentiles entre 33 y 76 con un PE entre 55 y 68. Las familias amenazadas serán aquellas en la que se demuestra desarmonía y dificultad en el manejo de los menores, asociadas con prácticas cotidianas inseguras por su composición e interacciones psicoafectivas. Cuentan con un apoyo parcial y subutilizan los servicios de salud, viven en condiciones desfavorables de vivienda y vecindario, facilitando así el estado de la amenaza para la salud individual y organización familiar. Las familias con alto riesgo: familia tipo 1 con percentiles superiores a 81 y PE superiores a 70, y familia tipo 2 con percentiles superiores a 80 y PE superiores a 70. Las familias en alto riesgo o crítica superan las condiciones de la familia amenazada. Demuestran acumulación de determinantes de peligro para la integridad individual y familiar por composiciones e interacciones psicoafectivas adversas o de desarmonía y pérdida de control en los menores. Estas familias asumen prácticas cotidianas inseguras, no cuentan con acceso a

131Riesgo familiar total de familias desplazadas residentes en el municipio de Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia)

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 126 - 139

los servicios de salud o no los usan, agregándole condiciones desfavorables de vivienda y seguridad para los individuos y la organización de la familia como unidad (2).

El instrumento de Riesgo Familiar Total (RFT 5-33) aplicado a 59 familias, cuenta con un nivel de confiabilidad aceptable, estimada mediante el coeficiente de consistencia Kuder-Richardson # 20, tiene una consistencia entre 0,6 y 0,76 indicando que son factores homogéneos y altamente consistentes (2).

Muestra y muestreo

El máximo tamaño de muestra se obtiene con el mayor valor de variabilidad obtenida, que en este caso fue de 0,24 correspondiente a la categoría amenazado, del instrumento de Riesgo Familiar Total. Con estas consideraciones, el tamaño de la muestra aleatoria simple para este trabajo, se calculó mediante la expresión usual para estimación de proporciones. La fórmula para dicho cálculo es:

Donde n = 257 familias desplazadas, = nivel de confianza del 90% (valor de z = 1,64), la proporción de familias desplazadas con riesgo familiar total amenazado (0,24), q = 1 – p = 0,76 y e = 8% en las estimaciones (0,08).

Para efectos de conocer el comportamiento estadístico preliminar se constituyó una muestra piloto conformada por 10 familias desplazadas del área urbana del municipio de Bugalagrande, seleccionadas aleatoriamente, con el objetivo de obtener información para determinar el tamaño de muestra final, familiarizarse con el instrumento y la precisión para la selección de las familias participantes.

Se aplicaron 59 instrumentos de RFT 5-33 a familias desplazadas en el área urbana del municipio de Bugalagrande, que hicieron parte de la muestra aleatoria. Los instrumentos fueron incluidos en una base de datos en Excel, después se realizó análisis estadístico.

Las familias objeto de estudio están compuestas por un total de 245 personas, con un mínimo de 2 y un máximo de 8 integrantes por familia y un promedio de 4,15 de miembros por familia. La edad de las personas oscila entre los 2 y los 84 años, con un promedio de 28,5 años de edad. La población entre los 19 y 59 años, económicamente activa, representa el 50,6%, es decir que por cada persona económicamente activa hay una dependiente. Sin embargo, dadas las condiciones económicas de estas familias donde predomina el desempleo, se puede expresar que son más las personas dependientes, lo que hace que estas familias cada día tiendan a tener mayor pobreza (19).

Respecto al género de los miembros de la familia, aparece un predominio del sexo masculino con 51,4% (n = 126), sin embargo, sobresalen las mujeres en las edades de 31 a 49 años de edad con un 26% (n = 31), reflejando en estas edades la responsabilidad de cumplir con la jefatura del hogar en los momentos en que falte el padre. En cuanto a los roles familiares, el que predomina es el de hijo con un 50% (n = 123), seguido de la madre con un 24% (n = 58). Con respecto a la tipología familiar, se observa predominio de la familia tipo I con 85%, distribuida en familia nuclear (51%), nuclear modificada (19%) y nuclear reconstruida (15%), lo que sugiere que en un poco más de la mitad de las familias, los hijos cuentan con presencia de los dos padres y que la presencia de familias extensas es mínima, lo que sugiere que las personas mayores se desplazan menos.

La afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud para las familias entrevistadas es alta (93%), especialmente al régimen subsidiado

132 Ana María Soto González, Vilma Florisa Velásquez G.

(89%), dadas las características de la población pobre y vulnerable, debe resaltarse que el 7% de los integrantes de la familia no están afiliados (n = 17). Predomina la percepción de estar aparentemente sanos (63%), se evidencia un porcentaje relativamente alto (39%) que manifiesta no tener educación sexual, seguido por riesgos en la salud oral (22%), agudeza visual (15%) y accidentes (7%).

Dentro de las familias se encontró que la totalidad de los menores de 12 años presenta infecciones virales expresadas por la población como gripas o resfriados, desnutrición (86%) y maltrato (26%), relacionados principalmente por su situación de desplazamiento y condiciones de vivienda. Frente a los antecedentes de patologías de carácter familiar, se observa predominio de patologías crónicas, tales como: hipertensión arterial (34%), diabetes (31%), artritis (29%), cáncer (25%), asma (20%), anemia (19%), alcoholismo (17%), enfermedad renal (15%) y maltrato (14%).

El trabajo es valorado como el principal sistema de apoyo familiar (71%), significativo porque tiene la capacidad de resolver situaciones para el mantenimiento y adaptación de la familia. Le siguen el centro de salud (61%) y la escuela (58%), que son apoyos clave para las familias.

Aspectos éticos

Previo a la recolección de la información, se solicitó autorización a la autora de los instrumentos (doctora Pilar Amaya) (2) para la aplicación de los instrumentos de Riesgo Familiar Total: RFT 5-33, y a la Alcaldía del municipio de Bugalagrande. La aprobación para el desarrollo del estudio se obtuvo por medio del Comité de Ética de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia. Se aplicó prueba piloto previa al estudio principal.

El desarrollo del estudio fue ajustado a la Resolución 8430 de 1993 (20) del Ministerio de

Salud, prevaleciendo especialmente el criterio de respeto a la dignidad, autonomía y la protección de los derechos y el bienestar de los participantes, quienes firmaron el consentimiento informado.

RESULTADOS

Riesgo familiar

Se encontró predominio de familias amenazadas (59%) y en alto riesgo (27%), influido principalmente por la categoría de situación económica, donde casi la mitad de las familias están en alto riesgo (46%) y el resto amenazadas (54%) (Tabla 1). En cuanto a la categoría de servicios y prácticas de salud, se encuentran las familias en riesgo alto (31%) y amenazadas (69%), influido principalmente por la falta de información sobre servicios de salud (54%), subutilización de servicios disponibles (47%), manejo inapropiado de salud dental (46%) y no detección de riesgos familiares (37%).

La categoría de vivienda y vecindario presentó en casi la totalidad de las familias características ambientales de vivienda en condiciones de amenaza (85%) y alto riesgo familiar (15%). En la categoría de manejo de menores predominan las familias amenazadas (83%) frente a las familias de alto riesgo (17%). En la categoría de manejo de menores se destacan los factores de riesgo relacionados con la presencia de niños de 1 a 12 años (22%), seguido de falta de seguridad en actividades de menores (20%), dificultad en orientación y disciplina de escolares y adolescentes (17%) y manejo inapropiado de EDA, IRA y CD (15%). En la categoría psicoafectiva predominan las familias en riesgo alto (90%) y familias amenazadas (10%), posiblemente obedece a que las familias sufren de ansiedad permanente, presentan desarmonía entre padres e hijos y desarmonía conyugal, fugas de menores, separación conyugal y roles no gratificantes (Tabla 1).

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Tabla 1. Distribución porcentual del riesgo por categorías

Categoría Porcentaje de familias con riesgo

altoPorcentaje de familias

amenazadas Situación económica 46 54

Servicios y prácticas de salud 31 69

Vivienda y vecindario 15 85

Manejo de menores 17 83

Ambiente psicoafectivo 10 90

Fuente: resultado de Instrumento de Riesgo Familiar Total: RFT 5-33, Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia).

En síntesis, se destaca que la totalidad de las familias desplazadas está en riesgos altos y amenazados, mostrando un panorama preocupante para estos grupos ya que los factores sociales, del medio ambiente y los servicios de salud ahondan la problemática de las familias de interés. Su condición socioeconómica, composición familiar, la presencia de enfermedad crónica y ansiedad, las condiciones de la vivienda, y el manejo de

menores, las hace más vulnerables, sobre todo a aquellas que reportan que no reciben apoyos de salud, empleo y educación, posiblemente porque los factores interactúan simultáneamente, como la situación económica que evidencia predominio de la pobreza (81%), escaso ingreso para cubrir necesidades de salud (75%) y falta de recreación en la familia 68%. (Figura 1).

Fuente: resultado de Instrumento de Riesgo Familiar Total: RFT 5-33, Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia).

Figura 1. Distribución porcentual de factores de riesgo por situación económica.

134 Ana María Soto González, Vilma Florisa Velásquez G.

Los coeficientes de correlación de Pearsons entre las categorías del instrumento RTF 5-33 se observan en la Tabla 2, especialmente entre situación socioeconómica y prácticas y servicios de salud (0,483), y el Riesgo Familiar Total con condición de vivienda y vecindario (0,525), situación socioeconómica (0,698), las condiciones psicoafectivas (0,676), las prácticas y servicios

de salud (0,706). Dichos hallazgos confirman la consistencia interna entre las categorías del instrumento RFT 5-33 y garantizan teóricamente que, en verdad, este mide el constructo que se pretende medir por una parte y, además, conjuga la medición de lo que conceptualmente se pretende desde los individuos que componen la familia y la familia como una unidad (12).

Tabla 2. Coeficientes de correlación entre las diferentes categorías del instrumento de Riesgo Familiar Total

Dimensión

Puntaje Riesgo

Familiar Total

Condiciones psicoafectivas

Prácticas y servicios de

salud

Condiciones de vivienda y

vecindario

Situación socioeconómica

Manejo de menores

Puntaje Riesgo Familiar Total 1 0,676 0,706 0,525 0,698 0,361Condiciones psicoafectivas 1 0,273 0,273 0,269 0,275Prácticas y servicios de salud 1 0,136 0,483 0,040Condiciones de vivienda y vecindario 1 0,101 0,131Situación socioeconómica 1 0,189

Manejo de menores 1

Fuente: resultado de instrumento de Riesgo Familiar Total: RTF 5-33, Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia).

DISCUSIÓN

Frente al riesgo, las familias colombianas consideran que los eventos críticos de mayor peso son el desempleo del jefe del hogar, seguido de una pérdida económica importante, la presencia de un enfermo grave, el abandono del hogar por parte de un menor de 18 años y la muerte reciente de algún miembro (21). Un postulado de la teoría Riesgo Familiar Total desarrollado por Amaya (2) afirma que “los riesgos se asocian, se acumulan y son de carácter exponencial”. Es decir que hay riesgos de las diferentes categorías que son comunes a múltiples problemáticas de la salud individual y familiar en el momento de la evaluación. Como lo encontrado en el presente estudio con 59 familias desplazadas, que reporta predominio

de familias amenazadas (59%) seguidas por alto riesgo (27%), resultado de la sumatoria de los reportes de los 33 ítems suministrados por cada familia frente a las cinco categorías: condiciones psicoafectivas, servicios y prácticas de salud, condiciones de vivienda y vecindario, situación socioeconómica, y manejo de menores. Esto evidencia el riesgo alto y de amenaza en que se encuentran las familias desplazadas en Colombia (15, 16), hecho que amerita acciones gubernamentales para enfrentar estos factores de riesgo en las familias, consecuencia del conflicto armado interno colombiano, que está generando en el núcleo familiar cambios indiscutibles en la composición familiar, principalmente en los roles de cada miembro, deserción escolar de los hijos, cambios económicos y de su idiosincrasia,

135Riesgo familiar total de familias desplazadas residentes en el municipio de Bugalagrande (Valle del Cauca, Colombia)

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entre otros; características que son llamadas crisis no normativas, eventos no esperados dentro del desarrollo de los ciclos vitales de la familia.

Por otra parte, en el estudio cerca de la mitad de las familias desplazadas están en alto riesgo por su situación socioeconómica (46%) (n = 27) y el resto (54%) (n = 32) amenazadas, influidos principalmente por la pobreza (81%), el ingreso escaso para cubrir las necesidades de salud (75%), falta de recreación (68%), problemas de salud no resueltos (51%) y vagancia o sobrecarga de trabajo (36%). Se destaca la importancia de estos resultados para tener en cuenta en los planes de desarrollo, ya que:

[…] los riesgos familiares se asocian y se conjugan con la trayectoria y situación actual de las familias inmersas en un contexto de adversidad que advierte sobre la probabilidad de ocurrencias de efectos adversos individuales (morbilidad, mortalidad) o desorganización de la unidad familiar. (1)

Estas cifras se relacionan con los datos de pobreza para Colombia (40,3%) y pobreza extrema (14,4%) en 2009 (19), lo que implica reconocer que todas las personas no están en igualdad de condiciones para acceder a los beneficios del crecimiento económico sostenido en el país, además genera situaciones de dispersión de los integrantes de la familia para conseguir un sustento o sobrecarga de los mismos (madres o niños haciendo trabajos forzosos en el campo principalmente) que permitan una mejor condición de vida. Así, “los que migran de manera forzada no son grupos de población que buscan insertarse en el aparato productivo; más bien interviene en su decisión de migrar el elemento sociopolítico, que está determinado por las condiciones de violencia del país” (3).

En cuanto a la categoría de servicios y prácticas de salud se encuentran en riesgo alto (31%) y amenazadas (69%), influido principalmente por la falta de información sobre servicios de salud

(54%), subutilización de servicios disponibles (47%), manejo inapropiado de salud dental (46%) y no detección de riesgos familiares (37%). Esta categoría es explicada posiblemente por la subutilización de los servicios en 47% de las familias que se vuelve responsabilidad y autocuidado de los individuos de la misma, encontrando así situaciones de priorización a otras condiciones de vida familiar que proporcionen el bienestar de los integrantes como es la vivienda y alimentación principalmente. Como está expresado en un estudio de Bogotá, que refiere que para la población desplazada “la salud comporta un conjunto de condiciones de vida, vivienda, alimentación, recreación y bienestar que superan la enfermedad y la necesidad de acudir a una asistencia médica” (9). Comparándolo con el estudio de Soledad (Atlántico) (17), se encontró que dentro de los factores que más afectan a las familias se encuentran la subutilización de los servicios de salud disponibles (51%) y la falta de información sobre los servicios de salud (47%). Dado que el concepto de vulnerabilidad está fuertemente ligado al ciclo de vida, el Sistema de Protección Social debería estar en capacidad de responder a las crisis y riesgos propios de cada etapa del ciclo vital de las personas y familias. La situación de riesgo de estas familias genera una gran demanda de asistencia social por parte de este grupo poblacional, en particular, aquellos que se encuentren en mayor pobreza (6).

La categoría de vivienda y vecindario admitió encontrarse en condiciones de amenaza (85%) y en alto riesgo (15%) dadas las características ambientales de vivienda. Esta situación de riesgo se halla estrechamente relacionada con las condiciones sociales y económicas en las que se encuentran las familias por su condición de desplazamiento, teniendo en cuenta que se instalan en el municipio receptor especialmente en estratos de ingresos bajos (1 y 2). En esta categoría presenta el mayor riesgo la falta de saneamiento ambiental (36%) referente al manejo de basureros, control de plagas, acumulación de aguas negras o residuales,

136 Ana María Soto González, Vilma Florisa Velásquez G.

seguido de la ausencia de servicios públicos (29%) y condiciones insalubres del vecindario (20%) con la presencia de basureros, caños, pantanos y condiciones de inseguridad del barrio. Al ser una comunidad marginal, los vehículos de recolección de basuras no llegan a las viviendas, por lo que se complica el manejo de desechos de basuras, porque no existe una buena educación para la disposición de los mismos, y el manejo inadecuado de las aguas negras. Una situación de mayor riesgo se encontró en las familias de Soledad (17), donde los factores que más afectan a las familias son la falta de servicios públicos (69%), falta de uso de saneamiento ambiental (67%) y condiciones insalubres en el vecindario (61%). Esto evidencia lo planteado por la OPS/OMS (22), en las viviendas deficientes se localiza la población de mayor riesgo de afectación por enfermedades relacionadas con la vivienda y el entorno, por ello podría adjudicarse a la vivienda el papel de determinante de salud.

En el manejo de menores predominan las familias amenazadas 83% (n = 49) frente a las familias de alto riesgo (17%) (n = 10). Situación especialmente influenciada por los factores de riesgo relacionados con la presencia de niños de 1 a 12 años (22%) (n = 13), seguido de falta de seguridad en actividades de menores (20%) (n = 12), dificultad en orientación y disciplina de escolares y adolescentes (17%) (n = 10) y manejo inapropiado de EDA, IRA y CD (15%) (n = 9). Esta categoría presenta menor riesgo comparado con al estudio de Soledad frente a la presencia de niños de 1 a 12 años (49%), la dificultad en orientación y disciplina de estos escolares y adolescentes (40%) y falta de seguridad en actividades de menores (37%) (17). La presencia de riesgo en niños de 1 a 12 años genera especial atención en el cuidado que estos requieren en sus primeros años de vida, al igual que los riesgos de contraer enfermedades prevalentes de la infancia.

Frente al ambiente psicoafectivo, el estudio mostró familias amenazadas (90%) y familias en riesgo

alto (10%), especialmente por presentar ansiedad permanente, desarmonía entre padres e hijos y desarmonía conyugal, fugas de menores, separación conyugal y roles no gratificantes. Haciendo una comparación con el estudio realizado en Soledad se encontró que la separación conyugal y los roles no gratificantes, junto con la desarmonía conyugal influyen en este riesgo. Lo que sugiere que estos factores influyen en la interacción familiar y la dinámica de los miembros de la familia y “que por la continuidad de sus dificultades, desempleo, hacinamiento, roles de readaptación y cambio de relaciones afectivas, estados de ansiedad permanente, bajos o nulos ingresos, etc., hacen que se afecten en mayor grado sus relaciones personales e intrafamiliares y se favorezcan la desintegración familiar y social (16).

CONCLUSIONES

El instrumento Riesgo Familiar Total RTF: 5-33, facilita la valoración de familias de alta vulnerabilidad como las desplazadas por la violencia que se vive actualmente en Colombia, de manera ágil, oportuna, y completa, además que “permite orientar el cuidado de la salud de las personas, de la familia y la vigilancia del contexto en donde están inmersas” (2).

Los factores de mayor riesgo encontrados en las familias desplazadas están relacionados con las categorías socioeconómica y acceso a servicios de salud, que aunque vienen buscando el bienestar se requiere mayor impacto sobre estos a través de la continuidad en estudios sobre estas familias en sus diferentes condiciones de vulnerabilidad, aportando así a políticas locales con referencias claras y precisas para posteriores planes de trabajo e intervenciones. Esta valoración del riesgo familiar aporta a las acciones encaminadas al fortalecimiento del grupo familiar sobre la promoción de la salud, prevención de la enfermedad, rehabilitación de su salud mental y adaptación del medio en que viven para que utilicen los recursos que se les ofrece.

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Todas las familias presentan riesgos y su análisis muestra elementos para la práctica y futuras investigaciones. Se aprecia que las necesidades de acción son múltiples y las tareas requeridas desde los resultados del RFT son de diferentes niveles, dando prioridad a los de mayor riesgo, sin dejar de lado las familias amenazadas y de bajo riesgo, que ameritan trabajo en promoción de la salud y prevención de la enfermedad, para mitigar la probabilidad de que estos aspectos se conviertan en amenazas que se manifiesten por morbilidad o como conflicto o desorganización familiar (2).

Desde la investigación se hace necesario estudiar la relación entre el RFT de las familias desplazadas con niños menores de 18 años (representan el 41,6% en el presente estudio) para crear

programas de promoción de la salud y prevención de enfermedades. De igual manera, se hace necesario determinar las fortalezas y recursos que son asequibles para las familias buscando mitigar, controlar y/o resolver los riesgos con apoyo de las instituciones sociales y de salud, según el régimen social y de salud disponible (23).

AGRADECIMIENTOS

A las familias desplazadas que al ser entrevistadas mostraron que siempre puede haber una luz en el camino a pesar de las dificultades, enseñando que la vida es de lecciones y que siempre, cuando algo malo sucede, se puede cambiar la mirada de manera positiva.

138 Ana María Soto González, Vilma Florisa Velásquez G.

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* Odontóloga, Especialista en Auditoría en Salud. Docente Universidad Autónoma de Manizales. Manizales, Colombia. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected]** Odontóloga, Rehabilitadora Oral. Docente Universidad Autónoma de Manizales. Manizales, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

CARACTERIZACIÓN DE LA SALUD BUCAL DE LAS PERSONAS MAYORES DE 65 AÑOS DE LA CIUDAD DE MANIZALES,

2008Luz Dary Joya Rodríguez*Luisa Eugenia Quintero**

Recibido en febrero 9 de 2015, aceptado en marzo 30 de 2015

Citar este artículo así: Joya LD, Quintero LE. Caracterización de la salud bucal de las personas mayores de 65 años de la ciudad de Manizales, 2008. Hacia promoc. salud. 2015; 20(1): 140-152. DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.10

ResumenObjetivo: Caracterizar el estado de salud bucal de las personas adultas mayores de 65 años de la ciudad de Manizales. Materiales y Métodos: Estudio descriptivo realizado en 318 adultos seleccionados aleatoriamente. El muestreo fue probabilístico con un nivel del confianza del 95%, un margen de error del 5% y p = 0,30. Se incluyeron variables sociodemográficas, afiliación al SGSS, valoración de la ATM mediante el índice de Helkimo, estado de salud periodontal mediante los índices ESI y CPITN; se evaluó la higiene oral a través del índice de O’Leary y se aplicó el índice de COP-D y radicular para valorar tejidos duros. Se evaluó el estado protésico y mucosa bucal. Resultados: El promedio de edad de la población fue de 74 años con predominio del sexo femenino. El 40% de la población reportó signos y síntomas para el índice de Helkimo, el clicking fue el ruido articular predominante. El ESI total aplicado fue de 66,7-4,5; y según el CPITN, el 95% de la población evaluada requería algún tipo de tratamiento periodontal. El promedio de COP-D fue de 23 y el índice radicular de 17,5%. El 87% de la población evidenció edentulismo parcial o total y el 60,5% necesidad de prótesis; 31% presentó lesiones de tejidos blandos como úlcera traumática, aumento tisular por prótesis y estomatitis subprotésica. Conclusión: La salud bucal del adulto mayor revela el escaso cuidado de la misma a lo largo de la vida de esta población. Se requiere que las autoridades sanitarias en salud amplíen y ejecuten los programas preventivos y de intervención, encaminados al mejoramiento de la salud bucal de esta población.

Palabras claveAdulto mayor, salud bucal, sistema de salud, enfermedad periodontal, prótesis. (Fuente: DeCs, BIREME).

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 140 - 152 ISSN: 0121-7577 (Impreso) ISSN: 2462-8425 (En línea)

DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.10

141Caracterización de la salud bucal de las personas mayores de 65 años de la ciudad de Manizales, 2008

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 140 - 152

CHARACTERIZATION OF ORAL HEALTH OF PEOPLE OVER 65 YEARS IN THE CITY OF MANIZALES, COLOMBIA, 2008

AbstractObjetive: To characterize the oral health status of elderly individuals aged 65 and older of the city of Manizales. Materials and Methods: Descriptive study carried out with 318 adults, randomly selected. The probability sampling had a confidence level of 95%, a margin of error of 5%, and p = 0.30. Sociodemographic variables, affiliation to GSSH, TMJ examination using Helkimo Index, periodontal health status using ESI and CPITN indexes, oral hygiene status using the Oleary index; COP-D and root caries indexes for hard dental tissue, prosthetic status and oral mucosal examination were also included. Results: The average age of the population studied was 74 years with predominance of females. Forty per cent (40%) of the population reported signs and symptoms for Helkimo’s index. Clicking was the predominant joint sound. The total ESI applied was 66.7-4.5 and, according to CPITN, 95% of the population evaluated required some type of periodontal treatment. The average COP-D was 23 and the root caries index was 17.5%. Eighty-seven per cent (87%) of the population showed total or partial edentulism, 60.5% required prosthesis, 31% had soft tissue injuries such as traumatic ulcer, increased tissue growth due to prosthesis and sub-prosthetic stomatitis. Conclusion: Oral health of elderly individuals reveals poor care throughout their lives. It is necessary that health authorities expand and execute preventive programs intended to improve the oral health of this population.

Key wordsAged, oral health, health systems, periodontal diseases, denture complete. (Source: DeCs, BIREME).

CARATERIZAÇÃO DA SAÚDE BUCAL DAS PESSOAS MAIORES DE 65 ANOS DA CIDADE DE MANIZALES, 2008

ResumoObjetivo: Caracterizar o estado de saúde bucal das pessoas adultas maiores de 65 anos da cidade de Manizales. Materiais e Métodos: Estudo descritivo realizado em 318 adultos selecionados aleatoriamente. A amostragem foi probabilístico com um nível de confiança de 95%, uma margem de erro de 5% e p = 0,30. Incluíram se variáveis sócio-demograficas, afiliação ao SGSS, valoração da ATM mediante o índice de Helkimo, estado de saúde periodontal mediante os índices ESI e CPITN; avaliou se a higiene oral a través do índice de O’Leary e se aplicou o índice de COP-D e radicular para valorar tecidos duros. Avaliou se o estado protética e mucosa bucal. Resultados: A meia de idade da povoação foi de 74 anos com predomínio do sexo feminino. O 40% da povoação reportou signos e sintomas para o índice de Helkimo, o clicking foi o ruído articular predominante. O ESI total aplicado foi de 66,7-4,5; e segundo o CPITN, o 95% da povoação avaliada requeria algum tipo de tratamento periodontal. A meia de COP-D foi de 23 e o índice radicular de 17,5%. O 87% da povoação evidenciou edentulismo parcial ou total e o 60,5% precisa de próteses; 31% presentou lesões de tecidos brandos como ulcera traumática, aumentou tissular por próteses e estomatites sub-protésica. Conclusão: A saúde bucal do adulto maior revela o escasso cuidado da mesma ao longo da vida desta povoação. Requere se que as autoridades sanitárias em saúde ampliarem e executem os programas preventivos e de intervenção, encaminhados ao melhoramento da saúde bucal desta povoação.

Palavras chaveAdulto maior, saúde bucal, sistema de saúde, doença periodontal, próteses. (Fonte: DeCs, BIREME).

142 Luz Dary Joya Rodríguez, Luisa Eugenia Quintero

INTRODUCCIÓN

El concepto de salud en la tercera edad, se define como salud funcional y es la que permite que el individuo viva a plenitud de acuerdo con sus posibilidades y capacidad. La salud bucal es parte esencial de la salud general y de la calidad de vida de los ancianos, por lo que debe ser comprendida y atendida adecuadamente por los profesionales del sector (1, 2).

Los adultos mayores se constituyen, en el mundo, como una de las poblaciones en las que el impacto de las condiciones de vida y salud representa un reto para todos los países debido al crecimiento acelerado de este grupo poblacional. Actualmente, las personas adultas mayores representan un 8% de la población total en América Latina y el Caribe y un 16% en Estados Unidos y Canadá. Para 2025, el 14% de la población en América Latina y el Caribe tendrá 60 años o más (3, 4). En Colombia, según proyecciones del censo del DANE (2005) en el período 2005-2011 la proporción de personas adultas mayores en Colombia pasó de un 8,9% a 10,05% (5). En Manizales, comparando el censo de 1993 con el de 2005, este grupo poblacional pasó 16.416 personas a 27.312. Se proyecta que para el 2020 habrá un total de 48.118 adultos mayores para la zona urbana y rural de Manizales.

Con relación a la salud bucal de los adultos mayores, históricamente se ha observado que la caries y la enfermedad periodontal han sido los problemas más frecuentes y, a su vez, las causas primordiales del edentulismo parcial o total (6-8). Los estudios aplicados a este grupo poblacional en Colombia hasta la fecha, han sido aplicados en poblaciones institucionalizadas lo que representa limitaciones para el abordaje del problema en perspectiva poblacional.

Para la caracterización de salud bucal, en estudios poblacionales se utilizan índices epidemiológicos de acuerdo a las condiciones que se pretendan

evaluar. Para este estudio se utilizó el índice de Helkimo, el cual permite evaluar el rango de apertura mandibular, función y movimientos mandibulares, presencia de dolor a la palpación de músculos masticatorios y del cuello, la existencia de ruido y dolor articular. Este índice se complementa con una evaluación subjetiva por parte del paciente a partir de la aplicación de un cuestionario.

Para evaluar el estado periodontal, se aplicó el índice de extensión y severidad (ESI), el cual mide la extensión y severidad de la enfermedad periodontal en términos de pérdida de inserción y extensión de la enfermedad. Asimismo, se aplicó el índice de O’Leary, para evaluar la higiene oral de los adultos mayores, examinando la presencia de placa bacteriana en las superficies lisas de los dientes. Para determinar las necesidades de tratamiento periodontal se utilizó el Índice Comunitario de Necesidades de Tratamiento Periodontal (CPITN), el cual permite conocer las necesidades de tratamiento periodontal a partir de los hallazgos clínicos, como la presencia o no de sangrado gingival, cálculos y bolsas periodontales (9, 10).

Para evaluar la historia de dientes cariados, obturados y perdidos se aplicó el índice de COP-D, y el índice de Katz, para medir la existencia o no de caries en las superficies radiculares expuestas al medio oral.

Por lo anterior, el objetivo de este estudio es caracterizar la salud bucal de adultos mayores de 65 años de la ciudad de Manizales según aspectos sociodemográficos y afiliación al SGSS, con el propósito de contribuir a la formulación de políticas, programas de salud pública, que incorporen estrategias de intervención integral en salud bucal, que respondan a las necesidades de este grupo poblacional dentro del contexto social, político y cultural.

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MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizó un estudio descriptivo, en 318 adultos mayores de 65 años seleccionados aleatoriamente y por afijación proporcional de las 11 comunas de la zona urbana del municipio de Manizales. El cálculo de la muestra se realizó con base en la población total de mayores de 65 años reportados por el DANE, con un nivel del confianza del 95%, un margen de error del 5% y con un valor de p = 0,30 obtenido de las tasas de morbilidad en este grupo de edad.

La selección de las unidades muestrales se hizo a través de un mapa de Manizales. Todas las manzanas fueron enumeradas y mediante una tabla de números aleatorios se seleccionaron aquellas en las que se localizaría cada elemento muestral. Una vez identificada la vivienda se procedió a determinar la presencia de personas mayores; a cada una de ellas se le presentó el proyecto, se les solicitó su colaboración y consentimiento firmado. En el caso donde se presentó más de una persona mayor de 65 años, se realizó un sorteo para definir el sujeto a estudiar. Cuando en la residencia elegida no se encontraron personas mayores, se reemplazó con la residencia anterior o posterior donde habitara un adulto mayor de la misma manzana.

A cada adulto mayor, seleccionado aleatoriamente que aceptó colaborar, se le aplicó una encuesta para indagar acerca de los datos sociodemográficos y se realizó la evaluación clínica del estado de salud bucal.

Como instrumentos se utilizaron: el índice de Helkimo para evaluar las alteraciones de la articulación temporomandibular; el Índice de Extensión y Severidad (ESI), para la salud periodontal, y se determinaron las necesidades de tratamiento periodontal a través del Índice Comunitario de Necesidades de Tratamiento Periodontal (CPITN); para evaluar la historia de caries dental de dientes cariados, obturados y perdidos el índice de COP-D y para caries radicular

el índice de Katz y se aplicó el índice de O’Leary para determinar la higiene bucal. Asimismo, se practicó la observación directa para identificar las lesiones de tejidos blandos y necesidades de tratamiento protésico. Es pertinente señalar que los índices ESI, CPITN, COP-D, Katz y O’Leary solo se aplican a pacientes que presentan dientes en boca.

Para el análisis de la información, se elaboró una base de datos en el programa SPSS versión 16. Se realizó análisis univariado, utilizando proporciones y medidas de tendencia central. Mediante la aplicación de la prueba Chi cuadrado de Pearson, se exploró la relación existente entre las variables descritas. Esta investigación cumplió con lo exigido en los artículos de la Resolución 8430 de 1993, del Ministerio de Salud de Colombia sobre normas científicas, técnicas y administrativas en investigación en salud (Capítulo 1, artículos 8, 11, 14 y 15).

RESULTADOS

Características sociodemográficas. El 71,4% de las personas evaluadas fue del sexo femenino. El promedio de edad fue de 74 años. El 62,6% de los hombres está casado y el 48,5% de las mujeres son viudas. El 56% de las mujeres y el 71,7% de los hombres acreditan educación básica.

Tanto los hombres como las mujeres se ubican en mayor proporción en el estrato medio bajo. La proporción es del 44% en los hombres y el 51,5% en las mujeres. En cuanto a los ingresos, solo el 51% lo informa y de estos el 76,7% entre hombres y mujeres devenga un salario mínimo mensual. Más del 90% de los hombres y las mujeres está afiliado al SGSS.

Evaluación articular y muscular. Según el índice de Helkimo, 4 de cada 10 pacientes reportaron haber tenido algún signo o síntoma subjetivo para este índice; el 68% se presentó en las mujeres;

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sin diferencia estadísticamente significativa entre los dos géneros (p = 0,271). La prevalencia fue mayor entre los 70 a 79 años sin diferencia

estadísticamente significativa entre los grupos de edad (agrupados por decenios) (p = 0,24). (Tabla 1).

Tabla 1. Relación del índice subjetivo de Helkimo según sexo y grupo de edad

I. subjetivo de Helkimo

(%)sexo Grupos de edad Total

Masculinon

Femeninon

65-69n

70-79n

80-89N

90 y más n

SÍ 39,7 39 86 34 66 23 2 125NO 60,3 52 138 56 107 27 0 190

TOTAL 100,0 91 224 90 173 50 2 315

Fuente: resultado de la aplicación del índice de Helkimo.

En cuanto a los rangos de movilidad mandibular horizontal, 242 de los 318 examinados, tenían los parámetros de referencia para aplicar esta medida. El 80,2% de los 242, presentaron rangos de movilidad mandibular anormal, siendo más relevante el rango de movilidad disminuido con un 71,5%.

Para el rango de movilidad vertical, 256 tenían los parámetros de referencia para poder aplicar la medida. De éstos, el 44,2% presentaron valores anormales, siendo más frecuente el rango de movilidad aumentado. El 91,8% de los pacientes evaluados en movimientos máximos mandibulares (horizontales y verticales), no presentaron dolor al momento del examen.

En cuanto a la valoración muscular se evidenció que 9 de cada 10 pacientes no presentaron dolor a la palpación muscular de bucales y maseteros.

Evaluación periodontal. De la población examinada, 138 tenían dientes presentes en boca, a 9 no les fue aplicado el examen periodontal por las condiciones de destrucción coronal o compromiso sistémico que los excluía del examen. Se evaluó

la presencia de movilidad dental, el 27% de la población tiene algún grado de movilidad en uno o varios de sus dientes. El 96,89% de la población evaluada, presentó algún grado de severidad de enfermedad periodontal. Según el Índice de Extensión y Severidad (ESI), el promedio de la extensión fue de 66,7% y de la severidad fue de 4,5 mm que corresponden a un grado de extensión generalizada y de severidad moderado. El grado de severidad fue mayor en los hombres.

Con relación al Índice Comunitario de Necesidades de Tratamiento Periodontal (CPITN), aplicado a 128 adultos mayores, se observó que el 23% de la población requiere educación en salud bucal y profilaxis (TN1); el 31% requiere educación en salud bucal y raspaje profesional (TN2), y el 41% requiere tratamiento completo en cada una de sus fases (TN3). De este último, las mujeres y los adultos entre los 70 a 79 años, son los grupos que más lo requieren. No se observa relación estadísticamente significativa entre los valores de CPITN y el género (p = 0,12) y entre el CPITN y los grupos de edad (p = 0,076). El 95% de la población evaluada requiere algún tipo de tratamiento periodontal. (Tabla 2).

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Tabla 2. Relación del CPITN según el sexo y grupo de edad

ITNCP

%Sexo Grupos de edad Total

Masculino n Femenino n 65-69 n70-79

n80-89

nTNO 5 0 6 4 0 2 6

TN1 23 7 23 10 19 1 30

TN2 31 16 24 14 23 3 40TN3 41 20 32 15 32 5 52Total 100 43 85 43 74 11 128

Fuente: elaboración propia a partir de los resultados de la investigación.

En el grado de higiene bucal, según el índice de placa bacteriana de O’Leary, el 90% presenta mala higiene bucal, con un promedio de placa bacteriana del 72%, y una desviación estándar de 34,8%. El promedio de placa bacteriana para los hombres fue del 80,3% y en mujeres del 67,2%.

Evaluación de tejidos duros. Se aplicó el índice de COP-D para caries dental y el índice de Katz para caries radicular. El promedio de dientes en boca fue de 11; dientes pedidos 17; dientes

cariados 2; obturados 4. El promedio del índice de COP-D fue de 23.

Por rangos de COP-D, el 98,5% de la población presentó rangos muy altos (COP-D mayor de 6,6); de éstos, según el nivel de escolaridad, el 67% cursaron únicamente hasta educación básica primaria. Las diferencias en el índice de COP-D según el nivel de escolaridad son estadísticamente significativas (p = 0,049). (Tabla 3).

Tabla 3. Relación del índice de COP-D y el nivel de escolaridad

EscolaridadCOP-D

Totaln (%)

Moderado n (%)

Muy alto n (%)

Nunca fue a la escuela 0 (0,0) 61 (19,42) 61 (19,42)

Primero a sexto 0 (0,0) 211 (67,19) 211 (67,19)

Séptimo a décimo 1 (0,31) 25 (7,96) 26 (8,27)Once 0 (0,0) 5 (1,59) 5 (1,59)Técnica 0 (0,0) 8 (2,54) 8 (2,54)Universitaria 0 (0,0) 3 (0,95) 3 (0,95)

Total 1 (0,31) 313 (99,65) 314 (100)

Fuente: elaboración propia a partir de los resultados de la investigación.

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Según el estrato socioeconómico el COP-D muy alto se presentó en el estrato medio bajo, y el menor en el estrato alto. No se observaron

diferencias estadísticamente significativas del índice de COP-D según el estrato socioeconómico (p = 0,653). (Tabla 4).

Tabla 4. Relación del Índice de COP-D con el estrato socioeconómico

Estrato socioeconómicoCOP-D

Total n (%)Moderado

n (%)Muy alto

n (%)Bajo bajo 0 (0,0) 38 (11,94) 38 (11,94)Bajo 1 (0,31) 73 (22,95) 74 (23,26)Medio bajo 0 (0,0) 157 (49,37) 157 (49,37)Medio 0 31 (9,74) 31 (9,74)Medio alto 0 15 (4,71) 15 (4,71)Alto 0 3 (0,94) 3 (0,94)Total 1 (0,31) 317 (99,68) 318 (100)

Fuente: elaboración propia a partir de los resultados de la investigación.

El índice de Katz se aplicó a 134 adultos que cumplían los criterios de inclusión. Su promedio fue de 17,5% con una desviación de 28,6%. El 75% de los evaluados presentaron un índice de Katz de 25 o menos, mientras que el 10% presentaron un índice de Katz por encima de 59,5%. El promedio del índice de Katz fue del 28% para los hombres y 12% para las mujeres.

En cuanto a las necesidades de tratamiento dental, se pudo establecer que aproximadamente la mitad de los adultos con dientes presentes en boca, requerían tratamiento en operatoria y 3 de cada 10 exodoncias. Las necesidades de tratamiento dental, según el género, fueron mayores en los hombres, 51% de ellos requieren operatoria, y 57,4% requieren exodoncias.

Evaluación de tejidos blandos. Se identificaron 119 lesiones en boca distribuidas en 98 pacientes. Las mujeres presentaron mayor número de lesiones que los hombres y el grupo de edad más afectado corresponde al grupo menor de 70 años con un 42,4%. Las tres lesiones más frecuentes fueron la úlcera traumática, el aumento tisular por prótesis y la estomatitis subprotésica. (Figura 1).

La ulcera traumática (65,6%) y el aumento tisular por prótesis (55,6%) se presentaron con mayor frecuencia a nivel del reborde alveolar. La estomatitis subprotésica (96,2%) se presentó en el paladar.

Según sexo, la úlcera traumática se presentó con mayor frecuencia en mujeres con un 68% y en el grupo de 70 a 79 años de edad (91,7%). El aumento tisular por prótesis se presentó con mayor frecuencia en mujeres con un 67% y en el grupo de 70 a 79 años de edad (73%).

La estomatitis subprotésica también se presentó con mayor frecuencia en el género femenino.

Evaluación de prótesis. El 94,6% de la personas (n = 301) presentaron algún tipo de prótesis en boca, a saber: 16 (5,1%) casos de prótesis fijas, 48 (15,9%) con prótesis removibles, 1 con removible y fija y 236 (78,4%) con prótesis total. De los 236 examinados con prótesis total, 177 evidenciaron la necesidad de cambio, 73 de prótesis superior, 12 de la inferior y 82 de ambas prótesis.

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2

4

5

6

8

9

26

27

32

0 5 10 15 20 25 30 35

Fístila de Tejido Blando

Ulcera no Traumática

Queilitis Angular

Leucoplasia

Hiperplasia Papilar

Aumento Tisular no relacionado a Prótesis

Estomatitis Subprotésica

Aumento Tisular por Prótesis

Ulcera Traumática

Figura 1. Frecuencia de lesiones en tejidos blandos.

La relación entre las alteraciones de la mucosa bucal con el uso de prótesis, evidenció que en los pacientes con prótesis, el 97% presentó alteraciones de la mucosa bucal. Esta relación fue estadísticamente significativa (p = 000). No obstante, 8 de cada 10 pacientes se sienten bien al masticar con su prótesis y 9 de cada 10 se sienten bien al hablar con su prótesis, a pesar de no cumplir con las condiciones funcionales y estéticas requeridas.

DISCUSIÓN

El estado de la salud bucal en el adulto mayor, aunque podría estar influenciado por el proceso de envejecimiento, dependerá directamente: de los hábitos de higiene oral, del grado de incapacidad física, de la presencia de enfermedades sistémicas asociadas, de la posibilidad de acceso a los servicios de salud y de las concepciones y valoración que se tenga de la salud bucal (11). Sin embargo, no se debe desconocer que el estado de salud bucal podría estar determinado por factores sociales,

económicos, políticos y culturales, propios del contexto.

Los resultados de este estudio, no difieren de los aplicados históricamente a nivel mundial, en los cuales, la caries, la enfermedad periodontal y el edentulismo, se constituyen en los principales marcadores que caracterizan la salud bucal de los adultos mayores, lo que no solo corrobora la vulnerabilidad de este grupo poblacional frente a esta dimensión de la salud, sino que además cuestiona el impacto de las políticas públicas en salud bucal para este grupo poblacional. La salud periodontal del adulto mayor, ha demostrado una alta prevalencia a nivel mundial y en Colombia. A pesar de los diferentes criterios de diagnóstico aplicados en algunos estudios, investigaciones como las de Espeso-Nápoles et al. en 2006 y Taboada-Aranza et al. en 2013, aplicando el índice de Russell, para establecer el estado periodontal en población adulta mayor, reportaron prevalencias de un 95,8% y de un 96,7%, con diagnóstico de periodontitis leve (12,

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13). Resultados similares se han evidenciado al aplicar el Índice de Extensión y Severidad, el cual, al ser utilizado en estudios poblacionales en Colombia como el ENSAB III de 1998, evidenció que el 87% de las personas de 55 años y más padecen de enfermedad periodontal, con un índice de extensión y severidad de 52,4%-2,0 mm (14).

En el presente estudio, bajo los mismos criterios de diagnóstico del Índice de Extensión y Severidad, se evidenció que el 86% de los adultos mayores de 65 años presentaron enfermedad periodontal, con un ESI de 66,7%-4,5 mm. Si bien la extensión de la enfermedad periodontal reportada en este estudio y en los estudios del ENSAB, se evidenció como generalizada, el grado de severidad para la población de Manizales sí fue mayor, comparado con los resultados del ENSAB III, que fue leve.

La evidencia científica afirma que la edad no es considerada un factor de riesgo directo para el desarrollo de la enfermedad periodontal, pero que sí existen otros factores como la higiene oral deficiente, la presencia de hábitos como el fumar, deficiencias nutricionales y el padecimiento de algunas enfermedades sistémicas como la diabetes, el síndrome de Sjögren y enfermedades cardiovasculares, entre otras, que en este caso sí se consideran factores de alto riesgo para los adultos mayores (15-17).

Por lo tanto, al determinar las necesidades de tratamiento periodontal a través del Índice Comunitario de Necesidades de Tratamiento Periodontal (CPITN), se evidenció que el 95% de la población evaluada en el presente estudio, requería de tratamiento periodontal, resultados que son similares a los reportados por Marín en 2000 en su escrito sobre “¿Es necesaria la odontogeriatría?” (18), y por Bermúdez et al. en 2003 en su estudio sobre el “Perfil orofacial de las personas mayores institucionalizadas de la ciudad de Bucaramanga y su Área Metropolitana”, en 284 adultos mayores (19).

Estos marcadores son de relevancia y de especial interés para Colombia, donde el Sistema de Salud, en su plan de beneficios, no contempla la atención especializada en periodoncia, sino que los pacientes y en este caso los adultos mayores con enfermedad periodontal avanzada, solo tienen acceso a la atención odontológica en los primeros niveles de atención, donde ésta se limita a un pobre diagnóstico periodontal y a un tratamiento encaminado solo a profilaxis y retiro de cálculos supragingivales y a unas instrucciones de higiene oral, por parte del odontólogo general o la auxiliar en salud oral, con citas muy cortas y con periodicidad de una o dos veces al año, lo que podría facilitar el avance silencioso de la periodontitis hacia formas más avanzadas, con la consecuente pérdida dental, comprometiéndose en forma evidente la funcionalidad masticatoria del adulto mayor.

Es por ello, que el número de dientes en boca, en la población mayor de 60 años, es un indicador importante de salud bucal. En el presente estudio, este indicador fue de 11, lo que demuestra que la población adulta mayor de Manizales no tiene una funcionalidad dental adecuada, teniendo en cuenta que la Federación Dental Internacional determina que el número mínimo de dientes en boca para garantizar funcionalidad en cualquier persona, es de 20.

En cuanto al análisis de la historia de caries, se ha reportado que el índice de COP, es un indicador que aumenta con la edad, y que por lo tanto, ha evidenciado altas prevalencias en los estudios que históricamente se han aplicado en el mundo y en Colombia. Uno de ellos, fue el realizado entre 2005-2006 en Brasil, con 469 personas adultas mayores y en quienes el promedio de COP-D fue del 21,56% (20). Asimismo, el estudio de Dias Da Silva et al. en Brasil en 2004 con 101 adultos mayores, evidenció un COP de 31,09% (21). En México, Taboada-Aranza et al. en 2013, reportaron un promedio del índice de COP-D de 19,7 en 102 adultos mayores del Estado de Hidalgo (13). En Colombia, los estudios

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del ENSAB III de 1998 reportaron un COP-D de 19,6 en los adultos mayores de 55 años y más (14); y el estudio realizado en el Área Metropolitana de Bucaramanga, mostró resultados de COP-D de 27 (19).

Aunque se observan algunas semejanzas entre algunos resultados dadas las diferencias en los tamaños de las muestras, es importante tener en cuenta que la caries es un indicador importante en la salud bucal de los adultos mayores que afecta no solo a la población de Manizales, sino también a la de otros países americanos que reportan un alto riesgo para caries dental, según los parámetros de la OMS para la cuantificación del COP-D, ya que estos indicadores superan el promedio del 6,5, valor estimado como de alto riesgo por esta organización.

La caries radicular, en el adulto mayor, se constituye en una condición patológica también frecuente, asociada principalmente a la presencia de retracciones gingivales y pérdida de inserción, lo que ocasiona exposición de la raíz del diente al medio bucal y donde el cemento dental que la protege, dadas sus características histológicas, se constituye en una superficie que facilita el acúmulo de la placa dental. De acuerdo con lo anterior, dentro de los estudios aplicados en la población adulta mayor para evaluar este factor, se destaca el estudio realizado por la Universidad de Costa Rica en 2005, que al evaluar las condiciones dentales en 384 personas mayores de 60 años en los Cantones de Goicoechea y Moravia, mostró que el 42% de la población examinada tenia caries radicular (22). Taboada-Aranza et al. en 2000, reportaron en su estudio un índice de caries radicular de 34,4%, aumentando conforme avanza la edad y alcanzando hasta un 100% en los ancianos de 81 años y más (23).

En Colombia, el estudio del ENSAB III de 1998, reportó asimismo una prevalencia de caries radicular del 20,4% (14); y el estudio realizado en el Área Metropolitana de Bucaramanga, evidenció un promedio de índice de caries radicular del 31%, evaluado en 131 individuos institucionalizados

(19). Mientras que en el presente estudio el promedio para este indicador fue de 17,5%.

En cuanto al número de dientes perdidos, como marcador de edentulismo, el presente estudio reportó un indicador de 17, el cual es similar al reportado por el ENSAB III que fue de 16, siendo más bajo que lo evidenciado por Bermúdez et al. en 2003 para la población adulta mayor evaluada en Bucaramanga, lo que sugiere que la mortalidad dentaria continúa siendo un problema fundamental de la población adulta.

Por lo tanto, al evaluar el edentulismo en esta población, se reportan también altas prevalencias asociadas a unas altas necesidades de tratamiento en prótesis dental. Ejemplo de ello, lo evidencia el estudio realizado por la Universidad de Costa Rica en 2005, en el cual se evaluaron las condiciones dentales en 384 personas mayores de 60 años y más en los Cantones de Goicoechea y Moravia, reportando un elevado porcentaje de edentulismo correspondiente al 45%, mayor en mujeres, y gran necesidad de rehabilitación protésica (56%) (22).

Mientras que en Brasil el estudio sobre el estado de salud bucal de los adultos y adultos mayores de Rio Claro, São Pablo, realizado en 2004, al evaluar la prevalencia de caries, edentulismo, uso y necesidad de prótesis en un grupo de 202 individuos, de los cuales 101 eran adultos mayores, evidenció un edentulismo del 74,25%, donde el 48,5% requería prótesis total superior y el 45,5% total inferior (21).

En Colombia, el estudio de la Universidad Santo Tomas realizado por Bermúdez et al. en 2003, reportó un edentulismo del 55%, con unas necesidades protésicas del 30% para el maxilar superior y 44,7% para el maxilar inferior (19). Resultados que son similares a los reportados en Manizales en el estudio sobre “Morbilidad oral y factores de riesgo en adultos mayores de las empresas públicas y del programa plenitud de la ciudad de Manizales en el año 2000-2001”, que al evaluar un grupo de 242 personas mayores de

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50 años, registró que el 46% de los pacientes eran edéntulos (24). Los resultados del presente estudio difieren de este último, ya que en esta investigación el edentulismo se evidenció en un 87%, con unas necesidades protésicas del 60, 5%. Lo que sugiere que los adultos mayores de la ciudad de Manizales también presentan una condición desfavorable en la funcionalidad bucal.

La relación entre las alteraciones de la mucosa bucal con el uso de prótesis, en el presente estudio evidenció una asociación significativa, en la cual el 97% de los pacientes con prótesis presentaba alteraciones de la mucosa bucal. Esta misma situación fue reportada en el ENSAB III, donde se evidenció que la causa principal de las lesiones en tejidos blandos se relacionaba con el uso de prótesis desadaptadas (14). De esta manera, el presente estudio evidenció como lesiones más frecuentes: la úlcera traumática, el aumento tisular por prótesis y la estomatitis subprotésica. Resultados similares a los reportados por Espinoza et al. en Santiago de Chile en 2003, donde la lesión más frecuente fue la estomatitis subprotésica (22,3%) (25).

Los desórdenes temporomandibulares derivados del fenómeno del edentulismo característico del adulto mayor, han adquirido importancia. Autores como Taboada-Aranza et al., afirman que el aumento en la prevalencia de desórdenes temporomandibulares a medida que se pierden los dientes, y/o aparecen desgastes severos en los mismos, produce un aumento de la carga funcional en la articulación temporomandibular (ATM), y por consiguiente la expone a daño articular (26). Los resultados del presente estudio, también sugirieren que la articulación temporomandibular, se podría ver afectada por las condiciones oclusales, el edentulismo y la falta de sustitución protésica inmediata a la pérdida dental.

CONCLUSIONES

La caries es un indicador importante en la salud bucal de los adultos mayores que no solo afecta a la población adulta mayor de Manizales, sino la de otros países del mundo. Los resultados obtenidos en diferentes investigaciones a través del tiempo, han evidenciado un riesgo muy alto de caries para este grupo poblacional, ya que los resultados reportados superan el promedio del 6,5, estimado por la OMS para la cuantificación y clasificación del COP-D

La salud periodontal de los adultos mayores de Manizales, refleja la necesidad de incluir la terapia periodontal completa en el Plan de beneficios que soporta el SGSSS en Colombia ya que es claro, según los resultados de los estudios aplicados en Colombia, que este grupo poblacional es el más afectado por enfermedad periodontal.

De acuerdo con lo anterior, es indispensable proponer ante las diferentes autoridades sanitarias y gubernamentales contribuir a la formulación de políticas, programas de salud pública, educativos, sociales y culturales que respondan a las necesidades de este grupo poblacional con el fin de mejorar sus condiciones de salud bucal y de esta manera su Calidad de Vida y Bienestar.

LIMITACIONES

El presente estudio incluyó una muestra representativa de la población adulta mayor de Manizales, en la cual se tenía estimado un número específico de participantes para cada una de las 11 comunas que conforman el municipio. Sin embargo, se tuvieron limitaciones en el acceso a algunos hogares correspondientes a las comunas 7 y 8, en las cuales se ubican algunos barrios donde predomina el estrato alto (5 y 6).

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* Enfermera, Magíster en Educación y Desarrollo Humano. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín Colombia. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected]** Epidemióloga, Ph.D. en Estadística. Universidad CES. Medellín, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

DETERMINANTES SOCIODEMOGRÁFICOS DE LA CONDUCTA EN SALUD EN ADULTOS CON ENFERMEDAD CARDIOCEREBROVASCULAR

Francy Edith López Herrera*Ángela María Segura Cardona**

Recibido en marzo 09 de 2015, aceptado en abril 05 de 2015

Citar este artículo así: López FE, Segura ÁM. Determinantes sociodemográficos de la conducta en salud en adultos con enfermedad cardiocerebrovascular. Hacia promoc. Salud. 2015; 20(1): 153-167. DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.11

ResumenObjetivo: Establecer los determinantes sociodemográficos y de salud asociados a las conductas de riesgo y conductas promotoras para la salud, de los usuarios del programa de prevención secundaria de enfermedades cardiocerebrovasculares del municipio de Envigado en 2013. Materiales: estudio descriptivo, transversal, de fuente primaria, muestreo aleatorio de 355 usuarios del programa. Resultados: 51% eran hombres, el 29,9% tenía entre 65 y 74 años; 56,3% con básica primaria, analfabetismo del 4,8%. Ingresos mensuales menores a un salario mínimo para el 26,8%. La mayoría siempre asiste al control médico, toma correctamente medicamentos y cumple indicaciones médicas; el 48,5% nunca o algunas veces asiste a actividades educativas del programa. El 87% desconoce su riesgo cardiocerebrovascular y un 55,2% conoce poco o nada de su enfermedad. Consumo constante de café en el 44,2%y cigarrillo el 20%. El sexo, la edad, el estrato socioeconómico y el cumplimiento de las recomendaciones médicas, fueron los terminantes sociodemográficos que se asociaron a las conductas de riesgo. A las conductas promotoras se asociaron el sexo, la asistencia a actividades educativas del programa y el cumplimiento de las recomendaciones médicas de autocuidado. Conclusión: La edad, sexo, estado civil, estrato socioeconómico, ingresos familiares mensuales, y el cumplimiento de las indicaciones médicas, fueron los determinantes sociodemográficos que mejor explicaron las conductas de riesgo para la salud. Asimismo, la edad, sexo, ocupación, estado civil, uso correcto de medicamentos, asistencia a actividades educativas y el cumplimiento de indicaciones médicas, fueron los determinantes que mejor explicaron las conductas promotoras de la salud.

Palabras claveDeterminantes sociales de la salud, adulto, enfermedades cardiocerebrovasculares, estilo de vida, conducta saludable. (Fuente:DeCS, BIREME).

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 153 - 167 ISSN: 0121-7577 (Impreso) ISSN: 2462-8425 (En línea)

DOI: 10.17151/hpsal.2015.20.1.11

154 Francy Edith López Herrera, Ángela María Segura Cardona

SOCIO-DEMOGRAPHIC DETERMINING FACTORS OF HEALTH BEHAVIOR IN ADULTS WITH CARDIO CEREBROVASCULAR DISEASE

AbstractObjective: To establish the socio-demographic and health determining factors related to health risk and health promotion behaviors of the secondary prevention program users with cardio cerebrovascular diseases in the Municipality of Envigado in 2013. Materials: Cross-sectional, descriptive study of primary source, random sampling of 355 users of the program. Results: The sample was formed by 51% men, 29.9% of whom were between 65 and 74 years old; 56.3% had finished elementary school, 4.8% were illiterate. Monthly income was inferior to the minimum wage for 26.8% participants. Most of them always attend medical checkups, take their prescribed medication and comply with their doctor´s instructions. However, 48.5% never or seldom attend educational program activities. Eighty seven per cent (87%) of participants are not aware of their cardio cerebrovascular risk and 55.2% know little or nothing about their illness. Forty-four pint two percent (44.2%) of the participants are heavy coffee drinkers and 20% are smokers. Gender, age, socio economic status and compliance with medical recommendations were the socio demographic determinants that were associated to risk behavior. Gender, attendance to the program educational activities and compliance with the medical recommendations of self-care, were associated with the promoting behaviors. Conclusion: Age, gender, marital status, socioeconomic status, monthly family income, and compliance with medical indications were socio demographic determining factors that best explain the behavior of health risks. Also, age, gender, occupation, marital status, proper use of medication, attendance to educational activities and compliance with medical indications were the determining factors that best explained the health promoting behaviors.

Key wordsSocial determinants of health, adult, cardiovascular disease, life style, health behavior. (Source: MeSH).

DETERMINANTES SOCIO-DEMOGRÁFICOS DA CONDUTA EM SAÚDE EM ADULTOS COM DOENçAS CARDIO-CEREBRO-VASCULAR

ResumoObjetivo: Estabelecer os determinantes socio-demográficos e de saúde associados às condutas de risco e condutas promotoras para a saúde, dos usuários do programa de prevenção secundaria de doenças cardio-cerebro-vasculares do município de Envigado em 2013. Materiais: estudo descritivo, transversal, de fonte primaria, amostragem aleatória de 335 usuários do programa. Resultados: 51% eram homens, o 29,9% tinham entre 65 e 74 anos; 56,3% com ensino básico, analfabetismo do 4,8%. Ingressos mensais menores a um salário mínimo para o 26,8%. A maioria sempre vai ao controle medico, toma corretamente medicamentos e cumpre indicações medicas; o 48,5% nunca ou algumas vezes vai a atividades educativas do programa. O 87% desconhece seu risco cardio-cerebrovascular e um 55,2% conhece pouco ou nada de sua doença. Consumo constante de café no 44,2% e cigarro o 20%. O sexo, a idade, o estrato sócio-econômico e o cumprimento das atenções médicas, foram o terminante sócio- demográficos que associam às condutas de risco. As condutas promotoras se associam o sexo, a assistência a atividades educativas o programa e o cumprimento das atenções medicas de auto-cuidado. Conclusão: A idade, sexo, estado civil, estrato socioeconômico, ingressos familiares mensais, e o cumprimento das indicações medica, foram os determinantes sócio-demograficos que melhor explicaram as condutas de

155Determinantes sociodemográficos de la conducta en salud en adultos con enfermedad cardiocerebrovascular

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 153 - 167

INTRODUCCIÓN

La transición demográfica a la que se enfrenta el mundo, requiere ser analizada desde diferentes enfoques, uno de ellos debe ser la previsión de las consecuencias que acarreará pasar de tener un número significativo de menores de edad en quienes se concentran la mayoría de los programas sociales, educativos y de salud, a tener una población adulta que, de igual forma, requiere de asistencia especial, sobre todo desde el sector salud, ya que constituye un reto atender las demandas de servicios de alta complejidad, que generalmente requieren los adultos como consecuencia de enfermedades crónicas que, en su mayoría, pudieron prevenirse. Así lo ratifican Limón y Ortega cuando dicen que cada día es más elevado el número de adultos mayores y, por ende, también son mayores los problemas sociales, sanitarios, económicos, psicológicos y educativos que tal fenómeno suscita para las sociedades en conjunto (1).

Las enfermedades cardiocerebrovasculares hacen parte de este grupo de alteraciones crónicas que, junto al cáncer, la diabetes y las enfermedades pulmonares crónicas, son las causantes del mayor número de muertes en el mundo (2). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares representan el 30% de todas las muertes registradas en el mundo y podrían configurar entre 2010 y 2020 el 73% de la mortalidad general (3). En Colombia el panorama

risco para a saúde. Assim mesmo, a idade, sexo, ocupação, estado civil, uso correto de medicamentos, assistência a atividades educativas e o cumprimento de indicações medicas, foram os determinantes que melhor explicaram as condutas promotoras da saúde.

Palavras chaveDeterminantes sociais da saúde, adulto, doenças cardio-cerebro-vasculares, estilo de vida, conduta saudável. (Fonte:DeCS, BIREME).

no es diferente, el Instituto Nacional de Salud declaró la enfermedad cardiovascular como la primea causa de muerte, puesto que en el periodo comprendido entre 1998 y 2011 se registraron 628.630 muertes por esta causa, que corresponden al 23,5% del total de las muertes en Colombia (2).

De esta manera, cada vez es más necesario ofrecer a la población adulta la oportunidad de disfrutar de años con calidad, fomentando el autocuidado y la capacidad de gestionar su salud por medio de la adopción de prácticas saludables y el desuso de prácticas riesgosas causantes de muertes y complicaciones innecesarias como las generadas por las enfermedades cardiocerebrovasculares. Nájera et al., por ejemplo, refieren que el infarto agudo de miocardio en el adulto se considera una causa de muerte prematura, por lo que es necesario que se contribuya por medio de la promoción de la salud a la modificación de condiciones y maneras de vivir, evitando o disminuyendo factores de riesgo y aumentando los protectores (4).

De este modo, las conductas y estilos de vida saludables se convierten en la meta a alcanzar cuando el propósito está orientado a tener una población adulta mucho más saludable, en este sentido la OMS define el Envejecimiento Activo como “el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen” (5). Así, todos los esfuerzos que se emprendan para proteger a

156 Francy Edith López Herrera, Ángela María Segura Cardona

esta población, se justifican en la medida que el bienestar del adulto es el reflejo del desarrollo político, social y económico de un país que enfoca sus acciones en los grupos humanos más vulnerables.

En el caso colombiano, se han hecho intentos por proporcionar a la población adulta y adulta mayor condiciones de bienestar, ejemplo de ello son las políticas públicas que se desarrollan por medio de reglamentaciones como la Ley 797 de 2003, los decretos 569 y 4112 de 2004 y los Conpes Sociales 70, 78 y 82 de 2004 que buscan la protección social por medio de la ampliación de beneficios pensionales a esta población (6-11); en el sector salud, la Resolución 00412 de 2000 (12) por medio de programas como el de Detección Temprana de Alteraciones del adulto y los de atención a Enfermedades de Interés en Salud Pública (hipertensión y diabetes), pretende atender las contingencias en salud más frecuentes que el envejecimiento acarrea (13).

En el municipio de Envigado (Antioquia, Colombia), también ha sido priorizada la población adulta y adulta mayor como consecuencia de la relevancia de las enfermedades cardiocerebrovasculares en el perfil de morbimortalidad y la proporción de este grupo poblacional en la conformación de su pirámide poblacional, para lo cual ha desarrollado programas integrales que buscan promover el bienestar en estas personas (14).

No obstante, a pesar de los programas desarrollados desde el sector salud y de las estrategias de Información, Educación, Comunicación (IEC) utilizados para la prevención y atención de enfermedades cardiocerebrovasculares, no se ha alcanzado el impacto esperado; las personas continúan actuando de forma riesgosa, aún faltan muchos esfuerzos para lograr incidir en condiciones como la obesidad, el sedentarismo, los inadecuados hábitos alimenticios y el abuso de sustancias tóxicas, entre otros.

De esta manera, indagar las razones por las cuales a las personas se les dificulta modificar conductas de riesgo para su salud, requiere el análisis de características particulares que pueden incidir en ellas y que hacen parte de sus estilos de vida; del mismo modo, es fundamental conocer dinámicas familiares y sociales que pueden, en algún momento, influir positiva o negativamente en las conductas que las personas asumen frente a la salud. Al respecto, la teórica en enfermería Nola J. Pender dice que promover la autoeficacia en las personas es fundamental para que se puedan cambiar las conductas nocivas por conductas promotoras de la salud y que, para lograrlo, es indispensable realizar aproximaciones a las características individuales y a los contextos reales en que las personas se desenvuelven cotidianamente (15).

METODOLOGÍA

Estudio de enfoque cuantitativo, tipo descriptivo y corte transversal, población conformada por 355 personas mayores de 45 años e inscritas en el programa de prevención secundaria de enfermedades cardiocerebrovasculares del municipio de Envigado en 2013. La muestra fue probabilística, aleatoria y representativa de los pacientes inscritos voluntariamente al programa, pero no de todas las personas con riesgo de enfermedad cardiocerebrovascular que residen en el municipio. Su tamaño se estimó en Epidat versión 2.5, con una p = 5% y un 95% de confianza.Los criterios de inclusión fueron: ser habitante del municipio de Envigado, mayor de 45 años, estar inscrito en el programa en 2013, y tener la condición física y mental necesarias para participar del estudio; como criterios de exclusión: haber ingresado hace menos de 6 meses al programa y no haber estado activo en él en los últimos 12 meses, a pesar de estar inscrito.

Se consideraron dos variables dependientes: conductas de riesgo y conductas promotoras de

157Determinantes sociodemográficos de la conducta en salud en adultos con enfermedad cardiocerebrovascular

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 153 - 167

la salud; las conductas de riesgo fueron definidas como personas que consumían café, alcohol o cigarrillo; las conductas promotoras fueron definidas por personas que realizaban ejercicio rutinariamente o tenían hábitos nutricionales saludables. Las variables independientes se resumieron en dos grupos, el primero compuesto por determinantes sociodemográficos y el segundo por determinantes de salud, definidas según literatura, donde se consideraron como determinantes sociodemográficos el sexo, la edad, el estrato socioeconómico, escolaridad, ocupación, estado civil, ingresos familiares, disponibilidad a acceder a alimentos saludables, apoyo familiar y problemas de orden público que limitan asistencia al programa; y por determinantes de la salud se consideró: años de diagnóstico de la enfermedad, clasificación del RCV, estado de salud, conocimiento de la enfermedad y cumplimiento de recomendaciones médicas. Con estas variables se diseñó un instrumento de recolección de información, validado con personas expertas en el tema y con conocimiento del programa de prevención.

Fuente de información primaria: la técnica utilizada fue el cuestionario estructurado aplicado de forma dirigida. El proceso de recolección de información se realizó luego de los avales institucionales, éticos y análisis de la prueba piloto. Antes de aplicar la encuesta se socializó consentimiento informado, se explicó el objetivo, propósitos y beneficios del proyecto, se hizo claridad sobre la confidencialidad, anonimato y respeto por información de las personas. La información fue procesada en el software estadístico SPSS versión 21.

Se realizó análisis estadístico descriptivo a cada una de las variables incluidas en el estudio; adicionalmente, a través de un análisis bivariado, se determinó la asociación entre las conductas promotoras y de riesgo con cada una de las variables consideradas como determinantes sociodemográficos y de salud, a través de pruebas

Chi-cuadrado, para las que se utilizó un nivel de significación del 5%; asimismo, se establecieron razones de prevalencia (RP) crudas y ajustadas y sus respectivos intervalos de confianza, para determinar la fuerza de la asociación de los determinantes con las variables dependientes; las medidas de fuerza de asociación crudas se ajustaron por potenciales variables de confusión a través de análisis multivariado por medio de regresión logística binaria utilizada con fines explicativos.

RESULTADOS

Determinantes sociodemográficos

El sexo masculino fue el más representativo con el 51% (181); la mayoría tenía entre 65 y 74 años; la condición de pensionado o jubilado fue la más representativa con el 28,7% (102), el 23,9% (85) refirió no tener ocupación. El estado civil casado prevaleció con el 34,6% (123). Un 56,3% (200) con básica primaria y analfabetismo en el 4,8% (17). La estratificación social de la vivienda para el 39,2% (140) era nivel tres (medio bajo), el 53,2% (189) reportó entre uno y dos salarios mínimos mensuales como ingresos familiares, y el 26,8% (95) menos de un salario mínimo.

El 41,7% (148) siempre tenía apoyo familiar para asistir al programa de riesgo cardiocerebrovascular y el 37,2% (132) nunca. El 70,4% (250) siempre contaba con apoyo de su familia para mantener conductas de autocuidado y un 73,5% (261) tenía la posibilidad económica para acceder a alimentos saludables.

Determinantes de salud

El 36,3% (129) hacía menos de 5 años había sido diagnosticado con enfermedad cardiocerebrovascular, la percepción del estado de salud era satisfactoria para el 44,8% (159) y muy satisfactoria para el 31,8% (113). Un 88,7% (315),

158 Francy Edith López Herrera, Ángela María Segura Cardona

84,2% (299) y 74,4% (264) siempre consumía correctamente los medicamentos prescritos por el médico, asistía a los controles médicos y cumplía con las recomendaciones del personal de salud, respectivamente. El 38,6% (137) siempre asistía a las actividades educativas del programa, mientras que el 31,8% (113) nunca lo hacía. Un 29% (103) conocía bien la enfermedad cardiocerebrovascular que presentaba, mientras que el 52,7% (195) conocía poco o nada sobre ella.

Conductas de riesgo y conductas promotoras de la salud

En cuanto a las conductas promotoras de la salud, se encontró que el 54,4% (193) realizaba ejercicio continuamente; el 55,2% (196) presentó hábitos nutricionales saludables. El 89,3% (317) dedicaba entre 1 y 5 horas semanales a actividades de ocio y recreación. Con respecto a las conductas de riesgo, se halló que el 25,6% (91) consumía cigarrillo, un 28,7% (102) alcohol, el 1,4% (5) sustancias psicoactivas y el 44,2% (157) café de manera constantemente.

Conductas de riesgo para la salud asociadas a determinantes sociodemográficos y determinantes de salud

Se halló asociación estadísticamente significativa entre la presencia de conductas de riesgo y los determinantes sociodemográficos: sexo, edad y estrato socioeconómico de la vivienda de los participantes (p = 0,000, 0,001 y 0,037, respectivamente). Por su parte, no se halló asociación estadísticamente significativa entre las conductas de riesgo de los participantes y sus determinantes de salud.

Conductas promotoras para la salud asociadas a determinantes sociodemográficos

En la Tabla 1 se describen los resultados de la asociación entre las conductas promotoras para la salud y algunos determinantes sociodemográficos de los participantes; los cuales dan cuenta de que el

sexo, la ocupación y la disponibilidad económica para acceder a alimentos saludables fueron los determinantes que se asociaron estadísticamente con este tipo de conductas.

Conductas promotoras para la salud asociadas a los determinantes de salud

Con relación a la asociación entre la presencia de conductas promotoras y la asistencia a actividades educativas del programa por parte de los participantes, se encontró que el 53,4% (173) siempre lo hacía, seguido del 29% (94) que nunca asistía y el 17,6% (57) que lo hacía algunas veces. Se encontró asociación estadísticamente significativa entre la presencia de estas conductas y la asistencia a actividades educativas del programa de RCV (p = 0,001).

Por su parte, de los usuarios que presentaron conductas promotoras para la salud el 89,2% (288) siempre cumplía las recomendaciones médicas, el 7,1% (23) algunas veces y el 3,7% (12) nunca lo hacía. Hallándose asociación estadísticamente significativa (p = 0,000) entre la presencia de conductas promotoras para la salud y el cumplimiento de las indicaciones médicas de autocuidado.

Determinantes sociodemográficos y de salud que mejor explican las conductas de riesgo y las conductas promotoras para la salud de los usuarios del programa

Para identificar las variables que mejor explicaran la presencia de conductas de riesgo y conductas promotoras para la salud en los usuarios del programa de prevención secundaria de riesgo cardiocerebrovascular del municipio de Envigado, se tuvo en cuenta el criterio de Hosmer-Lemeshow; el cual, consiste en una prueba estadística de bondad de ajuste para los modelos de regresión logística, que permite incluir en el modelo explicativo, variables independientes con un valor de asociación menor a 0,25 (p < 0,25).

159Determinantes sociodemográficos de la conducta en salud en adultos con enfermedad cardiocerebrovascular

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 153 - 167

Tabla 1. Asociación entre los determinantes sociodemográficos y las conductas promotoras de los usuarios del programa de prevención secundaria de riesgo cardiocerebrovascular del municipio

de Envigado en 2013

DETERMINANTESSOCIODEMOGRÁFICOS

CONDUCTAS PROMOTORAS

p

Raz

ón d

e Pr

eval

enci

as IC

SÍ NO TOTAL

INF SUPN° % N° % N° %

Sexo Femenino 157 48,5 24 77,4 181 51,0

0,0021

Masculino 167 51,5 7 22,6 174 49,0 1,106 1,037 1,180Edad

Menores de 650,134211 65,1 16 51,6 227 63,9 1

Mayores de 65 113 34,9 15 48,4 128 36,1 0,950 0,883 1,021Escolaridad

0,436Ninguna 14 4,3 3 9,7 17 4,8 0,283 0,043 1,882Primaria 181 55,9 19 61,3 200 56,3 0,577 0,128 2,597

Secundaria 96 29,6 7 22,6 103 29,0 0,831 0,164 4,202Pregrado o posgrado 33 10,2 2 6,5 35 9,9 1

Estrato socioeconómico de la vivienda

0,267Bajo 231 71,3 25 80,6 256 72,1 0,961 0,901 1,024Alto 93 28,7 6 19,4 99 27,9 1

Ocupación Ninguna 4 1,2 4 12,9 8 2,3

0,001

0,109 0,023 0,503Labores domésticas/

Desempleado 93 28,7 5 16,1 98 27,6 2,022 0,665 5,144

Empleado/Oficios varios 28 8,6 2 6,5 30 8,5 1,522 0,315 7,359

Independiente/Agricultor/Otra ocupación 107 33,0 10 32,3 117 33,0 1,163 0,464 2,918

Pensionado (a) o jubilado (a) 92 28,4 10 32,3 102 28,7 1Disponibilidad económica para acceder a alimentos saludables

Sí 25 7,7 7 22,6 32 90,006

1No 299 92,3 24 77,4 323 91 1,185 0,984 1,427

Fuente: elaboración propia

En la Tabla 2 se presentan los determinantes sociodemográficos y de salud que mejor explican las conductas de riesgo para la salud en los participantes, cada uno de ellos ajustado por: sexo, edad, estrato socioeconómico de la vivienda, estado civil, ingresos familiares mensuales, disponibilidad económica para acceder a alimentos saludables, problemas de orden

público que limitan la asistencia al programa, cumplimiento de las recomendaciones médicas de autocuidado, asistencia a actividades educativas del programa y conocimiento de su enfermedad cardiocerebrovascular.

Del mismo modo, en la Tabla 3 se presentan los determinantes sociodemográficos y de salud

160 Francy Edith López Herrera, Ángela María Segura Cardona

que mejor explicaron la presencia de conductas promotoras de la salud en los participantes del estudio, cada uno de ellos ajustado por el sexo, la edad, el estado civil, la ocupación, la disponibilidad económica para acceder a alimentos saludables, el

cumplimiento de las recomendaciones médicas de autocuidado, la asistencia a actividades educativas del programa y el conocimiento de la enfermedad cardiocerebrovascular.

Tabla 2. Determinantes sociodemográficos y de salud que mejor explican las conductas de riesgo, en los usuarios de programa prevención secundaria de riesgo cardiocerebrovascular del

municipio de Envigado en 2013

DETERMINANTES SOCIODEMOGRÁFICOS Y DE SALUD

CONDUCTAS DE RIESGO PARA LA SALUD

Razón de Prevalencias AjustadoIC 95%

INF SUPSexo

Femenino 1Masculino 2,743 1,648 4,564

Edad Menores de 65 1Mayores de 65 2,214 1,295 3,786

Estrato socioeconómico de la vivienda Bajo 0,730 0,423 1,258Alto 1

Estado civil Soltero 1,137 0,620 2,086

Viudo, Separado 1,054 0,581 1,913Casado, Unión libre 1

Ingresos familiares mensuales

Menos de 2 SMLVM 1,517 0,752 3,061Más de 2 SMLVM 1

Disponibilidad económica para acceder a alimentos saludables

Sí 0,757 0,416 1,376No 1

Problemas de orden público que limitan la asistencia al programa

Sí 0,430 0,117 1,585No 1

Cumplimiento de las recomendaciones médicas de autocuidado

Siempre 1Algunas veces 1,931 0,729 5,114

Nunca 1,463 0,425 5,039Asistencia a actividades educativas del programa

Siempre 1Algunas veces 1,503 0,745 3,031

Nunca 0,943 0,529 1,682Conocimiento de su enfermedad cardiocerebrovascular

Sí 1No 0,883 0,542 1,439

Fuente: elaboración propia

161Determinantes sociodemográficos de la conducta en salud en adultos con enfermedad cardiocerebrovascular

Hacia la Promoción de la Salud, Volumen 20, No.1, enero - junio 2015, págs. 153 - 167

Tabla 3. Determinantes sociodemográficos y de salud que mejor explican las conductas promotoras para la salud, en los usuarios de programa prevención secundaria de riesgo

cardiocerebrovascular del municipio de Envigado en 2013

DETERMINANTES SOCIODEMOGRÁFICOS Y DE SALUD

CONDUCTAS PROMOTORAS PARA LA SALUDRazón de Prevalencias

AjustadoIC 95%

INF SUPSexo

Femenino 1Masculino 0,469 0,149 1,479

Edad Menores de 65 1Mayores de 65 0,550 0,227 1,334

Estado civil Soltero 1,183 0,341 4,102

Viudo, Separado 0,800 0,265 2,413Casado, Unión libre 1

Ocupación Ninguna 0,310 0,046 2,073

Labores domésticas/Desempleado 0,951 0,237 3,807Empleado/Oficios varios 1,621 0,272 9,653

Independiente/Agricultor/Otra 0,826 0,289 2,361Pensionado (a) o jubilado (a) 1

Disponibilidad económica para acceder a alimentos saludables

SíNo

11,844 0,618 5,501

Cumplimiento de las recomendaciones médicas de autocuidado

Siempre 1Algunas veces 0,155 0,055 0,434

Nunca 0,184 0,049 0,686Asistencia a actividades educativas del programa

Siempre 1Algunas veces 2,396 0,459 12,496

Nunca 0,597 0,228 1,562Conocimiento de su enfermedad cardiocerebrovascular

Sí 1No 0,589 0,237 1,460

Fuente: elaboración propia

DISCUSIÓN

Son llamativos los resultados de algunas condiciones sociales de los participantes, por ejemplo el estrato socioeconómico, los ingresos económicos y la escolaridad en general fueron bajos, lo que podría relacionarse con lo encontrado en un estudio

desarrollado por la OMS, que demuestra que la pobreza está estrechamente relacionada con las enfermedades cardiocerebrovasculares, además refiere que las personas vulnerables y socialmente desfavorecidas enferman más y mueren antes que las personas de mayor posición social (16). Asimismo, el estudio realizado por Ferrera et

162 Francy Edith López Herrera, Ángela María Segura Cardona

al. destacó la influencia desfavorable del factor socioeconómico no satisfactorio en el control de la enfermedad cardiocerebrovascular (17).

Se encontró que la mayoría de los participantes conocían poco o nada de su enfermedad cardiocerebrovascular, además de no asistir a las actividades educativas que el programa de prevención secundaria les ofrecía; teniendo en cuenta que la capacidad que tienen las personas de empoderarse de su autocuidado depende en gran medida de la cantidad y calidad de información que tengan al respecto, resultan muy importantes estos resultados; al respecto, Fuster y Sinai refieren que la información que el paciente recibe, sobre todo los ancianos, personas con bajos ingresos y habitantes de zonas rurales, que se encuentran en una situación especialmente vulnerable, puede beneficiar significativamente su adherencia a los tratamientos (18).

La mayoría de los participantes no presentó hábitos relacionados con el consumo de cigarrillo, alcohol o sustancias psicoactivas; por el contrario, la rutina de ejercicio físico, la alimentación balanceada y la presencia de actividades de ocio y recreación se encontraron en la mayoría de los encuestados; información que no se asemeja a la hallada en otras investigaciones que describen cómo los hábitos o conductas nocivas para la salud son, en la mayoría de la veces, muy frecuentes. Así se demostró en el estudio “Estimación de la carga de las enfermedades cardiocerebrovascular es atribuible a factores de riesgo modificables en Argentina”, donde se encontró que el 46,2% de las personas eran inactivas físicamente, el 53,4% presentó exceso de peso y el 25,4% tenía hábitos alimenticios inadecuados (19, 20).

Con respecto la asociación entre las conductas de riesgo para la salud y los determinantes sociodemográficos y de salud de los participantes, se halló relación de éstas con el sexo masculino, la edad avanzada, el estrato socioeconómico de la vivienda bajo y el cumplimiento de las

recomendaciones médicas para el autocuidado; asociación que coincide con algunos estudios que ratifican que las enfermedades crónicas no transmisibles se presentan con mayor frecuencia en adultos mayores y están determinadas por condiciones socioeconómicas desfavorables, las cuales representan para el sistema de salud una carga asistencial y financiera constante (21-23).

No obstante, es relevante mencionar que la enfermedad cardiovascular no es exclusiva de la población adulta mayor, por el contrario, cada vez se hace más relevante la necesidad de realizar estudios en grupos poblacionales más jóvenes, como el caso del “Estudio poblacional de la muerte súbita cardiovascular extrahospitalaria: incidencia y causas de muerte en adultos de edad mediana”, realizado por Morentin y Audicana en 2011, los cuales concluyen que el desarrollo de estrategias para identificar a las personas con mayor riesgo dentro de la población general con bajo riesgo es esencial para la prevención de este tipo de enfermedades (24).

Por su parte, el sexo masculino que prevaleció en el estudio por su relación con las conductas de riesgo para la salud, también ha sido documentado por otros investigadores que han demostrado que las enfermedades no transmisibles han ocupado las primeras causas de muerte en la población de ambos sexos, con desventajas para los hombres en la mayoría de veces, ya que en éstos es 40% más alto el riesgo de sufrir enfermedades cardiocerebrovasculares que en las mujeres, exceso que está asociado al consumo excesivo de alcohol, alimentos poco saludables y mayores porcentaje de sedentarismo (25).

En cuanto a la disponibilidad económica para acceder a alimentos saludables con que cuenta la mayoría de encuestados, podría interpretarse como un factor que favorece su autocuidado, puesto que como lo mencionan Zavala et al. a medida que mejora el nivel socioeconómico, las personas hacen más actividad física y consumen más alimentos

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saludables; en este caso, el acompañamiento que debe hacer el personal de salud también resulta relevante, puesto que no es suficiente con tener acceso a alimentos saludables, es necesario saber cuáles son o cómo se deben consumir, puesto que así como la carencia de alimentos perjudica el estado de salud, el exceso de estos también puede resultar perjudicial para el equilibrio que representa un buen estado de salud (26).

El cumplimiento de las recomendaciones médicas de autocuidado se asoció estadísticamente con las prácticas promotoras de la salud en los participantes; lo que podría relacionarse con la credibilidad que tiene el personal de salud en las personas, relación que debería privilegiar el acto educativo como único medio para lograr la participación activa de las personas en su autocuidado. Al respecto, Velandia et al. afirman que la relación con el equipo de salud y la credibilidad en los mismos, es un factor determinante para que los pacientes acepten y cumplan los tratamientos ordenados; consideran primordial la relación asertiva entre médico y paciente para proveer su participación siendo un factor que determina su adherencia (27).

A pesar de que la mayoría de los participantes del estudio eran mayores de 65 años, esto no significa que las intervenciones de prevención primaria y secundaria se deban focalizar solo en este grupo poblacional, por el contario, si se desean desarrollar estrategias que puedan mejorar los datos que reflejan la alta morbimortalidad como consecuencia de las enfermedades cardiocerebrovasculares, será necesario diagnosticar tempranamente el riesgo de presentarlas, así como tratarlo adecuadamente; algunos estudios han encontrado, por ejemplo, que los factores de riesgo cardiovasculares se presentan en el 9% de las personas entre los 35 y 49 años, el 36% entre las de 50 a 64 años, el 43% en las personas de 65 a 79 años y el 12% en los mayores de 80 años (27). Por su parte, Mazón refiere que cuando ya hay evidencia de enfermedad cardiovascular establecida, se deben reforzar las medidas preventivas, aplicando todas las

estrategias terapéuticas, pero siempre insistiendo en la necesidad de mantener unos hábitos de vida saludables en todas las etapas evolutivas de la enfermedad (28).

Por último, el consumo de café en un porcentaje importante de los participantes y considerado como factor de riesgo para la salud en este estudio, es necesario confrontarlo con literatura que explica que una cantidad mínima de café al día pueda ayudar a equilibrar el ánimo y en ese sentido mejora el funcionamiento cardiovascular; sin embargo, el exceso de su consumo puede resultar perjudicial para la salud e incrementar los niveles de hipertensión; así lo refiere Valenzuela cuando declara que el consumo excesivo de café, o de cafeína, se asocia con un mayor riesgo de hipertensión y por consiguiente con un mayor riesgo cardiovascular, aspecto que puede ser debatible si se compara con los efectos benéficos de la cafeína que han sido observados más recientemente. En efecto, estos resultados pueden conducir a romper mitos establecidos sobre el café, haciéndose necesario orientar a las personas sobre la importancia de su consumo moderado (29).

CONCLUSIONES

Los determinantes sociodemográficos de los usuarios del programa de prevención secundaria de enfermedades cardiocerebrovasculares del municipio de Envigado, dan cuenta de una población adulta mayor con condiciones socioeconómicas poco favorables; demostrando que las intervenciones en salud deben tener una visión amplia en cuanto al alcance y factores relacionados con las condiciones familiares y sociales que pueden incidir en el estado de salud, así como en las posibilidades de autocuidado de estas personas.

Aunque la mayoría de los usuarios dicen gozar de un buen estado de salud y participar de casi todas las actividades que les ofrece el programa,

164 Francy Edith López Herrera, Ángela María Segura Cardona

la mayoría presentan conocimientos deficientes sobre su patología, pero tampoco asisten a las actividades educativas orientadas a tal fin; por eso es necesario que se generen más y mejores formas de educación para la salud, que permeen la subjetividad de los pacientes y les permita empoderarse de su bienestar.

Se encontró asociación entre algunos determinantes sociodemográficos y de salud con la presencia de conductas de riesgo y conductas promotoras para la salud en los participantes; lo que corrobora la importancia de retomar modelos como el propuesto por la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, para tratar de comprender la complejidad de los fenómenos de salud-enfermedad; especialmente los relacionados con las enfermedades cardiocerebrovasculares que representan un reto social difícil de comprender e intervenir.

Tanto determinantes sociodemográficos, como aspectos relacionados con la adherencia al programa de prevención secundaria de riesgo cardiocerebrovascular, explican la presencia de conductas de riesgo y conductas promotoras para la salud en los usuarios; resultados que podrían ser de mucha utilidad si se integran a los esfuerzos que actualmente se dedican desde la Dirección Local de Salud del municipio de Envigado para controlar lo que se considera una pandemia con implicaciones personales, familiares y sociales.

AGRADECIMIENTOS

A mi madre y a mi hermana, por ser la luz de mi vida. (Francy).

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AUTORES

Adriana Bareño Rodríguez Médica Cirujana, especialista en Epidemiología general. Clínica Universitaria de Colombia. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Ana María Soto González Enfermera, Maestrante Universidad Nacional de Colombia. Facultad Ciencias de la Salud, Programa Enfermería, Unidad Central del Valle del Cauca. Tulúa, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Ana María Gutiérrez StraussMédica Cirujana, PhD en Ciencias de la Salud en el Trabajo. Universidad El Bosque, Universidad del Norte. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Ángela María Segura Cardona Estadística Informática, PhD en Epidemiología. Investigadora Grupo Observatorio de la Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad CES. Medellín, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Cándida Rosa Castañeda Valencia Enfermera, Magíster en Cuidado para la Salud Cardiovascular. Facultad Ciencias de la Salud, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Carmen Patricia Mena Bastías Educadora de Párvulos, Magíster en Pedagogía Universitaria y Educación Superior. Universidad del Bío-Bío. Chillán, Chile. Correo electrónico: [email protected]

Carolina Aranda BeltránMédica Cirujana y Partera, PhD en Ciencias de la Salud Pública. Departamento de Salud Pública, Instituto de Investigación en Salud Ocupacional, UDG. Guadalajara, México. Correo electrónico: [email protected]

Francisco López BarónLicenciado en Psicología, PhD en Psicología y en Ciencias de la Salud en el Trabajo. Instituto Universitario de Ciencia y Tecnología, Asociación de Expertos en Psicosociología Aplicada. Barcelona, España. Correo electrónico: [email protected]

Francy Edith López Herrera Enfermera, Magíster Educación y Desarrollo Humano. Escuela Ciencias de la Salud, Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Gloria Cecilia Deossa RestrepoNutricionista Dietista, Magíster en ciencias de la alimentación y nutrición humana. Escuela de Nutrición y Dietética, Universidad de Antioquia. Medellín. Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Gloria Patricia Rincón Mancera Enfermera, Especialista en Cuidado Crítico del Adulto. Unidad de Terapia Intensiva, Clínica de la Presentación. Manizales, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Jaime Alonso Caravaca MoreraEnfermero, Magíster en Enfermería y Salud Colectiva. Escuela de Enfermería, Universidad de Costa Rica, Departamento de enfermería, Universidad Federal de Santa Catarina. San Jose, Costa Rica. Correo electrónico: jacamorera@hotmail.

Jairo Castro JerezMédico, Especialista en Docencia Universitaria. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Javier Cachón Zagalaz Maestro de Educación Primaria, PhD en Educación. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Universidad de Jaén. Jaén, España. Correo electrónico: [email protected]ín Aranzazú Munguía CortésLicenciada en Psicología, PhD en Ciencias de la

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Salud Pública. Centro de Investigaciones y Estudio Cualitativos Avanzados, Universidad de Guadalajara. Guadalajara, México. Correo electrónico: [email protected]

John Edinson Velásquez Vargas Estudiante. Escuela de Nutrición y Dietética, Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Juan Carlos Ávila Morales Médico Cirujano, Magíster en Salud Pública. Facultad de Medicina, Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, Colombia. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected]

Luis Fernando Restrepo Betancur Estadística, especialista en Biomatemáticas. Ciencias Agrarias, Universidad de Antioquia. Medellín, Antioquia. Correo electrónico: [email protected]

Luisa Eugenia QuinteroOdontóloga, Rehabilitadora Oral. Universidad Autónoma de Manizales. Manizales, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Luz Dary Joya RodríguezOdontóloga, Especialista en Auditoría en Salud. Universidad Autónoma de Manizales. Manizales, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

MarÍa Ángeles Carrión GarcíaLicenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación, PhD en Psicología Social. Universitat Oberta de Catalunya, Asociación de Expertos en Psicosociología Aplicada. Barcelona, España. Correo electrónico: [email protected]

Maria Itayra PadilhaEnfermera, PhD en Historia de la Enfermería. Departamento de Enfermería, Universidad Federal de Santa Catarina. Santa Catarina, Brasil. Correo electrónico: [email protected]

Myriam Jannette Orozco GiraldoEnfermera, Especialista en Cuidado Crítico del

Adulto. Facultad de Ciencias para la Salud, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Pedro Ángel Valdivia Moral PhD en Ciencias de la Actividad Física y la Salud. Universidad de Granada. Granada, España. Correo electrónico: [email protected]

Teresa Margarita Torres LópezLicenciada en Psicología, PhD en Antropología Social y Cultural. Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. Guadalajara, México. Correo Electrónico: [email protected]

Vilma Florisa Velásquez GEnfermera. Facultad de Enfermería, Universidad Nacional de Colombia, sedeBogotá. Investigadora, Grupo de Investigación Cuidado Cultural de la Salud. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Ximena Alejandra Rodríguez FernándezBióloga Marina, Magíster en Estadística. Departamento Nutrición y Salud Pública, Universidad del Bío-Bío. Chillán, Chile. Correo Electrónico: [email protected]

Ximena Mercedes Díaz MartínezLicenciada en Educación Física, Magíster en Educación. Universidad del Bío-Bío. Chillán, Chile. Correo Electrónico: [email protected]

Yinneth Catherine Rojas OrtizMédica, Especialista en Docencia Universitaria. Facultad de Medicina, Universidad Militar Nueva Granada. Correo electrónico: [email protected]

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EVALUADORES AÑO 2014

Angélica RomeroLicenciada en Psicología, PhD en Psicología. Instituto de Ciencias de la Salud, Área Académica de Psicología, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Hidalgo, México. Correo electrónico: [email protected]

Antonio Molina CarballoMédico, Magíster en neuropediatría. UGC pediatría. Granada, España. Correo electrónico: [email protected]

Cándido J. Inglés SauraLicenciado en Psicología, PhD en Psicología. Departamento de Psicología de la Salud, Universidad Miguel Hernández de Elche. Alicante, España. Correo electrónico: [email protected]

Maria del Carmen Sellán SotoEnfermera, PhD en Psicología. Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Madrid. Madrid, España. Correo electrónico: [email protected]

Consuelo VélezEnfermera, PhD en Salud Pública. Facultad Ciencias Para la Salud, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Cristina María García De Lima ParadaEnfermera, PhD en enfermería. Facultad de Medicina de Botucatu. Departamento de Enfermería, Universidad Estadual Paulista Julio de Mesquita Filho. Botucatu, Brasil. Correo electrónico: [email protected]

Daniel Martínez Esquivel Enfermero, Administrador de Servicios de Salud, Magíster en Salud Mental. Escuela de Enfermería, Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica. Correo electrónico: [email protected]

Edgardo Cristian Molina SotomayorLicenciado en Educación Física, PhD en Ciencias de la Actividad Física y la Salud. Departamento de Educación Física, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Santiago, Chile. Correo Electrónico: [email protected]

Eugenia del Carmen Urra MEnfermera, PhD en Enfermería. Departamento de Enfermería, Universidad de la Serena. Serena, Chile. Correo electrónico: [email protected]

Eva María Trescastro LópezLicenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, PhD en Salud Pública. Departamento de Enfermería Comunitaria, Medicina Preventiva y Salud Pública e Historia de la Ciencia, Universidad de Alicante. Alicante, España. Correo electrónico: [email protected]

Graciela Castro EscarpulliLicenciatura en Químico Bacterióloga y parasitólogo PhD Ciencias Químico Biológicas. Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, Instituto Politécnico Nacional. Hidalgo, México. Correo electrónico: [email protected]

Graciela Zarebski Licenciada en Psicología, PhD en Psicología. Ministerio de Salud Gobierno Ciudad de Buenos Aires, Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y Empresariales, Universidad Maimónides. Buenos Aires, Argentina. Correo electrónico: [email protected]

José Hoover Vanegas GarcíaFilosofo, PhD en Filosofía. Universidad Autónoma de Manizales. Manizales,Colombia. Correo electrónico: [email protected]

Karla Margarita MorenoNutricionista, Maestría en Ciencias de la Salud con área de concentración en nutrición. Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas, Instituto Nacional de Salud Pública. Cuernavaca, México. Correo electrónico: [email protected]

Lucila del Carmen Cerda MuñozObstetra y Puericultura, Magister en Salud Pública. Facultad de Ciencias de la Salud Carrera Obstetricia y Puericultura, Universidad Autónoma de Chile. Talca, Chile. Correo electrónico: [email protected]

Luz Angélica Muñoz González Enfermera, PhD en enfermería. Facultad de Enfermería, Universidad de Andrés Bello. Santiago, Chile. Correo electrónico: [email protected]

Luz María Tejada TayabasEnfermera, PhD en Ciencias de la Salud Pública. Facultad de enfermería, Universidad Autónoma de

171

San Luis Potosí. San Luis Potosí, México. Correo electrónico: [email protected]

Luz Maria González RobledoPhD en Ciencias de la Salud Pública con área de concentración en sistemas de salud. Instituto Nacional de Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Morelos, México. Correo electrónico: [email protected]

Marcos André de MatosEnfermero, PhD en Ciencias de la Salud. Facultad de Enfermería, Universidad Federal de Goiás. Goiás, Brasil. Correo electrónico: [email protected]

María Eugenia Pico MerchánEnfermera, Magíster en Educación y Desarrollo Humano. Facultad de Ciencias para la Salud, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia. Correo electrónico: [email protected]

María Graciela Freyermuth EncisoMédica, PhD en Antropología Social. Observatorio de Mortalidad Materna en México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. Chiapas, México. Correo electrónico: [email protected]

María Sylvia Campos Serrano Enfermera Matrona, Magíster en Ciencias de la Nutrición. Escuela de Enfermería, Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile. Correo electrónico: [email protected]

María Teresa Ramiro SánchezLicenciada en Psicología, PhD en Programa de Diseños de Investigación en Psicología y Salud. Centro de Investigación de Mente, Comportamiento y Cerebro, Universidad de Granada. Granada, España. Correo electrónico: [email protected]

Mariana Campos VargasPhD en Historia de América Central. Facultad de Ciencias Sociales, Escuela de Historia, Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica. Correo Electrónico: [email protected]

Mariano Fernández SilanoMédico Cirujano, PhD en Educación, Mención Tecnologías y Educación a Distancia. Escuela de Salud Pública, Universidad Central de Venezuela. Caracas,

Venezuela. Correo electrónico: [email protected]

Monserrat Bacardí GascónPhD en Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina y Psicología, Universidad Autónoma de Baja California, Baja California, México. Correo electrónico: [email protected]

Sebastià March LlullLicenciado en Sociología, Magíster en Investigación en Atención Primaria. Unidad de Investigación, Geréncia atención primaria de Mallorca, IB-Salut. Palma, España. Correo electrónico: [email protected]

Sergio Sánchez GarcíaCirujano Dentista, PhD en Ciencias. Universidad Nacional Autónoma de México, Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud, Área Envejecimiento, Instituto Mexicano del Seguro Social. México DF, México. Correo Electrónico: [email protected]

Tatiana Paravic KlijnEnfermera, PhD en Enfermería. Facultad de Medicina, Departamento de Enfermería, Universidad de Concepción. Concepción, Chile. Correo electrónico: [email protected]

Victoria Ramos GonzálezIngeniera Superior en Telecomunicación, Magíster en Ingeniera Superior en Telecomunicación. Subdirección General de Servicios Aplicados, Formación e Investigación, Instituto de Salud Carlos III. Madrid, España Correo electrónico: [email protected]

Ximena SalazarLicencia en Antropología, PhD en Antropología. Unidad de Salud, Sexualidad y Desarrollo Humano, Facultad de Salud Pública, Universidad Peruana Cayetano Heredia. Lima, Perú. Correo electrónico: [email protected]

Zayra Antúnez SanhuezaLicenciada en Psicología, Magister en Psicología. Centro de Salud Universitario, Universidad Austral de Chile. Valdivia, Chile. Correo electrónico: [email protected]

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INDICACIONES PARA LOS AUTORES

La Revista Hacia la Promoción de la Salud es una publicación semestral, de carácter científico, indexada en el Índice Bibliográfico Nacional Publindex de COLCIENCIAS; con una distribución nacional e internacional a entidades de carácter académico, asistencial y administrativo del sector salud. Está dirigida a todas aquellas personas naturales o jurídicas con interés en las diferentes áreas propuestas. Tiene como finalidad socializar las experiencias académicas, investigativas, de proyección y de docencia, tanto de docentes como de estudiantes, egresados de pregrado y postgrado, profesionales de las áreas de la salud, sociales y afines del país y del mundo, que realicen aportes para el desarrollo de las siguientes temáticas:

· Conceptualización sobre salud y vida.. Salud pública.· Educación para la salud.· Estilos de vida saludables.· Comunicación social en salud.· Mercadeo social.· Orientación de los servicios de salud.· Políticas públicas saludables.· Ambientes favorables a la salud.· Negociación y manejo de conflictos.· Participación social.· Alianzas estratégicas.· Desarrollo social y humano.· Ciencias sociales y salud.

SECCIONES

La revista contiene las siguientes secciones:

Editorial: punto de vista del Comité Editorial, del editor o de autores invitados.

Artículo de investigación científica y tecnológica: documento que presenta de manera detallada los resultados originales de proyectos terminados de investigación1; debe indicar: introducción, materiales y métodos, resultados, discusión, conclusiones, agradecimientos y referencias bibliográficas.

1 Tomado de Base Bibliográfica Nacional - BBN Publindex Índice Bi-bliográfico Nacional Publindex – IBN Publindex, febrero de 2010, p. 7.

Artículo de revisión: documento resultado de una investigación terminada en la que se analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones publicadas o no, sobre un campo en ciencia o tecnología, con el fin de dar cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo. Se caracteriza por presentar una cuidadosa revisión bibliográfica de por lo menos 50 referencias2.

Artículo de reflexión: documento que presenta resultados de investigación terminada desde una perspectiva analítica, interpretativa o crítica del autor, sobre un tema específico, recurriendo a fuentes originales3.

SELECCIÓN DE ARTÍCULOS PARA PUBLICACIÓN

El estudio y la selección inicial de los escritos están a cargo del Comité Editorial, que acepta o rechaza los originales, atendiendo a la calidad científica, la concordancia con las temáticas propias de la revista y la vigencia temporal de los resultados. Además, el Comité puede solicitar modificaciones y hacer las recomendaciones que se estimen necesarias para ajustar el documento a las indicaciones de la Revista. Luego de esta revisión, será sometido a evaluación por uno o dos pares académicos externos, quienes emiten un concepto en el cual se acepta el artículo sin cambios, se acepta sujeto a cambios o se rechaza. En el caso en que del concepto de los evaluadores se deriven controversias, estas serán resueltas inicialmente por el Editor de la Revista o de ser necesario se solicitará una segunda o tercera evaluación por pares académicos. Se debe aclarar que la identidad de los autores no es revelada a los evaluadores, ni la de estos a los primeros, es decir, que el proceso es anónimo dado que los evaluadores no conocen los nombres de los autores y viceversa. La recepción de un artículo no implica compromiso con respecto a su publicación. Se acusará recibido del artículo y los originales no se devolverán; por lo tanto, el autor debe dejar copia de todo el material enviado. El proceso de revisión y corrección de los artículos implica un tiempo que debe ser tenido en cuenta por el/los autor/es, en la decisión de envío del mismo.

2-3 Ibídem, p. 7.

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ENVÍO DEL DOCUMENTO

El documento debe ser enviado al correo electrónico [email protected], dirigido a la Editora de la revista; estar estructurado en Microsoft Word, tipo de fuente Times New Roman, tamaño 11; no exceder las 25 páginas a doble espacio, en tamaño carta; las márgenes deben ser de 3 cm y las páginas se numerarán consecutivamente en la esquina inferior derecha. Adjunto a este envío deberá remitirse el formato de DECLARACIÓN DE COMPROMISO DE AUTORES diligenciado, el cual puede ser consultado en la página web de la revista.

DERECHOS DE REPRODUCCIÓN

Si el documento es aceptado para publicación, los derechos de reproducción serán de la Universidad de Caldas. Como se mencionó, cada artículo debe ir acompañado de una carta de declaración de compromiso de los autores en la cual se especifica que es inédito e indica que los derechos de reproducción son propiedad exclusiva de la revista Hacia la Promoción de la Salud, además de otros aspectos que se encuentran explícitos en el documento, tales como que el artículo no se ha presentado simultáneamente para su publicación en otra revista. Por otra parte, el autor tiene la responsabilidad de obtener los permisos necesarios para reproducir cualquier material protegido por derechos de reproducción y debe especificar con claridad cuál es el cuadro, figura o texto que se citará y la referencia bibliográfica completa. Las opiniones, juicios y puntos de vista expresados por los autores son de su exclusiva responsabilidad y no reflejan los criterios ni la política de la revista.

Aspectos éticos: cuando sea pertinente, se incluirá una explicación sobre los procedimientos seguidos en la investigación a fin de garantizar el cumplimiento de los principios y normas éticas de la Declaración de Helsinki de 1975 y posteriores revisiones, además de la Resolución 8430 de 1993 del entonces Ministerio de Salud de Colombia.

Política de acceso abierto: Los contenidos web de la revista Hacia la Promoción de la Salud de la Universidad de Caldas se distribuye bajo una licencia Creative Commons de Atribución esta licencia permite a otros distribuir, mezclar, ajustar y construir a partir de su obra, incluso con fines comerciales, siempre que le sea reconocida la autoría de la creación original.

PRESENTACIÓN DEL ARTÍCULO

Título y autoresEl título del trabajo debe limitarse a máximo 15 palabras, este no debe contener abreviaturas ni siglas. Debajo del título aparecen los apellidos y los nombres completos de cada autor, centrados y en cursivas; en pie de página se indica: título profesional y el máximo nivel alcanzado, institución donde labora en la cual no se deben presentar abreviaturas ni siglas, ciudad, país y dirección electrónica institucional o corporativa de cada uno de los autores. Se debe jerarquizar en el caso de autor/es con varias afiliaciones institucionales. Es indispensable esta información y solo esta. Omita cargos, grados docentes, reconocimientos, etc. Tener en cuenta que el primer autor será quien quedará registrado en las bases de datos de los diferentes servicios de indexación y resumen. Es indispensable indicar cuál autor se encargará de recibir y enviar la correspondencia, o de lo contrario se asumirá que el primer autor se hará cargo de tal función.

ResumenTodo artículo debe tener un resumen en español, inglés y portugués con una extensión no mayor a 250 palabras. Incluirá objetivos, fechas y lugares de ejecución del estudio, métodos, resultados y conclusiones. No debe incluir abreviaturas y citas bibliográficas. Se debe redactar de forma impersonal, esto es, en la tercera persona del singular.

Palabras claveSe utilizarán solo aquellas aceptadas por bases de datos internacionales, y que pueden ser consultadas en las siguientes direcciones: palabras clave (español): http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm, Key words (inglés): http://www.nlm.nih.gov/mesh/. Los autores deben explicitar que consultaron los descriptores antes mencionados, seguido de la última palabra clave, así: (fuente: DeCS, BIREME); (source: MeSH, NLM); (fonte: DeCS, BIREME). El número de palabras clave presentadas debe ser cinco.

Cuerpo del artículo Los documentos que son resultado de investigación se presentan de la siguiente manera: introducción, materiales y métodos, resultados, discusión, conclusiones, agradecimientos y referencias bibliográficas.

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Introducción: indica la justificación y los objetivos de la investigación, incluye un resumen del referente teórico y no incluye resultados ni conclusiones.

Materiales y métodos: describe el tipo de estudio y el diseño del mismo, la población, la técnica de muestreo y la de selección de la muestra; así como los criterios de inclusión y exclusión. Explicitar la técnica, instrumentos y procedimientos utilizados para obtener los datos y analizarlos.

Resultados: presenta los resultados en orden lógico, deben ser concisos y claros. No se repiten en el texto los resultados que se encuentren en las tablas o figuras.

Discusión: se basa en los resultados obtenidos en la investigación, se comenta la relación entre estos y los obtenidos por otros autores, señala las coincidencias y diferencias encontradas y enfatiza en los aspectos nuevos. No repite información incluida en las secciones anteriores. Examina las implicaciones de los hallazgos, sus limitaciones y sus proyecciones en futuras investigaciones.

Conclusiones: indican los hallazgos más relevantes de la investigación desde el punto de vista del objeto de estudio; se recomienda que los objetivos de la investigación se constituyan en el punto de referencia para plantearlas, y que en ellas se involucren las distintas dimensiones del problema.

Agradecimientos: los autores pueden hacer mención a las personas y colaboradores, así como a instituciones financiadoras, dependencias e instituciones que apoyaron la ejecución de la investigación.

Referencias bibliográficas: se elaborarán ajustadas a las Normas Vancouver: se indican en el texto numeradas consecutivamente en el orden en que aparezcan, con números arábigos colocados entre paréntesis. La lista de referencias se iniciará en una hoja aparte al final del artículo. Consulte la lista de publicaciones periódicas del Index Medicus (http://www.nlm.nih.gov/tsd/serials/lji.html) para la abreviatura exacta de la revista citada; si la revista no aparece, escriba el título completo de la revista.

Cuadros y figurasLos cuadros y figuras deben contener un título breve, lugar, fecha y fuente, y en los casos necesarios se debe

aclarar si es una elaboración propia. El encabezamiento de cada columna del cuadro debe tener la unidad de medida. No se aceptan tablas y gráficos en formato de imágenes. Las ilustraciones (gráficos, diagramas, dibujos, mapas, fotografías, entre otras) y los cuadros deben llevar sus respectivas leyendas y títulos, numerarse consecutivamente y su número no debe exceder a cuatro ilustraciones por artículo. Cada una de las ilustraciones deberá ser incluida en el texto donde corresponda y realizar su debida citación.

Para las ilustraciones que no hayan sido producidas por los autores o hayan sido tomadas de una revista, libro, sitio de internet o similares, sobre los cuales existan derechos de autor, se deberán obtener los permisos necesarios para reproducir el material, ante lo cual deberán acompañarse de la autorización escrita por parte de la respectiva editorial o los autores.

Abreviaturas y siglasSe utilizarán lo menos posible y preferiblemente aquellas que son reconocidas internacionalmente. Cuando se citan por primera vez en el texto, deben ir precedidas de la expresión completa.

Notas a pie de página Debe ser limitado a comentarios y aclaraciones del autor.

Las comunicaciones personales deben indicarse entre paréntesis en el cuerpo del texto (no en notas al pie) e indicar fecha e institución de quien da la comunicación.

Evitar la inclusión de documentos no publicados, incluso si han sido presentados en conferencias o congresos, artículos enviados para publicación que no han sido aceptados y resúmenes. Si es absolutamente necesario citar fuentes no publicadas, estas deben ser mencionadas en el texto entre paréntesis.

Para mayor información comunicarse con:

Universidad de Caldas, Facultad de Ciencias para la Salud. Revista Hacia la Promoción de la Salud, Consuelo Vélez Álvarez. Edificio Miguel Arango Soto. Carrera 25 No. 48-57. Teléfono 8783060 extensiones 31131.

Algunos apartes fueron tomados de la Revista de Salud Pública -Journal of Public Health-. Vol. 9 No. 2, Información e Instrucciones a los Autores.

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AUTHOR GUIDELINES

The Hacia la Promoción de la Salud (Towards Health Promotion) Journal is a semester publication of scientific character, indexed in the COLCIENCIAS National Bibliographical Index Publindex, with national and international distribution to academic institutions, assistance institutions, and administrative establishments form the health area. It is addressed to those entire natural or corporate entity interested in the different areas proposed. Its purpose is to socialize the academic, research, projection and teaching experiences of both professors and students, undergraduate and graduate alumni; health, social and compatible area professionals of the country and the world who contribute to the development of the following topics:

· Conceptualization on health and life· Public Health· Health education· Healthy life styles· Social communication in health· Social marketing· Health services orientation· Healthy public policies· Favorable health environments· Negotiation and conflict resolution· Social participation· Strategic alliances· Social and human development· Social Sciences and health

SECTIONS

The journal contains the following sections:

Editorial: point of view of the Editorial Committee, the publisher or invited authors.Scientific and technological research article: document that explicitly presents the original results of finished research projects1; it must include: introduction, materials and methods, results, discussion, conclusions acknowledgements, and references.

1 Taken from National Bibliographical Base –NBB Publindex Bib-liographical Index NacionalPublindex - IBN Publindex, August of 2006, p. 7.

Article of revision: document resulting from a finished research in which the results of published or unpublished scientific or technological research are analyzed, systematized and integrated, with the purpose of shedding light on the advances and development tendencies. It is characterized by the presentation of a careful bibliographical revision of at least 50 references.2

Reflection article: document that presents finished research results from the author’s analytical, interpretative or critical perspective on a specific subject, resorting to original sources.

ARTICLE SELECTION FOR PUBLICATION

The study and the initial selection of writings are the responsibility of the Editorial Committee, which accepts or rejects the original texts based on the scientific quality, the agreement with the topics suitable for the Journal, and the relevance in time of the results presented. In addition, the Committee can ask for modifications and make the corrections they consider necessary to adjust the document so that it fits the journal requirements. After this revision, the article will be put under evaluation by one or two external Academic Peers who will express a concept in which the article is accepted without changes or it is rejected. In the case the evaluators’ concept derives in controversies, these will be resolved by the Journal Editor initially or, if it is necessary, a second or third evaluation by Academic Peers will be requested. It is necessary to clarify that neither the authors’ identity will be revealed to the evaluators, nor the evaluators’ identity will be revealed to the authors. This is to say it is an anonymous process since evaluators do not know the authors’ names and vice versa. The reception of an article does not imply any commitment regarding its publication. Acknowledge receipt of the article will be given and original articles will not be returned, therefore, the author(s) must keep a copy of all material sent. The article revision and correction process implies some time that must be taken into consideration by the author(s) when they make the decision to send the article.

2-3 Ibídem, p. 7.

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ARTICLE SHIPMENT

The document must be sent to the email: [email protected], addressed to the Journal editorial. It must be structured in Microsoft Word, Times New Roman, font size 11, and it must not exceed 25 double spaced, letter size pages. Margins must be 3 cm and pages must be consecutively numbered in the bottom right corner. Attached to this remittance, the completed AUTHORS’ COMMITMENT DECLARATION format, which can be consulted in the Journal webpage, must be attached.

REPRODUCTION RIGHTS

If the document is accepted for publication the reproduction rights will belong to Universidad de Caldas. As mentioned before, each article must include the authors’ letter of commitment specifying that the text is unedited, and indicating that the reproduction rights are exclusive property of the Hacia la Promoción de la Salud Journal, in addition to other aspects which are explicit in the document such as that the article has not been simultaneously submitted for publication to another Journal. On the other hand, the author is responsible for obtaining the necessary permits to reproduce any material protected by reproduction rights and must clearly specify the picture, figure or text that will be cited and its complete bibliographical reference. The opinions, judgments and points of view expressed by the authors, are of their exclusive responsibility and they reflect neither the criteria nor the Journal policy.

Ethical aspects: Whenever pertinent, an explanation, on the procedures followed in the research will be included in order to guarantee the fulfillment of the principles and ethical norms of the 1975 Declaration of Helsinki and later revisions, in addition to Resolution 8430 of 1993 from the Colombian Ministry of Health.

Open access policy: Web content of Hacia la Promoción de la Salud journal of Universidad de Caldas is distributed under an Attribution Creative Commons License which allows others to distribute, mix, adjust and build from the authors’ work, even for commercial purposes, whenever the authorship of the original creation be recognized.

ARTICLE PRESENTATION

Title and authorsThe title of the work must not exceed 15 words and it may not include abbreviations or acronyms. Each author’s full name must appear centered and in italics under the title. As a footnote, the professional degree, the highest professional title obtained by the author, the institution where the author works, the city, country and institutional or corporative electronic mail address of each author must be included. In the case of authors with affiliations to several institutions they must be arranged in order of importance. This information, and only this information, is indispensable. Avoid including positions, teaching degrees, recognitions, etc. It must be taken into account that the first author’s name will be the one appearing registered in the data bases in the different indexing and abstract services. It is necessary to indicate which author will be responsible for receiving and sending correspondence; otherwise it will be assumed that the first author will be responsible for such function.

Abstract All articles must have an abstract in Spanish, English and Portuguese, with an extension no greater than 250 words. It must include objectives, dates and places where the study was carried out, methods, results and conclusions. It should not include abbreviations and reference citations. It must be written in an impersonal manner, this is to say in the third person singular.

Key wordsOnly the key words accepted by international data bases which can be consulted in the following web pages can be used: Key words (Spanish): http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm, Key words (English): http://www.nlm.nih.gov/mesh/ The author(s) must explain that they consulted the descriptors mentioned above as follows: (Source: DeCs, Bireme); (source: MeSH;NLM). The number of keywords presented must be 5.

Body of the articleThe documents which are the result of research are presented as follows: introduction, materials and methods, results, discussion, conclusions, acknowledgements and references.

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Introduction: Indicates the justification and the objectives of the research; it includes a summary of the theoretical framework without including results or conclusions.

Materials and methods: Describes the type of study and its design, the population, the sampling technique and the sample selection as well as the inclusion and exclusion criteria. It explains the technique, instruments, and procedures used to obtain and analyze data.

Results: Presents the results in a logical, concise and clear sequence. The results found in tables or illustrations should not be repeated within the text.

Discussion: It is based on the results obtained through the research process, as well as the relation between these and the results obtained by other authors. It points out the coincidences and differences found and emphasizes on the new aspects found. It does not repeat information included in previous sections. It examines the implications of the findings, their limitations and their projections in future research.

Conclusions: Indicate the research most relevant findings from the point of view of the object of study. It is recommended that the research objectives become the point of reference to suggest them and that the different dimensions of the problem be involved in them.

Acknowledgements: the authors can mention people and collaborators, as well as financing institutions, departments and institutions that supported the carrying out of the investigation.

References: References must be developed following the Vancouver Norms: they must be indicated in the text, consecutively numbered in the order in which they appear, using Arabic numbers in parenthesis. The list of references will begin on a separate page at the end of the article. Please consult the Index Medicus (http://www.nlm.nih.gov/tsd/serials/lji.html periodical publications list for the exact abbreviations of the cited journal. If the journal is not listed, write its complete title name.

Graphs and figuresThe graphs and figures must contain a brief title, place, date the source, and when necessary, clarify if it is your own design. The heading of each column

of the table must include the unit of measurement. Tables and graphics in image format are not accepted. The illustrations (graphics, diagrams, drawings, maps, photographs, etc.) and the tables must include their respective footnotes and titles, they must be consecutively numbered, and their number must not exceed four illustrations per article. Each illustration must be included in the text where it corresponds and its appropriate citation must also be included.

For illustrations that have not been produced by the authors or that have been taken from a Journal, a book, an internet website or the like, on which there are copyrights, the necessary permissions to reproduce the material must be obtained, in which case the written authorization by the respective publishing house or the authors must be attached.

Abbreviations and AcronymsAbbreviations will be used the least amount of times possible, and preferably only internationally recognized ones must be used. When they are cited for the first time in the text, they must be preceded by the complete expression.

Footnotes Footnotes must be limited to the author’s comments and explanations.

Personal communications must be indicated in the body of the text, in parenthesis (not in footnotes), with date and name of institution of the person presenting the communication.

Avoid the inclusion of unpublished documents, in spite of their presentation in conferences or congresses, articles or abstracts sent for publication that have not been accepted and abstracts. If it’s absolutely necessary to cite unpublished sources, these must be mentioned in the text in parenthesis.

For more information contact:Universidad de Caldas, Facultad de Ciencias para la Salud. Revista Hacia la Promoción de la Salud, Consuelo Vélez Álvarez. Edificio Miguel Arango Soto. Carrera 25 No. 48-57. Teléfono 8783060 extensiones 31131.

Some sections were taken from Journal of Public Health-, Vol.9 No. 2 Information and instructions for Authors.

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INDICACÕES PARA OS AUTORES

A revista em direção à promoção da Saúde é uma publicação semestral, de caráter cientifico indexada no índice Bibliográfico Nacional Publindex de COLCIENCIAS; edita-se no Departamento de Saúde Publica da Universidade de Caldas desde 1993, com uma distribuição nacional e internacional a organizações de caráter acadêmico, assistencial e administrativo do setor de saúde. Está dirigida a todas aquelas pessoas naturais e ou jurídicas com interes nas diferentes áreas propostas. Tem como finalidade socializar as experiências acadêmicas, investigativas, de projeção e de docência, quanto de docentes como de estudantes, pré-graduação, de postgraduação, profissionais das áreas de saúde, sociais e afines aos países e de outros no contexto mundial, que realizem aportes ao desenvolvimento das seguintes temáticas.

· Conceituar sobre saúde e vida.. Saúde pública· Educação para a saúde.· Estilos de vida saudáveis.· Comunicação social em saúde.. Marketing social· Orientação dos serviços de saúde. · Política publica saudável.· Ambientes favoráveis à saúde.· Negociação e manejo de conflitos.· Participação social. · Alianças estratégicas. · Desenvolvimento social e humano.· Ciências sociais e saúde.· Assuntos acadêmicos.

SECÕESA revista contém as seguintes seções:

Editorial: ponto de vista do Comitê Editorial, do editor ou de autores invitados.

Artigo de investigação cientifica e tecnológica: documento que apresenta de maneira detalhada os resultados originais dos projetos terminados de investigação1 deve indicar: introdução, materiais e métodos, resultados, discutição, conclusões e agradecimentos e referencias bibliográficas.

1 Tomadou daBase Bibliográfica Nacional - BBN Publindex Índice Bibliográfico Nacional Publindex – IBN Publindex, agosto de 2006, p. 7.

Artigo de revisão: documento resultado duma pesquisa terminada onde se analisam sistematizam e integram os resultados de pesquisas publicadas ou não publicadas, sobre um campo em ciência ou tecnologia, com o fim de dar conta dos avances e as tendências de desenvolvimento. Caracteriza-se por apresentar uma cuidadosa revisão bibliográfica de por o menos 50 referencias2.

Artigo de reflexão: documento que apresenta resultados da pesquisa terminada desde uma perspectiva analítica, interpretação ou critica do autor, sobre um tema especifico, recorrendo a fontes originais3.

Assuntos Acadêmicos: apresenta informação relacionada com temas de interes da área: normatividade, regulamentação, convocatórias e eventos científicos.

SELECÃO DE ARTICULOS PARA PUBLICACÃO

O estudo e a seleção inicial dos escritos estão a cargo do Comitê Editorial, a qual aceita ou rechaça as originais, atendendo á qualidade cientifica e á concordância com as temáticas próprias da revista e a vigência temporal dos resultados. Além o comitê pode solicitar modificações e fazer as recomendações que estimam necessárias para ajustar o documento às indicações da revista. Logo desta revisão, será submetido à avaliação por um ou dois pares acadêmicos externos, que emitem um conceito no qual se aceita o artigo sem câmbios, aceita se sujeito a câmbios ou se rejeita. No caso em que do conceito dos e avaliadores se derivem controvérsias, estas serão resultas inicialmente pelo Editor da Revista ou de ser preciso se solicitará uma segunda ou terceira avaliação pelos pares acadêmicos. Se deve aclarar que a identidade dos autores não é revelada aos avaliadores, nem a destes aos primeiros, é dizer, que o processo é anônimo já que os avaliadores não conhecem os nomes dos autores vice-versa.

A recepção dum artigo não implica compromisso com respeito a sua publicação. Acusara se recebido do artigo e os originais não voltaram se, portanto, o autor deve deixar copia de todo o material enviado. O processo de

2 Ibídem, p. 7.3 Ibídem, p. 7.

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revisão e correção dos artigos implica um tempo que deve ser tido em conta pelo/autor/é, na decisão de envio do mesmo.

ENVIO DO DOCUMENTO

O documento deve ser enviado ao endereço eletrônico [email protected] dirigido à Editora da revista; estar estruturado em Microsoft Word tipo de fonte Times New Roman, tamanho 11; não exceder as 25 pagina e dobre espaço, em tamanha carta; as margens devem ser de 3 cm e as paginas numeram se consecutivamente no canto inferior direito. Adjunto a este envio devera remitir se o formato de Declaração de Compromisso de Autores diligenciado, o qual pode ser consultado na pagina web da revista.

DIREITOS DE REPRODUÇÃO

Se o documento é aceito para a publicação os direitos de reprodução serão da Universidade de Caldas. Como mencionou se cada artigo deve ir acompanhado duma carta de declaração de compromisso dos autores onde especifica que é inédito, e indica que os direitos de reprodução são propriedade exclusiva de a Revista para a Promoção da Saúde, além de outros aspetos que se encontram explícitos no documento, Tais como que o artigo não se tem apresentado simultaneamente para sua publicação na outra revista Por outra parte, o autor tem a responsabilidade de obter a permissão necessária para reproduzir qualquer material protegido por direitos de reprodução e deve especificar com caridade qual é o quadro, figura o texto que se citara e a referência bibliográfica completa. As opiniões, juízos e pontos de vista expressados pelos autores, são de sua exclusiva responsabilidade e não refletiam os critérios nem a política da revista.

Aspectos éticos: quando seja pertinente, incluirá se uma explicação, sobre os procedimentos seguidos na pesquisa a fim de garantir o cumprimento dos princípios e normas éticas da Declaração de Helsinki de 1975 e posteriores revisões, além da Resolução 8430 de 1993 do então, Ministério de Saúde de Colômbia.

Política de acesso aberto: Conteúdo Web Revista Para a Promoção da Saúde da Universidade de Caldas é distribuído sob licença Creative Commons Atribuição

esta licença permite que outros distribuam,

remixem, adaptem e criem a partir do seu trabalho, mesmo para fins comerciais, desde que lhe atribuam o devido crédito pela criação original.

APRESENTACÃO DO ARTICULO

Títulos e autoresO título do trabalho deve limitar se a máximo 15 palavras, este não deve conter abreviaturas nem siglas. Debaixo do titulo aparecem os sobrenomes e os nomes completos de cada autor centrado e em cursiva; em pé de pagina indica se: titulo profissional e o máximo nível alcançado, instituição onde trabalha na qual não se deve apresentar abreviaturas nem siglas, cidade, país e endereço eletrônicos institucionais ou corporativos de cada um dos autores. Deve se hierarquizar no caso de autor/ou autores com varias afiliações institucionais. É indispensável esta informação e só esta. Omita cargos, graus docentes, reconhecimentos, etc. Ter em conta que primeiro autor será quem ficara registrado nas bases de dados dos diferentes serviços de indexação e o resumo. É indispensável indicar qual autor se encarregara de receber e enviar a correspondência, ou do contrário se assumirá que o primeiro autor se fará cargo de tal função.

ResumoTudo artigo deve ter um resumo em espanhol, inglês e português, com uma extensão não maior a 250 palavras. Incluída objetivos, datas e lugares de execução do estudo, métodos, resultados e conclusões. Não deve incluir abreviaturas e citas bibliográficas. Deve se redigir de forma impessoal, isto é, na terceira pessoa do singular.

Palavras chaveUtilizaram se só aquelas aceitadas por bases de dados internacionais as que podem ser consultadas nos seguintes endereços: palavras chave, (espanhol): http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm, Key Words, (inglês):http://www.nlm.nih.gov/mesh/. O autor deve explicar que consultou os descritores antes mencionados, seguido da última palavra chave, assim: (fonte:IREME); (source: MeSH, NLM); (fonte: DeCS, BIREME). O número de Palavras clave presentadas deve ser cinco. Corpo do articuloOs documentos que são resultados de pesquisa apresentam se da seguinte maneira: Introdução,

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materiais, e métodos, resultados, discutição, conclusões, agradecimentos e referencias bibliográficas.

Introdução: indica a justificação e os objetivos do artigo da pesquisa, inclui um resumo do referente teórico, não incluí resultados nem conclusões.

Materiais e métodos: descreve o tipo de estudo e desenho do mesmo, a povoação, a técnica de amostragem e a seleção da amostra, assim como os critérios de inclusão e exclusão. Explicar a técnica, instrumentos e procedimentos utilizados para obter os dados e analisar os mesmos.

Resultados: apresentam os resultados em ordem lógicos, devem ser concisos e claros. Não se repete no texto os resultados que encontraram se nas tabelas e figuras.

Discussão: se fundamenta nos resultados obtidos na pesquisa à vez que se encontram a relação entre estes e os obtidos por outros autores, assinala as coincidências e diferenças encontradas e enfatiza nos aspetos novos. Não repete informação incluída nas seções anteriores. Examinam as implicações dos descobrimentos, suas limitações e suas projeções em futuras pesquisas.

Conclusões: indicam os descobrimentos mais relevantes da pesquisa desde o ponto de vista do objeto do estudo; recomenda se que os objetivos da pesquisa se constituem no ponto de referência para desenhar e que em elas envolvem se as distintas dimensões do problema.

Agradecimentos: os autores podem fazer menção às pessoas e colaboradores, assim como a instituições financiadoras, dependências e instituições que apóiam a execução da sua pesquisa.

Referencias bibliográficas: elaboram se ajustadas à normas Vancouver: Se indicam no texto numeradas consecutivamente no ordem em que apareçam por meio de números arábigos colocados entre parêntesis. As listas de referencias se indicaram numa folha aparte do final do artigo. Consulte a lista de publicações periódicas do Index Medicus (http://www.nlm.nih.gov/tsd/serials/lji.html) para a abreviatura exata da revista citada; se a revista não aparece, escreva o titulo completo da revista.

Quadros e figurasOs quadros figuras devem conter um titulo breve, lugar, data e fonte, e nos casos necessários deve se aclarar se é uma elaboração própria. O título de cada coluna na tabela deve ser a unidade de medida. Não se aceitam tabelas e gráficos e formato de imagens. As ilustrações (gráficos, diagramas, desenhos, mapas, fotografias, entre outras) e os quadros devem levar suas respectivas lendas e títulos, numerar se consecutivamente o seu número não deve exceder quatro ilustrações por artigo. Cada uma de as ilustrações deverá ser incluída no texto onde corresponda e realizar a devida citação.

Para as ilustrações que não tinham sido produzidas pelos autores ou tinham sido tomadas de uma revista, livro, site de internet ou similares, sobre os quais existam direitos de autor, se deveram obter a permissão precisas para reproduzir o material, ante o qual deveram acompanhar se da autorização escrita por parte da respectiva editorial aos autores.

Abreviaturas e siglasUtilizaram se o menos possível e preferivelmente aquelas que são reconhecidas internacionalmente. Quando citam se por primeira vez no texto, devem ir precedidas da expressão completa.

Notas a pé de página Deve ser limitado a comentários e aclarações do autor.

As comunicações pessoais devem indicar se entre parênteses no corpo do texto (não nas anotações ao pé) e indicar data e instituição de quem dá a comunicação.Evitar a inclusão de documentos não publicados, incluso se têm sido apresentados em conferencias ou congressos, artigos, enviados para publicação que não tem sido aceitado e resumos. Se for absolutamente necessário citar fontes não publicadas, estas devem ser mencionadas no texto entre parêntesis.

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