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Comparativo de niveles de labranza en el cultivo de frijol castilla (Vigna ungiculata) y maíz (Da mys) en Piura César Crisanto, Waltei.Atarania, Ricardo Pineda M. Introducción La labranza mínima es una propuesta tecnológica, que data de muchos años y consiste en desvirtuar la antigua creencia que señalaba como una condición deseable para la genninación de las semillas y el crecimiento inicial de las primeras raicillas, un estado totalmente desagregado del suelo; es decir prác- ticamente un molido de aquél hasta el estado de "polvo". Y es así como para llegar a esta situación se sometía al terreno a varios pasajes de maquinaria (aradura con discos pesados, rastreo, gradeo, tabloneo, etc.). Este continuo pasaje de maquinaria pesada, sobre la tierra de cultivo genera un "hard pand" o capa endurecida a una profundidad de 30 a 50 cm con las subsiguientes consecuencias de problemas de aireación, menor crecimiento radicular, penetración del agua, desarrollo microbiano, absorción de nutrimentos, etc. Además, de que el suelo hecho polvo, en la capa superficial, queda expe- dito para ser fácilmente erosionado por el viento y10 la lluvia. Es de gran importancia mantener la agregación del suelo para facilitar el paso del aire, el agua, los nutrimentos, los microorganismos, las raíces, etc. Sin embargo, en condiciones de suelos arenosos (con más de 90% de arena), la casi inexistencia de limo y arcilla no permite la agregación; en tal caso se presenta la situación de suelos "sin estructura". Lógicamente en estas circuns-

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Comparativo de niveles de labranza en el cultivo de frijol castilla (Vigna ungiculata) y maíz ( D a m y s ) en Piura

César Crisanto, Waltei. Atarania, Ricardo Pineda M.

Introducción

La labranza mínima es una propuesta tecnológica, que data de muchos años y consiste en desvirtuar la antigua creencia que señalaba como una condición deseable para la genninación de las semillas y el crecimiento inicial de las primeras raicillas, un estado totalmente desagregado del suelo; es decir prác- ticamente un molido de aquél hasta el estado de "polvo". Y es así como para llegar a esta situación se sometía al terreno a varios pasajes de maquinaria (aradura con discos pesados, rastreo, gradeo, tabloneo, etc.).

Este continuo pasaje de maquinaria pesada, sobre la tierra de cultivo genera un "hard pand" o capa endurecida a una profundidad de 30 a 50 cm con las subsiguientes consecuencias de problemas de aireación, menor crecimiento radicular, penetración del agua, desarrollo microbiano, absorción de nutrimentos, etc. Además, de que el suelo hecho polvo, en la capa superficial, queda expe- dito para ser fácilmente erosionado por el viento y10 la lluvia.

Es de gran importancia mantener la agregación del suelo para facilitar el paso del aire, el agua, los nutrimentos, los microorganismos, las raíces, etc. Sin embargo, en condiciones de suelos arenosos (con más de 90% de arena), la casi inexistencia de limo y arcilla no permite la agregación; en tal caso se presenta la situación de suelos "sin estructura". Lógicamente en estas circuns-

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tancias no son aplicables los criterios antes mencionados y las recomendacio- nes sobre labranza mínima, ya que no hay estructura que pueda destruirse con la labranza; por el contrario, la labranza permitirá mantener mejores condicio- nes de aireación, sin ningún riesgo de atentar contra la conservación de este tipo de suelos.

Materiales y métodos

El experimento se realizó en la parcela "La Estancia" del CIPCA, en Piura y comprende dos ensayos paralelos con dos cultivos distintos (maíz y frijol castilla) sometidos a los mismos tratamientos de niveles de labranza; por lo tanto, sus resultados son respectivamente independientes (cada ensayo en un área de 700m2).

El suelo en el que se condujo el experimento fue de reacción alcalina, sin problemas de salinidad, pobre en materia orgánica, de contenido medio de fósforo y entre medio y alto de potasio, alto contenido calcáreo y textura franco arenosa.

- Factores en estudio

Tipos de cultivo: a. Maíz amarillo duro b. Frijol castilla

Niveles de labranza: a. Labranza cero.- En este tratamiento se utilizó una franja de terreno que

cruzaba todo el campo experimental, al cual no se le hizo ninguna labor de preparación de tierra. Los deshierbos para este tratamiento se hicieron en forma manual.

b. Labranza mínima.- Según está indicado en el cuadro de tratamientos, sólo se le hizo la preparación de terreno, gradeo y surcado. A partir de este tratamiento los deshierbos se hicieron utilizando una lampa.

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c. Labranza baja.- Luego de la preparación del terreno, gradeo y surcado se procedió a hacer un aporque.

d. Labranza media.- Después de la preparación del terreno, gradeo y surca- do, se hizo el aporque y posteriormente se le hizo un cultivo.

e. . Labranza alta.- Después de la preparación del terreno, gradeo y surcado, se hizo un aporque para luego hacerse dos cultivos.

Cuadro 1 .- Cuadro de tratamientos

N" Cultivo Niveles de labranza Clave

Maíz Cero amado duro

Minima

Baja

Media

Alta

Cero

Minima

Baja

Media

Alta

Frijol astilla

El diseño experimental utilizado fue Bloques Completos al Azar (BCA). En ambos cultivos se evaluaron :

Análisis de muestras de suelo y agua, porcentaje de germinación, altura planta, diámetro de tallo (excepto fijo1 castilla), rendimiento de grano, producción de rastrojo seco.

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El manejo de los cultivos se realizó de acuerdo a la tecnología propia de la zona respecto al riego y al control fitosanitario. El abonamiento consistió, para el caso del maíz en 2 aplicaciones de 4 toneladas de humus de lombriz más 50 kg de úredha mezclada, a la siembra y al aporque. Para el caso de frijol castilla se abonó una sola vez con 2 toneladas de humus de lombriz'más 50 kg de úreaíha.

El frijol castilla se cosechó después de 3 meses y a los 4,5 meses el maíz.

Resultados y discusión

Observando los resultados del cuadro 2, se aprecia que el rendimiento en grano de tnjol castilla, en términos generales fue relativamente satisfactorio (más de 2 000 kgha), a pesar de que la fertilización no fue precisamente alta, sino que por el contrario, fue más bien baja (sólo 2 t de humus de lombridha más 50 kg de úreaíha; lo que significó apenas algo menos de 50 kg de Níha); no hay diferencias estadísticas entre tratamientos, para la altura de plantas. Entre los cuatro tipos de labranza ensayados (media, baja, mínima y alta, en este orden) no hay diferencias significativas, en cuanto a rendimiento de cosecha en grano; sólo es significativamente menor el caso de la labranza cero. Lo que en tal caso nos indicaría que no hay necesidad de proceder a reiterados movimientos de tierra, especialmente una vez ya instalado el cultivo. En el caso de la materia seca se reproducen exactamente lo acontecido con la producción de grano: los niveles de labranza no influyen, salvo el caso de labranza cero, cuyo rendi- miento es significativamente menor; es decir que, siempre será necesario hacer una labor de aradura y surcado para la siembra de frijol.

El rendimiento en grano en el caso del maíz, es así mismo satisfactorio, ha- biendo llegado a casi los 7 000 kg/ha. El abonamiento en estos casos fue mayor, un total de 5 t de humus de lombrizlha y 100 kg de úrea (fraccionado en 2 aplicaciones) lo que dio un total de 150 kg Nha. Los extremos de nivel de labranza: alta y cero, han logrado las mayores alturas sin diferencias estadísti- cas entre ellas; los tres niveles centrales (mínima, media y baja) han quedado

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en segundo lugar. Esto significaría que en el caso de no hacer una buena labranza (aporque, desaporque, cultivo), es preferible no hacer ninguna la- branza, y si entre ambos no hay diferencia, entonces no se justifica hacer tales labranzas.

En el caso del rendimiento en grano, se aprecia el mismo tipo de respuesta, que en el caso anterior. Es decir, con labranza alta y en labranza cero se han obtenido los mismos resultados (6 800 kgíha), el cual es un buen rendimiento para la condición de suelo dado; las labranzas medias han producido rendi- mientos significativamente más bajos (4 500 a 5 000 kgha). En cuanto a producción de materia seca no hay ninguna diferencia estadística entre los tratamientos de tipo de labranza; si nuestro objetivo fuera cultivar maíz para forraje, no sería necesario efectuar labranza alguna.

Cuadro 2.- Efecto de 6 niveles de labranza en el cultivo de frijol castilla, (Vlgna ungiculata) y maíz (Zea mays) en Piura.

Tratamientos Altura Rendimiento Producción&

Labranza baja 5 1,33 a 170,OO 2 404,80 a 6883,35a 12,27a 15,87a

Labmmínima 50,18ab 16733 2317,52ab 681228ab 12,12a 15,77a

L a b m cero 49,W ab 16233 2 226,35 ab 538034ab 12,lOa 15,00a

Labmrnedia 4823ab 161,OO 216OJ9ab 4951,53 b 10,87a 14,56a

Labranza alta 47,15b 160,66 1991,65b 4504,16b 7J2b 13,23a

C.V. % 494 1.87 IOJ 13,82 1479 9,45

Contrariamente a lo que planteamos en nuestra hipótesis de trabajo, no hemos encontrado diferencias significativas entre los tratamientos y ello creemos que podría ser debido al hecho de no haber trabajo en un suelo verdaderamente

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Maneio EwIóoico de Suelos /

arenoso; nuestro suelo experimental resultó ser franco arenoso y en tal caso presenta una determinada estructura. La hipótesis inicial consideró un suelo sin estructura. Los resultados obtenidos muestran, en términos generales, que no se justifica el excesivo movimiento de tierras y que es mejor mantener los suelos sin ser disturbados, lo que permite proteger su estructura.

Conclusiones

l . En el cultivo de frijol castilla es posible obtener cosechas satisfactorias sólo con la preparación previa del terreno (aradura y surcado); un exceso de labranza (aporque y dos cultivos) dio rendimientos menores, aunque no significativamente diferentes.

2. La labranza cero, no significó resultados desfavorables, en términos de rendimiento de cosecha, pero sí requiere una mayor atención en el deshierbo en el caso del frijol castilla .

3. El cultivo de maíz se comportó de igual manera con los tratamientos extre- mos de labranza, es decir alta y cero; en este último caso no se presentó caída de plantas (como hubiera sido de esperarse por la falta de aporque), pero sí abundante mala hierba, lo que obligó a mayores labores de deshierbo.

Recomendaciones

1. Repetir este experimento en un suelo verdaderamente arenoso.

2. En suelos francos, reducir en lo posible la labor de remoción de suelos (aporque, desahije, cultivo, etc.).

3. En la preparación propia del terreno realizar una aradura (nivelación si fuera necesario) y surcado, con maquinaria poco pesada o tracción animal.

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Prcparacion del terrcno para instalación dcl cxperiincnto dc 5 tipos de labranza

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