Management y Teoría Conductista

25
Cuadernos de Administración Pontificia Universidad Javeriana cuadernos.administració[email protected] ISSN (Versión impresa): 0120-3592 COLOMBIA 2006 Leonardo Solarte Pazos MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD Cuadernos de Administración, enero-junio, año/vol. 19, número 031 Pontificia Universidad Javeriana Bogóta, Colombia pp. 219-242 Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal Universidad Autónoma del Estado de México http://redalyc.uaemex.mx

Transcript of Management y Teoría Conductista

Cuadernos de AdministraciónPontificia Universidad Javerianacuadernos.administració[email protected] ISSN (Versión impresa): 0120-3592COLOMBIA

2006 Leonardo Solarte Pazos

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

Cuadernos de Administración, enero-junio, año/vol. 19, número 031 Pontificia Universidad Javeriana

Bogóta, Colombia pp. 219-242

Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal

Universidad Autónoma del Estado de México

http://redalyc.uaemex.mx

219Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA

DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS

CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA

DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD*

Leonardo Solarte-Pazos**

* Este artículo surge en el marco del proyecto de investigación doctoral del autor, denominado El managementy las lógicas de la gestión en las organizaciones de desarrollo social (Le Management et les logiques de lagestion dans les Organisations de Développement Social), a partir de los trabajos y reflexiones motivadas porla cátedra de Ciencias Humanas de HEC Montreal y de las discusiones y debates promovidos por el CentroHumanismes, Gestions et Mondialisation de HEC Montreal. El autor reconoce y agradece las enseñanzas yorientaciones del profesor Alain Chanlat de HEC de la Universidad de Montreal, director del Centro Humanismes,Gestions et Mondialisation, cuyas ideas y planteamientos son la base de este trabajo. El artículo se recibió el03-21-2006 y se aprobó el 22-06-2006.

** Actualmente cursa el Ph. D. en Management, HEC Montréal. Magíster en Estudios Políticos, PontificiaUniversidad Javeriana, Colombia, 2002. Ingeniero Industrial, Universidad del Valle, Colombia, 1987. Profe-sor de la Facultad de Ciencias de la Administración, Universidad del Valle. Director del grupo de investigaciónen Gestión y Evaluación de Programas y Proyectos, Universidad del Valle, reconocido y escalafonado porColciencias, 2004. Miembro del Centro de Investigación Humanismes, Gestions et Mondialisation de HEC,Universidad de Montreal, Canadá. Correo electrónico: [email protected].

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.219

220 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

RESUMEN

El texto presenta una reflexión sobre el al-cance del behaviorismo (conductismo) den-tro del management, desde una perspectivainterdisciplinaria de las ciencias humanas queintegra aspectos de la dimensión biológica ypsicoafectiva del ser humano. Esta perspec-tiva de las ciencias humanas aporta un lenteadecuado para analizar el managementmotivacional, no desde el discurso intelec-tual ni ideológico, sino desde la misma teo-ría científica que el conductismo pregonacomo su mayor soporte. El documento tam-bién se aleja de la arena moral, a partir de lacual se ataca con insistencia al management.La intención del texto es resaltar cómo, bajouna visión integral del ser humano, saltan ala luz evidencias concretas que alertan so-bre el behaviorismo y su aplicación indis-criminada en el management, a través demúltiples modelos de gerencia, y plantea laconveniencia de continuar explorando la re-lación entre el hombre y las organizacionesdesde otros ángulos aportados por las cien-cias humanas. Estos aspectos son coheren-tes con la necesidad de mejorar la prácticade esta disciplina, independientemente de laposición ideológica que se detente.

Palabras clave: management, conductismo,behaviorismo, motivación.

ABSTRACT

Conductist Theory and Management fromthe perspective of Human Science. A Viewfrom Interdisciplinary

Management and behaviorist theory readfrom the theory of human science. A lookfrom interdisciplinary of human science thatmingles topics of biological and psycho-af-fective dimensions of human being. Thisperspective of human science contributeswith a suitable lens to analyze the motivat-ing management, not from the intellectualand ideology speech but from the scientifictheory that the conductism spreads as itsmost important support. The document goesfar from the moral field, and based on thatit insatiably attacks the management. Theintention of this text is to light how, underan integral vision of human beings, concreteevidences come out to be aware aboutbehaviorism and its in discriminated appli-cation in management through multiple man-agement patterns and set the convenienceof going on searching and exploring the re-lation between man and organizations fromother contributing views given through hu-man science. These topics are coherent tak-ing into account the wish to improve thisdiscipline completely independent from thedetected ideological position.

Key words: Management, conductism,behaviorism, motivation

9. Management y teoría conductista.p65 03/08/06, 12:19 a.m.220

221Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

Introducción

La influencia del behaviorismo o conduc-tismo en el management es innegable. Ladiseminación de la escuela gerencial esta-dounidense del comportamiento ha induci-do la reproducción de sus enfoques ypostulados en las escuelas de administracióny la adopción de sus prácticas en las orga-nizaciones de América Latina y del mundoentero. Sobre la base de los postulados teó-ricos del conductismo y sus posteriores va-riantes se han construido los marcos quesustentan la validez y el carácter científicode las teorías del management para la direc-ción y, especialmente, para la motivación,que constituyen el corpus básico de la, co-múnmente denominada, dirección o geren-cia, así como de múltiples ramas de ladisciplina administrativa, lo cual ha generadomodelos, métodos y prácticas ampliamentedifundidas.

A pesar de las críticas que ha sufrido desdediversas disciplinas, los principios subyacen-tes a la escuela conductista siguen orientan-do los modelos y la enseñanza de la gestión;de esta forma, se ha convertido en una es-pecie de variable independiente, que se dacomo descontada en el management, y des-de cuyos postulados son desarrolladas nue-vas técnicas y modelos gerenciales que seaplican sin necesidad de revisar los víncu-los teóricos con las disciplinas de base quelos sustentan. Esto se facilita en gran medi-da por el pragmatismo del management que,al carecer de un cuerpo teórico propio, in-tegra eclécticamente conocimientos de múl-tiples fuentes teóricas. A su vez, cada cienciay disciplina ha originado y sustenta las di-versas ramas de enseñanza que se imparten

hasta hoy en las escuelas y programas deAdministración, muchas de ellas desconec-tadas unas de otras, pero que conforman sucuerpo básico (administración de operacio-nes, marketing, estrategia, finanzas, conta-bilidad, el mismo management como ciencia),cada una con su propia ideología y jalonandosus propios problemas y conceptos1

(Mintzberg, 2004; Déry, 1994).

La primera reacción con respecto al manage-ment y su concepción del ser humano es asig-narle un valor ideológico y justificar o criticarsus prácticas motivacionales y de direcciónen virtud de su contribución al sostenimientode determinado orden económico y social.Esta perspectiva, ampliamente difundida enEuropa, ha originado posiciones críticas rele-vantes, jalonadas particularmente desde la so-ciología, la economía y la ciencia política, enlas cuales se concibe como normatividad delcapitalismo (Boltanski y Chiapello, 1999).

Sin embargo, la interdisciplinariedad y laperspectiva de las ciencias humanas nospermiten ofrecer una crítica más contun-dente y válida, no desde el discurso intelec-tual ni ideológico, sino desde la misma teoríacientífica que el conductismo pregona comosu mayor respaldo. La posibilidad de utilizarla ciencia de manera rigurosa para señalarlas visiones equivocadas sobre el ser huma-no es uno de los aspectos más importantesy de mayor alcance de la interdisciplinarie-dad, la cual nos aleja de la arena moral des-de la cual es atacado preferentemente el

1 Véase al respecto la reflexión de H. Mintzbergsobre el management ciencia y las escuelas deadministración, en Mintzberg (2004).

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.221

222 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

management, en especial por ciertos huma-nistas en América Latina.

Este texto presenta una reflexión sobre el al-cance del conductismo dentro del manage-ment, desde la perspectiva de las dimensionesbiológica y psicoafectiva del ser humano yde su especificidad. La riqueza conceptual yteórica que subyace en la interdisciplinarie-dad hace complejo cualquier intento por inte-grar en un simple análisis las dimensiones delser humano, sin correr el riesgo de caer en lasuperficialidad, dada la magnitud de concep-tos involucrados. Por lo tanto, aquí se hanescogido solamente algunos aspectos de lasdimensiones biológica y psicoafectiva, queprovienen específicamente de la neurobiologíay de los estudios sobre el desarrollo del co-nocimiento y de la personalidad en el ser hu-mano. La intención es resaltar cómo desdeuna perspectiva integral del ser humano sal-tan a la luz indicios concretos que desvirtúanal behaviorismo (conductismo) y su aplica-ción indiscriminada en el management, asícomo la conveniencia de continuar explorandola relación entre el hombre y las organizacio-nes desde otros ángulos aportados por lasciencias humanas. Estos aspectos son cohe-rentes con la necesidad de mejorar la prácticagerencial, independientemente de la posiciónideológica que se detente.

Los conceptos aquí expresados recogen lasideas y planteamientos desarrollados por M.Dufour y A. Chanlat, quienes nos ofrecenuna perspectiva teórica y metodológica ori-ginal para emprender el estudio del mana-gement desde la complementariedad y lainterdisciplinariedad (Chanlat, 2004). Basa-da en evidencias científicas, resalta la espe-cificidad del ser humano y lo pone en el

centro de atención del management y de lasorganizaciones. Esta perspectiva y sus tra-bajos han sido desarrollados y difundidosdesde su seminario de Ciencias Humanas,tanto en Canadá como en otros países.2

Sobre el tema que nos ocupa, un aspecto desu originalidad radica en develar las impli-caciones del conductismo en las organiza-ciones, llevando al terreno del managementlas críticas que esta corriente ha sufridodesde diversas disciplinas.

1. Contexto e implicacionesgenerales

El estudio del comportamiento de las espe-cies animales es un asunto de la etología.Los etólogos, por su parte, han señalado lanecesidad de estudiar el comportamiento delos animales en su medio natural, el cual esdiferente del inducido en cautiverio. Aun-que el comportamiento es parte del procesoevolutivo de una especie, conjuntamente conla evolución morfológica, como lo señalaTavolga (1973), la dificultad de inferir hipó-tesis sobre la evolución comportamental ra-dica en que, a diferencia de la evoluciónbiológica, ésta no deja trazas que permitansu reconstrucción histórica. ¿Por qué unaespecie se comporta de tal o cual manera?,¿este comportamiento ha sido constante oha sufrido una evolución durante su histo-ria?, ¿cuál es la relación entre la evolución

2 La perspectiva de la cátedra de Ciencias Humanasde Dufour y de Chanlat ha tenido eco en diversasuniversidades europeas y latinoamericanas. EnAmérica Latina, por ejemplo, algunas universida-des de México y de Colombia la han incorporadoen sus programas académicos de management enpregrado o posgrado.

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.222

223Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

del comportamiento y la evolución genéticade la especie?, son algunas de las preguntasque se hacen los investigadores, y que seaplican de igual manera al ser humano, en lamedida en que de alguna forma se aceptaque éste ha sufrido una evolución que hamoldeado su naturaleza y que da cuenta desu comportamiento actual.

Si se trata del estudio del comportamientohumano, es imprescindible echar mano delas disciplinas apropiadas que se encuentranrelacionadas con la materia. Esto plantea laurgente necesidad de abandonar visionesantropocéntricas y estudiar al hombre en surelación con el medio y con las demás espe-cies, por cuanto esta perspectiva permiteaprender a partir de los rasgos biológicos yevolutivos que comparte como ser vivo(Chanlat, 2003). La filogénesis, que se intere-sa por la evolución de los grupos de especiesgenéticamente relacionadas, y la ontogénesis,que se concentra en el desarrollo de un servivo desde su nacimiento hasta su muerte,aportan elementos clave para el entendimien-to de la naturaleza del ser humano, a partirde su comparación con otros organismosvivos. Anteriormente se pensaba que los in-dividuos de una especie reproducían estric-tamente, a partir del nacimiento y durantesu período de desarrollo, toda su anteriorhistoria evolutiva como especie. Si bien estaidea fue desechada posteriormente, continúareconociéndose la presencia de una fuerterelación entre la filogénesis y la ontogénesisen las especies.

Estos dos dominios de estudio, que corres-ponden a una visión macro y micro del de-sarrollo de la especie, requieren una visióninterdisciplinaria que incorpore las fortale-

zas de varias disciplinas que han tradicio-nalmente han trabajado de manera aislada.Un ejemplo de este esfuerzo interdisciplina-rio es la psicobiología, que involucra la et-nología, la etología, las neurociencias, labiología y la psicología, para entender el com-portamiento del hombre.

Existe una estrecha relación entre el com-portamiento y la biología de las especies.Cada nivel de la organización biológica tienepropiedades particulares que pueden ser di-ferentes con respecto a las mismas estruc-turas que se presentan en otro nivel deorganización. Por lo tanto, a medida que seamás compleja la organización de las estruc-turas biológicas, será más compleja la com-prensión de su comportamiento, e imposiblede inducir a partir de las observaciones so-bre las propiedades de las mismas estructu-ras en niveles más elementales (Tavolga,1973). Si hablamos del comportamiento delhombre, este hecho ya de por sí es relevan-te para poner en duda la validez de la aplica-ción de teorías que estén respaldadas enexperimentos realizados en niveles de orga-nización más elementales.

En cuanto a los niveles de organización exis-ten dos dimensiones importantes, cada unade las cuales aporta en complejidad. Por unaparte, la relativa a su organización biológi-ca, que se ha descrito de manera creciente:ADN (base de la organización viviente), lasproteínas celulares (biología molecular), lacélula (citología), los tejidos (histología), losórganos (anatomía), los organismos (taxo-nomía) y las sociedades (comportamientos)(Tavolga, 1973). Por la otra, la especifici-dad cualitativa, que aporta la complejidadevolutiva entre las especies y que está ínti-

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.223

224 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

mamente relacionada con la complejidad desu morfología. Esto es lo que hace diferen-te el comportamiento de un protozoario delde un mamífero.

Las reacciones de un animal frente a losestímulos, estudiados en laboratorio, perte-necen a una parte del nivel de organizacióndiferente a la de un hombre en sociedad.Las bases teóricas del behaviorismo, cons-truidas a partir de los estudios sobre neuro-sis experimental, constituyen un intento detraspasar propiedades provenientes de nive-les de organización diferentes y de generali-zarlas hacia el comportamiento del hombre.Además, su despliegue se vuelve reduccio-nista, por cuanto no rinde cuenta de los fac-tores culturales y comportamentales que sonintroducidos en el orden social, así comode factores psicológicos, biológicos y here-ditarios propios de la morfología y la evolu-ción de la especie humana. Estos dosaspectos han sido remarcados por Schneirla(Tavolga, 1973), cuando plantea que la di-ferencia de comportamiento entre especiesproviene también de la interacción entre lossistemas de maduración y de experiencia queguían el desarrollo individual. En esta líneade pensamiento, y utilizando los plantea-mientos de Tavolga, sería tan aventuradoaplicar principios de neurosis experimentala un hombre, como sería hacerle psicoaná-lisis a un perro.

2. Un panorama general delbehaviorismo o conductismo

Evidentemente, la escuela behaviorista haevolucionado y no es suficiente analizarlateniendo como frente de ataque sus oríge-nes pavlovianos. Su evolución ha ido desde

los rudimentos del estímulo-respuesta dePavlov (1963), pasando por la teoría delcomportamiento reforzado por los resulta-dos de Hull y Skinner, hasta la teoría delaprendizaje social iniciada por Bandura.

En Hull (1943) pueden encontrarse funda-mentos teóricos de la escuela. Los impul-sos externos generan respuestas desde elindividuo y si estas respuestas son reforza-das (con una recompensa, por ejemplo), sepuede inducir un hábito en el individuo. Enesta perspectiva desempeñan un rol másimportante los incentivos condicionantes delindividuo. De igual forma, hay una jerarquíade necesidades que influyen en las respues-tas de los individuos, las cuales pueden serde diversos tipos. El primer reforzamiento(premio) es la clave del aprendizaje y lossubsiguientes posibilitan la conformación deun hábito. Por lo tanto, el aprendizaje nopuede ocurrir sin reforzamientos y la rela-ción entre estímulo y respuesta es funcióndel número de reforzamientos que se esta-blezcan (Miller y Dollard, 1941).

Aunque la teoría de Hull perdió relevanciaen el mundo académico, con Skinner losplanteamientos fueron diferentes y la orto-doxia lo sigue considerando el psicólogo másimportante de Estados Unidos, en el sigloXX. Sus trabajos originaron el denominadobehaviorismo radical, que no pretende ob-tener explicaciones, sino describir los fe-nómenos observados, por lo que Skinnerhizo hincapié en los resultados y no en lageneración de respuestas explicativas. Susexperimentos, al igual que los de Pavlov, sehicieron sobre pruebas controladas de la-boratorio bajo la premisa de que un indivi-duo proveería datos suficientes para la

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.224

225Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

generalización. A diferencia de Pavlov, losexperimentos de Skinner incluyeron prue-bas con humanos para medir sus respues-tas a los estímulos, y uno de sus elementosdiferenciadores, con relación a los estudiosrealizados, es el concepto de que el indivi-duo puede emitir respuestas por sí mismoy no sólo en función de los condicionantesambientales.

Skinner siempre defendió la conveniencia deabordar la investigación desde un punto devista científico, por lo cual sus trabajos ha-cen gala de lo que denominó un conductismometodológico, anclado en el positivismo ló-gico, basado en las evidencias observables,esto es, el estímulo y el comportamiento,ya que son los dos únicos factores que pue-den medirse y controlarse. Esta orientaciónde la investigación tenía que ver con la im-posibilidad de valorar o cuantificar lo quepasa en la mente de las personas, ángulo dela situación que, según Skinner, no aporta-ría nada a las conclusiones. Su despreciopor el psicoanálisis o por lo que él denomi-naba mentalismo o aspectos filosóficos esevidente en sus textos:

Pero, ¿dónde están esos sentimientos y esta-dos de la mente? ¿De qué material están he-chos? La respuesta tradicional es que estánlocalizados en un mundo de dimensiones nofísicas llamado la mente y que son mentales.Pero entonces surge otra pregunta: ¿cómopuede un evento mental causar o ser causadopor un evento físico? Si queremos predecir loque una persona hará, ¿cómo podemos des-cubrir las causas mentales de este comporta-miento, y cómo podemos producir los senti-mientos y el estado de la mente que leinducirán a comportarse de una forma dada?

Suponga, por ejemplo, que queremos lograrque un niño se coma un alimento nutritivopero no muy apetecible. Simplemente nosaseguramos de que ninguna otra comida estédisponible, y eventualmente él come. Pareceque privándolo de comida (un evento físico),hemos hecho que sienta hambre (un eventomental), y que por haber sentido hambre, seha comido el alimento nutritivo (un eventofísico). Pero, ¿cómo el acto físico de priva-ción condujo a la sensación de hambre, y cómoel sentimiento movió los músculos involu-crados en la ingestión? Hay muchas otraspreguntas inquietantes de este tipo. ¿Qué sedebe hacer con ellas? (Skinner, 1976, p. 11).(Traducción libre del autor)

Es claro que en el centro del asunto está eldebate entre la separación de cuerpo y men-te, frente a la cual el behaviorismo, aunquedice reconocer los dos conceptos, opta me-todológicamente por el primero, desechandola importancia de la mente. El enfoque, abier-tamente pragmático, pretende no sólo antici-par lo que una persona hace, sino inducirlade manera premeditada a actuar en determi-nada dirección, sin ninguna pretensión decarácter moral, sino científica:

… aquellos que no se sienten muy conforta-bles acerca de tal estrategia se refugian algu-nas veces en la fisiología. Se dice que even-tualmente se encontrará que la mente tieneuna base física. Como lo planteó reciente-mente un neurólogo, “cada quien acepta aho-ra el hecho de que el cerebro provee las ba-ses físicas del pensamiento humano”. Freudcreía que podría eventualmente encontrarseuna base fisiológica para su muy complica-do aparato mental, y los primeros psicólo-gos introspectivos llamaron su disciplina

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.225

226 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

psicología fisiológica. La teoría del conoci-miento llamada fisicalismo sostiene quecuando hacemos introspección o tenemossentimientos, estamos observando estadoso actividades de nuestros cerebros. Pero lasmayores dificultades son prácticas: noso-tros no podemos anticipar lo que una per-sona hará mirando directamente sus senti-mientos o su sistema nervioso, no podemoscambiar su comportamiento cambiando sumente o su cerebro. Pero en cualquier casono parecemos estar peor que antes ignoran-do problemas filosóficos. (Skinner, 1976,p. 12). (Traducción libre del autor)

En Skinner (1984), la relevancia del medioambiente como generador de conductas estámuy ligada a los modelos evolucionistas yecologistas, en los cuales los individuos noactúan por motivación o voluntad propia,sino por la necesidad de sobrevivir y adap-tarse a los cambios ambientales. Esto per-mite construir el ambiente requerido para queel individuo se “motive” a hacer lo que sedesea, manipulando las variables externasconvenientemente y descartando cualquierintento por entender sus sentimientos o susestados mentales:

El problema mentalista puede evitarse yen-do directamente a las primeras causas físi-cas, evitando pasar por los sentimientos oestados de la mente intermedios. La formamás rápida de hacer esto es confinarse a loque un behaviorista temprano, Max Meyer,llamó la “psicología del otro”: considerar sóloaquellos hechos que pueden ser observadosobjetivamente en el comportamiento de unapersona, en su relación con su anterior his-toria ambiental. Si todas las relaciones sonlegítimas, nada se pierde descuidando una

supuesta relación no física. Así, si sabemosque un niño no ha comido por un largo tiem-po, y si sabemos que por lo tanto sientehambre y que, por cuanto siente hambre,entonces come, por lo tanto sabemos que, sino ha comido por un largo tiempo, él come-rá. Y si, haciendo otro alimento inaccesible,le hacemos sentir hambre, y si debido a quesiente hambre come un alimento especial,entonces se debe seguir que haciendo otroalimento inaccesible, le inducimos a comerel alimento especial. (Skinner, 1976, pp. 14–15). (Traducción libre del autor)

La noción de condicionamiento operantetiene que ver con los efectos de ciertasconductas que generan reforzamiento dela misma conducta, por cuanto producengratificaciones en el individuo. Esto, se-gún Skinner, permite que el individuo“gerencie” el ambiente y es posible prede-cir una mayor ocurrencia de las conduc-tas que generen dicho reforzamiento. Losreforzamientos pueden ocurrir aumentan-do una situación satisfactoria o disminu-yendo una situación insatisfactoria.

Según el behavior, el marco de acción delindividuo está compuesto solamente por doselementos que pulsan su conducta: la evo-lución del medio ambiente como tal y losestímulos reforzadores. Al vaivén de éstosse generan las conductas de las personas:

La práctica de mirar al interior del organis-mo para una explicación de comportamien-to ha tendido a oscurecer las variables queestán disponibles inmediatamente para unanálisis científico. Estas variables yacen fue-ra del organismo, en su entorno inmediato yen su historia ambiental. Ellas tienen un

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.226

227Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

estatus físico para el cual las técnicas usua-les de la ciencia están adaptadas, y hacenposible explicar el comportamiento comootras materias son explicadas en la ciencia.Estas variables independientes son de mu-chos tipos y sus relaciones con el compor-tamiento son a menudo sutiles y complejas,pero nosotros no podemos esperar dar unacuenta adecuada del comportamiento sinanalizarlas. (Skinner, 1953, p. 31). (Traduc-ción libre del autor)

El panorama es bastante pesimista en cuantoa la voluntad del ser humano. Skinner men-ciona constantemente su batalla contra lo quedenomina superstición, relacionada con laintroducción de experiencias personales enel proceso investigativo. Lo que existe aden-tro del cerebro de un individuo, como partede su naturaleza, es un dispositivo cerradoque sólo puede ser tenido en cuenta cuandoéste opina, al producir hechos observables.El modelo, orientado bajo un ortodoxo posi-tivismo investigativo, echa mano de la esta-dística y la cuantificación para mapear alindividuo, el cual, desde esta perspectiva, esun “hecho terminado”, sin complejidad inte-rior, ni posibilidad de trascendencia:

Hay una presentación de la psicología“pura” que, sin embargo, ha dejado una hue-lla profunda. La psicología es única entre lasciencias en el sentido que ninguna otra cien-cia se ha tenido que mover contra tal canti-dad de folclore, superstición y error. Bajoestas circunstancias, los psicólogos hanpuesto naturalmente un énfasis adicionalsobre lo factual y lo objetivo. Han luchadoasiduamente para escapar de las limitacio-nes de la experiencia personal. ¿Qué hacerealmente que un hombre oiga o vea? Con-

trole el ambiente estimulante y lo encontra-rá. ¿Qué hace realmente que él haga o diga?Registre su comportamiento tan precisamen-te como sea posible, y tendrá la respuesta.¿Qué está inclinado a hacer o a decir?Muestree sus opiniones y creencias, y loencontrará. ¿Cómo es realmente? Cuantifi-que su comportamiento con inventarios,cuestionarios y tests, y lo sabrá. Garanticela significancia de sus respuestas, por su-puesto, cubriendo muchos casos y bosque-jando sus conclusiones solamente con laayuda de métodos estadísticos lógicos yaceptados. (Skinner, 2004, p. 208)3

La presencia del behavior en el managementestá tan arraigada que tal vez por esta mis-ma razón no es común encontrar cuestio-namientos sobre su práctica que esténfundamentados en las implicaciones de suforma de concebir al ser humano. Este últi-mo, a pesar de su pretendido enfoque cien-tífico, ajeno a las deliberaciones filosóficas,tiene una estrecha relación ideológica o, almenos, sirve en gran medida con una con-cepción utilitarista de la sociedad y de lasrelaciones entre los seres humanos. El me-jor ejemplo de este alcance se refleja en lasiguiente presentación de Skinner, hacia1968, bastante contemporánea, la cual nodeja de impactar, por cuanto pone en evi-dencia, con toda su crudeza, lo que es unempleado dentro del modelo científicoconductista. Es importante notar, además,la ausencia en la argumentación de referen-tes a las relaciones sociales entre los indivi-

3 Texto original de 1968, publicado en el 2004 porel Journal of the Experimental Analysis ofBehavior. Traducción libre del autor.

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.227

228 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

duos o a la construcción colectiva, y la con-cepción individualista del ser humano quereacciona de manera primaria ante los estí-mulos, así como el mantenimiento de la con-ducta merced al reforzamiento monetario:

La economía es otro campo en el cual todoesto es relevante pero en el que, hasta el mo-mento, no se está haciendo mucho. La manode obra productiva es, por supuesto, un pro-blema muy importante en cualquier cultura.Nosotros tenemos nuestras condiciones deincentivos, los rusos tienen las suyas, y ten-demos a comparar ampliamente las culturasen términos de sistemas económicos, comocuando hablamos de una cultura capitalista.Yo hablo ahora mucho más consciente de misituación de principiante, pero hay princi-pios de reforzamiento en los sistemas deempleo, y los problemas van muy paralelocon los problemas en el laboratorio. El dineroes un reforzamiento condicionado; y sóloopera cuando éste ha sido hecho así. En unacultura primitiva, Ud. puede ser incapaz deusarlo. Ud. no puede usar pagos diferidos sinun gran acuerdo de condicionamiento parahacerlo efectivo. Un ingeniero quien usó manode obra local en una esquina sin par del mun-do, tuvo que poner un pagador al final de unarampa para pagar a cada trabajador cada vezque descargaba una carreta llena de tierra. Nofue posible sencillamente pagar al fin del día.Se dice que a los guías de Serpa que subieronal monte Everest en el primer ascenso habíaque pagarles cada noche. Tres guías comen-zaron llevando todas las monedas locales quecaían eventualmente en porciones separadaspor todos.

El pago semanal es un ejemplo muy inade-cuado de reforzamiento positivo. Ningún or-

ganismo sensible trabaja un lunes en la maña-na por un pago el viernes en la tarde. El siste-ma trabaja sólo cuando hay un supervisor ojefe que puede amenazar con despedir. El em-pleado trabaja durante la semana no sólo porel sobre de pago, sino para evitar perder elestándar de vida que garantiza el sobre depago. Siguen varios problemas morales. Lossistemas de pago más efectivos son frecuen-temente mal utilizados, simplemente porqueellos son efectivos, y quienes están interesa-dos en el trabajo productivo se oponen a ellos.

Se me dice que los managers industriales yani siquiera discuten más incentivos de pago,pero el trabajo a destajo o pago por piezaengendra no sólo un nivel muy alto de traba-jo sino un tipo de actividad que el trabajadorreporta como divertido. El programa usadoen las máquinas de juego, el llamado progra-ma de tasa variable, es particularmente bue-no desde este punto de vista. Si alguna vezha visto un cuarto lleno de gente jugandobingo, ha visto lo que puede lograr. Aquíhay gente sentada tranquilamente, mirandodos o tres cartas en frente de ellos, escu-chando con mucho interés cómo son canta-dos los números y las letras, ordenando pe-queñas fichas de manera muy precisa, yhablando instantáneamente cuando un pa-trón se completa. ¿Qué no daría una indus-tria por tener empleados que trabajaran conese tipo de concentración? ¿Y que no daríanlos trabajadores para tener tanta diversión?(Skinner, 2004, p. 211). (Traducción libredel autor)

Las anteriores descripciones ilustran la ma-nera en la cual se transplantan dos condi-ciones de laboratorio en la organización. Enprimer lugar, el ambiente como el impositor

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.228

229Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

de condiciones inmutables, concepto que estransplantado y suplantado por el de la or-ganización, la cual se convierte en “ambien-te” y la legitima como la encargada deimponer las condiciones de manera “natu-ral” e irrefutable. Independientemente delcuestionamiento axiológico de tal concep-ción, es reduccionista comparar la exten-sión de las posibilidades que tiene unindividuo en un ambiente exterior paragerenciar su medio ambiente (como cuan-do decide qué comer para calmar el ham-bre), con las que tiene en una organizacióncomo subalterno. En esta perspectiva, y enaras de la crudeza científica, un empleadono tiene mayores opciones de escoger, enun ambiente organizacional, que las que te-nía el niño al cual le obligaron a comer elalimento que no deseaba con el fin de cal-mar su apetito.

En segundo lugar, la conducta de un indivi-duo en un contexto de laboratorio no escomparable con la complejidad de lasinterrelaciones y motivaciones suscitadas enla organización. El asunto del desempeño noincluye exclusivamente la cantidad de tra-bajo o la tasa de producción de unidadesque puede ser remunerada de manera pro-porcional, sino los aspectos de la calidad deltrabajo o de la iniciativa que no pueden serlogrados simplemente con un reforzamien-to motivacional determinado.

Siguiendo el ejemplo de Skinner, se puedeconducir a alguien a que haga algo, perola manera en que lo realice dependerá demuchos otros factores. En el contexto or-ganizacional, y en virtud de las mismas in-teracciones, surgen otros condicionantesy estímulos que pueden tener (o no) inci-

dencia en cada individuo. Es más, en elmundo real coexisten permanentementemotivadores positivos y negativos frente alos cuales los seres humanos no tienen laposibilidad de hacer la respectiva “sumavectorial” que les permita escoger el com-portamiento resultante. No es tan sencillo,ni siquiera en los animales, porque como loplantea Hinde (1975) no existe distinciónabsoluta entre los factores que desencade-nan una respuesta de aquellos que no. Losfactores externos del medio ambiente pue-den (para bien o para mal en el caso del serhumano) no reflejar cambios en el compor-tamiento inmediato, aunque afecten los sis-temas internos del organismo.

Aun si se aceptan los supuestos teóricos,pretender un modelo de motivación organi-zacional a partir de un reforzamiento prima-rio es pretencioso, porque presupone que laconducta resultante se debe a la arquitectu-ra motivacional que el patrono dispone en laorganización, lo cual implica que puede con-trolar todas las variables del medio ambien-te organizacional, ajenas a los motivadoresprimarios.

El behavior originó los modelos de instruc-ción programada (PI), que incluyen las si-guientes características: desglose en pequeñasunidades, secuencia jerárquica en los gra-dos de dificultad, involucramiento activo,confirmación inmediata de resultados y, porsupuesto, reforzamiento (Locke, 1977). Enun artículo de 1958, denominado “TeachingMachines”, Skinner promovía la aplicacióndel método mediante máquinas que permi-tieran masificar la enseñanza; estas máqui-nas presentaban a los estudiantes conceptoscuidadosamente divididos en afirmaciones

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.229

230 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

de grado creciente de complejidad y el estu-diante debía responder adecuadamente paraavanzar al siguiente nivel. El reforzamientolo realizaba la máquina inmediatamente deacuerdo con las respuestas. Este concepto,que hoy nos puede parecer arcaico, ya queen ese tiempo no existían los computadoresmodernos y el sistema era primitivo, es labase de los programas computarizados deentrenamiento que se ofrecen actualmente(tipo TOEFL), y que son de uso bastantefrecuente.

Aunque el cognitivismo ha opacado elbehaviorismo puro desde hace varias déca-das, en ambas perspectivas la preferenciapor el influjo externo en el comportamientode los seres humanos sigue siendo relevan-te. Uno de los exponentes del behavior, quealgunos autores ubican como un enlace conel cognitivismo, es Bandura (1976), quienintroduce el concepto de que el comporta-miento es reforzado por el sistema de creen-cias del individuo.

Esta rama de la orientación behaviorista haoriginado en el management la escuela delaprendizaje. El hombre aprende sobre la basela observación, que modifica su comporta-miento. Aprende observando a los otros y apartir de este proceso desarrolla su propiocomportamiento.

El proceso, según Bandura (1976), incluyela atención, la retención, la reproducción yla motivación. Mediante la atención se ob-serva el medio ambiente, la retención codi-fica el evento y lo organiza incluyendo sucodificación simbólica, la reproducciónabarca la puesta en marcha del modelo decomportamiento y su ajuste, mientras la

motivación desarrolla placer indirecto y re-forzamiento del comportamiento.

En esta concepción reposan las bases teóri-cas de muchos procesos de aprendizaje apli-cados en las organizaciones, así como de losmodelos de intervención que buscan cam-biar el comportamiento de los individuos.Dentro de estos últimos se encuentran losdiseños de cambio de patrones de consumo,los cuales construyen asociaciones entreeventos (productos, por ejemplo) y estadosimaginarios de bienestar. Esta asociacióncumple el ciclo expuesto de atención (un avisoo campaña publicitaria insistente puede ser elvehículo de estimulación), un proceso de re-tención en el que se crea en el individuo uncondicionamiento simbólico y un cambio ensu comportamiento (compra o adquisicióndel producto). Por último, es fundamental elreforzamiento permanente del patrón de con-ducta, el cual se obtiene mediante la exposi-ción continua del sujeto a los estímulos querefuercen su convencimiento sobre el valorde la conducta.

El proceso de aprendizaje es ordenado ex-ternamente y lineal; separa lo concreto de loabstracto y pasa de una etapa a la siguiente.La teoría constructivista muestra cómo, porel contrario, el aprendizaje no es lineal en elser humano y la acción concreta no exclu-ye la abstracción, sino que pueden presen-tarse simultáneamente.

Como se evidencia, en el fondo persiste lavisión de caja negra y la prelación de losestímulos externos. Si revisamos los mode-los de solución de problemas promovidosen las técnicas del management, los progra-mas de mejoramiento de procesos, los

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.230

231Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

programas de entrenamiento y de motivación,entre otros, observamos que siempre se en-cuentra presente la misma lógica, transplan-tada con diferentes nombres. La observacióndel medio ambiente puede denominarsediagnóstico o recolección de datos; mien-tras que la retención o codificación equivaleal análisis de los datos, su ordenamiento yorganización para construir nuevas formasde representación o significado.

La reproducción no es más que la selecciónde una alternativa, un nuevo método o mo-delo y su puesta en marcha, escenificando el“cambio en el comportamiento”. La motiva-ción y el reforzamiento se pueden reflejar enla solución del problema o en el mejoramien-to del trabajo, incluso mediante incentivos decarácter directo (primas, premios, etc.). Elsupuesto de fondo es que los problemas obe-decen a formas inadecuadas de actuar, lo querequiere una reconformación de los patronesde conducta.

Esta concepción del aprendizaje plantea unescenario propicio para la repetición, mas nopara la creación, por cuanto el individuono es considerado una entidad participanteen el proceso de construcción, de tal mane-ra que se involucren sus experiencias pre-vias, su conocimiento o su especificidad.Piaget (1977) ha demostrado cómo el pro-ceso de construcción de la lógica del pensa-miento es mucho más que la simpleinteracción con el medio.

El desarrollo del conocimiento en el ser hu-mano no comienza por el desarrollo del yo,ni por el objeto, sino por medio de las rela-ciones yo-objeto en sus primeros meses devida. La apropiación de esquemas no es un

proceso de imitación (del tipo estímulo, re-acción, aprendizaje), sino de asimilación, enla cual el bebé establece una verdadera rela-ción con el esquema, se interesa en él, loensaya hasta que lo interioriza (Spitz, 1968).Cada etapa del conocimiento en la niñez harequerido la maduración de las condicionescerebrales y neuronales, a partir de las cua-les se desarrolla el proceso del aprendizaje,no como algo mecánico, sino como unaauténtica construcción individual. Las eta-pas corresponden a grupos de estructurasque conllevan la posibilidad de diversas ope-raciones relacionadas, y cada etapa incluyelas anteriores (Inhelder, 1960).

En todo este proceso, desde el nacimientohasta bien entrado el desarrollo adulto, en-tran en juego tanto facultades innatas con lasque viene provisto el bebé al mundo (biológi-cas, cerebrales) como de las interaccionescon el medio y, sobre todo, de asimilación-acomodación-construcción, con las que cadaindividuo va ensayando y desarrollando supropia (y única) percepción de la realidad(Gouin Décarie, 1968).

Desde la aparición de la inteligencia repre-sentativa y las operaciones formales hacia laadolescencia, donde se forma la lógica dehipótesis, de deducción y de redes, la perso-na va construyendo su propio conocimiento,en un proceso que se repite durante toda lavida. La interacción es circular, porque esteproceso, creciente, va actuando a la vez so-bre el sistema neurocerebral, presionandosu desarrollo continuo, lo que le facilitaránuevas construcciones (Piaget, 1977). Unaconclusión tajante de este proceso es queel desarrollo del conocimiento no es aisladodel desarrollo afectivo (Inhelder, 1960).

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.231

232 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

El aprendizaje por estímulo y reforzamientodeducido del behavior concibe al individuocomo objeto pasivo y receptor, que estable-ce un marco de igualdad de condiciones entodos los individuos, que desconoce la es-pecificidad surgida por el contexto particu-lar de cada quien y por sus experienciasprevias. De igual manera, no reconoce elcarácter constructivista del conocimiento,que pone en juego frente a nuevos estímu-los una nueva red de vínculos y construc-ciones que no son una función exclusiva delos estímulos exteriores, sino del contextoindividual. Incluso el reforzamiento que bus-ca fijar el comportamiento desencadena pro-cesos de construcción de conocimiento máscomplejos que la simple fijación de conduc-ta. Como se mencionó, los factores afectivosy las representaciones, excluidos del mode-lo behavior, desempeñan un rol importanteen esta construcción.

En el caso de las soluciones a problemas, esposible que estos modelos sirvan para pro-poner formas de actuación en contextosdonde es válida la reorganización de con-ceptos, de estructuras existentes (por ejem-plo, reorganizar un proceso de produccióno una rutina) o en situaciones donde seasuficiente contar con los elementos del me-dio ya existentes (datos a partir de la obser-vación). Sin embargo, no es la vía parainducir un proceso realmente creativo. Enun artículo de 1977, Locke examinaba lasdistintas aplicaciones a la fecha del behavioren el management, expresadas en la instruc-ción programada, en los programas derecompensa monetaria, el modelaje y el es-tablecimiento de estándares de desempeñocon retroalimentación. Sus conclusionesdejaban ver, primero, que muchas de las lla-

madas técnicas del behavior no eran nue-vas en la industria y venían utilizándose desdeantes de ser apropiadas por dicha teoría, y,segundo, que los resultados de la aplicaciónde tales modelos no demostraba mejoramien-to real en el en el largo plazo. Lo más con-tundente del análisis de Locke era que noexistía evidencia de que los resultados fue-ran logrados por la aplicación behaviorista,sino por una conjunción de procesos y con-tenidos mentales de los individuos –preci-samente aquellos desechados por estateoría– (Locke, 1977).

No es difícil encontrar en el modelo beha-viorista las potenciales relaciones biológicasdesencadenantes de angustia para el ser hu-mano. La angustia aparece por la puesta enmarcha del sistema inhibidor de la acción fren-te a una necesidad percibida como funda-mental. Esta inhibición está representadafísicamente por la liberación de noradrenali-na, ACTH (hormona pituitaria adrenocorti-cotrópica) y glucocorticoides, las cualestienen incidencias físicas reales en el orga-nismo. La necesidad se puede expresar entérminos de pulsión innata o adquirida cultu-ralmente (Laborit, 1985). Este fenómeno, quesucede en el interior de la “caja negra” beha-viorista y que hace parte de lo que Skinnerdenomina problema mentalista, es real y nosólo una imagen introspectiva en el ser hu-mano.

Cuando se obtiene un comportamiento envirtud de un estímulo y su correspondientereforzamiento, es probable que se produzcaa costa de una alta dosis de inhibición en elindividuo, la cual es diferente y específicapara cada uno. Tomemos el ejemplo depulsiones naturales que se expresan en ne-

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.232

233Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

cesidades de afecto o de expresión, las cua-les son constantemente sacrificadas en losmedios de trabajo por la necesidad de res-ponder a los requerimientos laborales, o laangustia generada por una permanente ame-naza de despido si el desempeño no es eladecuado, situación que inhibe muchas ex-presiones individuales en los empleados.Estos escenarios son propicios para la apa-rición de patologías de la comunicación que,como lo señala Chanlat, desencadenan da-ños físicos y psíquicos en los individuos,en virtud del proceso de generación de an-gustia y frustración (Chanlat, 1990).

Otro de los mecanismos de aparición de laangustia es denominado por Laborit comodéficit informacional. Sucede cuando apa-rece un evento sobre el cual no tenemos su-ficiente información de su incidencia (dañoo beneficio), por cuanto es desconocido ono existen aprendizajes previos. Las situacio-nes de incertidumbre, los climas conflictivos,las luchas de poderes son escenarios propi-cios para este tipo de fenómeno en los em-pleados y que son creados en muchasoportunidades por sobreestímulos para ge-nerar determinados comportamientos (léaseresultados) o por estilos de liderazgo que ge-neran incertidumbre en la organización. Tam-bién la sobrecarga de información y elconstante clima de competencia generan sa-turación en los estímulos, con los cuales de-ben lidiar los empleados, y esto los inhibe depercibir escenarios seguros de actuación.

En algunas ocasiones es difícil identificarlas raíces conductistas en algunos autoresmodernos, por cuanto incorporan nuevoselementos de interacción entre el sujeto y elmedio ambiente, que los diferencian del con-

ductismo radical. Es el caso de Kolb (1984),uno de los autores más influyentes actual-mente en el campo del aprendizaje, cuyomodelo está basado en el concepto de queexisten cuatro tipos de conocimiento quegeneran un ciclo de aprendizaje que oscila,por una parte, entre la experiencia concre-ta y la conceptualización (forma como seaprehende) y, por la otra, entre la experi-mentación y la observación (forma comose transforma). Así, el proceso de aprendiza-je responde a un ciclo que puede iniciar conuna experiencia concreta, a partir de la cualse genera la observación, después la abstrac-ción, para generar experiencias concretas.

Estas formas de conocimiento generan cua-tro perfiles o estilos de aprendizaje: el di-vergente, el acomodador, el asimilador y elconvergente. El tener un perfil determina-do es una característica del individuo quele hace aprender de una manera particular,en la medida en que privilegia determina-dos intereses y habilidades en el aprendiza-je. Se configura así una interacción entrela naturaleza del individuo y el medio, y laexperiencia modela las características delindividuo.

A pesar de la pretendida aceptación de unainteracción entre el individuo y el medio, eneste modelo subsiste la idea de que esta in-teracción se realiza entre un individuo aisla-do y un medio físico. Para nada se consideradentro del proceso de construcción deconocimiento la interacción entre los indivi-duos, pues se ha enfocado en ver el apren-dizaje como una abstracción individual ypersonal de los hechos concretos que con-duce al individuo a generar patrones de ac-ción que serán probados por él mismo y

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.233

234 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

articulados a su comportamiento (autoapren-dizaje orientado). Aquí no hay una construc-ción de nuevo conocimiento, sino unareproducción del ya existente. Por tal moti-vo, adecuando las condiciones del ambientede aprendizaje (físicas y metodológicas), yteniendo en cuenta los estilos individualesde aprendizaje, el modelo es útil para guiaral empleado a que aprenda por sí mismo, loque se necesita que aprenda.

3. Lo que hay en la caja negra

Abordamos ahora una reflexión más revela-dora sobre la limitación del behaviorismo, yes su suposición de fondo de que todos losseres humanos son iguales, en cuanto a susreacciones y comportamientos básicos,motivo por el cual un individuo “observa-do” en laboratorio es suficiente para hacergeneralizaciones. Este supuesto le permiteconcentrarse exclusivamente en los estímu-los del medio ambiente, sin tener en cuentalo que sucede en el cerebro de los indivi-duos. Para analizar tal suposición es nece-sario conocer los factores que constituyenla esencia de un individuo, lo que significaadentrarse en ciertos aspectos de la deno-minada “caja negra” conductista.

Según MacLean (1990), en el cerebro decualquier ser humano coexisten tres cerebros:el reptil, el límbico y el córtex, con su espe-cializado neocórtex. Cada uno diferente, desdeel punto de vista químico y de estructura,representa un tipo especial de inteligencia,memoria especializada y funciones motrices.El reptil detenta los comportamientos de su-pervivencia, los cuales son automáticos e in-variables en el sentido que no sufre adaptacióna cambios medioambientales. El cerebro

límbico permite las representaciones del mun-do exterior, y en éste se ubican el manejosensorial que describe el medio ambiental, lasfunciones vegetativas, nerviosas y humora-les. En el cerebro límbico se pueden ubicarlas sensaciones relativas a la ubicación en eltiempo, en el cuerpo, sentimientos, reaccio-nes viscerales. El neocórtex, el más nuevodesde el punto de vista biológico, permite laabstracción. En éste existen áreas especiali-zadas en la recepción de mensajes del exte-rior y en el manejo de movimientos; áreasneuronales especializadas en determinadaspartes del cuerpo. Este cerebro participa enla decisión, en el análisis y en la integraciónde datos, así como en la asignación de valo-res afectivos a las señales visuales percibi-das. Aunque sumamente especializados ydiferentes, la biología muestra que existe unainteracción real entre los tres cerebros, queaún no ha sido detallada por la ciencia (Lévy,1997; Vincent, 2002).

La biología nos muestra que no existe una“naturaleza humana” en el cerebro, distinta alos mamíferos y vertebrados superiores. Ladiferencia es solamente la complejidad deestructuras, que se forman en gran medidaen el ser humano durante el período posnatal.En el ser humano, el recién nacido sale delvientre materno con una configuración cere-bral en la cual ya se han establecido las co-nexiones neuronales posibles, pero solamentecon la función (interacción con el medioambiente) las áreas neuronales comienzan aespecializar las distintas regiones del cerebro,lo que significa la individualización de cadacerebro en función de su experiencia.

Por otra parte, desde antes del nacimiento seinicia un proceso de eliminación neuronal que

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.234

235Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

simplifica las conexiones neuronales a las fi-bras musculares y células del cerebelo. Esteproceso de eliminación neuronal es realizadotanto en virtud del programa genético como,y he aquí lo más importante, en virtud delazar que resulta de la experiencia individual.Estos dos procesos, la especialización y laindividualización del cerebro, duran toda lavida, lo que permite que en lo neuronal nin-gún individuo sea igual a otro y que la diferen-cia se forme mediante la interacción con elambiente de cada quien, que va configurandode manera única su biología (Lévy, 1997).

Este hecho refleja en toda su magnitud quela especificidad del ser humano se constru-ye gracias a la influencia de las experienciasde vida, del comportamiento y del influjosocial sobre el córtex y las neuronas paraconformar un ser humano único. Parece serque la naturaleza le ha dejado al azar la tareade terminar e individualizar sus “prototiposhumanos”. He aquí una de las especificida-des del ser humano desde lo biológico.

Damasio (1995) plantea cómo en el hombrey en algunas especies más avanzadas existeuna capacidad para relacionar, esto es, esta-blecer un vínculo entre la sensación biológi-ca sentida y la causa (persona u objeto) quela genera. Este es el germen, desde el puntode vista biológico, de lo que se denominaemoción. La emoción es la manifestación fí-sica en el cuerpo (por el desencadenamientohormonal, por ejemplo), mientras que el sen-timiento es la abstracción de dicha emoción,su imagen mental, la conciencia del estadodel cuerpo. Cualquier emoción deviene ensentimiento cuando se establece esa relaciónentre las transformaciones corporales y lacausa que la produce (L’Express, 2004).

La biología también nos explica la impor-tancia de las emociones en la toma de de-cisiones humanas. Aunque la ciencia hapretendido, a partir del racionalismo, eli-minar las emociones y separarlas comoalgo perjudicial para su bienestar, la biolo-gía muestra lo contrario. Precisamente, lasemociones ponen en marcha el aparato bio-lógico para poder decidir. De esto se coligeque es imprescindible entender la naturale-za de dichas emociones (su naturaleza bio-lógica y su naturaleza social) para explicarcasi cualquier fenómeno, ya que las deci-siones hacen parte de la cotidianidad delser humano.

En el hombre existe una relación estrechaentre biología y sentimientos. Ésta no es unarelación en la cual la primera actúa de ma-nera unilateral sobre los segundos, mercedal sistema hormonal, sino que, como semencionó, las impresiones del medio y lossentimientos moldean la configuración de lasrelaciones neuronales y del córtex en virtudde las experiencias individuales y de la so-cialización, y permanentemente están ope-rando en el sistema biológico del individuo.

Estas evidencias echan por tierra, medianteargumentos biológicos, la tradicional separa-ción entre cuerpo y espíritu que la cienciamantuvo durante mucho tiempo, inspiradadesde la antigüedad por tradiciones e intere-ses religiosos y que utilizó en la modernidadargumentos de orden racionalista cartesiano.Esta separación contribuyó al establecimien-to de dos caminos paralelos para el estudiodel ser humano, los cuales aparecieron du-rante mucho tiempo como ontológicamenteirreconciliables, cada uno de ellos asumidopor diversas disciplinas. Uno de ellos adoptó

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.235

236 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

el camino “científico” del racionalismo y seconcentró en el estudio de los fenómenos fí-sicamente observables; mientras el otro, enel estudio de los aspectos intelectuales y sub-jetivos del ser humano. La estrecha relaciónentre cuerpo y espíritu, como lo señalaDamasio (2003), había sido advertida sinéxito por Spinoza desde el siglo XVII.

Si los sentimientos hacen parte indiscutibledel desarrollo y de la naturaleza del hombre,cualquier intento de comprender su compor-tamiento debe incluir su dimensión psíquica,con sus emociones, sus sentimientos y suhistoria, las cuales reflejan un aspecto clavede su especificidad, que va más allá de sim-ples imágenes mentales o representaciones.

Desde el punto de vista del psicoanálisis(Freud, 1975 y 1984; Stafford-Clark, 1973),la personalidad del ser humano comprendeun equilibrio entre tres elementos: el yo, elsuperyó y el ello, y tres estados: el cons-ciente, el preconsciente y el inconsciente.Corresponden a estructuras dinámicas enpermanente construcción e intercambio. Elpreconsciente está latente y puede ser traí-do a la memoria, mientras que el incons-ciente es todo aquello que está reprimido yno aflora voluntariamente. Si bien el yo pue-de considerarse consciente, en gran medida,existen intercambios y dinámicas inconscien-tes en su desarrollo y manifestaciones. El yoconstituye un modulador entre el medio am-biente y las percepciones y el ello. El prime-ro organiza, filtra y decide (aparentemente,de manera consciente), mientras que el ellodemanda e impulsa buscando la satisfacciónde pulsiones básicas (en su funcionamientopueden encontrarse trazos del gobierno delcerebro reptil).

En cierta forma, el ello es como un “genioencerrado en una botella”, capaz de produ-cir desde una genialidad hasta un acto deagresividad sin control. Por ello requiere lamodulación del yo y la autoridad del su-peryó, que obra como una estructura deautoridad que aporta los valores y criteriospara seleccionar e imponer lo que se consi-dera aceptable socialmente. Aquellas cosasque surgen del ello y que son rechazadasdeben ser “procesadas” para permitir el equi-librio del sistema. Este “procesamiento”,particularmente en las pulsiones sexuales,lo realiza el ser humano mediante cuatro po-sibles acciones: la sublimación del deseo, larepresión, la transformación en lo contrarioo la conversión hacia la propia persona.

Si un individuo (hombre o mujer) pasa granparte de su vida en una organización, esnatural que allí se escenifiquen gran partede los eventos de su dimensión psíquica.Esta puesta en escena en la organización nose concibe solamente como el escenariodonde el hombre descarga su vida psíquicaconstruida en el exterior, sino que es el sitioen el cual realiza parte de su construcción.

En primer lugar, el empleado lleva a la orga-nización su historia, sus emociones, y ne-cesariamente hay transferencia, dirigidahacia las figuras de autoridad, símbolos or-ganizacionales, colegas etc., la cual cues-tiona o reafirma el yo construido desde lainfancia, como expresión de seguridad yafirmación de sí mismo.

Para reflexionar sobre la manera en que serelaciona el yo de un individuo con el com-portamiento organizacional, tomemos el casode la ansiedad y el de la conformación de un

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.236

237Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

falso yo. En la teoría sicoanalítica, la ansie-dad es una respuesta adaptativa ante unaamenaza al ego. Esto tiene que ver con eltemor a la pérdida, que afecta su procesode conformación del ego en la temprana in-fancia (Freud, 1977). Por otra parte, la re-lación de infancia con la madre, el conceptode madre buena, madre mala, puede con-ducir al establecimiento de un falso yo per-durable en la vida del individuo, y queesconde y protege su yo verdadero del mun-do exterior (Khan, 1976).

La respuesta del individuo en la organizaciónestá marcada por el proceso de afirmaciónde su yo frente al contexto organizacional: eltipo de trabajo, los valores a los que se en-frenta, las relaciones de poder, el sentimientode seguridad o de valía etc., situación que leexige un esfuerzo de adaptación que pasa porencontrar una explicación de su rol que sa-tisfaga su yo interno y el concepto de sí mis-mo construido. Nótese que este procesoocurre en virtud de la naturaleza del ser hu-mano y su alcance e impacto es específico yúnico para cada individuo, independiente dela organización, aunque indudablemente am-bientes inestables o no constructivos puedenagudizar las presiones y desencadenar pro-cesos patológicos en virtud de sus caracte-rísticas. He aquí por qué no se puede medirde igual manera la reacción de los empleadossobre determinadas políticas ni pretender quelos procesos de adaptación sean uniformes,y por qué hay empleados que aparentementese mueven con mayor facilidad en ambientesturbulentos o conflictivos.

En este escenario salen a flote los mecanis-mos de defensa natural de los individuos,como la ansiedad, que es canalizada median-

te las diversas opciones que la teoría freudianaha señalado (sublimación, proyección, nega-ción, introyección, etc.). Sin embargo, cuan-do se rompe el equilibrio existente o laexposición a tal situación es muy prolongaday la somatización desborda los límites del in-dividuo, aparecen estadios de angustia y pa-tologías que se expresan en crisis de histeriao actitudes de agresividad retenida con re-percusiones hacia la salud física y mental delindividuo y, por lo tanto, hacia el mismo cli-ma de la organización y del trabajo.

De igual manera, dificultades en este pro-ceso de adaptación se pueden plasmar enel surgimiento de rasgos relacionados conla latencia de un falso yo, como sustitutoprotector frente a las inseguridades queofrece el ambiente de trabajo o como me-canismo que le permita asumir nuevos es-tilos de vida que la organización le impone.Un ejemplo de este último aspecto se pue-de encontrar en los programas de entrena-miento, que pretenden convencer a losempleados de que son tal cosa o la otra(los mejores, los que ostentan la verdadsobre un producto, etc.) o en las exigen-cias de agresividad simbólica (en muchoscasos no tan simbólica) que las empresaspromueven para mejorar su desempeñoo para cumplir determinadas tareas (audi-toría, proyectos, etc.). Es válido pensar,en este orden de ideas, que muchos em-pleados subsisten en sus puestos de traba-jo merced a que han podido desplegar unfalso yo que les permite asumir sus tareas,escondiendo su verdadera personalidad osus verdaderas emociones y motivaciones.

La relación entre el empleado y la organiza-ción donde trabaja no es endeble, y los ge-

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.237

238 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

rentes e ideólogos del management lo hanpercibido desde hace mucho tiempo. Laempresa, y específicamente el trabajo dia-rio, es el escenario donde muchas personascanalizan sus procesos inconscientes de lamisma manera en que un artista lo hace através de sus obras. Para algunos trabajares un simple medio de ganarse la vida, paraotros es la manera de responder a las exi-gencias de su superyó, que lo abliga a so-meterse a un estricto patrón de vida y deesfuerzo (Gabriel y Carr, 2002).

Si bien las bases del yo se fundamentan enlos primeros años de vida (Segal, 1982; Khan,1971; Winnicott, 1971), este es un procesoque se mantiene en permanente cambio du-rante toda la vida. Incluso ciertos teóricoskleinianos sostienen que a través de la pro-yección y la introyección permanente las per-sonas se deshacen de los elementos que nodesean y adquieren nuevos rasgos del me-dio, logrando mayor dominio de sus emocio-nes. El mecanismo de interacción siguesiendo la manipulación de objetos propuestapor Klein. Desde este punto de vista psicoa-nalítico, la escisión entre lo bueno y lo malohace parte del desarrollo del yo. La transfe-rencia cumple ese rol de proyección eintroyección mediante la utilización de figu-ras parentales (Gabriel, 1998).

Este hecho permite evaluar en toda su mag-nitud la importancia de los procesos psicoa-nalíticos que se viven en una organización.La subordinación no es una simple relaciónburocrática racional. Evidentemente, entreun jefe y un empleado se crea un vínculoemocional que no obedece a los modelosracionales de decisión ni a los patronesbehavioristas de comportamiento. Elliots

Jaques resalta este punto cuando decía quelos subordinados pasan “más tiempo des-piertos con su manager que con sus pro-pias esposas” (1977, p. 27).

El fenómeno de la transferencia se da conti-nuamente en la figura de la autoridad, del jefe,del líder. Las motivaciones para obedecer opara abordar una tarea pueden estar media-das por relaciones de transferencias del tipopadre-autoridad, en la que entran en juegolas estructuras de personalidad, la historiapersonal, los temores de infancia y muchosaspectos psicológicos que desencadenan re-laciones emocionales más allá de las estable-cidas por la jerarquía organizacional. Elempleado se ve enfrentado a encarar su per-sonalidad frente a una organización que con-tinuamente le inyecta nuevos códigos devalores, normas, reglas que simbolizan unaimagen de autoridad y de comportamiento,que refuerzan o chocan con su superyó ycuestionan su propio yo, de manera incons-ciente. Así mismo, dentro de este principiode autoridad emitido por la organización exis-te un juicio de valor innato, que selecciona lobueno en contradicción con lo que es malo.Este último representa lo que no se debe ha-cer, lo que no va con los valores de la organi-zación y lo que impide que el empleado seaaceptado como parte de la figura parental deautoridad que emite la organización.

La transferencia no es un fenómeno de unasola vía, y los empleados también proyec-tan hacia los grupos y la organización suspropios objetos (Jaques, 1955, citado enGabriel 1998). Sus emociones son parte in-separable de las decisiones con las cualesconfiguran la organización. La relación en-tre individuo y organización no es un simple

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.238

239Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

intercambio de organización cibernética,sino que la transferencia puede modificar lanaturaleza misma de cada individuo en susdimensiones psíquica y física.

Una visión del ser humano desde esta pers-pectiva supera no sólo la visión behaviorista,sino muchas otras visiones del trabajador enlas organizaciones. Oglensky (1995), porejemplo, menciona cómo son inadecuados losmodelos sociológicos que consideran al em-pleado como una víctima o un recipiente quehace cuanto la organización le dicta, y la vi-sión según la cual el hombre en la organiza-ción es una máquina racional y cognitiva queestá en función de su autointerés, que estáviendo cómo aprovecharse de la organiza-ción. El ser humano supera en complejidadestas visiones unidimensionales.

La motivación, como dice Gabriel (Gabriely Carr, 2002), no es un botón que tienen losseres humanos, y que uno logra al apretar-lo, sino que debe ser explicada en virtud dela relaciones que se generen entre la organi-zación y los procesos conscientes e incons-cientes del individuo. La motivación nopuede hallarse exclusivamente en el exterior,sino en las características de la personali-dad del individuo, en su especificidad.

4. Reflexión final

El enfoque interdisciplinario en las cienciashumanas, que no es más que un diálogo desaberes, ofrece argumentos sólidos para ana-lizar las prácticas y los modelos de interven-ción social, así como las teorías que losustentan. Su contribución al debate sobre elhombre reposa en hechos concretos que tie-nen aplicación en cualquier disciplina social.

Uno de los aspectos más llamativos para abor-dar esta perspectiva es la necesidad dedesmitificar el concepto de ser humano, enel sentido tradicional en el que la gran cienciay el intelecto lo ha concebido, racional, inte-lectual y desprovisto de su herencia biológi-ca y evolutiva. Este ser humano de laboratorioy de biblioteca es irreal y ha conllevado a unadesfiguración que produce teorías y mode-los de intervención que atentan contra el mis-mo hombre y su naturaleza.

La visión multidimensional del hombre, queresulta de un enfoque interdisciplinario, es máscompleja que cualquiera de las teorías querespaldan de manera individual y aislada cier-tos aspectos de su comportamiento. Si bienaún existe la necesidad de encontrar muchasrespuestas, la perspectiva adoptada permitehacer nuevas y mejores preguntas, que esotro punto de vista usado para investigar ycomprender al hombre. Es un camino exten-so, pero que se alinea con las estrategias deinvestigación de vanguardia de la ciencia enel estudio del hombre y de la naturaleza, apar-tándose de la ortodoxia conceptual vigente.Este camino ha sido validado por nuevos en-foques de estudio multidisciplinarios y la apa-rición de nuevas disciplinas integradoras ycomplementarias.

En el caso de las teorías motivacionales y dedirección del management, se hace evidenteque generalizar y explicar el comportamientode los individuos en las organizacionales bajolas premisas teóricas del behaviorismo ofre-ce incongruencias, que son develadas utili-zando la especificidad de cada campo delconocimiento. En verdad el behavior, a la luzde la interdisciplinariedad, no resiste la prue-ba de su validez como teoría explicativa de la

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.239

240 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

conducta humana y, por el contrario, mues-tra sus peligros como una concepción redu-cida del ser humano.

Este debate, que se ha dado con profusiónen otras disciplinas sociales, no se ha asumi-do con el rigor necesario en el management,que continúa construyendo sus prácticasmotivacionales y de dirección a partir de losmismos supuestos teóricos que lo origina-ron. Esta postura teórica y metodológica hayque analizarla y debatirla con argumentos. Sise continúa aceptando el management comoun hecho incuestionable, sin analizar sus fun-damentos e implicaciones, nos alejaremos dela posibilidad de mejorarlo. Si continuamosreproduciéndolo, aun después de conocer lasevidencias que nos advierten sobre sus limi-taciones, entramos en el terreno ético, a me-nos que se esté dispuesto a aceptar que, en elfondo, toda la elaborada teoría motivacionaldel management esconde un hecho simple:las personas no tienen otra opción que traba-jar para sobrevivir, y las organizaciones, re-conociendo esta situación, la aprovechan parasu beneficio. Este develamiento podría no serjusto, pero sería al menos más honesto.

Lista de referencias

Bandura, A. (1976). Social learning theory.Englewood Cliffs (Toronto): Prentice-Hall ofCanada.

— (1991). Social cognitive theory of self-regulation.Organizational Behavior and Human DecisionProcesses, 50 (2), 248-287.

Boltansky, L. y Chiapello, È. (1999). Le nouvelesprit du capitalisme. Paris: Gallimard.

Chanlat, A. (1994). Lettre à Richard Déry: le“managérialisme” à bout de soufflé. L’ActionNationale, 84 (2), 152-184.

— (2003). Presentación del curso de Ciencias Huma-nas (documento de uso académico). Montréal,Canada: HEC.

— (2004, octubre). Sciences humaines et gestion:entretien avec Alain Guénette. Página web deCaree-Woman (Suisse). Recuperado el 4 de mar-zo de 2006, de http://www.careerwomen.ch/aliasFichier/ecrit/Entretien_mois_oct04.pdf.

— y Bédard, R. (1989). La gestion, une affaire deparole (documento academico). Montréal,Canada: HEC.

— (1990). La gestion, une affaire de parole. En J. F.Chanlat (Dir.), L’individu dans l’organisation(pp. 79-113). Paris-Québec: Les presses del’université Laval-Éditions ESKA.

Chanlat, A. y Dufour, M. (Comps.). (1985). Larupture entre l’entreprise et les hommes, le pointde vue des sciences de la vie. Montréal: Québec-Amérique.

Chanlat, J. F. (Dir.). (1990). L’Individu dansl’organisation: les dimensions oubliées. Paris-Québec: Les presses de l’université Laval-Éditions ESKA.

Cosnier, J. (1966). Les névroses expérimentales.Paris: Senil.

Damasio, A. R. (1995). Descartes’ error. New York:Harper Perennial.

— (2003). Spinoza avait raison, joie et tristesse, lecerveau des émotions; Paris: Odile Jacob.

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.240

241Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

MANAGEMENT Y TEORÍA CONDUCTISTA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS HUMANAS: UNA MIRADA DESDE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

Déry, R. (1994). Enjeux et controverses épistémo-logiques dans le champ des ciencias de l’admi-nistration. En J. P. Bouilloud y B. P. Lécuyer,L’invention de la gestion. histoire et pratiques(pp. 163-189). Paris: L’Harmattan.

Dufour, M. (l985). Synthèse. En A. Chanlat y M.Dufour, La rupture entre l’entreprise et leshommes, le point de vue des sciences de la vie(pp. 413-432). Montréal: Québec-Amérique.

Freud, S. (1975). Cinq leçons sur la psychanalyse.Paris: Petite Bibliothèque Payot.

— (1984). Nouvelles conférences sur la psychana-lyse, Idées. Paris: Gallimard.

— (1977). Inhibitions, symptoms, & anxiety. NewYork: Norton, W. W. & Company.

Gabriel, Y. (1998). Psychoanalytic contributions tothe study of the emotional life of organizations.Administration & Society, 30 (3), 292-315.

— y Carr A. (2002). Organization, management andpsychoanalysis: an overview. Journal ofManagerial Psychology, 17 (5), 348-365.

Gouin Décarie, T. (1968). Intelligence et affectivitéchez le jeune enfant: etude expérimentale de lanotion d’objet chez Jean Piaget et de la relationobjectale (2e éd.). Neuchâtel: Delachaux etNiestlé.

Hinde, R. A. (1975). Le comportement animal (tomeI). Paris: PUF.

Hull, C. (1943). Principles of behavior: Anintroduction to behavior. New York: Appleton-Century-Crofts.

Inhelder, B. (1960). Critères des stades dudéveloppement mental. En J. M. Tanner y B.Inhelder, Entretiens sur le développementpsychologique de l’enfant (tome I, pp. 81-92).Neuchatel: Delachaux & Niestlé.

Jaques, E. (1977). Conversation with Elliott Jaques.Organizational Dynamics, 5 (Spring), 24-43.

Khan, M. (1971). Introduction à l’oeuvre deWinnicott. En D. W. Winnicott, La consultationthérapeutique et l’enfant (Préface). Paris:Gallimard.

— (1976). Le soi caché. Paris: Gallimard.

Kolb, David (1984). Experiential learning: Expe-rience as the source of learning and develop-ment. Englewood Cliffs: Prentice-Hall.

Laborit, M. (1985). Niveaux d’organisationbiologiques, comportements et structurespsycho-sociales productivistes. En A. Chanlaty M. Dufour, La rupture entre l’entreprise etles hommes, le point de vue des sciences de lavie (pp. 51-67). Paris: Québec-Amérique,Montréal et les Éditions d’Organisation.

Lévy, J. P. (1997). La fabrique de l’Homme. Paris:Odile Jacob.

L’Express (2004, 7 de junio). Oui, il y a une biologiedes sentiments, Entrevue avec Antonio Damasio.

Locke, E. (1977). The Myths of behavior mod inorganizations. The Academy of ManagementReview, 2 (4), 543-553.

MacLean, P. D. (1990). The triune brain inevolution: role in paleocerebral functions. NewYork: Plenum Press.

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.241

242 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 19 (31): 219-242, enero-junio de 2006

LEONARDO SOLARTE-PAZOS

Miller, N. E. y Dollard, J. (1941). Social learning andimitation. New Haven: Published for the Instituteof Human Relations by Yale University Press.

Mintzberg, H. (2004). Managers not MBAs. SanFrancisco: Berret-Koehler Publisher.

Oglensky, B. (1995). Socio-psychoanalyticperspectives on the subordinate. HumanRelation, 48 (9), 1029-1054.

Pavlov, I. (1963). Réflexes conditionnels et inhibition.Paris: Gonthier.

Piaget, J. (1977). La naissance de l’intelligence chezl’enfant. Paris: Delachaux et Niestlé.

Segal, H. (1982). Melanie Klein: développementd’une pensée. Paris: Presses Universitaires deFrance.

Skinner, B. F. (1953). Science and human behavior.New York: The Free Press.

— (1958). Teaching machines. Science, 128 (3330),969-977.

— (1976). About behaviorism. New York: VintageBooks.

— (1984). The evolution of behavior. Journal of theExperimental Analysis of Behavior, 41 (2), 217-221.

— (2004). Psychology in the year 2000. Journal ofthe Experimental Analysis of Behavior, 81 (2),207-213.

Spitz, R. (1968). De la naissance à la parole, Paris:PUF.

Stafford-Clark, D. (1973). Ce que Freud a vraimentdit. Verviers: Gérard, Marabout Université.

Tavolga W. N. (1973). Introduction à l’étude ducomportement. Paris: Larousse.

Vincent, J. D. (2002). Biologie des passions. Paris:Odile Jacob.

Winnicott, D. W. (1971). L’enfant et sa famille. Paris:Payot.

9. Management y teoría conductista.p65 02/08/06, 11:30 p.m.242