Malavida 4: Cuentos de hoy, ayer y siempre

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Número 2 de la segunda etapa del fanzine Malavida, dedicado al mundo del circo. Publicado originalmente en octubre de 2.000. Autores: Marcos J. Wander, Santi Jurado, M.A. Monreal, XCAR, Javi Varela, Bernardo Vergara .

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MALAVIDA Nº 4 - OCTUBRE 2000, ZARAGOZAEDITORIAL CORNOQUEDEP. LEGAL : Z-3842-99 © TODOS LOS PERSONAJES SON PROPIEDAD DE SUS AUTORES.IMPRESO EN ESPAÑA. Printed in Spain.MALAVIDA es una revista de periodicidad veteasabermestral, publicada por EDITORIAL CORNOQUE. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de larevista, ya sea mecánica o electronicamente, o como salga de las narices. Aquel que no cumpla estas normas será perseguido, acosado y acorralado hasta la extenuación por Helmuty su pandilla, y en caso extremo por el pelmazo. Los personajes y situaciones que aparecen en esta revista son ficticios (presuntamente), y cualquier parecido con la cruda realidad espura coincidencia, sí señor. Los editores no nos hacemos responsables de ninguna opinión, ni siquiera de la nuestra.

INDICE22

eeLL MMAAGGOO DDEE RROOZZ ÉRASE UNA VEZ, UNOS AUTORES

QUE EXTRAÑAMENTE, NO SE ENCONTRARON EN EL

BAR

99LLOOBBOO FFEERROOZZ CONOCIERON A UN TIPO

MUY PELUDO QUE SE PASEABA SIN PAN-

TALONES Y CON UNA CAMISETA DE BARÓN

ROJO

1111MMAATTAA-RRAATTAASS VVSS PPOOKKEEMMOONN Y UN BICHO

AMARILLO QUE HABÍA METIDO EL RABO EN

UN ENCHUFE

1188KKAARROOLLIINNOO Y SE FUERON A VISITAR A TRES TÍOS

CERDOS

2200LLAASS VVIIRRTTUUDDEESS DDEE LLAA SSIINNCCEERRIIDDAADD PARA

CONTARLES CUENTOS DE DUDOSA MORALI-

DAD

2222LLOOBBOO FFEERROOZZ HASTA QUE EL TÍO DE LOS

PELOS INTENTÓ VIOLAR A UNA CRÍA

PETARDA VESTIDA DE ROJO

2244AANNGGEELLIITTOO y VINO UN ENANO CALVO

DANDO SALTOS EN UNA CESTA DE MIMBRE

2255LLAA VVEERRDDAADDEERRAA HHIISSTTOORRIIAA DDEE CCAAPPEERRUUCCIITTAA

RROOJJAA Y LA NIÑA RESULTÓ SER UN PELMAZO

3322LLOOBBOO FFEERROOZZ ASÍ QUE EL PELOS SALIÓ PITAN-

DO DE ALLÍ Y EN EL CAMINO ATROPELLÓ A

mIGUEL aNGEL, QUE SE PASÓ TRES MESES EN EL HOSPITAL

3344MMOONNEEGGRROOSS aL MENOS, ÉSA ES LA HISTORIA QUE

NOS HA CONTADO COMO EXCUSA PARA ENTREGAR

SUS PÁGINAS CON TRES MESES DE RETRASO

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...Y PENSARÁS TÚ, estimado lector, que cómo a laspuertas del siglo XXI, cuando lo que esta de moda sonlos video-juegos sangrientos, las películas de dibujosporno japonesas o los concursos de tv basura, unostipos modernos como nosotros en pleno uso de susfacultades (¿qué facultades, la de medicina, la deciencias?) decidimos sacar, a modo de homenaje, untebeo de cuentos infantiles. Pues por varias razones,una porque no se nos ocurría otro argumento mejor,otra porque teníamos algunas historietas viejas ycomo no coincidían en el argumento las agrupamosen este especial sobre cuentos ¡aquí todo cabe !

Otra razón de gran importancia es que, apesar de todo lo dicho anteriormente es que tenemosla total seguridad de que los cuentos están tan demoda hoy en día como hace dos o tres siglos y loseguirán estando siempre, sino a estos ejemplo meremito: ¿De que manera justificas a tu novia el deta-lle de llegar dos horas y media tarde y sin dinero a lacita de un sábado por la tarde a causa de una desas-trosa e interminable partida de guiñote con los ami-gos? ¿Qué le cuentas a tu padre cuando vuelve a casacon la cara desencajada por la rabia y el odio, debidoa una extrañas rayas en el lateral de su coche y a lainexplicable desaparición del retrovisor del mismolado? ¿Cómo te justificas ante tu jefe cuando él notiene ni la menor idea de donde están esos funda-mentales informes que tendría que tener en su mesa

desde hace más de quince días? Todas estaspreguntas tienen una idéntica respuesta,recurres a un hermoso cuento ¿o no?Pero la verdadera razón de este especial es

desvelar y dar respuestas a las enormesdudas que desde nuestra niñez nos acosan

y que tienen como protagonistas los cuen-tos que nuestros padres y abuelos nos con-taban mientras nos arropaban en el catre.Vamos con unas cuantas, aunque seguroque conoces muchas más:

¿Por qué los enanitos de Blancanievesmarchaban a trabajar, durante todo el día,entre silbidos y canciones al mas puro estiloAntonio Molina en “Soy minero”? ¿Qué tipo deconvenio laboral les obligaba a trabajar másde dieciséis horas diarias? ¿Por qué eran sol-terones todos? ¿Quizás formaban algún tipode club gay?

¿Cómo es posible que el camisón deuna ancianita le valiese al Lobo Feroz?

¿Cómo pudo un simple camisón yuna simple sába-na hacer que una

linda muchachita de caperuza roja (escondía estoalgún símbolo de carácter político) no supiera distin-guir entre su abuelita y un lobo? ¿Es que acaso elcamisón actuaba de igual modo que las gafas queClart Kent usa para esconder su verdadera personali-dad?

¿Qué sentimientos necrófilos hicieron que elpríncipe besase a la Bella Durmiente? ¿Era el príncipeazul descendiente de algún pitufo?

¿Por qué Pulgarcito, con el hambre que pasa-ban él y sus hermanos, se dedica a ir dejando migui-tas por todo el bosque? ¿No le habría sido más efec-tivo ponerse un bocadillo?

Todo esto hace referencia los “personajes clá-sicos”, pero los modernos también nos planteanserias dudas. Vamos con las más clásicas:

¿Por qué el erizo Espinete era rosa? ¿Por quéiba todo el día como su madre lo trajo al mundo, ypara dormir se ponía pijama e ir a la piscina usababañador?

Los pitufos tenían a Papa Pitufo, ¿qué pasócon la Mama Pitufo? ¿Dejo abandonado a su maridotras parir mas que una coneja? ¿y la pitufina? ¿por quése arregla tanto si luego no se enrolla con ninguno?

¿Cómo puede Marco, un niño de unos seisaños, ir por el mundo buscando el sólo a su madre?¿Por que su madre y su padre lo abandonan? ¿Igualporque siempre está con el mono? ¿Será él la semilladel diablo?

Y de Heidi, qué contar. ¿Cómo puede unaminusválida en silla de ruedas ir por mitad delos empinados Alpes? ¿Por qué el agüelo notiene jubilación?

Walt Disney, a pesar de sus genialesdibujos se queda un poco corto de ideas, Mickey esun ratón, Donalt un pato, Pluto un perro (¿de quetamaño será su dueño?) y Goofy… ¿pero qué coño esGoofy?. ¿Por qué no salen nunca ni los padres de lossobrinos de Donald, ni los familiares de Minnie oDaisy?

¿Has pensado de quién es Cocoliso? Quizás enun desliz de juventud Olivia pecó con Brutus a espal-das de Popeye. ¿No se mosquea Popeye de todoesto?

Todas estas y más dudas se intentaránresolver en el especial que tienes en tus manos.A lo mejor alguna se queda sin solución, pero yase sabe que todo en esta vida no se puede tener...¡Basta ya de cuentos y vamos a lo importante! Peroantes de pasar la página, como se dice siempre:

Érase una vez...

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VIVIENDO DEL CUENTO...

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Señores, déjenme queles cuente un cuento. Rebuscando enel baúl de los recuerdos me encontré con una cesta

de singular aspecto, como las que antaño guardaban alos niños muy pequeños de los peligros del exterior.Preguntándole a mi abuelo, éste me dijo que dicha cestaperteneció a un primo lejano mío, llamado Angelito,

hijo de un tal Vázquez, ya fallecido.

Ese Vázquez fue padre a su vez de una curiosa colección de mons-truitos: Anacleto, Feliciano, La Abuelita Paz, Las Hermanas Gilda,y muchos otros, que vivieron desgraciados y continuamente humi-

llados, tratados sin ningún respeto por el dichoso Vázquez (el cualposeía el dudoso honor de ser pintamonasy chistoso a partes iguales).

Creo que me voy por los cerros deÚbeda, y les estaba hablando deAngelito, un niño muy espabilado para

su edad, siempre con un “gu” en su boca enrespuesta a cualquier dilema. Un muchachosin una idea buena, un capullín, vamos. Sinmás armas que su mala leche, fue capaz deenfrentarse a todo tipo de villanos, ladro-nes, gamberros de barrio y macarrillas defutbolín que poblaban sus páginas, inten-

tando en vano gastarle algunabroma pesada al ¿tierno? infanteque era nuestro héroe. Fue eleterno bebé mucho antes que lade los Simpson (estos jodidosyanquis, siempre robándonos lasideas), que nunca creció ni seadaptó a los tiempos; el predilec-to de la familia, querido y odiado,aún cuando desapareció alderrumbarse el edificio Bruguera,en el que vivía.

Aún hoy, observando lasesquinas, me imagino queretorna dando saltitos dentro

de su cesta y diciendo “¡gu!”, perono es más que un sueño.

Colorín, colorado, el cuento seacabó hace mucho tiempo...

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Señores, déjenme queles cuente un cuento. Rebuscando enel baúl de los recuerdos me encontré con una cesta

de singular aspecto, como las que antaño guardaban alos niños muy pequeños de los peligros del exterior.Preguntándole a mi abuelo, éste me dijo que dicha cestaperteneció a un primo lejano mío, llamado Angelito,

hijo de un tal Vázquez, ya fallecido.

Ese Vázquez fue padre a su vez de una curiosa colección de mons-truitos: Anacleto, Feliciano, La Abuelita Paz, Las Hermanas Gilda,y muchos otros, que vivieron desgraciados y continuamente humi-

llados, tratados sin ningún respeto por el dichoso Vázquez (el cualposeía el dudoso honor de ser pintamonasy chistoso a partes iguales).

Creo que me voy por los cerros deÚbeda, y les estaba hablando deAngelito, un niño muy espabilado para

su edad, siempre con un “gu” en su boca enrespuesta a cualquier dilema. Un muchachosin una idea buena, un capullín, vamos. Sinmás armas que su mala leche, fue capaz deenfrentarse a todo tipo de villanos, ladro-nes, gamberros de barrio y macarrillas defutbolín que poblaban sus páginas, inten-

tando en vano gastarle algunabroma pesada al ¿tierno? infanteque era nuestro héroe. Fue eleterno bebé mucho antes que lade los Simpson (estos jodidosyanquis, siempre robándonos lasideas), que nunca creció ni seadaptó a los tiempos; el predilec-to de la familia, querido y odiado,aún cuando desapareció alderrumbarse el edificio Bruguera,en el que vivía.

Aún hoy, observando lasesquinas, me imagino queretorna dando saltitos dentro

de su cesta y diciendo “¡gu!”, perono es más que un sueño.

Colorín, colorado, el cuento seacabó hace mucho tiempo...

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Otra razón de gran importancia es que, apesar de todo lo dicho anteriormente es que tenemosla total seguridad de que los cuentos están tan demoda hoy en día como hace dos o tres siglos y loseguirán estando siempre, sino a estos ejemplo meremito: ¿De que manera justificas a tu novia el deta-lle de llegar dos horas y media tarde y sin dinero a lacita de un sábado por la tarde a causa de una desas-trosa e interminable partida de guiñote con los ami-gos? ¿Qué le cuentas a tu padre cuando vuelve a casacon la cara desencajada por la rabia y el odio, debidoa una extrañas rayas en el lateral de su coche y a lainexplicable desaparición del retrovisor del mismolado? ¿Cómo te justificas ante tu jefe cuando él notiene ni la menor idea de donde están esos funda-mentales informes que tendría que tener en su mesa

desde hace más de quince días? Todas estaspreguntas tienen una idéntica respuesta,recurres a un hermoso cuento ¿o no?Pero la verdadera razón de este especial es

desvelar y dar respuestas a las enormesdudas que desde nuestra niñez nos acosan

y que tienen como protagonistas los cuen-tos que nuestros padres y abuelos nos con-taban mientras nos arropaban en el catre.Vamos con unas cuantas, aunque seguroque conoces muchas más:

¿Por qué los enanitos de Blancanievesmarchaban a trabajar, durante todo el día,entre silbidos y canciones al mas puro estiloAntonio Molina en “Soy minero”? ¿Qué tipo deconvenio laboral les obligaba a trabajar másde dieciséis horas diarias? ¿Por qué eran sol-terones todos? ¿Quizás formaban algún tipode club gay?

¿Cómo es posible que el camisón deuna ancianita le valiese al Lobo Feroz?

¿Cómo pudo un simple camisón yuna simple sába-na hacer que una

linda muchachita de caperuza roja (escondía estoalgún símbolo de carácter político) no supiera distin-guir entre su abuelita y un lobo? ¿Es que acaso elcamisón actuaba de igual modo que las gafas queClart Kent usa para esconder su verdadera personali-dad?

¿Qué sentimientos necrófilos hicieron que elpríncipe besase a la Bella Durmiente? ¿Era el príncipeazul descendiente de algún pitufo?

¿Por qué Pulgarcito, con el hambre que pasa-ban él y sus hermanos, se dedica a ir dejando migui-tas por todo el bosque? ¿No le habría sido más efec-tivo ponerse un bocadillo?

Todo esto hace referencia los “personajes clá-sicos”, pero los modernos también nos planteanserias dudas. Vamos con las más clásicas:

¿Por qué el erizo Espinete era rosa? ¿Por quéiba todo el día como su madre lo trajo al mundo, ypara dormir se ponía pijama e ir a la piscina usababañador?

Los pitufos tenían a Papa Pitufo, ¿qué pasócon la Mama Pitufo? ¿Dejo abandonado a su maridotras parir mas que una coneja? ¿y la pitufina? ¿por quése arregla tanto si luego no se enrolla con ninguno?

¿Cómo puede Marco, un niño de unos seisaños, ir por el mundo buscando el sólo a su madre?¿Por que su madre y su padre lo abandonan? ¿Igualporque siempre está con el mono? ¿Será él la semilladel diablo?

Y de Heidi, qué contar. ¿Cómo puede unaminusválida en silla de ruedas ir por mitad delos empinados Alpes? ¿Por qué el agüelo notiene jubilación?

Walt Disney, a pesar de sus genialesdibujos se queda un poco corto de ideas, Mickey esun ratón, Donalt un pato, Pluto un perro (¿de quetamaño será su dueño?) y Goofy… ¿pero qué coño esGoofy?. ¿Por qué no salen nunca ni los padres de lossobrinos de Donald, ni los familiares de Minnie oDaisy?

¿Has pensado de quién es Cocoliso? Quizás enun desliz de juventud Olivia pecó con Brutus a espal-das de Popeye. ¿No se mosquea Popeye de todoesto?

Todas estas y más dudas se intentaránresolver en el especial que tienes en tus manos.A lo mejor alguna se queda sin solución, pero yase sabe que todo en esta vida no se puede tener...¡Basta ya de cuentos y vamos a lo importante! Peroantes de pasar la página, como se dice siempre:

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