MAGAZINE PÁGINAS DE NUESTRAMÉRICA

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EJEMPLAR 9 DEL MAGAZINE NUESTRAMÉRICA

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El primer trimestre del 2012, continúa manifestando el agravamiento de la crisis económica mundial de los países capitalistas desarrollados, expresada en

la crisis financiera, inmobiliaria, alimenticia y climática. En los Estados Unidos las personas sin los seguros médicos ya son más de 50 millones, el desempleo se sitúa por encima del 15% y cerca de 8.2 millones de familias están en juicios hipotecarios que los acerca a la pérdida de las viviendas.

La Unión Europea inicia el 2012 con la peor crisis vivida después de las dos guerras mundiales, donde el crecimiento económico no sobrepasa del 0.3%, con un enorme endeu-damiento fiscal, recortes a las inversiones sociales, aumento del desempleo (15% en promedio regional), incremento de la pobreza, caída del consumo interno, aumento de la edad pensional y la pérdida del valor adquisitivo del Euro. Como respuesta a la anterior crisis económica, la población se ex-presó a través de los “Indignados” en Europa y “99%” en los Estados Unidos, con movilizaciones, paros y tomas de parques y zonas verdes; recibiendo de los gobiernos y par-lamentos burgueses la represión policial y la aprobación de leyes antipopulares para cerrar empresas, mayores impues-tos, recortes a las prestaciones sociales y la privatización de los servicios públicos. No obstante, el imperialismo añora sus épocas de dominio, ha propiciado el incremento de las acciones bélicas en Irak, Afganistán y Libia, invadiendo sus territorios, destruyendo sus infraestructuras, apropiándose de los recursos energéticos e imponiendo gobiernos títeres y cómplices y de la OTAN. Por eso continúan con sus pla-nes de invadir y atacar a Siria, Irán, Corea del Norte, Vene-zuela, Ecuador y Bolivia.

En América Latina y el Caribe, el informe de la CEPAL, sobre el crecimiento de las economías y las exportaciones en general, creció en promedio más del 10%, acumulando un superávit de 80.000 millones de dólares a consecuen-cia del intercambio equitativo regional con los países asiá-ticos (China, India, Irán, Japón y Rusia).

Indica entonces, que las propuestas económicas, polí-ticas, culturales y sociales alternativas al Neoliberalismo, expresadas en la Integración, el Intercambio Económico equitativo, la Cooperación, la Solidaridad y la Defensa de la Soberanía Nacional y sus recursos naturales y energé-ticos, vienen haciendo viable los proyectos del ALBA, UNASUR, PETROCARIBE, BANCO del SUR y la CELAC. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños, creada en Diciembre de 2011 e integrada por 33 Estados Americanos y sin la presencia de Estados Unidos y Cana-dá, ha sido el triunfo de los pueblos de nuestra América y el golpe Diplomático y político más duro para el imperia-lismo Yanqui y sus empresas transnacionales.

El surgimiento de estos organismos regionales sin la pre-sencia del gobierno de los Estados Unidos, sin las presiones del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, nos demuestra

la capacidad de nuestros pueblos y gobiernos alternativos de dirigir procesos en beneficio de la gran mayoría de la población, defendiendo primero su independencia, los derechos sociales, disminuyendo la pobreza, la miseria, el analfabetismo, la discriminación y el desempleo.

Los movimientos sociales tanto en América como en otros continentes vienen en desarrollo y avances impor-tantes, con grandes movilizaciones, como la Marcha por la vida en México, los paros y huelgas de los estudiantes en Chile, en Colombia y Centroamérica, que han hecho retroceder los planes privatizadores de la educación y han cuestionado a los gobiernos de esos países. Igualmente es notoria la unidad de los movimientos sociales en Palestina, a tal punto que logró avances significativos en la UNESCO y las NACIONES UNIDAS, derrotando las políticas agresi-vas de los gobiernos de Israel y los Estados unidos.

En Colombia, el Gobierno de la Unidad Nacional pre-sidido por Juan Manuel Santos, continúa desarrollando las políticas y planes del Imperialismo Norteamericano y la burguesía nacional, entregando los pocos recursos natura-les y energéticos y las empresas de servicios públicos esta-tales a la voracidad del capital extranjero. El gobierno Na-cional sigue con sus planes de militarización y guerra en campos y ciudades; agudizando la violencia, detención y asesinatos de dirigentes sociales; siguen aumentando los impuestos, el precio de los combustibles, los artículos de la canasta familiar, y los salarios perdiendo cada vez más su poder adquisitivo. Situación esta que hace aumentar más la pobreza, la miseria, el desempleo y los recortes anunciados a los sectores sociales y trabajadores, como el aumento de la edad para las pensiones; esta situación coloca a nuestra sociedad como una de las más desiguales en la distribución de la riqueza nacional en el continente.

Por eso emerge con mucha claridad LA GRAN MAR-CHA PATRIÓTICA, EL CABILDO DE LOS PUEBLOS, LA MINGA INDÍGENA, MOVILIZACIONES DE DOCENTES Y ESTUDIANTES, SECTORES ESTATALES A NIVEL NA-CIONAL, en protesta a la firma del TLC con los Estados Unidos, a la entrega de nuestros recursos naturales a las transnacionales y en contra de la privatización de la edu-cación.

Desde Páginas de Nuestra América, continuamos apoyando y dando a conocer los avances que nuestros pueblos y gobiernos alternativos vienen construyendo en lo social, cultural y deportivo; denunciando los planes y políticas que atentan contra la Madre Naturaleza y los intereses de nuestras naciones.

Por el fortalecimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños…Adelante

Por la Integración y el Intercambio Cultural de los pueblos de Nuestra América… viva la solidaridad, la fraternidad y la cooperación.

EDITORIAL

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Bolívar: pensamiento y genio

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FUNDACIÓN PARA ELINTERCAMBIO CULTURALY LA INTEGRACIÓN DE LOS PUEBLOS DE NUESTRA AMÉRICA

ISSN 2215-7905

Bogotá - ColombiaNº 9 Enero - Abril de 2012

PresidenteFundación la Gran ColombiaJorge Eliécer Mejía Romero

DirectorLuis Alfonso Garzón

Consejo de RedacciónOmaira Eslava

Jhon Jairo MontielViviana Castañeda

Ricardo Torres OrtegaMaria Eunice PradaOmar Díaz Barreto

Raúl BermudezIsabel Martínez

Efraín RuízOrlando Solórzano

Sección Galería NuestramericaPatricia Tafur Perdomo

Diseño y diagramaciónSoporte & Diseño

Impresió[email protected]

PortadaLuz de Arcilla - Wifredo Lam. Cuba

ContraportadaActo de Inscripción Candidatura Presidencial de

Hugo Chávez periodo 2013 - 2019. Caracas Venezuela

Colaboraron en este númeroDr. Iván Rincón Urdaneta Ricardo Martínez Martínez

Tom SimonitePaul Kennedy

Venezolana de TelevisiónMilton Angulo Ricardo

Movimiento Político y Social Marcha PatrióticaJhon Jairo Montiel

Corresponsales en Nuestra AméricaOscar Huera ( Ecuador)

Janette Rodríguez (Venezuela)Nicanor Cifuentes Gil (Venezuela)

Oscar Sotillo M. (Venezuela)Mariana Hernández (México)

Gladys Mendía (Chile)Miguel A. Cocompech (México)Antonio Romero Zurita (Ecuador)

Versión digitalwww.fundaintegracionnuesstramerica.org.co

Correos electró[email protected]

Tels.: 311 217 6197 / 310 666 9689314 248 9964 / 317 370 8287

Las opiniones presentadas en losartículos, son responsabilidad

exclusiva de sus autores

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Bolívar: Pensamiento y genio

Ley orgánica del trabajo en Venezuela

¿ Hemos entrado en una nueva era?

“Ecuador ama la vida”

Dogmatismo epistemológico en economía

Plan de acción de la CELAC 2012

34 Declaración política del comité Patriótico Nacional

14EEUU: el departamento de defensa quiere un mayor control sobre internet

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Plan de acción de la CELAC 2012

BOLÍVAR PENSAMIENTO Y GENIOConferencia del señor Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Colombia. Dr. Iván Rincón Urdaneta. Bogotá, Febrero de 2012

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“El ejército español que defendía el partido del rey en la Nueva Granada está todo en nuestro poder, por conse-cuencia de la gloriosa jornada de Boyacá”.

Han transcurrido ya 228 años del naci-miento del Liberta-

dor Simón Bolívar, y es mucho lo que se ha escrito sobre su obra, su vida pública y priva-da; se ha estudiado su genio militar, su carácter visionario y su condición de inclaudicable estadista. Son incontables los volúmenes dedicados a la di-mensión de la figura del Bolívar militar, político, el diplomático, el luchador, el integrador. En resumen, se puede decir que la trayectoria de Simón Bolívar es la de una excepcional vida llena de una diversidad de fa-cetas, la cual ha inspirado sin distinción a poetas, políticos e historiadores por igual.

Sin embargo existe una di-mensión del Libertador, que si bien es abordada por historia-dores e investigadores como parte integral de este colosal genio ha sido poco debatida y realzada: Bolívar como pensa-dor y conceptualizador intelec-tual de la revolución independentista latinoamericana. Si bien siempre la faceta del guerrero y el luchador ha sido el objeto de estudio predilecto, su dimensión intelectual es un inne-gable eje de su actuación como líder de la gesta libertadora.

El Libertador procuró siempre de-partir sus inquietudes intelectuales con hombres preclaros e ilustrados. En su larga lista de amigos se conta-ban políticos y escritores, en general, compartieron al Libertador sus puntos de vista y sus libros. Numerosas car-tas y documentos atestiguan el gran interés con el cual Bolívar se relacionó con figuras de la talla de Andrés Be-llo, Alexander Von Humboldt; Jeremy Bentham, Benjamín Constant, Aimé Bondplant, José Joaquín de Olmedo, Joseph Lancaster y otros con sobresa-liente luz intelectual.

Sus primeras luces tuvieron lugar en su natal Venezuela. La Caracas del pequeño Bolívar de finales de siglo

XVIII, es descrita como una de las ciu-dades más florecientes de Sudaméri-ca, siendo la tercera en importancia. Construida en las cercanías del mar, su altitud y su clima agradable hacían de ésta población un tentador asen-tamiento. La doble condición de cer-canía al Caribe, puerta de acceso a las llamadas “indias occidentales” y de ciudad continental no muy leja-na de los Andes, hacían de Caracas una encrucijada de obligatorio paso, en la cual se desarrolló una conver-gencia de hombres e ideas por igual. Las Crónicas de los viajeros de la época la describen con admiración, resaltando su ambiente cosmopolita, sus casas con grandes jardines, calles empedradas, plazas concurridas, igle-sias y puentes.

Ya desde sus años mozos el Liber-tador, se deleitaba con las extensas disertaciones de su maestro y amigo, el también caraqueño, Simón Rodrí-guez, quien cultivó en él toda la pa-sión por las lecturas fundamentales

del siglo de las luces, desta-cándose aquellas que fueron la afirmación de los principios po-líticos y sociales de Bolívar, tal fue el caso de la magna obra de Juan Jacobo Rousseau, el con-trato social, la cual se convirtió en texto de cabecera del padre de la patria. Éste autor tuvo un profundo impacto en el joven Bolívar, al punto que ningún otro autor es tan mencionado y citado en sus cartas y escritos como Juan Jacobo Rousseau.

Bolívar fue también un es-tudioso del mundo clásico. Sus documentos están colmados de elocuentes referencias a la historia y la filosofía política de Grecia y Roma antigua. Bolívar en sus cartas, documentos y discursos hace gala de un co-nocimiento denso de los mo-delos políticos y sociales de las civilizaciones clásicas de la antigüedad. Se sabe que Bolí-var estudio escritos clásicos, como “la guerra de las Galias” de Julio Cesar, “La historia de

las guerras del Peloponeso” de Tucí-des y “la historia de Polibio”. Así que-do plasmado en una de sus primeras expresiones políticas, recogida en la conmovedora narración de Simón Rodríguez en el “Monte sacro” del 15 de Agosto de 1805, cito:

“¿Con que este es el pueblo de Rómulo y Numa, de los Gracos y los Horacios, de Augusto y de Nerón, de César y de Bruto, de Tiberio y de Trajano? Aquí todas las grandezas han tenido su tipo y todas las mise-rias su cuna… Este pueblo ha dado para todo; severidad para los viejos tiempos; austeridad para la república; depravación para los viejos Empera-dores; catacumbas para los cristianos; valor para conquistar el mundo en-tero; ambición para convertir todos los estados de la tierra en arrabales tributarios; mujeres para hacer pasar las ruedas sacrílegas de su carruaje sobre el tronco destrozado de sus pa-dres; oradores para conmover, como Cicerón: poetas para seducir con su

Tomado : www.guerrillaviaweb.blogspot.com

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canto, como Virgilio; satíricos, como Juvenal y Lucrecio; filósofos débiles, como Séneca; y ciudadanos enteros, como Catón… Este pueblo ha dado para todo, menos para la causa de la humanidad… pero para la emancipa-ción del espíritu, para la extirpación de las preocupaciones, para el enalte-cimiento del hombre y para la perfec-tibilidad definitiva de su razón, bien poco, por no decir nada…”

Otro ejemplo célebre de su cono-cimiento y admiración por la cultura clásica, son sus extensas evocaciones a las instituciones republicanas de Roma y Grecia antigua en el discurso de Angostura de 1819, en el cual in-cluso llego a proponer la creación del llamado “Pode Mora,” inspirado en la figura del Areópago griego y cuya finalidad sería vigilar la educación de los nuevos ciudadanos y velar por la moral pública. Bolívar lo define de la siguiente manera:

“Moral y luces son los polos de la República, moral y luces son nuestras primeras necesidades. Tomemos de Atenas su Areópago, y los guardianes de las costumbres y de las leyes; to-memos de Roma sus censores y sus tribunales domésticos; y haciendo una santa alianza de éstas instituciones morales, renovemos en el mundo la idea de un pueblo que no se contenta con ser libre y fuerte, sino que quiere ser virtuoso. Tomemos de Esparta sus austeros establecimientos, y formando de éstos tres manantiales una fuente de virtud, demos a nuestra República una cuarta potestad cuyo dominio sea la infancia y el corazón de los hom-bres, el espíritu público, las buenas costumbres y la moral republicana…”

Es evidente que Bolívar veía en el mundo antiguo ejemplos que for-talecerían la nueva ética y moral de las nacientes repúblicas americanas. Para Bolívar no bastaba solamente en aplicar las ideas de la ilustración y las luces del siglo XVIII, pues en su visión, estos principios no eran sufi-cientes para organizar los nuevos es-tados y que por sí solos conducirían a las nacientes sociedades por una senda de luchas tumultuosas entre los restos de las instituciones del antiguo imperio español y la discursiva anti-clerical del naciente liberalismo. Para él, era imprescindible dotar al nuevo mundo libre de las virtudes públicas

practicadas por los republicanos de la edad clásica, con el fin de controlar mediante la moral pública los exce-sos del fanatismo jacobino que tanto daño le hizo a la revolución francesa. Si bien, Bolívar era un republicano convencido, no estaba de acuerdo con edificar la república bajo una estela de sectarismo, sangre y casti-go sobre aquellos que abrazaban las banderas de rey.

No cabe duda que la figura de Simón Rodríguez fue un pilar funda-mental en la formación intelectual del Libertador. El mismo Bolívar, ya en el cenit de su gloria, le reconoce éste mérito y le escribe al viejo maestro: “No puede usted imaginar cómo se grabaron en mi corazón los libros que me dio. No he podido suprimir ni si-quiera una coma de éstas grandes te-sis que usted expuso ante mí. Siempre han estado en mi conciencia y las he seguido como si fuesen una guía infa-lible…” El maestro Rodríguez, testigo y protagonista del proceso pedagó-gico que haría de Bolívar una mente avanzada en su tiempo, no escatimó esfuerzos por inculcar al joven Bolí-var el amor por lo humano, formán-dole un sentido ético de la política y haciendo de él inconscientemente un modelo arquetípico del “Emilio”, obra que exalta las virtudes y la bondad del ser humano por encima de los vi-cios de la sociedad.

Según el eminente historiador Gerhard Mansur, no existe prueba definitiva sobre la determinación expresa de Rodríguez de aplicar las teorías de la obra “El Emilio” sobres su joven discípulo, pero es indudable que los puntos de coincidencia entre “El Emilio” de Rousseau y Bolívar son notables: huérfano, de cuna noble, sano y fuerte.. Es claro que Rodríguez expuso a Bolívar en sus largas charlas en San Mateo, a la influencia de la na-turaleza con el fin de inmunizarlo de la naturaleza vil del mundo exterior.

Éste hecho fundamental dejó una honda huella en Bolívar, quien hasta el final de sus días mantuvo la fe en el hombre y en la humanidad misma, pues creía firmemente que el ejemplo de la bondad humana se impondría finalmente al lodo de la corrupción y de la degradación. A lo largo de la vida del Libertador se puede consta-tar la práctica de éstas enseñanzas.

Basta recordar sus esfuerzos por hu-manizar la guerra en el armisticio y canje de prisioneros con Pablo Morri-llo en 1820, su actitud comprensiva y magnánima ante los movimientos de insubordinación de Mariño, Bermú-dez, Arismendi, Paez, Santander, por solo nombrar algunos; y su célebre propuesta al virrey Sámano, de canje de la oficialidad y tropa prisionera tras la victoria de Boyacá en 1819, hecho excepcional en su época y que por el valor histórico y humano de éste do-cumento, vale la pena citarlo:

“El ejército español que defendía el partido del rey en la Nueva Gra-nada está todo en nuestro poder, por consecuencia de la gloriosa jornada Boyacá. El derecho de la guerra nos autoriza para tomar justas represa-lias; nos autoriza para destruir a los destructores de nuestros prisioneros y de nuestros pacíficos conciudadanos; pero yo, lejos de competir en malefi-cencia con nuestros enemigos, quiero colmarlos de generosidad por centé-sima vez…”

Ésta última frase que hoy se enar-bola en la estatua pedestre de Tene-rani en la plaza de Bolívar en el co-razón de Bogotá, refleja en su justa dimensión la virtud de un hombre que habiendo forjado su brazo para la guerra, creía firmemente en la cons-trucción de una sociedad humanista y civilizada, fundada en el valor de la vida y la concordia entre los seme-jantes. Simón Bolívar fue un devoto del humanismo en todas sus mani-

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festaciones, independientemente de las diversas vertientes ideológicas o religiosas que pululaban en su época, que se autoproclamaban expresiones legítimas del humanismo grecorroma-no o del renacentista. Para él, el “hu-manismo” no era un concepto exclu-sivo demarcado por una fe religiosa o por un precepto ideológico. Bolívar lo concebía como una práctica de vida, como un principio de aplicación coti-diana en cada acto de su vida perso-nal o de su quehacer político y militar.

Especial mención requiere la rela-ción de Bolívar con los insignes Alexander Humboldt y Aimé Bonpland. Bolívar conoce a ambos en París en 1805. Hum-boldt y Bonpland habían ad-quirido gran renombre gracias a su famosa expedición a las colonias españolas, mediante la cual hicieron un vasto estu-dio sobre la geografía, fauna, flora y recursos naturales del entonces llamado nuevo mun-do. El Libertador desarrolló con ellos una estrecha y des-interesada amistad, que marcó notablemente sus inclinaciones intelectuales y su interés por las ciencias naturales. Su aprecio hacia los dos sabios europeos quedó plasmado en una carta que data de 1823:

“Desde los primeros años de mi juventud tuve la honra de cultivar la amistad del señor Bonpland y del ba-rón Humboldt, cuyo saber ha hecho más bien a la América que todos los conquistadores…”

No es desmesurado pensar que éstos dos sabios contemporáneos de Bolívar, despertaron en él la necesi-dad de conocer a fondo los indómitos dominios geográficos de las entonces colonias españolas y la necesidad de desarrollar una escuela que echase las bases del conocimiento científico, tan necesario para el desarrollo de una sociedad libre. Bolívar era un conven-cido de afianzar el estudio de la etno-grafía, la geografía, la botánica, y la zoología, en las nacientes repúblicas. Él mismo fue el ejemplo de ello. En sus cartas y escritos se demuestra su impresionante conocimiento del es-pacio geográfico y de las sociedades que componían las antiguas colonias europeas en América. En su famosa

carta de Jamaica hace un resumen pormenorizado de la situación de cada uno de los antiguos dominios españoles, demostrando un conoci-miento a fondo de cada una de ellas, algo bastante poco común en su épo-ca, dado la extensión de los territo-rios, la escasez de estudios razonados al respecto y la lentitud de las noticias entre las colonias. Ésta capacidad de análisis dio resultado a un documen-to que muchos han catalogado como “la carta profética”, ya que allí Bolí-var dibuja el devenir futuro de cada una de las colonias, resaltando sus

fortalezas y debilidades. Varios de sus documentos reflejan éste saber. Nin-gún otro prócer de la independencia conocía el espacio geográfico que le rodea como Bolívar, tanto por sus lecturas como su experiencia perso-

nal, siendo Bolívar uno de los pocos patriotas de su tiempo en recorrer ampliamente los rincones de nuestro continente, desde las cálidas aguas del Caribe, las impetuosas aguas del Orinoco, los bajos de Magdalena, las cumbres y las nieves perpetuas de los picos de Ritacuba, el Chimborazo, el Illimani y el cerro Potosí. Éste cono-cimiento del espacio geográfico y de los recursos humanos y naturales y disponibles, fueron elementos deter-minantes en su éxito como estratega militar y político.

La concepción y creación de la Gran Colombia, fue un vivo testimonio de la amplia mentali-dad geoestratégica y geopolítica del Libertador. La idea de fundar una República de éstas propor-ciones, poseedora de un espacio geográfico envidiable, surcada por los dos grandes océanos (Pa-cífico y Atlántico) colmada de grandes recursos hídricos y con una biodiversidad y riqueza úni-ca, amén del crisol de pueblos y razas que surcaban sus terri-torios, demuestra la excepcional visión futurista de Bolívar.

No ha faltado en la histo-riografía, voces que le recrimi-nen a Bolívar varias de sus más severas decisiones, haciéndo-las ver como determinaciones

injustas e inhumanas, contrarias al espíritu humanista de la revolución independentista. Éstas voces evocan por ejemplo, los fusilamientos de los próceres Manuel Carlos Piar y José Prudencio Padilla por causas de ce-

“El ejército español que defendía el partido del rey en la Nueva Granada está todo en nuestro poder, por con-secuencia de la gloriosa jornada Boya-cá. El derecho de la guerra nos auto-riza para tomar justas represalias; nos autoriza para destruir a los destructo-res de nuestros prisioneros y de nues-tros pacíficos conciudadanos; pero yo, lejos de competir en maleficencia con nuestros enemigos, quiero colmarlos de generosidad por centésima vez…”

Con la metodología científica del es-tudio de la historia se documenta de las fuentes primarias de la emancipa-ción, recorre la ruta de Bolívar, habla con los intelectuales de los países bo-livarianos, y el resultado es este estu-pendo libro que es indispensable para quienes busquen ahondar en el proce-so político de las naciones andinas de comienzos del siglo XIX liderado por el gran caraqueño.

Simon Bolivar de Gerhard Masur

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los políticos o temores de suprema-cía racial por parte de los negros y pardos. Igualmente algunos la han

reprochado agriamente a Bolívar, las consecuencias del decreto de guerra a muerte: si bien Bolívar creía en la buena fe de los hombres, tampoco era un anacoreta de la política, Bo-lívar no concebía la política como un ejercicio aislado y solitario, pues él comprendía perfectamente lo que estaba en juego en aquella guerra. A diferencia de buena parte de sus contemporáneos, entendía que los hombres debían forjar con su ejem-plo los principios y las virtudes y no que las teorías abstractas pretendie-ran moldear a los hombres. Por ello es que Bolívar al ver amenazado los valores fundamentales no vaciló al tomar decisiones, que si bien fueron duras, buscaban enfrentar todo cuan-to atentase contra los esfuerzos sagra-dos de construir una sociedad libre y de iguales. No es posible desconocer con hechos puntuales, las acciones trascendentales del libertador, quien antes que nadie clamo por la libertad de los esclavos, incluso en contra de la opinión de la clase criolla que en-cabezó procesos de la independencia y además impulsó el respeto a los va-lores de la vida humana, aún en las más adversas circunstancias.

Mientras las mentes influenciadas por la ilustración en Europa daban una lucha sin cuartel para domesti-car los excesos del absolutismo eu-ropeo, los criollos independentistas de las antiguas colonias españolas daban rienda suelta a su imaginación en la creación de lo que el mismo Bolívar llamaría “repúblicas aéreas”, con instituciones lejanas a las gran-des masas de mestizos, pardos, in-dígenas y negros; El libertador, por su parte practicaba un humanismo ferviente, colocando al ser humano y los valores más excelsos de la hu-manidad como la base de la revolu-ción independentista y del proyecto político republicano.

El libertador estaba convencido que la libertad solamente sería posi-ble mediante la formación de ciuda-danos capaces de ejercer sus dere-chos, en un Estado que estuviera bajo el servicio de esos ciudadanos y no al de intereses particulares o grupales. Para Bolívar la base de toda sociedad debía ser el hombre hecho ciudadano dueño de sus derechos. El libertador era contrario a todos los excesos del radicalismo jacobino, que lejos de contribuir a la edificación humana y libertaria, amenazaba con devorar las complejas estructuras poscoloniales, sumiendo a los pueblos recientemen-te liberados en el caos y la anarquía.

Esta claridad en su concepción política llevó a que sus más feroces contradictores le retrataran como una especie de bonapartista, tirano aspi-rante a una corona y miles de epíte-tos que en nada representaban la real dimensión del pensamiento político de Bolívar. Ante la propuesta de un proyecto monárquico concebido por algunos de sus amigos y partidarios, Bolívar reaccionó: “Aceptar una coro-na, sería manchar mi gloria, más bien prefiero el precioso título de primer ciudadano de Colombia…”

Ya en 1821 Bolívar se lamentaba de la estrecha visión de sus contem-poráneos en cómo concebir, moldear y construir a la naciente República con instituciones vacías y leyes leja-nas, ajenas al pueblo recién libertado. El 13 de Junio de 1821, Bolívar escribe a Santander en referencia a las deli-

beraciones del nuevo congreso de la Gran Colombia instalado en Cúcuta, lo siguiente:

“Esos señores piensan que la vo-luntad del pueblo es la opinión de ellos, sin saber que el pueblo está en el ejército, porque realmente está…porque además es el pueblo que quiere, el pueblo que obra, y el pue-blo que puede; todo lo demás es gente que vegeta con más o menos malignidad, o con más o menos pa-triotismo, pero todos sin ningún de-recho a se otra cosa que ciudadanos pasivos. Ésta política, ciertamente no es la Rousseau, al fin será necesario desenvolverla para que no nos vuel-van a perder éstos señores…Piensan éstos caballeros que Colombia de la-nudos, arropados en las chimeneas de Bogotá, Tunja y Pamplona. No han echado sus miradas en los Caribes del Orinoco, sobre los pastores del Apu-re, sobre los marineros de Maracaibo, sobre los bajos del Magdalena, sobre los bandidos del patía, sobre los in-dómitos pastusos, sobre los guajibos de Casanare y sobre todas las hordas salvajes del África y de América que, como gamos recorren las soledades de Colombia… ¿No le parece a us-ted…que éstos legisladores más igno-rantes que malos y más presuntuosos que ambiciosos, nos van a conducir a las anarquía, y después a la tiranía, y siempre a la ruina?...De suerte, que si no son los llaneros los que completan nuestro exterminio, serán los suaves filósofos de la legitimada Colombia.

“Aceptar una corona, sería man-char mi gloria, más bien prefie-ro el precioso título de primer ciudadano de Colombia…”

Tomado : www.chavez.org.ve

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Los que se creen licurgos, Numas, Franklines, Camilo Torres, Rocios y Uztaris y Robiras, y otros números que el cielo envío a la tierra para que acelerasen su marcha hacia la eterni-dad, no para darles repúblicas como las griega, romana y americana, sino para amontonar escombors de fábri-cas monstruosas y para edificar sobre una base gótica un edificio griego al borde de un cráter…”

Estas líneas reflejan claramente la frustración de Bolívar ante el afán fe-bril por el credo de la ilustración por parte de sus contemporáneos, que relegaba a segundo plano la atención inmediata de las necesidades y aspi-raciones reales del pueblo, obviando a su vez su idiosincrasia, sus creencias y virtudes, privándoles de un marco ético y jurídico donde éstos pueblos pudieran desarrollar todo su potencial humano más allá de los dictadores de las frías leyes del positivismo.

La concepción de Bolívar sobre la sociedad y el Estado, vista hoy desde su tiempo histórico, nos resulta sen-cillamente reveladora y visionaria. En cada uno de sus escritos fundamen-tales: el manifiesto de Cartagena, la carta de Jamaica, el discurso de an-gostura, el mensaje al congreso de Bolivia e incluso en su último discurso al congreso de constituyente instalado en Bogotá en 1830; así como también en sus miles de proclamas y cartas, Bolívar plasma una visión adelantada en tiempo y espacio en la cual se real-zan conceptos como la práctica de los derechos que garanticen al hombre el máximo goce de los bienes intangibles que toda la sociedad debe procurar como lo son: la libertad, la justicia, la paz y la igualdad. Todos estos princi-pios esenciales de los que hoy cono-cemos como los derecho del hombre o los derechos humanos.

En su célebre discurso de Angos-tura, documento vertebral del pensa-miento Bolivariano, Bolívar hace re-ferencia a la igualdad entre los seres humanos, concepto compartido por la fe cristiana y el humanismo secular, como basamento de la doctrina so-cial y política de la nueva república.

“El principio fundamental de nues-tro sistema depende inmediata y ex-clusivamente de la igualdad estable-cida y practicada en Venezuela. Que los hombres nacen todos con derecho

iguales a los bienes de la sociedad, está sancionado por la pluralidad de los sabios; como también lo está, que no todos los hombres nacen igual-mente aptos a la obtención de todos los rangos; pues todos deben practi-car la virtud y no todos la practican; todos deben ser valerosos y no todos lo son; todos deben poseer talentos y no todos los poseen. De aquí viene la distinción efectiva que se observa en-tre los individuos de la sociedad libre-mente establecida. Si el principio de la igualdad política es generalmente reconocido, no lo es menos el de la igualdad física y moral. La naturaleza hace a los hombres desiguales, en ge-nio, temperamento, fuerza y caracte-res. Las leyes corrigen éstas diferencias porque colocan al individuo en la so-ciedad para que la educación, la in-dustria, las artes, los servicios, las virtu-des, le den una igualdad ficticia, pro-piamente llamada política y social”.

Esta desigualdad que proclama Bolívar, emana no del mero decreto de las leyes, sino de la necesidad de dar igualdad de oportunidades para el desarrollo humano a todos y cada uno de los integrantes de un cuerpo so-cial, proscribiendo la discriminación y la exclusión. No es una igualdad rasa, en la cual se condena el mérito, el saber, la laboriosidad, la industria, la creación, las artes y la ciencia, por el contrario, es una igualdad que persi-gue exaltar los más excelso y sublime del ser humano.

A la luz de estos simples ejemplos es claro que la dimensión intelectual y moral de Bolívar, es sin duda el motor de su obra y al mismo tiempo es el le-gado más puro y genuino que dejó a los pueblos que fueron liberados por su brazo. Pese a que algunos de sus críticos del pasado y del presente le han querido retratar como un frío po-lítico, militarista y calculador, su vida y pensamiento irradia una fuerza tal que hace que estos señalamientos se hun-dan en los lodos del rencor y de la en-vidia, engrandeciendo cada vez más la estatura humana de Bolívar y disminu-yendo a la condición de tristes enanos de la historia a sus contradictores.

En su libro póstumo, “el final de la grandeza” del Ex Presidente colom-biano y dirigente conservador Laurea-no Gómez, contextualiza la figura de Bolívar en su tiempo de la siguiente

manera: “El pensador máximo de la época, el filósofo, el político, el es-critor y el orador de más acentuados perfiles intelectuales era Bolívar. Era, además un ínclito guerrero. Reunía en sí las contrapuestas excelencias de Don Quijote en su obra de mejor cordura, señalo a una y otra parte; de suerte que si para entonces se hubie-se decidido que las letras hacen la ventaja a las armas, ahí estaba el pa-dre de la patria como el letrado más eminente de su época”. En síntesis, es claro que la gloria de sus armas no habría sido posible sin su sólida y des-bordante formación intelectual, llena de propuestas que hoy más que nun-ca deben hacernos reflexionar sobre la necesidad de mirar críticamente el desempeño de nuestras instituciones políticas luego de doscientos años de vida independiente, ello con la fina-lidad de determinar si realmente he-mos logrado en nuestras sociedades “la mayor suma de felicidad y estabi-lidad posible” que Simón Bolívar con-cibió para la patria soñada y razonada en su pensamiento.

Ahora bien, visto lo anterior y a la luz del devenir histórico presente, se hace necesario colocar sobre la mesa nuevamente el debate sobre la tras-cendencia y vigencia del pensamien-to Bolivariano. Muchos estudiosos de la ciencia política han llegado inclu-so a cuestionar la existencia misma de una corriente de pensamiento o de una doctrina política denomina-da “Bolivarianismo”. Los argumentos para sostener la negación del Boliva-rianismo como ideal político han sido diversos, por ejemplo: se ha invoca-do la ausencia de escritos sistemáti-cos que definan conceptualmente ésta corriente de pensamiento. Otros han señalado que las ideas de Bolívar fueron concebidas únicamente para su tiempo y su espacio y que su via-bilidad hoy en día es una quimera y que por tanto carecen de valor para la ciencia social. No han sido pocos quienes han restado méritos al Boli-varianismo como corriente del pen-samiento latinoamericano y le han restado importancia frente a otras corrientes políticas como el Marxis-mo-leninismo. Incluso el mismo Marx tuvo expresiones poco afortunadas hacia la figura y la obra de Bolívar.

Sin embargo es un hecho, que desde los días de la frustrada conven-

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ción de Ocaña, ya se perfilaba una lí-nea de acción política inspirada en el pensamiento libertario pero enérgico de Bolívar. De hecho luego de la des-membración de la Gran Colombia, la suerte de los partidarios de las ideas de Bolívar fue diversa, algunos fueron perseguidos y cuestionados, otros por el contrario optaron por tomar a Bo-lívar como un símbolo de dominio y hegemonía que les permitió endosarse parcialmente el prestigio de su figura.

Todo esto no hace sino llevarnos a la conclusión que ciertamente el pensamiento de Bolívar está plena-mente vigente, pues no es indiferente a quienes lo objetan o a quienes lo sostienen. Éste hecho viene dado por la sencilla razón que el bolivarianis-mo está íntimamente ligado al punto de nacimiento de nuestras repúblicas latinoamericanas y que por tanto es una línea de pensamiento consus-tancial con nuestro concepto de Es-

tado-Nación, con el gentilicio y con el sentido de pertenencia e identidad nacional. Pero a pesar de esto, en el curso de nuestra vida independiente el espacio político del Bolivarianismo fue ocupado por doctrinas que si bien tienen su justa relevancia, no respon-dían a nuestras propias realidades sociales. El liberalismo, el Marxismo, el Maoismo, la Socialdemocracia y la Democracia cristiana, etc, acapararon la escena de nuestro debate político y se erigieron para muchos como mo-delos incuestionables de sociedad, relegando a un segundo plano a Bolí-var y sus ideas.

Si bien es cierto que no existe un texto referencial y central que explí-citamente describa los principios y conceptos del Bolivarianismo, cuan-do se hace un inventario de sus es-critos y acciones trascendentales en-contramos claramente fundamentos medulares del pensamiento Boliva-

riano, conceptos inamovibles y con plena vigencia que estructuran un claro pensamiento político y social, que describe un modelo de sociedad y estado latinoamericano. Sin ánimo de hacer sentencia concluyente y ex-cluyente, el Bolivarianismo se define bajo los siguientes lineamientos:

La igualdad social: La igualdad de los ciudadanos es el principio esen-cial de toda sociedad libre, ya que la igualdad jurídica consagrada por las leyes solamente es posible con condi-ciones sociales propicias para que en la igualdad de oportunidades florezca el talento y el saber humano de cada individuo, tal como lo definió Bolívar en el discurso de Angostura.

La libertad: Bolívar ve en la liber-tad no solamente un valor abstracto, declarativo o discursivo, cuya expre-sión y defensa por parte de algunos “libertarios” en su época rayaba casi en la anarquía. En la lógica Bolivaria-

Tomado : www.juanjosemora.com.ve

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na, la libertad es un derecho que se ejerce de forma responsable pues los ciudadanos que gozan de ella a su vez llevan consigo la corresponsabilidad de respetar las libertades de los otros, sin importar las diferencias raciales, religiosas, económicas o étnicas.

El estado de justicia: La justicia es para Bolívar la base esencial de la práctica de la virtud y a su vez sostie-ne a los elementos esenciales del Es-tado que son la igualdad y la libertad. Un sistema de justicia probo garanti-za la buena marcha del Estado y la convivencia ciudadana. Señaló el Li-bertador en un documento lo siguien-te: “la justicia es la reina de la virtudes republicanas, con ella se sostiene la igualdad y la libertad…”

La ética republicana: Bolívar con-sidera que la práctica de la virtudes y la conducta ética de los ciudadanos y de los altos magistrados de la Repú-blica es esencial para la construcción de un Estado-Nación viable y cohe-sionado, en el cual se reconozcan las conductas virtuosas y se castiguen las conductas viles y viciosas.

El latino americanismo o la visión endógena: En el Bolivarianismo es una constante la invocación de las raíces y de la génesis excepcional de Amé-rica Latina como un espacio único con una historia y una composición étnica y racial única que la diferencia de otras sociedades. Éstas característi-cas crean la necesidad irrevocable de concebir nuevas formas de gobierno y estructuras de Estados que respon-dan a estas realidades.

El centralismo o el gobierno fuerte: Bolívar apela a la fortaleza del gobier-no central como el factor de orden fundamental en nuestros pueblos, frente a las tendencias disgregantes o centrípetas inmanentes a nuestras sociedades. Algunas de nuestras ex-periencias en América Latina han demostrado que el federalismo des-enfrenado solamente a contribuido al caudillismo y al localismo.

El balance de poder en la comu-nidad internacional: Simón Bolívar esbozó una concepción anti-hegemó-nica en materia internacional; se mos-tró siempre favorable a la edificación de varios polos de poder entre las naciones emergentes en el contexto internacional para hacer contrapeso a

cualquier aspiración hegemónica de cualquier potencia. Esta posición bien puede ser homologada a lo que hoy conocemos como la multipolaridad.

El antiimperialismo y el anticolo-nialismo: Es imposible restarle estos dos conceptos al pensamiento de Bo-lívar. Pese a que muchos autores han recalcado su admiración por el Reino Unido de Gran Bretaña, es induda-ble que Bolívar, por su gesta misma contra España y sus posiciones frente al Brasil imperial de la corona Portu-guesa, y el incipiente intervencionis-mo estadounidense, era contrario a las políticas de coloniaje y de domi-nación imperial por parte de algunas potencias sobre pueblos más débiles y vulnerables.

Tras este ligero inventario, se pue-de afirmar que el cuerpo de ideas que conforma el Bolivarianismo es una estructura de pensamiento sólida que apuesta por un modelo de sociedad nueva en esta región llamada Améri-ca Latina; Que si bien tiene su expre-sión en el proyecto de Bolívar, es aún una tares inconclusa. Situar el Boli-varianismo en la escena política hoy, implica también reconocer que éste tiene profundas resistencias en nues-tras sociedades, en especial por parte de aquellos factores tradicionales de poder que ven esta tesis una amena-za al “status quo” reinante luego del naufragio del proyecto continental Bolivariano en 1826.

Sin embargo, menester es recono-cer que la grandeza el Bolivarianismo como pensamiento trasciende el dis-curso de los panfletos, la propaganda política y la vil politiquería de los par-tidos. El Bolivarianismo se sobrepone a la vieja dicotomía de derecha e iz-quierda y se sitúa como un ágora de patriotismo y sana identidad nacional de nuestros pueblos, frente a las ten-dencias globalizantes y las pretensio-nes unipolares de dominación.

Sin duda, en el actual contexto in-ternacional en el cual el derecho in-ternacional y la soberanía han sido re-lativizadas por las grandes potencias, y el realismo y el pragmatismo se han impuesto sobre los principios funda-mentales de los derecho del hombre, se hace necesario volver al pensa-miento de Bolívar como esa savia vi-tal que fortalecerá a nuestros pueblos y como esa brújula necesaria que tra-za el camino a las felicidad y el pro-greso que aún no hemos recorrido. Creo que el pensamiento de Bolívar es y será siempre una parte indisolu-ble de nuestra historia. Parafraseando José Domingo Chequehuaca, el peso e importancia del Bolivarianismo en la construcción de mejores socieda-des en nuestros países, crecerá con el paso de los siglos, como crece la sombra cuando el sol declina.

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Ley orgánica del trabajo en venezuela

Mientras los países ricos atraviesan por su mayor crisis económica en la his-

toria del capitalismo moderno, crisis sistémica global civilizatoria, en Amé-rica Latina se tejen alternativas y solu-ciones a contracorriente que definen una nueva temporalidad y territoriali-dad históricas, un proceso de cambio que asoma elementos de sociedades post capitalistas, y definitivamente una esperanza para la humanidad.

La introducción de nuevos esque-mas de economía de trabajos equi-valentes, basadas en la solidaridad y la productividad social desafiando al plusvalor del modo de producción mercantil, en zonas controladas por los trabajadores del campo y de la ciudad como en Argentina con las fá-bricas recuperadas, al sur de México con amplias poblaciones indígenas, lo mismo que en Bolivia y Ecuador

con los movimientos sociales territo-riales; los movimientos estudiantiles y campesinos anti sistémicos en Chi-le y Brasil; las nacionalizaciones de sectores energéticos en Argentina y Bolivia, como ya lo había hecho an-tes Venezuela; y la introducción de nuevos derechos laborales en esta última nación, prefiguran una nueva geopolítica de la relación contradic-toria entre el capital y el trabajo en el continente americano.

Se trata de un sur más indepen-diente y un norte en decadencia. Un sur con brotes de ejercicios y em-briones de poder popular y un norte sumido en la crisis de sobre produc-ción, consumismo y preminencia del capital financiero. Un sur de búsque-da y fortaleza para la paz y un norte violento y guerrerista. Un sur recupe-rando soberanía y un norte imperial perdiendo influencia.

La tensión de clases, género y et-nia, escala una nueva etapa de con-frontación anticapitalista. Por un lado, la crisis lanzó a las calles a la pobla-ción trabajadora en los Estados Uni-dos, migrantes y sajones pobres, se tomaron 115 ciudades en las jornadas épicas de esta semana anterior en una correlación de indignación generali-zada y desafío a las fuerzas del orden; mientras que en Latinoamérica, las movilizaciones estuvieron en función de profundizar los cambios iniciados, sobre todo en Sudamérica, y con ma-yor concentración en los países del ALBA; en tanto, las luchas callejeras en Chile, Colombia, México y Perú empujan a derribar al neoliberalismo.

En el caso de Venezuela, la situa-ción de la lucha de clases está en su mejor momento para los trabajadores y clases subalternas. La nueva Ley anunciada por el Presidente Chávez

Fotografía : pablodf

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favorece al trabajo y limita al capital, aunque todavía no lo desaparece. Sin embargo, en el terreno de la tensión de fuerzas, los trabajadores han gana-do una batalla de las tantas que están por venir.

Se ampliaron los derechos de la clase obrera y los capitalistas de cuño explotador son obligados a re-gularizar sus tasas de ganancia y pa-gar impuestos según sus ingresos. En general, la productividad, es decir, la tasa de explotación, se ve modificada en favor de los trabajadores. En breve la normativa será sancionada por la Corte venezolana.

Entre algunos de los derechos conquistados destacan la reducción semanal de las jornadas laborales de 44 a 40 horas, el aumento al salario mínimo generalizado; para las mu-jeres, la ampliación del periodo pre y post natal, el reconocimiento del trabajo doméstico y la existencia del concepto jurídico de derechos de las

“amas de casa” y los “trabajadores in-formales”, entre otros.

Uno de los temas a destacar con-tenidos en esta Ley es la recuperación de la retroactividad de las prestacio-nes sociales y la antigüedad laboral, derechos que fueron eliminados hace quince años por el gobierno neolibe-ral de Rafael Caldera.

A partir de ahora, los trabajado-res venezolanos tienen garantiza-da su vida futura y esto representa un golpe severo al capitalismo en ese nación y al capitalismo transna-cional, ya que su dinámica vital de éstos radica en el just in time de la explotación laboral, es decir, para el capital no existe el tiempo futuro (ni el pasado), su hambre de ganancia lo imposibilita y somete a su designio el presente instantáneo. El capitalismo es una formación social en función de la ganancia inmediata y esto en Venezuela está siendo hoy con cre-ces desafiada.

La recuperación de estos derechos da por terminado definitivamente los resabios del modelo neoliberal que impusieron las administraciones pasa-das plegadas al consenso de Washing-ton.

Nos encontramos una Venezuela en transición. En un nuevo escenario de formación social capitalista con la introducción de derechos sociales, y dirigido por las clases subalternas. Este proceso es el de la transición post capitalista hacia el socialismo.

Este último periodo puede ser lar-go y contradictorio, plegado de lu-chas entre el capital y el trabajo, pero ya es irreversible.

Fotografía : Galería ojo por ojo...foto por foto

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EEUU: El departamento de defensa quiere un mayor control sobre Internet

Si bien es cierto que el De-partamento de Defensa de Estados Unidos financió las

investigaciones que condujeron a la creación de Internet, fue la innova-ción espontánea y libre la que creó el conjunto de tecnología privada que conforma Internet en la actualidad. Ahora el gobierno de Estados Uni-dos está intentando recuperar algo de control, mientras se adapta a una era en la que los ciberataques contra em-presas y agencias gubernamentales estadounidenses son algo habitual.

En la conferencia de seguridad informática RSA celebrada la sema-na pasada, representantes de la Casa Blanca, el Departamento de Defensa de Estados Unidos (DoD, en sus siglas en inglés) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) afirmaron que para salvaguardar los intereses de Estados Unidos ellos debían adoptar un papel más activo en el gobierno de lo que ha sido un recurso puramente comer-cial y civil. Pero a algunos expertos les preocupa que la influencia cada vez mayor de organizaciones milita-

res y de defensa sobre el manejo y desarrollo futuro de Internet compro-meta la libertad que la ha convertido en un éxito.

El DoD está obligado a reducir su presupuesto en medio billón de dólares a lo largo de la próxima dé-cada, pero el gasto en ciberdefensa aumentará, como explicó el secreta-rio adjunto de defensa Ashton Carter en una de las ponencias de la con-ferencia. “Los barcos, los aviones, las fuerzas terrestres y muchas otras co-

EEUU: EL DEPARTAMENTO DE DEFENSA QUIERE UN MAYOR CONTROL SOBRE INTERNET“No hagamos como solíamos: dejar que sucedan las cosas y luego

arreglar los problemas”

Análisis

Tom SimoniteTechnology / Cubadebate

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sas sufrirán los recortes, pero no la ci-berdefensa”, afirmó. “La inversión se encuentra a un nivel de varios miles de millones de dólares [y] seguimos aumentándola”.

Otros comentarios hechos por compañeros de Carter a lo largo del día dejaron claro que este dinero no se usará solo para reforzar los siste-mas del gobierno. La NSA y el DoD pretenden dar forma al modo en que las empresas privadas crean y usan infraestructura para Internet y que estas les ayuden a responder más ac-tivamente para detectar y limpiar des-pués de que se produzca un ataque.

“Nuestros sistemas dependen de productos de seguridad e infraestruc-tura que provienen del sector priva-do”, afirmó Debora Plunkett, direc-tora de la Junta de Garantía de Infor-mación de la NSA, que supervisa la ciberseguridad de todos los sistemas de seguridad nacionales. Explicó que la NSA quería animar a las empresas privadas a que automatizaran las ta-reas básicas, tediosas, manuales, y a menudo descuidadas de asegurar las redes informáticas. “Necesitamos la ayuda de la industria”, enfatizó. “Es-tamos gastando demasiado tiempo en limpieza de las redes: trozos que faltan, contraseñas débiles, vulnerabi-lidades conocidas”.

La clase de automatización que a Plunkett le gustaría ver en acción cambiaría significativamente la forma en que funciona la infraestructura de Internet. Debería ser posible, según Plunkett, que una empresa o agencia diera instrucciones inmediatas a par-tes del hardware de una red para que cortara las conexiones o aislase siste-mas informáticos cuando se produce un ataque, algo que va en contra de la tradición de que el hardware de Inter-net sea independiente y difícilmente sometido a un control central. Nicira, una start-up que cuenta con muchí-sima financiación disponible, lanzó hace poco una tecnología que podría lograr algo de eso, y se sabe que está trabajando con agencias de inteligen-cia de Estados Unidos.

Plunkett también explicó que es-pera que la NSA sea capaz de desa-rrollar y fomentar el uso de tecnolo-gías que hagan los aparatos móviles más seguros tanto dentro como fuera de la administración. “Una de mis

prioridades principales es que se creen teléfonos inteligentes y table-tas seguros”, afirmó. A pesar de que los departamentos del gobierno están abandonando -igual que numero-sas empresas del sector privado- sus BlackBerrys por teléfonos inteligentes con software de Apple o Google, es-tos se consideran aparatos con baja seguridad que pueden convertirse en puntos débiles que permiten la entra-da de atacantes.

Richard Hale, director adjunto de comunicación de ciberseguridad en el Departamento de Defensa afirmó que su departamento había empeza-do a compartir información clasifica-da sobre ciberdefensa con 36 empre-sas industriales consideradas vitales. A cambio, se espera que estas em-presas compartan información sobre cualquier ataque que sufran.

Junto con Hale y Plunkett habló Howard Schmidt, de la administra-ción de Obama, quien afirmó que los días de Internet desarrollándose orgánicamente y sin un mandato cen-tralizado para añadir canales de segu-ridad o de control, tenían que llegar a su fin. “No hagamos como solíamos: dejar que sucedan las cosas y luego arreglar los problemas”, afirmó. “Te-nemos que cambiar eso, hacer que a quien intente entrar en nuestros siste-mas le cueste. Si no lo hacemos, lo sufriremos todos”.

La administración de Obama ha puesto sobre la mesa medidas legis-lativas que darían al Departamento de Seguridad Nacional poderes para hacer una vigilancia activa de los sistemas de empresas que operan in-fraestructuras “clave”; y agentes de la Casa Blanca y del Departamento de Seguridad Nacional ya han puesto en marcha un programa de supervisión de las empresas encargadas de la red eléctrica de Estados Unidos.

Y algunos políticos y miembros del gobierno empiezan a pedir que el DoD y la NSA tenga un papel más importante. El senador John McCain (senador republicano por Arizona) afirmó ante el Congreso este mes (de-claración completa) que solo la NSA y el Ciber Comando De Estados Uni-dos, ambas organizaciones dentro del DoD dirigidas por el General Keith Alexander, pueden proteger a Estados Unidos.

Michael Hayden, antiguo director tanto de la NSA como de la CIA afir-mó que había mucha gente de acuer-do con McCain en que los militares, y más en concreto la NSA deberían estar al mando. “La [NSA] represen-ta demasiada capacidad como para dejarla al margen en este asunto”. Al igual que McCain, afirmó que la NSA debería hacer una supervisión activa de los sistemas de empresas que ope-ran infraestructuras clave e intervenir si detectase un ataque.

Ron Diebert, director del Centro Canadiense para Estudios de Seguri-dad Global y director del equipo que descubrió el ciberataque GhostNet sobre el Dalai Lama y varias emba-jadas en China en 2009, mostró su preocupación por la influencia cada vez mayor del DoD. Introducir un control más centralizado de la infraes-tructura de Internet mandaría el men-saje equivocado a países como Rusia y Siria, que ya están usando cibera-taques o censura sobre sus propios ciudadanos, afirmó, añadiendo que Internet podría acabar siendo frag-mentada y cerrada en vez de abierta.

Hayden se mostró de acuerdo en que existe un riesgo de que “los prin-cipios fundamentales de internet” po-drían sufrir, pero afirmó que esperar a que sectores no militares del gobier-no desarrollen los medios necesarios es demasiado arriesgado. “Una re-nuencia a enfrentarse con estos temas dejará el campo abierto para otros que pretenden hacernos daño. Pasará algo catastrófico y entonces sobreac-tuaremos”.

Jim Dempsey, vicepresidente de políticas públicas en el think tank Centro para la Democracia y la Tec-nología, afirmó que militarizar Inter-net sería un error. “¿Cómo hemos llegado a este punto en el que los recursos más eficaces para asegurar la importancia de Internet para nues-tra sociedad están en manos de una agencia militar de alto secreto?. Afir-mar que solo existe un camino per-vertirá nuestra tecnología y nuestra sociedad”.

Tom SimoniteTechnology / Cubadebate

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¿Hemos entrado en una nueva era?

Mientras ocurre, son muy pocos los contemporá-neos que se dan cuenta

de que han entrado en una nueva era, a no ser, claro está, que el mundo esté saliendo de una guerra cataclís-mica, como las de Napoleón o la II Guerra Mundial. Pero esas transfor-maciones históricas tan bruscas no son el objeto de este artículo. Lo que nos interesa aquí es la lenta acumu-lación de fuerzas transformadoras, en su mayor parte invisibles, casi siempre impredecibles, que, tarde o tempra-no, acaban convirtiendo una época en otra distinta. Nadie que viviera en 1480 podía reconocer el mundo de 1530, 50 años después; un mundo de naciones-estado, la ruptura de la cris-

tiandad, la expansión europea hacia Asia y las Américas, la revolución de Gutenberg en las comunicaciones. Tal vez fue la mayor línea divisoria histó-rica de todos los tiempos, al menos en Occidente.

Existen otros ejemplos, por su-puesto. Cualquiera que viviera en Inglaterra en 1750, antes de que se generalizase el uso de la máquina de vapor, se habría quedado estupefacto al ver sus usos 50 años después: ¡ha-bía llegado la Revolución Industrial! En ocasiones, las transformaciones entre una era y otra son incluso más rápidas, como ocurrió con el épico periodo entre 1919 y 1939. A princi-pios de los años treinta, la democra-

cia estaba desgastada, y la economía mundial, en descomposición, pero ¿quién podía imaginar que eso iba a desembocar en guerra y holocaustos?

¿Y qué ocurre hoy? Muchos pe-riodistas y expertos en tecnología destacan con entusiasmo la actual revolución en las telecomunicaciones -teléfonos móviles, iPad y otros ar-tilugios- y sus consecuencias para los Estados y los pueblos, para las autori-dades tradicionales y los nuevos mo-vimientos de liberación. De ello hay pruebas evidentes, por ejemplo, en todo Oriente Próximo e incluso en el movimiento Occupy Wall Street, aun-que habría que preguntarse si alguno de los profetas de las altas tecnologías

“Un parteaguas es una línea divisoria de aguas, un límite entre dos zonas en las que las aguas caen en direcciones opuestas. La palabra puede emplearse también para describir un fenómeno histórico y politico: un hito, un momento trascendental, el instante en el que las actividades y circunstancias humanas atraviesan la línea divisoria que separa una época de la siguiente”.

¿HEMOS ENTRADO EN UNA NUEVA ERA?PAUL KENNEDY

3 de Noviembre del 2011

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que proclaman la nueva era en la po-lítica internacional se ha molestado jamás en estudiar las repercusiones de la imprenta de Gutenberg o las char-las radiofónicas de Roosevelt que oían decenas de millones de estadouniden-ses en los inquietantes años treinta y primeros cuarenta del siglo pasado.

Cada era está fascinada por sus propias revoluciones tecnológicas, de modo que voy a centrarme en algo bastante distinto: los indicadores de cambio que señalan que estamos acercándonos -o tal vez incluso las hayamos cruzado- a ciertas líneas di-visorias históricas en el duro mundo de la economía y la política.

El primer indicador es la erosión constante del dólar estadounidense como divisa única o dominante de reserva en el mundo. Quedaron atrás los tiempos en los que el 85% o más de las reservas de divisas internacio-nales consistían en billetes verdes; las estadísticas fluctúan enormemente, pero la cifra actual se aproxima más al 60%. Pese a los problemas eco-nómicos de Europa e incluso China, ya no resulta fantasioso imaginar un mundo en el que haya tres grandes divisas de reserva -el dólar, el euro y el yuan-, con algunas alternativas me-nores como la libra esterlina, el fran-co suizo y el yen japonés. La idea de que la gente va a seguir acudiendo al dólar como “refugio” no se sostiene al ver que el país está cada vez más endeudado con acreedores extranje-ros. Ahora bien, un mundo con varias divisas de reserva, ¿ofrecerá más o menos estabilidad financiera?

La segunda transformación es la erosión y la parálisis del proyecto eu-ropeo, es decir, el sueño de Jean Mon-net y Robert Schuman de que las he-terogéneas naciones-Estado de Europa se unieran en un firme proceso de in-tegración comercial y fiscal, primero, y luego mediante una serie de com-promisos serios e irreversibles de tra-bajar para un continente políticamente unido. Las instituciones encargadas de hacer realidad ese sueño -el Parlamen-to Europeo, la Comisión, el Tribunal de Justicia- ya existen, pero la volun-tad política de darles auténtica vida se ha desvanecido, tristemente debilitada por el mero hecho de que unas políti-cas fiscales nacionales muy diferentes

son incompatibles con la divisa euro-pea común. Para decirlo claro, Ale-mania y Grecia, con sus respectivos historiales presupuestarios, no pueden ir juntas hacia unos Estados Unidos de Europa; pero nadie parece tener la respuesta a esta dicotomía, salvo para empapelar las grietas con más eurobo-nos y préstamos del FMI.

En otras palabras, los europeos no tienen ni el tiempo, ni la energía, ni los recursos para dedicarse a nada que no sean sus propios problemas. Eso significa que existen muy pocos ob-servadores en el continente que hayan estudiado la que podría ser la tercera gran transformación de nuestros días: la enorme carrera de armamentos que está desarrollándose en la mayor parte del este y el sur de Asia. Mientras los Ejércitos europeos están convirtién-dose en una especie de gendarmerías locales, los Gobiernos asiáticos están construyendo armadas para navegar en aguas profundas y nuevas bases milita-res, adquiriendo aviones cada vez más avanzados y probando misiles de al-cance cada vez mayor. Los escasos de-bates que hay se centran en el refuerzo militar de China, pero mucho menos en el hecho de que Japón, Corea del Sur, Indonesia, India e incluso Australia están imitando su ejemplo. Si la des-aceleración del crecimiento económi-co, los daños al medio ambiente y el desgaste del tejido social en China em-pujan a sus futuros dirigentes a hacer demostraciones de fuerza en el extran-jero -por ahora, la verdad, sus líderes son muy cautelosos-, sus vecinos están preparándose para responder con fir-meza. ¿Alguien en Bruselas sabe -o le importa- que 500 años de historia, que representan el mundo de 1500, están a punto de terminarse? Asia se dispone a dar un paso al frente en el escena-rio, mientras que Europa se convierte en un coro distante. ¿No será este fe-nómeno, para los historiadores futuros, otra línea divisoria de inmensa impor-tancia en los asuntos internacionales?

El cuarto cambio es, por desgracia, la lenta, firme y creciente decrepitud

de Naciones Unidas, en especial de su órgano más importante, el Consejo de Seguridad. La Carta de la ONU se redactó con sumo cuidado para ayu-dar a que la familia de las naciones disfrutara de paz y prosperidad des-pués de los terribles males del perio-do 1937-1945. Pero la Carta era un riesgo calculado: al reconocer que las grandes potencias de 1945 tenían de-recho a que se les concediera un pa-pel desproporcionado (como el veto y el sitio permanente en el Consejo), los redactores, sin embargo, confiaban en que los cinco Gobiernos supieran trabajar juntos para hacer realidad los altos ideales de la institución mundial. La guerra fría echó por tierra esas es-peranzas, y la caída de la URSS las revivió, pero ahora están volviendo a desaparecer por el cínico abuso del poder de veto. Cuando China y Rusia vetan cualquier medida para impedir que el repugnante régimen sirio de El Assad siga matando a sus propios ciudadanos, y cuando Estados Unidos veta cualquier resolución para dete-ner el avance de Israel en tierras pa-lestinas, la organización mundial pier-de su razón de ser. Y da la impresión de que a Moscú, Pekín y Washington les parece bien.

Hemos visto la disminución del peso del dólar, la desintegración de los sueños europeos, la carrera armamen-tística en Asia y la parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU cada vez que se amenaza con un veto; ¿acaso no indican todas estas cosas que estamos

entrando en terreno desconocido, en un mundo agitado, y que, en com-paración con él, la visible alegría de los clientes que salen de una tienda Apple con un dispositivo nuevo resulta, no sé, tonta y sin importancia? Es como si estuviéramos de nuevo en 1500, sa-liendo de la Edad Media hacia el mun-do moderno, cuando las multitudes se maravillaban ante cualquier arco nue-vo, más grande y más poderoso. ¿No deberíamos tomarnos nuestro mundo un poco más en serio?

Individualmente será muy difícil permanecer a flote en una situación en la que otras economías son más flexibles y po-derosas”

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Plan de acción de caracas

PLAN DE ACCIÓN DE LA CELAC 2012Las jefas y jefes de Estado y Gobierno, de América Latina y el Caribe, reunidos en Caracas, República Bolivariana de Venezuela, en ocasión de celebrar la III Cumbre CELAC, el 02 y 03 de Diciembre de 2011

Tomando en consideración los objetivos y principios definidos en la Declaración de Salvador de Bahía (2008), el Plan de Acción de Montego Bay (2009),

Declaración de Cancún (2010), así como en las iniciati-vas plasmadas en el Programa de Trabajo de Caracas para la Implementación del Plan de Acción de Montego Bay (2010-2011),

En cumplimiento de los mandatos de estas reuniones ministeriales y de altas autoridades; destacando y valoran-do los resultados de las actividades celebradas en el mar-co de su implementación (2010-2011), acordamos adoptar con base en los principios de flexibilidad y participación voluntaria en las iniciativas las siguientes decisiones que componen el Plan de Acción de Caracas 2012.

Crisis Financiera Internacional y la Nueva Arqui-tectura Financiera:

- Generar herramientas con el fin de mejorar las capa-cidades de financiamiento del comercio intrarregional.

- Implementar y fortalecer las capacidades internas y regionales para prevenir las crisis de riesgo sistémico al int erior de la región, así como los impactos extra-regionales, la mitigación de sus efectos adversos y la prevención del contagio mediante el mantenimiento de sólidas políticas fiscales y monetarias.

- Diseñar e implementar medidas de prevención, miti-gación y control de la crisis a partir del aprovecha-miento del intercambio de información y de experien-cias de la región.

www.atravesdevenezuela.blogspot.com

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- Fortalecer y profundizar los procesos de integración de nuestras economías en el ámbito regional, subre-gional, bilateral a los fines de garantizar la conforma-ción de un espacio latinoamericano y caribeño.

- Avanzar en la estrategia para el diseño de una nueva arquitectura financiera regional de conformidad con lo contenido en el numeral 12 de la Declaración de Cancún y sustentada, entre otros, en los principios de justicia, solidaridad y transparencia. Fortalecer los mecanismos financieros regionales y subregionales, y reconocer los avances de los sistemas binacionales y regionales de compensación de pagos, créditos y fi-nanciamiento transitorio.

- Impulsar el rediseño de las instituciones financieras inter-nacionales, basados en el necesario incremento del po-der de voz y voto de los países en desarrollo de acuerdo a los postulados de los principios de equidad y solidaridad, que permita la democratización del proceso de toma de decisiones en las mismas, de acuerdo con el peso actual en la economía mundial, así como la eliminación y/o fle-xibilización de las condicionalidades en el otorgamiento de préstamos fundamentados en las singularidades de cada país en carácter sostenible y en el respeto a su sobe-ranía, independencia y autodeterminación.

- Promover foros de reflexión con miras al fortalecimien-to de las instituciones financieras regionales y avanzar en la construcción de nuevos instrumentos, mecanis-mos y esquemas financieros, que reduzcan los nive-les de vulnerabilidad externa de la economía regional, garantizando el derecho a voto de los países en las decisiones institucionales en condiciones equitativas.

- Diseñar e implementar medidas de prevención, miti-gación y control de Crisis Financiera a partir del apro-vechamiento del intercambio de información y de ex-periencias de la región.

- Solicitar a la CEPAL su cooperación en estos temas.

Complementariedad y cooperación entre los Mecanismos Regionales y Subregionales de Integración:

- Fortalecer la complementariedad y cooperación entre los mecanismos regionales y subregionales de integra-ción y de profundizar la coordinación entre las Secre-tarías y Presidencias Pro Tempore, a fin de contribuir a su efectividad y evitar duplicaciones innecesarias en conformidad con los mandatos de los distintos docu-mentos de la CELAC.

- El diálogo entre los mecanismos regionales y subre-gionales de integración continuará estructurado en cuatro grandes ámbitos (i) económico-comercial; (ii) productiva; (iii) social e institucional; (iv) cultural (v) y energía.

(I) Económico-comercial:a. Establecer un Grupo de Trabajo que elaborará una

propuesta para desarrollar una Preferencia Arancela-ria Latinoamericana y del Caribe.

b. Elaborar un Programa de facilitación del comercio de América Latina y el Caribe que contenga, entre otros, temas vinculados al transporte, procedimientos adua-neros y digitalización de procedimientos.

mimundo.org

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Plan de acción de caracas

c. Implementar una base de datos en la cual se registren las Normas y Reglamentos Técnicos aplicables a la importación de mercancías.

d. Organizar en colaboración con la Comisión Econó-mica para América Latina y el Caribe (CEPAL), un Seminario en Montevideo entre organismos de inte-gración, para la discusión e intercambio de experien-cias en materia de políticas económicas regionales, durante el año 2012.

e. Profundizar las deliberaciones e intercambio de ideas sobre el Convenio de Créditos

f. Recíprocos de ALADI con miras a su profundización, modernización y ampliación.

g. Solicitar a la ALADI su colaboración en estos temas.

h. Realizar un estudio sobre modalidades de promoción y protección de los flujos de inversión directa entre los países de la región dirigido fundamentalmente al aprovechamiento de los acuerdos comerciales intra-rregionales con vistas a promover la inversión directa intrarregional.

(II) Productivo:Valorar la posibilidad de celebrar una conferencia la-

tinoamericana y caribeña, sobre desarrollo productivo e industrial.

(III) Social:a. Crear un grupo de trabajo, de composición abierta e

integrado, también, por los representantes de los Me-canismos Subregionales y Regionales de Integración, para elaborar una Agenda Estratégica de Coordina-ción Regional, que sirva como uno de los insumos a consideración del Foro previsto en la Declaración de los Ministros de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Social y Erradicación del Hambre y la Po-breza (Panamá: revisar gramática), del 25 de marzo de 2011 cuyo mandato es elaborar un Plan de Acción Regional de políticas públicas en materia social. Esta Agenda podrá definir objetivos compartidos, proyec-tos prioritarios y resultados esperados de inclusión y desarrollo social.

b. Este proceso se beneficiará de la construcción de un documento matriz, a partir de la identificación y prio-rización de proyectos y programas comunes según sus potencialidades, para que sus logros alcancen a todos las personas, especialmente aquellas que se en-cuentran en condiciones de vulnerabilidad.

c. Impulsar la participación activa de la Sociedad civil especialmente las organizaciones y movimientos so-ciales como partes fundamentales en el proceso de inclusión social en la integración regional.

(IV) Cultural:a. Realizar una reunión entre mecanismos regionales

y subregionales de integración sobre integración cultural e incentivo al desarrollo de las industrias creativas.

(V) Energía:

- Crear una instancia conformada por la autoridad na-cional de cada país en materia energética en el marco de la institucionalidad que adopte la CELAC.

- Considerar los lineamientos de la Estrategia Energética Suramericana como elemento para el desarrollo de la integración energética regional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

- Promover el intercambio de experiencias sobre el uso de los biocombustibles como fuente de energía que contribuye a la promoción del desarrollo sustentable, la diversificación de la matriz energética de los países, la incorporación de tecnologías y fuentes adicionales de ingresos en el sector agrícola, así como la mitiga-ción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Infraestructura para la Integración Física del Transporte las Telecomunicaciones y la Integra-ción Fronteriza:

- Reforzar el apoyo al más alto nivel a las iniciativas de infraestructura física regional en curso, identificando y buscando soluciones a los principales obstáculos a la interconexión regional y al tráfico transfronterizo.

- Acelerar la convergencia de los sistemas de regula-ción y control del tráfico multimodal, carretero, aéreo, marítimo-portuario, fluvial y ferroviario, en cada me-canismo de integración en materia de infraestructura e intercambiar experiencias y buenas prácticas entre ellos.

- Dar impulso a la integración regional ampliando el intercambio de experiencias exitosas en curso y de solicitar a los organismos y mecanismos regionales y subregionales que identifiquen los programas y pro-yectos en ejecución en materia de infraestructura físi-ca, conectividad e integración fronteriza que resulten complementarios en una perspectiva de mediano y largo plazo, que atienda a la necesidad de contar con una estrategia para el desarrollo e integración de la infraestructura física, de la conectividad y de las regio-nes fronterizas en América Latina y el Caribe.

- El objetivo de la estrategia es disminuir la “brecha de in-fraestructura” que caracteriza a América Latina y el Ca-ribe, a la luz de los esfuerzos nacionales, para aumentar el crecimiento económico, mejorar el desarrollo social y reducir la pobreza.

Desarrollo Social y Erradicación del Hambre y la Pobreza:

- Conformar un Foro, a nivel ministerial, encargado de abordar los temas sociales de la región en el seno de la CELAC, el cual servirá para fomentar la coopera-ción que permita la articulación, armonización y com-plementación de las políticas públicas nacionales en materia social, así como para la generación e Imple-mentación de planes, políticas y programas regiona-les comunes en las áreas prioritarias para el desarrollo social.

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- Este foro se encargará de la elaboración de un plan de acción regional de políticas públicas en materia social.

- Convocar la Segunda Reunión de Ministros y Ministras del área social para el año 2012, para hacer un seguimiento de los compromisos de la Declaración Ministerial de Ca-racas sobre Desarrollo Social y Erradicación del Hambre y la Pobreza.

- Convocar durante el segundo semestre de 2012 a reu-niones de altos funcionarios en materia de seguridad alimentaria, salud y educación, respectivamente, con el objetivo de:

a. Proponer planes de acción que permitan implementar los acuerdos plasmados en la presente declaración.

b. Proponer objetivos y metas en cada ámbito para ser consideradas en el plan de acción regional e integral de política pública en materia social.

- Desarrollar un Programa Latinoamericano y Caribeño de Alfabetización y Post alfabetización, en aquellos países que así lo asuman, a fin de erradicar el analfa-betismo en la región para el año 2015, de acuerdo a lo establecido en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

- Diseñar una propuesta de Programa Latinoamericano y Caribeño para la erradicación del hambre, en el que confluyan programas exitosos puestos en práctica por gobiernos y organizaciones sociales de la región.

- Ambiente:

- Conformar un grupo de trabajo encargado de abordar los temas ambientales de la Región en el seno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que Servirá para fortalecer la cooperación fomentando la articulación, armonización y comple-mentación de las políticas públicas nacionales en ma-teria ambiental, así como, para la generación e imple-mentación de planes, políticas y programas regionales comunes en las áreas prioritarias para el desarrollo sostenible.

- Este grupo se encargará de la elaboración de un pro-yecto de agenda ambiental regional.

- Convocar una Reunión de Ministros y Ministras del área ambiental, antes de la Cumbre de Río+20, para hacer un seguimiento de los Acuerdos de la Decla-ración Ambiental Ministerial de Caracas y contribuir para el éxito de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20), cuyo Segmento de Alto Nivel será realizado entre los días de 20 a 22 de junio de 2012.

- Evaluar la creación de un centro de conocimiento mul-tidisciplinario que permitir fortalecer las instituciones, así como capacitar a las comunidades para instrumen-tar una agenda común para la gestión del recurso hí-drico.

Asistencia Humanitaria: - Conformar un Grupo de Trabajo de composición abierta, según lo expresado en la Declaración de Can-cún de 23 de febrero de 2010, asegurando la repre-

sentatividad de las subregiones de Latinoamérica y el Caribe. Este Grupo servirá de enlace para la con-vergencia, coordinación y complementariedad de los distintos esfuerzos y procesos que se desarrollan en la región, particularmente con el Grupo de Seguimiento de la Reunión Regional sobre Mecanismos Internacio-nales de Asistencia Humanitaria en América Latina y el Caribe (MIAH).

- Valorar la celebración en Panamá de la V Reunión Re-gional sobre Mecanismos Internacionales de Asisten-cia Humanitaria en América Latina y el Caribe (MIAH) en el 2012 y recomendar que en ese marco se lleve a cabo la continuación de este encuentro.

Protección al Migrante: - Fomentar el desarrollo de una estrategia regional que facilite la integración de los migrantes a las sociedades de acogida, promoviendo facilidades para la inserción legal, laboral, productiva y cultural, en consonancia con las legislaciones nacionales, con miras a promover una posición conjunta en los diálogos bi-regionales.

Cultura:Realizar una Reunión Ministerial en el área de Cultura

e Identidades

Tecnologías de la Información y Comunicación: - Sugerir a las instituciones nacionales encargadas de las telecomunicaciones y las tecnologías de la informa-ción en cada uno de los países de la región, coordinar con sus contrapartes de los países vecinos el uso de las redes eléctricas para tender infraestructura de teleco-municaciones entre ellos, lo que contribuiría a generar una alternativa para bajar costos de interconexión de redes de telecomunicaciones y todos los beneficios complementarios.

- Explorar la posibilidad de instalar plataformas de inter-conexión para el acceso de servicios de telecomunica-ciones que favorezcan, entre otros, el desarrollo de la telefonía rural, la universalización de la banda ancha y su utilización con objetivos educativos, de innovación y sociales.

- Solicitar a la banca de desarrollo regional, tomando como antecedente los estudios existentes en las ins-tancias subregionales de integración, un análisis de las condiciones de roaming internacional y larga distancia que contemple la posibilidad de consolidar las áreas de cobro con miras a la reducción de los precios en los servicios móviles de voz, texto y datos.

- Instruir a la Presidencia Pro-Tempore, con el apoyo de la Troika, de la Comunidad de Estados Latinoamerica-nos y Caribeños (CELAC) para que adelante e impulse las acciones necesarias para el logro de los mandatos y decisiones aprobadas en el Plan de Acción de Caracas y elabore un programa de trabajo para su debida im-plementación durante el año 2012, de acuerdo con el Estatuto de Procedimientos de la CELAC y tomando en cuenta las agendas y competencias de los organismos de integración de nuestra región.

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Dogmatismo epistemológico en economía

tomado: www. movimientofabricioojeda.blogspot.com

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Resumen. Adam Smith en su obra “la Ri-

queza de las Naciones” publicada en 1776, fundamentado en los prin-cipios epistemológicos de la ciencia moderna y de la física newtoniana, sentó las bases de la ciencia econó-mica al afirmar que la sociedad logra-ría de forma automática el equilibrio económico y la armonía entre sus miembros, si se permitía que cada in-dividuo persiguiera en forma egoísta su máximo beneficio a través del acto de intercambio en el libre mercado. Desde entonces, los enfoques domi-nantes como la teoría neoclásica y el modelo neoliberal se han empeñado en demostrar la veracidad de esos postulados económicos sustentados con nuevas herramientas analíticas, pero con la misma filosofía y episte-mia mecanicista y deterministas de las ciencias naturales del siglo XVII. Este esfuerzo ha tenido poco éxito dado que ese paradigma no se co-rresponde con el funcionamiento del capitalismo actual, porque ha sido repulsivo en incorporar los princi-pios de la nueva ciencia rechazando dogmáticamente la crítica seria y ri-gurosa que lo exhorta a replantearse tratándola de inocua.

Abstract. Adam Smith and “The Wealth of

Nations” published in 1776, based his Master Piece in principles of the mo-dern science of Newtonian Physics, and laid the basis for the economy science arguing that society would reach self-acting economic balance and harmony in society, if leading each individual searched egoistically for their own in-terests by free trade approaches. Since then, dominant approaches as neocla-sical theory and neoliberal aproach have strongly showed the truth of eco-nomy postulates that have proved by applying new analytic tools, however with the same mechanistic and deter-minist epistemy and philosopy of the natural sciences in XVII century .This effort has had Little success due to the-se issues: paradigm does not match with neoliberal theory currently. First, because it has opposed to integrate principles of the new science and be-cause it has rejected dogmatically to debates, which have persuaded it to rethink, making be “innocuous”.

Contexto epistemológico e ideológico

El despuntar de la era moderna y del mundo capitalista, que tiene como punto de partida el “descu-brimiento” de América, considerado como referencia para marcar divi-sión con el período inmediatamen-te anterior, señala el comienzo de una nueva ciencia que se constituye a partir de la revolución científica del siglo XVI, y que se fue desarrollando con dominio en las ciencias naturales en los siglos subsiguientes. Está iden-tificada resolutivamente con la teoría heliocéntrica de Copérnico acerca del movimiento de los planetas, con las leyes de Galileo sobre la caída de los cuerpos, con las leyes de Kepler sobre las armonías naturales en la ór-bitas de los planetas, con la gran sín-tesis del orden y del equilibrio cós-mico de Newton y con las premisas filosóficas y epistémicas planteadas por Francis Bacon y René Descartes.

El carácter científico y objetivo de esta nueva concepción, cuya fun-ción principal consiste en determinar constituciones o estructuras de los fe-nómenos del universo, se representa mediante razonamientos y demos-traciones que permiten explicar los comportamientos que corresponden a los fenómenos del mundo material. Esto supone una delimitada descrip-ción de las cualidades

Objetivas de los cuerpos cuanti-tativos y mensurables excluyendo de sí misma al hombre, es decir, de las cualidades subjetivas que lo integran. Argumento basado en las concepcio-nes de Galileo que afirma que las matemáticas son el lenguaje en que se puede escribir la naturaleza de manera científica.

Es un conocimiento causal que as-pira a la formulación de leyes, a la luz de regularidades observadas, con vista a prever el comportamiento futuro de los fenómenos. Los conceptos de es-pacio y tiempo concebidos como ca-tegorías absolutas e inmodificables, y dimensiones donde acontecen los hechos, se levantan como cimientos para la proposición de estas leyes que tiene como supuesto metateóri-co la idea de orden, equilibrio y de estabilidad del mundo, idea de que el pasado se repite en el futuro. Es-tas concepciones se adoptaron sin

reservas, conllevando con el tiempo al determinismo científico; en el cual todo efecto tiene su causa determi-nante, y en esta relación de depen-dencia entre la causa y el efecto no hay cabida para el azar, el desorden y la discontinuidad.

En esta línea, el paradigma newto-niano concibe el mundo de la mate-ria como una máquina cuyas opera-ciones y movimientos se pueden de-terminar exactamente por medio de leyes físicas y matemáticas. Esta idea del mundo-máquina es tan poderosa que se va a transformar en la gran hi-pótesis universal de la época moder-na: el mecanicismo.

Esta propuesta mecanicista mo-derna, que no sólo se enfrentó al dogmatismo escolástico, sino tam-bién a la visión orgánica y holística aristotélica, se caracterizó por una preocupación insistente en la proble-mática del método -tan cuestionada hasta nuestros días1 de la cual se de-rivaron posturas empiristas y raciona-listas que enfatizaron uno de los dos momentos básicos del proceso cog-nitivo y, en tal sentido, constituyeron también formas específicas de reduc-cionismos en el orden epistémico, que tanto Kant como otras interpre-taciones más dialécticas, integrales y complejas en pensadores posteriores, como las de Hegel y Marx, trataron de superar.

El auge de esta filosofía deter-minista, mecanicista y del método analítico-parcelario parten de la idea de que la ciencia es medición, por tal motivo buscaron su apoyo en la matemática. Para que tales enfoques fueran exitosos en la práctica había que presuponer que los elementos y las partes se podían sumar para ac-ceder como resultado al sistema en que se constituían. Esta condición de aditividad exigía que las partes analizados fueran homogéneas e in-dependientes, o vinculados a través de relaciones lineales, para que así la ecuación que reflejara el comporta-miento del todo no añadiera ninguna

1 Guadarrama, Pablo, “Crítica de los reduccionis-mos epistemológicos en las ciencias sociales’”. Aquelarre. Revista de Filosofía, Política, Arte y Cultura del Centro Cultural de la Universidad del Tolima. Ibagué. # 11. I Semestre 2007. p. 83-101; Revista Cubana de Ciencias Socia-les. Instituto de Filosofía. La Habana. Octubre 2007-Septiembre 2008. http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-11712009000200002&lng=es&nrm=iso.

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Dogmatismo epistemológico en economía

información nueva sobre la ya conte-nida en las ecuaciones de las partes, es decir, que fuera no sólo suma sino combinación lineal de éstas.

Argüían los precursores empiris-tas que así como fue posible descu-brir las leyes de la naturaleza, sería igualmente posible descubrir las le-yes de la sociedad. Francis Bacon2

por ejemplo, afirma la plasticidad de la naturaleza humana y, por tanto, su perfectibilidad, dadas las condicio-nes sociales, jurídicas y políticas ade-cuadas, condiciones que es posible determinar con rigor. En este mismo trazo, Thomas Hobbes se empeñaba en descubrir una ley general del mo-vimiento en las sociedades humanas y sostenía que la razón misma no es sino cálculo, lo cual da a la aritméti-ca una gran primacía epistemológica con la que se pretendía someter al mundo al imperio de la razón. Hob-bes apunta que:

“cuando un hombre razona, no hace sino concebir una suma total por adición de parcelas, o concebir un res-to por sustracción de una suma en re-lación con otra cosa. Pues tal como los aritméticos enseñan a sumar y sustraer en números, así los geómetras enseñan lo mismo con líneas, figuras, ángulos, proporciones, tiempos, grados de velo-cidad y fuerza. Los lógicos enseñan lo mismo en consecuencias de palabras, sumando dos afirmaciones para for-mar un silogismo, y muchos silogis-mos para formar una demostración; y de la suma o conclusión de un silo-gismo sustraen una proposición para encontrar la otra. En suma, en cual-quier materia donde haya lugar para una adición y sustracción, hay lugar también para la razón, y donde esas operaciones no tienen lugar nada en absoluto puede hacer la razón.”3

El compendio de esta cosmo-visión mecanicista, elaborado por Descartes y por los empiristas Ba-con, Vico, Hume y Locke, se amplió y se profundizó intelectualmente en el siglo XVIII contribuyendo al surgimiento del movimiento de la Ilustración que permitió crear las condiciones para la emergencia de

2 Bacon, Francis, Novum Organum, Edit. Nueva Biblioteca Filosófica, Madrid, 1933.

3 Hobbes, Thomas, Ver: Ludovico Geymonat en Historia del pensamiento filosófico y científico, Tomo II, Edit, Ariel Filosofía, Barcelona, 1984.P. 414.

las ciencias sociales en el siglo XIX. Este recorrido epistemológico de la ciencia moderna se condensó en el positivismo decimonónico, el cual consideró principalmente dos formas de conocimiento científico –las dis-ciplinas formales de la lógica y de la matemática y las ciencias empíricas según el modelo mecanicista de las ciencias naturales–; tuvo influencia relevante en la configuración epis-témica de la ciencias sociales y en particular de la ciencia económica dominante; hizo uso prioritariamente de cada una de ellas en sus distintas vertientes; y desconoció, autoritaria y dogmáticamente, otras concepciones que reivindicaban para las ciencias sociales un estatuto epistemológico y metodológico propio, con base en la especificidad del ser humano y en su distinción polar en relación con la naturaleza.

Son estos principios básicos que recoge la economía en su proyecto de erigirse como ciencia económi-ca. Entre estos, la categoría del orden natural que ha servido para sustentar que la economía puede funcionar por sí sola, debido a su propio au-todinamismo, sin necesidad de una fuerza exterior coactiva. Es un orden económico, que para los fisiócratas es superior y trascendente al orden positivo, artificial y humano, forma-do por las leyes y reglamentaciones de los organismos gubernamentales. Sus propias leyes, son leyes materia-les, Independientes de la voluntad de los hombres; que funcionan con capacidad para reajustarse y perpe-tuarse con tal que se deje actuar li-bremente en el mercado.

Correlativamente se concibe en-tonces, la economía como ciencia objetiva y axiológicamente neutra, lo que significa tomar los valores como datos o hechos y al observa-dor como independiente o neutro frente a la realidad. Creencia que se complementó con la idea del egoís-mo como motor del progreso y de la competencia como algo natural, la cual fue desarrollada por Adam Smith y luego por el utilitarismo de Jeremy Bentham y John Stuart Mill. A partir de entonces, el egoísmo, la competencia y la búsqueda de placer constituyen los pilares axiológicos de la sociedad moderna.

Así como la ciencia moderna se había constituido como un saber au-tónomo e independiente de la filoso-fía, de la política, de la religión, etc.

La economía en su proceso emula-torio de aquellas, inicia su propio pro-ceso de separación, que según, Louis Dumont4 no registra antecedentes ni paralelo en las sociedades anteriores. Para este pensador, entre los aspectos específicos del cambio de valores que marca el paso de la sociedad preca-pitalista a la moderna se destaca, en primer lugar; la separación de lo económico y lo político, constituyén-dose ésta división en el nódulo de la revolución ideológica moderna en lo que lo económico aparece por pri-mera vez como dominio particular y autónomo en su proyecto científico. En segundo lugar; mayor valoración de la riqueza mobiliaria (compuesta de dinero y bienes) sobre la inmobi-liaria (especialmente tierras) sobre la que reposaban relaciones de poder y se establecía la jerarquía sobre otros hombres, por esto lo económico y lo político no podían separarse, y por último, la prelación de las relaciones económicas sobre las relaciones so-ciales, arrojando como consecuencia una imagen totalmente invertida res-pecto a lo que han sido las priorida-des en las sociedades feudales.

Esta analogía determinista y posi-tivista es el horizonte preciso de una forma de conocimiento que se preten-de utilitaria y funcional, y con mayor capacidad para dominar y transformar lo real que para comprender esa mis-ma realidad. Es adecuada y funcional a los intereses de la burguesía ascen-dente en la que encaja cabalmente el “homo economicus” de Smith, la sociedad industrial de Spencer y la so-lidaridad orgánica de Durkheim.

Se puede colegir que para ese mo-mento la estructura del mundo ideal social y económico, es un fiel refle-jo de los principios newtonianos del atomismo y la mecánica. En tal es-tructura, las personas juegan el papel de esos pedacitos últimos de materia homogénea sobre cuya individuali-dad e independencia se construyó la sociedad capitalista. El sistema social no era más que la agregación simple

4 Dumont, Louis. Homo Aequalis: génesis y apo-geo de la ideología económica. Madrid, Edit, Taurus, 1982.pp. 26-34.

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de estos corpúsculos individuales, y su análisis se abordaba tratando de buscar la lógica de los impulsos elementales que ponían en funciona-miento a la sociedad-máquina, ese gran autómata al que Hobbes llegó a dar en su Leviatán proporciones an-tropomórficas. En esta misma obra donde se encuentran los orígenes del utilitarismo, filosofía que hizo progresar la idea de que el egoísmo es la fuerza motriz de la conducta humana. El concepto del “Homo Economicus” se acopla en esta ra-zón mecánica llevando a concebir un subsistema social autónomo en el que los individuos se movían como robots empujados por fuerzas econó-micas.

Muchos son los ejemplos con-cretos que ilustran cómo los enfo-ques de la física clásica han servido para justificar la configuración de las instituciones económicas y políticas de la actual civilización industrial y forman parte de esa unidad ideoló-gica que hoy se pone en discusión. Pues la síntesis newtoniana aportó la visión global y estructurada del mun-do en la que se amparó esta civili-zación. Su funcionalidad, con vistas a la expansión del sistema social y económico hoy como enfoque de in-terpretación dominante en el mundo responde, en buena medida, a que sus enfoques científicos sirvieron para apuntalar ese “mito de la máqui-na” que aseguraba el mantenimiento del modelo de organización social mecánica que encarnó primero en el estado y que se extendió después por todo el cuerpo social a través de la empresa capitalista.

A principios de la década de 1920 surge una de las más rigurosas críticas al modelo de organización social mecánica: la de la escuela de Francfort, la cual estrechó un nexo entre hegelianismo, marxismo y teo-ría freudiana. En la dialéctica de la ilustración, Adorno y Horkheimer; emprenden una crítica a la racionali-dad tecnológica, urgen un replantea-miento metodológico que neutralice los defectos parcelarios y sectoriales positivistas, rechazan el carácter de los hechos como datos inamovibles para considerarlos como problemas, impugna la confianza en la razón ob-jetiva, por preferir la funcionalidad a la verdad de las teorías, es decir,

la razón es pura y llanamente razón instrumental. Es así, porque indivi-dualiza, construye o perfecciona los instrumentos o medios adecuados al logro de fines establecidos y contro-lados por el sistema.

La sociedad en que se vive es ab-solutamente administrada y en ésta “el aumento de la productividad económica, por una parte, genera las condiciones de un mundo más justo, pero por otro lado otorga al aparato técnico y a los grupos sociales que disponen de él una superioridad in-mensa sobre el resto de la población. Ante las potencias económicas, el individuo se ve reducido a cero. Al mismo tiempo, dichos poderes lle-van a un nivel jamás alcanzado antes el dominio de la sociedad sobre la naturaleza. El individuo desaparece ante el aparato al cual sirve, y éste le reabastece mejor que en ningún momento anterior. En el estado in-justo, la impotencia y la dirigibilidad de las masas crece al mismo tiempo que la cantidad de bienes que se le asignan”5

En este mismo orden, la teoría freudiana descubre un dominio del ser, dominio ontológico, un estrato de ser que no funciona con la lógica racional ni con el determinismo. Sus-tenta que en lo humano lo esencial es el sentido; y éste contiene dos ni-veles: el manifiesto y el latente. Estos

5 Escuela de Francfort, ver en: Giovanni Reale y An tiseri Dario en Historia del Pensamiento Filosó-fico y Científico, Vol III, Edit. Herder, Barcelona, 1992. P.742.

no pueden ser abordados solamente preguntando por la causa, sino por el sentido de la persona, del individuo y de la sociedad. La complejidad del ser humano, no se puede explicar a partir de una causa única, de un prin-cipio en torno al cual puedan girar la totalidad de los conflictos e intereses; sino mediante la interpretación y la comprensión, de ahí que titula su gran obra la “Interpretación de los Sueños”. El mundo humano no se puede redu-cir a lo natural, es primero y ante todo un mundo de sentido, y por eso no se pude investigar con los procedimien-tos de las ciencias naturales.

Marco epistemológico de la economía clásica y neoclásica:

En el siglo XVIII, Adam Smith sentó las bases del paradigma eco-nómico liberal al afirmar que la so-ciedad lograría de forma automática el equilibrio económico, expresado en términos del proceso acumulativo del crecimiento económico y la ar-monía entre sus miembros, si se per-mitía que cada individuo persiguiera en forma egoísta su máximo benefi-cio a través del acto de intercambio, consagrando así el papel sacrosanto del mercado. Esto presume la natu-raleza racional o maximizadora de los individuos que bajo los preceptos de una ley natural y soberana (que se expresa en economía mediante las leyes de la oferta y la demanda) de acuerdo con la cual los hombres, aunque sólo desean servir a sus pro-pios intereses, son conducidos al mismo tiempo y automáticamente

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Dogmatismo epistemológico en economía

como por una “mano invisible” a realizar el bienestar social. Esta filo-sofía del derecho natural es análoga al universo físico descrito por la me-cánica newtoniana.6

Equilibrio y armonía constituyen de esta forma los elementos centrales y más característicos de este paradig-ma. El equilibrio se considera la situa-ción en que todos los actores en todos los mercados están satisfechos, debi-do a que han alcanzado las expecta-tivas que se tenían (se han realizado sus propósitos) y, por lo tanto, no se requieren alteraciones o ajustes más profundos sí se dejan que actúen en un libre mercado. Naturalmente, esto es totalmente compatible con el con-cepto de armonía, que supone que los sujetos económicos son unidades de comportamientos racionales y ho-mogéneos independientemente de su etnia, de su riqueza y de su renta.

Este mundo de la teoría clásica se comporta “como sí” fuera perfecto. Los postulados de racionalidad y de libre mercado hacen que el sistema económico tienda a un “equilibrio na-tural” con ocupación plena de todos los factores de la producción. El mer-cado a través del sistema de precios que según la ley de de J.B. Say “toda oferta crea su propia demanda” consi-derado relevante sostén de la ortodo-xia clásica, es el mecanismo autorre-gulador y autocorrector del proceso económico y de los eventuales tran-sitorios desequilibrios del capitalismo.

En esencia, esta visión de mundo no ha cambiado, lo cual ha hecho que se le juzgue como teoría ortodoxa y dogmática pese a que sus teóricos se han empeñado en contradecir tal afirmación con resultados negativos. El modelo neoclásico, con su teoría estática del equilibrio parcial de Mar-shall, la teoría del equilibrio general de Walras, el monetarismo Friedma-niano y la teoría de las expectativas racionales del neoliberalismo, no

6 En física clásica se asumía que todos los even-tos están causados por otros anteriores y que dicha causalidad se expresaba en términos de leyes de la naturaleza. De ahí que las leyes del movimiento de Newton (equilibrio, masa-aceleración, acción- reacción, y gravitación) se centrara en estudiar el movimiento de los ob-jetos y de su respuesta a las fuerzas, refutando de esta manera la mecánica de Aristóteles que consideraba que el estado natural de un cuerpo era el reposo. Idea que predominó durante toda la edad media conjuntamente con la teoría de Ptolomeo que argüía una concepción geocén-trica del cosmos.

han logrado demostrar que el equi-librio se logra en forma automática.

Por el contrario, lo que la realidad económica muestra son fuerzas con-ducentes al desequilibrio, disconti-nuidad, contradicciones y crisis cada vez más recurrentes, que pone de ma-nifiesto que la visión del mundo pro-puesta dentro del paradigma econó-mico dominante no se corresponde con el funcionamiento del capitalis-mo moderno. Estas fuerzas desequili-brantes están más cerca de los postu-lados del paradigma marxista y, de las premisas renovadas de la microfísica, en especial la teoría del caos. Al res-pecto, el premio nobel LLya Prigogi-ne plantea: “Yo suelo afirmar que la materia en equilibrio es ciega, cada molécula solo ve las primeras molé-culas que la rodean. En cambio, el no equilibrio hace que la materia vea.”7

El carácter fundamentalmente empírico del análisis de la economía clásica hace que todo avance teórico debe ser comprobado en la práctica. Adam Smith retoma las concepcio-nes del empirismo inglés sustentadas por David Hume y John Locke en la que la experiencia se considera como la única fuente del conoci-miento. La tesis de Locke, afirma que “las ideas proceden de la experien-cia y que, por lo tanto, la experien-cia constituye el límite infranqueable de todo posible conocimiento.”8 De esta manera, el autor refuta no sólo la tesis cartesiana del innatismo sino la de los platónicos ingleses de la escuela de Cambridge y, en general, de todos los que en cualquier forma sostengan la presencia en la mente de contenidos anteriores a la expe-riencia, que habrían sido impresos en ella desde el primer momento de su existencia.

El proyecto de ideología político-social que se infiere de esta teoría confina al Estado a desempeñar un papel pasivo como agente econó-mico: el de “agente guardián y poli-cía”, pues el sistema económico de libre mercado se encarga de realizar la óptima asignación de los recursos, maximizar la producción y proveer

7 Prigogine, Ilya, ¿El fin de la Ciencia? Ver en Sch-nitman, Fried Dora,Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad. Edit, Paidos, Barcelona, 1994. P.112.

8 Locke, John, ver en Giovanni Reale y Antiseri Da-rio, op.cit, Vol II. P. 432.

de ocupación plena a la población trabajadora. En el nivel internacional, esta teoría plantea que la política del libre comercio, bajo el patrón oro, lleva a aumentar las ganancias del intercambio para todos los países y fi-nalmente a elevar el bienestar econó-mico mundial. Por otra parte, afirma que el desarrollo del individualismo lleva al crecimiento y desarrollo “op-timo” de la sociedad pues, a través del libre juego del mercado, la compe-tencia perfecta se encarga de eliminar a los menos eficientes y sólo sobre-viven los más capaces (Darwin). Este proceso lleva a maximizar tanto la producción como el bienestar social. Esta afirmación, como la anterior, es considerada como uno de los mayo-res mitos de la teoría económica.

La escuela neoclásica que surgió en el último cuarto del siglo XIX sos-tiene que el desarrollo económico es un proceso que en un libre merca-do evoluciona de forma gradual, en equilibrio, armónico y benéfico para todos los sectores de la economía. Esta tesis, se basa en gran parte en el enfoque evolutivo de Darwin9 que plantea que la evolución biológica se da de forma lenta y gradual como re-sultado de la acumulación selectiva a lo largo de muchas generaciones; en el que los más fuertes se adecúan al medio y serán exitosos; mientras que los más débiles perecerán.

Los anteriores postulados con-frontan el paradigma marxista que basado en la teoría del valor trabajo sustenta la explotación o plusvalía a la que son sometidos los trabajado-res en los procesos productivos por parte de los dueños de los medios de producción, y que necesariamente conduce al conflicto social entre las clases, convirtiéndose de esta mane-ra en el arma más peligrosa de que

9 La teoría de Darwin en el origen de las especies (1859) se apoya en los siguientes principios: 1. Existen pequeñas variaciones entre organismos que se transmiten por herencia; 2. Los organis-mos deben competir entre sí por la existencia. En la naturaleza nacen más individuos de los que pueden sobrevivir; 3. La selección natural: las variaciones que se adapten mejor al medio son las que sobrevivirán y tendrán por tanto más éxito reproductivo, las que no sean ventajosas acabarán siendo eliminadas; 4. La evolución biológica es gradual y se explica por acumu-lación selectiva de variaciones favorables a lo largo de muchas generaciones; 5. Se considera como motor de la evolución la adaptación al medio ambiente derivado del efecto combina-do de la selección natural y de las mutaciones aleatorias.

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disponían los socialistas en su cre-ciente lucha contra el capitalismo.

Por eso, fue necesario crear un instrumental analítico nuevo y refor-mular una serie de conceptos que condujeron a plantear una teoría del valor de carácter subjetivo basado en la utilidad. Esta filosofía predomi-nantemente hedonista fue tomada del mayor representante del utilitarismo Jeremy Bentham (1748-1832), y de Ja-mes Mill (1773-1836) cuyo principio fundamental afirma: “la máxima feli-cidad posible para el mayor número de personas”. Bentham sostenía que en el ámbito de la moral (espíritu) los únicos hechos realmente importantes son el placer y el dolor. Conseguir placer y evitar el dolor: estos son los únicos motivos de la acción humana.

En la Introducción a los princi-pios de la moral y de la legislación escribe: “la naturaleza humana co-locó al hombre bajo el imperio del placer y el dolor; placer y dolor son las fuentes de nuestras ideas, el ori-gen de nuestros juicios y de nuestras determinaciones.”10 Valorar, es decir, manifestar aprobación o desaproba-ción de un acto, significa pronunciar-se sobre su capacidad para generar dolor o placer. De ahí que el valor de una cosa o de un bien se medirá por completo en relación con el goce o utilidad que pueda generar; y el dolor se medirá en términos de desutilidad. Los objetos que pueden poseer valor cabe clasificarlos como bienes de consumo, los que son inmediatamen-te capaces de proporcionar goce.

Este enfoque era especialmente adecuado para los métodos matemá-ticos que se profundizarían en esta escuela, haciéndola profundamente más kantiana o más trascendental – partiendo de principios dados por ciertos, todo el conocimiento deriva-do de ellos a priori será válido tam-bién- como verdades exactas. De esta forma, la economía en este modelo empezó a girar su punto de apoyo preponderadamente empirista por la matemática y la lógica, haciendo que lo que se comprobaba antes en la práctica es ahora demostrado lógica y matemáticamente, y las teorías se convertirían en teoremas irrefutables.

En su texto, “Historia del análisis

10 Bentham, Jeremiah, ver en Giovanni Reale y An-tiseri Dario, op.cit, Vol III. P. 287.

económico”, Joseph Schumpeter, se-ñala que el enfoque neoclásico, pese a que introdujo nuevas categorías analíticas en sus investigaciones eco-nómicas, mantiene la misma visión que los clásicos del proceso econó-mico y del progreso hacia el que éste ha de apuntar. Es decir, no se ha pre-sentado rupturas y discontinuidades epistemológicas en el seno de esta disciplina, y asegura lo siguiente: “todos los economistas neoclásicos destacados del periodo, como Je-vons, Menger, Walrasr, Marshall, Clark, etc., han visto el proceso eco-nómico prácticamente como Smith o como J. S. Mill: no han añadido nada a las ideas que el periodo anterior alimentara acerca de lo que ocurre en el proceso económico y del modo general de su funcionamiento.”11

Sin embargo, Schumpeter recono-ce que algunas de esas aportaciones neoclásicas, sobre todo las relativas al

11Shumpeter, Joseph, A, Historia del Análisis Eco-nómico, Edit. Ico-Ariel, Madridi, 2005, p.974.

aparato analítico y al análisis matemá-tico, le hicieron ganar a la ciencia eco-nómica mayor precisión y coheren-cia interna, pero que no ofrecía más que una apariencia de ruptura con las obras de los economistas clásicos. De ahí que considera que tal aporte es más formal que otra cosa, pues el mis-mo método de investigación emplea-do por los neoclásicos muestra una continuidad con los clásicos.

Este concepto lo ratifica el neoclá-sico de la primera generación Jevons cuando dice:

“que J. S. Mill está sustancialmen-te en lo cierto considerando nuestra ciencia como llamada a ser un caso de lo que él denomina método físico o concreto deductivo; él considera que podemos partir de algunas leyes psicológicas obvias, como, por ejem-plo, que una ganancia mayor es pre-ferida a otra más pequeña, y producir el fenómeno que sería producido en la sociedad por una tal ley. Así, se

tomado: www.refucomunistauruguay.blogspot.com

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verá que la economía política tiende a ser más deductiva que muchas de las ciencias físicas, en las cuales es a menudo posible una verificación es-trechamente aproximada”12.

Las precisiones metodológicas que hace este autor son altamente reveladoras. Por una parte, denota la continuidad positivista de los prin-cipios metodológicos que inspiran este enfoque neoclásico respecto a los economistas clásicos y, por otra, explícita con claridad ciertos rasgos del contexto epistemológico en que se desenvuelve la ciencia económi-ca, especialmente a aquellos relacio-nados con su carácter mecanicista y su tradicional propensión aritmo-mórfica, estrechamente ligada a la búsqueda de esa calidad de ciencia deductiva por excelencia aplicable a cualquier marco institucional.

La creencia en la universalidad de las elaboraciones de la física newto-niana, o más aún de la geometría euclidiana, encuentran en Kant13 a uno de sus principales teóricos que en su filosofía trascendental asevera el carácter absoluto y universal que por aquel entonces se atribuía a las categorías intuitivas de espacio, tiem-po, sustancia, materia o fuerza, des-de las que esas ciencias practicaban sus deducciones. Sobre todo, cuando

12 Jevons, W, S. Teoría de Economía Política, Edit, Alianza, Madrid, 1955, p.138.

13 Ver en: Nicolas Abbagnano, Historia de la Filo-sofía, TOMO II, Edit, Félix Varela, La Habana, 2005, p. 365.

estas últimas transcurrían a un nivel formalizado y veían asegurada su co-herencia y precisión por las reglas de la lógica matemática. De igual forma, los neoclásicos revelan que los funda-mentos de la ciencia económica nos eran conocidos de forma inmediata por intuición, y que por esto podía confiarse en sus verdades con más seguridad y certeza que cualquier declaración sobre cualquier aconte-cimiento o hecho físico concreto.

Insistiendo en reconfirmar el equi-librio y la armonía en el mercado, se desarrolla en esta escuela la “teoría del equilibrio general” de León Wal-ras basada en un modelo matemático que contiene un sistema de ecuacio-nes simultáneas con las cuales trató de demostrar que todos los precios y cantidades eran determinados en for-ma única. Es decir, el equilibrio o la igualdad entre la oferta y la demanda de todos los bienes en el mercado.

A partir de estos fundamentos, Vilfredo Pareto desarrolló su teoría de economía analítica en la que propo-ne su tesis máxima conocida como el “optimo de Pareto” en el cual define el aumento del bienestar total como la situación en la cual algunas per-sonas mejoran su condición como resultado del cambio en el mercado, sin que al mismo tiempo nadie haya empeorado. Esta Tesis sirvió de base para la fundamentación de la moder-na economía del bienestar, que seña-la que los individuos son capaces de maximizar racionalmente la utilidad.

Amartya Sen14 critica estas supo-siciones de la economía del bien-estar arguyendo que la economía neoclásica no presta atención a las cuestiones éticas. Señala que en todo proceso de elección individual inter-vienen preferencias que no tienen por qué ir dirigidos exclusivamente a maximizar en beneficio personal. Por eso sostiene la tesis de que las preferencias económicas no determi-nan las acciones humanas.

Estas demostraciones matemáti-cas son compatibles con los postula-dos clásicos, y se convirtieron en el paradigma económico predominante durante todo el siglo XX. Principios que fueron duramente criticados por el economista John Maynard Keynes quien afirmó que el principal proble-ma del capitalismo de mercado es el problema intrínseco al desequilibrio de pleno empleo.

El proyecto de los neoclásicos de destacar la economía dentro de las ciencias sociales y encumbrarla a nivel de ciencia a imagen y seme-janza de la física clásica, en la que se resalta el equilibrio y la armonía en las estructuras de las cosas del universo, condujo a que se busca-ra, en primer lugar, esas categorías y principios elementales intuitivamen-te obvios, que aportaran una base sólida y universal a las construccio-nes deductivas subsiguientes, y, en segundo lugar, hacía falta que todas estas categorías a priori y principios más o menos axiomáticos, pudieran expresarse en lenguaje matemático, para que la precisión y coherencia del edificio científico construido so-bre ellos pudieran ser avalados por la lógica matemática.

En consecuencia los neoclásicos tomaron sin apenas retocarlas, no sólo las nociones de riqueza, produc-ción, consumo, trabajo, capital, siste-ma económico, etc., ya establecidas por los clásicos, sino también reglas y principios fundamentales, como la argumentación utilitarista de éstos que veían en el egoísmo la fuerza motriz impulsora del mundo econó-mico en ese deseo de enriquecerse, que según Smith espoleaba a los indi-viduos normales “desde la cuna hasta la tumba”.

14 Sen Amartya, Desarrollo y Libertad, Edit. Plane-ta, séptima reimpresión, Bogotá, 2004.

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De igual manera, el concepto de racionalidad del homo económicus se introdujo con mayor empeño con el fin prevaleciente de pronosticar los hechos económicos mediante el méto-do de la observación, de la deducción y la comprobación con mayor certe-za. Correlativamente, implementaron las dos leyes generales destacadas por J.S.Mill que identifican el comporta-miento económico racional de este individuo: la tendencia por “preferir una ganancia grande a otra más pe-queña” y la propensión a buscar “la máxima cantidad de riqueza con un mínimo de trabajo y abnegación.15

Otra premisa derivada de las an-teriores dice que “cada individuo ac-túa según sus deseos” lo que deduce de que todo el mundo obra con vistas a maximizar su satisfacción en cual-quier circunstancia dada. Esta satis-facción está dada en función exclusi-va de los bienes y servicios consumi-dos; lo que indica que la felicidad y el bienestar están en correspondencia con la cantidad de bienes y servicios comprados; es la forma más explícita de expresar el consumismo caracte-rística esencial de la madurez rostow-siana del capitalismo fordista y post-fordista. En este mismo orden, apli-cado a los productores plantea que la ganancia se mide exclusivamente por los beneficios en dinero, que se trata de maximizar mediante la renta-bilidad o minimizando costos en los procesos productivos. Lo que resulta en producir y producir para vender y ganar, característica esencial de los modelos de crecimiento económico.

A estos conceptos y premisas mencionadas los neoclásicos16, aña-dieron el principio de la utilidad mar-ginal para situar la teoría del valor en la esfera del consumo y el de los ren-dimientos o productividad marginal decreciente para la retribución a cada factor de la producción con el fin de evadir la desigual distribución de los excedentes económicos eje nuclear de la teoría del conflicto en el modelo marxista.

Esta visión lleva fácilmente a estos economistas positivistas a practicar

15 Mill, John Stuart, Principios de economía políti-ca, Edit FCE, 1951.

16 Ver a Naredo, José Manuel, La Economía en Evolución, Historia y perspectivas de las catego-rías básicas del pensamiento económico, Edit, Siglo XXI, Madrid, 1987. P. 192.

esa “ingeniería social” en la que los individuos juegan el papel de piezas o, todo lo más, de robots programa-dos con arreglo a ciertos patrones de racionalidad. La construcción del homo económicus cuyo comporta-miento responde mecánica e inde-pendientemente a las sensaciones de placer o de dolor que le proporciona su actuación en lo económico, cons-tituyó un campo fértil para conciliar el dogmatismo autoritario que com-porta esa escuela.

Son estos enunciados ya prepara-dos tanto a la medida de las catego-rías económicas preexistentes como al marco institucional, los que admi-ten los neoclásicos a modo de juicios sintéticos a priori de Kant, como base de su teoría económica construida sobre los patrones de la física clásica. Estas elaboraciones presentan una estrecha analogía reduccionista, con las leyes del equilibrio de Newton, con los principios de armonía de Ke-pler, con el objetivismo de Galileo, etc. La naturaleza de la riqueza y el valor cimentada en la consideración utilitarista de preferencia de placer a dolor en cantidades infinitamente pe-queñas se equipara a la teoría de la mecánica estática que se construye sobre la igualdad de cantidades infi-nitamente pequeñas de energía.

De esta manera, estos economis-tas marginalistas no sólo precisan el estrecho paralelismo teórico y epistemológico existente entre estas formulaciones económicas y aque-llas de la mecánica estática, que le llevan a describir su teoría, como la mecánica de la utililidad y del interés propio, sino que también el proceso metodológico limitado a la obser-vación, descripción y demostración conducen al reduccionismo objeti-vista y al determinismo causal que circunscribe los datos a la teoría y no la teoría a los datos, asumiéndo-se como una ciencia dogmática y autoritaria cuyo mayor mito consiste en hacer creer que la libertad absolu-ta de mercado conduce al bienestar y felicidad de la mayoría de las gentes.

En esta misma línea, el economis-ta Michael Zweig17 en su ensayo “los paradigmas burgueses y radicales en

17 Varios Autores en “Los paradigmas radicales en economía”, Edit, Anagrama, Barcelona, 1977. P.61.

la economía” sostiene que la “teoría económica moderna” se ha venido de-sarrollando en los últimos tiempos en una forma matemática, muy abstracta y muy rigurosa, como se observa por ejemplo en la teoría del valor de Ge-rard Debreu publicada en 1959, que mantiene esa rigidez que parece desa-fiante a la economía tradicional, pero que de hecho no es una desviación de las posturas tradicionales básicas. Otros economistas más radicales sostienen incluso que con la escuela neoclásica se produjo un retroceso, Paul Sweezy afirma “que la economía había dejado de ser prácticamente una ciencia en la época de lo que se puede llamar “revo-lución marginalista” de 1870, convir-tiéndose en una ideología apologética. No fue por una exigencia de fidelidad a la realidad que se instrumentalizó más el equilibrio, la armonía y el gradualis-mo, sino por necesidad de la burguesía de petrificar y justificar un sistema que en absoluto era armonioso, equilibrado o gradual.”18

Aún más, frente a este empeño de hacer la ciencia económica a imagen y semejanza de las ciencias físico-matemáticas, se perdió de vista que los principios que soportan las cien-cias sociales no están sujetos a rigide-ces ni a datos inamovibles por lo que son diversos a aquellos que sirven de base a la física newtoniana y, por supuesto, a la geometría euclidiana. Dado, a que en las ciencias sociales los fenómenos no proceden de idén-tica forma a las ciencias naturales, porque la naturaleza de las institu-ciones sociales, la forma en que se interrelacionan y el modo en que la gente interactúa y se relaciona, es-tán sujetas a cambios continuos. Tal como señala Engels,19 las “así llama-das leyes económicas no son leyes eternas de la naturaleza, sino leyes históricas que aparecen y desapare-cen”. Por lo tanto, debe ser rigurosa-mente relativizada la afirmación de leyes universales en la economía.

Asimismo, los conocimientos de la física moderna20(teoría de relativi-

18 Sweezy, Paul, The Revieuw of Radical Political Economics, vol.II, número1, 1970. P.8.

19 Carta de F. Engels a Lange de 29 de marzo de 1865. Cita tomada de R.L. MeeK, (ed.), Marx and Engels on the population Bomb (Berkeley, 1971), p.85.

20 La física moderna se considera a partir de la teoría de la relatividad, de la mecánica cuán-

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Dogmatismo epistemológico en economía

dad, mecánica cuántica y teoría del caos) que se iniciaron a finales del siglo XIX, han puesto en cuestión el carácter absoluto y universal de las categorías de espacio, tiempo, sus-tancia, fuerza y, en general, de los juicios sintéticos a priori de Kant so-bre los que se basaba las pretensiones de universalidad de la mecánica y la geometría de su época. Y si todavía se admite la creencia en la universa-lidad de las categorías y principios en que se basa la ciencia económica, no es tanto en razón de sus cualidades intrínsecas, como porque ocupan un lugar central en la ideología que si-gue dominando el mundo industrial. La economía como lo señala Stigler: “ha evolucionado como una apolo-gía a las instituciones capitalistas en desarrollo y continúa apoyando tales instituciones.” 21

Por otra parte, el hecho de que a los economistas contemporáneos les parezca similar el mundo actual al de los días de Adam Smith, es un tributo a la supremacía de las fuerzas intelectuales puramente positivistas y, más que un tributo a su objetivi-dad es una ejemplificación de su falta de contacto con la realidad, lo que ha conllevado a rechazar dogmáti-camente las críticas a sus políticas impertinentes que se desprenden de su modelo.

Modelo neoliberal En la actualidad el dominio teó-

rico-económico lo ejerce la deno-minada escuela de Chicago que ha

tica y de la teoría del caos. Las dos primeras tienen como idea principal la probabilidad de que la materia, a nivel microscópico tiene com-portamiento variable cuando las partículas se mueven a velocidades cercanas a la luz. Estas cantidades (longitud, masa, tiempo, etc,) eran invariables en la física clásica. También se ha definido el caos como la ciencia de la totalidad, pues, frente al reduccionismo y la superespe-cialización de las ciencias, el caos opone su espíritu integrador y universalista. La nueva ma-temática asociada a la teoría del Caos está per-mitiendo ahondar en el estudio de los sistemas complejos en condiciones que se encuentran lejos del equilibrio, es decir, de un modo mucho más acorde con la realidad de la naturaleza y de los modelos matemáticos que la han estudiado hasta ahora. Por eso, autores como LLya Prigo-gine y Michel Serres, plantean que la asunción del caos como clave cognoscitiva no puede ser entendida como la simple expansión de las po-sibilidades explicativas del conocimiento sino, mucho más allá, como una posibilidad de re-consideración de las relaciones del hombre con la naturaleza a través del conocimiento.

21 Stigler, George, “The Politics of Political Econo-mists”, Quarterly Journal of Economics (1965), pp. 522-32.

impuesto en el mundo su política neoliberal, y que por sus principios se corresponden y se ajustan a la tradi-ción clásica-neoclásica más amplia. La perspectiva de este enfoque es una variante del neoclasicismo y se conoce como el “nuevo clasicismo”. Sus principales representantes son: Milton Friedman, Frederich A. Von Hayek, Gary Becker, Robert Lucas, entre otros.

Dentro de este enfoque se pueden distinguir dos vertientes principales. La primera, conocida como moneta-rismo friedmaniano, dedicada al estu-dio de una economía de mercado ce-rrada, y su propósito es dar respuesta a los problemas macroeconómicos de inflación y desempleo, esto es, al equi-librio interno. Milton Friedman ha sido su principal promotor, rehabilitando la teoría cuantitativa clásica, a través de la teoría cuantitativa moderna del dinero, la cual constituye la “piedra angular” de la argumentación de la teoría y política macroeconómica de este enfoque. La proposición básica de esta versión moderna se encuentra en el “aforismo” de Friedman de que la inflación es, en todo lugar y en todo momento, un fenómeno monetario.

La otra vertiente representada por Robert Lucas, cabeza de otro grupo de la escuela de Chicago, ha estudia-do la teoría cuantitativa moderna de Friedman con el enfoque de expecta-tivas racionales y el resultado ha sido la construcción de un modelo mo-netarista extremo, que en la práctica significa volver al modelo clásico, a tal grado que James Tobin lo ha “bau-tizado” como la “Nueva macroeco-nomía clásica.”22

Se le llama así, porque en verdad está basada en dos supuestos fun-damentales de la economía clásica: que los diversos agentes económi-cos optimizan y que los mercados se ajustan automática, instantánea y continuamente.

Estos economistas suponen que los agentes económicos no sólo co-nocen perfectamente el efecto de cualquier política monetaria o fiscal en la demanda agregada, sino que además conocen sus relaciones eco-

22 Tobin, James, La nueva economía. Diez años después. Ver: en Irastorza Revuelta, Javier Po-lítica, Política Economica, Edit, Confederación Española de Cajas de Ahorro, Madrid, 1979. P. 161.

nómicas y toman en cuenta los cam-bios de política. De allí que, como todos los agentes económicos tienen las mismas expectativas, el proceso de ajuste es automático, tanto en el mercado de trabajo (salarios) como en el mercado de bienes y servicios y en el monetario. Esto supone que los agentes económicos no come-terán errores sistemáticos evitables y, por consiguiente, las expectativas son esencialmente iguales a las pre-dicciones realizadas con base en la información disponible y en la teoría económica del modelo.

Los interrogantes que surgen son: ¿Qué tipo de predicciones pueden darse cuando la información disponi-ble en el momento está equivocada o parte de supuestos erróneos, como sucede a menudo?, ¿De qué servirá la información presente en un mundo de “incertidumbre” para predecir el futuro? ¿Cómo funcionan las expec-tativas racionales en una sociedad donde prevalece la asimetría de la información?

Indudablemente, el modelo tie-ne como trasfondo rechazar la in-tervención del estado en la política macroeconómica. Si las expectativas se forman racionalmente, las medi-das de política económica sobre la demanda agregada son previstas y no afectarán la producción real o el empleo, ni siquiera en el corto plazo. Esta conclusión es muy importante porque devela lo inútil de la política económica orientada a estabilizar la producción y el empleo planteada en este enfoque.

También es necesario advertir que la racionalidad del homo económicus planteado por Adam Smith y retoma-do por los neoclásicos y neoliberales como uno de los principios rectores de la que se derivan las demás pre-misas dista mucho de ser algo obje-tivo, desvinculado de juicios de valor y posiciones éticas, como sostiene recurrentemente el premio nobel de economía Milton Friedman (1976), arquetípico positivista de los neolibe-rales contemporáneos, que predican que la teoría económica tiene como función principal describir el mundo tal como es y no como debería ser, descalificando el papel del sujeto en el proceso del conocimiento y, califi-cándolo como agente neutral.

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En este momento es importante ubicar algunos principios epistemoló-gicos fundamentales de la Escuela de Chicago:23

• Conducta de optimización: esta es-cuela hace hincapié en el principio neoclásico de que las personas tra-tan de maximizar su bienestar; es decir, deciden optimizar su conduc-ta en el momento de las decisiones. La unidad económica básica es el individuo. Los individuos se com-binan en unidades más grandes, fa-milias, grupos de intereses políticos, organizaciones de negocios, como una forma de obtener ganancias de la especialización y del inter-cambio. Las personas hacen elec-ciones racionales, aun cuando esas elecciones no siempre producen los resultados esperados. Los bene-ficios y los costos se maximizan y minimizan en el punto en el que el beneficio marginal es igual al cos-to marginal. Los consumidores, los trabajadores y las empresas respon-den a los incentivos monetarios.

• Los precios y los salarios observa-dos en general tienden a ser buenas aproximaciones de los competitivos a largo plazo: los precios y salarios reflejan los costos de oportunidad para la sociedad. Las divergencias entre los precios reales y competi-tivos, causados por el monopolio, en general son insignificantes. Los precios de monopolio persisten a largo plazo sólo en los casos don-de el gobierno bloquea el ingreso competitivo. El establecimiento de derechos de propiedad claros y el estimulo de las negociaciones pri-vadas minimizan las externalidades.

• Orientación matemática: Este en-foque depende en gran parte de la teoría matemática y utiliza tanto el método marshalliano del equilibrio parcial como el enfoque walrasiano del equilibrio general, característi-co del enfoque neoclásico. Se hace hincapié en la verificación empírica.

• Énfasis monetarista: la economía se ajusta y regula ella misma. Las severas recesiones y depresiones resultan de una política monetaria inapropiada, no de los cambios au-tónomos en el gasto. Los cambios

23 Stanley L. Brue-Randy R. Grant, Historia del pensamiento económico. Edit, Cengage Lear-ning, Mejico, 7 edición, 2008. P. 493.

en las existencias de dinero causan cambios directos en PIB (Producto Ineterno Bruto) y en la inflación, en vez de operar exclusivamente me-diante tasas de interés financieras. La política fiscal por lo general es inefectiva, a menos que vaya acom-pañada de cambios en la oferta de dinero, e incluso en este último caso es impotente en presencia de expectativas racionales. La teoría de la inflación o presión del costo del vendedor es errónea, debido a que la inflación es siempre y en to-das partes un fenómeno monetario. Este punto es un rechazo total al modelo keynesiano.

• Gobierno limitado: el gobierno es inherentemente ineficiente como agente para lograr objetivos que se puede satisfacer mediante el inter-cambio privado. El mercado es el mejor asignador de recursos, y por lo tanto beneficia a la sociedad en general.

• Costo en bienestar social: todo im-puesto, subsidio, precio máximo o precio mínimo crea un costo en bienestar social real y cuantificable.

• Libre Comercio internacional: la globalización económica es el único camino efectivo para lograr el desarrollo porque genera más empleo y, el medio para lograr tal prosperidad son las ventajas com-parativas propuesta por David Ri-cardo en el siglo XIX.

Estos postulados se condensaron en el llamado Consenso de Washing-ton, el cual comprende el conjunto de creencias ideológicas y conviccio-nes teóricas que comparten la tecno-cracia de las instituciones financieras multilaterales, y la tecnocracia y los políticos de los gobiernos nacionales que manejan las relaciones con estas instituciones multilaterales.

Combina sobre todo la fe neo-liberal –el dogma según el cual los mercados libres siempre asignan me-jor los recursos, la intervención es-tatal es indeseable y por tanto debe minimizarse-, y albergando las polí-ticas prioritarias en la agenda del FMI (Fondo Monetario Internacional) y el BM (Banco Mundial): la austeridad fiscal, la privatización, la flexibili-zación laboral, la independencia de la banca central y la liberación co-

mercial y financiera. La imposición de estas políticas se realizó a través de los denominados programas de ajustes a partir de la década de los setenta del siglo pasado debilitando y destruyendo sistemáticamente los proyectos nacionales y, afectando severamente a la mayoría de la po-blación de los países subdesarrolla-dos, y recorre hoy algunas naciones que integran la Unión Europea con el fin de desmontar el Estado social de derecho y la calidad de vida que sus ciudadanos han conquistado con luchas sociales desde tiempo atrás.

Los programas de ajustes develan que el modelo neoliberal no sólo se circunscribe al campo de la teoría económica y monetaria, sino que también es un programa ideológico que propugna por una reforma políti-ca antidemocrática. Las tesis según la cual; la libertad económica es prerre-quisito de la libertad personal y polí-tica, el capitalismo de libre mercado conduce por sí mismo a la democra-cia, y la participación del Estado en la economía al totalitarismo, tiene su origen en la obra clásica de Friederich Von Hayek, Camino de servidumbre, publicada en los primeros años de la década de 1940. Entre sus fuentes principales y, de la que más se nutre, se encuentra el ala conservadora del liberalismo de Inglaterra representa-do por Edmund Burke y Lord Acton, duros críticos de los principios en la que se basó la Revolución Francesa.

Anacronismo Económico y Epistemológico

El análisis sobre los principios y postulados en la que se basa el mo-delo neoliberal indica que esta es-cuela es más de lo mismo, no sólo ha estado fundamentado en las premisas epistemológicas deterministas y me-canicistas del paradigma newtoniano del siglo XVII, cuyo propósito es se-guir sustentando el orden económi-co natural tanto del equilibrio como de la armonía, sino que ha introduci-do con mayor fuerza los postulados de la economía clásica, preconizan-do estrictamente la vuelta a la ley de Say, entre cuyos fines explícitos inmediatos es difundir y legitimar la creencia de que el mercado libre es la única e irremplazable opción de bienestar de las personas y de los países para alcanzar el desarrollo

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Dogmatismo epistemológico en economía

económico; al igual que rechazar al-guna posibilidad de implementar el estado benefactor y regulador.

Una de las tantas críticas que se hacen a este modelo es su carácter anacrónico y anticuado, debido a que no responde a las necesidades requeridas por la sociedad actual. Es importante recordar, ideológicamen-te que el liberalismo económico clá-sico fue útil y funcional porque sirvió para legitimar el traspaso de poder en el que ejercía el dominio la aris-tocracia laica y religiosa, dueñas de la tierras como herederas del feuda-lismo, hacia el nuevo mando de los burgueses mercaderes e industriales, movilizadores de recursos que el po-der anterior tenía inmovilizados.

Ahora han emergidos nuevos gru-pos con altos poderes, entre los que sobresalen grandes financistas y espe-culadores, y en el que el poder último ya no está en manos de gobiernos na-cionales, como sí en los grandes cen-tros de decisión supranacional; don-de la economía real ha dado paso a la economía especuladora, en la que esos grupos obtienen extraordinarias ganancias en el mercado bursátil y en el mercado financiero, y en donde crece el desempleo, la informalidad y la pobreza de las gentes.

Esos efectos reales son las razo-nes que han llevado a sostener la crisis tanto en la práctica como teó-ricamente del paradigma económico neoliberal, lo que sugiere su ilegiti-midad y su falta de pertinencia, dado que la profundidad y complejidad de los problemas de hoy no pueden ser resueltos con formulas y teorías del siglo XVIII. Un saber es legítimo por su capacidad para conjugar teoría con la práctica a través de un meta-discurso en el que las instituciones que administran dichos saberes pue-dan ser percibidas como el producto de un conocimiento válido. Su falta de pertinencia se manifiesta en el va-cío y ausencia para resolver satisfac-toriamente los problemas que aque-jan a la sociedad actual.

Conclusiones: En resumen, este apretado recorri-

do histórico e ideológico del mundo capitalista moderno pretende contri-buir a sensibilizar y retomar activa-mente el debate acerca del carácter

dogmático del paradigma epistemo-lógico de la ciencia económica que se inicia con Smith. Ese intento ten-diente a demostrar la existencia del equilibrio y de la armonía conforme a las leyes del universo como lo des-cribió Newton, conllevó a la forma-lización y a la “fisicalización” de la economía y a la pretensión de que la economía imitara a la física. La con-secuencia de esa aspiración ha sido el abuso de los modelos formales, el abuso de las matemáticas, la exage-ración de la capacidad analítica de las matemáticas para explicar los fe-nómenos económicos.

En realidad, la teoría del equili-brio general walrasiano y su corre-lato: el proceso de formalización y fisicalización, condujo a la presun-ción de que resolviendo problemas matemáticos se estaba resolviendo problemas económicos, lo cual evi-dencia un gran error. De esta mane-ra, la profundización de las técnicas matemáticas ha limitado el ámbito de investigación y hace más difícil y confuso el examen del propio para-digma en las ciencias sociales.

En presencia de las nuevas concep-ciones epistemológicas y científicas en las ciencias físicas modernas, nos en-contramos inmerso en una verdadera revolución conceptual y una vez están

siendo modificadas las ideas que tenía el científico sobre el espacio, el tiempo, la materia, la energía y la estructura del universo. Simultánea-mente con la teoría de la relatividad de Einstein, la cual tiene una concep-ción más avanzada que la newtonia-na, y que la supera dialécticamente; una de las afirmaciones más impor-tante para destacar en este contexto es el principio de indeterminación o de incertidumbre formulada por Werner Heisenberg en la teoría de la mecá-nica cuántica que muestra que “no se pueden predecir los acontecimientos futuros con rigurosa exactitud ni si-quiera se puede medir el estado pre-sente del universo en forma precisa.”24

Sin embargo, esta revolución cien-tífica y conceptual que prosigue su curso según Stephen Hawking, no ha podido alcanzar todavía el campo de la ciencia económica, que sigue repro-

24 Heisenberg, Werner, ver en Hawking W. Ste-phen, Historia del tiempo. Edit, Crítica. Barce-lona, 1989. P.83.

duciendo a escala interna el paradigma de la mecánica clásica; modelo que sirve de base para avalar la creencia en el “crecimiento económico” como única alternativa para superar el ince-sante aumento de la brecha entre ricos y pobres en un espacio donde la bios-fera y el mundo son finitos.

La crisis de sistema por la que atra-viesa el capitalismo de manera recu-rrente en los últimos años, caracteri-zada según Manfred Max Neef25 por el crecimiento exponencial del cam-bio climático entrópicamente induci-do que afecta a todas las regiones del mundo, por la extensiva disminución de recursos fundamentales para el bienestar humano, como agua fresca, recursos genéticos, bosques, pesque-ría, vida silvestre, suelos, arrecifes de coral y otros, por el fin de la energía barata con dramáticos efectos en la sociedad, y por último por la explo-sión de la gigantesca burbuja especu-lativa que ha llegado a ser más de 50 veces mayor que la economía real de intercambio de bienes y servicios, no puede ser resuelta por el paradigma en cuestión dado que este se ha ses-gado a soluciones de problemas ma-temáticos más que económicos.

Existe un creciente consenso en determinar sus causas profundas en su propio aparato conceptual, mo-delo que propende desaforadamente por el crecimiento económico a cual-quier costo y estimula la acumula-ción y la codicia corporativas; por el uso incontrolado de los combustibles fósiles precisamente para facilitar el obsesivo crecimiento económico; por la promoción del consumismo como presunta ruta hacia la felicidad; por la destrucción de culturas tradicionales y su consecuente pérdida de cosmo-visiones, lenguajes y valores distintos a la de la cultura dominante, etc.

Por estos motivos se hace nece-sario, plantear un nuevo enfoque al-ternativo de desarrollo y de reflexión económica que sustituya en sus prsu-puestos epistemológicos el dogma mecanicista del desarrollismo, como problema fundamental actual. En las nuevas propuestas sobre el desarrollo en el ámbito de América Latina es in-

25 Manfred, Max Neef, El mundo en rumbo de colisión, conferencia dictada en la Universi-dad Internacional de Andalucía en Madrid, 2008. Verse en http://www.youtube.com/watch?v=BaAzKHV2ku4.

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teresante examinar algunas reflexio-nes que se han venido haciendo en el marco de esta renovada postura. Para citar algunas, Jordi de Cambra26, expone algunas de lo que serían las bases teóricas para una reconceptuali-zación del desarrollo: Contra el deter-minismo histórico: el papel del sujeto humano como hacedor de su propia historia; contra el cambio evolutivo, parcial, reformista: cambio cualitati-vo, radical; contra el fin de la historia y del progreso: la utopía realizable.

Para, Arturo Escobar27 que investi-ga acerca de lo que él denomina una “era post-desarrollo”; plantea que el desvelamiento del desarrollo como discurso históricamente determina-do apunta a “contribuir a liberar el campo discursivo para que la tarea de imaginar alternativas al desarrollo pueda comenzar”; se versa de que “el proceso de deconstrucción y des-mantelamiento esté acompañado por otro análogo destinado a construir nuevos modos de ver y actuar”. A su vez, agrega que no se puede despre-ciar el aporte de las etnografías lo-cales en dichas tareas. Otros autores dentro de esta dirección señala que el nuevo proyecto podría enfocarse estratégicamente en la acción colec-tiva de los movimientos sociales: és-tos no sólo luchan por bienes y servi-cios sino por la definición misma de la vida, la economía, la naturaleza y la sociedad. Se trata en síntesis, de luchas culturales.

Se proyecta entonces, el nuevo en-foque sobre el desarrollo como una construcción socio-cultural múltiple, histórica y territorialmente determina-da. En la que se muestre un alejamien-to con el concepto de crecimiento y, que lo colocan en un contexto mucho más amplio que la economía, en el que se reconozca como esencial también lo subjetivo, lo valórico, lo intangible, lo holístico, lo sistémico, lo recursivo, lo cultural, para citar sólo algunas de las características que se le atribuyen a un desarrollo societal que reemplaza la de desarrollo económico.

26 De Cambra Bassols, Jordi, “Desarrollo y sub-desarrollo del concepto desarrollo: elementos para una reconceptualización”. En el resigni-ficado del desarrollo. Buenos Aires, centro de ediciones gráficas y audiovisuales de fundación Unida, 2000. P. 110.

27 Escobar, Arturo, La invención del Tercer Mun-do: construcción y deconstrucción del desarro-llo. Edit, Norma. Bogotá, 1996

Uno de los grandes problemas de la filosofía actual en el contexto de esta disciplina, según el filósofo Vitto-rio Mathieu, es el de su propia iden-tidad como filosofía. La complejidad del panorama filosófico contempo-ráneo hace necesario una desnacio-nalización de la filosofía misma para ahondar en la diversidad de la proble-mática que hace surgir la misma re-flexión filosófica, en la esperanza de que ninguna de las opciones se arro gue restrictivamente el titulo de filoso-fía. De la misma manera, se propone una revisión del paradigma económi-co dominante teniendo en cuenta la diversidad de problemas que aquejan a distintas sociedades con cultura e historia especifica y concreta.

La teoría de la complejidad que ha emergido en las últimas décadas desarrollada fundamentalmente por Edgar Morin28 implica y exige un abordaje distinto de la realidad y del

mundo que ha sido predominante en la tradición occidental. Esta nueva actitud consiste esencialmente en la apertura de cada ciencia y/o disci-plina a otras ciencias y a la filosofía misma en su esfuerzo por compren-der los problemas y en la búsque-da de soluciones a los mismos. Esta apertura a otros saberes, conceptos, categorías e instrumentos, significa el reconocimiento de la pluralidad de la complejidad que reconoce que los problemas no tienen generalmente una única solución o respuesta como lo admite el determinismo causal clá-sico, sino que existe más de una solu-ción posible, en la que puede darse el hecho de que una sola causa puede tener más de un efecto y, de otra par-te, que varias o múltiples causas pue-den producir un solo y mismo efecto.

28 Morin, Edgar, Introducción al pensamiento complejo. Edit, Gedisa. Barcelona, 1994.

Esto implica que la dinámica de los sistemas no es lineal, son a veces caóticos y estables lejos del equili-brio tradicionalmente conocido. Por consiguiente, insinúa la construcción de paradigmas sociales que sean ca-paces de tratar la variedad y las dife-rencias en múltiples facetas, no tanto ajustando o modificando sus paráme-tros, sino más bien dando cabida a la sorpresa, a la impredecibilidad, a la movilidad y al cambio de jerarquías de sus variables o componentes.

En este contexto de crisis del siste-ma y crisis de paradigma que colap-sarán irreversiblemente hará emerger sin duda dialécticamente nuevos pa-radigmas en la que se aspira a que América Latina basada en su proceso histórico y en su realidad concreta construya con la participación de todos los saberes un enfoque epis-temológico que validado cognitiva-mente otorgue visibilidad y credibili-dad a los ejercicios cognitivos de las clases, de los pueblos y de los grupos sociales que han sido históricamente excluidos, oprimidos y sometidos por las políticas de los países desa-rrollados. Con vocación holística que integre sociedad y naturaleza, que reconozca e identifique las re-laciones desiguales de poder-saber que subyacen a las epistemologías dominantes y dogmáticas que no re-conocen el carácter racional a todas las formas de conocimiento que no se pauten con sus principios episté-micos y por sus reglas metodológicas.

Un nuevo paradigma que formu-le una línea de quiebre que induzca a luchar contra todas las formas de autoritarismo como requisito funda-mental para superar esas relaciones de poder y de proponer transfor-maciones sociales autenticas. Este paradigma no puede estar sesgado a componentes estrictamente cien-tífico, sino tiene que ser también un paradigma social donde se reconoz-ca su identidad, su cultura, su his-toria, donde pueda realizarse el an-helado proyecto de una vida digna, incluyente y soberana, en un medio ambiente descontaminado, limpio y sano, donde pueda superarse la dico-tomía entre ciencias naturales y cien-cias sociales.

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Bolívar: pensamiento y genio

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¿Hemos entrado en una nueva era?

DECLARACIÓN POLÍTICA DEL COMITÉ PATRIÓTICO NACIONAL

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Marcha Patriótica

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Durante los días 1 y 2 de ju-nio, deliberó en la ciudad de Bogotá, el Comité Pa-

triótico Nacional. Luego de analizar las principales tendencias del mo-mento político actual y las tareas que se le imponen al movimiento social y popular, DECLARAMOS:

1. El consenso del bloque en el po-der, que ha servido de sustento al proyecto hegemónico impuesto por las clases dominantes, mues-tra en forma creciente fisuras y tendencias al agrietamiento. En el horizonte político se avizora un reacomodamiento que, sin renun-ciar a los propósitos estructurales de la estrategia de acumulación y de dominación de clase, busca darle nuevos aires a las políticas gubernamentales para revitalizar el proyecto político-económico neoliberal que ha imperado en el país durante la últimas décadas. Las disputas en el campo de la

derecha colombiana no deben menospreciarse. Son recurren-tes los signos de desmarque del gobierno de Santos frente a las facciones militaristas y de ultra-derecha, así como las reacciones de éstas para preservar el poder construido. Aún está por verse si se rompe en forma definitiva la alianza criminal construida entre sectores de las élites económicas y políticas tradicionales con po-deres emergentes, terratenientes, narcotraficantes y paramilitares, a la que se sumaron empresas transnacionales y del interior.

2. Además de los factores económi-cos y políticos en juego, las dis-crepancias no antagónicas en los sectores dominantes se refieren al tratamiento del conflicto social y armado. Mientras que los secto-res militaristas y de ultraderecha le siguen apostando a la exclu-siva vía de la solución militar, el

gobierno de Santos mantiene un discurso ambivalente en el que se conjuga la pretensión militaris-ta de una paz de los vencidos, a través de la implementación del Plan Espada de honor, con el de-sarrollo del llamado marco jurídi-co para la paz, que busca reducir la solución al conflicto a temas de favorabilidad política, repre-sentación en el Congreso y am-nistías o indultos. En sentido es-tricto, se trata de la prolongación de la solución militar por una vía jurídico-política. Paras las gentes del común y, en general, para el pueblo colombiano, ninguna de esas opciones es aceptable. La paz democrática con justicia so-cial está hoy más que nunca en el orden del día.

3. Los informes acerca de la acti-vidad regional y sectorial de las diferentes organizaciones y sec-tores populares que hacen parte

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¿Hemos entrado en una nueva era?

del proceso de Marcha, presen-tados a este Comité por los res-pectivos delegados, dan cuenta de un movimiento en pleno cre-cimiento y con toda la voluntad y el deseo de responder a las exigencias del momento político, para responder así a las deman-das de las gentes del común y del pueblo en general. En ese senti-do, avanzar en el fortalecimiento organizativo de Marcha se consti-tuye en tarea de primer orden. Sin dejar de lado la dinámica propia de nuestro carácter de movimien-to, hemos acordado la conforma-ción y lanzamiento de Consejos Patrióticos Departamentales, en todos los departamentos en los que actualmente hacemos pre-sencia, durante los días 19 y 20 de julio. En los casos en los que las condiciones lo permitan, tal conformación estará acompaña-da de una amplia movilización social y popular.

4. Frente a las pretensiones de una política de continuación indefi-nida de la guerra a través de la búsqueda de una solución militar, probada en forma fallida duran-te más de cinco décadas, aten-diendo los anhelos de paz de las gentes del común y del pueblo colombiano en general, y po-niendo en marcha los mandatos de nuestra Plataforma Política, hemos decido convocar durante los próximos meses la realización de Constituyentes regionales por

la Solución política y la Paz con justicia social. Tales constituyen-tes confluirán en una gran Asam-blea Nacional que se llevará a cabo en el mes de noviembre. Reiteramos nuestra voluntad de apoyar y acompañar o de reali-zar conjuntamente toda iniciativa conducente a la búsqueda de una salida política al conflicto social y armado, surgida de los diferentes sectores del campo popular.

Convocamos también a desarrollar un Gran Debate Nacional por la Paz y la Solución Política, como espacio de intercambio entre los más amplios sectores sociales y las partes involu-cradas en el conflicto social, político, económico y armado, con el fin de considerar sus diferentes perspectivas y enfoques sobre la solución política y avanzar en la conceptualización y construcción de alternativas para al-canzarla. Sólo la discusión franca y abierta abrirá los caminos de la paz con justicia social, única forma de la paz duradera.

5. En la perspectiva de fortalecer sectores sociales de vital impor-tancia a nivel nacional, dotándo-los de propuesta programática, organizativa y de movilización, convocamos a participar del Ca-bildo Nacional Juvenil y al En-cuentro Nacional de Trabajado-res y Sindicatos Clasistas, a rea-lizarse durante el mes de agosto. De igual manera, convocamos a la realización del Cabildo Nacio-nal de Tierra, territorio, recursos

naturales y ambiente a realizarse durante el mes de septiembre.

6. Frente a la continuación y profun-dización de las políticas neolibe-rales durante el actual gobierno; la continua entrega de nuestra riqueza natural al capital trans-nacional; la depredación y des-trucción socioambiental y la des-trucción de nuestras fuentes de agua, impuestas por la extracción de hidrocarburos, la gran minería a cielo abierto, la masiva gene-ración de energía hídrica para la exportación y la producción de agrocombustibles; el creciente menoscabo de nuestra autono-mía y soberanía alimentarias; y el deterioro de las condiciones estructurales de vida y de traba-jo de las gentes del común y del pueblo en general, convocamos a todos los sectores sociales y po-pulares, a los diferentes procesos políticos y movimientos sociales a la organización, preparación y realización de un gran PARO NA-CIONAL POR LA SOBERANÍA, LA TIERRA Y EL TERRITORIO, CONTRA EL MODELO ECONÓ-MICO IMPERANTE. Invitamos a que la primera expresión de ese propósito se lleve a cabo el próximo 12 de octubre, Día de la Dignidad.

7. Reiteramos nuestro llamado a todos los procesos políticos y sociales, comprometidos con las causas de las clases subalternas, así como a todos aquellos sec-tores sociales y populares que así lo estimen, a aunar esfuerzos para avanzar hacia el más amplio proceso de unidad popular capaz de generar las condiciones para producir el cambio político que requiere con urgencia nuestro país, con miras a la superación del modo de vida y de produc-ción imperante.

Hemos puesto en Marcha nuestro Corazón.

Seguirá en Marcha la Esperanza, para alcanzar en Marcha la Dignidad.

¡Avanza la Segunda y Definitiva Independencia!

Bogotá, 2 de junio de 2012.

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Declaración política del comite patriótico nacional

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“ECUADOR AMA LA VIDA”

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Jhon Jairo MontielColombia

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¿Hemos entrado en una nueva era?

En un mundo convulso, cuyas transformaciones se están realizando cada que el pla-

neta alcanza una rotación sobre su eje imaginario y en ese bamboleo, la amenaza bélica de países poderosos sobre otros más chicos, porque los pulgarcitos reivindican el derecho a la autodeterminación de los pueblos, es decir, que los convenios de Argel sean pan y vino para todos. En ese contexto, Ecuador reivindica el “amor a la vida”, mientras Siria es acorralada por el occidente imperial y Libia fue destruida por la invasora OTAN y la bella Persia, la civilización de la geo-metría, es emboscada con el cuen-tico del pastorcito mentiroso de las famosas armas nucleares, como si el vecino criminal del estado Israelí no poseyera las armas que nos llevarán al cataclismo de Damocles (al decir de García Márquez).

Mientras ocurre el belicismo a ul-tranza, un país fundador de la liber-

tad11 en Nuestra América se erige como un ejemplo de transformacio-nes del mundo político, jurídico, cul-tural, social y económico.

En el preámbulo de la constitución aparece un primer síntoma de cam-bio fundamental. La primera frase de la carta Magna expresa:

“Nosotras y nosotros, el pueblo soberano del Ecuador”2 Este inicio es extraordinario. Una segunda in-dependencia y descolonización ha echado a andar. Mientras el mundo liberal heredado por nuestras repúbli-cas, excluyó a las mujeres del mundo político para mantenerlas en el mun-

1 En la provincia de Esmeraldas, en 1533 un barco arribó de Panamá, de esa nave huyeron, luego de una tormenta, los negros esclavos que venían a sacar oro. Huyeron por entre la manigua y empezó “el estado natural de la libertad”. Luego vendría san Basilio de Palenque y el gigante Hai-tí. Pero en Ecuador el grito de libertad del negro tronó por entre las selvas de lo que antes sólo se conocía como Pacha Mama o Abya Yala.

2 Preámbulo de la constitución del Ecuador.

do privado o en la explotación de la factoría, y fue tan fiero con ellas a tal punto que a Olympia de Gouges, la autora de los derechos de las muje-res, la guillotinaron por “tan fiera osa-día” en la Francia liberal.

Mientras eso ocurre en el “civiliza-do occidente”, la revolución ciudada-na, impulsada por el eminente econo-mista Rafael Correa incentiva, como precepto de apertura de la nueva es-tructura jurídica del país de Manuelita Saenz, a las mujeres como eje, como centro de la vida no sólo familiar sino de la vida social.

Empiezan, entonces, los ecuatoria-nos a pagar una deuda histórica con la humanidad vejada, vilipendiada y sometida, las mujeres, con las cuales se ha decidido cambiar el mundo tal como lo expresan las palabras del mismo Correa: “Hemos entrado en un cambio de época no en una época de cambios.”

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“Ecuador ama la vida”

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La primera constitución del mun-do que concretiza la lucha por el re-conocimiento de las mujeres. Ese es un aporte fundamental, reconocer en el orden constitucional a la otra mitad del mundo.

Empero eso es simplemente el inicio. Hay que decir que Ecuador es revolucionario en otros factores tam-bién centrales en la vida de la huma-nidad, gracias a la transformación de la carta política.

Por primera vez aparece la pacha mama o la madre tierra, reconocida como sujeto de derechos. La tierra al-canzó en Ecuador un éxtasis creativo. El pensamiento milenario logró expresar su saber de mundo profundo. La tierra es madre y posee derechos, es la última generación de derechos conocida que va más allá del simple ambientalismo y de las normas regulato-rias existentes. Está acom-pañada de una iniciativa única en la existencia de este mundo industrial destructor de la vida, del hábitat y del ser humano.

La iniciativa del Ya-suní-ITT. El lugar de par-ques naturales en donde se halla una bolsa de petróleo que el gobierno promete no extraer para evitar el aumento de la contaminación del pla-neta es un lugar con las siguientes características:

“Ecuador es uno de los 19 países Mega diversos que tiene en su territorio una parte de la selva Amazónica a la que la consideran como Patrimonio Nacional de la Hu-manidad por la UNESCO y actual-mente en votación para ser declarada una de las 7 maravillas del mundo por su laboratorio natural que ofrece la oportunidad de aprender sobre sis-temas tropicales como es la Reserva Mundial de Biosfera Yasuni,

(…) El Parque Nacional Yasuni fue creado en 1979 y forma parte de las 25 reservas de Biosfera en el mundo las cuales poseen la mayor biodiver-sidad biológica del mundo donde habitan importantes comunidades

ancestrales como los Huaoranis y que incidieron en la declaratoria de Reserva de Biosfera por parte de la UNESCO en 1989. Su superficie al-canza 982000 ha, lo que constituye la zona más extensa de Áreas Natu-rales protegidas de Ecuador, ocupa extensos territorios del Bosque Hú-medo Tropical de la Cuenca Amazó-nica Ecuatoriana, ubicada geográfica-mente entre las provincias de Napo y Pastaza, con rangos altitudinales que van de 300 a 600 metros sobre el ni-vel del mar. Su ubicación estratégica cerca de la cordillera de los Andes y la línea Equinoccial le da condiciones atmosféricas únicas en la Amazonia

con temperatura y humedades relati-vamente uniformes y elevadas”. 3

Proteger ese lugar del cobrando un impuesto a cada barril de petró-leo extraído en el mundo, es una idea grandiosa, algún día no haremos uso de los hidrocarburos como fuente energética esencial. Es la configura-ción de lo que mencionara, de mane-ra magistral, Eduardo Galeano:

“La naturaleza tiene mucho que decir, y ya va siendo hora que noso-

3 El Yasuní mucho más que una área protegida. Esperanza para emundo en un país peque-ño.http://mioplanet.org/el-yasun%C3%AD-mucho-m%C3%A1s-que-una-%C3%A1rea-protegida-esperanza-para-el-mundo-en-un-pa%C3%ADs-peque%C3%B1o

tros, sus hijos, dejemos de fingir que somos sordos. Y tal vez hasta Dios escuche el llamado que está saliendo de este país andino, y amplíe al déci-mo primer mandamiento, que olvidó en las instrucciones que nos dio allá en el Monte Sinaí: “amarás a la natu-raleza, de la cual eres parte”.4

El gobierno se ha comprometido con que no habrá extracción de hi-drocarburos en esa zona del Ecuador, si la humanidad sobre todo los países industrializados, se comprometen a pagar esa protección.

Empieza con ello una nueva forma de captar recursos para no detener el desarro-llo en el pueblo de Juan Montalvo y que contiene una mirada proteccionis-ta de la madre tierra. Pro-tección de la cual urgi-mos porque según los es-tudios sobre cambio cli-mático, la destrucción de los mares, el consumo de hidrocarburos, hoy esta-mos arribando al pico de todo lo existente, lo que nos llevará a un aserto espeluznante expresado en la cumbre de Río de 1992 cuya vigencia es superior al momento en que se dijo:“Una impor-tante especie biológica está en riesgo de desapa-recer por la rápida y pro-gresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”5

La cumbre de Río de este año 2012, contiene la desgracia que los países altamente industriali-zados no aceptan un mejoramiento de las condiciones de existencia del planeta y por ende de las condicio-nes de vida de los seres humanos. Su capitalismo verde es proclive a la continuidad de la destrucción del planeta, pues hasta la biomasa será recolectada para mover la industria y para cejar la sed de los consumidores más aviesos de la contemporaneidad: los vehículos.

4 Galeano, Eduardo. La naturaleza no es muda. S.f

5 Castro Ruz, Fidel. Discurso pronunciado en la conferencia de Naciones Unidas sobre medio ambiente y desarrollo, Rio de janeiro 12 de junio de 1992.

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¿Hemos entrado en una nueva era?

Mientras ello ocu-rre, Ecuador declara la existencia del Sumak Kausay, el buen vivir, como categoría funda-dora de la nueva épo-ca en la tierra de Euge-nio Espejo.

“Una nueva forma de convivencia ciuda-dana, en diversidad y armonía con la natu-raleza, para alcanzar el buen vivir, el sumak kawsay. Una sociedad que respeta, en todas sus dimensiones, la dig-nidad de las personas y las colectividades”.6

Este párrafo cons-titucional es sencilla-mente extraordinario, sintetiza la nueva for-ma de vida a la que se aspira construir en los años que se requiera; pero que ya ha empezado a desarrollarse con toda su fortaleza, sin desconocer los escollos que todo cambio contiene en su interior. Escollos que parten de que una constitución que reconocía a las mujeres y fueron ellas, por supuesto las de la élite que participaban en la constituyente, las que se antepusieron a la aprobación de la nueva carta po-lítica.

Y es un sector indígena el que se opone a los desarrollos de ese mismo documento. Claro hay que decir que también es el sector indígena coopta-do por la USAID y la pléyade de ONGs que financian a los que se opongan a los cambios que se están efectuando en Nuestra América. Esta apreciación es clara cuando se desenmascara el cerco informativo que han impuesto los medios de desinformación contra el presidente, cuya popularidad es la más alta del continente, 81%.

Sin embargo, ¿Ecuador ama la vida” sólo porque ha transformado su orden constitucional? Por supuesto que no. Hay que decir que los cam-bios sociales en el gobierno del pre-sidente Correa son impresionantes nada que ver con lo que ha maqui-

6 Constitución política Ecuatoriana

llado el neoliberalismo en sus labora-torios de Colombia, Chile, México, Perú y Costa Rica. En esos lugares hay inflación baja, crecimiento de la economía pero decrecimiento de la calidad de vida de las mayorías nacio-nales y baja capacidad de consumo por la precariedad de los salarios.

Algunas cifras podrían aproximar el análisis de por qué “Ecuador ama la vida”. En lo corrido del gobierno de Rafael Correa el índice de inflación se ha mantenido bajo 5,4% acumulado y el nivel de crecimiento económico muy alto7.8%. el aumento de las ex-portaciones no petroleras ascendió un 78%. Con esas cifras Ecuador se consolidó como la tercera economía con más crecimiento en el continente después de Argentina y Panamá.

En cuanto a los desarrollos so-ciales veamos algunos indicadores importantes que contradicen toda la fraseología barata del “mejor ministro de hacienda de América”, el que nos cree tontos a todos, Juan Carlos Eche-verry.

En educación el gobierno de Co-rrea desde el 2007 hasta el 2011 pasó de 1324 millones de dólares a 3376 millones de dólares. En salud 610 mi-llones de dólares a 1601 millones de dólares. En el sector agropecuario la

inversión de 207 a 330 millones de dólares. En transporte 570 millones a 1464 millones de dólares. Son cre-cimientos altísimos en el pago de la deuda social, que permitió cambiar las reglas del sistema financiero en cuanto a deuda y recuperarla para pagar la deuda social7.

Esos indicadores nos permiten entender por qué tanto odio con la revolución ciudadana, con el doctor Rafael Correa y con todo el proceso social que se desarrolla hoy en el país que ha inspirado la desaparición de la deuda odiosa y ha impulsado la au-ditoría de la deuda externa, algo a lo que las élites de los laboratorios que quedan del consenso de Washington tanto temen.

Igualmente Ecuador lidera dentro del ALBA, la propuesta del Banco del Sur y la Nueva Arquitectura Financie-ra como respuesta a las voracidades del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Intera-mericano de Desarrollo que son los instrumentos de dominación financie-ra para los paises y pueblos subdesa-rrollados.

7 Estas cifras fueron extraídas de una conferencia colgada en la página de la embajada que intitu-laron: Ecuador: Derechos humanos en la socie-dad del buen vivir.

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“Ecuador ama la vida”

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