M. A. Fernández, P. Stefanoni, M. P. Tello - Renovar la política, Chile, Bolivia y Perú

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EDITOR:

Jaime Ensignia

Renovar la poltica:Chile, Bolivia y PerAUTORES:

Mara de los ngeles Fernndez Pablo Stefanoni Mara del Pilar Tello

RenovaR la poltica: Hacia una nueva recomposicin programtica y social del progresismo y de la izquierda, los casos de Chile, Bolivia y Per

Friedrich-Ebert-Stiftung, 2011 Av.HernandodeAguirre1320ProvidenciaSantiago www.fes.cl Telfono:(+56-2)3414040Fax:(+56-2)2232474 Losartculosquepublicamossondeexclusivaresponsabilidaddesusautores y no traducen necesariamente el pensamiento de la Fundacin Friedrich Ebert. Se admite la reproduccin total o parcial de sus trabajos, como asimismo de sus ilustraciones, a condicin de que se menciones la fuente y se haga llegar copia a la redaccin. Derechos reservados ISBN:978-956-7630-34-9 Diseo y diagramacin: versin | producciones grficas ltda. Impreso en ChIle - prInted In ChIle

ReNovARLAPoLTIcA:Hacia una nueva recomposicin programtica y social del progresismo y de la izquierda, loscasosdechile,BoliviayPer

edItor:

Jaime Ensignia

Autores:

Mara de los ngeles Fernndez PabloStefanoni MaradelPilarTello

ndice

presentACIn: Jaime Ensignia I. poltICA progresIstA en ChIle: lA neCesArIA pero dIfCIl reConexIn Con el mundo soCIAl ............. Mara de los ngeles Fernndez II. BolIvIA: lA IzquIerdA renACe desde el CAmpo .................................. Pablo Stefanoni III. lA renovACIn de lA poltICA desde el progresIsmo ........................ Mara del Pilar Tello

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Presentacin

Porqu nos resulta tan difcil siquiera imaginar otro tipo de sociedad? Qu nos impide concebir una forma distinta de organizarnos que nos beneficie mutuamente? Estamos condenados a dar bandazos eternamente entre un mercado libre disfuncional y los tan publicitados horrores del socialismo? Nuestra incapacidad es discursiva: simplemente ya no sabemos como hablar de todo esto. Algovamal.tony Judt.

Tanto la incapacidad que constata, como el dilema que plantea el historiador ingls Tony Judt en la cita del libro indicado y que trascribimos como epgrafe de esta presentacin estn referidas a Europa y los Estados Unidos y, sin embargo, no hay que forzar las cosas para afirmar que reflejan la situacin de la poltica a nivel mundial, Amrica Latina incluida. Ello no implica desconocer que cada pas de la regin est intentando dar una respuesta coherente al dilema fundamental sealado por Tony Judt. esprecisamentelabsquedadelasuperacindelayasealadaincapacidad discursiva la meta que persigue la publicacin del libro que ahora colocamos a disposicin de los lectores. Renovar la poltica: hacia una nueva recomposicin programtica y social del progresismo y de la izquierda, los casos de Chile, Bolivia y Per, intenta entregar algunas luces de lo que podra denominarse el largo camino que estn recorriendo y por el cual deben seguir transitando los actores sociales y polticos vale decir los partidos y movimientos polticos progresistas deestostrespasesandinosparaarribaralaconstruccindeesenuevo tipo de sociedad del que habla Tony Judt. Esta publicacin, es el producto de un seminario tri-nacional que se llevacaboenlaciudaddeSanPablo,Brasil,entrelosdas28y29deoctubre del 2010. Los tres pases enviaron delegaciones polticas y sociales

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dealtonivel.elPartidoApristaPeruano(PAP)estuvorepresentadopor su secretario general, Bolivia por destacados representantes del MAS y el MovimientodelosSinMiedoychileestuvopresenteconunadelegacin polticadelPartidoporlaDemocracia(PPD),elPartidoSocialista(PS)y elPartidoProgresista(PRo). Este evento cont con tres estudios nacionales: el de Bolivia fue encargado a Pablo Stefanoni, economista, periodista y ex director de Le MondeDiplomatiquedeesepas;elestudiodePerlopresentMara delPilarTello,Dra.enDerechoycienciasPolticasyelestudiodechile estuvo a cargo de Mara de los ngeles Fernndez, cientista poltica y directoraejecutivadelaFundacinchile21. Los contenidos que el lector tendr a su disposicin a travs de esta publicacin virtual constituyeron el elemento provocador de un debate franco y de alto nivel poltico por parte de las delegaciones participantes, las que tuvieron la ocasin de entregar su visin nacional sobre el tema en cuestin. Adems, cada ponencia, fue comentada por representantes de los pases asistentes a este evento. De un modo u otro, los lectores constatarn, de que los autores de los respectivos estudios nacionales dan cuenta de la necesidad de un nuevo relato al que nos convoca Judt. Recogiendo el espritu de los debates que enmarcaron este seminario tri-nacional, se puede sealar que los respectivos estudios enfocan sus problemticas polticas nacionales con una visinsuperadoradeloquesedenominelnuevopensamientonico, imperante en las ltimas dcadas. De igual modo, los textos se alejan de la tpica confianza presuntuosa de la izquierda de los aos sesenta y principiosdelossetentadelsigloXX,endondesesealabanosotros sabamos cmo arreglar el mundo*. ParaeltrabajointernacionaldelasoficinasdelaFeSdePer,Boliviay chile,noesmenorelhechohistricodequedesdelaguerradelPacfico (1879)existeunprofundoquiebredelasrelacionesentreestospases. Pesealaexistenciadetratadosquerespaldaneltradicionalargumento chileno que seala que no hay tema histrico pendiente porque no hay problemalegal,existeunasituacindescritaporunpresidenteboliviano como:Haypazperonohayamistad.Desdehacemsde130aos,Boliviamantienesureivindicacinporunaccesotilysoberanoalmar.Per, a su vez, tampoco se conform plenamente con las prdidas territoriales.* Ver: Tony Judt: Algo va Mal,Santillanaedicionesgenerales,Madrid,2010,pgs.19y22. El historiador ingls Judt falleci el 6 de agosto de 2010 en New York.

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PReSeNTAcIN

Sibiennoexigeningunadevolucinterritorial,poneperidicamenteen dudaloslmitesentreambospases.existeundiferendumsobreloslmitesdeultramar,quePerllevantelacorteInternacionaldeJusticiade la Haya, lo que complica, a su vez, un entendimiento chileno con Bolivia. A menudo se cuestionan las importantes inversiones chilenas en territorio peruano, mucho menos por argumentos econmicos o legales que porconsideracionesdesoberananacionalfrenteachile,queseentiende como el adversario histrico. A la vez la poltica de modernizacin del material blico de las fuerzas armadas chilenas se observa con preocupacinporsusvecinos.Perotambinlasrelacionesentrelosantiguosaliadosdelaguerra,PeryBolivia,tienenunaimprontaqueenelmejorde los casos se puede describir con el trmino de indiferencia. Esta situacin constituye el problema geopoltico ms antiguo de Amrica Latina con secuelas importantes sobre el potencial desarrollo entre los tres pases. Sin embargo, y ms por defecto que por voluntad poltica, el occidente deBolivia,elsurdePeryelnortedechileconstituyenhoyunaregin conmltipleseimportanteslazoseconmicos,comercialesysociales. esta situacin descrita someramente, ha sido el marco de reflexin que ha motivado nuestro trabajo, como fundacin de cooperacin polticaalemanaenestostrespasesdelconoAndino.LaFeSporintermedio desusoficinasdechileyBoliviainiciafinesdelao2003actividadesbinacionales entre los actores polticos partidarios de ambos pases y desde 2007conlaintegracindelaoficinadePerysucontrapartepoltica,se inici el programa poltico tri-nacional como lnea de trabajo regional. El objetivo central fue aportar a una parcial distensin de las relaciones polticas en este nivel a partir de nuestro acceso y cooperacin con los partidos y movimientos polticos progresista de esta parte del continente de Amrica del Sur. Esta lnea de trabajo apunt a fortalecer un problema real de integracin regional, de percepcin del uno con el otro, en un clima de latente conflictividad entre los tres pases. Los actores polticos y sociales se conocenpocoydesconfanmutuamente.enestasituacin,lapolticaexterior adopta cada vez ms los rasgos de los procedimientos caractersticos de la formulacin de decisiones polticas en el interior de las sociedades modernasyseconvierteenobjetodedisputadeunnmerocrecientede actores. Un punto culminante de este programa tri-nacional lo constituy laorganizacindeundilogopolticoentrerepresentantesdelPSyPPD dechile,delMASdeBoliviaydelAPRAenLima(2007).Participaronlas directivas de los cuatro partidos. Este encuentro tuvo carcter de indito.

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Por la sensibilidad poltica y las recurrentes tensiones entre los pases, como por el manejo de estereotipos negativos por la prensa, fue sumamente difcil organizar este debate en los aos siguientes hasta la reunin enSanPablo(2010). De este modo, las relaciones a nivel internacional entre los partidos progresistas, que han formado parte de los gobiernos de los tres pases (chilehastamarzode2010),tienensumaimportancia,yaquepodran encauzar entendimientos que tienen, al menos el potencial de convertirse en polticas de Estado. A travs de las actividades de la FES, se ha pretendido aportar a una mejora de las relaciones entre tres pases a partir de la generacin de confianza entre representantes de los partidos y movimientos polticos. Es una realidad, que las iniciativas de la FES no escaparon a los altibajos de la coyuntura poltica de estos tres pases. El escenario poltico actual, nos muestra luego de la derrota poltica delaconcertacin,queaniveldiplomticodeestado,chiledeberenfrentar estas relaciones con un gobierno de centro derecha, en el caso delPer,aunquelasituacinpodrallegaracambiarcuandoserealicen las elecciones presidenciales en el primer semestre del 2011. Por otro lado, en el caso de Bolivia, estas ofertas a los partidos y movimientos facilitaron un acercamiento de la FES a las estructuras del MAS y en el caso delPer,aunarecomposicindelasrelacionesconelPAP . Finalmente,esteencuentroenSanPablofuecatalogadoporlasdelegaciones asistentes, como de suma importancia en lo concerniente a la recomposicin de las relaciones polticas partidarias y de movimientos sociales y, en lo relacionado con la generacin de confianzas mutuas en el mbitodeloquepodramosdenominarladiplomaciapartidaria.

JAIme ensIgnIA l.Director Proyecto Socio poltico Fundacin Friedrich Ebert en Chile

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reconocimientos

Agradecemos la participacin de las delegaciones asistentes a este seminario Trinacional: DeleGacin De Bolivia: 1. mArIAnelA pACo,PresidentadelacomisindeDerechosHumanosde lacmaradeDiputados,delPartidoMAS. 2. Betty teJAdA,PresidentadelacomisindeorganizacinTerritorialdel estadoyAutonomadelacmaradeDiputados,PartidoMAS. 3. hCtor rAmrez, Secretario general de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional,PartidoMAS. 4. JAvIer zAvAletA, Diputado Nacional del Movimiento sin Miedo (MSM). 5. pABlo stefAnonI,exDirectordeLeMondeDiplomatiqueBolivia,actual jefe de redaccin de la Revista Nueva Sociedad. DeleGacin De peR: 1. omAr quezAdA,AbogadoyexPresidenteRegionaldeAyacucho,SecretariogeneralInstitucionaldelPartidoApristaPeruano(PAP). 2. CArlos roCA,Politlogo,exembajadordelPerenItaliayexDiputado, SecretarioNacionaldeRelacionesInternacionalesdelPartidoAprista Peruano(PAP). 3. CArlos ArAnA,IngenieroyDirectorejecutivodelFondodecooperacinparaelDesarrolloSocial(FoNcoDeS),SecretarioNacionalde organizacinyMovilizacindelPartidoApristaPeruano(PAP).

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4. AurelIo pAstor,AbogadoycongresistadelaRepblica,Integrantede lacomisinPolticaNacionaldelPartidoApristaPeruano(PAP). 5. Ivn hIdAlgo, Ingeniero economista y Jefe de gabinete de Asesores del Ministerios de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES), Director SocialdelacomisinNacionaldePlandegobiernodelPartidoAprista Peruano(coNAPLNSocIALPAP). 6. mArA del pIlAr tello,DoctoraenDerechoycienciasPolticas.PeriodistayanalistaPolticayabogada.expresidentedelDiariooficialel PeruanoydelaAgenciadeNoticiasAndina.DocentedelaMaestrade gobernabilidaddelaUniversidaddeSanMartndePorres,Lima. DeleGacin De cHile: 1. guIdo gIrArdI,Mdico,PresidentedelSenadodechileyprimervicepresidentedelPartidoPorlaDemocracia(PPD). 2. CArlos omInAmI, economista, ex senador de la Repblica y actual vicepresidente de Relaciones Internacionales del Partido Progresista (PRo). 3. gonzAlo mArtner, Economista y profesor de la Universidad de Santiagoyexembajadordechileenlaembajadadeespaa,exPresidente delPartidoSocialistadechile(PS). 4. mArCo AntonIo nez,Mdico,DiputadoyvicepresidentedelPartido PorlaDemocracia(PPD). 5. guIdo CAm,Periodista,MiembrodelacomisinPolticadelPSySecretarioejecutivodelacomisindeRelacionesInternacionalesdel PartidoSocialista(PS). 6. mArA de los ngeles fernndez,cientistaPolticayDirectoraejecutiva delaFundacinchile21. paRticipanteS De la FUnDacin FRieDRicH eBeRt: 1. AlBerto KosChtzKe, Representante de la Fundacin Friedrich Ebert de chile. 2. JAIme ensIgnIA, Director del proyecto Socio poltico de la Fundacin Friedrichebertdechile. 3. Alfred stoll,RepresentantedelaFundacinFriedrichebertenPer.

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RecoNocIMIeNToS

4. ernesto gonzlez, Director de Proyectos de la Fundacin Friedrich ebertenPer. 5. KAthreIn hlsCher, Representante de la Fundacin Friedrich Ebert en Bolivia. 6. moIrA zuAzo,DirectoradeProyectosdelaFundacinFriedrichebert en Bolivia. 7. yesKo quIrogA, Representante de la Fundacin Friedrich Ebert en Brasil.

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poltica progresista en chile: la necesaria pero difcil reconexin con el mundo social1mArA de los ngeles fernndez-rAmIl Directora ejecutiva FunDacin chile 21

IntroduCCInEl tema que nos convoca es la necesidad de renovar la poltica, en orden a avanzar en una nueva recomposicin programtica y social del progresismo, centrndonos especialmente en la relacin entre los partidos y los movimientos sociales: La pregunta central es cmo imaginar nuevas alianzassocialesypolticasbajoelsupuestodequechilehaentradoen un ciclo poltico distinto? Esta invitacin no puede ser ms urgente ni ms sugerente dadas las condiciones de la izquierda democrtica en chile, luego de la derrota electoralexperimentadaenenerodel2010porlaconcertacindePartidos por la Democracia, coalicin de centroizquierda que vena gobernando el pas desde 1990 a la fecha. Los dos partidos progresistas que laintegran,yalosquehacemosreferenciaennuestrasreflexiones,son elPartidoSocialista(PS)yelPartidoporlaDemocracia(PPD).Loque a continuacin se plantea surge de la experiencia chilena y de su particularidad. Sin embargo, debemos asumir que la bsqueda de nuevos horizontes es un esfuerzo compartido por la izquierda democrtica en1

Esta presentacin toma como base algunas ideas ya formuladas en el documento titulado Partidos progresistas en chile: entre balances y deudas, en coautora con Mara Paz PobleteyMartnSchuster,publicadoenellibroRenovacin partidaria. Los partidos polticos progresistas en los pases del Cono Sur, Yesko Quiroga y Jaime Ensignia, (comp.), Santiago,FundacinFriedrichebert-ReddeFundacionesProgresistas.

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otras partes como es el caso de Alemania y del Reino Unido, por ejemplo. Tambin Espaa, pas que se encuentra enfrentando el impacto de lacrisisfinancierointernacionaldel2008.elpartidoenelgobierno,el PSoe,yatuvounaprimeraadvertenciaconelresultadodelasltimas elecciones europeas 2. Es normal pensar que, luego de un revs electoral, cualquier organizacin poltica debiera realizar en forma inmediata el anlisis de las causas que llevaron al dicho resultado. Ms esperable todava es que, una vez perdido el poder, el anlisis se asocie con la idea de renovar la poltica. en chile, esta tarea est teniendo dificultades insospechadas. estasseexplicanporfactoresdendoleintelectual(debilidaddelmundo de las ciencias Sociales en chile, marcado por la lgica mercantil), poltico (debilidad de las estructuras partidarias y de sus liderazgos) y moral (credibilidad lesionada por el factor tiempo, por cuanto fueron veinte aos en el gobierno), entre otras. Lo cierto es que el ejercicio, a nivel de los partidos, no se lleva todava a cabo. Han existido intentos yaproximaciones,tantoporlaprensacomoporelimpulsodealgunas instituciones,entrelascualeslasFundacionesFriedrichebert,chile21 yProyectamricahancumplidounpapelimportante.Loqueseobserva sonmsbienmerodeosyevasivas(bastadelamentaciones;hayque evitar las recriminaciones mutuas) o bien se ha incurrido en respuestas reactivas (la llamada defensa del legado concertacionista). Sin un anlisis, o varios, de lo que sucedi, resulta ms difcil la renovacin de un proyecto de futuro en trminos tanto de ideas como de prcticas, as como de la identificacin de las fuerzas polticas y sociales que deben acompaarlo y sostenerlo. Es importante precisar, asimismo, que cualquier intento de renovacin de la poltica desde la izquierda debe incorporar un esfuerzo adicional que no debe desdearse: la indispensable revalorizacin de la poltica en sociedades donde se ha ido instalando, de forma creciente, un preocupante cinismo ciudadano 3.Basta tomar como ejemplo las columnas que public el diario El Pas, como reaccin al retrocesoqueexperimentaronlossocialdemcratasenlaseleccioneseuropeasde2009, de casi seis puntos con relacin al ao 2004, mientras que el Partido Popular europeo habacedidoenmenosdeunpunto.InteresantesaportesdeLudolfoParamio,Antonio estellaeIgnacioUrquizu,porcitaralgunos,dancuentadeestabsquedadeexplicacin, en momentos en que arreciaba la crisis financiera internacional. Ver, por ejemplo, Estella,Antonio(2009)Polticasdeizquierda,gobiernosdederechaenEl Pas, 9 de Junio. Disponible en: http://www.elpais.com/articulo/opinion/Politicas/izquierda/gobiernos/derecha/elpepuopi/20090609elpepiopi_11/Tes 3 Frenteaesto,losdatosdelInformeLatinobarmetro2010soncontundentes.enchile, apenas un 24% de los encuestados seala estar interesado en poltica. Asimismo, la con2

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Han circulado frases e ideas ingeniosas para entender el adverso resultadodeenerodel2010.Porejemplo,sehasealadoque,enchile, no gan la derecha, sino que perdi la concertacin. Por otro lado, algunos han planteado que la concertacin podra haber ganado la quinta contienda presidencial si no hubiera competido dividida a tres bandas en la primera vuelta electoral. Enseguida, se ha sealado que siesacandidatanicahubierasidolaexPresidentaBachelet,recurso improbable porque no est permitida la reeleccin inmediata, o una candidato o candidato joven que hubiere representado las aspiraciones de cambio de la sociedad chilena, otro habra sido el desenlace. Sin embargo, en crculos intelectuales y polticos ya se haba instalado la preocupacin acerca de cul era el sentido de ganar una quinta eleccinporcuantolaconcertacinhabadevenidoenadministradora del modelo de mercado heredado del rgimen militar, diluyndose el impulso transformador de la primera hora, principios de la dcada de los 90 cuando se recuper la democracia. Durante el cuatrienio de Michelle Bachelet (2006-2010) era recurrente leer en la prensa artculos referidos aunfin de ciclodela coalicingobernante,ascomodel agotamiento del proyecto poltico inicial. Los liderazgos concertacionistas, de los que forma parte la izquierda chilena, no quisieron o no supieron interpretar las seales que advertan de su desgaste. en escenarios electorales previos ya vena experimentando un drenaje importante de votos. Nos referimos a la prdida de msunmillndevotosenlaseleccionesparlamentariasdelao1997; al hecho que tanto Ricardo Lagos como Michelle Bachelet ganaron en segunda vuelta (el primero, por una diferencia de 30.000 votos sobre su contrincantedederecha,JoaqunLavn);aque,adiferenciade1989yde 1993, en 2005 y con la candidatura de Michelle Bachelet, los candidatos concertacionistas al congreso obtuvieron ms votos que su candidata presidencial y a la constatacin que en las elecciones municipales del ao 2008,enlasquelaconcertacincompitiporprimeravezcondoslistas separadas, se observ un acortamiento de resultados con la derecha. Si bien se gan en porcentaje de concejales, la derecha obtuvo ms alcaldes,consiguiendoelcontroldelasciudadesmspobladasdechile,lo

fianza en los partidos polticos llega a un 23%. Estos porcentajes se ven reforzados por los resultados entregados del Barmetro de las Amricas por LAPoP 2010. Segn este informe,chileesunodelosdospasesdelareginquepresentalosnivelesmsbajosde inters en la poltica, ubicndose casi en el mismo lugar que Hait.

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que significa que un milln y medio ms de chilenos viven, al da de hoy, bajo la conduccin de municipios de derecha a nivel local 4. Lociertoesquehoyenchile,porprimeravezenmsdecincuenta aos,gobiernaladerecha,nosiendodeltodoextraounresultadopara elcualsevenapavimentandoelcamino.Paramuchossectores,incluso de la academia internacional, la chilena se ha terminado convirtiendo en una democracia neoliberal entronizada 5 a la que no le resulta fcil dar respuesta a las demandas de igualdad de la sociedad chilena. A la hora de los balances, resultar inevitable interrogar a la poltica y, ms particularmente, al tipo de poltica que ha venido haciendo la izquierda en chile desde 1990 a la fecha. Lechner (1982) afirmaba, haceaos,quelaizquierdahacepolticacondosreferentesclaros:el Estado (aparato estatal) y el partido. Sin embargo, cabe legtimamente preguntarse si ello ha sido as en los ltimos veinte aos en chile. efectivamente,estnlospartidosPSyPPD,querepresentanalmundo progresista, los que devinieron en partidos ms centrados en funciones poltico-institucionales, producto de las necesidades de gestionar el Estado 6, que en partidos anclados con el mundo social. Adicionalmente, si

Params detalles, consultar Fernndez- Ramil, Mara de los Angeles (2010) La derrota electoraldelaconcertacinydelprogresismo:ideasparaundebate,enBases programticas para un nuevo consenso progresista. De la derrota electoral hacia un nuevo futuro en Chile,Santiago,FundacionesFriedrichebert-chile21-HeinrichBollychileambiente,pp.79-86. 5 TomamoslaideadeTeichman,Judith(2009)competingvisionsofdemocracyanddevelopmentintheeraofNeoliberalisminMexicoandchile,p.70. 6 cuandorevisamosdoslibrosdeedicinreciente,queaspiranahacerunbalancedelos gobiernosdelaconcertacin,nosencontramosconqueloscaptulosdedicadosalallamadaModernizacindelestadoenchilenopudosustraersedelasideasdelallamada nuevagestinpblica,lasquepretendenlaintroduccindelaslgicasempresariales enelfuncionamientodelestado.Dadoquequienesescribendichostextoshanestado directamente involucrados en los procesos de los que dan cuenta, es esperable que terminenafirmandoqueselograronnotablesmejorasdelacalidaddelagestinestatal. Perolapreguntaessinoeshicieronconcargoalasituacindesuspropiostrabajadores. Unadelasconsecuenciaseslafragilidadenlaqueseencuentraelfuncionariopblico en chile, cuyo indicador ms claro es el incremento de las personas que estn a contrata,quesetriplicenlosltimosveinteaos.Lacontratasedefinecomounpacto laboral a honorarios, pero que tiene un plazo definido y que se plantea para una funcin especfica. Una vez cumplida sta, la relacin contractual entre el empleador (Estado) y trabajador termina. La contrata, adems, puede ser revocable en cualquier momento, y noaselfuncionariodeplanta.Paramsdetalles,consultarMs ac de los sueos, ms all de lo imposible. La Concertacin en Chile(2009),decarlosBascunetal,Santiago, Lomediciones-corporacinJusticiayDemocracia-FundacinclodomiroAlmeydaeIdeas para Chile. Aportes para la centroizquierda(2010),declarisaHardy,ed.,Santiago,Lom Ediciones.4

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bien es cierto que administraron el aparato del Estado, en coalicin con laDcyelPRSD,lohicieronconciertatendenciaalalgicadeocupacin de puestos y cargos, sin darle la suficiente atencin a la necesidad de entender que, para la izquierda, el Estado no es solamente un aparato o instrumento que se ocupa, y ni siquiera un instrumento para conseguir el orden social, sino para la dignificacin de las personas, para su inclusin y,endefinitiva,paraellogrodelajusticiasocial.cmoentenderque, al da de hoy, 15% de los trabajadores pobres laboran en instituciones pblicas 7, o que se haya contribuido a instalar en el debate pblico la idea de que el Estado tiene como funcin primordial la de prestacin de bienes y servicios 8 de calidad, al igual que cualquier empresa?. Una tercera idea, que no plantea Lechner pero que es evidente y que permite entenderlascausasdelaprdidadelamayoraelectoralenchile,est relacionada con la desvinculacin, progresiva, pero consistente, entre las fuerzas polticas de izquierda y la sociedad civil y, en particular, de las organizacionessociales.Lareflexinquesiguesecentraenestefenmeno. Frente a esta afirmacin, ms de alguno sostendr que el debilitamientodedichovnculoeraalgoinevitable.comoefectodelaadministracin del poder por veinte aos, se produce un atrofiamiento de las funciones sociales de los partidos. Ello se debe, tal como se ha sealado, a la priorizacin que se le otorg a las funciones poltico-institucionales. Es que los partidos no pueden cumplir ambas funciones, simultneamente? A ello se suma un cierto dficit sociolgico para entender la realidad, producto tanto de la inexistencia de instancias que permitan observar las tendencias de manera prospectiva como del manifiesto debilitamiento delascienciasSocialesenchile.Alparecer,nocabaesperarotroresultado por cuanto el funcionamiento y las condiciones de produccin de la academia se han ido entregando a las fuerzas del mercado 9. De alguna

DatoentregadoporRafaelUrriola,DirectordelProgramadeProteccinSocialdelaFundacinchile21,productodesuanlisisdelaencuestacasen2009. 8 Alrespecto,resultailuminadorelartculodeopinindeSeebach,claudio(2010)Hacia una nueva cultura de gestin en La Tercera, 29 de julio, p. 4. y que ocupa, actualmente, el cargodeDirectordelaDivisindecoordinacinInterministerialdelMinisterioSecretaria generaldelaPresidencia. 9 Ya Norbert Lechner advirti las consecuencias que ello traera cuando afirmaba, a partir desusreflexionesespecficassobreelfuturodelacienciaPolticaendemocracia,que se pona en riesgo la densidad productiva en materia de anlisis poltico del perodo autoritariocomoproductodelatendenciaprofesionalizanteylainestabilidadfinanciera por la va de la introduccin de una dimensin adicional de tipo estructural como era el mercado. Dicho autor abogaba por la introduccin de una lgica institucional que pudiera contrarrestarelpesodelalgicademercado.Paramsdetalles,consultarLosdesafosde 7

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manera,lacoalicingobernanteenchileabdicdelanecesidaddeque la sociedad se pensase a s misma. Sin embargo, en el caso chileno, estos comportamientos descansaron en una concepcin de mundo y en una visin de lo que debe ser la gobernabilidad y sobre ella se asent la transicin de la democracia. Adicionalmente, la propia dirigencia concertacionistay,dentrodeella,elPSyelPPD,fueroninternalizandounavisin de la democracia, de la sociedad civil y de la participacin social, propia del iderario liberal. Situado ahora en la oposicin, el progresismo se enfrenta el desafo deelaborarunnuevoproyectohistricoparachile,consentidoemancipador y transformador. No puede ser de otra manera mientras se mantenga la desigualdad. Se ha sealado que la primera medida a adoptar es recomponer el vnculo con el mundo social. A nuestro juicio, es esa una condicin para avanzar en la recomposicin de una alianza que, adems de poltica, sea social. La idea no solamente es buena, es un deber insoslayable para la izquierda, pero no es asunto fcil. Es en las complejidades queencierraestaaspiracinenlasquesecentrarnnuestrasreflexiones, entendidas adems como una de las dimensiones de la renovacin de la poltica partidista de izquierda. Ser dificultosa la reconstitucin del vnculo si es que el progresismo no acepta, primero, que claudic de la defensadelaaccinpblicaydelaparticipacinsocialysi,adems,no hace un esfuerzo por entender la forma en que se han transformado, tantoelespaciopblicocomoelinterspblico.Paracambiar,sehacenecesario entender los cambios. Dicha comprensin, entendida como una precondicin para desarrollar dicha vinculacin, no se requiere solamente por razones intelectuales o polticas, por el afn de interpretar mejor lasociedadalaquesepretenderepresentar.Pasa,tambin,porconsideraciones prcticas: dadas las caractersticas y reconfiguracin estructural delespaciopblico,lossectoresconservadoresquehoydasongobiernoenchilenosloestnenmejorescondicionesmaterialesparaconocerlo, captar sus demandas y, eventualmente, representarlas por cuanto disponen de los recursos financieros y controlan el poder ejecutivo sino porquedichosectorexperimentasupropiatransformacininterna,intentando avanzar hacia una derecha pragmtica mediante la respuesta a demandas demandas y preocupaciones que, en el pasado, no atendieron

lascienciasSocialesenAmricaLatina,DocumentodeTrabajoN372,Santiago,Flacso yenLascondicionespolticasdelacienciaPolticaenchile,DocumentodeTrabajoN 453, Santiago, Flacso.

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o frente a las cuales fueron totalmente indiferentes. La derecha chilena gan, en enero del 2010, por casi tres puntos porcentuales de diferencia frentea laconcertacin. Se ha sealado quelos votos que componen ese porcentaje son electores de carcter pragmtico, ms bien voltil, por lo que tambin se ve obligada, si quiere proyectar el actual gobierno, a configurar una mayora sustantiva 10. En lo que sigue, nos centraremos no solamente en las razones para restablecer dicho vnculo, sino en las dificultades que deben ser observadas a la hora de intentarlo as como en la indicacin de un conjunto de criterios que permiten orientar las acciones a seguir. Es importante precisar que las organizaciones sociales, particularmente las ms tradicionales como el movimiento sindical, por ejemplo, deben encarar sus propios desafos relacionados con la identidad, pero tambin con su representatividadyescasademocraciainterna,perocuyoanlisisexcede elmbitodeestareflexin 11.

mundos BIfurCAdos: pArtIdos poltICos y orgAnIzACIones soCIAles en el ChIle de lA trAnsICInHistricamente, los partidos polticos y la sociedad civil 12 de nuestra regin han estado muy vinculados. Se supone que una de las funciones de los partidos polticos es la articulacin y agregacin de los intereses queseexpresanenlasociedadcivil.enelcasodechile,alparecer,se ha pasado por dos momentos casi pendulares: desde el sofocamiento de la segunda por el accionar de los primeros, hasta el debilitamiento de la relacin, con una evidente desvinculacin de los partidos respecto a la sociedad civil, que constituye el escenario actual. con relacin al primer momento, se ha sealado que los partidos ideolgicos han dirigido sus llamados electorales y sus esfuerzos de mo Una de las tesis ms difundidas para explicar la derrota fue la de expansiva-UDP para , quien Frei perdi porque no supo encantar el voto de clase media, aspiracional. Al respecto,consultarexpansiva-UDP:FreiperdiporqueAndrea,lavendedoradeisapres,no vot por l, en http://www.la2da.cl, 12 de abril de 2010. 11 Alrespecto,sesugiereconsultareltrabajodeFeres,Ma.ester(2009)Progresismoymovimientosindicalenchile,enChile en la Concertacin 1990- 2010, de Yesko Quiroga y Jaime Ensignia, eds, Santiago, Fundacin Friedrich Ebert, pp. 193-234 12 Adoptamoslaideadesociedadcivilqueplanteavaras,siguiendoaWhite,segnlacuales elespaciointermediosituadoentreelestadoylafamilia,pobladoporgruposoasociaciones organizados separados del Estado y que disfrutan de cierta autonoma en relacin al Estado, y que son voluntariamente formados por miembros de la sociedad para proteger o ampliar sus intereses, valores o identidades (2006:26).10

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vilizacin hacia grupos sociales que poseen organizacin propia y asociacionesauxiliares.estossindicatos,asociacionesculturales,profesionales y ligas de campesinos, a su vez, con frecuencia han desempeado un papel central en la organizacin de los intereses de la sociedad civil; el caso msclarodeAmricaLatinasedaenchile.engeneral,alldondelospartidos polticos se han consolidado como organizaciones electorales, con representacin parlamentaria antes del desarrollo de un Estado fuerte o de intereses sociales bien organizados, han propendido a convertirse en poderososintermediariosentrelasociedadcivilyelestado(garretnet al., 2004: 119). Sinembargo,esaintermediacin,quenoshabladeproximidad,hoy sera casi inexistente, como producto de las transformaciones experimentadas tanto por los partidos como por las organizaciones de la sociedadcivil.Paraelprimercaso,DelaMaza(2010:92)nosrecuerdaque, luegodelatransicin,lospartidosyanocontabanconlascondiciones institucionales y polticas para la intermediacin que eran tradicionales enchileenloscuarentaaosprecedentes.Porotrolado,elPNUDha venido constatando una progresiva desideologizacin progresiva de la sociedad civil 13, a diferencia de otras latitudes. De esta forma, seala que estaasociatividadsueletenercomonorteunimpactoqueseconcentra ensuspropiosmiembros,sinquebusqueinfluirenelmbitopblico. Porlogeneral,estasorganizacionesnoseconstituyencomoinstrumentosdeequilibrionidedisputadepoderenlasociedad(2004:217).Una raznparaexplicarloanterior,asujuicio,esqueaparecenmslejanasa los crculos de poder de las actuales lites. Sindicatos, organizaciones no gubernamentales y colegios profesionales aparecen dbilmente conectados a otras entidades de lite, lo cual corrobora su prdida de capacidad deincidenciaenelconjuntodeasuntosdelasociedad(2004:217). Tambin constata que la sociedad civil chilena est conformada por entidades de tipo instrumental, que buscan el logro de fines especficos. Se seala que quienes la forman no aspiran a ejercer directamente el poder poltico ni econmico, sino ms bien a influir, sobre todo a travs13

Undatoquehayqueexplorarconmsatencin,nosolamenteparachilesinoenperspectiva comparada, y que pudiera ser un indicador de progresiva desideologizacin, es la percepcin que los chilenos tienen acerca del rol de la oposicin, lo que aade dificultades adicionalesalquehacerdelaizquierda,tantoalinteriordelaconcertacincomofuerade ella.SegnlaencuestaceP ,enjunio2007,alserconsultadosacercadesielgobiernoyla oposicindebierantrabajarjuntos,un80,6%decanques.Pareceserunaopininconsistenteporque,enlamismaencuesta,anoviembre-diciembredelmismoao,un80,2% persiste en dicha afirmacin.

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de la comunicacin poltica, en las instituciones estatales, los partidos polticosyelmbitoprivado(PNUD,2004:219).estaapreciacinescoherente con las conclusiones del Civicus Civil Society Reportparachile (elaborado entre diciembre de 2005 y marzo de 2006) que seala, no slolasrestriccionesqueimpidenqueenchileexistahoyunasociedad civilfuerte,sinoqueelestadonoparecereconocerlacontribucinde la sociedad civil en el proceso de elaboracin de polticas y ha adoptado iniciativasinstrumentales.Teichman(2009:70)citandoaTaylor,Rindefjll y a Kurtz, acumula evidencias en el sentido de que la ciudadana chilenasehavistoexcluidadelaarenapoltica,conpartidospolticosy movimientos sociales que han llegado a estar crecientemente desalineados. La autora se apoya en la cita de casos de paralizacin de procesos de consulta contemplados en la reforma a la salud durante el gobierno de RicardoLagos,ascomoenlaexclusindelossectoresruralespobres. Perotambinhayexcepciones,haciendoreferenciaaquesehaproducido mayor apertura en la participacin de la agenda de gnero, aunque su incidencia es mucho mayor en las mujeres de clase media que en las mujeres de sectores populares o indgenas. Algunos podran sentir la tentacin de buscar las causas del divorcio entre la sociedad civil y los partidos polticos, as como en la progresiva desideologizacin de la primera, en la profunda desestructuracin producidaporelrgimenmilitarque,ajuiciodeArrate(2007),habra distanciado de manera irremediable a ambos sectores, desligando a la estructura partidaria de los movimientos sociales. Sin embargo, la explicacin poltico-institucional, vinculada al impacto del rgimen, no resulta del todo suficiente si no se incorpora la idea de gobernabilidad que inspir el pacto de la transicin y, en definitiva, la ingeniera polticoinstitucionalposterior.Boeninger(1997:26),quefueMinistroSecretariogeneraldelaPresidenciadelprimergobiernodelaconcertacin,lo develcuandosealqueelordensocialseestructuraenbaseauna relacin de dominacin-dependencia, dinmica en la que los movimientos sociales no tienen ni fundamento ni incentivo. Sin pretender sobredimensionar su rol que, por lo dems, ha sido particularmente elogiado porlospolicymakerdeladerecha 14, su idea de orden social sirvi de

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cristinLarroulet,exdirectordelInstitutoLibertadyDesarrollo,principalcentrodepensamiento ligado a la derecha y, en lo concreto, a la Unin Demcrata Independiente (UDI) nohadisimuladosuaspiracindeserconsiderado,afuturo,comoelBoeningerdela derecha.

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baseparaorientarlaestabilidaddemocrticaenchile,estableciendoque no se pretende sugerir que ello significa la inexistencia de conflictos abiertos o larvados, una condicin terica que no parece estar al alcance de ninguna sociedad. Lo que s pretendo sugerir es una situacin en la que la cooperacin predomine sobre la confrontacin en las relaciones sociales, en que los conflictos se resuelven de acuerdo a determinadas reglas y procedimientos de general aceptacin y en que la mesa de negociacionessustituyealaspresionesdemasasoamenazasmilitares,excluyendo por tanto la agitacin callejera, la fuerza armada o cualquier forma de violencia como modo de desafiar las instituciones. Si bien no se trata de elevar los postulados de Boeninger a la categora denicofactorexplicativodeladesmovilizacinsocial,lociertoesque de ellos se desprendieron un conjunto de disposiciones y visiones de mundo que alimentaron, en el imaginario de la elite poltica, una concepcin del disenso como algo amenazante. Sucede que, tras ese postulado, subyaca una visin de la sociedad civil como generadora de conflictos y como medio para la inestabilidad, visin que gener los lineamientos gruesos de un proyecto poltico que se tradujo en un conjunto de decisiones y prcticas que, por un lado, derivaron en una poltica tecnocrtica y, por otro, en una divisin de la sociedad civil,en la que los interlocutores vlidos para realizar los dilogos y las negociaciones eran los empresarios pero no as los trabajadores a los que, desde el gobierno, se los acusaba desermovidosporinteresessectorialesycorporativos.varas(2006:27) identifica varios tipos de articulacin entre la sociedad civil y el Estado, en Amrica Latina y, para el caso chileno, habla elegantemente de una modalidaddeinterfasemltipleeinstitucionalidadcooperativa,originada en el marco de un Estado con aptitudes profesionales modernizantes, peroconsesgoselitistasparaformularyaplicarpolticaspblicas,yuna sociedad civil relativamente desestructurada, que debe encontrar formas innovadoras de interaccin con contrapartes estatales para lograr influir en sus definiciones. Daz-Tendero (2006) lo refrenda, cuando sita la influencia del tecnocratismo en el marco de la imposicin de la tesis delgradualismosecuencial,basadoenlanecesidaddeconciliacinde opuestos, rehusar la acumulacin de conflictos y evitan la acumulacin de demandas. A su juicio, ello deriv en que la gestin del Estado quedara en manos de grupos reducidos de expertos, por delegacin, con carcter cupular y conocimiento tcnico, que han terminado controlandolaelaboracindelaspolticaspblicasenchilehastalaactualidad.La derivacin lgica de esta dinmica ha sido la hegemona del Ministerio de Hacienda con relacin al resto del aparato del Estado, situacin que26

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hasidodenunciadaporexpersonerosdelospropiosgobiernosdelaex coalicin gobernante. conectadoconloanterior,yreforzndosemutuamente,lospartidos polticos de izquierda terminaron por desarrollar liderazgos partidarios caracterizadosporlaelitizacinburocrtico-progresista,trminoacuadoporcortsTerzi(2008)paragraficarlosrecambiosgeneracionales producidosendichos partidos,concluyendoquesehaproducido un pasajedelaconcertacincomobloquehistricodecentro-izquierdaa un agrupamiento de partidos-aparatos representativos de lo que l denominaelprogresismoburocrtico.Demanerasimilar,Lanzaro(2008:54) afirma especficamente sobre uno de los partidos polticos centrales en laconformacindelacoalicin,elPS,queparecemsafincadoensu condicin de partido electoral de lites, al servicio del gobierno y en su roldeengranajedelaconcertacin.Hatenidoconstreimientosfuertes que lo han llevado a una mayor convergencia con el statu quo, tras un proceso de reorganizacin trabajoso, que dio lugar a una marcada conversin ideolgica y poltica. De ah su aversin al riesgo econmico y poltico, la voluntad de evitar la polarizacin y las movilizaciones populares, con posturas que inciden en su relacin con los sindicatos y con la izquierda comunista, lo que a su vez moldea la transversalidad dentro de laconcertacinyeltratoconladerecha. La visin de la gobernabilidad que orient el pacto de la transicin y el posterior pasaje a la democracia no se entienden sin aceptar que, tras todo ello, descans una visin difusa, pero consistente, acerca de la sociedad civil y de la participacin ciudadana que es ajena al ideario poltico de las fuerzas progresistas, pero que stas terminaron aceptando e internalizando. Se necesitara realizar estudios que permitan entender de mejor forma cmo la aceptacin del mercado, como ente propio del mbito econmico, termina por influir tan decisivamente en otro nivel de comprensiones por parte de la dirigencia poltica de izquierda. La cultura polticadelaclasedirigenteenchile,incluidaladelacentroizquierda que gobern el pas por veinte aos, se ha manifestado ms proclive al ethosdelindividualismoliberalyassehaexpresadoenlasdecisiones(y nodecisiones)enmateriadepolticaspblicasrelativasalaparticipacin ciudadana y a la sociedad civil 15. Lo concreto es que, al cumplir veinte

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AssepusodemanifiestoconelnuloapoyoqueelPSyelPPDmanifestaronalainiciativa deleydecuotasqueelgobiernodeMichelleBacheletdeseabaimpulsar.Porotraparte,se ha terminado aceptando que, para lograr poner al da el padrn electoral e incorporar los

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aosdetransicin,autorascomoTeichman(2009:81)corroboranque lavisinypuntosdevistadelasociedadcivilfueronexcluidosenun sistema poltico altamente centralizado, tecnocrtico y con resistencias a que la sociedad civil se involucrara en las decisiones polticas y aade queesprobablequeelxitoenlareduccindelapobrezayeldesempeo econmico, sobre todo de los primeros aos, podan reforzar en ladirigenciaconcertacionistasqueesaeralavacorrecta.Porsuparte, garcs(2004:31)corroboraloanteriorcuandosealaqueelprocesode transicin a la democracia, al inhibir o ignorar las contribuciones de los movimientossociales,asegurtemporalmentelagobernabilidad,pero no favoreci ni los procesos encaminados a lograr una mayor igualdad social, ni tampoco a potenciar desde las bases el desarrollo de una culturademocrtica.Mstempranoquetarde,laconcertacinylaizquierda ensusenodeberenfrentareldramticodatodequechileseencuentra entre los quince pases ms desiguales del planeta, de los cuales diez son latinoamericanos 16. verge (2007:169) recoge bien las posiciones ideolgicas en cuanto a participacin ciudadana y a roles de la sociedad civil, mostrando las diferencias con relacin a la receptividad de los representantes y a los instrumentos a travs de los cuales los ciudadanos pueden hacer rendir cuentas por su actuacin. De acuerdo a dichos modelos, es posible afirmarqueenchilesehaidoentronizandounavisinemparentadaconel modelo neoliberal en donde la dimensin ms importante en la representacin poltica es la rendicin de cuentas, con nfasis en los procesos eleccionarios como fuente de legitimidad y la canalizacin de la participacin ciudadana a travs de organizaciones de voluntariado. El modelo acuado es democrtico, de tipo competitivo-elitista, aunque con dficits evidentes en la dimensin competencia por las distorsiones que pro-

cuatro millones de chilenos que, teniendo edad de votar, no se han inscrito en el Servicio Electoral, sea necesario consagrar el voto voluntario. Son varios los ejemplos que se acumulan y que demuestran, si no un compromiso abierto s, al menos, una claudicacin a la idea de democracia ms cercana al ideario de la derecha. Es lo que se ha dado en llamar democracialegalycuyosmejoresexponentessonNozickyelpropioHayek.evidentemente,lasfuerzaspolticasvinculadasalaconcertaciny,enparticular,suspartidos deizquierda,podrnesgrimircomodefensalainexistenciademayorasenelcongreso durantelosveinteaosdegobiernosalvoconlaexcepcindelprimeraodegobierno de Michelle Bachelet (2006). 16 Alrespecto,consultarlanotaperiodsticasobreelrecienteinformedelPNUDtituladaDe los 15 pases ms desiguales del mundo, 10 son de Amrica Latina (2010), en La Tercera, 23 de octubre, p. 42.

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duce el sistema electoral binominal 17. Que de todo ello haya derivado un modelomsprximoalconceptodelaciudadanaporconsumoque al de ciudadana democrtico-poltica no debiera ser ninguna sorpresa.

espACIo e Inters pBlICo:trAnsformACIones y nuevos dIlemAs

eldistanciamientoentrelospartidospolticosprogresistas,expresadosenelgobiernoyelmundosocialconstituyeunapartedelaexplicacin sobre las causas de la derrota, aunque no lo absuelve totalmente. Todo partido o conjunto de partidos que pierde una eleccin es porque, al final del da, no tuvo capacidad para encantar a la ciudadana, no solamente con una oferta electoral especfica sino con la manera de organizar la sociedad que debiera descansar a su base.. En estas condiciones, se plantea que una de las vas para recuperar el sentido de un proyecto de izquierda en perspectiva histrica y, en definitiva, tener posibilidades de volver a ser gobierno, es la revinculacin con las organizaciones sociales. El asunto parece sencillo, casi mecnico 18, pero no lo es tanto. De por medio hay ingredientes relacionados con la confianza perdida luego de una poltica deliberada de desvinculacin y, a veces, un abierto rechazo a las organizaciones sociales, que constituyen hoy da un mundo fragmentado y disperso que no alcanza, tampoco, a expresar la multiplicidad de demandas y aspiraciones de la sociedad chilena en trminos organizacionales. Muchas de estas organizaciones, comolassindicales,experimentansuspropiasdeudasconlademocracia interna, con dirigentes eternizados en sus cargos. Adicionalmente, De la Maza(2010:97)recuerdalascomplejidadesexistentesenlabasedeuna desarticulacinsocialquenosehaconvertidoenmovilizacionescolectivas,niendemandaspolticas,sinoquesehaexpresadoprincipalmente como temor e inseguridad, desafiliacin poltica y debilitamiento de los lazos colectivos y comunitarios.

enFernndez-Ramil,Maradelosngeles(2005)Afinidadesexcluyentes:litespolticas ydemocraciasinciudadanos,Santiago,FLAcSo,laautoradeestaponenciayaexplor lapredisposicinaunaideadedemocraciaentendidacomomurodecontencinenla lite poltica chilena. 18 Basta recordar el bochorno que vivieron algunos dirigentes partidistas y parlamentarios delaconcertacinquedecidieronacompaarlamsrecientemarchadelacentralUnica deTrabajadores(cUT),elpasado1deMayo,dondefueronabucheadosporlostrabajadores.17

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CuAdro 1: AsoCIAtIvIdAd en ChIle, 2000nmero organizaciones Tarapac Antofagasta Atacama coquimbo valparaso Metropolitana o`Higgins Maule Bo- Bo LaAraucana LosLagos Aysn Magallanes S/I Pas 3.132 2.206 1.672 4.253 8.456 25.497 4.697 5.210 10.035 6.363 6.874 882 837 3.272 83.386 % respecto del total pas 3,8 3,6 2,0 5,1 10,1 30,6 5,6 6,2 12,0 7,6 8,2 1,1 1,0 3,9 100 org* 10.000 habitantes 81,1 48,4 63,2 75,7 55,4 43,0 61,1 58,0 53,0 74,4 66,1 95,6 53,9 56,3

Fuente: Mapa Nacional de Asociatividad, PNUD 2000.

CuAdro 2: CompArAtIvo de AsoCIAtIvIdAdpases seleccionados Argentina Francia Hungra Suiza Austria chileFuente: PNUD 2000.

nmero organizaciones 78.392 225.600 44.176 100.000 82.694 83.386

organizaciones por 10.000 habitantes 22 39 44 139 107 56

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elmundodelquenoshablaDelaMaza,sibienhasidoexploradoen chile,nosehahechodemaneracontinuada.elesfuerzomsconsistente y referenciado es el Mapa Nacional de Asociatividad, que form parte delInformedelPNUDdelao2000yque,pasadosdiezaos,siguesiendo el punto de referencia obligado de todos estudios posteriores. De hecho,unadelasconclusionesdedichoestudioeslainexistenciadeuna poltica pblica efectiva para la gestin de dicha informacin (PNUD, 2000). Muy plausiblemente, ello guarda relacin con que se permiti la introduccin de los mecanismos de mercado en el mbito de las universidades y de la investigacin cientfica. A quin pudiera parecerle rentable estudiar este mundo, su naturaleza, sus cambios y su dinmica, si no era importanteparaelpoderpoltico?Portanto,lareconexinconlasorganizaciones sociales, en caso de producirse, porque las dificultades son evidentes,permitirsolamenteconoceraspectosparcialesyexpresiones acotadas de lo que plantea la sociedad chilena en su conjunto, en forma, cada vez ms heterognea y plural. De hecho, el mismo estudio recomiendaquenobastaconocerexpostlasformasemergentesdeasociatividad; hay que vislumbrar de antemano sus tendencias para fomentar un entornofavorable(PNUD;2000).

CuAdro 3: formAs de AsoCIAtIvIdAd por grAndes grupos temtICos25 21,7 20 15 12 10 5 0 5,1 2,8 Econmica Salud Educacin Vivienda Vecinal Recreativo Cultural Grupos etarios y mujer Otros temas Sin informacin 20,4 21,1 17,9

Fuente: Mapa Nacional de Asociatividad, PNUD 2000.

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Portanto,nosetratadeconectaruncableaunenchufe,comoalgunos piensan, un tanto simplificadamente. Los desafos son sustantivos porque la realidad con la que se pretende establecer un puente tambin hacambiadoy,aunqueenchilehayunaimportantetramasocialcon sus caractersticas observables de desideologizacin, orientacin instrumental, fortaleza en el mbito econmico y con propensin a ser mayor cuando ms distanciada est la regin de la capital est tambin muy fragmentada, como se observa en el cuadro 2, de tipo comparativo. Adicionalmente, el mismo Mapa Nacional de Asociatividad arroja informacinsobrelanoparticipacinque,apesardelasdificultadesparaser medida en el tiempo de manera comparada y por los cambios experimentados en las formas de asociatividad fluctuaba, en los aos 90, entre el 60% y el 50%. Esto introduce un ingrediente de complejidad adicional paralaaspiracinareconexindelaizquierdademocrticayconfirma la dificultad de las organizaciones sociales en sentido tradicional, para aglutinar y representar a sectores importantes de esta nueva trama social. Lasociedadcivilchilenaactualestaracaracterizada,segnDelaMaza (2010:98)pormayoresnivelesdeinclusinsocioeconmicaatravsdel consumo, pero mantencin y profundizacin de inequidad social, debilitamiento de los mecanismos de integracin interna de los grupos sociales e incertidumbre frente al futuro. Todo ello dentro de un esquema poltico que no estimula la participacin y que se vuelve crecientemente elitario. A lo anterior, hay que aadir algunos grandes cambios que se estn experimentandoanivelmundialyquedesafandemaneraparticularala izquierda democrtica. Identificamos, por lo pronto, dos grandes ejes, relativos a la nueva poltica de la identidad, por un lado y, por otro, los cambiosqueexperimentanlasideasdeespaciopblicoeinterspblico. eldesafoqueenfrentanlospartidospolticosprogresistasenchile no es un fenmeno particular. Supone un desafo para la poltica, a nivel global. Si aceptamos que la poltica se manifiesta, no solamente a travs delabsquedadelordennidelusodelpoder,sinodelaidentidad,est claro que la ideologa socialista, en trminos tradicionales, est en problemas porque ha tendido a basarse en una identidad social en concreto, elmovimientoobrero.gamble(2003)nosrecuerdaqueyanoexisten identidades primarias que definan el mundo poltico y las bases para la adhesinylascreencias.Porelcontrario,lospartidospolticoshande constituir una coalicin y desarrollar un programa y un estilo de funcionamiento que sean sensibles a las mltiples y cambiantes ideas de los

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votantes. Para dicho autor, la adaptacin pasara por entender que el nuevomundodelapolticaestbasadoenlaidentidad.Poridentidad, dichoautorhacealusinaladimensinexpresivadelopoltico,alaque sepreguntaporquinessomos.Laincomprensindeestefenmeno habra llevado a la disociacin entre las formas tradicionales de hacer poltica y los movimientos de masas. en el chile actual, existen identidades fcilmente reconocibles y que no han sido atendidas, como los reclamos del pueblo mapuche y, en general, de los pueblos originarios. Los jvenes, que constituyen un porcentaje importante del potencial universo de votantes, dos millones y medio, han decidido marginarse de la inscripcin electoral. La izquierda democrtica debiera preguntarse legtimamente por la responsabilidad que le cabe en esta marginacin. Es ciertoquelosjvenesnoconstituyenunaidentidadcomoelgnero,la nacionalidad o la raza. Algunos diran, incluso, que es una contingencia, una etapa fluctuante de la vida. La izquierda debiera preguntarse en qu fall, que no ha podido hablarles a los casi dos millones y medio de jvenes que, al da de hoy, y de no mediar la inscripcin automtica, se marginandelosregistroselectorales.YaHobsbawn(2000:179)constataesta miopacuandoafirmaquelapolticadeizquierdasslohaintegradoen partelastransformacionesexperimentadasenelsenodelafamiliaylos cambiosenlasrelacionesentrelossexosyentrelasdiferentesgeneraciones.estoexplicaelsurgimientodemovimientosespecficosnoiniciados por la izquierda y slo parcialmente vinculados a ella, como los Verdes. Una observacin detenida nos llevara a afirmar que buena parte, sino todos los movimientos sociales contemporneos, se han escindido de la izquierda por no encontrar en ella acogida ni sustento a sus demandas y aspiraciones, ms relacionadas con el reconocimiento y menos con lo instrumental. Es cosa de ver, no solamente a los ecologistas que recuerda Hobsbawn, sino tambin al movimiento feminista. La izquierda democrtica tiene problemas para entender y acoger la poltica de la identidad, ms all de la clase social y de la ideologa. Es cierto que, a veces, la izquierda ogra salvar esta distancia con las identidades.Peroesoseproduceaccidentalmente.Aveces,encontextos polticosespecficoscomofueelcasodechileen2005,surgenrespuestas a las demandas varias, entre las cuales se encuentran las de identidad, pero por va individual. Ese fue, de alguna forma, el caso de Michelle Bachelet en chile, que pudo movilizar la solidaridad de gnero, obteniendo el apoyo femenino de forma transversal, y con prescindencia ideolgica.Peroesonosucedetodoeltiempoy,adems,suponelagene-

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racin de vnculos de dependencia con individuos especiales, hombres y mujeres, en lgica cuasimesinica. As como no hay identidades monolticas, y ello desafa a los partidos, stas tampoco son estables por lo que los partidosdebengenerarinstrumentos,casienlamodalidaddegPS,para capturarlas, sabiendo que son provisorias. Judt (2010: 91) es ms crtico al sealar que el reclamo de la identidad, por pecar de individualismo, debilitaelsentidodeunpropsitocomn.eldesafoparecedescansar en prestar atencin a cada una de estas reivindicaciones, avanzando sobre ellas y dotndolas, a su vez, de una orientacin ms comprensiva. Al dilema planteado, se suma la transformacin de la idea de espacio pblico.Denuevo,gamble(2003:114y115)nosentregaalgunasindicaciones al respecto. Seala que, aunque tanto desde el neoliberalismo como desde el marxismo, se han promovido visiones que cuestionan, bienlaexistenciadealgunaideadebienpblicoodealtruismosocial, o bien que siempre el Estado es el instrumento de una clase, la propia experiencia muestra que no todos los sistemas polticos en el mundo son objeto de pillaje y de aprovechamiento, habiendo espacio para una nocindeinterspblico,distinguibledelintersprivadodelosparticipantesenelmbitodelopblico.Dichoautorreivindicaelmbitodelo pblicoydeslindalanocindelaideadebienpblico.Asujuicio,ideas tales como tratamiento equitativo y proceso debido, as como criterios especficos para la asignacin de recursos y su habilitacin, son claves, enordenallenarlodesignificado.Precisaquecuandosehabladelfindel gobierno es en el sentido de sealar que los gobiernos pueden ser, hoy da, menos poderosos de lo que fueron y que las viejas concepciones de lopbliconosontilesniprecisas.Razndems,sealaenfticamente, parapensarloscriteriosquedebierandefinirelmbitodelopblicoque, a su juicio, no est en trance de desaparecer. La izquierda democrtica tiene,portareaimpostergable,repensarelestado.enesalnea,Judt (2010:118)nosrecuerdalaformaenquesefuedebilitandoelsentido delserviciopblicoylanocindeinterspblicodando,comoconclusin,loquelllamaunasociedadeviscerada.

un desAfo sIn lIBreto ConoCIdo: CrIterIos orIentAdorespArA un progrAmA poltICo renovAdor

Lasituacindeoposicinenlaqueseencuentralaizquierdaenchile debeservistacomounaoportunidad,loquenoeximesucomplejidad. como los partidos que conforman la concertacin de Partidos por la

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Democracia,dejarondecontemplarlaposibilidaddeperderalgndael poder poltico, autoconfiados en que permaneca anclada en la cultura poltica de los chilenos la gesta heroica que les permiti el triunfo en el plebiscito y, en definitiva, en la permanencia del clivaje autoritarismo versus democracia, sus condiciones materiales para fiscalizar al gobierno y para elaborar proyectos alternativos de futuro, hoy por hoy, no son lasmejores.Laoposicin,delaqueformanparteelPSyelPPDyque incluyealaconcertacinensuconjunto,estancladaenelcongreso y no logra interpretar integralmente las ideas progresistas, por cuanto ellasseanclantambinhoydaenotrosdomicilios,comoelpartidoProgresista, que se encuentra en formacin. Es una oposicin institucional, pero que debe avanzar en la construccin de una oposicin social y de unaoposicincultural,desafosteltimonomenordadaladebilidad y dispersin de sus centros de pensamiento (think tank), con contadas excepciones,ylaconcentracindemediosdecomunicacinexistenteen chile,endosempresas,elMercurioyLaTercera,tambindenominadas elduopolio.Laconcertacin,estandoenelgobierno,nuncaprepar su retirada ordenada ni conform una retaguardia que le permitiera asumir una oposicin en condiciones. Hemos intentado fundamentar que la bifurcacin producida entre los partidos de izquierda, que formaron parte de la coalicin de centro izquierda que gobern en chile durante veinte aos y que hoy se encuentranenlaoposicin,conrelacinalmundosocial,seexplicaporun asentamiento poltico-intelectual en una manera de entender la gobernabilidad, ms orientada a desactivar lo que se presumi que pudo haber sido una sobrecarga de demandas, con el retorno a la democracia, que a generar las intermediaciones y canales apropiados para acogerlas, por la va de mecanismos de participacin ciudadana. Porotraparte,enelactualestadodecosas,algunospostulanquela solucin es volver a revincularse con el mundo social al que, literalmente, se le dio la espalda. Esta revinculacin, a nuestro juicio, es una condicin necesaria para la conformacin de una alianza poltica y social que le d sustentoaunproyectopolticoquepermitaquechileencareeldilema de la desigualdad. La tarea se justifica, no solamente desde el punto d de vista normativo, por cuanto forma parte del corpus de la izquierda la importancia de la accin colectiva y la participacin, sino tambin prctico, si es que se desea volver a tener las riendas del gobierno. Sin embargo, est cruzado por un asunto de confianzas debilitadas entre ambos mundos, y tambin por las transformaciones intrnsecas al mundo social.

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Los organismos que tienen pretensiones de representacin no logran contenerniexpresarlamultiplicidaddeinteresesnidedemandas.Por otro lado, a las demandas por orden, por participacin y por gestin, se suman demandas de carcter identitario, que el progresismo tiene particulares dificultades en entender y captar. Solamente as se entiende quechile,habiendotenidocuatrogobiernosdeunacoalicindecentroizquierda(condosdesuspresidentesprovenientesdelPS),seauna excepcinenelpaisajelatinoamericanoporcuantonodisponedeuna ley de cuotas que posibilite una mayor presencia femenina en rganos de representacin poltica y, consecuentemente, aspirar a mayores niveles de igualdad poltica de gnero ni tampoco de una ley antidiscriminacin, por mencionar solamente dos ejemplos 19. Es en este punto donde resulta de inters recuperar la idea de Lechner de que la poltica es, en resumidas cuentas, un trabajo cultural 20. Dicho autor seala que se ha producido un nfasis en la poltica, entendida como estrategias de desarrollo, en su dimensin socieconmica y que, a suvez,laspolticasdecrecimientoeconmicotiendenaserblindadas por supuestos imperativos tcnicos. Sin embargo, acierta en sealar quesehafalladoenintentarconocerlasexperienciassubjetivasdelas personas. Un ejemplo de intento fallido lo supuso la reciente campaa presidencialenchiledondelostresabanderadosdelprogresismo,nosolamenteeldelaconcertacin,planteabanlanecesidaddeunareforma tributaria. A quin puede interesarle apoyar una medida de este tipo, desconectada de cualquier plan que le de un sentido y dote dicha propuesta de un horizonte, inclusive pico, de necesidad? Se lleg a pensar en la propuesta como un fin en s mismo, ergo, que a cierto sector de los chilenos le podra entusiasmar la idea de pagar ms impuestos, solamente porque s aunque, para ser justos, la propuesta iba acompaada de un ciertorelatoacercadelanecesidaddeenfrentarlainequidadexistente enlaestructuradetributacinquehayenchile.entodocaso,resultaba totalmente suficiente para convencer y, menos, para ilusionar. Lechner

ParamayoresdetallessobreelintentodetramitacindeunaLeydecuotasduranteel gobierno de Michelle Bachelet, se sugiere consultar Fernndez Ramil, Ma. de los Angeles (2008)equidaddegneroenelchileactual:entrepromesasyresistencias,Anuario de Derechos Humanos,centrodeDerechosHumanos,Universidaddechile,Santiago,disponibleenhttp//cdh.uchile/publicaciones/Anuarioddhh.conrelacinalaleyantidiscriminacin,queyallevaseisaostramitndoseenelcongreso,consultarcarrera,carolina (2011)Sedebilitanlasmedidascontraladiscriminacin,La Segunda, 26 de enero, p. 9. 20 consultarLechner,NorbertLapolticadedesarrollocomoundesafocultural,accesible enwww.desarrollohumano.cl/extencion/lech.pdf19

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especifica que la poltica tiene, como horizonte, los imaginarios colectivos. En segundo lugar, remite al futuro. En tercer lugar, el imaginario est entrelazadoconelnosotrosyesalldondesesitasuprincipaldebilidad. Y, en cuarto lugar, las sociedades atraviesan un desplazamiento desde el trabajo hacia el consumo. Ello no ha sido entendido por la izquierda con suficiente fuerza, en la que permanecen sectores con ideas un tanto fijasacercadelaexistenciadeunaciertaconcienciadeclasevinculadaal trabajo manual o fabril. coherente con lo anterior, entonces, ms que proponer frmulas ambiciosas o procedimientos para renovar la poltica partidaria del progresismoysuconexinconlosocial,nosanimamosaformularcriterios orientadores de la accin. Algunos polticos, en trminos individuales, lo han comprendido y han desarrollado acciones y prcticas en dicha direccin.esquizsporesoque,enchile,algunosdeellos,hombresy mujeres, obtienen excelentes resultados electorales y son queridos en sus respectivos distritos. Sin embargo, se ha fallado en trasladar las frmulasquehanpermitidosuconexinconlosvotantesalasestructuras partidarias de las que forman parte. stos, a nuestro juicio, son tres: 1. En primer lugar, ir a los lugares en los que las personas estn y a los temas que les interesan, sean stos reales o virtuales. Nos referimos a ms calle, pero tambin al mundo de las redes sociales y de la conexininstantnea.Noesunfenmenomenorelhechodequechile se haya convertido en el pas lder de Amrica Latina en el uso de las redes sociales 21. No hay que dejar de hablar de las reformas laborales ni de la reforma tributaria, pero ello no tendr mayor eco si no lo conectamos con los temas que, al parecer, interesan crecientemente a las personas. Nos referimos a los cambios demogrficos (habr ms ancianos y mujeres hacia la mitad del siglo), la importancia del medio ambiente, la vida en las ciudades, las condiciones del mercado

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enchileeselpaslderdeAmricaLatinaenelusodelasredessocialesseafirmaque chile,aunqueentrtarde,sehaconvertidoenunodelospasesconlosusuariosms fanticos del mundo. en otro artculo titulado el pas ms solitario del mundo, Jos MiguelPiquerponeendudalascifrasquemuestranelniveldeactividadvirtualdelos chilenos para, posteriormente, analiza los motivos que los llevan a conectarse. Destaca, enesembito,lasoledadyhastaelhechodequechileformarapartedelospasesque quierenmsdeloqueson.Dehecho,enelInformeLatinobarmetro2010sedacuenta dequechileesunodelospasesconmayorpenetracindelasredessociales.endicho informesedestacaquechilelideraenlareginenelusodeFacebook,ascomotambin en el uso de Internet todos los das (donde slo es superado en 1 punto por Argentina).

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laboral (una de cuyas aristas es el sistema de pensiones, pero no el nicoyaquesurgeconevidentefuerzalanecesidad,tantodetrabajar ms aos como de una mayor calificacin en el empleo) as como la importancia que la tecnologa y la ciencia van teniendo en la vida de laspersonas.elconsumo,ensmismo,estexperimentandocambios ya que la virtualidad est dando paso a la realidad (las redes sociales promueven, no personas aisladas, sino el encuentro de personas en base a sus intereses, y en forma fsica), la importancia de los negocios transparentes y la marca personal. Todas estas tendencias deben ser utilizadas por las organizaciones partidarias para acercarse a las personas y conocerlas mejor. Los grupos polticos con ms recursos, que siempreestndelladodeladerecha,hanrecurridoalosfocusyes por ello que se afirma que este sector poltico tiene evidentes ventajas materiales para captar los intereses de las personas, adems de sus evidentesconexionesconlaempresaprivada,loquebrindaaccesoa los estudios de mercado. Otro fenmeno que est emergiendo es la profesindecommunitymanager,personasencargadasdeconectar las necesidades de los consumidores con las compaas a travs de sunavegacinporInternet,redessocialesyrelacionesvirtuales.Por qu un partido poltico no podra hacer algo as? 2. En segundo lugar, observar aquellos elementos que unen a las personasylesproporcionaunsentidodelnosotros.Noesposiblequela poltica progresista no atienda con suficiente empeo a este esfuerzo porque las soluciones que plantea se inspiran en esfuerzo colectivos, y no individuales. La izquierda debe imaginar cmo, en las actuales condiciones, fomenta la solidaridad y el valor de la organizacin. En sociedades crecientemente fragmentadas, el recurso a los smbolos patrios podra facilitar la satisfaccin de un cierto sentido de pertenencia. Habra que preguntarse, en el caso de chile, los motivos del uso tan indiscriminado de la bandera 22. Otro ejemplo viene de la mano con el reciente rescate de los mineros atrapados en el norte. Porquhizovibrarcontantafuerzaaloschilenosyalahumanidad entera? Ms all de la espectacularidad de la operacin de rescate, la obra de ingeniera involucrada y la dosis de herosmo que contiene, el rescate y su resultado hubiera permitido apelar a ciertos valores que son propios del mundo de la izquierda como la solidaridad, el22

Al respecto, se recomienda leer la columna de opinin de Jocelyn-Holt, Alfredo (2010) Abanderadoscompulsivos,enLa Tercera,28deAgosto.

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sentimiento de reciprocidad que los mineros desarrollaron en condiciones adversas, el compromiso mutuo, la responsabilidad, etc. Sin embargo, lo que se ha conocido, fuertemente promovido como parte del gobierno, es el orgullo que tenemos que tener, como chilenos, como parte del trabajo bien hecho. La base de la apelacin a lo que nos une, por tanto, es la eficiencia y la resolucin de una tarea, pero no sentimientos que promuevan a la idea de compasin, ayuda mutua, etc. Ha sido una oportunidad desaprovechada por la oposicin. 3. En tercer lugar, promover la espontaneidad poltica. Esta idea, que postula Linz (1992) en relacin al costo de la democracia y su necesario financiamiento, en la direccin de impulsar acciones que lleven a que los partidos, en lo esencial, sean mantenidos por sus afiliados yvotantes,puedeserextrapoladaaotrotipodembitoscomolademocratizacinpartidaria.Lospartidospolticosprogresistasenchile han sido perezosos, por todas las razones que hemos esgrimido, a la hora de mantener contacto con la ciudadana. Se han acercado a las personas, en perodos electorales, pero no han estado a la vanguardia alahoradedesarrollarprcticaspartidistasdemocrticas.Porqulas primariasnohansidounaprcticahabitualdelospartidosPSyPPD para elegir a sus candidatos a cargos de representacin popular? 23. La legislacin heredada del rgimen militar no obstaculiza su realizacin, aunque se ha esgrimido algunas veces como disculpa. El problema haestadoenotraparteyserelacionaconproblemasformalesrespecto de los mecanismos de afiliacin, respecto del padrn electoral, en lo relativo al control de los procedimientos electorales internos y, finalmente, respecto de los mecanismos de fiscalizacin externos e internos 24.

elambiguocompromisoconlasprimariasseconstatenlaltimaeleccinpresidencial yaquelasdirectivasdelospartidosdelaconcertacin,paraelegirsucandidato,acordaron la realizacin de primarias acotadas a dos regiones, cambiando previamente varias veceslasreglasdeljuego.Laconcertacinhaosciladoentreelmecanismodeprimariasyla opcinporlasencuestas,alahoradeelegirsuscandidatosalapresidencia.Previamente realizprimariasen1993,enlasquevotaron608.000personas,entremilitantesyadherentes a la coalicin y, posteriormente, en 1999, se realizaron nuevamente, amplindolas apersonasquenoestuvieranafiliadasaningnpartidoajenoalaconcertacin.enstas ltimas,votaron1.381.326personas. 24 Alrespecto,consultarProgramadegobernabilidad(2007)Funcionamientointernode los partidos polticos en chile. Un diagnstico, Santiago, Flacso- Fundacin Friedrich Ebert, p. 29.23

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Es cierto que si no se dan ciertas condiciones previas relacionadas con atender a los aspectos ya sealados, las primarias pueden resultar en la generacin de ms problemas que soluciones. Investigaciones rigurosas dan cuenta de los problemas que stas conllevan. Es por eso que las primarias deben ser consideradas en su propio mrito, y contempladas en un conjunto de medidas como la limitacin a los mandatos. El criterio que debiera orientar la prctica de todo partido de izquierda democrtica es la propensin a la mayor descentralizacin y desconcentracin posible a su interior y a partir de ellos. Un ejemplo de que estas iniciativas son posibles lo constituye ciutadanspelcanvi(cpc,Ciudadanos por el Cambio),plataforma cvico-polticaespaolasurgidaen1999encatalua,paradarapoyo alacandidaturadePasqualMaragallalapresidenciadelageneralitatdecatalua.Desdeeseao,sepresentaronenlaseleccionesal ParlamentodecataluaencoalicinconelPartidoSocialistadecatalua(PSc).Losobjetivosdelaplataformason,deacuerdoconsu programa,elfortalecimientodelademocracia,laluchacontrala exclusinsocialyelimpulsodelautogobierno.entresusactividades esta asociacin ha realizado una serie de encuentros con otros movimientos sociales de otras comunidades del Estado, trabajando por establecer una red de alianzas para la divulgacin y defensa de los derechos de ciudadana y la democracia participativa. Han contemplado la limitacin a los mandatos como uno de sus principios rectores. entresusasociadosexistenmiembrosdelempresariado,dediferentes sectores profesionales, organizaciones sindicales y representantes en diferentes consistorios municipales, sea como independientes o enlistasconjuntasconelPSc. esteproyectonohaestadoexentodetensionesydilemas.Sin embargo, en mayo de 2008 la organizacin complet los procesos internos que le han permitido dotarse de unos renovados estatutos, culminado todo ello con la renovacin de la Junta Rectora para un nuevo perodo en el que se ponen en marcha una serie de campaas polticas sobre la base de la participacin ciudadana, la auditora permanente y la accin poltica; junto con una serie de goras internasyexternassobretemasdeanlisiseintersparalosmovimientos sociales de progreso. Entre estas acciones destacan por su fuerza las relativas a dotarse de una nueva Ley Electoral, apostar por un marco Federal a nivel estatal y poner en marcha las vas para avanzar hacia

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un nuevo marco de derechos de ciudadana con la Renta Bsica como mecanismo central y su divulgacin 25. Sepodrapensarqueestasreflexionessedeslizanpeligrosamentehacia los cdigos y los fenmenos del consumo y del mercado. Es plausible, pero cabe recordar que las condiciones a las que hemos llegado han sido pavimentadas por el desarrollo, sin cortapisas mayores, de un modelo de mercado que, heredado del rgimen militar, se ha perfeccionado en losltimosveinteaos,aadindoseleenmuchoscasospolticascompensatorias en los social y sin fomentar intencionalmente la idea de una ciudadanabasadaenderechos.elmodelo,bienlosabemos,acentavalores como el individualismo y la competencia, no fomenta ni la cooperacin ni la solidaridad, abunda en la fragmentacin y es totalmente ajeno a la compasin y la lgica progresista de apostar por el perdedor 26. Enfrentamos una sociedad que, aunque intentemos mapearla en trminosdeasociatividadtradicional,coexisteenparaleloconlaexpresinde mltiplespartculascuyoatrapamientoescomointentarcazarmariposas con un colador. Solamente acercndonos a ellas y conocindolas, en un desafo que ya se ha advertido que es complejo porque, a primera vista, involucra ingentes cantidades de recursos pero que bien pueden ser compensados con creatividad, imaginacin y el desarrollo de un discurso moral (porque la poltica se trata de valores, cosa que se suele olvidar), podremos entender la forma en que los chilenos y chilenas buscan respuestaasuaspiracindesentido,dignidadeincidencia.Peronobasta con conocerlos. Hay que desarrollar un esfuerzo adicional, y es esa parte del guin en la que entra la revalorizacin de lo poltico, de forma de intentar la transformacin de los sentidos.

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Paramsinformacin,consultarwww.wikipedia.org Estudios recientes muestran que la era digital ha producido una disminucin de la capacidaddeempata,deponerseenellugardelotro.chilenohapodidoescaparaesatendencia.Alrespecto,resultarevelarelartculodeAcevedo,Ricardo(2010)empataques eso?, Tendencias La Tercera,23deoctubre,p.106y107.

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Bolivia: la izquierda renace desde el campopABlo stefAnonI*

1985: lA IzquIerdA derrotAdAen1985,elcaudillonacionalistaynuevopresidente,vctorPazestenssoro,exclamabaBolivia se nos muere.conesafrase,tansimplecomo dramtica, se pondra fin al modelo de capitalismo de Estado que, con vaivenes, haba sobrevivido desde la revolucin del 52. El proceso sera similaraldeotrospopulismoslatinoamericanos,quedesdemediados delosochentayenuncontextodefuerteinestabilidadmacroeconmica (hiperinflacin en los casos de Bolivia y Argentina), viraron hacia un neoliberalismo dogmtico, en concordancia con la hegemona mundial delconsensodeWashington,lacrisisterminaldelsocialismorealyla victoria ideolgica del liberalismo econmico. Aunque las transformaciones globales comenzaron en los aos setenta, sera entre los ochenta y noventaquestasseexpresaranconmayormagnitud.enestesentido, como ya mencionamos, Bolivia no haca ms que alinearse con el modelo de acumulacin de capital que comenzaba a ser adoptado por sus vecinos,convirtindose,juntoconchile,enpioneradeesevirajehacia la jibarizacin del Estado y hacia las reformas estructurales neoliberales.* Periodistayeconomista.DirectordeLeMondeDiplomatique,ed.boliviana.coautorde Debatir Bolivia. Perspectivas de un proceso de descolonizacin, Taurus, 2010.

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En efecto, la estructura social del pas as como sus actores polticos ysocialessetransformaronviolentamente.Laempresainsignialacorporacin Minera Boliviana sucumbira ante el derrumbe de los precios internacionales del estao y la ola antiestatista. Junto con ello, los mineros, columna vertebral del movimiento popular boliviano desde los aos cuarenta,dejaronrpidamentedeexistircomofuerzasocial.en1986,la derrotagubernamentaldelaMarchaporlavidaylaposteriorrelocalizacin (despido) de ms de 20.000 trabajadores del socavn acabaron con la visin proletarizante del mundo 1 que detentaban los sectoressubalternosycondenalaotrorapoderosacentralobreraBoliviana (coB)aserunaorganizacintestimonial,cargadaderadicalidadretrica pero sin capacidad para articular un movimiento obrero que haba perdidosuncleoorganizativoeidentitarioycomenzabaaestallarenuna numerosa pero inasible clase obrera precaria e informal. Era el fin del marxismominero,encuyosenotrotskistas,comunistas,nacionalistas de izquierda y de otras tendencias del campo popular discutan intentando forjar legitimidad para sus programas polticos; cada congreso de la coBeraelescenariodeesasdisputaspolticaseideolgicasacercadela caracterizacin del perodo y de las estrategias destinadas a buscar transformaciones polticas y sociales. comoenotrospasesdelaregin,elneoliberalismonocarecide apoyos. La combinacin del trauma de la hiperinflacin con el trauma de la ingobernabilidad que oblig a la salida anticipada de la Unidad Democrtica Popular en 1985 2 otorg una fuerte legitimidad social a la retraccin del Estado y a la promesa de modernizacin, mediante la inversin extranjera en lo econmico y la democracia pactada en lo poltico,loqueimplicabaenbuenascuentasqueelcongresodabaluz a mayoras que el electorado no haba construido en las urnas 3.Poresta razn, como recuerda carlos Toranzo, en Bolivia, democracia pactada y ajuste estructural se volvieron casi sinnimos 4. Este rgimen dio ori-

carlosToranzo(2006)Rostros de la democracia: una mirada mestiza,LaPaz:Friedrich ebertStiftung-Ildis-Plural. 2 AlianzalideradaporHernnSileszuazoeintegradaporelMovimientoNacionalistaRevolucionario de Izquierda (MNR-I), el Movimiento de Izquierda revolucionaria (MIR, de JaimePazzamora),yelPartidocomunistadeBolivia(PcB). 3 Laanteriorconstitucinestablecaquesiningncandidatoobtenael50%msunode losvotoselcongresoescogaentrelostresmsvotados,loqueenlosnoventaseredujo a los dos primeros. 4 Toranzo, Rostros, op. cit.1

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PABLoSTeFANoNI

genacuatrogobiernos,ademsdeldePazestenssoro:JaimePazzamora(1989-1993),gonzaloSnchezdeLozada(1993-1997),HugoBanzer/ JorgeQuiroga(1997-2002) 5, Snchez de Lozada (2002-2003). Sin tomar encuentaelltimoperododeSnchezdeLozadapuedeconsiderarse que el pactismo gener un perodo de indita estabilidad poltica en un pas conocido por la cantidad de golpes de Estado en su historia poltica reciente,alpuntoqueresultadifcilrecordarlospresidentesentre1978y 1982,debidoalaescasaduracindesusturbulentosmandatos. Laizquierdaimplosion,lacadadelaUPDarrastratodaslastendencias, desde las ms moderadas hasta las ms radicales, y los intelectuales progresistas pasaron a formar parte del neoliberalismo multiculturalista (que ampli las bases sociales, tnicas y geogrficas de la institucionalidaddemocrticaconlaLeydeParticipacinPopular,enunasuertede democratizacintecnocrtica)oseatrincheraronenoNg,muchasdelas cuales pasaron a asesorar a las organizaciones campesinas 6. La dispersin de la izquierda fue la norma, en paralelo a fuertes discusionesentornoalaluchapolticaenuncontextohostilydedispersin tctica y estratgica. Una parte de la izquierda se ali pragmticamente con los partidos sistmicos. Los debilitados kataristas promovan alianzas consectoresdelaizquierdaymstarde,laramadevctorHugocrdenas se aliara con el MNR de Snchez de Lozada. Los Ayllus rojos (liderados por Felipe Quispe, en los que milit e incidiideolgicamenteelactualvicepresidentelvarogarcaLinera),proclamaban, sin mayor real incidencia, la autodeterminacin indgena, a partir del nacionalismo aymara, y defendan la lucha armada como forma de contribuir a generar una insurreccin comunitaria. Finalmente, la izquierda marxista conformaba un verdadero archipilago de pequeos grupos, en medio de divisiones e intentos de recomposicin. Uno de ellosfuelaconformacindelgrupodelos17,unvariopintonucleamiento de pequeas expresiones de la dispora de la izquierda partidaria 7,La enfermedad y el posterior fallecimiento de Banzer llev a la primera magistratura a su vicepresidente Jorge Quiroga. 6 Barrios Suvelza, Franz Xavier (2005) El discurso neoliberal boliviano y la crisis de sus cientficos sociales,LaPaz:Malatesta. 7 conformado,entreotros,por:lasorganizacionesPopularesdeBase(oPB);lacoordinadora 4 de marzo (un desprendimiento del Ejrcito de Liberacin Nacional-ELN); el Bloque PatriticoPopular,elPartidoSocialista-1;elgrupoAutogestionario(exvanguardiaobrera);elPc-vcongreso;elMIRMasas(undesprendimientodelMIRdePazzamora,liderado por Juan del granado), el Partido comunista de Bolivia (PcB), la Federacin Regional nicadeTrabajadorescampesinasdelAltiplanoSud(Frutcas),elMovimientoSocialista5

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BoLIvIA:L AIzQUIeRDAReNAceDeSDeeLcAMPo

quedurantelosaoscincuentasearticulabaentornoalPartidoobrero Revolucionario(PoR),elPcByelaladeizquierdadelMNR,alaqueya en los aos sesenta se sumaron el maosmo y el guevarismo. Algunos de los nombres de estos aos sonaran con fuerza (ya como ministros, diputados o senadores), despus de 2002. esafinesdelosochentacuandocomienzaasonarlaideadelinstrumento poltico de los sindicatos agrarios. En el congreso campesino de 1988sevotelretornodelosdirigentesalasbases,elrechazoalospartidos tradicionales y la idea de organizarnos [polticamente] nosotros mismos 8.Luego,en1989,seapruebaenTarijalaAsambleadeUnidad delosPueblosyNacionesoriginariasconunaideadecontra-Parlamento,enlatnicadelaAsambleaPopularde1971.Y,comoyasealamos, los500aosderesistencia,celebradosen1992,darnnuevosbrosal discurso tnico. Unaideamsprecisadelinstrumentopolticoibamadurandocon apoyodelafederacincampesinadecochabamba,laFederacinRegionalnicadeTrabajadorescampesinosdelAltiplanoSur(Frutcas),ylos sindicatos yungueos, liderados por Dionisio Nez y Lino vilca, pero todava predominaban visiones enfrentadas, incluyendo a quienes an creanenlaluchaarmadaysoabanconcrearunaguerrillaenelchapare obuscabanalianzasconcorrientesemergentescomocondepaoUcS. Algunos comenzaron a incluir la terminologa multinacional, o plurinacional. como indicamos, el propio crdenas acu el trmino plurinacional para definir el proyecto democratizador. Pequeos grupos comoPatriaSocialista-Movimientoguevarista,queeditelLibrorojode laPatriaSocialistaMultinacional,planteabanposicionesenestesentido 9, mientras los Ayllus Rojos planteaban una posicin semisecesionista 10.

de los Trabajadores (trotskista, vinculado al viejo MAS argentino de Nahuel Moreno) y elMovimientocampesinodeBase(lideradoporAlejovliz).Mstarde,elBPP ,elPcv congreso,partedela4demarzoyelMIRmasasconformarnelejedeconvergencia, luegoejePachakuti,dondetendraunroldestacadoSantosRamrez(entrevistaconHugo Moldiz,LaPaz,abrilde2010). 8 Entrevista con Hugo Moldiz, op. cit.. 9 No hay que despreciar aqu la influencia de la teora de las nacionalidades estalinista en algunos dirigentes de la izquierda. 10 en el noventa aparece el grupo FAL zarate Willka, de matriz indianista, en 1991 la comisinNstorPazzamora(cNPz),enhomenajeaunodelosdirigentesmuertosenla guerrilladeTeopontey,en1992,elejrcitoguerrilleroTupakKatari,brazomilitardelos Ayllus Rojos.

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PABLoSTeFANoNI

lA CoChABAmBInIzACIn de lA IzquIerdA*Fue en 1995 cuando la idea del instrumento poltico empez a adquirir fuerza efectiva. en Santa cruz, un congreso campesino, denominado Tierra, Territorio e Instrumento Poltico, aprob ahora con mayores niveles de consenso la Tesis del Instrumento Poltico, dando lugar, finalmente, a la ansiada y compleja construccin poltica, erigida a partirdelasestructurasdelossindicatoscampesinos.elncleodurode esta articulacin de organizaciones rurales era, y sigue siendo hasta hoy, laagrupacindeloscocalerosdelchapare,losc