Lunes de la XXIII (23ª) semana

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Lunes de la XXIII (23ª) semana CANTO Danos un corazón grande para amar. Danos un corazón fuerte para luchar. Hombres nuevos, creadores de la historia, constructores de nueva humanidad. Hombres nuevos que viven la existencia como riesgo de un largo caminar. PRIMERA LECTURA Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los colosenses 1,24-2,3 Hermanos: Me alegro de sufrir por vosotros: así completo en mi carne los dolores de Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado ministro, asignándome la tarea de anunciaros a vosotros su mensaje completo: el misterio que Dios ha tenido escondido desde siglos y generaciones y que ahora ha revelado a su pueblo santo. Dios ha querido dar a conocer a los suyos la gloria y riqueza que este misterio encierra para los gentiles: es decir, que Cristo es para vosotros la esperanza de la gloria. Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los recursos de la sabiduría, para que todos lleguen a la madurez en su vida cristiana: esta es mi tarea, en la que lucho denodadamente con la fuerza poderosa que él me da. Quiero que tengáis noticia del empeñado combate que sostengo por vosotros y los de Laodicea, y por todos los que no me conocen personalmente. Busco que tengan ánimos y estén compactos en el amor mutuo, para conseguir la plena convicción que da el comprender y que capten el misterio de Dios. Este misterio es Cristo, en quien están encerrados todos los tesoros del saber y el conocer. Palabra de Dios

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Lunes de la XXIII (23ª) semana

CANTO Danos un corazón grande para amar. Danos un corazón fuerte para luchar. Hombres nuevos, creadores de la historia, constructores de nueva humanidad. Hombres nuevos que viven la existencia como riesgo de un largo caminar.

PRIMERA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los colosenses 1,24-2,3

Hermanos:

Me alegro de sufrir por vosotros: así completo en mi carne los dolores de Cristo,

sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado ministro,

asignándome la tarea de anunciaros a vosotros su mensaje completo:

el misterio que Dios ha tenido escondido desde siglos y generaciones y que ahora ha revelado a su

pueblo santo.

Dios ha querido dar a conocer a los suyos la gloria y riqueza que este misterio encierra para los

gentiles:

es decir, que Cristo es para vosotros la esperanza de la gloria.

Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los

recursos de la sabiduría, para que todos lleguen a la madurez en su vida cristiana:

esta es mi tarea, en la que lucho denodadamente con la fuerza poderosa que él me da.

Quiero que tengáis noticia del empeñado combate que sostengo por vosotros y los de Laodicea, y

por todos los que no me conocen personalmente.

Busco que tengan ánimos y estén compactos en el amor mutuo, para conseguir la plena convicción

que da el comprender y que capten el misterio de Dios.

Este misterio es Cristo, en quien están encerrados todos los tesoros del saber y el conocer.

Palabra de Dios

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La salvación ofrecida a la comunidad de Colosas, es la gran noticia que se les ha revelado; y

también a nosotros. Salmo responsorial: Salmo 61

Descansa en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar; no vacilaré. Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es nuestro refugio.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6,6-11

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar.

Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho.

Los letrados y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué

acusarlo.

Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico:

–“Levántate y ponte ahí en medio”.

Él se levantó y se quedó en pie.

Jesús les dijo:

–“Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer el bien o el mal, salvar a

uno o dejarlo morir?”

Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre:

–“Extiende el brazo”.

Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido.

Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.

Palabra del Señor

Con Jesús se hace ya presente el reino de Dios: cura al paralítico del brazo.

¿Y cuáles son nuestras “parálisis”? Esa presencia del Señor hoy pasa por la comunidad, por

nosotros, quienes tenemos que hacer operativo el reino de Dios.

ORACIÓN DE LOS FIELES -Por la Iglesia, que ha recibido el encargo de observar el día del Señor, haciendo el bien, salvando

la vida, liberando a todos. Roguemos al Señor.

-Por los que tienen que trabajar incluso los domingos, sin apenas descanso y tiempo libre, para

obtener los recursos necesarios. Roguemos al Señor.

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-Por los que trabajan el domingo para asegurarnos los servicios públicos y el disfrute de nuestro

descanso. Roguemos al Señor.

-Por nosotros, tentados de caer en el formalismo, como los fariseos, en el cumplimiento rutinario de

preceptos, sin descubrir su sentido. Roguemos al Señor.

Señor Dios nuestro, tú nos has enviado a Jesucristo, tu Hijo, para aliviar a los fatigados, a

los agobiados, y así encuentren descanso en Él, escucha nuestras súplicas. PJNS

CANTO OFERTORIO

Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré su fidelidad por todas las edades.

CANTO DE COMUNIÓN Cerca de ti, Señor, yo quiero estar, tu grande eterno amor quiero gozar. Llena mi pobre ser, limpia mi corazón, hazme tu rostro ver, dame tu amor. Mi pobre corazón inquieto está, por esta vida voy buscando paz. Mas sólo tú, Señor, la paz me puedes dar; cerca de ti, Señor, yo quiero estar.

ORACIÓN

Danos, Señor:

Suficiente alegría para ser siempre amables.

Suficiente dolor para ser siempre humanos.

Suficientes satisfacciones para ser felices.

Suficientes limitaciones para ser humildes.

Suficiente luz para ser entusiastas.

Suficiente oscuridad para aprender a confiar.

Suficientes amigos para echarnos una mano.

Suficientes enemigos para amar de verdad.

Suficientes cosas para poder compartir.

Suficientes necesidades para dejarnos ayudar.

Suficiente fe para contagiar esperanza y amor.

Suficiente finura de oído

para estar atentos cada día a la voz de tu Espíritu.

Amén.

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CANTO FINAL

Cosas grandes hizo Dios en mí, su nombre es santo, fiel siempre su amor, alegre canto las grandezas del Señor, gozo por siempre en Dios mi salvador. Porque ha mirado la pequeñez de su esclava, los pueblos todos aclaman tu grandeza y dignidad. Porque ha elegido tu libertad siempre nueva, para marcar un camino a toda la humanidad. En el hombre pone su ilusión, mas al soberbio sin más dispersó, llena al sencillo de ternura y protección, quien se hace libre Dios le colma de su amor.

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Martes de la XXIII (23ª) semana

CANTO

Abre mis labios, Señor, para poderte alabar, abre mi corazón, para poderte adorar.

PRIMERA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los colosenses 2,6-15

Hermanos:

Ya que habéis aceptado a Cristo Jesús, el Señor, proceded como cristianos.

Arraigados en él, dejaos construir y afianzar en la fe que os enseñaron, y rebosad agradecimiento.

Cuidado con que haya alguno que os capture con esa teoría que es una insulsa patraña forjada y

transmitida por hombres, fundada en los elementos del mundo y no en Cristo.

Porque es en Cristo en quien habita corporalmente la plenitud de la divinidad, y por él, que es

cabeza de todo poder y autoridad, habéis obtenido vuestra plenitud.

Por él fuisteis también circuncidados con una circuncisión no hecha por hombres, cuando os

despojaron de los bajos instintos de vuestro ser, por la circuncisión de Cristo.

Por el bautismo fuisteis sepultados con Cristo y habéis resucitado con él,

porque habéis creído en la fuerza de Dios que lo resucitó.

Estabais muertos por vuestros pecados, porque no estabais circuncidados;

pero Dios os dio vida en Cristo, perdonándoos todos los pecados.

Borró el protocolo que nos condenaba con sus cláusulas y era contrario a nosotros;

lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz, y, destituyendo por medio de Cristo a los poderes y

autoridades, los ofreció en espectáculo público y los llevó cautivos en su cortejo.

Palabra de Dios Si estamos bien enraizados en el Señor, nadie nos podrá apartar de Él.

El bautismo de aquellos y nosotros, es nacimiento a una nueva vida, a la vida del Señor.

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Salmo responsorial: Salmo 144

Te ensalzaré, Dios mío, mi Rey, bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras día te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas.

Aleluya, aleluya, aleluya.

Yo os he elegido del mundo, -dice el Señor-,

para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6,12-19

Por entonces, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles:

Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé,

Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote,

que fue el traidor.

Bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano con un grupo grande de discípulos y de

pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.

Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades los atormentados por espíritus inmundos

quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a

todos.

Palabra del Señor

Sube Jesús a la montaña, cerca del Padre, para orar. En momentos importantes de la misión, el

Señor se retiraba para orar. ¿Cómo es nuestra oración? ¿Su frecuencia?

ORACIÓN DE LOS FIELES -Para que los cristianos nos abramos al amor, y seamos generosos como el Señor,

comprendiendo y perdonando.

-Para que el Señor infunda en los gobernantes sentimientos de justicia y rectitud, y que los países

desarrollados se solidaricen con los más pobres.

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-Para que el Señor llame a muchos a seguirle fielmente, y sus seguidores trabajen por la

transformación moral de nuestra sociedad y sus costumbres.

-Para que dediquemos tiempo para el encuentro personal con Jesús, y anunciemos el evangelio

con nuestras vidas.

CANTO OFERTORIO

Los pequeños y mayores con el pan y el vino te ofrecemos hoy, los disgustos y alegrones que en cada momento la vida nos dio. Las jornadas intensivas, los viajes gozados, con frío y calor, los anhelos, los dolores, lo más importante: todo nuestro amor. Yo te ofrezco, Señor, en mi plegaria, el trajín de cada día, toda la energía que da mi sudor, yo te ofrezco, Señor, mi trabajo entero, el esfuerzo de mis brazos, el vivo entusiasmo de mi corazón

CANTO DE COMUNIÓN Quédate junto a nosotros que la tarde está cayendo pues sin Ti a nuestro lado nada hay justo, nada hay bueno. Avanzamos solos por nuestro camino cuando vimos a la vera un peregrino; nuestros ojos ciegos de tanto penar se llenaron de vida, se llenaron de paz Buen amigo, quédate a nuestro lado pues el día ya sin luces se ha quedado; con nosotros quédate para cenar y comparte mi mesa y compartir mi pan.

ORACIÓN ¡Te necesito a Ti, sólo a Ti! Deja que lo repita sin cansarse mi corazón. Los demás deseos que día y noche me embargan son falsos y vanos hasta sus entrañas. Como la noche esconde su oscuridad la súplica de luz, así en la oscuridad de mi conciencia resuena este grito:

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¡Te necesito a Ti, sólo a Ti! Como la tormenta está buscando paz cuando golpea la paz con su poderío, así mi rebelión golpea tu amor y grita: ¡Te necesito a Ti, sólo a Ti!

CANTO FINAL Salve, Madre, en la tierra de mis amores te saludan los cantos que alza el amor. Reina de nuestras almas, flor de las flores, muestra aquí de tus glorias los resplandores, que en el cielo tan sólo te aman mejor. Virgen santa, Virgen pura, vida esperanza y dulzura del alma que en ti confía, Madre de Dios, Madre mía, mientras mi vida alentare todo mi amor para ti, mas si mi amor te olvidare, Madre mía, Madre mía, mas si mi amor te olvidare tú no te olvides de mí.

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Miércoles de la XXIII (23ª) semana Natividad de la Virgen María

PRIMERA LECTURA

Lectura de la profecía de Miqueas 5, 1-4

Así dice el Señor:

"Pero tú, Belén de Efrata,

pequeña entre las aldeas de Judá,

de ti saldrá el jefe de Israel.

Su origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial.

Los entrega hasta el tiempo en que la madre dé a luz,

y el resto de sus hermanos retornará a los hijos de Israel.

En pie, pastoreará con la fuerza del Señor,

por el nombre glorioso del Señor, su Dios.

Habitarán tranquilos,

porque se mostrará grande hasta los confines de la tierra,

y éste será nuestra paz."

Palabra de Dios

La profecía se realiza cada día en la vida de cada persona que se abre al Señor y se esfuerza (ya

sea creyente o no) por un mundo más justo y fraterno. Belén, signo de lo pequeño, se ha

convertido en modelo de lo que es grande a los ojos de Dios (a pesar de nuestra pequeñez, para el

Señor somos lo más grande).

CANTO Miles de ermitas pequeñitas, cobijan tu imagen, Señora, campanas que el Ángelus rezan, paisajes que cantan y lloran. Mas sé que prefieres y añoras la ermita de mi corazón, temblores de paz en el alma, el eco de una oración. Ave, María, Ave, María, Ave, María, Ave, María

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Salmo responsorial: Salmo 12 Desbordo de gozo con el Señor.

Porque yo confío en tu misericordia: alegra mi corazón con tu auxilio. Y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.

Aleluya

Dichosa eres, santa Virgen María, y digna de toda alabanza:

de ti salió el sol de justicia, Cristo, nuestro Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 18-23

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un

hijo por obra del Espíritu Santo.

José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas

había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

-"José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en

ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará

a su pueblo de los pecados."

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta:

"Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa

"Dios-con-nosotros"."

Palabra del Señor

“Jesús” (Josué, quien introdujo al pueblo en la tierra prometida). Jesús es para nosotros la tierra

prometida. “Dios con nosotros”, pues no se trata de cualquier invitado sino presencia real de Dios

en la vida y el corazón de cada persona. José, hombre justo más allá de lo “legal”.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Presentamos a la Virgen nuestras necesidades y las necesidades de todos sus hijos, para que interceda por todos.

-Tú, que fuiste inmaculada, ruega por nosotros, pecadores. -Tú que fuiste confiada, ruega por los que no creen. -Tú, que fuiste madre, ruega por todas las madres y por sus hijos. -Tú que dijiste al Señor Sí, ruega por los que dicen No. -Tú, que ayudaste a Isabel, ruega por los que sirven. -Tú que nos diste a Jesús, ruega por los que no lo reciben. -Tú, que estuviste en las bodas de Caná, ruega por los novios y esposos, para que nunca les falte el vino del amor.

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-Tú, que guardabas las palabras de tu Hijo, ruega para que sepamos escuchar las palabras de su Evangelio. -Tú, que estuviste junto a la cruz, ruega por todos los que sufren. -Tú, que participaste de la resurrección de Jesús, ruega por los que no viven la Pascua. -Tú que recibiste en plenitud el espíritu Santo, ruega para que todos estemos abiertos a los dones del Espíritu.

CANTO OFERTORIO

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres. Y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús.

CANTO DE COMUNIÓN Cantar quiero a mi madre, cantos de alegre son, óyelos, Virgen pura, óyelos con amor; óyelos, Virgen pura, óyelos con amor, óyelos con amor.

Cuando oigo de las aves el suave gorjear, con ellas yo quisiera a tu lado cantar; con ellas yo quisiera, a tu lado cantar, a tu lado cantar.

Tú eres toda hermosa ¡oh Madre del Señor!; tú eres de Dios gloria, la obra de su amor; ¡oh rosa sin espinas!, ¡oh vaso de elección!, por ti nos vino Dios.

Sellada fuente pura de gracia y de piedad, bendita cual ninguna, sin culpa original, infunde en nuestro pecho la fuerza de tu amor, custodia del Señor.

ORACIÓN La última palabra de la Biblia es un "amén", que quiere decir firmeza, apoyo, certeza, compromiso. Dios dijo "amén" al hombre desde su creación, esperando su entrega y confianza, su respuesta, su "amén". Pero la vida del hombre, muchas veces, no ha sido "un amén", ha sido una negación, ingratitud, capricho, rebeldía... Pero en la historia ha habido personas que han dicho "amén" a Dios: Noé, Abrahán, Moisés, David, los profetas... En Jesús fue el "amén" de Dios a la humanidad, y el "amén" de la "humanidad nueva" a Dios.. Apoyada en Jesús, María fue un "amén" a la voluntad de Dios.

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Nuestra vida cristiana, por Cristo, en el Espíritu, está en decir "amén" siempre y en todo. En cada encrucijada, podemos pronunciar el "amén", movidos por el Espíritu Santo. Bien mirado, es un soplo en la tierra la vida del creyente: pasa en un "santi-amén".

CANTO FINAL

Salve, Madre, en la tierra de mis amores te saludan los cantos que alza el amor. Reina de nuestras almas, flor de las flores, muestra aquí de tus glorias los resplandores, que en el cielo tan sólo te aman mejor. Virgen santa, Virgen pura, vida, esperanza y dulzura del alma que en ti confía, Madre de Dios, Madre mía, mientras mi vida alentare, todo mi amor para ti, mas si mi amor te olvidare, Madre mía, Madre mía, mas si mi amor te olvidare, tú no te olvides de mí.

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Jueves de la XXIII (23ª) semana

CANTO ¡Qué alegría cuando me dijeron: "Vamos a la casa del Señor"! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor. Según la costumbre de Israel a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia en el palacio de David.

PRIMERA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 12-17

Hermanos: Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la

misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión.

Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.

El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.

Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.

Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados, en un solo

cuerpo.

Y celebrad la Acción de Gracias: la Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza;

enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.

Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.

Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, ofreciendo la Acción de

Gracias a Dios Padre por medio de él.

Palabra de Dios

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Salmo responsorial: Salmo 150 Todo ser que alienta alabe al Señor.

Alabad al Señor en su templo, alabadlo en su fuerte firmamento. Alabadlo por sus obras magníficas, alabadlo por su inmensa grandeza. Alabadlo tocando trompetas, alabadlo con arpas y cítaras, alabadlo con tambores y danzas, alabadlo con trompas y flautas. Alabadlo con platillos sonoros, alabadlo con platillos vibrantes. Todo ser que alienta alabe al Señor.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 27-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-“A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian,

bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian.

Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica.

A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten.

Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que

los aman.

Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen.

Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a

otros pecadores con intención de cobrárselo.

¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada: tendréis un gran premio

y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos.

Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis y no seréis juzgados; no

condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará: os verterán

una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis la usarán con vosotros.

Palabra del Señor

ORACIÓN DE LOS FIELES Edificados sobre el cimiento de los apóstoles, oremos al Padre por su pueblo diciendo. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia.

Padre Santo, que quisiste que tu Hijo resucitado se manifestase en primer lugar a los apóstoles, haz que también nosotros seamos testigos de Cristo resucitado. Padre, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres, haz que el evangelio sea proclamado a toda la creación.

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Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla de la Palabra, que seamos también nosotros sembradores de tu palabra.

Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara al mundo contigo, haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación de todas las personas. Tú que has sentado a tu Hijo a tu derecha en el cielo, admite a los difuntos en tu reino de felicidad.

CANTO OFERTORIO Haz de mí, Señor, un instrumento de tu paz.

Donde haya odio que yo ponga el amor. Donde haya ofensa que yo ponga el perdón.

CANTO DE COMUNIÓN

Tú has venido a la orilla no has buscado ni a sabios ni a ricos, tan solo quieres que yo te siga. Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre. En la arena he dejado mi barca, junto a ti buscaré otro mar.

Tú sabes bien lo que tengo. En mi barca no hay oro ni espadas. Tan sólo redes y mi trabajo. Tú necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse, amor que quiera seguir amando.

ORACIÓN

Vosotros que escuchasteis la llamada de viva voz que Cristo os dirigía, abrir nuestro vivir y nuestra alma al mensaje de amor que él nos envía. Vosotros que invitados al banquete gustasteis el sabor del nuevo vino, llenad el vaso del amor que ofrece al sediento de Dios en su camino. Vosotros que tuvisteis la gran suerte de verle dar a muertos nueva vida, no dejéis que el pecado y que la muerte nos priven de la vida recibida. Vosotros que lo visteis ya glorioso, hecho Señor de gloria sempiterna, haced que nuestro amor conozca el gozo de vivir junto a él la vida eterna.

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CANTO FINAL María, tú que velas junto a mí, y ves el fuego de mi inquietud. María, madre, enséñame a vivir con ritmo alegre de juventud. Ven, Señora, a nuestra soledad, ven a nuestro corazón, a tantas esperanzas que se han muerto, a nuestro caminar sin ilusión. Ven y danos la alegría que nace de la fe y del amor, el gozo de las almas que confían en medio del esfuerzo y del dolor.

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Viernes de la XXIII (23ª) semana

CANTO Abre mis labios, Señor, para poderte alabar, abre mi corazón para poderte adorar.

PRIMERA LECTURA

Comienzo de la primera carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 1, 1-2. 12-14

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por disposición de Dios nuestro salvador y de Jesucristo nuestra

esperanza, a Timoteo, verdadero hijo en la fe.

Te deseo la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús Señor nuestro.

Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor que me hizo capaz, se fió de mí y me confió este

ministerio.

Eso que yo antes era un blasfemo, un perseguidor y un violento.

Pero Dios tuvo compasión de mí, porque yo no era creyente y no sabía lo que hacía.

Dios derrochó su gracia en mí, dándome la fe y el amor cristiano.

Palabra de Dios

Salmo responsorial: Salmo 15 Tú eres, Señor, mi heredad.

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: "Tú eres mi bien. El Señor es el lote de mi heredad y mi cáliz, mi suerte está en tu mano.

Page 18: Lunes de la XXIII (23ª) semana

Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 39-42

En aquel tiempo, ponía Jesús a sus discípulos esta comparación:

¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

Un discípulo no es más que su maestro, si bien cuando termine su aprendizaje, será como su

maestro.

¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el

tuyo?

¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "hermano, déjame que te saque la mota del ojo" sin fijarte en

la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita!

Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.

Palabra del Señor

ORACIÓN DE LOS FIELES

Ponemos los ojos en ti, Señor, que eres santo y cuidas de tus hijos para que ninguno se pierda, y te

decimos:

Haznos buenos, como lo eres tú, Señor.

Que sepamos ser contemporáneos de nuestro mundo, preocupándonos de sus problemas y

haciéndonos eco de las angustias de la humanidad.

Page 19: Lunes de la XXIII (23ª) semana

Que sepamos abstenernos de toda violencia, tanto en casa como en la calle, frente a la

naturaleza y el planeta.

Que sepamos vivir la desmesura del amor reconociendo que sólo así podemos ir recreando el

mundo con entrañas de humanidad.

Que sepamos que ser santos como lo eres tú, Padre, nos hace conflictivos y molestos,

militantes del bien común.

Ayúdanos a ser, Señor, activos y cariñosos, verdaderos y compasivos, audaces y pacíficos, para

seguir recreando tu reino de justicia y misericordia. Amén.

CANTO OFERTORIO

Mi alma glorifica al Señor mi Dios, gócese mi espíritu en mi salvador. Él es mi alegría, es mi plenitud, Él es todo para mí.

CANTO DE COMUNIÓN

Como el Padre me amó yo os he amado, permaneced en mi amor, permaneced en mi amor. Si guardáis mis palabras y como hermanos os amáis, compartiréis con alegría el don de la fraternidad. Si os ponéis en camino, sirviendo siempre la verdad, fruto daréis en abundancia, mi amor se manifestará.

ORACIÓN

Quiero escuchar a Jesús, como los primeros discípulos: "venid conmigo y os haré pescadores de hombres". Quiero escuchar a Jesús, como la muchedumbre: "Bienaventurados los pobres..." Quiero escuchar a Jesús, como el tentador: "No sólo de pan vive el hombre..." Quiero escuchar a Jesús, como los apóstoles: "Cuando oréis decid: Padre nuestro..." Quiero escuchar a Jesús, como el sordomudo: "Ábrete". Quiero escuchar a Jesús, como el paralítico: "tus pecados quedan perdonados..."

Page 20: Lunes de la XXIII (23ª) semana

Quiero escuchar a Jesús, como Pedro: "Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado? Quiero escuchar a Jesús como los enviados a la misión: "El Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros" Quiero escuchar a Jesús, como la gente: "Venid a mí todos los que estáis cansados, que yo os aliviaré".

CANTO FINAL Miles de ermitas pequeñitas, cobijan tu imagen, Señora, campanas que el Angelus rezan, paisajes que cantan y lloran. Mas sé que prefieres y añoras la ermita de mi corazón, temblores de paz en el alma, el eco de una oración. Ave, María, Ave, María, Ave, María, Ave, María.

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Sábado de la XXIII (23ª) semana

CANTO Levanto mis ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

PRIMERA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1,15-17

Querido hermano:

Podéis fiaros y aceptar sin reserva lo que os digo:

Que Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero.

Y por eso se compadeció de mí: para que en mí, el primero, mostrara Cristo toda su paciencia,

y pudiera ser modelo de todos los que creerán en él y tendrán vida eterna.

Al rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios Las credenciales que presenta el apóstol san Pablo no son sus méritos sino lo que el Señor ha

realizado en él; pues ha sido el Señor quien lo ha elegido para dar testimonio.

También podemos presentar las credenciales de la obra de Dios en nosotros, en la comunidad.

Salmo responsorial: Salmo 112 Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor por siempre.

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De la salida del sol hasta el ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre el cielo. ¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se abaja para mirar, al cielo y a la tierra? Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre.

Aleluya, aleluya, aleluya.

¿Por qué me llamáis “Señor, Señor”, y no hacéis lo que os digo?

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6,43-49

En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:

–“No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano.

Cada árbol se conoce por su fruto: porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian

racimos de los espinos.

El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la

maldad saca el mal porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca.

¿Por qué me llamáis «Señor, Señor», y no hacéis lo que digo?

El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, os voy a decir a quién se parece:

se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una

crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente

construida.

El que escucha y no pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento;

arremetió contra ella el río, y enseguida se derrumbó desplomándose”.

Palabra del Señor

La interioridad de las personas se revela en el comportamiento y sus palabras.

No sirve la sola adhesión al mensaje del Señor, sino la fidelidad y el compromiso con un estilo de

vida.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Queremos pedirte, Padre, que nos des unos ojos como los de Jesús para saber descubrirte en la

historia cotidiana.

DANOS, SEÑOR, UN CORAZÓN LIMPIO.

-Acuérdate, Señor, de todas las iglesias y de todos los que la componen, que tengan lucidez para

guiar y ser guiados en el Espíritu del Señor.

-Acuérdate, Señor, de todas las personas que en el mundo tienen responsabilidad social, política y

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económica; que den frutos dignos de la justicia, de la prosperidad y de la paz.

-Señor, ayúdanos a relacionarnos con los demás con sencillez, sin idealizarnos ni despreciarlos, y

que seamos benévolos con los defectos de los otros.

-Te pedimos por los que los pasan mal, para que los llenes de esperanza, y haz que nosotros

estemos cerca de ellos.

Guíanos, Señor, por tus caminos de paz.

CANTO OFERTORIO Haz de mí, Señor un instrumento de tu paz.

Donde haya odio, que yo ponga amor; donde haya ofensa, que yo ponga el perdón.

CANTO DE COMUNIÓN No podemos caminar con hambre bajo el sol, danos siempre el mismo pan, tu cuerpo y sangre, Señor Comamos todos de este pan, el pan de la unidad, en un cuerpo nos unió el Señor por medio del amor Señor, yo tengo sed de Ti, sediento estoy de Dios, pero pronto llegaré a ver el rostro del Señor Por el desierto el pueblo va, cantando su dolor en la noche brillará tu luz, nos guía la verdad ORACIÓN María, has creado en tu corazón un espacio de libertad para Dios. Como gaviota libre Dios ha cruzado los mares de tu ser. No hay fronteras, ni vallas en tus campos. Junto a ti, como una espiga, se ha apiñado el pueblo nuevo. Junto a ti, como un racimo, ha nacido hoy la iglesia, ha florecido en tus manos al impulso del Espíritu. Has dado alas al pueblo

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para que sea en su marcha testigo de Jesús, Señor resucitado, liberador del hombre oprimido. María, eres la madre de la iglesia peregrina, como el pueblo antiguo; peregrina en la nueva Pascua sellada con la sangre de tu Hijo. CANTO FINAL Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.

Paseo María Agustín, 8. Zaragoza www.parroquiadelcarmen.es