Lunes, 23 de enero de 1995 San Luis Potosí,...

36 WILLIAM SOTO SANTIAGO

prometido por Dios en Su Palabra.

Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con

ustedes en esta noche, y exponerle sobre este tema: “EL

MINISTERIO DEL FIN DEL SIGLO,” todo el programa

divino correspondiente a nuestro tiempo, todas las cosas que

deben suceder pronto, conforme a la Escritura.

Pasen todos muy buenas noches, y será hasta una próxima

ocasión. Con nosotros dejo nuevamente al señor Andrés Cruz

Gallegos para finalizar en esta noche nuestra parte, dándole

gracias a Dios por Sus bendiciones y por Sus promesas para

este tiempo final. Con nosotros el Reverendo Andrés Cruz

Gallegos para finalizar nuestra parte en esta noche. Que Dios

les continúe bendiciendo a todos.

“EL MINISTERIO DEL FIN DEL SIGLO.”

Distribución Gratuita

Lunes, 23 de enero de 1995

San Luis Potosí, México

POR: WILLIAM SOTO SANTIAGO

EL MINISTERIO DEL FIN DEL SIGLO 35

ángel que me mostraba estas cosas.”

Ese es el Angel del Señor Jesucristo con el doble

ministerio, con el ministerio de Moisés, que es un ministerio

dispensacional, que es un ministerio mayor al ministerio que

tuvieron los siete ángeles mensajeros de las siete Edades de la

Iglesia del Señor Jesucristo.

Siendo un mensajero con el espíritu y virtud de Moisés,

siendo que el ministerio de Moisés es dispensacional; su

Mensaje es un Mensaje dispensacional, es el Mensaje del

Evangelio del Reino.

Y también encontramos que es Elías. Por lo tanto viene

con el doble ministerio: el ministerio de Elías por quinta vez, y

el ministerio de Moisés por segunda vez; porque Dios no tiene

dos profetas mayores al mismo tiempo.

Bueno, hemos visto el ministerio del fin del siglo. No

encontramos en la Escritura otro ministerio prometido para la

Iglesia del Señor Jesucristo ni para el pueblo hebreo, luego que

han terminado los ministerios de los siete ángeles mensajeros

del Señor Jesucristo.


Ese es el ministerio que trae la bendición de Dios para

todos los hijos de Dios de entre los gentiles y después para el

pueblo hebreo; es el ministerio que trae la Gran Voz de

trompeta o trompeta final, sin la cual nadie puede ser

transformado. Porque esa trompeta final, que es el Evangelio

del Reino, nos da a conocer el gran secreto del Séptimo Sello,

nos da a conocer el gran secreto de la Segunda Venida de

Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y

Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

El Mensaje del ministerio final es el Mensaje que da a

conocer este misterio de la Venida de Cristo: lo da a conocer a

los escogidos de entre los gentiles, y después a los escogidos

del pueblo hebreo.


Que Dios les guarde, que Dios les bendiga, y que pronto

todos seamos transformados escuchando la trompeta final, la

Gran Voz de trompeta, bajo el ministerio del fin del siglo


dijo el precursor de ese Angel del Señor Jesucristo. Dice:

“Noten bien: En el tiempo cuando Dios iba a librar al

mundo antes del diluvio, El mandó un águila. Cuando decidió

librar a Israel, también mandó un águila (o sea, un profeta).

¿No cree Ud. que cuando Juan estaba en la Isla de Patmos,

este mensaje era tan perfecto que aun no podía ser confiado a

un ángel (o sea, a un ángel del cielo)? Ahora, un ángel es un

mensajero, pero ¿sabía Ud. que aquel mensajero era un

profeta? (¿sabía usted que aquel mensajero, ese Angel que le

apareció a Juan el apóstol y le dio la revelación del

Apocalipsis, sabía usted que ese Angel era un profeta?) ¿Lo

creen? Vamos a probarlo. Veamos Apocalipsis 22:9 para ver

si no fue un águila. El era un ángel, un mensajero, pero era un

profeta, el cual reveló a Juan completamente este libro de

Apocalipsis.”

Dice: “Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y

después que hube oído y visto, me postré para adorar delante

de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

Y él (el ángel) me dijo: Mira que no lo hagas (ningún

verdadero profeta recibiría adoración, o mensajero

cualquiera): porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos

los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro.

Adora a Dios. (Apocalipsis 22:8 9).”

Y ahora en la página 326 nos dice:

“Cuando el espíritu de Elías viene sobre un hombre, lo

guiará igual como a Elías.”

Ahora, ahí mismo, en esa misma página, dice:

“Moisés será la misma persona. Hallamos lo mismo en

Apocalipsis 22:8. Esto es para concluir esto de las almas

debajo del altar...”

Ahora, cuando leemos donde nos dice que eso será

Moisés, y nos dice que eso está en Apocalipsis 22, verso 8, y

que eso será Moisés, veamos aquí lo que dice; porque dijo que

eso será Moisés, y dice: “Hallamos lo mismo en Apocalipsis

22:8.”

“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que

las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del

EL MINISTERIO DEL

FIN DEL SIGLO

Por William Soto Santiago

Lunes, 23 de enero de 1995

San Luis Potosí, México

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes

aquí en San Luis Potosí; que las bendiciones de nuestro Señor

Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes

y sobre mí también.

En esta noche quiero leer en el evangelio según San

Mateo, capítulo 13; y también II de Pedro capítulo 1, verso 17

al 21. Dice así el Señor Jesucristo en San Mateo capítulo 13,

versos 37 al 43:

“Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena

semilla es el Hijo del Hombre.

El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del

reino, y la cizaña son los hijos del malo.

El enemigo que la sembró (que sembró la cizaña) es el

diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los

ángeles.

De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en

el fuego, así será en el fin de este siglo.

Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de

su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen

iniquidad,

y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el

crujir de dientes.

Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino

de su Padre.”

Luego leeremos la otra Escritura de San Pedro.

Para esta noche nuestro tema será: “EL MINISTERIO

DEL FIN DEL SIGLO.”

El ministerio del fin del siglo señalado por nuestro Señor

Jesucristo en la Escritura es el ministerio de los Angeles del


Señor Jesucristo; este es el ministerio para llevar a cabo la gran

labor de la Cosecha.

El mismo Señor Jesucristo también nos habló, en este

mismo capítulo 13 de San Mateo, verso 47 al 50, diciendo:

“Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red,

que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;

y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen

lo bueno en cestas (canastas), y lo malo echan fuera.

Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán

a los malos de entre los justos (buenos),

y los echarán (a los malos) en el horno de fuego; allí será

el lloro y el crujir de dientes.”

Ahora, el Señor Jesucristo está hablándonos del fin del

siglo y nos está dando a conocer proféticamente, aquí, las cosas

que deben suceder en el fin del siglo; está dando a conocer lo

que será de los malos y lo que será de los buenos, lo que será

de los hijos de Dios y lo que será de los hijos del diablo, como

dice el Señor Jesucristo.

El Señor Jesucristo dice que hay hijos de Dios en la

Tierra; y hay hijos de Dios. Y dice que hay hijos del diablo

también; y hay que reconocer que hay hijos del diablo, porque

Jesús así lo dijo.

Ahora, encontramos que esto que El dice, que echarán a

los malos en el horno de fuego, también el profeta Malaquías

en el capítulo 4, también lo dijo. Dice así el profeta Malaquías,

capítulo 4, verso 1:

“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y

todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán

estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de

los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.”

Ese día ardiente como un horno, ese día de Jehová que

vendrá, es la gran tribulación, conocida en la Escritura como

también la apretura de Jacob. Es un lapso de tiempo por el cual

pasará este planeta Tierra, que durará tres años y medio, en

donde los juicios divinos caerán sobre la raza humana y

destruirán a los malos; así como aconteció en el tiempo de

Moisés allá en Egipto, cuando por medio de Moisés Dios trajo


sería.

¿Cómo la verán? Verán a Jesucristo en Espíritu Santo. El

Angel del Pacto, que es Cristo en teofanía, lo verán viniendo, y

siendo manifestado en la Tierra; revelado, manifestado en la

Tierra, y hablándonos por medio de Su último mensajero,

hablándonos por medio de Su Angel mensajero, hablándonos

por medio del Angel con el Sello del Dios vivo, el Angel con

el Sello del Dios vivo, el Angel con el Espíritu Santo, el Angel

con Cristo dentro trayéndonos el Mensaje final, tocándonos la

trompeta final; porque fue dicho en la página 256, del Libro de

los Sellos:

“Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, El

vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será

completamente Emanuel la Palabra de Dios encarnada en un

hombre.”

Ese hombre no será el Señor Jesucristo; será el Angel del

Señor Jesucristo, el Angel con el Sello del Dios vivo.

Jesucristo será el que estará en él dándonos Su Mensaje final;

el Señor Jesucristo será el que estará por medio de él

cumpliendo Sus promesas.

Por eso fue que Juan el apóstol, cuando quiso adorar a los

pies del Angel del Señor Jesucristo, viendo que por medio del

Angel del Señor Jesucristo, Jesucristo estaba revelándose; el

Angel le dijo: “Mira que no lo hagas, porque yo soy consiervo

tuyo, y con tus hermanos. Adora a Dios.”

Así que nadie podrá decir que el Angel del Señor

Jesucristo, el Angel con el Sello del Dios vivo, estará diciendo

que él es Jesucristo. No. El Angel del Señor Jesucristo será un

hombre, un mensajero, con el Mensaje final de Dios, con el

Mensaje de la trompeta final o Gran Voz de trompeta. Será el

Angel del Señor Jesucristo el mensajero que El ha prometido

enviar a Su Iglesia con la revelación de los siete Truenos de

Apocalipsis; porque a través de Su Angel, Cristo en Espíritu

Santo estará hablándole a Su Iglesia.

Ahora, si ustedes, los que tienen el Libro de los Sellos,

buscan en la página 301, cuando lleguen a sus hogares... Yo les

voy a leer algo aquí. Y la 326, para que ustedes vean lo que


revelación del Rapto, la revelación o fe para ser transformada y

raptada la Iglesia del Señor Jesucristo.

Sin la Iglesia del Señor Jesucristo ver a Apocalipsis

capítulo 10, verso 1 al 11, y Apocalipsis capítulo 19, verso 11

al 21, que es la Venida del Señor, la Iglesia no puede ser

transformada y raptada; porque la Venida de Cristo como León

de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en

Su Obra de Reclamo, es la que le da la fe para ser transformada

y raptada.

Por eso es que para el fin del siglo la Escritura profetiza

en tantos libros del Antiguo Testamento y también del Nuevo

Testamento acerca del ministerio de Moisés y Elías, acerca del

ministerio de los dos Olivos, acerca del ministerio de este

Angel con el Sello del Dios vivo; porque es el ministerio final

de Dios para bendición de todos los hijos de Dios.

No es para discusiones, no es para problemas, no es para

estar peleando; sino que es para dar a conocer el gran misterio

del Séptimo Sello, es para dar a conocer el gran misterio de la

Segunda Venida de Cristo como León de la tribu de Judá,

como Rey de reyes y Señor de señores, para dar a conocer la

Venida de Cristo, del Angel del Pacto, del Espíritu Santo, en el

fin del tiempo en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación

del Reino; y así todos recibir esa fe, esa revelación.

Bien dijo el precursor de la Segunda Venida de Cristo:

“La Novia, la Iglesia, está esperando la revelación, la fe del

Rapto.” Dijo: “No puede usted tener fe sin que sea una

revelación.”

Así que la revelación del Rapto, la fe del Rapto, podemos

ver que es la revelación de la Segunda Venida de Cristo como

León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de

señores en Su Obra de Reclamo.

Y todos los escogidos de Dios, todos los que serán

transformados y raptados, verán la Segunda Venida de Cristo

conforme a como ha sido establecida en la Palabra de Dios;

verán la Segunda Venida de Cristo, del Angel fuerte, del Angel

del Pacto, del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19,

como el precursor de la Segunda Venida de Cristo dijo que


los juicios divinos sobre el imperio del Faraón, el cual había

esclavizado al pueblo hebreo por 400 años.

Ahora, estos lugares donde cayó el juicio divino en el

pasado (como Egipto, y también como Sodoma y Gomorra, y

también como el mundo antediluviano) son tipo y figura del

mundo en el cual nosotros vivimos en el fin del tiempo, el cual

está sentenciado a pasar por ese día ardiente como un horno, en

donde la cizaña, los malos, serán quemados. Ese día está muy

cerca, cuando los juicios divinos caerán sobre la Tierra.

Ahora, para poder entender el por qué no ha llegado ese

día de la gran tribulación todavía, es porque a través del tiempo

de las edades de la Iglesia gentil, el Cordero de Dios,

Jesucristo, ha estado en el Trono del Padre en el cielo haciendo

intercesión por cada uno de Sus hijos que han ido apareciendo

en este planeta Tierra, cada uno en el tiempo señalado por

Dios.

Y mientras en el Trono de Dios está la Sangre del

Cordero, cuando Dios mira hacia el planeta Tierra, El mira a

través de la Sangre de Jesucristo y no ve el pecado; pero para

el tiempo de la gran tribulación ya el Cordero de Dios,

Jesucristo, no estará en el Trono del Padre en el cielo, y Dios

entonces mirará a la raza humana, y por cuanto no hay Sangre

allá en el Trono del Padre en favor de la raza humana, entonces

el juicio divino tiene que venir sobre la raza humana; porque la

paga del pecado es muerte.

La humanidad no sabe el privilegio que ha tenido por dos

mil años aproximadamente, teniendo a nuestro Señor

Jesucristo como el Cordero de Dios sentado en el Trono del

Padre, haciendo intercesión por cada uno de nosotros. La raza

humana no ha comprendido que existe aún porque hay Uno en

el cielo, el Cordero de Dios, el cual con Su Sangre ha impedido

que Dios destruya la raza humana a causa del pecado que tiene

la raza humana. Pero es que Cristo es nuestro Intercesor, es que

Cristo ha estado impidiendo eso con Su Sangre preciosa,

haciendo allá intercesión por nosotros.

Es como cuando Dios sacó al pueblo hebreo de Egipto por

mano de Moisés. El pueblo hebreo tenía un sacrificio de un


cordero. Encontramos que Dios dijo al pueblo hebreo que el

cordero al ser matado, su sangre tenía que ser colocada sobre el

dintel de las puertas y sobre los postes para que el ángel de la

muerte no entrara a esos hogares; porque donde no estuviera la

sangre, el ángel de la muerte entraría, y moriría el primogénito

de esa familia, desde el primogénito del Faraón hasta el

primogénito de los animales.

Pero miren cómo con una simple sangre de un corderito

aplicada en la entrada de la puerta de cada hogar, el ángel de la

muerte no entraba; y así los primogénitos que estaban en esa

casa no morían, sino que seguían viviendo, pues la muerte no

podía tocarlos a ellos porque había muerto un corderito en su

lugar, y la sangre estaba aplicada en la entrada de esa casa.

Cada Primogénito de Dios, cada hijo de Dios, tiene un

Cordero que ha muerto; el cual es el Señor Jesucristo. Y Su

Sangre aplicada en el dintel de nuestros corazones, de nuestras

almas, impide que la muerte entre; o sea, la muerte, la segunda

muerte, no puede tocar a esas personas; tienen Palabra

(promesa) de Dios de que vivirán eternamente.

Ahora, si sus cuerpos mueren, ellos pasan al Paraíso, y en

la resurrección de los muertos en Cristo regresarán en cuerpos

eternos; y nosotros los que vivimos, con la Sangre del Cordero

aplicada en nuestras almas, en nuestros corazones, seremos

transformados; esa es la promesa divina. Ahora, podemos ver

lo importante que es ese Cordero de Dios.

Ahora, el Cordero de Dios saldrá del Trono del Padre, y

cuando así lo haga, la Tierra entonces será vista por Dios con

todas las cosas que aquí ocurren, y sin Una Sangre, sin la

Sangre del Cordero, para impedir que el juicio divino caiga

sobre la Tierra.

Ahora miren, el pueblo hebreo del cual hablábamos, un

pueblo que ha tenido siempre muchos problemas, un pueblo

que se ha revelado unas cuantas veces, o muchas veces, en

contra de Dios; un pueblo que ha pecado mucho, un pueblo que

ha tenido muchas faltas; pero cuando iban camino a la tierra

prometida, el rey de Moab, mandó a buscar a un hombre, a un

profeta, de otro pueblo, para maldecir al pueblo hebreo.


la Segunda Venida de Cristo como León de la tribu de Judá,

como Rey de reyes y Señor de señores.

El pueblo hebreo no recibió a Cristo como Cordero, pero

lo recibirá como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y

Señor de señores, pues así era como ellos lo estaban esperando,

como Rey, para que se sentara en el Trono de David, y reinara

por mil años y luego por toda la eternidad.

Ahora, miren cómo en medio del pueblo hebreo, en los

días de Jesús y los apóstoles, el Mensaje de la Dispensación de

la Ley, o sea, el Mensaje de la Ley, cambió a un nuevo

Mensaje: cambió Dios del Mensaje de la Ley al Mensaje de la

Gracia; porque hubo un cambio de dispensación.

Y ahora, en el fin del tiempo, encontramos que un cambio

de dispensación se ha llevado a cabo, y se ha cambiado de la

Dispensación de la Gracia a la Dispensación del Reino; por lo

tanto también un nuevo Mensaje: el Mensaje de la

Dispensación del Reino ha venido para el pueblo de Dios.

Es el Mensaje del Evangelio del Reino el que recibirá el

pueblo hebreo. Y para los gentiles poder llevarle ese Mensaje a

los hebreos, se requiere entonces que esté entre los gentiles;

¿dónde? en la Iglesia del Señor Jesucristo.

Por eso es que para el fin del siglo Dios envía el

ministerio de los dos Olivos, el ministerio de Moisés y Elías,

envía el espíritu ministerial de Elías por quinta vez, y el

espíritu ministerial de Moisés por segunda vez.

El pueblo hebreo ha estado esperando a Elías; y ya Elías

ha venido cuatro veces, y el pueblo hebreo no lo ha sabido:

Vino el espíritu y virtud de Elías por segunda vez en Eliseo,

vino el espíritu y virtud de Elías por tercera vez en Juan el

Bautista, vino el espíritu y virtud de Elías por cuarta vez en

William Marrion Branham; y viene el espíritu y virtud de Elías

por quinta vez en el Angel con el Sello del Dios vivo, en el

Angel del Señor Jesucristo que tiene el ministerio para el

pueblo hebreo, y también para la Iglesia gentil, en el fin del

tiempo, para que reciba la revelación de la Segunda Venida de

Cristo como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y

Señor de señores en Su Obra de Reclamo, para que así tenga la


proclamándolo en este tiempo final.

Ahora, hemos visto que Dios es claro, El nos habla claro

en Su Palabra; no podemos hacer otro cuadro diferente al que

Dios ha hecho en Su Palabra profética; pues nadie puede sacar

a Dios de lo que El ha prometido para que El haga diferente; y

el que trate de hacerlo, se busca graves problemas, porque esa

persona estará inventándose cosas, imaginándose cosas, que

son diferentes a lo que Dios ha prometido.

Hemos visto en esta noche el ministerio del fin del siglo.

Es el último ministerio que Cristo manifiesta en la Tierra, es el

último ministerio de Dios; por esa causa, aunque es el

ministerio para el pueblo hebreo con el Mensaje del Evangelio

del Reino en una nueva dispensación, en la Dispensación del

Reino, lo envía también a Su Iglesia gentil, que ha llegado a su

final, y ya no tiene más ángeles mensajeros, porque ya todos

han terminado su labor, y la Dispensación de la Gracia ha

llegado a su final, y la séptima edad de la Iglesia gentil, la

Edad de Laodicea, o representada en Laodicea, ha llegado a su

final.

Y lo único que Dios tiene para el fin del siglo, fin del

tiempo y fin del mundo, es Su ministerio final, para los

escogidos de entre los gentiles, primeramente, y los escogidos

de en medio del pueblo hebreo.

Por eso fue dicho por el precursor de la Segunda Venida

de Cristo: “Así como los judíos trajeron el Evangelio a los

gentiles...” lo cual fue llevado a cabo a través de San Pedro,

que le abrió la puerta a los gentiles en la casa de Cornelio; y

por San Pablo, el cual fue el mensajero, el ángel mensajero

enviado a los gentiles, a través del cual Jesucristo se manifestó.

Así como por medio de esos dos ministerios, el Evangelio

de la Gracia, el Evangelio de la Primera Venida de Cristo como

Cordero de Dios en Su Obra de Redención en la Cruz del

Calvario, fue traído ese Mensaje a los gentiles, ahora dice:

“...los gentiles llevarán el evangelio a los hebreos.”

Ahora, ¿cuál es el Evangelio que recibirán los hebreos? El

Evangelio del Reino. Y el Evangelio del Reino revela,

proclama, da a conocer al pueblo de Dios, el gran misterio de


Ese profeta oró a Dios, y Dios le dijo: “No vayas con esas

personas ni maldigas ese pueblo, porque es bendito.” Porque al

que Dios bendice, nadie lo puede maldecir; porque el que lo

bendijere, será bendito, pero el que lo maldijere, será maldito.

Ahora, ese pueblo tenía esa bendición: Toda persona que

echara bendiciones sobre ese pueblo, era bendito; toda persona

que echara maldiciones sobre ese pueblo o persiguiera a ese

pueblo, era maldito.

Cuando por último (y por el deseo del corazón de Balaam)

fue al rey Balaac... no porque Dios quería que fuera, sino

porque el deseo del corazón de Balaam era ir a causa de que

iba a recibir buenas cantidades de dinero.

Ahora, Balaam sabía cómo acercarse a Dios: él ordenó al

rey Balaac colocar siete altares y sacrificar en ellos los

sacrificios correspondientes, para Balaam acercarse a Dios, o

sea, tener audiencia con Dios; pues nadie puede tener audiencia

con Dios si no hay un sacrificio por el pecado. Por eso es que

podemos orar a Dios, porque tenemos el sacrificio de

Jesucristo y con Su Sangre hemos sido limpios de todo pecado.

Ahora, luego de ser hechos esos sacrificios, Balaam le dijo

al rey Balaac: “Yo voy a ir a aquel lugar, y allí yo espero que

Dios me aparezca, me encuentre.” Dios le apareció y le habló,

y puso Palabra en su boca; y luego Balaam bendijo al pueblo.

El dijo que no veía maldad en ese pueblo; dijo, por Palabra de

Dios, que Dios no veía maldad en ese pueblo, no veía pecado,

no veía falta.

Y un pueblo que se había revelado tantas veces contra

Moisés y contra Dios; y ahora Balaam, por Palabra de Dios

puesta en la boca de Balaam, puesta por Dios en su boca, ahora

dice que Dios no ve falta en ese pueblo.

¿Por qué? ¡Si era un pueblo rebelde! Todo el camino, en

esos cuarenta años, dice la Escritura que por 10 ocasiones

quisieron apedrear a Moisés. Porque teniendo un profeta como

Moisés, un profeta dispensacional, el cual les dio el Mensaje de

la Ley...

Quisieron apedrearlo porque en muchas ocasiones se

levantaron personas con algunos grupos en contra de Moisés,


que querían regresar a Egipto, no querían seguir con Moisés, y

no querían tener al profeta Moisés como el líder de ese pueblo.

Y pensaban algunos que era un falso profeta, porque un viaje

que podía hacerse en poco tiempo, ya llevaban años, y no

habían llegado todavía a la tierra prometida.

Ahora, encontramos que Dios no vio pecado, no vio falta

en ese pueblo. ¿Por qué? Porque ellos llevaban a cabo el

sacrificio por el pecado con aquellos animalitos; y por esa

causa el pecado de ellos, como pueblo y como individuos, era

cubierto con esa sangre, aunque no quitado.

Ahora, ¿por qué la sangre de unos animalitos, de unos

corderitos y machos cabríos, podían hacer eso, tenían esa

cualidad delante de Dios? Porque esos animalitos con su

sangre, en esos sacrificios representaban al Señor Jesucristo

llevando a cabo la Redención en la Cruz del Calvario y

derramando Su Sangre por cada uno de nosotros.

Esos sacrificios eran el tipo y figura, la sombra, de Cristo

y Su sacrificio en la Cruz del Calvario. Y si obraba así esos

sacrificios y la sangre de esos sacrificios, ¡cuánto más el

sacrificio de Cristo y Su Sangre en favor de cada uno de

nosotros!

Las personas que no han recibido en sus almas a Cristo

como su Salvador no saben que han despreciado la única

solución al problema del pecado y la única solución al

problema que la raza humana tiene; por lo cual la raza humana

no puede vivir eternamente. Pero aquellos que han recibido el

sacrificio de Cristo tienen la promesa de vivir eternamente.

Ahora, hemos visto porqué Dios no veía falta en el pueblo

hebreo. Esa es la misma razón por la cual... aunque nosotros

hemos pecado ante Dios y cometemos a diario errores y faltas,

al confesar nuestras faltas a Dios, son echadas nuestras faltas y

errores y pecados en la Sangre de Jesucristo, y desaparecen; y

Dios no las puede ver porque desaparecen como cuando se

echa una gotita de tinta, o una ropa con una mancha, en el

cloro; vemos que desaparece. Así la Sangre de Cristo hace con

nuestros pecados confesados a Dios.

Ahora, nuestro Señor Jesucristo ha señalado que para el


a Sus escogidos en el fin del tiempo.

¿Y en cuál de los mensajeros de nuestro Señor Jesucristo

estará Jesucristo, el Espíritu Santo, hablando con esa Gran Voz

como de trompeta, con esa trompeta final? Hemos visto que es

por medio del Angel de Apocalipsis capítulo 7, que viene con

el Sello del Dios vivo.

Y ahora en Apocalipsis capítulo 22, verso 6, tenemos ahí

señalado por Cristo el instrumento a través del cual la Voz de

Jesucristo estará dándonos a conocer las cosas que deben

suceder pronto. Dice así:

“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el

Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su

ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder

pronto.”

¿A través de quién es que Jesucristo da a conocer las cosas

que deben suceder pronto? A través de Su Angel enviado a Su

Iglesia gentil, y después será enviado al pueblo hebreo,

dándole a conocer estos grandes misterios del Reino de Dios;

porque a la Iglesia del Señor Jesucristo es concedido conocer

los misterios del Reino de Dios en este tiempo final, para que

así obtenga la fe para ser transformada y raptada.

Por esa causa también Apocalipsis capítulo 22, verso 16,

confirma Jesucristo a Su Angel como Su enviado, diciendo:

“Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de

estas cosas en las iglesias.”

Y esa es la única forma en que Dios ha prometido dar a

conocer en el fin del tiempo, a los escogidos de Dios, a la

Iglesia del Señor Jesucristo, las cosas que deben suceder, luego

de las cosas que ya sucedieron en las siete edades de la Iglesia

gentil. Esta es la única forma para conocer el gran misterio de

la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá,

como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo,

viniendo sobre un caballo blanco como la nieve.

Un caballo blanco. ¿Qué significa un caballo o una bestia

en la revelación apocalíptica? Representa un poder. Viene

sobre un caballo blanco como la nieve, viene sobre la Palabra

pura, viene sobre el Mensaje del Evangelio del Reino,


es la Edad de la Venida del Señor.

Ahora, es la Edad de la Piedra Angular, la Edad de la

Venida del Señor, la Edad del Mensaje del Evangelio del

Reino, la Edad del Mensaje de la trompeta final o Gran Voz de

trompeta, la Edad del Mensaje que escuchan los escogidos de

Dios en el fin del tiempo para recibir la fe para ser

transformados y raptados.

La Edad de la Piedra Angular es la Edad que tiene el

Mensaje para la Adopción de todos los hijos Primogénitos de

Dios. Sin el Mensaje de la Gran Voz de trompeta o trompeta

final, del cual nos habló San Pablo, ningún escogido de Dios,

ningún miembro del cuerpo místico de Cristo, podrá ser

transformado; porque la transformación de nuestros cuerpos es

la Adopción de los escogidos de Dios para el fin del tiempo.

Y la Adopción requiere que cada escogido de Dios

escuche la trompeta final o Gran Voz de trompeta; esa

trompeta final que es el Mensaje del Evangelio del Reino

dando a conocer, proclamando, el gran misterio de la Segunda

Venida de Cristo como León de la tribu de Judá, como Rey de

reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Eso es lo que los siete Truenos de Apocalipsis capítulo 10

dan a conocer a la Iglesia del Señor Jesucristo, a los escogidos,

para así tener la fe para ser transformados y raptados, tener la

fe para ser adoptados en el Reino de Dios.

Ahora, hemos visto que ese Mensaje de la trompeta final o

Gran Voz de trompeta, o los siete Truenos de Apocalipsis

capítulo 10, corresponde a la Edad de la Piedra Angular. Por

eso es que Cristo en Su Mensaje de Gran Voz de trompeta, o

Su Voz como trompeta, nos dice: “Sube acá, y yo te mostraré

las cosas que sucederán después de estas.”

Y ahora, ¿dónde encontraremos o cómo encontraremos el

instrumento, el velo de carne, donde Dios, donde Jesucristo

estará hablando con esa Voz como de trompeta, con esa

trompeta final o Gran Voz de trompeta, y dándonos a conocer

las cosas que deben suceder pronto? Ya hemos visto que lo

encontraremos hablándonos esas cosas que deben suceder, en

la Edad de la Piedra Angular; que es la Edad a la cual El llama


fin del tiempo los malos serán juntados y serán echados al

horno de fuego; eso es la gran tribulación. Porque para ese

tiempo la Sangre de Jesucristo ya ha sido quitada del Trono del

Padre en el cielo; por lo tanto, cada persona tendrá que pagar

por sus pecados. Estarán bajo el juicio divino aquí en la Tierra.

Ahora, ¿qué será de los escogidos de Dios? ¿qué será de

los hijos de Dios, del trigo, que representa a los hijos de Dios?

El ministerio de los Angeles del Señor Jesucristo se encargarán

de recoger el trigo, de recoger a los hijos de Dios en el fin del

siglo, el fin del tiempo y el fin del mundo. Por eso el Señor

Jesucristo dijo en San Mateo capítulo 24, verso 31:

“Y enviará Sus ángeles con gran voz de trompeta y

juntarán a Sus escogidos.”

Es una promesa divina para todos los escogidos de Dios;

es la promesa divina del ministerio final, del ministerio del fin

del siglo. Es el ministerio del Señor Jesucristo en el ministerio

final, manifestado conforme a la promesa divina.

Nuestro Señor Jesucristo ha estado manifestándose en las

edades pasadas a través de cada ángel mensajero enviado a

cada edad; así como se manifestó en el Antiguo Testamento en

cada profeta, y habló a cada profeta, y habló por medio de cada

profeta; pues Dios colocó Su Palabra en la boca de cada uno de

Sus profetas.

Y el resultado de esa Palabra colocada en la boca de los

profetas de Dios en el Antiguo Testamento es el Antiguo

Testamento (o sea que tenemos el registro de lo que Dios habló

por medio de Sus santos profetas en el Antiguo Testamento);

también en el Nuevo Testamento encontramos que Jesucristo

en Espíritu Santo ha hablado: habló por medio de Sus

apóstoles, habló por medio de Sus siete ángeles mensajeros

también; fue Cristo en cada uno de ellos.

Por eso San Pablo decía: “No vivo ya yo, vive Cristo en

mí.” Fue Cristo por medio de San Pablo llevando la Luz del

Evangelio de la Gracia, dando a conocer la Primera Venida de

Cristo y Su Obra redentora en la Cruz del Calvario, en medio

de los gentiles; dando a conocer este gran evento llevado a

cabo en medio del pueblo hebreo por nuestro Señor Jesucristo.


Y Jesucristo ha estado en medio de los gentiles en Espíritu

Santo, viajando de edad en edad, de nación en nación, y de

mensajero en mensajero, dando a conocer Su programa de

salvación, para que toda persona tenga la oportunidad de

recibir a Cristo como su Salvador y ser limpio de todo pecado.

Ahora, es el mismo Señor Jesucristo el que, en el fin del

tiempo, en Su manifestación final, envía Su ministerio final, Su

ministerio final señalado en la Escritura, que es el ministerio de

Sus Angeles.

Estos ministerios son los ministerios de los dos Olivos y

de los dos Candeleros de Apocalipsis capítulo 11, verso 3 en

adelante; y Malaquías también nos habla del ministerio de

Elías; y también el profeta Zacarías en el capítulo 4 nos habla

del ministerio de los dos Olivos que están delante de la

Presencia de Dios.

Es el ministerio de los dos Ungidos, es el ministerio final

para el fin del tiempo, para llamar y juntar a todos los

escogidos de Dios antes que caiga la gran tribulación o los

juicios divinos sobre la raza humana. Porque los escogidos de

Dios de entre los gentiles, que han recibido a Cristo como su

Salvador, no tienen pecado; porque la Sangre de Cristo los ha

limpiado de todo pecado. Por lo tanto no tienen que pasar por

la gran tribulación. La gran tribulación es para purificar la

Tierra y la raza humana del pecado.

Ahora, encontramos que ese ministerio de los Angeles del

Señor que ya les dije que es el ministerio de Moisés y Elías, el

ministerio de los dos Olivos es el ministerio que viene con la

Gran Voz de trompeta.

¿Y qué es la Gran Voz de trompeta? Es el Mensaje final

de Dios con el cual son llamados y juntados todos los

escogidos de Dios en el fin del siglo.

Por eso es que Jesucristo dice que el Hijo del Hombre

enviará Sus Angeles con Gran Voz de trompeta y juntarán a

Sus escogidos. Y por eso es que también dijo en la parábola del

trigo y de la cizaña, que enviaría a Sus Angeles; y también en

la parábola de la red dice que enviaría a Sus Angeles en el fin

del siglo.


ese Angel que estaba mirando hacia el Oriente, porque ese es el

Angel que tiene el ministerio y el Mensaje para el Oriente

también, o sea, el Mensaje para el pueblo hebreo).'

Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el séptimo Sello, lo

cual he mantenido como una pregunta en mi mente toda mi

vida.”

Ese Angel es el que tenía el Séptimo Sello, y el Séptimo

Sello es la Segunda Venida de Cristo como León de la tribu de

Judá. Ese es el Angel que mira hacia el Oriente, hacia el pueblo

hebreo, porque Su Mensaje es el Evangelio del Reino; pero que

aparece a la Iglesia gentil, por cuanto la Iglesia gentil ha

llegado a su final, y necesita recibir la fe para ser transformada

y raptada; y la fe para ser transformada y raptada está basada

en la Segunda Venida de Cristo como León de la tribu de Judá,

como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Y ese Mensaje que da a conocer la Segunda Venida de

Cristo lo tiene el Angel que tiene el Séptimo Sello, lo tiene el

Angel que levantó a nuestro hermano Branham a esa

constelación, lo tiene el Angel con el Sello del Dios vivo, lo

tiene el Angel mensajero con el doble ministerio de Moisés y

Elías.

Dios no tiene dos profetas mayores al mismo tiempo, pero

El sí puede tener dos ministerios al mismo tiempo en la Tierra

en un hombre. El los tuvo en Eliseo, el cual vino con una doble

porción del espíritu que estaba en Elías.

Ahora, El puede tener dos profetas en la Tierra, y

aparentemente se pueden ver dos hombres, dos profetas, en el

mismo siglo, aún en el mismo año, y las personas decir: “Dios

tiene dos profetas en la Tierra al mismo tiempo.” Pero no los

puede tener al mismo tiempo para ser mensajeros de una edad

o de una dispensación; por lo tanto estarán separados de edad:

uno pertenece a una edad y el otro pertenece a otra edad, o a

otra dispensación.

Juan pertenecía a la Dispensación de la Ley, y pertenecía a

la edad séptima de la Iglesia hebrea bajo la Ley; y Jesucristo

pertenecía a la Dispensación de la Gracia y a la Edad de la

Piedra Angular, porque la Edad de la Piedra Angular siempre


Apocalipsis capítulo 8, verso 1, dice: `silencio en el cielo por

media hora' cuando fue abierto el séptimo sello. Dice:) ¿Todos

entienden?

Quizás sea ahora el tiempo y la hora cuando aparezca

esta gran persona que hemos estado esperando. Quizás este

ministerio, por el cual he tratado de convertir a la gente a la

Palabra, ha servido de fundamento. Si así es, entonces les

estaré dejando para siempre. No habrá dos aquí al mismo

tiempo. Y aun si así fuera, él crecerá y yo menguaré.”

Esto fue lo mismo que dijo Juan el Bautista cuando le

dijeron: “Mira, aquel del cual tú diste testimonio, ahora a él le

siguen más personas que a ti y bautiza más gente que tú.” Juan

dijo: “A él le conviene crecer y a mí menguar.” Y ahora el

precursor de la Segunda Venida de Cristo dice lo mismo.

Ahora, este gran misterio del Séptimo Sello, el cual está

en forma simbólica en el libro del Apocalipsis, es el misterio

de la Segunda Venida de Cristo como León de la tribu de Judá,

como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo,

clamando como cuando un león ruge, y dándonos Su Mensaje

final, el Mensaje contenido en los siete Truenos de Apocalipsis

capítulo 10. Ese Mensaje es el Evangelio del Reino revelando a

Jesucristo como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y

Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Y sobre la Segunda Venida de Cristo como Rey de reyes y

Señor de señores está la fe para todos los escogidos de Dios ser

transformados y raptados.

En la página 469, primer párrafo y parte del segundo, del

Libro de los Sellos, nos dice así... Cuando el séptimo ángel fue

arrebatado al aire por siete ángeles que le aparecieron, dice:

“¿Y notaron que dije que uno de esos Angeles era muy

raro? Me pareció muy distinto a los demás. Estaban en una

constelación con tres a cada lado y uno arriba; y el que estaba

a mi lado, contando desde la izquierda hacia la derecha, ese

sería el séptimo ángel. El era más brillante y significaba más

para mí que los demás. Les dije que tenía el pecho así robusto

y estaba volando hacia el oriente. Les dije también que: `Me

levantó, me alzó (¿cuál de los ángeles fue el que lo levantó?


La señal del fin del siglo, encontramos que es el ministerio

final de Cristo, el ministerio del fin del siglo que obrará en

favor de los escogidos de Dios de entre los gentiles y en favor

de los escogidos de Dios de en medio del pueblo hebreo.

Ahora, estos ministerios aparecen en medio de la Iglesia

gentil llamando y juntando a todos los escogidos, porque es

tiempo para el recogimiento de todos los escogidos.

Por eso San Pablo hablando del fin del tiempo en I de

Corintios, capítulo 15, verso 49 en adelante, nos dice:

“Así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos

también la imagen del celestial.”

O sea, así como hemos traído la imagen de Adán, el

terrenal, traeremos también la imagen del celestial, del Señor

Jesucristo. Seremos a imagen y semejanza del Señor Jesucristo.

Ahora, para eso miren el orden establecido por Dios. Dice:

“Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre (o

sea, esta carne y la sangre que tenemos en el cuerpo) no

pueden heredar el reino de Dios...”

No entrarán los hijos de Dios, los escogidos de Dios, a

vida eterna con un cuerpo mortal, sino que se requiere un

nuevo cuerpo; y no entrarán al glorioso Reino milenial los

escogidos de Dios con un cuerpo mortal, corruptible, sino con

un cuerpo eterno. Ahora dice:

“...no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción

hereda la incorrupción.

He aquí, os digo un misterio (es uno de los grandes

misterios del Reino de Dios. Y a vosotros es concedido

conocer los misterios del Reino de Dios. Dice): No todos

dormiremos (o sea, no todos vamos a morir); pero todos

seremos transformados...”

Viene una transformación para nuestros cuerpos; y de

cuerpos mortales, que es lo que tenemos en la actualidad,

pasaremos a tener un cuerpo inmortal, un cuerpo eterno; y así

seremos a imagen y semejanza del Señor Jesucristo.

Ahora, ¿cuándo? Dice:

“...en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final

trompeta; porque se tocará la trompeta…”


Ahora, aquí nuevamente es mencionada la trompeta, la

trompeta final.

Es la misma trompeta de la cual habló el Señor Jesucristo

cuando dijo: “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta

y juntarán a sus escogidos.”

Cuando se habla de una trompeta, se habla de un Mensaje

de parte de Dios. Es la Voz de Dios, la Voz de Jesucristo, en

Su Mensaje final, pues es la trompeta final.

“...y los muertos serán resucitados incorruptibles (o sea,

en cuerpos inmortales, en cuerpos eternos).”

¿Y qué de nosotros, los que estamos vivos? “...y nosotros

seremos transformados.” Esa es la promesa para cada uno de

nosotros los que vivimos y creemos en nuestro Señor

Jesucristo, y lo hemos recibido como nuestro Salvador. Sigue

diciendo:

“Y cuando esto corruptible se haya vestido de

incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad,

entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la

muerte en victoria.”

Ahí se acaba la muerte para los hijos de Dios, ahí se acaba

la muerte para los cuerpos de los hijos de Dios; ahí es donde

entramos a la inmortalidad con un cuerpo eterno, conforme a la

promesa divina.

Ahora, podemos ver que hay un orden divino. Toda

persona, todo hijo de Dios, que ha de ser transformado estando

vivo, es un escogido de Dios, es un Primogénito de Dios que

ha recibido a Cristo como su Salvador y ha sido limpio de todo

pecado por Su Sangre preciosa; es un Primogénito de Dios.

O sea, que no es del que quiere ni del que corre, sino de

Dios que tiene misericordia; de Dios que ha tenido

misericordia de los Primogénitos de Dios escritos en el Libro

de la Vida del Cordero en el cielo; porque los nombres de los

escogidos de Dios están escritos en el cielo, en el Libro de la

Vida del Cordero.

Por eso Jesús dijo a Sus discípulos, en una ocasión que

regresaron muy contentos diciendo: “Mira, aún los espíritus

malos se sujetan en tu nombre.” Jesús les dijo: “No se gocen


la página 256 del Libro de los Sellos, predicado por William

Marrion Branham, precursor de la Segunda Venida de Cristo,

dijo con relación a este capítulo 19 de Apocalipsis y este Jinete

que viene en ese caballo blanco de Apocalipsis 19. Por el

centro de la página, dice así:

“Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, El

vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será

completamente Emanuel la Palabra de Dios encarnada en un

hombre.”

Eso fue lo que dijo el precursor de la Segunda Venida de

Cristo: “Será completamente Emanuel la Palabra de Dios

encarnada en un hombre.” Eso es lo que dijo el precursor de la

Segunda Venida de Cristo que será la Venida de Cristo. Será la

Venida del Espíritu Santo, la Venida de Cristo en Espíritu

Santo manifestándose en un hombre en el fin del tiempo,

manifestándose en este Angel con el Sello del Dios vivo que

aparece en Apocalipsis capítulo 7.

Y así El cumplirá Su Obra como León de la tribu de Judá,

como Rey de reyes y Señor de señores, Su Obra de Reclamo;

pues El reclama todo lo que El redimió con Su Sangre preciosa

en Su Primera Venida en la Cruz del Calvario, El en Su

Segunda Venida, manifestado en carne humana en el fin del

tiempo, El hace el reclamo de todo lo que El redimió.

Ahora, el velo de carne donde estará Jesucristo en Espíritu

Santo manifestado, el velo de carne es un instrumento que El

usa, pero el grande es nuestro Señor Jesucristo. El velo de

carne no será el Señor Jesucristo, sino el que estará

ministrando de ese velo de carne, el que estará llevando a cabo

el ministerio del fin del siglo a través de carne humana.

Ahora, pasemos aquí a la página 474 y 475 del Libro de

los Sellos, para así ver lo que aquí está dicho. Dice:

“Yo no sé quién será, ni qué va a suceder (`no sé quién

será,' o sea, está hablando de alguien, pero de alguien que él no

conoce, de una persona que él no conoce. Dice:) ...Yo no sé

quién será, ni qué va a suceder. ¡No sé! Solamente sé que esos

Siete Truenos contienen el misterio por cuya razón hubo

silencio en el Cielo (¿por cuánto fue? por media hora.


Nombre Nuevo del Señor Jesucristo. Y así estarán dándole a

conocer también la Obra del Señor Jesucristo para Su Segunda

Venida, la cual es la Obra de Reclamo.

Y la revelación divina que el Angel con el Sello del Dios

vivo estará dándole a los escogidos de entre los gentiles y

después al pueblo hebreo es el Mensaje de la trompeta final o

Gran Voz de trompeta, que le dará la fe a los escogidos de Dios

para ser transformados y raptados. Porque la fe para ser

transformados y raptados está en la Segunda Venida de Cristo

como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor

de señores. Vamos a verlo aquí. Dice... Estaba leyendo en la

página 131 del Libro de los Sellos, predicado por el precursor

de la Segunda Venida de Cristo. Dice (me detuve donde decía):

“Por esa razón es que gritan y hacen tanto ruido y no

reciben nada. Será revelado en los Truenos.

Fíjense en el misterio. El viene cabalgando. Tiene que

haber algo para cambiar esta iglesia. Uds. saben eso. ¡Tiene

que venir algo!

Ahora noten: Nadie entendía ese nombre, sino El mismo

(aquí está nuevamente el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo.

Ahora cita él Apocalipsis capítulo 19, este Jinete que viene en

el caballo blanco de Apocalipsis 19; y vamos a ver lo que él

dice aquí. Dice:)

`Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre: y su

nombre es llamado EL VERBO DE DIOS.

Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos

blancos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio.

Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella

las gentes; y él los regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar

del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso.

Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:

REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.' (Apocalipsis 19:13

16).

Allí viene el Mesías, allí es donde está.”

Es esa la Venida del Señor, mostrada en Apocalipsis

capítulo 19 también. Ahora pasemos, para ya ir llegando al

final de la conferencia de esta noche, vamos a ver lo que El, en


ustedes de que los espíritus se sujetan en mi nombre, se sujetan

a ustedes, les obedecen y salen de las personas, ustedes usando

mi nombre, sino gozaos de que vuestros nombres están escritos

en el cielo.” Es que los nombres de los escogidos de Dios están

escritos en el Libro de la Vida del Cordero.

Ahora, para todos los hijos de Dios, los escogidos de Dios,

para recibir la transformación de Sus cuerpos, señala el apóstol

San Pablo que habrá una trompeta sonando, la trompeta final.

Si es la trompeta final, entonces no hay más trompetas después

de esa; y siendo que la trompeta es la Voz de Jesucristo en el

fin del tiempo, dándonos Su Mensaje final, entonces es el

Mensaje final de nuestro Señor Jesucristo.

Vamos a ver por unos momentos aquí en el libro del

Apocalipsis, capítulo 1, verso 10, para que tengamos en claro

lo que es una trompeta. Apocalipsis capítulo 1, verso 10, nos

dice así:

“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás

de mí una gran voz como de trompeta (o sea que es una voz

como de trompeta, no es una trompeta literal. Dice:),

que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el

último.”

¿Y quién es el Alfa y Omega, quién es el primero y el

último? Nuestro Señor Jesucristo. Es la Voz de nuestro Señor

Jesucristo como una trompeta.

Y ahora en Apocalipsis capítulo 4 vamos a ver

nuevamente la Voz de Jesucristo como una trompeta. Dice así:

“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el

cielo (y Cristo siempre es la puerta); y la primera voz que oí

(es una voz que él oyó) la primera voz que oí, como de

trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré

las cosas que sucederán después de estas.”

Esta Voz como de trompeta, diciendo: “Sube acá, y yo te

mostraré las cosas que sucederán después de estas,” es la Voz

de nuestro Señor Jesucristo dándonos Su Mensaje final; en el

cual El promete mostrarnos todas las cosas que sucederán

después de estas que ya sucedieron en las siete etapas o edades

de la Iglesia gentil.


En las siete edades de la Iglesia gentil o etapas de la

Iglesia gentil, la Voz de Jesucristo estuvo hablando por medio

de cada uno de los siete ángeles mensajeros. En cada edad se

escuchó una trompeta, la Voz de Cristo, el Mensaje de

Jesucristo, a través de cada uno de sus siete ángeles

mensajeros. Y ahora, al final, en el fin del tiempo, la Voz de

Jesucristo está hablando de un lugar más alto y dice: “Sube

acá.”

La Iglesia del Señor Jesucristo ha ido subiendo de edad en

edad, de etapa en etapa, por medio del Mensaje

correspondiente a cada edad con el cual Cristo ha llamado a Su

Iglesia a subir a una edad más arriba en cada ocasión; y han

sido llamados y juntados en cada edad los escogidos de cada

edad. Y así se ha ido formando el cuerpo místico del Señor

Jesucristo a medida que se ha cumplido cada edad; y así ha ido

creciendo el cuerpo místico del Señor Jesucristo.

Y cuando finaliza la edad séptima, la Edad de Laodicea,

en la cual Jesucristo llamó, por medio de Su séptimo ángel

mensajero, a los escogidos de esa edad, y les dio el Mensaje

correspondiente a ese tiempo; luego Jesucristo en Espíritu

Santo sube más arriba, a una edad celestial, sube a la Edad de

la Piedra Angular, a la Edad de la Venida del Hijo del Hombre,

sube a esa Edad eterna. Y es ahí donde la Gran Voz de

trompeta o trompeta final, que es la Voz de Jesucristo, nos da

Su Mensaje final; y ahí es donde El nos muestra las cosas que

deben suceder después de estas que ya sucedieron en las siete

edades de la Iglesia gentil.

Ahora, ¿cómo subiremos a la Edad de la Piedra Angular, y

cómo escucharemos la Voz de Jesucristo en esa trompeta final

o Mensaje final de Dios para los hijos de Dios? Conforme a

como ha sido en otras edades.

Jesucristo ha llamado a Su Iglesia de edad en edad a subir

a la edad correspondiente en la cual El está manifestado por

medio de Su Angel mensajero; y en cada edad han subido a esa

etapa correspondiente. Y ahora nos toca a nosotros en el fin del

siglo y fin del tiempo y fin del mundo subir a la Edad de la

Piedra Angular, a la Edad donde la Voz de Jesucristo como


a la Iglesia del Señor Jesucristo, bajo la revelación de los siete

Truenos de Apocalipsis capítulo 10, es la revelación del

Nombre Nuevo del Señor Jesucristo, para que así todos puedan

tener esa revelación divina que El ha prometido.

Ahora, también encontramos que cuando el Angel de

Apocalipsis capítulo 7, que tiene la misión de llamar y juntar y

sellar 144 mil hebreos, este Angel que viene con el Sello del

Dios vivo, o sea, que viene con el Espíritu Santo; veamos

cuando ya están sellados esos 144 mil en Apocalipsis capítulo

14, ya están sellados en sus frentes aquí. Dice:

“Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre

el Monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que

tenían el nombre de él y el nombre de su padre escrito en la

frente.”

No es que literalmente le va a ser escrito un nombre, sino

que tienen la revelación divina del Nombre eterno de Dios, el

Nombre del Padre, y tienen la revelación divina del Nombre

Nuevo del Señor Jesucristo.

¿Y quién es el que lleva a cabo esa labor de sellarlos en

sus frentes con el Sello del Dios vivo, para que tengan ese

Sello en sus frentes y tengan esa revelación divina del Nombre

eterno de Dios y Nombre Nuevo del Señor Jesucristo? El

Angel que viene con el Sello del Dios vivo.

Ese Angel que viene con el Sello del Dios vivo es el

Angel mensajero para el pueblo hebreo, es el Angel mensajero

que viene con el ministerio de Moisés y con el ministerio de

Elías llamando y juntando a los escogidos de Dios de entre los

gentiles, primeramente, y después de en medio del pueblo

hebreo.

Viene con el Mensaje final de Dios, con el Mensaje del

Evangelio del Reino, revelándole al pueblo estos misterios del

Reino de Dios.

Y con el Mensaje del Angel con el Sello del Dios vivo, los

siete Truenos de Apocalipsis estarán dando a conocer todos

estos misterios: tales como la Segunda Venida de Cristo como

el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de

señores en Su Obra de Reclamo; y estarán dándole a conocer el


del Señor Jesucristo.

Ahora, ¿dónde está escrito que Jesús tiene un Nombre

Nuevo? Porque si decimos que tiene un Nombre Nuevo tiene

que estar escrito -tiene que estar dicho que El lo tiene. Vamos a

ver dónde El dice que El tiene un Nombre Nuevo. Apocalipsis

capítulo 3, verso 12, dice así:

“Al que venciere, yo le haré columna en el templo de mi

Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el

nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la

nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de mi Dios, y mi

nombre nuevo (ahí lo dice. Tiene un Nombre Nuevo).”

Y en otro lugar... Solamente dos lugares como testigos de

que El dijo la verdad en esta Escritura. Vamos a ver otra

Escritura.

Todos sabemos que Jesucristo es la Piedra no cortada de

manos que vio Daniel en la visión o sueño que tuvo el rey

Nabucodonosor; y la Venida de esa Piedra es la Segunda

Venida de Cristo en el fin del tiempo, en la etapa de los pies de

hierro y de barro cocido del reino de los gentiles.

Ahora, la Escritura también nos dice que Jesucristo es la

Piedra que los edificadores desecharon, la Piedra de tropiezo; y

el que tropieza con ella es desmenuzado. El reino de los

gentiles, la imagen que vio Nabucodonosor, tropezará con esa

Piedra, y será desmenuzado el reino del anticristo.

Ahora, veamos aquí Apocalipsis capítulo 2, verso 17,

donde dice:

“El que tiene oídos, oiga lo que el espíritu dice a las

iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y

le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un

nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo

recibe.”

Esa `piedrecita blanca' es la Segunda Venida de Cristo

como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de

señores. Y ese Nombre Nuevo que tiene esa `piedra' o

`piedrecita,' es el Nombre Nuevo de nuestro Señor Jesucristo.

El Nombre Nuevo de nuestro Señor Jesucristo es el

Nombre eterno de Dios. Y una de las cosas que le es prometida


Gran Voz de trompeta o como una trompeta está sonando, o

sea, está hablando y dándonos Su Mensaje final.

Ahora, ¿cuál es el Mensaje final de Dios? ¿cuál es el

Mensaje final de Jesucristo para Su pueblo?

Siendo que ya los siete ángeles mensajeros de las siete

edades han terminado Su labor, solamente le queda a la Iglesia

del Señor Jesucristo y al pueblo hebreo el ministerio de los

Angeles del Señor, el ministerio de Moisés y Elías con el

Mensaje final de Dios, con el Mensaje de la Gran Voz de

trompeta o trompeta final, llamando y juntando a los escogidos

en la Edad de la Piedra Angular, en la Edad donde Jesucristo le

da a conocer a todos Sus hijos las cosas que deben suceder

pronto, o sea, las cosas que deben suceder después de las que

ya sucedieron en las siete etapas de la Iglesia gentil.

Ahora, siendo que es el ministerio de Moisés y Elías, el

ministerio que tiene la trompeta final o Gran Voz de trompeta,

o sea el Mensaje final, este ministerio es el ministerio que

Jesucristo envía en favor de Sus escogidos de entre los

gentiles, o sea, en favor de Su Novia gentil, en favor de la

Esposa del Cordero; y luego lo enviará al pueblo hebreo. Este

es el ministerio presentado aquí en Apocalipsis capítulo 7

para el pueblo hebreo. Y dice así, capítulo 7, verso 2 de

Apocalipsis:

“Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y

tenía el sello del Dios vivo...”

¿Cuál es el Sello del Dios vivo? El Espíritu Santo. Y este

mensajero viene con el Sello del Dios vivo, viene con el

Espíritu Santo operando en él el ministerio final. Y miren lo

que él ha de hacer con el pueblo hebreo. Dice:

“...y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los

cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer

daño a la tierra y al mar,

diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los

árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos

de nuestro Dios.

Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro

mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.


De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de

Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil

sellados (y así sigue enumerando doce mil sellados de cada

tribu).”

Ese es el Angel con el Sello del Dios vivo, ese es el Angel

con el Mensaje de la Gran Voz de trompeta o trompeta final,

ese es el Angel mensajero con el Mensaje del Evangelio del

Reino, que es el Mensaje final de Dios para la raza humana.

Después del Mensaje del Evangelio del Reino no encontramos

otro Mensaje.

El Mensaje del Evangelio del Reino es el Mensaje que le

llevará al pueblo hebreo el ministerio del fin del siglo, el

ministerio de Moisés y Elías.

Ahora, ¿qué contiene el Mensaje del Evangelio del Reino?

El Mensaje del Evangelio del Reino contiene la revelación

divina de Jesucristo como León de la tribu de Judá, como Rey

de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, para la

Dispensación del Reino.

Cada dispensación ha tenido un mensajero dispensacional

y ha tenido un Mensaje dispensacional. Encontramos el

Mensaje que trajo Moisés al pueblo hebreo miles de años atrás;

ese fue el Mensaje de la Ley, y Moisés era el mensajero

dispensacional.

Ahora, tenemos que tener claro que un mensajero

dispensacional es mayor que un mensajero de una edad; por lo

tanto su Mensaje es mayor que el Mensaje de una edad.

Encontramos que luego de la Dispensación de la Ley

comenzó la Dispensación de la Gracia cuando Jesucristo fue

bautizado por Juan el Bautista.

¿Y cuál fue el problema que tuvo el pueblo hebreo, el

Sumo Sacerdote, los doctores de la Ley, y los fariseos y

saduceos, con Jesús; los cuales rechazaron a Jesús y no podían

creer en El?

Lo que sucedió fue que ellos se quedaron en la

Dispensación de la Ley y no pasaron a la nueva dispensación,

donde estaba el Señor Jesucristo, el Angel del Pacto encarnado

en la persona de Jesús de Nazaret.


tenido necesidad de saber el significado, de saber el contenido,

de esos siete Truenos de Apocalipsis capítulo 10, es este

tiempo, cuando ya las siete etapas o edades de la Iglesia gentil

han terminado y la gran tribulación de un momento a otro ha

de comenzar; pero antes, los escogidos necesitan ser

transformados y raptados, y los muertos en Cristo ser

resucitados, y para eso se requiere conocer el contenido de los

siete Truenos de Apocalipsis capítulo 10, o sea, conocer el

contenido de lo que Cristo habla en Su Segunda Venida como

León de la tribu de Judá.

Ahora, en Apocalipsis nosotros tenemos todas estas cosas

en forma simbólica, pero estos símbolos tienen un significado.

Ahora, en el Libro de los Sellos, página 131, nos dice el

precursor de la Segunda Venida de Cristo, hablándonos de la

Segunda Venida de Cristo, nos dice así:

“Y ahora Jesús: Su Nombre sobre la tierra fue Jesús el

Redentor, porque fue el Redentor cuando estuvo sobre la

tierra; pero cuando conquistó el infierno y la muerte; los

venció y ascendió, entonces recibió un nuevo Nombre. Por esa

razón es que gritan y hacen tanto ruido y no reciben nada.

Será revelado en los Truenos.”

Miren una de las cosas que contienen los Truenos: uno de

los misterios es el Nombre Nuevo que recibió el Señor

Jesucristo cuando ascendió al cielo.

Hay personas que no saben que Jesucristo recibió un

Nuevo Nombre, hay personas que no saben que Jesucristo tiene

un Nuevo Nombre. Y eso sí que es un misterio grande.

Es como el pueblo hebreo o los patriarcas en el tiempo de

Jacob cuando vendieron a José. Encontramos que José recibió

un nombre nuevo cuando él fue colocado como segundo en el

Trono del Faraón, y recibió el anillo del faraón, y todos los

negocios del Faraón estaban a cargo de José; pero los

hermanos de José e Israel no sabían que José tenía un nombre

nuevo.

Y eso mismo acontece con muchas personas, que no saben

que Jesucristo tiene un Nombre Nuevo. Es uno de los grandes

misterios del Reino de Dios, es uno de los grandes misterios


¿Y por qué? Porque viene como León y no viene como

Cordero, viene como el León de la tribu de Judá.

Ahora, este es un gran misterio apocalíptico. Todas las

cosas que deben suceder están escritas en el libro del

Apocalipsis.

Ahora, vamos a ver lo que nos dice el precursor de la

Segunda Venida de Cristo con relación a este Angel fuerte y a

esos siete Truenos de Apocalipsis capítulo 10, que hablan Sus

voces cuando El clama como cuando un león ruge. Dice así

página 117 del Libro de los Sellos:

“Ahora piense bien, Juan escribió esto que tenemos, pero

cuando empezó a escribir los otros siete truenos (o sea, los

siete Truenos de Apocalipsis capítulo 10), le dijeron: `No lo

escribas.' Ahora, Juan tenía comisión de escribir todo lo que

viera, pero cuando tronaron estos siete truenos de Apocalipsis

diez, entonces le fue dicho: `No escribas nada de esto.' Estos

son misterios que todavía no conocemos; pero la opinión mía

es que serán revelados ya muy pronto, y esto impartirá fe y

gracia a la Novia para ser raptada.”

Ahora, sigue diciendo... Vamos a ver, ¿qué es lo que le

dará la fe para ser transformada y raptada a la Iglesia del Señor

Jesucristo? La revelación contenida en esos siete Truenos de

Apocalipsis capítulo 10, que son la Voz del Señor Jesucristo

clamando como León y siete Truenos emitiendo Sus voces; es

la Voz de Jesucristo en Su Venida en una nueva dispensación.

Sigue diciendo:

“Hemos estudiado todo lo que sabemos, todas las

dispensaciones, y hemos visto todas estas cosas; hemos visto

los misterios de Dios, y hemos visto la gran reunión de la

Novia en los últimos días; sin embargo hay algo allí todavía a

lo cual no podemos llegar. Hay algo allí. Pero me imagino que

cuando esos misterios empiecen a manifestarse... Dios dijo:

Detengamos esto; Yo revelaré esto en aquel día. Juan, no

escribas esto porque tropezarán con ello; déjalo pasar; pero

Yo lo revelaré en aquel día cuando tengan necesidad de

saberlo.”

Y si en algún tiempo la Iglesia del Señor Jesucristo ha


Y cuando una persona se queda en una edad o en una

dispensación que ha llegado a su final, no puede ver las cosas

que Dios tiene para una nueva dispensación que está

comenzando.

El pueblo hebreo y el Sumo Sacerdote, y todos estos

doctores de la Ley, personas bien preparadas, con sus

doctorados en teología, graduados en sus universidades, con

sus grados en Doctor, doctores en divinidad; encontramos que

aunque ellos habían estudiado toda la Biblia, todo el Antiguo

Testamento que era lo que ellos tenían , no pudieron ver que

Jesús de Nazaret era el Mesías.

¿Por qué? Porque ellos no pasaron al nuevo mensajero:

Jesús de Nazaret, con el nuevo Mensaje, y a la nueva

dispensación: la Dispensación de la Gracia. Y ellos estaban

esperando la Venida del Mesías, pero ellos estaban esperando

la Venida del Mesías en una dispensación que ya había pasado,

que había llegado a su final con el séptimo ángel mensajero de

la Dispensación de la Ley, que fue Juan el Bautista.

Por eso la Escritura nos dice: “Los profetas hasta Juan

profetizaron.” Algunas personas cuando leen esa Escritura

dicen: “Entonces no vendrían más profetas.” Pero cuando se

encuentran con que Jesús de Nazaret también es un profeta, y

el profeta mayor de todos los profetas, y luego se encuentran

que los mismos apóstoles de Jesús eran profetas también ahí

tenemos sus profecías; encontramos a San Pablo, y

encontramos a diferentes ángeles mensajeros de la Iglesia

gentil que fueron profetas también; encontramos al séptimo

ángel mensajero que fue un profeta. Y encontramos que

Jesucristo, conforme a la enseñanza de San Pablo, estableció

en Su Iglesia a unos apóstoles, a otros profetas, a otros

pastores, a otros evangelistas y a otros maestros.

¿Y por qué dice la Escritura que los profetas hasta Juan

profetizaron? Porque los profetas de la Dispensación de la Ley

hasta Juan profetizaron.

¿Y Jesucristo qué? Jesucristo profetizó en una nueva

dispensación. Jesucristo fue el primero de la Dispensación de

la Gracia, y fue un profeta, y trajo todas esas profecías, de las


cuales hemos leído algunas en esta noche.

Ahora, los profetas de la Dispensación de la Gracia hasta

el séptimo ángel mensajero profetizaron; porque él fue el

último profeta de la Dispensación de la Gracia.

Y ha sido conocido ese último profeta mensajero, y ángel

mensajero de la Iglesia gentil, con el nombre de William

Marrion Branham. Si ustedes lo quieren recibir, ese es aquel

Elías que Dios enviaría para preparar un pueblo bien

apercibido para recibir a Cristo en Su Segunda Venida. El fue

el profeta mensajero enviado con el espíritu y virtud de Elías

para precursar la Segunda Venida de Cristo.

Con su Mensaje él ha precursado la Segunda Venida de

Cristo y ha estado preparando un pueblo para recibir a Cristo

en Su Segunda Venida. Por eso es que en su Mensaje

encontramos todos los detalles de cómo sería la Segunda

Venida de Cristo; encontramos que él nos dice que será como

Rey de reyes y Señor de señores.

Y así nos dice un sinnúmero de cosas tan importantes que

nosotros no debemos dejar pasar por alto; porque si las

perdemos, estamos perdiendo la bendición de obtener el

conocimiento del Mensaje del último profeta mensajero de la

Dispensación de la Gracia; el cual ha estado dando a conocer

cómo será la Segunda Venida de Cristo para que no hagamos

como hizo el pueblo hebreo, como hicieron los doctores de la

Ley, los sacerdotes, los fariseos, saduceos, y el Sumo

Pontífice, que aún con todo lo que habían estudiado y con sus

doctorados en divinidad, con todo eso, rechazaron a Cristo en

Su Primera Venida.

Ahora podríamos preguntar: ¿Y de qué les valió estudiar

tanto? ¿Y de qué les valió esos doctorados en divinidad, en

teología? De nada les sirvió. O si les sirvió de algo fue para

rechazar a Cristo en Su Primera Venida. Eso nos muestra que

no podemos depositar nuestra confianza en nuestro propio

entendimiento, no podemos depositar nuestra confianza en

estudios humanos, en sabiduría humana; sino en lo que Dios ha

prometido.

Ahora, encontramos en el Libro de los Siete Sellos,


predicado por William Marrion Branham en el 1963, en la

página 57 en español, que nos muestra que Apocalipsis

capítulo 10, verso 1 en adelante, es la Venida de Cristo; que

ese Angel fuerte que desciende del cielo con Su rostro como el

sol y un arco iris alrededor de Su cabeza, es nuestro Señor

Jesucristo, es el Angel del Pacto, es el Angel del Pacto

envuelto en una nube, dice Apocalipsis capítulo 10; porque

viene envuelto en esa Columna de fuego, en la cual le apareció

al pueblo hebreo, en la cual le apareció a Moisés, y en la cual

también le apareció a Saulo de Tarso en el camino a Damasco.

Ahora, quiero leer aquí en la página 57 del Libro de los

Sellos en español. Dice así:

“Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de

una nube, y el arco celeste sobre su cabeza...”

Ahora, si Ud. se fija bien, notará que esta persona es

Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento El fue llamado el

Angel del Pacto; y El ahora viene directamente a los Judíos

(¿a quién viene? a los Judíos) porque la iglesia ha llegado a su

fin (o sea, la Dispensación de la Gracia ha llegado a su final).

Bien, ahora continuando:

`...y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas

de fuego.'

¿Recuerden el ángel de Apocalipsis capítulo uno? Este es

el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a

Israel. ¿Ve Ud.? La iglesia está a punto de ser raptada, El

viene por Su iglesia.”

Ahora, es un mensajero a Israel, El viene para Israel; pero

por cuanto la Iglesia del Señor Jesucristo está a punto de ser

raptada, El entonces viene por Su Iglesia también; viene por Su

Iglesia, ¿y qué es lo que El va a hacer con Su Iglesia para que

sea ella transformada y raptada, pues es la Iglesia del Señor

Jesucristo, Sus miembros, los que tienen la promesa de a la

final trompeta ser transformados y raptados? Siendo que es el

mensajero a Israel, entonces viene con el Mensaje final.

Ahora, encontramos en el libro del Apocalipsis que

cuando El coloca Su pie derecho sobre el mar y el izquierdo

sobre la Tierra, clama a gran Voz como cuando ruge un león.

Lunes, 23 de enero de 1995 San Luis Potosí,...

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