Protagonistas de la Biosfera

Luis Vicente Martín de Paz

Sus conocimientos, disponibilidad y buen hacer delatan a una persona especial, que es sin duda, Protagonista de la Biosfera y que invitamos a conocer:

¿Cómo se definiría profesionalmente?

Profesionalmente fui empresario de la construcción durante 25 años, y empresario de restauración durante 15 años, aunque mi “segunda” profesión durante toda mi vida, y la que llevo ahora desde que dejé las empresas, es la agroganadería, además de la lucha por el mantenimiento y rescate de las costumbres y tradiciones de la Isla, dándolas a conocer a través de talleres en vivo o mediante charlas u otras acciones. Pero ante esta pregunta me definiría como: “Trabajador por el patrimonio cultural material e inmaterial”.

¿Se identifica más como ganadero o como agricultor?

Creo que los dos oficios hasta hace cuatro décadas estaban en nuestra isla unidos conjuntamente, después se han ido separando y, hoy en día, menos alguna excepción, están separados por completo. Como mi intención es mantenerlos unidos y trabajar por los dos, no me identifico por separado sino busco la complementación, ya que esto nos lleva a respetar el medio, porque uno le daría lo que al otro le falta.

Agricultor y ganadero, Presidente de Asociación de Desarrollo Rural de La Palma, ADER La Palma, y Presidente de la Asociación de Agroganadera EL FRESCAL, Vicepresidente de AVAPAL, miembro de la Junta Directiva de ASPA.

Nacido en Santa Cruz de La Palma en 1956, desde muy joven se traslada con su familia a San Isidro, Breña Alta, donde fija su residencia. Su vida ha estado siempre vinculada a las labores agrícolas, siendo testigo en primera línea, de las progresivas transformaciones que ha sufrido la actividad agroganadera y el paisaje rural en la Isla. Polifacético, colaborador y defensor de la cultura y el patrimonio rural, ha dedicado los últimos años a promover su recuperación, a su conservación y a su transmisión a las generaciones futuras, involucrando a su familia y amigos.

5

¿Quién le enseñó o de quién aprendió este oficio?

Del oficio de agricultor y ganadero, las primeras enseñanzas y principales, ya que son la base del saber, las recibí de de mis padres y abuelos, todos ellos ejercieron estos oficios, aunque también aprendí del entorno en el que vivíamos. Ya cuando fui mayor, comencé a formarme a través de cursos, jornadas, charlas, además de leer todo aquello que caía en mis manos. Aún, hoy en día, lo sigo haciendo, porque en la agricultura y la ganadería siempre se está aprendiendo.

¿Que ha sido lo más difícil para usted?

La lucha con el medio, ya que mi primera prueba fue que se llevara el viento 4.000 matas de plátanos ya “paridas” cuando tenía 18 años, después de eso siempre ha sido la lucha constante, si no son la fauna salvaje, son plagas importadas, si no el tiempo seco o muy lluvioso, pero aún así, el resto es llevadero, aunque a veces, también en el punto final, tenemos problemas a la hora de vender.

Otra cosa que ha sido difícil para mí, ha sido el crearte una credibilidad a la hora de representar ante la sociedad a las entidades que represento.

Estamos en noviembre, ¿cuántas cabezas de ganado atiende usted?, ¿cuántos cultivos diferentes tiene en su huerta?

Ahora en este momento se atienden 22 animales de la raza palmera, la segunda pregunta ya es más difícil ya que si empezamos por cereales hay unos 10 distintos, 8 variedades leguminosas, todo tipos de árboles frutales alrededor de las huertas, también solemos sembrar para autoabastecimiento algunas verduras... Además, tengo en pequeñas cantidades cinco clases de papas de colores y algunos sacos de papas de fuera.

¿Cuál es su primer recuerdo como agricultor/ganadero?

El primer recuerdo que tengo como agricultor es cuando iba con mis padres a una huerta de verduras que había pegada a la casa donde les ayudaba a regar, escardar etc., y donde nos daban para comer verduras crudas como rábanos, zanahorias, etc. y algunas frutas que había por las orillas de los plátanos, además del chapoteo en el agua al regar a manta.

Como ganadero el echar de comer a las gallinas y recoger los huevos, el ir a desayunar a las vacas con la lata de sardina con gofio y, el tercer recuerdo, es la matazón de cochino.

6

7

¿Qué habría sido Luis Vicente Martín de Paz si no hubiera nacido en San Isidro en el seno de una familia rural?

No me veo no siendo agricultor y ganadero, nunca se me ha ido la idea de ejercer otra profesión. He hecho otras cosas y siempre el pensamiento esta en el campo, no sé si eso se inculca por haber nacido en zona rural o que ya viene en los genes, lo único que me duele es que la sociedad no le de el valor que se merece a estos oficios del medio rural.

¿Hay detrás de don Luis un “equipo de trabajo”?¿hasta qué punto su familia ha sido determinante para el desarrollo de su profesión como agricultor/ganadero?

Mi familia ha sido primordial. Como ya dije, al principio, para el aprendizaje, a través de los padres y abuelos, y después, a la hora de montar la estructura de producción de las fincas y seleccionar los productos. En la última década se han involucrado todos conmigo en el trabajo de divulgación cultural, ya que solo sería imposible llevarlo a cabo, y no solo la familia, sino también el grupo de amigos y voluntarios que, a través de la Asociación El FRESCAL, intentamos sacar esto adelante.

¿Cuál ha sido para usted el cambio más importante que ha experimentado esta actividad en la isla de La Palma?

No tener cambio generacional, debido a tres cosas: la primera, que hace cuatro décadas las familias y el entorno decían a los jóvenes que se dedicaran a otra cosa menos a esto. La segunda, el “boom” de conseguir un empleo sin profesionalidad, con dinero fácil. Y la tercera, el arreglo de vías de la zonas rurales para mejorar la vida de los agricultores y ganaderos, atrajeron también a personas con dinero que pagaron los terrenos bien, convirtieron estas zonas en residenciales y nos echaron por molestarles.

Como Presidente de El FRESCAL ¿Cuál sería para usted el reto o el compromiso que debe asumir la isla para el mantenimiento de la actividad agrícola y ganadera?

En la parte agrícola hay tres cosas que hacer: primero, formar agricultores, ya que no tenemos por faltar el relevo generacional de cuatro décadas, y somos alfabetos en este oficio, (con cursos teórico/prácticos en Formación Profesional). En segundo lugar, como se ha hecho en otros países, dejando entrar emigrantes que sepan trabajar en agroganadería. Y en tercer lugar, creando una central de ventas con precio de referencia y reguladora de qué sembrar. En la parte ganadera está más complicado, por no tener zonas donde asentar las granjas, y creo que este es uno de los problemas principales con el de búsqueda de ganaderos.

¿Qué ha supuesto para usted su nombramiento como Presidente de la Asociación para el Desarrollo Rural de La Palma, ADER La Palma?

Poder conocer desde ADER como se encuentran la isla de la Palma, sus zonas rurales, y ayudar a no perder población en la zonas rurales de esta isla, dando formación e información, con programas dirigidos a anclar población, y luchando con las administraciones para que no se pierda dinero por no ejecutar proyectos. Además de llevar estos fondos a las zonas que no llegarían si no estuviese ADER. Tengo una pequeña desilusión derivada del resultado de una encuesta en la que destaca el problema de que todos los municipios de la isla han perdido población, ya eso es peor, ¡se nos han marchado de la isla!.

8

¿Qué le aportó su participación en el proyecto “Piedramolino” de la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma y del que derivó el Gofio Taber?.

Primero, conocer la Reserva Mundial de la Biosfera de la Palma, segundo, sacar con sus técnicos un producto al mercado, y, tercero, valoración y mantenimiento de unos cereales en la Isla que están en periodo de extinción. Esto ha puesto de manifiesto lo que cuesta que en nuestra isla te ayuden, ya que solo la Reserva y ADER creyeron en este pequeño proyecto para intentar salvar lo que conlleva producir un producto único y lo que implica a su alrededor, porque todo el patrimonio insular está ligado a estos granos y a un producto como el gofio.

Un deseo para el futuro.

Es difícil con un solo deseo darle futuro a esta isla, pero creo que en las preguntas anteriores hemos contestado algunos de los deseos. Para mí, uno de los principales, es que los palmeros seamos capaces de amar nuestra isla trabajando en ella, aunque con menos economía y mirándonos más nuestro ombligo y no el de los demás. Me refiero a que tenemos una casa muy bonita, que es la isla, y le hemos abandonado los jardines, que son nuestros campos, y la casa sin barrer, que no tenemos cuidado con su limpieza, con todo esto deberían coordinarse entre sectores, para enseñar al visitante y mejorar la productividad.

9