Luis Cardoza y Aragón, "Lázaro"

7/14/2019 Luis Cardoza y Aragón, "Lázaro"

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Lázaro

Luis Cardoza y Aragón

Como una flor de hielo sobre un piano,Lázaro, en medio de la noche, ciego.

Cuando El Hombre de la túnica blancaSin piedad, sin piedad, dulce me manda Lázaro, levántate y anda,Su sentencia taló mi pensamientoY no pude siquiera balbucir.Señor, Señor, ¿por qué me has abandonado?Era un aborto, un vómito era.Y arrasado me fui por mi destinoMendigando una muerte de rocío.

Olivos dorándose en su aceiteCalor y olor de pan y de boñigaBurbuja en la punta de una agujaEs la tarde antorcha desangrándoseDetenida por los geranios rojosEl cántico de gallos y bramidos de torosHay una aura púrpura ternuraBajo el alto azul acongojadoDe mortaja y pañalY crepúsculo raudo que se asomaCon rosados opacos pasos grises

Tartamudeando trémulo sus cosasYa la noche suscita estrellas tristes

Perplejos vieron todos que Lázaro atendíaEl conjuro divino.

A Marta y a María colmenas de alegríaSus más felices lágrimas vencían.

¿Renacer es más fuerte que la vida o la muerte? Nadie conoce el dolor sobrehumanoDe volver a la vida.

Saliste de una rala tierra inválida,Como estéril semilla paulatina,En ignorados brazos apoyado



Que otra lengua hablaban.

La luz te lastimaba, el universo,Y con desolación de pez ahogándoseEl aire masticaste.

En tu barba de heno y desconciertoFulgió un lucero pútrido enredado,Un lucero de fango y de resentimiento.

Tu cuerpo amojamado,Bostezo de una estatua,Caminó tenso, soñoliento, Navegante y lento el pasoCon la alondra preciosa de la fábula.

Estabas mudo al ver la luz del mundoComo El Hombre de la túnica blancaQue un áspero instante vio con tus ojosY juntos caminaron ya sin rumbo.

En el coral vecinoEl toro que degüellanLloraba como un niño.

No, no estuvo vivo, No, tu nocturno corazón entero.

Resucitado estuvoComo brusco, cacharro rescatado,Añorante de muerte redonda como un cero.

El Hombre de la túnica blanca,Caín inverso del amor divino,A la espalda se echó Su fardo de preguntas,La esquina dobló del Callejón de las Flores,Se alejó, como una lámpara que se apaga,Iba mordiendo su remordimientoHablando solo y trémulo de espanto,Más que los huesos del resucitado.

La tierra de la muerte –que nunca es fallida-Es la única Tierra Prometida.Mejor es dejar muertos a los muertos,Inmortal en la muerte es la vida.



Al remontar el río de la gloria del polvo,Envuelto en la amnesia de lo eterno,Precisa descansar el cuerpo atónito,Mientras el sol atruena con sus clarines locos,

El desmedido gozo del mundo iluminado,Luz en raudales para la muchacha y el hongoEs ella henchida ánfora de justicia amorosa.

Cirio mustio vencido sin coraje,Con los ojos vacantes retornaste,Indiferente absorto de ceniza,Despedazado espejo sin mirajes,Ya sordo el paladar, las manos ya sin actor.¿Por qué tanto castigo?

Qué he hecho, se preguntó El Hombre,Y su estertor de llanto inundó mil edadesSin poniente en su espantoQué sus ojos vieronCuando al morir quedaron más abiertos Honrados por el rayo En el instante vértigo Indecible y supremo De una cosa convertirse.

Yo fui testigo, y bien recuerdo aquel instanteCuando a Lázaro di mi mano suave de partero

perverso,Y él avanzó, descompasado y nimio,Con bizco paso tartamudo alivio.

Oh, aeda sediento de la noche,Dardo que por el sueño se adelanta,Perdido dardo en el perdido sueñoDe la última canción de nulo indulto.

No puedo olvidar ese rostro, esa tarde, ese hielo.Transido rostro afónico, yerto cenit sin aves,Ahora ya no sé si fui testigoO si Lázaro fui o Ashaverus errante.Acaso el que ofreció la esponja con vinagreAl Moribundo en la colina extática.

De tu noche convincente y mágicaEl desahuciado de Betania soyLázaro apasionado de la muerte



Así que Adán del Edén fue expulsado.Muerte oh Virgen Madre oh Muerte celesteAntropófaga perra siempre en celoOh Diosa zoológica y odiosaMuerte sin cara oh descarada Muerte

Despertando del sueño de la vida estabaCuando invencible voz encantadoraCon la Eternidad me dio en la caraMe hizo izarme como ala cobra la flauta,Pero sólo son cifras vanas y nombres vanosDe la mendaz clepsidra sin arenaLas épocas geológicas los instantesComo el molusco lento como ráfagasDonde mi sangre se acuño con Tu dádivaTú me diste la mano y me salté al otro ladoOh viva Muerte paridora y ávidaLa que sembró de cuelo mi corazón desiertoLa que a la poste nombra la que engendra Infinito.

Yo fui, Señor, tu AdánEl polvo anuncia Tu Verdad, Dios mio.Yo no reprimiré mi boca.Hablaré con la zozobra de mi espanto.Soy el gemido últimoDe aquel que vio la luz por vez primera,Y hay que inventarlo todoCon orgías por nadie comprendidas.

Yo estaba ahí, mucho antes que el mundo,Mucho antes que el azar y que su música.Vagabundeando dentro de un diamanteEn un tiempo de rayo que perdura.

Me puse a vomitar La miseria del mundo,Y pedregosos hipos de caballo.

Naufragó la BellezaY huyeron los coloresEn la noche brutal de luz extremaDel aire desollado con cal viva, No morimos la muerte, la vivimos.

De cainita, Señor, fue tu destino.



Yo fui tu Abel, Señor, yo fui tu Abel.Yo no tengo la culpa de estar vivo.Como un delirio me tentó el suicidioQue sí puede romper abandonándomeA la suerte de mi segunda muerte.

Ya no estaba solo.Estaba conmigo,

Y vestido de honra y hermosuraAlababa mi alma el alba que me canta,Me metía en mí mismoDe tal modo que no fui sino ombligo.Himno de sol, oda de abismo.

¿No todos los hombres soñamos los mismos sueños?Aquel viejo mendigo y aquel pellejo que fue belloSoñaron cosas prodigiosas y simples que los

sobrepasaron.El más mísero niño como príncipe sueña del gran

Imperio asirio.Abatidos son por el mismo sol, el mismo viento las

hojas meciendode olivos de Betania.Tú crees que es la noche, y no hay día siguiente.¿Acaso hubo ayer?

El tiempo es la invención d la vida.Conturbado te dices: “¡Ah, qué linda mañana!”,Viendo el ardor del césped y de los árbolesTan altos que parecen del azul desprenderseY sí sabes por qué recuerdas a tus muertos:Sueña tu instinto alerta como llama Nunca vencida,

Que se encrespa vívidaPor un cristal, un racimo de uvas,Cada día que pasa vas naciendo

Un poco más hacia la nadaY cuánto que reír aún te falta,Cuántos frutos te quedan por cortar,Cuántos sueños te quedan por armar Con libertad de azul que es hechizo del cieloY está llegando tu Reina de Saba,Dando a tu rosa instantes infinitos.

Todo es amor y muerte y melodía.



Roer Tu cielo, así también Tu soledad.Todo es del Tiempo inválido reproche,Una es la vida y el morir es unaMisma flama amante,Y con mi corazón mido la noche.

Naciste en las raíces de la danzaDe una selva mítica,De una herida fáustica.Cuando te conocí, oí cantar los ángeles.Eras el mar,Unánime belleza ya sin áncoras.

Acabo de nacer y ya estoy muerto.Yo no sólo nací para morirme.A cada instante pierdo la vida y la reencuentro.Yo no sólo nací para pudrirme.En guerra con el aire, abrazo el aire:Tu cuerpo ciño, imagen soberanaDe todo aquello que la vida otorgaCuando su dicha nómada derrama.

Eres cruel como una trampa de pájaros,Eres mi Todo, y en Ti me sumerjoPara soñarte hasta encontrarteY, soñada, encontrarte sin ocaso.Sigo velando mis rasgadas velas.Escogí la miseria como un lujo.Todos los pasos se hunden en la nocheQue no espera ni a la alondra ni al búho.

Bañé Tu cuerpo en lágrimas,Lágrimas de alegría.Y era Tu cuerpo un arpaCantando sus festejos de colinas.Que Te amé supe con mi hoguera y mi martirioDesde Tus uñas hasta Tus nebulosas,Con mi sucia pasión y con mi lirioImpar y con mi más puro absoluto.



Un rizo se mece sobre Tu frente,Sobre las tapias del jardín, las buganvilias,En el azul, la nube:Todo es Uno en mí y es lo Otro siempre.Yo soñaba que besaba Tus manos pero estaba

Despierto.Besaba Tus colores de sabor melodioso.Con qué ahínco en cóncavos oasisLatía Tu estrella devorante.

Batido más que por Tu huracán por Tu suspiro,Soy la lumbre, la hermandad en lágrimasDe Tu cráter, la férvida cantataDe la fuente en la sed de Tus jardines.Desnuda eres alba sostenida,Eres mi ruiseñor, rosa que canta.La rosa niña por la luz pulidaCon sonrisas que son Tus nubes dispersadas.

Quiero la ultra lucidez del ángelMeditar y sentir igual que el fuegoCantar como los árboles y el aguaY tener la memoria de los pájarosEbrios de cielo vuelven a sus primeros laresPero no quiero ser como las piedrasQue profunda mentira de ojos muertosQue de pronto se abren en diamantesDonde la luz se agolpa en sobresaltosY son nomás silencio y esponjas de reflejos.

…Y recordé tus rosas, Vida, cuando niño,Tus manzanas, tus dudas, tus racimos,Y supe que estar vivo o estar muerto No lo sabremos nunca y nunca lo supimos.

Ni la muerte o la vida esconde algún sentido.Todo es Ahora, y no hay mañanaEn la gloria de ser o no haber sido.Ah qué alivio no tener ni esperanza.

Oh qué cielo imposible a pájaros soñados, No sé decir ni nácar, las estrellas contar y las arenas.Oh qué fuente cantando a tus pies dorados. No sé cómo callarme para siempre si sigo viendo el



cielo.

Bellos el pavorreal y la oropéndolaPor su plumaje; por su sueño, el hombre,Y por su empeño cósmico, la abeja.

Gemelos son ante la muerte espléndida.

Siempre justa modesta sin alardeGalana suave amiga fiel que me acompañasAun cuando mi sombra se pierde y no me nombraMe traes suave con derroche Tu homenajeYo amé todos los seres y las cosasDe los Tres Reinos y los Cuatro ElementosY las cuatro Estaciones que son cincoY el sueño con sus cosas borrascosas No sé si la Muerte es mi fervor Cielo trizado por mis golondrinasQue sólo sé que dudo de mi dudaCon un torvo sabor de teologíaYo sólo sé que cada díaMás eterna es la Muerte.

Tal si hubiese dado la espalda al enemigoSufro el dolor del desertor ya sin banderasTraidor me siento a la NaturalezaQue sabe me abrasa con su ritoLos dos vivimos la resurrección

Él como Dios eternoCobró Su luz entera y se hizo Universo No Te hubiese desclavado

Te amoDe qué me has salvado oh Salvador De qué me has redimido oh Redentor No es la nada una injuria que desgarre mi ánimoMi alma está cansada de la vida.

Aquí estoyCreo en todoEn nada creo No estoyCreer no tiene sentidoEs forma del vacío



Sin creer en todoSin creer en nadaPara qué ser

Mi cuerpo produce milagros

Produce nardosQue son la misma cosaEl hombre no rompe sus límitesDe mosca contra el vidrio.

Rompí el vidrioEstoy en el Mar El Mar no existeTampoco el vidrioTampoco existo.

Yo soy una mentira de los diosesLos dioses nunca dicen la verdadLos dioses mientes para existir Yo Lázaro soy u muerto estoyDesde siempre.

Tal del fondo del mar surge la lunaAnegando de ámbar los confines,Pareciste tú alzándote en mi espuma.

Por fin un refugio de fúlgidos azaresEn la bella bondad de llorar juntos,Salmo secreto y puro, indefinible y cierto,En la hostilidad sin pausa del vacío.

¿Y por qué Sus palabras mi corazón vencieron?En el llanto de amor de mi alegríaYo comenzaba a ser encantamientoEn una piedra gris, lisa, feliz.

Hay hombres que no ignoran que están vivos.Yo no sé si existo ahora,Si sólo a la existencia asistoEnjoyado de ausencias y distancias.

Todo lo ignoro, y no hay adónde ir.¿Por qué no resucitaste a los vivos?El tiempo era pena por mí ya no sentida de tan lentaLas cosas llegan solas como olas.



Es el fantasma una memoria que suspiraCual una voz quemadaSi a los ángeles vemos no los reconocemos

El hombre es inocente como un tigreY no miente la noche con sus fábulasSi es real la realidad ya lo sabríamos Nada la falta al muertoEstá completoLe sobra hasta su cuerpoQue apetece la tierra con nostalgiaLa vertiginosa rosa del tiempoComo conviene a su elegancia

Sólo Ella es real me grita SegismundoY mientras ruedan los sacrificadosDe lo más altivo de las pirámidesA Narciso anclado en su retrato de aguaAl amar somos otro cada día No soy un muerto

Ni un sonámbulo Ni hombre vivo

Soy un eclipse lánguidoUna errata de Dios en mundo indefinidoFrente al universo de mí mismoSoy Fénix de la tierraSed soy de una sorpresa denigradaUn anonadado que caminaSoy noche y madrugadaYo soy el puro exilio

Rosa oh tierra hogueraAh qué linda la vida por efímeraAh cuán azul la tierra elementalVivir es un insomnio

Toda la muerte es irrealLa vida y su amorosa y dulce iraY no vuelan alondras por mi frenteYa no tengo otro quehacer Que ver caer la lluviaUn indultado

Un fraudulentoUn náufrago soy

Un prorrogadoUn loco melancólico y monótono

Un desnacidoYo ya estaba más allá del tramonto



Un enjambre de miedoEmpezaba a ser Todo

Un vahído transido arrebatadoLo dice mi voz negra de guitarra sin brújulaTambién mi voz de sol y brisa marinera

Oh Reina del Nadir Única emperatriz del UniversoLleva prisa mi sangre en Tu vorágineCon locura de brusca pústula que ululaComo un leopardo tímido.

Yo no tengo nada Nuca he deseadoTener algo

No conozco el mar Nada más el rocíoUn rocío inmensoEs el mar que ansío

Olvidado de tiVivo sin vida

Si de mí me acuerdoEs por olvidoDe todo lo que es cierto

Yo no pedí nacer Yo no pedí morir Partimos al amanecer Al anochecer nacimos

Yo no sé quién eresYo no sé qué quieresPero aquí me tienesTierra para siempre

Soñador mudo ciegoPez volador extáticoEntre la mar y el cieloUtópico relámpago.

Cuando estuve muerto siempre fue de día.



Atrás quedó la duda de la vida.Yo no vine a mi encuentro;Allí estaba tiempo hacía.

Panal tejiendo en larvas de dulzura

De mi cuerpo gozoso fermentadoAdormido en la lúcida piedadDe tierna placidez de un aleluya.

Huérfano de la muerte soy ahora,Perdí mi reino al recobrar mi polvoPoblado de crepúsculo.

En mi pecho se oía un himno todavíaCuando fui vomitadoIgual a un esputo cobarde y taciturno.

Una mujer hermosa era la tierra,Éxtasis puro de un silencio puro.Dormía sin soñar ya todo lo tenía.Era Jonás feliz en noche sin orillas.

Saciado, imaginar nada podíaEn la felicidad ya sin palabrasDe no ser siervo del incierto cielo.

Tránsfuga salamandra de la muerte,Yo siento la vergüenza de estar vivo.

Fui arrancado como diente podrido,Amé la vida y más amé la muerte.

Iba a fundar mi casa sin penumbra,La casa de la luz y la alegría.

A no ser más ciego Narciso tímido y Sísifo impotente,Lejos de los cipreses, cantando entre amapolas.

Era Ícaro de fuego o himno de tormenta,En la tromba encendida de Tu Rosa inmensa.

Ahora sólo soy un capitánCon espada difusa y sin navío.

Un arpa ya sin cuerdas



Una nube sin cielo.

Es domingo acabó la semanaEstamos en enero del siglo XXISi posible será lunes mañanaY arribarán agosto y el viernesDe no sé qué año acaso de ningunoAsí como abril martes y noviembreSagitario no alcanzará a Cáncer Con su dardo ni Tauro a los GemelosY en jueves junio o miércoles diciembreSeguiré tejiendo mis pañuelosCon vuelos de palomasEn tanto que en Adán desahuciado y occiduoYo de pie me ponía comiendo calendariosY en un sábado ubicuoRepetía a Marta y a MaríaQué será de los tresEn un 3 de abril del siglo XXIII

Por mi angustia mi vida ha sido un grito,Un desplome perpetuo, la sima de la tarde,Estampida de luz en el diamante.

Siento que para mí todo el tiempo es alba,Que soy barca de nieve sobre candente lava.

Necesitaba masticar pezonesY atrapar por el cogote al mar Y morir abrazados por el cielo.

Oh, Dios mío, ¿por qué me das nueva vidaSi una sola muerte me bastaba?¿por qué me diste la vidaOh, Dios mío, si no es eterna?

Mi alarido el cieno tajó en vano.¿Por qué nadie hizo caso de mi llamado inmenso?Sufro dolor que me baja el cieloA los labios que arrastro por el suelo.

Está mi corazón contrito y humillado.



Nostalgia por lo que no puede ser.Quiero frutos aún no amanecidos,Las uvas de un cuelo que me falta.

Hasta de la tierra me has desposeído.

Me hurtaste la dignidad de la muerteY la sabiduría de la noche.

Dónde todo es efímero,Estoy crucificado por el aireMínimo como un grano de trigoPerdido en el desierto.

Es el olvido polvoDe alas de mariposa que no existen.Yo ansío que no llegue el olvido,Y recordadlo todo,Hasta lo infame, hasta lo horrible.

Y no saber adónde vamos ni de dónde venimos¡Un comino!Yo soy el infinito.

El ansia es por la vida instantánea,Cada instante nos falta y se va como vinoEn cielo que vomita una esperanzaDe incierto dibujo, como esas nubesSonambuleando más en mi cabezaQue en distancia celeste.

Hambre de un horizonte de tornarnos en piedraO siquiera en la hiedra que la cubre,Que aún sufre por el sol y la lluviaY por la luna analfabeta y boba.

La muerte mexicana sin ayer sin mañana,Sin hoy, cascabelera calavera.Tu noche es mar de ángeles dormidosY tu día es un río de jardines.

Salta Eva a la vida,



Tan deslumbrante va ella que no vemosQue la muerte es más fuerte que la vida.Cada ser es grano de arena en penaFiesta es todo ¡Amor! si a ti tenemos.

Una niña camina a orillas del mar,Vive un amor y se pone a cantar Con más voz que el mar.

Sus pies esfuman y alumbran espumas.Su huella es el Camino de Santiago.Al sol donaba oros su canción.Sonríe, el cielo luce en la boca una flor.

Llegaste tú, Muerte, bellísimo fanciulla,Puta infinita,Y unísonos el Alfa y el OmegaYa el viejo Futuro están ardiendoEn el viento del tiempo,Con sentimiento de cerco den la arena.

Vida, siempre vencida.Muerte, invicta siempre.

¿Qué sé yo ahora que vengoDe la antropofagia de la tierra?

Nada distingo. Todo es lo mismo.Camino y camino hacia el oriente,Se resbala en mis brazos el díaY sigo amaneciendo con el sol de siempre.

Alto encanto del ámbito por el canto del pájaro,Voy despacio como un río de yedraErguido en mi vuelo macerado en espanto,Que se olvida del alma y de la piedra.

En los mares de tu frente perdidaMi vida, sin velas para tu aliento,Es una antorcha de tinieblasSoñadora, un arpa a la deriva.



Que me importa el TiempoSi soy de los Hijos del viento,Y tan despierto voy que llevo mis ojos en la mano,A la noche buscando como un broche perdido de

azabache.

Ni vivo ni muerto, desenraizadoDe una dicha sin tregua navegante,Informe de no ser ni luz ni sombraPez volador, muda alondra del mar,Al diablo, no me voy, en Dios no creo,Vivo de soledad, de soledad me muero.Por dédalos del mar del caracolArrastrado hasta el fono de su vórticeDe inmensos paraísos inmortales,Cielo inverso inaugurando cosas reales:Por el revés he vivido mis díasDe rescatar lo novel de mi suerteY mis llagas fueron despedidas.Yo sentía mis ojos clausuradosY mi alma abierta sólo a mirarse a sí misma,Vomitando las brasas del infiernoDe ser póstumo Fénix de la vida.

Con un odio profundo amé la vidaComo a una amante de quien no puedo apartarmeQue me tiene asido por las entrañasCon regir victorioso de cuerpo insustituibleEs el deseo forma de la desesperanzaUn ramo de reflejosDe luz fósil de difuntos luceros.

Yo no amo a quienes no aman la vida.Yo no amo a quienes no aman la muerte.Yo no amo a quienes el amor no aman.Yo sé que no existe lo que no puedo nombrar.Yo sé que todo es inefable.Yo sé que por eso estoy muerto.Yo sé el sin fin presente de la nada.



Yo sé el divino estupor de la muerte.

No sé si estoy vivoSi viejo maniquí soy ciego y yertoUna ola desnuda sin espumaComo noche sin alba como luz sin sonrisaMi cuerpo ser recubre de soles de bolsilloEn el alba natal de mi laúdEn la noche solar de mi ataúdMe has vuelto un clavo sin martilloUna moneda al aire que no caeUn lirio ambiguo Lázaro anfibio. Nací reconciliado con la muerteSiempre amena, siempre diligente.Que no hay nada,Ya lo sé;Pero nunca lo sabré. No es sino a sí misma que la nada es igualYo vi morir a la muerte inmortalSe agotó mi esperanza; No mi deseo.Maduro estoy, no por el tiempo Ni por mi pensamiento.Por mi desistimiento estoy maduro.Siempre, siempre, es tardeY sin embargo vivo la fábula del mundo.Estoy triste, triste, y muy tristementeMi tristeza disfrutoDe sombra de una sombra.Que no nombra.

Imagen Tuya, Lya,Que amo más que a ti misma.Era Lya su imagen y ella misma.Barca, blanca de adioses, sonreía.

Su mirada vacíaPlena de muerte vivaY ceniza amarilla

Soñamos que vivimos



Soñamos que morimosEn lo sin espacio en lo sin tiempo

Cuando la voz cainita me levantaMi gloria de no ser amor pacía

Y mi día en harapos fue tronco sin retoños(Recuerdo de John Donne)

Mis pasos no eran sino ocasos tensosParecía volar y pisaba la tierra firmementeY por tanto sentido se diría que no tenía algunoComo este fuego frío como la verde nieve de la

muerteLo que escribo de mi no dependeLos cuervos amarillosVienen y van al mar Cementerios de ríos Nacen en mí cuyo cuelo es más libreQue sin fin espejo sin imágenesLas simples cosas simples que me abrasanY ayeres soleados de jardinesInsensato inaudible el tiempo sin tiempoEn reloj sin agujas

Vuela el tiempo en clepsidra sin arenaYa mañana es ayer

Poco a poco la tarde va cayendoSe establece suave la noche suaveParpadeamosSomos viejos

Por el diario delirio de estar vivoYa no acierto a decir la muerteEs demasiado puraHorrible inasumiblePara todo el lenguajeBella como belleza alguna es bella Nombró de pronto el albaDe Palabra absolutaLas cosas con asombroDescubrir el mundo cada día.



Yo ambiciono el todo de la nadaLas cosas con las cosasSu antifaz nada másPalabras que las nombran

Lo innombrable es lo que quiero nombrar He muerte empiezo a vivir como piedraCuando me pierdo me encuentroEn derroche de enigmas encendidosYa por lo más nocturno de mis noches.

Yo no soy nada,Estoy vivo.

Tú eres Todo,Estás muerta.

Te tiene la divina Reina,Se acabó el Tiempo,Para más que siempre.

Estoy tristeMe estoy comiendo las almohadas

Todo tiene sentidoPorque la muerte existe

Siempre hay una primera vezSiempre hay una postrera vez

Estaba libre y me sentíaComo barca en los muelles cautivaSoñando tempestades

La Esperanza sufre de esperar La esperanza sólo sabe llorar

Cielo terso de la PrimaveraCielo de lo que eraMadona Primavera la siempre pasajera

Viví alguna vezTal vez.



Al nomás pisar el umbral de luz eternaQue te ciega, ya no eres tú, tienes en tiLas misma eternidad que el primer hombre

Que pisó la Eternidad.Oh, Madre lujuriosa, oh, Madre suma,Oh, lis de luz finísima feliz,Oh, marrana putísima que hozasLos supremos carates de la espuma. Nos dormimos y seguimos de largoO despertamosAlguna vez seguiremos dormidos caminandoSin saber que estamos dormidosSin saber que caminamosSin saber que despertamos.

¿Por qué me olvido de la aurora,Del mediodía,Y la noche prefiero?

Me da la sensación de ser eterna.Las horas se anularon en ella.Cada noche es eternaCon sus resurrecciones,Soy otro cada día,Que repite su ciclo igual y diferenteA los jalones de las Estaciones.

¿Es el suelo esa Quinta Estación adivinadaMás allá de la Primavera que me entristece,De la noche y su aleve vacuidad cotidianas?

La suma de mis noches es mi vida,Vinimos a soñar que soñábamosComo una desvelada barca aladaSaharas de mareas tenebrosas y pálidas.

Cuando pierdo pie y bato las alasBajo la tierra insegura



Balbucir desearía en tu vidaMi unánime ternura de velero que parteY nunca llega a parte alguna

Ah la Palabra

De qué sirve la PalabraSi no es catarata de abismosMar sin playas o puente que no acabaBarca que parte sin escala

Como un pulpo del cielo para decir NadaA tientas voy enamorado y ciegoLa Nada sin recuerdo que rebalsa en el mundoComo en un dedal el mar o el viento

Es la Nada al AlbaQue no encontró Su Palabra.

Se movieron las ondas del espejoY me gritaron con simulacro de abismoCon voz que no era voz sino ecoAsí como reflejos del espejoQue a mis laberintos acogieronEn mar el eco convirtiendoYo no estaba despiertoYo no estaba dormidoYo ya no estaba corrompido o yertoEn voz de mudo espejoCasi visibleImagen de soluble ecoEn el mundo nulo sordo y sin ojos.

Un cero se depura y se echa a nadar en la nochemítica

De todos los viajeros al infierno ya nadie me recuerdani a ninguno yo recuerdo

Qué sentido encierra ir y volver en el orgulloso hastíodel círculo

Es la vida accidente de la muerteY yo soy como un camello antárticoEl buzo viene ungido de añoranzas, de trinos y

espléndido



Bello es el mundo porque existen invierno y primaveraY si eterno es el luto no lloremos a AdánPorque estaba contigo

Y no sé dónde había vividoYo sólo soy el Sí de una aleluya desbordando los cielos

Con un fulgor de acuario cuando ya no es de día y la Noche no arribaCómo imaginar la nada sin ella no hay algoAhora ya sé dónde estuveYa no sé nada como tú ya nadaAhora ni siquiera tengo duda No me satisfizo ni la vida ni la muerteSí todo es poco

Lázaro soy de todo lo que tocoMi bosque sueña barcos y unicornios

Es pocoLlegaste tú

VerdadY me sigo sintiendo como un puerco

Todo es poco cierto todo es poco eternoCero descalzo de la noche líticaEl Sí más alto de los sueños más altosLa lluvia y el césped y Marta y María son la misma

alegríaY todo es poco siempre todavía.

El porvenir no llega nuncaLa muerte a cada instante está llegandoCada mañana amanezcoCon raíces de pájaroSoy un árbol con alasEs un epitalamioMi epitafio.

Alguna vez, ¿abrí los ojos?Alguna vez, ¿cerré los ojos?Alguna vez, tal vez.Tal vez a la vez.

Voy de paso. No tengo tiempo ara el remanso.Los instantes me vienen empujando.



Así dice el río a la piedra y al árbolQue los lleva en reflejo.

Cual inmóvil sonámbulo ahí queda el árbolCon el viento botonado por sus ramas.

Mis piedritas y el árbolMe los llevo en mi espejo.

El mar es una honda montaña de reflejos.

Harto soñé. Cuando estuve vivo No hice otra cosa que soñar.Ahora, por fin, voy a despertar Es sueño sin fronteras y sin mito.Soy una semillita del abismo,Un lucero, un clamor enterrado.Todo es diferente aunque el solSiga naciendo siempre en el oriente.

Tan bella es la belleza de la muerteQue deseé al morir nacer dos veces.Su belleza me aterra, más que toda belleza,Y no era inocente aquel prodigio.Después del alumbramiento tranquiloDe la suave eternidad conocida,Su noche dice la verdad, no miente:Horrible es su belleza como un crimen.

Con todo mi silencio, como un frutoLa había madurado sobre mi corazón.Profanaron mi azul y mi olvido quebraron.Era casi una piedra, casi un dios.Y qué remoto sol el sol de cada día. No soy siquiera un loco que presencia Ni una flor de polvo sobre el aguaEn el pavor de las ternuras mudas.

Las cosas no existían no sabía su nombre.Sí sabía que para nombrar se requería alegría,Y no tenía felicidad para hacerlo,Y fue en vano que desplegaron los pájaros



Sus alas y gorjeos.

Antes nacían leyendasDe las huellas de mis días.Hoy matan la hierba.

El muerto es cosa.La Muerte es Reina.De pronto está apacibleY cuando menos se la esperaSalta como un tigre.

Miré súbitamente tierra hendidaPor todas las ventanas del mundo al mismo tiempo

abiertas,Y el viento fue mi aliento y el mar ocupo en mi verso,Y tumbas bostezaron el ínfimo momentoQue dura el parpadeo de una joya de ira.

Todos conocemos el InfinitoY todos lo olvidamosPor indistinto y tercoEscaparnos del Tiempo no podemosPorque no existe¿Para qué lo queremosSi eso somosVivos o muertos?

Por la vera del río, en Primavera,A paso terso y nardo en la praderaEscoltado por brisa levísima y espacioY más precioso dance el palacio del día,De todo desistido, en un remansoComo el de los álamos o el de las hierbecillas,Suspenso en tanto olvido, en tanto simple vida, No voy pensando en nada, voy viviendoEn la buida ansiedad de lo indecibleVelada con solicitud tranquila,Y me espejo en el río lavador de excesosDe mis ensueños, río que siento muy adentro,El río que soy, río en el cual me voy yendoCon liviandad de río placentero



Ya sin Tiempo, con Sol que será eterno.

Hay una cabra paridaY sus cabritos dan saltosTan alegres y tan altosComo la cabra parida

Lázaro en el caminoVa o viene tal vezEs lo mismo, lo mismo,Moneda sin envés.

Por qué la Primavera me entristeceTal si caudal de juventud no fuese

Cual si al ver este rostro sonreído de vida No pudiera olvidar el llanto, la ceniza,

He visto en el desierto el Paraíso,En el invierno calvo una sonrisa;

Tal si el candor del campo y el azul del ámbitoDe la mujer donde nada hace falta

No fuese suficiente consueloPara una desdicha que sí es mía,

Sin advertir que Ella es más bellaPor las flores efímeras que siempre la coronan

Como en un mar de espadas encrespadasPoco a poco mellándose en poniente,

Hasta que noche súbita la niegaCon una bofetada de tiniebla.



La Vía Láctea era el río de luciérnagas de los aztecasTal ese río de alas y de luces quiero seguir viviendo

No en la memoria de nadie No en el deseo sino en la pasiónQue todo lo arrolla hasta quedarse sola

Como huracán suicida, como mar hidrofóbica.Sino en este cuerpo mío seguir viviendoSino en los seres vivos y en las cosas realesSino en mi cuerpo que es la existencia mismaEn el absoluto de mi delirio de lirioSoy el júbilo avanzo como un gran aguaceroOlvidando todo

Menos de mis labios eléctricosCual aspas jubilosas por tus mármolesDe mis desnudos pies que aman besar la tierra

desnudade mis brazos nostálgicos eternos de cinturassólo un niño soy de excesivos años.

Ya estoy en el Espacio sin TiempoYa estoy en el Tiempo sin Espacio.

En el júbilo de este valle de lágrimasPor la lujuria de la muerte ungidoEsa sutil minuciaQue acaba con el TiempoY el inepto halago de su astuciaQuiere abolir la primaveraRomper la copa prístina del díaPero yo con el sol estoy clamandoContra la sombra necia y bramadoraLa pegajosa sombra que declinaSu mentira tenaz sobre la limpia estrellaSe ser la vida enteraCuando se muere el muertoHasta llegar al arrebatoQue torpemente Eternidad nombramosQue es menos que la sombra de la sombraDel nombre que le damosDonde no hay relojes que imaginenRumiar el tiempo y barajar la nada

Donde los dioses sufren aún de ser inmortales



Donde estuve muerto y advertíaQue no existía vidaA eso se debía mi alegríaMadre tan maternal como solícitaBella de la Noche y Bella del Día

Misterio alguno con tu alba desvelasSabia maestra de Sabiduría.

¿Anhelo el martirio de lo eternoAnhelo ese castigo

Sabiendo que la Eternidad a nada sabeSabiendo que lo eterno es pústula de horror Donde cesó el goce de las metamorfosisDonde no hay sueño y todo es realidadDonde no hay azar ni hay amor?Yo no quiero ser bíblico

Yo quiero mis sandalias viejas, quieroMi cayado apagado, mi ovejas.

Sólo quiero mis parcos goces simplesSanta simplicidad

Mi felicidad a dosMi anonimato

Luna de avena y aceitunaMis dátiles mi ser mis cicatricesLos duraznos y el vino

Y mi gato y el mito.

Yo no quiero la lívida añagaza del germanoCansado estaba del descanso eternoQuiero que me devuelvan mi esqueletoMi carne quiero con sus furiasMies espigas

Mi mierdaMis lujurias

Mis enigmasMis Santas Escrituras

Mis bodas con las cosas

Yo quiero mi conciencia individualQuiero ser yo y no perder en otros



Mis estrellas ni mi dolor de muelasLas mismas aguas vivas de la vidaSer pastor de mis risas de manzanaDe mis nubes dormidas como témpanos ápterosUna mujer me sueña así ya existo

Soy el más alto porque amo la vidaQue exprimo en mis lagaresHarto de metafísicas sabemosBien que nada sabemos

Entre tanto amemosPastora mía miasmaFeliz como un cienpiés con alas en los piesUn día más ansía cada día mi vida.

Contigo quiero derrocar la muerteCon tu abrazo sin lindesDormida a mi lado soñando como un ríoGemelo de luciérnagas el mismoSueño mío el mismo sueño nuestroQuiero morder oír penetrar oler y paladear Codicio estar despiertoLos pájaros cortarme de mis ojos abiertos

Mi aldea rueda calles infinitasCon qué dicha siempre las andaríaComo biblia o cartero que me trae una carta de quien

no la espero No sé si es luz o un grito lo que alumbra el senderoEste mundo me basta

Este mundo con runas y prodigios me bastaMi laúd constelado

Mi canto enamoradoUn crespón ata a los azaharesLas bocas son un rito funerarioHablo claro como un chorro de sangre

Con la agonía de algo sumo y cósmico que faltaSin saber que nada me niega mientras por ella estoy

AgonizandoComo bajo niebla de piedraAlguna vez he visto a Venus crucificadaCristo nato del mar Es la mujer la Hostia sideral.



Anhelé no sé quéEncallar no sé dónde

Imaginarnos que vivos estamosPorque horas y minutos contamosLa Muerte no es igual sino a sí mismaLa muerte inmortal que vive siempreEn cada uno de nosotros que no somos lo mismoPero también morimos en cada hombre que naceSi bien la aurora cada día dora la vidaSiervo de su encantoSin saber quiénes eran No cnocí mujeres sino maresSólo conocí diosas o rameras No beso es una llamaDonde se precipitan dos cuerpos con un almaEn una soledad fuera del mundoTan sincera y vasta como la llama mismaQue los incineraY lejos de la noche y sin saber de olvidoPerdemos pie y no hay fondo algunoYa somos planetas desorbitadosCayendo sin finEn la hoguera total del ParaísoCon amor a la furia y al estrépitoDel suelo del idiota.

Comprendí que la Vida es bella en su desiertoComo en su jardín la Muerte es bellaQue no es cierto el jardín

Que no es cierto el desiertoQué victoria despertar cada díaImpar bondad del divino portentoDe la hórrida fiesta de estar vivoQuiero hundirme en tu espejoComo en sí misma se hundeEn la nieve la blancuraQuiero gritar gritar Viva la Vida¡Hurra hurra… hurraaa…!

La muerte es ya nadie en los espejosComo leona parida me abriga



La mazurca de su fuego decisivo y lentoTodo es infinito todo es un momentoCon las gaviotas sueñan los velerosLas gaviotas sueñan que son el mar Y el mar es el viejo loco de las barbas moradas

El acordeón dormido en sus rodillasYa sin ayer y sin mañanaSin recuerdo de forma el polvo justicieroEl bajel raya el mar Como mi dedo el vaho en la ventanaUnido en el unísono la nadaÚnica y pura esperanza desnudaLa púrpura ventura de estar mañana ciertosEl polvo sustantivo nunca tisteElemental futuro placenteroEl polvo polvo sucesivoSeñor Señor por qué exiliado me hiciste.

Soy un hombre vacío desasidoDeshabitado forzado inocente.

Despeñada sobre mis pardos párpadosLa luz es un montón de cabrasDe trinos, alas y azul están hechos los pájaros.Las noches son botellas descorchadas.

Lázaro y Segismundo se cruzaron,El uno invisible para el otro.Dos teas cuya luz no dono sombra:Es muy bella la vida porque es sueño,Porque existe la muerte que te nombra.

Con el alma habla Lázaro, por ello sin sentido,Como una indecisión a la deriva. No iba a contracorriente, ibaComo la fuente sucesiva.

El mar avanza cabalgándose y nunca se alcanza.Lázaro era como el mar.Su Verdad verdadera, Verdad de polvo eraOh primera y postrera primaveraY de distancia y edades imprecisas.



Con estupor de topo encandilado,Denso de tierra grávida, como de miel de abeja,Embarrado de niebla,Brotaste de la viva gorda tierra rojaDe orígenes del roble militar,

Del liquen y el tomillo,Chorreando tierra espesa que nunca ha visto el cielo,Chorreando asombro tus rudos muslos súbditos,Chorreando espacio, como tambor batiente,Chorreando tiempo tu cuerpo de raíces,Inhóspitas las manos, los labios apagados.¡Qué sed de Nada en tus huesos deslumbrados!

Ya cruzó el mar, Lázaro sonámbulo,Hartura de la vida.

Cesó el TiempoY se sintió abierto como un ángulo.Son idénticas rutas Nunca y SiempreEn las sombras de la nada olvidadas.La Eternidad es paciente y mansaY sin color, vacío desbordando.

Sufrió su cataclismo a las tres de la tarde.Se unieron soy y sangre.El pasado fue un solo instante.En la distancia, una bicicletaQue no hace veranoLa conducía un ángel de la mano.

Besaron con espanto el pardo manto,Con los ojos pasmados a los ojos te vieron,Devastados por ansias de encontrarte.

Infinita distancia hay contigoUn gran delta de magias de los días felicesQue crepitan y recuerdan tristes.

Ah, las dalias pasivas sin fraganciaDe Lázaro en Betania,Caducado su beso, ya frías sus sandalias.



En sus horas sin noches y sin talveces,Exiliado al volver,La luz fue dolor, dolor impuro.Retornaste para morir dos veces.Mortal, te dolía la vida. Pero

Sabes que hiciste del terror deseo.

Qué vida es ésa de la cual volvisteQué rojos y que celeste navegasteY qué no visitas cosas allá viste

Dime oh dime cómo es estar alláDonde toda imaginación se rindeAntes de imaginarlo

Allá acaso aquíQuién sabe dóndeSin tiempo ni distancia.

Estando aún vacío de vacíoA nadie reconoció Lázaro vivo.Era un mar de luces centellantesFelicidad se nombra Eternidad.

Todo muerto es siempre el primer hombre.Los muertos simplemente se pudren sin saberlo, No son… Frágil espejo es la memoria.Todo hombre es siempre el primer hombre.

No sabes qué hacer, qué decir,Cómo calmar el horror de estar vivo.Ya no entiendes lo que te hablan y tú hablas otra

Lengua de luces sin sonido.

Has vuelto a los tuyos, a tu hogar, a tu pueblo,Y no encontraste a nadie.

Eran ya otros. No existía tu huerto



Donde la luna lirios olvidaba.

Ya ni la noche estaba tachonada con las mismasestrellas

Y ni reconociste lo encontrado aunque gimieran

Marta y María.En el mar de mi canto caíste al dar un paso más allá

de la orilla del cielo.

Nada hay que recordar.Hay que ser siempre.

Vamos veloces a ninguna parte.La muerte es sólo un grande olvido.Cada muerte es un crimen que rescata la vida.

No te veo,Eres luz,

Eres transparente.Tu soledad más sola

Que cuando el recuerdo se despuebla.Expulsado de todas partes,Como un viejo cepillo de dientes,Es ahora una pena enemiga,

Una miel con arena,Una nubecilla por el lúcido cielo del invierno.

Divino hijo de Dios, cual la hiena o Helena,¿Qué más quieres?

La Eternidad no es tuya, No existe el azul ni el pájaro ni el vuelo.¡A otra parte! ¡A otra parte! ¡A otra parte!¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Sollozó Lázaro tan hondoQue las aves extraviaron su rumboY las luces divinas de sus ojosEsmaltaron el mundo.

Todo es igual. Nada hay.En parte alguna hay algo.

¿Para qué volver?¿Para qué partir?



No pudo ver la mujer Que como siempre,Rosa de hoy rosa de ayer,Vuelve de la fuente.

Como toda belleza,La rosa es un rayo asumidoEn soledad esbelta.

Ya no sabía amar Ni reír.Ya no sabía cantar Ni morir.

Y sin saber qué es resucitar Se echó a reír y a llorar Y se hundió en los mares del mar.

Cantaron las alondras.En bosque abrió los ojos.

Padre Sol, en el día que abunda como nuncaEjerce tu derecho de pernada.

A veces llegaba la bocanada de un horno distante,Tal vez una esquila, una campana,Mezcladas con un blando y blanco y sideral olor de

LecheDe mujer y bostezos de camello cansado.

Por el senderoSe perdían rebañosAmarillos, huraños crisantemosEn balidos envueltos.

Como un incierto relámpago obstinado,Amanecer la tarde parecía,Y más que la luz a soledad sabía.

No existía la muerte.Un perro aullaba locamente.

La hierbabuena y el jazmín cantaban



Un vagaroso ensueñoEn dúo, tersamente.

Todo estaba ausente de sí mismo,Al propio tiempo como nunca íntimo.

A la tarde un arpa faltarle parecía,Que pasase un ángel con un niño en el hombro,Acompañado de un lebrel y un asno.

Por la sed que mentíaEl mar desmemoriado,El mar eterno y súbito,Muy lejano se oía.

Y el cielo fue un ramo de fanfarriasEn la tarde parida de Betania.

Ah, es dulce, dulce la vida.

Una sonrisa del cielo es el díaEn el jade de los olivos.

La uva encinta de la ternuraDel sol asunta ya en ambrosía púrpura.

Ah, es dulce, dulce la vida.

María es bella como una espiga fiel.Es bella Marta como mi cítara de miel.

Rubia es la una como sol y lluvia.Bruna es la otra como sueño y luna.

Marta y María son el mediodía.

Como la eternidad, la luz fue fina y ciega.Soplaba brisa fresca y como ellas tierna.

Ah, qué par de gacelasProlongando en sus hombros las colinas.

Qué maravilla verlas.Son la sonrisa de la luz del día.



La tarde llega.Hay una estrella: dudaTrastabillandoEn ocaso moderado.

Lya,Hartura de aventura hay con tu rostro.El cielo está en tus labios.Linda, la vida.



Glosario:

*Aedo.- m. Bardo, poeta o cantor épico de la antigua Grecia

*Amojamado.- v. pron. Eflaquecer, secarse.

*Raudales.- De raudo.1. m. Caudal de agua que corre violentamente.2. fig. Abundancia de cosas que rápidamente y como de golpe concurren o se derraman.a raudales.1. loc. adv. Abundantemente.

*Transido, da.1. p. p. de transir.2. adj. fig. Fatigado, acongojado o consumido de alguna penalidad, angustia o necesidad.TRANSIDO de hambre, de dolor.3. fig. Miserable, escaso y ridículo en el modo de portarse y gastar.

*Ashaverus. Se refiere a otro famoso inmortal: Ashaverus, el Judío Errante que, encastigo por ultrajar a Cristo en su camino hacia el monte Calvario, fue maldecido ycondenado a vagar por el mundo hasta la Segunda Venida de Cristo.

*El desahuciado de Betania soy.- Se refiere al último rumor que ha corrido sobre Jesúsle hacía responsable de un hecho extraordinario, ocurrido en Betania: Lázaro, hermanode Marta y María, un personaje de una cierta posición social, habría vuelto a la vidadespués de haber recibido sepultura. Jesús, amigo suyo, le habría arrancado literalmentede los fríos brazos de la muerte.

*Mendaz.- Adj. Mentiroso

*Clepsidra.- Reloj de agua

*Áncora.-1. f. ancla, de la nave.2. fig. Lo que sirve o puede servir de amparo en un peligro o infortunio.3. Arq. ancla.

*Oropéndola1. f. Ave del orden de las paseriformes, de unos 25 centímetros desde la punta del picohasta la extremidad de la cola y 43 de envergadura; plumaje amarillo, con las alas y lacola negras; así como el pico y las patas. Abunda en España durante el verano, sealimenta de insectos, gusanos y frutas y hace el nido colgándolo, con hebras de esparto olana, en las ramas horizontales de los árboles, de modo que se mueva al impulso del viento.

*Esputo1. m. Lo que se arroja de una vez en cada expectoración.



*Occiduo1. adj. Perteneciente o relativo al ocaso.

*Vahído

1. m. Desvanecimiento, turbación breve del sentido por alguna indisposición.*Dédalo Por alusión a Dédalo, personaje mitológico.1. m. fig. laberinto, cosa confusa y enredada.

*Líticaadj. Perteneciente o relativo a la piedra.

*Epitalamio1. m. Composición poética del género lírico, en celebración de una boda

*Añagaza1. f. Señuelo para coger aves. Comúnmente es un pájaro de la especie de los que se tratade cazar.2. fig. Artificio para atraer con engaño.

*Áptero1. adj. Que carece de alas. Insecto ÁPTERO.2. Dícese de los templos antiguos que carecen de columnas en sus fachadas laterales.

*Lebrel Del fr. lévrier.1. adj. V. perro lebrel. Ú. t. c. s.2. V. montero de lebrel.

Luis Cardoza y Aragón, "Lázaro"

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