Luces: Gabriel Garcia Marquez (1927 - 2014)

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LIMA, VIERNES 18 DE ABRIL DEL 2014 [email protected] LUCES Gabriel García Márquez 1927-2014 Nadie como él nos hizo creer que la magia existe: El escritor que pintó el más convincente paisaje de América Latina dejó de existir ayer por la tarde, a los 87 años. Quizá sea el presidente colombiano quien ofreció la mejor frase para despedir al Nobel de Literatura de 1982: “¡Gloria eterna a quien más gloria nos ha dado!”.

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LIMA, VIERNES 18 DE ABRIL DEL [email protected]

LUCESGabriel

García Márquez1927-2014

Nadie como él nos hizo creer que la magia existe: El escritor que pintó el más convincente paisaje de América Latina dejó de existir ayer por la tarde, a los 87 años. Quizá sea el presidente

colombiano quien ofreció la mejor frase para despedir al Nobel de Literatura de 1982: “¡Gloria eterna a quien más gloria nos ha dado!”.

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VIERNES 18 DE ABRIL DEL 2014 2. EL COMERCIO

G abriel García Már-quez, el escritor colombiano que revolucionó las letras hispanoa-

mericanas con su novela “Cien Años de Soledad”, falleció ayer en su casa de Ciudad de Méxi-co a los 87 años.

García Márquez había sali-do recientemente de un hospi-tal de la capital mexicana don-de permaneció internado una semana por una infección pul-monar y de vías urinarias. Un periódico mexicano había di-cho que sufría una recurrencia del cáncer que lo había afecta-do años atrás.

La primera en informar de la muerte del escritor fue Fer-nanda Familiar, una periodista mexicana cercana a la familia que ayudaba a García Márquez como enlace con la prensa in-ternacional.

“Muere Gabriel García Már-quez. Mercedes (su esposa) y sus hijos, Rodrigo y Gonzalo, me au-torizan dar la información”, dijo en su cuenta de Twitter.

El fi nal de una historia originalAP

CARROZA. Momento en que los restos del escritor son trasladados de su casa a una agencia funeraria.

AP

OBRA ETERNA. El estado de salud de Gabriel García Márquez se empezó a deteriorar en las últimas semanas. Tras su muerte, su obra lo sobrevive y se mantiene vigente entre sus millones de lectores.

guardias. Gabriel García Már-quez había fallecido.

Una carroza fúnebre gris llegó por la tarde a su casa en la calle Fuego 144 en el barrio del Pedregal, en el sur de la Ciu-dad de México, para trasladar-lo a una agencia funeraria cerca de su domicilio. La carroza fue acompañada por una camione-ta blanca con sus allegados y pa-trullas de la policía.

La última novela de García Márquez, “Memoria de mis pu-tas tristes”, fue publicada en el 2004. Posteriormente lanzó “Yo no vengo a decir un discur-so” (2010), una recopilación de sus mejores conferencias.

Más tarde el presidente co-lombiano, Juan Manuel San-tos, confirmó la noticia. “Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande co-lombiano de todos los tiem-pos! Solidaridad y condolen-cias a la Gaba y familia”, tuiteó el mandatario.

Una larga despedidaEl día de su cumpleaños, el 6 de marzo, el autor de “El amor en los tiempos del cólera” y “Cró-nica de una muerte anunciada” salió a la puerta de su residencia en un lujoso barrio para agra-decer a las personas que habían acudido a felicitarlo.

Esa fue la última vez que se le vio en público. El pasado 8 de abril, el ganador del Premio Nobel de Literatura salió en es-tado “delicado” del prestigioso Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán de Ciudad de México, después de haber estado ocho días internado por un cuadro de neumonía.

Desde entonces había per-manecido bajo vigilancia médi-ca en su residencia de la capital mexicana, donde su familia rei-teró que el estado de salud del Nobel era “muy frágil”.

Ayer, después del mediodía, comenzó a verse movimien-to en la casa del escritor. Autos entraban y salían, mientras al-gunos amigos llegaban hasta la puerta resguardada por dos

REUTERS

ADMIRACIÓN. A pesar de las medidas de seguridad, admiradores del escritor empezaron a rodear su casa en México D.F.

DUELO LITERARIO

El escritor, periodista y Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez falleció ayeren Ciudad de México.

MÉXICO D.F. (AGENCIAS)

EN BREVE

RODEADO POR SU FAMILIA García Márquez, radicado en Mé-

xico desde hace varias décadas,

murió en la intimidad de su hogar,

donde era acompañado por su es-

posa Mercedes Barcha y sus hijos

Rodrigo y Gonzalo desde que salió

del hospital, el 8 de abril, para se-

guir bajo atención médica en su

casa.

HOMENAJE EN BELLAS ARTES El presidente del máximo orga-

nismo cultural de México, Rafael

Tovar, dijo que “dado que la fami-

lia quiere tener una gran intimidad

en estos momentos inmediatos a

su muerte”, será el lunes cuando

se haga un homenaje nacional en el

Palacio de Bellas Artes. Ahí estarán

“abiertas las puertas al público que

quiera pasar a rendirle un saludo

fi nal, un homenaje”, señaló Tovar.

MEDIDAS DE SEGURIDAD Unos 40 policías resguardaron la

casa de García Márquez una vez

que llegaron los restos. Cientos de

periodistas, fotógrafos y camaró-

grafos se apostaron en el lugar.

SIN LUGAR PARA FLORES Los policías impidieron el paso, in-

cluso, de algunos arreglos fl orales

enviados en honor a García Már-

quez, entre ellos uno de rosas ama-

rillas, su fl or preferida, que remitió

la Feria Internacional del Libro de

Guadalajara.

García Márquez: un colombiano que decidió vivir en México

Según el fallecido escritor co-lombiano Álvaro Mutis, Gabriel García Márquez llegó a Méxi-co gracias a él. El autor de “La Mansión de Araucaíma” decla-raba que fue él quien convenció a Gabo de mudarse al D.F. cuan-do este se encontraba pasando por una situación problemática en Colombia.

La llegada de García Már-quez a México coincidió con el día en que se mató Ernest He-mingway, según el propio Gabo solía decir.

El colombiano lo recordaba porque esa fue la primera noti-cia que recibió a su llegada. He-mingway se había suicidado.

La mitad de una vidaLa segunda mitad de su vi-da García Márquez la pasó en

México. Allí cultivó algunas de las amistades más sólidas. En especial la del novelista Carlos Fuentes.

En sus últimos años, debido a la fragilidad en de su salud, el escritor dejó de verse en públi-co. De todas formas se le hizo costumbre salir a la puerta de su casa para saludar a sus ad-miradores, que se reunían para tratar de conocerlo.

Entre los comentarios que

se sucedieron a su muerte, los periodistas mexicanos y colombianos no sabían ex-plicarse el hecho de que Gar-cía Márquez fuese un escritor colombiano al que muchos ya consideraban mexicano.

Ayer, al preguntársele por el destino que podían tener sus restos, un periodista mexicano le respondió a un colombiano que lo más probable era que los restos del escritor fuesen crema-dos y que su viuda, Mercedes, tomase la decisión final del lu-gar donde estos se localizarán.

Lo más probable es que los restos sigan a Mercedes a don-de ella vaya.

AFP

EL HOGAR DEL ESCRITOR

LA DESPEDIDA. Una pareja lee un ejemplar de “Ojos de perro azul” cerca de donde se prepara el funeral del escritor colombiano.

EL NOBEL Y SU LEGADOEEL NO

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En Colombia esperan el arribo de los restos del escritor

Bogotá [AFP]. Una de las her-manas del premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, Aída, dijo ayer a la prensa local que espera que los restos del escritor sean trasla-dados a Colombia.

“Gabito es de Colombia, a

Gabito lo tienen que traer. Es decir, yo no he tenido tiempo de pensar en eso, pero eso no es de dudarlo que tiene que venir y que nos lo van a traer”, sostuvo Aída García Márquez a medios colombianos.

“Él es de Colombia, él es el Nobel de Literatura de Colom-bia, el primer Nobel, entonces él viene, con seguridad que

AP

LA MORADA FINAL

NO TE HAS IDO. En Bogotá se aferran a su recuerdo. Cientos de personas se reunieron para expresar su pesar por el Nobel.

HOMENAJES

LA PRENSA DE SU PAÍSEl diario “El País” de Cali adornó el logo de su edición especial con ma-riposas amarillas en alusión a la obra de García Márquez. Además, aseguró que su deceso fue la “cró-nica de una muerte anunciada”, en referencia a la delicada salud del escritor en los últimos días.PUNTOS DE REUNIÓN El Centro Cultural Gabriel García Márquez y la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá son los puntos donde cientos de admiradores se reúnen para rendir homenaje a la memoria del escritor.

KAREN ZÁRATE HANDOUT

“García Márquez es una de las pocas fi guras lati-noamericanas del siglo XX que alcanzó la inmor-talidad. ¿Quién dice que ha muerto? Él era como un mito que cada genera-ción mantiene vivo”.

ÁLVARO VARGAS LLOSAEscritor

“¡Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos! Solidaridad y condolencias a la Gaba y familia. Los gigantes nunca mueren”.

JUAN MANUEL SANTOSPresidente de Colombia

OPINIONES

“Muy pocas obras sobre-viven al paso del tiempo, muy pocos autores son recordados, pero García Márquez está en el pan-teón de los clásicos. Para no llorarlo, seguiré le-yéndolo una y otra vez”.

ISABEL ALLENDE Escritora chilena

“Tu vida, querido Gabo, la recordaremos como un regalo único e irrepetible y como el más original de los relatos. ¡Es difícil despedirse de ti, puesto que nos has dado tanto!”.

SHAKIRACantante

“Con el fallecimiento del autor Gabriel García Márquez, el mundo ha perdido a uno de los más grandes visionarios y escritores. Uno de mis favoritos desde que era joven”.

BARACK OBAMAPresidente de Estados Unidos

REUTERS AFP AP

“Nuestro querido Ga-briel García Márquez se ha ido físicamente, pero permanecerá vivo en-tre nosotros a través de sus ideas, sus textos, su memoria en millones de personas”.

JAIME ABELLO BANFI Director general de FNPI

AFP

UN PAÍS EN PENA. Pese a que se sabía que la salud de Gabriel García Márquez era delicada, su muerte tomó por sorpresa a los colombianos.

Para los colombianos García Márquez se les fue muy pronto

B ogotá, Colombia.- “Es-perábamos la no-ticia, pero no tan pronto” era la frase que más repetían

en las calles las personas del común, coincidiendo con aca-démicos, periodistas, ex pre-sidentes y decenas de perso-nalidades que durante toda la tarde de ayer relataron anéc-dotas y cada pequeño detalle de los momentos que compar-tieron con el Nobel.

El diario “El Espectador”, donde García Márquez ejerció el ofi cio de periodista y publicó sus primeros cuentos, emitió una edición especial con foto-grafías e historias inéditas de su más ilustre reportero.

Tres tristes díasEn una breve alocución por

radio y televisión, el presiden-te Juan Manuel Santos anunció que serían tres días de duelo los que se decretaban para honrar la memoria de “el colombiano que más alto ha llevado el nom-bre de la patria”. Dijo: “Para no-sotros los colombianos, Gabo no inventó el realismo mágico, sino que fue el exponente de un país que en sí mismo es realis-mo mágico […]. Un país don-de todo es posible sobre todo la vida”.

De regreso a casaMientras tanto, diversos ho-

menajes se preparaban en el país. El maestro Iván Villazón, quien compartió con el Nobel en una de sus últimas parran-das, como se llama a las fi estas vallenatas, dijo a El Comercio que organiza un concierto “con la música que más le gustaba a Gabito: el vallenato. “Porque él decía que cuando escuchaba el acordeón se le arrugaba el sen-timiento”, recordó.

“He decretado el duelo nacional por tres días y he dado orden de que en to-das las instituciones pú-blicas se ice el pabellón nacional a media asta”.

EL DISCURSO PRESIDENCIALLa gran incertidumbre

era, hasta el cierre de esta edición, si las honras fúnebres del escritor se realizarían en Colombia. El embajador en México José Gabriel Ortiz reveló que al conocer la noticia, el presidente llamó a la esposa de Gabo para ofrecerle el avión presidencial para el posible traslado de los restos desde Ciudad de México. En Barranquilla, Aída García Márquez, hermana del escritor, señaló que el cuerpo del Nobel “debería regresar a Colombia” aunque reconoció que el tema lo deben defi nir su esposa Mercedes y sus hijos Rodrigo y Gonzalo.

El presidente asisteFuentes de la presidencia informaron que Santos acompañará la ceremonia fúnebre del escritor, en donde decida fi nalmente la familia hacerlo.

SUSAN ABADCorresponsal

“Gabriel Gar-cía Márquez es el colombiano que, en toda la historia de nues-tro país, más lejos y más alto ha llevado el nombre de la patria”.

“Colombia y América Latina podemos ga-narnos –como lo es-tamos haciendo– una segunda oportunidad sobre la tierra”.

Leí “Cien años de so-ledad” a los catorce años, en un verano tropical en Santa Cruz, y todavía aso-

cio esa novela con el olor de las calles de esa ciudad después de la lluvia. Todo era tan mágico y tan convincente que concluí que García Márquez describía la realidad tal como era y no como la había visto hasta en-tonces. A veces un escritor tiene una forma tan contagiosa de ver el mundo que todos sus lectores terminan viéndolo como él.

García Márquez es un len-guaje, una voz, una mirada: nuestro continente es así, deci-mos. El territorio de lo extraor-dinario convertido en cotidiani-dad pura. Luego nos rebelamos ante esa mirada tan esencialista a pesar de sí misma y decimos, literales, que no es cierto que ha-ya señores con alas enormes en los gallineros de nuestros pue-blos, pero es tarde: la literatura nos ha ayudado a entender el universo, al menos por un tiem-po, y eso siempre vale más. Han ganado la partida los relatos, las imágenes, el fraseo culebreante en el tiempo y en el espacio, el lenguaje tan preciso para des-

cribir la maravilla. García Márquez

tuvo muchos here-deros durante un tiempo y ahora no tiene ninguno. Me-jor así: el realismo

mágico es una for-ma narrativa tan po-

tente de contar nuestra historia, que deben sucederse algunas generaciones antes de que venga alguien que, encan-dilado por la lectura de libros como “El amor en los tiempos del cólera”, sea capaz de re-novarlo a la altura de su más grande intérprete.

(*) Especial para El Comercio

PUNTO DE VISTA

“Tan preciso para describir la maravilla”

EDMUNDO PAZ SOLDÁNEscritor

La infl uencia pasada

“García Márquez tuvo muchos herederos

y ahora no tiene ninguno”.

EL NOBEL Y SU LEGADOEEL NO

nos lo traen”, añadió la her-mana del escritor, quien re-conoció que la decisión fi nal recaerá en su cuñada, Mer-cedes Barcha, y sus sobrinos Gonzalo y Rodrigo.

Al mismo tiempo, se in-formó en México que los restos del escritor se iban a incinerar en privado, según el comunicado leído por la directora del Instituto Na-cional de Bellas Artes, Ma-ría Cristina García.

La funcionaria no precisó la fecha de la cremación ni el destino fi nal de los restos, pero adelantó que “no se llevarán a cabo honras fúnebres”.

AMISTAD. El presidente Santos y el Nobel tuvieron una buena rela-ción. El gobierno decretó tres días de luto por el deceso del escritor.

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C on la muerte de Ga-briel García Már-quez, el pasado si-glo XX perdió a uno de sus más notables

actores y, a la vez, testigos. Na-die como él para envolver al lec-tor en sus fi guras literarias, pe-ro también para convertirse en la fi gura de los grandes aconte-cimientos históricos.

Desde su inquebrantable fi -delidad con el dictador Fidel Castro hasta su amistad con el presidente del Gobierno Espa-ñol Felipe González, su sintonía con Yasser Arafat para el reco-nocimiento del Estado pales-tino, su influencia en el Movi-miento de Países no Alineados o su cercanía con el presidente estadounidense Bill Clinton. Las puertas del poder, sean es-

tas de cualquier signo, siempre se abrían para recibir al hijo del telegrafi sta de Aracataca.

Infl uencia en las artesPor cierto, García Márquez no solo fue bien recibido en el Pa-lacio de la Zarzuela o la Casa Blanca. La influencia de este hijo de la generación del 50 co-lombiana estrechó lazos no so-lo con sus colegas escritores. El cine, el teatro, las artes visuales, incluso la televisión y su fábrica latinoamericana de sueños que es la telenovela: los principales creadores de Iberoamérica han sentido en un apretón de manos del Nobel colombiano un espal-darazo no solo a su obra, sino a una conducta progresista. Po-der de un artista convertido en ícono de todo un continente.

El genio y las fi guras

AP

ELOGIO AL MAESTRO. El Nobel de Literatura colombiano en su vivienda de Ciudad de México. Con su muerte, se po

EL PERIODISTA. Junto cfi gura esencial de la labor pe

LA ESCUELA. En diciembre de 1986, Gabo y Fidel Castro reconocen al cineasta Fernando Birri en la inau-guración de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, fundada por el Nobel.

REGRESO A CASA. Gabriel García Márquez y su esposa, Mercedes Barcha, llegan en el vagón de tren que los condujo a Aracataca, el pueblo natal del autor de “Cien años de soledad”. Mayo del 2007.

80 AÑOS. Un lector mexicano revisa en un café la edición especial del diario “La Jornada” por el aniversario 80 del escritor.

COMPADRES. Gabo al lado del escritor mexicano Carlos Fuentes, en un momento animado durante una conferencia en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en noviembre del 2008.

CEREMO-NIA DEL NOBEL. Ga-bo recibe el Premio Nobel de Literatu-ra de manos del rey Carlos Gustavo de Suecia el 10 de diciembre de 1982. Para la ocasión lució un traje tradi-cional caribe-ño conocido como liquiliqui.

—“Lo más delicioso de la historia es concebirla, irla redondeando, dándole vueltas y revueltas, de manera que a la hora de sentarse a escribirla ya no le interesa a uno mucho, o al menos a mí no me interesa mucho”.

—“Siempre he crecontra de otros crespetables, queno estamos en elcoronados; siemque todo homenprincipio de embSiempre he creídescritores no lo snuestros propiospor la desgraciapodemos ser otr

EL NOBEL Y SEEL NO

AFP

AFP

REUTERS

AFP

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DEL 2014 EL COMERCIO .5

one el punto fi nal a una de las obras literarias más prodigiosas y universales en lengua castellana. DOS GIGANTES Y UNA PRIMERA DAMA. Julio Cortázar y Ga-briel García Márquez fl anquean a Hortensia Bussi, la viuda del presi-dente chileno Salvador Allende. París, 1981.

PREMIADO. En noviembre del 2006, Carlos Monsiváis recibe el Premio Feria Internacional del Libro de Literatura de manos de Gabo.

PIES DESCALZOS. Hacia 1972 García Márquez en Barcelona. Ese año se le otorgó el Rómulo Gallegos por “Cien años de soledad”.

con autores como Norman Mailer y Tom Wolfe, Gabo también fue uno de los pioneros de la corriente del nuevo periodismo. Con los años se volvió una eriodística en Latinoamérica con obras maestras como “Relato de un náufrago”, sobre un hombre que sobrevivió 10 días a la deriva en el Caribe.

ÚLTIMA PALABRA. En el 2010 el escritor publicó el que sería su úl-timo libro, “Yo no vengo a decir un discurso”, una antología de textos.

eído, en criterios muy e los escritores l mundo para ser

mpre he creído naje público es un

balsamamiento. do que los somos por s méritos, sino

a de que no ra cosa”.

—“El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad”.

—“El ofi cio de escritor es tal vez el único que se hace más difícil a medida que más se practica. La facilidad con que yo me senté a escribir aquel cuento una tarde no puede compararse con el trabajo que me cuesta ahora escribir una página”.

—“¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes?”.

SU LEGADO

AP AP

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VIERNES 18 DE ABRIL DEL 2014 6. EL COMERCIO

LOS PRINCIPALES LIBROS DE GABO

“EL OTOÑODEL PATRIARCA”Primera edición:

Plaza & Janés. Barcelona, 1975.

“LA HOJARASCA”Primera edición:

Ediciones S.L.B. Bogotá, 1955.

Parte del gran proyecto de los autores del ‘boom’ para escribir grandes novelas que denuncien a los dictadores latinoamericanos. “El otoño del patriarca” es la historia, según confesó el propio autor, en la que más esfuerzo y trabajo invirtió. En ella, el escritor construye una maquinaria narrativa impresionante para desarrollar la agonía y la muerte de un autócrata, acumulando hechos y descripciones deslumbrantes, y olvidando a propósito los puntos aparte y los diálogos en su juego técnico.

La primera novela de Gabriel García Márquez, de aliento clásico, técnicas modernas deudoras de Faulkner, y gérmenes de realismo mágico es el primer viaje al universo de Macondo. En esta ‘nouvelle’, un joven autor de 28 años despliega la perspectiva de tres narradores, un viejo coronel medio ciego, su hija Isabel y su nieto, en medio de un limbo espiritual tras la muerte de un doctor despreciado por el pueblo y a quien nadie quiere enterrar. Sin embargo, algo vincula al difunto con el patriarca de esta familia.

“CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA”Primera edición:

Editorial Oveja Negra. Bogotá, 1981.

“EL CORONELNO TIENE QUIEN LE ESCRIBA”Primera edición:

Ediciones Era. México, 1961.

La más celebrada de sus novelas cortas, publicada un año antes de obtener el Nobel, es una tragedia greco-caribeña, un mecanismo de relojería que diluye la crónica y la novela, consiguiendo en esa fusión un breve canto de dimensiones épicas. La muerte de Santiago Nasar por un crimen pasional nacido de un malentendido, es una alegoría del machismo latinoamericano, donde, paradójicamente, el matriarcado tiene la última palabra. Su destino fatal deberá cumplirse como obliga toda tragedia clásica.

En una de sus novelas cortas más celebradas, GGM nos presenta al Coronel, un viejo militar que espera pacientemente recibir el anuncio ofi cial que le conceda una pensión vitalicia por haber servido en su juventud a las órdenes de Aureliano Buendía. En sus 15 años de espera, visitando religiosamente el lugar donde cada viernes atraca la lancha que trae el correo, la decepción será permanente. Sin embargo, tras la muerte de su hijo, la necesidad aprieta y solo un gallo de pelea puede ofrecerle una esperanza.

“EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA”Primera edición:

Editorial Oveja Negra. Bogotá, 1985.

“CIEN AÑOS DE SOLEDAD”Primera edición:

Editorial Sudamericana. Buenos Aires, 1967.

La gran novela de amor del Nobel colombiano, ubicada en la Cartagena de inicios del siglo XX, cuenta la obsesiva perseverancia de Florentino Ariza, enamorado desde los 18 años de Fermina Daza, una hermosa y altiva jovencita con la cual nace una relación platónica nacida de cartas y serenatas. Sin embargo, en un accidentado encuentro, la imagen idealizada del galán se rompe y ella lo abandona sin más explicaciones. Sin embargo, Florentino sabrá esperarla por décadas hasta recuperarla por fi n, a mediados de siglo.

Novela compleja por la cantidad de personajes y eventos, la obra mayor de GGM cuenta la historia circular de la estirpe de los Buendía. Sobre ella anota Vargas Llosa: “Esta novela integra en una síntesis superior sus fi cciones anteriores, construye un mundo de riqueza extraordinaria, agota este mundo y se agota con él. Difícilmente podría hacer una fi cción posterior con ‘Cien años de soledad’ lo que esta novela hace con los cuentos y novelas precedentes: reducirlos a la condición de anuncios, de partes de una totalidad”.

EL ÚLTIMO ADIÓS. El 6 de marzo, el día que cumplió 87 años, García Márquez salió de su casa y saludó a los periodistas. Fue la última aparición pública del escritor colombiano.

REUTERS

APUNTES FINALES

EN UN CENTRO COMERCIAL Meses antes de su 87 cumplea-

ños, su última aparición pública,

García Márquez había reaparecido,

en septiembre del 2013, en la i n-

auguración de un centro de juego

de bolos . Días más tarde, llamó la

atención en un centro comercial

donde acudió a comprarse ropa.

LA GRAVEDAD DEL DAÑO Ya en el 2007, el deterioro del es-

critor empezó a ser un secreto a

voces entre la comunidad litera-

ria. En una entrevista con “El Co-

mercio”, el cineasta y director tea-

tral colombiano Jorge Alí Triana co-

mentó que tras superar el cáncer, el

escritor evidenciaba un mal dege-

nerativo que le impedía manejarse

normalmente en público.

NEGAR HASTA EL FINAL Recientemente, el diario mexicano

“El Universal” publicó que el cáncer

linfático que sufrió años atrás había

resurgido y se había extendido. Sin

embargo, sus familiares desmin-

tieron la noticia. Los médicos seña-

laron que su estado era “delicado”.

EL NOBEL Y SU LEGADO

F rente al pelotón de periodistas, el pasado 6 de marzo, el escritor colombiano Gabriel García Márquez hizo

su última presentación públi-

Un dios que olvida a sus criaturas

REVELACIONES

En los últimos años, la familia del Nobel guardó reserva sobre su estado de salud. Su deterioro siempre fue negado.

ENRIQUE PLANAS

6/3/1927Gabriel García Már-

quez nace en Araca-

taca. Creció con sus

abuelos maternos

y sus tías.

1940Cursa estudios

secundarios en

San José.

1946Finaliza su bachi-

llerato en el Cole-

gio Liceo de Zipa-

quirá.

25/2/1947Se matricula en la Facul-

tad de Derecho de la Univer-

sidad Nacional de Cartagena.

13/9/1947Publica su primer cuento, “La ter-

CRONOLOGÍA

cera resignación”, en el

suplemento de “El Es-

pectador”.

9/4/1948A consecuencia

del ‘Bogotazo’, la

universidad na-

cional cierra.

Abandona la ca-

rrera de Derecho

y empieza a es-

cribir una colum-

na en el periódico

“El Universal”.

FEBRERO 1954Se integra a la redac-

ción de “El Espectador”.

Se convirtió en el primer co-

lumnista de cine del periodismo

colombiano, y luego en cronista y

reportero.

1955 Gana el primer premio en el

concurso de la Asociación de Es-

critores y Artistas.

1957 Se le vincula con la revis-

ta “Momento” y viaja a Venezuela,

donde pudo ser testigo de los últi-

mos momentos de la dictadura del

general Marcos Pérez Jiménez.

1958 Contrae matrimonio con

Mercedes Barcha, unión de la que

nacieron Rodrigo y Gonzalo. Publi-

ca “El Coronel no tiene quien le es-

criba”.

1959 Es nombrado director de la

agencia de noticias cubana Pren-

sa Latina.

1960 Vive seis meses en Cuba y

al año siguiente fue trasladado a

Nueva York, pero tuvo problemas

con los cubanos exiliados. El Go-

bierno de EE.UU. le denegará luego

el visado porque, según las autori-

dades, GGM estaba afi liado al Par-

tido Comunista.

1961-1963 En México se dedica a

escribir guiones de cine y publica

en las revistas “La Familia” y “Su-

cesos”.

1967 Publica “Cien años de so-

ledad” tras 18 meses de trabajo,

mientras su esposa se ocupaba del

hogar.

1971 La Universidad de Columbia

(EE.UU.) le otorga el título de doctor

Honoris Causa.

1972 Recibe el premio Rómulo Ga-

llegos por “Cien años de soledad”

21/10/1982 Elegido Nobel de Literatura.

1985 Recibe el premio cuarenta

años del Círculo de Periodistas de

Bogotá.

1999 Le diagnostican cáncer linfá-

tico, del que se recupera.

2002 Presenta la primera parte

de sus memorias, “Vivir para con-

tarla”.

2004 Publica su última novela

“Memorias de mis putas tristes”.

JULIO 2012 Jaime García Márquez,

su hermano, revela que padece de-

mencia senil. La información es

desmentida por Jaime Abello Banfi ,

director de la Fundación Nuevo Pe-

riodismo Iberoamericano.

15/5/2012 Difunden un tuit sobre

la muerte de Gabriel García Már-

quez desde una cuenta falsa del

escritor italiano Umberto Eco. Él

desmiente su muerte y muestra el

dedo medio.

OCTUBRE 2013 GGM vuelve a

mostrar el dedo medio durante un

evento social en Ciudad de México.

6/3/2014 El Nobel de Literatu-

ra celebra sus 87 años recibiendo a

la prensa en las afueras de su casa.

Fue su última aparición pública.

31/3/2014 Es internado en el Insti-

tuto Nacional de Ciencias Médicas

y Nutrición Salvador Zubirán de la

capital mexicana por una infección

pulmonar y de vías urinarias.

8/4/2014 Sale del hospital. Su con-

dición es delicada.

14/4/2014 Su asistente, Mónica

Alonso, niega que el escritor tenga

cáncer, desmintiendo la versión

que dio el diario mexicano “El Uni-

versal”.

15/4/2014 La familia del Nobel

confi rma que su estado de salud es

estable, pero muy frágil.

Fuente: Archivo El Comercio

ca. Era el día de su cumpleaños número 87. Había recibido a la prensa, seguidores y vecinos allí congregados asomándose por la puerta de su casa, en el barrio de San Ángel en el Dis-trito Federal. Le cantaron “Las Mañanitas”. Celebraron con fl ores y pasteles. Pero el escri-tor no habló. Solo escuchó son-riente las felicitaciones con un ramo de rosas amarillas entre las manos. Aplaudió al fi nal de la canción.

La imagen resulta ilustrati-va para entender el papel que, en sus últimos años, Gabriel

García Márquez ejerció en la cultura iberoamericana. Era el morador de un lugar de pere-grinación al que podía acudirse, pero sin esperar de él respues-tas. Una figura cuya presencia coronaba los más importantes actos públicos, pero de la cual no se podía esperar ya un dis-curso articulado. A pesar de lo que haya dicho su círculo más estrecho, sus familiares o los funcionarios que operaban sus fundaciones: García Márquez no solo había dejado de escribir. También se había desconectado del mundo real.

Hace un par de años, Jaime, uno de sus hermanos, aseguró que el escritor padecía de de-mencia senil, lo que fue descar-tado de plano por el círculo de amigos del Nobel que presentó el hecho como achaques pro-pios de la vejez.

Una escritora cubana, del en-torno íntimo de GGM, me con-tó una historia que revela el de-terioro del estado de salud del Nobel colombiano. Era el año 2010, y en Estocolmo, Mario Vargas Llosa recibía el Nobel. García Márquez, en su sillón mi-rando la televisión, preguntaba a su familia. “Oigan, ese que es-tá recibiendo el premio no soy yo”. “No, Gabito, es Mario el que recibe el Premio”.

-“¿Mario? Pero yo también lo gané, ¿verdad?”.

Entre sus diversas enferme-dades, una de las más terribles para García Márquez fue la del olvido progresivo. Como el mal que azotó Macondo, cuan-do la gente comenzó a olvidar el significado de las palabras. Cuando perdieron el concepto de “vaca”, el coronel Aureliano Buendía colocó en una de ellas un cartelito que decía: “Esto es una vaca y sirve para dar leche”, pero tras olvidar el mismo con-cepto de “leche”, tuvo que colo-car otro que decía: “Esto es una vaca que sirve para dar leche y la leche sirve para alimentar a los niños”, y así sucesivamente, hasta que al fi nal cuando la gen-te había olvidado todos los con-ceptos puso un letrero a la en-trada que decía: “Este pueblo se llama Macondo y cree en Dios”’.

García Márquez perteneció a la generación de autores que se veían a sí mismos como peque-ños dioses creadores de mun-dos de fi cción. Él entró a la pos-teridad al haber sido el artífi ce de un territorio eterno llamado Macondo, donde conviven ima-ginación y realidad, mito y tra-dición, magia y sueño, violencia y deseo. Un mundo que le sobre-vive, aunque haya sido olvidado por su crea dor.

EEL NO

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VIERNES 18 DE ABRIL DEL 2014 EL COMERCIO .7

“DOCE CUENTOS PEREGRINOS”Primera edición:

Editorial Oveja Negra. Bogotá, 1992.

Delicioso libro de cuentos que, según confesó el mismo escritor, fueron escritos a lo largo de 18 años. Muchos de ellos fueron previamente notas periodísticas, guiones de cine, incluso seriales de televisión, o la historia que compartió en una entrevista y que García Márquez supo reciclar para un brillante manojo de relatos. Algunos de ellos considerados papeles olvidados, argumentos que no alcanzaban para novelas, estos textos demuestran las joyas que el escritor podía conservar guardadas en el cajón.

“DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS”Primera edición:

Editorial Norma. Bogotá, 1994.

En esta novela ubicada en la Cartagena de Indias colonial, García Márquez recuerda cómo en sus tiempos de reportero presenció la apertura de la cripta de una niña llamada Sierva María, durante la remodelación de un convento convertido en hotel. El hallazgo de su esqueleto, envuelto en largos cabellos “que parecían crecer incluso después de la muerte”, le inspiró a escribir esta melancólica novela de amor dentro del convento, intolerancia, fanatismo religioso y, por fi n, muerte.

“NOTICIA DE UN SECUESTRO”Primera edición:

Editorial Norma. Bogotá, 1996.

Muchos años después, GGM se decidió a volver al género de la crónica periodística, del que fue maestro durante muchos años, antes de que Remedios la Bella subiera a los cielos. El autor colombiano escribe la historia terrible de 10 personas secuestradas por un grupo liderado por el narcotrafi cante Pablo Escobar, con el objetivo de que el Estado Colombiano aboliera la extradición. El libro ahonda también en el dolor de las familias de las víctimas y en la tensión de los propios captores.

“VIVIR PARA CONTARLA”Primera edición:

Editorial Norma. Bogotá, 2002.

El primer volumen de una autobiografía cuya continuidad se vio truncada por la enfermedad del escritor. Fue, quizá, el libro más esperado de la década, por lo que conllevó también una mediana decepción. El libro aborda desde su nacimiento hasta la primera mitad del siglo. Manteniendo la estructura circular de gran parte de sus libros, cuenta sus años de estudiante en Bogotá, sus prácticas de periodista en Medellín, su retorno a Aracataca acompañando a su madre, saltando permanentemente a la infancia.

“MEMORIA DE MIS PUTAS TRISTES”Primera edición:

Editorial Mondadori. Bogotá, 2004.

La última de sus novelas fue también la más melancólica. Un viejo periodista decide celebrar sus noventa años regalándose una visita al burdel para compartir lecho con una joven virgen. Sin embargo, la visión de la joven de espaldas, desnuda, cambiará su vida completamente. El hombre se siente morir, pero no por los años recorridos, sino por el amor que despierta. Un canto del cisne literario, tras el cual el escritor de Aracataca no volvió a darle nuevo material a la imprenta.

“EL GENERAL EN SU LABERINTO”Primera edición:

Editorial Oveja Negra. Bogotá, 1989.

Antes que el género se pusiera de moda, GGM acometió esta novela histórica durante sus últimos viajes de Simón Bolívar por territorio colombiano. Aclamado por el pueblo como libertador, blanco de numerosas conjuras políticas y militares, héroe romántico e incluso libertino, el general se encuentra solo, contemplando las ruinas de su sueño de unidad americana tras la independencia del dominio español. Una novela severamente tratada por la crítica literaria y hoy poco atendible dentro de su obra.

G abriel García Már-quez creó un vasto universo litera-rio cuya principal virtud fue hacer

entendibles para el mundo la soledad y la complejidad de La-tinoamérica, con una obra ins-pirada en leyendas, seres míti-cos y cantos vallenatos.

Pero también fue un redac-tor y cronista que sabía expre-sar como nadie la realidad de la

García Márquez, de profesión periodistaHOMBRE DE PRENSA

Más allá del realismo mágico, GGM dejó un legado enorme para los periodistas que supieron ver el mundo con realismo.

AÑOS DE PLOMO. En 1954, García Márquez entró a trabajar en “El Espectador” de Bogotá como reportero y crítico de cine.

del Caribe. Con respecto a su carrera de periodista, Gabriel García Márquez ha menciona-do que le sirvió como una he-rramienta para “no perder con-tacto con la realidad”.

A petición de Álvaro Mu-tis, en 1954 García Márquez regresó a Bogotá a trabajar en “El Espectador” como repor-tero y crítico de cine. Salió por primera vez de Colombia cuan-do este diario lo envió a cubrir una cumbre de mandatarios en Ginebra y decidió quedarse en París. Poco antes había escri-to “Relato de un náufrago”, un reportaje que narró la travesía durante diez días de Luis Ale-jandro Velasco.

La publicación de estos artículos generó una contro-versia pública en el ámbito nacional porque en el último escrito reveló una historia oculta y desacreditó la ver-sión oficial de los acon-tecimientos que había atribuido la causa del naufragio a una tormenta.

C o m o c o n s e -cuencia de la polémi-ca, García Márquez fue enviado a París para ser corresponsal extranjero de “El Espectador”. Escribió sus expe-riencias en “El Independiente”, un diario que lo sustituyó breve-mente durante el gobierno mi-litar del general Gustavo Rojas Pinilla y que más tarde fue ce-rrado por las autoridades co-lombianas.

Poco después, tras el triunfo de la revolución cubana, Gar-cía Márquez viajó a La Habana, donde dirigiría la agencia de prensa creada por el gobierno cubano Prensa Latina.

En 1974, junto con intelec-tuales y periodistas de izquier-da, fundó la revista “Alterna-tiva”, que duró hasta 1980 y marcó un hito en la historia del periodismo de oposición en Colombia.

Veinte años más tarde, el No-bel colombiano fundó en Car-tagena de Indias la Fundación Nuevo Periodismo Iberoame-ricano, que tiene como objetivo ayudar a jóvenes periodistas a aprender con maestros y esti-mular nuevas formas de hacer periodismo.

calle y la naturaleza de las per-sonas de carne y hueso.

La literatura le significó fortuna y prestigio y lo que él llamó “el asedio de la publici-dad”. Mientras que el perio-dismo y la política, o la per-cepción de que la ejercía, le trajeron incertidumbre y fre-cuentes críticas.

Comenzó su carrera como periodista mientras estudiaba Derecho en la universidad. En 1948 y 1949 escribió para el dia-rio “El Universal” de Cartagena. Desde 1950 hasta 1952, escri-bió una columna diaria con el seudónimo de ‘Septimus’ para el periódico local “El Heraldo”, de Barranquilla.

Durante ese tiempo se con-virtió en un miembro activo del

EL NOBEL Y SU LEGADO

Palabras desde

McOndo

ALBERTO FUGUETEscritor (*)

A ntes de que yo fuera un parricida y “odiara” a García Márquez, quise ser como él!

Ya, lo dije.Una aclaración: no que-

ría ser un escritor como GGM ni quería usar una Guayabe-ra como GGM. Lo que deseaba en forma desesperada era ser un periodista como él lo había sido. Soñaba –necesitaba– es-cribir crónicas como las suyas. Estaba enfebrecido con su ma-nera de narrar.

De narrar historias reales, no mágicas. Historias de náu-fragos, de tipos a los que van a matar en forma anunciada.

Partí, claro, imitándolas. Pero eso fue antes, cuando

era joven e indocumentado. Tanto he leído de mis senti-

mientos anti García Márquez que, por un instante, me los creí. Algo aporté yo, claro. No es hora de venir a hacerme el inocente. Mi irritación hacia sus imitadores y ese software que, sin querer, él creó para la fascinación de los cultores del kitsch y el lugar común contri-buyeron a la confusión. Algu-nos insisten en que soy algo así como el líder de un movimien-to fundamentalista cuyo fi n no

es solo exterminar al vetera-no escritor, sino instau-

rar una república autónoma e hipe-rrealista, repleta de MacDonald’s y Blockbusters, donde las abuelas

no pueden volar, los tucanes deben quedar-

se callados y esté prohibida la venta de todo objeto remota-mente folclórico a menores.

De a poco, mi lazo con este super-giga-megastar que es GGM ha ido limpiándose. Pa-ralelamente, la relación con mi propio padre mejoró tanto que el que hoy tengo enfrente poco y nada tiene que ver con aquel ser que tanto temí, eché de me-nos o necesité.

(…) Parricidio es una pa-labra fuerte que encierra algo innegable: es un acto que solo puede producirse entre dos personas muy, pero muy cerca-nas. Para que el asesino exista, antes tuvo que existir el padre. Ese fue, sin duda, mi caso. An-tes lo quise matar (¿Para inde-pendizarme?, ¿para existir?, ¿para llamar la atención?; aho-ra simplemente deseo leerlo y aprovechar lo que me pueda enseñar.

(*) Texto tomado de “Tránsitos” (Ediciones Universidad Diego Portales, Chile). Reproducido con autorización del autor.

PUNTO DE VISTA

grupo informal de escritores y periodistas conocido como el Grupo de Barranquilla, aso-ciación que fue una gran mo-tivación e inspiración para su carrera literaria. Trabajó con figuras como José Félix Fuen-mayor, el catalán Ramón Vin-yes, Alfonso Fuenmayor, Álva-ro Cepeda Samudio, Germán Vargas, Alejandro Obregón,

SOLO UN MONÓLOGOGarcía Márquez ha incursiona-

do poco en el teatro, pues solo se

conoce su monólogo “Diatriba de

amor contra un hombre sentado”,

montado por primera vez en 1988

en Buenos Aires.

LAS ADAPTACIONESEn el teatro sus novelas han visto

varias adaptaciones. En 1991 Juan

Carlos Moyano adaptó “Memo-

ria y olvido de Úrsula Iguarán”. En el

2000, Jorge Alí Triana montó “Cró-

nica de una muerte anunciada”.

SU OBRA TEATRAL

Orlando Rivera y Julio Mario Santo Domingo.

En esa época, García Már-quez leyó las obras de escrito-res como Virginia Woolf y Wi-lliam Faulkner, quien lo infl uyó en sus técnicas narrativas. El entorno de Barranquilla le pro-porcionó una educación litera-ria de nivel mundial y una pers-pectiva única sobre la cultura

Por qué les compré “Cien años de soledad” a mis hijos

FERNANDO IWASAKIEscritor (*)

“ Cien años de soledad” es uno de los escasos títulos que he compra-do para cada uno de mis tres hijos, porque

considero que cada uno debe tener su propio ejemplar. Y es que García Márquez nos dejó catedrales como “Cien años de soledad”, “Crónica de una

PUNTO DE VISTA

muerte anunciada” y “El amor en los tiempos del cólera”, perteneció a una generación irrepetible que incrustó lo la-tinoamericano en el imagina-rio de la literatura universal y fue capaz de crear un mundo extraordinario donde la prosa más bella, el tiempo narrativo, los personajes inverosímiles y la conciencia de la historia se convirtieron en pasto del al-ma. Su legado literario es tan vasto y fastuoso, que ni siquie-ra limitándome a enumerar sus principales valores podría

abreviar lo sufi ciente. En pri-mer lugar, su obra creó al lector internacional de literatura la-tinoamericana, fascinado con el realismo mágico y sediento de prodigios. Asimismo, tras su estela se lanzó un número indeterminado de es-critores latinoame-ricanos dispuestos a crear Macondos andinos, amazó-nicos y caribeños, lo cual permitió que los mejores se apartaran de aquel re-gistro para enriquecer la no-vela negra, el realismo urbano, la literatura fantástica e incluso la crónica periodística. En ter-cer lugar, la mirada de García

Márquez germinó mejor lejos de América Latina, como se puede apreciar en “Hijos de la medianoche” (1981) de Sal-man Rushdie, “Illywha-cker” (1985) de Peter Carey o “Me llamo Rojo” (1998) de Orhan

Pamuk, excelentes au-tores que no necesita-

ron recurrir a lo real maravilloso para reconocer sus deu-das con “Cien años

de soledad”. Por otro lado, como el realismo

mágico superó las adua-nas de la identidad y se con-virtió en la fase superior del indigenismo, las improntas de Kafka, Faulkner y Hemingway no fueron satanizadas y García

Márquez abrió una ventana que aireó e iluminó a los na-rradores latinoamericanos que permanecían encerra-dos en sus campanarios na-cionales. Finalmente, pienso que el Nobel colombiano fue el principal mentor del lla-mado nuevo periodismo la-tinoamericano y uno de los autores que más contribuyó a reivindicar la crónica en es-pañol, de ilustre tradición en nuestra lengua desde los tiem-pos del modernismo, aunque hoy más de uno afi rme que el auge de la nueva crónica lati-noamericana se lo debemos a “The New Yorker”.

(*) Especial para El Comercio

Magia y realidad

“El realismo mágico superó las aduanas de la identidad y se convirtió en la fase superior del

indigenismo”.

Honrar al padre“Tanto he leído de mis sentimientos contra

García Márquez que, por un momento, me los

creí”.

EEL NO

Page 8: Luces: Gabriel Garcia Marquez (1927 - 2014)

VIERNES 18 DE ABRIL DEL 2014 8. EL COMERCIO

E scondido tras una de las columnas del lobby del regio hotel Crillón de la avenida La Colmena, al exito-

so Gabriel García Márquez se le dio por librarse de su anfi trión limeño, el joven crítico literario José Miguel Oviedo. El poco afecto a las masas y la incerti-dumbre de lo que ese día habría de decir a modo de discurso lo llevaron a ampararse en los macizos soportes del edifi cio.

Aunque fue vano su intento, lo cierto es que el primero en en-contrarlo fue un periodista de El Comercio, don Manuel Jesús Orbegozo, quien no solo lo sen-tó en una entrevista, sino que además lo siguió hasta el cóctel de bienvenida que en su honor ofreció el rector de la UNI, San-tiago Agurto Calvo. La nota en la que se habla de Faulkner, de la novela totalizante y de la pro-digiosa generación de latinoa-mericanos que en los sesenta se apoderaron del mundo apare-ció en la edición del decano del 19 de setiembre de 1967.

Pasaje que también ha sido recogido por el libro de memo-

El Perú y Gabriel García Márquez, una vieja amistadUN NOBEL DE VISITA

Primero fue el ‘boom’ y las multitudes militantes. Luego, la esperanza y la distancia entre un escritor y una patria que lo amaba.

ALDO VELA CARRILLO

TIEMPOS AQUELLOS. Vargas Llosa con su esposa Patricia; José Donoso y Pilar Serrano; García Márquez y Mercedes Barcha. Felices e indocumentados.

tulias y ambiciones coronadas.De pronto, algo se quebró en

sus vidas. Del ‘boom’ pasamos al pum, y desde esa pelea acae-cida al amanecer de 1976, solo hay un Vargas Llosa ensimis-mado en su silencio y un García Márquez inmortalizado con el ojo morado. Nada más que eso queda, que Mario Vargas Llosa algún día se anime a revelar las razones y causas del literal en-tuerto.

El libro y el mito Y cómo será de pérfi da la vida, que resulta que el mejor ensayo literario que jamás se ha escrito de la narrativa de García Márquez lleva la fi rma de don Mario y el sello editorial de Seix Barral. Se llama “García Márquez: Historia de un deicidio” y se publicó comercialmente en 1971, pues era la tesis doctoral con la que nuestro peruano universal se graduó en la Complutense de Madrid.Y resulta que desde que se armó tremendo broncón, ese texto resulta ser el más buscado en Amazonas, el más fotocopiado en las facultades de humanidades, el más leído en las madrugadas juveniles, el más fabulado y distorsionado entre cantinas.

Y desde entonces ese libro es una forma de reconciliarse con la vida. Pues hubo u n tiempo en que esos dos maestros fueron los amos del mundo.

rias de Oviedo, de pronta pre-sentación, en el que no se men-ciona el cóctel, pero sí los varios trajines que demandó juntar a Mario Vargas Llosa y García Már-quez en uno de los auditorios de lo que por entonces era la pobrí-sima periferia de la ciudad.

Eran otros tiempos y la felici-dad parecía posible. Tanto Ma-rio como García Márquez no solo eran integrantes de esa plé-yade de novelistas revoluciona-rios de la técnica narrativa y di-fusores de la alucinada realidad latinoamericana, sino también eran camaradas, amigos de ter-

El Nobel GABO y su legado

UN BOCADITO. La poeta Blanca Varela y el novelista durante el cóctel ofrecido por el rector de la UNI en setiembre de 1967.

ARCHIVO HISTÓRICO DE EL COMERCIO

“Es una noticia que tenemos todos que lamentar porque se ha ido un gran creador, un gran inventor del lenguaje y un gran representante de nuestra cultura hacia el mundo”.

ALONSO CUETO Escritor

“Latinoamérica y el mundo entero sentirán la partida de este soñador. Descansa en paz, Gabriel García Márquez allá en Macondo”.

OLLANTA HUMALA Presidente de la República

DE ROJO Y BLANCO

ÁLVARO ESPERA En declaraciones para Canal N, Álvaro Vargas Llosa reveló que su padre siempre promovió la lectura de García Márquez y, al igual que muchos, está a la espera de las memorias que diluyan los misterios.JOSÉ MIGUEL RECUERDA El libro de José Miguel Oviedo se titula “Una locura razonable: memorias de un crítico literario” (Aguilar, 2014), y le dedica dos páginas al episodio de García Márquez en la UNI.DE LA MESA A LA IMPRENTA La presentación de Vargas Llosa y García Márquez en la UNI se convir-tió en la obra “La novela en América Latina: diálogo”. Es un libro que bajo la fi rma de ambos aparece como uno de los más pirateados de sus célebres carreras.

GGM: La lección

más valiosa

SANTIAGO RONCAGLIOLO Escritor peruano (*)

E l primer libro latinoamericano que leí fue “La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y

su abuela desalmada”. Tenía diez años, y hasta entonces, solo había leído novelas policiales y “Tiburón”. Para mí, los libros eran juegos de acertijos o narraciones de aventuras.

Pero ahí había algo más. Ha-bía imágenes. Imágenes que a nadie más se le podían ocurrir.

Un hombre con alas, sucio y zarrapastroso, tirado en el pa-tio de una casa familias. Una mujer que se acostaba con un ejército entero. Otra que era un monstruo de insuperable maldad.

Con los años, se fueron su-mando nuevas imágenes. Un amor que duraba toda una vida sin consumarse. Un hombre con rabo de cerdo. Un asesina-to que todo el mundo prevé pe-ro nadie consi-gue evitar.

Hoy en día, pa-rece que García Márquez no tuvie-se seguidores entre los escritores latinoamericanos de mi genera-ción. La mayoría son realistas, y la magia ha desaparecido. Pero es un espejismo. Si nadie escri-be como García Márquez es por-que no se puede.

García Márquez nos enseñó que un gran escritor es ese que tiene un universo completa-mente personal, ese que cuen-ta cosas que nadie más puede escribir. Y esa es la lección más importante que un novelista puede ofrecer.

(*) Especial para El Comercio

PUNTO DE VISTA

La magiadesapareció

“Si nadie escribe como García

Márquez es porque no se puede”.

LA PALABRA DEL NOBEL

Amor y literatura “Una mujer es como la buena literatura: al alcance de todos, pero incomprensible para los estúpidos”.

Morir de amor

“Lo único que me duele de morir es que no sea de amor”.

Bogotá, la capital

..Para nosotros, los aborígenes de todas las provincias, Bogotá era la capital del país y la sede del gobierno, pero sobre todo era la ciudad donde vivían los poetas. No solo creíamos en la poesía, y nos moríamos por ella, sino que sabíamos con certeza –como lo escribió Luis Cardoza y Aragón– que ‘la poesía es la única prueba concreta de la existencia del hombre’”.

Una cama triste

“Ningún lugar en la vida es más triste que una cama vacía”.

No más que un zapatero

“Que nuestro trabajo solitario no debe merecernos más recompensas ni más privilegios que los que merece el zapatero por hacer sus zapatos”.

El deber literario

“El deber revolucionario de un escritor es escribir bien”.

La vejez

“El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad”.

Ser un escritor

“Que los escritores no lo somos por nuestros propios méritos, sino por la desgracia de que no podemos ser otra cosa”.

LAS CONDOLENCIAS DE MARIOA medio camino por las calles de una devota ciudad de Ayacucho, el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa fue requerido por la prensa para conocer sus sentimientos ante la muerte de quien fuera su amigo y colega. Breve y conciso, el novelista peruano exaltó las virtudes de la obra de García Már-quez y vaticinó la vigencia de esta más allá del tiempo. Expresó sus con-dolencias a la familia y retomó el paso. No se le pudo preguntar más.

EL NOBEL Y SU LEGADOEEL NO

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