Jesús, Marta & María – Los Afanes de la VidaLUCAS 10.38-42

INTRODUCCIÓN.Pensemos un poco en esto… ¿QUÉ HARIAMOS SI JESUS VISITARÁ NUESTRA CASA? Echemos a correr un poco la imaginación, ¿CÓMO LE RECIBIRIAMOS? ¿SERIAMOS

INDIFERENTES A ÉL? ó ¿LO DEJARIAMOS TOCANDO LA PUERTA? ó ¿LO INVITARIAMOS A PASAR CON PRONTITUD Y ALEGRIA? Creo que todos elegiríamos la ultima alternativa ¿Cierto?

Hace mucho tiempo atrás, Jesús visito la casa de una familia en Betania, una pequeña aldea de Judea, que se encontraba a 3 Kms, de Jerusalén.

De este pasaje aprenderemos enseñanzas preciosas para nuestras vidas. Veamos el encuentro de Jesús con Marta y María.

Sin más que decir, les invito a ir a Lucas 10.38-42, donde consideraremos cual fue la reacción de esta familia ante la visita de Jesús.

Y nos vamos a preguntar, ¿SI JESÚS ME VISITARA COMO LO RECIBIRÍA?

I. JESUS ENTRA A LA CASA DE MARTA – Lucas 10.38.Lo primero que vemos en el pasaje es que Jesús iba “de camino”, o sea, tenía un

rumbo definido, iba de viaje, él quería llegar a un lugar. Tal vez nos preguntemos ¿PARA DONDE IBA JESÚS? Según nos dice Lucas 9.51

“Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba. Afirmo su rostro para ir a Jerusalén?”.

Jesús se encontraba camino a Jerusalén para ir a cumplir la voluntad de Dios, y él hizo una parada en una pequeña aldea y “una mujer llamada Marta, le recibió en su casa” (10.38).

¿CUÁL ERA ESTA ALDEA DONDE JESÚS ALOJO? Juan 11.1 nos dice: “Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana”, entonces la aldea a la cual Jesús entro era Betania, a pasos de Jerusalén.

Y Marta le recibió en su casa, en esos tiempos la hospitalidad era una regla y no la excepción como en estos días, y Jesús comenzó a posar con ellos. Él fue a predicar a esa casa, no solamente a posar la noche o comer.

Vemos en el pasaje que Marta recibe en su casa a Jesús, como hoy en día muchos de nosotros invitamos a entrar en nuestras casas/corazones a Jesús. Muchos lo reciben, lo invitan a entrar a sus vidas, pero después es muy común que ocurra lo mismo que le ocurrió a Marta.

Ella lo recibió en casa, ella estaba feliz por tener a Jesús en su casa, pero tantas cosas tenían pensadas, tantas cosas quería ofrecer, tanta hospitalidad quería mostrar que SE AFANO.

El problema no fue que rechazo a Jesús, NO! Ella lo recibió en su casa. El problema fue que ella por querer servir mejor a Jesús se afano y sin darse cuenta lo dejo de lado, lo abandono, lo afrento.

¿CÓMO ES ESO? ¿CÓMO MARTA OFENDE A JESÚS SI QUERÍA SERVIRLO, ATENDERLO?

II. DOS HERMANAS MUY DISTINTAS – Lucas 10.39-40.A) MARÍA, LA PREOCUPADA POR OIR LA PALABRA DE JESUS (10.39).

Era la hermana de Marta, según nos dice Juan 11.2 fue la mujer que “ungió al Señor con perfume y seco los pies con sus cabellos”. Ella no solo estuvo en el recibimiento de Jesús, sino que también se sentó a sus pies para oír su palabra. Sentarse a los pies de alguien en esos tiempos era una posición y actitud propia de los discípulos cuando escuchaban a sus maestros.

María era una mujer presta para oír la palabra de Dios, es como lo dijo Pedro “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor” (1 Pedro 2.2-3). ¡Ella deseaba escuchar la palabra! ¡Anhelaba beber la leche espiritual no adulterada!

Nos damos cuenta por el relato que María estaba ayudando a su hermana Marta, pero cuando llego Jesús. Ella de inmediato dejo de ayudarle y se fue a escuchar al maestro. ¡Dejo todo por él!

¿Cuántos de nosotros estaremos dispuestos a dejar todo por el Señor? ¿Dejaremos nuestra familia por él? ¿Dejaremos nuestros amigos y las entretenciones por ir a un estudio o una actividad de la iglesia? ¿Dejaremos un trabajo porque nos impide participar de las actividades y reuniones de la iglesia? ¿Dejaremos compromisos menos importantes por servir a nuestro Señor? ¿Dejaremos el sueño y el cansancio de lado para comprometernos más con el Señor?

Jesús ya lo dijo: “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14.33). ¡Jesús renuncio a todo por nosotros! Dejo a su familia, dejo su trabajo, dejo a sus amigos, dejo hasta su vida por nosotros, y nosotros ¿Cómo retribuiremos este sacrificio? ¡María entendía este compromiso, seguir a Jesús significa dejar todo, no aferrarse a nada de esta tierra que nos impida servir a Dios!

B) MARTA, LA PREOCUPADA POR LOS QUEHACERES (10.40).En cambio, cuando comienza el versículo 40 comienza con un “PERO”, esto nos da

a entender que la actitud que tenia Marta se contraponía a la de María. “Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude”.

Marta había recibido al Señor, pero lo dejo para ocuparse en sus quehaceres. Ella se fue a seguir con su vida de casa y sus ocupaciones. El texto nos dice, “se preocupaba con muchos quehaceres”, dando a entender que no eran algunas cosas que estaban haciendo, ella estaba preocupada, afanada por el trabajo. Tal vez pensando “Tengo tanto que hacer y justo llega Jesús”.

No es raro pensar que hoy algunos digan o piensen, “Ya tengo un compromiso no puedo participar de esta reunión, me gustaría ir pero ya hice un compromiso”, “Estoy ocupado no puedo ir, hice un compromiso de ir al cine o al mall o a comer o ir de compras o lavar la ropa o salir con mis amigos”, y esa gente no se da cuenta que el compromiso no se hace de un domingo para otro o de un día para otro, sino que desde el momento que se bautizo hizo el compromiso de ser fiel a Dios y a su iglesia. Y esa siempre debe ser nuestra prioridad, o sea, un cristiano debe organizar su agenda primero considerando las actividades espiritual, todo lo que le puede rendir tesoros en el cielo, y dejar en segundo lugar, lo que es de este mundo.

Me imagino a Marta invitando a pasar a Jesús y después que entro, le dice: “Me puede esperar un poco” y comienza a correr por la casa, haciendo aseo, moviendo cosas y ordenando la casa. Me imagino a Jesús mirando todo lo que hacía en su casa, y

comienza a hablar con María su hermana. María le dice al maestro: “Siempre es así”, Jesús menea la cabeza, se sonríe y continúan su conversación.

Después de un tiempo, Marta se acerca a Jesús y apunta a María, y le dice: “Señor no piensas que esta mal que yo este haciendo el aseo y los quehaceres, y mi hermana este acá sentada sin hacer nada, ¡Dile que haga algo!”

Marta se queja con Jesús de la actitud de su hermana que no le ayudaba, pensando que él apoyaría lo que estaba diciendo.

Ya me imagino a Marta pensando: “Es justo lo que estoy reclamando, Jesús me encontrara toda la razón”, pero no sabía que le saldría el tiro por la culata, mejor se hubiera quedado callada, porque la respuesta del maestro, fue muy profunda… y directa.

II. RESPUESTA DE JESUS A LA PREGUNTA DE MARTA – Lucas 10.41-42.La respuesta de Jesús a Marta, debió haber causado una conmoción muy grande en

ella. Porque ella hizo una pregunta en tono de acusación tratando de justificarse, dejando de manifiesto que ella estaba haciendo bien.

Pero la respuesta de Jesús debió sorprenderla: “Marta, Marta, afanada y turbada estas con muchas cosas…”. Me imagino que pensó Marta: “¡QUEEEE! Yo soy la que estoy mal, no, no, no, Jesús se esta equivocando. Ella es la que esta mal, ella que esta sentada y no me ayuda, debe ser un error”. Jesús quiera cambiar la orientación de sus preocupaciones, ponerle en la mente a Marta que es lo más importante.

Jesús reconoce que ella por causa de los quehaceres, estaba “Afanada”, o sea, llena de preocupación, y “Turbada”, o sea, inquieta, sin tranquilidad. Se estaba cargando con pesos innecesarios. Debemos tener mucho cuidado, Jesús ya lo ha advertido en la Parábola del Sembrador, “El sembrador salió a sembrar la semilla; y mientras sembraba, una parte cayó… entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron… La que cayó entres espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto” (Lucas 8.5,7,14).

Él añade: “Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le sera quitada”. Y entendamos esto, Jesús no le estaba diciendo a Marta que lo que ella estaba haciendo estaba mal, sino que le dijo, que su hermana María había elegido y estaba haciendo lo más correcto y necesario. Le estaba indicando el camino a seguir y el ejemplo a imitar.

Entendemos con esto, que dentro de nuestras vidas hay cosas necesarias y otras no, en este caso, hay una sola cosa necesaria. Fijémonos al comienzo del verso 42, nuevamente “PERO”, dando a entender que estas hermanas eran diferentes, una cargada con muchas cosas, pensando que todo es urgente, y otra hermana que eligió solo una, pero esta era la mejor opción.

Jesús dice: “Una cosa es necesaria”, ¿Qué es esto tan necesario? ¡Oír el mensaje de Jesús, ponernos a sus pies y dejar que él dirija nuestras vidas! En vez de estar pensando en otras cosas, en vez de darle importancia a cosas superficiales debemos comenzar a darle prioridad a la espiritual.

¿QUÉ ES LO QUE ESTA EN PRIMER LUGAR EN NUESTRAS VIDAS? ¿ES JESÚS LO MÁS IMPORTANTE DE NUESTRA VIDA? Para María, Jesús estaba en primer lugar en su vida, aunque su hermana se opusiera o alguien le hiciera problema. Ella estaba dispuesta a doblar sus rodillas y disponer su oído para prestar atención al maestro.

Cristo nos dijo una vez: “Más buscad PRIMERAMENTE el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6.33). Explicándonos, que

nuestro PRIMERA PRIORIDAD debe ser BUSCAR, o sea, poner nuestro empeño, toda nuestra atención, luchar con todas nuestras fuerzas por encontrar y darle la primera importancia al REINO DE DIOS, o sea, en estos tiempos a la iglesia del Señor. Cuando somos fieles a Cristo y nos congregamos, cuando asistimos y trabajamos en todas las actividades de la iglesia, cuando dejamos cosas de lado por el nombre de Cristo. Estamos demostrándole a Dios que PRIMERAMENTE en nuestro corazón, están él, su iglesia y el servicio que le ofrecemos.

CONCLUSIÓN.No sabemos como reacciono Marte después de las palabras de Jesús, pero lo que si

sabemos es lo que Dios nos pide hoy a nosotros. Nos pide que lo recibamos en nuestras vidas, que le pongamos toda nuestra atención a su palabra y que al momento de elegir las prioridades en nuestras vidas, él este en el primer lugar.

A él le corresponde el PRIMER LUGAR, porque él también a nosotros nos puso en el primer lugar de sus prioridades, antes de todas sus comodidades y aún su propia vida, Jesús se entrego por nosotros.

No seamos como Marta, no nos quedemos solo en el recibimiento, sino que sentémonos a los pies del maestro junto a la humilde María y oíamos con atención la palabra de Jesús.

Luis Zepeda Mir(042) 2381134 – 94759075 – 67550175.

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