Los Valores

16
Los Valores Maria fabiola frias termini 21350337

description

valores trabajo

Transcript of Los Valores

Page 1: Los Valores

Los Valores

Maria fabiola frias termini

21350337

Page 2: Los Valores

El valor de la familia.

El valor de la familia nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con responsabilidad y alegría el papel que le ha tocado desempeñar en la familia.Al hablar de familia podemos imaginar a un grupo de personas felices bajo un mismo techo y entender la importancia de la manutención, cuidados y educación de todos sus miembros, pero descubrir la raíz que hace a la familia el lugar ideal para forjar los valores, es una meta alcanzable y necesaria para lograr un modo de vida más humano, que posteriormente se transmitirá naturalmente a la sociedad entera...

El valor de la familia va más allá de los encuentros habituales e ineludibles, los momentos de alegría y la solución a los problemas que cotidianamente se enfrentan. El valor nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con responsabilidad y alegría el papel que le ha tocado desempeñar en la familia, procurando el bienestar, desarrollo y felicidad de todos los demás.

Formar y llevar a la familia en un camino de superación constante no es una tarea fácil. Las exigencias de la vida actual pueden dificultar la colaboración e interacción porque ambos padres trabajan, pero eso no lo hace imposible, por tanto, es necesario dar orden y prioridad a todas nuestras obligaciones y aprender a vivir con ellas. Debemos olvidar que cada miembro cumple con una tarea específica y un tanto aislada de los demás: papá trabaja y trae dinero, mamá cuida hijos y mantiene la casa en buen estado, los hijos estudian y deben obedecer.

Es necesario reflexionar que el valor de la familia se basa fundamentalmente en la presencia física, mental y espiritual de las personas en el hogar, con disponibilidad al diálogo y a la convivencia, haciendo un esfuerzo por cultivar los valores en la persona misma, y así estar en condiciones de transmitirlos y enseñarlos. En un ambiente de alegría toda fatiga y esfuerzo se aligeran, lo que hace ver la responsabilidad no como una carga, sino como una entrega gustosa en beneficio de nuestros seres más queridos y cercanos.

La importancia de los valores

Siempre han existido asuntos más importantes que otros para los seres humanos. Por ello,

valoramos personas, ideas, actividades u objetos, según el significado que tienen para nuestra vida.

Sin embargo, el criterio con el que otorgamos valor a esos elementos varía en el tiempo, a lo largo

de la historia, y depende de lo que cada persona asume como sus valores.

En las organizaciones, los valores permiten que sus integrantes interactúen de manera armónica.

Influyen en su formación y desarrollo como personas, y facilitan alcanzar objetivos que no serían

posibles de manera individual.

Page 3: Los Valores

Para el bienestar de una comunidad es necesario que existan normas compartidas que orienten el

comportamiento de sus integrantes. De lo contrario, la comunidad no logra funcionar de manera

satisfactoria para la mayoría.

Cuando sentimos que en la familia, la escuela, el trabajo, y en la sociedad en general, hay fallas de

funcionamiento, muchas veces se debe a la falta de valores compartidos, lo que se refleja en falta de

coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Por ejemplo, es difícil saber cómo enseñar a los hijos el valor “tolerancia”, si nuestros líderes y

gobernantes insultan permanentemente a todos aquellos con quienes tienen diferencias de

opiniones.

Igualmente resulta cuesta arriba promover el valor “respeto” si hay maestros, profesores, jefes o

padres que frente a situaciones complejas defienden sus decisiones argumentando: “Aquí se hace lo

que yo digo” o “Las cosas son así porque sí”.

En términos prácticos es poco probable que una comunidad funcione bien (y no digo “perfecto”) si

las personas que la integran no se basan en ciertos principios que orienten permanentemente su

forma de relacionarse, en las buenas y en las malas.

Con la palabra “comunidad” me refiero a la pareja, la familia, el trabajo, el salón de clases, el

condominio, los vecinos, la ciudad, el país y a cualquier otra instancia de relación con otras

personas. Si no compartimos sus valores no nos sentiremos bien, ni funcionaremos de manera

adecuada en esa comunidad. Tampoco nos producirá satisfacción ser parte de ella.

Para la cultura organizacional de una empresa los valores son la base de las actitudes, motivaciones

y expectativas de sus trabajadores. Los valores son la columna vertebral de sus comportamientos.

Si los valores no tienen significados comunes para todos los empleados, el trabajo diario se hace

más difícil y pesado. El ambiente laboral se vuelve tenso, la gente trabaja con la sensación de que no

todos reman en la misma dirección y los clientes pagan las consecuencias.

Page 4: Los Valores

Como pilares de una empresa, los valores no sólo necesitan ser definidos. La empresa debe darles

mantenimiento, promoverlos y divulgarlos constantemente. Sólo así sus trabajadores tendrán

mejor oportunidad de comprender sus significados y ponerlos en práctica en sus labores diarias.

¿Para qué sirven los valores?

Los valores son una guía para nuestro comportamiento diario. Son parte de nuestra identidad como

personas, y nos orientan para actuar en la casa, en el trabajo, o en cualquier otro ámbito de nuestras

vidas.

Nos indican el camino para conducirnos de una manera y no de otra, frente a deseos o impulsos,

bien sea que estemos solos o con otros.

Nos sirven de brújula en todo momento para tener una actuación consistente en cualquier

situación.

Por ejemplo, en un transporte público algunas personas ceden su puesto a una mujer embarazada y

otras no. Los primeros creen en el valor de la cortesía y el de la consideración con otras personas,

sean o no conocidas.

Entre los que no ceden el puesto es común encontrar niños (que aún no tienen este tipo de valor), o

personas ancianas que valoran más (sin que les falte razón) su necesidad de estar sentados, o

personas que simplemente valoran más su propia comodidad.

Así, los valores nos sirven de base y razón fundamental para lo que hacemos o dejamos de hacer, y

son una causa para sentirnos bien con nuestras propias decisiones.

Cuando actuamos guiados por valores no lo hacemos por lo que dirán o nos darán los demás.

Actuamos por convicción, sin importar si otras personas nos están viendo.

La diferencia con otros comportamientos es que cuando creemos verdaderamente en una conducta

que para nosotros representa un fundamento de vida, actuamos según esa creencia, sin que nos

importe lo que digan los demás.

Page 5: Los Valores

Cuando practicamos la honestidad como principio, no nos apropiamos de cosas ajenas porque

creemos en el respeto por la propiedad de otros y no porque nos estén vigilando.

Los valores nos ayudan a proceder según lo que consideramos que está bien o mal para nosotros

mismos. En otras palabras, cuando actuamos guiados por valores lo hacemos sin esperar nada a

cambio que no sea nuestra propia satisfacción y realización como personas.

Esta satisfacción nos hace practicar nuestros principios y creencias en cualquier situación. Nos

permite tener una personalidad consistente, independientemente del estado de ánimo o del lugar

en el que nos encontremos.

Hay personas que no practican la bondad con desconocidos porque creen que no recibirán un justo

agradecimiento o una recompensa. Sin embargo, aunque puedan ser bondadosos con personas que

valoran más (como sus hijos, alumnos, empleados o compañeros de trabajo), no asumen esa

bondad como un principio de vida.

Si nos interesa fomentar ciertos principios de conducta como padres, maestros, jefes, o en cualquier

rol de líder, sólo la práctica consistente de esos valores nos ayuda a dar el ejemplo sobre el

significado concreto que ellos tienen en términos de actuación.

¿Por qué se debilitan los valores?

Hay muchas razones, pero quiero destacar tres que constituyen una especie de círculo vicioso de

deterioro de valores.

1. Las necesidades pueden presionar más que los valores

Los valores en sí mismos no se deterioran. Lo que en realidad se debilita es nuestra propia

capacidad de creer en determinados principios y su pertinencia, como producto de la presión que

ejerce sobre nosotros el manejo de ciertas necesidades.

Esta realidad, a su vez, nos remite a valores básicos de subsistencia individual.

Por ejemplo, cuando irrespetamos “las colas” (en el tráfico o a la espera de ser atendidos) es porque

consideramos que nuestra necesidad individual tiene más valor que la de los demás. Con en este

Page 6: Los Valores

tipo de consideración personal, pierde sentido la “honestidad” como un valor que nos vincula con

los demás.

Algo parecido ocurre en los colegios u organizaciones similares, cuando los maestros o

supervisores sienten que su necesidad de “controlar” a su grupo tiene más valor que el “respeto” y

la “dignidad” de los integrantes, y hacen uso de la “autoridad” para imponerles orden.

Seguro que no les va a resultar nada fácil obtener “respeto” como respuesta.

2. Es mucho más fácil transmitir otros valores

El verdadero significado de los valores en las organizaciones se basa en las acciones y actitudes de

sus integrantes, y nuestro comportamiento se traduce en los detalles de lo que hacemos en el día a

día:

Imagine a un padre enseñado a su hijo la importancia de la verdad o la responsabilidad. Un instante

después, el hijo le dice al padre que lo llama por teléfono un cobrador, y el padre le responde con

naturalidad: “Dile que no estoy”.

Imagine algo que cada día sucede más en las empresas: No quitamos la vista de la computadora

mientras hablamos con compañeros de trabajo que “respetamos”, y decimos cosas como: “No te

estoy mirando, pero te estoy poniendo atención”.

3. Existe mucha presión social a favor de “anti-valores”

En una sociedad que sobre-estimula el consumo y la propiedad, los ciudadanos terminamos siendo

valorados más por lo que tenemos que por lo que somos como personas. En consecuencia, la

apariencia o el poder muchas veces se convierten en valores superiores a la responsabilidad. Así

terminamos proclamando que “el fin justifica los medios”.

En las organizaciones se necesita un poco más de humildad a la hora de hablar de formación de

valores o de exigirlos. Los valores están en los detalles de todos los comportamientos de sus

integrantes, y muchos de esos comportamientos son habituales y, en ocasiones, inconscientes.

Page 7: Los Valores

En este sentido, los valores pueden ser mucho más útiles como guías de acción para los integrantes

de un equipo de trabajo o de una familia, cuando se definen como comportamientos deseados

concretos

La práctica de los valores: es su decisión

Aunque los valores comienzan a formarse desde temprana edad y cada quien le da un sentido

propio, la puesta en práctica de los valores es una decisión personal.

Cada quien determina cómo actuar frente a las distintas situaciones de su vida.

Unas veces más conciente que otras, eres tú quien decide la actitud y la manera de comportarte

frente a las demás personas y frente a las oportunidades, las dificultades o las responsabilidades.

Decides asumirlas o eludirlas.

Cuando nos interesa relacionarnos satisfactoriamente con otras personas o ser parte de una

organización, decidimos aceptar los valores que requiere esa relación.

Inclusive, en una organización autoritaria, donde los valores se imponen unilateralmente, uno

también toma la decisión de aceptarlos.

Al llegar a una organización o comunidad deberíamos ocuparnos de conocer sus valores y sus

significados. Ellos nos permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y lograr una

convivencia armoniosa.

Si resolvemos ser parte de una organización con valores ya definidos, entonces hemos decidido

suscribirlos y ponerlos en práctica.

Podemos afirmar que asumir los valores de una organización en la que nos interesa estar es una

responsabilidad individual. La práctica de los valores expresa el grado de compromiso que tenemos

con esa organización.

Sin embargo, aunque todo esto suene simple, a las organizaciones les toma un gran esfuerzo que

sus integrantes tengan valores compartidos y, en muchos casos, apenas se logra.

Page 8: Los Valores

Recuerda que al hablar de valores nos referimos a principios y creencias. Por lo que es poco

probable que cumplamos bien con algo sobre lo que no estamos completamente convencidos de su

importancia o valor. ¿Alguien puede obligarte a que estés convencido al respecto?

Aún no estando de acuerdo, podemos seguir correctamente una orden.

Pero la práctica de valores requiere de convicción y eso es algo que depende de tu decisión.

Todos sabemos que un trabajo bien hecho respaldado por valores es superior al que sólo se hace

por cumplir con una orden.

Tú decides poner en práctica inmediatamente tus creencias. Decides no posponerlas.

Decides actuar de acuerdo con tus principios, por convicción y no porque te están viendo o

vigilando.

Decides la actitud con la que eres parte de una organización y qué clase de persona eres en ella.

Esa capacidad de decidir es la fuente de tu plenitud como ser humano.

Page 9: Los Valores

CUENTOS, MITOS O LEYENDAS DEL ESTADO MONAGAS

Matia Fabiola Frias Termini

21350337

Page 10: Los Valores

El Tigre Palenque: El tigre palenque es una aparición legendaria en el municipio Acosta. Se trata de un gigantesco tigre bañado en llamas que aterra a quienes lo ven. Se dice que es invocado por una persona que hace un pacto con el diablo a fin de conseguir dinero y fama. Antes de acudir el tigre palenque al llamado del creyente, se pueden sentir fuertes vientos en el poblado, a manera de tormenta; y se oyen cadenas como si se estuviesen reventando. Cuando el creyente termina de hacer el pacto, despide al demonio, pero cuando lo hace no debe voltear a mirar, pues si lo hace entonces verá unas imágenes que nunca se borrarán de su mente.

Leyenda del Tesoro de Boves: Cuenta una leyenda que el caudillo español José Tomás Boves (Oviedo, 1782 - Urica, 1814), después de librar varias batallas victoriosas en el oriente del país, llevó consigo un tesoro que robó en Cumaná cuando tomó la ciudad. En vista de que debía continuar la campaña realista y combatir en Urica, enterró el tesoro con la ayuda de su esclavo y seis soldados en un valle llamado Los Pacas, al sureste de San Antonio de Capayacuar. Cuando el tesoro ya estaba semienterrado, Boves y su esclavo dieron muerte a los soldados y luego Boves mató a su esclavo con el fin de no dejar testigos. Según cuentan, Boves dijo: Sus espíritus guardarán de que el oro y las alhajas no sean desenterradas por ningún otro. No obstante, mientras Boves luchaba en la batalla de Urica murió de un lanzazo. Jamás se localizó el tesoro y se dice que un jinete sobre un caballo negro lo resguarda. Sólo perdura la leyenda y un misterioso cofre de hierro labrado donde se dice que Boves llevaba las alhajas y el oro, el cual se encuentra en el Museo Colonial de San Antonio de Capayacuar.

Leyenda de la Laguna de Ipure: Según la leyenda, el sector de la Laguna de Ipure era antiguamente un manantial donde los aborígenes iban a buscar agua. Cierto día dos niños que fueron en busca de agua a la laguna se encontraron con una culebra y ésta se tragó a uno de ellos. Cuentan que al brujo de la comunidad enterarse de la noticia, hizo un conjuro y logró sacar a la culebra de las profundidades del agua. La abrió por la mitad para sacarle el cuerpo de la niña que se había tragado y los padres se llevaron el cuerpo de su hija sin vida para velarlo. Cuando regresaron al lugar donde el chamán había abierto a la culebra, vieron que ésta no estaba y, que en su lugar, se encontraba otra laguna, la cual fue llamada Lagunita. Esta leyenda es la que dio lugar al baile tradicional la Culebra de Ipure.

Leyenda de los Sacerdotes de la Parroquia San Antonio de Capayacuar: Desde la fundación de San Antonio de Capayacuar, el 7 de agosto de 1713 por parte de fray Gerónimo de Muro, muchos sacerdotes, aproximadamente cuarenta y uno, y nueve frailes se han desempeñado en la parroquia. El sacerdote que permaneció por más tiempo fue Eustaquio Abad García de Alcavaz, mientras que los demás sacerdotes y frailes duraron poco tiempo. Cuenta la tradición oral que estos hombres de Dios no duraban porque una maldición cayó sobre el pueblo cuando un sacerdote murió a causa de un flechazo

Page 11: Los Valores

lanzado por un indígena. Efectivamente casi todos los sacerdotes que han llegado a San Antonio se enferman mucho y al poco tiempo se marchan.

La Llorona, Leyenda: La llorona es un espanto conocido por los venezolanos desde tiempos remotos. Dicen que la llorona es una mujer a la que le robaron sus hijos y, desde entonces, ella permaneció penando y llorando sin rumbo en busca de sus hijos. Ella suele aparecerse en los caminos y las calles y muchas personas afirman haberla visto. Uno de los testimonios más recientes de San Antonio de Capayacuar es el de un joven llamado Gerardo Cartagena. Cuenta que una noche estaba en la plaza Bolívar y se fue caminando a su casa por la avenida Bolívar, pero al llegar a la esquina dudó y tomó otro camino, el de la calle Bermúdez y mientras caminaba escuchó un fuerte llanto que provenía de El Cerrito, antiguo refugio de los presos. El joven corrió asustado hasta su casa y después de un rato fue que pudo contar el suceso. Quienes lo escucharon interpretan que el llanto era de la llorona.

El Anima Sola, Leyenda: Según dice la gente, el ánima sola fue en vida una bonita y solitaria muchacha que siempre andaba sola y rezaba mucho. Se cree que cuando ella murió Dios le dispuso un lugar apartado para que estuviese completamente sola como ella deseaba. Muchas personas le tienen fe a su ánima y le rinden honores. Aquellos que aspiren a hacerse devotos deben dirigirse en la noche de un lunes a un lugar muy solitario y llamarla. Si el aspirante tiene la suficiente fuerza espiritual, el ánima aparecerá y se manifestará mediante sonidos estridentes y un prolongado silbido. Luego, se revela la dama vestida con una túnica blanca y con su larga cabellera negra.

Leyenda del Cacique Taguay: Cuenta la leyenda que durante los tiempos de la colonia, en el lugar llamado anteriormente el Cantón de Aragua, vivía este cacique quien luchaba contra los conquistadores (después de sangrientas luchas el ejército español empezaba a dominar por fin la zona). Este cacique tenía una esposa y una hija a quienes apreciaba mucho, observando la situación de peligro decidió crucificar a su hija para que no fuera tocada o violada por el enemigo invasor. Después de esto salió a luchar junto a su esposa, muriendo en batalla pero luchando por sus ideales.

Aparición de la Mujer que Taconea: La mujer que taconea ha sido escuchada por muchas personas en el pueblo de San Antonio, especialmente por aquellos que viven en la calle Bermúdez cerca de la iglesia. Se dice que los que escuchan su fuerte caminar se acercan a la ventana para verla pasar, pero reciben un gran susto y les da fiebre. El testimonio de Migdalia Rodríguez, quien vive a media cuadra de la iglesia, cuenta que en una ocasión escuchó los tacones y se acercó a la puerta de su casa que da hacia la calle, pero no llegó ya que sentía un frío muy fuerte y el cuerpo muy pesado. Se acostó y se arropó completamente, pero una mano helada le tocó la cara. Se dice que quienes escuchan el taconeo no deben hablar ni moverse, pues de lo contrario recibirán un gran susto.

Leyenda de la mujer que Crece: En las urbanizaciones Rómulo Gallegos, Santa Rosa y Valle Verde hay muchos cuentos de aparecidos, pues durante la Colonia estos sectores conformaban un cementerio. Uno de los cuentos más famosos es el de la mujer que crece. Cuentan que al señor Pilar González, en época de Navidad, unos jóvenes le tiraron un cohete y el señor los persiguió pero no los alcanzó. Mientras los jóvenes casi llegaban a su casa después de la travesura se les apareció una mujer y ellos pretendían enamorarla, pero la mujer crecía y crecía cada vez más. Los jóvenes sentían un gran peso en las piernas y no podían avanzar; regresaron a su casa por otra vía y prendidos en fiebre. La aparición fue interpretada como un castigo.

Leyenda de la Pavita: Una habitante de San Antonio de Capayacuar, la señora Rondón, prometió casar de velo y corona a sus tres hijas. Se dice que para lograr su promesa, ella vendió su alma al diablo. Sus dos primeras hijas lograron casarse tal como lo aspiraba su madre; pero cuando se casó la tercera,

Page 12: Los Valores

durante la fiesta del casamiento, se estaba haciendo una parrilla y la recién casada se quemó con el fuego, haciendo una antorcha humana. En su intento por salvarse, se clavó en una mata de piñón y allí terminó de quemarse. Luego de este suceso, se dice que su alma se convirtió en pavita y quedó penando, asustando a muchas personas.

Eclipses de Luna: Los indígenas chaima-cumanagoto, que es una cultura originaria que habitó la zona, tenían muchas leyendas que pasaron a formar parte de las creencias de los actuales pobladores. Entre ellas se encuentra la relacionada con los eclipse de luna, que eran interpretados como el despertar de la luna tras un profundo sueño y en ese momento, resultaba peligroso ser alcanzado por el eclipse o ser tocado por alguien, ya que la luna se podía enfurecer. También existía la creencia de que el eclipse de luna eran suciedades echadas a su cara de la misma, por lo que había que limpiarla barriendo el patio de la casa. Para muchas personas, el eclipse de luna implicaba una mayor vigilancia, pues al ocultarse venía la oscuridad total que atraía por instantes a los malos espíritus y a los animales feroces. También era el momento en que según se cuenta, se abrían laspuertas al mundo de los muertos. La ocasión exigía mantenerse en guardia formando algarabías con palos, golpeando cuanto objeto había alrededor y haciendo ruido hasta tanto terminara el eclipse.

Leyenda de los Tres Moriches: Se cuenta entre los pobladores de La Pulvia, que hace muchos años atrás, en la zona conocida como los Caños Medraneros, existía un terreno provisto de un tupido morichal en el que se cuenta, había tres matas en particular, dispuestas en triángulo una respecto a la otra, que se alejaban largas distancias y a los pocos días de su ausencia regresaban a los Caños Medraneros. Esto suscitaba inquietud y miedo porque se decía que el caño de gran profundidad que se encontraba próximo a los morichales estaba encantado. Todavía se comenta este extraño suceso que se repitió durante mucho tiempo en la tierra que ahora forma parte de la propiedad de Luis Miguel Moretty, un lugar donde el ganado pasta tranquilamente y en el que existieron tres morichales que salían de paseo por toda la región.

Leyenda de la Asadura Guindando: Dicen en el pueblo de Santa Bárbara, que han visto guindando en las ramas de la ceiba de la plaza Bolívar del poblado, pedazos de vísceras, piernas y brazos de personas. Algunos creen que estas apariciones se deben a que en ese sitio fue descuartizada viva lamadre del prócer Barreto Ramírez, doña Rosalía Ramírez de Barreto, en el año 1814. Sin embargo, para la época en que esto ocurrió la ceiba en donde dice aparecen estas vísceras no existía ya que este árbol fue sembrado en mayo de 1890. Pero es costumbre de la gente no pasar a media noche por la plaza.

Creencias y costumbres en Semana Santa: Existen varias restricciones que los habitantes de estos municipios cumplen durante la época de Semana Santa, entre ellas negarles a los niños el bañarse en los ríos durante estos días porque según la creencia, se pueden convertir en pez. Se prohibe además decir malas palabras, cazar pájaros y no se debe, bajo ningún motivo, comer carne en estos días. Estas restricciones desaparecían luego del domingo de Resurrección.

La venganza del General, Leyenda: Se dice en el municipio que hace muchos años atrás fue capturado un hombre quien golpeó a un general en una batalla. En venganza fue llevado al poblado y colocado en forma de equis con cada mano atada a una estaca y sus pies de la misma forma, en la plaza principal. Luego de haber sido golpeado y amarrado fue dejado allí para que muriera de sed. Nadie podía acercarse a ayudarle porque los esbirros estaban allí para impedirlo. El hombre fue agonizando lentamente por el inclemente sol y sus últimas palabras fueron ¡agua, agua, agua!. El pobre hombre fue enterrado en el mismo lugar donde murió. Hay quienes dicen que en ocasiones se escucha en la noche una voz que pide agua y se cree que es el alma en pena del pobre prisionero.

Page 13: Los Valores